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ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 2
Publicado por California Christian University 2013
Silver Lakes, California 92342 EE.UU
Email info@universidadccu.org
Autor: Jorge Fuentes, Orlando Rodriguez, Orangel Suarez
Editor de contenido: Jorge A. Fuentes
Reservados todos los derechos,
Prohibida la reproducción total
o parcial de esta obra sin
la debida autorización
de los editores.
Impreso en EE.UU.
Printed in U.S.A.
PARA MÁS INFORMACION SOBRE NUESTROS PROGRAMAS DE
ESTUDIO CONTACTANOS EN INTERNET:
www.universidadccu.org
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PROGRAMAS DE ESTUDIOS DE CCU
De acuerdo y en consecuencia con la filosofía, metas y objetivos educacionales,
«California Christian University» procura su reconocimiento acreditacional en lo
académico e institucional. Nuestros programas han sido elaborados y catalogados
como excelentes en las siguientes áreas: Contenido Espiritual, Aprendizaje Bíblico,
Preparación y Orientación Ministerial.
Nuestros programas han sido elaborados y desarrollados para una praxis ministerial;
además de lo académico con la finalidad de educar a pastores, líderes, estudiantes,
evangelistas, consejeros, y a toda persona que ha recibido un llamado para ministrar
al pueblo de Dios, que lleva una vida en consecuencia a los principios, prácticas y
doctrinas bíblicas. Nuestras metas y objetivos principales son:
a) Ofrecer programas de profundo contenido bíblico, que estimulen al
educando a compartir sus conocimientos bíblicos.
b) Otorgar oportunidades educativas de eficiencia a un costo mínimo y
razonable para la mayoría de las personas con deseo de construir un mundo
mejor.
c) Elaborar programas individuales de estudio dirigidos en la capacitación del
Ministro, Pastor, Líder y el Profesional.
d) Capacitar al estudiante que ha recibido un “llamado al ministerio” y
adiestrarlo en todas las áreas del que hacer ministerial y su comunidad.
California Christian University recibe estudiantes a tiempo parcial o completo.
Nuestro departamento de extensión ha diseñado y elaborado programas acordes a la
necesidad de cada zona o ciudad donde se desarrollan.
Es un gusto para nuestra institución el poner a la disposición de todos los cristianos
en Estados Unidos y alrededor del mundo nuestros programas de estudios vía
Internet, a distancia y por extensiones.
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CONTENIDO
Capítulo uno: Lo Básico del concepto iglesia……………………………………… 5
Cuestionario 1 …………………………………………………………………….. 16
Capitulo dos: Administración eclesiástica………………………………………….. 17
Cuestionario 2……………………………………………………………………… 31
Capitulo tres: Estructura de la iglesia ………………………………………………. 32
Cuestionario 3…………………………………………………………………..…... 53
Capitulo 4: Proyectos del pastor y su agenda……………………………………….. 54
Cuestionario 4 ……………………………………………………………………… 58
Capitulo 5: Liderazgo cristiano……………………………………………………… 59
Cuestionario 5……………………………………………………………………….. 67
Capítulo 6: Usando con sabiduría el tiempo. .……………………………………….. 68
Cuestionario 6……………………………………………………………………….. 75
Capitulo 7: Mayordomía cristiana…………………………………………………… 76
Cuestionario…………………………………………………………………………. 88
Anexo A: Registración e incorporación ..…………………………………………… 89
Anexo B: Ejemplo de un artículo de incorporación……………..………………….. 94
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ADMINISTRACIÓN ECLESIÁSTICA
Capítulo 1
LO BÁSICO DEL CONCEPTO IGLESIA
EL CONCEPTO IGLESIA: Antes de abordar el tema que
ocupará nuestra atención, empezaremos por establecer, de
manera somera (ligera), lo que significa la Iglesia, ya que, ésta
será el objeto de la Administración Cristiana que estudiaremos en
nuestra asignatura.
El Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado Vila-
Escuain, nos da el siguiente concepto: «La iglesia
es la comunidad de todos los creyentes del Nuevo
Testamento que han sido unidos por el lazo de la fe y de la
acción regeneradora del Espíritu Santo, de una manera vital, a Jesucristo.»
ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA IGLESIA. El vocablo “iglesia” deviene de la voz gr.
“ekklesia” que significa “asamblea” o “reunión de personas”. Por supuesto que personas
que se reúnen con fines espirituales o de adoración al Señor.
SU ORIGEN: La iglesia cristiana comenzó a integrarse con apenas doce hombres a
quienes nuestro Señor Jesucristo les llamó “apóstoles”, cuya palabra gr. significa
“enviados”. Los cuales vinieron a establecer el fundamento de la doctrina cristiana: El
Evangelio:
Efesios 2.20: “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.”
Cuando La iglesia cristiana creció necesitó ser organizada. Es por esta
razón que surgieron los ancianos, a quienes más tarde se les llamó obispos, pastores y hasta
ángeles, tal como lo observamos en Apocalipsis 1.20 y 2.18: “...son los ángeles de las siete
iglesias... Y escribe al ángel de la iglesia...”. La iglesia tiene una misión definida que debe cumplir.
La misión: Tarea primordial asignada a la iglesia en ésta tierra, por nuestro Señor
Jesús, integra los cuatro ángulos de edificación espiritual: Predicar, enseñar, pastorear y
ministrar.
La misión de la iglesia la podemos definir a corto y largo plazo. A corto plazo tenemos la
tarea de dar a conocer las virtudes de aquel que nos saco de las tinieblas a Su luz
admirable. La Biblia nos identifica como: «Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras
maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable» (1 Pedro 2:9).
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Nuestra misión a corto plazo: Es hablar de Jesucristo a los seré
humanos. «Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo acepto en
el amado» (Ef. 1:6). Tenemos la responsabilidad de anunciar las virtudes de aquel
que nos sacó de las tinieblas a su luz admirable.
Nuestra misión a largo plazo: Es mostrar la sabiduría de Dios a los
poderes y autoridades en lugares celeste. La Biblia nos dice: «El fin de todo esto es
que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de
la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales» (Ef. 2:10).
Gerencial sobre los bienes de Dios: Es importante destacar que la
administración es parte del diario vivir. Sea cual sea el área o el cargo, objetos o sujetos, siempre
se necesitará de la administración. Dios cuida, administra el universo y todas las cosas que en Él
hay. Nuestro creador también cuida de la iglesia pero delega la responsabilidad en
administradores eclesiásticos. Hombres y mujeres al servicio de Dios comprometido con la
responsabilidad de dejar saber a otros las virtudes de aquel que les saco de las tinieblas a Su luz
admirable. Los buenos hábitos de la administración, no se heredan, sino que se aprende. El
propósito de este curso es dar una pincelada a la disciplina de la buena administración. Ahora,
después de haber sido rescatados por Jesucristo y habiendo recibido de sus manos las naciones,
(mateo 28:19) somos responsables de administrar con eficiencia y rectitud lo que Dios ha puesto
en nuestras manos.
1. El objetivo de La Administración Eclesiástica, es gerencial sobre los bienes de Dios como
administradores responsables, teniendo en cuenta que estos nos han sido confiados y que
nosotros simplemente somos administradores y no dueños de las cosas de Dios.
2. El conocer bien las responsabilidades que tenemos como mayordomos al servicio de Dios.
Tener consciencia de quienes somos en Dios nos permite realizar la tarea con eficiencia y
compromiso ministerial. Reconocer a Dios como Dueño y Señor de todas las cosas, nos
ayuda a comprende que simplemente somos mayordomo (Siervo) al servicio de Dios.
Entender que administramos propiedad de Dios implica comprender que algún día
tendremos que rendir cuentas a nuestro Creador. Este conocimiento nos ayuda a no
descuidar nuestra responsabilidad mantenernos íntegros y rectos ante Dios.
Sugerencias para ejecutar en forma efectiva la tarea de administrar
los recursos que Dios pone en nuestras manos:
1. Reconocer nuestra posición de simples «servidores». Un administrador de la iglesia es un
siervo del Señor.
2. Asumir con seriedad nuestra responsabilidad de administrar con rectitud e integridad los
recursos que Dios pone a nuestra disposición.
3. Establecer metas alcanzables, que nos ayuden a llevar a cabo la misión, encomendada por
Dios. Nuestra meta debe ser la voluntad de Dios y no la nuestra.
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4. Entender que algún día tendremos que rendir cuentas ante Dios nos anima a hacer nuestro
trabajo con eficiencia.
5. Cuidar celosamente nuestra relación espiritual, nos ayuda a mantenernos en el camino
correcto, en todo tiempo. Lo básico consiste en no descuidar la lectura de la Palabra ni la
oración. Mantenernos en el camino correcto, no es tarea fácil, porque nuestra lógica
siempre nos inclina buscar atajos para llegar a la meta. El gran problema es que esto atajos
nos apartan del camino correcto. El mejor consejo para no apartarnos del camino correcto
es permitirle al Espíritu Santo sea nuestro guía y consejero.
6. No nos conformemos con hacer un buen trabajo para Dios, sino excelente. Que nuestra
actitud sea siempre la búsqueda de la excelencia. Honramos a Dios cuando le damos lo
mejor de nosotros. Eso incluye nuestra actitud y comportamiento.
7. La mayoría de los administradores de la iglesia son pastores. Ellos tiene una doble
responsabilidad, el cuido de los recursos físicos de la iglesia y de los recursos espirituales
(las almas).
Una administración saludable en la iglesia implica una congregación bien cuidada y
alimentada. El pastor es un administrador por decreto divino. Ahora bien no todos
los buenos administradores son pastor. Todo pastor tiene como primera prioridad el
cuido de las almas, en segundo lugar, el manejo administrativo de la parte física de
la iglesia.
Una buena administración.
Es importante conocer y cumplir con varios elementos relacionados con la administración.
Elementos como:
Apreciar,
Planificar,
Preparar,
Organizar,
Ejecutar y Evaluar,
Estos elementos serán presentados en este trabajo, para que el estudiante tenga una idea clara de
lo que se requiere para ser un buen Administrador. Conocer y aplicar estos elementos son de suma
importancia para hacer nuestro trabajo como administradores al servicio de Dios.
El fin de toda buena administración es el obtener los mejores resultados. Requiere una
combinación de alcanzar metas y evaluar los errores para mejorar. Dentro de la administración
cristiana, al igual que nuestra relación familiar, social y laboral, hay tres cosas importantes. Estoy
hablando de RECONOCER, CORREGIR Y AVANZAR. El administrador reconoce el problema y
busca solución. El administrador corrige el problema y cuida que no vuelva a ocurrir.
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El administrador enfrenta los retos, con la prioridad en mente, de avanzar en el proceso de cumplir
la misión encomendada. Pablo fue una buen administrador de los recursos que Dios le proveyó.
El reconoció la importancia del arrepentimiento si en verdad deseamos hacer la voluntad de Dios
en forma efectiva. En segundo entendió la importancia de hacer las correcciones necesarias para
mantenernos en el camino correcto. Estas correcciones tienen que ver con volvernos a Dios. En
tercer lugar tiene que ver con avanzar en nuestro compromiso de agradar a Dios en TODO.
Avanzamos en crecimiento espiritual cuando demostramos nuestro arrepentimiento con nuestras
buenas obras. El apóstol Pablo nos dice: «Al contrario, comenzando con los que estaban en
Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los gentiles, a
todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su
arrepentimiento con sus buenas obras» (Hechos 26:20).
Concepto de autoridad.
El pastor es el administrador por excelencia en la iglesia. Quien por derecho divino tiene el derecho
de ejercer funciones de poder o de gobierno en la congregación. La autoridad del pastor no se deriva
de su conocimiento sino de su relación con Dios. Nuestro Creador es quien concede poder y
autoridad con propósito de edificación y no para destrucción. La Biblia nos confirma: «Porque
aunque me gloríe algo más todavía de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para
edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré» (2 Co. 10.8).
Responsabilidad Social: Además de la autoridad otorgada por el Señor, se
necesita, que como cristianos, cumplidores de las leyes civiles de la tierra, cada iglesia esté
debidamente reconocida por el Estado o incorporada a éste.
Personalidad Jurídica: En Estados Unidos de América, la iglesia debe de ser
reconocida, por el Estado (Secretaría Estatal de cada territorio confederado). El proceso
tiene la intención de establecer la «personalidad jurídica» de la institución.
PUEBLO O ASAMBLEA
Edhad y qahal. Los escritores bíblicos, usaban cualquiera de estas dos palabras hebreas
edhad y qahal, para referirse a la reunión del pueblo de Israel. Estas dos palabras se usan con más
frecuencia en los libros históricos. Estas dos palabras hacen referirse al pueblo o asamblea de los
hijos de Israel. Los judíos de habla griega traducían la palabra qahal por ekklesía y designaban
con ella tanto la congregación de Israel como una asamblea de la congregación.
Hay dos palabras usadas en el Nuevo Testamento para referirse a una congregación: sunagogué y
ekklesía, significa reunir a una asamblea y se usaba también para designar el lugar donde se
congregaban los judíos: sinagoga. La palabra ekklesía es un nombre verbal, el verbo ekkaleo
significa da la idea de un grupo sacado o llamado. En Mateo 16:18: “Sobre esta roca edificaré
(oikodomeso) mi iglesia (ekklesía)”. El adjetivo posesivo “Mi” al lado del nombre iglesia hace de
Cristo el fundador y dueño de la iglesia.
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Koinonía. Una de las características de la iglesia primitiva era su perseverancia en la doctrina
de los apóstoles. Había celo entre los nuevos convertidos por mantener una doctrina alineada a la
voluntad de Dios y no a la voluntad de hombre. Se perseguía con celo santo la comunión unos con
otros. Los cristianos de la iglesia primitiva (incipiente) era una comunidad social y espiritual
comprometida con Jesucristo. La iglesia para Pablo Jesús es la cabeza de la iglesia pero los
miembros de la congregación es el cuerpo de Cristo. Una de las funciones principales de la iglesia,
además de dar conocer a Jesús, es dar a conocer el amor de Dios, por medio de sus buenas obras.
«Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No
dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y
con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca» (Hebreo 10:24-25). La Biblia nos
anima a buscar la unidad entre los creyentes en Jesucristo. Esta unidad se encapsula en la palabra
comunión, la cual tiene sus raíces en la palabra griega, Koinonía. Esta palabra tiene implicaciones
más profunda que simplemente socializar en las actividades de la iglesia. La esencia de esta
palabra significa «tener vidas en común». Los primeros cristianos lo demostraban a través de la
generosidad espiritual, social y material unos con otros. En el Nuevo Testamento la palabra
«Koinonía» se encuentra unas dieciocho veces. Cuando examinemos el «concepto», podemos
resumir que «Koinonía» significa «el compartir como familia, la gracia y las bendiciones de
Dios». La palabra «Koinonía», que generalmente es traducida como «comunión« en el griego
neo-testamentario comprende cuatro ideas: Compañerismo, comunicación, comunidad y comunión.
Compañerismo (dos o más personas entablan
amistad, lo cual implica pasar tiempo juntos);
Comunicación (como en el caso de la
comunicación con Dios, las personas hablan a un
nivel íntimo);
Comunidad (existe tal intimidad que contemplan
necesidades y como resultado comparten sus
bienes);
Comunión (tener y compartir juntos la fe
cristiana). En consecuencia, para tener koinonia con otra persona es necesario gozar de
íntima comunicación cristiana, orar juntos, tener interacción con la Escritura y basarse en
un común denominador: la vida de Cristo en cada uno.
Koinonia es más que simple amistad. Es una relación íntima entre cristianos que andan en
la luz (1 Juan 1:7), donde uno tiene la libertad en Cristo de exhortar, animar y hasta reprender al
otro (Romanos 15:14). En la vida cristiana hay una Koinonía que significa «compartimiento de la amistad» y «perseverancia» en la compañía de los demás. (Hch. 2:42; 2 Co.
6:14). Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el
partimiento del pan y en la oración (Hch. 2:42). No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué
tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? (2
Co, 6:14).
1. Es interesante observar que la Koinonía se basa en el común conocimiento del contenido del
mensaje cristiano. La Biblia nos dice: «Les anunciamos lo que hemos visto y oído,
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para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión
es con el Padre y con su Hijo Jesucristo» (1 juan 1:3). Sólo aquellos que son amigos
de Cristo pueden ser verdaderos amigos entre sí.
2. Hay autoridad espiritual en la Koinonía cristiana. La Biblia nos dice: «Además les digo
que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa
que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o
tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mateo 18:19-20).
La Iglesia: Origen y Misión.
Origen:
Muchas personas, podrán creer y decir que el origen de la Iglesia tiene su fundamento en la mente humana, con ambiciones de gobernar para su propia gloria y de manipular el pensamiento y llenarse de riquezas. Pero la verdad es que la Iglesia de Cristo tiene su origen el la mente y el corazón de Dios, por lo tanto su origen es divino. Es importante entender que la «Iglesia» no es un invento humano sino divino. La iglesia de Cristo no llegó a existir en el primer siglo porque los apóstoles la inventaron; llegó a existir porque el Dios del cielo lo planeó y la estableció. Es el resultado de la revelación divina de la mente de Dios. Como su nombre lo sugiere, la iglesia cristiana fue establecida por Cristo. El la compró con Su sangre (Hechos 20.28).
La fe en la muerte violenta y la resurrección de Jesucristo es la roca que sirve de fundamento a levantar la Iglesia. Todo comienza con creer en Jesucristo. ¡Él es el Hijo de Dios! (ver Mateo 16.16). Cuando Pedro primeramente confesó que Jesús era el Cristo, el Hijo de Dios, Jesús declaró que sobre esta roca (El Mismo, el Hijo de Dios, no Pedro), El edificaría Su iglesia. Todo aquel que quiera ser miembro de esta iglesia tiene que hacer la misma confesión que Pedro -«Tú eres el Cristo.»
Algunas pruebas bíblicas al respecto serían:
Estaba en los planes de Dios desde toda la eternidad.
Pablo escribió: «Para que la multiforme sabiduría
de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la
iglesia a los principados y potestades en los
lugares celestiales, conforme al propósito eterno
que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor» (Efesios
3:10-11). El envío de Cristo para redimir al hombre del
pecado era parte del propósito eterno de Dios. Que la
multiforme sabiduría de Dios pudiera ser vista en la iglesia era también parte del plan
divino de Dios a través de Jesucristo.
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El reino. Cuando Jesús vino a esta tierra, proclamó el establecimiento del reino de Dios.
Estamos hablando de un reino espiritual (Juan 18:36). Un reino fundado en la verdad de
Jesús. Sobre si mismo. Él dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida, y nadie
llega al Padre sino por mi» (ver Juan 14:6). Jesús establece la iglesia sobre la
verdad revelada a Pedro. «Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra
edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán
contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la
tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará
desatado en el cielo». La iglesia no llegó a existir a causa de algún accidente o una
simple invención del hombre; vino a la existencia a causa de que el Dios del cielo lo planeó
desde la eternidad.
Fue anunciada por los profetas. Para una demostración adicional de que el
establecimiento de la iglesia fue divinamente planeado por Dios, uno solamente necesita
considerar lo que los profetas que hablaron bajo la inspiración divina profetizaron la
venida y naturaleza de la iglesia, el reino de Dios. El profeta Isaías anunció que el
monte de la casa de Jehová sería exaltado por encima de los montes en los
postreros días (Isaías 2:1-5); profetizó que el Mesías tendría el gobierno del
reino sobre Sus hombros (Isaías 11:10) y sería «...luz de las naciones»
(Isaías 42:6=. Por tanto, el profeta dijo que la exaltación y el establecimiento
del reino de Dios estarían inesperadamente ligados a la venida del Mesías.
Daniel profetizó que el Dios del cielo establecería Su reino en los días del cuarto
reino (el reino Romano); escribió: «Y en los días de estos reyes el Dios del
cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino
dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos,
pero él permanecerá para siempre.
En consecuencia, otra razón para creer que la iglesia es de origen divino, en lugar
de invención humana, son las profecías que los profetas inspirados hablaron,
profetizando su establecimiento y naturaleza.
Fue edificada por Cristo. Una importante razón para creer en el origen divino de
la iglesia es que fue edificada por Cristo. Después de Pedro haber confesado que Jesús es el
Cristo, el hijo del Dios viviente, Jesús dijo: «Bienaventurado eres, Simón, hijo de
Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los
cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi
iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mateo 16:17-
18). Si uno admite que la plenitud de Dios mora en Jesús (Colosenses 2:9) y que Jesús
edificó la iglesia, ha admitido el origen divino de la iglesia.
La plenitud de Dios. Pablo describió la iglesia como la «plenitud» de Dios. Dijo:
«Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las
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cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena
en todo» (Efesios 1:22-23). La iglesia es la plenitud de Dios. Dios ha sintetizado todas
las cosas en Cristo; todas las bendiciones espirituales están en Cristo (Efesios 1:3). Esta
relación espiritual con Cristo es nuestro medio de obtener la reconciliación con Dios; no
obstante, la reconciliación para Dios, ocurre en la iglesia. El continuó: «Y mediante la
cruz reconciliar con Dios a ambos (Judíos y Gentiles) en un solo cuerpo,
matando en ella las enemistades» (Efesios 2:16). La iglesia es la plenitud del plan
de Dios para reconciliar a los hombres consigo mismo a través de Jesucristo.
Permanecerá para siempre.
Otra evidencia del origen divino de la iglesia es su permanencia. Daniel
profetizó que el reino de Dios «permanecerá para siempre» (Daniel 2:44). Jesús declaró que las puertas del Hades no prevalecerían contra (Mateo 16:18). La muerte
no podría prevenir a Jesús de establecer el reino, ni puede hacer que el reino deje de existir
por la muerte de los santos, y ni puede la gloria futura del reino de Dios. La semilla del
reino (Lucas 8:11), la palabra de Dios, permanecerá para siempre (1 Pedro
1:23-25). Por tanto, la iglesia existirá por siempre mientras los hombres
escuchen, crean y obedezcan la palabra de Dios. El reino es un reino que no puede
ser removido (Hebreos 12:28). Será entregado a Dios cuando Jesús regrese
(1 Corintios 15:24).
Misión: La Gran Comisión encomendada por Jesús,
antes de su partida, fue la de ir al mundo para hacer
discípulos de todas las naciones. Jacobo delineó el
plan de Dios para tomar "un pueblo para su
nombre", Hechos 15: 14.
Hoy Dios sigue actuando y ha tomado un pueblo para
su nombre de entre todas las razas y tribus. El pueblo de Dios en todas las edades se ha guardado
separado del mundo. Cuando no se puede ver una distinción clara entre la iglesia y el mundo, la
iglesia no puede considerarse cristiana. Las enseñanzas del Evangelio de Cristo se oponen
directamente a la naturaleza humana. "La amistad del mundo es enemistad contra Dios"
(Santiago 4.4).
Nuestra naturaleza humana nos inclina hacia el mundo mientras que nuestra naturaleza espiritual
nos inclina a complacer a Dios. En la medida en que crecemos en el conocimiento de Dios,
disminuye en nosotros la influencia del mundo, aumentando en nosotros la influencia del Espíritu
Santo. La misión de comunicar el mensaje de Cristo alcanza la plenitud cuando nos sometemos a
Dios y aprendemos a obedecer al Espíritu Santo. Cuando Cristo pronunció las palabras de la
Gran Comisión, la tarea parecía imposible desde el punto de vista humano, pero para Dios todo es
posible. Es de admirar, lo que el Espíritu Santo logró alcanzar, con un pequeño
grupos de Creyentes dispuesto confiar en Dios, resistir al diablo y buscar la manera
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de acercarse a Dios (ver Santiago 4:7-8a). Aquél pequeño grupo creció y estableció
congregaciones de creyentes por todo el Imperio Romano. Se había transformado un grupo de
hombres dispuestos a ir por todas partes, hacerlo todo y sacrificarlo todo por el evangelio.
La proclamación del evangelio:
Es responsabilidad y el privilegio de la iglesia (Su pueblo). La Extensión del Reino de Dios
en toda la tierra es la misión de la Iglesia El Señor nos llama a predicar la Palabra
de Dios a tiempo y fuera de tiempo y a edificar el Cuerpo con los dones espirituales y ministeriales que él ha derramado sobre cada uno de nosotros. En estos tiempos
determinantes, debemos avanzar con paso firme y establecer el gobierno de Dios en las naciones,
para que Nuestro Rey y Señor Jesucristo sea glorificado en toda la tierra.
Distintivo de un verdadero cristiano:
No responder al mal con mal. El mal es una poderosa fuerza que parece no tener rivalidad pero la
realidad es que el bien es más fuerte que el mal. Es por esta razón que Dios nos invita a vencer el
mal con el bien. La Biblia nos dice: «No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con
el bien». Un área donde nuestra separación del mundo, como iglesia, se hace muy evidente está en
el compromiso de vencer el mal con el bien. «No resistáis al que es malo; antes, a
cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que
quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y al que quiera
tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Amad a vuestros enemigos, bendecid a los
que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y
os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos» (Mateo
5.39-45). Hay grupos que llevan al extremo la intensión de este mensaje y le prohíben a sus
miembros participa en lo militar, la policía, o que sirvan en cualquier oficio donde tiene que
ejercerse la fuerza corporal. La esencia de este mensaje esta en vencer el mal con el bien.
LA IGLESIA DE CRISTO: Su sentido administrativo.
La iglesia está compuesta de personas dispuestos a imitar a Cristo. La meta de todo
creyente es ser como Cristo. Os que así lo hacen llegan a ser de bendición a otras personal. Hay
cuatro tareas, que una persona comprometida con imitar a Cristo, debe realizar. La primera tiene
que ver con volvernos a Dios. Numero dos practica el amor. Numero tres practicar la justicia.
Numero cuatro confía siempre en Dios. Estas cuatro actividades si las realizamos además de
permitirnos imitar a Jesús nos permitirán ser de bendición a otros. La Biblia nos dice: «Pero tú
debes volverte a tu Dios, practicar el amor y la justicia, y confiar siempre en él» (Oseas 12:6). La
iglesia es el Pueblo de Dios aquí en la tierra. La Biblia usa palabras como "cuerpo" y "familia", para
explicar la comunión que debe de existir entre los miembros de la iglesia. Siguiendo esta línea de
pensamiento podemos decir que la iglesia es la agrupación de cristianos cuyo desarrollo doctrinal y
práctico depende de la Biblia y del Espíritu Santo. La administración de la iglesia es el
compromiso del «cuerpo» de cumplir con eficiencia el llamado. El objetivo de la administración
eclesiástica es usar con sabiduría los recursos humanos y materiales que Dios ha puesto a
nuestra disposición.
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La iglesia tiene la Biblia. Ella es fuente abundante e inagotable de sabiduría. La Biblia
nos da los mejores ejemplos relacionados con la organización y el orden en materia
administrativa. El administrador demuestra su habilidad administrativa planeando,
ejecutando, organizando y evaluando.
¡Hada escapa a su control divino! ¡Él está en control aunque la lógica diga lo
contrario! A nuestro Dios como supremo administrador no le falta ni le sobra nada. Es el
resultado de una buena administración que tiene todo previsto, dispuesto a la hora
indicada.
La administración durante la salida de Egipto
Durante el Éxodo también se aprecia ejemplo de una
excelente administración. Es durante ese periodo que el
concepto de. «delegación» es incorporado a la
administración. Al inicio Moisés trató por si solo de atender
las actividades y problemas de todo el pueblo. Su suegro
Jetro le recomienda la «delegación de tarea. Era asunto de
seleccionar hombres de virtud para delegarles y compartir
con ellos las responsabilidades ser jueces de la comunidad. El consejo de Jetro funcionó y continúa
funcionando en nuestros días. Otra lección es la de la organización del campamento y
del tabernáculo. Cada tribu se ubicaba en el lugar que le correspondía, tanto al reposar como al
movilizarse se observa en el campamento un orden. Nadie hacia lo que no se le había indicado y
los que tenían que hacer algo lo hacían con exactitud. El tabernáculo fue diseñado de acuerdo con
el plan ordenado. El servicio sacerdotal se realizaba por turnos y de acuerdo con un manual, el
levítico. En la adoración, en la marcha, o en la guerra el pueblo se movía como un solo hombre.
