segunda guerra mundial 2041
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Segunda Guerra Mundial
Los años que transcurrieron entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial fue un período de
inestabilidad política, económica e internacional en donde las potencias europeas comenzaron
lentamente a organizarse con el propósito de enfrentar en cualquier momento un nuevo conflicto bélico.
De esta forma Alemania tomará la iniciativa ante cualquier motivo de lucha, logrando que en 1936 un
pacto entre estos y los italianos dieran origen al eje Roma – Berlín al cual se agregó poco tiempo
después Japón.
Hitler y Mussolini tenían ambiciones expansionistas. Así en 1936 Italia se anexó
Etiopía y en 1938 Alemania incorporaba a su territorio a Austria y los Sudetes en
Checoslovaquia, y al año siguiente, Hitler firmaba un pacto con Stalín para
repartirse Polonia. Con ello impedía que la Unión Soviética se aliará con Francia e
Inglaterra para así no ser atacada por el oriente.
Esta situación permitió también que los soviéticos ganarán tiempo en la
organización de su ejército ya que Stalín sabía que tarde o temprano, Hitler lo
atacaría.
Sin embargo, para comprender de mejor manera esta situación es necesario conocer los antecedentes o
causas que explican el porqué se produce el conflicto bélico más importante de la Historia Mundial:
Causas de la guerra
De modo resumido, y señaladas como las principales, las siguientes fueron las causas que provocaron la
Segunda Guerra Mundial:
La exaltación nacionalista
Los deseos de expansión
Un nuevo sistema de alianzas
El rearme de las potencias
La aparición de regímenes totalitarios en Alemania, Italia y Japón.
Causas de la Segunda Guerra Mundial
No existe una sola causa o razón para que se produjeran las condiciones políticas, económicas y
sociales que desencadenaron en la II Guerra Mundial, sino una combinación de todas ellas.
El inicio podemos ubicarlo en el repartimiento de poderes y zonas de influencia que hicieron los Aliados
al establecer el Tratado de Versalles y la incapacidad de Gran Bretaña, la potencia dominante en ese
momento, para establecer un nuevo orden.
Como principales causas de la II Guerra Mundial podemos citar las cláusulas establecidas dentro del
Tratado de Versalles de 1918, firmado para la rendición de Alemania:
1.- Pago de indemnizaciones por parte de Alemania a los Aliados por las perdidas económicas sufridas
por los mismos a causa de la guerra.
2.- Reducción del ejercito alemán a la cantidad de 100.000 hombres, no posesión de ninguna arma
moderna de combate (tanques, aviación y submarinos).
3.- Reducción de la flota alemana a buques menores a las 10.000 toneladas.
Hitler y Mussolini,
los socios.
Poder bélico
renace.
En Versalles, de
izquierda a derecha
los mandatarios
firmantes de las
potencias
vencedoras en la I
Guerra Mundial:
Lloyd George,
primer ministro de
Gran Bretaña;
Vittorio Orlando,
presidente de Italia;
Georges
Clemenceau,
presidente de
Francia; y Woodrow
Wilson, presidente
de los EE.UU.
Otro factor fue la gran Recesión que se presentó en el mundo durante los años veinte y treinta, que en Alemania crearon
desempleo, caída del nivel de vida de la clase media y demás que abonaron el camino para el surgimiento de las reivindicaciones
alemanas y con ello el impulso al partido Nacional-Socialista (Nazi).
Antecedentes
Situación después de la Primera Guerra Mundial
El resultado de la I Guerra Mundial fue decepcionante para tres de las grandes potencias implicadas. Alemania, la gran derrotada,
albergaba un profundo resentimiento por la pérdida de grandes áreas geográficas y por las indemnizaciones que debía pagar en
función de las reparaciones de guerra impuestas por el Tratado de Versalles. Italia, una de las vencedoras, no recibió suficientes
concesiones territoriales para compensar el coste de la guerra ni para ver cumplidas sus ambiciones. Japón, que se encontraba
también en el bando aliado vencedor, vio frustrado su deseo de obtener mayores posesiones en Asia oriental.
Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos alcanzaron, por su parte, los objetivos previstos en el conflicto
iniciado en 1914. Habían logrado que Alemania limitara su potencial militar a una cifra determinada y
reorganizaron Europa y el mundo según sus intereses. No obstante, los desacuerdos políticos entre
Francia y Gran Bretaña durante el periodo de entreguerras (1918-1939) fueron frecuentes, y ambos
países desconfiaban de su capacidad para mantener la paz. Estados Unidos, desengañado con sus
aliados europeos, que no pagaron las deudas contraídas en la guerra, inició una política aislacionista.
Durante la década de 1920 se llevaron a cabo varios intentos para lograr el establecimiento de una paz
duradera. En primer lugar, en 1920 se constituyó la Sociedad de Naciones, un organismo internacional
de arbitraje en el que los diferentes países podrían dirimir sus disputas. Los poderes de la Sociedad
quedaban limitados a la persuasión y a varios grados de sanciones morales y económicas que los
miembros eran libres de cumplir según su criterio.
En la Conferencia de Washington (1921-1922), las principales potencias navales acordaron limitar el
número de naves a una proporción establecida. Los Tratados de Locarno, firmados en esta ciudad suiza
en una conferencia celebrada en 1925, garantizaban las fronteras franco-alemanas e incluían un
acuerdo de arbitraje entre Alemania y Polonia.
