novena a la divina pastora
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NOVENA
A LA VIRGEN MARÍA,
DIVINA PASTORA
DE LAS ALMAS
2
La presente edición ha sido elaborada por los Misioneros Verbum Dei.
Las oraciones: inicial, de petición y final; han sido tomadas de la “Novena a la
Divina Pastora” de Mons. Omar Ramos Cordero. Ed. Paulinas.
Las reflexiones escritas por el P. Venancio Ancajima, fmvd.
Cantos populares.
Imágenes de dominio público, tomadas de internet.
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ÍNDICE
Presentación…………………………………….. Pág. 4
0. ¿Cómo rezar la novena?.................................... Pág. 5
1. Oración inicial para todos los días…………… Pág. 6
2. Reflexión para cada día……………………… Pág. 7
Primer día................................................. Pág. 7
Segundo día……………………………. Pág. 9
Tercer día……………………………….. Pág. 11
Cuarto día………………………………. Pág. 12
Quinto día………………………………. Pág. 14
Sexto día……………………………….. Pág. 16
Séptimo día…………………………….. Pág 18
Octavo día……………………………… Pág. 20
Noveno día……………………………. .Pág. 22
3. Petición para todos los días…………………. Pág. 24
4. Padre nuestro, Ave María y Gloria…………. Pág. 25
5. Oración final para todos los días…………… Pág. 26
6. Oración de consagración a María…………… Pág. 27
Cantos Marianos………………………………. Pág 28
Himno a la Divina Pastora……………. Pág. 28
María la Madre Buena………………… Pág. 29
Magníficat…………………………….. Pág. 29
Oh María……………………………… Pág. 29
Estrella de la mañana…………………. Pág. 30
Popurrit……………………………….. Pág. 30
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PRESENTACIÓN
Queridas familias y pequeñas comunidades de fe de nuestra
Parroquia Urbana Santa Cruz, les dirijo mi más cordial y afectuoso
saludo al inicio de la Novena a nuestra Excelsa Patrona, la Divina
Pastora. Pocas ciudades en el mundo son tan privilegiadas como
Barquisimeto donde la Imagen de la Virgen recorre cada año sus
Avenidas y sus calles. Este salir a recorrer las calles y pasar frente
a las casas o detenerse delante de ellas, aunque sea unos
momentos, es una muestra de cómo la Madre de Dios no está lejos
de las angustias y tristezas, de los dolores, lágrimas y sufrimientos
de sus hijos. Verla pasar al frente de nuestras casas es reconocer
que nos lleva a todos en su corazón de madre, y estar en su corazón
es estar muy cerquita de Dios. Ella sabe pedirle a Dios lo que
nosotros tal vez no sabemos expresar o pedir.
¡No hay alegría más grande para una madre que ver a todos
sus hijos reunidos compartiendo como hermanos! Que esta
próxima venida de nuestra Madre la Virgen a nuestra Parroquia sea
un motivo para congregarnos con alegría y entusiasmo en nuestras
casas todos los vecinos, familiares y amigos y compartir, dialogar
y orar todos juntos. Que su paso por nuestra Parroquia nos
convierta en mejores padres, en mejores hijos, en fieles esposos y
en excelentes vecinos. Que la Virgen –Madre nos ayude a todos a
imitar sus virtudes. Con afecto y cariño.
P. Eusebio Úsuga, fmvd. Párroco.
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1. Oración inicial para todos los días. (pág. 4)
2. Reflexión para cada día. (pág. 5-16)
3. Petición para todos los días. (pág. 18)
4. Padre nuestro, tres Ave María y Gloria. (pág. 18)
5. Oración final para todos los días. (pág. 19)
6. Oración de consagración a María: Bendita sea tu pureza (pág.20)
0. ¿CÓMO REZAR LA
NOVENA?
6
Dios Padre nuestro,
por el gran amor que nos tienes
nos has dado a tu Hijo Jesús,
nacido de la Virgen María,
por obra del Espíritu Santo,
para que fuera nuestro hermano,
nuestro compañero, nuestro redentor.
