semana del 29 de abril al 5 de mayo [ 15 ] [] los cristianos solteros de … · 2013-04-29 ·...
Post on 16-Apr-2020
0 Views
Preview:
TRANSCRIPT
Semana del 29 de Abril al 5 de Mayo
[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]
www.ayudatj.com
[Cantico Nº 50 ][E. Libro] [Inicio]
[ 14 ][ 15 ][ 16 ][ 17 ][ 18 ][ 19 ][ 20 ]
jr cap. 8 párrs. 14-20
RECONFORTEMOS Y SEAMOS RECONFORTADOS
14. ¿Qué resalta la relación de la familia de Áquila con
Pablo?
[ 14 ] [Textos] Como ya se ha dicho, la mayoría de los
hombres y mujeres del tiempo de Jeremías se casaban y
formaban sus familias. Y lo mismo cabe decir de los
contemporáneos de Pablo. Es razonable pensar que, en
general, los cristianos con familia no tenían la
posibilidad de mudarse al extranjero para participar en
el ministerio como Pablo, pero había mucho que hacer
en sus localidades, lo que incluía apoyar a los solteros.
Recordemos que cuando Pablo llegó a Corinto, Áquila y
Priscila lo acogieron en su casa y trabajaron con él en el
mismo oficio. Pero la cosa no quedó ahí; la amistad que
le brindaron a Pablo seguramente resultó muy
enriquecedora. Imaginemos los buenos ratos que
pasarían compartiendo una comida o las ocasiones en
las que pudieron animarse mutuamente. ¿Tuvo
Jeremías compañeros así? Aunque aprovechó su
soltería para servir a Dios, no era un ermitaño, ni mucho
menos. Es muy probable que disfrutara de la
reconfortante compañía de las familias de siervos
devotos de Dios, como Baruc y Ébed-mélec (Rom. 16:3;
léase Hechos 18:1-3).
15. ¿Cómo pueden apoyar las familias cristianas a los
no casados?
[ 15 ] [] Los cristianos solteros de la actualidad también
se benefician de la afectuosa compañía que les brindan
las familias que imitan a la de Áquila. Y la nuestra,
¿ofrece ese tipo de compañía a quienes no están
casados? Cierta hermana confesó: “He dejado el mundo
y no quiero volver a él. Pero sigo necesitando cariño y
afecto. Le pido a Jehová que nos dé a los solteros más
alimento espiritual y ánimo. No somos invisibles, y
no todos estamos deseosos de casarnos. Sin embargo,
en cierto sentido parece que estamos solos. Es verdad
que podemos recurrir a Jehová, pero cuando
necesitamos calor humano, ¿podemos recurrir a
nuestra familia espiritual?”. Miles de solteros pueden
responder con un sincero “sí”, pues gozan de buen
compañerismo en la congregación. Su círculo de amigos
no se reduce a Testigos de su misma edad. Como son
muy sociables, disfrutan de la amistad que les dan tanto
los jóvenes como los mayores.
16. ¿Qué cosas sencillas podemos hacer para apoyar a
los no casados de nuestra congregación?
[ 16 ] [] Si lo planeamos, podemos ser una fuente de
ánimo para los solteros al incluirlos de vez en cuando en
las actividades de la familia, como en la Noche de
Adoración en Familia. Invitar a un hermano soltero a
comer puede significar mucho más que simplemente
compartir un plato de buena comida. ¿Y si quedáramos
para salir al ministerio del campo juntos? O ¿qué tal si le
pedimos que venga con nosotros a trabajar en el
mantenimiento del Salón del Reino o incluso de
compras alguna vez? Hay familias que han invitado a un
viudo, una viuda o un precursor soltero a que viaje con
ellos a la asamblea o a un lugar de vacaciones. Tal
compañerismo ha sido muy reconfortante para todos.
17-19. a) ¿Por qué se necesita equilibrio al organizar el
cuidado de los padres mayores o enfermos? b) ¿Qué
nos enseña el hecho de que Jesús se ocupara de su
madre?
[ 17 ] [Textos] Otro aspecto que les concierne a los
hermanos solteros es el cuidado de los padres
envejecidos. En los tiempos de Jesús, algunos judíos
prominentes evitaban con astucia atender a sus padres.
Afirmaban que los deberes religiosos que ellos mismos
se habían impuesto tenían prioridad sobre las
obligaciones impuestas por Dios en cuanto al cuidado
de sus progenitores (Mar. 7:9-13). No debería ser así en
el caso de las familias cristianas (1 Tim. 5:3-8).
[ 18 ] [Textos] Pero ¿qué ocurre cuando los padres
mayores tienen varios hijos cristianos? Si uno de ellos
no está casado, ¿se convierte ineludiblemente en su
cuidador principal? Una hermana japonesa escribió:
“Me gustaría casarme, pero no puedo porque debo
cuidar de mis padres. Tengo la plena confianza de que
Jehová comprende la presión que supone atender a los
padres y el dolor de corazón que sentimos los solteros”.
¿Podría ser que ella tuviera hermanos y hermanas
casados que hubieran decidido, sin consultarle, que
debía encargarse de atender a los padres? En casos
como estos, cabe señalar que Jeremías tuvo hermanos
que no lo trataron con justicia (léase Jeremías 12:6).
[ 19 ] [Textos] Jehová comprende a los solteros y se
compadece de los que atraviesan tiempos difíciles (Sal.
103:11-14). De todas maneras, los padres envejecidos o
enfermos son los progenitores de todos sus hijos,
no solo de los solteros. Puede que algunos estén
casados y tengan familia; pero esto no rompe los lazos
afectivos naturales con sus padres ni los exime de
cumplir con su deber cristiano de ayudar cuando hace
falta. Pensemos en Jesús que, aun cuando estaba a
punto de morir en el madero, reconoció su deber y
no se desentendió del cuidado de su madre (Juan 19:25-
27). La Biblia no da normas detalladas sobre cómo
organizar la atención de los padres mayores o
enfermos; tampoco dice en ninguna parte que los hijos
no casados sean automáticamente más responsables
que los demás. En este tema tan delicado, los familiares
han de llegar a un acuerdo manifestando buen juicio y
consideración mutua, sin olvidar el ejemplo que Jesús
dejó al ocuparse de su madre.
20. ¿Cómo se siente al ver la hermandad que reina en la congregación?
[ 20 ] [Textos] Bajo inspiración, Jeremías predijo que habría compañerismo y hermandad dentro del pueblo de Jehová (Jer. 31:34). Nosotros ya disfrutamos en la congregación de una sobresaliente camaradería que incluye, por supuesto, a los hermanos y hermanas no casados. No cabe la menor duda de que todos deseamos intercambiar estímulo con ellos y ver que permanecen en el camino de la vida.
Con relación a los hermanos no casados, ¿qué otros pasos podría dar usted para reconfortar y ser reconfortado?
[E.M.T] [Inicio]
[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]
[P.S] Lucas 22 a 24 | Puntos Sobresalientes
Respuestas a preguntas bíblicas:
22:44. ¿Por qué experimentó Jesús tanta angustia? Debido a varias razones. Por un lado, le preocupaba la repercusión que su muerte como delincuente tendría en Jehová Dios y en su nombre. Y por otro, estaba muy consciente de que su vida eterna y el futuro de toda la familia humana dependían de que se mantuviera fiel.
23:44. ¿Fue provocada por un eclipse solar la oscuridad que duró tres horas? No, pues los eclipses solares solo se producen en la fase de luna nueva, y no en la de luna llena, como ocurrió durante la Pascua. La oscuridad que hubo el día de la muerte de Jesús fue un milagro de Dios.
Lecciones para nosotros:
22:36-38. Jesús no les pidió a sus discípulos que portaran un arma para protección o defensa propia. Ahora bien, el que llevaran espadas la noche en que Jesús fue traicionado permitió que les enseñara una
lección fundamental: “Todos los que toman la espada perecerán por la espada” (Mat. 26:52).
Repaso de la Escuela del Ministerio Teocrático Marzo y
Abril 2013
1. ¿Qué importante recordatorio dio Jesús sobre el
matrimonio en Marcos 10:6-9?
[4 de mzo., w08 15/2 pág. 30 párr. 8.]
Marcos 10:6-9
6 Sin embargo, desde [el] principio de la creación ‘Él* los hizo
macho y hembra. 7 Por este motivo dejará el hombre a su
padre y a su madre, 8 y los dos serán una sola carne’; de
modo que ya no son dos, sino una sola carne. 9 Por lo tanto,
lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún
hombre”.
El propósito de Dios es que los cónyuges permanezcan juntos.
Por lo tanto, en vez de recurrir enseguida al divorcio, la pareja
debe esforzarse por poner en práctica los principios bíblicos
para superar cualquier dificultad que surja en su matrimonio
(Mat. 19:4-6).
2. ¿Qué significa servir a Jehová con toda el alma? (Mar.
12:30.)
[4 de mzo., w97 15/10 pág. 13 párr. 4.]
Marcos 12:30
30 y tienes que amar a Jehová* tu Dios con todo tu corazón y
con toda tu alma* y con toda tu mente y con todas tus
fuerzas’.
¿Qué significa servir a Jehová de toda alma? El término
griego que se traduce “de toda alma” significa
literalmente “del alma”. “Alma” denota a la persona
completa, con todas sus facultades físicas y mentales.
Por lo tanto, servir de toda alma quiere decir dar de
nosotros, usando todas nuestras facultades y energías
al mayor grado posible en el servicio a Dios. Dicho
sencillamente, significa hacer todo lo que nuestra alma
pueda. (Marcos 12:29, 30.)
3. ¿A qué se refiere la expresión “dolores de angustia”,
utilizada en Marcos 13:8?
[11 de mzo., w08 15/3 pág. 12 párr. 2.]
Marcos 13:8
8 ”Porque se levantará* nación contra nación y reino contra
reino, habrá terremotos* en un lugar tras otro, habrá
escaseces de alimento. Estos son principio de dolores de
angustia.
2 A los cristianos no nos sorprende el que haya tantas
aflicciones hoy día, pues comprendemos que la predicha señal
de la presencia de Jesús incluye “dolores de angustia” (Mar.
13:8; Mat. 24:3). El término griego que se traduce “dolores de
angustia” se emplea para referirse al intenso dolor que la
mujer experimenta durante el parto. Esta imagen describe a la
perfección la magnitud del sufrimiento que padece la
humanidad en estos tiempos “críticos, difíciles de manejar [o
“fieros”]” (2 Tim. 3:1, nota).
4. ¿Qué fuentes consultó Lucas al preparar el Evangelio
que lleva su nombre? (Luc. 1:3.) [18 de mzo., w 09 15/3
pág. 32 párr. 4.]
Lucas 1:3
3 yo también, porque he investigado todas las cosas desde el
comienzo con exactitud, resolví escribírtelas en orden lógico,
excelentísimo Teófilo,
En efecto, algunos escritores bíblicos mencionaron o
consultaron registros o documentos disponibles en su época,
pero que no habían sido inspirados por Dios. Por citar otros
casos, Ester 10:2 hace alusión al “Libro de los asuntos de los
tiempos de los reyes de Media y Persia”. Y Lucas dijo haber
“investigado todas las cosas desde el comienzo con exactitud”
al preparar su Evangelio, lo que tal vez signifique que consultó
los registros disponibles para trazar la genealogía de Jesús
(Luc. 1:3; 3:23-38). El Evangelio que Lucas escribió
ciertamente fue inspirado por Dios, y su valor para nosotros no
disminuye por el hecho de que este discípulo consultara
registros que no eran inspirados.