Durante la celebración del Pacto de París (1928), 63 naciones firmaron el Tratado para la Renuncia a la
Guerra, también denominado Pacto Briand-Kellog, por el que renunciaron a
la guerra como instrumento de sus respectivas políticas nacionales y se
comprometieron a resolver los conflictos internacionales por medios
pacíficos. Los países signatarios habían decidido de antemano no incluir las
guerras de autodefensa en esta renuncia a los medios bélicos.
Ascenso de los totalitarismos y la formación del Eje
Uno de los objetivos de los vencedores de la I Guerra Mundial había sido hacer del mundo un lugar
seguro para la democracia; la Alemania de posguerra (cuyo régimen es conocido como la República de
Weimar) adoptó una Constitución democrática, al igual que la mayoría de los estados reconstituidos o
creados después de la contienda. Sin embargo, en la década de 1.920 proliferaron los movimientos
que propugnaban un régimen basado en el totalitarismo nacionalista y militarista, conocido por su
nombre italiano, fascismo, que prometía satisfacer las necesidades del pueblo con más eficacia que la
democracia y se presentaba como una defensa segura frente al comunismo. Benito
Mussolini estableció en Italia en 1922 la primera dictadura fascista.
Adolf Hitler, líder del Partido Nacionalsocialista Alemán, impregnó de racismo su movimiento político.
Prometió cancelar el Tratado de Versalles y conseguir un mayor Lebensraum ("espacio vital") para el
pueblo alemán, un derecho que merecía, a su juicio, por pertenecer a una raza superior. La Gran
Depresión que se produjo a comienzos de la década de 1930 afectó profundamente a Alemania. Los
partidos moderados no llegaban a ningún acuerdo con respecto a las posibles soluciones, y un gran
número de ciudadanos depositó su confianza especialmente en los nazis. Hitler fue nombrado canciller
de Alemania en 1933.
Japón no adoptó un régimen fascista de forma oficial, pero la influyente posición de las Fuerzas
Armadas en el seno del gobierno les permitió imponer un totalitarismo de características similares. Los
militares japoneses se anticiparon a Hitler a la hora de desmantelar la situación mundial. Aprovecharon
un pequeño enfrentamiento con tropas chinas en las proximidades de Mukden (actual Shenyang) en
1931 como pretexto para apoderarse de Manchuria, en donde constituyeron el Estado de Manchukuo
en 1932. Asimismo, ocuparon entre 1937 y 1938 los principales puertos de China.
Portada del
hist{orico
documento firmado
en Versalles.
Fin de la I Guerra
Mundial con la firma
del armisticio en el
vagón de tren. De
izquierda a derecha:
De pie: Capitán
Vanselow (atrás),
Count. A.
Oberndorff, general
Winterfeldt, capitán
Marriot y herr
Erzberger; detrás
del escritorio: sir G.
Hope, sir R.
Wemyss, mariscal
Foch y el general
Weygand.
Hitler, tras denunciar las cláusulas sobre desarme impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles, organizar unas nuevas
Fuerzas Aéreas y reimplantar el servicio militar, puso a prueba su nuevo armamento durante la Guerra Civil española (1936-1939),
en la que participó en defensa de los militares rebeldes junto con las tropas italianas de Mussolini, que pasaron a apoyar a los
insurrectos españoles después de haber conquistado Etiopía (1935-1936) en un breve conflicto armado. Los tratados firmados por
Alemania, Italia y Japón (además de otros estados como Hungría, Rumania y Bulgaria por ejemplo) desde 1936, cuando los dos
primeros países acordaron el primero de ellos, hasta 1941 (cuando Bulgaria se incorporó a los mismos) dieron como resultado la
formación del Eje Roma-Berlín-Tokio.El Anschluss
Con la quiebra de la monarquía austro-húngara en 1918 entró en litigio permanente el tema de la
incorporación de Austria a Alemania oAnschluss. "La austria alemana es una parte sustancial de la
República Alemana", señalaba el artículo 2 de la resolución de la Asamblea Nacional Provisional del 12
de noviembre de 1918.
Sin embargo, las potencias vencedoras en la I Guerra Mundial impidieron el Anschluss y forzaron a los
austriacos a crear un Estado con los restos de la fenecida monarquía austro-húngara. Con todo, la
posibilidad del Anschluss no desaparecía de escena.
Cuando Hitler accedió al poder en 1933 se produjo una nueva situación: los interlocutores de los
austriacos partidarios de la incorporación no eran ya los políticos de la Weimar, sino la Alemania de
Hitler.
El 12 de febrero de 1938, Hitler se entrevista con el canciller austriaco, von Schuschnigg, en
Berchtesgaden. El 9 de marzo, von Schuschnigg da a conocer en Innsbruck la convocatoria de un
referéndum bajo la consigna: "Por una Austria libre, alemana, independiente, social, cristiana y unida".
Aunque Hitler tenía muy claras las acciones a emprender con respecto a la cuestión austriaca, no pudo
evitar sentir miedo en el último momento y lanzó una ofensiva diplomática.
El 10 de marzo Hitler envía a von Hessen, provisto de una carta, a Mussolini.
En ella le exponía sus intenciones con respecto a Austria pidiéndole suplicándole que fuese comprensivo. Al tiempo Göring prometía al representante
checoslovaco, Mastny, que Alemania no emprendería ninguna acción armada contra la autonomía de
su país.
El ministro de Asuntos Exteriores, Ribbentrop, fue enviado a Londres para apaciguar al premier
británico, Chamberlain, y al nuevo ministro de Asuntos Exteriores, lord Halifax. Con Francia no se
tomaron especiales precauciones pues el país estaba de nuevo sin gobierno.
