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Universidad de Alicante
Tratamiento de las unidades fraseolgicas en la lexicografa bilinge espaol-cataln
Mara Isabel Santamara Prez
2000
Tesis de Doctorado Facultad: Filosofa y Letras
Directora: Dra. Dolores Azorn Fernndez
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TESIS DOCTORAL
TRATAMIENTO DE LAS UNIDADES FRASEOLGICAS EN LA
LEXICOGRAFA BILINGE ESPAOL-CATALN
Mara Isabel Santamara Prez
Diciembre 2000
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INDICE
0. INTRODUCCIN
1. APROXIMACIN A LA SITUACIN SOCIOLINGSTICA DE LA
COMUNIDAD VALENCIANA
1.1. Antecedentes histricos
1.2. Situacin lingstica de la poblacin
1.3. Papel del diccionario bilinge en el proceso de normalizacin
2. LOS DICCIONARIOS BILINGES: FUNCIONES Y TIPOS DE USUARIO
2.1. Un marco terico para la lexicografa bilinge
2.2. Funciones del diccionario bilinge: funcin activa y pasiva 2.2.1. Funciones y tipos de diccionarios bilinges castellano-cataln
2.3. Usuarios del diccionario bilinge
2.3.1.Tipos de usuarios del diccionario bilinge castellano-cataln
3.LA FRASEOLOGA COMO DISCIPLINA LINGSTICA
3.1. mbito y lmites de la fraseologa
3.2. Caractersticas de las unidades fraseolgicas
3.2.1. Fijacin
3.2.2. Idiomaticidad
3.3. Intentos de clasificacin de las unidades fraseolgicas: Casares,
Coseriu, Zuluaga, Ettinger, Carneado Mor/Trist Prez, Corpas, Ruiz Gurillo
3.4. Propuesta de clasificacin de las UFS para su aplicacin
lexicogrfica
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Tratamiento de las unidades fraseolgicas en la lexicografa bilinge espaol-cataln _______________________________________________________________________________
4. LA FRASEOLOGA APLICADA A LA LEXICOGRAFA
4.1. Estructuracin de la informacin en el diccionario bilinge: parte
sintagmtica
4.2. Tratamiento histrico de la fraseologa en la lexicografa espaola
y catalana
4.3. Tratamiento de las UFS en el diccionario bilinge castellano-
cataln
5. ESTUDIO Y ANLISIS DEL CORPUS
5.1. Nuestro corpus de estudio
5.2. La superestructura de los diccionarios bilinges: informacin sobre
las UFS
5.3. Estudio de las UFS en el plano de la macroestructura
5.3.1. Criterios de seleccin de las UFS
5.3.2. Forma de representacin de las UFS
5.3.3. Ordenacin de las UFS
5.4. Estudio de las UFS en el plano de la microestructura
5.4.1. La subentrada: lugar y ordenacin
5.4.2. Lematizacin de las UFS
5.4.3. Informacin gramatical
5.4.4. Informacin diasistemtica
5.4.5. Las contextualizaciones
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5.4.6. La equivalencia
5.4.7. Los ejemplos
5.4.8. La informacin sintctica
5.4.9. Las remisiones
5.5. Anlisis cualitativo de las UFS: precisin y coherencia de la
informacin
5.5.1. Las acepciones
5.5.2. Coherencia interna
5.5.3. Equivalencias de traduccin
5.5.3.1. Tipos de equivalencias: semejanzas y diferencias
5.5.3.2. Precisin semntica de los equivalentes
5.5.3.3. Ejemplos de uso
5.6. Anlisis cuantitativo de las UFS: concomitancias y
discrepancias
5.7. Vigencia de uso de las UFS registradas en el corpus
lexicogrfico
6. LAS UFS EN LA LEXICOGRAFA BILINGE: ANLISIS DE SU USO EN
TRADUCCIN
6.1. Descripcin del proceso
6.1.1. Universo y muestra
6.1.2. Soporte de recogida de datos: cuestionario y tratamiento de los
datos
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Tratamiento de las unidades fraseolgicas en la lexicografa bilinge espaol-cataln _______________________________________________________________________________
6.2. Resultados
6.2.1. Caractersticas de los usuarios
6.2.2. Usos y finalidad del diccionario bilinge
6.2.3. UFS en el diccionario bilinge: tipo de informacin y carencias
7. CONCLUSIN
8. BIBLIOGRAFA
APNDICE
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Agradecimientos
Esta tesis doctoral no es fruto nicamente del trabajo de la autora sino
que ha sido elaborada gracias al apoyo de diversas personas a las cuales
me gustara mencionar.
En primer lugar, debo a la Dra. Dolores Azorn Fernndez, directora de
la tesis, mucho ms del que podra expresar con palabras, porque no slo
con sus enseanzas he podido empezar y acabar este trabajo, sino que
tambin me ha sabido transmitir a la largo de estos aos la confianza y el
afecto, ms que necesarios, para progresar personal y profesionalmente.
Tambin tengo que dar las gracias a diversos especialistas que me
han prestado su ayuda en determinados momentos para elaborar esta tesis:
a Juan Mart, tcnico en Informtica, que me ayud en la creacin de la base
de datos y en el tratamiento automtico de la informacin; a la Dra. M
Auxiliadora Castillo Carballo, de la Universidad de Sevilla, que me facilit
material bibliogrfico de difcil acceso; a la Dra. Leonor Ruiz Gurillo, de la
Universidad de Alicante, por las diversas informaciones que me ha
proporcionado sobre el mundo de la fraseologa.
Quiero hacer tambin una especial mencin a todos aquellos
compaeros de Departamento, que en todo momento me han dado muestras
de su afecto y nimos para continuar.
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Tambin quiero agradecer a los informantes de la encuesta su
colaboracin, sin la cual parte de este trabajo no se hubiera podido realizar.
Finalmente, quiero dar las gracias a Deo, mi marido; a Susi, mi
hermana y a mis padres, por su comprensin, afecto y paciencia a lo largo de
estos aos.
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0. Introduccin
La concepcin de la lengua en los ltimos aos difiere notablemente del
concepto que hemos tenido a lo largo del siglo XX. A partir de los aos 60, y
gracias a las aportaciones de diversas disciplinas como la pragmtica, la
didctica de segundas lenguas o la moderna lingstica del texto, se concibe
la lengua como un instrumento de uso y comunicacin. De manera que la
didctica de la lengua debe centrarse en el desarrollo de la competencia
comunicativa de los usuarios, tanto lingstica como pragmtica,
especialmente en el caso de aquellos que estn en fase de aprendizaje de
una lengua, ya sea materna o no.
Uno de los medios para desarrollar esta visin desde un punto de vista
funcional de la lengua, adems de la gramtica, es el lxico; el aprendizaje y
conocimiento del lxico son decisivos para poder comunicarse. Pero este
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aprendizaje no debe consistir nicamente en la amplificacin del caudal
lxico de los hablantes sino que tambin debe proporcionar el conocimiento
de los rasgos funcionales de las palabras como unidades, en tanto que
lingsticas, en todas sus dimensiones pragmticas y sociales (Cassany,
1994: 35).
Un instrumento fundamental en la adquisicin del lxico es el
diccionario, que no es una simple recopilacin de palabras sino que es un
producto sociocultural que refleja la mentalidad de la sociedad en la que
surge y trasciende el mbito de lo puramente lingstico. El diccionario llega
a ser una institucin social pues su funcin es la de definir aquello que es
correcto: autoriza palabras y construcciones, sentidos, etc. integrndolos en
el uso de esa comunidad de habla (Alvar Ezquerra, 1993: 13-37). Por tanto,
es una obra que juega un importante papel en la enseanza de una lengua
pues no slo informa sino que regula y garantiza la norma del buen uso
(Dubois, 1970: 35-47; Rey-Debove, 1971: 20). As pues, el diccionario es un
reflejo de la mentalidad e ideologa de una sociedad que se transmite a los
lectores, con lo que hay que ser muy cuidadosos a la hora de editar un
diccionario, siendo necesario que la prctica lexicogrfica incorpore los
notables avances de la lexicografa terica y se elaboren diccionarios
adecuados para cada usuario y para cada finalidad (Hernndez, 1989).
El diccionario es, pues, una obra de carcter didctico y esa capacidad
como instrumento fundamental en la enseanza del lxico de una lengua la
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posee porque su misin es la de proporcionar informacin al usuario con el
fin de facilitar la comunicacin lingstica y cumple con este objetivo desde
el momento en que el usuario se acerque a l para ver cmo se escribe una
palabra, qu significa, si puede ser utilizada en un sentido determinado, o en
una construccin cualquiera, etc... (Alvar Ezquerra, 1993: 167).
Aunque en nuestro pas no exista una normativa sobre la necesidad de
utilizar el diccionario como instrumento imprescindible en la formacin del
individuo, como ocurre en otros pases como Francia, est sobradamente
comprobado que el desarrollo mental de todo individuo va unido al desarrollo
progresivo de su capacidad de expresin y comprensin lingsticas y en
consecuencia, a la ampliacin de su campo nocional, lo que conduce a la
necesidad de enriquecer el vocabulario, para lo que es imprescindible el uso
del diccionario (Stampa, O.; A. M. Garrido Moraga, 1984: 21). En resumen,
es uno de los principios comnmente aceptados que la aplicacin del
diccionario en el aprendizaje de una lengua es una de las vas para
enriquecer y perfeccionar ese sistema lingstico, especialmente el nivel
lxico.
Pero el sistema lxico de una lengua no slo est formado por palabras
aisladas la lexicologa se ha centrado hasta hace poco tiempo en el
estudio de la palabra como unidad fundamental de la lengua sino tambin
por unidades lxicas pluriverbales; esto es, combinaciones fijas y estables de
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palabras con un significado unitario. De manera que estas combinaciones
como unidades del lenguaje que son, tambin deben constar en los
diccionarios. Si un diccionario, adems de definir conceptos, debe reflejar la
realidad social y cultural de una determinada comunidad, la presencia de las
combinaciones fijas de palabras se hace cada vez ms necesaria, ya que
son la parte ms propia e idiosincrsica de una lengua y nos permite conocer
un conjunto de expresiones que forman parte del uso cotidiano de la lengua
de esa comunidad. De la misma forma que los hablantes de una comunidad
lingstica concreta necesitan conocer el lxico comn, tambin necesitan
conocer la fraseologa usual de esa comunidad (Garrido, 1989).
