todo empieza con e- discotecas inglesas
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363ADICCIONES, 2009 VOL. 21 N M. 4 P GS. 363-386
FIONAMEASHAM*; PHIL HADFIELD**
Enviar correspondencia a:Fiona Measham. Lancaster UniversityF.Measham@lancaster.ac.uk
Profesora titular de Criminologa
Universidad de Lancaster* Investigador titular de Delincuencia y Gobernacin
Universidad de Leeds
Early Club Studies emphasised the inclusiveness of club cultures and the PLUR
ethos of peace, love, unity and respect alongside a polarised characterisation
of nightlife contexts, as either commercial, alcohol-oriented nightclubs offering
mainstream pop music, or authentic/alternative underground dance clubs
associated with widespread illicit drug use. This paper adds to the growing body
of research problematising these simplistic characterisations of club cultures
and leisure venues across the night-time economy, emphasising elements of
ragmentat on an segregat on a ongs e t e contnue mportance o soc a
structure and resultant social and spatial exclusion. The authors explore how
informal processes such as club launches, internet promotions and dress codes
together result in the production and reproduction of two contrasting formsof English clubland elites: cultural elitesproduced through the social, cultural
an spat a exc us on o e ectronc ance mus c o b ac org n an ts m norty
ethnic, working class and lower income followers from Manchester city centre
dance clubs; and consumer elitesproduced through the economic and cultural
exclusion of working class and lower income club-goers from nightclubs
in Londons West End. The complex and interweaving practices of cultural
st nct on an structura scr m naton w c pro uce suc e tes are o ten
closely intertwined with the formal and informal regulation, marginalisation
and criminalisation of specific cultural forms. The paper therefore argues for
the construction of more nuanced conceptual understandings of the social
divisions and inequalities within nightlife and in studies of young peoples
e sure opportun t es more genera y.
Key words: Night time economy, ethnicity, social class, security,
RESUMEN ABSTRACTLos primeros estudios sobre las discotecas se centraban en la identificacin
de la cultura de discoteca con el espritu PAUR de paz, amor, unidad y
respeto y en una definicin polarizada de los contextos nocturnos: por
un lado discotecas comerciales e interesadas en fomentar el consumo
de alcohol, que ofrecan msica pop del montn, y por otro discotecas
underground autnticas/alternativas vinculadas al consumo generalizado
de drogas ilegales. Este artculo se suma al creciente nmero de trabajos de
investigacin que cuestionan estas simplistas caracterizaciones de la cultura
de las discotecas y de los lugares de diversin vinculados al ocio nocturno y
subrayan los elementos de fragmentacin y segregacin junto a la importancia
permanente de la estructura social y la exclusin social y espacial resultante.
Los autores estudian cmo los procesos informales aperturas de discotecas,promociones en Internet y cdigos de vestuario dan lugar a la produccin
y reproduccin de dos lites inglesas opuestas en torno al mundo de las
discotecas: las lites culturalesderivadas de la exclusin social, cultural y
espacial de la msica dance electrnica de origen negro y su minora tnica,
con seguidores de clase obrera y rentas bajas en las discotecas dance del
centro de la ciudad de Manchester; y las lites consumidorasderivadas de la
exclusin cultural y econmica de los clientes obreros y de rentas bajas de las
discotecas del West End londinense. Las complejas y entrecruzadas prcticas
de distincin cultural y discriminacin estructural que producen dichas lites
se relacionan estrechamente con la reglamentacin formal e informal, la
marginacin y la criminalizacin de determinadas manifestaciones culturales.
Este artculo aboga por la elaboracin de consideraciones conceptuales ms
matizadas de las divisiones y desigualdades sociales en la vida nocturna y
en los estudios sobre las oportunidades de ocio de los jvenes desde una
perspectiva ms general.
Palabras clave: Economa del ocio nocturno, etnicidad, clase social, seguridad.
Todo empieza con E: Exclusin, etnicidad y formacin de
lites en el mundo actual de las discotecas inglesas
Everything Starts with an E: Exclusion, ethnicity and elite
ormat on n contemporary ng s c u an
rec o: novem re 2 8
aceptado: marzo 2009
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NTRODUCCI N
esde los primeros estudios sobre los ambientes disco-tequeros de cid house, avey msica ance, se obser-varon dos caractersticas esenciales en todo el mundo.
n primer lugar, se resalt la inclusin de la cultura de disco-
teca en el espritu de paz, amor, unidad y respeto (a partirde ahora PAUR) de los inicios del acid housey el rave, y luegoen la tica comunitaria y la espiritualidad que se identificancon los ambientes contemporneos de msica electrnica
ance1-4. En poca ms reciente, los estudios sobre las disco-tecas han dejado de lado la tica comunitaria y la inclusinara analizar las divisiones y diferencias sociales , . En segundougar, se distingui una dicotoma que afecta a la asociacinde las discotecas comercialmente rentables con la msicaopular corriente, los estilos pijos y el consumo de alcohol
(casi siempre en exceso); en comparacin con la asociacinde discotecas danceunderground menos rentables comer-
cialmente, y de fiestas ravesin permiso o ilegales con msicaalternativa, una esttica autntica o guay y el consumode drogas de discoteca , . Sin embargo, ambos temas la ideade un espritu PAUR de inclusin dominante en la cultura dediscoteca, y la dicotoma entre comercial/popular por unado y autntico/underground por otro han sido cada vezs cuestionados a partir de la dcada de 1990, tanto desde
dentro como desde fuera del campo de los estudios sobre elundo de las discotecas ,1 . Por otro lado, en Gran Bretaa la
egeneracin de zonas urbanas a travs de la expansin de laeconoma del ocio nocturno (en adelante EON) ha generadoel desarrollo de un cuerpo paralelo de investigaciones sociales
que analizan el contenido y el contexto de la vida nocturnapopular 1,1 . Sin embargo, sigue dominando la nocin de unespritu PAUR incluyente dentro de la cultura de discoteca y dena dicotoma entre vida nocturna comercial/popular frente
a la autntica/underground1 , con tipologas de nightclubs yde discotecas que hasta la fecha han minimizado el nivel decomercializacin que existe en las culturas de discoteca con-temporneas y el alcance de la diferenciacin y fragmentacindentro de la corriente denominada popular14.
Este artculo basa su anlisis en una considerable canti-dad de investigaciones empricas realizadas por los autores insitu, en una serie de locales de ocio autorizados de la EON,
que abarcan estos aspectos. En primer lugar, la investigacinde Measham sobre las dos ltimas dcadas ha estudiadoampliamente las cambiantes culturas de consumo de sustan-cias en los pubs, bares, discotecas y nightclubs ingleses; suestudio sobre las fiestas ravey el ambiente dancea partir de1990 condujo a la consiguiente inclusin de la msica jun-gle/drum and bassdesde el principio 1 ,1 . En segundo lugar,os trabajos de investigacin de Hadfield sobre las culturasocturnas populares se basaron inicialmente en diez aos de
experiencia como disc jockey ancey comercial en una seriede locales y en su posterior investigacin sobre los permisos,a seguridad y la gobernabilidad dentro de la EON1 ,1 . En ter-
cer lugar, este artculo se fundamenta asimismo en observa-ciones sobre casi 600 locales autorizados de toda Inglaterra,ecogidas por Measham, Hadfield y un equipo de 26 obser-adores como parte de un reciente estudio del Ministerio
From some of the earliest studies of acid house, rave
and dance club scenes, there have been two key
recurring characteristics identified across the world.
irstly, there has been an emphasis on the inclusiveness
of club cultures from the peace, love, unity and respect
(hereafter PLUR) ethos of early acid house and rave
through to the communality and spirituality identified
in contemporary electronic dance music scenes.1-4 More
recently, club studies have shifted their emphasis from
communality and inclusion, to explorations of social
divisions and difference. , Secondly, a dichotomous
distinction has been made involving the association of
commercially profitable nightclubs with mainstream
popular music, high street styles and (often excessive)
alcohol consumption; contrasted with the association of
ess commercially profitable underground dance clubs,unlicensed or illegal raves with alternative music, an
authentic or cool aesthetic and the consumption of club
drugs. , However, both these themes the notion of a pre-
eminent PLUR ethos of inclusiveness in club cultures and
the notion of a commercial/mainstream versus authentic/
underground dichotomy have been increasingly
challenged since the 1990s both within and outside of
the field of Club Studies. , Added to this, in the UK the
regeneration of urban areas through the expansion of the
night-time economy (hereafter NTE) has also led to the
development of a parallel body of social research dissecting
the content and context of mainstream nightlife. 1,1 Yet,
notions of an inclusive PLUR ethos within club cultures
and of a commercial/mainstream versus authentic/
underground nightlife dichotomy remain prominent, with
typologies of nightclubs and dance clubs to date having
tended to minimise both the degree of commercialisation
that exists within contemporary club cultures and the
extent of differentiation and fragmentation within the
so-called mainstream.