La correcta administración de los recursos de Dios es un serio compromiso. Dios está
obrando maravillas en nuestros días, nuestras iglesias están creciendo, el desafío es muy
grande, pero también lo es la responsabilidad de organizarlas en forma tal que todo se
haga decentemente y con orden.
Cada día hay más personas, más recursos, más obras qué hacer, más necesidad de
administrarlas bajo la dirección del Espíritu Santo. Este estudio provee principios bíblicos
para la buena administración de la iglesia. En síntesis podemos identificar la
administración en la Iglesia como el ordenamiento de todos los recursos de la congregación
de tal manera que esta cumpla su misión.
¿La auténtica iglesia necesita administración? Cuando hablamos de administración no
sólo debemos pensar en la faz económica, sino también en los recursos materiales, humanos y
espirituales. Somos administradores (1 Co. 4,1-2) del Evangelio y seremos fieles en la medida que
usemos todos los recursos en forma sabia para lograr ese fin. La buena administración debe evitar
dos enormes problemas que puede inutilizar a cualquier iglesia. Primer peligro: Ser tan
organizados que no demos lugar a la obra del Espíritu Santo. Segundo peligro: Ser tan místicos
que dejemos todo a la dirección de Dios y procedamos sin planes. Debemos evitar caer en uno de
estos dos peligros porque aparte de traer confusión, nos hará perder tiempo y recursos. Si no nos
organizamos adecuadamente y administramos con sabiduría tendremos menos efectividad en
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 15
nuestra misión como Iglesia. El secreto está en el equilibrio, en una administración guiada por el
Espíritu Santo y planificada con visión. En resumidas cuentas nuestra meta como cristiano es
imitar a Cristo.
Nuestra misión como iglesia. La alcanzamos en la medida en que nosotros imitemos
al Maestro. Su ministerio estuvo respaldado por el Espíritu Santo. La Biblia nos dice:
«Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas
del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente. Su fama se extendió por
toda Siria, y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían
de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba»
(Mateo 4:23-24). En resumen podemos identificar cuatro áreas importantes en el ministerio
de Jesús; predicaba, enseñaba, liberaba y sanaba. Su fama se extendió por toda Siria, y le
llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores
graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba.
No todo lo que brilla es oro. En nuestro tiempo la gente está confundida porque por
todos lados proliferan iglesias, muchas de las cuales se proclaman como cristianas. Pero,
hagamos un escueto análisis, de acuerdo a las Escrituras, sobre cual es la verdadera iglesia
de Jesucristo. De acuerdo a la Biblia es aquella que cumple con los requisitos siguientes:
La verdadera iglesia es aquella que adora a Dios en Espíritu y en verdad:
Jn. 4.23,24: “Mas la hora vienes, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en Espíritu y en verdad; porque también el padre tales adoradores
busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es
necesario que adoren.”
Cristo es la Piedra principal: 1 P. 2.4-6. “Acercándoos a él, piedra viva,
desechada ciertamente por lo hombres, mas para Dios escogida y preciosa. Por lo
cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del
ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él, no será avergonzado.”
Establecida sólidamente en Jesús quien la fundó: 1 Cor. 3.11: “Porque
nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.”
El uso efectivo de recursos y talentos. La administración no fue un tema ignorado en el
ministerio de Jesús. Él tenía un equipo bien organizado y que respondía a una estrategia que
incluía la administración de fondos económicos. Juan 12.6 nos habla de Judas como el tesorero
del grupo. En Lucas 8.13 se nos menciona a algunas mujeres que los acompañaban y ayudaban
con sus bienes. ¿Para qué se usaban esos bienes? Juan 4.8, para comprar alimentos. Lucas 9.51-
52, para pagar el alquiler para dormir en lugares donde no había discípulos. No olvidemos que
eran trece hombres fuertes, que trabajaban intensamente. ¿Cómo se alimentaban? ¿Cómo se
vestían? Es evidente que lo hacían con las ofrendas en dinero y en especie que recibían. Pero ellos
raramente estaban solos, el grupo era más grande y esto requería una buena administración. La
administración del equipo no sólo tenía que ver con el dinero sino también con los recursos
humanos y con las necesidades. Así el Señor envió en una oportunidad a los doce a predicar (Mt
10.5–8) y en otra a setenta (Lc 10.1–2). Esto implica planes, ordenamiento, selección, recursos y
más.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 16
Cuestionario:
Administración Eclesiástica
Capítulo I
1. ¿Cuál es la etimología de la palabra iglesia?
2. ¿Cuál es la misión a corto plazo de la iglesia?
3. ¿Cuál es la misión a corto plazo de la iglesia?
4. ¿Cuál es el objetivo de la «administración Eclesiástica»?
5. ¿Cuáles son las dos palabras usadas en el Nuevo Testamento para referirnos a
congregación?
6. ¿Qué implica la palabra Koinonia?
7. ¿En donde tiene su origen la iglesia de Cristo?.
8. ¿De qué se trata, la gran comisión encomendada por Jesucristo, a sus discípulos?
9. En el libro de Éxodo, ¿quien le da a Moisés, consejos básicos, relacionados con
administración?
10. ¿En qué consiste el ministerio de Jesucristo?
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 17
ADMINISTRACIÓN ECLESIÁSTICA
LA IGLESIA PRIMITIVA Y LA DMINISTRACIÓN.
En Hechos 2.44-46 apreciamos que los apóstoles, llenos
del Espíritu Santo, administraban el Evangelio de poder
que el Señor les legó. En Hechos 4.36-37, notamos que
la Iglesia crecía llena de poder y, en la medida que
creció, se aumentó su caudal de recursos para
administrar. Los apóstoles eran los responsables de
administrar los recursos humanos y económicos. Uno de
los primeros retos que enfrentaron como administradores
tuvo con las quejas de algunas viudas de que había
favoritismo en el trato (ver Hechos 6.1-7). Algunas viudas
no eran bien atendidas en la ayuda social y hubo quejas.
No había mala voluntad sino falta de recursos humanos.
Los apóstoles amplían el equipo y las funciones nombrando siete diáconos para canalizar la ayuda
social; mientras, los apóstoles siguen con la parte profética.
Es importante que reparemos bien sobre Hechos 6.3. Los diáconos encargados de este
ministerio debían ser de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría. Para
administrar los recursos materiales, se requieren las mismas cualidades administrativas,
que para el ministerio espiritual. Nuestro principal talento es motivar a la gente en hacer su
trabajo en excelencia.
Un buen administrador no es el que hace todo el trabajo, sino el que motiva a otros, hacer
bien su trabajo. Hay tres virtudes que todo administrador debe cultivar; reconocer, corregir
y avanzar. Estos tres criterios bajo la unción del Espíritu Santo nos permite motivar a
nuestro equipo de trabajo a alcanzar la meta con excelencia. Los que así lo hacen
cuentan con la bendición de Dios (ver 1 Co.l3.28). La virtud de reconocer las aéreas fuerte
de nuestro personal de trabajo robustece al equipo. La virtud de corregir implica modificar
conductas y hábitos de trabajo sin crear heridas emocionales. La virtud de avanzar implica
motivar a todo el equipo a moverse en la misma dirección. Si cada cual se mueve para su
lado, por más que se esfuercen no avanzaran mucho.
El administrador por excelencia es Cristo. Él sentó las bases de una organización
universal. La técnica de la acción concentrada se ve en que, aunque el Señor predico y llamo a
las multitudes, escogió un pequeño grupo de doce para comisionarles la continuidad de la obra
que él había iniciado. Pablo en la carta a los Corintios enfatiza que el siervo de Dios debe ser un
buen administrador “se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel” en este
pasaje se establecen tres hechos:
Primero: El Ser un administrador, de los misterios de Dios es necesario, ser un servidor.
CAPITULO 2
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 18
Segundo: Entender que los misterios de Dios es decir, la iglesia con todos sus factores
divinos y humanos, es un cuerpo administrable.
Tercero: El requisito por excelencia para participar en la administración es la integridad
y rectitud. La Biblia nos dice: «Sea mi protección la integridad y la rectitud,
porque en ti he puesto mi esperanza» (Salmos 25:21).
La complejidad de la iglesia. La iglesia necesita de la buena administración para cumplir
con eficiencia su misión. No se puede pensar en la iglesia solamente como un centro de
predicación; tampoco se puede percibir como una agencia de desarrollo y bienestar social. La
iglesia es una institución divinamente establecida para desarrollar un programa integral donde la
meta es que sus integrantes imiten a Cristo. Él predico las buenas nuevas, enseño el fundamento
del reino de Dios, libero a los cautivos, Sanó a los enfermos y administro sus recursos humanos y
financiero para extender el reino de Dios.
Jesucristo funciono como: El pastor o líder eclesiástico debe…
Predicaba.
Enseñaba.
Liberaba.
Sanaba. Ver Mateo4:23-24
Predicar el evangelio de las buenas
nuevas.
Enseñar la sana doctrina de la Biblia.
Liberar al oprimido con la ayuda del E.
Santo.
Sanar al enfermo con la ayuda del E.
Santo.
Administraba Ver Juan 12.6, Lucas
8.13
Administrar la iglesia.
El apóstol Pablo y la administración: Hemos establecido que los ministros (Pastores y
líderes eclesiásticos) son administradores del Evangelio y que eso supone tener un sentido de
organización, planificación y presupuestos para lograr los recursos para hacer la obra. La Biblia
nos dice: «Que todos nos consideren servidores de Cristo, encargados de administrar los misterios
de Dios. Ahora bien, a los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de
confianza» (1 Co. 4.1-2). Pablo sabía manejar los recursos del Señor. Y por eso escribe 2
Corintios 8.18-22: «Junto con él les enviamos al hermano que se ha ganado el reconocimiento de
todas las iglesias por los servicios prestados al evangelio. Además, las iglesias lo escogieron para
que nos acompañe cuando llevemos la ofrenda, la cual administramos para honrar al Señor y
demostrar nuestro ardiente deseo de servir. Queremos evitar cualquier crítica sobre la forma en
que administramos este generoso donativo; porque procuramos hacer lo correcto, no sólo delante
del Señor sino también delante de los demás. Con ellos les enviamos a nuestro hermano que nos
ha demostrado con frecuencia y de muchas maneras que es diligente, y ahora lo es aún más por
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 19
la gran confianza que tiene en ustedes». No basta administrar con eficiencia delante de Dios sino
que teneos que hacerlo también delante de los hombres. Sí, todo debe hacerse no sólo bien
planeado sino también sin que dé lugar a dudas. El apóstol viajó por casi todo el mundo conocido.
Lo hizo en barco, en carro, a caballo, a pie, etcétera. No hay duda que la administración tenía un
lugar importante en el ministerio del apóstol Pablo. El pasó años fuera de su lugar habitual de
residencia. ¿Cómo sufragó todo esto? En Hechos 18.1-3 se nos dice que trabajaba haciendo
tiendas, en Filipenses 4.10, 15-16 recibió ofrendas y en otras ocasiones la gente del lugar lo
hospedaba pagando sus gastos.
La iglesia es una institución sin fines de lucros.
El administrador eclesiástico no solo cuida los bienes de
la institución, que ayuda a la institución a cumplir los
requisitos del gobierno y cuida su crecimiento espiritual.
Además de cuidar lo espiritual el administrador
eclesiástico es responsable de administrar las finanzas y el
cumplimiento legal ante el gobierno.
La iglesia es una entidad espiritual pero también ante el gobierno es una entidad
legal.
Toda iglesia tiene el derecho de reclamar ante el estado su posición o
estatus como una entidad de bien público sin fines de lucro. Este
estatus le da personalidad jurídica a la institución, requisito
indispensable para que la iglesia, asuma o solicite un préstamo en una
institución bancaria pro templo. La iglesia que no ha solicitado su
estatus de «institución sin fines de lucro» no tiene derecho a solicitar
préstamo y tiene que pagar imposición contributiva sobre la propiedad que está usando como
iglesia. Los trámites para la solicitud de «exención para entidades sin fines de lucro» varían
dependiendo el Estado (US) o el país pero en esencia el proceso comienza al radical una solicitud
ante el gobierno.
Certificado de Incorporación expedido por el Departamento de Estado.
Acompañar copia de la escritura de compraventa de la propiedad que se va a usar como
iglesia.
Proveer el número de Seguro Social Patronal.
Incluir una copia de sus estatutos que la rigen, Los estatutos de una iglesia son como la
brújula para un barco les ayuda a llegar a puerto seguro en medio de la tempestad.
Internamente la institución debe mantener información financiera clara y bien
organizada. El gobierno puede en cualquier momento hacerle una auditoria y por no
tener la documentación organizada puede perder su estatus de institución sin fines de
lucro.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 20
El objetivo funcional de la Administración. Toda administración debe contar con una
base funcional de acuerdo con sus objetivos. Estamos hablando de un proceso funcional que
consiste en apreciar, planear, preparar, organizar, ejecutar y evaluar. Hagamos conciencia de la
urgente necesidad de líderes dinámicos en la iglesia. La administración física (los activos de la
iglesia) debe ir paralela con la espiritual. Ambas deben complementarse entre sí para realizar con
eficiencia la obra de Dios. Una de las características más valiosa de todo buen
administrador es la fidelidad. Judas se descalificó porque no fue fiel (Jn 1 2.6). Fidelidad significa manejar los fondos de la iglesia bajo la dirección del Espíritu Santo. El dinero
es del Señor y él debe administrarlo a través de nosotros. Dios está obrando maravillas en nuestros
días, nuestras iglesias están creciendo. El desafío es grande pero más grande es la responsabilidad
de organizar la Iglesia en forma tal que todo se haga decentemente y con orden.
Las seis recomendaciones: Orientadas a alcanzar una administración sana y
efectiva.
1. Apreciar lo que Dios ha colocado en nuestras manos: La administración
enfrenta diariamente nuevos retos y la mejor manera de enfrentarlos es con la ayuda de
Dios. Apreciar lo que Dios ha puesto en nuestras manos es reconocer nuestros talentos y
usarlos. El secreto de un buen administrador cristiano no está en el uso efectivo de los
activos de la iglesia sino en las personas que Dios a colocado en nuestras manos. Nuestro
principal objetivo como administradores al servicio de Dios es ayudar a esas personas a
apreciar «lo que Dios ha colocado en sus manos». Una persona que descubre quien
es en Cristo Jesús, se transforma en una persona productiva para el reino de Dios. La
Biblia nos dice: «Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la
ley de Cristo» (Gálatas 6:2).
2. Planifica: Teniendo en mente la gran comisión. El no perder de vista la gran
comisión nos ayuda a mantenernos en la senda correcta de nuestro llamado. Planificar
incluye soñar con la meta y visualizar los pasos a seguir para lograrla. Es anticipar por
adelantado, qué hacer, cómo y cuándo hacerlo, y quién ha de hacerlo. La planeación cubre
la brecha que va desde donde estamos hasta donde queremos ir. El buen administrador al
servicio de Dios además de planificar y supervisar el trabajo, motiva e inspira. Alcanzar la
meta sin tener en cuenta la gran comisión es como construir un hospital sin tener en
consideración a los pacientes. La planificación es mil veces mejor que la improvisación. La
planificación tomando en cuenta la «Gran Comisión» nos permite minimizar el riesgo
de movernos en la dirección equivocada. En el mudo los buenos administradores se
enfocan en la meta financiera pero un administrador al servicio de Dios se enfoca en la
meta espiritual.
3. Preparar todo como si Cristo regresa mañana. La planificación requiere un
trabajo mental en anticipación de un evento. El tener presente de que Cristo viene «ahora»
nos motiva a ser agresivos en nuestra preparación y no dormirnos en nuestros laureles
(victorias pasadas). Administrar bajo este supuesto de que pronto tendremos que rendir
cuentas a nuestro Dios nos hace ser cauteloso en nuestra responsabilidad administrativa.
Muchos por ignorar su pronto regreso, el cual puede ocurrir en cualquier momento, se
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descuidan. El enemigo no puede evitar que en su tiempo Jesús regrese pero puede hacer os
arreglos para distraernos y evitar que estemos preparado para el gran momento.
4. Organizar: Implica administrar en forma adecuada y apropiada los
recursos. Un buen organizador es un buen administrador pero no todos los
administradores son organizados. La esencia de la organización es asignar prioridad a las
tareas y realizarlas en el orden asignado. Todo buen administrador al servicio de Dios
debe organizar su trabajo tomando en consideración el «tiempo de Dios». Un día es
como mil años y mil años como un día. El apóstol Pedro dijo: «Pero no olviden,
queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años
como un día» (2 Pedro 3:7-9). El organizar como si ha Cristo, le faltara mil años por
regresar, nos permite planificar con precisión. El administrar como si Cristo regresara
mañana nos motiva a hacerlo con integridad y rectitud.
5. Ejecutar: Implica acción. En la medida en que hacemos cumplir lo planificado estamos
ejecutando nuestro trabajo administrativo. Tanto la planificación como la ejecución son
importantes. Entender con claridad cuál es la «meta» nos permite planificar con precisión
y ejecutar con perfección. La meta tiende afectar nuestro comportamiento. En el proceso de
«ejecutar» no podemos olvidar para quien trabajamos. Un buen administrador al servicio
de Dios debe evitar que la «meta» justifique su comportamiento. Si en el proceso de
alcanzar nuestra meta olvidamos el propósito de la gran comisión, y hacemos tropezar a un
hermano de la fe, no hemos «ejecutado» nuestro trabajo en forma adecuada. La meta es
«ejecutar» nuestro trabajo administrativo de forma tal que agrade a Dios.
6. Evaluar con integridad. Es donde se revisa el proceso y los resultados del cambio.
También es importante la evaluación que se efectúa durante el proceso de cambio para
hacer los ajustes convenientes. Este proceso es continuo y, cuando se resuelven algunos
problemas, surgen otras situaciones que dan inicio nuevamente al proceso de cambio. La
integridad nos ayuda, a mantener nuestros pies en la tierra y nos protege, de la
arrogancia de hacer cosas para impresionar a la «gente» y no para agradar a Dios.
Los primeros administradores: En los inicios: La primera dificultad administrativa que
enfrentó la iglesia tuvo que ver con el «servicio de la mesa». Los apóstoles llamaron a siete
personas de buen testimonio para que se hicieran cargo del servicio de las mesas. Ellos eran
varones de buena reputación o testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, gente fiel a
quienes se podía confiar la tarea de administrar el «servicio de la mesa» (ver Hechos. 6:3).
Pablo le dijo a Timoteo que lo que había visto y aprendido de él, que lo encargara a hombres fieles
que fueran idóneos para enseñar también a otros (2 Ti. 2:2). La función administrativa es una
virtud que permea los cinco ministerios de la iglesia.
«Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros» (Efesios 4:11).
Cuando el Señor Jesucristo ascendió a lo alto después de haber resucitado, dio dones en forma de
hombres (Ef. 4:8), para que nosotros, la iglesia, pudiéramos alcanzar la condición de un varón
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 22
maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:13). La función de los cinco
ministerios es enseñarle al pueblo de Dios la doctrina, la forma de vida que aprendieron del Señor
Jesucristo.
Estos dones repartidos entre los de hombres tipifican la poderosa mano de Dios. Ella se mueve a
través de: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, bajo la cual somos «ministrados»
para crecer y desarrollarnos dentro del cuerpo. En Efesios 4:12, se nos dice que los cinco
ministerios capacitan a los santos para la obra del ministerio y para la edificación del cuerpo de
Cristo, es decir que, los santos son capacitados para edificar juntamente con los ministerios.
La misión de los cinco ministerios es arrancar, derribar, destruir y derrocar toda obra de tinieblas
en nuestra vida (Jer. 1:10), para luego edificar y plantar sobre el fundamento que es Cristo. A
continuación se describirán algunas características importantes de los cinco ministerios, el alumno
podrá identificarse con uno o más de los siguientes dones ministeriales:
Número uno: Ministerio Apostólico. El ministerio apostólico es el primer ministerio que se menciona en la Biblia. Los doce discípulos del Señor fueron llamados
apóstoles. Apóstol en su raíz griega se traduce: delegado, embajador del evangelio, un
comisionado de Cristo.
Señales de un Apóstol: Las señales por medio de las cuales se puede reconocer a
un Apóstol son…
Fundan iglesias (Hch. 8:14).
Tienen revelación de la doctrina y de misterios (2 Co. 12:1-7, Ef. 3:5).
Tienen sufrimientos por la causa de Cristo (2 Co. 11:23-27).
Sientan doctrina (Hch. 2:42).
Tienen obras poderosas (2 Co. 12:12, Hch. 2:43, 5:12).
Predican el evangelio de la gracia, poseen cetro de autoridad y gobierno (Jer.
1:10).
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 23
Función Apostólica:
Ponen el fundamento de la doctrina (Ef. 2:20).
Reciben mandamientos del Señor por medio del Espíritu Santo (Hch. 1:2).
Tienen autoridad de parte de Dios para enviar a ministros (Hch. 6:6).
Envían delegaciones apostólicas a las iglesias (Hch. 15:22).
Visitan, supervisan y confirman iglesias. (Hch. 15:36,41; 16:5).
Son padres del alma. (1 Co. 4:15), cuando ejercen función pastoral (2 Co.
12:14).
Juzgan casos de las iglesias que cubren y aplican disciplina (1 Co. 5:3-4).
Tienen revelación (Jud. 17-18).
Son administradores de la gracia y los misterios de Dios. (1 Co. 4:1; Ef. 3:2
LBA).
Se dedican al ministerio de la Palabra y la oración así como los otros 4
ministerios (Hch. 6:4).
Número dos: Ministerio Profético. En la Biblia se afirma que sin visión, el pueblo perece (Pr. 29:18) Al profeta se le manifiestan primordialmente los dones del
Espíritu Santo de: Inspiración y Revelación. Existe una enorme lista interminable de
grandes profetas bíblicos, entre ellos se encuentrán: Abraham, Isaac, Jacob, David,
Daniel, Eliseo, Isaías, Jeremías, Zacarías, Micaías, José, Natán, Ahías, Jehú, Semaías y
Samuel, etc. De todos los profetas de los tiempos bíblicos hay uno que se destaca como el
más grande de todos los tiempos. Se trata de Juan el que bautizaba en el nombre del Señor.
Jesucristo nos dice:
« Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista;
pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.» (Lucas 7:28 RVR60).
Lo que hizo grande a Juan es que él preparó el camino al Mesías. Como está escrito en el
libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas. Todo valle se rellenará, y se bajará
todo monte y collado; los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos ásperos
allanados; Y verá toda carne la salvación de Dios. (Lucas 3:4-6 RV60)
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 24
Señales de un Profeta. El Profeta es una persona llamada y
calificada en forma sobrenatural como portavoz de Dios. Mientras
que en los tiempos del AT los sacerdotes eran los representantes del
pueblo ante Dios (sus portavoces y mediadores), el profeta, en un
sentido especial, era el representante oficial de Dios entre su pueblo
sobre la tierra. Mientras el oficio sacerdotal era hereditario, la
designación de un Profeta provenía del llamado divino. Señales por
medio de las cuales se puede reconocer a un Profeta son:
1. Tienen autoridad para perdonar (Mt. 9:5-8).
2. Es un vocero o mensajero de Dios.
3. Se sujetan a un apóstol o al pastor donde se congrega.
Función profética. Su función era ser vocero de Dios
proclamando su palabra y dejándola para la posteridad ya
que muchas de sus profecías tenían un cumplimiento en el
corto plazo y otros en el largo plazo.
Dios promete a Israel profetas (Deut. 18:14-22).
El que habla en nombre de Dios (Exodo 4:15, 7:1)
1. Reciben revelación de misterios así como los
apóstoles (Ef. 3:5).
2. Predicen acontecimientos futuros (Hch. 11:27-28).
3. Exhortan y consuelan a la iglesia (Hch. 15:32).
4. Dios les comunica lo que va a hacer antes de
llevarlo a cabo (Ap. 10:7).
5. Profetizan juicios de Dios (Ap. 11:6).
Nota: Dios nos dio profetas (Antiguo Testamento) y Apóstoles (Nuevo Testamento) para establecer
Su Iglesia. Los profetas señalaron hacia adelante, hacia Jesús; los apóstoles también señalaron a
Jesús, pero hacia atrás. Pero ahora, Dios nos habla por Su Hijo: «Dios, habiendo hablado muchas
veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días
nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
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universo» (Hebreos 1:1-2). «
La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de
Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él» (Luc. 16:16).
3.Número tres: Ministerio Evangelista. Son pescadores de almas. Un evangelista es un
proclamador o predicador de buenas nuevas. La palabra griega es Evangelion que significa
anunciar en voz alta. Un evangelista es una persona que se dedica a predicar el evangelio a todo el
mundo. A quien se le aplico el termino, por primera vez, fue a Felipe (Hechos 21:8). Él fue
escogido para «servir a las mesas» de los hermanos, pero desarrollo un ministerio de predicación,
tanto a multitudes, como en Samaria (Hechos 8:5-12) y de persona a persona, como en el caso del
eunuco etíope (Hechos 8:26-40).
a. El evangelista es mencionado como un don que Dio da a la iglesia «para la
edificación» del cuerpo de Cristo, al igual que los apóstoles, los profetas, los
pastores y los maestros (Efesios 4:11-12).
b. Algunos están llamados a hacer esa obra, como fue el caso de Timoteo, a quien
Pablo anima: «Tú, por el contrario, sé prudente en todas las circunstancias,
soporta los sufrimientos, dedícate a la evangelización; cumple con los deberes de
tu ministerio» (2 Timoteo 4:5).
Señales de un Evangelista. El trabajo del evangelista es vital para
el ánimo y crecimiento de la iglesia. El ministerio de evangelismo
tiene pocos límites y se requiere de una persona versátil que pueda
hacer muchos tipos de ministerio. Las señales por medio de las
cuales se puede reconocer a un Evangelista son:
1. Anuncian las Buenas Nuevas (Hch. 8:12).
2. Tienen autoridad para echar fuera demonios y sanar
enfermos (Mt. 10:1).
3. Tienen amor por las almas perdidas.
4. A donde van, predican el evangelio (Hch. 8:40).
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 26
Función del Evangelísta.
El ministerio de evangelismo, tiene sus principios, en el
establecimiento de la iglesia primitiva. Sobre todo, en los viajes
misioneros del Apóstol Pablo, por Asia Menor y Europa.
Todavía al mencionar a un «evangelista» nos llega a la mente una
persona que viaja mucho y predica en diferentes iglesias. Aunque es
cierto, el mismo caso de Pablo, es un ejemplo de un ministro de Dios
que se detuvo en muchos lugares donde evangelizaba hasta poder
establecer una iglesia.
En Filipo duró unos escasos tres meses, mientras que en Éfeso dos
años. Un evangelista…
1. Hacen prodigios y señales que confirman la Palabra (Hch.
6:8).
2. Dan testimonio de Jesús (Hch. 6:9-10).
3. Demuestran con las escrituras que Jesús es el Cristo (Hch.
7:52-53).
4. El Espíritu Santo por medio de ellos hace ver a los pecadores
su pecado y los llaman al arrepentimiento (Hch. 7:52-53).
5. Realizan campañas evangelísticas
(evangelismo enmasa)(Hch. 8:4)
6. Hacen evangelismo personal (Hch. 8:27).
7. Llevan a los convertidos al bautismo de agua (Hch. 8:12).
8. Recorren aldeas y ciudades predicando las buenas nuevas
(Hch. 8:40).
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 27
4. Número cuatro: Ministerio Pastoral.
Este ministerio está directamente ligado con el
pueblo. Jesús se auto nombra el buen pastor. Ya
que el buen pastor da su vida por las ovejas. Esta
es la naturaleza de un llamamiento pastoral:
darse entero en pos de la congregación. El
termino pastor tiene la implicación de ser una
persona dedicada al cuidado espiritual de un
grupo de creyentes, sirve de guía para ayudarle
a mantenerse en el camino que nos lleva a vivir
vidas dignas del Señor agradándole en TODO (ver Colosenses 1:9-12). El rol pastoral
bíblico no tiene que ver tanto con autoridad, sino con apacentar y enseñar. La idea del
pastor viene de la tradición pastoral de Israel. La cría de animales, especialmente ovejas,
su alimentación y cuidado, su protección y corrección, servían de ejemplo para el cuidado
espiritual del pueblo de Dios. Dios mismo es identificado muchas veces como el Buen
Pastor, tal como lo expresa el Salmo 23. Jesús se identifica como el Buen Pastor que da su
vida por sus ovejas, que logra ovejas obedientes, que prestan atención a su voz y lo siguen,
y quien protege a sus ovejas de modo que nadie las arrebatará de su mano.
