mota del cuervo en la transiciÓn. cambio polÍtico y primeras elecciones democrÁticas
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Edita: Diputación Provincial de Cuenca.
C/Sargal, n º4 - 16002 Cuenca.
Dirección Técnica: Sección de Publicaciones - Departamento de Cultura.
Diseño portada y maquetación: Elena Sopeña López.
ISBN: 978-84-92711-42-0
Depósito Legal:CU-304-2009
Imprime:Imprenta Provincial de la Diputación Provincial de Cuenca.
C/ Sargal nº 4, 16002 Cuenca
“Que este pueblo se llama la villa de La Mota
elCuervo, y este nombre es muy antiguo, y no
saben por razón de qué se llama ansí, ni hay escri-
tura que lo declare; e que no saben que hay tenido
otro nombre”.
Julián Zarco-Bacas, Relaciones de pueblos
del obispado de Cuenca. Hechas por orden de
Felipe II, Cuenca, Diputación de Cuenca, 1983,
p. 367.
7
MOTA DEL CUERVO EN LA TRANSICIÓN:CAMBIO POLÍTICO Y PRIMERAS ELECCIONES
DEMOCRÁTICAS.
José Antonio Castellanos López
Universidad de Castilla-La Mancha
Introducción
Muchos y de muy hondo calado fueron los cambios que se sucedieron en Es-
paña a lo largo de la segunda mitad de los setenta y en los primeros años de los
ochenta. A las trascendentales mutaciones activadas y desarrolladas en el campo de
lo socioeconómico durante los tres lustros previos a la muerte del dictador se vino a
sumar en ese momento una transformación radical en el terreno de lo político a tra-
vés de un proceso, la transición a la democracia, que serviría para poner fin a buena
parte -desgraciadamente, no a todos- de los conflictos que de forma recurrente ha-
bían envenenado la convivencia pacífica entre los españoles desde la década de los
treinta. Una conflictividad que en última instancia había estado detrás, nada más y
nada menos, que del estallido de una larga y cruel guerra civil y una no menos feroz
y aún más prolongada dictadura.
La transición dio lugar a un nuevo orden al tiempo que construyó un nuevo
marco político-institucional, democrático, liberal y plural que además de alterar
abruptamente los modos de concebir y ejercer el poder público y la participación ciu-
dadana en los asuntos de Estado, estaría en la base de la profundización y redimen-
sionamiento de esas innovaciones sociales y económicas que empezaron a germinar
en la España de los sesenta. La transición se convierte en un acontecimiento matri-
cial, referencial en relación a nuestro presente, pues como ya queda dicho no sólo
tuvo la virtud de poner fin a buena parte de los problemas del pasado sino que plan-
teó y puso las bases de lo que habrían de ser buena parte de los retos colectivos de
cara al futuro.
Probablemente una de las notas más características de ese proceso de cambio,
tan esencial para la comprensión de la España del presente, fue la vuelta al centro
153
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
del escenario de decisión política del ciudadano, de la gente común, del conjunto de
la una sociedad destinada a ejercer un destacado papel en la reinstauración y conso-
lidación de las libertades. Una de las formas más visibles a través de las cuales el
pueblo español hizo evidente su recolocación como actor decisivo del nuevo horizonte
que se abría ante los habitantes de este país fue a través de su participación activa
en aquellos eventos que se erigen como máxima expresión de la intervención ciuda-
dana en el engranaje político democrático: las elecciones y las consultas populares.
De hecho y como señalaba el politólogo Alan Ware, los propios partidos polí-
ticos suelen considerar que las elecciones son “un mecanismo que les ayuda a des-
plegar su fuerza política”1. Son estos los momentos en los que el pueblo participa más
directamente en la conducción del acontecer político y según algunos el “único ins-
trumento con el que los ciudadanos pueden asegurarse de que los políticos actúan
en su nombre”2. Los ciclos electorales son, a la vez, períodos críticos y determinantes
para unas formaciones políticas que en época electoral aproximan más que nunca
sus propuestas e ideas al ciudadano. Es por ello que estos aspectos han de merecer
una especial atención en el estudio de un período como éste.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, he de aclarar desde ya que la meta
final de este trabajo es, pues, trazar un panorama general del desarrollo y consecu-
ción de las distintas convocatorias electorales y plebiscitos que tuvieron lugar en la
España de la transición democrática, como elementos claves del esquema de cambio
que vivió el país en aquellos años haciendo, claro está, especial hincapié en las formas
y resultados que estas prácticas políticas adquirieron en el que va a ser nuestro ob-
jetivo territorial de estudio: la localidad de Mota del Cuervo.
Pero este estudio pretende ir un poco más allá en la medida en que algunos
de esos resultados electorales que se dieron en Mota del Cuervo, propiciaron que las
formas en que transcurrió la transición democrática en esta localidad adquirieran
tintes diferenciadores respecto al modo en que dicho proceso tuvo lugar en su en-
torno más cercano. Mota del Cuervo fue un caso atípico, se convirtió en una cierta
excepción política respecto a su alrededor. También ese fenómeno va a ser objeto de
nuestra atención en esta aproximación al cambio político, a la democratización en
Mota del Cuervo.
154
1. A. Ware, Partidos políticos y sistemas de partidos, Madrid, Istmo, 2004, pág. 29.2. J. M. Maravall, El control de los políticos, Madrid, Taurus, 2003, pág. 14.
1. El pueblo decide hacia dónde: los Referéndums de 1976 y1978 en Mota del Cuervo
1.1. El último referéndum del franquismo: la Ley para la Refor-
maPolítica pasa por las urnas (15-12-1976)
Tras ser designado presidente del Gobierno en julio de 1976, Adolfo Suárez
se dispuso a poner en marcha el mecanismo político, que siguiendo un proceso de
transición basado en el principio de la Ley a la Ley acuñado por Torcuato Fernández
Miranda, debería conducir a España a un sistema democrático a través de la cele-
bración de unas elecciones libres. El dispositivo político que dio paso a todos estos
cambios fue la Ley para la Reforma Política, que considerada por muchos como la
octava de las Leyes Fundamentales del franquismo, tuvo en realidad como principal
resultado la eliminación de las siete anteriores. El 16 noviembre el proyecto llegaba
a las Cortes.
No obstante, las resistencias de determinados procuradores a firmar la auto-
destrucción del régimen dictatorial franquista, el impulso de cambio finalmente po-
sibilitó la aprobación de la Ley para la Reforma Política con el voto afirmativo de 497
de los 531 procuradores que componían las Cortes orgánicas en ese momento3. Una
vez superados los diversos trámites parlamentarios la pelota pasaba, en teoría, al te-
jado de los ciudadanos españoles. El 15 de diciembre de 1976 quedaba designada
como la fecha en la que deberían aprobar o anular con su voto el instrumento legal
que el Gobierno reformista de Suárez había ideado para dar paso a la democracia4.
En Mota del Cuervo y en toda la provincia de Cuenca, así como en toda la fu-
tura región castellano-manchega la jornada electoral del 15 de diciembre estuvo mar-
cada por la normalidad y la gran concurrencia de votantes. Los moteños, como se
puede apreciar en el Gráfico 1, dieron un sí rotundo a la propuesta del Gobierno con
un 98’46% de los votos a favor y con una participación del 91’89% registrándose tan
sólo un 4’41% de votos blancos o nulos. En Mota, los porcentajes tanto de participa-
ción como de votos afirmativos fueron comparativamente altos, ligeramente supe-
riores a los provinciales y regionales y claramente por encima de la media nacional.
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I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
3. ABC, 19-11-1976, pág. 12.4. Real Decreto 2635/76 de 24 de noviembre. BOE. 282, de 24-11-76.
En cuanto a los resultados a escala provincial poco más se puede añadir a la
absoluta hegemonía del SI. En treinta y dos municipios todos los votos válidos fueron
positivos. En las principales ciudades y pueblos se excedió con creces la barrera del
90% de votos afirmativos (Cuenca: 94’31, Las Pedroñeras: 99’35, Quintanar: 98’47,
San Clemente: 97’96, Tarancón: 97’10). Las cifras nos demuestran claramente como
no fue ésta aún una consulta democrática. Los números negativos más altos se al-
canzaron en el municipio de Fresneda de Altarejos. De sus 110 habitantes tan sólo
51 (52’04%) dieron un sí a la Reforma.
Respecto a la participación a escala provincial, los topes provinciales se al-
canzaron en pequeñas localidades tanto por arriba como por abajo. En los pequeños
municipios de Castillo-Albarañez (39 habitantes censados) y Villarejo de la Peñuela
(42) se alcanzó la participación del 100% del censo electoral. Por el contrario, la tam-
bién pequeña Bascuñada de San Pedro (42 habitantes censados) fue la única locali-
dad de Cuenca en donde menos de la mitad de sus vecinos (46’47%) acudieron a
votar. En las grandes poblaciones de la provincia los porcentajes de participación
fueron altos pero con alguna diferencia reseñable entre los alcanzados en la capital,
en San Clemente o en Quintanar del Rey– respectivamente 80’36%, 82’37% y 86’02%
– y los conseguidos en Las Pedroñeras o Tarancón, pues estas últimas superaron la
barrera del 90%.
1.2. El Referéndum constitucional del 6-12-1978
La Constitución superó el último de sus trámites parlamentarios el 31 de octubre de
1978 cuando fue aprobada en sesiones plenarias del Congreso y del Senado5. Supe-
rados los difíciles pasos de elaboración y admisión parlamentaria, al proyecto de
Carta Magna tan sólo le faltaba un trámite por pasar -el más importante ciertamente-
antes de adquirir su definitiva validación: la ratificación por el pueblo español a tra-
vés de referéndum. El 3 de noviembre de 1978 el Gobierno convocaba de manera ofi-
cial la consulta, cuya fecha quedaba establecida para el día 6 de diciembre de ese
mismo año6.
156
5. Casualmente el mismo día en que era sancionado por el Gobierno el Decreto-Ley de preautonomíapara la región castellano-manchega.6. Real Decreto 2560/78 de 3 de noviembre. BOE. 265, de 6-11-78.
En esta ocasión, y de cara a la primera consulta popular inserta en un marco
democrático de pluralismo político, los grupos político-sociales circunscribieron las
opciones de voto de cara al referéndum en torno al pronunciamiento afirmativo o al
sufragio en contra. La abstención, opción enarbolada con fuerza en algunos territo-
rios del Estado -País Vasco- no era contemplada por ninguna fuerza política signifi-
cativa en la región castellanomanchega.
Gráfico 1
Referéndum sobre la Ley para La Reforma Política 15/12/1976
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I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Fuente: Demoscopia, Atlas Electoral de Castilla-La Mancha (1976-1993), Servicio de publicaciones de la JCCM,Toledo, 1994, pág. 166.
