ministerios en las cebs
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FE Y ECLESIOLOGÍA
Ministerios en las CEB
Socorro Martínez Maqueo, rscj
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FE Y ECLESIOLOGÍA. Ministerios
Socorro Martínez Maqueo, rscj
1. INTRODUCCION
El día de ayer abordamos el tema de un modelo de iglesia de los pobres y para los pobres y como se
vive en las Comunidades Eclesiales de Base. En continuidad hoy veremos los ministerios y cómo se
desarrollan en una comunidad que reconoce la dignidad de cada persona, se esfuerza en ser
auténticamente cristiana y por lo tanto busca colaborar de diferentes maneras en la obra del Espíritu
y bajo su impulso para que el Reino de Dios, la Buena Nueva de Jesús acontezca.
Vivir la fe en América Latina y El Caribe
Recordemos que los servicios y ministerios intentan responder a las necesidades del contexto ya sea
en una dimensión amplia así como también en aquello que afecta la vida cotidiana.
En América Latina y El Caribe estamos lejos de sociedades donde la mayoría de la población tiene
acceso a una vida digna y haya condiciones de justicia. Seguimos siendo el continente
paradójicamente "cristiano" y con la mayor desigualdad en la distribución de la riqueza. La corrupción
en muchos países es alarmante en todo nivel. La democracia si bien aparentemente vigente está lejos
de prácticas que correspondan a su esencia. El deterioro social por la violencia es un denominador
común, más acentuado en algunos países que en otros, pero presente en todos.
La violación de los derechos sociales (salud, educación, alimentación, seguridad pública), económicos
(vivienda, trabajo), culturales (educación y respeto de culturas, tradiciones) y de medio ambiente
(conservación y defensa de los recursos naturales) de la población especialmente en los sectores más
pobres es constante; pueblos enteros son desplazados por la avaricia de los gobiernos y las
transnacionales; la política extractivista despoja a las poblaciones de su hábitat sea para construir
represas, para implantar algún tipo de cultivo, para adueñarse de las riquezas del subsuelo aun
arrasando con lugares ancestrales considerados sagrados por sus habitantes; la poca accesibilidad a
los sistemas de justicia y además con alto índice de favoritismo y corrupción; la amenaza del crimen
organizado al Estado de Derecho, las reducidas alternativas de desarrollo personal y colectivo, los
bajos índices de equidad de género en la elaboración y la práctica de las políticas públicas, y los brotes
de indignación social, son realidades comunes en muchos países.
Somos también conscientes de la incesante lucha por la vida, de multitud de iniciativas a favor de una
vida digna y de una religiosidad que percibe que Dios está presente y una fe más acrisolada que sabe
con certeza que Jesús camina con su pueblo y que el Dios de la Historia tiene la palabra última. Ahí en
medio de esta realidad están las Comunidades Eclesiales de Base empeñadas en una iglesia y sociedad
que refleje el proyecto de Dios y para ello desarrollan diferentes servicios y ministerios.
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2. LOS MINISTERIOS EN LAS COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE
Siguiendo la línea de un modelo de iglesia desde y para los pobres el criterio de estructuración
ministerial son necesariamente los pobres, y como dice Jon Sobrino, como el centro de la totalidad de
la iglesia.
A continuación lo que escriben varios autores respecto al tema que nos interesa:
2.1 Un extracto de Diego Irarrazabal del artículo Eclesiología apasionada por Jesús y la Humanidad.
Aportación de Ronaldo Muñoz en Chile y América Latina. Como su mismo título indica Diego retoma
el aporte del querido, sabio y humilde Ronaldo que compartió su ministerio sacerdotal entre los
barrios más pobres de la ciudad de Santiago en Chile.