Señales de un Pastor. El pastor tiene un importante rol educativo
en la iglesia. Los pastores, juntamente con los maestros, son
necesarios para consolidar las iglesias. Esto ocurre a través de la
enseñanza, el cuidado del pastor y el liderazgo espiritual. Las
señales por medio de las cuales se puede reconocer a
un Pastor son:
1. Dan su vida por las ovejas.
2. Tienen autoridad para velar y cuidar (Mr. 13:34).
3. Son conforme al corazón de Dios (Jer 3:15).
4. Tienen vara de autoridad para corregir ovejas, pero también
tienen cayado para pastorear (Sal 23).
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 28
Función del Pastor: Es necesario mantener un buen equilibrio entre
tareas administrativas, tareas de enseñanza y tareas de cuidado
pastoral. El pastor debería velar bien por los tres ámbitos, pero a la vez
desarrollar el ámbito que mejor concuerda con sus dones, y buscar
refuerzo en los ámbitos en los que es más débil. Si su fuerte es enseñar,
debería buscar la excelencia en la predicación y las clases bíblicas. En
tal caso necesita capacitar y dar lugar a otra gente para hacer la tarea
administrativa y de visitación. Si su fuerte es la visitación y la
consejería, debe buscar formas de asegurar que la iglesia no sufra por
falta de intuición y predicación orientadora. Puede invitar a otros
maestros o dar lugar a miembros en su congregación para el ministerio
educativo. Si su fuerte no es la administración, debería encomendar
esta parte a gente capacitada del mundo empresarial. De todas
maneras, es importante que la administración de la iglesia sea
plenamente «santificada» y coopere con las metas.
1. Sienten compasión por las ovejas (Mt. 9:36).
2. Mantienen al rebaño unido (Mt. 26:31).
3. Enseñan a las ovejas. (Mr. 6:34; 16:34-37).
4. Cuidan del maligno a las ovejas (Jn. 10:12).
5. Alimentan al rebaño (1 Pe. 5:2).
6. Apacientan y pastorean a los corderos y a las ovejas
(Jn. 21:15-17).
7. Conducen a las ovejas a lugares de pasto y reposo (Sal. 23:1-2).
8. Restauran el alma de las ovejas y las guían por senderos de
justicia (Sal. 23:3).
9. Velan y dan cuenta de las almas de las ovejas (He. 13:17)
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5. Número cinco: Ministerio Magisterial (Maestro). El maestro es la persona de quién, por
medio de quién y con quién aprenden los alumnos. El maestro cristiano es uno, que ha
recibido por la fe a Jesucristo como Salvador y se empeña en compartir con otros de una
manera convincente, lo que ha experimentado. El maestro lleva entendimiento al pueblo
pues: « ¡Es así como acaba por hundirse un pueblo falto de entendimiento!» (Os. 4:14b)
y el pueblo sin entendimiento caerá (Os. 4:14 RV). Al Maestro se le manifiestan
primordialmente los dones de Revelación y tienen iluminación de la Palabra (Ef. 1:16-18).
El maestro cristiano es un forjador de carácter. Un verdadero maestro cristiano aprende
algo nuevo todos los días. Un buen maestro debe tener la actitud del apóstol Pablo al decir:
«No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo, por ver si logro
asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús» (Filipenses 3:12). La verdad
tiene que salir no solo de los labios del maestro, sino de su personalidad, lo que es, y de sus
acciones, lo que hace. El habla más fuerte con su ejemplo que con sus palabras.
Señales de un Maestro. Las señales por medio de las cuales se
puede reconocer a un Maestro son:
1. Tienen autoridad para enseñar (Mt. 7:29).
2. Su vara es un punzón de escribiente que sirve para grabar la
ley de Dios en el corazón del pueblo (Ez. 37:16).
3. Son los que explican los misterios de Dios de una manera
sencilla.
4. Vive lo que predica.
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Función magisterial. Son los que hacen discípulos (Mt. 28:19). El
maestro tiene la responsabilidad de enseñar el «camino» que
representa Jesucristo. Lo básico de la enseñanza es el
arrepentimiento y el perdón de pecados. La Biblia nos dice: «Esto
es lo que está escrito —les explicó—: que el Cristo padecerá y
resucitará al tercer día, y en su nombre se predicarán el
arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones,
comenzando por Jerusalén» (Lucas 24:46-47).
1. Enseñan (Mt. 6:2).
2. Trazan bien la doctrina (Hch. 5:28).
3. Enseñan principios Bíblicos (1 Ti. 6:1-2).
4. Enseñan principios elementales (leche) y vianda (He. 5:12).
5. Enseñan a discernir la doctrina (Mt. 16:12; Mr. 12:38).
6. Explican la profecía escrita (Hch. 1:20-22).
7. Aprenden la doctrina que Dios envía por medio del apóstol (2
Ti. 3:10).
8. Enseñan, reprenden, corrigen, instruyen en justicia (2 Ti.
4:3).
9. Abren el oído para oír la sana doctrina (2 Ti. 4:3).
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Cuestionario:
Capitulo 2
Administración Eclesiástica
Preguntas lección 2:
1. En el comienzo de la iglesia, ¿quién eran los responsables la administración de la iglesia?
2. En el comienzo de la iglesia, ¿quién recibió la encomienda de encargarse de la administración de
la iglesia?
3. ¿Quién es el administrador por excelencia que debemos imitar?
4. ¿Qué significa que la iglesia es una institución sin fines de lucro?
5. ¿Cual es, una de las características más valiosas, de todo buen administrador?
6. ¿Qué implica cumplir la ley de Cristo?
7. ¿Cuáles son las cuatro cosas que un buen administrador al servicio de Dios debe exhibir?
8. ¿Cuale son los cinco ministerios de la iglesia?
9. De los diferentes ministerios de la iglesia, ¿quién tiene la responsabilidad de fundar iglesias?
10. ¿A qué ministerio se le conoce como pescadores de alma?
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ESTRUCTURA DE LA IGLESIA
RECURSOS MÁS VALIOSO DE TODO ADMINISTRADOR.
Luego de Dios el recurso más valioso con que un buen administrador
tiene que trabajar son los seres humanos (los hombres y mujeres que
componen la congregación). Ninguna organización puede existir sin
personas en quienes tenemos que descubrir habilidades, aspiraciones,
dificultades, sus lados fuertes y débiles, a quienes hay que adiestrar y
luego ocuparlos en la obra.
Compartir con claridad la visión. Debemos en primer
lugar preparar a los lideres que nos apoyan para que hagan las
cosas debidamente, no basta con que deseen hacer un trabajo o desempeñar un privilegio,
sino que deben de saber cómo deben desempeñarlo. «Sean mi protección la integridad y
la rectitud, porque en ti he puesto mi esperanza» (Salmos 25:21).
Seleccionando personas comprometidas con Dios. Muchas de nuestras iglesias
por el desconocimiento de esta materia otorgan los privilegios a sus miembros más
destacados, pero nunca les dicen que deben de hacer y cómo, por lo que la persona que lo
recibe, agradece a Dios el quererle usar, pero no sabe ni por donde comenzar a trabajar en
su puesto. La Biblia nos dice: En cuanto a ti, si me sigues con integridad y rectitud de
corazón, como lo hizo tu padre David, y me obedeces en todo lo que yo te ordene y
cumples mis decretos y leyes» (1 Reyes 9:4).
Preguntas que debemos hacernos en el proceso de seleccionar la persona
adecuada:
1- ¿Qué dones necesitamos para llevar a cabo esas actividades.
2- ¿Tenemos personas con esos dones en nuestra iglesia?
3- ¿Contamos con personas deseosas de aprender esas habilidades?
Un buen administrador al servicio de Dios es una persona idónea. La Biblia nos dice: «Lo que
has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para
enseñar también a otros» (2 Tim. 2.2). La idoneidad es importante porque la actitud del líder
ejerce mucho influjo sobre la gente, y por lo tanto, a la productividad de una organización, ya que,
si no es competente pone de manifiesto lo dicho por el Señor en los siguientes versículos”
Capítulo 3
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 33
SEIS PRINCIPIOS IMPORTANTES QUE TODO ADMINISTRADOR AL
SERVICIO DE DIOS DEBE EXHIBIR..
Uno: Ser integro. No debe de ser un aprovechado explotando a las personas que
trabajan bajo sus órdenes, porque tal actitud desagrada al Señor.
Dos: Mantener un espíritu positivo. Debe animar a los decaídos y luchar por
restaurar a los que se han alejado del evangelio.
Tres: Cuida de la congregación. No se lamenta de su privilegio sino que lo
desempeña con gozo. La Biblia nos confirma: «Apacentad a la grey de Dios que
está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por
ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto”( 1 Pedro. 5.2).
Cuatro: Su optimismo y su entusiasmo es contagioso. Contagian a los que le
rodean convirtiéndolos en sus seguidores.
Cinco: Tiene don de mando. Los que los que trabajan bajo sus órdenes lo hacen
con agrado. La Biblia afirma: “No como teniendo señorío sobre los que están a
vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.» (1 Pedro 5.3).
Seis: Son ejemplos dignos de imitar. Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres
hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les
hablares, ellos te servirán para siempre.” 1 Reyes 12:7).
Una persona íntegra: Ez. 34.2-5: “Hijo de hombre profetiza contra los pastores de Israel;
profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Hay de los pastores de Israel, que se
apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? Coméis la grosura y os
vestís de lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas. No fortalecéis las débiles,
ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni
buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia. Y
andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas la fieras del campo, y se han dispersado.
DESTREZA QUE DEBEN DESARROLLAR TODO BUEN ADMINISTRADOR: Motivación,
autoestima, optimismo, dinámica de fijación metas, visualización, actitud alerta, creatividad,
actitud comunicativa, orientación hacia el crecimiento, respuesta positiva hacia la presión,
confianza, gozo, aceptación de retos o desafíos, prontitud, sentido de dirección, capacidad de
persuasión, convicciones personales profundas, agenda personal, estar dispuesto a decir no, a
tomar decisiones firmes y sentido de misión y destino.
MOTIVACIÓN: El dinero es un buen motivador pero es el mas efectivo. En la medida en que crecemos en el conocimiento de Dios descubrimos el gozo que encierra hacer la
perfecta voluntad de Dios. Anhelar ese gozo es motivación más que suficiente para
esforzarnos a vivir vidas dignas del Señor agradándole en TODO (ver Colosenses 1.9-10).
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La motivación correcta nos inspira y nos anima a alcanzar la meta. Motivamos con palabra
pero también con nuestro ejemplo. Un buen ejemplo habla con mas fuerzas que mil
palabras.
AUTOESTIMA: Tiene que ver el color del espejo donde nos miramos. Un espejo color rojo va a reflejar nuestra imagen en
rojo mientras que un espejo azul va a reflejar nuestra imagen
en azul. La autoestima depende de en qué medida nos sentimos
valorados, queridos y aceptados por otros — y en qué medida
nos valoramos, queremos y aceptamos a nosotros mismos. Las
personas con una autoestima sana se sienten bien consigo
mismas, aprecian su propia valía y están orgullosas de sus
capacidades, habilidades y logros. Las personas con baja
autoestima sienten que no gustarán a nadie, que nadie los
aceptará o que no son buenos en nada. Como buenos
administradores al servicio de Dios debemos cuidar nuestra autoestima y la de nuestro
equipo de trabajo. Un excelente antídoto para una baja autoestima es entender que Dios
tiene buenos planes para con nosotros. «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para
ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un
futuro y una esperanza» (Jeremías 29:11).
EXPERIENCIA: Tiene que ver con presenciar o experimentar algo. La experiencia es la forma de «conocimiento» que se produce a partir de estas vivencias u observaciones. La
experiencia nos permite madurar en la vida. El que no aprende de sus experiencias está
condenado a repetir sus errores. Aprender de nuestra experiencia es factor clave en nuestro
trabajo administrativo como líder.
La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede (Poeta –
Aldous Huxdey). Solo hay una cosa más dolorosa que aprender de la
experiencia y es «NO» ponerla en práctica, cuando la necesitamos. La experiencia
aplicada, es fuente de sabiduría, pero la experiencia ignorada es camino de destrucción. La
Biblia nos dice: «Y me dije: “Que hable la voz de la experiencia; que demuestren los
ancianos su sabiduría» (Job 32:7).
OPTIMISMO: No es ver, todo color de rosa sino saber, que todo puede llegar a ser
color de rosa. El optimismo es el resultado de mezclar la esperanza con la confiar en Dios.
La escritora Helen Keler lo resumió al decir: «El optimismo es la fe que conduce al éxito.
Nada puede hacerse sin esperanza y confianza». En la medida en que crecemos en el
conocimiento de Dios nos llenamos de optimismo, al entender que a pesar de las
circunstancias que me rodea, Dios está en control. Hay una frase popular en el mundo que
afirma, que no hay mal, que por bien no venga. Los que no saben los del mundo es que esa
frase encierra una poderosa verdad bíblica. Dios es bueno y el no va a permitir que
experimentemos una calamidad que Él no este dispuesto a duplicar en bendición. Entender
esta verdad produce gozo ante la adversidad. El gozo no proviene de la adversidad sino de la
bendición que proviene de camino. Un buen administrador al servicio de Dios es optimista
porque entiende de que Dios está en control.
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DINÁMICA DE FIJACIÓN DE METAS: Tener metas en la vida es tan importante como la vida misma. Ellas hacen que la vida valga la pena, te aportan entusiasmo, te permiten
obtener logros cuando las alcanzas y enorgullecerte de ello, dan sentido a tu vida, hacen que
ocupes tú tiempo de manera productiva en vez de malgastarlo con pasatiempos que no te
aportan nada. Las metas aumentan el interés en lo que haces, aumentan el entusiasmo,
aportan un sentido de dirección, motivación y esperanza. No es necesario que tengas grandes
metas, pueden ser metas pequeñas. Lo importante es que tengan sentido para ti y sean tuyas,
tus deseos, tus anhelos, te ayuden a solucionar problemas y a hacer que tu vida sea más
satisfactoria. Un buen administrador al servicio de Dios, establece un plan de acción, con el
fin de alcanzar su meta. Un plan de acción, es una guía de trabajo donde se identifica los
pasos a seguir para alcanzar la meta.
VISUALIZACIÓN: Implica vernos en el lugar correcto. La visualización de la que
hablamos no tiene nada que ver con la «ley de la atracción» ni con el concepto de la
visualización creativa. Tanto en la «ley de la atracción» como en la «visualización creativa»
implementan la técnica de utilizar la «imaginación» para crear lo que se desea en la vida. La
visualización a la que nos referimos tiene que con vernos en el centro de la voluntad de
Dios. El hacer Su voluntad no nace de nuestra lógica sino de su espíritu. La Biblia nos
afirma: Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino
que nacen de Dios» (Juan 1:13). «Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a
los piadosos y a quienes hacen su voluntad» Juan 9:31). Vernos en el lugar correcto implica hacer la voluntad de Dios. «Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de
mí» (Salmos 40:8). El visualizarnos deseando hacer la voluntad de Dios genera Su
intervención. ¡Él nos enseñan en hacer Su voluntad! «Enséñame a hacer tu voluntad, porque
tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me guíe por un terreno sin obstáculos» (Salmos
143:10). Un buen administrador al servicio de Dios debe anhelar hace la voluntad de Dios.
ACTITUD ALERTA: No bajar la guardia. En la medida en que entendemos cual
peligroso es Satanás nos mantenemos alerta. Él no tiene el poder para separarnos de Dios
pero si tiene la astucia para engañarnos para que nosotros nos separemos de nuestro Dios.
Los que mantiene una actitud de alerta, contra las artimañas de Satanás, caminan con
firmeza sin apartarse del camino correcto. «Así que, el que piensa estar firme, mire que no
caiga» (1 Corintios 10:12). Dos razones importante por la cual debemos mantenernos alerta
a nivel espiritual; una de ellas tiene que ver con trampas en el camino y la otra con
oportunidades. ¡Cuidado con nuestras aéreas débiles, que el enemigo las usa, para colarse en
nuestra vida y arruinarnos. La Biblia nos dice: «Atrapen a las zorras, a
esas zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos, nuestros viñedos en flor» (Cantares
2:15). También es importante mantenernos alertas, para identificar las oportunidades, que se
nos presentan en el camino. Mantener una actitud de alerta nos permite perseverar en pos del
premio. «Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de
Dios, reciban lo que él ha prometido» (Hebreos 10:36).
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CREATIVIDAD: Siempre hay una mejor manera de hacer las cosas. Un buen administrador al servicio de Dios está abierto a nuevas ideas con el fin de alcanzar su
objetivo. La creatividad nos permite progresar en la obra del Señor. La Biblia nos dice: «Por
lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre
en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano» (1 Corintios
15:58). La creatividad requiere tener el valor de rechazar lo tradicional por una nueva
manera de hacer las cosas. Esto es lo que implica progresar siempre eb la obra de Dios,
buscar nuevas formas, para cumplir con excelencia nuestro trabajo.
ACTITUD COMUNICATIVA: palabras o ejemplo. Un buen maestro influye más con su
vida que a través de las lecciones que da. Un buen administrador al servicio de Dios es
«camino» para otros que, mirándole a él, se encuentran a sí mismos». El trabajo
administrativo efectivo tiene dos lados. Uno de los lado tiene que ver con hablar y el otro
con escuchar y ambos son importantes. Al dar directrices como administradores nos
aseguramos de alcanzar las metas pero cuando escuchamos a nuestros subordinados nos
aseguramos de ser buenos administradores. Todo buen líder debe estar consciente de que
podemos fracasar solos, pero para triunfar, debemos desarrollar nuestra actitud
comunicativa.
ORIENTACIÓN HACIA EL CRECIMIENTO: Físico, mental y espiritual. En lo físico todo buen administrador busca, expandir su ministerio con el objetivo de alcanzar mas almas
para Dios. En lo mental el administrador, continúa capacitándose para hacer su trabajo con
excelencia. En lo espiritual, un buen administrador está comprometido con crecer en el
conocimiento de Dios. Los que no crecen en el conocimiento de Dios son simples
empleados al servicio de la iglesia pero los que crecen en dicho conocimiento son
«herederos del reino» al servicio de la iglesia. Establecer el reino de Dios aquí en la tierra
tiene que ver con crecimiento. Un empleado al servicio de la iglesia puede tener el deseo de
ayudar a establecer el reino de Dios aquí en la Tierra, pero un heredero, además del deseo
tiene autoridad y poder para que el reino de Dios crezca. El crecimiento de todo ministerio
debe ser vertical y horizontal. Horizontal cuando crecemos (hacia los lados) en tamaño físico
y vertical cuando crecemos (hacia arriba) en tamaño espiritual.
RESPUESTA POSITIVA HACIA LA PRESIÓN: Indudablemente las personas que hoy en día llegan muy lejos son las que hacen «bien su trabajo». Lo importante es cumplir con la
tarea aunque tengamos que hacerlo «bajo presión». De nada sirve tener la capacidad y las
habilidades para desempeñar la tarea si no sabemos controlas las presiones. La respuesta
positiva hacia la presión está relacionada con no olvidar que Dios está en control. Tener
claro esta verdad, nos permite funcionar, con efectividad ante la crisis. El trabajo bajo
presión puede ser entendido como aquel trabajo que se realiza bajo condiciones adversas de
tiempo o de sobrecarga de tareas, y que demanda mantener la eficiencia y no cometer más
errores de lo habitual. Muchos pastores en su función de administradores, se dejan abrumar
por las cargas de su responsabilidad y sin darse cuenta olvidan que Dios está en control. La
respuesta positiva hacia la presión consiste en saber pedir, buscar y llamar. No es asunto de
conocimiento sino sometimiento. En la medida en que nos sometemos a Dios podemos dar
respuesta positiva a las presiones. La respuesta positiva la produce el saber que todo el que
pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre (ver Mateo 7:8).
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CONFIANZA: En Dios. Todos los días enfrentamos dificultades. No hay duda de que así es. Algunos, frente a éstas dificultades se desesperan, otros, se enfadan y otros las enfrentan
con una actitud positiva. Hay varia maneras de enfrentar las dificultades pero la más efectiva
consiste en confiar «plenamente» en Dios. Una buena respuesta sería esperar con firmeza y
convicción en sus promesas. La Biblia nos dice: «Así perseveraras con paciencia en toda
situación, dando gracias con alegría al Padre» (Colosenses 1:11b-12 a). En la medida en que
aprendemos a confiar en Dios el tamaño de los problemas se achican. Dios es más grande y
poderoso que cualquier problema que podamos enfrentar. La clave de la victoria de todo
cristiano consiste en confiar en Dios. La Biblia nos dice: «Éstos confían en sus carros de
guerra, aquéllos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor
nuestro Dios» (Salmos 20:7).Los que confían en Dios son bendecidos en las seis áreas de su
vida: espiritual, familiar, social, mental, económica, y física.
GOZO:
No es una opción sino un requisito. Hoy día es muy común ver personas sin gozo
desempeñando una función ministerial. Cuando servimos a Dios pero no hay gozo en
nosotros algo no está bien en nuestra vida espiritual. El verdadero gozo no proviene de
nosotros sino de Dios. La Biblia nos dice: «No estén tristes, pues el gozo del Señor es
nuestra fortaleza» (Nehemías 8:10). El gozo es un factor indispensable en todo siervo
comprometido con Dios. Hay cinco cosas que debemos hacer como ministros al servicio del
Señor para que el Dios de amor y paz esté con nosotros. La primera de las cinco cosas tiene que ver con esta alegre. Solo las personas con genuino gozo pueden estar alegres. La Biblia
nos dice: «En fin, hermanos, alégrense, busquen[a] su restauración, hagan caso de mi
exhortación, sean de un mismo sentir, vivan en paz. Y el Dios de amor y de paz estará con
ustedes» (2 Corintios 13:11). El gozo del cristiano no proviene del problema, sino como
resultado, de nuestra confianza en Dios. Job lo perdió todo excepto su confianza en Dios. Al
final Dios le devolvió el doble y deja establecida una verdad espiritual. Dios en su amor por
ti, no va a permitir que enfrentes ninguna situación difícil que Él no esté dispuesto a
duplicar en una bendición (ver Job 42:10).
ACEPTA RETOS Y DESAFÍOS: Un buen administrador siempre está listo a lanzarse pese
a los riesgos que pueda correr, en vista de que, su objetivo no es la perfección, pero sí la
excelencia. Por eso toma su decisión razonable y actúa. Hay cuatro factores que ayuda a
todo administrador cristiano a salir victorioso de los retos y desafío que la vida
constantemente trae a nuestra vida. Estos factores lo podemos identificar con esperar,
firmeza, convicción y promesa.
o Esperar: Esta palabra apunta para permanecer en un mismo lugar hasta que ocurra
algo. La idea es que nada nos puede mover de nuestra posición hasta que Dios actúe.
Un ejemplo perfecto de esto son las palabras de Job quien, a pesar del profundo pozo
en que se encontraba, esperaba en el Señor (Job 6:11; 13:15a).
o Firmeza: Esta palabra tiene la idea de constancia, es decir, aquella fuerza interna que
no se deja dominar ni abatir. La firmeza es perseverancia, aquella virtud que nos
lleva a no desistir. El Nuevo Testamento usa esta palabra para describir la actitud de
mantenerse en aquello que se cree (Col. 2:5; 2 P. 3:17).
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 38
o Convicción: Es a aquello a lo que estamos fuertemente adheridos. La idea es no
soltarse, permanecer agarrados fuertemente (Flp. 2:16; 3:12).
o Promesas: Las promesas de Dios son expresiones de Su voluntad. Él ha decidido
hacer o darnos algo. Sus promesas son todas bendiciones que recibimos por gracia,
es decir, de forma inmerecida (Hch. 1:4; Ro. 15:8; 2 P. 1:4).
PRONTITUD: Un buen administrador no «procastina» su responsabilidad de resolver el conflicto lo más pronto posible. Procastinar consiste demorar la responsabilidad de resolver
el conflicto o problema, hasta el momento crítico. Muchos por temor al cambio posponen
hasta el final su decisión o tarea. La prontitud es un atributo positivo en todo administrador.
La prontitud no cancela el «saber esperar» sino que lo complementa. Tenemos que aprender
a esperar con paciencia en Dios pero debemos estar preparado a actuar con «prontitud» tan
pronto Él nos de la luz verde. Es importante, si Dios nos da luz verde para actuar, el no
posterga para mañana lo que puedes hacer hoy. Hay un refrán popular que dice, «vísteme
despacio porque tengo prisa. El hacer las cosas a lo ligero aumenta la probabilidad del error.
La prontitud no implica ligereza sino actuar en el tiempo correcto para obtener los resultados
deseados.
SENTIDO DE DIRECCIÓN: Tiene sentido de movimiento, de orientación, de dinámica
que le impulsa a alcanzar objetivos. Ver la meta con claridad y no distraerse con las
variables relacionadas con la meta. Jesucristo nos limpia del pecado pero a nosotros nos
queda la responsabilidad de mantenernos limpios. «Si alguien se mantiene limpio, llegará a ser un vaso, noble, santificado, útil para el Señor y preparados para toda buena obra» (2
Tesalonicenses 2:21). Nuestra meta es hacer la voluntad de Dios y no la nuestra. El sentido
de dirección nos hace huir de las malas paciones de nuestra juventud, y nos impulsa a
esmerarnos en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor
con un corazón limpio (ver 2 Tesalonicenses 2:22). El «sentido de dirección» implica
seleccionar el camino correcto que nos lleva a la meta. Ese camino tiene dirección opuesta al
pecado. «Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia
la carrera que tenemos por delante» (Hebreos 12:1),
CAPACIDAD DE PERSUASIÓN: Es capaz de convencer a otros de que le acompañen en
la aventura de fe, en busca de alcanzar las metas trazados. Convencemos cuando hay pasión
en lo que creemos. Cuando nuestro Señor nos manda hacer algo, o nos pide que
emprendamos alguna tarea especial; previamente nos equipa con todos los elementos
necesarios para lograrlo. Estos elementos los podemos identificar, en su mayoría como las
diferentes personas que Dios pone a nuestro alrededor, para ayudarnos a completar la tarea
asignada. La capacidad de persuasión es una destreza que todo administrador al servicio de
Dios debe desarrollar. La meta es animar al equipo de trabajo comienza con nosotros. En la
medida en que nosotros genuinamente estemos convencido que nuestra tarea viene de Dios
podremos convencer a otros.
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VISIBLE E INVISIBLE.
La iglesia del Señor Jesucristo es una identidad
visible e invisible. En contraposición con la Iglesia
romana, Lutero concibió con el paso de los años otro
tipo de Iglesia. Para explicarla, recurría a la distinción
entre “Iglesia visible” e “Iglesia invisible”. La primera
aludía claramente a la Iglesia de Roma caracterizada por
el lujo, el ceremonial, el culto barroco y efectista, y la
religiosidad externa. En frente se hallaba la Iglesia que
propugnaba Lutero. Una “Iglesia invisible” que
estuviera compuesta, por todos los cristianos que
tuvieran una fe verdadera, que estuvieran unidos no por
lazos externos de obediencia al Papa, sino por lazos
íntimos y sentimentales surgidos del hecho de compartir
unos mismos valores, preocupaciones y creencias. En realidad, para el reformador, toda Iglesia tenía
una cara visible y otra invisible. La Santa Sede había permitido que la Iglesia se centrara demasiado
en asuntos superficiales que no servían para ayudar a los fieles sino que su única virtualidad era
aumentar el poder del clero romano. Por ello, la Iglesia luterana debería asemejarse y potenciar más
su vertiente “invisible”, esa parte espiritual, sencilla y no discriminatoria cuya razón de ser sería el
auxilio del creyente.
