migracion y urbanizacion en sonora
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Migración y urbanización en Sonora
Ana Lucía Castro Luque
395
En Sobora, el fenómeno de la migración, a pesar de ser un
elemento fundamental en el crecimiento de una población,
no ha sido objeto de estudio por los diversos actores sociales
a cargo de las políticas de población en la administración
pública. Esto no es casual, pues ahí donde los análisis de mi
gración han avanzado son en aquellas entidades donde se ha
observado una gran movilidad espacial de la población. Movi
mientos que siguieron ya sea la ruta hacia el exterior del país
o bien retornaron el camino del campo a la ciudad, contri bu:..
yendo a la formación de los grandes centros urbanos.
Si bien es cierto que nuestro estado no se distingue como
un gran polo de atracción de población a nivel nacional, es
evidente que acorde con los cambios socioeconómicos que
en él ocurren se genera un proceso de redistribución espacial
de su población que es necesario estudiar.
Diferentes razones apoyan esta aseveración. En primera
instancia no es necesario llegar a tener una gran metrópoli
para acercamos al estudio de la migración y su problemáti
ca; en segundo, no podemos ignorar el plano internacional,
en el que el proceso de globalización coloca a Sonora como
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rurales resulta útil como una medida illdlrccla dt,\ l'I'IIÚIIII'
no migratorio. Es decir, se reconoce que el crccllllicllto dt'
las ciudades en gran medida se apoya en la población prov"
ni·¿nte del campo, la cual emigra a las ciudades en busca (111
un empleo en la industria o los servicios. Si bien una condi
ción del proceso de urbanización mundial es el desarrollo de
la industria, en el caso de los países del tercer mundo, ante
el empobrecimiento del campo que provocó el gran éxodo de
masas campesinas hacia las ciudades, éste avanzó desmesu
radamente, aun y cuando el proceso de industria.lización nohubiese madurado.
Es decir, la relación urbanización-industrialización no es
lineal. En Sonora, el proceso va de la mano de la expansión y
. la modernización de la agricultura desde mediados del siglo
XX. Del impulso a esta actividad económica se derivó el auge
en la instalación de agroindustrias y el desarrollo de las acti
vidades comerciales y de servicios en ciudades como Obregón
y Hermosillo, que experimentaron en esa etapa altas tasas de
crecimiento poblacional (ver Cuadro 7 del anexo estadístico).
De ahí en adelante el ritmo de crecimiento poblacional delas zonas urbanas en detrimento de las rurales no se ha dete
nido. Coincidieron, además, la c,risis de la agricultura y la
instalación de la industria maquiladora de exportación en
los años sesenta para jugar un papel relevante en esta trans
formación. Más adelante se sumó el despegue de las activida
des terciarias que refuerzan dicho proceso configurando el
actual patrón de distribución poblacional del estado. Queda
396
una entidad importante en la estrategia de relocalización
industrial. Así, por ejemplo, la instalación de la industria
maquiladora en la franja fronteriza del país trastoca la de
mografía sonorense. Otra razón descansa en la situación
económica del país, la cual ha orillado a emigrar a los Esta
dos Unidos a un gran número de compatriotas, con lo que
nuestras ciudades fronterizas, como puertos de salida, se tor
nan vulnerables ante el endurecimiento de las políticas de
inmigración en el país vecino que dificultan el paso de estos
migrantes.
Desafortunadamente, los instrumentos disponibles no per
miten un estudio a fondo de la migración entre los munici
pios al interior de Sonora. Asimismo, se dificulta un análisis
de orden cualitativo del fenómeno y sus actores, que arrojeluz en lo referente a los determinantes socioculturales en la
decisión de migrar y la elección del lugar de destino, así
como acerca de sus expectativas y de los efectos demográfi
cos, sociales, económicos y políticos de la migración en los
lugares de origen, efectos que dependen de las características
y el volumen de los flujos.