This paper draws analysis from a sustained body of
empirical research conducted by the authors in situ in a
range of licensed leisure venues across the NTE which cut
across these discourses . Firstly, Meashams research over
the last two decades has broadly explored changing cultures
of intoxication within English pubs, bars, dance clubs and
nightclubs, with her rave and dance club research from the
early-1990s onwards drawing on her ongoing participation
in the jungle/drum and bas s scene since its inception. 1 ,1
Secondly, Hadfields body of research on populist nightlife
cultures was initially informed by his 10-year experience as
a dance and commercial disc jockey in a range of nightlife
settings and his subsequent academic research on licensing,
security and governance within the NTE. , Thirdly, thisarticle also draws upon observations in nearly 600 licensed
premises across England, conducted by Measham, Hadfield
and a team of 26 observers as part of a recent Home
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del Interior sobre los criterios de responsabilidad social de laindustria del alcohol1 .
as prcticas formales e informales de empresarios,gerentes, personal de seguridad y clientes contribuyen a laregulacin del espacio de ocio dentro de la EON. Esto se pro-duce a travs de la creacin, lanzamiento y continuacin deeventos concretos, cuyo carcter suele ser fluido, desafa lareduccin a categoras simplistas y refuerza las tendenciasemergentes de diversificacin, fragmentacin y reorgani-zacin espacial de los lugares de ocio1 ,11 , . Estos procesosdeterminan que, mientras que en ciertos contextos, comolas zonas ms concurridas de las ciudades o los barrios dediversin nocturna de los centros tursticos costeros, exis-te una gran similitud de funcionamiento entre locales (y demovimiento de clientes entre ellos), la EON no es algo socialy culturalmente homogneo ni polarizado, y una investiga-cin basada en observaciones refinadas sin duda revelarsutiles diferencias no slo entre ambientes de ocio, sino tam-
bin dentrode los mismos . Y as, las variantes de la simplistadicotoma entre comercial/popular por un lado y autn-tico/underground por otro, no reflejan de forma adecuadaesas experiencias nocturnas ms fluidas y llenas de matices.En resumen, y al menos en el contexto ingls, no soportanun anlisis emprico sistemtico. Resultan tiles para que losinvestigadores e interesados diferencien entre bares y dis-cotecas en los que domina el alcohol y discotecas under-ground en las que predominan las drogas, pero cuando seestudia el uso que se da a esos lugares y lo que en ellosse consume, las cosas no estn tan claras. Por ejemplo, unreciente estudio sobre el consumo de drogas en la EON de
una ciudad inglesa puso de manifiesto que aparte de dos decada tres clientes de discotecas, uno de cada cinco clientesde bares haban tomado o previsto tomar drogas ilegales enel ambiente nocturno . En la vida nocturna existen induda-bles divisiones sociales y culturales, pero a nuestro modo dever son mltiples, fragmentadas y estn estrechamente vin-culadas a las normas formales e informales, a la marginaciny a la criminalizacin de formas culturales concretas, estu-diadas aqu en relacin a la formacin de lites del mundorecreativo nocturno.
uestro trabajo estudia esta diversidad en la EON, cen-trndose en los procesos que dan lugar a la produccin y
reproduccin de dos formas opuestas de lites de discotecas;lo que aqu denominamos una lite cultural, nacida de laexclusin social, cultural y espacial de la msica danceelec-trnica (en adelante MDE) de origen negro y de sus segui-dores, una minora tnica de clase obrera y con rentas bajasque frecuenta las discotecas del centro de la ciudad de Man-chester; y una lite consumista producida por la exclusineconmica y cultural de los clientes de clase obrera y rentasbajas de las discotecas del West End londinense. Estos dosejemplos de exclusin y de formacin de lites ejemplificanla creciente segregacin y fragmentacin dentro de la MDEy en la EON inglesa, y cuestionan la homogeneidad de lascaracterizaciones comercial/popular por un lado y autn-tica/underground por otro tras identificar una serie de prc-
a Vase un anlisis de ambientes en Measham and Moore.13 Vase tambin Moore, D.Beyond subculture in the ethnography of illicit drug use, Contemporary Drug Problems2004; 31, Summer, p.181-212.
Office review of the alcohol industry social responsibility
standards.1
The formal and informal practices of promoters,
managers, security staff and customers help shape the
regulation of leisure space within the NTE. This occurs
through the inception, launch and continuation of specificclub events, the nature of which are often fluid, serving
to defy simplistic categorisation and reinforce emergent
trends in the diversification, fragmentation and spatial
re-organisation of leisure spaces. , , These processes
ensure that whilst in some contexts, such as the night-time
high street or the night strips of seaside resorts, there may
be a great deal of functional similarity between venues (and
indeed movement of customers between them), socially and
culturally the NTE is neither homogenous nor polarised, with
fine grained observational research likely to reveal subtle
differences not only between, but also within local leisure
scenes.m
a Thus, variants of the simple dichotomous typologyof commercial/mainstream versus authentic/underground
are unable to adequately reflect these more fluid and
nuanced lived experiences of nightlife. In short, in the English
context at least, they fail to withstand systematic empirical
testing. Whilst it may have proved convenient for researchers
and stakeholders to differentiate alcohol-oriented bars
and nightclubs on the one hand, from underground, drug-
oriented dance clubs on the other, when one explores the
ways in which such spaces are actually used and consumed
things become much less clear-cut. For example, a recent
survey of drug use across the NTE in an English city found
that alongside nearly two-in-three club customers, one-in-five bar customers either had taken, or anticipated taking,
illicit drugs on the fieldwork night.1 Whilst social and
cultural divisions undoubtedly do occur across nightlife,
we contend that these are multiple, fragmented, and often
closely intertwined with the formal and informal regulation,
marginalisation and criminalisation of specific cultural forms,
here considered in relation to the formation of clubland
elites.
Our paper explores this diversity across the NTE,
focussing on the processes which result in the production
and reproduction of two contrasting forms of clubland elite;what we here term a cultural elite produced through the
social, cultural and spatial exclusion of electronic dance
music (hereafter EDM) of black origin and its minority ethnic,
working class and lower income followers from Manchester
city centre dance clubs; and a consumer elite produced
through the economic and cultural exclusion of working class
and lower income club-goers from nightclubs in Londons
West End. Together, these two examples of exclusion and
elite formation illustrate the growing segregation and
fragmentation both within EDM and across the English NTE,
challenging the homogeneity of commercial/mainstream
and authentic/underground characterisations through the
a For a discussion of scenes see Measham and Moore.13 See also Moore, D. Beyondsubculture in the ethnography of illicit drug use, Contemporary Drug Problems2004;31, Summer, p.181-212.
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ticas interrelacionadas de distincin cultural y discriminacinestructural en los establecimientos con un amplio espectrode polticas publicitarias, musicales y de admisin de clien-tes. En este artculo estudiamos tres procesos que, a nuestro
odo de ver, contribuyen a producir y a reproducir las litesculturales y consumidoras dentro de la EON: la organizacin
nicial de eventos en discotecas, las estrategias de promocinen Internet, y las polticas de admisin o los cdigos de ves-tuario asociados al aspecto de los clientes potenciales. Antesde abordar esos procesos, nos fijaremos en formulacionesecientes de las teoras sobre las lites, en el desarrollo de las
economas de ocio nocturno de Manchester y Londres y enestudios sobre la msica de origen negro.
as lites en el mundo de las discotecas
En los ltimos aos existe un vaco en la investigacinsocial sobre las lites. Savage y Williams se han preguntadoor qu hay una invisibilidad tan escandalosa de las lites
dentro de las ciencias sociales cuando los ricos viven cadaez recluidos en sus privilegiados mundos 1. Scott, uno deos principales socilogos estudiosos de las lites, cuyo tra-bajo parte de la teora weberiana de las lites, ha destacadoa importancia del concepto de lite en cuanto permite unaconsideracin del poder estructural junto con un anlisis dela parte que juega un papel colectivo en el ejercicio de eseoder . En tiempos ms recientes, Bourdieu ha sido uno deos pocos tericos sociales que han estudiado las lites en el
undo contemporneo con su obra fundamental sobre losrofesores y funcionarios, en la que desarrolla el conceptode capital detentado por grupos dominantes . La obra de
ourdieu ha perfilado nuestra comprensin conceptual de laormacin de las lites al afirmar que el capital debe enten-
derse no slo en trminos de valores econmicos, sino tam-bin de habilidades educativas y sociales, evidentes en lasormas y gustos caractersticos de las lites, notables por surestigio.
Por el contrario, Scott critica el uso indiscriminado delconcepto de lite y en particular su aplicacin a grupos sinelacin formal con el poder. Aceptamos su prevencin con-
tra la constante ampliacin del trmino fuera de las estruc-turas formales de poder, pero preferimos utilizar el concepto
s extenso de Savage y Williams sobre las lites y su ideas fluida de la relacin entre estructuras de poder forma-
es e informales y el funcionamiento de una agencia colecti-a, vinculada a los procesos de distincin identificados porourdieu, en nuestra identificacin de las lites culturales y
comerciales dentro del mundo del ocio nocturno.
En relacin al ocio nocturno en concreto, Perrone haaplicado el concepto de Bourdieu de culturas del gusto paraanalizar el efecto de tnel y puente (ajeno a Manhattan)de las actitudes, conductas y consecuencias de los jvenes
con respecto a las drogas y a los locales de ocio en su estu-dio etnogrfico sobre los chicos de discoteca ( lub kids) de
ueva York 4. Perrone observ que, en el caso de los relati-amente acomodados y bien educados chicos de discoteca,
identification of complex interweaving practices of cultural
distinction and structural discrimination in venues with a
wide range of different promotional, music and door policies.
Three processes are explored here which we suggest help
produce and reproduce these cultural and consumer elites
within the NTE: the initial establishment of club events;
internet promotional strategies; and admissions policies
or dress codes relating to the appearance of potential
customers. Before considering these processes, we first note
some recent developments in the theorisation of elites, the
development of the Manchester and London club economies
and studies on music of black origin.
lites in Clubland
T ere has been a hiatus in social research on elites inrecent years. Indeed, Savage and Williams have posed the
question why do we have such a glaring invisibility of elites
within the social sciences, given that the rich draw away
and inhabit their ever more privileged worlds? 1 Scott,
one of the leading sociologists of elites whose work drawson Weberian elite theory, has emphasised the importance
of the concept of elites in allowing a consideration of
structural power alongside an exploration of the part
played by collective agency in the exercise of this power.ore recently, Bourdieu has been one of very few social
theorists to have considered elites in contemporary times,
with his seminal work based on studies of academics andcivil servants developing the concept of capital held by
dominant groups. Bourdieus work has further advancedour conceptual understanding of the formation of elites,
arguing that capital should be understood not only in terms
of economic assets, but also educational and social skills and
cultural capital evident in the distinctive norms and tastes of
elites which are notable for their prestige value.