La diferencia. Desde la perspectiva de Lutero, la iglesia visible dependía de la apariencia mientras que la iglesia invisible demandaba integridad y rectitud. En la
iglesia «invisible» no existiría la doctrina del “sacerdocio ministerial”. Esta doctrina
reafirmaba que los sacerdotes desempeñaban un papel sagrado fundamental de
intermediarios entre el fiel y Dios, ampliando la división jerárquica entre ambos
colectivos. La iglesia visible pone al sacerdote en un peldaño más elevado que el
resto de los creyentes. Lutero combate esa idea al proponer la doctrina del
sacerdocio universal.
El sacerdocio universal. Esta doctrina promulga que todos los creyentes somos iguales por el bautismo, la fe y el Evangelio. Evidentemente habría sacerdotes, pero
éstos tendrían un papel meramente funcional como expertos de la predicación, de la
administración de los sacramentos y de las tareas del servicio divino. La autoridad
del sacerdote sería únicamente temporal, por lo que serían designados o cesados por
los poderes seculares y no religiosos.
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Iglesia visible: Visualizándola desde un aspecto más amplio que aplicado por
Lutero, podemos decir que la iglesia visible, la integran el número de creyentes
ubicados en los diferentes lugares de la tierra. En otras palabras cada iglesia
local.
1. Hch. 11.26: “Y se congregaron allí todo un año en la iglesia, y
enseñaron a mucha gente.”
2. 1 Cor. 11.18: “Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia...”
Iglesia Invisible: Se le este nombre todos los integrantes del cuerpo de
creyentes, tanto a los que están en el cielo, como a los que estamos en la
tierra, y que hemos sido unidos espiritualmente con Cristo nuestro Salvador,
formando, por lo tanto, su cuerpo.
1. Ef. 5.23: “...Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es
su Salvador.”
2. Col. 1.18: “Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el
principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga
la preeminencia.”
La estructura de la iglesia está descrita en la Biblia.
1. La cabeza es Cristo (1ª Corintios 12:28).
2. Luego los cinco ministerios donde claramente las escrituras dicen
primeramente apóstoles, es decir, que el ministerio apostólico es un
ministerio de gobierno.
3. En segundo lugar profetas. En Efesios Pablo enseña que la iglesia debe
ser edificada en el fundamento de los apóstoles y profetas.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 41
4. El ministerio profético en la estructura de la iglesia debe de ser
reconocido como uno de los fundamentos para edificar.
5. Los otros tres ministerios primarios son los que componen este equipo
ministerial, cada uno con su función específica.
6. La Biblia señala al ministerio pastoral como uno de gobierno en donde
las congregación debe obedecer a sus pastores. Hebreos 13:17
7. Cuando observamos el caminar de la iglesia primitiva, notamos que en
su estructura de gobierno los apóstoles caminaban con los ancianos
para tomar decisiones al respecto de toda la iglesia.
Miembros: En el Nuevo Testamento se revela que la iglesia es el propósito central de Dios en la
edad actual. En contraste con el propósito de Dios para con individuos y naciones del Antiguo
Testamento. El propósito mayor para la nación de Israel, se revela en el concepto de la Iglesia.
Estamos hablando de creyentes formados por judíos y gentiles. Este nuevo grupo tiene la
responsabilidad de a salir al mundo y dar a conocer a Jesucristo. Desde sus inicios, el concepto de
iglesia, se divide en dos grupos: Iglesia como organismo universal y la iglesia como unidad local
(iglesia organizada). Lo básico para ser miembros de la iglesia tiene que ver con creer en el
evangelio y arrepentirse. Jesús dijo: «Se ha cumplido el tiempo. El reino de Dios está cerca.
¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!» (Marcos 1:15).
Iglesia como organismo universal. El énfasis principal en el Nuevo Testamento está
en la iglesia como organismo, la unión viva de todos los verdaderos creyentes en Cristo. Esta
es la verdad distintiva que se presenta a partir del día de Pentecostés, con el advenimiento
del Espíritu, y que acaba con la venida de Cristo por su iglesia. Él no viene por una
denominación o grupo en particular, sino por su iglesia compuesta por hombres y
mujeres, comprometidos con Dios en Espíritu y Verdad. No estamos hablando de
todo el que se llama cristiano sino de todos aquellos comprometidos con crecer en el
conocimiento de Dios y vivir vidas dignas del Señor agradándole en TODO (ver Colosenses
1:9-12). Estamos hablando de la iglesia que será arrebatada fuera del mundo y llevada al
cielo. Esta iglesia que será arrebatada no está compuesta por todos los que se llaman
cristianos sino por aquellos comprometidos a vivir «vivir vidas dignas del Señor». La iglesia
como organismo universal está compuesta por hombres y mujeres radiantes, sin manchas,
sin arrugas espirituales y ninguna otra imperfección (Efesios 5:27).
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Iglesia como organismo local (iglesia organizada).
La iglesia local es como un invernadero cuya misión es ayudar al creyente
a crecer en el conocimiento de Dios y motivarlos a visitar vidas dignas del
Señor agradándole en TODO. Un invernadero es un lugar preparado
artificialmente para cultivar las plantas fuera de su ambiente y clima
habitual. La iglesia provee una conexión entre el mundo espiritual donde
Dios reina y el mundo físico donde el hombre habita. La meta de la iglesia
es ayudara al creyente a someterse a Dios, resistir al diablo y motivarle a acercarse a Dios
(ver Santiago 4:7-8). La iglesia como organismo local es la responsable de dar a conocer a
Cristo. Hay dos maneras básicas de darle a conocer, una es atreves de nuestras palabras y la
otra es atreves de nuestro ejemplo. Nuestro ejemplo habla más fuerte que nuestras palabras.
La iglesia local, sin importar el color de camiseta que use, tiene como prioridad dar a
conocer a Jesucristo. Hay dos factores que garantizan el éxito de nuestra misión:
Primer factor: Nuestra identidad como cristiano. No somos cualquier cosa.
Somos linaje escogido por Dios, real sacerdocio, nación santa y pueblo adquirid por
Dios (ver 1 Pedro 2:9 a).
Segundo factor: Nuestra tarea. Tenemos la responsabilidad de «anunciar las
virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable (ver 1 Pedro 2:9b).
En resumen: La iglesia local es el «invernadero espiritual», para cultivar en el creyente,
el deseo de crecer en el conocimiento de Dios. En la medida en que crecemos en dicho
conocimiento maduramos en la fe. Un creyente maduro en la fe es un creyente radiante, sin
manchas, ni arrugas, y sin ninguna otra imperfección. No todos los que asisten a la iglesia
son miembros de la iglesia. Ser miembros del cuerpo de Cristo implica algo más que asistir a
la iglesia, implica hacernos «uno» con Dios. La Biblia establece «Pero el que se une al Señor
se hace uno con él en espíritu» (1 Corintio 6:17). Muchos son los que se acercan al Señor
pero poco son los que se unen a Él. Solo los que se unen al Señor califican como miembros
de la iglesia que será arrebatada fuera del mundo y llevada al cielo.
El Nuevo Testamento expone las condiciones para ser miembro de
la Iglesia y son:
1. Creer en el evangelio y arrepentirse (Mr. 1:15).
2. Sincera confianza en Jesús como único salvador divino (Hch.
16:31).
3. Obediencia al bautismo en agua como un modo de testimoniar
la fe en Cristo (Mt. 28:19).
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4. Confesión verbal de la aceptación de Jesús como Señor y
Salvador (Rom. 10:9-10).
5. Perseverar en el camino de salvación llevando fruto (Jn 15:4-5
y Gal 5:22-25).
Oficiales: Un estudio exegético y comparativo de Efesios 4:11 muestra la técnica administrativa
de Cristo al establecer oficiales, tanto ordinarios como extraordinarios: “y él mismo constituyó a
unos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”. La razón de
estos nombramientos se expresa en el verso 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio para la edificación del cuerpo de Cristo.
El objetivo de este trabajo, no es el de apuntar cual organización está en lo correcto o cual está
equivocada. Pero si queremos presentar al estudiante las formas y sistemas que la Iglesia ha
adoptado y las que siguen en funcionamiento en nuestros días. Creemos que la iglesia como
organismo vivo recibe órdenes de la cabeza que es Cristo, y el responsable de gestionar la nutrición
y el alimento es el Espíritu Santo, tomando como fuente y base la Palabra infalible de Dios. Es
recomendable, tomar en cuenta que para gestionar una correcta administración, además de contar
con la ayuda del Espíritu Santo es necesario, guiarse por reglas y patrones de trabajo que nos
ayuden a cumplir nuestra tarea administrativa con efectividad. Las reglas y patrones de trabajos
más efectivo son aquellos Que contienen fundamento bíblico.
Gobierno de Oficiales de la Iglesia según el Nuevo Testamento. «Y él mismo
constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”
(Efesios 4:11). La razón de estos nombramientos se expresa en el verso 12 a fin de perfeccionar a
los santos para la obra del ministerio para la edificación del cuerpo de Cristo.
1- Apóstoles: un apóstol (del griego apóstolos) era un delegado, un mensajero, un enviado con
órdenes. En Lucas 16:13 leemos que Jesús llamo a sus discípulos y escogió a 12 de ellos, a los
cuales también llamo discípulos. Este oficio es de trascendental importancia:
a. Se menciona 19 veces en el Antiguo Testamento
b. Fueron constituidos apóstoles por haber sido testigos de la vida de Cristo Juan 15:27 y
recibido de él directamente su comisión. Mar. 3:14 y Gál. 1:1
c. Sentaron el fundamento del Cristianismo Efesios 2:20. Nadie más puede ser considerado
como apóstol, a menos que se tome en el sentido de extensión por el trabajo
desempeñado, como Bernabé Hechos 14:14, Romanos 16:7.
2- Profetas: en los escritos de Esquilo (dramaturgo griego) y otros escritores griegos, «profeta» era
un intérprete de los oráculos de los dioses. da la idea de predicción y adivinación. Este término
es usado en el Antiguo y Nuevo Testamento para describir el oficio o ministerio de ciertas
personas escogidas por Dios para hablar lo que Él quería revelar el triple objetivo del ministerio
profético consistía en hablar a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
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3- Evangelistas: la historia de la palabra evangelio es muy interesante. Homero la usa en la Odisea
el término designada recompensa u obsequio se usa en la Septuaginta 2Samuel 4:10. Mas tarde
el término se uso para referirse a las buenas noticias. Ernest Williams reconoce lo resume así; el
ministerio de los evangelistas consistía en:
a. Predicar y bautizar
b. Ordenar ancianos
c. Ejercer disciplina
d. Representar a los apóstoles
e. Acompañar a los apóstoles
Oficiales Ordinarios: Existen dos clases de oficiales: Pastores y Diáconos
4- Pastores: Nombre que se usa en muchas partes de la
Biblia, designando a un pastor, de ovejas. Usando la
palabra pastor en nuestra traducción española se
tradujeron a ella distintos términos griegos como en
Hebreos 13:7,17y24, las tres veces aparece la palabra
«hegoumenos» que se traduce los que os dirigen. En 1ra.
Corintios 12:28 se encuentra la palabra «kuberneseis» que
significa gobernadores o administradores. La palabra
pastor es interesante porque además del sentido de
autoridad administrativa, existe la familiaridad entre los
términos pastor y pasto lo cual ilustra la legítima función
pastoral.
a. Nota: Diacono: un diácono es descrito como un
sirviente, los ancianos, obispos y maestros eran
puestos administrativos de la fase espiritual de la
iglesia, los diáconos se encargaban de las
necesidades materiales Hechos 6:1-7.
Después de los pastores tenemos otros tres oficios importantes:
1. Ancianos: que eran los de mayor edad y experiencia, y constituían el presbiterio.
2. Obispos: que según Thayer significa supervisor, o encargados de ver que las
cosas sean bien hechas
5. Maestros: apto para enseñar este cargo lo podía ocupar alguien que había sido escogido y
capacitado para el efecto.
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ORGANIZACIÓN ECLESIÁSTICA: A través de los siglos han existido grupos opuestos a todo
tipo de gobierno eclesiástico, argumentando que cuando se establecen reglas o jerarquías
organizacionales se obstaculiza la expresión del Espíritu Santo y no se sigue la voluntad de Dios
sino de los hombres. La experiencia se ha demostrado en distintas ocasiones que la única libertad
que perdura y fructifica es la que surge de una organización equilibrada, donde los derechos
humanos son respetados, reina el orden y la justicia. El orden libera; el anarquismo cautiva.
El anarquismo y el desorden han conducido a las masas a la frustración y a la ruina Prov. 11:14 dice: “donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; más en la multitud de consejeros
hay seguridad”. Esta es una verdad contundente contra el anarquismo y lo es también contra
el despotismo. El anarquismo rechaza las leyes y el orden, favoreciendo la completa libertad
del individuo. El despotismo es lo opuesto al anarquismo. El despotismo tiene su
fundamento en el abuso del poder. Autoridad absoluta no limitada sobre el individuo. El
despotismo lo podemos considerar como abuso de poder contra las demás personas.
La iglesia no tiene necesidad de oscilar entre el despotismo y el anarquismo. El Nuevo
Testamento establece las bases para una administración equitativa. No se espera hallar en la
Biblia cada detalle del programa administrativo; pero si se debe depender de ella para el
establecimiento de oficiales, normas y objetivos.
Resumen:
1. Muchas son los que se oponen a cualquier organización
jerárquica o de gobierno dentro de la estructura de la
Iglesia, argumentando que cuando se establecen reglas o
jerarquías organizacionales se obstaculiza la expresión del
Espíritu Santo y no se sigue la voluntad de Dios sino de los
hombres. Prov. 11:14 dice: “donde no hay dirección sabia,
caerá el pueblo; más en la multitud de consejeros hay
seguridad”.
2. Donde no hay dirección no hay orden. Esta es una verdad
que nos muestra que el mejor camino a una buena
administración es el de establecer el orden a través de una
organización estructural dentro y fuera de la Iglesia.
3. El Nuevo Testamento establece las bases para una
administración equilibrada. No se espera hallar en la Biblia
cada detalle del programa administrativo; pero si se debe
depender de ella para el establecimiento de oficiales,
normas y objetivos.
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La iglesia, como cuerpo de Cristo: Comprende a todos los cristianos que se han unido a Cristo
como cabeza del cuerpo por medio del bautismo del Espíritu. La iglesia como un organismo ha sido
ordenada sobre la base del mismo principio del cuerpo humano, porque cada parte se relaciona con
las demás partes y todo el cuerpo se relaciona con la cabeza que dirige el cuerpo. El cuerpo de
Cristo no necesita esencialmente de una organización, puesto que su relación es espiritual y
sobrenatural. Sin embargo, en la iglesia local, tanto en los tiempos bíblicos como ahora, es
necesario tener cierta organización en la práctica. En la historia de la iglesia se encuentran tres
formas de gobierno de la iglesia, cada una de las cuales tiene sus raíces en los tiempos apostólicos.
1. El gobierno Episcopal: La forma episcopal de gobierno reconoce un obispo, (de ahí el nombre episcopal, de “Epískopos”) la autoridad de obispos y supervisores distritales está
fundada en la práctica de la iglesia primitiva, como se registra en el Nuevo Testamento. El
dirigente eclesiástico, como quiera que se le denomine, en virtud de su oficio, tiene poder de
dirigir la iglesia local. Esto ha dado origen a la compleja organización de la Iglesia Católica
Romana, o a los sistemas más sencillos de la Iglesia Episcopal y de la Iglesia Metodista, en
las que se designan obispos para supervisar las actividades de las iglesias en una
determinada área.
a) Las iglesias locales fueron fundadas y supervisadas por apóstoles
b) Pablo ejerció la superintendencia de las iglesias de Asia y Europa
c) El sistema de ofrendas y la institución de acciones tanto disciplinarias como
ceremoniales son asuntos trascendentales determinados por el apóstol a nivel
regional.
2. El gobierno Presbiteriano: Este gobierno difiere con el
gobierno episcopal también difiere, con los gobiernos democráticos.
El tipo presbiterial elige ancianos gobernantes, los cuales forman el
consistorio para el gobierno de la iglesia local. Para asuntos
regionales, las iglesias presbiterianas cuentan con presbiterios y
sínodos que también son grupos representativos de autoridad
superior. Una forma representativa de gobierno que reconoce la
autoridad de representantes debidamente designados por las iglesias
locales, normalmente agrupadas geográficamente, como es el caso de las iglesias reformadas
y presbiterianas. Los representantes de un grupo de iglesias locales (presbiterio) a veces
quedan bajo la jurisdicción de un cuerpo mayor o sínodo, el que a su vez puede quedar bajo
la autoridad de un cuerpo mayor denominado asamblea general. Aunque varían las reglas y
la extensión del poder, la idea es que la autoridad constituida de la iglesia la ejercen
representantes debidamente elegidos.
3. El gobierno congregacional (Democrático): La forma congregacional de gobierno
es aquella que pone la autoridad en la congregación local, y los asuntos importantes son
decididos por las congregaciones sin considerar la autoridad de otras iglesias u oficiales. Las
iglesias bautistas, las iglesias cristianas, las congregacionales e independientes se rigen por
este tipo de gobierno. Fuerte, uno de los teólogos bautistas dice: cada iglesia local esta sujeta
directamente a Cristo, no hay jurisdicción de una iglesia sobre otra sino que todas están aun
mismo nivel y son independientes unas de otras. Las iglesias locales pueden estar sometidas
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en algún grado a cuerpos mayores, comités u oficiales, el concepto de una iglesia
congregacional es que la iglesia local determina sus propios asuntos, elige y ordena sus
ministros y dirige el uso de sus ingresos. Esta posición es citada por Ernest S. Williams que
fue superintendente de las Asambleas de Dios y agrega que las iglesias de gobierno
congregacional pueden creer en la cooperación entre iglesias pero que ninguna iglesia, ni
oficina fuera de si misma debe gobernar las iglesias locales.
Modelo primitivo: En cierta medida se ven las tres formas de gobierno en la Iglesia primitiva. Algunas de las iglesias primitivas reconocen que los apóstoles tienen la autoridad primaria. Sin
embargo, esto parece haber acabado junto con la primera generación de cristianos. En el concilio de
Jerusalén se ilustra el gobierno representativo. (Hch. 15), donde los apóstoles y ancianos reunidos
fueron considerados como una autoridad en cuestiones doctrinales surgidas en las iglesias. Sin
embargo, estrictamente hablando, ellos no habían sido elegidos ni eran representantes de la iglesia
en el sentido moderno. A medida que las iglesias maduraron y ya no necesitaron la supervisión
apostólica, parece que el gobierno fue pasando a las iglesias locales mismas. Esta parece ser la
situación en el caso de las siete iglesias de Asia mencionadas en Apocalipsis 2- 3, las cuales no
estaban sujetas a autoridad humana aunque permanecían bajo la autoridad de Cristo mismo. Es
dudoso si las Escrituras autorizan un gobierno extenso complejo como el que a veces se ve en la
iglesia moderna, y parecería necesario volver a la sencillez bíblica. La sencillez bíblica consiste, en
entender de qué de la misma forma que el varón es la cabeza de la mujer, Cristo es la cabeza de todo
varón, y Dios es la cabeza de Cristo (ver 1 Corintios 11:3). La sencillez bíblica consiste en seguir la
verdad en amor. La Biblia nos dice: «Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en
aquel que es la cabeza, esto es, Cristo» (Efesios 4:15).
Ampliando el concepto de obispos y ancianos:
El concepto de orden eclesiástico se relaciona con quiénes
tienen la autoridad en la iglesia local y proporcionan el
liderazgo para ella. En el Nuevo Testamento la iglesia local
incluía a las personas designadas como obispos y ancianos y
que eran los líderes responsables de la iglesia local. Es
probable que los obispos y ancianos fueran las mismas
personas aunque los títulos eran algo diferentes en
significado.
El concepto de anciano en el Nuevo Testamento derivó probablemente de los ancianos que ejercían la autoridad sobre Israel (Mt. 16:21; 26:47, 57; Hch., 4:5, 23) y
señalaba a una persona madura en juicio y digna de una posición de autoridad. De
aquí que un anciano fuera una persona que tenía cualidades personales que lo
calificaban para el liderazgo, mientras el término «obispo» o «sobreveedor» describía
el oficio o función de la persona. El obispo era siempre anciano, pero un anciano no
siempre era obispo bajo ciertas circunstancias, esto es, podía tener las cualidades sin
ejercer el oficio. Parece que normalmente las palabras habían sido usadas en un
sentido idéntico en la iglesia primitiva (Tit. 1:5, 7).
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En la era apostólica los obispos y ancianos en una iglesia local eran varios, aunque quizás algunos tenían más autoridad como líderes que otros. Los obispos y ancianos
recibían la carga de ciertas responsabilidades tales como gobernar la iglesia (1 Ti.
3:4-5; 5:17), tenían que proteger la iglesia contra el error moral o teológico (Tit. 1:9)
y debían dirigir o supervisar la iglesia en la forma que un pastor lo haría con su
rebaño (Jn. 21:16; Hch. 20:28; He. 13:17; 1 P. 5:2). Aunque eran designados por los
apóstoles, parece que a medida que las iglesias maduraban la iglesia misma era la
que hacía las designaciones, y la designación era un reconocimiento de sus
cualidades espirituales que los calificaban para los puestos de liderazgo (Hch. 14:23;
20:28; Tit. 1:5; 1 P. 5:2).
Diáconos: Además de los ancianos y obispos, otros eran designados diáconos. En la iglesia
primitiva se preocupaban en el cuidado de los necesitados y en ministrar a las necesidades físicas,
aunque también podían tener dones espirituales (Hch. 6:1-6; 1 Ti. 3:8-13). Como los ancianos, eran
apartados para su oficio por los apóstoles (Hch. 6:6; 13:3; 2 Ti. 1:6) o podían ser nombrados por los
ancianos (1 Ti. 4:14) en la iglesia primitiva. Como en el caso de ancianos y obispos, debe hacerse
distinción entre el oficio de diácono y el ministerio que un diácono pudiera desarrollar. Felipe es
una ilustración de una persona que tenía el oficio de diácono pero que por don espiritual era un
evangelista (Hch. 6:5; 21:8).
Hoy día algunas iglesias tienden a reconocer un solo pastor como el anciano y a los demás oficiales
que le asisten en las tareas espirituales como diáconos. En otras iglesias se usa el término «pastor
principal» para identificar al líder espiritual y a los oficiales que le asisten como pastores asociados.
Ordenanzas:
Las ordenanzas de la iglesia local son ritos u observaciones simbólicas externas ordenadas por
Jesús, que presentan verdades cristianas esenciales. El término “ordenanza” viene del latín ordo, que
significa “fila” u “orden”; luego, por extensión, “algo ordenado y reforzado por la autoridad
correcta.” Las ordenanzas a veces se llaman sacramentos. La palabra “sacramento” originalmente
tenía como significado “un juramento de obediencia tomado por soldados alistados recientemente.”
Las ordenanzas pueden ser definidas como “la señal visible de una obra interior”, o “la señal visible
de una obra de gracia invisible.” Las ordenanzas observadas por las iglesias evangélicas son dos en
número, es decir: el bautismo en agua y la cena del Señor. La mayoría de las iglesias evangélicas
reconocen dos ordenanzas: el bautismo y la cena del Señor. Las excepciones las constituyen ciertos
cuerpos eclesiásticos que, entre las ordenanzas, incluyen el lavamiento de los pies, en la forma que
Cristo lavó los pies a los discípulos (Jn. 13). La Iglesia Católica Romana agrega cinco ordenanzas
más. Solamente el bautismo y la cena del Señor son universalmente reconocidos.
Mientras que solamente dos ordenanzas fueron claras e inequívocamente ordenadas por Jesús, es interesante notar que durante la historia de la iglesia, tantas como doce practicas
externas han sido referidas como sacramentos. No fue hasta el siglo doce que Pedro
Lombard (1100/1164), en su “Libro de Sentencias”, definió el número de sacramentos como
siete (7); y no fue hasta el Concilio de Florencia en el año 1439 que fueron formalmente
decretados por la iglesia romana como los siete sacramentos. Es importante observar que por
más de mil años después de Cristo ningún autor cristiano reconocido declaró que hay siete
sacramentos ordenados en la Biblia.
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El Bautismo: La ordenanza del bautismo con agua se ha visto sujeta a incontables controversias
durante la historia de la iglesia y ha traído como resultado importantes divisiones en la iglesia
organizada. En general, las discusiones han caído sobre dos puntos importantes: Si el bautismo con
agua es solamente un ritual o realmente otorga algún beneficio espiritual al receptor. La cuestión del
modo, si el bautismo es por inmersión o si puede administrarse válidamente por efusión,
refiriéndose al bautismo por rociamiento o por efusión de agua sobre el bautizado.
Los que sostienen que el bautismo con agua es un ritual. Ellos creen que representa una verdad espiritual, pero que en sí mismo no otorga ninguna gracia sobrenatural, a la persona
bautizada. El concepto de que el bautismo es un ritual es la mejor interpretación. Quienes
sostienen que el bautismo con agua confiere alguna gracia especial varían ampliamente en la
medida que el bautismo beneficia a la persona bautizada.
a) Algunos creen en la regeneración bautismal, esto es, que el agua aplicada en el bautismo
afecta el nuevo nacimiento del creyente; otros sostienen que solamente provee una gracia
o inclinación hacia la fe y obediencia del evangelio. Quienes se oponen a la idea del
bautismo como sólo un ritual se refieren al bautismo como un bautismo real
inseparablemente relacionado con el bautismo del Espíritu y el nuevo nacimiento del
creyente.
b) El segundo problema surge en conexión con el modo del bautismo. Aquí la controversia
gira en torno a la cuestión de si la palabra «bautizar» se usa en sentido primario o
secundario. El significado primario de bautizar es «sumergir» o «meter en» algo, agua
por ejemplo. La palabra griega que significa «zambullir» no se usa para dar la idea de
bautismo con agua. Consecuentemente algunos argumentan que el bautismo se usa en el
Los patriarcas de la iglesia
primitiva generalmente
reconocían dos sacramentos.
La Iglesia Católica Romana practica siete sacramentos:
1. El bautismo.
2. La cena del Señor.
1. bautismo,
2. confirmación,
3. Eucaristía (misa),
4. Penitencia,
5. Extrema unción (unción de los enfermos con aceite),
6. Matrimonio,
7. Ordenes (ordenación de sacerdotes y consagración
de monjas).
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 50
sentido secundario de iniciación según el cual uno pasa de una relación antigua a una
nueva relación.
Cristo se refirió a su muerte como un bautismo. La
Biblia nos dice: «Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo
que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser
bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le
dijeron: Podemos. El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y
con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el
sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a
aquellos para quienes está preparado por mi Padre» (Mateo 20:22-
23). Y los israelitas que pasaron el mar Rojo sin que el agua los
tocara son señalados como bautizados en la nube y en el mar (1 Co.
10:2). En esto se basa el argumento que dice que la inmersión física en agua no es necesaria
en el bautismo bíblico.
a) ¡Mucha o poco agua! En la historia de la iglesia surgió la práctica del derramamiento de
agua sobre la persona bautizada en cumplimiento del símbolo del derramamiento del
Espíritu en la salvación, o la aplicación de agua en cantidad menor, bautismo que se
llama por aspersión.
b) La historia de esta doctrina se ha caracterizado por discusiones sin fin. En algunos
casos, como el ejemplo del bautismo de Cristo, las implicaciones parecen señalar que fue
bautizado por inmersión. En otros casos, como en el bautismo del carcelero de Filipos
(Hch. 16:33), se sostiene que es muy improbable que el carcelero y su casa pudieran
haber sido sumergidos en la oscuridad de la mañana antes del amanecer, y el bautismo
normalmente tendría que haber sido por rociamiento mientras aún estaban en la casa.
¿Qué es más importante? La fórmula para el bautismo en agua está claramente declarada en
«La gran comisión» como «en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo». Declaraciones
acerca de ser bautizado «en el nombre de Jesús» omiten la fórmula larga, y enfatizan el bautismo
cristiano como distinguido del bautismo de Juan.
Las siguientes palabras de Aimee Semple McPherson afirman la creencia en la doctrina del bautismo en agua y explican el significado de la ordenanza: Creemos que el bautismo en
agua en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, de acuerdo con el mandamiento
de nuestro Señor, es una bendita señal externa de algo que se ha verificado en el interior; un
precioso y solemne emblema que nos recuerda que así como nuestro Señor murió en la cruz
del Calvario.