A pesar de lo anterior, en este artículo se propone dar un .
panorama general de la migración en Sonora, abordando en
primer lugar aspectos generales del tema, como el proceso de
urbanización y la concentración de la población, para de ahí
pa.<;ara la descripción de las características sociodemográficas
de los migrantes en el estado. Aunque se trata de un acerca
miento desde la demografía, esperamos con ello avanzar hacia un conocimiento cualitativo del fenómeno.
claro, como apunta José Carlos Ramírez, que la existencia de
estas dos economías (primaria y secundaria) ha favorecido,
no sólo la concentración de la población en los lugares tradi
cionales de la costa (Hermosillo, Ciudad Obregón, Guaymas,
Navojoa, Caborca, Puerto Peñasco y San Luis Río Colorado)
y la sierra (Cananea y Nacozari), sino también en aquellas
localidades que son asiento de la maquiladora, como Noga
les y Agua Prieta (Ramírez, 1991:30). En otras palabras, el
patrón de distribución poblacional advierte un continuo
avance de la urbanización, de manera tal que para 1995 la
relación urbano/rural es de cuatro a uno (Cuadro 1).
No obstante, la polarización entre los grandes centros ur
banos y los más pequeños no es tan grave, ya que el estado
dispone de un corredor de crecimiento económico que va
desde Nogales hasta Navojoa pasando por las principales
ciudades, aparte de los centros que muestran gran dinamis
mo en la franj a fronteriza Ooseph, 1992:6). Mientras en So
nora, sólo el 47% de la población en 1990 vivía en las cuatro
ciudades de más de 100 mil habitantes, en otras entidades
del país los porcentajes sobrepasaban el 70% (ver Cuadro 2).
Como señalamos antes, esta relación es una medida in
directa del fenómeno pues las migraciones fluyen en otras
direcciones, como serían la migración rural-rural, la urba
na-rural y la urbana-urbana. Este último movimiento cobra
importancia conforme avanza el nivel de urbanización, ya
que la migración rural-urbana va disminuyendo en su peso
relativo como componente del crecimiento urbano, cediendo
lugar a los migrantes que van de un centro urbano a otro
(Lattes, 1984:911 y Naciones Unidas, 1992: 51).
398
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Sobre esta base y en vista de que no podemos soslayar la
redistribución de población originada en el marco nacional,
sostenemos que la tendencia hacia una mayor concentra
ción urbana de población en Sonora irá en aumento. Las
evidencias indican que el proceso de desconcentración ape
nas ha iniciado en las grandes metrópolis como el Distrito
Federal (Corona y Luque, 1992: 579) y Guadalajara indu
ciéndonos a pensar que estamos ante una «transición de los
patrones migratorios», lo cual implica un cambio en los
flujos principales de migrantes anteriormente dirigidos hacia las grandes metrópolis y las grandes ciudades naciona
les. Ahora éstos se reorientan hacia las ciudades medias del
país y hacia otras más pequeñas que al interior de las regio
nes muestran una gran dinámica económica (Velázquez yArroyo, 1992:556).
De confirmarse esta transición en tospatrones migrato
rios, podemos esperar que ciertas Ciudades sonorenses, espe
cialmente las que han mostrado mayor dinamismo ydiversificación económica, como las ubicadas en la frontera
norte y la capital, continúen atrayendo población migrante.
Sin embargo, cabe preguntarse ¿en qué cantidad y de dónde'vendrá ésta?
SONORA y SUS MIGRANTES
Para contestar las preguntas anteriores y con ello pasar alanálisis de los flujos migratorios, es necesario aclarar en
primera instancia que cuando suponemos que nuestras ciu
dades continuarán atrayendo población, no se trata de grandes contingentes de personas provenientes de otras entidades
399
de la república. De los resultados del censo de población de
1990 podemos concluir que Sonora es un estado en equili
brio migratorio pues aunque su saldo neto migratorio resul
tó positivo no fue muy significativo, o lo que es lo mismo, la
cantidad de inmigrantes al estado es un poco mayor a la de
habitantes que se marchan.