La mayor parte del espectro político defendió el SI en la consulta, incluida
buena parte de la izquierda que se había posicionado a favor de la abstención activa
en diciembre de 1976. Los detractores del proyecto constitucional se agruparon al-
rededor de los grupos reaccionarios e involucionistas, y en el sector más conservador
de AP7. Teniendo en cuenta, pues, el peso de las fuerzas políticas que se implicaron
7. De hecho, el único representante de lo aliancistas por una provincia de la región, Licinio de laFuente, se abstuvo en la votación parlamentaria del texto constitucional.
en el apoyo al proyecto, y el firme patrocinio del Gobierno al texto constitucional, los
resultados que al final arrojó la consulta no fueron de extrañar.
Si se atiende al Gráfico 2 se podrá comprobar como en las cinco provincias
castellano-manchegas -al igual que ya sucediera con motivo de la consulta de 1976-
la participación superó la media registrada para el global estatal en casi siete puntos
porcentuales, al situarse en el 73’82%. El promedio de abstención en el conjunto de
España (32’89%) preludiaba hasta cierto punto la apatía creciente que caracterizaría
los dos últimos años del mandato de Suárez. En Castilla-La Mancha, como ya suce-
dería en diciembre de 1976 la participación fue mayor en las zonas rurales (74’3%)
que en las grandes concentraciones urbanas (72’2%)8.
El índice de participación en Mota del Cuervo en esta nueva consulta
(78’79%), como demuestra el Gráfico 2 volvió a estar destacadamente por encima de
los registros provinciales y regionales, aunque es cierto que situándose a varios pun-
tos de las localidades que reconocieron una mayor concurrencia electoral en la pro-
vincia. De nuevo dos pequeñas localidades representarías los límites provinciales en
su extremo superior. Castillo-Albarañez repetiría en esta ocasión con un (92’68)
acompañada en este caso por Almonacid del Marquesado (92’29%) En el otro ex-
tremo, Beamud se alzaba con las mayores cotas abstencionistas de la provincia. Tan
sólo el 36’55% de sus 145 habitantes acudieron a las urnas. En cuanto a los principa-
les núcleos de población de la provincia el único que supero el 80% y el nivel de con-
currencia en Mota fue Tarancón con un 81’64%. En Cuenca, Las Pedroñeras,
Quintanar y San Clemente se alcanzarían cifras del 74’49, 78’23, 76’84 y 73’48 res-
pectivamente.
Por lo que respecta al sentido del voto cabe señalar que el porcentaje de pro-
nunciamientos positivos en la región fue inferior al de la media estatal, al alcanzar
un 84’98% y que como consecuencia del pluralismo político existente, la rotundidad
del voto afirmativo ni se aproximó a las cifras obtenidas en la consulta anterior9. La
provincia que proporcionó un mayor soporte al proyecto constitucional fue Albacete
(88’9%) seguida de Ciudad Real (85’81%), siendo Guadalajara (14’25%) y Toledo
158
8. DEMOSCOPIA, Atlas Electoral de Castilla-La Mancha (1976-1993), ob. cit., Vol. I, pág. 241.9. J.D. Izquierdo Collado, M. Requena Gallego y M. Roblizo: “Comportamiento político y elecciones”en Enciclopedia de Castilla-La Mancha, Edicsa 92, Madrid, 1999. 10 V. Tomo VI: La Comunidad Au-tónoma pág. 243.
(14’58%) las provincias con mayor porcentaje de votos negativos. Dentro de lo anec-
dótico cabría señalar que tan sólo una localidad de las más de 900 destinadas a dar
forma a la futura Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha votó mayoritaria-
mente en contra del Proyecto de Constitución10.
Gráfico 2
El Referéndum Constitucional del 6-12-1978
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I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Ministerio del Interior.
En Mota del Cuervo el triunfo del SI resultó nítido al alcanzar el 85’86% de
los sufragios, por tan sólo un 14’14% de “noes” pero si introducimos el factor com-
parativo estos resultados no podrán ser calificados de espectaculares. Los moteños
tan sólo superaron en 0’88 puntos al resto de castellano-manchegos, alcanzando re-
gistros más bajos que los logrados a escala provinciales, o nacional. Seis localidades
de la provincia registraron todos sus votos válidos como afirmativos. Las cifras más
10. Fue el minúsculo municipio guadalajareño de Villanueva de la Torre. De sus 64 vecinos censados,30 (56,60 %) votaron NO y 23 lo hicieron a favor (43,30 %); registrándose 2 votos nulos y 9 absten-ciones.
bajas de votos positivos se dieron en esta ocasión en el municipio de Villaverde y Pa-
saconsol en dónde sólo el 56’99% de los votos emitidos fueron favorables al texto
que se proponía a Referéndum. En los grandes municipios de la provincia el si triunfó
sin problemas. Desde el 81’96% de papeletas positivas recogidas en Cuenca capital
hasta el espectacular 96’44% obtenido en Las Pedroñeras pasando por el 88’65% de
San Clemente, el 86’45 de Quintanar del Rey o el 85’62% de Tarancón.
2. Las Elecciones Generales: Transición y consolidación democrática
2.1. Los comicios legislativos de 1977 o la vuelta a la democracia
pluripartidista
Las elecciones del 15 de junio de 1977 aparecían ante la opinión pública como
una ocasión histórica y excepcional dentro de la turbulenta historia electoral espa-
ñola. Como elecciones fundacionales que fueron, su importancia fue infinitamente
superior a una celebración electoral ordinaria. De los resultados que arrojasen iba a
depender, en buena medida, el futuro institucional y político de un país que aban-
donaba un régimen autoritario para sumergirse en otro - presumiblemente demo-
crático- en el que quedaban aún muchas cosas por establecer y consolidar.
Al analizar todos los aspectos que conllevaba su celebración, la relevancia de
estas elecciones se hace indudable: estos comicios inauguraban los mecanismos elec-
torales democráticos tras un largo período de sequía electoral, sellaban el inicio de
la transición, ponían en marcha el sistema partidista y, por último, configurarían
unas Cortes de naturaleza Constituyente que habrían de dotar de un nuevo ordena-
miento institucional al país. Por si fuera poco, eran las primeras elecciones tras más
de cuarenta años de perversión de la democracia plural y de ausencia de una práctica
electoral libre. Las elecciones de febrero de 1936 quedaban ya muy lejos para la in-
mensa mayoría de los españoles.
Buena prueba de lo novedoso y excepcional de aquellos comicios fue la forma
en que se vivió la campaña electoral en todo el país. La ilusión, la intensidad y tam-
bién la inquietud con que se vivieron esos momentos también tuvieron su reflejo en
Cuenca y más concretamente en Mota del Cuervo. Ejemplo de lo primero lo encon-
tramos en las maniobras del obispo de la diócesis, el integrista José Guerra Campos
160
para influir en la decisión de los votantes católicos de su obispado. En vísperas de
un acontecimiento tan importante, la Iglesia no renunciaba a seguir ejerciendo su
orientación moral -y en este caso también política- sobre sus feligreses.
Así pues, en un carta que debía ser leída en todas las misas de la diócesis y a
tres días de las elecciones Guerra Campos aseguraba que era “su deber recordar las
orientaciones del magisterio de la Iglesia” y que los hijos de la Iglesia estaban “com-
prometidos en virtud de su misma fe a ejercer sus tareas de ciudadanos en confor-
midad con los principios superiores de la vida cristiana”. En aplicación de esos
principios el obispo conquense se permitía señalar que a pesar de que “no será fácil
decir quienes van a servir de verdad con mayor eficacia los supremos valores del
hombre” sí parecía tener claro que “no se puede votar a aquellos que declaran o se
sabe que los van a atacar, ni a aquellos que no se comprometen a salvaguardarlos”.
Teniendo en cuenta este razonamiento continuaba apuntando que había “can-
didatos y programas políticos que propugnan cosas en contradicción con los derechos
fundamentales de la persona y con los deberes correlativos; por ejemplo: el aborto,
el divorcio”. Guerra Campos mostraba como inaceptables doctrinas como “el mar-
xismo y otras ideologías que pretenden construir la sociedad prescindiendo de Dios”.
Pero no se quedaba ahí, porque según el prelado conquense tampoco se debía res-
paldar “a aquellos que aún declarándose defensores de tales bienes, contribuyen a
hacer una Constitución que no los salvaguarde”11. Muy escaso era el margen de cara
a la urna que dejaba el obispo a los católicos conquenses. Muy escaso y muy bien de-
limitado.
Por lo que toca a Mota del Cuervo también en esta campaña se vivieron algu-
nos momentos en los que se experimentaron esas sensaciones que nos hablan de un
instante de tránsito entre el pasado autoritario y ese nuevo presente protodemocrá-
tico que se estaba viviendo con motivo de esas elecciones. Posiblemente el mejor
ejemplo de ello lo constituyó el mitin que el PSOE dio en 1977 con motivo de su pre-
sentación en la localidad. El acto tuvo que aplazarse en alguna ocasión ante la au-
sencia de permiso emitido por el Gobernador civil. Finalmente se celebró en el salón
de actos del Instituto Julián Zarco, cuyo aforo estaba repleto de vecinos de la pobla-
ción. En el acto participaron entre otros los futuros parlamentarios Amalia Miranzo
161
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
11. Diario de Cuenca, 12-06-1977.
y Virgilio Zapatero y estuvo cargo de tensión. Al parecer el sargento de la Guardia
Civil se ubicó en las primeras filas de la bancada de sillas y ante las alusiones de Ama-
lia Miranzo al dictador fallecido, el sargento interrumpió el discurso y amenazó con
dar por finalizado el mitin. La intervención del sargento fue contestada por la au-
diencia con numerosos abucheos, algunos vivas y ovaciones al Partido Socialista. Fi-
nalmente, la actuación de algunos viejos y respetados simpatizantes socialistas de la
población como Dionisio Palacios y de los políticos que se encontraban en el uso de
la palabra, lograron contener los ánimos del público asistente y evitaron que la ame-
naza hecha por la Benemérita de suspender el acto no fuese consumada12.
Lo cierto, es que celebrados los comicios el 15 de junio, en la provincia de
Cuenca se impuso UCD con un 55’89% de los votos, seguida del PSOE, con más de
33 puntos porcentuales de diferencia entre ambos. A mucha distancia quedaba AP,
PCE (respectivamente 8’14 y 6’28) y el resto de agrupaciones políticas. El triunfo
ucedista fue sencillamente aplastante, con mucho el más indiscutible de los obtenidos
a escala regional pues aventajó en casi 7 puntos a Guadalajara, que fue la segunda
provincia de la región en voto centrista. La victoria ucedista se tradujo en la conse-
cución de tres diputados (Gervasio Martínez-Villaseñor García, Manuel Sevilla Co-
rella y Ángel Martínez Soriano), por uno del PSOE: Virgilio Zapatero Gómez.
Obtendrían acta de Senador por UCD Rodrigo Lozano de la Fuente, Andrés Moya
López y Rafael Mombiedro de la Torre. Por el PSOE resultaría elegida Amalia Mi-
ranzo Martínez.