Él murió por nuestros pecado. Su muerte nos liberto de las garras del pecado. Gracias a lo que Él hizo nos debemos de considerarnos muertos al pecado, y el viejo hombre. El
bautismo simboliza la sepultura al pecado y la resureccion a la nueva vida. En forma
simbólica somos sepultados con Él a muerte por el bautismo: para que así como Cristo fue
resucitado de los muertos por la gloria del Padre, así nosotros andemos en vida nueva.
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La cena del Señor: La ordenanza de la cena del Señor fue instituida la noche antes de la
crucifixión de Cristo como una representación simbólica de la participación del creyente en los
beneficios de su muerte. Como tal, ha sucedido a la Pascua que los judíos han celebrado
permanentemente desde su salida de Egipto. Según la exposición dada en 1 Corintios 11:23-29, al
ordenar a sus discípulos que comieran el pan, Jesús les dijo que el pan representaba su cuerpo que
sería sacrificado por ellos. Debían observar este ritual durante su ausencia en memoria de Cristo. Él
declaró que la copa de vino era el nuevo pacto en su sangre; al beber de la copa recordarían a Cristo
especialmente en su muerte. Debía observar esta, celebración hasta su regreso.
La historia de la iglesia ha visto interminables controversias en torno a la cena del Señor. En general se han destacado tres puntos de vista principales. La Iglesia Católica Romana
ha sostenido la doctrina de la «transubstanciación», esto es, el pan y el vino se
transforman en el cuerpo y la sangre de Cristo y la persona que participa en ellos está
participando literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo, aunque sus sentidos puedan
reconocer que los elementos siguen siendo pan y vino.
o Un segundo punto de vista es sustentado por los luteranos y se le llama
«consubstanciación», aunque la palabra no es aceptada por los luteranos. Este
punto de vista sostiene que, aunque, el pan sigue siendo pan y. el vino sigue
siendo vino, en ambos elementos está, la presencia del cuerpo de Cristo, y de este
modo uno participa del cuerpo de Cristo al observar la cena del Señor.
o Un tercer punto de vista sustentado por Zuinglio es llamado punto de vista
conmemorativo y sostiene que la observancia de la cena del Señor es una
«conmemoración» de su muerte sin que ocurra ningún cambio sobrenatural en
los elementos. Calvino sostuvo una variante de esto según la cual Cristo estaba
espiritualmente en los elementos.
Un momento sagrado para conmemorar un glorioso evento: La Victoria de Jesucristo. La cena
del Señor usa pan y vino para ayudarnos a identificarnos con el evento ocurrido en la cruz del
calvario. Las Escrituras parecen apoyar, el punto de vista conmemorativo, y los elementos que
contendrían o simbolizarían la presencia de Cristo serían más bien un reconocimiento de su
ausencia. En armonía con esto, la cena del Señor debe ser celebrada hasta que Él venga. Una
observancia adecuada de la cena del Señor debe tener en cuenta las cuidadosas instrucciones del
apóstol Pablo en 1 Corintios 11:27-29. La cena del Señor debe observarse con la debida reverencia
y después de un auto examen. El que participa de la cena de una manera descuidada o indigna
acarrea condenación sobre sí. Pablo dice: «Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del
pan y beba de la copa (1 Co. 11:28).
Momento de confesión de pecados y de restauración. Muchos cristianos han considerado, con
mucha justicia, que la cena del Señor es un momento sagrado de conmemoración de la muerte de
Cristo y de todo lo que ello significa para el cristiano individual. Como Pablo lo dice, es un tiempo
de examen interior, un momento de confesión de pecados y de restauración. Además, es un
recordatorio de los maravillosos beneficios que han alcanzado a cada creyente por medio de la
muerte de Cristo.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 52
a) Así como la cena del Señor señala hacia el hecho histórico de la primera venida de Cristo y
su muerte en la cruz, debe también señalar hacia su segunda venida cuando la observancia
de la cena del Señor cesará.
b) Aun cuando no se da una indicación clara de la frecuencia de la observancia, parece
probable que los cristianos primitivos la practicaban con frecuencia, quizás una frecuencia
de una vez a la semana cuando se reunían el «primer» día para celebrar la resurrección de
Cristo. En todo caso, la observancia de la cena del Señor no debiera ser distante en el
tiempo, sino en obediencia respetuosa y adecuada a su mandamiento de hacerlo hasta que Él
venga.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 53
Cuestionario:
Administración Eclesiástica
Capítulo 3
Preguntas Leccion 3:
1. ¿Cuál es el recurso más valioso que posee todo administrador?
2. ¿Qué efecto tiene en nosotros la motivación correcta?
3. ¿Qué fuerza o destreza se afecta en nosotros, en la medida en nos
valoramos a nosotros mismos, nos queremos y nos aceptamos a nosotros
mismos?
4. ¿Qué fuerza o destreza tiene que ver con presenciar algo o experimentar
algo?
5. ¿Qué se obtiene cundo mezclamos la esperanza con la confianza en Dios?
6. ¿Que es un plan de acción?¿Cuál es la manera más efectiva para
enfrentar las dificultades de la vida? Confiar en Dios.
7. ¿De donde proviene el verdadero gozo?¿Qué implica Procastinar?
8. ¿Cuáles son los tres tipos de organización eclesiástica?
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 54
PROYECTOS DEL PASTOR Y SU AGENDA
Proyectos: La vida de todo líder y en especial los pastores gira alrededor de
proyectos. Tareas a realizar con miras de alcanzar un propósito. En el caso de
un pastor, el propósito tiene implicaciones divinas. Un proyecto puede ser
tan simple como arreglar el jardín de la iglesia o tan complicado como
construir un nuevo templo. Un proyecto tiene los mismos principios sin
importar lo simple o complicado de la tarea. Lo básico de un proyecto es
tiempo, recursos humanos y recurso financiero. Sin una agenda apropiada
cualquier proyecto se transforma en un serio dolor de cabeza.
Recomendaciones para realizar con efectividad cualquier proyecto que
emprenda:
1- Escriba en forma breve el proyecto. Definir por escrito, en forma condensada pero precisa,
el proyecto que se propone realizar.
a. Dibuje un mapa mental del proyecto. Estamos hablando de dibujar un
flujograma o diagrama de la visión. La idea es expresar gráficamente
las distintas fases por las cuales el proyecto tiene que atravesar hasta
alcanzar su etapa final. Este mapa mental puede ser lo más
recomendable, para lograr una visión más clara del total del proyecto
y lograr mayor productividad.
b. Este mapa mental te ayudara a hacer las preguntas adecuadas:
i. ¿Qué necesitas hacer? ¿Cómo lo vas a hacer? ¿A quienes vas a reclutar y de
quienes requerirás información?¿Qué cosas necesitas?
ii. Todo lo que tu proyecto requiere para llevarse a cabo en el momento
planeado, absolutamente todo.
2- Divida y organice. Desglose el proyecto en tareas pequeñas que puedan ser realizadas
independientemente y que incluso puedas delegar de ser posible.
3- Ordenar las tareas según sus prioridades. Calcule el tiempo necesario para cada una de
las tareas. Estamos hablando del orden de importancia de las tareas. Ejemplo tenemos tarea
C, tarea B y Tarea A. El orden jerárquico es identificar el orden de prioridad con que vamos
a realizar las diferentes tareas del proyecto. Luego de analizar las tareas concluimos el orden
de prioridad, en nuestro caso la prioridad la tiene la tarea A, luego la tarea B y concluimos
con la Tarea C. Anota en tu agenda la primera tarea de tu lista y si para ella tienes calculados
3 días de trabajo, por ejemplo, en el cuarto día anota la segunda tarea, y así sucesivamente.
Dedícate por entero, en los momentos que tengas destinados para este proyecto a la tarea
número uno de tu lista. Si logras terminarla antes de los días que tenías planeados, habrás
ganado tiempo para lo que sigue.
CAPITULO 4
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 55
4- Establezca un cronograma. Es una herramienta importante en el proceso de medir el
progreso de todo proyecto. El cronograma esta basado en tareas y tiempo para realizarla.
Calcula tus tiempos de manera que termines el proyecto antes del tiempo en el que es
requerido, para que puedas revisar calmadamente, si todo ha sido concluido como lo
planeaste. En caso de alguna omisión o problema, tendrás todavía tiempo para solucionarlo.
5- Manejo del tiempo con herramientas. ¡Paciencia! No te adelantes con tu lista a menos que
dentro de ella tengas planeado conseguir algo y se
te presente la oportunidad de obtenerlo antes de
tiempo, en tal caso no lo dejes pasar, soluciónalo
de una vez!
a. Son claras las ventajas del cronograma en
la Administración del tiempo, tanto para la
gente, como para el ministerio. Un
cronograma esta orientado a resultados y
nos permite el mejoramiento continuo.
b. El cronograma es una ayuda idónea para
cumplir nuestros objetivos. Una excelente
herramienta de la administración que nos
ayuda a lograr todo lo que nos hemos
propuesto.
Agenda personal del pastor. El éxito de todo pastor
descansa en dos factores externos. El más importante, tiene que ver con Dios, y el segundo factor es
«la agenda personal del pastor». La administración efectiva de todo pastor está asociada con la
buena administración del tiempo. Todo pastor de una manera u otra tiene una agenda personal.
Tener una agenda y sacarle el máximo beneficio a la agenda son dos cosas diferentes. El problema
es que no todas las agendas nos ayudan de la misma manera. Hoy día podemos encontrar desde
agendas en papel hasta agendas electrónicas.
Agenda electrónica: En inglés Personal Digital Assistant (Asistente Digital Personal), es un computador de mano originalmente diseñado como agenda electrónica (calendario, lista de
contactos, bloc de notas y recordatorios) con un sistema de reconocimiento de escritura. Hoy
día se puede usar como una computadora doméstica (ver películas, crear documentos,
juegos, correo electrónico, navegar por Internet, reproducir archivos de audio, etc.). Este tipo
de agenda es increíble en la cantidad de recursos que ofrece pero en la mayoría de los casos
nos complica la vida en vez de simplificarla.
Agenda en papel: La agenda (del latín agenda, cosas que se han de hacer) es un libro o cuaderno con su parte principal originalmente en blanco, pero que con su uso se irá
rellenando con las anotaciones que nos permitan recordar y planificar los diversos eventos
previstos en nuestro tiempo de ocio o ejercicio profesional, los asuntos pendientes de hacer.
Es una herramienta de trabajo imprescindible para un “ejecutivo”, y una buena ayuda para la
gente atareada.
Ventajas de un cronograma:
1. Cada integrante del equipo
identifica con precisión lo que debe
hacer.
2. Cada pieza del proceso se ubica en
su lugar.
3. Se puede realizar seguimiento al
proceso.
4. Se garantiza la obtención de
resultados.
5. Se evitan interferencias y
desperdicios innecesarios por
problemas de comunicación.
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La agenda es el mejor antídoto contra la frustración del olvido. No importa si la agenda es en papel o electrónica, la mejor agenda,
es la que te proporcionas resultados positivos. Las agendas
electrónicas ofrecen un mundo de recursos que muchas veces en vez
de simplificar complican nuestra vida. Dos cosas importantes que la
agenda debe ayudarte: Recordatorio de los compromisos hechos con
anticipación. Mantener presencia visual de las tareas pendientes a
realizar. La agenda apropiada te ayuda a cumplir con puntualidad
tus compromisos y te ayuda a dar seguimiento a las tareas por
realizar. La agenda apropiada trae paz mental y nos permite
proyectar profesionalismo a nuestro ministerio. No hay peor
angustia, en personas responsables, que la de sentir, que algo importante, se nos olvido. La agenda
apropiada no te protege de las gentes incumplidoras, que hacen una cita y no llega, pero te protege a
ti de ser un incumplidor. El manejo efectivo del tiempo es un «activo» en la vida de todo líder. El
tener una agenda «apropiada», es como tener un mapa mental, que nos ayuda a cumplir nuestra
tarea en forma segura y sin la angustia del olvido. Lleva tu agenda siempre contigo. Apunta en ella
todas las nuevas ideas que surjan y las ideas relacionada a los proyectos que estamos desarrollando.
Si el proyecto que estás haciendo es de grandes proporciones te aconsejo tener contigo una
grabadora portátil. De esa manera cuando estas fuera de tu oficina, y el Espíritu Santo trae a tu
mente una idea, la guardas en tu grabadora. Luego cuando llegues a tu oficina o tu hogar la anotas
en tu agenda.
La agenda en nuestra reunión semanal.
Reunión semanal: Todo buen líder debe tener una reunión semana con su personal de trabajo. En
la mayoría de las iglesias americana cuando hablamos del personal de trabajo se refiere a las
personas que trabajan en la iglesia y reciben un sueldo. En la mayoría de las iglesias hispanas
cuando hablamos del personal de trabajo nos referimos a los voluntarios que colaboran con el
pastor. No importa el tamaño del personal de trabajo, las reglas son las mismas, el reunirse
semanalmente para revisar la agenda de trabajo es saludable para el ministerio.
1- La agenda de trabajo de la iglesia la agenda personal del pastor. La agenda de trabajo de
la iglesia, tiene que ver con las metas que como institución, planifican realizar. El resultado
final toma tiempo pero es importante monitorear su progreso. La agenda personal del pastor
tiene que ver con las tareas del diario vivir y los resultados se pueden evaluar en periodos
cortos.
2- La agenda de trabajo de la iglesia. Es importante desarrollar esta agenda de trabajo con su
equipo de trabajo. La clave del éxito es buscar la ayuda del Espíritu Santo para que nos guíe
durante el proceso de establecer nuestra agenda de trabajo. En ella pondremos por escrito lo
que cada departamento de nuestro ministerio, espera lograr. Escribir la visión no es una
estrategia relacionada con la administración sino un mandato divino. Debemos escribir la
visión. «Y el SEÑOR me respondió: «Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las
tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la visión se realizará en el tiempo señalado;
marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala;
porque sin falta vendrá.» (Habacuc 2:2-3). La visión la debemos dividir en tareas a corto y
largo plazo. En la reunión semanal se evalúan las tareas a corto plazo. Una vez o dos veces
al año se evalúan las tareas a largo plazo.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 57
3- La agenda de trabajo de la iglesia debe ser flexible. El primer paso, de tener una agenda efectiva, es la claridad de propósito. Las metas deben ser claras y medibles, para poderse
evaluar, con eficiencia. Cuando evalué la agenda de trabajo de la iglesia tenga al final una
sección de «nuevos asuntos». Toda nueva idea o sugerencia va en esa sección de tal manera
que quede anotada en los record. Luego el líder se encarga de de asignar las nuevas ideas o
sugerencia al área que le corresponde.
4- TRES SENCILLOS PASOS: Desarrollar una agenda de trabajo efectiva.
a. Primer paso: Ore para que Dios a través de Santo Espíritu tome control de la
reunión.
b. Segundo Paso: Organizarla detalladamente la agenda. Cada uno de los temas debe
tener un plan por separado en donde se defina el propósito, los recursos y la
metodología para alcanzar la meta. Ejemplo: Evaluar la meta del comité de
evangelismo.
i. Los miembros de ese comité deben tener por escrito el propósito de su razón
de ser y el objetivo que esperan alcanzar.
ii. Deben estar consciente de los recursos que necesitan para cumplir con su
misión y los recursos con que cuentan. Tal vez los recursos financiero, no le
permitan distribuir trataditos a color, entonces distribúyalos en blanco y
negro pero distribúyalos.
c. Tercer paso: Requiere que el líder sea disciplinado. La reunión debe comenzar a
tiempo. El objetivo de evaluar los logros no es para criticar sino colaborar para
mejorar los resultados. El líder debe mantener un balance efectivo entre los que
logran sus metas y aquellos que se quedan cortos en sus metas. Un buen líder exhorta
a los que están haciendo un buen trabajo para que lo continúen haciendo y reta en
forma positiva, a los que no han logrado sus metas, a esforzarse en lograrlas.
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Cuestionario:
Administración Eclesiástica
Capítulo 4
Preguntas Leccion 4:
1. ¿Qué es un proyecto?
2. ¿Cuáles son los factores básicos en todo proyecto a realizar?
3. ¿En donde debemos escribir en forma breve de que se trata el proyecto?
3. ¿A que nos referimos cuando decimos que debemos dibujar un mapa mental del proyecto?
5. ¿Qué es lo que se debe desglosar en tareas pequeñas?
6. ¿Cuál es la mejor forma de organizar las tareas?
7. ¿Qué es un cronograma?
8. ¿En que está basado el cronograma?
9. ¿Con que está asociada la administración efectiva de todo pasto?
10. ¿Cuál es el mejor antídoto, que un pactor tiene a su disposición, contra la frustración
del olvido?.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 59
LIDERAZGO CRISTIANO
La Biblia establece: «Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que
los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son
grandes ejercen sobre ellas potestad. Más entre vosotros no será
así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro
servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro
siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para
servir, y para dar su vida en rescate por muchos» (Mt. 20: 25-28)
El liderato de la iglesia. La Biblia enseña UNA filosofía de liderazgo, la que Cristo resumió y
modeló en Mateo 20:25-28. Los principios de servicio son la base del liderazgo cristiano. Ahora
bien, al respecto de las características de un líder, el Apóstol Pablo describió a su Discípulo
Timoteo, el modelo del líder ideal e idóneo para la Iglesia de cristo, de este texto de la carta de
Pablo a Timoteo hemos, extraído y ordenado las características principales a considerar para
escoger al liderazgo de nuestras congregaciones. Tomaremos todo el texto, considerando que los
Ancianos y los Diáconos representan en este contexto a TODO el liderazgo de la Iglesia. El texto se
encuentra en 1 de Timoteo Cáp. 3 versos del 1 al 13:
Requisitos de los obispos: 1Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea.
2 Pero es
necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso,
hospedador, apto para enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias
deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en
sujeción con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la
iglesia de Dios?); 6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito
y en lazo del diablo.
Requisitos de los diáconos: « Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a
mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 9 que guarden el misterio de la fe con limpia
conciencia. 10
Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si
son irreprensibles. 11
Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en
todo. 12
Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas. 13
Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en
la fe que es en Cristo Jesús.
CAPITULO 5
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 60
En resumen una persona que reúne las condiciones para el liderazgo en la iglesia debe poseer:
1. Una buena reputación.
2. Control de sí mismo.
3. Valores santos.
4. Un corazón amante.
5. Un hogar saludable.
6. Una fe madura.
7. Una mente enseñable.
UNA BUENA REPUTACIÓN: Un hombre puede tener muchos talentos y un gran conocimiento
de las verdades de la Biblia, pero si su vida tiene un «eslabón débil», su reputación sufrirá un gran
daño y su ministerio se verá disminuido y quizá destruido completamente. Vamos a examinar estas
características brevemente.
Irreprensible. Ésta es una cualidad general que afecta todos los aspectos de la vida. Es
importante que el líder sea irreprochable en todas las áreas importantes del carácter personal
que se señalan en 1ª Timoteo 3 ó Tito 1. En el caso de los pastores y diáconos, cuando sean
probados deben ser hallados irreprensibles a los ojos de las personas a las que van a
ministrar. ¿Significa esto que un hombre debe ser perfecto para ser líder de la Iglesia?
Puesto que nadie es perfecto, esto no es posible. Pero el patrón característico de su vida debe
estar en armonía con las cualidades bíblicas del liderazgo. El líder que viole cualquiera de
estas cualidades debe ser confrontado rápida y bíblicamente (Mateo 18:15-17; 1ª Timoteo
5:19,20).
Decoroso La palabra traducida como «decoroso» puede traducirse también como «respetable» u «honorable». Corresponde a la traducción de la palabra griega que se utiliza
para «ordenadamente» o «bien dispuesto». Un hombre que vive una vida ordenada se
comporta de una manera honorable, ganándose así el respeto de aquellos que le rodean. Un
dirigente de la iglesia, por lo tanto, no debe ser alguien que va de una crisis a otra por su
propia desorganización. Cualquier candidato para un cargo dentro de la iglesia debería ser
observado primero e interrogado para determinar si su vida refleja coherencia y orden.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 61
Honesto. La persona que sirve en un cargo en la iglesia debe ser respetable y digna. Tal persona
debe tomar su papel en serio. ¿Tiene esta persona una actitud frívola hacia las cosas espirituales?
Como la característica anterior, el decoro, ¿podrá un observador de dentro o fuera de la iglesia
respetar a la persona y su función oficial? Un líder debe ser honesto y transparente consigo y con
los demás. Todo ser humano tiene sentimientos los cuales compartir. Tenemos que ser íntegros con
nuestras parejas. Aquellos que estamos casados tenemos que cultivar nuestros matrimonios para no
caer en tentación. Hoy día, los maltratos, separaciones y divorcios están acabando con nuestros
matrimonios ministeriales. Y más aún, ministros fallando a sus cónyuges en todo el sentido de
palabra, emocional, espiritual y físicamente. El llamado de Dios exige, relaciones sentimentales
correctas y puras. Aquellos ministros solteros, tienen que cuidarse por que la soltería no es una
licencia para desarrollar libertinaje.
Buen testimonio de los de afuera. Son los no cristianos que observan el testimonio de los líderes de la iglesia. Un hombre o mujer no puede funcionar eficazmente como líder en la
iglesia y testigo en la comunidad si le acompaña una nube de deshonra por alguna actividad
cuestionable o pecaminosa. El testimonio de la iglesia ante la comunidad y la autoridad de
tal líder dentro de la misma iglesia se verían seriamente dañados por una mala reputación. Si
el carácter de un líder se cuestiona, no sólo es malo para la iglesia, sino también peligroso
para la persona misma. 1ª Timoteo 3:7 afirma que si un anciano no tiene una buena
reputación, caerá en lazo del diablo. Satanás trabaja para desacreditar a los líderes cristianos
y debilitar el testimonio de la iglesia.
CONTROL DE SÍ MISMO: Un adicto es una persona que ha
perdido el control de su vida. El factor controlador puede ser la
droga, el alcohol, la comida, el sexo, la televisión, la ira, el dinero,
el poder, el trabajo, o un pasatiempo consumidor. En cada caso, la
persona es controlada en lugar de ser ella la que controla. Por otro
lado, un líder de iglesia debe mostrar control de sí mismo. Pero,
¿qué significa esto de tener dominio propio? La lista de características de Pablo menciona
específicamente el dominio propio y se refiere a varias cualidades relacionadas con él. Las
cualidades que se incluyen en este punto son: Dueño de sí mismo .No dado al vino. No pendenciero.
No soberbio. No iracundo. Sin doblez.
Dueño de sí mismo. Un líder debe exhibir una vida disciplinada. Debe parecerse a Cristo cada vez más y estar en control de sus pasiones y apetitos (Gálatas 5:16-26). Este dominio
propio no es un mero esfuerzo personal, sino que coopera con el Espíritu Santo que mora en
el creyente para tomar decisiones sabias y vivir en dependencia de Él. Una persona dueña de
sí misma escoge vivir una vida para Dios en lugar de para sí misma. Su vida está en orden.
No es esclava de sus impulsos pecaminosos. Las características que siguen a continuación
son un buen indicador del grado de control de sí mismo que tiene una persona.
No dado al vino. La palabra griega utilizada en 1ª Timoteo 3:3 y Tito 1:7 se refiere al hábito
de beber demasiado. La palabra griega utilizada en 1ª Timoteo 3:8 significa estar atado o
adicto al vino. Pablo advierte que no se abuse del vino, que a una persona no se le conozca
como alguien que se emborracha o que pasa demasiado tiempo bebiendo. Tal persona no
será un ejemplo digno, porque caerá en el peligro de ser controlada por el alcohol en lugar
de por el Espíritu Santo (Efesios 5:18).
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 62
No pendenciero. El líder de Iglesia no debe ser una persona que entre en discusiones, disputas, controversias ni rivalidades. Una persona madura debe ser capaz de ceder en
asuntos que no son esenciales.
No soberbio. Una persona que se impone por la fuerza y que es desconsiderada no apta para
el liderazgo. Tampoco sirve alguien que exhibe un deseo insensible de que las cosas se
hagan a su manera a pesar de los hechos, circunstancias, y las necesidades o sentimientos de
las personas (1ª Corintios 13:5).
No iracundo. Un hombre iracundo se enoja y adopta una actitud beligerante muy fácilmente. Una persona en posición de liderazgo no debe mostrar un descontrol en sus
emociones de manera que se exprese con rabia y se muestre intimidante. Indicadores de una
persona Iracunda pueden ser, el puño, ponerse de pie de un salto o golpear la mesa es una
muestra física de su desagrado. Una persona iracunda proyecta ira, enojo y furia. La Biblia
nos dice: Airaos, pero no pequéis… (Efesios 4:26).
Sin doblez. Un líder de iglesia debe ser una persona en cuya palabra se pueda confiar. No puede ser inconsecuente ni hipócrita en lo que dice. No puede decir una cosa a una persona y
algo contradictorio a otra. Su Sí significa Sí y su No significa No.
VALORES SANTOS: ¿Se sentiría profundamente desconsolado si alguien le robara su televisor o
su teléfono celular? ¿Cómo reaccionaría si sus ahorros se perdieran? ¿Pasa más tiempo limpiando
su automóvil que conversando con su familia? ¿Consume su trabajo todos sus pensamientos y
energías? ¿Toma el tiempo para orar y leer la Biblia? ¿En qué invierte mayormente sus recursos
económicos? ¿Es generoso con la obra de Dios? ¿O simplemente es materialista y su corazón no
está en las cosas de arriba? Las cualidades a estudiar son: No codicioso de ganancias deshonestas.
No avaro. Amante de lo bueno. Santo.
No codicioso de ganancias deshonestas. Las prioridades de un líder de iglesia no deben centrarse en la acumulación de tesoros terrenales. Él debe ser un buen ejemplo de alguien
que aunque puede que sea rico, pone su prioridad en la acumulación de tesoros en el cielo
(Mateo 6:19-24). Nadie debería poder acusar a un líder de utilizar su puesto para obtener
ganancias personales (1ª Tesalonicenses 2:5). Además, en sus tratos financieros, tanto
personales como de iglesia, no debe usar tácticas cuestionables o no éticas para ganar dinero.
No avaro. Esta característica está relacionada con la anterior. Un líder no puede estar
siempre pensando en la riqueza material. El amor al dinero aparta a una persona de la fe (1ª
Timoteo 6:10). Varias preguntas ayudarán a descubrir si el candidato al liderazgo es
codicioso o avaro: ¿Le presta él más atención a las cosas o a las personas? Si es rico (lo cual
no es malo en sí mismo), ¿tiene entre sus amigos algunos que tienen poco de los bienes de
este mundo, o sólo se rodea de los de su clase? ¿Pasa mucho de su tiempo ocupado en
adquirir o mantener posesiones materiales?
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 63
Amante de lo bueno. Significa amar la bondad, ser virtuoso, dispuesto a hacer aquello que sea beneficioso para los demás. En Gálatas 6:10, Pablo afirma: “Así que, según tengamos
oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” Amante de lo
bueno, por lo tanto, significa que tal persona demuestra a través de sus acciones que desea
reflejar la bondad de Dios en todo lo que hace y en todas sus relaciones. Desea lo mejor para
los demás.
Santo. Un líder debe tener un ardiente deseo de agradar a Dios. Su actitud y sus acciones
deben reflejar devoción hacia Dios. Su vida toda debe mostrar santidad, pero no esa santidad
religiosa, falsa e hipócrita, sino la santidad verdadera, aborrecimiento del pecado y no amar
al mundo. El líder cristiano debe cuidar qué lugares frecuenta, que cosas dice, aun sus
gestos, modales, etc. Una vida santa es poderosamente usada por Dios, y es el mejor
testimonio de la efectividad de la fe cristiana.
UN CORAZÓN AMANTE: En el monumental capítulo de la Biblia sobre el
amor, 1ª Corintios 13, el Apóstol Pablo destacó el lugar preeminente que debe
tener el amor como característica de nuestra vida. No sorprende, entonces, que
el mismo Pablo incluyera varios requisitos que son un indicativo del amor de
un líder por los demás. No es suficiente para un líder tener un buen
conocimiento de las Escrituras, ser un buen maestro, contribuir con
importantes sumas de dinero a la iglesia, etc.; sin amor no es nada, y toda esta
obra no sirve para nada. Las siguientes condiciones muestran diferentes aspectos de cómo un líder expresa su amor. Amable. Apacible. Hospedador.
