tercera carta al papa francisco navidad 2014-rubÉn garcÍa badillo. tlaxcala, mÉxico
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Rev. Rubén García Badillo Prolongación Porfirio Díaz 42 Tlaxcala, Tlaxcala. México. 90060 Tel: (01-246) 46 2 31 72 codigofrida@hotmail.com
Hermano Jorge Mario Bergoglio Papa Francisco, Obispo de Roma. Ciudad del Vaticano, Italia.
“Francisco, repara mi Iglesia “ “Yo Soy la voz que clama en el desierto”
Muy querido Pedro, Papa Francisco.
Soy Rubén García Badillo, sacerdote ministerial de la Diócesis de
Tlaxcala, primer obispado de América Continental (mainland). Mi
obispo es Francisco Moreno Barrón.
Testifico ante ti, teniendo presente a mi Señor Jesucristo, que digo la
verdad hasta donde yo la conozco y entiendo. Esta verdad me la revela
Dios en Universos Paralelos, a través de la Física Cuántica.
En el año 2005, yo era párroco de San Francisco Tepeyanco, tenía 72
años de edad. El Canon 538 del Derecho Canónico establece la
renuncia del párroco a los 75 años. Yo me encontraba sumamente
preocupado por varios acontecimientos que estaban sucediendo en mi
vida, entre ellos, Dios me revelaba la Creación. Jesucristo en figura
humana como recién nacido o predicando se aparecía ante mí y me
hablaba. Muchas de estas imágenes que aparecían a mi vista las tengo
fotografiadas. El 30 de marzo de 2010, compruebo que esas imágenes
es lo que descubre el CERN (Central Europea de Investigación
Nuclear): La partícula atómica llamada Partícula de Dios o Bosón de
Higgs, que da origen a la Creación. A este descubrimiento se le otorga
Premio Nobel en ciencia en 2013. Hace 20 años Jesucristo mi Señor,
me enseñó a manejar el cerebro cuántico, y a finales de este año 2014,
se otorga el Premio Nobel en medicina, a los médicos que descubren
una célula en el cerebro que codifica la ubicación de la persona. Yo
esto lo enseño desde hace 20 años, me lo enseña Jesús con el texto
en San Marcos 11, 23-24 y San Mateo 25,34.
Me preocupaba también en el 2005 que yo era el representante legal
de Miguel N. Lira, un hombre muy importante en Tlaxcala, México, y
el mundo hispano. Dentro del archivo de Miguel N. Lira se encuentra el
Código Secreto de Frida Kahlo, la mujer y pintora más famosa del
mundo. Me encontraba poseedor y propietario de muchas obras de
famosos artistas, entre ellos Frida Kahlo, con valor de varios millones
de dólares. Dios me concedió no caer en la ambición sino permanecer
en la pobreza evangélica y dedicarme a la cultura y a la investigación
científica. Hasta hoy no soy capitalista, voy al día económicamente, no
me falta nada, Jesucristo me proveé por medio de la gente a quien
predico el Evangelio.
En 1982 ya había entregado al Gobierno de Tlaxcala 151 obras
plásticas, de esos pintores, de millones de dólares, para Tlaxcala,
México y el mundo.
También les había regalado mi casa en la ciudad, con superficie de
casi mil metros cuadrados, donde se instaló la Pinacoteca del Estado
de Tlaxcala, y que inauguró el Presidente de la República. El Gobierno
de Tlaxcala, como un símbolo de agradecimiento me construyó la casa
donde hoy habito.
Pero lo más preocupante era lo revelado, acerca de la Partícula de Dios
o Bosón de Higgs, como se le conoce hoy. Por todo esto le supliqué a
mi señor obispo me concediera retirarme de párroco antes de los 75
años. El 10 de Junio de 2005, mi obispo dio respuesta a mi petición.
Personalmente me dijo; “sí padre Rubén, usted tiene una misión:
predicar el Evangelio y la investigación científica”. El primer obispo
de Tlaxcala, en su restauración por Juan XXIII en 1959, Luis Munive
Escobar, un hombre santo, me insistía con frecuencia, 2Timoteo 4,2.
“Rubén Dios te necesita tienes una misión”
El obispo de Tlaxcala, Jacinto Guerrero Torres, en su respuesta a mi
petición dice: “…ahora sólo quiero y le pido que en el trabajo que
se propone hacer se realice humana y espiritualmente”
Ya con tiempo completo comencé a atender a los pobres y enfermos
y Jesús confirma, con grandes signos, prodigios y milagros (Sn Marcos
16, 20.)