Tabla 1
Elecciones 15/06/1977 en Mota del Cuervo. Participación
Afluencia de votantes
Población de Derecho: 5.267 Votos Válidos: 3.005 88,7%
Número de Mesas: 4 Votos Nulos: 14 0,47%
Censo Electoral: 3.388 100% Votos Blancos: 3 0,1%
Nº Votantes: 3.005 88,7% Votos a Candidaturas: 2.988 99,9%
Abstención: 383 11,3%
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Ministerio del Interior.
162
12. Información basada en la entrevista realizada a Francisco Martínez Bascuñán, asistente al actomencionado.
La participación fue significativamente alta en toda la provincia con casi un
85% de votantes que superaba con creces la media nacional. Los 63 habitantes de
Valsalobres y los 46 Cueva del Hierro Membrilla acudieron a votar. En el lado
opuesto, apenas el 49’25% de los 67 habitantes de Saceda-Trasierra lo hicieron. Entre
las localidades más importantes de la provincia destaca el 90’22% de participación
en Tarancón, aunque en la inmensa mayoría de ellas se superó ampliamente el 80%
de votos efectuados. En Cuenca acudieron el 86’91%, en Las Pedroñeras el 84’31%,
en Quintanar del Rey el 84’34% y en San Clemente el 82’04%. En Mota del Cuervo
como recoge la Tabla 1, el número de votantes estuvo en consonancia con la alta par-
ticipación que se dio en la provincia y en todo el país. 3.005 de los 3.388 moteños
censados (83’88%) ejercieron su derecho al voto, quedándose sin hacerlo tan sólo
383 (11’3%).
Por lo que respecta a las cifras de votos escrutados, en la provincia se repro-
ducen, aproximadamente, los obtenidos a escala nacional (Tabla 2), con un triunfo
claro para las opciones más moderadas representadas por la UCD y el PSOE. Si-
guiendo a Caciagli, Cuenca se encontraría entre todas esas provincias “más agrícolas,
menos prósperas, menos pobladas y de antiguas tradiciones conservadoras” que die-
ron más votos al centro13.
Tabla 2
Resultados Elecciones 15/06/1977: Congreso
UCD UNION DE CENTRO DEMOCRATICO 1.149 38,42%
PCE PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA 763 25,51%
PSOE PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL 688 23,0%
AP FEDERACION DE PARTIDOS DE ALIANZA POPULAR 216 7,22%
FJONSA FALANGE ESPAÑOLA DE LAS JONS AUTENTICA 52 1,74%
RSE REFORMA SOCIAL ESPAÑOLA 47 1,57%
PSP-US PARTIDO SOCIALISTA POPULAR-UNIDAD SOCIALISTA 33 1,1%
ASDCI ALIANZA SOCIALISTA DEMOCRATICA 14 0,47%
FDCEDC COALICION ELECT. EQUIPO DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA 10 0,33%
FEI FALANGE ESPAÑOLA INDEPENDIENTE 8 0,27%
CJA ASOCIACION CIRCULOS JOSE ANTONIO 4 0,13%
FN ASOCIACION POLITICA FUERZA NUEVA 2 0,07%
FDI FRENTE DEMOCRATICO DE IZQUIERDAS 2 0,07%
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Ministerio del Interior
163
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Si se realiza un examen de los resultados por municipios la victoria de la UCD
se hace aún más evidente, si cabe. UCD vence la práctica totalidad de las 238 locali-
dades conquenses entre ellas algunas de las más importantes: Cuenca (45’19%), Las
Pedroñeras (44’17%) Quintanar del Rey (39’78%), San Clemente (45’49%) y Taran-
cón (44’66%). Su mejor resultado lo obtiene en el municipio de Mota de Atarejos (75
censados) con un 95’45% de los votos escrutados. Por el contrario, es en la localidad
de Carrascosa donde obtiene peores cifras, con apenas un 18,18% de los sufragios.
El PSOE obtiene sus mejores resultados en municipios como El Provencio (49’65%),
Villalgordo del Marquesado (48’94%) o Carrascosa (47’11%), mientras que en tres
localidades Buenache de la Sierra, Villar del Infantado y Castillo-Albarañez no ob-
tendría la más mínima representación. Sus cifras en los principales núcleos de po-
blación no fueron tan malas como en el conjunto provincial. En todos superó la
barrera del 30% y en algunos estuvo cerca del 40%. En este sentido sus peores nú-
meros los obtuvo en la capital donde apenas consiguió un 23’03%.
AP logra su mejor resultado en la localidad de Fresneda de Altarejos (110 cen-
sados), con un 38’96% de los votos y en un total de nueve localidades no obtuvo ni
un solo voto. En los grandes municipios de la provincia obtendría pésimos guarismos.
Tan sólo en Cuenca y en Tarancón superó la barrera del 10% con un 11’25 y un 11,78%
respectivamente. En San Clemente, Quintanar del Rey y Las Pedroñeras obtendría
respectivamente un 9’15, un 7’26 y un 2’23%. Respecto al PCE, obtiene sus mejores
cifras en la modesta localidad de Boniches (228 censados) donde se impondría al
resto de fuerzas con un 37’94%. Por contra, no registró ni un solo voto en treinta y
seis localidades. Sus resultados en los grandes núcleos de población de la provincia
fueron aún más humildes que los de AP. Sólo en Quintanar del Rey superó por dos
centésimas el 10%. En Cuenca, Las Pedroñeras, San Clemente y Tarancón obtuvo ci-
fras del 6’47%, 8’07%, 2’95% y 4’96% respectivamente.
En Mota del Cuervo, los resultados arrojados por las urnas el 15 de junio de
1977 nos dan las primeras señales de porque este municipio va a poder ser valorado
como “alternativo” respecto al comportamiento electoral del entorno territorial que
lo rodea. En Mota del Cuervo la victoria de la formación de Suárez adquiere una ro-
tundidad notablemente inferior a la alcanzada en la media provincial y regional, aun-
164
13. M. Caciagli: “La parábola de la Unión de Centro Democrático” en J.F Tezanos, Cotarelo, R. y A DeBlas (Eds.): La Transición democrática española, Madrid, Sistema, 1993 pág. 394.
que se superó en más de 4 puntos la media registrada a escala nacional. El 38’42%
de los moteños optaron por la agrupación centrista (1.149 votos). No obstante la gran
novedad de los resultados electorales en nuestra localidad de estudio respecto a los
escalones superiores no residiría en esta clara victoria de UCD sino en el más que
aceptable resultado que obtuvo el PCE.
La formación de izquierdas se alza con el segundo puesto al recibir el 25’21%
de los sufragios (763 votos), porcentaje que se aleja de los más que modestos resul-
tados alcanzados por el partido de Santiago Carrillo en el resto de la provincia, la Co-
munidad y el Estado. Los resultados obtenidos por este partido servirían de
preanuncio del peso que en el futuro iba a tener esta agrupación en el devenir elec-
toral e institucional de Mota. Si a estos dos factores añadimos las exiguas cifras al-
canzadas por AP -un 7’22% que lo situaba por debajo de lo alcanzado en el resto de
escalones territoriales- y las aún más menguadas logradas por el resto de formaciones
acabaremos por completar el panorama electoral que se dibujo en Mota del Cuervo
tras la celebración de estas primeras elecciones generales de la democracia.
Gráfico 3
Elecciones 15-06-1977. Comparativa
165
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Ministerio del Interior.
2.2. Las primeras elecciones constitucionales: las legislativas del
01-03-1979.
El 29 de diciembre de 1978 una vez aprobada la Constitución, Suárez decide
disolver el Parlamento y convocar elecciones generales para el 1 de marzo de 1979.
La intención del presidente del Gobierno era que los comicios a Cortes tuvieran lugar
con anterioridad a los municipales, que tras haber sido continuamente aplazadas ha-
bían sido fijadas para el 3 de abril de 1979. Las elecciones locales, que se preveían
favorables a la izquierda, previsiblemente crearían un clima psicológico más venta-
joso para esta última. Además, desmantelado todo el sistema administrativo fran-
quista, el Ejecutivo se vería desprovisto de una herramienta de control esencial de
cara a unas elecciones generales14. El calendario fijado, establecía como fecha máxima
de presentación de candidaturas el 22 de enero, situando el comienzo de la campaña
electoral el día 7 de febrero.
La campaña para estos comicios difícilmente se puede comparar a la vivida
dos años atrás. A nivel nacional, las semanas previas a las elecciones estuvieron mar-
cadas por una ola masiva de huelgas, y por una considerable intensificación de la ac-
tividad terrorista. Desde el punto de vista político, destacó la intervención eclesiástica
a través de la Conferencia Episcopal. Por medio de un documento publicado el 8 de
febrero, el máximo órgano colegiado del catolicismo en España mostraba su apoyo
e inclinación por las opciones políticas conservadoras. A todo ello habría que sumar,
por último, la encendida polémica en torno al uso y abuso de los medios públicos de
radiodifusión por parte de los hombres del Gobierno ucedista.
De cualquier manera, una de las características más sobresalientes de estos
comicios fue precisamente el hecho de que la participación sufriera un espectacular
retroceso respecto a los comicios de junio de 1977. Las razones que explican que el
“partido abstencionista” se convirtiese en el más poderoso del país son múltiples y
de distinto carácter. Al parecer en muchas regiones del país el factor meteorológico
fue un condicionante a tener en cuenta. En otras zonas, afectó sobremanera el nú-
mero de emigrados y los bajos niveles de voto por correo. Pero, sin duda, lo que re-
flejaban estas cifras era el desencanto que se había adueñado del pueblo español,
que había visto como el entusiasmo por el cambio de régimen había sido en gran
166
14 M. Caciagli.: Elecciones y partidos…, pág. 128.
parte anestesiado, viéndose frustradas la mayoría de la expectativas de transforma-
ción que se habían levantado tan sólo unos cuantos meses atrás.
Por lo que respecta a Castilla-La Mancha ese descenso de participación fue
igual de pronunciado. De un 82’29% de concurrencia en 1977 se paso a un 72,78%.
No obstante, el nivel de porcentaje de votos emitidos siguió siendo superior a la
media nacional situada en un 68’09%. Mota del Cuervo, como se recoge la Tabla 3
puso su granito de arena al espectacular aumento de la abstención que se experi-
mentó en el nivel provincial y regional. Sólo 3.003 (78’94%) de los 3.804 moteños
con derecho a voto acudieron a las urnas, un 9’76% menos de los que lo habían hecho
dos años antes.
En esta ocasión es el pequeño municipio de Cueva del Hiero (51 censados) el
que registra una participación más alta con un 98’04% del total del censo. En el otro
extremo se dio el curioso caso de que ninguno de los 47 habitantes censados de Cas-
tillejo-Sierra acudió a las urnas. Atendiendo a los municipios de mayor peso demo-
gráfico, destaca el porcentaje de votantes en Tarancón (81’05%), y Quintanar del Rey
(80’06%) pues ambas superaron la barrera del 80%. Cuenca capital, Las Pedroñeras
y San Clemente se tuvieron que conformar con un 73’79%, 77’01%, y un 74’28% res-
pectivamente.
