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Agradecimientos
A la memoria de mi padre, José R. Arriaga Soto, y mi hermana, Verónica Arriaga Medina.
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA
DE MÉXICO
CIUDAD UNIVERSITARIA 2011 FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
LA ESTRATEGIA CHINA DE SEGURIDAD ENERGETICA: ENTRE EL APROVISIONAMIENTO INTERNACIONAL Y LAS POLITICAS NACIONALES
DE DESARROLLO SUSTENTABLE
TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADO EN RELACIONES INTERNACIONALES
PRESENTA:
JORGE ALBERTO ARRIAGA MEDINA
INVESTIGACION REALIZADA GRACIAS AL PROGRAMA DE APOYO A PROYECTOS DE INVESTIGACION E INNOVACION
TECNOLOGICA (PAPIIT) DE LA UNAM NO. IN307909. LOS MODELOS REGIONALES DE LA SEGURIDAD ENERGETICA Y EL DESARROLLO SUSTENTABLE: EL DEBATE COMPARADO
DIRECTOR:
DR. ALEJANDRO CHANONA BURGUETE
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UNAM – Dirección General de Bibliotecas
Tesis Digitales
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1
Agradecimientos
A mi madre y hermanos. Sin su ayuda ninguno de mis sueños se hubiese vuelto realidad.
A la Universidad Nacional Autónoma de México y, en particular, a la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales, por enseñarme que la excelencia es el mínimo posible.
A mi director de tesis, Dr. Alejandro Chanona Burguete, por sus asesorías, consejos y entera disposición
durante este arduo proceso.
A mis sinodales, Mtra. Yadira Salvador Gálvez, Dr. Sergio Martínez Rivera, Mtro. Dámaso Morales
Ramírez y Dr. Adolfo Laborde Carranco, por sus comentarios siempre precisos para el enriquecimiento
de este trabajo de investigación.
A la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA), por el financiamiento para la
elaboración de este documento a través del proyecto PAPIIT No. IN307909 Los modelos regionales de la
seguridad energética y el desarrollo sustentable: el debate comparado.
A la Dra. Yolanda Trápaga Delfín y el Dr. Enrique Dussel Peters del Centro de Estudios China-México, por
acrecentar mi interés en el complejo objeto de estudio que representa China y darme la oportunidad de
conocer su realidad de primera mano.
A todos los profesores con los cuales tuve la fortuna de compartir experiencias en las aulas, en especial
a la Mtra. Rosa Isabel Gaytán Guzmán, cuya calidad académica y humana han sido inspiradoras.
A todos mis amigos. Las experiencias compartidas en estos años están presentes en cada uno de mis
actos.
A ti, lector, por prestar interés a este documento que, espero, sea uno más de muchos que habrán de
acompañarlo.
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2
Índice
Introducción 1
Capítulo 1. La seguridad energética: alcances y límites de un concepto polisémico
1.1 El concepto de seguridad 4
1.1.1 Las tradiciones filosóficas en el concepto 5
1.1.2 Evolución histórica del concepto de seguridad 6
1.1.3 Los modelos de seguridad 9
1.2 El concepto de seguridad energética 12
1.2.1 El objeto de referencia 13
1.2.1.1 Petróleo 14
1.2.1.2 Gas 15
1.2.1.3 Carbón 15
1.2.1.4 Energía nuclear 16
1.2.1.5 Las energías renovables 16
1.2.1.5.1 Biocombustibles 17
1.2.1.5.2 Energía solar 18
1.2.1.5.3 Energía eólica 18
1.2.1.5.4 Energía geotérmica 19
1.2.2 El sujeto de referencia 19
1.2.3 Desarrollo histórico del concepto seguridad energética 21
1.2.3.1 El escenario energético mundial actual 27
1.2.3.2 El nacionalismo energético 28
1.2.4 Hacia un nuevo paradigma de seguridad energética 30
Capítulo 2. El crecimiento económico chino y su impacto en la transición energética. El aumento de la
demanda energética.
2.1 Los cambios económicos en China a partir de la Reforma y Apertura 39
2.1.1 La primera fase 40
2.1.2 La segunda fase 41
2.1.3 La tercera fase 42
2.1.4 Evidencias de la dinámica económica 42
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3
2.2 La transición energética 43
2.2.1 La industria 45
2.2.2 Transporte 46
2.2.3 Cambios sociales 48
2.3 El aumento en el consumo energético 51
2.4 El concepto de seguridad energética en China 54
2.4.1 Aproximación realista 55
2.4.2 Enfoque de mercado 56
2.4.3 Enfoque comprensivo 57
Capítulo 3. La estrategia internacional: la política de adquisiciones y la firma de acuerdos para el
suministro
3.1 La estrategia internacional 62
3.1.1 El apoyo del gobierno chino a las inversiones en el mundo 63
3.1.2 La política “go global” 64
3.1.3 Los instrumentos de ayuda gubernamentales 65
3.1.4 Los actores de la estrategia 69
3.1.4.1 Las tres grandes corporaciones petroleras nacionales chinas 69
3.1.4.2 Otras compañías 71
3.1.4.3 La relativa independencia de las empresas petroleras estatales con respecto al
gobierno 72
3.2 La estrategia hacia América Latina 75
3.2.1 Venezuela 77
3.2.2 Otros países de la región 78
3.3 La estrategia hacia América del Norte: Canadá 80
3.4 La estrategia hacia Rusia y Asia Central 81
3.4.1 Rusia 83
3.4.2 Kazajistán 86
3.5 La estrategia hacia África 87
3.5.1 Angola 91
3.5.2 Nigeria 92
3.5.3 Sudán 93
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4
3.5.4 Otros países africanos 95
3.6 La estrategia hacia Medio Oriente 97
3.6.1 Irán 98
3.6.2 Arabia Saudita 100
3.6.3 Otros países de la región 102
3.7 La estrategia hacia el Pacífico asiático 103
3.7.1 Indonesia 103
3.7.2 El estrecho de Malaca: retos y oportunidades para la seguridad energética 104
Capítulo 4. La estrategia interna: el aumento en la producción y las medidas de disminución de
consumo. ¿Un acercamiento al desarrollo sustentable?
4.1 La producción petrolera 107
4.2 La producción de gas natural 110
4.3 La producción de carbon 115
4.4 El desarrollo de la energía nuclear 117
4.5 El papel de las energías renovables 122
4.5.1 La energía eólica 126
4.5.2 Energía hidroeléctrica 130
4.5.3 Los bioenergéticos 134
4.6 El papel de la reserva estratégica de petróleo 136
4.7 Estrategias orientadas a la demanda 139
4.7.1 Reforma al precio del petróleo 143
4.7.2 Impuesto a los combustibles 144
Consideraciones Finales 146
Fuentes de consulta 152
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5
Introducción
El acelerado crecimiento económico experimentado por la República Popular China desde los tiempos
de la Reforma y Apertura a finales de la década de los setenta del siglo pasado, e intensificado en 1993
con la adopción del concepto de socialismo de mercado, ha redundado en una serie de
transformaciones económicas y sociales que la han llevado a aumentar su demanda de energía a niveles
insospechados, colocándola así como el actor fundamental dentro de la geopolítica mundial de los
energéticos. Basta considerar que en julio de 2010 China se convirtió en el mayor consumidor de energía
al superar a Estados Unidos.
La proliferación de las fábricas, viviendas y edificios de oficina, el aumento del transporte por
carretera, el crecimiento de sectores intensivos en el uso de energía (acero, cemento, aluminio,
productos químicos); la creciente urbanización y su correlativa ampliación en el uso de bienes como
calefactores, aire acondicionado, refrigeradores, hornos de microondas, teléfonos celulares y
automóviles; así como la decisión del gobierno central tomada en 2004 de crear una reserva estratégica
de petróleo que sea capaz de suplir entre los 35 y 90 días de importaciones, han llevado a los expertos a
establecer una tendencia que se muestra como altamente probable: para el 2020 China consumirá entre
10 y 13 millones de barriles de petróleo por día, lo que significa que su cuota en el consumo mundial de
este recurso alcanzaría entre el 11 y el 12% y que tendría que importar más del 70% de su consumo
interno.
A pesar de que por el momento el carbón –recurso en el cual se coloca como primer productor a
nivel mundial- constituye su principal fuente de energía, esta realidad ha llevado al gobierno chino a
establecer como tema prioritario a la seguridad energética.
El concepto de seguridad energética para China discurre entre una concepción estrecha,
vinculada con el tradicional paradigma realista de las Relaciones Internacionales y anclada en su visión
histórica de potencia autosuficiente amenazada por poderes externos, y una mucho más comprensiva,
inaugurada por la teoría del “desarrollo científico” y que relaciona el consumo energético con el medio
ambiente y el desarrollo sustentable. En este sentido, ha desarrollado una estrategia ambivalente de
escala nacional e internacional con múltiples implicaciones. ¿Cuáles son los mecanismos, alcances y
límites de esta estrategia? ¿Cuáles sus implicaciones a nivel nacional, regional e internacional? Estos son
los cuestionamientos rectores del presente trabajo de investigación.
De acuerdo a estas consideraciones, la hipótesis sostenida es que el acelerado crecimiento
económico chino se ha visto traducido en un incremento en su consumo energético, por tanto, el
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6
gobierno central ha desarrollado una estrategia en dos niveles para lograr su seguridad energética:
mientras que a nivel internacional busca la diversificación de la oferta mediante acuerdos comerciales y
una política de adquisiciones de empresas relacionadas con los energéticos con actores diversos, a nivel
nacional se pretende una intensificación de la producción existente, una diversificación de las fuentes de
energía que vaya de acuerdo a su compromiso con el desarrollo sustentable y una reducción en el
consumo vía medidas de eficiencia energética.
Considerando la hipótesis anunciada, el objetivo del presente es analizar las implicaciones de la
estrategia china de seguridad energética a partir de sus dos niveles de acción: el nacional y el
internacional. De este objetivo general se desprenden otros particulares, éstos son: presentar una
evolución histórica del concepto de seguridad hasta llegar al de seguridad energética para evidenciar su
complejidad, alcances y límites; estimar las implicaciones del acelerado crecimiento chino a partir de la
Reforma y Apertura para su seguridad energética contemporánea; examinar la estrategia china de
seguridad energética a nivel internacional a partir del tipo de relaciones establecidas entre ésta y los
diferentes actores regionales; e identificar la estrategia china de seguridad energética a nivel nacional de
acuerdo al compromiso asumido por el gobierno central con el desarrollo sustentable y la necesidad de
contar con suministros nacionales ambientalmente amigables, asequibles, fiables y amplios.
La importancia de analizar este tema deviene sobre todo del impacto social, económico,
político, militar y medioambiental que implica para la sociedad internacional las decisiones asumidas en
la materia por el principal consumidor global de energía. Adicionalmente, la estrategia china de
seguridad energética es una muestra clara de la confluencia de visiones amplias y estrechas que, desde
las Relaciones Internacionales, han sido varias veces expuestas como antagónicas pero que, dadas las
evidencias, es necesario considerar de manera integral. Por último, los diferentes lectores, de acuerdo a
su posición en el sistema, pueden emprender acciones de diferente carácter con base en la información
ofrecida, ya sea para promover el fortalecimiento de relaciones con el país asiático, o bien, asumir como
compromiso particular, por ejemplo, la adopción de alguna medida encaminada a reducir la demanda
energética.
El trabajo consta de cuatro capítulos. El primero de ellos analiza el concepto mismo de
seguridad y ubica dentro de él la importancia de la seguridad energética. Desde una perspectiva
histórica que determina la evolución del concepto se enfatizan elementos claves para su comprensión
como el objeto y sujeto de referencia, los instrumentos utilizados y las dimensiones ubicadas.
Finalmente, se realiza un breve análisis del llamado nuevo paradigma de seguridad energética para
enfatizar la necesidad de empatar el consumo energético con el desarrollo sustentable.
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7
En el segundo capítulo se realiza un breve recuento de las transformaciones económicas
experimentadas por China desde el inicio de la Reforma y Apertura a finales de la década de los setenta
hasta nuestros días, ello para constatar que existe una relación directa entre los resultados de su
modelo de desarrollo y el aumento en el consumo energético, que se expresa en su actual modelo
energético. Partiendo de esta relación, este apartado concluye con un análisis en torno al concepto
chino de seguridad energética.
El tercer capítulo expone la estrategia internacional china de aprovisionamiento energético.
Para ello se recurre a una revisión de los principales apoyos brindados por el gobierno a los actores
encargados de ejecutarla, resaltando la participación de las tres corporaciones petroleras nacionales.
Considerando que esta estrategia tiene como objetivos centrales el establecimiento de acuerdos para el
aprovisionamiento confiable y a largo plazo de energéticos, en particular de petróleo, pero también la
adquisición de activos en terceros Estados, se analiza la evolución de estos mecanismos en las distintas
regiones en las cuales existe presencia china, se puntualiza el carácter de ellos y las implicaciones de la
relación. Dado que la protección física del suministro es también parte de la estrategia internacional, se
exponen las medidas asumidas ante las dificultades de lograr este objetivo en el estrecho de Malaca, por
ser éste el caso paradigmático.
En el último capítulo se aborda la estrategia interna. Ésta se encuentra dividida en dos partes de
acuerdo a si las medidas responden a la oferta o a la demanda. En cuanto a la oferta, se exponen las
estrategias asumidas por el gobierno para aumentar la producción de todos los energéticos en territorio
nacional, haciendo especial hincapié en las energías renovables, por el lado de la demanda, se analizan
las tácticas cuyo objetivo es disminuir el consumo y hacerlo más eficiente. Es en este ámbito de la
estrategia de seguridad energética en donde es más evidente la confluencia de concepciones sobre su
definición.
Por último, se realizan una serie de consideraciones finales en las que se debate sobre el
carácter de la estrategia china de seguridad energética, es decir, si representa un compromiso real con
el alcance de un desarrollo sustentable o si, por el contrario, se encuentra más inclinada hacia visiones
geopolíticas tradicionales de poder. Esto determina las implicaciones de la estrategia china para la
seguridad, energética y tradicional, global.
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8
Capítulo 1. La seguridad energética: alcances y límites de un concepto polisémico
Aunque comúnmente ha sido utilizado para referir un estado mental, filosófico y psicológico, el
concepto de seguridad presenta una naturaleza fundamentalmente cambiante, pues si bien puede
decirse que “en un sentido objetivo mide la ausencia de amenazas o valores adquiridos, y en un sentido
subjetivo mide la ausencia de peligro de que dichos valores se ataquen”1, es evidente que se encuentra
sujeto a múltiples interpretaciones en función del actor encargado de formularlo y el marco histórico en
el que lo haga. Pese a la dificultad en su definición, la seguridad se encuentra en el centro de la agenda
internacional, no sólo por los temas que tradicionalmente suelen ser relacionados con éste como la paz
y la guerra, sino que la perspectiva se ha ampliado para cruzarse transversalmente con otros tópicos
igualmente importantes como los energéticos y el medio ambiente. Bajo estas consideraciones, el
presente capítulo explica el concepto de seguridad a través de un recorrido histórico y teórico para
centrarse de manera puntual en la seguridad energética.
1.1 El concepto de seguridad
En el seno de la disciplina de las Relaciones Internacionales se han experimentado una serie de debates
que han derivado en la formulación de nuevas maneras de interpretación de la realidad. Sin duda
alguna, uno de los debates más importantes ha sido el establecido entre los realistas e idealistas con sus
consustanciales conceptos de poder y paz. Mientras que para éstos con la investigación para la paz se
pretendía desterrar de la faz de la tierra las causas de la guerra para lograr un orden internacional justo
y solidario, para aquellos el concepto de paz como objeto de estudio para analizar la dinámica
internacional era poco objetivo y propusieron al poder como el eje de análisis, entendido éste en el
marco de los Estados y la defensa de su interés nacional. Los cambios en la realidad internacional -a
partir fundamentalmente del fin de la Guerra Fría-, no obstante, han hecho que los conceptos de paz y
poder sean vistos como derivados de otro concepto que ahora se ha vuelto central: seguridad.
Como reconoce Orozco, “la seguridad permite interpretar problemas diversos y estructurar el
debate en torno a fenómenos que normalmente se estudian de forma separada, y cada uno por su
cuenta. La seguridad está a disposición de los analistas como idea organizativa para las relaciones
1 Wolfers citado por Hans Günter, “Cuarteto conceptual: la seguridad y sus vínculos con la paz, el desarrollo y el ambiente” en Úrsula Oswald y Hans Günter (editores), Reconceptualizar la seguridad en el siglo XXI, UNAM, México, 2009, p. 179
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9
internacionales.”2 Sin embargo, es necesario puntualizar que el concepto de seguridad, como tantos
otros en Relaciones Internacionales, no es susceptible de definirse de manera inflexible y totalizante,
por lo que, con el objetivo de hacerlo operativo para que funcione como una categoría analítica válida,
es necesario analizarlo desde diferentes ángulos.
En términos generales la seguridad refiere un estado en el que la ausencia de peligro ofrece
confianza a un ente para actuar de determinada manera. Como afirma Wolfers “la seguridad, en un
sentido objetivo mide la ausencia de amenazas o valores adquiridos, y en un sentido subjetivo mide la
ausencia de peligro de que dichos valores se ataquen.”3 Esta última definición es de particular interés
para las Relaciones Internacionales en tanto que destaca la necesidad de los elementos objetivo y
subjetivo en la seguridad, siendo por demás evidente su empleo en las políticas implementadas por los
Estados en la actualidad y de especial interés en los debates académicos sobre su contenido.
1.1.1 Las tradiciones filosóficas en el concepto
Para la comprensión del concepto dentro de las ciencias sociales en general y de las Relaciones
Internacionales en particular, es necesario reconocer que su tratamiento ha sido sobre todo elaborado
por la filosofía política, especialmente a través de las ideas de Thomas Hobbes, Immanuel Kant y Hugo
Grocio, por lo que a continuación se analizan sus aportes en dicha materia. El primero en incorporar a la
seguridad en sus reflexiones es Thomas Hobbes, pues en su libro El Leviatán sugiere que el objetivo
fundamental del Estado es la preservación de la integridad de sus ciudadanos. Como él mismo señala,
“fuera del estado civil hay siempre guerra de cada uno contra todos. Con ello es manifiesto que durante
el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, se hallan en
condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos.”4 En
términos generales puede decirse entonces que es la seguridad y no otra cosa la causa por la cual la
humanidad decide establecer al Estado, pues será él el encargado de resolver los conflictos suscitados
por la naturaleza misma del hombre y de asumir las medidas que considere necesarias para
salvaguardar su integridad, tanto a nivel interno como externo ya que vislumbra improbable el
establecimiento de un gobierno mundial en tanto que el estado de naturaleza humano es extrapolable
al plano internacional.
2 Gabriel Orozco, “El concepto de la seguridad en la Teoría de las Relaciones Internacionales” en Revista CIDOB d’Afers Internacionals, CIDOB, Barcelona, No. 72, 2008, p. 163. 3 Arnold Wolfers, “National security as an ambiguous symbol” en Arnold Wolfers, Discord and collaboration. Essays on international politics, John Hopkins University Press, Baltimore, 1962, p. 150. 4 Thomas Hobbes, El Leviatán, INEP Ac, México, 2008, p. 52.
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10
Si para la denominada tradición hobbesiana la realidad internacional era anárquica por la
constante lucha entre los Estados, para Kant era necesario superar este estadio mediante la sujeción de
éstos a imperativos categóricos. La única vía para lograr la seguridad, según Kant, es crear un
ordenamiento jurídico internacional semejante al que hay en el interior de los Estados. Dice Kant “los
Estados, como pueblos que son, pueden considerarse como individuos en estado de naturaleza, es decir,
independientes de toda ley externa, cuya convivencia en ese estado natural es ya un perjuicio para
todos y cada uno. Todo Estado puede y debe afirmar su propia seguridad, requiriendo a los demás para
que entren a formar con él una especie de constitución, semejante a la constitución política, que
garantice el derecho de cada uno.”5 La existencia de estos imperativos morales no asegura la paz entre
los Estados por lo que considera necesario que se transite hacia su disolución y a la creación de una
sociedad cosmopolita, proceso en el que las instituciones juegan un rol fundamental al legislar y coartar
las acciones violentas de los Estados.
Una tercera línea de pensamiento con respecto a la seguridad la ofrece Hugo Grocio. Más
cercano a la tradición kantiana, Grocio considera que existe una comunidad internacional de Estados y
no prescribe el estado de anarquía como un hecho dado, sin embargo, a diferencia de Kant, piensa que
son los Estados los actores internacionales por excelencia pero que su forma de vinculación no es a
través de la guerra sino por medio del intercambio comercial regido por normas dictadas por las
instituciones internacionales y que funciona de manera más eficiente por medio del establecimiento de
zonas de estabilidad y respeto mutuo.
1.1.2 Evolución histórica del concepto de seguridad
El concepto de seguridad no se ha mantenido inmutable a lo largo del tiempo sino que ha
experimentado una seria transformación de acuerdo a contextos y actores cambiantes, no obstante,
como se mencionó, esta transformación ha oscilado entre una interpretación restrictiva y otra mucho
más amplia e incluyente, pues ambas guardan una relación directa con los llamados niveles de análisis o
la seguridad para quién, como se verá a continuación.
Con el surgimiento de los Estados modernos, la seguridad comenzó a tomar especial atención
puesto que de aquella interpretación individual de lo que cada ser consideraba como elementos
necesarios para preservar su persona, se transitó a la enunciación concreta de requisitos indispensables
para mantener la seguridad de un colectivo, es decir, la seguridad cada vez fue mayormente entendida
en términos de seguridad nacional. Esta realidad habría de continuar durante un largo tiempo que se
5 Immanuel Kant , Sobre la paz perpetua, Alianza Editorial, México, 1999, p. 45.
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11
extendería hasta la Primera Guerra Mundial para después dar paso, no sin anularla, a la seguridad
colectiva. Mediante el concepto de seguridad colectiva, tal como reconoce Carr, los poderes más
destacados emanados del conflicto bélico usaron la seguridad como un eslogan que pretendía borrar la
distinción entre lo nacional y lo local y, en cambio, proclamar una identidad de intereses entre los
grupos dominantes y el mundo en general para mantener la paz.6
Para los años cuarenta del siglo XX, esta seguridad colectiva perdería un tanto su vigencia para
de nuevo dar paso a la seguridad nacional. La rivalidad geopolítica entablada entre Estados Unidos y la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) llevó al primero a exaltar un concepto que expresara
un esfuerzo con componentes militares y no militares y que justificara una política con más fuerza que la
de antes. Ante una clara situación de desafío a la integridad de su nación justificó mediante la seguridad
nacional la utilización de medidas extremas, idea que habría de ser diseminada globalmente y aceptada,
casi siempre de manera acrítica, por casi todos los actores internacionales.
La seguridad nacional era entendida en términos estrechos, es decir, se vinculaba de manera directa
con la necesidad de una mayor inversión en armamento, policías y militares que pudieran hacer frente a
retos de igual naturaleza, es decir, a amenazas a la soberanía territorial se respondía con la creación
precisamente de nuevas amenazas para la soberanía territorial del contrincante. Esta condición,
vislumbrada ya por Kant en su libro La Paz Perpetua, sería después denominada por Herz como el dilema
de la seguridad.7 Este concepto se refiere a la propensión de ciertos países a adquirir más y más poder
con el fin de escapar del impacto del poder de los otros, tendencia que resulta en una espiral viciosa de
armamentismo mutuo. El dilema de seguridad se sustenta tanto en la seguridad objetiva (cuán
amenazado alguien está) como en la seguridad subjetiva (cuán amenazado alguien percibe o interpreta,
incluso erróneamente, que está) y no puede ser disociado de la era nuclear, pues es solamente en estas
condiciones de posibilidad de mutua eliminación que el concepto adquiere relevancia.
Para finales de los años ochenta y principios de los noventa del siglo XX, con el debilitamiento de la
URSS y su pronta desintegración, y la profundización de la globalización y de los efectos del cambio
ambiental global, la visión dominante de la seguridad nacional fue perdiendo un tanto su relevancia en
6 E.H. Carr, The twenty years’ crisis 1919-1939: An introduction to the study of International Relations, McMillan, Londres, 1981, p. 82. 7 Para un análisis sobre el dilema de la seguridad tanto en Kant como en Herz véase Hans Günter, “De una seguridad hobbesiana hacia un dilema de supervivencia grotiano” en Úrsula Oswald y Hans Günter (editores), Reconceptualizar…, Op. cit,, pp. 388-396.
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12
función de los nuevos debates en el seno de los estudios de seguridad. De hecho, como reconocen Hans
y Oswald8, tres importantes reconceptualizaciones tomaron lugar:
1) Ampliación horizontal. Se transita de la clásica seguridad entendida en los ámbitos político y
militar hacia otras tres dimensiones, a saber: económica, social y ambiental.
2) Profundización vertical. De una seguridad basada en el Estado se pasa a una humana y de
género y de una visión nacional, hacia arriba se mueve hacia una regional y global y, hacia abajo,
a una local y comunitaria.
3) Sectorización. Se trata de una mayor especialización en el análisis de acuerdo a temas
seleccionados, por ejemplo, energía, alimentos, salud, agua, clima, bienestar, transporte,
petróleo, etc.
Estos cambios en el análisis de la seguridad y, aunque en menor medida, en el actuar político, se
expresan en un cambio en la tradicional postura nacionalista hacia otra de carácter multidimensional e
incluyente que, por ejemplo, consideraría ahora tan relevante a la pobreza o el cuidado al medio
ambiente como las denominadas amenazas tradicionales. En la tabla siguiente se ilustra la ampliación
del concepto de seguridad.
Tabla No. 1. Síntesis de la ampliación del concepto de seguridad.
Dimensiones de seguridad
Militar Política Económica Ambiental Societal Niveles de interacción
humana-género Amenaza social, energética, alimentaria, de salud, de bienestar pueden generar estrategias y en un caso extremo un “dilema de supervivencia” en regiones de alta vulnerabilidad
pueblo-comunidad-sociedad
nacional Dilema de seguridad entre Estados en conflicto (concepto de seguridad nacional)
Asegurando energía, alimentos, salud, bienestar (concepto de seguridad humana y de género) que combina todos los niveles de análisis y sus interacciones
internacional-regional
global-planetario
Fuente: Úrsula Oswald y Hans Günter “Globalización y desafíos ambientales cambian la conceptualización de seguridad en América Latina” en Úrsula Oswald y Hans Günter (editores), Reconceptualizar la seguridad en el siglo XXI, UNAM, México, 2009 p. 45.
8 Véase Úrsula Oswald y Hans Günter “Reconceptualizar la seguridad en el siglo XXI: perspectivas para la investigación y las decisiones políticas” en Úrsula Oswald, y Hans Günter (editores), Reconceptualizar la seguridad… Op. Cit., p. 638.
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13
Con la ampliación del concepto de seguridad, no obstante, éste adquirió un significado
particular en los asuntos internacionales en virtud de que ahora se trata de una reacción no lineal frente
a las amenazas, es decir, que el significado de la seguridad es que alguien señala que algo o alguien con
un derecho inherente a sobrevivir está amenazado existencialmente y, por tanto, se justifican acciones
de diferente intensidad. Éste es el núcleo de la teoría de la securitización. Con esta nueva concepción, la
seguridad se torna políticamente preeminente y logra un estatus de urgencia y precedencia que si bien
facilita la acción, puede también conducir a excesos si el actor es liberado de todas las restricciones y
además se le asigna la capacidad de definir arbitrariamente las amenazas, pues valga recordar que el
hecho de que un asunto sea de seguridad significa que su tratamiento puede darse incluso a través de
medidas extraordinarias.
1.1.3 Los modelos de seguridad
Como se ha expuesto, el concepto de seguridad ha experimentado una evolución y, gracias a ella, es
posible explicar y comprender a la realidad internacional a través de este concepto, es decir, que éste se
ha convertido en una categoría explicativa ampliamente recurrida por los analistas internacionales.
Todos estos análisis, desde una perspectiva puramente metodológica, se encuadran en dos paradigmas.
Por un lado, el que tiene una visión restringida sobre la seguridad y que engloba a los modelos clásicos
anteriores a la Guerra Fría y, por el otro, el que tiene visión amplia relacionada con nuevas amenazas o
problemas y cuyos modelos fueron formulados más recientemente.9 A fin de reconocer los postulados
más importantes de cada modelo y contrastarlos, tanto históricamente como en términos de su
contenido con los planteados por la seguridad energética, se realiza una breve descripción de ellos.
El primero de los modelos ubicados en el paradigma de la seguridad restringida es el llamado
“complejo interdependiente o complejo relacional” y se refiere fundamentalmente a un conjunto de
normas y reglas que crean unas condiciones de relaciones estables entre las naciones, las cuales trazan
una agenda que procura regular los dilemas de seguridad para coordinarlos en un sistema de
cooperación transnacional. El énfasis está puesto, por tanto, en los lazos de interdependencia y la
correlación de intereses como garantes de la seguridad. Al también llamado neoliberalismo institucional
le sucede el modelo de “regímenes internacionales”. Éste surge de un intenso debate entre en
neorrealismo y el neoliberalismo y explica cómo es que los Estados crean dichos regímenes a través de
9 Véase Gabriel Orozco, “El concepto de la seguridad en la Teoría de las Relaciones Internacionales” en Revista CIDOB…, Op. Cit. pp. 170-177.
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principios, reglas y normas y ponen una especial atención en los beneficios, sean estos de carácter
absoluto o relativo, resultantes de la configuración de las relaciones de poder.10
Una tercera propuesta dentro de este paradigma se encuentra en la “teoría de la integración”
según la cual la cooperación tecnológica y económica genera mecanismos de difusión en todos los
niveles, lo que impacta en el sentido de unidad y seguridad de quienes participan en esta relación. En
cuarto lugar se encuentra la “seguridad colectiva”. Para ésta, los Estados que comparten similares
condiciones y comparten expectativas similares sobre las relaciones pacíficas entre ellas son más
propensos a tener acercamiento y a reproducir las mismas condiciones de seguridad y estabilidad.
Finalmente se encuentra el “modelo de paz democrática” el cual postula que existe una vinculación
directa entre la política local, las condiciones culturales y su expresión en la política exterior y que esta
vinculación, en las democracias, las lleva a ser más pacíficas entre sí, pues suelen resolver sus problemas
por vías consensuadas y casi nunca por medios violentos.11
Los modelos mencionados, ubicados todos en el paradigma restrictivo de la seguridad,
permitieron, y lo hacen todavía hoy, explicar la realidad internacional a través de conceptos propios de
una realidad centrada en el Estado y su integridad territorial, no obstante, no se plantean temas
centrales como el deber de proteger al individuo o resguardar la identidad de una sociedad, pues sus
elementos explicativos se encuentran mayormente arraigados en la dimensión militar y económica. Los
modelos producidos a finales de la Guerra Fría, por su parte, intentan incorporar otras dimensiones de
la seguridad en sus postulados debido a la complejidad suscitada por el aceleramiento del proceso de
globalización.
El primer modelo de seguridad de corte amplio es el postulado por la Comisión de Gestión de los
Asuntos Públicos Mundiales y se trata de la “seguridad global”. Este modelo pretende cambiar el
enfoque de las políticas de los Estados segmentados hacia otro de carácter global que atienda el
carácter mismo de los nuevos problemas internacionales, por tanto, la seguridad debe de ser extendida
del enfoque tradicional en la seguridad de los Estados a la inclusión de la seguridad de las personas y del
planeta, sin que una excluya a la otra. Otro modelo que cobra cada vez mayor fuerza es el de la
“seguridad societal”, éste defiende la integridad de los grupos y de comunidades que comparten valores
por encima de los intereses de los Estados o gobiernos, para ello analiza el problema de la identidad de
grupo y su erosión frente a las tendencias unificadores de la globalización.
10 Ídem. 11 Ídem.
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15
Un tercer modelo de seguridad lo representa la “seguridad democrática”, que se postula para
preservar la estabilidad democrática de una comunidad política, sobre todo de aquellas que acaba de
pasar por una situación de conflicto, conteniendo las amenazas que pueden poner en peligro la
integridad de una sociedad. Considera que la identidad de una sociedad se forma a partir de consensos y
que éstos, a su vez, generan derechos y, en última instancia, un Estado democrático que fundamenta y
asegura la integridad misma de la sociedad. Como último modelo se encuentra la “seguridad humana”.
Su propuesta se refiere a la necesidad de proteger el desarrollo libre de las personas en zonas donde se
vean amenazados y violados los derechos humanos, en última instancia, lo que pretende es poner el
énfasis en el deber que tiene el sistema internacional de proteger a la persona de cualquier clase de
amenaza, desde aquellas de carácter tradicional como las armas nucleares hasta las más complejas
como las ambientales o las de carácter económico, de ahí que esté compuesta por siete categorías que,
a saber, son: 1) económica, 2) alimenticia, 3) de salud, 4) ambiental, 5) personal, 6) comunal y 7) política. 12
Como se ha señalado, existen varias interpretaciones que permiten abordar a la realidad
internacional poniendo a la seguridad como el tema central, sin embargo, es necesario reconocer que
estas divisiones obedecen a fines metodológicos y se establecen de acuerdo a los elementos que cada
uno de ellos pondera, sin que excluya la posible existencia de elementos transversales. De hecho,
Tanaka define tres preguntas centrales o componentes de la seguridad, éstos son: ¿qué proteger?, ¿de
qué riesgos proteger? y ¿cómo proteger? Pero no sólo eso, Tanaka también distingue los cinco
principios de la seguridad que considera indispensables y que se encuentran formulados de la manera
siguiente:
a) Riesgos compartidos. Se refiere al hecho de que para minimizar los riesgos todos los
beneficiarios deben compartir los costos totales de la seguridad de una manera justa. Esto
implica claridad en torno a quién obtendrá qué beneficio.
b) Minimización de costos. Indica que es necesario evitar comprometerse excesivamente con una
política de seguridad que pretenda minimizar riesgos por medio de una alta carga para la
sociedad.
c) Multidimensionalidad o multipropósitos. Sostiene que la minimización de riesgos debe estar
diseñada para hacer frente a varios tipos de riesgos, no sólo uno o dos.
d) Flexibilidad o conmutabilidad. Habla sobre la necesidad de que cualquier política de seguridad
se adapte a cambios externos.
12 Comisión de Gestión de los Asuntos Públicos Mundiales, Nuestra comunidad, Alianza Editorial, Madrid, 1995, pp. 80-85.
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16
e) Expectativa de no retorno. Explica que aun cuando los costos de la seguridad no generan
ningún retorno visible, el bienestar alcanzado es esencial.13
A través de un cruce de estos elementos, Tanaka pretende dar una visión general sobre la seguridad
para la formulación de políticas en las diferentes dimensiones que la componen, no importando si se
desea considerar una visión restringida o amplia, pues aporta elementos fácilmente identificables que
resultan transversales a cualquier análisis. Sobre estos elementos se volverá en el análisis de la
seguridad energética.
1.3 El concepto de seguridad energética
Como se ha visto, el concepto de seguridad se presenta como difícil de definir de manera definitiva,
antes bien, como se aconseja, es necesario considerarlo desde un enfoque amplio que no excluya
posibilidades de ampliación pero que, por otro lado, no sea tan holgado que se vuelva incluso poco
funcional en términos operativos. Este mismo problema puede presentarse al tratar de definir a la
seguridad energética, pues no basta con agregar el elemento energético al concepto tradicional o al
amplio de seguridad para alcanzar una definición más o menos funcional. La seguridad energética, como
todo concepto, se encuentra también sujeto a cambios de acuerdo al momento en el que se desarrolla
y, sobre todo, también depende del actor encargado de formularlo. Tal como lo reconocen Gal Luft y
Anne Korin “la seguridad energética tiene diferentes significados de acuerdo a la localización geográfica
del actor en cuestión, sus dotaciones geológicas, sus relaciones internacionales, su sistema político y su
disposición económica. La definición de seguridad energética de los Estados tiene mucho que ver con su
particular situación energética y en cómo ellos perciben la vulnerabilidad ante irrupciones en el
suministro.”14
Considerando esta situación, lo que se propone es partir de los elementos concretos,
fundamentalmente de los postulados formulados por Tanaka, para conceptualizar a la seguridad
energética a partir de la definición de su objeto de referencia, los actores involucrados, las amenazas, las
motivaciones, los instrumentos utilizados y, en último término, sus consecuencias, esto aportará una
visión general sobre el concepto que, posteriormente, habrá de ser revisada al tratarse un caso
concreto, como lo es el objetivo de esta investigación.
13 Akihiko Tanaka citado por von David Hippel et al., “Energy security and sustainability in Northeast Asia” en Energy Policy, Estados Unidos, No. 52, 2009, pp. 1016-1017. 14 Gal Luft and Anne Korin, “Energy security: In the eyes of the beholder” in Gal Luft and Anne Korin (editors), Energy security challenges for the 21st century: a reference handbook, Praeger Security International, California, p. 145.
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17
1.3.1 El objeto de referencia
¿Qué proteger? Esta es la primera pregunta que se realiza en cualquier estudio sobre seguridad y, en el
caso de la seguridad energética, la respuesta parece sencilla, la energía, pero ¿cuáles son
específicamente los elementos a considerar? y todavía más importante, ¿por qué éstos?
La energía es un elemento vital para el desarrollo de las actividades de todas las sociedades. Si
bien en el pasado, debido al grado de desarrollo tecnológico alcanzado, fueron privilegiadas fuentes
cuya obtención y transformación eran simples, los avances en la materia permitieron que el espectro se
ampliara y comenzaran a ser empleadas otras de mayor eficiencia y de impactos ambientales variables.
Las sociedades son dependientes de estas fuentes para la reproducción del sistema en tanto éste ha
sido estructurado bajo este eje.
Las transformaciones sociales han estado históricamente acompañadas de cambios en los
sistemas energéticos globales y nacionales. La necesidad de conectar en menor tiempo a las regiones,
por ejemplo, hizo necesaria la invención de medios de transporte más sofisticados que sustituyeran el
papel de aquellos impulsados por fuerzas humanas o animales. La aparición del ferrocarril, los
automóviles, el avión, por mencionar sólo a los medios de transporte, aunque podría señalarse el caso
del cambio en los procesos de producción y un sinfín de actividades que incorporaron a las fuentes
energéticas, significó un cambio sustancial en el sistema económico y social, pero también en el
energético, en tanto que convirtió a estas fuentes energéticas en un elemento sine qua non para su
propia preservación y reproducción. Tal como lo reconoce el Informe Brundtland, “las preocupaciones
sobre la dependencia futura de los energéticos sólo es natural si se comprende que éstos proveen
‘servicios esenciales’ para la vida humana”.15
En la actualidad los energéticos que permiten desarrollar estos servicios esenciales son el
petróleo, gas, carbón, nuclear y las energías renovables, como la solar, eólica y geotérmica. Mientras
que de los primeros encontramos cantidades finitas en la tierra, las segundas tienen ciclos, muchas de
las veces largos, en los que pueden renovarse. Esta característica hace entonces necesario que el
sistema energético mundial tienda cada vez menos a la utilización de las primeras, cuyas emisiones de
contaminantes también son más altas, y más al aumento de las segundas.
Más allá de realizar una descripción física de cada uno de los energéticos, lo verdaderamente
trascendente para la formulación de políticas energéticas y para entender el grado de seguridad o
inseguridad energética en el que se encuentra un actor consiste en analizar el crecimiento de la
15 World Commission on Environment and Development, Our Common Future, Naciones Unidas, Nueva York, 1987, en línea, http://www.un-documents.net/ocf-07.htm
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18
demanda global y los impulsores de ésta, el incremento o decremento de la oferta y el comportamiento
del comercio internacional. Estas mismas variables son aplicables para cada sujeto y deberán de ser
analizadas transversalmente con las antes mencionadas. En este sentido, a continuación se realiza esta
labor tanto para los combustibles fósiles como para las energías renovables.
1.3.1.1 Petróleo16
La mayoría de la literatura sobre seguridad energética se ha centrado hasta este momento en el
petróleo, incluso existen definiciones tradicionales que lo considera como el elemento por excelencia.
Kalicki y Goldwyn, por ejemplo, sugieren que la seguridad energética se define como “el
aprovisionamiento asequible, fiable, diverso y amplio de petróleo y gas y la infraestructura adecuada
para entregar estos suministros al mercado.”17 Pero, ¿por qué sigue siendo el petróleo el principal foco
de atención de la seguridad energética? Pérez y Chacón ofrecen algunos elementos.
El petróleo es el foco primario de las políticas de seguridad energética. Esto se debe a que, en primer lugar, el petróleo es aún el combustible dominante con alrededor del 40% de las fuentes energéticas primarias globales, en segundo lugar a que gran parte de las reservas de petróleo provienen del Medio Oriente, una región de gran inestabilidad política. En tercer lugar, el suministro y precio del petróleo son influenciados por decisiones políticas de los países productores. En cuarto lugar, las condiciones económicas mundiales son aún sensibles a la volatilidad de los precios del petróleo, con ciertos sectores particularmente sensibles (transportes, petroquímicos, fuerzas armadas, etc.). En quinto lugar, la volatilidad e inestabilidad son las palabras claves para definir el mercado.18
En adición a este argumento habría que señalar que se estima que para el periodo 2005-2030 la
demanda primaria mundial crecerá a un promedio anual de 1,3%. Más del 70% de este incremento
provendrá de países en desarrollo y sus principales impulsores serán China e India. El sector transporte
será el que más incidirá en el incremento de la demanda petrolera, principalmente en los países de la
OCDE que contribuirán en un 63%. Por el lado de la oferta, el Medio Oriente continuará albergando el
62% de las reservas y, en general, éstas serán capaces de sostener los actuales niveles de producción
por un periodo estimado de 42 años, ello debido a que los países productores incrementarán su
producción. En cuanto al comercio, se estima que éste crecerá también de forma considerable en tanto
16 Véase Ariela Ruiz Caro, La seguridad energética de América Latina y el Caribe en el contexto mundial, CEPAL-ONU, Santiago de Chile, 2007, pp. 11-15.
17 Jan Kalicki y David Goldwyn, Energy & security. Toward a new foreign policy strategy, Woodrow Wilson Center Press-The Johns Hopkins University Press, Washington D.C. , 2005, p. 9
18 Martín Pérez Le-Fort y María Chacón Morales, Seguridad energética: perspectivas de una visión nacional, regional y vecinal, Academia de guerra del Ejército de Chile, Chile, 2006, p. 20
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19
que se ampliará la brecha geográfica entre la producción local y la demanda proveniente de otras
regiones, de hecho, se calcula que el volumen de comercio se incrementará de un nivel de 40 millones
de barriles diarios en 2005 a 63 en 2030.19
1.3.1.2 Gas
Se estima que el consumo primario de gas a nivel global se incrementará entre 2005 y 2030 a una tasa
anual del 2%, siendo los países de la OCDE el mercado más importante, aunque también se espera un
aumento en su uso por parte de los países en desarrollo. Será el sector eléctrico el mayor impulsor de la
demanda al contribuir en un 50%, en los países de la OCDE su uso abarcará tanto industrias como
residencias, en tanto que en los países en desarrollo sólo será en el sector industrial. Por cuanto a la
oferta, considerando el incremento anual, se calcula que las reservas probadas, de las cuales el 56% se
encuentran en Rusia, Qatar e Irán, serán capaces de abastecer la demanda en los próximos cuarenta
años. De manera similar al petróleo, la brecha entre productores y consumidores hará crecer el mercado
de gas, mismo que habrá de fortalecerse por medio de mayores inversiones en infraestructura para su
transportación, sobre todo en los ductos que atraviesan varios países. Otro factor importante para el
crecimiento del mercado será la predilección de este tipo de energético sobre otros de carácter fósil por
su menor grado de afectación al medio ambiente.20
1.3.1.3 Carbón
Su actual utilización representa alrededor del 25% de las fuentes energéticas globales,
fundamentalmente debido a que es el combustible fósil más abundante en la Tierra. La demanda de
este energético se incrementará sensiblemente, sobre todo considerando que existe un renovado
interés provocado por la inseguridad en el suministro del petróleo y por el hecho de que su precio
continuará siendo más bajo que el del petróleo y el del gas. La mayor parte de este crecimiento
provendrá de Asia, especialmente de China e India. Las reservas probadas de carbón se calcula que
serán capaces de satisfacer la demanda en un periodo de 155 años. Los mayores productores -China,
Estados Unidos e India- continuarán siendo también los mayores consumidores, por tanto, a diferencia
del petróleo y el gas, el comercio internacional no experimentará un crecimiento significativo.21
19 Organization for Economic Co-operation and Development, Energy. The next fifty years, OECD, París, 1999, 71-75 pp.
20 Ariela Ruiz Caro , La seguridad energética de América Latina…, Op. Cit., pp. 15-17 21 Ibíd., pp. 17-19
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20
1.3.1.4 Energía nuclear
La energía nucleares una de las energías que mayormente ha sido sometida a discusión. La radiactividad
desprendida tanto en los reactores como en el manejo de los residuos provoca daños a la salud que
pueden ser irreversibles22, no obstante, la emisión de gases de efecto invernadero es mucho menor que
las del petróleo o incluso el gas, ello sin mencionar que sus costos también son menores y que se
encuentran tan sólo por encima de los del carbón. Se estima que la capacidad de generación de energía
atómica podría incrementarse de un nivel de 368 GW en 2005 a 416 en 2030, sobre todo porque el
uranio representa sólo una parte del costo total de la generación de energía y a que éste se encuentra
geográficamente bien distribuido, a diferencia del petróleo y el gas, sin embargo, es necesario indicar
que los costos iniciales para la construcción de plantas son muy elevadas, por lo que prácticamente
serán los países desarrollados quienes emprendan este tipo de proyectos. La opinión pública y la
sociedad internacional se muestran cada vez más reticentes a la utilización de la energía nuclear, tanto
por su afectación a la salud como su posible utilización para fines armamentísticos. La Unión Europea ha
anunciado que trabajará para lograr la reducción de la participación de este tipo de energía en su
sistema energético, de lograrse, será necesario entonces que el grado de reducción esté acompañado de
la introducción de energías renovables y no de fuentes fósiles, de lo contrario, al cumplir con este
objetivo difícilmente podrá hacer frente a su compromiso con la reducción de gases de efecto
invernadero.23
1.3.1.5 Las energías renovables
Aunque las estimaciones de las agencias internacionales relacionadas con la energía apuntan a que los
combustibles fósiles son todavía capaces de satisfacer la demanda por lo menos unos años más tarde, el
escenario energético mundial actual y los efectos negativos de éstos en el medio ambiente como
generadores por excelencia de gases de efecto invernadero, han llevado a que cada vez más Estados
consideren importante incluir dentro de su política energética a las energías renovables. Actualmente,
las energías renovables, definidas como energías que se obtiene de fuentes naturales virtualmente
inagotables, ya sea por la inmensa cantidad de energía que contienen, o porque son capaces de
regenerarse por medios naturales, representan alrededor del 8% de las fuentes energéticas globales y se
22 Entre ellos se encuentran cáncer de tiroides, estómago, mamas, recto, colon, médula ósea y del sistema linfático; afectaciones en el sistema cardiovascular, hormonal, endócrino, inmunológico; trastornos neurológicos y psicológicos; anomalías genéticas. María Peña, “Ventajas y desventajas del uso de la energía nuclear” en Debate Social, ITESO, No. 21, 2007, pp. 16-19. 23 Ibíd., pp. 30-31
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21
calcula que su participación se duplicará para el 2030.24 Aunque los costos actuales de su producción son
elevados, su extensión en cada vez más partes del mundo hará que se reduzcan y pueda ampliarse su
utilización. Debido a su creciente importancia las energías renovables son ya parte sustancial de la
seguridad energética.