5. ¿Qué deberíamos hacer en vista de que Satanás busca
el mejor momento para probarnos? (Luc. 4:13.)
[25 de mzo., w11 15/1 pág. 24 párr. 10.]
(Lucas 4:13) De modo que el Diablo, habiendo concluido toda
la tentación, se retiró de él hasta otro tiempo conveniente.
El relato de las tentaciones que sufrió Jesús encierra
otra lección. Cuando Satanás se le acercó en el
desierto, el Hijo de Dios llevaba cuarenta días sin
comer. De seguro, el Diablo vio que era un “tiempo
[muy] conveniente” para ponerlo a prueba (Luc. 4:13).
Hoy hace lo mismo con nosotros: busca el momento
más oportuno para ponernos a prueba y nos ataca
cuando percibe que estamos más débiles. Por eso es
imprescindible que nos mantengamos siempre
espiritualmente fuertes. Cuando nos invade el cansancio
o el desánimo, es más necesario que nunca rogarle a
Jehová que nos proteja y nos dé su espíritu (2 Cor.
12:8-10).
6. ¿Cómo hemos de aplicar los cristianos las palabras de
Lucas 6:27, 28?
[25 de mzo., w08 15/5 pág. 8 párr. 4.]
(Lucas 6:27, 28) ”Pero les digo a ustedes los que escuchan:
Continúen amando a sus enemigos, haciendo bien a los que
los odian, 28
bendiciendo a los que los maldicen, orando por
los que los insultan.
Jesús, en cambio, dijo: “Continúen amando a sus
enemigos y orando por los que los persiguen” (Mat.
5:44). Sus discípulos tenían que tratar con amor a
quienes fueran hostiles con ellos. Según el evangelista
Lucas, Jesús declaró: “Les digo a ustedes los que
escuchan: Continúen amando a sus enemigos, haciendo
bien a los que los odian, bendiciendo a los que los
maldicen, orando por los que los insultan” (Luc.
6:27, 28). Nosotros, al igual que los discípulos del siglo
primero, tomamos a pecho las enseñanzas de Jesús.
¿Cómo „hacemos el bien a los que nos odian‟?
Respondiendo a su hostilidad con actos bondadosos.
¿Cómo „bendecimos a los que nos maldicen‟?
Hablándoles de forma amable y considerada. Y ¿cómo
„oramos por los que nos persiguen‟ valiéndose de
violencia física o de insultos? Pidiéndole a Jehová que
tales personas cambien y obtengan su favor. Cuando
así lo hacemos, demostramos que amamos a nuestros
enemigos.
7. ¿Por qué pudo Jesús perdonar los pecados de cierta
mujer si él aún no había entregado su vida como
sacrificio? (Luc. 7:37, 48.)
[1 de abr., w10 15/8 págs. 6, 7.]
(Lucas 7:37) Y ¡mira!, una mujer que era conocida en la
ciudad como pecadora se enteró de que él estaba reclinado a
la mesa en casa del fariseo, y trajo una cajita de alabastro
llena de aceite perfumado
(Lucas 7:48) Entonces le dijo a ella: “Tus pecados son
perdonados”.
En el mismo momento en que se pronunciaron las
palabras que leemos en Génesis 3:15, el rescate ya
podía verse como pagado desde la óptica de Dios, y ya
podía perdonarse a quien demostrara fe en las
promesas divinas.
Antes de que Cristo viniera a la Tierra, hubo personas a
las que Jehová consideró justas. Entre ellas estuvieron
Enoc, Noé, Abrahán, Rahab y Job, quienes aguardaron
con fe el cumplimiento de las promesas divinas.
En efecto, el discípulo Santiago escribió que “Abrahán
puso fe en Jehová, y le fue contado por justicia”.
Y añadió: “De la misma manera, también, Rahab la
ramera, ¿no fue declarada justa por obras[?]” (Sant.
2:21-25).
En el caso de la mujer que le mojó los pies a Jesús,
todo indica que la situación era parecida. Aunque había
llevado una vida inmoral, estaba arrepentida.
Comprendía que tenía que ser redimida de sus pecados
y mostró con sus obras que apreciaba sinceramente al
hombre que Jehová había provisto para la redención.
Aunque el sacrificio de Cristo todavía no había tenido
lugar, su realización era segura, y por eso podía
aplicarse su valor a personas como ella. De ahí que
Jesús le dijera: “Tus pecados son perdonados”.
8. ¿En qué sentido deben los seguidores de Cristo “odiar”
a sus parientes? (Luc. 14:26.) [15 de abr., w08 15/3 pág. 32
párr. 1; w92 15/7 pág. 9 párrs. 3-5.]
(Lucas 14:26) “Si alguien viene a mí y no odia a su padre y
madre y esposa e hijos y hermanos y hermanas, sí, y hasta su
propia alma, no puede ser mi discípulo.
14:26. ¿En qué sentido deben los seguidores de
Cristo “odiar” a sus parientes? En la Biblia, “odiar”
puede referirse a amar a una persona o cosa menos
que a otra (Gén. 29:30, 31). Los cristianos deben “odiar”
a sus parientes en el sentido de amarlos menos que a
Jesús (Mat. 10:37).
Tres clases de odio
3 ¿Qué significa odiar? En la Palabra de Dios el
término “odio“ se emplea con tres sentidos diferentes.
Está el odio motivado por el rencor, que procura hacer
daño a su objeto. Los cristianos deben evitar esta clase
de odio. Este es el odio que incitó a Caín a matar a su
hermano justo Abel. (1 Juan 3:12.) También es la clase
de odio que le tenían a Jesucristo los líderes religiosos.
(Mateo 26:3, 4.)
4 Por otra parte, la palabra “odio” se emplea en las
Escrituras con el sentido de amar menos. Por ejemplo,
Jesús dijo: “Si alguien viene a mí y no odia a su padre y
madre y esposa e hijos y hermanos y hermanas, sí, y
hasta su propia alma, no puede ser mi discípulo”. (Lucas
14:26.) Es evidente que Jesús solo quiso decir que
debía amarse menos a los familiares que a él. Jacob
„odió a Lea‟, es decir, la amó menos que a Raquel.
(Génesis 29:30, 31.)
5 Luego está el significado de la palabra “odio” que
especialmente nos interesa ahora. Este transmite la idea
de un sentimiento tan intenso de disgusto o aversión por
alguien o algo, que produce un rechazo absoluto de esa
persona o cosa. En el Salmo 139 se le llama “un odio
completo”. En ese salmo David dijo: “¿No odio yo a los
que te odian intensamente, oh Jehová, y no me dan
asco los que se sublevan contra ti? De veras los odio
con un odio completo. Han llegado a ser para mí
verdaderos enemigos”. (Salmo 139:21, 22.)
9. ¿De qué manera repercutirán sobre la humanidad las
predichas “señales en el sol y en la luna y en las
estrellas”? (Luc. 21:25.)
[22 de abr., w97 1/4 pág. 15 párrs. 8, 9.]
(Lucas 21:25) ”También, habrá señales en el sol y en la luna y
en las estrellas, y sobre la tierra angustia de naciones, por no
conocer la salida a causa del bramido del mar y [de su]
agitación,
8 Algún momento después del comienzo de la “gran
tribulación”, aunque antes de que Jehová ejecute su
sentencia contra el resto de este mundo, habrá sucesos
sobrenaturales. Observe el efecto que estos tendrán.
“Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del
hombre [Cristo], y entonces todas las tribus de la tierra
se golpearán en lamento, y verán al Hijo del hombre
viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran
gloria.” (Mateo 24:29, 30.) “Habrá señales en el sol y en
la luna y en las estrellas, [...] mientras que los hombres
desmayan por el temor y la expectación de las cosas
que vienen sobre la tierra habitada.” (Lucas 21:25, 26.)
“Su liberación se acerca”
9 En ese momento en concreto será aplicable la
profecía de Lucas 21:28. Jesús dijo: “Al comenzar a
suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la
cabeza, porque su liberación se acerca”. Los enemigos
de Dios temblarán atemorizados porque sabrán que
esos sucesos sobrenaturales proceden de Jehová. Pero
sus siervos se alegrarán, pues sabrán que su liberación
se acerca.
10. Cuando nos enfrentemos a pruebas especialmente
difíciles, ¿cómo podemos imitar la forma de orar de
Jesús? (Luc. 22:44.)
[29 de abr., w07 1/8 pág. 6 párr. 2.]
(Lucas 22:44) Mas él, entrando en agonía, continuó orando
más encarecidamente; y su sudor se hizo como gotas de
sangre que caían al suelo.
Jesús a menudo pasó largos períodos orando (Juan
17:1-26). Por ejemplo, antes de escoger a los doce
hombres que llegarían a ser sus apóstoles, “salió a la
montaña a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios”
(Lucas 6:12). Las personas con intereses espirituales
imitan a Jesús, aun cuando no pasen necesariamente
toda la noche orando. A la hora de tomar decisiones
importantes oran a Dios el tiempo que sea necesario,
buscando la dirección del espíritu santo, pues desean
que su decisión les beneficie en sentido espiritual.
[R. Servicio] [Inicio]
Cántico 56
10 min. Cómo iniciar estudios bíblicos el primer
sábado del mes. Utilice la presentación de la
página 8 para demostrar cómo iniciar un estudio
bíblico el primer sábado de mayo. Anime a todos a
participar en esta labor. Analice también “¿Suele ir
a ver lo que hay en el tablero de anuncios?”.
Cómo iniciar estudios bíblicos el
primer sábado de mayo
“Si hay algo que todos tenemos en común
es que todos cometemos errores. ¿Se ha
preguntado alguna vez si Dios perdona los
errores graves?” Luego de que la persona
responda, muéstrele el artículo que está en
la página 15 deLa Atalaya del 1 de mayo y
examine con ella la información que contesta
la primera pregunta y al menos uno de los
textos bíblicos. Ofrézcale las revistas y quede
en volver para analizar la siguiente pregunta.
¿Suele ir a ver lo que hay en el tablero de anuncios?
Los ancianos, siervos ministeriales y otros hermanos
con responsabilidades en la congregación suelen
consultar el tablero de anuncios para ver si tienen
alguna asignación. No obstante, en este hay
información útil para todos. ¿Sabemos cuándo nos
toca limpiar el Salón del Reino? ¿Ha enviado la
sucursal o el superintendente de circuito alguna carta
importante? ¿Ya conocemos el título del discurso
público de esta semana para invitar a nuestros
estudiantes? ¿Ha habido cambios en el horario de
alguna reunión o en nuestro grupo para el servicio
del campo? Gran parte de esta información ya no se
anuncia en las reuniones, y los ancianos no siempre
pueden avisarles a todos los publicadores. Por lo
tanto, conviene que pasemos cada cierto tiempo por
el tablero. Estando bien informados, haremos todo
“decentemente y por arreglo” (1 Cor. 14:40).
10 min. El mensaje que debemos proclamar:
“Estas buenas nuevas del reino”. Discurso
entusiasta basado en el libro Benefíciese, páginas
279 a 281.
“ESTAS BUENAS NUEVAS DEL REINO”
ENTRE los varios aspectos que mencionó Jesús en la profecía de la señal de su presencia y de la conclusión del sistema de cosas, figura el siguiente: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mat. 24:14).