RESUMEN: Ronaldo Muñoz construye su eclesiología a través de su dialogante ministerio teológico
enraizado en la experiencia y sabiduría de las comunidades de base. Reconoce tres momentos clave, la
lectura eclesio-práctica de la Palabra, la comunidad eclesial en construcción, y las vocaciones y
ministerios como signos de vida. Esto da origen a una Iglesia descentrada que, siguiendo el Espíritu de
Jesús, se pone enteramente al servicio eficaz de personas y sociedades que anhelan liberación, da
testimonio de justicia y se redescubre como Iglesia del pobre. Las reflexiones de Ronaldo Muñoz
contagian una mirada crítica y constructiva: es posible encarar la crisis estructural sin ilusionarse con
formas de neocristiandad, ni polarizarse entre cúpula y base, ni entre restauradores y progresistas.
Cabe más bien auscultar los signos de los tiempos y comunitariamente regenerar el ser Iglesia.
El primer momento - Lectura eclesio-práctica de la Palabra.
No es un mero auscultar la realidad; tiene oídos atentos a los acontecimientos históricos y es receptor
del mensaje bíblico. Ronaldo dio la siguiente explicación: «buscamos en el Nuevo Testamento y
especialmente en los evangelios la inspiración y los criterios para renovar y reformar nuestras
comunidades eclesiales, en su vida profunda, su convivencia y su servicio práctico». Por ejemplo, en
torno a los capítulos 4 y 5 de San Mateo, se propone: La comunidad convocada por Jesús…
compartiendo la actitud profunda y la causa del Maestro, con su manera de vivir y de actuar: la
confianza ilimitada en el Padre Dios, la misericordia activa con los pobres, los enfermos, los pecadores,
el amor universal, incluso a los enemigos… compartiendo así su mismo gozo (o «bienaventuranza») y
su destino: amado y cuidado tiernamente por el Padre, acogido y buscado por los humildes,
despreciado o perseguido por los pudientes… para ser de esa manera la comunidad de sus discípulos,
sal de la tierra y luz del mundo» (Muñoz, 2002: 33 y 46).
Se trata pues de un modo de entender/practicar la presencia de Dios hoy, que transforma a la Iglesia y
su servicio al mundo.
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El segundo momento- Comunidad eclesial en construcción.
Reconstruye el ser Iglesia desde comunidades concretas. La explicación dada por Ronaldo es sencilla y
radical: grupo de personas que comparten la vida, busca a Dios, reconoce a Jesucristo que con su
Espíritu nos va cambiando la vida, celebra la cena del Señor, se organiza con servicios solidarios y con
la misión profética. El ser comunidad eclesial de base es visto dentro del amplio pueblo de Dios que es
católico y ecuménico.
El tercer momento -Vocaciones y ministerios, como signos de vida.
Retoma lo anterior y se refiere a vocaciones y ministerios a favor de la vida, y son servicios que
superan cualquier discriminación (6). No es algo eclesiocéntrico, manipulado por los pudientes. Más
bien hay que reconstruir «la hermandad igualitaria y abierta, con su variedad flexible de dones y
servicios… contrastantes con tantas concepciones y actitudes, estructuras y prácticas que imperan con
fuerza en nuestra iglesia, debilitándola y a menudo descalificándola para reflejar la luz de Cristo en
nuestro mundo real»; luego recalca: «comunidades con variedades de dones y ministerios (de hombres
y mujeres), al servicio de la comunión fraterna y de la misión, de la causa y la práctica liberadora de
Jesús… en la tierra que es casa y reserva común de todos los hijos y las hijas del único Dios de la vida,
Padre y Madre universal» (Muñoz, 2002: 67; 2009; 276-7).