By contrast, Scott warns of the indiscriminate use of the
concept of elites, and in particular its application to groups
without a formal relationship to power. Whilst recognising
this cautionary note on the continued broadening of theterm beyond formal power structures, we would like to utilise
Savage and Williams wider conceptualisation of elites and
their more fluid understanding of the relationship between
both formal and informal power structures and the operationof collective agency, allied to the processes of distinction
identified by Bourdieu, in our identification of cultural and
commercial elites in clubland.
In relation to clubland in particular, Perrone has applied
ourdieus notion of taste cultures to explore the tunneland bridge (non Manhattan-based) young peoples drug-
related and clubbing-related attitudes, behaviours and
consequences, in her ethnographic study of New Yorkclub kids. For the relatively affluent and well educatedclub kids she observed, what was notable was how their
economic, social and human capital assisted them in avoiding
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su capital econmico, social y humano les permita evitar elindeseado peso de la justicia criminal y de las intervencio-nes mdicas, frente a sus colegas menos acomodados. Estehecho permita a ese grupo concreto de clientes de discotecamantener estilos de vida productivos y llegar a la edad adultasin sufrir riesgos significativos de dao a largo plazo a con-
secuencia de sus incursiones en las discotecas y las drogas,lo cual les facilitaba en consecuencia mantener y reproducirsu estatus de lite.
Etnicidad y exclusi n en el mundo de las discotecasde Manchester
os estudios sobre la regeneracin econmica de GranBretaa en la dcada de 1990 observaron que los centros delas ciudades se haban convertido en lugares de notable con-sumo de sustancias, con una vida nocturna a la vanguardia
del desarrollo de las nuevas ciudades de fiestas de 24 horasy con los dueos de las discotecas en el papel de empre-sarios subculturales dentro de la floreciente industria delocio ,11, , . Mientras la ciudad fue y sigue siendo una slidametfora de la diversidad y el peligro , , y se ha analizadoen profundidad la asociacin entre clase obrera y culturastnicas minoritarias con la peligrosidad, tanto histrica-mente - como en la cultura contempornea , la antedicharegeneracin econmica ha perpetuado y reforzado procesosde exclusin preexistentes que dieron lugar a ciertas mani-festaciones musicales y a que algunos clientes no fuesenbien recibidos en las fiestas de 24 horas.
n cuanto a los procesos formales de regulacin, el estu-dio de Bse sobre la vida nocturna de Manchester demostrque las polticas selectivas y la discriminacin racial afecta-ban desproporcionadamente a los grupos marginados. Bsedescribe la exclusin de las minoras tnicas de las discotecasdel centro de Manchester en los aos 70 y 80 y su reclu-sin en los guetos deteriorados tanto a efectos residencia-les como de ocio, con instalaciones carentes de la calidad, elglamour o el atractivo de los establecimientos cntricos , .Talbot y Bse, en sus estudios sobre Londres y Manches-ter, describen cmo en la dcada de 1990 surgieron nue-vas formas de gobernabilidad discriminatoria, en las que los
espacios culturales negros estaban sujetos a procesos deexclusin de los nuevos centros de recreo de la economadel ocio nocturno . se observa que Manchester, una ciu-dad en la que aproximadamente el 15% de la poblacin noes blanca, es famosa por las iniciativas culturales y creativasproducidas y consumidas en su mayor parte por la poblacinblanca. Por tanto, dichas iniciativas no reflejan toda la gamade experiencias urbanas contemporneas.
irby estudi a partir de finales de los aos 90 la exclu-sin del ambiente MDE de dos gneros musicales derivadosde la msica de garaje britnica y denominados grimeyniche (basslineo ritmos bajos) . Ante la radical eliminacin
de algunas formas musicales de origen negrob
, como el grimeb En este artculo se utiliza el trmino negro en vez de urbano para subrayar
que gneros de MDE como el jungle , el drum and bass, e l dubstep, e l grime y e lnichetienen sus races histricas en las manifestaciones culturales de la disporaafricano/caribea. Kirby observa que hay que tener en cuenta que la msica negra
unwelcome criminal justice and medical interventions unlike
their less affluent peers. This allowed this particular group of
club-goers to maintain productive lifestyles and emerge into
adulthood without a significant risk of long-term harm from
their club/drug careers, thereby maintaining and reproducing
their elite status.
Ethnicity and Exclusion in Manchester Clubland
n analyses of the economic regeneration of the
UK in the 1990s, city centres became notable sites for
conspicuous consumption, with nightlife seen as at the
forefront of the development of new 24 hour party
cities and club promoters positioned as subcultural
entrepreneurs within the burgeoning entertainmentindustry. ,11, , Whilst the city has been and remains an
enduring metaphor for both diversity and danger, ,
with the association between working class and minority
ethnic cultures and dangerousness explored extensively-
both historically, - and in contemporary culture1 - such
economic regeneration has perpetuated and reinforced
pre-existing exclusionary processes resulting in some forms
of music and some customers not having been welcomed so
readily to the 24 hour party .
n terms of formal processes of regulation, Bses study
of Manchester nightlife showed how selective policingand racial discrimination impacted disproportionately on
marginalised groups. She describes how minority ethnic
populations were excluded from Manchester city centre
clubs in the 1970s and 1980s and pushed into inner city
ghettoes for both residential and leisure purposes, whose
local facilities lacked the quality, glamour or appeal of city
centre venues. , Talbot and Bse, in their combined studies
of London and Manchester, subsequently describe how, by
the 1990s, new forms of discriminatory governance had
emerged, wherein black cultural spaces were subject to
a process of exclusion from the new playgrounds of the
night-time economy. Bse notes that Manchester, a citywhose population is over 15% non-white, continues to be
renowned for creative cultural enterprises mostly produced
and consumed by the white population. Such enterprises
therefore fail to reflect the full range of contemporary urban
experiences.
irby explored the exclusion from the late-1990s
Manchester EDM scene of two UK garage-derived music
genres called grime and niche (or bassline). 4 In trying to
understand how some musical forms of black originb such
as grime and niche have been so effectively suppressed
within such a racially diverse city, Kirby argues that it wasb The term black rather than urban is used in this paper in recognition that EDM
genres such as jungle, drum and bass, dubstep, grime and niche have their historicalroots in the cultural forms of the African/Caribbean diaspora. Kirby notes thatblack music in Britain should be regarded as having fashioned its own identity by
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y el niche, de una ciudad con tanta diversidad racial, Kirbyafirma que la importancia concedida a la cultura de bandasrbanas, especialmente por la Polica del Gran Manchester,
dio lugar a ciertas consecuencias sociales problemticas entrminos de represin cultural, exclusin y censura 4. statensa relacin entre los supuestos problemas con las bandas,
os reglamentos policiales y la vida nocturna de Manchestertambin ha sido estudiada por Haslam . Los estudios sobrea reglamentacin de los locales de ocio y el espacio pblicoen el mbito de la vida nocturna de Hadfield y sus colegasse han centrado en cambio en la gestin y seguridad de losestablecimientos , , , y en fechas ms recientes en las Aso-ciaciones locales contra la Delincuencia y los Disturbios, ascomo en redes ms amplias dedicadas al gobierno de la ciu-dad y a su relacin con el consumo de alcohol y drogas .
Es interesante resaltar que, si bien Birmingham es una ciu-dad inglesa con similar diversidad racial, ha sido menor queen Manchester el impacto de la cultura de las bandas y los
roblemas relacionados con las armas durante tres dcadasde vida nocturna con mezcla racial, desde la dcada de 1970;con un floreciente mundillo reggae y el surgimiento del movi-
iento Two Tone, a principios de los aos 90 los ambientes deiestas avecon msicajungley ardcoreadoptaron un forma
distinta y menos excluyente en los Midlands en comparacincon el noroeste, como veremos ms adelante , , . La gentrifi-cacin del mundo de las discotecas de Manchester, junto conel nuevo desarrollo del centro de ciudad, hizo que se conce-diese cada vez mayor importancia al mercado de los jvenesrofesionales y los estudiantes ricos y blancos, en detrimento
de las minoras tnicas, la clase obrera y la comunidades loca-
es de rentas ms bajas, como demuestra el hecho de que laayora de las fiestas de discotecas se suspendiesen durante
as vacaciones estudiantiles. Como sostiene Kirby sobre Man-chester: Gran parte del inters del sector de las discotecasse dirige al pblico estudiantil o a la generalidad. Hay pocaoferta de msica contempornea de origen negro dirigidaa la comunidad negra, la clase obrera y los sectores pobresrbanos ,c. Bse expresa sentimientos parecidos al describir
as industrias culturales creativas de la ciudad como redes dechicos blancos . El punto fundamental de nuestro anlisises que los ambientes de ocio local apoyan procesos diferen-ciales de exclusin en marcos sociales comparables. En este
caso se considera que las ciudades inglesas de Manchester yirmingham tienen races musicales, culturales e histricas
e Gran Bretaa form su propia identidad basndose en la estrecha relacin de GranBretaa con el Caribe, sobre todo con Jamaica, y que el hip hop estadounidenseambin se basa en las letras de las rpidas plticas del reggae jamaicano. Kirby afirmaue describir estilos de msica popular... como msica de origen negro equivalereconocer las races estilsticas del gnero en la msica negra 34 p.13-14, mientras que
los que hacen y e scuchan msica negra son una generacin de jvenes de diferentesrgenes raciales que comparten una cultura comn34 p.15. Por tanto, al describir
manifestaciones musicales concretas como negras en vez de urbanas, estamosreconociendo las races histricas de dicha msica y no caracterizando a la audiencia o
los seguidores actuales.
