tema 5 depresion y toc
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “RÓMULO GALLEGOS”
ESCUELA DE MEDICINA “JOSÉ FRANCISCO TORREALBA”
HOSPITAL GENERAL “DR. PABLO ACOSTA ORTIZ”
ÁREA DE PSICOPATOLOGÍA.
DEPRESION Y
TRASTORNO OBSECIVO COMPULSIVO (TOC)
Facilitadora:
Dra. Karol Narvaez
Bachilleres:
GRUPO 5.
SAN FERNANDO DE APURE, JUNIO 2014.
LA DEPRESIÓN
Ocasionalmente, todos nos sentimos melancólicos o tristes, pero estos
sentimientos, por lo general, son pasajeros y desaparecen en unos días.
Cuando una persona tiene un trastorno depresivo, este interiere con la vida
diaria y el desempeño normal y causa dolor tanto para quien padece el trastorno
como para quienes se preocupan por él o ella. La depresión es una enfermedad
común pero grave y la mayor parte de quienes la padecen necesitan tratamiento
para mejorar.
Muchas personas con una enfermedad depresiva nunca buscan
tratamiento. Pero la gran mayoría, incluso aquellas con los casos más graves de
depresión, pueden mejorar con tratamiento. Intensivas investigaciones de la
enfermedad han resultado en el desarrollo de medicamentos, psicoterapias, y
otros métodos para tratar a las personas con este trastorno incapacitante.
TIPOS DE DEPRESIÓN
Existen varios tipos de trastornos depresivos. Los más comunes son el
trastorno depresivo grave y el trastorno distímico.
El trastorno depresivo grave: también llamado depresión grave, se caracteriza
por una combinación de síntomas que interieren con la capacidad para trabajar,
dormir, estudiar, comer, y disfrutar de las actividades que antes resultaban
placenteras. La depresión grave incapacita a la persona y le impide
desenvolverse con normalidad. Un episodio de depresión grave puede ocurrir
solo una vez en el curso de vida de una persona, pero mayormente, recurre
durante toda su vida.
El trastorno distímico: también llamado distimia, se caracteriza por sus
síntomas de larga duración (dos años o más), aunque menos graves, pueden no
incapacitar a una persona pero sí impedirle desarollar una vida normal o sentirse
bien. Las personas con distimia también pueden padecer uno o más episodios
de depresión grave a lo largo de sus vidas.
Algunas formas de trastorno depresivo muestran características levemente
diferentes a las descritas anteriormente o pueden desarrollarse bajo
circunstancias únicas. Sin embargo, no todos los científicos están de acuerdo en
cómo caracterizar y definir estas formas de depresión. Estas incluyen:
Depresión psicótica: que ocurre cuando una enfermedad depresiva grave está
acompañada por alguna forma de psicosis, tal como ruptura con la realidad,
alucinaciones, y delirios.
Depresión posparto: la cual se diagnostica si una mujer que ha dado a luz
recientemente sufre un episodio de depresión grave dentro del primer mes
después del parto. Se calcula que del 10 al 15 por ciento de las mujeres
padecen depresión posparto luego de dar a luz.
El trastorno afectivo estacional:, se caracteriza por la aparición de una
enfermedad depresiva durante los meses del invierno, cuando disminuyen las
horas de luz solar. La depresión generalmente desaparece durante la primavera
y el verano. El trastorno afectivo estacional puede tratarse eicazmente con
terapia de luz, pero aproximadamente el 50% de las personas con trastorno
afectivo estacional no responden solamente a la terapia de luz. Los
medicamentos antidepresivos y la psicoterapia pueden reducir los síntomas del
trastorno afectivo estacional, ya sea de forma independiente o combinados con
la terapia de luz.
SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN
No todas las personas con enfermedades depresivas padecen los
mismos síntomas. La gravedad, frecuencia, y duración de los síntomas pueden
variar según la persona y su enfermedad en particular.
●Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad, o vacío.
●Sentimientos de desesperanza y/o pesimismo.
