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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL
CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
VIOLENCIA DE GÉNERO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
CONSTRUCCIÓN DE IMAGINARIOS SOCIALES EN LOS
ESTUDIANTES DE LA FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL DE
LA UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR SOBRE EL
FEMICIDIO EN LOS NOTICIEROS DE TELEVISIÓN NACIONAL
Trabajo de Titulación modalidad Proyecto de investigación previo a la obtención del
Título de Comunicadora Social, con énfasis en Periodismo.
Autora: Piedra Dávila Sheyla Patricia
Tutor: MGS. Roberto Ovidio Freire Andino
Quito, 2018
ii
DERECHOS DE AUTOR
Yo Sheyla Patricia Piedra Dávila en calidad de autora y titular de los derechos morales y
patrimoniales del trabajo de titulación Violencia de Género y Medios de Comunicación:
Construcción de imaginarios sociales en los estudiantes de la Facultad de Comunicación
Social de la Universidad Central del Ecuador sobre el Femicidio en los noticieros de
televisión nacional, modalidad Proyecto de Investigación, de conformidad con el Art. 114 del
CÓDIGO ORGÁNICO DE LA ECONOMÍA SOCIAL DE LOS CONOCIMIENTOS,
CREATIVIDAD E INNOVACIÓN, concedemos a favor de la Universidad Central del
Ecuador una licencia gratuita, intransferible y no exclusiva para el uso no comercial de la obra,
con fines estrictamente académicos. Conservamos a mi/nuestro favor todos los derechos de
autor sobre la obra, establecidos en la normativa citada.
Así mismo, autorizo/autorizamos a la Universidad Central del Ecuador para que realice la
digitalización y publicación de este trabajo de titulación en el repositorio virtual, de
conformidad a lo dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.
La autora declara que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma de
expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la responsabilidad por
cualquier reclamación que pudiera presentarse por esta causa y liberando a la Universidad de
toda responsabilidad
Sheyla Patricia Piedra Dávila
CI: 172274221-8
E-mail: shelca156@gmail.com
iii
APROBACIÓN DEL TUTOR
En mi calidad de tutor del Trabajo de Titulación, presentado por SHEYLA PATRICIA
PIEDRA DÁVILA, para optar por el Grado de Licenciado en Comunicación Social; cuyo
título es: VIOLENCIA DE GÉNERO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
CONSTRUCCIÓN DE IMAGINARIOS SOCIALES EN LOS ESTUDIANTES DE LA
FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DEL
ECUADOR SOBRE EL FEMICIDIO EN LOS NOTICIEROS DE TELEVISIÓN
NACIONAL, considero que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos suficientes para ser
sometido a la presentación pública y evaluación por parte del tribunal examinador que se
designe.
En la ciudad de Quito, a los 25 días del mes de junio de 2018.
MGS. Roberto Ovidio Freire Andino
DOCENTE-TUTOR
C.C. 0601784622
iv
DEDICATORIA
Me pinto a mí misma porque soy
a quien mejor conozco. (Frida Kahlo)
A los mejores amigos y compañeros de la vida
A mi adorada Madre, Patricia Dávila, por su amor incondicional, su esfuerzo, su lucha, su fe,
pero sobre todo por creer y confiar en mí;
A mi querido Padre, Jaime Piedra, por su amistad, su apoyo, su ejemplo compromiso, pero
sobre todo por su cariño;
A Geannela, Joffre y André por las risas y abrazos
A Cristian Santiago, mi luz y orgullo; al compañero de vida, al amigo y confidente,
por la constancia, el estímulo, el respeto, la confianza, el cariño, pero
más que nada por el AMOR.
¡Dios les pague!
v
AGRADECIMIENTOS
No nacemos como mujer,
sino que nos convertimos en una.
(Simone de Beauvoir)
A Dios, quien me bendijo durante los años de carrera con su bondad y amor. Así como la salud
y fortaleza para cumplir mis objetivos.
A mi familia por la paciencia y entendimiento, la perseverancia, consejos y sacrificio.
A la Universidad Central de Ecuador, en particular, a la Facultad de Comunicación Social por
los conocimientos y valores.
A Roberto Freire, por la paciencia, el tiempo y la guía durante en el desarrollo de este proyecto,
pero sobre todo por su amistad.
A la MSc. Mariana Alvear, por abrir mi mente a nuevas miradas, y por la colaboración en la
elaboración de este trabajo.
A los maestros que me formaron durante estos cinco años de estudio, especialmente a los
docentes del énfasis de Periodismo, por la enseñanza, los consejos, los tics y por compartir la
vocación y el camino que requiere una profesión como esta.
A mi esposo, Cristian por la compañía y los triunfos, los desvelos y el estrés, los disgustos y
las risas.
A Joselyn y Richard, por su amistad, las aventuras y el apoyo mutuo en nuestra formación
profesional, a quienes tendré siempre presentes.
vi
ÍNDICE DE CONTENIDO
Derechos de autor ...................................................................................................................... ii
Aprobación del tutor ................................................................................................................ iii
Dedicatoria ................................................................................................................................ iv
Agradecimientos ........................................................................................................................ v
Índice de contenido ................................................................................................................... vi
Índice de figuras ..................................................................................................................... viii
Índice de anexos ........................................................................................................................ ix
Resumen ..................................................................................................................................... x
Abstract ..................................................................................................................................... xi
Introducción ............................................................................................................................... 1
Justificación ............................................................................................................................... 3
CAPITULO I
COMUNICACIÓN Y CULTURA ........................................................................................... 4
1.1. Comunicación.................................................................................................................. 4
1.2. Medios de Comunicación ................................................................................................ 7
1.2.1. Antecedentes de la televisión ..................................................................................... 12
1.2.2. La televisión en Ecuador ............................................................................................ 12
1.2.3. El impacto del televisor en la audiencia ..................................................................... 13
1.3. Géneros Periodísticos .................................................................................................... 15
1.3.1. La Noticia ................................................................................................................... 15
1.3.1.1. Construcción de la noticia ....................................................................................... 17
1.3.2. La Crónica .................................................................................................................. 18
1.3.2.1. Crónica Roja ............................................................................................................ 19
1.4. Entender la Cultura........................................................................................................ 20
1.4.1. Formas y modelos de la cultura según Terry Eagleton .............................................. 22
1.4.2. Cultura de masas e Industria Cultural ........................................................................ 23
CAPÍTULO II
VIOLENCIA DE GÉNERO E IMAGINARIOS SOCIALES ................................................ 25
2.1. Violencia ....................................................................................................................... 25
2.2. El género según Judith Butler ....................................................................................... 26
2.3. Violencia, Género y mujeres ......................................................................................... 28
2.3. Medios de Comunicación: ¿Apología a la violencia de género? .................................. 31
2.4. El Femicidio como máxima expresión de la violencia contra la mujer ........................ 35
2.5. Discurso jurídico sobre el Femicidio en Ecuador: COIP .............................................. 37
vii
2.6. Imaginario Social .......................................................................................................... 41
CAPITULO III
APLICACIÓN METODOLÓGICA .................................................................................... 46
3.1. Aclaración metodológica............................................................................................... 46
3.1.1. Pregunta de investigación .......................................................................................... 46
3.2. Objetivos ....................................................................................................................... 46
3.2.1. Objetivo General ........................................................................................................ 46
3.2.2. Objetivos Específicos ................................................................................................. 46
3.3. Metodología .................................................................................................................. 46
3.3.1. Enfoque ...................................................................................................................... 47
3.3.2. Técnica ....................................................................................................................... 47
3.3.3. El Instrumento ............................................................................................................ 48
3.3.4. La población ............................................................................................................... 48
3.3.4.1. Universidad Central del Ecuador (UCE) ................................................................. 48
3.3.4.2. Facultad de Comunicación Social (FACSO) .......................................................... 49
4.3.5. Muestreo por cuotas ................................................................................................... 50
3.4. Resultados ..................................................................................................................... 51
3.4.1. Datos Demográficos ................................................................................................... 51
3.4.2. Datos del Cuestionario ............................................................................................... 52
3.5. Conclusiones al capítulo ............................................................................................... 65
CAPITULO IV
CONSIDERACIONES FINALES ........................................................................................... 69
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................... 74
ANEXOS ................................................................................................................................. 80
viii
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. ¿Cuál de los siguientes medios de comunicación utiliza usted para informarse? .... 52
Figura 2. ¿Usted observa los noticieros de televisión nacional? ............................................. 53
Figura 3. ¿Cuál de los siguientes noticieros usted observa con preferencia? .......................... 53
Figura 4. ¿Qué tipo de información es de su preferencia? ....................................................... 54
Figura 5. ¿Según su criterio, los canales de televisión nacional reproducen la violencia
contra la mujer en? .................................................................................................. 54
Figura 6. ¿Qué información recuerda usted con facilidad de los noticieros de televisión
nacional sobre la mujer? .......................................................................................... 55
Figura 7. ¿Según su criterio, las notas sobre muertes de mujeres en los noticieros de
televisión nacional corresponden a? ........................................................................ 55
Figura 8. ¿Qué siente usted cuando los noticieros de televisión nacional hablan sobre la
muerte de una mujer? .............................................................................................. 56
Figura 9. ¿Qué siente usted cuando los noticieros de televisión nacional hablan sobre la
muerte de un hombre? ............................................................................................. 56
Figura 10. ¿Qué siente usted cuando los noticieros de televisión nacional hablan sobre la
muerte de un niño o niña? ....................................................................................... 57
Figura 11. Según su criterio ¿qué categorías se asimilan en los mensajes emitidos en los
noticieros de televisión nacional sobre la mujer? .................................................... 57
Figura 12. Según su criterio, ¿a qué puede atentar la violencia contra la mujer? .................... 58
Figura 13. ¿Para usted a qué hace referencia la muerte de una mujer? ................................... 58
Figura 14. ¿Usted considera que los noticieros de televisión nacional hablan sobre el
femicidio? ................................................................................................................ 59
Figura 15. Según su criterio ¿Cuándo los noticieros de televisión nacional hablan sobre el
femicidio tienden a? ................................................................................................ 59
Figura 16. ¿Según la información emitida por los noticieros de televisión nacional el
femicidio qué representa? ........................................................................................ 60
Figura 17. ¿A partir de la información observada en los noticieros de televisión nacional el
femicidio puede ser catalogado cómo? ................................................................... 60
Figura 18. Para usted ¿cuáles serían las principales causas de un femicidio? ......................... 61
Figura 19. Según su criterio, ¿cómo se produce el femicidio en las relaciones de poder
jerárquicas? .............................................................................................................. 61
Figura 20. Según su criterio ¿cuáles son las prácticas cotidianas en las relaciones
personales que conllevan al femicidio? ................................................................... 62
Figura 21. Según su criterio ¿qué aspectos pueden influir en el agresor para cometer un
femicidio? ................................................................................................................ 62
Figura 22. Para usted ¿qué secuelas puede causar el femicidio en otras mujeres? .................. 63
Figura 23. ¿Considera usted que el femicidio es común en sectores cómo? ........................... 63
Figura 24. Según su criterio ¿qué demuestra la muerte de una mujer? ................................... 64
Figura 25. ¿Qué representa para usted el número de muertes de mujeres en Quito? .............. 64
ix
ÍNDICE DE ANEXOS
Anexo 1. Modelo de Cuestionario ........................................................................................... 80
x
TÍTULO: VIOLENCIA DE GÉNERO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
CONSTRUCCIÓN DE IMAGINARIOS SOCIALES EN LOS ESTUDIANTES DE LA
FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DEL
ECUADOR SOBRE EL FEMICIDIO EN LOS NOTICIEROS DE TELEVISIÓN
NACIONAL.
AUTORA: Sheyla Patricia Piedra Dávila
TUTOR: Roberto Ovidio Freire Andino
RESUMEN
El presente proyecto de investigación pretende exponer los principales imaginarios sociales
que tienen los estudiantes de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del
Ecuador sobre el femicidio en los noticieros de televisión nacional. La metodología empleada
para cumplir con los objetivos del estudio responde a una investigación descriptiva cuantitativa,
en donde, se utiliza la técnica de la encuesta, misma que, incluye la elaboración de un
cuestionario como instrumento metodológico, y de esta manera, obtener las percepciones sobre
el tema de estudio. La finalidad de la investigación es poner en evidencia la información que
tienen los estudiantes de la FACSO UCE sobre el Femicidio. Al finalizar la indagación se hace
notorio la necesidad de profundizar temáticas como el Femicidio en la población universitaria
para que dicha categoría sea comprendida en su máxima expresión, y con ello, corroborar a su
erradicación.
PALABRAS CLAVE: FEMICIDIO, IMAGINARIO SOCIAL, CONSTRUCCIÓN,
MUJERES, VIOLENCIA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN, TELEVISIÓN, NOTICIERO
xi
TITLE: GENDER VIOLENCE AND MASS MEDIA: BUILDING OF SOCIAL
IMAGINARIES IN STUDENTS OF THE FACULTY OF SOCIAL COMMUNICATION OF
THE UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR ON FEMICIDE IN THE NATIONAL
TV NEWS.
AUTHOR: Sheyla Patricia Piedra Dávila
TUTOR: Roberto Ovidio Freire Andino
ABSTRACT
The current investigation project is intented ti expose the main social imaginaries existing in
students of the Faculty of Social Comunication of the Universidad Central del Ecuador on
femicide in the national TV news. The methodology used to comply with study objetives is a
descriptive, quantitative investigation, by using survey as a technique that includes the
preparation of a questionnaire as methodological instrument, in order to obtain perceptions on
the study subject. The purpose of the current investigation was obtaining and exposing
information provided by students of the FACSO UCE on femicide. At the completion of the
investigation, evidently appeared the need to go deeper on the theme of femicide among the
University population, so as to enhance understand and then cooperating for erradication such
phenomenon.
KEYWORDS: FEMICIDE / SOCIAL IMAGINARY/ CONSTRUCTION/ WOMEN
VIOLENCE/ MASS MEDIA/ TELEVISION/ NEWS
1
INTRODUCCIÓN
El proyecto de investigación agrupa cinco capítulos, mismos que están enfocados en
describir los imaginarios que tienen los estudiantes de la Facultad de Comunicación Social de
la Universidad Central del Ecuador sobre el Femicidio. A partir de ello, el estudio pretender
dar a conocer las percepciones que los alumnos asumen a partir de la información receptada de
los principales noticieros de televisión nacional del Ecuador.
En el primer y segundo capítulo hacen referencia a postulados académicos que permiten
construir la parte teórica de la investigación. A partir de ello, el marco teórico se construye en
dos momentos. El primer capítulo que se centra en tratar a la comunicación y la cultura como
dos grandes disciplinas que permiten entender los procesos de comunicación y su estricta
relación con el comportamiento de los pueblos. Retomando autores como Thompson, Barbero,
Eco, Bolívar Echeverría entre otros, que permiten vincular ambas categorías, y de esta manera,
comprender el desarrollo del ser humano a partir de la reproducción del hombre, quien se
proyecta un horizonte de revolución y producción cultural a partir de los medios de
comunicación.
El segundo capítulo en cambio, expone los principales postulados sobre la Violencia de
Género, particularmente sobre el Femicidio como la máxima expresión de la violencia contra
la mujer, tomando como referentes académicas a Gorjón, Segato, Carcedo, Lagarde y Butler
quienes gracias a sus investigaciones han fomentado una ideología de género en contra de un
sistema que vulnera y atropella los derechos de las mujeres. Así también, en este apartado se
pone en consideración del lector los aportes de autores como Castelló, Silva, Castoriadis, entre
otros sobre los imaginarios sociales, mismos que para dichos académicos constituyen esquemas
colectivos que caracterizan y vinculan a las sociedades. Pero, sobre todo que visibilizan los
temas sociales olvidados.
El tercer capítulo contiene la información metodológica y la exposición de los resultados
de la investigación; en este apartado se abarcan categorías como: enfoque, técnica e
instrumento de investigación, y por supuesto, los objetivos, tanto el principal como los
específicos que encaminan y permiten llevar a cabo la indagación. Además, en este momento
de la investigación se tabulan los resultados obtenidos en las encuestas aplicadas a la muestra.
Para la recolección de datos se realizó un muestreo probabilístico por cuotas para determinar
el número de encuestas a ejecutarse; así mismo se elaboró un cuestionario, mismo que fue
sujeto a dos pruebas piloto antes de ser aplicado a la muestra.
2
Finalmente, el último capítulo corresponde a las consideraciones finales mismas que
tienen como objetivo poner en evidencia los imaginarios sociales que los participantes de la
investigación tienen sobre el femicidio. Del mismo modo, mostrar las percepciones que las
personas asimilan de la información emitida por los noticieros de televisión nacional; lo que, a
su vez permite destacar la importancia que tienen los medios de comunicación, en este caso,
los noticieros de televisión nacional a la hora de emitir información sobre el Femicidio.
3
JUSTIFICACIÓN
El papel de los medios de comunicación en las últimas décadas se ha ido intensificando.
Pues, la labor periodística, hoy más que nunca, necesita reubicarse dentro de la sociedad como
el vocero de la realidad; aquel que muestra los acontecimientos con precisión y legitimidad.
Sin embargo, se ha observado que los distintos medios responden a una agenda mediática. Por
ello, sus coberturas periodísticas responden a ciertos temas de interés público, pero no a todos,
dejando de lado el ámbito social. Sin comprender que el periodismo va más allá del acto de
informar, es decir, emitir mensajes a la sociedad, sino que inciden en el imaginario social de
sus audiencias. No obstante, en los últimos años el periodismo se ha convertido en un escenario
sensacionalista, no solo en Ecuador sino en el resto del mundo.
Por ello, hablar de la violencia contra la mujer, específicamente, sobre el Femicidio,
supone poner en diálogo las problemáticas sociales olvidadas por los grandes medios de
comunicación y la sociedad. En este caso, implica analizar la construcción de imaginarios
sociales en las personas a través de los canales de televisión nacional del país. Para llegar a
ello, el objetivo de este proyecto de investigación es identificar los imaginarios sociales que
tienen los estudiantes de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del
Ecuador sobre el Femicidio en los noticieros de televisión nacional.
La contribución de esta investigación radica en ir más allá del reconocimiento del discurso
que maneja el país, en general, sobre el femicidio, sino que, se funda en la percepción que tiene
una parte de la sociedad quiteña sobre la violencia contra la mujer, reconociéndola como un
problema social. Además, intenta poner en conocimiento de la academia y de los profesionales
de la comunicación, las realidades sociales que construyen los medios de comunicación, en las
personas.
Al final, los resultados de la investigación serán beneficiosos no solo para los
comunicadores, sino para los grupos, movimientos y personas involucradas en casos de
violencia de género. Tras el estudio se pondrá en evidencia las construcciones de la realidad
que han impregnado los medios de comunicación, en este caso los noticieros de televisión
nacional, en la mente de la sociedad; y que, han marcado y condicionado la vida de las mujeres.
4
CAPITULO I
COMUNICACIÓN Y CULTURA
1.1. Comunicación
La comunicación es entendida para muchos estudiosos como una disciplina
interdisciplinaria, pues, está inmersa en la mayoría de las áreas no solo sociales sino, de la
ciencia, ya sea, ésta natural o física. Razón por la cual, es casi imposible hablar de ella a partir
de una sola definición. Por ello, a lo largo de este capítulo se irá retomando los postulados de
algunos académicos quienes han permitido el desarrollo conceptual de este término, así como
diferentes concepciones y paradigmas entorno a la comunicación.
Para empezar con una de las definiciones de comunicación se ve pertinente recurrir al
diccionario de la Real Academia de la Lengua que muestra, aproximadamente, nueve diferentes
enunciaciones para este concepto. Para términos de este trabajo se cita dos de ellas: la primera,
“Acción y efecto de comunicar o comunicarse”; la segunda, “Transmisión de señales mediante
un código común al emisor y al receptor” (Real Academia de la Lengua, 2018), lo que lleva a
comprobar que esta categoría tiene como fin hacer común algo en un cierto espacio y tiempo.
La comunicación es una terminología casi tan antigua como la existencia del ser humano,
puesto que, su nacimiento remonta al aparecimiento del hombre sobre la tierra. Desde sus
orígenes ha significado hacer común algo, como lo expresa Chiavenato (2006) al describirla
como “el intercambio de información entre personas. Significa volver común un mensaje o una
información. Constituye uno de los procesos fundamentales de la experiencia humana y la
organización social". (p.110)
De la misma manera, una de las ramas académicas con estudios sobre la comunicación es
la psicología social, y dado que la comunicación es parte del desarrollo y evolución del ser
humano, con respecto a su entorno, son importantes los aportes que esta área hace sobre dicha
categoría. Así Riviere (1981) menciona que:
la comunicación es la interacción de las personas que entran en ella como sujetos. No sólo se
trata del influjo de un sujeto en otro, sino de la interacción. Para la comunicación se necesita
como mínimo dos personas, cada una de las cuales actúa como sujeto. (p.89)
La comunicación es el verdadero camino del acontecer social, y por tal razón, una de las
categorías esenciales de la psicología social y la dinámica de grupos. Es decir, que ésta se puede
5
definir como aquel proceso en donde se da la emisión de una información a través de un
comunicador; el mismo que genera una reacción o una respuesta a lo comunicado. De tal
manera, se propicia lo que se conoce como mensaje o, en la actualidad, contenido (Riviere,
1981).