1.3.1.5.1 Biocombustibles
Tanto en su forma de etanol como de biodiesel, los biocombustibles – energéticos provenientes de la
biomasa, es decir, de una materia orgánica originada en un proceso biológico, ya sea espontaneo o
provocado- están adquiriendo cada vez un papel más importante en el sistema energético mundial,
sobre todo a raíz de los altos precios del petróleo y a la reducción de los costos para su producción. Se
calcula que diariamente se producen a nivel mundial unos 643 mil barriles diarios, que representan el
1% del uso de combustibles utilizados por el transporte terrestre. Estados Unidos y Brasil producen
conjuntamente el 80% de la oferta global de etanol y prácticamente la utilizan para consumo interno,
aunque Brasil aporta la mitad del comercio global de etanol. En las próximas décadas, el principal
productor será Brasil, aunque países como Malasia, Filipinas e Indonesia podrían también participar en
el comercio mundial de biodiesel producido a partir del aceite de palma. En cuanto a la demanda,
Estados Unidos seguirá también siendo el mayor consumidor, sin embargo, Brasil cederá el segundo
lugar a Europa a finales de este mismo decenio, en las demás regiones su utilización será marginal.25
La utilización de los biocombustibles para sustituir cada vez mayores volúmenes de petróleo es
un tema que ha sido ampliamente debatido en la academia26 en tanto que algunos lo consideran como
una opción altamente viable por aportar menores cantidades al ambiente de gases de efecto
invernadero, mientras que otros argumentan que la seguridad alimentaria de los productores,
fundamentalmente de los países en desarrollo, se pone en peligro debido a que se requieren amplias
extensiones de tierra para el cultivo de la materia prima y se fomenta la monoproducción que ahora ya
no se destina a la producción de alimentos. Lo sustancial de este debate es que se vuelve necesario
realizar un balance energético de la producción del biocombustible de cada materia prima de manera
integral para que los beneficios de su utilización sean reales, es decir, sólo después de ponderar los
24 International Energy Agency, Energy to 2050. Scenarios for a sustainable future, OECD, París, 2003, 219 pp. 25 Ariela Ruiz Caro , La seguridad energética de América Latina…, Op. Cit., pp. 24-30 26 Véase, entre otros, Carlo Razo et al., Biocombustibles y su impacto potencial en la estructura agraria, precios y empleo en América Latina, CEPAL, Santiago de Chile, 2007, 47 pp.; Annie Dufey, Producción y comercio de biocombustibles y desarrollo sustentable: los grandes temas, International Institute for Envirnoment and Development, Londres, 2006, 63 pp.; Kirk Smith, Biofuels, air pollution and health: a global review, Plenum Press, Nueva York, 1987, 452 pp.
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22
beneficios y los costos de producir y consumir bioenergéticos podrá pensarse en reducir la dependencia
de combustibles fósiles en la matriz energética por esta vía.
1.3.1.5.2 Energía solar
La energía solar tiene un inmenso potencial, al menos teóricamente, pues el atraso tecnológico no
permite por el momento desarrollarlo a gran escala. La cantidad de radiación solar interceptada por la
tierra es más de tres veces la cantidad utilizada total de energía en un año. Pese a este potencial existen
razones que limitan su uso, entre ellas encontramos: 1) variaciones de tiempo, la cantidad de energía
solar disponible en un punto varía en el día y de acuerdo a las estaciones, por lo que es necesario un
sistema alterno; 2) variaciones geográficas, la disponibilidad de energía solar también depende de la
latitud, las áreas cercanas al ecuador reciben más radiación solar que las regiones cercanas a los polos;
3) condiciones climáticas, sobre todo con respecto a la claridad del cielo; y 4) colocación, si bien la
tecnología necesaria para su recolección puede ser utilizada a pequeña escala en edificios y
construcciones pequeñas, los proyectos de gran escala deben ser establecidos en áreas no habitadas y
requieren grandes cantidades de tierra.
El potencial de energía solar varía de acuerdo a la región. Medio Oriente se ubica a la cabeza de
la lista, seguida por África, los territorios de la antigua Unión Soviética y América del Norte, con un
estimado de 412, 371, 199 y 181 exajoules, respectivamente. La contribución de la energía solar en el
sistema energético global, no obstante, no dependerá únicamente de la disponibilidad de recursos, la
existencia de energías de bajo costo para almacenar y transformar este tipo de energía será el reto a
superar.27
1.3.1.5.3 Energía eólica
La energía eólica se obtiene por medio de la energía cinética generada por efecto de las corrientes de
aire, que son sumamente variables de acuerdo a la región en cuestión, pues dependen de la rotación de
la tierra, de la topografía de cada país y de la temperatura, por mencionar sólo algunos factores.
Diversos estudios han analizado el potencial de la energía eólica en el mundo y han determinado que el
potencial de ésta podría alcanzar los 500 mil terawatts/hora al año, sin embargo, sólo el 10% de este
total puede ser recolectado. Norteamérica y Europa del Este son las dos regiones con mayores
potenciales, pero la capacidad de éstas y de todas las regiones para producir esta energía depende de la
27 Hans Holgner Rogner, “Energy resources” en World Energy Assessment: Energy and the challenge of sustainability, United Nations Development Program-United Nations Department of Economic and Social Affair-World Economic Council, Nueva York, 2000, p. 162.
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23
posibilidad de instalar grandes campos que necesitan áreas extensas, producen mucho ruido y, desde
algunos puntos de vista, representa contaminación visual.28
1.3.1.5.4 Energía geotérmica
Es la energía que puede obtenerse mediante el aprovechamiento del calor interno de la tierra. La
temperatura de la tierra se incrementa alrededor de 3 °C por cada 100 metros de profundidad, aunque
esta cifra es variable. En la actualidad se distinguen cuatro tipos de energía geotérmica: 1) hidrotermal,
2) geopresión, 3) rocas calientes y 4) magma. De éstas, sólo la hidrotermal es usada de manera
comercial para la generación de energía eléctrica.
El potencial global de la energía geotérmica se estima en 140 millones de exajoules, pero sólo
una pequeña cantidad puede clasificarse realmente como reservas utilizables. Como en los otros casos
de energías renovables, ésta se encuentra ampliamente dispersa y son Norteamérica, América Latina y
Europa del Este las de mayor potencial, y nuevamente, es la disponibilidad tecnológica la que define su
futuro. De todas las energías renovables ésta es la que mayores cantidades de componentes que afectan
al ambiente arroja a la atmosfera como dióxido de carbono, nitrógeno, amonio y algunos materiales
pesados como el mercurio. Las cantidades son mucho más bajas comparadas con las relacionadas con el
uso de hidrocarburos.29
1.3.2 El sujeto de referencia
La seguridad energética, en su concepción clásica de los años setenta del siglo pasado, fue formulada en
términos del paradigma de la seguridad restringida, por tanto, el actor por excelencia ha sido el Estado.
Como afirma Iturre “tanto desde un punto de vista geopolítico como económico, la seguridad energética
se perseguía por y para el Estado, haciendo frente a otros Estados.”30 Esta idea parece ser compartida
por una gran mayoría de los estudiosos de la seguridad energética que afirman que “un Estado es
energéticamente seguro en el grado en el que el combustible y los servicios energéticos están
disponibles para: a) asegurar la supervivencia de la nación, b) proteger el estado de bienestar, y c)
minimizar los riesgos asociados con el suministro y uso de los combustibles y los servicios energéticos.”31
28 Ibíd., pp. 163-164. 29 Ibíd., p. 165 30 Maite Iturre , “El debate sobre la seguridad y los límites de la seguridad energética” en Revista Electrónica de Estudios Internacionales, Asociación Española de Profesores de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales, Madrid, No. 15, 2008, disponible en http://www.reei.org/reei%2015/Iturre.pdf
31 David von Hippel, et al, “Energy security and sustainability … Op. Cit., p. 1021
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24
Como puede observarse, los conceptos tradicionales privilegian el papel del Estado en tanto que éste es
el encargado de diseñar las estrategias, también tradicionales, mediante las cuales puede obtenerse la
seguridad energética. En cualquier caso, todo parece indicar que las relaciones internacionales vistas
desde la seguridad energética, al menos desde esta definición tradicional, obedecen a un juego suma
cero o, cuando más, de ganancias relativas.
La mayoría de las definiciones que afirman que el Estado es el actor por excelencia en la
seguridad energética cometen una omisión central, que no sólo proviene de la complejización de los
problemas globales que hace necesaria la inclusión de nuevos actores, como en el caso mismo de la
seguridad, sino la de considerar como iguales a todos los Estados. Más de una cuarta parte de la
población mundial sufre de una grave pobreza energética sin acceso a electricidad. Claramente para
esta parte de la humanidad la definición de seguridad energética es diferente que para el mundo
desarrollado, pues mientras aquellos piensan sobre todo en el acceso a energía para satisfacer
necesidades básicas como agua potable, iluminación y transporte público, para éstos la seguridad
energética se trata sobre la fiabilidad del suministro, el acceso a recursos en cantidades suficientes y
asequibles y de protección contra posibles interrupciones en el abastecimiento.32
Bajo esta idea es claro que tratar a todos los Estados por igual en la seguridad energética no permite
ofrecer un análisis adecuado de la realidad, sin embargo, también parece acercarse a una visión más
amplia que tiene que ver con la seguridad de las personas y no con la del Estado. Si se decide adoptar un
posicionamiento que privilegie al Estado, es necesario, cuando menos, marcar una clara diferencia entre
los Estados consumidores, los productores y, ahora cada vez más, los de tránsito.
Para los Estados consumidores la seguridad energética tiene que ver con la posibilidad de que el
consumo sea cubierto, ya sea mediante su producción nacional o a través del suministro internacional,
de ahí que se privilegien mecanismos como los acuerdos internacionales para el suministro seguro y de
largo plazo, la compra de activos de empresas que se encuentran en el ramo energético y
establecimiento de reservas estratégicas. Para los países productores, por su parte, como tienen ya
cubierta la demanda interna, conciben su seguridad energética en términos de seguridad en las compras
y de sus exportaciones. Para éstos es importante mantener compradores internacionales que decidan
establecer con ellos acuerdos de suministro y de desarrollo de infraestructura para la transportación de
los energéticos, especialmente de oleoductos, gasoductos y buques, así como de mantener seguras las
rutas por las cuales transitan sus productos, una interrupción en éstos puede llevar a cancelación de
32 Gal Luft y Anne Korin, “Energy security: In the eyes of the beholder” en Gal Luft y Anne Korin (editores), Energy security… Op. Cit., p. 5
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25
contratos o su reposición. Para los países de tránsito, que también pueden ser consumidores y
productores pero cuyo papel fundamental es el ser vía de comunicación entre un suministrador y un
consumidor importantes, su responsabilidad es garantizar que el producto sea entregado en tiempo y
forma, este simple hecho le retribuye económicamente y, en ciertas ocasiones, políticamente, al realizar
alianzas con países con elevados consumos dispuestos a ofrecer grandes beneficios para asegurar su
suministro.
1.3.3 Desarrollo histórico del concepto seguridad energética
La historia de los energéticos, en especial el petróleo, tal como lo establece Villarello33, puede ser
dividida en dos grandes momentos. El primero de ellos va desde el comienzo de la importancia del
petróleo en el proceso de producción hasta finales de la década de los setentas del siglo XX. En esta
época los productores -cuya mayoría pueden ser ubicados geográficamente en el Sur y con niveles de
desarrollos de medio a bajos- tenían una débil posición con respecto a los grandes consumidores –
países desarrollados ubicados en el Norte- y ello se reflejaba en los bajos precios de la materia prima,
especialmente en los años cincuenta.
En respuesta a esta situación, un grupo de países productores decidió unirse para asegurar la
estabilidad de los precios y, en 1960, se conformó la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP). En 1970 el grupo habría de lograr su objetivo, sin embargo, después de la guerra de Medio
Oriente y el cierre del Canal de Suez, el consumo mundial de petróleo se incrementaría fuertemente, lo
que daría inicio a la segunda etapa.
Los países productores aprovecharon las condiciones internacionales para establecer nuevas
reglas en el mercado internacional de petróleo. Siguiendo el ejemplo libio de amenazar a los
consumidores con poner en peligro la producción si no se le permitía subir las tasas, los miembros de la
OPEP lograron un precio más justo que habría de elevarse incluso en un 400% después de la guerra de
Yom Kippur que enfrentaba a Israel con Egipto, Siria e Irán.
El 16 de octubre de 1973 los ministros de energía de los miembros de la OPEP decidieron la
reducción de la producción del crudo en un 5% mensual y la prohibición de las exportaciones a Estados
Unidos y Holanda. “El resultado de estas decisiones ocasionó que Estados Unidos y Europa dejaran de
recibir 1.3 y 0.7 millones de barriles diarios de petróleo refinado, respectivamente.”34 Esta situación
habría de desencadenar una crisis energética internacional que no pudo ser resuelta poco después del
33 Véase Rosamaría Villarello, “La crisis del petróleo de 1973” en Revista Relaciones Internacionales, FCPyS-UNAM, Vol. 6, No. 21, México, Abril-Junio 1978, pp. 7-15 34 Ibid. p. 10
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26
levantamiento del embargo en marzo de 1974, puesto que para entonces los consumidores tenían que
pagar de cuatro a cinco veces más por la misma cantidad de petróleo que antes compraban.
El aumento de los precios y el cambio en el mercado petrolero causó serias repercusiones en la
economía internacional, siendo la recesión de los países occidentales la más evidente. Pero no sólo eso,
se dio inicio también a una clara división entre los países productores, ahora empoderados por el
manejo estratégico de un recurso vital para el mantenimiento de un sistema de producción mundial
altamente dependiente de él, y los consumidores, cuya percepción de las relaciones internacionales y de
su propia seguridad sufrió una convulsión sin precedentes.
Sería justamente esta convulsión en la seguridad nacional de Estados Unidos la que habría de
poner como tema prioritario en la agenda a la seguridad energética. Considerando que las
características de la etapa en la que se desarrolla de manera más elaborada el concepto de seguridad
energética son, como se ha hecho notar, un clima de confrontación entre países productores y
consumidores y, por tanto, un marcado pesimismo sobre la posibilidad de lograr un suministro confiable
del energético a largo plazo; los países importadores redefinieron sus políticas energéticas hacia una
marcada intervención del Estado en todo el ciclo relacionado con el petróleo, es decir, desde la
dimensión política y diplomática hasta la propia producción y consumo.
De hecho, como puntualiza Finon, tres argumentos se popularizaron para justificar la intervención
estatal.
1) Existe un estrecho vínculo entre la política energética y la seguridad nacional. La actitud de los
miembros de la OPEP se mostraba como completamente confrontada con los intereses de los
países desarrollados y el manejo político que habían dado a un recurso estratégico necesario
para su propio desarrollo económico evidenciaba las intenciones de éstos de utilizarlo como un
arma cuya intención era obligar a los consumidores a actuar incluso en contra de sus intereses.
El sentido de vulnerabilidad a las presiones políticas creció a niveles tan elevados que
terminaron en 1974 materializándose en la creación de la Agencia Internacional de Energía
(AIE), organización promovida por Estados Unidos para hacer frente a las decisiones tomadas
por la OPEP y cuya finalidad era desarrollar mecanismos de cooperación entre los países
industrializados para superar los efectos del embargo y coordinar las políticas nacionales para
lograr una reducción de la dependencia al petróleo.
2) El mercado no garantiza por sí mismo el suministro a precios razonables y estables en un
ambiente caracterizado por la “cartelización” de la materia prima. Los eventos ocurridos entre
1973 y 1979 habían demostrado que el mercado no podía hacer frente por sí mismo a los
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27
efectos del embargo y que la confianza ciega en el buen funcionamiento del mercado había
hecho que los consumidores pasaran por alto que no contaban con sustitutos a los productores
miembros de los OPEP.
3) La dependencia petrolera genera efectos macroeconómicos adversos. Una cuenta más elevada
por concepto de importación de petróleo indefectiblemente afecta la balanza de pagos que, a su
vez, impacta en el valor de la moneda y en el valor de otros bienes importados. Adicionalmente,
cualquier incremento imprevisto en el precio internacional de petróleo afecta el precio al
interior del país, incluso de otros productos energéticos, lo que puede estimular la inflación, aun
cuando los precios altos pero estables de los energéticos no son inherentemente
inflacionarios.35
Los argumentos señalados revitalizaron la intervención del gobierno en lo relacionado con los
energéticos y éstos se expresaron en múltiples manifestaciones. Entre ellas encontramos: creación de
reservas estratégicas de petróleo; arreglos y contratos con Estados no miembros de la OPEP para
asegurar el suministro y limitar el impacto a corto plazo del desabasto; promoción a la exploración y
explotación nacional del recurso; apoyo a las compañías petroleras nacionales para operar e invertir en
áreas ajenas a los países miembros de la OPEP; entre otros.
Sin duda, otra de las estrategias más ambiciosas de los Estados en esta época fue la búsqueda
de sustitutos. La energía nuclear fue vista como una esperanza altamente viable para dejar de utilizar al
petróleo, al menos en cuanto a la generación de electricidad se refería. En los años setenta la opinión
pública no se había manifestado en contra de la utilización de este tipo de energía, por lo que los
gobiernos rápidamente diseñaron ambiciosas políticas para la explotación de la energía nuclear.
Aunque algunos Estados comenzaban a pensar en la sustitución del carbón por sus elevados aportes a la
contaminación ambiental, tras el shock petrolero países como Francia, Italia y Alemania abandonaron
esta idea e incluso incentivaron a sus compañías para realizar contratos con otros países y establecer
minas bajo operación nacional en terceros Estados, así, el carbón volvió a adquirir un papel fundamental
en la generación de energía.
Por último, el gas natural comenzó a jugar un papel más importante, sobre todo para los países
de Europa Central que se interesaron en firmar contratos de largo plazo con los de la parte oriental.
Debido a las características necesarias para la transportación y a las mismas propiedades del gas, los
contratos tenían que ser negociados bajo términos de largo plazo en los que, además, existiera un
35 Véase Dominique Finon, “From energy security to environmental protection: understanding swings in the energy policy pendulum” en Energy Studies Review, Berkeley Electronic Press, Estados Unidos, Volumen 6, 1994, 3-4 pp.
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28
expreso compromiso de las partes por mantener intacta la infraestructura de transporte que, en
términos generales, implicaba poder salvaguardar la integridad de sus territorios. Este tipo de contratos
comenzó a estabilizar las relaciones energéticas internacionales al establecer relaciones de ganancias
mutuas.
Si bien, como se ha señalado, los gobiernos enfocaron sus principales políticas energéticas en el
lado de la oferta, también se establecieron iniciativas relacionadas con la demanda. Principalmente se
comenzó a crear conciencia en los usuarios sobre la necesidad de reducir los gastos energéticos y la
inviabilidad de seguir manteniendo un sistema energético basado en los subsidios; de esta forma,
programas informativos para la disminución del consumo y la creación de medidas regulatorias e
incentivos a empresas vía reducción de impuestos al aumentar la eficiencia energética, se fueron
haciendo cada vez más comunes. Sin embargo, el programa más ambicioso fue el de la promoción de
nuevas tecnologías energéticas, pues fueron los gobiernos los encargados de invertir en este rubro y
asumir incluso los riesgos, tanto políticos como económicos, sociales y ambientales, a través de
subsidios directos y contratos de riesgo compartido.
Es claro que para la década de los setenta del siglo XX, los países importadores de petróleo
pusieron una especial atención a la seguridad energética y que las estrategias mediante las cuales
planeaban conseguirla estaban fundamentalmente enfocadas a una mayor intervención en la
generación de energías, ya no solo el petróleo, sino también de sustitutos, todo ello porque la confianza
en el libre mercado de los energéticos se había deteriorado en grados nunca antes vistos. No obstante,
los costos de implementar este tipo de políticas energéticas, fundamentalmente económicos aunque
también políticos, fueron sumamente elevados y, en algunas ocasiones, hicieron pensar en la
inviabilidad de continuar con ellas. De esta manera, “la política energética eclipsó durante los ochenta
por dos razones: un cambio en la opinión sobre los riesgos económicos y daños políticos de la
dependencia petrolera, particularmente en Estados Unidos; y por las críticas de los abogados del libre
mercado al estado de bienestar y a la intervención estatal”36
Este cambio de percepción sobre la política energética encuentra su base en la transformación
del sistema energético mundial, sobre todo de los importadores de petróleo. Como evidencia valga decir
que las importaciones de petróleo de los países miembros de la OCDE cayeron de 1220 millones de
toneladas en 1973 a 757 en 198537, esto debido al éxito de las políticas diseñadas durante los años
anteriores. Este hecho tuvo dos consecuencias inmediatas, primera, los países importadores le dieron
36 Ibid. p. 7 37 International Energy Agency, Key world energy statics 2009, OECD, París, 2009, p.30
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29
menos importancia a los energéticos en tanto que su participación en las cuentas nacionales ya no
representaba una prioridad y, segunda, el poder en el mercado de los energéticos de los miembros de la
OPEP se fue erosionando por la emergencia gradual de nuevas fuerzas competidoras, llámense Estados
productores no miembros de la organización o nuevas fuentes de energía. El resultado fue una menor
preocupación por la reducción de la dependencia petrolera y, por tanto, un rediseño de la política
energética.
Durante los años ochenta, la administración Reagan asumió como una verdad que Estados
Unidos era dependiente del petróleo externo, sobre todo del de Medio Oriente, sin embargo, priorizó la
batalla contra la inflación y la reducción de la deuda pública a la seguridad energética, además, su
confianza en el fortalecimiento de la milicia y su mezcla con mecanismos de cooperación, ayudaban a
sostener la idea de que la dependencia energética podía ser vista en términos de una interdependencia.
Años más tarde, la firma del Acuerdo de Libre Comercio con América del Norte aseguraría a Estados
Unidos de una vasta y confiable cantidad de petróleo canadiense, hecho que aunado a la flexibilidad
mostrada por el mercado internacional de petróleo en la Guerra de Golfo, confirmaría la idea de que
nuevamente era posible confiar en el mercado y que el papel de los gobiernos no debía ser más que el
de establecer un marco para que el mercado operara con el mínimo de distorsiones.
La renovada confianza en el mercado se tradujo notablemente en acciones de corte liberal tales
como: desmantelamiento de barreras en el comercio de productos energéticos, sobre todo en bloques
regionales; menores apoyos para los productos inviables comercialmente, como el caso de la
eliminación a los subsidios para la producción de carbón; desregulaciones parciales sobre el precio de
los energéticos; privatización de compañías estatales dedicadas a la extracción y transformación de
petróleo, aunque también de gas y electricidad; competencia en la distribución de la energía cuya
competencia directa había siempre estado bajo el mando del Estado y que ahora hacia posible las
transacciones directas entre el productor y el consumidor a través de un distribuidor privado; menores
esfuerzos por lograr el ahorro energético a nivel doméstico; y un declive del patrocinio gubernamental
para la investigación en tecnologías energéticas, sobre todo a las de corte nuclear, ello debido
principalmente al accidente ocurrido en la planta de Chernóbil cuyos efectos en la salud y medio
ambiente son ampliamente conocidos.38
Estas políticas de corte liberal, si bien es cierto que fueron implementadas fundamentalmente
por Estados Unidos, rápidamente fueron diseminándose alrededor del mundo y adoptadas, en mayor o
menor medida, por casi todos los Estados occidentales. La década de los ochenta y parte de los noventa
38 Dominique Finon, “From energy security to environmental protection…”, Op. cit, pp. 9-11.
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30
estuvo entonces marcada por una política en la que la seguridad energética podía ser alcanzada a través
de mecanismos orientados al mercado, sobre todo debido a una relativa paz internacional que
incentivaba la cooperación, la transmisión oportuna de información y el buen funcionamiento del
comercio internacional. No obstante, otra de las características de este periodo es el surgimiento de un
marcado interés por el medio ambiente y de discusiones teóricas y políticas sobre la implementación de
acciones que permitan su conservación. Entre los temas que más destacaron fueron el cambio climático,
el calentamiento global y el aumento en el volumen de gases de efecto invernadero.
En este sentido, la política energética se vio forzada a empatar con estos preceptos, sobre todo
si consideramos que “globalmente, alrededor del 75% de todas las emisiones están relacionadas con la
energía. De éstas, la quema de combustibles fósiles es por mucho la fuente más grande, constituyendo
cerca del 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La mayor proporción de estas
emisiones están relacionados con la electricidad y la generación de calor (42%) y el transporte (23%).
Menores proporciones vienen de la manufactura y la industria (20%) y el uso residencial de los
combustibles fósiles (9%)”39
Vía la protección al medio ambiente, la política energética dio un giro, aunque ciertamente de
una intensidad menor que en 1970, hacia la intervención del Estado. La introducción de legislaciones
para la generación de electricidad a través de técnicas limpias, la cancelación de planes para la
construcción o expansión de plantas de energía nuclear, el cese de las exploraciones en aguas
profundas, entre otras, son acciones que reflejaron la importancia otorgada al cuidado del medio
ambiente y, podría decirse, su establecimiento como prioridad en comparación con la seguridad
energética.
Pero este mayor activismo gubernamental en los temas energéticos no sólo se reflejó en
términos domésticos, en el plano internacional serias discusiones surgieron en el seno de distintas
organizaciones para lograr que cada país asumiera su responsabilidad en una temática evidentemente
global. Dado que sólo los gobiernos pueden llegar a acuerdos a favor de aquellos que están siendo
afectados por la contaminación transfronteriza o que sólo ellos pueden negociar respuestas a los
problemas asociados con el cambio climático, se experimenta, en mayor o menor medida de acuerdo al
actor en cuestión, un renovado interés por la seguridad energética.
La cuestión ambiental, no obstante, pareció no ser definitiva para lograr mayor contundencia en
las acciones de los gobiernos para conseguir la seguridad energética. Esta condición cambió
39 Kevin Baumert, “The challenge of Climate protection: balancing energy and environment” en Jan Kalicki y David Goldwyn (editores), Energy & security. Toward…, Op. Cit., p. 487.
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31
radicalmente en los primeros años del siglo XXI. La huelga petrolera experimentada en Venezuela en el
marco del paro cívico nacional del 2002, misma que habría de detener las plantas de una de las más
importantes empresas petroleras a nivel mundial por un par de días; la Guerra en Irak en 2003, que
generaría incertidumbre internacional sobre la posibilidad de contar con el suministro proveniente de
este país; y los desastres en el Golfo de México provocados por el huracán Katrina y Rita en 2005, zona
de vital importancia para los Estados Unidos debido a que las refinerías instaladas lo proveen con una
décima parte del total del crudo consumido, de casi la mitad de la gasolina y de alrededor de un 24% del
gas natural, además de funcionar como almacén de la reserva estratégica,40 habrían de convertir
nuevamente a la seguridad energética en prioridad de la agenda internacional y posicionarla como la
cuestión estratégica global por excelencia. Sobre todo si consideramos que estos acontecimientos
hicieron que para el verano de 2006 el precio del petróleo llegara a su récord histórico al aumentar su
precio en casi 300% desde principios del 2002 para alcanzar, por ejemplo, 78 dólares por barril el crudo
Brent.41
1.3.3.1 El escenario energético mundial actual
Los hechos anteriores no logran por si solos explicar la naturaleza del cambio en el escenario energético
mundial, pues, como afirma el propio Isbell “las subidas en el precio del petróleo durante los años
recientes se deben más a aumentos en la demanda, generados a su vez por el fuerte crecimiento
económico, que a recortes repentinos y significativos en el suministro del petróleo al mercado.”42 En
este sentido, el cambio clave ha sido la reciente incorporación de las grandes economías emergentes al
mayor consumo energético, particularmente los casos de China e India.
El crecimiento económico experimentado por China e India en los últimos lustros43 se ha
traducido en un aumento en el consumo de energéticos debido la ampliación en el uso de bienes cuyo
requerimiento energético es mayor, por ejemplo, automóviles, electrodomésticos, aparatos de
calefacción, entre otros. De hecho, según estimaciones de la AIE, para el 2030 el 70% del nuevo
incremento en la demanda mundial de energía primaria (que aumentará más de un 50%) provendrá de
los países en desarrollo, empujado fundamentalmente por China e India. 44 Por el momento, dado que
40 Hugo González, Crisis del petróleo y su impacto en la seguridad hemisférica: caso República Dominicana, Colegio Interamericano de Defensa-Universidad del Salvador, Whashington, 2006, p. 96. 41 Paul Isbell, El nuevo escenario energético y sus implicaciones geopolíticas, Real Instituto Elcano, España, 2007, p. 2 42 Idem. 43 El crecimiento anual medio del PIB ha rondado el 10% en China desde principios de los ochenta, mientras que el de la India fue del 6% en los años ochenta y noventa, se aceleró hasta el 7% entre 2000 y 2005 y hasta el 9% en 2006. Véase Pablo Bustelo, El auge económico de China e India y sus implicaciones para España, Real Instituto Elcano, España, 2007, p. 1. 44 Organisation for Economic Co-operation and Development, Energy. The next …, Op. Cit., p. 99.
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32
uno de los objetivos de la presente investigación es exponer el aumento en el consumo energético chino
y su impacto en el escenario energético mundial, basta con señalar que el peso de la OCDE en la
demanda mundial de la energía primaria descenderá del 50% en 2004 a 40% en 2030, mientras que el
peso del mundo en desarrollo aumentará del 40 al 50% y el peso de China crecerá del 15 al 20%.45
1.3.3.2 El nacionalismo energético
Tal como sucedió en los años setenta, el brusco cambio en el escenario energético mundial que ahora
experimenta la sociedad internacional se está traduciendo en una creciente participación estatal en
diversas áreas relacionadas con los energéticos como parte de una política energética integral. Quizás el
ejemplo más evidente de esta nueva actitud sea el resurgente nacionalismo energético en casi todas las
regiones del mundo. Venezuela y Bolivia, en el caso de América Latina, son una buena expresión de esta
tendencia, pues con el cambio realizado a su marco legal han logrado afectar a las llamadas
International Oil Companies (IOC) al establecer nuevas reglas tanto en los impuestos y regalías como en
términos de participación y control de proyectos de exploración, producción y exportación.
Pero no sólo ellas, Rusia con su intento desde 2004 de apartar a las OIC de los proyectos más
ambiciosos y, en cambio, devolverle actividades a un grupo reducido de empresas estatales; o Angola y
Nigeria, cuya relativa independencia de las IOC les ha permitido independizarse del Fondo Monetario
Internacional y a aquella incorporarse en 2007 como miembro de la OPEP, son ejemplos de cómo “casi
todos los países productores de hidrocarburos fuera de la OCDE se sienten ahora mucho más fuertes,
más independientes, más audaces y más dispuestos a desafiar a las IOC y a los países consumidores, con
políticas autónomas caracterizadas por una creciente dosis de nacionalismo energético en todas sus
vertientes”46
El avance de las corporaciones petroleras nacionales (NOCs, por sus siglas en inglés) ha sido tal
que la idea de las siete hermanas formulada por Enrico Mattei después de la Segunda Guerra Mundial
para puntualizar que el mercado mundial de petróleo estaba controlado por siete corporaciones
privadas anglosajonas ha dado un giro de ciento ochenta grados al punto que ahora las llamadas “siete
nuevas hermanas” son Saudi Aramco (Arabia Saudita), Gazprom Neft (Rusia), China National Petroleum
Corporation (China), National Iranian Oil Company (Irán), Petróleos de Venezuela (Venezuela), Petrobras
(Brasil) y Petroliam Nasional Berhad (Malasia), todas ellas empresas con una participación estatal
mayoritaria –salvo el caso de PETROBRAS en el que la participación estatal se reduce al 32%-, y cuya
45 Idem. 46 Paul Isbell, El nuevo escenario energético… Op. Cit., p. 11
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33
capacidad de operación es tan importante que las jerarquiza entre las primeras posiciones en las
mayores compañías petroleras.47
Se estima que en el mundo existen alrededor de 60 NOC en las que el porcentaje de
participación estatal varía desde un mínimo hasta el control total de la empresa. Como puede
observarse en la Tabla No. 2., las NOC ocupan un papel destacado dentro de las mayores compañías. Su
poder es tal que hoy en día controlan el 90% de las reservas petroleras y gaseras probadas, superando
incluso el 85% que llegaron a controlar en los setentas cuando la crisis petrolera se hizo más aguda.48
Esta situación resulta sobre todo preocupante para los países consumidores no productores en tanto
que el nacionalismo energético es visto como un arma de la política exterior opuesta a su propia
seguridad energética.
Tabla 2. Las NOC en la jerarquía de las 50 mayores compañías
Rango 2005 Rango 2004 Índice del petroleum Intelligence
Weekly
Compañía País Participación del Estado (%)
1 1 30 Saudi Aramco Arabia Saudita 100 3 4 39 NIOC Irán 100 4 3 44 PDVSA Venezuela 100 7 9 68 PetroChina China 90
10 9 83 PEMEX México 100 12 12 96 Sonatrach Argelia 100 13 13 100 KPC Kuwait 100 14 14 106 Petrobras Brasil 32 15 24 108 GAZPROM Rusia 50 17 16 132 ADNOC Emirátos
Árabes Unidos 100
19 18 137 Petronas Malasia 100 20 21 143 PNC Nigeria 100 22 25 156 Libyanoc Libia 100 23 22 168 INOC Irak 75 24 23 183 EGPC Egipto 55 24 26 183 QP Qatar 71 26 31 185 Rosneft Rusia 75
47 Véase Carola Hoyos, “The new Seven Sisters: oil and gas giants dwarf western rivals” en Financial Times, 12 de marzo de 2007, consultado en línea el 22 de junio de 2011 http://www.ft.com/intl/cms/s/2/471ae1b8-d001-11db-94cb-000b5df10621,dwp_uuid=0bda728c-ccd0-11db-a938-000b5df10621.html#axzz1Q2AdgeGo 48 Véase Rosío Vargas, “La problemática energética mundial: percepción y estrategia de Estados Unidos” en Revista Relaciones Internacionales, UNAM-FCPyS, No. 108, septiembre-diciembre 2010, p. 17
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34
Continuación Tabla 2. Las NOC en la jerarquía de las 50 mayores compañías
28 28 189 Sinopec China 55 29 30 191 Stateoil Noruega 71 30 32 224 ONGC India 74 33 15 253 Pertamina Indonesia 100 34 37 277 SPC Siria 100 35 34 283 PDO Omán 60 36 36 292 SOCAR Azerbaján 100 40 35 310 ECOPETROL Colombia 100
Fuente: Rosío Vargas, “La problemática energética mundial: percepción y estrategia de Estados Unidos” en Revista Relaciones Internacionales, UNAM-FCPyS, No. 108, septiembre-diciembre 2010, p. 18
1.3.4 Hacia un nuevo paradigma de seguridad energética
Aunque ha sido considerado residualmente en las discusiones teóricas y en la aplicación práctica de las
estrategias diseñadas en el marco de las múltiples concepciones de seguridad energética de los distintos
actores, el medio ambiente sigue sin ocupar el lugar que le correspondería de acuerdo a su importancia
para la temática. Esto se debe tal vez a que, como enfatiza Chester, “el limitado discurso sobre su
naturaleza [del concepto de seguridad energética) o cualquier supuesto subyacente a él ha sido
totalmente eclipsado por el casi abrumador enfoque de la literatura sobre la seguridad en el suministro
de energías primarias y la geopolítica.”49
Como se ha analizado, tanto el enfoque realista, con una marcada tendencia por las cuestiones
geopolíticas, como el enfoque liberal, que supone que debido a la liberalización de los mercados
energéticos la seguridad y la inseguridad energética son resultado del buen o mal funcionamiento de
éstos, han sido incapaces de dar una explicación integral sobre el concepto de seguridad energética, sin
embargo, fue en el seno de sus postulados que se dio origen a la necesidad de incorporar nuevos
elementos en su definición.
El intento por “operacionalizar” el concepto de seguridad energética desde la perspectiva del
mercado, es decir, el trasladar el análisis hacia las amenazas en el suministro y la cuantificación de estos
riesgos, por ejemplo, sirvió de base para que analistas detectaran dos realidades básicas para el
replanteamiento del concepto. Primero, los tomadores de decisiones y sus grupos de trabajo no estaban
considerando el uso de indicadores para la formulación de la seguridad energética y, segundo y de
mayor relevancia, el concepto enfocado en el mercado dejaba fuera otras dimensiones de vital
importancia.50
49 Lynne Chester, “Conceptualising energy security and making explicit its polysemic nature” en Energy Policy, Estados Unidos, No. 38, 2010, p. 887. 50 Ibíd., p. 890.
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35
El documento de mayor trascendencia para la ampliación del concepto de seguridad energética
fue el Informe de la Comisión Bruntland de 1987 nombrado Nuestro futuro común. En él se define por
primera vez al desarrollo sustentable como “un proceso de cambio en el cual la explotación de los
recursos, la dirección de las inversiones, la orientación del desarrollo tecnológico y el cambio
institucional están todos en armonía y promueven el potencial para satisfacer las necesidades y
aspiraciones humanas presentes y futuras”51, es decir, un desarrollo que satisface las necesidades
presentes sin comprometer la posibilidad de que las generaciones futuras satisfagan las suyas. Este
concepto surge de la necesidad de considerar que el modelo de desarrollo que las sociedades modernas
han emprendido resulta insostenible en el tiempo, pues ha provocado inequidad social, daños
ambientales, crisis políticas y otras afectaciones.
Para alcanzar este fin, el documento propone algunos objetivos que deben ser alcanzados en el
menor tiempo. Entre ellos se encuentran:
a) Reactivar el crecimiento. Para dar solución a los problemas económicos de los millones de
personas que están excluidos de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades.
b) Cambiar la calidad del crecimiento. Volviéndolo más realista en términos del capital y los
recursos que lo sostienen, mejorando la distribución e incorporando variables más allá de las
económicas.
c) Satisfacer las necesidades esenciales de trabajo, alimentos, energía, agua y saneamiento. Punto
centrado en reducir la pobreza.
d) Garantizar un nivel sostenible de población. Lo escaso de los recursos hace que éstos sean mejor
distribuidos en tanto menor sea el número de personas para hacerlo, esto supone entonces el
mantener niveles de crecimiento poblacional que empaten con la capacidad productiva del
ambiente.
e) Conservar y mejorar la base de los recursos. Los niveles de consumo deben adecuarse a los
principios de conservación del ecosistema, no sólo como parte de los objetivos de desarrollo,
sino también como un fin ético que considere el derecho de otros seres vivos y a las
generaciones futuras.
f) Reorientar la tecnología y el manejo de riesgos. Primero, la capacidad de innovación tecnológica
necesita ser mejorada en los países en desarrollo para que puedan responder efectivamente a
los desafíos del desarrollo sustentable. Segundo, el desarrollo tecnológico debe cambiar y poner
mayor atención a los factores ambientales.
51 World Commission on Environment and Development, Our Common Future, Op. Cit.
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36
g) Fusionar la economía y el medio ambiente en la toma de decisiones. Todos los objetivos
anteriores confluyen en éste, en tanto dependen del cambio en las actitudes y fines de los
tomadores de decisiones en todos los niveles para lograr un verdadero empate entre economía
y respeto al medio ambiente.52
De acuerdo a estos objetivos, tal como lo reconoce Beraha, las áreas de acción que cubre el
desarrollo sustentable son:
1) Ecología. Por medio de la conservación de los recursos fundamentales de la tierra.
2) Economía global. En especial las finanzas internacionales, la distribución del crecimiento entre
los países desarrollados y en desarrollo, creación de empleo
3) Gobernanza y relaciones diplomáticas. Tratamiento de los conflictos de manera consensuada.
4) Establecimiento de sistemas sociales y culturales globales. Entendidos en términos de objetivos
globales como la lucha en contra de la pobreza o la promoción universal de la educación.53
De especial interés para el tema de estudio es el apartado número siete titulado Energía: Elecciones
para el medio ambiente y el desarrollo. En éste se realiza un detallado análisis de todas las fuentes de
energía, tanto las renovables como las no renovables, para enfatizar la necesidad de que éstas
disminuyan cada vez más su participación el sistema energético mundial para dar paso a aquellas, ya
que por el momento lo desproporcionado de la participación de los energéticos en el sistema ponen en
peligro el alcance de los ya mencionados objetivos. El capítulo cierra sugiriendo cuatro elementos clave
a atender.
1) Alcanzar suficiente crecimiento de las fuentes energéticas para satisfacer las necesidades
humanas.
2) Mejorar las medidas de conservación y eficiencia energética así como el decrecimiento de los
desperdicios de las fuentes primarias de energía.
3) Reconocer que existe una conexión entre la energía y la salud, así como riesgos en los procesos
relacionados con ésta.
4) Proteger la biósfera y prevenir la contaminación atmosférica.54
Esta concepción sirvió de base para que la Comisión Europea, en su documento intitulado Frente
a una estrategia europea para la seguridad en el suministro energético asentara que “la seguridad en el
suministro energético debe estar orientada a garantizar el bienestar de sus ciudadanos; el correcto
52 Idem. 53 Frederick Beraha, “China’s role in sustainable development policy” en Zhu Ling (compilador), Evolution of Green China, New World Press, Pekín, 2010, p. 48. 54 World Commission on Environment and Development, Our Common Future, Op. Cit.
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37
funcionamiento de la economía; el ininterrumpido suministro de productos energéticos al mercado, a
precios que sean asequibles para todos los consumidores (privados e industriales); todo ello respetando
las cuestiones ambientales y mirando hacia el desarrollo sustentable.”55 Esta definición se acompañó de
un capítulo completo en el que se enfatiza la necesidad de considerar al cambio climático dentro de
cualquier política orientada a asegurar el suministro de energéticos.
A la par de la Comisión Europea, las Naciones Unidas, en su Informe Mundial de Energía del año
2000, convocaría a un grupo de expertos de diversas partes del mundo para discutir cuestiones
relacionadas a la energía, en general, y a la seguridad energética, en particular. A lo largo de su
capitulado puede observarse una marcada tendencia a ampliar el concepto, aunque no sólo en términos
de la incorporación de la temática ambiental (capítulos 3, 7 y 12), sino también de cuestiones sociales
(capítulo 2) y tecnológicas (capítulos 7 y 8).56 Esta visión amplia sería reiterada en el Informe de 2004 al
afirmar que la seguridad energética es “la disponibilidad de energía en todos los tiempos de variadas
formas, en cantidad suficiente y a precios asequibles sin impactos inaceptables o irreversibles para el
medio ambiente.”57
La convergencia en las visiones de estas instituciones no es más que la respuesta a una realidad “las
políticas energéticas nacionales en el nuevo siglo están enfrentando retos desde múltiples frentes. La
sustancia de estos retos necesita ser incorporada en un nuevo concepto de seguridad energética dado
que las políticas energéticas de distintos países están mostrando más tendencias hacia la convergencia
más que a la divergencia.”58 Pero, ¿cuáles son estos retos a los que la sociedad internacional se está
enfrentando?, algunos autores señalan los siguientes:
1. Medio ambiente. Como se mencionó con anterioridad, existe una relación directa entre el
deterioro ambiental y el aumento en el consumo energético, en particular en los problemas
relacionados con el cambio climático, la lluvia ácida y el manejo de los residuos radiactivos.
Aunque existen posibles soluciones para estos problemas, dados los ciclos largos en los que
éstos producen efectos, la política energética los ha dejado de lado, sin embargo, para el
alcance de un verdadero desarrollo sustentable, es imperativa su incorporación y la aplicación
de medidas en el corto, mediano y largo plazo.
2. Tecnología. Los riesgos asociados al desarrollo y despliegue de avances tecnológicos han sido
sólo vistos desde una perspectiva de corto plazo sin considerar que éstos incluyen los accidentes 55 Comisión Europea, Towards a European strategy for security of energy supply, Comisión Europea, Bruselas, 2001, p. 2. 56 Varios autores, World Energy Assessment: Energy…, Op. Cit., 508 pp.
57 Ibíd., p. 42. 58 David von Hippel, et al, “Energy security and sustainability … Op. Cit., p. 1019.
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38
nucleares, impactos de los desastres naturales en la infraestructura energética o fallas en los
intentos de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, por mencionar sólo algunos de
ellos, esto implica entonces que debe integrarse una visión de largo plazo y, además,
considerarse que los riesgos tecnológicos pueden ser transnacionales, como también es
transnacional el mercado tecnológico energético. Esta última característica puede ser ventajosa
si se utiliza para que los países más desarrollados compartan sus avances tecnológicos con los
que presentan un atraso en términos de eficiencia energética por baja tecnología, pero también
implica retos mayores si se piensa en una transferencia poco controlada, al menos en términos
de energía nuclear.
3. Administración de la demanda. Por un largo tiempo se ha privilegiado las estrategias
encaminadas a asegurar la oferta energética sin considerar que la administración de la demanda
funciona también como una herramienta válida en la seguridad energética porque, además de
contribuir en la disminución en el uso de energéticos, es una herramienta clave para alcanzar
objetivos ambientales.
4. Factores socioculturales. En los últimos años se ha experimentado una mayor participación de la
sociedad civil en temas diversos, donde los temas energéticos ocupan un lugar privilegiado. Los
usuarios organizados y las asociaciones civiles han realizado una intensa labor de cabildeo, por
ejemplo, para prohibir la instalación de plantas en sus comunidades o para pedir el cierre de
otras. Ahora más que nunca los tomadores de decisiones tienen que considerar a sus
ciudadanos para la formulación de políticas energéticas efectivas, ello implica una mayor
liberalización de la información y el diseño de mecanismos de participación ciudadana.
5. Relaciones internacionales. Aun cuando el término de la Guerra Fría inauguró un clima de
relativa estabilidad internacional al establecer como más lejana la posibilidad del estallido de un
nueva guerra de escala global, los conflictos interestatales son una realidad que no puede ser
descartada en la formulación del nuevo paradigma de seguridad energética. 59
Estos retos, que a su vez son también dimensiones a considerar para el replanteamiento del concepto
de seguridad energética, siguieron siendo considerados por los Estados, aunque ciertamente en
distintos niveles, y recogidos sobre todo por las organizaciones internacionales. Tres encuentros
59 Ibíd., pp. 1019-1020.
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39
internacionales marcan particularmente la penetración de un nuevo concepto de seguridad
energética.60
El 2 y 3 de mayo de 2005 tuvo lugar la Reunión Ministerial de la Agencia Internacional de
Energía en la que se discutió la relación entre el creciente consumo energético y los efectos de éste para
el medio ambiente. Aceptando que las tendencias actuales de consumo son insostenibles, por la
disminución cada vez más acelerada de la oferta, pero también por las implicaciones de los efectos
ambientales para sus ciudadanos, los ministros de Estado miembros de la Agencia se comprometieron a:
limitar la dependencia energética exterior que disminuye las reservas mundiales; disminuir la
vulnerabilidad de sus economías por los precios elevados y volátiles de los energéticos a través de un
especial énfasis en la eficiencia energética y; reducir el impacto ambiental de la creciente dependencia
mundial hacia los energías fósiles.
