trastorno psicologicos
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ÍNDICE DEDICATORIA............................................................................................. I
AGRADECIMIENTO....................................................................................II
RESUMEN III
AGRADECIMIENTO....................................................................................II
1. CAPÍTULO I: “Trastornos psicológicos” 71. Concepto 72. Tipos 7
CAPÍTULO II: “Trastorno de estado de ánimo” 81. Concepto 82. Historia 83. Etipatogenia 9
CAPÍTULO III: “Trastorno de la personalidad” 141. Concepto 142. Historia 143. Síntomas 154. Tipos 165. ¿Se puede prevenir? 18
CAPÍTULO IV: “Trastornos de la alimentación” 191. Definición 192. Historia 193. Tipos 204. Tratamiento 23
CAPÍTULO V: “Déficit de atención e hiperactividad” 251. Concepto 252. Síntomas diagnósticos 25
CAPÍTULO VI: “Fobias” 261. Definición 262. Tipos 26
CAPÍTULO VII: “Trastorno de ansiedad” 31
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
1. Definición 312. Tipos 313. Tratamiento para los trastornos de ansiedad 394. Medicación 40
CAPÍTULO VIII: “Trastorno de pánico” 441. Definición 442. Síntomas 443. Tratamiento 45
CAPÍTULO IX: “Trastorno bipolar” 481. Definición 482. Clasificación 483. Síntomas 514. Tratamiento 53
CAPÍTULO X: “Esquizofrenia” 561. Definición 562. Síntomas 563. Tipos 604. Curso de la enfermedad 625. Causas de la esquizofrenia 646. Tratamiento 65
CAPÍTULO XI: “Trastorno del espectro autista” 661. Definición 662. Síntomas 663. Tratamiento 664. Causas 66
CONCLUSIONES IV
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA V
1
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
DEDICATORIA
Este presente trabajo se lo dedico a Dios por habernos dado salud y años de vida para desarrollarnos como
estudiantes; a nuestra familia, especialmente a nuestros padres,
por su apoyo incondicional y su infinito amor desinteresado.
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
AGRADECIMIENTO
Agradezco a la Universidad San Martín de Porres,por habernos abierto las puertas de este prestigioso templo del
saber;a nuestro profesor por su empeño de
enseñanza y paciencia.
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
RESUMEN
Esta monografía tiene como objetivo desarrollar los síntomas, causas y
definiciones de los diferentes tipos de trastornos de la personalidad dados por
una rigurosa clasificación en una de las universidades más prestigiosas del
mundo destacadas en medicina y psicología que van de la mano. Con fuentes
de datos de diferentes páginas web señaladas en la bibliografía se rescató la
más importante y selecta información. Se tratara diversos puntos de estas
enfermedades y así será más fácil para las madres de familia identificar si su
hijo o algún familiar sufre de algún tipo de estas enfermedades que pueden ser
diagnosticas a tiempo y así tal vez puede conseguir control o solución de
dichas complicación algunas ya mencionadas. En conclusión de eso se tratara
a lo largo de este trabajo de investigación.
4
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
INTRODUCCIÓN
Al cursar los primeros ciclos de nuestras carreras, elegimos de manera
grupal este tema ya que es una problemática notable, el reconocimiento a
tiempo de diversas complicaciones que se presentan con mayor intensidad en
los niños, por lo mismo tenemos como objetivo general, determinar cuáles son
los trastornos de personalidad según su clasificación, síntomas, definición y
posibles tratamientos.
Este tema es de vital importancia porque puede ayudar a detectar a
tiempo algunos indicios que pueden presentar los pequeños de casa o incluso
los mayores de edad porque no es un factor indispensable para que se
presente dichas enfermedades.
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
CAPÍTULO I: TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
1. CONCEPTO:
Se entiende por trastorno psicológico a una serie de síntomas que
provocan alteraciones en la salud de una persona. “Los trastornos son una
clasificación por categorías no excluyente, basada en criterios con rasgos
definitorios” (DSM-IV-TR). En realidad un trastorno es una manifestación
clínica, así se utiliza el término de “trastorno psicológico” para dar a entender
que sus causas no son biológicas.
Las enfermedades mentales se caracterizan por ser alteraciones tanto
de los procesos cognitivos como de los afectivos del desarrollo quienes son
consideradas como anormales con respecto al grupo social de referencia del
cual proviene el individuo. Se tratan de alteraciones en el razonar, el
comportarse, y la facultad de adaptarse a las condiciones de vida. Cuando esta
aparece asociada a algún malestar es considerada síntoma (por ejemplo,
dolor), a una discapacidad (por ejemplo, deterioro en un área de
funcionamiento) o a un riesgo significativamente aumentado de morir o de sufrir
dolor, discapacidad o pérdida de libertad.
Ante todo lo que se pude afirmar no debemos pasar por alto que solo un
diagnóstico correcto afirmara un buen plan terapéutico. La clasificación de los
trastornos mentales no clasifica a la persona sino más bien a los trastornos de
las personas que los padecen. Estos se pueden ver o denominar como alguna
enfermedad mental o problema de conducta (emociones, sentimientos,
sensaciones).
2. TIPOS:2.1. Trastornos del estado de ánimo.2.2. Trastorno de la Personalidad2.3. Trastorno de la alimentación2.4. Déficit de atención e Hiperactividad2.5. Fobias2.6. Trastorno de Ansiedad2.7. Trastorno de pánico2.8. Trastorno Bipolar2.9. Esquizofrenia2.10. Trastorno del Espectro Autista
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
CAPÍTULO II: TRASTORNOS DE ESTADO DE ÁNIMO
1. CONCEPTO
El estado de ánimo es un estado afectivo de carácter relativamente
autónomo y duradero en el tiempo, afecta de forma global a las experiencias
psicológicas y corporales.
El estado de ánimo habitualmente presenta ligeras variaciones, aunque
dentro de una estabilidad, pero en ocasiones estas variaciones aunque dentro
de una estabilidad, pero en ocasiones estas variaciones pueden ser
patológicas (depresión, euforia, disforia), convirtiéndose así en características
esenciales.
2. HISTORIA
Se remota en 2 500 años, aunque se habla antes en la lectura bíblica e
hindú. Los antiguos autores griegos utilizaron los términos “melancolía y manía”
para describir alteraciones mentales relacionadas con el humor, además
demostraron una relación entre el estado de locura delirante y la melancolía.
Areteo de Capadocia fue quien “reconoció y describió primero los síntomas de
la manía y depresión, y sugirió que podría ser las dos caras de la misma
enfermedad”.
En 1854 Falret describió “una entidad en la que los estados de ánimo
alteraban entre depresión y manía, denominándola folie circulaire (locura
circular), en la que distinguió tres fases bien diferenciadas: melancolía, acceso
maniaco e intervalo lúcido de duración variable”.
En el siglo XX se producen muchos avances en el campo de los
trastornos del estado de ánimo, entre los que destacan una diferenciación
precisa entre el trastorno maniático depresivo y esquizofrénico en los cuales se
usan medicamentos como antidepresivos, litio, etc.
Según Ortiz, Alonso, Duran y Ruiz de Azúa (2011) a mediados del siglo
XX surge una controversia importante acerca de si la enfermedad maniaco
depresivo constituye una entidad amplia, tal y como había defendido Kraepelin,
o bien es preferible dividirla en dos entidades (unipolar y bipolar) como había
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
propuesto Lehonard en 1957, propuesta aceptada y valida posteriormente por
importantes trabajos clínicos de autores con Angst y Perris. Esta controversia
sobre el trastorno unipolar frente al bipolar permanece vigente en la actualidad.
A partir de 1980 el término de trastorno maniático depresivo fue cambiado por
el trastorno bipolar.
En los últimos tiempos el Espectro Bipolar ha sido objeto de estudio y
debate. Kraepelin fue quien realizo un borrado de este concepto al considerar
que todos los trastornos afectivos pertenecían a la misma superestructura y
aceptar la presencia de formas atenuadas de la enfermedad. En varias
investigaciones que se hizieron en el 2003 por Akistal apoyan la hipótesis de un
extenso espectro de bipolar con varios subtipos de oscilan entre bipolar I al VI y
la ciclotimia.
3. ETIPATOGENIA DE LOS TRASTORNOS DEL ÁNIMO
Varios estudios científicos han determinado la existencia de multiples
factores que pueden contribuir al desarrollo de los trastornos del estado de
ánimo. Algunos factores según Ortiz, Alonso, Duran y Ruiz de Azúa (2011):
3.1Genética:
Se ha comprobado que existe un componente genético más significativo
en la transmisión del trastorno bipolar I que el trastorno depresivo mayor
(TDM). Se pueden destacar de los siguientes estudios genéticos:
3.2Estudios Familiares:
Los familiares de primer grado de los pacientes con depresión unipolar
recurrente tienen de dos a cuatro veces más riesgo de sufrir depresión
(Kendler, 2001). El riesgo de trastorno bipolar en los familiares de primer grado
oscila entre 3-8%.Diversos estudios sugieren la existencia de una
predisposición compartida con trastorno bipolar y con trastorno unipolar
recurrente.
3.3Estudios de gemelos:
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
En el trastorno unipolar recurrente se estima una tasa de heredabilidad
del 37% con un componente significativo de riesgo ambiental compartido
(Sullivan y Kendler, 2001).
3.4Estudios de adopción:
Estos estudios demuestran que los hijos biológicos de padres afectados,
aunque sean dados en adopción, siguen teniendo un riesgo mayor de padecer
un trastorno de estado de ánimo.
3.5Estudios de ligamento molecular:
Estos tipos de estudios examinan la tendencia que tienen dos
secuencias de ADN a heredarse conjuntamente con mayor frecuencia en unas
familias que la debía al azar.
3.6Estudios de desequilibrio de ligamento:
Se han estudiado varios genes candidatos prometedores para el
trastorno bipolar, el G72 Y FNDC (factor neurotrofico derivado del cerebro).
3.7Neurobioquímica:
La base fisiopatológica de los trastornos del estado de ánimo se basa
principalmente en la existencia de una deficiencia en algunos de los
neurotransmisores del SNC.
3.8Sistema Serotoninérgico:
Existen evidencias científicas que apoyan la hipótesis de que un sistema
serotoninérgico disfuncional desempeña un papel importante en la depresión.
3.9Sistema Noradrenérgico:
La eficacia clínica de los antidepresivos con acción noradrenérgico en la
fisiopatología de algunos de los síntomas de la depresión (Sadock y Sadock,
2004).
3.10 Sistema Dopaminérgico:
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Algunos autores sugieren que la actividad dopaminergica puede estar
disminuida en la depresión y aumentada en la manía, po este motivo, los
fármacos que liberan dopamina son eficaces en la depresión y los antagonistas
de la dopamina en la manía.
3.11 Neuropéptdos:
Se han detectado niveles bajos de somatoestatina (Bissette y Kyers,
1992) y del nueropéptido Y (Heilig et.al., 2004) en el LCR de pacientes
deprimidos.
3.12 Neuroplasticidad:
El estrés puede ejercer un efecto adverso en el cerebro, en particular en
el sistema límbico.
3.13 Psicoendocrinología:
La desregularización de los ejes hormonales está íntimamente
relacionada con la fisiopatología de los trastornos del estado de ánimo. Los
principales ejes neuroendocrinos afectados son:
3.14 Eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal (HHS):
Se ha demostrado que en la depresión existen alteraciones en los
receptores de corticoides, el las interacciones neurotrasmisores-
glucocorticoides o en el patrón de liberación hormonal del eje HHS.
3.15 Eje hipotálamo-hipofisario-tiroideo (HHT):
Las anomalías que con mayor frecuencia se encuentran en la depresión
son: aumento de la concentración de tiroliberina (TRH) en el SNC, disminución
de la concentración sanguínea de tirotropina (TSH) y de las hormonas
tiroideas, deficiencia de la respuesta de la TSH a la infusión de TRH, aumento
de tiroxina (T4) libre, reducción de la elevación de TSH nocturna y en el 9-25%
de los casos elevación de anticuerpos antimicosomáticos y antiglobulina.
3.16 Eje hipotálamo-hipofisario-gonadal (HHG):
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Booth et al. En 1999 descubren que los hombres que tienen
concentraciones muy bajas i muy alta de testosterona tienen más
probabilidades de sufrir depresión.
3.17 Teorías Psicosociales:
Desde principios del siglo XX se han ido creando distintos modelos
psicológicos que intentan explicar la etiología de los trastornos del estado de
ánimo:
3.18 Circunstanciales vitales y estrés ambiental:
La presencia de situaciones vitales estresantes previa a episodios de
TDM y trastornos bipolar I ha sido ampliamente documentada. Esto nos quiere
decir q el estrés produce cambios en la biología cerebral de forma persistente,
la que explica la presencia de recidivas de forma autónoma sin que medien
circunstancias concretas.
3.19 Teorías Psicodinámicas:
Desde el punto de vista psicoanalítico, Sigmund Freud y Karl Abraham
consideraban que la pérdida del objeto amado (sea este real o imaginario) y los
sentimientos de angustia e ira que produce serían la causa de depresión en
personas vulnerables (que son, según estos autores, aquellas que han sufrido
alteraciones de la relación lactante-madre durante la fase oral del desarrollo).
3.20 Teorías Cognitivas:
Sus máximos representantes fueron Beck y Ellis, propugna que el factor
psicológico de la depresión es la presencia de distorsiones cognitivas
especificas (inferencia arbitraria, abstracción específica, sobre generalización,
magnificación y minimización, personalización o personalización o pensamiento
dicotómico), en aquellas personas que son proclives a la depresión.
3.21 Teorías Conductistas:
La hipótesis que más se ajusta al paradigma conductista de la depresión
es la indefensión aprendida, en ella se postula que la exposición a estímulos
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
aversivos e inevitables asociada a una sensación de pérdida de control inducen
una pérdida de autoestima y generan pasividad y desamparo
3.22 Neuroimagen:
Los indicios aportados por los diferentes estudios de neuroimagen, a
pesar de no ser concluyentes, son interesantes y permiten continuar con esta
línea de investigación. Recientes estudios confirman la existencia de
disfunciones en zonas del sistema límbico, córtex prefrontal y temporal, ángulo
anterior y núcleo caudado en la depresión de trastornos unipolares con
síntomas psicóticos (Videbech, 2000).
