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- Roberto Fontanarrosa- Encriptación- Frank Zappa- Desafío Rapigrama- Búhos- Poesía- Loquitos Distintos- Plagios Científi cos- Maratones- Melomanía- Manzanas Coloridas
- 2 - Mensapiens
- 3 -Mensapiens
En la Tapa:
Editorial
MENSAPIENSRevista Ofi cial de Mensa Argentina
Año 4 — Número 17Mayo / Junio 2003
Edición:Diego A. Zanandrea
Colaborador Lúdico:Rodrigo Pablo Escudero
Colaboran en este número:Sol AguileraCarlos AllendeRodrigo Pablo EscuderoAndrea De GennaroAriel GriglioRobustiano GarridoAlejandro KwiatkowskiEnrique Molina AguirreFederico PachecoVerónica RocchiHéctor Roldán Françoise SoulabailleDiego Zanandrea
Colaboración Especial:Daniela CamporotondiGustavo CamporotondiJavier
Colaboración Super Especial:Roberto Fontanarrosa
Comentarios, sugerencias y colaboraciones a:
editor@mensapiens.com.ar
Un poco tarde, pero fi rmes.En este número encontrarán algunas pequeñas diferencias, que
esperamos les agraden. Estos cambios han sido realizados tomando en cuenta las sugerencias y resultados de la encuesta del último número, que nos ha sido muy útil y que or tal motivo extenderemos por un número más.
En este número contamos con una colaboración de Mensa Francia, la continuación de la nota sobre estilos musicales, un extremadamente útil manual de música (o algo así), un cuento en colaboración, varios poemas y la presentación de la gente del Microsoft Users Group, que de ahora en adelante colaborarán con nosotros.
Y lo más remarcable de este número es un invitado de lujo. Durante la última Feria del Libro, tuvimos oportunidad de presentar nuestra Revista al Maestro Roberto Fontanarrosa y charlar algunos minutos con él. Muy gentilmente accedió a darnos permiso de incluir uno de sus cuentos en nuestra revista, lo cual nos enorgullece.
Diego
IndiceEditorial ............................................ 3Mensapiens News................................. 4Notas ............................................... 6 Encriptación ....................................... 6 ADN: Plagio y Misoginia ............................ 7 Tres Manzanas ..................................... 8 Pequeño Manual del Perfecto Melómano........... 9 Sobre Estilos Musicales (III)........................10 El Lado Oscuro de la Luz ..........................12 Los Loquitos Distintos .............................12 Personajes ........................................12 Noticias MUG .....................................13 Conociendo a Zappa ..............................14Reviews ...........................................18Escritos............................................20 ‘¡No te enloquesá, Lalita!’ ........................20 ‘Oceano’ ..........................................23 ‘El fantasma de Canterville’ ......................24 ‘El Hamelingate’ ..................................26 ‘Inteligencia Emocional’ ...........................27 ‘Percibo’ ..........................................27 Sin Título .........................................27Preguntas y Propuestas ........................28Soluciones ........................................28Juegos.............................................29 Desafío Rapigrama ................................31The End ...........................................32
- 4 - Mensapiens
Exámenes de Ingreso
Los exámenes masivos para el ingreso a Mensa
Argentina continúan. Los datos del próximo a realizarse son los siguientes:
- Lugar: Club Argentino de Ajedrez- Fecha: 13/06/03- Hora: 19:00 Hs.- Dirección: Paraguay 1858 1º
piso (Confi tería)- Valor: $30Pueden encontrar más
información y un formulario de preinscripción en ar.mensa.org.
Encuesta
Continuamos por un número más con nuestra encuesta
para conocer sus opiniones sobre la revista y poder mejorarla lo más posible.
Esta encuesta la encontra-rán en la columna siguiente y pueden enviarla por e-mail a encuesta@mensapiens.com.ar, o bien completar el formulario on-line en www.mensapiens.com.ar/encuesta.
Como agradecimiento por res-ponder la encuesta, entre todos aquellos que participen con su opinion, se sorteará un ejemplar del libro “Los Tests de Inteligen-cia”, de E. Butler y M.Pirie (Ed. Deusto).
ENCUESTA ABIERTA MENSAPIENS
Contestar las siguientes preguntas con una puntuación de 1 a 5 (1=peor / 5=mejor)
1. Valoración general de la revista: ___
2. Contenido: ___
3. Diseño: ___
Asigne su valoración de 1 a 5 a las siguientes secciones:
4. News: __ / Notas: __ / Reviews: __ / Escritos: __ / Juegos: __
Responda las siguientes preguntas según su opinión personal:
5. ¿Qué sección es la que más le gusta de la revista? ¿Porqué?
6. ¿Que sección es la que menos le gusta de la revista? ¿Porqué?
7. ¿Que le falta a Mensapiens?
8. ¿Que le sobra?
9. ¿Le sirvió algún review publicado?
10. ¿Que se podría hacer para mejorar la revista?
11. ¿Podría mencionar algún artículo (nota, cuento, etc.) que le haya resultado particularmente interesante o entretenido?
12. ¿Que piensa de los concursos?
13. ¿Le gustaría participar en la revista de alguna manera?
14. ¿Algún otro comentario que quisiera realizar?
Las siguientes preguntas son para conocer el perfi l de nuestros lectores:
15. Edad: ___
16. Sexo: ___
17. Ocupación: ___
18. Cantidad de números que leyó de Mensapiens: ___
19. ¿Cómo conoció nuestra revista?
Muchas gracias por participar y... ¡Suerte en el sorteo!
Mensapiens News
- 5 -Mensapiens
Mensapiens NewsGANADORES DEL CONCURSO ABIERTO DE ARTE DIGITAL
En las instalaciones del Club Argentino de Ajedrez se entregaron los premios del Concurso Abierto de Arte Digital a sus respectivos ganadores. La entrega del premio la llevó a cabo Hernán Freedman, Presidente de Mensa Argentina. Conozcamos a los ganadores:
Categoría A: Categoría B:Ganador: Pablo de la Cruz Martín Ganador: Karina Sacco
Nueva Web Mensapiens
Desde hace un mes, el sitio web de Mensapiens fue
completamente remodelado: Se actualizaron los índices, se agregó mayor cantidad de contenido on-line de números anteriores, se creó una nueva sección de juegos de ingenio, etc.
Pueden visitar el nuevo sitio en la dirección de siempre:
http://www.mensapiens.com.ar
Lista de Novedades
Se ha creado una nueva lista de novedades de Mensa-
piens. Quienes estén suscriptos a ella recibirán información acerca de la edición de nuevos números, juegos, noticias especiales, avisos de actualización del sitio web, resultados de concursos, etc.
Para suscribirse sólo deben enviar un e-mail a la siguiente dirección:
suscribir@mensapiens.com.ar
Pedido Especial
CreaIdea, la fundación para niños dotados que cuenta
con el auspicio de Mensa Argen-tina, necesita de colaboración.
Si tienen juegos de mesa (aje-drez, damas, etc.), rompecabezas, juegos de ingenio, libros, videos, etc., que puedan donar para la fundación, serán bienvenidos.
Si desean obtener más informa-ción acerca de CreaIdea, pueden ingresar a su página web en www.creaidea.com.ar.
Para realizar una donación, pueden acercarse a los encuentros que se realizan los dias martes a las 18.30 hs en el Linux College, Marcelo T. de Alvear 2247, Ciudad de Buenos Aires, o bien comuni-carse por teléfono al 4243-2793 o por mail a info@creaidea.com.ar.
- 6 - Mensapiens
NotasEncriptaciónRodrigo Pablo Escudero
Introducción1
La criptografía es casi tan antigua como la escritura. Se dice que las primeras civilizaciones que usaron la criptografía fueron la Egipcia, la Mesopotámica, la India y la China. Los espartanos, 400 años antes de Cristo, utilizaban un sistema secreto de escri-tura, el cual consistía en un cilindro al cual se colocaba un papiro en forma de espiral. Se escribía entonces el texto en cada una de las vueltas del papiro, pero de arriba hacia abajo. Una vez desen-rollado, sólo se podía leer una serie de letras aparentemente inconexas. Antiguos textos judíos fueron encripta-dos siguiendo el método de sustituir la primera letra del alfabeto por la última y así sucesivamente. En la Biblia (Jere-mías 25:26) el nombre de Babilonia apa-rece encriptado como “Sheshech”.
A quien se atribuye el primer método de encriptado con su debida documen-tación es al general romano Julio César, quien creó un sistema simple de sustitu-ción de letras, que consistía en escribir el documento codifi cado con la tercera letra que siguiera a la que realmente corres-pondía. La A era sustituída por la D, la B por la E y así sucesivamente. En la Edad Media el uso de la escritura codifi cada se incrementó. Un libro de astronomía escrito en 1390 y atribuido a Geoffrey Chaucer contiene trozos cifrados.
En 1470, León Battista Alberti publica “Tratado de cifras” en donde describe una cifra capaz de encriptar un pequeño código. No obstante se considera al abate Johannes Trithemius es el padre de la criptografía moderna. En 1530 escribió
“Poligrafía”, el primer libro impreso sobre el tema, donde introdujo el concepto de tabla ajustada, en el cual el alfabeto normal es permutado para codifi car los mensajes. Son legendarios los mapas de tesoro escondidos durante los siglos XVII y XVIII. En ellos los piratas supuestamente encriptaban la localización de enormes tesoros, basándose principalmente en métodos de sustitución de alfabeto.
El principal uso de la criptografía en la era moderna ha sido militar. Los códigos de la máquina Enigma, usada por los alemanes durante la Segunda Guerra, fueron rotos por los analistas norteamericanos, al igual que los códi-gos usados por los japoneses.
Métodos Criptográfi cosHoy con la llegada de la informática
son varios los métodos que se han desa-rrollado, especialmente para proteger el comercio electrónico, entre ellos los algoritmos más usados son: fi rma de comprobación aleatoria (hash), el Digital Signature Standard (DSS) del gobierno de EE.UU. y la signatura RSA (algoritmo clásico desarrollado por Roven Rivest, Adi Shamir y Len Adlemn) de claves no simétricas nombrado como sistema de clave pública y privada, popularizada por el conocido programa PGP (Pretty Good Privacy o Privacidad Bastante Buena) desarrollado por el programador Phil Zimmermann.
Pero no es ninguno de estos méto-dos de encriptar de lo que se va a hablar, sino de la encriptación XOR que es uno de los métodos más sencillos que existen por su rapidez y fácil implemen-tación.
XOREl XOR (eXcluding OR o disyunción
excluyente) es un operador lógico que a diferencia del OR (o) común requiere que sea verdadera tan solo una de las dos sentencias.
Veamos las tablas de verdad:
Pero la característica más inte-resante es que si al resultado de la operación lógica se le aplica XOR con cualquiera de las sentencias se obten-drá la otra sentencia, por lo tanto si a un dato le aplico XOR con la clave y obtengo el dato encriptado, al aplicarle la clave a este vuelvo a obtener el dato original (a XOR b = c, entonces, c XOR b = a, como también, a XOR c = b)
Como sabemos, cada carácter ASCII tiene un valor binario y es utilizando estos valores como se encripta el mensaje.
Supongamos que queremos encrip-tar el mensaje “MENSA” y elegimos la clave “xy” (en minúscula) para hacerlo, en este caso nuestra clave tendrá una longitud de 2 bytes (2562 de combina-ciones posibles, cuanto más larga más difícil de descifrar) pero nuestro men-saje tiene 5 bytes de largo, por lo tanto debemos repetir la clave hasta alcanzar la longitud del mensaje:
Letra ASCII Binario
M 77 0 1 0 0 1 1 0 1
E 69 0 1 0 0 0 1 0 1
N 78 0 1 0 0 1 1 1 0
S 83 0 1 0 1 0 0 1 1
A 65 0 1 0 0 0 0 0 1
Mensaje
Letra ASCII Binario
x 120 0 1 1 1 1 0 0 0
y 121 0 1 1 1 1 0 0 1
x 120 0 1 1 1 1 0 0 0
y 121 0 1 1 1 1 0 0 1
x 120 0 1 1 1 1 0 0 0
Clave
Cada bit (0 ó 1) del mensaje se corresponde con otro en la misma ubi-cación en la clave, aplicando bit a bit el XOR obtenemos una nueva secuencia de bits y agrupando esta secuencia de a 8 bits podemos obtener el carácter ASCII que le corresponde estos caracteres juntos nos dan el mensaje encriptado
“5<6*9”.
Si repetimos el mismo procedi-miento pero esta vez partimos del men-saje encriptado lo que obtenemos es el mensaje original:
V
And(Y)
V
=
V
V F F
F V F
F F V
V
Or(O)
V
=
V
V F V
F V V
F F F
V
Xor
V
=
F
V F V
F V V
F F F
- 7 -Mensapiens
NotasMensaje Clave M.Encr. Clave Mensaje
M
0
x
0
5
0
x
0
M
0
1 1 0 1 1
0 1 1 1 0
0 1 1 1 0
1 1 0 1 1
1 0 1 0 1
0 0 0 0 0
1 0 1 0 1
E
0
y
0
<
0
y
0
E
0
1 1 0 1 1
0 1 1 1 0
0 1 1 1 0
0 1 1 1 0
1 0 1 0 1
0 0 0 0 0
0 1 0 1 0
N
0
x
0
6
0
x
0
N
0
1 1 0 1 1
0 1 1 1 0
0 1 1 1 0
1 1 0 1 1
1 0 1 0 1
1 0 1 0 1
0 0 0 0 0
S
0
y
0
*
0
y
0
S
0
1 1 0 1 1
0 1 1 1 0
1 1 0 1 1
0 1 1 1 0
0 0 0 0 0
1 0 1 0 1
1 1 0 1 1
A
0
x
0
9
0
x
0
A
0
1 1 0 1 1
0 1 1 1 0
0 1 1 1 0
0 1 1 1 0
0 0 0 0 0
0 0 0 0 0
1 0 1 0 1
Obviamente esta forma de codifi car mensajes no es absolutamente infalible, puede usarse la fuerza bruta, que no signi-fi ca pegarle al mensaje hasta que confi ese la clave sino probar todas las combinacio-nes de claves posibles hasta obtener un resultado coherente, pero el tiempo que se tarde dependerá del largo de la clave, es por eso que planteamos el siguiente juego:
La siguiente secuencia de números hexadecimales es una dirección de correo electrónico encriptada mediante el método XOR, el primero que envíe un mensaje a esa dirección con la clave como asunto será el ganador de un Buzo de Mensa Argentina.
140E1E0E0A0C1B2F1E0A1E1C0F13000A1D1C5E0C010E470E01
Mucha suerte!!!
***1 El texto de la introducción es una adaptación de un artículo de Miguel Ruz publicado en http://www.delitosinformaticos.com
ADN: Plagio y MisoginiaDaniela Edhit Camporotondi
Con motivo del aniversario de los 50 años del descubrimiento de la estructura molecular del ADN, varios artículos fueron publicados al respecto en diferentes fuentes, algunos de los cuales me han llamado la atención y servido para enterarme de la historia de dicho hallazgo, y de la parte que ha sido ignorada por la mayo-ría de libros y publicaciones.
En 1962, James Watson, Francis Crick y Maurice Wilkins fueron premiados con el Premio Nobel en Fisiología y Medicina, por su descubri-miento acerca de la “doble hélice” caracterís-tica del ácido desoxirribonucleico. Pero, ¿cómo llegaron a descifrar tal estructura?
Hacia 1950, el biofísico neocelandés Maurice Wilkins se encontraba en el laboratorio del King s College, Londres, realizando distintos estudios sobre la controversial molécula. Sin embargo, él no era el único. Para ese entonces, Rosalind Franklin, fi sióloga británica, arribó a dicho labo-ratorio para comenzar a trabajar en la estructura del ADN. Ella, una mujer solitaria y obstinente, había aprendido la técnica de difracción de rayos X (cristalografía). Desde el primer momento no simpatizó con Wilkins, quien llevado por la miso-ginia y la competencia no estaba dispuesto a dejarse apartar de la investigación.
Maurice Wilkins había tomado la primer fotogra-fía relativamente clara de la difracción cristalográ-fi ca de la molécula, y descubrió en ella la presencia de ácidos nucleicos. La forma deshidratada no suge-ría aspecto helicoidal. Al mismo tiempo, Rosalind se dedicó a interpretar los patrones de difracción, mediante complejas fórmulas de Patterson.
El norteamericano James Watson, quien presenció varias clases de Franklin sobre el tema, de inmediato se interesó al ver el gran valor que signifi caba descifrar la estructura. Él se puso a trabajar junto con el británico Francis Crick, en el laboratorio de Cavendish, Cambridge, y comenzaron a imaginar su estruc-tura utilizando modelos atómicos a escala. La
“carrera hacia el ADN” se había iniciado.De esta manera, Watson y Crick llegaron a
una conclusión: un modelo helicoidal con tres cadenas, con iones de magnesio que mantenían unidos los fosfatos, y, hacia fuera, las azúcares pentosas y las bases nitrogenadas. Cuando esto fue comunicado a Rosalind, ella sostuvo que este modelo no podía ser correcto, ya que la cantidad de agua que sugería no correspondía a la de los estudios de difracción. Este fracaso llevó a que el laboratorio prohibiese a Watson y Crick seguir con las investigaciones del ADN. Pero esto no les representaría un obstáculo en esta “carrera”: James Watson se dedicó a estu-diar el ARN del virus del mosaico del tabaco, lo cual lo llevaría de igual manera a aproximarse a la estructura del ADN.
Por su parte, Rosalind continuó trabajando sola, y descubrió, mediante sus difracciones de
rayos X, que la forma hidratada de la molécula mostraba una especie de hélice. Esto se debe, como hoy sabemos, a que las fi bras del ADN se separan y adoptan su forma original. Ella no quería comunicar su hallazgo hasta no tener la evidencia sufi ciente que probara su tesis.