En concreto, ¿a qué se refiere este mensaje que debe recibir tanta publicidad? Al gobierno que Jesús nos enseñó a pedir a Dios con las palabras: “Venga tu reino” (Mat. 6:10). En Revelación 11:15 se le denomina “el reino de nuestro Señor *Jehová+ y de su Cristo”, dado que la autoridad para reinar proviene de Jehová, quien se la otorga a Cristo. Observe que el mensaje que hoy proclamamos, en cumplimiento de las palabras de
Jesús, supera en contenido al que predicaron sus discípulos del siglo primero, los cuales anunciaron: “El reino de Dios se ha acercado a ustedes” (Luc. 10:9). En efecto, Jesús, a quien se había ungido por Rey, se hallaba entre ellos. Pero como indica Mateo 24:14, él previó el anuncio mundial de otro paso adelante en el cumplimiento del propósito divino.
El profeta Daniel tuvo una visión de este avance: contempló a “alguien como un hijo del hombre” (a Jesucristo) recibiendo del “Anciano de Días” (Jehová Dios) “gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él” (Dan. 7:13, 14). Tras este suceso de trascendencia universal, que tuvo lugar en el cielo en el año 1914, se arrojó a la Tierra al Diablo y sus demonios (Rev. 12:7-10). El viejo sistema de cosas entró en sus últimos días. Sin embargo, antes de que se elimine por completo, se está proclamando por todo el mundo que el Rey Mesiánico de Jehová ya gobierna desde su trono celestial. Reciben el aviso personas de todo lugar, y su reacción revela la actitud con que acogen que el Altísimo sea Gobernante en “el reino de la humanidad” (Dan. 4:32).
Ciertamente, aún ocurrirán más cosas, muchas más. Seguimos rogando “venga tu reino”, pero no porque pensemos que la instauración del Reino celestial de Dios todavía quede en el futuro, sino con la idea de que actuará de modo decisivo para cumplir profecías como Daniel 2:44 y Revelación 21:2-4. Transformará la Tierra en un paraíso lleno de personas que amen a Dios y al prójimo. Cuando predicamos “estas buenas nuevas del Reino”, llamamos la atención a dichas perspectivas, pero también señalamos con confianza que Jehová ya ha concedido plena autoridad real a su Hijo. ¿Destaca usted estas buenas nuevas cuando da testimonio del Reino?
Explique el Reino. ¿Cómo puede desempeñar su comisión de anunciar el Reino de Dios? Aunque despierte el interés hablando de temas muy diversos, enseguida debe verse que su mensaje se centra en dicho gobierno.
Un aspecto importante de esta obra es leer o citar pasajes bíblicos que se refieran al Reino. Cuando hable de este, asegúrese de que sus interlocutores entiendan de qué se trata. Es posible que no baste con aclarar que es un gobierno, pues a algunas personas les cuesta concebir que un gobierno sea invisible. En este sentido, es posible seguir diversas líneas de razonamiento. Podría mencionar, por ejemplo, que la gravedad es invisible y sin embargo ejerce una influencia determinante en nuestra vida. Aunque no veamos al
Creador de esta fuerza, es obvio que posee gran poder. La Biblia lo llama “Rey de la eternidad” (1 Tim. 1:17). Otra posibilidad es indicar que en un país grande, muchos ciudadanos no han visitado nunca la capital ni tampoco han visto al primer mandatario en persona. Saben de ello a través de los servicios informativos. De igual modo, la Biblia, que se publica en más de dos mil doscientos idiomas, nos habla del Reino de Dios; nos indica quién ha sido investido de autoridad y qué está haciendo dicho gobierno hoy día. La Atalaya, la publicación periódica que se edita en más idiomas que cualquier otra, señala en la portada su misión con el subtítulo “Anunciando el Reino de Jehová”.
Otra forma de ayudar a los oyentes a comprender qué es el Reino consiste en mencionar algunos frutos que desearían que produjesen los gobiernos: seguridad económica, paz, eliminación del delito, trato imparcial a todos los grupos étnicos y buenos servicios médicos y educativos. Muéstreles que tanto estos como los demás deseos legítimos de la humanidad se satisfarán gracias al Reino de Dios (Sal. 145:16).
Procure avivar su deseo de ser súbditos del Reino, cuyo cabeza es Jesucristo. Indique que los milagros que él realizó son un anticipo de lo que hará como Rey celestial. Mencione con frecuencia las atrayentes cualidades que demostró (Mat. 8:2, 3; 11:28-30). Explique que entregó su vida por nosotros y que luego Dios lo resucitó a la vida inmortal en los cielos, la sede de su trono (Hech. 2:29-35).
Debe subrayar que el Reino de Dios ya está gobernando desde el cielo. No obstante, tenga en cuenta que la mayoría de sus oyentes no ven que se den las condiciones que considerarían indicios de la existencia de tal gobierno. Por ello, admita este hecho y pregúnteles si saben lo que Jesucristo dijo al respecto. Destaque algunos rasgos de la señal compuesta consignada en los capítulos 24 de Mateo, 13 de Marcos y 21 de Lucas. Luego pregúnteles por qué daría pie la entronización de Cristo en el cielo a que existieran tales condiciones y entonces acuda a Revelación 12:7-10, 12.
Como muestra palpable de la actuación del Reino de Dios hoy día, lea Mateo 24:14 y describa el programa internacional de educación bíblica que se está llevando a cabo (Isa. 54:13). Mencione las diversas escuelas de las que se benefician los testigos de Jehová, indicando que siempre se basan en las Escrituras y son gratuitas. Señale que, además del ministerio de casa en casa, ofrecemos instrucción bíblica gratuita a domicilio a las personas y familias de más de doscientos treinta países. ¿Hay algún gobierno humano capaz de llevar a cabo un programa educativo tan extenso, no solo entre sus
ciudadanos, sino en el mundo entero? Invite a sus oyentes a asistir al Salón del Reino y a las asambleas de los testigos de Jehová para constatar por sí mismos el efecto de tal instrucción en la vida de la gente (Isa. 2:2-4; 32:1, 17; Juan 13:35).
Ahora bien, ¿comprenderá su interlocutor las repercusiones que el Reino puede tener en su vida? Tal vez desee comentarle con tacto que el objetivo de su visita es hablar de la oportunidad que se brinda a todos los seres humanos: escoger la vida como súbditos del Reino de Dios. ¿De qué manera realizan esta elección? Aprendiendo los requisitos divinos y obedeciéndolos ahora (Deu. 30:19, 20; Rev. 22:17).
Ayude al prójimo a poner el Reino en primer lugar. Después de aceptar el mensaje del Reino, todavía hay que tomar decisiones. ¿Qué importancia concederá la persona al Reino de Dios en su vida? Jesús instó a sus discípulos a ‘seguir buscando primero el reino’ (Mat. 6:33). ¿Cómo podría ayudar a sus hermanos cristianos a obedecer esta exhortación? Dándoles un buen ejemplo y comentando las oportunidades que existen para hacerlo. Pregúnteles si han pensado en ciertas posibilidades y cuente experiencias que muestren lo que otros hermanos hacen al respecto. Explique relatos bíblicos de tal modo que fomente el amor por Jehová. Además, destaque la realidad del Reino y la importancia de proclamarlo. Por lo general, los mejores resultados no se obtienen diciendo lo que debe hacerse, sino cultivando el deseo de hacerlo.
No cabe duda de que el trascendental mensaje que todos hemos de proclamar se centra principalmente en Jehová Dios, Jesucristo y el Reino. Las esenciales verdades que comprende se tienen que destacar en la predicación pública, en la congregación y en nuestra propia vida. Así demostraremos que nos estamos beneficiando a plenitud de la Escuela del Ministerio Teocrático.
10 min. ¿Cuál es la lección? Análisis con el
auditorio. Tras la lectura de Mateo 16:21-23 y
Lucas 9:22-26, pregunte a los presentes cómo
pueden ayudarnos estos versículos en el
ministerio.
(Mateo 16:21-23) Desde ese tiempo en adelante Jesucristo comenzó a mostrar a sus discípulos que él tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos y de los sacerdotes principales y de los escribas, y ser muerto, y al tercer día ser levantado. 22 Con eso, Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: “Sé bondadoso contigo mismo,
Señor; tú absolutamente no tendrás este *destino+”. 23 Pero él, dándole la espalda, dijo a Pedro: “¡Ponte detrás de mí, Satanás! Me eres un tropiezo, porque no piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres”.
(Lucas 9:22-26) pero dijo: “El Hijo del hombre tiene que pasar por muchos sufrimientos y ser rechazado por los ancianos y los sacerdotes principales y los escribas, y ser muerto, y al tercer día ser levantado”. 23 Siguiendo entonces, dijo a todos: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento día tras día y sígame de continuo. 24 Porque el que quiera salvar su alma la perderá; pero el que pierda su alma por causa de mí es el que la salvará. 25 Realmente, ¿de qué provecho le es al hombre el que gane el mundo entero pero se pierda a sí mismo o sufra daño? 26 Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras, de este se avergonzará el Hijo del hombre cuando llegue en su gloria y en la del Padre y de los santos ángeles.
Cántico 117 y oración
[Cántico 45][Atalaya] [Inicio]
[ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ][ 7 ][ 8 ][ 9 ][ 10 ][ 11 ][ 12
][ 13 ][ 14 ][ 15 ][ 16 ][ 17 ][ 18 ][ 19 ][ 20 ][ 21 ][
22 ][ 23 ][ 24 ][ 25 ]
No hay tropiezo para los que aman a Jehová
“Paz abundante pertenece a los que aman tu ley, y
no hay para ellos tropiezo.” (SAL. 119:165)
[Cántico 32]
¿CÓMO RESPONDERÍA? ¿En qué carrera participamos los cristianos, y cuál es el premio? Párrafos 2 y 3 ¿Qué podría hacernos tropezar? Párrafo 9 ¿En qué sentido no hay tropiezo para los que aman la ley de Jehová? Párrafos 5 y 6 1.¿Cómo demostró una corredora que no estaba dispuesta a rendirse?
[ 1 ] [] SIENDO aún muy joven, Mary Decker se
convirtió en una corredora de fama internacional. En
1984 llegó a los Juegos Olímpicos como la favorita
para ganar la medalla de oro en la final de los 3.000
metros. Sin embargo, ese día no cruzó la línea de
meta. ¿Qué ocurrió? Tropezó con la pierna de otra
competidora y cayó al suelo. Como se hizo daño,
tuvieron que sacarla de la pista. Mary no podía dejar
de llorar. Pero no se rindió. En 1985, menos de un
año después de su caída, reapareció en plena forma y
estableció un nuevo récord mundial en la milla
femenina.
2. ¿En qué tipo de carrera participamos los
cristianos, y cuál es nuestro objetivo?
[ 2 ] [Textos] Los cristianos participamos en una
carrera simbólica y nuestro objetivo es cruzar la línea
de llegada cueste lo que cueste. En esta prueba, lo
más importante no es la velocidad. Pero eso no
quiere decir que corramos tranquilamente y que
podamos descansar de vez en cuando. Más bien, la
carrera podría compararse a un maratón, en el que la
resistencia es imprescindible para triunfar. El apóstol
Pablo habló de una carrera en la primera carta que
envió a los cristianos de Corinto, ciudad famosa por
sus competiciones de atletismo. Él les escribió: “¿No
saben ustedes que los corredores en una carrera
todos corren, pero solo uno recibe el premio? Corran
de tal modo que lo alcancen” (1 Cor. 9:24).