Él quiso darnos a la Virgen por Madre,
cuando moría en la cruz.
Ella ha cumplido su oficio con nosotros,
demostrándonos cariño maternal
y llevándonos a Jesús.
Como Divina Pastora se pone a cuidarnos
como los pastores cuidan a sus ovejitas.
Gracias por darnos a Jesús, Buen Pastor,
y a la Virgen, Divina Pastora.
Queremos ser siempre
ovejas fieles de su rebaño que es la Iglesia.
Amén.
1. ORACIÓN INICIAL
PARA TODOS LOS DÍAS.
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PRIMER DIA
MARÍA ELEGIDA Y AMADA DE DIOS
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS.
Lectura del evangelio según san Lucas. (Lc 1,26-28)
“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen que estaba
comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la
familia de David. La virgen se llamaba María. Llegó el ángel
hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo»”. Palabra de Dios
MEDITACIÓN.
¡Alégrate María! El Señor se ha fijado en ti, te ha mirado
con inmenso amor, te ha elegido y te conoce muy bien. ¡Que dicha
inunda tu corazón María al escuchar esas palabras! Ella, se siente
amada desde su nacimiento, pues ya fue mirada con amor desde el
vientre materno. Ha sido cuidada y bendecida a lo largo de toda su
vida. Dios mismo le abre los ojos a ver que Él siempre ha estado
con ella y así abre su corazón a sentirse muy amada.
Esa misma mirada de amor se fija en cada uno de nosotros:
“antes de haberte formado en el vientre de tu madre ya te
conocía” (Jer 1,3). Si, tú eres una persona amada desde antes de
nacer por Aquel que te llamó a la vida: “Y ahora, así te habla
Yahvé, que te ha creado, Jacob, o que te ha formado, Israel. No
temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre, tú
eres mío” (Is 43,1).
2. REFLEXIÓN PARA
CADA DÍA.
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Dios al traernos a la vida no se desentendió de nosotros. Él
ha estado siempre acompañándonos, cuidándonos, levantándonos
en todas las encrucijadas de nuestro camino. Junto a María nos
invita a ver “cómo los llevó durante todo el camino, como un
padre lleva a su hijo, hasta que llegamos a este lugar” (cf. Dt
1,31).
Alégrate tú también, junto a María, porque el anuncio del
ángel es también para ti. “¡Alégrate,… porque el Señor está
contigo¡”. No sólo “estuvo” contigo, sino que “está”, “está hoy”,
en un presente continuo que nos expresa su preocupación, su amor
y su predilección por ti.
PREGÚNTATE.
- ¿Sientes la alegría de vivir?
- ¿Te vives como una persona muy amada por Dios?
CON MARÍA VIVIRÉ HOY.
La alegría de saberme hijo(a) muy amado(a) por Dios.
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SEGUNDO DIA.
MARIA, MUJER QUE ESCUCHA A DIOS.
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS.
Lectura del evangelio según san Lucas. (Lc 1,29-35).
“María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se
preguntaba qué significaría tal saludo. Pero el ángel le dijo: «No
temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás
en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de
Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El
Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará
por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.»
María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy
virgen?» Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti
y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño
santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios”.
Palabra de Dios.
MEDITACIÓN.
¿Quién no se sorprendería al escuchar que Dios le está
hablando? Es sorpresa, no es miedo. Tienes el regalo María de
escuchar a Dios a través del ángel presentándote ser la madre de su
Hijo y tú, dialogas con Él, preguntas ¿cómo será esto? Y él te lo
explica. ¡Qué maravilloso diálogo entre la creatura y el Creador!
Eso es la oración: “Tratar muchas veces, a solas con Aquel que
sabemos nos ama” (S. Teresa de Jesús). Hablarle, alabarle,
pedirle… pero, sobre todo, escucharle. ¿Escuchar su voz? Si. Pero,
no una voz de ultratumba, sino su voz que resuena hoy para
nosotros a través de la Sagrada Escritura, “pues a Dios hablamos
cuando oramos, a Dios escuchamos cuando leemos sus palabras”
(S. Ambrosio).