Frente a esto, la frustración de Maurice Wilkins fue tal que tomó las fotografías de Franklin - entre ellas la famosa fotografía 51 - y se las mostró a Watson. Cuando él las vio, todo le fue evidente. La molécula estaba formada por una doble hélice, y la distancia entre las hebras de la misma estaba dada por los pares de bases nitrogenadas, de las cuales supieron debido a los estudios de Chargaff sobre el tema. Este último había descubierto que dichas bases eran cuatro y se agrupaban de a pares: adenina-timina y citosina-guanina. Ya que las bases nitrogenadas eran dos, las hebras también debían ser dos. Además, Watson y Crick con-cluyeron que la distancia entre los nucleótidos (una base nitrogenada, una azúcar pentosa y un grupo fosfato) era de 0,34 nanómetros, tal como la fotografía de Rosalind sugería. Estos resultados fueron publicados casi inmediata-mente en la revista “Nature”.
Rosalind desconocía que sus fotografías estaban siendo utilizadas por ellos para llevar adelante la investigación, e incluso uno de sus informes dirigido a Sir John Randall fue entre-gado a Watson y Crick para ser utilizado en su benefi cio sin su consentimiento. Mas ella no se quejó tampoco, tal vez para evitar ser criticada.
A la edad de 37 años, a Rosalind Franklin le fue diagnosticado cáncer de ovarios, causado, quizás, por su frecuente exposición a los rayos X. La corta e insatisfactoria vida de la joven fi sióloga culminó el 16 de abril de 1958, cuando fallece en la capital de su tierra natal.
Cuatro años más tarde, Watson, Crick y Wil-kins recibieron el Premio Nobel por sus estudios. Si bien este premio no es otorgado a personas difuntas, en su discurso nombraron noventa y seis referencias, ninguna referida a ella.
Rosalind Franklin dedicó su vida a la genética molecular, y utilizó la técnica de cristalografía para estudiar los ácidos nucleicos. La ciencia, a pesar de sus logros, parece no haberla tenido en cuenta. Sus esfuerzos des-cansan hoy en una pequeña placa recordatoria que yace en su barrio natal. Su importancia fue subestimada, y su reconocimiento, nulo.
- 8 - Mensapiens
NotasTres ManzanasFrançois Soulabaille
Esto es lo que me paso esta semana. Es un poco extraño,
lo bastante para que tenga ganas de contártelo.
El lunes por la noche, justo antes de dormirme, tuve una visión. Un fl ash. Estaba en total control de mis sentidos, ni alcohol, ni droga. Sola-mente un poco de cansancio.
La visión: tres colores vivos, azul, amarillo y rojo, en línea como en una bandera. Delante de cada color, una manzana. Cada manzana sin verdaderamente tener un color defi nido
mi sueño
El martes por la noche, no pudiendo mas, escribí este texto.
“3 colores, azul, amarillo y rojo3 colores y delante 3 manzanas.Cada manzana sabe al color que
expone. Si la muerdes conocerás tu destino, encontraras de nuevo tu infancia, sabrás quien eres.
Adivina, haz el esfuerzo de ima-ginar lo que cada color representa. Por que el morder una manzana te inspira un color.
A lo mejor jamás has hecho esta conexión. Hazla. Vive de nuevo los sabores, vive de nuevo los instan-tes de tu vida. Imagina. Cierra los ojos. Saborea.
Azul.Es fresco. Es infi nito. Nos sumi-
mos dentro. Volamos. Es el cielo, es la mar. El aire y el agua.
Salir del agua para entrar en el aire. Gritar. Llenar los pul-mones de este aire. Chillar para expulsar este ardor. Es el primer grito, la primera dosis de este aire, droga indispensable. Nunca jamás podrás pasarte de ella. El agua; vivir es llenarse el cuerpo de agua, a menudo, sin incluso darse cuenta. Llenarse el cuerpo de aire y de agua. Esto es vivir.
Tu primera manzana tiene el perfume de la infancia. Tu infancia es clara como el aire y fresca como el agua. Tus primeros instantes de vida; el agua y después el aire. La primera respiración, el primer grito: azul.
Amarillo.El sol. La luz del día, los campos
de trigo El verano. Los dos meses de vacaciones de nuestra infancia. Dos meses que parecen infi nitos. Tan largos como el resto de año escolar. Acuérdate. El sol en tu piel. Su calor; la luz resplandeciente. El trigo, como olas rubias empujadas por el viento.
Esta manzana. La más dulce. La que aun gustaría comerse; esta manzana, la segunda. Se empezó a morder una tarde de junio, se terminó quince años mas tarde, una mañana de sep-tiembre.
A veces, hoy, un olor, un sabor, una luz nos la recuerda; el fresco dulzor de su pulpa. Momentos ahora fugaces, eternos en un tiempo. Esta manzana; sol y calor. Esta manzana: amarilla.
Rojo.Sangre, amor. Quemadura. Has
crecido, has sufrido, has amado. Tu corazón ha latido. Fuerte. Sen-saciones. Como una carrera infi -nita. Lagrimas templadas en tus mejillas. Un infi erno. Un infi erno del cual no queremos irnos, del cual queremos irnos; la felicidad. La tristeza. Construcción y des-trucción. Un día la guerra, el otro, el calor de un beso.
Esta tercera manzana que se devora, a veces empalagosa, se come largo tiempo. La que te comerás entera, pipas y todo. Dulce y amarga a su vez. Sabo-réala, es la última. Mantén cada pedazo en tu boca antes de mas-ticar. Mucho tiempo. Espera un poco antes de morder de nuevo. Es la última te digo. Esta man-zana, roja sangre, caliente como el amor, esta manzana, la tercera, la última: roja.”
El jueves tarde, recibo un libro en mi buzón de correos. Un bonito libro sobre René Magritte. Lo había ordenado, lo esperaba. Lo hojeo un poco y me paro en una repro-ducción: “les jeunes amours” (los amores jóvenes)
R. Magritte : « les jeunes amours »
Aquí esta. Mi pequeña historia se ha acabado. Yo no deduzco nada, sola-mente estoy turbado.
Traducido por Rose Ann Victor
El presente es un texto de François Soulabaille, de Mensa Francia, publicado originalmente en Vidya, la publicación de la Triple Nine Society. François
tiene una particular relación con los colores ya que padece de sinestesia. Aunque quizás
“padece” no sea la palabra correcta, ya que según el propio François, “con sinestesia la vida no es
más bella, pero el mundo si”.
MensaLinks*Alejandro Kwiatkowski
SunClock http://www.esuli.it/SunClock/ es una aplicación para Windows muy simpática, que muestra en el escritorio, sobre un mapa de la tierra, la zona iluminada por el sol, la posición relativa del mismo, la posición de laluna, y las fases.
En http://www.human-intelligence.com/ encon-tramos una agencia de empleos focalizada en gente que sobresale por su inteligencia. Tiene una opción para dejar el curriculum vitae, y la novedad es que entre los datos a ingresar esta el IQ, y/o a que sociedad pertenece el interesado, y obviamente Mensa esta ahí.
Si esta interesado en astronomía o satélites, visite http://www.heavens-above.com/, tiene toda la info que necesita para observar la estación espacial, el trasbordador, o los cientos de satélites que orbitan nuestro pla-neta. También tiene la posibilidad de crear un perfi l en base a una extensa base de datos de localidades.
*MensaLinks es un GIE de Mensa Argentina, para más info puede escribir a gies@ar.mensa.org
- 9 -Mensapiens
NotasPequeño manual del perfecto melómano Ariel Griglio
Una de las carácterísticas del alto IQ es
el sentido del humor y la capacidad
para apreciar el arte. Entonces yendo a la
inversa, Ud. puede aparentar alto IQ riéndose
con humoristas aburridísimos pero de culto
o demostrando su condición de melómano.
Pero esto último no es sencillo, sobre todo si
el último CD que compró es de Valeria Lynch.
Pero no se asuste, todo tiene solución. A con-
tinuación Ud. tendrá un muy pequeño, pero no
por eso menos efectivo, manual para parecer
melómano, sin necesidad de escuchar los con-
ciertos de Brandenburgo ni la Consagración
de la Primavera (y esto último me lo debería
agradecer). Que lo disfrute, y recuerde que lo
importante en la vida no es ser, sino parecer.
1-Nunca diga sencillamente “me gusta la
música clásica”. Al menos refi érase por sepa-
rado a sus períodos principales: barroco,
clasicismo, romanticismo, impresionismo,
contemporáneos. Entonces, ante la pregunta
básica de si le gusta la música clásica diga, por
ejemplo: “¿Vos te referís a la música culta?
Bueno, me apasiona el barroco y el romanti-
cismo. Del impresionismo me gustan sólo algu-
nas cosas y el clasicismo me resulta soso”.
2-Como ejemplo de compositores, olvídese
de los más famosos, como Bach, Mozart,
Chopin, Debussy o Shostakovich (respecti-
vamente por cada período) y elija alguno
de estos nombres para identifi car a cada
período: Barroco, Giovanni Bononcini; Cla-
sicismo, Francois Couperin; Romanticismo,
Carl Maria von Weber; Impresionismo, Paul
Dukas u Ottorino Respighi.
3-No hable siempre con lenguaje extrema-
damente refi nado, queda muy bien utilizar
vulgaridades con relación a compositores
poco conocidos, lo que da una imagen más
realista. Por ejemplo impactará con cosas
como “Rachmaninov es un compositor de
puta madre” o “Rossini era un gordo infame,
pero qué exquisitas son sus óperas”.
4-Nunca diga que le gusta la ópera en gene-
ral. Diga que le gustan ciertos compositores
o períodos, que otros tantos no le gustan y
que está escuchando a otros tantos (esto
último suena tan bien como decir que está
escribiendo una novela). Por ejemplo diga:
“Me apasiona la opera del bel canto, Rossini,
Bellini, Donizetti. También me gusta Puccini,
aunque me parece un poco comercial. La
ópera barroca no me gusta, por lo conversada.
Ahora estoy escuchando a Wagner, que parece
que son óperas de la concha de la lora”.
5-No se restrinja a la música clásica, sino
que extiéndase hacia el jazz, tango y música
étnica. Mismo criterio. Memorice períodos de
cada género y compositores desconocidos.
6-Mezcle conceptos de todos los géneros,
aún sin tener idea. Diga, por ejemplo: “Para
mí, hay ciertas cosas de Miles Davis que
me hacen acordar a Debussy, esa idea del
impromtu como fuerza creativa” o “Lo que
Piazzolla hizo con el tango me resulta muy
similar a la infl uencia de Rachmaninov en el
post-romanticismo, hasta en la resistencia
que han tenido” o “Camarón me transmite
más cosas, me emociona más que Caruso”.
También comentarios técnicos suelen ser
efectivos. Cosas como “Stravinsky es muy
similar a Bach, solo que utiliza una estruc-
tura ritmica diferente” o “La Callas ataca las
notas de una manera poco ortodoxa, pero de
alguna manera consigue emocionar”.
7-Comportamiento en público: un buen
melómano asiste a conciertos en vivo y
puede demostrar su condición de dos
maneras. Mientras dure la ejecución puede
seguir el ritmo muy suavemente con los
dedos sobre las rodillas, sin hacer el menor
ruido, ya que se entiende que la calidad del
sonido es su obsesión. La otra instancia muy
importante es el aplauso. Si es un concierto
o sinfonía deberá memorizar la cantidad de
movimientos. Si los fi nales de estos fueron
claros y está seguro de no cometer errores,
deberá ser el primero en aplaudir, cuidando
de darle al intérprete ese segundo para salir
del trance de la ejecución (puede de todas
maneras ir preparando las manos, como para
que los que están a su lado sepan que Ud.
sabe cuando termina la pieza). Si no tiene
bien en claro el fi nal, sea uno de los últimos
en empezar a aplaudir, dando así la idea que
se quedó concentrado en la obra y tardó
en reaccionar. Y a veces directamente no
aplauda, dando a entender que no está de
acuerdo con la interpretación.
8-Comentarios a hacer: (independientemente
de cual haya sido la obra) si le pareció un poco
entrecortada diga “me parece que la ejecuta-
ron demasiado stacatto”. De lo contrario, diga
“demasiado legato, demasiado legato” y niegue
con la cabeza. También puede hacer comen-
tarios como “las violas sonaron desparejas” o
“a los vientos le falta cohesión”. Lo importante
es que siempre sea un comentario levemente
crítico hacia la interpretación.
9-Si asiste a una ópera sería fantástico si
pudiera llorar. Puede ayudar el recuerdo de la
abuela muerta o cosas así. Si de todas mane-
ras no puede, tarde en levantarse, llévese las
manos a la boca y repita como en letanía “mi
Dios, qué belleza, qué belleza”. En el pasillo, al
retirarse, puede comenzar con los comentarios
críticos, aunque en este caso suele ser efectivo
también algún comentario positivo sobre un
intérprete menor. Por ejemplo “el tenor estuvo
extraordinario, aunque la soprano no emocionó
nunca. Ahora ¿viste la chiquita que hizo de ...,
estuvo increíble, ¿sabés como se llama?”
10-La compra de discos es otra instancia
importante, pero costosa. Lo que puede hacer
es revisar exhaustivamente la batea y luego, a
media voz, pedir, “no tenés tal concierto gra-
bado por Menuhin en el Royal Albert Hall” o
“Tengo entendido que hay una Tosca de la Callas
en el Met, ¿la tenés?” Pero siempre asegúrese
de que ese disco no esté o de lo contrario, para
refrendar su pasión deberá comprarlo, y esas
exquisiteces no suelen ser baratas.
11-Recomendación fi nal: no tenga miedo
de inventar cosas. Piense que nadie que lo
escucha tiene idea, y si la tiene, pero Ud.
habla con autoridad, no le va a discutir, y
aún si lo hiciera, le queda el último recurso
de decir que es subjetivo.
Próxima lección: Parecer cinéfi lo sin ir al cine.
(El autor de esta nota, melómano inveterado, desea agradecer la colaboración de Marina Torres,
música exquisita y melómana no asumida)
- 10 - Mensapiens
NotasSobre Estilos Musicales (III)Diego Zanandrea
En los números anteriores hablamos
acerca de dos estilos clásicos: El Rock
y el Rock Moderno. Hoy veremos dos estilos
muy relacionados con éstos: El Heavy Metal
y el Punk. Ambos derivan de alguna forma
del Rock, en particular del rock clásico y
el hard rock (en el heavy metal, el blues
también tiene su parte). Y el rock moderno
deriva de la retroalimentación del punk al
rock clásico.
HEAVY METAL
El Heavy Metal, o Metal, es una especie de
Blues/Acid Rock ruidoso y acelerado, des-
cendiente del Hard Rock. Habitualmente
su música se caracteriza por sus solos de
guitarra y riffs acelerados, que requieren
una gran técnica en sus intérpretes. Si bien
el Heavy Metal era un género bien defi nido
en sus comirenzos, se ha subdividido y
ha mutado mucho en sus más de 30 años
de existencia, lo que lo ha convertido en
un término tan vago como “Rock”. Entre
algunos grupos clásicos, que a traves de su
sonido y estilo defi nieron el género, puede
mencionarse a AC/DC, Black Sabbath, Iron
Maiden y Metallica.
Funk Metal
Combina las bases del Funk, letras cantadas
al estilo Hip Hop y las guitarras del Metal.
Las bandas de Funk Metal tuvieron su auge
durante los ‘90, como Faith No More, y algu-
nas continuan con su éxito, como Red Hot
Chili Peppers.
Hair Metal
Un fenómeno concentrado especial-
mente a mediados de los ‘80 y primeros
años de los ‘90. Se trata de un Metal
“Light”, más comercial y pop que el metal
clásico. Habitualmente defenestradas
por los amantes del metal clásico, estas
bandas se apoyaban mucho en la imagen,
poniendo especial cuidado en el peinado
(de ahí el nombre) y en el maquillaje.
Los pantalones ajustados eran indispen-
sables. Ejemplos típicos: Def Leppard,
Poison y Bon Jovi.
Industrial Metal
El Industrial Metal toma las bases, sonido
y técnicas de producción de Rock Indus-
trial y los fusiona con las guitarras y
voces del Metal. Podemos mencionar a
Nine Inch Nails, Ministry, y los primeros
Marilyn Manson.
Grindcore
El Grindcore es un derivado del Industrial
Metal combinado con elementos de Thrash
Metal, dando un resultado ruidoso y por
lo general más “sucio”. Ejemplos: Napalm
Death y Anal Cunt.
Nü Metal
Nü Metal es una mezcla de heavy metal con
variadas infl uencias que llegaron en los ‘90
(rock alternativo, grunge, incluso hip-hop y
música electrónica), dando por resultado un
sonido duro pero comercial y vendible para
“adolescentes enojados”. Korn, Disturbed
y Limp Bizkit pueden encuadrarse en esta
defi nición.
Rap Core
El Rap Core o Rap Metal es un hibrido entre
guitarras clásicas del metal y letras estilo Hip-
Hop (o más bien gangsta-rap). Los orígenes
pueden rastrearse a la colaboración entre Run
DMC y aerosmith para el tema “Walk this way”.
Una banda típica de Rap Metal cuenta con un
rapper y un DJ (que no aporta bases), ademas
de guitarra, bajo y batería en vivo. Limp Bizkit,
Korn, y Rage Against the Machine entran en
esta categoría.
Thrash
El Thrash es un metal acelerado, infl uen-
ciado por el punk. Anthrax, Slayer, Pantera,
y Sepultura son algunos de los principales
ejemplos.
Death Metal
Nace del trash, pero con un clima más
oscuro e inaccesible. Ejemplos: Cannibal
Corpse, Kreator y Fear Factory.
Black Metal
El Black Metal es una forma muy teatral,
dramátca y orquestada del Metal, originada
a principios de los ‘90 en Noruega, como
reacción contra la proliferación de bandas
de Death Metal. Estas bandas habitual-
mente utilizan sintetizadores, cuerdas y
arreglos complejos, lo que hace que a veces
se identifi que al Death como Metal Progre-
sivo. La mitología y la religión juegan un
papel central en las letras, ya que se basan
en las creencias paganas de los paises del
norte. Entre los principales exponentes
puede mencionarse a Mayhem, Emperor y
Cradle of Filth.
Doom Metal
Se trata de un Metal generalmente muy
lento, muy denso y muy tenebroso, sobre
todo en su temática. Las primeras raíces
pueden encontrarse en los primeros discos
de Black Sabbath, pero el Doom Metal
moderno incluye a bandas como Cathedral,
My Dying Bride y Electric Wizard.
Goth Metal
Simplemente es una versión más dura del
Goth Rock, infl uenciada por el trash, sobre
todo en las guitarras. Podemos mencionar a
Lacrimosa como un ejempo de Goth Metal.