3.23 Anatomía Patológica:
Se ha detectado la presencia de patologías estructurales e histológicas
en los trastornos del estado de ánimo. Los datos histopatológicos avalan que el
problema principal es la atrofia neuronal, con una anomalía del desarrollo o
degeneración (Rajkowska, 2006).
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
CAPÍTULO III: TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
1. CONCEPTO:
Un trastorno de personalidad está determinado por un conjunto de
afecciones psiquiátricas que alteran el curso normal de las relaciones
interpersonales.
Aunque su causa no puede ser determinada con exactitud, los
especialistas hablan de la existencia de diversos factores genéticos y
ambientales que contribuyen a su desarrollo.
2. HISTORIA:
Entre los primeros escritos que podríamos relacionar con algo muy
parecido a lo que consideramos hoy los trastornos de la personalidad están ya
en el siglo V a.C. A los escritos a los que nos estamos refiriendo son los
denominados humores de Hipócrates. Este autor los clasificó en Bilis amarilla,
bilis negra, sangre y flema y correspondían a una serie de caracteres que
conformaban la personalidad según predominaran unos u otros humores.
En las épocas de Platón y Aristóteles también se pueden constatar
explicaciones dirigidas a las clases de comportamiento humano; sin embargo
no es hasta la época de Teofrasto (siglo III a. de C.), y más concretamente es
este autor quién describe de una forma más clínica sobre las posibles
alteraciones de las personas según su forma de ser.
No encontramos nada nuevo hasta el siglo XVIII con Francis Gall y su
ciencia de la frenología donde se establece relación entre las variaciones de
nuestro cráneo y nuestro comportamiento.
Más tarde encontramos a Pinel (1801) que ya denomina a estas
conductas alteradas como manía sin delirio y posteriormente es Pritchard
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
(1837) quien acuña el concepto de insania moral dando una connotación moral
a estos cuadros.
Koch (1881) habla de inferioridades psicopáticas, influenciado por las teorías
constitucionalistas de la época, siendo ésta la definición más descriptiva de lo
que ahora se considera un trastorno de la personalidad. Las almas
impresionables, los sentimientos lacrimosos, los soñadores y fantásticos, los
huraños, los apocados, los escrupulosos morales, los delicados y susceptibles,
los caprichosos, los exaltados, los excéntricos, los justicieros, los reformadores
del Estado y del mundo, los tercos y los porfiados, los orgullosos, los
indiscretos, los burlones, los vanidosos y presumidos, los trotacalles y los
noveleros, los coleccionistas, los inventores, los genios fracasados y los no
fracasados.
Kraepelin en 1907 describe cuatro tipos de personalidades anómalas o
morbosas. Más tarde, Bleuler en 1924 en su tratado de psiquiatría es el primero
en utilizar el concepto de psicopatía atribuyendo un defecto moral congénito o
adquirido a una serie de trastornos mentales que van desde el retraso mental a
sujetos antisociales.
La Escuela Psicoanalítica con Sigmund Freud, da un impulso importante
en la interpretación de los trastornos de la personalidad desde una perspectiva
pansexualista, posteriormente es Frank Alexander quien describe el carácter
neurótico.
Otros autores destacados son Allport, Bowlby, y el escandinavo Sjobring,
siendo Kurt Schneider (1934) el más destacado de los autores contemporáneos
desde una perspectiva histórica con su obra Las Personalidades Psicopáticas.
En la actualidad y con total vigencia hay destacados autores que nos
inclinamos a nombrar como importantes autores que han contribuido al
desarrollo de los trastornos de la personalidad, como son: Eysenck, Millon,
Kernberg, Siever, Cloninger, Beck, Freeman, etc.
3. SÍNTOMAS:
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
El trastorno de personalidad provoca una gran inestabilidad afectiva y
conductual, que altera y perturba muchas áreas de la vida (formativa, laboral,
afectiva, relacional) del paciente y de las personas con las que convive. Puede
haber otras complicaciones asociadas, como trastornos del estado de ánimo,
de la alimentación, drogodependencias, etc., que agravan el problema.
4. TIIPOS DE TRASTORNOS:
Trastorno de la personalidad paranoica
Las personas que tienen este trastorno suelen ser frías, distantes e
incapaces de generar vínculos interpersonales estrechos. A menudo son
demasiado desconfiadas de su entorno, pero injustificadamente, generalmente
no pueden apreciar su propia función en las situaciones de conflicto y suelen
proyectar sus sentimientos de paranoia en forma de enojo hacia los demás.
Trastorno de la personalidad esquizoide
Las personas que tienen este trastorno suelen ser frías, distantes,
introvertidas y tener un gran temor a la intimidad y los vínculos estrechos. Las
personas que tienen personalidad esquizoide permanecen tan absortas en sus
propios pensamientos y fantasías que se autoexcluyen de los vínculos con la
realidad y otras personas.
Trastorno de la personalidad esquizotípica
Similar al trastorno de la personalidad esquizoide; las personas que
tienen este trastorno suelen ser frías, distantes, introvertidas y tener un gran
temor a la intimidad y los vínculos estrechos. Sin embargo, las personas que
tienen personalidad esquizotípica también presentan trastornos del
pensamiento, de la percepción y habilidades ineficaces de comunicación.
Muchos síntomas del trastorno de la personalidad esquizotípica se parecen a
los de la esquizofrenia, pero son más leves y menos intrusivos.
Trastorno de personalidad limítrofe
Las personas que tienen este trastorno presentan inestabilidad en la
percepción de sí mismas y tienen dificultad para mantener relaciones estables.
Los estados de ánimo también pueden ser inconstantes, pero jamás neutros, y
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
su sentido de la realidad siempre se percibe en "blanco y negro". Las personas
que tienen personalidad limítrofe a menudo creen que los cuidados que
recibieron durante la infancia fueron insuficientes y, por consiguiente, buscan
incesantemente más atención de los demás en su etapa adulta. Esto lo pueden
lograr manipulando a los demás, lo cual a menudo los deja sintiéndose vacíos,
enojados y abandonados, sensación que puede llevarlos a un comportamiento
desesperado e impulsivo.
Trastorno de la personalidad antisocial
Las personas que tienen este trastorno típicamente no tienen en cuenta
los sentimientos, propiedad, autoridad y respeto hacia los demás en busca del
propio beneficio. Esto puede incluir acciones violentas o agresivas que afectan
o implican a otros individuos, sin un sentimiento de remordimiento ni
culpabilidad por sus actos destructores.
Trastorno de la personalidad narcisista
Las personas que tienen este trastorno presentan sentimientos
excesivamente exagerados de autovaloración, grandiosidad y superioridad en
relación con los demás. Las personas que tienen personalidad narcisista
suelen explotar a las personas que no los admiran y son demasiado sensibles
a las críticas, juicios de valor y fracasos.
Trastorno de la personalidad histriónica
Las personas que tienen este trastorno están demasiado preocupadas
por su aspecto, constantemente buscan atención y a menudo se comportan
dramáticamente en situaciones que no justifican ese tipo de reacción. Las
expresiones emocionales de las personas que tienen personalidad histriónica
suelen ser consideradas superficiales y exageradas.
Trastorno de la personalidad dependiente
Las personas que tienen este trastorno dependen excesivamente de los
demás para su validación y para la satisfacción de sus necesidades básicas.
Además de no ser capaces de cuidar de sí mismas correctamente, a las
personas que tienen personalidad dependiente les falta confianza en sí mismos
y seguridad, y tienen dificultad para tomar decisiones.
Trastorno de la personalidad de evitación
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Las personas que tienen este trastorno son hipersensibles ante el
rechazo y, por lo tanto, evitan las situaciones que pueden generarles conflicto.
Esta reacción es impulsada por el temor; sin embargo, las personas que tienen
personalidad de evitación se sienten perturbadas por su propio aislamiento
social, su retraimiento y su incapacidad de mantener vínculos interpersonales
estrechos.
Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
Las personas que tienen este trastorno se muestran inflexibles ante el
cambio y se molestan si la rutina se ve alterada debido a su obsesión por el
orden. Por consiguiente, son ansiosas y tienen dificultad para completar las
tareas y tomar decisiones. Las personas que tienen personalidad obsesivo-
compulsiva suelen sentirse incómodas en situaciones que están fuera de su
control y como consecuencia de ello tienen dificultad para mantener relaciones
interpersonales positivas y sanas.
Tratamiento de los trastornos de la personalidad:
El tratamiento específico de cada trastorno de la personalidad será
determinado por su médico basándose en lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
El tipo y severidad de los síntomas.
Qué tan avanzada está la enfermedad.
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
Su opinión o preferencia.
Los trastornos de la personalidad suelen ser difíciles de tratar y pueden
requerir atención a largo plazo para modificar los patrones de comportamiento
y de pensamiento inadecuados. El tratamiento puede incluir lo siguiente:
Medicamentos (aunque se puede abusar de ellos y su eficacia es
limitada).
Tratamiento psicológico (que incluya la participación de la familia).
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
5. ¿SE PUEDE PREVENIR?
El desarrollo de un trastorno de personalidad implica muchos factores,
biológicos y ambientales, que hoy en día todavía no se conocen con precisión.
Actualmente la mejor prevención es poder diagnosticarlo lo antes posible y
recibir el tratamiento adecuado.
CAPÍTULO IV: TRASTORNO DE LA ALIMENTACIÓN
1. DEFINICIÓN:
Entre el 7,3 y 11,4 por ciento de más de nueve mil adolescentes
encuestados en hogares de 17 ciudades de nuestro país, sufren problemas
alimentarios, según demuestran Estudios Epidemiológicos realizados por el
Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado - Hideyo Noguchi” del
Ministerio de Salud (MINSA).
Estas enfermedades comprometen el desarrollo normal de los jóvenes
debido a cambios en sus hábitos alimenticios y actividades en general, lo que
genera en consecuencia, complicaciones físicas y mentales, refirió el director
del Área Niños y Adolescentes de dicho establecimiento de Salud, Rolando
Pomalima Rodríguez.
Por lo general son mujeres adolescentes quienes adoptan medidas
extremas en su alimentación al experimentar “un intenso miedo a engordar o
verse gordas”, (distorsión de la imagen corporal), refirió el especialista.
2. HISTORIA:
Hace 25 años, la mayoría de los legos en el tema no habían oído hablar
de la anorexia nerviosa o de la bulimia nerviosa. Hoy en dia hay un interés y
conciencia general del problema, hasta el punto de que las historias de mujeres
jóvenes con trastornos de la alimentación aparecen en las portadas de las
revistas y en los espacios informativos de la televisión y son el foco de atención
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
de muchos gobiernos que implementan planes para prevenir su aparición. El
primer caso de anorexia nerviosa fue descrito hace 300 años, y en 1874 la
anorexia nerviosa ya estaba bien caracterizada. Los primeros documentos que
atestiguan vómitos provocados después de grandes comidas datan de los
vómitos romanos, lugares donde se los utilizaba como un método de control del
peso después de haberse hartado de comer.
Algunos autores han observado que la incidencia de los trastornos de la
alimentación es un fenómeno creciente, consecuencia probablemente de la
combinación de un aumento de la concienciación sobre este tipo de trastornos
así como del aumento real del número de casos entre mujeres adolescentes
que incurren en el tipo de comportamientos propios de estos trastornos.
Estimaciones actuales indican que la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa
afectan, en conjunto, al 3% de las mujeres a lo largo de su vida. La incidencia
en los hombres se estima que es la décima parte de la observada en las
mujeres. La razón para que haya una disparidad tan grande entre ambos sexos
no está clara. Puede estar relacionada con factores sociales o biológicos, o
podría ser también que el trastorno subyacente se manifieste de forma
diferente en los hombres.
3. TIPOS
Las presiones sociales y el constante bombardeo que hacen la
publicidad y el mundo de la moda, han hecho que el físico sea una de las
preocupaciones más presentes en la actualidad para hombres y mujeres. Sin
embargo, muchas veces el culto por el cuerpo se puede ir de las manos,
causando trastornos alimenticios.
3.1. ORTOREXIA:
La ortorexia viene del griego ortos (correcto) y orexis (apetito), se define
como una obsesión perjudicial por comer sano. Aunque parezca una paradoja,
un afán desmedido por consumir únicamente alimentos sin conservantes,
pesticidas, grasas o edulcorantes es la antítesis de lo saludable.
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Esto implica que el deseo de vigilar lo que se come o buscar productos
beneficiosos para el organismo domina la vida del individuo hasta convertirse
en la única faceta importante de su existencia.
Los siguientes patrones ilustran de forma general el comportamiento del
ortorexico:
Pasa más de tres horas al día pensando en las bondades de la comida
saludable.
Planifica minuciosamente lo que va a comer al día siguiente.
Lee con detenimiento y analiza las etiquetas de todos los productos.
Se siente feliz con su forma de alimentarse, pero no experimenta placer
con la comida.
Sensación de aislamiento por la dificultad para acudir a cenas o
comidas.
Se siente muy culpable cuando se salta s particular dieta.
3.2. ANOREXIA:
La anorexia nerviosa es un ayuno autoimpuesto en un esfuerzo para
perder peso y conseguir estar delgada. Se caracteriza por un miedo intenso a
la obesidad, incluso estando delgada, y por la distorsión de la propia imagen
corporal. La persona con anorexia nerviosa es de apariencia muy delgada, en
muchas ocasiones usa mucha ropa holgada para ocultar su cuerpo y no tener
frio, y puede presentar una capa de vello blanco fino sobre la piel.
La anorexia nerviosa es también el rechazo a mantener el peso corporal
por encima del peso mínimo normal para una edad y altura determinada. En
algunos casos existe la ausencia de al menos tres ciclos menstruales
consecutivos.
Las causas no se conocen las causas exactas de la anorexia nerviosa.
Muchos factores probablemente estén involucrados. Los genes y las hormonas
pueden jugar un papel. Las actitudes sociales que promueven tipos de cuerpos
muy delgados también pueden contribuir.
Signos de alarma de la anorexia nerviosa
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Comentarios repetidos de ser o sentirse obesa y plantear preguntas
como “¿Tú crees que estoy gorda?” cuando el peso de la persona está
por debajo de la media.
Perdida drástica de peso sin ninguna razón medica que lo justifique.
Alcanzar un peso que este por debajo del peso ideal de competición
para ese deportista y continuar perdiendo peso incluso fuera de
temporada.