En la Cumbre del G8 convocada en Gleneagles, Escocia, entre el 6 y el 8 de julio del 2005, en la
que también participaron cinco países emergentes (Sudáfrica, Brasil, China, India y México),
nuevamente fue puesto un especial énfasis en las cuestiones ambientales. Los presidentes George W.
Bush y Vladimir Putin reconocieron, por primera vez en una reunión de alto nivel, la realidad del cambio
climático y la amenaza que éste representa para la humanidad, haciendo especial hincapié en las
aportaciones del sistema energético a su agravamiento. Los cinco países emergentes clamaron por la
necesidad de alcanzar un “nuevo paradigma de desarrollo” en el que deben ser distribuidas
responsabilidades específicas de acuerdo a condiciones disímiles, así, se comprometieron a tratar la
problemática del cambio climático desde una visión amplia que liga la producción y el consumo de
energéticos con el desarrollo económico y social mundial, pero instaron igualmente a los países más
desarrollados a reconocer su posición como principales contaminantes históricos y a facilitar las
transferencias financieras y tecnológicas.
En general, los puntos claves de la reunión fueron: el clima y el equilibrio energético mundial
son dos bienes comunes que es conveniente preservar; dado que no existe una política única o
tecnología única capaz de ofrecer una solución a la problemática ambiental es necesario movilizar todos
los medios disponibles; los cambios necesarios implican grandes inversiones en el sector energético, de
ahí que sea imperativa la participación de la industria privada de acuerdo a las reglas de la economía de
mercado y de la buena gobernanza y; dado que los países desarrollados no son ahora los únicos grandes
60 Jean Lamy, “D’un G8 à l’autre : sécurité énergétique et changement climatique” en Politique étrangère, cuatrimestral, Institute francais des relations internationales, París, primavera, 2006, pp. 134-139
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40
consumidores energéticos, debe ser generado un marco mejor regulado que considere el papel de las
economías emergentes.61
También en 2005 durante la XI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones
Unidas para el Cambio Climático (COP) y la primera Reunión de las Partes del Protocolo de Kioto, los
asistentes se comprometieron a tener un diálogo para la acción de largo plazo que trascendiera los
compromisos establecidos para el 2012. De acuerdo a lo discutido, definieron que las cuestiones
centrales a las cuales la sociedad internacional habría de enfrentarse eran: el acceso a la energía para el
desarrollo económico y social y las condiciones de equilibrio a nivel mundial entre la oferta y la
demanda; la sostenibilidad económica de los diferentes sistemas energéticos, en particular el crear
condiciones económicas favorables para la inversión en los sistemas energéticos sustentables y; el
impacto en el medio ambiente de las tendencias de desarrollo y modos de consumo energéticos
actuales y futuros.
Sin duda la reunión que mayor énfasis puso en las cuestiones ambientales fue la Cumbre de
Gleneagles, quizá sea por ello que para el 2006 la presidencia de Rusia en el G8 decidiera impulsar los
acuerdos e insistir sobre la relación cambio climático-seguridad energética. De cualquier forma, esta
sucesión de reuniones aportó nuevos conceptos, nuevos instrumentos e involucró a más actores en la
redefinición del concepto de seguridad energética. Al desarrollo sustentable, por ejemplo, se le sumaron
otros conceptos como seguridad energética mundial, energía durable, equilibrios físicos y naturales a
respetar, papel de la energía en el desarrollo económico, el crecimiento y la competitividad e incluso el
de costos ambientales. Los países emergentes, que tradicionalmente han puesto mayor atención a las
estrategias enfocadas a la demanda, se comprometieron a realizar esfuerzos por reducir la oferta y
mostraron una mayor disposición a la cooperación internacional.62
Si bien es necesario reconocer el sustancial avance logrado en la materia, lo es también indicar
que el grado de compromiso de los diferentes países han mostrado no es el mismo y ello responde en
gran medida a la persistencia de visiones estrechas sobre la seguridad energética, que provienen a su
vez del papel que ocupan en la cadena energética (países consumidores, productores, de tránsito) y a
sus relaciones internacionales, por mencionar sólo algunos factores. En el seno de estad reuniones
puede observarse que la visión geopolítica y de mercado no desaparecen sino que ceden un poco de su
preeminencia a la incorporación de nuevas temáticas.
61 Ibíd., pp. 136-137. 62 Ibíd., pp. 137-138.
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41
Un ejemplo claro es la publicación del Foro Económico Mundial de 2006 sobre energía. Bajo el
título El Nuevo Paradigma de Seguridad Energética, el Foro propone que es necesario redefinir el
concepto en tanto que temas como el terrorismo, el consumo creciente de las economías emergentes,
el aumento en el consumo de gas natural y la regulación sobre cambio climático no estaban presentes
cuando fue formulado en los años setenta. Para ello propone diez principios que deberían integrar el
nuevo concepto, sin embargo, ninguno de ellos se encuentra relacionado con el medio ambiente o su
ampliación a distintos niveles sino que vuelve sobre los cinco elementos que él mismo considera como
tradicionales: los centros de demanda, las provisiones, la geopolítica, las estructuras de mercado y las
instituciones. Sólo un párrafo es dedicado en específico al cambio climático.63
Los vaivenes en el concepto y la preeminencia de una visión amplia o una estrecha sobre la
seguridad energética son cuestiones que no ofrecen una solución definitiva, lo único concluyente es que
se trata de un concepto polisémico y, como afirma Chester, esta característica tiene cuatro
implicaciones sustanciales:
1. El sentido polisémico del concepto demuestra lo impráctico de buscar una definición común de
seguridad energética como muchos lo han intentado.
2. La seguridad energética es un problema complejo que no es susceptible de ser abordado
mediante líneas, aproximaciones analíticas o conocimientos técnicos tradicionales sino que las
estrategias y políticas específicas para adquirirla requieren de nuevas formas de pensamiento,
cambios en las estructuras de gobierno y renovadas habilidades y capacidades organizacionales.
3. La multiplicidad de significados que pueden ser atribuidos a la seguridad energética establece
que no puede haber una única solución o método para adquirirla, por lo que los intentos por
aportar “recetas” a seguir por todos los países resultan infructuosos.
4. El carácter temporal de la seguridad energética, dada por los cambios en los riesgos de acuerdo
a una visión de corto, mediano o largo plazo, apunta también a la imposibilidad de alcanzar
soluciones definitivas. La seguridad energética no puede adquirirse como tal sino que se trata de
un proceso continuo sin final. 64
En definitiva, no puede hablarse de un único concepto de seguridad energética y, de acuerdo a lo
analizado, tampoco de la preeminencia de una visión sobre otra, al menos a nivel internacional. La
definición de seguridad energética depende de diversos factores que experimenta el objeto de
referencia en tiempos específicos, sin embargo, dado el estado en el que se encuentra el sistema
63 Foro Económico Mundial, The New Energy Security Paradigm, Foro Económico Mundial, Ginebra, 2006, 36 pp. 64 Lynne Chester, “Conceptualising energy security…, Op. Cit., p. 893.
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42
energético mundial y el planeta en general, es imperativo que los diferentes actores incorporen en sus
estrategias y planteamientos tanto la dimensión sociocultural como la ambiental, de no hacerlo el grado
de deterioro y los niveles de descontento que podrían experimentarse en los próximos años serán
factores decisivos que funcionen como fuerzas centrífugas para el alcance de la seguridad energética. En
consonancia con esta idea, se realiza a continuación un análisis del sistema energético chino y del
incremento de su demanda para bosquejar su definición y, aún más importante, las estrategias
empleadas sobre seguridad energética.
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43
Capítulo 2. El crecimiento económico chino y su impacto en la transición energética. El aumento de la
demanda energética.
Desde el inicio de la construcción de la República Popular China en 1949 su economía ha experimentado
algunas transformaciones. De las hambrunas ocurridas por el experimento del “Gran Salto hacia
Adelante” y el distanciamiento con la URSS en los sesenta se pasó a una franca recuperación a principios
de la década siguiente; ésta habría de intensificarse de manera clara con la introducción de nuevas
reglas de funcionamiento de la economía como la introducción de mecanismos de mercado, la apertura
al comercio mundial y a las inversiones privadas extranjeras, y el surgimiento de un sector privado
pequeño pero muy dinámico. Los resultados de estos cambios estructurales se expresan en que las tasas
medias de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) total y del PIB per cápita para el periodo 1978-
1998 serían de 15.7% y 14.4%, respectivamente, mientras que de 1999 a 2008 el crecimiento económico
se mantuvo a una tasa superior al 9% anual en promedio.
En el entendido de que existe una relación directa entre el crecimiento económico y la
necesidad de recursos naturales, los análisis del crecimiento económico chino han comenzado también
a centrarse en los costos que este fenómeno tendrá para la humanidad, sobre todo después de que en
1993 este país dejara de ser autosuficiente en suministros petroleros. Los temas que mayormente han
atraído la atención de los estudiosos han sido la disponibilidad de las materias primas, especialmente de
las relacionadas con los energéticos, la forma en la que éstas pretenden ser conseguidas y el creciente
deterioro ambiental que implicaría el continuar con un ritmo de crecimiento tan acelerado. De acuerdo
a esta relación, en este capítulo se pretende mostrar cómo la dinámica económica experimentada en los
últimos años por este país ha impactado en el escenario energético mundial al convertirse en uno de los
consumidores más importantes, además, realiza un análisis sobre el concepto chino de seguridad
energética.
2.1 Los cambios económicos en China a partir de la Reforma y Apertura
La apertura económica de China iniciada a finales de la década de los setenta del siglo XX significó un
cambio fundamental para su estructura económica y una paulatina transformación de las relaciones
internacionales, con indudables impactos para su seguridad energética y el escenario energético
mundial.
De acuerdo con Cesarín, tres son las grandes fases de las reformas económicas. La primera de
ellas comienza en 1979 y finaliza en 1992, esta etapa se caracteriza por la introducción de incentivos
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44
destinados a generar un incremento en la productividad agrícola y por iniciar la transformación de la
estructura industrial mediante herramientas combinadas de política comercial, inversiones y mejoras
tecnológicas. La segunda etapa coincide con los cambios en la dirigencia política y va de 1992 a 2001, en
ésta se destaca el control de variables macroeconómicas, reformas en el sistema de gestión de finanzas
públicas, modernización industrial, reforma en las empresas estatales y desregulación del sector
financiero; concluye con la incorporación de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC), lo que
marca el incremento sustancial del papel de este país en el intercambio comercial global. La tercera fase
se inicia en 2001 y se dice que continúa hasta nuestros días, éste se caracteriza por la implementación
de los compromisos de apertura a la inversión externa, la caída de barreras al comercio, la flexibilización
legislativa y del mercado laboral y también por la expansión de las firmas nacionales hacia el exterior,
bajo un esquema de clara ayuda gubernamental.65
A esta clasificación propuesta, realizada en 2005, es necesario adicionarle una nueva fase, que
se inicia con el postulado de lograr un “desarrollo científico” y que parte de la idea de que China ha
experimentado un crecimiento a cualquier costo, lo que la ha llevado a sacrificar al medio ambiente y ha
creado una desigualdad económica sin precedentes. Para remediar esta situación se planteó desde
2003, aunque se enfatizó hasta 2005, lograr un adecuado equilibrio entre el desarrollo económico y
social, entre el urbano y el rural y entre el hombre y la naturaleza, reduciendo la emisión de
contaminantes, la utilización de energía y otras medidas de conservación.
2.1.1 La primera fase
A partir de 1979, tan sólo dos años después de que Deng Xiaoping asumiera el liderazgo nacional, se
implementaron una serie de medidas tendientes a construir su teoría de “socialismo con características
chinas” que, en términos generales, significaba abrir la participación de la economía china al mercado
pero con una fuerte regulación estatal. Para lograr este cometido Deng lanzó un programa por medio
del cual pretendía desarrollar las “cuatro modernizaciones”, es decir, de las áreas de agricultura,
industria, defensa y ciencia y tecnología. Entre las reformas que se implementaron pueden mencionarse
las siguientes:
a) Agricultura: sistema de responsabilidad familiar al abolir la comuna; liberación de precios
agrícolas, excepto de granos; industrialización rural; urbanización gradual de las áreas rurales; y
seguridad en la tenencia de la tierra y de las inversiones.
65 Sergio Cesarín, “Ejes y estrategias del desarrollo económico chino: enfoques para América Latina y el Caribe” en Sergio Cesarín y Carlos Moneta (compiladores), China y América Latina. Nuevos enfoques sobre cooperación y desarrollo. ¿Una segunda ruta de la seda?, BID-INTAL, Buenos Aires, 2005, p.5
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45
b) Industria: basada en la manufactura con mano de obra barata y excedentaria; creación de
espacios especializados para aprovechar las ventajas competitivas de las zonas costeras;
incorporación gradual de la ciencia y la tecnología para producir bienes con distinto valor
agregado; e industrialización orientada a competir con el exterior.
c) Ciencia y tecnología: creación de un sistema nacional de investigación y desarrollo orientado a
crear nuevas tecnologías; institutos de investigación con derechos comerciales registrados ante
el Estado; y sistemas de innovación tecnológica en empresas públicas para mejorar la
productividad.66
En general, durante esta primera etapa se apostó a la simplificación de la estructura administrativa del
Estado y a la descentralización del poder de decisión antes concentrado en el gobierno central. La
creación de zonas económicas especiales, ubicadas en la costa este, también fue un factor sustancial, en
tanto que funcionaron como polos de desarrollo por su conexión con los mercados asiáticos
consolidados de Japón, Taiwán y Hong Kong. El gobierno inyectó vitalidad a estas zonas mediante
fondos para infraestructura e implementación de políticas preferenciales para los inversores externos
sobre aspectos tales como régimen aduanero, política crediticia y facilidades logísticas y portuarias.
Atraídas por estas facilidades, se experimentó un ingreso sostenido de inversión extranjera directa
realizada por empresas transnacionales, lo que, a su vez, se tradujo en un aumento sustancial de las
exportaciones y, en menor medida, del ingreso per cápita.
2.1.2 La segunda fase
En los años noventa se realizó un claro intento por ampliar la estrategia de desarrollo hacia otras zonas
costeras, en especial a Shanghái. La ahora mayormente fortalecida China, por la recuperación de Hong
Kong en 1997 y de Macao en 1999, decidió también hacer serias reformas en las empresas estatales,
poniendo a la venta aquellas que no consideraba como estratégicas para el desarrollo nacional e
introduciendo en las que siguieron bajo esta condición técnicas gerenciales e instrumentos puramente
corporativos. Al mismo tiempo, se acentúan las modificaciones institucionales en la conducción del
gobierno central y las provincias, en particular en materia fiscal, ya que se le otorgó mayor autonomía a
las provincias para establecer vínculos con el exterior.
En consonancia con estas reformas, la estructura económica sufrió algunos cambios. El sector
industrial, por medio de políticas de fomento, logró aumentar su participación en la generación de
riqueza nacional, sobre todo gracias a las exportaciones de las ramas electrónica, juguetes, metalúrgica,
66 Ídem.
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46
metalmecánica y textil. El sector servicios experimentó también un crecimiento y fue capaz de absorber
la mano de obra calificada que iba egresando de las instituciones de educación para las cuales
igualmente se habían diseñado importantes reformas. El sector primario, como respuesta lógica al
aumento de los otros dos sectores, experimentó una reducción de su participación dentro del PIB, por lo
que sería cada vez más evidente la necesidad de importar productos primarios.
Como nunca antes la tecnología jugó un papel fundamental por el intento de crear una
economía basada justamente en ella. En esta fase se privilegió el desarrollo de la industria liviana por
sobre la pesada, lo que significó el paso de una industria intensiva en mano de obra a otra intensiva en
el uso de capitales, así, a finales de la década China se convertiría también en una economía
exportadora de tecnologías y bienes de alto valor agregado.
En el terreno financiero, teniendo como objetivo el ingreso a la OMC, China apostó por una
agenda reformista que desregulara el sector, aplicara bajas arancelarias y removiera los obstáculos al
comercio y la inversión. Esta actitud sería sobre todo promovida por la necesidad de aumentar el
crecimiento en tiempos de la crisis asiática.67
2.1.3 La tercera fase
Con el ingreso de China a la OMC en noviembre de 2001, el país se ve más expuesto a la economía
internacional y asume una serie de compromisos que lo llevan a abrir cada vez mayores sectores. La
participación del sector estatal en la producción industrial disminuyó y aumentó la exposición de la
economía doméstica a la competencia externa, incluso del sector agrícola. El obligado enfoque de trato
nacional impuso la eliminación gradual de regímenes promocionales otorgados a empresas extranjeras
establecidas en las zonas económicas especiales, esta medida fortaleció a las capacidades operativas de
las firmas nacionales y las llevó a extenderse fuera del territorio chino.
Como respuesta a la privatización de más empresas, creció de forma acelerada el número de
desocupados, de ahí que una de las preocupaciones fundamentales del gobierno fuera ampliar el
sistema de seguridad social. Los resultados no han sido los esperados en tanto que el índice de
desigualdad continúa elevándose, al igual que los de desocupación.
2.1.4 Evidencias de la dinámica económica
Los cambios en la estructura económica experimentados por China en los últimos años se han reflejado
en una serie de indicadores que no hacen sino comprobar que el país asiático tiene ya un papel
67 Ibíd., pp. 7-9.
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47
preponderante en la escena económica internacional y que esto, a su vez, ha impacto de manera
sustancial en su consumo energético. Como explican Arriaga et al, la tendencia de crecimiento del PIB,
salvo los años de 1981, 1989 y 1990, muestra tasas de crecimiento que van del 7.5% al 15.2%, cifras por
demás elevadas para un país en desarrollo. De hecho, los autores mencionan que es tal la solidez de la
estructura que soporta al producto chino que, en 2008, en el marco de la crisis económica que afectó a
todas las economías mundiales, la tasa de crecimiento del PIB chino fue de 9% mientras que la de
Estados Unidos fue apenas de 0.4%.68 Pero hay otros indicadores. Desde la aplicación de la Reforma y
Apertura en 1978 hasta 2010 el PIB aumentó de 362 mil 400 millones de yuanes a 5 billones 433 mil 100
millones de yuanes, lo que supone aumentarlo en 14 veces; el volumen total de la economía china subió
desde el décimo lugar hasta el tercero a nivel mundial; el PIB per cápita se incrementó de 190 dólares a
3,300, es decir, aumentó 16 veces; el volumen del comercio exterior se elevó de 20 mil 700 millones de
dólares a 2 billones 561 mil 600 millones de dólares, 122 veces más, lo que supuso aumentar del 1 al 8%
su participación en el comercio mundial; la reserva de divisas aumentó de 167 millones de dólares a 2
billones; la inversión extranjera anual alcanzó los 74, 800 millones de dólares en 2007 cuando en 1978
era tan solo de 902 millones.69
2.2 La transición energética
Para Grubler la transición energética refiere el paso de un patrón de oferta y demanda a otro distinto,
este cambio se manifiesta fundamentalmente en tres elementos: la cantidad de energía disponible y
consumida, la estructura de las fuentes que abastecen el consumo y, finalmente, la productividad y
calidad de dichas fuentes.70 Todas las sociedades, en diferentes tiempos de acuerdo a sus
particularidades, han transitado por este camino. El caso chino, de acuerdo al análisis realizado líneas
arriba sobre su rápido ascenso económico, ha experimentado este proceso de una forma vertiginosa.
Considerando la importancia que esta transición reviste para la seguridad energética se realiza una
breve exposición sobre sus implicaciones.
Hasta antes de la década de los ochenta del siglo XX, el sistema energético chino estaba
fundamentalmente basado en el uso del carbón y de algunos materiales combustibles fósiles, sobre
todo madera y desperdicios vegetales. Ésta era una respuesta al atraso económico de la sociedad en la
que la demanda proveniente de una industria poco desarrollada, una agricultura extensiva y un sector 68 Arriaga, Jorge, et al, “China: estrategias regionales, nacionales…, Op. Cit., p. 57 69 Wang Huijun, “La economía china” en Yolanda Trápaga y Enrique Dussel (editores), Hacia un diálogo entre México y China. Dos y tres décadas de cambios socioeconómicos, Senado de la República, México, 2010, p. 77. 70 Arnulf Gluber, “Energy transitions” en The Encyclopedia of Earth, National Council for Science and the Environment-Boston University, Washington, 2008, en línea, http://www.eoearth.org/article/Energy_transitions Consultado el 14 de abril de 2011.
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48
residencial con bajo consumo energético, permitían el auto abastecimiento por estos medios. El
consumo de productos petroleros y de electricidad era más bien reducido, por tanto, el sistema
energético funcionaba al margen de los mercados internacionales.
Este sistema comenzó a transformarse lentamente en los años ochenta y a acelerarse de manera
más intensa en los años noventa como respuesta a la mayor inserción de la economía china en la
economía global. Pese a la presencia de estos cambios, tal como advierten Palazuelos y García, persisten
algunas características entre las que destacan cuatro de ellas.
1) El carbón sigue siendo la columna vertebral del sistema. Según datos de la Agencia Internacional
de Energía, el carbón representó el 69% de la demanda china y se espera que para el 2020 su
participación baje sólo 8%, colocándose en un 61%, porcentaje por demás elevado en
comparación con economías similares.
2) El sector industrial sigue consumiendo la mayor cantidad de energía. Para el 2004, este sector
concentraba casi la mitad del consumo final (47%) y dentro de él destacaban las ramas de la
siderurgia (9.4%), metalurgia (8.8%) y química y petroquímica (7.0%).
3) El consumo de energía por habitante sigue siendo reducido aunque se ha duplicado entre 1980
y 2004. En 1999, con base en información de la Agencia Internacional de Energía, el consumo de
energía primaria por habitante alcanzaba los 8,096 kilogramos de petróleo equivalente en
Estados Unidos, el más alto del mundo, y los 614 en el caso de China, colocándose así como el
segundo más bajo entre las diez mayores economías del planeta. Cinco años más tarde, en
2003, ese consumo se había reducido ligeramente en Estados Unidos (7,905 kilogramos de
petróleo equivalente), mientras que en China había aumentado casi un tercio (935 kilogramos),
pero seguía ocupando el segundo nivel más bajo de las diez economías mayores.71
4) Los poderes públicos siguen ejerciendo control sobre el conjunto de las actividades energéticas.
El Estado sigue teniendo activos en la mayoría de los centros de producción de combustibles
fósiles, de las plantas eléctricas, así como también de los mayores centros de consumo. 72
Tal como se estableció, una transición energética representa un paso de un patrón de oferta y demanda
a otro, sin embargo, hasta el momento se han expuesto sólo las líneas de continuidad entre el sistema
prevaleciente hasta antes de los años ochenta del siglo XX y el actual, por lo que valdría preguntarse
71 Jorge Eduardo Navarrete, China: la tercera inflexión. Del crecimiento acelerado al desarrollo sustentable, UNAM-CEIICH, México, 2007, pp.21-22. 72 Enrique Palazuelos y Clara García, “Dilemas estratégicos de la transición energética en China” en Economía de la Energía, bimestral, ICE, España, No. 842, mayo-junio, 2008, pp. 169-170.
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49
cuáles son los factores que determinan la transición energética. La respuesta apunta hacia el
crecimiento económico.
En virtud de que no puede establecerse una relación monótona entre el crecimiento económico
y la transición energética, del tipo que lleva a considerar que entre mayor crecimiento económico mayor
intensidad energética, es necesario reconocer que “no basta con identificar el grado de desarrollo o el
ritmo de crecimiento de un país para entender las tendencias del sistema energético, sino que cada
dinámica particular de desarrollo presenta variantes significativas en el comportamiento de la
intensidad energética y otros rasgos de los sistemas energéticos –rasgos que a su vez pueden incidir en
la dinámica de desarrollo.”73
Tomando en consideración la advertencia anterior, se vuelve entonces necesario considerar los
rasgos que caracterizan la actual dinámica de desarrollo y su influencia en el sector energético. En este
caso, tres son los factores de mayor incidencia: la industria, el transporte y los cambios sociales.
2.2.1 La industria
Como expresión del modelo de desarrollo diseñado por el gobierno central para dar solución a los
problemas internos en un contexto internacional desventajoso, para los ochentas China contaba con un
grado de industrialización elevado en comparación con economías del mismo tipo, sin embargo, en la en
los años posteriores, el sector industrial y el sector primario comenzaron a ceder terreno al sector
servicios. Esta realidad habría de cambiar para los años noventa, pues el sector industrial adquiriría
nuevamente un papel protagónico que habría de acelerarse todavía más a principios del nuevo siglo,
alcanzando tasas de crecimiento anual hasta del 11.4% para el periodo 2001-2004.74
El acelerado crecimiento del sector fue una respuesta concreta a dos fenómenos específicos: la
mayor inserción en los mercados y redes de producción globales y el crecimiento de la renta nacional.
Estos dos hechos incidieron igualmente en la composición de las ramas dentro del sector. La rama de
maquinaria y equipo de transporte fueron las más dinámicas y le siguieron las de producción
siderúrgica, metalúrgica, de minerales no metálicos y química. Los compradores internacionales de
productos chinos se interesaron más las ramas de mayor contenido tecnológico y la demanda interna,
ahora con mayores ingresos, se avocó a los sectores industriales modernos como el de la construcción
asociada a la urbanización y al transporte, por la posibilidad de comprar vehículos particulares.
73 Ibíd., p. 180. 74 Agencia Internacional de Energía, Energy Balances of non-OECD Countries, 1971-2004, Agencia Internacional de Energía, París, 2006, p. 156.
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50
Las transformaciones del sector industrial explican, directa o indirectamente, los cambios en la
estructura del sistema energético en tanto no es lo mismo mantener un sistema basado
fundamentalmente en la agricultura, que necesita solamente de combustibles sencillos y poco
procesados como el carbón o los desechos vegetales y madera, a otro en el que la industria moderna
demanda mayores cantidades y una mayor variedad de energéticos, es el sector dominante. Las ramas
antes mencionadas, cuya participación en el sector industrial fue puntualizada, son de las más intensivas
en energía, además, consumen más electricidad y derivados del petróleo y reducen en términos
relativos su utilización de carbón, aunque siga siendo elevado. El dinamismo de estas ramas ha dejado
atrás otras tradicionales tales como la de alimentos, bebidas y tabaco, en las que la participación del
carbón es mucho más elevada.
2.2.2 Transporte
Hasta antes del inicio de la Reforma y Apertura, China contaba con un sistema de transporte más bien
poco desarrollado, que no estaba ni siquiera acorde con el grado de industrialización sino más bien con
el ingreso disponible. Dado que una de las prioridades del gobierno de Mao era la posibilidad de lograr
la autosuficiencia –nacional y regional- por la latente posibilidad de que los conflictos internacionales
vulneraran la integridad territorial y pusieran en una situación de fragilidad al desarrollo nacional si
existiese sólo un centro de producción, la interconexión de las provincias entre sí y de el país con el
mundo no fue una propuesta a desarrollar sino hasta después de las reformas, de ahí que el sistema de
transportes marcara un contundente atraso.
La paulatina liberalización de las mercancías y del movimiento de personas produjo una
expansión acelerada del transporte. De hecho, desde los años ochenta y hasta la actualidad el sector
transporte ha experimentado un crecimiento mayor al del propio PIB, promediando un 11%. Esto
también se ha entrelazado con la evolución del volumen de pasajeros y de mercancías transportados,
pues mientras el primero ha crecido 2,9 veces, el segundo lo ha hecho 2,1.75
Considerando esta evolución, puede observarse que la carretera y el avión han ido ganando
terreno sobre el ferrocarril y la navegación, al menos en el transporte de personas. No obstante, para el
75 Departamento Nacional de Estadísticas de China, China Statical Yearbook, Departamento Nacional de Estadísticas de China, Beijing, 2008, p. 45.
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51
caso de transporte de mercancías, éste sigue siendo el medio predominante, seguido por el transporte
carretero, la navegación y el avión, aunque este último en niveles mínimos.76
De un interés especial para la transición energética analizada es el transporte carretero y su expresión
concreta en el número de vehículos en circulación. Para finales de 2007, el número de vehículos
motorizados civiles –que contienen a los automóviles y camiones de pasajeros- alcanzaba los 56.97
millones, con una tasa de crecimiento anual del 19.8% desde el 2000. Sin embargo, si se considera el
número total de vehículos motorizados –que además de los vehículos motorizados civiles abarca a las
motocicletas, vehículos de granja y de uso especial, aunque no a los vehículos militares- esta cifra
aumenta a los 159.78 millones, incluyendo los 121.57 millones de vehículos motorizados de uso privado.
A nivel de las ciudades, principales centros en donde se encuentra el transporte, en Pekín, por ejemplo,
existían para 2007 unos tres millones de vehículos motorizados, de los cuales 2.44 millones eran
vehículos motorizados civiles, lo que representa un crecimiento anual de 15.3% desde el 2000. Esta tasa
de crecimiento es moderada si se considera que en otras ciudades alcanza el 30% anual.77 La tabla No. 2
muestra el número total de vehículos motorizados en las principales ciudades de China.
Tabla No. 3. Total de vehículos motorizados en ciudades seleccionadas, 2006 (en millones de
unidades)
Pekín Shanghái Guangzhou Chengdu Hangzhou Tianjin Chongqing
2.87 2.13 1.8 1.6 1.18 1.16 1.0
Shenzhen Jinan Nanjing Wuhan Shenyang Dalian Xi’an
0.96 0.83 0.73 0.65 0.58 0.5 0.45
Fuente: Hu, Xiaojun, et al, “Energy for sustainable road transportation in China: Challenges, initiatives and policy implications” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4291
La rápida expansión del sector transporte, en especial de los vehículos motorizados para carretera, ha
resultado en un igualmente rápido incremento en el consumo energético. De acuerdo a datos oficiales
publicados por el Departamento Nacional de Estadísticas de China, el consumo energético de los
sectores transporte, almacenamiento y servicio postal en 2006 fue de 185.8 millones de toneladas de
petróleo equivalente, lo que significó un incremento del 84.5% con respecto al año 2000 y el tránsito del
76 La composición se distribuye de la siguiente manera. Transporte de personas: traslado por carretera (55%), ferrocarril (35%), aviación (9%), navegación (1%). Transporte de mercancías: ferrocarril (53%), traslado por carretera (22%), navegación (21%), aviación (4%). Departamento Nacional de Estadísticas de China, China Statical Yearbook, Op. Cit., p. 46-48. 77 Xiaojun Hu, et al, “Energy for sustainable road transportation in China: Challenges, initiatives and policy implications” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4290.
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52
4.5% al 7.5% en el consumo energético total para este mismo periodo. Diversos estudiosos del sistema
energético, no obstante, se encuentran en desacuerdo con estas cifras en tanto no incluyen la energía
utilizada por entidades o individuos cuyo negocio principal no es el sector transporte y se le agregan
datos de los sectores de almacenamiento y servicio postal, que deberían ser tomados aparte. Según
estas consideraciones, la participación del sector transporte en el consumo energético total es, cuando
menos, más alto del 10%, quizá rondando el 12%.78
El transporte también ha contribuido a la diversificación del consumo final de energía, ello
considerando que el 90% del consumo del transporte carretero proviene del petróleo, a diferencia del
sistema de ferrocarriles y el de navegación que se caracterizan por utilizar carbón, aunque se habría de
considerar también que la modernización de la red ferroviaria de los últimos años ha dado lugar a una
mayor utilización de derivados del petróleo y electricidad. En 2005, por ejemplo, el sector transporte
consumió 133 millones de toneladas de petróleo y los vehículos motorizados 101 millones con una tasa
de crecimiento anual de 13% desde el 2000. Adicionalmente, se estima que actualmente el 86% de la
gasolina y el 24% del diesel son consumidos por los vehículos motorizados civiles. Los rasgos del sector
transporte han contribuido igualmente a la degradación de la calidad del aire en las ciudades, de hecho
se ha reconocido que el 80% del CO y 40% del NO de las grandes ciudades proviene precisamente de
este sector.79
2.2.3 Cambios sociales
Para el 2025 se estima que la población urbana será de 926 millones, es decir, 398 millones de personas
más que en 2003, mismo año en el que la extensión territorial del área urbana constaba de 28, 308
km2.80 Esta expansión, comenzada a principios de la década de los ochenta, tiene una marcada influencia
en la transición energética china, sobre todo si se consideran los requerimientos de este mismo proceso
y que éste ha sido motivado a su vez por un incremento en el ingreso de los habitantes, el cual afecta
también los hábitos de consumo por el aumento de sus niveles de bienestar. Esta afirmación puede
constatarse con el aumento en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) por el que ha transitado el país.
Esta información se presenta en la Gráfica No. 1.
78 Ídem. 79 Ídem. 80 Jorge Arriaga, et al, “China: estrategias regionales, nacionales…, Op. Cit., p. 62
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53
Gráfica No. 1. Incremento del Índice de Desarrollo Humano en China (1975-2008)
Fuente: PNUD, China Human Development Report 2009/10: China and a sustainable future: Towards a low carbon economy and society, PNUD, Pekín, 2010, p. 8.
No obstante, el aumento en el IDH debe ser considerado con reservas, en tanto que cada vez es más
evidente el hecho de que existe una marcada desigualdad entre los distintos sectores de la población.
De acuerdo a Jorge Eduardo Navarrete, el examen regional del desarrollo humano de China presenta
condiciones tan disímiles como provincias que se encuentran al nivel de Namibia –país con un IDH bajo-
y otras que alcanzan incluso la posición que ocuparía Portugal.81 Éstas corresponden a las regiones
situadas al oeste y cuyo desarrollo ha sido impulsado por el gobierno mediante la instauración de Zonas
Económicas Especiales con regímenes particulares que gozan de exención de impuestos, entre otros
mecanismos; mientras que aquellas están situadas al este y dentro de ellas se encuentran regiones
autónomas como el Tíbet y Xinjiang, con las cuales el gobierno ha tenido problemas históricos por sus
intentos por hacerse de mayor autonomía y, por tanto, se han visto excluidas de los ambiciosos
proyectos modernizadores.82
En términos generales puede observarse que la mayor cantidad de ingresos se concentra en las
principales ciudades, sobre todo las costeras, mientras que las zonas rurales se encuentran en una
situación desfavorable con respecto a las primeras. No obstante, de acuerdo también con Navarrete,
81 Jorge Eduardo Navarrete, China: la tercera inflexión. Del crecimiento…, Op. Cit., p. 72 82 Para un breve análisis de la cuestión del Tíbet véase Jorge Arriaga, “La paradiplomacia identitaria del Tíbet y su autonomía de la República Popular China” en Revista Escenarios XXI, No 2, Agosto, Ciudad de México, 2010, 63-73 pp.
0.53 0.533 0.5560.608
0.6570.719
0.756 0.763 0.772 0.793
0
0.1
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2006 2007 2008
Índi
ce d
e de
sarr
ollo
hum
ano
Año
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54
entre 1990 y 2001 la incidencia de la “pobreza de un dólar por día”, declinó a la mitad ya que 130
millones de personas dejaron de estar situadas por debajo de esta frontera.83 Estas cifras revelan
entonces un incremento en los ingresos de la población y, por ende, también implican un cambio en los
hábitos de consumo. Como se observa en la Tabla No. 5, rubros como nivel de ingreso, vestido, comida,
vivienda, transporte y bienes de consumo duradero han experimentado avances desde 1978, tanto para
la población urbana como para la rural.
Tabla No. 5. Incremento en los niveles de vida (1978-2007)
Rural Urbano Nivel de ingreso 1978 2007 1978 2007
Ingresos neto per cápita población
rural (yuan)
133.6 4,140.4
Ingreso neto per cápita población
urbana
343.4 13,785.8
Coeficiente familiar de Engel
(%)
58.8 43.1 54.2 36.3
Vestido Ropa comprada per cápita (por pieza de ropa)
0.7 2.4 3.13 7.82
Comida Consumo per
cápita de grano (kg)
248 199 205.3 77.6
Consumo per cápita de carne
puerco (kg)
5.2 13.4 13.7 18.2
Consumo per cápita de huevo y aves de corral (kg)
0.8 4.7 1.97 10.3
Vivienda Espacio de la vivienda per cápita (m2)
8.1 31.6 4.2 22.6
Transporte 2000 2007 2000 2007 Autos por cada
100 familias (número)
0.5 6.06
83 Jorge Eduardo Navarrete, China: la tercera inflexión. Del crecimiento…, Op. Cit., p. 74
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55
Continuación Tabla No. 5. Incremento en los niveles de vida (1978-2007) Motocicletas por cada 100 familias
(número)
21.94 48.52
Bienes de consumo duradero
1985 2007 1985 2007
Televisiones a color por cada 100 familias (número)
0.8 94.4 17.2 137.8
Refrigeradores por cada 100
familias (número)
0.1 26.1 6.6 95.0
Lavadoras por cada 100 familias
1.9 45.9 48.3 96.8
Fuente: PNUD, China Human Development Report 2009/10: China and a sustainable future: Towards a low carbon economy and society, PNUD, Pekín, 2010, p. 11.
De acuerdo a las cifras presentadas, es por demás evidente que el aumento en el consumo de las
familias en estos y otros rubros incide, directa e indirectamente, en la composición del sector energético
chino, sobre todo por impulsar el crecimiento en el consumo y la sustitución de recursos. Mientras que
el primer factor se explica por sí mismo, en el caso del segundo –sustitución de recursos- habría que
decirse que se encuentra fundamentalmente relacionado con el cada vez mayor acceso a la electricidad,
que sustituye el uso de la madera y los desechos vegetales para la el alumbrado; la mayor oportunidad
de acceder a bienes de consumo duradero, que se alimentan de electricidad y desplazan, al menos en el
caso de los calentadores, al carbón; y la requerimientos propios de la industria para satisfacer esta
renovada demanda. De cualquier forma, el impacto de las pautas domésticas sobre el consumo
energético final no es tan importante como en el caso de la industria y el transporte.
2.4 El aumento en el consumo energético
La transición energética en China ha impulsado un drástico incremento en el consumo de energéticos en
los últimos años y se espera, según las predicciones de agencias internacionales y de académicos
expertos en el sistema energético chino, que la tendencia continúe a la alza.
Del 2000 al 2005, el consumo energético de China creció 60%, lo que equivalió a casi la mitad
del incremento en el consumo en el mundo. A pesar de que es capaz de solventar alrededor del 90% de
su consumo energético con suministros internos, importa más del 50% de su consumo de petróleo.
La demanda de petróleo se ha duplicado en el pasado lustro, incrementándose de 3.3 millones
de barriles por día en 1995 a 6.6 millones en 2005. De hecho, de 2000 a 2005 China fue el responsable
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56
de un cuarto del aumento en la demanda mundial de petróleo.84 En 2010 consumía 9.2 millones de
barriles por día y se espera un incremento muy pronunciado en los últimos años, sin embargo, no hay un
consenso sobre a cuánto ascenderá el consumo. Las diferentes posiciones que se tienen sobre el
incremento del PIB impactan sobre estos escenarios. En la Tabla No. 6 se muestran las principales
proyecciones sobre la demanda de petróleo para el 2020, valga adelantar que, debido a la fecha de su
realización, parecen ahora, a la luz del consumo de 2010, arrojar cifras muy conservadoras.
Tabla No. 6. Proyecciones sobre la demanda china de petróleo para 2020 (en millones de barriles por
día)
Fuente Año de publicación Proyección
Administración de Información
Energética de Estados Unidos
2006 11.7
Comisión Nacional para el
Desarrollo y la Reforma, China
2006 10-12
China National Petroleum
Corporation
2006 10
Instituto para la Economía
Energética, Japón
2005 11.8
Fondo Monetario Internacional 2005 13.6
Instituto de Investigaciones en
Energía, China
2005 13
Agencia Internacional de Energía 2005 11.2
Administración Nacional de
Estadísticas, China
2004 12.7
Fuente: Erica Downs, China. Energy security series, The Brookings Institution Press, Washington DC, 2006, p. 9 En claro contraste con la preocupación que representa para el gobierno chino el aprovisionamiento de
petróleo, el gas natural se ha dejado de lado, aunque también ha aumentado. Tanto la producción como
el consumo de gas natural se duplicó entre 1995 y 2005, con un incremento de 17.4 a 50 mil millones
de metros cúbicos en la producción y de 17.4 a 47 mil millones de metros cúbicos en el consumo.85
84 Amy Myers y Kenneth Medlock, “China and Northeast Asia” en Gal Luft and Anne Korin (editores), Energy security …, Op. Cit, p. 267. 85 Julien Allaire, Mutation urbain chinoise et dépendance énergétique, LEPII-EPE, Francia, 2006, p. 12.
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57
Tal como sucede con el petróleo, existe una incertidumbre de a cuánto ascenderá la demanda
de gas natural en la próxima década. A pesar de las variaciones, presentadas en la Tabla No. 7, todos los
estudios coinciden en que China habrá de importar hasta un 70% de su consumo para el 2020, el grado
variará de acuerdo a las inversiones que se realicen en el sector, tema que será estudiado en el capítulo
4 de la presente investigación.
Tabla No. 7. Proyecciones sobre el gas natural en 2020 (en miles de millones de metros cúbicos)
Fuente Año de publicación Proyección de la
demanda
Proyección de la
producción
nacional
China National Petroleum
Corporation
2004 160-210 120
China National Offshore Oil
Corporation
2004 200 N/D
Comisión Nacional para el
Desarrollo y la Reforma, China
2005 250 150
Instituto para la Economía
Energética, Japón
2005 180 138
Agencia Internacional de Energía 2005 106 N/D
Administración de Información
Energética de Estados Unidos
2006 133 98
Instituto Chino de Ingeniería 2006 200 80
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Erica Downs, China. Energy security series, The Brookings Institution Press, Washington DC, 2006, p. 11
Estos dos energéticos son los que mayores preocupaciones le representan al gobierno chino pues, como
se exponía antes, China es capaz de proveerse sus necesidades energéticas hasta en un 90% aunque, de
acuerdo a estimaciones del Instituto para la Economía Energética de Japón esta cifra se puede recudir
en un 10% para el 2020. La posibilidad de poder proveerse sus necesidades energéticas está relacionada
con que el carbón, del cual es el principal productor y consumidor, sigue representando más de tres
quintas partes de su consumo energético total.
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58
2.4 El concepto de seguridad energética en China
Además de establecer algunos puntos de referencia que pueden ser comunes para el debate sobre las
particularidades propias del objeto de estudio seleccionado, el análisis realizado sobre el concepto de
seguridad energética arroja la necesidad de considerar que ésta tiene diferentes significados de acuerdo
a, cuando menos, la localización geográfica del actor en cuestión, sus dotaciones geológicas, sus
relaciones internacionales, su sistema político y su disposición económica. Asumiendo esta premisa, y
con el afán de evitar reproducciones acríticas o traspolaciones directas de conceptos diseñados para
explicar la realidad de países occidentales, fundamentalmente de Estados Unidos, se pretende entonces
un acercamiento al sistema energético chino con el fin de esbozar qué se entiende por seguridad
energética en dicho país.
Hasta antes de 1993, cuando China perdió su capacidad de autosuficiencia en materia
energética e inició su etapa de comprador internacional de petróleo, el tema de la seguridad energética
e incluso el término mismo era poco difundido en el ámbito político y académico. Una demanda
moderada de energía, cuyo principal consumidor era la industria, la presencia mayoritaria del carbón en
el sistema energético y la posibilidad de controlar los precios para que los consumidores finales
pudieran absorber los costos, brindaban una relativa estabilidad sobre el futuro de la seguridad
energética. No obstante, los cambios económicos y sociales comenzados a finales de los años setenta y
acelerados en las próximas décadas, habrían de dar como resultado una transición energética
caracterizada por una creciente demanda, cuyas características han sido ya analizadas. Es a partir de
este momento cuando el tema se perfila como de alta prioridad tanto para el gobierno como para los
analistas. Como evidencia basta exponer el resultado de una investigación realizada por China Economic
News a la biblioteca de China Infobank. Ésta revela que el término “seguridad energética” aparece sólo
en 41 publicaciones entre 1994 y 1999 pero se incrementa a 1150 en el periodo que va del 2000 al
2005.86
La difusión del término y su extensión al lenguaje común, sin embargo, no estuvo acompañada
de una claridad en su contenido. Tal como ocurre aún con el concepto general diseñado para explicar la
realidad de cualquier Estado, es común encontrar una multiplicidad de definiciones de qué se entiende
por seguridad energética en China. La definición se encuentra sobre todo dada, al menos para el caso de
la academia, por el paradigma que los autores decidan tomar de acuerdo a las características del
sistema china que desean privilegiar, así, existe un intenso debate sobre si la seguridad energética en
86 Erica Downs, Energy Security Series: China, The Brookings Institution Press, Washington DC, 2006, p.13
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59
China obedece a una aproximación realista, a un enfoque de mercado, o bien, a una mucho más amplia
vinculada con la relación energía-medio ambiente y sociedad. Christian Constantin realiza una
interesante exposición de estas visiones y arroja los siguientes resultados.87
2.5.1 Aproximación realista
Una de las aproximaciones al tema de la seguridad energética en China más difundidas es la realista.
Partiendo de un conocimiento poco profundo del sistema político y de las relaciones existentes entre las
diferentes instituciones que pueden ser ubicadas en su interior, así como de los distintos niveles de
gobierno, para los que sostienen este tipo de enfoque el Estado es visto como un ente racional
unificado, en general, monolítico, que define sus políticas a través de un análisis costo-beneficio pero en
términos de los intereses del Estado, no de sus componentes esenciales (sociedad civil e instituciones).
De acuerdo con esta perspectiva, tres elementos constituyen la definición de la seguridad
energética: el aprovisionamiento adecuado es vital para salud económica de un país, los países aliados
deben tener acceso también al aprovisionamiento y tanto el actor en cuestión como sus aliados deben
tener los medios para proteger su aprovisionamiento energético vital de cualquier amenaza.88 La
preocupación del gobierno es entonces una cuestión de aprovisionamiento, y, por tanto, las estrategias
deben estar dirigidas a lograr reducir esta vulnerabilidad mediante la diversificación. Entre estas
estrategias se cuentan las inversiones en el extranjero, la construcción de infraestructura para la
conducción de los energéticos, en especial de gasoductos y oleoductos, y emplazamiento de una flota
mercantil y militar.