Dí a conocer poco a poco el avance de mis investigaciones, al Papa
Benedicto, y a ti, Papa Francisco, al Señor Nuncio Apostólico en
México, y a mis obispos Jacinto Guerrero Torres y Francisco Moreno
Barrón. Jesucristo habla conmigo, se manifiesta caminando en mi
recámara o donde yo vaya. En el documento “Tlaxcala Cuna de la
Creación, Fase 2” que envié al Papa Benedicto, en la página 57,
aparece la imagen de Cristo en Arandas, Jalisco. Esa imagen es hecha
con material de pasta, allí resucita, se voltea hacia donde yo estoy y
me grita: “Rubén, sigue predicando lo mismo aunque te llamen
loco como a mí”. También puedes ver en SEGUNDA CARTA AL
PAPA FRANCISCO páginas 34 y 35, que Jesucristo aparece
resucitado junto a mí, en medio de la Comunidad, y llevando en su
mano la cubeta de agua bendita para que yo la riegue a sus hermanos,
lo acompaña la Virgen María.
Jesús resucita en
una imagen de
pasta y me grita:
“Rubén, sigue
predicando lo
mismo aunque te
llamen loco como
a mí, mi Padre los
ama y vive en
todos, y conmigo
en la oración
conseguimos
todo”. Yo estoy en
tu mano (ver en mi
mano a Jesús
resucitado,
descalzo y con
túnica blanca)
Aquí, todo un tratado de Sagrada Eucaristía. En el centro, un corazón, el mismo que
aparece en la Sábana Santa de Turín, aparece Jesucristo crucificado resucitado; también
con túnica verde, cargando la cubeta de agua para que yo riegue agua bendita, atrás de
Él, la Virgen María.
Se ven muchas cosas: El piadoso pelícano, símbolo de la eucaristía, el brazo del Papa
Benedicto, el anillo de oro regalado por él a los obispos que tomaron parte en el Sínodo de
la Eucaristía, atrás de mí, entre la gente, el obispo de Tlaxcala Francisco Moreno Barrón,
etc.
Yo fui becado por la Universidad de las Américas en Puebla, estudié
psicología clínica, y en un análisis superficial, sin el real y verdadero
estudio de la cuántica y de los universos paralelos, se me podría
catalogar como esquizofrenia, alucinaciones. Me levanta el ánimo del
evangelio donde a Jesús lo llamaban también “loco”.
En las investigaciones mías, ayudado por el mismo Dios, encuentro la
relación entre El Creador, Cristo, y la Madre del Creador, María de
Guadalupe.
Cristo crea la Partícula de la Creación aquí donde ahora está mi casa
en la Ciudad de Tlaxcala. Dentro de esa partícula atómica, Cristo
codifica a nueve personajes, a la Ciudad de Tlaxcala, y el núcleo, RED
GREEN BLUE y la casa de Rubén García Badillo.
Véase el cuerpo celeste de Jesucristo (imagen remarcada) “1Cor 15,40” Mundo subatómico
Después de la resurrección por el año 33 o 34, Jesucristo viene a
predicar donde comenzó La Creación del cosmos: soles, estrellas,
galaxias, constelaciones, también viene a predicar a las “ovejas
perdidas de la casa de Israel dispersas por el mundo, por Tlaxcala, y
por este continente que llamamos América”.
Esto también me lo enseña El Señor en varias partes, una de ellas es
la siguiente fotografía que manifiesta Jesucristo en las faldas del volcán
Popocatépetl, símbolo de Tenochtitlan, México.
Ver cuidadosamente esta fotografía, al centro el rostro de Jesucristo ordenando a San Miguel
Arcángel, verlo de frente al lado izquierdo de la oreja de Jesús: sandalias, piernas, vestido,
alas y espada, le ordena: cuida a mis ovejas que atiende el Padre Rubén García Badillo. Ver
en toda la página una oveja con cabeza blanca en la parte superior derecha, volteada la imagen
90° a la izquierda, ver la oveja con cara negra. Vista de frente en la cadera de la oveja, la firma
de Frida Kahlo FK; parte inferior derecha, ver el rostro de un olmeca con sombrero, al lado
derecho de su oreja, mi rostro con bigotes, como aparezco en la Sábana Santa. Los olmecas
establecidos principalmente en el Estado de Tabasco, son judíos de la casa de Israel.
Aparecen rostros en el Popocatépetl Por Noticieros Televisa | Fuente: Noticieros Televisa | 2013-05-29
Causan revuelo en las redes sociales las formas de dos rostros que se aprecian sobre la ladera de
“Don Goyo”; uno de ellos se asemeja a Cristo
Escultura olmeca (1500 a. C- 500 a. C.) encontrada en La Venta, Tabasco, donde predicó Jesucristo, y donde prediqué también yo el Evangelio de Jesús. Ver el rostro de Rubén García Badillo, sin anteojos y más joven que hoy, en la mano derecha del Niño Jaguar, que para los olmecas significa el Mesías de Israel.
Pues bien, cuando Jesucristo viene a predicar, trae consigo a Santo
Tomás apóstol, aquí conocido como Quetzalcóatl.
