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UNIVERSIDAD PANAMERICANA
ESCUELA DE COMUNICACIÓN
“DIOS Y MI DERECHO: ANÁLISIS PERIODÍSTICO DE LA PUBLICACIÓN CRISTERA DESDE MI SÓTANO”
T E S I S P R O F E S I O N A L
Q U E P R E S E N T A
MARIEL TURRIZA GARCÍA
P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E :
L I C E N C I A D A E N C O M U N I C A C I Ó N
DIRECTOR DE LA TESIS: Dr. Iñigo Fernández Fernández
MÉXICO, D.F. 2014
2
Agradecimientos A mis padres, Para quienes jamás encontraré una moneda suficientemente grande que pueda pagar todo el amor, el apoyo y la confianza de estos primeros 25 años. Gracias por haber sido el ejemplo que seguí y que me condujo hasta donde hoy me encuentro. Nada de esto habría sido posible sin ustedes. Los amo. A mi director de tesis y maestro, el Doctor Iñigo Fernández, Por haber tenido siempre el tiempo, la disposición y el consejo necesario para darle forma a este proyecto. Gracias por tu infinita paciencia y por haber sido el aliento necesario en cada paso del camino. A mi tía María Elena, Por haber sido mi segunda madre y haber abrazado cada triunfo como si fuera tuyo. Este nuevo logro también lleva tu nombre. A mi hermano Juan Manuel, Por siempre ser un ejemplo de perseverancia y tenacidad. Y porque a través de todos tus logros, me hiciste consciente de que era posible realizar los míos. À Manuel, Nous y voilà mon Manu, un pas plus près de notre objectif, rien ne peut nous arrêter maintenant. Je t’aime, et je ne t’ai jamais autant aimé. A Carlos, Por recordarme que todos y cada uno de mis días en la universidad me forjaron en más de un solo sentido. Gracias por todo el significado que le has dado a la palabra amistad. À Dominique et Bernard, Merci d’avoir fait partie d’un mémorable séjour qui a commencé au Mexique, et qui continuera de l’autre coté de l’océan. À la mémoire de Priscillia, Merci encore pour cette belle leçon de vie que tu m’as donné avant de partir. Je ne t’oublie pas, je ne t’oublierai jamais. Y finalmente, a Silvio Pellico, Por haber aligerado a cada paso la abrumadora responsabilidad de este viaje y haber sido mi noble compañía en esta increíble aventura.
3
Índice Introducción ……………………………………………………………………… 6 Capítulo I: Guerra Cristera: un poco de historia y contexto …………..…...12 1.1 Nacimiento del conflicto ………………………………………..……….........………… 12
1.2 Los primeros levantamientos de 1926 …………………………...……........……….... 19
1.3 El Boicot ……………………………………………………..………...……......………... 22
1.4 Estallido del conflicto ………………………………….………………..…….…………. 24
1.5 Los grupos opositores ……….................................................................................. 27
1.5.1 La Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa ……..……..…... 27
1.5.2 Asociación Católica de la Juventud Mexicana ………………………....…… 29
1.6 El ejército cristero: reclutamiento, constitución y distribución ……………..…..……. 30
1.7 Los arreglos religiosos ………………..…………………………………..……….….… 34
Capítulo II: Historia de la prensa mexicana: finales del S. XIX y principios
del XX ………………………………………………………………………....... 36
2.1 Prensa mexicana …………………………………………………..…………………….. 36
2.2 Relación prensa-gobierno durante los distintos regímenes …….………….............. 37
2.2.1 Situación de la prensa en el mandato de Porfirio Díaz ….………………….. 38
2.2.2 Situación de la prensa durante la Revolución y el
mandato maderista ………………………………………………….…………………. 42
2.2.3 Situación de la prensa en el mandato de Venustiano Carranza …………... 44
2.2.4 Situación de la prensa en el mandato de Álvaro Obregón …………………. 46
2.2.5 Situación de la prensa en el mandato de Plutarco Elías Calles …………… 47
2.3 El discurso anticatólico ..…..………………………………………………………….…. 52
2.4 La prensa religiosa …………………………………………………………………….… 56
4
2.5 Desde mi Sótano: Dios y mi Derecho ……………………………………………….… 58
Capítulo III: Desde mi Sótano: el análisis periodístico del testigo de una
guerra ………………………………………………………………………………………... 63
3.1 Metodología y análisis …………………………………………………………………... 63
3.2 Los resultados del análisis ……...…………………………………………….….…….. 66
3.2.1 Del análisis general …………………………………………………….….….... 66
3.2.2 Del análisis cuantitativo …………………………………………………....…... 77
3.2.3 Del análisis distributivo ……………………………………………………........ 81
Capítulo IV: El análisis cualitativo: la voz de una ideología ……….....……… 93
4.1Las dimensiones analíticas emocionales ..…………………………….……….……… 94
4.1.1 Enojo e indignación ………………………………………………….…….……. 95
4.1.2 Empatía ……………………………………………………………………….….. 97
4.1.3 Esperanza y ánimo ……………………………………………………………. 100
4.1.4 Cohesión …………………………………………………………………….….. 101
4.1.5 Tablas de referencia …………………………………………………………... 103
4.2 El hablante ………………………………………………………………………….…… 105
4.3 Llamado a la acción ……………………………………………………………………..108
Las conclusiones …………………………………………...………………….............. 111
A) La Cristiada y su estudio en México y el mundo ….………….….…………………... 111
B) La documentación histórica ………………………….………….….………………….. 111
C) El análisis periodístico y las teorías de la comunicación ….….….………………..... 112
C.1) Los efectos limitados …………………………………………………………… 112
C.2) La teoría de los dos pasos y el líder de opinión …………………………….. 115
5
D) Desde mi Sótano como elementó cohesivo de indivisión dentro de la sociedad
católica mexicana …………….……………………………………………………………. 116
E) ¿Qué queda por hacer? …………………………………………………………….…. 118
Bibliografía y Hemerografía …………………………………………………………..120
Bibliografía ..……………………………………………….………………………………….120
Hemerografía ..……………………………………………………………………………… 124
Anexos ………..……………………………………………….…………………………….128
Anexo 1: Cuestionario aplicado a trabajadores del Estado ……………………………..129
Anexo 2: Lista completa de los títulos de los artículos ……………………………….… 130
Anexo 3: Imagen del artículo: “Gachupines y no españoles” ………………………….. 134
Anexo 4: Imagen del artículo: “Lo que la prensa calla” ………………………………… 135
Anexo 5: Imagen del artículo: “¿Cobardes o traidores?” ………………………………. 136
Anexo 6: Imagen del artículo: “Preguntas y respuestas” ………………………………. 137
Anexo 7: Imagen del artículo: “El mediquillo de provincia” …………………………….. 138
Anexo 8: Caricaturas ……………………………………………………………………….. 139
Anexo 9: Imagen del artículo: “Precaución católicos, cuidado con los revolucionarios y
con el falso boycoteo” ……………………………………………………………………….140
6
Introducción
No te escondas, vale más morir
peleando.1
Carmen Serdán Alatriste
La importancia que se le otorga al periodismo y concretamente a la prensa escrita en la
historia de México, se debe principalmente a que ésta es testigo de los cambios
políticos, sociales y culturales que se suscitaron a lo largo del acontecer histórico,
mismos que resultan en la realidad actual, la manera en que la entendemos y sobre
todo en que la vivimos.
Y como mucho de esta investigación nos ha permitido constatar, no hay testigo
más franco que aquél que goza y sufre las glorias y horrores de una situación tan
complicada como lo fue la Cristiada en México.
Es por eso que el centro de nuestro trabajo es un rotativo en particular que cobró
vida entre 1926 y 1928, lo que muchos historiadores definen como los años de
efervescencia político-social del conflicto religioso en México. Un periódico llamado
Desde mi Sótano: Dios y mi derecho, que bien puede ser el estandarte de un choque
titánico entre posturas políticas. Aunque de eso nos ocuparemos más adelante.
La persecución religiosa en México y todas sus implicaciones son para muchos, y
para este trabajo, un episodio significativo en la construcción del México que
conocemos. Este episodio engloba una serie de elementos importantes como libertad,
1 Frase que Carmen Serdán Alatriste, revolucionaria mexicana, dirigió a su hermano Aquiles Serdán durante un enfrentamiento contra fuerzas federales en 1910. Espinosa de los Monteros, Roberto, “Vale más morir peleando”. Disponible en http://www.revolucion.bicentenario.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=4:vale-mas-morir-peleando-por-roberto-espinosa-de-los-monteros-hernandez&catid=2:articulos&Itemid=4, consultado el 25 de marzo de 2014.
7
tanto de prensa, como religiosa; valores, inconformidad, la gestación de movimientos
civiles y represión, entre muchos otros y, afortunadamente en México, tenemos acceso
a una cantidad considerable de información sobre la Guerra Cristera, sus antecedentes,
sus causas, sus orígenes, el contexto, etc.
Pero ¿dónde queda la investigación significativa sobre la praxis de la prensa
durante el periodo más crítico del conflicto, el comportamiento de sus publicaciones, las
tendencias editoriales de la época y el análisis que refleje la importancia del periodismo
en México entre 1926 y 1928?
Es ahí donde aparece la necesidad tan imperante de abrir paso al análisis
periodístico de aquellas publicaciones que ayudaron a moldear la esfera pública que
reinó durante el régimen gubernamental de Plutarco Elías Calles y que, a pesar de su
valor histórico innegable, parecen quedar en el olvido.
El objetivo central es, entonces, analizar a través de métodos
bibliográficos/especulativos el comportamiento, contenido, difusión, formato y
periodicidad del diario procatólico clandestino Desde mi Sótano: Dios y mi derecho.
Para ello, nos dimos a la tarea de analizar, bajo una estructura que se describirá en el
tercer capítulo, 21 publicaciones de este periódico. Es importante destacar que las
fuentes consultadas para la realización de esta tesis y que hacen mención más o
menos profunda de este periódico, manejan un total de 20 ejemplares, a ello, nosotros
hemos sumado uno más, arrojando un total de 21 publicaciones, sobre las cuales se
trabajó y se obtuvieron los resultados presentados.
Todo ello, con el objetivo de ahondar en el estudio periodístico durante los
conflictos civiles y religiosos de la época, que nos permitan tener una visión más
completa de lo que fue el periodismo de principios del siglo XX en México,
entendiéndolo como una conexión importante entre aquél de fines de la Revolución y el
contemporáneo. De este objetivo se desprende la hipótesis de esta investigación, que
8
plantea que Desde mi Sótano fungió como un factor de cohesión entre la fracción
católica que constituía buena parte de la sociedad mexicana de la época.
Como muchas de las disciplinas y campos de estudio actuales, la comunicación
ha cambiado a lo largo del tiempo, adecuándose siempre al contexto social que la
rodea, y al momento determinado de la historia que requiere de ella. El caso del
periodismo y la difusión de la información en la sociedad no es ninguna excepción, pues
sus antecedentes y curso evolutivo tienen un impacto en la manera de entender la
información, su difusión y circulación en nuestros días.
Dada la importancia de los movimientos sociales que se suscitaron durante la
Guerra Cristera, es vital tener una perspectiva completa del tratamiento informativo de
la época, centrándose en un periódico en particular, pese a lo irregular de su circulación
y lo inconstante de sus publicaciones.
Más que explicar el curso de los acontecimientos que tuvieron lugar entre 1926 y
1928, esta investigación pretende aportar un panorama más claro sobre la importancia
que tuvo la prensa de oposición, y en este caso clandestina, a través del estudio de una
publicación en particular, en el sentir colectivo de la fracción católica de la sociedad
mexicana durante la Cristiada y si fungió como factor que aportara solidez a la causa y
sentido de pertenencia.
En otras palabras, buscamos tener una visión más clara de la prensa durante los
años de conflicto cristero y obtener con ello información sobre el comportamiento de la
información y las publicaciones que contribuya a completar la bibliografía existente con
relación a dicha guerra, centrándonos exclusivamente en el estudio y análisis
cuantitativo, cualitativo y general periodístico de Desde mi Sótano.
Para los fines que convinieron a nuestra investigación, fue esencial dar
seguimiento a los esfuerzos de este periódico por subsistir y que lejos de apegarse a
9
líneas editoriales precisas y estudiadas, daba voz a un sentir colectivo generalizado en
México durante el conflicto civil y religioso, permitiéndonos ampliar el panorama
histórico que existe con respecto a la postura anticallista.
Pero un estudio de las tendencias informativas de la época es complicado sin la
aproximación adecuada, para lo que hemos requerido la ayuda de dos teorías en
particular que, juntas, han ayudado a dar luz a los fines de investigación con los que
dimos inicio a nuestro proyecto.
Para ello, tomamos de entrada el concepto de documento histórico que Pierre
Salmon describe en su obra Historia y crítica: Introducción a la metodología histórica:
En la mayoría de los casos el documento histórico es un documento escrito, a mano o
impreso (inscripción, ostracon, papiro, manuscrito, carta, diario, matasellos). También
puede ser un documento grabado o audiovisual, es decir, transmitido por el sonido o
la imagen (cilindro, disco, cinta magnetofónica, fotografía, clisé, diapositiva, película,
microfilm) o una simple tradición oral, sin base material, que se ha recogido con la
intención de fijarla. Puede también ser un documento figurado, es decir, un vestigio
material del hombre (documento arqueológico, documento numismático) o un paisaje
que muestra la huella de los hombres que lo han modelado (observación geográfica);
pero hay que decir que si el documento figurado o la observación geográfica no van
acompañados de textos, difícilmente lograremos captar su significado. Señalemos, por
último, que el historiador puede ser él mismo testigo directo de algunos hechos […].2
Una vez definido y confirmado el valor documental de nuestra fuente, podemos
centrarnos en el estudio comunicativo que postula la idea de que el poder de los medios
de comunicación en una sociedad y tiempo determinados no es masivo: nos referimos a
la teoría de los efectos limitados propuesta por Paul Lazarsfeld y Elihu Katz3 en 1955, la
2 Salmon, Pierre, “Historia y crítica: Introducción a la metodología histórica”, Teide/Barcelona, 2da edición, España, 1978. p. 39. 3 Para ahondar en el estudio de la Teoría de los Efectos Límitados, la Teoría de los dos pasos y la figura del líder, véase Lazarsfeld, Paul y Katz, Elihu, “Personal Influence: The part played by people in the flow of Mass Communication”, Transaction Publishers, 2da edición, Estados Unidos, 2006.
10
cual nos concede un entendimiento general de la existencia de periódicos como Desde
mi Sótano, pues en un universo informativo como el de 1926 donde la vida de un
rotativo depende casi enteramente de sus ingresos económicos, podemos entender que
la propaganda y los contenidos progubernamentales llevaban una amplia ventaja por
encima de la prensa opositora.
Existe en toda audiencia una capacidad de selección e interpretación que, en el
caso particular de la prensa clandestina durante la Cristiada, dio lugar al nacimiento y
subsistencia de publicaciones como la que analizamos en este trabajo.
Para complementar el estudio de la prensa durante este periodo de la historia, la
Teoría de los dos Pasos (Two-Step Flow Theory), propuesta también por Lazarsfeld y
Katz4, sirve para hacer un acercamiento mucho más preciso del tema. Es importante
partir de un entendido: la información que se genera en el entorno, aquella que fue
seleccionada e interpretada, no llega inmediata y directamente al público receptor. Los
mensajes emitidos por una fuente determinada, en todo sistema mediático (rústico o
no), pasan antes de alcanzar su objetivo último, por los líderes de opinión que son, de
acuerdo con esta aproximación, los verdaderos “responsables” de la formación de
opiniones críticas en la sociedad.
Dentro de nuestra investigación, podemos considerar a Silvio Pellico, a quien ya
tendré el gusto de presentarles, como un verdadero líder de opinión, pues a pesar de
las condiciones sociales y políticas de la época que le impidieron darse a conocer
abiertamente como el editor y responsable del periódico analizado, la idea que plantean
Lazarsfeld y Katz de líder de opinión, existe sin importar que se materialice a través de
un seudónimo y de una publicación clandestina. Al igual que algunos otros movimientos
ilegales de la época, como La Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa
(LNDLR) y la misma Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), nuestro
periódico sirve como fuerza de cohesión entre los grupos rebeldes que se manifestaron 4 Ídem.
11
contra el régimen y las leyes de Calles.
La Teoría de los dos Pasos asegura que entre mejor divididos estén los grupos
receptores que conforman la audiencia general, las probabilidades de un efecto
amplificado sobre cada uno de los nichos expuestos al mensaje, aumentan. Es gracias
a esta perspectiva de comunicación, que hoy nos es posible adentrarnos en el análisis
periodístico y, ante todo, en los efectos que tuvo el mismo en la sociedad católica
mexicana de los años veintes en nuestro país.
Si bien este trabajo es una manera de comenzar a dibujar y trazar de forma más
clara la importancia de la documentación periodística como guía a través de los
múltiples episodios históricos en México, su objetivo último es, sin duda, hacer una
contribución significativa al estudio de la prensa mexicana y de la comunicación como
un camino que nos ayude a entender quiénes somos y cómo hemos llegado hasta
donde estamos.
12
CAPÍTULO I: GUERRA CRISTERA: UN POCO DE HISTORIA Y CONTEXTO
Pero desde allí, por ese agujerito maravilloso, voy a ser testigo de muchas cosas, y voy a oír maravillas, y voy a gritarlas a voz de cuello. Quién sabe! acaso mi voz se oiga por algunos y aliente y conforte.5
Silvio Pellico, Desde mi Sótano.
1.1 Nacimiento del conflicto
La Guerra Cristera, movimiento civil-religioso, que comenzó a gestarse en 1926 en
México, fue la respuesta a una serie de leyes instauradas por el presidente mexicano
Plutarco Elías Calles.
La Constitución de 1917 contemplaba desde su creación el papel de la Iglesia
Católica dentro de la vida social y política, sin embargo, a pesar de sostener principios
inspirados en principios católicos como la jornada laboral de ocho horas, los descansos
semanales y el derecho de los trabajadores a la organización y a la huelga, los artículos
constitucionales que hacían referencia a la Iglesia eran más un obstáculo que
complicaba su labor, que promotores de prácticas religiosas.
En principio, los artículos constitucionales relacionados con la Iglesia y la religión
eran 12, de los cuales el 3º, el 5º, el 27º y el 130º resultaron ser los más problemáticos.
• El artículo 3º decretaba la secularización de la enseñanza básica, pública y
privada. 5 Pellico, Silvio, “Desde mi sótano”, Desde mi Sótano, Ciudad de México, 22 de agosto de 1926, p. 1.
13
• El artículo 5º prohibió los votos monásticos y las órdenes religiosas.
• El artículo 27º estipulaba que la Iglesia no tenía derecho a poseer, adquirir o
administrar propiedades o ejercer ningún dominio sobre éstas. Con ello, todos
los lugares de culto pasaron a manos del Estado.
• Y, finalmente, el artículo 130º le negaba a la Iglesia toda personalidad jurídica,
otorgándole a los poderes federales la facultad de ejercer en materia de culto
religioso y disciplina externa, lo que designaran las leyes fundamentales del país.
Las acciones anticatólicas de Calles iniciaron mucho antes de su llegada al poder
en 1924. En 1915, con el aparente fin de la Revolución y perteneciendo al bando
carrancista, Calles fue nombrado gobernador y comandante militar del Estado de
Sonora. Durante el ejercicio de su cargo suprimió el comercio de bebidas alcohólicas,
reformó el Código Civil para legitimar el divorcio como práctica autorizada y, como
preludio de los cambios radicales que llevaría a cabo como Presidente de la República,
expulsó a los sacerdotes católicos de la entidad.
Para 1920, ante la inminente caída de Venustiano Carranza frente al avance
imparable de sus opositores, Calles se une a la fracción obregonista, junto a quien
combatiera durante la Revolución. Obregón conocía a Calles y sabía que, si bien era
falto de destreza militar, sus aptitudes políticas eran una cuestión completamente
distinta. Una vez instalado y con una buena aceptación por parte de su nuevo grupo,
Calles apoyó la candidatura presidencial de Álvaro Obregón y, una vez logrado el
objetivo de la presidencia, se convirtió en Secretario de Gobernación hasta 1923,
asegurando de manera tácita su llegada a la presidencia en 1924.
Una vez declarado presidente, Calles supo diferenciarse de su predecesor de
manera oportuna. Sus primeros discursos estuvieron enfocados a evidenciar las
diferencias políticas que tendrían lugar con el nuevo mandato. Decidió moralizar el
gobierno acabando con el despilfarro obregonista que había tenido lugar en los últimos
años en México. Decidió aplicar medidas de austeridad que garantizaran el
14
resurgimiento y la competitividad de la economía mexicana. Apoyó en 1925 la creación
del Banco de México que fuera propuesta por el que sería más adelante el fundador del
Partido Acción Nacional, Manuel Gómez Morín.
Aunada a las medidas económicas impuestas al principio de su mandato, llegaron
las que probablemente se consideren las más radicales, impulsadas por su aversión sin
fundamentos (desde el punto de vista histórico-bibliográfico) hacia la religión católica y
su práctica.
Sin embargo, el comienzo no fue tan estrepitoso como el desenlace y para dar
cuenta de ello, cabe hacer mención de una aparición rápida e interesante dentro del
conflicto cristero: la de la Iglesia Cismática Mexicana.6 El 21 de febrero de 1925, bajo la
protección absoluta del gobierno federal, el sacerdote José Joaquín Pérez Budar, junto
con Manuel M. Monge, tomaron el templo de La Soledad en la Ciudad de México. El
objetivo del movimiento era formar una institución religiosa nacionalista, que rompiera
relaciones con el Papa y, por consiguiente, con el Vaticano; que exaltara los valores
nacionales y dejara claro que era capaz de gobernarse a sí misma.
A pesar de su repudio a la religión y prácticas católicas, Calles aprobó la fundación
de la Iglesia Cismática Mexicana, que representaba la oportunidad de brindarle al
pueblo una nueva fe, más apegada a las leyes y respetuosa de la Constitución de 1917
que le permitiera obrar con mayor libertad y tener un control absoluto sobre la práctica
religiosa en México.
El movimiento cismático tuvo como líder a Pérez Budar, que hizo público el
documento de sus seguidores, llamado Manifiesto, en el que argumentaba los motivos
de la fundación y surgimiento de la nueva Iglesia. En él, se hablaba del ideal de
6 González Morfn, Juan, “La Guerra Cristera y su licitud moral”. Porrúa, Universidad Panamericana, Ciudad de México, México, 2009. p 96.
15
independencia absoluta de El Vaticano y de la expulsión de los más de 2007 sacerdotes
extranjeros del territorio mexicano. Apelaba a la honradez de fieles y sacerdotes de la
Iglesia Romana, haciendo énfasis en la causa justa que el nuevo movimiento buscaba.
Sin embargo, de 4,593 sacerdotes, sólo ocho se unieron a Pérez Budar y a
Monge, además de que el único inmueble del que lograron apoderarse fue provisto por
el mismo gobierno federal, por lo que la puesta en marcha de la corriente cismática fue
considerado un rotundo fracaso en México.
Pero no todo fueron medidas que buscaban evadir el conflicto. Para julio de 1926,
casi dos años después de su llegada a la presidencia, Calles logró concederse la
autoridad y facultades necesarias para modificar y reformar el Código Penal con el
objetivo primordial de limitar o suprimir el valor institucional de la Iglesia. Así, anexó a
dicho código una orden adicional, conocida como Ley Calles, que contenía 33 artículos8
y que representaba la reglamentación del artículo 130 constitucional.
En realidad, la Ley Calles no impuso nuevas restricciones a la Iglesia, sin
embargo, hizo énfasis en las sanciones que entraría en vigor para quienes no acataran
las normas contenidas en el artículo 130 de la Constitución de 1917.
En general, las reformas implementadas, prohibían los actos de culto, la
enseñanza católica en escuelas privadas o públicas, anulaba la libertad de prensa en
materia religiosa, reducía a un número determinado la cantidad de sacerdotes por cada
entidad y los condicionaba a ser mexicanos por nacimiento para poder ejercer, además
de exigir su registro ante autoridades civiles como medida de control.
Los monasterios y edificios destinados al servicio religioso quedaron en manos del
Estado, por lo que sólo éste podía determinar si los inmuebles seguirían sirviendo a 7 Cárdenas, Eduardo, “La Iglesia hispanoamericana en el siglo XX: 1890 – 1990”, Mapfre, Madrid, 1992, p. 141. 8 González Morfin, Juan, “La Guerra Cristera y su licitud moral”, Porrúa Universidad Panamericana, México, 2009. p. 105.
16
fines religiosos. En otras palabras, la Iglesia Católica Mexicana quedaba
completamente subordinada a las decisiones que tomara el gobierno.
Si bien el estallido de la guerra se produjo en enero de 1927, cuando el gobierno
federal promovía la modificación y reglamentación del artículo 130 constitucional
(aprobado originalmente en 1917 por los constituyentes) con el fin de ejercer un control
mucho más estricto sobre la participación de la Iglesia en asuntos de carácter público y
político, es imprescindible considerar los acontecimientos que tuvieron lugar durante el
año previo al inicio formal del conflicto armado.
Con la llegada de normas que se oponían a los principios básicos de las prácticas
católicas en México durante 1926, tanto grandes ciudades como pequeñas
concentraciones rurales atestiguaron la gestación de los primeros movimientos
liderados por fracciones rebeldes ávidas de manifestar su inconformidad hacia las
medidas adoptadas por el régimen de Calles.
Algunas de las medidas empleadas por el clero para reanimar el espíritu
desmoralizado de los católicos consistieron en convocar a asistir a conferencias y casos
de conciencia mensuales, la participación en retiros así como en ejercicios espirituales.9
Por su parte, la labor moral de la Iglesia era insuficiente para dar estabilidad a los
sacerdotes y obispos que veían reducido su presupuesto para subsistir, por lo que el
clero se apoyó en fundaciones como la Sociedad Mutualista de la Divina Providencia y
la Sociedad Cooperativa de Consumo para Eclesiásticos,10 con el fin de obtener la
ayuda económica necesaria.
