ana frega

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historia

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Ana Frega, Los infelices y el carcter popular de la revolucin artiguistaEl cuadro de desorden, anarqua y subversin social- saqueos y asesinatos perpetrados por gavillas de desertores, fugas de esclavos y avance de los indios infieles fue utilizado por las elites dirigentes para justificar diversas formas de asociacin o incorporacin a otros Estados, o incluso sus preferencias por el rgimen monrquico, como nicas garantas para fundar un orden estable.

La movilizacin de los infelices, necesaria para la conformacin de los ejrcitos, era vista con recelo por las minoras dominantes que perciban el alzamiento como un acortamiento de la distancia social. Este estudio aborda las contradicciones que se dieron en el bando revolucionario respecto a la participacin de los criollos pobres, los esclavos y negros libres y los indios. A su vez procura un acercamiento a las caractersticas de la intervencin de estos variados grupos socio-etnicos, para los que la convocatoria patritica abria un nuevo escenario para luchar, en forma individual o colectiva, por antiguas reivindicaciones.

El radicalismo popular

La ruptura revolucionaria puso en discusin el arriba y el abajo, conmoviendo la totalidad del orden social. Un entusiasmo frentico de la libertad, entendido como espritu de pillaje por los grandes hacendados, expres el radicalismo popular desde los comienzos de las guerras de independencia. Preocupaba a la gente propietaria que en el escenario de guerra los mas infelices impulsaran el reconocimiento de sus derechos o hallaran una oportunidad para la apropiacin directa de los recursos de la campaa. El artiguismo procuro ordenarlas, controlarlas e integrarlas en un proyecto revolucionario. Los sectores populares encontraron en el bando artiguista un lugar para la concrecin de sus aspiraciones.

En el ao 1815, los triunfos en el Litoral y los pronunciamientos de Cordoba y Santa Fe llevaron la influencia del Sistema de los pueblos libres mas alla de la banda oriental del Parana, y lo presentaron como una opcin alternativa a los proyectos unitarios y centralistas de la antigua capital virreinal. Se abri asi, la etapa radical de la revolucin oriental. El control poltico paso a manos de aquellos grupos que ponan nfasis en cierto igualitarismo, tanto en lo referente a la participacin en la toma de decisiones del nuevo sujeto soberano, como solia nombrar el discurso artiguista a los grupos no privilegiados de la jerarquizada sociedad colonial. Se impulsaron diversas medidas que apuntaban a revitalizar la economa, reorganizar las finanzas, ejercer mayor control sobre el ejercito de la funcin publica. Se aprob el reglamento provisorio en 1815 con las siguientes caractersticas. Los recursos provendran de los enemigos, a quienes se confiscaran sus tierras y ganados con excepcin de lo indispensable para la manutencin de sus familias. Consagraba el derecho de acceder a la tierra a aquellos ese momento estaban prcticamente privados del mismo. Lo que parece mas interesante, sin duda, es el desafio a la autoridad del caudillo si no se satisfaca la demanda de permanecer en los campos que haban ocupado. Lejos de ejercer un control indiscutible, la autoridad de Artigas sobre las tropas orientales estaba condicionada al cumplimiento de los compromisos contrados en la lucha.Para los grupos sociales representados en el cabildo, el reconocimiento de la autoridad de Artigas estaba ligado a su capacidad de controlar los excesos de las tropas y mantener un orden que respetara las jerarquas sociales. El jefe de los orientales entendio mas justo acceder al clamor de los infelices vecinos.

La invasin portuguesa de 1816 rompio el equilibrio de fuerzas en la provincia. Una compleja alianza apoyo el envio desde Brasil de un ejercito pacificador a la provincia Oriental comandado por Lecor. El bando artiguista logro imponerse frente a quienes procuraban una alianza con el directorio de las Provincias Unidas. Una circular convoco a los pueblos a expresar su voluntad acerca de la continuidad o no de Jose Artigas al frente del movimiento. Con el respaldo de los pueblos se procedio a la ruptura de relaciones con el directorio de las provincias unidas, desarrollndose la guerra en dos frentes. La accin lusitana deba profundizar las diferencias existentes en el bando patriota en torno a los alcances de la proclamada igualdad. Deban hacer notar los males que implicaba la prolongacin de la situacin belica, tales como el reclutamiento en masa, el agotamiento de los recursos de la provincia o el cuestionamiento de las jerarquas establecidas. La derrota oriental en la batalla de Tacuarembo, ocurrida el 22 de enero de 1820, alejo las posibilidades de impedir que los portugueses lograran el control total del territorio de la provincia Oriental