Dentro del mbito de la lexicografa bilinge puente entre dos
lenguas la inclusin de este tipo de unidades queda an ms justificada si
queremos comprender el pensamiento y la realidad de un pueblo, su cultura
y relaciones sociales, y al mismo tiempo facilitar la tarea a los traductores,
destinatarios fundamentales de este tipo de obras junto a los aprendices de
una lengua como lengua extranjera, pues este tipo de unidades del lenguaje
juegan un importante papel en la comunicacin ya que algunas de las
funciones ms bsicas del lenguaje como el saludo, el inicio de una
conversacin, etc. se realizan mediante elementos fraseolgicos.
En el mbito de los estudios lingsticos, se han realizado diversas
aportaciones tanto en la vertiente terica como en la prctica del tratamiento
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lexicogrfico que deban recibir las unidades fraseolgicas1. Pero me pareca
necesario recopilar todas esas contribuciones y hacer un estudio ms
detallado de la fraseologa en el marco de la lexicografa bilinge espaola y
catalana para que sirviese de muestra de la problemtica que plantea el
anlisis de estas unidades del lenguaje y la falta de sistematicidad y
homogeneidad en su tratamiento lexicogrfico. En especial interesaba
proponer un mtodo de inclusin de estas unidades en el diccionario pues a
pesar de la proliferacin de diccionarios y repertorios fraseolgicos en los
ltimos aos, el contenido de las obras lexicogrficas ms recientes parecen
confirmar que la situacin no ha cambiado mucho por lo que respecta al
modo de incluir los elementos fraseolgicos en el diccionario.
Nuestro objetivo en este trabajo es, pues, estudiar las unidades
fraseolgicas2 en los diccionarios bilinges de las parejas de lenguas espaol
y cataln, destinados generalmente a usuarios no nativos del cataln; esto
es, diccionarios que tienen como lengua meta el cataln. Pretendemos
revisar y examinar el modo en que se presentan estas expresiones de
acuerdo con los resultados ms recientes de la investigacin lexicogrfica y
fraseogrfica3. Este estudio pretende hacer una revisin de los diccionarios
1 En todo manual de lexicografa siempre hay una captulo dedicado al tratamiento que deben recibir los fraseologismos (Casares, 1950; Zgusta, 1971; Haensch (1982); pero tambin en diferentes recopilaciones y artculos (Martnez Marn, 1996; K. Morvay, 1997; Wotjak, 1998; etc.). 2 A partir de ahora, utilizaremos la abreviatura UF o UFS para referirnos a ellas en todo el documento. 3 La fraseografa es la rama de la lexicografa encargada de la investigacin de los problemas tericos y prcticos a la hora de elaborar diccionarios fraseolgicos o diccionarios generales que incluyen fraseologismos (Trist Prez, 1998: 297-305).
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bilinges actuales4, centrndonos en este aspecto, desde siempre
problemtico que es la fraseologa; porque, aunque tradicionalmente la
lexicografa ha prestado atencin a los elementos fraseolgicos, la novedad
est en el tratamiento lexicogrfico de estas unidades, como consecuencia
de los resultados de la lingstica moderna, pues ha sido recientemente
cuando han aparecido estudios fraseolgicos tericos y descriptivos en el
mundo hispnico5, que evidentemente se han reflejado aunque no
totalmente como se podr ver a lo largo del estudio en los diccionarios
modernos, ya sean monolinges o bilinges. De manera que la finalidad
principal es el anlisis de la calidad y adecuacin de la fraseologa en la
lexicografa bilinge.
Paralela y complementariamente, tambin se quiere establecer por un
lado, las necesidades de uso de un tipo de destinatario de los diccionarios
bilinges: los traductores; por otro, las carencias fundamentales con respecto
al material fraseolgico que encuentran los usuarios en estas obras.
En resumen, con este trabajo, pretendemos contribuir al anlisis de la
situacin actual de la fraseologa en la lexicografa bilinge en la
combinacin lingstica de espaol y cataln.
4 nicamente tenemos en cuenta los diccionarios publicados en los ltimos diez aos, porque es en este perodo cuando se ha producido un notable avance en los estudios de fraseologa en lengua espaola. 5 Adems de la referencia obligada a la obra de Casares (1950), desde los aos 80 ha habido un aumento de inters por el estudio de estas unidades en espaol. Son fundamentales los trabajos de A. Zuluaga, los estudios sobre fraseologa en Cuba realizados por Z. Carneado Mor, A. M. Trist Prez y
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El trabajo se divide en seis captulos (excepto introduccin y
conclusin). Una parte de este trabajo es esencialmente descriptiva en la
medida en que a partir de un corpus de unidades fraseolgicas se ha
analizado las diversas estructuras (superestructura, macroestructura y
microestructura) del diccionario que luego fundamentarn el anlisis final.
Todo ello ha sido posible gracias a la laboriosa tarea de confeccin de un
corpus de elementos fraseolgicos a partir de una potente base de datos
como es la de Acces 97.
El primer captulo (captulo 1) es una breve reflexin sobre la situacin
sociolingstica de las dos lenguas cooficiales de la Comunidad Valenciana:
el espaol y el valenciano, lo que permitir conocer el grado de bilingismo
en el que nos encontramos. A travs de este captulo se describe el marco
legal en el que se sustenta el proceso de normalizacin de una lengua que
por diferentes circunstancias histricas, culturales, socioeconmicas, etc.
alcanz una situacin de lengua minoritaria. Tambin se describe el grado de
implicacin de los diferentes organismos e instituciones oficiales para lograr
un estado de bilingismo social y el papel fundamental que tiene el sistema
educativo y los medios de comunicacin para alcanzar este fin. Por ltimo, se
relaciona el valor del diccionario como instrumento didctico imprescindible
los recientes estudios de G. Corpas Pastor, L. Ruiz Gurillo, J. A. Martnez Lpez, J. Martnez Marn, M. Garca-Page Snchez, A. M. Garrido Moraga, entre otros.
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para lograr el uso fluido y correcto en todos los niveles de comunicacin de
ambas lenguas.
El siguiente captulo (captulo 2) sirve para enmarcar el presente
trabajo dentro de la lingstica aplicada en el mbito de la metalexicografa, y
ms especficamente en el de la lexicografa bilinge. Est dedicado a la
definicin y descripcin de las caractersticas del diccionario bilinge,
partiendo de la base de que toda obra lexicogrfica sirve para diferentes
funciones: funcin activa (produccin de textos) y funcin pasiva (recepcin y
comprensin de textos), pues se considera que la funcin de un diccionario
junto con las caractersticas de los usuarios (cap. 2.3) a los que va destinado
condicionan el tipo de obra y la cantidad de informacin que sta ofrece.
Queremos ver si los diccionarios bilinges del cataln han sido elaborados
atendiendo a las funciones bsicas que se les atribuye y quienes son los
usuarios de los diccionarios con esta pareja de lenguas (cap. 2.3.1.). El
ltimo apartado de este captulo se dedica a aquella informacin no
permanente, pero s necesaria, en el diccionario bilinge para que ste
cumpla su labor como instrumento esencial para el uso y aprendizaje de una
lengua (cap. 2.4.).
Antes de iniciar nuestro estudio crtico y valorativo sobre la presencia de
las UFS en las diferentes estructuras del diccionario, es necesario determinar
qu entendemos por UF, ya que a pesar de las numerosas y recientes
investigaciones acerca de este tipo de expresiones, an no est totalmente
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establecido cules son los lmites de la fraseologa, especialmente en lo que
se refiere a la inclusin y clasificacin de las unidades objeto de estudio
dentro del mbito de la lexicografa. De manera que nos vamos a detener en
el estado actual de los estudios fraseolgicos. Primero, se establecern los
rasgos definitorios fundamentales de las expresiones fraseolgicas;
seguidamente, haremos un recorrido descriptivo por los diversos intentos
clasificatorios de las UFS que se han realizado y finalmente, a partir de estas
clasificaciones, realizaremos una propuesta acerca del tipo de UFS que, en
nuestra opinin, deberan aparecer en los diccionarios bilinges de acuerdo
con las caractersticas que los definen (captulo 3).
En el siguiente captulo (captulo 4) nos centramos en la manera en
que las UFS aparecen registradas en los diccionarios, puesto que, a pesar
de que, desde siempre, los lexicgrafos ha sido conscientes de la necesidad
de recoger este tipo de unidades en los repertorios lexicogrficos, no hay
estudios serios acerca de su inclusin a partir de criterios cientficos
rigurosos. En primer lugar, se hace un breve recorrido histrico acerca del
tratamiento lexicogrfico que han recibido las unidades fraseolgicas tanto
en la lexicografa espaola como catalana (cap. 4.1.). En el siguiente
apartado de este captulo, dada la falta de sistematicidad en la
representacin lexicogrfica de estas unidades, hacemos una propuesta
acerca del modo en que se puede introducir estas unidades en el artculo de
un diccionario bilinge, teniendo en cuenta las informaciones que deben
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considerarse en cada una de las partes del diccionario: desde los datos que
deben estar presentes en los preliminares atendiendo a las caractersticas de
la obra y los usuarios tales como el criterio de seleccin y el modo de
consulta; su lugar y ordenacin en el interior del artculo lexicogrfico hasta
los diferentes tipos de informacin que deben figurar en la microestructura.
Finalmente, se incluye un ejemplo que recoge todos los contenidos
propuestos a lo largo del captulo.