El 11 de marzo, von Schuschnigg aplaza el referéndum y da a conocer su dimisión. El ministro
austriaco del interior, Seyss-Inquart (nacionalsocialista) remite un telegrama a Hitler con el ruego de
que envíe tropas.
El 12 de marzo las tropas alemanas cruzaban la frontera austriaca. Se forma un gobierno
nacionalsocialista bajo la presidencia de Seyss-Inquart.
Checoslovaquia no formuló protesta alguna. Mussolini aceptaba amistosamente el nuevo estado de las
cosas y enviaba a Hitler "saludos cordiales". Gran Bretaña se limitó a formular una protesta diplomática
sin trascendencia real.
El 13 de marzo de 1938 se aprueba una Ley sobre la integración de Austria en el Reich alemán. El Anschluss consumaba así la
aspiración de una Gran Alemania.
Anexión de Checoslovaquia
Resuelta la cuestión de Austria el objetivo más inmediato de Hitler era ahora el territorio checoslovaco de los Sudetes.
Tras el colapso del Imperio Austro-Húngaro en 1918 se formó un nuevo estado en el centro de Europa: la República de
Checoslovaquia. En ella convivían checos, eslovacos, polacos, húngaros, rutenos y algo más de tres millones de alemanes en los
Sudetes.
El SdP (Partido de los Sudetes Alemanes), financiado por Hitler y dependiente de Berlín comienza a reivindicar la autonomía de
los Sudetes. Esta postura se va radicalizando hasta pedir abiertamente la unión con Alemania.
El 28 de marzo, en Berlín, a puerta cerrada, Henlein, líder del SdP negocia con Hitler, Hess y Ribbentrop durante tres horas. Hitler
expone a Henlein el programa: el SdP debe plantear exigencias inadmisibles para el gobierno checo. El verdadero objetivo de
Hitler está decidido desde el 5 de noviembre de 1937: acabar con Checoslovaquia e integrar a su pueblo en el Reich Aleman.
Jóvenes alemanas
celebran la anexión
de Austria por parte
de Alemania. Viena,
Austria, marzo de
1938.
Entrada de unidades
blindadas alemanas
a Viena, marzo de
1938.
El 21 de abril de 1938, seis semanas después de que Göring diera su palabra de honor a Mastny, Hitler discutía con Keitel el "Plan
Grün", nombre cifrado para una operación de efecto rápido contra Checoslovaquia.
El 12 de junio Hess proclama en una gran concentración celebrada en Stettin que: "Checoslovaquia, que debe su existencia a la
trampa del Tratado de Versalles, se ha convertido en un foco peligroso para la paz en Europa".
La opinión pública francesa es cada vez más afín a los intereses alemanes. "No se pueden sacrificar 10 millones de seres
humanos en una guerra para luego prohibir a 3 millones de alemanes que se unan a su país", afirmó Bonnet, ministro francés de
asuntos Exteriores.
En los Sudetes estalla un alzamiento. El Gobierno de Praga proclama el estado de excepción y envía tropas. El primer ministro
francés, Daladier, insta a Chamberlain a que se ponga de acuerdo con Hitler.
Incitada por Berlín, Polonia pedía el 21 de septiembre un referéndum en la parte de Checoslovaquia habitada por la importante
minoría polaca. Las tropas polacas se concentraron en la frontera. Hungría a su vez envió tropas a la frontera con
Checoslovaquia. En toda Europa se palpaba una enorme inquietud.
El 22 de septiembre Hitler se reúne con Chamberlain y presenta un ultimatum: "Los checos deben
abandonar todos los territorios pertenecientes a otras minorías antes del 28 de septiembre".
Chamberlain logró que Hitler aplazase el día X hasta el 1 de octubre. Hitler le prometió además: "Es mi
última reivindicación territorial en Europa".
El 29 de septiembre acuden a una Conferencia en Munich los representantes británico, francés, italiano
y alemán. Al representante checo no se le dejó participar en la discusión. Tras la reunión, Francia, Gran
Bretaña e Italia accedían a todas las pretensiones alemanas y se lo comunicaban al representante
checo que luchaba por contener las lágrimas.
"Hemos salvado la paz de nuestra época", gritó Chamberlain a la jubilosa muchedumbre que lo recibió
en Londres a su regreso de Munich. "Hemos sufrido una derrota total" afirmó Churchill en el Parlamento
Británico entre abucheos.
El 1 de octubre de 1938 las tropas alemanas entraron en Karlsbad y Pilsen; ocupando los más
importantes polos industriales checoslovacos. Polonia ocupó la parte checa y Hungría recibía 12.000
kilómetros cuadrados de Eslovaquia. El resto de la República Checo-Eslovaca (como empezó a
llamarse) recibió un gobierno pro-germano y de tendencia fascista bajo la presidencia de Hacha.
El 15 de marzo de 1939, Hacha firma en el despacho de Hitler la sentencia de muerte de su agonizante país. El comunicado
alemán al respecto reza: "El Führer ha dado a conocer su decisión de tomar bajo la protección del Reich Alemán al pueblo checo,
garantizándole, de acuerdo con sus peculiaridades, un adecuado desarrollo de vida autónoma".
El 16 de marzo de 1939 Hitler anunciaba en Praga la formación del "Protectorado de Bohemia y Moravia". Eslovaquia escapaba
del Protectorado y pasaba a convertirse en Estado satélite estrechamente ligado al Reich. Francia y Gran Bretaña se limitaron a
enviar notas de protesta.