Uno de los golpes más duros que el gobierno asestó a los católicos, tuvo lugar el
31 de julio de 1926, cuando se declaró en toda la República Mexicana la suspensión del
9 Romero de Solís, José Miguel, “El aguijón del espíritu: historia contemporánea de la Iglesia en México (1892 – 1992)”. Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, México, 1994. p. 258. 10 Ídem.
17
culto público y, con ello, se daba inicio a la serie de restricciones legales que suprimían
casi por completo la capacidad de participación de la Iglesia Católica en México.
La respuesta, inicialmente de miedo, desconcierto e incertidumbre por parte de los
civiles católicos, tuvo ecos en las principales ciudades de la República, donde las
últimas misas, oficiadas a la media noche del día 31 de julio, recibieron la visita de miles
de fieles que decidieron asistir una última vez al servicio católico.
La prohibición de la práctica religiosa en los templos, sumada a los inventarios y el
cierre de diversas iglesias avivaron el descontento que las reformas constitucionales
habían sembrado en la población. Los obispos y los civiles en general habían hecho ya
del conocimiento del gobierno su rechazo a los artículos previamente mencionados, el
3º que hablaba sobre la enseñanza y la educación en México, el 5º que prohibía los
votos monásticos, el 24º que prohibía los actos de culto externo, el 27º que en dos de
sus párrafos prohibía toda propiedad eclesiástica y el 13011 que daba las bases de la
reglamentación de los cultos.
Las modificaciones realizadas entraron en vigor el 2 de julio12 de ese mismo año,
tenían como tema las infracciones cometidas en diversas materias: prensa, educación,
etc. Y si bien al principio los clérigos no comprendieron totalmente el objetivo que
perseguía el gobierno Callista con las modificaciones realizadas al Código Penal, pronto
quedó claro que Calles no buscaba asustar a la población católica ni reducir en cierta
medida sus libertades, sino extirpar completamente la práctica religiosa del territorio.
Desde ese momento, el sentimiento de injusticia por parte de los civiles, que más
tarde formarían la fracción rebelde bajo el lema de Viva Cristo Rey13, comenzó a
hacerse presente en todo el territorio, convirtiéndose en el incentivo social que 11 Meyer, Jean, “La Cristiada: El conflicto entre la Iglesia y el Estado”. 3ra edición, Siglo XXI, México, 1994. p. 280. 12 Ídem. 13 Que sería acuñado por primera vez el 11 de abril de 1920, cuando fieles católicos acudieron en Guanajuato a la colocación de una estatua de Cristo. Cárdenas, Eduardo, Op. cit. p. 140.
18
necesitaba el conflicto civil, pues siendo estas medidas del conocimiento público, el
régimen de Plutarco Elías Calles fue señalado como culpable directo de la supresión de
la libertad religiosa.
La postura de la Iglesia y del clero fue, desde el comienzo, pacífica. El llamado a
las armas no pareció la vía más prudente para enfrentar el golpe abrupto que el
gobierno asestó a las instituciones religiosas en México, por el contrario, los obispos,
párrocos, sacerdotes y demás miembros de la comunidad católica mexicana, fueron los
primeros en hacer llamados colectivos para restaurar la calma, el orden y la serenidad
entre los fieles, Como el arzobispo de Puebla, que hizo lo propio al publicar en la
prensa “que no se insulte a los militares… limitaos a insistir sobre el memorial.”14
Asimismo, el Vaticano se pronunció a favor de la resistencia pacífica y el apoyo
incondicional a los miles de sacerdotes que verían limitados sus derechos y
obstaculizado el ejercicio de sus responsabilidades.
Al tiempo que se discutían las alternativas existentes con respecto a la resistencia,
a principios de 1926 el gobierno comenzó a hacer efectivos los decretos que durante el
gobierno de Obregón no pudieron hacerse realidad debido a la imposibilidad de aplicar
las leyes constitucionales en los diferentes estados de la República por falta de un
reglamento común a éstos. Se dieron las primeras expulsiones de sacerdotes
extranjeros. A ello, se sumó la clausura de escuelas católicas, 156 de ellas en el Distrito
Federal, y conventos. En Puebla, el gobernador recibió y acató la orden de reducir el
número de clérigos de 330 a 273.15 En Guadalajara, los hospitales y orfanatos cerraron
sus puertas y cesaron actividades.
Los obispos estaban seguros de querer protestar en contra de las nuevas
disposiciones legales que, a ojos del Comité Episcopal no podían ser acatadas por
quienes tenían como principal interés la supervivencia de la Iglesia,
14 Meyer, Jean, “La Cristiada: La guerra de los cristeros”. 4ta edición, Siglo XXI, México, 1992, p. 98. 15 Meyer, Jean, “La Cristiada: El conflicto entre la Iglesia y el Estado”. 3ra edición, Siglo XXI, México, 1994. p. 243.
19
desafortunadamente para los intereses colectivos que los ataban, la fracción clerical no
parecía poder llegar a un acuerdo sobre cómo debía organizarse y sobre todo
efectuarse la resistencia, pues muchos sacerdotes, obispos y párrocos temían que el
cese de los cultos a finales de julio fuera suficiente para detonar la violencia que se
gestaba entre las poblaciones agitadas que no eran ajenas a las nuevas disposiciones
constitucionales.
Las medidas adoptadas a nivel nacional para controlar la práctica religiosa, fueron
lo suficientemente fuertes para generar un malestar general que con el paso de los
meses y a pesar de su deficiente organización, cobró la fuerza necesaria para dar
forma al movimiento.
Las autoridades determinaron la instauración de nuevas leyes con respecto a la
práctica religiosa y el oficio de servicios católicos en los diferentes estados de la
República a lo largo de 1926, año en el que se vivieron los cambios más bruscos para
los católicos. El cierre de diversas parroquias, iglesias y capillas locales a lo largo y
ancho del territorio, así como la detención de sacerdotes y el decomiso de múltiples
artículos religiosos pertenecientes al inventario de la Iglesia, fueron los causantes de los
levantamientos aislados que tuvieron lugar en 1926 en diferentes comunidades
profundamente católicas en estados como Jalisco, Zacatecas y Aguascalientes, mejor
conocidos como levantamientos defensivos.
1.2 Los primeros levantamientos de 1926
A mediados del mismo año se generalizó el estado de vigilia en toda la República, las
asambleas permanentes se volvieron parte de la cotidianidad. Los fieles se negaban a
abandonar sus prácticas a pesar de lo decretado por el gobierno federal. Por lo general,
en muchos pueblos hacia el noroeste del país, las comunidades formadas por hombres,
mujeres, ancianos y niños, montaban guardia en los atrios de las Iglesias por miedo a
que los federales hicieran apariciones repentinas para cerrar los templos y confiscar sus
20
bienes. Un ejemplo de ello fue Cocúla,16 Jalisco, donde la Iglesia estuvo custodiada por
cerca de 250 hombres y mujeres pertenecientes a los cinco barrios del pueblo, quienes
se relevaban para montar la guardia de día y de noche en el atrio y al interior del
edificio.
Al mismo tiempo que se vivía un clima tenso en el estado de Jalisco, los fieles
comenzaban a contemplar la idea de un levantamiento en Zacatecas donde el 14 de
agosto fue aprehendido el párroco de Chalchihuite, hecho que lograría la atención de
Pedro Quintanar, uno de los tantos rebeldes que adoptó la causa de la Guerra Cristera
al escuchar las súplicas del pueblo que le pedía libertad para el párroco arrestado. Sin
embargo, el levantamiento no rindió frutos, pues antes de que Quintanar pudiera liberar
al sacerdote, el ejército federal dio muerte a los prisioneros. Aún así, el disturbio
zacatecano es considerado el más importante de aquel entonces por el número de
federales muertos en combate.
Otro de los levantamientos que atrajeron la atención durante la gestación del
descontento, fue el de Sahuayo, Michoacán, cuando el ejército llegó para cerrar la
Iglesia. En ella, se encontró con una multitud mal armada con piedras, palos y cal. En
esa ocasión, no lograron dispersar a los rebeldes y tuvieron que retirarse durante poco
menos de dos semanas, cuando el general Tranquilino Mendoza hizo lo propio para
recuperar la plaza, fusilando a algunos individuos, entre los que se encontraban el ex
presidente municipal.
Algunos otros conflictos armados menos importantes se dieron en Puebla,
Oaxaca, Acámbaro y Taxiaco, entre otros, que a pesar de lo sangrientos que resultaron
para ambas fracciones, no cobraron la relevancia que los de estados más violentos
como Sinaloa y Coahuila.
16 Meyer, Jean. “La Cristiada: la guerra de los cristeros”. 4ta edición, Siglo XXI, México, 1994. p. 102.
21
Hacia el mes de septiembre, surgieron en Guanajuato y Michoacán los primeros
rebeldes declarados, que iniciaron el asedio a las fuerzas federales, comenzando con el
incendio a la estación de Salvatierra. Algunos líderes declarados del movimiento
rebelde lograron sublevar a parte de la población, como en el caso de Enrique Ávila y
Felipe Berber, que tomaron La Piedad con ayuda y complicidad del pueblo, no obstante,
fueron incapaces de defender lo que habían conseguido.
La historia se repitió en Pénjamo, Guanajuato, donde el ex presidente municipal
Luis Navarro Origel logró levantar a cerca de 1500 hombres que con armas
improvisadas, pudieron deshacerse de una pequeña fracción federal.
Desafortunadamente para la fracción católica, Navarro y sus cristeros fueron incapaces
de enfrentar la nueva ofensiva del ejército y se retiraron de la lucha.
Un aspecto importante a considerar dentro de las revueltas locales que
comenzaron a suscitarse a mediados de 1926, fue la presencia de antiguos militares
revolucionarios, ex combatientes villistas, carrancistas o porfiristas que se identificaron
con la causa cristera y decidieron tomar el mando de las descontroladas colectividades
que estaban deseosas de una guerra en nombre de Cristo Rey.
Tal fue el caso de Rodolfo Gallegos,17 un ex revolucionario que en 1911 había
tomado Mexicali en nombre de Madero. Libró diferentes encuentros durante los años
que duró la lucha revolucionaria, y si bien era originario de Sonora al igual que Calles,
no simpatizaba con él, por lo que su apoyo se inclinaba hacía la causa cristera. Entre
1918 y 1926 se hizo famoso en el estado de Guanajuato, donde se ganó la simpatía de
la población.
Con la participación de ex militares, expertos en guerra de guerrillas gracias a su
experiencia revolucionaria, la tarea de sublevar a pequeñas comunidades que se fueran
sumando a los desorganizados ejércitos cristeros se volvió tarea menos complicada. 17 Ibid. p. 113.
22
Sin embargo, las revueltas de 1926 en varios estados de la República no fueron
más que movimientos aislados que los federales acallaron rápidamente debido a la falta
de control y estructura de los rebeldes, junto con algunas otras medidas orquestadas
por los cristeros, de carácter no violento que surgieron como respuesta.
1.3 El Boicot
Una de las medidas tomadas, que diverge de la naturaleza violenta de los
enfrentamientos, fue la organización pacífica de un boicot el 14 de julio de 1926, previo
a la suspensión de los servicios religiosos, los fieles católicos que representaban una
fuente constante de ingresos para el gobierno federal, interrumpieron su consumo de
servicios como el cine, el teatro, el transporte público y la compra de diversos
productos.
La publicidad y el éxito de la campaña en favor del boicot se debió a la Liga
Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa en conjunto con la Asociación
Católica de la Juventud Mexicana (mismas a las que por cuestiones de practicidad
llamaremos LNDLR y ACJM, respectivamente), organizaciones opositoras de las que
hablaremos más adelante, quienes a través propaganda y boletines que circulaban de
manera clandestina, informaron acerca del principio de operación sobre el que se
basaría el boicot contra el gobierno.
Una semana antes del sabotaje, el 7 de julio de 1926, la LNDLR propuso ante el
Comité Episcopal la iniciativa del mismo. Propiamente denominado campaña pacífica
de Bloqueo Económico Social, con la finalidad de obtener la revocación de las leyes
que se oponían a las prácticas religiosas y al libre culto.
La iniciativa fue publicada a través de una circular clandestina de la LNDLR que
contenía detalladamente su plan de acción:
23
A partir del 31 de julio del corriente año y mientras esté vigente decreto del 14 de
junio, los habitantes de la nación mexicana que amen la libertad, desarrollarán una
acción general de defensa y bloqueo en todo el país y que consistirá en la paralización
de la vida social y económica por los medios siguientes: abstención de dar anuncios y
comprar aquellos periódicos que se opongan esta acción o no le presten ayuda. Se
entenderá como falta de apoyo el silencio. Por lo que respecta a los periódicos de la
Ciudad de México, no se procederá contra ellos sino por determinación expresa de La
Liga. Abstención de hacer compras que no sean las indispensables para la
subsistencia cada día. La mayor abstención posible del empleo de vehículos. No
concurrir a diversiones, ni públicas, ni privadas. Limitar el consumo de energía
eléctrica. Abstención total y definitiva de concurrir a las escuelas laicas[…]18
A las medidas tomadas por La Liga, entre algunas otras instituciones, para
asegurar el éxito del Bloqueo Económico Social en México, se sumaron los efectos
negativos de factores como la implementación de la nueva reforma agraria, la baja
internacional de la plata, las malas cosechas que había dejado la primera mitad del año
1926 como resultado de las inclemencias del tiempo, el descenso de la producción
petrolera, etc.
Otra de las industrias que se vio afectada por las inclemencias del bloqueo
económico social fue la cinematográfica: a raíz de la crisis que atravesaba el país, los
cines afectados por la misma pidieron exención en la paga de los impuestos, la baja del
30% en el precio de los filmes y el salario completo de sus empleados. Algunos de los
cines más importantes como fueron el Alcázar, el Majestic y el Royal, sufrieron la
disminución en las entradas de hasta 75%.19
Los efectos negativos del bloqueo fueron mucho más evidentes en las provincias
que en la Ciudad de México. Desafortunadamente para los intereses cristeros, los
efectos negativos de esta estrategia fueron lo suficientemente fuertes para desesperar
18 Meyer, Jean, “La Cristiada: El conflicto entre la Iglesia y el Estado”. 3ra edición, Siglo XXI, México,1994. p. 288. 19 Ibid, p. 290.
24
al gobierno, sin embargo no lo fueron para lograr poner en términos de negociación los
objetivos que perseguían los católicos.
1.4 Estallido del conflicto
Durante los primeros días del año de 1927, los insurrectos que se encontraban en la
zona controlada por la Unión Popular20 (UP), que comprendía los estados de Jalisco
Zacatecas, Michoacán, Guanajuato y las zonas limítrofes de Nayarit, recibieron la orden
de levantarse en armas.
Una de las primeras zonas en levantarse fue el norte de Jalisco, comprendidas las
regiones de Jalpa, Chimaltitán, Villa Guerrero, entre otras. En esta zona había una
concentración de aproximadamente 20 jefes que habían tomado el mando de la UP y
que habían ya comenzado organizar un ejército insurrecto. A su paso por el estado
campesinos voluntarios se fueron sumando a la causa cristera. La principal desventaja
que asediaba a los ejércitos rebeldes y a las fracciones sublevadas era la falta de
organización y de armamento.
Se disponía de pocas armas y municiones y en general, los grupos de insurrectos
carecían de individuos que fueran diestros en el uso de las mismas. Algunas de las más
comunes durante la Guerra Cristera empleadas por los soldados insurrectos fueron los
palos de madera, la cal, el chile molido, las piedras, cadenas etc.
Algunos de los principales organizadores del movimiento en esta zona fueron
Teófilo Baldovinos y “Chema” Gutiérrez, quienes organizaron varios de los
levantamientos entre el 28 de diciembre de 1926 y 10 enero de 1927.
20 La Unión Popular fue un movimiento organizado por Anacleto González Flores, inspirado en el movimiento defensivo de la ACJM y el Volksverein, la Unión Popular alemana de oposición a Bismark, promovida por el sacerdote alemán Neck en Meyer, Jean, “La Cristiada: El conflicto entre la Iglesia y el Estado”. 3ra edición, Siglo XXI, México,1994, p. 146.
25
Por su parte, en el estado de Guanajuato muchos de los jefes de la UP dieron la
orden de levantamiento inmediato. La llegada de federales al estado en todas sus
regiones para inspecciones relativas a asuntos del clero, inquietó a la población y
aceleró la insurrección
Por ejemplo, en Jalpa de Cánovas21 se realizó la asamblea el 26 de diciembre de
1926 para determinar las condiciones en las que pelearía el ejército: el principal objetivo
era tener un conocimiento aproximado de la cantidad de armas y municiones con las
que se contaba y si bien éstas no eran muchas, reinaban los ánimos encendidos:
Una peregrinación de mujeres que de rodillas hacía el recorrido de la parroquia en
señal de penitencia y entonaban las alabanzas… por las calles un buen número de
hombres, unos a caballo y otros a pie, unos armados y otro sin armas, pero todos
reflejaba en su rostro un santo entusiasmo por ser soldados de Cristo Rey22
Otra de las determinaciones importantes de la asamblea del 26 de diciembre de 1926
fue que el levantamiento en el estado de Guanajuato se llevaría acabo el 2 de enero, de
manera unánime por todos los jefes líderes de la UP.
Sin embargo el levantamiento se apresuró en San Diego de Alejandría, Jalisco.
Cuando los informantes de las tropas rebeldes en otras regiones del estado de
Guanajuato fueron al poblado para llevar comunicados a otros jefes de la UP, se
encontraron con una población efervescente que ya había tomado las armas. Los
hombres ya marchaban armados con palos y piedras, mientras que las mujeres se
dirigían al atrio de la iglesia, llevando ofrendas y entonando cánticos.
La parte occidental del área sublevada, que comprende desde los volcanes de
Colima hasta el estado de Nayarit, tardó un poco más de levantarse. Para los jefes del 21 Que no debe confundirse con Jalpa, Jalisco. Ni con Jalpa, Zacatecas. 22 Testimonio de Ignacio Aranda 1966, de San Diego de Alejandría, de 13 años en 1927, correo, abastecedor y palafrenero de los cristeros durante tres años en Meyer, Jean, “La Cristiada: la guerra de los cristeros”, 4ta edición, Siglo XXI, México, 1994. p. 128.
26
UP era evidente que la única manera de defender sus derechos, era por medio de las
armas. Fue por ello que, en esta zona, se comenzaron a llevar a cabo asambleas, de
carácter secreto, donde se estableció que el día de levantamiento para la zona sur y
occidental sería el 6 de enero de 1927, con un aproximado de 300 efectivos.
Para el 9 de enero, la respuesta del gobierno federal era ya muy clara. Los
soldados del régimen callista habían recibido la orden, al principio, de amedrentar y
repeler a los soldados cristeros. El 10 de enero de 1927 se dio el asalto en Cocula,
Jalisco. El gobierno mandó camiones llenos de soldados para reprimir a los soldados
cristeros, después de algunas horas de comenzado el enfrentamiento, los rebeldes,
cortos de municiones, tuvieron que replegarse y abandonar la batalla. Fue entonces
cuando los federales comenzaron el saqueo del templo.
Debido a la represión que se vivió en esta región occidental durante los siguientes
días, para el 12 y 13 de enero, la zona estaba materialmente desierta. Las familias más
ricas habían optado por huir a otros estados de la República menos violentos y los
cristeros y sus ejércitos se encontraban dispersos en las zonas montañosas.
En los Altos de Jalisco, a pesar de la división que se había presentado los últimos
meses del año pasado (1926), el levantamiento fue general, por lo que tomó
desprevenido al gobierno. Fue una de las zonas más difíciles de reconquistar para el
régimen callista. Sin embargo, a pesar de la buena suerte con la que corrieron los
primeros levantamientos de 1927, en la que muchas fracciones rebeldes lograron
dispersar al ejército federal, a finales del mes de enero las fuerzas de Calles, mucho
mejor armadas y organizadas, comenzaron a recuperar el control de las zonas que
habían iniciado la revuelta a principios de año.
Algunos levantamientos aislados que se dieron en zonas menos violentas, como
por ejemplo en el estado de Guerrero y en el estado de México. Ocurrieron a lo largo
del mes enero paralelamente a los levantamientos en zonas con más movimiento
27
cristero. Algo que influyó en la cantidad de insurrectos que se lanzaron a la lucha en
estados como éstos, fue la fuerte campaña anti cristera que inició el gobierno previo al
estallido de la guerra durante la segunda mitad del año 1926.
Para enero de 1927, el total aproximado de efectivos rebeldes en la zona de
Guerrero se acercaba a los 1,500.23 Una particularidad del levantamiento cristero en la
zona centro del país como el estado de México fue la presencia y participación de
exzapatistas, revolucionarios y militares expertos en la guerra de guerrillas. Algunas de
las asambleas y buena parte de la organización del ejército rebelde se llevó a cabo en
el Ajusco, donde Manuel Reyes, uno de los varios excombatientes de la revolución, se
reunía con jóvenes de la ACJM.
Finalmente Reyes logró entrar a la capital, pero para el gobierno federal, la
presencia de rebeldes cristeros a poco más de 10 kilómetros del palacio presidencial
era una cuestión que requería de la presencia de federales para dar caza y fin al
movimiento rebelde que incomodaba la capital mexicana.
1.5 Los grupos opositores Un papel importante que determinó en gran parte el curso de la guerra, fue el de las
organizaciones religiosas (opositoras al gobierno) que facilitaron la circulación de
información entre elementos del ejercito cristero, y aportaron solidez a la causa católica.
En este apartado, ahondaremos un poco más en su estudio.
1.5.1 La Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa
A pesar de la falta de control y organización que se vivía al interior de la fracción
rebelde, algunos grupos opositores lograron destacar y tomar el mando de la lucha para
dar forma al movimiento cristero. Tal fue el caso de lo que probablemente sea la 23 Ibíd. p. 135.
28
organización pro católica más importante de la guerra: La Liga Nacional para la
Defensa de la Libertad Religiosa, mejor conocida como La Liga.
A raíz de desacuerdos dentro de la iglesia mexicana, la gestación del movimiento
se llevó a cabo paralelamente con la del descontento social, en realidad el proyecto
databa de la época carrancista y obregonista, sin embargo, durante los regímenes
previos al de Plutarco Elías Calles, el país no vivió una situación de auténtica
persecución, por lo que el proyecto, aprobado también por el Arzobispo Mora y del Río,
quedó archivado durante muchos años y su realización se retomó hasta poco después
de la llegada de Calles a la presidencia. La Liga se volvió una mezcla social y religiosa
de tipo heterogéneo: en ella convergían tanto la ACJM como el Partido Católico
Nacional, y numerosas organizaciones de tipo religioso que buscaban darle un sentido
único a los esfuerzos realizados a favor de la libertad de culto.
Su creación oficial tuvo lugar en marzo de 1925, cuando los múltiples ataques
contra la Iglesia, como los decretos contra sacerdotes en el estado de Tabasco y la
creación de la Iglesia Cismática Mexicana, lograron que los diversos grupos católicos
compaginaran los esfuerzos pertinentes para fundar La Liga.
El movimiento se tornó completamente radical, pues los más de 10 años de
experiencia que muchos de los miembros activos de la organización aportaban a La
Liga, hicieron que esto pasara rápidamente de una posición defensiva a una posición
ofensiva. Así, el movimiento creció exponencialmente durante sus primeros meses de
vida: para junio de 1925 ya contaba con 36,39524 ligueros.
Lo que caracterizó a la LNDLR fue su personalidad inflexible y beligerante, que
logró que el uso de las armas se planteará como una de las principales alternativas
para definir el curso de la guerra, y si bien entre 1925 y 1926 la lucha encabezada por
24 González Morfín, Juan, “La Guerra Cristera y su licitud moral”. Porrúa Universidad Panamericana, México, 2009. p. 99.
29
los ligueros fue de carácter legal, posteriormente fueron los primeros en sumarse a los
levantamientos en los estados más violentos de la República.
Al momento de su fundación, La Liga reunía asociaciones tales como los
Caballeros de Colón y las Damas Católicas, la Congregación Mariana de los jóvenes y
la Adoración Nocturna, la Federación Arquidiocesana del Trabajo, la Confederación
Nacional Católica el Trabajo y la ACJM.25 En su mayoría, quedó conformada por
jóvenes entusiastas, simpatizantes de la religión católica que lograron identificarse con
los objetivos que perseguía el movimiento.
Durante su existencia, los principales jefes ligueros se quejaron de la falta de
ayuda que se aportó al movimiento, pues las familias ricas en los principales estados
con presencia cristera, tenían intereses políticos que divergían completamente de los
que buscaba defender La Liga. Por ello el reclutamiento (de jefes) se dio principalmente
entre individuos de clase media, muchos de ellos revolucionarios que habían sido
combatientes del lado obregonista, carrancista, porfirista e incluso maderista.
Entre los principales efectivos de la organización había ingenieros, doctores,
funcionarios, clérigos o vinculados con la iglesia, algunos ex militares y sobre todo
miembros de la ACJM.
1.5.2 Asociación Católica de la Juventud Mexicana
Asociación Católica de la Juventud Mexicana, fundada el 2 de agosto de 1913 por el
padre Bernardo Bergöend, fue una organización religiosa creada con el objetivo de
reunir y vincular a jóvenes católicos mexicanos interesados en restaurar el orden social
del cristianismo en México.
25 Meyer, Jean, “La Cristiada: la guerra de los cristeros”. 4ta edición, Siglo XXI, México, 1994. p. 52.
30
Los primeros años de su existencia fueron variantes y cambiantes, pues entre
1913 y 1922, la ACJM vivió un periodo de adaptación y organización con las diferentes
diócesis del país. Para principios de este último año, se celebró la primera sesión del
Primer Consejo Federal de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana.
Los pilares que sirvieron como sustento de la ideología de esta organización
fueron tres: la piedad, el estudio y la acción, mientras que su lema fue Por Dios y Por la
Patria. Entre 1926 y 1929, cerca de 800 miembros de la ACJM murieron durante la
persecución religiosa, otros fueron exiliados y muchos más encarcelados. Sin embargo,
a finales de 1929 (considerado el final del periodo cristero) la ACJM contaba con
alrededor de 20,000 miembros enlistados, de los cuales la aplastante mayoría eran
jóvenes.26
La forma de organización del movimiento se llevó a cabo anualmente, en lo que se
conocían como Consejos Federales, designada la discusión de tareas vitales como por
ejemplo la designación de los mandos dentro de la estructura de la organización.