Tabla 3
Elecciones 1/03/1979 en Mota del Cuervo. Participación
Afluencia de votantes
Población de Derecho: 5.518 Votos Válidos: 3.003 99,25%
Número de Mesas: 4 Votos Nulos: 14 1,21%
Censo Electoral: 3.804 100% Votos Blancos: 4 0,22%
Nº Votantes: 3.003 78,94% Votos Candidaturas: 1.844 99,78%
Abstención: 801 21,06%
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Ministerio del Interior.
En la provincia de Cuenca venció de nuevo UCD con un 52’37% de los votos.
Su retroceso era prácticamente mínimo, pues cedía sólo algo más de tres puntos res-
pecto a lo obtenido en junio de 1977. El PSOE volvía a quedar en segunda posición,
pero subía considerablemente en número de votos (más de 9 puntos), gracias en
167
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
parte, a la absorción del PSP. El PCE resultó uno de los grandes beneficiados de los
comicios. Arrebataba a CD-AP el tercer puesto y subía más de dos puntos porcen-
tuales. La coalición comandada por Manuel Fraga retrocedía aquí como en todo el
país, y se dejaba en el camino más de dos puntos de los conseguidos dos años atrás.
El triunfo del partido de Suárez en Cuenca se tradujo en la revalidación de las
tres actas de diputados de que ya disponía el partido centrista en la provincia. En
esta ocasión acudirían a la Carrera de San Jerónimo por UCD Gervasio Martínez-Vi-
llaseñor García, Francisco Javier Rupérez Rubio y María Soledad Arahuetes Portero.
El PSOE renovaba número de escaños y diputado: Virgilio Zapatero Gómez revali-
daba su acta de parlamentario. En la Tabla 16 aparecen los resultados globales a la
Cámara Baja. La Cámara Alta acogería de nuevo a tres senadores de UCD por Cuenca:
Constantino Palomino de Lucas, Carlos Clemente Torrijos y Manuel Sevilla Corella.
Amalia Miranzo Martínez repetía como senadora por el PSOE.
El análisis detallado de los resultados por formaciones políticas permite ex-
traer un buen número de conclusiones. UCD sigue siendo la formación que vence en
mayor número de distritos municipales, además mantiene su posición de privilegio
en la capital (44’37%), y en otras localidades de entidad como Las Pedroñeras
(44’9%) y Tarancón (43’04%). En esta ocasión, el partido centrista obtiene su mejor
resultado en el pequeño municipio de La Parra de las Vegas (82 censados) donde ob-
tendría el 93’55% de los votos. Sus peores guarismos vuelven a registrarse en la lo-
calidad de Carrascosa donde apenas llega al 29’7%.
El PSOE consigue un considerable avance desde el punto de vista provincial.
Consigue arrebatar la condición de partido más votado a UCD en numerosas locali-
dades, destacando por encima de todo su victoria en San Clemente (48’73%) y en
Quintanar del Rey (47’98%). En esta ocasión sus mejores cifras se dan en la localidad
de Torrubia del Castillo, donde alcanza un 60% del total de los sufragios. Las peores
en el pequeño municipio de Castillejo- Sierra (47 censados) donde no obtuvo ni un
sólo voto.
Por su parte, CD-AP superó la barrera del 10% de los votos en muy escasas
localidades (bien es cierto que dos de ellas serían de las más importantes: Cuenca
con un 11’18% y Tarancón con un 10’31%), alcanzando su mejor resultado en el pe-
queño municipio de Valdemorillo de la Sierra (141 censados) con un 40% de los votos.
168
Por el contrario, en nada más y nada menos que 43 localidades se quedó sin un solo
voto. En poblaciones importantes como Las Pedroñeras o Quintanar del Rey apenas
supero los paupérrimos resultados del 1’91% y el 1’17% respectivamente. El PCE, con-
sigue sus mejores porcentajes en la pequeña localidad de Beamud (145 censado), con
el 51’06% de los votos escrutados. Por lo que respecta a las localidades de mayor peso
demográfico sus mejores resultados los volvería a lograr en Quintanar del Rey con
un 9’36%, Tarancón con un 8’53% y Las Pedroñeras con un 8’47%. En 32 pueblos de
la provincia no obtendría ningún voto.
TABLA 4
Resultados Elecciones 01/03/1979. Congreso
Candidatura Votos % Válidos
UCD UNION DE CENTRO DEMOCRATICO 1.238 41,23%
PCE PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA 858 28,57%
PSOE PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL 745 24,81%
CD COALICION DEMOCRATICA 86 2,86%
FEA FALANGE ESPAÑOLA AUTENTICA 50 1,67%
OCEBR ORGANIZACION COMUNISTA DE ESPAÑA BANDERA ROJA 14 0,47%
ORT ORGANIZACION REVOLUCIONARIA DE LOS TRABAJADORES 6 0,2%
MCOIC MOVIMIENTO COMUNISTAORGANIZ.IZQUIERDA COMUNISTA 3 0,1%
PTE PARTIDO DEL TRABAJO DE ESPAÑA 3 0,1%
PCARL PARTIDO CARLISTA 0 0,0%
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Ministerio del Interior.
En Mota del Cuervo el triunfo de UCD vuelve a ser claro (ver Tabla 4), pues
aumentó en casi tres puntos los conseguidos dos años antes y volviendo a superar
ampliamente lo logrado por los centristas en el resto del Estado. Desde este punto
de vista, los resultados de las elecciones de marzo de 1979 no hablan de unos comicios
continuistas. Uno de los aspectos que más puede llamar la atención de las cifras arro-
jadas por las urnas es el nítido descenso de la formación conservadora AP. En Mota
pierde nada menos que 4’36 puntos, una caída notable y que supera incluso la fuerte
pérdida de votos que el partido de Fraga experimentó a todos los niveles, a excepción
de lo que sucedió en el escalón regional. (Comparar Gráficos 4 y 5).
169
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Por lo demás, no hay importantes cambios en los números electorales arroja-
dos por las urnas en Mota. Las cifras obtenidas tanto por el PSOE como por el PCE
nos hablan de continuidad. Ambas suben pero mínimamente, el PSOE 1’81% lo que
no le sirve para superar al PCE como segunda fuerza más votada en la localidad. Y
esta última formación ascendería un 3’36%, lo que no le permitiría acercarse ni de
lejos a UCD. Por último, convendría hacer una mínima referencia a la inexistencia
en Mota del Cuervo de un fenómeno contrastado en otros niveles: el ascenso de las
opciones reaccionarias o ultraderechistas. En Mota del Cuervo continuaron en la in-
significancia electoral: tan sólo un 1,67% de los votos cuando en otras provincias y
territorios llegaron a aumentar de forma sustancial su presencia electoral hasta llegar
incluso a conseguir representación parlamentaria. En Mota del Cuervo la contienda
170
Gráfico 4
Elecciones 01-03-1979. Comparativa
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Ministerio del Interior.
electoral giró ahora más que nunca alrededor de las cuatro grandes formaciones po-
líticas. El resto se tuvo que conformar con el intrascendente 2’53% de los votos.
Los comicios de marzo de 1979 fueron pues una elección de continuidad res-
pecto a las anteriores. El equilibrio de 1977 se mantuvo prácticamente incólume. Los
resultados de 1979 permitieron seguir hablando de un sistema pluripartidista mo-
derado, de tendencias centrípetas. No obstante la democracia española seguía su-
friendo una fragilidad que aún tardaría años en superar. La situación de crisis en la
que entró UCD profundizó la ineficacia de sus gobiernos, enfrentados, además, a
problemas de extraordinaria complejidad. El fracaso de UCD en las elecciones auto-
nómicas de Andalucía en mayo de 1982, supuso una serie de anticipo de lo que ocu-
rriría cinco meses más tarde, cuando se celebraron las elecciones generales de 1982.
2.3. Las elecciones del cambio: los comicios del 28/10/1982 en
Mota del Cuervo
Los comicios de octubre de 1982 iban a suponer un cambio radical en el de-
venir político del país. Las terceras elecciones generales de la época democrática se
enmarcan en un período crítico en la más reciente historia de España. La UCD, par-
tido en el poder durante los últimos cinco años, se hallaba inmersa en una crisis ga-
lopante caracterizada por las continuas peleas internas y las deserciones de algunos
de sus miembros más destacados. La democracia había sido sometida a prueba un
año antes por medio de una intentona involucionista protagonizada por los sectores
más reaccionarios del Ejército, lo que a su vez, dio pie a una movilización ciudadana
de enormes dimensiones a favor del sistema democrático.
Los resultados electorales del 28 de octubre supusieron un auténtico seísmo
electoral que haría de esta fecha un hito histórico en la turbulenta historia democrá-
tica española. La primera circunstancia que llama la atención al analizar los resulta-
dos de estos comicios fue el elevado índice de participación reflejado en unos tres
millones más de votantes (11’5 puntos más que en 1979). Este hecho revertía la tónica
de las últimas convocatorias electorales y servía de espaldarazo al sistema democrá-
tico, puesto en peligro tan sólo un año atrás.
171
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Los niveles de participación en esta convocatoria electoral aumentaron de ma-
nera espectacular en relación a los comicios de 1979. Según Caciagli, las razones que
explican esta circunstancia son de muy distinto carácter. En primer lugar, existirían
motivaciones de carácter “técnico”: las cifras de electores y votantes de 1982 son di-
fícilmente comparables a las de 1977 y 1979 ya que con anterioridad a los comicios
se procedió a un amplio proceso de depuración de las listas censales (eliminación de
inscripciones dobles, de residentes en el extranjero por tiempo indefinido, errores
materiales, etcétera.) tras el que se acabaría suprimiendo aproximadamente un 5%
del electorado15.
A esta razón habría que sumar causas de mayor contenido político entre las
que destacaría principalmente la movilización que experimentaron los estratos so-
ciales más ideologizados y más críticos del país, sabedores de que en esta ocasión su
voto podía ser decisivo a la hora de propiciar el tan deseado cambio. De igual modo,
y aunque en menor medida, también se movilizó el electorado conservador; con el
objetivo, en este caso, de frenar el avance socialista. En definitiva, el incremento de
la bipolarización política acabaría siendo la causa fundamental que llevaría a una in-
mensa mayoría de los electores a ejercitar su derecho al voto.
En la provincia de Cuenca, el ascenso en el nivel de participación fue sencilla-
mente espectacular: se pasó de un 74’1% a un 83’12%, quedándose a menos de dos
puntos del índice alcanzado en la histórica convocatoria de 1977. Como sucedería en
las los años 1977 y 1979 se superó ampliamente la media nacional, en esta ocasión
situada en el 79%.
Si bajamos la óptica de análisis hasta el nivel local, las consideraciones co-
rrespondientes son también altamente elocuentes. En esta ocasión el municipio con
una mayor participación sería Fuente de Pedro Naharro, con un 95’55%. Este hecho
vino a suponer una cierta novedad si se tiene en cuenta la relativa entidad poblacional
de esta localidad a nivel provincial (1.056 vecinos censados). Esta tónica sí que se
mantuvo en relación a los topes abstencionistas. Fue en Campillos-Sierra (92 vecinos
censados) en dónde se alcanzó una menor participación con un 58’7%.