PRUEBAS Y EXÁMENES:
Se deben hacer exámenes para ayudar a determinar la causa de la pérdida de peso o ver qué daño ha causado. Muchos de estos exámenes se repetirán con el tiempo para vigilar a la persona. Estos exámenes pueden abarcar:
Albúmina Pruebas de densidad ósea para buscar huesos delgados (osteoporosis) Conteo sanguíneo completo Electrocardiografía (ECG o EKG) Electrólitos Pruebas de la función renal Pruebas de la función hepática Proteína total Pruebas de la función tiroidea Análisis de orina
3.3. BULIMIA:
La bulimia nerviosa se caracteriza por un consumo recurrente de
alimentos en cantidades significativamente en una comida. A la alimentación
compulsiva le sigue la purga, que consiste normalmente en uno o la
combinación de los siguientes componentes: vomito auto inducido, ejercicio
intenso, laxantes o diuréticos. La bulimia es más fácil de ocultar que la anorexia
nerviosa porque la persona tiene en la mayoría de los casos un peso normal,
sin embargo, son frecuentes las fluctuaciones del peso corporal de más de 4,5
kg. La alimentación compulsiva es una forma de enfrentarse al estrés. El ciclo
alimentación compulsiva-purga puede ser cada vez más frecuente hasta que
ocurre muchas veces al día y la persona pierde la capacidad de detener el
ciclo.
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Muchas más mujeres que hombres padecen de bulimia y el trastorno es
más común en niñas adolescentes y mujeres jóvenes. La persona
generalmente sabe que su patrón de alimentación es anormal y puede
experimentar miedo o culpa con los episodios de ingestión excesiva de
alimento y purgas.
Se desconoce la causa exacta de la bulimia, pero los factores genéticos,
psicológicos, traumáticos, familiares, sociales o culturales pueden jugar un
papel. La bulimia probablemente se debe a más de un factor.
Un examen de los dientes puede mostrar caries dental o infecciones en
las encías (como gingivitis). El esmalte de los dientes puede estar erosionado o
picado por la excesiva exposición al ácido del vómito.
- Un examen físico también puede mostrar:
- Vasos sanguíneos rotos en los ojos (por el esfuerzo al vomitar).
- Boca seca.
- Apariencia similar a una bolsa en las mejillas.
- Salpullidos y granos.
- Pequeñas cortaduras y callosidades a través de las puntas de las
articulaciones de los dedos debido al vómito auto inducido.
4. TRATAMIENTO:
4.1. T. para la Anorexia.- El mayor desafío en el tratamiento de la
anorexia nerviosa es ayudarle a la persona a reconocer que tiene
una enfermedad. La mayoría de las personas que sufre este tipo de
anorexia niega tener un trastorno alimentario y, con frecuencia,
ingresan al tratamiento sólo cuando su afección es grave.
Los objetivos del tratamiento son primero restaurar el peso corporal normal y los hábitos alimentarios. Un aumento de peso de 1 a 3 libras por semana se considera una meta segura.
Se puede necesitar una hospitalización más prolongada si:
La persona ha perdido mucho peso (estar por debajo del 70% de su peso corporal ideal para su edad y estatura). Para la desnutrición grave y potencialmente mortal, la persona puede requerir alimentación intravenosa o una sonda de alimentación.
La pérdida de peso continúa incluso con el tratamiento.
22
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Se presentan complicaciones médicas, como problemas cardíacos, confusión o niveles bajos de potasio.
La persona tiene una depresión grave o piensa cometer suicidio.
Se utilizan diferentes tipos de psicoterapia para tratar a las personas con anorexia:
La terapia individual cognitiva conductista (un tipo de psicoterapia), la terapia de grupo y la terapia de familia han sido todas efectivas.
El objetivo de la terapia es cambiar los pensamientos o comportamiento de un paciente con el fin de estimularlo a comer de un modo más sano. Esta clase de terapia es más útil para tratar a los pacientes más jóvenes que no hayan tenido anorexia durante mucho tiempo.
Si el paciente es joven, la terapia puede involucrar a la familia entera. La familia es vista como parte de la solución, en lugar de ser la causa del trastorno alimentario.
Los grupos de apoyo también pueden ser una parte del tratamiento. En estos grupos, los pacientes y las familias se reúnen y comparten lo que les ha pasado.
Los medicamentos, como antidepresivos, antipsicóticos y estabilizadores del
estado de ánimo, pueden ayudar a algunos pacientes anoréxicos cuando se
administran como parte de un programa de tratamiento completo. Estas
medicinas pueden ayudar a tratar la depresión o la ansiedad. Aunque estos
fármacos pueden ayudar, no se ha demostrado que algún medicamento
disminuya el deseo de bajar de peso.
4.2. T. para la Bulimia.- Las personas bulímicas rara vez necesitan ser
hospitalizadas, a menos que:
Tengan anorexia.
Presenten depresión mayor.
Necesiten fármacos para ayudarles a suspender las purgas.
Con mucha frecuencia, se utiliza un método por pasos para los pacientes con bulimia. El tratamiento depende de la gravedad de la bulimia y de la respuesta de la persona a los tratamientos:
Los grupos de apoyo pueden servir para la bulimia leve sin otros problemas de salud.
23
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
La terapia cognitivo conductual (TCC) y la nutricional son los primeros tratamientos para la bulimia que no responde a los grupos de apoyo.
Los antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de
la serotonina (ISRS) se emplean a menudo para la bulimia. Una combinación
de terapia cognitiva-conductual e ISRS es muy eficaz si la primera no
funciona sola.
Los pacientes pueden abandonar los programas si tienen expectativas poco realistas de "curarse" con la terapia solamente. Antes de que un programa empiece, usted debe saber que:
Es probable que sea necesario ensayar muchas terapias para superar este difícil trastorno.
Es común que la bulimia reaparezca (recaída) y esto no es una causa para desesperarse.
El proceso es doloroso y usted y su familia necesitarán hacer un gran esfuerzo.
CAPÍTULO V: TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN
1. CONCEPTO
Este trastorno es el problema neuroconductual más común en la niñez,
pues afecta por lo menos a %5 de niños entre 5 y 12 años de edad. Es una de
las alteraciones del desarrollo del sistema nervioso, que principian en el
periodo del desarrollo. Sus síntomas claves son: atención deficiente,
impulsividad e hiperactividad. El TDA, al igual que otros desordenes del
neurodesarrollo, se manifiesta tempranamente, con frecuencia antes de que el
niño ingrese a la escuela primaria, y se caracteriza por déficit que produce
deterioro en el funcionamiento personal, social, académico y ocupacional.
En los últimos años se ha observado un incremento en la identificación
de casos de TDA, sobre todo en niños en la etapa escolar. Las repercusiones
24
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
de este síndrome afectan negativamente al aprendizaje de los menores, pero
también muchas veces influyen en el desarrollo de complicaciones
psicológicas.
2. SÍNTOMAS DIAGNÓSTICOS:
Las personas que sufren TDA muestran desorganización, acompañados
frecuentemente impulsividad/hiperactividad. A causa de la inatención y
desorganización estas personas pueden tener dificultad para mantenerse
enfocados en una tarea, pareciera que no escuchan, y pierden materiales de
trabajo. Es decir, aunque el niño o niña sea muy inteligente, tiene dificultad con
estas funciones.
La impulsividad/hiperactividad incluye inquietud, movimiento excesivo,
incapacidad para esperar. Aunque es normal que todos los niños presenten
algún grado de hiperactividad, en aquellos con TDA este comportamiento es
más marcado y frecuente. Para que reciban este diagnóstico, los pacientes
deben tener los síntomas en por lo menos 2 contextos (hogar, escuela, patio de
juegos) por más de 6 meses en un grado mayor que otros niños de la misma
edad.
CAPÍTULO VI: FOBIAS
Según: (Dohme, 1997)
1. DEFINICIÓN:
Las personas que padecen una fobia evitan las situaciones que les
provocan miedo y ansiedad, o bien las soportan con gran angustia. Sin
embargo, reconocen que su ansiedad es excesiva y por ello son conscientes
de que tienen un problema.
2. TIPOS:
2.1. AGORAFOBIA:
25
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
La prevalencia anual de la agorafobia es de aproximadamente un 4 % en
mujeres y un 2 % en varones. La mayoría de las personas afectadas
desarrollan este trastorno alrededor de los 20 años de edad. En pocas
ocasiones aparece después de los 40 años.
Aunque agorafobia significa literalmente “miedo a la plaza pública”, el
termino describe más específicamente el miedo a quedar atrapado, a menudo
en un lugar lleno de gente, sin que exista una vía fácil y no embarazosa de
escapar si la ansiedad se agrava. Entre las situaciones que resultan difíciles
para una persona con agorafobia se encuentran las siguientes:
Hacer cola en un banco o en un supermercado.
Ocupar una butaca en la mitad de una fila de un teatro o de un aula.
Viajar en un autobús o en avión.
Algunas personas desarrollan agorafobia después de haber sufrido un
ataque de pánico en alguna de esas situaciones. Otras personas pueden
sentirse simplemente incomodas en estas situaciones y no sufrir nunca, o solo
tardíamente, ataques de pánico. La agorafobia a menudo afecta la vida diaria,
en ocasiones de forma tan intensa que hace que la persona se recluya en
casa.
2.1.1. TRATAMIENTO:
Si la agorafobia no se trata, generalmente sigue un curso fluctuante, con
altibajos; incluso puede desaparecer sin un tratamiento específico,
posiblemente debido a que la persona ha desarrollado su propio método de
terapia conductual. La terapia de exposición, un tipo de terapia conductual en el
que la persona se expone repetidamente a la situación que le provoca
ansiedad, es el tratamiento óptimo para la agorafobia. Esta terapia ayuda a
más del 90 % de las personas que la realizan del modo adecuado.
La terapia cognitivo conductual también es beneficiosa. Gracias a esta
terapia, las personas aprenden a reconocer y controlar los pensamientos
distorsionados, y a modificar su conducta de la manera conveniente. Las
sustancias depresoras del sistema nervioso central – cerebro y medula espinal
-, como el alcohol o dosis elevadas de fármacos ansiolíticos, pueden interferir
26
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
en la evolución de la terapia conductual, por lo que a menudo se ha de reducir
su consumo o administración antes del tratamiento.
Si existen de manera concomitante con la agorafobia síntomas de
depresión severa o ataques de pánico, es probable que se requiera el
tratamiento con fármacos antidepresivos.
2.2. FOBIA SOCIAL:
El ser humano es un animal social, y su capacidad para relacionarse sin
problemas en diferentes situaciones sociales influye en aspectos importantes
de su vida como la familia, la educación, el trabajo, el ocio y las relaciones
sociales y de pareja.
Aunque es normal sentir cierta ansiedad en las situaciones sociales, las
personas que tienen fobia social experimentan ansiedad en tal grado que tratan
de evitar dichas situaciones o las enfrentan con gran malestar.
Aproximadamente el 13 % de las personas presentan fobia social en algún
momento de su vida. El trastorno afecta con una prevalencia anual cercana al 9
% de las mujeres y al 7 % de los varones. Los varones tienen más riesgo que
las mujeres de padecer la forma más grave de ansiedad social, el trastorno de
la personalidad por evitación.
Algunas personas son por naturaleza tímidas y ya en la edad temprana
manifiestan esta característica, que más adelante se convierte en una fobia
social. En otras es en la pubertad cuando se experimenta por primera vez
ansiedad ante situaciones sociales. Las personas con fobia social
experimentan preocupación por la posibilidad de que sus comportamientos o
actuaciones en público puedan ser considerados inapropiados. A menudo les
preocupa que su ansiedad resulte evidente – que lleguen a sudar, ruborizarse,
vomitar, temblar o se les quiebre la voz. También les preocupa poder perder el
hilo de su pensamiento o no ser capaces de encontrar las palabras adecuadas
para expresarse.
Algunas fobias sociales están ligadas a situaciones públicas específicas,
por lo que la ansiedad aparece únicamente cuando la persona debe realizar
algún tipo d actividad en público. La misma actividad desarrollada de forma
27
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
solitaria no provoca ansiedad. Entre las situaciones que habitualmente
desencadenan ansiedad se incluyen:
Hablar en público.
Realizar una actividad en público, como leer un texto en la iglesia o tocar
un instrumento musical.
Comer en público.
Firmar un documento ante testigos.
Usar un lavabo o baño público.
Una variedad más general de fobia social se caracteriza por la aparición
de ansiedad en numerosas situaciones sociales. En ambos tipos de fobia
social, la ansiedad de la persona proviene del temor a que su actuación no esté
a la altura de las expectativas y esto les pueda provocar vergüenza y
humillación.
2.2.1. TRATAMIENTO:
La fobia social tiende a persistir si no se trata, provocando conductas de
evitación de actividades que, de no padecer dicho trastorno, la persona
desearía realizar. La terapia de exposición, un tipo de terapia conductual en la
que la persona es expuesta de manera repetida a una situación que le provoca
ansiedad, resulta eficaz; no obstante, puede ser difícil conseguir que la
exposición dure lo suficiente para permitir que el paciente se habitué y llegue a
estar cómodo en esa situación.
Por ejemplo, en el caso de una persona que tiene miedo a hablar
delante de su jefe, es probable que sea difícil organizar una serie de sesiones
con la presencia del jefe. Pueden ser de utilidad las situaciones sustitutivas que
se realizan, por ejemplo, dentro de ciertas asociaciones de personas que
presentan ansiedad fóbica a hablar ante una audiencia, o efectuar una lectura
pública en un centro residencial de ancianos. También puede ser útil la terapia
cognitivo conductual.
A menudo es útil la administración de antidepresivos, como los
inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores
de la monoaminooxidasa (IMAO), así como los fármacos ansiolíticos. Muchas
28
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
personas consumen bebidas alcohólicas como facilitadores sus relaciones
sociales; sin embargo, esta conducta les puede conducir a desarrollar patrones
de abuso o dependencia de alcohol. Los beta – bloqueantes son habitualmente
utilizados para reducir la frecuencia cardiaca, la sudoración y el temblor
experimentados en las situaciones públicas que generan ansiedad, pero esos
fármacos no erradican la ansiedad subyacente.
2.3. FOBIAS ESPECÍFICAS:
Las fobias específicas, como un grupo, constituyen uno de los trastornos
de ansiedad más frecuentes, aunque suelen ser menos incapacitantes. La
prevalencia anual se sitúan alrededor del 13 % de las mujeres y del 4 % de los
varones.