El captulo 5 es un anlisis valorativo de un corpus de unidades
fraseolgicas seleccionadas de los diccionarios bilinges castellano-
catalanes editados en los ltimos doce aos. Se evaluar el material
fraseolgico desde los tres componentes fundamentales del diccionario que
servirn como eje vertebrador del contenido del captulo. En primer lugar. se
estudiar la superestructura (subcaptulo 5.2.), parte del diccionario que
proporciona informacin general sobre la organizacin y contenido de la
obra, con el fin de determinar la atencin que los diccionarios bilinges del
cataln prestan a la fraseologa (justificacin y criterio de seleccin, lugar de
ubicacin, abreviaturas empleadas, normas de bsqueda, tipografa,
ordenacin, etc.). En segundo lugar, se analizar aquellos elementos
fraseolgicos que aparecen como entradas en el diccionario (subcaptulo
5.3.) donde se valora el tipo de unidades que han sido seleccionadas para
formar parte de la macroestructura (subcap. 5.3.1.), el modo de
representacin de los fraseologismos en cada uno de los diccionarios
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(subcap. 5.3.2.) y la ordenacin de los mismos en la nomenclatura del
diccionario (subcap. 5.3.3.). A continuacin, se atiende al tercer constituyente
bsico de cualquier obra lexicogrfica: la informacin microestructural
(subcaptulo 5.4.), es decir, a todas aquellas indicaciones que figuran en el
interior del artculo en relacin con las subentradas: lugar y orden (subcap.
5.4.1.), lematizacin o forma de representacin (subcap. 5.4.2.), informacin
gramatical (subcap. 5.4.3.), informacin diasistemtica (subcap. 5.4.4.),
contextualizacin o informacin complementaria para aclarar o acotar su uso
(subcap. 5.4.5.), equivalencia (subcap. 5.4.6.), ejemplos (subcap. 5.4.7.),
informacin sintctica (subcap. 5.4.8.) y remisiones (subcap. 5.4.9.). Una vez
vista la clase de informacin que suelen incluir los diccionarios bilinges del
cataln y el espaol al tratar la fraseologa, el siguiente paso ser valorar la
calidad de los equivalentes de traduccin que proporcionan (captulo 5.5.)
pues es uno de los puntos fundamentales en los diccionarios bilinges y a los
que generalmente se presta muy poca atencin. As pues, se establecern
los tipos de equivalentes que proporcionan, el grado de precisin semntica
de los mismos a travs de los diccionarios oficiales de cada lengua. En el
captulo 5.6. se har hincapi en las diferencias internas entre los
diccionarios analizados desde un punto de vista cuantitativo; esto es, se
estudiar las diferencias en cuanto al nmero de unidades fraseolgicas que
incluye cada diccionario, utilizando como criterio valorativo los diccionarios
monolinges y fraseolgicos del espaol. Finalmente, como uno de los
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grandes problemas de las obras lexicogrficas es que no siempre el material
lxico que recogen y por tanto, el material fraseolgico tampoco
constituye una muestra representativa de la lengua que se utiliza en ese
determinado momento, el ltimo objetivo (subcaptulo 5.7.) de este apartado
es comprobar si la muestra de unidades fraseolgicas siguen teniendo
vigencia en cuanto al uso a travs de un corpus lingstico como es el
Corpus de Referencia del Espaol Actual (CREA) elaborado por la Academia
el cual recoge una amplia variedad de textos escritos y orales desde 1975
hasta la actualidad.
El ltimo apartado (captulo 6) constituye un captulo independiente
pero relacionado con todo lo visto anteriormente. Est formado por los
resultados obtenidos en la encuesta de opinin que han servido de base para
este captulo. Primero, se dan todos los detalles sobre el procedimiento de
recogida y anlisis de los datos. Seguidamente, se dan los resultados
obtenidos. Destacan los bloques relacionados con el uso real que hacen los
consultantes del diccionario bilinge, las necesidades de los usuarios
traductores y las carencias que detectan en el apartado fraseolgico.
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1. APROXIMACIN A LA SITUACIN SOCIOLINGSTICA DE LA
COMUNIDAD VALENCIANA
Antes de iniciar el estudio y anlisis de los aspectos fraseolgicos en el
diccionario bilinge, me parece necesario realizar una breve referencia
sociolingstica de la situacin de las dos lenguas cooficiales de la
Comunidad Valenciana: espaol y cataln6; con ello, quiero dar a conocer el
grado de bilingismo en el que nos encontramos, la implicacin de diferentes
entidades y organismos y el marco legal en el que se sustenta el proceso de
normalizacin de la lengua propia de la Autonoma.
Actualmente, vivimos una situacin en que el fenmeno del
monolingismo es algo excepcional, pues la mayora de los pases del
6 Se utiliza la denominacin de valenciano para referirse a la variedad diatpica del cataln hablado en la Comunidad Valenciana.
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mundo estn integrados por gente de lenguas y culturas diferentes, lo que
indica que el fenmeno del multilingismo es lo general y comn (Arnau,
1992: 10).
El bilingismo, caso particular de plurilingismo que afecta a una gran
parte de la poblacin del mundo, se entiende como el uso habitual de dos
lenguas en un mismo espacio geogrfico.
La evolucin social y poltica de Europa, e incluso del mundo entero,
hacen necesario el conocimiento de otras lenguas, imprescindible sobre todo
para llevar a cabo el desarrollo de una vida profesional. De ah que la nueva
Reforma educativa aprobada en el Estado espaol quiera atender a este tipo
de necesidad: en edad escolar los nios y nias aprenden la lengua propia
de la comunidad autnoma donde viven, adems del castellano y desde
edad temprana, adquieren el conocimiento de una tercera lengua7. De
manera que el objetivo no slo aqu, en Espaa, sino tambin en otros
pases, es que los territorios donde se da un una situacin de bilingismo
(bilingismo social), sus habitantes aprendan correctamente las dos lenguas
presentes en la comunidad donde residen8.
Por eso, la mayora de los pases en esta situacin llevan a cabo planes
que regulen legalmente los derechos y deberes lingsticos de sus
7 Desde el curso 1993-94, con la implantacin del segundo ciclo de la LOGSE, se comenz a impartir clases de lengua extranjera en 3 y 4 de EGB, es decir, a alumnos de ocho a diez aos de edad, en una proporcin de tres horas semanales.
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ciudadanos9. Espaa se encuentra dentro de este grupo, pues desde la
Constitucin10 de 1978 que defina el Estado espaol como un estado
plurilinge y dejaba clara su voluntad de proteger todas las lenguas y
culturas que lo conforman, y ms adelante, los diferentes Estatutos de
Autonoma hasta la Ley Orgnica que regula toda la Ordenacin General del
Sistema Educativo (LOGSE) se ha optado por la recuperacin y el
mantenimiento de la lenguas propias de cada comunidad junto con el
castellano como lenguas oficiales.
Pero en la Comunidad Valenciana, este marco legal no es el nico que
configura su sistema educativo. Ser la Llei d's i Ensenyament del valenci
(LUEV)11 la que incorpore la obligatoriedad del valenciano como rea
curricular y la posibilidad de utilizarla como lengua vehculo de conocimiento.
A partir de este momento la Conselleria de Cultura, Educaci i Cincia ha
publicado diferentes documentos legales para normalizar el uso del
valenciano en la sociedad y al mismo tiempo, conseguir la integracin
cultural y lingstica de todos los valencianos.
8 Cuando se habla de aprendizaje bilinge se habla de una serie de programas variados que proporcionan instruccin y conocimiento en dos o ms lenguas; no se trata de aprender una segunda lengua como materia o asignatura, no habitual entre los hablantes de ese lugar. 9 En la mayora de los pases de Europa occidental se intenta recuperar la lengua minorizada a travs de la escuela y los medios de comunicacin; no obstante, en otros pases se siguen procesos de sustitucin lingstica, desprestigio y extincin de esa lengua minoritaria. 10 El actual "Estado de las Autonomas" se rige por la Constitucin de 1978, cuyo artculo 3 define la situacin lingstica de Espaa en los siguientes trminos: El castellano es la lengua oficial del Estado. Todos los espaoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Las dems lenguas espaolas sern tambin oficales en las respectivas Comunidades Autnomas de acuerdo con sus estatutos. La riqueza de las distintas modalidades lingsticas de Espaa es un patrimonio cultural que ser objeto de especial respeto y proteccin.
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Como se puede ver, desde la normativa vigente se ha ido favoreciendo
los programas de inmersin lingstica en el marco educativo valenciano. Sin
embargo, la existencia de un marco legal que regularice la situacin
lingstica de una comunidad bilinge no es suficiente, pues para llevar a
cabo cualquier tipo de planificacin lingstica y normalizadora es
imprescindible reconocer los rasgos idiosincrsicos que caracterizan dicha
comunidad como son el medio geogrfico, las caractersticas socioculturales,
la situacin sociolingstica, etc. (Pascual y Sala, 1991) y que la
individualizan con respecto al resto de comunidades del Estado espaol.
Llevar a cabo ese proceso de normalizacin lingstica de nuestra
Comunidad no es tarea exclusiva del sistema educativo, pero ste cumple un
papel esencial, pues la escuela se convierte en un mbito privilegiado para la
recuperacin lingstica y cultural y al mismo tiempo, en un instrumento
fundamental de cambio de actitud lingstica en las futuras generaciones. No
obstante, si no hay una actuacin firme desde todos los estamentos sociales,
sobre todo de la Administracin, que respalde el uso pblico de la lengua, la
labor llevada a cabo desde las instituciones educativas ser totalmente
ineficaz.
11 Llei 4/1983, de 23 de noviembre, sobre el uso y la enseanza del valenciano
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1.1. Antecedentes histricos
La actual y compleja incluso, conflictiva en algunos casos
configuracin lingstica de la Comunidad tiene su origen en la conquista y
posterior repoblacin llevada a cabo por el rey Jaume I, que tuvo como
resultado la diferenciacin de dos grandes zonas: la interior, ms cercana a
Aragn, repoblada por la nobleza de origen aragons, se convierte en rea
de habla castellana; y el litoral, repoblada por una burguesa urbana de
origen cataln que extendi su lengua por toda esta zona y la convierten en
la lengua de todo el Reino.