2.2 Las CEBs se organizan como un organismo ministerial. Una Iglesia toda servidora hacia dentro y
hacia fuera. No tocan solo lo litúrgico y profético sino que abarcan los ministerios para la vida plena:
en salud, educación, organización, defensa de la tierra, etc. Dentro de este gran cuerpo ministerial se
inscribe el equipo misionero en misión compartida. (Notas de P. Mateo, claretiano)
2.3 Esta primacía de la comunidad sobre los ministerios tomados individualmente nos ayuda a
entender la posible creatividad cuando fracasa cierto tipo de organización eclesial. Así la comunidad
tradicional dependía casi exclusivamente del sacerdote. Dónde él estaba allí existía Iglesia, dónde él
faltaba, moría la comunidad. En nuestra perspectiva de Iglesia-comunidad, esta carencia del
presbítero no significa disolución de la Iglesia. La comunidad misma --y eso ocurre en las CEBs--
encuentra formas de coordinación (generalmente en pequeños grupos) de celebración, también
eucarística, bautismal, matrimonial, que suplen esta falta. Finalmente quien bautiza y consagra no es
el ministro consagrado, sino que es Cristo quien bautiza y consagra, pero el sujeto es el Cristo que
siempre con el Espíritu está dentro de la Comunidad y se sacramentaliza a través del ministro o del
grupo de la Iglesia-comunidad. (Leonardo Boff, Comunidades eclesiales de base y ministerios en la
perspectiva del tercer milenio, Brasilia, 1996.)
Veamos un testimonio de un sacerdote en un país de Centroamérica que desarrollaba su ministerio
en una zona alejada y bastante inaccesible.
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"Varias veces, en la misma parroquia, frente a la imposibilidad mía de atenderlos, unos agonizantes
pidieron reunirse con el equipo de ministros de la Comunidad para pedir perdón y para que les
perdonen o les hagan ‘sentir el perdón de Dios’.
¿Cómo hacer, qué decir, por quiénes? Resultado: Una celebración de la palabra con tema del perdón
por un “equipo de reconciliación”, la ‘confesión’ del agonizante enfermo grave, el perdón del equipo
imponiendo juntos las manos y rezando el final del ‘yo confieso’, la unción con el óleo de los enfermos
por el animador de dicho equipo…"
Efectivamente este tipo de prácticas no están en el derecho canónico, pero responden a las
necesidades de las personas y no a la norma.
2.4 En la separación del cristianismo del judaísmo fue prevaleciendo una línea que marcó la historia
posterior y originó lo que se suele llamar "la gran Iglesia". Es la línea caracterizada por una dinámica
de encarnación a: no cultiva las barreras étnicas, sino que las abole, porque aspira a ser un
movimiento universal; admite los matrimonios mixtos; declara el fin de la ley y de la circuncisión. Es la
actitud de Pablo, que "se hace judío con los judíos; con los que están sin ley como quien está sin ley;
me he hecho todo a todos..." (1 Cor. 9,2023).
Cuando se universaliza la fe en Dios, necesariamente se despatrimonializa su presencia y actuación.
Por eso la actitud paulina parte de la aceptación del mundo como creación de Dios y lugar de su
actuación. En principio, las cosas son buenas (1 Cor. 8), existe un orden de la creación bueno y que
debe respetarse (1 Cor. 7), debemos descubrir cuánto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro,
de amable... (Flp. 4,8).
La tradición paulina pide aceptar la institución social básica del tiempo, la casa patriarcal, para
vivificarla desde dentro con el espíritu del evangelio (Col 3,18-4,1; Ef. 5,22-6,9). Un escrito de finales
del siglo II, la Epístola-a-Diogneto, expresa muy bien esta dinámica de encarnación: "Los cristianos no
se distinguen de los demás hombres ni por su tierra, ni por su hablar, ni por sus costumbres... se
adaptan en vestido, comida y demás género de vida a los usos y costumbres de cada país... se casan
como todos; como todos engendran hijos... (V, 1-6). Pero encarnación no es simplemente
mundanización. Los cristianos pretenden vivificar con su fe el mundo en el que viven. "Lo que es el
alma en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo..." (VI, l).
3. DIFICULTADES
En el documento de Aparecida (179) se dice que las CEBs: “Son fuente y semilla de variados servicios y
ministerios a favor de la vida en la sociedad y en la Iglesia.” (Aparecida 179); en ese mismo número
también se añade: En su esfuerzo de corresponder a los desafíos de los tiempos actuales, las
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comunidades eclesiales de base cuidarán de no alterar el tesoro precioso de la Tradición y del
Magisterio de la Iglesia.