Algunas fobias específicas causan pocos inconvenientes, mientras que
otras interfieren seriamente en la vida de la persona. Por ejemplo, un habitante
de una zona urbana que padezca miedo a las serpientes no tendrá
probablemente ningún problema para evitarlas; sin embargo, quien sienta
temor ante espacios pequeños y cerrados, como los ascensores, tendrá que
afrontar esta situación con mayor frecuencia.
Algunas fobias específicas, como el temor a los animales de grandes
dimensiones, a la oscuridad o a los extraños, aparecen en los primeros años de
la vida. Muchas de estas fobias desaparecen a medida que pasan los años.
Otras fobias como el miedo a los roedores, a los insectos, a las tormentas, al
agua, a las alturas, a los viajes aéreos o a los espacios cerrados, se suelen
desarrollar en edades más tardías.
Al menos el 5 % de la población presenta un cierto grado de fobia ante la
visión de sangre o heridas o al hecho de recibir inyecciones. Estas personas
pueden llegar a desmayarse debido a una disminución de la frecuencia
cardiaca y de la presión arterial, fenómeno que no acontece en otros trastornos
fóbicos o de ansiedad (en estos las hiperventilación puede producir la
sensación inminente de desmayo, pero rara vez se produce realmente).
Las fobias implican una ansiedad persistente, irreal e intensa en relación
con el miedo que provocan determinadas situaciones, circunstancias u objetos.
29
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
La ansiedad causada por un trastorno fóbico altera la vida cotidiana de las
personas afectadas, porque les lleva a evitar determinadas actividades y
situaciones. El diagnostico suele ser evidente al basarse en la sintomatología.
El tratamiento incluye terapia de exposición, terapia cognitivo conductual y
ciertos fármacos (como antidepresivos y, en el caso de las fobias específicas,
benzodiacepinas).
La agorafobia es la aparición de ansiedad en situaciones o lugares
donde puede resultar difícil escapar si aparece un ataque de pánico; a menudo
origina comportamientos de evitación. La fobia social (trastorno de ansiedad
social) se caracteriza por miedo y ansiedad ante la posibilidad de exponerse a
determinadas situaciones sociales o actuaciones en público, que se convierten
en motivo de evitación.
CAPÍTULO VII: TRASTORNO DE ANSIEDAD
1. DEFINICIÓN:
“Es un estado emocional displacentero, caracterizado por sentimientos
subjetivos de tensión, aprensión o preocupación y por activación del
sistema nervioso autónomo.” Spielberger (1972)
“La define como aprensión, tensión o dificultad que surge por la
anticipación de un peligro cuya fuente es desconocida.” Asociación
Psiquiátrica Americana (APA), (1975)
30
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Por lo tanto “trastorno de ansiedad” es el nombre que se le da a un
grupo de enfermedades en las que la persona experimenta una fuerte
respuesta de miedo aunque no haya una razón objetiva para ello.
2. TIPOS DE TRASTORNO DE ANSIEDAD:
2.1. TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA:
Según la Asociación Psiquiátrica Americana (APA): Las personas con
trastorno de ansiedad generalizada (TAG) pasan el día llenas de
preocupaciones y tensiones exageradas, incluso cuando hay poco o nada que
las provoque. Tales personas esperan desastres y están demasiado
preocupadas por asuntos de salud, dinero, problemas familiares, o dificultades
laborales. En ocasiones, el simple pensamiento de cómo pasar el día produce
ansiedad.
El TAG se diagnostica cuando una persona se preocupa excesivamente
acerca de diversos problemas de la vida diaria durante por lo menos seis
meses.13 Las personas con TAG parecen incapaces de liberarse de sus
preocupaciones, a pesar de que usualmente son conscientes de que su
ansiedad es más intensa de lo que amerita la situación. No se pueden relajar,
se asustan con facilidad, y tienen dificultades para concentrarse. Con
frecuencia, tienen problemas para dormir o mantenerse dormidas. Los
síntomas físicos que con frecuencia acompañan la ansiedad incluyen fatiga,
dolores de cabeza, tensiones musculares, dolores musculares, dificultad para
tragar, temblores, tics nerviosos, irritabilidad, transpiración, náuseas, mareos,
necesidad de ir al baño con frecuencia, sensación de falta de aire, y repentinos
acaloramientos.
Cuando sus niveles de ansiedad son moderados, las personas con TAG
pueden funcionar socialmente y mantener un trabajo. Aunque no evita ciertas
situaciones como resultado de su trastorno, las personas con TAG pueden
tener dificultades para llevar a cabo las actividades más sencillas de la vida
diaria si su ansiedad es grave.
El TAG afecta a aproximadamente 6.8 millones de adultos
estadounidenses y afecta el doble de mujeres que de hombres. El trastorno se
desarrolla gradualmente y puede comenzar en cualquier punto del ciclo de
31
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
vida, aunque los años de mayor riesgo son aquéllos entre la infancia y la
mediana edad. Existe evidencia de que los genes pueden tener un papel
modesto en este trastorno.
Otros trastornos de ansiedad, depresión, o abuso de sustancias pueden
acompañar el TAG, el cual rara vez ocurre por sí solo. Normalmente, el TAG se
trata con medicación o con terapia cognitiva-conductual, pero las
enfermedades coexistentes también deben ser tratadas con las terapias
apropiadas.
2.2. FOBIAS ESPECÍFICAS:
Una fobia específica es un miedo intenso e irracional hacia algo que en
realidad constituye una amenaza mínima o nula. Algunas de las fobias
específicas más comunes son a las alturas, escaleras mecánicas, túneles,
conducir en carreteras, espacios cerrados, agua, volar, perros, arañas, y
heridas sangrientas. Las personas con fobias específicas pueden ser capaces
de esquiar con facilidad en las montañas más altas del mundo, pero ser
incapaces de subir más de un quinto piso de un edificio de oficinas. Aunque los
adultos con fobias son conscientes de que tales temores son irracionales, con
frecuencia encuentran que el enfrentar, o incluso el pensar en tener que
enfrentar el objeto o la situación que produce el temor, trae consigo un ataque
de pánico o una ansiedad intensa.
Las fobias específicas afectan a aproximadamente 19.2 millones de
adultos estadounidenses y son dos veces más comunes las mujeres que en los
hombres.10 Usualmente aparecen durante la infancia o adolescencia y tienden
a persistir durante la edad adulta. No se comprenden muy bien las causas de
las fobias específicas, pero hay evidencia de que la tendencia a desarrollarlas
puede ser hereditaria.
Si la situación u objeto que causa el temor es fácil de evitar, las
personas con fobias específicas quizá no busquen ayuda; pero si el evitarlo
interfiere con su desarrollo profesional o sus vidas personales, esto puede
inhabilitar a las personas y usualmente hay que buscar un tratamiento. Las
fobias específicas responden muy bien a una psicoterapia cuidadosamente
escogida.
32
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
2.3. FOBIA SOCIAL:
La fobia social, también llamada trastorno de ansiedad social, se
diagnostica cuando la gente se siente abrumadoramente ansiosa y
excesivamente consciente de sí misma en situaciones sociales de la vida
cotidiana. Las personas con fobia social tienen miedo intenso, persistente, y
crónico de ser observadas y juzgadas por los demás y de hacer cosas que les
producirán vergüenza. Se pueden sentir preocupadas durante días o semanas
antes de una situación que les produce temor. Este miedo puede tornarse tan
intenso, que interfiere con su trabajo, estudios, y demás actividades comunes,
y puede dificultar el hacer nuevas amistades o mantenerlas.
Aunque las personas con fobia social son conscientes de que sus
miedos de estar con la gente son excesivos o irracionales, son incapaces de
superarlos. Incluso en el caso de que logren enfrentar sus temores y logren
estar rodeadas de otras personas, con frecuencia se sienten muy ansiosas de
antemano, se sienten muy incómodas durante el encuentro, y se preocupan
durante muchas horas después de la situación acerca de cómo fueron
juzgadas por los demás.
La fobia social se puede limitar a una sola situación (tal como preguntar
algo a la gente, comer o beber, o escribir en una pizarra en frente a los demás),
o puede ser tan amplia (como en el caso de una fobia social generalizada) que
la persona puede experimentar ansiedad en presencia de prácticamente
cualquier persona que no sea de su familia.
Los síntomas físicos que acompañan con frecuencia a la fobia social
incluyen enrojecimiento, transpiración intensa, temblor, náuseas, y dificultad
para hablar. Cuando estos síntomas ocurren, las personas con fobia social
sienten que todas las personas los están mirando.
La fobia social afecta a aproximadamente 15 millones de adultos
estadounidenses. Las mujeres y los hombres tienen la misma probabilidad de
desarrollar el trastorno, el cual normalmente comienza en la infancia o al inicio
de la adolescencia. Existe alguna evidencia de que hay factores genéticos
involucrados. Normalmente, la fobia social viene acompañada de otros
trastornos de ansiedad o depresión y se puede desarrollar abuso de sustancias
33
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
si las personas tratan de automedicarse para tratar su ansiedad. La fobia social
puede ser tratada con éxito con ciertos tipos de psicoterapia o medicamentos.
2.4. TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO:
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) se desarrolla después de
una experiencia aterrorizante que involucra daño físico o la amenaza de daño
físico. La persona que desarrolla el TEPT puede ser aquella que fue afectada,
el daño puede haberle sucedido a una persona querida, o la persona puede
haber sido testigo/a de un evento traumático que le sucedió a sus seres
queridos o a desconocidos.
El TEPT recibió por primera vez atención pública en relación con los
veteranos de guerra, pero puede ser el resultado de diversos incidentes
traumáticos, tales como asaltos, violación, tortura, secuestro o cautiverio,
abuso infantil, accidentes automovilísticos, ferroviarios, o aéreos, bombas, o
desastres naturales tales como inundaciones o terremotos.
Las personas con TEPT pueden asustarse con facilidad, paralizarse a
nivel emocional (especialmente en relación con personas cercanas a ellas),
perder interés en las cosas que acostumbraban disfrutar, tener problemas para
mostrarse afectuosas, ponerse irritables, más agresivas, o incluso violentas.
Tales personas evitan situaciones que les recuerdan el incidente original y los
aniversarios del incidente son con frecuencia un momento muy difícil. Los
síntomas del TEPT parecen empeorar cuando el evento que los provocó fue
iniciado deliberadamente por otra persona, como en el caso de un asalto o
secuestro.
La mayoría de personas con TEPT reviven múltiples veces el trauma en
sus pensamientos durante el día y en pesadillas al dormir. Esta experiencia se
llama escena retrospectiva. Las escenas retrospectivas pueden consistir de
imágenes, sonidos, olores, o sensaciones, y con frecuencia son situaciones
rutinarias las que las provocan, tales como un portazo o una explosión del
escape de un automóvil en la calle. La persona que tiene una escena
retrospectiva puede perder el contacto con la realidad y creer que el incidente
traumático está volviendo a suceder.
34
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
No todas las personas traumatizadas desarrollan un TEPT
completamente desarrollado o incluso uno leve. Normalmente, los síntomas
comienzan dentro de los tres meses luego del incidente, pero ocasionalmente
pueden surgir varios años después. Los síntomas deben durar más de un mes
para que se considere un caso de TEPT. La evolución de la enfermedad es
variable. Algunas personas se pueden recuperar al cabo de seis meses,
mientras que otras tienen síntomas que perduran por mucho más tiempo. En
algunas personas, la enfermedad se vuelve crónica.
El TEPT afecta a aproximadamente 7.7 millones de adultos
estadounidenses, pero puede ocurrir a cualquier edad, incluso en la infancia.
Las mujeres son más susceptibles a desarrollar un TEPT que los hombres8 y
hay alguna evidencia de que la susceptibilidad al trastorno puede ser
hereditaria.9 Con frecuencia, el TEPT viene acompañado de depresión, abuso
de sustancias, o uno o más de los otros trastornos de ansiedad.
Usualmente, ciertos tipos de medicación y psicoterapias tratan
generalmente los síntomas del TEPT de manera muy efectiva.
2.5. TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO:
Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) tienen
pensamientos persistentes y perturbadores (obsesiones) y usan los rituales
(compulsiones) para controlar la ansiedad producida por estos pensamientos.
La mayoría de las veces, los rituales terminan controlando a esas personas.
Por ejemplo, si las personas están obsesionadas con los gérmenes o la
suciedad, pueden desarrollar una compulsión de lavarse las manos una y otra
vez. Si desarrollan una obsesión con respecto a los intrusos, pueden trancar y
volver a trancar las puertas muchas veces antes de irse a dormir. El temor a la
vergüenza social puede causar que las personas con TOC se peinen el cabello
compulsivamente frente a un espejo —en ocasiones pueden verse “atrapadas”
ante el espejo y no pueden separarse del mismo. No es agradable realizar tales
rituales. En el mejor de los casos, produce un alivio temporal de la ansiedad
generada por los pensamientos obsesivos.
35
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Otros rituales comunes consisten en la necesidad de revisar cosas
repetidamente, tocar objetos (en especial en una secuencia particular), o contar
cosas. Algunas obsesiones comunes incluyen el tener pensamientos
frecuentes de violencia y de hacer daño a los seres queridos, el pensar
persistentemente acerca de realizar actos sexuales que no son del agrado de
la persona, o el tener pensamientos que son prohibidos por las creencias
religiosas. Las personas con TOC también pueden preocuparse con el orden y
la simetría, tener dificultad para deshacerse de cosas (las acumulan), o guardar
artículos innecesarios.
Las personas sanas también tienen rituales, tales como revisar varias
veces si la estufa está apagada antes de salir de la casa. La diferencia radica
en que las personas con TOC realizan sus rituales a pesar de que el hacerlo
interfiere con su vida diaria, y de que la repetición les resulta agobiante.
Aunque la mayoría de los adultos con TOC reconocen que lo que están
haciendo no tiene sentido, es posible que algunos adultos y la mayoría de
niños no sean conscientes de que su comportamiento está fuera de lo común.
El TOC afecta a aproximadamente 2.2 millones de adultos
estadounidenses1 y el problema puede estar acompañado por trastornos de la
alimentación, 6 otros trastornos de ansiedad, o depresión. Este trastorno afecta
aproximadamente en números iguales a hombres y mujeres y usualmente
aparece durante la infancia, adolescencia, o a comienzos de la edad adulta.