Thompsom (1998) “ha caracterizado a la comunicación como un tipo diferenciado de
actividad social que implica la producción, transmisión y recepción de formas simbólicas”.
(p.36) Del mismo modo, el autor expone que en la mayoría de las sociedades, los sujetos
dedican su vida a la elaboración e intercambio de información y contenido simbólico. Además,
dice que, desde las más antiguas maneras de gestualizar o hacer uso de lenguaje, hasta los
nuevos avances de la tecnología, la producción, acumulación y difusión de información o
contenido simbólico constituyen características fundamentales del acontecer social
(Thompsom, 1998).
El estudio de la comunicación ha sido una cuestión bastante complicada, por eso Martín
Barbero (1987) la percibe como:
una cuestión de mediaciones más que de medios, cuestión de cultura y, por tanto, no sólo de
conocimientos sino de re-conocimiento. Un reconocimiento que fue, de entrada, operación de
desplazamiento metodológico para rever el proceso entero de la comunicación desde su otro
lado, el de la recepción, el de las resistencias que ahí tienen su lugar, el de la apropiación
desde los usos. (p.16a)
Pues el tema de la recepción es fundamental en la comunicación, ya que, representa un
camino metodológico para la apropiación de una identidad sociocultural. Lo que, a su vez,
supone una verdadera interacción entre emisor y receptor, a través de los usos que la audiencia
da sobre lo percibido en el proceso de comunicativo.
Bajo esta perspectiva, una de las cuestiones importantes para entender a la comunicación
es la diferenciación entre informar y comunicar, puesto que, son dos categorías sumamente
diferentes, pero con fines similares. Mientras que, la información tiene relación con el avance
de la tecnología que, a su vez, propone un enfoque transdisciplinar como lo diría Barbero
(2001) “este es un concepto capaz de operar desde la biología hasta la lingüística, desde la
informática hasta el psicoanálisis” (p.3b), asimilación que le ha otorgado mayor credibilidad
en el acontecer académico.
En cambio, la comunicación está asociada con la incertidumbre de lo social, lo que hace
referencia al desplazamiento de esta categoría, en los últimos años, a campos paradigmáticos
como la política o a lo que Habermas ha catalogado como un nuevo foco epistémico; puesto
6
que, la comunicación ha perdido su legitimidad teórica ante la fuerte presencia de la categoría
Información (Barbero, 2001b). Es decir, la comunicación ha perdido su importancia puesto que
desde su origen conceptual esta desprovista de operatividad, lo que la deja con poca o casi
ninguna opción de transformar los procesos sociales o influir sobre estos.
Dicha operatividad de la comunicación según Barbero (1987) se convirtió en una noción
instrumentalista de los medios de comunicación. Una concepción que despojó a éstos de toda
dimensión cultural y materialidad institucional, lo que, a su vez, redujo a los medios en simples
instrumentos de acción ideológica sobre las audiencias; es decir, que el problema de la
comunicación, no eran los medios en sí, sino los usos que sus dueños les otorgaban, es decir,
su función dentro de la sociedad.
Bajo esta perspectiva, la comunicación de masas que, se constituye como un espacio
teórico crítico respecto a los discursos que transitan a través de los medios de comunicación,
es indispensable para comprender la influencia que ejercen estos medios sobre la población.
Puesto que, interfieren directa o indirectamente en la cotidianeidad de sus audiencias, razón
por la cual, los estudios de recepción e impacto de los mensajes en las muchedumbres a través
de la televisión afectaron, no solo la actividad de la comunicación sino el impacto del contenido
mediático en el receptor (Giraldo, Naranjo, Tovar y Córdoba, 2008).
Para Janowitz (1968) la comunicación de masas “incluye las instituciones y técnicas
mediante las cuales unos grupos especializados emplean artilugios tecnológicos (prensa, radio,
cine, etc.) para diseminar contenidos simbólicos a públicos de muy amplia naturaleza,
heterogéneos y sumamente dispersos”. (p.41) Con lo que podemos asumir que la comunicación
de masas viene a cambiar el proceso sistemático que la comunicación manejaba hasta entonces,
pues al homogeneizar el envío de los mismos mensajes de forma masiva, es decir, a través de
un solo canal se genera un nuevo paradigma en los estudios de la comunicación social.
De esta manera, se utiliza a la comunicación como el instrumento de transmisión de un
determinado mensaje; mismo que aportará a la creación de escenarios sociales, a través, de la
compresión del contendido, pero, más allá de eso la interpretación del receptor como lo
propone la teoría de los usos y gratificaciones.
El enfoque de los usos y gratificaciones aparece bajo el despliegue de la investigación
empírica. Según Montesinos, Eliuh Katz fue el primer estudioso en reflexionar sobre esta
teoría, es decir que, fue el primero en cuestionarse el papel de las audiencias respecto a los
medios. De esta manera, Katz manifestó que, “uno de los aspectos básicos del enfoque de los
usos y gratificaciones fue que las audiencias similares y homogéneas pueden usar a los mismos
medios para distintos fines”. (Montesinos, 2005, p.2)
7
No obstante, la teoría de los usos y las gratificaciones para Nosnik (1991) citado por
Montesinos (2005) hace visible el vínculo existente entre los medios de comunicación y los
receptores. En este sentido, Nosnik explica:
el enfoque basado en los usos supone que los valores de las personas, sus intereses, sus
asociaciones, sus funciones sociales son predominantes y que la gente se “adapta” lo que ve
y escucha seleccionando los materiales de acuerdo con tales intereses. (p.94)
Lo que lleva a comprender que el rol de la comunicación a través de los medios de
comunicación es fundamental respecto a la construcción de imaginarios sociales en el entorno
de los receptores. Pues, como lo menciona el autor, el ser humano se adapta a lo que sucede en
su alrededor a través de la comunicación. Al respecto, Palmgreen (1984) aporta que “la teoría
de los usos y gratificaciones examina el modo en que los receptores utilizan los medios de
comunicación y las gratificaciones que estos les reportan”. (Lucas, 2009, p.280)
1.2. Medios de Comunicación
La comunicación al ser un eje transversal y que, además está introducido en cada una de
las situaciones que se desarrollan dentro de una sociedad, es a su vez, un constructor de
conocimiento. De tal modo, los medios de comunicación crean realidades, por no decir que,
son los constructores de la misma, pues esa realidad mediada se convierte en el espejo de la
realidad original (Zamora J. , 2010). Esto se debe, a que, son los medios quienes desde su
perspectiva muestran los hechos que se suscitan diariamente en el país, a través de la cobertura
noticiosa y su respectiva difusión.
Los medios de comunicación aparecen no solo para hacer más fácil el envío y recepción
de un mensaje, sino para demostrar el constante cambio de comportamiento humano. Así lo
entiende, Lucas (2009) quien expone los elementos de los mass media.
Primero, habla sobre el mensaje, y para ello recurre a Humberto Eco (1968) para quien el
mensaje es “un conjunto de los significantes, en cuanto elaborados sobre la base de uno o más
códigos para transmitir ciertos significados, y en cuanto interpretado o interpretable sobre la
base de los mismos o de otros códigos”. (Lucas, 2009, p.276) El segundo término del que habla
el autor es el de audiencia, mismo, que “se refiere a los individuos que utilizan en realidad el
contenido producido por cualquier medio de comunicación”. (Lucas, 2009, p.278)
8
Como tercer punto, se habla de la realidad recibida por los mass media, y al respecto dice
que tiene que ver con la manera en la que los receptores construyen una realidad a partir de sus
interacciones con los contenidos mediáticos (Lucas, 2009).
El cuarto punto versa sobre las características de los medios de comunicación masivos,
que se determinan según DeFleur, Kearney y Plax (1993), por emitir mensajes a una amplia y
diversificada audiencia, entre los cuales se hallan, televisión, radio, periódicos, revistas, e
inclusive los libros (Lucas, 2009, p.283).
Además, el autor puntualiza algunas características de dichos medios:
Normalmente requieren complejas organizaciones formales para sus operaciones, con
lo que significa esto de personal formado, recurso de capital y control financiero.
Los medios se dirigen hacia grandes audiencias, que no pueden ser especificadas.
Las comunicaciones de masas son públicas, siendo su contenido abierto a todos y la
distribución relativamente instructurada e informal.
La audiencia será heterogénea en su composición, formada por personas que estarán
en diferentes culturas, niveles de vida, educación y esfera de poder, etc.
Los medios pueden establecer contacto simultáneamente con un gran número de
personas, distantes de la fuente y muy separadas unas de otras.
En las comunicaciones de masas, las relaciones entre comunicador y audiencia son
impersonales, de forma que una audiencia anónima es dirigida por personas conocidas
solamente en su papel público de comunicadores
La audiencia de los medios es un agregado de individuos unidos por un foco de interés
común, cogidos en una forma idéntica de conducta y abiertos a activarse hacia a unos
fines comunes. (Lucas, 2009, p.283).
Como se puede evidenciar los medios de comunicación son varios y pese a que cada uno
tiene su peculiaridad todos tienen el fin de difundir un mismo mensaje a grandes audiencias.
Para Zamora (2010) los medios de comunicación tienen un rasgo masivo, es decir, que dan de
cierto modo al receptor una sensación de protagonismo pues todos están participando del hecho
al no ser excluidos de la información, y por ello manifiesta:
la prensa escrita, la radio, la televisión y, recientemente, Internet son medios de transmisión
de información y de intercambio de ideas, imágenes, experiencias, valoraciones, etc., que
pueden alcanzar a un gran número de personas y traspasar las barreras espacio-temporales que
son inherentes al intercambio y la comunicación interpersonal. (p.27a)
9
Por lo que, el discurso de los medios de comunicación, sin importar la temática que sea,
es de mucha importancia para la construcción de referentes en una sociedad. Pues, ciertos
medios muestran cada día en el tratamiento de la notica, el uso de la sensibilidad o sentidos de
la población, a la hora de construir un contenido o difundir un acontecimiento.
Al respecto Chiavenato (2006) acota que, “el accionar e intervenir de los medios de
comunicación es vital para entender a la comunicación como un proceso de interacción e
intercambio de mensajes”. (p.110) Por ello, en la redacción periodística es importante no
olvidar la veracidad de la información a ser difundida, independientemente de que el medio sea
masivo o impreso.
Un aspecto a tomar en cuenta sobre los medios de comunicación, según Zamora (2001b)
es el carácter de mercancía con el que se les ha vinculado. Pues para la mitad el siglo XX, la
primera generación de la Escuela de Fráncfort, aportó el término “industria cultural”. Es decir,
que a partir de esto se puso atención respecto a la forma de producción y distribución de los
bienes culturales, con lo que se refiere a informaciones, opiniones, creaciones artísticas,
espectáculos y diversiones.
Según Rodríguez (2009) “los medios de comunicación constituyen una dimensión
ineludible de la experiencia humana y se relacionan de modo directo con nuestra capacidad o
incapacidad de comprender el mundo en que vivimos”. (p.32) Como ya se decía anteriormente,
la comunicación a través de los medios de comunicación se convierte en un constructor de
conocimiento. Por ello, Rodríguez (2009) considera que los medios ayudan a que el mundo sea
más entendible, y con ello, la capacidad de crear tácticas para expandir dicho conocimiento.
A razón de esto, Wetz (2010) concuerda y manifiesta que los medios de comunicación en
particular, y la comunicación en general, son quienes ponen en la pantalla las selecciones y
usos diversos que los receptores darán a los contenidos emitidos, pues pretenden siempre
disminuir las tensiones y generar una integración de los individuos.
La autora cita a Kellner y Durham, para explicar de qué manera los medios de
comunicación moldean el comportamiento y conducta de las personas; por tanto:
las formas de la cultura de los medios de comunicación como la televisión, el cine, la música
popular, las revistas y la publicidad proporcionan modelos de género y de actuación, pistas
acerca de la moda, imágenes sobre los modos de vida e iconos de la personalidad. Las
narrativas de la cultura mediática ofrecen estructuras de comportamientos adecuados e
inadecuados, mensajes morales y condicionamientos ideológicos, recubriendo ideas políticas
10
y sociales con formas seductoras y placenteras de entretenimiento popular. De modo similar,
la cultura de los medios y del consumo, la cibercultura, los deportes y otras actividades
populares agrupan a la gente en prácticas integradoras dentro de la sociedad establecida, a la
vez que ofrecen placeres, significados e identidades. (Rodríguez, 2009, p.33)
En base a esto, se entiende que el rol de los medios de comunicación es fundamental para
la construcción no solo de conocimiento, sino de escenarios sociales en donde los receptores
intercambian sus preocupaciones, así como sus alegrías, a modo general.
Los medios de comunicación, desde sus orígenes, son contadores y transcriptores de lo
que pasa. De tal modo, que persuaden a los receptores convenciéndolos, de que, lo que estos
muestran es la realidad. Y para ello, el autor manifiesta que existen dos conceptos que permiten
mostrar de manera sencilla el complejo mundo que nos rodea: la modularidad y el recurso de
la secuencialidad (Pastor, 2010)
El primer concepto hace referencia al uso de unidades mínimas de información. Lo que en
palabras del autor consiste en “ser breve, trasladar la información de manera rápida y que el
público minimizara su esfuerzo” (Pastor, 2010, p.34), ya que, a través de esta técnica se podía
modular fácilmente los contenidos informativos.
El otro concepto hace referencia a la secuencia, de lo cual el autor manifiesta:
Los medios de comunicación explican la realidad secuencialmente. Cada día aparece un diario
distinto, que completa la edición del anterior. Cada hora, un boletín informativo avanza
nuevos hechos y opiniones que le pueden interesar al público de una radio. Cada minuto se
incorporan nuevas informaciones en los medios digitales. Esta secuencialidad en la
explicación del mundo –que también lo entendemos históricamente de manera secuencial– ha
provocado que la rapidez sea un valor cuando se trata de informar sobre la actualidad. (Pastor,
2010, p.35)
De esta manera, se puede evidenciar que el avance de los medios de comunicación, con el
pasar de los años, ha logrado, no solo, mejorar los canales que emiten los mensajes, sino que,
se ha puesto a la vanguardia para informar a sus audiencias de las complejas situaciones
suscitadas de manera rápida, pero precisa y veraz.
A la hora de hablar de los medios de comunicación es necesario tomar en cuenta una
característica fundamental: la persuasión. Pastor (2009) al hablar de la persuasión, lo hace
llamándola la retórica periodista, y es que para él no solo se persuade sobre las cosas que pasan
sino, que como dice el autor da al periodista la oportunidad para que siembre su texto en el
lector como su mejor referente de la realidad.
11
Thompson (1998) habla de la naturaleza de los medios de comunicación, así también,
como de los usos que se les podrían dar a los mismos. Al respecto manifiesta:
al producir formas simbólicas y transmitirlas a los otros, los individuos generalmente emplean
un technical medium. Los medios técnicos son el sustrato material de las formas simbólicas,
esto es, los elementos materiales con los que, y a través de los cuales, la información o el
contenido simbólico se fija y transmite de un emisor a un receptor. Todos los procesos de
intercambio simbólico implican un soporte técnico de algún tipo. Incluso el intercambio de
palabras en una interacción cara-a cara implica algunos elementos materiales -la laringe y las
cuerdas vocales, las ondas sonoras, orejas y tímpanos, etc.- en virtud de qué sonidos
significativos son emitidos y recibidos. (p.36)
De lo citado, se puede comprobar que tanto en los 90’ como en el siglo XXI los medios
técnicos, respectivamente, aportan positivamente en los procesos interactivos de
comunicación.
Los medios técnicos son muy importante en el desarrollo de una comunicación efectiva,
o en la difusión de un contenido de calidad, puesto que estos instrumentos poseen una virtud a
la que Thompsom (1998) denomina “fijación”. La fijación tiene que ver con la capacidad de
almacenamiento que tienen estos medios técnicos, por lo que muchos estudiosos los han
llamado mecanismos de almacenamiento de información, pues al perdurar en el tiempo se
convierten en los medios favoritos para los sujetos.
A su vez, muestran varias ventajas como la reutilización, es decir, que los contendidos
están almacenados de tal forma que en cualquier momento puedan ser usados con algún fin.
Otra es la reproducción, esto hace referencia a la reproductibilidad del contenido simbólico.
Esto es muy importante porque entra en juego, como dice Thompsom (1998) “la explotación
comercial de los medios técnicos de comunicación, con lo que los contenidos simbólicos
pueden convertirse en bienes de consumo” (p.38), sin olvidar que estos medios técnicos hace
referencia a los soportes mediante los cuales se emiten los contenidos e información.
Sin embargo, el texto La Faena de lo incierto. Medios de comunicación e incertidumbre
(2010) muestra la incertidumbre que resultan los medios de comunicación para la sociedad.
Así, Crovi y Lozano, en su primer capítulo La sociedad vulnerada por los medios.
Comunicación e incertidumbre”:
discurren sobre el papel de la comunicación mediática que establecen, en sus prácticas, un
estado de cosas que generan en “el receptor” la incertidumbre, el riesgo y por último el miedo.
Aquí el riesgo es definido como: “información, conocimiento y previsión de que ocurra o se
produzca algún daño o perjuicio; es la anticipación de una afectación que muy probablemente
alterará la trayectoria de una situación dada (Juárez, 2014, p.296).
12
Ante lo expuesto, la información que es trasmitida o difundida por los medios de
comunicación no siempre, son favorables para la sociedad, ya que, en un porcentaje también
tiene repercusiones negativas para las audiencias, pues como ya se evidencia en el texto
mencionado, los medios de comunicación son generadores de incertidumbre, pues ponen a sus
audiencias en un cierto grado de desequilibrio y terror.
1.2.1. Antecedentes de la televisión
Los medios de comunicación, como ya se explicó anteriormente, mantienen una conexión
estrecha con sus audiencias, a través de su capacidad de transmitir y difundir el mensaje a un
mismo grupo determinado o no en el mismo momento. Uno de estos medios es la televisión
que, con su aparecimiento cambio el horizonte de los medios de comunicación, pues se
convirtió metafóricamente en el reflejo de su entorno, gracias a la capacidad de hacer visual
dicha realidad.
La televisión aparece desde finales del siglo XIX hasta 1935, en manos de estudiosos de
países como Estados Unidos, Francia, Alemania y Gran Bretaña, quienes se mostraban para
esa época como potencias tecnológicas. En 1990 Constantin Perski acuño el término
Televisión, mismo que proviene de la lengua griega “Tele” que hace referencia a “distancia”,
y la voz latina “visio” a “visión”. Cuyo significado se refiere a todos los aspectos de transmisión
y programación de televisión.
Cabe recalcar que, televisión, tele o más abreviadamente TV comprende un complejo
sistema de comunicación que permite la transmisión y recepción de imágenes en movimiento,
previamente captadas por una cámara, y sonido a distancia. En donde, sus emisiones se generan
a través de ondas radiales o redes especializadas de televisión por cable, cuyo receptor es el
medio técnico denominado televisor.
La televisión, tal y como la conocemos hoy en día, tuvo que pasar por grandes cambios
para llegar a ser uno de los medios técnicos de mayor aceptación en la sociedad. Pasando de
esta manera por varios modelos: Televisión mecánica, televisión electrónica, televisión a
blanco y negro, televisión a color.
1.2.2. La televisión en Ecuador
La historia de la televisión en Ecuador remonta al año 1954 cuando un norteamericano
Hartwell encuentra un equipo abandonado en las bodegas de General Electric en Syracuse,
New York. Él ingeniero pensó en reparar con calma el equipo hallado y el en el 11 de julio de
13
1959 fue con destino a Quito. Su primera emisión era en las instalaciones del Colegio
Americano, en donde los quiteños pudieron ver por primera vez televisión en blanco y negro.
En 1960 con la ayuda de la Casa de la Cultura la televisión llegó al puerto de Guayaquil
quien permitió la instalación de una antena, en esa ciudad. Sin embargo, fue gracias a la vida
de Linda Zambrano y su esposo Horts Rosembaum quienes comenzaron con la televisión en el
Ecuador en los años 50, tras asistir a la Feria Internacional de la Tecnología en Alemania. A su
retorno, fueron los primeros en obtener un permiso para operar la “Primera Televisión
Ecuatoriana” en 1 de junio de 1960 con sede en Guayaquil. El canal fue el 4 y correspondía a
RTS (Red Telesistema).
Cabe resaltar que las primeras transmisiones en el país se hicieron el 12 de Diciembre de
1960, razón por la cual, se celebra el día de la televisión ecuatoriana en esa fecha. Años más
tarde, el 22 de Febrero de 1974, para ser precisos, Teleamazonas comenzó transmisiones con
la diferencia que fue TV a color, por lo que se lo consideró como la primera red a color del
país.
En la década de los sesenta el país marcó un desarrollo importante, pues nació: Canal 2 en
Guayaquil, Canal 8 en Quito, Telecentro y Canal 10. De esta manera, la televisión entró a
formar parte de la impresionante red de comunicación del país junto con la prensa y la radio,
comenzando a cubrir todo el territorio nacional.
Un factor a tomar en cuenta es que, la industria televisiva era privada y nació como un
modelo inglés, siendo el Estado dueño de las frecuencias para esto se reservaba el derecho de
concederlas. Dicha industria transmitía programas estatales de educación y salud. Sin embargo,
para la década de los 60 se marca en el país un notable desarrollo con los nuevos canales.1
1.2.3. El impacto del televisor en la audiencia
El avance tecnológico de la televisión es sin duda sorprendente, y el siglo XXI es el vivo
ejemplo de su desarrollo no solo en infraestructura sino en sus sistemas programáticos como
se puede evidenciar en los nuevos modelos de televisión. Sin embargo, es necesario entender
el rol de la televisión en la sociedad, más allá de lo técnico. Partiendo de que, la televisión es
parte fundamental de los medios de comunicación a nivel global.