3. ¿Quiénes pueden ganar el premio de la vida
eterna?
[ 3 ] [Textos] La Biblia nos pide que participemos en
esta carrera (lea 1 Corintios 9:25-27). El premio es
vivir para siempre: los cristianos ungidos, en el cielo,
y el resto de los corredores, en la Tierra. Ahora bien,
esta competición no es como las demás, ya que todos
los participantes que persisten hasta llegar a la meta
obtienen el premio (Mat. 24:13). Solo pierden
quienes no corren según las normas o no cruzan la
línea de llegada. Y un detalle más: esta es la única
carrera donde se puede conseguir vida eterna.
4. ¿Por qué no es fácil correr en la carrera por la
vida eterna?
[ 4 ] [Textos] Llegar a la meta no es fácil, pues hace
falta decisión y autodisciplina. En toda la historia,
solo ha habido una persona que lo ha logrado sin
tropezar una sola vez: Jesucristo. Pero su discípulo
Santiago escribió que todos los seguidores de Cristo
“tropezamos muchas veces” (Sant. 3:2). ¡Qué palabras
tan ciertas! Nadie puede decir que es perfecto y que
no le afectan las imperfecciones de los demás. En
ocasiones podemos tropezar, tambalearnos y perder
impulso. Tal vez hasta nos caigamos, pero nos
levantamos y seguimos corriendo. Algunos cristianos
han caído y se han hecho tanto daño que han
necesitado ayuda para levantarse y volver a la
carrera. De modo que es posible que en algún
momento, incluso varias veces, tropecemos y nos
caigamos (1 Rey. 8:46).
Si se cae, acepte ayuda y levántese
AUNQUE TROPIECE, NO ABANDONE LA CARRERA
5, 6. a)?¿En qué sentido no hay tropiezo para los
cristianos? b)?¿Cómo logramos levantarnos si
caemos? c)?¿Por qué no se recuperan algunos
después de caer?
[ 5 ] [] A la hora de describir el estado espiritual de
un cristiano, tal vez hayamos utilizado
indistintamente las palabras tropezar o caer. Aunque
no siempre es así, estas expresiones bíblicas pueden
significar lo mismo. Fijémonos, por ejemplo, en lo que
dice Proverbios 24:16: “Puede que el justo caiga
hasta siete veces, y ciertamente se levantará; pero a
los inicuos la calamidad los hará tropezar”.
[ 6 ] [Textos] Jehová no permitirá que quienes
confían en él tropiecen en el sentido de que sufran
una caída —por una dificultad o un paso en falso?—
de la que no puedan recuperarse. Estamos
convencidos de que si algo así nos ocurre, él nos
“levantará” para que sigamos sirviéndole con toda el
alma. Sin duda, esto es un gran consuelo para quienes
de veras aman a Jehová. En cambio, los inicuos, o
malvados, no quieren recuperarse y ni buscan ni
aceptan la ayuda que él les ofrece mediante su
espíritu y su pueblo. ¡Qué diferentes son los que
aman la ley de Dios! “No hay para ellos tropiezo”, o
sea, no hay nada que pueda sacarlos
permanentemente de la carrera por la vida (lea
Salmo 119:165).
7, 8. ¿Cómo es posible que alguien caiga y siga
teniendo la aprobación de Dios?
[ 7 ] [Textos] Debido a alguna debilidad, hay
hermanos que cometen pecados de menor gravedad,
incluso en repetidas ocasiones. Pero pueden seguir
teniendo la aprobación de Jehová si se vuelven a
levantar, es decir, si de verdad se arrepienten y una
vez más se esfuerzan por servirle con lealtad. Vemos
que eso es así cuando examinamos la relación de Dios
con el antiguo Israel (Is. 41:9, 10). En Proverbios
24:16, ya citado, no se destaca el lado negativo,
nuestras caídas, sino el positivo: que podemos
levantarnos con la ayuda de nuestro misericordioso
Dios (lea Isaías 55:7). Tanto Jehová como Jesucristo
nos animan a ponernos de pie, demostrando así que
confían en nosotros (Sal. 86:5; Juan 5:19).
[ 8 ] [Textos] Aunque un corredor de maratón
tropiece y caiga, quizás pueda recuperarse y seguir
avanzando si actúa rápidamente. Quienes estamos en
la carrera por la vida eterna no sabemos en qué “día y
hora” terminará (Mat. 24:36). Aun así, cuanto menos
tropecemos, más probable será que mantengamos un
buen ritmo, sigamos en la carrera y lleguemos a la
meta. Entonces, ¿qué podemos hacer para no
tropezar?
CAUSAS DE TROPIEZO
9. ¿Qué posibles causas de tropiezo
analizaremos?
[ 9 ] [] Analicemos cinco posibles causas de tropiezo:
las debilidades personales, los deseos pecaminosos,
las injusticias cometidas por nuestros hermanos, la
tribulación o persecución y las imperfecciones de los
demás. Si hemos tropezado, recordemos que Jehová
tiene mucha paciencia. Él no se apresura a
calificarnos de desleales.
10, 11. ¿Con qué debilidad personal tuvo que
luchar David?
[ 10 ] [] Las debilidades personales pueden
compararse a piedras que podría encontrar un
corredor en el trayecto. Si nos fijamos en las vidas del
rey David y del apóstol Pedro, observamos dos de
esas “piedras”: la falta de autocontrol y el temor a
otros hombres.
[ 11 ] [Textos] Al rey David le costaba controlarse,
tal como lo demuestran sus actos relacionados con
Bat-seba o su reacción impulsiva cuando Nabal lo
ofendió. Eso sí, aunque tenía esa debilidad, nunca
dejó de esforzarse por agradar a Jehová. Con la ayuda
de otras personas, logró recuperar su equilibrio
espiritual (1 Sam. 25:5-13, 32, 33; 2 Sam. 12:1-13).
12. ¿Cómo siguió Pedro en la carrera después de
tropezar?
[ 12 ] [Textos] Pedro temía lo que otros pudieran
hacerle, y aunque se mantuvo leal a Jesús y a Jehová,
en algunas ocasiones cometió graves errores. Por
ejemplo, negó en público conocer a su Maestro, no
solo una vez, sino tres (Luc. 22:54-62). Más tarde no
se comportó de un modo cristiano, pues trató a los
hermanos no judíos como si no fueran tan buenos
como los hermanos judíos. En cambio, el apóstol
Pablo sabía que no debían existir divisiones, o clases,
en la congregación. Pedro estaba equivocado. Así que,
antes de que su actitud perjudicara a la hermandad,
Pablo lo aconsejó francamente y cara a cara (Gál.
2:11-14). ¿Fue ese un golpe tan duro al orgullo de
Pedro que lo hizo abandonar la carrera por la vida?
No; él meditó en el consejo de Pablo, lo puso en
práctica y siguió en la carrera.
13. ¿Cómo podría una enfermedad hacernos
tropezar?
[ 13 ] [] Otra debilidad personal podría estar
relacionada con la salud. Inquietarse en exceso por
alguna enfermedad podría frenar nuestro ritmo
espiritual e incluso hacer que nos cansáramos y nos
paralizáramos. Por ejemplo, una hermana japonesa
tuvo un problema de salud diecisiete años después de
bautizarse. Esto le preocupaba tanto que se debilitó
en sentido espiritual hasta el punto de dejar de
predicar. Dos ancianos la visitaron, y, gracias al
ánimo que recibió, ella volvió a asistir a las reuniones.
Ahora comenta: “El afectuoso recibimiento de los
hermanos me emocionó profundamente”. Nuestra
hermana está otra vez en la carrera.
14, 15. ¿Qué medidas enérgicas hay que tomar
cuando surgen malos deseos? Ponga un ejemplo.
[ 14 ] [Textos] Los deseos pecaminosos han hecho
caer a muchos cristianos. Cuando nuestros malos
deseos nos tientan, debemos tomar medidas
enérgicas para mantenernos mental, moral y
espiritualmente limpios. Jesús dijo que debemos
arrancarnos, por decirlo así, cualquier cosa que nos
pudiera hacer tropezar, incluso un ojo o una mano.
Entonces, ¿no deberíamos “arrancar” cualquier
pensamiento o conducta inmoral que nos pudiera
sacar de la carrera? (Lea Mateo 5:29, 30.)
[ 15 ] [] Un hermano ha estado luchando contra
deseos homosexuales desde que era muy joven. Él
cuenta que aunque creció en un hogar cristiano,
siempre se sentía mal porque le parecía que no
encajaba en ningún sitio. Cuando tenía 20 años, era
precursor regular y siervo ministerial. Pero entonces
cometió un grave error, fue disciplinado y recibió
ayuda de los ancianos. ¿Cómo pudo levantarse y
recuperar su paso espiritual? Orando, estudiando la
Palabra de Dios y centrándose en servir a los demás.
Años más tarde, reconoce: “De vez en cuando, esos
deseos regresan, pero no dejo que me controlen. He
aprendido que Jehová no permite que seamos
tentados más allá de lo que podemos soportar. Así
que creo que él piensa que yo puedo vencer”. Y
añade: “Todo lo que he tenido que luchar se verá
recompensado en el nuevo mundo. ¡Eso es lo que
quiero! Y hasta que llegue ese día, seguiré luchando”.
No cabe duda: él no está dispuesto a abandonar la
carrera.
16, 17. a)?¿Qué ayudó a un hermano que creía
haber sufrido una injusticia? b)?¿Qué debemos
tener presente si no queremos tropezar?
[ 16 ] [] Las injusticias cometidas por nuestros
hermanos también pueden hacernos tropezar. Un
hermano de Francia que había servido de anciano de
congregación se amargó porque creía que había sido
víctima de una injusticia. Como resultado, dejó de
asistir a las reuniones y de predicar. Dos ancianos lo
visitaron, lo escucharon y fueron comprensivos. No lo
interrumpieron cuando les contaba su versión de la
historia. Lo animaron a dejar el asunto en manos de
Jehová y destacaron que lo más importante es
agradarle a él. Este hermano aceptó la ayuda y no
tardó en volver a la carrera. Otra vez está ocupado en
las actividades espirituales.
[ 17 ] [Textos] Todos los cristianos debemos fijarnos
en Jesucristo, a quien Dios ha elegido como Cabeza de
la congregación, y no en seres humanos imperfectos.
Jesús, cuyos ojos son “como una llama de fuego”,
analiza todo desde una justa perspectiva y ve mucho
más allá de lo que nosotros jamás podríamos ver
(Rev. 1:13-16). Él sabe si lo que nos parece una
injusticia es en realidad un malentendido de nuestra
parte y se encarga de los problemas de la
congregación al tiempo debido y de la forma correcta.
Por tanto, nunca permitamos que las acciones o
decisiones de un hermano nos hagan tropezar.
18. ¿Cómo podemos resistir las dificultades que
se presenten?