Esta situacin de esplendor termina con el fracaso del alzamiento de las
Germanies (1519-1523), momento en que las clases dirigentes, sobre todo
desde la corte valenciana, vinculadas a los intereses de la monarqua
castellana, favorecern el proceso de castellanizacin de las clases sociales
altas (nobleza local, alta burguesa urbana, clero superior); mientras el
valenciano contina siendo la lengua de comunicacin entre el pueblo bajo.
Finalmente, a partir del Decret de Nova Planta (1715) dictado por Felipe V, el
valenciano pierde toda su supremaca como lengua del reino, aunque de
facto ya la haba perdido mucho antes.
Esta situacin se mantendr hasta principios del siglo XIX, momento en
que las relaciones de comunicacin entre las diferentes clases sociales
empiezan a ser ms factibles, lo que favorecer la extensin de ese proceso
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de castellanizacin hacia las clases medias urbanas, que ven en el cambio
de lengua un medio para ascender socialmente y acortar distancias con las
clases superiores, aunque ello signifique perder su identidad cultural. No
obstante, ese proceso de castellanizacin se produjo sobre todo a nivel
urbano, mientras que en el mbito rural se mantuvo el valenciano como
lengua de comunicacin.
Es a partir de los aos 60 cuando esta situacin cambia radicalmente
en la Comunidad Valenciana. Por estas fechas se produce una autntica
revolucin demogrfica, territorial y urbanstica, relacionada con el proceso
de industrializacin de la Comunidad. Se produce un cambio drstico en la
estructura socio-profesional de la sociedad, con una disminucin de la
poblacin activa agraria y un aumento considerable de poblacin activa en la
industria y los servicios junto con una fuerte inmigracin hacia la franja litoral,
provocando un importante desequilibrio entre ambas zonas a favor de sta
ltima. Adems hay otros factores: la incorporacin de la mujer al mundo
laboral; la influencia de los medios de comunicacin (en castellano) y la
escolarizacin obligatoria (en castellano) a partir de los cuatro aos. Todo
esto contribuy a un proceso acelerado de reduccin del valenciano,
situndolo en una situacin de diglosia ante el castellano.
1.2. Situacin lingstica de la poblacin
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22
Por razones histricas, brevemente descritas arriba, la situacin
lingstica de la Comunidad Valenciana presenta ciertas peculiaridades pues
partimos del hecho de que hay dos territorios lingsticamente diferenciados:
aquellos que histricamente son valencianohablantes y aquellos que
histricamente son castellanohablantes.
Por eso, la Administracin Educativa Valenciana tuvo que optar en la
Llei d's i Ensenyament del Valenci por dos modelos de educacin: uno
para el territorio de predominio lingstico castellano que utiliza ste como
lengua de instruccin y el valenciano como materia de estudio; otro para el
territorio de predominio lingstico valenciano que utiliza ste y el castellano
como lenguas de aprendizaje (educacin bilinge).
El objetivo es que todos los alumnos, a travs de diferentes programas
de educacin bilinge12 lleguen a alcanzar un dominio de ambas lenguas que
les permitan comunicarse de manera efectiva.
La situacin lingstica de la sociedad valenciana desde la publicacin
de la LUEV que incorpora el valenciano al sistema educativo ha cambiado
notablemente. Partimos de la existencia de un proceso de normalizacin del
12 El Sistema d'Educaci Valenci es un sistema de educacin bilinge que se concreta en diferentes modelos publicados por la Conselleria de Cultura, Educaci i Cincia: a) Progrma d'Incorporaci Progresiva, dirigido al alumnado del territorio de predominio lingstico valenciano que utiliza el castellano como lengua de instruccin y algunas reas en valenciano; b) Programa d'Ensenyament en Valenci, que utiliza el valenciano como lengua de instruccin; c) Programa d'Immersi Lingstica, dirigido a alumnos castellanohablantes qure residen en territorio de predominio lingstico valenciano; d) Programa Bsic, dirigido a alumnos castellanohablantes del territorio de predominio lingstico castellano. En el artculo de T. Torr i Ferrero (1997: 131-145) hace un recorrido por todos aquellos textos legislativos y normativos sobre la presencia del valenciano en el sistema educativo desde 1990
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23
valenciano iniciado hace aos, y este proceso se desarrolla a travs de dos
canales principalmente: la enseanza (programas de inmersin lingstica) y
los mass media, sobre todo la televisin autonmica, aunque su presencia
sea mnima; todo ello ha favorecido el conocimiento del valenciano, muchas
veces ms mediante un uso pasivo de la lengua, principalmente entre la
poblacin con estudios medios o superiores, que como lengua habitual de
comunicacin, la cual queda restringida al espacio rural y a la poblacin de
ms edad (Pascual y Sala, 1991). A esta situacin tambin ha contribuido el
gran peso de la poblacin castellanohablante, porque son inmigrantes que no
se han integrado lingsticamente, o porque son valencianos autctonos
castellanizados (Montoya Abat, B., 1996).
No obstante, y a pesar del prestigio del valenciano como lengua de
cultura, la cooficialidad con el castellano, la aplicacin de la LUEV y el apoyo
de la Administracin e instituciones, no se ha conseguido un total equilibrio
de mbitos y funciones entre el valenciano y el espaol ni detener totalmente
el proceso de sustitucin lingstica, pues nuestra lengua aparece cada vez
ms castellanizada, especialmente a nivel coloquial, empobrecida desde el
punto de vista lxico y sintctico. Por eso, es necesario recuperarla tanto por
parte de la sociedad, cambiando las condiciones de uso de la lengua y de la
hasta 1994, los cuales han ido regularizando y clarificando la aplicacin de los Programas de Inmersin en esta Comunidad.
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24
escuela, difundiendo un modelo estndar de lengua a partir de ese proceso
de normalizacin.
La normalizacin lingstica es necesaria para poder superar la
desigualdad en que se encuentra la lengua catalana en nuestra Comunidad y
llevarla al lugar que le corresponde. Para hacerlo posible se precisan
intrumentos de todo tipo (manuales, diccionarios, enciclopedias, etc.) junto
con iniciativas promovidas desde todos los mbitos e instancias.
En la actualidad existen Direcciones Generales de Poltica Lingstica
en las tres grandes comunidades autonmicas de los pases de habla
catalana, las cuales se ocupan de la normalizacin idiomtica. Asimismo,
considero fundamental la tarea llevada a cabo por los diferentes servicios
lingsticos (Servei de Normalitzaci Lingstica) que a travs de diversas
iniciativas promueven el uso y conocimiento del idioma a todas aquellas
personas interesadas y facilitan el aprendizaje de nuestra lengua a todos los
que vienen de otras comunidades por cuestiones de trabajo
generalmente y nuestra comunidad se convierte en su lugar de residencia
habitual. No obstante, nos ha sido imposible conocer el nmero de
instituciones y organismos de la Comunidad que incluyen una seccin
lingstica, dato que se consideraba significativo para este estudio pues
poda ser relevante conocer el nmero de servicios de asesoramiento
lingstico existentes en la Comunidad y si ha habido un aumento de los
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25
mismos en los ltimos diez aos. Para ello, se escribi directamente al
Servei d'Assessorament lingstic de la Generalitat Valenciana solicitando
informacin al respecto, pero sin xito alguno. As que acudimos al Servei de
Normalitzaci lingstica de la Universitat d'Alacant, donde se nos facilit
informacin sobre diversos servicios lingsticos conocidos en la Comunidad,
especialmente en la provincia de Alicante, informacin que no es oficial
puesto que no existe ningn informe publicado por la Conselleria sino
que son datos internos del servicio lingstico de Alicante recogidos por los
miembros del mismo, los cuales resultan reveladores acerca del escaso
inters del gobierno actual de llegar a alcanzar una situacin de bilingismo
plena, sino que ms bien se trata de iniciativas particulares.
Teniendo en cuenta que la caracterstica ms evidente de nuestro
panorama sociolingstico es la existencia de dos lenguas en contacto, todo
aquello que contribuya a conocerlas con mayor precisin, a confrontar sus
estructuras gramaticales, a evitar calcos y confusiones constituye una
herramienta imprescindible. Y esa funcin la cumple el diccionario que
permitir profundizar en el conocimiento de dos lenguas tan prximas, pero
al mismo tiempo tan distintas.
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26
1.3. Papel del diccionario bilinge en el proceso de normalizacin
La lengua es uno de los instrumentos ms eficaces con que una
sociedad construye su identidad personal y de pertenencia a un grupo. Por
eso, en una sociedad como sta, que tiene una lengua propia minoritaria, es
necesario que se lleven a cabo desde diferentes frentes iniciativas que
favorezcan su total normalizacin, desde programas de inmersin lingstica
en el que estn implicados tanto los docentes como las autoridades polticas
responsables hasta un mayor uso de la lengua propia en los medios de
comunicacin.
Para lograr este objetivo de un uso fluido y correcto, en todos los
niveles de comunicacin, de las dos lenguas oficiales, castellano y
valenciano, se hace necesaria la utilizacin de instrumentos didcticos
eficaces, tales como el diccionario que constituye una herramienta
pedaggica fundamental en la enseanza de cualquier lengua, sobre todo
por lo que se refiere a la adquisicin del lxico (Alvar Ezquerra: 1993); sin
embargo, es necesario un plan de regularizacin dentro de nuestro sistema
educativo que conceda al diccionario el lugar que le corresponde como obra
didctica esencial.
Sabemos que el diccionario bilinge tiene una especial relevancia en
las primeras etapas de aprendizaje de una lengua13, porque permite la
13 Caldern Campos (1994) plantea la necesidad de diccionarios monolinges para el aprendizaje del espaol que sirvan tanto para actividades descodificadoras como codificadoras.