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María, enséñame a escuchar a Dios en la oración, a
comprender su voluntad para mi vida, a descubrir esos proyectos
grandes que tiene para mí como los tuvo contigo. Muchas veces
sólo pido y pido. Hoy quiero hacer silencio y escuchar su voz, su
Palabra que quiere hablarme al corazón y contigo Madre permitir
que se encarne también en mi.
PREGUNTATE.
- ¿Uso la Biblia en mi oración para en ella escuchar a Dios?
- ¿Leo con frecuencia la Biblia que es Palabra de Dios?
- ¿He aprendido a escuchar a Dios cuando hago oración?
CON MARÍA VIVIRÉ HOY.
Decidirme a amar la Sagrada Escritura (la Biblia) y
aprender a usarla cada en mi oración, pues, a través de ella,
puedo escuchar a Dios.
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TERCER DIA.
MARÍA, MUJER QUE CONFÍA EN DIOS.
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS.
Lectura del evangelio según san Lucas. (Lc 1,37-38).
“«Para Dios, nada es imposible». Dijo María: «Yo soy la
servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la
dejó el ángel”. Palabra de Dios
MEDITACIÓN.
Dijiste “Si”, María y por tu “Si” nos vino la salvación.
Totalmente confiada en Dios, para el cual nada hay imposible,
aceptaste el gran proyecto de ser la madre de su Hijo, nuestro
Salvador. Sabías que eso no era fácil, pues nunca son fáciles los
planes de Dios, estaba en juego tu propia vida. Pero, pensaste en
nosotros. Ese Hijo que iba a nacer sería el Redentor de la
humanidad y en tu amor, unido al amor de Dios, aceptaste
colaborar en nuestra redención. ¡Gracias Madre por tu Si, que nos
ha liberado del pecado y de la muerte eterna!
“¡Hágase en mi!”, es lo que también yo puedo decirte hoy a
ti, mi Dios. Tú sigues buscando hoy hombres y mujeres que se
atrevan a colaborar contigo para que muchos más encuentren la
salvación, experimenten tu amor, conozcan a tu Hijo y lo reciban
en su vida. ¿Quién los acercará a tu Hijo? ¿Quién les anunciará tu
Palabra de amor? ¿Quién les mostrará que los estás buscando y a la
vez esperando con los brazos abiertos?... ¡Hágase en mi Señor, yo
quiero ser tu servidor(a)!
María, dame tu mirada de amor hacia todos tus hijos, la
humanidad entera, que está aún esperando la verdadera vida, la
libertad del pecado y de los vicios, el amor que colme todos sus
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deseos, la plenitud que en el mundo no encuentra. María,
enséñame a colaborar con Dios para que todos lleguen a conocer a
tu Hijo, le amen y le sigan; pues “el que tiene al Hijo tiene la vida”
(cf. 1Jn 5,12).
PREGUNTATE.
- ¿Soy consciente que me tienes como colaborador tuyo para
que llegue la salvación también a otros?
- ¿Cómo estoy dando testimonio de mi ser cristiano en mi
familia, escuela, universidad, trabajo, vida social, iglesia?
CON MARÍA VIVIRÉ HOY.
Anunciar a Jesucristo con mis gestos, actitudes, buenas
obras y mi palabra a quienes hoy encuentre.
CUARTO DÍA.
MARÍA, MADRE Y MAESTRA DEL HIJO.
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS.
Lectura del evangelio según san Lucas. (Lc 2,51).
“Jesús entonces regresó con ellos, llegando a Nazaret.
Posteriormente siguió obedeciéndoles. Su madre, por su parte,
guardaba todas estas cosas en su corazón. Mientras tanto, Jesús
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crecía en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los
hombres”. Palabra de Dios
MEDITACIÓN.
De ti María y de José, aprendió Jesús todo lo que
necesitaba. Tu amor de madre, y por supuesto el amor paterno de
José, su padre putativo, formó en él mucho de su personalidad.
Jesús es el Hijo amado de Dios que se dejó amar, cuidar, corregir y
enseñar a obedecer en todo la voluntad de Dios, su Padre. De ti,
María, aprendió a escuchar a Dios y a decirle siempre “hágase” (cf.