Una tercera parte de los adultos con TOC desarrollan síntomas desde la
infancia e investigaciones indican que el TOC puede ser hereditario.
La evolución de la enfermedad varía bastante. Los síntomas pueden
aparecer y desaparecer, disminuir con el tiempo, o empeorar. Si el TOC llega a
ser severo, éste puede incapacitar a la persona trabajar o llevar a cabo sus
responsabilidades normales en casa. Las personas con TOC quizá intenten
ayudarse a sí mismas evitando situaciones que provoquen sus obsesiones o
usen alcohol o drogas para calmarse.
Usualmente, el TOC responde bien al tratamiento con ciertos
medicamentos y/o a la psicoterapia basada en exposición, en la cual la persona
enfrenta situaciones que le causan miedo o ansiedad y se vuelve menos
36
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
sensible a éstas (desensibilizado). El Instituto Nacional de la Salud Mental
(NIMH por sus siglas en inglés) está apoyando investigaciones en lo
concerniente a nuevos enfoques de tratamientos para personas cuyo TOC no
responde bien a las terapias tradicionales. Estos enfoques incluyen
tratamientos combinados o agregados y también técnicas modernas tales como
estimulación cerebral profunda.
2.6. TRASTORNO DE PÁNICO:
El trastorno de pánico es una enfermedad real que se puede tratar
satisfactoriamente. Se caracteriza por ataques repentinos de terror, usualmente
acompañados por latidos fuertes del corazón, transpiración, debilidad, mareos,
o desfallecimiento. Durante estos ataques, las personas con trastorno de
pánico pueden acalorarse o sentir frío, sentir un hormigueo en las manos o
sentirlas adormecidas; y experimentar náuseas, dolor en el pecho, o
sensaciones asfixiantes. Los ataques de pánico usualmente producen una
sensación de irrealidad, miedo a una fatalidad inminente, o miedo de perder el
control.
El miedo a los inexplicables síntomas físicos de uno mismo, es también
un síntoma del trastorno de pánico. A veces, las personas que sufren ataques
de pánico creen que están sufriendo un ataque cardiaco, que están
enloqueciendo, o que están al borde de la muerte. No pueden predecir cuándo
o dónde ocurrirá un ataque, y entre los episodios, muchas personas se
preocupan intensamente y se aterrorizan de pensar en el próximo ataque.
Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento, incluso al
dormir. Usualmente, un ataque alcanza su máxima intensidad durante los
primeros diez minutos, pero algunos síntomas pueden durar mucho más
tiempo. El trastorno de pánico afecta a aproximadamente 6 millones de adultos
estadounidenses y es dos veces más común en mujeres que en hombres. Los
ataques de pánico usualmente comienzan a finales de la adolescencia o al
comienzo de la edad adulta, pero no todos los que padecen de ataques de
pánico desarrollarán el trastorno de pánico. Muchas personas sólo tienen un
ataque y nunca vuelven a tener otro. La tendencia a desarrollar ataques de
pánico parece ser hereditaria.
37
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Las personas que presentan ataques de pánico repetidos y en su
máxima expresión, pueden llegar a quedar muy discapacitadas por esta
enfermedad, y deben buscar tratamiento antes de que comiencen a evitar
lugares o situaciones en las cuales han padecido ataques de pánico. Por
ejemplo, si un ataque de pánico ocurrió en un ascensor, alguien que sufre de
trastorno de pánico puede desarrollar miedo a los ascensores, lo cual puede
afectar sus decisiones laborales o de vivienda y limitar los lugares dónde dicha
persona puede buscar asistencia médica o diversión.
Las vidas de algunas personas se restringen tanto que terminan
evitando actividades normales, tales como ir de compras o conducir un
automóvil. Aproximadamente un tercio de estas personas se limitan a vivir en
sus casas o sólo pueden enfrentar una situación temida si están acompañadas
por su cónyuge o una persona de confianza. Cuando la enfermedad llega hasta
este punto, se llama agorafobia o miedo a los espacios abiertos.
Un tratamiento temprano puede prevenir la agorafobia, pero las
personas que padecen del trastorno de pánico pueden en ocasiones ir de un
médico a otro durante años, e ir a la sala de emergencias repetidamente, antes
de que alguien pueda diagnosticar correctamente su enfermedad. Esto es
desafortunado, ya que el trastorno de pánico es uno de los trastornos de
ansiedad más tratables, ya que en la mayoría de casos responde a ciertos tipos
de medicación o a ciertos tipos de psicoterapia cognitiva, lo cual ayuda a
cambiar los patrones de pensamiento que conducen al miedo y la ansiedad.
Con frecuencia, el trastorno de pánico viene acompañado de otros
problemas graves, tales como depresión, abuso de drogas, o alcoholismo.
Estas enfermedades necesitan ser tratadas por separado. Los síntomas de
depresión incluyen sensación de tristeza o desesperanza, cambios en el apetito
o los patrones de sueño, falta de energía, y dificultad para concentrarse. La
mayoría de personas que padecen de depresión pueden tratarla efectivamente
con medicamentos antidepresivos, ciertos tipos de psicoterapia, o una
combinación de ambos.
3. TRATAMIENTO PARA LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD:
38
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
En general, los trastornos de ansiedad se tratan con medicación, tipos
específicos de psicoterapia, o ambos. Los tratamientos a escoger dependen del
problema y de la preferencia de la persona. Antes de comenzar un tratamiento,
un médico debe realizar una evaluación diagnóstica cuidadosamente para
determinar si los síntomas de una persona son causados por un trastorno de
ansiedad o por un problema físico. Si se diagnostica un trastorno de ansiedad,
el tipo de trastorno o la combinación de trastornos presentes deben
identificarse, al igual que cualquier enfermedad coexistente, tales como
depresión o abuso de sustancias. En ocasiones, el alcoholismo, la depresión, u
otras enfermedades coexistentes tienen un efecto tan fuerte sobre el individuo,
que el tratamiento del trastorno de ansiedad debe esperar hasta que las
enfermedades coexistentes queden bajo control.
Las personas con trastornos de ansiedad que ya hayan recibido
tratamiento, deben informar en detalle a su respectivo médico acerca de tal
tratamiento. Si estas personas recibieron medicamentos, deben informar a su
médico qué medicación se utilizó, qué dosis se usó al comienzo del
tratamiento, si la dosis se aumentó o disminuyó durante el tratamiento, qué
efectos secundarios se presentaron, y si el tratamiento les ayudó a reducir la
ansiedad. En caso de que hubiesen recibido psicoterapia, deben describir el
tipo de terapia, con qué frecuencia asistieron a sesiones, y si la terapia fue útil.
Con frecuencia, las personas creen que han “fallado” un tratamiento o
que el tratamiento no les funcionó, cuando, en realidad, el tratamiento no se
suministró por un periodo adecuado de tiempo o fue administrado
incorrectamente. En ocasiones, las personas deben tratar varios tipos
diferentes de tratamientos, o combinaciones de los mismos, antes de que
puedan encontrar uno que les funcione.
4. MEDICACIÓN:
La medicación no curará los trastornos de ansiedad, pero puede
mantenerlos bajo control mientras la persona recibe psicoterapia. La
medicación debe ser prescrita por médicos, usualmente psiquiatras, quienes
pueden ofrecer ellos mismos psicoterapia o trabajar en equipo con psicólogos,
39
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
trabajadores sociales, o consejeros que ofrezcan psicoterapia. Las principales
medicaciones usadas para los trastornos de ansiedad son antidepresivos,
medicamentos ansiolíticos (pastillas para la ansiedad/nervios), y bloqueadores
beta para controlar algunos de los síntomas físicos. Con un tratamiento
apropiado, muchas personas con trastornos de ansiedad pueden vivir vidas
normales y plenas.
ANTIDEPRESIVOS
Los antidepresivos se desarrollaron para tratar la depresión, pero
también son efectivos para los trastornos de ansiedad. Aunque estos
medicamentos comienzan a alterar la química del cerebro desde la primera
dosis, su efecto total requiere que ocurran una serie de cambios; usualmente
toma entre 4 y 6 semanas para que los síntomas comiencen a desaparecer. Es
importante continuar tomando estos medicamentos durante suficiente tiempo
para permitirles que funcionen.
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina:
Algunos de los más recientes antidepresivos se llaman inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina (ISRSs). Los ISRSs alteran los
niveles del neurotransmisor serotonina en el cerebro, el cual, al igual que otros
neurotransmisores, ayuda a las células del cerebro a comunicarse entre sí.
Fluoxetina (Prozac®), sertralina (Zoloft®), escitalopram (Lexapro®), paroxetina
(Paxil®), y citalopram (Celexa®) son algunos de los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina que se prescriben usualmente para el trastorno de
pánico, TOC, TEPT, y la fobia social. Los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina también se usan para el tratamiento del trastorno de
pánico cuando éste ocurre en combinación con TOC, fobia social, o depresión.
Venlafaxina (Eff exor®), un medicamento estrechamente relacionado con los
inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, se utiliza para el
tratamiento del TAG. Estas medicaciones se inician con dosis bajas y se
aumentan gradualmente hasta lograr un efecto benéfico.
Tricíclicos
40
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Los tricíclicos son más antiguos que los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina y funcionan tan bien como los inhibidores selectivos
de la recaptación de serotonina para los trastornos de ansiedad con excepción
al TOC. También se inician con dosis bajas que gradualmente se aumentan.
Éstos ocasionalmente producen mareos, sueño, sequedad en la boca, y
aumento de peso, lo cual usualmente se puede corregir cambiando la dosis o
cambiando a otro tricíclico.
Los tricíclicos incluyen la imipramina (Tofranil®), la cual se prescribe
para el trastorno de pánico y el TAG y la clomipramina (Anafranil®), la cual es
el único antidepresivo tricíclico útil para el tratamiento del TOC.
Los inhibidores de la monoamino oxidasa:
Los inhibidores de la monoamino oxidasa son la clase más antigua de
medicamentos antidepresivos. Los inhibidores de la monoamino oxidasa que
se prescriben con mayor frecuencia para trastornos de ansiedad son la
fenelzina (Nardil®), seguido por la tranilcipromina (Parnate®), y elisocarboxazid
(Marplan®), los cuales son utilizados para el tratamiento del trastorno de pánico
y la fobia social. Las personas que toman inhibidores de la monoamino oxidasa
no pueden comer ciertos alimentos y bebidas (incluyendo queso y vino tinto)
que contengan tiramina, ni pueden tomar ciertos medicamentos, incluyendo
algunos tipos de píldoras anticonceptivas, analgésicos (tales como Advil®,
Motrin® o Tylenol®), medicamentos para el resfriado y las alergias, y ciertos
suplementos herbales; estas sustancias pueden interactuar con los inhibidores
de la monoamino oxidasa y causar peligrosos incrementos en la presión
arterial.
MEDICAMENTOS ANSIOLÍTICOS
Las poderosas benzodiacepinas combaten la ansiedad y producen
pocos efectos secundarios con la excepción de somnolencia (tener sueño).
Debido a que las personas se pueden acostumbrar a éstas y pueden necesitar
dosis progresivamente más altas para obtener el mismo efecto, las
benzodiacepinas generalmente se prescriben por cortos periodos de tiempo, en
especial para personas que han abusado de drogas o alcohol o que con
facilidad se vuelven dependientes a la medicación. Una excepción a esta regla
41
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
son las personas que padecen de trastorno de pánico, quienes pueden tomar
benzodiacepinas por hasta un año sin que se produzcan daños.
El clonazepam (Klonopin®) se usa para la fobia social y el TAG, el
lorazepam (Ativan®) es utilizado para el trastorno de pánico, y el alprazolam
(Xanax®) es utilizado tanto para el trastorno de pánico como para el TAG.
La buspirona (Buspar®), una azapirona, es un medicamento ansiolítico
más nuevo que se usa para el tratamiento del TAG. Entre los posibles efectos
secundarios incluyen mareos, dolores de cabeza, y náuseas. A diferencia de
las benzodiazepinas, la buspirona se debe tomar consistentemente por lo
menos durante dos semanas para lograr un efecto ansiolítico.
BLOQUEADORES BETA:
Los bloqueadores beta, tales como el propranolol (Inderal®), que se
utiliza para enfermedad cardiacas, pueden prevenir los síntomas físicos que se
presentan con ciertos trastornos de ansiedad, particularmente con la fobia
social. Cuando se puede predecir una situación de miedo (tal como dar una
conferencia), un médico puede prescribir un bloqueador beta para mantener
bajo control los síntomas físicos de la ansiedad.
PSICOTERAPIA:
La psicoterapia implica hablar con un profesional capacitado en la salud
mental, tal como un psiquiatra, psicólogo, trabajador social, o consejero, para
descubrir cuál fue la causa de un trastorno de ansiedad y cómo manejar sus
síntomas.
TERAPIA COGNITIVA-CONDUCTUAL:
42
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
La terapia cognitiva-conductual es muy útil para el tratamiento de los
trastornos de ansiedad. La parte cognitiva ayuda a las personas a
cambiar los patrones de pensamiento que dan lugar a sus temores, y la
parte conductual ayuda a la gente a cambiar la manera en que
reacciona ante las situaciones que provocan ansiedad.
La terapia cognitiva-conductual se realiza cuando las personas deciden
que están listas para ello y brindan su permiso y cooperación. Para ser
efectiva, la terapia debe ser dirigida a las ansiedades específicas de la
persona y debe ser adaptada a sus necesidades. No hay ningún otro
efecto secundario más que la incomodidad de una ansiedad
temporalmente mayor.
CAPITULO VIII: TRASTORNOS DE PÁNICO
43
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Según (Dohme, 1997)
1. DEFINICIÓN:
El pánico es una ansiedad intensa y aguda, de corta duración, que
aparece acompañada de síntomas físicos. Los ataques de pánico pueden
presentarse en cualquier tipo de trastornos de ansiedad, generalmente en
respuesta a una situación específica relacionada con las principales
características del trastorno. Por ejemplo, una persona con fobia a las
serpientes puede experimentar pánico ante la visión de este animal. Sin
embargo, los ataques de pánico situacional difieren de los que son
espontáneos, no provocados, y que definen de los que son espontáneos, no
provocados, y que definen el problema como trastorno de pánico.