Algunos de los muertos que pertenecieran a la ACJM fueron los beatos Salvador,
Manuel y David, Acejotaemeros de Zacatecas y los Siervos de Dios. También figuró
Anacleto González Flores (que con ideas, ayudó al movimiento cristero). Así como los
hermanos Jorge y Ramón Vargas González, Luis Padilla, Miguel Gómez Loza, Luis
Magaña Servín, Ezequiel Huerta, Salvador Huerta,27 entre otros.28
1.6 El ejército cristero: reclutamiento, constitución y distribución
26 Información tomada del sitio oficial de la ACJM <http://acjm.50webs.com/hist/historia.html>, el 28 de diciembre del 2012. 27 Ídem. 28 Para 1929 se pensó en la desintegración de la ACJM. Sin embargo su fundador, Bernardo Bergoënd, que aún era auxiliar dentro la organización y lo fue hasta 1940, propuso una fusión con la Acción Católica Mexicana el 25 de diciembre, modificando así algunos estatutos. Información tomada del sitio oficial de la ACJM <http://acjm.50webs.com/hist/historia.html>, el 28 de diciembre del 2012.
31
La “fuerza incontestable”29, como llamó Gorostieta, “un militar pundonoroso y valiente,
hidalgo y patriota”30 según lo describía la prensa de mediados del siglo XX, a los
hombres que se unieron voluntariamente a la fracción cristera durante la guerra, no
estaba integrada por militares, expertos en el uso de armas o gente con un
entrenamiento de ningún tipo en absoluto, por el contrario, uno de los factores que más
emocionó al general, era que en su mayoría, el ejército cristero estuvo conformado por
gente común y corriente que seguía más el llamado de sus principios que el verdadero
deseo de batalla, dispuestos a defender la fe de sus hijos y esposas.
Una parte importante que determinó en buena medida el curso de la guerra entre
1926 y 1929 fue la organización (mucha o poca) que tuvieron los católicos. Es
importante mencionar que, a diferencia de los federales, los líderes rebeldes no
gozaban de ningún rango otorgado (al menos no oficial), y antes de que este fuera
aceptado por las autoridades superiores, éste tenía que ser apoyado por los soldados y
seguidores de los mismos, es decir, los primeros jefes fueron nada más y nada menos
que los hombres que decidieron tomar la iniciativa en cada una de las regiones a las
que pertenecían.
El método de designación era bastante simple, un jefe cristero que no había sido
votado por una mayoría, no podía permanecer mucho tiempo a la cabeza de su
regimiento y las opciones se reducían a dos: volver a las filas en condición de soldado o
regresar a casa. De lado de los soldados la opción era igualmente simple, un soldado
que no había votado igual que la mayoría de los colegas de su regimiento tenía también
dos opciones: cambiar de batallón para seguir otro jefe o sencillamente resignarse. Los
rangos militares se asignaron conforme a la capacidad para dirigir exitosamente
operaciones dentro del campo de batalla, así como durante los entrenamientos. De esta
forma, los mandos de prestigio que originalmente habían sido otorgados a los ricos que
29 Fragmento de carta de Enrique Gorostieta al general Jesús Rebollo en González Morfín, Juan, “La Guerra Cristera y su licitud moral”, Porrúa Universidad Panamericana, México, 2009. p. 133. 30 Anónimo, “Gorostieta, general cristero”. David, México, 22 de junio de 1953.
32
gozaban de mayor fama entre los soldados, fueron finalmente ostentados por quienes
supieron ganárselos.
Es importante mencionar que, a pesar de que estas eran características valiosas
para los efectivos del ejército cristero, los números hablan de la importancia de la
adaptación:
[…]de los 200 oficiales aproximadamente cuyas biografías se han podido reconstituir,
alrededor de 40 conocían sobre poco más o menos el oficio de las armas, por haber
participado en el villismo, el zapatismo o grupos de autodefensa, y 12 procedían del
ejército federal (antiguos profesionales del ejército porfirista o revolucionarios
incorporados al nuevo gestor federal). Si agregamos una decena de simples hombres
de armas (soldados o policías), se llega una proporción del 30% de jefes que se
pusieron por su experiencia31
Aunque es difícil generalizar el contexto social y económico del que provenía cada
uno de los cristeros, es importante destacar rasgos comunes que pueden dar una idea
de las condiciones de vida de los efectivos de la fracción católica:32
Posición socioeconómica:
Propietarios de tierras, 37%
Soldados sin tierras, 63%
Distribución por edad
Números generales:
Menos de 30 años, 54%
31 Meyer, Jean, “La Cristiada: Los cristeros”. 3ra edición, Siglo XXI, México, 1995. p. 93. 32 Ibíd. p. 46.
33
Entre 30 y 40 años, 30%
Más de 40 años 16%
De esto podemos desprender otros datos, provenientes de las listas militares
conservadas por Aurelio Acevedo, Brigada Quintanar (establecidas sobre 2000
hombres).
Menores de 30 años, 49%
De 30 40 años, 39%
De 40 a 50 años, 8%
De 50 a 60 años, 2%
Más de 60 años, 2%
Estado civil: Solteros, 38%
Casados, 62% de los cuales poco menos del 9% no tenía hijos.33
Los regimientos cristeros estaban conformados, en su mayoría, por campesinos y
trabajadores agrícolas de escasos recursos. Muchos de ellos, hombres de familias que
seguían esperando la justicia que había prometido la Revolución de 1910. Hubo
también grandes cantidades de obreros, terratenientes, capataces, comerciantes y
algunos católicos de clase media.
Uno de los factores que perjudicó a los católicos a lo largo de la guerra, fue la
escasez de armas y provisiones, misma que aunada a la falta de destreza militar que
imperaba entre los reclutas católicos, inclinó la balanza a favor de los federales en más
de alguna ocasión. Las retiradas forzadas por la falta de municiones era una constante
en los enfrentamientos, aunque después de algunos meses, los cristeros comenzaron a 33 Ídem.
34
indagar en la fabricación de armas caseras como bombas de mano, que si bien ponían
en riesgo sus vidas al momento de armarlas, cubrían provisionalmente la labor de los
rifles y las pistolas durante la batalla.
A pesar de que los efectivos del ejército cristero que se alistaron para pelear
fueron en su considerable mayoría hombres, la diversidad dentro de éste fue
remarcable: niños, jóvenes, hombres adultos y ancianos procedentes de las principales
regiones cristeras de la República formaron la resistencia católica contra la milicia
federal entre 1926 y 1929.
Es importante destacar también el papel la mujer durante la guerra, algunos de los
nombres mencionados en los archivos son los de María del Carmen Robles, en la
región de Huejuquilla, Petra Cabral en la Sierra Gorda y María Natividad G. González,
esta última, tesorera de la brigada Quintanar. La importante participación de las mujeres
durante el conflicto no se limitó al aprovisionamiento del ejército, sino que alcanzó
actividades como la de enseñar el arte del sabotaje y los enfrentamientos directos con
los federales.
1.7 Los arreglos religiosos
A pesar de la superioridad militar en términos de armamento que ostentó el ejercito del
presidente Calles dentro del conflicto religioso, para 1927 era evidente que aún siendo
regimientos pequeños de hombres sin capacitación alguna, el ejército cristero le había
representado pérdidas significativas al régimen en turno. Por lo que, a petición del
general Obregón, el gabinete presidencial se puso en contacto con obispos exiliados en
San Antonio, Texas, lo que fue un intento desesperado del gobierno por construir una
salida digna del conflicto.
Sin embargo, rumores sobre el encuentro buscado por el gobierno se filtraron a la
prensa, lo que obligó a Obregón a aplazar su decisión de pacto.
35
En 1928 se llevó a cabo una nueva tentativa de paz, en esta ocasión, sugerida por
el Embajador estadounidense en México Dwight Morrow, misma que fuera secundada
por Obregón, pues para ese entonces éste preparaba su regreso a la presidencia y no
tenía ningún interés particular puesto en atender levantamientos que podían ser
resueltos con anticipación.
Finalmente, en 1929, cuando Calles ya había dejado la presidencia y Obregón
había sido asesinado, el gobierno de Emilio Portes Gil decidió llegar a los arreglos
pertinentes con los obispos Monseñor Pascual Díaz Barreto y Monseñor Leopoldo Ruiz
Flores, a fin de declarar y acordar un modo de vida respetuoso entre la Iglesia y el
Estado. Dicho pacto, preveía el cese de las hostilidades, con la entrega de armas por
parte de los cristeros, quienes quedaría libres de volver a sus actividades cotidianas, sin
embargo, “el gobierno quedó convencido de haber sido el vencedor del conflicto”.34
Se determinó que el gobierno no perseguiría más clérigos ni fieles, además de
comprometerse a restituir las propiedades de la Iglesia: casas, seminarios, monasterios,
etc. Sin embargo, el cese inmediato de las hostilidades cristeras fue el único punto de
los arreglos que se acató de forma inmediata por ambos ejércitos, pues la retención de
gran parte de los inmuebles y propiedades de la Iglesia, así como la persecución
secreta de sacerdotes, continuaron durante varios meses después de la firma de los
acuerdos.
34 Saranyana, José Ignacio, “Cien años de Pontificado Romano: de León XIII a Juan Pablo II”, EUNSA, Pamplona, 1997, p. 105.
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CAPÍTULO II: HISTORIA DE LA PRENSA MEXICANA: FINALES DEL S. XIX Y PRINCIPIOS DEL XX
El mundo entero nos admira, creyendo que todos los católicos mexicanos a una, nos hemos puesto a sufrir por la causa de Dios con grandes ánimos y resuelta voluntad y esto es hermosísimo y heroico.35
Silvio Pellico, Desde mi Sótano.
2.1 Prensa mexicana
La prensa de finales de la primera mitad del siglo XIX es considerada el instrumento de
comunicación masiva por excelencia en México. Durante poco más de medio siglo, la
labor del periodismo en nuestro país se centró en la difusión y en la fijación de posturas
de las diferentes corrientes ideológicas que surgieron con la llegada del Porfiriato. Así lo
hizo también con el paso de la Revolución y la llegada de sus nuevos gobiernos y con
los diferentes poderes que fueron apropiándose de la presidencia una vez terminada la
lucha civil.
A finales del siglo XIX esta corriente mediática mexicana que comenzaba a
inclinarse de manera insistente hacia el lado más político y menos objetivo de la
información contaba con tirajes de entre 15,000 y 20,000 ejemplares.36 Un número
significativamente bajo, comparado con los 16 millones que se tiraban en Estados
Unidos. Sin embargo, esto cambiaría de manera súbita para dar paso a la
impresionante circulación y aceptación que tuvieron los periódicos, misma de la que
fueran testigos regímenes como el obregonista, el callista y el Maximato.
35 Pellico, Silvio, “Cobardes o traidores”, Desde mi Sótano, Ciudad de México, 12 de septiembre de 1926, p. 4. 36 Tovar y de Teresa, Rafael, “El último brindis de Don Porfirio 1910: los festejos del Centenario”, Taurus, México, p. 54.
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Para cuando la Revolución terminaba e iniciaban los años de paz, que son
finalmente aquellos que abordaremos con más profundidad, una clasificación
proporcionada por Celia del Palacio Montiel37 resulta útil, pues la prensa puede dividirse
en infinidad de categorías, pero dada la generalidad de su temática, esta ha sido la más
conveniente:
a) Periódico de opinión. Donde prevalecen este tipo de artículos. Largos
editoriales en las primeras páginas, con poco espacio destinado a la información.
Son órganos de facciones o grupos ideológicos. Su objetivo es convencer,
polemizar. Tienen poco o ningún espacio para la publicidad y viven de las
suscripciones o las subvenciones. Su proceso de fabricación es artesanal.
b) Periódico de transición. Es el primer intento de periodismo “imparcial” por lo
menos nominalmente. Da mayor espacio a los contenidos no de opinión:
literatura, información, humor, publicidad, etc. Tiene algunos “avisos”
rudimentarios. Intentos de clasificar los contenidos en columnas y secciones
fijas. Su proceso de fabricación es artesanal o manufactura. Es lo que en este
volumen Flores Zavala llama los periódicos “proto- modernos”
c) Periódico moderno. La información ocupa las primeras planas. Emplea
estrategias comerciales para su venta. Tiene gran vistosidad en los contenidos
gráficos: tipografía, grabados, fotografías. Sus objetivos primordiales son
informar, divertir y vender. Se mantiene mayormente de la publicidad y de las
ventas a bajo costo. Su proceso de fabricación es industrial.
2.2 Relación prensa-gobierno durante los distintos regímenes Con la finalidad de entender mejor la evolución de la prensa previo al conflicto cristero,
es importante dedicar un espacio en este capítulo a explicar las relaciones que se
37 Del Palacio Montiel, Celia, “Una mirada a la historia de la prensa en México desde las regiones. Un estudio comparativo: 1792 -1950”. Revista de Historia Iberoamericana. Vol. 2 No. 1, 2009, págs. 80 - 97
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vivieron durante los distintos regímenes de finales del siglo XVIII, comenzando con el
último periodo presidencial de Porfirio Díaz y del siglo XIX, finalizando con la
presidencia de Plutarco Elías Calles.
2.2.1 Situación de la prensa en el mandato de Porfirio Díaz
Nuestro análisis de las relaciones prensa-gobierno comienza con el Porfiriato, pues fue
una época en la que el trato entre ambas instancias se mostró turbulento, además de
haber estado marcado por la aparición de figuras que permanecen vigentes dentro del
hacer periodístico, como lo fue la del reportero. Esta innovadora forma de hacer noticia
y buscar información, se convirtió pronto en reflejo del nuevo dinamismo que invadió la
profesión y que se dejó sentir también en el interés que ejerció sobre los lectores. Otra
de las razones por las que el Porfiriato es uno de los periodos que significó cambios
importantes para la prensa en México, fue la consolidación de la prensa industrializada
en el año de 1896, que se dio gracias a los avances tecnológicos que permitieron a las
imprentas incrementar de manera importante la producción de ejemplares,
vendiéndolos a precios tan bajos como un centavo; el primer ejemplo de ésta fue el
periódico El Imparcial, de Rafael Reyes Spíndola, del que hablaremos un poco más
adelante.
Durante el Porfiriato, la prensa jugó un papel esencial en la vida política y
social mexicana. Muchos de los periódicos que circularon durante los 35 años que duró
el mandato de Porfirio Díaz, fueron una crítica constante a las medidas impuestas
desde su golpe de estado contra Sebastián Lerdo de Tejada. Por ello, el presidente
Díaz inició una incansable persecución contra periodistas opositores: articulistas,
editores y en general, todo aquel que no tuviera a bien alinearse con él y su visión.
Los métodos de Díaz eran todo menos parciales, su idea de supresión mediática
hizo que su gobierno limitara la libertad de expresión no sólo para quienes escribían
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columnas de opinión, sino en general para la información noticiosa que pronto dejó de
circular.
La razón del proceder contra la prensa informativa se explicó sencillamente con un
llamado a la prudencia, evitando “alborotar la caballada”38, como coloquialmente decía
el presidente Díaz.
Entre 1876 y 1911 la prensa capitalina pocas veces mencionó de manera
abierta y osada los misteriosos asesinatos de periodistas que, si bien carecían de un
culpable oficial, era cuestión de sencilla lógica imaginarse que las órdenes de
ejecución, venían desde arriba. La prensa opositora fue capaz de expresar su
descontento, pero no sin correr los riesgos propios del oficio, pues era indispensable
revisar a conciencia lo que se escribía para evitar ser víctimas del descontento
gubernamental. Prueba de la incansable persecución que inició Díaz contra el
periodismo opositor, fue la publicación del Monitor Republicano el día 23 de noviembre
de 1877, donde denunciaba el arresto y encarcelamiento de Manuel Caballero y Rafael
Aguilar Marroqui, director y redactor responsable, respectivamente, del diario El Eco
Universal, por haber reproducido material informativo donde se atacaba a un particular.
Los periodistas cuyos nombres entraron en la lista negra del gobierno porfirista
fueron entre otros, Filomeno Mata, director y propietario de El Diario del Hogar; los
hermanos Flores Magón, encargados el diario Regeneración, mismo que cerró bajo la
orden del líder político de Huajuapan, Oaxaca y Daniel Cabrera, fundador de El Hijo del
Ahuizote, en virtud de la censura que a éste le impuso39 al gobernador de Guerrero
(razón por la que su periódico sería suspendido).
38 Velasco Valdés, Miguel, “Historia del Periodismo Mexicano: apuntes”, Porrúa, México, 1955, p. 113. 39 Ibíd. p. 116.
40
A principios de 1896, el gobierno cortó las subvenciones a distintos periódicos
para concentrar la inversión en un solo rotativo: El Imparcial. Como resultado de esta
decisión, El Monitor Republicano y El Sigo XIX dejaron de existir.
“Las tinajas de Ulúa” y “Los Separos de Belén” fueron las cárceles que albergaron
a los distintos retadores del régimen durante los años de gobierno porfirista. Miguel
Velasco Valdés hace una comparación entre el modus operandi de Santa Anna durante
su mandato y las acciones emprendidas contra la prensa, y el de Porfirio Díaz,40 entre
los que afirma que la única diferencia era la discreción o la falta de la misma para
acallar las voces de los periodistas.
Sin embargo, su lucha fue mucho más allá de la simple batalla que dio a sus
opositores. Para el presidente, era evidente el alcance masivo que tenían los medios
impresos y el privilegiado efecto tan inmediato y contundente que se dejaba ver en la
sociedad de aquel entonces.
Fue por ello, que el gobierno federal recurrió a una fuerte política de subvenciones
que pondría a disposición del presidente Díaz el arma más efectiva contra la mala
publicidad. De esta manera, surgieron las dos marcadas posturas que acompañarían a
la prensa pre-revolucionaria hasta la llegada del conflicto civil y de las que hablaremos
a continuación: la prensa del gobierno y la prensa que se alineó al gobierno.
Es importante marcar la diferencia que distinguió a cada una de estas editoriales,
pues si bien existieron diferentes puntos de vista, en este periodo es destacable la
prensa oficial, que perteneció y se editó a manos del gobierno. Y por otro lado la prensa
oficialista, dirigida por particulares que ya fuera por miedo o por intereses económicos o
políticos, impulsó y promovió el régimen de Díaz.
40 Ibíd. p. 118.
41
A finales de siglo había 30 periódicos subvencionados sólo en la capital del país
que costaban al régimen alrededor de 40,000 pesos41 mensuales, además de los 27
oficiales que constituían el aparato de propaganda que utilizaba el gobierno federal.
Entre los rotativos de oposición, que se sostuvieron con dificultades durante el
Porfiriato, destacaron El Hijo del Ahuizote, El Monitor Republicano, El Diario del Hogar,
entre otros.
Las publicaciones porfiristas, que se distinguieron por una marcada tendencia
conservadora, reprobaron constantemente las tendencias revolucionarias que
comenzaron a manifestarse a lo largo y ancho del territorio a principios del siglo XX.
Hacía llamados constantes a la paz y la serenidad, así como a confiar plenamente en
las capacidades políticas del presidente.
Para 1876 circulaban ya en México publicaciones de corte porfirista que pronto se
volverían el arma más efectiva contra los agresores del gobierno. Entre ellos figuraban
La Producción Nacional, La Legalidad y El Bien Público.
Acercándose a los últimos años del Porfiriato , la prensa extranjera en México tuvo
un lugar privilegiado dentro del sistema. Para Díaz, la importancia de la reputación
labrada fuera del país era ventajosa y conveniente, por lo que cada día había más
periódicos con redacción en inglés y francés que circulaban en la capital. Prueba de
este favoritismo fue la entrevista que James Creelman solicitó y obtuvo de Díaz en
1908, en el que lejos de abordarse aspectos meramente noticiosos y objetivos de los
últimos años de su mandato, se logró una entrevista de semblanza que permitió a Díaz
despedirse de la silla presidencial.
Si bien la entrevista fue publicada en el número correspondiente a marzo de 1908
de Pearson’s Magazine, en nuestro país la traducción de la misma se realizó
41 Ruiz Castañeda, María del Carmen, “El periodismo en México: 500 años de historia”, México, UNAM, 1974, p. 238.
42
inmediatamente por El Imparcial, por lo que no pasó mucho tiempo antes de que en
México se supiera cuál había sido el tenor del diálogo.
El verdadero valor político de la Entrevista Díaz-Creelman surge a partir de la idea
central de democracia y madurez socio-política que Díaz creía ver en México y que, de
acuerdo a su punto de vista, era la señal que indicaba que el país estaba listo para un
cambio en el modelo gubernamental que se había manejado durante su dictadura. El
montaje por demás benévolo que se construyó alrededor de la figura presidencial, le
permitió a Díaz despedirse airosamente del cargo ejercido durante 31 años:
Es un error suponer que el futuro de la democracia en México ha sido puesto en
peligro por la prolongada permanencia en el poder de un solo presidente – dijo en voz
baja-. Puedo con toda sinceridad decir que el servicio no ha corrompido mis ideales
políticos y que creo que la democracia es el único justo principio del gobierno, aún
cuando llevarla al terreno de la práctica sea posible sólo en los pueblos altamente
desarrollados42
Si bien la gestación de un descontento que desembocaría en una movilización civil
resultaba para entonces inminente, la entrevista parecía la manera más mesurada de
confirmar el cansancio político que justificaba la transición entre la dictadura y la
añorada democracia, misma que Díaz dibujó como el objetivo a alcanzar hacia el final
de su mandato.
2.2.2 Situación de la prensa durante la Revolución y el mandato maderista
Con la Revolución en México, la prensa opositora consiguió finalmente un descanso en
la guerra constante contra Díaz. Durante los años más sangrientos de la lucha y debido
a las innumerables facciones que impidieron inclinar la balanza a favor de un grupo o
de otro, los escritores se limitaron a informar de las muertes, batallas, levantamientos y
acontecimientos puramente noticiosos, pero esta situación no duró mucho tiempo. 42 Entrevista Díaz-Creelman, Editorial UNAM Cuadernos del Instituto de Historia, México 1963, p.15.
43
La división mediática era evidente: para 1910 la prensa de facciones era una
realidad en México. El bando villista contaba con un medio de comunicación alineado
completamente a sus intereses, El Monitor. Los zapatistas se apropiaron de Tierra y
Justicia, que cubría en su mayoría las acciones emprendidas por este grupo. Los
carrancistas se dieron voz a través de El Constitucionalista. Sin embargo, quien
quedara al mando del país al término del conflicto fue quien menos apoyo obtuvo de los
medios impresos.
Durante la presidencia de Francisco I. Madero, protagonista de un mandato que
puede calificarse de fugaz, el periodismo labró la antesala del final súbito y trágico que
marcaría el fin de su gobierno, y el inicio de uno más sólido, pues la prensa parecía
poco impresionada con las acciones del nuevo régimen y con la figura misma del
presidente. Las noticias que circulaban eran una mera transcripción de sus discursos,
sin emitir comentarios críticos que dirigieran la opinión pública que Madero merecía.
Tras el fin del gobierno maderista, el tenor de las relaciones entre la prensa y el
gobierno son difíciles de dibujar, pues la inestabilidad política que siguió desde 1913
hasta 1917 dificulta en gran medida ese trabajo.
Entre el movimiento que se suscitó dentro del ámbito periodístico durante estos
años, figura la adhesión de los miembros de la Asociación de Periodistas
Metropolitanos al general Félix Díaz, para después formar el bloque huertista. Aunado a
ello, se encuentra el surgimiento de El Independiente, órgano que acompañó a este
movimiento.
Posterior a Huerta, durante el interinato de Carvajal, se fundan periódicos como El
30-30. El Demócrata aparece en 1914 al mando de Rafael Martínez, conocido como
“Rip-Rip”, este periódico se llamó a sí mismo un “diario libre de política e información” y
que militó en las filas germanófilas. En ese mismo año, la prensa católica engrosa sus
44
filas con la aparición de El Estudiante, órgano del Centro de Estudiantes Católicos de la
Ciudad de México durante la primera guerra mundial.
El Mexicano, El Nacional y El Pueblo fueron todos regalos de 1915, en ellos
escribían personalidades como el Licenciado Rodrigo Cárdenas, Gonzalo de la Parra y
Archibaldo Eloy Pedroza. Entre los periódicos de mayor tiraje surgidos en este año se
encuentra Acción Mundial; su fundador Gerardo Murillo, asegura que a los 90 días de
haber iniciado actividades, el rotativo tenía ya un tiraje de 160 mil ejemplares43, sin
embargo, un año después desaparece.
A finales de 1916, surge uno de los periódicos más importantes en México hasta la
fecha: El Universal, de Félix Palavicini, nombre que figuró años más tarde entre las
listas de periodistas importantes durante el régimen de Plutarco Elías Calles. Palavicini
hizo público su apoyo al bando aliado durante la primera guerra mundial, lo que le valió
una fuerte enemistad con El Demócrata, y más personalmente con Rafael Martínez,
que como ya hemos mencionado, apoyaba a la oposición. Fue también El Universal,
durante el conflicto religioso, quien a través de un reportero realizó una célebre
entrevista a José María Mora y del Río, arzobispo en aquel entonces de nuestro país,
que disgustó al gobierno de Calles, de esta entrevista hablaremos más tarde en este
segundo capítulo.
Finalmente, para 1917, el competidor directo de El Universal se estableció en la
Ciudad de México, dirigido por Rafael Alducín y bajo el nombre de Excélsior, mismo que
mantiene hasta el día de hoy.
2.2.3 Situación de la prensa en el mandato de Venustiano Carranza
A la llegada de Venustiano Carranza a la silla presidencial, el panorama se tornó
completamente distinto. La falta de combatividad de Madero se vio desplazada por la 43 Velasco Valdés, Op. cit., p. 194.
45
aparente rectitud con la que Carranza acató las leyes que a partir de 1917
contemplaban distintos aspectos de la vida nacional, entre ellos las referentes a la
libertad de prensa.