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27
comparacin de la estructura de los dos sistemas lingsticos y por tanto,
facilita el conocimiento de la segunda lengua. Desde este punto de vista, el
diccionario bilinge castellano-cataln tendr utilidad para los usuarios
castellanohablantes de predominio lingstico valenciano o castellano que
quieran aprender la lengua hablada en ese lugar; pero adems, dado el alto
nivel de castellanizacin del valenciano, sobre todo a nivel coloquial, en
ciertas comarcas de la Comunidad, el diccionario bilinge se convierte en
una herramienta fundamental para aclarar todas aquellas dudas acerca de
cmo se dice una determinada palabra castellana en cataln, o si ese
trmino usado en valenciano es correcto o se trata de un castellanismo;
luego, el papel del diccionario bilinge como instrumento eficaz en la
normalizacin lingstica queda fuera de toda duda.
En el caso que nos ocupa, la fraseologa, que es la parte ms propia de
una lengua y marca de identidad de una determinada comunidad lingstica,
es uno de los elementos ms difciles de adquirir por parte de los hablantes
de otras lenguas y muchas veces, resistentes a la traduccin; y no obstante,
son unas unidades lingsticas fundamentales en la comunicacin con un
importante papel pragmtico-discursivo (Salvador, V., 1995). Por tanto, su
aprendizaje es fundamental para todo aquel que quiera comunicarse de
forma correcta y natural en una lengua distinta a la suya, e incluso su
conocimiento podra ser un ndice para medir el grado de competencia
comunicativa de los aprendices de esa lengua (Sancho Cremades, P., 1999).
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28
A causa de las circunstancias ya descritas sobre la situacin especial
del cataln, su fraseologa se encuentra en una fase de reduccin y
debilitamiento, muchas veces debido a la interferencia del castellano. De ah
que se haga imprescindible la recopilacin de la fraseologa de ambas
lenguas en repertorios lexicogrficos, ya sean generales o especializados en
unidades fraseolgicas, para que no se pierda aquello que forma parte del
sistema de la lengua y es la parte ms idiosincrsica de la misma.
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2. LOS DICCIONARIOS BILINGES: FUNCIONES Y TIPOS DE USUARIO
Considerar el diccionario bilinge como un tipo14 de obra lexicogrfica
requiere caracterizarlo como una clase especfica diferenciada de las
restantes. Generalmente los diccionarios bilinges presentan la misma
estructura y el mismo tipo de informacin que los diccionarios monolinges,
pero con una diferencia fundamental en la informacin semntica esencial
del diccionario. En efecto, aquello que caracteriza un diccionario bilinge y lo
diferencia de uno monolinge (Alvar Ezquerra, 1993: 147) es el hecho de que
14 Ha habido diferentes intentos de establecer una clasificacin de los tipos de obras lexicogrficas desde distintos criterios como la de Haensch (1982), Rey (1977), Zgusta (1971). Pero adems de estas tipologas de carcter general, hay dos orientadas especficamente a la clasificacin de los diccionarios bilinges: la propuesta de Zgusta (1971) y la de Al-kasimi (1983) que se basan en criterios especficos del diccionario bilinge como son las lenguas del diccionario, el usuario (cual es su lengua de partida y la lengua de destino), la funcin (si es un diccionario que sirve para la codificacin o comprensin), etc.
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la informacin semntica est centrada en un equivalente y no en una
definicin15.
2.1. Un marco terico para la lexicografa bilinge
Entendemos el diccionario bilinge como el diccionario que contiene
dos lenguas donde los lemas se sustituyen por equivalentes en la lengua de
llegada y cuyo objetivo principal es poner en relacin de equivalencia las
unidades lxicas de una lengua con las de otra16. Adems, los diccionarios
bilinges tambin sirven para otros fines dados por el desarrollo de la
sociedad:
a) Son instrumentos claves en el aprendizaje de lenguas desde la
enseanza primaria hasta la universidad.
b) Sirven para facilitar la comunicacin en lenguas extranjeras, en el
mundo comercial y en la administracin pblica.
c) Son piezas indispensables para los traductores e intrpretes.
15 Un nuevo tipo de diccionario bilinges es el diccionario puente bilinge. En realidad, la idea de este tipo de diccionario proviene implcitamente de Scerba. Este lingista propona un nuevo tipo de diccionario para los usuarios extranjeros de una lengua, con un tratamiento especial de la informacin semntica. Las caractersticas que deba tener el nuevo tipo de diccionario daran lugar a un diccionario en lengua extranjera con definiciones en la lengua propia del usuario. En lneas generales, cuando Scerba propona su tipologa diferenciaba la pareja diccionario de definicin vs. diccionario de traduccin que describa de la siguiente manera: el diccionario de definicin parte de la lengua estndar para establecer, normalizar o explicar ciertos elementos conocidos por algn motivo. Se entiende que es el tipo de diccionario ms utilizado por los hablantes nativos de una lengua. El diccionario de traduccin, en cambio, surge como respuesta a la necesidad de entender textos en lengua extrajera. No da un significado real de la palabra extranjera, sino que slo ayuda a conseguir el sentido por el contexto.
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Como se puede ver, los diccionarios bilinges son una herramienta de
trabajo importante en campos muy diversos: desde la didctica de las
lenguas extranjeras hasta la traduccin automtica, sin olvidar el inters que
tienen para las relaciones internacionales o en el comercio entre pases, de
ah que se hayan convertido en un instrumento indispensable para muchos
sectores de la poblacin a la hora de resolver tareas muy diversas.
Pero los diccionarios bilinges no han tenido la misma consideracin
que los diccionarios monolinges. Podemos afirmar que la metalexicografa,
materia que se ocupa de los principios que rigen la prctica lexicogrfica, ha
dedicado poco espacio a los diccionarios bilinges, por diversos motivos17.
En definitiva, los lingistas18 han tenido poco inters por la lexicografa, y el
campo de investigacin de la lexicografa bilinge an ha estado ms
abandonado que el de la monolinge.
16 Werner, R., Chuchuy, C., Qu son los equivalentes en el diccionario bilinge? en G. Wotjak, Estudios de lexicologa y metalexicografa del espaol actual, Lexicographica Series Maior 47, Tbingen, 1992, pg. 99. 17 Siguiendo a Werner (1996), podemos destacar las siguientes causas: a) los problemas metodolgicos que se presentan en la lexicografa bilinge son mayores que en la lexicografa monolinge, porque se trata de producir un diccionario que debe tener en cuenta los sistemas lingsticos de dos lenguas siempre diferentes; b) no es frecuente que se elaboren diccionarios bilinges desde perspectivas cientficas, sino sobre todo a partir de otras obras lexicogrficas monolinges; c) como consecuencia de lo anterior, la calidad de los diccionarios bilinges existentes se puede cuestionar, pues distan de ser tiles en todos los sentidos; esto es, no siempre son adecuados para todos los usuarios, ni cumplen con su funcin codificadora o decodificadora, ni seleccionan ni ordenan la informacin de la forma ms apropiada. 18 Uno de los primeros lingistas que advierte de la necesidad de elaborar una teora lexicogrfica es Scerba (1939) que estableci las bases para una teora: a) la necesidad de una tipologa de las obras lexicogrficas; b) un estudio de la naturaleza de la palabra, del significado y del uso de las palabras y las relaciones entre palabras de una misma lengua; c) la semntica, gramatical y estilstica de las palabras.
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Sin embargo, los diccionarios bilinges son un instrumento fundamental
en el aprendizaje de una segunda lengua, especialmente en las primeras
fases. Como indica en su estudio Caldern Campos (1994), aunque es
necesario que, en el mbito de la lexicografa espaola siguiendo al resto de
pases europeos, salgan a la luz diccionarios monolinges destinados al
aprendizaje del espaol como segunda lengua, atendiendo siempre el nivel
de competencia lingstica del usuario, tambin es cierto que se utiliza ms
el diccionario bilinge en la actividad traductora, sobre todo de la lengua
extranjera (L2) a la lengua materna (L1); no obstante, hasta los mismo
usuarios en los niveles avanzados desconfan de los diccionarios bilinges y
suelen buscar la confirmacin a su solucin en los diccionarios monolinges.
2.2. Funciones del diccionario bilinge: funcin activa y funcin pasiva
Los diccionarios tienen como funcin cubrir las necesidades de los
usuarios que los utilizan con diversas finalidades. Los dos grandes usos que
se pueden atribuir a los usuarios de los diccionarios bilinges son la consulta,
que utilizan para resolver problemas y dudas puntuales normalmente en
relacin con la codificacin o descodificacin de un texto y la utilizacin
didctica, como instrumento de enseanza y aprendizaje de una lengua.
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Nos preguntamos si realmente los diccionarios bilinges sirven de
ayuda al usuario19, pues el diccionario bilinge no cumple su funcin
completamente si permanece como un simple almacn de lexemas y
equivalentes estticos, necesita revelar el sistema dinmico entre las
lenguas, la funcin de las palabras en su contexto, la interaccin social y
cultural20. El diccionario bilinge debera servir por igual a los hablantes de
ambas lenguas, pero no ocurre as. La diferencia de contenido segn la
direccin del diccionario est causada por los diferentes conocimientos que
el usuario posee de la lengua nativa o de la lengua extranjera, esto es, se
precisan diferentes informaciones dependiendo si se trata de un diccionario
activo o pasivo21. Para responder a las necesidades de los usuarios, los
diccionarios bilinges deberan especializarse por funciones. As, debemos
diferenciar los diccionarios que tienen una funcin activa, es decir, que
permite la produccin de textos y diccionarios que permiten realizar
actividades de comprensin de textos, funcin pasiva22.
19 C. Gelp Arroyo (1997) en su tesis doctoral Mesures d'avaluaci lexicogrfica de diccionaris bilinges realiza un estudio valorativo de los diccionarios bilinges castellano-catalanes desde diferentes parmetros, pero sobre todo atendiendo a las necesidades prcticas de sus usuarios. 20 Snell-Hornby, The bilingual dictionary help o hidrance? en R.R.K. Hartmann, LEXeter '83 Proceedings, Lexicographica Series Maior 1, Tbingen, 1984, pp. 274-281. 21 Kromann, Hans-Peder; Thmis Tiiber; Poul Rosbach, Active and Pasive bilingual dictionaries: The Scerba concept reconsidered, en R.R.K. Hartmann, ya cit., pg. 209. 22 La distincin activo vs. pasivo se atribuye a Scerba, aunque este lingista nunca la formul de esta manera. Ms tarde, estas denominaciones se transformaron en tema vs. versin, o produccin vs. comprensin (Mugdan, 1989). Tambin se propusieron las denominaciones lengua objeto vs. lengua de descripcin (Duval, 1986) o las de encoding vs. decoding codificacin y descodificacin (Manley et al., 1988).