Todo lo anterior establece el período previo al inicio de la Guerra, Europa vivía una etapa tensa en las
relaciones diplomáticas donde Francia e Inglaterra aplicaban la política de “Apaciguamiento” la cual
estaba orientada a evitar cualquier intento de conflicto armado. Sin embargo, esta situación fue
insostenible y el 1° de septiembre de 1939 Alemania invade Polonia dando inicio a la Segunda
Guerra Mundial.
Inmediatamente de ocurrido este hecho, el 3 de septiembre de 1939, Inglaterra y
Francia, apoyados posteriormente por la Unión Soviética, declaran la guerra a
Alemania, formando el Bando de los “Aliados”.
De esta forma, Alemania rápidamente avanza sobre Noruega, Dinamarca, Holanda,
Bélgica y Luxemburgo hasta llegar a Francia. Los blindados germanos,
las Panzerdivisionen, ocuparon París, donde el Mariscal Petain estableció un
gobierno colaboracionista, mientras en Londres el General Charles de Gaulle
encabezaba el gobierno de la“Francia Libre”.
Sólo Inglaterra había quedado fuera del alcance de Hitler. Contra ella se organizó un bombardeo constante y
sistemático que no perjudicó el ánimo de los ingleses alentados por el Primer Ministro Winston Churchill.
Japón, por su parte, se apoderó de la Indochina francesa; la URSS se anexaba Rumania y lo propio hacía Hitler
con Hungría y Bulgaria. Italia ocupaba Albania y derrotaba, con la ayuda de Alemania, a Yugoslavia y a Grecia.
Tropas alemanas
ocupan Praga.
Checoslovaquia, 15
de marzo de 1939.
Polonia invadida por
los alemanes.
Hitler quería el
mundo.
Como se puede apreciar, esta es la situación de la Europa hacia los inicios de la Segunda Guerra Mundial. Por un lado muestra
al Eje Roma – Berlín – Tokioincorporando países, y por otro lado, los Aliados tratando de defenderse y reorganizarse para
enfrenta el poderío Alemán.
Evolución del conflicto
En el desarrollo de esta gran guerra, uno de los episodios más notables dice relación con el deseo por parte de Hitler de
apoderarse de toda Europa. Para tal efecto ejecutó las llamadas “Guerras Relámpago”, las cuales tienen por objetivo invadir un
territorio o país en el menor tiempo posible.
Uno de los ejemplos claros lo demuestra la invasión a Polonia, Bélgica, Holanda, Francia y
Luxemburgo. Hacia 1941 Hitler se proclamó el campeón de la lucha contra el comunismo y avanzó
sobre Rusia.
(Ver: Frente oriental).
Obtuvo importantes victorias iniciales, pero Stalín decidió seguir la misma táctica usada por los rusos
contra Napoleón a comienzos del siglo XIX.
Todo lo anterior demuestra el afán expansionista alemán, sin embargo la
guerra no se desarrolló completamente en Europa sino también en “otros
frentes”, los cuales se detallan a continuación:
África del Norte
Aquí se enfrentan Italia e Inglaterra en primera instancia, pero lentamente las tropas británicas
comienzan a derrotar a los italianos, ante lo cual Alemania tuvo que auxiliarla, destacando en esta
acción el Mariscal Rommel, conocido como “el zorro del desierto” quien dirigió el África
Korps haciendo retroceder a los ingleses.
Hacia 1942, las tropas aliadas al mando de Montgomery derrotaron al general alemán Rommel en la
batalla de El Alamein, en Egipto. Tras esto, los norteamericanos reforzaron a los aliados enviando a
Dwight Eisenhower, lo que permitió que hacia 1943 las fuerzas italianas y alemanas se rindieran.
El Medio Oriente
Es una zona petrolera e Inglaterra necesitaba de este recurso para abastecer a sus ejércitos. Alemania entonces impedía tal
acción. Sin embargo, los ingleses con la ayuda de los rusos se apoderan de Irak, logrando su objetivo.
Los Balcanes
Las tropas del Tercer Reich se apoderan de Yugoslavia y Bulgaria, y de esta forma toman posesión de
la Península de los Balcanes, incorporando la isla de Creta, tomando posesión de todo el Mediterráneo
oriental.
En tales territorios, tanto “Los Partisanos” yugoslavos como los “Guerrilleros” albaneses representaron
la resistencia hacia las tropas del Tercer Reich.
Ataque a Pearl Harbour
Fue la causa que permitió el ingreso de los Estados Unidos a la guerra.
El 7 de diciembre de 1941, Japón sin mediar declaración de guerra atacó la base naval de Pearl
Harbour, a fin de eliminar la oposición norteamericana a su expansión por el Pacífico Oriental.
Guerra en el
desierto.
Alemanes en el
Mediterráneo
oriental.
Pearl Harbour,
blanco de la ira
japonesa.
Rápidamente ocupó Filipinas, Singapur, Java, Sumatra, Birmania y Nueva Guinea. La entrada de
Norteamérica al conflicto transformó en mundial la guerra.
Estados Unidos y los Aliados
El ingreso de los norteamericanos a la guerra significó un gran apoyo para los aliados. Tanto militar
como políticamente el Presidente Roosevelt decidió concentrar su contingente en Europa.
El desenlace del conflicto
Italia había continuado sus avances hacia Egipto. Derrotados por los británicos ocuparon el norte de
África, siendo ayudados por los alemanes al mando del General Rommel.