[ 18 ] [Textos] Aún quedan dos causas más de
tropiezo: la tribulación o persecución y las
imperfecciones de los demás. En la parábola del
sembrador, Jesús dijo que la “tribulación o
persecución a causa de la palabra” haría tropezar a
algunas personas. Sin importar de dónde venga —
familiares, vecinos o gobiernos?—, la persecución
pudiera afectar a quien “no tiene raíz en sí mismo”, es
decir, a quien tiene una fe débil (Mat. 13:21). Pero si
estamos decididos a permanecer cerca de Jehová, el
mensaje del Reino hará fuerte nuestra fe y nos
mantendremos firmes, como un árbol con raíces
profundas. Cuando las dificultades nos agobien,
oremos y reflexionemos en “cualquier cosa que haya
digna de alabanza” (lea Filipenses 4:6-9). Con la
fuerza que Jehová nos da, podremos soportar la
presión y no permitiremos que las situaciones
difíciles nos hagan tropezar.
No permita que nada le impida terminar la
carrera 19. ¿Cómo podemos impedir que una ofensa nos
haga tropezar?
[ 19 ] [Textos] Lamentablemente, algunos han
dejado la carrera cristiana por las imperfecciones de
los demás. Diferencias sobre asuntos de conciencia, o
decisión personal, han sido su causa de tropiezo (1
Cor. 8:12, 13). Si alguien nos ofende, ¿haremos una
montaña de un grano de arena? La Biblia aconseja a
los cristianos que no juzguen a los demás ni insistan
en los derechos personales, sino que más bien estén
dispuestos a perdonar (Luc. 6:37). Cuando la
conducta de alguien nos incomode, preguntémonos:
“¿Juzgo a los demás según mi criterio? Puesto que sé
que mis hermanos son imperfectos, ¿permitiré que
un error de alguno de ellos me saque de la carrera
por la vida?”. Nuestro amor por Jehová nos dará la
determinación para alcanzar la meta sin importar lo
que hagan los demás.
NO ABANDONE LA CARRERA
20, 21. ¿Qué está usted resuelto a hacer en la
carrera por la vida?
[ 20 ] [Textos] ¿Está usted decidido a correr “la
carrera hasta terminarla”? (2 Tim. 4:7, 8.) Entonces,
estudie la Biblia y otras publicaciones de la
organización de Jehová para investigar, meditar y
descubrir posibles causas de tropiezo. Pídale a Dios
espíritu santo, pues este le dará el empuje espiritual
que necesita. Recuerde que ningún corredor está
condenado a fracasar porque haya tropezado o caído
alguna vez. Puede levantarse y regresar a la carrera.
Incluso puede transformar los obstáculos en valiosas
enseñanzas.
[ 21 ] [Textos] Las Escrituras indican que para
participar en la carrera por la vida eterna uno no
puede quedarse de brazos cruzados. Tiene que
luchar. No es como subirse a un autobús que lleve a
sus pasajeros a la victoria. Cada uno de nosotros debe
correr hacia la línea de meta. Y mientras avanzamos,
la “paz abundante” de Dios será como viento a favor
(Sal. 119:165). Podemos tener la seguridad de que
Jehová nos ayudará y nos bendecirá por la eternidad
si corremos hasta el final (Sant. 1:12).
Recuadro de Repaso y Cántico
Textos del Libro
Párrafo 14
(Romanos 16:3) Den mis saludos a Prisca y a Áquila mis colaboradores en Cristo Jesús,
(Hechos 18:1-3) Después de estas cosas, él partió de Atenas y llegó a Corinto. 2 Y halló a cierto judío de nombre Áquila, un natural del Ponto que recientemente había llegado de Italia, y a Priscila su esposa, por el hecho de que Claudio había ordenado que todos los judíos se fueran de Roma. De modo que fue a ellos 3 y, por ser del mismo oficio, se quedó en su casa, y trabajaban, porque el oficio de ellos era hacer tiendas de campaña.
Párrafo 17
(Marcos 7:9-13) Además, siguió diciéndoles: “Diestramente ponen ustedes a un lado el mandamiento de Dios para retener su tradición. 10 Por ejemplo, Moisés dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’, y: ‘El que injurie a padre o a madre termine en muerte’. 11 Pero ustedes dicen: ‘Si un hombre le dice a su padre o
a su madre: “Todo lo que tengo por lo cual pudieras sacar provecho de mí es corbán (es decir, una dádiva dedicada a Dios)”’..., 12 ya no le dejan hacer ni una sola cosa por su padre o su madre, 13 y así invalidan la palabra de Dios por la tradición suya que ustedes transmitieron. Y hacen muchas cosas parecidas a esto”.
(1 Timoteo 5:3-8) Honra a las viudas que realmente son viudas. 4 Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a practicar devoción piadosa en su propia casa y a seguir pagando la debida compensación a sus padres y abuelos, porque esto es acepto a vista de Dios. 5 Ahora bien, la mujer que realmente es viuda y ha quedado en indigencia ha puesto su esperanza en Dios y persiste en ruegos y oraciones noche y día. 6 Pero la que se entrega a la satisfacción sensual está muerta aunque esté viviendo. 7 De modo que sigue dando estos mandatos, para que sean irreprensibles. 8 Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.
Párrafo 18
(Jeremías 12:6) Porque hasta tus propios hermanos y la
casa de tu propio padre, aun ellos mismos te han
tratado con traición. Hasta ellos mismos han gritado
vigorosamente detrás de ti. No pongas fe en ellos,
simplemente porque te hablan cosas buenas.
Párrafo 19
(Salmo 103:11-14) Porque así como los cielos son más altos que la tierra, su bondad amorosa es superior para con los que le temen. 12 Tan lejos como está el naciente del poniente, así de lejos ha puesto de nosotros nuestras transgresiones. 13 Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen. 14 Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo.
(Juan 19:25-27) Junto al madero de tormento de Jesús, pues, estaban de pie su madre y la hermana de su madre; María la esposa de Clopas, y María Magdalena. 26 Entonces Jesús, al ver a su madre y al discípulo a quien él amaba, de pie allí cerca, dijo a su madre: “Mujer, ¡ahí está tu hijo!”. 27 Entonces dijo al discípulo: “¡Ahí está tu madre!”. Y desde aquella hora el discípulo la llevó consigo a su propio hogar.
Párrafo 20
(Jeremías 31:34) “Y ya no enseñarán cada uno a su
compañero y cada uno a su hermano, diciendo:
‘¡Conozcan a Jehová!’, porque todos ellos me
conocerán, desde el menor de ellos aun hasta el mayor
de ellos —es la expresión de Jehová—. Porque
perdonaré su error, y no me acordaré más de su
pecado.”
Textos Atalaya
Párrafo 2
1 Corintios 9:24 ¿No saben ustedes que los corredores
en una carrera todos corren, pero solo uno recibe el
premio? Corran de tal modo que lo alcancen.
Párrafo 3
1 Corintios 9:25-27 Además, todo hombre que toma
parte en una competencia ejerce autodominio en todas
las cosas. Pues bien, ellos, por supuesto, lo hacen para
obtener una corona corruptible, pero nosotros una
incorruptible. 26 Por lo tanto, la manera como estoy
corriendo no es incierta; la manera como estoy
dirigiendo mis golpes es como para no estar hiriendo el
aire; 27 antes bien, aporreo mi cuerpo y lo conduzco
como a esclavo, para que, después de haber predicado
a otros, yo mismo no llegue a ser desaprobado de algún
modo.
Mateo 24:13 Pero el que haya aguantado hasta el fin es
el que será salvo.
Párrafo 4
Santiago 3:2 Porque todos tropezamos muchas veces.
Si alguno no tropieza en palabra, este es varón perfecto,
capaz de refrenar también [su] cuerpo entero.
1 Reyes 8:46 ”En caso de que pequen contra ti (porque
no hay hombre que no peque), y tengas que estar
enojado contra ellos y abandonarlos al enemigo, y sus
apresadores realmente se los lleven cautivos al país del
enemigo, distante o cercano;
Párrafo 6
Salmo 119:165 Paz abundante pertenece a los que
aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.
Párrafo 7
Isaías 41:9, 10 tú, a quien he asido desde las
extremidades de la tierra, y tú, a quien he llamado hasta
de las partes remotas de ella. Y por eso te dije: „Tú eres
mi siervo; te he escogido, y no te he rechazado. 10 No
tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos
lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré.
Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo
verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi
diestra de justicia‟.
Proverbios 24:16 Pues puede que el justo caiga hasta
siete veces, y ciertamente se levantará; pero a los
inicuos la calamidad los hará tropezar.
Isaías 55:7 Deje el inicuo su camino, y el hombre
dañino sus pensamientos; y regrese a Jehová, quien
tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él
perdonará en gran manera.
Salmo 86:5 Porque tú, oh Jehová, eres bueno y estás
listo para perdonar; y la bondad amorosa para con todos
los que te invocan es abundante.
Juan 5:19 Por eso, en respuesta, Jesús pasó a decirles:
“Muy verdaderamente les digo: El Hijo no puede hacer
ni una sola cosa por su propia iniciativa, sino
únicamente lo que ve hacer al Padre. Porque
cualesquiera cosas que Aquel hace, estas cosas
también las hace el Hijo de igual manera.
Párrafo 8
Mateo 24:36 ”Respecto a aquel día y hora nadie sabe,
ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre.
Párrafo 11
1 Samuel 25:5-13 De modo que David envió diez
jóvenes, y David dijo a los jóvenes: “Suban a Carmelo, y
tienen que llegar a donde Nabal y preguntar en mi
nombre por su bienestar. 6 Y esto es lo que tienen que
decir a mi hermano: „Que tú estés bien y que también tu
casa esté bien y cuanto tienes esté bien. 7 Y ahora he
oído que tienes esquiladores. Ahora bien, los pastores
que te pertenecen se hallaban ellos mismos con
nosotros. No los molestamos, y no resultó faltarles nada
de lo suyo todos los días que se hallaron en Carmelo.
8 Pregunta a tus propios jóvenes, y te informarán, para
que hallen mis jóvenes favor a tus ojos, porque fue en
buen día que vinimos. Simplemente da, por favor, lo que
halle tu mano a tus siervos y a tu hijo David‟”. 9 En
conformidad, llegaron los jóvenes de David y hablaron a
Nabal conforme a todas estas palabras en el nombre de
David, y entonces esperaron. 10 Ante esto, Nabal
contestó a los siervos de David y dijo: “¿Quién es David,
y quién es el hijo de Jesé? Hoy día los siervos que se
escapan, cada cual de delante de su amo, han llegado a
ser muchos. 11 ¿Y acaso tengo yo que tomar mi pan y
mi agua y mi carne degollada que yo he descuartizado
para mis esquiladores y dar esto a hombres de quienes
ni siquiera sé de dónde son?”. 12 Ante esto, los jóvenes
de David dieron la vuelta en su camino y regresaron y
llegaron y se lo informaron conforme a todas estas
palabras. 13 Al instante David dijo a sus hombres:
“¡Cíñase cada uno su espada!”. De modo que se ciñeron
cada cual su espada, y David también se ciñó su propia
espada; y empezaron a subir tras David, como
cuatrocientos hombres, mientras doscientos se
quedaron junto al bagaje.
1 Samuel 25:32, 33 Ante esto, David dijo a Abigail:
“¡Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que te ha
enviado este día a mi encuentro! 33 Y bendita sea tu
sensatez, y bendita seas tú que me has restringido este
día de entrar en culpa de sangre y de hacer que mi
propia mano venga en mi salvación.
