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Revista del Espacio Europeo de la Investigación
Comisión Europea
n°62 – Febrero de 2010
ISS
N 1
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39
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PandemiaA/H1N1, el ataque de un nuevo virus gripal
ReportajeEl nuevo ojo de Europa
Fragmentos de vida
Trasplantes
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Las opiniones presentadas en este editorial, así como en los artículos de este
número, no comprometen de forma alguna a la Comisión Europea.
Muertos en la televisión
Vivimos en una sociedad del miedo, según algunos sociólogos. Al parecer, los últi-
mos acontecimientos les han dado la razón. Vemos de hecho un sinfín de crisis virtua-
les y accidentes mediatizados en exceso. Las alertas sanitarias, las catástrofes naturales
y los fallos tecnológicos alimentan el miedo, causa u origen de esta mediatización des-
mesurada. Un ejemplo de ello lo pudimos observar el pasado verano en varios acci-
dentes aéreos que tuvieron lugar en el transcurso de algunas semanas. ¿Hay que tener
miedo a volar? La respuesta es no, o prácticamente no, porque el riesgo de accidente
existe, aunque sea muy bajo. El problema del miedo radica en su percepción.
Es evidente que estos accidentes tecnológicos nos llaman la atención. A los medios de comunicación en pri-
mer lugar. Pero más allá de la emoción mediatizada, la distancia y el tiempo permiten relativizar las cosas.
Diariamente en el mundo fallecen unas 60.000 personas víctimas de enfermedades cardiovasculares, cerca de
10.000 niños se mueren de hambre y un centenar de europeos se deja la vida en las carreteras. En comparación
con un accidente aéreo, estos últimos cuentan poco. De hecho, nuestra llamada “sociedad de la comunicación”
sólo le da importancia a lo mediático, con la consecuencia de que parece que sólo se mueren los que aparecen
en los medios.
Estos fallos parecen el precio a pagar por adquirir nuestras maravillas tecnológicas. Una especie de ticket de
entrada al ¡queremos más!, que resume la evolución técnica de nuestra civilización: cada vez más rápida, más
precisa y más potente. También más compleja, a nivel tanto de la técnica como de su control. En resumidas cuen-
tas, ¡el progreso tecnológico tiene un futuro mediático garantizado!
Michel Claessens
Redactor jefe
research*eu, la revista del Espacio Europeo de la investigación que pretende ampliar el debate democrático entre
la ciencia y la sociedad, está escrita por periodistas profesionales independientes. Presenta y analiza proyectos,
resultados e iniciativas cuyos actores, hombres y mujeres, contribuyen a reforzar y a federar la excelencia científica
y tecnológica de Europa. research*eu se publica en inglés, francés, alemán y español, a razón de diez números
al año, por la Unidad de Comunicación de la DG de Investigación de la Comisión Europea.
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Redactor jefeMichel Claessens
Revisores de las versiones lingüísticasGerard Bradley (inglés), Maria Antonia Jiménez Nevado (español), Régine Prunzel (alemán)
Coordinación generalJean-Pierre Geets, Charlotte Lemaitre
Coordinación de redacciónJean-Pierre Geets
Consejero editorialDidier Buysse
PeriodistasAudrey Binet, Laurence Buelens, Didier Buysse, Sandrine Dewez, Marie-Françoise Lefèvre, Isabelle Noirot, Christine Rugemer, Mikhaïl Stein, Julie Van Rossom
TraduccionesAndrea Broom (inglés), Martin Clissold (inglés), Silvia Ebert (alemán), Michael Lomax (inglés), Consuelo Manzano (español)
DiseñoGérald Alary (jefe de proyecto), Olivier Moulin (paginación), Christopher Moloughney (coordinación y seguimiento de la producción), Daniel Wautier (corrección de pruebas en francés), Richard Jones (corrección de pruebas en inglés), Sebastian Petrich (corrección de pruebas en alemán), D. A Morrell (corrección de pruebas en español).
Búsqueda de ilustracionesChristine Rugemer
IlustracionesLaurent Durieux
Versión en líneaCharlotte Lemaitre
ImpresiónBietlot, Gilly (Bélgica)
Producción generalPubliResearch
Esta revista ha sido imprimida con papel que lleva el certificado PEFC (Programa para el Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal) para una gestión sostenible de nuestros bosques.
La tirada de este número es de 126.000 ejemplares.Todas las ediciones de research*info sepueden consultar en línea en la página webde la DG de Investigación:http://ec.europa.eu/research/research-eu
Redactor jefeMichel ClaessensTel.: +32 2 295 99 71Fax: +32 2 295 82 20E-mail: research-eu@ec.europa.eu
© Comunidades Europeas, 2009Reproducción autorizada, si se mencionala fuente.
Ni la Comisión Europea ni ninguna personaque la represente son responsables del usoque pueda hacerse de la información quecontiene esta publicación ni de los erroreseventuales que puedan subsistir a pesar delesmero en la preparación de estos textos.
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 3
ÍNDICE
4 Breves
En el aire
INFORME ESPECIAL TRASPLANTES
El tráfico de órganos
8 El cuerpo por piezas
La donación de órganos permite salvar
vidas, pero el tráfico de órganos hace del
cuerpo humano una mera mercancía…
Salud
10 El paso de dos de la tolerancia inmunitaria
Nuevas formas de tratar el rechazo de
los trasplantes por el sistema inmunitario
para disminuir el recurso a tratamientos
inmunosupresores.
Biotecnologías
12 Anatomía de un xenotrasplante
El proyecto XENOME investiga al detalle un
cerdo genéticamente modificado cuyos
órganos serían tolerados por nuestro
sistema inmunitario. Pero los xenotrasplan-
tes aún no están a la vuelta de la esquina.
Órganos artificiales
14 La mano biónica cobra vida sensorial
¿Qué futuro tienen los órganos artificiales?
Se espera que la próxima generación de
prótesis de mano disponga ya de agarre
intuitivo y sensible de objetos.
16 Breves
Noticias europeas.
La investigación vista con lupa.
Reportaje
32 El nuevo ojo de Europa
Les presentamos el mayor telescopio del
mundo, el GTC, situado en el observatorio
del Roque de los Muchachos, en la isla
de La Palma, en Canarias.
Retrato
36 James Lovelock, o la Tierra viva
James Lovelock, criticado durante mucho
tiempo por su concepción orgánica de la
Tierra, es actualmente un respetable experto
del clima. Retrato de un investigador
profundamente atípico.
Biodiversidad
38 Las aves le hablan a Europa
Una serie de indicadores basados en las
poblaciones de aves comunes sirven de
evaluación de las consecuencias del cambio
climático y del cambio en la utilización
de los suelos.
40 Breves
La ciencia al alcance de la mano. El rincón
pedagógico. Publicaciones. Jóvenes
investigadores. Opinión.
La ciencia en imágenes
44 Esto no es una noche de luna llena…
Entrevista
20 La investigación en todos los frentes
Entrevistamos a Janez Potočnik para hacer
un balance de sus cinco años como
comisario de la investigación europea.
Ciencia y política
22 ¿Actuar o no actuar?
Durante mucho tiempo, los responsables
políticos, aconsejados por expertos científicos
de su elección, han sido quienes han tomado
las decisiones tecnológicas. Pero ahora los
ciudadanos aspiran a que se les otorgue un
derecho de intervención a la hora de elegir.
Patrimonio
25 Colores del Sur
Para descubrir los pigmentos naturales
característicos del patrimonio mediterráneo,
los investigadores de MEDCOLOUR utilizan
técnicas fisico-químicas sofisticadas.
Pesca ilegal
26 Trazabilidad del pescado, desde el plato
hasta la red
Para erradicar la pesca ilegal, los investiga-
dores del proyecto europeo FishPopTrace
están poniendo a punto una técnica
de trazabilidad del pescado.
Pandemia
28 A/H1N1, el ataque de un nuevo virus gripal
El estado del benjamín de la familia de los
virus gripales, el A/H1N1, que originó
la primera pandemia del siglo XXI.
BREVES
4 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
La cabeza en las nubes de Titán
Titán, el mayor satélite de Saturno
(y el único satélite del sistema
solar que posee una atmósfera
densa), ha dejado entrever su
cobertura de nubes. Su atmósfera
presenta una meteorología muy
activa con ciclos estacionales
marcados, debido a la fuerte
inclinación del eje de rotación del
satélite. Titán, al estar diez veces
más alejado del Sol que la Tierra,
tarda 29 años en dar la vuelta
a nuestra estrella y la duración de
sus estaciones es de aproximada-
mente siete años. Las nubes de
la atmósfera de este satélite se
forman no por la condensación
de agua sino de metano y etano.
La misión internacional Cassini-
Huygens, lanzada en el año 1997,
tiene por objeto estudiar el
planeta Saturno y su entorno.
El estudio de su satélite Titán
representa uno de los principales
objetivos de esta misión.
Las observaciones efectuadas
gracias al instrumento científico
VIMS (Visible and Infrared Mapping
Spectrometer) entre julio de 2004
y diciembre de 2007 permitieron
trazar el primer mapa de las nubes
de Titán a partir de más de 200
nubes censadas durante este
período. La distribución espacial
de las nubes revelada por este
estudio, publicado en la revista
Nature, proporciona indicaciones
precisas sobre la atmósfera de
Titán, particularmente sobre los
mecanismos que rigen su nubosi-
dad. Las nubes están distribuidas
en ambas regiones polares y en
una banda de latitud centrada en
torno a 40°S, con lo que se confir-
ma la influencia decisiva de la
circulación atmosférica sobre la
distribución de las nubes, como
predicen los modelos de simula-
ción del clima establecidos para
este satélite. En cambio, se sabe
mucho menos sobre la evolución
de la nubosidad en el transcurso
de las estaciones. Por lo tanto,
no le falta trabajo a la misión
Cassini-Huygens, que los “meteo-
rólogos transplanetarios” esperan
prolongar hasta el año 2017.
www.esa.int/esaMI/
Cassini-Huygens/
Con el sonido de la Grecia clásica
Por primera vez desde hace siglos,
se oyó de nuevo el sonido del
epigonion, un instrumento de
música de la Grecia clásica.
En el marco del proyecto ASTRA
(Ancient instruments Sound/Timbre
Reconstruction Application), algunos
expertos italianos consiguieron
hacer revivir este instrumento,
parecido al arpa moderna combi-
nando arte y tecnología. Para volver
a crear el sonido del epigonion,
se basaron en datos recopilados en
descubrimientos arqueológicos, en
dibujos históricos y en la literatura.
Los datos relacionados con la
Esta proeza se pudo conseguir
gracias a las redes de investigación
GÉANT y EUMEDCONNECT y a las
infraestructuras grid dirigidas por
el proyecto EGEE (Enabling Grids for
E-science infrastructure), que logra-
ron no sólo poner en red a ordena-
dores muy potentes sino también
reunir conocimientos y datos sobre
el epigonion. No es de extrañar
que ASTRA recurriese a tales redes
teniendo en cuenta que para
reproducir un minuto de un sonido
hace falta media hora de procesa-
miento de datos informáticos…
www.astraproject.org
EN EL AIRE
descripción de los materiales que
componen el instrumento y la forma
en la que éste se utilizaba fueron
transcritos en “lenguaje informático”
empleando la técnica de síntesis por
modelo físico. Esta técnica se basa
en la utilización de una serie de
ecuaciones y algoritmos que
permiten establecer un modelo del
“comportamiento” del instrumento
en un sistema mecánico.
El retorno de las ballenas azules
En las aguas costeras de Alaska
(Estados Unidos) y de la provincia
canadiense de Columbia Británica,
donde desaparecieron las ballenas
azules hace décadas, está reapare-
ciendo poco a poco este gran cetá-
ceo. Desde el año 1966, año de la
prohibición de la caza de ballenas
que había llevado a la especie
al borde de la extinción, estos
grandes mamíferos se están
recuperando lentamente. © N
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Imagen de una nube generada por VIMS el 26 de marzo del 2007 durante
un sobrevuelo de Titán por la misión Cassini (todavía observamos la actividad
nubosa en el polo Sur, contrariamente a lo que se podría esperar).
Francesco De Mattia tocando el
epigonion en el concierto Musica@
Fisica organizado por la red Dante
(www.dante.net), que se celebró en
Catania (Sicilia), en junio del 2009.
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 5
BREVES
Los científicos estiman que la espe-
cie contaba con 350.000 especí-
menes antes del auge de la
actividad ballenera y que actual-
mente viven en los océanos entre
8.000 y 14.000 ballenas azules.
En el año 2004, un grupo de
científicos que efectuaban un
censo de población de las ballenas
jorobadas en el golfo de Alaska
pudo observar allí de nuevo tres
ballenas azules. Luego, se fueron
avistando uno o dos rorcuales
azules cada año, a la altura
de Columbia Británica, hasta
el 2007, año en el que se vieron
quince ejemplares en la costa
Un “entrenamiento espérmico” diario
Una eyaculación diaria mejora la
calidad del esperma y, por lo tanto,
las posibilidades de concepción.
Así lo indica un estudio australiano
presentado en el último congreso
anual de la Sociedad Europea de
Reproducción Humana y Embrio-
logía celebrado en Ámsterdam,
que se efectuó con 118 hombres
cuyo esperma era de calidad
inferior a la media.
Tras una “prescripción” de
una eyaculación diaria durante
una semana, los investigadores
midieron la degradación del ADN
de los espermatozoides, así como
la movilidad de estos últimos, dos
parámetros que mejoraron clara-
mente después del tratamiento.
Según los autores del estudio, esta
mejora se debe a que los gametos
varoniles permanecen menos
tiempo en los canales de los
testículos donde se ven expuestos
al efecto nocivo de moléculas
oxidantes.
www.eshre.com
Células inyectadas en pleno corazón
Veinte veces más fina que un cabe-
llo, la nanoaguja de 50 nanóme-
tros de diámetro creada por un
grupo de investigadores de la
Universidad de Illinois (Estados
Unidos) hace posible las inyeccio-
nes a escala de una sola célula.
Esta aguja, recubierta por una fina
capa de oro y atada a una pipeta
de cristal penetra fácilmente en
la membrana celular y permite
depositar una o varias moléculas
dentro de la célula, así como los
puntos cuánticos utilizados para
la generación de imágenes médi-
cas de las células, en sustitución
de los colorantes habituales.
Con este nuevo instrumento
nanotecnológico descrito en la
revista Nano Letters, los científicos
pueden no sólo controlar, vigilar
y registrar el proceso de entrega
de moléculas activas dentro de
una célula, sino que pueden
también utilizar esta aguja como
sonda electroquímica y biosensor
óptico. Un avance que tendría que
permitir un seguimiento más
preciso de la interacción entre las
proteínas y las moléculas de ADN
o de ARN dentro de las células.
news.illinois.edu
Molécula antirecha-zo y antiedad
Ya de por sí preciada por su eficacia
en la prevención del rechazo en los
trasplantes de órganos, la rapamici-
na (o sirolimus) podría apuntarse
otro tanto más, puesto que parece
ser que puede alargar la vida de los
mamíferos. Eso es lo que revela un
estudio realizado por un equipo de
investigadores estadounidenses
publicado en la revista Nature. Los
científicos les dieron esta molécula
con propiedades antifúngicas
y antibióticas como complemento
alimenticio a ratones de 20 meses,
es decir, el equivalente a sesenta
años para un hombre. Comparando
su tiempo de vida con el de los
ratones de la misma edad alimenta-
dos normalmente, descubrieron
que el tratamiento con rapamicina
había aumentado su longevidad
en un promedio del 9 % en los
machos y del 13 % en las hembras.
La rapamicina inhibe la proteína
quinasa TOR (Target of Rapamycin
o “diana de la rapamicina”) que
desempeña un papel fundamental
en el crecimiento y la proliferación
celular. Inicialmente descubierta en
la levadura, también encontramos
esta proteína en los mamíferos
(mTOR) y al inhibirla ya se consiguió
aumentar la longevidad de los
invertebrados. Aunque un segundo
estudio, en curso, ha confirmado
el efecto de la rapamicina en la
longevidad de los ratones, sus
autores prefieren ser prudentes
al referirse a la utilización potencial
de esta molécula para envejecer
menos rápidamente, a la vista de
los considerables efectos inmuno-
supresores que tiene. No obstante,
este descubrimiento podría permi-
tir el desarrollo de compuestos
análogos a la rapamicina que
no tengan efectos secundarios.
www.jax.org de la provincia canadiense y en
el golfo de Alaska. Los investi-
gadores de la Administración
Nacional para el Océano y
la Atmósfera de Estados Unidos
(NOAA, por sus siglas en inglés)
destacan en laxrevista Marine
Mammal Science que este fenó-
meno podría significar que
una población deballenas azules
del este del Pacífico Norte está
restableciendo un modelo
migratorio tradicional.
www.newscientist.com © S
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INFORME ESPECIAL TRASPLANTES
6 research*eu n° 62 | FEBRERO 2010
En el año 1902, el cirujano francés Alexis Carrel tuvo la curiosa idea de extraer el riñón
de un perro y de injertárselo en el cuello. Un siglo después del éxito de este primer
autoinjerto, otro tipo de trasplante, el aloinjerto (que se efectúa entre dos individuos
de la misma especie), es ahora una operación corriente, incluso en seres humanos.
Sin embargo, sigue siendo complicada y arriesgada por la probabilidad de que
se produzca un rechazo del injerto, a pesar de los tratamientos inmunosupresores.
En este tipo de operación también es un problema la falta de órganos, a pesar de las
campañas de sensibilización efectuadas y aunque cada vez más europeos se declaren
a favor de la donación de órganos. Hay que actuar con rapidez, ante el auge que está
cobrando el turismo para efectuarse un trasplante, alimentado por un tráfico indigno
de órganos y una pobreza lamentable.
Dentro de veinte a treinta años, todo esto podría ser tan sólo una pesadilla, porque
quizás para entonces hayamos conseguido crear los órganos que faltan. Por ejemplo,
las investigaciones sobre las prótesis biónicas han alcanzado un nivel inimaginable
hace apenas diez años, gracias a las biotecnologías. Posiblemente, algún día,
pasaremos la barrera de las especies para “tomar prestado” a los animales los corazones
o los riñones que nos faltan. En eso también, aunque estemos muy lejos de la etapa
de ensayos clínicos, las investigaciones han dado pasos agigantados y los obstáculos
técnicos parecen caer tan rápido como se levantan, con el riesgo de hacernos olvidar
la única barrera que no queremos saltarnos en ningún caso: la ética.
Fragmentos de vida
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“Hombre de 29 años de edad,
con buena salud, vende uno
de sus riñones por 150.000
euros”. Este mensaje, publi-
cado en la página web gratuita de anuncios
“habitamos.com” y denunciado por la asocia-
ción española de consumidores Facua, no pasó
desapercibido para algunos medios de comu-
nicación europeos. Según los servicios que
investigaron este asunto en profundidad, a peti-
ción del Ministerio de Sanidad y de la policía,
se registraron una treintena de propuestas simi-
lares en trece páginas web. La mayoría de las
veces se trataba de ventas de riñones, pulmo-
nes o médula, tanto de españoles como de
extranjeros de América latina, y cuyo precio
oscilaba entre 15.000 y 1 millón de euros. Estos
procedimientos infringen las leyes de un país
miembro de la Unión Europea en el que no se
consideran los órganos como mercancías y es
sorprendente el que hubiera tantas propuestas
teniendo en cuenta que España tiene un eleva-
do índice de donantes. ¿Pero qué puede hacer
la ley frente a la miseria?
Un turismo particularAunque tales iniciativas son individuales, las
redes mafiosas pueden apropiarse de ellas fácil-
mente. Conocen el complejo proceso, en el que
participan cirujanos corruptos y transportistas
ilícitos, y donde la vida del “rico” puede ser sal-
vada o mejorada amputando la del “pobre”. Con
la intervención de extraños “operadores turísti-
cos”, el denominado “turismo del trasplante” tie-
ne cada vez más auge. La mayoría de las veces
los cirujanos son conocidos en el ámbito médi-
co. Los circuitos son indirectos: brasileños van
a Sudáfrica para que les extraigan un riñón que
luego se trasplanta a un enfermo israelí. En
Pakistán, en el año 2006, dos tercios de los 2.000
trasplantes de riñón se realizaron a extranjeros.
De hecho, estos órganos son los “productos más
vendidos” (puesto que el ser humano aunque
tenga dos, con uno sólo puede subsistir) y su
precio varía según los países (desde 470 euros
en Sudáfrica hasta 20.200 euros en Estados
Unidos, pasando por 1.800 euros en Moldavia
o 6.800 euros en Turquía)(1).
La OMS (Organización Mundial de la
Salud) considera que el 10 % de los trasplantes
de órganos en el mundo son el resultado de
una comercialización o de prácticas no éticas.
En el 2004, apeló a sus Estados miembros a que
“tomasen medidas para proteger a los grupos
más pobres y vulnerables del turismo de tras-
plantes y la venta de órganos, y abordasen el
problema más amplio del tráfico internacional
de tejidos y órganos humanos”. Estas prácticas,
que salieron a la luz en los años noventa, están
aumentando considerablemente por el creci-
miento de la pobreza, pero también por los
avances terapéuticos que permiten disminuir los
fenómenos de rechazo.
Las buenas resoluciones del 2008…El año 2008 estuvo marcado por decisiones
importantes sobre esta cuestión. El 22 de abril del
2008, el Parlamento Europeo votó el informe
Adamou. La resolución destacaba que la donación
de órganos debía seguir teniendo un “carácter
totalmente no lucrativo”. En ella se pedía a la
Comisión Europea y a los Estados miembros que
adoptaran medidas para evitar el tráfico de órga-
nos (considerado como una forma de trata de
seres humanos que viola los derechos fundamen-
tales y abusa de las personas vulnerables), así
como el “turismo del trasplante”. Paralelamente,
se preveían una serie de disposiciones para
aumentar la disponibilidad de los órganos obteni-
dos de manera lícita, como parte de ellas la posi-
ble creación de una tarjeta de donante europea.
Un mes más tarde, la Declaración de Estambul,
redactada a iniciativa de la Sociedad Internacional
de Trasplantes (TTS, por sus siglas en inglés)
y de la Sociedad Internacional de Nefrología, fue
firmada por 150 representantes de 78 países (véa-
se el recuadro): médicos, científicos, represen-
tantes gubernamentales, especialistas en ciencias
sociales y en ética. Este texto especifica las nocio-
nes relacionadas con el comercio de órganos
y sugiere a los gobiernos algunos medios para
erradicar estas prácticas. Los objetivos plantea-
dos en el mismo son promover las extracciones
en donantes fallecidos, proteger a los donantes
vivos de los abusos comerciales y garantizarles
la misma atención médica que a los receptores.
“Por lo tanto, poco a poco, en el ámbito interna-
cional, estamos aceptando la idea de que los
órganos humanos no son como piezas de recam-
bio, y que nadie puede poner precio a los órga-
nos destinados a salvar vidas”, señalaba el doctor
Luc Noël, responsable de la unidad de procedi-
mientos clínicos de la OMS.