Caminos de libertad

En la provincia Oriental artiguista las medidas tomadas sobre la situacin de los esclavos fueron pautadas por derechos y exigencias contradictorias. Las promesas de garantas a la propiedad privada de los patriotas, la promocin de lal libertad, la defensa de los mas infelices, y la necesidad de reforzar los ejrcitos ante la prolongacin y ampliacin de los frentes de batalla impedan la adopcin de medidas de carcter general . a los afrodescientes libres se les reconocio su condicin de infelices, disponiendo que deban encabezar la fila de los beneficiarios de suertes de estancia y ganado confiscados a malos europeos y peores americanos. En cuanto a los esclavos, se admiti la vigencia de medidas tomadas por la direccin revolucionaria en Buenos Aires como la promesa de libertad a los fugados del campo enemigo o libertad de vientres. El gobierno artiguista no escapo al imperativo de reforzar las tropas con esclavos, por lo que la leva de morenos y pardos fue una de las primeras medidas tomadas en 1815. En 1816, la invasin portuguesa obligo al gobierno artiguista a disminuir las consideraciones hacia la gente propietaria. Desde la perspectiva de los esclavos, la incorporacin a las filas patriotas poda ser una etapa transitoria. Asi como huian de casa de sus amos, podan desertar de los regimientos y acortar el plazo para ganar su libertad. Alistarse por algn tiempo y luego abandonar las filas, conchabarse y vivir como negro libre, sin depender de los inciertos resultados de la guerra era una estrategia posible en esta coyuntura. El gobierno portugus en Montevideo, con la intencin de disminuir los efectivos artiguistas, publico en 1817 un edicto que ofrecia facilidades y beneficios a todos los jefes, oficiales e individuos que depusieran las armas. Se seala tambin que aquellos esclavos armados, sin excepcin, que pasasen al ejercito porttugues, ganaran la libertad en el dia. A fines de mayo se haban producido un movimiento encabezado por los comandantes y oficiales de varios regimentos. El grueso de los regimientos de pardos y morenos abandono las filas artiguistas. Asi como los portugueses procuraban ganar en su favor a los soldados afrodescendientes que servan en los regimientos orientales, el artiguismo apelo a aquellos que haban desertado de los batallones de las provincias unidas. La participacin de los esclavos en los ejrcitos, donde adquiriran organizacin para la accin colectiva y ocupaban una posicin de fuerza, haba aumentado entre los amos la necesidad de mecanismos de control

Los derechos de los naturales

La formacin del sistema de los pueblos libres incluia la restitucin de los derechos de los pueblos misioneros. La alianza obtuvo xitos militares que respaldaron la posicin del artiguismo en el conjunto de las provincias del Rio de la Plata y, en el caso concreto de los pueblos misioneros, les permitio obtener un lugar en la asamblea constituyente reunida en Buenos Aires. La convocatoria militar apelaba a los lazos socio-culturales y a la reasuncin de sus derechos. En la union postulada por el sistema de los pueblos libres, la posicin y consideracin de los guaran-misioneros conjugaba la lectura idealizada del pasado de esos pueblos, una posicin paternalista frente al buen salvaje y la apelacin a las virtudes del buen ciudadano.

La movilizacin de los guaran-misioneros bajo un comandante de su clase desato temores entre las poblaciones hispano-criollas. Los conflictos entre las autoridades hispanocriollas y los comandantes guaran- misioneros se fueron profundizando con la prolongacin de la guerra.

Las funciones del protector de los pueblos libres suponan tambin apoyar a las provincias de Santa Fe y Corrientes ante el posible avance de las parcialidades indgenas del Chaco. El artiguismo proclamaba la defensa de los antiguos derechos de los naturales, asociada a ciertas medidas de civilizacin que los transformaran habitantes tiles. Los jefes criollos de los distintos bandos procuraron contar con el apoyo de las parcialidades indgenas que no haban sido reducidas a vivir en pueblos indios. Desde los inicios de la revolucin se produjo una alianza entre artigas y las parcialidades de Charruas y minuanes, que actuaron tanto contra los portugueses como en la lnea sitiadora de Montevideo. La derrota y capitulacin del ejercito oriental supuso tambin para las parcialidades indgenas la bsqueda de acuerdos con las nuevas autoridades luso-brasileas. La derrota del sistema de pueblos libres significo el fracaso de la reunificacin de los pueblos misioneros. Los cacicazgos locales, la vuelta a los montes o la insercin subordinada en alguna de las unidades polticas emergentes, fueron algunos de los caminos recorridos por los contingentes guaran-misioneros.

Un tema abierto

La derrota del artiguismo marco un retroceso en las posiciones alcanzadas por los mas infelices. No se propuso la abolicin de la esclavitud, se postulo una actitud paternalista hacia los grupos indgenas, los repartos de tierra y ganado reconocieron jerarquas militares y sociales.

La prolongacin de la guerra exigi de todos los pobladores contribuciones, a la par que acrecent la inseguridad y los saqueos por la accin de las tropas regulares o las bandas de desertores. La alianza se produjo entre aquellos grupos que adems de sufrir los males de la guerra presente, se inquietaban ante la posible construccin de un nevo orden sobre las bases que alentaban el artiguismo. Con la profundizacin del carcter popular de la convocatoria y la prolongacin de la guerra, ensayaron nuevas alianzas y se volcaron hacia proyectos que implicaban la pertenencia a unidades polticas mayores como las provinicias unidas, el Reino de Portugal o el Imperio de Brasil.