Mc 14,36) y a ayudar a los más necesitados como cuando se lo
pediste en las bodas de Caná (cf. Jn 2,1ss).
Toda Mamá y Papá se convierten en maestros de su hijo(a)
al ayudarle a crecer y llegar a ser “persona” en todo el sentido de la
palabra. De ti, Mamá y Papá, tus hijos e hijas aprenderán a
acercarse a Dios y experimentar su amor por el amor que tú les
muestres; aprenderán a orar y confiar siempre en Dios si oras junto
a ellos; y también los valores humanos y cristianos que lo harán
una “buena persona” al darles ejemplo con tu amor y servicio a los demás.
María y José, queremos ser buenos padres y madres. Sean
nuestros modelos de vida e intercedan por nosotros, y por todos los
padres y madres del mundo, para que todos nuestros esfuerzos por
educar a nuestros hijos e hijas sean con amor, sabiduría y ejemplo
de vida.
PREGUNTATE.
- ¿Cómo estás amando y educando hoy a tus hijos e hijas?
- ¿Cómo les inculcas la fe a tus seres más cercanos?
- ¿En qué necesitas mejorar para que tu amor materno o
paterno, sea reflejo del amor de Dios para tus hijos e hijas?
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CON MARÍA VIVIRÉ HOY.
Orar con mis hijos e hijas y tener hacia ellos mayor
atención, dedicación y amor con cada uno.
QUINTO DÍA.
MARÍA, DISCÍPULA DEL HIJO
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS.
Lectura del evangelio según san Mateo. (Mt 12,46-50).
“Mientras Jesús estaba todavía hablando a la
muchedumbre, su madre y sus hermanos estaban de pie afuera,
pues querían hablar con él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus
hermanos están ahí fuera y quieren hablar contigo.» Pero Jesús
dijo al que le daba el recado: «¿Quién es mi madre y quiénes son
mis hermanos?» E indicando con la mano a sus discípulos, dijo:
«Estos son mi madre y mis hermanos. Tomen a cualquiera que
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cumpla la voluntad de mi Padre de los Cielos, y ése es para mí un
hermano, una hermana o una madre»”. Palabra de Dios
MEDITACIÓN.
Madre María, alguno pensaría que Jesús te está rechazando,
sin darse cuenta que lo que en realidad hace es alabar quién eres
para Él. Eres la mujer que escuchas a Dios y en todo cumples su
voluntad. Eres la discípula perfecta, modelo acabado para nosotros
que queremos seguir también a Jesús y llegar a ser como Él. Eres
la madre, hermana, amiga, compañera en el seguimiento de tu
Hijo. María no es una diosa, pero si es quien más ha amado a Jesús
Un cristiano que quiere ser verdadero discípulo misionero
de Jesús no puede dejar de lado en su vida a María. En ella Dios
nos revela su rostro materno de la manera más cercana y familiar,
más eficaz y delicada. María, toda y sólo amor, engendra, forma,
educa y acompaña por los mismos pasos de Jesús a los dispuestos a
seguirle hasta las mayores pruebas y extremos de amor.
María, sé nuestra modelo y compañera en este maravilloso
camino de seguir a Jesús. Queremos escuchar su voz cada día,
como lo hiciste tú; aprender de ti a vivir su palabra, a amar como
Él amó; que junto a ti se nos reconozca como discípulos
misioneros de Jesús porque vivimos como Él vivió.
PREGUNTATE.
- ¿Es imprescindible María en mi vida cristiana?
- ¿Es mi educadora y modelo en la imitación de su Hijo?
CON MARÍA VIVIRÉ HOY.
Un mayor amor hacia María, pidiéndole sea mi modelo y
ayuda para ser un auténtico discípulo misionero de Jesús.
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SEXTO DÍA.
MARÍA, ALIENTO PARA EL HIJO EN LA PRUEBA
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS.
Lectura del evangelio según san Juan. (Jn 19,25).
“Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la
hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala.
Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería,
dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Después dijo al
discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquel momento el
discípulo se la llevó a su casa”. Palabra de Dios.
