manual de filosofía general
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTÍN
FACULTAD DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES – TARAPOTO
Departamento Académico de Humanidades y Ciencias
Sociales
Filosofía General
Lic. M. Sc. Efraín Bardales Zapata
(Compilador)
Antología
Tarapoto - Perú
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Universidad Nacional de San Martín
Rector : Ing. Dr. Julio Armando Ríos Ramírez
Vicerrectora Académica : Obst. Dra. Evangelina Ampuero Fernández
Vicerrectora Administrativa : Obst. Dra. Nelly Reátegui Lozano
Facultad de Educación y Humanidades – Tarapoto
Decano : Lic. M. Sc. Marciano Alcibíades Vivas Campusano
Docente : Lic. M. Sc. Efraín Bardales Zapata
Equipo de trabajo
Autor : Lic. M. Sc. Efraín Bardales Zapata.
efrabz@hotmail.com
© Editado por FEH-T
Ciudad Universitaria de la UNSM-T
Tarapoto – Perú
2015
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ÍNDICE Pág.
SÍLABO DEL CURSO
INTRODUCCIÓN
PRIMERA UNIDAD:
PROBLEMATIZACIÓN FILOSÓFICA.
CONTENIDOS.
1.Dificultad para definir a la filosofía.
A.Por su origen.
B.Por su etimología.
C.Por lo que ha sido a lo largo de la historia, tenemos:
- Augusto Salazar Bondy. - Julián Marías, y
- César Guardia Mayorga.
D. Por sus elementos y características.
2.Semejanzas y diferencias entre la filosofía y la ciencia.
3.Semejanzas y diferencias entre la filosofía y la religión.
4.El problema cardinal de la filosofía.
A. El problema fundamental de la filosofía. La oposición radical entre el materialismo y el idealismo.
B.Raíces objetivas y subjetivas del idealismo y del materialismo filosófico.
C.Las principales corrientes del idealismo filosófico.
D.Las principales corrientes del materialismo filosófico.
E.El materialismo vulgar. F.El idealismo moral.
5. Disciplinas filosóficas. SEGUNDA UNIDAD:
EL PROBLEMA ANTROPOLOGICO.
CONTENIDOS.
l. Introducción y justificación.
2. Teorías sobre el origen del hombre.
2.1. Teoría idealista.
2.2. Teoría materialista.
A. Evolución del hombre:
- Rasgos del hombre como ser natural.
- Rasgos del hombre como ser espiritual.
B. El proceso histórico de la sociedad.
El sistema comunal primitivo.
El sistema esclavista (lucha de clases: 44).
El sistema feudal.
- El sistema capitalista.
El sistema socialista.
3.El puesto del hombre en el cosmos.
4.El hombre para Marx
5.El hombre para Nietzsche.
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TERCERA UNIDAD: TEORÍA DE LOS VALORES. CONTENIDOS.
l. La axiología.
2. Enfoques sobre el valor.
3. Los actos valorativos.
4. Fundamento del valor.
5. Naturaleza del valor.
6. Características de los valores.
7. Clasificación de los valores.
8. La tabla de valores. BIBLIOGRAFÍA ANEXOS
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INTRODUCCIÓN
La asignatura de filosofía general es de mucha importancia en la formación del hombre,
proporciona al estudioso el sustento teórico que le permitirá llegar con ventajas a niveles de
análisis y criterios claros y objetivos sobre la realidad natural y cultural del ser humano, así mismo
le pone en contacto con las diversas concepciones filosóficas respecto al modo de vida del hombre
en relación con su entorno. El presente curso comprende tres unidades: la primera unidad trata
sobre la problematización filosófica, aquí se busca tener claridad sobre lo que es la filosofía y su
relación con la ciencia y la religión; además se procura tener una amplia comprensión sobre los
paradigmas en que se sustentan las diferentes concepciones filosóficas.
La segunda unidad aborda el problema antropológico y la finalidad es la de asimilar las
diversas apreciaciones que ha merecido y merece el hombre de parte de filosóficos y/o doctrinas
filosóficas.
La tercera unidad trata sobre la teoría de los valores y aquí se explica sobre su objeto de
estudio y su problemática de la axiología.
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PRIMERA UNIDAD:
PROBLEMATIZACIÓN FILOSÓFICA
OBJETIVOS.
Al concluir la unidad el estudiante será capaz de:
Definir y explicar lo que es la filosofía
Discriminar y explicar el término y conceptos fundamentales de la filosofía.
Orientar el estudio de la filosofía a aclarar el problema del origen del pensamiento filosófico.
Precisar los elementos básicos del problema cardinal de la filosofía.
Establecer comparaciones y diferenciaciones entre las dos tendencias fundamentales que
se encuentran en filosofía.
CONTENIDOS
1. Dificultad para definir a la filosofía.
A. Por su origen
B. Por su etimología
C. Por lo que ha sido a lo largo de la historia, tenemos:
Augusto Salazar Bondy
Julián Marías
César Guardia Mayorga
D. Por sus elementos y características.
2. Semejanzas y diferencias entre la filosofía y la ciencia.
3. Semejanzas y diferencias entre la filosofía y la religión
4. El problema cardinal de la filosofía.
A. El problema fundamental de la filosofía. La oposición entre el materialismo y el
idealismo.
a. El problema de la prioridad.
b. El problema de la cognoscibilidad.
B. Raíces objetivas y subjetivas del idealismo y del materialismo filosófico.
C. Las principales corrientes del idealismo filosófico.
D. Las principales corrientes del materialismo filosófico.
E. El materialismo vulgar.
F. El idealismo moral.
5. Disciplinas filosóficas. .
Observación: La bibliografía siguiente es lectura obligatoria (Separata):
GUARDIA MAYORGA, César: 1966. “El concepto de filosofía”, Lima.
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PROBLEMATIZACIÓN FILOSÓFICA
1. DIFICULTAD PARA DEFINIR A LA FILOSOFÍA
Manuel García Morente en su texto “Lecciones preliminares de filosofía”, nos dice: Es
absolutamente imposible decir de antemano qué es filosofía. No se puede definir la filosofía
antes de hacerla. ¿Qué quiere esto decir? Esto quiere decir que la filosofía, más que ningún
otro conocimiento, necesita ser vivida, necesitamos tener de ella una “vivencia”.
César Guardia Mayorga en su libro “Concepto de filosofía”, señala: No es posible dar una
definición de la filosofía cuando se le denomine, cuando se le haya vivido. Porque hay que
tener encuentra que las vivencias estarán de acuerdo, principalmente, con la clase de filosofía
que se adopte. No será la misma vivencia filosófica del idealista, del materialista o del místico.
Si fuese suficiente tener vivencias filosóficas para llegar a un concepto claro de lo qué es la
filosofía, llegaríamos al final con tantas vivencias o conceptos como filósofos o doctrinales
filosóficas existen, es decir, con tanta confusión como al comienzo.
La dificultad de llegar a un concepto claro de lo qué es la filosofía no debe extrañarnos ni
volvernos escépticos. Las ciencias particulares tropezaron con esta misma dificultad en el
proceso de su formación y desarrollo. Pensemos en la física de Aristóteles y en la física de
Einstein; recordemos los acontecimientos de la psicología desde su concepción metafísica
hasta la posición identifica que hoy ocupa y tendremos una mayor comprensión para juzgar el
problema del concepto de filosofía.
Al adentrarnos en un curso de filosofía, es necesario tomar en cuenta que para entender a un
filósofo se debe tratar de determinar, lo siguiente:
- A qué corriente filosófica pertenece.
- Cómo a través de la historia de la filosofía se han ido aclarando los problemas filosóficos.
- La naturaleza social del filósofo y precisar en qué campo se ubica, en el progresista o en el
reaccionario.
A continuación vamos a estudiar cuatro formas de definir a la filosofía:
A. POR SU ORIGEN.
En Heidegger hay una afirmación exagerada cuando escribe la frase: “La filosofía es
griega en su esencia”, queriendo decir que el Occidente y Europa y solo ellos son
originariamente ‘filosóficos’; esto no es así, porque la filosofía es un patrimonio de todos
los pueblos cuando llegan a un determinado nivel cultural.
El origen de la filosofía está en el mito, la religión, el arte, la ciencia, y no está como lo
expresa Aristóteles, en que la filosofía empieza cuando el hombre comienza a admirarse.
Esto de admirarse es solo uno de los rasgos de la filosofía. La filosofía surge a finales de
la barbarie y comienzos del esclavismo, es decir en la barbarie superior y se desarrolla en
la etapa de la civilización, aunque, mayormente se suele decir que la filosofía tiene su
punto de partida en la etapa de la civilización (régimen esclavista).
En Grecia la filosofía aparece como una reacción contra la concepción mítica, como
explicación racional del mundo. El filósofo insurge humanizándose y revelándose contra
los propios dioses inventados por la imaginación humana. Es la insurrección de la razón
contra la fe, de la libertad de pensamiento contra la autoridad fideísta. Prometeo es el
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símbolo del nuevo hombre occidental que insurge. Quien para darle entendimiento al
primer hombre, le robó el fuego sagrado a Zeus. La respuesta que da a Hermes, mientras
yace encadenado a una roca en las montañas del Cáucaso, como castigo de Zeus, es la
expresión de la nueva conciencia que aparece:
“El hombre fue al principio tan ignorante como una criatura. Escuchad lo que he dado a los
mortales, les inventé el número y enseñé a unir las letras, les di la memoria, madre de las
musas causa de todo. Ten seguridad - le continúa diciendo a Hermes- de que nunca
cambiaré mi miserable suerte por tu servidumbre. Prefiero estar atado a esta roca que ser
el sumiso siervo del padre Zeus”
B. POR SU ETIMOLOGÍA
La palabra “filosofía” nació de boca de Pitágoras de Samos en el siglo VI A.N.E. la historia
cuenta que Pitágoras fue tomado prisionero por un rey de aquel tiempo, Leonte de Fliunte.
Hasta entonces existían los sabios, entre los cuales los siete de Grecia eran
particularmente los famosos (Tales de Mileto, Solón de Salamina, Bías de Priene,
Cleóbulo de Lindos, Pítaco de Mitilene, Quilón de Lacedemonia y Periandro de Corinto), y
su ciencia se llamaba “Sofía” (sapiencia, sabiduría). El rey admirado del ingenio y del
saber de Pitágoras, le preguntó en qué arte era experto, Pitágoras le contestó con
modestia que era un “filósofo” (philo: amor y sophos: sabiduría), queriendo expresar que
no era sabio, sino que sentía en sí el amor por la sapiencia o sabiduría. Posteriormente, en
el siglo V a.n.e., Herodoto introdujo el verbo “filosofar” convirtiendo la simple actitud del
hombre frente al saber en una actitud mental superior. Solo en la academia y en el liceo, la
palabra “filosofía” llega a tener el significado de conocimiento supremo, sinónimo de
sabiduría.
C. POR LO QUE HA SIDO A LO LARGO DE LA HISTORIA
Tenemos:
- Augusto Salazar Bondy (Perú: 1925 – 1974) :
La definición de filosofía, según este autor, sobre los quehaceres o tareas a las que
dedica y le ha dedicado el filósofo, se puede decir que la filosofía es:
a. Una reflexión crítica sobre el conocimiento y la acción del hombre.
b. Una concepción del mundo como totalidad.
c. Una orientación racional y universal de la existencia.
En todos y cada uno de estos quehaceres el filosofar se define por un pensar que va
hacia las condiciones últimas y las instancias incondicionadas y que, como tal no puede
apoyarse en supuestos previos, en principios ya establecidos y en formas y contenidos
habituales de la reflexión.
Jorge Luis Borges, por ello señalaba: “El universo es un laberinto enrevesado y la
filosofía nunca se cansará de soñar con un plano de ese laberinto”
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- Julián Marías: Nos dice en su bibliografía: 1958. “Historia de la filosofía”. Madrid, ed. Revista de Occidente, 11ª ed.; que en el curso de la historia nos encontramos con tres conceptos distintos de filosofía, que emergen en última instancia de tres dimensiones del hombre: a. La filosofía como un saber acerca de las cosas. b. La filosofía como una dirección para el mundo y la vida. c. La filosofía como una forma de vida. - César Guardia Mayorga: Nos dice, que para ver cuales son los principales conceptos que se han vertido sobre la filosofía, es preferible agruparlos teniendo en cuenta los rasgos comunes y esenciales que se presentan, así tenemos: a. La filosofía como conocimiento de una entidad ideal absoluta, eterna e inmutable,
llámese: ser, dios, yo, razón absoluta, etc., considerada como la única verdadera
realidad.
Representantes:
- Parménides de Elea (Griego: aprox. 540 – 475 a.ne.)
- Aristóteles de Estagira (De Macedonia: 384 – 322 a.n.e.)
- Agustín de Hipona (Nacido de Tagaste, Norte de África: 354 – 430)
- Tomás de Aquino (Italia – Nápoles: 1225 – 1274)
- Hegel, Jorge Guillermo Federico (Alemán: 1770 – 1831)
- Fichte, Johann Gotilies (Alemán: 1770 – 1831)
- Schelling, Federico Guillermo José (Alemán: 1775 – 1854)
b. La filosofía como conocimiento de la esencia de las cosas fuera de las cosas
mismas.
Representantes:
- Platón o Aristocles (Ateniense: 427 – 347 a.n.e.)
- Berkeley, George (Inglés: 1685 – 1753)
- Husserl, Edmnunl (Alemán: 1859 – 1938)
c. La filosofía como conocimiento intuitivo, como conocimiento directo que no necesita
la reflexión intelectual.
Representantes:
- Plotino (Natural de Egipto, vivió en Roma: 205 – 270)
- Bergson, Henri (Francés: 1859 – 1941)
- Lossky, Nikolái Onúfrievich (Ruso: 1870 – 1959)
- Los místicos.
- Los intuicionistas
d. La filosofía como estudio de los problemas del conocimiento y de la investigación de
la verdad.
Representantes:
- Descartés, René (Francés: 1596 – 1650)
- Hume, David (Inglés: 1711 – 1776)
- Locke, Jhon (Inglés: 1632 – 1704)
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- Kant, Manuel (Alemán: 1724 – 1804)
- Wolff, Christian (Alemán: 1679 – 1754)
- Los gnoseólogos.
e. La filosofía como ciencia, su función es la de realizar las síntesis de las
generalizaciones científicas.
Representantes:
- Los positivistas
Representantes del primer positivismo:
- Cmte, Augusto (Francés: 1798 – 1857)
- Spencer, Herbert (Inglés: 1820 – 1903)
- Stuart Mill, John (Inglés: 1806 – 1873)
- Wundt, Wilhelm (Alemán; 1832 – 1920)
Representantes del segundo positivismo y empiriocriticismo:
- Mach, Ernest (Austríaco: 1838 – 1916)
- Avenarius, Richard (Alemán: 1843 – 1896)
Representantes del tercer positivismo o neupositivismo:
- Representados mayormente por los escritos del Círculo de Viena.
- Schlick, Moritz (Austríaco: 1882 – 1936)
- Carnap, Rudolf (Austríaco: 1891 – 1970)
- Russell, Bertrand (Inglés: 1872 – 1970)
- Wittgenstein, Ludwing (Austríaco: 1889 – 1951)
Otros neopositivistas o filósofos analíticos actuales
- Miro Quesada, Francisco (Peruano: 1920)
- Sobrevilla, David (Peruano)
f. La filosofía como estudio de la “existencia”
Representantes:
- Los existencialistas.
- Kierkegaard, Sören (Danés: 1813 – 1855)
- Spengler, Oswald (Alemán: 1880 – 1936)
- Jaspers, Carlos (Alemán: 1883 – 1969)
- Heideggers, Martín (Alemán: 1889 – 1976)
- Weininger, Otto (Alemán)
- Marcel, Gabriel (Francés: 1889 – 1976)
- Sartre, Jean Paul (Francés: 1905 – 1980)
- Camus Albert (Francés: 1913 – 1960)
- Berdiaeff, Nikolai (Ruso: 1874 – 1948)
- Toyce, James (Irlandés: 1882 – 1941)
- Ortega y Gasset, José (Español: 1883 – 1955)
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- Barth, Karl (Suizo: 1886)
- Hemingway, Ernest (Norteamericano: 1898 – 1961)
- Nietzsche, Friedrich (Alemán: 1844 – 1900)
g. La filosofía como conocimientos de los problemas éticos y como estudio de los
valores
Representantes:
- Windelband, Guillermo (Alemán: 1848 – 1915)
- Hartmann, Nicolai (Alemán: 1882 – 1950)
- Rickert, Heinrich (Alemán: 1863 – 1936)
- Scheler, Max (Alemán: 1874 – 1928)
- Boehm
- Freinfels
- Stern
- Los axiólogos
h. La filosofía como conocimiento dialéctico, como estudio de las leyes universales,
leyes que se interrelacionen y expliquen los fenómenos del pensamiento de la
sociedad y de la naturaleza.
Representantes:
- Marx, Carlos (Alemán: 1818 - 1883).
- Engels, Federico (Alemán: 1820 - 1895). - Lenin, Vladimir Ilich Ulianov (Ruso: 1870 - 1924). - Stalin, José Vissarionovich Diugashvili (Ruso: 1879 - 1953).
- Mao, Tse - Tung (Chino: 1893 - 1976).
- Mariátegui, José Carlos (Perú - Moquegua: 1894 - 1930).
- Guardia Mayorga, César (Perú - Ayacucho: 1906 - 1983).
- Howar, Selsam.
- Los materialistas dialécticos.
- Los neomarxistas.
D. POR SUS ELEMENTOS Y CARACTERÍSTICAS.
Los elementos de la filosofía, son:
- La ciencia.
- El método dialéctico.
- La ideología.
- La imagen del mundo.
- La concepción del mundo.