Existen dos maneras de visualizar esto numéricamente. La
primerade ellas es mediante el concepto de migración abso
luta, que relaciona las variables lugar de nacimiento con el
lugar de residencia. Según esta medición, para 1990 en So
nora, casi el 17% de su población eran no nativos, mientras
los sonorenses residiendo fuera de su estado natal sumaban
alrededor del 10%. La segunda es a través de la migraciónreciente, o sea aquella que llegó (o salió) del estado duran
te los cinco años anteriores al censo. En el caso del censo
de 1990 que refiere al quinquenio 1985-1990, se observa que
llegaron a residir al estado buscando mejores perspectivas
72 121 personas, en contraparte se fueron, seguramente
anhelando también encontrar mejorías, un total de 53 840
personas, de tal manera que el Estado dio cobijo a 18 281nuevos residentes.
La ganancia se antoja significativa, máxime si pensamos
que la mayoría de ellos llegan a las ciudades, por lo que una
comparación con otras entidades será de utilidad. Pensemos
en Baja California cuya ganancia fue de más de 200 mil per
sonas, Chihuahua que recibió más de 85 mil o Nuevo León,, ,
estado con lIna migración neta de cerca de 50 mil personas.
Ahora bien, ¿de dónde llegaron y dónde se establecen estos
buscadores de sueños y en:pleos? Vinieron principalmente de
400
Sinaloa, Baja California, Chihuahua y en menor llIedlda del
Distrito Federal, Jalisco, Nayarit y Michoacán. Esto en lo q\1"
a migración interna se refiere, pero lógicamente la entidad
no es cerrada e interactúa con otros países, de donde llega-•....
ron 4 028 personas, la gran mayoría de los Estados Unidos.
Todos ellos comprueban el postulado gravitacional, en el
sentido de la relación inversa existente entre el monto de las
migraciones y la distancia de las regiones de origen y destino (Partida, 1994:19).
Los nuevos pobladores seleccionaron los municipios más
urbanizados para establecer su residencia. Esto es, eligieron
en primer orden la capital Hermosillo, en segundo, con can
tidades muy similares, los municipios de Nogales, Cajeme y
San Luis Río Colorado; Guaymas, por su parte, fue elegidoen una proporción mucho menor. Obviamente cantidades
similares de migrantes tendrán impactos diferenciados se
gún sea el tamaño de la población a la que arriban. Por ello
al relacionar los nuevos inmigrantes con la población total
del municipio indiscutiblemente la frontera resalta por su
capacidad de atracción poblacional (Cuadro 4).
Hasta ahora, se ha observado como una constante del fe
nómeno migratorio la dominación de los jóvenes en los t1u
jos. En el caso de Sonora, esto no fue la excepción pues en
su mayoría se trata de jóvenes en edad de trabajar. Según las
estimaciones de Partida, los hombres que llegaron fueron
más activos en el mercado de trabajo que aquellos que mar
charon hacia el resto de la República; entre las mujeres no
se aprecia diferencia significativa entre ser inmigrante oemigrante para encontrarse activa laboralmente.
401
Igualmente, no se observan grandes diferencias de nivel
educativo, siendo un poco mayor entre los emigrantes, lo
cual, en combinación con el hecho de que los hombres
cuando se van se incorporan menos al mercado de trabajo,
sugiere que se trata de personas cuya razón para cambiar de
residencia es obtener mayor nivel educativo (cuadros 5 y 6).Contrario a lo experimentado a nivel nacional, donde So
nora aparece como una entidad sin gran movilidad, al inte
rior del estado se registra un gran movimiento. La Encuesta
Nacional de la Dinámica Demográfica, mejor conocida
como la ENADID-92, lo registró y se calcula que el 22% de la
población ha cambiado su residencia de un municipio a
otro, ocupando el cuarto lugar después de Jalisco, el Distrito
Federal y Nuevo León.