Con la creación de la Constitución de 1917 quedó establecido y regulado por
primera vez en México, el derecho a escribir sobre cualquier tema con las únicas y
exclusivas limitaciones del respeto a las leyes, la moral y la vida privada. Sin embargo,
Carranza sabía que a la prensa había que corregírsele de manera práctica y no teórica,
para lo que aplicó sus famosos viajes de rectificación.44
El artículo 7º constitucional explicaba:
Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública. En ningún caso podrá secuestrarse la imprenta como instrumento del delito.
Las leyes orgánicas dictarán cuantas disposiciones sean necesarias para evitar que, so pretexto de las denuncias por delitos de prensa, sean encarcelados los expendedores, «papeleros», operarios y demás empleados del establecimiento de donde haya salido el escrito denunciado, a menos que se demuestre previamente la responsabilidad de aquéllos.
Sin embargo, esta idea fue cumplida en la teoría, y no en la práctica, pues entre
las publicaciones que fueron censuradas y cerradas por el gobierno carrancista figuró El
Cuarto Poder, un rotativo que hiciera su aparición de manera simultánea al régimen
constitucionalista, aunque su existencia fue considerablemente más corta.
44 Los viajes de rectificación, inspiración carrancista, consistían en enviar a los periodistas que faltaban a su compromiso ético, según las apreciaciones gubernamentales, con la verdad absoluta, por lo que eran enviados a los lugares donde se habían producido los hechos de los que se hablaba en el artículo en cuestión, perfectamente custodiados por fuerzas federales que eran los principales responsables del rápido remordimiento que invadía a los articulistas. Velasco Valdés, Op. cit., p. 191.
46
2.2.4 Situación de la prensa en el mandato de Álvaro Obregón
Las acciones represoras del gobierno se extendieron hasta 1920, cuando la facción
constitucionalista se dio por terminada con el asesinato de su dirigente. A la muerte de
Carranza el poder presidencial quedó en manos de Álvaro Obregón. Desde este
momento hasta 1924, la prensa viviría una transición paralela al crecimiento y
estabilidad que desarrolló el gobierno mexicano.
Se pasó del periodismo tendencioso, desorganizado, abiertamente parcial, dirigido
a una sociedad ávida de opiniones y de dirección, al periodismo informativo, que
favorecía los movimientos organizados y el surgimiento de nuevos partidos y
movimientos sociales. Los pequeños tirajes que se manejaron a finales del siglo XIX
quedaron atrás, dando paso a la producción y consumo industrial del periódico. Se
sientan las bases del periodismo moderno contemporáneo45 y, afortunadamente para
los editores de aquel entonces, se abrió paso un nuevo régimen mucho más
condescendiente y menos opresor, pues “el general Álvaro Obregón fue menos duro
que Carranza hacia los periodistas”.46
Conforme el régimen de Obregón se abrió paso, la disciplina ejercida por parte del
gobierno sobre las publicaciones que circulaban se relajó considerablemente. Los
periódicos se dieron el lujo de publicar artículos que criticaban duramente al régimen sin
que las represalias se hicieran presentes.
Para Obregón, los ataques mediáticos eran inofensivos y no causaban cambios
alarmantes en la opinión pública, sin embargo, su estrategia se centró en reforzar el
trato directo con la prensa, pues fue el primer presidente que se permitió las pláticas y
discusiones casuales con periodistas y editores. Enviaba material de carácter político y
45 Aguilar Platas, Blanca, “1917 – 1934: Los Caudillos”, en Cano Andaluz, Aurora, “Las publicaciones periódicas y La Historia de México”, México, UNAM, 1995, p. 135. 46 Velasco Valdés, Op. cit., p. 204.
47
social a los periódicos que le seguían el paso y, según miembros de su gabinete, tendía
a autoentrevistarse y dar respuesta a cuestiones que nacían de su costumbre.
Esta política laxa emprendida por Obregón no significó la libertad de expresión
que entendemos hoy en día en las relaciones prensa-gobierno, sino que más bien
ejemplificó la poca importancia que el régimen acordó a los ataques retóricos de los
medios. Sin embargo, con quien lo merecía, la severidad política fue aplicada con todo
su peso, como fue el caso de Francisco Bulnes47: pues éste perteneció al cientifismo
porfirista que representaba los intereses previos a la Revolución, y tenía un amplio
público que gustaba de leerlo.
Para 1923, dos de los tres candidatos presidenciales que originalmente habían
sido contemplados como contendientes en la disputa electoral, quedaron opacados por
las decisiones de Obregón. Adolfo de la Huerta y Ángel Flores fueron derrotados por
Plutarco Elías Calles, impuesto por el régimen precedente, hecho con el que se daría
comienzo a la rebelión delahuertista contra el gobierno.
Pero los desorganizados esfuerzos de Adolfo de la Huerta, sumados al apoyo con
el que Estados Unidos favoreció a Obregón y a Calles, empobrecieron las
considerables ventajas en términos militares que tuvieron los golpistas desde el
estallido de la rebelión, y finalmente Calles ocupó la presidencia en 1924.
2.2.5 Situación de la prensa en el mandato de Plutarco Elías Calles
Llegado el nuevo gobierno, la prensa inició también un nuevo ciclo. Varios
periódicos surgieron, algunos de corte católico. Sin embargo, toda la disciplina laxa que
Obregón ejerció sobre la prensa, pronto quedó olvidada y fue desplazada por la mano
mucho más dura, estricta e incluso opresora de Calles, que poco tiempo después de
47 Ibid, p. 205.
48
iniciado su mandato, daría también inicio a la guerra contra la Iglesia Católica y toda
manifestación, escrita o verbal, a favor de la misma.
Los periódicos dieron cuenta de las decisiones que la presidencia tomó como
medida para controlar la publicación de información poco conveniente. Muchos diarios
optaron por la vía de la crítica pública no sólo al régimen, sino directamente contra
Calles. Quienes no seguían la línea perfectamente bien trazada por el gobierno para
discernir lo aceptable de lo inaceptable, fueron pronto clausurados, perseguidos,
saqueados o quedaron sin editor.
Tal fue el caso de la publicación Gladium, de Anacleto González Flores, a quien
hemos mencionado en el capítulo anterior como promotor principal de la creación de la
UP, que fue declarado ilegal. Pero a pesar de los esfuerzos continuos del régimen
callista por silenciar la información adversa que circulaba continuamente, la prensa
clandestina cobró una gran importancia. El mismo Gladium logró un tiraje de más de
100 mil ejemplares48 durante el tiempo que duró su existencia.
Otro caso que ejemplifica los fracasos continuos de tantas publicaciones debido a
la poca simpatía presidencial que se ganó, fue El Globo, de Félix Palavicini, un
periódico que se abrió de manera oportuna a la información internacional, pero que
cerró poco tiempo después de su inicio.
La prensa fue cambiante, como lo fue también el régimen, pues a pesar de los
constantes enfrentamientos con el gobierno, los periódicos dieron a Calles la razón en
materia económica y política: después de los sangrientos años que se dejaron atrás con
el fin de la Revolución, las medidas financieras instauradas por el gobierno fueron
aciertos que, si bien no lograron los elogios de los editores, por lo menos lograron
concertar un punto de interés común que compartía buena parte de la sociedad entre
tantos desacuerdos políticos. 48 Ruiz Castañeda, María del Carmen, Op. cit., p. 295.
49
De la obra de Aurora Cano Andaluz49 se destacan algunos puntos importantes
derivados a partir del estudio que realizó de la prensa durante el régimen en curso:
1. La búsqueda de la estabilidad general en un país azotado por los estragos del
conflicto civil, no fueron de interés exclusivo del gobierno, pues muchos editores
apoyaron muchas de las medidas aplicadas por Calles en materia social, política
y económica.
2. Muchos de los radicalismos que el gobierno utilizó como estandarte, entre ellos
la lucha incansable contra la práctica de la religión católica, fueron motivo de
discusión y descontento dentro de la opinión pública.
3. La tendencia centralizadora del gobierno definió, en buena medida, la posición
fijada por muchos periódicos: hubo quienes la censuraron indistintamente y
quienes vieron en ella la posibilidad de un nuevo comienzo político.
4. La falta de una postura perfectamente definida por parte de Calles lo orilló a
seguir un discurso que conciliara lo bueno del movimiento revolucionario y los
cambios sociales que habían surgido de éste.
Es pertinente hacer mención de la importancia tanto de la prensa capitalina, como
de la que circuló en los diferentes estados de la República, pues la primera recogía las
notas provenientes de las acciones directas emprendidas por el gobierno. Gracias a su
cercanía con los acontecimientos, que se vio favorecida por la constante necesidad de
Calles por centralizar el poder. Sin embargo, los rotativos en provincia jugaron también
49 Cano Andaluz, Aurora, “La opinión pública sobre el régimen de Plutarco Elías Calles (1924-1928). Un estudio hemerográfico”. UNAM, México, 2007, pp. 177 – 178.
50
un papel importante en la constitución de la opinión pública de aquel entonces y,
evidentemente, de su estudio actual.
Lo interesante de los periódicos en estados como Zacatecas, Jalisco, Michoacán e
incluso en estados norteños como Sinaloa y Sonora, de donde era originario Calles, fue
que a pesar de su contenido mayormente local y de la circulación de notas de interés
regional, nos regala una apreciación más general de lo que fue el mandato anticatólico
a los ojos de todo el país.
Curiosamente, las publicaciones surgidas al norte del país, algunas de las más
importantes, como lo fuera El Demócrata Sinaloense, se consolidaron como de corte
antiobregonista y anticallista.
Muchos de los diarios vigentes durante este periodo nacieron al término de la
Revolución, sin embargo sus intereses y principios editoriales eran de tendencia
porfirista. Pertenecían a empresarios con considerable poder adquisitivo que, a pesar
de las acciones anticatólicas con las que Calles dio comienzo a su gobierno, apoyaron
muchos otros aspectos del sistema.
Algunos diarios se mostraron abiertamente anticlericales y de corte izquierdista,
indistintamente de la región en la que se publicaran, aunque es prudente remarcar que
una parte considerable de la prensa ilegal con gran aceptación fue editada, publicada y
promovida en regiones donde se gestó y explotó el conflicto cristero desde 1926.
El Demócrata, en particular, fue un ejemplo de la indecisión política que vivieron
los medios: un diario que se alineó a la conveniencia del gobierno durante la fuerte
campaña iniciada por el grupo de Calles y que, una vez llegado éste al poder, dejó de
apoyar al mandatario para convertirse en uno de sus más duros críticos.
51
Por otro lado, un ejemplo de los contenidos más maduros, intelectuales y con un
tema cultural y editorial mucho más dado a la opinión que predominó durante esta
época en los periódicos, fue la participación de la pluma de personajes que se
permitieron compartir su punto de vista con respecto al régimen. José Vasconcelos, por
ejemplo, fue articulista del periódico El Demócrata Sinaloense, donde dedicó varias
páginas a criticar las acciones emprendidas por Calles que coartaron la libertad de
expresión en México. Para 1929, Vasconcelos, quien fungiera en su momento como
rector de la Universidad Nacional Autónoma de México y Secretario de Educación
Pública, se postularía como candidato a la presidencia, con el afán de terminar con los
abusos políticos de los que según sus apreciaciones, Calles fuera autor durante el
ejercicio de su cargo como presidente.
De aquí se desprenden dos tendencias: una de glorificar y la otra de satanizar las
medidas consideradas por el gobierno. Pues la clase media, principal participante en la
prensa, vio afectados muchos de sus intereses económicos con las acciones
mencionadas en el capítulo anterior, relacionadas con el recorte de gastos y la
austeridad, misma clase media que en su mayoría fuera católica. Y por otro lado, la de
otro sector con una importante presencia en los medios, que fue el de los hombres que
la Revolución dejó ávidos de cambios y mejoras en el sistema.
Un tipo de prensa que cobró gran importancia, inicialmente por su contenido y
posteriormente por su ilegalidad, fue el religioso. José Valencia Gallardo fundó Lumen,
Argos y La Voz del Pueblo50, que promovieron una postura a favor de la doctrina
católica, particularmente el tercero, con una serie de ataques abiertos y agresivos
contra el régimen de Calles.
Algunos de los principales promotores independientes de la prensa
progubernamental fueron José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro
Siqueiros, quienes pusieron en circulación El Machete, una publicación caracterizada 50 Ruiz Castañeda, María del Carmen, Op. cit., p. 296.
52
por sus tendencias comunistas y un tanto soviéticas. Tanto lo fue, que posteriormente
pasaría a ser el periódico oficial del Partido Comunista.
Además de la divulgación de la opinión de editorialistas, el periódico de la época
callista sirvió como medio de comunicación para los clérigos. El Universal, en una
entrevista realizada al Arzobispo de México, don José Mora y del Río, publicó:
La doctrina de la Iglesia es invariable porque es la verdad divinamente revelada. La
protesta que los prelados mexicanos formulamos contra la Constitución de 1917 en
los artículos que se oponen a la libertad y dogmas religiosos, se mantiene firme. No
ha sido modificada, sino robustecida, porque deriva de la Doctrina de la Iglesia.51
Las declaraciones de Mora y del Río fueron consideradas un acto de rebeldía en
contra del gobierno mexicano, por lo que éste fue consignado a las autoridades de
manera inmediata por órdenes expresas del secretario de Gobernación, Adalberto
Tejada.
Para fortuna de la facción católica, El Universal y El Excélsior, entre otros títulos
importantes, no fueron los únicos en ganar aceptación durante el inicio del conflicto.
Para agosto de 1926 entró en circulación Desde mi Sótano: Dios y mi Derecho, pero de
éste, hablaremos más adelante.
2.3 El discurso anticatólico
La actitud del gobierno con respecto a los constantes levantamientos católicos a través
de la difusión de información en los medios impresos, dejó claro que el principio del que
partían sus acciones era que el fin justificaba los medios. Las desapariciones de
periodistas, asesinatos y encarcelamientos fueron una constante durante el mandato de
Calles, que pintó a la Iglesia como el verdadero enemigo de México.
51 Entrevista realizada por Ignacio Monroy para El Universal, primera plana, 1926.
53
La prueba más grande de que las medidas radicales del gobierno habían llegado
hasta el sector gubernamental, para asegurarse de que no hubiera traiciones dentro del
sistema, fue el cuestionario52 dirigido a trabajadores del Estado, aplicado en diferentes
sectores a sus funcionarios públicos.
Por su parte, entre los lectores se enlistan numerosos admiradores del presidente,
que se dirigían a él a través de correspondencia en los periódicos, apuntando que sus
actos eran uno de los episodios más remarcables que había presenciado la historia de
México y asegurando que éste, era el único camino viable para lograr la extinción del
fanatismo religioso.
Las medidas tomadas por el gobierno eran descritas como actos de auténtico
heroísmo que aseguraban el bienestar colectivo y marcaban el nuevo comienzo de la
política y la vida social mexicana.
El interesante discurso político de la época empleó una retórica igualmente
religiosa para exacerbar la importancia de erradicar las prácticas católicas en el país.
Tal fue el caso de Felipe Velasco, apodado a sí mismo “Don Nadie”, a quien citamos a
continuación:
Desde esta cuenca minera donde este viejo periodista español está por accidente,
felicita a s.e. y como no cree en lo ultraterreno, ni oró, nunca, en más altares que los
de la Verdad y la Justicia y sus santos fueron, siempre, los grandes hombres que
hicieron grandes cosas, permítale que rece un Credo por la patria que s.e. trata de
salvar, alzando la espada y colocando el pie sobre el dragón de Roma53
52 Anexo 1: Cuestionario aplicado a trabajadores del Estado en Serna, Ana María, “La calumnia es un arma, la mentira es una fe. Revolución y Cristiada: la batalla escrita del espíritu público”. Cuicuilco. Vol. 14 No. 39, Enero – abril 2007. p. 168. 53 Felipe Velasco “Don Nadie”, Salinas, Coahuila, al general. Plutarco Elías Calles, México, D.F., 21 de agosto de 1926, AGN-Ramo Documentación de la Administración Pública 1910-1985, Fondo Obregón Calles, c. 36, 104-L-23, leg. 4(2).
54
El proyecto de Calles se consolidó entre sus seguidores como un esfuerzo
institucional por salvaguardar la educación de calidad y alfabetizar a la población, pues
al catecismo se le relacionó, así como a la Iglesia en general, con las carencias
educativas que había en México. Se pensó que la única manera de civilizar a la
población y contrarrestar los daños infligidos por la religión era, de entrada,
desaparecer su práctica.
La línea editorial de la prensa que apoyaba al régimen enfocó sus esfuerzos a
minimizar el conflicto y restarle importancia a sus fatales consecuencias, mismas de las
que fue culpada la Iglesia cuando sus dimensiones lograban un impacto en los lectores.
Una curiosa tendencia que se impuso entre los editores que apoyaron el proyecto
anti católico, fue el de promover abiertamente la censura como medio de control de la
información y sobre todo, de prevención contra la propaganda viral que publicaban los
cristeros.
Se publicaron, en algunos medios, lineamientos en forma de consejo para
aquellos periodistas que no tenían definida de manera clara la bandera bajo la que
ondeaban sus publicaciones:
PROCURE USTED NO USAR DE LARGAS FRASES para expresar un
acontecimiento o una idea. NO HAGA USTED LITERATURA. En los periódicos no
debe hacerse otra literatura que la que la redacción ordena. Sobre todo:
ABSTENERSE DE ESCRIBIR CUALQUIER COSA QUE PUEDA TENER EL MAS
LIGERO SABOR A COMENTARIO. Cumpliendo las anteriores instrucciones, llenará
usted su cometido a satisfacción de esta empresa.54
Groso modo, la intención del gobierno fue satanizar la labor de la Iglesia y
54 Circular de Luis Monroy Durán a los corresponsales de El Demócrata, México, D. F. 10 de marzo de 1926, AGN-Ramo Documentación de la Administración Pública 1910-1985, Fondo Obregón Calles, c. 36, 104-L 23, leg. 2
55
consolidarla como el enemigo a vencer. Este apoyo tan contundente que recibió el
presidente, llegó desde varios lugares del mundo. La prensa y el mensaje que difundía,
no se limitó en lo absoluto a los lectores locales que entendían desde un círculo más
cercano el conflicto.
La opinión pública en general estuvo completamente dividida entre 1926 y 1929,
cuando los matices quedaron reducidos a blancos o negros absolutos, algunos a favor
del catolicismo, haciendo las denuncias sobre los abusos cometidos por parte de los
federales. Y otros alabando y calificando de heroicas las medidas tomadas.
Es interesante concluir que la prensa fue un medio de comunicación que jugó un
papel importante durante el desarrollo del régimen callista y de la Guerra Cristera en
general, sobre todo en un país donde los índices de analfabetismo eran altísimos, y
prueba de ello es una carta enviada por miembros del Ku Klux Klan a Calles,
felicitándolo por su acertada y oportuna reacción ante el catolicismo mexicano:
We the Knights of the Ku Klux Klan of the State of Utah wish to congratulate you upon
the stand, which you have taken in regard to the religious situation in Mexico [...]. If we
have not been misinformed, there are sixteen million people in Mexico, out of that
amount only, four million can read and write, due to the fact that Catholics have been
predominating in Mexico. A stop must be put to such things in United States or in a
short time the same thing will exist here.55
55 Knights of the Ku Klux Klan of the State of Utah, Salt Lake City, Utah, a Plutarco Elías Calles, México d. f., 26 de septiembre de 1926, AGN-Ramo Documentación de la Administración Pública 1910-1985, Fondo Obregón Calles, c. 36, 104-L-23. “Nosotros, los caballeros del Ku Klux Klan del Estado de Utah deseamos felicitarle en esta encomienda emprendida con respecto a la situación religiosa en México […]. Si no hemos malentendido, hay dieciséis millones de personas en México, de esa cifra únicamente cuatro millones pueden leer y escribir debido al hecho de que los católicos han predominado en México. Un alto debe ser puesto a cosas semejantes en los Estados Unidos o, en poco tiempo, la misma situación existirá aquí”. Traducción de Mariel Turriza.
56
2.4 La prensa religiosa
Muchas publicaciones como Desde mi Sótano: Dios y mi derecho, tuvieron una vida
turbulenta y constantemente asediada por el régimen, sin embargo, no se tiene registro
de que su subsistencia haya tenido como origen el apoyo económico de ninguna
institución oficial, ni de la misma Iglesia, incluso cuando muchas de ellas ostentaban en
algunas ediciones sellos de órdenes religiosas.
Sin embargo, algunas de éstas, como La Revista Católica por ejemplo, fueron
mantenidas con las ganancias que para ese entonces, la prensa comenzaba a obtener
de la publicidad y espacios para anunciantes (particularidad del periódico moderno).
Pero entre todos los apoyos que logró hacer converger la Iglesia, ninguno fue más
grande y más evidente que el ofrecido por los mismos lectores, que sin aspiraciones ni
pretensiones de ningún tipo, tuvieron a bien prestar en defensa de la religión.
En su mayoría, los periódicos dependían de una red secreta de ciudadanos
católicos que se dio a la tarea de distribuir la información que salía de las redacciones.
De la misma manera, muchos periodistas reconocidos (algunos de ellos exiliados),
apoyaron el movimiento en pro de la Iglesia para criticar duramente al régimen y dar
cuenta de los abusos cometidos por Calles en materia religiosa.
Muchos de los lectores a cuyas manos llegaron las publicaciones religiosas, en
general, fueron católicos a los que los sacerdotes, directamente, recomendaban los
diarios o semanarios que hablaban a favor de la religión.
El carácter ilegal de los periódicos religiosos se consolidó desde el momento en
que la prensa nacional, adscrita a los deseos gubernamentales, excluyó la información
de fuentes no oficiales de sus páginas y no dio cabida a su libre circulación
57
Si bien mucha de esta propaganda a favor de los cristeros circuló de manera
clandestina en nuestro país, es importante recalcar que al igual que Desde mi Sótano,
muchos diarios fueron rescatados de su inminente olvido en la prensa extranjera, que
se dedicó durante los años de lucha a brindar un panorama general que le permitiera a
los lectores en Europa, Estados Unidos y América Latina, un acercamiento desde fuera,
al conflicto socio-religioso de la época.
Muchos de los periodistas que vivieron su exilio lejos de la guerra, se encargaron
desde su destierro de hacerle justicia a la causa, denunciando los abusos del poder
callista. El sentido sensacionalista, impulsado por el descontento social que se vivía en
México, protagonizó los artículos redactados en periódicos extranjeros.
Entre las narraciones que impactaron a los lectores foráneos, se encuentran las
descripciones tan vívidas que se hicieron de los martirios y torturas puestas en marcha
por el ejército federal:
[…] Se les escuchó exclamar: ‘Estamos dispuestos a dar la vida por la causa que
defendemos porque es justa y santa’. No buscaban riquezas, ni honores; únicamente
pretendían romper las cadenas con que se ha aprisionado a la IGLESIA CATÓLICA
en Méjico. Uno de ellos dijo: Yo deseo morir, porque sé que el Señor quiere mi sangre
para salvar a la patria. LA OBLACIÓN: Once tan sólo son capturados, a quienes atan
inmediatamente y en medio de golpes e insultos los conducen a la prisión. Fueron
conducidos a la una de la mañana a las afueras de la ciudad. Allí los golpean, les dan
puñaladas y los arrastran hasta quedar desfigurados. Al valiente y fervoroso mártir,
Nicolás Navarro, tratan de quitarle algunos documentos y él, no pudiendo defenderlos,
se los come. Los emisarios del Perseguidor lo golpean hasta romperle los dientes
hacerle saltar la sangre por los ojos, y después de haberle dado dos balazos, aún
tiene la víctima gloriosa fuerza para decir: ánimo compañeros, acuérdense de la causa
que defendemos. Se refería a una conferencia que habían tenido la víspera y en la
que se propusieron seguir hasta la muerte el ejemplo de Cristo. Uno de aquellos
58
mártires antes de ser fusilado gritaba: ‘Mamá, le dices a mi hermano José que lo
espero en el cielo’ […]56
En 1926, una vez que el servicio religioso fue suspendido en todo el país, los
sacerdotes que ejercían su cargo escasearon y fueron insuficientes para atender los
peticiones de los fieles que, sumidos en la guerra, pedían la restauración de lo que las
leyes les habían arrebatado.
Por ello, una de las tareas más interesantes e improvisadas de la prensa fue la de
suplir a los sacerdotes en los confesionarios. Como lo cuenta Ana María Serna, los
editores se vieron obligados y en gran medida, complacidos, con la idea de brindar un
pequeño consuelo a los fieles atormentados que buscaban un refugio en los articulistas
y periodistas de los diarios católicos. Algunos de los extractos publicados por Serna
relatan lo siguiente:
• Una persona no quiso rezar por el alma de Obregón, porque decía que las
oraciones le servían de más tormento.
• Otra dijo que no fue tan malo, que recomendó indulgencia con los libertadores
que cogieran presos.
• Y la que esto escribe, sintió gusto con la muerte de un perseguidor de la Iglesia,
pero siente dolor de su familia y la falta que como esposo y padre haga a los
suyos y ha rogado a dios por su alma.57
2.5 Desde mi Sótano: Dios y mi Derecho
Los siguientes párrafos tienen como principal objetivo, presentar una breve introducción
a lo que, más adelante, constituirá el tercer capítulo de nuestra investigación, donde
56 Archivo Calles Torreblanca-Fondo pec/ar-Rebelión Cristera-Serie 12-010701, exp. 78, inv. 281, leg. 3. 57 Serna, Ana María, “La calumnia es un arma, la mentira es una fe. Revolución y Cristiada: la batalla escrita del espíritu público”. Cuicuilco. Vol. 14 No. 39, Enero – abril 2007, p. 166.
59
nos daremos de lleno a la tarea de analizar a profundidad los aspectos cuantitativos e
ideológicos del rotativo, centro de nuestro trabajo: Desde mi Sótano: Dios y mi derecho.
Ésta fue una publicación clandestina, que circuló entre los años de 1926 y 1928.