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Si establecemos que a actividades lingsticas con funciones diferentes
les corresponden tipos de diccionarios diferentes, los diccionarios bilinges
orientados a la produccin o a la comprensin de textos deberan implicar
necesariamente obras lexicogrficas diferentes. En el caso que nos ocupa,
deberamos disponer de un diccionario pasivo espaol-cataln para
catalanes y un diccionario activo espaol-cataln para espaoles, donde se
precisan muchas ms indicaciones para poder formar frases correctas en
cataln (construccin, rgimen, colocaciones, etc.).
De entrada, optar por una u otra funcin implica atender las
necesidades especficas de los usuarios; por tanto, no es posible dedicar la
misma atencin a los usuarios de una lengua de partida que a los de la
lengua de llegada (Kromann et al., 1989), hecho que reafirma la necesidad
de disponer de diccionarios diferentes. En efecto, los diccionarios activos se
diferencian de los diccionarios pasivos en el tipo y en la cantidad de
informacin que presentan, ya que en los diccionarios activos la informacin
principal se centra en los equivalentes, mientras que en los diccionarios
pasivos, se basa en el lema23.
No obstante, es difcil realizar diccionarios para todas y cada una de las
funciones especializadas, puesto que no sera viable ni econmicamente el
mercado no admite la adquisicin de un diccionario diferente para cada tipo
23 Snell-Hornby, M., Towards a leaner's bilingual dictionary en A. Cowie, The Dictionary and the Language Learner, Lexicographica Series Maior 17, Tbingen, 1987, pg. 187 y sig.
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de necesidad ni tampoco funcionalmente, ya que implicara confusin en
los usuarios a la hora de seleccionar la obra necesaria, puesto que
difcilmente sabran el tipo de diccionario que necesitan para cada funcin.
En mi opinin, deberan elaborarse diccionarios donde prevaleciese una
funcin o un tipo de usuario, sin necesidad de una estricta especializacin de
tipo. Pero, este modelo todava est pendiente de ser llevado a la prctica
porque an no se dispone ni en cataln ni en espaol de diccionarios
bilinges especializados por las funciones. De hecho, los diccionarios
bilinges de que disponemos en el dominio cataln-espaol no se
especializan ni en relacin con el usuario, ni mucho menos, en relacin con
las funciones que se pueden atribuir a los diccionarios bilinges. Como no
hay ni en espaol ni en cataln diccionarios unidireccionales, los diccionarios
bilinges tradicionales deben dar el mximum de indicaciones sobre cada
unidad lxica (construccin gramatical, restricciones de uso, ejemplos, etc.)
en ambas lenguas.
2.2.1. Funciones y tipos de diccionarios bilinges castellano-
cataln
Como ya se ha ido sealando los diccionarios bilinges deberan
especializarse atendiendo a las funciones para las cuales son creados y los
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usuarios a los que se destinan. La combinacin de ambos factores debera
favorecer la aparicin de tipos de diccionarios bilinges diferentes.
Un anlisis del panorama lexicogrfico bilinge cataln-castellano
(Santamara, 1995; Gelp: 1997) muestra que los diccionarios bilinges de
esta pareja de lenguas no se especializan por funciones; a pesar de que el
nmero de diccionarios bilinges castellano-cataln es elevado, no hay
diversificacin en el tipo de diccionario bilinge, sino que es prcticamente
nico, siendo en su mayora diccionarios bifuncionales que incluyen ambas
parejas de lengua y por tanto, estn destinados tanto a la produccin como
comprensin de textos en ambas lenguas.
2.3. Usuarios del diccionario bilinge
Todos los lexicgrafos, sea cual sea su orientacin, coinciden en que
uno de los principios fundamentales del diccionario es que es un producto
que ha de ser til a un posible usuario (Alvar Ezquerra, 1993). De manera
que cualquier decisin que afecte a la cantidad y el tipo de informacin que
contiene el diccionario habr de tener en cuenta las necesidades de los
usuarios destinatarios del diccionario, sea monolinge o bilinge.
Partiendo de este principio, los usuarios son un elemento esencial de
los diccionarios bilinges y sus caractersticas y necesidades condicionan el
tipo de informacin que contienen estas obras lexicogrficas. Pero, esto que
parece tan obvio, en la realidad no es tan sencillo pues no es fcil determinar
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los usuarios de este tipo de obras. En primer lugar, porque los usuarios
presentan caractersticas muy diversas como la edad, su competencia
lingstica en la lengua ms conocida, el nivel de conocimiento de la lengua
de aprendizaje, si realizan una actividad de produccin o comprensin, etc. A
ello hay que sumar tambin los motivos comerciales y econmicos, pues son
las editoriales las que tienen la ltima palabra a la hora de sacar un producto
al mercado que sea rentable.
Desde siempre ha habido inters por clasificar los usuarios de este tipo
de obras24 que constituye un grupo muy heterogneo, integrado por un
sector de poblacin muy amplio, con intereses muy diversos y que usa el
diccionario bilinge con finalidades muy distintas. Este colectivo se
caracteriza por tener grados de formacin muy diversos, un nivel de
especializacin variado, una frecuencia de uso del diccionario diversa y unos
intereses de consulta diferentes de las obras lexicogrficas bilinges. De
manera que a la hora de delimitar los usuarios de los diccionarios bilinges
debemos tener en cuenta las siguientes variables25:
24 Remitimos a las clasificaciones de Rey (1977) basada en criterios socioeconmicos diferencia: pblico cultivado, lector normal y enseantes-aprendices; Cabr-Lorente (1991) distingue profesionales y estudiantes del tema, pblico en general y escolares; Castell (1994) divide los usuarios en: a) personas que ejercen un trabajo manual en el cual la lengua no es el principal instrumento (mecnicos, electricistas); b) personas que utilizan a menudo la lengua en su trabajo (comerciantes, vendedores, administrativos); c) personas que utilizan una lengua especializada en su trabajo (mdicos, abogados, economistas); d) personas que utilizan la lengua general y especializada como instrumento de trabajo (periodistas, traductores, intrpretes, profesores de lengua, publicistas). Estas clasificaciones no slo se reducen al mbito de la lexicografa bilinge. 25 C. Gelp (1997) a partir de la combinacin de estos cinco parmetros establece una clasificacin en cuatro grupos de usuarios:
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1. La funcin del diccionario (objetivo de la consulta)
2. El grado de conocimiento de la L1 (lengua activa)
3. El grado de conocimiento de la L2 (lengua pasiva)
4. La competencia lexicogrfica y metalexicogrfica que permite al
usuario encontrar en el diccionario la informacin que busca.
5. La frecuencia de uso de los diccionarios bilinges.
2.3.1. Usuarios del diccionario bilinge castellano-cataln
Como hemos visto, hay dos tipos de diccionarios teniendo en cuenta la
lengua de sus destinatarios: los que se destinan a hablantes que tienen
como lengua materna la lengua de partida del diccionario y los diccionarios
dirigidos a los hablantes que tienen como lengua materna la lengua meta del
diccionario, lo que dar como resultado que la informacin y las estructuras
textuales de cada uno de los dos tipos sean diferentes. Aplicada esta
distincin a nuestro trabajo, podemos diferenciar dos tipos de destinatarios
segn la lengua: los usuarios que tienen como primera lengua (L1) el
a) Grupo 1: Formado por aquellos que tienen un buen dominio de la L1 y de la L2; tienen buena
habilidades de navegacin, es decir, saben buscar informacin en el diccionario; utilizan poco los diccionarios bilinges y el objeto de consulta es la produccin de textos en la lengua extranjera.
b) Grupo 2: Tienen un alto conocimiento de la L1 y L2; tienen habilidad de navegacin; utilizan ocasionalmente el diccionario bilinge tanto para la comprensin como para la recepcin de textos en la L2.
c) Grupo 3: Tienen un nivel medio de conocimiento de la L1 y L2, en sus habilidades de navegacin; utilizan el diccionario frecuentemente para producir y comprender textos en la L2, pero tambin para producir textos en la L1.
d) Grupo 4: Tienen un conocimiento medio de la L1 y L2; tienen pocas habilidades de navegacin; utilizan el diccionario muy frecuentemente para producir y entender textos en la L2 y producir textos en la L1.
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cataln, y los usuarios que tienen como primera lengua (L1) el castellano.
Los dos grupos utilizarn el diccionario bilinge cataln-castellano para
actividades de produccin y comprensin:
- un usuario cataln consulta un diccionario cataln-castellano para
saber cmo se formula en castellano lo que quiere decir.
- un usuario cataln consulta un diccionario castellano-cataln para
encontrar informacin que le facilite la comprensin de textos o
enunciados en lengua castellana.
- un usuario castellano consulta un diccionario castellano-cataln
para saber cmo se formula en cataln aquello que quiere decir.
- un usuario castellano consulta un diccionario cataln-castellano
para encontrar informacin que le facilite la comprensin de textos
o enunciados en lengua catalana.
Mayoritariamente, los diccionarios bilinges cataln-castellano son
utilizados en nuestra comunidad26 por hablantes cuya lengua materna es el
castellano y que estn aprendiendo el cataln o quieren perfeccionarlo, de
manera que la principal funcin de los diccionarios bilinges cataln-
castellano es la de comprensin de textos en cataln y la produccin de
textos en cataln como lengua meta.