No es ninguna novedad constatar que existen diversas tendencias y mentalidades al interior de la
jerarquía y así en un mismo párrafo se ven reflejadas, en este caso prevención y miedo, apoyo y
valoración.
Traigo esto a colación porque es quizás en los servicios y ministerios donde las CEBs han sido vistas
con sospecha y se les acusa de ser “políticas” y de “romper la comunión”.
Si antropológicamente la fe abarca a toda la persona humana entonces, necesariamente, la fe
repercute en todas las dimensiones de la vida. Teológicamente, la fe afirma a Dios como valor
supremo e implica el reconocimiento de su señorío sobre toda realidad lo que necesariamente incluye
actividades públicas e históricas. El reinado de Dios implica un horizonte, de justicia y fraternidad
humanas, inseparable de la aceptación de Dios y su voluntad.
4. MINISTERIOS Y SERVICIOS DE LAS CEB EN AMÉRICA LATINA
Los Ministerios y servicios en las CEBs son innumerables. Es en América Latina y El Caribe donde se
desarrollan ministerios eclesiales y sociales como consecuencia del ejercicio y esfuerzo de unir la fe y
la vida; en otros continentes se han quedado más en la reflexión bíblica y en servicios eclesiales. Este
es nuestro aporte con sus luces y seguramente con sus límites. La nueva forma de ser de la Iglesia
precisa de servicios y ministerios que antes no existían y que evidentemente son desconocidos por el
actual derecho canónico lo que puede ser también una gracia para continuar andando de manera
flexible, abiertos a los signos de los tiempos y a la voz del Espíritu.
Los he agrupado de la siguiente manera aunque es posible que algunos no estén contemplados.
(Brasil habla que se han desarrollado alrededor de 200):
A. Ministerios vinculados a la animación pastoral: articulación de las CEBs, consejo parroquial,
animación comunitaria, asesoría pastoral, animación pastoral, delegados en asambleas
populares, equipos misioneros
B. Ministerios vinculados a la formación de la fe: animadores, catequistas, animadores de círculos
bíblicos, catequistas de adultos, animadores de jóvenes, asesores
C. Ministerios vinculados a los sacramentos: preparadores de sacramentos, celebradores de la
Palabra, apostolado de la oración.
D. Ministerios vinculados a la caridad y a la promoción humana: pequeñas cooperativas de toda
índole, guarderías, grupos de mujeres para reflexionar aspectos propios de sus ser,
responsables de la pastoral de enfermos y de la salud, ministerio de la esperanza (acompañan
en el momento de la muerte o situaciones de dolor).
E. Ministerios vinculados a la promoción de la justicia y los derechos humanos:
E.1 Comités de derechos humanos
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E2 Trabajo con migrantes, indígenas, mujeres, jóvenes en situaciones de riesgo, niñez y sus
derechos
E3 Defensores/as populares
E4 Promotores/as del medio ambiente
E5 Promotores de paz en situaciones de violencia
F. Ministerios vinculados a la administración de los recursos y bienes económicos:
F1 Consejo de Economía
F2 Cajas de ahorro comunitarias
F3 Comisión de fiestas patronales
F4 Campañas para la recaudación de fondos en vista a necesidades para un mejor desarrollo
de la comunidad: capacitación en temas específicos; cursos; instalaciones comunitarias.
Todo ministerio debe ser vivido desde una profunda espiritualidad. El mandamiento de Jesús (Mt 28,
1 A), la encarnación de Dios (Jn. 1,1), la acción del Espíritu Santo (Juan 20, 22ss) empujan a los
miembros de las comunidades, a sus animadores, articuladores, agentes de pastoral y asesores para
actuar en nombre de algo más grande que su propia vida, porque como dice San Pablo, cuando
actuamos por fe es obra de Dios en nosotros (Efesios 4,6).
5. ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LOS MINISTERIOS DE LAS CEBs
- GRATUITO. Lo más importante no es el número, aunque éste indique la variedad de servicios,
sino el espíritu de servicio que resurge en la Iglesia con el sello evangélico de la gratuidad. El
laico o laica no cobra por su servicio, dejando ver más claramente el sentido original del
“ministerium” (Mateo 9, 8).