Speed Metal
Combina la velocidad y actitud del hardcore
punk con la precisión, los solos de guitarra
y las letras del Heavy Metal. Gran parte
del metal de los ‘80 estuvo dominado por
bandas de Speed Metal como Metallica,
Megadeth, Anthrax y Pantera.
HEAVY METAL
Funk Metal
Hair Metal
Industrial Metal Grindcore
Nü Metal
Rap Core
Trash MetalDeath Metal
Black Metal
Doom Metal
Goth Metal
Speed Metal
PUNK ROCK
‘77 Style Punk
Cow Punk
Hardcore
EMO
NY Hardcore
Oi!
Pop Punk
Proto Punk
Psychobilly
Riot Grrrls
Ska Punk
- 11 -Mensapiens
Notas
PUNK ROCK
El Punk Rock aparece casi simultánea-
mente en New York y Londres, de mano de
Ramones y Sex Pistols, respectivamente.
Surgen de la infl uencia de bandas de
Garage como los Stooges y MC5, grupos
Glam duros como los New York Dolls, y
pioneros minimalistas como The Velvet
Underground, y adoptan un estilo rápido,
simple, ruidoso y directo.
Sus características principales eran las
de un rock’n’roll despojado de toda com-
plejidad, tres acordes básicos tocados
fuerte y rápido, con letras furiosas y
directas que, en su momento, atrajeron
a los adolescentes y causaron el rechazo
de sus padres tal como en los comienzos
del rock’n’roll.
El auge del punk en los 70 fue muy
breve y luego comenzó a abrirse en otros
géneros como la New Wave o el Goth (ver
nota sobre Rock Moderno, Mensapiens
16). Actualmente hay muchas variantes,
tantas que el término llegó a ser tan poco
descriptivo como “Rock”, por lo que aquí
veremos los detalles:
‘77 Punk
Es el sonido original de los primeros años
de auge: 3 acordes, ningún rastro de pop
y demasiado lento para ser Hardcore. Los
Sex Pistols representan perfectamente
este estilo.
Cow Punk
El Cow Punk es la música Punk fusionada
con el estilo Country. Hay pocos ejemplos y
ninguno es conocido por estas latitudes: The
Beat Farmers, Mojo Nixon y Dash Rip Rock
son algunas bandas de Cow Punk.
Hardcore Punk
Hardcore Punk es eso: Punk pero más duro,
más ruidoso, más rápido y más agresivo.
Algunas bandas representativas del har-
dcore son GBH o Exploited, aunque actual-
mente ya se habla de distintos subgéneros
de Hardcore.
Emo
“Emo” es una abreviatura de “Emotional
Hardcore”. El término comenzo como
un descalificativo de esta variedad
del hardcore, que se caracteriza por
sus letras introspectivas, arreglos más
cuidados, cambios de ritmo y ciertos
elementos más pop; sin embargo con el
tiempo estas bandas adoptaron la deno-
minación como propia. Ejemplos: Sunny
Day Real Estate, The Get-Up Kids o The
Promise Ring.
NY Hardcore
El Hardcore de New York es tipicamente
una versión a los gritos del Hardcore, con
ritmos simples y brutales. La música no
sólo es ruidosa sino tambien pretenciosa.
Sick of it All y los primeros trabajos de
Agnostic Front se encuadran en la defi ni-
ción de NY Hardcore.
Oi!
Oi! es una forma particularmente vio-
lenta del Hardcore Punk. A pesar de ser
muchas veces asociada con los skinheads,
esta música no es necesariamente raci-
sat (aunque si violenta). Anti-Heroes y
Business son algunas de las más conocidas
bandas Oi!.
Pop Punk
Ni más ni menos que eso: Música (e imagen)
Punk pero con bases más melódicas y letras
menos fuertes. Hay muchísimas bandas que
caen desntro de este estilo, como Green
Day y Blink-182, por nombrar algunas de las
más conocidas.
Proto-punk
No se trata de un estilo propiamente dicho,
sino de una denominación “a posteriori”.
Esta denominación se utiliza para ciertas
bandas que por distintas características
(ya sea la actitud, imagen, sonido, letras,
etc.) se las considera como precursoras
y/o inspiradoras del sonido y la estética
punk. La banda considerada como “proto-
punk” por excelencia es The Velvet Under-
ground. Otras bandas califi cadas como
proto-punk son MC5, the stooges y The
New York Dolls.
Psychobilly
Rockabilly tocado por Punks, con una gran
infl uencia de la estética de películas de
terror clase B. Los orígenes de este estilo
pueden rastrearse en bandas como The
Cramps, aunque ellos rechazan la denomi-
nación y no utilizan contrabajo. Bandas típi-
camente Psychobilly son Guana Batz, The
Meteors, y Demented Are Go.
Riot Grrrl
A fines de los ‘80 comenzaron a surgir
bandas integradas por chicas, de imagen y
sonido agresivos y actitud marcadamente
feminista. Inspirándose en viajas bandas
de chicas punk como X-Ray Specs y Patti
Smith, y en vanguardistas como Yoko Ono,
crearon todo un estilo. Algunas de las
Riot Grrrls más conocidas son Hole (el
grupo liderado Courtney Love), Babes in
Toyland y L7.
Ska Punk
Una fusión del Punk con el clásico Ska inglés
(bandas como Madness y Specials), que tiene
raíces en algunos trabajos de The Clash a
fi nes de los ‘70, pero que fue defi nido como
estilo durante los ‘80 y ‘90 con bandas como
Fishbone y No Doubt.
Iron Maiden“Killers”
Poison“Look what the cat dragged in”
Korn“Follow the leader”
Napalm Death“Fear, emptiness, dispair”
My Dying Bride“The angel and the dark river”
Pantera“Vulgar display of power”
The Ramones“Rocket to Russia”
The Sex Pistols“Never mind the bollocks...”
The Cramps“Songs the Lord taught me”
Green Day“Dokkie”
Hole“Celebrity skin”
No Doubt“Tragic Kingdom”
- 12 - Mensapiens
NotasEl Lado Oscuro de la LuzFederico Pacheco
Muchas veces me pregunté si yo era el único que me
preguntaba cosas todo el tiempo, y me respondí muy alegremente que si el hombre no se cuestiona sobre su condición humana es porque todavía no tomó conciencia de ella o simple-mente porque algún factor lo hace desconectarse tanto de la realidad que la ve desde muy arriba, o desde muy adentro del encierro.
De hecho, les propongo un pequeño desafío. Quién alguna vez no experimentó la sensación de que algo que estaba sucediendo tenía un carácter algo extraño, al punto de que relacionaron esa casualidad con alguna causalidad del destino. Quién alguna vez no tuvo la oportunidad de vivir un hecho como si ya hubiera estado allí tiempo atrás, a pesar de que nunca vivió realmente nada parecido. Quién no tuvo que justifi car algún día un acto furtivo con la teoría de algo que no es natural y se sitúa por encima de nuestras mentes.
Estas y otras más son algunas de las cuestiones que me propuse en los comienzos de la madurez de mi conciencia, y ninguna pude aún expli-carla, tan solo compartirla y saber que no soy el único, y que sea lo que fuera que exista mas allá, a todos les pasó muy cerca alguna vez.
Pero el fi n de la historia no es el de hacer preguntas que no tienen respuesta, sino mostrar por qué las respuestas no corresponden a ninguna pregunta conocida, como si fuera un ser superior el que las ideó con la fi nalidad de dejarnos pensando, y que creamos inocentemente que toda la explicación podría ser asimilada por nuestra ínfi ma capacidad de razonamiento humana.
Por suerte estamos todos en las mismas condiciones, y solo nos podemos detener a pensarlo cuando nuestra mente entra en un estado de inmersión y vacío que necesita ser lle-nado con respuestas, ésa es la mente del hombre, la que necesita saber, la que quiere progresar, la que se habla a sí misma y se contesta como si otro lo hiciera. Y es una creación tan per-fecta que es imposible de igualar, ni siquiera con todo el poder electrónico del planeta entero.
PersonajesAndrea De Gennaro
Nadie dormía en Atenas esa noche del 490 AC. En la
batalla de Maratón, sobre la llanura homónima, situada a casi 43 km. de distancia, se defi nía su continuidad como pueblo libre.
Sabían los atenienses el tremendo peligro que constituían los persas, quienes hacia la mitad del siglo VI AC, bajo el reinado de Ciro, habían conquistado ciudades de la Grecia Asiática. Más adelante, gobernando Darío, los persas habían alcanzado las costas del mar Egeo y ocuparon Tracia y Macedonia. Sólo restaban las ciudades griegas. Todas las miradas persas estaban puestas en Atenas y sólo la llanura de Maratón los sepa-raba de ella.
El estratego Milcíades, con un modesto ejécito de 20.000 hombres, fue el encargado de desplazarse hasta Maratón para defender las costas. Luego de varios días, y apro-vechando que la caballería persa se había reembarcado, los griegos irrumpieron bruscamente sobre la infantería enemiga y la vencie-ron. Casi estaba afi rmado el éxito de Atenas en esta hazaña, pero la distancia impedía a los atenien-ses conocer la noticia. Milcíades, sabiendo que los persas se dirigían por agua hacia la ciudad, convocó al correo Fidípides para que corriese a Atenas a anunciar la victoria. El soldado, aunque extenuado por el combate, se apresuró a cumplir su misión y no se detuvo hasta encon-trarse ante el Consejo de Atenas:
“Alegraos –dijo- porque hemos ven-cido”. Luego de hacer esto, cayó al suelo y murió.
Al reanudarse los Juegos Olím-picos en Atenas, en 1896, tras un lapso mile-nario, se denominó Maratón a la prueba pedestre de más larga d i stanc ia: 42.195 mts., en honor de Fidípides.
Los Loquitos DistintosLic. Carlos Allende
Para la psicologia, la rela-ción entre la genialidad y la
locura es manifi esta. Tomaré algunos pocos ejemplos.Richards constata en 1988
que la cratividad es muy amplia en parientes directos de enfer-mos maníaco depresivos o ciclo-timicos.
Podríamos decir tambien, sin miedo a equivocarnos, que la creatividad y la alta inteligencia se acercan frecuentemente al trastorno bipolar II (una forma de psicosis) y que se caracteriza por una posibilidad mayor de depre-sión, que alterna con hipomanías, activando de manera compulsiva actos e ideas. La descripción no explica por si sola el genio y lo creativo, pero muestra el factor constitucional que esta implicito en estas personas.
El genio jamás ha sido un ser conformista, lento, apático y sin energía, más bien es un ser individualista, excéntrico y dife-rente, lo cual le trae múltiples problemas en el proceso adapta-tivo-social.
Por último, la descripción que hace el psicoanálisis del tema: plantea que los trastornos del humor que acompañan al genio muestran su parentesco con la melancolía. En “Duelo y Melanco-lía”, de 1915, Freud recuerda el trabajo interior de un paciente melancólico, de raiz creadora, que permite “captar la verdad con mas
agudeza que otras personas que no
son melancolicas”. La idea central a pensar radica
en cual es el mandato social frente al genio.
Kretschmer dijo al respecto: “Si suprimieramos de la constitu-
ción del hombre genial lo psicopa-
tológico, fermento de la inquietud
y la tensión psíquica, no quedaría
mas que un hombre normalmente
dotado” y se correspondería con la media poblacional y con lo
“esperado”.
Es para pensar, ¿no?
- 13 -Mensapiens
NotasNoticias MUGMicrosoft Users Group
Se efectuaron los Technet y Msdn Briefi ngs
En la mega jornada de actualización
tecnológica que se desarrolló el 14 de Mayo
en el Hotel Sheraton de la Capital Federal,
Microsoft de Argentina llevó a cabo con
éxito su Microsoft MSDN y su Microsoft
TechNet Briefi ngs, a los que asistieron más
de 2.000 personas.
Este año el MSDN Briefing contó como
invitado especial a José Berrios (Director
para América Latina de la International
.NET Association INETA), quien explicó las
tendencias en el campo de la innovación
y creación de software, acompañado
por Daniel Seara (director de la revista
Mtj.Net www.mug.org.ar).
Durante el Briefi ng se anunció una
nueva etapa del Programa Iberoamericano
Desarrollador Cinco Estrellas para elevar
el valor de los profesionales, mejorando
sus posibilidades en el mercado laboral. A
tales efectos, cabe destacar que el Grupo de
Usuarios Microsoft participa activamente en
la registración y capacitación para aplicar la
tercera estrella. Pueden ampliar la informa-
ción en http://terceraestrella.mug.org.ar/
Asimismo estuvieron presentes Federico
Raggi (Gerente regional de Servicios y Pro-
gramas para Desarrolladores) y Sebastián
Lancestremère (Director de Alianzas y
Desarrolladores de Microsoft de Argentina),
además de 15 reconocidos expertos y MVP’s
(Most Valuable Professionals) de la comuni-
dad, que compartieron su conocimiento para
que los profesionales puedan desarrollar
todo su potencial.
Se presentaron las novedades más
destacadas de Visual Studio .NET 2003,
la herramienta de desarrollo de apli-
caciones más eficiente y avanzada del
mercado y se efectuó una importante
donación de software y capacitación para
la comunidad académica de la provincia
de Córdoba.
Asimismo, se realizó una conferencia
especial para el sector académico, en el
que se presentaron diferentes iniciativas
de la comunidad y de Microsoft de código
abierto sobre plataforma .NET y código
compartido.
A pocos días de su lanzamiento
mundial, se presentaron las principales
novedades de Visual Studio .NET 2003,
la herramienta de creación de software
más poderosa del mercado, que ofrece la
posibilidad de crear aplicaciones de mayor
rendimiento en menor tiempo. Junto a
Windows Server 2003, permite desarrollar
e implementar las soluciones más seguras
y confi ables.
Por su parte, durante el TechNet se
brindaron adelantos de la nueva generación
de servidores empresariales inaugurada
con Windows Server 2003 y se presentaron
herramientas y conocimientos para planear,
implementar, mantener y dar soporte a la
infraestructura de las empresas que quieren
volver a crecer.
Se presentó el Windows Server 2003 paso
a paso, un curso de capacitación gratuito, a
través de Internet. El programa, en español
y dirigido a profesionales de IT, se encuentra
disponible de manera permanente en http:
//www.microsoft.com/argentina/technet
Los más experimentados consultores de
Microsoft de Argentina, que conocen el día
a día de la problemática de sistemas, pre-
sentaron algunas novedades de Windows
Server 2003 y de Microsoft SQL Server 2000
(64 bits), cuyo lanzamiento mundial se rea-
lizó recientemente.
Acuerdo Microsoft-Export.Ar
El acuerdo de Microsoft de Argentina
con la Fundación Export.AR les brindará
benefi cios exclusivos a las empresas vin-
culadas a esta institución. A través del
mismo, las empresas accederán a propues-
tas orientadas a profesionalizar su negocio
en áreas de Marketing, Ventas, Gestión y
Comercio Exterior, y a potenciar su desa-
rrollo tecnológico.
Entre otras cosas, el acuerdo incluye
iniciativas de capacitación, herramientas
gratuitas de tecnología y acceso faci-
litado a productos Microsoft. De esta
manera, podrán desarrollar mejores
negocios con ayuda de la tecnología y
así contar con herramientas diferenciales
en el momento de pensar su salida hacia
nuevos mercados.
Las herramientas gratuitas están
asociadas a las áreas de gestión de una
pequeña empresa, e incluyen modelos
de realización de presupuesto fi nanciero,
ventas, producción, análisis de ventas por
canales, cálculo de costos de exportación
e importación y armado de campañas de
marketing directo, entre otras. También
contarán con acceso facilitado a productos,
que incluye propuestas de fi nanciación y
precios especiales.
Este acuerdo representa una nueva
concreción del Programa de Asociaciones
desarrollado por Microsoft, con el fi n de
ofrecer a las pequeñas y medianas empresas
un acceso simple, directo y de menor costo a
las últimas tecnologías, a través de activida-
des con asociaciones o cámaras que nuclean
intereses comunes.
Para mayor información sobre el Programa
de Asociaciones de Microsoft, consultar en
www.microsoft.com/argentina/asociaciones.
Sarmiento 1562 7° 1. Capital Federal. Tel.: 4384-9178. E-mail: secretaria@mug.org.ar
- 14 - Mensapiens
NotasConociendo a ZappaDiego Zanandrea
Frank Zappa fue uno de los artistas más
completos, complejos, admirados, cri-
ticados, prolífi cos y desconocidos de los
últimos 50 años.
Esta nota no pretende ser un análisis exhaus-
tivo de la obra de Zappa, lo cual sería una
tarea faraónica, con los más de 70 discos ofi -
cialmente editados, sino apenas una breve
reseña biográfi ca y el comentario de sus
discos más importantes e infl uyentes.
Frank Zappa nació el 21 de Diciembre de
1940. A los 12 años comenzó su interés por
la música y estudió percusión en la escuela
de verano. Sin embargo su verdadera pasión
nació en 1954 a partir del disco “The Com-
plete Work of Edgar Varese, Vol. I”.
Ese disco cambió su vida. Descubrió un tipo de
música que jamás había oido y que cambiaría
todas sus ideas. Varese se transformaría en su
referente y durante toda la carrera de Zappa
pueden encontrarse referencias musicales y
homenajes al genio de Varese. Ademas comenzó
a coleccionar viejos discos de R&B junto con su
amigo Don Van Vliet, quien con el tiempo se
haría conocido como Captain Beefheart.
Cuando cumplió 15 años, gastó los 5 dólares
que recibió de regalo en una llamada de larga
distancia a la casa de Varese, pero lo atendió su
esposa, que lo atendió muy amablemente pero
le dijo que no se encontraba en la casa (veinti-
cinco años después, Louise Varese le pediría al
director Joel Thome que ubicara a Zappa para
ayudarla a organizar un tributo en ocasión de
su cumpleaños número 90, cosa que Frank no
sólo aceptó sino que además consiguió el lugar
donde realizarlo: el Palladium Theater de New
York, donde se realizó la función con localida-
des agotadas en abril de 1981).
Poco después comenzó a trabajar en un
estudio de grabación, como músico de sesión
y componiendo bandas de sonido para pelí-
culas clase B. En 1964 se une a “Soul Giants”,
una banda de R&B integrada por Roy Collins,
Jimmy Carl Black y Roy Estrada, para quienes
comienza a escribir temas. Al poco tiempo
cambian su nombre por “The Mothers” y
comienzan a circular por la escena under.