26 En nuestra comunidad vivimos una especial situacin de bilingismo. Tras mucho tiempo en que el valenciano se encontraba en una situacin de diglosia, desde hace unos veinte aos nos encontramos inmersos en un proceso de normalizacin del uso del valenciano, en el que estn implicados tanto las autoridades polticas responsables como los docentes en la materia. De ah la necesidad de utilizar
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En general, los diccionarios bilinges no discriminan a los destinatarios
por su lengua, sino que pretenden servir a los hablantes de las dos lenguas
que contienen estos diccionarios. Por tanto, tienen una doble funcin
(bifuncionales) porque son diccionarios construidos sobre la base de dos
estructuras paralelas (cataln-castellano, castellano-cataln) y que incluyen
informacin repetida para cada una de las lenguas27.
A partir de la informacin que aportan los diccionarios bilinges reales,
podemos establecer cules son los usuarios a los que se dirigen. En efecto,
a partir de los datos que aportan los textos que constituyen las partes
preliminares de los diccionarios (prlogos, introduccin, prefacio,
instrucciones para el manejo, etc.) podemos determinar los destinatarios
usuales de los diccionarios objeto de nuestro estudio.
El anlisis de los textos preliminares de los diccionarios bilinges
analizados permite decir que en general se explicitan los usuarios, aunque
no siempre de forma clara, lo que permite identificar el tipo de usuario al que
se dirige.
De la informacin estudiada podemos deducir que, aunque las obras se
dirijan principalmente a un solo grupo de usuarios, en realidad sirven para
instrumentos didcticos eficaces para lograr un uso correcto y adecuado de las dos lenguas cooficiales de la Comunidad: espaol y valenciano. 27 Adems el hecho de ser un diccionario bifuncional resulta ms econmico para el usuario que dispone de dos diccionarios en un solo volumen.
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ms de un destinatario porque pretenden ser tiles a la mayora, aunque
stos tengan necesidades diferentes.
Por los datos que se extraen del anlisis de las partes iniciales de las
obras revisadas podemos concluir que hay diversos grupos de usuarios:
- escolares.
- estudiantes vernculos y procedentes de otras reas lingsticas.
- castellanohablantes que viven y trabajan en zonas de habla
catalana.
- maestros y profesores.
- funcionarios y personas dedicadas a la atencin al pblico.
- castellanohablantes interesados en la lengua y cultura catalana.
- catalanohablantes interesados en el perfeccionamiento y en la
correccin lingstica.
- romanistas que estudian la lengua catalana.
A modo de conclusin, podemos resumir los diferentes tipos de
usuarios indicados en la parte inicial de los diccionarios en la siguiente
clasificacin: pblico en general, aprendices, traductores y profesionales28.
28 A partir de los parmetros de la ocupacin habitual de los usuarios y el grado de competencia lingstica se puede establecer los usuarios del diccionario bilinge: a) escolares: estn en cursos de la enseanza primaria o secundaria; realizan actividades de lengua; no suelen decidir el diccionario que utilizan; b) pblico en general: utilizan ocasionalmente el diccionario bilinge y otros tipos; pueden producir textos, pero en su lengua y sobre la temtica de la que son especialistas; no tienen formacin especfica en lengua; c) profesionales: no tienen formacin lingstica ni traductora; en ocasiones, necesitan traducir; son especialistas en un rea temtica concreta; escriben textos en una lengua distinta a la suya y no suelen manejar diccionarios; d) traductores: tienen un buen conocimiento lingstico; suelen estar formados en lengua; no tienen necesariamente formacin en traduccin; no
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Estos destinatarios preferentes de las obras lexicogrficas bilinges deberan
ser un factor determinante para la seleccin del lxico, ya sean unidades
lxicas simples o complejas. Sin embargo, se tienen en muy poca
consideracin a la hora de elaborar el diccionario.
son especialistas en un rea temtica concreta, sino que aprenden la terminologa que precisan; utilizan habitualmente el diccionario bilinge (C. Gelp, 1997: 69-73)
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3. LA FRASEOLOGA COMO DISCIPLINA LINGSTICA
Previamente al anlisis que pretendo llevar a cabo sobre el tratamiento
de las UFS en la lexicografa bilinge, considero necesario hacer algunas
precisiones sobre la fraseologa como disciplina lingstica con el fin de llegar
a una determinacin de las unidades objeto de su estudio. As pues, este
captulo es una breve introduccin a la fraseologa donde se intentan
establecer los rasgos ms caractersticos de una disciplina que en los ltimos
aos ha suscitado el inters de los lingistas, especialmente el de algunas
orientaciones de la lingstica como la gramtica cognitiva o el anlisis del
discurso que han visto la importancia de los elementos fraseolgicos en el
desarrollo de la competencia comunicativa de los hablantes de una lengua.
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3.1. mbito y lmites de la fraseologa
En el proceso de la comunicacin, los usuarios de una lengua unen y
combinan las palabras entre s para expresar ideas. Unas veces, forman
combinaciones libres determinadas por las reglas del sistema a las que
Coseriu29 llam tcnica libre del discurso; otras, nos encontramos con
estructuras prefabricadas de las que pueden hacer uso los hablantes en sus
producciones lingsticas, denominadas por el mismo autor discurso
repetido.
En este trabajo me centrar en todas aquellas combinaciones estables
de unidades lxicas formadas por dos o ms palabras que forman parte de la
competencia lxica de los hablantes, y cuyo lmite superior se encuentra en
el nivel de la oracin compuesta.
Aunque, en principio, parece clara la definicin de las unidades objeto
de estudio, resulta difcil establecer los lmites de la fraseologa, puesto que
no existe acuerdo entre los lingistas a la hora de establecer la unidad objeto
de investigacin ni una clasificacin consensuada de sta. Pese a que en los
ltimos cincuenta aos se ha experimentado un notable avance en la
delimitacin de este tipo de unidades lxicas, sigue habiendo una gran
diversidad de criterios que dificultan un estudio sistemtico y cientfico.
29 Coseriu (1981: 297-302) establece la distincin entre tcnica libre del discurso y discurso repetido. Por tcnica del discurso entiende aquello que abarca las unidades lxicas y gramaticales (lexemas, categoremas, morfemas) y las reglas para su modificacin y combinacin en la oracin, es decir, las palabras y los instrumentos y procedimientos lxicos y gramaticales; y por discurso repetido aquello
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Si hacemos historia, la fraseologa es una disciplina bastante reciente.
Desde siempre el hombre se ha sentido atrado por estas combinaciones
estables utilizadas cotidianamente, que sirven como vehculo de expresin
cultural de un pueblo y de su idiosincrasia. Pero habr que esperar hasta los
ltimos decenios del presente siglo para que surja el inters por estudiarlas
lingsticamente, poner lmites a su estudio y homogeneizar criterios.
En los aos 40, la lingstica sovitica estableci las bases tericas
para la investigacin de la fraseologa, siendo su principal impulsor el
lingista ruso Vinogradov (1947), que proporcionan las bases y conceptos
fundamentales de esta disciplina, estudios que tuvieron su prolongacin en
los trabajos de fraseologa de Europa oriental, sobre todo en Repblica
Democrtica Alemana (RDA).
En Europa occidental, las primeras investigaciones lingsticas sobre
combinaciones fijas de palabras se remontan a Ch. Bally que en 1909 utiliza
el trmino fraseologa con el sentido de disciplina cientfica tal y como lo
conocemos ahora, aunque no se prest mucha atencin a sus ideas. El
inters por el tema no se despert hasta los aos 60, dentro de la semntica
estructural con los trabajos de Coseriu, que estableci la diferenciacin entre
discurso repetido y tcnica libre del discurso. Al mismo tiempo, en los
que tradicionalmente est fijado como "expresin", "giro", "modismo", "frase" o "locucin" y cuyos elementos constitutivos no son reemplazables o re-combinables segn las reglas actuales de la lengua.
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Estados Unidos, la gramtica generativo transformacional atiende de forma
poco fructfera a este tipo de expresiones30.
En Espaa, ser J. Casares (1992 [1950]) uno de los primeros en
abordar el estudio de las locuciones, las frases proverbiales, los refranes y
los modismos de nuestra lengua. Sus ideas suponen un importante avance
como intento de delimitacin y clasificacin de las construcciones
pluriverbales y, sin lugar a dudas, un obligado punto de referencia en el
estudio de las mismas en espaol.
En los ltimos aos ha crecido el inters por la fraseologa en Europa,
especialmente por parte de las ltimas corrientes lingsticas que se centran
en el estudio de las UFS en el contexto. As, corrientes tericas como la
lingstica cognitiva o el anlisis del discurso pueden ofrecer ms
posibilidades para un tratamiento terico adecuado de estos fenmenos que
luchan por encontrar el lugar que merecen dentro del sistema de la lengua,
siendo como son un signo de identidad de una determinada comunidad
lingstica31.
30 El estudio de la fraseologa como componente fundamental de la gramtica de una lengua fue reconocido por la gramtica cognitiva a partir de los noventa; hasta entonces era un elemento incmodo de la lengua, tanto para los estructuralistas, por el carcter asistemtico de este tipo de expresiones, como para los generativistas, porque iba en contra de la capacidad generativa de la gramtica a partir de un nmero limitado de reglas, lo que no quiere decir que no haya estudios sobre este tema en ambas escuelas lingsticas. Para ms referencia, pueden consultar la obra de Ruiz Gurillo (1997) y P. Sancho (1999). 31 El enfoque ms reciente para estudiar el comportamiento de la fraseologa es el cognitivo. Destacan en este sentido los trabajos de Gibbs (1990; 1993; 1995); Cacciari & Tabossi (1993); Caplletra 18 (1995); Ruiz (1997; 1998); Corpas (1997); Wotjak (1998); Sancho (1999).
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A pesar de que los estudios sobre este campo han ido en aumento, la
variedad terminolgica tanto para referirse a la disciplina general como a los
distintos fenmenos y elementos que sta engloba, pone de manifiesto su
inestabilidad32. En el presente estudio, adoptamos el trmino unidad
fraseolgica (UF o UFS), por varias razones. Primero, porque debido a que
son elementos conocidos previamente al habla, tienen el estatus de unidades
de lengua y funcionan como tales en diferentes niveles gramaticales. En
segundo lugar, porque nos parece que es un trmino lo suficientemente
amplio para englobar los diferentes tipos sin que se pueda confundir con
algn subtipo, caso de las locuciones o idiomatismos. En tercer lugar, por ser
uno de los ms aceptados y adems, apoyado por las escuelas de la antigua
Unin Sovitica y los pases del Este, donde ms investigaciones se han
realizado acerca de este tema33.