172
15 M. Caciagli: Elecciones y partidos…, pág. 151.
Todas las localidades importantes de la provincia superaron con holgura el
80% de participación subiendo algunas de ellas casi 20 puntos porcentuales en re-
lación a los niveles de afluencia electoral alcanzados en 1979. Especialmente notable
fue el aumento en Cuenca capital (10’56 puntos) y Las Pedroñeras (10’51 puntos).
En Mota, debido a las aceptables cifras de participación de 1979 (78’94%) el aumento
no fue tan notable como en el conjunto provincial o en las poblaciones anteriormente
citadas. De los 3.958 moteños con derecho a voto, 3.225 decidieron ejercerlo el 28
de octubre (81’48%).
En la provincia de Cuenca como en buena parte del resto del país estas elec-
ciones supusieron un vuelvo de dimensiones más que considerables. El vuelco elec-
toral fue mayúsculo acorde con la rotunda victoria socialista y con el descalabro
sufrido por el centro-derecha. El PSOE venció con el 44’84% de los sufragios con un
aumento de más de trece puntos respecto a la elección de 1979. La coalición de AP-
PDP ocupaba la segunda posición acercándose con el 31’84% del total de votantes y
un ascenso de nada más y nada menos que de 25’82 puntos porcentuales. Por su
parte UCD reproduce en la provincia las desastrosas cifras alcanzadas a nivel estatal
y baja desde el 52’37% de 1979 a un paupérrimo 15’15%, eso sí, muy por encima de
lo que fue capaz de lograr a escala regional o nacional, donde el batacazo fue absoluto.
El PCE es el otro gran derrotado, se ve relegado a la cuarta posición en número de
votos y su porcentaje desciende en casi cinco puntos en relación a los anteriores co-
micios.
Un análisis por poblaciones hace evidente el arrollador triunfo socialista. El
partido socialista vence en 141 de los municipios que conforman la provincia, supe-
rando con creces lo hecho en este sentido en 1979. La pequeña localidad de Carras-
cosa (139 censados) donde ya en anteriores convocatorias había obtenido buenos
resultados le proporciona sus mejores registros con un 70’09%. Destaca en este sen-
tido los guarismos alcanzados en alguno de los grandes núcleos de población de la
provincia. Tanto en Quintanar, San Clemente como en Tarancón se superó el 50%
de votos, destacando en esta nómina Las Pedroñeras dónde se llegó a superar la ba-
rrera del 60 % con un 61’20 % de los sufragios. La capital, con un 46’95% fue la única
gran ciudad en dónde los socialistas no superaron la mitad de los votos escrutados.
En Cuenca como en el resto del país, el otro gran beneficiado de estos comicios fue
Alianza Popular. El partido liderado por Manuel Fraga logra imponerse en 66 loca-
lidades de la provincia, logrando sus mejores números en la localidad de La Parra
173
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
de las Vegas (71 censados). Las cifras registradas en algunas de las principales po-
blaciones de la provincia nos ilustran respecto al crecimiento de la formación con-
servadora, que transcurre, lógicamente, de manera paralela al hundimiento de UCD.
En Cuenca capital AP aumentaría sus votos en 26’78 puntos, 13’77 en Las Pedroñeras,
25’98 en Quintanar del Rey, 24’72 en San Clemente y 24’14 en Tarancón. Aún así
aún hubo tres localidades en dónde no obtuvo ni un solo voto.
El hundimiento de UCD en la provincia no admite atenuantes, aunque como
se ha señalado con anterioridad, el centrismo aguanto mejor en esta provincia el
vuelco electoral que en otras. El partido centrista pasa de ser fuerza hegemónica en
la inmensa mayoría de los municipios conquenses a vencer tan sólo en 26, la mayoría
de ellos insignificantes desde el punto de vista demográfico. A pesar de su retroceso
generalizado aún consiguió logros como el de monopolizar el 100% de los sufragios
emitidos en la localidad de Castillo-Albarañez.
El PCE experimenta un repliegue generalizado. Tan sólo en 11 localidades
logra superar la barrera del 10%. Es Beamud el municipio en el que registra un mayor
porcentaje de votos comunista (17’95%). Respecto a los más importantes núcleos de
población de la provincia, cabe señalar que en ninguna de ellas supera el 5%, siendo
especialmente negativas las cifras obtenidas en San Clemente (0’47%), Tarancón
(2’54%) o la propia Cuenca capital (1’57%). En 60 localidades de la provincia no ob-
tendría ni un solo voto.
En Mota del Cuervo, el seísmo electoral que supusieron los comicios de octu-
bre de 1982, afectaron de lleno a la localidad. (Tabla 6). El PSOE pasa de tercera
fuerza política en las elecciones de 1977 y 1979 a situarse como principal fuerza he-
gemónica. Con sus 43’2% supera en 1’97 puntos la cifra alcanzada por UCD en marzo
de 1979 y su aumento se cifraba nada más y nada menos que en 18’39 puntos. AP se
alza por primera vez a la segunda posición con un 28’17% (ascenso de 25’31 puntos)
de los sufragios, que sin embargo la situaban por debajo de lo conseguido por el par-
tido conservador en la provincia y en la Comunidad. (Gráfico 5). El PCE, al igual que
en resto del Estado alcanzaba sus cifras más bajas hasta el momento en unas elec-
ciones con un 13’75%, y a pesar de que perdería 14’82 puntos, aguantaba muy bien
el tipo en comparación con la debacle acaecida en otros municipios de la provincia y
el resto del Estado en general.
174
El centrismo, al contrario que en el resto de la provincia, si que se hundió en
Mota. UCD se tuvo que conformar con un 7’97%, cifra muy alejada de la conseguida
en el conjunto provincia, y por supuesto, a años luz de lo logrado en marzo de 1979.
El Centro Democrático y Social fundado por Adolfo Suárez irrumpía en el panorama
electoral moteño con un modesto 2’14% de los sufragios. Si acaso para cerrar este
análisis convendría hacer notar los destacables números que obtuvo la formación ul-
traderechista Fuerza Nueva, un 4’19% cuando hasta entonces, y como se ha tenido
oportunidad de comprobar, el extremismo de derechas había obtenido unas cifras
ostensiblemente menores en Mota del Cuervo.
Gráfico 5
Elecciones 28-10-1982. Comparativa
175
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Ministerio del Interior.
Las elecciones generales de 1982 implicaron un cambio profundo en el sistema
de partidos. Se produjo una simplificación del mismo, a la vez que un 24 incremento
desnivel de polarización entre los dos primeros partidos, al ser mayor la distancia
ideológica que los separaba. El espacio entre el primer y el segundo partido de ámbito
nacional era superior a veinte puntos porcentuales, distancia que nunca antes se
había dado entre la UCD y el PSOE. Desde este momento y hasta 1993, la vida política
nacional desde los más altos escalones del Estado hasta el sistema partidista de las
más pequeñas poblaciones de la nación como pudiera ser Mota del Cuervo estuvieron
marcados y determinados por la existencia de un sistema de partido predominante:
el socialista.
Tabla 6
Resultados Elecciones 28/10/1982: Congreso
Candidatura Votos %Válidos
PSOE PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL 1.414 43,2%
APPDP ALIANZA POPULAR-PARTIDO DEMOCRATA POPULAR 922 28,17%
PCE PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA 450 13,75%
UCD UNION DE CENTRO DEMOCRATICO 261 7,97%
FN ASOCIACION POLITICA FUERZA NUEVA 137 4,19%
CDS CENTRO DEMOCRATICO Y SOCIAL 70 2,14%
SE SOLIDARIDAD ESPAÑOLA 5 0,15%
MC MOVIMIENTO COMUNISTA 0 0,0%
UCE UNIFICACION COMUNISTA DE ESPAÑA 0 0,0%
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Ministerio del Interior.
3. Las elecciones locales de 1979 y 1983: la democracia vuelve a
los pueblos
3.1. Unas elecciones decisivas: los comicios municipales del 3-4-
1979.
A mediados de marzo de 1979 el país había experimentado, y en menos de dos
años, un par de elecciones generales. De sus resultados se habían derivado unas Cor-
tes Constituyentes y una nueva Carta Magna que concebía el Estado español como
176
una democracia pluripartidista y descentralizada. En esas fechas, tanto el Gobierno
de la nación como los órganos rectores de los incipientes entes preautonómicos, ha-
bían salido de las urnas y a ellas debían su legitimidad. Pero no ocurría lo mismo en
lo que tocaba al ámbito de poder local. A comienzos de 1979 en los sillones de mando
de los Ayuntamientos y Diputaciones provinciales españolas aún se sentaban perso-
nas procedentes del régimen pre-democrático. El escalón administrativo provincial
y municipal era aún franquista.
En este sentido, el momento clave de la transición a nivel municipal estuvo
representado por los comicios locales del 3 de abril de 1979. Hasta entonces, y pese
a que ya habían tenido lugar dos elecciones a Cortes Generales, los consistorios se-
guían constituidos conforme a la legalidad franquista, que reproducía el esquema de
representación orgánica propio del régimen. Esta falta de legitimidad democrática
de los ayuntamientos generaba, por tanto, un agravio comparativo en la representa-
ción de los ciudadanos en el poder central y el local, urgiendo la necesidad de unas
nuevas corporaciones surgidas de las urnas. No obstante, la convocatoria de eleccio-
nes estuvo marcada por los continuos aplazamientos por parte del presidente Suárez,
que finalmente, y tras la aprobación de la Carta Magna, tuvo que acceder a las exi-
gencias de la oposición. Así, una vez celebrado el referéndum constitucional, el pre-
sidente del Gobierno anunció la celebración de comicios para la renovación de los
ayuntamientos precedidos no obstante, en un intento de aumentar las opciones de
su partido frente a las fuerzas de izquierda, por una nueva consulta legislativa.
La reglamentación jurídica en la que se iban a cimentar estos comicios muni-
cipales fijaba que los concejales serían elegidos en función de la proporcionalidad
corregida que establecía la Ley D’Hont. La cantidad de ediles por municipio estaría,
pues, en función del número de habitantes de cada localidad16. En el total de las cinco
provincias que formaban Castilla-La Mancha se elegirían 6.876 concejales y 914 al-
caldes.
177
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
16. De tal manera hasta 14 habitantes se declararía el Concejo abierto. De 25 a 249, 5 ediles; de 250a 1.000, 7 ediles; de 1.001 a 2.000, 9 ediles; de 2.001 a 5.000, 11 ediles; de 5.001 a 10.000, 13 ediles:de 10.001 a 20.000, 17 ediles; de 20.001 a 50.000, 21 ediles; de 50.001 a 100.000, 25 ediles; de100.001 en adelante, un edil más por cada cien mil habitantes o fracción, añadiéndose uno máscuando el resultado fuera un número par.17. D. Ruiz:La España Democrática (1975-2000).Política y sociedad, Madrid, Síntesis, 2002, pág.50.