- COMUNITARIO. Generalmente cuando surge un ministerio dentro de las CEBs, lo asume toda
la comunidad o bien varios miembros de la comunidad que en equipo trabajan dicho servicio o
también en equipo con miembros de otras CEBs. En todo caso, siempre está el respaldo de
toda la comunidad.
- EN LIBERTAD. Las laicas y los laicos como miembros de la Iglesia viven en comunión con la
jerarquía, pero se esfuerzan en mantener su autonomía que los sitúa precisamente en la
sociedad civil donde su testimonio cristiano cobra especial relevancia precisamente al
presentarse como un-a ciudadano-a más que aporta, desde sus valores de fe, a la construcción
de la nueva sociedad.
- EN ORACIÓN. En la oración de Jesús descubrimos la constante pregunta que él se hacía: ¿Cuál
es la voluntad del Padre? ¿Qué quiere de mí, qué me está pidiendo aquí y ahora? Sólo dentro
de esta búsqueda permanente nuestro servicio no perderá la brújula del Reino.
- ENCARNADO. Nacen de las necesidades que plantea la realidad e intentan responder a ellas:
No son pensados fuera de la realidad y aplicados a la comunidad, por eso mismo muchos
ministerios difieren de una comunidad a otra, porque sus realidades son diferentes. Esto da
profunda creatividad a los ministerios en las CEBs.
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- EQUIDAD HOMBRE-MUJER. La presencia de la mujer en plena igualdad de condiciones con el
varón es una realidad en las prácticas comunitarias, tal como lo era desde el comienzo creador
de Dios (Gn. 1,26-28); tal como lo fue en Jesús (Lc. 8,1-3); tal como lo predicara y viviera Pablo
(Gal 3,28; Rom. 16,1-16). La presencia de la mujer ha desatado un proceso de nueva
ministerialidad que brota del sacerdocio común de los fieles, el más fiel de los sacerdocios (1Pe
2,9) y que se extiende a todas y todos los cristianos al servicio de la vida. P. Marins.
6. LOS MINISTERIOS SOCIALES
Los señalo específicamente porque son éstos los que suelen causar tensión y "escapan" al ámbito
estrictamente eclesial y a la autoridad del presbítero ejerciendo la fe en el ámbito público.
Los Ministerios sociales surgen en las CEBs como fruto del seguimiento de Jesús y su adhesión al
proyecto de Dios en una realidad concreta, la cual les interpela, porque Dios se revela en el rostro de
los que sufren, en los marginados y excluidos, en los empobrecidos y los mueve a la solidaridad, a la
misericordia, a buscar el bien común y hacer realidad la justicia y la paz.
La comunidad vive inserta en la sociedad y se siente responsable de la misma, de aquí que los
Ministerios sociales son una forma de servir al Reino del Dios en el mundo y expresan su compromiso
con la sociedad, denunciando las estructuras que se oponen al Reino de Dios y convocando a
construir una sociedad diferente, digna y justa para todos/as. Las realidades a las que responden son
del ámbito: político, económico, social, cultural.
Algunas de las características de estos ministerios son:
- Nacen de una profunda experiencia del Dios de la Vida que se encarna en la Vida del pueblo.
- Encuentran en Jesús y su proyecto del Reino la fuerza para seguir adelante en medio de
muchas dificultades que implica el compromiso.
- Crecen y se forman en la experiencia cotidiana comunitaria de discernir los “signos de los
tiempos”, desde una escucha vital, profunda y sistemática de la Palabra.
- Reflejan el sentido de pertenencia a una comunidad que se pone al servicio del Reino. La
responsabilidad es compartida.
- Dan testimonio que la vivencia del ministerio, encuentra su sentido más profundo en el
cambio de las estructuras sociales y eclesiales injustas.
- Hacen visible y le dan credibilidad a la Iglesia por la vivencia de la fe en las realidades actuales.