Con ellos llegará a grabar en 1966 “Freak
Out!”, su disco debut. Cuando se editó este
disco el nombre del grupo pasó a ser “The
Mothers of Invention”, por imposición de un
ejecutivo de la compañia que consideraba
que “The Mothers” podría ser mal visto.
A este disco le siguieron “Absolutely Free”, el
experimental “Lumpy Gravy” y el magistral
“We’re Only in It for the Money”.
Si bien tenian un público fi el en la escena
under, sus discos eran fracasos comerciales.
En 1968 editan “Cruisin’ with Ruben and The
Jets”, un disco de Do-Woop clásico hecho como
una broma acerca de la música comercial.
Después de esto, los Mothers se separán y
Frank graba “Hot Rats”, un disco casi exclu-
sivamente instrumental donde comienza a
dar rienda suelta a su capacidad de com-
positor. Luego vendría una serie de discos
con diferentes formaciones de los Mothers,
que casi siempre incluirian alguno de los
miembros originales. Algunos de estos discos
fueron “Weasel ripped my fl esh” o “Burnt
weenie sandwich”. Luego, con el tiempo, se
editarían más discos de los Mothers, con
grabaciones inéditas, recitales, etc. Ademas
grabaría, en 1970, “Chunga’s Revenge” junto
a Flo & Eddie, los cantantes de Turtles.
En 1972 llegarían discos con fuerte infl uen-
cia jazzistica y en 1974 el primer “éxito” con
el disco “ ‘ “ (apóstrofe), gracias al tema
“Don’t eat that yellow snow”.
Zappa se reuniría con su viejo amigo Captain
Beefheart y grabarian “Bongo Fury” en 1975.
En 1979 llegarian dos discos importantes: El
primero fue “Orchestral Favorites”, colec-
ción de temas instrumentales interpretados
junto a una orquesta, y “Joe’s Garage”, una
obra conceptual ambientada en un futuro en
el que la música está prohibida.
En 1982 llegaría su segundo éxito: “Valley
Girl”, una sátira donde la hija de Frank, Moon
Unit, imita a las típicas chicas de California.
Los últimos años de su vida se dedicó a
comprar los derechos de toda su obra, que
había sido grabada para distintos sellos, y
a remasterizarla y reeditarla en forma
ordenada y prolija. Hoy toda su discografía
puede conseguirse a través del sello Rhino
en ediciones realmente muy cuidadas. Tam-
bién se dedicó a recopilar sus propias gra-
baciones pirata más conocidas y a editarlas
ofi cialmente en una serie de 6 compactos
dobles titulados “You can’t do that on stage
anymore, Vol.1 a 6”
Pero la vida de Zappa no estuvo sólo mar-
cada por la música sino también por el
activismo político. Más allá de las feroces
críticas a la sociedad presentes en sus letras,
fue un fervoroso defensor de la libertad
de expresión y siempre aprovecho para
recomendar a la gente que se registrara
para votar. Todo esto le valió duras peleas
con un montón de gente, desde el Senador
Gore y su esposa hasta el predicador Jimmy
Swaggart, entre otros. Fue particularmente
famosa su campaña en contra de la ley
acerca de las etiquetas con la advertencia
acerca de “Explicit Lyrics”.
En 1991 anunció su candidatura indepen-
diente para presidente de los Estados Unidos
en las elecciones de 1992. Acerca de esto,
en una entrevista declaró que “teniendo en
cuenta a los presidentes que hemos tenido
en todos estos años y sus acciones, ¿real-
mente creen que yo puedo hacer algo peor?”.
Lamentablemente poco después debió aba-
donar su postulación, ya que se le diagnos-
ticó el cáncer de próstata que lo llevaría a la
muerte en diciembre de 1993.
“El compositor moderno se niega a morir.”
(Edgar Varese).
- 15 -Mensapiens
Notas
Discografía Seleccionada:
La música de Frank Zappa conforma la obra más
prolífi ca y ecléctica que se pueda encontrar.
Musicalmente podemos encontrar rock clásico,
acid rock, hard rock, R&B, jazz, música clásica
y contemporánea y los más extravagantes expe-
rimentos musicales y sonoros. El único rasgo
predominante a lo largo de toda su carrera fue
la innovación y el humor. En cuanto a las letras,
también fueron de todo tipo, si bien siempre
predominó la crítica social, el humor (muchas
veces escatológico), el sexo y el absurdo.
Repasaremos algunos de sus discos más
representativos de su carrera:
Freak Out! (1966): Un impresionante disco
debut. Una gran muestra de buen acid rock
en un disco doble, con lugar para un extenso
tema experimental con las primeras referen-
cias a Varese, “The return of the son of the
monster magnet”, que ocupaba todo un lado.
También incluía un futuro clásico de Zappa:
“Troubles every day”, una durísima crítica a la
sociedad con frases como “ya se que no soy
negro, pero muchas veces me gustaría poder
decir que no soy blanco”.
We’re Only in It for the Money (1968): Un
ataque feroz a la cultura hippie reinante en esos
años. Los hippies son el principal blanco del
lado uno del disco (“Flower punk”, “Who needs
the peace corps”), pero también hay fuertes
patadas para la familia (“Mom & Dad”) y la
sociedad en general (“Concentration moon”).
El lado dos, según dice Zappa en las notas inter-
nas, es “una serie de canciones acerca de gente
con extraños hábitos personales... muchos
de los cuales son mis más queridos amigos”.
Musicalmente es una gran parodia a la música
de la época, con pasajes orquestales y varios
minutos de experimentación sonora a base
de sonidos de instrumentos convencionales
distorsionados (“Nasal retentive calliope music”
y “The chrome plated megaphone of destiny”).
La tapa del disco era una sátira de la de “Sgt.
Pepper” de los Beatles, disco emblemático de
la época. Sin embargo, tuvo que salir en el lado
interno del sobre por presiones de EMI.
Hot Rats (1969): El primer disco de Zappa
como solista es una extraordinaria muestra
del mejor jazz-rock jamás hecho. El disco,
uno de los primeros de la industria en ser
grabados en un estudio de 16 canales, es
casi exclusivamente instrumental, con
temas largos, donde todos los instrumen-
tos son interpretados por Zappa (guitarra,
bajo, percusión) y Ian Underwood (piano,
órgano, fl auta, clarinetes, saxos) y con
invitados especiales (Captain Beefheart
en “Willie the Pimp”, único tema con letra,
y Jean-Luc Ponty, violín en “It must be a
camel”). “Peaches en regalia” es uno de los
grandes clásicos instrumentales de Zappa y
“The Gumbo Variations” es un track de 17
minutos de excelente fusión. Aun si a uno
no le gusta demasiado el trabajo de Zappa,
debería oir este disco, que es indispensable
en cualquier discoteca seria.
Waka/Jawaka y The Grand Wazoo (1972):
Luego de algunos discos con nuevas forma-
ciones de los Mothers (“Chunga’s Revenge”,
“Just another band from LA”) y recopila-
ciones de temas en vivo y sobrantes de
discos anteriores (“Burnt weeny sandwich”,
“Weasels ripped my fl esh”), llegan estos
dos álbumes que podrían considerarse
una continuación -evolución- de “Hot
Rats”. Profundiza sobre la misma línea de
jazz-rock, aunque poniendo mayor énfasis
en el jazz. además esta vez incluye una
big-band como acopañamiento. En estos
discos, que se podría decir que se comple-
mentan entre sí, hay más de improvisación
en la interpretación y la sección de vientos
tiene una marcada predominancia. Como
dijo Zappa, “El jazz no está muerto... sólo
huele raro”.
‘ (Apóstrofe) (1974): El primer disco de
oro de Zappa llega con este álbum, el
más accesible hasta el momento y que
contó con la difusión radial de uno de sus
cortes, “Don’t eat that yellow now”, cosa
rara en su carrera. La primera parte del
álbum es una especie de mini disco con-
ceptual, donde Zappa cuenta la historia
de un esquimal llamado Nanook, mientras
que el resto presenta algunos temas que
se convertirían en clásicos (al menos para
sus seguidores), como “Cosmic debris” y
“Stinkfoot”. Musicalmente la orientación es
hacia un rock-pop algo mas convencional
(o al menos lo más convencional que se
podría esperar de Zappa), pero sin dejar
de lado algunos aires de jazz y algo de
experientación. El humor está claramente
presente en todas las letras
Zoot Allures (1976): Luego de “One size
fi ts all”, un disco que vuelve a explorar
los caminos del jazz-rock de una forma
mas humorística que los anteriores, llega
Zoot Allures, un regreso al rock más tra-
dicional. Incluye algunos excepcionales
instrumentales basados en guitarra como
“Black Napkins” y “Zoot Allures”, el lar-
guísimo y extraño blues de “The torture
never stops” y cierra con la divertidísima
sátira “Disco Boy”, un ataque a la naciente
cultura disco.
Sheik Yerbouti (1979): Otro disco indis-
pensable. Originalmente un disco doble,
grabado en vivo y retocado en estudio
con sobregrabaciones, que muestra a un
Zappa mordaz y satírico que no perdona
a nada ni a nadie. Mucho rock, mucho
instrumental, mucha guitarra y mucha
crítica. Comienza con “I have been in
you”, una parodia sobre un tema de
Peter Frampton y sigue con “Flakes”, un
divertido ataque contra los plomeros,
electricistas y similares, que incluye
al guitarrista Adrian Belew haciendo
su mejor imitación de Bob Dylan. “Rat
Tomgo” y “Yo’ mama” incluyen asombro-
sos solos de guitarra de Frank. El disco
incluye también tres clásicos infalta-
bles: “Dancin’ fool”, un nuevo ataque a
la cultura disco, “Jewish Princess”, una
dura descripción del estereotipo de chica
judía, con enorme peinado, nariz operada
y su aliento a ajo y, finalmente, “Bobby
Brown goes down”, el primer número 1 de
Zappa (bueno, al menos fue número uno
en Noruega, ya que en USA ninguna radio
se atrevió a pasar este tema debido a su
letra).
- 16 - Mensapiens
NotasJoe’s Garage (1979): Esta obra conceptual
acerca de un futuro similar al de 1984 de
Orwell (El “Central Scrutinizer” es una
especie de “Big Brother”) donde todo esta
regulado por el gobierno y la música está
prohibida, es un hito de la discografía de
Frank. La obra cuenta con tres actos, que
originalmente se publicaron com “Acto I” en
forma de LP y “Actos II y II” como LP doble
separado, hoy se encuentra editado en un
CD doble, en una muy buena edición que
incluye el libretto completo de la obra. Tal
vez la extensión de la obra sea demasiado;
el primer acto es absolutamente genial,
pero el resto se hace un poco largo (con
excepción del genial “Watermelon in Easter
Hay”, del acto III). Incluye clásicos como
“Joe’s Garage”, “Catholic Girls” (una espe-
cie de contrapunto a la princesa judia de
“Sheik...”) y “Why does it hurt when I pee?”.
Shut Up and Play Your Guitar (1981) y
Guitar (1988): Para muchos Zappa fue el
mejor guitarrista de la historia y estos dos
discos demuestran por qué. El primero fue
editado en 1981 en forma de tres LP’s sepa-
rados, titulados “Shut up ‘n play your guitar”,
“Shut up ‘n play your guitar some more” y
“The Return of the Son of Shut up ‘n play
your guitar” y actualmente están editados
como un CD triple, mientras que el segundo
es un CD doble, igual que el álbum original.
La mayoría de los tracks son grabaciones en
vivo, con temas de otros discos y con com-
posiciones e improvisaciones originales, con
títulos como “Who was Fulcanelli?”, “Things
that looks like meat”, “Too ugly for show
business” y “Swans? What Swans?”.
Jazz from Hell (1986): A mediados de
los ‘80 Zappa dijo haber hecho todo lo
que era posible a partir de una guitarra y
haber explorado todas sus posibilidades, y
decidió investigar otros caminos. Así llegó
al Synclavier, un sintetizador programable
con el que Zappa pudo dar rienda suelta a
su creatividad. En Jazz From Hell todos los
temas son interpretados por sólo por Zappa
con este instrumento (con excepción de
“St.Etienne”) y varían desde música clásica
de vanguardia hasta tormentas electrónicas
como “G-Spot tornado”.
Broadway the Hard Way (1988), The Best
Band you Never Heard in Your Life (1991)
y Make Some Jazz Noise Here (1991): En
1988 Zappa realizó su gira más importante,
un verdadero tour de force que resulto en
la edición de estos tres discos en vivo (los
últimos dos, dobles). Los tres discos son
muy distintos entre sí y están integrados por
material muy diferente. “Make some...” es
tal vez el más tradicional y se caracteriza
por ser casi puramente trabajos instrumen-
tales y de jazz-rock. “The best band...” es el
más loco de los álbumes y el que presenta
más rarezas, incluyendo versiones extrañas
de sus propios temas (como “More troubles
every day - Jimmy Swaggart version”), frag-
mentos de menos de un minuto de temas
como “Bonanza” o “The Godfather” y covers
increíbles como “Bolero” de Ravel o “Stai-
rway to Heaven” de Led Zeppelin, donde el
solo de guitarra está transcripto nota a nota
e interpretado por una sección de vientos.
“Broadway...” presenta el lado más político
de Zappa, con letras de ataques directos
a fi guras como Nixon (“Dickie’s such an
asshole”), Carter (“Rhymin’ man”), Reagan
(“Promiscuous”, “The Untouchables”) y
Jimmy Swaggart (“Jesus thinks you’re a
jerk”), entre otros, y ya que está aprovecha
para una feroz cargada a Michael Jackson en
“Why don’t you like me”. También se dá un
gran momento cuando festejan junto a Sting
la noticia de que Swaggart esta bajo investi-
gación, interpretando “Murder by Numbers”
de The Police, canción que, según el predi-
cador, había sido escrita por Satanás.
Strictly Commercial (1995): Tal vez la
mejor introducción al mundo de Zappa,
con sus temas más “accesibles” para quien
nunca haya escuchado su música. Esta claro
que comprimir una carrera de cerca de
80 discos en apenas 19 tracks es algo casi
imposible, pero es una colección bastante
bien balanceada, donde están presentes los
temas más conocidos (“Valley girl”, “Bobby
Brown”, “Yellow snow”), trabajos instru-
mentales de Hot Rats y Guitar (“Peaches en
Regalia” y “Sexual harassement in the wor-
kplace” respectivamente), viejos clásicos
de los Mothers (“Troubles every day” y “My
guitar wants to kill your mama”), “Muffi n
man”, con Captain Beefheart, etc. Esta
colección es sólo una introducción. En este
disco no encontrarán trabajos demasiado
experimentales ni excesivamente complejos.
Para llegar a conocer el verdadero genio de
Zappa es necesario investigar sus distintos
discos, pero esta recopilación es ideal para
descubrirlo e ir entrenando el oido.
Have I Offended Someone? (1997): Poco
antes de morir, Zappa dejó preparada esta
recopilación de algunos de sus temas más
mordaces, donde se la agarra con todo: judios,
católicos, franceses, productores, etc. Algunos
de los títulos son “Bobby Brown goes down”,
“Jewish Princess”, “Valley girl”, “In France”,
“Catholic Girls”, “Titties’n’Beer”, “Disco boy”, etc.
Strictly Genteel (1997): Una especie de com-
plemento de “Strictly Commercial”. Esta reco-
pilación reúne los mejores trabajos de Zappa
en cuanto a música “clásica”. Incluye material
de varios de sus discos de los ‘80, como los
trabajos con la London Symphony Orches-
tra, dirigida por Kent Nagano, “The perfect
stranger”, con el Ensemble Intercontemporain
dirigido por Pîerre Boulez, “Francesco Zappa”,
“Orchestal Favorites” o “Sleep Dirt”. No es tan
accesible como “Strictly Commercial”, pero
permite descubrir el otro lado de Zappa.
“Freak Out!” 1966
“Strictly Commercial” 1995“Broadway the Hard Way” 1988
“Jazz from Hell” 1986“Guitar” 1988
“Sheik Yerbouti” 1979 “Joe’s Garage” 1979
“Zoot Allures” 1976“ ‘ “ (apóstrofe) 1974
“The Grand Wazoo” 1972“Waka-Jawaka” 1972
“Hot Rats” 1969
- 17 -Mensapiens
Notas
Bobby Brown Goes Down
Hey there, people, I’m Bobby BrownThey say I’m the cutest boy in town
My car is fast, my teeth is shineyI tell all the girls they can kiss my heinie.
Here I am at a famous school,I’m dressin’ sharp ‘n’ I’m actin’ cool;
I got a cheerleader herewants to help with my paper,
Let her do all the work and maybe later I’ll rape her.
Oh God I am the American dream...I do not think I’m too extreme,
An’ I’m a handsome sonofabitch.I’m gonna get a good job ‘n’ be real rich.
(get a goodget a goodget a good
get a good job)
Women’s LiberationCame creepin’ all across the nation;I tell you, people, I was not ready
When I fucked this dyke by the name of FreddieShe made a little speech then,
Aw, she tried to make me say “when”She had my balls in a vice,
but she left the dick;I guess it’s still hooked on, but now it shoots too quick
Oh God I am the American dream.But now I smell like Vaseline,
An’ I’m a miserable sonofabitch.Am I a boy or a lady... I don’t know which
(I wonder wonderwonder wonder)
So I went out ‘n’ bought me a leisure suitI jingle my change, but I’m still kinda cute,
Got a job doin’ radio promoAn’ none of the jocks can even tell I’m a homo.
Eventually me ‘n’ a friendSorta drifted along into S&M
I can take about an hour on the tower of power‘Long as I gets a little golden shower.
Oh God I am the American dreamWhen they spindle up my butt
till it makes me scream,An’ I’ll do anything to get ahead
I lay awake nights sayin’, “Thank you, Fred!”
Oh God, oh God, I’m so fantastic!Thanks to Freddie, I’m a sexual spastic
And my name is Bobby Brown,Watch me now, I’m goin down...
And my name is Bobby BrownWatch me now, I’m goin down...