El problema más importante para China, desde esta perspectiva, es la creciente dependencia
hacia la importación de energéticos, especialmente petróleo, por lo que el punto de inflexión es 1993,
cuando deja de ser un país exportador de éste para convertirse en un importador neto. Esta visión
pretende ser mantenida a través de la exacerbación de algunos elementos, de ahí que se recurra, por
ejemplo, a los vínculos históricos -casos del rompimiento de relaciones chino-soviéticas y el bloque en
tiempos de Guerra Fría- para indicar la necesidad de autosuficiencia y el mantenimiento de relaciones a
toda costa con los países productores. Otros elementos de mayor vigencia que sostienen el empleo de
este modelo son el discurso de Li Peng en 1993 en el que estableció como prioridad el garantizar un
87 Christian Constantine, “Comprendre la sécurité énergétique en Chine” en Politique et Sociétés, No. 2-3, Vol. 25, 2006, pp. 15-45.
88 John Ahearne , “Challenge for energy security policy to the year 2000” en Richard González et al, Improving U.S. Energy Security, Ballinger, Massachusetts, 1985, p. 9
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60
aprovisionamiento a largo plazo y libre de vulnerabilidades externas de petróleo para China o el Décimo
Plan Quinquenal, dado a conocer en 2001, en el que se coloca a la preservación de la seguridad vía el
cuidado del aprovisionamiento en la cabeza de la lista de las estrategias energéticas.
Siguiendo esta tradición, García dirá que “el concepto de seguridad energética en China
tradicionalmente se reduce a una preocupación por la suficiencia del petróleo (la del carbón está
prácticamente garantizada), centrada en la producción y la distribución, y con una clara preferencia por
la autosuficiencia y, en caso de ser imposible, por el control nacional del aprovisionamiento en el
exterior”89
La adopción de este modelo, no obstante, sufre de carencias explicativas bien conocidas que, sin
embargo, no pueden obviarse. Este modelo da por sentado que los dirigentes nacionales tienen un
poder inquebrantable y que, además, trabajan con base en información perfecta que les da el
conocimiento completo del tema tratado y de las posibles alternativas a cualquier política o estrategia
diseñada, es decir, que pueden calcular de manera perfecta los costos y beneficios de éstas. Esta lógica
parte de la idea de que pueden hablar en términos de los intereses del Estado sin la necesidad de
consultar a más actores. De ésta se desprende que el modelo asume la existencia de una unidad en los
puntos de vista de los actores y, además, que el Partido Comunista en este caso, tiene el poder
suficiente para poder imponer su punto de vista. Otra gran carencia explicativa proviene del hecho que
se considera a la seguridad energética como un problema exclusivo de acceso a los recursos petroleros,
por tanto, no se realiza un análisis del sistema energético en su conjunto y las energías renovables, el
papel de la tecnología y, por ende, los daños ambientales del incremento en el uso de los hidrocarburos
simplemente no aparecen o, cuando lo hacen, es de manera residual.
2.5.2 Enfoque de mercado
Este pensamiento se desarrolla en el marco del neoliberalismo que incidió en las políticas económicas y
los estudios desde mediados de los años ochenta. Para éste la seguridad energética es vista
esencialmente en términos de los costos económicos causados por cambios repentinos en el suministro
o en los precios de los energéticos, por lo que la importancia de la diversificación en el suministro es
secundaria en tanto que en el mercado global de petróleo todos los consumidores son afectados en
caso de que estos dos escenarios se presenten. El Estado debe limitarse entonces a intervenir
exclusivamente en los casos en que el mercado no funcione de manera regular, aunque también es
89 Clara García, Acciones exteriores para el aprovisionamiento de hidrocarburos ¿Hacia una mayor seguridad energética en China?, Real Instituto Elcano, España, 2008, p. 2
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61
aconsejable que cada país cuente con una reserva estratégica que coadyuve en la disminución de los
costos por interrupción en el suministro, además de que realice acciones en favor de la difusión de la
información en un marco multilateral y para la innovación científica y tecnológica.
A diferencia del enfoque realista, la visión de mercado considera que los principales problemas
para conseguir la seguridad energética en China son el control de precios sobre los energéticos, aunque
de manera más general podría hablarse de la necesidad de reformas en el sector90, y el monopolio de las
empresas estatales, sobre todo en la refinación y la distribución.
Ciertamente esta perspectiva se encuentra mucho menos difundida entre los políticos, medios
de comunicación, academia y entre la propia sociedad, dadas las características del sector energético
chino, la han utilizado sólo para explicar, por ejemplo, la relación entre el gobierno y las corporaciones
petroleras nacionales en donde éstas impulsan un funcionamiento más acorde a los criterios de
mercado. Las organizaciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional
y la Agencia Internacional de Energía, por mencionar sólo a los más significativos, han impulsado un
tratamiento del sector más acorde con este enfoque apoyándose en argumentos como las relativas
“malas” experiencias internacionales y las irracionalidades que producen los monopolios en el mercado.
Dentro de la experiencia china son pocos los estudios que pueden encontrarse al respecto pero
destaca el producido por el Centro de Investigación y Desarrollo del Consejo Estatal en el año 2000. En
éste se señala que, para lograr la seguridad energética, el país asiático debe: 1) poner en práctica un
mejor sistema administrativo y jurídico del sector petrolero; 2) perseguir la exploración y el desarrollo
de recursos nacionales; 3) el desarrollo de la industria de gas natural; 4) incrementar la cooperación con
los productores internacionales de petróleo; 5) crear una reserva energética y; 6) aumentar la eficiencia
energética en el consumo petrolero nacional.91
2.5.3 Enfoque comprensivo
El ascenso en 2003 de una nueva dirigencia con ideas más comprensivas sobre temáticas diversas
significó también un cambio en la concepción de seguridad energética en China, esto en el marco del
concepto “desarrollo científico”. De acuerdo al propio presidente Hu Jintao este concepto significa
“lograr un adecuado equilibrio entre el desarrollo urbano y el rural, el desarrollo entre regiones, el
desarrollo económico y el social, el desarrollo del hombre y la naturaleza, y entre el desarrollo interno y 90 De considerarse así habría de tomarse en cuenta también la necesidad de realizar modificaciones en la industria eléctrica, que en este momento por su ineficiencia ha provocado cortes en algunas regiones, pero también de la industria minera, que es la causante de una gran cantidad de muertes en el sector industrial. 91 Liu Runsheng et al, Tendencias y medidas contrarias a la seguridad petrolera de China, Centro de Investigación y Desarrollo del Consejo Estatal, Pekín, 2000, 36 pp.
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62
la apertura al exterior”, además inaugura “un nuevo camino para la industrialización caracterizada por
alta tecnología, buenos ingresos económicos, bajo consumo de recursos, reducida contaminación
ambiental y la amplia utilización de recursos humanos.”92
Usando este marco y retomando el debate académico y de políticas públicas entre la visión
realista y la de mercado a nivel nacional e internacional, pudieron ser ubicados dos temas centrales que
hasta ese momento habían sido omitidos o, en el mejor de los casos, incorporados de manera residual:
los riesgos multidimensionales causados por las emisiones contaminantes y la posible afectación al flujo
de los energéticos por terroristas o fenómenos climatológicos extremos. Ambos temas fueron tratados
como prioritarios dentro de la agenda energética.
El asumir esta posición significó un replanteamiento de todos los principios de seguridad
energética. Si, como se había explicado, desde el enfoque realista la seguridad energética china estaba
sobre todo relacionada con el aprovisionamiento internacional de petróleo, ya que el de carbón estaba
asegurado, el asumir una visión responsable con el medio ambiente implicó, por ejemplo, establecer
metas para reducir el consumo de carbón aunque esto, pensado en términos puramente
geoestratégicos, resultara contraproducente en tanto supone el aumento en la vulnerabilidad por
incrementar la dependencia hacia los sustitutos de este energético. Este hecho, en términos generales,
implicó dejar de asociar de manera directa a la seguridad energética con el abastecimiento de petróleo
para considerar el sistema energético en su conjunto, con una especial atención en las energías
renovables, y en todas sus etapas (extracción, transporte, transformación, consumo y eliminación de
desechos).
Dadas las características del sistema energético, ya analizado en este capítulo, era evidente que
las afectaciones se volvían cada vez más difíciles de mantener, no sólo en términos sociales y
ambientales, sino también económicos. De acuerdo a un estudio realizado por el Banco Mundial en
1997, la contaminación le cuesta anualmente a China alrededor de 8% de su PIB, es decir, un estimado
de 20 billones de dólares para ese año.93
Fue en el Décimo primero Plan Quinquenal donde se planteó con mayor profundidad los
objetivos de este desarrollo científico y de la “sociedad de conservación”. Si bien ya existía una campaña
mediática para la difusión de estos principios, que después habrían de ser elevados al rango de doctrina,
mediante este documento se establece claramente que el “desarrollo económico a cualquier costo” es
92 Xinhuanet, “China adopta un nuevo concepto de desarrollo científico, dice Hu” en Xinhuanet, Sección Internacional, Pekín, 22 de abril de 2006, en línea, http://www.spanish.xinhuanet.com/spanish/2006-04/22/content_244360.htm 93 Todd Johnson, Clear water, blue skies: China’s environment in the new century, Banco Mundial, Washington DC, 1997, p. 45.
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63
ya insostenible para la sociedad china, sobre todo en términos energéticos. Por tanto, el texto remarca
que es necesario un desarrollo científico apoyado en el desarrollo tecnológico, la transformación de la
estructura industrial, la reducción de la intensidad energética, la difusión de una cultura ambiental a
través de la educación popular y la intervención del Estado en el sector energético.
A este instrumento, que ciertamente había sido precedido por políticas y medidas aisladas para
intentar mitigar los efectos del consumo energético en el medio ambiente, le siguió una amplia lista.
Ésta será analizada en el capítulo cuatro dentro de la estrategia nacional de desarrollo sustentable.
Como puede observarse, el arribo de una nueva administración comprometida con nuevos
ideales, la emergencia de nuevos temas en la agenda internacional y nacional energética, la aparición de
la doctrina del desarrollo científico y el apoyo con el que ésta cuenta tanto a nivel nacional como
internacional, son factores que han favorecido la diseminación de un enfoque amplio sobre la seguridad
energética en China. No obstante, el hecho de que este nuevo concepto haya emergido y cuente con
relativa aceptación no implica la anulación de los otros enfoques.
Para explicar este hecho basta con revisar las reservas energéticas del país y su condición
histórica. Se ha señalado que China posee vastos recursos de carbón y que éste representa más del 60%
del consumo energético final. Dada su condición y la vulnerabilidad que representa la disminución de la
participación del carbón en pro de otras tecnologías, fundamentalmente de petróleo y gas natural,
resulta muy difícil pensar en una verdadera reconversión energética. Sin embargo, cuando a esta
variable se le suma la histórica estrategia de tender a la autosuficiencia, se comprenderá entonces la
necesidad de desarrollar la industria interna, que, dados los límites de su producción petrolera y de gas
natural, se enfoca sobre todo a la explotación de energías renovables, y se combina en el exterior con
inversiones en países productores. Marcadas estas características, sea el enfoque que el gobierno y la
academia decidan elegir para la formulación de políticas o análisis, es claro que la estrategia china de
seguridad energética es una estrategia multidimensional. Este planteamiento puede ser identificado en
la siguiente afirmación:
“los retos centrales respecto a la estrategia energética en China son: incrementar la capacidad total de suministro energético, en particular del petróleo limpio, al tiempo que se reduce la inseguridad por factores estructurales; incrementar el suministro de energías limpias, particularmente de energías renovables, y reducir la presión sobre los recursos, la ecología y el medio ambiente; mejorar la eficiencia en la utilización de los energéticos y considerar a la conservación energética y la reducción en el consumo de energía como importantes vías para resolver los problemas energéticos y reducir la intensidad por unidad de PIB; diversificar el suministro energético mientras se reducen riesgos y se vuelve seguro; fortalecer el rol básico del mercado en la asignación de
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64
recursos energéticos pero manteniendo el papel estratégico del gobierno y de las políticas públicas en el desarrollo energético y en la conservación; y eliminar las distorsiones en los precios y los efectos negativos del traslape entre los esfuerzos del mercado y el gobierno.”94
Atendiendo esta realidad, los dos capítulos siguientes analizan tanto la estrategia internacional,
caracterizada por la compra de activos y la firma de acuerdos para la importación de petróleo, como la
nacional, que tiende a aumentar los niveles de producción de todos sus energéticos y desarrollar
medidas para mejorar la eficiencia y reducir el consumo.
94 Hu Baomin, y Li Zhenguo, China’s energy sector. A sustainable strategy, Foreign Languages Press, Pekín, 2007, pp. 16-17.
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65
Capítulo 3. La estrategia internacional: la política de adquisiciones y la firma de acuerdos para el
suministro.
El acelerado crecimiento económico experimentado por China desde los tiempos de la Reforma y
Apertura a finales de los años setenta, e intensificado en 1993 con la adopción del concepto de
socialismo de mercado, ha redundado en una serie de transformaciones económicas y sociales que la
han llevado a aumentar su demanda de energía a niveles por encima de los proyectados por las agencias
internacionales dedicadas al estudio del comportamiento de los energéticos. La proliferación de las
fábricas, viviendas y edificios de oficina, el aumento del transporte por carretera, el crecimiento de
sectores intensivos en el uso de energía (acero, cemento, aluminio, productos químicos), la creciente
urbanización y su correlativa ampliación en el uso de bienes como calefactores, aire acondicionado,
refrigeradores, hornos de microondas, teléfonos celulares y automóviles, y la decisión del gobierno
central tomada en 2004 de crear una reserva estratégica de petróleo que sea capaz de suplir entre los
35 y 90 días de importaciones, ha redundado en que para el 2009 China se haya convertido en el primer
consumidor de energía en el mundo, el tercer importador neto de petróleo crudo, el tercer importador
de derivados de petróleo, el tercer importador de petróleo refinado y el segundo generador de
emisiones de CO2.95
El mantenimiento de estas características e incluso su intensificación en los próximos años ha
hecho establecer a los expertos una tendencia que se muestra como altamente probable: para el 2020
China consumirá entre 10 y 13 millones de barriles de petróleo por día, lo que significa que su cuota en
el consumo mundial de este recurso alcanzaría entre el 11 y el 12%96. Ante la incapacidad de atender
esta demanda por medios nacionales, el gobierno chino ha enfatizado su labor diplomática para lograr el
aprovisionamiento asequible, fiable, diverso y amplio tanto de este energético como de gas natural en el
mercado mundial. Bajo esta lógica y siguiendo su concepto de seguridad energética, en su estrategia
global China ha intentado consolidar un acercamiento con productores varios, incluso con aquellos que
por su inestabilidad política y social no han sido considerados por otros grandes compradores, ya sea
para lograr realizar inversiones directas en el sector energético, firmar contratos de abastecimiento de
largo plazo y/o alcanzar rutas seguras de transporte.
La estrategia global china, por su carácter multidimensional y pragmático, no se encuentra
exenta de complicaciones en tanto que lo enfrenta con otros actores del sistema, sobre todo si se
95 Véase International Energy Agency, Key world energy…, Op. Cit., p 78. 96 Véase Organization for Economic Co-operation and Development, Energy. The next…, Op. Cit., 67.
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66
considera que ésta se imbrica con otros temas prioritarios de la agenda internacional como la seguridad,
el desarrollo y hasta los derechos humanos por las prácticas empleadas. Así, el presente capítulo expone
un panorama sobre la estrategia internacional china para el alcance de su seguridad energética, de ahí
que después de realizar un análisis sobre los instrumentos y vías a través de las cuales se pretende un
acercamiento, se distinga el tipo de relación que se tiene con cada uno de los actores regionales.
3.1 La estrategia internacional
El rápido crecimiento experimentado por China en los últimos años, el aumento en el comercio mundial
y el alto porcentaje de inversiones extranjeras instaladas en su territorio han dotado de un enorme
dinamismo a sectores diversos de su economía a tal grado que el mercado nacional, aunque en
constante desarrollo, resulte insuficiente en el objetivo de aumentar sus ganancias. El ingreso de China
a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001 y las incesantes reformas liberalizadoras han
potenciado las oportunidades de estas compañías y les han permitido colocarse en los mercados
internacionales, ya no sólo a través de la simple exportación de sus productos sino también por medio
de empresas conjuntas, fusiones, adquisiciones y asociaciones estratégicas. Basta indicar que para
finales de 2006 la inversión directa en el extranjero de China alcanzaba los 75 mil millones dólares, lo
que representa un crecimiento anual del 116% para el periodo 2000-2006.97
Si bien es cierto que la inversión directa en el extranjero de China permanece baja, en tanto que
ocupa sólo el 0.6% del total mundial y el lugar 23 entre los mayores inversores, es necesario considerar
que la legislación que permite a las empresas chinas realizar inversiones en el exterior con mayor
facilidad data de 2004, por lo que, de acuerdo al crecimiento señalado para el periodo indicado, puede
esperarse que aumente de manera sustancial en los próximos años, marcando nuevas oportunidades
para las empresas chinas.98
Los capitales chinos encuentran múltiples motivaciones para invertir en el exterior. Según un
estudio realizado por el IBM Institute for Business Value en conjunto con la Universidad de Fudan, las
compañías chinas consideran que la búsqueda de nuevos mercados en crecimiento, la adquisición de
tecnología avanzada y nuevas habilidades administrativas, la intensa competencia en el mercado
nacional, la diversificación de riesgos, la obtención de recursos para la producción y la mejora en la
97 OCDE, OECD investment policy reviews- China 2008. Encouraging responsible business conduct, OCDE, París, 2009, pp. 69-70. 98 Ibid. p. 71
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67
productividad son las principales razones para invertir en el extranjero.99 A pesar de que éstas se
encuentran ordenadas jerárquicamente de acuerdo a las respuestas ofrecidas por las compañías chinas
en el exterior, una comparación con la composición sectorial de la inversión directa en el extranjero
arroja otra realidad.
La inversión china directa en el extranjero se encuentra fundamentalmente dirigida a dos
sectores: el de recursos naturales, que pretende satisfacer la creciente demanda de energéticos y
alimentos, y el sector servicios, destacando el subsector finanzas, transporte y todas las actividades
relacionadas con los movimientos de importación y exportación. De hecho, de 2003 a 2006 el sector
servicios atrajo el 47% del total invertido, mientras que el de recursos naturales un 38%; de este último
es interesante notar que para 2006 el 48.4% lo ocupaba el subsector energético.100 Esto demuestra el
marcado interés por la estrategia internacional de seguridad energética.
3.1.1 El apoyo del gobierno chino a las inversiones en el mundo
Las inversiones chinas en el mundo han podido ser llevadas a cabo, y en esto radica el carácter
estratégico de la política, por las grandes transformaciones que ha experimentado la política china con
respecto a la promoción de su capital en el extranjero. En los primeros años de la década de los ochenta,
poco después del inicio de la política de “puertas abiertas” en 1978, la posibilidad de invertir en el
extranjero estaba limitada a las empresas de propiedad estatal que operaban en el ramo de comercio,
supervisadas por el Ministerio de Relaciones Económicas con el Extranjero y Comercio, y a las empresas
municipales y de las provincias de intercambio tecnológico, vigiladas ellas por Comisión Estatal de
Economía y Comercio. A pesar de que el Consejo Estatal enmarcó dentro de sus prioridades la
promoción de las inversiones chinas en el extranjero, la legislación nacional no permitía que esto
sucediera, así, a pesar de que se decidió la creación de un programa piloto para que cuatro empresas de
propiedad estatal fueran las pioneras en invertir en el extranjero, éstas operaron fuera de la legislación
nacional aunque aprobadas sus actividades directamente por las más altas jerarquías de la política
china. En general este periodo se enfocó más en la atracción de inversión extranjera directa que en la
promoción de inversiones chinas en el mundo.
99 IBM-Fudan University, Going global. Prospects and challenges for Chinese companies on the world stage, IBM-Fudan University, 2006, Nueva York, pp. 4-5. 100 OCDE, OECD investment policy reviews- China…, Op. cit., pp. 75-76.
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68
Para mediados de los años ochenta, la introducción de dos documentos101 permitió que
cualquier empresa que pudiera demostrar tener el capital suficiente, el conocimiento técnico y
operativo y un socio extranjero con el cual asociarse invirtiera en el extranjero. Estas medidas
permitieron que las empresas de propiedad estatal, cuya experiencia era un poco más avanzada que el
del resto, expandieran sus actividades, pero también sirvió para que las empresas de propiedad
municipal y provincial se involucraran más con este tipo de operaciones.
En los años noventa el apoyo gubernamental se intensificó y adquirió un carácter más
estratégico. Las industrias que trabajaban en los ramos considerados como prioritarios para el desarrollo
nacional o con amplias posibilidades de rápido crecimiento, como el de materias primas y el de partes y
maquinaria de exportación para la industria textil y eléctrica, fueron beneficiadas por medio de la
reducción en sus impuestos, asistencia en los términos de intercambio y asistencia financiera para la
realización de los proyectos de inversión en el extranjero. Nuevamente las grandes beneficiarias fueron
las empresas de propiedad estatal, que ahora eran vistas como potenciales campeones internacionales
en sectores estratégicos.
3.1.2 La política “go global”
Para principios del nuevo siglo fue diseñada una política más intensa en términos de la promoción de la
inversión china en el mundo llamada en chino zou chu qu, que literalmente significa “go out”. Esta
política fue iniciativa del Primer Ministro Zhu Rongji en el 2000 y luego incorporada en el Décimo Plan
Quinquenal (2001-2005), marcaba a las inversiones extranjeras de compañías chinas como uno de los
cuatro objetivos centrales para hacer posible el ajuste de su economía con las tendencias de la
globalización. En Marzo del 2004 el ahora Primer Ministro Wen Jiabao, durante su discurso sobre el
Décimo Plan Quinquenal, enfatizó la necesidad de acelerar la implementación de la política “go global” y
coordinar de manera más efectiva las inversiones en el extranjero. Para el 2009 este mismo anunció que
China no dudaría en usar sus reservas para apoyar y acelerar la expansión internacional de las
compañías chinas.102
La política “go global” considera a la inversión en el extranjero como prioridad nacional y la
coloca en el centro de la agenda de las misiones diplomáticas de alto nivel, mismas que, en los últimos
101 Éstos son: 1) The Notice about Principles and the Scope of Authority for Examination and Approval of Establishing Non-trading Enterprises in Foreign Countries, Hong Kong and Macao (1984) y 2) Interim Regulations on the Administrative Measures and Procedures of Examination and Approval of Establishing Non-trading Enterprises Abroad (1985) 102 The Economist, “China’s ‘going out’ strategy”, The Economist, Washington, 21 de Julio de 2009, en http://www.economist.com/blogs/freeexchange/2009/07/chinas_going_out_strategy
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69
años, siempre han sido acompañadas por delegaciones comerciales. Durante estas visitas de alto nivel
se incide de manera clara para que las empresas chinas consigan invertir en los países en los que visitan.
Como ejemplo valga mencionar que durante la visita de Hu Jintao a América Latina en noviembre de
2004 distintas empresas chinas firmaron alrededor de 400 acuerdos y prometieron invertir en la región
un estimado de 100 mil millones de dólares en los siguientes 10 años.103
Dentro de esta política se definen como áreas prioritarias a: 1) proyectos para la exploración y
explotación de recursos naturales; 2) proyectos de manufactura e infraestructura, liderados por la
exportación de productos, tecnología y equipo producidos en el interior; 3) proyectos de desarrollo
tecnológico que permitan al país acceder a tecnología global, habilidades de administración y gerencia y
desarrollar talentos; y 4) proyectos de fusiones y adquisiciones con potencial para impulsar la
competitividad internacional de las empresas chinas.
3.1.3 Los instrumentos de ayuda gubernamentales
Desde que la política “go global” se consolidó entre las diferentes estructuras gubernamentales, se han
diseñado una serie de instrumentos para impulsar la inversión en el extranjero, éstos se dividen en
incentivos financieros y no financieros. Los incentivos financieros son los instrumentos más poderosos
para la promoción de la inversión en el extranjero. Las compañías que se encuentran en los primeros
lugares de las listas de empresas estratégicas para el desarrollo nacional son beneficiarias de apoyos
financieros gubernamentales que adquieren diversas formas tales como préstamos con tarifas por
debajo de las establecidas en el mercado, contribuciones directas de capital y, aunque indirectamente,
los planes de ayuda oficial para el desarrollo.
El Banco Chino de Desarrollo (CDB, por sus siglas en inglés) y el Banco Chino de Importaciones y
Exportaciones (Exim Bank), ambos bancos estatales, son los mayores proveedores de incentivos
financieros, sin embargo, todos los bancos comerciales con participación estatal están instruidos para
ofrecer este tipo de ayuda para los proyectos de inversión en terceros Estados. Por ejemplo, el Industrial
and Construction Bank of China le otorgó a la CNOOC un préstamo por 7 mil millones de dólares, de los
cuales 3.5 mil millones de dólares fueron por concepto de préstamo sin intereses y otro de la misma
cantidad con un interés del 3.5% a pagar en 30 años para adquirir Unocal, una firma estadounidense de
103 Chietigj Bajpaee, “Chinese energy strategy in Latin America” en China Brief, Volúmen 5, 2005, Washington, en líneahttp://www.jamestown.org/programs/chinabrief/single/?tx_ttnews[tt_news]=3870&tx_ttnews[backPid]=195&no_cache=1 consultado el 27 de agosto de 2011
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70
petróleo.104 Exim Bank es quizá la institución financiera más poderosa en la implementación de la
estrategia “go global”. Para ella sólo los proyectos de gran envergadura que utilizan mayormente bienes
y servicios de China pueden ser beneficiarios de sus préstamos, los términos son sustancialmente
favorables en tanto que casi todos los intereses de sus préstamos se encuentran por debajo de los
establecidos en los mercados; esto es posible debido a las contribuciones realizadas desde el gobierno.
El gobierno también ha establecido diversos fondos que benefician al capital chino instalado en terceros
Estados, cabe destacar los fondos diseñados para las empresas que desean instalar fuera del territorio
chino centros de investigación y desarrollo tecnológico y/o plantas para la conducción de cooperación
económica y técnica en agricultura, acuicultura, silvicultura y ganadería105
Otra forma de apoyo a las empresas, aunque indirecta, es por medio de los programas oficiales
de ayuda para el desarrollo. China, a pesar de que de manera oficial no publica sus montos totales, ha
aumentado su ayuda oficial para el desarrollo en los últimos años de manera considerable, al punto que
algunas instituciones y autores la colocan alrededor de los dos mil millones de dólares por año, suma
por demás considerable para un país en desarrollo con poco tradición en la materia.106 La mayoría de los
programas se focalizan en el sector vivienda y, como parte de la política china, tanto en las
constructoras como en los equipos o materiales debe haber presencia nacional, es decir, que los
encargados de la construcción deben ser empresas chinas o corporaciones en las que el capital chino
tenga alguna participación, este mecanismo permite a las compañías establecer subsidiarias en esos
países y expandir sus negocios. Pero no sólo eso, es frecuente que la ayuda oficial para el desarrollo se
enmarque en temáticas más amplias en las que, para recibirla, los países se ven condicionados a ofrecer
facilidades para la adquisición de empresas, generalmente relacionadas con el área de recursos
naturales.
Los mecanismos mediante los cuales se otorga el apoyo financiero se han ido transformando a
lo largo del tiempo, sobre todo porque los competidores internacionales alegan términos desiguales y
un manejo que corresponde más a intereses políticos que a puramente empresariales. Gracias a estos
alegatos se ha incorporado un manejo más corporativo de estas empresas y valores tales como respeto
al medio ambiente y a los derechos humanos son ahora una prioridad en la relación con otros Estados.
La transparencia en las negociaciones y en la firma de los acuerdos es también punto central.
104 Andreas Lunding, Global champions in waiting. Perspectives in China’s overseas direct investment, Deutsche Bank Research, Frankfurt, 2006, p. 3. 105 Véase el anexo 2 de Jorge Arriaga, Las empresas rurales de agroturismo multifuncional en la zona de conservación de la Ciudad de México, Centro de Estudios China-México-FE-UNAM, 2011. En línea http://www.economia.unam.mx/cechimex/BECAS%20CH-MX/JorgeArriagaAnexos.pdf Consultado el 05 de mayo de 2011. 106 Véase Carol Lancaster, The chinese aid system, Center for Global Development, Washington DC, 2007, p. 2-3.
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71
Entre los mecanismos no financieros se encuentran el apoyo político y el apoyo militar, ambos
de vital importancia para el desarrollo de la estrategia internacional.
Políticamente, el gobierno apoya a las corporaciones petroleras nacionales mediante reuniones
entre líderes chinos y sus contrapartes en países productores de petróleo, involucrando directamente a
líderes chinos en las rondas de negociaciones y aprovechando su papel privilegiado en algunas
organizaciones internacionales. Líderes chinos realizan viajes a los países productores de petróleo e
invitan a sus contrapartes a visitar su país para estrechar los lazos comerciales y mostrarles las
oportunidades que ofrece el intensificar las relaciones entre ambos dado el enorme potencial de
crecimiento que tiene la economía china y las oportunidades de cooperar con él. Esta cooperación, no
obstante, suele estar acompañada con pretensiones de mayor participación en el sector energético de
sus visitantes. La efectividad de esta estrategia se encuentra también ligada a la segunda forma de
participación, el involucramiento de los líderes chinos en las negociaciones. De acuerdo al grado de
importancia otorgado por el gobierno o las corporaciones petroleras nacionales a los países con los que
se está negociando un acuerdo energético es el nivel que tendrá el líder chino para cierta negociación.
Por ejemplo, los medios chinos atribuyen el éxito de la CNCP en la licitación por PetroKazajistán al
propio presidente Hu Jintao quien, gracias a su buen desenvolvimiento en las relaciones y a la estrecha
relación que venía cultivando, logró inclinar la decisión para favorecer a su país.
Dentro de la ayuda política es de vital importancia el papel que juega China en los organismos
internacionales, en particular su asiento permanente dentro del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas. La seguridad energética de China es una política integral que abarca una serie de aspectos
dentro de los cuales su participación en los foros multilaterales no puede ser descartada. Como
miembro permanente con poder de veto en el Consejo de Seguridad, China ha intentado detener
acciones que considera en contra de su seguridad energética, por ejemplo, en la campaña promovida
por Estados Unidos para invadir Irak bajo el pretexto de buscar armas de destrucción masiva China se
opuso rotundamente, sobre todo porque le preocupaba que los flujos de petróleo prevenientes de este
destino se vieran afectados y que, en un mediano y largo plazo, el sector energético estuviera
controlado por Estados Unidos, ya fuese mediante el acaparamiento de las inversiones o bien a través
de la presencia militar. Otro ejemplo es la reiterada posición de negarse a imponer sanciones al
gobierno de Sudán –quien para el 2006 exportaba a China unos 260 mil barriles de petróleo al día y
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72
representaba el segundo proyecto petrolero más grande en términos de producción- por la cuestión de
Darfur.107
Otra de las formas de apoyo es el militar. A pesar de que no existen estadísticas ni estudios que
enfaticen de manera directa el vínculo entre la seguridad energética y la modernización que ha
experimentado China en los últimos años de su ejército, es evidente que existe una relación entre
ambos factores. Zhang Wenmu, profesor del Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad
Aeronáutica y Astronáutica de Pekín, por ejemplo, establece que “garantizar el acceso al comercio
internacional y a los recursos necesarios requiere necesariamente de un poder suficiente para defender
las rutas de transporte, en particular las marítimas” y agrega que “el interés nacional de China no
incluye únicamente todas las regiones del mundo, sino también al espacio exterior.”108
De acuerdo a los tratados internacionales y a su membrecía en numerosas organizaciones
internacionales, China ha mostrado una actitud respetuosa del derecho internacional y ha evitado
comenzar conflictos con otros países, sin embargo, en su pensamiento existe una gran desconfianza por
la actitud que otros actores puedan asumir y que ésta, a su vez, ponga en riesgo al sistema chino en su
conjunto, desconfianza que se sustenta históricamente por las múltiples invasiones perpetradas en su
territorio. Bajo esta premisa, se sostiene que “el factor determinante para el ascenso o caída de un país
no es solo el volumen total de su economía sino también su habilidad estratégica, esto es, la habilidad
de usar las fuerzas nacionales para adquirir objetivos políticos. Si la fuerza económica nacional no puede
transformarse en fuerza política nacional, pierde su significado positivo”109
Tomando en cuenta esta perspectiva, el incremento en el flujo de energéticos por puntos conflictivos
como las regiones autónomas con tendencias separatistas o los vías marinas altamente transitadas y
sometidas a una gran vulnerabilidad proveniente de los piratas, terroristas y actores considerados como
contrarios a los intereses de China, han llevado al gobierno central a aumentar la presencia del Ejército
Popular de Liberación en estas zonas.
En un ambiente en el que el transporte marítimo es clave para el desarrollo -considerando que
el 90% del comercio chino es dependiente de las rutas marítimas-, el gobierno ha puesto especial énfasis
a su poder marítimo. Debido a su importancia para la comprensión de la estrategia china más adelante
se analiza la presencia del ejército en el que es sin duda un punto nodal dentro de la seguridad
energética de China: el estrecho de Malaca. 107 Amy Myers y Kenneth Medlock , “China and Northeast Asia” en Jan Kalicki y David Goldwyn (editores), Energy & security. Towards…, Op. Cit., pp. 276-279. 108 Zhang Wenmu, “Sea power and China’s strategic choices” en China Security, World Security Institute, Massachusetts, 2006, pp. 20-21. 109 Ibíd., pp. 22-23.
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73
3.1.4 Los actores de la estrategia
Los principales ejecutores de esta estrategia han sido las compañías de propiedad estatal. Para el
periodo que va de 2004 a 2006, el 83.7% de las inversiones directas chinas en el extranjero fueron
realizadas por empresas que se encontraban bajo administración directa del gobierno central, el
porcentaje restante estaba compartido por las empresas privadas y empresas también estatales pero
bajo administración de las provincias. De hecho, las diez compañías chinas más importantes con
presencia en el extranjero son de propiedad estatal y más de la mitad de ellas operan en el sector de
recursos naturales.110 Dada su importancia para el entendimiento de la estrategia, se realiza a
continuación un breve análisis de los actores que la ejecutan, fundamentalmente de las tres grandes
corporaciones nacionales petroleras.
3.1.4.1 Las tres grandes corporaciones petroleras nacionales chinas
Para comprender la estrategia internacional china es necesario primero entender el origen y
funcionamiento de sus más grandes corporaciones petroleras nacionales (NOCs, por sus siglas en inglés)
ya que son éstas las encargadas de llevarla a cabo, ciertamente no de forma lineal en tanto que su
manejo no obedece en primera instancia a los mandatos dictados por la dirigencia nacional aunque sí
puede hablarse de un manejo estratégico.
La China National Petroleum Corporation (CNPC), la China Petrochimical Corporation (Sinopec) y
la China National Offshore Oil Corporation (CNOC) tienen como origen común al Ministerio de la
Industria del Petróleo y al Ministerio de la Industria Química. A principios de los ochentas, como
consecuencia de las grandes reformas que impactaban en el país en casi todos los sectores, la dirigencia
nacional decidió convertir los activos relacionados con estos ministerios en empresas de propiedad
estatal. Los objetivos fueron mejorar la competencia, promover la eficiencia económica y una más
amplia participación de actores, someter a las empresas de propiedad estatal a los reglas del mercado,
desarrollar un capital nacional, aumentar las entradas por vía de impuestos y reducir los desembolsos
estatales.
Estas tres grandes compañías especializaron sus actividades. Mientras que la CNCP -la
corporación petrolera nacional más grande de China- se dedicó a la producción de gas y petróleo en el
territorio, a Sinopec, la segunda compañía más grande, se le dio la responsabilidad de la refinación de
todo el petróleo y la capacidad manufacturera de petroquímicos y, a CNOC, por comparación la
compañía más pequeña, se le encargó la actividad fuera del territorio nacional. Estas tres compañías han
110 OCDE, OECD investment policy reviews- China…, Op. cit., pp. 77.
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74
logrado colocarse en un papel central dentro del escenario energético regional y mundial, basta con ver
sus números para darse cuenta de su creciente influencia, esta información puede verse en la Tabla 8.
Tabla 8. Corporaciones nacionales petroleras de China en números
Empresa Posición
internacional
Ingresos 2009
(en millones
de dólares)
Beneficios
(en millones
de dólares)
Activos
(en millones
de dólares)
Número de
empleados
CNCP 10 165 496 10 272 325 384 1 649 992
Sinopec 7 187 518 5 756 188 793 633 383
CNOC 252 30 680 3 634 41 943 65 800
Fuente: Julie Jiang y Jonathan Sinton, Overseas investments by Chinese national oil companies. Assessing the drivers and impacts, Agencia Internacional de Energía, Francia, 2011, p. 9
A pesar de que en un primer momento estas compañías estaban geográficamente bien delimitadas –
CNCP controlando el norte del territorio chino, Sinopec el sur y la CNOC dominando la producción fuera
del territorio-, las reformas en el ramo rápidamente llevaron a que estas fronteras se borraran y
comenzara la expansión internacional. La pionera en iniciar operaciones fuera de territorio chino fue
CNCP. A principios de los 90’s la CNCP comenzó a invertir en Sudán, Perú y Kazajistán y para 2004 la
compañía se encontraría operando ya en 18 países de cuatro continentes, sin contar las oficinas
encargadas del comercio y finanzas en Londres, Nueva York y otros centros financieros mundiales. A la
CNCP le siguieron Sinopec y CNOC en su proceso de expansión global, la primera firmando acuerdos
para la participación en el desarrollo de proyectos de petróleo y gas natural en Irán, Arabia Saudita,
Gabón, Kazajistán, Yemen y Ecuador, y la segunda firmando varios pequeños proyectos con contrapartes
extranjeras entre 1992 y 1995, entre los que destacan los establecidos con Sudán, Kazajistán y
Venezuela.
Las actividades internacionales de estas tres empresas se han acelerado de manera
contundente, sobre todo en los últimos años. Desde principios de 2009 y hasta diciembre de 2010 estas
tres compañías, en conjunto con otros jugadores chinos, gastaron al menos 47.59 mil millones de
dólares para adquirir activos en compañías de gas y petróleo alrededor del mundo. El monto total
invertido en fusiones y adquisiciones por empresas chinas en 2009 alcanzó los 18.2 mil millones de
dólares, lo que representó el 13% del total global de adquisiciones en el sector petróleo y gas (144 mil
millones de dólares), y el 61% de todas las adquisiciones realizadas por compañías petroleras estatales
(30 mil millones de dólares). En 2010, las compañías chinas gastaron 29.39 mil millones de dólares
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75
aproximadamente con más de la mitad invertido en América Latina (15.74 miles de millones de
dólares).111
3.1.4.2 Otras compañías
Además de las tres grandes corporaciones petroleras nacionales, China tiene múltiples pequeñas
compañías trabajando en el ramo que contribuyen también, aunque de manera residual en
comparación con las otras tres, con la estrategia internacional. Éstas son:
1. Sinochem. Ubicada en el puesto 203 entre las 500 corporaciones más importantes a nivel
mundial según la revista Fortune, Sinochem es la empresa más grande en el ramo después de las
tres NOCs ya mencionadas. Antes de la entrada de la CNCP y Sinopec en el área de
importaciones y exportaciones de petróleo y gas, Sinochem dominaba el área, ahora se dedica a
la extracción de petróleo en el extranjero aunque con activos más modestos.
2. Zhenhua Oil Company. Es una subsidiaria de la China North Industries Corporation’s (Norinco,
por sus siglas en inglés) y se dedica sobre todo a la fabricación de equipos utilizados en los
campos petroleros y de armas para uso civil y militar; es socio de la CNCP en Siria y en Irak.
3. Shaanxi Yanchang Petroleum Company. Es una pequeña compañía de energía que tiene
presencia fundamentalmente en la provincia de Shaanxi, sin embargo, a pesar de esta
condición, ha firmado contratos compartidos de extracción con Tailandia y Camerún.
4. Xinjiang Guanghui Industry. Su ámbito de acción es la distribución y transportación de gas
natural licuado, la venta al mayoreo y menudeo de algunos commodities y la minería.
Aprovechando su cercanía con Asia Central ha firmado acuerdos compartidos de explotación
con Kazajistán.
5. CITIC Energy. Se encuentra vinculada a CITIC Group, un gigante estatal en inversiones. Posee
activos en Kazajistán e Indonesia.
6. China Investment Corp. Es un fondo soberano de inversión de al menos 290 mil millones de
dólares que ha comenzado a invertir fuertemente en energía y commodities. Desde 2009 ha
invertido en Rusia, Kazajistán y Canadá. 112
111 Julie Jiang y Jonathan Sinton, Overseas investments by Chinese national oil companies. Assessing the drivers and impacts, Agencia Internacional de Energía, Francia, 2011, p. 10 112 Ibíd. pp. 23-24.
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76
3.1.4.3 La relativa independencia de las empresas petroleras estatales con respecto al gobierno
Tradicionalmente suele considerarse que las empresas de propiedad estatal, en general, y las grandes
corporaciones petroleras nacionales, en particular, obedecen de manera lineal a las políticas dictadas
desde el gobierno central o, en algunos casos, a los gobiernos provinciales o municipales. Sin embargo,
esta aseveración resulta un reduccionismo que no permite un pleno conocimiento del funcionamiento
de esta relación. De acuerdo con Downs, las corporaciones petroleras nacionales no son un simple títere
del partido -aunque es verdad que éste juega un papel por demás importante en su funcionamiento-,
pues gracias a su vasta lista de subsidiarias, a sus portafolios de negocios globales y a las ganancias
obtenidas en los últimos años por los altos precios del petróleo, han adquirido un papel de actores con
autonomía relativa con intereses nacionales e internacionales propios y no siempre coincidentes con las
ideas del partido.113
La idea de la independencia relativa de las grandes corporaciones petroleras nacionales
proviene, además del poder económico adquirido, del hecho de que las tres dieron inicio a sus
operaciones internacionales antes de la formación de la Comisión Estatal de Supervisión y
Administración de Activos (SASAC, por sus siglas en inglés). Este órgano creado en 2003 formalmente es
el dueño de estas firmas ya que tiene por objetivos el supervisar y administrar las 123 empresas de
propiedad estatal. Adicionalmente, de 1994 a 2008, es decir, cinco años después de la formación de esta
Comisión, ninguna de las empresas de propiedad estatal, corporaciones petroleras incluidas, pagaron
impuestos por sus ingresos a ningún ministerio del gobierno, incluyendo a la SASAC. Esto representa un
enorme cambio en comparación con la política establecida en los años ochenta en la que gran parte de
los ingresos del Estado provenían precisamente de la CNCP, sin embargo, gracias a las reformas
liberalizadoras que paulatinamente se han ido aplicando a partir de la Reforma y Apertura, en el periodo
citado se han librado de este pago. A partir del 2008 las empresas estatales han tenido que pagar el 10%
de sus ingresos con impuestos ya contabilizados a la SASAC a través del Ministerio de Finanzas. No
obstante, esta carga fue amortiguada con un descuento del 10% en los impuestos empresariales ese
mismo año.
Ante los ojos de algunos analistas, burócratas chinos y la prensa, las corporaciones petroleras
nacionales son vistas como un grupo de interés monopólico que prioriza las ganancias sobre el bienestar
social, muestra evidente de su grado de independencia. Como ejemplo valga mencionar los no aislados
cortes en el suministro que tienen por objetivo lograr que el gobierno aumente los precios al interior del
113 Erica Downs, “Who’s afraid of China’s oil companies?” en Carlos Pascual y Jonathan Elkind, Energy security. Economics, politics, strategies, and implications, Brookings Institution Press, Washington DC, 2009, p. 74.
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país y la reducción en la transferencia de materia prima hacia las refinerías nacionales con el fin de que
se incrementen los precios de los derivados del petróleo.114
Esta independencia, no obstante, no debe ser sobredimensionada. Debe considerarse, antes
que cualquier otro argumento, que los puestos más altos de las corporaciones petroleras nacionales son
ocupados por miembros sustitutos del Comité Central del Partido Comunista, compuesto por los 371
personajes políticamente más poderosos en China. Esto quiere decir que, al menos los rangos de
viceministros en las empresas, son ocupados por personal que tiene que cumplir con los intereses
comerciales de la corporación, al tiempo que atender consideraciones puramente políticas. Esta
situación los coloca en una doble posición. Por un lado, los dota de un gran poder negociador y de
influencia en el gobierno que pueden aprovechar para fines puramente comerciales; por el otro, los
restringe a obedecer órdenes dictadas desde el gobierno central, sobre todo cuando sus carreras
políticas están en ascenso y quieren asegurar una posición cada vez más sólida dentro de las estructuras
del partido. Además, este personal es promovido desde el Comité Central del Partido, que juzga la
participación de los actores no sólo con base en consideraciones comerciales sino también políticas.115
El personal no es el único factor que cuestiona la independencia de las NOCs. El Partido controla
también a estas corporaciones mediante el sistema de aprobación de créditos, pues es necesario su
visto bueno para el comienzo de actividades de inversión en el sector energético. Otro medio es el
otorgamiento de créditos baratos. Si bien en los últimos años los grandes ingresos les han permitido
realizar inversiones a gran escala, los proyectos de gran envergadura requieren mayores capitales que
pueden ser provistos por el Estado chino a intereses muy bajos, bajo esta consideración, el Partido ha
utilizado este instrumento como un mecanismo de premios y castigos.
Otro argumento utilizado para resaltar la independencia de las corporaciones del Estado había
sido la falta de coordinación en el sector. Hasta antes de la creación de la Comisión Nacional de Energía
en 2010 -precedida por intentos fallidos de organizaciones para empoderar y administrar al sector tales
como el Ministerio de Energía, el Buró Nacional de Energía y la Administración Nacional de Energía-, la
política energética china estaba controlada por una serie de ministerios con gran poder cada uno
(Ministerios de Asuntos Exteriores, Ministerio de Comercio, Comisión Nacional para el Desarrollo y la
Reforma). Esto imposibilitaba la formulación de una política más enfocada en el nuevo papel de China
en el escenario energético internacional y empoderaba aún más a las corporaciones petroleras
nacionales. La decisión del Primer Ministro Wen Jiabao en 2010 de asumir la responsabilidad de crear
114 Ibid. pp 76-77. 115 Julie Jiang y Jonathan Sinton, Overseas investments by Chinese…, Op. Cit., p. 26.
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una Comisión Nacional de Energía presidida por él fue considerada como un gran acierto para el sector,
sobre todo porque el objetivo de fondo era el incrementar el poder del gobierno. Aunque en esta
Comisión también participan varios ministerios (Ciencia y Tecnología, Industria e Información,
Protección Ambiental, Seguridad) y se cuenta con la presencia de los organismos militares, el rasgo
característico es que el mandato bajo el Primer Ministro intenta hacer efectiva la coordinación entre los
sectores y reducir las consecuencias de la antigua fragmentación y descentralización. La reciente
aparición de este organismo hace imposible una evaluación de sus resultados, no obstante, se esperan
resultados favorables para los próximos años y un manejo más estratégico del sector.116
De acuerdo a lo analizado, se reconocen las siguientes características de la estrategia “going out”
1) Las inversiones chinas fuera de su territorio se han incrementado, pero tiene todavía potencial
de desarrollo.
2) Los mercados están concentrados en pocos países y regiones. La proporción de petróleo
obtenida de estos países es cercano al 80% del total
3) Las tres más grandes corporaciones petroleras nacionales son el principal motor en el desarrollo
de la obtención de energéticos.