Hay muchos documentos y hechos que apuntan la presencia de Santo
Tomás en Tlaxcala, para mí, uno de ellos es el del primer obispo de
América Continental (mainland). Fray Julián Garcés, O.P. Obispo de
Tlaxcala y Tenochtitlan, que le dice al papa Pablo III en una carta en
latín, a finales de 1536: “…Si Jesucristo nuestro Señor Dios y Redentor
nuestro, con tanta insistencia persuade a Santo Tomás Apóstol que
vaya a predicar a los indios, aunque él rechazaba y decía: enviadme
donde quiera menos a los indios…todos nosotros los que vivimos entre
los indios, somos testigos de cuan buena gana reciben la fe…”
Simón Bolívar opinaba que Quetzalcóatl era el mismo Jesucristo.
Así que, Jesucristo viene a mi casa en Tlaxcala y trae consigo a Santo
Tomás, y es, el mismo Jesucristo, quien celebra la Sagrada Eucaristía
en la sala de mi casa. Esta imagen se graba en física cuántica en la
Sábana Santa que se encuentra en Turín; su muerte, dicen los
científicos se graba en una imagen bidimensional, y su resurrección
tridimensional, lo codifica su cerebro.
Para ver la cena Eucarística en la sala de mí casa, voltear la imagen de la muerte de Jesús
estampada en la Sábana Santa, a la izquierda o derecha, 180° Grados y contemplar la
maravilla y el gran amor del Señor en esta su casa. También véase una mesa grande, y al
fondo las columnas redondas de madera, las cortinas y los grandes ventanales de la sala.
A la izquierda, véase a Jesucristo que presenta el pan. A la derecha, véase a Jesucristo que presenta el cáliz.
Rostro verdadero de Nuestro Señor Jesucristo Codificado en Su Preciosa Sangre en la Sábana Santa. [30 de marzo de 2010] History Channel. Ray Downing.
HISTORIA DE LA VERDADERA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
Jesucristo ya resucitado, viene a mi casa de Tlaxcala, donde dio
comienzo a la Creación, el Big Bang, el átomo y los Universos
Paralelos. Trae consigo a Santo Tomás. Estando Jesucristo en esta
casa, dibujó la imagen de su mamá la Virgen María para darle gloria
(San Lucas 11, 27-28.). Aquí dio comienzo a los astros y galaxias, y es
lo que pinta en el manto de su Madre, las figuras del cosmos, soles y
estrellas, lo que muestra la figura de la virgen. Ahora muestro algo
increíble, la imagen original de María Santísima:
Al momento de estamparse la imagen en el manto de Jesús, en la
pared, se estampa también, según la teoría de la Teletransportación
cuántica, en la escultura que estaba grabando San Lucas.
Instantáneamente también se dibuja cuánticamente en la imagen que
se encuentra en el Coro del Monasterio de Guadalupe, en
Extremadura, España. También se estampa en ese momento en el
manto de Santo Tomás.
Recordemos que la física cuántica estudia el paso de un punto a otro
punto, en el tiempo o el espacio sin cruzar en el tiempo ni en el espacio.
CRISTO AYER HOY Y SIEMPRE (Hebreos 13:8).
Santo Tomás que se conoce como Quetzalcóatl se queda en estas
tierras que hoy llamamos, Tlaxcala, México, América,
Santo Tomás establece su sitio principal en Cholula, Puebla. De allí
sale para Tula que conocemos como Teotihuacán, lleva consigo la
imagen bendita de Guadalupe que se estampó en su manto en
Tlaxcala. En Ecatepec sierra de Tenayuca manda a edificar iglesia y
allí coloca su manto donde está grabada la imagen original, que realizó
Jesucristo en su manto, y que tengo yo en mi casa de Tlaxcala.
Debido al desvío de los indios que quieren ofrecer sacrificios a su
“diosa tonantzin”, y a lo cual el apóstol Tomás les prohíbe, se lanzan
contra él y tiene que huir para refugiarse en Cholula y Tlaxcala. Antes
deja enterrada la imagen de nuestra señora la Virgen María de
Guadalupe. Opinan los historiadores que después de diecisiete años
Quetzalcóatl se embarca en el mar y deja dicho: “vendrán hombres
blancos y barbados y se derrumbarán los templos”. En 1519
desembarca Hernán Cortes del mar y llega, donde hoy llamamos,
México, le pone al lugar el nombre de Veracruz, y establece la primera
ciudad y el primer ayuntamiento.
El emperador de los aztecas, Moctezuma II, México, envió
embajadores a recibirlo, con grandes honores, y le dicen: “Señor aquí
están tus servidores guardando tus palacios…”.
La iglesia de Jesucristo se establece, nace en este Continente, en su
tierra firme, lo llaman los anglosajones mainland en 1527, con el
primer obispo Fray Julián Garcés de la orden de los Predicadores, y se
funda la nueva Ciudad de Tlaxcala, ordenado por la Bula del Papa
Clemente VII.
Yo fui al Archivo de Indias y me dieron copia de la Bula “devotionis
tuae probata sinceritas”, de Clemente VII, y que ejecutó Julián
Garcés, en Sevilla, España el 13 de Octubre de 1525.