Campos (2008) recurre al texto Historia de la radio y la televisión (2001) de Pierre Albert y
André Jean Tudesq para hablar de la televisión, y menciona:
1 Reseña histórica de la televisión en Ecuador, Roberto Guerrero Córdova, pp.1-3. (consultado el miércoles 28
de Marzo de 2018. Dirección en la bibliografía.
14
La televisión es el resultado de la conjunción de tres series de descubrimiento: los referidos a
la fotoelectricidad que es la capacidad de ciertos cueros de transformar energía eléctrica en
energía luminosa, los referidos procedimientos de análisis de fotografías transformadas en
líneas de puntos claros u obscuros, y, por último, los que han permitido utilizar las ondas
hertzianas pata la transformación de las señales eléctricas correspondientes a cada punto de
una imagen. (p.2)
A razón de esto, la televisión como medio es capaz de trasformar, no solo técnicamente
un proceso para tener su efecto, sino que, en su uso es un instrumento idóneo para el cambio
de la sociedad a través de los contenidos emitidos.
Palao (2009) manifiesta que para comprender el complejo discurso de la Televisión basta
con echar un vistazo al texto de Pierre Bourdieu Sobre la televisión (2006), pues en este libro
se muestra claramente a través del estudio del campo semántico lo invisible.
Del mismo modo, el autor hace evidente la alteración que sufre dentro del sistema el lugar
que ocupan los informativos, al respecto dice:
pasa a nuclear la programación televisiva al convertirse, de puro servicio público, en espacios
de máxima audiencia y ocupar, por ello, los más destacados horarios dentro de las ofertas de
las distintas cadenas. Por otro, pudiéndose interpretar, según el sesgo que le demos, como
causa o consecuencia, se produce una transformación en el régimen de la información
mediática que suscita una exacerbación de su componente espectacular. Este doble proceso
tiene como fruto último un notable producto, aún más denostado que su predecesor en la
dinastía del reinado televisivo… el reality show pasó a desempeñar ese papel en la década
siguiente. (p.123)
Es decir, que la televisión se convierte, no solo, en un difusor de información, sino
también, en un productor de entretenimiento, que como lo menciona el autor será la industria
más consumida por las audiencias televisivas.
Bourdieu (2006) en su texto describe ciertos mecanismos de la televisión, y, después de
un análisis no tan profundo, resuelve que la TV es riesgosa para las esferas que producen
cultura, es decir, arte, la literatura y con mayor fuerza la vida política y la democracia. Al
respecto acota:
tengo la esperanza de que puedan contribuir a dotar de medios o de armas a todos aquellos
que, dentro de las profesiones relacionadas con la imagen, luchan para que lo que hubiera
podido convertirse en un extraordinario instrumento de democracia directa no acabe siéndolo
de opresión simbólica. (p.11)
15
Esto lleva a comprender que, la televisión a través del rol que sus emisores decidan jugar
son los encargados de mantener la producción de cultura o proliferar la opresión simbólica.
1.3. Géneros Periodísticos
La aceptación de los medios de comunicación por parte de la sociedad hace indispensable
que éstos se hallen lo suficientemente preparados para mostrar la realidad a través de sus
diversos medios técnicos. Puesto que, pese a que tienen un mismo fin, es decir, comunicar,
informar o difundir un hecho, cada medio responde a características distintas. Por tanto, la
realidad puede ser presentada por el comunicador/periodista de diversas formas, ya sean,
impresas, visuales o audiovisuales.
Los géneros periodísticos son varios, y por ello, uno de sus criterios, el más importante
dentro de la comunicación, es el de objetividad, mismo, que está en entredicho debido al uso
que se le ha otorgado en cada uno de los géneros. Por ello, Velásquez (2011) asevera que los
géneros periodísticos precisan narrar los sucesos con mayor trasparencia posible. Esto con el
afán de despojarse de toda posible subjetivad a la hora de relatar el acontecer nacional que está
en constante cambio.
El profesor Martínez Albertos (1978) define a los géneros periodísticos como:
aquellas modalidades de creación lingüística destinadas a ser canalizadas a través de cualquier
medio de difusión colectiva y con el ánimo de atender a los dos grandes objetivos de la
información de actualidad: el relato de acontecimientos y el juicio valorativo que provocan
tales acontecimientos. (Velázquez, 2011, p.30)
Es decir, que los géneros periodísticos tienen dos fines. Por un lado, contar los hechos, es
decir, brindar información sobre dicho acontecimiento, y, por otro lado, provocar reacciones a
través de dicha interpretación de la realidad.
1.3.1. La Noticia
La noticia es uno de los géneros periodísticos más empleados por los medios de
comunicación. Pues, en ésta se detallan las características más relevantes sobre el
acontecimiento: el qué, cuándo, dónde, cómo, quién y por qué, es decir, responde las seis
preguntas clásicas. Además este relato, ya sea verbal u oral debe mostrar objetividad, claridad
y concisión sobre el hecho actual, sin hacer sentir al lector comentarios o juicios de valor del
redactor. (López y Rafael López, 2012)
16
Para que un suceso sea determinado como noticia debe cumplir con ciertas características
específicas que la diferencia de los demás géneros periodísticos:
Es un hecho de actualidad. Lo que hoy es noticia, mañana puede que no tenga
ningún valor noticioso.
Los hechos que se relatan son veraces y, por lo tanto, verificables.
Cuenta estos hechos de la manera más objetiva posible, sin adjetivos, sin opiniones,
sin añadidos: el hecho y sólo el hecho.
Es un texto breve y denso, pues aporta mucha información con las palabras precisas.
Posee interés humano: sólo es noticia aquello que interesa al público. (López y
Rafael López, 2012)
La noticia, sin importar el medio de difusión, mantiene una estructura, misma que permite
la comprensión del contenido. Para López Begoña y López Rafael (2012) la noticia se
constituye de estructura externa e interna.
La estructura externa consta de titular y cuerpo. Por un lado tenemos el Titular que reúne:
el Antetítulo, que enmarca la noticia, pero es opcional; el Título que introduce o presenta la
noticia, pero de orden obligatorio; el Cintillo que es una clase especial de título, a toda plana y
de una sola línea, que encabeza una página; el Subtítulo que añade alguna particularidad, y que
de igual manera, es opcional; el Sumario que es una indicación o resumen breve del contenido
de la noticia, pero es opcional.
Por otro lado, está el cuerpo que contiene: la entrada, entradilla o lid (lead) que recoge una
síntesis de lo más importante de la noticia y en la mayoría de los casos incluye la respuesta a
las seis preguntas básicas; el cuerpo, que desarrolla el contenido de la noticia, presentando la
información de otros elementos complementarios que aclaran el acontecimiento.
La estructura interna hace referencia a la forma de contar los hechos. Actualmente, se
conocen algunas: la primera, pirámide normal, misma que narra los hechos de manera
cronológica, es decir, se hila el orden en el que ocurren los hechos, y se deja tanto el, clímax
como el desenlace para el final del texto, es decir, lo más relevante.
La segunda, la pirámide invertida, misma que pone al principio de la noticia los hechos
más notables, es decir, lo esencial del acontecimiento, y los demas párrafos se constituyen
complementarios. Finalmente, los autores presentan una tercera: la pirámide truncada o reloj
de arena. Está forma consiste en presentar los datos más representativos, para luego situar en
17
orden cronológico los hechos, pero con la particularidad que va de lo menos importarte a los
más relevante del hecho, para de esta manera lograr un cierre llamativo o sugestivo.
1.3.1.1. Construcción de la noticia
La construcción de la noticia va más allá de la forma, es decir, hace referencia a la
constitución de un discurso noticioso, ya sea impreso o audiovisual en el caso de televisión.
Por lo que, este discurso vendría a ser la respuesta a lo que Huertas y Perona (1999) denominan
cómo los elementos que permiten constituir las diferentes partes de un texto como un todo, es
decir, un solo campo simbólico.
Alsina (1989) al hablar de la construcción de la noticia se refiere a esta como un proceso
de construcción social de la realidad, es decir como un todo social. Esto a partir de la
concepción de los medios de comunicación como entes que tienden a reconstruir una realidad
latente, aparente. En función de esto el autor, ve a los medios desde dos enfoques: el primero,
como aparatos de manipulación y distorsión de la realidad objetiva; y el segundo, en donde
estos medios producen un simulacro social de la realidad.
A partir de esto, el autor concluye que los medios son instrumentos que ayudan a transmitir
una realidad construida, a partir de, una actividad especializada. Y que, a través de esta idea se
termina, en palabras del autor, “por reintroducir, al menos, implícitamente, la concepción de la
realidad social como algo exterior y autónomo de la práctica periodística” (Alsina, 1989, p.30).
Es decir que, los medios ayudan a construir la realidad circundante de una sociedad. Pues,
a través de ellos los contenidos elaborados por los expertos de la comunicación pueden y son
interpretados por sus audiencias, ante el anhelo de tener una aproximación con su contexto. Por
lo que, la noticia se constituye en el canal directo hacia la tan anhelada verdad. Al hablar de
verdad, se hace referencia a la búsqueda de lo que realmente ocurre fuera del sujeto.
Así mismo, Veron (1981) menciona que los medios de comunicación son los que crean la
realidad social, y dice: “los acontecimientos son conocidos gracias a los mass media y se
construyen por su actividad discursiva. En nuestra sociedad son los mass media los que
producen la realidad social” (Alsina, 1989, p.30). Es decir, que la realidad palpada por los
sujetos no es más que una producción cultural obtenida de la actividad periodística.
La noticia y la realidad social se muestran como dos instancias estrechamente vinculadas.
Para entender dicha relación Adoni y Mane (1984) proponen tres tipos de realidad:
La realidad social objetiva: Esta es experimentada como el mundo objetivo que existe
fuera del individuo. Esta realidad es aprehendida por los individuos como algo que no
18
necesita verificación y no dudamos de ella, permitiéndonos llevar a cabo los actos de
existencia humana.
La realidad social simbólica: Consiste en las distintas formas de expresión simbólica
de la realidad objetiva. En este aparatado entrarían los mass media, aunque hay multitud
de realidades simbólicas con diferentes sistemas de símbolos. Sin embargo, el individuo
puede diferencias las distintas esferas de la realidad simbólica.
La realidad social subjetiva: esta realidad tendía como inputs a las otras dos. Es decir,
el mundo objetivo y las representaciones simbólicas se han fundido en la realidad social
subjetiva. Las construcciones individuales de la realidad se basan en las acciones
sociales individuales, la existencia en la realidad objetiva y el significado en
expresiones simbólicas. (Alsina, 1989, p.32)
De esta manera, se puede comprender que la construcción de la noticia promueve, a su
vez, la creación de un discurso simbólico sobre la realidad, y que, al mismo tiempo, genera un
proceso constante reproducción de diversas expresiones que sirve como camino para conocer
dicha realidad. Pues, al juntarse estas tres realidades forman un todo discursivo que al ser
difundido por los mass media contribuye a la conformación de la realidad común. Es decir, a
una realidad construida a partir de enfoques, visiones o interés propios de los medios, que son
puestas en común.
1.3.2. La Crónica
Para hablar del desplazamiento del tiempo Franco (2017) retoma las palabras del escritor
argentino Caparrós (2007), quien manifiesta:
Me gusta la palabra crónica. Me gusta, para empezar, que en la palabra crónica aceche Cronos,
el tiempo. Siempre que alguien escribe, escribe sobre el tiempo, pero la crónica (muy en
particular) es un intento siempre fracasado de atrapar el tiempo en que uno vive. Su fracaso
es una garantía: permite intentarlo una y otra vez, y fracasar e intentarlo de nuevo, y otra vez.
(p.7).
Puesto que, para Caparrós (2007) la crónica es “el género de no ficción donde la escritura
pesa más. La crónica aprovecha la potencia del texto, la capacidad de hacer aquello que ninguna
infografía, ningún cable podrían: armar un clima, crear un personaje, pensar una cuestión”.
(p.1). De esta manera, este género periodístico ha logrado llevar al mismo periodismo y a la
literatura un paso más allá del tiempo mismo. Siendo capaz, de contemplar una misma situación
desde diversos enfoques y miradas.
19
En este sentido, el género crónica muestra una fuerte presencia en los escritos, ya sea de
periodistas, escritores y teóricos quienes buscan definir y describir a esta forma de contar un
hecho. Pues, como lo presenta el autor, la crónica por su naturaleza misma, procura estar
atrapada en lo anecdótico. Sin embargo, lo maravilloso de este género es su capacidad de
reconstruir, a través del lenguaje, un personaje, un hecho, un lugar, o la misma realidad (Franco,
2017).
1.3.2.1. Crónica Roja
Este es uno de los géneros periodísticos, tanto en medios impresos como en los
audiovisuales, de mayor impacto social. Al respecto Alsius (2010) manifiesta que, actualmente
en el mundo de los medios, una de las inquietudes éticas más persistentes es establecer lo que
se debe mostrar, y lo que es deber del comunicador proteger en los contenidos que ilustran o
revelan hechos trágicos sean estas: guerras, catástrofes naturales, accidentes de tráfico, ataques
terroristas, actos de violencia o suicidios.
Para Alsius (2010) las audiencias son, cada vez, más inmunes al dolor. Por eso señala:
no se trata sólo de los efectos que estas imágenes puedan provocar en el receptor, que en los
últimos tiempos parece ser inmune al dolor y a la violencia porque está más que acostumbrado
a ver en los medios por lo menos una docena de cadáveres al día, o exclusivamente de proteger
el derecho de la víctima, sino también de prevenir el sufrimiento que provoca en los familiares
ver reiteradamente las imágenes de la muerte de una persona cercana a través de los medios
de comunicación. O en el peor de los escenarios, enterarse de la muerte de un familiar
encendiendo el televisor o leyendo el diario. (p.243)
Es por ello, que la disputa respecto a las noticias de crónica roja o sensacionalismo se
genera por el efecto que causa en los públicos. Pues, el profesional de la comunicación debe
medir el grado de afectación que tiene un contenido de esta índole sobre sus lectores. Teniendo
en cuenta que ciertos contenidos difundidos dejan una imagen en la memoria de los sujetos.
La crónica roja es una imagen invertida de una sociedad injusta, puesto que enmarca a los
sectores dominantes. Es una conexión con lo grotesco que reivindica lo relacionado con el lado
obscuro del cuerpo y del sexo. En dicho sentido, la crónica roja vendría a ser una especie de
‘mundo al revés’ que contradice y desmoraliza las obligaciones sociales y simbólicas impuestas
por los sectores dominantes (Checa, 2001a).
De esta manera, este tipo de género periodístico induce al lector a consumir contenido
fuerte, es decir, que los hechos presentados por este tipo de prensa despierta el morbo de sus
audiencias. Debido a su contenido sangriento y violento los medios tradicionales la han puesto
20
como una sección o espacio con poca credibilidad o aceptación. Mientras que otros medios, le
han dado mayor espacio.
El éxito de la crónica roja se debe a su estructura narrativa, es decir, a la forma de contar
una noticia. Las sobrecargas representativas de los excesos, los lenguajes recargados, las
descripciones detalladas, el uso de imágenes de la muerte, como ya decía Alsius, conjugan al
texto como un solo cuerpo; sin olvidar que, la sobrecarga de lo pasional suscita o despierta las
emociones de los lectores, llevándolos a subjetivar los acontecimientos trágicos como suyos
(Checa 2011b).
1.4. Entender la Cultura
La Cultura abarca un campo amplio de estudio pues, se entiende que es una de las
categorías más importantes para comprender la vida social, y como se ha ido constituyendo en
sociedad. En este sentido, Bolívar Echeverría (2001) trabaja a la cultura desde tres perspectivas:
el primero, una dimensión cultural del conjunto de la vida humana; el segundo, el de la historia
de las distintas definiciones de cultura; y el tercero, el de la problemática actual entorno al
estudio de la cultura y su historia.
La dimensión cultural hace referencia a aquella reproducción del ser humano, en donde,
es indispensable una precondición que al consumarse da lugar a un precepto diferente al de
entornos ya reconocibles dentro de una configuración funcional de la vida, tanto humana como
animal. Puesto que, según Echeverría es “en la dimensión cultural de la existencia humana, en
ese nivel meta-funcional de su comportamiento, en donde dicha existencia se afirma
propiamente como tal”. (p.20)
La cultura puede, entonces ser entendida desde la funcionalidad e interactividad de los
comportamientos humanos, que a lo largo de la historia han ido cargándose y reconfigurándose
gracias a la experiencia humana. Echeverría (2001) afirma que:
el mundo de la cultura no puede ser visto como el remanso de la improductividad permitida
(en última instancia recuperable) o el reducto benigno (en última instancia suprimible) de la
irracionalidad que se encontraría actuando desde un mundo exterior, irrealista y prescindible,
al servicio de lo que acontece en el mundo realista y esencial de la producción, el consumo y
los negocios. Su intervención es demasiado frecuente y su vigencia demasiado fuerte en el
mundo de la vida como para que una visión así pueda aceptarse sin hacer violencia a la mirada
misma. (p. 21)
La historia de las distintas definiciones de cultura lleva la mirada del pasado, es decir, a
las concepciones primitivas de esta categoría para entenderla en la modernidad. Así varios
21
investigadores en diversas épocas van definiendo a la cultura desde el entorno que los rodea.
En principio, Echeverría (2001) manifiesta que este término “aparece en la Roma antigua como
la traducción de la palabra griega paideia: ‘crianza de los niños’. Sin embargo, para W. Jaeger
va más allá, y se refiere a la formación de hombre griego. (p.30).
Pero, Echeverría va más allá de esas definiciones y asocia a la cultura con el término
‘cultivo’. Al respecto dice:
se trata del cultivo de la humanitas, de aquello que distingue al ser humano de todos los demas
seres; de una humanitas concebida como: la relación de las comunidades grecorromanas con
los dioses tutelares de su mundo; como el conjunto de las costumbres, las artes y la sabiduría
que se generaron en ese mundo; y como la actividad de un espíritu metafísico encarnado en
la vida humana”. (2001, p.31)
La problemática actual entorno al estudio de la cultura y su historia tiene que ver con una
pugna histórica entre cultura y civilización ya que durante mucho tiempo se asimilaba su
concepción. Por lo cual, el autor emplea las posturas críticas de otros pensadores para entender
actualmente a la cultura; así toma de Claude Levi-Strauss y Jean-Paul Sartre una polémica que
versa en relación a la especificidad del ser humano.
Para Echeverría, mientras Levi-Strauss estudia al ser humano y su actividad desde una
perspectiva teórica, en donde, trata a la vida humana como una extensión de la vida animal;
Sartre mira la existencia humana desde la convivencia en sociedad, es decir, la asemeja a una
“colmera o una colonia de hormigas” (2001); lo que demuestra que la cultura, no solo, es el
comportamiento heredado de generación en generación, sino, que responde a un legado social,
en donde las constantes transformaciones del ser humano y su relación son los demás
individuos puede descomponer su lógica preconcebida y sustituirla por otra.
A todo, esto dirá Echeverría que la cultura no solo es la más compleja de las categorías
humanas, sino que la dimensión que la concibe es propia del ser humano. Es decir, tanto los
aportes de Levi-Strauss como de Sartre son de invaluable aprecio porque permiten mirar a una
cultura desde una base de normas, ya sean, estas espirituales o terrenales que, dirigen la vida
en sociedad, a través de un conjunto de normas y leyes, frente a las cuales los seres humanos
están en condiciones de tomar sus propias decisiones respecto de sí mismo, o para sentirse parte
o no de dicha sociedad. Refiriéndonos, en este sentido, a la cultura “como una dimensión que
persigue un conjunto de metas colectivas que la identifican o individualizan” (p.45); lo que, a
su vez, proyecta un horizonte de revolución y producción cultural en masa.
22
1.4.1. Formas y modelos de la cultura según Terry Eagleton
Eagleton analiza profundamente la relación de la cultura con la naturaleza, y en este
sentido manifiesta que una de las definiciones originales es la producción, y con ello, se refiere
al control sobre el transcurso de lo natural. Al respecto dice:
la palabra, pues, registra dentro de su desarrollo semántico el tránsito histórico de la
humanidad, del mundo rural al urbano, de la cría de cerdos a Picasso, de la labranza del campo
a la escisión del átomo. En términos marxistas, «cultura» abarca base y superestructura en un
solo concepto. (p.12)
Al igual que Echeverría, Eagleton habla de la cultura como un cultivo cuya raíz latina es
colere misma que hace referencia a cultivar y habitar, así como, a venerar y proteger. Desde
esta perspectiva, la cultura puede ser entendida “como un control organizado del desarrollo
natural, pues sugiere una dialéctica entre lo artificial y lo natural, entre lo que le hacemos al
mundo, y lo que el mundo nos hace a nosotros (p.13). Esto se da, a través de los medios
culturales que son empleados en el proceso de transformación de dicha naturaleza.
Del mismo modo el autor, afirma que es la misma naturaleza quien produce la cultura, y
a su vez, la transforma. Basándose en las comedias de Shakespeare, acota que: “la cultura se
presenta como el instrumento de una constante recreación de la naturaleza” (Eagleton; 2000;
p.14). Es decir, que la naturaleza misma se encarga de cultivar el desarrollo en sociedad,
entregando al ser humano las pautas y mecanismos necesarios para su propia evolución o
transcendencia.