4) La reforma a las corporaciones petroleras nacionales se ha acelerado y su competitividad
internacional se ha agudizado.
5) Las corporaciones petroleras nacionales chinas habrán de enfrentarse a variadas dificultades en
la expansión de sus operaciones, sobre todo por los monopolios existentes en el ramo.117
La estrategia internacional de suministro se ha desplegado en todo el mundo, cubriendo todas las
regiones del planeta, salvo pequeñas excepciones. La forma preferida para ejecutarla es por medio de la
adquisición de activos o de participación en proyectos de relativa envergadura. No obstante, cuando
esto no es posible se realizan también contratos de largo plazo para el suministro aun cuando las
corporaciones nacionales petroleras no participen en las diversas etapas relacionadas con el petróleo.
Considerando importante también la forma en la que se transportan los hidrocarburos, se han
establecido contratos para la construcción de oleoductos y gasoductos. A continuación se realiza un
breve análisis sobre la estrategia particular para las diferentes regiones en las que China tiene presencia,
se destaca el tipo de relación, los motivos que han impulsado el estrechamiento de relaciones y las
implicaciones para ambos países.
116 Bo Zhiyue, China’s new National Energy Commission: Policy implications, EAI Background Brief, 2010, pp. 1-8. 117 Hu Baomin, y Li Zhenguo, China’s energy sector. A sustainable…, Op. Cit., p. 76
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3.2 La estrategia hacia América Latina
Hasta 1970 Cuba era el único país de América Latina en reconocer diplomáticamente a China, ya que la
mayor parte de sus integrantes lo harían entre 1970 y 1980, México incluido. A pesar de ello, algunas
islas del Caribe, algunos países centroamericanos y Paraguay siguen manteniendo relaciones
diplomáticas con Taiwán. Bajo este marco, la realidad es que las relaciones entre China y América Latina
se han estrechado de manera contundente. Prueba de ello son las visitas del presidente Hu Jintao a la
región en 2004, 2005 y 2008; la incorporación de China al Banco Interamericano de Desarrollo como
miembro extra regional en 2008; la negociación para la firma de acuerdos de libre comercio con países
seleccionados (Chile, Perú y Costa Rica); los diálogos sostenidos con el Mercado Común del Sur y la
Comunidad Andina; el aumento en los niveles de exportación e importación;118 entre otros mecanismos
de acercamiento.
El estrechamiento de relaciones entre China y América Latina puede ser analizado desde
múltiples aristas que van desde las de tipo político, que consideran, por ejemplo, que la afinidad
ideológica de izquierda es un factor decisivo -sobre todo después del triunfo de los presidentes Hugo
Chávez, Michelle Bachelete, Luiz Alan García, Inacio da Silva y Evo Morales-; hasta las de tipo histórico,
que rememoran los viajes realizados en la ruta de la seda. Para un análisis centrado en el sector
energético, resulta conveniente dar prioridad a las cuestiones económicas, en particular al volumen de
importaciones y exportaciones y al flujo de inversión extranjera directa, para dar una mayor
certidumbre al respecto.
Este mayor acercamiento obedece a condiciones particulares e intereses precisos de ambas
partes. Para América Latina, China representa un mercado potencial de amplias dimensiones dado su
elevado volumen de población y las características específicas de ésta. Su población muestra como
particularidades atrayentes el aumento en el poder adquisitivo de cerca del 40% de sus habitantes en las
ciudades y un 33% promedio de personas que se encuentran por debajo de los 20 años de edad, lo que
significa que son más receptivos a los hábitos de consumo occidentales.119 Esto ha impulsado el
establecimiento de consulados en Shanghái y la apertura de oficinas comerciales de algunas empresas
de la región.
118 En 2007 alrededor del 5% de las exportaciones de la región tuvieron como destino a China y más del 10% de las importaciones provinieron de este país. Rhys Jenkins, “The Latin American case” en Rhys Jenkins y Enrique Dussel Peters (editores), China and Latin America. Economic relations in the twenty-first century,DIE-UNAM/CECHIMEX, Bonn, 2009pp. 30 y 35. 119 Oliva Carla, “Inversiones en América Latina: la inserción regional de China” en Sergio Cesarin y Carlos Moneta (compiladores), China y América Latina. Nuevos …, Op. Cit., p. 213.
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Para China, América Latina es fundamentalmente una fuente de recursos naturales, aunque
también un mercado de modestas dimensiones. Dado que China es uno de los principales consumidores
internacionales de grano –lo que es lógico si se considera que su territorio vive alrededor del 25% de la
población mundial y es el tercer país en extensión territorial- pero cuenta tan solo con un 7% de la tierra
cultivable a nivel mundial, su demanda internacional alcanza dimensiones muy elevadas. Su papel como
principal país manufacturero, igualmente, lo coloca como un gran comprador de materia prima para ser
transformada en productos con valor agregado medio y alto, además de los requerimientos energéticos
para poner en marcha sus industrias.
Dadas estas particularidades en la relación, se observa que América Latina, aunque con especial
participación de Brasil, México, Argentina, Chile y Perú, exporta a China principalmente productos
agropecuarios, minerales, productos de mar y petróleo, y ésta le exporta a la región fundamentalmente
productos manufacturados. Tal como analiza Rhys Jenkins con datos del 2006, para América Latina las
exportaciones de materias primas hacia el mundo representan 33.9% de su total, sin embargo, cuando
se considera sólo a China, el porcentaje se eleva hasta el 62.5%. Lo mismo sucede con los bienes
manufacturados, mientras que en el resto del mundo representan el 64.9%, para China se reduce a
37.5%. Por cuanto a las exportaciones de China hacia la región sucede un caso similar. El porcentaje de
exportaciones de bienes primarios de China hacia América Latina es tan solo del 1%, en tanto que el de
bienes manufacturados alcanza el 97.5%. Esta condición se mantiene relativamente estable con el resto
del mundo -9% bienes primarios y 89% de productos manufacturados-.120
La composición de los intercambios explica entonces la tendencia de la relación. Si se considera
que América Latina posee el 9.7% de las reservas probadas de petróleo, el 8.8% de la producción global
de éste y 4.7% de la de gas natural,121 se puede dimensionar la importancia de la región en la estrategia
internacional de China para la consecución de su seguridad energética por medio de la diversificación de
la oferta. Sin embargo, valga adelantarlo, el papel de la región dentro de las importaciones de
energéticos realizadas por China es muy modesto.
A pesar de que China es el tercer comprador internacional más importante de petróleo de la
región, en términos de volumen se encuentra muy por debajo de las compras realizadas por Estados
Unidos, pues mientras China compró 1.9% del total exportado en 2005 y la Unión Europea un 9.2%,
Estados Unidos se quedó con el 81%. Estas compras representaron para China sólo el 3.1% de los
suministros internacionales, que representan unos 107 mil barriles por día. Aunque a primera impresión
120 Rhys Jenkins, “The Latin American case” en Rhys Jenkins y Enrique Dussel Peters (editores), China and Latin America. Economic relations…, Op. Cit., p. 31 y 36. 121 International Energy Agency, Key world energy…, Op. Cit., pp. 10 y 12.
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parecería que la participación es mínima, es necesario considerar que las relaciones se están
expandiendo. De 2004 a 2005 el volumen de importaciones de petróleo se elevó en un 28% y de 2001 a
2005 lo hizo casi veinte veces, lo que prueba la creciente importancia de la región dentro de la
estrategia china, sobre todo de Venezuela y algunos otros países. 122
3.2.1 Venezuela
De particular interés para China ha sido el estrechar los lazos con el que para el 2008 era el noveno
productor más importante de petróleo a nivel mundial con 3.5% del porcentaje total, Venezuela.123
Desde 1999 Hugo Chávez ha realizado cuatro viajes a China y diversos representantes de este país,
desde el vice primer ministro hasta el presidente Jiang Zemin, han tocado tierras venezolanas en tres
ocasiones. Durante estos encuentros se han firmado numerosos acuerdos de cooperación, incluyendo
créditos para la vivienda, telecomunicaciones y desarrollo rural, sin embargo, los de principal
trascendencia han sido los acuerdos relacionados con los energéticos.
En enero de 2005 y agosto de 2006 la CNCP y Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) firmaron dos
acuerdos mediante los cuales se decidió una asociación de ambas para el desarrollo de 14 campos
petroleros en Zumano, una región del estado de Anzoategui. Para el comienzo de las labores se
invirtieron 350 millones de dólares y otros 60 para asumir los costos de la infraestructura relacionada,
que se refiere básicamente a la construcción de refinerías y de redes carreteras para la transportación.
Las reservas de estos campos están estimadas en 400 millones de barriles de petróleo y 3 billones de
pies cúbicos de gas natural.124
La CNPC tiene presencia también en el Cinturón del Orinoco. En 2006 obtuvo los derechos para
la certificación y cuantificación de las reservas del bloque Junin-4. Las primeras estimaciones de sobre
las reservas de este campo se colocan entre los 20 y 30 mil millones de barriles y una producción de
unos 200 mil barriles por día. El contrato para la producción en esta misma zona fue firmado hasta 2009
y la inversión asciende a unos 16 mil millones de dólares, sólo inferior al contrato establecido entre
Venezuela y Rusia de 20 mil millones de dólares. Se cree que ambos proyectos elevarán la producción
venezolana en unos 900 mil barriles por día.125
122 Francois Lafargue , “China’s presence in Latin America. Strategies, aims and limits” en China perspectives, French Centre for Research on Contemporary China, No. 68, París, noviembre-diciembre 2006, p. 10. 123 International Energy Agency, Key world energy…, Op. Cit., p. 11. 124 Eurasia Group, China’s overseas investment in oil and gas production, Eurasia Group, Nueva York, 2006, p. 18. 125 Will Grant, “China in huge Venezuela oil deals” en BBC NEWS News, Sección Americas, Londres, 17 de septiembre de 2009, en línea, http://news.BBC News.co.uk/2/hi/8260200.stm
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Las relaciones energéticas han estado acompañadas de un creciente intercambio comercial y
también militar, pues China le vende a Venezuela aviones de combate. De hecho, en 2010 el gobierno
chino anunció un préstamo por 20 mil millones de dólares para que este país pueda hacer frente a sus
problemas sustanciales que ha postergado por falta de capitales. Tras este anuncio, el presidente
Chávez respondió que “todo el petróleo que China necesita para sostener su crecimiento y consolidar su
poder está aquí”.126 Esta afirmación, no obstante, es un tanto precipitada en tanto que el petróleo
venezolano es alto en sulfuro y las refinadoras chinas no son del todo capaces de procesarlo. China
realiza fuertes inversiones para la refinación pero en este momento es este atraso tecnológico lo que le
imposibilita aumentar considerablemente las importaciones del petróleo venezolano.
3.2.2 Otros países de la región
a) Brasil
En 2009 China sustituyó a Estados Unidos como primer socio comercial de Brasil, desde entonces las
relaciones de ambos países se han estrechado de manera contundente. En 2010 Brasil se encontraba en
la última posición dentro de los diez principales países de los cuales China importa petróleo, con un
volumen de exportación de 151 mil barriles por día, pero con una gran oportunidad de ascenso.127
Durante la visita del presidente Luiz Inacio da Silva a Pekín en 2010 se acordó un préstamo por parte del
China Development Bank por un monto de 10 mil millones de dólares a la brasileña Petrobras, ésta, en
compensación, habrá de suministrar a Sinopec 200 mil barriles de petróleo al día en los próximos 10
años. El préstamo otorgado por China viene en un momento en el que es necesaria la inversión en el
sector energético brasileño para la extracción de petróleo en los yacimientos recién descubiertos en
aguas profundas y en el que Estados Unidos no puede permitirse realizar ese tipo de inversiones. Este
acuerdo se acompaño por un memorándum de entendimiento para la exploración y refinación conjunta
entre Petrobras y Sinopec. 128
b) Ecuador
Como miembro de la OPEP y quinto mayor productor de petróleo en Sudamérica, Ecuador es también
parte importante en la estrategia china de suministro externo. El consorcio Andes Petroleum, que
126 Simon Romero, “Chávez says China to lend Venezuela $20 billion” en The New York Times, Sección Americas, Nueva York, 18 de abril de 2010, en línea, http://www.nytimes.com/2010/04/19/world/americas/19venez.html 127 U.S. Energy Information Administration, Country analysis brief header. China, U.S Energy Information Administration, en línea http://205.254.135.24/emeu/cabs/China/Full.html (Fecha de consulta: 12 de Mayo de 2011) 128 Reuters, “China signs $10 bln loan-for-oil deal with Brazil” en Reuters, Sección Business, Nueva York, 19 de Mayo de 2009, en línea, http://www.reuters.com/article/2009/05/19/china-brazil-oil-idUSPEK26898520090519
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incluye tanto a la CNPC como a Sinopec, realizó una fuerte compra en 2005 al adquirir la base de la
canadiense Encana por 1.42 mil millones de dólares. Este consorcio produce alrededor de 60 mil barriles
por día, de los cuales la totalidad es exportada hacia Estados Unidos. Después de esta compra, por la
aparición de una ley que obligaba a las empresas petroleras privadas a pagar un 50% de las ganancias
obtenidas cuando el precio del barril se elevara por encima del establecido en el contrato, China decidió
no realizar mayores inversiones. En su lugar, en 2009 anunció un pago adelantado de 1 mil millones de
dólares por las futuras ventas de petróleo y confirmó la participación de la compañía Sinohydro para
construir una hidroeléctrica por un valor de 2 mil millones de dólares.129 Para julio de 2011 China
firmaría un nuevo acuerdo mediante el cual Ecuador venderá en los próximos seis años 130 millones de
barriles de petróleo crudo y 18 millones de barriles combustible, el acuerdo se estima en 2 mil millones
de dólares.130
c) Perú
China y en particular la CNPC han sido muy activos en el sector de hidrocarburos peruano por algunos
años. La primera adquisición de la CNPC fue el bloque 8 y el bloque 1AB de la argentina Pluspetrol en
Enero de 2004 por un estimado de 200 millones de dólares, convirtiendo a la compañía en la segunda
más grande productora de petróleo en Perú. Ambos bloques producen un estimado de 60 mil barriles de
petróleo por día que son usados fundamentalmente para consumo interno aunque también pequeñas
cantidades son exportadas hacia China –para la primera mitad del 2006 se enviaron unos 20 mil barriles
por día-. Más recientemente la CNPC obtuvo la concesión del gobierno peruano para explorar,
desarrollar y producir petróleo crudo y gas natural en dos zonas del sudeste del país. 131
d) Colombia
Sinopec ingresó al mercado colombiano en agosto de 2006 en conjunto con la india ONGC al adquirir el
50% de los activos de Omimex de Colombia, una subsidiaria de la estadounidense Omimex Resources.
Esta empresa tiene en Colombia una producción de 9 mil barriles por día que provienen de su
participación del 50% en tres campos ubicados a unos 200 km de noroeste de Bogotá. Posee también un
oleoducto que conecta estos campos con la refinería de Barrancabermeja, que exporta
fundamentalmente hacia Estados Unidos. En 2010, durante una exposición internacional de comercio, el 129 Eduardo Garcia, “Oil-hungry China moves to strengthen Ecuador ties” en Reuters, sección Business, Nueva York, 13 de julio de 2009, en línea, http://www.reuters.com/article/2009/07/13/us-ecuador-china-oil-idUSTRE56C6FF20090713 130 Mercedes Alvaro, “Ecuador, China in big crude-oil deal” en Market Watch, sección Investing, Nueva York, 2 de julio de 2011, en línea, http://www.marketwatch.com/story/ecuador-china-in-big-crude-oil-deal-2011-07-02 131 Eurasia Group, China’s overseas investment in oil…, Op. Cit., p. 19.
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gobierno colombiano buscó atraer el interés de las empresas petroleras chinas mediante el ofrecimiento
de lo que llamaron “contratos modernos”. Las autoridades colombianas esperan que en los próximos
años se realice una inversión que supere los 1 mil millones de dólares.132 El estrechamiento de las
relaciones vía la inversión en el sector energético es ahora más incierto pues en Junio de 2011 tres
trabajadores chinos del sector petrolero fueron secuestrados por las FARC.133
3.3 La estrategia hacia América del Norte: Canadá
Canadá es un país petrolero desde hace varios años, con una producción que además de atender las
necesidades nacionales -que rondan el millón de barriles por día- cubre el 10% de la demanda
estadounidense –cifra que representa dos millones de barriles por día-. Este número de 3 millones
podría multiplicarse por dos en los próximos diez años, pero no por la explotación de yacimientos
convencionales, ya en evidente declive, sino por las arenas bituminosas134 del norte de la provincia de
Alberta. De hecho, se estima que hay depósitos equivalentes a 175 mil millones de barriles de petróleo
en esta zona.135
Reconociendo esta importancia, China comenzó a invertir en 2005 en las arenas bituminosas del
norte de Alberta por medio de una subsidiaria de Sinopec formada en asociación con Canadá llamada
SinoCanadian Petroleum. La empresa fue creada para ganar el 40% de participación en el proyecto Luces
del Norte, el cual se espera que produzca en 2012 unos 114 mil barriles de petróleo por día. La CNOOC,
por su parte, tiene presencia en el Lago Cristina al haber adquirido en 2007 el 16.67% de participación
en la empresa MEG Energy, que desarrolla un proyecto de unos 22 mil barriles de petróleo por día.
En 2009 las inversiones aumentaron de nivel. China y Canadá firmaron un acuerdo por medio
del cual PetroChina, al pagar 1.7 mil millones de dólares, adquirió el 60% de los depósitos MacKay y
Dover manejados por la Athabasca Oil Sand Corporation. Estos depósitos son los segundos más grandes
132 Daniel Brody, “Colombia woos Chinese oil companies” en Colombia Reports, sección Economy, Bogotá, 10 de mayo de 2010, en línea, http://colombiareports.com/colombia-news/economy/9645-colombia-woos-chinese-oil-companies.html 133 BBC NEWS, “Chinese oil workers ‘kidnapped by Colombia rebels’ ” en BBC NEWS, sección Latin America, Londres, 9 de Junio de 2011, en línea, http://www.BBC News.co.uk/news/world-latin-america-13708377 134 Las arenas bituminosas, también conocidas como arenas petrolíferas, aceiteras o de petróleo, son una mezcla de arcilla, arena y alquitrán. A diferencia de las A diferencia de las técnicas de recuperación convencionales que requieren la perforación del subsuelo, en la minería de arenas bituminosas, el mineral se extrae usando palas excavadoras y camiones. El material se mezcla con agua caliente para separar el petróleo de la arena. El alquitrán se eleva hacia la superficie y la mezcla resultante, llamada espuma, se trata para quitar la arena y la arcilla fina que queda, produciendo alquitrán seco que se diluye y se transporta para su ulterior procesamiento. Shell México, “Arenas petrolíferas” en Shell México, Sección Satisfacer la demanda, México, en línea, http://www.shell.com.mx/home/content/mex/innovation/meeting_demand/new_unconventional/oil_sands_tech/ 135 Ramón Tamames , “El tesoro canadiense escondido” en Periodista Digital, Sección artículos, Madrid, 11 de Noviembre de 2005, en línea, http://blogs.periodistadigital.com/tamames.php/2005/11/11/p3306
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del mundo, superados sólo por los que se encuentran en Arabia Saudita.136 En 2011 la CNOOC firmó un
acuerdo con la canadiense OPTI por 2.1 mil millones de dólares que le dieron el 35% de participación en
el proyecto de arenas bituminosas de Long Lake, también en Alberta.137
3.4 La estrategia hacia Rusia y Asia Central
Rusia es el segundo productor y exportador mundial de petróleo y el primer productor y exportador
mundial de gas natural. Los territorios de la antigua Unión Soviética disponían para el 2008 del 15.7% de
la producción mundial de petróleo y 27.3% de la de gas natural, destacando en este último el papel de
Turkmenistán como el sexto exportador a nivel mundial.138 Para China resulta de especial interés el
hecho de compartir fronteras territoriales con varios de ellos, puesto que las relaciones se sustentan
también en términos de seguridad regional y las estrategias diseñadas para el suministro energético
desde estos puntos requiere otro tipo de pensamiento en tanto que no es necesario el tránsito marítimo
por puntos conflictivos. Por su cercanía geográfica, para acceder a estos recursos es necesario el
transporte terrestre o la construcción de gaseoductos y oleoductos transfronterizos, lo que implica el
establecimiento de contratos de largo plazo basados en intereses compartidos.
Las relaciones entre China y la Unión Soviética son ampliamente conocidas. Se sabe que pasaron
de un vínculo muy estrecho en tiempos de la consolidación del socialismo en China a un distanciamiento
franco a mediados de los sesenta, cuando se disputó el liderazgo del socialismo internacional, aunque
no exento de intercambios comerciales. 139 Tras la caída del muro de Berlín y la posterior desintegración
de la Unión Soviética, las relaciones entre China y ahora una multiplicidad de Estados no se hizo esperar.
China fue uno de los primeros países en reconocer a los nuevos estados de Uzbekistán, Kazajistán,
Tayikistán, Kirguistán, el 27 de diciembre de 1991; y a Turkmenistán una semana después, el 6 de enero
de 1992. El interés primordial del gobierno chino en ese momento fue el garantizar la seguridad
territorial, ya que comparte 3, 300 km de su frontera este con estos países y los movimientos sociales de
la región autónoma de Xinjiang comenzaban a hacerse más fuertes bajo la posible amenaza de formar el
Estado de Turkestán del Este, apoyados por la diáspora Uigur instalada en Kazajistán. Así, en 1994, un
año después de que China se volviera importador neto de petróleo, el Premier Li Peng visitó Kazajistán,
136 BBC NEWS, “China’s PetroChina invests in Canada oil sands” en BBC NEWS, Sección Business, Londres, 30 de diciembre de 2009, en línea, http://news.bbc.co.uk/2/hi/8434603.stm 137 BBC NEWS, “Chinese state oil firm buys Canadian oil sands producer” en BBC NEWS, Sección Business, 20 de julio de 2011, en línea, http://www.bbc.co.uk/news/business-14214771 138 International Energy Agency, Key world energy…, Op. Cit., pp. 10-13. 139 Eugenio Anguiano, “Diplomacia de la República Popular China” en Eugenio Anguiano (coordinador), China contemporánea. La construcción de un país (desde 1949), El Colegio de México, México, 2001, pp. 120-125.
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Uzbekistán, Kirguistán y Turkmenistán, con el objetivo fundamental de convencerlos de comprometerse
en la lucha contra los movimientos separatistas y evitar que los apoyaran.140
El interés mostrado por China fue bien recibido en la región fundamentalmente debido a tres
razones: 1) los países de Asia Central necesitaban nuevas rutas hacia el mar que les dieran acceso a
puertos en la costa Este de China; 2) el dominio ruso en la zona dejaba con pocas opciones a los países
de la región, por lo que se busca la diversificación de relaciones; y 3) el régimen talibán había llegado al
poder en Afganistán en 1996 y amenazaba con extenderse en la región. Este miedo al radicalismo
islámico incrementó la disposición de la región para iniciar con la cooperación en materia de seguridad
con Rusia y China.141
A pesar de este buen recibimiento, las relaciones, al menos en lo económico, continuaron
siendo muy modestas. Hasta 1996, con la visita de Jiang Zemin, el eje energético se volvió articulador
fundamental del vínculo, pues fue en el marco de esta visita cuando comenzaron a firmar acuerdos para
la exploración y producción en el territorio. No obstante, la agenda de seguridad continuó siendo la más
importante para ambas partes.
Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 a Estados Unidos, China decidió rápidamente
apoyar la lucha internacional contra el terrorismo. La preocupación fundamental era que el radicalismo
islámico se extendiera en Asia Central y, por efecto dominó, incrementara el descontento de la región
autónoma de Xinjiang. Al asumir esta posición, China logró que se inscribiera al movimiento para la
liberación de Turkestán del Este dentro de la lista de movimientos terroristas internacionales. Pero no
sólo el terrorismo fue una preocupación, los movimientos en Georgia, Ucrania, Kirguistán y Uzbekistán
en los años siguientes también llamaron su atención en tanto que fueron vistos como un intento de
Estados Unidos por continuar con su lucha contra el socialismo y por minar la presencia china en la
región. La respuesta fue una intensificación de la cooperación en materia económica y militar. En este
sentido, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) jugará un papel central.142
Aun cuando fue creada en 1996, la OCS no se había mostrado como un foro capaz de llegar a
acuerdos importantes, después del 11 de septiembre esto sería diferente. La OCS fue tomada por China
como una plataforma para impulsar sus intereses en la región, por lo que promovió una agenda de
seguridad multidimensional (aunque con un marcado tono antiterrorista) y de cooperación económica
140 Xuali Liao , “Central Asia and China’s energy security” en China and Eurasia Forum Quarterly, Central Asia-Caucasus Institute-Silk Road Studies Program, No.4, Vol. 4, Washington DC, 2006, p. 62. 141 Isabelle Facon, L’Asie centrale comme enjeu dans le “partenariat stratégique” sino-russe, Fondation pour la Recherche Stratégique, París, 2008, p. 9. 142 Valérie Niquet, “La Chine et l’Asie central” en Perspective Chinoises, CEFC, No. 96, 2006, en línea, http://perspectiveschinoises.revues.org/995
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en el que el eje energético sería un fuerte articulador. Debido a que no existen adquisiciones en otros
países de la región y a que con Turkmenistán sólo se ha firmado un acuerdo para el suministro de gas
natural, pero no se ha llevado a cabo por la poca transparencia de su gobierno143, se analizan
únicamente los casos de Rusia y Kazajistán.
3.4.1 Rusia
Las relaciones de Rusia con China se remontan a las épocas de la Unión Soviética, sin embargo, con la
caída de ésta, la forma de vinculación se transforma en tanto que ambos países están llamados a ocupar
un nuevo papel en el escenario internacional. Por un lado, Rusia dejó ser la superpotencia de tiempos de
Guerra Fría para convertirse en un Estado dirigido a la reconversión interna con la ayuda internacional,
fundamentalmente de Estados Unidos. China, por su parte, ocupó un papel modestamente más
destacado por el enorme crecimiento económico, aunque también se enfocó en la continuación de sus
reformas internas. A pesar de que se tenían relaciones y de que Rusia tiene dos terceras partes de su
territorio en la región asiática, no interactuó de manera sustancial con los países asiáticos. Su relación se
centraba básicamente con Europa y Estados Unidos.
Dos años después de la desintegración, debido a la severa crisis económica que fue atribuida a
los ajustes estructurales recomendados por las organizaciones internacionales y, en particular, a Estados
Unidos, Rusia decidió tomar una actitud más abierta al mundo y buscar nuevos aliados. En este
momento China decidió ocupar un mayor papel. “De forma progresiva, ambos países comienzan a
percibir puntos comunes en sus intereses. Mientras que Rusia necesita un aliado como alternativa a la
relación con EE. UU., para reforzar sus aspiraciones de potencia mundial, China quiere una frontera
norte estable que le permita concentrar sus recursos en la economía y en el problema de Taiwán; para
lo cual las importaciones de energía y armamento rusos le son necesarias”144
A partir del reconocimiento de estos intereses mutuos, China y Rusia comenzaron a asumir
posiciones parecidas en el ámbito internacional que apuntan a la necesidad de un mundo multipolar en
el que ambos puedan tener un papel más destacado. Así, en 1996 se habló por primera vez de
establecer una “asociación cooperativa estratégica” multi temática que se fue construyendo por medio
de diversos instrumentos e intercambios como la Declaración Conjunta sobre un mundo multipolar y el
establecimiento de un nuevo orden internacional, firmada en abril de 1997, el Tratado de Buena
143 Eurasia Group, China’s overseas investment in oil…, Op. Cit., p. 17 144 Javier Morales, La “asociación estratégica” ruso-china: Desafíos, oportunidades e implicaciones para la seguridad regional, UNISCI-Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2004, p. 3
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Vecindad, Amistad y Cooperación, signado en julio de 2001, y las más de 10 visitas de Jefes de Estado de
1992 a 2003.145
Rusia ha buscado diversificar su lista de compradores internacionales de energéticos en tanto se
encuentra altamente enfocada al mercado europeo, de ahí que haya buscado a compradores orientales,
en particular a China. En este sentido, “Beijing pretende acceder ampliamente al suministro ruso porque
diversifica proveedores, reduce el coste de transporte y elimina países intermediarios de tránsito. Los
intereses chinos se complementan con los directamente rusos porque para Moscú la consolidación de
China como cliente diversificaría sus ventas, estimularía la explotación de los yacimientos de Siberia
Oriental y Lejano Oriente rusos, así como desarrollaría económicamente estas zonas del país.”146
Para 2010 Rusia se situó como el quinto proveedor de petróleo para China al suministrarle unos
284 mil barriles por día.147 La primera empresa petrolera rusa que exportó a China fue Yukos, sin
embargo, tras los problemas en los que se vio envuelta la compañía en 2003 los flujos fueron alterados.
Posteriormente, Rosneft, la compañía estatal más importante de Rusia con nexos muy fuertes con el
Kremlin, adquirió la mayor parte de los activos de Yukos y la relevó en las exportaciones hacia China. De
hecho, en 2005 la CNCP firmó un contrato de abastecimiento con esta compañía que suponía la compra
de 48,4 millones de toneladas de petróleo para los próximos 10 años y para lo cual se realizó un
adelanto de 6 mil millones de dólares, fijando el precio en 40 dólares por barril. Este mecanismo resultó
beneficioso para Pekín tras el aumento de los precios, pero Rosneft ha amenazado con revocar el
contrato si no se actualizan los precios.148 En 2009 un acuerdo de gran envergadura tuvo lugar. China,
por medio del China Development Bank, dio a Rusia un préstamo por 25 mil millones de dólares para el
desarrollo de proyectos relacionados con la modernización de su sector petrolero, a cambio, Rusia se
comprometió a aumentar sus exportaciones hacia China en razón de 300 mil barriles de petróleo por día
en los próximos 20 años, este volumen representa un 10% de las importaciones que China realiza del
energético.149
Uno de los problemas de estas compras es el medio por el cual se transportan. El petróleo
producido en Rusia es enviado a China por medio de las vías ferroviarias, éstas, además de ser tardadas
y estar sometidas a inseguridades por vandalismo, resultan costosas, sobre todo después del ajuste de
145 Ibíd., pp. 3-9. 146 Antonio Sánchez, “La seguridad energética Rusa” en Discussion Papers, UNISCI-Universidad Complutense de Madrid, No. 17, Madrid, mayo 2008, p.116. 147 U.S. Energy Information Administration, Country analysis brief header. China, U.S Energy Information Administration, en línea http://205.254.135.24/emeu/cabs/China/Full.html (Fecha de consulta: 12 de Mayo de 2011) 148 Antonio Sánchez, “La seguridad energética Rusa” en Discussion Papers, Op. Cit., p. 116. 149 David Winning , “China, Russia strike $25 billion oil pact” en The Wall Street Journal, Sección Asia Business, 18 de febrero de 2009, en línea, http://online.wsj.com/article/SB123488153527399773.html
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precios en 2007. Para remediar esta situación, desde hace algunos años los socios se han planteado la
posibilidad de construir oleoductos pero las negociaciones habían sido infructuosas, sobre todo por la
participación de otros actores, en especial Japón, que pugnaba por dirigir hacia sus territorios el
oleoducto, y de la poca justificación de una inversión tan fuerte.
Desde las años noventa se iniciaron las negociaciones. En 2004 se había decidido ya la ruta
Angarsk-Skovorodino pero fue rechazada y en cambio se propuso otro que iba del lago Baikal hasta el
Pacífico, de donde saldría un ramal que conectaría con Dajin, China. La construcción comenzó porque se
abría el abanico de compradores para Rusia al poder incluir a Japón, Corea del Sur y otros países del
Pacífico asiático. No obstante, el tramo que conectaría con China no había quedado pactado aún. De
hecho, ni la visita del primer ministro chino Ben Jiabao a Rusia en 2007 logró destrabar las negociaciones
y se manejaba ya la opción de utilizar el oleoducto que conecta a Rusia con Kazajistán como alternativa.
Finalmente, después de un préstamo chino de otros 25 mil millones de dólares, el oleoducto que va de
Skovorodino a Daqing se encuentra en funcionamiento desde principios de 2011, transportando unos
300 mil barriles de petróleo por día.150
Además de los oleoductos, las corporaciones petroleras nacionales también han realizado
algunas adquisiciones en el territorio ruso. En 2007 Sinopec compró el 49% de los activos de la empresa
Udmurtneft, una subsidiaria de TNK-BP, quedando el otro 51% en manos de Rosneft. Esta participación
puede ser benéfica para las empresas chinas que desean realizar mayores inversiones en el sector, pues
convierte a Rosneft en un socio local con gran experiencia. En 2007 esta compañía producía alrededor
de 120 mil barriles de petróleo al día aunque maneja yacimientos con reservas probadas de 922
millones de barriles. Esto implica que menos de 60 mil barriles por día son manejados por Sinopec y que
pueden ser o no transportados a territorio chino. La CNPC no ha corrido con esta suerte ya que tanto su
intento por adquirir en 2002 a Slavneft y en 2004 a Yaganskneftegaz fallaron.151
El poder energético principal de Rusia es el gas natural y ha sido utilizado también en las
negociaciones, aunque con mucho menor éxito, en tanto que la participación de éste en el sistema
energético chino es todavía muy baja; aunque se espera se eleve en los próximos años de acuerdo al
compromiso gubernamental de reducir la emisión de gases de efecto invernadero. En el marco de un
encuentro de alto nivel que tuvo lugar en 2007, Gazprom y la CNPC firmaron un acuerdo en el que Rusia
suministraría a China entre 60 y 80 mil millones de metros cúbicos de gas en la siguiente década. Estos 150 BBC NEWS, “Russia-China pipeline opens” en BBC NEWS, Sección Asia Pacific, 2 de enero de 2011, en línea, http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-pacific-12103865 ; CNN, “Russia-China oil pipeline to move millions of tons in 2011” en CNN, Sección World, 3 de enero de 2011, en línea, http://articles.cnn.com/2011-01-03/world/china.russia.pipeline_1_oil-pipeline-russia-and-china-russian-oil?_s=PM:WORLD 151 Eurasia Group, China’s overseas investment in oil…, Op. Cit., p. 14
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90
son acuerdos de mediano y largo plazo que requieren también de la creación de infraestructura. Debido
a que Europa es un alto consumidor de gas y está dispuesto a pagar por él precios muy por encima de
los sugeridos por China, los arreglos puede que no se materialicen si China no acepta pagar más por el
energético.152
3.4.2 Kazajistán
Este país es el noveno en la lista de territorios de los cuales China importa petróleo, suministrándole en
2010 unos 184 mil barriles por día.153 Esta posición, no obstante, fue alcanzada en años recientes, pues
en 2004 no figuraba entre los principales compradores. La escalada de posiciones se debió
fundamentalmente a que en 2003 Japón lanzó una oferta para extender hacia sus territorios un
oleoducto y esto preocupó profundamente al gobierno chino que decidió potenciar las relaciones con
este país. A este hecho se le suma el descubrimiento del yacimiento de Kashagan, localizado en el norte
del Mar Caspio, que era considerado en 2006 como uno de los cinco yacimientos más grandes del
mundo, además de la ya mencionada intención por diversificar los suministradores y reducir las
importaciones que tienen que pasar por el conflictivo estrecho de Malaca.
Dadas estas razones, las compañías petroleras nacionales chinas comenzaron a realizar fuertes
inversiones en el país. La CNPC posee el 92% de la compañía CNPC-Aktobemunaigas que tiene a su cargo
los campos de Zhanazhol y Kenkiyak. Las reservas de estos campos están estimadas en 900 millones de
barriles y para 2009 producían unos 133 mil barriles por día. En 2005 adquirió PetroKazakhstan (PKZ),
antes operada por canadienses, que tiene presencia en la parte sur del campo de Kumkol. Esta
adquisición es importante ya que opera también bajo una asociación con la rusa Lukoil la parte norte del
mismo campo. Con la compra de PKZ obtuvo también el 50% de participación en el campo Kazgermunai.
En general, la CNPC posee una participación en campos cuya producción total es de más de 320 mil
barriles por día. Otras pequeñas adquisiciones de la CNPC están en el campo norte de Buzachi, que
produce unos 40 mil barriles diarios, y en el campo Aryskoye, con una producción de 8 mil barriles
diarios.154
La CNCP también financió la construcción del oleoducto Kazakh-China en conjunto con la kazaja
Kazmunaigas. Este oleoducto conecta a Kazajistán con China desde su punto inicial en la terminal Atasu,
la cual puede recibir el petróleo enviado desde el norte –recursos de Rusia- y desde el sur –de los
152 Antonio Sánchez, “La seguridad energética Rusa”, Op. Cit., pp. 118-119. 153 U.S. Energy Information Administration, Country analysis brief header. China, U.S Energy Information Administration, en línea http://205.254.135.24/emeu/cabs/China/Full.html (Fecha de consulta: 12 de Mayo de 2011) 154 Eurasia Group, China’s overseas investment in oil…, Op. Cit., p. 15
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91
yacimientos ubicados en el territorio kazajo de Turgai-. El oleoducto terminado en 2005 ha servido
fundamentalmente para transportar la producción de la CNPC en ese territorio, aunque se espera que
sean enviados mayores volúmenes. Esto dependerá sobre todo de que los retos tecnológicos sean
superados ya que, por ejemplo, durante el invierno de 2006 pequeñas cantidades de petróleo se
quedaron congeladas.155
3.5 La estrategia hacia África
El continente Africano y, en particular, el golfo de Guinea, se ha colocado en los últimos años en la mira
de todos los compradores internacionales de petróleo gracias al incremento en su producción. Si bien es
cierto que la participación de esta región en el escenario energético mundial es todavía limitada -si se
considera sólo que tiene un 4.8% de las reservas probadas de petróleo a nivel mundial-, el 12.7% del
total global que representó en 2009 en la producción petrolera y el 6.7% en la producción de gas natural
sustenta su creciente importancia, colocando a África como un elemento clave en al aprovisionamiento
del mercado mundial.156
La importancia de la región había sido pasada por alto durante algún tiempo, sin embargo, gracias a
los descubrimientos off shore en Angola, Nigeria y Guinea Ecuatorial, fundamentalmente, se ha
aumentado de una forma acelerada la capacidad de exploración y producción. De hecho, de 1985 a
2005 la producción se ha duplicado y se estima que para 2020 ésta podría suministrar más de 8 millones
de barriles por día al mercado energético global. Los descubrimientos no han sido por sí mismos los
únicos causantes del llamado “boom petrolero africano”. De acuerdo a Copinschi y Noël, se pueden
ubicar los siguientes factores.
a) Países abiertos a la inversión. Al contrario de la tendencia internacional que se ha
experimentado en los últimos años de nacionalizar las empresas petroleras, en África, con
excepción de Nigeria –miembro de la OPEP-, se experimenta una apertura hacia los capitales
privados que han hecho de la región uno de sus destinos favoritos.
b) Existencia de regímenes especiales a la inversión. Como sucede con otros sectores, el energético
en África, ante la imposibilidad de realizar las inversiones necesarias para incrementar los
niveles de producción y la corrupción asociada a la no reinversión, ofrece un sinfín de regímenes
especiales para facilitar la inserción de capitales extranjeros. Los términos contractuales, fiscales
y legislativos funcionan como un fuerte incentivo para las empresas privadas que no desean
155 Sthepen Blank, “China, Kazakh energy, and Russia: An unlikely ménage a trois” en The China and Eurasia Forum Quarterly, Central Asia-Caucasus Institute-Silk Road Studies Program, No.3, Vol. 3, Washington DC, 2005, p. 101. 156 International Energy Agency, Key world energy…, Op. Cit., pp. 10 y 12.
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92
enfrentar situaciones de incertidumbre en países en los que generalmente se recurre a
asociaciones con las empresas locales.
c) Mejora tecnológica. Dado que las principales reservas se encuentran off shore, la utilización de
tecnología avanzada fue una condición sine qua non para el desarrollo del sector, tanto en la
exploración como en la producción. Su empleo hizo entonces explotables y competitivas las
reservas que en un escenario de baja tecnología hubiera sido imposible.
d) Importancia de los depósitos descubiertos. Gracias a la mencionada tecnología ha sido posible
realizar descubrimientos en varias partes del mundo, no obstante, el caso africano reviste una
importancia singular en términos de sus niveles, su capacidad de explotación y su calidad, que la
hace ideal para cumplir con los estándares de, por ejemplo, Estados Unidos, que es uno de los
más exigentes en términos de refinación.
e) Facilidad de transportación. La cercanía geográfica de África con los grandes centros de
consumo energético –Estados Unidos y Unión Europea- la posicionan por encima de
productores asiáticos que se encuentran más lejanos y cuyas rutas de transportación son más
transitadas y están expuestas a más vulnerabilidades.
f) Relación empresas-sociedad. La producción petrolera en la región es básicamente off shore,
esto presenta la ventaja de limitar las interacciones, generalmente conflictivas, entre las
compañías y la población local. Es común encontrar casos en los que la población se opone a la
construcción de infraestructura energética, sobre todo por consideraciones de tipo ambiental y
de daños a la salud provocados por los desechos, aunque en regiones con niveles de desarrollo
muy bajo también las empresas temen al posible estallido de conflictos sociales que pongan en
peligro el suministro. 157
El nuevo papel de África como suministrador de petróleo ha sido aprovechado por una diversidad de
países, pero Estados Unidos ha ocupado el papel principal, aunque evidentemente decreciente.158 Las
antiguas metrópolis han jugado también un papel central en la industria energética africana. Empresas
como Shell, Total, Chevron Texaco y ExxonMobil se encuentran en Angola, Nigeria, Gabón, Congo,
Guinea Ecuatorial y Chad, pero no son las únicas. En los países francófonos, la influencia de Elf fue muy
marcada durante los años setenta y ochenta, esto se debe a que para Francia África ha sido
tradicionalmente parte de su estrategia de seguridad energética.
157 Philippe Copinschi y Pierre Noël, “L’Afrique dans la géopolitique mondiale du pétrole” en Afrique contemporaine, trimestral, Boeck Université, No. 216, septiembre-diciembre, 2005, pp. 30-31. 158 Entre 1990 y 2003 el porcentaje de la producción que el Golfo de Guinea destinaba a Estados Unidos bajó en 10 puntos, pasando de un 40% a un 30%. Ibíd., p. 32
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93
En los últimos años del siglo y a principios de éste, gracias a la intensificación de la
internacionalización africana, las antiguas metrópolis y Estados Unidos fueron perdiendo su
participación en la industria petrolera a favor de nuevos actores, en especial de pequeñas y medianas
empresas petroleras de muy diversa nacionalidad y de los países asiáticos, destacando la participación
de la malaya Petronas y de las tres grandes corporaciones petroleras nacionales chinas.
Las relaciones chino-africanas, al contrario de lo que se discute en los análisis actuales, son de
una larga data y de muy profundas sinergias, de ahí que en estos días sea común escuchar en los
discursos de ambas partes alusiones a un pasado de cooperación. Quizás el hecho contemporáneo
fundamental para explicar esta relación sea la Conferencia de Bandung de 1955, ya que el estatus de
colonias de los territorios africanos y la pujante necesidad de algunos países asiáticos por mostrarse
como independientes a las dictados de los polos de poder en tiempos de Guerra Fría funcionó como
catalizador de las demandas e inauguró una etapa de relaciones más estrechas, ciertamente más
inclinada en términos políticos que económicos.
Como consecuencia de estos acercamientos, los próximos años estuvieron marcados por
encuentros ideológicos y políticos en los que hubo una clara manifestación de ambas partes por hacer
más profundas las relaciones. Como ejemplos pueden citarse las visitas del presidente Mao Tsetung en
la década de los sesenta para promover el movimiento de los no alineados y lograr una supuesta
hermandad de todos los países subdesarrollados, o el apoyo prestado a los movimientos de liberación
nacional como el experimentado en Angola y Mozambique.
Esta actitud habría de mantenerse a la caída de los dos bloques. Ante el inminente ascenso de
Estados Unidos como única hegemonía de alcance global, China apoyó la idea de la multipolaridad para
indicar que existían otros actores que habrían de competir por el protagonismo mundial y para ello fue
necesario el respaldo de diversos países, entre ellos los africanos. Ciertamente esta actitud no respondía
únicamente a fines políticos, pues dada la crisis asiática que se vivía, con graves implicaciones al interior,
la dirigencia nacional vio en el fortalecimiento de las relaciones exteriores una vía efectiva para mejorar
sus condiciones internas.
A pesar de que las relaciones eran intensas, fue a principios del nuevo siglo cuando los contactos
se vuelven ya indisolubles. Basta considerar los siguientes hechos. Entre 2003 y 2005 tuvieron lugar más
de cien reuniones de alto nivel entre funcionarios chinos y africanos; China ha establecido embajadas en
todos los países africanos, excepto aquellos que mantienen todavía relaciones diplomáticas con Taiwán;
el número de efectivos chinos en las misiones de Naciones Unidas en el continente superaba los 1400
para 2004; China canceló la deuda bilateral que tenía con 31 estados africanos y que en total ascendía a
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94
más de 1.27 mil millones de dólares; 44% de la ayuda para el desarrollo otorgada por Pekín tuvo como
destino a África; en 2005 el comercio entre estos dos actores creció un 39%; 700 empresas chinas, con
un total de inversión de alrededor de 1.5 mil millones de dólares, se encontraban operando en territorio
africano para 2005.159
Este renovado interés en África se inscribe en el marco del acelerado crecimiento interno, de ahí
que, como indica Mbaye Cisse, “China se ha dirigido al continente africano por tres razones principales:
garantizar de manera sostenida el aprovisionamiento de materias primas, esencialmente energéticas,
indispensables para sostener el fuerte crecimiento del país; disponer de un mercado poco exigente para
sus multinacionales emergentes; y extender su influencia en el mundo, notoriamente mediante las
instancias internacionales, gracias al apoyo diplomático de los países africanos.”160
La variable energética es la de mayor trascendencia en esta relación, sobre todo porque las
demás estrategias se encuentran articuladas en torno a ella. Los volúmenes de transferencia ayudan a
sostener este argumento. En 2007 China importó de África 53 millones de toneladas de petróleo crudo
de un total de 163.7 millones y de enero a junio del año siguiente las importaciones superaron los 30
millones de toneladas de un total de 90, estas cifras, en términos porcentuales, representan alrededor
de un tercio de las importaciones totales de petróleo crudo.161 La participación de los países africanos en
las exportaciones es proporcionalmente desigual, por lo que es necesaria una revisión particular para
ubicar a los actores centrales y las implicaciones desprendidas de la estrategia de Pekín. Antes de
comenzar esta labor es importante establecer, como recomienda Downs, algunas consideraciones para
no sobredimensionar ni subestimar el papel que juega la región en la estrategia internacional china de
seguridad energética.