2 Samuel 12:1-13 Y Jehová procedió a enviar a Natán a
David. Por eso él entró a donde él y le dijo: “Había dos
hombres que se hallaban en una ciudad, el uno rico y el
otro de escasos recursos. 2 El rico tenía muchísimas
ovejas y ganado vacuno; 3 pero el hombre de escasos
recursos no tenía más que una cordera, una pequeña,
que había comprado. Y estaba conservándola viva, y
ella estaba creciendo con él y con sus hijos, todos
juntos. De su bocado comía y de su copa bebía, y en su
seno yacía, y vino a serle como una hija. 4 Después de
un tiempo le vino una visita al hombre rico, pero él evitó
tomar algo de sus propias ovejas y de su propio ganado
vacuno para aderezárselo al viajero que le había venido.
De modo que tomó la corderita del hombre de escasos
recursos y la aderezó para el hombre que le había
venido”. 5 Ante esto, la cólera de David se enardeció en
gran manera contra el hombre, de modo que dijo a
Natán: “¡Tan ciertamente como que vive Jehová, el
hombre que hizo esto merece morir! 6 Y por la cordera
debe dar compensación con cuatro, como consecuencia
del hecho de que ha hecho esta cosa, y porque no tuvo
compasión”. 7 Entonces Natán dijo a David: “¡Tú mismo
eres el hombre! Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios
de Israel: „Yo mismo te ungí por rey sobre Israel, y yo
mismo te libré de la mano de Saúl. 8 Y me hallé
dispuesto a darte la casa de tu señor y las esposas de
tu señor en tu seno, y a darte la casa de Israel y de
Judá. Y si no fuera suficiente, estaba dispuesto a
añadirte cosas como estas así como otras cosas. 9 ¿Por
qué despreciaste la palabra de Jehová, haciendo lo que
es malo a sus ojos? A Urías el hitita lo derribaste a
espada, y a su esposa la tomaste por esposa tuya, y a
él lo mataste por la espada de los hijos de Ammón. 10 Y
ahora una espada no se apartará de tu propia casa
hasta tiempo indefinido, como consecuencia del hecho
de que me despreciaste de modo que tomaste a la
esposa de Urías el hitita para que llegara a ser tu
esposa‟. 11 Esto es lo que ha dicho Jehová: „Aquí estoy
levantando contra ti calamidad procedente de tu propia
casa; y ciertamente tomaré a tus esposas ante tus
mismos ojos y las daré a tu semejante, y él ciertamente
se acostará con tus esposas ante los ojos de este sol.
12 Mientras que tú mismo obraste en secreto, yo, por mi
parte, haré esta cosa enfrente de todo Israel y enfrente
del sol‟”. 13 David ahora dijo a Natán: “He pecado contra
Jehová”. Ante lo cual Natán dijo a David: “Jehová, a su
vez, efectivamente deja pasar tu pecado. No morirás.
Párrafo 12
Lucas 22:54-62 Entonces lo arrestaron y se lo llevaron
y lo introdujeron en la casa del sumo sacerdote; pero
Pedro seguía de lejos. 55 Cuando encendieron fuego en
medio del patio y se sentaron juntos, Pedro estaba
sentado entre ellos. 56 Pero cierta sirvienta lo vio
sentado a la brillante lumbre y lo miró detenidamente y
dijo: “Este hombre también estaba con él”. 57 Pero él lo
negó, diciendo: “No lo conozco, mujer”. 58 Y poco
tiempo después otra persona, al verlo, dijo: “Tú también
eres uno de ellos”. Pero Pedro dijo: “Hombre, no lo soy”.
59 Y después que pasó como una hora, otro se puso a
insistir enérgicamente: “¡Por cierto este también estaba
con él; porque, de hecho, es galileo!”. 60 Pero Pedro
dijo: “Hombre, no sé lo que dices”. Y al instante,
mientras él todavía estaba hablando, cantó un gallo.
61 Y el Señor se volvió y miró a Pedro, y Pedro recordó
lo que el Señor había expresado cuando le dijo: “Antes
que el gallo cante hoy, me repudiarás tres veces”. 62 Y
salió fuera y lloró amargamente.
Gálatas 2:11-14 Sin embargo, cuando Cefas vino a
Antioquía, lo resistí cara a cara, porque se hallaba
condenado. 12 Porque, antes de la llegada de ciertos
hombres desde Santiago, solía comer con gente de las
naciones; pero cuando estos llegaron, se puso a
retirarse y a separarse, por temor a los de la clase
circuncisa. 13 Los demás de los judíos también se
unieron a él en hacer esta simulación, de modo que
hasta Bernabé fue llevado con ellos en su simulación.
14 Mas cuando yo vi que no estaban andando
rectamente conforme a la verdad de las buenas nuevas,
dije a Cefas delante de todos ellos: “Si tú, aunque eres
judío, vives como las naciones, y no como los judíos,
¿cómo obligas a gente de las naciones a vivir conforme
a la práctica judía?”.
Párrafo 14
Mateo 5:29, 30 Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te
está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque
más provechoso te es que uno de tus miembros se
pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el
Gehena. 30 También, si tu mano derecha te está
haciendo tropezar, córtala y échala de ti. Porque más
provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y
no que todo tu cuerpo vaya a parar al Gehena.
Párrafo 17
Revelación 1:13-16 y en medio de los candelabros a
alguien semejante a un hijo de hombre, vestido de una
prenda de vestir que llegaba hasta los pies, y ceñido por
los pechos con un cinturón de oro. 14 Además, su
cabeza y su cabello eran blancos como lana blanca,
como nieve, y sus ojos como una llama de fuego; 15 y
sus pies eran semejantes al cobre fino cuando fulgura
en el horno; y su voz era como el sonido de muchas
aguas. 16 Y en su mano derecha tenía siete estrellas, y
de su boca salía una aguda espada larga de dos filos, y
su semblante era como el sol cuando resplandece en su
poder.
Párrafo 18
Mateo 13:21 Sin embargo, no tiene raíz en sí mismo,
sino que continúa por un tiempo, y después que ha
surgido tribulación o persecución a causa de la palabra,
en seguida se le hace tropezar.
Filipenses 4:6-9 No se inquieten por cosa alguna, sino
que en todo, por oración y ruego junto con acción de
gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; 7 y la
paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará
sus corazones y sus facultades mentales mediante
Cristo Jesús. 8 Finalmente, hermanos, cuantas cosas
sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración,
cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean
amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier
virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de
alabanza, continúen considerando estas cosas. 9 Las
cosas que ustedes aprendieron así como también
aceptaron y oyeron y vieron relacionadas conmigo,
practiquen estas; y el Dios de la paz estará con ustedes.
Párrafo 19
1 Corintios 8:12, 13 Pero cuando ustedes pecan así
contra sus hermanos y hieren la conciencia de ellos que
es débil, están pecando contra Cristo. 13 Por lo tanto, si
el alimento hace tropezar a mi hermano, no volveré a
comer carne jamás, para no hacer tropezar a mi
hermano.
Lucas 6:37 ”Además, dejen de juzgar, y de ninguna
manera serán juzgados; y dejen de condenar, y de
ninguna manera serán condenados. Sigan poniendo en
libertad, y se les pondrá en libertad.
Párrafo 20
2 Timoteo 4:7, 8 He peleado la excelente pelea, he
corrido la carrera hasta terminarla, he observado la fe.
8 De este tiempo en adelante me está reservada la
corona de la justicia, que el Señor, el justo juez, me dará
como galardón en aquel día; sin embargo, no solo a mí,
sino también a todos los que han amado su
manifestación.
Párrafo 21
Salmo 119:165 Paz abundante pertenece a los que
aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.
Santiago 1:12 Feliz es el hombre que sigue aguantando
la prueba, porque al llegar a ser aprobado recibirá la
corona de la vida, que Jehová prometió a los que
continúan amándolo.
Cántico 50
Dios nos enseña a amar (1 Juan 4:19)
1. Jehová, nuestro Dios, nos puso el modelo
del amor,
del amor.
Es nuestro deber tratar de imitarlo
con atención,
con atención.
La senda de Dios sigamos a diario,
gran paz y unidad tendremos a cambio;
Jehová nos dará un justo salario.
Él es amor,
la fuente de amor.
2. Andando con Dios, serás un amigo
servicial
y leal.
La mano darás al necesitado
sin vacilar,
sin vacilar.
Sabrás perdonar a quienes te ofendan,
sin alimentar jamás la contienda;
así cumplirás con la ley perfecta
que Dios nos dio:
la ley del amor.
3. Servimos a Dios con alma sincera,
con fervor,
con ardor.
Nos causa placer seguir sus mandatos
de corazón,
de corazón.
A todo lugar las nuevas llevemos,
el nombre de Dios al mundo enseñemos,
que sepan quién es el Dios verdadero:
eso es amor,
auténtico amor.
(Véanse también Rom. 12:10; Efe. 4:3; 2 Ped. 1:7.)
Volver
Cántico 56
Oye mi oración (Salmo 54)
1. Oye mi voz, te ruego, Jehová;
tuyo es mi ser, soy tu propiedad.
Eres mi Dios, mi Rey salvador.
(ESTRIBILLO)
Llegue a tu trono mi oración.
2. Gracias te doy por un día más,
por tu bondad y guía al andar.
Para aguantar, te pido valor.
(ESTRIBILLO)
Llegue a tu trono mi oración.
3. Con rectitud deseo vivir,
tu ley está muy dentro de mí.
Dame, Señor, por siempre tu amor.
(ESTRIBILLO)
Llegue a tu trono mi oración.
(Véanse también Éxo. 22:27; Sal. 106:4; Sant. 5:11.)
Volver
Cántico 117
Necesitamos la instrucción divina (Isaías 50:4; 54:13)
1. Si tienes sed de que reine la justicia,
si quieres ver un mañana mejor,
busca a tu Padre, sacia tu anhelo,
bebe del agua de la salvación.
2. Nuestras reuniones jamás abandonemos:
en ellas, Dios nos da sabia instrucción,
y unos a otros nos animamos
a obrar el bien y a tener más amor.
3. Las dulces voces del coro de los mansos
cantan un himno en honor de su Dios;
ruegan humildes que los eduque,
que nunca deje de ser su Instructor.
(Véanse también Heb. 10:24, 25; Rev. 22:17.) Volver
Cántico 45
¡Adelante! (Hebreos 6:1)
1. ¡Adelante, adelante a la madurez!
Crece cada vez más en conocimiento y fe.
Trata de mejorar siempre tu quehacer,
y Dios te bendecirá.
El mandato que nos dio el Señor,
cumplirás con gran dedicación.
Pide a Dios que te dé fuerzas y valor,
él no te abandonará.
2. ¡Adelante, adelante, sin desmayar!
Buenas nuevas eternas anuncia en todo hogar.
A Jehová, nuestro Rey, debes alabar,
su mensaje difundir.
No sucumbas jamás al temor,
nunca aflojes en tu comisión.
Deja oír la verdad con potente voz,
fiel mantente hasta el fin.
3. ¡Adelante, adelante! ¡Ni un paso atrás!
La labor grande es, hazte hábil y capaz.
Busca dar lo mejor de ti a Jehová,
solo así serás feliz.
Por amor ve a buscar con afán
al que quiera escuchar la verdad.
Con tu ayuda podrá madurez lograr
y la vida conseguir.
(Véanse también Fili. 1:27; 3:16; Heb. 10:39.) Volver
Cántico 32
¡Firmes y constantes! (1 Corintios 15:58)
1. El mundo vive en continuo temor,
sin vislumbrar un futuro mejor.
Nuestra confianza está puesta en Jehová,
el Dios de la libertad.