Los ataques de pánico son frecuentes, apareciendo en un 10 % de los
adultos cada año. Las mujeres tienen un riesgo de padecer ataques y
trastornos de pánico de 2 a 3 veces más alto que los varones. En general, las
personas se recuperan de los ataques de pánico sin tratamiento, pero algunas
terminan desarrollando trastornos de pánico. La prevalencia anual del trastorno
de pánico es del 2 al 3 % de la población. El trastorno generalmente se inicia
en los últimos años de la edad adolescente o en los primeros de la edad adulta.
2. SÍNTOMAS:
Dolor torácico o malestar.
Sensación de atragantamiento.
Mareo, inestabilidad o desmayos.
Miedo a morir.
Miedo a volverse loco o a perder el control.
Sentimientos de irrealidad o de extrañamiento en relación con el propio
entorno.
Sofocaciones o escalofríos.
Nauseas, dolor de estómago o diarrea.
Sensación de entumecimiento u hormigueo.
Palpitaciones o aceleración de la frecuencia cardiaca.
Sensación de ahogo o de falta de aire.
Sudoración.
44
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Temblores o sacudidas.
Los síntomas alcanzan su máxima expresión en el transcurso de 10
minutos y desaparecen rápidamente, por lo que el medico rara vez los suele
presenciar, a excepción del manifiesto temor de la persona a padecer otro
ataque. Dado que los ataques de pánico a veces son inesperados o se
producen sin razón aparente, en especial cuando acontecen como parte de un
trastorno de pánico, las personas temen con anticipación la posibilidad de
padecer otro ataque – estado conocido como “ansiedad anticipatoria” -, razón
por la cual evitan los lugares en los que se desencadenaron.
Puesto que los síntomas de un ataque de pánico involucran la acción de
muchos órganos vitales, las personas temen la posibilidad de padecer un
problema médico relacionado con el corazón los pulmones o el cerebro. De ahí
que busquen la ayuda de un médico o acudan a un servicio de urgencias. Si el
médico no diagnostica de manera adecuada la sintomatología como expresión
de un ataque de pánico, la preocupación del paciente irá en aumento al pensar
que se ha pasado por alto una grave enfermedad física. Aunque los ataques de
pánico provocan malestar, a veces extremo, no son peligrosos.
El diagnostico de trastorno de pánico requiere la existencia de al menos
dos ataques de pánico inesperado e in motivo real, seguidos de la presencia
durante un periodo mínimo de 1 mes de temor o preocupación ante la
posibilidad de padecer nuevos ataques de pánico. La frecuencia de los ataques
de puede variar ampliamente: algunas personan tienen ataques semanales o
incluso diarios que se suceden durante meses, mientras que otras tienen varios
ataques diarios, seguidos de semanas meses son sintomatología.
3. TRATAMIENTO:
Algunas personas se recuperan sin tratamiento. En otras el curso es
fluctuante, con periodos en los que aumenta la frecuencia de los ataques y
otros en los que disminuye.
Las personas que padecen trastorno de pánico son más receptivas al
tratamiento si comprende que su trastorno implica la existencia de factores
físicos y psicológicos y que el tratamiento debe ir dirigido al manejo de ambos
45
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
aspectos. La terapia farmacológica y la terapia conductual generalmente
controlan la sintomatología.
Fármacos: los fármacos empleados en este tratamiento del trastorno de
pánico incluye antidepresivos y ansiolíticos, como las benzodiacepinas.
Son eficaces la mayoría de los antidepresivos – los tricíclicos, los
inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), los inhibidores selectivos
de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la
recaptación de serotonina – norepinefrina (IRSN).
Las benzodiacepinas actúan más rápido que los antidepresivos,
pero pueden causar dependencia y probablemente originan con mayor
frecuencia somnolencia, perdida de coordinación y disminución de la
velocidad de reacción. Los ISRS son los fármacos de elección, ya que
son tan eficaces como los otros fármacos pero generalmente producen
menos efectos secundarios. Por ejemplo, es menos frecuente la
aparición de somnolencia y no crean dependencia, aunque si su
administración se interrumpe de forma brusca, pueden aparecer
molestos síntomas de abstinencia (como también ocurre con los ISRN),
durante un periodo de una semana o más. Inicialmente se administra
una benzodiacepina y un antidepresivo de forma conjunta. Así, cuando
el antidepresivo comienza a ejercer su efecto, la dosis de la
benzodiacepina se puede reducir progresivamente hasta la suspensión
completa.
Cuando un fármaco es eficaz, evita o reduce en gran medida el
número de ataques de ataques de pánico. A veces es necesario
mantener el tratamiento durante un tiempo prolongado, ya que es
frecuente que los ataques de pánico reaparezcan una vez se suspende
la medicación.
Psicoterapia: la terapia de exposición, una variedad de terapia
conductual en la que la persona es expuesta repentinamente al factor
que desencadena el ataque de pánico, a menudo ayuda a reducir el
miedo. La terapia de exposición se repite hasta que la persona logra
sentirse cómoda en la situación que antes le provocaba ansiedad.
46
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Además, las personas que tienen miedo a sufrir un desmayo en el
transcurso de un ataque de pánico pueden practicar un ejercicio
consistente en girar sentados en una silla o respirar rápidamente
(hiperventilar) hasta que sientan que van a desmayarse. Este ejercicio
les demuestra que en realidad no se desmayaran durante el ataque de
pánico. La práctica de una respiración lenta y poco profunda (control
respiratorio) es útil para muchas personas que tienden a hiperventilar.
La terapia cognitivo conductual puede ser beneficiosa. Las
personas deben aprender:
A no evitar las situaciones que les provocan generalmente
ataques de pánico.
A reconocer cuándo sus temores son infundados.
A responder con una respiración lenta y controlada o con otras
técnicas que favorezcan la relajación.
La psicoterapia de apoyo, que incluyen educación y asesoramiento,
resulta beneficiosa debido a que el psicoterapeuta proporciona información
general acerca del trastorno y de su tratamiento, expectativas realistas de
mejoría, así como apoyo basado en una relación de confianza.
El trastorno de pánico como cualquier trastorno de ansiedad produce
alteraciones en los signos vitales de las personas; las mujeres son las más
propensas a adquirir con mayor facilidad los ataques de pánico; este trastorno
suele presentarse al final de la adolescencia y adultez. Se suele hablar de
pánico con solo padecer 4 de los síntomas citados; los síntomas alcanzan su
nivel máximo pasado los 10 minutos de su presencia y desaparecen
rápidamente. Los ataques de pánico involucran su efecto a órganos del
organismo; pero aunque provocan malestar no son considerados peligrosos.
En cuanto al tratamiento para los trastornos de pánico, se verá el caso en que
algunos pacientes no requerirán de tratamiento alguno; en cambio también
existirán pacientes que necesitaran un tratamiento basado en la administración
de ciertos fármacos mencionados y psicoterapias.
47
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
CAPITULO IX: TRASTORNO BIPOLAR
1. DEFINICIÓN:
Es el nombre moderno de la enfermedad antes llamada
maniacodepresiva. La enfermedad fluctúa entre periodos de hiperactividad y de
estado de ánimo intensivo (feliz, malhumorado, irritable) y de periodos de
disminución de vitalidad y depresión. Además de estos altibajos en el estado
anímico, la persona también tiene cambios extremos en la actividad y los
niveles de energía.
Todas las personas sufren de variaciones en su vida activa y estado de
ánimo. En situaciones en la cual tenemos un objetivo positivo nos alegramos y
nos activamos positivamente. Por el contrario si pensamos en situaciones
negativas sentimos negatividad y disminuye nuestra vitalidad. Nuestra vida
social funciona de esta manera y es así como regulamos nuestro
comportamiento. El nivel de vitalidad y el estado anímico son regulados por
ciertos sistemas del cerebro. En las personas que sufren del trastorno bipolar
estos sistemas han perdido su balance y no funcionan normalmente. El cerebro
y el estado de ánimo pueden ser súper activados de una forma anormal - a
este estado se le denomina manía. Por lo contrario cuando la vitalidad y el
estado de ánimo disminuyen se le denomina depresión.
El trastorno Bipolar es uno de los graves problemas de salud pública a
los que tiene que enfrentarse la humanidad en este siglo XXI. En los estudios
de la organización mundial de la salud (OMS) sobre la morbilidad mundial de
las enfermedades, esta alteración ocupa el sexto puesto entre todos los
trastornos médicos. Es una entidad que, a pesar de poseer características
clínicas y evolutivas propias, es de difícil diagnóstico.
2. CLASIFICACIÓN:
No hay un consenso claro sobre cuantos tipos de trastorno bipolar
existen. El DSM-IV-TR lista cuatro tipos de trastornos del estado de ánimo que
se ajustan en la categoría de bipolar: trastorno bipolar tipo I, trastorno bipolar
tipo II, ciclotimia y trastorno bipolar no especificado. En el Diagnostic and
Statistical Manual of Mental Disorders" (Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales) de la American Psychiatric Association (Asociación
48
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Americana de Psiquiatría) se describen dos tipos de trastorno bipolar: tipo I y
tipo II.
Trastorno bipolar tipo I
El trastorno bipolar tipo I se da en aquellos individuos que han
experimentado un episodio maníaco añadido a un episodio depresivo. Es
frecuente que los sujetos también hayan presentado uno o más episodios
depresivos mayores.
Trastorno bipolar tipo II
El trastorno bipolar tipo II se caracteriza por episodios de depresión
mayor así como al menos un episodio hipomaníaco. Los episodios de
hipomanía no llegan a los extremos de la manía (es decir, que no provocan
alteraciones sociales u ocupacionales y carecen de rasgos psicóticos).
El trastorno bipolar tipo II es mucho más difícil de diagnosticar, puesto
que los episodios de hipomanía pueden aparecer simplemente como un
periodo de éxito con alta productividad y suele relatarse esto con menos
frecuencia que cuando se sufre una depresión.
Trastorno bipolar tipo III
Basado en la concepción de la bipolaridad el Dr. Hagop Souren Akiskal,
M.D. (Profesor de Psiquiatría y Dir. Del centro Internacional de Mood) sugirió el
nombre del trastorno bipolar, para referirse a pacientes que presentaban
demencia temprana, con inestabilidad anímica, desinhibición sexual, agitación
y conducta impulsiva.
El trastorno bipolar geriátrico, es la aparición de la enfermedad del
trastorno bipolar en pacientes de edad avanzada de más de 50 años de vida,
en donde los mecanismos cerebrales que regulan el estado de ánimo se
encuentran alterados, ya sea de manera estructural por herencia poligénica en
los mecanismos cerebrales que regulan los estados de ánimo aunado a
factores ambientales externos (fármacos, alteraciones hormonales, drogas,
estrés) o bien por lesión cerebral provocando el trastorno bipolar de inicio
tardío.
Ciclotimia
La ciclotimia implica la presencia o historial de numerosos episodios de
hipomanía, intercalados con episodios depresivos que no cumplen
completamente los criterios para que existan episodios de depresión mayor. La
49
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
idea principal es que existe un ciclado de grado bajo del estado de ánimo que
aparece ante el observador como un rasgo de la personalidad, pero que
interfiere con su función.
Hay variaciones de este trastorno. Los estados de ánimo cambian
rápidamente (en un año se pueden manifestar entre 4 o más cambios de
ánimo) como también pueden cambiar lentamente. Una vez estabilizado el
paciente se reencuentra con su vida social, laboral, e incluso afectiva, evitando
escaparse de sí mismo y de su entorno, para así estar en convivencia con su
pareja, amigos y familiares.
En términos psiquiátricos, esto se llama ciclos rápidos o acelerados y
ciclos lentos, respectivamente. Los ciclos ultrarrápidos, en donde el ánimo
cambia varias veces a la semana (o incluso en un día), suelen ocurrir en casos
aislados, pero es ciertamente una variable real del trastorno. Estos patrones de
cambios de ánimo son asociados con ansiedad y altos riesgos de suicidios.
Algunos estudios han sugerido una relación correlativa entre la
creatividad y el trastorno bipolar. Con todo, la relación entre ambas todavía
permanece incierta. Hay un estudio que muestra un incremento en la
creatividad, con lo cual el individuo logra obtener ciertas metas y objetivos.
Trastorno bipolar no especificado
El trastorno bipolar no especificado es un "cajón de sastre", diagnóstico
que se utiliza para indicar afecciones bipolares que no encajan en otras
categorías diagnósticas. Si un individuo parece sufrir claramente de algún tipo
de trastorno bipolar pero no cumple los criterios de alguno de los subtipos
mencionados más arriba, se le asigna el diagnóstico de trastorno bipolar no
especificado. Aunque los pacientes por lo general acudirán en busca de ayuda
en fase depresiva, es muy importante averiguar a partir del paciente o de la
familia de éste si alguna vez se ha dado algún episodio de manía o hipomanía
mediante una cuidadosa interrogación. Esto evitará un diagnóstico equivocado
de trastorno depresivo y evitará el uso de antidepresivos que pueden
desencadenar un cambio a manía o hipomanía o inducir un ciclado rápido.
3. CAUSAS:
Los factores psicológicos también desempeñan un importante papel en
la psicopatología del trastorno, así como en los factores psicoterapéuticos, el
reconocimiento de los desencadenantes de episodios, el reconocimiento de los
50
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
síntomas prodrómicos antes de una recurrencia declarada y la práctica de los
factores que conducen a la continuidad en la remisión.
El trastorno bipolar afecta por igual a hombres y mujeres, y
generalmente comienza entre los 15 y 25 años.
En la mayoría de las personas con trastorno bipolar, no hay una causa
clara para los períodos (episodios) de extrema felicidad y mucha actividad o
energía (manías) o de depresión y baja actividad o energía (depresión). Los
siguientes factores pueden desencadenar un episodio maníaco:
Parto
Medicamentos como antidepresivos o esteroides
Períodos de no poder dormir (insomnio)
Consumo de drogas psicoactivas
4. SÍNTOMAS:
La fase maníaca puede durar de días a meses y puede abarcar los
siguientes síntomas:
Distraerse fácilmente
Poca necesidad de sueño
Deficiente capacidad de discernimiento
Control deficiente del temperamento
Comportamientos imprudentes y falta de autocontrol, como beber,
consumir drogas, tener relaciones sexuales con muchas parejas,
hacer gastos exagerados
Estado de ánimo muy irritado como pensamientos apresurados,
hablar mucho, creencias falsas acerca de sí mismo o de las
habilidades
Compromiso exagerado en actividades
El episodio depresivo puede incluir estos síntomas:
Tristeza o estado de ánimo bajo diariamente
Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
Problemas en la alimentación como inapetencia y pérdida de peso
o consumo exagerado de alimentos y aumento de peso
Fatiga o desgano
Sentimiento de minusvalía, desesperanza o culpa
51
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Pérdida de placer en actividades que alguna vez disfrutaba
Pérdida de la autoestima
Pensamientos de muerte o suicidio
Dificultad para conciliar el sueño o dormir demasiado
Alejarse de los amigos o las actividades que alguna vez disfrutaba
Las personas con trastorno bipolar están en alto riesgo de
cometer suicidio. Pueden consumir alcohol u otras sustanciasen exceso,
lo cual puede empeorar los síntomas y el riesgo de suicidarse.