En el discurso corriente suele pensarse que la presencia de las compañías petroleras nacionales
en el continente africano ha alcanzado una magnitud tal que ha comenzado a desplazar a las compañías
de los países occidentales. No obstante, los datos parecen no sustentar la idea. Si bien en Sudán la
participación china es fundamental, no lo es para el resto de los países africanos en los que la
participación de las compañías occidentales es ampliamente mayor. De acuerdo a Downs “el valor
159 Denis Tull, “China’s engagement in Africa: scope, significance and consequences” en Modern African Studies, Cambridge University Press, No. 44, Londres, 2006, pp. 462-465. 160 Mbaye Cisse, L’affirmation d’une stratégie de puissance : la politique africaine de la Chine, Collège Interarmées de Défense, Francia, 2007, p. 13.
161 María Florencia, “La seguridad energética en la política exterior de China en el siglo XXI” en CONfines, ITESM, México, No. 11, enero-mayo 2010, p. 74
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95
comercial de las inversiones realizadas por las NOCs chinas en África es sólo el 8% del valor comercial de
la inversión de las empresas privadas y 3% de la inversión de todas las compañías.”162
Otro argumento ampliamente difundido es que el apoyo otorgado por el gobierno a sus
compañías petroleras nacionales resulta injusto para los demás competidores y que será un factor
decisivo para que su presencia crezca en los próximos años. Si bien es cierto que el apoyo ha jugado un
papel fundamental, la relativa independencia de las firmas, explicada ya en este mismo capítulo, hace
que la producción de las empresas no retorne de manera automática al país. Además, es necesario
considerar que esta actitud es una respuesta estratégica y que se sustenta en el hecho de que estas
firmas son competidores tardíos en la escena energética global en comparación con las ya
experimentadas empresas occidentales. Considerando estas reservas, se analizan a continuación los
actores de mayor relevancia dentro de la estrategia para la región.
3.5.1 Angola
La venta de armas realizada por China durante la larga guerra civil angoleña comenzada en los años
setenta y el apoyo diplomático y económico en crecimiento durante los últimos años han colocado a
Angola como el primer suministrador de petróleo de la región, de hecho, entre enero y mayo de 2008 el
49.3% de las importaciones chinas de petróleo provino de este país.163
Este alto porcentaje en las exportaciones angoleñas es consecuencia de los acuerdos firmados.
Sonangol y Sinopec firmaron en 2005 un acuerdo para la exploración de un área conocida como Bloque
3, misma que pronto comenzará a producir. La CNCP, por su parte, logró ganarle el contrato a la india
ONGC -después de ofrecer un préstamo por más de 2 mil millones de dólares a Sonangol- sobre el 50%
de los activos de un yacimiento offshore conocido como Bloque 18 y del que recibe el 50% de la
producción que asciende a unos 200,000 barriles por día. Gracias a estos contratos, desde principios del
2006 Sonangol ha exportado casi el 50% de sus 1.4 millones de barriles por día de producción petrolera
a China, aunque se espera que ésta supere los 2 millones de barriles rápidamente.164
Como se observa en el caso del contrato de la CNCP, uno de los instrumentos más utilizados en
este país por la dirigencia china ha sido el otorgamiento de préstamos y quizás el más controversial de
éstos haya sido el realizado en 2004. Al término de la guerra civil en 2002 Angola deseaba comenzar un
nuevo proyecto nacional pero no tenía los medios económicos suficientes para hacerlo, el Fondo 162 Erica Downs, “The fact and fiction of Sino-African energy relations” en China Security, World Security Institute, Vol. 3, No. 3, Verano 2007, p. 44 163 María Florencia, “La seguridad energética en la política exterior de China en el siglo XXI, Op. Cit., p. 74.
164 Eurasia Group, China’s overseas investment in oil…, Op. Cit., p. 23.
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96
Monetario Internacional entonces se ofreció para otorgar un préstamo. Sin embargo, dado que el país
se encontraba en el lugar número tres de los países más corruptos del mundo según Transparencia
Internacional, condicionó su entrega a mejorar el sistema de cuentas, sobre todo en el sector
energético. Cuando las negociaciones estaban ya en proceso, el China Eximbank ofreció un préstamo
estimado en 12 mil millones de dólares con tasas más bajas de interés, periodos de pagos más largos y
sin presiones sobre la administración de las ganancias del sector energético. Dos fueron las únicas
condiciones impuestas: 1. el dinero sería entregado en varias exhibiciones conforme fueran
desarrollándose los proyectos, pero en éstos habría de existir al menos un 70% de participación de
firmas chinas, y 2. Angola se comprometía a entregar una cantidad no establecida de petróleo al país
asiático.165
Esta acción fue tomada por la organización y diversos actores internacionales como una muestra
más de la estrategia china de crecer a cualquier costo, sin embargo, desde la óptica china se trató de un
negocio más que incluso fortalecía los principios de su política exterior.166 Cualquiera que sea la
interpretación, en la negativa angoleña de aceptar el préstamo del FMI influyeron otros factores que no
se tratan en este documento.167
3.5.2 Nigeria
Hasta antes del 2006 las interacciones de alto nivel entre Nigeria y China habían sido esporádicas y poco
fructíferas, sin embargo, la visita del presidente Hu Jintao fue una muestra clara de la intención de
estrechar los lazos. Si bien en 2004 se había firmado un modesto acuerdo entre ambas partes para la
extracción de petróleo en yacimientos localizados en aguas profundas del Delta del Niger, para 2006
ambos anunciaron un acuerdo más ambicioso para el sector energético y de infraestructura. Este
acuerdo, estimado en unos 5 mil millones de dólares, incluyó la terminación de la compra de una
participación del 45% en el yacimiento de Akpo -que se cree contiene unos 620 millones de barriles de
petróleo y 2.5 billones de metros cúbicos de gas natural- que la CNOOC había comenzado en enero del
mismo año y otra compra de participación en la refinería de Kaduna, que estaba trabajando a un 40% de
su capacidad por problemas de mantenimiento.
165 Erica Downs, “The fact and fiction of Sino-African energy relations”, Op. Cit., p. 56. 166 Estos principios, establecidos desde el acuerdo chino-soviético de 1954 sobre la cuestión del Tíbet, son: no agresión, no intervención en los asuntos internos de otros países, respeto a la integridad territorial, cooperación y coexistencia pacífica. Eugenio Anguiano, “Diplomacia de la República Popular China” en Eugenio Anguiano, (coordinador), China contemporánea. La construcción de un país (desde 1949), Op. Cit., p. 205 167 Para un breve análisis del tema véase Helmut Reisen, “Is China actually helping improve debt sustainability in Africa?” en Policy Brief, OCDE, No. 9. 2008, 1-4 pp.
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Adicionalmente, Hu prometió destinar 1 mil millones de dólares adicionales para rehabilitar el
sistema ferroviario e incentivar a sus empresas nacionales para participar en el ahora desregulado
mercado de producción de electricidad y distribución de combustibles. Como gesto de agradecimiento,
el gobierno nigeriano prometió otorgar derechos especiales en las próximas licitaciones del sector
energético y adherirse a la política de “un país dos sistemas” por el cual se acepta que el territorio de
Taiwán pertenece legítimamente a China. 168
3.5.3 Sudán
Desde finales de los años noventa, cuando el petróleo sudanés comenzó a venderse en los mercados
internacionales, las relaciones con China se han incrementado rápidamente, teniendo como eje
articulador al petróleo. Sudán se encuentra dentro de los primeros lugares en la lista de países a los
cuales China compra petróleo, de hecho representó un 5% de las importaciones totales efectuadas en
2007. Alrededor del 50% de las exportaciones de petróleo realizadas por Sudán en este mismo año
tuvieron como destino China. Esta cifra, por sí misma alta, disminuyó debido a la estrategia china de
diversificación y la mayor participación de India y Malasia en el país, pues un par de años atrás el
porcentaje se elevaba hasta el 70%. Las exportaciones sudanesas se calculan en unos 200 mil barriles de
petróleo por día y se estima que puede llegar a 300 mil, ello considerando que en tan solo dos años la
producción pasó de 350 a 500 mil barriles por día.169
De acuerdo a un estimado, la CNPC ha invertido en Sudán alrededor de 10 mil millones de
dólares desde los años noventa y ha empleado unos 10 mil trabajadores chinos en sus programas de
infraestructura, aunque también destaca el personal comisionado por el Ejército Popular de Liberación
para proteger los activos. Esta compañía posee el 40% del consorcio Greater Nile Petroleum Operating
Company (GNPOC) en el que también participan Malasia e India y que es el más grande en el ramo. Esta
compañía ahora produce más de 350 mil barriles por día de los cuales 140 mil son controlados
directamente por la CNPC. Gracias a su gran presencia, en 2004 pudo invertir 300 millones de dólares en
la refinería más grande del país en colaboración con el Ministerio de Energía sudanés.170
De forma independiente a su participación en la GNPOC, la CNPC controla un campo ubicado en
el sur de Darfur, que comenzó su producción en 2008; un 41% de otro campo ubicado en la Cuenca de
Melut, que produjo más de 200 mil barriles por día en 2007 pero cuyas ventas son realizadas por la
168 Li Anshan, “China and Africa: Policy and challenges” en China Security, World Security Institute, Vol. 3, No. 3, Verano 2007, pp.75-76. 169 Eurasia Group, China’s overseas investment in oil…, Op. Cit., p. 21. 170 Ídem.
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98
europea Vitol, por lo que no se destinaron a China; y tiene contratos de exploración en al menos 3
campos más.
Sinopec, por su parte construyó un oleoducto que va de los campos explotados por la GNPOC
hasta el puerto de Sudán en el Mar Rojo, en donde otra empresa china está construyendo un contendor
para la exportación de 215 millones de dólares.171
Las facilidades ofrecidas por el gobierno a China se explican sobre todo por el amplio sistema de
préstamos e inversiones que ésta realiza. La CNPC y el gobierno de Sudán colaboran en el desarrollo de
proyectos de infraestructura por un monto estimado de 1 mil millones de dólares, pero no solo ella. La
Harbin Power Company, por ejemplo, se encuentra realizando proyectos de infraestructura en el sector
hidroeléctrico para triplicar la electrificación en los próximos años. El gobierno central, por su parte, ha
ofrecido 60 millones de dólares en un préstamo para aumentar los niveles de la refinería de Khartoum,
en este caso, la paga se realiza por medio de exportaciones de crudo que, a su vez, funcionan también
como garantía en caso de moratoria de pagos.172
A pesar de la profunda penetración, la relación chino-sudanesa no ha estado exenta de
problemas. El menor de ellos surgió por el creciente número de empleados de origen chino que las
compañías petroleras utilizaron para sus proyectos y que participaban también en la protección de la
infraestructura. Los más de 10 mil chinos ubicados en las proximidades de las instalaciones han sido mal
vistos por los habitantes locales y en ocasiones han sido receptores de amenazas, en tanto que se
considera que han usurpado plazas que podrían ser ocupadas por habitantes sudaneses. Su relativo
aislamiento, no obstante, ha permitido una coexistencia relativamente pacífica.
El problema más grave para China es la crisis diplomática desatada por el asunto de Darfur. El
país asiático es el mayor suministrador de armas al gobierno sudanés, incluso ha establecido tres
fábricas de armas en este territorio. Esta actitud, que ha sido complementada con el veto a las iniciativas
de realizar sanciones económicas al gobierno sudanés, ha sido ampliamente repudiada por la
comunidad internacional y ha minado la imagen de “poder global responsable” que ha pretendido China
en los últimos años. Al gobierno chino, al menos en un primero momento, pareció no importarle de
manera sustancial este hecho, tal como lo hizo notar en 2004 Zhou Wenzhong, el entonces ministro de
asuntos internacionales, “negocios son negocios. Nosotros tratamos de separar los negocios de la
política. Yo pienso que la situación interna de Sudán es un asunto interno y nosotros no estamos en la
171 Ibid., p. 22. 172 Ídem.
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99
posición de imponernos.”173 La postura china resultó un poco más comprensiva con el tiempo pero se
mantuvo en la posición de seguir con la estrecha relación en tanto consideraba que justamente esta
línea de acción podía darle a China una posición de mediador, que no asumió, y que la crisis se trataba
sobre todo de una cuestión de pobreza, por lo que la salida de los capitales chinos sólo contribuiría a su
agravamiento.
3.5.4 Otros países africanos
a) República Democrática del Congo
A partir de la conclusión de su guerra civil en 2003 y sus posteriores esfuerzos por mejorar la
administración de los ingresos provenientes del petróleo, la importancia del Congo en el mercado
internacional de petróleo se ha incrementado. Con un estimado de 1.5 mil millones de barriles de
reservas probadas, la mayoría de ellas ubicadas en aguas profundas, diversas compañías se han
disputado la extracción, aunque destaca la presencia de la francesa Elf y la italiana Agip. China, por su
parte, comenzó a importar de este país petróleo en 2001, en 2002 firmó un acuerdo con el gobierno
congoleño para comprar 20 mil barriles de petróleo por día al año y fue hasta marzo de 2005 cuando
Sinopec firmó dos acuerdos de exploración en los yacimientos conocidos como Marine XII y High Sea C,
éstos, sin embargo, no han comenzado a producir.174
b) Gabón
Este país es el quinto mayor productor y exportador de petróleo de África subsahariana, no obstante, su
producción se encuentra en declive y se estima que si no son descubiertos nuevos yacimientos, para
2012 ésta habrá terminado. Por el momento, alrededor del 50% de su producción tiene como destino
Estados Unidos, aunque es cada vez más notable la participación China. En 2004 se firmaron acuerdos
de exploración pero no se contempló la compra de activos, aunque sí se estableció la exportación de 20
mil barriles de petróleo por día al año y se habló de la posible construcción de una segunda refinería en
el territorio que no se ha efectuado. 175
c) Etiopía
Dada la crítica situación que ocurre en Gambella, lugar donde se encuentran las principales reservas, las
inversiones en el sector petrolero han sido mínimas. De acuerdo al Ministerio de Relaciones
173 Zhou Wenzhong citado en Downs, Erica, “The fact and fiction of Sino-African energy relations”, Op. Cit., p. 59. 174 Cindy Hurst, China’s oil rush in Africa, Institute for the Analysis of Global Security, Washington DC, 2006, pp. 12-13. 175 Ibíd., pp. 13-14.
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100
Internacionales de China, entre las empresas que se encuentran desarrollando actividades en el
territorio etíope destaca Zhongyuan Petroleum Prospecting, subsidiaria de Sinopec, pero su
participación es mínima en tanto que fue subcontratada por la malaya Petronas en el marco del acuerdo
establecido entre ésta y el gobierno etíope para la exploración y producción en la cuenca de Ogaden.
Debido al carácter del contrato no existe información sobre los volúmenes de participación o de
exportación hacia China. 176
d) Libia
La participación de Libia en el suministro petrolero chino es muy modesta, en tanto que sólo el 5% de
sus exportaciones en 2007 tuvieron como destino al país asiático. Sin embargo, si se considera que Libia
dispone de alrededor del 3.4% de las reservas de petróleo a nivel mundial, se comprenderá entonces el
marcado interés por parte de China. En 2004, la CNPC construyó para la italiana ENI y para una sociedad
libia dos oleoductos que unen los yacimientos de Wafa con el puerto. Hasta el momento no se han
logrado contratos para explotación pero sí para la exploración en dos áreas. De hecho, en la ronda de
adjudicaciones celebrada en 2006 China sufrió un desaire por parte de Libia en tanto que se prefirió la
entrada de una empresa taiwanesa para la explotación del bloque 162 de Murzuk. 177
e) Argelia
Teniendo como marco el reconocimiento que le dio China a Argelia en diciembre de 1958,
convirtiéndose en el primer país no árabe en otorgarlo, las relaciones entre estos dos Estados han sido
muy estrechas. En 2004, por ejemplo, Hu Jintao visitó este país para promover la participación de las
empresas chinas como parte del plan de apoyo a la recuperación económica promovido por el gobierno
argelino en 2001. Como resultado de este acercamiento diversas empresas chinas participan en sectores
clave como el de la construcción, saneamiento, minería y telecomunicaciones, muchas de ellas con
personal básicamente chino.
Este éxito en los sectores mencionados no ha sido del todo trasladado al energético. Para 2007
sólo un 2.1% de las exportaciones argelinas tenían como destino al país asiático. Ninguna empresa china
tiene en el territorio argelino derechos de explotación, los contratos se han limitado a la exploración de
11 áreas y han sido firmados tanto con la CNPC como con Sinopec. Esta modesta participación se explica
por varias razones como la tradicional presencia de compañías estadounidenses, la lejanía geográfica
176 Ibíd, p. 8. 177 Francois Lafargue, “China en África del Norte” en Claves, No. 5, Madrid, 2008, p. 18.
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101
que implica el tránsito por el transitado Canal de Suez y, sobre todo, por el desorden existente en la
legislación energética nacional que en 2005 permitía a las sociedades extranjeras disponer de la mayor
parte o la totalidad de los yacimientos descubiertos pero que en 2006 estipulaba que la compañía
nacional argelina debía seguir teniendo una participación mayoritaria en todos los proyectos de
explotación. 178
3.6 La estrategia hacia Medio Oriente
Sin lugar a dudas, el Medio Oriente es la región que mayor atención representa en el escenario
energético mundial. La región posee más del 60% de las reservas probadas mundiales de petróleo. Para
2008 su participación en la producción mundial de este mismo energético ascendió a 31.8%, mientras
que la de gas natural representó un 12%. Países como Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos,
Kuwait e Irak se colocaron en este mismo año en las posiciones 1, 3, 5, 9 y 10, respectivamente, dentro
de la lista de principales exportadores de petróleo, mientras Qatar ocuparía la posición número cuatro
pero en la lista de exportadores de gas natural. 179
Esta región fue el origen del 47% de las importaciones de petróleo crudo de China para el 2010,
mismas que podrían aumentar hasta el 70 u 80% para 2030.180 En consecuencia, es comprensible que el
Medio Oriente sea la región prioritaria dentro de la estrategia china de aprovisionamiento internacional.
China tiene pues la obligación de incrementar las relaciones con la región mediante vínculos comerciales
y políticos si desea que estas relaciones se sigan traduciendo en un seguro suministro de petróleo. Los
vínculos, no obstante, no están libres de inconvenientes.
De acuerdo con Pablo Bustelo, entre los inconvenientes de la dependencia china hacia el
petróleo de Medio Oriente pueden contarse los siguientes. 1) Se trata de una región ampliamente
vigilada por Estados Unidos, sobre todo después de la invasión a Irak; 2) es una región políticamente
inestable, lo cual se comprobó durante todo el 2011 por la ola de movimientos sociales que continúan
clamando por transformaciones internas sustanciales; 3) el transporte de los energéticos desde esta
región es costoso y representa serias fuentes de inseguridad para China, en tanto es obligado el paso
por los estrechos de Ormuz y de Malaca, que pueden ser intervenidos fácilmente por Washington en
caso de conflicto bilateral serio; y 4) debido a su importancia estratégica se trata de una región
178 Ídem. 179 International Energy Agency, Key world energy…, Op. Cit., pp. 10-13. 180 U.S. Energy Information Administration, Country analysis brief header. China, U.S Energy Information Administration, en línea http://205.254.135.24/emeu/cabs/China/Full.html (Fecha de consulta: 12 de Mayo de 2011)
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sumamente competida, pues atrae el interés no sólo de Estados Unidos sino también de Japón, India y la
Unión Europea, por mencionar a los más importantes compradores de petróleo.181
Para asegurar el suministro energético en la región China ha tenido que formular una estrategia
particular ya que en algunos de los casos la legislación de los países prohíbe la entrada de capitales
extranjeros en el sector energético, por lo cual su participación no puede ser mediante la adquisición de
activos, sino por otras vías que serán analizadas en los casos particulares. Esta estrategia se ha
concentrado fundamentalmente en Arabia Saudita e Irán, aunque también se tiene presencia en Irak,
Omán, Yemen y Siria.
3.6.1 Irán
Las relaciones chino-iranís tienen una larga data y, aunque ciertamente han variado de intensidad en el
tiempo, son muy estrechas. El eje articulador de esta relación, además de los evidentes intereses
energéticos de China y de la necesidad de apoyo político y militar de Irán, ha sido la idea de una
revalorización histórica de ambas civilizaciones. Ambas sociedades tienen en común haber sido de las
primeras civilizaciones en la historia cuyos aportes a la humanidad son invaluables, sin embargo, las dos
también fueron “víctimas de los imperios modernos”. Bajo esta idea las relaciones comerciales, mas no
diplomáticas, comenzaron a cobrar una importancia significativa durante los años setenta, a pesar de
que Irán siguió reconociendo a Taiwán como ocupante legítimo del lugar en el Consejo de Seguridad
dentro de Naciones Unidas. China inició con la compra de petróleo de este país en 1960 e Irán, por su
parte, comenzó a abstenerse en las votaciones sobre la representación en Naciones Unidas unos años
más tarde, rompiendo su tradicional postura de votar en contra.
Las relaciones diplomáticas se establecieron hasta 1971, se vieron relajadas en los años ochenta
durante los conflictos armados en Medio Oriente -en los que China participó como exportador de armas
tanto a Irán como a Irak- y se estrecharon de manera contundente para la década de los noventa. Las
reuniones de alto nivel se multiplicaron para estas fechas. Ambos países compartieron las
preocupaciones por la presencia de Estados Unidos en Asia Central y fueron afirmadas en 2003 tras la
invasión americana a Irak. En general, en el fondo de estos vínculos se encontraban tres temas, el
comercial, la transferencia de armas y los intereses energéticos.
A partir de los años noventa, Irán invitó a Pekín a ingresar a su mercado, de hecho entre 1990 y
2001 el comercio bilateral se triplicó. Lo mismo sucedió entre 2001 y 2005. Este aumento en el
intercambio se debió sobre todo a las importaciones chinas de petróleo y a las ventas, también chinas,
181 Pablo Bustelo, China y la geopolítica del petróleo en Asia-Pacífico, Real Instituto Elcano, España, 2005, p. 25.
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103
de bienes manufacturados. La participación en los temas energéticos, no obstante, había ya estado
presente cuando China se comprometió en 1991 a construir dos reactores nucleares en Irán, mismos
que tuvo que anular por razones técnicas en 1995. El último tema, el de la transferencia de armas, fue
una realidad en años después y se mantuvo en los veinte años siguientes, tal como lo muestran las
sanciones estadounidenses a empresas chinas por la venta ilegal de armas. 182
Las relaciones energéticas entre China e Irán adquirieron una mayor importancia en los años
noventa pero es hasta este nuevo siglo cuando se consolidaron. En 2004 Irán se colocó como el cuarto
país de origen de las importaciones chinas de petróleo al ocupar un 10.8% del total, en 2010 avanzó una
posición al desplazar a Omán vendiendo a China unos 426 mil barriles de petróleo por día.183
En 1997 China participó en una oferta realizada por el gobierno iraní sobre 43 proyectos de
exploración y refinación con un valor estimado de 8 mil millones de dólares. En este marco, la CNPC y la
National Iranian Oil Company establecieron negociaciones para desarrollar conjuntamente el campo de
Balal y para la construcción de dos oleoductos. Dos años más tarde, la CNPC dio por terminadas las
negociaciones, en virtud de que el rendimiento que podía obtener de estos campos no justificaba una
inversión tan elevada, que estaba por encima de los 9.5 mil millones de dólares.
En octubre de 2004 China e Irán firmaron un Protocolo que permitió a Sinopec iniciar
operaciones en el campo de Yadavaran, región ubicada en el sudoeste del país. Este campo contiene
reservas por más de 118 millones de barriles de petróleo y unos 85,5 mil millones de m3 de gas.
Conforme al Protocolo, Sinopec controla un 50% de la producción de este campo a cambio de establecer
un compromiso de compra de 10 millones de toneladas de gas natural licuado por un periodo de 25
años. Adicionalmente, se construyó una refinería de gas condensado con un valor de 1.5 mil millones de
dólares en Bandar Abbas, en el Golfo Pérsico. Este Protocolo se tradujo en un contrato hasta 2007,
cuando se estableció una inversión de 2 mil millones de dólares para el desarrollo del campo en dos
fases. La primera se planeó para los cuatro años siguientes en los que se produjeron 85 mil barriles de
petróleo por día, la segunda producirá unos 100 mil barriles adicionales por día.184
En 2011 se obtuvo otro importante contrato en el campo de Azedegan, cuyas reservas se
calculan en 42 millones de barriles. La Iran’s Petroleum Engineering and Development Company (PEDEC)
anunció que junto con China invertirán alrededor de 12 mil millones de dólares en el desarrollo de este
campo. En este proyecto, planeado para 10 años, China pondrá la mitad de la inversión pero, hasta el
182 Michal Meidan, Chine-Iran: des relations pragmatiques, Asia Centre-Observatoire géopolitique sur la Chine, París, 2006, pp. 1-8. 183 Ídem. 184 Ídem.
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104
momento, ha destinado 180 millones para una producción temprana con una capacidad diaria de 50 mil
barriles. 185
Además de estos dos importantes proyectos, China tiene otros de pequeña escala en el
territorio iraní. Sinopec tiene un contrato para el desarrollo del bloque Garmsar y un contrato de
exploración en el bloque Zavareh Kashan. La CNPC, por su parte, fue elegida para ser la operadora del
área de Kuhdasht bajo un contrato de exploración y desarrollo, trabaja también en el campo Masjed-e
Suleiman que actualmente produce menos de 4 mil barriles de petróleo por día.
3.6.2 Arabia Saudita
Teniendo un cuarto de las reservas globales de petróleo y siendo el primer exportador, Arabia Saudita es
sin duda el actor más importante en el escenario energético mundial, de ahí que tanto los países
occidentales como más recientemente los orientales diseñen estrategias múltiples para estrechar las
relaciones con el gobierno saudí. China no ha sido la excepción, aunque su participación es mucho más
reciente que la de las potencias tradicionales.
A pesar de que en los años ochenta China suministró una variedad de armamento al gobierno
saudí, entre los que destacaron los cohetes intercontinentales, las relaciones entre ambos no fueron
verdaderamente cercanas sino hasta 1990, cuando Arabia Saudita reconoció a China como ocupante
legítimo en el asiento del Consejo de Seguridad en Naciones Unidas. El comercio de armas continuó en
los años noventa pero se multiplicó a otras áreas, siendo la energética la más importante, a tal grado
que para 1999, después de varias visitas de alto nivel de funcionarios chinos, se declarara a Arabia
Saudita como “socio estratégico.”186
Para comienzos del nuevo siglo, sobre todo después de las tensiones en el vínculo Arabia
Saudita-Estados Unidos por las medidas tan severas asumidas contra la población y el gobierno saudí
por parte de funcionarios e incluso de la propia sociedad estadounidense después de los ataques del 11
de septiembre de 2001, el escenario para hacer más estrechas las relaciones fue más benigno. Debido a
las medidas asumidas por Estados Unidos, Arabia Saudita decidió, por primera vez desde 1973, manejar
la posibilidad de un corte en el suministro hacia ese país; aunque esto le significara perder a su
comprador más importante y a un socio estratégico que tradicionalmente se ha encargado de su
seguridad territorial. Esta amenaza, no cumplida, se acompañó también de un plan por diversificar la
cartera de compradores de petróleo, en el que China ocupa un lugar privilegiado.
185 Trade Newswire, “Iran, China invests $12BN on Azedegan oilfield” en Trade Newswire, Sección Energy & minerals, Nigeria, 28 de Agosto de 2011, en línea http://www.tradenewswire.net/2011/iran-china-invests-12bn-on-azadegan-oilfield/#more-7462 186 Gal Luft y Anne Korin, “The Sino-Saudi connections” en Commentary, American Jewish Committee, No. 2, Marzo 2004, p. 27.
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105
Como se ha analizado en la relación con otros países, ni el gobierno chino ni sus empresas
imponen condiciones de tipo político a los países en los que realizan inversiones. Los derechos humanos,
la transferencia de armas y las luchas internas son cuestiones que China prefiere ignorar en afán de
cumplir con sus objetivos comerciales. En el caso saudí esta actitud es evidente y es muy bien recibida
por el gobierno, que cada vez está menos dispuesto a aceptar las constantes críticas de los países
occidentales, sobre todo de Estados Unidos. Como lo explica el embajador de Arabia Saudita en Estados
Unidos, “China no es necesariamente un mejor amigo que Estados Unidos, pero es un amigo menos
complicado.”187
Esta actitud de no intervención en los asuntos internos ha beneficiado ampliamente a China en
el terreno energético. En 2010 Arabia Saudita ocupó la posición número uno de países suministradores
de petróleo al proveer 893 mil barriles de petróleo por día188 y reemplazó a Estados Unidos como el
principal destino de exportación de este energético por el país asiático.189
La experiencia de la saudí Aramco y su posicionamiento a nivel mundial hacen que la
participación de las compañías petroleras nacionales chinas en su territorio sea innecesaria. De hecho, la
relación en este caso es inversa. Aramco construyó una gran refinería en la provincia china de Fujian que
recibe alrededor de 200 mil barriles por día del petróleo crudo saudí y está buscando un segundo
proyecto para la provincia de Qingdao. Adicionalmente, en una asociación con Total y Phillips se planea
construir dos refinerías más en Arabia Saudita, destinadas fundamentalmente para proveer a Asia.190
A pesar de que China no tiene proyectos de inversión en el territorio saudí, es claro que el
incremento en el comercio total -que en 2000 era de 200 millones y para 2010 se calcula en más de 45
mil millones de dólares-,191 la posición de no intervención en los asuntos internos; y la recesión
económica de Estados Unidos, han logrado que esta relación se mantenga firme bajo el eje de los
energéticos. La continuación de este buen entendimiento dependerá sobre todo de la relación Arabia
Saudita-Estados Unidos y de la relación China-Irán, de la cual Arabia Saudita tiene desconfianza por el
posible estallido de conflictos con el país persa.
187 Turki Al Faisal citado en John Keefer et al, Fueling the dragon’s flame: How China’s energy demands affect its relationships in the Middle East, U.S.-China Economic and Security Review Commission, Washington DC, 2006, p. 16. 188 U.S. Energy Information Administration, Country analysis brief header. China, U.S Energy Information Administration, en línea http://205.254.135.24/emeu/cabs/China/Full.html (Fecha de consulta: 12 de Mayo de 2011) 189 Jad Mouawad, “China’s growth shifts the geopolitics of oil” en The New York Times, Sección Energy & Environment, Nueva York, 19 de Marzo de 2010, en línea, http://www.nytimes.com/2010/03/20/business/energy-environment/20saudi.html?pagewanted=all 190 Ídem. 191 John Keefer et al, Fueling the dragon’s flame, Op. Cit., p. 16.
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106
3.6.3 Otros países de la región
a) Irak
China e Irak firmaron diversos contratos de exploración y explotación de campos desde 1997, bajo la
administración de Saddam Hussein, sin embargo, tras la invasión de Estados Unidos a este país se
paralizaron todas las negociaciones sin que llegara a desarrollarse ninguno de ellos.Las negociaciones
fueron retomadas en 2008 y, finalmente, en junio de 2011 se anunció el comienzo de operaciones de la
CNPC en el campo de Al-Ahdab. De acuerdo al contrato, la CNPC adquirió derechos para la explotación
del campo por 23 años, realizará una inversión de 3 mil millones de dólares y recibirá un beneficio, no
establecido, por cada barril producido. Hasta el momento la empresa ha trasladado a 100 trabajadores
para comenzar con las operaciones, pese al descontento de la población local que arguye no recibir
beneficios directos y sí, por el contrario, posibles daños ambientales y en la salud. Se espera que se
produzcan unos 90 mil barriles de petróleo al día.
Además de este gran contrato, la CNCP participa con la British Petroleum en el campo Rumalia, el más
grande de Irak con unas reservas estimadas en 17. 8 mil millones de barriles. 192
b) Omán
Omán se convirtió para 2010 en el cuarto país origen de las importaciones de petróleo para China al
suministrarle 317 mil barriles por día. Para Omán China representa el 35% de sus exportaciones totales.
En este país tienen participación tanto la CNPC como Sinopec. En julio de 2002 la CNPC ganó el derecho
sobre un bloque que pertenecía a la japonesa Japex y que producía unos 2 mil barriles de petróleo por
día. El objetivo de este contrato fue aumentar la producción a 12 mil barriles diarios. Sinopec, por su
parte, firmó con el Ministerio de Petróleo y Gas de Omán un acuerdo que le otorgaba los derechos de
exploración y producción de dos bloques en la zona sur del país. La compañía gastó alrededor de 22
millones de dólares en el financiamiento de las exploraciones, aunque se espera que aumente a unos 29
millones. 193
c) Yemen
Yemen no aparece como uno de los primeros países suministradores de petróleo a China, pues en 2006
su producción total apenas alcanzaba los 400 mil barriles por día –cifra por demás reducida en
192 Eduard Wong, “China opens oilfield in Iraq” en The New York Times, Sección Asia Pacific, Nueva York, 28 de Junio de 2011, en línea, http://www.nytimes.com/2011/06/29/world/asia/29chinairaq.html 193 Alfred Strolla, “Emerging trends in Oman’s oil industry” en A Middle East Point of View, Deloitte, Nueva York, Noviembre 2010, p. 19.
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107
comparación con sus contrapartes regionales-. No obstante, durante la visita del presidente Ali Abdullah
Saleh a China en 2004 se firmaron siete documentos en los que se estableció la cooperación en materia
económica, educativa y energética. En el ramo energético se acordó la mutua exploración entre la CNPC
y la Yemeni National Oil Company de varios bloques. Sinopec logró también derechos de exploración de
dos bloques en Shabwah y Hadramout. La inversión de esta última se calcula en 72 millones de dólares.
Si bien es cierto que los contratos son modestos, China está interesada en Yemen por su cercanía con el
cuerno de África, en donde tiene intereses fuertes en Sudán y Kenia. 194
d) Siria
Como en el caso de Yemen, la visita del presidente sirio Bashar al Assad en 2004 marcó el
estrechamiento de la relación bilateral y la firma de acuerdos, en especial de carácter energético. En
julio de 2004 se anunció la creación de una compañía nueva con participación china la Sino-Syrian
Kawkab Oil Company, desarrollada para operar en el campo de Kubeibah, en el noreste de Siria. En 2005
se anunció también la asociación de la CNPC con la india ONGC para la compra de los activos
antiguamente administrados por PetroCanada valuados en 578 millones de dólares. Este acuerdo dio a
la CNPC el control de 37% de la producción que equivale a unos 58 mil barriles por día. 195
3.7 La estrategia hacia el Pacífico asiático
3.7.1 Indonesia196
En este país la CNOOC y Petrochina ocupan, respectivamente, el quinto y décimo lugar entre las más
grandes productoras de petróleo. La CNOOC logró este lugar gracias a la compra de los activos que tenía
en Indonesia Repsol-YPF. Los 585 millones de dólares de inversión le dieron los siguientes derechos:
65.34% de participación en el contrato para la producción en el sudeste de Sumatra; 36.72% en el del
noroeste de Java; 50% en el de Poleng; 25% en el de West Madura; y 16.7% en el de Blora. Según datos
del 2004, tan solo el campo de Sumatra produjo unos 81, 500 barriles de petróleo por día y 18 mil
millones de metros cúbicos de gas, de éstos unos 47 mil barriles son manejados por la CNOOC y son en
su mayoría transportados hacia China.
194 Chris Zambelis, “Burgeoining China-Yemen ties showcase Beijing’s Middle East strategy” en China Brief, The Jamestown Foundation, Vol. 6, 2006, en línea, http://www.jamestown.org/single/?no_cache=1&tx_ttnews%5Btt_news%5D=3952 consultado el 15 de Agosto de 2011. 195 Eurasia Group, China’s overseas investment in oil…, Op. Cit., p. 12. 196Ibíd., pp. 17-18.
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108
PetroChina, por su parte, tiene participación en siete bloques de cuatro campos. Posee el 30%
de participación en Jabung Jambi, 17% en Irian Jaya, 25% en Tuban y 14.5% en Salawati. La producción
total de estos campos en 2004 fue de aproximadamente 36 mil barriles por día.
La CNOOC también ha ingresado a la producción de gas natural. En 2002 compró el 12.5% de
participación en el proyecto de Tangguh. Esta compra fue acompañada por un acuerdo realizado entre
los gobiernos chino e indonesio para la venta de 2.6 millones de toneladas de gas natural licuado
anualmente por 25 años.
3.7.2 El estrecho de Malaca: retos y oportunidades para la seguridad energética
El estrecho de Malaca es un largo estrecho del mar del sudeste de Asia que conecta los océanos Pacífico
e Índico. Este estrecho tiene una anchura que alcanza en su punto más cerrado los tres kilómetros y en
el más amplio los 320, el Mapa No. 1. muestra la imagen de éste . Al conectar a las economías asiáticas,
especialmente a China, Japón, Corea del Sur e Indonesia, con Europa, África y los grandes productores
petroleros de la península arábiga, el estrecho adquiere una importancia estratégica fundamental, basta
con mencionar que, según datos de la Administración de Información Energética de los Estados Unidos,
transitan anualmente por este estrecho alrededor de 60,000 embarcaciones y un estimado de 13.6
millones de barriles de petróleo crudo diarios.197
Si bien es cierto que éste es un punto nodal para las economías del sudeste asiático, es
especialmente sensible para el caso chino. Si se considera que todo el petróleo y gas natural licuado
importado de África y Medio Oriente, que para 2009 representó el 77% (3.1 millones de barriles por día)
de todo el petróleo crudo importado por China atravesó el estrecho de Malaca198, se comprenderá que
cualquier irrupción por las actividades de los piratas, riesgos de derrame petrolero o cualquier bloqueo a
las rutas ocasionado por accidentes de las embarcaciones alcanza costos de vital importancia para el
correcto funcionamiento del sistema energético y económico chino (Figura No. ##).
La preocupación china por la creciente dependencia hacia este estrecho ha ido en aumento, sobre todo
por la constante presencia de la marina estadounidense en coordinación con países como Indonesia,
Malasia y Singapur bajo el argumento de proteger el estrecho del terrorismo y la piratería. Los
mecanismos mediante los cuales el gobierno ha intentado dar solución a esta cuestión son diversos,
197 U.S. Energy Information Administration, World oil transit checkpoints, U.S Energy Information Administration, en línea http://www.eia.gov/cabs/World_Oil_Transit_Chokepoints/Full.html (Fecha de consulta: 26 Agosto de 2011) 198 Julie Jiang y Jonathan Sinton, Overseas investments by Chinese…, Op. Cit., p. 29.
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109
aunque generalmente se enfocan en dos estrategias: la creación de gasoductos y el aumento de la
presencia naval en la zona.
Las grandes corporaciones petroleras nacionales han aumentado sus niveles de inversión hacia
sus vecinos, en parte también incitados por motivos de seguridad tradicional impulsados por el Partido.
La creación de gasoductos desde el centro y norte de Asia pretende disminuir el volumen de petróleo
que atraviesa por el estrecho y crear una nueva relación basada en una seguridad energética regional.
Los países anfitriones utilizan esta relación para incentivar sus economías por medio de la inversión
extranjera directa y, en algunos casos, para equilibrar la balanza de poder regional en la que Rusia había
llevado la delantera. Los volúmenes que pueden ser transportados por los gasoductos, la posibilidad de
que éstos sean igualmente víctimas de ataques terroristas o de interrupciones en el suministro
provocados por desajustes sociales en los países huéspedes, pero sobre toda la alta concentración
geográfica, tanto de las reservas de los recursos como de las inversiones chinas en el sector, hacen poco
probable que en los próximos años se reduzca el papel del estrecho en el aprovisionamiento de petróleo
y gas natural.
El otro gran instrumento para garantizar la seguridad ha sido el aumento de la presencia naval
en la zona. Las unidades de submarinos, de buques de superficie, la aviación, los guardacostas, los
cuerpos de infantes y las unidades navales especiales199 se han posicionado con rapidez en los mares
aledaños a la parte continental de China en tanto los intereses de ésta se han diversificado hacia los
mares. Desde que en 2004 se publicó el Libro Blanco sobre la Defensa Nacional, mismo que enfatiza la
necesidad de proteger las costas y las áreas marítimas regionales para poder asegurar la soberanía, la
integridad territorial y los intereses y derechos marítimos, China ha comprendido con mayor claridad el
papel que ejerce Estados Unidos en la zona. Ahora es cada vez más claro que la presencia de bases
estadounidenses, al menos en el caso de que estallara un conflicto que tenga como base la
independencia de Taiwán, funcionaría más como un factor desestabilizador que como un verdadero
garante de la seguridad. Anteriormente, las posibilidades del gobierno central de invertir en el sector
naval eran pocas, en tanto sus prioridades estaban más enfocadas en el rápido crecimiento económico y
problemas de tipo continental, por ello China estaba de acuerdo en que Estados Unidos desplegara su
poder naval para el resguardo regional. No obstante, gracias a la mayor capacidad económica, el
gobierno ha podido desarrollar estrategias para neutralizar o, al menos, disminuir la presencia
estadounidense.
199 Para un análisis sobre la estructura y funcionamiento de la fuerza de mar en China véase, Peng Guangqian, Defensa Nacional de China, China Intercontinental Press, Pekín, 2004, pp. 73-78.
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110
Una vez señalados los principales instrumentos de la estrategia internacional china de seguridad
energética, el siguiente capítulo muestra la vertiente interna, una que parece estar más apegada a un
concepto amplio sobre ella en tanto muestra un especial interés por el desarrollo sustentable y las
cuestiones ambientales.
Mapa No. 1. Estrecho de Malaca
Fuente: http://sudesteasiatico.es/informacion-de-visados-y-tasas-de-aeropuerto-para-sudeste-asiatico/
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111
Capítulo 4. La estrategia interna: el aumento en la producción y las medidas de disminución de
consumo. ¿Un acercamiento al desarrollo sustentable?
Parte fundamental de la estrategia china para adquirir su seguridad energética está sustentada en el
plano nacional. Aun cuando los niveles de dependencia hacia los energéticos circulantes en el mercado
internacional son cada vez más evidentes, es necesario recordar que “China tiene un tradicional orgullo
sobre su pasada habilidad para mantener la autosuficiencia de la mayoría de las materias primas
necesarias para su economía, y eso inclinará su estrategia hacia minimizar su exposición hacia fuerzas
ajenas a su control nacional”200
Esta estrategia, tal como su Plan de Conservación Energética para el mediano y largo plazo lo
reconoce201, se encuentra orientada hacia dos ámbitos. Por un lado se propone la intensificación de los
esfuerzos por lograr aumentar los niveles de producción interna de todos los energéticos, aunque con
un marcado interés por el desarrollo de las energías renovables y, por el otro, formular e implementar
una serie de acciones relacionadas con la disminución de la demanda, siendo el ahorro y la conservación
energética sus principales objetivos. En este sentido, el presente capítulo expone cuáles son las medidas
que el gobierno ha tomado en esta materia y los alcances y límites de las mismas, todo ello poniendo
especial énfasis, tal como las propias autoridades lo anuncian, a la relación energía y desarrollo
sustentable.
4.1 La producción petrolera
Inmediatamente después de su fundación, China comenzó con la producción de petróleo. Desde la ls
años cincuenta, las principales reservas de este país se encuentran en las cuencas Tarim, Junggar y
Qaidam en el oeste y Songliao y Bohai en el este. Para los ochentas, yacimientos de petróleo y gas
fueron descubiertos en 19 provincias, regiones autónomas y municipalidades dependientes directas del
gobierno central. Los mayores yacimientos incluyen los de Daqing, Shengli, Dagang, Renqiu, Liaohe,
Karamai, Lenghu, Yumen, Jilin, Nanyang, Jianghan y Jiangsu. En cuanto a la producción offshore, ésta se
encuentra fundamentalmente en los campos Bohai, Mar Amarillo, Mar del este de China, Estuario del
río Perla, Golfo de Beibu y Yinggehai. En el Mapa No. 1 se muestra la distribución geográfica de los
campos petroleros.
200 Amy Myers y Kenneth Medlock, China and Northeast Asia en Jan Kalicki y David Goldwyn (editores), Energy & security. Toward …, Op. Cit., p. 271. 201 Véase National Development and Reform Commission, China Medium and Long Term Energy Conservation Plan, National Development and Reform Commission, Pekín, 25 de Noviembre de 2004, 20 pp.
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112
Mapa No.1. Principales campos petroleros en China
Fuente: International Energy Agency, China’s worldwide quest for energy security, OECD, París, 2000, p. 6
Como puede observarse en el mapa, los recursos petroleros de China están distribuidos de manera
desigual ya que las provincias de Heilongjiang, Shandong y Hebei poseen cerca del 70% del total de las
reservas nacionales. El campo de Daqing en la provincia de Heilongjiang es el más grande porque posee
el 50% de las reservas nacionales y también por producir un 50% del total nacional, este campo fue el
primero en explotarse en 1970. A él le siguieron Shengli, Dagang y Renqiu. 202 Juntos lograron hacer de
China un país autosuficiente en petróleo hasta principios de los años noventa.
202 Hu Baomin, y Li Zhenguo, China’s energy sector. A sustainable…, Op. Cit., p. 62.
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113
La producción petrolera mantuvo una moderada pero constante tendencia creciente desde los inicios de
la Reforma y Apertura. En los años que van de 1996 a 2005, su tasa anual fue de 1.3%, llevándola de
158.5 a 180.8 millones de toneladas anuales, que equivale a alrededor de 3.2 y 3.6 millones de barriles
diarios, respectivamente. Este sostenido incremento de la producción ha corrido a la par de una alta
tasa de reposición de reservas probadas, que han pasado de 16,300 a 16,000 millones de barriles de
1995 a 2005, manteniendo en alrededor de 12 años la tasa de cobertura de la producción.203
Mapa No. 2. Oleoductos, gasoductos y líneas de comunicación de productos derivados de petróleo en
China.
Fuente: International Energy Agency, China’s worldwide quest for energy security, OECD, París, 2000, p. 36 A pesar de que China era para 2008 el quinto productor más importante de petróleo, con una
producción anual de 190 millones de toneladas, que representaban el 4.8% de la producción mundial,204
dejó de ser autosuficiente en 1993 y pasó a ser importador neto. La explicación es el acelerado
203 Jorge Eduardo Navarrete, China: la tercera inflexión. Del crecimiento…, Op. Cit., p. 26 204 International Energy Agency, Key world energy…, Op. Cit., p. 11.
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114
crecimiento de su consumo. De hecho, se estima que de 1996 a 2005 la tasa media anual de aumento
del consumo petrolero llegó a 6.5%, siendo una de las más altas entre los principales consumidores del
mundo. En 1996 la producción local satisfacía más de nueve décimas (91.2%) del consumo, mientras que
en 2005 superó por poco la mitad (55.2%).205
Como puede verse, el alto grado de importaciones petroleras realizadas por China en los últimos
años no corresponde a la falta de reservas o a un claro atraso tecnológico en la producción, sino a que el
consumo es tan alto que resulta imposible sostenerlo por medio de la producción nacional.