Las características de la filosofía, son la de ser:
- Problemática: Porque siempre se enfrenta a una serie de interrogantes buscando siempre las causas y efectos del problema.
- Reflexiva y racional: Porque recurre a la autoconcepción, a la meditación sobre
el espíritu humano y el mundo y porque al utilizar la razón para la comprensión del
mundo, el hombre interpreta reflexivamente su realidad.
- Crítica: Porque siempre está cuestionando, no acepta un hecho como algo
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acabado.
- Radical: Porque su orientación es hacia la profundidad del ser.
Universál: Porque abarca a la realidad entera, genérica,
totalizador.
- Objetiva: Porque se fundamenta en nuestra realidad, abarca los aspectos plurales del mundo y de la vida
- Analítica: Porque el todo es descompuesto en partes para su análisis respectivo. Metódica: Porque utiliza el método dialéctico para llegar a un entendimiento del universo.
- Sistemática: Porque los conocimientos hallados los ordena, los jerarquiza y les da coherencia.
- Teórica:
Porque explica sistemática y objetivamente la realidad.
Porque analiza, critica e interpreta los hechos, sus relaciones y cambios.
Porque aspira a descubrir la verdad de todo lo que existe.
- Práctica:
Porque es una actividad plenamente consciente, que exige poner en práctica todas las experiencias y capacidades personales.
Porque fomenta y desarrolla el espíritu crítico y la capacidad de fundamentación.
- Porque es una manera de vivir, de darle sentido a nuestra vida, guiada por los principios y valores descubiertos en la teoría.
Considerando los elementos y características de la filosofía, definimos, que:
El conocimiento filosófico es un conocimiento más elevado que el conocimiento científico.
Aquí el hombre está "frente a las cosas" y no simplemente entre ellas: se encuentra
admirado, asombrado de que sean como son; es decir, capta y se plantea problemas que
para el común de las personas pasarían desapercibidos, hay una actitud eminentemente
teorética, un espíritu crítico, reflexivo por descubrir la esencia de las cosas. El filósofo se
pregunta ¿Qué es?, busca el ¿Por qué?, y el ¿Para qué? de todos los fenómenos o cosas.
El conocimiento filosófico engloba a toda la realidad, es de alcance universal, es decir, el
conocimiento filosófico estudia las leyes particulares de las diferentes ciencias, para luego
establecer leyes generales o universales, leyes que se interrelacionen y expliquen los
fenómenos del pensamiento de la sociedad y de la naturaleza.
Fenómeno Naturaleza Inorgánica
Fenómeno Naturaleza Orgánica
Fenómeno de la sociedad
Fenómeno del pensamiento
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Observación:
El conocimiento filosófico corre el riesgo de idealizarse si sale de la realidad objetiva, de
allí hay que indicar que existen dos tipos de conocimiento filosófico: El conocimiento filosófico idealista. El conocimiento filosófico materialista.
2. SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE LA FILOSOFÍA Y LA CIENCIA. SEMEJANZAS: - La filosofía como la ciencia, comparten las mismas características: son conocimientos
racionales, ordenados, metódicos, sistemáticos, coherentes, problemáticos y críticos.
- La filosofía como la ciencia hacen un análisis permanente de sus principios,
fundamentos y/o contenidos.
- La filosofía como la ciencia dirigen su mirada hacia la realidad, el mundo, el universo.
La filosofía como la ciencia marchan juntas desde que aparece la civilización hasta su
separación en el siglo XVII.
DIFERENCIAS
FILOSOFÍA CIENCIA
La filosofía es universal porque estudia la
totalidad de la realidad. El filósofo no parcela la
realidad, ni busca leyes específicas; busca
establecer leyes generales o universales, leyes
que se interrelacionen y expliquen los fenómenos
del pensamiento, de la sociedad y de la
naturaleza.
La ciencia es particular porque estudia
un aspecto de la realidad. El científico
parcela la realidad, busca leyes específicas.
La filosofía realiza una explicación integral, busca las causas primeras y últimas de todo lo existente.
La ciencia realiza una explicación parcial, busca las causas inmediatas del objeto o campo de estudio.
La filosofía es esencialmente teorética. La ciencia es esencialmente práctica (no teorética).
La filosofía utiliza principalmente el método dialéctico.
La ciencia utiliza principalmente el método científico y todo un conjunto de métodos particulares que hacen referencia según el objeto estudiado.
La filosofía es un conocimiento que basa sus estudios en los descubrimientos científicos, pero no se queda en ellos, sino que va más allá del
La ciencia es un conocimiento que basa sus estudios en la observación, la experimentación (inducción), y en la
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conocimiento científico. deducción.
La filosofía trasciende a la ciencia, pues investiga problemas de los que la ciencia no puede hacerse cargo.
La ciencia trasciende al conocimiento empírico.
La filosofía como conocimiento filosófico con sus caracteres: racional, ordenada metódica, sistemática y coherente, etc., es de un nivel superior al conocimiento científico. Observación: Hay una filosofía que basa su razón en la religión, por lo tanto, hay filósofos que desechan la racionalidad, la metodología, la sistematicidad y la coherencia, etc.
La ciencia como conocimiento científico es de un nivel inferior a la filosofía
3. SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE LA FILOSOFÍA Y LA RELIGIÓN.
SEMEJANZAS:
La filosofía como la religión tratan de explicar aspectos fundamentales de la vida y el mundo.
La filosofía como la religión se interesa por ofrecer una concepción del hombre y del mundo.
La filosofía como la religión se interesa por el aspecto espiritual. DIFERENCIAS:
FILOSOFÍA RELIGIÓN
La filosofía es un conocimiento problemático critico y racional, etc., es decir, posee
características científicas
La religión es un saber que carece de
metodologías científicas, no posee características
científicas, su objetivo es aproximarse cada vez
más a Dios.
La filosofía es un saber que parte de lo fundamentado y probado por la ciencia.
La religión no necesita probar sus contenidos,
pues se basa en las creencias y en la fe.
La filosofía es un conocimiento nacido en el
régimen esclavista (etapa de la civilización) y
nace de la reflexión, es un pensamiento
concreto a diferencia del religioso.
La religión es un pensamiento que apareció en la
época del paleolítico superior (Prehistoria). El
marxismo le encuentra su explicación en el
proceso real y contradictorio de la vida material y
social de los hombres, es decir, en el relativo bajo
nivel del desarrollo de las fuerzas productivas de
la sociedad primitiva. Se considera que el bajo
nivel de las fuerzas productivas fue la causa de
que el hombre buscara en otros mundos la
explicación de sus sufrimientos y privaciones en
este mundo.
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4. EL PROBLEMA CARDINAL DE LA FILOSOFÍA.
Bibliografía: V ALDIVIA CARRASCO, Julio C: s.f. "Lecciones de Materialismo Dialéctico". Chiclayo, edit. Impresora Burga, págs. 62 - 94.
A. EL PROBLEMA FUNDAMENTAL DE LA FILOSOFÍA. LA OPOSICIÓN RADICAL
ENTRE EL MATERIALISMO y EL IDEALISMO.
Las siguientes preguntas pueden servir para introducimos en el estudio del presente
capítulo: ¿Qué es ser un materialista o idealista en filosofía?, ¿Cómo podemos
diferenciar a un idealista de un materialista?, ¿Puede haber unidad entre el
materialismo y el idealismo, entre la ciencia y la religión? ¿Debemos rechazar la
religión para unimos a la ciencia o debemos rechazar la ciencia y continuar con
nuestras supersticiones religiosas? ¿Cómo podemos hacer eso?
La clave para comprender cualquier corriente filosófica y descubrir su esencia, es
decir, el papel que juega en la sociedad, es la de establecer la relación que existe
entre el pensamiento y la realidad, o lo que es lo mismo, entre el ser y el pensar, entre
la naturaleza y el espíritu, entre la materia y la conciencia. Esta relación plantea a la
filosofía dos problemas: el problema de la prioridad y el problema de la
cognoscibilidad.
a) EL PROBLEMA DE LA PRIORIDAD:
Este problema menor, que se enmarca dentro del gran problema de la filosofía (la
relación entre pensamiento y materia) significa la admisión de la prioridad de una u
otra esfera de la realidad objetiva o subjetiva. De acuerdo a cómo los filósofos, o los
hombres en general, respondan a la pregunta: ¿Qué es lo primero, el pensamiento
o la naturaleza, la conciencia o la materia?; de acuerdo a como se responda a esta
pregunta los filósofos se dividen en dos campos: los filósofos idealistas y los
filósofos materialistas. La misma pregunta puede también hacerse en términos
teológicos de la siguiente manera: ¿Dios creó el mundo o el mundo existe
eternamente?
Los que afirman la prioridad del pensamiento sobre la materia y, por tanto, admiten
la creación del mundo de una u otra forma, pertenecen al campo del idealismo. Por
el contrario, quienes afirman que primero existió el mundo, la naturaleza y que la
conciencia, el pensamiento no es sino el reflejo ideal de la materia en movimiento,
su producto superior, pertenecen al campo del materialismo. En consecuencia, el
idealismo es el sistema filosófico que considera que lo real es de naturaleza mental
y que admite la existencia del espíritu como entidad independiente de la materia.
Por su parte, el materialismo es el sistema filosófico que sostiene que el
pensamiento, la conciencia son productos de la realidad objetiva y que afirma que el
pensamiento no puede existir independientemente de la materia, separada por su
sustrato material: el cerebro.
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b) EL PROBLEMA DE LA COGNOSCIBILIDAD: De este problema fundamental de filosofía se desprende una segunda cuestión, que
al igual que el de la prioridad, permite diferenciar a un materialista de un idealista
Es la cuestión de afirmar o negar que nuestro pensamiento sea capaz de captar,
reproducir fielmente la realidad, la cuestión de saber cuál es la relación que existe
entre nuestras concepciones sobre el mundo que nos rodea y este mismo mundo.
Según sea también la forma en que se resuelva esta relación los hombres se
dividen en materialistas e idealistas.
Quienes resuelven este problema en sentido afirmativo, es decir, quienes sostienen
que sí es posible conocer el mundo y reflejarlo fielmente en nuestros pensamientos,
en nuestras concepciones, pero este conocimiento del mundo no puede ser de una
vez sino que es paulatino; el hombre va penetrando cada vez más en la esencia de
los fenómenos y de los objetos del mundo. Sin embargo, esta cuestión debe ir
estrictamente acompañado de la primera, es decir de la cuestión de la prioridad. En
caso contrario, la resolución de esta segunda cuestión puede aparecer como
materialista sin serlo, tal es el caso, por ejemplo, de Hegel quien afirma que puede
conocerse el mundo puesto que éste no es más que una gradual realización de la
Idea Absoluta. Existe otro grupo de filósofos que resuelven negativamente esta
cuestión, se les conoce con el nombre de agnósticos (de a = sin y gnosis =
conocimiento) por negar la posibilidad de tener un conocimiento del mundo. Entre
los filósofos agnósticos se cuentan fundamentalmente Kant y Hume. Estos filósofos
en esencia son idealistas.
Pese a su sencillez este problema (la relación entre el ser y el pensar) ha sido
presentado tradicionalmente (aún todavía se presenta) como uno de los más
complejos problemas de la filosofía precisamente por los filósofos de las más
diversas corrientes idealistas antiguas como modernas.
El idealismo como filosofía y como método se diferencia radicalmente del
materialismo. El primero está, casi en su totalidad, fuertemente ligado al método
metafísico, mientras que el materialismo actual está fuertemente vinculado a la
dialéctica. Por tanto, la oposición entre el idealismo y el materialismo como métodos
de investigación se traduce en la oposición entre el método metafísico y el método
dialéctico.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA OPOSICIÓN QUE EXISTE ENTRE EL MATERIALISMO Y EL IDEALISMO. En primer lugar, el materialismo dialéctico afirma que la materia, la naturaleza;
el ser no son otra cosa que la realidad objetiva existente fuera e
independientemente de nuestra mente, de nuestro pensamiento. Por el contrario,
el idealismo sostiene que no hay independencia entre el mundo y el pensamiento
y que el mundo, la naturaleza, el ser sólo existe en el pensamiento, es decir, en
nuestras ideas, sensaciones o percepciones.
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En segundo lugar, el materialismo dialéctico sostiene que los
multifacéticos objetos y fenómenos del mundo constituyen diferentes formas
de la materia en movimiento; el idealismo sostiene que los fenómenos y
objetos de la realidad objetiva no son más que manifestaciones del espíritu
divino o humano.
En tercer lugar, el materialismo científico sostiene que el mundo, la
naturaleza y la sociedad se desarrollan de acuerdo con las leyes del
movimiento de la materia. En contraposición el idealismo proclama que el
desarrollo del mundo se desenvuelve en virtud a un plan determinado por
una fuera sobrenatural a la que llaman Idea Absoluta, Conciencia Divina,
Dios, etc.
En cuarto lugar, el materialismo dialéctico sostiene que el pensamiento es
un producto de la materia y que el cerebro es el órgano material del
pensamiento. Por su parte el idealismo afirma que la materia es producto
del pensamiento. En otras palabras, para el materialismo el mundo es de
naturaleza material y para el idealismo el mundo es de naturaleza espiritual,
ideal o mental.
En quinto lugar, el materialismo científico afirma que el mundo y sus leyes
son plenamente cognoscibles, es decir que podemos tener un conocimiento
verdadero del mundo verdadero. El idealismo niega la posibilidad del
conocimiento del mundo y de sus leyes, es decir, desconoce la existencia
de la verdad objetiva.
En sexto lugar, el materialismo dialéctico sostiene que en el mundo no hay
cosas incognoscibles sino cosas y fenómenos que aún no han sido
conocidos o explicados; el idealismo niega a la ciencia la capacidad pata
conocer cada vez más y mejor el mundo.
En fin, dos métodos y dos concepciones del mundo diametralmente opuestas, se
ha n presentado en la historia de la filosofía, siendo imposible por más intentos
que se hagan unificar ambas corrientes filosóficas.
B. RAÍCES OBJETIVAS Y SUBJETIVAS DEL IDEALISMO Y DEL
MATERIALJSMO FILOSÓFICO Durante casi más de dos mil años los hombres se han preguntado las causas por las
cuales se piensa del modo idealista y por qué del modo materialista. Dónde podemos
encontrar las raíces de la creencia de los hombres en un mundo "sobrenatural" donde
también moran seres sobrenaturales o espirituales (dioses, ángeles, demonios, etc.).
¿Cómo podemos explicarnos el por qué otros hombres rechazan estas supersticiones
religiosas?
El idealismo se halla indisolublemente ligado a la religión y la concepción idealista no
es más que religión disfrazada de filosofía. La fusión religión - idealisrno se hace más
notable en la historia del hombre primitivo. Más concisamente hablando, el idealismo
19
como concepción del mundo, como filosofía, tiene sus raíces en la religión.
La religión no es más que la creencia en fuerzas "sobrenaturales" y la actitud práctica
ritual de adoración de dichas fuerzas. De acuerdo con la caracterización del idealismo,
que hicimos en nuestro presente capítulo, la religión se presenta como un idealismo
tosco, primitivo. Mientras que el idealismo filosófico como concepción del mundo se
presenta como religión sutil y refinada. Sin embargo, ambas formas de conciencia
social difieren en que la religión se apoya -para creer en su mundo "sobrenatural"
solamente en la fe, mientras que la filosofía idealista intenta demostrar y fundamentar
la existencia de este mundo en la razón y en la lógica. En consecuencia, para conocer
las causas objetivas y subjetivas del idealismo es necesario señalar cuáles fueron las
condiciones materiales (objetivas) y las gnoseológicas (subjetivas) para la aparición de
la religión como forma de conciencia social.
a) LAS RAÍCES OBJETIVAS:
Los servidores de las diferentes religiones o iglesias existentes en el mundo
propagan la idea de que la fe en un "ser supremo" es innata en el hombre; más aún,
afirman que la religión es el principio motor de la vida humana. A despecho de los
creyentes la ciencia social demuestra que la religión no es innata al hombre. Ya a
comienzos de siglo el sabio prehistoriador francés Luis Lorenzo Gabriel de Mortillet
fundamentó la tesis de que el hombre de la antigua edad de piedra (Paleolítico
inferior) carecía de toda religiosidad. Desde entonces los sabios de K todo el
mundo, confirman la veracidad de dicha tesis, con muy ligeras variantes.
Aún en nuestros días subsisten algunas sociedades "primitivas contemporáneas"
cuyas actividades prácticas se desenvuelven sin necesidad de creencia religiosa
alguna. La religión, pues, sólo aparece en un estadio más avanzado del desarrollo
de la humanidad.
Se ha calculado en un millón de años atrás el período en que se produjo la
separación del hombre de sus antepasados animales, es decir, la época en la cual
se llevó a cabo la transformación del mono en hombre, gracias al trabajo. En
cambio, los primeros signos de creencias religiosa aparecen en un período del que
nos separan apenas cincuenta mil años. Lo que quiere decir que a este período le
precedió el período del desarrollo del hombre sin religión un largísimo período
histórico en que los hombres vivieron sin profesar ninguna fe en dioses u otros
seres espirituales. Digamos al margen, que algunos investigadores de la historia
primitiva consideran que la religión apareció, en la época del paleolítico superior
cuando existía ya el hombre contemporáneo u Horno Sapiens. Otros en cambio
sostienen que fue una época más temprana; en el musteriense o período del
Hombre de Neandertal.
Bien, examinemos entonces como surgió la religión: Una de las explicaciones más
difundidas del surgimiento de la forma religiosa de la conciencia- es la que se
atribuye a la ignorancia humana Sin embargo esta tesis no es correcta
Indudablemente la ignorancia es un elemento indispensable de la religión, más no
20
radica ahí sus verdaderas raíces puesto que la ignorancia y la religión son dos
fenómenos subjetivos; no es posible, pues, explicarse un fenómeno subjetivo por
otro fenómeno subjetivo por lo que buscar las raíces de la religión en la ignorancia
es situarse en las posiciones del idealismo o subjetivismo, o dentro de un
materialismo simplista.