●Sentimientos de culpa, inutilidad, y/o impotencia,
●Irritabilidad, inquietud .
●Pérdida de interés en las actividades o pasatiempos que antes disfrutaba,
incluso las relaciones sexuales.
●Fatiga y falta de energía.
●Dificultad para concentrarse, recordar detalles, y para tomar decisiones.
●Insomnio, despertar muy temprano, o dormir demasiado.
●Comer excesivamente o pérder el apetito.
●Pensamientos suicidas o intentos de suicidio .
●Dolores y malestares persistentes, dolores de cabeza, cólicos, o problemas
digestivos que no se alivian incluso con tratamiento.
CAUSA LA DEPRESIÓN
No existe una causa única conocida de la depresión. Más bien, esta
parece ser el resultado de una combinación de factores genéticos, bioquímicos,
y psicológicos.
Investigaciones indican que las enfermedades depresivas son trastornos
del cerebro. Las tecnologías para obtener imágenes del cerebro, tales como las
imágenes por resonancia magnética, han demostrado que el cerebro de las
personas con depresión luce diferente del de quienes no la padecen. Las áreas
del cerebro responsables de la regulación del ánimo, pensamiento, apetito, y
comportamiento parecen no funcionar con normalidad. Además, hay importantes
neurotransmisores, sustancias químicas que las células del cerebro utilizan para
comunicarse, que parecen no estar en equilibrio. Pero estas imágenes no
revelan las causas de la depresión.
Algunos tipos de depresión tienden a transmitirse de generación en
generación, lo que sugiere una relación genética. Sin embargo, la depresión
también puede presentarse en personas sin antecedentes familiares de
depresión.9 La investigación genética indica que el riesgo de desarollar
depresión es consecuencia de la inluencia de múltiples genes que actúan junto
con factores ambientales u otros. Además, los traumas, la pérdida de un ser
querido, una relación dificultosa, o cualquier situación estresante puede provocar
un episodio de depresión. Episodios de depresión subsiguientes pueden ocurrir
con o sin una provocación evidente.
¿CÓMO SE DETECTA Y TRATA LA DEPRESIÓN?
La depresión, aun en los casos más graves, es un trastorno altamente
tratable.Al igual que con muchas enfermedades, mientras más pronto pueda
comenzar el tratamiento, más efectivo es y las probabilidades de prevenir una
repetición son mayores.
El primer paso para obtener el tratamiento adecuado es visitar a un médico.
Ciertos medicamentos y condiciones médicas, tales como virus o trastornos de
tiroides, pueden provocar los mismos síntomas que la depresión. Un médico
puede descartar estas posibilidades por medio de un examen físico, una
entrevista, y pruebas de laboratorio. Si el médico puede descartar a una
condición médica como la causa, él o ella debe llevar a cabo una evaluación
psicológica o referir al paciente a un profesional de la salud mental.
El médico o profesional de la salud mental llevará acabo una evaluación
diagnóstica completa. Él o ella debe conversar con el paciente sobre cualquier
antecedente familiar de depresión y obtener todos los antecedentes de los
síntomas, por ejemplo, cuándo comenzaron, cuánto han durado, su gravedad, y
si ocurrieron antes, y si los síntomas ocurrieron antes, cómo fueron tratados. Él o
ella también debe preguntar si el paciente consume alcohol o drogas y si ha
tenido pensamientos suicidas o de muerte.
Una vez diagnosticada, una persona con depresión puede ser tratada con
varios métodos. Los tratamientos más comunes son la medicación y la
psicoterapia.
TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)
Es un trastorno de ansiedad caracterizado por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas, denominadas compulsiones dirigidas a reducir la ansiedad asociada. El TOC está recogido dentro del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV). El descubrimiento de que algunos fármacos son eficaces en el tratamiento del TOC ha cambiado el punto de vista que se tenía de este problema neurológico. Hoy no solo existen terapias eficaces, sino que también hay una gran actividad investigadora sobre las causas que producen este problema neurológico y una búsqueda de nuevos tratamientos.