Luego del desembarco del General Eisenhower en Argelia (1942) alemanes e italianos abandonan el continente africano en 1943.
Al mismo tiempo, las tropas de Hitler se ven obligadas a rendir en la ciudad de Stalingrado (febrero de 1943).
Los aliados, en julio de ese mismo año, ocupan Sicilia y avanzan sobre Roma lo que trae como
consecuencia que “Il Duce” sea destituido del cargo y Roma ocupada el 4 de junio de 1944. Al año
siguiente (abril) un grupo de partisanos ejecutan a Mussolini poniendo término al fascismo italiano.
El triunfo aliado
Las últimas victorias aliadas llevaron a que sus lideres (Roosevelt, Churchill y Stalin) se reunieran en
Teherán para organizar y planificar la parte final del conflicto a través de un desembarco conjunto.
Este hecho histórico conocido como el “Día D” o Desembarco en Normandía (Francia) se efectuó el 6
de junio de 1944 y significó el comienzo de la derrota total de las tropas alemanas. Así, los aliados
rápidamente liberaron Bélgica, Holanda. Luxemburgo, Noruega y Dinamarca.
Sin embargo, los alemanes se resistían a ser vencidos, ante lo cual las potencias aliadas
acordaron realizar una reunión, en donde se estableció que la Unión Soviética debía atacar a
los japoneses siendo compensada con los territorios que ya había invadido (Europa del Este).
Esta reunión recibió el nombre de “Conferencia de Yalta”, en Crimea, cerca del Mar Negro.
Tras esto se desarrollóo el ataque final y el 2 de mayo de 1945 la ciudad de Berlín fue tomada
por los Aliados. Días antes (30 de abril de 1945) Hitler se suicidaba dejando Alemania sumida en una gran crisis
económica y de desprestigio mundial.
Finalmente, el nuevo gobierno germano se rindió el 7 de mayo de 1945 dejando tras de sí una Europa en ruinas y un
nuevo escenario en las relaciones internacionales. Para ello se realizo la “Conferencia de Potsdam”; en ella se
estableció que Alemania quedaría en poder de las cuatro potencias vencedoras, las cuales tendrían una zona de
ocupación, siendo Berlín la sede del gobierno.
Rendición del Japón
Con Alemania e Italia fuera de combate, sólo quedaba Japón. Para obtener su rendición, los Estados Unidos lanzaron el 6 de
agosto de 1945 una bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima y tres día después
hacía exactamente lo mismo sobre Nagasaki. Para conocer los detalles de ello,
presentamos a continuación el siguiente documento que relata uno de los episodios o
hechos históricos más tristes que haya vivido la humanidad entera:
"La bomba de Hiroshima estalla a seiscientos metros, sobre el nivel del suelo, creando
una gran bola de fuego. Bajo ella, la temperatura alcanza en una fracción de segundo
los 6.000° C. Más allá las tejas se derriten al alcanzar la temperatura de fusión, es decir,
los 1.300° C.
Las personas que no tienen la protección de un refugio mueren carbonizadas. Los
cuerpos de aquellos que habitaban más cerca del epicentro se volatilizan. A veces, lo
único que queda de ellos es una sombra marcada sobre algún muro de concreto.
Alemanes
abandonan África.
Aliados rumbo a
Normandía.
Hiroshima
estalla.
"Cúpula atómica", la memoria de
Japón.
Más allá, el calor es tal que los ojos se deshacen en sus cuencas; los rostros no son más que una
masa de carne al rojo vivo. A tres kilómetros del impacto, al quedar totalmente descubierta, la piel
comienza a caerse a pedazos.
"Con una velocidad superior a los trescientos metros por segundo, la ola de calor consume casas,
vehículos y personas. A una distancia de varios kilómetros, la vegetación pareciera devastada por una
aplanadora.
Para concluir, miles de personas quedan atrapadas bajo los escombros, amenazados por los incendios
producidos por el calor y avivados por el viento radiactivo que sopla por más de seis horas.
"En Nagasaki, los efectos no difieren mucho. La ciudad se ubica en un valle lo que hace que la onda
expansiva se vuelva aún más destructiva, arrancando los árboles de raíz y no dejando ningún inmueble
en pie, en un radio de tres kilómetros.
En contrapartida, la propagación de los incendios es controlada por grandes extensiones de agua. La
fortuna quiso que los equipamientos médicos no fueran dañados y el primer balance sólo alcanza los 36.000 muertos."
“Grandes Hechos Históricos de la Humanidad”
Cifras más correctas señalan que en Hiroshima murieron 80.000 personas y en Nagasaki un poco más de la mitad. Según
palabras del Mariscal Montgomery en su "Historia del Arte de la Guerra", señala que las víctimas eran ”más del total de muertos
de todas las incursiones aéreas sobre Londres”.
El 10 de agosto de 1945 el Emperador Hirohito anunciaba la rendición incondicional de Japón, firmando la capitulación definitiva a
bordo del acorazado Missouri el 2 de septiembre de 1945 poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.
Los campos de concentración
El término de la Segunda Guerra Mundial trajo consigo que lentamente el mundo se enterara del horror
producido en los territorios que Alemania ocupó. En cada uno de ellos existían campos de exterminio
judío que se englobaban en la llamada“Solución Final”.
Hitler, para desarrollar su raza superior, decidió eliminar progresivamente a los llamados “elementos
extraños”. Para ello los hacinó primero en “ghetos” y posteriormente decidió
trasladarlos a campos de concentración con el propósito de realizar trabajos forzados.