El marxismo encuentra la fuente determinante de la religión no en la conciencia sino
en el proceso real y contradictorio de la vida material y social de los hombres, más
concretamente en el relativamente bajo nivel del desarrollo de las fuerzas
productivas de la sociedad primitiva. Las fuerzas de la naturaleza eran en aquella
época terriblemente hostiles al hombre cuyo poder sobre ellas era aún muy débil.
La potencia del hombre primitivo sumía a éste, en un lleno de peligros, privaciones,
alarmas, inquietudes, desesperación, etc. etc. Le acompañaba la falta de seguridad
en la mañana, vivía constantemente amenazado de morir víctima del hambre, del
ataque de una fiera salvaje, una catástrofe, una epidemia y, en fin, víctima del
choque guerrero con otros grupos primitivos. Casi nunca alcanzaba sus objetivos
deseados y casi siempre veía frustrarse todos sus proyectos. El hombre primitivo -
decía Lenin-
" ... estaba terriblemente agobiado por las dificultades de la existencia y
de la lucha contra la naturaleza ".
Así, pues, el bajísimo nivel de las fuerzas productivas fueron las causas de que el
hombre buscara en otros mundos la explicación en este mundo, de sus sufrimientos
y privaciones.
b) LAS RAÍCES SUBJETIVAS:
Al principio, el hombre primitivo no dividía el mundo en natural y "sobrenatural", es
decir, no separaba de la naturaleza las fuerzas "celestiales". Su pensamiento
sincrético que captaba su realidad exterior como una totalidad integral, no podía"
llevarle a separar el mundo en partes, y menos aún, a establecer las relaciones
causales entre los fenómenos de la naturaleza. Atribuía, entonces, a los mismos
fenómenos naturales la propiedad de influir sobre la vida humana en función a que
a los objetos y fenómenos de la realidad se les asignaba las manifestaciones vitales
humanas: los deseos, las necesidades, la facultad de hablar, reír, gritar, llorar, etc.
Así como la capacidad de realizar algo malo o bueno. Este proceso de
personificación de la naturaleza que surge como expresión de la "impotencia del
salvaje en su lucha contra la naturaleza", fue el inicio de la religión y por tanto del
idealismo.
" .. la religión - decía Engels - no es otra cosa que el reflejo fantástico que proyectan
en la cabeza de los hombres aquellas fuerzas externas que gobiernan sobre su vida
diaria, un reflejo en que las fuerzas terrenales revisten la forma de poderes
supraterrenales" (Anti-Duhring).
21
Posteriormente, el proceso de personificación de la naturaleza adquiere formas más
abigarradas y complejas: desde el totemismo hasta la mitología, pasando por el
fetichismo, la magia, el animismo, etc. y desde el politeísmo hasta el monoteísmo.
Las causas objetivas para el surgimiento de la religión y del idealismo determinaron
la aparición de sus correspondientes premisas subjetivas. En efecto, la fe en lo
sobrenatural es absolutamente imposible tanto en el animal como en el hombre del
paleolítico inferior; era, pues, necesario que las fuerzas productivas y las relaciones
sociales de producción hubieran alcanzado un determinado nivel de desarrollo. A su
vez, el nivel alcanzado por la producción fue capaz de producir del pensamiento
abstracto (separación mental de las propiedades de los objetos y fenómenos) o la
necesidad práctica de explicarse teóricamente los incomprensibles fenómenos de la
vida y actuar sobre ellos. La religión y el idealismo, por tanto, nacieron de la
necesidad práctica de ejercer influencia sobre el mundo, sobre los fenómenos de la
naturaleza, influencia que en lugar de canalizarse hacia la explicación racional de
dichos fenómenos se oriento hacia explicaciones ilusorias y fantásticas
acompañadas de sus respectivas prácticas rituales como la brujería y la adoración
de fetiches. Lenin señala en sus Cuadernos Filosóficos, las raíces cognoscitivas del
surgimiento de la religión y del idealismo en los siguientes términos.
"El idealismo primitivo: lo general (el concepto, la idea) es un ser. Esto parece
disparatado, monstruosamente (más bien puerilmente) absurdo. Pero ¿Acaso
no es de la misma índole (absolutamente de la misma) el idealismo
contemporáneo, Kant, Hegel, la idea de Dios? .. El desdoblamiento de la
cognición del hombre y la posibilidad del idealismo (religión) están dados ya en
la primera, en elemental abstracción ... "
En este contexto Lenin destaca la complejidad del reflejo mental del mundo en la
cabeza del hombre, identificando el idealismo con la religión. Sin embargo, a las
raíces cognoscitivas o intelectuales (el pensamiento abstracto) se unió otra raíz
subjetiva: el estado emocional humano. Sin lugar a dudas, el ciego terror del
hombre primitivo, su sensación de Impotencia ante los poderes extraños e
incomprensibles para él de la naturaleza, actuaron como poderoso estímulo
psicológico para la aparición de las ideas religiosas. A su vez, esta impotencia
provoca sus correspondientes reacciones prácticas. Dominados los hombres por las
fuerzas de la naturaleza los hombres buscan atraerse la buena voluntad de ellas
adorándoles y pidiéndoles que alejen de sus vidas los peligros y las privaciones y
que castiguen a sus enemigos. Así es como nace el culto religioso y sus respectivos
servidores: brujos o shamanes, sacerdotes, clérigos, etc.
Hasta aquí hemos analizado muy sucintamente las raíces objetivas y subjetivas de
la religión.
Queda todavía por explicar la razón por la cual el idealismo y la religión, subsisten a
22
pesar de ser, reflejos fantásticos y tergiversados hasta nuestros días, a pesar de
que el hombre ha llegado, en parte, a dominar y explicarse las fuerzas de la
naturaleza utilizando para ello la ciencia y la técnica.
Al aparecer la propiedad privada y al escindirse la sociedad en clases sociales
antagónicas e irreconciliables, es decir al pasarse de la sociedad sin clases a la
sociedad con clases, las raíces objetivas de la religión se desplazan de la
naturaleza a la sociedad; la supeditación del hombre a las fuerzas de la naturaleza
cedieron su lugar a la dependencia de éste a las relaciones sociales de producción.
La afirmación del dominio de las clases explotadoras del trabajo ajeno (los
esclavistas, los terratenientes y los empresarios burgueses), la separación y la
contraposición entre el trabajo físico e intelectual, condenan a la mayoría de los
hombres a la opresión y la miseria, haciéndoles sentirse desamparados ante los
procesos espontáneos del desarrollo de la sociedad. Este desamparo en que se
encuentra el ser humano, el trabajador, en las sociedades donde impera la
propiedad privada sobre los medios de producción produce la ilusión de que el
aspecto intelectual de la actividad humana es independiente del aspecto físico y
que las ideas y los conceptos, o el mundo de las ideas es lo primario con respecto a
la materia, a la naturaleza, al mundo real, con lo que volvemos a encontramos con
el problema fundamental de la filosofía.
Con la división de la sociedad en clases, la religión, y, por 10 tanto, el idealismo, se
convirtieron en el principal instrumento ideológico de opresión y sumisión de las
clases explotadoras dominantes en contra de los trabajadores. Los clásicos del
marxismo señalaban que las clases explotadoras necesitan de dos instrumentos
para mantener su predominio: el instrumento material (el ejército) y el instrumento
espiritual (la religión). El ejército ahoga por la violencia, la protesta y la indignación
de los oprimidos la religión consuela a los explotados y los reconcilia con su
situación de esclavos: a manera de un brebaje espiritual, la religión mina la
disposición revolucionaria de las masas, adormece la conciencia de los
trabajadores. He ahí porque Marx caracterizando el papel que desempeña la
religión en la sociedad lo llamó "opio de los pueblos". Esto nos explica el porqué las
clases dominantes apoyan y promueven esta y toda clase de ideas anticientíficas e
irracionales, y esto también, nos explica el por qué de la religión y el idealismo
aparecen siempre como la concepción del mundo de las capas y clases
reaccionarias y conservadoras cuyo interés es no permitir que la realidad se refleje
fielmente y que no se reestructuren las relaciones sociales de producción que los
favorecen. En síntesis la religión y el idealismo consagran y consolidan las
relaciones de dominio y sometimiento de las clases trabajadoras, propias de las
sociedades clasistas.
C. LAS PRINCIPALES CORRIENTES DEL IDEALISMO FILOSÓFICO: EL
IDEALISMO OBJETIVO Y EL IDEALISMO SUBJETIVO. Hemos examinado la corriente más extrema (primitiva) de la filosofía idealista, la religión. Veamos ahora cuales son, además de la religión (= idealismo primitivo), las principales corrientes del idealismo filosófico.
23
El materialismo dialéctico, de acuerdo con el problema fundamental de la filosofía,
rechaza la diversidad y multiplicidad de "escuelas" y corrientes dentro del idealismo
filosófico (en la actualidad, por ejemplo, en la filosofía idealista burguesa
contemporánea existen: el existencialismo, el positivismo, el neopositivismo, el
neotomismo, el realismo crítico, la fenomenología, el pragmatismo, el personalismo,
etc. etc., incluso en cada una de ellas se dan diversas variantes) y las agrupa en solo
dos corrientes fundamentales: el idealismo objetivo y el idealismo subjetivo. Sin
embargo la diferencia entre ambos idealismos no debe entenderse como una
diferencia absoluta. Cada cual siempre cae en los marcos de la otra o, mejor dicho,
cada filósofo idealista pasa del idealismo objetivo al idealismo subjetivo y viceversa,
sin hacerse mayores problemas, de ahí que la distinción entre idealistas objetivos y
subjetivos no tenga mayor importancia.
Sin embargo, debemos recalcar que el núcleo común de todo el idealismo filosófico,
como lo mencionamos repetidamente, es que considera lo real (la naturaleza y la
sociedad) como de naturaleza espiritual o mental, es decir, sostiene que la realidad
objetiva (materia) ha sido creada por el pensamiento, la conciencia. Con estas breves
consideraciones pasemos a examinar brevemente las especificidades de los dos
idealismos.
a) EL IDEALISMO OBJETIVO
La corriente objetiva del idealismo afirma, en común con el idealismo en
general, la prioridad del pensamiento, de la idea sobre la materia, la naturaleza.
Su particularidad consiste en que a las ideas, la conciencia le asigna existencia
real y objetiva. Su fundador y principal representante en la antigüedad fue el
famoso filósofo griego Platón; su más grande representante en los tiempos
modernos fue el renombrado filósofo alemán Hegel.
Platón (427-347 a.n.e.), discípulo de Parménides y principalmente de Sócrates,
es el más alto exponente del idealismo filosófico antiguo. Su pensamiento ha
dejado honda huella en la historia de la filosofía (aún en nuestros días su
pensamiento filosófico es utilizado por los enemigos jurados del materialismo
dialéctico y de las masas populares). Procedía de la familia de los Codros,
aristócratas esclavistas de la Grecia antigua. Su actividad política y su
concepción del mundo lo colocan como representante de la reaccionaria
nobleza esclavista ateniense. Fue un activo militante antimaterialista; se opuso
a las concepciones materialistas y ateas de tales, Anaximandro, Leucipo,
Demócrit Epicuro, etc.
Para Platón existen dos mundos: el mundo de las cosas sensibles ("mundo de
las cosas") donde existen las cosas "corpóreas", es decir, la naturaleza y sus
variadas manifestaciones; y, "el mundo de las ideas" ("Topus Uranus") como el
reino inmutable de las esencias espirituales o "ideas" o el lugar donde moran las
formas incorpóreas de las cosas sensibles. Estas "ideas" o formas incorpóreas
de las cosas corpóreas son consideradas por Platón como el "verdadero ser",
asignándoles a la vez existencia eterna y "supraceleste", mejor dicho, que las
24
ideas platónicas no nacen, no perecen y no tienen existencia ni en el tiempo ni
en el espacio. Según esta teoría idealista las cosas sensibles no son más que
pura apariencia, "sombras" engendradas por las "ideas" suprasensibles. Dicho
en otros términos, para Platón la realidad perenne es la idea. Esta "idea" se
realiza, se actualiza, cobra forma en los cuerpos sensibles. Así, por ejemplo, la
forma sensible del hombre, el árbol, el perro, la mesa, etc. es la realización de
la idea universal "del hombre", "el árbol", "el perro", "la mesa", etc.
Como es fácil de comprenderse éste filósofo idealista de la antigua Grecia llega
a su concepción del "mundo de las ideas" por un proceso elemental de
abstracción; proceso mediante el cual el hombre separa mentalmente, abstrae
las propiedades de un objeto o conjunto de objetos o, también, separa el objeto
de su idea, de su concepto. Así, por ejemplo, el objeto silla, objeto singular,
concreto, con su forma, color, tamaño, etc. específicos, es presentado como
derivado de la idea silla; la mesa de la idea de mesa; la casa singular de la
"casa en general"; el hombre particular (Juan Pérez) del "hombre en general";
etc. En una palabra, se desliga las ideas ~~de las cosas mismas. Hecho esto
Platón nos presenta a las ideas como un "ser aparente" de las cosas, como el
único ser verdadero" con existencia anterior a las cosas concretas, de las
cuales precisamente son sus abstracciones.
Para explicar y hacer entendible su pensamiento Platón se vale de algunas
alegorías, como su famosa alegoría de la caverna.
Platón compara el mundo sensible a una caverna iluminada desde afuera por una
gran hoguera y en la que se encuentra inmóviles y encadenados, de espaldas a la
luz, los hombres desde su infancia, los objetos y seres que pasan por la puerta de
la caverna, por detrás de los hombres encadenados, proyectan sobre el fondo de la
caverna (que hace de pantalla) las formas de sus sombras más o menos alteradas.
Pues bien todo lo que los hombres de las cavernas perciben son eso: sombras y
nada más que sombras, por lo que reconocen a éstas como la única realidad y aún
se ufanan de sus conocimientos (Léase, para ampliar lo mencionado el Libro VI de
la República de Platón).
De acuerdo con su concepción señalada Platón llega a sostener que el verdadero
conocimiento es el que rechaza el conocimiento de las cosas sensibles, es decir, de
la naturaleza, de los objetos y fenómenos naturales y se orienta hacia el
conocimiento de las esencias ideales, puesto que los objetos de la naturaleza, del
mundo no son más que sombras de las ideas. En consecuencia los filósofos que
buscan la verdad en la naturaleza, en las cosas no pueden hallarlas porque estas
sólo son apariencias y que la verdad es inasequible a los sentidos por encontrarse
más allá de las cosas, en las ideas. Es evidente que Platón cuando habla así se
está refiriendo a los filósofos materialistas de su tiempo, que tratan de encontrar la
explicación de este mundo sin salirse para nada de él.
Según este filósofo idealista el hombre que desee alcanzar la verdad debe meditar
honradamente en su mundo interior tratando de recordar lo que su alma inmortal
25
contempló alguna vez en el mundo suprasensible, antes de adquirir su forma
material.
Tal es la mística doctrina de la "anamnesis" o "reminiscencia" platónica que parte
del reconocimiento de que el alma es independiente del cuerpo que éste (el cuerpo)
no es más que el asiento material del alma. Platón es clarísimo cuando presenta su
teoría de la existencia del alma con anterioridad a los cuerpos en el Libro X de su
obra "Las Leyes":
"En cuanto concierne al alma, amigo mío, casi todos los hombres parecen ignorar
su naturaleza real y su potencia, e ignorar también no sólo otros hechos sobre ella,
y especialmente sus orígenes; parecen ignorar que es una de las primeras
existencias, anterior a todo cuerpo y que, más que otra cosa, es lo que gobierna los
cambios y modificaciones de los cuerpos ... En verdad y en fin, decir que
encontramos que el alma es anterior al cuerpo y que el cuerpo es secundario y
posterior; que el alma gobierna al cuerpo y que el cuerpo es gobernado según el
orden de la naturaleza, constituye una afirmación verdadera y completa".
Como se ve fácilmente la conclusión de Platón es notable en cuanto confirma las
afirmaciones de Engels cuando manifiesta que la diferencia fundamental entre los
idealistas y los materialistas está en admitir la prioridad de la conciencia, del
espíritu o del mundo, de la materia.
Otro de los máximos representantes del idealismo objetivo fue Jorge Guillermo
Federico Hegel (1770 - 1831). Hegel, filósofo oficial de la Prusia monárquica de
principios del S. XIX, en su concepción filosófica sustenta su tesis de la identidad
entre el ser y el pensamiento. Para él el fundamento, la base de todos los
fenómenos de la naturaleza se encuentra en el "Espíritu Universal", la "Idea
Absoluta", la "Razón Universal" o, como también lo llama, la "Conciencia de Dios";
principio espiritual hegeliano cuya actividad consiste en el auto conocimiento o en
el conocimiento de sí mismo. La Idea Absoluta según Hegel existió -no dice donde-
antes de que surja la naturaleza, el mundo.
El sistema filosófico de Hegel se compone de tres partes, acorde con las tres
etapas por las que atraviesa, según su concepción: la Idea Absolut~ ~ su desarrollo t autoconocimiento. Veamos cada una de esas tres etapas hegehanas.
En primer lugar, el desarrollo del "espíritu universal" en su propio seno, es decir, la
Idea Absoluta tomada en sí misma, en el "pensamiento puro", al margen de la
naturaleza y el hombre. Este desarrollo se produce mediante la transformación,
cambio de un conjunto de categorías lógicas perfectamente definidas. La obra en la
que fundamenta estas sus ideas en la Ciencia de la Lógica.