Cinco años después, la ENADID-97 arrojó un saldo similar,
19.5% de los entrevistados habían migrado de un municipio
a otro y de éstos, poco más de la tercera parte declaró haber
realizado el movimiento en los últimos cinco años, es decir
entre 1992 y 1997. Desafortunadamente, a pesar de la cober
tura estatal de la encuesta, el marco muestral no permite
conocer la magnitud de los flujos entre los municipios ni las
direcciones de éstos. Para el caso específico de Hermosillo, la
Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología levantó una en
cuesta en el año de 1985 donde se encontraron 649 migran
tes en una muestra de mil personas. De éstos, casi la mitad
(49.6%) venía de zonas rurales del mismo estado y el 18.8%
de zonas urbanas (SEDUE, 1985:13).
No obstante las limitantes, las tasas de crecimiento pobla
cional observadas para el año de 1995 mediante un conteo
402
general de población, de una u otra forma confirman lastendencias antes mencionadas, esto es: los migrantes siguen
bajando de la sierra hacia la costa y la frontera, de zonasrurales hacia zonas urbanas, de las ciudades en recesión
económica hacia las de mayor empuje. En total treinta y un
municipios, la mayoría de ellos ubicados en la zona serrana,
pierden población, y otros corno Cajeme, Guaymas y Empal
me dan signos de dificultad para retenerla. Definitivamente
el proceso de concentración poblacional continúa su mar
cha invitando a reflexionar en los pros y contras, obligándo
nos a ampliar y acelerar la discusión antes de que los
centros urbanos hoy por hoy en crecimiento amorfo se vean
rebasados en su capacidad de alojar a la población que has
ta ahí llega para asentarse. Prevenir antes de que las otrora
ciudades atractoras de población pierdan su encanto y resul
te más difícil la reorientación de los flujos migratorios.
LA DINÁMICA DEMOGRÁFICA FUTURA
Para reflexionar sobre la dinámica que seguirá la población
y especialmente el papel que en ella tendrá la migración es
necesario partir de un hecho importante, y es que en el caso
de Sonora la movilidad de población representa sólo una
fracción, incluso la más pequeña del crecimiento demográ
fico de las ciudades. Éste se explica principalmente por el
crecimiento natural, es decir, por la diferencia entre los na
cimientos y las defunciones, donde entran en juego otros
factores que hacen complej as las tareas de quienes preten
den influir sobre la dinámica en su conjunto.
Centrándonos en el crecimiento provocado por la mi!',ra
lÍO.
ción, está suficientemente documentada la influencia decisi
va que los mercados de trabajo ejercen sobre los migrantes
cuando éstos toman la decisión de migrar. De este modo, sin
duda, de la capacidad para generar empleos en una región
dependerá la movilidad o arraigo de su población. Sin em
bargo la atracción o en su defecto el rechazo de los flujos
también depende de la capacidad que dicha región muestre
para optimizar sus recursos y ofrecer una mayor calidad devida a sus habitantes.
En ese sentido se encaminan los proyectos desarrollados
desde la perspectiva nacional como el de Condiciones am
bientales de microrregiones estratégicas para modificarla distribución espacial de la población en México» (co
NAPO) o las propuestas elaboradas en la entidad por la Secre
taria de Infraestructura. Urbana y Ecología en el estudio
titulado Un nuevo sistema de ciudades: bases teóricas y
su aplicación en el Estado de Sonora. Es decir ;1ue a la parque se acepta que población y desarrollo económico consti
tuyen un binomio imposible de desligar, se plantean la ne
cesidad de relacionar los aspectos económicos con las
condiciones ambientales y/o con la capacidad de dotación
de equipamiento urbano existente en cada uno de los cen
tros urbanos como es el caso del segundo de estos estudios.