(ESTRIBILLO)
Firmes tenemos que estar,
libres de toda maldad,
manteniendo hasta el fin
la fe y la integridad.
2. Mil tentaciones nos pone Satán;
nunca la guardia debemos bajar.
Si procuramos vivir la verdad,
Dios protección nos dará.
(ESTRIBILLO)
Firmes tenemos que estar,
libres de toda maldad,
manteniendo hasta el fin
la fe y la integridad.
3. A Dios adora con el corazón,
cumple su encargo con celo y amor.
Pronto el malvado ya no existirá,
el bien al fin triunfará.
(ESTRIBILLO)
Firmes tenemos que estar,
libres de toda maldad,
manteniendo hasta el fin
la fe y la integridad.
(Véanse también Luc. 21:9; 1 Ped. 4:7.) Volver
(Lucas 22:1-24:53)
22 Ahora bien, se acercaba la fiesta de las tortas no
fermentadas, la llamada Pascua. 2 Y los sacerdotes principales y los escribas buscaban de qué manera les sería eficaz deshacerse de él, porque temían al pueblo. 3 Pero Satanás entró en Judas, el que se llamaba Iscariote, que se contaba entre los doce; 4 y él se fue y habló con los sacerdotes principales y los capitanes [del templo] acerca de la manera eficaz de traicionarlo a ellos. 5 Pues bien, estos se regocijaron y convinieron en darle dinero en plata. 6 De modo que él consintió, y se puso a buscar una buena oportunidad para traicionarlo a ellos sin que estuviera presente una muchedumbre.
7 Entonces llegó el día de las tortas no fermentadas, en que hay que sacrificar la [víctima de la] pascua; 8 y él despachó a Pedro y a Juan, y dijo: “Vayan y preparen la pascua para que la comamos”. 9 Ellos le dijeron: “¿Dónde quieres que *la+ preparemos?”. 10 Él les dijo: “¡Miren! Al entrar en la ciudad los encontrará un hombre que lleva una vasija de barro con agua. Síganlo hasta dentro de la casa en que entre. 11 Y tienen que decir al dueño de la casa: ‘El Maestro te dice: “¿Dónde está el cuarto para convidados en que pueda comer la pascua con mis discípulos?”’. 12 Y ese les mostrará un cuarto grande, arriba, amueblado. Prepáren[la] allí”. 13 De modo que ellos partieron y lo hallaron así como él les había dicho, y prepararon la pascua.
14 Al fin, cuando llegó la hora, él se reclinó a la mesa, y los apóstoles con él. 15 Y les dijo: “En gran manera he deseado comer con ustedes esta pascua antes que sufra; 16 porque les digo: No volveré a comerla hasta que quede cumplida en el reino de Dios”. 17 Y, aceptando una copa, dio gracias y dijo: “Tomen esta y pásenla del uno al otro entre ustedes; 18 porque les digo: De ahora en adelante no volveré a beber del producto de la vid hasta que llegue el reino de Dios”.
19 También, tomó un pan, dio gracias, lo partió, y se lo dio a ellos, diciendo: “Esto significa mi cuerpo que ha de ser dado a favor de ustedes. Sigan haciendo esto en memoria de mí”. 20 También, la copa de la misma manera después que hubieron cenado, diciendo él: “Esta copa significa el nuevo pacto en virtud de mi sangre, que ha de ser derramada a favor de ustedes.
21 ”Pero, ¡miren!, la mano del que me traiciona está conmigo en la mesa. 22 Porque el Hijo del hombre se va conforme a lo que está designado; no obstante, ¡ay de aquel hombre por medio de quien es traicionado!”. 23 De modo que comenzaron a tratar entre sí la cuestión de quién de ellos realmente sería el que estaba a punto de hacer esto.
24 Sin embargo, también se suscitó entre ellos una disputa acalorada sobre quién de ellos parecía ser el mayor. 25 Pero él les dijo: “Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y a los que tienen autoridad sobre ellas se les llama Benefactores. 26 Ustedes, sin embargo, no han de ser así. Antes, el que sea mayor entre ustedes hágase como el más joven, y el que actúe como principal, como el que ministra. 27 Porque, ¿cuál es mayor?: ¿el que se reclina a la mesa, o el que ministra? ¿No es el que se reclina a la mesa? Mas yo estoy en medio de ustedes como el que ministra.
28 ”Sin embargo, ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino, y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
31 ”Simón, Simón, ¡mira! Satanás ha demandado tenerlos para zarandearlos como a trigo. 32 Mas yo he hecho ruego a favor de ti para que tu fe no desfallezca; y tú, una vez que hayas vuelto, fortalece a tus hermanos”. 33 Entonces le dijo él: “Señor, estoy listo para ir contigo a la prisión así como a la muerte”. 34 Pero él dijo: “Te digo, Pedro: No cantará hoy el gallo hasta que tres veces hayas negado conocerme”.
35 También les dijo: “Cuando los envié sin bolsa y sin alforja y sin sandalias, no les faltó nada, ¿verdad?”. Ellos dijeron: “¡No!”. 36 Entonces les dijo: “Mas ahora, el que tiene bolsa, tómela, así mismo también la alforja; y el que no tiene espada venda su prenda de vestir exterior y compre una. 37 Porque les digo que esto que está escrito tiene que realizarse en mí, a saber: ‘Y fue contado con los desaforados’. Porque lo que tiene que ver conmigo está realizándose”. 38 Entonces ellos dijeron: “Señor, ¡mira!, aquí hay dos espadas”. Él les dijo: “Basta”.
39 Al salir, se fue como de costumbre al monte de los Olivos; y le siguieron también los discípulos. 40 Una vez que llegaron al lugar, les dijo: “Ocúpense en orar, para que no entren en tentación”. 41 Y él mismo se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y dobló las rodillas y se puso a orar, 42 diciendo: “Padre, si deseas, remueve de mí esta copa. Sin embargo, que no se efectúe mi voluntad, sino la tuya”. 43 Entonces se le apareció un ángel del cielo y lo fortaleció. 44 Mas él, entrando en agonía, continuó orando más encarecidamente; y su sudor se hizo como gotas de sangre que caían al suelo. 45 Y levantándose de orar, fue a los discípulos y los halló adormitados de desconsuelo; 46 y les dijo: “¿Por qué duermen? Levántense y ocúpense en orar, para que no entren en tentación”.
47 Mientras él todavía hablaba, ¡mira!, una muchedumbre, y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos; y se acercó a Jesús para besarlo. 48 Pero Jesús le dijo: “Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del hombre?”. 49 Cuando los que estaban en derredor de él vieron lo que iba a acontecer, dijeron: “Señor, ¿herimos con la espada?”. 50 Uno de ellos sí hirió al esclavo del sumo sacerdote y le quitó la oreja derecha. 51 Pero, respondiendo, Jesús dijo: “Hasta esto dejen que llegue”. Y tocó la oreja y lo sanó. 52 Entonces Jesús dijo a los sacerdotes principales y a los capitanes del templo y a los ancianos que habían venido allí por él: “¿Salieron con espadas y garrotes como contra un salteador? 53 Mientras estaba con ustedes día tras día en el templo no extendieron las manos contra mí. Pero esta es su hora y la autoridad de la oscuridad”.
54 Entonces lo arrestaron y se lo llevaron y lo introdujeron en la casa del sumo sacerdote; pero Pedro seguía de lejos. 55 Cuando encendieron fuego en medio del patio y se sentaron juntos, Pedro estaba sentado entre ellos. 56 Pero cierta sirvienta lo vio sentado a la brillante lumbre y lo miró detenidamente y dijo: “Este hombre también estaba con él”. 57 Pero él lo negó, diciendo: “No lo conozco, mujer”. 58 Y poco tiempo después otra persona, al verlo, dijo: “Tú también eres uno de ellos”. Pero Pedro dijo: “Hombre, no lo soy”. 59 Y después que pasó como una hora, otro se puso a insistir enérgicamente: “¡Por cierto este también estaba con él; porque, de hecho, es galileo!”. 60 Pero Pedro dijo: “Hombre, no sé lo que dices”. Y al instante, mientras él todavía estaba hablando, cantó un gallo. 61 Y el Señor se volvió y miró a Pedro, y Pedro recordó lo que el Señor había expresado cuando le dijo: “Antes que el gallo cante hoy, me repudiarás tres veces”. 62 Y salió fuera y lloró amargamente.
63 Ahora bien, los varones que lo custodiaban se pusieron a burlarse de él, y le pegaban; 64 y después de cubrirlo, preguntaban y decían: “Profetiza. ¿Quién es el que te hirió?”. 65 Y seguían diciendo otras muchas cosas en blasfemia contra él.
66 Al fin, cuando se hizo de día, se reunió la asamblea de los ancianos del pueblo, tanto los sacerdotes principales como los escribas, y estos lo llevaron dentro de la sala de su Sanedrín, y dijeron: 67 “Si eres el Cristo, dínoslo”. Pero él les dijo: “Aunque se lo dijera, de ningún modo lo creerían. 68 Además, si los interrogara, de ningún modo contestarían. 69 Sin embargo, desde ahora en adelante el Hijo del hombre estará sentado a la poderosa diestra de Dios”. 70 Con esto, todos dijeron: “¿Eres tú, por lo tanto, el Hijo de Dios?”. Él les dijo: “Ustedes mismos dicen que lo soy”. 71 Ellos dijeron:
“¿Por qué necesitamos más testimonio? Pues nosotros mismos *lo+ hemos oído de su propia boca”.
23 De modo que la multitud de ellos se levantó,
toda, y lo condujeron a Pilato. 2 Entonces comenzaron a acusarlo, y dijeron: “A este hombre lo hallamos subvirtiendo a nuestra nación, y prohibiendo pagar impuestos a César, y diciendo que él mismo es Cristo, un rey”. 3 Entonces Pilato le hizo la pregunta: “¿Eres tú el rey de los judíos?”. En respuesta a él, dijo: “Tú mismo *lo+ dices”. 4 Entonces Pilato dijo a los principales sacerdotes y a las muchedumbres: “No hallo ningún delito en este hombre”. 5 Pero ellos empezaron a insistir, diciendo: “Alborota al pueblo enseñando por toda Judea, sí, comenzando desde Galilea hasta aquí”. 6 Al oír aquello, Pilato preguntó si el hombre era galileo, 7 y, después de averiguar que era de la jurisdicción de Herodes, lo envió a Herodes, quien también estaba en Jerusalén en aquellos días.
8 Cuando Herodes vio a Jesús se regocijó mucho, pues hacía bastante tiempo que quería verlo, por haber oído acerca de él, y esperaba ver alguna señal ejecutada por él. 9 Entonces empezó a interrogarlo con muchas palabras; pero él no le contestó nada. 10 Sin embargo, los sacerdotes principales y los escribas siguieron poniéndose de pie y acusándolo con vehemencia. 11 Entonces Herodes, junto con los soldados de su guardia, lo desacreditó, y, burlándose de él, lo vistió con una prenda de vestir vistosa, y lo devolvió a Pilato. 12 Entonces Herodes y Pilato se hicieron amigos uno del otro en aquel mismo día; porque antes de aquello habían continuado enemistados entre sí.