- Sufren la tensión y el conflicto propios de las realidades en las que se ejercen, para lo cual
necesitan una especial capacidad de resistencia y resiliencia.
7. PERSPECTIVAS PASTORALES QUE POSIBILITAN LOS MINISTERIOS
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1. Los ministerios son en vista del Reino y es un criterio de discernimiento tanto para asumirlos
como para ejercerlos. La Iglesia tiende a cerrarse sobre sí misma y pierde así su horizonte,
aquello que le da razón de ser. Se olvida que es sacramento de salvación inserta en el mundo y
para el mundo. Las comunidades de base no están exentas de esta tentación y tienen que
recordar siempre que Jesús anunció el Reino de Dios. La Iglesia por lo tanto debe seguir el
ejemplo de Jesús (Lc. 4, 16-21) Esto que pareciera evidente y fácil de vivir no lo es tanto. Las
CEBs como la instancia más pequeña eclesial inserta en la realidad local puede quedarse
contenta porque hay armonía entre sus miembros, porque ha adquirido nuevos
conocimientos y habilidades, porque analiza la realidad, gusta de la Palabra de Dios pero se
puede convertir en un remanso tranquilo pero al cual se le va agotando la vida.
2. La CEBs tiene la tarea de ser y formar comunidad. Jesús lo que hizo fue formar una comunidad
pero no para sí misma sino que sus discípulos fueron enviados a poner en práctica lo que Él les
enseñó (Mt 28,19-20). El desarrollo de la persona, la comunidad y la misión están mutuamente
condicionados.
3. Los ministerios responden a una necesidad por lo tanto encarnados en la realidad y en función
de ella, son dinámicos y pueden ser por cierto tiempo.
4. La meta de la comunidad no es atraer gente a la iglesia sino invitar, contagiar una nueva
manera de vivir de acuerdo a los valores del Evangelio.
5. Cada comunidad es diferente con diversas formas de ser, de ritmo, de edades, de cultura y por
lo tanto va a responder según sus posibilidades y dones.
6. Tener presente que las CEBs son diminutas en un mar de desafíos y de injusticia pero también
que son fermento. Mc. 13,31 El Reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una
mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo. Las CEBs aportan su
capacidad de fermentar de manera permanente en lugares “insignificantes”, ahí donde el
pueblo se juega la vida cotidianamente, y como reza el dicho africano “gente insignificante, en
lugares insignificantes, haciendo cosas insignificantes logra grandes transformaciones.”
7. Su misión es ir hacia donde la estructura no abarca o muy poco, aunque por lo general dada la
tradición eclesial de dar a los ministros ordenados un poder total, lo que ellos no alcanzan a
acompañar no se concibe dentro de la práctica "eclesial". Eso determina la imposibilidad de
un dinamismo misionero. La estructura eclesial actual por sí misma no puede ser misionera.
Se repite la consigna de una "nueva evangelización" nueva en sus métodos, contenidos y
pedagogía, pero lo evidente es que no se ha podido. El discurso cambia pero no las prácticas y
por lo tanto los resultados no se dejan ver. Las CEBs deben ejercer una subsidiaridad pastoral,
porque llegan donde la institución habitualmente no está de forma sistemática y significativa.
8. La Iglesia carece de una instancia de base real. Es como un árbol que ya no tiene sus raíces
capilares para penetrar la tierra, encontrar agua, nutrientes. Lo que ayer ha sido su base, hoy
es parte del tronco. Reconstruir las bases es más que delegar tareas, descentralizar actividades
que los ministros ordenados no alcanzan a asumir.
9. Los pobres son sujetos responsables y capaces. A muchos agentes de pastoral les es difícil
creer que los pobres poseen saberes, que son sujetos capaces. Si uno piensa que los pobres
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logran sobrevivir en un sistema que los explota y excluye nos maravillamos y comentamos
¿Cómo hacen? admiramos su trabajo incesante para lograr reunir el gasto del día y por qué no
para hacer fiesta sacando de donde aparentemente no hay nada. Pero ¿confiar en la
capacidad evangelizadora de los pobres? Jesús creyó en la capacidad de los pobres y desde
ellos anunció a todos el Reino de Dios. Y son los pobres los que han suscitado conversiones
notables, basta pensar en Mons. Oscar Romero y tantos otros y otras.
