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UNIVERSIDAD DOMINICANA O&M Recinto Puerto Plata
TEMA:
LOS PARTIDOS POLÍTICOS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA
ASIGNATURA:
MERCADOTECNIA POLÍTICA
PROFESOR:
DANIEL SUERO
PRESENTADO POR:
ALBERTA ALTAGRACIA NOESÍ LEDESMA
Puerto Plata, República Dominicana
4 DE MARZO DEL 2014
ÍNDICE
Páginas
1. Introducción
2. Marco Teórico
2.1 Los Partidos Políticos en la República Dominicana
2.2 Gobiernos del Dr. Joaquín Balaguer
2.2.1 Los 12 años de Balaguer (1966-1978)
2.2.2 Los 10 años de Balaguer (1986-1996)
2.3 Gobiernos del Dr. Leonel Fernández
2.3.1 Primer mandato presidencial (1996-2000)
2.3.2 Segundo mandato presidencial (2004-2012)
2.4 Comparación entre Joaquín Balaguer y Leonel Fernández
2.5 Elecciones Presidenciales de mayo del 2012
2.5.1 Partidos Políticos participantes
2.5.2 Candidatos propuestos
2.5.3 Resultados Electorales
3. Conclusión
INTRODUCCIÓN
El Marketing Político surge en la República Dominicana como consecuencia
del afianzamiento de la democracia, convirtiéndose en una de las estrategias más
utilizadas por los partidos políticos y candidatos para lograr la preferencia del
electorado y obtener la mayoría de votos en las elecciones.
El incremento de los niveles de competitividad política de la sociedad y a la
diversificación de los actores políticos que compiten por el poder del Estado, han
motivado al uso del Marketing Político.
Las elecciones, por muchos años, no fueron sino meros ritos protocolarios
para acceder al poder; la "pluralidad" partidista predominante constituía una
creación artificial del Estado Dominicano para consumo externo y los electores no
ejercían a plenitud sus derechos políticos, ni éstos eran respetados. De esta
forma, hoy día la democracia ha posibilitado la creación del mercado político, así
como la existencia de votos que valen y definen el carácter de la representación
pública, la cual es disputada por diferentes actores y formaciones políticas del
país. En este sentido, el auge de la mercadotecnia política es el resultado de un
momento histórico y político determinado, de un proceso global de desarrollo
caracterizado por mayores niveles de competencia y pluralidad política.
En este trabajo de investigación se presentarán los partidos políticos en la
República Dominicana, antecedentes, cuáles son, qué lugar ocupan en la
preferencia de los electores, de acuerdo a las elecciones presidenciales de mayo
del 2012; así como también se analizarán los períodos presidenciales del
presidente Joaquín Balaguer y Dr. Leonel Fernández, sus aciertos y sus
debilidades y como éstos han influido en la República Dominicana.
2. Marco Teórico
2.1 Los Partidos Políticos en la República Dominicana
De acuerdo al Artículo 216 de la Constitución Dominicana la organización
de partidos, agrupaciones y movimientos políticos es libre, con sujeción a los
principios establecidos en esta Constitución. Su conformación y funcionamiento
deben sustentarse en el respeto a la democracia interna y a la transparencia, de
conformidad con la ley. Sus fines esenciales son:
1) Garantizar la participación de ciudadanos y ciudadanas en los procesos
políticos que contribuyan al fortalecimiento de la democracia;
2) Contribuir, en igualdad de condiciones, a la formación y manifestación de la
voluntad ciudadana, respetando el pluralismo político mediante la propuesta de
candidaturas a los cargos de elección popular;
3) Servir al interés nacional, al bienestar colectivo y al desarrollo integral de la
sociedad dominicana.