Los síntomas y la importancia que implica el TOC pueden presentarse a cualquier edad pudiendo producir una importante discapacidad: la OMS lo incluye entre las 20 primeras enfermedades discapacitantes con una prevalencia del 0,8 % en los adultos y del 0,25 % en niños y adolescentes, y entre las 5 enfermedades psiquiátricas más comunes.
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un síndrome psiquiátrico perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad caracterizado por:
Obsesiones: son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y
persistentes que son egodistónicos, es decir, que no son experimentados
como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que
invaden la conciencia y son vividos como exagerados o sin sentido, a veces
como repugnantes. El enfermo realiza intentos para ignorarlos o suprimirlos,
a veces sin conseguirlo. Es entonces cuando se ponen en marcha las
conductas compulsivas encaminadas a reducir la ansiedadmotivada por la
obsesión.
Compulsiones: son conductas repetitivas, generalmente caprichosas, y
aparentemente finalistas que se realizan según determinadas reglas de
forma estereotipada y cuya principal función es reducir la ansiedad
provocada por la obsesión. La conducta no es un fin en sí misma, sino que
está diseñada para producir o evitar algún acontecimiento o situación futura,
relacionados con la obsesión en cuestión, por lo que su realización reduce la
ansiedad provocada por la última. Sin embargo, o bien la actividad no se
halla conectada de forma realista con lo que se pretende impedir o provocar,
o bien puede ser claramente excesiva. El acto se realiza con una sensación
de compulsión subjetiva junto con un deseo de resistirse a la compulsión, por
lo menos inicialmente. Por lo general, el individuo reconoce la falta de
sentido de la conducta (algo que no siempre ocurre en niños pequeños) y no
obtiene placer en realizar esta actividad, aunque esta disminuye la ansiedad
provocada por su obsesión. El enfermo enseguida nota que una sola
compulsión o ritual no basta para reducir su ansiedad, con lo que se ve
obligado a repetir o aumentar el ritual (círculo vicioso). Ejemplos típicos son
verificar varias veces las mismas cosas una y otra vez, ya que en la
repetición de patrones el enfermo obtiene una reducción inmediata del
malestar, aunque claramente contraproducente ya que con ellos está
reforzando la dinámica del trastorno.
Las obsesiones y las compulsiones son una fuente significativa de malestar
para el individuo o interfieren en el funcionamiento social, laboral y en su
actividad diaria, ocupando gran parte del tiempo del individuo. Generalmente el
afectado es consciente de la irracionalidad de su trastorno, y puede sentir culpa
y vergüenza por ello, o tener «miedo de volverse loco». Cada ritual, o patrón de
rituales, está ligado a una misma obsesión, y el enfermo «tiene» que realizar
varios a lo largo del día, acarreando todo esto una gran pérdida de tiempo y
malestar en su vida diaria. No debe confundirse con los desórdenes fóbicos.
TIPOS DE TOC
Dentro del TOC se pueden diferenciar los tipos más comunes:
Lavadores y limpiadores: son personas a las que carcomen obsesiones
relacionadas con la contaminación o el contagio a través de determinados
objetos o situaciones (contaminarse a sí mismo o contagiar a los demás).
Obsesiones en relación con la propagación de la enfermedad mediante la
suciedad, microorganismos y sustancias tóxicas. Con frecuencia, usan
guantes o desinfectantes, lavan y limpian sus manos, la ropa, limpieza
general de la casa, un sinnúmero de veces al día, a pesar de que nunca
logra sentirse limpio o libre de contaminantes. También se incluyen
los limpiadores compulsivos, sólo por el simple hecho de tener las cosas
perfectamente limpias, como si así fuera la manera correcta.
Verificadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva con el
propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe; obligados a
comprobar los objetos, como las cerraduras de las puertas (ser asaltado por
ladrones), los listados de contrataciones y los aparatos electrodomésticos
(gas, vitrocerámicas, calentador, enchufes). Revisan cajones, puertas y
aparatos eléctricos para asegurarse de que están cerrados, con seguro o
apagados; viven con temor excesivo e irracional de causar daños a sí
mismos o a los demás a causa de una falta de control y verifican
constantemente las cosas; visualizan terribles catástrofes en el que los que
se culpan de una falta de responsabilidad; desarrollan elaborados rituales de
control que hace que sea difícil para ellos completar las tareas diarias.
Tienen una gran necesidad de doble o triple verificación por duda o
responsabilidad patológica; a menudo, esta obligación viene del temor de no
poder confiar en su memoria; nunca pueden estar seguros de si han
realizado la tarea adecuadamente; se preguntarán repetidas veces si se ha
realizado una acción, por ejemplo, cerré la puerta, apagué la luz, cerré la
llave de gas, etc.
Verificadores somáticos e hipocondríacos: intrusiones obsesivas
persistentes en relación a su salud; temor a desarrollar una enfermedad
amenazante para la vida (ej. cáncer) (entran en pánico ante síntomas
somáticos extraños y lo relacionan con una enfermedad grave que pueda
acabar con su vida); verifican diversas funciones corporales, como la
frecuencia cardíaca, ritmo de la respiración, temperatura corporal o diversos
aspectos de su imagen corporal o anatómica.
Repetidores: son aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de
acciones repetitivas.
Ordenadores: son personas que exigen que las cosas que les rodean estén
dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo
distribuciones simétricas.
Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden
desprenderse.
Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o
imágenes repetitivos, llamados compulsiones mentales, con el objeto de
contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen
las obsesiones.
Numerales: buscan sentido a los números que les rodean; sumándolos,
restándolos, cambiándolos hasta que les da un número significativo para
ellos.
Filosofales: con tendencias algo inciertas. Viven en un proceso metafísico
del que no pueden desprenderse.
Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos
reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores. No
obstante, a diferencia de quienes sufren los demás tipos de TOC, no se
entregan a comportamientos reiterativos de tipo físico (sin compulsiones),
sino a procesos reiterativos únicamente mentales.
Perfeccionistas: autoexigentes y autocríticos, se preocupan por detalles
menores e irrelevantes; necesidad imperiosa de hacer las tareas perfectas;
necesidad extrema por saber o recordar cosas que pueden ser muy triviales;
autoexigencias del tipo: sacar las mejores notas en los estudios, ser la mejor
persona, el mejor conversador, el mejor amante, tener éxito en la vida, etc.
Supersticiosos (pensamiento mágico): las personas que sufren de TOC
presentan altos niveles de paranoia, disturbios de percepción y pensamiento
mágico, en particular «fusión de pensamiento y acción», la creencia que los
pensamientos negativos o determinados actos pueden originar daños. Estas
personas sienten el fuerte impulso de realizar tareas repetitivas (rituales) sin
sentido aparente, para contrarrestar sus pensamientos intrusivos como si
dejar las puertas abiertas puede perjudicar a las personas amadas. Tienen la
sensación de que si no hacen el ritual algo malo les puede suceder. Pueden
creer dogmáticamente en diversas supersticiones populares (o albergar una
duda obsesiva), y realizan ritos compulsivos. Miedo a diversos seres y
hechos sobrenaturales (ej. magia negra, buena suerte, mal de ojo, hombres
lobo, vampiros, fantasmas, etc.), por ejemplo pensar que los muertos no
pueden descansar en paz si no se hace determinado ritual (escrúpulo de
conciencia).
Preguntadores compulsivos: tienen la necesidad de estar continuamente
preguntándose a sí mismos o a los demás sobre cualquier cosa por nimia,
trivial o absurda que sea.
Dubitativos e indecisos (intolerancia a la incertidumbre): los pacientes
con TOC suelen tener dificultades con las situaciones ambiguas e inciertas, y
con la toma de decisiones. Suelen preocuparse por los errores y dudar sobre
sus acciones. Necesitan la certeza necesaria para maximizar la
predecibilidad y el control, y reducir así la amenaza y por tanto paliar su
ansiedad.