No todos opinan igual. En la página web del
Instituto Constant de Rebecque, centro suizo de
investigación profundamente liberal, Jan Krepelka
(uno de sus colaboradores científicos) considera
que un “precio monetario fijado arbitrariamente
en cero (…) no es más moral que cualquier otro
valor” y plantea la cuestión de la autorización del
libre comercio de órganos, “para que por fin la
oferta iguale a la demanda y se eviten muertes
inútiles”. Según él: “la prohibición de la venta de
órganos sólo agrava los problemas que a veces
sirven de pretexto para la misma, como la inacep-
table extracción de órganos de personas vivas
no consentidoras: podría proliferar el tráfico de
El comercio de las “piezas de recambio” va muy bien. Cada
vez más pobres se ven obligados a dejarse mutilar dentro del
tráfico organizado por la mafia de los trasplantes. Existe
un turismo nuevo en el que participan operadores turísticos
y cirujanos sin escrúpulos. Poco a poco comienzan a instau-
rarse redes de investigación policiales, códigos éticos y posicio-
namientos internacionales. Eso sí, esto sólo es el comienzo.
El cuerpo por piezas
EL TRÁFICO DE ÓRGANOS
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órganos robados si la oferta al amparo de la ley
y con el consentimiento del donante queda limi-
tada artificialmente por las leyes”. Y añade que
“la parte que se llevarían los intermediarios, par-
ticularmente criticados en el mercado negro
actual, disminuiría con la reducción del riesgo
y con el aumento de la competencia que apor-
taría un mercado legal”(2).
…y el individualismo de las legislacionesEn la actualidad, existen tantas legislaciones
como opiniones. Según un informe especial
publicado por el periódico francés La Croix,
Irán remunera oficialmente a los donantes (con
3.000 euros, es decir, un año y medio de sala-
rio mínimo), con la consideración de “donación
religiosa”, a condición de que el receptor no sea
un extranjero. El turismo del trasplante es un
negocio floreciente en Filipinas, donde los espe-
cialistas proponen unos “forfaits” (órgano
y operación) por un precio de entre 45.000
euros y 100.000 euros. En China, en el año 2005,
el Viceministro de Sanidad, Huang Jiefu, reco-
noció que la mayoría de los 12.000 órganos tras-
plantados en el país habían sido extraídos
a presos condenados a muerte. Esta situación
ya está controlada por una ley del año 2007 que
prohíbe la comercialización de órganos, que
define el consentimiento de los donantes y abo-
ga por la creación de una red nacional de dona-
ciones de órganos. Israel prohibió el reembolso
de los gastos del “turismo con fines médicos”
por las aseguradoras.
Los países que mejor situación tienen son
aquellos en los que hay suficientes órganos para
trasplantar. Por ejemplo, en Chipre, el índice de
donaciones entre vivos es alto, mientras que
España es casi autosuficiente gracias a las
extracciones a donantes fallecidos. En Francia,
el número de trasplantes aumentó en un 44 %
desde el año 2000 y, cada año, el número de
personas inscritas en lista de espera avanza en
aproximadamente el 4 %. En el año 2007, más
de 275.000 europeos vivían con un órgano tras-
plantado y otras miles de personas estaban a la
espera de un trasplante.
Christine Rugemer
(1) Cifras presentadas en una reunión de la OMS en el año 2006.(2) www.institutconstant.ch/paper.php?id=37
EL TRÁFICO DE ÓRGANOS
Los europeos y la dona-ción de órganos
Los resultados de una consulta sobre las
donaciones y los trasplantes de órganos,
encargada por la Dirección General
de Salud y Consumidores (SANCO) de la
Comisión Europea, fueron publicados en
el Eurobarómetro de mayo del 2007. Este tema
no causa indiferencia: el 41 % de los europeos
entrevistados ya habían hablado de este asun-
to con su familia: debate que, en muchos casos
concluía con una opinión a favor de la dona-
ción. La mayoría de los entrevistados (el 56 %)
estarían dispuestos a dar uno de sus órganos
tras su muerte y el 54 % estarían de acuerdo
para que este acto se realizara a algún pariente
cercano fallecido. Estas opiniones positivas
son más frecuentes en las personas con un
buen nivel de educación y/o un nivel social
y profesional elevado.
De forma más general, la gran mayoría
(el 81 %) de los europeos ven con buenos ojos
la idea de una “tarjeta de donante” en la que
se informe sobre la voluntad de donar los
órganos. Todavía no se ha llevado a la práctica,
excepto en los Países Bajos donde el 12 % de
los ciudadanos la poseen, pero si estuviera
precedida por una campaña de sensibilización,
podría tener una gran repercusión sobre la
aceptación a hacerse donante de órganos.
Podrá descargar este informe en la
siguiente dirección: http://ec.europa.eu/
public_opinion/archives/ebs/ebs_272d_en.pdf
Declaración de Estambul
www.agence-biomedecine.fr/presse/
declaration-d-istanbul-sur-le-trafic-d-
organes-et-le-tourisme-de-transplan-
tation-1.html
Informe Adamou
www.francoisecastex.org/v2/
actualites/articles/DOC94/01.04.08%
20Rapport%20Adamou.pdf
The transplantation society
www.transplantation-soc.org/
policy.php
Organs Watch
sunsite.berkeley.edu/biotech/
organswatch/
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Actualmente en Europa viven unas
250.000 personas con un riñón, un
hígado, un pulmón o un corazón
trasplantado. Para evitar que su sis-
tema inmunitario rechace este órgano, al que
reconoce como extraño, deben tomar de por
vida un fuerte tratamiento inmunosupresor, caro
(15.000 euros al año) y que además puede con-
llevar numerosos efectos secundarios: toxicidad
renal, mayor susceptibilidad de padecer infec-
ciones, aumento del riesgo de padecer cáncer...
Por todas estas razones, controlar esta reacción
de rechazo inmunitario supone un desafío vital
para mejorar la eficacia de los trasplantes.
El auge de los trasplantes de órganos, a par-
tir de los años sesenta, fue posible gracias
al descubrimiento del sistema HLA (Human
Leukocyte Antigen). Este conjunto de proteínas
presentes en la superficie de nuestras células
permite a los linfocitos (uno de los tipos de gló-
bulos blancos) distinguir entre lo propio y lo
ajeno al cuerpo. Constituye nuestro carnet de
identidad bioquímico. La identificación, en el
caso del hombre, de 6 grandes familias de HLA
permitió los primeros trasplantes de órganos
entre individuos sin relación de parentesco, de
la misma forma que en los años veinte la des-
cripción de los grupos sanguíneos hizo posible
grandes avances en la transfusión de sangre.
Pero, progresivamente, a medida que los
trasplantes se generalizaban, el emparejamien-
to HLA resultó ser una condición necesaria
pero en absoluto suficiente para el éxito dura-
dero del trasplante. En la actualidad, con medi-
camentos se logra evitar el rechazo agudo del
trasplante, en los días o las semanas posterio-
res a la operación, pero el rechazo crónico, el
que sobreviene tras varios años, sigue siendo
un problema: al cabo de quince años, la mitad
de los riñones trasplantados ya no funcionan.
Entonces, la única solución, arriesgada, es rea-
lizar un nuevo trasplante.
Demasiados trasplantes
fracasan debido a que
el sistema inmunitario del
receptor rechaza el órgano
trasplantado. Se están
empezando a describir bien
los mecanismos moleculares
que causan dicho rechazo.
Sólo queda adaptarlos para
inducir una tolerancia
que haga posible el no tener
que recurrir a fuertes trata-
mientos inmunosupresores.
El pas de deux de la tolerancia inmunitaria
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Caracterización de las células HLA
por inmunotransferencia. Coloración
de las bandas “electroforéticas” por
anticuerpos monoclonales marcados
con peroxidasa.
La memoria de los linfocitos“A fecha de hoy, no se puede predecir si el
sistema inmunitario de un paciente va a tolerar
el trasplante o si va a tener una reacción de hiper-
sensibilidad que lleve al rechazo crónico.
Tampoco podemos saber si un paciente que haya
recibido un trasplante puede, o no, parar su tra-
tamiento inmunosupresor”, explica Michel
Goldman del Instituto de Inmunología Médica
de Charleroi (Bélgica). Una de las razones de esta
dificultad es que nuestro sistema inmunitario
posee una memoria prodigiosa. Cualquier sus-
tancia o cuerpo extraño (bacteria, virus, parási-
to) con el que haya estado en contacto es
susceptible de dejar un rastro que toma la forma
de un anticuerpo o de linfocitos T (designados
así porque se producen en el timo) capaces de
reconocer a la célula extraña y de degradarla.
Estas reacciones de defensa contra “lo ajeno” son
muy específicas a priori, pero no completamen-
te. Basta con que una forma molecular en la
superficie del tejido injertado se parezca a un
cuerpo extraño que, en el pasado, el sistema
inmunitario haya aprendido a reconocer, para
que se produzca una reacción denominada hete-
róloga. Los linfocitos T atacan el órgano trasplan-
tado que sufre una fibrosis y va perdiendo
progresivamente su función biológica.
Este fenómeno de reacción heteróloga
es especialmente difícil de estudiar, porque los
modelos animales no pueden imitarlo del todo.
Por ejemplo, en los ratones sabemos inducir por
diferentes tratamientos químicos una tolerancia
muy fuerte, aunque nunca total, del sistema inmu-
nitario a los injertos de tejidos ajenos. Pero los mis-
mos tratamientos, en el hombre, resultan menos
eficaces. “El entorno en el que vivimos está mucho
menos bajo control que el de los animales de labo-
ratorio, lo que hace que poseamos muchos más
linfocitos T con memoria, lo que implica un mayor
riesgo de reacción inmunitaria heteróloga en caso
de trasplante”, explica Hans-Dieter Volk, del
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Instituto de Inmunología Médica del Hospital
Universitario Caridad de Berlín.
Enseñanza de la tolerancia No obstante, las investigaciones con ratones
permitieron entrever dos posibles pistas de inves-
tigación, que el programa RISET (Reprogramming
the Immune System for the Establishment of
Tolerance) ha empezado a estudiar en el hom-
bre en el marco de pruebas piloto. Se trata de
concebir tratamientos inmunosupresores selecti-
vos que neutralicen sólo los linfocitos T, respon-
sables del rechazo del trasplante, y no todo el
sistema inmunitario, como lo hacen los medica-
mentos actuales. De hecho, los avances de las
biotecnologías han permitido producir molécu-
las que permiten interferir con la activación de
los linfocitos T y transformarlos en células regu-
ladoras que inhiben las reacciones deletéreas con
el órgano incorporado.
Otra posible pista consiste en acompañar el
trasplante de una infusión de células del
donante con el fin de que éstas enseñen al sis-
tema inmunitario del receptor a reconocer el
trasplante como parte de su propio cuerpo.
Aunque se han revelado prometedores en
pruebas con animales, estos enfoques de tera-
pia celular siguen siendo soluciones comple-
jas que sólo se pueden aplicar en un puñado
de centros de investigación punteros. Además,
existe el inconveniente de que no existe pro-
ducción industrial estandarizada de estas pre-
ciadas células medicamentosas.
Los marcadores son una prioridadHasta que estas terapias innovadoras estén
a punto, lo más urgente es identificar marcado-
res biológicos que permitan predecir el recha-
zo. En el Sexto Programa Marco, los proyectos
RISET y ALLOSTEM han permitido describir una
decena de ellos. Algunos, como la presencia de
anticuerpos anti-HLA o la dosificación de una
SALUD
Reprogramming the Immune System
for the Establishment of Tolerance
www.risetfp6.org
Transplant Research Integration
in Europe
www.transplantation-research.eu
AlloStem
www.allostem.org
Leucemia y trasplantes de médula ósea
El tratamiento de determinadas formas
de leucemia y de cáncer requiere
trasplantes de células madre hematopo-
yéticas, células que forman las diferentes
categorías de células sanguíneas. El trasplante
proviene de la médula ósea de un donante,
o de un banco de células de cordón umbilical.
Su efecto terapéutico se debe sobre todo
a que los linfocitos T del trasplante atacan
y destruyen las células cancerosas. Pero en
algunos casos, esta reacción se acelera y las
células trasplantadas atacan también a las
mucosas del cuerpo del receptor, que no
puede defenderse debido al tratamiento
inmunosupresor que requirió el trasplante.
Es lo que se denomina la enfermedad del
injerto contra huésped (Graft versus Host
disease). Por lo tanto, se trata de una reacción
simétrica que conduce al rechazo de un hígado
o de un riñón trasplantado: ya no es el sistema
inmunitario del huésped el que se descontrola,
sino las células inmunitarias del trasplante.
Dicho esto, los mecanismos bioquímicos
implicados en estos dos fenómenos
son idénticos en gran medida.
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Modelización de células HLA humanas de clase I.
Las moléculas HLA B57 aparecen representadas,
así como determinadas regiones de anclaje que
permiten la asociación con el péptido antigénico.
serie de citoquinas (las moléculas que permiten
la comunicación entre células del sistema inmu-
nitario), son marcadores pretrasplante. Su pre-
sencia en el receptor indica que existe un gran
riesgo de rechazo del trasplante. Otros, como
algunos ARN mensajeros característicos de la
activación de los linfocitos T, son marcadores
postrasplante. Indican que se está desencade-
nando una reacción de rechazo o al contrario,
que el receptor desarrolló una hiporreactividad
frente a los antígenos del donante. Actualmente,
se pueden medir en los fluidos biológicos del
receptor, y es posible que el día de mañana se
puedan medir con métodos de generación de
imágenes moleculares del órgano trasplantado.
En el futuro, su seguimiento podría servir de
guía para el tratamiento inmunosupresor admi-
nistrado por el equipo médico.
Sin embargo, cada centro de trasplante ha
desarrollado sus propios marcadores biológi-
cos y sus propias pruebas, lo que hace muy
difícil la comparación de los resultados
y a veces hasta su reproducibilidad. “Hoy en
día ningún marcador biológico del rechazo
o del riesgo de rechazo es objeto de consen-
so. Habría que inspirarse en lo que se ha hecho
en el área del cáncer para llegar a la estanda-
rización de las pruebas de detección”, observa
Michel Goldman, coordinador del proyecto
TRIE (Transplant Research Integration in
Europe). Los investigadores del proyecto, jun-
to con industriales y autoridades de regulación,
se han fijado como objetivo definir los mejo-
res marcadores biológicos del rechazo.
Pretenden reducir los tratamientos inmunosu-
presores y aumentar el índice de éxito a largo
plazo de los trasplantes, a beneficio tanto de
los numerosos trasplantados que viven en
Europa, como de las decenas de miles de per-
sonas a la espera de un trasplante de órgano.
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H ace una década, el mundo médico
miraba con recelo los xenotrasplan-
tes, al provenir estos trasplantes de
órganos de una especie diferente.
Muy pocos apostaban por el futuro de esta téc-
nica: las barreras inmunitarias parecían infran-
queables y se temían las transmisiones de virus
de los animales a los hombres. Pero gracias a los
avances en las biotecnologías, se han obtenido
resultados espectaculares. “El camino que lleva
a los ensayos clínicos de xenotrasplantes”, como
titulaba la edición de junio de la revista científica
Transplant in Immunology, se está despejando;
pero será largo y lleno de trampas.
De cerdos y hombresLa ventaja más evidente de los xenotrasplan-
tes es que podrían contribuir a paliar la esca-
sez de órganos para trasplantar, aunque no
haya pruebas de que sean la panacea: aún hay
margen de maniobra para sensibilizar sobre las
donaciones de órganos y para mejorar la efi-
cacia de los trasplantes clásicos. Pero los xeno-
trasplantes tienen también virtudes menos
visibles: médicas, porque permiten planificar
los trasplantes y disponer de órganos de mejor
calidad que los que se toman hoy en día de
las víctimas de accidentes o de suicidios en
estado de muerte clínica, además de virtudes
éticas, porque evitarían a los pacientes tras-
plantados el sufrimiento psicológico de vivir
sabiendo que deben su propia supervivencia
a la muerte de otro ser humano.
De hecho, pocos de los defensores de los
derechos de los animales se indignan ante la
utilización de órganos de cerdos para aliviar
sufrimientos humanos. En realidad, en estos
animales se centran todas las investigaciones
sobre los xenotrasplantes. ¿Pero, por qué se
¿Podemos trasplantarnos órganos animales para
contrarrestar la escasez de órganos? Las biotecno-
logías han permitido avances espectaculares en
el trasplante de corazón y de riñones de cerdo
en los monos. Pero aún es demasiado pronto
para contemplar pruebas con seres humanos.
Este “tiempo de espera” podría aprovecharse
para desarrollar una reflexión ética al respecto.
Anatomía de un xenotrasplante
BIOTECNOLOGÍAS
Las principales investigaciones sobre los
xenotrasplantes se efectúan con cerdos.
La observación por IRM de difusión revela el funciona-
miento del corazón de este animal, que podría
resultar muy útil para el hombre. Esta técnica, que
mide los desplazamientos microscópicos de las
moléculas de agua dentro de las fibras musculares
cardíacas, permite reconstituir la organización
de estas fibras (estos “espaguetis” multicolores).
Su orientación es un buen indicador de la integridad
y del carácter funcional del corazón. La imagen
también permite destacar la rotación de las fibras
en el espacio entre el pericardio (parte externa
del miocardio) y el endocardio (parte interna).
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Sestudia en concreto a los cerdos? Antes que
nada, porque sus órganos y los de los seres
humanos son de un tamaño comparable. Los
cirujanos cardiovasculares emplean con asidui-
dad válvulas de cerdo como piezas de recam-
bio del corazón humano (estas operaciones no
se consideran xenotrasplantes porque se trata
a las válvulas como tejidos inertes, y no vivos).
Luego, porque su periodo de gestación es cor-
to (115 días), con grandes camadas, por lo que
se puede disponer de un gran número de órga-
nos. Y finalmente, porque se pueden criar cer-
dos en condiciones sanitarias que reducen al
mínimo el riesgo de transmisión de patógenos:
cuando una cerda está a punto de parir, se la
coloca en una burbuja estéril. Los lechones
nacen por cesárea y se trasladan a incubado-
ras donde se les alimenta con leche esteriliza-
da y luego, cuando se les deja de dar leche,
se les lleva a una porqueriza confinada.
Más de seis meses de supervivenciaPrecisamente de cerdos criados en estas
estrictas condiciones de higiene se tomaron los
órganos que sirvieron para los numerosos
experimentos de trasplante en grandes simios
que se han hecho en estos últimos años. Los
resultados más espectaculares se obtuvieron
con los trasplantes de islotes de Langherans
(células del páncreas que sintetizan la insuli-
na) a simios diabéticos. Estos trasplantes,
encapsulados en un material especial para limi-
tar el riesgo de rechazo inmunitario, hicieron
posible que simios diabéticos regularan su
glucemia durante más de seis meses, incluso
sin tratamiento inmunosupresor. “Estos resul-
tados son muy importantes porque son la pri-
mera demostración de una supervivencia
a largo plazo en un primate de un xenotras-
plante que garantiza un papel biológico vital”,
comenta Emanuele Cozzi, del departamento
de medicina y cirugía de la Universidad de
Padua (Italia), coordinador del programa euro-
peo XENOME, principal esfuerzo europeo en
materia de xenotrasplantes. Asimismo, se han
logrado avances espectaculares en materia de
xenotrasplantes de corazón (de 2 a 6 meses)
y de riñón (3 meses) a simios, en comparación
con hace diez años cuando los récords no
pasaban de algunas semanas de supervivencia.
En cambio, los xenotrasplantes de pulmón
y de hígado son rechazados al cabo de algunos
días, por razones que aún se desconocen.
La preciada transgénesisDe hecho, el primer obstáculo se denomina
rechazo hiperagudo del órgano trasplantado: apa-
recen coágulos en el flujo sanguíneo que se diri-
gen hacia el órgano incorporado y el receptor
muere en cuestión de minutos, de algunas horas
todo lo más. Gracias a la ingeniería genética, los
investigadores han logrado desmantelar parcial-
mente este obstáculo que se consideraba insalva-
ble tan sólo hace diez años. El análisis de los
mecanismos del rechazo hiperagudo ha revelado
que se explicaba por incompatibilidades entre
proteínas implicadas en reacciones químicas de
defensa inmunitaria (la cascada del complemen-
to) y en la coagulación sanguínea. La mera pre-
sencia de las formas porcinas de estas proteínas
en el organismo del primate desencadena de for-
ma impropia estas reacciones, lo que lleva al
rechazo casi inmediato del órgano trasplantado.
De ahí que la solución fuera la de modificar gené-
ticamente a los cerdos para suprimir estos genes
de su genoma, o reemplazarlos por genes que
producían formas “humanizadas” de las proteínas.
Éste es el enfoque que el proyecto europeo
XENOME pretende seguir para salvar el siguien-
te obstáculo: el del rechazo agudo, que se mani-
fiesta en las semanas posteriores del trasplante
y se debe a que los anticuerpos del sistema inmu-
nitario del receptor atacan al órgano trasplantado.
Por lo tanto, XENOME se ha fijado el objetivo de
obtener un cerdo “supertransgénico”, cuyo geno-
ma haya sido modificado para que los órganos
del animal posean propiedades antiinflamatorias,
anticoagulantes e inmunosupresoras que faciliten
su aceptación por parte del receptor.
Además de estas adiciones de gen, el futuro
cerdo supertransgénico poseerá también algunas
secuencias de ADN menos: las del PERV (porcine
endogenous retro-virus), un virus porcino que pre-
senta la temible propiedad de poder infectar, in
vitro, a las células humanas. En 1997, en plena
crisis de las vacas locas y de la inquietud por los
patógenos que pasaban la barrera de las espe-
cies, el descubrimiento de este retrovirus estuvo
a punto de acabar con las investigaciones sobre
los xenotrasplantes. En efecto, el virus está pre-
sente en el genoma de la casi totalidad de las
razas de cerdos y ninguna precaución higiénica
permite librarse del mismo. Pero ahora, al mirar
hacia atrás, se puede decir que la amenaza es
menos preocupante de lo que se pensaba al prin-
cipio. Nunca se ha constatado que el PERV haya
contaminado a ninguna persona, a pesar de las
múltiples investigaciones realizadas al respecto.
Sin embargo, no se puede excluir que el virus se
active en determinadas condiciones. En la actual
pandemia de gripe A/H1N1, de origen en parte
porcino, ninguna precaución es superflua: por
lo tanto, se eliminarán las secuencias indispen-
sables para la reproducción del PERV en los cer-
dos supertransgénicos en el marco del proyecto
XENOME.
Consideraciones tanto éticas como técnicasCuando este animal, “contribución europea
a la investigación sobre los xenotrasplantes” como
les gusta decir a los animadores del proyecto, esté
disponible, ¿se realizarán ensayos clínicos?
Emanuele Cozzi se muestra muy prudente. “Las
investigaciones de estos últimos años han tratado
sobre todo la eficacia de los xenotrasplantes, pero
hay que estudiar otras cuestiones fundamentales
antes de pasar a los ensayos clínicos: la fisiología
y la seguridad, pero también la ética y los aspec-
tos reglamentarios relativos a los xenotrasplantes”.