Por ejemplo, un destacado promotor de eventos de drum and basspuso un mensaje enuna pgina web expresando su preocupacin ante la violencia potencial o la actitudnegativa de los clientes de discotecas locales porque se iba a celebrar una sesin dedrum and bassen julio, durante las vacaciones de verano de la Universidad, y dijo:slo espero que no se exalten los nimos porque no hay estudiantes . http://www.
nwdnb.co.uk/showthread.php?t=40054&page=3 [Consultada el 8 de julio de 2009] .Bse hace una observacin similar con respecto a las clasificacin tnica de las noches
e las discotecas de Manchester como noches negras o noches de estudiantes,on la consiguiente escasez de pblico negro incluso en algunos locales de hip hop de
Manchester, que se dirigen a un pblico blanco de estudiantes amigos, a travs deus redes de divulgacin y de sus estrategias propagandsticas p.432.
the prioritisation of concerns about the citys gang culture,
particularly by Greater Manchester Police, that resulted
in some problematic social consequences in terms of
cultural repression, exclusion and censorship. This tense
relationship between perceived gang problems, police
regulation and Manchester nightlife has also been explored
by Haslam. Studies on the regulation of leisure venues
and public space within the night-time city by Hadfield and
colleagues have focussed instead on venue management
and security,11 ,1 ,1 and more recently, local Crime and
isorder Partnerships (CDRPs), as well as the wider networks
concerned with urban governance and its relationship to
alcohol and drug use.
It is interesting to note that whilst Birmingham is an
equally racially diverse English city, it has less notoriety
than Manchester for gang culture and gun-related
problems, alongside over three decades of racially mixednightlife from the 1970s onwards: with a thriving reggae
scene and the emergence of Two Tone, through to the
early-1990s jungle and hardcore rave scenes which took a
different and less exclusionary course in the Midlands in
comparison to the North West, as discussed below.1 , ,
The gentrification of Manchester clubland in conjunction
with the redevelopment of the city centre, by contrast,
ed to a growing focus on a wealthier, white, student and
young professional market, to the detriment of its minority
ethnic, working class and lower income local communities,
as evident in the majority of club events being suspendedduring student holiday time. As Kirby summarises, in
anchester: much of the focus in the clubbing sector is
on the student demographic, or on the mainstream (sic).
There is little provision for contemporary music of black
origin that appeals to the black community, working class,
and urban poor. 4,c Expressing similar sentiments, Bse
describes the Citys creative cultural industries as white
boys networks. The salient point for our analysis is that
ocal leisure scenes can support differential processes of
exclusion across comparable social settings. In this case,
the English cities of Manchester and Birmingham are seen
to have different musical, cultural and historical roots andto have developed divergent forms of urban governance
in relation to the policing and representation of minority
rawing on the close relationship that the UK has with the Caribbean, particularlyJamaica, with American hip hop too drawing on Jamaican reggaes fast chattingvocals or toasting. Kirby notes that describing popular music styles as music ofblack origin acknowledges the genres stylistic roots in black music,34 p.13-14 whilsthe people making and listening to black music are a generation of young peoplef different racial backgrounds that share a common culture.34 p.15 Thus describingpecific musical forms as black rather than urban is an acknowledgement ofhe historical roots of such music rather than a description of the contemporaryudience or following.
For example, a pre- eminent drum and bass events promoter posted a websitemessage expressing concern about potential violence or negative attitude by locallub-goers because an upcoming drum and bass event was being held in July, the
university summer holidays, saying just hope its not moody being no students.http://www.nwdnb.co.uk/showthread.php?t=40054&page =3 [Accessed 8th July2009] Bse makes a similar point regarding the ethnic categorisation of Manchesterlub nights as black nights or student nights and the consequent scarcity of black
people even at some Manchester hip hop club nights which target a white andtudent friends of friends customer base through their dissemination networks and
promotional strategies.6 p.432
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369Fiona Measham, Phil Hadfield
diferentes y por ello han desarrollado formas divergentes degobernabilidad urbana en relacin al mantenimiento del ordenpblico y la representacin de las minoras tnicas, la claseobrera y las comunidades de barrios deprimidos en la vidanocturna. En este artculo afirmamos que se ha desarrolladoun proceso de exclusin selectiva en el ambiente jungle/drum
and bass(un gnero de MDE negra), paralelo al identificadopor Bose en relacin al soul y al gnero del UK garage, e iden-tificado por Kirby en las msicas grimey niche.
uestro objetivo es desmontar los procesos informalesde distincin, segmentacin y exclusin que caracterizan alas redes de chicos blancos . Al hacerlo pretendemos pre-sentar y definir nociones con derivaciones empricas sobrelas lites culturales y consumistas cuya existencia cuestionala divisin entre comercial/popular por un lado y autnti-co/underground por otro. En concreto, consideramos la for-macin de las lites a travs de su yuxtaposicin con otrosgrupos sociales en la vida nocturna, demostrando cmo se
utilizan procesos informales de exclusin para fundamentarcriterios ms formales de acceso a los espacios de ocio, entrelos que se incluyen algunos de los locales nocturnos y de losambientes sociales ms destacados de Gran Bretaa.
Montando el espectculo: los obstculos paraacceder a los locales de primera clase
os procesos de exclusin se consideran primero en rela-cin al establecimiento de un evento nocturno. Aparte de
las reglas formales impuestas por los permisos, la polica, lasautoridades locales y los grupos de residentes , funcionanprocesos informales que dependen de los protagonistas prin-cipales e incluyen a la gerencia de las discotecas, los dueos,los promotores de espectculos, el personal de seguridad yotras personas en situacin de ejercer un poder relativo en laEON. Estos procesos cuestionan la idea de un espritu PAUResencial u omnisciente y el alcance de la creatividad radicalo de la esttica alternativa en las discotecas de MDE . Esastendencias excluyentes de larga tradicin se ven muy bienen Manchester, una ciudad fundamental en los ambientesde MDE ravey posravede Gran Bretaa, con una conocidavariedad de gneros musicales especializados, lo cual resultaan ms llamativo. Estos hechos cuestionan la validez de losdiscursos de los medios de comunicacin, que continan elo-giando el progresismo cultural de Manchester, de modo que:
Hasta que uno se aleja de la ciudad, es difcil apreciar lo avan-zados y progresistas que son los ambientes de discotecas.
unque os oca es est n un poco a an ona os, su o erta e ses ones mus ca es espec a za as atrae a un p co oven cuyos
onocimientos musicales son considerables .
anchester desarroll vigorosos ambientes noctur-nos a finales de los aos 80 y principios de los 90, en la eraMadchester, con la msica baggyalternativa indie/rave(a
d Naturalmente, la utpica imagen PAUR ha sido cuestionada hace mucho tiempo porlas autobiografas de primera mano de sus protagonistas, especialmente en lo querespecta a la penetracin del crimen organizado en el panorama de la seguridad;vase, por ejemplo: Anthony, W. (1998) Class of 88: The True Acid House Experience,Londres: Virgin Publishing y OMahoney, B. (1997) So This Is Ecstasy?Edimburgo:Mainstream Publishing.
ethnic, working class and inner city communities in
nightlife. This paper argues that a process of selective
exclusion has operated in jungle/drum and bass (a black
EDM genre) which is parallel to that identified by Bose in
relation to soul and UK garage, and identified by Kirby in
relation to grime and niche.
Our purpose here is to unpick these informal processes
of distinction, segmentation and exclusion that characterise
these white boys networks. In so doing, our aim is to
present and define empirically-derived notions of both
cultural and consumer elites whose existence problematises
the commercial/ mainstream versus authentic/underground
divide. More specifically, we consider the framing of elites
through their juxtaposition with other social groups in
nightlife, showing how informal processes of exclusion are
utilised in support of more formal criteria of entry to leisure
spaces, including some of the most prominent nightlifevenues and social scenes in the UK.
Launching the Night The obstacles to accessingprem um venues
rocesses of exclusion are first considered in relation
to the establishment of a club night. Aside from the
formal regulation through licensing, police, local authorityand local residents groups, informal processes operate
dependant on the central protagonists who include club
management, owners, promoters, security staff and others
in positions of relative power in the NTE. Such processes
challenge both the notion of an essential or omniscient
PLUR ethos and the extent of the radical creativity or
alternative aesthetic within EDM clubs That longstanding
exclusionary trends are evident in Manchester, a city at
the heart of the UK rave and post-rave EDM scenes, with
a renowned diversity of specialist dance genres, is all the
more striking. Such concerns perhaps raise questions asto the validity of media discourses that continue to laud
Manchesters cultural prowess, wherein:
Until you travel away from the city, its difficult to appreciate
just how advanced and forward-thinking its clubbing scene is .
Though the venues may be dishevelled, its range of specialised
music sessions caters for a young audience whose depth of
musical knowledge is at times frighteningly sharp.
anchester developed vigorous nightlife scenes in the
late-1980s/early-1990s through its Madchester era baggy
indie/rave music (by bands such as the Happy Mondays
d Of course, the utopian PLUR image has long been challenged by first-hand,behind the scenes autobiographies by such protagonists, particularly in relation topenetration of the security landscape by organised crime, see, for example: Anthony,W. (1998) Class of 88: The True Acid House Experience, London: Virgin Publishing andOMahoney, B. (1997) So This Is Ecstasy?Edinburgh: Mainstream Publishing.
