revistassu antiporfirismo, pero de ninguna manera logra hallar en z~¡,ata, fi gura tan...

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REVISTAS

UNIVERSIDAD DE MEXICO

jaba la negrura estrellada de lanoche. Tezcatlipoca el negro, diosde la maldad y de los asaltantes, es­taba representado también por laconstelación de la Osa Mayor, encuya forma creían ver los mexica­nos la figura del tigre y por eso,en los códices, Tezcatl~)oca apa­rece con un 'espejo en lugar del pieque le arrancara Cuatlicue -la tie­rra- "la comedora de inmundi­cias", pues se alimenta de los ca­dáveres de los hombres; y ese es­pejo que sustituye el pie 'de Tez­catlipoca signi fica que en algunaslatitudes una de las estrellas de laOsa Mayor, como tragada por latierra, desaparece detrás del hori­zonte.

La mayor parte de las ceremo­nias eran dictadas por el "calenda­rio anual" que tenía 18 meses de 20d:as y cinco días en los que no ha­bía celebraciones porque se consi­deraban "aciagos". El otro calenda­rio, Tonalpolmalli, cuyo origen seignora, servía para medir un perío­do de 260 días que tomaban susnombres mediante la ingeniosa com­binación de trece números y veintesignos. Los trece dioses que reina­ban en los tI'ece cielos y los nuevedioses infernales daban a los díasdel calendario el sentido de sus ce­remonias. Es muy curioso observarla si tuación de la ética en los me­xicanos: el lugar a donde iba elalma después de la muerte. no teníanada que ver can la conducta queel difunto hubiese llevado en vida,sino con su ocupación y con el gé­nero de su muerte. Así un ahogado,por ejemplo, iría siempre a pararal Tlalocan, donde Tlaloc, dios delagua, tenía su reino. Y el tránsitopor los nueve infiernos, para el cualel difunto el'a provisto de un perroy de varios amuletos, no durabamás de cuatro años.

Este libro bellamente escrito eimpreso, contiene como el autor 10advierte al principio, una intencióndivnl,gadora, y no se dirige a losespecialistas -dice Alfonso Caso­sino "a todos aquellos que tieneninterés en el conocimiento de la re­ligión de un pueblo que era funda­mentalmente rcligioso. y para quienla adoración dc los dioses daba lanota esencial de su vida".

Jo:. LIZAI.IlE

RAMÓN LÓPEZ VELARDE.-Pro­

.la Política. Prólogo y recopi­lación dc Elena Malina Orte­ga. Imprenta Universitaria.1953. 335 pp.

Los 155 artículos \' cditorialesque contiene el libro re~elaE en cstarecopilación un verdadero e,quemade la ideología política de RamónLópez Velarde. Son artículos pu­hlicados en El Regional de Guada­lajara entre los años de 1909 y1911 y, a partir de 1912. el.l La!IJación. diario'católico de la cmdadde México. Los artículos de LaNación fueron publicados por Ló­pez Velarde ba.jo el pseudónimo deEsteban Marcel o Marcelo Estéba­nez y esto impidió que la actividadpolitica del poeta, que también ha­cía otro tipo de colaboraciones enel diario, fuera 10 su Eicientementeconocida.

Como se anuncia en el prólogo,López Velarde con fiesa rcpetidas"eces su maderismo y por 10 tantosu antiporfirismo, pero de ningunamanera logra hallar en Z~¡,ata, fi­gura tan definitivamente heroica,las cualidades de apóstol (Iue con­rede a Madero. Un furias') artícu­lo, donde se haceE groseras alusío­nes al "tipo selvático" de Zapata, asus "hazañas delictuosas", etc., ha­ce ver con claridad la desastrosaopinión que tenía el poeta del líderrevolucionario. "Las proclamas deb'a'rb'arie comunista y gramatícal del

cabecilla de Morelos alcanzan en laguerra laureles de más duraciónque los ya desechos del licenciadoVázquez Gómez", dice en el mismoartículo. Tal vez fuera posible ha­llar una disculpa de estas burlasviolentas tomando en consideraciónque por aquellos días de la "bola"muchos intelectuales maduros sevieron confuEdidos y tomaron confrecuencia partido equivocado. Porlo demás, ha de ser siempre atrac­tiva la lectura de estos artículos deRamón López Velarde que, con suingenio pintoresco y su estilo ame­no, coloreaba 'con crueldad sus crí­ticas a los personaj es que ocupa­ban puestos administrativos. Urue­ta, Querido Moheno y mucho otros,tuvieron que sufrir en estas notasde periódico las constantes y apa­sionadas sátiras del jerezano.