10. Las CEBs se esfuerzan en unir la fe y la vida. De ahí que al VER la realidad de sus localidades y
de contextos más amplios se reflexiona en comunidad la conveniencia o no de asumir un
servicio al respecto. El llamado viene desde el discernir los gritos, clamores o susurros de la
realidad en donde habita el Espíritu. Hay un movimiento que invita al servicio. Los ministerios
obedecen a un llamado a una misión en vista del proyecto de Jesús. Tengamos siempre
presente que las CEBs siguen un método de trabajo que les permite VER la realidad, juzgarla a
la luz de la Palabra de Dios para actuar en consecuencia. Obedecen a una fidelidad al Espíritu.
11. Un ecumenismo de comunión en favor de la vida en la base. Los pobres conviven en el mismo
territorio con un mundo cultural y religioso cada vez más diverso; los une la misma realidad de
injusticia y de necesidades comunes. Es interesante cómo por ello se acercan y asumen las
diferencias cuando es en vista de un proyecto en común que puede ser por ejemplo en torno
al medio ambiente, a la violencia, a la economía.
12. Las acciones solidarias que emprende la Iglesia de los pobres tienden al cambio estructural.
Estas acciones son:
- Asistencial: son una ayuda en las emergencias, que si se quedan ahí no promueven el
cambio: Por ejemplo: despensas y medicinas para los más necesitados, colectas para
emergencias de terremotos o de inundaciones. Deben abrirse al siguiente nivel, pues de
otra manera refuerzan la actual situación y no promueven el cambio.
- Promocional: se trata de que nazca la organización de los pobres, con sus propios
recursos. Se trata de organizaciones básicas: la formación de cooperativas, cajas de
ahorro, medicina alternativa, etc. Son escuelas de organización, de democracia y de
solidaridad.
- Organizaciones civiles: toman en cuenta los problemas de la sociedad o del sector social
en que se vive. Se dan en el campo de la cultura, la ecología, los derechos humanos, de la
democracia, de los derechos de género.
- Organizaciones populares: en la que los colectivos se vinculan en la lucha por sus
reivindicaciones sociales, como son el derecho a la tierra, la educación, la vivienda.
Participan en manifestaciones sociales, tienen fuerza para negociar con las autoridades;
son parte del movimiento popular y tienen una connotación más política.
Es muy importante al pensar en la perspectiva pastoral de las CEBs no caer en la tentación, tanto el
presbítero como la comunidad, de encerrarse en la parroquia haciéndose cargo de las innumerables y
variadas tareas que ahí se realizan, ellas lo harán bien y el sacerdote estará contento pero habrán
perdido su identidad y su dimensión misionera y sin duda acabará la comunidad alejada de la vida
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cotidiana de los pobres. Tampoco señalarlas como algo diferente por sus ministerios asignándoles un
lugar especial en el templo o un uniforme o cosas semejantes, esto aleja a la comunidad de la amplia
comunidad del barrio de la cual es parte y con la gracia de Dios fermento.
Impulsadas por la experiencia de un Dios cercano y liberador las CEBs quieren contagiar, anunciar a
otros para que lo conozcan, de ahí su impulso misionero. No todo se da de un solo golpe es un
proceso diferenciado en cada persona y comunidad.
8. CONCLUSIONES
Son los ministerios y servicios que surgen en las iglesias locales vinculados a la caridad y a la
promoción humana, a la promoción de la justicia y los derechos humanos a la administración de los
recursos y bienes económicos los que favorecen la credibilidad de la iglesia.
La fe cristiana configura la vida individual y colectiva a Jesucristo y a su proyecto. Es un dinamismo de
vida suscitado por Jesús y su Espíritu que concierne la totalidad de la vida humana y que se extiende a
la dimensión socio-política.