La República Dominicana tiene un sistema político multipartidario. Los
partidos políticos más importantes son el Partido Revolucionario Dominicano
(PRD) y el Partido De la Liberación Dominicana (PLD), que tienen una ideología
socialdemócrata, y el conservador Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
Se celebran elecciones a nivel nacional el 16 de mayo. Hasta el 2010 se
habían celebrado de manera separada las presidenciales y las municipales y
congresuales, intercalándose por dos años. A partir de 2016 las elecciones
municipales se celebrarán en febrero y las presidenciales y congresuales se
celebrarán el tercer domingo de mayo. Las Presidenciales de 2012 se efectuarán
el 20 de mayo de 2012
2.2 Gobiernos del Dr. Joaquín Balaguer
2.2.1 Los 12 años de Balaguer
El mandato de Joaquín Balaguer, de acuerdo con sus auspiciadores
norteamericanos, tenía como primera meta la desarticulación y destrucción de los
grupos populares que habían participado en la Revolución de Abril del 65. Para
ello utilizó tanto al ejército como a un grupo paramilitar de matones profesionales
llamado “La Banda”, a los que calificaba en sus discursos de “fuerzas
incontrolables”. Se estima que más de 3,000 dominicanos fueron asesinados sólo
entre 1966 y 1974. Al entregar la presidencia en 1978, Balaguer había
exterminado a la juventud más prometedora y de ideas más avanzadas con que
contaba la nación.
Inversión extranjera. En el curso de su gobierno, extendido mediante represión
y fraudes electorales a tres períodos constitucionales, Balaguer favoreció la
inversión extranjera de capital estadounidense. De esta suerte, de 155 millones
de dólares que habían invertidos en el país en 1965, se pasó a casi 600 millones
de dólares en inversiones norteamericanas en 1977, las cuales abarcaban las
áreas de las finanzas, las comunicaciones, el sector azucarero, el sector minero,
turismo, zonas francas, etcétera. Entre las empresas que se instalaron o que
ampliaron sus inversiones durante esa época se encuentran la firma canadiense-
norteamericana Falconbridge Dominicana, dedicada a la explotación de
ferroníquel; Rosario Dominicana, empresa norteamericana para la explotación del
oro; Shell, Nestlé, Gulf & Western y Philip Morris.
Ayuda económica y endeudamiento externo. Un total 122 millones de dólares
fueron erogados por los Estados Unidos entre abril de 1965 y junio de 1966, a fin
de evitar la paralización económica total del país. Esta suma aumentó a 133
millones de dólares anuales durante los tres años siguientes, mientras que de
junio de 1969 a junio de 1973, la ayuda promedió unos 78 millones por año.
Estos fondos fueron suministrados a través de donaciones y préstamos a largo
plazo negociados vía la AID de los Estados Unidos. Además, el gobierno
balaguerista garantizó la entrada de importantes cantidades de divisas gracias a
la cuota azucarera dominicana en el mercado norteamericano.
Obras de infraestructura. La inversión pública de los doce años estuvo dirigida
en su mayor parte a la construcción de obras públicas: puertos, carreteras,
acueductos, calles, escuelas, centros culturales, instalaciones deportivas,
caminos vecinales, presas hidroeléctricas, etcétera. Las ciudades de Santo
Domingo y Santiago concentraron el grueso de las obras, si bien también los
demás poblados crecieron y se modernizaron.
Crecimiento económico y desigualdad social. El flujo de inversión y ayuda
económica proveniente en inmensa medida de los Estados Unidos contribuyó a
dinamizar la economía nacional, haciendo que República Dominicana gozara de
una de las tasas de crecimiento macroeconómico más altas de América Latina.
Sin embargo, los beneficios se concentraron en la pequeña burguesía local que
se consolidaba unida a los intereses extranjeros. Así, desde 1972 la tasa anual
de inflación era de un 15%, el poder adquisitivo del peso descendió en un 26%, el
índice de desempleo ascendió a más del 20%, el de subempleo superó el 60% y
se congelaron los salarios.
Corrupción gubernamental. Otra de las fuentes de riqueza desproporcionada
que tuvo la pequeña élite nacional favorecida por el gobierno balaguerista fue la
administración pública. Entre los funcionarios públicos, un sinnúmero de
operaciones ilegales y actos dolosos adquirieron carácter generalizado y de
normalidad: sobornos, contrabandos, cobro de comisiones, extorsión de
empresarios, exoneraciones de impuestos se hicieron parte del día a día. Ante la
imposibilidad de negar lo que resultaba demasiado evidente, Balaguer se atrevió
a afirmar que la corrupción “se detenía en la puerta de su despacho”.