OBSESIONES Y COMPULSIONES RECURRENTES
Algunas de las obsesiones y compulsiones que se describen a continuación no suelen divulgarse en la literatura científica oficialmente reconocida. Sin embargo, los psicólogos clínicos en su práctica descubren una serie de obsesiones no clásicas que se repiten con relativa frecuencia:
Obsesiones de contaminación: preocupación por los gérmenes (virus,
bacterias, hongos, etc.), suciedad, polución, o sustancias químicas
peligrosas; preocupación por las secreciones corporales (orina, heces,
saliva, etc.); preocupación por contraer enfermedades de transmisión
y venéreas (sida, hepatitis, etc.), desarrollar enfermedades mentales
(alzheimer, esquizofrenia, psicosis, etc.), cáncer, infarto repentino, o temor
de padecer alguna enfermedad desconocida o no catalogada (hipocondría);
miedo a lasradiaciones ionizantes o no ionizantes (telefonía móvil,
microondas, antenas, radares, centrales nucleares, etc.).
Obsesiones sobre la salud y la apariencia física: dieta, ejercicio, estilo de
vida; moda e imagen personal; obsesión con el
envejecimiento; ortorexia, anorexia, vigorexia,dismorfofobia.
Obsesiones relacionadas con la sexualidad: pensamientos persistentes
acerca de la realización de actos sexuales repugnantes o prohibidos, o de
comportamientos tabúes, que vive con angustia; obsesión y dudas sobre la
orientación sexual, cuando el afectado heterosexual cree que puede ser o
convertirse en homosexual, o viceversa, y se obsesiona con el
tema;18 compulsiones asociadas: preguntar obscenidades, realizar gestos
obscenos, buscar información sobre la homosexualidad, masturbación
compulsiva, etc.
Obsesiones de contenido agresivo: temor a causar algún tipo de daño a
otras personas o a uno mismo; miedo a cometer crímenes o aparecer como
responsable de errores, fracasos, imprudencias, accidentes o catástrofes;
por su mente se cruzan imágenes horribles y violentas.
Obsesiones filosófico-religiosas: necesidad de confesar pecados
inexistentes o ínfimos que se supone haber cometido y estar preocupado por
la culpa consiguiente; escrúpulos de conciencia: excesivamente preocupado
por la posibilidad de cometer algún acto pecaminoso en lo que se refiere a
su religión o creencias (como por ejemplo pensar o decir algo blasfemo,
proferir obscenidades o insultos, preocupación por si se ha realizado
determinado ritual religioso adecuadamente, miedo a ser condenado
alinfierno, o acumular karma); actos compulsivos como arrepentirse,
confesarse o rezar; pensamientos intrusivos e inmorales sobre el sexo o
herir a alguien; preguntas existenciales reiterativas del tipo: ¿qué habrá
después de la muerte?, ¿existe Dios?,cuál es la finalidad de la existencia.
Obsesión con la inteligencia y las facultades mentales: se someten a
continuos y diversas pruebas de inteligencia para verificar su inteligencia;
dudan continuamente de la eficacia de sus capacidades mentales,
pensamientos de poder ser idiota, temor a perder puntos en el cociente de
inteligencia o sufrir menoscabo en sus facultades mentales, etc.
Info-obsesivos (acumuladores): obsesión por acumular, acaparar,
controlar y ordenar la mayor cantidad de información posible; estar siempre
enterado de las últimas tendencias y avances; en todos los campos del
conocimiento o en alguno en particular, volviéndose muy compulsivos y
ansiosos por su necesidad de control; comprar, almacenar y clasificar de
manera compulsiva revistas, periódicos, libros, enciclopedias, estar subscrito
a boletines, bibliómanos, coleccionistas, adictos a internet (acumulación de
archivos digitales); normalmente no tienen tiempo suficiente ni ningún
método para organizar y asimilar la información, por lo que muchas veces
tienden a laprocrastinación. Otros: adictos al trabajo (trabajólico), ludópatas.