En segundo lugar, el desarrollo de la Idea Absoluta en forma de su "ser-otro", es
decir, bajo su forma de naturaleza. El autodesarrollo de las categorías lógicas en el
seno del Espíritu Absoluto engendra la naturaleza a la que Hegel niega el
desarrollo en el tiempo. Filosofía de la Naturaleza se llama la obra en la que
26
fundamenta Hegel esta parte.
En tercer lugar, el desarrollo de la Idea Absoluta en el individuo yen la sociedad,
en la que el Espíritu Universal retoma de la esfera del "ser otro", de la naturaleza
"así". Es el encuentro de la Idea Absoluta consigo misma. En esta etapa encuentra
su culminación el ciclo hegeliano del desarrollo de la Idea Absoluta, el proceso de
su auto conocimiento. Esta tercera etapa es explicada por Hegel en su
Fenomenología del Espíritu.
En estas tres etapas consideradas por Hegel se ve su tesis sobre la identidad del
pensamiento y la naturaleza, para él el pensamiento es la naturaleza en desarrollo
y la naturaleza es el pensamiento desarrollándose.
En suma, la Idea Absoluta hegeliana que engendra la naturaleza y, por tanto, al
hombre no se diferencia en esencia del "mundo de las ideas" de Platón ni del Dios
de los teólogos.
Lenin, refiriéndose a Platón y a Hegel señalaba que el rasgo fundamental que los
une es que ambos elevan el concepto, la idea, a la categoría de absoluto y lo
consideran lo primario, mientras que la naturaleza es lo secundario, lo derivado. La
diferencia entre ellos está en que para Hegel el Espíritu Absoluto no se encuentra
fuera del mundo (como en las ideas de Platón) sino en el mismo mundo, es decir, la
Idea Absoluta es la esencia, el fundamento del mundo, desde su conversión en su
"ser - otro".
La corriente objetiva del idealismo subsiste hasta nuestros días con muy ligeras
variantes y está representada en la filosofía burguesa contemporánea por el
neotomismo (Maritain, Gilson, DN Raeyrnacker, Wetter, Bochensky, etc.), el
personalismo (Flewelling, Brightman, Carr, Stem, Mounier, etc.) y otras tendencias
o escuelas filosóficas.
b) EL IDEALISMO SUBJETIVO.
El idealismo subjetivo es la otra variedad fundamental del idealismo filosófico. Esta
tendencia filosófica afirma que el mundo objetivo no existe al margen e
independientemente del pensamiento y de la actividad cognoscitiva del hombre.
Dicho en otras palabras, para estos filósofos el mundo, la naturaleza, la sociedad
sólo existe en tanto existe un sujeto que piensa.
El pensamiento determina la existencia del ser. Por tanto, pues, no hay objeto sin
sujeto y no existe el mundo fuera de la mente.
El principal representante del Idealismo Subjetivo es Berkeley. Otros representantes
de menor importancia son: Fichte y Mach.
Jorge Berkeley (1684-1753), fue un filósofo y militante religioso cristiano. Fue obispo
de Cloyne (Irlanda). El punto de partida de su filosofía es la admisión de la
27
experiencia sensible a la que le da su propia interpretación y lo concibe como un
conjunto de "ideas", "representaciones" o "sensaciones". Estas representaciones no
reflejan - según el obispo inglés - la realidad objetiva sino que ellas mismas
constituyen la verdadera realidad.
"Las ideas - decía Berkeley - no son imágenes de las cosas, sino las cosas reales
mismas ... ... las cosas ... son ideas, y las ideas no pueden existir fuera del espíritu;
su existencia, por consiguiente, consiste en ser percibidas ". (Tres Diálogos entre
Hilas y Filonus)
He aquí, pues, el núcleo de la filosofía de Berkeley: Esse est percippi (ser es ser
percibido), lo que no se percibe no tiene existencia real.
Como vemos Berkeley sostiene la primacía del espíritu sobre la materia mediante la
negación total de éste último puesto que afirma, que el pensar es el ser.
Berkeley en su trabajo Tratado sobre los principios del conocimiento humano es aún
mucho más claro:
" ... Todos los cuerpos que componen la poderosa estructura del mundo, no existen
fuera de una mente ... por consiguiente, en tanto que no los percibo, o no existen en
una mente o en la de cualquier otro espíritu creado, o bien no tiene ninguna
existencia, o subsisten en la mente de algún Espíritu Eterno ".
En consecuencia, para este filósofo inglés, la sensación, la idea y el objeto son una
sola y misma cosa y como la sensación no existe sino en nosotros, el objeto es
fundación de nuestra actividad consciente. Admitir la existencia objetiva de la
naturaleza, el mundo, de la materia es para él una idea absurda y desprovista de
fundamento, propia de "salvajes e impíos".
El criterio de los idealistas subjetivos del tipo de Berkeley (y también de Fichte), que
consideran que las cosas existen únicamente en la conciencia del individuo, del
sujeto que percibe conduce indefectiblemente al solipsismo (textualmente: "sólo yo
existo"), teoría que sustenta que nada existe fuera de mi "yo"; ¡El mundo entero, la
naturaleza, la sociedad; nace y muere conmigo; al cerrar y abrir los ojos creo y
destruyo el mundo! Como podemos fácilmente inferir esta absurda teoría impide
toda actividad científica y conduce a los hombres a actitudes increíbles como la de
aquel joven estudiante que se suicidó creyendo que con su muerte terminarían
todos los males, privaciones y miseria de los hombres, en vista de que había
aprendido que su pensamiento originaba la desgracia de los hombres.
El idealismo subjetivo extremo conduce a los filósofos a una insalvable
contradicción. En efecto, si todo lo que existe (incluyendo a los demás hombres)
sólo existen en cuanto yo, sujeto, los percibo, entonces en cuanto yo, de sujeto que
percibe me convierto en objeto percibido por otro sujeto; luego, no es posible
determinar quien existe y quien no existe realmente, puesto que ambos son sujetos que perciben y objeto percibido a la vez. Para Berkeley sólo hay una forma de eludir
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esta profunda contradicción en que incurre y a la que conduce su filosofía:
¡Admitiendo la existencia de un espíritu divino (Dios) que crea y percibe el mundo
dándole en consecuencia existencia y consistencia! Aquí se da el salto del
idealismo subjetivo al idealismo objetivo.
"Hay - dice Berkeley en sus tres diálogos - un espíritu eterno y omnipresente que
conoce y comprende todas las cosas y nos la presenta a nuestra visión de la
manera y según las reglas que él mismo ha ordenado ... "
Lenin en su obra “Materialismo y Empiriocriticismo” puso de relieve el carácter
profundamente idealista y reaccionario de la filosofía de Berkeley y de todo el
idealismo en su conjunto. Refiriéndose a la oposición entre las dos grandes
corrientes filosóficas nos dice:
"Las dos líneas fundamentales de las concepciones filosóficas quedan aquí (en la
obra de Berkeley - J V C.) consignadas con la franqueza, la claridad y la precisión
que distingue a los filósofos clásicos de los inventores de "nuevos" sistemas en
nuestro tiempo. El materialismo: reconocimiento de los "objetos" en "sí" o fuera de
la mente; las ideas y las sensaciones son copias o reflejos de estos objetos. La
doctrina opuesta: "el idealismo) los objetos' no existen "fuera de la mente"; los
objetos son "combinaciones de sensaciones".
Otro filósofo representante de la corriente subjetiva del idealismo es el filósofo
clásico alemán Juan Amadeo Fichte (1762 - 1814). Fue profesor en la Universidad
de Jena de donde fue expulsado acusado de ateísmo. Como discípulo y seguidor
de Kant rechazó la tendencia materialista de su maestro y adoptó, llevándola hasta
el extremo, la tendencia idealista subjetiva de la misma.
El punto de partida de la filosofía de Fichte es el "yo humano", "puro", "absoluto" y
"supraindividual". Este sujeto puro y absoluto es considerado por Fichte el creador
del mundo, es decir, creador del "yo empírico" individual y del "no - yo" (la
naturaleza). Este principio lo formula en su sentencia: "el yo pone al no-yo". Al hacer
de todo el mundo objetivo un producto del "yo", este filósofo, admite de hecho que
no existe nada al margen del sujeto. Esta teoría tiene indudablemente sus raíces
cognoscitivas en la limitación de Fichte para comprender que la conciencia de su
propio yo, es decir, su autoconciencia sólo puede darse con la percepción, con el
conocimiento del mundo exterior independiente del sujeto.
De este mismo contenido idealista subjetivo está imbuida la filosofía del austriaco
Emest Mach (1838-1916), fundador del empiriocriticismo. Mach y sus seguidores
sostenían que las cosas sólo son "complejos de sensaciones. Lenin sometió a
brillante, profunda y demoledora crítica a esta teoría en su obra Materialismo y
Empiriocriticismo, obra que es considerada como una joya de la literatura
materialista dialéctica.
Entre las principales variedades actuales de la corriente subjetiva del idealismo se
cuentan, entre otras, el Pragmatismo, con su representante máximo el
norteamericano John Dewey; el Existencialismo con sus dos tendencias: la religiosa
29
(Marcel, Jaspers, Buber) y la atea (Heidegger, Sartre, Camus, etc.); El
Neopositivismo con sus tres principales tendencias: el atomismo lógico (Russell,
Wittgenstein), el positivismo lógico (Carnap, Otto, Neurath, Reichenbach) y el
positivismo semántico (Korzybski, Rapoport, Stuart Clase, etc.).
D. LAS PRINCIPALES CORRIENTES DEL MATERIALISMO FILOSÓFICO. En el primer apartado del presente capítulo hemos señalado los rasgos fundamentales
tanto del idealismo como del materialismo filosófico. El rasgo más importante de la
filosofía materialista - dijimos-es la admisión de la materia como realidad objetiva,
primaria e independiente de la conciencia, del pensamiento. Pues, bien este
materialismo adquiere formas progresivas en su desarrollo histórico, aparece como
materialismo ingenuo, se desarrolla como materialismo mecanicista y alcanza su
máxima plenitud con el materialismo científico (el Materialismo Dialéctico e Histórico).
Antes de entrar al análisis de cada una de estas formas del materialismo filosófico es
necesario anotar la distinción entre el materialismo como certidumbre espontánea de
los hombres en la existencia objetiva del mundo exterior (materialismo espontáneo),
del materialismo como filosofía (en sus formas ingenua, mecanicista y científica). En
efecto, no puede caber la menor duda al hombre, a menos que se encuentre a las
puertas de un manicomio, acerca de la realidad del mundo exterior. El materialismo
espontáneo es, pues, ese realismo ingenuo que surge de la experiencia cotidiana que
admite (incluso so pena de perder la propia vida) que las cosas existen
independientemente del pensamiento. Por consiguiente, el materialismo como filosofía
representa la constante profundización y desarrollo del punto de vista del materialismo
espontáneo.
a) EL MATERIALISMO INGENUO.
El materialismo ingenuo es la primera forma filosófica que adopta el materialismo
espontáneo. Surge y se desarrolla en la época de la esclavitud en los países del
Antiguo Oriente (Egipto, Babilonia, China, India), Grecia y Roma.
De acuerdo con la característica propia de toda la filosofía materialista, el
materialismo ingenuo admite la existencia objetiva y la materialidad del mundo. El
rasgo que lo particulariza es que su concepción se basa sólo en la observación
directa e inmediata de la naturaleza. En aquellos tiempos, no podía ser de otro
modo, puesto que aún no se tenían conocimientos sistemáticos, científicos de la
realidad circundante, o se tenían muy pocos. Los antiguos filósofos materialistas se
esforzaban por encontrar en la diversidad de los fenómenos de la naturaleza el
principio material común a todo lo existente, al que llamaban "elemento", es decir,
el fundamento de la unidad material de los fenómenos naturales, la sustancia de la
cual estaban formados todos los cuerpos del universo.
Así, estos filósofos identifican el "elemento" siempre con algo material, como el
agua (Tales de Mileto), el fuego, (Heráclito de Efeso), el aire, el agua, el fuego y la /
tierra (Empédocles de Agrigento), las "semillas de las cosas" u Homeomerías
(Anaxágoras de Clazómenes). Algunos de ellos plantean por primera vez la
30
hipótesis sobre la estructura atómica de la materia (Leucipo, Demócrito, Epicuro),
basándose sólo en las representaciones sensibles y no en el análisis científico de
los fenómenos de la naturaleza.
Los materialistas del mundo antiguo en su lucha contra la concepción idealista
religiosa del mundo consideraban también que el objeto del conocimiento es el
mundo material, la naturaleza que nos rodea y no el reino de las ideas como lo
sostenían Platón y sus discípulos. Eran, pues, filósofos e investigadores de la
naturaleza.
En el aspecto político, los antiguos materialistas se caracterizaban por sostener la
concepción del mundo de los grupos esclavistas más avanzados, es decir, de los
que defendían las formas democráticas del Estado esclavista, contrariamente a los
defensores de la aristocracia esclavista y sus ideólogos filósofos idealistas.
Muchos materialistas antiguos eran dialécticos espontáneos (Heráclito, por
ejemplo). Al estudiar la realidad lo hacía dialécticamente, es decir, concebían el
mundo y sus fenómenos en movimiento. La idea de Heráclito de que el mundo se
encuentra en movimiento perpetuo como la corriente de un río ("nadie se baña dos
veces en las aguas de un mismo río"-decía) servía de base a esta antigua y
brillante previsión del materialismo dialéctico.
En concordancia con su concepción materialista ingenua todos los materialistas
antiguos eran ateos, rechazaban la idea de la existencia de dioses, espíritus,
almas, etc., por lo que muchos de ellos fueron perseguidos y hasta condenados a
muerte. Epicuro, por ejemplo decía:
"No es impuro quien rechaza a los dioses del vulgo, sino quien se une a la
opinión del vulgo sobre los dioses"
"Pese a las limitaciones propias de su tiempo los filósofos materialistas orientales,
griegos y romanos sentaron las bases de importantes conquistas científico
naturales. Ellos llegaron a formular hipótesis como las de la indestructibilidad de la
materia, la eternidad e infinitud del universo, la relación causal entre los fenómenos,
el movimiento, etc.
Tales son, en síntesis, los rasgos generales de la primera forma del materialismo
filosófico: el materialismo ingenuo. A partir de esa antigua forma, el materialismo se
desarrollará en forma paralela al desarrollo de las ciencias naturales y sociales.
" ... e/ materialismo ha recorrido muchos grados en su desenvolvimiento -decía
Engels, v4.e obligado a cambiar de forma con todo descubrimiento que hace y:
época en las ciencias naturales ... " (L. Feuerbach y el fin de la filosofia clásica t
alemana).
31
b) MATERIALISMO MECANICISTA O METAFÍSICO.
El ulterior desarrollo del materialismo en su forma mecanicista y metafísica
aconteció durante los siglos XVII y XVIII, principalmente en Inglaterra (Bacon,
Hobbes, Locke), y Francia (Gassendi, La Mettrie, Helvecio, Diderot, Holbach).
Destacados materialistas de esta época fueron también el italiano Galileo Galilei
y el holandés Benedicto de Spinosa.
Este materialismo aparece en la época en la que el sistema capitalista de
producción había surgido e iniciaba rápidamente su desarrollo, condicionado por
el consiguiente avance de las fuerzas productivas (fundamentalmente la
aparición del maquinismo), en contradicción con el antiguo régimen feudal que
aún resistía a su disolución. Esta forma materialista que adopta la filosofía de
entonces respondía a las exigencias históricas progresivas de su tiempo, en
oposición a la filosofía escolástica religiosa de la feudalidad.
Los materialistas mecanicistas y metafísicos fueron ideólogos de la burguesía
que durante los siglos XVI, XVII Y XVIII era una fuerza progresiva y
revolucionaria y como tal combatía a las caducas instituciones feudales y a sus
concepciones idealistas y religiosas.
Además, el progreso de la filosofía materialista en ésta segunda forma se haya
vinculado íntimamente al impetuoso avance de las ciencias naturales de los
siglos XVI y XVII, principalmente en el campo de la mecánica, la astronomía y
las matemáticas.
Después del formidable descubrimiento de Copérnico en 1543 la investigación
de la naturaleza se declaró independiente de la religión y las ciencias naturales
iniciaron su desarrollo con sorprendente rapidez. La necesidad de introducir
perfeccionamientos técnicos para aumentar la producción y cubrir los
requerimientos del comercio, la industria y la navegación determinaron el auge
de las ciencias naturales. Es la etapa en que se amplía el inicio del empleo de
máquinas en la producción mercantil capitalista.
La mecánica de los cuerpos celestes y de las masas terrestres constituía la más
importante de las ciencias naturales de ese entonces. Las necesidades de la
producción y del progreso técnico, como dijimos, exigían el descubrimiento de
leyes concretas en regiones particulares de la naturaleza. El experimento y la
observación se convirtieron en métodos sistemáticos de investigación. Se
inventan muchos nuevos aparatos e instrumentos científicos. El italiano Torricelli
pone las bases para el estudio de la hidrodinámica. El francés Pascal estudia la
atmósfera. Otros investigan los fenómenos térmicos, eléctricos y magnéticos. En
el campo de los fenómenos biológicos se hicieron diversos y valiosos
descubrimientos; se desarrolló la botánica; se estudia la estructura de las plantas
con ayuda del microscopio, se descubre la fisiología vegetal. En zoología se
establece la diferencia entre animales vertebrados e invertebrados; sientan las
bases de la anatomía humana, se descubre la circulación sanguínea, etc. Se
descubren los seres vivos microscópicos, se estudia su estructura y se
32
descubren algunos agentes orgánicos patógenos. Sin embargo, todos estos
descubrimientos son llevados a cabo en forma aislada, sin ninguna relación
entre sí. No llegan a establecer la conexión causal entre los diversos fenómenos
investigados. Es más, consideraban las cosas como acabadas, carentes de
cambio y transformación.