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370 Todo empieza con E: Exclusin, etnicidad y formacin de lites en el mundo actual de las discotecas inglesas
and Stone Roses) and the dynamic regeneration of its Gay
Village around the Canal Street area, which proved to be
a popular crossover leisure destination. , rom some
of the earliest unlicensed raves in warehouses, f ields and
caves around the north west of England, to the iconic rave
club, the Haienda, owned by Factory record label owner
Tony Wilson and internationally renowned indie band
ew Order, Manchester was at the forefront of the EDM
revolution immortalised in the f ilm 24 Hour Party People.
oreover, this proved to be a nexus of cultural and
economic activity that played a key role in the repackaging
and regeneration of Manchester and many of Britains other
de-industrialised cities; part of what became known as an
urban renaissance.41,4
The puzzle then, was how black EDM genres such as
jungle emerging in London in late-1992, developing a
strong South East and Midlands base and described as theirst truly original British black music style, as multi racial,
and as influencing the UK dance music styles that followed
it 4 could be so marginalised in an ethnically diverse city
such as Manchester, with otherwise thriving EDM scenes
sustained since the earliest days of acid house and rave. Of
course, certain forms of black EDM have aesthetic appeal
and (sub)cultural capital as cool, yet have been sanitised
or white club-goers and students: the early Chicago house
and Detroit techno club scenes, whose roots also lay in the
African/Caribbean diaspora, are prime examples of this.
or example, in drum and bass, the commercial success of(white) Australian act Pendulum came alongside their move
rom DJ sets to live music, shifting to a more traditional
band format and increasingly heavy rock-influenced dance
music of appeal to white audiences.
The issue of ethnicity becomes salient, we argue,
when not only significant numbers of participants but
also followers of a particular genre are identified as
predominately minority ethnic. Similarly, other EDM genres
such as early-1990s hardcore rave, mid-late 1990s happy
hardcore and contemporary niche/bassline were/are also
excluded from Manchester city centre and Londons Westnd partly because of their appeal to rough elements of
working class, lower income and under-18s populations
ie. populations that are also seen as troublesome in some
way. As noted above, this has not always been the case
elsewhere, particularly in the Midlands.
A case study interview with a well known Manchester
ungle/drum and bass DJ and promoter at his home in
arch 2009 by one of the authors provides further
reflection on this debate. Active in these scenes since their
inception, Jamac (his DJ moniker) was born in Moss Side to
Jamaican parents and is a music technology lecturer by day.
The film 24 Hour Party People, (2002), directed by Michael Winderbottom andtarring Steve Coogan as Tony Wilson, told the story of Fac 51 Haienda, the
nightclub and music venue open from 1982-1997.
cargo de grupos como los Happy Mondays y Stone Roses)y la regeneracin dinmica de su barrio gay en la zona deCanal Street, que se convirti en un popular y diversificadougar de ocio ,4 . Desde las primeras fiestas sin autorizacinen almacenes, campos y antros del noroeste de Inglaterra ,asta la mtica discoteca raveHacienda, propiedad del dueo
del sello discogrfico Factory, Tony Wilson, y del famosogrupo ndieNew Order, Manchester estuvo en la vanguardiade la revolucin de la MDE, inmortalizada en la pelcula 24
ours Party People . Esta base sirvi de nexo para activida-des culturales y econmicas que jugaron un papel esencialen la reconstruccin y regeneracin de Manchester y otras
uchas ciudades britnicas afectadas por la crisis industrial;dicho fenmeno se ha denominado renacimientos urbano41,4 .
El misterio fue entonces cmo gneros de MDE negracomo el jungle surgido en Londres a finales de 1992, conn fuerte arraigo en el sureste y en los Midlands y descrito
como el primer estilo musical negro genuinamente britni-
co, multirracial y muy influyente en los estilos posterioresde msica dancebritnica 4 estuvieron tan marginadosen una ciudad con la diversidad tnica de Manchester, encontraste con los florecientes ambientes de MDE desde losrimeros tiempos del acid housey el rave. Sin duda, cier-
tas manifestaciones de MDE negra disfrutan de un atracti-o esttico y de un capital (sub)cultural que las califica de
guays, pero han sido depuradas para los clientes blancos yos estudiantes: los primeros ambientes discotequeros de lasica housede Chicago y el technode Detroit, cuyas races
se encuentran en la dispora africano/caribea, son ejemplosbien claros de este fenmeno. Por ejemplo, en el drum and
bassel xito comercial del grupo australiano (blanco) Pen-dulum coincidi con su alejamiento de las sesiones de discockeys y su acercamiento a la msica en directo, adoptandon formato de grupo ms tradicional y la msica anceconasgos de rock duro para atraer al pblico blanco.
A nuestro modo de ver el tema de la etnicidad ocupa elrimer plano cuando, no slo un nmero significativo de par-
ticipantes sino tambin de seguidoresde un gnero determi-ado, se identifican como minora tnica. De modo similar,
otros gneros de MDE como el hardcore ravede principios deos 90, el happy hardcorede mediados de los 90, y la msicaiche/basslineactual se excluyeron/se excluyen del centro
de la ciudad de Manchester y del West End londinense enarte porque se dirigen a elementos brutos de clase traba-adora, rentas bajas y a audiencias de menos de 18 aos, quetambin se consideran problemticas en ciertos aspectos.Como hemos observado antes, no ocurre lo mismo en todasartes, especialmente en los Midlands.
Una entrevista realizada para este estudio a un conoci-do DJ de msica jungle/drum and bassy promotor de Man-chester en su casa en marzo de 2009 por uno de los autoresroporciona ms material de ref lexin con vistas al debate.resente en estos ambientes desde el principio, Jamac (su
apodo de DJ) naci en Moss Side, en una familia jamaicana,y en la actualidad es profesor de tecnologa musical. Jamac
La pelcula 24 Hours Party People, (2002), dirigida por Michael Winderbottom yprotagonizada por Steve Coogan en el papel de Tony Wilson, narra la historia de Fac51 Hacienda, la discoteca y establecimiento musical abierto desde 1982 a 1997.
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371Fiona Measham, Phil Hadfield
explic todos los obstculos que haba tenido que superarpara establecer un buen espectculo de jungle/drum andbassen Manchester a mediados de los 90. Tras chocar conimpedimentos de diferente tipo, mont Guidance, un espec-tculo mensual que dur desde 1996 a 1999, gan el premioClub Night de la revista City Lifede Manchester en 1999 y
apareci en la emisora de radio nacional BBC Radio 1. Sinembargo, para presentar su espectculo en el prestigiosolocal Sankeys Soap del centro de la ciudad, Jamac dijo quela gerencia del mismo le haba exigido que organizase prime-ro una sesin de ensayo en un local menos prestigioso y quecolaborase con un DJ blanco :
n e anc ester e esa poca un c co negro o ten a cpara organ zar espect cu os nocturnos; pre er an a cauc s cos...
ra o que ocurr a con e sou y con esas cosas, que no se presen-taban en la ciudad salvo en ocasiones excepcionales. Guidancefue idea ma, pero necesitaba un DJX [un DJ dedrum and bass
lanco de fama internacional para sacarla adelante .
Organizar la primera sesin fue bastante laborioso. Fui aan eys y, e o a car cter e a m s ca y e sus segu ores,a a que contar con matones y to o eso... as que e rector e
Sankeys nos dijo que tenamos que montar una sesin de drumnd bass durante un ao y, si no ocurra nada malo, podamos
hacerla en Sankeys. As que probamos en el Venue A de Whit-wort treet, rente a ac en a, con capac a para 1 15personas, urante un ao y uego consegu mos presentarnos enSankeys. Queramos Sankeys por su prestigio.
Sin embargo, la mayor discoteca de Manchester en ladcada de 1990, la icnica Hacienda, fuerza motriz y centrosimblico de Mad-Chester , se consideraba inalcanzable noslo por la postura de los propietarios, sino porque tambin
el personal de seguridad decida quien entraba y el gnero demsica que se ofreca:
ac enda era a n mas na or a e que Sankeys... por genteomo Tony Wilson. A Tony Wilson no le gustan los negrosh. No
f Sankeys Soap, reformada y rebautizada con el nombre de Sankeysen 2006, es ladiscoteca ms antigua de Manchester y una de las ms antiguas de Gran Bretaa,abierta en 1994 en el bicentenario Beehive Mill. En 2008 los DJ la votaron como latercera mejor discoteca de Gran Bretaa y la 17 del mundo. Considerada la capitalde los juerguistas (Manchester Evening News, 2007, La historia de SankeysSoap para todos, 10 de febrero, http://www.manches tereveningnews.co.uk /news/s/235/235755_sankeys_soap_story_for_all_to_see.html [Consultada el 30de junio de 2009]), recientemente ha celebrado su 15 aniversario.
g Tras conseguir que la direccin acepte un espectculo, existe otra jerarqua queabarca la priorizacin de las noches de primera para ev entos selectos. Las nochesde Guidance se celebraban los jueves en Sankeys Soap y nunca obtuvieron lasdisputadas noches de los viernes y los sbados, reservadas para sesiones de MDEen las que se presentaban variaciones de msica housey se dirigan a clientesde diferente perfil demogrfico y nivel superior. El propio Jamac comentirnicamente que se haba permitido al fin un espectculo de drum and bassunviernes por la noche en Sankeys n 2009 porque uno de los organizadores pertenecaa la aristocracia de los clubs de Manchester, pues era hijo del difunto Tony Wilson.