Identificar y revelar la identidad de su director y editor continua siendo problemático
hasta la fecha, pues como veremos en el siguiente capítulo, hay autores que aseguran
que quien presidía la publicación puede ser identificado como Antonio F. López,
mientras que otras fuentes señalan al sacerdote jesuita Joaquín Cardoso como el
responsable. Lo que podemos asegurar es que, fuere quien fuere, logró darse a
conocer detrás del seudónimo de Silvio Pellico, probablemente inspirado en el poeta y
escritor italiano nacido en 1789.
Desde mi Sótano se caracterizó desde su primera publicación, por el muy duro y
crítico lenguaje con el que señaló los aspectos más reprobables del régimen, y a su
vez, el tono apasionado con el que celebró las victorias y triunfos de las diferentes
organizaciones, personajes y movimientos que constituyeron de manera general el
movimiento cristero. Uno de los primeros ataques que dedicó en sus páginas,
aseguraba que con la puesta en marcha de las disposiciones callistas con respecto a la
religión católica, había muerto la última de las conquistas revolucionarias: la libertad de
imprenta.58
Esta peculiar publicación tuvo una vinculación estrecha con grupos opositores,
mencionados anteriormente en el primer capítulo, concretamente con la LNDLR y
algunas de las acciones emprendidas durante la resistencia como medidas de combate
contra las leyes impuestas por el gobierno.
Durante la puesta en marcha del boicot, en julio de 1926, Desde mi Sótano fue un
fiel promotor de las medidas económicas organizadas por La Liga, mismas que apoyó
al tomarse la libertad de sugerir en sus páginas la compra del mínimo necesario para la 58 Pellico, Silvio, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto 1926. p. 1.
60
supervivencia, evitar visitar o frecuentar espectáculos como el teatro o el cine, de donde
los principales beneficiados eran el gobierno y los empresarios. Se exhortó a la
población, en medida de las posibilidades a vestir completamente de negro, como señal
de luto. Sin embargo, tanto La Liga como sus alentadores, entre ellos el rotativo de
Silvio Pellico, nunca hicieron alusión a frenar el pago de rentas, deudas o servicios
públicos.
A pesar de no haber sido el diario oficial de la LNDLR, Desde mi Sótano siguió
muy de cerca los pasos, exitosos o no, que se dieron en la lucha contra del gobierno.
Monitoreó e hizo del conocimiento público el triunfo que supuso el bloqueo económico,
que si bien en la capital tuvo efectos menos contundentes, en estados como
Aguascalientes, Jalisco, Morelia, Durango y Colima, logró hacer cerrar las Cámaras de
Comercio59 y tener un impacto económico mucho más significativo.
Tuvo una línea editorial agresiva y poco tímida: cuando el boicot estaba en plena
ejecución en todo el país, el periódico sugirió hacer una lista negra con aquellos
comerciantes que cuestionaran sus creencias frente al duro golpe financiero que sufrían
las diferentes industrias:
[...] Las grandes casas comerciales de la ciudad de México han empezado a anunciar,
con mucho ruido y pocas nueces, [...] baratas nunca vistas, ventas extraordinarias de
artículos apolillados y pasados de moda para contribuir a romper el boicot de los
católicos. [...] No nos extrañan estas cosas de los hijos de Mercurio, pero sí nos
extrañan en un Señor Arellano, católico romano, que al primer peso perdido abandona
sus convicciones y se porta como un cismático. ¡Menguado catolicismo que se rige
por la elocuencia de los números! Debemos estrechar nuestro círculo de inactividad
en torno de las grandes casas comerciales y sobre todo de ‘El Paje’ [el
establecimiento de Arellano][…]60
59 Olimón Nolasco, Manuel, “Un peculiar periódico clandestino: Desde mi Sótano 1926 – 1927”, Disponible en http://www.olimon.org/manuel/centenarios/clandestino.htm, consultado el 1 de abril del 2013. 60 Pellico, Silvio, “El comercio reta a los católicos”, Desde mi Sótano, México, 5 de septiembre 1926. p. 4.
61
A su vez, criticó a la comunidad española, que para aquel entonces era numerosa
en el Distrito Federal y que constituía, en su mayoría, empresarios que se vieron
golpeados por el bloqueo económico, cuestión a la que el periódico tuvo a bien agregar:
Gachupín quiere decir ‘cabeza de víbora’ y como víboras que muerden el seno donde
se crían se han portado. Pero, Señores gachupines: lo que habéis hecho no se olvida
tan fácilmente. Sabemos distinguir, y muy bien, entre gachupines y españoles. Y nos
veremos las caras muy pronto. ¡Mueran los gachupines! Y ¡Vivan los españoles!61
Uno de los detalles interesantes a saber sobre esta publicación, es que tuvo una
fuerte presencia, a pesar de la ilegalidad bajo la que trabajó durante toda su existencia,
no sólo en México sino en Estados Unidos e incluso en algunos países europeos.
Durante el verano de 1926, algunas ciudades fronterizas en Estados Unidos, se
beneficiaron del flujo de información que circuló gracias a periódicos de corte católico.
Entre sus líneas, además de hacer circular información importante sobre nuevos
decretos y reuniones, Desde mi Sótano denunciaba las imposiciones injustas y
autoritarias del gobierno. Se burlaba abiertamente de Calles y de su gabinete. Durante
su existencia, exhortó a sus lectores a mantenerse al tanto y, sobre todo, al margen de
las acciones deshonestas de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) y de
su líder, Luis N. Morones,62 institución y personaje vinculados al régimen de Calles.
En conclusión, éste, como muchos otros medios de comunicación católicos de la
época, buscaron alternativas viables que le permitieran dentro de su situación, permear
todas las capas de la sociedad donde podía haber interesados en el contenido que
publicaban. Además del formato clásico de diario o semanario en el que se publicaron,
61 Pellico, Silvio, “Gachupines y no Españoles”, Desde mi Sótano, México, 9 de septiembre 1926. p. 1. 62 Líder de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), fundada en 1918. Morones concedió todo su respaldo al gobierno de Calles, y desde la Secretaría de Industria y Comercio, se encargó de estrechar los lazos entre el gobierno y los obreros. Fernández, Iñigo, “Historia de México II”, Pearson Educación, México, 2005, pp. 168 y 169.
62
la prensa que favoreció al catolicismo buscó medios como hojas sueltas, folletos,
revistas, volantes, tarjetas postales, etc, para hacerse presente entre los lectores. La
diversidad de los formatos fue producto de la imperante necesidad de los editores por
esquivar la censura impuesta por el gobierno.
A pesar de lo anterior, la prensa fuera legal o no, gubernamental u opositora, tuvo
un impacto innegable en las decisiones tomadas por ambas partes durante el conflicto
cristero, incluso antes y después. Y sobre todo, en la manera en que se percibieron los
enfrentamientos entre ambos grupos, sirviendo como medio de expresión para los
editorialistas que se sintieron obligados a publicar su punto de vista como los periódicos
de opinión, o como un vehículo para hacer circular la información, como fue el caso de
las publicaciones de transición y modernos.
El papel general de los diarios durante el conflicto ha servido también como un
punto de partida para el análisis que nos permite una visión más general, imparcial y
real de lo que fue la Guerra Cristera, su tratamiento informativo y la importancia
histórica que representa para nosotros hoy en día.
63
CAPÍTULO III: DESDE MI SÓTANO, DIOS Y MI DERECHO: EL PERSONAJE
Católicos ¡alerta! estamos rodeados de traidores. ¡No os fiéis de los besos de Judas!63
El Lic. Verdad, Desde mi Sótano.
En este tercer capítulo abordaremos de manera más profunda el análisis físico,
distributivo y cualitativo/ideológico de la publicación alrededor de la que gira esta tesis:
Desde mi Sótano.
El objetivo principal de este capítulo es indagar en el tratamiento de la información
que dio nuestro periódico que, pese a su irregularidad, es un recurso de valor dentro de
la investigación de la historia del periodismo en México en la medida en que nos
permite entender un poco más acerca de los mensajes que recibió la audiencia cristera
durante el conflicto.
3.1 Metodología y análisis
Nuestra metodología se encuentra estructurada de la siguiente manera:
A) Análisis general Identifica las características principales del periódico, dando respuesta a las preguntas
básicas que pueden ayudar a construir una idea muy general de sus objetivos, de su
línea editorial, de la manera en que se dio a conocer, etc.:
• ¿Qué era Desde mi Sótano?
63 Licenciado Verdad, “¡Judas!”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p.4.
64
• ¿Por qué surge?
• ¿De qué estatus gozaba? ¿Era legal o clandestino y ello cómo afectaba su
línea editorial?
• ¿Cómo subsistía?
• ¿Cómo se expandió y dio a conocer?
• ¿Cuál era su periodicidad?
• ¿Su contenido era informativo, opinativo, propagandístico o híbrido64?
• ¿Quién participaba y escribía en el periódico?
• ¿A quién se dirigía?
• ¿A quién atacaba y criticaba?
• ¿Con qué elementos atacaba y criticaba?
• ¿Qué lenguaje utilizaba?
B) Análisis cuantitativo Cuyo objetivo es sustentar la investigación y análisis ideológico que se presenta en el
siguiente apartado, a través de la organización y clasificación del contenido en los
siguientes puntos:
1) Número de ejemplares
2) Fechas de publicación
3) Número de hojas por publicación y número de hojas totales
4) Títulos de los artículos
5) Número total de artículos
6) Distribución de artículos por sección
7) Extensión de los artículos
8) Número de artículos firmados
9) Autores
64 Que es, como en la crónica o la columna, una mezcla de información y opinión de acuerdo con lo definido en Leñero, Vicente y Carlos Marín, “Manual de periodismo”, Grijalbo, 7ª edición, México, 1986, p. 43.
65
C) Análisis distributivo Nuestro objetivo es indagar en la distribución de la información y en la importancia de
los contenidos y su tratamiento, busca encontrar e identificar tendencias informativas y
de tratamiento periodístico de acuerdo a la relevancia que cobran ciertos
acontecimientos por encima de otros, durante la publicación del diario:
1) Primera plana
2) Cabecera/titular
3) Grandes titulares
• Distribución de columnas
• Tamaño de letra y tipografía
• Distribución temática
• Fotografías y/o dibujos
4) Secciones
• Informativas
• De opinión
D) Análisis cualitativo e ideológico El siguiente capítulo lo dedicaremos exclusivamente al análisis cualitativo e ideológico
de Desde mi Sótano, sin embargo por cuestiones de orden y coherencia, definiremos a
continuación, su estructura:
1) Connotaciones emocionales
• Enojo e indignación
• Empatía
• Esperanza y ánimo
• Cohesión
2) El hablante
3) Llamado a la acción
66
3.2 Los resultados del análisis 3.2.1 Del análisis general
A manera de introducción, es importante dar una rápida descripción tanto del aspecto
físico del rotativo, como de las tendencias que se dibujan con mayor claridad a lo largo
de los diferentes números y volúmenes.
Descripción general
País: México.
Editor: Silvio Pellico (seudónimo), 1926 - 1927.
Medida: 8o. de marquilla.65
Título: “Dios y mi Derecho”, registrado como articulo de Primera Necesidad.
Tomo I: Nos. del 2 al 7 - Agosto - Septiembre, 1926.
Segunda época: Nos. del 8 al 20 - Octubre 1926 - Abril 1927.
Tercera época: No. 21 – Junio 1928.
Precio: “precio elástico desde 1 centavo hasta el infinito”.66
Se describe: “Húmedo y frío, como una de aquellas trincheras de las que nos hablan los
historiadores de la última guerra. Sin más luz que un agujerito por donde se ve todo el
mundo. Oculto a los ojos de los profanos, valientes o cobardes, esbirros o víctimas.
Así es mi pobre sótano.”67
Números publicados: 2168
65 Esta medida fue utilizada concretamente para libros religiosos en México impresos entre 1820 y 1845. La medida equivale a entre 17 y 22cm. Arellano Vázquez, Lucila, “Análisis de las portadas impresas en México de 1820 hasta 1845: una visión del sector editorial a través de sus portadas”, Universitat de Barcelona, España, 2008, p. 521. 66 Anónimo, “Desde mi sótano”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, p. 1. A partir de la 3ra época, su precio elástico sube a 10 centavos. 67 Ídem. 68 Reed Torres, Castañeda Ruíz y Olimón Nolasco señalan un máximo de 20 números. Esta tesis se hizo y trabajo sobre un total de 21 publicaciones.
67
Desde mi Sótano fue una publicación de tipo clandestina, que circuló en la Ciudad
de México, principalmente, entre 1926 y 1928. Estuvo originalmente a cargo de ella
Silvio Pellico. Sobre Pellico se dispone de muy poca información, así como de su
sucesor. De acuerdo con Juana Manrique de Lara y Guadalupe Monroy69 y con Juan B.
Iguíniz70 respectivamente, en México, el seudónimo Silvio Pellico se le atribuye a
Antonio F. López. Sin embargo, fuentes como el Excélsior y Antonio Ríus Facius71
hacen alusión a Joaquín Cardoso, S.J., y otras más señalan al acejotaemero Andrés
Barquín como dirigente del periódico.
Sobre la labor que desempeñó Pellico como cabeza de la publicación hay,
únicamente, lo que se puede leer en los ejemplares de este rotativo. Autores como
Miguel Velasco Valdés y Luis Reed Torres hacen referencia a este personaje a través
de su seudónimo. Por cuestiones de uniformidad, nosotros nos referiremos al él de la
misma manera.
Es complicado determinar con exactitud el periodo en el que Silvio Pellico funge y
escribe de su propia mano en la publicación. El primer número del periódico, publicado
el 22 de agosto de 1926, reconoce orgullosamente en su cabecera a Silvio Pellico como
director del periódico y este reconocimiento es constante hasta el 10 de octubre del
mismo año, en el que el nuevo director llamado El Licenciado Verdad advierte en una
primera plana, al público católico, que a Silvio Pellico “se lo ha llevado la trampa”.72 Más
adelante en ese mismo número, El Lic. Verdad asegura que:
[…]las lluvias torrenciales de la estación causaron la muerte de Silvio Pellico, y por
poco se llevan a la redacción entera. Pero ya han empezado a bajar las aguas.
Hemos soltado la paloma y ha vuelto con la rama de olivo en el pico. Estamos, pues,
69 Manriquez de Lara, Juana, “Seudónimos, anagramas, iniciales, etc., de autores mexicanos y extranjeros. Compilados por Juana Manrique de Lara y Guadalupe Monroy”, SEP, México, 1954, pp. 51 y 86. 70 B. Iguíniz, Juan, “Catálogo de seudónimos, anagramas e iniciales de escritores mexicanos”, Librería de la Vda. De Ch. Bouret, México, 1912. pp. 19 y 51. 71 Ríus Facius, Antonio, “Méjico Cristero: Historia de la ACJM 1925 – 1931”, 2da Edición, Planeta, México, 1966, pp. 64-65. 72 Anónimo, “Al público católico mexicano”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 1.
68
en condiciones de trabajar de nuevo y hemos de cumplir con nuestro deber….[…].73
Sin embargo, Pellico no estaba muerto, y prueba de ello es su reaparición a través
de su popular periódico el día 25 de noviembre del año citado, donde se lee:
“escurriendo agua y medio asfixiado todavía por el remojón que me di en las famosas
inundaciones marras, me he presentado de Nuevo en MI SOTANO, donde he sido
cariñosamente acogido por mis abnegados compañeros…. Y aquí estoy de Nuevo para
servir a Dios y a Usted.”74 Firmando personalmente, Silvio Pellico.
El escondite del periódico se encontraba en la casa que Rius Facius asegura
pertenecía al acejotaemero Andrés Barquín y Ruíz (señalado como posible responsable
del periódico también), quien prestó este establecimiento a la causa, y una vez
descubierto por las autoridades, los editores se dieron a la tarea de buscar una nueva
guarida.75 Sin embargo, el periódico no vivió para siempre, y si bien en un principio
contó con publicaciones más o menos regulares, llegado el año de 1927, los espacios
entre un número y otro se hicieron cada vez más grandes. Aunado a ello, se tiene
registro de la captura del sacerdote Joaquín Cardoso en Puebla, en diciembre de 1927:
“HACE 25 AÑOS
11 de diciembre de 1927
Es capturado en Puebla el sacerdote Joaquín Cardoso, S. J., En unión del abogado
Carlos Diez de Urdanivia, por el jefe de la policía judicial de México. Se afirma que la
doble aprehensión se debe a que ambos señores han dado pruebas de intensa
actividad publicitaria como miembros de La Liga de la Defensa Religiosa. Se ha
sabido que ambos tienen un periódico que se titula Desde mi Sótano en el que ataca
duramente al régimen del Presidente Calles y se mantiene vivo el fuego de la
rebelión”.76
73 Ibid, p. 3. 74 Anónimo, “Otra vez en la brecha”, Desde mi Sótano, México, 25 de noviembre de 1926, p. 1. 75 Ríus Facius, Antonio, “Méjico Cristero”, 2da edición, Planeta, México, 1966, p. 65. 76 Anónimo, “Hace 25 años”, Excélsior, México, 11 de diciembre de 1952. núm. 12,870, vol. 6, p. 6A.
69
El nombre completo del rotativo era Desde mi Sótano: Dios y mi derecho y surgió
en el año de 1926, en la Ciudad de México. Su estructura era muy sencilla, constaba de
apenas 4 páginas y no tenía una tendencia distributiva definida. Dado que dio a conocer
información sobre la situación religiosa en México durante los años que existió, la
publicación es una pieza de estudio muy interesante que posee un valor intrínseco.
Es difícil catalogar a Desde mi Sótano debido a la irregularidad de sus
publicaciones y a la desorganizada manera en que circuló, sin embargo, es de vital
importancia destacar algunos aspectos de la publicación.
La necesidad de una sola voz que recolectara el reclamo colectivo de la sociedad
católica en aquel entonces, se reflejó en el surgimiento de publicaciones casi
propagandísticas que informaran, pero sobre todo, transmitieran un mensaje de apoyo
a todos los católicos que habían sufrido las consecuencias de la instauración de las
leyes de Calles durante 1926.
Desde mi Sótano fue una respuesta rápida de inconformidad que se gestó antes y
sobre todo después de la suspensión de cultos a finales del mes de julio en toda la
República Mexicana. Su primer número conocido y publicado data del 22 de agosto de
1926, lo cual deja suponer que en poco menos de un mes, Silvio Pellico dispuso de sus
recursos con el objetivo de lanzar una publicación que satisficiera el deseo católico de
hacerse escuchar.
Los periódicos de línea federal, es decir, aquellos que vieron sus intereses mejor
atendidos del lado del gobierno, tenían un tiraje y circulación que garantizaba por
demás, que su información llegará materialmente a todo el país. En términos de
propaganda, el gobierno federal le llevaba una ventaja descomunal a la fracción
cristera, cuyo principal problema, no sólo en el ámbitos informativo, sino materialmente
en toda la lucha, era la falta de recursos y de organización.
70
Una de las características que dicta, sin tener tal vez el propósito de hacerlo,
mucha de la línea editorial y de la tendencia informativa del periódico, es su carácter de
ilegal y clandestino. Desde el primer número, Silvio Pellico introdujo su publicación
como la antítesis de todos los periódicos miedosos y conformistas que se han visto
acallados por la fuerza del gobierno:
pero desde allí, por ese agujerito maravilloso, voy a ser testigo de muchas cosas, y
voy a oír maravillas, y voy a gritarlas a voz de cuello. Quien sabe! Acaso mi voz se
oiga por algunos y aliente y conforte77
Conforme se avanza en la lectura cronológica de las publicaciones, resulta
evidente que la postura de Silvio Pellico es radical, convencido de la culpabilidad del
gobierno, como lo deja ver en los encabezados de la publicación: “Responsables: Los
Causantes del Conflicto”78 y de la opresión ejercida sobre los católicos mexicanos de la
época. Podríamos incluso decir que no tenía absolutamente nada que perder con sus
publicaciones, en las que abiertamente y sin eufemismos, enlista tanto culpas, como
culpables, desde el Presidente Plutarco Elías Calles, quien le merece algunas de sus
columnas y artículos más divertidos e ingeniosos, hasta algunas personalidades de la
época cuyos principios divergían radicalmente de los que sustentaban la publicación:
Luis N. Morones y, evidentemente, toda la Confederación Regional de Obreros
Mexicanos , Diego Rivera y en general, los muralistas de la época, etc.
Tres claros ejemplos de esto son:
Con la misma sangre fría que ya conocemos de nuestro presidente Calles, para mentir
a sabiendas, nos ha lanzado el primero de este año: Mensaje al pueblo mexicano.
No me voy a ocupar de los piropos, que les dirige a las clases privilegiadas y a la
Prensa, a la que paga muy mal su servilismo incondicional, simplemente porque a
veces la sola relación de ciertos hechos, ha sido funesta para el gobierno que los
provoca, los prolija o los ordena. Ni tampoco me quiero detener en las cuestiones de 77 Pellico, Silvio, “Desde mi sótano”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, p. 1. 78 Ídem.
71
orden meramente político e internacional[…]79
El cable a que nos referimos decía a los líderes de la CROM que cuando en la
Convención que tanto la organización (?) referida como la American Federation of
Labor celebraran en el Paso esta última acordó prestar su atención y ayuda a los
corderos de Luis Morones, lo hizo con la condición de que la CROM se abstuviera en
lo absoluto de mezclar a sus afiliados en cuestiones políticas.80
[…]Qué es lo que hemos ganado?
La minería antes tan floreciente está por los suelos; la agricultura completamente
arruinada; el comercio en quiebra; la industria sin capitales que ayuden; las Bellas
Artes están ahora representadas en la pintura por Diego Rivera y sus discípulos, en
poesía por ínclito autor de los Andamios Interiores. La Prensa?, que lo digan los
periodistas de ‘El Mundo’ de Tampico, ‘La Crónica’ de Puebla, ‘El Correo del Centro’
de Guanajuato, ‘Omega’ y ‘El Faro’ en México etc. Todos en la cárcel o
procesados[…]81.
Silvio Pellico deja en claro, desde su primera "aparición" en público, que el objetivo
de su publicación no es otro que denunciar los crímenes de los que es autor el
gobierno, servir de voz, apoyo y resistencia a la fracción católica. Esto, sin pretender
que su periódico contara con recursos que definitivamente no tiene, por lo que, desde el
principio acude a su limitado o incluso inexistente público para confiarles la expansión y
el crecimiento de su rotativo.82
Dado que el precio de la publicación no fue seguramente suficiente para impulsar
su crecimiento, Desde mi Sótano tuvo que aprender a vivir y sobrevivir en la
clandestinidad y a través del crecimiento propagandístico que caracterizó a las
publicaciones rebeldes de la época, y si bien no fue el portavoz oficial de ninguna de las
organizaciones más importantes del lado cristero, como La Liga o la ACJM, fue un
79 Anónimo, “El mensaje presidencial”, Desde mi Sótano, México, 23 de enero de 1927, p. 1. 80 Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, pp. 1 y 2. 81 Pellico, Silvio, “Lo que hemos ganado”, Desde mi Sótano, México, 2 de septiembre de 1926, p. 4. 82 Pellico, Silvio, “Desde mi sótano”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, pp. 1 y 4.
72
acérrimo promotor de sus virtudes y la importancia de dirigirse a ellas como
indiscutibles líderes del movimiento. La falta de recursos, a la que Pellico hace alusión a
través de adjetivos que describen al periódico, tales como “minúsculo”83, determinaron
muchas de las características de esta publicación: la calidad de su impresión, su
periodicidad, etc.
Los comienzos de Desde mi Sótano denotan un periódico enérgico, ávido de
justicia y sobre todo de libertad de expresión. Lleno de denuncias que hacer en aras de
un futuro justiciero en el que se respeten los derechos de los católicos y su libertad de
ejercer sus creencias. Como ya hemos mencionado, la primera publicación oficial y
conocida de Desde mi Sótano, se pone en circulación con la fecha del 22 de agosto de
1926, apenas 22 días después de la suspensión de cultos en todo el territorio nacional.
Naturalmente, una de sus primeras denuncia, la dedica a esta nueva disposición que se
cumple desde el 31 de julio.
Durante sus primeros meses de vida, entre agosto y diciembre de 1926, el
periódico cuenta con números más o menos regulares, que oscilan entre los tres y
cuatro mensuales. En general, el promedio es de ocho artículos por edición, repartidos
inequitativamente entre los informativos y los de opinión. Sin embargo, conforme se
recrudece el conflicto y aumenta la violencia entre 1927 y 1928, Desde mi Sótano
reduce considerablemente su circulación, con un total de seis publicaciones en 18
meses, hasta que finalmente desaparece a mediados de 1928.
Otro de los aspectos interesantes del periódico Desde mi Sótano, es la carga
informativa que puso en circulación desde sus inicios. Si bien mucho de su contenido
da cabida a acontecimientos de orden informativo sobre lo que sucede alrededor del
país, concretamente en las secciones “La Situación del Momento” y “Lo que la Prensa
Calla”, las publicaciones están compuestas mayormente de lo que parecen ser notas
importantes con el toque muy personal del editor: Desde las noticias internacionales 83 Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, p. 2.
73
que describen las relaciones sostenidas en aquel entonces entre México y los Estados
Unidos84, hasta las denuncias que hace el editor en poblaciones como Aguascalientes,
Colima y Guadalajara sobre los crímenes cometidos por los militares.85
Una gran cantidad de notas informativas tienen el sello particular de quien las
edita y publica. Pellico no se permite dar a conocer la información sin ayudarle al lector
a entender por qué, desde su particular punto de vista, se debe aplaudir o condenar el
mensaje implícito. Mucha de la labor de la publicación fue de denuncia86, sirviendo casi
como una herramienta para los católicos que quisieran unirse a la lucha desde su
propia y personal trinchera. El periódico muestra en numerosas ocasiones, un llamado
abierto a la acción, en el que invita a sus lectores a tomar la iniciativa dentro de sus
comunidades y localidades, asegurándoles que la batalla no sólo se libra con palos y
machetes, sino desde la trinchera de las letras y la imprenta.
Por ello, el tono de Desde mi Sótano es más propagandístico que informativo.