Pero lo que influyó considerablemente tanto en la ciencia como en la filosofía fue
el y empleo de las máquinas en la producción. Inventados ya en esa época el
reloj y el molino sirvieron de premisa en Europa el empleo de las máquinas, son
los primeros mecanismos automáticos empleados con fines prácticos. Sólo se
conocía la forma mecánica del movimiento y muchas leyes de la naturaleza y
sus concatenaciones eran aún desconocidas. De ahí, pues, que la concepción
del mundo de los materialistas de ese entonces era predominantemente
mecanicista y metafísica; asimismo, se mostraban incapaces de concebir de
modo materialista y dialéctico los fenómenos quedándose en el marco estrecho
de una concepción materialista y mecánica de los fenómenos de la naturaleza.
Lo positivo de los filósofos materialistas mecanicistas era un rechazo a toda
concepción religiosa del mundo. Lo negativo de ellos era que concebían a la
naturaleza y al hombre en forma mecánica identificándoles con las máquinas, es
decir, como mecanismos automáticos que se mueven bajo la influencia externa
directa.
"El materialismo del siglo XVIII fue mecánico por esencia -escribe Engels- ,
porque entre las ciencias de la época la mecánica... estaba muy
perfeccionada ... La biología aun se encontraba en pañales; el organismo
vegetal y animal había sido estudiado nada más que groseramente, y para
explicar su constitución y funcionamiento teníase que recurrir a causas
puramente mecánicas. Lo mismo que el animal lo fuera para Descártes, el
hombre para los materialistas del siglo dieciocho, no era más que una
máquina. Esta exclusiva aplicación de la medida de la mecánica en procesos
que son de naturaleza química y orgánica y en los que las leyes mecánicas, aunque se hayan de tener en cuenta, son relegadas a último término por
otras leyes superiores, constituye la nota de la estrechez, en aquella época
inevitable del materialismo francés del siglo dieciocho.
Otra causa de la específica estrechez de este materialismo fue su impotencia
para poder concebir el mundo como un proceso, como un sistema sometido a
una evolución histórica. Esto era propio del estado de las ciencias de aquella
época y del método metafísico y antidialéctico de razonar que el mismo se
unía. La naturaleza; tal como ya era sabido, estaba en perpetuo movimiento.
Pero este movimiento, según las nociones de la época, se operaba dentro de
un círculo sin avanzar jamás y produciendo siempre resultados idénticos"
(Engels, L. Feuerbach y el fin de la filosofía alemana).
En suma, el materialismo de los siglos XVII y XVIII era mecanicista y metafísico.
Mecanicista porque aplicaba al estudio de los fenómenos de la naturaleza y del
33
hombre las leyes generales de la mecánica y era, también, metafísica, porque su
manera de concebir los fenómenos se caracterizaba por fragmentar los fenómenos
y objetos de la naturaleza en muchas partes y estudiar cada parte
considerándolos como fijos, acabados e invariables, así como negaban las
contradicciones internas como la fuente del movimiento y del desarrollo. Su
método de análisis de la realidad era, pues anti-dialéctico.
E. EL MATERIALISMO CIENTÍFICO O MATERIALISMO DIALÉCTICO.
Es la forma superior y más desarrollada de la concepción filosófica materialista.
Surge en la década de 1840 como resultado de la aparición del movimiento obrero
revolucionario y el alto nivel alcanzado por las ciencias naturales y por la filosofía,
la economía política y la sociología. Esta forma de la filosofía materialista es la -
fusión, en un alto grado científico, de la concepción científica, de la concepción
materialista del mundo y del método dialéctico de investigación de la realidad
objetiva.
Marx y Engels no se limitaron a hacer suyas las concepciones de los Viejos
materialistas ni el método dialéctico de Hegel. Como hemos visto antes, el
desarrollo histórico de la humanidad conjuntamente con el desarrollo del
pensamiento filosófico-científico condujo a la aparición del Materialismo Dialéctico
e Histórico. En base a los resultados más recientes de la ciencia natural y a la
experiencia histórica de la humanidad Marx y Engels demostraron que no se podía
ser materialista científico sin, a la vez, ser dialéctico. Así mismo, el dialéctico solo
puede llegar a ser científico si se hace materialista.
Consecuentemente, Marx y Engels, al superar el materialismo mecanicista y el
idealismo dialéctico, plantean por primera vez en la historia, no sólo el estudio
científico de los fenómenos de la naturaleza sino que extienden al método
dialéctico y materialista a los fenómenos sociales; estructuran la concepción
científica de los fenómenos sociales, del desarrollo de la sociedad y descubren las
leyes del movimiento y del cambio social (Materialismo Histórico).
Así, pues, el Materialismo Dialéctico es la más grandiosa síntesis filosófica que
abarca en una concepción única todos los fenómenos de la realidad objetiva (la
naturaleza y la sociedad) y, explica, los fenómenos espirituales como reflejos
subjetivos del mundo objetivo. Con el surgimiento del marxismo, culmina el
proceso histórico que conduce a la filosofía a ser considerada como una disciplina
meramente especulativa y sin ninguna ligazón con la realidad, es decir, con la
filosofía marxista se concibe el mundo como una totalidad en la que todas sus
partes se encuentran concatenadas que se condicionan mutuamente.
Sin embargo, lejos de ser considerado sólo como un acertado enfoque científico del mundo, el materialismo dialéctico se convierte en un método de transformación práctica de la realidad.
F. EL MATERIALISMO VULGAR.
El Materialismo Vulgar puede ser entendida bajo dos formas: su forma pseudofilosófica y su forma no filosófica.
34
La primera surge a mediados del S. XIX representada principalmente por los materialistas Vogt, Buchner y Moleschott. Se caracterizan porque rechazan la filosofía y sostienen que los problemas filosóficos se resuelven sólo en el terreno de las ciencias naturales. Consecuentes con esta tendencia antifilosófica vulgarizan al extremo y lo hacen más tosco al materialismo filosófico. Incurren en el craso error de considerar la conciencia y los fenómenos sociales como efecto de procesos puramente fisiológicos y no como productos de las condiciones materiales de existencia de los hombres, llegando incluso a sostener que los fenómenos psicológicos y sociales dependen del clima o de los alimentos. En sus divagaciones pseudocientíficas estos materialistas vulgares o vulgarizadores del materialismo le otorgan a la conciencia realidad material: consideran al pensamiento como una secreción material del cerebro ?r análogamente a la bilis que es la secreción del hígado.
Por otra parte, el materialismo vulgar puede también ser explicado como la enfermiza inclinación del hombre a los llamados "placeres materiales": el sexo, la bebida, el dinero, etc.; de tal modo que, en el lenguaje corriente, se acusa de "materialista" al libertino sexual, al bebedor consuetudinario y/o al despreciable avaro. Los enemigos de la filosofía marxista, los anticomunistas identifican al Materialismo Dialéctico con esta clase de "materialistas" con el fin de crear repulsión hacia la filosofía y la ciencia materialista en las personas incultas e ingenuas. El materialista científico, sin ;r embargo, está lejos de caer en este tipo de "placeres materialistas" en virtud de que su moral es socialista muy por encima de la moral egoísta e individualista del fabricante burgués y del religioso cristiano militante quienes sí, en la gran mayoría de casos, sienten mucho más amor que al prójimo; al sexo, la bebida y el dinero.
G. EL IDEALISMO MORAL.
De igual manera que en el caso anterior debemos evitar confundir el idealismo moral con el idealismo filosófico
Sabemos ya que el idealismo filosófico es una doctrina que explica los fenómenos materiales en función al espíritu, la idea, la conciencia. Difiere del idealismo moral puesto que éste consiste en la consagración del hombre a una causa, a un ideal que 10 considera justo. Ideal al cual sacrifican su bienestar personal y hasta su propia vida. En otras palabras, idealista moral es quien se traza una meta, un objetivo en su vida y lucha con pasión por alcanzar dicha meta u objetivo. La historia del movimiento obrero nos ha dado infinitud de ejemplos de esta clase de hombres, la mayoría de ellos materialistas dialécticos en filosofía, Un ejemplo hermoso que aún subsiste latente en nuestros días, 10 constituye el revolucionario marxista Ernesto "CHE" Guevara, asesinado en Bolivia, el año de 1968.
Debemos, pues a manera de recomendación de la cátedra evitar confundir el materialismo vulgar y el idealismo moral con sus formas materialistas e idealistas en filosofía. Como señalamos, un idealista en filosofía puede llegar (y de hecho llega) a ser un materialista vulgar; así como un materialista dialéctico puede ser muy bien (y de hecho lo es), un idealista moral.
35
5. DISCIPLINAS FILOSÓFICAS.
Las disciplinas filosóficas que están comprendidas en el campo de la filosofía son, entre otras:
- Gnoseología: Teoría del conocimiento en general.
Estudia todo 10 relacionado a los problemas del conocimiento (posibilidad del
conocimiento, origen del conocimiento, esencia del conocimiento, modalidades o
niveles del conocimiento y acerca de la verdad y sus criterios). - Epistemología: Teoría del conocimiento en particular o filosofía de la ciencia.
Estudia todo lo relacionado a los problemas del conocimiento científico (origen, estructura, métodos y fundamentos de las ciencias).
- Axiología: Teoría de los valores.
Nos responde: ¿Qué es el valor?, ¿Cuál es el fundamento del valor?, ¿Cuál es la
naturaleza del valor?, ¡,Qué son los actos valorativos?, ¿Qué estamos haciendo
cuando valoramos?, ¿Qué características reúne el valor?, ¿Podemos clasificar el
valor?, etc. - Ética:
Rosental- Iudin, en su "Diccionario filosófico", lo divide en teoría normativa y teoría ry: de la moral.
La teoría normativa estudia el problema del bien y del mal, establece el código moral de la conducta, señala que aspiraciones son dignas, que conducta es
buena y cuál es el sentido de la vida.
La teoría de la moral estudia la esencia de la ética normativa, su origen y
desarrollo, las leyes a las que obedecen sus normas y su carácter histórico. - Estética: Teoría de la belleza.
Se ocupa de la belleza y lo bello, la creación artística, su manifestación en el arte, además proporciona criterios para su valoración.
- Ontología: Teoría del ser. Estudia aquello que trasciende a la experiencia o a la ciencia. Se pregunta ¿Qué es el ser?, ¿Qué es lo absoluto?, ¿Qué es lo trascendente?
- Antropología filosófica: Teoría del hombre. Estudia lo qué es el hombre en general y cuál es el puesto que ocupa en el universo. Teleología: Teoría de los fines.
- Cosmosofìa: Teoría de las concepciones del mundo.
Nos explica qué es el mundo o el universo. Nos explica si hay fines en la naturaleza y en el hombre.
- Cosmología: Teoría que trata sobre las leyes generales que rigen el mundo
físico. Nos explica sobre la estructura del mundo y el universo. - Semiótica: Teoría de los signos.
Nos explica sobre lo qué es el signo, símbolo o lenguaje. DISCIPLINAS FILOSÓFICAS ESPECIALES (REGIONALES): Existen tales, como:
- Filosofía de la historia.
- Filosofía del derecho
- Filosofía de la educación.
- Filosofía política.
- Filosofía del arte.
- Filosofía de la religión, etc.
36
SEGUNDA UNIDAD
EL PROBLEMA ANTROPOLÓGICO OBJETIVOS.
Al culminar con la orientación de problema antropológico el estudiante estará en condiciones de:
Ubicar la antropología filosófica en el campo de la filosofía.
Incursionar en el planteamiento de una posible filosofía del hombre o una concepción del mismo.
Captar las diversas apreciaciones que ha merecido y merece el hombre de parte de filósofos y
de las prncipales doctrinas filosóficas. CONTENIDOS:
l. Introducción y justificación
2. Teorías sobre el origen del hombre. 2.1. Teoría idealista.
2.2. Teoría materialista.
A. Evolución del hombre.
Rasgos del hombre como ser natural.
Rasgos del hombre como ser espiritual.
B. El proceso histórico de la sociedad.
El sistema comunal primitivo.
El sistema esclavista (lucha de clases) .
El sistema feudal.
El sistema capitalista.
El sistema socialista. 3. El puesto del hombre en el cosmos. 4. El hombre para Marx.
5. El hombre para Nietzsche.
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EL PROBLEMA ANTROPOLÓGICO
El término antropología proviene del griego antrophos = hombre y logos = tratado. Significa estudio o tratado del hombre. La antropología filosófica es una disciplina que estudia integralmente al hombre, desde su naturaleza, origen, etc. 1. INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN.
El título de esta unidad nos presenta: lo que el hombre es. En otras palabras ¿Qué soy? ¿Qué diferencia hay entre lo que soy yo y lo que es este mi compañero de clase o carpeta? ¿Lo que hay de semejante entre él y yo, es el ser humano? ¿Pero, el hombre que soy yo, es el mismo hombre que son 4 000 millones de seres que se consideran igualmente humanos? ¿Cómo diferenciar un ser-humano de un ser-no-humano? ¿Cómo saber si todo ser que camine erguido, que pronuncie sonidos que sean entendidos por otro igual a él, que se arrodille ante imágenes y ante otros iguales que él pero con aspecto autoritario, es humano?
El hombre ha merecido innumerables definiciones y las va mereciendo aún. ¿Cuál de ellas se aproxima más a lo que soy? ¿Qué teoría es tan completa que pueda saberlo y decirlo todo acerca de mi ser hombre? ¿Qué pensador ha podido poner por escrito todo lo que es mí ser? Tal vez ninguna, es probable que nadie, aún yo mismo, sepa todo lo que soy. Sin embargo se siguen escribiendo libros y tomos enteros acerca de lo que "es el hombre". ¿A qué hombre se refiere? Han dicho mucho acerca del hombre, pero probablemente de ninguno que yo conozca o que pueda llegar a conocer.
De todas las teorías que sobre el hombre se han planteado, de todas las respuestas que se han dado acerca de él, vamos a estudiar sólo dos las que nos parece que tienen en el mundo contemporáneo mayor vigencia; las teorías o respuestas o concepciones de Carlos Marx y de Federico Nietzsche. Insistimos en que no son las únicas, son sólo dos teorías que han cobrado adeptos. Queriéndolo o sin quererlo, hay muchos que prefieren ver al hombre, a todos y cada uno de los hombres, desde alguna de esas dos perspectivas.
2. TEORÍAS SOBRE EL ORIGEN DEL HOMBRE.
2.1. TEORÍA IDEALISTA.
Los idealistas consideran la existencia del hombre como manifestación de un principio espiritual supremo inmaterial al que llaman alma, "espíritu universal", fuerza vital, razón divina, etc.
Los fundamentos teóricos los encontramos en la religión. Esta teoría recibe también el nombre de creacionista, espiritualista, etc. Este concepto idealista del hombre constituye la base de todas las religiones del mundo. Consideran que la vida es una manifestación del ser divino, y por eso el hombre no puede conocer la esencia de la vida ni mucho menos puede aprender a regularla. .
Sostiene que Dios creó el mundo y al primer hombre. Dios creó al hombre de un material
inanimado (de barro), después le dio alma, convirtiéndolo así en un ser vivo. 2.2. TEORÍA MATERIALISTA.
Para el materialismo la vida así como todo el mundo restante es de naturaleza material y
38
no necesita para su explicación el reconocimiento de ningún principio espiritual supramaterial.
Esta teoría también se denomina naturalista, evolucionista, etc. Considera que el hombre
es el producto histórico de la materia, representa la materia altamente evolucionada. El
hombre proviene de seres inferiores (unicelulares, pluricelulares).
EVOLUCION DEL HOMBRE El hombre por sus caracteres anatómicos de su cerebro, se aproxima más o menos a los monos antropoides. Fue precisamente mediante el proceso de hominización en la que el hombre llega a tener sus cualidades y propiedades actuales, es decir de los seres que lo antecedieron.
Estos hominidos tenían sus características especiales como: posición vertical, apoyada sobre los pies, desarrollo de la capacidad craneana y una dentición especial.
RASGOS DEL HOMBRE COMO SER NATURAL Desde el punto de vista de las ciencias naturales el hombre es un ser constituido de
acuerdo a las leyes que rigen el conjunto entero de la naturaleza. La biología la considera
como una especie incluida dentro del orden zoológico de los primates.
El hombre actual es el Horno Sapiens. Sus principales rasgos biológicos son: posición
vertical erecta, constitución y uso de la mano como órgano de la aprehensión, cara
pequeña en relación con el volumen del cráneo, un cerebro excepcionalmente grande y
órganos de fonación especial. Su unidad dinámica, su lento proceso de maduración, la
capacidad en el lenguaje, le dan una originalidad biológica y una aptitud universal.
El hombre participa de los mismos elementos que rodea al mundo material o natural
(carbono, fósforo, calcio, potasio, etc.). Para poder sobrevivir necesita del concurso de la
naturaleza, es decir de sus elementos como: radiación solar, oxígeno, agua, alimentos,
etc. RASGOS DEL HOMBRE COMO SER ESPIRITUAL Se interesa por la interioridad del hombre, su capacidad consciente, reflexiva, su racionalidad y su lenguaje. Se pone en relieve sus funciones psíquicas, su vida mental, su experiencia moral como manifestación de un ser personal libre. El hombre como ser espiritual constituye una realidad plenamente desarrollada, tiene una
escala valorativa, teorética y especulativa, tiene pleno conocimiento de sus valores éticos
y estéticos.
El hombre se traza metas que hay que lograr, se orienta hacia el futuro y tiene capacidad
creativa con el que todo lo transforma, es un trasformador universal, es un ser libre.
Es un ser social porque se interrelaciona constantemente con sus semejantes. Utiliza el
lenguaje como elemento de comunicación bajo sus diversas formas.