Para el Consejo Nacional de Población de las 44 microrre
giones seleccionadas en el país, tres de éstas se ubican en
Sonora: la microrregión Hermosillo compuesta por los mu
nicipios de La Colorada, Hermosillo, Mazatlán, San Javier,
San Pedro de la Cueva, Soyopa y Villa Pesqueira; la de Obre
gón con los municipios de Álamos, Bácum, Cajeme, Etcho-
404
lila, IIIuIIIIIIIIIIII'0' NIIYIIIIIIl, O""Y.'", HIH''1''1 (11'11111"', Y 1'"1(11111110, la IlIlt'I'lIl'I'C,."I(\1I el" Cl""VIIIIIN !'tI" lu" IIHIIII(lll'lwI 111'
Guaymas y Elllpalllll'. 1.:1 1'1I1111'1¡' d.· "11,," 111111'/111'1\ 1111 ¡lit"
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medio de retención que es preciso I'cafll'lll:11' 11111':-: t'll :lÍlo.'.
recientes han venido perdiendo dinamismo ante la crisis dl'\
sector agrícola en el caso de Obregón y del pesquero que haafectado notablemente a la ciudad de Guaymas que tiende a
perder aceleradamente población (CONAPO, 1997:102). Esta
propuesta se complementa con la de capacidad del equipamiento urbano que a decir del estudio antes citado estas dos
regiones cuentan con un nivel aceptable de influencia pero
se requiere reforzar esa jerarquía mediante la dotación de
equipamiento y con ello generar mejores condiciones de
vida para la población y retenerla.Desconcentrar la influencia de Hermosillo se expresa
como una propuesta clara en estos estudios. Según el CONAPO
esto puede lograrse mediante la consolidación urbana del
poblado Miguel Alemán y el fomento de las actividades turís
ticas y pesqueras en Bahía Kino. No obstante, se trata de po
blados que se encuentran en la misma región que viene
enfrentando un serio problema con el abastecimiento del
agua. En cambio la SIUE concluye que dada la importanciade Hermosillo, es necesario definir dentro de su zona de
influencia, otras ciudades con mayor equipamiento. No se
especifica cuáles, pero según se entiende, se trata de locali
dades que deben estar .retiradas por más de. dos horas de re
corrido y hacia la sierra Ooseph, 1992:36).
A mediano y largo plazos, cobra importancia el proyecto
405
Huites-Mayo que supone la ampliación de la frontera agrí
cola en los límites con Sinaloa beneficiando directamente a
los municipios de Álamos, Navojoa y Huatabampo. Esto sig
nificará un acelerado crecimiento demográfico para el cual
se recomienda aprovechar la experiencia histórica de Ciudad.
Obregón donde se previeron las declaratorias de provisiones
y reservas territoriales para los nuevos fundos urbanos
(CONAPO, 1997: 129).
Por otra parte, un análisis de cadenas productivas coloca
al sector pesquel-o como actor principal en el desarrollo
microrregional, sugiere que el fuerte impulso a este tipo de
actividades podría desencadenar un efecto multiplicador a
gran escala y absorber una gran cantidad de mano de obra
así como retener población. La propuesta es válida tanto
para la región de Obregón como para Guaymas; igualmenteválido resultó el análisis sobre la contaminación de los lito
rales: resalta el caso de Huatabampo donde el dren Moron
cárit y sus descargas han deteriorado casi la totalidad de laactividad camaronera.
Finalmente, la importancia que en estas propuestas cobra
la microrregión de Obregón tiene sentido si observamos que
aquí habita una tercera parte de la población del estado, que'
indiscutiblemente cuenta con un gran potencial económico
y además donde el problema del agua, por el momento, no
es tan agudo. Pero más allá de los números, la propuesta es
pertinente porque de manera oportuna viene a recordamos
que el sur también existe.
406
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1= I'obl.ll'lt'1I II
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HIII':d11111.1111/.1,1;'111
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32696731tll!, ') I
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1960
57.5742431356iJ
1970
66.51334919860
1980
70.54294623944
1990
79.1320.8737916
1995
81.441856438.79
• Número de habitantes urbanos por cada 100 rurales.