Pone al tanto a la sociedad católica de acontecimientos que la prensa oficial no se
molesta en mencionar, pide constantemente mantener la guardia arriba en contra de las
estrategias puestas en marcha por el gobierno de Calles y da información valiosa que
puede ser de ayuda para los lectores87. Es casi como el periódico escolar donde todo el
público, entiende el lenguaje secreto que se emplea dentro del contenido.
A lo largo de su existencia, los dos únicos autores conocidos a quienes pueden
atribuirse los textos que conforman las páginas de Desde mi Sótano, son Silvio Pellico,
y posteriormente tras lo que parece ser la captura del editor original el 10 de octubre del
1926,88 el Lic. Verdad, de quien desconocemos el nombre verdadero, quedó a cargo del
periódico. A pesar de las numerosas e insistentes invitaciones que hace la publicación a
sus lectores para que denuncien y colaboren, la única fuente aparente de información 84 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, p. 3. 85 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 3. 86 Anónimo, “Avestruces mexicanos”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 4. 87 Anónimo, “Procedimientos de los estafadores”, Desde mi Sótano, México, 28 de octubre de 1926, pp. 1 y 4. 88 Licenciado Verdad, “Al público católico mexicano”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 1.
74
es el editor, quien, a su vez, incluye en algunas ocasiones manifiestos o canciones89 a
veces propios, a veces no, como parte de su contenido, pero jamás se lee la opinión de
público o colaboradores entre sus líneas.
Si bien es evidente que la publicación está dirigida, por sus creencias y
convicciones, a un público católico en general, es también importante mencionar que
Desde mi Sótano tiene un público específico dentro del mercado entre el que se da a
conocer: los católicos citadinos, con un determinado poder adquisitivo que les permite
acceso directo a la educación, y la de sus hijos90. El tono de su contenido, sus
denuncias, sus llamados a la acción y en general el lenguaje, están dirigidos a una
fracción leída, educada y mínimamente informada de la población católica. Los
argumentos ingeniosos y bien sustentados con respecto a las reformas
constitucionales, a las acciones del gobierno, a las declaraciones hechas por las
distintas organizaciones a favor de Calles, hablan de un público consciente de su
situación que no busca ni se conforma con la simpleza del hecho noticioso, sino que
necesita el sustento opinativo de un editor en favor de la causa que éstos defienden,
Este sentir, queda reflejado en fragmentos como el siguiente:
[…] Aquí en México, dice y repite, a los extranjeros y a nosotros y a todo bicho
viviente, - aquí en México no hay persecución religiosa, señores, aquí sólo se trata de
que quiero hacer cumplir las leyes.
Pos, eso es horcar, Padre… ¡Hacer cumplir las leyes! Pero si las leyes son las malas
y las persecutorias! ¡Si ni merecen siquiera el nombre de leyes! Dijo el Papa. Si no
son otra cosa que ukases de tiranuelos, que, porque a fuerza de bandidajes y
traiciones habían hecho triunfar a la Revolución se dijeron: ahora todo el mundo boca
abajo, que aquí somos los amos y se hará lo que queramos!91
La vasta mayoría de las críticas que escribe Pellico en su publicación están
dedicadas directamente al entonces Presidente de la República, Plutarco Elías Calles, 89 Anónimo, “Mexicano”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, p. 4. 90 Anónimo, “No mandéis a vuestros hijos a las escuelas de gobierno”, Desde mi Sótano, México, 2 de septiembre de 1926, p. 1. 91 Pellico Silvio, “¡Eso es ahorcar padre!”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, pp. 1 y 2.
75
de quien muy elegantemente se hace burla a lo largo de la existencia del periódico. Por
ende, muchas de las críticas se dirigen también a los colaboradores del gobierno:
Secretarios de las diferentes dependencias y gabinete en general. Se hacen múltiples
referencias a la Revolución, que de acuerdo con la visión pro-católica de Pellico, es el
preludio de las miserias que aquejan al pueblo católico mexicano, muchas otra de las
referencias con connotaciones negativas, se las llevan figuras representativas de
corrientes contrarias a la cristera o sencillamente personajes asociados con costumbres
que divergen de las consideradas aceptables: Diego Rivera, Celia Padilla, Gloria
Faure,92 etc. Un organismo con una presencia constante en el periódico, es la C.R.O.M.
y para dar cuenta de ello, Pellico dejó algunos artículos con su sello personal, como
aquel en el que se burla del particular estilo que tienen sus “escribientes”:
Ha salido por ahí un libraco de pasta roja, sobre el conflicto religioso en México,
escrito por un tal Antonio Uroz, individuo que emplea el mismo estilo usado en los
manifiestos de la CROM y de todos sus amigos, es decir estilo chaparrastroso y
propio de evangelista de portal de Santo Domingo; pero que sobre todo no tiene ni
una mala idea propia o nueva u original.
Todo se reduce a renovar los insultos y calumnias contra el clero, ya muy
manoseadas por los escribientes de la CROM […]93
En otras ocasiones los tilda, con ese tono irónico, de “valientes”, al denunciar a
jóvenes activas dentro de La Liga: “Hace ocho días fueron aprehendidas en la Colonia
de Santa María cuatro señoritas que, en uso de un derecho indiscutible, repartían hojas
de propaganda de La Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa. La
aprehensión se debió a una denuncia de uno de los tantos valientes de la CROM […]”94
Y también se da el tiempo de exponer los acuerdos que celebrara la organización
con instancias internacionales, no sin hacer gala de la fina ironía que despertaba el
92Anónimo, “No mandéis a vuestros hijos a las escuelas de gobierno”, Desde mi Sótano, México, 2 de septiembre de 1926, p. 2. 93 Anónimo, “Un verdadero timo”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 1. 94 Anónimo, “Procesos ajustados a la estricta legalidad”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, p. 2.
76
tema de la C.R.O.M en el editor:
[…] El cable a que nos referimos decía a los líderes de la CROM que cuando en la
Convención que tanto la organización (?) referida, como la American Federation of
Labor celebraran en El Paso esta última acordó prestar su atención a los corderos de
Luis Morones, lo hizo con la condición de que la CROM se abstuviera en lo absoluto
de mezclar a sus afiliados en cuestiones políticas. Y que como con la manifestación
de apoyo al general Calles, organizada ya sabemos de qué manera, se había violado
el convenido referido, se le daba a la Confederación Regional de Ovejas Mansas un
plazo hasta el veintiocho de septiembre para que rectificaran su conducta […]95
El lenguaje general del periódico, pese a tener algunas faltas de ortografía a lo
largo de sus 21 publicaciones, es prueba de la conciencia social de Pellico y sobre todo,
de la indignación que causaron en él no solo las leyes instauradas, sino la censura con
la que el gobierno decidió hacerle frente a la persecución religiosa, así como de la
decreciente libertad de los católicos y del clero por ejercer libremente sus creencias.96
Claro ejemplo de esta indignación, se lee en el fragmento tomado de un artículo:
[…] Pues bien, si Calles cree que nos vamos a tragar ese Mensaje, es que nos juzga
idiotas; porque solamente a unos idiotas se les cuenta algo tan contrario a la realidad
de las cosas.
Y si cree que las naciones extranjeras se van también a tragar ese Mensaje, hace
extensiva la opinión que nosotros le merecemos, a todas las naciones del mundo
[…]97
En cada una de sus líneas, las intrépidas declaraciones y en muchas ocasiones,
los satíricos análisis de Pellico, buscan llegar a una población que se percibe a sí
misma como la resistencia y como el bastión académico y letrado de la lucha en favor
de Cristo Rey. La lectura de las publicaciones, nos muestra un líder de opinión que
95 Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, pp. 1 y 2. 96 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, pp. 1 y 4. 97 Pellico, Silvio, “Lo que piensa Calles del pueblo mexicano”, Desde mi Sótano, México, 5 de septiembre de 1926, p. 3.
77
denuncia abiertamente las injusticias de un sistema que buscar aislar en la ignorancia a
aquellos que aún no han sido alcanzados por la propaganda católica.
El uso incesante de adjetivos como tiránico, revolucionario, opresor, cínico,
peliagudo, estúpido, insensato, pesetero, socialista, valiente, entre otros, y la necesidad
constante de Pellico por darle el toque revolucionario a cada uno de sus artículos,
resulta e un contenido mayormente opinativo, que busca orientar al público, pero
dándole el plus de una crítica y un análisis socio-político.
Es así, gracias a un análisis general del rotativo, que logramos estructurar una
idea clara, si bien superficial, de lo que fue realmente. A continuación, daremos paso al
análisis distributivo de su información.
3.2.2 Del análisis cuantitativo
1. Número de ejemplares
En total, desde su primera publicación el 22 de agosto de 1926, hasta la última de la
que se tiene registro el 30 de junio de 1928, existen 21 ejemplares publicados del
periódico Desde mi Sótano.
2. Fechas de publicación
Tomo I (1ª época)
22 de agosto de 1926
26 de agosto de 1926
29 de agosto de 1926
2 de septiembre de 1926
5 de septiembre de 1926
78
9 de septiembre de 1926
12 de septiembre de 1926
2ª época y 3ra época
10 de octubre de 1926
17 de octubre de 1926
28 de octubre de 1926
7 de noviembre de 1926
25 de noviembre de 1926
5 de diciembre de 1926
16 de diciembre de 1926
31 de diciembre de 1926
23 de enero de 1927
31 de enero de 1927
1 de febrero de 1927
10 de abril de 1927
24 de abril de 1927
30 de junio de 1928 (único ejemplar de la 3ra época)
3. Número de hojas por publicación y número de hojas totales
Las publicaciones fueron constantes en cuanto al número de hojas que conformaba un
ejemplar. El número no varía y se mantiene en cuatro de principio a fin, arrojando un
total de 84 hojas impresas.
4. Número total de artículos
79
El número total de artículos publicados en Desde mi Sótano es de 133.98
5. Distribución de artículos por sección
La única sección que cuenta, propiamente, con artículos de opinión es “Lo que la
prensa calla” en sus ediciones del:
22 de agosto de 1926 con los artículos
• Noticias generales
• Estados Unidos
• Un hecho significativo
2 de septiembre de 1926 con los artículos
• Crímenes sin nombre
• Adelante católicos de Monterrey
Y del 5 de septiembre de 1926 con los artículos
• Monterrey
• Torreón
• Concepción del oro Aranzazu y Mazapil
• ¡Adelante en la lucha por la libertad!
6. Extensión de los artículos
Parte del sello distintivo de la publicación fue la desorganización que impide
clasificar completamente tanto el contenido, como al periódico en general. Sin embargo,
tras el análisis físico es posible rescatar una clasificación general de la mayoría de los
textos: en el siguiente cuadro que tiene por finalidad ayudar a catalogar los artículos por
98 Anexo 2: Lista completa de títulos de artículos publicados en los 21 números de Desde mi Sótano.
80
su extensión, podemos apreciar del lado izquierdo el número de columnas y en la parte
superior, el número de páginas.
De esta forma, donde convergen “1 columna” y “1 página”, es decir un artículo de
una columna que abarca sólo una página, hemos determinado que la extensión del
mismo es corta. Donde convergen “2 columnas” y “1 página”, es decir un artículo a dos
columnas que abarca una sola página, la extensión es media y así sucesivamente.
Número de páginas
Núm
ero
de c
olum
nas 1 2 3 4
1 Corto Corto Largo N/H
2 Medio Medio Largo N/H
3 Largo Largo N/H99 N/H
7. Número de artículos firmados
Por Silvio Pellico, 17 artículos:
• Desde mi sótano
• Eso es ahorcar
• Qué tal estará el infierno
• Lo que hemos ganado
• Lo que piensa Calles del pueblo mexicano
• Gachupines y no Españoles
• Cobardes o Traidores
99 No Hay: no existen artículos con estas especificaciones.
81
• Otra vez en la brecha
• ¡Mentira! ¡Mentira! ¡Mentira!
• Los puntos sobre las íes (5 de diciembre de 1926)
• Erró la vocación
• El mediquillo de provincia
• Política macha
• Leyendo a Bulnes
• El cinismo entre copas de Cognac
• Kerensky habla a México
• A nuestros amigos
Por el Licenciado Verdad, 3 artículos:
• ¡Judas!
• ¿El pueblo para el gobierno o el gobierno para el pueblo?
• ¡Chin! ¡Patachin! ¡Chin! ¡Chon!
8. Autores
A lo largo de este trabajo de investigación, hemos reconocido la pluma de dos autores
literarios que publican en Desde mi Sótano, uno de ellos Silvio Pellico cuya identidad,
como ya hemos discutido con anterioridad, oscila entre la de Joaquín Cardoso, padre
jesuita de la época Cristera, y Antonio F. López según algunas fuentes. El segundo, del
que se tiene materialmente nula información, El Licenciado Verdad.100
3.2.3 Del análisis distributivo
Es momento de centrar nuestra atención en la estructura del periódico, la distribución
de sus artículos, la disposición de la información y, en función de esto, de ahondar en el 100 Se ignora por completo si este seudónimo hace alusión a Francisco Primo de Verdad y Ramos, abogado y precursor de la Independencia de México.
82
tratamiento que reciben los diferentes acontecimientos que definen la línea editorial que
sigue nuestra publicación.
1. Primeras planas
La primera impresión en un diario equivale a la información que se despliega en su
primera plana o página principal, donde los contenidos más relevantes generalmente
presiden al resto de la información y, también, donde el editor asegura que los
encabezados y, por lo menos el inicio de los artículos, sean identificados por los
lectores.
Las notas que generalmente ocupan esta parte del periódico son muchas veces
las firmadas por Silvio Pellico (al menos hasta su captura). Ostentan siempre una
opinión personal que busca comulgar con los intereses de los lectores católicos. La
mayoría de las veces, más que notas informativas, los textos de Pellico y,
posteriormente los del Licenciado Verdad, son anécdotas que buscan, de manera casi
metafórica, ejemplificar una situación o facilitar la comprensión de ciertos eventos,
como aquella comparación que se hace entre el ahorcamiento de un hombre, y el
estrangulamiento social que suponen las leyes instauradas por el gobierno federal para
limitar las prácticas católicas.101
Asimismo, buscan armar a la audiencia con argumentos válidos y de peso que les
ayuden a entender la legitimidad de la lucha que encabeza el movimiento cristero, y
sobre todo a promover la lucha a favor de la libertad de cultos a través de una trinchera
más ilustrada, como ejemplo más claro de esta labor de orientación, está el artículo
“Preguntas y respuestas”102, redactado por el Licenciado Verdad, en donde subraya con
ahínco el éxito probado que tienen métodos huelguistas como el del boicot, para volver
asequible y más real la noción de validez de la lucha católica y sus métodos.
101 Pellico, Silvio, “¡Eso es ahorcar padre!”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, pp. 1 y 2. 102 Anónimo, “Preguntas y respuestas”, Desde mi Sótano, México, 17 de octubre de 1926, p. 2.
83
Dependiendo de la extensión del texto editorial que presenta el editor, en las
primeras planas hay espacio, regularmente, para las únicas dos secciones que son
constantes a lo largo de la vida del periódico: “La situación del momento” y “Lo que la
prensa calla”. Existe un tercer intento, muy poco claro, de sección propiamente dicha
dentro del periódico: “Los puntos sobre las íes”.
Es importante destacar que el formato de Desde mi Sótano no es constante, no
sigue una distribución planeada, ni busca añadirle formalidad a su estructura. Muchos
de los textos que no logran hacerse caber en una primera plana, continúan en la
segunda, tercera o cuarta sin seguir un patrón que delate una estructura específica. Sin
embargo, el dejo de orden más evidente dentro de la publicación, es la repetición de
estas dos secciones.
Otra de las partes importantes que en algunas ocasiones acompaña los textos del
editor en la primera página, corresponde a: avisos importantes, documentos 103 ,
decretos realizados104 y advertencias105 a los católicos. Su principal objetivo es no sólo
el de la información oportuna del auditorio católico: muchos de estos avisos se hacen
previo a maniobras gubernamentales como censos, encuestas o recaudación de firmas,
sino también el de servir como espacio de participación ciudadana, dando pie a las
denuncias públicas que sirvan para identificar a católicos que han preferido unirse a la
causa federal, comercios que buscan abaratar sus bienes y servicios para evitar la
quiebra, católicos que acuden al cine y teatro pese a la insistentes recomendaciones
del periódico, etc.
El periódico lanza, en su edición del 29 de agosto de 1926, una crítica pública para
todos aquellos que se ganan el nombre de “avestruces mexicanos”.106
103 Anónimo, “Documento revelador importantísimo”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, p. 1. 104 Pellico, Silvio, “Los puntos sobre las íes”, Desde mi Sótano, México, 5 de diciembre de 1926, p. 1. 105 Anónimo, “Advertencia”, Desde mi Sótano, México, 16 de diciembre de 1926, p. 2. 106 Anónimo, “Avestruces mexicanos”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 2.
84
En general, la información con la que el editor abre el diálogo con el público en
cada una de las ediciones del diario, tiene siempre una carga personal llena de su muy
personal punto de vista y busca siempre serle útil al lector. A continuación, un ejemplo:
2. Las cabeceras o títulos
Algunas de las características distintivas de este periódico son, sin duda alguna, sus
títulos y cabeceras.
85
Es fácil imaginar el tenor de la información aún cuando no se haya dado lectura al
contenido, cuando de entrada se leen las cabeceras que el editor escoge para
representar cada una de las notas, historias o denuncias.
Bajo el entendido de que un título es la mitad del éxito de un escrito, Pellico y el
Lic. Verdad recorren una larga lista de adjetivos y sustantivos que acompañan
enfáticamente los muchos titulares que se despliegan no sólo en la página principal,
sino en las planas siguientes de cada publicación:
• Documento Revelador Importantísimo
• El Diablo Predicador
• Erró la Vocación
• Las Listas Negras
• Nos Quiere Tomar el Pelo, etc.
• Una Víctima Inocente
Si bien descifrar el contenido exacto de cada artículo es imposible única y
exclusivamente basándose en las cabeceras, sí es posible entender el tono indignado,
conmovido, insolente y satírico con el que se abordan los distintos temas, tal como
sucede con los siguientes ejemplos:
• Después del niño ahogado…
• El mediquillo de provincia
• La caída de Calles es inminente
• Una injuriosa representación diplomática
Estos son algunos de los títulos que presiden a sus respectivos cuerpos
informativos y que dan testimonio de la tendencia polémica que distingue a este
periódico. Es muy probable que gran parte del éxito de esta publicación, radicara en el
86
ahínco con el que se dan a conocer las noticias y opiniones que Desde mi Sótano
comparte con sus lectores.
3. Grandes titulares
A continuación es el turno de los grandes titulares y noticias más importantes que sirven
como testimonio de los acontecimientos más trascendentales que se suscitaron con el
paso de los meses.
Como parte de este análisis, ahondaremos en la distribución de las notas, es
decir, la distribución de las noticias más importantes. Si bien es cierto que todo
periódico consagra un peso más importante a ciertas secciones, noticias y temáticas
con relación a una situación determinada, en el caso de Desde mi Sótano es muy
complicado separar las notas importantes de las que no tienen importancia.
A decir verdad, mucho del trabajo de Pellico y el Licenciado Verdad a lo largo de
sus años como editores, es precisamente comunicar eventos de verdadero peso,
hechos cuya difusión puede marcar una diferencia a favor de la causa que ambos
defienden.
Aunado a esto, la inexistencia de secciones que delimiten los temas y nos ayuden
a hacernos una idea general de la clasificación de los mismos, así como un orden que
permita dar continuidad, coherencia y sobre todo que ayude a jerarquizar los temas
más apremiantes, de las notas que sirven de relleno, complican realmente el proceso
de decantación.
Sin embargo, podemos partir del principio de que la primera plana es, siempre, el
aparador de esta publicación. Para los editores en turno, las noticias verdaderamente
urgentes y apremiantes, esas que nadie que tenga en su poder este periódico, puede
darse el lujo de no leer, son esas que se colocan estratégicamente en la primera plana.
87
La principal es siempre la anécdota personal sobre la que Pellico o el Lic. Verdad
hacen una aparición protagónica. Siempre hay una nota que da pie al diálogo empático
con el público: se toma generalmente un suceso reciente, se hace un análisis poco
imparcial de los hechos, se señalan culpables y víctimas, y en función de todos los
datos obtenidos a lo largo del análisis personal, se da paso a la cuestión
verdaderamente interesante: la opinión del editor.
En realidad, ese es el verdadero valor de las notas editoriales en Desde mi
Sótano, pues al lector ya no le es suficiente enterarse de los acontecimientos que llegan
a oídos de la imprenta desde Jalisco, Michoacán, Puebla, Zacatecas, etc. Debe haber
una carga forzosamente crítica que le haga sentir al lector que este diario es una
auténtica cofradía, donde las opiniones y la crítica son a favor de la causa común de su
audiencia. Tal es el caso de Crímenes sin Nombre107 , donde se relata el brutal
asesinato de Rafael Acevedo e hijo, muertos a manos del teniente Patricio González,
donde la historia con la que se abre la interacción con el público es el asesinato en
Oaxaca de los ya mencionados cristeros, se da paso a las acusaciones y juicios en
contra de quien queda señalado culpable, y se cierra con la opinión y comentario del
editor, en este caso, Silvio Pellico.
La realidad, es que los editores de Desde mi Sótano tienen por misión hacer llegar
información y su crítica respectiva a la audiencia católica que necesita, durante los años
de conflicto, la seguridad de un instrumento de esta índole para combatir las opresiones
del gobierno. Viviendo en la ilegalidad y peleando su batalla tras la poca seguridad que
su seudónimo le brindó, Pellico pone poca atención a las formas del periódico.
La distribución de las columnas varia siempre entre dos y tres. Esta estructura no
obedece ningún patrón específico, ni da muestra de una importancia mayor o menor: la
distribución de columnas para todos los artículos, parece obedecer principalmente la 107 Anónimo, “Crímenes sin nombre”, Desde mi Sótano, México, 2 de septiembre de 1926, p. 2.
88
regla de “todo tiene que caber”, más que alguna especie de subordinación con respecto
a la trascendencia de los contenidos.
La misma regla aplica para la tipografía: cuando se realiza la lectura detallada de
las publicaciones, la monotonía tipográfica es muy evidente. No se busca llamar la
atención del lector con cuestiones de diseño, pues seguramente éstas no fueron
prioritarias para los editores que velaban más por la supervivencia de su medio, que por
los detalles superfluos que pudieron suponer pequeñeces como la elegancia de sus
tipografías, que en este caso asemejan el estilo de las actuales Garamound y Century
Old Style.
La única distinción que se logra hacer dentro de los contenidos, son las cabezas y
el uso de signos de admiración.
Los títulos son, a menudo, escritos en mayúscula y en la emisión de un juicio
subjetivo, podría decirse que incluso son escritos con violencia: “Nos quieren tomar el
pelo”, “¡Adelante en la lucha por la libertad!”, “Gachupines y no Españoles”, por
mencionar algunos ejemplos que ilustren nuestro punto. La idea principal es sacudir al
lector, evidenciando la importancia del tema, de las declaraciones, de las acciones o de
las medidas. Para añadir dramatismo, los signos de admiración son siempre un
acompañamiento complementario, pues denotan una sensación de urgencia y premura
que muchas veces se lee a gritos.
Ahora bien, la distribución temática en un diario promedio, ayuda tal vez a agrupar
y discernir entre lo más y lo menos importante. Sin embargo, es complicado una vez
más, atreverse a emitir un juicio categórico con respecto a la misma, pues Desde mi
Sótano, tuvo pocos intentos por agrupar su contenido de acuerdo a su temática.
4. Secciones
89
Sin embargo, Pellico y el Lic. Verdad, parecieron hacer la clara diferencia entre lo que
fue, de acuerdo a su rebelde criterio, meramente informativo y editorial. Para ello, es
importante destacar la existencia de una sección en concreto: La situación del
momento.
“La situación del momento”
Si tuviéramos que simplificar el objetivo de esta sección, podríamos decir que era la
sección que fungía como verdadero periódico: los acontecimientos más importantes
suscitados hasta el día previo a la publicación, eran enlistados para conocimiento del
público. La tendencia crítica en esta sección era relativamente baja, con respecto al
resto de los contenidos, aunque es posible que si lo comparásemos con los contenidos
de un diario moderno, e incluso de los diarios oficiales de la época, concluyamos que
seguía siendo marcada.
“La situación del momento” se componía de un solo artículo, en el que se
explicaba a grandes rasgos los hechos más destacados que habían tenido lugar en los
últimos días: desde conversaciones sostenidas entre ciudadanos108, en las que se
abordaba desde una perspectiva ciudadana el conflicto religioso, hasta el trabajo de
otros rotativos que, desde la perspectiva de los editores, estaban atados y
amordazados109, bajo amenaza federal.
El análisis de esta primera sección, nos lleva a profundizar más en el de las que
compartieron espacio dentro del periódico.
Es muy importante aclarar que ninguna de las secciones de Desde mi Sótano vivió
con entereza los años de circulación que tuvo el diario: aquéllas que nacieron junto con
108 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 5 de septiembre de 1926, p. 3. 109Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, p. 1.
90
él, desaparecieron al cabo de algunos números, y aquellas que se dejaron ver una vez
iniciada la guerrilla de Silvio Pellico, tardaron algunos meses en tomar forma.
“Lo que la prensa calla”
Es posible entender el tono indignado y de denuncia que Pellico y Verdad quisieron
imprimirle a esta sección del periódico. Una de las insistentes acusaciones que permeó
esta sección del diario, se hacia directamente contra Calles y su gobierno, pues en la
prensa oficial, era común leer declaraciones que aseguraban que la situación religiosa,
social y económica de México no veía rastro alguno de conflicto.
Los esfuerzos federales por restarle importancia e incluso querer esconder la realidad
distante del país, eran motivo de cólera e indignación dentro de la redacción y edición
de Desde mi Sótano, que tildó de mentiroso a Plutarco Elías Calles.