4.2 La producción de gas natural
En 1995 el porcentaje utilizado de gas natural dentro de la demanda energética china era de tan sólo
2%, para 2006 esta cifra se elevaría a 3.3%, que representa un consumo de unos 100 mil millones de
metros cúbicos, sin embargo, de acuerdo a estimaciones realizadas por la AIE, la participación del gas
natural ocupará más del 4% para el 2020.206 Bajo este escenario, China habrá de diseñar una serie de
políticas para aumentar la producción y utilización del gas natural, sobre todo si se considera que los
costos ambientales y para la salud de seguir sosteniendo un sistema energético basado
fundamentalmente en el carbón pueden ser incosteables, que el escenario energético mundial complica
cada vez más la obtención de petróleo a precios razonables y de manera ininterrumpida y que el
promedio mundial del uso del gas natural en este sistema global es seis veces mayor al utilizado por
China.
China comenzó sus investigaciones sobre plantas de Gas Natural Licuado (GNL) a finales de los
ochenta bajo el resguardo de la Academia China de Ciencias (CAS, por sus siglas en inglés). La
producción lograda no fue significativa debido a sus pequeñas dimensiones y a su corta duración, no
obstante, este hecho sentó las bases para un futuro desarrollo del sector, mismo que se vería
materializado hasta el año 2000 con la primera planta de escala industrial ubicada en Shanghái. Esta
planta forma parte de la primera fase del proyecto del mar del Este y recibe gas natural de los campos
ubicados en este mar a través de tuberías subacuáticas, licúa el gas y posteriormente lo suministra a la
ciudad de Shanghái.
A la planta de Shanghái le siguió la de Zhongyuan en Henan en 2001 y significó un hito para la
industria del GNL porque fue la primera planta comercialmente operada en China. A diferencia de la
planta de Shanghái que no vende nada de su producción fuera de la provincia, ésta coloca su producción
205 Jorge Eduardo Navarrete, China: la tercera inflexión. Del crecimiento…, Op. Cit., p. 27. 206 Lin, Zhang y Gu, “LNG (liquefied natural gas): A necessary part in China’s future energy infrastructure” en Energy, Op. cit., p. 4883.
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115
en Shandong, Jiangsu y algunas otras provincias utilizando camiones tanque. Otras plantas importantes
son la de Guanghui en Xinjian, cuya producción de 1,500,000 Nm3/d la convierten en la más grande
planta de China y que es capaz de suministrar de GNL a todo el sur del país incluyendo a Guangdong, la
provincia más remota desde Xinjiang; y las ubicadas en Hainan, Guangxi, Sichuan y Jiansu que, aunque
de menor tamaño, contribuyen de manera sustancial al suministro nacional.207 En la Tabla No. 9 se
muestra un compendio de las plantas de GNL existentes en territorio chino.
Tabla No. 9. Compendio de plantas de GNL en China
Proyecto Localización Tipo Capacidad
(Nm3/d)
Estado
Mar del Este Shanghái Peak shaving 1.0 x 105 Construida
Zhongyuan Henan Base de carga 1.5 x 105 Construida
Guanghui Xinjinag Base de carga 1.5 x 106 Construida
Hairan Hainan Base de carga 1.5 x 105 Construida
Beihai Guangxi Base de carga 1.5 x 105 Construida
Erdos Mongolia Interior Base de carga 6.0 x 105 En construcción
Dazhou Sichuan Base de carga 6.0 x 105 En construcción
Zhuhai Guangdong Base de carga 6.0 x 105 En construcción
Fuente: Lin, Zhang y Gu, “LNG (liquefied natural gas): A necessary part in China’s future energy infrastructure” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4385.
Además de las plantas de GNL es necesario considerar a las terminales receptoras de este energético.
Entre ellas encontramos a tres principales y algunas otras que pueden ser consultadas en la Tabla No.
10.
1. Terminal Shenzhen Dapeng. Fue la primera terminal de recepción y comenzó sus operaciones en
Junio de 2006. Tiene la capacidad de recibir, almacenar, regasificar y distribuir 3.7 Mt/a de GNL
que fundamental es importado desde Australia, pues desde 2006 se firmó un acuerdo con este
país para que suministre el recurso por un periodo de 25 años. La propiedad la comparten la
paraestatal CNOOC, British Petroleum y algunas otras compañías de Guangdong y Hong Kong.
2. Terminal Fujian Putian. Esta terminal intentará ser la que suministre a dos de las mayores
plantas planeadas para los próximos años. La terminal controlada por la CNOOC recibirá 2.6
207 Ibid, pp. 4383-4384.
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116
Mt/a de GNL provenientes de Indonesia durante un periodo de 25 años en consideración con el
Acuerdo de Venta y Venta de GNL firmado entre esta paraestatal y BPMIGAS (organismo de
ejecución para la extracción de petróleo y gas en Indonesia).
3. Terminal Shanghái. En 2010 Shanghái ocupaba 6 mil millones de metros cúbicos de gas natural,
lo que representa un 7% de su consumo energético primario. Debido a este alto consumo, a la
primera fase de operación de la terminal, que entró en funcionamiento en la segunda mitad del
2009, se le añadió una segunda fase que pretende duplicar la capacidad de 3 Mt/a que ahora
soporta. Esto será posible sobre todo por el acuerdo que se logró con Petronas de Malasia para
el suministro del energético por 25 años.208
Tabla No. 10. Compendio de terminales de recepción de GNL en China
Provincia Localización Capacidad
(Mt/a)
Principales
dueños
Fecha de
operación
Estado
Liaoning Dalian 3.5 CNCP 2011 Estudios de
factibilidad
completos
Hebei Tangshan 3.5 CNCP 2012 Estudios de
factibilidad
completos
Tianjian Puerto de
Tianjin
Sinopec Estudios de
factibilidad en
proceso
Shandong Qingdao 3.3 Sinopec 2010 Estudios de
factibilidad
completos
Jiangu Rudong 3 CNCP 2011 Estudios de
factibilidad
completos
Shanghái Puerto de
Yangshan
3 Shenergy/CNOOC 2009 En
construcción
208 Ibid, pp. 4385-4386.
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117
Continuación Tabla No. 10. Compendio de terminales de recepción de GNL en China
Zhejiang Ningbo 3 CNOOC 2010 Estudios de
factibilidad
completos
Fujian Putian 2.6 CNOOC 2008 Construcción
completa
Guangdong Shenzhen 3.7 CNOOC/ BP 2006 Construcción
completa
Guangdong Zhuhai 3.4 GDYD/ CNOOC 2012 Estudios de
factibilidad
completos
Guangxi Beihai CNCP Sin progreso
Hainan Wenchang CNOOC Sin progreso
Fuente: Lin, Zhang y Gu, “LNG (liquefied natural gas): A necessary part in China’s future energy infrastructure” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4386.
La transportación del GNL a estas estaciones generalmente ha sido tarea de los barcos transportadores
de GNL de nacionalidad japonesa, coreana o de alguna firma europea, no obstante, desde que el
gobierno chino consideró dentro de las prioridades del sector energético el contar con la capacidad de
transportación, al menos 100 millones de yuanes han sido invertidos en desarrollo de investigación y
tecnología. El resultado de este esfuerzo fue que para agosto de 2004 la firma Shanghái Hudong-
Zhonghua Shipbuilding Group logró construir su primer barco transportador de GNL. Para 2008 China
había construido otros dos barcos que fueron vendidos a compradores internacionales. Este hecho
marca la entrada de la industria china manufacturera de barcos a una nueva etapa tecnológica y de
mayor competitividad en los mercados internacionales.209
Una vez llegado el GNL a las grandes terminales receptoras es colocado en los centros de
consumo por medio de camiones con tanques contenedores. En este momento China cuenta con
camiones cuyos contenedores tienen la capacidad de transportar 27 m3 y 40 m3 y que son
manufacturados por firmas nacionales en las provincias de Sichuan, Juangsu y Hebei, por mencionar
algunas.
209 Ibíd, pp. 4386-4387.
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118
Otra de las grandes prioridades en cuanto a la investigación relacionada con el GNL ha sido su
aplicación en los vehículos particulares y en el transporte público. La importancia de su utilización se
debe, sobre todo, a siete aspectos considerados por Lin, Zhang y Gu:
1) La construcción de estaciones de servicio de GNL no es afectada por el sistema de gas natural y
es más sencillo para sitios de conexión.
2) Los vehículos impulsados con GNL pueden recorrer distancias hasta tres veces más largas que
los impulsados con Gas Natural Comprimido (GNC). Cada recarga de combustible puede
soportar viajes de entre 400 y 600 km.
3) Las estaciones de servicio de GNL requieren menos espacio, no necesitan equipo de energía a
gran escala, aportan muy bajos niveles de ruido y son fácilmente adaptables en espacios
urbanos.
4) Es más conveniente económicamente en términos de almacenamiento y transportación.
5) Fácil carga y los mismos manejos que para los vehículos convencionales
6) El GNL está libre de la posible producción de materia sólida durante el proceso criogénico
profundo y, además, es más puro y ambientalmente amigable.
7) El GNL puede evaporarse directamente en GNC y ser usado para abastecer vehículos con base
en GNC.210
Actualmente vehículos impulsados por GNL se encuentran en las calles de Beijing, Urumchi (Xinjiang) y
Changsha (Hunan). Adicionalmente, en el puerto de Ningbo, bajo el concepto de construir un puerto
verde, se utilizan 100 camiones contenedores impulsados por GNL, mediante los cuales se espera
reducir la descarga de CO2 hasta en 25 toneladas cada año por camión contenedor.211
Aun cuando las oportunidades para el GNL en el sistema energético chino son evidentes, es
necesario que la dirigencia nacional atienda algunos aspectos que se están presentando o que parecen
ser una tendencia en los próximos años. El consumo de GNL licuado aumentará dentro de todo el
territorio aunque ciertamente los grandes centros de consumo seguirán siendo los punteros.
Atendiendo esta realidad se habrán de realizar mayores inversiones tanto en grandes plantas como en
las pequeñas. Éstas ofrecen mayores ventajas en tanto que los procesos son simples, el tamaño es
pequeño pero, sobre todo, porque casi todos los procesos de licuefacción pueden ser adoptados en las
plantas de pequeña escala.
210 Ibíd, p. 4387. 211 World News, “China: Ningbo port to use LNG trucks to reduce carbon emissions, LNG”, World News, 16 de Agosto de 2010, en línea http://www.lngworldnews.com/china-ningbo-port-to-use-lng-trucks-to-reduce-carbon-emissions/
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119
Existen diferentes equipos involucrados en la cadena industrial del GNL, por ejemplo,
compresores, expansores, bombas, reguladores de calor, válvulas, entre otros. China puede
manufacturar la mayoría de éstos con casi la misma eficiencia que cualquier marca internacional, sin
embargo, practicamente toda la producción obedece a equipos cuyos niveles son básicos en
comparación con los producidos en Europa y Estados Unidos. El avance en el diseño y producción de
equipo avanzado es crítico para fomentar el decrecimiento de los costos del GNL y promover la
tecnología relacionada con el sector energético en China.
Por último, es necesario considerar que el GNL producido por las pequeñas plantas con recursos
internos no pudo competir en precio con el gas natural transportado mediante tubería. Una situación
similar ocurre cuando se le somete a competencia con el petróleo y el gas importado. Por el momento el
gas natural es más barato que el petróleo y esto parece que seguirá siendo válido en tanto los precios
del petróleo continúen elevados. Sin embargo, dado que el consumo en los grandes Estados ha ido
incrementándose en las últimas décadas, las importaciones, sobre todo de China e India, han
comenzado a influir en el encarecimiento del gas natural, lo que afecta directamente la construcción de
nuevas terminales receptoras de GNL. “La pregunta no es si China importará más GNL. Es cómo China
conseguirá su seguridad energética con la presencia del GNL. China consumirá más y más gas natural. La
importación del GNL cubrirá parte de la demanda pero los recursos internos, incluyendo las bases
offshore, deben aportar la mayor porción. Además, el GNL debe ser importado desde diferentes
productores en el mundo para garantizar el suministro seguro y barato.”212
4.3 La producción de carbón
China es el principal productor de carbón a nivel mundial con 2,761 millones de toneladas en 2008. Esta
cifra representa más del doble de la producción de Estados Unidos -quien ocupa el lugar número dos en
la lista-. Al no aparecer en el ranking de exportadores, China es también el principal consumidor de este
energético con casi el doble del consumo estadounidense, que equivale a algo más de la tercera parte
del mundial.213
En consideración a sus grandes reservas -51% de las reservas mundiales-, China ha seguido el
principio de “hacer del carbón el fundamento”, de ahí que para 2007 éste representara el 71% de la
energía total consumida, 76% del combustible usado para generar electricidad, 70% de la energía
212 Lin, Zhang y Gu, “LNG (liquefied natural gas): A necessary part in China’s future energy infrastructure” en Energy, Op. cit., p. 4390. 213 International Energy Agency, Key world energy…, Op. Cit., p.15.
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120
utilizada para la industria del metal y el acero, 80% de los combustibles para uso civil y 60% para la
industria química.214
Después de una declinación en los años noventa, a principios de siglo la producción de carbón
recuperó un rápido crecimiento, que en 2005 fue de un 10.3% sobre el año anterior. En los últimos años,
la producción ha superado al consumo por pequeños márgenes, aunque, dado el elevado incremento de
éste, puede dejar de ser así en muy poco tiempo.215 Para revertir este problema el gobierno propuso en
el XI Plan Quinquenal la ampliación y modernización de las minas existentes así como la apertura de
otras de gran capacidad.
Dado que dentro de la prospectiva realizada, tanto por los académicos como por el gobierno
chino, el carbón seguirá ocupando un papel central dentro de su sistema energético y que es sabido que
su extracción, procesamiento y utilización genera efectos negativos en el medio ambiente, se han
planteado una serie de medidas para lograr que su uso empate con los objetivos del desarrollo
científico, sin duda la más importante es el desarrollo de tecnologías de carbón limpio.
Las tecnologías de carbón limpio “refieren una nueva tecnología utilizada en el procesamiento,
combustión, conversión y control de emisiones en todo el proceso, desde la extracción hasta la
utilización, que intentan reducir la emisión de contaminantes al aire.”216 De acuerdo al IX Plan
Quinquenal el programa de tecnologías de carbón limpio comprenden 14 tecnologías que pueden ser
clasificadas en las cuatro categorías siguientes: 1) procesamiento de carbón, 2) quema limpia y
altamente eficiente, 3) conversión y 4) control de descargas contaminantes.
Para impulsar su desarrollo y uso el gobierno ha brindado su apoyo por medio de tres mecanismos. A
saber:
1) Inversiones. El desarrollo de estas tecnologías requiere de una fuerte inversiones que las
empresas privadas no están dispuestas a asumir de manera individual, de ahí que el gobierno
haya decidido que todos los proyectos de este tipo enlistados en el programa nacional de
investigación y desarrollo científico sean financiados de manera conjunta por el gobierno y las
empresas privadas. Los fondos necesarios para los proyectos para la popularización de su uso se
encuentran también considerados dentro del capital otorgado para modernizar construcciones y
tecnologías. Por último, distintos préstamos han sido otorgados a empresas que desarrollan este
tipo de tecnologías.
214 Hu Baomin, y Li Zhenguo, China’s energy sector. A sustainable…, Op. Cit., p. 48. 215 Jorge Eduardo Navarrete, China: la tercera inflexión. Del crecimiento…, Op. Cit., p. 24. 216 Hu Baomin, y Li Zhenguo, China’s energy sector. A sustainable…, Op. Cit., p. 50.
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121
2) Impuestos. Para hacer más atractivo un sector que no parece rendir ganancias en el corto plazo,
el gobierno ha dado incentivos fiscales a proyectos de esta naturaleza que tengan un profundo
impacto en la reducción de contaminantes. Un especial tratamiento han recibido las empresas
dedicas a la transformación de esta energía en eléctrica.
3) Leyes y reglamentos. Basadas en los principios del desarrollo científico, las leyes y reglamentos
formulados para este energético se encuentran relacionados con la imposición de reglas
ambientales. Quizás la de mayor trascendencia es la Ley para la prevención y control de
contaminantes del aire.217
Pese a la utilización de energías de carbón limpio, el consumo de carbón será por demás elevado en los
próximos años, lo que evidentemente impactará en las emisiones de gases de efecto invernadero, las
cuales se espera superen las de Estados Unidos en un par de años. Además de este grave problema, el
gobierno debe dar solución inmediata a las condiciones bajo las cuales se encuentran laborando los
trabajadores de las minas de carbón ya que China registra la tasa más alta de accidentes mortales en
este sector del mundo.
4.4 El desarrollo de la energía nuclear
Considerando las dificultades políticas y la situación actual del escenario energético global, el acceso a
las cantidades necesarias de petróleo para sostener el rápido crecimiento se dificultan cada vez más, de
ahí que la búsqueda por la diversificación de materiales usados para la generación de energía se vuelva
una prioridad dentro de los planes diseñados por el gobierno chino. Si se considera que, al menos
teóricamente, la energía liberada por la fisión de un kilogramo de uranio equivale aproximadamente a
consumir 2,500 toneladas de carbón o 2, 000 toneladas de petróleo, y que además este energético no
genera emisiones de gases de efecto invernadero, se comprenderá el porqué del empeño que algunos
países han mostrado por la instalación o ampliación de sus bases de energía nuclear.
China comenzó su industria de energía nuclear a mediados de los ochenta, aunque el diseño de
la misma se inició diez años atrás, sin embargo, su producción fue mínima y poco exitosa. Para finales
del 2007 la realidad sería un tanto distinta en tanto que ocupó el lugar número once en generación de
energía nuclear a nivel mundial con 11 reactores cuya capacidad anual de generación instalada
217 Idem.
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122
alcanzaba los 59.3 tera watts por hora (TWh) que, en términos de generación de electricidad sólo
representaba el 1.9%, cifra muy por debajo del estándar internacional de 16%.218
Hasta este momento, China cuenta con tres bases de generación de energía eléctrica: la Qinshan
en la provincia de Zhejiang con cinco unidades, la Dayawan en Guangdong con cuatro y la Tianwan en
Jiangsu con dos. Adicionalmente, China planea añadir dos bases más, la Sanmen en Zhejiang y la
Yanjiang en Guangdong, que estarían listas para operar en el 2020. Como lo muestra el Mapa No. 3,
todas las plantas están localizadas en la zona costera, es decir, en los principales centros de consumo
eléctrico. Este hecho hace más viable el desarrollo e instalación de las plantas en tanto que se cuenta
con los medios, tanto materiales como humanos e inversiones, para implementarlos. Dado que los
centros de consumo en el interior del país no experimentarán grandes cambios en los próximos años, la
transportación de la energía y su utilización se vuelve mucho más eficiente.
Mapa No. 3. Ubicación de las plantas de energía nuclear en China
Fuente: Zhou, Sheng y Zhang, Xiliang, “Nuclear energy development in China: A study of opportunities and challenges” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4283.
218 Sheng Zhou y Xiliang Zhang, “Nuclear energy development in China: A study of opportunities and challenges” en Energy, Op. Cit., p. 4283.
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123
A pesar de que la generación de energía nuclear ha ido adquiriendo una creciente importancia en el
sistema energético chino, es necesario también indicar que ésta presenta una serie de problemas que
habrán de enfrentar los planes y programas diseñados para el sector.
El primero, y quizás el más importante de ellos, es que la tecnología utilizada en los reactores
nucleares es antigua en comparación con los estándares internacionales. Los reactores chinos en
operación actual tienen una tecnología de generación II, la más baja de todas. Se espera importar la
tecnología de generación III para los que habrán de estar en operación en 2020 y, aún cuando existe un
programa de investigación nacional para desarrollar por cuenta propia la generación IV, ésta no estará
en condiciones para operar comercialmente a gran escala en el mediano plazo. Esta realidad indica el
claro atraso en el que se encuentra el sector. Uno de los factores que contribuye a esta situación es que
desde que en la década de los setenta se comenzó con el diseño de la base de Qinshan se pensó en un
esquema de investigación puramente nacional. De hecho, de acuerdo con estudios sobre los
componentes del reactor, 95% del equipo fue hecho en China y sólo el 5% fue importado.219
Aun cuando este esquema se ha flexibilizado con el paso de los años por la necesidad de hacer
más eficiente la producción, nuevos problemas surgen desde la óptica de la seguridad nacional, sobre
todo si se considera que la tecnología y ciencia para el diseño, implementación y administración de las
bases se encuentra en manos de actores externos cuyos intereses podrían no ser siempre compatibles y,
en esta lógica, se pondría en juego el programa mismo. Para empatar tanto la necesidad de nueva
tecnología con la independencia energética, China ha optado por adquirir en el mercado internacional,
fundamentalmente de Francia, Canadá y Rusia, componentes aislados que necesita para el correcto
funcionamiento de sus plantas. Esta estrategia, no obstante, ha dificultado el avance de sus
investigaciones y, en ocasiones, la seguridad en el funcionamiento de las mismas.
Otro gran problema es que con el incremento en el número de bases para el 2020, la cantidad
de desechos nucleares generados se elevará también de manera considerable, pues se pasará, según lo
proyectado por el propio gobierno, de 1.9% de participación en el sistema energético chino a 4%.
Mientras que en Europa y América del Norte existe ya una vasta experiencia sobre el manejo de estos
residuos, debido a que hasta el momento el volumen generado se ha mantenido en niveles mínimos, en
China no existen medidas para su buen manejo y se cree que será uno de los grandes retos con los
cuales el gobierno tendrá que lidiar en los años siguientes. La cooperación internacional con países con
tradición en generación de energía nuclear habrá de ser esencial para superar este reto.
219 Hu Baomin, y Li Zhenguo, China’s energy sector. A sustainable…, Op. Cit., p. 92.
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124
Un punto que se encuentra siempre a debate cuando se habla de este tipo de energía es que,
aun cuando en los procesos de generación de energía eléctrica se utiliza un contenido de uranio-235
muy por debajo del necesario para generar armas de destrucción masiva, para la opinión pública y para
algunos Estados cuyos intereses no siempre empatan con los propuestos por el gobierno chino -sobre
todo considerando las relaciones que ha establecido con actores cuyo compromiso con la no
proliferación de armas nucleares ha sido puesto en duda en varias ocasiones- es preocupante que China
desarrolle en grandes niveles su industria energética nuclear, pues ésta podría desviarse a la generación
de armamento que no sólo puede ser utilizado en defensa de sus objetivos sino ser comercializado y
entregado a terceros Estados que no se encuentran monitoreados por ninguna agencia internacional.
Como parte del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, China tendrá que garantizar a la
sociedad internacional que el respeto a los tres ejes fundamentales de éste será invariable.220
La opinión pública se encuentra renuente a que sus impuestos sean destinados a la investigación
y desarrollo de energías cuyos costos reales se encuentran hoy en día muy por encima de los costos
promedio de cualquier energético fósil. Como se ha señalado, China posee una de las reservas de carbón
más importantes a nivel mundial; la explotación de este recurso requiere de una baja inversión inicial y
los tiempos de construcción de las bases son sumamente cortos, lo que lleva a retornos económicos
amplios. La energía nuclear, por su parte, requiere de una muy alta inversión inicial y las instalaciones de
un amplio periodo de construcción; pero no sólo eso, sino que la generación de energía supera
ampliamente los costos de los energéticos tradicionales.
Esta realidad se muestra en contra del desarrollo de programas en este sector al introducir
únicamente el elemento económico en el análisis y pensando en el corto y mediano plazo. Sin embargo,
una vez que a esta información se le añaden los beneficios ambientales y el panorama del complicado
escenario energético mundial, sobre todo del petróleo y del gas natural, la generación de energía
nuclear parece ir adquiriendo mayores adeptos.
Como el menor de los problemas que habrá de enfrentar en relación a la generación de energía
nuclear en los próximos años se encuentra la disponibilidad de fuentes de uranio. La distribución de
éstas en el mundo es relativamente desigual en tanto que Australia posee el 23%, Kazajistán el 15%,
Rusia el 10%, Canadá el 8%, Sudáfrica el 6% y China menos del 1%, por mencionar sólo a los más
importantes.221 A pesar de esta distribución, el país asiático ha sido hasta el momento capaz de hacer
frente a las necesidades de este material por sí mismo, ello en razón de que son mínimas en
220 Se considera a los tres ejes fundamentales del tratado: 1) el uso para fines puramente pacíficos, 2) aceptación de la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica y 3) la no transferencia de materiales a terceros Estados. 221 Véase World Nuclear Association, Uranium. From mine to mill, World Nuclear Association, Londres, 2010, p. 1.
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125
comparación con los grandes productores. Esta realidad habrá de transformarse en los años siguientes si
los planes de expandir el sector energético nuclear continúan, por lo que la importación de uranio será
inevitable. Previniendo esta situación, China firmó en 2006 el “Acuerdo entre el gobierno de Australia y
el gobierno de la República Popular China para la cooperación en usos pacíficos de la energía nuclear”
mediante el cual el primero se compromete a suministrar 20,000 toneladas de uranio en los siguientes
diez años.222 El signar este acuerdo supone un suministro importante y se estima que será suficiente
para hacer frente a las necesidades de esos años. A diferencia de lo que sucede con caso del petróleo, el
papel de China como comprador de este energético no afectará el mercado mundial pues su
requerimiento sólo representará el 5% del mercado internacional.
A pesar de que habrá de enfrentar, cuando menos, algunos de los problemas antes
mencionados, existen también factores de cambio para el desarrollo del sector nuclear. Sin duda alguna,
uno de los rasgos más característicos del sistema energético actual, y al que mayor atención habrá de
ponerse en los próximos años, es la marcada participación del carbón. Si se planea que para el 2050
China sea un Estado medianamente desarrollado, es de esperarse que su consumo energético se
multiplique anualmente de manera considerable, sobre todo por la ampliación del sistema eléctrico.
Hasta este momento la capacidad instalada de generación de energía eléctrica está dominada por el
carbón, no obstante, la acentuación de los daños provocados por la contaminación y el daño ecológico
causado por su uso han llevado a pensar a la dirigencia nacional en su paulatina sustitución en el largo
plazo, dando mayor énfasis a la energía nuclear.
En orden de aumentar la participación de la energía nuclear en el sistema energético chino, tal como
lo recomiendan Sheng Zhou y Xiliang Zhang, la dirigencia nacional habrá de:
a) Mejorar el desarrollo de tecnología nuclear nacional y la selección de la tecnología de
importación. La compra de componentes aislados en diferentes puntos eleva los costos de
producción y pone en peligro incluso la seguridad nuclear, por lo que es necesario que las
compras sean empatadas con los planes nacionales de desarrollo tecnológico con el fin de que
no se ponga en peligro a éste ni a la seguridad nacional.
b) Reducir los costos de la generación de energía nuclear y mejorar su competitividad. Los elevados
costos del petróleo y el gas natural, en conjunto con el cada vez más complicado panorama
geoenergético mundial, hacen de la industria energética nuclear una opción cada vez más
222 Véase Agreement between the Government of Australia and the Government of the People’s Republic of China for Cooperation in the Peaceful Uses of Nuclear Energy, en línea, http://www.dfat.gov.au/geo/china/treaties/nuclear_energy.html
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126
rentable, sobre todo si se considera que permite el desarrollo y perfeccionamiento de la
tecnología nacional y puede coadyuvar en el alcance de una mayor independencia energética.
c) Acelerar un proceso más eficiente de los reactores nucleares. A pesar de que en estos
momentos el consumo de uranio es muy bajo y puede sobrellevarse con la producción nacional,
la importación del recurso será inminente en los años próximos. Con el fin de mantener las
compras internacionales al mínimo es recomendable desarrollar reactores nucleares más
eficientes que utilicen menos uranio.
d) Coordinar trabajos efectivos de publicidad para sostener la aceptación pública. En términos
generales, actualmente la población de China apoya la generación de energía nuclear, sin
embargo, tal como ha sucedido en el caso de los países desarrollados como Alemania y Francia,
existe la posibilidad de que esta idea cambie, de ahí la importancia de una efectiva campaña de
aceptación.223
4.5 El papel de las energías renovables
Con el lanzamiento de la teoría del desarrollo científico, China comenzó un nuevo paso en torno a su
seguridad energética y asumió un compromiso con la comunidad internacional para reducir los efectos
de la degradación ambiental. Para China, sustentado su pensamiento en una larga tradición de
autosuficiencia, las energías renovables resultan ser una estrategia que puede rendir grandes frutos en
tanto el potencial de desarrollo es alto y limita la dependencia al suministro externo. Su
implementación, no obstante, es muy reducida por el momento, aunque se espera crezca en las
próximas décadas. La Tabla No. 11 muestra los objetivos que el gobierno central se ha fijado para el
desarrollo de estas tecnologías para el 2020, la Tabla No. 12, por su parte, plantea los escenarios de
capacidad instalada de los mayores energéticos para los próximos años.
223 Sheng Zhou y Xiliang Zhang, “Nuclear energy development in China… Op. cit., pp. 4287-4288.
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127
Tabla No. 11. Objetivos de las principales tecnologías renovables de generación de energía para el
2020 (en MW)
Tecnología 2010 2020
Energía hidroeléctrica 165,000 290,000
Parques eólicos 5,000 30,000
Sistemas solares fotovoltaicos 300 2,000
Energía de biomasa
Bagazo de caña 2,000 2,000
Residuos del campo y bosque 2, 000 14, 000
Biogás 800 14, 000
Incineración de residuos 500 2,000
Relleno sanitario 200 500
Subtotal 5, 500 20, 000
Energía geotérmica 50 100
Fuente: Zhang, Xiliang et al., “A study of the role played by renewable energies in China’s sustainable energy supply” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4395.
Tabla No. 12. Escenario de capacidad instalada de generación de energía en China (en GW)
2010 2020 2030 2050
Carbón 600 700 800 1, 000
Gas natural 24 65 100 180
Petróleo 20 21 15 10
Nuclear 10 25 150 300
Hídrico 130 300 350 380
Aire 5 30 50 200
Biomasa 5.5 30 50 200
Solar 0.3 1.8 3 100
Otros renovables 0 0 30 50
Total 794.8 1172.8 1798 2620
Fuente: Zhang, Xiliang et al., “A study of the role played by renewable energies in China’s sustainable energy supply” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4397.
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128
De acuerdo a la ya analizada Ley de Energías Renovables de 2005, cuyos principios fueron también
recogidos por el XI Plan Quinquenal, se reconoce el papel estratégico de estas tecnologías en la
optimización de la estructura energética, la mitigación de la contaminación ambiental, mejoramiento de
la seguridad en el suministro energético y promoción del desarrollo rural.
China tiene abundantes recursos energéticos renovables. Los rangos solares anuales del país van
de los 3360 a 8400 MJ/m2 y en dos tercios de su territorio la radiación solar supera los 5020 8400
MJ/m2. Los recursos de energía eólica son importantes también. El desarrollo potencial de energía eólica
en el territorio continental ronda los 253 GW con una capacidad de generación eléctrica de más de 50
mil millones de KW h. El potencial de la energía hidroeléctrica es de al menos 400 GW; 128 de los cuales
está dado por las pequeñas plantas con capacidad instalada inferior a los 50 MW. El país produce 700
millones de toneladas de residuos agrícolas cada año de los cuales la mitad puede ser utilizada con
propósitos energéticos, lo que equivale a unos 170 millones de toneladas de carbón equivalente. La
producción de leña alcanza los 220 millones de toneladas cada año, equivalentes a 130 millones de
toneladas de carbón equivalente. Los desechos sólidos de las granjas y de ciertas industrias pueden ser
utilizados para producir 31 mil millones de m3 de biogás. 224 De aquí la importancia de incorporar a las
energías renovables dentro de la estrategia interna de seguridad energética.
Hasta este momento el área ha sido poco desarrollada y su participación dentro de la estructura
de consumo total alcanzó en 2010 apenas el 6%, aunque se ha incrementado de manera considerable
pues un par de años atrás no alcanzaba ni el 3%. Dentro de las energías renovables, la de mayor
participación son las hidroeléctricas con casi el 97% del total de energía producida, le siguen la eólica y
los biocombustibles.225 La tabla No. 13 muestra una categorización de las principales tecnologías de
energía renovable en China de acuerdo a su grado de desarrollo.
224 Xiliang Zhang et al., “A study of the role played by renewable energies in China’s sustainable energy supply” en Energy, Op. Cit., p. 4393. 225 Ídem.
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129
Tabla No. 13. Categorización de las principales tecnologías de energía renovable en China
Tecnología Investigación y
desarrollo
Demostración Comercialización
en inicio
Comercializada
Energía
hidroeléctrica a
pequeña escala
X
Calentadores
solares de agua
X
Passive solar
house
X
Estufas solares X
Secadoras solares X
Sistemas
fotovoltaicos
solares
X
Turbina de aire
conectada a la red
X
Pequeñas turbinas
de aire no
conectadas a la
red
X
Energía
geotérmica
X
Calefacción
geotérmica
X
Estufas a base de
biomasa
X
Biogás doméstico X
Plantas de biogás X
Gasificación de
biomasa
X
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130
Continuación Tabla No. 13. Categorización de las principales tecnologías de energía renovable en
China
Briquetas X
Biodiesel X
Bioetanol X
Generación de
energía por medio
del movimiento
de las olas
X
Conversión de
energía térmica
oceánica
X
Fuente: Zhang, Xiliang et al., “A study of the role played by renewable energies in China’s sustainable energy supply” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4392. Debido a su trascendencia para la estrategia nacional de seguridad energética, se realiza una breve
revisión de la capacidad instalada de las principales fuentes de energía renovable. Dentro de este
análisis se destacan los retos y oportunidades para los años siguientes y los problemas a los que se han
enfrentado en su desarrollo.
4.5.1 La energía eólica
Desde que China comenzó en 1970 con sus investigaciones, evaluaciones y la división distrital de los
recursos eólicos en su territorio, el impulso que ha recibido la energía eólica por parte del gobierno ha
llevado a que ésta sea ahora una importante fuente dentro del sistema energético. Esto se debe sobre
todo a que las regiones del noreste, noroeste, el altiplano Qinghai-Tíbet y las provincias de Mongolia
Interior y Gansu poseen un potencial enorme para el desarrollo de esta energía; de hecho, de acuerdo a
estimaciones basadas en información proveniente de más de 900 estaciones meteorológicas colocadas
alrededor del país, China cuenta con reservas de energía eólica por más de 3.226 miles de millones de
kilowatts.226 En el mapa siguiente puede verse la distribución geográfica.
226 Hu Baomin, y Li Zhenguo, China’s energy sector. A sustainable…, Op. Cit., p. 158.
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131
Mapa No. 4. Capacidad instalada de energía eólica por provincia, 2009 (MW)
Fuente: Kat Cheung, Integration of renewables. Status and challenges in China, Agencia Internacional de Energía, París, 2011, p. 10. China es uno de los primeros países en desarrollar tecnología relacionada con la energía eólica y su
utilización se ha incrementado de manera considerable en estas décadas. Como reconocen Xu, He y
Zhao, la industria china de energía eólica ha transitado por las siguientes etapas:
1) De 1975 a 1985. En esta etapa tiene lugar el desarrollo tecnológico de aerogeneradores fuera de
la red y su industrialización. De las turbinas generadas en este lapso aún se mantienen en
operación en las regiones lejanas alrededor de 170 mil.
2) De 1985 a 1995. Durante este periodo los avances tecnológicos en los aerogeneradores
alcanzaron el nivel de hecto watt y kilowatt, las turbinas de 100 a 300 kW fueron desarrolladas
y los primeros parques eólicos de demostración fueron construidos.
3) De 1995 a 2005. En este lapso fueron desarrolladas las turbinas de 600 a 950 kW, se desplegó el
mercado de energía eólica, se aceleró la construcción de los parques eólicos y la investigación
en turbinas a nivel de mega watts se puso en marcha.
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132
4) Después de 2006. Con la implementación de la ya mencionada Ley de Energía Renovable, la
industria de energía eólica ingresó en una nueva etapa de desarrollo del mercado. De hecho,
para 2008 un total de 238 parques eólicos habían sido construidos y su capacidad instalada total
era de 12,153 MW, de los cuales el incremento en 2008 fue de 6,426 MW. Como puede
observarse en la Gráfica No. 1 el incremento anual a partir de 2006, fecha en que entra en vigor
la Ley de Energías Renovables, no tiene precedentes.227
Gráfica No. 1. Capacidad instalada total de turbinas eólicas en China
Fuente: Xu, He y Zhao, “Status and prospects of chinese wind energy” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4440.
Dado el gran potencial presentado por este tipo de energía, la dirigencia nacional ha planteado una serie
de ambiciosos objetivos para los próximos años. La capacidad total de generación para 2015 se estima
en 7 millones de kilowatts mientras que para el 2020 se espera se eleve hasta los 30 millones. Para
alcanzar estas cifras se planea la construcción de bases de generación eléctrica por hasta 12 millones de
kilowatts en las provincias de Mongolia Interior, Gansu y Hebei.228
La industrialización y comercialización de la energía eólica son los objetivos del desarrollo a gran
escala de este tipo de energía. Como lo demuestra el Plan de Desarrollo Industrial de las Energías
Renovables, la energía eólica es considerada como la principal fuente de energía para alcanzar el
227 Xu, He y Zhao, “Status and prospects of chinese wind energy”, Energy, Op. Cit., pp. 4440-4441. 228 Hu Baomin y Li Zhenguo, China’s energy sector, Op. Cit., p. 161
344 400 468 567 7641266
2599
5906
12153
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Capa
cida
d in
stal
ada
(MW
)
Año
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133
objetivo de hacer que el 2% del total de energía comercial consumida para el 2015 -3.6% si se toma en
cuenta a las plantas hidroeléctricas- sea a través de energía renovables.229 A pesar de que este objetivo
se encuentra lejos de la meta establecida por los países europeos del 12% para el 2010, la iniciativa de
aumentar la participación de la energía eólica dentro del sistema energético chino es un comienzo
considerable en el compromiso de este país con el medio ambiente.
A pesar del incremento en el aprovechamiento de la energía eólica experimentado en los
últimos años y proyectado para las próximas décadas, las empresas que desarrollan este tipo de
tecnología continúan siendo extranjeras con subsidiarias en territorio chino. De hecho, como puede
verse en la Gráfica No. 2, de las tres empresas líderes en el sector ninguna de ellas es de capital nacional
y de las diez más importantes sólo tres son chinas. Este hecho es por demás revelador, sobre todo si se
considera que la mayor parte de los componentes utilizados para la generación y transformación de este
tipo de energía son producidos por empresas nacionales pero la tecnología sigue en manos de empresas
extranjeras. Este será uno de los principales retos que la dirigencia nacional habrá de enfrentar.
Gráfica No. 2. Principales solicitantes de patentes para energía eólica en China (2009)
Fuente: PNUD, China Human Development Report 2009/10: China and a sustainable future: Towards a low carbon economy and society, PNUD, Pekín, 2010, p. 43.
229 Liu, Gang y Zhang “Cost-competitive incentives for wind energy development in China: institutional dynamics and policy changes” en Energy Policy, No. 30, Estados Unidos, 2002, p. 755
155
5140 34 31 30 28 27 25 24
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
No.
solic
itud
de
pate
ntes
Empresa
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134
4.5.2 Energía hidroeléctrica
De acuerdo con su estructura geográfica, China posee un amplio potencial para el desarrollo de energía
hidráulica. Se coloca en la primera posición en recursos de este tipo en el mundo al contar con reservas
por 694 millones de kilowatts con una producción anual de 6, 080 miles de millones de Kw h., sin
embargo, su capacidad instalada alcanza sólo a aprovechar el 26% de la capacidad técnica explotable, lo
que representa una sexta parte de lo que aprovecha Estados Unidos, menos de un tercio de lo explotado
por Canadá y menos de la mitad de lo que lo hace Brasil.230
Los recursos hídricos se concentran en las provincias del suroeste como Yunnan, Guizhou,
Sichuan, la municipalidad de Chongqing y la Región Autónoma del Tíbet, que juntas representan el
61.38% del total nacional. Si la clasificación se hace de acuerdo a los sistemas hídricos, éstos se
encuentran fundamentalmente en la cuenca del río Yangtze, con el 39.6% del total nacional, el río
Yarlung Zangbo y otros ríos en el Tíbet, con el 23.6% del total nacional y los ríos en las montañas
Hengduan, con el 14.3%.231
Los recursos hídricos utilizados para la generación de energía presentan dos características que son
necesarias considerar en la planeación y desarrollo de tecnología de esta naturaleza, éstas son:
1) Los recursos no están bien distribuidos. Los recursos se encuentran fundamentalmente en las
regiones menos desarrolladas del país mientras que las 11 provincias costeras, que son las de
mayor desarrollo económico y las que concentran el mayor número de pobladores, cuentan tan
solo con el 6%, a pesar de que ellas consumen el 51% de la energía eléctrica nacional.
2) La calidad de los recursos es variable. Las corrientes de los ríos varía grandemente cada año,
entre las estaciones secas y las estaciones lluviosas, y entre las diferentes estaciones; esta
característica dificulta el desarrollo y utilización del recurso.232
Considerando estas características el gobierno chino comenzó a desarrollar desde 1950 su industria de
energía hídrica. Los primeros pasos fueron la construcción de pequeñas hidroeléctricas en el este del
país y, en los últimos años de esa década, China comenzó con la construcción de grandes centrales
hidroeléctricas, incluyendo algunas localizadas en el río Amarillo. Después de 1980 el gobierno central
comenzó a prestar mayor atención al desarrollo de este tipo de energía en el oeste, especialmente
después del inicio de la estrategia nacional llamada “enviando energía eléctrica del oeste al este”, este
lema se refiere al desarrollo de energía en las regiones centrales y del oeste como Guizhou, Yunnan,
Guangxi, Sichuan, Mongolia Interior, Shanxi y Shaanxi y a la transmisión de energía eléctrica generada
230 Baomin, Hu y Zhenguo, Li, China’s energy sector, Op. Cit., p. 99 231 Ídem. 232 Ídem.
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135
hacia Guangdong, Shanghái, Jiangsu, Zhejiang y la región Beijing-Tianjin-Tangshan, que sufren de
recurrentes cortos eléctricos. Esta estrategia promueve el desarrollo de las regiones menos favorecidas
económicamente por medio de esquemas productivos que pretenden conectar a todo el país por medio
de la energía.
En 1978, con la introducción de la Reforma, se formuló un plan para la construcción de 10
estaciones hidroeléctricas, sin embargo, para 1989, el enorme crecimiento económico hizo que este
plan se reconfigurara y aumentara en 2 el número de plantas. Unos años más tarde, en 2007, la
capacidad instalada alcanza 713 millones de Kw y una capacidad anual de 3255.9 miles de millones de
Kw h, ambos se colocan en la segunda posición a nivel mundial. Como puede verse en la Tabla No. 14, la
energía hidráulica ha aumentado considerablemente desde que se decidió a finales de los noventa la
construcción de estas plantas y se espera que siga este curso en los próximos años.
Tabla No. 14. Desarrollo de la energía hidráulica en China y futuras estimaciones
Año Capacidad instalada de energía hidráulica / 10
Mw
1991 3788.4
1996 5218.4
1999 7297.0
2000 7708.5
2003 9217.0
2004 10,800.0
2005 11,652.0
2006 12,857.0
2007 14,823.0
2010 19,400.0
2020 30,000.0 (Predicción)
Fuente: Chang, Liu y Zhou, “Hydropower in China at present and its further development” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4401.
El desarrollo de esta tecnología ha demostrado que China es capaz de construir con altos niveles
técnicos y diseñar y desarrollar diversos tipos de infraestructura de energía hidráulica bajo situaciones
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136
complejas. De hecho, de las unidades de generación de energía hidráulica, el 90% han sido hechas
dentro del país.233
Hasta este momento es claro que el empleo de energía hidráulica ofrece grandes oportunidades
para el desarrollo presente y futuro de esta sociedad. Ésta es considerada como una energía verde
cuando su impacto ambiental es mínimo y se utiliza la fuerza hídrica sin la necesidad de una represa. En
caso contrario simplemente se considera como energía renovable, adicionalmente, este tipo de energía
es la única energía reciclable que puede ser desarrollada de una forma empresarial y a gran escala. Más
importante que cualquier consideración, y tomando en cuenta las condiciones actuales del sistema
energético chino, si 2,474 miles de millones de Kw h de energía hidráulica pudieran ser usadas, se
dejarían de utilizar 1.24 miles de millones de toneladas de carbón o 0.62 miles de millones de toneladas
de petróleo crudo cada año; es decir, si la energía hidráulica pudiera ser ampliamente utilizada por 100
años se podrían sustituir 124 miles de millones de toneladas de carbón o 62 miles de millones de
toneladas de petróleo crudo234, esto representaría una importante reducción de emisiones de gases de
efecto invernadero.
Otra de las grandes oportunidades del sector la representa el enorme potencial de los recursos
hídricos para generar energía y su liga con el incremento en la demanda de electricidad. Como se ha
mencionado, la capacidad técnica explotable en China promedia un 26%, porcentaje por demás bajo con
respecto a países como Estados Unidos, Japón, Suiza y Francia que explotan hasta el 80% e incluso más
bajo que otros países desarrollados que lo hacen al 60%, esto significa que, al mejorar su capacidad
técnica, China obtendrá una mayor cantidad de energéticos. La mejora en la capacidad técnica estará
impulsada por el crecimiento económico.
El desarrollo de energía hidráulica no sólo provee electricidad sino que brinda otro tipo de
beneficios sociales y económicos tales como control de inundaciones, irrigación, suministro de agua,
turismo, desarrolla la agricultura, coadyuva en el ahorro de petróleo y carbón. En este sentido, los
amplios beneficios de este tipo de energía son acordes con la implementación de la estrategia de
desarrollo sustentable que el gobierno se ha planteado a inicios del siglo por lo que proyectos para la
ampliación, diseño y desarrollo del sector serán ampliamente apoyados desde el gobierno central.
Otra de las prioridades para lograr una sociedad armoniosa es el desarrollo del occidente.
Regiones menos desarrolladas como el Tíbet y otras provincias del oeste pretenden ser impulsadas
como nuevos polos de desarrollo y la infraestructura relacionada con la energía hidráulica brinda una
233 Ibíd. p. 103. 234 Chang, Liu y Zhou, “Hydropower in China at present and its further development” en Energy, Op. Cit., p. 4402
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137
gran oportunidad para ello, sobre todo si se considera que el oeste de China tiene aproximadamente
75% de los recursos hídricos del país mientras que el este apenas alcanza el 7%.235 El desarrollo de
proyectos de mediana y gran escala de energía hidráulica en el occidente serán claves para en la
estrategia de armonizar todas las regiones.
Antes de los tiempos de la Reforma y Apertura la falta de capitales para invertirse en proyectos
de infraestructura hidroeléctrica era una constante, sobre todo por los largos periodos de construcción y
los grandes montos que implicaban las bases de mediana y larga escala, sin embargo, conforme el
proceso de apertura se ha intensificado, el ambiente económico y financiero en China ha mejorado a
velocidades sin precedente, dando oportunidad a que sectores estratégicos para el desarrollo nacional -
el energético entre ellos- se vean beneficiados de más y mejores fuentes de financiamiento y de un
clima general mucho más propicio para realizar inversiones de gran escala y a largo plazo. La decisión
del gobierno de invertir grandes sumas en infraestructura no hace más que consolidar un ambiente
propicio para los inversores nacionales y extranjeros.