ALGUNOS EXTRACTOS DE LA BULA “DEVOTIONIS TUAE PROBATA SINCERITAS QUE EJECUTA JULIÁN GARCÉS EN ESPAÑA.
En los murales del convento franciscano de Ozumba, Estado de
México, pintados a los finales del siglo XVI, aparecen los primeros
acontecimientos de la fe en la Nueva España, hoy México. Allí aparece
1. La llegada de los doce franciscanos a la cabeza de fray Martín de
Valencia, primer guardián del convento de Tlaxcala. Se ve que lo
recibe Hernán Cortés arrodillado.
Ver la figura del sello del Obispo Julián Garcés sólo en dos dimensiones, largo y ancho. En esa época, el cerebro humano no captaba en la geometría, la dimensión de la altura, aunque ya en 1480 Leonardo Da Vinci, la había concebido y plasmado en su cuadro La Ultima Cena. En mis paredes está dibujado el original.
2. El martirio de los niños de Tlaxcala: Cristóbal, Antonio y Juan.
3. La entrega de la imagen de la Virgen de Guadalupe de manos de
Juan Diego, al obispo Julián Garcés O.P. no a Fray Juan de
Zumárraga, o.f.m. El único Obispo consagrado nominado por el
Papa Clemente VII como obispo de Tlaxcala y de Tenustitlan (hoy
se dice: Tenochtitlan, Ciudad de México). Tlaxcala es la sede
primada de México, el de los frailes menores sólo estaba
nominado. Tengo documentos que prueban que Julián Garcés
ejercía su ministerio también en México. Tlaxcala siempre tuvo
dos enemigos, los aztecas, arquidiócesis de México, Tenochtitlan,
y su ingrata hija, la ciudad, y la arquidiócesis de Puebla.
Volvemos a la historia de la sagrada imagen de María de Guadalupe,
la original la pinta Jesucristo en mi casa de Tlaxcala. Al mismo tiempo,
en física cuántica en universos paralelos, sin tiempo ni espacio se
estampan en tres más, una a manos de San Lucas; otra, en el manto
de Santo Tomás, y otra en el Coro del Monasterio de Guadalupe en
Extremadura, España.
Gracias a la física cuántica, la ciencia de Dios, los físicos cuánticos
encuentran dos partículas subatómicas, el bosón y el fermión que al
momento de la creación reciben la misma información cuántica, de tal
modo que cuando una de estas partículas entra en la elaboración de
algo, su gemela realiza lo mismo, en cualquier punto del universo, sin
tiempo ni espacio.
La ciencia ha encontrado hasta el día de hoy dos partículas
subatómicas cuánticas, pero yo encuentro señales de que hay más de
dos.
Santo Tomás, lleva la Santa Imagen, y la coloca en el altar de la iglesia
que había mandado construir en Ecatepec, Sierra de Tenayuca. Cuando los indígenas se sublevan contra él por prohibirles sacrificios
humanos a la imagen de la Virgen de Guadalupe, la entierra, y se
refugia en Cholula y Tlaxcala.
A la llegada de Hernán Cortés, la Iglesia se establece en tierra firme, y
entonces la Virgen María le indica al indígena Juan Diego, que
desentierre su imagen que había permanecido más de 1400 años bajo
tierra y la llevara al obispo, pidiendo la erección de un templo para
manifestar el amor de Dios por estos pueblos. Es la imagen que está
hoy en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, y que este
pasado 12 de diciembre, reportan las autoridades, atrajo a nueve
millones de gentes venidas de diferentes partes del mundo. SON
CUATRO IMÁGENES SUPERPUESTAS
Por el año de 1556 se vio que el dibujo de la Madre de Dios, original
en el manto de Santo Tomás, estaba dañado, por los 1400 años bajo
tierra, y fue el indio M. A. (Marcos Aquino) quien hizo el primer retoque
pictórico sobre la imagen original; en 1625, hay documento en el
Archivo General de la Nación, que se le pagó al artista Juan de Arrue
por haber pintado la imagen de María de Guadalupe. En esta ocasión
desaparece el niño en brazos de María; Finalmente alguien pintó la
imagen actual. En suma, existen cuatro imágenes superpuestas.
Se han realizado varios estudios sobre la imagen Guadalupana, uno
incluso mostró que está en cuarta dimensión, No está pegada al lienzo,
flota y se cambian los rasgos.
Entre estos estudios me parece que se acerca al original, el que
elaboró fray Servando teresa de Mier y que presentó en el sermón de
la festividad Guadalupana el 12 de Diciembre de 1794, estableció
cuatro proposiciones:
PRIMERA: La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, no
está pintada en la tilma de Juan Diego, sino sobre la capa de
Santo Tomás Apóstol de este reino
SEGUNDA: “La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe
antes de 1750 años, ya era celebre, y adorada por los indios ya
cristianos en la cima plana de esta sierra de Tenayuca donde
se erigió templo y la colocó Santo Tomás
TERCERA: “Apostatos los indios muy en breve de nuestra
religión maltrataron la imagen que seguramente no pudieron
borrar y Santo Tomás la escondió, hasta 10 años después de
la conquista apareció a Juan Diego, Reyna de los Cielos
pidiendo templo para servirnos de Madre y la entregó la última
imagen para que la presentase antes el señor Zumárraga”.