Los episodios de depresión son más frecuentes que los episodios de
manía. El patrón no es el mismo en todas las personas con trastorno bipolar:
Los síntomas de depresión y manía pueden ocurrir juntos, lo cual se
llama estado mixto.
Los síntomas también pueden ocurrir inmediatamente uno después de
otro, lo cual se denomina un ciclo rápido.
El diagnóstico se basa en las experiencias de las que informa el propio
paciente así como anormalidades en la conducta referidas por los miembros de
la familia, amigos o compañeros de trabajo, seguido por los signos secundarios
observados por un psiquiatra, enfermero, trabajador/a social, psicólogo
clínico u otro diagnosticado cualificado mediante una evaluación clínica. Existe
una lista de criterios que se deben cumplir para que alguien reciba el
diagnóstico. Éstos dependen tanto de la presencia como de la duración de
determinados signos y síntomas. Los criterios que más se utilizan
habitualmente para diagnosticar el trastorno bipolar son los expuestos en
el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales, y también la Clasificación
Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relativos a la Salud de
la OMS. Estos últimos criterios son más utilizados en los países europeos
mientras que los criterios del DSM se usan en los EEUU o en el resto del
mundo, y también son los que prevalecen en los estudios de investigación.
La característica principal es que es «cíclica» (bipolar), es decir etapas
normales seguidas de períodos, episodios o etapas maníacas o depresivas, por
separado o alternándose. Las personas que padecen de este trastorno viven
cuando están con crisis en los dos extremos opuestos de la vida; cuando están
«deprimidas», pierden el interés en la vida, llegando a pensar en la muerte y en
el suicidio para dejar de sufrir.
52
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
De igual modo, cuando están contentos, se llenan de «euforia» y ven
todo de color rosa, se sienten capaces de hacer cualquier cosa, y llegan al
extremo de no dormir por considerar que es una actividad innecesaria dentro
de su nueva faceta de "inacabable movilidad". En algunos casos la euforia es
tal que pueden llegar a cometer acciones que en un estado de conciencia
normal no harían, como consumir drogas o gastar dinero hasta la ruina
económica propia y familiar.
Los períodos en los cuales el afectado suele estar deprimido o eufórico
suelen ser variables y están relacionados a cambios meteorológicos y de
estación, o a circunstancias de la vida (acontecimientos vitales). Entre cada
fase, el afectado está en un estado normal.
Se dice que de cada 1000 personas, 10 ó 15 padecen el trastorno
bipolar, y si uno de los padres la padece, la posibilidad de que los hijos la
padezcan aumenta hasta en un 15%, pero la heredabilidad general de este
trastorno es de un 80%.
5. TRATAMIENTO:
Actualmente no existe cura para el trastorno bipolar, pero puede ser
controlado. El objetivo del tratamiento consiste en un control eficaz del curso de
la enfermedad a largo plazo, lo cual puede suponer el tratamiento de los
síntomas emergentes. Para lograrlo se emplean técnicas farmacológicas y
psicológicas. El tratamiento farmacológico se basa en el uso de estabilizadores
del estado de ánimo y de las técnicas psicológicas la única que ha demostrado
ser eficaz es la psicoeducación. Se calcula que la respuesta a los fármacos
puede estar condicionada hasta en un 85% por factores genéticos, por lo que
ya existen en el mercado test que recogen la información farmacogenética del
paciente para que el médico pueda valorar qué tratamiento va a funcionar
mejor en el paciente con trastorno bipolar, en función de sus características
genéticas.
En cuanto al aspecto social, se debe buscar la plena integración en el
entorno. Para ello es condición prioritaria la 'normalización' de éste y los demás
trastornos mentales. La erradicación del estigma, de los estereotipos, prejuicios
y rechazos con que se carga a las personas que padecen problemas mentales
es el mejor instrumento para que la propia persona afectada reduzca sus
53
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
niveles de estrés social, que en muchas ocasiones son los que le provocan los
cambios de humor extremos.
El objetivo principal del tratamiento es:
Hacer que los episodios sean menos frecuentes e intensos.
Ayudar a que se desempeñe bien y disfrute la vida en casa y en el
trabajo.
Prevenir la autoagresión y el suicidio.
Medicamentos
Los medicamentos son una parte fundamental del tratamiento del
trastorno bipolar. Casi siempre, los primeros medicamentos utilizados se
denominan estabilizadores del estado de ánimo, los cuales le ayudan a evitar
los altibajos en el estado anímico y los cambios extremos en la actividad y el
nivel de energía.
Con medicamentos, es posible que empiece a sentirse mejor. Para
algunos, los síntomas de manía pueden sentirse bien o se pueden presentar
efectos secundarios de los medicamentos. Como resultado de esto el paciente
puede verse tentado a dejar de tomar sus medicamentos o cambiar la forma
como los está tomando. Pero dejar de tomar sus medicamentos o tomarlos de
la manera incorrecta puede provocar que los síntomas reaparezcan o que
lleguen a ser mucho peores.
Los miembros de la familia o los amigos pueden ayudarle a tomar los
medicamentos de la manera correcta. Además, pueden ayudar a verificar que
los episodios de manía y depresión sean tratados tan pronto como sea posible.
Se pueden ensayar otros medicamentos, como los antipsicóticos o los
antidepresivos. Las visitas regulares con un psiquiatra para hablar acerca de
sus medicamentos y los efectos secundarios son necesarias. Los exámenes de
sangre a menudo también son necesarios. Otros tratamientos:
Se puede usar la terapia electro convulsivo (TEC) para tratar la fase
depresiva o maníaca del trastorno bipolar si no responde a los medicamentos.
Los pacientes que están en la mitad de episodios maníacos o depresivos
posiblemente necesiten permanecer en un hospital hasta que su estado
anímico se estabilice y su comportamiento esté bajo control. Psicoterapia y
programas de apoyo
54
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Muchas personas con trastorno bipolar no reconocen cuando se están
volviendo más depresivas o maníacas. Unirse a un grupo de apoyo y a sus
seres queridos puede ayudar a mejorar la situación del paciente. La
participación de los familiares y cuidadores en sus programas de tratamiento
puede ayudar a reducir la probabilidad de reaparición de los síntomas en el
paciente.
Las habilidades importantes que se pueden aprender en tales programas
abarcan:
Hacerle frente a los síntomas que están presentes, incluso
mientras se estén tomando medicamentos.
Dormir bien y mantenerse alejado de las drogas psicoactivas.
Tomar los medicamentos correctamente y saber cómo manejar
los efectos secundarios.
Estar atento al retorno de los síntomas y saber qué hacer cuando
éstos reaparezcan.
Averiguar qué desencadena los episodios y cómo evitar dichos
desencadenantes.
La psicoterapia con un profesional en salud mental puede ayudar a
personas con trastorno bipolar. El Trastorno Bipolar es una enfermedad
psiquiátrica que consiste en la alteración cíclica y recurrente del estado del
ánimo, entre episodios de depresión, de manía y mixtos. Cualquier persona
puede desarrollar el trastorno bipolar. A menudo comienza en las últimas
etapas de la adolescencia o al principio de la adultez. Pero también niños y
adultos pueden sufrir del trastorno bipolar. Generalmente la enfermedad dura
toda la vida.
Las causas del trastorno bipolar no siempre son claras. Los científicos
están tratando de obtener más información sobre el trastorno a través de
estudios. Estas investigaciones quizás puedan ayudar a los médicos a predecir
si una persona sufrirá del trastorno bipolar. Algún día, quizás también puedan
ayudar a los médicos a prevenir la enfermedad en algunas personas.
55
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
CAPÍTULO X: LA ESQUIZOFRENIA
1. DEFINICIÓN
El concepto de esquizofrenia tiene su origen en dos términos griegos:
schizo (“división”, “escisión”) y phrenos (“mente”). Eso nos quiere decir que
quien padece este trastorno presenta, una mente partida en dos: una porción
que se relaciona con la realidad y otra que interactúa (en mayor o menor
grado), con un mundo imaginario.
Se le denomina esquizofrenia al diagnóstico psiquiátrico que se utiliza
para personas con un grupo de trastornos mentales crónicos y graves,
caracterizado a menudo por conductas que resultan anómalas comparadas con
el resto de la comunidad, falta de percepción de la realidad, alteraciones en la
percepción o en la expresión de la alteración de la realidad. La esquizofrenia es
un trastorno prevalente y una fuente significativa de morbilidad y mortalidad, de
tal modo que es considerado uno de los más fuertes trastornos mentales.
2. SÍNTOMAS:
Se llaman síntomas a aquellas manifestaciones del sujeto que anuncian
una anomalía o enfermedad. En la esquizofrenia la mayoría de los síntomas
son subjetivos y dependen de lo que el paciente refiera; se puede distinguir dos
tipos de síntomas en la esquizofrenia:
2.1. Síntomas positivos:
Son aquellas manifestaciones que el paciente hace o experimenta y que
las personas sanas no suelen presentar, pero pueden aparecer en otros
trastornos. Son síntomas mentales de tipo psicóticos.
Alucinaciones: Son engaños de los sentidos, percepciones interiores que
se producen sin un estímulo externo. No está en condiciones de
reconocer que lo percibido surge únicamente de sus vivencias interiores
y no está presenta en el mundo externo. Pueden ser de tipo auditivas,
táctiles, visuales, gustativas y olfativas.
Delirio: Se trata de una convicción errónea de origen patológico que se
manifiesta a pesar de razones contrarias y sensatas. El alcance con la
realidad está restringido. El paciente ve el delirio como la única realidad
56
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
válida. Aunque los propios pensamientos son contrarios a las leyes de la
lógica, el enfermo es inaccesible a esta objeción. Cuando se advierte de
este estado, a veces no hay que pensar el inicio de un tratamiento o la
hospitalización, ya que la desesperanza que puede llegar a producir en
el paciente hace que haya intentos de suicidio. Los tipos de delirio que
mayormente se presentan son de: persecución, de culpa, de grandeza,
referente a la religión, somático, de referencia, entre otros.
Trastornos del pensamiento: La manera en que habla el paciente suele
darnos indicios significativos sobre el pensamiento trastornado; relatan a
menudo que han perdido control sobre sus pensamientos, que estos le
han sido sustraídos, impuestos o que son dirigido por extraños poderes
o fuerzas. Los trastornos del pensamiento relacionado con el lenguaje
tenemos:
Descarrilamiento.
Tangencialidad.
Ilogicalidad.
Presión del habla.
Distraibilidad.
En las crisis psicóticas los síntomas anteriores pueden ir acompañados de:
Síntomas positivos en el ámbito de sentimientos: angustia,
excitabilidad.
Síntomas positivos vegetativos: insomnio, palpitaciones, sudores,
mareos, trastornos gastrointestinales, trastornos respiratorios
Síntomas positivos de la motricidad: comportamiento, agresivo y/o
agitado, inquietud corporal, movimientos extraños y absurdos,
conducta repetitiva.
2.2. Síntomas negativos:
Son aquellas cosas que el paciente deja de hacer y que los individuos
sanos pueden realizar cotidianamente, como pensar con fluidez y con lógica,
experimentar sentimientos hacia otras personas, tener voluntad para levantarse
cada día. Estos síntomas son menos alarmantes y se suelen confundir como
signos de pereza o de mal comportamiento.
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Se pueden ver estos síntomas antes de que aparezcan las alucinaciones
y los delirios, pero en su forma más clara se presentan sólo después de la
desaparición de los síntomas positivos. Podría decirse que es una fase residual
de la enfermedad; pero no todas las personas que sufren de esquizofrenia
tienen estos síntomas. Una tercera parte de los enfermos no lo tienen en
absoluto, o si está presente, es de manera sutil que apenas le molestan en su
vida cotidiana.
Pobreza afectiva: Se suele manifestar como un empobrecimiento de la
expresión de emociones y sentimientos, disminuye la capacidad
emocional; se manifiesta en aspectos del comportamiento como:
Expresión facial inmutable: La cara parece helada, de madera,
mecánica.
Movimientos espontáneos disminuidos y escasez de ademanes
expresivos: No usa las manos para expresarse, permanece inmóvil y
sentado.
Escaso contacto visual: puede rehuir mirar a los demás, permanece
con la mirada extraviada, Incongruencia afectiva: el afecto
expresado es inapropiado. Sonríe cuando se habla de temas serios.
Risa tonta,
Ausencia de inflexiones vocales: el habla tiene una calidad
monótona y las palabras importantes no están enfatizadas por medio
de cambios de tono de voz o volumen.
Alogia: Se refiere al empobrecimiento del pensamiento y de la cognición.
Se manifiesta a través de:
Pobreza del lenguaje: restricción de la cantidad del lenguaje
espontáneo, las respuestas son breves y raramente hay información
adicional.
Pobreza del contenido del lenguaje: aunque las respuestas son
largas, el contenido es pobre. El lenguaje es vago repetitivo y
estereotipado.
Bloqueo: interrupción del lenguaje antes de que un pensamiento o
idea haya sido completado. Después de un periodo de silencio que
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puede durar unos segundos no puede recordar lo que estaba
diciendo o lo que quería decir.
Latencia de respuesta incrementada: el paciente tarda más tiempo
de lo normal en responder a la pregunta.
Abulia –Apatía: La abulia se manifiesta como una falta de energía, de
impulso. La apatía es la falta de interés. A diferencia de la falta de
energía de la depresión, en la esquizofrenia es relativamente crónica y
normalmente no está acompañado de una afectividad triste. se
manifiesta en:
Problemas con el aseo y la higiene.
Falta de persistencia en el trabajo, escuela o cualquier otra
tarea, Sentimiento de cansancio.
Lentitud.
Propensión al agotamiento físico y mental.