Sin embargo, dentro de ellos, gran cantidad de judíos fueron asesinados en cámaras
de gases, cremados en hornos, acribillados o bien utilizados como experimentos
humanos. De estos “Campos de la Muerte” destacan Sobibor, Belzec,
Treblinka,Auschwitz – Birkenau y Lublin – Majdanek, entre los más de mil que
existían en Europa. Según cifras recogidas, se cree que en ellos se eliminó a más de
12.000.000 de personas, siendo más de la mitad víctimas judías.
Bajas en la segunda guerra mundial
El costo en vidas humanas durante la Segunda Guerra Mundial perjudicó de sobremanera a la Unión Soviética
(hoy Rusia), cuyas bajas entre personal militar y población civil se estima que sobrepasaron los 27 millones. Las
bajas de los aliados fueron de 44 millones, en tanto que las de las potencias del Eje de 11 millones.
El número de muertos de ambos bandos en Europa ascendió a 19 millones y las víctimas de la guerra contra
Japón llegaron a los 6 millones.
Estados Unidos, que apenas sufrió bajas entre la población civil, perdió a unos 400.000 ciudadanos.
Como consecuencia de estas ingentes pérdidas humanas y económicas, se alteró el equilibrio político.
Gran Bretaña, Francia y Alemania dejaron de ser grandes potencias desde el punto de vista militar,
posición que fue ocupada por Estados Unidos y la Unión Soviética, inaugurando con ello la
llamada “Guerra Fría”.
Consecuencias de la guerra
ECONÓMICAS
Japón sucumbe.
Crematorio alemán.
Veinticinco millones
de bajas
Al final, sólo ruinas.
Los países participantes quedaron arruinados debido a los continuos bombardeos y ataques de uno y otro bando. Estados Unidos
fue el único que pudo desarrollarse sin problemas.
SOCIALES
La población se incorporó a las decisiones políticas, tanto así, que los gobiernos socialistas se
imponen en las elecciones populares.
POLÍTICAS
Las monarquías se reducen y los gobiernos se dividen en tres tendencias ideológicas:
1) El Socialismo Democrático
2) La Democracia Cristiana
3) El Partido Comunista
GEOGRÁFICAS
Los distintos territorios cambiaron según lo dispuesto por las potencias vencedoras, es así como en
1949 Alemania se dividió en dos: La República Federal Alemana (RFA) y la República Democrática
Alemana (RDA); Japón entregó Corea y la Manchuria y Polonia recibió territorios tanto al este como al
oeste de Europa.
Bipolaridad del mundo
El mundo se divide en dos sectores ideológicamente distintos. El primero, de tendencia capitalista, liderado por los Estados
Unidos; y el otro, de corte comunista, encabezado por la Unión Soviética (URSS). Estas dos superpotencias competirán por el
predominio del mundo desarrollando la llamada “Guerra Fría”.
Segunda guerra mundial: Frente oriental
Introducción
Veinte años después de terminar la primera contienda mundial, se desató el conflicto más devastador que ha padecido la
humanidad: la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Cerca de 40 millones de muertos y otros tantos heridos, inválidos y
huérfanos; ciudades enteras, campos, carreteras, centros industriales, monumentos históricos fueron arrasados. Toda esta
situación fue el producto del más acelerado desarrollo científico y tecnológico para exterminar al enemigo, para destruir seres
humanos.
Primera fase: Polonia: supremacía del Eje
El número de tropas de las fuerzas alemanas y polacas eran prácticamente similar. Hitler envió 1,5 millones de soldados y el
mariscal polaco Edwar Rydz-Smigly esperaba reunir 1,8 millones de hombres. Las fuerzas aéreas alemanas estaban formadas
por 1.600 aeronaves de último modelo, mientras que la mitad de los 935 aviones polacos eran obsoletos.
La guerra relámpago en Polonia
La estrategia polaca consistía en una rígida defensa de toda la frontera y preveía varias semanas de escaramuzas preliminares
con los alemanes. No obstante, ambos cálculos resultaron incorrectos. En la mañana del 1 de septiembre, oleadas de
bombarderos alemanes atacaron las líneas férreas y bloquearon la movilización polaca. Durante los cuatro días siguientes, dos
grupos militares abrieron el paso a las unidades de avance acorazadas que se dirigían con rapidez hacia Varsovia y Brest.
Segunda fase: la expansión de la guerra
Un año después de la caída de Francia, la contienda se convirtió en una guerra mundial. Mientras se llevaban a cabo campañas
secundarias en los Balcanes y el norte de África así como combates aéreos contra los británicos, Hitler desplegó el grueso de sus
armas hacia el este y formó una coalición con los países del sureste de Europa para atacar a la Unión Soviética (URSS).
Alemania invade la Unión Soviética
En la mañana del 22 de junio de 1941, más de tres millones de soldados alemanes iniciaron la invasión de la Unión Soviética. El
ejército soviético contaba con 2,9 millones de soldados en la frontera occidental y era dos veces superior a los alemanes en carros
De las armas a la
"Guerra Fría".
de combate y diez veces en aeronaves. Muchos de sus tanques estaban anticuados, pero otros eran mucho más modernos que
los alemanes.