Sin embargo, la parte tal vez más importante de este apartado, fue la función de
ser portadora de buenas noticias para los promotores de la causa católica, pues justo
como su nombre lo indica, esta sección fue difusora de los acontecimientos y anécdotas
importantes, triunfos principalmente, del ejército cristero, no sólo en la Ciudad de
México, sino en otros estados del país, concretamente aquellos donde la rebelión se
vivió con más fuerza y más temprano que en el resto del país: Coahuila, Colima,
Jalisco, Michoacán, Puebla y Zacatecas, entre otros.
Fue el único apartado del periódico que se compuso de diversos artículos, pues en
general, los demás estaban siempre constituidas por una sola nota, cuyo título en
realidad, era el nombre de la sección. Lo que la prensa calla, recopilaba los hechos más
significativos que habían tenido lugar en los últimos días, como pequeñas victorias
cristeras, la toma, defensa o recuperación de templos, narraba incluso a manera de
crónica cómo se vivía la resistencia en cada rincón del país.
91
El grito de esperanza y fe más grande de Desde mi Sótano se vio reflejado en esta
sección, cuyo tono era completamente opuesto al indignado escribir de otras partes del
rotativo: se promovían los valores de la lucha católica, se llamaba a los amigos de la
causa a no desistir y continuar su valiosa labor, cada uno desde su trinchera. Los
editores buscaron imprimir un sentimiento de pertenencia, de triunfo y de convicción en
cada una de las buenas noticias que compartieron con su público lector. Para
ejemplificar este caso, está el texto de Lo que la prensa calla110 y El Manifiesto de las
Sritas. Regiomontanas.111
“Los puntos sobre las íes”
Una sección que existió en la práctica desde el comienzo de esta publicación, pero que
sin embargo obtuvo su nombre muchos meses después, fue Los puntos sobre las íes.
Los editores gustaban de iniciar el diálogo con sus lectores a través de reflexiones
personales que tal vez de manera casi pedagógica, guiaran a la audiencia hacia la
formación de un “criterio propio” con respecto al conflicto religioso, a las declaraciones
de Calles, a las acciones del gobierno y a la falta de información veraz.112
En secciones como ésta, radicó realmente la importancia de la figura del líder de
opinión, que posee de entrada, ciertas características, como interés por el tema del que
habla, capacidad de informar a otros (atributo que le confiere poder), una tendencia
empática, carisma, necesidad por compartir su opinión con la audiencia y una
aceptación por parte del público receptor, subordinada al hecho de que las ideas
preconcebidas de la audiencia concuerden con la información que emite el líder de
opinión113 pues se materializa casi como la de un mentor al que se le otorga la
autoridad académica y moral de orientar a su público, a través de la emoción de juicios 110 Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 5 de septiembre de 1926, p. 2. 111 Anónimo, “Manifiesto de las Sritas. Regiomontanas”, Desde mi Sótano, México, 5 de agosto de 1926, p. 4. 112 Pellico, Silvio, “Los puntos sobre las íes”, Desde mi Sótano, México, 5 de diciembre de 1926, p. 1. 113 Para ahondar en el estudio de la figura del líder de opinión y la Teoría de los dos Pasos se puede consultar Lazarsfeld, Paul Op. cit.
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categóricos que, de acuerdo con su perspectiva y su manera de entender la situación,
provee las herramientas críticas necesarias para enfrentarse a la realidad social que
vivía México y, sobre todo, al posible debate que podía suponer.
Es gracias al tono tan particular con el que se escribe esta sección, que nos
permite asegurar que la información que Desde mi Sótano ponía a disposición de sus
lectores recibía un tratamiento periodístico previo que difícilmente permitía que ésta
fuera percibida sin generar una crítica en torno a los acontecimientos.
La figura del líder de opinión es difícil de delimitar en un contexto como el que
ofreció el conflicto religioso en México, pues sumado al carácter ilegal de Desde mi
Sótano, la identidad oculta de los editores de este diario complicó el seguimiento de sus
acciones más allá de la redacción del mismo.
93
CAPÍTULO IV: EL ANÁLISIS CUALITATIVO: LA VOZ DE UNA IDEOLOGÍA
No llores, Mexicano, Aunque en suplicio horrible, sobrehumano, Se calcinen tus huesos Que no naciste al rayo de la luna Ni fue la Paz quien te arrulló a sus besos Naciste en una hoguera, Sí, tu cuna no fue un lecho de flores, Mexicano ¡no llores!114
Anónimo, Desde mi Sótano.
A continuación, daremos lugar al análisis cualitativo del contenido de Desde mi Sótano.
Éste se centra en el estudio de las implicaciones emocionales que se desprende de los
contenidos y el manejo de la irascibilidad con respecto a algunos eventos que se
suscitan durante el conflicto religioso, como la instauración de medidas legales para
reprimir la práctica religiosa, abusos de poder, noticias a favor de la fracción cristera,
declaraciones hechas por funcionarios públicos, el manejo de la información en otros
diarios. Es necesario, para ello, tener en cuenta que incluso en situaciones político-
sociales de relativa calma en nuestros días, la prensa se encuentra ante una compleja
disyuntiva: la de informar y la de seducir.
Ésta, le obliga al emisor del mensaje a hacer sentir emociones a su público, a
movilizar su afecto, con el fin de desatar en él un interés y pasión por la información que
le es transmitida115. De acuerdo con Bonhomme y Horak “la prensa escrita participa
activamente en la gestión de las emociones del público al que se dirige. Por lo general,
en la prensa se percibe un factor de fuerte activación afectiva. Particularmente en el 114 Anónimo, “Mexicano”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, pp. 3 y 4. 115 Chauraudeau, Patrick, “Les médias et l’information : l’impossible transparence du discours”, DeBoeck, Bruselas, 2005, p.74.
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caso de los periódicos centrados en el escándalo, con sus títulos-choque, o de los
periódicos populares que aspiran a la dramatización de la actualidad, especialmente en
la redacción de la sección de acontecimientos”116, por lo que es natural suponer que
esta tendencia se hace presente en periódicos actuales y también, como es nuestro
caso de estudio, en publicaciones de hace más de medio siglo.
Su estructura, si bien ya la hemos establecido al principio del 3er capítulo, es
conveniente retomarla a continuación:
1) Las dimensiones analíticas emocionales
• Enojo e indignación
• Empatía
• Esperanza y ánimo
• Cohesión
2) El hablante
3) Llamado a la acción
4.1 Las dimensiones analíticas emocionales
Las dimensiones analíticas emocionales de las que hacemos mención en esta parte del
capítulo corresponden a la proclividad que existe con respecto a las emociones que
transmite el diario hacia los lectores católicos. Con base en una lectura cronológica de
las publicaciones, detectamos cinco diferentes dimensiones que resultan constantes en
ellas:
116 Bonhomme. Marc y Horak. André, “La desdramatización de las emociones en la prensa escrita”. UAM-X, No. 24, Agosto, 2009. p. 72.
95
4.1.1 Enojo e indignación
La más constante de las emociones es sin duda, el enojo. Expresado de diferentes
formas como la indignación, la alarma e incluso la exasperación, es sin duda alguna,
uno de los tonos más empleados en todas las secciones y en la aplastante mayoría de
los artículos. Es la muy personal firma de los editores, a quienes les parece
sencillamente inadmisible el tratamiento de la situación por parte del gobierno.
Los artículos publicados en Desde mi Sótano son la manera de los católicos
educados de hacerle frente a las injusticias constitucionales de las que fue víctima la
libertad de cultos.
Aunado a este análisis, es pertinente hacer mención del objetivo más importante
que cubrió esta modesta publicación, que fue el de servir como medio de denuncia no
sólo ciudadana, sino en contra del régimen.
El sentimiento de injusticia que la situación social y política gestó en la población
y, evidentemente, en los editores de Desde mi Sótano, fue el mismo que dio forma y
materializó la posibilidad de valerse de un medio impreso como herramienta para
evidenciar los abusos del gobierno e, incluso, personas non-gratas entre la sociedad
católica mexicana de la época. Ejemplo de esta primera dimensión, es el siguiente:
[…]Más aún, contra sus mismos compatriotas se han vuelto sus sentimientos rastreros
y bajos si los hay!
Nadie olvida, en efecto, que fueron los buenos sacerdotes españoles en sufrir los
primeros furores sectarios del gobierno mexicano.
Pero todo eso poco ha pesado en el ánimo de culebra de esos que se llaman
españoles.[…]
No han bastado súplicas ni ruegos. Ellos dijeron por aquí, y por allí han ido contra
viento y marea. Han querido explicar su actitud, alegando miedo las represalias de
Calles.
96
Un español con miedo? Comprenden ustedes eso? Y celebrar por miedo una fiesta
que es todo del valor de un puñado de españoles capitaneados por Pelayo, contra
toda una morisca furiosa, lo imaginan ustedes?
Lo que hay aquí, es que en la Junta de las Fiestas de Covadonga hay unos más
masonetes, vendidos, bajos y rastreros. Eso es todo![…]
Son los que vienen de España, como el pulque, es decir, en cueros, y también
después como el pulque se suben, porque se han casado con alguna tonta mexicana
a quien sorbieron el seso, y captaron los millones.
Ralea, deshecho de la noble y grande España.[…]
Sabremos distinguir. Oh! y muy bien entre Gachupines y Españoles! Y ya nos
veremos las caras pronto, muy pronto.
Mueran los gachupines! y vivan los Españoles!
Silvio Pellico117
En este artículo, Pellico firma personalmente un texto en el que se denuncia la
participación de los “gachupines” en las fiestas de Covadonga. Hace claro el insulto del
que son sujetos los cristeros que combaten por la libertad religiosa en México, al verse
objeto de la burla implícita de los primeros.
Los adjetivos como “bajos”, “masonetes” (peyorativo de masón), “rastreros”, “vendidos”
y el mismo “gachupines”, encaminan perfectamente la atención del lector hacia los que
se consagran como los villanos, de acuerdo a la perspectiva de Pellico. La comparación
final entre una víbora, y el comportamiento de quienes fueron parte de las fiestas, es la
manera de cerrar enfáticamente el artículo.
Otro ejemplo de esto son los siguientes textos:
¡JUDAS!
Hay un tipo, entre los tipos de los criminales, el más abominable y odioso de todos. Es
la deshonra de la especia humana.
¡Judas Iscariote!
Solo el diletante de Renan se ha atrevido a defenderlo, pero todos los demás, buenos 117 Anexo 3: Imagen del periódico: “Gachupines y no españoles” Pellico, Silvio, “Gachupines y no españoles”, Desde mi Sótano, México, 9 de septiembre de 1926, p. 1 y 4.
97
y malos, lo miran con horror y lo tratan con desprecio. ¡Nadie lo perdona!
Y es que su acción, es de las más bajas que puede producir la vileza de un corazón
malnacido.
Vender al enemigo, vengarse, ajustar sus actos a la ley del Talión: ojo por ojo, diente
por diente; es malo, es perverso, es profundamente anticristiano.
Pero vender al amigo, traicionar con un beso, pagar con males los bienes, fingirse
partidario para sorprender secretos cotizables en oro del perseguidor….
¿Hay cosa más asquerosa que esto?[…]118
En este texto, similar al primero, El Lic. Verdad critica duramente a quienes
venden y traicionan la causa cristera, trabajadores de la Sría. de Gobernación, pagados
para recabar información importante entre todas las clases. Una vez más, el editor hace
gala de un lenguaje sofisticado y de recapitulaciones históricas que sirvan como simil al
lector, para entender la naturaleza de los traidores dentro del conflicto religioso: sin
mencionar nombres, habla de “una señora de la aristocracia, que se constituye por
unos cuantos pesos, espía de la Secretaría de Gobernación, y se hace invitar a
reuniones de católicos para luego ir con el chisme a quien le paga”119, del “agente
confidencial que se insinúa en alguna familia, y aún se finge cura para delatar un
supuesto complot”120 o del “amigo de antaño que come de la misma mesa, y recibe
atenciones de una caritativa señora y buenas hijas, y por quinientos pesos! denuncia,
agrandándolas, unas palabras inconsideradas, dichas en la intimidad de la familia”121,
entre otros.
4.1.2 Empatía
Como se explicó con anterioridad en el capítulo, los católicos que dieron seguimiento y
lectura a esta publicación, no eran los mismos católicos que se alistaron en el ejército
cristero: la labor de la prensa clandestina y, concretamente de este diario, fue promover
118 Licenciado Verdad, “¡Judas!”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 1. 119 Ibíd. p.4. 120 Ídem. 121 Ídem.
98
la creación un frente de lucha letrado y con una capacidad de organización que
permitiera combatir los muchos aspectos negativos del gobierno, a través de la
logística.
Sin embargo, buena parte de las noticias a las que se les daba voz, venían de los
frentes de guerra donde la clase católica menos afortunada, daba vida a la lucha contra
el gobierno federal.
Es por ello que una de las dimensiones analíticas emocionales que llama la
atención durante la lectura, es la empatía.
Guadalajara, agosto 22 de 1926
Son las 10.30 de la noche. Acabamos de venir de la puerta de Inspección para felicitar
a las muchachas que en estos momentos salieron de allí, en medio de los aplausos,
de los gritos de ¡Viva Cristo Rey! y ¡Adelante con el Boycot! - Sintiendo que a nosotras
no nos hubiera tocado estar también con ellas[…]
Eran las 7 de la noche cuando llevaban entre los soldados a 11 muchachas que
estaban en diferentes cines, al llegar al frente del Sagrario, se había juntado bastante
gente, en su mayor parte hombres que les gritaban las dejaran en libertad y empezó la
rechifla en la Plaza de Armas por el atropello que iban cometiendo con las indefensas
Señoritas […]
Llegó el Amparo: les dijeron a las muchachas que estaban en libertad y ni una sola
quiso salir hasta que salieron también los 16 hombres? Mientras se dieron a la tarea
de tapizar las paredes de la Inspección con el Boycot - Te imaginas la ovación a la
salida! […]122
En este fragmento de “Lo que la prensa calla” del 29 de agosto, se distingue el
sentido empático con el que Pellico ofrece a sus lectores los altibajos del conflicto, pues
sin dejar atrás el tono indignado con el que habla de los hechos tal y como sucedieron,
da cabida al sentimiento de participación afectiva con respecto de las circunstancias 122 Anexo 4: Imagen del periódico: “Lo que la prensa calla” Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, p. 2.
99
que determinan la cotidianeidad de quienes viven la lucha desde una perspectiva más
cercana.
Pellico exalta los valores de quienes quedan retratados como héroes de cada una
de las experiencias que se relatan, en este caso, “las Señoritas” que promovían el
boicot, desde el personal punto de vista de Pellico, son inocentes, osadas, retadoras y
valientes, pues aunque en muchas ocasiones los adjetivos no se muestren como tal, la
dirección del texto nos da la idea.
Otro ejemplo que detalla el apartado que analizamos, es el artículo que figura en
la primera plana del ejemplar del 2 de septiembre de 1926:
Una Víctima Inocente
[…] No contentos con golpearlo brutalmente, los bellacos agentes cargaron con el
pobre hombre a la Inspección, lugar donde quedó sin curarse y casi sin comer, por
espacio de diez días.
Encontramos al infeliz en un cuartucho de vecindad, descansando sobre un mísero
petate sin que alguien le proporcionara un vaso de agua para mitigar los ardores de la
fiebre que lo consumía. Tartamudeando, nos explicó su caso. La noche del 31 de julio
volvía del centro de su trabajo, sin haberse mezclado para nada en la defensa del
templo de San Rafael, cuando se encontró con un grupo de técnicos y montados, que
como fieras se echaron sobre él - ¡oh suprema valentía! - y lo molieron a palos y se lo
llevaron preso a la Inspección.
El infeliz tiene un pulmón deshecho por los golpes recibidos de los agentes de la
legalidad y del apego estricto a las leyes.
Ahora está en los salones de la benemérita Cruz Roja […]123
En este relato, Pellico se centra en el sufrimiento de quien el mismo llama “una
víctima inocente”, exponiendo los detalles de la situación al público que lo lee, para
crear en ellos un verdadero sentimiento de empatía y afectividad casi lastimosa.
123 Anónimo, “Una víctima inocente”, Desde mi sótano, México, 2 de septiembre de 1926, p. 1.
100
4.1.3 Esperanza y ánimo
Una de las tareas fundamentales del periódico fue también la de llevar buenas
noticias a los lectores y seguidores. Era de vital importancia para la resistencia, contar
con el respaldo moral que le permitiera a los católicos que daban continuidad a la lucha
desde una trinchera menos sangrienta, hallar esperanza en las acciones, triunfos y
aciertos de los grupos cristeros que combatían en el resto del país.
Desde mi Sótano fue un enérgico difusor y apasionado seguidor de las pequeñas
o grandes victorias que ostentaron los militares cristeros en todo México. La transmisión
de este sentimiento de esperanza se hace presente en textos como el siguiente:
“[…]Si, es muy cierto, la actitud que han tomado los católicos frente a los
perseguidores de su fe es gallarda. El Boycot es un arma noble, porque no hay en ella
ni la sombra de un delito: es santa porque lleva envuelta entre sus pliegues la Cruz de
Cristo, la mortificación, la penitencia es viril porque someterse a las privaciones a
veces costosas a nuestra naturaleza, revela un ánimo templado y resuelto: es
admirable porque se esgrime sufriendo, y por defender las realidades espirituales, no
los mezquinos intereses temporales,; y es eficaz porque a la larga no podrá resistir un
Gobierno, cualquiera que sea, a la bancarrota de su nación tan solo por defender un
capricho que todos reprueban.
El mundo entero nos admira, creyendo que todos los católicos mexicanos, a una, nos
hemos puesto a sufrir por la causa de Dios, con grandes ánimos y resuelta voluntad y
esto es hermosísimo y heroico[…]”124
El texto, si bien denuncia la inconsistencia de algunos católicos mexicanos que
abrumados por las pérdidas económicas que supuso el boicot, no se apegaron al
mismo, se da el tiempo y espacio de enaltecer la medida resuelta por La Liga y, sobre
todo, la actitud “gallarda” y “admirable” con la que el editor asegura, los verdaderos
124 Anexo 5: Imagen del periódico: “¿Cobardes o traidores?” Pellico, Silvio, “¿Cobardes o traidores?”, Desde mi Sótano, México, 12 de septiembre de 1926, p. 1.
101
católicos han sabido asumir sus responsabilidades. Generalmente, las buenas noticias:
esas de aliento, ánimo y esperanza, giran en torno a este suceso tan comentado por el
periódico:
[…] Tenemos muchísimas noticias que dar a nuestros lectores. Son noticias
preciosas, relatos de hechos verdaderamente heroicos, hazañas gloriosas de los
soldados de la causa santa […]
[…] el Boycot da sus efectos. Dos Cámaras de Comercio han sido disueltas a causa
del Boycot. Muchos establecimientos comerciales están pasando las de Caín, como
vulgarmente se dice, porque los católicos - los buenos, los que saben donde está su
obligación - no compran como antes. Aquí mismo en México, el Salón Rojo ha cerrado
sus puertas porque las entradas no daban para pagar tres orquestas […]125
Un último ejemplo que tiene como tema central la caída de Calles, lleva el
personal sello esperanzador del periódico:
[…] Esperad, pues, mexicanos, uno de los más solemnes acontecimientos de nuestra
historia, la espantosa caída del más brutal de los tiranos, Calles.
El estallido que va a dar dentro de muy poco tiempo será también el anuncio del
desastre de toda su infame corte de abusones de la fuerza.
Mexicanos oprimidos, alegráos, La hora de la liberación se acerca.
La primera campanada del final de esta tragedia ha sonado en Guadalajara…
VIVA LA LIBERTAD
VIVA CRISTO REY!”126
4.1.4 Cohesión
Derivado del análisis anterior, toca el turno al sentimiento de cohesión que los editores
quisieron transmitir a través de la información que publicaron y su respectivo
tratamiento.
125 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 3. 126 Anónimo, “La caída de Calles es inminente”, Desde mi Sótano, México, 24 de abril de 1927, p. 1.
102
Finalmente, ese tono de esperanza y fe que Desde mi Sótano guardó hasta la
última de sus publicaciones, no habría tenido razón de ser si no fuera por la especie de
hermandad que intentó construir alrededor de su trabajo periodístico. Fue el discurso
fraternal que sostuvo frente a las buenas y malas noticias, que le dio ese carácter de
congregación y que le permitió entablar un diálogo tan personal con todos aquellos
católicos mexicanos que se sentían, como los mismos editores, víctimas de un abuso
político y social. Ejemplos de esta dimensión son los siguientes:
[…] ¿Tiene el Boycot algún otro carácter moral apreciable?
Uno y muy grande y plausible. El de la mortificación y penitencia tan recomendadas
por Jesucristo y aún por moralistas no cristianos.
Privarnos de diversiones y de otras cosas agradables es mortificarnos, y si esto se
hace en unión con los sufrimientos y méritos de Jesucristo, es cosa muy meritoria ante
Dios.[…]
¿Cómo se calificará entonces a los católicos que quebrantan el Boycot?
De traidores, de cobardes, de católicos; de mentirijillas, de borregos que van al
matadero sin protestar, de indignos de los pantalones si los llevan, y si llevan faldas,
de vanas, locas, corrompidas e indignas de confianza para formar un hogar noble y
santo […]127
El editor se vale de lo que es probablemente el elemento de cohesión más
importante entre la sociedad oprimida de los años veintes en México: la religión. El texto
marca la clara diferencia entre el católico verdadero, el que lucha por sus ideales,
blandiendo la bandera de la religión, y el “indigno” que es incapaz de someterse a las
responsabilidades que le confiere su fe. Es en textos y relatos como éste, que el
periódico logra crear un sentimiento de elitismo para con sus lectores a quienes, a
través de afirmaciones y juicios categóricos, les hace la sutil invitación a apegarse
estrictamente a las normas tácitas que implica el conflicto religioso.
127 Anexo 6: Imagen del periódico: “Preguntas y respuestas” Anónimo, “Preguntas y respuestas”, Desde mi Sótano, México, 17 de octubre de 1926, p. 2.
103
Otra manera peculiar que tuvo el periódico de fortalecer los lazos entre quien
escribe y quien lee, fueron las canciones que se publicaron entre los artículos que
dieron dinamismo a las letras de Desde mi Sótano:
[…] Lanzarme al boycott.
Sin un alfiler….
Al grito de gloria y de triunfo
Que dice: ¡VIVA CRISTO REY!
Gritar con pasión,
Volver a gritar
A cada descarga
Con que intentan el grito acallar!
Cantad! cantad! cantad! cantad!
Que al cabo mi Cristo no muere!
Reid!, reid!, reid!, reid!
Que al cabo con El nadie puede!
Boycott! boycott! boycott! boycott!
Aunque los tiranos relinchen:
¡Que sepan y entiendan
Que son libres los hijos de Dios! […]128
4.1.5 Tablas de referencia
Para facilitar la identificación de cada una de las connotaciones descritas a través del
uso de ciertos adjetivos, adverbios, sustantivos, verbos o frases que las distinguen, es
recomendable considerar las siguientes tablas:
128 Pinto, T., “Boycott”, Desde mi Sótano, México, 28 de octubre de 1926, p. 4.
104
Enojo e indignación
Adjetivos Sustantivos
Rastreros Puñado
Bajos Masonetes (masones)
Vendidos Vileza
Abominable Culebra
Odioso Gachupines
Asquerosa
Empatía
Frases
No contentos con golpearlo brutalmente Encontramos al infeliz en un cuartucho
Cargaron con el pobre hombre Por el atropello que iban cometiendo
Sin curarse / sin comer Con las indefensas Señoritas
Descansando sobre un mísero petate Para felicitar a las muchachas
Los ardores de la fiebre que lo consumía
Que como fieras se echaron sobre él
Esperanza y ánimo
Adjetivos Sustantivos
Gallarda Ánimos
Noble Voluntad
Santa Hazaña
Gloriosa
Templado
Hermosísimo
Heroico
Cohesión
Adjetivos Sustantivos
Apreciable Mortificación
Meritorias Penitencia
Indignas Sufrimientos
Noble Pasión
Santo Gloria
Moral Triunfo
105
4.2 El hablante
Si bien hemos dedicado una buena parte de nuestro investigación a la importancia de
los textos, contenidos y del tono con el que estos fueron puestos a disposición de la
audiencia, es importante ahora hacer énfasis en la figura tan importante que resulta el
hablante o emisor del mensaje.
En varias ocasiones hemos mencionado tanto a Silvio Pellico como al Licenciado
Verdad, de cuyo verdadero nombre no se tiene registro. Pero no hemos dado la
oportunidad de explicar el papel tan importante que jugaron los dos como líderes de
nuestra publicación.
Es muy probable que a lo largo de la historia del periódico, no existiera más que
un editor a la vez, aunque se menciona a “la redacción”129 como equipo de trabajo:
durante el tiempo que Pellico tuvo la redacción y publicación a su cargo, no se dejan ver
rastros de colaboradores o ayudantes que tuvieran alguna influencia en el estilo
particular de Pellico. Una vez llegado el fin de su trabajo, el Licenciado Verdad hizo lo
propio, tomando las riendas del diario, que continuó haciendo gala de su
homogeneidad.
Es posible que Pellico haya, vuelto meses más tarde al ejercicio de su puesto
original, pues su firma se deja ver tiempo después de que la trampa se lo lleva.130
Si tuviéramos que hacer una comparación con una figura de autoridad cotidiana,
los editores de Desde mi Sótano podrían tener a simple vista, una similitud con los
predicadores religiosos: su labor es casi la de un guía que intenta digerir la información,
para transmitirla a sus lectores, no sin antes haberla impregnado de su muy particular
punto de vista. Para ejemplificar esta observación, basta echar un vistazo a artículos
129 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 3. 130 Licenciado Verdad, “Al público católico mexicano”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 1.
106
como “Preguntas y respuestas”131, en el que el editor se permite una sesión de nada
más y nada menos que eso. Si bien no es claro que las preguntas las formule
verdaderamente el público lector, o que sean producto de la creatividad de quien las
contesta, el editor que en este caso parece ser El Lic. Verdad, se da a la tarea de
aclarar preguntas directamente relacionadas con la legitimidad del boicot y la causa
católica.