Entonces, Eagleton (2000) al referirse a la cultura como una producción; como un cultivo
asume un sentido de control, pero a su vez, un proceso que se da casi de forma espontánea. Al
respecto manifiesta:
lo cultural es lo que podemos transformar, pero el elemento que hay que alterar tiene su propia
existencia autónoma, y esto le hace participar del carácter recalcitrante de la naturaleza. Pero
la cultura también es un asunto de seguir reglas, y en esa medida también implica una
interacción entre lo regulado y lo no-regulado (p.15).
De lo citado, se puede decir, que la cultura abre un abanico para entender a los seres
humanos no como puros reflejos de sus entornos, sino como seres capaces producir.
En ese sentido, para Eagleton (2000) la cultura comprende un cultivo propio, mismo que
a su vez implica una restricción de ceder la voluntad humana ante a la convivencia en sociedad.
Pues la cultura, debe moverse entre procesos de auto-creación. Del mismo modo, tanto la
23
naturaleza como el individuo buscan dentro del colectivo darse forma, es decir, moldearse y
acoplarse a una nueva historia.
1.4.2. Cultura de masas e Industria Cultural
Al hablar de cultura, es necesario hacer un énfasis en lo que concierne con la cultura de
masas, y a su vez, la industria cultural, pues ambas nociones son una expresión moderna del
desarrollo al que ha llegado el término debido a la constante transformación de la naturaleza,
que como ya lo mencionan Eagleton y Echeverría es quien provee los medios para su propia
evolución.
La cultura de masas, está estrictamente relacionada con el avance de los medios de
comunicación, y como estos instrumentos han moldeado la cultura de la sociedad, desde la
categoría masa. Así, la idea de masa estaría ligada a nuevos estilos de vida y, por ende a
constantes trasformaciones sociales.
Para entender la consolidación de la cultura de masas Alberto Abruzzese (2004) presenta
dos procesos básicos el de industrialización y el de urbanización de la vida cotidiana. Al
respecto plantea que, “en la sociedad de masas el sistema de producción y reproducción de la
cultura se organiza de acuerdo con criterios de tipo industrial y como tal se desvincula de las
reglas del pasado, pero subyace también a nuevos condicionamientos”. (p. 190). En este
sentido, se puede decir que la industria cultural aparece como una extensión de la cultura de
masas.
Theodor Adorno en su libro La industria Cultural (1967) afirma que junto a Horkheimer
reemplazaron cultura de masas por industria cultural para eliminar la noción, que pone a la
cultura como algo que surge instantáneamente de las masas. Pues para el autor, la industria
cultural supone:
el estado de conciencia e inconciencia de los millones de personas a las que se dirige, pero las
masas no son el factor primordial sino un elemento secundario, un elemento de cálculo; un
accesorio de la maquinaria. El consumidor no es rey, como “querría la industria; no es el
sujeto, sino el objeto. El término mass media que se le ha impuesto la industria cultural, no
hace sino minimizar el fenómeno. Sin embargo, no se trata en primer lugar de las masas, ni
de las técnicas de comunicación como tales, sino del espíritu que les es insuflado a través de
la voz de su conductor. (p.1)
Al respeto, se puede concretar que la industria cultural supone un beneficio que está
estrictamente relacionado con la ideología de la industria, misma que se ve en la necesidad de
producir y, por ende, vender productos culturales, a ser consumidos por diversas vías o medios.
24
Pues, como lo afirmaría Adorno (1967) la industria cultural busca sin más cinismo oprimir la
conciencia, formando una sociedad incapacitada para abrir los ojos y constituirse como entes
pensantes e independientes a la hora de tomar decisiones, respecto a su emancipación reprimida
por la fuerte producción de cultura.
25
CAPÍTULO II
VIOLENCIA DE GÉNERO E IMAGINARIOS SOCIALES
2.1. Violencia
Para entender los procesos de violencia de género y como estos construyen imaginarios
sociales en los televidentes, primero es necesario puntualizar la categoría violencia por
separado. Al respecto, Velasco Gamboa (1997) en Gorjón (2010) sostiene que la violencia “es
un mal de las mismas dimensiones que el cáncer o el SIDA: que corrompe y destruye a las
personas y sociedades de manera lenta y gradual pero efectiva. Y es un mal más antiguo que
los mencionados”. (p.31)
Por un lado, Gorjón (2010) manifiesta que la violencia se presenta como un grado más
allá de la agresividad, es decir, que esta se da en un contexto de sometimiento de la víctima. Es
decir, un espacio, en donde, el o la agredida es dominada por su agresor, y que, constantemente
se reproduce un sistema de subordinación al sujeto violentado que, a su vez, se naturaliza entre
los involucrados, dejando por efecto la pérdida de personalidad y seguridad en la víctima.
Por otro lado, Walter Benjamín (1991) hace una crítica a la violencia, y en este sentido,
propone que es una lucha respecto a dos categorías fundamentales de la vida en sociedad, el
derecho y la justicia. Puesto que ambas, circundan dentro del orden social, pero a su vez, del
orden natural. En donde, dirá el autor: “la violencia es un producto natural, comparable a una
materia prima, que no presenta problema alguno, excepto en los casos en que se utiliza para
fines justos.” (p.24)
En este contexto, la violencia será aceptada, siempre y cuando las causas de dicho acto se
muestren como necesarias y en beneficio de una mayoría. Mientras que, las acciones que
responden a fines injustos serán rechazadas.
Tanto el derecho como la justicia, desde la perspectiva de Benjamín, sirven para la
formación de criterios como: fin y medio; categorías que se vinculan para legitimar las
acciones. En donde, tanto los fines como los medios son vías constitutivas para distinguir la
violencia legítima de la ilegítima. Esto partiendo de que, dentro de un sistema social será difícil
reconocer la presencia o ausencia de violencia desde una mirada histórica.
Desde lo expuesto, la violencia es el resultado del rechazo o aceptación de las normas
tanto terrenales, como divinas; es decir, las que son impuestas por el Estado como un agente
garantizador del orden, y del mismo modo, las que son impuestas por la Iglesia bajo la figura
de ente proclamador de paz espiritual (perdón). Sin olvidar, que los actos de violencia,
26
justificados o no, son castigados por estas dos instituciones. El derecho, a través, de las normas
del hombre, y a la justicia mediante la ley de Dios.
La violencia como una estructura social hace que los grupos sociales se abstengan de
actuar o tomar decisión de manera libre, o en pro de su bienestar. Por el contrario, Arendt
(2006) considera que la violencia se hegemoniza a partir de una actitud bélica, es decir la
constante de estar en conflicto ya sea verbal, simbólico o físico con su entorno.
En este sentido, la violencia se basa en una determinada acción interiorizada. Al respecto
Arendt (2006) expone:
La verdadera sustancia de la acción violenta es regida por la categoría medios-fin cuya
principal característica, aplicada a los asuntos humanos, ha sido siempre la de que el fin está
siempre en peligro de verse superado por los medios a los que justifica y que son necesarios
para alcanzarlo (p.10)
Es decir, que la violencia a través de los medios y lo fines delinean las prácticas agresivas
y violentas como aspectos normales en las relaciones sociales. Además de condicionar a la
violencia como la opción más efectiva para imponer y dominar al otro.
La violencia se condensa como una práctica social, en donde las acciones realizadas en
determinados espacios y tiempos se justifican bajo la memoria de la conquista y dominación
social, cultural, económica, entre otras que sumieron a las poblaciones a ser no solo sumisos,
sino a mantenerse violentados dentro de un sistema de relaciones de dominación impuestos.
2.2. El género según Judith Butler
Butler al hablar sobre el género lo presenta como un discurso hegemónico que constituye
realidades socioculturales. Esto se puede evidenciar en sus investigaciones, en donde propone
deshacer las construcciones tradicionalistas del género, es decir, busca deshacer aquellas
concepciones que durante siglos han establecido las actividades y roles de los seres humanos.
Para entender el género la autora habla de postulados como la performatividad del género,
del leguaje y del sexo como aspectos que crean identidades. Así Butler (2009) manifiesta que:
Así, para esta teoría, la orientación sexual, la identidad sexual y la expresión de género, son
el resultado de una construcción-producción social, histórica y cultural, y por lo tanto no
existen papeles sexuales o roles de género, esencial o biológicamente inscritos en la naturaleza
humana. En otras palabras, en términos de lo humano, la única naturaleza es la cultura. (p.87)
27
De lo expuesto, se comprende que la determinación de identidades corresponde a todo un
proceso de construcción del yo. Es por ello, que la auto-identificación es necesaria para
reconstruir la identidad sexual o de género que las personas buscan manifestar.
La feminista Butler (2009) considera que la sexualidad se reproduce a través del
comportamiento impuesto para cada sexo en conjunto al lenguaje, en donde dicha conducta no
solo se interioriza sino que se vuelve una esencia del sujeto, es decir es una postura que adopta
la persona ante la sociedad que la rodea, y que es permanentemente cuestionada. Es en este
punto que la construcción del género busca abolir estas conductas sexuales naturalizadas e
instaurar visiones diversas sobre las identidades que coexisten en una determinada sociedad.
En este sentido, la autora muestra al lenguaje una herramienta de control y denominación
del sujeto, y lo hace a través de la palabra, del señalamiento. Para comprender el poder del
lenguaje en la creación de identidades sexuales, Butler (2002) manifiesta al respecto:
el uso del lenguaje se inicia en virtud de haber sido llamado por primera vez con un nombre;
la ocupación del nombre es lo que lo sitúa a uno, sin elección posible, dentro del discurso.
Este "yo", producido a través de la acumulación y la convergencia de tales "llamados", no
puede sustraerse a la historicidad de esa cadena ni elevarse por encima de ella y afrontarla
como si fuera un objeto que tengo por delante, que no soy yo misma sino sólo aquello que los
demás hicieron de mí. (p. 181b).
Es decir, que el señalamiento o denominación que se da a la persona desde su nacimiento
determina y moldea su identidad u orientación sexual a través del nombramiento constante; lo
que, a su vez define sus comportamientos y roles sociales.
Para entender el género es necesario definirlo, Butler (2006) lo considera como:
El género es el aparato a través del cual tiene lugar la producción y la normalización de lo
masculino y lo femenino junto con las formas intersticiales hormonales, cromosómicas,
psíquicas y performativas que el género asume. Asumir que el género implica única y
exclusivamente la matriz de lo «masculino» y lo «femenino» es precisamente no comprender
que la .producción de la coherencia binaria es contingente, que tiene un coste, y que aquellas
permutaciones del Género que no cuadran con el binario forman parte del Género tanto como
su ejemplo más normativo. (p. 70)
Es decir, el género es el aparato que universaliza las conductas sexuales a través de lo
normativo, pero que va más allá de asumir lo femenino con el sexo mujer, o lo masculino con
el sexo hombre.
28
En este sentido Butler (2006) propone que el género es “el mecanismo a través del cual se
producen y se naturalizan las nociones de lo masculino y lo femenino, pero el género bien
podría ser el aparato a través del cual dichos términos se deconstruyen y se desnaturalizan”
(p.70). Es decir que el género va más allá de determinar las conductas de lo femenino o lo
masculino sino, que busca comprender los diversos comportamientos que determinan la
identificación de la persona misma que sobrepasa aspectos como su orientación sexual,
identidad o expresión de género, así como su sexo, que no determina su yo.
La teoría de la performatividad del género es uno de los aportes importantes de Judith
Butler para comprender dicho concepto, Butler (2009) manifiesta la necesidad de:
desmantelar tanto la concepción de sujeto/a universalista que sustenta la política liberal actual,
como los procesos de esencialización, naturalización e identificación de las teorías de la
política de la diferencia con relación al sector LGTBIQ2. Así, para esta teoría, la orientación
sexual, la identidad sexual y la expresión de género, son el resultado de una construcción-
producción social, histórica y cultural, y por lo tanto no existen papeles sexuales o roles de
género, esencial o biológicamente inscritos en la naturaleza humana (Duque, 2010p. 87)
Es decir, que el género es una construcción social, que se ha naturalizado y universalizado
gracias a los procesos culturales que han marcado la historia de las naciones y determinando
en cada momento las roles de la humanidad.
2.3. Violencia, Género y mujeres
La violencia, como ya se observó, es una categoría que se ha impregnado en cada espacio
de la vida humana. De esta manera, ha naturalizado su existencia, y con ello, legitimado su
poder sobre ciertos sectores vulnerables dentro de la sociedad, como las mujeres o los grupos
LGBTI, quienes se han convertido en víctimas constantes de fuertes actos de violencia o
2 La abreviatura o acrónimo LGTBIQ además de explicitar algunas definiciones relacionadas con la diversidad de
orientación sexual y de expresión de género busca ser descriptiva e incluyente.
se refiere a Lesbianas (mujeres homosexuales: es decir, orientadas erótico-afectivamente hacia personas de su
mismo sexo), Gays (hombres homosexuales), Bisexuales (personas orientadas erótico-afectivamente hacia ambos
sexos), Transgénero (personas que trascienden o rompen las definiciones convencionales de hombre y mujer, no
sólo en su aspecto físico sino también en sus actitudes, maneras y gestos [género: hace referencia a la forma en
que una persona se percibe a sí misma en relación con las concepciones socioculturales de masculinidad y
feminidad]. Pueden o no iniciar cambios en su cuerpo), Transexuales (personas que han decidido mediante un
proceso quirúrgico cambiar sus órganos sexuales externos), Transvestis (parte del grupo transgénero, que se
sienten y se visten de tiempo completo siguiendo los modelos establecidos para el género opuesto) y
Transformistas (transvestis ocasionales, para presentaciones o espectáculos). Intersexuales (personas que
biológicamente desarrollan las características físicas y genitales de ambos sexos, sobre las cuales recae
doblemente discriminación por razones de orientación sexual y expresión de género y son mutiladas al nacer con
base en arbitrarias decisiones discriminatorias). Queer (del inglés: raro, extraño) que no se enmarcan en ningún
tipo de categoría identitaria sexual o de género y están enmarcados en un movimiento contracultural que desafía
la existencia de tales categorías para definir la diversidad sexual. (Voces Excluidas (2006).
29
agresión. Desde esta perspectiva, la violencia de género se populariza gracias al
reconocimiento de relaciones de poder entre los géneros.
Bajo este preámbulo, Alonso Fernández (2003) describe a este tipo de violencia como:
la violencia específica contra las mujeres, utilizada como instrumento para mantener la
discriminación, la desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres.
Comprende la violencia física, sexual y psicológica incluida las amenazas, la coacción, o la
privación arbitraria de libertad, que ocurre en la vida pública o privada y cuyo principal factor
de riesgo lo constituye el hecho de ser mujer. (p.11)
Rita Segato (2003), por su parte, vincula la terminología género a la ruptura de las
estructuras tradicionales que conciben a la mujer y al hombre como el único género humano.
Es decir, constituyen bajo este marco formas genéricas de lo masculino y lo femenino, mismas
que se imponen en la sociedad, y que a su vez, van asignando roles y relaciones de poder entre
los sujetos, pasando a ser objetos de constante violencia.
Al respecto, la autora puntualiza que, “es necesario percibir claramente que erradicar la
violencia y más específicamente, la de género es inseparable de la reforma misma de los afectos
constitutivos de las relaciones de género tal como las conocemos y en su aspecto percibido
como "normal". (Segato, 2003, p.133). Es decir, no existe una sociedad o una estructura social
que garantice la igualdad entre mujeres y hombres. De tal forma, no hay una fuerza capaz de
reordenar el sistema actual, para regular aquellas normativas culturalmente arraigadas, en
donde, unos poseen mayor autoridad que otros.
La OEA3 (1995) evoca una concepción más explícita sobre la violencia contra la mujer, a
través de, La Convención Interamericana, para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer (Convención de Belem do Pará), y asegura que, dicho trabajo, fue el primer
instrumento jurídico internacional, en donde:
se señala a la violencia contra las mujeres como una forma de violencia específica, producto
de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres y la define
como: cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado. (Art.1;
p.23)
La violencia en contra de la mujer ha sido una cuestión de décadas, donde, los derechos
de este grupo han sido, no solo vulnerados, sino rechazados. Por lo que la lucha femenina no
ha sido, verdaderamente escuchada y puesta en debate.
3 Organismo de Estados Americanos (OEA)
30
Para Segato (2003) es indispensable comprender que los significados de la violencia de
género se han vislumbrado como trabajos perdidos. Por lo que la falta de asimilación y
aceptación de la existencia de violencia han quedado relegados al olvido, por lo que manifiesta:
no existe sociedad que no endose algún tipo de mistificación de la mujer y de lo femenino,
que no tenga algún tipo de culto a lo materno, o a lo femenino virginal, sagrado, deificado,
que no lo tema en alguna de las variantes del motivo universal de la vagina dentata o que no
cultive alguna de las formas del mito del matriarcado originario. (Segato, 2003, p.132)
De lo citado, se comprende que la violencia ha estado estrechamente ligada a la figura de
la mujer, pues ha sido esta, quien ha permanecido sometida no solo al género masculino, sino,
a una sociedad que controla y somete a través de diversos discursos sociales, políticos,
culturales, pero sobre todo religiosos, mismo que se van normalizando por el actuar constante
de las estructuras, de las instituciones del estado, y de los medios de comunicación.
El gran problema de la violencia en contra de la mujer es la normalización que se le ha
dado, durante décadas y décadas, y que, es precisamente lo que hace difícil que este problema
cultural y social sea erradicado. Segato (2003) considera que no es por normativa que se pueda
derrocar el universo de las utopías promovidas culturalmente, y que guste o no, conducen a un
resultado retorcido de la violencia, y que tampoco es por ley que se puedan transformar un
orden sociocultural menos falso y con mayor conciencia.
La moral dice la autora, es otro de los grandes factores que impiden reconocer la existencia
de violencia contra la mujer. Y para comprender este campo, habla de la violación como una
de las expresiones más siniestras de la violencia de género. Definiendo a la violación como el
“el uso y abuso del cuerpo del otro, sin que éste participe con intención o voluntad
comparables” (Segato, 2003, p.22). Sin olvidar, que no solo las mujeres han sido víctimas de
una violación.
Sin embargo, la cuestión de la ‘moral tradicional’ como la llama Segato (2003) evoca a
que una violación puede, en muchos de los casos, manifestarse como un acto de castigo, en
donde, el violador en vez de ser visto como culpable, se presenta como ‘un vengador de la
moral’. Para comprender mejor la cuestión de lo moral, la autora acude a un testimonio: “un
entrevistado nos dijo, de forma paradigmática: "solamente la mujer creyente (aquí en el sentido
de evangélica) es decente", queriendo decir, en el contexto en el que hablaba, que "solamente
es crimen violar una mujer evangélica" (p.139).
Desde este punto de vista, la violación fue justificada por la moralidad tradicional de la
época. Y que, aún permanece en el constructo mental de las sociedades conservadoras actuales,
31
pero sobre todo, se evidencia en el comportamiento masculino, debido a la impregnación de un
imaginario social machista, sexista y patriarcal.
Es en este sentido, que la violencia de género legitima poderes sobre la mujer, en donde
tanto la violación como otros actos criminales, en los cuales la víctima, en la mayoría de casos
termina siendo una mujer. Esto, a su vez, se debe a la naturalización de la dominación de lo
masculino sobre lo femenino. Sin olvidar que, este aspecto de sumisión ha permitido que se
enraícen roles bien marcados de control, y el apogeo de las relaciones de poder, que en muchos
de casos terminan en asesinatos hacia mujeres.
Es inevitable negar que estas formas de poder en contra de la mujer, cada vez son más
difíciles de erradicar, y no por falta de interés, sino por el contrario, es el sistema quien
reproduce la voluntad masculina de dominar, a través de la violencia, y de este modo, seguir
ejerciendo procesos de agresión, ya sea contra la mujer, o en otros aspectos de la vida en
sociedad, como la discriminación. Ante lo cual, Segato (2003) afirma que:
como no podría ser de otra forma, pues es el sujeto que ve el mundo desde esa posición de
poder en la coordenada de estatus y quien se ve compelido a proteger, reforzar o restaurar
cíclicamente su lugar en el orden, tanto en relación con sus otros en el régimen de estatus
como en relación con sus otros en el orden del contrato. (p.258)
Puesto que, el orden social no ha cambiado las estructuras donde las relaciones de poder
están supeditadas por la herencia de un sistema patriarcal que se niega a dejar de existir, pero
sobre todo, a ser despojado de su trono ilegitimo de superioridad ante el otro. Desde, esta
mirada, se consolida la necesidad de reconocer, en todos los campos, especialmente en el
jurídico que nuestras sociedades son reproductoras de violencia contra la mujer.
2.3. Medios de Comunicación: ¿Apología a la violencia de género?
La violencia contra la mujer durante décadas ha pasado inadvertida, es decir, no sido lo
suficientemente percibida como lo amerita el control social, o simplemente no se le ha dado la
importancia que merece. Por lo que, este tipo de violencia ha ido reproduciéndose mediante
diversos canales o medios legitimándose como algo natural. Por lo tanto, asentando las
desigualdades de género.