13 Luego Pilato convocó a los sacerdotes principales y a los gobernantes y al pueblo, 14 y les dijo: “Ustedes me trajeron a este hombre como amotinador del pueblo, y, ¡miren!, lo examiné delante de ustedes, pero no hallé en este hombre base alguna para las acusaciones que hacen contra él. 15 De hecho, ni Herodes tampoco, porque nos lo devolvió; y, ¡miren!, nada que merezca la muerte ha sido cometido por él. 16 Por tanto, lo castigaré y lo pondré en libertad”. 17 —— 18 Pero todos ellos, sí, la multitud entera, clamaron, diciendo: “¡Quita a este, pero ponnos en libertad a Barrabás!”. 19 ([Un hombre] que había sido echado en la prisión por cierta sedición que había ocurrido en la ciudad, y por asesinato.) 20 De nuevo Pilato les dirigió la palabra, porque quería poner en libertad a Jesús. 21 Entonces ellos se pusieron a vociferar, diciendo: “¡Al madero! ¡Al madero con él!”. 22 Por tercera vez les dijo: “Pues, ¿qué mal ha hecho este *hombre+? Yo no he hallado en él nada que merezca la muerte; por lo tanto lo castigaré y lo pondré en libertad”. 23 Con esto, ellos se
pusieron a instar a grandes voces, y a demandar que fuera fijado en un madero; y sus voces empezaron a salir triunfantes. 24 De modo que Pilato dio sentencia de que se satisficiera la demanda de ellos: 25 puso en libertad al que había sido echado en la prisión por sedición y asesinato, y a quien ellos demandaban, pero a Jesús lo entregó a la voluntad de ellos.
26 Ahora bien, al llevárselo de allí, echaron mano de Simón, cierto natural de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima el madero de tormento para que lo cargara detrás de Jesús. 27 Pero le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres que se golpeaban en desconsuelo y le plañían. 28 Jesús se volvió a las mujeres y dijo: “Hijas de Jerusalén, dejen de llorar por mí. Al contrario, lloren por ustedes mismas y por sus hijos; 29 porque, ¡miren!, vienen días en que se dirá: ‘¡Felices son las estériles, y las matrices que no dieron a luz y los pechos que no dieron de mamar!’. 30 Entonces comenzarán a decir a las montañas: ‘¡Caigan sobre nosotros!’, y a las colinas: ‘¡Cúbrannos!’. 31 Porque si hacen estas cosas cuando el árbol está húmedo, ¿qué ocurrirá cuando esté marchito?”.
32 Pero también conducían a otros dos hombres, malhechores, para ser ejecutados con él. 33 Y cuando llegaron al lugar llamado Cráneo, allí los fijaron en maderos a él y a los malhechores, uno a su derecha y uno a su izquierda. 34 **Pero Jesús decía: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.++ Además, para repartir sus prendas de vestir, echaron suertes. 35 Y el pueblo estaba de pie mirando. Mas los gobernantes hacían gestos de desprecio, y decían: “A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es el Cristo de Dios, el Escogido”. 36 Hasta los soldados se burlaban de él, acercándose y ofreciéndole vino agrio 37 y diciendo: “Si tú eres el rey de los judíos, sálvate”. 38 Había también una inscripción sobre él: “Este es el rey de los judíos”.
39 Pero uno de los malhechores que estaban colgados le decía afrentosamente: “Tú eres el Cristo, ¿no es verdad? Sálvate a ti mismo y a nosotros”. 40 En respuesta, el otro le reprendió, y dijo: “¿No temes tú a Dios de ninguna manera, ahora que estás en el mismo juicio? 41 Y nosotros, en verdad, justamente, porque estamos recibiendo de lleno lo que merecemos por las cosas que hicimos; pero este no ha hecho nada indebido”. 42 Y pasó a decir: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. 43 Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”.
44 Ahora bien, era ya como la hora sexta, y sin embargo una oscuridad cayó sobre toda la tierra hasta la hora nona, 45 porque falló la luz del sol; entonces la
cortina del santuario se rasgó por en medio. 46 Y Jesús llamó con voz fuerte y dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Cuando hubo dicho esto, expiró. 47 Debido a que vio lo que sucedió, el oficial del ejército se puso a glorificar a Dios, y dijo: “Verdaderamente este hombre era justo”. 48 Y todas las muchedumbres que estaban reunidas allí para este espectáculo, cuando contemplaron las cosas que habían sucedido, empezaron a regresar golpeándose el pecho. 49 Además, todos los que lo conocían estaban de pie a lo lejos. También, mujeres, que juntas le habían seguido desde Galilea, estaban de pie contemplando estas cosas.
50 Y, ¡mira!, un varón de nombre José, que era miembro del Consejo, varón bueno y justo 51 —este no había votado en apoyo del designio y acción de ellos—, era de Arimatea, ciudad de los de Judea, y esperaba el reino de Dios; 52 este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. 53 Y lo bajó y lo envolvió en lino fino, y lo puso en una tumba cortada en la roca, en la cual nadie había yacido aún. 54 Ahora bien, era el día de la Preparación, y la luz vespertina del sábado se aproximaba. 55 Pero las mujeres, que habían venido con él desde Galilea, fueron siguiendo de cerca y miraron la tumba conmemorativa y cómo fue puesto su cuerpo; 56 y se volvieron para preparar especias y aceites perfumados. Pero, por supuesto, descansaron el sábado, según el mandamiento.
24 El primer día de la semana, sin embargo, fueron
muy de mañana a la tumba, llevando las especias que habían preparado. 2 Pero hallaron removida la piedra de la tumba conmemorativa, 3 y cuando entraron no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4 Mientras estaban perplejas sobre esto, ¡mira!, se pusieron junto a ellas dos varones en ropa fulgurante. 5 Como ellas se atemorizaron y tenían los rostros inclinados hacia el suelo, los *hombres+ les dijeron: “¿Por qué buscan al Vivo entre los muertos? 6 [[No está aquí, sino que ha sido levantado.]] Recuerden cómo les habló mientras todavía estaba en Galilea, 7 diciendo que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de hombres pecadores y ser fijado en un madero y, sin embargo, levantarse al tercer día”. 8 De modo que ellas se acordaron de sus dichos, 9 y regresaron de la tumba conmemorativa e informaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. 10 Eran María la Magdalena, y Juana, y María la [madre] de Santiago. También, las demás mujeres [que estaban] con ellas decían estas cosas a los apóstoles. 11 Sin embargo, a ellos estos dichos les parecieron como tonterías, y no quisieron creer a las [mujeres].
12 [[Mas Pedro se levantó y corrió a la tumba conmemorativa, y, agachándose, contempló las vendas solas. De modo que se fue, admirándose de lo que había ocurrido.]]
13 Pero, ¡mira!, aquel mismo día dos de ellos iban caminando a una aldea que dista unos once kilómetros de Jerusalén, Emaús por nombre, 14 y estaban conversando el uno con el otro de todas estas cosas que habían sucedido.
15 Ahora bien, mientras iban conversando y hablando, Jesús mismo se acercó y se puso a andar con ellos; 16 pero se impidió que los ojos de ellos lo reconocieran. 17 Él les dijo: “¿Qué asuntos son estos que consideran entre ustedes mientras van andando?”. Y ellos se detuvieron con rostros tristes. 18 En respuesta, el que tenía por nombre Cleopas le dijo: “¿Moras tú solo como forastero en Jerusalén y por eso no sabes las cosas que han ocurrido en ella en estos días?”. 19 Y él les dijo: “¿Qué cosas?”. Ellos le dijeron: “Las cosas respecto a Jesús el Nazareno, que vino a ser profeta poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20 y cómo lo entregaron nuestros sacerdotes principales y gobernantes a sentencia de muerte y lo fijaron en un madero. 21 Pero nosotros esperábamos que este fuera el que estaba destinado a librar a Israel; sí, y además de todas estas cosas, este es ya el tercer día desde que han ocurrido estas cosas. 22 Por otra parte, ciertas mujeres de entre nosotros también nos han pasmado, porque muy de mañana habían estado en la tumba conmemorativa, 23 pero no hallaron el cuerpo de él, y vinieron diciendo que también habían visto una vista sobrenatural de ángeles, los cuales dijeron que él está vivo. 24 Además de eso, algunos de los que estaban con nosotros se fueron a la tumba conmemorativa; y hallaron que así era, exactamente como las mujeres habían dicho, pero a él no lo vieron”.
25 De modo que él les dijo: “¡Oh insensatos y lentos de corazón para creer en todas las cosas que hablaron los profetas! 26 ¿No era necesario que el Cristo sufriera estas cosas y entrara en su gloria?”. 27 Y comenzando desde Moisés y todos los Profetas les interpretó cosas referentes a él en todas las Escrituras.
28 Por fin se acercaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. 29 Pero ellos fueron muy insistentes con él, y dijeron: “Quédate con nosotros, porque casi anochece y el día ya ha declinado”. Ante aquello, él entró a quedarse con ellos. 30 Y estando reclinado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y empezó a dárselo. 31 Con esto, a ellos se les abrieron los ojos completamente y lo reconocieron; y él desapareció de ante ellos. 32 Y ellos se dijeron el uno al
otro: “¿No nos ardía el corazón cuando él venía hablándonos por el camino, cuando nos estaba abriendo por completo las Escrituras?”. 33 Y en aquella misma hora se levantaron y volvieron a Jerusalén, y hallaron congregados a los once y a los que estaban con ellos, 34 que decían: “¡Es un hecho que el Señor ha sido levantado y se ha aparecido a Simón!”. 35 Entonces ellos mismos contaron lo [que había sucedido] en el camino, y cómo se les dio a conocer en el [acto de] partir el pan.
36 Mientras estaban hablando de estas cosas, él mismo se puso de pie en medio de ellos [[y les dijo: “Tengan paz”.++ 37 Pero porque estaban aterrados, y se habían atemorizado, se imaginaban que contemplaban un espíritu. 38 Por eso les dijo: “¿Por qué están perturbados, y por qué se suscitan dudas en su corazón? 39 Vean mis manos y mis pies, que soy yo mismo; pálpenme y vean, porque un espíritu no tiene carne y huesos así como contemplan que yo tengo”. 40 [[Y al decir esto les mostró las manos y los pies.]] 41 Pero mientras todavía no creían de puro gozo, y seguían admirados, les dijo: “¿Tienen ahí algo de comer?”. 42 Y le dieron un pedazo de pescado asado; 43 y lo tomó y lo comió delante de los ojos de ellos.
44 En seguida les dijo: “Estas son mis palabras que les hablé mientras todavía estaba con ustedes, que todas las cosas escritas en la ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos acerca de mí tenían que cumplirse”. 45 Entonces les abrió la mente por completo para que captaran el significado de las Escrituras, 46 y les dijo: “De esta manera está escrito que el Cristo sufriría y se levantaría de entre los muertos al tercer día, 47 y sobre la base de su nombre se predicaría arrepentimiento para perdón de pecados en todas las naciones... comenzando desde Jerusalén, 48 ustedes han de ser testigos de estas cosas. 49 Y, ¡miren!, envío sobre ustedes lo que está prometido por mi Padre. Ustedes, sin embargo, permanezcan en la ciudad hasta que lleguen a estar revestidos de poder desde lo alto”.
50 Mas los condujo fuera, hasta Betania, y alzó las manos y los bendijo. 51 Mientras los bendecía, fue separado de ellos y comenzó a ser llevado arriba al cielo. 52 Y ellos le rindieron homenaje y regresaron a Jerusalén con gran gozo. 53 Y estaban de continuo en el templo bendiciendo a Dios.
Volver
top related