39
3. EL PROCESO DEL HOMBRE EN EL COSMOS Y EL PROCESO HISTÓRICO DE LA SOCIEDAD
SU
PE
RE
ST
RU
CT
UR
A
FORMAS DE CONCIENCIA SOCIAL
SO
CI
ED
AD
E S T A D O
D E R E C H O
- Sentimientos sociales - Inclinaciones sociales - Costumbres - Hábitos
personales - Tradiciones -
mitos - Supersticiones - (prejuicios) - Idiosincrasia nacional - Creencias
Filosofía Arte Religión Moral Educación
FU
ER
ZA
S F
OR
MA
DA
S
FU
ER
ZA
S T
RO
PIC
AL
ES
Psicología social (más espontánea que consciente)
Instituciones
ESTRUCTURA
POLÍTICA – JURÍDICA
(PODER POLÍTICO)
ESTRUCTURA IDEOLÓGICA (PODER IDEOLÓGICO)
Medios de comunicación masiva
IN
FR
AE
ST
RU
CT
UR
A
ESTRUCTURA ECONÓMICA (PODER ECONÓMICO) Modo de producción, base material o ser social
Relaciones de fuerzas productivas Relaciones sociales de
producción
Hombre que
trabaja Medios de producción
Hombre que
trabaja
Dueño de los medios
de producción
Objeto de
trabajo: naturalez
a
Medios de trabajo: herramientas
40
LA HISTORIA COMO DESARROLLO Y CAMBIO DE FORMACIONES ECONOMICAS SOCIALES El materialismo histórico no impone a la historia esquemas preconcebidos, no trata de ajustar
a sus conclusiones los acontecimientos del pasado y del presente. Todo lo contrario, él mismo
es una generalización científica de la historia.
La conclusión de que la historia de la humanidad es una sucesión consecutiva de formaciones
económico-sociales descansa en los conocimientos fidedignos que poseemos del pasado. La
humanidad en su conjunto ha conocido cuatro formaciones: comunidad primitiva, esclavismo,
feudalismo y capitalismo, y actualmente vive en una época de transición a la formación
siguiente, el comunismo, la primera fase del cual es lo que se conoce como socialismo.
¿Cuál son las características principales de las fuerzas productivas y de las
relaciones de producción de estas formaciones? ¿En qué dirección se desarrolló la
superestructura política e ideológica que se levantaba sobre la base, sobre las
relaciones de producción de cada una de ellas?
A continuación trataremos de dar respuesta a estas preguntas, refiriéndonos sólo, se
comprende, a los rasgos más generales de las formaciones económico-sociales y
prescindiendo de los detalles y rasgos específicos secundarios que tan abundantes son en la
historia de cada país y de cada época. * EL SISTEMA COMUNAL PRIMITIVO
El régimen de la comunidad primitiva es, históricamente la primera forma que la sociedad
adopta después de que el hombre se separa del mundo animal, cuando, en un largo
proceso de trabajo, adquirió las cualidades que le diferencian del resto de los seres VIVOS.
Los instrumentos de trabajo de que la humanidad disponía en las fases iniciales del régimen
de la comunidad primitiva no podían ser más rudimentarios: la porra, el hacha de piedra, el
cuchillo y la punta de lanza del mismo material; más tarde son inventados el arco y la flecha.
La única fuerza motora que entonces se conocía era el músculo del hombre.
El nivel de las fuerzas productiva hallábase en concordancia con las relaciones de
producción que existían entre los hombres. Con aquellos instrumentos de trabajo y armas el
individuo aislado era incapaz de hacer frente a las fuerzas de la naturaleza y de
proporcionarse sustento. Únicamente el trabajo en común (la caza, la pesca, etc.) de todos
los miembros de la comunidad primitiva, su solidaridad y recíproca ayuda podían asegurarles
la obtención de los recursos necesarios para la vida. El trabajo en común traía consigo la
propiedad en común de los medios de producción en aquella época. Todos cuantos
integraban la comunidad hallábase en relaciones iguales respecto de los medios de
producción, nadie podía despojar de ellos al resto y atribuírselo en propiedad privada.
Al no existir propiedad privada no podía haber explotación del hombre por el hombre. Los
rudimentarios instrumentos de trabajo, aun utilizándose en común, daban un rendimiento tan
mísero que apenas si cada individuo podía obtener lo necesario para su sustento. No había
excedente alguno de que se pudiera desposeer al productor en beneficio de otros miembros
41
de la sociedad. Y como no existía la explotación del trabajo ajeno, no se sentía la necesidad
de un aparato especial de coerción. Las sencillas funciones del gobierno de la comunidad
eran ejercidas colectivamente o encomendadas a los hombres más respetados y expertos.
Las características de la comunidad primitiva como formación económico-social venían
determinadas, pues, por el bajo nivel de desarrollo de la producción, por la impotencia en que
el hombre se veía ante una naturaleza hostil. En la conciencia de los hombres de aquella
época imperan concepciones religiosas de una ingenuidad infantil; en todo se someten
ciegamente al poder de la tradición y de la costumbre. El mundo se encontraba para ellos
reducido al marco de la tributado 10 demás hallaba fuera de la ley y las tribus mantenían entre
sí cruentas guerras. El régimen de la comunidad primitiva, aunque sin las deformaciones ni los
repelentes rasgos que la explotación impone a la sociedad y a los hombres, estuvo muy lejos
de ser la "Edad de Oro" del género humano.
Con el tiempo, el régimen de la comunidad primitiva entra en una fase de desintegración. Las
causas de su decadencia y desaparición residían en el desarrollo de las fuerzas productivas.
Los hombres llegan poco a poco a aprender el arte de fundir el metal. Las armas e
instrumentos de piedra van siendo desplazados. Se propaga el empleo del arado con reja
metálica, las hachas de metal, las puntas de flecha y lanzas de bronce y de hierro, etc. El
progreso de las fuerzas productiva de los instrumentos de trabajo y de los hábitos y
costumbres de los trabajadores da lugar a importantes cambios en la estructura social.
Produjese la división social del trabajo; la agricultura y el pastoreo y luego las industrias
artesanas se segregan como ocupaciones especiales. Comienza a ampliarse el intercambio
de productos del trabajo, primero entre las tribus y después en el seno de la propia
comunidad., Gradualmente se hace innecesario el trabajo en común de la comunidad entera.
La tribu y la gens se descomponen en familias, cada una de las cuales se convierte en una
unidad económica autónoma. El trabajo se concentra en dichas unidades, aparece la
propiedad privada y se hace posible la explotación: la producción había progresado tanto que
la fuerza trabajo humano rendía ya más de lo necesario para el simple sustento del propio
trabajador.
El perfeccionamiento de los instrumentos y hábitos de trabajo fue impuesto por la necesidad,
por el deseo de los hombres de aliviar su trabajo y de disponer de reservas para hacer frente a
las calamidades naturales. Más con ese perfeccionamiento, los hombres -al margen de su
voluntad, inconscientemente, sin adivinar siquiera las consecuencias sociales a que esto
conduciría- preparaban una transformación completa de la sociedad: el paso de la formación
de la comunidad primitiva a la del esclavismo. Las fuerzas productivas de la sociedad, al
acrecerse, exigían nuevas relaciones de producción entre los hombres.
* EL SISTEMA ESCLAVISTA La base de las relaciones de producción de este régimen es la propiedad privada del
esclavista no sólo sobre los medios de producción, sino también sobre los propios
42
trabajadores, sobre los esclavos. Esta propiedad del señor sobre los esclavos y todo cuanto
estos producen viene impuesta por el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de la
época, suficientemente alto como para a que fuese posible la explotación de los trabajadores.
Al mismo tiempo, sin embargo, era aun tan bajo, que la explotación de los trabajadores,
apropiándose parte del producto por ellos producido, era sólo posible reduciendo su consumo
al mínimo, dejándoles lo estrictamente necesario para que no se muriesen de hambre. Esto
podía hacerse únicamente privando a los explotados de toda clase de derechos,
reduciéndolos a la situación de "instrumentos que hablan" y empleando con ellos las medidas
de coerción más feroces.
El cambio de las relaciones de producción revolucionó las esferas restantes de la vida social.
Las relaciones de colaboración y solidaridad, propias de la comunidad primitiva, dejaron paso
a relaciones de dominación de una parte de la sociedad sobre la otra, a relaciones de
explotación, opresión y de hostilidad irreductible. La sociedad se escindió en clases
antagónicas: La de los esclavistas y la de los esclavos.
La época de la esclavitud aportó a los trabajadores terribles calamidades y sufrimientos. "Los
intereses más bajos -la avidez vulgar, la grosera pasión por los placeres, la sórdida codicia, la
explotación egoísta del patrimonio común- sacan de pila a la sociedad nueva, civilizada, de
clase; los medios más odiosos, el robo, la violencia, la perfidia y la traición minan el viejo
régimen gentilicio sin clases y conducen a su caída" Así describe Engels la época de
transición del régimen de la comunidad primitiva al esclavismo.
LUCHA DE CLASES
La feroz explotación de que eran objeto los esclavos provoca en ellos una desesperada
resistencia. Para aplastarla no servían los viejos órganos de gobierno de la gens y la tribu;
requeríase un aparato especial de violencia y este fue el Estado. La nueva institución había de
proteger la propiedad de los esclavistas y asegurar la afluencia constante de esclavos; a esta
situación eran reducidos los prisioneros de guerra y los deudores insolventes. A la vez que el
Estado nació el derecho o sistema de normas y prescripciones jurídicas en las que se recogía
la voluntad de la clase dominante y cuya observancia obligatoria era impuesta por el propio
Estado. Aparecieron nuevas costumbres y una ideología específica de la sociedad esclavista.
Entre los opresores se va extendiendo el desprecio hacia el trabajo físico, en el que empiezas
a verse una ocupación indigna del hombre libre; se arraiga la idea de la desigualdad de los
hombres.
Y a pesar de todo esto, el régimen esclavista significativa un gran paso adelante en la
evolución de la humanidad. Prosigue la división social del trabajo, con la diferenciación entre
la agricultura y las industrias urbanas y en el seno de estas últimas. La división social del
trabajo, con la diferenciación entre la agricultura y las industrias urbanas y en el seno de estas
últimas. La división del trabajo significativa, a su vez, la especialización de los instrumentos y
un caudal de experiencia. En la agricultura, junto al cultivo de cereales aparecen ramas
nuevas (horticultura, fruticultura, etc.) Se inventan aperos como el arado de ruedas el rastrillo y
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la guadaña. La fuerza muscular del hombre se ve completada en gran escala por la de los
animales. El trabajo de verdaderas masas de esclavos permite la construcción de presas y
sistema de riego de caminos y de: barcos, de conducciones de agua y de grandes Edif. Los
urbanos, y cuando parte de los miembros de la sociedad quedan libres de la participación
directa en la producción gracias a la explotación de los esclavos, crean las condiciones para el
progreso de la ciencia y de las artes.
Llega, sin embargo, un tiempo en que se agotan las posibilidades de progreso que el modo
esclavista de producción implicaba; sus relaciones de producción se convierten en una traba
que dificulta el desarrollo de las fuerzas productiva Los señores disponiendo como disponían
de los esclavos, que exigían muy pocos dispendios, no mostraban interés por el
perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo. A mayor abundamiento, no se podía
confiar al esclavo instrumentos complicados y costosos, puesto que no tenía el menor
interés en el resultado de su trabajo. Las necesidades del desarrollo de las fuerzas
productivas imponían cada vez más imperiosamente la supresión de las viejas relaciones
de producción.
Esto únicamente podía hacerlo una revolución social, cuya fuerza motriz eran las clases
y capas que más sufrían del régimen esclavista y que, por tanto, se hallaban más
interesadas en su supresión. Eran los esclavos y la parte más pobre de la población libre.
A medida que las contradicciones se ahondan en el viejo modo de producción, la lucha
de clases adquiere mayor virulencia. Sus formas son muy variadas, desde la
premeditada inutilización de los instrumentos de trabajo hasta los levantamientos en los
que participan decenas de miles de hombres. En última instancia el régimen esclavista
cae bajo los golpes conjuntos de las insurrecciones de las clases trabajadoras y de las
incursiones de las tribus bárbaras vecinas, a las que era ya incapaz de hacer frente aquel
Estado debilitado por las contradicciones internas y las guerras. Lo sustituye una nueva
formación: El feudalismo.
* EL SISTEMA FEUDAL
La base de las relaciones de producción de este régimen es la propiedad de los señores
feudos sobre los medios de producción, y en primer lugar de la tierra" el término de
"feudalismo" procede de la palabra latina "feudo"; así se llamaban las tierra que el rey
distribuía entre sus allegados, a cambio de lo cual estos habían de prestarle servicio
militar. Los campesinos dependían de los señores, pero no en propiedad plena. El señor
tenía derecho al trabajo del campesino, que se hallaba adscrito a la tierra y estaba
obligado a cumplir en beneficio de aquellas determinadas cargas.
En la sociedad feudal se conocía también la propiedad personal de los campesinos y
artesanos. El siervo recibía un lote de tierra, tenía su economía individual, cuyos
productos una vez satisfechas las cargas debidas a su señor, quedaban a disposición del
propio campesino.
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Esta característica de los relaciones de producción abría nuevas posibilidades para el
incremento de las fuerzas productivas. El productor directo tenía ya cierto interés V
material en el resultado de su trabajo. Por eso no rompe ni estropea los aperos e -
instrumentos, sino que, al contrario, los cuida celosamente y los perfecciona. La
agricultura conoce nuevos progresos: aparece la rotación de cultivos de tres hojas y se
generaliza el uso de abonos.
Aun son más importantes los éxitos de las industrias artesanas, que proporcionaban
aperos para el campo, objetos para el uso de los señores feudales y comerciantes, ;(
utensilios, armas y pertrechos militares. El progreso de las industrias artesanas y del
comercio favoreció el crecimiento de las ciudades, que con el tiempo se convierten en
grandes centros económicos, políticos y culturales, en la cuna del modo capitalista de
producción. La época del feudalismo conoce descubrimientos que habían de dejar honda huella en la
historia, los hombres aprenden a convertir el hierro colado en dulce, a construir barcos de
vela apropiados para largos viajes, y a preparar sencillos instrumentos ópticos (gafas,
anteojos de larga vista), inventan la brújula, la pólvora, el papel, la y imprenta y el reloj de
cuerda. A la energía muscular del hombre y de los animales se incorpora cada vez más la
energía del viento (molino de viento, barco de vela) y del agua al caer (molino de agua, rueda
hidráulica, que se empleó extraordinariamente en la edad media).
El cambio de las relaciones de producción propias del esclavismo por las feudales trajo
consigo grandes modificaciones en toda la vida de la sociedad.
Modificase, lo primero de todo, la estructura de clase. La clase dominante pasó a ser la de los
señores feudales, que eran los propietarios de la tierra. La otra clase fundamental eran los
campesinos siervos. Las relaciones entre uno y otro eran de carácter antagónico, se basaban
en la contradicción irreductible de sus intereses de clase. Las formas de explotación, aunque
un tanto suavizadas en comparación con la esclavitud, eran extraordinariamente duras. Como
antas, la explotación de los siervos basábase en la coerción extraeconómica. Movido por
estímulos puramente económicos, por su interés material, el siervo trabajaba únicamente en
su lote de tierra. La mayor parte del tiempo había de hacerlo para el señor, sin que por ello
percibiese remuneración alguna. Lo que principalmente le hacía trabajar en este caso era el
temor al castigo, la pena que ello llevaba acarreada y la amenaza de perder todos sus bienes
personales, de que el señor podía desposeerlo.
La lucha de clases se eleva en la sociedad feudal a un nivel más alto de lo que se había
conocido bajo el esclavismo. Los levantamientos campesinos se extienden a veces a
grandes territorios. Del volumen de su resistencia a los señores son prueba las guerras
campesinas que sacudieron sucesivamente un país tras otro: la insurrección del Watt Tyler
en Inglaterra (siglo XIV) y la de la Jacquerie en Francia (siglos XIV y XV), la guerra
campesina de Alemania (siglo XVI), el levantamiento de los taipines en China (siglo XIX) y la
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de los sikhos en la India (siglos XVII y XVIII), los movimientos de Bolótnikos, Razin (siglo
XVII) y Pugachev (siglo XVIII) en Rusia, etc.
La superestructura política jurídica e ideológica de la sociedad feudal es un reflejo de las
características que adoptan la explotación y la lucha de clases. Para explotar y mantener
sujetos a los campesinos, el Estado feudal había de recurrir a ·la fuerza armada de que
disponía no sólo el poder central sino también cada señor. Este, dentro de sus feudos, era el
dueño absoluto, señor de horca y cuchillo.
El derecho reafirma la desigualdad social y económica del feudalismo; las clases y capas
sociales adoptan la forma de estamentos: nobleza, clero, campesinos, comerciantes, etc.
Las relaciones entre los estamentos y dentro de cada uno de ellos eran la estricta
subordinación y dependencia personal. Los compartimientos estancos en que la sociedad
estaba dividida eran un obstáculo para el paso de un peldaño a otro en la jerarquía feudal.
En la vida espiritual el primer puesto lo ocupaba la Iglesia.
Conforme las fuerzas productivas se desarrollan, se llega al choque entre las relaciones de
producción imperantes en el feudalismo y la superestructura política e ideológica que tales
relaciones predeterminaban. Junto a los pequeños talleres artesanos aparecen grandes
manufacturas basadas en la técnica artesanal, pero en las cuales las distintas operaciones
estaban especializadas y se empleaba a operarios no sometidos a la servidumbre. Cuando
la joven burguesía de Europa creaba sus manufacturas no tenía la menor noción, se
comprende, de las consecuencias que esto iba a acarrear; lo único que perseguía era su
beneficio directo. La burguesía, entonces en sus comienzos, "no advertía ni comprendía
que esta "pequeña" innovación había de conducir a una reagrupación de las fuerzas
sociales que terminaría con el poder real, y con los nobles, en el seño de los cuales
soñaban a menudo con entrar sus mejores representantes…"
Tampoco pensaban en las consecuencias sociales de sus actos los emprendedores
mercaderes cuando ampliaban su comercio, y, con ayuda de las tropas del rey, se
apoderaban de nuevos mercados más allá de los mares. El incremento del intercambio
condujo, a su vez, a un rápido progreso de la producción. A esto contribuyeron también
los descubrimientos científicos y técnicos realizados en los siglos XVI y XVII.