Amable. El significado exacto de este término es mucho más amplio que el que pudiera
expresarse con una sola palabra. Todos los términos siguientes traducen aproximadamente el
significado de la palabra griega original: generoso, amable, paciente, considerado,
magnánimo, cordial. Si un hombre es de temperamento irascible, desconsiderado, rudo, o
cruel, tal persona no reúne las condiciones pare el liderazgo.
Apacible. Literalmente la palabra griega significa no un golpeador. Un líder de iglesia no puede ser alguien que pierde la paciencia o usa la intimidación para controlar a los demás.
Ni tampoco uno que anda provocando para ver a quién puede derrotar. No trata de eliminar
las diferencias de opinión con palabras o hechos violentos. Los líderes de la iglesia no deben
ser personas que conviertan la sala de reuniones en un lugar de viciosos combates verbales.
Al examinar las características de un hombre para el liderazgo, debe mirarse
cuidadosamente cómo dicho hermano o hermana soluciona sus diferencias con los demás.
Hospedador. Este término significa literalmente amar a los extraños. En tiempos del Nuevo Testamento, esta cualidad se refería a la acción de proteger y dar alojamiento a los creyentes
que se encontraban de viaje o que eran perseguidos a causa de su fe en Cristo. En un sentido
más amplio, ser hospedador tiene que ver con la amigable disposición de ayudar a otros que
se encuentran en necesidad, y de recibir en su propio hogar a los hermanos, aunque sean
desconocidos.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 64
UN HOGAR SALUDABLE:¿Le pediría usted a un dentista que tiene los dientes dañados que le
enseñe cómo mantener sus dientes en buenas condiciones? ¿Querría usted indicaciones de cómo
conducir bien de alguien que ha tenido cinco accidentes automovilísticos en el año? ¿Escucharía
consejos sobre cómo criar a sus hijos de alguien que tiene a los suyos en franca rebeldía?
Esperamos que la persona a la que le confiamos nuestras posesiones y nuestra vida tenga algo que
demuestre su experiencia, que sepa de lo que está hablando. La misma verdad se aplica a los líderes
de la iglesia. Deben practicar lo que predican y ser buenos ejemplos para los creyentes a los que
guían y sirven. El hogar de una persona es el aspecto más revelador de su carácter y su habilidad de
liderazgo. Marido de una sola mujer. - Que gobierne bien su casa. Que tenga a sus hijos en sujeción.
Que tenga hijos creyentes.
Que mantenga su pureza sexual. La expresión marido de una sola mujer se ha prestado para diversas interpretaciones: algunos dicen que un pastor o diácono puede casarse sólo una
vez en su vida; otros dicen que esto significa que un líder debe estar casado con una sola
mujer a la vez. Otro punto de vista es que un líder debe ser fiel a su esposa (o). Y todavía
otros deducen que un líder necesariamente debe estar casado. En última instancia, este
requisito exige que si un dirigente de la iglesia está casado, debe ser fiel a su esposa(o). ¿Es
el candidato(a) un hombre o mujer dedicado sólo a su esposa(o)? Un adúltero, un hombre
que tiene una amante, o que es una persona a la que le atrae el galanteo, no puede ser
considerado como líder.
Que gobierne bien su casa. Pablo hizo la observación de que si un hombre no podía gobernar su propia casa, difícilmente podría encomendársele el gobierno de la iglesia. Sus
hijos debe ser educados en la fe y él mismo debe tener una buena relación con su esposa.
Estas cualidades incluyen también la administración económica, y en general todos los
aspectos de la casa que requieran ser ordenados y que sirvan como testimonio a los demás.
Que tenga a sus hijos en sujeción. Ésta es una declaración específica de cómo un líder de
iglesia debe manejar su propio hogar. Sus hijos deben demostrar que su padre o madre es un
líder respetado en la casa y que sabe cómo instruirlos y disciplinarlos. Ningún padre o madre
tiene hijos perfectos, por lo que no deberíamos esperar perfección de los hijos de los líderes.
Pero como lo señala Tito 1:6, los hijos deben comportarse de tal manera que nadie los pueda
acusar de rebeldía o cualquier conducta inapropiada.
Que tenga hijos creyentes. Ya que los líderes son responsables del bienestar espiritual de su congregación, se exige que sus hijos sean creyentes. Se puede argumentar muy fácilmente
que si un padre no puede disciplinar a sus propios hijos, ¿cómo puede esperarse que sea
eficaz conduciendo a otros a la fe y a la madurez en Cristo? Esta cualidad, al igual que la
anterior, no exige que los hijos sean perfectos, sino que profesen fe en Cristo.
UNA FE MADURA ¿Quién debería dirigir los destinos de nuestras iglesias locales e instruir a los
creyentes en cómo vivir la vida cristiana? ¿Pueden ser líderes no experimentados, débiles en la fe, o
deben ser líderes de probada experiencia y una fe madura? Por razones obvias, vamos a preferir a
los líderes que tiene una fe firme y probada; una fe experimentada y madura. No un neófito.
Sometidos a prueba. Que guarde el misterio de la fe con limpia conciencia. Retenedor de la palabra
fiel. Que sepa exhortar.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 65
No un neófito. El candidato para una posición en el liderazgo de la iglesia no puede ser un recién convertido. Un nuevo creyente aún no ha ganado una buena reputación como
cristiano. No es conocido lo suficiente en la comunidad cristiana. El apóstol Pablo advirtió
que si un creyente inmaduro era elevado rápidamente a una posición de liderazgo, el orgullo
podría hacer presa de él llevándolo a envanecerse, cayendo en la condenación del diablo (1ª
Timoteo 3:6), es decir, tal persona se llenaría del mismo orgullo que condujo a Satanás a su
caída dejándole bajo el juicio de Dios. La promoción acelerada de un nuevo cristiano podría
llevarle a tener una evaluación inflada e irreal de su verdadera condición espiritual. Incluso
aunque un candidato pueda llenar muchos de los otros requisitos, es muy importante
investigar si esta persona tiene la experiencia cristiana suficiente como para ser humilde, si
es que ha de ser elevado a la posición de líder.
Sometidos a prueba. Se exige para los diáconos un período de prueba antes de la plena
asunción de sus funciones. La misma práctica se ha tomado para los pastores, aunque la
Biblia no lo exige. Asimismo, es ideal que todo líder cristiano pase por este período de
prueba, sea un tiempo, un período de oración, conversaciones previas con miembros del
equipo de liderazgo, etc.
Que guarde el misterio de la fe. Un líder de iglesia no puede ser un hipócrita. Su fe no puede ser meramente intelectual, contradiciéndola cada día con su conducta. Debe exhibir
una fe sincera y una convicción firme de la verdad de la Palabra de Dios.
Retenedor de la palabra. Como la característica anterior, los líderes de iglesia deben ser hombres y mujeres que estén arraigados en la sana doctrina. Deben estar convencidos de su
veracidad y estar dispuestos y capacitados para defenderla.
Que pueda exhortar. Como se ha afirmado en el requisito de que un líder debe ser apto para enseñar (1ª Timoteo 3:2), éste debe ser un hombre o mujer que conozca bien la Biblia.
Debe tener un buen manejo de la verdad y ser capaz de explicar convincentemente las
Escrituras. Sin embargo, este requisito todavía va más allá: se refiere a la capacidad que
debe tener el líder cristiano para exhortar, enseñar, consolar, aconsejar, guiar.
UNA MENTE ENSEÑABLE: Algunas personas pueden ser muy
obstinadas. Por mucho que se razone con ellas, rehúsan escuchar. El líder
necesariamente tiene que enfrentar problemas, y por lo tanto debe estar
dispuesto (a) a discutir ideas conflictivas y a llegar a decisiones sabias. Ésta
es la razón por la que Pablo señaló varias características que reflejan la
habilidad de pensar objetivamente. Pero también se refiere al carácter
humilde y amoroso que debe tener el líder de iglesia.
Apto para enseñar. Ésta es una característica clave con dos
connotaciones: primero, significa que un líder debe ser capaz de instruir a otros en la verdad
bíblica. Pero la palabra griega significa también enseñable. Probablemente su uso aquí
implique algo más que simplemente la habilidad para enseñar. En el contexto, esta cualidad
se refiere también a poder comunicar la verdad sin arrogancia. Un líder debe estar dispuesto
a ser corregido. Los mejores maestros son aquéllos que se ven a sí mismos como
comunicadores de la verdad, no los autores de ella. Las preguntas siguientes ayudarán a
evaluar a un candidato en esta área: ¿Tiene esta persona una sólida base de verdad bíblica?
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 66
¿Puede explicar esa verdad a otros? ¿Tiene una mente abierta a la información nueva,
incluso si ésta es contraria a su manera de pensar? ¿Posee la habilidad de discutir cualquier
tema de una manera paciente y objetiva? (Leer 2ª Timoteo 2:24).
Sobrio. Ésta palabra significa un estilo de vida moderado. Moderación en la comida, la bebida, su manera de vestir, sus diversiones, etc. Pero no solamente significa equilibrio, sino
también humildad, ya que el estilo de vida del líder de iglesia es también un poderoso
testimonio. Además, debe procurar no ofender a nadie con su manera de vivir.
Prudente. Un líder de iglesia debe ser sensible en su pensamiento y en sus acciones. No
puede actuar por impulsos o tomar decisiones apresuradas e irracionales. Debe tener
autocontrol y ser sobrio, prudente, sabio en sus acciones.
Justo. Una persona que ejerce autoridad en la iglesia debe buscar la justicia en todas sus acciones. Debe hacer lo que es correcto y ser justo en todas las situaciones y con todas las
personas. Esta cualidad le llevará a buscar la verdad incluso aunque ésta sea inconveniente y
controversial
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Cuestionario:
Administración Eclesiástica
Capítulo 5
Preguntas Leccion 5:
1. ¿Quien es el mejor ejemplo de líder en la iglesia?
2. De quien nos habla la Biblia cuando nos dice: « ellos deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias
deshonestas» (1Timoteo 3.8).
3. ¿Qué implica tener una buena reputación?
4. ¿Qué implica irreprensible?
5. ¿Qué implica ser decoroso?
6. ¿Que implica ser honesto con nosotros mismos?
7. ¿Qué implica exhibir una vida disciplinada?
8. ¿Qué implica que un líder sea sin doble?
9. ¿Qué es una fe madura?
10. ¿Qué advirtió el apóstol Pablo en (1ª Timoteo 3:6), relacionado
con elevar rápidamente a una posición de liderazgo a una persona
inmadura?
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 68
Usando con sabiduría el tiempo.
Es el recurso número uno, o de mayor valor, de la administración, está
constituido por los hombres y mujeres. Ninguna organización puede
existir sin personas en quienes tenemos que descubrir habilidades,
aspiraciones, dificultades, sus lados fuertes y débiles, a quienes hay que
adiestrar y luego ocuparlos en la obra. Debemos en primer lugar
prepararlos para que hagan las cosas debidamente, no basta con que
deseen hacer un trabajo o desempeñar un privilegio, sino que deben de
saber cómo deben desempeñarlo. Muchas de nuestras iglesias por el
desconocimiento de esta materia otorgan los privilegios a sus miembros
más destacados, pero nunca les dicen que deben de hacer y cómo, por lo
que la persona que lo recibe, agradece a Dios el quererle usar, pero no sabe ni por donde comenzar a
trabajar en su puesto. Por tal razón, debemos de tomar en cuenta los factores siguientes para la
distribución de ese recurso:
1- ¿Qué dones necesitamos para llevar a cabo esas actividades.
2- ¿Tenemos personas con esos dones en nuestra iglesia?
3- ¿Contamos con personas deseosas de aprender esas habilidades?
Convicciones personales profundas: Disfruta de profundas convicciones sobre su llamamiento,
sobre lo que Dios quiere que haga. Los elementos que le ayudan a sus convicciones profundas son.
Es importante dejar que Dios corrija el curso de nuestra vida: Prov. 3.5,6: “Fíate de Jehová de
todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y el
enderezará tus veredas». Ora todo el tiempo posible, sintiendo la oración como una necesidad: 2
Cr. 7.14:“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi
rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus
pecados, y sanaré su tierra.” Todo buen administrador debe estar dispuesto s decir «NO». Uno
de los retos más «delicados» de todo administrador eclesiástico es saber cuándo decir no. Decir
«no» cuando lo propuesto luce atractivo pero en realidad no conviene, es una virtud. El decir «si» a
todo por temor a ofender es una irresponsabilidad de nuestra parte. Decir «no» es parte de la
responsabilidad de un buen administrador. Estamos hablando de un hombre o mujer de voluntad
dinámica, robusta, para cuando se le presente este tipo de situaciones. Son las metas y los objetivos
y no los sentimientos, los personalismos, los prejuicios, ni las actitudes de excesiva rudeza los que
determinan la validez y el momento de las decisiones importantes que el administrador debe tomar.
Los hombres de Dios fueron siempre hombres robustos en su voluntad.
MANERA DE ELABORAR UN HORARIO DE ACTIVIDADES. Por la noche debe de darse a
la tarea de hacer una lista de los asuntos que hará el día siguiente. Calcular el tiempo en que llevará
a cabo cada actividad. Conforme las va realizando debe de ponerle una marca (cheque o “palomita”
) con el fin de identificarla como completada. A las que no pudo realizar por motivo de imprevistos
CAPITULO 6
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 69
debe de transferirla para el día siguiente. Un buen horario de actividades debe tener lugar para los
imprevistos
IMPREVISTOS: Los imprevistos consisten en las tareas no programadas, o sea, emergencias o
interrupciones que surgen cuando menos lo esperamos y que nos impiden realizar las actividades
que estaban previamente proyectadas. Estamos hablando de tarea extra, con la que no contábamos
en la planificación, pero que hay que hacerla. En toda buena planificación, los imprevistos, no son
la excepción sino lo esperado. En todos los trabajos hay imprevistos. Por eso se llama “trabajo”. Si
no hubiera imprevistos se llamaría «descanso». Los imprevistos forman parte del día a día tanto
como las tareas, las reuniones o el Email. Una manera efectiva de trabajar con los imprevisto es
manteniendo una agenda diaria. Es un plan de trabajo que combina nuestras metas a corto plazo con
las de largo plazo. La herramienta que nos ayuda a mantener este «control» se conoce como
«agenda diaria de trabajo». Este recurso nos ayuda a mantener metas claras y a monitorear con
precisión nuestros logros. Esta evaluación constante nos permite diferenciar entre imprevistos y
urgencia. No todos los imprevistos son urgencia. El saber diferenciarlos, nos da la flexibilidad de
concentrar nuestro esfuerzo en aquellas tareas que en realidad tiene prioridad y nos evita perder el
tiempo en aquellas que no son urgentes. Todo imprevisto requiere nuestra atención pero no todos
son urgentes. Identificar la urgencia de la tarea imprevista, nos permite priorizar nuestro trabajo.
Entender la urgencia nos permite maximizar nuestro tiempo al no invertirlo en tareas que no tiene
urgencia. Las tareas «urgentes» son aquellas que tiene impacto directo en el cumplimiento de
nuestro objetivo. Descuidar este tipo de tareas, literalmente puede tirar a la basura, el plan de
trabajo.
AGENDA DIARIA: Es una herramienta necesaria para todo buen administrador. Esta
herramienta nos ayuda a visualizar en forma organizada las metas y prioridades. Una agenda eficaz
demanda planificar por escrito los objetivos que esperamos alcanzar en los diferentes periodos de
tiempo. Un buen administrador invierte tiempo en planificar la estrategia adecuada para alcanzar sus
objetivos. La agenda diaria nos permite visualizar constantemente nuestro objetivo y a la misma vez
nos da la oportunidad de «priorización» de tareas. La capacidad de diferenciar entre imprevistos y
urgencia nos evita perder el tiempo en aquellas cosas que pueden esperar. El tener claro nuestro
objetivo nos permite concentrar nuestra energía y esfuerzo, en aquellas tareas que si no se atienden
a tiempo pueden causar grandes inconveniencias.La agenda diaria le da flexibilidad al administrador
de analizar continuamente su plan de trabajo. Esta flexibilidad trae paz mental por qué no permite
ajustar nuestros planes a nuestra realidad. En el mercado encontramos agendas en las que ya están
impresas, en el margen izquierdo, las doce horas de cada día, para que hacia la derecha anotemos
como las utilizaremos. Pero a veces no se ajustan a nuestras necesidades, por lo que podemos de
armar nuestra propia agenda personal. Para poder acostumbrarnos a usarla, si no tenemos ese buen
hábito, a continuación le damos un ejemplo: Ejemplo de agenda:
6 - 6.15 AM: Orar al momento de levantarnos.
6.15 - 6.30 AM. Cepillarnos lo dientes y bañarnos.
6.30 - 7.00 AM Vestirnos.
7.00 - 7.30 AM Desayunar y cepillarnos de nuevo los dientes
7.30 AM Salir hacia nuestros trabajos
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 70
6.30 - 7.00 PM Cenar.
7.00 - 9.30 PM. Culto en la iglesia.
10.00 PM Lectura devocional de la Biblia
10.00 - 10.15 PM Oración
Beneficios y desventaja de la MULTITAREA. Todo administrador
es una persona orientada a las multitarea. La razón principal para las
multitareas son los imprevistos que diariamente todo administrador
tiene que lidiar. Hay un dicho popular que menciona que los hombres
y las mujeres son diferentes porque ellas pueden hacer multitareas
mientras que el hombre solo puede hacer una a la vez. Muchos ven la
capacidad de efectuar «multitarea» como una virtud pero la realidad
es todo lo contrario. Estudios recientes reflejan que las personas
orientadas a la «multitareas» reducen considerablemente su
efectividad. Según los estudios realizados por la universidad de Stanford, las personas que hacen
muchas cosas a la vez, no tienen mayores capacidades sino que rinden mucho menos. Los
resultados del estudio empañan la imagen de aquellos que están orientados a la multitarea. Según el
estudio esta personas «NO» tienen aspectos particulares que los hagan mejores que los demás, sino
que su desempeño es mucho peor por la incapacidad de concentrarse en una sola actividad a la vez y
de no prestar atención a interrupciones irrelevantes. Como encajar la responsabilidad del
administrador de enfrentar imprevistos (multitarea) y evitar la capacidad de concentrarse en una
sola actividad. La respuesta es la agenda diaria. Ella nos permite agrupar las tareas por bloques
temáticos. El organizar las tareas en esta forma nos ayuda a mantener nuestro nivel de
concentración en condiciones óptimas. Los administradores que así lo hacen son más productivos y
rápidos alcanzan las metas establecidas. La agenda nos ayuda administrar nuestro tiempo, talento y
recursos materiales. Es muy común escuchar, entre pastores que no tienen o usan debidamente su
«agenda diaria», la frase «Es que no tengo tiempo». La cual la podemos considerar una ofensa a
Dios. Implica recriminarle a Dios, que se equivocó al hacer el día de 24 horas. ¡Tenías que haberlo
hecho de 36! La realidad es, que si administramos mal el tiempo, aunque el día tenga 48 horas la
tarea no se completará.
EL TIEMPO. Tenemos la responsabilidad de administrar el tiempo con sabiduría y respeto a los
demás. Dios es el Administrador por excelencia, y nosotros como sus «Hijos» tenemos la
responsabilidad de ser buenos mayordomos de nuestro tiempo, tal como nos lo hacer Pablo. «Mirad,
pues, con diligencia como andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo,
porque los días son malos» (Ef. 5.15,16). Decir que no tenemos tiempo es una excusa sin
justificación, porque nuestro Creador lo ha hecho de tal manera que, si lo sabemos administrar,
veremos que hay tiempo para todo. Manera en que debemos de distribuirlo, acorde a como Dios lo
ha establecido: 8 horas para trabajar, 8 horas para solaz y esparcimiento, y 8 horas para
dormir.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 71
Usar el tiempo con sabiduría: En el evangelio de Mateo, capítulo 25 y versículos del 14 al 30
encontramos la parábola de los talentos, en la cual se nos hace ver que el reino de los cielos es
semejante a un amo que yéndose lejos, deja sus bienes a cargo de los administradores. Como un
hombre sabio que conocía la capacidad de éstos, les encarga la administración de sus talentos, es
decir, que los inviertan, de ahí que, a uno le da cinco, a otro dos, y a otro uno. Notemos que no les
da la fecha en que regresará, porque que el dueño de estos bienes, quiere ver de que manera sus
administradores aprovechan el tiempo, el cual como dijimos, es indefinido. La trama de la parábola
la encontramos en cómo aprovecharán cada uno de los poseedores de los talentos su tiempo, y
vemos que dos lo explotaron, de tal manera, que lograron el doble de lo que les encomendaron, en
cambio el tercero, probablemente dijo: “no tengo tiempo” y lo enterró. La conclusión, corolario o
moraleja del cuento es que los que utilizaron bien las horas recibieron su premio: «...Bien, buen
siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor». En
cambio al que no tuvo tiempo le sentenció: “Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera, allí
será el lloro y el crujir de dientes». Concebimos que la lección fundamental de esta parábola es que
Dios espera que nosotros seamos inversionistas del tiempo y de los bienes que el nos da. El quiere
que los aprovechemos. Con cuanta razón alguien señaló: “No desperdiciamos el tiempo, sino
nuestra vida.”
CARACTERÍSTICAS DEL TIEMPO:
1- Corre velozmente y nadie puede detenerlo.
2- No puede almacenarse o ahorrarse para usarlo después
3- No puede ser detenido, corre se aproveche o no. El secreto está en aprovechar los sesenta
minutos de cada hora. Nota: Prov. 6.6-11: “Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos,
y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su
comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿Hasta cuándo has
de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, y
cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, y tu
pobreza como hombre armado.”
4- No puede ser estirado como otros recursos
5- Todos contamos con el mismo tiempo. El que rinde más es el que sabe administrarlo y lo
aprovecha al máximo. Lo que somos y poseemos está unido a cómo he aprovechado el
tiempo. Ef. 5.15-16: “Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo aquel que
es la cabeza, esto es Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por
todas la coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro,
recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.” Nota: Col. 4.5: “Andad sabiamente
para con los de afuera, redimiendo el tiempo.” El quebrantamiento de esta norma
desequilibra la administración personal y por ende de la iglesia. Por tal razón, Salomón
exclama: Ecl. 3.1: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su
hora.” .
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 72
LADRONES DEL TIEMPO: Creemos que es de suma importancia que consideremos, aunque sea
brevemente, aquellos aspectos negativos que nos roban preciosos minutos de nuestro tiempo, los
cuales podemos enumerar de la manera siguiente:
1) Dejadez o negligencia. Dejar para mañana lo que se puede hacer hoy.
2) Falta de planeamiento personal o agenda diaria de actividades.
3) No emplear debidamente el tiempo.
4) No señalar prioridades.
5) Falta de delegación de responsabilidades.
Dos maneras de matar a los ladrones del tiempo. En primer lugar
eliminando los malos hábitos. En segundo lugar desarrollar una agenda
personal de actividades con orden de prioridades. El administrador tiene como
trabajo aportar las ideas y ejecutarlas. Tiene la responsabilidad de poner en
juego todos los recursos que tiene a mano. , los cuales son humanos y
materiales, con los que va a realizar todas las actividades concernientes a la
buena labor de la iglesia. Es importante que el administrador no es
únicamente el “dirige personas” o un “maneja papeles” sino un motivador
que impera a otros a alcanzar las metas trazadas. .
CARACTERÍSTICAS DEL BUEN ADMINISTRADOR
1. No se conforma con lo que sabe. Estudia con la intención se superarse en su función
administrativas a fin de mantenerse al día. Conoce bien las técnicas y los instrumentos de la
administración.
2. Metas y objetivos claros. Sus actividades las hace con profesionalismo, utilizando el
método científico.
3. Su código personal de ética es la Biblia.
1- Humilde es sus éxitos. Él está consciente de que Dios es quien está en control. Su humildad
le hace fasil el usar las dos palabras «mágicas» para modifican actitudes. “por favor” y
“gracias”. Estas dos palabras nos permite abrir puertas que parecían estar cerradas.
4. Es fiel en su servicio. Pablo enfatiza mucho sobre esta característica al decir: “... se
requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel» (1 Cor. 4.2).
5. Usa adecuadamente su tiempo: Hace uso de su agenda diaria de manera eficiente y eficaz.
6. No se deja abrumar por las multitarea. Al inicio de una tarea el buen administrador no
pierde de vista la conclusión de la misma aunque el camino este lleno de «imprevistos».
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PROCEDIMIENTO A SEGUIR POR EL ADMINISTRADOR CRISTIANO:
1- Nuestra dimensión espiritual. Orar específicamente para pedirle al Espíritu Santo
sabiduría y dirección.
2- Establecer un plan de trabajo: Fijar metas que nos permitan completar el proyecto
deseado. Dividir el proyecto en partes, establecer un plan de trabajo y seguirlo, plazos
coherentes para lograr nuestras metas.
3- Metas claras: Establecer el procedimiento lógico mediante el cual se han de lograr los
objetivos.
4- Premiarte por los logros conseguidos. No importa si los logros son grandes o
pequeños, sean finales o parciales, el premiarnos nos anima a continuar. Esta práctica es
un buen incentivo para motivarnos a continuar nuestro esfuerzo en lograr las metas.
Cuando hablamos de premiarnos no estamos hablando de dinero, estamos hablando de
hacer algo, que nos permitan compartir el gozo de la victoria con el resto del equipo de
trabajo. Un motivador mas efectivo que el dinero es entender y anhelar nuestra
recompensa celestial.
5- Mantiene un cronograma: Medir las diferentes fases que debemos completar para
lograr la meta. El cronograma nos permite ver el calendario de trabajo en forma
panorámica desde que comenzamos hasta que finalizamos.
6- Flexibilidad en la planificación: No estamos atado a un plan de trabajo. En la medida
en que avanzamos en nuestro diario vivir ajustamos nuestros planes en acorde a la
realidad que enfrentamos.
RAZONES POR LAS QUE LOS CRISTIANOS DEBEMOS PLANIFICAR:
1- Vivir vidas ordenadas y con propósito: 1 Co. 14.33: “Pues Dios no es Dios de confusión,
sino de paz. Como todas las iglesias de los santos.”
2- Cristo nos enseñó a planificar con anticipación, tal como ya lo anotamos en otra parte
de acuerdo a la regla de oro de Lc. 14.28-32.
3- Porque estamos moviéndonos hacia el logro de objetivos: 1 Co. 9.24-26: “¿No sabéis que
los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio?
Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a
la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que,
yo de esa manera corro, no como a la aventura; de esa manera peleo, no como quien golpea
al aire.”
4- Porque Dios nos ha dado una orden, mientras estamos en esta tierra: Mt. 28.18-20. “Y
Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.”
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 74
OBJETIVO DE LA PLANEACIÓN. Fijar objetivos es la parte primordial del proceso de
planeación. El término “objetivo” deviene de la voz griega “skopós” cuyo significado es “meta” o
“blanco”. Es el punto hacia el que el cazador pone la mira y en el caso del atleta es la meta que
persigue. En latín es “objetus”, que designa un punto fijo para donde se dirige la vista y la atención.
La dinámica de fijar metas u objetivos consiste en realizar la misión de la iglesia.
1- DESTINO DETERMINADO DE LA PLANEACIÓN: Consiste en fijar metas y poner los
pasos atinentes para lograrlas. En la dinámica de fijar metas es necesario que se especifique
cada cosa que se va a hacer sin omitir detalles.
2- SECUENCIA: Proceso o pasos a seguir en el delineamiento del programa fijando una fecha
específica. Si no se fijan exactamente las fechas en que cada paso se quiere lograr, jamás
obtendremos resultados positivos. Decir: “lo terminaré dentro de un mes”, no es lo mismo
que decir: “el 20 de enero concluiré este paso”.
3- PLANEAMIENTO DE RIESGOS: En el proceso de planeación es sumamente necesario.
Todo buen administrador tiene un plan de contingencia. Este plan tiene que ver con lo
imprevisto. Es importante tomar en consideración el riesgo y consecuencia de no alcanzar la
meta. Cuando los planes no salen como anticipamos, el tener un plan de contingencia paga
buenos dividendos.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 75
Cuestionario:
Administración Eclesiástica
Capítulo 6
Preguntas Leccion 6:
1. ¿Que representa, para él buen administrador, el recurso humano?