CUARTA: “La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe es
pintura del siglo I de la Iglesia; pero así como su conservación
su pincel es superior a toda humana industria, como que la
misma Virgen María viviendo en carne mortal se estampó
naturalmente en el ayatl o lienzo.
Otro gran aportador a desentrañar el misterio, es el científico
investigador Leoncio Garza Valdez de la Universidad de san Antonio
Texas, cuyo estudio conocido y autorizado por el cardenal Arzobispo
de México, Norberto Rivera Carrera, aparecido en la revista proceso el
25 de Mayo de 2002, firmado por Rodrigo Vera, muestra más acertada
y científicamente la Guadalupana en tres imágenes superpuestas. En
las paredes de mi casa está guardada esta primitiva imagen. En el
documento SEGUNDA CARTA A EL PAPA FRANCISCO, enviado a
usted, con copia al señor Nuncio Apostólico y al señor obispo de
Tlaxcala aparece en la página 5 el artículo “LA VIRGEN DE
GUADALUPE Y RUBÉN GARCÍA BADILLO”. Ella y yo somos
inseparables así como Jesucristo, y se muestra en lugares o
acontecimientos muy importantes, al final de esta carta va una serie de
fotografías donde se dice esto.
Santo Padre Francisco gran parte de lo que narro a usted ya se lo he
mostrado, en varios documentos, algunos subidos a internet, GOOGLE,
enviados a usted, al Papa Benedicto XVI, al señor Nuncio Apostólico, y a mi
señor obispo Francisco Moreno Barrón. Algunas veces me siento como un
polvo en el desierto, he estado gritando por años, me llega el grito del
Evangelio “Yo Soy la voz que clama en el desierto: PAPA FRANCISCO, VEN A
TLAXCALA, Y PROCLAMA DESDE AQUÍ ANTE EL MUNDO ENTERO, A
JESUCRISTO, LUZ, Y CREADOR DEL UNIVERSO” Ante Dios me siento
tranquilo, yo he hablado y gritado, lo demás “Que Él lo juzgue”.
Siento y le he repetido a usted y al Papa Benedicto, que deben venir a
Tlaxcala y proclamar desde aquí a: “CRISTO LUZ Y CREADOR DEL
UNIVERSO”.
Al final incluyo algún número de imágenes no hechas por mano humana,
donde se muestra lo que he explicado a usted.
Ante tí Papa Francisco, arrodillado y con lágrimas te digo: GRACIAS.
¡ERES AMADO DE DIOS! ¡SHALOM!
______________________________ PADRE RUBÉN GARCÍA BADILLO
Con copia a las siguientes personas: Christophe Pierre, Nuncio Apostólico. Francisco Moreno Barrón, Obispo de Tlaxcala. Norberto Rivera Carrera, Cardenal y Arzobispo de Mexico. Enrique Glennie, Rector de la Basílica de Guadalupe. México. Revista Proceso.
Imagen de María de Guadalupe pintada por su hijo Jesús. Año 33 o 34 en paredes de la casa del P. Rubén García Badillo,
En Tlaxcala, México.
La imagen de la Virgen fue tallada por San Lucas, el autor de uno de los Evangelios, por Teletransportación cuántica.
Imagen esculpida por San Lucas, Teletransportación Cuántica en, imagen en el Coro del Monasterio de Guadalupe en Extremadura España.
Ver fotografía en página 41
Imagen de María de Guadalupe en el Tepeyac. México. Cuatro Imágenes Superpuestas
Comienza Cristo la Creación, primera
partícula atómica, en lo que es hoy el centro de la
casa del Padre Rubén García Badillo en Tlaxcala. Imágenes
sobrenaturales
Partícula de Dios, origen de la Creación. Ver la imagen plasmada en la
partícula encontrada por la ciencia.
Partícula de Dios o Bosón de Higgs, reproducida por la ciencia, otorgado Premio Nobel. Ver en círculo la misma figura mostrada en la creación en la casa del Padre Rubén García Badillo. Ver rostro de Padre Rubén
,
Figurada la Partícula de Dios o Bosón de Higgs
Fotografía que muestra celebrando el Padre Rubén García Badillo, en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, Física Cuántica. Pasó en televisión a todo el mundo, esta fotografía fue tomada en la pantalla. Ver en el círculo la imagen de Santa María de Guadalupe.
La Guadalupana: tres imágenes en una
Revista Proceso. Rodrigo Vera
De acuerdo con un estudio inédito, elaborado por un experto en arqueomicrobiología, la imagen venerada de la Virgen de Guadalupe está formada en realidad por tres figuras superpuestas, la más antigua de las cuales fue pintada por Marcos Aquino en 1556.