h Phil Kirby, profesor de msica, msico y dueo de un estudio de grabacin, conpresencia en la escena musical de Manchester, sugiri una perspectiva un poco distintasobre Tony Wilson, el Hacienda y las cuestiones de la etnicidad y la exclusin: Wilsonno era racista, pero por conversaciones [que tuve] con l, comprend que no entendaciertos estilos de msica negra... lo cual inclinaba su gusto hacia lo que Factory ofrecaentonces. No debe olvidarse que uno de los primeros socios de la empresa es mestizoy el gerente de la barra del Hacienda durante muchos aos fue negro, como el DJprincipal y el primer jefe de los porteros... Hay que matizar las observaciones de Jamacsobre su propio espectculo frente al del Hacienda con respecto a que su espectculose clausur tras un incidente, mientras que el Hac sigui adelante a pesar de todo detipo de manifestaciones violentas: el Hacienda perteneca a sus dueos, no siempretenan promotores independientes, y cuando los tenan colaboraban estrechamentecon ellos. Por tanto, su relacin con los espectculos que ofreca el local eran muydistintas a las de un club que trabajaba exclusivamente con promotores externos. Sisurga un problema, eran ellos los que tenan que solucionarlo con las autoridades y se
jugaban ms... Un local que no monta sus propios espectculos , vela mucho ms porla seguridad y no va a arriesgar su licencia por cuestiones musicales... Los problemasque los clubs de Manchester tuvieron a finales de los 80 y durante los 90 surgieronporque los accesos estaban controlados por gente relacionada con las bandas. El
Jamac looked back at the obstacles he had overcome in
order to establish a successful jungle/drum and bass night
in mid-1990s Manchester. After obstruction from various
sources, he finally set up Guidance, a monthly night which
ran from 1996 to 1999, won Club Night of the Year in
Manchesters City Lifemagazine in 1999 and was featured
on national public broadcasting radio station BBC Radio 1.
However, in order to launch his event at the prestigious city
centre dance venue Sankeys Soap, Jamac explained how he
was asked by the club management to run a trial night at a
less prestigious venue first and to go into partnership with a
white DJ:
In Manchester at that time it was hard for any black lad whowanted to put on a night, they had to have a Caucasian personto put on a n g t w t ... at was true or sou mus c, any stulike that, you wouldnt get in town except on one-off occasions.
uidance was my idea but I needed DJ X [an internationally
renowned white drum and bass DJ to come on board too.ven get t ng t e r st n g t was a t o a c ore. went t o
an eys an , cos o t e nature o t e mus c an t e peop e t at followed the music, youve got your villains and all that... sot e manager o an eys sa we a to put on a rum an assn g t or a year an not ng appene you can put one on atSankeys. So we did IQ at Venue A on Whitworth Street oppositethe Haienda, holds 100-150, for about a year and thats howwe got an eys. e ust wante an eys, cos o ts stature.
owever, the biggest dance club in 1990s Manchester,the iconic Haienda the driving force and symbolic centreof Mad-Chester was considered unattainable because,
not only the owners, but also the security staff decidedboth those who entered the club and also the genre of EDMplayed there:
The Haienda we thought was a bigger challenge thanan eys... t e peop e e ony son. now ony son on t
like black people.h Look at his record label, there wasalsoyoung
f Sankeys Soap, renovated and renamed Sankeysin 2006, is the oldest dance club inManchester and one of the oldest in the UK, opened in 1994 inside the 200 yearold Beehive Mill. In 2008 it was voted by DJs the 3 rd best nightclub in the UK and17th best nightclub in the world. Considered by some to be the ravers capital(Manchester Evening News, 2007, Sankeys Soap story for all to see, 10th February,h tp://www.manchestereveningnews.co.uk/news/s/235/235755_sankeys_soap_story_for_all_to_see.html [Accessed 30th June 2009]), it recently celebrated its 15 h
anniversary.
g Once getting management to agree to a night, a further hierarchy exist s regardingthe prioritisation of premium nights for the selected dance event. So Guidancenights occurred on Thursdays at Sankeys Soapand never obtained the premiumFriday and Saturday night slots which were reserved for EDM events playingvariations of house music, drawing in a different demographic of higher endcustomers. Indeed, Jamac noted dryly that a drum and bass night had (finally)been allowed to host a Friday night at Sankeys in 2009, but only because one of thepromoters was of Manchester club royalty, his father being the late Tony Wilson.
h Phil Kirby, a music lecturer, musician and recording studio owner involved in theManchester music scene, suggested a slightly different perspective on Tony Wilson,the Haienda and issues of ethnicity and exclusion: Wilson wasnt racist, but fromconversations [I had] with him he didnt get certain black music styleswhichthen predisposed his taste towards the kind of stuff Factory put out. Bear in mindone of the labels original partners is mixed race and the long-term Haienda barmanager was black, as was the original main DJ and so was the first head doormanTo balance Jamacs observations on his own night versus the Haiendas, regardingthe fact that his night closed after one incident, and the Ha se emed to soldier onthrough all kinds of violent madness: the Haienda belonged to the owners andthey didnt use independent promoters all the time, and worked with them closelywhen they did. So they had a different relationship to the events that occurred inthe venue than a club exclusively using outside promoters. Any trouble was theirresponsibility to deal with in regard to the authorities and there was more at stake...A venue that doesnt put it s own events on will tend to pl ay it a lot safer, as theywont generally risk their licence for a music policy... The problems the Manchesterclubs had in the late 1980s and 90s was that the doors were all run by gang-relatedcrews. The Doorsafe scheme has addressed this to a degree, but the fact that
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black kids coming up, as well as young white kids, it was an
independent label. I know people who knew Tony Wilson. Then
you had the whole Salford thing cos that was them that ran the
door a notorious local white gang based in the nearby city of
a or contro e t e a en a door security . It wouldve been
aw war , not ust o r us ut o r t e w o e cyc e o t ngs . e
way town was cut up, you had a gang from the Manchester
inner city area of Cheetham Hill running one side, a gang from
the city of] Salford the city centre, [a gang from the Manchester
inner city area of] Moss Side another side. So in thinking about
an event you had to think about things like that. When drum and
bass hit it was predominantly a black thing so it was a no-no
having it at the Haienda with [a white gang from the city of]
Salford on the door, as it would be more than Salford clubbers
going there. They knew what followed the music. When drum
an ass came aroun t wasnt no stu ent mus c, t was ur an
music. It has commercialised into student things now.
Jamac summarised that in its exclusion of black EDM
and the clubbers who followed it, at the end of the day,
the acienda was an elitist club. The irony of this is that
its owner, Tony Wilson, was renowned as an innovative and
risk-taking cultural entrepreneur, media personality and
owner of Factory records, who Talbot claims facilitated the
normalisation of alternative culture within city regeneration
strategies. Thus underpinning Manchesters legendary
alternative rave scene were informal processes of exclusion
resulting in cultural elitism.
The establishment and continued existence of any
particular club night in part depends on its financial
viability. For clubs in Londons West End, which tend not tosplit their profits by using outside promoters, such viability
is ensured by high admission fees, drinks prices and fixed
table cover charges. The menu at Mo*vida, for example,
includes bottles of champagne from 85-6,000 pounds
sterling; bottles of vodka from 140 to 330; whiskeys from
140 to 260; cocktails at 9; shooters at 6; individual
cigars at 20-30; and packets of cigarettes at 7. Many
of the branded products could be purchased at a fraction
of the price in a supermarket; for those seated at reserved
tables, an optional 15% service charge is added to the bill.
Change for drinks ordered at the bar come on a silver traywith a receipt; it is extremely bad form not to tip and this
omission may be punished on ones next visit to the bar by
being ignored by bar staff.
For those booking a table there is a minimum-spend
requirement of 100 pounds sterling per head, or 600
per table, whichever is greater. VIP tables may only be
booked by members and have a 200 per person minimum
spend requirement. The most popular drinks are vodka and
[ecstasy] pills are so cheap nowadays means that the sector is not as contested byhe gangs. At up to 20 a pill the potential for profit was awesome circa 1987/88,hich accelerated the door wars I suppose one way of looking at the Manchester
lub scene is that the gang problem was originally visible on the doors of the clubs,nd controlled the drug dealing within. Now its a fear of the younger gang-related
kids getting in the clubs and kicking off [causing trouble], as anyone with aninclination can score whatever [drugs] before they go out. Only numpties [idiots]buy drugs in a club nowadays, whereas clubs were the locus of club-drug dealing inye olden days. [Private email communication with author, July 2009]
hay ms que mirar su sello discogrfico: estaban surgiendo chi-
cos negros, no slo chicos blancos, y era un sello independiente.
Conozco a gente que conoci a Tony Wilson. En aquel momen-
to estaban todos los de Salford porque controlaban la puerta
una famosa banda blanca, de la cercana ciudad de Salford,
contro a a a segur a e ac enda . Habra sido incmodo,
no s o para nosotros, s no para to o e engrana e. a c u a
estaba dividida; por una parte Cheetham Hill una banda de los
barrios degradados de Manchester , por otra el centro de Sal-
ford una banda de Salford , y por otra Moss Side una banda
de las barriadas humildes de Manchester . Por tanto, al pensar
en un evento a a que tener en cuenta esas cosas. a m s ca
drum and bass era primordialmente negra, y por tanto resultaba
inconcebible en elHacienda con una banda blanca de Salford
controlando las puertas, porque iba sobre todo gente Salford.