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Censo Gral. de Pob. y Vil>.Y Con/ea de poblaci6n. 1995.
409
CUADRO 2
VARIOS ESTADOS: POI3LACIÓN EN LOCALIDADES CON
MÁS DE 100 MIL HAI31TANTES, 1990
Estado TolalLocal idadesPoblación%
población
+ de 100 milen localidades
estado
habitantes+ de 100 mil habs.
AGUASCALlENTES
719 659I455 2346326
BAJACALIFORNIA
1 66085531 306 5557867
COAIIU1LA
1 972 34031 39884270.92C(IIAPAS
3210496242848413.35ClIlIl UAlIUA
2"44187321 305 67553.47
JALISCO
5 302 68912987 19456.33
NUEVO LEÓN3 098 73612 603 70984.02
SAN LUIS POTosI
2003 1871612 58130.58TAMAULlPAS
22495815149917966.64
VERACRUZ
6228 23961 714 19027.52SONORA
1 823 6064855 7084692
Fuente: INEGI, Censo Ceneral de Población y Vivienda, 1990 y CONAPO, El10lución delas ciudades en México, 1950-1990.
410
CUADRO 3
SONORA: PRINCIPALES ENTIDADES DE PROCEDENCIA Y
DESTINO DE LOS MIGRANTES, 1990
Entidad de InmigrantesEntidad deEmigrantes
procedencia
destino
Sinaloa
23 342Baja California21 097
Baja California
6756Sinaloa7 261
Chihuahua
6337Chihuahua4220'-' Distrito Federal
6026Jalisco 4018
Jalisco
5 333Distrito Federal2017
Nayarit
2643n.cs. 1 712
Michoacán
2594Nuevo León1 502
Resto
19090Resto] 2013
Fuente: INEGI, IX Censo C.'ellaralde Población y Viuienda, '990,
411
1'1(11I:t.lf)N, Il)t)()
Sin lIa:11.1M'''''illl'
primaria
SCCllIHlal'ia~I'('llllfhlllll-296
40330.\
223
394382
<111111 "llh""~1
1;"'\11140
Ml<ill¡\CIC',N HI'.ell'NTI', 1'1111NIVI'I \11
413
CUADRO 6
MIGRACIÓN RECIENTE POR CONDICiÓN DE ACTIVIDAD 1990
(porcentajes)
SONORA
I 1l0MllRES MUJERES
Empleados
Desem-InactivosEmpleadasDesem-I Inactivas
pleados
---- pleadas
----Ilnmigrantes I
77.62
I173 206527.230.6172.16
Emigrantes
706816727.6523940637542
Inmigrantes
Emigrantes
fuente: Partida, Virgilio, MI~~ración inlerna, INEl;I, COI.MEX e IIS-11NAM, 1994.
Sonora
fuente: Partida. Virgilio, Mi¡.:ración interna, INEl;¡, Clll.MEX e IIS-llNA~\, 1994.
412
1:1111111111 /1
::IlNIIHA l'IUNI:II'AI.I'::. MIINIC:II'lllnl)IIE A'I'I<AI\N
I NM 1<;I(AN'I'I':S H ":CII':N'I'I':S, 1<)<)0
Municipio Ilnmlgrantes % Sobre pob.
recientes"
Total
l-lermosillo16390 3.7
Nogales
10481 9.7Cajeme
lO 22933S.L.RC
10127 9.2Guaymas
46413.6Caborca
289549A. Prieta
228557
Navojoa
2235 1.6P. Peñasco
1 9626.5Nacozari
1 73911.4
Empalme
1 5082.1Can anea
9833.4
l-luatabampo
9251.3Etchojoa
8952.7
• Población que llegó a residir a Sonora durante los cinco años previos al levantamientodel censo.
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