Mom and Daddy
Mama! Mama!Someone said they made some noiseThe cops have shot some girls & boys
You’ll sit home & drink all nightThey looked too weird...
it served them right
Ever take a minutejust to show a real emotion
In between the moisture creamand velvet facial lotion?
Ever tell your kidsyou’re glad that they can think?
Ever say you loved ‘em?Ever let ‘em watch you drink?
Ever wonder whyyour daughter looked so sad?
It’s such a drag to have to lovea plastic Mom & Dad
Mama! Mama!Your child was killed in the park today
Shot by the cops as she quietly layBy the side of the creeps she knew...
They killed her too.
In France
We’re playin’ in a testIt’s payin’ the rent
If you pooch a civilian,It’s a mayor event In France
Way down in France
The girls is all salty, the boys is all sweetThe food ain’t too shabby,An’ they piss in the street
In FranceWay down in France
They got diseasesLike you never seen
Got a mystery blow-jobTurn your peter green
In FranceWay down in France
They got some coffee,Eatin’ right through the cup,
An’ when they go ka-kaThey make you stand up
In FranceWay down in France
If you’re not careful,It’ll stick to your cheeksYou’ll smell like a native
For a couple of weeksIn France
Way down in France
We cannot waitTill we go back
It gets so excitingWhen the poodles ‘react’
In FranceWay down in France
Never try to get yo’ peter suckedIn France
Dancin’ Fool
I don’t know much about dancin’ That’s why I got this song,
One of my legs is shorter than the other ‘N’ both my feet’s too long
‘Course now right along with ‘em I got no natural rhythm
But I go dancin’ every night Hopin’ one day I might get it right
I’m a dancin’ fool,I’m a Dancin’ fool
I hear that beat; I jump outa my seat, But I can’t compete, ‘cause I’m a
Dancin’ fool, I’m a Dancin’ fool
The disco folks all dressed up Like they’s fi t to kill
I walk on in ‘n’ see ‘em there Gonna give them all a thrill.When they see me comin’
They all steps aside They has a fi t while I commit
My social suicide,I’m a Dancin’ fool, I’m a Dancin’ fool
The beat goes on And I’m so wrong The beat goes on And I’m so wrong
I may be totally wrong, but I’m a Dancin’ fool, I’m a
Dancin’ fool
Youwsa, youwsa, youwsa
I got it all together now With my very own disco clothes, hey!
My shirt’s half open, t’show you my chains ‘N’ the spoon for up my nose.
I am really somethin’ That’s what you’d prob’ly say
So smoke your little smoke Drink your little drink
While I dance the night away, I’m a Dancin’ fool, I’m a
Dancin’ fool, (etc., etc.)
I may be totally wrong, but I’m a I may be totally wrong, but I’m a I may be totally wrong, but I’m a
FOOL-uh!
Hey darlin’...can I buy ya a drink? Lookin’ for Mister Goodbar? Here he is...
Wait a minute...I’ve got it...You’re an Italian!
Hah? Yer Jewish?
Love your nails...you must be a Libra...
Your place or mine?
- 18 - Mensapiens
Reviews
OmeroVarios
Omero es una revista independiente de poesía, que se edita desde Mayo de 2000 y es dirigida por Jorge Rivelli. La revista se concentra principalmente en trabajos de autores argentinos contemporáneos, pero incluye también
dossiers dedicados a autores famosos (Bukowski, Artaud, Tom Waits), reportajes, comentarios de libros, reportajes a escri-tores, ensayos sobre autores, biografías, etc., además de una sección fi ja titulada “La página de Joyce”, dedicada al autor.
La edición es cuidada y prolija, la selección de trabajos y autores es variada y muy buena y los ensayos interesantes y muy bien hechos, lo cual a veces es raro en este tipo de publicaciones.
Un detalle muy destacable son las traducciones de poemas realizadas por Esteban Moore, excelentes traducciones “al argentino”, lo cual es particularmente relevante en ciertos autores como Bukowski u otros que utilizan mucho el slang del inglés y que habitualmente hay que conformarse con leer las traducciones españolas.
La revista se puede conseguir en el kiosko de diarios de Corrientes y Callao. Para averiguar por otros lugares de distribución, pueden contactarse con omeropoesia@lacasilla.com.ar o por teléfono (ver detalles abajo).
Al vuelo: “También se lo ha puesto [a Tom Waits] en línea con Bukowski y con Lenny
Bruce. Con el primero sólo comparte dos cosas y la segunda sólo a medias: la afi ción por
el alcohol y, en lo escritural, la desmesura; salvo que Bukowski incurre en una desmesura
referencial, y la de Waits es discursiva. La analogía con Lenny Bruce sólo evidencia que
quien la formuló no conoce a uno de ellos o, directamente, los desconoce a ambos.”D.Z.
Título: Omero (Poesía)Autor: VariosDirector: Jorge RivelliTeléfono: 4573-0518Precio Aproximado: $2
Relaciones CarnalesEduardo Barcelona y Julio Villalonga
DSin lugar a dudas el Cóndor fue uno de los proyectos con fi nes civiles-militares mas polémicos de nuestras fuerzas armadas.Lleno de secretos, verdades a medias, dobles intenciones e ingenuidad, el Cóndor tuvo una infancia muy intensa. En
el libro se relata muy detalladamente toda la evolución del proyecto y sus implicancias militares y políticas. Se centra en un cóctel venenoso para el Cóndor: la presidencia de Menem y Bush padre, dos ingredientes fundamentales como Cavallo y Di Tella y un catalizador de lujo: Todman.
Se acompaña un interesante desplegable de un folleto que fue presentado en un evento internacional en donde mostramos y quisimos vender nuestro misil.
Para quien quiera conocer la intimidad de esta historia, este libro de Barcelona y Villalonga es imperdible.
Al vuelo: “En el mismo momento en que los brigadieres aprobaron el Programa
Cóndor, en 1979, también pensaron en el tipo de armamento que debía cargar en la
cabeza, y acordaron en que fuera una cabeza de guerra nuclear, por el poder de des-
trucción que tiene, por el poder de disuasión y por el poder negociador que otorga su
posesión. Argentina tenía un desarrollo atómico interesante e independiente, y hacia
fi nales de la década del setenta estaba en condiciones de lanzarse a la producción de
semejante artefacto.”H.F.
Título: Relaciones CarnalesAutor: Eduardo Barcelona y Julio VillalongaTipo: No FicciónEditorial: Editorial PlanetaISBN: 9507421963Precio Aproximado: $17
- 19 -Mensapiens
ReviewsHoróscopos y Otras SentenciasLeo Maslíah
Aquí llega el nuevo libro de cuentos de Leo Maslía. La primera parte del libro es una especie de horóscopo, dividido por signos, como todo horóscopo que se precie, abarcando todo un año de predicciones ambiguas, insólitas, divertidas,
ridículas e increibles (también como todo buen horóscopo...).A esto siguen algo más de cincuenta cuentos o historias breves, en algunos casos de apenas una página, donde se mezcla
el humor absurdo (“El Pregón”, “El Dardo”), la sátira (“Programación del cable: Películas del mes”), los experimentos tem-porales (“Tiempos”), experimentos semánticos y de lenguaje (“Glenda”, “Vida por familia”), los juegos de redacción (“La restricción”), parodias (“El negro Nieves y las siete enanas”) y cosas directamente inclasifi cables.
Como información adicional, cabe mencionar que este libro incluye el cuento “El maestro”, el cual fue publicado en Mensapiens Nº 10, cedido por el propio autor, y que puede encontrarse en nuestro sitio Web.
Al vuelo: “Sin embargo, un día, [el actor] Charles Leroy Dudivier empezó a aparecer
hasta en la sopa. Esto último es literal, ya que las fábricas de fi deos para sopa pasa-
ron a tener como primer renglón de venta el de las unidades que salían de un molde
con el negativo de la cara de Charles Leroy Dudivier. Y como segundo, el de los fi deos
para hacer sopa de letras, con la salvedad de que en el paquete decía ‘Incluye las
letras para formar el nombre de Charles Leroy Dudivier’.”D.Z.
Título: Horóscopos y otras sentenciasAutor: Leo MaslíaTipo: CuentosEditorial: Ediciones de La FlorISBN: 950-515-188-8Precio Aproximado: $15Páginas: 187
Clásicos de Suspenso y Terror Varios - Narradora: Ana Padovani
¿Cuanto hace que no les cuentan un cuento? El “Audiobook” es una costumbre bastante extendida en otros países pero que aquí, lamentablemente, es casi
inexistente. No hablo de dejar de leer para sólo escuchar este tipo de libros, pero hay casos en que el resultado es más que interesante. La presente es una colección de cuentos de diversos autores, como Edgar Allan poe (“El tonel de amontillado”), Bram Stoker (“El invitado de Dracula”), Lewis Carroll (“El sueño del Rey”), Conan Doyle (“El vampiro”), Amado Nervo (“Una ilusión”), Anton Chejov (“Una noche de espanto”) y otros.
El relato de Ana Padovani (ganadora del premio “Pregonero a Narrador”) es ameno y entretenido, y está matizado en algunos puntos por un fondo de música que ayuda al clime del relato.
Este “libro”, disponible en forma de dos cassettes o dos compact discs, es ideal para escuchar durante un viaje (en subte, en auto, en avión), o para oir en casa, una tarde lluviosa de domingo.
El único detalle criticable es que se haya incluido sólo un fragmento de “El fan-tasma de Canterville”, de Wilde. Hubiera sido mucho mejor incluir el relato completo, o bien reemplazarlo por un relato más corto. Pero en realidad es sólo un detalle menor frente a la calidad de la edición y las obras seleccionadas.
Espero que Ediciones Sonoras siga con esta postura de editar audiobooks en caste-llano, que seguramente será muy bien recibida.
D.Z.
Título: Clásicos de Suspenso y TerrorAutor: G.Apollinaire/E.Poe/O.Wilde/A.Nervo/L.Carroll/E.Hoffmann/B.Stoker/G.de Maupassant/A.Conan Doyle/A.Chejov/A.M.Shua/V. de Lisle-Adam/I.A.IrelandTipo: Cuentos (Audiobook)Editorial: Editciones SonorasISBN: 987-20221-2-7Precio Aproximado: $29Duración: Aprox. 2 horas
- 20 - Mensapiens
Escritos¡No te enloquesá, Lalita!Roberto Fontanarrosa
El más sorprendido fue Chalo cuando (no
iban ni cinco minutos de empezado el
partido) el Lalita se cruzó toda la cancha y
le entró muy fuerte y abajo al Pascual y pas-
cual, aun antes de caer pesadamente junto
a la línea del área, la preguntó al Lalita por
qué no se iba a la recalcada concha de su
madre puta. Pensándolo bien, recordaba
luego Chalo (los brazos en jarras, algo ale-
jado del quilombo) antes de empezar, había
escuchado a los muchachos conversando
mientras se cambiaban en ese vestuario
de mierda y Polenta había dicho que, segu-
ramente, Pascual y Lalita se iban a cagar
a trompadas otra vez. Es más -rememoró
Chalo, viendo cómo los muchachos trataban
de separar a los calentones- Salvador lo
había cargado bastante a Pascual pregun-
tándole si esa tarde lo iban a echar de nuevo
por cagarse a trompadas con el Lalita.
-¿Será posible? -pasó a su lado el ocho
de ellos, buen jugador, callado-. Siempre lo
mismo con estos dos infelices.
-Cosa de locos -dijo Chalo, tocándolo en
la panza, en gesto de amistad.
-¡Aprendé a jugar al fútbol, choto de
mierda! -gritaba, ya de pie, Pascual, conte-
nido a medias por Norberto.
-¡Sí, seguro que vos me vas a enseñar,
pajero! -respondió Lalita.
-¿Ah no? ¿Ah no? ¿No te voy a enseñar
yo? ¿No te voy a enseñar yo? ¡Sabés cómo te
enseño, la puta madre que te parió!
-¡Seguro! ¡Vos me vas a enseñar, forro!
¡Vos me vas a enseñar a jugar al fútbol!
-¡Choto de mierda, en la puta vida
jugaste al fútbol, sorete!
-¡Vos me vas a enseñar, maricón!
-¡Sorete, sos un sorete mal cagado!
Tal vez ese concepto de “maricón” exaltó
aun más a Pascual, que se libró del esfuerzo
de Norberto y se le fue encima al Lalita. El
Alemán se abalanzó para agarrarlo, con Prado
y el fl aco Peralta. El referí pegaba saltitos en
torno al tumulto como un perro que no puede
zambullirse en una pelea multitudinaria.
-¡Pero dejalos que se maten! -gritó desde
lejos el cuatro de ellos-. ¡Dejalos que se
maten de una vez por todas esos boludos!
-¡Así nos dejan jugar tranquilos!
-¡Vení, vení a enseñarme, maricón! -insis-
tía Lalita, contenido por sus compañeros,
viendo como Pascual se debatía entre una
maraña de brazos.
-¡Callate, pelotudo! -se anotó, desde
lejos, Hernán, con un escaso sentido de la
oportunidad en el sentido del humor-. ¡Si
vos una vez tuviste poliomielitis de chico y
no te dijeron!
-¡Pero pisale la cabeza a ese conchudo!
-saltó de pronto Antonio corriendo también
hacia Lalita-. ¡Siempre el mismo hijo de puta
ese hijo de puta!
Allí Chalo pensó que el confl icto se gene-
ralizaría.
-¡Antonio! ¡Antonio! -trató de pararlo el Negro.
-¡Agarralo! ¡Agarralo, Pedro!
-¡Hijo de mil putas, la otra vez hiciste lo
mismo! -recordaba Antonio, medio estrangulado
por un brazo de Pedro, las venas del cuello a
punto de estallar, la cara roja como una brasa.
-¿Qué querés vos? ¿Qué querés vos? -Lalita
se volvió hacia Antonio, estirando el mentón
hacia adelante. Dos de ellos lo agarraron de
la camiseta y otro de la cintura.
-¡Te hacés mucho el gallito porque nunca
te han puesto una buena quema!
-¡Afl ojá Lalita, no seas boludo!
-¡Te echan, pelotudo, te van a echar!
-¿Que querés vos? ¿Que querés negrito
villero y la concha de tu madre?
-¡Tito! ¡Paralo, carajo, paralo!
-¡Cortala, cinco, no te metás que es peor!
-¡Pará, Mario, pará!
-¡Te voy a reventar, la concha de tu madre!
-Pascual se había zafado de quienes lo conte-
nían y corría en un movimiento semicircular
hacia su enemigo tratando de eludir los
nuevos componedores que se le interponían.
Chalo se dejó caer sobre el césped sin llegar
a entender demasiado bien cómo se había
armado semejante quilombo cuando incluso
algunos no habían llegado siquiera a tocar la
pelota (como él). Miró al dos de ellos y enarcó
las cejas en señal de complicidad.
-¿Podés creer vos? -dijo el otro, parado
en el círculo central y acomodándose los
huevos. Escupió a un costado.
Prácticamente todos los muchachos, sin
olvidar al tío del Perita (fi el y único hincha
del “Olimpia”) se habían metido en la cancha
y estaban separando a los beligerantes. Eran
dos grupos que se movilizaban en bloque,
hacia atrás o hacia adelante, correlativos uno
con el otro, como dos enormes arañas negras
y deformes, de acuerdo a los impulsos más o
menos homicidas de los contendientes.
-¡Vos me vas a venir seguro a enseñar
a jugar al fútbol, sorete! -le seguía Lalita-.
¡Seguro que vos me vas a venir a enseñar!
-¡No te enloquesá, Lalita! ¡No te enlo-
quesá! -repetía una voz aguda, desde afuera,
como un sonsonete.
-¡Choto de mierda! ¡Choto de mierda!
-Pascual se atragantaba con las palabras y
despedía por la boca una baba blanca, casi
acogotado por sus compañeros-. ¡Claro que
te voy a...! ¡Choto de...! -obnubilado, no
encontraba los más elementales sinóni-
mos para enriquecer sus agravios y recaía
siempre en las mismas diatribas-. ¡Choto de
mierda! ¡Chotazo!
El árbitro, apreciando un claro en el
tumulto, dio dos zancadas mayúsculas hacia
adelante, manoteó el bolsillo superior y
anunció a Pascual.
-¡Señor! -y le plantó una tarjeta roja
incandescente frente a los ojos.
Pascual ni lo miró. Después el árbitro giró
con la misma aparatosidad, caminó tres pasos
hacia Lalita y repitió el gesto de la mano en
alto como dando por terminado el problema.
A Pascual ya se lo llevaban hacia el costado.
Lalita caminaba medio ladeado, aplastado
en parte por el peso de sus compañeros.
buscando todavía con los ojos a su rival, res-
pirando fuerte por la nariz, como un toro.
-¡Dejame! ¡Dejame Miguel! -pidió, sofo-
cado, y hasta llegó a tirar un par de piñas a
sus amigos.
-Ya está, Lalita -le recitaba el cuatro al
oído-. Cortala.
El lungo que jugaba al arco le paso un
par de veces la mano por el pelo, compren-
sivo, pero el Lalita apartó la cabeza, negán-
dose a la caricia.
-¡Señores! ¡Señores! -gritó el referí-.
¡Miren! ¡Miren! -y mostró la fatídica tarjeta
roja casi oculta en la palma de la mano,
como una carta tramposa- ¡No la guardo!
¡No la guardo! ¡La tengo en la mano! ¡Al pri-
mero que siga jodiendo lo echo de la cancha!
¿Estamos? -y salió corriendo para atrás, elás-
tico, señalando con la mano adónde debía
ponerse la pelota-. ¡Juego, señores!
Y decían que no había que joder mucho
con ese árbitro. Que era cana. Que siempre
andaba con un bufoso adentro del bolso. Así
le había contado Camargo al Chalo, porque
lo conocía de la liga de Veteranos Mayores,
los que están entre 42 y la muerte.
Ya estando en la vereda, la espalda empa-
pada contra la pared del quiosco las piernas
extendidas sobre el piso, desprendidos los
cordones de los botines, Chalo se apretó
fuerte los párpados para mitigar el escozor
profundo que le producía el sudor al metér-
sele en los ojos. Sin decir palabra, el Lito, al
lado suyo, le alargó la botella de Seven fami-
liar, casi vacía. Chalo tomó unos seis tragos
apurados, puso después el culo frío y húmedo
- 21 -Mensapiens
Escritos
de la botella sobre su muslo derecho, eructó
con delectación y se secó la boca.