Suponiendo que se resolviera el problema del
rechazo inmunitario, nada indica que los órganos
porcinos vayan a poder sustituir a los de sus equi-
valentes humanos. Por ejemplo, el nivel de coles-
terol sanguíneo del cerdo es inferior al del
hombre. Así que, por ejemplo, si se efectuara un
trasplante de corazón de cerdo, los niveles eleva-
dos de colesterol del humano conllevarían la obs-
trucción de las arterias. Además, órganos como
el hígado, los riñones, los pulmones y el páncreas
están bajo control hormonal. Ahora bien, ignora-
mos si el funcionamiento de los órganos anima-
les puede regularse con hormonas humanas.
Por otro lado, aunque se resolvieran comple-
tamente estos problemas fisiológicos, se tendría
que llevar a cabo una profunda reflexión ética
antes de que se generalizaran los xenotrasplan-
tes. Por ejemplo, ¿según qué criterios se podría
decidir si un enfermo a la espera de un trasplan-
te recibiría un órgano humano o un órgano por-
cino? A modo de conclusión, las palabras de
Emanuele Cozzi: “Mientras no se hayan resuelto
estas cuestiones de forma satisfactoria creo, y no
soy el único en pensarlo, que no podremos pasar
a los ensayos clínicos”.
Mikhaïl Stein
BIOTECNOLOGÍAS
Xenome
www.xenome.eu
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Ensayos de utilización del prototipo de la prótesis
SmartHand en el departamento de mediciones
eléctricas de la Universidad de Lund (Suecia).
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El órgano artificial, para que pueda
ser una alternativa al trasplante de
un órgano humano, no sólo tiene
que satisfacer la función fisiológica
del órgano natural. Por ejemplo, en caso de
insuficiencia renal, un aparato de diálisis hace
las veces de riñón de forma eficaz. Pero la
mayoría de los pacientes tienen que ir tres
veces por semana a un centro especializado
para conectarse a una máquina de diálisis
durante cuatro horas. En lo que respecta al
órgano artificial, se implanta o se trasplanta en
el cuerpo. Debe cambiar de tamaño y acoplar-
se al organismo, hacerse compatible con este
último a nivel biológico, producir ingeniería
tisular, utilizar nanocomponentes y sensores
inteligentes: en resumidas cuentas, ser un com-
pendio de las tecnologías más avanzadas.
Actualmente, el órgano artificial completo se
encuentra en la fase experimental.
La sustitución de un miembro, cuya función
fisiológica (andar, agarrar…) sea consciente,
representa un desafío adicional: el de conseguir
controlar al miembro artificial de la forma más
intuitiva posible. El cerebro es el que manda y,
a pesar de la amputación, los impulsos nervio-
sos cerebrales siguen llegando a los músculos
preservados, que aún controlan al miembro per-
dido, por lo menos en la imaginación del suje-
to. En una prótesis de última generación, una
serie de electrodos colocados en el manguito
de unión registran la actividad eléctrica muscu-
lar del muñón. Estas señales, denominadas elec-
tromiogramas (EMG), controlan los movimientos
de una mano artificial, por ejemplo.
¿Quién ha dicho la palabra “biónico”?“En realidad, los sistemas existentes son muy
rudimentarios”, matiza Fredrik Sebelius, espe-
cialista en electrónica en la Universidad de
Lund (Suecia) y coordinador del proyecto
SmartHand. Este último, dotado con 1,8 millo-
nes de euros del Sexto Programa Marco de
Investigación, a finales del 2009 proporciona-
rá el prototipo de una futura generación de
prótesis de mano. Y continúa: “Los sistemas
actuales tienen dos electrodos, situados cada
uno sobre un músculo diferente. La señal más
fuerte gana, y conseguir controlar los dos úni-
cos movimientos posibles, abrir y cerrar la
mano, puede llevar hasta seis meses”.
El primer requisito: concebir una prótesis
que se adapte al usuario. “El problema radica
en lo inestables que son las señales muscula-
res” explica Fredrik Sebelius. “Varían de una
persona a otra, con el entrenamiento muscular
e incluso durante el día según lo que haya
comido o bebido”. Está previsto que se mejo-
re el procesamiento del electromiograma y que
se amplíe el abanico de movimientos posibles.
“Hemos colocado dieciséis electrodos alrededor
¿Los órganos artificiales podrían ser una alternativa ante
la falta de órganos para trasplantar? En la era en la que
se fusionan lo vivo y lo inorgánico, se observa una gran
agitación en este campo. Pero, ¿en qué punto se encuentra
la cooperación entre los procesos biológicos y los electrónicos?
A continuación, les ofrecemos algunas respuestas tomando
como ejemplo la investigación de una nueva generación
de manos biónicas.
La mano biónica cobra vida sensorial
ÓRGANOS ARTIFICIALES
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Sdel antebrazo. A partir de ahí, nuestro método
entrena al sistema para que reconozca las dife-
rentes combinaciones de electromiogramas reci-
bidos”. Al tratarse de un auténtico dispositivo
inteligente integrado, la solución se encuentra
en un algoritmo de reconocimiento de formas
a base de redes de neuronas artificiales. El sis-
tema aprende mientras el usuario realiza una
serie de figuras obligatorias: flexión de los
dedos uno tras otro, luego todos juntos, los
dedos separados unos de otros, el pulgar en
oposición, etc. “Al final de esta serie de ejerci-
cios, el sistema queda calibrado. En sólo dos
horas un usuario ‘principiante’ puede realizar
algunos movimientos”.
Un mapa sensorial de la mano perdida Una mano funcional es esencial, pero una
mano no es una mera herramienta de agarre
perfeccionada. Forma parte de nuestra identi-
dad, de nuestra relación con el mundo que nos
rodea y con los demás. Una mano es irreempla-
zable y ya sólo en el plano clínico, el trasplan-
te tiene aún demasiados riesgos e inconvenientes.
Las personas con un miembro amputado tienen
un deseo paradójico: “Les gustaría tener una
mano artificial que sintieran como parte de su
cuerpo”, manifiesta Göran Lundborg, cirujano
de la mano en el Hospital Universitario de
Malmö (Suecia) y miembro del proyecto
SmartHand.
En principio, es posible inducir una cierta
sensibilidad en la mano artificial conectando
un sensor situado en la prótesis a un electro-
do implantado directamente en la corteza
somatosensorial o en el sistema nervioso peri-
férico. Pero la especificidad de la relación entre
la mano perdida y el cerebro permite contem-
plar otra posibilidad. “Ante la amputación de
una mano, se dan una serie de reorganizacio-
nes funcionales en la corteza sensorial”, expli-
ca Göran Lundborg. “Una de las consecuencias
de estas reorganizaciones es la formación de
un mapa sensorial de la mano perdida en la
superficie del muñón”. Cuando se estimula un
lugar preciso de este mapa, el amputado lo
siente en el mismo lugar a nivel de su mano
perdida (véase el recuadro). ¿Sería ésa la
opción más factible para darle al amputado la
sensación de que esa mano artificial es suya?
Aún es demasiado pronto para saberlo. La pri-
mera etapa consiste en restituir la sensación de
la fuerza ejercida sobre el objeto agarrado.
Mano falsa, sensaciones verdaderas“Las pieles artificiales existentes se descar-
taron muy rápidamente”, observa Fredrik
Sebelius. “Demasiados sensores integrados, lo
que supone cables que hay que sacar con el
continuo riesgo de que se puedan romper en
una estructura flexible”. A la espera de pieles
más funcionales, los investigadores han encon-
trado un ardid: medir la tensión del cable que,
dentro de cada dedo, está conectado a un
motor. Este cable conlleva mecánicamente la
flexión de las articulaciones de cada dedo
movilizado para el movimiento de agarre. “En
cuanto uno de los dedos entra en contacto con
un objeto, obtenemos una señal”, precisa
Fredrik Sebelius.
Esta señal se trasmite al usuario a través de
un dispositivo experimental que rige cinco
accionadores situados cada uno en contacto
con los “dedos” en el mapa sensorial del
muñón. El usuario siente una presión gradua-
da de 1 al 10 con arreglo a la tensión medida
y sabe discriminar el origen de estas sensacio-
nes entre los diferentes dedos de la mano. Este
dispositivo está actualmente en la fase de eva-
luación clínica. “Hemos demostrado que los
estímulos activaban las áreas correspondientes
en el cerebro, teniendo como resultado autén-
ticas sensaciones de la mano artificial”, anun-
cia Göran Lundborg.
En este momento sería difícil estimar lo que
costaría el material, pero se sabe que tendrá
un precio elevado. ¿Quién lo pagará?
¿El paciente, más o menos ayudado por su
seguro privado o el organismo nacional com-
petente de la sanidad pública? “Si el paciente
recupera la autonomía en su vida diaria
y depende menos de la asistencia médica
y social, el gasto para la sociedad puede ser
rentable a largo plazo”, estima Freygardur
Thorsteinsson, ingeniero para el industrial
Össur (Islandia), socio del proyecto. Una lógi-
ca con la que se pretende identificar a los
pacientes beneficiarios. “Le confiamos a una
universidad, o a un organismo de investigación
independiente, el análisis socioeconómico de
la relación coste/eficacia a largo plazo de nues-
tras prótesis de alta tecnología”, afirma. Una
práctica que el ingeniero considera insuficien-
temente difundida en Europa. ¿De qué depen-
derá finalmente el futuro de los órganos
artificiales? ¿De la urgencia frente a la escasez
de órganos para trasplantar, de los avances
médicos y científicos, de criterios de rentabili-
dad? Al final, dependerá de las prioridades
elegidas por nuestras sociedades.
Sandrine Dewez
(1) H. Ehrsson, B. Rosén, A. Stockselius, C. Ragnö, P. Köhler & G. Lundborg, Upper limb amputees can be induced to experience a rubber hand as their own. Brain (2008) 131, 3443-3452, brain.oxfordjournals.org/cgi/content/full/131/12/3443
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El arte de engañar al cerebro
Imagínese que está usted sentado a la mesa,
que le ponen por delante una mano de
goma, mientras que su propia mano queda
oculta detrás de una pantalla. A la vez y en el
mismo lugar exactamente, un pincel acaricia
la mano que está delante de usted así como
su propia mano escondida. Sentirá entonces
una ilusión extraña, la sensación del pincel
procede de la mano de goma y de repente
usted tendrá la impresión de que es su propia
mano. ¿Qué ha pasado? El cerebro acaba de
resolver la contradicción que percibía entre
las informaciones visuales y táctiles.
Este experimento denominado “la ilusión
de la mano de goma”, realizado por primera
vez en 1998, acaba de ser reproducido con
dieciocho voluntarios amputados de la mano
en el departamento de neurociencia del
Instituto Karolinska (Suecia)(1). “Por primera
vez, un amputado experimenta la sensación
de que una mano artificial es una parte de su
cuerpo” manifiesta Göran Lundborg, cirujano
de la mano en el Hospital Universitario de
Malmö (Suecia). ¿Pero cómo es posible esto
cuando falta la mano? En la superficie del
muñón, la mano perdida está presente en las
sensaciones. Pero no se puede generalizar
diciendo que inducir sensaciones táctiles
en una prótesis de mano es tan fácil como
burlarse del cerebro…
BREVES
16 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
NOTICIAS EUROPEAS
¿Renovable y rentable?
Si bien no hay duda alguna de que
las energías renovables ayudan
a combatir el cambio climático
y a reducir la dependencia de las
energías fósiles, su interés econó-
mico no está tan claro. Gracias
al estudio Employ-RES, realizado
conjuntamente por seis institutos
europeos a petición de la Comi-
sión Europea, disponemos ahora
de datos cifrados que conciernen
al impacto que las energías
renovables tienen en el empleo
y el crecimiento.
podamos alcanzar. El estudio
concluye que económicamente
es más interesante actuar que
no hacer nada. Las proyecciones
muestran que, sin impulso, las
políticas actuales (que permitirían
alcanzar sólo el 14 % de energías
renovables para el año 2020)
darían menos beneficios en
términos de empleo y de creci-
miento, sea cual fuere el modelo
de análisis y el escenario contem-
plados.
ec.europa.eu/energy/
renewables/
BIOTRACER 1 - Salmonela 0
La principal responsable de la
gastroenteritis ha perdido una
batalla importante. Un equipo
de investigadores de la red
BIOTRACER ha puesto a punto un
procedimiento de cuantificación
de la salmonela en la carne de
cerdo. Hasta ahora, los métodos
empleados se encontraban con la
misma dificultad: como la bacteria
está generalmente presente en
pequeñas concentraciones en los
alimentos, se enriquecían primero
las muestras con el fin de facilitar
la detección. Pero este procedi-
miento hacía que luego fuera
difícil realizar la cuantificación.
El nuevo método se sigue basando
en una fase de enriquecimiento,
seguida por la amplificación del
ADN bacteriano por PCR en tiempo
real (reacción en cadena de la
polimerasa), pero se ha limitado
esta primera etapa. De hecho, los
investigadores observaron que
existía una correlación precisa entre
el número de salmonelas presentes
en la muestra de base y la señal
PCR, siempre que el período de
enriquecimiento se limitase a la
fase de crecimiento exponencial
de la salmonela.
Al hacer posible el análisis simultá-
neo de numerosas muestras, este
procedimiento abre la vía a la consti-
tución de una base de datos cuanti-
tativa, necesaria en lo que se refiere
al análisis de los peligros y del
control de los puntos críticos, algo
técnicamente imposible hasta ahora.
www.biotracer.org
Un nuevo soplo de vida para el corazón
Células madre procedentes de la
médula ósea y de tejidos adiposos
podrían mejorar la función cardía-
ca tras un ataque, según las
investigaciones llevadas a cabo
por científicos del Centro de
Investigación Médica Aplicada
(el CIMA) y del Hospital Universita-
rio de Navarra (España).
La parada del miocardio es una
de las patologías más extendidas
en el mundo. Cuando una persona
sufre un ataque, el tejido muscular
dañado se muere, y el tejido
cicatricial residual no se retrae.
Como resultado, el miocardio no
logra regenerarse, lo que tiene
graves consecuencias en el funcio-
namiento del corazón, llegándose
a provocar una insuficiencia
cardíaca. Los experimentos
realizados con ratas demostraron
que las células madre de la médula © S
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Si Europa respeta el objetivo que
se fijó, es decir, una cuota del 20 %
de las energías renovables en
el consumo final de aquí al 2020,
este sector generaría, en valor
bruto, 2,8 millones de nuevos
empleos y un 1,1 % de crecimiento
adicional del PIB comunitario. Pero
si se consideran las cifras en su
valor neto, por ejemplo, teniendo
en cuenta el aumento del precio
de la energía y la reducción de las
inversiones en el sector energético
convencional, esto finalmente
permitiría la creación de 410.000
empleos para un crecimiento
adicional del 0,24 % del PIB.
Es verdad que estas cifras son más
modestas, pero todo apunta a que
serán los mejores resultados que
ósea eran capaces de regenerar los
tejidos dañados. En cuanto a las
células madre adiposas, podían
transformarse para constituir
vasos sanguíneos y células cardía-
cas. Además, los resultados obteni-
dos se mantienen por un período
largo, según ha destacado Manuel
Mazo, quien dirigió el estudio.
www.basqueresearch.com/
index.asp?hizk=I
La otra catástrofe de Sichuan
Según un estudio dirigido por
el paleontólogo Paul Wignall
de la Universidad de Leeds (Reino
Unido), publicado en la revista
Science, una enorme erupción
volcánica en el suroeste de China
estuvo a punto de aniquilar la vida
marina hace 260 millones de años.
El monte Emei, situado en la
actual provincia de Sichuan,
expulsó cerca de medio millón
de metros cúbicos de lava.
Las corrientes de lava se vertieron
en el mar en aguas poco profun-
das, provocando una explosión
gigantesca que propulsó enormes
cantidades de dióxido de azufre
a la estratosfera, formándose en
torno a la Tierra espesas capas de
nubes que enfriaron la atmósfera
y acabaron en torrentes de lluvia
ácida.
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BREVES
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 17
Los investigadores pudieron
identificar de forma precisa el
momento de la erupción, porque
la lava formó una capa de roca
ígnea muy distinta, atrapada entre
dos capas de rocas sedimentarias
que contenían fósiles marinos
fáciles de datar. A menudo es
difícil establecer una relación entre
erupción volcánica y extinción
masiva, porque se suele basar en
la producción de CO2 como
resultado de la erupción. Ahora
bien, los efectos de la acumulación
de este gas en la atmósfera son
progresivos y, por lo tanto, más
difíciles de identificar.
www.see.leeds.ac.uk/
research/essi/
textiles y, por supuesto, papel.
La lignina permite sintetizar
productos químicos generalmente
derivados del petróleo. Según
Robin Rogers, codirector de
investigación con Héctor Rodrí-
guez, el descubrimiento de este
nuevo procedimiento constituye
un avance importante en el
desarrollo del concepto de “biore-
finería”. “Esto podría abrir la vía al
desarrollo de una industria quími-
ca realmente sostenible, basada
en recursos renovables”, indicó.
www.rsc.org
La contaminación en los ríos
Un equipo de investigadores del
Cemagref de Lyon (Francia) ha
identificado un interesante indica-
dor del nivel de contaminación de
los ríos: los biofilms. Estos comple-
jos entramados de bacterias, algas
y hongos forman una capa viscosa
sobre los soportes sumergidos, por
ejemplo, las piedras del fondo del
río. Los biofilms logran degradar
los pesticidas que contaminan los
medios acuáticos, pero a cambio
experimentan una modificación de
su estructura, de su diversidad y de
su funcionamiento. De este modo,
las sustancias tóxicas pueden
alterar su actividad fotosintética,
respiratoria o enzimática de forma
pasajera o irreversible. Por estas
razones, los biofilms pueden consti-
tuir una señal de advertencia
precoz en caso de contaminación.
Aún queda caracterizar y distinguir
las respuestas de los biofilms a los
contaminantes de las inducidas por
los factores medioambientales (la
velocidad de la corriente, la compo-
sición fisicoquímica, etc.). Éstas
y otras investigaciones seguramen-
te contribuirán a dar respuesta
a la necesidad enunciada por la
Directiva marco sobre
el agua de mejorar la calidad
ambiental de los ríos europeos
de aquí al año 2015.
www.cemagref.fr
Adiós al procedi-miento Kraft
La industria de la transformación
de la madera bien podría estar
en la antesala de una pequeña
revolución. Investigadores de
la Queen’s University de Belfast
(Irlanda) y de la Universidad de
Alabama (Estados Unidos) han
puesto a punto una técnica de
disolución más barata, más eficaz
y sobre todo más ecológica que
el procedimiento Kraft, utilizado
desde el siglo XIX. La receta
milagro cambia los productos
químicos tradicionales por líqui-
dos iónicos. Se trata de sales
orgánicas que poseen un punto de
fusión relativamente bajo. No sólo
estos productos son biodegrada-
bles y menos tóxicos, sino que son
capaces de disolver las virutas de
madera a niveles de temperatura
y de presión menos elevados.
Además, añadiendo agua y aceto-
na, los investigadores consiguie-
ron separar parcialmente los dos
componentes de la madera
disueltos, la celulosa y la lignina,
ambos componentes de numero-
sos derivados. La celulosa puede
servir para producir biocarburante, © S
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Según un proverbio chino, “el camino de Sichuan es más arduo que subir al
cielo”. Aquí, en la fotografía, una de sus numerosas cumbres.
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BREVES
18 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
de las Ciencias de Estados Unidos.
Se trata de una colaboración entre
el Instituto de Investigación sobre
el Impacto Climático de Potsdam
(Alemania) y la Cátedra de radiolo-
gía y microterapia de la Universi-
dad de Witten/Herdecke
(Alemania). Los científicos descu-
brieron que los latidos del corazón
de la madre y del feto podían
sincronizarse. La impresión que
a veces sienten las madres de
poder saber si su bebé está bien
o no, podría estar relacionada
con esta interacción.
El estudio fue realizado a seis
mujeres embarazadas de 30 a 40
semanas, y se midieron los latidos
del corazón con un magnetocar-
diógrafo. Parece ser que los ritmos
cardíacos son diferentes pero
están relacionados por determina-
dos ratios, además, este fenómeno
se intensifica con el aumento del
ritmo respiratorio de la madre.
Estas interacciones ocultas han
sido descubiertas gracias a un
algoritmo que genera lo que se
denomina “twin surrogates”, lo que
se podría traducir por “gemelos
ficticios”. Se trata de copias inde-
pendientes del sistema subyacen-
te que se utilizarán para identificar
estadísticamente los períodos de
sincronización.
La clamidia que avanzaba enmascarada
Suecia ha contribuido muy a su
pesar a una mejor detección de
las clamidias, parásitos que causan
numerosas infecciones de transmi-
sión sexual. En el 2006, una nueva
cepa de la bacteria se difundió por
todo el país como un reguero de
pólvora, escapando a las principa-
les pruebas de diagnóstico. Los
médicos suecos pensaban que
se producían menos infecciones,
mientras que lo que estaba
pasando era exactamente
lo contrario.
Esta nueva cepa de clamidia, así
como otras cinco, fueron objeto de
un reciente estudio llevado a cabo
por el instituto de investigación
inglés Sanger y la Universidad
de Southampton (Reino Unido).
Por lo visto, la secuencia genética
del plásmido bacteriano (molécula
de ADN situada fuera del cromoso-
ma) sobre la que se basaban las
pruebas de diagnóstico había
desaparecido de la cepa sueca.
Los investigadores se dedicaron
a determinar otra secuencia
genética para identificar al parásito.
Tras un análisis minucioso, decidie-
ron elegir la región que menos
variaba entre las cepas, situada
también en el plásmido. Según
Helena Seth-Smith, quien dirigió
el estudio, se trata de una seria
advertencia, porque este tipo
de evolución también podría
estar presente en otras bacterias
infecciosas.
www.sanger.ac.uk
La madre, el niño…
Un bello ejemplo de interdiscipli-
nariedad fue publicado reciente-
mente por la prestigiosa Academia
La aguadora
Investigadores de la Universidad de
Goteborg (Suecia) consiguieron
resolver un misterio importante en
la lucha contra el cáncer. Pudieron
determinar la estructura tridimen-
sional de las acuaporinas de una
célula de levadura. Esta pequeña
proteína de la membrana celular,
que suscita inmensas esperanzas,
es responsable de la regulación
de los flujos de agua dentro de las
células, indispensable para contro-
lar el tamaño y la forma de estas
últimas. Estos flujos podrían desem-
peñar un papel crucial en varios
tipos de cánceres, al haber revelado
las investigaciones con ratones que
la inhibición de esta función
permitía reducir significativamente
la propagación y el desarrollo de
los tumores.
Los investigadores suecos descu-
brieron la estructura de las proteí-
nas empleando la cristalografía
de rayos X. La alta resolución
de las imágenes permitió observar
detalladamente las extremidades
aminoterminales de la proteína,
como largas colas cuya función
se ignoraba hasta ahora. Según
sus trabajos, actuarían como una
compuerta que se abre y se cierra
con arreglo a las cantidades de
agua que la célula debe absorber
o rechazar. El canal formado por
las acuaporinas estaría regulado
de forma mecánica y por fosforila-
ción (adición de fosfatos).