3.2. Unidades fraseolgicas: caractersticas
Delimitado desde el punto de vista terminolgico el objeto de estudio de
la fraseologa, el siguiente paso ser determinar si una secuencia de
palabras constituye una UF, puesto que hay una gran diversidad de
32 Existen diferentes denominaciones para referirse a los distintos tipos de combinaciones de palabras: expresin pluriverbal (Casares, 1950), unidad pluriverbal lexicalizada y habitualizada (Haensch et al., 1982), expresin fija (Zuluaga, 1980; Garca-Page Snchez, 1990), unidad fraseolgica (Carneado Mor, 1985; Trist Prez, 1988; Corpas Pastor, 1996; Sancho, 1999). 33 Podemos distinguir tres grandes bloques en la investigacin fraseolgica: (1) la lingstica de la antigua Unin Sovitica y su prolongacin en Europa oriental; (2) el estructuralismo europeo
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expresiones diferentes por su categora gramatical, su estructura interna, su
significado, su frecuencia, su grado de fijacin, etc. No todos los autores que
se acercan a la fraseologa lo hacen de la misma manera. Mientras algunos
tienen una visin ms restringida de los fenmenos fraseolgicos, otros
mantienen una actitud ms abierta que permite clasificar como UF cualquier
estructura superior a la palabra. Se ha hablado de dos fraseologas segn el
objeto de su estudio (Trist, 1984: 282):
1) Una fraseologa en sentido estricto, que comprende
todas aquellas combinaciones de palabras que poseen
determinadas caractersticas estructurales y funcionan como
elementos oracionales.
2) Una fraseologa en sentido amplio donde se integraran
todas las anteriores ms todas aquellas que carecen de las
caractersticas sealadas, es decir, se incluyen los proverbios,
refranes, aforismos, frmulas fijas, frases hechas, etc.
Aunque cada una de las dos tendencias tengan sus defensores34, de
acuerdo con la tendencia de la actual investigacin fraseolgica, entendemos
por UF cualquier combinacin estable de dos o ms palabras que se
occidental; (3) la lingstica norteamericana desde la perspectiva de la gramtica generativo-transformacional. 34 Los detractores de la fraseologa en sentido amplio opinan que resultara imposible realizar anlisis de estructuras dada la amplia variedad de fraseologismos que abarca, con lo que los estudios deben ceirse a la descripcin de recursos expresivos, estticos o estilsticos en los diversos tipos de lenguaje (Trist, 1984: 283).
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caracterizan por su grado de fijacin y/o idiomaticidad cuyo lmite superior
ser el sintagma o la oracin compuesta segn las distintas corrientes.
La decisin entre una u otra perspectiva es meramente metodolgica, y
depender siempre del objeto de estudio que se quiera investigar. Asumo la
concepcin de la fraseologa en sentido amplio, pues estimo que sta debe
abarcar todas aquellas combinaciones de palabras que presenten cierto
grado de fijacin o estabilidad, tanto si necesitan de otras unidades para
subsistir como si tienen autonoma sintctica o textual en el discurso; de esta
forma se podr incluir dentro de la fraseologa unidades como las
interjecciones o expresiones que constan de un solo miembro (adis!,
nimo!) que se dan en contextos muy determinados y con un uso
pragmtico-discursivo convencionalizado y de gran importancia en la
comunicacin.
Debido a la falta de sistematizacin de los diferentes tipos a partir de
parmetros que los definan de forma precisa, es necesario establecer qu
caractersticas debe cumplir una secuencia de palabras para convertirse en
UF. Son dos los requisitos fundamentales: la fijacin y la idiomaticidad.
3.2.1. La fijacin
Se entiende por fijacin la propiedad que tienen ciertas expresiones de
ser reproducidas en el hablar como combinaciones previamente hechas
(Zuluaga, 1975: 225). Se trata de combinaciones de dos o ms palabras que
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se caracterizan porque no son combinaciones libres de palabras sino que
son estructuras prefabricadas que se repiten. Por tanto, son expresiones que
forman parte del acervo lxico de los hablantes35, anteriores al acto de habla,
donde se repiten, no se producen.
Segn la opinin de Zuluaga (1980), la fijacin es arbitraria desde el
punto de vista funcional, ya que no hay explicacin sintctica ni semntica
del tipo de fijacin en cada caso concreto. Estas expresiones tienen esa
forma porque as fueron fijadas por el uso repetido en una comunidad
lingstica. No obstante, como remarca Sancho (1999) de la misma manera
que puede haber una cierta motivacin en el uso de ciertos elementos
lxicos, tambin puede haberla en su fijacin36.
Zuluaga (1980: 97) estableci diferentes tipos de fijacin en espaol37:
a) Fijacin del orden de los componentes. Se dice a troche
y moche y no se puede decir *a moche y troche.
35 De acuerdo con la distincin que estableci Coseriu entre lengua, sistema y norma, entendida como uso lingstico social, las UFS forman parte del uso comn, pertenecen a la norma lingstica social. Si entendemos norma como realizacin del sistema, encontramos unidades que no son la realizacin del sistema, pues presentan ciertas anomalas sintcticas o lxicas, como es el caso de a troche y moche o a pies juntillas. Por tanto, la norma comprende todo lo que se usa en una determinada comunidad lingstica, pertenezca o no al sistema. 36 El autor seala que en la expresin Aix es plorar i pagar, el orden de los elementos est motivado, ya que se trata de dos acciones sucesivas unidas por la conjuncin copulativa (Sancho, 1999: 29-30). 37 De acuerdo con Thun (1978) la fijacin puede ser interna o externa. En el caso de la fijacin interna establece dos subgrupos: fijacin material (que coincide con la establecida por Zuluaga) y fijacin de contenido (rasgos semnticos). En la fijacin externa, Thun distingue entre fijacin situacional (situaciones sociales determinadas), analtica (uso de unidades para el anlisis ya establecido del mundo), pasemtica (papel del hablante en el acto de comunicacin) y posicional (preferencia de uso de ciertas unidades).
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b) Fijacin de categoras gramaticales. Las UFS presentan
determinadas categoras gramaticales que no pueden variar
morfolgicamente, ya sea en el tiempo verbal, la persona, el
nmero, el gnero, etc. Por ejemplo no se puede variar la expresin
no dejar ttere con cabeza en *no dejar tteres con cabezas.
c) Fijacin del inventario de los constituyentes, la cual
consiste en la imposibilidad de insertar o suprimir elementos de la
combinacin (*sin orden y sin concierto), la inseparabilidad de los
constituyentes (*agua clara de borrajas) o la imposibilidad de
sustituirlos (* todo queda en hogar)
d) Fijacin transformacional como por ejemplo carta blanca
/ *la blancura de la carta.
Podemos ver la fijacin como uno de los rasgos caracterizadores y
definitorios de las UFS ya que son sintagmas complejos y fijos, con cierta
estabilidad y poca o ninguna transformacin de su estructura sintctica. No
obstante, la fijacin, aunque sea una de las caractersticas ms frecuentes,
es variable y depende del grado de gramaticalizacin38 que haya alcanzado
cada unidad fraseolgica.
38 Sancho (1999) lleva a cabo un interesante estudio de la fraseologa a partir de los conceptos de gramaticalizacin y prototipo desde un punto de vista cognitivo.
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Con frecuencia, el grado de fijacin viene acompaado de fijacin
semntica idiomaticidad39 lo que quiere decir que todas las UFS son
fijas, en mayor o menor grado40, pero no todas son idiomticas.
3.2.2. La idiomaticidad
Este rasgo consiste en la ausencia de contenido semntico en los
elementos componentes. Esta propiedad constituye la diferencia fundamental
entre una expresin idiomtica frente a otros tipos de unidades complejas.
Una unidad idiomtica y una no idiomtica son signos complejos; pero
mientras en el primer caso es un complejo de signos funcionalmente, en el
segundo, los elementos constituyentes no funcionan como signos
lingsticos, sino como rasgos formales de un signo; es decir, como
componentes formales de un signo, aunque presenten la estructura de
significantes autnomos41.
Por tanto, las expresiones idiomticas se caracterizan porque su
sentido no es la suma de los significados de sus elementos componentes,
39 La idiomaticidad puede entenderse de diferentes maneras. Etimolgicamente, se entiende como lo que es propio y peculiar de una lengua. Desde otro punto de vista, es el rasgo semntico caracterstico de algunas combinaciones fijas, cuyo sentido no puede deducirse de la suma de los significado de los elementos constituyentes (Zuluaga, 1980: 121). 40 Sancho (1999: 30-33) diferencia tres tipos de variacin: a) Variacin motivada por las reglas morfosintcticas que actan en la lengua (ej.: salir (sali, saldr) el tiro por la culata); b) Variantes de una misma unidad fraseolgica (Zuluaga,1980) (ej.: tomar / coger las de Villadiego); c) Variacin por procesos de desautomatizacin o deslexicalizacin con intencin estilstica o expresiva (ej.: Slvese, si puede el tonto / que yo ni salvarlo puedo! (R. Albert). 41 Los componentes de una UF como mesa camilla actan del mismo modo que los fonemas del significante /m/ /e/ /s/ /a/.
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sino que se trata de la unin de palabras que significan en bloque; su
estructura formal y semntica no puede explicarse por las reglas productivas
de la lengua actual.
La fijacin y la idiomaticidad se han convertido en las propiedades
fundamentales a lo largo de la investigacin fraseolgica; pero en ambos
casos, se trata de una cuestin de grado. As, hay expresiones fraseolgicas
totalmente fijas y estables con significado idiomtico que constituyen el
ncleo de la fraseologa (UF prototipo) como por ejemplo agua de borrajas
frente a otras que se repiten en la lengua, pero cuyo grado de fijacin es
menor y pueden tener un significado literal (poner en funcionamiento) o
ejercer funciones de ca
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