-Hay que joderse -exhaló-. Que manera
de correr al pedo -y le extendió la botella a
Salvador que esperaba, mirando la calle, las
manos en la cintura, a su lado.
-¡Chau loco! -gritó Antonio, subiéndose al
auto de Pedro, yéndose- ¡Chau, Salva!
-¿Hablaste con el referí? -le preguntó Lito.
Antonio se encogió de hombros.
-¿Para qué?
-Para que no te escrache en el informe.
-Me echó por tumulto.
-Por pelotudo te echó -rió Salvador. Anto-
nio levantó la mano, se metió en el auto de
Pedro y Pedro puso marcha atrás cuidando
de no caerse en la cuneta.
-Veinte fechas le van a dar a éste -dijo
Salva, limpiando el pico de la botella de
Seven con la manga da la camiseta verde.
Chalo no contestó. Apenas si tenía aliento
para hablar. Lito, más que sentarse a su lado,
se derrumbó, con un quejido animal.
-Parece mentira -dijo Chalo-. Cuando yo
jugaba en la “25 de Mayo”, donde no hay
límite de edad, pensaba que los veteranos
serían más tranquilos, que cuando pasara
a la liga de veteranos, las cosas se iban a
tomar de otra manera.
-Nooo... -Lito se reía.
-¡Pero es peor! Es indudable que las
locuras se agudizan cuando viejos. Acá me
he encontrado con tipos de cincuenta, cin-
cuenta y pico de años, que se cagan a trom-
padas, le pegan al referí, se putean entre
ellos, más que los jóvenes.
-Y... -dijo Lito-. Las manías, cuando viejo,
se agudizan...
-Además, Chalo -Salvador ya había
encontrado las llaves del auto entre los mil
bolsillos de su pantalón deportivo-. El fútbol
es así. Hay tipos que descargan las jodedu-
ras de toda la semana acá en la cancha. Yo
he visto a tipos cagarse a trompadas en un
partido de papi, en un mezclado, que no
son ni por los puntos ni por un torneo ni por
nada. Un picado cualquiera y se han cagado
a trompadas, oíme.
-Sí -aprobó Chalo-. Son calenturas del juego.
-Es así -cerró Salvador. Dijo “Chau mucha-
chos”, puso en duda su presencia para el difí-
cil compromiso del sábado siguiente contra
Sarratea y se fue hacia el auto rengueando
ostensiblemente de su pierna derecha.
Chalo se inclinó con esfuerzo hacia sus
medias, ceñidas bajo las rodillas por dos
banditas elásticas, y las fue bajando hasta
enrollarlas sobre los tobillos. Recién allí
cayó en la cuenta de cuánto necesitaba libe-
rar su circulación sanguínea de tal tortura
y se preguntó cómo había podido sobrevivir
hasta ese momento bajo presión semejante.
Volvió a recostarse contra la pared caliente.
-De todas maneras -retomó- por más que
sean cosas del fútbol, esto de Pascual es
difícil de entender.
-No son cosas del fútbol, Chalo -dijo Lito,
sin mirarlo.
-Dejame de joder... ¡No iban más de
cinco minutos!
-No son cosas del fútbol, Chalo... -Lito
hizo un paréntesis largo-. Acá el asunto
viene de lejos. Un asunto de guita.
-Ah... Ah... -se contuvo Chalo. Empezaba
a comprender. Lito bajó la voz, confi dente,
como si alguien pudiera oirlo.
-Pascual le salió de garantía de un crédito a
Lalita. Y el Lalita lo cagó. De ahí viene la cosa.
-Ahhh... Ese es otro cantar.
-Claro... Eran socios o algo así. A mí me contó
el Hugo, que era cuñado del Lalita en esa época.
Tenían una gomería o algo así, no sé muy bien. Y
la cosa vino por el asunto del crédito.
-Bueno, ya me parecía -dijo Chalo-. No
te digo que uno no vaya a entender que
dos tipos se agarren a piñas en un partido,
porque es lo más común del mundo... Pero,
cuando ya uno ve que un tipo, a los cuatro
minutos de estar jugando, se cruza la cancha
para estrolarlo a otro, y después se reputean
de arriba abajo... Ya sale de lo común, es
sospechoso.
-No -precisó Lito-. La cosa viene de
antes. Son cosas extrafutbolísticas -Con un
esfuerzo digno de un levantador de pesas,
Chalo se puso de pie.
-Y ahora les van a dar como ocho fechas
a cada uno -dijo.
-Lo menos. Porque son reincidentes -
aprobó Lito.
Fueron ocho las fechas, o diez, o quince.
Lo cierto es que, en la segunda rueda, en el
partido revancha contra el Minerva, Pascual
y Lalita estaban en la cancha. Hasta los
veinte minutos del segundo tiempo no suce-
dió nada e incluso dio la impresión de que
habían surtido efecto los reiterados consejos
de los compañeros de ambos bandos en el
sentido de que los seculares contendientes
evitaran la confl agración. Hubo un par de
cruces, sí, alguna trabada dura, fuerte pero
abajo, pero Pascual y el Lalita ni se miraron
tras el choque, atentos a aquello de “reciba
y pegue callado” que tantos futboleros pre-
gonan virilmente. Pero, casi sobre el fi nal,
en una jugada tonta que no los tuvo como
protagonistas directos, los envolvió esa
violencia recurrente que parecía ser su sino.
Hubo de nuevo corridas, gritos, insultos y el
consabido intercambio de golpes entre Pas-
cual y el Lalita, al punto que todos se olvida-
ron de los otros dos anónimos jugadores que
habían iniciado la escaramuza para ocuparse
de ellos. La tarjeta roja en alto, elevada por
el árbitro con la fi rmeza y pomposidad con
la que puede elevarse un cáliz, marcó, sim-
plemente, el fi nal de un nuevo capítulo para
los duelistas.
Una hora después, sentados en una mesa
de “El Morocho del Abasto”, Chalo apuraba
una cerveza con el Alemán. Y el Alemán no
cesaba de preguntarse cómo podía el Pas-
cual ser tan pelotudo.
-Es que... -inició Chalo, consciente de
que quién tiene la información tiene el
poder-. No es un fato meramente futbolís-
tico, Alemán. Hubo un quilombo de guita
entre ellos.
El Alemán lo miró, curioso.
-Me contó Lito -siguió Chalo-. Una cues-
tión de un crédito. Parece que Pascual salió
de garantía.
-No -la respuesta del Alemán fue lo
sufi cientemente breve y segura como para
cortar a Chalo-. Eso fue después.
-Me lo contó Lito.
-Te lo contó Lito. Pero Lito sola-
mente sabe esa parte porque él
llegó al equipo hace tres años
recién. Eso fue después.
Yo sé la justa, Chalo. El
quilombo fue de polleras.
Lala, en la Facultad,
estaba a punto de
casarse con una mina
y el Pascual se la
chorió.
-¿En la Facultad?
-Y el Pascual se la
chorió.
- 22 - Mensapiens
Escritos-¡Entonces se conocen de hace una punta
de años!
-¡Añares! Amigos de pendejos. Entonces
Pascual se casó con esa mina, su actual
mujer para más datos, sin saber que la mina
le había salido de garantía al Lalita en un
crédito para una moto.
-¡Ah! ¡Y ése es el crédito famoso!
-Ese es el crédito famoso. Por supuesto,
el Lalita, en llamas porque el otro le había
choreado la mina, dejó de pagar el crédito,
y el Pascual se tuvo que pner rigurosamente
hasta el último mango. Eso le hizo un buen
buco buco al Pascual.
-Mirá vos. Así había sido la cosa.
En el camino de vuelta a casa, Chalo
no dejó de pensar en las mujeres, en el
dinero, temas por siempre confl ictivos que
pueden llegar a torpedear una amistad, en
apariencia, milenaria, como la de Pascual y
el Lalita. Y siguió cavilando sobre eso casi
hasta el fi nal de la segunda rueda, máxime
que se había hecho bastante compinche con
el Pascual mismo, hombre en el que había
descubierto una afabilidad y un certero
sentido del humor tras la apariencia rústica
y silenciosa del áspero cuevero. Y quiso el
destino (“empeñado en deshacer” diría el
tango) que en la cuarta fecha del torneo
Consuelo, volvieran a encontrarse con el
Minerva. Y que volvieron a enfrentarse sobre
el campo de juego Pascual y Lalita, quienes,
para colmo, no faltaban nunca a sus compro-
misos futboleros. Como arrastrados por un
designio oriental y fatalista, los presentes
asistieron a las consabidas trompadas, insul-
tos y forcejeos que terminaron, esta vez,
con cinco hombres fuera de la cancha.
Suplente de un ocho nuevo que habían
traído de “La Cortada”, Chalo, recostado
sobre un césped que se hacía yuyo, miraba
el despelote desde bastante lejos, sin
siquiera levantar la cabeza de la pelota que
le servía de almohada, propiedad del hijo
más chico del Cabezón Miraglia.
-El asunto no es futbolístico, Cabezón
-le confi ó, locuaz, al Cabezón Miraglia, que
todavía estaba rumiando su bronca por no
haber entrado de titular-. Hubo un problema
de mujeres.
Miraglia no contestó. Siguió masticando
chicle, mirando cómo el Pascual, desaliñado,
caminaba hasta fuera de la cancha y se tiraba
unos veinte metros más allá, en su ya rema-
nido sendero hacia el exilio de la expulsión.
El Cabezón giró hacia Chalo, se acercó
un poco más como para que el viento que
favorecía al equipo adversario no llevara sus
palabras hacia Pascual y, mientras pateaba
prolijamente un hormiguero, le dijo a Chalo.
-Eso fue después, Chalo.
-¿Cómo después?
-Lo de la mina fue después. La cosa fue
política, más que nada...
Chalo frunció el entrecejo sin quitar
sus manos entrelazadas de bajo la nuca,
sintiendo el roce auténtico y voluptuoso del
cuero de la pelota a gajos hexagonales. Le
parecía mentira asistir a ese relato por capí-
tulos futbolísticos, fecha a fecha, expulsión
tras expulsión, que lo iba ahondando en la
vida de dos sujetos conocidos casualmente
en las canchas de fútbol, abocado a la
defensa de una divisa. El Cabezón se agachó
para seguir contando.
-En la secundaria, Pascual era dirigente
estudiantil de izquierda. Estaba en una
de esas agrupaciones como el P.T.P., el
R.T. nosecuanto, en una de ésas. Te estoy
hablando de los sesenta. Y el Lalita militaba
con él. Y un día, yo pienso que debe haber
habido uno de esos clásicos celos por la diri-
gencia, una cosa así, el Lalita se aparece en
la escuela, ya estarían por sexto año, con
una foto del Pascual, de traje blanco, bai-
lando en una fi esta del Jockey Club.
-¡No me jodás! -se asombró Chalo.
-¡Te imaginás! -se rió el Cabezón-. En esa
época, pasabas nomás frente al Jockey Club
y ya eras un conservador, un facho...
-¡Claro! Estaba todo tan politizado...
-Y de traje blanco para colmo el Pascual. En
una de esas fi estas a todo culo que daban ahí.
-Lo crucifi caron.
-Lo hicieron mierda. Los compañeros de
ruta no se lo perdonaron.
-El Pascual habrá dicho que el puesto que
no se ocupa lo ocupa el enemigo -volvió a
reírse Chalo.
-No sé, no sé. Pero se le acabó la carrera
política. Pasó de golpe a ser un chancho bur-
gués, un enemigo de la clase obrera.
Se quedaron un rato en silencio, mirando
el partido. Tatino acababa de perderse un
gol increíble.
-Es por eso que después... -retomó el
Cabezón-. Pascual se empecinó en afanarle
la mina al Lalita. Porque yo creo que fue por
un capricho, nada más. En venganza.
-Pero mirá vos -se quedó pensativo Chalo,
mirando al cielo. El Cabezón había empe-
zado a trotar porque Salvador le gritaba
“¡Calentá, calentá!”, mientras se agarraba el
rebelde abductor derecho que lo tenía loco
desde hacía mucho.
Fue Pascual quien le pidió a Chalo que
lo alcanzara con el auto. Se había puesto
un viejo pantalón de salir sobre el panta-
loncito de fútbol y después se había vuelto
a calzar pero sin atarse los trabajosos
cordones, a los que arrastró hasta que
salieron del predio. “Un chico” comparó
Chalo, mientras desestimaba la idea de
decirle que se atara los cordones porque
se podía cagar un golpe. Y luego, ya en
el auto, siguió dando vueltas a los con-
ceptos de dinero, mujeres y política, que
entreveraban sus coordenadas y llevaban
a dos personas mayores, como Pascual y el
Lalita, a romperse literalmente la crisma
del mismo modo formal y caballerezco con
que aquellos románticos personajes cruza-
ban sus espadas en el relato de Conrad.
-... porque me han dicho que vos, con el
Lalita, se conocen de hace mucho -se animó
a decirle, por fi n, al Pascual, tras un largo
silencio en el auto, sólo amenizado por
el sobrio comentario radial de José Pipo
Parattore desde el estadio “Gabino Sosa” de
Central Córdoba. El mismo Pascual le había
dado pie, tras quejarse de que le ardía una
peladura en la rodilla y también el piñón
voleado que le había acertado Lalita en
medio del despelote.
-Mucho. Demasiado -crispó una sonrisa,
Pascual, tocándose la ceja-. Es al pedo -
concluyó, con una críptica frase donde no se
entendía bien si encerraba un escepticismo
existencial frente al misterio de la vida, o
una desalentada conclusión ante el acopio
de años de amistad, o la convicción del gue-
rrero de cara a una lucha que adivina estéril
e inconducente.
-Pero... claro... -seanimó Chalo, quizás
ante la ambigüedad de la afi rmación de
Pascual-. Me contaban que no es todo
un asunto futbolero ¿no? De lo contrario
sería difícil de entender. Por más que uno
entienda perfectamente que te podés
cagar a trompadas incluso jugando un
cabeza en un pasillo...
Pascual volvió a sonreir, o quizá fue
sólo la expulsión de un poco de aire de sus
pulmones.
-¿Qué te contaron? -apuró.
Chalo esgrimió la mano derecha en el
aire, como espantando una mosca, antes
de depositarla de nuevo sobre la palanca
de cambios.
-El asunto de un crédito -intentó ser
vago-. Un fato relacionado con la política,
algo así...
Omitió el detalle de la mujer, temiendo
meterse en temas demasiado privados o
bien deschavar al ocasional informante. Pas-
cual estiró otra sonrisa apretada mientras se
tocaba la nariz. Pareció que iba a sumirse en
uno de sus habituales silencios de cuevero.
Pero la siguió.
-Te informaron mal -dijo.
- 23 -Mensapiens
Escritos-Bueno... Te cuento... -mintió Chalo-
que no fueron conversaciones formales.
Fueron, digamos, conversaciones al pasar,
opiniones...
-Ya sé, ya sé... pero te informaron mal.
Ya habían llegado. Chalo puteó para sus
adentros. Tal vez hubiese debido retrasar la
marcha, pero la maniobra dilatoria hubiera
sido demasiado ostensible. Pasual abrió la
puerta de su lado, puso el bolso sobre sus
muslos y sacó el pie como para bajarse. “Me
pierdo el fi nal” pensó Chalo.
Pascual se había tomado del borde
del techo del auto con su mano diestra
para dar el envión de salida. Era muy
grandote.
-¿Sabés de cuando lo conozco yo al
Lalita? -dijo, pese a todo-. ¿Sabés de cuando
lo conozco yo a ese hijo de puta? -Chalo lo
miraba fi jo-. De cuando teníamos los dos
cinco años y jugábamos en el baby del club
Fisherton.
-Mirá vos -dijo el Chalo.
-¿Y sabés de dónde arranca todo? ¿Sabés
de donde arranca la bronca?
Chalo negó con la cabeza.
-De un día en que jugábamos contra El
Torito y al Lalita le hacen un penal y nos
peleamos por patearlo. Mirá lo que te digo.
Cinco años teníamos.
Pascual, ya incorporado, medio cuerpo
metido dentro del auto, osciló los cinco
dedos de la mano derecha frente a los ojos
de Chalo.
-¿Qué? -amagó a reirse Chalo-. ¿Lo quería
patear él?
-¡Tomá, patear él! -percutió el puño
cerrado como un émbolo, Pascual-. El
penal se lo hicieron a él, pero el que los
pateaba siempre era yo. Esa era la orden
que yo tenía del director técnico. Pero
él ya era un pendejo caprichoso. Y nos
cagamos a trompadas -Pascual se refregó
la cara con la palma de la mano, como
con intención de desfi gurarse-. ¡Cómo nos
cagamos a trompadas ese día, Dios Que-
rido! Y de ahí viene todo.
Se irguió por completo y cerró la puerta.
Chalo se inclinó un poco para verle la cara.
-¿De ahí viene todo?
-De ahí. Lo demás llega por añadidura.
Pero el quilombo empieza con aquel
penal.
Pascual dijo chau con la mano y se metió
en su casa. Chalo puso primera y se fue, pen-
sando. La vida era más simple de lo que uno
suponía, al fi nal de cuentas.
Fin.
OcéanoRobustiano Garrido
Aún siendo un bebé, Amelio rechazaba
marcadamente cualquier tipo de con-
tacto con el agua.
Constituía una singular proeza para sus atri-
bulados padres lograr bañar a la espantada
criatura. El niño se retorcía como un poseso
ante la nimia visión del imprescindible
líquido llenando la pequeña y económica
bañadera plástica.
La preocupada mamá de Amelio logró paliar
provisoriamente el problemático asunto de
la higiene corporal acicalándolo con una
gamuza apenas humedecida. Este era un
método de baño tedioso y relativamente
largo; pero era el único que el extraño
mocosito, a regañadientes, aceptaba.
Cuando cumplió cuatro años, su familia
lo llevó a veranear a una hermosa casa
con pileta.
Querían que el niño aprendiera a disfrutar
del contacto con el cálido sol estival; y que
fi nalmente perdiera el irracional temor
hacia el agua refrescante.
Fue sin dudas un intento estéril, infructuoso.
Amelio se mantuvo durante los veinte días
de vacaciones a no menos de ciento cin-
cuenta metros del temido natatorio.