Según Karin Lindkvist, directora
de la investigación, estos descubri-
mientos van a permitir el desarrollo
de un inhibidor de acuaporina
humana, que podría llevar a más
largo plazo a la creación de medica-
mentos capaces de disminuir
el crecimiento de los tumores.
Los resultados de este estudio
fueron publicados en junio
en la revista PloS Biology.
www.science.gu.se
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Proliferación del plancton
en la superficie, tras el paso de
El Niño, a través de todo el Pacífico.
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BREVES
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 19
LA INVESTIGACIÓN VISTA CON LUPA
¿Tienen conciencia los investigadores que trabajan para la industria?
En su obra: “The Scientific Life: a Moral History of a Late Modern Vocation”,
el historiador y sociólogo de las ciencias Steven Shapin echa por tierra
dos ideas comúnmente admitidas: la primera es, tal y como Max Weber
y Robert K. Merton la presentaron, que la investigación científica moder-
na es una empresa colectiva basada en normas de interacción entre los
investigadores, exenta de cualquier preocupación moral y en la cual los
individuos no cuentan; la segunda es que existen profundas diferencias
entre la investigación llevada a cabo en las universidades con el fin de
que avancen los conocimientos y la investigación industrial realizada
en empresas motivadas por la búsqueda del beneficio.
Por el contrario, Shapin sostiene: en primer lugar, que tanto en la investi-
gación moderna como en la ciencia clásica, los individuos y sus cualida-
des psicológicas personales, empezando por el carisma, desempeñan
un papel determinante, así como valores morales como la integridad
o el deseo de conocimiento; en segundo lugar, que estas cualidades
y estos valores ejercen tanta influencia sobre la investigación realizada
en el ámbito industrial como en la llevada a cabo en las universidades.
Shapin apoya estas afirmaciones en consideraciones históricas
y reflexiones teóricas, así como en el análisis de los resultados obtenidos
en una encuesta que realizó a una serie de investigadores.
Cuestionar las evidencias siempre puede servir para algo, y Steven
Shapin a menudo ha resultado ser un observador de la ciencia perspicaz.
Pero esta vez, según la opinión general, ha ido demasiado lejos: el deseo
de pensar de otro modo le ha llevado a adoptar otra teoría tan llena
de ingenuidad y de prejuicios como la criticada.
Evidentemente, las declaraciones de los investigadores que trabajan
para la industria no pueden considerarse como totalmente objetivas.
Y como saben quienes se interesan por la investigación farmacéutica,
en lo que concierne a las actividades de investigación, el hecho de que
se realicen en un contexto dominado por consideraciones de rentabili-
dad tiene profundas consecuencias sobre el modo en el que se llevan
a cabo. Sostener lo contrario, sería defender una tesis paradójica
por gusto.
Michel André
Podría aplicarse a los modelos
climáticos complejos, como la
teleconexión, o sea, la correlación
entre dos fenómenos climáticos
simultáneos separados por gran-
des distancias. La teleconexión
más conocida es la que asocia la
corriente “El Niño” en la costa de
Perú y el monzón indio causado
por la oscilación austral, es decir,
los ciclos de variación de presión
atmosférica en el Océano
Pacífico Sur.
El algoritmo podría también
servir en las investigaciones sobre
los casos de pérdida de biodiver-
sidad provocados por el hombre
y, por ejemplo, permitir identificar
por qué y en qué medida la
fragmentación de un ecosistema
por carreteras o plantaciones
afecta a la diversidad de las
especies.
www.pik-potsdam.de
Este enfoque matemático podría
facilitar la detección precoz de
complicaciones en el embarazo.
De forma más general, abre nuevas
perspectivas de investigación sobre
las interacciones entre sistemas
fisiológicos independientes pero
profundamente relacionados.
…y la Tierra
¿Qué tiene que ver todo esto con
el clima, que en teoría es el objeto
de toda la atención en Potsdam?
De hecho, el algoritmo desarrolla-
do por los matemáticos permite
comprender otros fenómenos
de sincronización, que se podrían
describir como la “percepción” de
un sistema dinámico determinado
de la existencia de otro sistema.
La sincronización define el modo
en el que estos dos sistemas
reaccionan a la influencia del otro,
así como a las influencias externas.
ENTREVISTA
20 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
Su mandato de responsable europeo de
investigación se acaba en un tiempo de crisis
económica y financiera sin precedentes.
¿Cómo analiza esta nueva situación?
Primero, creo que es esencial destacar has-
ta qué punto estamos confrontados con reali-
dades mundiales en plena metamorfosis.
Vivimos en un mundo que cambia, cada vez
más interconectado e interdependiente, donde
aparecen numerosos actores nuevos. Al mismo
tiempo, tenemos planteados desafíos planeta-
rios, no sólo relacionados con la actual crisis
económica y financiera, sino también con cues-
tiones como el cambio climático, los recursos
energéticos futuros, el problema del agua, el
desequilibrio alimentario mundial, la aparición
de nuevas pandemias, el aumento de la migra-
ción de población…
Estoy convencido de que el siglo XXI estará
marcado por dos fórmulas clave. Por un lado, la
“sostenibilidad”, entendida en su sentido medio-
ambiental, pero también en términos económicos
y sociales. La crisis ilustra la necesidad de un sec-
tor económico y financiero mundial sostenible.
Esta palabra también debe aplicarse a los sistemas
sociales. La segunda fórmula es la “gobernanza
mundial”, puesto que debemos responder juntos
a estos desafíos comunes. De ahí la necesidad que
tiene la comunidad internacional de sentar las
bases de una gobernanza efectiva y mundial, en
la que la Unión Europea puede y debe desempe-
ñar un papel importante.
¿La expresión “economía o sociedad del
conocimiento” no es un concepto un poco
abstracto para la mayoría de la gente?
Ya estamos viviendo en la sociedad del
conocimiento. La ciencia y la relación que
tiene con la sociedad afecta a todo un aba-
nico de desafíos políticos como la salud, la
preservación del medio ambiente, la educa-
ción, el empleo, la seguridad alimentaria, la
energía, los transportes. Estamos saliendo de
una época en la que la fuerza y el liderazgo
se basaban en los recursos materiales para
entrar en una economía del conocimiento.
La innovación, la investigación y la educación
son los tres factores que hacen evolucionar la
economía y la sociedad hacia este nuevo para-
digma del conocimiento. Esto requiere un cam-
bio de nuestra lógica y de nuestro enfoque.
El Espacio Europeo de la Investigación (EEI)
plasma una nueva estrategia de la política cientí-
fica y tecnológica de la Unión Europea desde hace
aproximadamente una década. ¿Qué balance
haría de esta estrategia ambiciosa, firmemente
apoyada durante todo su mandato?
Europa siempre ha sido y sigue siendo un
continente rico en excelencia científica y tec-
nológica, pero sus sistemas de investigación
están demasiado compartimentados. Durante
casi tres décadas, la Unión Europea ha apoya-
do una intensa cooperación entre los actores
europeos de la investigación a través de sus
programas marco, cuyos presupuestos no han
En el año 2004, Janez Potocnik fue uno de los principales artífices de la adhesión de Eslovenia
a la Unión Europea. Desde hace cinco años, es el Comisario de Ciencia e Investigación. Por lo
tanto, también actúa como coordinador del Espacio Europeo de la Investigación, que nunca ha
dejado de impulsar en todos los frentes. A continuación, presentamos un balance de su trabajo.
La investigación en todos los frentes
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ENTREVISTA
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 21
dejado de aumentar. El objetivo de la construc-
ción de un auténtico Espacio Europeo de la
Investigación, lanzado en el año 2000, actual-
mente engloba a estos programas en una visión
mucho más amplia. Antes que nada, el EEI se
define como un espacio donde los actores de
la investigación y las ideas circulan libremen-
te, sin fronteras, como un mercado único. Tras
haber creado una Unión Europea basada en
cuatro libertades de circulación (de mercan-
cías, personas, servicios y capitales), ya es hora
de que nos dotemos de la quinta, la libre cir-
culación de los conocimientos.
En este contexto, una novedad primordial
introducida en el Séptimo Programa Marco
es la creación del Consejo Europeo de
Investigación, el CEI. Se trata de una estructu-
ra que ofrece a la comunidad científica euro-
pea y mundial una ayuda financiera sustancial
para explorar y realzar las áreas de investiga-
ción más punteras, las cuales son el resultado
de la evolución de la ciencia contemporánea.
Apoya a hombres y mujeres o equipos de
investigación fundamental, seleccionados por
la excelencia y la pertinencia de las investiga-
ciones que proponen y cuyos evaluadores son
a su vez científicos de renombre y con expe-
riencia designados por sus homólogos.
Se pretende así crear una especie de “Liga
de Campeones” de los investigadores a nivel
europeo, como existe en el fútbol. Éste es exac-
tamente el papel que se da al CEI: atraer
a Europa a los mejores investigadores, cuyos
trabajos fundamentales ofrezcan el potencial
de lograr avances científicos de primer plano.
¿Quiénes son esos investigadores? Se encuen-
tran en cualquier lugar, en las universidades
y los centros europeos, por supuesto, pero
pueden estar también entre los cerebros euro-
peos que se fueron a otro lugar y los investi-
gadores extranjeros que han decidido trabajar
en Europa. Estoy convencido de que la exis-
tencia del CEI va a modificar profundamente
la realidad del paisaje europeo de la investiga-
ción, y a cambiar su percepción. Europa será
más atractiva para los investigadores y más
competitiva en la escena mundial.
El CEI ha cumplido dos años. ¿Ya ha salido
de su fase piloto?
Lo lanzamos en el 2007, con un presupues-
to de 7.500 millones de euros que provenía
del Séptimo Programa Marco de Investigación
para el período 2007-2013, pero sin estructu-
ra preestablecida. Por lo tanto, el CEI funcio-
nó con lo que se denomina una “estructura de
ejecución especializada”, antes de convertirse
en una agencia ejecutiva autónoma, el 15 de
julio de 2009. Por eso hemos aprendido “sobre
la marcha”. Las primeras convocatorias de pro-
puestas, lanzadas en el año 2007, recibieron
más de 11.000 expedientes de propuestas alta-
mente cualificadas. Por lo tanto, sí que están
resultando muy atractivas. Otra prueba del
interés suscitado es la magnífica reputación
que tiene este organismo en las comunidades
científicas mundiales, particularmente al otro
lado del Atlántico.
Desde hace mucho tiempo, los indicadores
científicos y tecnológicos sitúan a Europa en
tercera posición en el ranking mundial, superada
por Estados Unidos y Japón, especialmente en
lo que se refiere a las inversiones destinadas
a la investigación. Ahora bien, con respecto a sus
competidores, su principal problema es la poca
inversión en investigación que realizan las
empresas de la Unión Europea…
En efecto, la mayoría de los gastos de inves-
tigación se financian con dinero público,
a pesar de que el objetivo de la estrategia de
Lisboa es dedicar por término medio el 3 % del
PIB europeo a la investigación, con un tercio
de fondos públicos y dos tercios de fondos pri-
vados. No lo hemos conseguido aún. Esta situa-
ción ha inspirado la segunda innovación del
Séptimo Programa Marco: el establecimiento
de colaboraciones público-privadas, las
Iniciativas Tecnológicas Conjuntas (ITC). La
Comisión Europea pretende así animar la inver-
sión de la industria en sectores tecnológicos
de investigación puntera, indispensables para
nuestra competitividad pero no muy deman-
dados aún por el mercado, por lo que no supo-
nen un aliciente para las empresas.
En concertación con el sector privado, hemos
identificado estos sectores estratégicos y hemos
construido iniciativas comunes para gestionar
estos programas de investigación. Actualmente,
se han lanzado cinco tipos de ITC en las áreas
de: medicamentos innovadores, aeronáutica
ecológica, energía del hidrógeno y de las pilas
de combustible (fuel cells and hydrogen), chips
informáticos “integrados” y nanoelectrónica. En
el marco del plan de relanzamiento económico
europeo se han lanzado tres nuevas
colaboraciones público-privadas para apoyar la
investigación en materia de tecnologías limpias
en áreas estratégicas, desde el punto de vista
económico y medioambiental: la industria auto-
movilística, la construcción y los bienes manu-
facturados. Creo que este nuevo enfoque es
muy oportuno en estos tiempos de crisis, pues-
to que se trata de herramientas de relanzamien-
to que proceden de la investigación que además
defienden los intereses de la misma.
Más allá de las sinergias entre las esferas
pública y privada, ¿qué balance puede hacer
del objetivo de una mejor coordinación de las
27 políticas públicas de investigación que cada
Estado miembro está desarrollando por separado?
Este deseo de coordinación de las políticas
nacionales de investigación es una parte esen-
cial de la creación del Espacio Europeo de la
Investigación. ¿Por qué? Simplemente porque
estamos confrontados con grandes desafíos
comunes que requieren una respuesta común
a través de la investigación. Por lo tanto, la
Comisión Europea ha puesto sobre la mesa
del Consejo de la UE varias propuestas que
se referían a cuestiones (tan diversas como
fundamentales) como la movilidad de los
investigadores, la creación de nuevas infraes-
tructuras de investigación europeas, el refuer-
zo de la cooperación científica internacional,
o la programación conjunta de las agendas
nacionales de investigación. En todos estos
puntos, existe ahora un auténtico deseo de
avanzar.
Por ejemplo, en materia de programación con-
junta, veinte Estados han empezado a trabajar en
la elaboración de tal agenda en materia de inves-
tigación sobre el Alzheimer y las enfermedades
neurodegenerativas, lo que constituye un gran
desafío para la sanidad pública de Europa. Los
Estados son quienes tienen que definir los cam-
pos en los que desean asociarse. La Comisión
Europea desempeña en eso el papel de coordi-
nadora, de copiloto, no de comandante.
Entrevista de Didier Buysse.
Número especial research*eu
de noviembre de 2009:
“La investigación europea:
¿en qué situación se encuentra?”
22 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
En el espacio de dos o tres décadas,
el lugar de la ciencia y de la tecno-
logía en el funcionamiento político
de la sociedad ha cambiado radical-
mente, tanto de dimensión como de naturale-
za. Ante nosotros se despliega un remolino
doble que funciona en espiral, el de la oferta
científica y el de la demanda de la sociedad
que espera respuestas concebidas y afianza-
das por la ciencia. Esta última no deja de tri-
llar nuevos terrenos: OGMs, nanotecnologías,
enfermedades genéticas, ubicuidad espacio-
temporal de la comunicación… Va generando
una gran masa de conocimientos con prome-
sas muy esperanzadoras (erradicar epidemias,
curar algunas enfermedades genéticas, aumen-
tar la esperanza de vida, etc.), pero a la vez
constataciones abrumadoras, siendo una de
las principales la destrucción de la naturaleza
y el cambio climático. Además, muchos de sus
descubrimientos ponen a prueba la ética.
Investigadores con doble funciónLos responsables públicos (o privados) al ver-
se confrontados con cuestionamientos que pre-
cisan de conocimientos que no pueden dominar,
sólo tienen la posibilidad de acudir a aquéllos
que poseen la “sabiduría” para garantizar, en
cierto modo, la legitimidad de sus decisiones.
Pero cuando los investigadores dejan su labo-
ratorio para dar opiniones y consejos, cambian
de función y entran en el campo del asesora-
miento científico. Esta “doble función” no deja
de ser ambigua.
Por supuesto, se les pide a los científicos que
se basen en hechos objetivos. Se ha demostra-
do ampliamente la relación que existe entre el
cáncer de la pleura y la exposición al amianto,
pero ha habido que esperar mucho para que
esta afirmación fuera aceptada. Sin embargo, no
siempre es tan evidente esta relación entre la
causa y el efecto en el asesoramiento científico.
La frontera entre la objetividad de los datos y la
subjetividad de las respuestas que se pueden
obtener sigue siendo la mayoría de las veces
difusa e incierta.
Este enfoque de la ciencia contemporánea
es paradójico: cuantos más límites supera el
conocimiento, más aumenta el grado de comple-
jidad, y más se diversifican las cuestiones inhe-
rentes a dicha complejidad. La física cuántica del
siglo XX estableció esta singular noción del “prin-
cipio de incertidumbre”, en virtud del cual la pro-
pia observación de un fenómeno conlleva la
indeterminación de su cuantificación. Este con-
cepto se puede aplicar a casi todos los campos,
al ser la ciencia a la vez juez y parte de los avan-
ces que permite. Y cuantos más conocimientos
se van acumulando más se difuminan las certe-
zas, porque una gran parte de los descubrimien-
tos se inspiran en el cuestionamiento continuo
de las certezas establecidas…
Una sociedad escépticaMás allá de esta constatación, la ambigüedad
del asesoramiento científico se produce porque
parte de una bipolarización entre expertos
y responsables políticos. Durante mucho tiem-
po estos actores han ignorado a una tercera par-
te: la sociedad en su conjunto. La antigua
presunción del sentido puramente benéfico de
la ciencia ya no se considera verdadera. “La
sociedad siente inquietud con respecto al carác-
ter ambivalente de los avances de la ciencia
y de la tecnología y manifiesta el temor de que
nadie los controle”, destaca Jerry Ravetz de la
Universidad de Oxford (Reino Unido)(1). “La
imagen de una aventura científica emprendida
por el puro anhelo de descubrimiento ha cam-
biado por la imagen de una ciencia motivada en
gran parte por el poder y el lucro, y cuyos bene-
ficios sociales emanan supuestamente de estos
dos objetivos. Esta visión considera que la cien-
cia puede ser objeto de manipulaciones y de
excesos, ya sea por descuidar las orientaciones
de investigación dejadas de lado, por la elimina-
ción de los resultados no deseados, por la pre-
sión de las autoridades de reglamentación, o por
el silenciamiento de las opiniones críticas”.
De Chernobil a KiotoEl cuestionamiento de “la inocencia tecno-
lógica” ha sido un proceso paulatino en el que
hubo momentos clave y avances determinan-
tes que lo propiciaron. En los años setenta,
mientras que varios países europeos se equi-
paban con centrales nucleares, la aparición de
un movimiento estructurado de oposición a
esta energía fue una manifestación “pionera”
del rechazo a esa opción. Sirvió de banco de
pruebas a un movimiento ecológico mucho
más amplio. Una década más tarde, los resul-
tados de esta oposición hicieron que varios
Estados, entre ellos Alemania, abandonaran
este sector, o por lo menos lo dejaran tal cual.
De seguro la catástrofe de Chernobil, en el año
1986, dejó una huella profunda…
Amenazas epidémicas, seguridad y problemas éticos relacio-
nados con las nuevas tecnologías, daños al medio ambiente,
desmoronamiento de la economía mundial… Frente a estas
cuestiones, que cada uno de nosotros vivimos, los responsa-
bles políticos y los científicos se encuentran en primera
línea. Pero los ciudadanos se están cansando del monopolio
que tienen algunos responsables políticos y expertos, y mani-
fiestan su deseo de comprender y actuar cada vez más.
¿Actuar o no actuar?
CIENCIA Y POLÍTICA
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 23
Pero a partir de la década de los noventa fue
cuando verdaderamente se constituyó un “ter-
cer estado” de la sociedad mucho más sistemá-
tico, surgido para interponerse en la relación
dual entre los científicos y los responsables polí-
ticos. Las cuestiones medioambientales y de
defensa de los consumidores tomaron protago-
nismo y se concretaron en el número creciente
de ONGs creadas. Aprovechando ese viento
a favor y optando por operaciones espectacu-
lares a nivel mediático, Greenpeace fue (y toda-
vía es) un acicate para el desmantelamiento de
los cimientos de la confianza, aunque este gru-
po represente sólo la punta emergida de un ice-
berg de enormes proporciones.
Con la profunda reflexión que se inició sobre
la influencia humana en el cambio climático, los
científicos fueron los primeros en tomar en serio
este malestar de la sociedad. En la cumbre de
Río de Janeiro (1992) y el acuerdo de Kioto
(1997), abrieron los ojos de la clase política sobre
la realidad fundamental de este problema. Somos
conscientes del inmenso desafío que representa
hoy en día el clima a nivel mundial.
La dimensión europeaComo potencia institucional encargada de
una función reguladora y normativa que va
más allá de los poderes políticos nacionales,
la Unión Europea es, desde hace tiempo, un
ámbito de decisión que se apoya en el recur-
so constante a expertos científicos. Ha venido
forjando una práctica extendida con actores
muy diversos, tanto por sus orígenes cultura-
les como por sus especializaciones científicas
y profesionales.
Ya en el año 1992, la adopción del Tratado
de Maastricht representó un paso pionero en
cómo enfocar el riesgo (el principal objeto del
ejercicio de asesoramiento científico), inscri-
biendo en el derecho comunitario la regla
fundamental del principio de precaución.
Inmediatamente después estalló la crisis de “las
vacas locas”, un episodio en el que las decisio-
nes sanitarias de la Unión Europea, con graves
consecuencias para el mundo de la ganadería,
debieron apoyarse en el despliegue de un
amplio asesoramiento científico, tanto en el
ámbito médico y veterinario como en la orga-
nización comercial del sector bovino y ovino.
Como consecuencia de ese episodio, en el año
1997, la Unión Europea revisó de arriba abajo
el sistema de los comités científicos en las áreas
de la seguridad alimentaria y de la
CIENCIA Y POLÍTICA
24 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
El malestar de la innovación
En 2007, la Dirección General de
Investigación encomendó a un grupo
de expertos un estudio que trataba del
impacto del concepto de la sociedad del conoci-
miento sobre los ciudadanos (“Taking European
Knowledge Society Seriously”). Una cuestión
central de este proyecto era encontrar las causas
y posibles respuestas al malestar que la sociedad
civil siente con respecto a determinadas innova-
ciones tecnocientíficas, en particular, con rela-
ción a sus objetivos, a los cambios sociales
que conllevan y a los riesgos que suponen.
La investigación, muy abierta, fue llevada
a cabo por grupos en los que, además de los
expertos, participaron estudiantes de las áreas
de las ciencias popularmente denominadas
“duras” y de las humanas (sociólogos, filósofos,
juristas), ciudadanos que habían manifestado
su interés por este ejercicio y algunos sindicatos.
Entre otras cosas, las conclusiones de esta
reflexión destacan que a la sociedad le cuesta
aceptar la tendencia según la cual la sociedad
del conocimiento queda demasiado focaliza-
da, siendo las razones de ello la carrera
desenfrenada a la innovación y a la eficiencia
impuesta por la globalización. Este estudio
explora numerosas pistas para que la diná-
mica de la innovación sea considerada por
la sociedad civil como un trabajo colectivo,
diversificado y democráticamente compartido
por todos sus componentes.
ec.europa.eu/research/science-society/
document_library/pdf_06/european-
knowledge-society_en.pdf
protección de los consumidores, fran-
queando luego una etapa adicional al crear la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria
(EFSA, por sus siglas en inglés)(2), en el 2002.