CAUSAS DEL TOC
Varias teorías sugieren una base biológica para el trastorno, y actualmente una serie de estudios está explorando esta posibilidad. La Tomografía de Emisión Transaxial de Positrón (TETP) y otras técnicas de representación del cerebro han sugerido que pueden existir algunas anormalidades en el lóbulo frontal y en los ganglios basales que influyen en los síntomas del TOC. Meta-análisis recientes de los estudios de voxel-based morphometry que comparan personas con TOC y controles sanos han encontrado que las personas con TOC presentan un aumento bilateral del volumen de sustancia gris en los núcleos lenticulares, extendiéndose a los núcleos caudados, mientras que una disminución del volumen de materia gris en los giros frontal medial dorsal cingulado anterior bilaterales. Esto contrasta con los hallazgos en personas con otros trastornos de ansiedad, que presentan una disminución (en vez de aumento) bilateral del volumen de sustancia gris en los núcleos lenticulares/caudados, mientras que también una disminución del volumen de materia gris en los giros frontal medial dorsal/cingulado anterior bilaterales.
Es importante recordar los factores psicodinámicos como causantes de los síntomas que se desencadenan según un patrón de autoconversión. Por otra parte, la familia y terapeutas, se sienten forzados a acomodarse a la enfermedad respondiendo a comportamientos coercitivos del paciente por lo cual el éxito terapéutico depende en gran medida de factores dinámicos interactivos.
Otros estudios parecen indicar que pueden estar implicadas anormalidades en ciertos neurotransmisores (los mensajeros del cerebro). Uno es la serotonina, que se cree ayuda a regular la disposición de ánimo, la agresión y la impulsividad. También es el encargado de mandar la información de una neurona a otra, proceso que parece ser está ralentizado en las personas con TOC. Las neuronas que responden a la serotonina se encuentran en todo el cerebro, pero especialmente en los lóbulos frontales y en los ganglios basales. La concentración cerebral de serotonina es mayor en los varones que en las mujeres. Esto hace que los psicofármacos (como un inhibidor de la recaptación de serotonina, ISRS) actúen mejor en ellas.
DIAGNOSTICO
DSM-IV
A. Se cumple para las obsesiones y las compulsiones:
Las obsesiones se definen por 1, 2, 3 y 4:
1. Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se
experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e
inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos.
2. Los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples
preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real.
3. La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o
imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o
actos.
4. La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes
obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en
la inserción del pensamiento).
Las compulsiones se definen por 1 y 2:
1. Comportamientos (p. ej., lavado de manos, puesta en orden de objetos,
comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar, contar o repetir palabras
en silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a
realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que
debe seguir estrictamente.
2. El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la
prevención o reducción del malestar o la prevención de algún
acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos
comportamientos u operaciones mentales o bien no están conectados de
forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien
resultan claramente excesivos.
B. En algún momento del curso del trastorno la persona ha reconocido que estas obsesiones o compulsiones resultan excesivas o irracionales. Este punto no es aplicable en los niños.
C. Las obsesiones o compulsiones provocan un malestar clínico significativo, representan una pérdida de tiempo (suponen más de 1 hora al día) o interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o su vida social.
D. Si hay otro trastorno, el contenido de las obsesiones o compulsiones no se limita a el (p. ej., preocupaciones por la comida en un trastorno alimentario, arranque de cabellos en la tricotilomanía, inquietud por la propia apariencia en el trastorno dismórfico corporal, preocupación por las drogas en un trastorno por consumo de sustancias, preocupación por estar padeciendo una grave enfermedad en la hipocondría, preocupación por las necesidades o fantasías sexuales en una parafilia o sentimientos repetitivos de culpabilidad en el trastorno depresivo mayor).
E. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.