MEDITACIÓN.
María estaba de pie ante la cruz, expresando fortaleza y
ánimo a Jesús, a pesar de tener traspasado el corazón por la espada
del dolor de ver al Hijo allí clavado. Tú, María, bien sabes que
amar conlleva sufrimiento; que hacer la voluntad de Dios pide la
entrega de la vida. Tú acompañas, con amor y dolor, la decisión de
Jesús de amarnos hasta el extremo, de dar su vida en la cruz para
que nosotros nos veamos liberados del pecado y de la muerte, para
que vivamos en una vida nueva.
Hoy, como buena madre, Tú nos acompañas en el
seguimiento de tu Hijo, Tú nos enseñas a hacer la voluntad de
Dios, Tú nos animas a no temer el sufrimiento, a cargar la cruz y
hasta morir a nosotros mismos por amor. Cuantas veces la prueba,
el dolor, nuestra propia fragilidad; nos hace sentir el fracaso, el
derrotismo y nos desaniman al pensar que los caminos del Señor
son imposibles de vivir. Es tu presencia cercana, tu mirada de
amor, tu serena fortaleza; la que nos transmite fuerza, alegría,
esperanza, para pasar los obstáculos que podamos encontrar para
vivir el proyecto de Dios en nuestra vida.
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¡Ánimo, que no estás sólo en las pruebas ¡Ánimo, que
tenemos la mejor compañía y fortaleza para las noches de dolor!
Jesús ha querido que María sea nuestra fortaleza, nuestro aliento,
nuestra alegría y nuestra paz en este maravilloso camino de vivir
amando como lo hizo Jesús. Un camino que, por supuesto, no es
fácil; pero que tiene la maravillosa satisfacción de saber que al
sembrar el amor con dolor, cosecharemos amor.
PREGUNTATE.
- ¿Los sufrimientos que vives son por amor?
- ¿Está presente María en tus pruebas y sufrimientos o los
estás viviendo solo(a)?
CON MARÍA VIVIRÉ HOY.
Rezaré un Ave María y conversaré con mi Divina Pastora
en los momentos que sienta alguna prueba o sufrimiento,
pidiéndole la fortaleza y el amor para saberlo vivir en alegría y
paz.
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SEPTIMO DÍA.
MARÍA, MADRE QUE NOS REUNE EN FAMILIA.
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS.
Lectura de los hechos de los apóstoles. (Hch 1,12-14).
“Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte llamado
de los Olivos, que dista de la ciudad como media hora de camino.
Entraron en la ciudad y subieron a la habitación superior de la
casa donde se alojaban. Allí estaban Pedro, Juan, Santiago y
Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago, hijo de
Alfeo, Simón el Zelotes, y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos
perseveraban juntos en la oración en compañía de algunas
mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos”.
Palabra de Dios.
MEDITACIÓN.
Después de la resurrección de Jesús, los discípulos se
sienten aún con miedo y sin las fuerzas suficientes para vivir la
misión que Jesús les encomendó. Eres Tú, María, quien permanece
con ellos. Tú, los reúnes en familia, el nuevo pueblo de Dios que es
la Iglesia. Tú, oras con ellos enseñándoles a poner todo su corazón
y esperanza sólo en Dios. Tú te conviertes en el modelo de
discípula misionera que sabe esperar en oración la fuerza del
Espíritu Santo que les impulsará a la misión. Tú, eres la madre que
engendra a la Iglesia.
Una madre quiere siempre a sus hijos en familia. Su
corazón se rompe cuando hay enfrentamientos entre hermanos y
desunión. El amor de madre siempre busca el perdón, la
reconciliación, la armonía del hogar. Más, ese amor, nos viene de
Dios. Conflictos en la familia siempre los hay. Pero, Tú, María,
hoy me enseñas que cuando nos acercamos a Dios, cuando oramos
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juntos en familia, cuando dejamos que sea Dios quien nos ayude a
superar siempre las diferencias, los malos entendidos y hasta las
ofensas cometidas; vuelve otra vez el calor de hogar en la familia,
se reaviva el amor entre hermanos y familiares, nace una nueva
familia llena de Dios.