San Antonio, Texas.- Bajo la imagen de la Guadalupana venerada hoy en el
Tepeyac, anteriormente se pintaron otras dos figuras de la Virgen. La más
antigua de ellas —con un Niño Dios en su regazo— está firmada por el
pintor Marcos Aquino y fechada en 1556.
La segunda imagen, cuyo rostro presenta rasgos más indígenas que la actual,
fue pintada en el siglo XVII, al igual que la Guadalupana moderna. Así, ésta
se sobrepuso a las dos imágenes anteriores y probablemente la pintó el
artista novohispano Juan de Arrue.
Lo anterior se desprende de un análisis que, en 1999, le realizó a la imagen
el investigador Leoncio Garza-Valdés, un connotado experto en
arqueomicrobiología de la Universidad de San Antonio, Texas.
El cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, así
como las autoridades de la Basílica de Guadalupe, fueron quienes
contrataron los servicios del especialista, reconocido internacionalmente
por sus estudios del Santo Sudario de Turín, Italia.
En la amplia sala de su domicilio particular, decorada con óleos antiguos,
Garza Valdés refiere:
En enero de 1999, me habló de México monseñor José Luis Guerrero, amigo
mío, para preguntarme si me interesaba estudiar el lienzo de Nuestra Señora
de Guadalupe. Yo, inmediatamente, le respondí que sí, puesto que,
casualmente y por esos días, la editorial estadunidense Doubleday me había
propuesto escribir sobre la Guadalupana.
—¿Y también habló usted con el cardenal Rivera Carrera?
—Así es. Primero le hablé por teléfono para pedirle su permiso oficial.
Después me entrevisté personalmente con él, en su casa de la Ciudad de
México. Ahí me recomendó el cardenal Rivera: ‘Doctor, quiero que reporte
la verdad y solamente la verdad’. Y eso es lo que he hecho al pie de la letra.
Cuenta que realizó los estudios en dos sesiones de trabajo, las noches del 4
y 5 de febrero de 1999. Pero antes de hacerlos, sostuvo un encuentro con
monseñor José Luis Guerrero, las autoridades del santuario y el Consejo de
Investigadores Guadalupanos.
Esto es lo que tenemos, le dijeron al investigador. Y le pusieron sobre la
mesa el estudio que, en 1982, le realizó a la imagen el perito en restauración
José Sol Rosales.
En dicho documento, Sol Rosales demuestra que la actual imagen de la
Virgen fue pintada por una mano humana. Detalla, incluso, su preparación,
los materiales base de sus colores y los repintes que se hicieron a la figura
(Proceso 1333)
Prosigue Garza-Valdés: Ese encuentro fue en la misma Basílica de
Guadalupe, el 4 de febrero, día en que comencé el estudio. Recuerdo que,
bajo juramento, quisieron imponerme el secreto absoluto de mis
investigaciones. Por supuesto que me negué. Les dije que mis
investigaciones eran precisamente para publicarlas en un libro, como ya lo
había hecho con la sábana santa (Santo Sudario). Finalmente aceptaron mis
condiciones.
—¿Por qué le solicitaron estudios a usted, si ya tenían los del maestro Sol
Rosales?
—Anteriormente, yo había descubierto ciertas bacterias que producen
plástico, sobre todo en superficies antiguas. Pensaron que el lienzo del
Tepeyac pudiera tener este tipo de contaminación bacteriana, que le da
cierta pátina a las superficies antiguas. Ésa fue la idea inicial de mi
investigación.
—¿Y cómo descubrió luego las dos imágenes de la Guadalupana, pintadas
bajo la actual?
— Déjeme serle honesto y recalcar que yo no andaba buscando eso. Yo
buscaba la capa bioplástica de las bacterias. Nunca imaginé que fuera a
encontrar dos imágenes escondidas bajo la actual. Fue un hallazgo
inesperado, de chiripa. Hubieran excomulgado a quien antes se imaginara
esto.
Pues bien, entré a la bóveda, donde en las noches se guarda la imagen, y
empecé a fotografiarla. Utilicé cámaras con filtros especiales que sólo dejan
pasar radiaciones electromagnéticas de entre 250 y 400 milimicras, que es
el espectro del ultravioleta. Son filtros nuevos que acaban de salir.
Me regresé a Texas. Entregué mis películas al laboratorio de la Facultad de
Medicina de la Universidad de San Antonio. El revelado me lo entregaron
el 10 de febrero. Al analizarlo me di cuenta de que, empalmadas una sobre
otra, en el lienzo hay realmente tres pinturas, es decir, que bajo la imagen
actual se esconden otras dos.
La Virgen de Marcos Aquino
El científico se inclina sobre la pequeña mesa de centro de la sala, y de una
carpeta extrae una fotografía que muestra al reportero. Ahí sólo se alcanza
a distinguir la fecha 1556. Y, abajo, dos iniciales: M. A.