2. ¿A que está destinada una empresa que no tiene el personal adecuado ni entrenado?
3. Según proverbio 3:5-6; ¿Qué sucede si confiamos en Dios, no nos apoyamos en nuestra propia prudencia y lo reconocemos en todos nuestros caminos?
4. En 2 Cronica 7:17 hay una poderosa promesa, de parte de Dios para todo buen administrador, que estr dispuesto a humillarse, orar, buscar su rostro y se conviertan de sus malos caminos. ¿Cuál es la promesa?
5. ¿Con que otro nombre, se conoce, la agenda?
6. ¿Cómo se llama la herramienta que nos ayuda a mantener bajo control nuestras tareas?
7. La agenda diaria nos da la flexibilidad de revisar constantemente nuestro plan de trabajo. ¿Qué nos otorga dicha flexibilidad?
8. ¿A que está orientado la mayoría de los administradores?
9. Según los estudios realizados por la universidad de Stanford, ¿qué sucede con las personas orientadas a la multitarea?
10. ¿Cuale son las tres cosas, que una agenda, nos ayuda a administrar?
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 76
MAYORDOMIA CRISTIANA
Raíz del término mayordomía. El término que los griegos utilizaban para
lo que hoy llamamos administración era oikonomía—del griego oikós, casa,
y nómos, ley. La oikonomía era entonces el conjunto de leyes o principios
para el manejo de la casa—aunque la «casa» entendida en el sentido amplio
de todas las posesiones de una persona, con todos sus dependientes y
esclavos. Es de esa palabra que se deriva nuestro término moderno
«economía». De ella se deriva también oikonómos, término que en nuestra
Biblia se traduce por «mayordomo». Luego, la administración, en su
sentido teológico, se fundamenta ante todo en la mayordomía. Las bases de una teología de la
administración eclesiástica se encuentran en la mayordomía. Hablando de la mayordomia Jesus usa
una parábola en Lucas 16:1-13 NVI.
Jesús contó otra parábola a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador a quien acusaron de derrochar sus bienes. Así que lo mandó a llamar y le dijo: “¿Qué es esto que
me dicen de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque ya no puedes seguir en tu
puesto.” El administrador reflexionó: “¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón está por
quitarme el puesto? No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza pedir limosna. Tengo
que asegurarme de que, cuando me echen de la administración, haya gente que me reciba en
su casa. ¡Ya sé lo que voy a hacer!”
El administrador (sirviente) llamó entonces a cada uno de los que le debían algo a su patrón. Al primero le preguntó: “¿Cuánto le debes a mi patrón?” “Cien barriles de aceite”,
le contestó él. El administrador le dijo: “Toma tu factura, siéntate en seguida y escribe
cincuenta.” Luego preguntó al segundo: “Y tú, ¿cuánto debes?” “Cien bultos de trigo”,
contestó. El administrador le dijo: “Toma tu factura y escribe ochenta.”
Pues bien, el patrón elogió al administrador de riquezas mundanas por haber actuado con
astucia. Es que los de este mundo, en su trato con los que son como ellos, son más
astutos que los que han recibido la luz. Por eso les digo que se valgan de las riquezas
mundanas para ganar amigos, a fin de que cuando éstas se acaben haya quienes los reciban
a ustedes en las viviendas eternas.
El que es honrado[e] en lo poco, también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro[f] en lo poco, tampoco lo será en lo mucho. 11 Por eso, si ustedes no han sido honrados en el uso de
las riquezas mundanas,[g] ¿quién les confiará las verdaderas? 12 Y si con lo ajeno no han
sido honrados, ¿quién les dará a ustedes lo que les pertenece
Ningún sirviente puede servir a dos patrones. Menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas.
El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto,
también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os
confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
CAPITULO 7
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 77
Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”.
Mayordomía Cristiana: Tiene su fundamento en reconocer, que todo, es de Dios. El ha puesto
algunas cosas en nuestras manos y somos responsables en administrarlas con eficiencia. Nada es
nuestro; todo pertenece a Dios. El es Creador y Sustentador de todo. El debe, pues, ocupar el
centro en todo. El principio de la mayordomía significa que: cuanto soy, cuanto tengo y cuanto
puedo es por Dios y para Dios. Él es el dueño de todo. ¿Quién se atrevería a negar esta verdad?
Cuando los hombres nacimos, ya todo estaba aquí. La Biblia dice:
De Jehová es la Tierra y su plenitud; el Mundo y los que en él habitan (Salmo 24:1).
Mía es la plata y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos (Hageo 2:8).
He aquí que todas las almas son mías; como el alma del Padre, así el alma del Hijo es mía… (Ezequiel 18:4).
NOSOTROS SOMOS “MAYORDOMOS” DE DIOS. Desde el comienzo de la historia, Jehová
Dios le dio al hombre un derecho limitado, a usar y disfrutar las cosas y le dio también órdenes de
cuidad y de trabajar lo que puso en sus manos. Así, pues, el hombre recibió ciertos privilegios y
asumió ciertas responsabilidades.
“Y los bendijo Dios y les dijo” fructificad y multiplicaos; llenad la Tierra y sojuzgadla y señoread
en los peces del mar, en las aves de los cielos y en todas las bestias que se mueven sobre la
tierra… Tomó, pues, Jehová Dios al hombre; y lo puso en el huerto del Edén, para que lo labrara
y lo guardase” -Génesis 1:28; 2:15.
Mayordomía en el Antiguo pacto. En todo el antiguo Testamento, Jehová Dios por medio, principalmente de Moisés, dio instrucciones precisas, abundantes e insistentes a Israel, un
pueblo escogido, para que le reconociese como su Dios y le sirviese y rindiese culto. Y este
servicio y este culto debían expresarse a través de ofrendas y sacrificios, las cuales
representan la entrega de la vida toda del pueblo de Dios. Para sentar su soberanía, Dios
pidió de un pueblo creyente una parte de todo. En el centro, pues, de la religión de los
hebreos estaba el principio de la mayordomía, al reconocimiento de que todo procede de
Dios y todo debe el hombre devolvérselo en expresión de fe, adoración, de gratitud y de
gozo.
En el Nuevo pacto: Este mismo principio prevalece en el Nuevo Pacto y aun es ampliado, porque ahora, como cristianos, realmente no debemos dar sólo una parte, sino que nuestra
vida entera debe ser nuestra ofrenda de Dios. En el Nuevo Testamento el principio de la
mayordomía está englobado en Romanos 12:1-2, “Así que hermanos, os ruego por la
misericordia de dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a
Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la
voluntad de Dios, agradable y perfecta”
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 78
Daremos cuenta de todo: Una cosa es clara, Dios espera de nosotros que seamos buenos
mayordomos y tendremos que responder a El sobre esto. En el pasaje de Lucas, Cáp. 16, que leímos
al principio, nuestro Señor nos relata la parábola del mayordomo infiel. Este mayordomo fue
acusado de disipar los bienes de su Señor. Entonces, tuvo que confrontar las consecuencias
inevitables de su mala administración “da cuenta de tu mayordomía”, le dijo su amo. Así Dios,
nuestro Padre, se acercará un día a nosotros y nos dirá, «da cuenta de tu mayordomía» y tendremos
que dar cuenta. Ante esta realidad los malos administradores sentirán temor pero los buenos
administradores tendrán gozo. Hacer lo correcto delante de Dios produce paz en nuestro ser interior.
Un buen administrador no puede perder de vista de que algún día tendrá que rendirle cuanta a Dios.
¡A Dios nadie lo engaña! En última instancia el buen administrador es un mayordomo al servicio de
Dios. ¡Todo es de Dios! A Dios le pertenece nuestro tiempo, talentos y dinero. No hay tal cosa de
que esto le pertenece a Dios, pero lo otro no. Nuestro Creador y Señor debe tener prioridad en todos
los departamentos de nuestra vida. Pero para aclarar esta aplicación de la mayordomía,
mencionaremos algunas áreas en las que debemos ser mayordomo tales como el tiempo, los
talentos, el dinero, la ofrenda, la familia y los ahorro.
Mayordomos del TIEMPO: Un tesoro que derrochamos cuando pesamos que
nos sobra pero anhelamos cuando realizamos lo poco que nos queda. Malgastar
el tiempo es sinónimo de invertirlo en cosas que no agradan a Dios. El apóstol
Pablo nos dice: «Aprovechad bien el tiempo, porque los días son malos»
(Efesios 5:16). Hacer el bien es nuestra razón de ser. El tiempo perdido
quedará perdido para siempre; en cambio, el tiempo bien empleado seguirá
enriqueciéndose eternamente. Jesucristo, haciendo una valorización del tiempo,
dijo: «Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el
día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar» ( Juan 7:4).
Mayordomo de los TALENTOS: A sus hijos Dios les ha dotado de ciertos talentos o habilidades especiales para el desarrollo de la obra del Señor. Estos talentos el Apóstol
Pablo los llama «Dones Espirituales». Todos los redimidos por la sangre del Cordero
podemos desempeñarnos de alguna manera útil y en la Iglesia de Cristo. Cuando hacemos
buen uso de nuestros talentos, en la armonía del Espíritu, damos impulso de avance a la obra
de nuestro Señor. Contribuimos, además, a la adoración edificante y a la atmósfera de
compañerismo cristiano. Y nosotros también desarrollamos nuestras capacidades y crecemos
en la vida espiritual. Dos son los deberes que tenemos en cuanto a nuestros talentos:
Descubrir cuáles son y usarlos para la gloria de Dios.
Mayordomía del DINERO. Las enseñanzas de la Biblia acerca del dinero, de las riquezas o posesiones materiales son abundantes y claras. Es hasta evidente que los cristianos somos
mayordomos de nuestro dinero. El dinero que obtenemos como ganancia representa nuestro
tiempo, nuestro trabajo, nuestra inteligencia y nuestros talentos. Por manera que cuando
somos buenos mayordomos del dinero, prácticamente lo estamos siendo de todo.
Básicamente hablando, somos responsables de dar cosas con referencia a nuestro dinero.
Son estas. ¿Cómo ganamos u obtenemos nuestro dinero? ¿Cómo empleamos o gastamos
nuestro dinero? No solo somos responsables de una sino de ambas cosas. No podemos ser
buenos en ganar el dinero y malos en cómo gastar nuestro dinero. La mayordomía lo abarca
todo. Veamos, entonces, lo que el cristiano debe hacer con su dinero:
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o El cristiano debe ofrendar. La ofrenda que le traemos a Dios, a su casa o templo y
para el sostén de su obra, una parte del dinero que hemos ganado con nuestro trabajo.
Ofrendar debe ser un acto de adoración. Y debemos ofrendar por gratitud, por
sentido de responsabilidad y con voluntad y gozo.Jesucristo dijo: “De gracia
recibisteis, dad de gracia” - Mateo 10:8. El Apóstol Pablo, enseñó:“Cada primer
día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado,
guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas” – 1
Corintios 16:2. “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará
escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad,
porque Dios ama al dador alegre”. – 2 Corintios 9:6-7.
o El cristiano debe atender a las necesidades de su familia. Aunque es cuestión de
sentido común, no obstante, la Biblia es explícita en señalarnos este deber. Los jefes
de familia tienen la responsabilidad de sostener con el producto de su trabajo a
quienes sean dependientes de ellos, tales como la esposa y los hijos. También hay
que ayudar si se puede a las familias pobres. Dice Pablo: “Porque si alguno no
provee para los suyos y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es pero
que un incrédulo” - 1 Timoteo 5:8. También, “El que hurtaba, no hurte más, sino
trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir
con el que padece necesidad -. Efesios 4:28.
o El cristiano debe ahorrar. El propósito es tener una reserva para invertirlo. Después
de haber usado su dinero en los usos antes mencionados y si todavía le queda dinero,
es sabio y prudente que ahorre.
Las Bendiciones de la Mayordomía. El uso que demos al dinero
y de otras posesiones es una respuesta a Dios como creador de
toda la vida. Al Él le pertenece TODO incluyendo los recursos
confiados a nosotros. Todo le pertenece a Dios. Nuestro Padre
celestial es el creador de todas las cosas y nos ha dado el «poder»
para usar o moldearlas según lo que nosotros entendamos que es lo
correcto. El problema está en «entender lo que es correcto». Si
entendemos, lo que es correcto bajo la lupa de nuestras
necesidades, lo más seguro nos apartamos de las bendiciones que
la buena mayordomía nos ofrece. Si entendemos, lo que es
correcto bajo la lupa de lo que la Biblia nos demanda, la mas
seguro «nunca» nos apartaremos de las bendiciones que la buena mayordomía nos ofrece. Por eso
es importante que el cristiano utilice lo que Dios le ha confiado según sus propósitos. Dios espera
que la vida de cada cristiano así como sus bienes materiales sea canalizada según los Propósitos
divinos. La Biblia nos dice: «Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica» (Efesios 2:10).
La mayordomía en resumen es una relación especial entre el hombre y Dios. El Creador da
abundantemente al hombre vida, personalidad, capacidades, oportunidades de trabajo, tiempo,
familia y posiciones. Por eso, es importante que entendamos que Dios responsabiliza al hombre del
uso de tales cosas. Ese es, el objetivo de mayordomía, dar una perspectiva y aplicación correcta a
nuestra a los recursos que Dios ha colocado a nuestra disposición. Un buen mayordomo al servicio
de Dios debe estar alineado a Su Palabra. «Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi
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sendero» (Salmos 119:105). Hacer lo correcto delante de Dios, tal vez pueda traer dificultades en el
camino, pero garantiza nuestra bendición. “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo
alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” - Santiago 1:17.
Fuente de bendición. El que es fiel mayordomo, al servicio de Dios, crece espiritualmente. Este
crecimiento está relacionado con crecer en el conocimiento de Dios. Los que así lo hacen logran
vivir en el gozo del Señor. La experiencia más grata que el hombre puede tener en esta vida es la
experiencia de la comunión con Dios. Hacer la voluntad de Dios es la esencia del crecimiento
espiritual del creyente. Este crecimiento nos permite modelar a Cristo en nuestra vida. “Con Cristo
estoy juntamente crucificado y ya no vivo y, más Cristo vive en mi” – Gálatas 2:20. El que es fiel
mayordomo vivirá con una mente tranquila porque, realmente, no tiene preocupación por nada. ¿Por
qué hemos de afligirnos si tenemos un amoroso y poderoso Padre Celestial? Las exhortaciones del
Nuevo Testamento a tener paz mental tienen razones poderosas y lógicas en qué afirmarse. El
mundo de nuestro Dios es un mundo de leyes de orden y de santa y amorosa providencia. Si Él
cuida de las aves, cuida también de nosotros. La confianza en Dios es la cosa más natural para el
creyente. “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que,
teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;” - 2
Corintios 9:8. “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es
decir, fruto de labios que confiesan su nombre” - Hebreos 13:15.
Una obra bendecida: Implica una buena mayordomía. La obra del Señor demanda predicar el
evangelio, enseñen la sana doctrina, y proveer de un hogar espiritual para todo los que se conviertan
a Jesucristo. Habremos de estar ocupados en esto hasta que el Señor de la Iglesia vuelva a la tierra
en su segunda y gloriosa venida. Pero la obra del Señor necesita del sostén material, nuestras
ofrendas y diezmos son para esto. Cuando los que forman una congregación local de creyentes son
buenos mayordomos de su dinero, la obra no sufre escasez económica. El gozo del Señor y la
Abundancia, son también las recompensas que recibimos por ser buenos administradores y ser
hallados “Fieles” en nuestra mayordomía. «Bien, buen siervo y fiel, sobre lo poco has sido fiel,
sobre lo mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor» (Mateo 25:21).
ADMINISTRACION EFICAZ
Dios continua obrando maravillas en nuestros días. Nuestras iglesias están creciendo y los desafío
que enfrentamos son grandes. Disponer de los recursos con rectitud e integridad es el objetivo de la
administración eclesiástica. Hay un refrán que dice; «el habito no hace al monje pero lo distingue»,
de la misma manera podemos decir la buena mayordomía no hace al administrador pero lo
distingue. El buen administrador tiene la responsabilidad de organizar el trabajo en forma tal que
todo se haga decentemente y en orden. El fin no justifica los medios. No basta con aparentar
integridad, tenemos que ser íntegros, tanto en nuestro exterior como en nuestro ser interior. La
mejor solución para cuidar nuestra integridad es permitirle al Espíritu Santo que tome control de
nuestra responsabilidad administrativa. Él no tan solo nos ayuda a administrar con integridad sino
con sabiduría. «Donde no hay dirección sabia caerá el pueblo» ( Prov. 11.14). Hay dos peligros,
relacionados con el Espíritu Santo, que afrontamos como administradores de la Iglesia: Ser tan
organizados que no demos lugar a la obra del Espíritu Santo y ser tan místicos que dejemos todo a
la dirección de Dios y procedamos sin planes. El secreto para evitar estos peligros está en el
equilibrio. Es importante el orar a Dios para que nos de la paciencia para aceptar las cosas que no
podemos cambiar, la fuerza para cambiar aquellas que si podemos y la sabiduría para diferenciarlas.
Esta destreza no proviene de nuestro intelecto sino del Espíritu Santo.
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EL MINISTERIO DEL SEÑOR JESÚS Y SU ADMINISTRACIÓN:
Se puede definir el ministerio del Jesucristo de la siguiente forma (Mt 4.23–24): predicaba,
enseñaba, liberaba y sanaba. Otro aspecto sería el área social: Alimentando a los hambrientos y
sanando a los enfermos. La sanidad y su ministerio de consolación se ven como una ayuda social
que aliviaba física y emocionalmente a la gente. Jesús tenía un equipo bien organizado y respondía
a una estrategia que incluía la administración de todos los recursos, Económicos, Humanos Y
Espirituales.
Recursos Económicos: Juan 12.6 nos habla de Judas como el tesorero del grupo. En Lucas 8.1–3 se nos menciona a algunas mujeres que los acompañaban y ayudaban con sus bienes.
¿Para qué se usaban esos bienes? Juan 4.8, para comprar alimentos. Lucas 9.5152, para
pagar el alquiler para dormir en lugares donde no había discípulos. No olvidemos que eran
13 hombres fuertes, que trabajaban intensamente. ¿Cómo se alimentaban? ¿Cómo se
vestían? Es evidente que lo hacían con las ofrendas en dinero y en especie que recibían. Pero
ellos raramente estaban solos, el grupo era más grande y esto requería una buena
administración. Aunque los evangelios no lo dicen, es seguro que personas ricas, que
recibieron sanidades dieron ofrendas bien generosas, las cuales debieron ser bien
administradas. El ejemplo del hijo prodigo. Lc. 15.14: “Y cuando todo lo hubo
malgastado...” Al contrario del hijo pródigo, el cristiano debe de ser un buen administrador
para prevenir el futuro, dicho de otra manera, anticiparse a los acontecimientos invirtiendo
lo que tiene para que su economía no se quiebre, ya que, como criatura hecha a la imagen de
Dios, no puede subsistir sin una buena administración.
Recursos humanos: La administración del equipo no sólo tenía que ver con el dinero sino también con los recursos humanos y con las necesidades. Así el Señor envió en una
oportunidad a los doce a predicar (Mt 10.5–8) y en otra a setenta (Lc 10.1–2). Esto implica
planes, ordenamiento, selección del recurso humano y más.
Recursos espirituales: Todos los dones del Señor estaban enfocados en el cumplimiento de
su misión en la tierra. No se perseguían proyectos personales, ni gloria humana, sino la
Gloria del padre y el fiel cumplimiento del objetivo divino: Salvación, Consolidación y
Crecimiento de todos los alcanzados.
LA IGLESIA PRIMITIVA Y LA ADMINISTRACIÓN: En Hechos 2.44–46 vemos como los
apóstoles, llenos del Espíritu Santo, administraban el Evangelio de poder que el Señor les había
confiado, recursos humanos y económicos. En Hechos 4.36–37, notamos que la Iglesia crecía llena
de poder y, en la medida que creció, se aumentaron los ingresos de recursos para administrar.
Hechos 6.1–7 nos presenta un problema administrativo. Algunas viudas no eran bien atendidas en la
ayuda social y hubo quejas. No había mala voluntad sino falta de recursos humanos. Los apóstoles
amplían el equipo y las funciones nombrando siete diáconos para canalizar la ayuda social;
mientras, los apóstoles siguen con el ministerio espiritual.
Es importante que analicemos bien esto; en Hechos 6.3: los diáconos encargados de este ministerio eran de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría. Para administrar
los recursos materiales se requieren las mismas cualidades espirituales que para el ministerio
espiritual.
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Es más, hay un don de administración, que es la capacidad que el Espíritu Santo da a una persona, no sólo para usar correctamente el dinero, sino para que cuente con la bendición de
Dios de tal manera que los recursos alcancen para toda la obra de Dios (1 Co.l3.28).
EL APÓSTOL PABLO Y LA ADMINISTRACIÓN. Ya vimos en 1 Co. 4.1–2 que los ministros
son administradores del Evangelio y que eso supone tener un sentido de organización, planificación
y presupuestos para lograr los recursos para hacer la obra. El libro de los Hechos nos cuenta (11.28-
30) que Pablo llevó una ofrenda de ayuda. El sabía manejar los recursos del Señor. Era algo muy
delicado. Y por eso escribe 2 Corintios 8.18–22. Sí, todo debe hacerse no sólo bien planeado sino
también sin que haya lugar a dudas. El apóstol viajó por casi todo el mundo conocido. Lo hizo en
barco, en carro, a caballo, a pie, etcétera. Pasó años fuera de su lugar habitual de residencia. ¿Cómo
sufragó todo esto? En Hechos 18.1–3 se nos dice que trabajaba haciendo tiendas, en Filipenses 4.10,
15-–16 recibió ofrendas y en otras ocasiones la gente del lugar lo hospedaba pagando sus gastos. La
administración también tenía un lugar importante en el ministerio del apóstol Pablo.
NUESTRAS IGLESIAS ACTUALES Y LA ADMINISTRACIÓN. La importancia de la
administración en nuestros días se debe, no sólo a la necesidad de orden local, sino también a las
exigencias de nuestros gobiernos. Toda iglesia es considerada por el Estado como una entidad de
bien público sin fines de lucro. Esto implica que cada Iglesia (o denominación) debe tener sus
estatutos que la rigen, aprobados por la Dirección de Justicia de la Nación, ante la cual deben
presentar las actas de las asambleas anuales y el balance aprobado por la asamblea en el cual se
refleja el movimiento económico de la entidad. Todo esto debe hacernos pensar en la importancia
de tener todo en orden para ser un motivo de buen testimonio, y para cumplir con las leyes
terrenales como lo establece la Palabra de Dios en romanos 13. Hay tres aspectos que toda
administración eficaz debe contemplar: Unanimidad, trabajo en equipo y propósito ministerial.
1- Es importante esta unánime. Podemos estar juntos pero no unánimes. La realidad es
que estas dos palabras no son sinónimos. Podemos estar juntos, pero cada quien
pensando en diferente cosa. Es muy común, en una persona que no está
comprometida a someterse, escucha pero no oye. La administración pretende además
de dirigir, informar y motivar. La persona no tan solo recibe la información sino que
son inspiradas apone en acción la información aprendida. No olvidemos lo ocurrido
en el Aposento Alto, previo a recibir la promesa del Espíritu Santo. No la lograron
hasta que su comunicación fue de calidad, hasta que estuvieron no solo juntos, sino
unánimes, es decir, en un mismo sentir. Hech. 2.1: “Cuando llegó el día de
Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.”
2- Motivar el deseo de servir entre el equipo de trabajo. Muchos miembros se
desmotivan en su servicio en la iglesia, por la mala comunicación con sus líderes,
quienes nunca les dan una palabra de agradecimiento por la labor que desempeñan.
3- Definir con claridad los propósitos que el ministerio persiguen. En la medida en
que el equipo de trabajo, define su participación en el ministerio, alcanzar la meta no
es un evento aislado sino un compromiso de todos. Los miembros además de aportar
buenas ideas sobre los objetivos que la iglesia pretende alcanzar son agentes de
cambio que ayudaran al ministerio a alcanzar sus metas.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 83
ASPECTOS PRÁCTICOS: Para la administración eficaz. Es importante que la iglesia nombre
una Comisión Administrativa para que se haga cargo de toda la parte material, económica y social
de la Iglesia. Pueden ser diáconos o como la Iglesia local o denominación les llamen. Debe haber un
tesorero, un secretario de finanzas y algunos otros cargos que la iglesia considere necesarios. Es
importante que sea presidida por el pastor, apóstol, obispo o el encargado de la obra, quien a su vez
será el nexo con la parte pastoral o responsables de la obra espiritual de la iglesia.
1. Es recomendable tener un Libro de Actas para registrar todas las decisiones de la
Comisión Administrativa (la junta de la iglesia) y uno de Tesorería para registrar el
movimiento económico de la iglesia.
2. Si la evolución del dinero es mucha es recomendable abrir una cuenta bancaria con 3
firmas habilitadas pudiendo hacer retiros con dos.
3. Todo gasto debe ser autorizado por la Comisión Administrativa, menos los llamados
gastos fijos (luz, gas, teléfono, sueldos, etc.) y los imprevistos de poco monto.
4. Todo pago debe efectuarse contra entrega de recibo y toda ofrenda o donación debe
registrarse en el momento para evitar olvidos y problemas con los ingresos. Para
ofrendas especiales se recomienda el extender recibos.
5. El manejo del dinero debe hacerse con tal claridad que la congregación ofrende con gozo
y con la confianza que su ofrenda a Dios está siendo usada con sabiduría y honestidad.
6. Es importante hacer un presupuesto general en el cual se contemplen todas las
necesidades económicas de la iglesia para cumplir con los planes previstos. El
presupuesto debería incluir:
a) Sueldos y cargas sociales
b) Gastos para evangelización
c) Gastos para educación cristiana
d) Gastos fijos (luz, gas, teléfono, etc.)
e) Gastos de mantenimiento
f) Gastos de oficina
g) Planes de construcción
h) Fondos para misiones
i) Promoción y literatura
j) Viáticos
k) Otros
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Informes: Cada mes la Comisión debe informar sobre los ingresos y sobre la forma en cómo se
usó el dinero. De esta manera los miembros sabrán si se cambió el presupuesto del mes y
tomarán las medidas necesarias para lograrlo. Anualmente se presentará un balance general y los
planes para el año siguiente.
El Consejo Pastoral o junta de la iglesia debe planear las metas de la congregación, la estrategia y los recursos que necesitará. Estos datos deben ser pasados a la Comisión
Administrativa para que elabore el presupuesto anual que se presentará a la Iglesia.
La experiencia nos indica que Dios honra la administración que se hace como un
ministerio, que es observado correctamente y realizado con fe. También la experiencia
indica que la Iglesia ofrenda más generosamente cuando hay planes y obras que son
realmente de Dios y no obras faraónicas que algunos hacen para alimentar su orgullo
La administración económica va paralela a la espiritual. Ambas deben complementarse para
realizar la obra de Dios. Por eso debemos insistir en el carácter cristiano de los administradores.
Judas se descalificó porque no fue fiel (Jn 1 2.6). Fidelidad significa manejar los fondos de la iglesia
bajo la dirección del Espíritu Santo. El dinero es del Señor y él debe administrarlo a través de
nosotros. La comunicación es el fundamento de la administración eficaz. Una orden mal dada es
una tarea mal realizada. El que no sabe comunicar no sabe hacer, porque es incapaz de explicar y
razonar lo que hace. La mayoría de los fracasos ocurridos en la iglesia o la familia obedecen a
defectos en los canales comunicativos, ya sea de tipo técnico, mal lenguaje, mala escritura, mal
entrenamiento o de carácter personal, como prejuicios de raza, religión o intereses privados. Un buen administrador hará bien en revisar sus sistemas y métodos comunicativos y mejorarlos a través
de un estudio de la materia.