El mismo año, la Comisión Europea adoptó
una serie de directrices para el continuo recur-
so que hace de expertos científicos externos
para apoyar sus políticas sanitarias, medioam-
bientales, de seguridad de los consumidores,
o también en las áreas socioeconómicas, cien-
tíficas y tecnológicas. Interrogantes no faltan:
¿Cómo y quién escoge los temas que hay que
evaluar? ¿Quién decide la composición de los
grupos de consulta (especialmente, los
CIENCIA Y POLÍTICA
ec.europa.eu/research/science-society
investigadores), a la luz de una ciencia cada
vez más compleja que requiere enfoques mul-
tidisciplinarios? ¿Qué lugar se asigna al perita-
je de comprobación y a las divergencias de
opinión o de asesoramiento entre los exper-
tos? ¿Con qué forma se publicarán los resulta-
dos? Las grandes decisiones dependen de la
cualificación, la independencia y la objetividad
de los actores invitados a pronunciarse y de la
transparencia en las investigaciones que reali-
cen y en sus conclusiones.
Más allá de las cuestiones de procedimien-
to, la Comisión Europea (sin duda porque ella
misma se enfrenta al inmenso problema
del déficit democrático que se cierne sobre las
instituciones) planteó el problema de la toma
en consideración de la participación de la
sociedad en las decisiones y las evaluaciones
científicas y tecnológicas. La idea ha tardado
en abrirse paso. Durante años, la Unión
Europea, criticada por su orientación “pura-
mente económica”, se preocupó por estructu-
rar un gran “mercado único”, en el que el euro
fue uno de sus mayores logros.
Sociedad y conocimientoCon el nuevo siglo, todos los Estados miem-
bros, al compartir las mismas inquietudes,
hicieron que las prioridades evolucionaran en
gran medida hacia las preocupaciones del futu-
ro. Esta nueva situación se plasmó y se articu-
ló en la actual estrategia de Lisboa (a saber, el
caminar hacia una “sociedad del conocimien-
to” que se está construyendo). Sobrepasamos
pues aquí el concepto de “sociedad de la infor-
mación” (que en los años ochenta fue una prio-
ridad esencialmente industrial volcada en las
tecnologías de la informática y de la comuni-
cación) para llegar a la “sociedad del conoci-
miento”. La palabra clave “mercado” queda
sustituida por la de “sociedad”.
En los programas europeos de investigación,
el tema “Ciencia, gobernanza y sociedad” se
convirtió en un eje fundamental de desarrollo,
junto al apartado de las ciencias sociales
y humanas. De esta concentración de análisis
y de estudios nació un auténtico “laboratorio
europeo” donde se esbozaba una nueva for-
mulación de este tríptico.
En el seno de la sociedad civil, un movi-
miento de base ciudadana entró en el debate
y creó paulatinamente una fuerza de rechazo
que se fue intensificando y que ni los políticos
ni los científicos pudieron ignorar. La exigen-
cia de transparencia fue ganando terreno. Los
responsables políticos y los expertos conocían
desde hacía tiempo a sus opositores: diversas
asociaciones, apoyadas por científicos de
renombre, con las que tuvieron que negociar.
Con respecto a eso, la instancia de asesora-
miento de la Comisión EURAB(3) abogó por
que los investigadores se implicaran más en la
sociedad: “[ellos] evolucionan en un sistema de
pensamiento racional e instrumental, que supo-
nen que comparten con el público. Pero la
sociedad no se comporta siempre de modo
racional y, en áreas sensibles, sería mejor que
tuvieran en mente que su sistema no puede
hacer caso omiso del contexto público en el
que se inscribe”.
Más recientemente han surgido debates ciu-
dadanos, conferencias de consenso, ejercicios
de democracia participativa con diversas for-
mas, organizados de otro modo, de gran enver-
gadura o sobre problemas precisos. Muchos
de ellos atañen directa o indirectamente a la
ciencia (medicina, medio ambiente, etc.) y (si
la información es completa y contradictoria) le
dan otra voz a la democracia.
En esta evolución, la ciencia se beneficia de
que se aclare su valor fundamental: la inde-
pendencia. “El conocimiento no puede ser con-
trolado o dirigido según los deseos de las
autoridades públicas”, afirma Rajendra
Pachauri, presidente del grupo de expertos del
IPCC (Panel Intergubernamental de expertos
sobre el Cambio Climático). Debemos esfor-
zarnos por impedir que la política interfiera en
los resultados científicos. Nuestra responsabi-
lidad es dar a conocer al público todos los
datos científicos establecidos. Esta responsabi-
lidad, la acepto con gusto”.
Didier Buysse
(1) “Science, Governance and Society – EU Research in Social Sciences and Humanities”, J.R. Ravetz ftp://ftp.cordis.europa.eu/pub/citizens/docs/eur23169_final_en.pdf
(2) “Améliorer la base de connaissances pour de meilleurespolitiques”, ec.europa.eu/governance/better_regulation/expertise_fr.htm
(3) European Research Advisory Board, ec.europa.eu/research/eurab/
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 25
Ocres que pasan de los tintes sola-
res a los naranjas profundos,
rojos susceptibles de ensombre-
cerse hasta parecer negros, azu-
les inimitables… Desde la remota antigüedad,
las obras y los objetos de arte del patrimonio
mediterráneo tienen matices comparables. Estas
tonalidades se encuentran desde el Oriente
Próximo hasta el Sur de Europa, a través de la
pintura, los tejidos, el trabajo del papel. De
hecho, artistas y artesanos utilizaban los
mismos pigmentos que provenían de plantas,
minerales, insectos y moluscos, aunque no se
conozca bien la “ruta de los colores” que siguie-
ron estos elementos a través de la historia.
“A partir del siglo XIX, los colorantes sintéticos
fueron desplazando a las técnicas tradicionales,
basadas en los pigmentos naturales que luego
cayeron en el olvido. Por lo tanto, si queremos
restaurar las obras antiguas, tenemos que iden-
tificar y analizar estos pigmentos. Redescubrir-
los permitiría evitar intervenciones torpes, como
las que se hicieron en el siglo pasado, y con-
servar toda nuestra herencia mediterránea, res-
petando su singularidad. Éste es el objetivo de
MEDCOLOUR y, para lograrlo, utilizamos las
tecnologías físicas y químicas más avanzadas”,
explica Ioannis Karapanagiotis, químico y coor-
dinador del proyecto.
La “alta tecnología” al servicio del arteSe estudiaron más de 130 obras de épocas
y técnicas diferentes, cuya procedencia y data-
ción son irrefutables. Entre ellas había piezas tan
diversas como una pequeña alfombra del perío-
do Seljuk del museo de Estambul (arte turco
e islámico), una túnica (sakkos) del emperador
Ioannis Tsimiskis (monasterio de Iviron en el
Monte Athos, en Grecia), o incluso 13 iconos de
los siglos XV al XVII, pertenecientes a la escue-
la cretense. Por ejemplo, estos últimos permitie-
ron estudiar la evolución de los rojos, identificar
los colores orgánicos e inorgánicos, y ver si se
emplearon pigmentos inéditos después del des-
cubrimiento del Nuevo Mundo. Algunas extrac-
ciones microscópicas hicieron posible estudiar
la estructura de las diferentes capas de pintura
empleando varios métodos físicos y químicos
sofisticados, como la espectroscopia Raman o la
High performance liquid chromatography
(HPLC), unida a un detector de fotodiodos(1).
Estos conocimientos nuevos van a permitir,
entre otras cosas, restaurar obras de arte sabiendo
exactamente los pigmentos que se utilizaron bajo
una determinada capa de barniz y limpiar cada
estrato con los disolventes adecuados. Además, la
fabricación tradicional de lana o de seda ayudará
a los restauradores de alfombras a utilizar colores
cercanos a los originales y mucho más resistentes
a la luz que los productos industriales.
Para presentar el aspecto concreto de su pro-
yecto, los socios de MEDCOLOUR organizaron
diferentes talleres en la Universidad Sidi
Mohamed Ben Abdellah de Fez (Marruecos), en
noviembre de 2008. “En primer lugar, queríamos
informar a las PYMEs y a los organismos que tra-
bajaban en el sector de la artesanía sobre la posi-
bilidad de crear nuevos colorantes naturales,
fabricados por la industria, pero retomando las
recetas tradicionales”, precisa Rachid Benslimane,
de la Universidad de Fez. “Supuso también una
ocasión de presentar a investigadores y especia-
listas los últimos resultados de nuestros trabajos
sobre las nuevas metodologías de diagnóstico
e identificación de los colorantes naturales en
objetos de arte, así como las técnicas de produc-
ción y caracterización de dichos colorantes”.
La diseminación de los conocimientos es otro
objetivo fundamental para los socios de
MEDCOLOUR. Actualmente, están preparando
un banco de datos que permitirá documentarse
sobre las estrategias de conservación del patri-
monio mediterráneo.
Christine Rugemer
(1) La espectroscopia Raman, método no destructivo, permite caracterizar la composición molecular y la estructura de un material. La HPLC, o cromatografía en fase líquida de alta resolución, es una técnica de separación analítica con arreglo a la hidrofobicidad de las moléculas de un compuesto. El fotodiodo es un componente semiconductor capaz de detectar una radiación del campo óptico y de transformarlo en señal eléctrica.
Analizar los pigmentos naturales utilizados por los artistas y los
artesanos de la cuenca mediterránea a lo largo de la historia.
Reproducirlos industrialmente para ponerlos al alcance de los
restauradores y de los creadores de hoy en día. A continuación,
analizamos los objetivos del proyecto europeo MEDCOLOUR.
Colores del Sur
PATRIMONIO
www.medcolourtech.org
Icono de la escuela cretense conservado en el
Museo Benaki (Atenas) y estudiado por el proyecto
MEDCOLOUR. Investigaciones minuciosas permitie-
ron identificar los pigmentos inorgánicos y orgánicos
de color rojo de los diferentes estratos de pintura.
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La erradicación de la pesca ilegal es un objetivo crucial
para la gestión sostenible de los océanos. Pero el mar
es tan inmenso que es muy difícil desenmascarar a los
pescadores que se saltan las normas. Unos investigado-
res están desarrollando nuevas herramientas para
poder establecer el origen del pescado y determinar
si ha sido capturado legalmente o no.
Trazabilidad del pescado, desde el plato hasta la red
26 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
“La pesca en el mar es libre, pues-
to que es imposible agotar las
riquezas del mismo”, escribía, en
1609, el jurista Hugo Grotius en
su libro “Mare Liberum”. Desde entonces, la
situación ha cambiado mucho. Hoy en día, el
28 % de las especies pescadas están sobreexplo-
tadas, agotadas o en fase de recuperación, y el
52 % de las poblaciones ha llegado al límite de
explotación máxima(1). En Europa, el 88 % de
las especies no se pueden renovar de forma
óptima porque se explotan más allá de los lími-
tes de producción máxima equilibrada.
Probablemente ya sea demasiado tarde para
el 30 % de ellas porque se encuentran fuera
de los límites biológicos de seguridad(2).
La reglamentación para este sector (restric-
ción del tamaño y del número de barcos, de
la duración del tiempo para faenar o incluso
imposición de cuotas de pesca por especies)
es tan numerosa que algunos deciden no apli-
carla, poniendo en grave peligro la gestión de
las poblaciones. Los expertos se refieren a este
problema con las denominaciones de “pesca
ilegal”, “no declarada” y “no reglamentada”
(pesca INDNR), (véase el recuadro).
PESCA ILEGAL
Código de barras genético
Para determinar de qué especie procede
un tejido, los investigadores no estudian
el ADN nuclear, sino el genoma de las
mitocondrias. Estas estructuras intracelulares
(orgánulos) son abundantes en las células y es
más fácil aislar su ADN, incluso si el tejido está
cocido o transformado por un procedimiento
industrial. Y como una parte de la secuencia
de sus genes presenta una estructura específica
de cada especie, podemos utilizar esta secuen-
cia como una especie de código de barras
de identificación.
“Es una potente arma para la protección de los
consumidores”, explica Gary Carvalho, profesor
de ecología molecular en la Bangor University
(Reino Unido). “Hace algunos años, un análisis
de código de barras genético realizado a mues-
tras de pargo en conserva permitió demostrar
que el 77 % del producto analizado contenía
de hecho otra variedad de pescado”.
El 88 % de las especies
pescadas en Europa no
se pueden renovar de
forma óptima porque
están sobreexplotadas. © S
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research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 27
La escurridiza pesca ilegal “En Europa, la pesca ilegal y no declarada
aumentó sensiblemente en los años noventa en
respuesta a una reducción de las cuotas de pesca
aplicada sin que hubiera una verdadera concerta-
ción previa con los pescadores, que percibieron
más bien estas medidas como una injusticia”,
explica David Agnew, investigador en biología
marina del Imperial College of London (Reino
Unido), especialista en cuestiones relacionadas
con la pesca INDNR. “Desde hace dos o tres años,
la situación ha mejorado. Se han instaurado nue-
vas medidas nacionales o europeas que toman
más en cuenta las dificultades con las que se topan
los pescadores. Asimismo, las industrias se han
comprometido a tomar medidas para contrarres-
tar el comercio de las capturas ilegales”.
Pero sigue habiendo pesca ilegal. Según un
estudio reciente dirigido por David Agnew, en
el mundo se extraen entre 11 y 26 millones de
toneladas de peces de forma ilegal y no decla-
rada, el equivalente al 12 %-31 % del volumen
total de las capturas marinas en el mundo(3).
Para establecer estas cifras, David Agnew y su
equipo no tuvieron otro remedio que pasar
revista a informes y estudios de los casos exis-
tentes a escala nacional. “Ése es precisamente
el problema”, explica el investigador. “Estos
documentos fueron elaborados a partir de una
gran variedad de técnicas. No existe ninguna
metodología estándar, por lo que cualquier eva-
luación general es aproximada”.
Según Gary Carvalho, profesor de ecología
molecular en la Bangor University (Reino
Unido), para luchar contra la pesca ilegal hacen
falta más medios. “La pesca INDNR continúa
sobre todo porque no existe ninguna técnica
para determinar la procedencia del pescado. Si
se detecta un barco en una zona prohibida para
la pesca, los inspectores no disponen de ningu-
na herramienta para probar que las capturas a
bordo provienen efectivamente de ese lugar”.
El recurso a la genética contra el fraudeDesde febrero de 2008, Gary Carvalho coor-
dina el proyecto europeo FishPopTrace, que
precisamente pretende poner a punto una serie
de herramientas capaces de detectar el origen
geográfico de una captura y, por lo tanto, de
averiguar si un pez determinado fue pescado o
no de manera ilegal. “El objetivo principal es
concebir un protocolo de análisis que puedan
usar fácilmente los inspectores y cuya precisión
PESCA ILEGAL
Definiciones de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada
Pesca ilegal: este término se aplica a las
embarcaciones que infringen la reglamenta-
ción, por ejemplo, pescando en zonas
prohibidas.
Pesca no declarada: es la que realizan los
barcos que no declaran a las autoridades
competentes una parte o la totalidad de su
captura.
Pesca no reglamentada: se produce en las
zonas de alta mar que no están bajo la juris-
dicción de ninguna autoridad regional de
ordenación pesquera.
FishPopTrace
14 socios - 10 países
(BE-DE-DK-ES-FR-GR-IT-NO-RU-UK)
fishpoptrace.jrc.ec.europa.eu
sea suficiente para que se utilicen los resultados
como pruebas en los procedimientos judiciales
contra los responsables de la pesca INDNR”,
explica. “Nuestra investigación se centra en cua-
tro de las especies europeas más pescadas: el
bacalao, la merluza, el arenque y el lenguado,
pero la técnica se podría emplear para todas las
poblaciones de peces europeas”.
El protocolo desarrollado por los investigado-
res de FishPopTrace se desarrolla en tres etapas.
La primera consiste en determinar la especie a la
que pertenece el pez analizado. Los investigado-
res se centran en un tipo de “código de barras”
genético. El principio es examinar un marcador
genético que se compara con la información
recopilada en una base de datos. Entonces se
puede determinar la especie a la que pertenece
la muestra examinada (véase el recuadro).
Una vez descubierta la especie, sólo queda
localizar el origen del ejemplar. Los investiga-
dores estudian entonces los single nucleotide
polymorphisms (SNPs), variaciones ínfimas de
las bases nitrogenadas del ADN. Estos cambios
son únicos en cada ejemplar, incluso dentro de
la propia especie.
“Queremos determinar unos 1.200 tipos de
SNPs por cada especie estudiada por
FishPopTrace”, explica Gary Carvalho. “Estos
SNPs representan características singulares de
las poblaciones de una zona determinada. Si se
elaboran bases de datos, llegaremos a estable-
cer una serie de características colectivas y a tra-
zar el origen de los productos analizados”.
Entre control y escuchaLa última técnica de análisis desarrollada por
FishPopTrace permite refinar los resultados ante-
riores. Esta vez, el método no se basa en el ADN
sino en los otolitos, los huesos del oído interno
de los peces. “Como los anillos de crecimiento
de los árboles, la forma y la composición bio-
química de los otolitos varían según el entorno
que rodee al espécimen. El análisis de los oto-
litos permite no sólo determinar la edad del pez,
sino también la composición del agua de mar
en la que creció”, explica Gary Carvalho.
Se puede perfeccionar así la localización geo-
gráfica establecida con la ayuda de los SNPs,
determinando si el pez que fue pescado es
inmaduro, puesto que también existen regla-
mentaciones que pretenden garantizar la reno-
vación de las poblaciones prohibiendo la
captura de peces demasiado pequeños.
El proyecto FishPopTrace, lanzado en el año
2008, sólo está en sus inicios, pero Gary Carvalho
manifiesta con confianza: “Ya hemos identifica-
do numerosos SNPs para cada una de las espe-
cies estudiadas. Queda por determinar cuáles son
los más adecuados para localizar el origen del
pescado. Además, lanzamos una amplia campa-
ña de preparación de muestras para crear la base
de datos con la que se podrán comparar los
resultados de los diferentes análisis. Esta etapa
va a ser larga, pero ya vamos por buen camino
y el proyecto va a durar hasta febrero de 2011”.
Sin duda alguna, las investigaciones de este
tipo podrían abrir la vía a un control más efi-
caz de los fraudes en materia de pesca. “No
obstante, aunque se elaboren nuevas herra-
mientas de disuasión, sigue siendo necesario
implicar al máximo a los pescadores en cual-
quier proceso de decisión relacionado con la
gestión sostenible de las poblaciones”, destaca
David Agnew.
Julie Van Rossom
(1) “The state of world fisheries and aquaculture 2008”, FAO, Rome, 2009 – www.fao.org/fishery
(2) Libro Verde: “Reforma de la Política Pesquera Común”, Comisión Europea, 2009 – ec.europa.eu/fisheries/reform/consultation_en.htm
(3) David J. Agnew & Co, “Estimating the Worldwide Extent of Illegal Fishing”, 2009 – www.plosone.org. Nota: Este estudio no toma en cuenta la pesca no reglamentada, que según el autor, está muy extendida.
28 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
¿Por una vez el peligro vendrá
por donde se espera?” Se pre-
guntaba hace poco uno de
nuestros periodistas al final
de su artículo sobre las fuentes poten-
ciales de epidemias virales(1). Hace tan sólo
algunos meses, la amenaza más seria era el
famoso virus H5N1 responsable de la gripe
aviar, que afecta al mundo desde el año 2003.
Pero la situación ha cambiado muy rápida-
mente en términos de epidemia viral o, más
concretamente, de pandemia gripal. Un nue-
vo subtipo de virus de la gripe, el A/H1N1, sur-
gió “de la nada”, obligando a la Organización
Mundial de la Salud (OMS) a subir, en sólo
unas semanas, su nivel de alerta para alcanzar
la última fase 6 declarando la pandemia mun-
dial el 11 de junio de 2009.
En el momento del cierre de esta edición,
la OMS señala que hay al menos 622.482 casos
confirmados y 8.768 fallecidos como mínimo.
Si se comparan estas cifras con las del temido
virus H5N1, que en seis años afectó a cerca de
450 personas, muriendo un poco más de la
mitad, este balance parece alarmante. Sin
embargo, al pasar de la fase de alerta 5 (pan-
demia inminente) a la fase 6 (pandemia en cur-
so) surgieron muchas dudas en cuanto a la
gravedad de la situación. Es verdad que el nue-
vo virus se propaga de hombre a hombre
y que se extendió por todo el mundo en ocho
meses, pero parece ser que la virulencia de la
enfermedad es relativamente limitada. ¡Ya no
sabemos a qué atenernos con este invasor!
A/H1N1 frente a H5N1¿Cómo el virus A/H1N1 desbancó al H5N1?
Aunque este último suscitó el temor de una
pandemia en cuanto se observó una transmi-
sión de las aves de corral al hombre, hasta la
fecha no ha habido ninguna transmisión entre
seres humanos. “El H5N1 es un virus que da
mucho miedo porque el índice de letalidad, es
decir, el porcentaje de casos de fallecimiento
entre los enfermos, es del 60 %. Pero, hasta
ahora, no ha pasado de persona a persona aun-
que se está desarrollando con mucha intensi-
dad”, explica Antoine Flahault, médico y
bioestadista que colaboró con la OMS en la
creación del sistema mundial FluNet de vigi-
lancia de la gripe, y que dirige actualmente la
École des hautes études en santé publique
(EHESP) de Rennes (Francia). En lo que res-
pecta a la nueva cepa viral A/H1N1, ha adqui-
rido la propiedad que tanto se temía: se
transmite fácilmente de hombre a hombre.
Además, contiene fragmentos genéticos de
virus gripales porcinos, aviares y humanos.
¿Esto hace que el virus A/H1N1 sea por ello
especialmente peligroso?
“Difícilmente se puede evaluar la virulencia
de un virus si no es por la letalidad que presen-
ta. En el caso del virus de la gripe estacional, su
letalidad es estable y representa una defunción
por cada mil casos en los países desarrollados”,
indica Antoine Flahault. “Parece ser que la viru-
lencia del A/H1N1 es similar. Aunque la tasa de
letalidad es un poco más elevada, con cuatro
defunciones por cada mil casos, el orden de
magnitud es semejante al de la gripe estacional
y mucho menor que el de la pandemia de gri-
pe del año 1918”, continúa. En resumidas cuen-
tas, aunque el A/H1N1 es muy contagioso, no
causa ninguna infección que se pueda calificar
como “grave” por el momento. Y aunque exis-
te el riesgo de que el virus sufra una mutación
y se haga resistente a los antivirales utilizados
con los enfermos, los tratamientos con oselta-
mivir y con zanamivir habrán permitido limitar
los daños a la espera de una vacuna.
Uno de los temores que suscita la aparición
del nuevo virus es que consiga recombinarse
genéticamente con el virus H5N1, lo que le
Aunque no ha sembrado el
pánico, el benjamín de los
virus gripales ha sido todo
un quebradero de cabeza
para las autoridades sanita-
rias del planeta. Tras propa-
garse a la velocidad del rayo
por todo el mundo, pero con
una letalidad relativamente
baja, el nuevo enemigo públi-
co n°1 no ha resultado ser
lo que se esperaba.
A/H1N1, el ataque de un nuevo virus gripal
PANDEMIA
Prueba de diagnóstico para el nuevo virus A/H1N1
desarrollado por Centers for Disease Control
and Prevention (CDC – Atlanta, Estados Unidos).