No te des por vencido o vencida, tú que eres madre o padre
de familia, si hay falta de amor en tu hogar. Acércate a María,
Divina Pastora, y con ella aprende a reunirlos otra vez. Recibe a
través de ella el amor de Dios, la gracia del Espíritu Santo que
necesitas para seguir construyendo tu familia. Reúnelos en torno al
Señor, con María invítales a hacer oración los unos por los otros y
confía en la fuerza de la oración y del amor.
PREGUNTATE.
- ¿Cuándo fue la última vez que se reunieron juntos en
familia para orar?
- ¿Crees que a pesar de los problemas que pueda haber en tu
hogar, la oración en familia y el amor pueden reconstruirlo
todo?
CON MARÍA VIVIRÉ HOY.
Haré la propuesta en mi familia de reunirnos un día para
orar juntos. Podría ser al menos un día a la semana. “Familia que
reza unida, permanece unida”
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OCTAVO DÍA.
MARÍA, INTERCEDE POR SUS HIJOS.
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS.
Lectura del evangelio según San Juan. (Jn 2,1-10.)
“Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de
Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue invitado
Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se terminó el vino
preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la
madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer,
¿por qué te metes en mis asuntos?Aún no ha llegado mi hora.» Pero
su madre dijo a los sirvientes:«Hagan lo que él les diga.»
Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los
judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad
cada uno. Jesús dijo: «Llenen de agua esos recipientes.» Y los
llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, les dijo, y llévenle al
mayordomo.» Y ellos se lo llevaron. Después de probar el agua
convertida en vino, el mayordomo llamó al novio, pues no sabía de
dónde provenía, a pesar de que lo sabían los sirvientes que habían
sacado el agua. Y le dijo: «Todo el mundo sirve al principio el
vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de
menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final»”.
Palabra de Dios.
MEDITACIÓN.
Pareces entrometida María en la vida de Jesús, pero no
puedes ser indiferente a la necesidad que ves en esa boda. “No
tienen vino”, signo bíblico de la alegría y la bendición de Dios, y
Jesús es quien ha venido a darnos la gran bendición de Dios: la
salvación, fuente de nuestra verdadera alegría. Tú llevas hacia Él
nuestra necesidad, Tú intercedes para que la fiesta del amor no se
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termine, Tú casi empujas a Jesús a manifestarse como nuestro
Redentor. Y Jesús no puede rechazar la petición confiada y llena
de amor de su madre.
Tú, no eres Dios, María, pero el inmenso cariño de tus hijos
te ha llamado “Divina Pastora de las almas”. Tú, no haces los
milagros que te pedimos cuando de rodillas acudimos a ti. Eres
nuestra madre y pastora que nos lleva siempre a Jesús. Como en
aquellas bodas de Caná, Tú María, sólo llevas ante Jesús nuestra
necesidad, nuestra humilde petición. Él es el único que puede hacer
el milagro. Él es quien te ama tanto, María, que escuchará tu
intercesión por mí. Él nos ama tanto, que nos dará -quizá no lo que
le pedimos-, pero si lo que más nos conviene.
Acerquémonos con confianza a nuestra Madre Divina
Pastora de nuestras almas, amémosla como es: Nuestra Mamá
querida que nos lleva hacia Cristo e intercede con amor por
nosotros. La petición que tenemos para Dios pongámosla en manos
de María.
PREGUNTATE.
- ¿Quién crees que te hará el milagro que estás pidiendo:
Dios o la Divina pastora?
- ¿Pides con humildad y confianza la intercesión de la Divina
Pastora?
CON MARÍA VIVIRÉ HOY.
La petición que estoy haciendo, la voy a dirigir con toda
confianza a Dios por la intercesión de María Divina Pastora.
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NOVENO DÍA.
MARÍA, DIVINA PASTORA DE NUESTRAS ALMAS.
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS.