CIE-10
Pautas para el diagnóstico:
Para un diagnóstico definitivo deben estar presentes y ser una fuente importante de angustia o de incapacidad durante la mayoría de los días al menos durante dos semanas sucesivas, síntomas obsesivos, actos compulsivos o ambos. Los síntomas obsesivos deben tener las características siguientes:
a) Son reconocidos como pensamientos o impulsos propios.
b) Se presenta una resistencia ineficaz a por lo menos uno de los
pensamientos o actos, aunque estén presentes otros a los que el enfermo ya
no se resista.
c) La idea o la realización del acto no deben ser en sí mismas placenteras (el
simple alivio de la tensión o ansiedad no debe considerarse placentero en
este sentido).
d) Los pensamientos, imágenes o impulsos deben ser reiterados y molestos.
Incluye: Neurosis obsesivo-compulsiva. Neurosis obsesiva. Neurosis anancástica.
F42.0
Con predominio de pensamientos o rumiaciones obsesivos:
Pueden tomar la forma de ideas, imágenes mentales o impulsos a actuar. Su contenido es muy variable, pero se acompañan casi siempre de malestar subjetivo. Por ejemplo, a una mujer le puede atormentar el temor de no poder resistir en algún momento el impulso de matar al hijo querido, o por la cualidad obscena o blasfema y ajena a sí mismo de una imagen mental recurrente. A veces las ideas son simplemente banales en torno a una interminable y casi filosófica consideración de alternativas imponderables. Esta consideración indecisa de alternativas es un elemento importante en muchas otras rumiaciones obsesivas y a menudo se acompaña de una incapacidad para tomar las decisiones, aún las más triviales, pero necesarias en la vida cotidiana.
La relación entre rumiaciones obsesivas y depresión es particularmente íntima y se elegirá el diagnóstico de trastorno obsesivo-compulsivo sólo cuando las rumiaciones aparecen o persisten en ausencia de un trastorno depresivo.
F42.1
Con predominio de actos compulsivos (rituales obsesivos):
La mayoría de los actos compulsivos se relacionan con la limpieza (en particular el lavado de las manos), con comprobaciones repetidas para asegurarse de que se ha evitado una situación potencialmente peligrosa, o con la pulcritud y el orden. En la conducta manifiesta subyace por lo general un miedo a ser objeto o motivo de un peligro y el ritual es un intento ineficaz o simbólico de conjurar ese peligro. Los rituales compulsivos pueden ocupar muchas horas de cada día y suelen acompañarse a veces de una marcada incapacidad de decisión y de un enlentecimiento. En conjunto, son tan frecuentes en un sexo como en el otro, pero el lavado de manos ritual es más frecuente en las mujeres y el enlentecimiento sin repeticiones es más común en los varones.
Los rituales están menos íntimamente relacionados con la depresión que los pensamientos obsesivos y responden con mayor facilidad a las terapéuticas de modificación del comportamiento.
F42.2
Con mezcla de pensamientos y actos obsesivos:
La mayoría de los enfermos con un trastorno obsesivo-compulsivo presentan tanto pensamientos obsesivos como compulsiones. Esta subcategoría debe ser
usada cuando ambos son igualmente intensos, como es frecuente, aunque es útil especificar solo uno cuando destaca con claridad ya que pensamientos y actos pueden responder a tratamientos diferentes.
F42.8 y F42.9
Otros trastornos obsesivo-compulsivos y Trastorno obsesivo-compulsivo sin especificación.
TRATAMIENTO DEL TOC
Las investigaciones clínicas y los experimentos que se llevan a cabo han generado información que ha favorecido el uso de tratamientos tanto farmacológicos, como cognitivo-conductuales que pueden beneficiar a la persona con TOC. A un paciente le puede favorecer significativamente una terapia conductista (generalmente aquellos en los que predominan las compulsiones), mientras que otro puede beneficiarse de la farmacoterapia (normalmente recetada a pacientes en los que predomina un trastorno obsesivo incapacitante). Otros pueden usar tanto medicación, como terapia conductista. También hay quien puede empezar con medicación para ganar control sobre sus síntomas y entonces continuar con terapia conductista. El tipo de terapia debe ser decidido por el psiquiatra que diagnostique el trastorno, en cualquier caso.
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