Saban lo que llevaba consigo la msica. En aquella poca
eldrum and bass no era msica de estudiantes, sino msica
ur an..
Jamac afirm que al excluir la MDE negra y a sus segui-
dores, el Hacienda era al fin y al cabo un club elitista. Larona estriba en que su dueo, Tony Wilson, alcanz famacomo empresario innovador y dispuesto a asumir riesgosculturales, personalidad de los medios de comunicacin yropietario de discos Factory, sello que segn Talbot propi-
ci la normalizacin de la cultura alternativa dentro de lasestrategias de regeneracin urbana . Y as, en la base delegendario ambiente ravealternativo de Manchester, huborocesos de exclusin informales que provocaron un elitismo
cultural.
El establecimiento y continuidad de cualquier discotecadepende en parte de su viabilidad comercial. Las discotecas
del West End londinense, que no suelen repartir sus bene-icios con promotores externos, aseguran dicha viabilidad a
travs del alto precio de las entradas, la venta de bebidas yn precio fijo por ocupar una mesa. Por ejemplo, en la carta
de Mo*vidahay botellas de champn que van desde las 85 aas 6.000 libras esterlinas, botellas de vodka de140 a 330whiskys de 14 a 260, ccteles de 9, chupitos a 6 , ciga-ros puros entre 20 y 30 la pieza, y cajetillas de tabaco
a 7. Muchos productos de marca se pueden comprar a unrecio mucho menor en un supermercado; los que ocupanesas reservadas, deben pagar un extra del 15% por el ser-
icio. El cambio de las bebidas pedidas en el bar se devuelve
en una bandeja de plata, y es de muy mal estilo no dejarropina; la omisin ser castigada la prxima vez que el
cliente vaya al bar, pues el personal no lo atender.
Los que reserven mesa deben gastar un mnimo de 100or cabeza o 600 por mesa, lo cual an es ms caro. Las
mesas VIP slo pueden ser reservadas por miembros yel gasto mnimo es de 200 por persona. Las bebidas msopulares son el vodka y el champn; ste ltimo representa
plan de seguridad de accesos dise este aspecto, pero el hecho de que las pastillas[xtasis] s ean tan baratas en la actualidad significa que el sector no est tan disputadopor las bandas. A ms de 20 cada pastilla, el margen de beneficio era asombroson 1987/88, lo cual aceler las guerras de puertas Supongo que cierta visinel ambiente de los clubs de Manchester procede de que el problema de las bandasmpez a reflejarse en las puertas de los clubs y determin el trfico de drogas dentro.
En la actualidad los ms jvenes vinculados a las bandas temen entrar en los clubs ymeterse en problemas, porque cualquiera que lo desee puede conseguir lo que sea[drogas] antes de salir. Ahora slo los tontos compras drogas en los clubs, mientras
ue los clubs eran el lugar donde se traficaba con drogas en los viejos tiempos.[Correo electrnico privado con el autor, julio de 2009].
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champagne, with the latter comprising over 30% of the
clubs takings. As noted by the leisure industry trade press:
t venues e e uc oo u , e ar our, or o*v a, t s not un ear o or a customer to spen or more on a s ng enight. Or on a single bottle, at current Wells St. hotspot, Crystal
w ere r an o oom s one o a se ect ew guests to ave
or ere t e , ou s o erer r sta et use a ott e o champagne.
Whilst reports of London West End night club operators
taking 250,000 over the bar in the first fortnight oftrading are not uncommon, for mid-range Manchester
dance clubs economic conditions are significantly more
unstable. The challenge is to fix an entrance charge
appropriately to offset or bolster whatever the bar profits
might be. This must be calculated so as to avoid out-pricing,and therefore excluding, potential customers of more limited
means who are amongst the audience for EDM. The contrast
with West End night clubs wherein the pricing policy is
intended in part to deliberately deter lower income groups,
in a context where demand for night-time leisure spaceoutstrips supply is stark. It is salient that the leisure venue
used for a series of recent Manchester dance club surveys
conducted by one of the authors unexpectedly closed down
in the midst of the fieldwork due to unsustainably low bar
takings which rendered the club economically unviable for itsmanagement. This was no doubt due, in part, to the prolific
consumption of illegal drugs as well as, or instead of alcohol,
as evidenced in the survey findings.1 For the club promoters,
whose profits came predominantly from entrance charges
rather than bar profits, the consumption of alcohol (or lackof it) was of less concern.
A second key reason for the closure of established
club nights relates to perceived risk or actual incidents of
disorder. The ongoing altercations between the Haiendas
management and staff, the clubs Salford gang-aff iliatedsecurity team, and local trouble makers have been
exhaustively documented. ,4 These problems continued
throughout the 1990s until the club finally closed its doors in
1997. Other club nights had less leeway. The aforementioned
drum and bass night Guidance, for instance, closed after justone violent incident which coincided with a slippage in its
usually tight security, as its promoter Jamac explains:
Cheetham Hill gang ran the doors at Sankeys. When Guidancecame about they looked at that as the benchmark. We never hadno trou e at an eys. e trou e star te w en an eys c ose down and we went to Venue B cos the doorstaff wasnt as tight[as the Cheetham Hill gang]. For me, the doorstaff at Venue
, you on y a to oo a certa n way or t em to et you n. tan eys you cou n t get n w t out pay ng un ess you were on
the guest list. Thats a Manchester thing [trying to gain entrywithout paying the admission charge . You couldnt get awayw t t at n on on.
n Jamacs view, his drum and bass night didnt fade
away, it got took away. Once one violent incident hadoccurred, he was not given a second chance:
The last one [Guidance night] got shut down cos of violence an t at was t e en o u ance. t was a ways on a tenter oo
ms del 30% de las consumiciones del club. Como se lee enla prensa del sector de la industria del ocio:
n ocae s como e uc oo u , e ar our, o o* v a no
s raro que un c ente se gaste . o m s en una so a noc e.
O en una sola botella en el lugar de boga Crystal, en Wells Street,
onde Orlando Bloom es uno de los selectos clientes que han
pe o una ote a e c amp n ou s o erer r sta tamao atusa n e . 4 .
os empleados de las discotecas del West End londinen-se afirman que no es raro recaudar ms de 250.000 en labarra durante la primera quincena , pero en las discotecasde nivel medio de Manchester las condiciones econmicasson mucho ms inestables. El reto consiste en fijar un preciode entrada apropiado para compensar o reforzar los bene-ficios de la barra. Hay que buscar la forma de no dispararel precio, excluyendo con ello a posibles clientes de escasosmedios aficionados a la msica MDE. El contraste con las dis-cotecas de West End, en las que la poltica de precios buscaexcluir deliberadamente a los grupos de rentas ms bajasen un contexto en el que la demanda de espacios de ocionocturno supera la oferta, es muy fuerte. Resulta significa-tivo que uno de los establecimientos incluidos en una seriede estudios recientes sobre las discotecas de Manchester,realizados por uno de los autores, cerrase inesperadamentecuando se estaba realizando el trabajo de campo debido ala bajsima recaudacin de la barra, que hizo que la disco-teca fuese econmicamente inviable para sus propietarios.Sin duda, se debi en parte al intenso consumo de drogasilegales adems o, en lugar de, alcohol, como demuestran losresultados del estudio . Para los promotores, cuyos benefi-cios procedan fundamentalmente de las entradas y no tantode la recaudacin de la barra, el consumo (o no consumo) dealcohol era menos preocupante.
n segundo motivo bsico para el cierre de discotecasson los posibles riesgos o los incidentes reales. Hay abundan-te informacin sobre los enfrentamientos entre la gerencia yel personal del Hacienda, el equipo de seguridad relacionadocon las bandas de Salford y los alborotadores locales , . Estosproblemas se extendieron durante la dcada de 1990, hastaque el club acab por cerrar sus puertas en 1997. Otras disco-tecas duraron menos. Por ejemplo, el antedicho espectculo de
drum and bass, Guidance, cerr despus de un violento inci-dente que coincidi con una relajacin de sus rgidas medidasde seguridad, como explica su promotor Jamac:
La banda de Cheetham Hill controlaba las puertas de Sankeys.
uan o nac u ance, o cons eraron un punto e re erenc a.
unca tuv mos pro emas en an eys. os pro emas empeza-
ron cuando Sankeys cerr y fuimos al Venue B porque el per-
sonal de puertas no era tan duro como la banda de Cheetham
ill . Creo que bastaba con que mirases de determinada manera
los porteros del Venue B para que te dejasen entrar. En Sankeys
no entraba nadie sin pagar a menos que estuviese en la lista de
nvitados. Es una cosa tpica de Manchester tratar de entrar sin
pagar la entrada . En Londres no funciona as.Segn Jamac su espectculo de drum and bassno lan-
guideci, sino que lo eliminaron. Hubo un incidente violento,y no le dieron una segunda oportunidad:
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374 Todo empieza con E: Exclusin, etnicidad y formacin de lites en el mundo actual de las discotecas inglesas
El ltimo espectculo de Guidance se clausur debido a la
v o enc a.. . y se ue e na e u ance. e to as ormas, e
am ente e drum and ass e anc ester s empre a a pen-
o e un o. eguramente porque conoc an a t po e p co
que o segu a. a opos c n a que se ce e rase un espect cu o edrum and ass n anc ester no ten a que ver con a m s ca,
s no con os segu ores e a m sma.