Inclusive, como la casa se hallaba dentro
del radio que el muchachito consideraba
peligroso, durmió todas las noches bajo
unas poco acogedoras matas ubicadas en
los confi nes del enorme patio circundante.
El tiempo siguió su curso.
Amelio tenía treinta y cuatro años, y próxi-
mamente contraería matrimonio con una
espléndida muchacha. Aún no vencía su
profunda fobia, pero hacía ya ocho años
que se psicoanalizaba para superarla.
Llegó el ansiado momento de la boda, y
después de una opulenta fi esta, la nueva
y feliz pareja partió raudamente hacia su
soñada luna de miel.
Era la esposa de Amelio quien había elegido
el sitio destinado a compartir esos maravi-
llosos momentos. Una solitaria isla tropical
en el Océano Pacífi co.
Ella estaba decidida a lograr en quince
días lo que no pudieron conseguir los
padres de su marido en treinta años, lo
que el psicólogo no pudo curar en una
larguísima terapia.
Ella haría que Amelio venciese su absurdo
temor.
Ella podría ayudarlo a derrotar la vergüenza
de haber sido un paranoico.
En el transcurso del viaje, Amelio fue per-
suadido hábilmente por su mujer.
Aún faltaban dos horas para que el avión
aterrizara en el aeropuerto de la isla, y
Amelio ya estaba convencido, íntima-
mente convencido, de que esta vez sería
la vencida.
Amelio, fi nalmente, se dio cuenta de lo ridí-
culo de su miedo. Qué tonto había sido!
Arribaron al hotel a las tres y media de la
tarde. La temperatura era deliciosa.
Unos instantes después de desempacar las
valijas, Amelio se hallaba enfundado en
un colorido short de baño. Amelio estaba
ansioso por nadar, nadar y nadar.
Corrieron los dos, tomados de la mano,
hacia la coqueta playa privada del hotel.
Entraron al mar, corriendo como niños exci-
tados. Y nadaron, y nadaron, y nadaron.
No habían hecho aún ni cincuenta metros.
Entonces, un inoportuno calambre.
Un dolor agudo, inexplicable.
Ella salió del agua desesperada. Gritaba
pidiendo ayuda. Los bañeros se lanzaron al
mar, pero no pudieron hacer nada.
El cadáver de Amelio apareció recién a las
dos semanas.
- 24 - Mensapiens
EscritosEl Fantasma de Canterville Oscar Wilde
Capítulo VI Diez minutos después sonó la campana
para el té y Virginia no bajó.Mistress Otis envió a uno de los criados
a buscarla. No tardó en volver, diciendo que no había podido descubrir a miss Virginia por ninguna parte.
Como la muchacha tenía la costumbre de ir todas las tardes al jardín a recoger fl ores para la cena, mistress Otis no se inquietó lo más leve. Pero sonaron las seis y Virginia no aparecía.
Entonces su madre se sintió seriamente intranquila y envió a sus hijos en su busca, mientras ella y su marido recorrían todas las habitaciones de la casa.
A las seis y media volvieron los gemelos, diciendo que no habían encontrado huellas de su hermana por parte alguna.
Entonces se conmovieron todos extraor-dinariamente, y nadie sabía qué hacer, cuando míster Otis recordó de repente que pocos días antes habían permitido acampar en el parque de una tribu de gitanos.
Así es que salió inmediatamente para Blackfell-Hollow, acompañado de su hijo mayor y de dos de sus criados de la granja.
El duquesito de Cheshire, completa-mente loco de inquietud, rogó con insisten-cia a míster Otis que lo dejase acompañarle, mas éste se negó temiendo algún jaleo.
Pero cuando llegó al sitio en cuestión vio que los gitanos se habían marchado.
Se dieron prisa a huir, sin duda alguna, pues el fuego ardía todavía y quedaban platos sobre la hierba.
Después de mandar a Washington y a los dos hombres que registrasen los alrededores, se apresuró a regresar y envió telegramas a todos los inspectores de Policía del condado, rogándoles buscasen a una joven raptada por unos vagabundos o gitanos.
Luego hizo que le trajeran su caballo, y después de insistir para que su mujer y sus tres hijos se sentaran a la mesa, partió con un “groom” por el camino de Ascot.
Había recorrido apenas dos millas, cuando oyó un galope a su espalda.
Se volvió, viendo al duquesito que lle-gaba en su “poney”, con la cara sofocada y la cabeza descubierta.
-Lo siento muchísimo -le dijo el joven con voz entrecortada -, pero me es imposible comer mientras Virginia no aparezca. Se lo ruego: no se enfade conmigo. Si nos hubiera permitido casarnos el año último, no habría pasado esto nunca. No me rechaza usted, ¿verdad? ¡No puedo ni quiero irme!
El ministro no pudo menos que dirigir una sonrisa a aquel mozo guapo y atolon-drado, conmovidísimo ante la abnegación que mostraba por Virginia.
Inclinándose sobre su caballo, le acarició los hombros bondadosamente, y le dijo:
-Pues bien, Cecil: ya que insiste usted en venir, no me queda más remedio que admi-tirle en mi compañía; pero, eso sí, tengo que comprarle un sombrero en Ascot.
-¡Al diablo sombreros! ¡Lo que quiero es Virginia! -exclamó el duquesito, riendo.
Y acto seguido galoparon hasta la estación.Una vez allí, míster Otis preguntó al jefe
si no habían visto en el andén de salida a una joven cuyas señas correspondiesen con las de Virginia, pero no averiguó nada sobre ella.
No obstante lo cual, el jefe de la esta-ción expidió telegramas a las estaciones del trayecto, ascendentes y descendentes, y le prometió ejercer una vigilancia minuciosa.
En seguida, después de comprar un som-brero para el duquesito en una tienda de novedades que se disponía a cerrar, míster Otis cabalgó hasta Bexley, pueblo situado cuatro millas más allá, y que, según le dije-ron, era muy frecuentado por los gitanos.
Hicieron levantarse al guarda rural, pero no pudieron conseguir ningún dato de él.
Así es que, después de atravesar la plaza, los dos jinetes tomaron otra vez el camino de casa, llegando a Canterville a eso de las once, rendidos de cansancio y con el corazón desgarrado por la inquietud.
Se encontraron allí con Washington y los gemelos, esperándolos a la puerta con linter-nas, porque la avenida estaba muy oscura.
No se había descubierto la menor señal de Virginia. Los gitanos fueron alcanzados en el prado de Brockley, pero no estaba la joven entre ellos.
Explicaron la prisa de su marcha, diciendo que habían equivocado el día en que debía celebrarse la feria de Chorton y que el temor de llegar demasiado tarde les obligó a darse prisa.
Además, parecieron desconsolados por la desaparición de Virginia, pues estaban agradecidísimos a míster Otis por haberles permitido acampar en su parque.
Cuatro de ellos de quedaron detrás para tomar parte en las pesquisas.
Se hizo vaciar el estanque de las carpas. Registraron la fi nca en todos los sentidos pero no consiguieron nada.
Era evidente que Virginia estaba per-dida, al menos por aquella noche, y fue con un aire de profundo abatimiento como entraron en casa míster Otis y los jóvenes, seguidos del “groom”, que llevaba de las bridas al caballo y al “poney”.
En el “hall” encontráronse con el grupo de criados, llenos de terror.
La pobre mistress Otis estaba tumbada sobre un sofá de la biblioteca, casi loca de espanto y de ansiedad, y la vieja ama de gobierno le hume-decía la frente con agua de colonia.
Fue una comida tristísima.No se hablaba apenas, y hasta los
mismos gemelos parecían despavoridos y consternados, pues querían mucho a su hermana.
Cuando terminaron, míster Otis, a pesar de los ruegos del duquesito, mandó que todo el mundo se acostase, ya que no podía hacer cosa alguna aquella noche; al día siguiente telegra-fi aría a Scotland Yard para que pusieran inme-diatamente varios detectives a su disposición.
Pero he aquí que en el preciso momento en que salían del comedor sonaron las doce en reloj de la torre.
Apenas acababan de extinguirse las vibra-ciones de la última campanada, cuando oyóse un crujido acompañado de un grito penetrante.
Un trueno formidable bamboleó la casa, una melodía, que no tenía nada de terrenal, fl otó en el aire. Un lienzo de la pared se des-pegó bruscamente en lo alto de la escalera, y sobre el rellano, muy pálida, casi blanca, apa-
reció Virginia, llevando en la mano una cajita.Inmediatamente se precipitaron todos
hacia ella.Mistress Otis la estrechó apasionada-
mente contra su corazón.El duquesito casi la ahogó con la violencia
de sus besos, y los gemelos ejecutaron una danza de guerra salvaje alrededor del grupo.
-¡Ah...! ¡Hija mía! ¿Dónde te habías metido? -dijo míster Otis, bastante enfa-dado, creyendo que les había querido dar una broma a todos ellos-. Cecil y yo hemos registrado toda la comarca en busca tuya, y tu madre ha estado a punto de morirse de espanto. No vuelvas a dar bromitas de ese género a nadie.
-¡Menos al fantasma, menos al fantasma! -gritaron los gemelos, continuando sus cabriolas.
-Hija mía querida, gracias a Dios que te hemos encontrado; ya no nos volveremos a separar -murmuraba mistress Otis, besando a la muchacha, toda trémula, y acariciando sus cabellos de oro, que se desparramaban sobre sus hombros.
-Papá -dijo dulcemente Virginia-, estaba con el fantasma. Ha muerto ya. Es preciso que vayáis a verle. Fue muy malo, pero se ha arrepentido sinceramente de todo lo que había hecho, y antes de morir me ha dado esta caja de hermosas joyas.
Toda la familia la contempló muda y ate-rrada, pero ella tenía un aire muy solemne y muy serio.
En seguida, dando media vuelta, les precedió a través del hueco de la pared y bajaron a un corredor secreto.
Washington los seguía llevando una vela encendida, que cogió de la mesa. Por fi n, llegaron a una gran puerta de roble erizada de recios clavos.
Virginia la tocó, y entonces la puerta giró sobre sus goznes enormes y se hallaron en una habitación estrecha y baja, con el techo abovedado, y que tenía una ventanita.
Junto a una gran argolla de hierro empo-trada en el muro, con la cual estaba encade-nado, veíase un largo esqueleto, extendido cuan largo era sobre las losas.
Parecía estirar sus dedos descarnados, como intentando llegar a un plato y a un cántaro, de forma antigua, colocados de tal forma que no pudiese alcanzarlos.
El cántaro había estado lleno de agua, indudablemente, pues tenía su interior tapi-zado de moho verde.
Sobre el plato no quedaba más que un montón de polvo.
Virginia se arrodilló junto al esqueleto, y, uniendo sus manitas, se puso a rezar en silencio, mientras la familia contemplaba con asombro la horrible tragedia cuyo secreto acababa de ser revelado.
-¡Atiza! -exclamó de pronto uno de los gemelos, que había ido a mirar por la ven-tanita, queriendo adivinar de qué lado del edifi cio caía aquella habitación-.
¡Atiza! El antiguo almendro, que estaba seco, ha fl orecido. Se ven admirablemente las hojas a la luz de la luna.
-¡Dios le ha perdonado! -dijo gravemente Virginia, levantándose. Y un magnífi co res-plandor parecía iluminar su rostro.
-¡Eres un ángel! -exclamó el duquesito, ciñéndole el cuello con sus brazos y besándola.
- 25 -Mensapiens
EscritosCapitulo VII
Cuatro días después de estos curiosos sucesos, a eso de las once de la noche, salía un fúnebre cortejo de Canterville-House.
El carro iba arrastrado por ocho caba-llos negros, cada uno de los cuales llevaba adornada la cabeza con un gran penacho de plumas de avestruz, que se balanceaban.
La caja, de plomo, iba cubierta con un rico paño de púrpura, sobre el cual estaban bordadas en oro las armas de los Canterville.
A cada lado del carro y de los coches marcha-ban los criados llevando antorchas encendidas.
Toda aquella comitiva tenía un aspecto grandioso e impresionante.
Lord Canterville presidía el duelo; había venido del país de Gales expresamente para asistir al entierro, y ocupaba el primer coche, con la pequeña Virginia.
Después iban el ministro de los Estados Unidos y su esposa, y detrás, Washington y los dos muchachos.
En el último coche iba mistress Umney. Todo el mundo convino en que, después de haber sido atemorizada por el fantasma, por espacio de más de cincuenta años, tenía realmente derecho de verle desaparecer para siempre.
Cavaron una profunda fosa en un rincón del cementerio, precisamente bajo el tejo cente-nario, y dijo las últimas oraciones, del modo más patético, el reverendo Augusto Dampier.
Luego, al bajar la caja a la fosa, Virginia se adelantó, colocando encima de ella una gran cruz hecha con fl ores de almendro, blancas y rojas.
En aquel momento salió la luna de detrás de una nube e inundó el cementerio con sus silenciosas oleadas de plata, y de un bosque-cillo cercano se elevó el canto de un ruiseñor.
Virginia recordó la descripción que le hizo el fantasma del jardín de la Muerte; sus ojos se llenaron de lágrimas y apenas pro-nunció una palabra durante el regreso.
A la mañana siguiente, antes que lord Canterville partiese para la ciudad, mistress Otis conferenció con él respecto de las joyas entregadas por el fantasma a Virginia.
Eran soberbias, magnífi cas.Había, sobre todo, un collar de rubíes,
en una antigua montura veneciana, que era un espléndido trabajo del siglo XVI, y el con-junto representaba tal cantidad que míster Otis sentía vivos escrúpulos en permitir a su hija que se quedase con ellas.
-Milord -dijo el ministro-, sé que en éste país se aplica la mano muerta lo mismo a los objetos menudos que a las tierras, y es evidente, evidentísimo para mí, que estas joyas deben quedar en poder de usted como legado de familia. Le ruego, por tanto, que consienta en llevárselas a Londres, consi-derándolas simplemente como una parte de su herencia que le fuera restituida en circunstancias extraordinarias. En cuanto a mi hija, no es más que una chiquilla, y hasta hoy, me complace decirlo, siente poco interés por estas futilezas de lujo superfl uo. He sabido igualmente por mistress Otis, cuya autoridad no es despreciable en cosas de arte, dicho sea de paso, pues ha tenido la suerte de pasar varios inviernos en Boston, siendo muchacha, que esas piedras precio-sas tienen un gran valor monetario, y que si se pusieran en venta producirían una bonita
suma. En estas circunstancias, lord Canter-ville, reconocerá usted, indudablemente, que no puedo permitir que queden en manos de ningún miembro de la familia. Además de que todos esos “bibelots” y todos esos juguetes, por muy apreciados y necesitados que sean a la dignidad de la aristocracia británica, estarían fuera de lugar entre per-sonas educadas según los severos principios, pudiera decirse, de la sencillez republicana. Quizá me atrevería a asegurar que Virginia tiene gran interés en que la deje usted la cajita que encierra esas joyas, en recuerdo de las locuras y el infortunio del antepasado. Y como esa caja está muy vieja y, por con-siguiente, deterioradísima, quizá encuentre usted razonable acoger favorablemente su petición. En cuanto a mí, confi eso que me sorprende grandemente ver a uno de mis hijos demostrar interés por una cosa de la Edad Media, y la única explicación que le encuentro es que Virginia nació en un barrio de Londres, al poco tiempo de regresar mis-tress Otis de una excursión a Atenas.
Lord Canterville escuchó imperturbable el discurso del digno ministro, atusándose de cuando en cuando su bigote gris, para ocultar una sonrisa involuntaria.
Una vez que hubo terminado míster Otis, le estrechó cordialmente la mano, y contestó:
-Mi querido amigo, su encantadora hijita ha prestado un servicio importantísimo a mi desgraciado antecesor. Mi familia y yo la estamos reconocidísimos por su maravilloso valor y por la sangre fría que ha demos-trado. Las joyas le pertenecen, sin duda alguna, y creo, a fe mía, que si tuviese yo la sufi ciente insensibilidad para quitárselas, el viejo tunante saldría de su tumba al cabo de quince días para infernarme la vida. En cuanto a que sean joyas de familia, no podrían serlo sino después de estar espe-cifi cadas como tales en un testamento, en forma legal, y la existencia de estas joyas permaneció siempre ignorada. Le aseguro que son tan mías como de su mayordomo. Cuando miss Virginia sea mayor, sospecho que le encantará tener cosas tan lindas que llevar. Además, míster Otis, olvida usted que adquirió usted el inmueble y el fantasma bajo inventario.
De modo que todo lo que pertenece al fantasma le pertenece a usted. A pesar de las pruebas de actividad que ha dado sir Simón por el corredor, no por eso deja de estar menos muerto, desde el punto de vista legal, y su compra le hace a usted dueño de lo que le pertenecía a él.
Míster Otis se quedó muy preocupado ante la negativa de lord Canterville, y le rogó que refl exionara nuevamente su deci-sión; pero el excelente par se mantuvo fi rme y terminó por convencer al ministro de que aceptase el regalo del fantasma.
Cuando, en la primavera de 1890, la duquesita de Cheshire fue presentada por primera vez en la recepción de la reina, con motivo de su casamiento, sus joyas fueron motivo de general admiración. Porque Virginia fue agraciada con el tortil o lambrequín de baronía, que se otorga como recompensa a todas las americanitas juiciosas, y se casó con su novio en cuanto éste tuvo edad para ello.
Eran ambos tan agradables y se amaban de tal modo, que a todo el mundo le encantó
ese matrimonio, menos a la vieja marquesa de Dumbleton, que venía haciendo todo lo posible por atrapar al duquesito y casarle con una de sus siete hijas.
Para conseguirlo dio lo menos tres gran-des comidas costosísimas.
Cosa rara: míster Otis sentía una gran simpatía personal por el duquesito, pero teóricamente era enemigo del «particula-rismo», y, según sus propias palabras, «era de temer que, entre las infl uencias debili-tantes de una aristocracia ávida de placer, fueran olvidados por Virginia los verdaderos principios de la sencillez republicana».
Pero nadie hizo caso de sus observacio-nes, y cuando avanzó por la nave lateral de la iglesia de San Jorge, en Hannover Square, llevando a su hija del brazo, no había hombre más orgulloso en toda Inglaterra.
Después de la luna de miel, el duque y la duquesa regresaron a Canterville-Chase, y al día siguiente de su llegada, por la tarde, fueron a dar una vuelta por el cementerio solitario próximo al pinar.