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permitiría a este último franquear la barrera de
las especies. El fruto de esta mezcla podría here-
dar a la vez el carácter contagioso del A/H1N1
y la alta letalidad del H5N1. Si bien nadie puede
predecir el comportamiento del H5N1 bajo la
presión de una pandemia de A/H1N1, este esce-
nario es poco probable, según Antoine Flahault:
“Desde las primeras manifestaciones del H5N1
en el 2003, surgieron virus de la gripe estacional
que circularon masivamente cada año, incluyen-
do en Asia, y nunca se combinaron con el H5N1
para engendrar un virus más virulento”.
¿El Sur corre un gran peligro?Si nos basamos en la reciente historia en tér-
minos virológicos, existen tres posibles esce-
narios. En primer lugar, un escenario
comparable al del SRAS o Síndrome Respiratorio
Agudo Severo, provocado por un coronavirus
muy virulento. Este virus, que apareció en Asia
en el año 2002, causó una epidemia mundial
en el 2003 pero con la particularidad de que
no reapareció en el invierno siguiente. En el
caso del A/H1N1, este escenario se traduciría
en la no reaparición del virus en otoño. En
segundo lugar, el A/H1N1 podría provocar una
epidemia mundial bastante moderada como la
observada en la denominada gripe de Hong
Kong del año 1968. Llegado el caso, se produ-
ciría el recrudecimiento de los casos de gripe
A/H1N1 en el hemisferio norte en otoño, pero
sin aumento de la gravedad de la enfermedad.
Y finalmente, habría un escenario
más catastrofista de tipo
“1918”, según el cual, tras
sufrir una mutación, el
H1N1 se volvería muy
virulento y provocaría una
pandemia que causaría
estragos en términos de
mortalidad.
“No me extrañaría que se diera un
escenario de tipo moderado en el Hemisferio
Norte y de tipo 1918 en el Hemisferio Sur”,
destaca Antoine Flahault. Según la OMS, el
impacto de una pandemia sobre una pobla-
ción determinada depende de tres facto-
res clave: las características del virus con
sus manifestaciones epidemiológicas y clí-
nicas, la vulnerabilidad de la población,
y la capacidad de acción de esta última.
Ahora bien, de todos es sabido que estos
dos últimos puntos no son en absoluto
homogéneos en todo el mundo. Así
como escribió Louis Cruvellier en el año
1919 en los anales del Instituto Pasteur: “Si
bien la gripe condena, las superinfecciones
son las que ejecutan”. De hecho, el virus de
la gripe raramente es la causa directa de las
defunciones: las complicaciones relacionadas
con las infecciones bacterianas secundarias son
las que convierten a un síndrome gripal en una
afección letal. Por lo tanto, podemos deducir
que la mortalidad podría ser más elevada en
los países en los que, por un lado, la pobla-
ción cuente con un gran número de personas
ya debilitadas por otras enfermedades y, por
otro, el acceso a la atención sanitaria sea
limitado.
Por esta razón, las consecuencias de una
pandemia mundial de A/H1N1 podrían ser
muy diferentes según los lugares en los que se
dé. “En Europa, se puede anticipar que habrá
una oleada pandémica mayor que en una epi-
demia estacional, con el 30-40 % de la pobla-
ción afectada por el virus, pero de gravedad
muy semejante a la de la gripe estacional. Los
más preparados son los países con buenas
infraestructuras sanitarias”, precisa Antoine
Flahault. En cuanto a los países menos prepa-
rados, no se sabe cómo soportarán la oleada
pandémica. “Cuando hubo el chikungunya, el
75 % de las poblaciones de Mombasa y de
Lamu, en Kenia, se vieron afectadas por este
virus que causó miles de muertes; pero tuvo
menos repercusión mediática que en los paí-
ses desarrollados que tienen sistemas de vigi-
lancia, de información y de mediatización”,
continúa el bioestadista. Por lo tanto, África
podría sufrir una oleada pandémica que cau-
sase estragos sin que se hablara de ello…
Matizar las fases de alerta Entre el 29 de abril de 2009, fecha en la
cual el nivel de alerta de pandemia de la OMS
subió a 5, y el 11 de junio del mismo año, día
de la declaración de la pandemia mundial, la
organización de la ONU dudó sobre la acti-
tud a adoptar frente al nuevo enemigo públi-
co n°1. Y no obstante, desde finales de mayo,
se habían reunido todos los crite-
PANDEMIA
Policía protegiéndose de la epidemia de
gripe A/H1N1, en Méjico, abril de 2009.
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Virus de la gripe A/H1N1
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research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 29
30 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
Convertirse en actores de la lucha
Como los virus de la gripe no soportan
bien el calor, el pasado verano el
A/H1N1 dio una tregua relativa en los
países del hemisferio norte, pero la segunda
oleada de contagio empezó en otoño del
2009 y su pico podría situarse en los meses
de enero y febrero de 2010.
Por lo tanto, es importante que los habitan-
tes del hemisferio norte sigan movilizándose
hasta entonces. “Adoptando un comporta-
miento y gestos altruistas, como lavarse las
manos, ponerse la vacuna, aislarse en caso
de contagio, la gente se protegerá y protegerá
a los demás”, recuerda Antoine Flahault, direc-
tor de la École des hautes études de santé publi-
que de Rennes (Francia). Como los medios de
comunicación cubrieron ampliamente la
progresión de la epidemia en pandemia en
la primavera y el verano del 2009, los ciudada-
nos que reciben la información como especta-
dores corren peligro de cansarse de las
repetidas alertas. “Se está produciendo un
desfase entre la declaración de la alerta y el
momento en el que los ciudadanos tendrán
que convertirse en actores de la lucha contra
el virus A/H1N1, pero no tiene que ser motivo
para no actuar”, advierte Antoine Flahault.
a los países que no se habían visto aún afec-
tados a poner a punto sus planes de prepa-
ración ante una “pandemia inminente”.
Del huevo a la vacuna A partir de mayo de 2009, la OMS entregó
las cepas virales para la producción de las
vacunas a los laboratorios farmacéuticos. Como
se hace cada año para la gripe estacional, estas
cepas habían sido preparadas por cuatro labo-
ratorios de referencia situados en Atlanta
(Estados Unidos), Londres (Reino Unido),
Melbourne (Australia) y Tokio ( Japón). “El pro-
ceso para la vacuna contra el A/H1N1 es el
mismo que para la vacuna de la gripe estacio-
nal”, indica Albert Garcia, médico y epidemió-
logo de Sanofi Pasteur en Lyon (Francia).
A partir de las cepas de la OMS, las empresas
farmacéuticas preparan lotes de semillas de tra-
bajo que permiten adaptar el virus para la pro-
ducción de vacunas a gran escala. “Este
proceso tarda aproximadamente dos semanas
y, una vez efectuados los controles de calidad,
las semillas de trabajo se ponen en cultivo en
huevos de gallina fecundados. Esta tecnología
permite conseguir miles de millones de partí-
culas virales para producir el máximo de dosis
de vacuna con vistas a hacer frente a una pan-
demia”, explica Albert Garcia.
Los virus de la gripe influenza se multipli-
can de forma muy eficaz en los huevos de
gallina embrionados. Desde hace décadas los
utilizan los laboratorios farmacéuticos para
producir cada año millones de dosis de vacu-
na contra la gripe estacional. “Pero el virus
silvestre de la gripe aviar H5N1 no se desa-
rrolla en los huevos, porque los mata”, preci-
sa Albert Garcia. ¿Y si el A/H1N1, que contiene
fragmentos de virus aviar, adoptase este tipo
de comportamiento? “A priori, las cepas selec-
cionadas por la OMS se desarrollan muy bien
en los huevos. Recibimos diferentes tipos de
cepas, entre ellas cepas a las que se les habían
retirado las partes implicadas en la virulencia
contra las aves empleando manipulaciones
genéticas. Usaremos las que crezcan mejor en
los huevos”, continúa Albert Garcia.
Después de una incubación de tres días, se
recogen las partículas virales, se tratan y se
purifican hasta hacerlas completamente
inofensivas. La dosificación final escogida
para la nueva vacuna A/H1N1 se ha determi-
nado tomando como referencia los resultados
rios correspondientes a la fase
6 del plan de alerta. La dificultad radicaba en
la propia definición de las diferentes fases de
este plan, elaborado en gran parte como res-
puesta a la gripe española del año 1918 y revi-
sado en el 2005 para hacer frente a una
posible pandemia de H5N1, y que fue adap-
tado frente a la aparición de un virus gripal
mucho más virulento y más mortal que la
cepa A/H1N1. “El dispositivo imaginado por
la OMS es excesivo en relación a la pandemia
actual. Es como si unos militares hubieran
preparado una batalla con armas clásicas y se
encontrasen con una guerrilla urbana donde
las medidas previstas no fueran muy aplica-
bles. Las consecuencias del nivel 6, tal y como
aparecen en los planes de la OMS, son des-
proporcionadas actualmente con respecto
a las medidas que conviene adoptar”, indica
Antoine Flahault.
Al basarse el sistema de alarma de la OMS
únicamente en el alcance geográfico de la epi-
demia y no en su gravedad, se tuvieron que
adaptar a la situación las medidas propuestas
a los Estados. Cuando pasó al nivel 6 del plan
de alerta, la OMS calificó la pandemia como
“moderada” y recomendó a los gobiernos de
las regiones afectadas que proclamaran el
“estado de urgencia” mientras que instaba
PANDEMIA
Maqueta del virus de la gripe realizada para
la exposición del centenario del Instituto Pasteur.
Percibimos las espículas salientes por fuera de la
envoltura vírica y los segmentos de ARN asociados
a la nucleocápsida en el interior.
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Cultivo del virus de la gripe
en huevos embrionados de gallinas.
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 31
PANDEMIA
Organización Mundial de la Salud
www.who.int/en/
www.who.int/csr/disease/
avian_influenza/phase/en/
European Center for Disease
Prevention and Control
http://ecdc.europa.eu
Centers for Disease Control
and Prevention
www.cdc.gov/h1n1flu/
Universal vaccine
6 socios, 4 países (Bélgica, Reino Unido,
Suecia, Países Bajos)
http://ec.europa.eu/research/health/
influenza/proj12_en.html
www.universalvaccine.org
¿Las mascarillas sirven de protección?
Además de la higiene y la vacunación,
las mascarillas son otro medio de
limitar la propagación del virus.
De hecho, el virus se transmite por difusión
en el aire, en partículas como gotitas o aero-
soles. Existen dos tipos: las mascarillas anti-
proyecciones y las mascarillas respiratorias.
Las primeras están reservadas para los enfer-
mos y para los que les rodean como preven-
ción. Impiden el paso de las gotitas emitidas
cuando la persona tose o estornuda. Estas
mascarillas son desechables y son eficaces
durante ocho horas.
En lo que respecta a las mascarillas respira-
torias, están reservadas para los profesiona-
les de la salud que tengan que estar en
contacto con las personas infectadas por el
virus A/H1N1. Son mucho más “selectivas”
dado que además de evitar la salida de las
gotitas, impiden la entrada de las partículas
de los ensayos clínicos lanzados en agosto.
En respuesta a estos ensayos, los expertos
determinaron también la necesidad o no de
añadir coadyuvantes, es decir, agentes farma-
cológicos o inmunológicos que estimulan la
inmunidad y refuerzan así la eficacia de las
vacunas. Tal y como explica Albert Garcia, la
elección de estas sustancias resulta primordial
en términos de capacidad de producción de
vacunas contra el A/H1N1: “Estimamos que la
capacidad de producción mundial de vacunas
contra la gripe es de entre 400 y 500 millones
de dosis. Ahora bien, en el caso de una pan-
demia, hay que producir mucho más. Para
aumentar esta capacidad, es importante pro-
bar las estrategias que permitan tener una
vacuna que provoque una fuerte respuesta
inmunitaria con un reducido número de
microgramos de antígeno gripal”.
¿Hacia una vacuna universal? Desde la creciente amenaza de pandemia
del virus aviar H5N1 se han intensificado las
investigaciones para elaborar una vacuna úni-
ca que proteja contra la gripe de todos los
tipos y subtipos. Si bien tendremos que espe-
rarla durante unos años, algunas pistas de
investigación parecen prometedoras. Entre
ellas está la puesta a punto de una vacuna
que se basa en la parte externa (M2e) de la
proteína de superficie M2 de los virus gripa-
les, en el marco del proyecto Universal
Influenza Vaccine apoyado por la Comisión
Europea del 2005 al 2007. “Al contrario de la
hemaglutinina, la proteína en la que se basan
las vacunas gripales actuales, la proteína M2
está bien conservada en todas las cepas de
virus de la gripe”, explica Walter Fiers, biólo-
go molecular en la Universidad de Gante
(Bélgica), que ha estudiado este segmento
proteico. La hemaglutinina, también ubicada
en la envoltura de la partícula viral, es la
molécula viral reconocida por el sistema
inmunitario. Al detectarla, las células inmuni-
tarias se apresuran a producir en masa anti-
cuerpos para proteger al organismo en caso
de un nuevo ataque del virus.
“Para Universal Influenza Vaccine, la par-
te más extensa del trabajo fue hacer que el
segmento proteico M2e se hiciera inmunóge-
no, es decir, que engendrase una reacción
inmunitaria y la producción de anticuerpos
por el organismo”, precisa Walter Fiers.
líquidas que emiten los enfermos cuando
hablan o respiran. Se trata de un auténtico
filtro que protege a quien lo lleva de la
inhalación de agentes infecciosos en una
atmósfera contaminada. Por muy eficaces
que sean, estas mascarillas también son
desechables y deben sustituirse cada
cuatro horas.
En las calles de Kobe (Japón), algunos
transeúntes llevan una mascarilla para
protegerse contra la epidemia de gripe A/H1N1,
mayo de 2009.
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Actualmente, la eficacia de la nueva vacuna
ha sido demostrada en ratones y hurones,
y los ensayos clínicos de fase I acabaron con
éxito el año pasado. “Ahora estamos proban-
do si el sistema inmunitario reconoce al seg-
mento M2e del virus A/H1N1. Pero dado que
este segmento se parece mucho a otro seg-
mento M2e reconocido por el organismo, lo
más seguro es que también lo reconozca”,
afirma Walter Fiers.
Con la aparición del H5N1 y ahora del
A/H1N1, la carrera de armamentos entre el
hombre y los virus de la gripe ha pasado
a una fase superior. Hasta ahora, los virus
siempre nos han llevado la delantera. ¿Podrá
algún día el hombre ganar a su eterno ene-
migo? Hasta que los investigadores consigan
poner a punto la vacuna definitiva, la coordi-
nación de los sistemas de vigilancia y la soli-
daridad internacional seguirán siendo las
mejores armas para hacer frente a esta prime-
ra pandemia del siglo XXI.
Audrey Binet
(1) research*eu n° 59, página 14, “¿Hay que temerlos?”
Cúpula del Gran Telescopio
Canarias (GTC), situada
a 2.400 metros de altitud,
en la isla española
de La Palma.
32 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
Llegar de noche al observa-
torio del Roque de los
Muchachos no es muy
buena idea. Algunos
kilómetros después de haber
salido de Santa Cruz, la capi-
tal, el alumbrado público
desaparece (en la isla de La
Palma se toman en serio la
lucha contra la contamina-
ción lumínica). Los visitantes
sólo tienen las luces del
coche para guiarles a través
de 40 kilómetros de caminos
sinuosos que suben hasta allí.
Arriba, hay que utilizar una linter-
na para llegar a la residencia de los
astrónomos. Hay que reconocer que
gracias a eso se camina bajo un cie-
lo plagado de estrellas brillantes. Casi
se las olvida en nuestras ciudades ilu-
minadas en exceso.
Su espejo primario de 10,4 metros de diámetro le convierte
en el telescopio más grande del mundo. Unos meses después
de su puesta en marcha, el Gran Telescopio Canarias reali-
za diferentes operaciones que van desde la recopilación
de datos científicos hasta las operaciones
de calibración. Visitamos este coloso,
encaramado a 2.400 metros
de altitud, en la isla española
de La Palma, en Canarias.
El nuevo ojo de Europa
REPORTAJE
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)
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 33
De día, los astros ceden su lugar a un espec-
táculo no menos fascinante. En este principio
de verano, una hermosa alfombra de retamas
de flores de color amarillo… canario recubre
la montaña volcánica. En esta naturaleza apa-
cible, los telescopios, que ya son doce, se pare-
cen a setas gigantes. Arriba del todo está
situado El Roque de los Muchachos, punto cul-
minante de La Palma, que ofrece una vista ver-
tiginosa sobre un cráter de 8 kilómetros de
diámetro, la Caldera de Taburiente.
Bajo los mejores auspiciosPara René Rutten, jefe de operaciones del
Gran Telescopio Canarias (GTC) y residente des-
de hace años en la peña de Los Muchachos
(antes, dirigía allí el grupo de telescopios Isaac
Newton), era lógico que se eligiera La Palma
como ubicación: “Es el único observatorio de
envergadura mundial en Europa. Los mejores
lugares siempre están situados muy alto, ya sea
en montañas en medio del océano como en
La Palma o en Hawai, o en cadenas montaño-
sas muy próximas a las costas, como en Chile,
con el fin de evitar el calentamiento del aire
a nivel del suelo y, por lo tanto, las turbulencias
atmosféricas”.
Desde el año 1988, el cielo de La Palma
(y de la parte de Tenerife que alberga el obser-
vatorio del Teide), está protegido por la “Ley
del Cielo”. El alumbrado público, la potencia
de las bombillas y su orientación están estric-
tamente reglamentados con el fin de garanti-
zar un cielo muy oscuro por encima de los
observatorios. Para reducir la contaminación
atmosférica, la actividad industrial y el tráfico
aéreo están limitados. Entre otras cosas, está
prohibido sobrevolar La Palma sin autorización
especial. Finalmente, está limitada la emisión
de ondas radioeléctricas para evitar que inter-
fieran con los instrumentos científicos.
La atmósfera estable, la meteorología propi-
cia y esta ley única en su género hacen que esta
montaña canaria sea un lugar privilegiado de
observación, donde actualmente están presen-
tes 62 instituciones de 19 países diferentes.
Ocupado de día y de nocheA las ocho de la mañana, mientras que el
equipo de noche del GTC está a punto de irse
a dormir, el de día desayuna en la residencia
y se desplaza luego en coche para llegar al
emplazamiento del telescopio situado a algu-
nos minutos de allí. En ese lugar no se puede
levantar la vista para mirar la impresionante
cúpula metálica (de 45 metros de altura por 34
metros de diámetro) sin gafas de sol. El mate-
rial ha sido escogido para reflejar la luz e impe-
dir así que la temperatura suba en el interior.
El telescopio recopila datos científicos des-
de marzo de 2009, pero todavía dedica la mitad
de su tiempo a las operaciones de calibración.
“Desde hace algunos días estamos preparán-
donos para el tránsito de un exoplaneta que
se producirá pasado mañana”, anuncia René
Rutten entusiasmado.
Carlos Álvarez es uno de los ocho astróno-
mos encargados de supervisar las observacio-
nes solicitadas al GTC. “Durante el día,
efectuamos las pruebas y las calibraciones
necesarias para las observaciones nocturnas”.
A las cuatro de la tarde, cuando el telescopio
se vacíe temporalmente de sus moradores, este
sonriente deportista volverá a su casa de Santa
Cruz corriendo, ¡tardará tres horas y media!
En las paredes del pasillo que lleva a la sala
del telescopio, una serie de paneles vuelven
a trazar las grandes etapas de su construcción.
Se puso la primera piedra en el año 2000, la
última, siete años más tarde. Costó 104 millo-
nes de euros, el 90 % de los mismos finan-
ciados por el gobierno español (ayudado
por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional
(FEDER)), el 5 % por Méjico y el 5 % restante
por la Universidad de Florida.
Objetivo: turbulencia ceroExiste en el mundo una decena de grandes
telescopios equipados con un espejo primario
de entre ocho y diez metros de diámetro. El
GTC probablemente sea el último representan-
te de esta generación. En los próximos años,
lo destronarán inmensos telescopios con un
espejo de 30 metros.
Cuanto más grande sea el espejo primario,
mejor es la calidad de las imágenes y más lejos
se puede ver en el Universo. No obstante, a par-
tir de los ocho metros de diámetro, es muy com-
plicado construir un espejo de una sola pieza,
sobre todo por razones de peso. De ahí que los
grandes telescopios tengan espejos segmenta-
dos. El del GTC cuenta con 36 segmentos hexa-
gonales de 1,9 metros acoplados a motores para
poder posicionarlos perfectamente entre sí: éste
es el principal dispositivo del sistema denomi-
nado “óptica activa”. El conjunto forma una
superficie cóncava de 81,9 m², equivalente a un
espejo circular de 10,4 metros de diámetro.
La comparación con otros grandes telesco-
pios termina ahí, según René Rutten: “El GTC
es mucho más avanzado tecnológicamente,
porque ha sido construido bastante después
que los demás”. Entre estas tecnologías está la
óptica adaptativa, que se incorporará en el teles-
copio dentro de algunos años. Este sistema
permitirá corregir las aberraciones causadas
por las condiciones atmosféricas. Al penetrar
en nuestra atmósfera, la onda luminosa, hasta
allí completamente plana, se deforma bajo el
efecto de las turbulencias. En cierto modo,
vemos las estrellas algo borrosas, como mone-
das en el fondo del agua.
La óptica adaptativa va a determinar
y a corregir esta deformación casi en tiempo
real, unas 200 veces por segundo. En realidad,
se dirigirá el haz luminoso hacia un pequeño
espejo flexible de una decena de centímetros
de diámetro que se moverá muy rápidamente
para allanar de nuevo el frente de onda. En
resumidas cuentas, el sistema permitirá tener
condiciones de observación muy parecidas
a las de los telescopios espaciales.
Un laberinto de espejosBajo la cúpula, la frescura ambiente se trans-
forma rápidamente en sensación de frío: todas
las instalaciones se mantienen aproximadamen-
te a la temperatura de noche, es decir, unos diez
grados en verano. “Abrimos la cúpula media
hora antes de la puesta del sol para que la tem-
peratura interior se ajuste a la del exterior”,
explica Carlos Álvarez. “Por la noche, el calor
generado por los componentes electrónicos se
evacua empleando agua glicolada. Si la tempe-
ratura de los espejos fuera sólo un grado más
elevada que la del aire, ya detectaríamos pérdi-
das de calidad”, añade René Rutten.
En todo lo alto, exactamente en el eje del
espejo primario, se encuentra un segundo
espejo más pequeño y de forma
REPORTAJE
Primera imagen producida por el GTC
con el instrumento OSIRIS. Se trata de M51, una
pareja de galaxias también conocida con el nombre
de Galaxia Remolino, situada a 23 millones de años
luz de la Tierra. El tiempo necesario de exposición,
con este instrumento, fue de 2 minutos. Para
obtener una profundidad similar, a partir de un
telescopio de un metro de diámetro, harían falta
más de tres horas.
El instrumento OSIRIS.
34 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
A la luz de un eclipse
E l observatorio del Roque de los Muchachos, instalado en lo más alto de La Palma desde el
año 1985, consta actualmente de doce telescopios, y cuenta en su palmarés con algunos
descubrimientos astronómicos tanto en sentido literal como en el figurado. Entre los más
recientes, un estudio dirigido por investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que
descubrió a finales del 2008 la existencia de naftaleno en una nube de materia interestelar en la
constelación de Perseus, a 700 años luz de la Tierra. Esta molécula, sometida a radiaciones ultra-
violetas y combinada con agua y amonio, dos compuestos presentes en (relativa) gran cantidad
en el espacio interestelar, es capaz de producir una amplia gama de aminoácidos esenciales para
la aparición de la vida. Este descubrimiento permite comprender mejor en qué medio estaba
inmersa la Tierra en el momento de la formación de nuestro sistema solar, lo que permitió la
emergencia de la vida.