Las cifras totales arrojadas por las urnas en los comicios municipales de abril
de 1979 reflejan la fatiga política por las sucesivas llamadas a las urnas17. La partici-
pación en el total regional se sitúo en un 65,84%, casi cuatro puntos menos que en
las recientemente celebradas elecciones generales. Aunque los niveles de concurren-
cia en las cinco provincias siguieron superando los ofrecidos por la media nacional.
Toledo volvía a ser la provincia más participativa y Guadalajara la más abstencionista
con 10,5 puntos porcentuales de diferencia entre ellas.
En Mota del Cuervo la participación en estos primeros comicios municipales
fue bastante elevada. 3.010 de los 3.804 moteños censados (79’13%) acudieron a
votar lo que sitúa la concurrencia en nuestra localidad de estudio en niveles muy por
encima del resto de la provincia (70’15%) o de la Comunidad (68’89%). La formación
centrista se impuso por un muy escaso margen de votos a la candidatura presentada
por el PCE (Ver Tabla 7) que se situaba a menos de cien votos de diferencia y menos
de tres puntos porcentuales. Sufragios que se traducirían en ambos casos en cinco
ediles para cada uno de las dos formaciones. El PSOE se convertía en la tercera fuerza
municipal con 315 votos y un concejal que a la postre se revelaría como decisivo. Una
candidatura independiente cerraría la lista con apenas 124 votos que sumarían el
4’18% de las papeletas emitidas.
Tabla 7
Elecciones Municipales 03/04/1979. Mota del Cuervo.
178
Fuente: Demoscopia, Atlas Electoral de Castilla-La Mancha (1976-1993), Servicio de publicaciones de la JCCM,Toledo, 1994, pág. 166.
En cualquier caso el pacto post-electoral entre PSOE y PCE daría a esta última
formación la alcaldía en Mota del Cuervo. El comunista Primitivo Cano Contreras se
convertía en el primer alcalde democrático de la localidad después de cuarenta años
de regidores franquistas. El nombre de la primera persona designada por los votos
para ejercer el mandato municipal poseía además una enorme significación y carga
simbólica pues Primitivo Cano era nieto de Primitivo Contreras Agudo, alcalde re-
publicano durante buena parte de la Guerra Civil y que fue ejecutado en la cárcel de
Ocaña en 194418. La genética, amén de las urnas, unía la legalidad republicana con
la recientemente adquirida democracia. Se iniciaba entonces el verdadero cambio
democrático en Mota del Cuervo. Cambio que se cifraría en las nuevas formas, modos
y modelos que iban a señalar la política local en Mota a partir de entonces.
179
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Imagen 1. Primitivo Cano Contreras
18. J. Medianero Millán y J. Checa López: El Alcalde. Retrospectiva Histórica de la alcaldía en Mota
del Cuervo desde 1870 a la actualidad, Mota del Cuervo, Ayuntamiento de Mota del Cuervo, 2009,pág. 56
Nos llevaría demasiado lejos glosar estas realizaciones en esta aportación,
pero al menos sí quisiera hacer referencia a un acontecimiento que, aunque pudiera
parecer anecdótico, creo que tiene la virtualidad de explicar e ilustrar algunos de los
principales conductos por los que transcurrió ese proceso de democratización en en-
tidades locales como Mota del Cuervo. Además, ese episodio tiene la cualidad de que
conecta esos años con nuestro presente y nos habla de ciertos vanos que dejó la tran-
sición en su intento de construir una nueva conciencia colectiva entre los españoles.
Me estoy refiriendo a la polémica que surgió en esos primeros años de demo-
cracia local con motivo de la retirada del busto de José Antonio Primo de Rivera. La
controversia llegó a generar importantes cotas de tensión en la propia localidad y
tuvo un importante reflejo en la prensa a nivel provincial e incluso nacional. Conviene
detenerse más detalladamente en este episodio para ver su desarrollo.
El día 31 de enero de 1981 era retirado el busto que el fundador de la Falange
tenía erigido en su honor en Mota del Cuervo tras una decisión adoptada por el Ayun-
tamiento. Tres días después el diario ultraderechista El Alcázar se hacía eco de la
noticia, proporcionando su particular interpretación de los hechos. Según este rota-
tivo la retirada se había producido “sin acuerdo municipal previo, ni la más mínima
formalidad administrativa […] y sin haber sometido previamente el asunto al Pleno
180
Imagen 2. Celebración del 1º de Mayo en Mota del Cuervo. Año aproximativo 79-80
municipal”. Para este periódico el hecho significaba una muestra de “la política de
reconciliación, el talante democrático auténtico y el respecto que por las leyes vigen-
tes sienten estos concejales en el ejercicio arbitrario de su autoridad” y se quejaba,
además, de un supuesto “respaldo del Gobernador Civil” a la medida. En la misma
página donde se daba cuenta de la noticia se incluía el siguiente comunicado de FE
de las JONS19:
“Ante el derribo del monumento erigido a José Antonio en Mota del Cuervo, por sus-
cripción popular, derribo decretado arbitrariamente por el alcalde y un grupo de conce-
jales comunistas respaldados en su actitud por el gobernador civil de la provincia, no
obstante no haber mediado acuerdo alguno de la Corporación Municipal, la Junta Na-
cional de Falange Española de las JONS expresa públicamente su indignación y protesta
por este acto, uno más de la serie en los que queda bien patente el espíritu de “reconci-
liación” que impera hoy en España.
Con este fin, el Mando Nacional de Falange de las JONS ha solicitado audiencia al go-
bernador civil de la provincia, antiguo subjefe provincial del Movimiento de Barcelona
y Mando de la Guardia de Franco para expresarle directamente su protesta y condena
de este hecho Al mismo tiempo, Falange Española de las JONS ha tomado el acuerdo de
convocar un acto de desagravio en Mota del Cuervo en fecha próxima”.
181
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Imagen 3. Busto de José Antonio Primo de Rivera en la Plaza Mayor
19 El Alcázar, “El ayuntamiento socialcomunista ordena derribar un monumento a José Antonio”,
03-02-1981, pág. 7.
La mecha de la polémica ya estaba encendida. Tan sólo un día después el Go-
bernador Civil, José Antonio Casas, salía al paso de algunas de las informaciones pu-
blicadas por El Alcázar, para desmentir su implicación en el asunto. A través de su
gabinete de prensa la máxima autoridad provincial aseguraba que “en ningún mo-
mento […] ni el alcalde ni la Corporación de Mota del Cuervo consultaron con auto-
ridad alguna del Gobierno Civil esa medida” al tiempo que se preocupaba de recordar
que “todo lo referente a esta materia es de responsabilidad exclusivamente munici-
pal”20.
En la siguiente edición del Diario de Cuenca, el alcalde de Mota, Primitivo
Cano, daba su versión de los hechos e intentaba aclarar algunas de las cuestiones que
se habían publicado en días anteriores y que estaban detrás de la generación de la
controversia. El alcalde rechazaba que se hubiera llevado a cabo una política de he-
chos consumados, pues según él se había “informado con anterioridad a la Comisión
Permanente”. Impugnaba igualmente la acusación de revanchismo y decía haber ac-
tuado “con una política acorde con el momento actual sin perseguir herir la sensibi-
lidad de nadie”. Al mismo tiempo desmentía “haber mantenido entrevista alguna
con el Gobernador Civil”, asegurando que la información publicada por El Alcázar
estaba “manipulada hasta la saciedad”. Concluía, en relación al acto de desagravio
previsto por FE de las JONS que no le gustaría “ver perturbada la paz de Mota por
ningún tipo de actos”21.
Por cierto que el Órgano de la Confederación Nacional de Combatientes no
pararía su campaña de críticas contra la decisión adoptada por el Ayuntamiento de
Mota en las publicaciones antes referidas. El día 4 de febrero el asunto llegaba nada
más y nada menos que a la sección de opinión del periódico a través de un artículo
escrito por José Luis Alcocer. En el texto, Alcocer, además de considerar que el pri-
mer edil moteño había caído en un “torpe sentido de la revancha” lo insultaba sin
reparos calificándolo de “inconsciente, analfabeto de la sensibilidad y torvo personaje
responsable de un acto sucio […] de una vileza”. El articulista expresaba su opinión
de que el acto de la retirada del busto se trataba “de una venganza por haber perdido
y de provocar a quienes vencieron”. Y terminaba arremetiendo igualmente contra el
Gobernador Civil al que tildaba de “personaje espectral” acusándole de haber inten-
182
20 Diario de Cuenca, “El Gobierno Civil desmiente una noticia de El Alcázar”, 04-02-1981, pág. 5.21 Diario de Cuenca, “Precisiones del Alcalde de Mota del Cuervo sobre el busto de José Antonio”,05-02-1981, pág. 5.
tado con su supuesto consentimiento “que se le perdonase su tránsito por el Movi-
miento”22.
A los pocos días el debate se trasladaba a las páginas de los medios provincia-
les, concretamente a las del Diario de Cuenca y se convertía en un interesante cruce
argumentativo a raíz de una carta dirigida al alcalde de Mota por un militante falan-
gista de nombre Teodoro Lozano Pérez y que vio la luz en este rotativo. En esta misiva
titulada “A la memoria de José Antonio”23 el miembro de Falange se quejaba de que
“lamentablemente han prevalecido las directrices internacionales a las que sirve a
sus propios deseos […] al proceder a derribar el monumento erigido a José Antonio
Primo de Rivera en esa bella localidad”.
Según Teodoro Lozano el busto se había retirado “de una forma arbitraria y
dictatorial”, y “emulando perfectos métodos fascistas cuyo sistema tanto repudia su
partido sin haber convocado al Pleno Municipal” y, además, “sin tener en cuenta para
nada, la opinión de unos ediles de UCD que fueron elegidos democráticamente por
el pueblo”. Todo ello según Lozano, “nos da una idea de la suerte que correría el pue-
blo español, si algún día, el comunismo alcanzara el poder.” A esto y dirigiéndose
constantemente al alcalde añadiría su opinión de que “si usted y todos los que piensa
como usted, consideran que haciendo desaparecer el nombre de José Antonio del
callejero, o derribando sus monumentos acabarán con su obra, están equivocados.
Para rematar su argumentación, el militante falangista echaba mano de una cita del
propio José Antonio: “a los pueblos no los han movido nunca, nadie más que los po-
etas y hay de aquel que no sepa levantar frente a la poesía que destruye la poesía
que promete”.