Muy útiles serán estos artículos'para aquellos que quieran explorartodavía el ambi~nte espiritual enque se desarrolló Ramón López Ve­larde, poeta cuyo efímero paso de­jara en nuestra lírica tan hondashuellas.

E. LrzALDE

CONSTANCIO BERNALDO DE

QUIRos.-Lecciones de Dere­cho Penitenciario. Textos Uni­versitarios. 1953. 296 pp.

"Este libro contiene, dice el au­tor en el prólogo. la versión de mislecciones en la Universidad de Mé­xico, hecha por mí, sobre los cua­dernos de apuntes de mis alumnosde los cursos 1949 a 1952". Y aña­de: "he procurado en éstos plan­tear los asuntos y las cuestiones.no en el plano abstracto de la ima­ginación, sino sobre las real idadeshistóriéas -el lugar, el tiempo, laocasión en que cada una vino almundo-", '

El libro se comoone de XX lec­ciones de gran utilidad para todosaquellos que se interesen por lasciencias sociales. Lecciones como laIV y la V sobre la prisión en lafase antig-ua y en la fase moderna;como la IX sobre el trabajo y, ,enfin como la XIII sobre cárceles demujeres y reformatorios para jóve­nes son de indiscutible interés narala iiteratura de la crimin01o.gía yderecho penitenciario en México.

Estas Lecciones de Derecho Pe­n·itencia·r·io no son, como dice el au­tor en' el prólogo, "una modesta

LAS• En los Anales de enero-juniode 1953 de la Universidad Centraldel Ecuador, el filósofo españolluan David García Bacca publica;m pequeño ensayo bajo el nombrede Filosof'ía de la mano; uno seve tentado, por esta mano de la quese hace filosofía, a "llegar a lasmanos" contra un ensayo tan in­transcendente como el que ve la luzen estos Anales.

• La revista trimestral Un.iversi­dad [7eracrlIZQ1W de julio-septiem­bre de 1953, reúne, en calidad dehomenaje a Rafael Delgado, ochoescritos que hacen referencia alautor de Angelina.

• En Asomante (abril-junio de1953), publica Rafael Alberti unalegre poema que se inicia del SI­

guiente modo:

A los SO mios, tengo 1!1ta bicicleta.!l1ltchos tienen ttn yatey muchos un auto'móvily hay muchos que también. tienen

(ya Itn avión.Pero yo,a mis 50 aiios justos tengo sólo Ittla

( bicicleta.

aportación a la naciente reformapenitenciaria", sino, por su estruc­tura pedagógica, por la e1aridad desu exposición y, finalmente, por susatinadas reflexiones, una valiosacontribución a este tipo de pro­blemas.

E. G. R.

XAVIER VILLA URRUTIA.-Poesía

y Teatto completos. Prólogode Alí Chumacero. Fondo deCultura Económica, LetrasMexicanas. 1953. 539 pp.

Este volumen, edi tado en la co­lección Letras Mexicanas con elNQ 11, reúne en su totalidad lasobras poéticas y teatrale de XavierVillaurrutia, poeta desaparecido en1950. En su magnífico prólogo AlíChumacero, con ese estilo suyo ju­goso y fácil, nos revela claramentecómo la generación lit~i';\ria a laque pertenecía Villaurrulia, esa ge­neración "unida por vol'.l.ltana afI­nidad de propósit.~s y ('Ir gustos"determinó, en el tielllpc (;nc ie toc")vivir, el más definitivo c,:.rácter dela noesía mexicana.

Eu esa generación de Los Con­te·¡¡¡.poráneos cuyas filas han sufri­do ya bastante la merma de lamuerte, afianzó y maduró su crite­rio estético Xavier Villaurrutia. yaunque murió ya cerca dI' los 50años de edad. su legado poético noes lllUY grande. Tal vez si nos con­cretáramos a proyectar sobre suspoemas una visión descriptiva, ten­deríamos a creer que Villaurrutiamurió joven, porque el grupo de suspúemas. que es al fin la verdaderaedad del poeta, sngiere con fre­cuencia la actitud del que aún per­sigue un tono personal. Es posibleque todo aquel esfuerzo suyo, porinsertar en los noemas de más dra­mática entonación desusados jue­"'os de nalabras o sorpresivas re­dundancias no tuviese otro orig-enqne esa estudiosa busca de la sin­gularidad.