Dentro de este estudio es de vital importancia entender el rol que han jugado los medios
de comunicación para contrarrestar la propagación de estas estructuras de violencia, o si por el
contrario han aportado a su legitimación o naturalización. De tal modo, Rita Segato (2003)
advierte:
32
Los medios masivos de información deberían colocar en circulación imágenes y discursos
íntimos pasibles de ser apropiados en la formulación de quejas y búsqueda de apoyo solidario
o terapéutico. Las diversas situaciones privadas de violencia psicológica vividas por las
mujeres y que usualmente pasan desapercibidas deben ser adecuadamente representadas y
difundidas para estimular la reflexión y la discusión, promoviendo un sentido mayor de
responsabilidad en los hombres y una conciencia de su propio e indebido sufrimiento en las
mujeres. (p.116)
De modo que, es responsabilidad de los medios de comunicación difundir contenidos que
proporcionen la información necesaria, y de esa manera, lograr en algún punto, una
concientización mediática, de lo que verdaderamente representa la violencia de género, y por
ende, sus consecuencias. Es decir, no basta con publicitar campañas contra la no violencia de
género, sino con crear espacios libres de reflexión sobre dicha problemática.
Si bien es cierto, existen muchas cadenas mediáticas cuyos intereses responden, netamente
a lo económico. Razón por la cual, mantienen programaciones que atentan contra los derechos
de la mujeres con la difusión de contenidos discriminatorios, y en la mayoría de casos
ofensivos. Esto se puede evidenciar con mayor frecuencia a través de la publicidad, pero
también en los programas de TV.
La publicidad en el pensamiento de Sola y Selva (2003) va “más allá de ser el principal
medio de incitación al consumo respecto a lo comercial, la publicidad es un lenguaje de
expresión audiovisual que puede ocupar otros espacios”. (p.86) Es decir que, la publicidad no
solo vende productos para el consumo, sino que, también puede vender ideas y posturas que se
impregnan en la audiencia como realidades sociales.
El campo simbólico de la publicidad dentro de los espacios de la comunicación desempeña
dos roles. Por un lado, la seducción del campo de algún signo que exteriorice simultaneidad,
evolución, perfeccionamiento y curiosidad, códigos que, manejados sigilosamente, forman
parte de un discurso trivial o vacío compuesto por el propio medio. Por otro lado, la
operatividad del signo para que genere una influencia transformadora de los demás formatos
comunicacionales, al punto que, en el caso de remodelarlos, las técnicas expresivas usadas en
principio, no parezcan ser modificadas (Instituto Andaluz de la Mujer, 2003).
En este sentido, el acto comunicativo que se ejecuta entre el publicista y consumista, es
decir, entre emisor y receptor, es inherente a los propios sentidos. Puesto que, esta idea o,
producto difundido e impuesto mediante un soporte publicitario, tiene el fin de compartir un
campo simbólico con su audiencia, quien, espontáneamente asimila dicho contenido. Por lo
que, Sola y Selva (2003) dirán:
33
en la publicidad, donde no es posible matizar ni profundizar sino plantear de forma concisa y
concentrada ideas-impacto, la violencia contra las mujeres hace acto de presencia de modo
totalmente extemporáneo. Para anunciar un nuevo modelo de coche, difundir una revista, o
glosar los encantos de un perfume. El uso de imágenes de mujeres asociadas a productos de
todo tipo, la analogía entre su cuerpo o alguna de sus partes con las mercancías que se
publicitan, la insistencia en relacionar la representación de las mujeres con un único arquetipo
estético o conductual, son prácticas tan instaladas en el lenguaje publicitario que a veces
olvidamos su signo ofensivo, represor y en última instancia agresivo. (p. 87)
Desde este aporte, se evidencia como los medios de comunicación, la televisión en este
caso, a través de la publicidad, promueven este tipo contenidos cargados de códigos sexistas y
violentos, que acarrean un impacto negativo respecto al rol de la mujer en la sociedad, y más
aún, la violencia mediática que se ejercer sobre la mujer a través de la objetualización o
instrumentalización del cuerpo de la mujer. Es decir, cuando la mujer deja de ser un sujeto o
actor social, y se convierte, violentamente, en un producto de consumo.
De modo que, la publicidad, como se ha podido observar, ha contribuido negativamente
en la transmisión de prácticas culturales y sociales violentas en contra de la mujer.
Favoreciendo, de este modo, a la construcción social de lo masculino empoderada y basada en
la reproducción de todos los mecanismos de control y dominación social y política respecto al
otro.
Retomando a Segato (2003), la sociedad actual, quien muestra una mirada más abierta
sobre el respeto e igualdad respecto al otro, está a tiempo de romper con esas estructuras
tradicionales, que los medios hegemónicos de comunicación han naturalizado a través de sus
estrategias comunicacionales, simbólicas o narrativas.
La publicidad es uno de los soportes mediáticos que más expone a la mujer. Pero, por
delante de este, está la televisión que, es considerado por Torres (2003) como “el medio de
masas por excelencia, en el que la imagen cobra sentido y se llena de valor haciendo suya la
tan manida frase de que una imagen vale más que mil palabras”(p.89); por lo que, analizar la
información difundida sobre la mujer en el medio es indispensable para comprender el proceso
de construcción de realidades sociales, a partir, de la ruptura de dichos espacios de violencia
contra la mujer.
La televisión, a través de su variada programación recae en la reproducción de
estereotipos, donde los roles de la mujer si bien han cambiado de forma, internamente siguen
dirigidos a moldear a la mujer. Esto lo hacen a través de la imposición de cánones de belleza
que determinan como es, o se ve una mujer para ser ideal. Pero, no muestran a la mujer real.
Es decir, la TV reproduce fuertemente campos simbólicos de violencia.
34
Al respecto, Torres (2003) menciona que “la televisión nos enseña a diario los estereotipos
de cada grupo de personas, nos muestra su etnia, religión, clase social, edad o género. De ahí
que la televisión se convierte, entre otras cosas, en fábrica de modelos y estereotipos”. (p.90)
Este podría ser el caso de programas de variedades, donde los contenidos están dirigidos,
específicamente a las mujeres, pues las notas informativas se basan en recomendaciones para
ser una buena ama de casa, una buena esposa, una buena trabajadora.
Para identificar los campos simbólicos de violencia en la TV, Torres (2003) manifiesta:
basta observar las franjas horarias en las que se emiten los anuncios publicitarios. En la
mañana y al mediodía la publicidad se dirige fundamentalmente a la mujer, al ama de casa, a
través de anuncios que mantienen roles. A media tarde, aparece una nueva franja de anuncios
más dirigidos a la mujer independiente y trabajadora; en la noche, publicistas y cadenas
programan más espacios publicitarios destinados al sexo masculino, con lo que también
mantenemos desde ahí un rol, el de que la mujer está en casa durante todo el día. (p. 91)
Remitiéndose al ámbito del lenguaje empleado en los medios de comunicación, es normal
encontrarse con expresiones gramaticales acentuadas a una mirada general de las palabras. Sin
comprender, que cada expresión tiene poder, y que puede llegar a representar y significar
diversas connotaciones dentro de un mismo universo.
Para Torres (2003) “la televisión basa sus programaciones en mensajes violentos, sexistas,
competitivos, consumistas y por qué no decirlo: a veces estúpidos; es por ello que, el
tratamiento mediático respecto a violencia contra la mujer, muchas de las veces, es de orden
“sensacionalista, morboso, fragmentado, sin análisis ni seguimiento” (p.92).
A partir de lo expuesto, se puede evidenciar que los contenidos televisivos repercuten
negativamente en la sociedad, pues al difundir información sensacionalista se naturaliza dichas
formas de violencia contra la mujer.
Ante esta situación, Torres (2003) propone una mirada diferente en los medios, y evoca a
otros modos de informar sobre la violencia contra la mujer, y de género. Sin embargo, la misión
se torna dificultosa cuando dentro de la redacción de los medios, la mujer, pese a representar
un número significativo del total de empleados, está relegada de los cargos fuertes. Es decir,
no tienen el poder de decisión sobre los contenidos a ser difundido y mientras, esto siga dándose
la sociedad no podrá erradicar la violencia de género, y muchos menos, garantizar una
convivencia igualitaria entre los pares.
Los medios de comunicación tienen la misión de difundir información verídica, sin dañar
a ningún miembro de la sociedad. Por ello, es su deber plantearse estrategias periodísticas que
aporten a la erradicación de la violencia en contra de la mujer. Ante esto, Torres (2003), dice
35
que “los medios debemos cambiar el lenguaje para poder elaborar un periodismo no sexista,
huir de los estereotipos, utilizar el femenino o las palabras genéricas ya que hoy por hoy el
lenguaje es excluyente” (p. 94).
Por tanto, los mass media como soportes de información y propulsores de la realidad, y
por ende de la verdad, desde lo expuesto por Torres, están obligados a cambiar su lenguaje
periodístico, puesto que, la palabra es la herramienta fundamental para alcanzar una
comunicación humana efectiva.
2.4. El Femicidio como máxima expresión de la violencia contra la mujer
El término femicidio proviene de femicide, mismo que fue un aporte de la escritora Carol
Orlock en 1974, y que, empezó a emplearse en público en 1976 por la feminista Diana Russell,
en Bruselas frente al Tribunal Internacional de Crímenes contra las Mujeres (Fernández, 2013,
p.173). En ese contexto, Femicide hace referencia a la feminización del término homicidio,
pero, sin olvidar que es el resultado de la violencia máxima a causa de la presencia de una
figura opresiva en este caso: el hombre.
El reconocimiento de la categoría Femicidio, es el resultado de años de investigación y de
lucha social por parte de grupos y movimientos feministas alrededor del mundo. Carcedo
(2011) insiste en que:
a partir de los años 80 las mujeres promueven trabajos para concientizar sobre la violencia
sistemática que sufre la población femenina, por razones de discriminación y condiciones de
subordinación, logrando el reconocimiento de la violencia contra las mujeres como un grave
problema en materia de derechos humanos. (p.21)
Pues, al violentar a mujeres y niñas se infringe las leyes que garantizan y protegen la
integridad del ser humano, sobre las demás cosas. Dado que, todos los seres humanos sin
importar su condición económica, su religión, su etnia o su identificación sexual tienen los
mismos derechos. Es decir, que el Estado debería resguardarlos por igual.
La organización desigual de la sociedad ha empoderado lo masculino sobre lo femenino.
A tal punto, que las relaciones de poder de se han sistematizado a un lado de la balanza. En
dicha sistematización estructural se han naturalizado los cánones de superioridad que en su
mayoría privilegian la existencia del hombre sobre la mujer. Animando, de este modo, a las
instituciones sociales para que legitimen prácticas de violencia como agresiones físicas o
psicológicas, acoso, abuso sexual, discriminación social y laboral, entre otras formas, que en
su máxima expresión llegan a la muerte dando lugar al femicidio.
36
El concepto de Femicidio es diverso, sin embargo, los y las autoras comparten que es la
máxima expresión de las relaciones de poder legitimado a través de un legado patriarcal, que
termina con la vida de la mujer. Carcedo (2011) al poner en discusión el tema de femicidio
evoca a las mujeres víctimas de actos violentos, mismos que ni son casuales, ni son resultado
de la inseguridad social. Dicen las autoras, estas son muertes que se producen bajo otras, y muy
diferenciadas lógicas respecto a los demás homicidios en manos del hombre.
El concepto de femicidio implica espacios, formas y niveles de violencia contra la mujer
que culminan en la muerte. De este modo, convierten estos escenarios en reflejos de una
población femenina dominada y subordinada ante un sistema machista y sexista legitimado.
Bajo esta mirada, el femicidio comprende:
los asesinatos de mujeres como acto particular y culmen de relaciones violentas. También los
suicidios que se producen en ese contexto y también las muertes por abortos clandestinos, la
mortalidad materna evitable y todas aquellas en donde el factor de riesgo es ser mujer en una
sociedad que nos discrimina y subordina al poder masculino y patriarcal (Carcedo, 2011,
p.33).
La violencia tiene muchas caras, y puede ser ejecutada de diversas maneras es, por ello
que, el femicidio puede aglomerar varias formas de violencia que conducen al suceso de la
víctima como lo expone Carcedo en la cita anterior.
La feminista Lagarde (2008) concibe a este problema como un acto extremista, al que
denomina ‘terrorismo de género’; esto porque, en palabras de la autora “el feminicidio es el
genocidio contra mujeres y sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales
que permiten atentados violentos contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de niñas
y mujeres”. (p. 216) Donde el feminicidio se consideraría como el acto más inhumano
practicado.
De modo que, el femicidio no solo es el resultado de la violencia extrema contra una mujer,
sino que incluye otros sectores vulnerables, en este caso: las niñas, quienes desde su
identificación como mujer sufren y son víctimas de un legado patriarcal que no solo las
controla, sino que, les provee un lugar en la sociedad desde su nacimiento.
Lagarde (2008) a través de la investigación realizada en su país (México) identifica que la
violencia de género, y con ella, el femicidio es una problemática común de la población
femenina en todo el mundo, donde:
37
todas las mujeres vivimos formas de violencia de género, en el curso de nuestras vidas,
violencia de clase, racista, religiosa, judicial, jurídica, política o cultural. Es evidente la
simultaneidad y el cruce de diversas formas de violencia ligadas a diversas formas de opresión
social; vivimos formas de violación de nuestros derechos humanos derivadas de la
subalternidad social y la subordinación política de género que nos abarcan como género, la
violencia es una de ellas. Y en ese sentido debe hablarse el femicidio. (p.223)
La muerte de mujeres y niñas en manos de hombres, como expresión máxima de la
violencia contra la mujer, no solo es un problema social, sino que, es de orden político. Puesto
que, es dentro de estas estructuras políticas donde se reproducen con fuerza las relaciones de
género. Ya que las instituciones públicas, privadas, gubernamentales, ONGs, es decir, todas
están en la obligación de garantizar el respeto a los derechos de la mujeres, y en consecuencia
de ello, promulgar al ambiente propicio para evitar todo tipo de violencia en contra de la mujer,
especialmente: el femicidio.
2.5. Discurso jurídico sobre el Femicidio en Ecuador: COIP
Ecuador es uno más de los países, que con más de media población femenina busca
erradicar la violencia de género. Ana Carcedo (2003) afirma desde una mirada internacional
del Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer que:
Ecuador debe asumir la responsabilidad Estatal con el fin de producir información estadística
nacional, que dé cuenta de las condiciones de vida de las mujeres diversas así como de la
incidencia de fenómenos que, como la violencia de género, afectan a las mujeres en particular.
Una información que es indispensable para orientar la toma de decisiones en política pública.
(p. 5)
El estudio de Carcedo es fundamental para comprender, la debilidad estructural que
mantiene el estado ecuatoriano respecto a normativas públicas, en lo que refiere a la violencia
de género. Dicha debilidad, dirá la autora se evidencia en la falta de registros estadísticos sobre
las muertes violentas de mujeres, cuya existencia radica en las relaciones de poder
naturalizadas.
En este sentido, Ecuador se convierte en un escenario propulsor de violencia. Pues, poco
ha hecho en términos públicos para contrarrestar este problema social. Para ello, la autora
propone mejorar los procedimientos de las investigaciones judiciales, para de esta manera
lograr el cumplimiento de la ley, en su totalidad, en casos de extrema violencia contra la mujer
como lo es el femicidio. Al final del estudio, Carcedo rescata la necesidad de penalizar los
actos de violencia de género, y con ello se refiere a:
38
la necesaria penalización del femicidio, el establecimiento de políticas de investigación y
persecución criminal adecuadas, la creación de mecanismos de protección de las mujeres en
situación de alto riesgo o la realización de campañas de prevención y sensibilización, entre
otras propuestas que deben ser incluidas en la agenda política. (p.11)
Tras lo expuesto, viene la necesidad de esclarecer el discurso jurídico sobre el Femicidio
en el país. Esto con el fin de poner en claro la relación permanente que ejerce el Estado respecto
a las garantías penales de sus conciudadanos. Comprender el discurso que crean las instancias
de poder para dar respuesta a las muertes, cuya causa es el femicidio. Partiendo de que, la
muerte de una mujer a causa de la extrema violencia de género da lugar a la conformación de
espacios de lucha y representación social, donde movimientos feministas reclaman leyes que
protejan la vida de las mujeres, desde la acción política.
El discurso jurídico sobre el femicidio se basa en dos categorías de la vida en sociedad.
La primera, es el tema político respeto a la representación política y social de un grupo sujeto
a constante vulneración. La segunda, que hace referencia a las concepciones feministas que
están ligadas a los planteamientos sobre el género, y más específicamente, en nociones
tradicionales que determinan lo femenino y lo masculino. Ejes que se vinculan, no siempre
beneficiosamente, para construir una realidad.
Para el caso de la representación política y social, Judith Butler (2002) propone que las
teorías feministas son fundamentales para comprender no solo el género, sino, para barrer las
estructuras tradicionales que se limitan hablar del sexo para determinar roles y funciones al ser
humano. De esta manera, naturalizan o desnaturalizan los cuerpos. A partir de ello, la autora,
regresa a Foucault para explicar que la categoría “sexo” como un ‘ideal regulatorio’, es decir
que hace referencia a lo normativo. Al respeto explica:
el "sexo" no sólo funciona como norma, sino que además es parte de una práctica reguladora
que produce los cuerpos que gobierna, es decir, cuya fuerza reguladora se manifiesta como
una especie de poder productivo, el poder de producir -demarcar, circunscribir, diferenciar-
los cuerpos que controla. (p.18).
De tal manera, que la primera forma de control humana es la determinación natural u
original del sexo, es decir, hombre o mujer, que a través de su materialidad regula sus acciones
así como sus comportamientos. En palabras de Butler (2002) sexo significaría: “una
construcción ideal que se materializa obligatoriamente a través del tiempo” (p.18). De esta
manera, el cuerpo se convierte en una materia con poder de control sobre lo espiritual, ya que,
casi de forma espontánea asimila el sexo, y con ello, sus prácticas humanas.
39
El campo de lo político es sustancial, ya que, dentro de este ámbito se mueven lógicas de
identificación, que deben ser cultivadas en la sociedad para mantener el orden social. Pero que,
cuando se encuentran con teorías como las de género, se produce una ruptura estructural que
afecta el cultivo de dicha identidad. En esta perspectiva, género hace referencia a:
el género no es a la cultura lo que el sexo es a la naturaleza; el género también es el medio
discursivo/cultural a través del cual la naturaleza sexuada o un sexo natural se forma y
establece como prediscursivo, anterior a la cultura, una superficie políticamente neutral sobre
la cual actúa la cultura”. (Butler, 2007, p.55-56b)
Es decir que, el género vendría a ser una construcción social, un proceso consciente de
identificación social, de cómo se siente o como se mira un sujeto dentro de las dinámicas
sociales; donde sus comportamientos no están autodefinidos por su condición biológica, es
decir, su sexo no influye en su toma de decisiones o respecto al lugar que ocupa en un
determinado espacio.
A partir de ambas categorías: sexo y género, es que la constitución del Ecuador garantiza
leyes que protejan los derechos humanos y jurídicos de su población. Puesto que, para el Estado
todas las personas son iguales, y por tanto, deben ser tratados bajo las mismas condiciones.
Cabe recalcar que, en cuanto a normativa a favor de la violencia de género, Ecuador ha
incorporado varias leyes y se adscrito a instancias internacionales para garantizar los derechos
de este sector
En cuanto a lo legal, Pontón (2009) afirma que:
Ecuador, desde 1995 cuenta con La Ley Contra la Violencia a la Mujer y la Familia (No. 103)
y su reglamento, que sanciona las agresiones cometidas en el ámbito intrafamiliar; en el año
2005 se realizaron reformas al Código Penal Ecuatoriano que mejoraron y ampliaron la
tipificación de ciertos delitos sexuales; en el 2006 se aprobó un nuevo Código de Salud que
precautela los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. (p.6)
Del mismo modo, el estado Ecuatoriano ha creado instituciones públicas con el fin de expandir
sus campos de protección a la mujer. Por tanto, desde 1997 cuenta con:
El Consejo Nacional de la Mujeres (CONAMU), organismo rector de políticas públicas
de género en el país.
La Dirección Nacional de Género (DINAGE), como el organismo que coordina y
controla las Comisarías de la Mujer y la Familia a nivel nacional.
La Oficina de Defensa de los Derechos de la Mujer y la Familia (ODMU), que es la
unidad de la policía que ejecuta las órdenes dispuestas por las comisarías y demás
40
oficinas de administración de justicia para la protección e investigación de casos de
violencia contra las mujeres.
El Plan de Igualdad de Oportunidades (PIO) (2005 - 2009) declarado como política de
Estado mediante decreto ejecutivo 1207-a en marzo de 2006
El Plan Nacional de Erradicación de la Violencia de Género que igualmente fue
declarado como política de Estado mediante decreto ejecutivo No. 620 el septiembre
de 2007 (Pontón, 2009, p.6)
Sin embargo, no es hasta la modificación del Código Orgánico Integral Penal que el Estado
ecuatoriano propone una ley contra la violencia de género. De modo que, el COIP se convierte
en el primer cuerpo jurídico, donde el femicidio es reconocido como crimen. El código fue
publicado a través del Registro Oficial Suplemento Nº 180, en febrero del 2014 con fecha 10,
mismo que consta de tres tomos. Dentro del primer tomo en el título V, segundo capítulo
Delitos contra los Derechos de libertad, en sección Delitos contra la inviolabilidad de la vida,
se habla directamente del femicidio. Decretando así:
Artículo 141.- Femicidio.- La persona que, como resultado de relaciones de poder
manifestadas en cualquier tipo de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por
su condición de género, será sancionada con pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis
años.