Es cierto que algunos de los temas que se tocan en el periódico pueden resultar
distantes para los lectores, temas que hablan de las relaciones diplomáticas con
Estados Unidos o que hacen alusión a organizaciones gubernamentales. Sin embargo,
por lo que se percibe una necesidad por parte del editor, de aterrizar la información
para que ésta pueda ser fácilmente identificada y, sobre todo, clasificada por los
seguidores del periódico.
Además, a lo largo de su trabajo, el editor se revela ante sus lectores como el
cazador de información prohibida: imprime y transcribe comunicados de prensa que
llegan a periódicos oficialistas, se hace de información que seguramente no estaba
destinada para él o su diario y tiene siempre la hora y el lugar de las juntas y reuniones
que organiza el gobierno para darle voz a su campaña, con lo que da más fuerza a la
función de espacio de denuncia dentro del boletín. Un ejemplo claro de esta función
periodística, es el artículo “Documento revelador importantísimo”132, que figura en el
ejemplar del 29 de agosto de 1926.
Gran parte de la simpatía y aceptación que vivió Desde mi Sótano entre el nicho
que lo adoptó como medio informativo, se debió al tono satírico con el que se dio la
libertad de abordar temas políticos y sociales que, si bien eran injustos y provocaban
una fuerte aversión hacia la clase política, sabían también ponerle un toque humorístico
a los artículos, concretamente aquellos que hablaban de Calles.
131 Anónimo, “Preguntas y respuestas”, Desde mi Sótano, México, 17 de octubre de 1926, p. 2. 132 Anónimo, “Documento revelador importantísimo”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, p. 1.
107
Un ejemplo extraordinario de la mano divertida de quien tuvo en su momento la
dirección del periódico en sus manos, es este:
EL MEDIQUILLO DE PROVINCIA
Había en un lugar de México, de cuyo nombre no quiero acordarme, un galeno
pesetero, a quien las médicas dietas de sus esfuerzos casi todos proletarios, no le
alcanzaban a veces ni para cubrir las apariencias. Nuestro galeno, parte por dignidad
profesional, parte por la necesidad de andar de ceca en meca, en busca de los
pacientes, gastaba coche […].
Pero el Hipócrates provinciano, no se daba por vencido, y por aparentar lo que no
tenía, había dado en la más peregrina idea, que pudo ocurrírsele nunca al más astuto
prendero.
Todas las noches, al regresar de su cotidiana faena, hacía que su cochero entrase en
el coche provisto de una candela encendida, para que filtrándose la luz a través de las
hendiduras abiertas en la carrocería, descubriese así la traidora grietecilla […].
Pero tantas noches pasaron y tantas tiras de papel ocultaron los desperfectos que al
fin un día, precisamente cuando pasaba por la plaza principal de la ciudad, una
violenta sacudida contra una piedra malaventurada, hizo que el coche se desfundara
dejando a nuestro médico sentado en el suelo sobre un montón de astillas de lo que
fuera el asiento del coche[…]133
Pero sin duda alguna, el principal merecedor de sus burlas, fue el entonces
Presidente de la República:
[…] Ni duda cabe de que le cae mejor al Sr. Presidente el sombrero ancho y el sweter
del agricultor de nuestras fronteras, que el frac y la banda tricolor de las recepciones
diplomáticas del Palacio Nacional.
Según el repórter, el Señor Calles es un excelente agricultor, y en presencia de varias
personas hizo gala de sus habilidades, que son muchas. Aunque es cierto que por
poco se va de cabeza a una zanja, al empeñarse con una terquedad muy de su
133 Anexo 7: Imagen del periódico: “El mediquillo de provincia” Pellico, Silvio, “El mediquillo de provincia”, Desde mi Sótano, México, 31 de diciembre de 1926, p. 1.
108
carácter en arar con el tractor una tierra, que estaba dura como si fuese de cemento
armado.
A pesar de ese accidente, que hubiera sido muy sensible, creemos con el repórter que
la habilidad agrícola del Sr. Calles es mucha, porque todo hombre ha de tener por
fuerza alguna habilidad, y el Sr. Presidente, para gobernar a un pueblo, no ha
mostrado ninguna, luego en toda lógica su habilidad será arar en el campo […]”.134
Desde mi Sótano no dedicó a su audiencia más que dos publicaciones con
caricaturas, que corresponden a las últimas dos publicaciones de las que se tiene
registro: la primera titulada “Caso Peliagudo”135 y la última “Pidiendo Misericordia”136
sin embargo, el análisis político y social empapado de ese tono sarcástico que
caracteriza la edición, puede ser el reemplazo de la sección de caricaturas que tienen
los periódicos de hoy.
Pellico y el Licenciado Verdad son, en otras palabras, las figuras morales y de
autoridad que sirven como guías en la orientación de la opinión pública generada en
torno a los contenidos informativos de Desde mi Sótano, para sus lectores católicos.
4.3 El llamado a la acción
Una de las consecuencias más remarcables de la actitud beligerante que tienen los
editores del periódico, deriva en una característica sobre la que vale la pena detenerse
al final de este tercer capítulo.
Como hemos mencionado con anterioridad, Desde mi Sótano fue además de un
rotativo consagrado a la circulación de información oportuna relacionada con la
situación social y política del momento, un incansable promotor de la lucha católica a
favor de la libertad religiosa, un rotativo que sirvió a lo largo de su existencia como
medio de denuncia, pero también de motivación para darle forma y solidez a la 134Pellico, Silvio, “Erró la vocación”, Desde mi Sótano, México, 16 de diciembre de 1926, p. 1. 135 Anónimo, “Caso peliagudo”, Desde mi Sótano, México, 10 de abril de 1927, p. 3. 136 Anexo 8: Caricaturas. Anónimo, “Pidiendo misericordia”, Desde mi Sótano, México, 24 de abril de 1927, p. 3.
109
resistencia que representó la clase media católica mexicana en la lucha contra el
gobierno y las leyes que instauró.
Una de sus labores más destacadas fue, sin duda alguna, la de influir en la firme
decisión de muchos católicos de participar en el célebre boicot, al que como podemos
constatar a lo largo del análisis, se le dedican líneas, reflexiones, aplausos y artículos
enteros, así como la labor de hacer llegar información interna y cuestiones de logística,
de un lector a otro.
Ejemplo del llamado a la acción entre las líneas escritas en el periódico son los
siguientes:
[…] Nuestro boycot consiste en no comprar más que lo necesario. No divertirse, no
comprar billetes de Lotería, no perfumarse, no estrenar nuevos vestidos, comer con
pobreza, no comprar y regalar cuelgas, no gastar en flores, etc. y procurar que nuestro
indispensable consumo se haga de preferencia entre el comercio más humilde y el
más católico. Sigamos sosteniendo con enérgica constancia el verdadero boycot, el
boycot legal y bastará para obtener el triunfo que perseguimos, guiados por el más
noble de los ideales, la libertad, la libertad verdadera, la santa libertad.137
En el texto anterior, Pellico llama a la resistencia como medida activa para
combatir las medidas impuestas por el gobierno federal, es claro que muchos de los
escritos que ondean la bandera de la esperanza, del ánimo y la valentía dentro del
periódico, estaban relacionados con las acciones emprendidas por La Liga, pues era la
única forma que tenía la clase media de ayudar a la causa.
Otro ejemplo que ilustra el llamado a la acción que caracterizó a Desde mi Sótano,
fue “Las Listas Negras”:
137 Anexo 9: Imagen del periódico: “Precaución católicos, cuidado con los revolucionarios y con el falso boycoteo” Anónimo, “Precaución católicos, cuidado con los revolucionarios y con el falso boycoteo”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, p. 1.
110
[…] Queremos atribuir todo a que muchos católicos cándidos pensaron, al leer las
noticias publicadas en los grandes diarios, que el conflicto religioso tocaba a su fin.
Sin embargo, esos católicos cándidos deben meditar muy seriamente que con su
actitud están haciendo traición a su fe y nulificando, en cierto modo, el heroico
comportamiento de sus hermanos.
Además sabemos que muchos católicos no pueden prescindir de acudir a los
espectáculos, sistemáticamente. Las situaciones como las que atravesamos, sirven a
maravilla para deslindar los campos. Los católicos que no siguen el boicot, no son
CATÓLICOS. En nuestra obligación está desenmascararlos para que todos los
buenos sepan qué clase de gente son. Lector: si a usted le consta que algún
pseudocatólico no sigue las reglas del boicot, dé su nombre a los jefes de La Liga
para que nuestro pequeño periódico pueda hacerlo público y formar las LISTAS
NEGRAS.138
El tono agresivo con el que Desde mi Sótano aborda temas de irrefutable
importancia para los lectores, sirvió también para desincentivar las posibles traiciones
que algunos pseudocatólicos pensaran cometer, sobre todo en el estricto sentido
financiero y económico, pues muchos de los comercios que se vieron afectados por la
crisis que generó el boicot, pertenecían a católicos de clase media que comenzaron a
buscar soluciones alternas que hicieran llegar algunos ingresos. De aquí que Pellico
hiciera un llamado en una de sus primeras publicaciones, en la que solicita
abiertamente a los verdaderos católicos tomar cartas en el asunto.
138 Anónimo, “Las listas negras”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, pp. 3 y 4.
111
LAS CONCLUSIONES
¡Qué tal será ese niño contrahecho que nació en Querétaro, que hasta sus mismos padres lo critican! ¡Qué tal estará el infierno… que hasta los diablos se salen!139 Silvio Pellico, Desde mi Sótano.
A) La Cristiada y su estudio en México y el mundo
La historia del periodismo en México ostenta un lugar poco privilegiado en la memoria
de nuestro país. Y la historia del periodismo en México, concretamente durante la
Guerra Cristera, ostenta uno aún menos privilegiado.
La prensa internacional no ha sido menos dura con el estudio y la presencia
histórica del conflicto religioso en México, aun cuando sus implicaciones religiosas
llegaron a oídos del Vaticano y del Papa en turno, Pío XI y dieron como resultado los
cientos de mártires consagrados durante estos años. Tal vez los números y cifras que
se manejan durante la persecución religiosa en México (cerca de 90,000 muertos de
ambos lados. Aunque algunas cifras no oficiales señalan cerca de 250,000) no han
cobrado la importancia que merecen en el panorama social y político del mundo, pero
su ausencia en los textos de historia universal no demeritan su trascendencia en
términos de todo lo ya mencionado.
B) La documentación histórica
Es por todo lo mencionado anteriormente que este trabajo fue realizado con la firme
convicción y creencia de que es necesario dirigir esfuerzos hacia una documentación
informativa mucho más detallada de sucesos tan delicados y de tanta efervescencia 139 Pellico, Silvio, “Qué tal estará el infierno”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, p. 4.
112
histórica, política y social como el que hoy hemos estudiado. La importancia de nuestro
trabajo, yace esencialmente en el análisis informativo que nos permite dibujar, aún con
timidez, el camino que siguió la prensa de oposición ilegal en nuestro país entre 1926 y
1928 con respecto del conflicto religioso. Pues pocas veces es la prensa el objeto
mismo del estudio, como medio para conocer las tendencias colectivas que
determinaron el actuar, pensar o sentir de una sociedad en crisis.
Nuestro periódico y esta investigación son una manera de darle voz y vida a una
parte del conflicto religioso, casi un siglo después de que éste sucediera. Esta
investigación ha volteado hacia el testigo más franco, vasto, sincero y permanente que
podemos encontrar en la actualidad, le ha dado voz y lo ha sometido a un análisis.
C) El análisis periodístico y las teorías de la comunicación
Antes que nada, retomaremos el concepto desarrollado por Pierre Salmon sobre lo que
es un documento histórico,140 lo que justifica la utilización de Desde mi Sótano como
objeto de estudio de nuestra investigación, pues obtiene ese carácter por el sencillo
hecho de ser un “documento escrito, a mano o impreso”.141
Una vez estipulado lo anterior, podemos pasar al análisis de las conclusiones obtenidas
a partir de la aplicación de dos teorías fundamentales para este trabajo.
C.1) Los Efectos Limitados
En realidad, la Teoría de los Efectos Limitados es solo el escalón que precede a la
Teoría de los Dos Pasos, sin embargo, es importante concluir que la primera ha
ayudado a nuestra investigación porque, en efecto, se cumple el supuesto de
Lazarsfeld que asegura que el mensaje de los medios de comunicación está
140 Salmon, Pierre, Op. cit., p. 39. 141 Ídem.
113
fuertemente condicionado por el contexto social, cultural y político que rodea al receptor
del mensaje: de ahí que los efectos atribuidos con anterioridad a los medios (como en
la Teoría de la Aguja Hipodérmica) no sean los que se había supuesto con anterioridad.
Lo que se explica en la figura anterior (Figura 1) es el recorrido que sigue la
información emitida por los medios de comunicación. En otras palabras, es imposible
que el mensaje llegue de forma directa, y por lo tanto intacta, completando un trayecto
continuo en el que ninguna de las posibles variables que supone el bagaje individual del
receptor, influya en la manera en la que finalmente se percibe.
Por ello concluimos que la existencia de periódicos opositores al régimen en turno
es producto de un proceso consciente de selección que tiene lugar en gracias al
contexto social que lo rodea: los lectores deciden promover y sostener la existencia de más de una corriente informativa. En nuestro caso, es importante tomar en cuenta
que el aparato propagandístico y publicitario del gobierno contaba evidentemente con el
respaldo financiero y moral de la presidencia, lo que le daba una ventaja en términos de
Medios de comunicación
Cultural
Político
Social
Receptor
Bagaje del individuo / Contexto
Figura 1
Mensaje
114
alcance informativo por encima de la prensa de oposición y, aún más, de la prensa
clandestina.
En la figura anterior (Figura 2) el modelo que hemos explicado se adecua a las
condiciones en las que el proceso de selección de información se dio en el público
mexicano durante los años de conflicto religioso, tomando en cuenta aspectos
personales que influyeron en la forma en que un mensaje alcanzaba su objetivo, como
las creencias religiosas de cada individuo, su afiliación o preferencia política y su clase
social, entre otras.
Pero paralelo al ya mencionado proceso de selección que se lleva a cabo entre el
o los receptores de un mensaje, cobra una gran importancia una figura que se trabajó a
lo largo de esta tesis a través de las múltiples menciones que se hicieron sobre Silvio
Pellico: el líder de opinión.
Medios de comunicación
Creencias religiosas
Preferencia política
Clase social
Receptor
Bagaje del individuo / Contexto
Figura 2
Mensaje
115
C.2) La Teoría de los Dos Pasos y el líder de opinión
La Teoría de los Dos Pasos o Two-step Flow, también trabajada por Lazarsfeld y Katz
en Personal Influence, habla de una limitación aún más profunda en el efecto de los
medios de comunicación sobre un público determinado, pues los condiciona no sólo al proceso de selección de cada individuo, sino a la preconcepción de sus ideas y a la coincidencia de las mismas con el punto de vista e influencia del líder de opinión.
La información parte de la fuente que la genera y llega a ciertos elementos
implicados que constituyen el aparato informativo de la sociedad (instancias
gubernamentales, gremios, sindicatos, medios informativos, secretarías, Iglesia, milicia,
etc.) y de ahí, esta información es retransmitida por los líderes de opinión a través de
múltiples canales hacia los diferentes segmentos de la audiencia que, entre más y
mejor delimitados estén, proporcionan un efecto amplificado de los medios.
Aparato informativo social
Líderes de opinión
Público receptor
Público receptor
Mensaje
Figura 3
116
Es decir que antes de poder llegar a su objetivo, la información pasa por los
líderes de opinión. Fue éste el caso de Pellico, quien jugó un papel importantísimo en el
proceso de labrar criterios y orientar opiniones.
El mismo esquema, aplicado a nuestro caso de estudio, se presentaría de la
siguiente manera:
D) Desde mi Sótano como elemento cohesivo de indivisión dentro de la sociedad católica mexicana
De acuerdo con lo investigado y analizado a lo largo de esta tesis, la prensa opositora
clandestina durante el régimen callista fungió como un elemento que aportó cohesión e
indivisión dentro de la sociedad católica mexicana. Por lo que nos es posible asegurar
que la hipótesis planteada al inicio de esta investigación se cumple.
Es evidente que los logros militares conseguidos por los católicos poco tuvieron
que ver, al menos de forma directa, con el mismo Silvio Pellico, y es por eso que ése no
es el tema central de la investigación, sin embargo, es mucho más asequible la idea de
un efecto indirecto de solidez y unión entre el público católico que leía el diario.
Gobierno Iglesia Milicia Etc.
Silvio Pellico Mensaje
Público católico
Público católico
Figura 4
117
Desde mi Sótano sobrevivió tres años, con publicaciones irregulares y sin un
formato digno de cualquier periódico moderno, eso es evidente. Sin embargo, lo
importante lo he dicho ya: sobrevivió.
La publicación alcanzó en su momento un tiraje de entre 100 mil y 150 mil
ejemplares142, que comparado con los 170 mil registrados por El Universal143 en los
años sesenta, es una cifra exorbitante para un periódico de oposición, y sobre todo
clandestino.
De acuerdo con las evidencias que Pellico nos deja, los únicos recursos del que
éste dispuso para lograr el éxito de la publicación fueron el discurso y la fe. A pesar de
la comprometida situación económica y legal, de su eterna condición de clandestinidad
y de la falta de táctica y técnica, Desde mi Sótano vivió tres años del conflicto y vendió
cara su derrota.
Es por ello que nos atrevemos a asegurar que la reacción del público lector ante el
surgimiento de una publicación que diera voz a los triunfos, demandas y protestas de la
sociedad católica y de la facción cristera que salió a defender con las armas el derecho
de ejercicio religioso, fue por demás positiva.
El discurso de Pellico buscó siempre la luz de la justicia y la verdad y es así como
Desde mi Sótano supo ser, como Pellico lo dice al inicio de su publicación, el portador
de esperanza que trajo las buenas noticias hasta las manos de quienes creían en la
causa cristera. Y de cierta forma, periódicos como éste, suplieron el vacío que
representaron las medidas instauradas por el régimen de Calles.
142 Serna, Ana María, “La calumnia es un arma, la mentira es una fe. Revolución y Cristiada: la batalla escrita del espíritu público”. Cuicuilco. Vol. 14 No. 39, Enero – abril 2007. P. 160. 143 Ídem.
118
E) ¿Qué queda por hacer?
Si bien los años treinta en México nos acercan a lo que podríamos definir como la
modernidad histórica en muchos sentidos, es claro que queda trabajo por hacer: es
importante dar un seguimiento cuantitativo y cualitativo al periodismo que, producto del
callismo, acompañó al Maximato, así como la relación prensa-gobierno que imperó
durante este periodo.
Será importante hablar no sólo de la prensa oficial y oficialista: de la que se tienen
números, datos y registros o de los nombres importantes que figuran siempre en las
listas de periodistas consagrados, sino de aquella que se defendió con seudónimos y
que no tuvo un lugar de trabajo fijo y seguro, aquella que no contó con las
subvenciones gubernamentales. A través del desarrollo de una investigación de esta
naturaleza, será posible e importante dilucidar en qué momento la prensa clandestina e
ilegal, como lo fue Desde mi Sótano, deja de esconderse en el anonimato para pasar a
formar parte de la prensa de oposición durante un régimen.
Esto nos permitirá entender las relaciones que han existido y los acuerdos que se
han materializado entre la prensa y el gobierno a lo largo del siglo XX y principios del
XXI. Tal vez sea pertinente, aunado a esta investigación, un estudio sobre la evolución
de la libertad de expresión a nivel internacional que, muy probablemente, definió la
manera en que en México se comenzó a entender y practicar este derecho
fundamental. Asimismo tendremos una idea más clara de la evolución del líder de
opinión y de la importancia del papel que éste ha jugado en los múltiples episodios
históricos de orden político y social que han tenido lugar en México.
Los cambios han sido muchos, la entrada de la tecnología y de nuevas formas de
comunicación parecen acercarnos cada día más a la información, que está dispuesta
para nosotros, sin embargo, de alguna manera logramos alejarnos del estudio
retrospectivo que representa un acercamiento directo con nuestra historia. Es necesario
119
retomar la investigación bibliográfica y hemerográfica que permita a las siguientes
generaciones, y a la actual también, enfrentarse cara a cara con los acontecimientos
que han definido nuestro presente y la manera en que entendemos y vivimos nuestra
realidad. Es necesario también otorgarle la importancia histórica, política y social a cada
uno de los episodios que han servido de cimiento dentro de la formación de nuestra
identidad como país y como cultura.
Finalmente, y sobre todo, es fundamental comprender y aceptar el papel
trascendental que jugamos todos y cada uno de los que hoy escribimos la historia, en el
entendimiento de la realidad de quienes mañana nos leerán a través de nuestro legado
histórico documental.
120
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Anexo 1: Cuestionario aplicado a trabajadores del Estado. Fuente: Serna, Ana María, “La calumnia es un arma, la mentira es una fe. Revolución y Cristiada: la batalla escrita del espíritu público”. Cuicuilco. Vol. 14 No. 39, Enero – abril 2007. P. 168.
1. ¿Qué religión profesa usted?
2. ¿Es usted observante de dicha religión?
3. ¿A qué actos de culto externo acostumbra usted acudir?
4. ¿Cuál es en su opinión la religión dominante en México?
5. ¿Ha observado usted que se cumpla por la mayoría de los habitantes con los
ritos y cultos de dicha religión?
6. ¿Ha cumplido usted en lo que concierne a los artículos 130 de la Constitución
General de la República?
7. ¿Considera usted beneficiosa para la Nación la política que desarrolla el
Gobierno del Centro?
8. ¿La juzga usted antirreligiosa?
9. ¿La juzga usted anticlerical?
10. ¿Qué opinión tiene del clero?
11. ¿Cuál es la labor que se propone usted desarrollar para cumplir fielmente con su
protesta de guardar la Constitución y las Leyes que de ella se emanen, en
cuanto a lo que concierne, con lo que se ha dado en llamar el problema
religioso?
12. ¿Qué opina del boicot que las llamadas asociaciones católicas pretenden contra
el gobierno de México?
130
Anexo 2: Lista completa de los títulos de los artículos • Desde mi sótano
• Noticias generales
• Estados Unidos
• Un hecho significativo
• La situación del momento
• Precaución católicos, cuidado con los revolucionarios y el falso Boycoteo
• Notas de Irapuato
• Eso es ahorcar
• Lo que la prensa calla
• La situación del momento
• La Cámara de Diputados
• Mexicano
• Las listas negras
• Qué tal estará el infierno
• Documento revelador importantísimo
• La fiesta de Covadonga
• El Diablo predicador
• Lo que la prensa calla
• Una carta interesante
• La situación del momento
• Una víctima inocente
• Lo que hemos ganado
• No mandéis a vuestros hijos a las escuelas de gobierno
• Nos quieren tomar el pelo
• Crímenes sin nombre
• ¡Adelante católicos de Monterrey!
• La situación del momento
• Alerta a los católicos
• ¿Miedo o precaución?
• Lo que piensa Calles del pueblo mexicano
• Monterrey
• Torreón
• Concepción del oro Aranzazu y Mazapil
131
• ¡Adelante en la lucha por la libertad!
• La situación del momento
• Una maniobra del General Calles
• La elocuencia de los números
• Manifiesto de las Señoritas Regiomontanas
• El comercio reta a los católicos
• La iglesia en México está luchando por los principios fundamentales sobre los cuales nuestro
país fue fundado
• A propósito de filosofías
• Gachupines y no españoles
• Apego a la Ley
• Lo que la prensa calla
• La situación del momento
• ¿Se tocará este año la campana de Dolores?
• Otra sugestión digna de aplauso
• Cobardes o traidores
• Quisicosas Gallinas
• Lo que la prensa calla
• La Feria de las calles de Tacuba
• Consideración y desconsideración
• La situación del momento
• La trata de blancas
• ¡Judas!
• Al público católico mexicano
• Agudeza de un Yankee
• Un verdadero timo
• Avestruces mexicanos
• La situación del momento
• Tú lo quisiste Fraile Mostén
• Una aclaración
• ¿El pueblo para el gobierno o el gobierno para el pueblo?
• Puesto que Doña Leonor renuncia mi mano
• Los puntos sobre las íes
• Preguntas y respuestas
• La inundación del mal
132
• Aprended flores de mí
• ¡Chin! ¡Patachin! ¡Chin! ¡Chon!
• Procedimientos de estafadores
• Los alzados
• ¿Cuándo acabará esto?
• La legalidad
• Boycott
• El hombre de la macana
• Cuidado ¡qué te quemas!
• Cristo vive, Cristo reina, Cristo impera
• Una prueba de la ridiculez del boucott
• Importante
• Una hazaña típica
• La situación del momento
• Otra vez en la brecha
• ¡Mentira! ¡Mentira! ¡Mentira!
• Silencio: habla Obregón
• Aviso al Sr. Ministro Casauranc
• Lo que la prensa calla
• Una preguntita
• Los puntos sobre las íes
• Castigo de Dios
• Lo que la prensa calla
• Sociales y personales
• Nuestra labor entre católicas de otras naciones
• La educación en la Secretaría de Educación
• Erró la vocación
• Una injuriosa representación diplomática
• Advertencia
• La situación del momento
• Épica hazaña
• Una actitud equivocada
• El mediquillo de provincia
• Después del niño ahogado
• Las ocurrencias del “Excélsior”
133
• De la Encíclica de S.S. Pío XI
• El mensaje presidencial
• No lo echéis en saco roto
• Una cruzada productiva
• El gran peligro
• La Razón de la Sin Razón
• Política Macha
• Los pactos bolcheviques de Calles con la CROM
• Los gallos revolucionarios
• Cumpliendo la Constitución
• Palabras del Santo Padre
• Leyendo a Bulnes
• Lo que la calla la prensa
• Capítulos de un libro
• Se casó la hija de D. Plutarco
• El cinismo entre copas de cognac
• Pugidos de beata
• Fortino
• Caso peliagudo
• Corrido popular
• ¿Se aproxima el fin del mundo…?
• Kerensky habla a México
• Los candidatos revolucionarios
• La caída de Calles es inminente
• Mane… Thecel… Phares
• Por taparle el ojo al macho
• Pidiendo misericordia
• Defensores de la Ley
• A nuestros amigos
• A cada quisque le llega su San Martín
• Del extranjero
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