La carta mereció una pronta respuesta del aludido, el primer edil de Mota, en
el mismo medio24. En ella Primitivo Cano Contreras no dudo en utilizar argumentos
que sin duda cuestionaban de raíz los expuestos por Teodoro Lozano. Primitivo Cano
llegaba a señalar que “el propio José Antonio hubiese pedido la destrucción del
busto”, ¿la razón? “éste fue pagado con dinero que provenía de la Junta Nacional del
Paro (Archivo Municipal 11-5-1956) en años en los que la clase obrera de mi pueblo
183
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
22 José Luis Alcocer, El Alcázar, “El torpe sentido de la revancha”, 04-02-1981, pág. 4.23 Diario de Cuenca, “A la memoria de José Antonio”, 08-02-1981, pág. 18.24 Diario de Cuenca, “El alcalde de Mota del Cuervo contesta a Teodoro Lozano”, 11-02-1981, pág.18.
tenía que buscar el pan por otros lugares”. Cano apuntaba que “el proceder en la re-
tirada del mencionado busto, en la intencionalidad y en la forma, no fue arbitrario y
dictatorial, ni obedeciendo intereses internacionales por no encajar en mi ideología”
y añadía que “días antes de retirarlo la Comisión Municipal Permanente tuvo cono-
cimiento y nadie de los asistentes, incluido un concejal de UCD manifestó su oposi-
ción”.
Según el alcalde moteño con la retirada del busto “no se había buscado hacer
desaparecer a José Antonio, pero sí a liberar a un pueblo de la estructura que ampa-
rándose en él durante mucho tiempo lo ha tenido oprimido”. Y para no ser menos
que Lozano en la utilización de citas de autoridades cerraba su argumentación Pri-
mitivo Cano con dos citas que servían de síntesis de su pensamiento en relación a la
polémica. Una de Lenin: “menos frases pomposas y más trabajo cotidiano, sencillo,
menos estrépito político y mayor atención a los hechos más simples, pero vivos…
fuera de nosotros la presunción” y otra de Salvador Espríu: “alguna vez es necesario
y forzoso que un hombre muera por el pueblo, pero nunca ha de morir un pueblo en-
tero por sólo un hombre”25.
El momento culminante de toda esta querella tendría lugar con la convocato-
ria y celebración de la ya anunciada concentración convocada por la Falange en señal
de protesta por la retirada del busto. El 22 de febrero, un día antes del golpe de Es-
tado militar, se llevó a cabo lo que los convocantes denominaron como acto de des-
agravio a José Antonio Primo de Rivera.
184
25. Después de este paso por las páginas del Diario de Cuenca aún se podrán detectar rescoldos de lapolémica de nuevo en las de El Alcázar. Así por ejemplo, el 18 de febrero un lector llamado PrimitivoGarcía le escribía una carta a Primitivo Cano titulada “A mi tocayo el alcalde de Mota del Cuervo” enla que reincidiría en las quejas y lamentos por la retirada del busto. El Alcázar, 18-02-1981, pág. 28.
Según recogió la prensa provincial, al acto acudieron unas 2.000 personas
procedentes sobre todo de los pueblos de alrededor y de las provincias limítrofes.
Fue presidido por el Jefe Nacional de Falange, Raimundo Fernández Cuesta, acom-
pañado del Consejo Nacional de Falange en pleno y de otros mandos nacionales,
Consejo Provincial y Jefe Comarcal, destacando la presencia de Pilar Primo de Rivera
hermana del fundador de la Falange. Como oradores intervinieron el Secretario Pro-
vincial y el Jefe Nacional. Ambos se dedicaron a glosar la figura de José Antonio y a
recordar los dos momentos que vinculaban a este personaje con Mota: su discurso
allí a las Falanges Manchegas el 30 de mayo de 1935 y el recibimiento que se dispensó
en Mota a la comitiva mortuoria que trasladó sus restos desde Alicante a El Escorial
después de su fusilamiento.
Fernández Cuesta insistió en criticar la gestión del Ayuntamiento moteño al
retirar el busto y anunció, además, que Falange emprendería medidas legales para
que la escultura fuera resituada en su antigua ubicación. El acto, en que se vieron
pancartas con lemas como “España quiere suicidarse. Nosotros se lo impediremos”,
concluyó con la colocación de un ramo de rosas y el canto del Cara al Sol en el lugar
donde estaba situado el busto26.
185
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Imagen 4. Cartel de convocatoria del acto de Falange en desagravio a José Antonio
26. Diario de Cuenca, “Normalidad en el Acto de Mota del Cuervo”, 24-02-1981, pág. 8.
Y aún continuarían durante un buen tiempo los esfuerzos de las fuerzas de
extrema derecha por hacerse presentes en Mota del Cuervo, en donde tan intensa-
mente se habían sentido agraviados. El 31 de mayo era Fuerza Nueva la que convo-
caba un llamado Acto de Afirmación Nacional en Mota, en el que participó como
principal orador su líder, Blas Piñar, máxima figura del ultraderechismo español por
aquellos años. Nueva ocasión para volver a hablar de la tan traída y llevada retirada
del busto y oportunidad para que los eslóganes ultrareaccionarios volvieran a ser co-
reados y paseados por las calles de Mota del Cuervo.
186
Imagen 5. Cartel de Fuerza Nueva convocandoa un Acto en Mota del Cuervo 31-05-1981
A pesar de que la tirantez no se tradujo en hechos trágicos que lamentar, es
cierto que la tensión que se vivió en esos momentos fue máxima, prácticamente en
consonancia con la tensión que se estaba experimentando a nivel nacional. Hay que
tener en cuenta que el llamado acto de desagravio celebrado por Falange tuvo lugar
a poco más de 24 horas de que el país experimentara una intentona militar involu-
cionista.
Un golpe militar, que por otra parte, generó una contundente respuesta de re-
chazo por parte de los representantes políticos moteños. El día 24 se reunía el con-
sistorio municipal en Pleno Extraordinario y emitía un comunicado en el que se fe-
licitaba por el fracaso de los golpistas y apoyaba sin reservas el sistema democrático.
A pesar de tan recto objetivo y de que el comunicado no poseía ningún mensaje que
se pudiera calificar mínimamente de partidista, la reunión del Ayuntamiento moteño
generó las suspicacias de las fuerzas de orden público, concretamente de la Guardia
Civil. Así lo prueba una Nota Informativa de carácter Confidencial (Imagen 6)27 con-
feccionada por el Servicio de Información de la Benemérita y remitida al Gobierno
Civil en la que se daba cuenta de cómo había transcurrido la citada sesión extraordi-
naria del consistorio moteño.
187
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Imagen 6. Nota Informativa Confidencial del S.IG.C. sobre Pleno Extraordinario delAyuntamiento de Mota del Cuervo con motivo del 23-F
Por tanto, como se ha tenido ocasión de comprobar, el contexto en el cual se
desplegó esta controversia por la retirada del busto difícilmente pudo ser más inde-
seable.
La polémica que acabamos de referenciar quizá pueda estimarse como anti-
cipo de la más reciente retirada de la Cruz de los caídos aledaña a la parroquia de
San Miguel Arcángel. Sin duda ambas acciones y ambas polémicas forman parte de
un mismo bloque de significación histórico-política. Lo indudable, y por lo que a este
punto de la descripción del proceso de cambio en Mota del Cuervo compete es que
27 Archivo de la Excma. Diputación de Cuenca, Sec. Gob. Civil.
fue sin duda el acontecimiento más importante en el orden de lo simbólico a la hora
de expresar el momento de cambio que se estaba produciendo en la localidad de Mota
del Cuervo.
Pero también hubo otras decisiones que se adoptaron en esa misma dirección
en la legislatura posterior. Ejemplos de ello sería la aprobación por mayoría munici-
pal del cambio del nombre de algunas de las calles que alababan al régimen fran-
quista en octubre de 1983. Destacarían en esta nómina, cómo no, el cambio de
denominación de la Plaza del Caudillo (actual Plaza Mayor), la Calle de José Antonio
(actual Calle Mayor) la Calle de José Calvo Sotelo (actual Calle de las Fuentes). O la
Calle de los Mártires.
Esta vía fue cambiada de nombre por Calle Don Sabino en honor a Sabino
Fuente Díaz, maestro republicano madrileño militante de Izquierda Republicana que
ejerció la docencia en Mota desde finales de los años veinte hasta comienzos de los
cincuenta28. Al parecer, Sabino Fuente pudo salir indemne de la represión a la que
parecía verse abocado en la inmediata postguerra gracias a que durante los primeros
días de la Guerra Civil ayudó a esconderse a un falangista local, lo que le serviría para
posteriormente evitar ser represaliado como lo fue buena parte del magisterio cer-
cano a posturas republicanas.
Lo cierto es que una vez pasados cuatro años desde los comicios municipales
de 1979 y llegadas las elecciones locales de mayo de 1983, Mota optaría por una pro-
fundización y desarrollo de esa etapa transformadora.
3.2. Las elecciones locales del 08-05-1983
Las elecciones municipales de 1983, celebradas el mismo día que los primeros
comicios autonómicos, participaron al igual que éstos del ambiente político-electoral
creado en el país con motivo de la victoria socialista en las generales de 1982. El
triunfo del PSOE fue tan contundente en esa fecha que esta formación se convirtió
en el partido mayoritario en todas las provincias de la región, a pesar de la fuerza
188
28. F.J. Escudero Muñoz, Mota del Cuervo, Historia de nuestras calles desde 1870 hasta la actuali-
dad, Mota del Cuervo, Ayuntamiento, 2009, págs. 97-98.
que la derecha había demostrado en algunas de ellas, como Cuenca y Guadalajara.
En este sentido, estas votaciones, al igual que las regionales, se vieron claramente
influenciadas por el vuelco electoral acaecido en octubre de 1982 y en función de ese
condicionante conviene ser estudiadas. La absoluta supremacía de UCD en cuanto a
su nivel de implantación regional existente en 1979 desaparece ahora para configurar
un panorama mucho más igualado aunque con predominio aún de un conservadu-
rismo que absorbe a una buena parte de los restos centristas. Las cifras totales arro-
jadas por las urnas en los comicios municipales de mayo de 1983 reflejan el repunte
político que se vivió en España tras las elecciones de 1982. La participación en el total
regional se sitúo en un 73’97%, más de cinco puntos por encima que en abril de 1979
aunque por debajo de las cifras alcanzadas en octubre de 1982. Los niveles de con-
currencia en las cinco provincias siguieron superando los ofrecidos por la media na-
cional.
En nuestra localidad de estudio volvió a experimentarse una muy alta parti-
cipación de cara a estos comicios. De los 3.825 moteños censados, 3.336 acudieron
a las urnas (88%) De nuevo la movilización fue superior en Mota que en el resto de
la provincia (75’58%) o de la Comunidad (73’97%). Respecto a los resultados en nú-
mero de votos, no deja de tener lugar en Mota una transposición de lo que sucedió
en muchos otros lugares: AP hereda la práctica totalidad de los votos de UCD y el
PSOE se beneficia de la onda expansiva que supuso para sus réditos electorales el
fenómeno electoral de 1982. A estos rasgos habría que sumar los componentes pro-
pios del sistema electoral moteño que como ya hemos visto se caracterizó principal-
mente por la importante presencia del PCE. Estos rasgos globales se materializaron
en una victoria de AP con el 41’89% de los sufragios, seguida del PCE con un 30’77%
de los votos y la tercera posición del PSOE con un 20’76% de las papeletas emitidas.
De nuevo una candidatura independiente cerraba el círculo electoral moteño
(Tabla 8).