Y as, no slo la polica, los permisos y las autoridadesocales , sino tambin la gerencia de las discotecas y el per-sonal de seguridad, utilizaron el gangsterismo para legiti-
ar la marginacin de los ambientes de MDE de Manchester,con la lgica de que la msica negra atrae al pblico con-lictivo y provoca problemas , una lgica que se aplic aas promociones de drum and bassde Jamac y a una serie deespectculos de msica negra:
El reggae se mantuvo apartado del centro de la ciudad. Ocurrelo mismo con la msica grime, los ambiente niche y cualquier
msica negra. En cuanto hay demasiados negros en un local del
centro, se considera un problema. Al menos en Manchester.
La solucin al problema de las bandas en Manchesterue que las discotecas de alto nivel impusiesen una polticausical que disuadiese a las minoras tnicas y a los grupos
de clase obrera. Se supona que eso, junto con los cdigos deestuario que analizaremos ms adelante, reduca el riesgo
de problemas al utilizar la msica como tctica de exclusin,orma de control de la multitud y discriminacin indirecta.stos procesos tienen una larga historia y se basan, aun-
que tambin van mucho ms all, en los problemas creadosor las bandas, las armas y las drogas en las discotecas deanchester desde principios a mediados de la dcada de
19904 . La exclusin de ciertos gneros de MDE negra de lasdiscotecas del centro de Manchester contina en la actua-idad, hasta el punto de que un peridico nacional se quejde que el Festival Internacional de Manchester de 2009, sin
ubstep, drumnbassni hip-hop, no representa el verdaderoambiente musical del Manchester actual, un fenmeno eter-amente joven y revitalizador4 .
La localizacin espacial de las discotecas es otro indiciode esos procesos de inclusin y exclusin. Talbot indica queos grupos excluidos no se pueden constreir por comple-to, pero que tienden a congregarse en zonas marginales,espacios identificados por Chatterton y Hollands como los
rgenes residuales y resistentes de la ciudad . Ese despla-amiento y contencin sirven para minimizar la visibilidad
y movilidad de grupos problemticos ante el grueso de lasociedad, limitando as la percepcin del riesgo de delincuen-cia y disturbios en el centro urbano. Estos procesos tienentres directrices principales: en primer lugar, la discriminacinormal excluyente de las autoridades que conceden los per-isos; en segundo lugar, los procesos informales de exclu-
sin que ejercen las jerarquas de las empresas culturales;y en tercer lugar, factores econmicos relacionados con elalor de la propiedad de los terrenos que favorecen la ubi-
cacin en zonas de bajo precio de actividades menos sli-
das econmicamente, en las que domina la experimentacinsocial y la creatividad cultural p. . En una entrevista en laevista Night, Eric Yu del Breakfast Club, una empresa que
controla una serie de discotecas de Londres, dice:
anyway, the whole drum and bass scene in Manchester. Prob-
ably cos they knew the type of people that followed it. [Opposi-
tion to] getting a club night for drum and bass in Manchesterwas never about the music, it was about the people that fol-
owe t e mus c.
Thus not only for police, licensing and local authorities, 4
but also for dance club management and security staff,gangsterism was used to legitimate the discouragement of
anchesters black EDM scenes through the logic that black
music attracts the wrong crowds and leads to trouble, a
ogic which was applied to Jamacs drum and bass promo-
tions and to a range of other black music nights:
eggae music was kept away from the city centre. You see it
with the grime scene, the niche scene, any black music. As soonas theres too many black people in one place in the city centre
its seen as a problem. In Manchester anyway.
The solution to the perceived gangster problem in
anchester, then, was for high profile dance clubs to havea music policy which discouraged attendance by minority
ethnic and working class communities. The assumption was
that this alongside the use of dress codes, discussed below
would reduce the risk of trouble, effectively using music as
an exclusionary tactic, a form of crowd control and indirect
discrimination. These processes have a long history, incor-
porating, but also going well beyond the peak of concerns
about gangs, guns and drugs within Manchester clubs in the
early to mid 1990s. This exclusion of some black EDM gen-
res from Manchester city centre club cultures continues to
the current day, with a national newspaper lamenting of the2009 Manchester International Festival, that with no dub-
step, drumnbass or hip-hop, the lineup still fails to represent
anchesters true contemporary club scene, an ever-youth-
ul and revitalising beast.4
The spatial location of club nights, then, is a further indi-
cation of such processes of inclusion and exclusion. Talbot
suggests that excluded groups cannot be restrained entire-
y but rather are contained within outsider areas, those
spaces similarly identified by Chatterton and Hollands as
the residual and resistant margins of the city. This form of
displacement and containment serves to minimise the vis-ibility and mobility of problem groups to wider society, thus
imiting the perceived risk of criminality and disorder in the
urban core. These processes have three main drivers: firstly,
exclusionary discrimination by formal licensing authorities;
secondly, informal processes of exclusion by established
hierarchies of cultural entrepreneurs; and thirdly, econom-
ic factors related to land and tenancy values which favour
ower cost locations for activities which are less commer-
cially robust and involve social experimentation and cultural
creativity.1 p .11 In interview with Nightmagazine, Eric Yu of
The Breakfast Club, a company operating a string of Londondance venues comments that:
ot o peop e w o want to put ance venues toget er pro a y
cannot n opportun t es or t e money to o t at n t e
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Mucha gente que quiere abrir discotecas no encuentra la oca-sin o el dinero para hacerlo en las zonas ms deseables
e on res y se ven re ega os a exter or. n r xton ay uga-
res m s aratos que perm ten ganar nero a os promotores ympresar os ven en o cerveza y re rescos, m entras que en eest n om nan as ventas e c cte es y c amp n. or eso
ya no se sostienen los ambientes de vocacin musical, con la
xcepcin de unos cuantos locales4 .
n Manchester la concentracin de la MDE negra en losbarrios degradados qued patente en la ubicacin de la prin-cipal discoteca de msica jungleen la zona de Hulme entreprincipios y mediados de la dcada de 1990. Jamac observla falta de presencia policial en el establecimiento, a pesarde que en muchos espectculos el pblico disparaba al airemientras sonaba la msicai. Compar dicha situacin con elmantenimiento del orden pblico y la violencia de negroscontra negros en la zona prxima de Moss Side:
Les encanta coger el dinero de la gente un da, pero no quie-
ren que se congreguen negros en e m smo s t o to as assemanas. empre que no sea en e centro e a c u a , s t e-nen una scoteca en oss e, os negros pue en matarse
ntre s si quieren. En Moss Side los negros se matan y nadieo investiga.
Como demuestra el estudio de caso anterior, los principa-les obstculos para organizar espectculos de rum and bassen las primeras fiestas urbanas de 24 horas celebradas enGran Bretaa en la poca lgida de la dcada de la msicadance no procedieron de la polica ni de las autoridades queotorgaban los permisos, sino de los dueos, gerentes y per-sonal de seguridad de las discotecas del centro de la ciudad,
locales icnicos con fama internacional de estar a la van-guardia de la msica ravey dancealternativa.
nte a puerta romoc ones on ne
entro de las metrpolis urbanas las variedades musica-les y estilsticas dan lugar a diferentes ambientes de ocio ,que se manifiestan en lealtades y preferencias en torno a losdeportes, los establecimientos de diversin y las actividadessociales. Internet es una va cada vez ms importante paracrear y mantener comunidades virtuales a travs de pginasweb adaptadas a determinadas actividades y gustos ldicos.Junto con las tcnicas publicitarias habituales, los anunciosy promociones en la prensa local y nacional, los carteles enlugares pblicos, etc., Internet ofrece pginas web y chatsespecializados en msica/discotecas de MDE a los clientescon gustos afines y comprometidos . Los visitantes delas pginas web de discotecas encuentran listas de locales,reciben invitaciones electrnicas y manifiestan su intersen acontecimientos concretos. Estos procesos contribuyena la segmentacin de la EON al permitir que los dueos ypromotores de las discotecas identifiquen al pblico de susespectculos y se dirijan a clientes concretos. Una forma de
i Esto contrasta con el enfoque de la Polica de Merseyside y la proteccin quedispens a la mtica discoteca Cream del centro de Liverpool en 1993-4. El local,considerado esencial para la regeneracin del centro de Liverpool y con un pblicoesencialmente blanco, cont con vigilancia de policas armados para disuadir a losmiembros de las bandas locales.
more salubrious parts of London, so theyve gravitated outwards.
r xton as p aces t at are ower cost, t at a ow operators an
promoters to ma e money on peop e uy ng eer an so t r n s,
whereas in the West End operators are reliant on cocktail and
c ampagne saes. at s w y t e mus c- e scene over t ere, w t
t e except on o a ew venues, no onger ex sts.
n Manchester, the containment of black EDM withinthe inner city was evident in the location (in the inner city
area of Hulme) of the main jungle club in the early to mid-
1990s. Jamac noted the lack of a police presence at the
venue, despite the club being renowned for hosting events
where club-goers repeatedly fired guns in the air in time to
the musici. He linked this to wider concerns regarding the
policing of black-on-black violent crime in the nearby inner
city area of Moss Side:
Theyre happy to grab your money on a one-off basis but they
on t want ac peop e congregat ng n t e same p ace every
wee . t s not n t e c ty centre, t ey re av ng a c u ownin Moss Side, black people can kill each other out of the city
centre. eres ac peop e ng eac ot er n oss e an t
oesn t get proper y nvest gate .
As the above case study shows, the main obstructions
faced in attempting to establish a drum and bass night in
the first 24 hour party city in the UK during the height of
the decade of dance came not from the police or licensing
authorities but from the owners, management and security
staff at city centre dance clubs, iconic clubs which became
internationally renowned for being at the forefront of the
alternative rave and dance club scene.
Before the Door Online promotions
Within the urban metropolis, different local leisure
scenes are created by musical and stylistic distinctions,
perpetuated by allegiances and preferences around sports,
leisure v
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