Poco a poco en el seno del régimen feudal se va estructurando el modo capitalista de
producción. Para desenvolverse libremente hace falta que se ponga fin al sistema hasta
entonces imperante. La burguesía -clase portadora del nuevo modo de producción-
necesita un mercado de trabajo "libre", es decir, pide hombres emancipados de la
servidumbre y sin propiedad personal alguna, a los cuales el hambre empuje a las
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fábricas. Necesita un mercado nacional, con supresión de las barreras aduaneras y de
todo orden que los señores feudales habían levantado. Quiere la supresión de los
impuestos, destinados al sostenimiento de la Corte, con los numerosos nobles que
vivían a su arrimo y la anulación de los privilegios estamentales. A lo que aspira es a
imponer libremente su voluntad en todos los órdenes de la vida social.
Alrededor de la burguesía se agrupan todas las clases y capas sociales descontentas
con el feudalismo: desde los siervos de la gleba y la gente baja de las ciudades, victimas
de la miseria, la humillación y toda clase de desafueros, hasta los hombres de ciencia y
escritores avanzados a quienes, cualquiera que fuese su origen, asfixiaba el yugo
espiritual del feudalismo y de la iglesia.
Comienza la época de las revoluciones burguesas.
* EL SISTEMA CAPITALISTA
La base de las relaciones de producción del capitalismo es la propiedad privada de la
clase dominante sobre los medios de producción. Los capitalistas explotan a la clase de
los obreros asalariados, emancipados de la' dependencia personal/pero obligados a
vender su fuerza de trabajo, puesto que carecen de medios de producción.
Las relaciones de producción del capitalismo brindaban amplias posibilidades de
desarrollo a las fuerzas productivas. Aparece y progresa rápidamente la gran producción
maquinizada, basada en el aprovechamiento de las fuerzas naturales tan poderosas
como el vapor y, más tarde, la electricidad, y la amplia aplicación de la ciencia. El
capitalismo lleva a cabo la división del trabajo no sólo dentro de cada país, sino también
entre los distintos países, creando así el mercado mundial y, luego, el sistema mundial de
economía.
y una vez más el cambio del modo de producción trae consigo
modificaciones en toda la vida social. Las clases fundamentales de la sociedad son
ahora los capitalistas y los obreros. Las relaciones entres ellos siguen siendo antagónicas,
por cuanto descansan en la explotación y opresión de los que nada tienen por los poderosos.
Son relaciones de una irreductible lucha de clases. Pero los métodos de explotación y
opresión cambian sustancialmente: la forma dominante de coerción es la económica. El
capitalista no suele necesitar de la fuerza para obligar que trabajen en su beneficio. El
obrero, carente de medios de producción, se ve reducido a hacerlo "voluntariamente" bajo la
amenaza de la muerte por hambre. Las relaciones de explotación se hallan ahora
encubiertas por la "libre” contratación de los obreros por los patronos, por la "libre"
compraventa de la fuerza de trabajo.
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Cambian los métodos de explotación y cambian también los métodos de la dominación
política. Se hace posible el paso del despotismo descarado, propio de las formas anteriores,
a un despotismo más refinado, revestido con el ropaje de la democracia burguesa. El poder
ilimitado del monarca hereditario desaparece, siendo sustituído por la república
parlamentaria; implántase el derecho electoral y se proclaman la libertad política de los
ciudadanos y la igualdad de todos ante la ley. Esto es lo que mejor correspondía a los
principios de la libre competencia, del libre juego de las fuerzas económicas que durante
largo tiempo sirvió de base al capitalismo. Al establecimiento del régimen democrático-
burgués contribuyó en gran medida 'la lucha de los trabajadores y sobre todo de la clase
obrera, la constante presión de las masas populares que exigían la implantación de nuevas
formas democráticas y la ampliación de las ya vigentes.
Ahora bien, con todas las diferencias que podemos observar entre las superestructuras
políticas e ideológicas, de la sociedad burguesa y la feudal, lo principal seguía en pie: una y
otra correspondían a las relaciones propias de la propiedad privada y de la explotación. La
parte preponderante de la nueva super estructura correspondía a las instituciones e ideas de
la clase opresora, de la burguesía, y estaban destinadas a defender su dominación de clase
y a mantener a las masas explotadas en la obediencia.
La formación capitalista, y así nos lo dice ahora no ya la teoría sino también la práctica
social, es temporal y perecedera. En su seno maduran y se ahondan los antagonismos
irreductibles, y en primer término la contradicción entre el carácter social de la producción y
la forma privada de la apropiación. La única salida de estas contradicciones es el paso a la
propiedad social sobre los medios de producción, es decir, al socialismo.
Pero lo mismo que ocurrió en otros tiempos, el paso al nuevo modo de producción es posible
únicamente mediante la revolución social. La fuerza llamada a realizar esta revolución es la
clase obrera, que es engendrada por el propio capitalismo. Agrupa en tomo suyo a todos los
trabajadores, derroca la dominación del capital y crea el régimen nuevo, socialista, que no
conoce la explotación del hombre por el hombre.
* EL SISTEMA SOCIALISTA
La base del modo socialista de producción es la propiedad social de los medios de
producción. De ahí que las relaciones de producción de la sociedad socialista sean de
colaboración recíproca ayuda de los trabajadores no sometidos a explotación alguna.
Dichas relaciones corresponden al carácter social de la producción que se ve sostenido por
la propiedad social sobre los medios de producción.
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A diferencia del régimen de la comunidad primitiva, la socialización de los medios de
producción se apoya en este caso en unas fuerzas productivas, una cultura y un poder del
hombre sobre la naturaleza infinitamente superior. El nuevo régimen brinda a la humanidad
posibilidades ilimitadas de progreso en cuanto al desarrollo de las fuerzas productivas y en
todos los órdenes de la vida de la sociedad.
Tales son, en sus líneas más generales, las principales etapas que la humanidad ha
recorrido.
Todo cuanto conocemos del pasado es una confirmación patente y viva de la veracidad
científica de la interpretación materialista de la historia, la esencia de la cual formuló Marx
como sigue en su prefacio Aportación a la Crítica de la Economía Política: "En la producción
social de su vida, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias y, que no
dependen de su voluntad: las relaciones de producción, que corresponden a cada social ha
determinado el grado de desarrollo de sus fuerzas materiales de producción. El conjunto de
estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real
sobre la que se eleva la superestructura jurídica y política y a la que corresponden
determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material
condiciona en general los procesos social, político y espiritual de la vida. No es la conciencia
de los hombres lo que determina su ser sino al contrario, su ser social determina su
conciencia. Llegadas a cierto grado de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la
sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o lo que es
sólo expresión jurídica de esto con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se
desarrollaron hasta entonces. De formas que eran el desarrollo de las fuerzas productivas,
estas relaciones se convierten en una traba. Entonces adviene la época de la revolución
social. Con el cambio de la base económica, más o menos rápidamente, se produce la
transformación de toda la enorme superestructura".
EL PUESTO DEL HOMBRE EN EL COSMOS.
El hombre es un componente más del universo increado por él, con sus propias limitaciones
cognoscitivas y corporales.
Con los adelantos adquiridos especialmente con Copérnico, Gelileo, etc. Postuló a un
universo sin límites ni centro. De tal manera que su atención ya no es gracias al uso de su
razón, su imaginación artística, rompe todas las fronteras especiales y ahora por obra de la
ciencia y la técnica se muestra capaz de abandonar físicamente su hábitat terrestre. Su ser
histórico explora el pasado pero también se proyecto al futuro, es decir está en expansión.
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El hombre ha creado un universo de cultura sobre la naturaleza terrestre y con el
pensamiento, el símbolo y la imaginación, recrea constantemente el universo humano.
El hombre es un ser transfinito, es un ser mundano terrestre, es el ser superior
emergente en el mundo. Es la culminación de un proceso largamente preparado por la
vida terrestre con lo que abre la verdadera historia de la vida.
EL HOMBRE PARA MARX.
Marx considera que la proposición más simple que acerca del hombre se puede tener,
abarcando con ello lo que es él, su esencia, es ésta: el hombre es un ser necesidades.
El ser del hombre es incompleto, es decir, para ser hombre, más bien para seguir
siendo, no se basta sí mismo. Necesita aire, necesita alimento, necesita líquido, necesita
luz, necesita compañía, etc. Para ser hombre y para mantenerse siéndolo, tiene que
satisfacer esas necesidades, y si no, deja de existir, muere. Tener un ser incompleto,
que debe estarse completando cotidianamente o ser un ser de necesidades, es lo
mismo. El asunto es que el hombre no puede vivir solo, aislado de todo lo que le rodea.
El hombre, pata ser hombre, necesita de algo que no es él: La naturaleza,
fundamentalmente. Si la naturaleza no le proporcionara todo lo que requiere para vivir,
su vida dejaría de existir. Esto, el que -.rt1'7 sea la naturaleza la que va "completando" el
ser incompleto del hombre, le permite a Marx afirmar que: "la naturaleza es el cuerpo
inorgánico del hombre". Ya que su cuerpo es "parte" de él, tan parte suya que si le fuera
"extirpada" dejaría de existir, entre el hombre y la naturaleza no existe pues distancia, no
se trata de dos cosas distintas. El hombre se va completando, manteniendo su ser,
satisfaciendo sus necesidades "vitales", gracias a ella.
La naturaleza es el cuerpo inorgánico de cada hombre. Es decir, todos los hombres
necesitan de ella. Ninguno podría sobrevivir sin recurrir a ella, sin obtener de ella todo lo
que necesita para sobrevivir. Pero en esto, el hombre y todos los demás seres vivos son
semejantes. Ningún ser viviente puede mantenerse en la existencia sin estar
cotidianamente extrayendo de lo que existe "fuera", de la naturaleza, lo que necesita, lo
que le permita satisfacer sus necesidades. Lo que diferencia al hombre de los demás
seres vivos; de los vegetales y de algunos animales, es que ellos toman directamente lo
que la naturaleza les ofrece; así una planta toma de la tierra lo que hay en la tierra, del
aire, lo que hay en él, etc. Mientras que el hombre, algunas cosas, muy pocas, las toma
directamente, como el aire; pero la mayor parte las transforma primero. Así sus
necesidades alimenticias no se satisfacen tomando lo que se le presenta, si no que
cultiva, cosecha, cría, caza, cocina, y después satisface sus necesidades. Es decir altera
la naturaleza, no la toma siempre tal como la encuentra. Sin embargo, algunos animales
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también transforman la naturaleza, las abejas convierten el polen en miel que luego
consumirán. Los castores toman ramas para construir represas que les servirán tanto
para vivir como para tener más fácilmente sus alimentos. Sin embargo, hay algo que
ningún animal hace como el hombre: transformar su manera de transformar la
naturaleza. El hombre es capaz de ir mejorando la manera como modificar y utilizar lo
que la naturaleza le brinda. Es por ello que el hombre ha ido cambiando totalmente su
manera de obtener alimentos, de obtener vestido etc. A lo largo de su historia. Sin
embargo, los animales lo hacen siempre de la misma manera y no alteran su manera de
transformar, a menos que el medio en que viven les haga imposible seguir efectuando
las mismas tareas. Las hormigas, desde que existen sobre la tierra, siguen consiguiendo y
transformando sus alimentos de la misma manera. Lo mismo ocurre con todas las especies
animales a excepción del hombre. Eso se da porque la actividad vital para conseguir los
medios de vida de los animales no es consciente y libre, sino que les permite por pertenecer
ellos a una especie determinada. Cada animal transforma la naturaleza de la manera como
su especie lo hace. No puede escoger una manera propia ni mejor de hacerlo. El hombre por
el contrario, puede ir cambiando y mejorando su actividad vital, porque ésta es consciente,
libre y voluntaria y él no está "obligado" a realizarla por pertenecer a la especie humana.
Al resultado, al objeto que resulta de la transformación de la naturaleza por el hombre, Marx
le llama producto. y a la actividad humana de transformación de la naturaleza: trabajo.
El trabajo humano, decíamos, es una actividad vital, consciente, voluntaria y por ello libre.
En este sentido no se puede hablar con propiedad de que los animales realizan trabajo. El
trabajo como actividad libre distingue al hombre del animal y de todo otro ser vivo. En esta
medida ésta es su actividad esencial y distintiva y en ese sentido realiza al hombre como
hombre, pues va marcando la diferencia con el animal. El trabajo es la actividad del hombre
sobre la naturaleza para conseguir los medios que ole permitan satisfacer sus necesidades.
El hombre, por esencia, no puede escoger entre trabajar o no; en ello no radica su libertad,
pues no puede escoger entre satisfacer sus necesidades o no.
El hombre "debe" trabajar, debe transformar la naturaleza. El hombre se realiza con o tal en
la medida en que trabaja, y en la medida en que al trabajar pone su capacidad y todas sus
potencialidades en esta su actividad.
El resultado del trabajo, de la transformación de la naturaleza por parte del hombre,
decíamos es el producto. Un producto es este choclo que cosecha un agricultor en su
chacra, es un pescado que el pescador recoge de la red, es un cántaro de agua traído por la
hija desde el río. Es todo objeto sobre el que el hombre ha realizado una actividad, su
actividad. Aun la más leve modificación con relación a su "estado natural", hace que un
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objeto deje de ser "parte de la naturaleza", para convertirse en un producto humano. No
interesa la cantidad de trabajo que se haya ejercido sobre él, sólo importa si el hombre ha
aplicado su esfuerzo, sus energías para tener ese objeto en las condiciones en las que lo
tiene. La diferencia pues, entre una cosa que es parte de la naturaleza y un producto del
trabajo humano, aplicado sobre ella, es que la naturaleza se mantiene "virgen", ajena a la
actividad humana.
El producto pues, a pesar de ser un objeto, una cosa, se diferencia de las "cosas naturales"
en la medida en que él haya invertido trabajo humano; mucho o poco no importa. El producto
es entonces resultado de la "combinación" indisoluble de Naturaleza-Hombre. Es un
producto humano, una cosa humana, o más bien humanizada Por ello Marx le llama
naturaleza humanizada. Pero por otro lado, siendo lo mismo, es hombre, fuerza humana,
inteligencia humana, vida humana, que se ha hecho objeto. Es decir, en el producto hay una
parte que es natural, pero hay algo humano también. El tiempo que el hombre empleó en
conseguirlo, la energía que gastó, una parte de su vida que desgastó se encuentra ahora en
el producto; no se "esfumaron", sino que se influyeron, sumándose, combinándose con la
naturaleza en un producto que ya no es una cosa ajena al hombre, sino que es el "hombre
objetivo”. EI hombre objetivado, el hombre o gran parte de él, hecha objeto, hecha cosa, ése
es el producto. Las dos definiciones "naturaleza humanizada" y "hombre objetivado"; no son
en este sentido distintas, son como "dos caras de la misma moneda".
En este sentido, el hombre se ve reflejado en su producto, lo siente parte de si mismo. Por
ejemplo, un artista, un escultor, cuando está frente a su obra, no se siente como si estuviera
frente a una piedra más. Esa ya no es una piedra cualquiera, es una parte de él que se ha
hecho cosa. Al ver su obra, su producto, se ve a sí mismo, parte de sí mismo hecho objeto.
En general a medida que el hombre va humanizando la naturaleza, va haciendo suyo lo que
le rodea, se va realizando como hombre. El dominio de la naturaleza, el humanizarla, realiza
al hombre, lo hace más hombre en la medida en que lo que le rodea va haciéndose más
humano.
El desarrollo histórico de la humanidad nos pone frente a una situación en la que el hombre
se encuentra "alienado". Quisiéramos ahora explicar lo que esto significa. En primer lugar,
decíamos antes que todos y cada uno de los hombres necesitan de la naturaleza para
sobrevivir. En ese sentido decíamos de ésta que es el "cuerpo inorgánico" de todos los
hombres, es parte de su ser. Bien, históricamente, algunos hombres se apoderaron de la
naturaleza y la hicieron su "propiedad privada", excluyendo a los demás de su acceso libre
a ella para satisfacer sus necesidades. Para el hombre primitivo, la propiedad no existía,
es decir, la propiedad sobre la naturaleza, sobre todos los medios que permiten al hombre
satisfacer sus necesidades. El aparecer la propiedad privada sobre ella, en manos de
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algunos, significa que los que h.an perdido su acceso a ella, han sido privados de su "cuerpo
inorgánico". En otras palabras, apoderarse de la naturaleza, de la que depende la vida de
todos los hombres, significa quitarles algo de su ser, sacar algo fuera de sí mismo, es lo
que significa "alienar". Al aparecer la propiedad privada sobre la naturaleza o, en general,
sobre los medios que necesitan todos los hombres para poder sobrevivir, aparece la
"alienación" del hombre, pues esta naturaleza es parte de él, su parte inorgánica.