Los alemanes habían organizado tres grupos de ejércitos para la invasión, denominados Norte, Centro y Sur, que se dirigían hacia
Leningrado, Moscú y Kiev. Hitler y sus generales habían llegado a la conclusión de que su principal problema estratégico consistía
en bloquear al ejército soviético durante la batalla y derrotarlo antes de que pudiera escapar adentrándose en el país. Sin
embargo, discrepaban sobre cómo superar este inconveniente. La mayoría de los generales creían que el régimen soviético lo
sacrificaría todo por salvar Moscú, la capital, el punto de unión de las redes ferroviarias y de carreteras, y el principal centro
industrial de la URSS. En opinión de Hitler, la tierra y los recursos de Ucrania y el petróleo de Caucasia eran más importantes.
El cambio de planes de Hitler
Los rusos actuaron según lo previsto por los generales alemanes, sacrificando enormes cantidades de tropas y armamento para
defender Moscú. Sin embargo, Hitler no estaba satisfecho y, pese a las protestas de su alto mando, ordenó al grupo de ejércitos
del centro dirigir las fuerzas blindadas hacia el norte y el sur para ayudar a los otros dos ejércitos, con los que se detuvo el avance
hacia Moscú.
El 8 de septiembre, el grupo de ejércitos del norte puso sitio a Leningrado. El día 16 de ese mes, el grupo de ejércitos del Sur
cerró una gigantesca maniobra envolvente al este de Kiev; fue entonces cuando Hitler decidió reanudar el avance hacia Moscú y
ordenó a las fuerzas blindadas reunirse con el grupo de ejércitos del centro.
El intento de tomar Moscú
El grupo del ejército del centro retomó las operaciones el 2 de octubre, después de una interrupción de seis semanas. Se
realizaron dos grandes maniobras envolventes pero pronto comenzaron las lluvias de otoño, que convirtieron las carreteras
soviéticas, sin pavimentar, en barrizales que frenaron el avance durante casi un mes.
A mediados de noviembre bajaron las temperaturas y el suelo se heló. Hitler y el comandante del grupo de ejércitos del centro, el
mariscal de campo Fedor Von Bock, decidieron seguir adelante, con el fin de acabar la campaña de 1941 con una victoria en
Moscú ante la llegada del invierno.
Los generales que estaban al mando de los dos grupos blindados que Bock mandó como avanzadilla, tuvieron que detener la
marcha el 5 de diciembre ante las extremas condiciones climatológicas que tuvieron que afrontar.
La contra ofensiva soviética
Stalin, que permaneció en Moscú, y el general Gueorgui Konstantinovich Zhúkov lanzaron una fuerte contraofensiva con las
fuerzas de reservas rusas en diciembre y, al cabo de pocos días, el grupo de avance de los alemanes fue arrollado.
La contraofensiva de Moscú no tardó en extenderse a todo el frente, siguiendo las órdenes de Stalin. Los alemanes no habían
formado líneas defensivas para la retaguardia y no podían cavar trincheras porque el suelo estaba congelado. Algunos de los
generales aconsejaron que las tropas se retiraran a Polonia, pero Hitler les ordenó el 18 de diciembre mantenerse firmes en las
posiciones en que se encontraran, con lo que logró mantener el sitio sobre Leningrado, seguir asechando Moscú y conservar la
zona occidental de Ucrania.
El frente ruso: el verano de 1942
La zona más conflictiva en esos momentos era el frente ruso, donde los alemanes tomaron nuevamente la iniciativa en el verano
de 1942 en las ofensivas sobre el sur de Leningrado, las proximidades de Jarkov y Crimea. Era tal la fe de Hitler en la victoria en
1941, que ordenó detener la fabricación de armas y municiones para el ejercito de tierra y reconvirtió estas industrias para que
fabricaran materiales para las fuerzas aéreas y la armada. La producción de armamentos para el ejército se había reanudado en
enero de 1942, pero esta remesa no llegaría el frente hasta finales del verano. Por otro lado, la producción de armas soviéticas fue
aumentando progresivamente desde comienzos del nuevo año; además, la base industrial de la URSS era mayor que la alemana.
Hitler sabía que no podía llevar a cabo una nueva ofensiva total sobre tres objetivos. Algunos de sus generales proponían que se
aguardara un año hasta que se volviera a reorganizar el ejército, pero Hitler estaba decido a conseguir la victoria en 1942, por lo
que intentó obligar al mando soviético a sacrificar al grueso de su ejército para defender las minas de carbón de la cuenca del
Donet y los campos de petróleo de Caucasia.
El 9 de agosto los alemanes se habían adentrado en Caucasia, en dirección a Maikop. El triunfo parecía acercarse cuando el VI
ejército y el IV ejército blindado se unieron cerca de Stalingrado el 3 de septiembre.
La resistencia rusa en Stalingrado
La URSS atravesó la situación más difícil de la guerra a finales de julio de 1492, cuando tras la retirada rusa los alemanes
estuvieron en condiciones de avanzar a lo largo del Volga, por detrás de Moscú, y de adentrarse en Caucasia. El 28 de julio, Stalin
hizo un llamamiento a sus tropas para que libraran una guerra patriótica por Rusia. A finales de agosto convocó a sus dos mejores
militares, Zhukov, que había organizado la contraofensiva de Moscú en diciembre de 1941, y el general Alexander Vasilevdki, Jefe
del estado mayor del ejercito, para tomar una decisión sobre Stalingrado. Estos
propusieron derrotar al enemigo bloqueando a sus tropas en la ciudad mientras se
reunían los medios para lanzar un contraataque.