Más recientemente, en junio de 2009, otro equipo de investigadores del IAC llegó a analizar
detalladamente la composición de la atmósfera terrestre gracias a un eclipse lunar. Los resultados
de su estudio fueron publicados en la revista Nature. El principio es simple: la luz del Sol atraviesa
la atmósfera terrestre, se refleja en la Luna para luego volverse a dirigir hacia la Tierra donde es
captada por un telescopio. Esta nueva técnica permite analizar la atmósfera terrestre como si se
tratara de un planeta distante. De este modo, los científicos han podido determinar los marcado-
res biológicos de nuestra atmósfera, datos que deberían ayudar a evaluar si otros planetas
reúnen las condiciones atmosféricas necesarias para la aparición de la vida.
De los estallidos de rayos gamma a los exoplanetas
OSIRIS funciona desde el infrarrojo hasta
el ultravioleta cercano. Además de la produc-
ción de imágenes, permite la espectroscopia
multiobjetos, es decir, el análisis simultáneo
del espectro de unos treinta objetos celestes,
una baza nada despreciable para un telesco-
pio de este tamaño. Pero lo que le hace úni-
co, según el jefe de operaciones, es su filtro
sintonizable, capaz de seleccionar una parte
muy pequeña del espectro. “Los equipos lo
utilizaron ayer por primera vez para la
Universidad de Méjico, con el fin de observar
la formación de estrellas y los movimientos
dentro de una galaxia activa”.
El filtro también hará posible determinar el
nivel de desplazamiento hacia el rojo (reds-
hift) de los objetos cósmicos. Este término
designa el desfase espectral hacia el rojo de
una onda luminosa, causado por el alejamien-
to de su fuente con relación al observador.
Cuanta más velocidad tenga el movimiento,
mayor es su redshift, y más lejos está el obje-
to. “Si se aplica el filtro a una imagen, se pue-
de ver cómo aparecen galaxias en una
longitud de onda determinada, lo que nos
permitirá medir sus velocidades individuales”.
Con lo que finalmente se podrá saber más
sobre la expansión de nuestro Universo.
de Optical System for Imaging and low
Resolution Integrated Spectroscopy. Por lo tan-
to, aquí acaba el viaje de la luz que duró miles
de millones de años, en esta gran caja azul, ali-
mentada por un número incalculable de cables.
Y se hace imagen, pero sobre todo, dato
científico.
convexa. Refleja la luz obtenida hacia
el tercer espejo situado en el centro del mosai-
co de segmentos, encargado de orientar el haz
hacia uno de los seis emplazamientos donde
están instalados los instrumentos científicos. El
GTC sólo tiene uno por el momento, que lle-
va el nombre de un dios egipcio: OSIRIS, siglas
REPORTAJE
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REPORTAJE
Una plusvalía para Europa
El Gran Telescopio Canarias (GTC) ofrecerá el
90 % de su tiempo a España, principal
financiadora, el 5 % a Méjico y el 5 % a la
Universidad de Florida. Aún así, no hay duda
de que los datos proporcionados por el teles-
copio viajarán más allá de estas fronteras.
¿En el Espacio Europeo de la Investigación (EEI)?
“El GTC acaba de empezar a producir datos, razón
por la cual todavía no existen proyectos directa-
mente relacionados con su utilización financiados
por los Programas Marco (PM) precedentes y los
actuales. Por supuesto, algunos investigadores
que han conseguido tiempo de observación
forman parte de redes de investigación apoyadas
por el 6PM y el 7PM”, asegura Jesús Burgos, direc-
tor de la Oficina de Transferencia de Resultados
de Investigación (OTRI) del Instituto de Astrofísica
de Canarias (IAC).
Por otra parte, los equipos que participaron
en la construcción del GTC compartirán sus
conocimientos en varios proyectos europeos,
entre los que se encuentra la construcción de
un telescopio europeo de grandes dimensio-
nes, el E-ELT (European Extremely Large
Telescope) y del telescopio solar europeo,
el EST (European Solar Telescope).
El Gran Telescopio Canarias
www.gtc.iac.es/
Otros instrumentos irán ocupando progre-
sivamente los emplazamientos. Está previsto
que la CanariCam, una cámara infrarroja a la
vez espectrógrafo, polarímetro y cronógrafo,
esté instalada para la próxima primavera. El
polarímetro servirá, entre otras cosas, para
medir la polarización de las radiaciones emi-
tidas por los objetos más fríos del Universo,
las estrellas en formación o los exoplanetas,
por ejemplo. En cuanto al cronógrafo, se tra-
ta de un dispositivo que hace posible el que
se pueda reproducir un eclipse alrededor de
una estrella, para ver su corona, pero también
los objetos que orbitan alrededor de ella.
Además estará EMIR, un espectrógrafo
multiobjetos que funcionará en el infrarrojo
cercano, y el dispositivo FRIDA, especialmen-
te concebido para funcionar con la óptica
adaptativa del GTC. El instrumento realizará
la “espectroscopia en tres dimensiones”, que
principalmente servirá para observar objetos
muy lejanos con una alta resolución.
La distribución de un tiempo valiosoLa repartición del tiempo de funcionamien-
to del telescopio se asemeja a su estructura
financiera: España se beneficia del 90 % de su
tiempo, mientras que Méjico y la Universidad
de Florida disponen del 5 % cada uno.
Un comité independiente clasifica las peti-
ciones de los centros de investigación según
su interés científico. René Rutten las divide lue-
go en diferentes categorías con arreglo a las
condiciones de observación que requieren. “La
utilización del telescopio aún resulta muy com-
pleja. El primer año, decidimos realizar las
observaciones nosotros para poder centrarnos
en las operaciones científicas, con gente que
sabía exactamente cómo actuar”.
Cuando se acaba la tarde, el astrónomo de
servicio dirige solo las operaciones, ayudado
por un técnico encargado de maniobrar el teles-
copio. “Elegimos de la lista las observaciones
posibles para establecer un programa cientí-
fico según las condiciones de observación”,
explica Carlos Álvarez. Hasta ahora, los equi-
pos han buscado sobre todo a enanas marro-
nes (especie de eslabones perdidos entre las
estrellas y los planetas) y estallidos de rayos
gamma (explosiones violentas relacionadas
con la formación de agujeros negros o con
la colisión de estrellas de neutrones). “También
dedicamos bastante tiempo a estudiar agrupa-
ciones de galaxias muy lejanas”, completa
René Rutten. “Pero el GTC es una herramienta
polivalente que podrá servir para cualquier
tipo de investigación”.
Por cierto, aquí no siempre se sabe lo que
ocurre con los datos diseminados por la
Interior de la cúpula del GTC. La luz recogida
por el mosaico de espejos se dirige hacia el
espejo secundario situado en lo alto (pequeña
estructura cilíndrica), que la reenvía abajo, al tubo
negro, donde se encuentra el espejo terciario
encargado de orientar la luz hacia los diferentes
emplazamientos en los que se sitúan los
instrumentos científicos.
Con el tiempo, el polvo se acumula en
el espejo primario, por eso se limpian
los segmentos cada dos años según un
procedimiento de realuminización.
Eliminamos la fina capa de aluminio
que recubre la estructura para pulverizar otra.
comunidad científica. Pero según Carlos
Álvarez, los astrónomos tienen de qué regoci-
jarse. “En la misma noche, un investigador pue-
de buscar un planeta extrasolar, luego una
galaxia y después de eso un quásar muy próxi-
mo al origen del Universo. Estudiamos nume-
rosos campos. Cuando alguien realiza sus
propias investigaciones, se centra en un cam-
po en particular, con lo que se convierte en un
experto después de algunos años, pero está
más limitado. Este oficio es más general y eso
es lo que más me gusta”.
En unos minutos, el sol se pondrá en un
mar de nubes. El GTC abre su cúpula en un
silencio más bien asombroso. Los datos van
a comenzar a llenar la hilera de pantallas de
la sala de control. Se abrió la veda...
Audrey Binet y Laurence Buelens
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36 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
En el 2001, en Ámsterdam, unos 1.500
científicos implicados en proyectos
de investigación sobre el clima ofi-
cializaron la noción de “Sistema
Tierra”, un sistema único y capaz de autorre-
gularse, constituido por elementos físicos, quí-
micos y biológicos. Una consagración para
James Lovelock quien, durante cerca de vein-
te años, predicó en el desierto para que se con-
siderase al planeta azul con un enfoque
sistémico. Para él, la Tierra es un organismo
gigantesco cuyos componentes actúan en sim-
biosis y mantienen condiciones propicias para
la vida. Una simbiosis que corre peligro por
culpa del hombre, el cual, a través de sus acti-
vidades, amenaza con catapultar este frágil
equilibrio a otra era climática.
Un hombre con múltiples rolesLovelock empezó su carrera en Londres, en
el Medical research council, donde trabajó en
los modos de transmisión del resfriado. Durante
la Segunda Guerra Mundial, desarrolló nuevos
métodos de protección contra el fuego y elabo-
ró una técnica de detección de la radiación tér-
mica para, después de la guerra, dedicarse al
estudio de la criogenia en tejidos vivos.
Fue un hombre de gran maña, autor de nume-
rosas invenciones, siendo la más célebre el detec-
tor de captura de electrones (DCE), un aparato
que creó en el año 1957 y que era capaz de des-
cubrir en el aire rastros ínfimos de productos quí-
micos. Sirvió de herramienta básica para apoyar
las tesis de la bióloga Rachel Carson quien, en
los años sesenta, denunció el impacto negativo
de determinados pesticidas como el DDT sobre
el medio ambiente. El DCE posibilitó también la
demostración de la proliferación de los clorofluo-
rocarbonos (CFC), compuestos responsables de
la destrucción de la capa de ozono.
A principios de los años sesenta, Lovelock se
lanzó a la exploración espacial, un viejo sueño
que tenía desde niño. La NASA aprovechó su
talento como ingeniero en el marco de una
misión que pretendía determinar si el planeta
Marte contenía vida. “El paso por la NASA fue
lo que realmente hizo que me consagrara lue-
go a las ciencias de la Tierra”, explica. “Los ins-
trumentos desarrollados por los investigadores
que participaban en este estudio fueron conce-
bidos para detectar una forma de vida similar a
la que nosotros conocíamos, lo que era para mí
un disparate. Como mis críticas molestaban a
mis colegas biólogos, el responsable de la
misión amenazó con despedirme si no ponía a
punto mi propio dispositivo de detección”.
Entonces el ingeniero propuso realizar un
análisis espectrográfico valiéndose de un teles-
copio infrarrojo con vistas a determinar si se
producían intercambios gaseosos en la atmós-
fera de Marte. Así se obtuvo una especie
Químico, físico, ingeniero,
doctor en medicina, especia-
lista de las ciencias de la
Tierra… James Lovelock tiene
varios ases en su manga y,
precisamente su perfil tan
interdisciplinario le confiere
un gran valor como experto
del clima.
James Lovelock,
RETRATO
James Lovelock:
“Vamos a atravesar
un periodo extremadamente
difícil, pero si superamos
estas pruebas, seremos
mejores seres humanos”.
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research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 37
de huella química de la atmósfera y se pudo
determinar si era equilibrada químicamente, una
técnica muy empleada hoy en día por los astró-
nomos. “Lo característico de los seres vivos es
que utilizan compuestos presentes en el medio
ambiente para producir energía y, por consi-
guiente, desequilibran la composición química
de la atmósfera”. Esta relación entre los elemen-
tos biológicos, físicos y químicos del planeta
despertó la curiosidad de Lovelock. Tras su sali-
da de la NASA en el año 1965, se lanzó como
investigador independiente y empezó a trabajar
en esta cuestión.
De la sombra a la luzEl fruto de estas investigaciones se convirtió
en la teoría de “Gaia”, expuesta en un libro
publicado en el año 1979. En él Lovelock hizo
una analogía entre la Tierra y los organismos
vivos. Un sistema mantenido en homeostasis
la diosa de la Tierra en la mitología griega,
aumentó el descrédito de Lovelock. “La teoría
de Gaia interesaba a los climatólogos pero des-
agradaba profundamente al resto de la comu-
nidad científica, en particular a los biólogos, que
me acusaban, entre otras cosas, de cuestionar
las teorías de Darwin”.
Para los biólogos, era imposible que se
pudiera establecer cualquier forma de colabo-
ración entre organismos que competían perma-
nentemente. Lovelock respondió creando
Daisyworld, un modelo informático concebido
para ilustrar los mecanismos de retroacción de
la Tierra, basado en la regulación de un solo
factor, la temperatura, a partir de un biotopo
rudimentario, con margaritas blancas y negras.
En el transcurso de la primera fase de la simu-
lación, la temperatura era baja y las flores
negras proliferaban porque canalizaban mejor
la luz del sol. Esto tuvo como resultado el
retroacciones estabilizadoras determinadas por
fenómenos físicos, químicos y biológicos ya está
ampliamente aceptada en la actualidad”.
Queda por saber en qué medida el hombre
perturba a Gaia, un sistema con inextricables
facetas. Desde los años setenta, Lovelock no ha
dejado de destacar el papel nefasto de las emi-
siones de CO2 para el equilibrio del planeta. De
ahí que se mostrara a favor de la energía nuclear.
“El desarrollo de las energías renovables es algo
positivo, pero jamás tendrán la capacidad sufi-
ciente para responder a nuestras necesidades”.
Para Lovelock, el calentamiento gradual des-
crito en el último informe del Panel
Intergubernamental de Expertos sobre Cambio
Climático (IPPC, por sus siglas en inglés) es una
increíble subestimación de la magnitud y de la
violencia del cambio climático. Los cambios que
ya se dieron en el clima y los modelos de pre-
dicción concebidos según la teoría de Gaia
dejan prever más bien cambios súbitos e impre-
visibles, tal y como afirma Lovelock en su últi-
mo libro publicado en el 2009. “Los políticos
han pedido previsiones que los científicos en
realidad no pueden dar. Numerosas investiga-
ciones demuestran que los impactos del calen-
tamiento serán mucho más graves. Como botón
de muestra, el estudio del año 2007 dirigido por
James Hansen sobre la subida de las aguas. Los
resultados predicen la subida un 100 % más ele-
vada que las previsiones del IPCC. Este panel
de expertos cuenta con excelentes investigado-
res, pero actualmente no se conocen lo suficien-
temente bien los mecanismos de regulación del
planeta como para intentar comprender con
exactitud lo que nos espera”.
De nada sirve invertir en proyectos de repo-
blación forestal, ni instaurar un sistema de
comercio de derechos de emisión de CO2, ni
promover la utilización de la energía verde.
Según Lovelock, más vale prepararse inmedia-
tamente para un golpe terrible, que causará
millones de muertos y que podría acabar con
la civilización actual. ¿Es pesimista? Más bien no.
Con sus 90 años, este hombre todavía tiene fe
en nuestra capacidad de adaptación. “Creo que
vamos a atravesar un periodo extremadamente
difícil, pero si superamos estas pruebas, sere-
mos mejores seres humanos. Conoceremos
mejor nuestro planeta y sabremos administrar-
lo mejor, lo que hoy en día somos totalmente
incapaces de hacer”.
Julie Van Rossom
o la Tierra viva
RETRATO
gracias a la actividad de sus componentes, como
nuestro cuerpo, cuya temperatura es constante
gracias a la acción conjunta de nuestros órga-
nos. Lovelock llegó a decir que nuestro planeta
estaba vivo, autorregulado por complejos meca-
nismos de retroacciones positivas y negativas
que implicaban tanto a los seres vivos como
a los no vivos. “En el siglo XIX, se percibía nues-
tro mundo como un sistema relativamente fijo
en el que los seres vivos luchaban para adap-
tarse. Hasta el siglo XX los científicos no se fue-
ron dando cuenta del papel de los organismos
y de sus interacciones en la formación de la
atmósfera, los océanos y las rocas de superficie.
Nuestro entorno no es una estructura inerte sino
un vestigio resultado de la evolución de nues-
tros antepasados”.
Gaia suscitó inmediatamente el entusiasmo
del movimiento ecologista incipiente, que vio
en Lovelock un valioso apoyo científico.
Entusiasmo que rápidamente se moderó, pues-
to que este hombre era ferviente defensor de la
energía nuclear, lo que no cuadraba con el
movimiento ecologista de la época. Por parte
de la comunidad científica, se acogió la teoría
con escepticismo, y la referencia a Gaia,
calentamiento del planeta, lo que hizo posible
que crecieran las flores blancas. En resumidas
cuentas, ambos tipos de margaritas subsistían
y el propio hecho de que competieran contri-
buía a mantener una temperatura óptima para
todo el biotopo. Un ejemplo perfecto de las
retroacciones negativas y positivas que funda-
mentan la teoría de Gaia.
Un nuevo equilibrio planetarioDesde el año 1979, Lovelock no ha dejado
de publicar libros y artículos para apoyar su
teoría. Hoy en día, se le considera un invitado
respetado en las conferencias sobre el calen-
tamiento climático y un precursor para los
investigadores que intentan comprender cómo
nuestro medio ambiente reacciona frente a las
emisiones de gases de efecto invernadero. “Lo
que era sólo una hipótesis extravagante a fina-
les de los años setenta se ha ido convirtiendo
poco a poco en una teoría respetable. Nuevas
investigaciones han sacado a la luz el papel del
océano y de los organismos marinos en la regu-
lación del clima, así como la importancia del
ciclo del azufre para los seres vivos y para la
formación de las nubes… La existencia de
38 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
“Los cambios climáticos ya tienen
un impacto observable en las
aves en Europa”, anunció un
grupo de científicos en un artí-
culo que describía el primer bioindicador de los
impactos de los cambios climáticos en la natu-
raleza de Europa(1). Las pruebas de estos impac-
tos sobre la biodiversidad no dejan de aparecer
en estos últimos años: modificaciones en la
abundancia y la extensión de las especies ani-
males y vegetales, cambio en el momento en
que se dan ciertos acontecimientos como la flo-
ración y la reproducción, modificaciones de las
rutas migratorias… Pero hasta hace poco no
existían indicadores para medirlos a escala con-
tinental. Para establecer este indicador de
impacto climático, el denominado “climatic
impact indicator” (CII), los investigadores com-
binaron los datos de distribución de 122 espe-
cies de aves comunes en 20 países europeos,
desde el año 1980 al año 2005 – datos deriva-
dos del proyecto Pan-European Common Bird
Monitoring Scheme (PECBMS)(2)–, con modelos
que predecían cómo podría responder cada una
de estas especies al cambio climático.
Observamos una tendencia decreciente del
CII en los años ochenta, probable reflejo de la
influencia de los inviernos fríos y del cambio
de la utilización del suelo, que provocó una
disminución de las poblaciones de aves. Sin
embargo, desde finales de los años ochenta, el
indicador no dejó de subir, lo que demuestra
que los impactos del calentamiento climático
superaron a los de otras presiones, medioam-
bientales o no. Creció la población de deter-
minadas especies de aves mientras que
disminuyó en el caso de otras: el problema es
que estas últimas representaban el 75 % de las
especies estudiadas (92 de las 122 objeto de la
investigación). La amenaza más seria es la
emisión de gases de efecto invernadero, que
ha aumentado de forma considerable desde la
revolución industrial: la utilización de combus-
tibles fósiles y la desforestación generan emi-
siones de dióxido de carbono (CO2), que se
añaden a las de otros gases de efecto de inver-
nadero importantes: el vapor de agua (H2O),
el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O).
Otras acciones del PECBMSEl PECBMS tiene por objeto promover la uti-
lización de las aves como bioindicadores del esta-
do general de la naturaleza, utilizando datos que
proceden de planes de gestión a gran escala.
Además del CII, el PECBMS ayudó a elaborar
indicadores de la biodiversidad basados en aves
comunes europeas en dos hábitats: las tierras cul-
tivables y los bosques. Mientras que las pobla-
ciones globalmente disminuyeron en un 10 %
entre el año 1980 y el año 2006(3), las aves comu-
nes del bosque disminuyeron en un 9 %, y las de
las tierras cultivables en un 48 % en el mismo
periodo. Resulta cada vez más evidente que este
descenso fue provocado por la intensificación de
la agricultura y de la silvicultura, que conllevó la
pérdida de la diversidad de los cultivos, la des-
trucción de los prados y de las lindes, el mayor
uso de los pesticidas y los abonos, y el drenaje,
afectando todo indirectamente a las aves a través
de la cadena alimentaria. Además de la elabora-
ción de estos indicadores, el PECBMS también
publicó una guía de buenas prácticas para el cen-
so de aves, disponible en la página web del
European Bird Census Council (EBCC).
En abril de 2009, el PECBMS recibió la con-
firmación de que la Dirección General de Medio
Ambiente de la Comisión Europea iba a subven-
cionar de nuevo el proyecto durante tres años,
y además sigue recibiendo la ayuda financiera
de la Royal Society for the Protection of Birds
(RSPB). Está previsto que se efectúen actualiza-
ciones de los datos cada año, que se siga mejo-
rando la calidad de los datos, que se amplíe la
extensión geográfica, que se aumente el
número de especies de aves estudiadas, y que
se intenten crear indicadores para otros hábitats,
como los pantanos y los hábitats objeto de polí-
ticas agroambientales.
De la ciencia a la políticaDichos resultados de investigación indican
que los cambios observados en la naturaleza
y su impacto en las aves y en nosotros mismos
se deben tomar en serio. En el 2002, una de las
decisiones adoptadas en la Cumbre Mundial sobre
el Desarrollo Sostenible representaba un compro-
miso a reducir la pérdida de biodiversidad para
Una serie de nuevos bioindicadores,
basados en las poblaciones de aves
comunes en Europa, permiten evaluar
las consecuencias biológicas de las
actividades humanas: el empleo
de los combustibles fósiles y los
cambios de utilización de los suelos.
Las aves le
BIODIVERSIDAD
El concepto de “especie indicadora”
Un indicador es el sustituto de un pará-
metro que es demasiado efímero o
difícil de medir directamente. En econo-
mía, el Dow Jones es un indicador bursátil que
señala una tendencia sin analizar la totalidad
del mercado. En biología, los indicadores pue-
den medir elementos específicos, como la cali-
dad del aire a través de los líquenes, la humedad
del suelo por medio de las especies de plantas
presentes, o incluso la contaminación causada
por los pesticidas, que se refleja en las poblacio-
nes de aves de presa y, más recientemente,
en las poblaciones de abejas.
La Cumbre de la Tierra, que se celebró en Río
de Janeiro en el año 1992, dio pie al desarrollo
de un indicador similar en el campo de la biodi-
versidad. El PECBMS eligió indicadores basados
en las aves por razones prácticas y científicas:
son relativamente fáciles de observar y son
numerosas, su biología y su comportamiento
se han estudiado bien, y reaccionan rápidamen-
te ante los cambios. Estos indicadores utilizan
decenas de especies de aves comunes, para
dar una imagen global del medio ambiente.