Si todos los hombres necesitan de la naturaleza para sobrevivir, cuando se ven privados de
ella, de su libre acceso a esos medios, tienen dos alternativas: o morir sin poder satisfacer
sus necesidades o trabajar para aquellos que se han apoderado de los medios de
producción. Sea este trabajo "para otro" a cambio de alimentos y medios de subsistencia o a
cambio de la posibilidad de acceder a los medios de producción, la naturaleza, o a cambio de
un salario, se trata de transformar la naturaleza, de producir, de objetivizarse a sí mismo para
que otro sea dueño del resultado del trabajo. En otras palabras, el hombre que vende o
alquila capacidad de trabajar no sólo vende trabajo "en abstracto" sino que vende el derecho
a sentirse dueño de lo que su trabajo ha realizado, de sus productos. Si pusiéramos
nuevamente el ejemplo del escultor, la situación sería ésta: nuestro escultor, como no tiene
medios para conseguirlos y para sobrevivir, se ve obligado a trabajar como escultor pero
para otro artista. Este último le paga un salario, le entrega el material y los instrumentos para
que produzca obras. A cambio, el artista debe renunciar a su propiedad o derecho de
disponer de ellas, inclusive a considerarlas como sus obras, pues el "dueño" pone a todas
sus obras, su nombre. Nadie conocerá en adelante esas esculturas como obras de su
verdadero escultor sino como obras de aquél que lo contrató a cambio de un salario. En este
sentido su trabajo y sus productos ya no le pertenecen, no porque los haya cambiado o
vendido, sino porque ha vendido su capacidad de producirlos. Sus productos, aquellos
objetos en los que él se sentía realizado pues lograba ponerse a sí mismo en la "cosa" ya no
son suyos, ni siquiera se le considera. A él como el productor; pertenecen a "Cía., ………..
S A" Su trabajo ya no es un medio de realización humana, en primer lugar, ya no es
una actividad libre pues él ya no decide cómo trabajar, ni de qué manera, sino que tiene
alguien, quien ha alquilado su fuerza de trabajo, que le dice qué hacer, cómo hacerlo y de
que manera. Por otro lado cuando termina de trabajar, no siente que haya "creado" un
objeto, un producto que pueda sentir suyo. En esta medida, la alienación de la naturaleza, el
quitarle al hombre esta parte inorgánica de su ser, hace posible la alienación del trabajo
humano, el apoderarse de la capacidad del hombre para transformar la naturaleza y además
hace posible la alienación del producto no sólo le quitan "cosas", sino parte de sí mismo,
parte de su vida, y es por ello que el trabajo alienado, lejos de realizar al hombre, lo frustra.
Cuando el hombre es alienado, lo que antes era un medio de realización humana, el trabajo,
el producir, se convierte en un medio de frustración y deshumanización.
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Todo ello hace que Marx sostenga que mientras exista trabajo alienado el hombre no se
podrá realizar como hombre sino que cada vez irá deshumanizándose (al perder parte de sí
mismo) más y más. Puesto que el trabajo alienado sólo existe si el hombre ha sido privado
de su libre acceso a la naturaleza por la propiedad privada sobre ésta, sobre los medios para
producir, el hombre sólo recuperará su capacidad de realización como hombre, como
transformador de la naturaleza, como su "humanízador", con la abolición de. la propiedad
privada .sobre los medios de producción. Un "salario justo" no le devuelve al hombre su
"cuerpo inorgánico", ni la "vida invertida" en su producto. Sólo la posibilidad de decidir sobre
su producto, de sentirse dueño de él le pueden devolver su "humanidad".
En una sociedad capitalista como la nuestra ¿qué significaría abolir la propiedad privada? El
mismo Marx señala que no se trata de la propiedad en general, sin sólo de eliminar la
propiedad privada sobre los medios de producción y la naturaleza, que por derecho, por ser
seres humanos, les pertenecen a todos los hombres y que ahora están en poder de algunos
que se consideran sus únicos propietarios. Abolir la propiedad no significa "repartirla". Una
propiedad individual en manos de cada hombre no alteraría en mucho la situación. De lo que
se trata es de que la naturaleza, los medios para producir, pertenezcan a todos los hombres,
es decir a la sociedad en su conjunto. Pero si la producción es altamente especializada, si un
solo hombre no interviene en la elaboración de un producto si no muchos, si en cada
producto hay invertido trabajo de una infinidad de hombres, ¿a quién deben pertenecer los
productos? ¿a último que Intervino en su elaboración? No, en una sociedad como la nuestra,
cada producto, por insignificante que sea, es resultado del trabajo combinado de casi toda la
sociedad. Sin embargo la posibilidad de decidir sobre ellos les pertenece a unos pocos. De lo
que se trata es de que los productos pertenezcan a toda la sociedad y que la capacidad de
decidir sobre ellos esté en manos de toda la sociedad y no sólo de una clase social. La
abolición de la propiedad privada en una sociedad en la que el trabajo se ha socializado,
significa "socializar los medios de producción, la naturaleza y socializar también los
productos, la propiedad y la capacidad de decidir sobre ellos. Lograr una sociedad en la que
esto se de es lograr una sociedad comunista. Por ello afirma Marx: "El comunismo, ... , es
pues, el momento real de la emancipación y de la recuperación de sí de los hombres". El
momento de la recuperación de sí, ya que mientras que la propiedad privada exista, la
naturaleza que, es el "cuerpo inorgánico", no son de él sino de otro, de aquél al que
pertenecen los medios de producción. El trabajo y sus productos, que son el "hombre
objetivado", no son de él sino de otro, de aquél al que pertenecen los medios de producción.
El trabajo que es una actividad por naturaleza consciente, voluntaria y libre, en una sociedad
en la que existealienación como resultado de la propiedad privada, se convierte en una
actividad no libre. Por ello la emancipación real de los hombres, de sus sentidos, de su ser,
de su esencia, se dará cuando su actividad vital, que realiza su esencia, sea nuevamente
libre.
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EL HOMBRE PARA NIETZSCHE.
Para esté autor todo lo que haya podido llegar a ser y todo lo que sea el hombre es porque es
un ser vivo. La vida es para él lo fundamental y el fundamento de todo el ser del hombre. La
vida es lo único que es valioso y que no requiere ser justificado para demostrar su valor. La
riqueza, si es o no valiosa, lo es en relación a si va a favor o en contra de la vida. La sociedad
es o no valiosa en la medida en que vaya o no a favor de la vida. Y así con todo lo demás que
tenga algo que ver con el hombre. Todo es valioso o no, en relación a la vida. Mientras que lo
único que es valioso por sí mismo, sin justificación alguna, es la vida en el hombre La vida no
sólo es valiosa en sí misma, por ser vida, sino que es la medida del valor de todo lo demás. En
este sentido sólo ella es el criterio, para Nietzsche, para medir el valor de todo lo demás.
"¿Qué es lo bueno?", se pregunta Nietzsche. Todo lo que aliente, proteja,
conserve, estimule, enriquezca la vida, respondería. ¿Y qué es lo que va en favor
de la vida, lo que la alienta, etc.? En primer lugar están los llamados instintos vitales, esas
pulsiones internas que nos instan a proteger y conservar la vida. El instinto vital es el que
nos lleva a buscar alimento, a buscar satisfacer nuestras necesidades. Pero ese instinto lo
poseen también los animales; la diferencia estriba en que mientras el animal cuando tiene
hambre busca qué comer, el hombre no sólo busca que comer, si no hacerlo placenteramente
y mientras más placer obtenga en esta satisfacción más inclinado se sentirá hacia ello. Y esto,
la búsqueda del placer hace distinto al hombre del animal. Y entre sus instintos vitales, hay
que notar también el de protección de la ·propia vida. Protección que no es sólo frente a lo que
nos pueda atacar desde la naturaleza, sino fundamentalmente protección frente a los otros
hombres. A mi vida no le agrada sentirse sometida, inferior a la vida ajena. Los hombres que
me rodean tratan de ponerme a su servicio, pero mi vida se rebela constantemente frente a
ello. Pero mi vida no sólo me lleva a buscar independencia y libertad porque ella no puede ser
nunca permanente, sino que como la mejor y única forma de defenderla de los demás me
lleva a buscar imponerme sobre ellos.
El deseo de dominio y de poder sobre los otros hombres es la mejor expresión de este instinto
de autoprotección, de defensa de mi propia vida. Como ejemplo basta ver lo que sucede en un
grupo de personas que se acaben de conocer. Si es un grupo formado por la casualidad, se
producirá en un primer momento una gran tensión entre sus miembros. Una tensión por
delimitar quien tiene el poder y quien domina y controla a los demás. Esta lucha, que no es
más que deseo de dominio y poder, se debe a ese instinto de proteger mi vida sometiendo a
las demás. Lo mismo ocurre en todo grupo humano. El que tiene el poder lo defiende
como una manera de defenderse a sí mismo, de defender su propia vida, y el que no lo
tiene lo quiere, no por "el bien común" sino porque su vida misma lo exige como forma de
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garantizar su "tranquilidad". Mi vida, por otro lado, me exige siempre ser el mejor estar por
encima de los demás. Este instinto ha estado presente en todos los hombres y lo está
claramente en nuestros días. El poder y el dominio, en este sentido, alientan, protegen y
estimulan la vida, y por ello son buenos. El deseo de poder no es malo porque va a favor de
mi propia vida y la propia vida es siempre LA más valiosa. El deseo de dominio es un última
instancia instinto de conservación pues: o dominio o me dominan., o impongo mi vida o se
imponen sobre ella.
Por el contrario, todo lo que vaya en contra de mi vida es lo malo. Lo que la limite, lo que la
comba, todo aquello que signifique renuncia a mis apetitos, deseos, es malo porque significa
frustración. Lo malo es todo lo que venga de la debilidad. Y la debilidad es la incapacidad de
afrontar la vida y de luchar por ella y por lo que ella exige. Lo malo es todo aquello que
signifique renuncia y negación a la vida. No puede ser bueno reprimir mis instintos vitales, si
no éstos lo que protegen mi vida. Toda negación de mis apetitos, toda negación de mi
búsqueda de placer, toda negación de mi deseo de dominio y de poder es mala, porque es
negación de la vida; de mi vida.
Para Nietzsche, a lo largo de los siglos desde Sócrates, la moralidad ha considerado la
renuncia a los apetitos, a los deseos, como bueno, como el ideal de la vida. Nada más
erróneo, pues esos "principios" morales, no eran otra cosa que negaciones, rechazo a la vida.
El ideal platónico de abandonar la vida, de escapar de ella, de liberarse de ella, de renunciar a
ella, es para Nietzsche producto de la debilidad, del sentimiento de incapacidad frente a la
propia vida y todos los principios morales surgieron a partir de allí, de ese desprecio a la vida.
La religión cristiana, por otra parte, en esa su exigencia de librarse del mundo, de renunciar a
la vida, de perder la vida, de sacrificarla, no es más que otro fruto de la debilidad Moralidad y
religión van contra la vida, intentan destruirla y por ello son malas. Deben ser superadas
reemplazadas por una moralidad en el que el único y gran principio sea éste: es bueno todo lo
que aliente mi propia vida, y por una religión que crea en la superación del hombre y no en la
necesidad de destruirlo.
Para el hombre primitivo, moralidad y religión, como atentados contra la vida, no existían. La
ley del más fuerte lo gobierna todo. Y el más fuerte es aquél que mediante su fuerza, su
astucia, es capaz de imponerse y dominar a los demás. La leyes su ley. La satisfacción de sus
propios apetitos lo único que rige su destino y el de sus "súbditos". La moralidad y la religión lo
tienen a él como principio y fin. Por el contrario, los débiles, aquéllos que por temor o por
inferioridad aceptaban pasivamente el sometimiento, eran los incapaces de defender su propia
vida. Para ellos la vida no era importante, porque no la sabían valorar y defender. Fueron
éstos, los débiles y fracasados, los incapaces de asumir la exigencia de vivir, los que crearon
la moralidad y la religión. Fueron éstos los que inventaron otra vida en que los fuertes sufrirán
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y ellos serían recompensados. Su incapacidad de vivir, su pequeñez, su temor
frente a la vida, hicieron que renunciaran a luchar por su vida y que renunciaron a
la vida misma. La moralidad y la religión, principalmente la religión cristiana, es una
religión de esclavos, surgió entre esclavos y desde allí condenaba a los poderosos.
Eran los que habían fracasado ante la vida que gritaban a viva voz que la vida no
valía la pena, que era mejor morir que vivir. El débil es el que se deja matar, el que
se deja someter, el que ya no cree en sus propias fuerzas, el que ya no tiene deseo
de vivir esta vida, el que espera otra mejor, que él ha inventado y que no es más
que un delirio en el fracaso. Sin embargo, los débiles consiguieron imponer su
moralidad y su religión. Consiguieron hacerlas "universales". Ello no impidió que
siguieran existiendo los hombres fuertes. Pues siempre han sido los fuertes los que
han tenido el poder y el dominio, y si han aceptado la moralidad y la religión de los
débiles ha sido por astucia, para "tenerlos tranquilos", ilusionados, felices de ser
dominados por hombres "tan buenos y tan cristianos". Lo que ha movido y mueve a
los hombres a buscar el poder y el dominio, es su fortaleza. Los débiles son los que
siempre han vivido resignados a su condición de inferioridad y mediocridad.
Los débiles nunca han tenido el ánimo y la fortaleza como para defender y proteger su
propia vida, siempre se han refugiado detrás de algún hombre fuerte que los proteja y les
arroje "migajas" de lo que ha conseguido. Es por ello, que para Nietzsche estos hombres
no han merecido/ ni merecen la vida que tienen. No han sido capaces de defenderla, de
imponerse sobre los demás, de luchar por ella; por ello lo único que merecen es
"perecer". Puesto que toda su esperanza está puesta en la otra vida, habría que dejarlos
"irse" en su busca. Los fuertes son los únicos hombres dignos de la vida que han
recibido. Son los que siempre han tenido el poder y el dominio, son los que no aceptan
ser reprimidos y detenidos en su lucha por su vida. Pero aún así siguen existiendo una
moralidad y una religión que predican la muerte y la renuncia a la vida y a lo que la
alienta. El hombre deber ser superado, el hombre debe dar paso a una especie superior
para la que no exista más moralidad y religión que la que nazca de sus propios instintos
vitales. Una especie de hombre superior que no se sientan detenidos por nada en su
deseo de vivir, la raza del superhombre, para quien lo único valioso será su propia vida y
para quien los débiles y fracasados sólo serán seres inferiores, utilizables o aniquilables a
su antojo.
Lo principios morales y los religiosos siguen teniendo vigencia, pero ¿quiénes los
respetan? ¿Acaso no nos hemos dado cuenta que muchos de los que predican y hablan
de moralidad y de principios "elevados", actúan de manera radicalmente distinta a lo que
predican? Pues eso justamente es lo que quiere decir Nietzsche cuando afirma que los
fuertes utilizan la astucia como medio de sojuzgar a los débiles.
Para la sociedad contemporánea "Dios ha muerto". Ello no es una afirmación subversiva
de Nietzsche. Expresa simplemente lo que es un hecho. Para el mundo contemporáneo
Dios ya no es pauta y norma de vida y de conducta; los "principios divinos" ya no son
más que palabras bonitas, pero lenguaje que no tiene, casi, correlato práctico. Decir que
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los débiles y fracasados deben perecer es lo que oímos y leemos todos los días. Decir
que lo único que importa es mi propia vida, es lo que todo padre de nuestros días enseña
a sus hijos desde que son pequeños.
Es por ello que en "Así hablaba Zaratustra", se pregunta y se responde Nietzsche: "¿Se
malogró el hombre? ¡Enhorabuena!" Pues, nuestra sociedad está corrompida y en
decadencia.
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ANEXOS DISCIPLINAS FILOSÓFICAS.
Las disciplinas filosóficas que están comprendidas en el campo de la filosofía son, entre otras:
- Gnoseología: Teoría del conocimiento en general.
Estudia todo 10 relacionado a los problemas del conocimiento (posibilidad del conocimiento, origen
del conocimiento, esencia del conocimiento, modalidades o niveles del conocimiento y acerca de la
verdad y sus criterios). - Epistemología: Teoría del conocimiento en particular o filosofía de la ciencia. Estudia todo lo relacionado a los problemas del conocimiento científico (origen, estructura, métodos y fundamentos de las ciencias). - Axiología: Teoría de los valores.
Nos responde: ¿Qué es el valor?, ¿Cuál es el fundamento del valor?, ¿Cuál es la naturaleza del
valor?, ¡,Qué son los actos valorativos?, ¿Qué estamos haciendo cuando valoramos?, ¿Qué
características reúne el valor?, ¿Podemos clasificar el valor?, etc.
- Ética: Rosental- Iudin, en su "Diccionario filosófico", lo divide en teoría normativa y teoría de la moral.
La teoría normativa estudia el problema del bien y del mal, establece el código moral de la
conducta, señala que aspiraciones son dignas, que conducta es buena y cuál es el sentido de la
vida.
La teoría de la moral estudia la esencia de la ética normativa, su origen y desarrollo, las leyes a
las que obedecen sus normas y su carácter histórico.
- Estética: Teoría de la belleza. Se ocupa de la belleza y lo bello, la creación artística, su manifestación en el arte, además proporciona criterios para su valoración. - Ontología: Teoría del ser. Estudia aquello que trasciende a la experiencia o a la ciencia. Se pregunta ¿Qué es el ser?, ¿Qué es lo absoluto?, ¿Qué es lo trascendente? - Antropología filosófica: Teoría del hombre. Estudia lo qué es el hombre en general y cuál es el puesto que ocupa en el universo. - Teleología: Teoría de los fines. Nos explica si hay fines en la naturaleza y en el hombre.
- Cosmosofía: Teoría de las concepciones del mundo. Nos explica qué es el mundo o el universo.
- Cosmología: Teoría que trata sobre las leyes generales que rigen el mundo físico. Nos explica
sobre la estructura del mundo y el universo.
- Semiótica: Teoría de los signos. Nos explica sobre lo qué es el signo, símbolo o lenguaje. DISCIPLINAS FILOSÓFICAS ESPECIALES (REGIONALES): Existen tales, como:
- Filosofía de la historia.
- Filosofía del derecho
- Filosofía de la educación.
- Filosofía política.
- Filosofía del arte.
- Filosofía de la religión, etc.
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