mensaje de reflexiÓn
Post on 30-May-2015
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Estamos casi a fin del año litúrgico y la Iglesia nos presenta el final del tiempo.
Lo decía Jesús a propósito del final del templo y previendo las persecuciones contra la Iglesia.
Mc 13, 24-32Dice así el evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los
astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de
horizonte a horizonte. Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las
yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os
aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni
el Hijo, sólo el Padre."
De ahí pasó a hablar sobre el fin del mundo.
En la Sda. Escritura se usa a veces el estilo “apocalíptico”, en que por medio de metáforas espectaculares, figuras y símbolos, se presenta un mensaje. Suele ser cuando el
mensaje es grandioso. Este lenguaje usa aquí el evangelista siguiendo las palabras de Jesús.
Como son símbolos para expresar un mensaje, no hay que tomarlo en sentido literal. Por ejemplo, “las estrellas
caerán del cielo” es algo imposible, pues las estrellas suelen ser enormemente grandes con respecto a la
pequeñez de la tierra. Ni siquiera el sol puede caer en la tierra, sino la tierra en el sol.
Los símbolos tienen mayor valor para las personas a quienes el escrito se dirige
directamente. Así, los antiguos creían que las estrellas eran bolitas colgadas en un cielo
aparente y que podrían caer.
Quiere representar el final de la historia. Quiere decirnos que todo lo que es materia tiende a un final. Como nuestro cuerpo material tiene un final. De hecho el final material de cada uno es como el fin del mundo para él.
Hay personas que, cuando se habla del fin del mundo, les da miedo. Es que viven en una onda estrecha, la materialista. Estas palabras de Jesús son para darnos ánimos y esperanza en nuestro porvenir. Es sobre todo porque Dios se acerca más a nosotros.
Y si viene Jesús, tiene que venir la bondad y la alegría; y la paz para los que tengan la conciencia tranquila.
“Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes”.
Si amamos a Jesús debemos alegrarnos de que venga entre resplandores de alegría. Es el Dios de la misericordia y de la esperanza.
“Enviará a los ángeles para reunir a los elegidos de los
cuatro vientos, de horizonte a horizonte.”
Lo que nos interesa es estar entre los elegidos para poder estar para siempre en su gloria. Para ello esforcémonos por seguir el camino del Señor, para que, cuando venga, salgamos alegres a su encuentro.
Automático
Hacer CLICK
Con relación al evangelio está la primera lectura, que es del profeta Daniel. Es un libro escrito en momentos difíciles, unos 160 años antes de Cristo en la persecución de Antíoco. Fue escrito para dar esperanzas a los israelitas.
Daniel 12, 1-3Por aquel tiempo se levantará Miguel, el
arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora.
Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro. Muchos de los que
duermen en el polvo despertarán: unos para la vida eterna, otros para ignominia
perpetua. Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a
muchos la justicia, como las estrellas, para toda la eternidad.
Es la primera vez que se habla de resurrección y de vida eterna. Aunque son tiempos difíciles, llegará la salvación a Israel, que se siente humillado y oprimido. Es el mismo mensaje que quiere dar el evangelio.
A este mundo, lleno de injusticias y sufrimientos, le sucederá otro mundo donde los pobres de Dios disfrutarán de su calor y su cariño. Es un mensaje de esperanza, de amor y benevolencia de parte de Dios.
Por nuestra parte debemos confiar en Dios y pedir la protección de Dios, como nos dice el salmo responsorial:
Protégeme, Dios mío,
Automático
Protégeme, que me
refugio en Ti.
Dios mío,
El Señor es el lote de mi heredad,
mi suerte está en tu mano,
con Él a mi
derecha no
vacilaré.
Protégeme, Dios mío,
Hacer CLICK
Por medio de esas figuras apocalípticas, se nos dice que Dios cuida de nosotros y que no quiere que nos perdamos. Es una llamada a la esperanza cristiana. Nuestra suerte está en las manos de Dios. No estamos solos en la vida.
Pero quiere que recurramos a Él, que con nuestra libertad le sintamos como Padre. El hecho de que estemos diciéndole: “Protégeme, Dios mío”, significa que nos abandonamos en su presencia, en su poder.
Nos dice la primera lectura que unos resucitarán para la vida eterna y otros para ignominia perpetua. Por eso nos
interesa saber qué es lo que tenemos que hacer. Debemos seguir a Jesús y su Evangelio.
Hay una frase un poco difícil de entender en el evangelio: “Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla”. En primer lugar debemos saber que hay expresio-nes en la Biblia que se entienden diferentemente en sus tiempos antiguos y en el nuestro.
En la historia de la Iglesia muchos lo han interpretado como que “esta generación” se entiende de los cristianos y que por lo tanto
siempre habrá cristianos hasta el fin del mundo.
Pero más son los que ven que aquí está mezclándose el hablar del fin del mundo y el fin de Jerusalén, como lo que era, cosa que sucedió el año 70. Y Jesús está respondiendo a dos preguntas que le están haciendo juntas sobre el cuándo será. Lo de “esta generación” se referiría a la destrucción de Jerusalén.
De hecho el fin del mundo para cada uno es su propio fin, es el encuentro personal con el Salvador. Por eso
nuestra preocupación es estar cada vez más unidos en el amor con Dios y seguir su palabra. Entonces sí que
podemos esperar con mucha paz ese encuentro.
Porque hoy nos dice: “El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán”. El cielo y la tierra, además de lo estrictamente material, son también las ideologías materialistas, que han pretendido suplantar a Dios.
Muchos, que pretenden la muerte de Dios, se han creído salvadores, pero han pasado.
Sin embargo la palabra de Dios perdura y no pasa-rá. Y los que siguen la Palabra de Dios perdurarán. Para ellos hay un mundo de optimismo y de esperanza. Cristo nos dice hoy que nacerá otro mundo nuevo donde Él será centro y alegría.
Por eso la palabra de Dios en este domingo nos invita a la esperanza alegre, porque “más allá del sol” se encuentra nuestra mansión, que es la mansión de Dios.
Automático
Alma tan perdida entre las pobrezas,
de mi Jesucristo
tuvo compasión.
Más allá del sol
yo tengo un hogar, hogar, bello hogar, más allá del sol.
Más allá del sol
yo tengo un hogar, hogar, bello hogar,
pero Jesucristo, que me está probando,
llevaráme sano hasta su mansión.
Más allá del sol
yo tengo un hogar, hogar bello hogar, más allá del sol.
Más allá del sol
yo tengo un hogar, hogar bello hogar, más allá del sol.
AMÉN
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