LA TRADICIÓN: Es la barrera más grande que un buen administrador debe vencer. La tradición
se opone a la innovación y por lo tanto, al cambio. No todos los cambios son buenos, pero el no
hacer cambio, nos impide progresar. Las tradiciones son buenas pero no la usemos como escusa
para no progresar en la obra del Señor. La Biblia nos dice: « Por lo tanto, mis queridos hermanos,
manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que
su trabajo en el Señor no es en vano» (1 Corintios 15:58). Tenemos la encomienda de progresar
siempre en la obra del Señor. No usemos la escusa, «Si lo viejo está funcionando para que probar lo
nuevo». Este tipo de mentalidad, no nos permite ser buenos mayordomos de los recursos que Dios,
pone a nuestra disposición. Lo menos que Satanás desea es que usted y yo reconozcamos que cada
mañana se renuevan las bondades de Dios. La Biblia establece: «El gran amor del Señor nunca se
acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su
fidelidad! (Lamentaciones 3:22-23).
LA COMUNICACIÓN: es la raíz de nuestro éxito o fracaso. Empecemos por definir lo que es
la comunicación. La respuesta más común a esta pregunta consiste en ver la comunicación como
intercambio de información, incluyendo ideas, emociones, conocimiento y habilidades. Los
elementos de la comunicación no cambian; emisor, receptor y mensaje. La iglesia tiene la
responsabilidad de comunicar un importante mensaje de parte de Dios. Nuestra responsabilidad es
comunicarlo con claridad, eficacia e integridad. En el mundo secular el mensaje se ve afectado por
diferentes factores tales como el tono de voz, gestos y postura física incluyendo su vestimenta. En
cambio en la iglesia el mensaje se ve afectado por un solo factor, la unción. La unción, como se
describe en la Biblia, puede definirse como: «Dios, a través de la carne, realizando obras que ésta
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no puede hacer». Es decir, Dios ejecutando acciones que sólo Él puede llevar a cabo, y
realizándolas a través de carne y sangre o mediante vasos de barro (lea 2 Corintios 4:7). La unción
proviene de Dios pero la comunicación efectiva es nuestra responsabilidad. Una comunicación
confusa puede generar malentendidos y problemas. No podemos concentrarnos en la importancia de
nuestro mensaje y olvidar al receptor del mensaje. La mala comunicación impide alcanzar la meta
pero la buena comunicación nos ayuda a alcanzarla. Nuestra responsabilidad como administradores
al servicio de Dios es fomentar la buena comunicación. El lograrlo requiere que el mensaje sea
claro, conciso, concreto, correcto, coherente, educativo y creativo
1. CLARO: Es importante que el mensaje que quieres comunicar sea claro para que tu
audiencia lo entienda bien, y para eso tienes que tenerlo claro tú misma. Porque si tú no
estás segura, ellos tampoco lo estarán. Así que antes de hablar o escribir decide qué es
exactamente lo que quieres comunicar, cuantos menos puntos mejor.
2. CONCISO: Di lo que tengas que decir de la forma más sencilla y corta, no te vayas por las
ramas. Elimina frases o palabras innecesarias, ¿para que utilizar dos párrafos si lo puedes
decir en tres frases? Procura, además, que sea fácil de entender. Especialmente si es algo
importante, que la gente no tenga que descifrar lo que quieres o leer entre líneas.
3. CONCRETO. Sé específico y da todos los detalles necesarios, ni más ni menos. Que les
quede claro qué tienen que hacer, cuándo, cómo y con quién.
4. CORRECTO. Procura adecuar tu estilo de comunicación a tu oyente, fíjate en los términos
técnicos, comprueba la ortografía y ¡pronuncia bien los nombres.
5. COHERENTE. Que lo que digas tenga su lógica, que todos los puntos que quieres
transmitir estén conectados, se sigan de forma natural y sean relevantes para el mensaje.
6. EDUCADO. Ser asertiva no significa ser agresiva, es importante que te comuniques con
educación y teniendo siempre en cuenta a la otra persona, especialmente en situaciones
delicadas.
7. CREATIVO. No es imprescindible, pero la creatividad es una forma de mantener a tu
audiencia interesada y de que en sus mentes se queden los puntos importantes.
La importancia de una buena comunicación: Produce acción. La comunicación efectiva produce
la respuesta que nosotros esperamos. Según sea la comunicación que mantengamos con una persona
o grupo de personas, será también la respuesta o tipo de acción que obtendremos. De hecho, es
sabido que quienes consiguen un éxito sólido y un respeto duradero, ya sea en el campo laboral,
empresarial o familiar, está relacionado con el hecho de que ellos saben cómo comunicar de manera
efectiva sus ideas, propósitos y emociones. Por tal motivo, solo conociendo y practicando los
principios de una comunicación efectiva, podremos transmitir, coordinar, enseñar, aceptar y dirigir a
otros, fortaleciendo al mismo tiempo el establecimiento de un clima donde nuestras acciones nos
conduzcan a lo que realmente deseamos.
Oído, vista y Acciones: En el lenguaje paulino se establece una premisa evangelística de
comunicación: “¿Cómo creerán en aquél de quien no han oído?”. El oído, la vista y las acciones son
de uso indispensable en las comunicaciones. La percepción es diferente de persona a persona. Una
palabra puede ser interpretada en distinta forma por distintas personas de acuerdo con sus
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experiencias pasadas y presentes. El proceso de la percepción se define como: La sensación o
sensaciones que le sirven de base. La percepción está relacionada con nuestra interpretación del
mensaje y está íntimamente relacionado con nuestros cinco sentidos. La lógica domina la mente
secular mientras la fe domina la mente del creyente. Un buen administrador secular depende de su
lógica para alcanzar el éxito mientras que un administrador al servicio de Dios depende de la fe,
para alcanzar el éxito. La lógica está asociada con la percepción, la cual obedece a los estímulos
cerebrales, logrados a través de los 5 sentidos (vista, olfato, tacto, auditivo y gusto). La fe está
asociada con Dios y para Él no existen los imposibles.
¿Cómo conciben el proceso comunicativo los predicadores? El cristianismo se ha caracterizado por la práctica de la predicación, La predicación es un acto comunicativo,
comunicar es compartir, tener ciertos conceptos, actitudes o experiencias en común con
otros.
Como ser un buen comunicador Todo ser viviente necesita y desea comunicarse con los
demás, tanto los humanos como los animales poseen de infinidad de medios de
comunicación, desde el hombre primitivo hasta el hombre actual han innovado sus medios
de comunicación. Los humanos nacemos ya equipados de medios comunicativos, es de
entender que la vida demanda de buena comunicación. En la vida común o en funciones
eclesiásticas, nuestra comunicación es tan distorsionada, que lejos de orientar e informar,
confundimos a los demás. Un buen comunicador debe esforzarse por organizar sus ideas y
razonar sus palabras, “pensar para hablar y no hablar para pensar”.
El ejemplo de Jesús como buen comunicador: En toda la historia no ha existido una persona que
haya logrado tanto impacto como nuestro Señor Jesús. Aún la manera en que consideramos el
tiempo es calculada basada en Su nacimiento y muerte. Jesús es la figura más influyente en la
historia de la humanidad. Una de las principales razones fue porque Él era un gran comunicador. Él
era un comunicador tan bueno que aún cuando no escribió ningún libro, la gente recolectó Sus
enseñanzas y las llevó a todas partes con Él durante años, antes de ser escritas en el Nuevo
Testamento.
Mateo 4:25 “Y le siguió gran multitud de Galilea y de Decápolis y de Jerusalén y de Judea y
del otro lado del Jordán”.
Mateo 8:1 “Cuando descendió del monte, le seguían muchas personas”.
Juan 4:28-30 “Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a aquellos hombres: Venid, ved un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿si quizás es [éste]
el Cristo? Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él”.
Juan 1:41 “Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que
declarado es, el Cristo)”.
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El Nuevo Testamento está lleno de muchos otros ejemplos de grandes grupos de
personas que vienen simplemente a escuchar las enseñanzas de Jesús. La gente
era atraída por Él no solo por lo que decía, sino también por la manera en que lo
decía. Jesús era un gran comunicador. Él era tan buen comunicador, que hasta
hoy estamos dispuestos a abandonar todo lo que tenemos con tal de seguirle a
Él. Todos podemos ser mejores comunicadores, la clave es practicar. Jesús nos
ha provisto de un excelente ejemplo para seguir. La meta del cristiano es imitar a
Cristo. La formula más sencilla que nos ayuda a imitar a Cristo se encuentra en
el libro de Oseas. Si en verdad quieres imitar a Cristo, «Pero tú debes volverte a
tu Dios, practicar el amor y la justicia, y confiar siempre en él.» (Oseas 12:6).
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 88
Cuestionario:
Administración Eclesiástica
Capítulo 7
Preguntas Leccion 7:
1. ¿Cuál es el término griego para mayordomía?
2. ¿Qué representa la administración en términos teológicos?
3. Según la Biblia, ¿podrá el mayordomo servir eficientemente a dos Señores?
4. ¿Cuál es la clave en la mayordomía cristiana?
5. ¿Qué nos revela Dios en el capítulo 16 del libro de Lucas, en relación de lo que
Él espera de nosotros?
6. ¿Qué nos anima a ser buenos mayordomos?
7. ¿Qué es lo que derrochamos cuando pensamos que nos sobra pero anhelamos
cuando realizamos lo poco que tenemos?
8. ¿A que debe estar alineado un buen mayordomo al servicio de Dios?
9. Según Santiago 1:17; ¿de donde desciende toda buena dadiva y todo don
perfecto?
10. ¿Cuáles son los tres recursos que un administrador debe cuidad en forma
balanceada?
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Anexo A
LA REGISTRACION DE LAS IGLESIAS Y SU INCORPORACION ANTE EL ESTADO
La Iglesia es una Persona Jurídica. Es importante cumplir con las leyes establecidas en el país
donde está establecida su iglesia. En la mayoría de los países, el inscribir su Iglesia en el «Registro
de la Propiedad y Bienes» (o como se llame en su país) le da presencia jurídica ante el gobierno. La
libertad de culto no es un derecho reconocidos en todos los países por lo tanto aquellos que poseen
dicho derecho tiene «libertad de religión». El ejercicio de todas las religiones es libre. Toda persona
tiene derechos a practicar su religión o creencia. En estos países donde hay libertad de culto a la
iglesia se le reconoce que posee «personalidad jurídica». Es por esta razón que es importante
registrar la iglesia ante el gobierno e incorporarla. El proceso de darle una identidad jurídica a la
iglesia le permite a la institución adquirir y poseer bienes y disponer de ellos. Esto es permitido
siempre que los destinen exclusivamente a fines religiosos, de asistencia social o a la educación. En
lo que se refieren a los bienes inmuebles de las Iglesias, en los Estados Unido y en la mayoría de los
países en Latino America, estos bienes están exentos de impuestos, arbitrios y contribuciones,.
Requisitos para inscribirse en el ministerio de gobernacion: Cada país tiene sus propios
requisitos pero en esencia lo básico es:
1- Una Solicitud para establecer una iglesia.
2- Un nombre jurídico propio como institución.
3- Desarrollo de las minutas «constitutiva» y copia legalizada o duplicado firmado y sellado en
original del Testimonio.
OBLIGACIONES DE LAS IGLESIAS:
Legales:
1- Elaborar su escritura de constitución.
2- Elaborar los estatutos regirán la Iglesia.
3- Elegir la junta directiva de la Iglesia.
4- Elegir al presidente y representante legal de la junta directiva.
5- Inscribirse en el registro civil del municipio donde se constituyen.
6- Inscribirse en el régimen de seguridad social cuando posea más de tres empleados.
7- Habilitar un libro de salarios en el Ministerio de Trabajo y Previsión Social.
8- Cuando tenga más de cinco empleados es necesario que autorice un Reglamento
Interior de trabajo, el cual deberá ser exhibido como mínimo en dos lugares de la
asociación.
ADMINISTRACION DE LA IGLESIA CCU Page 90
9- Nombrar un perito contador que represente a la Iglesia.
FISCALES
1. Mantener su contabilidad al día. Operar contabilidad completa en forma organizada,
así como los registros que sean necesarios, de acuerdo al sistema de partida doble
aplicando principios de contabilidad generalmente aceptados, esto quiere decir que
tiene que habilitar los libros de Inventario, Diario, mayor o Centralizador, Balances,
asimismo un libro de actas donde se lleve el registro de las reuniones de junta
directiva y asamblea.
2. Presentar Estados financieros anuales conforme las Normas Internacionales de
Contabilidad. Una contabilidad transparente es el resultado de un ministerio integro
y recto.
3. Presentar declaración jurada anual de impuesto sobre la renta informativo de sus
operaciones en el periodo fiscal por medios electrónicos.
4. Extender recibos para recibir donaciones en este tema llamado Diezmos, ofrendas
Promesas de Fe, etc. Solicitar facturas contables a sus proveedores cuando realicen
compras de bienes y servicios.
5. Autorizar y emitir facturas contables, así como pagar el Impuesto sobre la renta
anual cuando efectúe actividades distintas a su naturaleza, es decir cuando efectúe
actividades con lucro entre sus operaciones.
PROHIBICIONES
a. Repartir dividendos, bienes, utilidades o beneficios entre sus asociados.
b. Destinar el ingreso de las donaciones tanto ordinarias como extraordinarias a fines
distintos de los establecidos en su escritura de constitución.
ORGANIZACIÓN: Para que funcione una Iglesia de manera óptima, se sugiere, tener su
estructura organizacional debidamente definida, Visión de la Iglesia, Misión, Creencias, etc. Jesús
instituyó una Iglesia, a la cual él ama, y en la cual desea que todo sea hecho con orden, bajo una
organización eficiente. Cuando las operaciones son elevadas es viable tener como mínimo el
contador. Una contabilidad saludable y transparente fortalece el ministerio y minimiza las
posibilidades que el enemigo se cuele por las finanzas de la iglesia. La organización de la iglesia
tiene que tener como fundamento lo que la iglesia representa. ¡Ella es el cuerpo de Cristo! «Ahora
me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de
Cristo por su cuerpo, que es la iglesia» (Colosenses 1:24). La iglesia como entidad es la casa de
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Dios. La Biblia nos dice: «para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es
la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad» (1 Timoteo 3:15). Administrar la
iglesia es tener cuidado de algo muy querido por Dios. ¡Jesús ama a la iglesia! «Maridos, amad a
vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a
sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese
santa y sin mancha» (Efesios 5:25 – 27). Una iglesia no crece por su «organización» pero se
fortalece en ella. Es Cristo en persona quien se encarga que su iglesia crezca. «Alabando a Dios, y
teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser
salvos» (Hechos 2:47). Nuestra responsabilidad de organizar correctamente el trabajo
administrativo ayuda al crecimiento saludable de la iglesia de Cristo.
¿CUÁN GRANDE ES LA IGLESIA?
Hoy día medimos los ministerios por el tamaño del templo y no por la madurez espiritual de sus
miembros. La iglesia no está para complacer al mundo sino a Dios. Todo en la iglesia de Cristo
debe hacerse con decencia y en orden. La Biblia nos dice: «pero hágase todo decentemente y con
orden» (1 Corintios 14:40). ¿Además de «pecado», que otra cosa «NO DEBE HABER», en la
iglesia? La respuesta es «Confusión». «Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en
todas las iglesias de los santos» (1 Corintios 14:33).
¿Cuál fue la primera iglesia, la original? La habilidad para trazar los antecedentes de una iglesia
hasta “la primera iglesia” a través de la sucesión apostólica, es un argumento usado por un número
de diferentes iglesias para asegurar que su iglesia es la «verdadera iglesia» Uno de estos grupos son
la «Iglesia Católica Romana», la Iglesia Griega Ortodoxa, hace esta afirmación y algunas
denominaciones Protestantes. ¿Cómo sabemos cuál iglesia está en lo correcto? La respuesta bíblica
es que la «primera iglesia» no es una estructura sino que esta compuestas de personas
comprometidas, a vivir vidas dignas del Señor, agradándole en TODO. Los valores enseñados en
los inicio de la iglesia siguen validos el día de hoy. La clave de esta enseñanza consiste en conocer
plenamente la voluntad de Dios. Este conocimiento nos permite vivir de manera digna del Señor
agradándole en TODO. Le agradamos cuando damos frutos en toda buena obra, crecemos en el
conocimiento de Dios y somos fortalecidos en Su glorioso poder. Estos tres atributos nos permiten
perseverar con paciencia en toda situación dando gracias con alegría al Padre. Vivir vidas dignas del
Señor nos faculta para participar de la herencia de los santos (los que se mantienen limpios) en el
reino de la luz. La Biblia nos confirma: «Por eso, desde el día en que lo supimos no hemos dejado
de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría
y comprensión espiritual, para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto
implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en todo
sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con paciencia en toda situación, dando gracias con
alegría al Padre. Él los ha facultado para participar de la herencia de los santos en el reino de la luz.
Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos
redención, el perdón de pecados.
La primera iglesia: Su crecimiento, doctrina y prácticas, fueron registrados para nosotros en el
Nuevo Testamento. Jesús, al igual que Sus apóstoles, advirtió que se levantarían falsos maestros, y
ciertamente así parece haber sido, de acuerdo a algunas epístolas del Nuevo Testamento; que estos
apóstoles tuvieron que luchar desde el principio contra los falsos maestros. En ninguna parte de la
Escritura se menciona que el tener la ascendencia apostólica, o ser capaces de rastrear las raíces de
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procedencia hasta la “primera iglesia”, sea el método para probar ser la iglesia verdadera. Lo que sí
lo es son las repetidas comparaciones entre lo que los falsos maestros enseñan y lo que la primera
iglesia creía, tal como se registra en la Escritura. El que una iglesia sea la “verdadera iglesia” o no,
se determina comparando sus enseñanzas y prácticas con las de la iglesia del Nuevo Testamento,
como se lee en la Escritura. Por ejemplo, en Hechos 20:17-38, el apóstol Pablo tuvo la oportunidad
de hablar a los líderes de la iglesia en la gran ciudad de Éfeso, cara a cara y por última vez. En ese
pasaje, él les dice que los falsos maestros no solo vendrán entre ellos, sino que vendrán «de» ellos.
(vv. 29-30). Pablo no declara la enseñanza de que deberán de seguir a la “primera” iglesia
organizada como salvaguarda para la verdad. Más bien los encomienda a la salvaguarda de “Dios y
a la palabra de Su gracia” (v. 32). Por lo tanto, la verdad debe ser determinada mediante la
dependencia de Dios y “la palabra de Su gracia” (p. ej. Escritura, ver Juan 10:35).
La verdadera iglesia depende de la Palabra de Dios. Seguir al líder o seguir la Palabra son dos
cosas muy diferentes. Seguir enseñanza de hombre es peligroso porque hay caminos que parecen
derechos pero son caminos de muerte. La Biblia nos dice: «Hay caminos que al hombre le parecen
rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte» (Proverbios 14:12). Solo la Palabra de Dios nos
garantiza que si la ponemos en acción nos ayuda a llegar a puerto seguro. Sobre la importancia de
seguir la Palabra en vez de hombres la Biblia nos dice: «Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo,
os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos
dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea
anatema» (Gálatas 1:8-9). Otro ejemplo de esta dependencia de la Palabra de Dios se encuentra en 2
Pedro. En esta epístola, el apóstol Pedro está luchando contra los falsos maestros. Al hacerlo, Pedro
comienza por mencionar que tenemos la “palabra profética más segura” para depender más de ella,
que aún del escuchar la voz de Dios desde el cielo, como sucedió en la transfiguración de Jesús (2
Pedro 1:16-21) Esta “palabra más segura” es la Palabra escrita de Dios. Más tarde, Pedro
nuevamente les dice que sean cuidadosos “para que tengáis memoria de las palabras que antes han
sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros
apóstoles.” (2 Pedro 3:2) Ambas palabras, de los santos profetas y de los mandamientos que Jesús
dio a los apóstoles, están registradas en la Escritura.
La Palabra (Biblia) es la brújula que nos lleva a puerto seguro. La única norma infalible que la
Escritura dice que tenemos, es la Biblia (Isaías 8:20; 2 Timoteo 3:15-17; Mateo 5:18; Juan 10:35;
Isaías 40:8; 1 Pedro 1:25; Gálatas 1:6-9). La tradición forma parte de cada iglesia, y esa tradición
debe ser comparada a la luz de la Palabra de Dios, para que no vaya contra la verdad (Marcos 7:1-
13). La “primera iglesia” es la iglesia que está registrada en el Nuevo Testamento. Ella es el modelo
a seguir. En ninguna parte del Nuevo Testamento encontrarás a la “iglesia verdadera” haciendo
alguna de las siguientes cosas:
1. Orando a María,
2. Orando a los santos,
3. Venerando a María,
4. Sometiéndose a un Papa,
5. Teniendo un sacerdocio selecto,
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6. Bautizando a infantes.
7. Observando las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor como sacramentos.
8. Pasar la autoridad apostólica a los sucesores de los apóstoles.
Nota: Todos estos son elementos centrales de la fe católica romana. Si la mayor parte de los
elementos medulares de la Iglesia Católica Romana no fueron practicados por la Iglesia del Nuevo
Testamento (la primera iglesia y la iglesia verdadera), ¿cómo entonces puede la Iglesia Católica
Romana ser la primera iglesia?
El inicio: El Nuevo Testamento registra la historia de la iglesia desde aproxi-madamente el año 30
al año 90 d.C. Durante los siglos II, III y IV, la historia registra muchas doctrinas y prácticas
católicas romanas entre los primeros cristianos. ¿No es lógico que los primeros cristianos
comprendieran mejor el mensaje de los apóstoles? ¿Cuál es la explicación del por qué en los siglos
II, II y IV, la iglesia comenzó a exhibir signos del catolicismo romano? La respuesta es simple –
durante los siglos II, II y IV (y siguientes), la iglesia no tenía completo el Nuevo Testamento. Las
iglesias tenían porciones del Nuevo Testamento, pero el Nuevo Testamento (y la Biblia completa)
no estuvieron comúnmente disponibles, hasta después de la invención de la imprenta en el 1440
d.C. La iglesia primitiva hizo lo mejor que pudo para pasar las enseñanzas de los apóstoles a través
de la tradición oral, y a través de la extremadamente limitada disponibilidad de la Palabra en su
forma escrita. Es muy interesante notar que la Reforma Protestante surgió poco después de la
invención de la imprenta y la traducción de la Biblia a los lenguajes comunes de la gente.
Una vez que la gente comenzó a estudiar la Biblia por ellos mismos, se hizo muy claro
cuánto se había apartado la Iglesia Católica Romana de la iglesia que está descrita en el
Nuevo Testamento.
La Escritura nunca menciona el usar el “cuál iglesia vino primero” como la base para determinar cuál es la iglesia “verdadera”. Lo que si enseña es que uno debe usar la Escritura
como el factor determinante para saber cuál iglesia es la verdadera y si es fiel a la primera
iglesia. Es especialmente importante comparar la Escritura con la enseñanza de la iglesia en
aquellos puntos centrales, tales como la total deidad y humanidad de Cristo, la expiación por
el pecado a través de Su sangre en el Calvario, la salvación del pecado por gracia a través de
la fe, y la infalibilidad de las Escrituras. Material recopilado de «God question ministries» Tema:¿Cuál fue la primera iglesia, la original? «www,questions.org».
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Anexo B:
Ejemplo de un artículo de incorporación.
ARTÍCULOS DE INCORPORACIÓN DE _Nombre de la iglesia__ UNA CORPORACIÓN
RELIGIOSA
(Artículos originalmente adoptados en fecha en que se hizo el documento, enmendados en su
totalidad, fecha en que se hizo la ultima enmienda,
ARTICULO I: Nombre
El nombre de esta corporación es ______________________________________.
ARTICULO II: Objetivos y propósitos
A. Los propósitos principales y específicos por el cual esta corporación es formada son para
mantener y operar una corporación religiosa y para propagar y diseminar los principios
religiosos que componen el mensaje de Jesucristo.
B. Los propósitos y objetos generales por el cual esta corporación es formada son para
operar exclusivamente con fines caritativos, religiosos y educacionales, para incluir, pero no
limitarse a lo siguientes:
1. Establecer, mantener y conducir una apropiada organización para supervisar los
asuntos de esta corporación.
2. Para dar licencia y ordenar ministros del Evangelio y Misioneros para el avance de
la obra de esta corporación en los Estados Unidos y todos los demás países en el
extranjero, de acuerdo a los reglamentos que serán promulgados por la Junta de
Directores.
3. Asistir en el establecimiento y/o conceder la corporación de iglesias o entidades
religiosas para la diseminación y propagación del Evangelio Cuadrangular en los
Estados Unidos y demás países del extranjero; tales iglesias y entidades estarán
sujetos a los artículos y estatutos establecidos por esta corporación.
4. Establecer, poseer y operar escuelas a nivel universitario o de un nivel mas bajo.
5. Establecer, mantener y conducir esfuerzos misioneros para el avance del evangelio
en los Estados Unidos y en todos los países extranjeros, conforme a los reglamentos
promulgados por la Junta de Directores.
6. Hacer cualquier o todas las acciones o cosas necesaria, apropiadas o convenientes
para el cumplimiento de cualquier propósito o para lograr uno o más objetivos aquí
especificados, o los que en cualquier momento parezcan conducentes a eso o
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expedientes para eso, si no son inconsistentes con estipulaciones o cualquier ley que
pueda aplicar al cumplimiento de tales propósitos o realización de los objetivos.
C. Es la intención que los anteriores objetos y propósitos de este articulo no podrán a menos
que se especifique aquí, serán de ningún modo limitados o restringidos por referencia o
inferencia de los términos de cualquier cláusula de este o cualquier otro artículo en estos
artículos de incorporación, pero los objetos y propósitos especificados en estos artículos
serán tenidos una declaración de objetos generales y propósitos y no tendientes a limitar las
actividades de esta corporación como organización caritativa, religiosa y educacional.
ARTICULO III: Poderes
Esta corporación tendrá y ejercitara todos los derechos y poderes conferidos a Corporaciones
bajo las leyes del nombre del estado o Pais, con tal de que esta corporación no tenga
autoridad para envolverse en ninguna actividad que no sea para el avance de los objetos y
propósitos establecidos en el Articulo II.
ARTICULO IV: No beneficios pecuniarios o ganancias monetarias
Esta corporación no esta organizada, ni será operada para obtener beneficios pecuniarios o
ganancias, ni contempla la distribución de bienes, o dividendos a los miembros, ya que esta
organización está formada con fines no lucrativos. La propiedad, bienes, ganancias y
entradas netas de esta corporación son irrevocablemente dedicadas a fines religiosos,
científicos y caritativos y ninguna ganancia o entrada neta de esta corporación será para
provecho o beneficio de ningún director, oficial, miembro o para beneficio de accionistas
privados o individuos. Ante la disolución o cierre de responsabilidades de la corporación,
serán distribuidos a un fondo no lucrativo, Fundación o Corporación la cual este organizada
y operada exclusivamente para propósitos religiosos, científicos o caritativos y que haya
establecido su condición de excepción de impuestos bajo el Código de Interno de
Contribuciones. Si esta corporación tiene algún activo en depósitos, tales bienes deberán ser
distribuidos de acuerdo a los decretos de la Corte Superior del Ciudad o Condado dentro de
la cual la oficina principal de esta corporación este ubicada, ante la petición para eso por el
abogado general o por cualquier persona interesada en la liquidación.
ARTICULO V: Limitación de Actividades
Esta corporación no conducirá propaganda como una parte sustancial de sus actividades, ni
intentara en manera alguna influenciar en la Legislación. Esta corporación no participara en
o intervendrá en (incluyendo la publicación o distribución de declaraciones) ninguna
campaña política a favor de algún candidato para la Oficina Publica.
ARTICULO VI: Organización no lucrativa
Esta corporación está organizada conforme a las leyes generales del Nombre del Estado o Pais para ser una organización no lucrativa.
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ARTICULO VII: Ubicación
En nombre de la ciudad o condado, estado o país donde la oficina principal de esta
corporación esta ubicada para llevar a cabo sus negocios, en el nombre del estado o país.
ARTICULO VIII: Junta de Directores
A. Los poderes de esta corporación serán ejercidos y sus asuntos manejados por una junta
que será conocida como la junta de Directores. El número de directores de esta corporación
será de siete. El número de directores aquí provisto puede ser cambiado por un estatuto
debidamente adoptado por los miembros autorizados a votar.
B. Los Nombres y Direcciones de las personas quienes fueron designadas para funcionar
como los primeros directores son:
Incluir listado de los nombres con su dirección
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