A pesar de las grandes oportunidades que ofrece la energía hidráulica para el desarrollo de China, es
necesario considerar también que ésta presenta cuando menos dos grandes problemas que la dirigencia
nacional habrá de resolver para lograr alcanzar las metas fijadas para los próximos años tanto en su
décimo como décimo primero plan quinquenal de lograr para el 2015 una instalación total de 125
millones de Kw con una capacidad técnica explotable del 40% y para el 2020 una capacidad de 300
millones de Kw236. Estos grandes problemas son:
1) Efectos negativos sobre el medioambiente. A pesar de que la producción de energía, sobre todo
de electricidad, a partir de estos procesos puede ser considerado como de bajo daño al
medioambiente, la construcción de las plantas no es así. Considerables cantidades de recursos
naturales son necesarios para la construcción de las plantas de mediano y largo tamaño, miles
de maquinas de construcción son movilizadas durante el proceso, lo que implica constantes
emisiones de gases de efecto invernadero, grandes espacios son requeridos y muchas veces
éstos albergan ecosistemas irremplazables, siendo el acuático el más afectado. La construcción
de hidroeléctricas en los próximos años deberá considerar el impacto ambiental y, con base en
él, juzgar la pertinencia de su desarrollo.
2) Efectos negativos en las comunidades. China es un país altamente poblado y con una
multiplicidad étnica bien delimitada geográficamente. La construcción de grandes proyectos de
235 Ibíd. p. 4403 236 Ibíd. p. 4404
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138
infraestructura hidroeléctrica supone, en la mayoría de los casos, un desplazamiento importante
de personas, lo que, considerando las premisas anteriores, puede traer consigo grandes
problemas sociales como hacinamiento, escasez de recursos, desempleo, pobreza y conflictos
interétnicos. Un ejemplo claro de este problema lo supuso la construcción de la Presa de las Tres
Gargantas, la más grande de todo el mundo, pues para alcanzar una capacidad instalada de 18.2
millones de Kw y una producción anual de electricidad de 84.7 miles de millones de Kw h más de
1.33 millones de personas fueron reubicadas y 12 ciudades y pueblos fueron restablecidos,
suponiendo una serie de conflictos económicos, sociales y culturales de gran trascendencia.237
Sólo cuando estos problemas hayan sido resueltos y además se plantee una estrategia de propaganda a
nivel población y con los inversores nacionales y extranjeros sobre la importancia y los beneficios de
este tipo de tecnología y no se abandone la política de control de costos de la energía eléctrica para
hacer más eficiente el uso de la energía hidráulica se logrará aumentar su participación dentro del
sistema energético chino.
4.5.3 Los bioenergéticos
Los bioenergéticos ofrecen ventajas ambientales sobre los combustibles fósiles al ser energías
renovables bajas en emisiones de sulfuro y nitrógeno y exentas de dióxido de carbono durante el
proceso de producción y utilización. Actualmente los bioenergéticos se han convertido en la cuarta
fuente de energía más importante a nivel global con una participación del 14% del sistema energético
mundial, esto se debe sobre todo a que los recursos para producirlos están mucho menos concentrados
que las reservas de hidrocarburos y a que de ellos pueden ser obtenidos una multitud de productos
como combustibles gaseosos, líquidos y sólidos, electricidad, y una variedad de químicos vía conversión
térmica, física o biológica. 238
Después de la publicación de la Ley de Energías Renovables, pero sobre todo con el Programa de
mediano y largo plazo para el desarrollo de energía renovable de 2007, los bioenergéticos comenzaron a
ser tomados mayormente en cuenta y se diseñaron programas para aumentar su participación dentro
del sistema energético chino, de hecho, dentro de este programa se establecieron algunos objetivos que
se presentan en la Tabla No. 15.
237 Para un análisis más profundo sobre el impacto de la presa de las Tres Gargantas en las comunidades véase Sukhan Jackson y Adrian Sleigh, “Resettlement for China’s Three Gorges Dam: socio-economic impact and institutional tensions” en Communist and Post-communist Studies, Vol. 33, Junio de 2000, pp. 223-241. 238 C.Z., Wu, “The development of bioenergy technology in China” en Energy, Op. Cit., p. 4445.
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139
Tabla No. 15. Objetivos establecidos para el 2010 y el 2020 para la producción de
bioenergéticos.
Tecnología Unidad 2010 2020
Biogás Miles de millones de m3 19 44
Electricidad Millones de KW 5.5 30
Briquetas Millones de toneladas
por año
1 50
Etanol Millones de toneladas
por año
2 10
Biodiesel Millones de toneladas
por año
0.2 2.0
Fuente: C.Z. Wu, “The development of bionergy technology in China” en Energy, No. 35, Estados Unidos, 2010, p. 4446.
China es el país más importante en el mundo en términos de tecnología de biogás a pequeña escala.
Para finales de 2005 el número de digestores de pequeña escala se contaba en 17 millones, generando
alrededor de 8 mil millones de metros cúbicos de biogás anualmente. Existen también proyectos de
mediana y larga escala que se encuentran instalados en campos alrededor del país y sumaban para 2005
unos 3356, sin embargo, la eficiencia de éstos debe ser mejorada. Lo importante de esta tecnología es
que el incremento del consumo habitual de los chinos generará más residuos orgánicos, éstos, en lugar
de convertirse en desechos, pueden ser utilizados para generar energía. Como ejemplo puede
mencionarse que con la mitad de las aguas residuales orgánicas generadas por la industria se pueden
producir unos 25 mil millones de metros cúbicos de biogás, que equivale a la producción total de gas
natural de China.239
El etanol es otro importante bioenergético cuya participación ha crecido en el país gracias a los
nuevos estándares y a los incentivos gubernamentales. La producción de etanol a gran escala comenzó
en 1999 con el establecimiento de cuatro empresas en las provincias de Jilin, Heilongjiang, Henan y
Anhui y ha tenido un incremento considerable dado que para 2007 más de 27 ciudades ya distribuían
etanol en nueve provincias diferentes, usándolo en conjunto con gasolina en el transporte público. El
porcentaje usado de etanol representa menos del 20% del total de gasolina consumida en China, este es
un porcentaje bajo en comparación con Estados Unidos y Brasil, adicionalmente, el etanol producido en
239 Ídem.
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140
China sigue siendo a partir de granos y, dada la baja participación del sector primario en la estructura
económica y el gran número de habitantes, resulta una opción poco viable.240
Un caso similar ocurre con el biodiesel. Éste es producido con base en aceites vegetales, aunque
también puede ser utilizado el desperdicio de la grasa desechada por las casas, restaurantes y la
industria procesadora de alimentos, sin embargo, su tratamiento es caro. En China pocas plantas han
sido establecidas y en total producen menos de 100 mil toneladas anuales, en definitiva es un
energético poco utilizado.
Las limitaciones más fuertes para la utilización de los bioenergéticos provienen del atraso
tecnológico. Como se observó en la introducción a esta sección, pocos son los productos que se
encuentran ya en etapa de comercialización, la mayoría de ellos o está en investigación y desarrollo o en
fase de prueba, de ahí que fuertes programas para el desarrollo de tecnología en este sector hayan sido
impulsados. Los logros esperados, de acuerdo a estimados nacionales, serán difíciles de alcanzar en
tanto que los costos para su producción continuarán excediendo por mucho el de los demás
energéticos. El otro gran problema está relacionado con la utilización de productos agrícolas que
pueden ser utilizados para aminorar la dependencia a las importaciones de alimentos en lugar de ser
utilizados para la elaboración de combustibles.
4.6 El papel de la reserva estratégica de petróleo
Desde que Estados Unidos decidió crear una reserva estratégica de petróleo por medio de la Energy
Policy and Conservation Act en 1975 como respuesta al embargo petrolero de los países árabes, un gran
número de Estados han implementado esta misma medida –caso de los miembros de la Agencia
Internacional de Energía- o, cuando menos, han discutido la posibilidad de su implementación. China no
ha sido la excepción. Desde 1980 en China se discutió la posibilidad de crear una reserva estratégica de
petróleo. Algunos comparan este intenso debate con la construcción de la presa de las Tres Gargantas
por lo largo de las negociaciones y la serie de oposiciones a las que se vio sometida.
A pesar de que este tema se discutió desde la década de los ochenta, no fue sino hasta 1998
cuando se formuló un plan para la construcción de la reserva. Éste fue ampliamente criticado por una
serie de actores, tanto burocráticos como académicos y empresariales, fundamentalmente liderados por
el Premier Zhu Rongji, que argumentaban que China no podía costear la construcción de una reserva
estratégica lo suficientemente amplia para que fuera efectiva, por lo que seguramente se diseñaría una
reserva pequeña que de nada serviría en tiempos de crisis.
240 Ibid., p. 4446.
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141
Otro argumento en contra fue la experiencia internacional. El ala opositora a la construcción de
la reserva citó como evidencias la experiencia de Estados Unidos, Alemania y otros países que para
inicios del nuevo siglo estaban reduciendo sus reservas, por lo que consideraban que no era una
estrategia válida en el marco de la seguridad energética. Además, se decía que el funcionamiento de los
mercados internacionales era ahora mucho más estable, por lo que las interrupciones eran cada vez
menos frecuentes y, en caso de existirlas, las reservas de los países de la Agencia Internacional de
Energía, podrían ayudar a estabilizar la situación, China simplemente podría aprovechar estas ventajas.
Los opositores no lograron justificar con argumentos suficientes el que la reserva estratégica no era una
medida válida para alcanzar la seguridad energética, sobre todo fallaron en formular nuevas alternativas
que protegieran a China de una prolongada interrupción en el suministro y de sus consecuencias. Así, la
facción a favor de la construcción se impuso. En 2001 se anunció la construcción de un sistema nacional
de reservas de petróleo con una capacidad de almacenamiento de 8 millones de metros cúbicos, es
decir, unos 55 millones de barriles que se terminaría en 2005. Fueron propuestas las provincias de
Zhejiang, Shandong y Liaoning para su construcción. Se decidió que se construyeran almacenes en las
tres provincias.241
Pese a la aprobación de su construcción, el debate no cesó. Los temas de quién pagaría la
construcción, cuál sería el propósito de mantener la reserva y cuál sería su tamaño definitivo siguieron
enfrentando a las facciones. En cuanto al primer tema, de quién debería pagar la construcción, el
gobierno argumentaba que debido a la enorme inversión necesaria no podría solventarlo por sí mismo,
por lo que incitaba a las grandes corporaciones petroleras nacionales a que participaran en ella. Éstas
sostenían que el gobierno debía pagar por este proyecto, fundamentalmente porque se trataba de un
proyecto de interés nacional, pero también por el hecho de que mantener una reserva estratégica trae
impactos negativos para sus ganancias. Este hecho puso en evidencia la independencia de las compañías
petroleras nacionales y subrayó la importancia de saber balancear los intereses comerciales con los
nacionales en torno a la seguridad energética. Pese a que las compañías, en especial Sinopec, fueron
acusadas por los medios de ir en contra de los intereses del Estado, el gobierno decidió costear por sí
mismo la construcción y destino 1.6 mil millones de dólares a este propósito, encargando,
paradójicamente, a las compañías petroleras nacionales el desarrollo del proyecto.242
De acuerdo con David Goldwyn y Michelle Billing, que analizan el caso de Estados Unidos, las
reservas estratégicas han sido históricamente utilizadas para dos fines: en casos de guerras y de
241 Erica Downs, Energy Security Series: China, Op. Cit., pp. 44-45. 242 Ibíd, p. 46.
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142
interrupciones temporales.243 En el primer caso Estados Unidos utilizó las reservas estratégicas durante
la invasión de Irak a Kuwait en 1990, ya que la interrupción de la producción había hecho subir el barril
de petróleo de los 15 dólares a los 33 y Arabia Saudita no pudo asumir el total de la producción perdida
mediante sus exportaciones. Por cuanto a las interrupciones temporales, las reservas han sido usadas en
un par de ocasiones gracias a que el Congreso le aprobó al presidente una autoridad especial el 1990
para utilizarlas y así evitar que las refinerías compraran el energético en los mercados internacionales a
precios elevados en momentos de interrupciones en el suministro. Para China, la utilización de las
reservas estratégicas se debatió entre su empleo para atender justamente las interrupciones temporales
y su uso para controlar el precio al interior.
La última de las cuestiones fue la del tamaño. Inicialmente se planteó una reserva que alcanzara
a suplir entre 20 y 30 días de la demanda de las refinerías, sin embargo, existe una gran confusión al
respecto ya que incluso entre las altas autoridades en la materia existen contradicciones. Algunos
mencionaban que en 2005 la reserva debía incrementarse hasta alcanzar entre 90 y 120 días de las
importaciones. En julio de 2006 otros mencionaban que el objetivo era alcanzar simplemente reservas
para 90 días de importaciones netas, al mes siguiente, otro oficial diría que China no estaba intentando
incrementar los niveles de la reserva establecidos en primera instancia. Estas declaraciones, y la
inexistencia de datos oficiales al respecto, hacen pensar que las reservas estratégicas chinas rondan
entre los 30 y 120 días de importaciones.244
Un punto importante en la utilización de las reservas es su manejo internacional coordinado con
otros grandes consumidores, este tema se ha mantenido fuera de las discusiones públicas. Hasta el
momento los miembros de la Agencia Internacional de Energía son los únicos que realizan un manejo
internacional coordinado de sus reservas estratégicas. China, al no ser miembro de la Agencia y no
establecer datos oficiales sobre el tamaño de su reserva, que la Agencia exige sean de 90 días de sus
importaciones netas de acuerdo a las realizadas el año anterior, no está comprometida a realizar esta
acción. Pese a ello, los miembros de la Agencia y en especial Japón han recibido con agrado la noticia del
funcionamiento de la reserva estratégica china, ya que sus importaciones en tiempos de interrupción en
el suministro pueden afectar todavía más los precios de los energéticos, convirtiéndolos en incosteables.
243 David Goldwyn y Michelle Billing, “Building strategic reserves” en Jan Kalicki y David Goldwyn (editores), Energy & security. Toward…, Op. Cit., pp. 511-513. 244 Downs, Erica, China. Energy security series, Op. cit., p. 47
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143
4.7 Estrategias orientadas a la demanda
Como se ha tenido la oportunidad de constatar en el análisis sobre el significado que tiene la seguridad
energética para la dirigencia y en el impulso dado por ésta a la generación de energía, tanto en el
exterior como en el interior, China tiene una preferencia por las estrategias orientadas a la oferta y ha
dejado de lado históricamente las medidas cuyo fin es el moderar la demanda. Esta situación se explica
en parte por los tres elementos siguientes:
1. Impedimentos institucionales. Hasta antes de la creación de la Comisión Nacional de Energía en
2010, China carecía de una institución que funcionara como un relativo contrapeso al poder
ejercido por las corporaciones petroleras nacionales en la formulación de la política energética –
recuérdese que ésta se encontraba en manos de diferentes ministerios y agencias, lo que
contribuía a la fragmentación del sector y a la imposibilidad de realizar una política energética
integral-, por lo que la visión de éstas y la de sus dirigentes era la prevaleciente. Por intereses
corporativos, las NOCs privilegian las políticas de expansión orientadas a la producción y sus
líderes, que también participan en la política, han trasladado el debate energético en este
sentido, perdiendo fuerza las medidas enfocadas en la demanda. Debido al corto tiempo de
funcionamiento de la Comisión Nacional de Energía resulta imposible realizar un análisis sobre
el particular. Adicionalmente, los gobiernos provinciales tienen sus propios programas para
reducir la demanda y éstos no siempre están empatados con los objetivos del gobierno central.
2. Falta de apoyo financiero. A pesar de que desde al menos a inicios del siglo se ha exhortado a
los líderes chinos a “tratar a la eficiencia energética al mismo nivel que al aprovisionamiento”,
estas palabras no se han traducido en apoyos financieros. A manera de ejemplos se puede
mencionar que la inversión en la conservación energética como porcentaje del suministro
energético ha descendido del 13% en 1982 a 3% en 1996, o que mientras que para 2006 la
inversión destinada a la expansión del sector de aprovisionamiento alcanzaba los 53 mil millones
de dólares, el reservado para la conservación energética era de tan solo 2.9 mil millones.
3. Dificultades en la implementación. Las medidas para moderar la demanda son políticamente
más difíciles de implementar que las medidas orientadas a incrementar el suministro porque
imponen costos a diferentes sectores de la sociedad, que pueden provocar descontento social y
pérdida de bases de apoyo, y suelen enfrentarse a otros objetivos que se encuentran más arriba
dentro de las prioridades del gobierno central, por ejemplo, el caso del objetivo de crear
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144
conglomerados competitivos internacionalmente para la manufactura de automóviles contra el
objetivo de reducir el consumo de combustibles en el sector transporte.245
No obstante las dificultades presentadas y la predilección por las estrategias orientadas a la oferta, en
los últimos años se ha experimentado un interés por impulsar este tipo de acciones. Además del
complejo sistema energético mundial, que vuelve cada vez más difícil acceder a recursos energéticos de
forma confiable y segura, la necesidad de sostener un crecimiento acelerado por todas las vías posibles y
el expreso compromiso de empatarlo con un tratamiento más responsable del medio ambiente, llevaron
al gobierno central a formular el objetivo, calificado por muchos estudiosos de la materia como irreal, de
reducir en un 20% el consumo energético por unidad de PIB para finales del 11° Plan Quinquenal. Los
instrumentos para lograrlo son diversos e incluyen la reforma en el precio del petróleo y sus derivados,
el impuesto a los combustibles y otros esfuerzos para moderar el consumo de éstos en el sector
transportes. La Tabla No. 16 muestra las principales medidas realizadas por el gobierno desde inicios de
este nuevo siglo.
Tabla No. 16. Medidas empleadas por el gobierno chino en materia energética para enfrentar el cambio climático Medida Tipo Sector Estado Año Descripción Programa para el subsidio de focos eficientes
Incentivo / Subsidio
Aparatos eléctricos
En planeación
2008 Los consumidores pagarán sólo el 50% del precio establecido entre el gobierno y el fabricante. Se comenzará con 50 millones de focos ahorradores.
Norma nacional de energía para edificios
Instrumento regulatorio
Edificios En vigor 2008 Obliga a los constructores a reducir en 50% el total de energía utilizada para la operación del edificio utilizando como base el consumo de los años ochenta.
Plan de mediano y largo plazo para el desarrollo de energías renovables
Legislación Producción energética
En vigor 2007 Establece metas para el desarrollo de ciertas energías renovables de cara al 2020. Pretende para este año que el 15% del consumo energético total sea por medio de renovables.
Programa nacional de cambio climático
Legislación Marco regulatorio
En vigor 2007 Plantea medidas de mitigación como reestructuración económica, mejora en la eficiencia energética, reducción de las emisiones de vehículos y participación en programas internacionales de investigación y desarrollo tecnológico.
245 Ibíd., pp. 25-26.
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145
Continuación Tabla No. 16. Medidas empleadas por el gobierno chino en materia energética para
enfrentar el cambio climático
Retiro de plantas ineficientes
Instrumento regulatorio
Producción energética
En vigor 2007 Establece que todas las plantas de carbón con capacidad de generación menor a 50 GW que lleven 20 años de operación deben ser cerradas para el 2010.
Ley de energías renovables
Legislación Producción energética
En vigor 2006 (revisado en 2009)
Instituye metas para el mediano y largo plazo para la utilización de energía renovables y señala la futura creación de planes de implementación.
Tasa impositiva a vehículos
Financiera Transporte En vigor 2006 (revisado en 2008)
Impone tasas del 1 al 25% a los vehículos de acuerdo al tamaño de sus motores.
Aumento en los niveles de eficiencia de los calentadores y hornos industriales de carbón
Instrumento regulatorio
Industria En vigor 2006 Plantea ahorrar 70 millones de toneladas de carbón por medio de la selección de carbón de alta calidad, renovación de equipos y una administración científica del sistema.
Aumento en los niveles de eficiencia de los motores eléctricos
Instrumento regulatorio
Aparatos eléctricos
En vigor 2006 Propone popularizar el uso de motores eléctricos altamente eficientes, la optimización de los sistemas y la renovación con turbinas eólicas.
Compras del sector público de productos energéticamente eficientes
Inversión pública
Aparatos eléctricos
En vigor 2006 Incluye la compra de refrigeradores, aires acondicionados, televisiones, computadoras, impresoras, excusados, grifos y aparatos de iluminación
Objetivos de reducción de intensidad energética
Instrumento regulatorio
Marco regulatorio
En vigor 2006
Establece el objetivo de reducir la intensidad energética en un 20% para el 2010 de acuerdo a los niveles del 2005 o un promedio de 4% por año.
Expansión de cogeneración local
Inversión pública
Producción energética
En vigor 2006 Pretende la expansión en la cobertura de calentadores centrales del 27 al 40% para el 2010, ahorrar 35 millones de toneladas de carbón y aumentar en 40 millones de Kw mediante la cogeneración.
Cambio de combustibles y conservación para la reducción del uso de petróleo
Inversión pública / Investigación y Desarrollo
Política multisectorial
En vigor 2006 Propone el remplazo de combustibles base petróleo por carbón y gas natural para industrias con altos consumos.
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146
Continuación Tabla No. 16. Medidas empleadas por el gobierno chino en materia energética para enfrentar el cambio climático
Objetivos de desarrollo de energías renovables
Legislación Marco regulatorio
En vigor 2006 Incluyen la construcción de 30 campos eólicos de gran escala, alcanzar los 5.5 GW mediante biomasa, aumentar la participación de los renovables a un 15% del consumo total para el 2020, entre otros.
Apoyo a los proyectos de desarrollo de biogás
Investigación y Desarrollo
En vigor 2006 Distribuye 40 millones de yuanes a familias campesinas para acceder a digestores de biogás.
Programa de conservación energética para las 1000 empresas líderes
Acuerdo voluntario
En vigor 2006 Abarca 1008 industrias de sectores como textil, acero, química, materiales de construcción, petróleo y petroquímica y papel y propone un sistema de coordinación entre las empresas y el gobierno para implementar planes de conservación y eficiencia.
Normas económicas para los combustibles usados por vehículos
Instrumento regulatorio
Transporte En vigor 2005 De acuerdo al peso del vehículo y las especificaciones técnicas (transmisión manual o automática) se realiza una clasificación de 16 niveles, cada uno con una tasa impositiva diferente.
Plan de mediano y largo plazo para la conservación energética
Instrumento regulatorio
Política multisectorial
En vigor 2004 Incluye programas para aumentar los niveles de los hornos y calentadores base carbón, mejorar los distritos de cogeneración, entre otros.
Impuestos preferenciales para las energías renovables
Financiero Producción energética
En vigor 2003 Las inversiones extranjeras en biogás y energía eólica será beneficiadas con un impuesto del 15%, contrario al 33% en otras áreas. Algunos pueden optar por la exención.
Programa de concesiones de energía eólica
Incentivo / Subsidio
Producción energética
En vigor 2003 Establece concesiones por 25 años a compañías domésticas y foráneas que pretendan insertarse con proyectos de gran escala (100-200 MW)
Apoyo a la producción de combustibles a base de etanol
Incentivo / Subsidio
Producción energética
En vigor 2002 Las reducciones rondaron los 190 millones de yuanes mientras que los subsidios los 2 mil millones.
Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Agencia Internacional de Energía. http://www.iea.org/textbase/pm/?mode=cc&action=view&country=China
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147
4.7.1 Reforma al precio del petróleo
La reforma al precio del petróleo en China es un tema que ha sido discutido desde hace ya un largo
tiempo y que ha sido impulsado incluso desde los organismos internacionales en conjunto con otros
sectores estratégicos.246 La característica fundamental de ésta es que enfrenta a las grandes
corporaciones petroleras nacionales con otra institución fundamental de la estructura de poder en
China: la Comisión Nacional para el Desarrollo y la Reforma.
La Comisión Nacional para el Desarrollo y la Reforma establece los precios del petróleo de
acuerdo a un criterio que considera necesario mantener los precios lo suficientemente bajos para
potenciar el crecimiento y combatir la inflación pero, al mismo tiempo, lo suficientemente altos para
limitar las pérdidas de las NOCs -cuyo papel dentro de la política china fue ya analizado-. Esta labor era
relativamente sencilla de realizar cuando China era autosuficiente en el abastecimiento de petróleo, sin
embargo, tal como lo advierte Erica Downs, “es extremadamente difícil de mantener un régimen de
precios separado en un país que importa casi la mitad de su consumo de petróleo”247 pero también en el
que las empresas, a pesar de sus condición de estatales, orientan sus prácticas cada vez más en
términos comerciales.
En términos generales, puede decirse que el establecimiento de precios hecho por la Comisión
pondera más los beneficios sociales que los beneficios económicos de las NOCs. Este hecho lo constatan
los precios en los que se venden los combustibles en China en comparación con el mercado
internacional; en octubre de 2006, por ejemplo, mientras que en Reino Unido, Francia y Estados Unidos
los precios de los combustibles eran de 6.2, 5.7 y 2.6 dólares por galón, respectivamente, en China
alcanzaba tan solo los 2 dólares por galón.248 Esto significa que los precios de los combustibles en China
están siempre por debajo de los precios a nivel internacional por el control ejercido por el gobierno,
esto, a su vez, implica que las refinerías de las corporaciones petroleras nacionales pagan precios
elevados de importación marcados por el movimiento del mercado energético internacional pero que
no pueden transmitir el costo a los consumidores cuando los precios internos son más elevados que los
precios internacionales. De hecho, se estima que para Julio del 2005, las refinerías perdieron más de 20
dólares por barril. 249
246 Desde 1992 el Banco Mundial, por medio de un documento titulado Price Reform in China, después de reconocer la importante labor realizada por el gobierno central en la desregulación de precios en la mayor parte de los sectores, incitaba a este país a profundizar las reformas y enfocarse en tres sectores estratégicos (energía, agricultura, transporte). Véase Oficina del Director del Departamento para China y Mongolia, Price Reform in China, Banco Mundial, Washington DC, 1992, 39 pp. 247 Erica Downs, Energy Security Series: China, Op. Cit., p. 26 248 Agencia Internacional de Energía, Monthly oil market report, Agencia Internacional de Energía, París, Noviembre 2006, p. 13. 249 Ibíd., p. 36.
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148
La respuesta a la permanencia en el control de los precios de los combustibles ha llevado a las
corporaciones petroleras nacionales a actuar incluso en contra de los intereses de su país. Los ejecutivos
de estas firmas cabildean intensamente con funcionarios de la Comisión para lograr la eliminación del
control de precios y para ello encuentran en el Banco del Pueblo de China a un aliado poderoso. Pero las
NOCs no se han limitado al cabildeo, en 2005, dada la marcada diferencia existente entre los precios de
los combustibles en el mercado interno y el externo, las refinerías chinas prefirieron exportar sus
productos antes que tenerlos que vender en el mercado domésticos y asumir las pérdidas. Esta actitud
fue una de las causas de la interrupción en el suministro de combustibles a la provincia de Guangdong.
La respuesta gubernamental fue, irónicamente, pagar una indemnización en 2006 a Sinopec –empresa
que domina el ramo en esta provincia- que ascendió a los 1.2 mil millones de dólares como
compensación parcial por las pérdidas sufridas durante el 2005, pero no solo eso, también autorizó un
aumento en marzo del mismo año en el precio del diesel y las gasolinas, aunque compensó mediante
otros mecanismos a las poblaciones vulnerables como los agricultores.250
A pesar de estas acciones, el gobierno mantiene hasta el momento un control sobre el precio de
los energéticos aunque éstos han ido en aumento en los últimos años.
4.7.2 Impuesto a los combustibles
Otro mecanismo orientado a reducir la demanda es el impuesto a los combustibles. Esta propuesta ha
sido una de las más complicadas y que más debate ha generado en los últimos años, de hecho, el
impuesto es uno de los pocos temas que ha sido abiertamente discutido en la Asamblea Popular
Nacional.251 En 1997 la Asamblea rechazó la propuesta de incluir en la Ley de Carreteras la sustitución de
un impuesto a ciertos automóviles, cobrado directamente por los gobiernos provinciales, por un
impuesto general. La propuesta fue revisada y volvió a ser analizada en 1999, esta vez la Asamblea alegó
más razones para desecharla, entre ellas estaban:
1) Su preocupación por el impacto que podría tener la disminución del presupuesto de las
provincias en el mantenimiento de las vialidades
2) Los daños que podría provocarse a agricultores y acuicultores que utilizan una cantidad
considerable de gasolina y diesel pero no las usan directamente como combustibles para el
transporte sino como parte de sus procesos. El grupo de los taxistas también fue considerado
250 The Wall Street Journal, “China does Carternomics”, The Wall Street Journal, Agosto 22, 2005, en línea http://online.wsj.com/article/0,,SB112441445191117418,00.html?mod=opinion_main_review_and_outlooks 251 Para dimensionar su importancia valga señalar que otro tema discutido por la Asamblea fue la construcción de la Presa de las Tres Gargantas.
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como un grupo vulnerable, sobre todo por su constante oposición y su movilización ante la
implementación del impuesto.
3) La posibilidad de que este impuesto resultara en un aumento tan considerable en el precio de
los combustibles a nivel interno que lo encareciera más que los niveles internacionales,
propiciando el contrabando.
4) La posible pérdida de trabajos de los cientos de miles de recolectores de impuestos, lo que
podría incrementar la inestabilidad social. 252
Pese a la enorme oposición de diversos sectores, el impuesto fue por fin aprobado el 16 de diciembre de
2008. A partir del 1 de enero de 2009 los consumidores pasaron de pagar 0.2 a 1.0 yuanes por litro de
gasolina y 0.1 a 0.8 yuanes por litro de diesel. Esta decisión fue aprobada en un ambiente en el que el
precio del petróleo en los mercados internacionales se encontraba a la baja, por lo cual el impacto sería
menor en los consumidores. Los argumentos que, de acuerdo a lo anunciado por la Asamblea,
contribuyeron a su aprobación fueron: fortalecer la conciencia ambiental entre los propietarios de
vehículos y los fabricantes de automóviles, promover el uso del transporte público, aliviar en el largo
plazo la dependencia de las importaciones de petróleo y evitar que los usuarios pagaran varios
impuestos locales que, en ocasiones, sólo eran utilizados para enriquecer a sus dirigentes.253
A un poco más de dos años de la implementación de este impuesto se observa que el gobierno
central ha podido financiar grandes proyectos de infraestructura carretera y de transporte público, sin
embargo, la recentralización en el cobro de impuestos relacionados al sector hicieron más vulnerables a
los gobiernos locales, que ahora dependen de las transferencias que el gobierno central realiza, y ha
creado en ellos un cierto descontento en tanto que se considera subvalorado el trabajo que realizaron
en la última década para modernizar el sistema de transporte mediante sus propios mecanismos.
Además, la construcción de infraestructura ha contribuido a aumentar las disparidades regionales por
haberse concentrado en las regiones del este y han dejado más vulnerables a las provincias del centro y
del oeste, ello sin considerar que hasta el momento no se han establecido los prometidos sistemas de
compensación para los grupos vulnerables que habían sido una de las razones principales para no
aprobar el impuesto en el decenio pasado.
252 Erica Downs, Energy Security Series: China, Op. Cit., p. 29 253 Kc Lin, What to expect from Fuel Tax implementation in China, Frost & Sullivan, 29 de mayo de 2009, en línea http://www.frost.com/prod/servlet/cif-econ-insight.pag?docid=169044102 consultado el 30 de febrero de 2011.
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Consideraciones finales Las grandes transformaciones económicas y el modelo de desarrollo que han seguido las sociedades
contemporáneas han tenido impactos contundentes en el aumento del consumo energético a nivel
mundial. Este hecho, a su vez, ha traído serias repercusiones para el medio ambiente, la salud y el
propio desarrollo social, cuestionando incluso la posibilidad de seguir sosteniendo el modelo en el
mediano plazo. Adicionalmente, las relaciones establecidas entre los diferentes actores reconocidos por
las Relaciones Internacionales también se han transformado en el marco de este proceso, complejizando
los vínculos energéticos en todos los niveles.
Dada esta realidad, tal como se ha analizado en el presente trabajo, resulta fundamental
reconocer a la seguridad energética como uno de los temas prioritarios dentro de las agendas, no sólo
estatales, sino también la social, empresarial y académica. El concepto de seguridad energética, si bien
fue formulado en un contexto histórico dominado por una visión estrecha de la seguridad en la que los
temas prioritarios eran la defensa de la integridad territorial mediante mecanismos militares y la
búsqueda de la hegemonía mundial, es debido a las transformaciones en el escenario energético
internacional que se vuelve necesario un serio debate en torno a los elementos que lo integran, tales
como el sujeto y objeto de referencia, las amenazas, motivaciones e instrumentos.
Este debate debe trascender los márgenes privativos de los paradigmas realista y económico
para aterrizar en una cuestión central: la seguridad energética tiene un vínculo indisoluble con el
desarrollo sustentable. Este ejercicio no debe tratar de anular las visiones que cronológicamente
antecedieron a los nuevos postulados, sino incorporarlos al análisis para su enriquecimiento pues, sin
duda, forman parte aún ahora de las concepciones y mecanismos utilizados por los diferentes actores.
En definitiva, se trata de reconocer que el concepto de seguridad energética es un concepto polisémico
definido a partir de realidades particulares insertas en un contexto global también cambiante pero que
obedece ciertos patrones y que debe aspirar, y en ello no debe haber oposición, a empatar con los
principios básicos del desarrollo sustentable.
Es evidente que el asumir una visión más amplia sobre la seguridad energética implica una serie
de transformaciones y costos que no todos los actores están dispuestos a asumir. Sin embargo, como
fue establecido en el análisis, ya sea que los Estados -que son y seguirán siendo los actores por
excelencia en las reflexiones sobre la seguridad energética- estén verdaderamente comprometidos con
los grandes temas de la agenda medioambiental por una genuina convicción o que, como en el caso de
China, visualizan que el escenario energético mundial es cada vez más complejo y ante esto siempre es
más conveniente realizar una serie de medidas internas para asegurar el suministro vía reducción del
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consumo y aumento de la producción de energía mediante tecnologías ambientalmente amigables, es
cada vez más ampliamente reconocida la necesidad de incluir más instrumentos a la estrategia
formulada para alcanzarla.
Los Estados deben comenzar a reconocer que una estrategia efectiva de seguridad energética
depende de múltiples actores, por lo que es necesario incluirlos dentro de sus planeaciones. Las
organizaciones internacionales, en especial la Agencia Internacional de Energía y la Organización de
Países Exportadores de Petróleo, deben ser consideradas como agentes clave, ya que su participación en
el escenario energético mundial, sea como consumidores o como productores, es determinante. Sus
políticas de información y transparencia, en el caso de la Agencia, y el manejo estratégico de sus
reservas, por cuanto a la Organización, son elementos que deben considerarse en la formulación de
estrategias de seguridad energética, en este sentido, la cooperación con ellas resulta fundamental. La
sociedad y el sector industrial deben estar también en el centro de la temática, pero no sólo como
meros ejecutores de las políticas gubernamentales sino como generadores de ideas y proyectos que
puedan contribuir a reducir el consumo energético, sólo mediante una concientización sobre el hecho
de que el actual modelo de desarrollo es el causante del incremento en el uso de energéticos y que éste
tiene implicaciones económicas, sociales y medioambientales que ponen en riesgo su bienestar es que
éstos se pueden convertir en verdaderos agentes de cambio.
La seguridad energética, dado que la estructura económica mundial actual depende
fundamentalmente del petróleo para mantener sus niveles de producción y consumo, ha estado
directamente relacionada con este producto. Ello debe comenzar a cambiar. Sin duda alguna el petróleo
es y seguirá siendo, al menos mientras las reservas internacionales puedan seguir solventando los
niveles de consumo sin extinguirse, el energético que mayor atención atraiga, no sólo porque el modelo
de desarrollo actual está diseñado para su consumo sino porque lo desigual de su distribución
geográfica y su finitud conllevan implicaciones geopolíticas que no pueden pasarse por alto, no
obstante, es necesario reconocer que el espectro de energéticos es amplio y variado. Si bien es cierto
que su participación ha ido disminuyendo a favor del gas, el carbón y la energía nuclear, continua
ocupando el primer lugar. Resulta sobre todo preocupante que el carbón aumente su participación en el
consumo en tanto que es el energético que durante todo su proceso mayores emisiones de gases de
efecto invernadero descarga en el ambiente, lo amplio de las reservas seguirá marcando su utilización
pero ésta debe darse al menos bajo tecnologías que reduzcan sus efectos medioambientales negativos.
Mayor atención debe ser puesta en la energía nuclear, cuyo uso debe ser analizado de manera particular
y desde una perspectiva multidimensional por las serias implicaciones en términos de seguridad
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internacional, nacional y medioambiental, y en el gas natural, ya que son menos contaminantes. Las
energía renovables deben aumentar su participación de manera considerable en los próximos años,
pues de 1973 a 2007 sólo lo hicieron en menos de un 1%, esto habrá de implicar una inversión por parte
de los distintos actores, tanto en el desarrollo de ciencia y tecnología como en programas para su
adaptación y utilización, que no tiene precedencia, pero los beneficios de largo plazo deben ser
ponderados por sobre los inmediatos.
El objeto de referencia no es el único que debe ampliarse, en este complejo escenario las
amenazas a la seguridad energética también se diversifican. En un primero momento las amenazas a la
seguridad provenían fundamentalmente de que los países productores decidieran, por cualquier razón,
interrumpir el suministro a otros Estados. En un mundo en el que, según Celestino del Arenal, la
seguridad se caracteriza por su multidimensionalidad, interdependencia, complejidad y globalidad,
temas como el terrorismo, los impactos de los fenómenos naturales y el deterioro ambiental deben ser
asumidos también como parte indisoluble de las estrategias de seguridad energética. En general, las
mejores medidas asumidas para reducir las amenazas apuntan a una seria transformación del sistema
económico y de consumo actual en un ambiente en el que prive la cooperación.
Si se amplían las amenazas, los instrumentos también experimentarán una expansión. Éstos
deben complementar los tradicionales acuerdos para el suministro, la creación de reservas y la
adquisición de activos de empresas establecidas en el ramo energético con medidas para la protección
de la infraestructura, la reducción del consumo y la cooperación mediante el establecimiento de
transparencia en la información.
Como fue sostenido en la hipótesis, China, al haber experimentado un crecimiento económico
sin precedentes y colocarse como una potencia económica de escala mundial, ha aumentado su
participación en el consumo energético de manera vertiginosa hasta llegar a convertirse en el primer
consumidor. Su sistema energético interno, en el que predomina el uso del carbón por ser éste el
recurso con el que más amplias reservas cuenta, dicta que la prioridad, al menos en el ámbito exterior,
es el aprovisionamiento de petróleo, ya que importa más del 50% de su consumo. No obstante, la
estrategia china de seguridad energética es de carácter multidimensional y se ha desarrollado en dos
ámbitos, el interno y el internacional.
En el plano internacional pone en práctica una estrategia más ligada al concepto tradicional de
seguridad energética. Lo primordial, dada su fuerte tradición de autosuficiencia y de temor a la
intervención de actores externos, ha sido el establecimiento de contratos para asegurar el suministro a
largo plazo y confiable de petróleo y la adquisición de activos de empresas que participan en el ciclo del
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petróleo por medio de sus tres compañías petroleras nacionales que, aunque gozan de una relativa
autonomía, aún tienen una gran influencia gubernamental. Las modalidades bajo las cuales negocia con
los diferentes actores regionales varían de acuerdo al papel que éstos representan en su escala de
intereses, sus condiciones económicas y políticas y la historia en sus relaciones.
Sin duda alguna, el Medio Oriente es el principal punto de atención. Ya que éste posee las
reservas más grandes de petróleo a nivel mundial, la estrategia hacia esta región ha sido una prioridad.
La legislación interna y su amplia experiencia en el sector han hecho que la participación de China en
Arabia Saudita sea sólo mediante firma de contratos para el suministro, aunque ha sido sustancial esta
relación ya que es su principal fuente de importaciones. En el caso de Irán la relación es diferente, en
tanto sí fueron comprados activos para exploración y explotación de yacimientos importantes en su
territorio a pesar de que para Estados Unidos Irán es una amenaza para la paz y seguridad
internacionales. La relación en este caso se ha estrechado gracias al suministro que China realiza de
armamento y al apoyo brindado en los foros internacionales para evitar que le sean aplicadas sanciones.
Lo competido del sector por la participación histórica de las ex metrópolis, no obstante, ha hecho que el
papel de China no sea tan importante como él quisiera.
América Latina es una región que busca capitales para poder desarrollar sus empresas clave,
China ha sido un actor importante en este objetivo. Aunque tiene participación en Perú, Colombia y
Ecuador son las relaciones con Brasil y con Venezuela las que mayor interés le representan. Mientras
que con aquel ha firmado contratos de suministro, con ésta ha logrado desarrollar empresas conjuntas
para la explotación y exploración de yacimientos.
La relación con los países asiáticos, que experimentan también un aumento considerable en el
consumo de energéticos, además de los acuerdos de suministro y compras de activos, se trabaja para
lograr una seguridad energética regional que no ponga en peligro la estabilidad. El tema central ha sido
las reclamaciones sobre las islas Spratly y Paracel y para ello se han diseñado esquemas de participación
conjunta de todos los actores involucrados en la disputa. Con Japón y Corea del Sur, ambos países
desarrollados con altos consumos energéticos, la relación ha pendulado entre la cooperación y el
conflicto, pues si bien es cierto que a todos les conviene una región segura para el tránsito de
energéticos, la política de compras y acuerdos de suministro ha aumentado su rivalidad en terceros
escenarios, haciéndolas competir por los mismos mercados.
El caso de África es de especial interés en tanto que aquí se concentra el mayor número de
activos de las corporaciones petroleras nacionales chinas. Estos países se encuentran abiertos a la
participación de los capitales extranjeros en casi todos los sectores y el energético no es la excepción.
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Aquí China ha podido participar en condiciones más ventajosas que en otras regiones precisamente por
la apertura gubernamental.
Con Rusia y Asia Central, además de la firma de acuerdos y la política de adquisiciones, resulta
importante el estrechamiento de relaciones porque el suministro puede hacerse por vía terrestre, lo que
resulta más barato y menos peligroso que el transporte marítimo. Por su cercanía geográfica, los temas
energéticos se ligan con los tradicionales temas de seguridad.
En términos generales, se observa que el país asiático ha sabido aprovechar la condición interna
de los países a los que decide ingresar o con los que establece contratos de compra. Se ha valido de su
incremento en el ingreso para realizar cuantiosos préstamos e inversiones que no tienen
necesariamente como objetivo principal el desarrollo de infraestructura energética pero que
necesariamente recae en la seguridad energética. Tal como pudo ser detectado en el trabajo de
investigación, a un préstamo realizado por instituciones chinas le sucedía la firma de un acuerdo
energético en términos por demás ventajosos para ésta.
Argumentando un respeto a sus principios de política exterior, ha decidido invertir en el mundo
sin importar el carácter del régimen, así, ha firmado contratos con Sudán, en el que un genocidio
sacudió a la población durante años, con Irán, acusado por la comunidad internacional de desarrollar su
industria nuclear con fines bélicos, o con Rusia y Venezuela, que han marcado un claro distanciamiento
con los políticas realizadas por Estados Unidos.
Igualmente, utilizando el argumento de un mundo multipolar y del equilibrio de poderes, ha
ingresado en los países en desarrollo mostrándose como una opción más ante el monopolio
estadounidense. Apelando a la memoria histórica de unidad de los pueblos y evidenciando las agresivas
estrategias ejecutadas por el gobierno estadounidense, China ha logrado presentarse como un poder
más benevolente que además se encuentra en pleno ascenso. Esta actitud se refuerza con la intensa
participación en organismos multilaterales en los que busca hacerse de aliados para respaldar sus
posiciones, a cambio, como en el caso de Sudán e Irán, puede ocupar su lugar privilegiado en ellas para
vetar o frenar iniciativas que pongan en juego sus intereses.
Lo que se encuentra de fondo en la estrategia internacional es qué papel está llamado a ocupar
este país como potencia mundial en formación. Debe asumir una posición que premie y castigue la
actuación de los actores en cuestión o, por el contrario, debe permanecer indiferente ante evidentes
violaciones a principios básicos del derecho internacional. Si bien puede ser considerada ya una potencia
económica, en lo político no lo es tanto porque no ha logrado crear bases sólidas que lo respalden, si se
considera esto y además se le agrega que su objetivo primordial es lograr sus metas de crecimiento para
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el 2020, puede esperarse que no haya un cambio de actitud, sus relaciones seguirán privilegiando sus
intereses económicos nacionales.
Como complemento a la estrategia internacional, por muchos calificada de agresiva,
neomercantilista y desestabilizadora del mercado energético mundial, se ha diseñado una vertiente
interna que parece estar más apegada a los principios del desarrollo sustentable y a una visión más
amplia sobre la seguridad energética, en tanto sus principales objetivos son la disminución del consumo
y el aumento en la producción de los energéticos, con un especial énfasis en los de carácter renovable.
A partir de la adopción de los principios de desarrollo científico, China se ha mostrado mayormente
preocupado por hacer que su acelerado crecimiento económico no comprometa el futuro de las
generaciones venideras ni al medio ambiente, para ello ha realizado una serie de políticas para reducir y
hacer más eficiente el consumo. Entre ellas destacan la modernización de infraestructura, la imposición
de tasas más altas para los más grandes consumidores y contaminantes, la reforma en la política de
precios y una serie de leyes para permitir el ingreso de inversiones privadas en las tecnologías de
energía renovable para aumentar su participación en el total de energía consumida.
Aun cuando las inversiones realizadas en el sector de energías renovables y en los programas de
reducción de consumo energético son amplias, debe considerarse que para China el carbón es y seguirá
siendo en los próximos años su fundamental insumo energético en tanto es el productor más
importante y posee las reservas más amplias de todo el mundo. Esta condición hace poco probable que
los resultados planeados para disminuir los efectos del consumo energético en el ambiente sean
alcanzados. Llegado a este punto es válido cuestionarse si China debería realizar más acciones para
alcanzar los objetivos y renunciar a un uso importante del carbón. La visión estatal es que se hace el
mayor esfuerzo pero no se renunciará jamás al aprovechamiento de un recurso que es la gran base de
su seguridad energética, además, se alega que es todavía un país en desarrollo cuyo proceso de
crecimiento comenzó apenas hace unos años, por lo que es injusto que se le culpe ahora cuando, en
comparación con las emisiones contaminantes históricas de las potencias mundiales, su participación es
todavía baja. De acuerdo a la postura asumida en diversos foros internacionales, sobre todo en los
relacionados a cambio climático, la dirigencia seguirá promoviendo el principio de “responsabilidades
compartidas pero diferenciadas”.
La estrategia china de seguridad energética es, de acuerdo a lo analizado, un conjunto de
instrumentos que discurren entre una concepción estrecha del concepto y una más amplia vinculada al
desarrollo sustentable, pero es también una expresión más del papel que China representa ahora en el
sistema internacional y el que está llamado a ocupar en unos años: el de potencia mundial.
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