Anhedonia – insociabilidad: Es la dificultad para experimentar interés o
placer por las cosas que antes le gustaba hacer o por las actividades
normalmente consideradas placenteras:
Tiene pocos o ningún hobbies,
Tienden a mostrar un decremento de la actividad e interés
sexual en función de lo que tendría ser normal según la edad
y estado del mismo,
Puede mostrar incapacidad para crear relaciones próximas e
íntimas apropiadas para su edad, sexo y estado familiar,
Relaciones con amigos y semejantes restringidas, hacen
poco o ningún esfuerzo para desarrollar dichas relaciones.
Problemas cognitivos de la atención: Sólo es capaz de concentrarse
esporádicamente, se distrae en medio de una actividad o conversación:
Se manifiesta en situaciones sociales.
Se le va la mirada.
No sigue el argumento de una conversación.
Le interesa poco el tema.
Acaba bruscamente una discusión o tarea aparente.
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2.3. Síntomas de primer orden:
También llamados de primer rango, estos síntomas pueden aparecer en
otros trastornos psicóticos (delirio, demencia y trastornos afectivos), siendo
más frecuentes en la esquizofrenia.
Eco del pensamiento.- El paciente experimenta alucinaciones auditivas
que repiten sus propios pensamientos.
Voces hablando.- Una o más voces comentan el comportamiento del
paciente.
Voces discutiendo.- En este caso hay más de una voz, que
generalmente discuten acerca del paciente en tercera persona.
Inserción del pensamiento.- El paciente cree que sus pensamientos no
son suyos propios y que están siendo literalmente insertados en su
cabeza.
Robo de pensamientos.- Los pacientes creen que alguien está
sustrayendo pensamientos de su cabeza.
Difusión de pensamientos.- El paciente cree que sus pensamientos
están siendo difundidos ampliamente y que todo el mundo los conoce.
Impulsos hechos, afectos hechos, voluntad hecha y pasividad
somática.- El paciente cree que algo o alguien le está controlando, casi
como si fuera una marioneta, de forma que sus impulsos, sentimientos
o deseos en realidad no son los suyos propios; su cuerpo y mente
están siendo controlados por una fuerza externa.
Percepción delirante.- Una percepción real de algún acontecimiento
inocuo que se produzca en el entorno del paciente desencadena una
idea delirante desarrollada.
3. TIPOS DE ESQUIZOFRENIA:
Se pueden presentar cuadros mixtos que pueden ser difíciles de
clasificar; también se observa muchas veces que el cuadro de la enfermedad
varíaa a lo largo del tiempo.
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3.1. Esquizofrenia paranoide: Se caracteriza por el predominio de ideas
delirantes y alucinaciones, sobre todo auditivas. Los delirios y las
alucinaciones a veces constituyen una unidad. Es la más frecuente,
suele iniciarse entre los 20 y 30 años y es la que mejor evoluciona a
pesar de la aparatosidad del cuadro.
3.2. Esquizofrenia catatónica: Predomina el trastorno del movimiento o
movimientos motores; a pesar de tener la conciencia despierta, el
enfermo no reacciona a los intentos de entrar en contacto con él. Su
rostro permanece inmóvil e inexpresivo, no se percibe ningún
movimiento interior e incluso fuertes estímulos de dolor pueden no
provocar reacción alguna.
En los casos más graves pueden llegar a no hablar, ni comer, ni
beber durante periodos lo suficientemente largos como para que peligre
su vida.
Sin embargo en el interior del enfermo puede haber verdaderas
tormentas de sentimientos, que a menudo solo se manifiestan en una
aceleración del pulso. También se dan repetición constantes del mismo
movimiento (automatismos) y muecas.
Los cuadros de extrema gravedad, en los que el enfermo por
ejemplo se mantiene sobre una pierna durante unas semanas, solo se
observa muy raras veces gracias a las posibilidades actuales del
tratamiento. Sólo ocurren cuando nadie se ocupa del enfermo o cuando
el tratamiento no es eficaz. El pronóstico para este tipo de esquizofrenia
suele ser malo.
3.3. Esquizofrenia desorganizada o hebefrenica: Predomina un afecto
absurdo, se suelen reír cuando se les da una mala noticia, las conductas
suelen ser infantiles, el estado de humor es absurdo, existe desinhibición
en los sentimientos.
Suelen tener comportamientos extraños, como reír sin motivo aparente y
realizar muecas. A menudo muestran falta de interés y de participación.
Hay casos en los que se manifiestan alucinaciones y delirios, aunque
esto no es una condición ecuánime en este tipo de esquizofrenia la
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mayoría de los casos los brotes no son claramente delimitables.
Suele comenzar en edades tempranas como es la pubertad, por eso
reciben el nombre de esquizofrenias juveniles e incluso hay casos en los
que la enfermedad viene de la infancia (psicosis infantil). Los desarrollos
hebéfrenicos lentos y desapercibidos por presentar pocos síntomas se
califican como esquizofrenia simple. El pronóstico suele ser desfavorable
en comparación con las otras esquizofrenias, debido a la personalidad
inmadura del enfermo.
3.4. Esquizofrenia indiferenciada: Es un tipo de esquizofrenia en la cual no
predomina un síntoma concreto para el diagnóstico, es como la mezcla
de las otras anteriores.
3.5. Esquizofrenia residual: En estos casos debe haber habido, por lo menos,
un episodio de esquizofrenia anteriormente, pero en el momento actual
no hay síntomas psicóticos importantes. Es la fase en la que los
síntomas negativos son más evidentes. No se manifiesta en todos los
enfermos.
4. CURSO DE LA ENFERMEDAD:
Cuando los síntomas de una esquizofrenia se presentan por primera vez
en la vida de una persona y desaparecen por completo después de poco
tiempo, se habla en un episodio esquizofrénico o psicótico, en general después
de estos episodios no quedan síntomas negativos.
Se puede hablar de una esquizofrenia cuando ya en la primera ocasión
que se presenta las manifestaciones de la enfermedad se mantienen durante
un tiempo más o menos largo, cuando los síntomas vuelven a aparecer al cabo
de algún tiempo y cuando la enfermedad desemboca en sintomatología
negativa. Se pueden distinguir tres fases:
4.1. Fase prodrómica: Es la fase en la vida de la persona que se produce
antes del desencadenamiento de la enfermedad. Se puede constatar
que en algunas personas que sufren la enfermedad ya habían sido
diferentes en la niñez y en la juventud, solitarios, callados, rendimiento
bajo. Pero no necesariamente tiene que ser así, hay casos en los que no
se detecte ninguna anomalía en la persona que sufre de esquizofrenia.
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Se denomina fase prodrómica a la fase que se produce antes de una
crisis, por lo tanto hay una serie de síntomas que nos pueden ayudar en
algunos casos a detectarlas:
Tensión y nerviosismo.
Pérdida del apetito o desorganización en las comidas.
Dificultad para concentrarse.
Dificultad en dormir.
Disfruta menos de las cosas.
No recuerda con precisión.
Depresión y tristeza.
Preocupado con una o dos cosas.
Ve menos a sus amistades.
Piensa que se ríen o hablan mal de él.
Pérdida de interés en las cosas.
Se siente mal sin motivo claro.
Se siente muy agitado o emocionado.
Se siente inútil.
Otros cambios.
4.2. Fase activa: Es la fase donde se desencadena la enfermedad, son los
llamados brotes o crisis. Los síntomas que se producen son:
Los positivos.
Alucinaciones.
Delirios.
Trastornos del pensamiento.
Estas crisis pueden brotar repentinamente y desarrollar el cuadro
completo en unos días. En otros casos el comienzo de la enfermedad
puede producirse muy lentamente y de forma desapercibida. La duración
de los brotes varía según la persona y puede extenderse desde unas
semanas hasta un año. Un mismo enfermo suele tener brotes de
duraciones parecidas. Lo mismo ocurre con los intervalos entre brotes,
según las características de las persona puede oscilar entre meses y
varios años y son generalmente de la misma duración en una misma
persona.
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
4.3. Fase residual: Esta fase no la sufren todos los enfermos, en esta fase
los síntomas negativos llegan a su culmen y el deterioro personal, social
y laboral es grave. Teoría de los tres tercios: 1/3 se recupera, 1/3 sigue
teniendo ciertas limitaciones después de un brote, 1/3 curso grave de la
enfermedad y no pueden vivir de forma autónoma.
5. CAUSAS DE LA ESQUIZOFRENIA:
No existe una causa para que algunas personas sufran esta
enfermedad, sino que se le atribuye la responsabilidad a todo un conjunto de
causas. Estas causas se definen en diversos modelos conceptuales:
1. Modelo vulnerabilidad-estrés
Se supone que existe una especial vulnerabilidad psíquica para que
pueda producirse una esquizofrenia. La primera responsabilidad se debe a
determinadas condiciones hereditarias. Se sabe que en algunas familias las
esquizofrenias son frecuentes, mientras que en otras no. Debido a esta
predisposición una persona puede ser vulnerable a sufrir la enfermedad pero
esto no es una condición ecuánime para desarrollarla. Como desencadenante
de la enfermedad debe sumarse una carga emocional especial (estrés). Los
síntomas patológicos de la esquizofrenia deben entenderse como un intento de
escapar de alguna manera a esta carga excesiva (acontecimientos de vida
estresantes, situaciones que supongan un cambio en la vida)
Las cargas emocionales excesivas desencadena los primeros brotes,
pero también los brotes posteriores son provocados por situaciones de estrés
aunque sean de carga leve. Hay que mencionar la existencia de otros modelos
médicos como por ejemplo:
El modelo genético.
Neuroquímica.
Alteraciones cerebrales.
Alteraciones funcionales.
Electrofisiológicas y neuropsicológicas.
Complicaciones en el parto.
Infecciones por virus.
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TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Por el momento, ninguna de estas causas posibles se ha demostrado
como definitiva y las investigaciones prosiguen para confirmarlas.
6. TRATAMIENTO:
El tratamiento de la esquizofrenia se basa fundamentalmente en
fármacos llamados antipsicóticos, los cuales controlan los síntomas activos,
pero es necesario y a la vez complementario que el enfermo reciba un
tratamiento psicosocial (psicológico, ocupacional y social), es fundamental que
la persona deje de alucinar, de delirar, pero también lo es que recupere sus
hábitos de vida, que este durante todo el día ocupado, que tenga su grupo de
amigos, es decir, la integración en la sociedad, la normalización.
1. Medicación antipsicótica: El tratamiento farmacológico de la
esquizofrenia se efectúa mediante unos fármacos llamados al principio
neurolépticos (nl) por sus efectos catalépticos y más modernamente hay
un cierto consenso en llamarlos antipsicóticos (ap).
2. Rehabilitación Psicosocial: El tratamiento psicofarmacológico es esencial
en el tratamiento de la esquizofrenia y demás psicosis, pero es
necesario un buen soporte terapéutico para la buena evolución de la
enfermedad, este soporte es la rehabilitación psicosocial.
Para cada paciente se realiza un plan individualizado de rehabilitación
diferente dependiendo de su enfermedad, estado, deterioro, conductas
problemas y situación social y laboral.
La rehabilitación se entiende como la proporción de la ayuda que
requiere la persona para el desempeño psicosocial. Los centros de
rehabilitación psicosocial se enmarcan dentro del modelo comunitario, se
trabaja con el enfermo en su contexto familiar y no en una institución.
Se va a tratar de disminuir o eliminar el déficit o deterioro en las distintas
áreas que impiden una integración normal del paciente en su medio,
entrenando las habilidades que le permitan una mayor autonomía e integración
social, mejorando la calidad de vida del enfermo y de su entorno social y
familiar.
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CAPÍTULO XI: TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)
1. DEFINICIÓN:
El autismo en un trastorno cerebral, a los que se llama el trastorno del
espectro autista (TEA). El término “ESPECTRO” se refiere a la amplia gama de
síntomas, habilidades y niveles de deterioro o discapacidad que pueden tener
los niños con el TEA, este se diagnostica de acuerdo con las pautas
mencionadas en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales,
actual mente el manual define el TEA como cinco trastornos, algunas veces
llamados los trastornos generalizados del desarrollo (TGD):
El trastorno autista (autismo clásico).
El trastorno de Asperger (síndrome de asperger).
El trastorno generalizado del desarrollo no específico (TGD-NE).
El trastorno de Rett (síndrome de Rett).
El trastorno des integrativo infantil (CDD, por sus siglas en ingles).
2. SÍNTOMAS:
Los síntomas del trastorno del espectro autista (TEA) varían de un niño a
otro pero, en general, se encuentran dentro de tres áreas:
Deterioro de la actividad social.
Dificultades de comunicación.
Conductas repetitivas y estereotipas.
3. TRATAMIENTO:
Aun no se ha demostrado una cura para el trastorno del espectro autista
(TEA), el tratamiento temprano podría ser programas escolares y la obtención
de ayuda médica adecuada puede reducir una gran medida de los síntomas del
TEA.
4. CAUSAS:
Los científicos no conocen las causas exactas, pero la investigación
sugiere que tanto los genes como el entorno desempeñan un papel importante.
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CONCLUSIÓN:
Con respecto a los trastornos de la personalidad encontramos que estos
son más frecuentes en la población de lo que se creen, ya que estos se
presentan sin mostrar demasiado evidencia como en los demás casos de
problemas psicológicos. En todo caso, a efectos de que exista una mayor
información sobre estas patologías y de que el individuo pueda dirigirse a un
profesional para confirmar sus propias hipótesis, en este trabajo podemos
encontrar una amplia información de estas patologías, su diagnóstico y su
tratamiento.
A lo largo de muchas décadas, aquellos involucrados en el terreno de la
salud mental han tratado de dar respuesta a preguntas tan sencillas como,
donde se traza la línea imaginaria entre una personalidad sana o funcional o
una personalidad enferma o disfuncional. La observación de la estimación de la
frecuencia de estos trastornos en nuestra comunidad indica un grave problema
de salud en términos absolutos, probablemente mayor del que se creía, pero
de magnitud similar al descrito en otras poblaciones de características
parecidas. Podemos apreciar que el trastorno más común en la sociedad es el
obsesivo (39 de cada 100trastornos), mientras que el porcentaje inferior es
para los trastornos antisociales. (2.4 de cada 100). El conocimiento del Autismo
está avanzando rápidamente, pero aún estamos lejos de una respuesta clara a
su naturaleza y causas específicas.
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