Artículo 142.- Circunstancias agravantes del femicidio.- Cuando concurran una o más de las
siguientes circunstancias se impondrá el máximo de la pena prevista en el artículo anterior:
1. Haber pretendido establecer o restablecer una relación de pareja o de intimidad con la
víctima.
2. Exista o haya existido entre el sujeto activo y la víctima relaciones familiares, conyugales,
convivencia, intimidad, noviazgo, amistad, compañerismo, laborales, escolares o cualquier otra
que implique confianza, subordinación o superioridad.
3. Si el delito se comete en presencia de hijas, hijos o cualquier otro familiar de la víctima.
4. El cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público (COIP, 2014)
La incorporación, y por ende, la penalización del femicidio es un avance profundo en el
marco penal. Puesto que, a partir de la promulgación de leyes los espacios y situaciones de
violencia contra la mujer pueden disminuir. Como ya lo exponía Butler (2002) es lo normativo
y regulatorio lo que controla el comportamiento humano, desde su existencia. Si no se regula,
ni ataca las estructuras naturalizadas de la violencia social, y con ella, la de género, es indudable
que el estado pueda garantizar una vida sin discriminación, o desigualdad.
41
Cabe rescatar, que es el Estado como ente regular quien dispone de los sistemas judiciales
para, de esta manera mantener el orden y seguridad pública. Puesto que, es a través de los
aparatos estatales que se legitiman los poderes. Por tanto, son estos instrumentos quienes deben
lograr las rupturas en las relaciones de poder entre hombre y mujer naturalizados a través de la
historia.
2.6. Imaginario Social
Hablar sobre imaginarios sociales presume una vinculación entre las categorías
anteriormente analizadas, ya que, de esta manera, se puede comprender el proceso de
construcción de imaginarios sociales sobre el femicidio. Al respecto, Carretero (2001) expresa:
interesa ligar, específicamente, la noción de imaginario social con los procesos de
construcción social. Analizando los efectos producidos en el terreno de la creación de
realidades; comprender cómo se configuran los imaginarios y sus implicaciones sociales,
culturales, educativas o políticas, si se asumen los imaginarios como “significación” y
“creación de realidades. (p.251)
Antes de definir al imaginario social, es necesario comprender que la realidad es
construida en la interacción social. Pues, dentro de este acto comunicativo el individuo puede
reconocerse como parte activa de una sociedad. Sin olvidar que, esta realidad construida, y
percibida por el individuo supone la constitución de sí mismo, y con ello, la construcción de su
identidad gracias a la información que recibe.
Castelló (2008) mira la construcción de la realidad a partir de la sociología de la
comunicación, y desde este enfoque, propone que “la sociedad se constituye de forma
simbólica en los productos culturales, en nuestra forma de producirlos, distribuirlos,
consumirlos y entenderlos” (p.20); es decir, que los imaginarios sociales se construyen a partir
del consumo de dichos productos culturales, específicamente de sus significaciones.
En este sentido, el autor nos habla de las identidades culturales, mismas que responden a
sentidos sociales, puesto que, vinculan a otras identidades que están formadas por elementos
simbólicos que los representan. Castelló dice:
con las identidades culturales estamos refriéndonos a aspectos como la lengua, los vínculos y
nuestra relación con el territorio, las formas de vida, las cuestiones religiosas, la estructura
social y de interacción social (por ejemplo, la consideración del individuo, la familia, las
relaciones de vecindario o de amistad), el género (roles de masculinidad y feminidad). (p.25).
42
De lo expuesto, se evidencia que la construcción de imaginarios sociales sobre el femicidio
pueden ser reconocidos como cuestiones culturales, que se constituyen a partir de la interacción
social.
Castelló en su estudio, pone de manifestó identidades masculinas y femeninas dentro de
las cuestiones culturales, esto con el fin de comprender la importancia de una
reconceptualización de la figura de la mujer y su rol en la sociedad. Al respecto el autor
manifiesta que “el feminismo cuenta con una extensa tradición de estudios sobre las
representaciones de la mujer en los medios de comunicación, la construcción de la imagen de
la mujer y su subordinación a un sistema patriarcal” (p.30). Puesto, que estos aspectos figura y
rol son fundamentales en la construcción de imaginarios sociales sobre la mujer.
Antonio Agudelo (2011) dirá que “el imaginario social es el conjunto de significaciones
que articulan la sociedad, sus necesidades, su mundo (p.10). En este sentido, se puede suponer
que la construcción de realidades responde a la constante repetición de narrativas, mismas que
el sujeto asimila a través de un canal, y que, al interiorizarlas dan sentido a diversas acciones
compartidas en sociedad.
Agudelo (2011) acota que los imaginarios sociales son “variedades colectivas, puesto que
lo imaginario no se da sino en imaginarios locales, históricos y concretos” (p.12) Es decir, que
los imaginarios se constituyen a partir de cuestiones colectivas, como elemento de la
representación humana, haciendo referencia a las imágenes que son producidas por el hombre.
Además de que, dichos imaginarios se perciben mediante discursos y objetos, o a través de
prácticas y acciones respecto al entorno.
Bajo esta mirada, Agudelo (2011) evoca que “lo imaginario no instituye verdad o falsedad,
muestra el origen creativo de la productividad social. Lo imaginario es creativo, indeterminado;
es la capacidad imaginante, creación incesante, invención social e histórica; es creación de
significaciones colectivas” (p.13); lo que permite evidenciar que lo imaginario responde a
realidades construidas y legitimadas a través de la historia. Además de formas de
representación colectivas en un espacio y tiempo determinado.
Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la construcción de los
imaginarios sociales, puesto que, son estos instrumentos que reproducen la realidad. Al
respecto Figueroa (2005) manifiesta: “los medios audiovisuales son más que hechos
tecnológicos o estrategias comerciales, ellos hablan culturalmente, instauran imaginarios y
determinan percepciones sensibles de la realidad, de las dinámicas culturales y de la lucha de
poderes por el control de capitales simbólicos”. (p.178)
43
Los imaginarios sociales tienden a determinar identidades sociales. En este contexto,
Carretero (2011) propone:
el imaginario social sería la instancia ideacional mediante la cual se garantizaría y
salvaguardaría la identidad societal. La especificidad de un grupo social o sociedad, su
singularidad, el establecimiento de unas fronteras simbólicas con respecto a otros grupos
sociales y sociedades, pasaría, entonces, por la configuración y la actuación de un determinado
imaginario social. (p.101)
De lo citado podemos evocar que la construcción de imaginarios sociales sobre el
femicidio despierta una frontera simbólica entre la mujer (como un grupo social) y el resto de
la sociedad, que por años han naturalizado la violencia de género como un imaginario social,
y por tanto, como una realidad colectiva.
El campo simbólico para Carretero (2011) es fundamental en la constitución de los
imaginarios, puesto que, el imaginario social se hace visible y manejable bajo este escenario.
Donde, los símbolos se convierten en comunes para las sociedades, ya que gracias a ellos se
condensa y expresa operativamente la realidad. Puesto que, mediante lo simbólico se establece
un vínculo entre lo real y lo ideal, lo material y lo inmaterial. Es a través de los símbolos que
dicho imaginario es convierte algo colectivo. Es decir, que los imaginarios sociales solo pueden
reconocerse a través de lo comunitario, lo grupal.
Armando Silva (2006), por otro lado, habla de los imaginarios desde el estudio de la
Cuidad. Pues para el autor es el lugar del acontecimiento cultural, pero también, el escenario
de un efecto imaginario; “ya no sólo se usa sino que sirve como espacio identificador y como
lugar de expresión urbana”. En donde, el sujeto no solo hace un ejercicio de admiración visual
de la estructura sino que compromete a brindar una mirada sobre lo que se presenta ante él.
Desde esta mirada, Silva platea dos aspectos a tomar en cuenta: el centro, y la periferia.
Al hablar del centro, alude a lo céntrico y focal; mientras que el tratar de la periferia hace
referencia a lo marginal. Y acota “tanto centro y periferia están en permanente desplazamiento.
No sólo el centro en su sentido físico, como el centro de la ciudad, que se corre
permanentemente, sino el centro como centro de poder o centralidad ideológica” (2006, p.34).
Es decir, el sujeto debe abrir la mirada al desplazamiento ideológico que le presenta la ciudad,
tomando en cuenta el constante cambio social, económico, político, cultural, que termina por
separar a la sociedad en centro y periferia.
La ciudad para el autor es el espacio de la teatralidad y de la construcción, donde se dan
lugar a diversos escenarios sociales; muestra los espacios de la urbe como un acontecer de
cosas buenas y malas que recrean su imagen constantemente. Silva (2006) manifiesta:
44
la periferia social, en ocasiones como expresión de las culturas populares, puede lograr mayor
presencia en distintos niveles, como en los medios de comunicación, las calles o la vida de
recreo de la ciudad. Se puede pensar en la televisión y sus escenificaciones, que por distintas
razones, entre otras la de conseguir de mayor sintonía, debe concebir la mayor parte de
espacios dedicados a mostrar lo popular, en las telenovelas, noticias o programas de opinión,
operándose así una insurgencia central desde lo periférico. (p.35)
Lo que lleva a comprender, que los imaginarios sociales se van crean a partir del
desplazamiento, no solo de los sujetos, sino de las percepciones, hábitos e historias de los
mismos, quienes al interactuar permean su cultura desde lo colectivo.
Castoriadis (1997) al hablar sobre los imaginarios sociales expone que el individuo es un
ser social siempre social y al respecto afirma que:
aunque los factores biológicos y psíquicos condicionen en mayor o menor medida su
relacionamiento. Cada una de las manifestaciones del pensamiento humano son producciones
coyunturales expresadas por éstas, aunque no se reducen únicamente a estos momentos, pues
el actuar del ser es también producto de una larga recopilación de experiencia humana sobre
el mundo que le rodea: lo histórico social. En el plano psicológico e individual del ser, ―yo
(moi), superyó, ideal del yo, son impensables, salvo en tanto productos (a lo sumo,
coproducidos) del proceso de socialización. (p. 3)
Es decir, los imaginarios sociales son el resultado de un proceso de asimilación de los
hechos que ocurren en su entorno y que al socializarse entre los sujetos se van produciendo una
significación de la experiencia humana.
Bajo esta lógica para Castoriadis (1997) considera que las significaciones o imaginarias
sociales son instituidas cada vez que se socializa, es decir en colectivo. A través de esto se crea
un espacio lleno de sentidos y significados, mismos que al coproducirse se imponen en la
psique del sujeto social, construyendo, de esta manera, sus percepciones o imaginarios cada
vez que los socializan o debaten.
En este sentido, el imaginario social se considera una creación de significaciones
colectivas que delinean las acciones y prácticas sociales del individuo. Al respecto, Castoriadis
(2013) afirma:
Lo imaginario social o la sociedad instituyente son en y por la posición- creación de
significaciones imaginarias sociales y de la institución como «presentificación» de
significaciones, y de estas significaciones como instituidas. La imaginación radical es en y
por la posición- creación de figuras como presentificación de sentido y de sentido como
siempre figurado-representado. (pág. 571)
45
La mirada de la que Silva habla es la que permea lo real por lo imaginable, un escenario
donde lo óptico lleva al sujeto a envolverse en un campo que, pese a no conocerlo, se siente
atraído. El autor, afirma que “cada comunidad fabrica los contenidos simbólicos, cada ciudad
concibe una estilística. Igualmente, en cada ciudad se harán varios tipos, varios escenarios
sociales y estéticos, según sus misinos habitantes; según sus condiciones económicas, según su
etnia, según su educación” (Silva, 2006, p.37). Es decir, que cada ciudad construye
constantemente su imaginario social, y con ello su propia realidad.
Siguiendo el enfoque de Silva (2006), la territorialidad dice el autor es la principal causa
de escenarios sociales. Donde los sujetos, viven en constante supervivencia para sentirse
autorealizados dando lugar a la conformación, no de uno sino de varios territorios, “hay como
ejercicio del lenguaje, como escenificación de un imaginario que se materializa en cualquier
imagen, o bien en cuanto marcas inscritas en el mismo uso del espacio que las hace
inconfundible como patrimonio de un sector social”. (p.41) Lo que presupone diferentes usos,
prácticas, comportamientos en un mismo espacio.
De esta manera, se puede percibir los imaginarios como espacios de construcción, pero
también de encuentro donde los sujetos comparten preocupaciones, así como sueños; lugares
de representación colectiva y cultural, donde lo público se hace común y las diferencias
clasistas son evidentes. Es aquí, donde se producen los imaginarios, donde las imágenes
percibidas por los sujetos se convierten en escenarios de lo real, de lo vivido, donde la teoría
se convierte en praxis para reproducir la vida en sociedad.
Silva propone el imaginario social desde el estudio de la ciudad, pero no solo desde la
perspectiva física sino, de aquellos aspectos intangibles que enriquecen los espacios
convirtiéndolos en escenarios de historias; de aquello que pasa y se convierte en noticia, pero
también eso que pasa y queda en el silencio de las calles de la urbe. En palabras del autor, “hay
cosas no públicas en la economía afectiva individual y social; cosas celosamente guardadas
fuera de vista" (Silva, 2006, p.42).
Entre estas cosas no públicas se esconden cuestiones culturales y sociales que acarrean
problemáticas, y que promueven la atención del Estado. Temas que tienden a romper las
estructuras de la mirada estética de la ciudad, que van más allá de lo arquitectónico, y que
suponen un mayor grado de afectación a la organización social. Pero, que son los aspectos
principales a la hora de crear un imaginario social.
46
CAPITULO III
APLICACIÓN METODOLÓGICA
3.1. Aclaración metodológica
3.1.1. Pregunta de investigación
¿Cuáles son los imaginarios sociales que tienen los estudiantes de la FACSO UCE sobre
el femicidio en los noticieros de televisión nacional?
3.2. Objetivos
3.2.1. Objetivo General
Identificar los imaginarios sociales que tienen los estudiantes de la FACSO UCE sobre
el Femicidio en los noticieros de televisión nacional.
3.2.2. Objetivos Específicos
Establecer el medio de comunicación por el cual los estudiantes de la FACSO
construyen imaginarios sociales sobre el femicidio.
Identificar los imaginarios sociales que tienen los estudiantes de la FACSO UCE sobre
el femicidio.
Determinar las prácticas sociales con las cuales los estudiantes de la FACSO UCE
asocian al Femicidio.
3.3. Metodología
El presente estudio constituye una investigación descriptiva, puesto que, interesa
identificar los imaginarios sociales que tiene una población sobre un fenómeno de estudio.
Cabe recalcar que las investigaciones de carácter social tienen como objetivo explicar o
describir las razones, causas y relaciones que intervienen en la producción de conocimiento
social; así como, descubrir el por qué y cómo de las situaciones que conforman la realidad.
(Anónimo, p.16)
En este sentido, la investigación descriptiva tiene como fin describir cómo son y cómo
actúan los fenómenos sociales. Para Hernández, Fernández y Baptista (2006) “los estudios
descriptivos buscan especificar las propiedades importantes de personas, grupos, comunidades
o cualquier otro fenómeno que sea sometido a análisis” (p.60). Es decir, que en este tipo de
estudios el objeto de estudio son las personas que participan de la investigación como fuentes
47
de conocimiento. De esta manera, se logra obtener no solo la información que tienen respecto
al fenómeno sino la manera en que observan dicha situación y cuál es su comportamiento
respecto a este.
3.3.1. Enfoque
Desde esta perspectiva, el enfoque de investigación es cuantitativo, mismo que consiste
en “usar la recolección de datos para probar hipótesis, con base en la medición numérica y el
análisis estadístico, para establecer patrones de comportamiento y probar teorías” (Hernández,
Fernández y Baptista, 2006, p. 15). Es decir, que tras el uso de este enfoque se podrá cumplir
con los objetivos de la presente investigación ya que se recogerá la mayor cantidad de datos o
información sobre el fenómeno de estudio.
Para Hernández, Fernández y Baptista (2006) el enfoque cuantitativo se basa en una
realidad objetiva e independiente, en donde, dichas realidades están dispuestas a ser
estudiadas. En este sentido, es factible llegar a conocer el fenómeno social de manera externa,
además de mantener la independencia del investigador. Para ello, dirán los autores que:
se necesita conocer o tener la mayor cantidad de información sobre la realidad objetiva.
Conocemos la realidad del fenómeno y también los eventos que nos rodean a través de sus
manifestaciones; para entender nuestra realidad (el porqué de las cosas), es necesario registrar
y analizar dichos eventos. Desde luego, en el enfoque cuantitativo, lo subjetivo existe y posee
un valor para los investigadores; pero de alguna manera este enfoque se aboca a demostrar
qué tan bien se adecua a la realidad objetiva. (Hernández, Fernández y Baptista, 2006, p.16)
3.3.2. Técnica
En la presente investigación, y por el modelo de metodología empleada, la recolección de
datos se realiza mediante el uso de la técnica de la Encuesta. Para el Centro de Investigaciones
Integrales (CIS) la encuesta:
es una técnica de recogida de datos mediante la aplicación de un cuestionario a una muestra
de individuos. A través de las encuestas se pueden conocer las opiniones, las actitudes y los
comportamientos de los ciudadanos. En una encuesta se realizan una serie de preguntas sobre
uno o varios temas a una muestra de personas seleccionadas siguiendo una serie de reglas
científicas que hacen que esa muestra sea, en su conjunto, representativa de la población
general de la que procede. (CIS)
Es decir, que esta técnica cuantitativa se aplica a un número determinado de personas con
el fin de obtener a través de preguntas una gran cantidad de aspectos objetivos o subjetivos que
48
ayudan a comprender de manera general, pero con mayor profundidad un tema, a partir de
datos medibles.
En la investigación social, para López y Fachelli (2015) la encuesta es considerada como
una técnica que permite recoger datos a través de interrogantes a diversos sujetos con el fin de
recopilar de manera sistemática mediciones sobre categorías que se toman de una problemática
social a ser indagada. Para recoger los datos se emplea un instrumento de investigación.
3.3.3. El Instrumento
El instrumento utilizado para la recolección de datos a través de la encuesta es el
cuestionario. Para López y Fachelli (2015) en dicho instrumento se hallan las preguntas de
forma sistemática y ordenada; además de, consignar respuestas de registro sencillo que arrojen
los datos necesarios para cumplir los objetivos de la investigación.
El cuestionario se emplea en las investigaciones para reflejar tanto en las preguntas como
en las respuestas el fenómeno de estudio. Por ello, López y Fachelli (2015) consideran que:
el cuestionario es el instrumento del método de encuesta para obtener la información
pertinente que permite contrastar el modelo de análisis. No debemos olvidar que se trata de
una fase considerablemente delicada en el proceso de investigación en general y en la encuesta
en particular, se trata de elaborar un texto donde se debe plasmar un discurso lo más claro y
adecuado posible en términos de preguntas. (p. 17)
En ese sentido, se puede decir que la elaboración del cuestionario es la parte fundamental
de la metodología, puesto que, mediante este se recogerá los datos pertinentes que ayuden al
cumplimiento de los objetivos de la investigación.
Cabe recalcar que las preguntas elaboradas son cerradas, y que las opciones de respuesta
tienen como fin reflejar toda la variedad de las categorías equivalentes al fenómeno de estudio.
Sin olvidar, que se deben tomar en cuenta la posibilidad de que ciertas personas participantes
de la encuesta no contesten por razones diversas. Aspectos que son necesarios tomar en cuenta
a la hora de tabular los datos recogidos.
Modelo de Cuestionario ver anexo 1
3.3.4. La población
3.3.4.1. Universidad Central del Ecuador (UCE)
La Universidad Central del Ecuador es una institución pública fundada el 18 de marzo de
1826, y es considerada la institución de educación superior más antigua del país. A lo largo de
49
su existencia se ha comprometido con la educación superior del país. Proveyendo de este modo,
profesionales capacitados para ocupar diferentes cargos en todos los sectores laborables.
Dicha institución tiene como fin formar alumnos con criticismo y alto nivel académico,
pero sobre todo profesionales comprometidos con la democracia de su país, según el Boletín
realizado por la Imprenta de la Universidad en el periodo 1586-1949. Mismo texto que, expone
la historia de la prestigiosa institución académica:
3.3.4.2. Facultad de Comunicación Social (FACSO)
La Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador otorga el título
profesional en Comunicación Social. Para ello los futuros comunicadores deberán cumplir con
una malla curricular y extracurricular durante nueve semestres. Los primeros siete semestres
serán materias generales para todos los alumnos, y los dos semestres finales, el estudiante
deberá optar uno de los tres énfasis disponibles: Periodismo, Comunicación Organizacional, y
Educomunicación, Arte y Cultura. Adicionalmente para obtener el respectivo título, los
estudiantes deberá cumplir con horas extracurriculares en las aéreas de: inglés, computación,
educación física, vinculación con la sociedad, prácticas pre-profesionales y ocho talleres
optativos.
Bajo este preámbulo la población correspondiente a los estudiantes de la Facultad de
Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, particularmente a los estudiantes
matriculados en el periodo 2018-2018, donde según los datos de la página oficial de la
Universidad muestra un total de 1813 alumnos, de los cuales 1321 corresponde a la carrera de
comunicación social, grupo que constituye el universo de la investigación. Para este estudio la
muestra es de 216 personas; para la recopilación de la información se realiza un muestreo no
probabilístico por cuotas.