Luego explica con orgullo:
Es la firma que encontré estampada en la imagen más antigua. Como ve,
data de 1556. Y la firma Marcos Aquino, el pintor de quien ya se decía que
había pintado la Guadalupana.
Se arrellana nuevamente en su sillón y, de cara al espeso jardín que reluce
tras los ventanales, platica sobre las referencias que ya tenía de ese pintor:
La primera vez que supe de Marcos Aquino, o Marcos Cipac, como también
se le conoce, fue en un libro del maestro Manuel Toussaint, Pintura colonial
en México. Ahí, precisamente, se menciona que Aquino había pintado la
imagen Guadalupana.
Aunque ya desde 1556, durante las investigaciones que mandó hacer Alonso
de Montúfar, el segundo arzobispo de México, tres de los testigos afirmaban
que la pintura la había hecho un indio y mencionaban a Marcos Aquino o
Marcos Cipac. De manera que al descubrir esas iniciales no tuve duda de
que eran las de él.
— ¿Y cómo es esa primera imagen de la Guadalupana pintada por Aquino?
— Es muy distinta a la actual. La Virgen no usa túnica sobre su cabello. Y,
además, sobre su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús desnudo. Pero
también le salen los rayos solares tras su espalda, y bajo sus pies está la media
luna sostenida por un angelito. Es una Inmaculada Concepción.
— El investigador asegura que esta imagen es una copia fiel de la Virgen
que se encuentra en el coro del Monasterio de Nuestra Señora, en
Extremadura, España.
— Esa Virgen del coro es de 1498. Está hecha en un altorrelieve en madera.
Yo viajé a Extremadura para comprobarlo, explica.
—¿Cómo supo que Marcos Aquino copió esa Virgen de Extremadura y no
otra?
— Bueno, hice un estudio iconográfico de varias imágenes semejantes a la
Guadalupana. Pero, además, encontré documentos del siglo XVI que hablan
sobre las similitudes entre las dos vírgenes. Claro, era cuando en México se
exhibía la Guadalupana de Aquino, cuando aún no se la cubría con la
segunda Virgen.
Aparte, una persona con quien trabajé muy estrechamente, el franciscano
fray Domingo Guadalupe Díaz y Díaz, también me indicó que en esa Virgen
de Extremadura se inspiró Aquino para pintar la Guadalupana.
Sobre Aquino, algunos historiadores señalan que fue un artista nahua
formado en el colegio de San José de los Naturales, dirigido por fray Pedro
de Gante. Y que pintó la Guadalupana a instancias del arzobispo Alonso de
Montúfar.
A lo largo de su trayectoria profesional, Garza-Valdés ha conjugado las
ciencias biológicas con la arqueología. Inicialmente estudió medicina y
después hizo una maestría en antropología y arqueología. Más tarde se
especializó en arqueometría, disciplina que utiliza diversos instrumentos
científicos para investigaciones arqueológicas.
Es profesor e investigador de microbiología en la Universidad de San
Antonio, Texas. Ahí inició una nueva disciplina científica: la
arqueomicrobiología, que estudia los depósitos bacterianos en superficies
arqueológicas.
Como producto de sus investigaciones del Manto de Turín, escribió su libro
Huellas de la sangre de Cristo, traducido a varios idiomas. Y pronto
publicará su investigación Tepeyac: cinco siglos de engaño a un pueblo
noble, que justamente trata sobre los descubrimientos de las tres imágenes.
La segunda Virgen
Garza-Valdés explica que la Guadalupana pintada por Aquino fue
posteriormente cubierta con una capa de pintura blanca, sobre la que se
plasmó la segunda Virgen.
Y aporta algunos detalles sobre ésta: Tiene un rostro más indígena que la
actual. Es de características más bizantinas. Y está desplazada 15
centímetros hacia la derecha de la Guadalupana que conocemos ahora. Por
lo demás, ambas tienen una postura muy semejante.
El científico vuelve a tomar su carpeta con fotografías. Saca una en la que
aparece el rostro de esta segunda Virgen, muy nítido. Efectivamente, sus
rasgos son más indígenas y tiene los ojos más abiertos que la Guadalupana
actual.
—¿Por qué salió tan clara la fotografía de esta segunda Virgen?
—Porque, a diferencia de la primera, los pigmentos que se usaron en esta
pintura tienen una gran emisión de ultravioleta. Y el filtro que usé sólo deja
pasar estas emisiones.
—¿Cuándo se pintó esta imagen y quién es su autor?
—Mire, en el Archivo General de la Nación me encontré con un
documento, de 1625, en el que se testifica que se le pagó al artista Juan de
Arrue por haber pintado la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Pero aquí surge una incógnita: ¿Se le pagó por haber pintado la imagen de
la segunda Virgen, o por pintar la imagen de la Guadalupana actual? No se
sabe. Una de las dos imágenes es, pues, de Juan de Arrue y fue pintada en
1625. Eso es lo único cierto. También puedo asegurar que ambas imágenes
son de ese siglo.