Las CEBs como la expresión más pequeña y toda la iglesia en su en su conjunto tenemos muchos
desafíos para responder a las necesidades del hoy de la historia y para que desde la fe y en vista al
Reino se generen nuevos servicios y ministerios, entre ellos:
- El uso de la ciencia y de la tecnología para la comunicación, formación, articulación y
movilización en favor de reivindicaciones de derechos civiles, culturales y políticos.
- La formación de la comunidad, que favorezca el análisis de la realidad, su discernimiento a la
luz de la Palabra de Dios y la acción comprometida con el Proyecto de Dios. Formación y
capacitación para la elaboración de proyectos de desarrollo, cabildeo y manejo de políticas
públicas.
- El ejercicio de la ciudadanía como un espacio privilegiado para ver por los demás, para
procurar por los más débiles y marginados. La promoción del liderazgo y empoderamiento de
personas y comunidades a través de procesos educativos y organizativos que lleve a la
reconstrucción del tejido social.
- Promover la conciencia y participación ciudadana comprometida y responsable en la vida de
las comunidades, que impulsen procesos de organización y movilización ciudadana a
diferentes niveles, local, nacional, regional.
- Avanzar en temas como, los derechos ambientales, la migración, el tráfico y trata de personas,
el derecho a la información, el crimen organizado y la comercialización del bien común.
- La cuestión ecológica es reconocida-cada vez más- como una cuestión vital, profundamente
articulada con toda LA VIDA, y por lo mismo, con dimensiones políticas, sociales, económicas,
culturales, espirituales-religiosas.
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- El trabajo por la paz, como medio de comprensión mutua, reconstrucción y reconciliación y
recuperar la memoria personal y colectiva de las violaciones sufridas y de los procesos de
defensa, cuando las realidades específicas los requieren.
- Favorecer el rescate de nuestras raíces culturales, haciendo énfasis en la perspectiva de
género y en el diálogo con otros actores.
- Realizar un trabajo articulado con otros espacios y organizaciones para ampliar la incidencia en
procesos comunitarios y construir condiciones de vida digna, mejorar la calidad de vida de las
personas y de la comunidad.
Vivir la fe en nuestro continente implica vivir el profetismo de los pobres en su misión de construir
una sociedad solidaria, corresponsable, fraterna, cuidando y protegiendo la vida humana que es
amenazada, velando por el bien común de nuestros pueblos.
Todo ministerio debe ejercerse con espíritu misionero que lo hace libre para no encerrarse en la
complacencia de un logro pequeño, sino apremiado siempre por el deseo de llegar hasta el último
rincón del mundo.
“Por la noche Pablo tuvo una visión. Ante él estaba de pie un macedonio que le suplicaba: Ven a
Macedonia y ayúdanos. Al despertar nos contó la visión y comprendimos que el Señor nos llamaba
para evangelizar a Macedonia.” (Hechos 16, 9-10)
Es una profunda alegría constatar vivencialmente que es el mismo Espíritu el que nos convoca a
caminar aun más allá de nuestras fronteras y así hemos hecho alianza con comunidades de base de
otros continentes con el compromiso de con la ayuda del Espíritu formar y ser comunidades semillas
del Reino, fermento de un mundo nuevo.
Pidamos insistentemente para que esta expresión eclesial sea fiel al regalo del Espíritu, que alimente
siempre su mística y esté permanentemente abierta al proyecto de Jesús y su Reino.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
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Nacional de CEBs en Coatzacoalcos, México, 2008.
2. Articulación Continental de CEBs, “Alianza por la Vida y por la Justicia”, 2011.
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issn 0719 -272x, vol. 18, Nro. 1, 81 -91.
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11. Socorro Martínez Maqueo, Módulo de la Escuela Virtual Bíblico-Teológica Oscar Arnulfo Romero
de la Articulación Continental de las CEBs, 2013.
12. Socorro Martínez Maqueo, Visión pastoral de las Comunidades Eclesiales de Base en América Latina y
El Caribe, 2012
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