Si comparamos las cifras con las elecciones de abril de 1979 podremos obser-
var como el PCE retrocede a costa del avance socialista y que, como ya se ha señalado
AP no hace otra cosa que prácticamente, calcar, los resultados de UCD. Lo verdade-
ramente relevante desde el punto de vista institucional es que la traducción en tér-
minos de poder municipal acabó siendo la misma que hacía 4 años: PCE y PSOE
sumaron fuerzas y consiguieron la alcaldía para la primera de las dos formaciones.
189
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Si el comunista Primitivo Cano había sido destinado a ser el primer alcalde de Mota
en la democracia, el segundo iba a ser Rafael Jiménez Crespo.
190
Imagen 7. Rafael Jiménez Crespo
Tabla 8
Elecciones Municipales 08/05/1983. Mota del Cuervo.
Fuente: Demoscopia, Atlas Electoral de Castilla-La Mancha (1976-1993), Servicio de publicaciones de la JCCM,Toledo, 1994, p 166.
Los comicios municipales de 1983 deben valorarse pues dentro de la “onda
expansiva” que generó la victoria socialista en octubre de 1982. Sin atender a este
factor sería difícil entender su desarrollo, análisis y derivaciones. El impacto de se-
mejante vuelco electoral explica los resultados recogidos en Castilla-La Mancha y en
el resto del país en las locales y permite valorar estas elecciones – junto a sus coetá-
neas autonómicas – como corolario del cambio político experimentado en toda Es-
paña unos meses antes.
Por su parte, las elecciones autonómicas de 1983 también se vieron influen-
ciadas por el espectacular triunfo socialista de 1982 y el reajuste al que se vio obligada
la derecha debido al desvanecimiento de UCD. Al coincidir el mismo día las eleccio-
nes autonómicas y municipales, los eslóganes se diversificaron y generalizaron para
atender a ambas consultas. La campaña institucional apoyó genéricamente las dos
campañas con tres lemas principales con el fin de que los electores asumieran su res-
ponsabilidad fundamental como ciudadanos participando: “Tu voto es tu decisión”,
“No juegues con tu voto”, “Un compromiso de todos”.
191
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Tabla 9
Elecciones Autonómicas 08-05-1983. Mota del Cuervo
Fuente: Demoscopia, Atlas Electoral de Castilla-La Mancha (1976-1993), Servicio de publicaciones de la JCCM,Toledo, 1994, p, 166
Respecto a los resultados y a la evolución de los distintos partidos en el con-
junto regional se observan tendencias diferenciadas con las elecciones de 1982, aun-
que se siguen moviendo en su órbita. La principal novedad radica en la desaparición
de UCD. Esta circunstancia se manifestó especialmente en la subida de AP-PDP-UL.
En las autonómicas de 1983 los socialistas, como ocurrió en todas las provincias, ba-
jaron en relación con 1982, mientras que el grupo APPDP-UL subió, aunque sin
poder desbancar a sus principales adversarios.
En Mota del Cuervo en estas elecciones autonómicas se produce un práctico
calco (Tabla 9) de los resultados acaecidos en el nivel municipal, algo que resulta
comparativamente llamativo si tenemos en cuenta sobre todo los desastrosos núme-
ros que obtuvo el PCE en estas elecciones a nivel provincial y regional. En Mota del
Cuervo los comunistas aguantan el tipo con un 29’17% de los votos que prácticamente
iguala lo alcanzado en las municipales. AP conseguiría la victoria con un 38’76% y el
PSOE clavaría en porcentaje lo conseguido en las elecciones locales. El 0’27 obtenido
por el CDS sería sólo una pequeña parte de otras candidaturas minoritarias que no
obstante, llegaron a sumar más del 11% de los votos válidos emitidos en Mota del
Cuervo con motivo de esas elecciones.
A modo de conclusión:
Mota del Cuervo o una peculiar transición en La Mancha
Hasta aquí el estudio del cambio político en Mota del Cuervo durante esos
años decisivos de la transición. Un mecanismo de transformación plasmado esen-
cialmente, como se ha tenido oportunidad de comprobar, en la mutación de un mu-
nicipio gobernado hasta entonces por los diseños de poder dictatoriales, franquistas;
hasta un municipio plenamente democrático, regido, por lo demás, por ideales pro-
gresistas que implantarían nuevas formas de hacer y entender la política en la loca-
lidad. Maneras y modos totalmente distintos a la hora de enfrentarse a las
preocupaciones, problemas e inquietudes de sus ciudadanos. Partiendo de esa con-
clusión básica, es cierto que si nos fijamos en todo lo desarrollado hasta este mo-
mento y en el examen de las cifras que han ido apareciendo, podremos extraer una
serie de conclusiones y apreciaciones en relación a la forma en que se desplegaron
los procesos electorales y consultas populares en la Mota del Cuervo que se adentró
en el cambió político desde el autoritarismo franquista al actual régimen de liberta-
des.
192
La primera de ellas se correspondería con el hecho de que el comportamiento
electoral de los moteños guarda ciertas semejanzas y algunas diferencias con lo ocu-
rrido en el resto de los niveles territoriales a los que hemos hecho referencia. Esta
afirmación podría desgranarse en varias aseveraciones subsecuentes. Así, por ejem-
plo, en cuanto a partidos más votados, los resultados en las distintas elecciones ge-
nerales, así como en las únicas elecciones autonómicas que tuvieron lugar durante
estos ocho años, no difieren en exceso de lo acontecido en los escalones provincial,
regional o estatal, con la matización de que ni UCD en sus dos victorias, ni el PSOE
en las dos suyas, alcanzarían en Mota del Cuervo los porcentajes que lograron en la
provincia de Cuenca o en Castilla-La Mancha. En este análisis habría, asimismo que
resaltar la nota distorsionante que supusieron las elecciones autonómicas de 1983
donde el PSOE fue la fuerza más votada en Mota, así como en el conjunto regional,
pero quedó por detrás de AP en el global provincial.
Igualmente convendría destacar otras cuestiones que dan forma a la actuación
de los moteños durante todo este ciclo electoral. Entre estas se situaría en primer
lugar, los vaivenes que sufrió la participación electoral. Algo que, bien es cierto, su-
cedió en la mayoría del país. En segundo lugar, la presencia – que no importancia –
que las candidaturas independientes tendrían en los comicios municipales. Y en ter-
cer lugar la clara tendencia asertiva con respecto a las propuestas gubernamentales
si bajamos al análisis de los resultados recogidos en las dos consultas populares o
referéndums que se celebraron durante aquellos años. El apoyo a los intereses del
Ejecutivo – pues el Gobierno es el que convoca el referéndum de 1976 y el máximo
interesado en que también salga adelante el de 1978 – en forma de voto afirmativo a
sendos plebiscitos, alcanzándose en ambos cifras cercanas o superiores al 90% de
“síes” se convierta en la gran prueba que apoya esta idea.
Pero, el principal elemento distintivo del comportamiento electoral de los mo-
teños durante todo este período, y aún después; la característica más destacable y de
repercusiones más evidentes sería sin lugar a dudas el singular peso electoral que en
esta localidad iba a mantener el Partido Comunista de España. Este rasgo, que se
hace evidente en los números absolutos y en las posibles comparaciones generaría a
su vez toda una lista de derivaciones secundarias que nos ayudan a comprender
mejor la especificidad del caso electoral moteño sobre todo en comparación con el
resto de la provincia, su entorno regional castellanomanchego, y aún con todo el con-
junto del Estado. La relevancia en las urnas del PCE no sólo convierte a este partido
193
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
en la principal formación progresista durante esta etapa desde un punto de vista glo-
bal – en los 6 comicios celebrados durante estos años el PCE obtendría en cuatro de
ellos más votos que el PSOE – sino también y, sobre todo, en el plano específico de
lo municipal porque sería esta primacía dentro de la izquierda lo que va a posibilitar
que el PCE se convierta en fuerza de gobierno en Mota del Cuervo. Algo que tendría
hondas repercusiones en algunos de los hechos más destacados del acontecer de la
transición en esta localidad.
La presencia en el gobierno municipal de un bloque progresista comandado
por la fuerza que durante los años de autoritarismo franquista se convirtió en el prin-
cipal eje de oposición a la dictadura no pudo dejar de tener notables resultados. Se-
cuelas que de alguna manera podríamos decir que singularizan el proceso de
transición en Mota del Cuervo sobre todo si lo comparamos con las formas en que
este fenómeno se desplegó en su entorno territorial más próximo. Eso es lo que hace
de Mota del Cuervo un caso peculiar, que desentona con la atonía y el sosiego con el
que se desarrolló este proceso en la mayoría de lugares de una región castellano-
manchega rural y completamente plana. En Mota, en la acción política de quienes
ocuparon la responsabilidad municipal entonces, apareció pronto la necesidad de
hacer presente el cambio de los tiempos, de caminar hacia lo nuevo y de aparcar, lo
viejo, lo caduco, retirar aquello que simbolizaba autoritarismo y falta de libertades
al tiempo que ausencia de modernización. Este ideario, materializado en acciones
concretas, es lo que le llevo a Mota del Cuervo y a algunos de los protagonistas de
esos hechos a las páginas de la prensa provincial y nacional de entonces.
Y la práctica diaria del ejercicio de la administración local y de la gestión mu-
nicipal, fue también y en buena medida, lo que nos va a servir para justificar la sin-
gularidad moteña basada en este peso específico del Partido Comunista. Una
ascendencia comunista que podemos rastrear ya incluso en los últimos años del fran-
quismo, donde ciertos individuos se irían organizando alrededor de sus siglas, y cuya
actuación, una vez desencadenado el proceso de apertura democrática, va a resultar
clave a la hora de explicar los excepcionales resultados electorales que va a conseguir
esta agrupación una vez abiertas las urnas.
194
Esa actividad pudo constituirse en un mecanismo normalizador que posibilitó
que en torno al PCE se vertebrase una red organizativa que ha podido dotarse de
continuidad a lo largo de todos estos años de democracia debido a la especial influen-
cia en algunos barrios de la localidad y, lógicamente, la recurrente adhesión de sus
votantes. Factores que no se han dado en otras formaciones políticas que en tanto
han aventajado al PCE/IU en otras zonas de la región o del Estado.
Ahora, casi treinta años después, los acontecimientos acaecidos recientemente
en Mota del Cuervo, nos sirven para detectar, ver, y al mismo tiempo adentrarnos
en algunos de esos vanos sin cubrir que dejó nuestra transición y por los que se nos
cuela a los habitantes de este país un ayer demasiado reciente, un ayer demasiado
complejo, un ayer demasiado presente. Quizá sea esta virtualidad lo que otorga a
Mota del Cuervo un plus especial pues nos permite a través del estudio de su devenir
el conectar nuestro pasado con nuestra actualidad como españoles; algo que – se
quiera o no – siempre será una herramienta básica para preparar y crear a las socie-
dades del futuro.
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I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
Imagen 8. Reunión de CCOO de Mota del Cuervo con Marcelino Camacho.
197
I Jornadas de historia de Mota del Cuervo
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