Al principio le preocupó mucho lo rela-tivo a la inscripción que debía grabarse sobre la losa fúnebre de sir Simón, pero concluyeron por decidir que se pondrían simplemente las iniciales del viejo gentil-hombre y los versos escritos en la ventana de la biblioteca.
La duquesa llevaba unas rosas magnífi -cas, que desparramó sobre la tumba; des-pués de permanecer allí un rato, pasaron por las ruinas del claustro de la antigua abadía.
La duquesa se sentó sobre una columna caída, mientras su marido, recostado a sus pies y fumando un cigarrillo, contemplaba sus lindos ojos.
De pronto tiró el cigarrillo y, tomándole una mano le dijo:
-Virginia, una mujer no debe tener secre-tos con su marido.
-Y no los tengo, querido Cecil.-Sí los tienes -respondió sonriendo-. No
me has dicho nunca lo que sucedió mientras estuviste encerrada con el fantasma.
-Ni se lo he dicho a nadie -replicó grave-mente Virginia.
-Ya lo sé; pero bien me lo podrías decir a mí.-Cecil, te ruego que no me lo preguntes.
No puedo realmente decírtelo. ¡Pobre sir Simón! Le debo mucho. Sí; no te rías, Cecil; le debo mucho realmente. Me hizo ver lo que es la vida, lo que signifi ca la muerte y por qué el amor es más fuerte que la muerte.
El duque se levantó para besar amorosa-mente a su mujer.
-Puedes guardar tu secreto mientras yo posea tu corazón -dijo a media voz.
-Siempre fue tuyo.-Y se lo dirás algún día a nuestros hijos, ¿verdad?Virginia se ruborizó.
FIN
- 26 - Mensapiens
EscritosEl HamelingateRodrigo Escudero / Verónica Rocci
Caía la noche en Zundavieja, y como era ya costumbre que-
daba ahí tumbada hasta el amanecer, todo era silencio, no se escuchaba un alma, y por su puesto pues ni las almas en pena reparaban en un pueblo tan insignificante. Había sido abandonado cuando sus habitantes, seducidos por las comodidades de la gran ciudad y corridos por jaurías de ratas, decidieron mudarse. Este paci-fico pueblito, tanto que ni las plantas crecían para no perturbar la tranqui-lidad, hoy recibiría extrañas visitas, con extrañas intenciones.
-¿Qué le parece señor alcalde? ¿Servirán para nuestro proyecto?-Pre-guntó el entusiasmado músico a su compañero.
-Mmm, podría ser, pero recuerde que ofi cialmente este NO es NUESTRO proyecto. ¿Realmente cree posible manipular a las ratas para que invadan mi ayuntamiento?
-Por supuesto, esa es mi parte del trabajo. Usted ocupese solo de exa-gerar lo irremediable del problema con su plebe, que yo sabré aparecer en el momento apropiado. ¿Hamelin me dijo que era el nombre de su loca-lidad, no?
El alcalde no llegaba a convencerse; mira por el rabillo del ojo a Toto, quien ataviado en coloridos atuendos Coyas le devuelve una amena mirada de “-¿Y?” Mientras se hurga la nariz.
-Quisiera una demostración -insiste el alcalde.
-Bueno, pero una rapidita porque tengo otros compromisos -Toto tenía como “changuita” entretener a can-sados trabajadores que volviendo a su hogar en apretados medios de trasporte masivo les importaba un cuerno lo que escuchaban-.
Toto entrecierra los ojos, baja la mirada y mete la mano debajo del poncho, el tiempo casi se detuvo, el aire se volvió denso, una brisa caliente formó unos remolinos de polvo mientras una mata de pasto pasaba rodando y con un salto daba de lleno en la cara del alcalde, las ratas se detuvieron a mirar, todo se detuvo, excepto un gato que dando un salto para huir de una bada de ratas skinhead intentó dete-nerse en pleno vuelo, por respeto al
momento sobrecogedor, pero no pudo y se estampó contra un poste. La mano de Toto comenzaba a salir del poncho con algo, el clima expectante se podía cortar con cuchillo.
Teatralmente sacudió su poncho extendiendo con rapidez su brazo hasta las narices del escéptico alcalde que pudo tener así por fi n a la vista y en pri-merísimo plano el famoso sicu mágico de Toto.
-¿Es ése? -preguntó con excitación y extendiendo sus rechonchos dedos codiciosos hacia el instrumento. Toto, precavido, retiró el instrumento del alcance del hombre y con un seco
-Es -terminó la conversación. -En estos casos normalmente usaría
mi gaita, -retomó- pero tratándose solo de una demostración... Y así diciendo se llevó el sicu a los labios y comenzó a soplar.
¡¡Ahhh maravilla!! La música comenzó suavemente, casi como una brisa, provocando que las ratas se detengan expectantes como un animal que huele el peligro. Y luego, violenta-mente las notas comenzaron a elevarse, se volvieron agudas y enloquecedoras generando en los animales una exci-tación alarmante. Comenzaron a revol-verse y se lanzaron con furia hacia los dos espectadores que, asustados, casi no logran hacerse a un lado a tiempo. Toto tenía los dos ojos grandes como platos. Azul de tanto soplar, tratando de detener a los roedores no daba con el tono adecuado.
Embravecido, el grupo animales se lanzó al precipicio y quedó despe-dazado unos metros más abajo. De a poco el sicu fue dejando de sonar. Com-pletamente desconcertado el músico se volvió lentamente hacia el alcalde, todavía tirado en el suelo polvoriento, inmóvil y con la mirada fi ja en el punto en el que las ratas habían desapare-cido. Poco a poco fue volviendo en sí y a medida que esto sucedía su cara se iba poniendo más y más roja, primero lentamente y luego con fi ereza se lanzó sobre el músico y derribándolo le escupe en la cara:
-¡¡IMBÉCIL!! Esas no eran ratas de cocina, ¡Eran lemmings! ¡¡Espero que tenga algún plan alternativo para nues-tro problema!!! ¿¡Y bien?! ¡lo escucho!
Fue en ese instante cuando ambos notaron un bullicio creciente en el pueblo abandonado, una masa nebu-losa se desplazaba como una alfombra mágica hacia ellos, las ratas (las de en serio esta vez) los rodearon con vítores y hurras, los alzaron en andas y los llevaron a la plaza donde los nombraron “salvadores del pueblo”. Aparentemente los lemings habían des-plazado a las ratas, que habían despla-zado a los hombres que seguramente habrían desplazada a alguna especia autóctona. El alcalde aceptó gustoso el puesto de alcalde vitalicio de Zun-davieja, “la ciudad de las ratas”, al fi n y al cabo en Hamelin todos chismo-seaban que él “era una rata”. También Toto acepto el nuevo cargo de Ministro de Sicus, Quenas y Afi nes, en el pueblo, donde pudo hacer lo que mejor sabia hacer... Nada.
Y no le produjo confl icto alguno el habitar en un pueblo de ratas, recor-daba perfectamente cuando en sus deambulares le habían gritado “¡Anda a laburar ratón!”.
Zundavieja volvió a la normalidad, ratas manejando sus ferraris, ratas skinked maltratando gatos en los callejones oscuros. Un pueblo feliz. Y colorín colorado este cuento será desratizado.
FIN
- 27 -Mensapiens
Escritos
I can feel my anger
slipping through my fi ngers
for no reason I know
In my dreams forever
uphill would be better
I’ve been always told
There’s no end, no beginning
to what I’ve long been dreaming
would become my song
There must be someone calling
somewhere in the world
but I can’t hear myself
I must be moving on
for no reason, I belong.
Sol Aguilera
Inteligencia Emocional
Hoy nuestra relación no tiene nombre.
Tiene apenas una mujer y un hombre,
un correo, palabras, sentimientos,
los vientos del alma, presentimientos
tenues, nocturnos momentos, poesía
de una música que hasta ayer no entendía.
Ernesto Molina Aguirre
Percibo
Percibo que la vida, amigo
Me dejó sin jugadores, en la cancha
Justo ahora que venia perdiendo
Este bendito partido sin revancha
La vida es un trabajo, duro
Que abre tus ojos, por la mañana
Que no te sirve el desayuno
Y te saca corriendo de la cama
Pero a la vuelta de la esquina
La vida juega, su juego de escondidas
Si das la vuelta por el otro lado
La podrás tomar por donde nunca te ha
esperado
Te quiero recordar, hermano
Que al fi nal vas durito y enterrado
Pero cuando devuelvas tus años
¿Quién podrá quitarte lo bailado?
HAR, 09/99
- 28 - Mensapiens
Preguntas y Propuestas / SolucionesOtra vez la Cucharita...Gustavo Camporotondi
En un esfuerzo por encontrar una respuesta a este misterio, y
luego de haberle preguntado (sin éxito) a cuanto profesor y conocido que haya encontrado en el camino, he decidido hacer una pequeña investigación y lanzar mi hipótesis al respecto, la cual se detalla a continuación.
Al abrir una botella de una bebida gaseosa, el ruido que escuchamos pro-viene de la descompresión de la misma. El interior de la botella posee una pre-sión atmosférica de 2 a 5 veces mayor a la del exterior, esto favorece mucho la disolución del gas dióxido de carbono en el agua, y este provoca la efervescencia característica de esta clase de bebidas.
Dado que a temperatura ambiente (20°C aprox.) el gas CO2 se disuelve a razón de 0.9 volumen de gas por volumen de agua, y a mayor presión atmosférica el volumen de gas que será soluble aumentara, es lógico asumir que a menor presión de aire, menor cantidad de CO2 en disolución.
Ahora bien ¿donde entra la cucharita en todo esto?
En un recipiente abierto, con una sola boca y lleno de aire, la presión atmosfé-rica se equipara con la del exterior (es decir es de 1 atmósfera). Cuando una corriente de aire pasa cerca de la boca del recipiente, hace bajar la presión atmosfé-rica del interior del mismo, forzando al aire remanente en el interior a salir. Este es el principio que hace funcionar a los aerógrafos, donde una corriente de aire a presión fuerza a la pintura a escaparse en forma de “nube” al ser expulsada a través de un pequeño tubo.
Ante una botella destapada (digamos de cerveza) la experiencia nos indica que “se le va a ir el gas”. Esto ocurre tal vez porque al igualarse las presiones en el interior y exterior de la botella, la más mínima brisa que pase por encima del pico de la misma hará cambiar la presión atmosférica interior, y con esto la cantidad de CO2 que se podrá disolver en la misma. Entonces, al poner una cucharita sobre la boca de la botella, la forma curva de la misma hará que las corrientes de aire se desvíen de la abertura y que la presión atmosférica interior se mantenga estable, haciendo que “el gas no se vaya”.
Martillos AccidentadosJoaquín
Hola, lei su último numero y quiero responder la duda de
un lector: los martillos para casos de emergencia de los colectivos están atornillados, pero el contenedor es de un plástico tan débil que si agarramos el mango y tiramos asi afuera (o hacia nosotros) se rompe con mucha facili-dad, debido a que se hace palanca y a la poca resistencia echa por el plastico. Además, cabe destacar que en situa-ciones de peligro el ser humano tiende a tener fuerza extraordinaria.
Saludos y sigan asi.
Señorita Maestra
Acá va una nueva: ¿De dónde sale la costumbre de llamar
“Señorita” a las maestras de primaria, incluso si son señoras mayores, casa-das en terceras nupcias y con nietos mayores que sus alumnos?
Además, podemos agregar una segunda cuestión: ¿Se trata de una costumbre netamente argentina?
Normalmente en televisión se ve que en otros lugares de latinoamérica se llama “Maestra” a la maestra. ¿Hay algún otro lugar donde “Señorita” sea lo normal?
Soluciones
¿Aire Giratorio?
Otra pregunta nueva: Cuando un auto circula normalmente,
¿Que pasa con el aire en las ruedas? ¿Gira? ¿A la misma velocidad que
las ruedas, más rápido o más des-pacio? ¿En la misma dirección o, por algún motivo extraño, lo hace en el sentido contrario?
- 29 -Mensapiens
JuegosBalance Perfecto
Cada dibujo simboliza una balanza en equilibrio, poné un valor en cada cuadro gris de forma tal de mantener el balance, tanés que usar todos los valores (dados entre parentesis) sin repetirlos, para este juego se asume que las barras y sogas no tienen peso pero si es importante que tan alejado está el peso del punto de equilibrio.
Fulbito
Encontrá la forma en la que cada equipo metió el gol. Para ambos equipos el ataque comenzó en el arquero y terminó en el arco del oponente después de haber pasado por cada jugador y sin haber tocado a los judadores contrarios. La pelota puede moverse en cualquier dirección en forma vertical, horizontal y diagonal. El gol sólo es válido si la línea que compienza desde el último jugador termina dentro del arco oponente.
Ejemplo
Ejemplo
- 30 - Mensapiens
JuegosPentómino Matemático
El objetivo es dividír la grilla en áreas tales que: -cada una conste de 5 cuadros -la suma de los dígitos sea 10 -la forma de las mismas sea diferente de las otras -y ninguna de las áreas sea la fi gura espejo de otra
Ejemplo
Cifras y Sumas
Completar cada círculo con los números de 1 al 8 y del 1 al 9, según la fi gura, de manera que la suma de los vértices de cada triángulo o cuadrilátero dé como resultado el número que aparece dentro del mismo.
- 31 -Mensapiens
JuegosDesafío rapigrama.
La mayoría debe conocer el juego “Rapigrama”, donde se arrojan una serie de dados con letras y se deben armar palabras con las letras obtenidas, de modo de sumar el mayor puntaje posible. En dicho juego se basa este desafío:
1) El tres por cuatro.
Teniendo en cuenta la tabla de cantidades y valores por letra (Letra/Cantidad/Puntos) llenar el siguiente cuadro de forma que se lean 3 palabras de cuatro letras de izquierda a derecha y 4 palabras de 3 letras de arriba abajo, tratando de obtener la mayor cantidad de puntos. OJO, no uses más letras de las disponibles, no repitas las palabras y solo se valen palabras en castellano.
Notas: Los puntos se suman por letra no por palabra, ya que daría exactamente el doble porque cada letra es usada por dos palabras.
2) Se complica la cosa
Como este jueguito se basa en el conocido juego Rapigrama, agrupamos las letras de a seis (como se encuentran en los dados), las cantidades y los valores siguen siendo las mismas pero, al usar una letra de un grupo (dado) el resto de las letras de ese grupo no podrán ser seleccionadas en adelante, al igual que si utilizamos una cara del dado, las restantes quedan fuera del juego. Intentá obtener la mayor cantidad de puntos.
Nota: Los asteriscos son los comodines, que para este desafi o no valen.
3) Ahora con todos
En el ejercicio anterior sobra un dado, intentá completar la siguiente grilla utilizando así todos los dados y tratando de obtener el mayor puntaje.
4) Ya es vicio
Si te quedaste con ganas de más, probá las siguientes grillas, y en estas si sumá los puntos por palabra ya que hay letras utilizadas por una sola palabra.
.
Pueden enviar sus resultados a rapigrama@mensapiens.com.ar. Los mejores se publicaran en el próximo número.
- 32 -Mensapiens
The End
Búhos
Están todos invitados a enviar sus dibujos de búhos para fi gurar en la sección “El Búho del Mes”. Simplemente envíenlos por mail a colaboraciones@mensapiens.com.ar y se irán publicando lo que más nos gusten, junto al nombre de su autor.
Y dale con los aforismos...Ariel Griglio
-Lo que me agobia no es la tristeza, sino el estar llorando todo el día.
-Privilegié la seguridad por sobre la belleza. Y reemplazé mis copas de cristal por vasos de acero.
-Mandé un hijo a la guerra y no volvió: ¿valió la pena? Mandé mi otro hijo a la guerra y volvió: ¿será un pusilánime?
-Un almanaque. He ahí a un inclaudicable conta-dor de días.
-¡Cuanta belleza hay en un teléfono que no suena!
-”En cuanto pueda pediré un aumento”; asi pasa sus días el avaro. “En cuanto puedo lo hago echar”; asi discurre el vengativo. Y ninguno es feliz.
-Quien tiene gemelos tiene una magnifi ca oportini-dad de ensayar distintas maneras de educar.
El búho del mes
Sobre las colaboraciones
Como siempre, todos los lectores de Mensapiens, sean
o no miembros de Mensa, están invitados a colaborar
con la revista, enviando notas, cuentos, juegos, poe-
sías, dibujos, fotos, comentarios, chistes, frases, o simplemente
enviando su opinión acerca de la revista. Y por supuesto están
invitados a participar en el concurso de arte digital!
Ante algunas consultas acerca del formato preferido para el envio
de material, les cuento: Lo ideal es que todo el texto que deseen
enviar se encuentre en un archivo de texto plano, un simple archivo
.TXT sin ningun tipo de formato. Si el artículo debe ir acompañado de
gráfi cos o fotos, adjuntarlas en formato JPG o TIFF, pero no incluirlas
dentro del texto. Si es necesario hacer alguna aclaración en el texto
sobre la ubicación de las imágenes, que sea sea del tipo “[insertar
imagen xxx aquí]”.
Por supuesto no olviden incluir sus datos personales (nombre,
e-mail y, si lo desean, el nombre con el que quieren aparecer fi r-
mando, en caso de preferir no hacerlo con el propio.
La dirección para enviar material es colaboraciones@mensapiens.com.ar.
¡Los esperamos!
Estampillas
Más estampillas del mundo dedicadas a famosos mate-máticos. En este número, Al-Khowarizmi, en una estam-pilla de la Unión Soviética editada el 6 de septiembre de 1983 para celebrar el ani-versarion número 1200 de su nacimiento.
Alquimistas AntiguosAndrea De Gennaro
Para obtener oro (considerado el más perfecto de los minerales), tomaban el mercurio y le “exprimían” su “agua” (que lo hacía líquido), después lo “fi jaban” quitán-dole el “aire” o elemento volátil, y luego extraían su parte “grosera” (escoria de tierra) que les impedía llegar a la “perfección áurea”.
Aún con una gran paciencia, nunca obtuvieron oro del mercurio o de otro metal. Pero no trabajaron en vano ya que prepararon las bases para la química moderna.
MENSAPIENS 17 - Mayo / Junio de 2003
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