Lectura del libro de Jeremías. (Jer 3,14-17)
“Vuelvan, hijos rebeldes, dice Yahvé, porque yo soy su
Dueño. Elegiré de ustedes a uno de esa ciudad y dos de aquella
familia y los introduciré en Sión. Les pondré pastores según mi
corazón, que los alimenten con inteligencia y prudencia. Y cuando
ustedes sean muchos y prosperen en el país, ya no se hablará más
del Arca de la Alianza de Yahvé, ni pensarán más en ella, ni la
recordarán más, ni la echarán de menos, ni la harán de nuevo.
Entonces llamarán a Jerusalén «el trono de Yahvé» y a su
alrededor se juntarán todas las naciones, sin seguir más la dureza
de sus malos corazones”. Palabra de Dios.
MEDITACIÓN.
Jesús es el Buen Pastor que da su vida por cada uno de
nosotros (cf. Jn 10,11). A ti María, bien te podemos llamar Madre
del Buen Pastor. Pero además, Jesús, en la cruz te confió ser no
sólo nuestra madre en la fe, sino además nuestra Pastora que nos
guiara siempre hacia los verdes prados de la salvación. Tú eres,
María, la Divina Pastora según el corazón de Dios; colaboradora
fidelísima de Jesús, en la salvación de todos los hombres.
Tú, María, con todo cariño y disponibilidad nos recibes y
amas como verdaderas ovejas tuyas. Nos conducirás a las aguas de
descanso del amor del Señor, que reconfortan nuestra alma.
Aunque pasemos por quebradas oscuras, no hemos de temer
ningún mal, porque tú estás con nosotros con tu vara y tu bastón.
Con Dios y contigo Mamita querida voy sin miedo, pues nos
aseguran la dicha y la gracia para todos los días de nuestra vida (cf.Sal 23).
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A ti recurrimos Madrecita nuestra, que vivimos tantas
veces como ovejas sin Pastor, sin conocer a tu Hijo Jesús, sin
escuchar su voz y sin hacerle caso, encerrados en nuestros propios
caprichos. Venimos a ti trayéndote no sólo nuestra vida sino
también, la de tantos hombres y mujeres que andan errantes por
este mundo, en búsqueda de lo que les llene la vida. No queremos,
Virgencita querida, seguir más la dureza de nuestro corazón, pues
queremos amar como Jesús nos lo pidió. Queremos conocer más a
tu Hijo Jesús, llévanos hacia Él. Queremos escuchar su voz y vivir
de acuerdo a sus enseñanzas, ayúdanos a convertirnos. Que seamos
todos, verdaderos discípulos misioneros de tu Hijo.
PREGUNTATE.
- ¿Pides a la Divina Pastora que te conduzca al manantial de
la Vida que es su Hijo Jesús?
- ¿Cuáles son los “verdes prados” donde alimentas tu vida de
discípulo misionero de Jesús?
CON MARÍA VIVIRÉ HOY.
La espera dichosa de la visita de mi Divina pastora y
alimentaré el deseo de dejarme pastorear por ella hacia Jesús.
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Jesús, Buen Pastor, concédeme por intercesión de la Divina
Pastora, esta gracia …….. (si se quiere se puede nombrar la
petición).
Si es voluntad de Dios y para bien de mi alma. Amén.
3. PETICIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS.
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PADRE NUESTRO
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
AVE MARÍA
Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén
4. UN PADRE NUESTRO,
TRES AVE MARÍA Y
GLORIA.
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GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo. Como era en el principio, ahora
y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Divina Pastora,
madre amable y bondadosa,
me dirijo a ti para expresarte mi devoción,
mi afecto y mi confianza.
Quiero estar cerca de ti
como las ovejitas que tienes en tu regazo.
Enséñame a cumplir la voluntad de Dios,
a amar a Jesús, a amar a la Iglesia,
y a ayudar con mi apostolado
a los pastores de la Iglesia,
obispos y sacerdotes,
a establecer en todas partes el Reino de Dios.
Amén.
5. ORACIÓN FINAL
PARA TODOS LOS DÍAS.
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Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Míranos con compasión!
¡No nos dejes, Madre mía!