—¿Y quién fue Juan de Arrue?
—Sé que fue hijo de una indígena y un español. Su padre fue un pintor-
escultor que vino de Sevilla. Antes de llegar a la Nueva España, trabajaba en
la catedral de Sevilla. Es todo lo que conozco de él.
—¿A la segunda imagen también se le cubrió con una capa de pintura blanca
para después hacer la tercera?
—Efectivamente, así fue. Se le puso su aparejo. Y esto ya lo dice el maestro
José Sol Rosales en su análisis. Al igual que él, yo también comprobé que el
lienzo es de cáñamo, y no de ixtle, como anteriormente se creía. Al material
se le llamaba cañamazo de España, y con él se hacían, en el siglo XVI, las
velas de los bergantines.
—Sin embargo, Sol Rosales solamente detectó una imagen de la
Guadalupana. No encontró las otras dos que usted dice que están debajo.
—Él no podía detectar otra Virgen más que la tercera. No pudo ver las otras
dos porque no tenía los filtros adecuados, que apenas acaban de salir. No
tenía filtros ni para infrarrojo ni para ultravioleta. Él lo que utilizó fue luz
ultravioleta.
—El lienzo del Tepeyac mide 1.72 metros de altura. ¿No es muy largo como
para ser la tilma de Juan Diego?
—De ser cierto eso de la tilma, Juan Diego hubiera sido un verdadero atlante
de Tula, altísimo. Pero realmente Juan Diego no existió. Lo prueban las tres
Vírgenes pintadas que encontré. Para qué insistir entonces en ese asunto.
Garza-Valdés revela que, durante su análisis, en la bóveda donde se guarda
por las noches a la Guadalupana, lo acompañaron las siguientes personas:
Antonio Macedo, entonces rector de la Basílica; monseñor José Luis
Guerrero, consultor de la causa de canonización de Juan Diego; el
nahuatlato Mario Rojas Sánchez; el doctor Gilberto Aguirre, de la
Universidad de San Antonio; y el fotógrafo Lester Rosebrock, de la misma
Universidad.
Aclara que no utilizaron ninguna iluminación especial ni quitaron el
acrílico que protege la imagen:
La única iluminación que usamos fue la de la bóveda. Por las noches, la
imagen de la Virgen se hace girar para que entre en esa especie de bóveda
bancaria. Las fotos las tomamos con el acrílico puesto. En una segunda etapa
de mi investigación, aún pendiente, analizaré la imagen ya sin el acrílico.
El experto agrega que ha mantenido al tanto de sus hallazgos al cardenal
Rivera Carrera y a José Luis Guerrero, quienes, paradójicamente, son dos de
los más fuertes promotores de la canonización del indígena.
Ellos han estado al tanto de cada uno de mis descubrimientos. Los he
mantenido muy bien informados, dice.
—¿No ha tenido problemas con ellos, ya que ellos dicen creer en las
apariciones de la Virgen?
—Indiscutiblemente que, a raíz de mis investigaciones, tomamos polos
opuestos. Por eso monseñor Guerrero dice que él es mi amigo-enemigo. Yo
lo aprecio mucho. Y hemos continuado con nuestra estrecha amistad. Viene
a San Antonio a visitarme y seguido nos telefoneamos.
Mire, la mayoría de los aparicionistas son gente muy noble y muy honesta.
Ellos dicen lo que creen, de modo que no están mintiendo. Pero, a lo largo
de generaciones, han estado viviendo en el autoengaño. ¿Por qué? Pues
porque eso de las apariciones de la Virgen es un engaño muy bonito, y a
todos nos llena de orgullo y de emoción.
Yo creo que no hay ningún problema en seguir creyendo en una leyenda.
¡Ninguno! El problema surgió al querer canonizar a una persona que no
existió. Todo hubiera ido muy bien si no se hubiera cometido ese error.
—¿Y cuándo continuará usted el análisis del lienzo del Tepeyac?
—El cardenal Rivera Carrera me indicó que, por lo pronto, no quiere que
yo realice nuevos estudios. Me pidió continuarlos después de la
canonización de Juan Diego.
Revista Proceso
Hemeroteca online: Pathway:
http://www.proceso.com.mx/proceso/hemeroteca_interior.html?aid=1333
4n19.rtf
Fecha: 25 de mayo de 2002
Por: Rodrigo Vera
Fuente: http://sectas.org/Secciones_Especiales/canonizacion/guadalupana.htm
Imagen de la Virgen de Guadalupe, encontrada por mí hace 30 años, en un templo que no
recuerdo. Muestra copia de la imagen original aparecida en mi casa de Tlaxcala. Imagen
primera de la venerada Madre de México en el Tepeyac.
Rostro verdadero de Jesucristo mostrado por la ciencia el 30 de marzo de 2010
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