Si se entendiera por madurez de­finitiva de un poeta, aquel estadoen que el creador parece despojar­se de inflnel'cias evidentes, para ad­quirir su auténtica e inconfundibleforma de manifestarse, seria difícilfijar el grado de madurez que Vi­llaurrutia alcanzó. Pudo pertenecera ese tipo de escritores que parecenno alcanzar a vivir sn juventud enel tieml~o que se les ha dado para

• Todos aquellos que se interesenpor los problemas de la estilísticaliteraria puedeE halla,' en la revistaA tenea un ensayo de Eleazar Huer­ta que lleva e'l nombre de Basesdel Est-ilo. Se publica en dos níune­ros: en el de mayo de 1953 y enel de junio del mismo año.

• La Revista Artes de }\IIh'ico,que dirigen Miguel Salas Anzuresy Vicente Rojo, da a luz, en susegundo nÍ1mero, tl'es sonetos reli­"'iosos de Cados Pellicer. Los poe­~las, reunidos bajo el nombre deM ater A1I1abihs. están ilustradoscon una fotografía del famoso"nacimiento" que monta. año conaño, el autor de Seis, siete poellllls.

• Al gruca ya crecido de ataquesa losé Luis Martínez por sus de­cl;raciones en una entrevista re­ciente, viene a sumarse un artículode Lola Vidrio en el número seisde la Revista Literaria Creación,publicada en Guadalajara. fa!. La1I0ta tiene el pilltoresco tí tulo dei Válgallle; José LItis Ma.,tíl(e::!

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ello y tienen que robar algunos añosal tiempo destinado a la madurez.Pudo ser de los poetas que tardanen madurarse como esos frutos queadquieren su rubor ya en el frutero.

Hay que considerar también, queVillaurrutia distrajo a la poesía enel teatro, género al que dedicó lamayor parte de sus últimos años yen el que sin duda reveló uuevasfacultades.

Lo que tampoco parece fácil esdeterminar el alcance o la reper­cusión de las obras de Villanrrutia.lo que podría ayudarnos a reconocersus aportaciones efectivas, cn don­de a veces reside la mayor cuali­dad de uu literato. Y más difícilparece la localización de esas apor­taciones efectivas, si tomamos encuenta' que Villaurrutia hizo tral1S­currir su 01 ra junto a las del con­siderable grupo de poetas entre losque actuaba. El tratamieuto de lamisma temática contribuyó al prin­cipio a emparentarlo con CarlosPellicer: recordemos aquel poema.(dedicado por cierto a Pellicer),que Villaurrutia llamó Cézanne:

En el blauco azul tornasol delmantel

los frutos toman posturas eternaspara el ojo y para el pincel.Junto a las naranjas de abiertos

poroslas manzanas se pintan demasiado,y a los duraznos por su piel de

. quince años,dau deseos de acariciarlos, etc.

que. nos sugiere, sólo por el tema,el insistente juego de Pellicer conla fruta y los colores. Del mismolibro, Reflejos, vale la pena recor­dar también aquel bello fragmentodel poema Jardín que parece la va­riación de una imagen de Quevedo:

... la golondrinaatraviesa lanzando un grito-se alcanzól'ápida y derecha-:herida. ella misma es la víctimay la flecha,

Es en estos pOemas, que se re­cuerdan poco, donde frecuentemen­te se halla nn Villaurrutia menoslleno de fáciles trucos y más lim­pio, si bien no tan personal COl~10

en aquellos otros poemas posterw­res donde predomina una VICIosapreociJpación por la muerte. Poreso 110 podría decirse con JustICIaque éste o aquél poema sea el me­jor de Villaurrutia, parece. másequilibrado decir qne los aCiertosdel poeta están regados por su. obra.con fundidos con los desaCIertoscomo las cel":zas de Osiris con laarena.

Esta edición que contribuirá sinduda a acrecentar el interés de Le­h'as lvle.ricanas, permite ya guar­dar en una sola mano la obra poé­tica y teatral de Xavier Villaurrn­tia y facilita un examen ordenadoy completo de este autor.

E. LrzAl.llE

JosÉ LUIS SlQUE1ROS P.-LasSociedades Extranjeras en Mé­xico. Imprenta Universitaria.1953. 198 pp.

El doctor Eduardo Trigueros S.asienta en cl prólogo a esta obra:"Entre los juristas destacados en10 que podemos llamar la nue~a ge­neración de maestros. J. L. Slquel­ros P., tiene ya UI1 lugar propio.Su nombre ha entrado de lleno ala bibliografía del derecho inter­nacional".

El libro trata estos dos grandestemas:

a) La personalidad jurídica delas sociedades extranjeras en el de­recho internacional.

b) La personalidad jurídica e!elas sociedades extranjeras en Mc­xico.

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