La victoria soviética en Stalingrado
En la mañana del 19 de noviembre las fuerzas blindadas soviéticas atacaron a los
rumanos al oeste y el sur de Stalingrado. Se reunieron tres días después en Kalach, a
orillas del río Don, donde rodearon el VI ejército, casi la mitad del IV ejército blindado y a
varias unidades de rumanos. Hitler ordenó al comandante del VI ejército, el general
Friedrich Von Paulus, resistir y le permitió enviar suministros por aire; asimismo, envió a
Manstein, que en aquella época era mariscal de campo, para aliviar la presión de esa
zona. El transporte aéreo no pudo hacer llegar a Manstein las trescientas toneladas de
suministros que necesitaba cada día, y las fuerzas de la operación de ayuda fueron
contenidas a 55 Km de las tropas de Manstein a finales de diciembre. El VI ejército estaba
condenado a menos que intentara atravesar las filas enemigas, y Hitler no lo permitía.
La batalla de Kursk
Antes de que concluyera la lucha en el frente oriental en 1943, Hitler estaba consciente de que no podría iniciar otra campaña en
verano y propuso la creación de una barrera fortificada en este frente, similar a la que se estaba construyendo en el Atlántico a lo
largo de la costa occidental europea. Sin embargo, la prolongación del invierno había cortado la línea de batalla lo suficiente como
para que pudiera disponer de dos ejércitos más. Asimismo, dejó una gran bolsa hacia el oeste, alrededor de la ciudad de Kursk.
Hitler no quería dejar pasar la oportunidad de realizar una nueva maniobra envolvente. (Ver texto ampliado sobre la Batalla de
Kursk)
La reconquista soviética de Bielorrusia
El 22 y 23 de junio, cuatro grupos del ejército soviético atacaron al grupo de ejércitos del centro, hacia el 3 de julio, cuando las
fuerzas de avance soviéticas que procedían del noreste y el sureste se reunieron en Minsk, la capital de Bielorrusia, el grupo de
ejércitos del centro habían perdido los dos tercios de sus divisiones. Los frentes de Zhukov y Vasilevdki habían avanzado unos
300 Km en la última semana. El mando soviético celebró el 17 de julio un desfile que duró un día a través de las calles de Moscú,
en el que participaron 57.000 prisioneros alemanes.
La rebelión de Varsovia
La ofensiva soviética había alcanzado a los flancos del grupo de ejército del Centro en julio. El 29 de ese mes unas fuerzas de
avanzada llegaron cerca de Riga y rompieron el contacto por tierra del grupo de ejércitos del norte con el principal frente alemán.
Los potentes ataques por el flanco meridional del grupo de ejércitos del centro llegaron a la línea del Vístula a finales de ese mes.
El general Tedeusz Komorowski inició una rebelión en Varsovia el 31 de julio.
Consecuencias
El ejército de la Alemania nazi, que había arrollado y vencido a los ejércitos francés e inglés, conquistando Francia en 40 días de
ofensiva; que había vencido y conquistado Polonia en menos de 30 días, Dinamarca en unas horas, Holanda y Bélgica en unos
días y Noruega en unas pocas semanas, lanzó en tromba a cinco millones y medio de soldados y una ingente masa de material
bélico sobre la URSS. Hasta mediados de 1944 el 95 por ciento de la capacidad bélica alemana se estuvo poniendo en juego en el
frente oriental.
Y allí perdió la Segunda Guerra Mundial. Ese frente decisivo para la suerte de la guerra, el soviético-alemán, le costó al ejército
nazi el 74 por ciento de todas sus bajas. Allí fueron puestas fuera de combate, derrotadas o hechas prisioneras seiscientas siete
divisiones alemanas. Tres veces y media más que en los tres frentes: italiano, norteafricano
y europeo occidental juntos. En ese frente oriental los nazis perdieron hasta el 75 por
ciento de sus tanques y cañones de asalto disponibles (48 mil unidades), más del 75 por
ciento de sus aviones de combate (77 mil) y el 74 por ciento de su artillería (167 mil
piezas). Y fue el Ejército Rojo el que tomó Berlín, la capital del III Reich. Y soldados
soviéticos los que colocaron la bandera roja de la hoz y el martillo en lo alto de la
Cancillería de Hitler y del Reichstag.
La URSS pagó un terrible precio por esa victoria: veinte millones de muertos, sumados los
casi catorce millones de soldados y más de seis millones de civiles (dos de cada cinco
muertos en la II Guerra Mundial fueron soviéticos).
Al acabar la guerra había, en los grupos de edad mayores de dieciocho años, sólo 31
millones de hombres frente a 52 millones de mujeres. Y la URSS había sufrido tremendas
destrucciones (el 30 por ciento del patrimonio nacional). Que, por ejemplo, dejaron a 25
millones de personas sin hogar al acabar la guerra.
Stalingrado al rojo
El frente oriental y la respuesta soviética
La agresión nazi le costó a la URSS la mitad de su potencia económica. Especialmente graves fueron la destrucción de la vital
industria pesada de la cuenca del Donets, en la que además se había producido la inundación total de las minas de carbón, y la
devastación de las zonas agrícolas de Ucrania y Bielorrusia.
Estos hechos son de importancia capital para calibrar la relación de fuerzas entre la URSS y los Estados Unidos al acabar la II
Guerra Mundial. Porque, además de haber mantenido intacto su territorio, los Estados Unidos tomaron posesión (junto con sus
aliados ingleses y franceses) de todo el potencial industrial alemán de los sectores del oeste. Lo cual supuso cerca de las dos
terceras partes de la industria alemana que, pese a todos los bombardeos, sólo había sufrido una destrucción del 25 por ciento.
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