Y danos tu santa bendición
que nosotros la recibimos,
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
6. ORACIÓN CADA DÍA.
DE CONSAGRACIÓN A MARÍA
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HIMNO A LA DIVINA PASTORA
Letra: Andres A. Delgado
Música: Simón Whohnsiedler
Coro
¡OH piadosa y amante Pastora!
De las almas dulcísimo amor,
oye el himno que canta, señora,
los que te aman con santo fervor (bis).
I
¡Tu eres, madre, divino consuelo
del que lleva en el alma el pesar;
Tú le ofreces las dichas del cielo
al que siempre te sabe alabar! (bis).
II
Flores puras, lozanas y bellas,
su exquisita fragancia te dan;
y al redor de tu trono de estrellas
los querubes cantándote están (bis).
III
A tu influjo, Pastora celeste,
para siempre de aquí se alejó
la horrorosa y mortífera peste
que este pueblo infeliz desoló.
IV
¡Dadnos, virgen, la paz que anhelamos
y con ella la dicha eternal!
¡Cómo siempre nosotros te amamos
dulce madre de todo mortal!
29
MARIA LA MADRE BUENA.
Tantas cosas en la vida, nos ofrecen plenitud y no son más que
mentiras que desgastan la inquietud. Tú has llenado mi existencia
al quererme de verdad, yo quisiera madre buena amarte más.
En silencio escuchabas la palabra de Jesús y la hacías pan de vida,
meditando en tu interior, la semilla que ha caído, ya germina y está
en flor, con el corazón de fiesta cantaré.
AVE MARIA (4)
Desde que yo era muy niño has estado junto a mí y guiado de tu
mano, aprendí a decir si. Al calor de la esperanza nunca se enfrió
mi fe, y en la noche más oscura fuiste tú.
No me dejes madre mía, ven conmigo al caminar, quiero compartir
mi vida y crear fraternidad, muchas cosas en nosotros, son el fruto
de tu amor, la plegaria más sencilla cantaré.
MAGNIFICAT
Proclama mi alma la grandeza de Dios, se alegra mi espíritu en
Dios mi salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva,
desde ahora me felicitaran, todas las generaciones.
Porque el poderoso ha obrado y hace maravillas en nosotros.
Grande es su amor (3).
Hace proezas con su brazo, corrige a los soberbios y con todo el
corazón, ensalza a los humildes llena de bienes a los pobres, su
promesa por siempre durará. Como dijo a nuestros padres.
Porque el …
OH! MARIA
Cuando me siento solo y me oprime el dolor y cuando me siente
triste y nada me hace ilusión; OH María empiezo a cantar/ OH
María (2) la alegría me empieza a brotar. OH María (2)
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/OH María (2) grito OH María y mi alma empieza a cantar (2)
ESTRELLA DE LA MAÑANA
En tu vientre, una gran luz, destello de eternidad, principio de la
paz, hizo su morada, en ti, en tus ojos, brilló la salvación, sagrario
del eterno, eres llena de gracia y madre del amor.
Porque tú eres María, estrella de la Mañana, amparo del que
te busca, madre y reina soberana, porque tú eres María la
aurora que trae la paz ternura de una mamá, los brazos que
me hacen descansar. (2)
En tus brazos cayó el salvador, desciende del madero, que siendo
rey, se convirtió en esclavo por amor, tu María silencio y oración,
todo lo guardaba y lo meditaba en su corazón
POUPURRIT
Viva María, la inmaculada, la vencedora de todo mal / en esta
iglesia hay una nube que al cielo sube es la oración/ (2)
OH María (3) la Reina del cielo es (2)
María y los doce amigos de Jesús oraban y oraban sin cesar (2) /
para alcanzar las gracias de Dios y fuerzas para trabajar/ (2)
aleluya (2) vamos todos a orar, aleluya (2) /vámonos a trabajar/ (3)
Con María es más fácil caminar por el camino angosto donde Jesús
siempre está (2) ella nos guía en el camino, ella guía nuestros
pasos, / porque a Jesús nos quiere llevar el es el camino y la
verdad (2).
Con María vamos todos los que creen en el Señor porque en ella
esta su Espíritu Santo y consolador / (2)
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