El muestreo no probabilístico para Romero (2018) representa a “técnicas de muestreo que
no utilizan procedimientos de selección aleatorios. En su lugar, se basan en el juicio personal
del investigador ya que puede decidir de manera arbitraria o consciente qué elementos incluir
en la muestra” (p.1). Es decir, que este tipo de muestreo es más asequible para las
investigaciones sociales en donde, el carácter social prevalece sobre lo científico y estadístico.
50
A continuación de detalla la fórmula aplicada para obtener la muestra.
N (Universo): 1321
Pq (Constante): 0.25
n (Muestra): 216
E: (Error): 4%
𝑁𝑝𝑞
(𝑁 − 1)𝐸24 + 1
𝑛 =330,25
1,528 𝑛 = 216,13 𝑛 = 216
Ecuación 1: Número de muestra
4.3.5. Muestreo por cuotas
Para la recopilación de los datos se emplea el muestro no probabilístico por cuotas. Para
Romero (2018) este tipo de muestreo:
es una técnica en donde el investigador asegura una representación equitativa y proporcionada
de los sujetos, en función de que rasgo es considerado base de la cuota. En donde, se trata de
elaborar una matriz donde se calculan las proporciones relativas para cada celda cuya base
sería la proporción que representa cada categoría de las variables seleccionadas de la
población total. (p.2)
Para el autor en este tipo de muestreo hay que seguir un procedimiento.
Se divide la población en subgrupos exclusivos.
El investigador identifica las proporciones de estos subgrupos en la población. Ésta
misma proporción será aplicada al proceso de muestreo.
El investigador selecciona sujetos de los diversos subgrupos teniendo en cuenta las
proporciones observadas en el paso anterior. (Romero, 2018, p. 2)
Después de la realización de la encuesta en los estudiantes de la Facultad de Comunicación
Social, carrera de Comunicación Social, se obtuvieron los siguientes resultados. A
continuación, se detallan las categorías de cada una de las preguntas realizadas, para de tal
manera conocer los imaginarios sociales que tienen los participantes sobre el Femicidio, y con
ello, cumplir con los objetivos de la investigación.
51
3.4. Resultados
3.4.1. Datos Demográficos
1. Sexo
Del total de respondientes se determina que el 50% corresponde a mujeres y el otro 50%
hombres.
2. Edad
De los participantes se evidencia que el 48% corresponde a edades entre 18 y 21 años;
seguido de un 42% de edades de 22 hasta 25 años. El 9% de los encuestados tienen entre 26 y
30 años, y apenas el 1% tiene otra edad.
48%
42%
9%
1%
18-21 22-25 26-30 OTROS
50%50%
Masculino Femenino
52
3. Semestre
De total de encuestados se determina que cada semestre aportó con el 12% de participantes
con el 12% correspondientemente a cada nivel.
3.4.2. Datos del Cuestionario
Figura 1. ¿Cuál de los siguientes medios de comunicación utiliza usted para informarse?
Del total de encuestados, se resume que el 35% utiliza la Televisión para informarse; el
19% usa la Prensa Online. El 16% de los participantes emplea la Prensa Escrita mientras que
un 15% la Radio. El 8% usa otros medios de comunicación. Además el 4% prefiere la TV
Online y apenas un 3% utiliza la Radio Online.
12%
11%
11%
11%
11%
11%
11%
11%
11%
Primero Segundo Tercero Cuarto Quinto Sexto Séptimo Octavo Noveno
16%
15%
35%
4%
3%
19%
8%
Prensa escrita Radio Televisión TV Online Radio Online Prensa online Otros
53
Figura 2. ¿Usted observa los noticieros de televisión nacional?
El 86% de los participantes prefiere mirar los noticieros de televisión nacional mientras
que el 14% no emplea estos medios.
Figura 3. ¿Cuál de los siguientes noticieros usted observa con preferencia?
Del total de encuestados, se concluye que el 33% prefiere el noticiero Televistazo. El
segundo noticiero más visto es 24 Horas con un 29%. El 15% de los participantes miran El
Noticiero mientras que el 8% observa Telediario. El 3% de los estudiantes observan Noticiero
UNO y el 2% prefieren otros tipos de noticieros. Sin embargo, un 10% no responde a la
pregunta.
86%
14%
SI NO
8%
15%
3%
33%
29%
2%10%
Telediario El Noticiero Noticiero UNO Televistazo
24 Horas Otros No Responde
54
Figura 4. ¿Qué tipo de información es de su preferencia?
De los participantes el 17% prefiere información de tipo Nacionales y Culturales cada uno.
El 13% observa noticias sobre Deportes; el 9% prefiere noticias sobre Comunidad y Crónica
Roja, cada una, y el 8% elige notas sobre Cine. Mientras que el 1% prefiere otro tipo de
información, el 4% no responde a la pregunta.
Figura 5. ¿Según su criterio, los canales de televisión nacional reproducen la violencia
contra la mujer en?
Del total de participantes, considera que los Programas arios reproducen violencia contra
la mujer con un 44% y la Publicidad con un 25%. Para el 18% de los participantes son los
noticieros quienes reproducen la violencia. El 3% considera que Otro tipo de programación, y
el 10% no responde a la pregunta.
18%
25%
44%
3% 10%
Noticieros Publicidad Programas varios Otros No responde
5%
13%
17%
17%9%
9%
17%
8%
1%
4%
Crónica Roja Deportes Culturales Nacionales Economía
Comunidad Política Cine Otros No responde
55
Figura 6. ¿Qué información recuerda usted con facilidad de los noticieros de televisión
nacional sobre la mujer?
El 37% de los participantes recuerda información referente a Violencia con un 37%, la
segunda categoría más recordada es la Belleza con un 24%. El 20% de los estudiantes recuerda
notas sobre Hogar, el 6% información de Premios y el 5% recuerda notas sobre Igualdad.
Mientras que el 1% recuerda otra información, el 7% no responde a la pregunta.
Figura 7. ¿Según su criterio, las notas sobre muertes de mujeres en los noticieros de
televisión nacional corresponden a?
Del total de encuestados, el 66% considera que la muerte de mujeres corresponde a
Asesinatos, seguido con el 13% a causa de la Inseguridad, y un 8% corresponde a Accidentes.
El 3% de los participantes la asocian a otras causas mientras que el 10% no responde la
pregunta.
37%
6%
20%
24%
5%
1%
7%
Violencia Premios Hogar Belleza Igualdad Otros No responde
66%
13%
8%
3%10%
Asesinatos Inseguridad Accidentes Otros No responde
56
Figura 8. ¿Qué siente usted cuando los noticieros de televisión nacional hablan sobre la
muerte de una mujer?
El 28% de los participantes siente Indignación por la muerte de una mujer mientras que al
20% le produce Preocupación con un 20%. El 13% de los estudiantes siente Tristeza y el 10%
Miedo. El 9% de los participantes siente Ira, al 6% le produce Dolor, y el 5% Irritación. No
obstante el 1% responde que Otros sentimientos y el 6% no responden a la pregunta.
Figura 9. ¿Qué siente usted cuando los noticieros de televisión nacional hablan sobre la
muerte de un hombre?
Del total de encuestados, el 36% siente preocupación cuando muere un hombre y Tristeza
con un 19%. El 15% de los encuestados siente Miedo, el 10% Ira y el 5% Indiferencia e
Irritación cada uno. Sin embargo, el 1% manifiesta otras sensaciones y el 9% no responde a la
pregunta
28%
6%
2%20%
13%
5%
10%
9%
1%
6%
Indignación Dolor Indiderencia Preocupación Tristeza
Irritación Miedo Ira Otros No responde
5%
36%
19%5%
15%
10%
1%9%
Indiderencia Preocupación Tristeza Irritación
Miedo Ira Otros No responde
57
Figura 10. ¿Qué siente usted cuando los noticieros de televisión nacional hablan sobre la
muerte de un niño o niña?
El 21% de los participantes siente indignación cuando muere un niño y el 17%
Preocupación. Al 16% de la muestra le produce Tristeza, el 12% Dolor e Ira cada uno. Mientras
que el 11% siente Miedo, al 1% le produce Indiferencia. El 1% de los participantes siente Otras,
y el 4% no responde a la pregunta.
Figura 11. Según su criterio ¿qué categorías se asimilan en los mensajes emitidos en los
noticieros de televisión nacional sobre la mujer?
El 21% de los participantes asimila los contenidos como Sexistas y Violentos cada uno, y
Sensacionalistas con el 18%. El 17% de estudiantes considera que los mensajes son Morbosos,
el 12% Consumistas y el 6% Competitivos. No obstante, el 5% no responde la pregunta.
21%
12%
1%17%16%
5%
11%
12%
1% 4%
Indignación Dolor Indiderencia Preocupación
Tristeza Irritación Miedo Ira
Otros No responde
21%
18%
17%5%
21%
12%
6%
Violentos Sensacionalistas Morbosos Competitivos
Sexistas Consumistas No responde
58
Figura 12. Según su criterio, ¿a qué puede atentar la violencia contra la mujer?
Del total de encuestados, el 27% considera que la violencia atenta contra la Integridad de
la mujer y el 22% a la Vida. El 20% de los estudiantes piensa que va en contra de la Seguridad,
el 18% de la Libertad, y el 11% contra la Salud. El 1% considera que atenta a otros aspectos y
el 1% no responde la pregunta.
Figura 13. ¿Para usted a qué hace referencia la muerte de una mujer?
El 65% de los participantes considera que la muerte de mujeres hace referencia al
Femicidio, para un 27% tiene que ver con el Homicidio, y al Suicidio con el 5%. Mientras que
el 3% manifiesta otras situaciones.
27%
11%
18%
20%
22%
1% 1%
Integridad Salud Libertad Seguridad Vida Otros No Responde
27%
65%
5%
3%
Homicidio Femicidio Suicidio Otros
59
Figura 14. ¿Usted considera que los noticieros de televisión nacional hablan sobre el
femicidio?
Del total de encuestados, el 81% considera que los noticieros de televisión nacional hablan
de Femicidio mientras que un 18% dice que no. Sin embargo, el 1% no responde la pregunta.
Figura 15. Según su criterio ¿Cuándo los noticieros de televisión nacional hablan sobre
el femicidio tienden a?
De los participantes de la encuesta se determina que el 37% considera que los noticieros
de televisión tienden a Reproducir el Femicidio, y con un 33% a Naturalizarlo. El 11% de los
estudiantes discurren que los medios Erradican el femicidio mientras que, el 3% manifiesta
Otras categorías. No obstante, el 16% no responde.
81%
18%
1%
SI NO No responde
33%
11%37%
3%
16%
Naturalizarlo Erradicarlo Reproducirlo Otros No responde
60
Figura 16. ¿Según la información emitida por los noticieros de televisión nacional el
femicidio qué representa?
De los encuestados se observa que para el 41% el femicidio representa la Violencia contra
la mujer, y la Violencia en general con el 20%. El 16% lo asocia con Agresiones y el 12% con
Relaciones de poder. Además, el 11% no responde.
Figura 17. ¿A partir de la información observada en los noticieros de televisión nacional
el femicidio puede ser catalogado cómo?
El 47% de los participantes catalogan al Femicidio como una Realidad social, y el 35%
como un Fenómeno social. El 1% considera que el femicidio es una Política Pública o un
Problema de Salud, cada uno. Mientras que el 3% considera Otras categorías, el 13% no
responde a la pregunta.
20%
41%
16%
12%
11%
Violencia Violencia contra la mujer Agresiones Relaciones de poder No responde
35%
3%
47%
1%1% 13%
Fenómeno Social Política Pública Realidad Social
Problema de Salud Otros No responde
61
Figura 18. Para usted ¿cuáles serían las principales causas de un femicidio?
De todos los participantes, se observa que para el 41% el Machismo es la principal causa
y los Celos la segunda con el 35%. El 10% de los participantes considera que el Adulterio es
una de las razones del femicidio, el Rechazo al agresor con el 9% y el 4% lo relaciona a la
Etnia. Mientras el 1% manifiesta Otras causas.
Figura 19. Según su criterio, ¿cómo se produce el femicidio en las relaciones de poder
jerárquicas?
Del total de la muestra, se concluye que para el 77% las relaciones de poder son De hombre
a mujer, y De mujer a mujer con el 12%. El 9% cree que se dan De mujer a hombre y el 1%
manifiesta Otros tipos de relaciones. Sin embargo, el 1% no responde a la pregunta.
10%
35%
41%
4%
9%
1%
Adulterio Celos Machismo Etnia Rechazo al agresor Otro
12%
77%
9%
1% 1%
De mujer a mujer De hombre a mujer De mujer a hombre
Otro No responde
62
Figura 20. Según su criterio ¿cuáles son las prácticas cotidianas en las relaciones
personales que conllevan al femicidio?
El 44% de los participantes considera que las prácticas cotidianas son Agresiones Físicas,
seguido de Agresiones psicológicas con el 21%. El 17% de los estudiantes considera que el
Acoso es una de las principales prácticas, el 12% la Discriminación social y laboral.
Figura 21. Según su criterio ¿qué aspectos pueden influir en el agresor para cometer un
femicidio?
Del total de encuestados, se determina que para el 33% influye la Mentalidad machista
para realizar un femicidio y para el 30% la Personalidad violenta. Mientras que para el 24% el
Alcoholismo es uno de los aspectos que influyen para cometer un femicidio, el 12% piensa que
es el Odio a la mujer. Sin embargo, el 1% considera Otras acciones o no responde a la pregunta.
30%
21%17%
12%
20%
Agresiones Físicas Agresiones Psicológicas
Acoso Discriminación social y laboral
Abuso Sexual
24%
13%
30%
33%
0% 0%
Alcoholismo Odio a la mujer Personalidad violenta
Mentalidad machista Otros No responde
63
Figura 22. Para usted ¿qué secuelas puede causar el femicidio en otras mujeres?
El 47% de los participantes considera que el femicidio puede causar Miedo al hombre, en
las mujeres así como Ánimos de venganza con el 26%. Mientras el 24% considera que puede
causar Enfermedades mentales, el 4% cree que Otras secuelas. No obstante, el 1% no responde
la pregunta.
Figura 23. ¿Considera usted que el femicidio es común en sectores cómo?
Para el 38% de los encuestados el sector más común en donde se producen los Femicidios
es el Rural, y en los sectores Urbanos con el 30%. Mientras que, para el 20% de los
participantes se dan en lugares Periféricos, para el 11% se dan en los sectores Centrales. No
obstante el 1% manifiesta Otros sectores.
47%
22%
26%
4% 1%
Miedo al hombre Enfermedades mentales
Ánimos de venganza Otros
No responde
38%
30%
20%
11%
1%
Rurales Urbanos Periféricos Centrales Otros
64
Figura 24. Según su criterio ¿qué demuestra la muerte de una mujer?
Del total de encuestados, se determina que para el 56% la muerte de una mujer demuestra
Violencia contra la mujer, y para el 34% representa la Desigualdad de género. Para el 4%
demuestra la Igualdad de género y para el 1% significa Equidad con la mujer. No obstante, el
5% considera Otras categorías.
Figura 25. ¿Qué representa para usted el número de muertes de mujeres en Quito?
Para el 86% de encuestados el número de muertes de mujeres representa Realidades y del
8% hace referencia a Supuestos. El 3% considera que no representa nada, el 2% Otras
categorías, y el 1% no responde a la pregunta.
56%
1%4%
34%
5%
Violencia contra la mujer Equidad con la mujer
Igualdad de género Desigualdad de género
Otros
86%
8%
3%2%
1%
Realidades Supuestos Nada otros No responde
65
3.5. Conclusiones al capítulo
De los datos expuestos, se concluye que los estudiantes de la Facultad de Comunicación
Social emplean la televisión como medio de comunicación para informarse con un 35% sobre
los demás, lo que muestra que la Televisión sigue siendo el medio masivo de mayor consumo.
Este dato es importantísimo para entender como los medios construyen imaginarios sociales
en las personas, puesto que, como bien lo menciona Torres (2003) la televisión nos enseña a
diario los estereotipos de cada grupo de personas, nos muestra su etnia, religión, clase social,
edad o género, y bajo esta lógica este medio se constituye como una fábrica de
comportamientos.
Del mismo modo, se evidencia que los encuestados observan con mayor preferencia los
noticieros nacionales como Televistazo 33% y 24 Horas con 29%. Sin embargo, es alarmante
conocer que a este grupo de la población no le agradan o interesan los contendidos de Crónica
roja, tomando en cuenta que, la mayoría de noticieros mantiene segmentos con contenidos
violentos sobre diversos crímenes, pero sobre todo que muestran diariamente las cifras de
muertes en el país.
En cuanto a los contenidos se evidencia que, para los alumnos los noticieros de televisión
nacional al hablar sobre la mujer hacen referencia a aspectos de Violencia con un 37%, y que
reproducen la violencia contra la mujer a través de mensajes violentos con un 21% y sexistas
con 21 %. Lo que permite confirmar los postulados de Rodríguez (2009) quien afirma que la
televisión es un instrumento de reproducción de comportamientos y conductas violentas. Esto
debido al tratamiento mediático que ejercen sobre casos de violencia contra la mujer, que en la
mayoría de veces son de orden sensacionalista y fraccionado, pero sobre todo sin análisis. Aquí
entra en juego la forma en que los noticieros emplean o usan el lenguaje para referirse a este
tipo de información, por lo que emiten mensajes sesgados.
Al preguntar a los estudiantes que sienten cuando muere una mujer expresaron en un 28%
que se indignan, mientras que cuando se trata de un hombre sienten preocupación con 36%,
mientras que la muerte de un niño les causa ambas sensaciones además del miedo y la tristeza.
Lo que permite evidenciar que la muerte independientemente de quien sea la víctima causa los
mismos sentimientos en la sociedad, es decir, que para los participantes no existe diferencia
alguna. Sin embargo cómo ya lo menciona Carcedo (2011) las muertes de mujeres evocan en
su mayoría a mujeres víctimas de actos violentos, pero más que nada estas muertes no son
66
casuales ni son resultado de la inseguridad, sino que son muertes que se dan bajo contextos de
violencia.
Además se evidencia que para los alumnos de la FACSO la violencia contra la mujer puede
atentar contra la integridad de las mujeres en su mayoría con un 27%. Del mismo modo, se
concluye que la muerte de una mujer tiene que ver con el Femicidio en un 65%. Sin embargo,
es contradictorio este porcentaje puesto que la información es decir las cifras sobre femicidios
en el país son sesgadas. Esto se evidencia en los medios de comunicación quienes a diario
entregan números de denuncias de posibles femicidios. Es decir, que en primera instancia no
se afirman los femicidios sino, que se espera un proceso de investigación que aporte datos
concluyentes que corroboren que efectivamente se trata de un femicidio. Olvidando en este
sentido que el femicidio implica espacios, formas y niveles de violencia contra la mujer que
culminan en la muerte.
En cuanto a los noticieros de televisión nacional, se determinó que efectivamente hablan
sobre el Femicidio, sin embargo, dichos contenidos tienden a reproducirlo en un 37% y a
naturalizarlo con 33 %. Esto se evidencia en los medios, o en la televisión, particularmente,
cuando los hechos o las situaciones de violencia ya sea psicológica o física experimentadas por
las mujeres pasan desapercibidas en dichos espacios. Cuando este tipo de información debería
ser presentada y difundida en los soportes mediáticos para generar o provocar reflexión, debate
y sobre todo proyectar respeto y conciencia respecto al indebido sufrimiento al que las mujeres
están expuestas en las interrelaciones con los hombres y con la sociedad en general.
En el mismo sentido, según la información de los noticieros para los estudiantes el
Femicidio representa una realidad social con el 35%, esto lleva a comprender que más allá de
las cifras las muertes de mujeres en manos de hombres, a causa de constantes agresiones es la
reproducción de la violencia en todas sus formas basada en una determinada acción
interiorizada. Es decir, este tipo de conductas se interiorizan tan dentro del sujeto que provocan
en él un sentido o necesidad de actuar de tal manera. Recordando que la realidad social es
aquello que sucede fuera del sujeto, pero que sin embargo llega a afectar su comportamiento y
sus actividades cotidianas.
Para los estudiantes de la FACSO, las principales causas del Femicidio son el machismo
con 41%. En este punto es necesario aclarar que el machismo según lo determina el Diccionario
académico es “una actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres’ y ‘forma de
sexismo caracterizada por la prevalencia del varón”. Además la Ley 5/2008 define al machismo
como:
67
el concepto que de forma más general define las conductas de dominio, control y abuso de
poder de los hombres sobre las mujeres y que, a su vez, ha impuesto un modelo de
masculinidad que todavía es valorado por una parte de la sociedad como superior. (Art.3ª, p.7)
Pero también, mencionan a la mentalidad machista con el 33% como motivo de mayor
influencia en el agresor para cometer dicho delito. En este sentido, es necesario aclarar que una
mentalidad machista hace referencia a conductas y comportamientos que determinan su
accionar ante la mujer. Por en ello, en la misma ley 5/2008 hablan de la violencia machista y
se refieran a esta como:
la violencia que se ejerce contra las mujeres como manifestación de la discriminación y la
situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de poder de los hombres
sobre las mujeres y que, producida por medios físicos, económicos o psicológicos, incluidas
las amenazas, intimidaciones y coacciones, tenga como resultado un daño o padecimiento
físico, sexual o psicológico, tanto si se produce en el ámbito público como en el privado.