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 39
el 2010. Si Europa quiere alcanzar el ambicioso
objetivo de acabar con el deterioro de la biodiver-
sidad para entonces, debe duplicar sus esfuerzos
para adoptar acciones de conservación de la natu-
raleza. La Unión Europea y la Agencia Europea de
Medio Ambiente adoptaron el CII y el “Farmland
Bird Indicator” (indicador basado en las aves de las
tierras cultivables) como herramientas de medición
oficiales para evaluar el estado de la biodiversidad.
En abril de 2009, la Comisión Europea también
publicó un Libro Blanco que presentaba un paque-
te de medidas de adaptación de cara a la pérdida
de biodiversidad, para reducir la vulnerabilidad de
la Unión Europea frente a los impactos del cambio
climático(4).
Isabelle Noirot
(1) Gregory et al., 2009, www.plosone.org/article/info:doi/10.1371/journal.pone.0004678
(2) El PECBMS es una colaboración creada en el 2002 entre ornitólogos y especialistas de la conservación de la naturaleza, que cooperan a través de otras organizaciones: BirdLife International, The European Bird Census Council (EBCC), y The Royal Society for the Protection of Birds (RSPB), con la asistencia técnica de Statistics Netherlands. El PECBMS reúne datos de las poblaciones procedentes de las misiones anuales de censo en Europa. Está financiado por la Comisión Europea y por el RSPB.
(3) www.ebcc.info/index.php?ID=368(4) ec.europa.eu/environment/climat/adaptation/
hablan a Europa
BIODIVERSIDAD
Una visión del futuro
¿Las tendencias observadas en las aves auguran una
tendencia similar para otras especies? Esta pregunta tan
importante aún no tiene una respuesta clara. No obstante,
los científicos sugieren que la intensificación del calentamiento
climático podría alterar el funcionamiento de todo el ecosistema
y que las actividades humanas (modificaciones del medio ambiente
y transporte de especies exóticas) acabarán por disminuir el número
de especies especialistas y por aumentar un pequeño número
de especies generalistas y perjudiciales, que prosperan en un entorno
alterado. Como resultado se llegará a un medio ambiente cuya
biodiversidad se habrá debilitado en todos los sentidos. Eso se
denomina “la homogeneización biótica”.
Pan-European Common Bird
Monitoring Scheme (PECBMS)
4 socios – 21 países
(AT-BE-BG-CH-CZ-DE-DK-EE-ES-FI-
FR-HU-IE-IT-LV-NL-NO-PL-PT-SE-UK)
www.ebcc.info/pecbm.html
European Bird Census Council (EBCC)
www.ebcc.info
The Royal Society for the Protection
of Birds (RSPB)
www.rspb.org.uk
BirdLife International
www.birdlife.org
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Si bien el cambio
climático podría
perjudicar a cerca de las
tres cuartas partes
de las aves europeas,
algunas especies
meridionales, como
el abejaruco europeo
(Merops apiaster) y la
abubilla (Upupa epops)
podrían extender su
dominio hacia el norte.
40 research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010
BREVES
La fiesta de Darwin“El hombre, con su orgullo, se
considera una obra maestra que
sólo puede haber sido concebida
por una entidad divina. Más
humildemente, considero que
su origen pertenece al mundo
animal”, escribió Darwin. Por
mucho que les moleste a los
creacionistas, el bicentenario de su
nacimiento (1809) se ha celebrado
por todas partes, particularmente
en Europa, donde se han organiza-
do numerosos debates sobre las
preguntas que no dejamos de
plantearnos y cuyas posibles
respuestas no son siempre muy
claras: ¿Cómo aparecen las espe-
cies? ¿Qué papeles desempeñan la
cultura y el medio ambiente en su
transformación? ¿El hombre sigue
evolucionando? ¿Y, finalmente, cuál
es el lugar de Dios en todo eso?
En el 2008, el Museo de Historia
Natural de Londres (Natural History
Museum o NHM) inauguró una
exposición “Darwin Big idea Big
exposition”, la cual retomaba el
enfoque intelectual adoptado por
este científico pionero con el fin
de comprender mejor las distintas
etapas que llevaron a la teoría de
la evolución. En esta exposición
se pudieron ver, entre otras cosas,
organismos y fósiles recogidos en
el viaje de Darwin a bordo del HMS
Beagle, que le llevó de Australia
a América del Sur. Otra “gran idea”
fue la apertura del New Darwin
Centre el 15 de septiembre de
2009. Este “capullo curvado”, toda
una audacia arquitectónica, está
adosado al célebre museo del
siglo XIX. Unos 17 millones de
ejemplares de insectos y 3 millo-
nes de plantas propiedad del
Museo de Historia Natural se
presentarán allí en una puesta
en escena asombrosa, intimista
y espectacular a la vez… El centro
hará posible que 200 científicos
puedan trabajar allí al mismo
tiempo, sin olvidar a los visitantes
interesados en la ciencia y deseo-
sos de conocer mejor el trabajo
de los investigadores.
El Museo de Ciencias Naturales
de París remodeló su famosa
“Galería de la evolución” para
mostrar, a través de sus coleccio-
nes de anatomía y de paleontolo-
gía, cómo la teoría de la evolución
se convirtió en una ciencia. Muy
cerca, en el Jardín de las Plantas
(Jardin des Plantes), se destacaron
los trabajos de investigación de
las plantas de Darwin, así como su
enfoque personal (y apasionado)
de la jardinería.
En la región flamenca de Bélgica, el
jardín botánico de Meise destacó
un Darwin “ecologista” apasionado
por las plantas y que sabe descifrar
sus misterios, interesándose
particularmente por las orquídeas,
las especies carnívoras y la sexuali-
dad de las plantas. En cuanto al
Museo de Ciencias Naturales de
Bruselas, aprovechó este bicente-
nario para inaugurar su nueva
galería de la evolución (con 600
fósiles y 400 animales disecados).
Para la ocasión, se celebró una
exposición pensada sobre todo
para los niños en la que se analizó
el vínculo entre el pasado, el
presente y el futuro. La visita
acababa en una sala dedicada al
futuro, donde el visitante estaba
rodeado de especies que podrían
poblar la Tierra en algunos años.
El Museo de Ciencias Naturales
de Neuchâtel (Suiza) presentó una
exposición titulada con humor:
“Parce Queue” (o “¿para qué sirve
la cola?”). ¿A qué se debió ese
nombre? Posiblemente a que
Darwin no parecía darle apenas
importancia a este apéndice (“Con
sólo ver una cola de pavo real me
pongo malo”, solía decir). Aunque
sea objeto de adorno y de seduc-
ción en el caso del ave, la cola New Darwin Centre (ilustración).
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Ob
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rod
tiene muchos otros usos. Sirve de
arma a la serpiente y el cocodrilo,
de sombrilla a la ardilla, de medio
de expresión al gato o al perro…
Según los organizadores de la
exposición, y si bien no le interesa-
ba este apéndice a Darwin: “Se
trata de un ejemplo formidable de
diversificación que responde a una
evolución del mundo de los seres
vivos en perfecta adecuación con
su entorno”.
Y, finalmente, la página web
“Evolution of life” (en francés, inglés
y alemán) ha tratado este tema de
forma muy pedagógica, en tres
apartados: “observar” (vídeos
y animaciones que remontan el
camino de la evolución), “explorar”
(simulaciones) y “enseñar” (kits
didácticos adaptados a diferentes
niveles).
www.hominides.com/html/
darwin-anniversaire/charles_
darwin-2009.php
www.evolution-of-life.com
El clima protagonista
Una exposición virtual y un juego,
Clim’City, han sido concebidos por
Cap Sciences (Burdeos) para sensibi-
lizar a los jóvenes (a partir de doce
años) sobre el mundo en el que
tendrán que vivir, centrándose en
la reflexión sobre el candente tema
del calentamiento climático.
¿Qué clima se espera para el 2010?
LA CIENCIA AL ALCANCE DE LA MANO
BREVES
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 41
¿Cómo se pueden reducir ya
las emisiones de gases de efecto
invernadero? ¿Cómo se va a
adaptar el hombre a las condicio-
nes climáticas del futuro? La
exposición ofrece un abanico de
paisajes virtuales idílicos: viviendas
acogedoras, centrales eléctricas
agradables, vacas paciendo, un
maravilloso lago azul, una estación
de esquí nevada… Al hacer un clic
en estos elementos, nos damos
cuenta de que la realidad es más
compleja. En inglés y en francés,
más de 300 documentos (textos,
vídeos, entrevistas, esquemas,
gráficos, animaciones) nos infor-
man sobre el futuro incierto de
estos biotopos.
Clim’City aborda así de forma
lúdica una docena de temáticas
(climatología, política, transportes,
vivienda, energía, industria,
agricultura, deshechos, salud,
biodiversidad, alimentación,
turismo y ocio). Un juego interacti-
vo permite luego poner en prácti-
ca la información que se escondía
detrás de las imágenes e intentar
actuar personalmente sobre el
medio ambiente, es decir, simular
la reducción de la propia huella
ecológica. El objetivo del juego
es dividir por cuatro las emisiones
de gases de efecto invernadero
para que se respeten las normas
europeas. Un juego que podría
ser más que eso, puesto que de
todos es sabido que los niños
suelen ejercer una gran influencia
sobre los adultos.
climcity.cap-sciences.net
Un artista y niños
“Concibo mis exposiciones como
instalaciones, donde los niños y los
adultos pueden experimentar lo
que es un objeto de arte de dife-
rentes maneras: mirándolo, tocán-
dolo, subiéndose encima… en
resumidas cuentas, jugando con él.
Mis proyectos suelen funcionar
como un teatro, en el que los niños
son a la vez visitantes y actores”,
explica Alexander Reichstein. Su
Bestiarium Construendum, presenta-
do actualmente en el centro de
ciencias Heureka (Finlandia), está
compuesto por animales esculpi-
dos, muy simples, que se desman-
telan y conforman rompecabezas
en tres dimensiones con los que los
niños pueden componer nuevas
criaturas. Basta con coger las alas
de uno, la cabeza o la cola de otro,
y ya está. Otro modo de abordar los
seres vivos…
A Alexander Reichstein, de origen
ruso y que vive en Finlandia,
también le gusta ilustrar libros para
niños, trabajando a veces con ellos.
Otra de sus exposiciones itineran-
tes, All of Life Long Ago, recorrerá
Finlandia y Suecia. En ella se
presenta todo el camino de la vida,
desde el nacimiento hasta la
muerte, presentado de forma
poética y lúdica en “casitas” que
se refieren a cada etapa importante
de la existencia. Estas chozas casi
transparentes han sido decoradas
por Anna-Clara Tidholm, autora e
ilustradora de libros para niños.
www.heureka.fi/portal/
englanti/exhibitions/curious_
creatures/
www.halsinglandsmuseum.se/
def-aktuellt.asp?lnk=aktuellt
El museo de los seres vivos o la enci-clopedia ecológica
El Museo de la vida (Musée du
vivant) pretende ser el primer
museo internacional sobre la
ecología y el desarrollo sostenible
“para que se comprenda el mundo
actual”. Fundado por la escuela
francesa de agronomía AgroParis-
Tech, apuesta por lo virtual y se
caracteriza por la abundancia,
la diversidad y la seriedad de
la documentación en línea.
Su página web proporciona
acceso a archivos científicos, tesis
y artículos, pósteres, fotografías,
películas que tratan de la ecología
y el desarrollo sostenible de los
fondos de la escuela. Este material,
a menudo “imposible de encon-
trar”, de seguro interesará a los
investigadores, los estudiantes,
las asociaciones, así como a todos
los implicados en la evolución de
la ecología, considerada bajo el
ángulo político, cultural y econó-
mico. El amplio apartado “archivos”
está acompañado de una rúbrica
de actualidad (noticias breves,
agenda de acontecimientos,
nuevos recursos pedagógicos),
además de numerosos enlaces.
Desde el 2006, AgroParisTech
dirige también la red Ecology and
Sustainable Development Network,
que reúne a las instituciones de
conservación del patrimonio
interesadas en la temática
“ecología”, particularmente las
que pertenecen al Consejo Inter-
nacional de Museos (ICOM)
o a la UNESCO. Una iniciativa
que no se toma a la ligera...
www.agroparistech.fr/
-Musee-du-vivant-.html
Bestiarium Construendum de Alexander Reichstein.
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EL RINCÓN PEDAGÓGICO
BREVES
42 research*eu n°62 | FEBRERO 2010
En EU Bookshop pueden consultarse y encargarse
más publicaciones sobre la Unión Europea:
bookshop.europa.eu
PUBLICACIONES Emerging trends in socio-economic sciences and humanities in Europe
2009, 144 páginas,
ISBN 978-92-79-11136-5
El proyecto METRIS (Monitoring Euro-
pean trends in the Socio-economic
Sciences and Humanities) pretende
servir de apoyo para el Espacio Europeo
de la Investigación (EEI) en el campo
de las ciencias humanas y sociales. En
este informe, el grupo de expertos de
METRIS identifica las nuevas tendencias
en esta área de investigación que
representa una importante ayuda
para los responsables políticos.
International Cooperation with Africa in FP6
2009, 348 páginas,
ISBN 978-92-79-10408-4
En el año 2005, la Unión Africana
adoptó el Plan de Acción Consolidado
para África en el área de Ciencia
y Tecnología (CyT), una iniciativa que
requiere un sólido apoyo internacio-
nal. Este catálogo presenta los recien-
tes avances del programa específico
de cooperación internacional CyT
(INCO) del Sexto Programa Marco.
Europe Research on Youth
2009, 76 páginas,
ISBN 978-92-79-11450-2
Esta publicación analiza los proyectos
de investigación en socioeconomía
sobre los jóvenes. Tomando como
base los resultados obtenidos en
materia de inserción de los jóvenes
en el mercado laboral y su participa-
ción como ciudadanos en la sociedad,
se plantean recomendaciones
concretas para los responsables
políticos y las personas que trabajan
con ellos.
European Research Socio-economic Sciences and Humanities
2009, 236 páginas,
ISBN 978-92-79-09798-0
Catálogo de los proyectos de
investigación en ciencias humanas
y socioeconómicas del Séptimo
Programa Marco que abarcan la
estrategia de Lisboa, el desarrollo
sostenible y la cohesión regional, las
principales tendencias de la sociedad,
Europa en el mundo, los ciudadanos
en la UE, los indicadores, las previsio-
nes y las infraestructuras.
Moving Europe: EU research on migration and policy needs
2009, 48 páginas,
ISBN 978-92-79-09698-3
La demografía, las migraciones, la
integración y la cohesión social son
temas clave para la Unión Europea,
que forman parte del Séptimo
Programa Marco de Investigación.
Este informe presenta una breve
descripción de los proyectos relacio-
nados con las migraciones y la
integración de los inmigrantes,
financiados en los últimos cinco años.
SME FP6 Project Catalogue
2008, 590 páginas,
ISBN 978-92-79-05952-0
El Sexto Programa Marco de Investiga-
ción hizo posible el que pequeñas
y medianas empresas (PYMEs)
innovadoras, con buenas ideas de
investigación pero sin ayudas financie-
ras, entraran en contacto con los
socios adecuados gracias a los progra-
mas “investigación cooperativa”
e “investigación colectiva”. Este docu-
mento enumera los 473 proyectos
financiados por estos dos programas.
Los sabuesos de los cielos
Espejos del Gran Telescopio Canarias.
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SM
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)
El Gran Telescopio Canarias (GTC), inaugurado recientemente,
promete descubrimientos extraordinarios a sus astrofísicos (véase el
artículo de la página 32). El impresionante tamaño de su espejo tiene
mucho que ver con ello, pero la clave de sus futuros éxitos estriba sobre
todo en la precisión de los instrumentos imprescindibles para el trabajo
de los expertos: los espectrómetros. ¿Cómo estos aparatos, desde la
Tierra, pueden desvelar los misterios de las más lejanas nebulosas?
Como Newton demostró en el siglo XVII, un prisma descompone los
rayos solares en un espectro continuo de colores, correspondiendo cada
uno de ellos a una gama de frecuencia. De hecho, cada estrella emite una
luz propia cuyo espectro, al ser descifrado, nos informa sobre parámetros
tan variados como su composición, su velocidad o incluso su densidad.
Desde la llegada de la física cuántica, sabemos que cualquier átomo está
constituido por un núcleo alrededor del cual gravitan electrones a los que
corresponden capas de energía bien determinadas. Si, con un aporte de
energía, un electrón salta sobre un orbital de energía superior, en el momento
de su desexcitación emitirá un fotón (partícula de luz) cuya frecuencia
depende de la diferencia de energía entre los dos niveles concernidos.
Así pues, dado que cada elemento presenta orbitales electrónicos caracterís-
ticos, el conjunto de las rayas espectrales de una estrella proporciona la
composición química de la misma a miles de años luz de distancia.
A esto hay que añadir el efecto Doppler: el sonido de un Fórmula 1
parece más agudo cuando se va acercando a los micrófonos y, al
contrario, más grave cuando se va alejando. De la misma forma, las rayas
espectrales de una estrella también se desplazan con arreglo a su veloci-
dad relativa. Precisamente este desplazamiento hacia el rojo (hacia las
frecuencias más bajas) sistemático de los cuerpos lejanos, es lo que
confirma la expansión del Universo. Finalmente, cuanto más denso sea
un gas, más chocan las partículas que lo componen, produciéndose
un ensanche característico de las rayas espectrales.
Con tales bazas, nadie duda que los cuatro espectrómetros
incorporados en el supertelescopio europeo ofrecerán una visión
aún más penetrante de la bóveda celeste.
Fay Christodoulou
research*eu n°62 | FEBRERO DE 2010 43
BREVES
AGENDAPodrá estar al día de los acontecimientos
referentes a la investigación y el desarrollo
en la página web:
ec.europa.eu/research/headlines/
archives_diary_en.cfm
OPINIÓN
Hogar, no tan dulce hogar.En el tema del cambio climático, que susci-
ta tanta controversia, no faltan acérrimos defen-
sores o detractores que intentan probar o negar
que exista.
En este contexto, es difícil sensibilizar
y transmitir un mensaje constructivo y al alcan-
ce de todos sin que sea tachado de propagan-
da. Es verdad que no estamos acostumbrados
a que “se promocione” la ciencia. ¡Pero aquí
no se trata de publicidad engañosa, sino de
una hipótesis (fundamento de toda reflexión
científica), con una gran probabilidad de que
afecte a la humanidad! ¿Qué puede haber de
indignante en querer sensibilizar a los demás
sobre la suerte que corre su medio ambiente?
¿O qué hay de idealista en creer que el inmo-
vilismo podría dejar paso a un deseo de con-
tribución individual, por muy pequeña que
fuera?
Dos personas comprometidas “han apro-
vechado” su notoriedad para informar al
gran público. Un político que se lanzó al
séptimo arte con “Una verdad incómoda”
(“An Incon venient Truth”). Película “Gore” pero
muy pedagógica, con demostraciones, explica-
ciones muy claras y que se apoyaba en los
resultados de proyectos científicos.
Y un artista que pretende sensibilizar a los
políticos con su “Home”, diario de viaje que
pone el énfasis en las imágenes, sublimes, pero
que a veces asustan.
Sí, la crítica puede ofenderse y criticar con
dureza el tono, la forma, las fuentes, las inten-
ciones, las motivaciones, el carácter intuitivo
y preventivo de estas dos películas y hasta
denominarlas catastrofistas… Pero, con todas
sus imperfecciones, estos dos mensajes nos
confrontan con la realidad de nuestro planeta,
provocando sentimientos incómodos de cul-
pabilidad, inquietud, confusión e incluso
incompetencia. Y hacen que nos impliquemos
más. ¿No es ya en sí una victoria mientras que
en Copenhague el clima se enfría?
France Fillon
Asistente, Comisión Europea.
JÓVENES INVESTIGADORES
Fuera del laboratorio, en un mundo
de financieros, médicos y juristas,
me divierte decir que soy “bióloga
molecular”. La gente generalmente
se queda quieta, extrañada, como
si alguien les estuviera mostrando
una fruta exótica.
En el EMBL(1),esto no tiene nada
de fantasioso. Aunque nuestro
equipo (el grupo Arendt) parece
bastante especial porque trabaja-
mos con un “fósil vivo”, el gusano
marino Platynereis dumerilii,
intentando comprender la evolu-
ción cerebral en este organismo.
Las formas de vida que precedie-
ron al hombre (y a muchas otras
especies) tenían un cerebro más
simple, y es precisamente lo que
me interesa, porque me gustaría
saber cómo empezó todo. Pensa-
mos que Platynereis es una especie
de antepasado lejano y, al estu-
diarlo, he identificado cómo una
clase de moléculas descubiertas
recientemente, los microARN,
marcaron partes específicas del
cerebro y de otros órganos de
la evolución animal.
Me gusta hablar de lo mucho
que me fascinan “mis gusanos”
y de hasta qué punto este proyec-
to es apasionante. Participé en
el proyecto SET Routes(2), una
iniciativa europea cuyo fin era
despertar el interés de los jóvenes
por la ciencia. Hablé de mi expe-
riencia en algunos institutos de
secundaria griegos donde los
alumnos, muy interesados en este
tipo de investigación, se espera-
ban encontrar a una “carroza”.
Descubrieron que una científica
podía ser “normal”, tener activida-
des fuera del trabajo, como ser
disck jockey, viajar, practicar
deporte o la fotografía.
La imagen estereotipada del
científico les parece “tan seria”
a los jóvenes que puede desani-
marles a interesarse por este
mundo. Lo más irónico es que la
nueva generación parece desen-
cantada con muchas de las demás
opciones y siguen estando poco
informados sobre las perspectivas
de la ciencia…
Entusiasmar a jóvenes fue un
placer, porque el papel de un
investigador no sólo es innovar
sino también comunicar y enri-
quecer los conocimientos de la
comunidad. Por eso decidí dedi-
carme a esto. Se lo debo primero
a un excelente comunicador, mi
profesor de biología del instituto,
en Atenas. Mi pasión por la evolu-
ción se concretó luego en la
Universidad de Sussex. Ahora está
dando sus frutos con la ayuda de
Detlev Arendt, mi director de tesis
de doctorado.
Fay Christodoulou
(1) European Molecular Biology Laboratory, Heidelberg (Alemania)
(2) www.set-routes.org
Fay, bióloga molecular, 26 años
LA CIENCIA EN IMÁGENESK
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Esto no es una noche de luna llena… ...sino una red de nanotubos de una
vesícula gigante vista a través de un
microscopio de fluorescencia. La comu-
nicación entre los compartimientos que
constituyen la célula la realizan, en
parte, tubos finos de membrana que
permiten el transporte canalizado de
moléculas (y, por lo tanto, de informa-
ción). Para determinar los mecanismos
esenciales y los parámetros físicos que
regulan este fenómeno, unos investiga-
dores reconstituyeron in vitro un siste-
ma modelo de nanotubos de membrana
impulsados por motores moleculares.
Cuando se consiga dominar la forma-
ción y la dinámica de tales sistemas se
podrán obtener aplicaciones muy intere-
santes para las nanociencias.
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