(Art.3.a, p.7)
En cuanto a las prácticas cotidianas en las relaciones personales se evidencia que las
agresiones físicas son las más comunes con un 44 %. Lo que llevaría al resto de mujeres a tener
miedo al hombre pues es la secuela del Femicidio con mayor porcentaje 47%. Estos datos
permiten afirmar los postulados de Lagarde (2008) cuando llama al femicidio como el
terrorismo del género, y lo concibe como un genocidio contra las mujeres, puesto que, estas
conductas violentas se producen cuando las condiciones históricas y culturales conciben
prácticas sociales que reconocen acciones violentas contra la integridad, la salud, las libertades,
y sobre todo la vida de niñas y mujeres.
El número de muertes de mujeres para los estudiantes de la FACSO son comunes en
sectores Rurales con un 36%, lo que permite evidenciar un imaginario en cual dichos sectores
viven en constante violencia, es decir, mantienen una cultura machista y violenta. En donde la
desigualdad de género es más notoria. Sin embargo, este dato lleva a comprender que dichos
sectores mantienen un cultivo a la violencia. Recordando los postulados de Alsina (1989) sobre
los espacios territoriales que producen significaciones de sus habitantes. Y que, permite
identificar un imaginario social sobre el femicidio, tomando en cuenta que los imaginarios son
creaciones de la realidad en colectivo, y que además articulan las necesidades de quienes viven
en determinado espacio.
De esta manera, se logra identificar que para los estudiantes del Facultad de Comunicación
Social las muertes de mujeres en manos de hombres, es decir el femicidio, es una realidad, es
decir es un hecho que ocurre fuera del sujeto, pero que al desarrollarse dentro de su entorno
68
social le afecta directa o indirectamente. En este sentido, los medios de comunicación al ser el
vínculo entre la sociedad y el acontecer social ofrecen mediante narrativas formas de
comportamientos adecuados e inadecuados, mensajes morales y condicionamientos
ideológicos aspectos que conllevan ciudadano, en este caso a los estudiantes a formar una
percepción respecto a lo que miran en el televisor.
69
CAPITULO IV
CONSIDERACIONES FINALES
Después de concluida la investigación se ha logrado identificar los principales imaginarios
que tienen los estudiantes de la Facultad de Comunicación Social sobre el Femicidio y el rol
que juegan los medios de comunicación a la hora de difundir contenidos sobre este concepto,
particularmente la televisión a través de los noticieros de televisión nacional. Gracias a la
revisión bibliográfica y tras la aplicación de la encuesta se llegó a las siguientes conclusiones.
El Femicidio para las autoras expuestas en esta investigación es la expresión más cruel de
violencia sobre la mujer, que conlleva varias prácticas sociales cotidianas que mediantes las
relaciones de poder manifestadas se culmina la vida de las mujeres, y como lo evoca Lagarde
(2008) es un genocidio. Esto partiendo de que la violencia en palabras de Velasco (1997) es el
peor de los males puesto que rompe y destruye a las personas de manera lenta pero efectiva, y
que, en el caso de la violencia de género como lo expresa Gorjón (2010) se da en un contexto
de sometimiento a la víctima, reproduciendo un sistema de subordinación.
En este sentido, es necesario poner en consideración una idea de cuantos femicidios habido
en el último año en el país. Tomando en consideración la información emitida en los diarios
impresos El Universo y El Comercio Ecuador es un país en donde cada 50 horas muere una
mujer, y que de cada 10 muertes 7 corresponden a Femicidios, o mejor dicho los medios de los
catalogan como presuntos femicidios se hace visible un imaginario social donde la sociedad no
solo es violenta, sino deshumanizada y que, busca cualquier excusa para cometer un acto
indignante como lo es matar a otro ser vivo. Cabe recalcar que para el cierre del 2017 se
registraron 151 casos de femicidios según la CEDHU4, cifras que muestran no solo la violencia
de género sino la falta acciones por parte de las autoridades correspondientes.
Bajo este preámbulo, se concluye que los estudiantes de la FACSO UCE en su mayoría
emplean la televisión para informarse, es decir, que es a través de la información emitida por
dicho medio que construyen las significaciones, percepciones o imaginarios sobre el Femicidio.
Recordando que los imaginarios se crean en colectivo, y que estos articulan a la sociedad. De
esta manera, se evidencia que la televisión con su variada programación incluidos los noticieros
4 Comisión Ecuménica de Derechos Humanos
70
tienen a naturalizar y reproducir contenidos violentos y sexistas respecto a la mujer. Además
de afirmar lo que Thompsom (1998) propone sobre el rol de la comunicación en las sociedades,
misma que se ha caracterizado como un tipo diferenciado de actividad social que implica la
producción, transmisión y recepción de formas simbólicas en las personas. Es decir, que dicha
actividad de la comunicación es la que se encarga de legitimar la violencia contra la mujer.
En este sentido, los medios de comunicación se consolidan como los principales espacios
de poder que invisibilizan la violencia contra la mujer, en este caso el Femicidio. Puesto que,
al poner en común información o contenidos sesgados contribuyen a la construcción de una
visión generalizada que tiende a naturalizar las conductas y comportamientos violentos de las
personas como parte de la cultura. Lo que a su vez permite entender el poder que ejercen las
estructuras genéricas, mismas que al interiorizarse en el sujeto a través de la cultura naturalizan
y conciben a la mujer y al hombre como el único género humano, generando bajo esta lógica
estereotipos de lo masculino y lo femenino, mismas que se imponen en la sociedad, y que a su
vez, asignan roles y relaciones de poder entre los sujetos.
Es por ello, que en sociedades como la nuestra, la violencia en general es parte del
convivir, es decir, constituye un aspecto de nuestra cultura, entendiendo a la cultura desde
Eagleton (2000) como aquel control establecido en el desarrollo natural que sugiere una lógica
entre lo artificial y lo natural, es decir, entre percibimos del mundo y lo que hacemos con
nuestro entorno. Con ello se hace referencia a que la cultura está en proceso de construcción
cada momento, puesto que, son los procesos sociales históricos los que van marcando dicha
cultura.
En esta investigación se identifica una cultura específicamente machista, en donde la
dominación patriarcal al ser normalizada y legitimada por el poder repite en las generaciones
patrones de violencia sobre el otro, en este caso sobre la mujer. En donde, además las prácticas
cotidianas institucionalizan la violencia contra la mujer, y en algunos casos la justifican
minimizando de este modo su alcance social. Echeverría (2001) al hablar de la cultura afirma
que no es otra cosa que cultivo de la humanitas, es decir de los rasgos y aspectos que distingue
al ser humano de todos los demas seres. Sin embargo, se ha evidenciado a través de este estudio
que la humanidad no realiza un proceso de cultivo en colectividad sino que las estructuras
tradicionales de lo femenino y lo masculino marcan y dividen a la sociedad en dos grupos
hombres como sujetos superiores y mujeres como sujetos inferiores.
71
Por otro lado, a partir de los datos recogidos, se evidencia que para los estudiantes de la
FACSO, la violencia de género no solo atenta contra la vida de las mujeres, en el caso del
Femicidio, sino que son el conjunto de prácticas violentas las que ponen en riesgo las libertades
y la salud, no tanto física sino mental, de las mujeres. Puesto que, los diversos y constates tipos
de agresiones pueden y causan daños emocionales en las victimas que en la mayoría de los
casos culminan o conllevan a la mujer a quitarse la vida, motivada por la imparable violencia
de la que es víctima. En este punto es necesario recalcar el pensamiento de Segato (2003) quien
considera que la violencia de género es resultado de relaciones desiguales históricas y
culturales entre hombre y mujer, y lo que dice Carcedo (2011) cuando dice que las muertes de
mujeres a causa de abortos clandestinos, y la proliferación de suicidios en mujeres son
expresiones del femicidio.
La muerte de una mujer no solo es una realidad social, por su aumento constante, sino,
porque la mayoría de sus muertes se relacionan con asesinatos brutales, puesto que, en la
mayoría femicidios los violentadores usan armas de fuego o cortopunsantes, estrangulaciones,
y en la colectividad de casos las víctimas muestran signos de agresiones sexuales. Lo que
permite afirmar que la violaciones de mujeres como ya lo evoca Segato (2003) hace referencia
a la necesidad del agresor de materializar la violencia a través del uso y abuso del cuerpo de la
víctima.
Tras el estudio se evidencia que la sociedad en la que vivimos, muestra poco interés por
los asuntos sociales y culturales, hablando de lo cultural desde una lógica del cultivo del que
nos habla Echeverría. Este es el caso de la muerte de una mujer, puesto que, en las reacciones
de los participantes afloran un sentimiento referente a la muerte a partir de su género, sexo,
identidad de género, expresión de género u orientación sexual. Es decir, el femicidio es
asumido como una cifra más, y no se logra vislumbrar el fondo de la problemática que
representa en comparación a la muerte de otro ser humano. Con esto me refiero, a que tras del
de la muerte de una mujer queda abierta un puerta universal de hechos que justifican el
asesinado de una mujer en manos de su ex pareja por ejemplo.
Es por ello que, cuando Lagarde (2008) mira al femicidio como el terrorismo de género,
está haciendo la descripción más cercana y directa. Esto se debe a un sistema que norma y
legitima la violencia como un instrumento de presión y control sobre aquellos grupos que
buscan de alguna manera romper con las estructuras tradicionales que condicionan las
72
libertades individuales de las personas. Del mismo modo, en que el sexo regula las conductas
y comportamientos humanos. Cabe recalcar que la lucha feminista busca como lo expresa
Segato (2003) romper con las estructuras tradicionales, es decir, con lo heterosexual como
aquello aceptado, y dejar de lado los patrones y cánones de lo femenino y lo masculino.
En este sentido, las percepciones de los estudiantes de la FACSO UCE permiten
concatenar todo un mapa de significaciones sociales, en donde la violencia de género en todo
su espesor, incluyendo todos los espacios y todos los actores muestran una sociedad
culturalmente violenta, es decir, afloran una herencia en la cual reproducir patrones de
violencia representa poder sobre el otro. Esto se debe a que, tanto el Femicidio como el género
son espacios de repetición, de sumisión y de denominación, en donde las personas interiorizan
una postura ante la sociedad desde la determinación que los demás les proveen a partir de su
sexo impidiéndoles vivir en derecho y libertad.
Por lo tanto, se evidencia que el concepto de Femicidio es familiar en los estudiantes de
la FACSO, sin embargo, el imaginario que tienen no es concreto. Puesto que, para unas
personas las prácticas cotidianas de violencia contra la mujer, es decir, las agresiones físicas o
psicológicas, el acoso, el abuso sexual, son las acciones que a la larga conducen a la muerte de
una mujer, y en este sentido, es grave porque estas acciones son normalizadas en ciertas
relaciones de pareja, familiares o laborales.
Mientras que, para otras el femicidio es el asesinato de una mujer en manos de un hombre,
pero, sin comprender la magnitud de lo que representa y lo que viene detrás de aquella muerte,
como lo es la presencia de constantes abusos sobre la víctima. Y desde esta perspectiva, el
aporte de Butler (2006) sobre la cultura es fundamental para comprender que el género es un
medio históricamente discursivo y cultural mediante el cual la naturaleza sexuada se forma y
establece como tal frente al otro.
Sin embargo, es necesario comprender que el Femicidio es el resultado de todas estas
prácticas violentas en contra de la mujer que conllevan al fallecimiento. Pero, que también son
el resultado de las relaciones de poder y dominación que ejerce el hombre sobre la mujer, ya
sea dentro de una relación de amigos, académica, así como, dar muerte a una mujer por el
hecho se serlo. Situaciones en donde la mujer se comprueba que la víctima ha sido violentada
73
por la presión del poder que el violentador simboliza para ella, es decir donde se comprueba
que ya sea el padre, pareja, jefe ha ejercido una figura de superioridad para violentar a la mujer.
No obstante, en una sociedad violenta la muerte de una mujer no representa nada diferente
a la muerte de otra persona. Esto se debe a que los medios de comunicación a través de su
discurso legitiman las prácticas patriarcales, mismas que convierten a la víctima en culpable
del suceso. Tal es su impregnación que para los estudiantes de la FACSO, el machismo es una
de las principales causas del Femicidio. Sin embargo, se busca justificar la violencia con
categorías como celos, adulterio, uso de drogas o de alcohol que reducen la responsabilidad del
agresor, y que en la mayoría de ocasiones las victimas resultas siendo culpable de ser
violentadas.
Bajo este contexto, se puede evidenciar que el Femicidio en Ecuador es una realidad, y
que lejos de ser una tendencia feminista demuestra que la violencia de género produce más
violencia. Es decir, la cultura violenta en la que coexistimos muestra no solo la desigualdad de
género sino la intolerancia humana respecto al otro. Esto se debe a la institucionalización de
un sistema sin libertades, sin derechos, sin equidad. Es por ello, que los discursos feministas
buscan acaparar razones y motivos que inciten o solo a las mujeres sino a la sociedad entera a
levantarse y unirse a la lucha contra la violencia de género.
Una sociedad, en la que temerle al hombre y ser sumisa ante las relaciones jerarquías ya
sean laborales, amorosas o familiares es normal, sin comprender que la dimensión del
Femicidio va más allá de la muerte de una mujer (en datos estadísticos) sino que ello representa
la reproducción de patrones sociales y culturales que se impregnan en el comportamiento de la
sociedad, es decir que, se crean imaginarios donde la violencia de género, violencia contra la
mujer, el femicidio, la discriminación, la no aceptación de lo diverso, es normal y legítimo.
Es importante recalcar que para los estudiantes de la FACSO UCE el femicidio a más de
desarrollarse en entornos constantes de violencia, es el resultado de relaciones históricas y
culturalmente agresivas. Es decir, patrones que son copiados de padres a hijos, y que se
reproducen y adquieren en colectivo. Puesto que, no hay espacio de interacción donde las
personas no evidencien prácticas de violencia, y es en esta lógica, que las sociedades adoptan
estos comportamientos; que además son reforzados a través de los contendidos sexistas,
violentos y sensacionalistas que muestran los medios de comunicación del país.
74
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Zamora, J. (2001). La cultura como industria del consumo. Su crítica en la Escuela de
Francfort. Barcelona: Cristianisme y Justícia. Obtenido de
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Zamora, J. (2010). Medios de Comunicacion. Información, espectáculo, manipulación.
España: Editorial Verbo Divino. Obtenido de
http://bvirtual.uce.edu.ec:2057/a/2420/medios-de-comunicacion
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ANEXOS
Anexo 1. Modelo de Cuestionario
Universidad Central del Ecuador
Facultad de Comunicación Social
Objetivo: Conocer la percepción de los estudiantes de la FACSO, respecto de los
imaginarios sociales sobre el femicidio.
Sexo: M ( ) F ( )
Edad:……. Semestre:………
1. ¿Cuál de los siguientes medios de comunicación utiliza usted para informarse?
a.- Prensa escrita ( ) b.- Radio ( )
c.- Televisión ( ) d.- TV Online ( )
e.- Radio Online ( ) f.- Prensa online ( )
g.- Otros (especifique)……………….
2. ¿Usted observa los noticieros de televisión nacional?
a.- Si ( ) b.- No ( )
Si su respuesta es SI continúe a la pregunta 3, de lo contrario avance a la pregunta 12
3. ¿Cuál de los siguientes noticieros usted observa con preferencia?
a.- Telediario ( ) b.- El Noticiero ( )
c.- Noticiero uno ( ) d.- Televistazo ( )
e.- 24 Horas ( ) f.- Otros (especifique)…………...
4. ¿Qué tipo de información es de su preferencia?
a.- Crónica roja ( ) b.- Deportes ( ) c.- Culturales ( )
d.- Nacionales ( ) e.- Economía ( ) f.- Comunidad ( )
g.- Política ( ) h.- Cine ( ) i.- Otros (especifique)…………...
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5. ¿Según su criterio, los canales de televisión nacional reproducen la violencia contra la
mujer en?
a.- Noticieros ( ) b.- Publicidad ( )
c.- Programas varios ( ) d.- Otros (especifique)……………
6. ¿Qué información recuerda usted con facilidad de los noticieros de televisión nacional
sobre la mujer?
a.- Violencia ( ) b.- Premios ( )
c.- Hogar ( ) d.- Belleza ( )
e.- Igualdad ( ) f.- Otros (especifique)………………………
7. ¿Según su criterio, las notas sobre muertes de mujeres en los noticieros de televisión
nacional corresponden a?
a.- Asesinatos ( ) b.- Inseguridad ( )
c.- Accidentes ( ) d.- Otros (especifique)………………….
8. ¿Qué siente usted cuando los noticieros de televisión nacional hablan sobre la muerte
de una mujer?
a.- Indignación ( ) b.- Dolor ( ) c.- Indiferencia ( )
d.- Preocupación ( ) e.- Tristeza ( ) f.- Irritación ( )
g.- Miedo ( ) h.- Ira ( ) i.- Otros (especifique)…………...
9. ¿Qué siente usted cuando los noticieros de televisión nacional hablan sobre la muerte
de un hombre?
a.- Indignación ( ) b.- Dolor ( ) c.- Indiferencia ( )
d.- Preocupación ( ) e.- Tristeza ( ) f.- Irritación ( )
g.- Miedo ( ) h.- Ira ( ) i.- Otros (especifique)…………...
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10. ¿Qué siente usted cuando los noticieros de televisión nacional hablan sobre la muerte
de un niño o niña?
a.- Indignación ( ) b.- Dolor ( ) c.- Indiferencia ( )
d.- Preocupación ( ) e.- Tristeza ( ) f.- Irritación ( )
g.- Miedo ( ) h.- Ira ( ) i.- Otros (especifique)…………...
11. Según su criterio ¿qué categorías se asimilan en los mensajes emitidos en los noticieros
de televisión nacional sobre la mujer?
a.- Violentos ( ) b.- Sensacionalistas ( )
c.- Morbosos ( ) d.- Competitivos ( )
e.- Sexistas ( ) f.- Consumistas ( )
g.- Otros (especifique)……………………
12 Según su criterio, ¿a qué puede atentar la violencia contra la mujer?
a.- Integridad ( ) b.- Salud ( )
c.- Libertad ( ) d.-Seguridad ( )
e.- Vida ( ) f.- Otros (especifique)……....................
13. ¿Para usted a qué hace referencia la muerte de una mujer?
a.- Homicidio ( ) b.- Femicidio ( )
c.- Suicidio ( ) d.- Otros (especifique)………………
14. ¿Usted considera que los noticieros de televisión nacional hablan sobre el femicidio?
a.- Si ( ) b.- No ( )
Si su respuesta en SI continúe a la pregunta 15, de lo contrario avance a la pregunta 18
15. Según su criterio ¿Cuándo los noticieros de televisión nacional hablan sobre el
femicidio tienden a?
a.- Naturalizarlo ( ) b.- Erradicarlo ( )
c.- Reproducirlo ( ) d.- Otros (especifique)…………………..
83
16. ¿Según la información emitida por los noticieros de televisión nacional el femicidio
qué representa?
a.- Violencia ( ) b.- Violencia contra la mujer ( )
c.- Agresiones ( ) d.- Relaciones de poder ( )
17. ¿A partir de la información observada en los noticieros de televisión nacional el
femicidio puede ser catalogado como?
a.- Fenómeno social ( ) b.- Política pública ( )
c.- Realidad social ( ) d.- Problema de salud ( )
f.- Otros (especifique)……………….
18. Para usted ¿cuáles serían las principales causas de un femicidio?
a.- Adulterio ( ) b.- Celos ( )
c.- Machismo ( ) d.- Etnia ( )
e.- Rechazo al agresor ( ) f.- otro (especifique)………………
19. Según su criterio, ¿cómo se produce el femicidio en las relaciones de poder
jerárquicas?
a.- De mujer a mujer ( ) b.- De hombre a mujer ( )
c.- De mujer a hombre ( ) d.- Otro (especifique)……………..
20. Según su criterio ¿cuáles son las prácticas cotidianas en las relaciones personales
que conllevan al femicidio?
a.- Agresiones físicas ( ) b.- Agresiones psicológicas ( )
c.- Acoso ( ) d.- Discriminación social y laboral ( )
e.- Abuso sexual ( ) f.- Otros (especifique)………………
21. Según su criterio ¿qué aspectos pueden influir en el agresor para cometer un
femicidio?
a.- Drogas ( ) b.- Alcoholismo ( )
c.- Odio a la mujer ( ) d.- Personalidad violenta ( )
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e.- Mentalidad machista ( ) f.- Otros (especifique)……………
22. Para usted ¿qué secuelas puede causar el femicidio en otras mujeres?
a.- Miedo al hombre ( ) b.- Enfermedades mentales ( )
c.- Ánimos de venganza ( ) d.- Otros (especifique)……………
23. ¿Considera usted que el femicidio es común en sectores cómo?
a.- Rurales ( ) b.- Urbanos ( ) c.- Periféricos ( )
d.- Centrales ( ) e.- Otros (específicamente)……….
24. Según su criterio ¿qué demuestra la muerte de una mujer?
a.- Violencia contra la mujer ( ) b.- Equidad con la mujer ( )
c.- Igualdad de género ( ) d.- Desigualdad de género ( )
e.- Otros (especifique)…………..
25. ¿Qué representa para usted el número de muertes de mujeres en Quito?
a.- Realidades ( ) b.- Supuestos ( )
c.- Nada ( ) d.- Otros (especifique)…………….
¡GRACIAS POR SU COLABORACIÓN!
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