Entrega del poder en 1978. En las elecciones de 1978 compiten el doctor
Joaquín Balaguer con su Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y Antonio
Guzmán Fernández por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD),
organización política que había sufrido en 1973 la renuncia de su líder y creador,
el profesor Juan Bosch, quien inmediatamente fundó el Partido de la Liberación
Dominicana.
La victoria abrumadora del PRD no es en principio aceptada por el Dr.
Joaquín Balaguer, quien ordena el asalto militar de la Junta Central Electoral,
interrumpe el conteo y confisca y destruye urnas de votos. Es necesaria la
presión ejercida por los Estados Unidos de Jimmy Carter que se niega a aceptar
un gobierno que no cuente con el voto de la mayoría. Empero, mediante la
falsificación de los resultados electorales de modo que dieran mayoría senatorial
y una amplia participación en la Cámara de Diputados al Partido Reformista,
Balaguer se asegura el control del Senado y, con éste, del Poder Judicial (los
jueces eran nombrados por el Senado).
De esta forma se protege a sí mismo y a los miembros de su partido contra
un eventual sometimiento judicial por cualquiera de los múltiples casos de
crímenes o corrupción que se dieron en su prolongado mandato presidencial, y
garantiza una importantísima cuota de poder mientras está fuera de la
presidencia, a la cual regresaría por diez años más, desde 1986 hasta 1996.
Joaquín Balaguer, uno de los funcionarios e intelectuales fundamentales de
la dictadura trujillista, figura central de los 18 años posteriores a la tiranía,
también dominaría la vida política nacional durante la débil “democracia” electoral
que se instaura en el período que va desde 1979 hasta principios del siglo XXI.
Influencia de la Muerte de Trujillo
El intenso proceso político vivido por los dominicanos inmediatamente
terminó la dictadura de Trujillo, el 18 de noviembre de 1961. En el proceso de
transición de la dictadura a la democracia, Balaguer fue uno de los artífices, y aún
en el interés de mantener el control del Estado de parte de los trujillistas, se vio
en la obligación de abandonar el poder y dar paso a los opositores de Trujillo y
por tanto de él y de los grupos económicos, políticos y militares que
representaba.
Aunque Balaguer salió al exilio, el país quedó estremecido por las luchas
políticas entre los que se opusieron a la dictadura: la Unión Cívica Nacional, el
Partido Revolucionario Dominicano, el Partido Revolucionario Social Cristiano y
los partidos de izquierda. Los trujillistas no tenían espacio para sus actividades,
pero no desaparecieron del todo. Más bien, tenían buena organización en el
exterior y sólidos contactos en el país, además de toda la riqueza robada al país
y depositada en bancos extranjeros; pero electoralmente no tenían posibilidades
pues estaban prohibidas las actividades políticas trujillistas y existía un amplio
repudio a todo lo que recordara la dictadura de Trujillo. Después de la muerte de
Trujillo, el 30 de mayo del 1961, Balaguer inició reformas encaminadas a la
democratización política. En 1962 se exilia permaneciendo cuatro años en
territorio de los Estados Unidos y en 1966, tras las elecciones generales, resultó
electo presidente de la república para el período 1966-1970. Fue reelecto para
los períodos 1970-1974 y 1974-1978.
Su relación con los Trujillo permaneció hasta su muerte, llegando incluso de
manera secreta, a permitir en varias ocasiones la entrada al país de algunos de
ellos, entre ellos Angelita y Radhames, con quienes incluso se reunió en su
propia casa.
2.2.2 Los 10 años de Balaguer (1986-1996)
En 1986, el ex Presidente Joaquín Balaguer regresó al poder en unos
comicios sobre los que todavía se discute.
Luego de ocho años fuera del poder que ostentó durante tres períodos
consecutivos y cuando nadie lo esperaba, el doctor Joaquín Balaguer, ciego y
con casi 80 años de edad, surgió como el ave Fénix en 1986 y se abrazó
nuevamente a la presidencia de la República para su cuarto mandato
gubernamental, en unas elecciones que 25 años después todavía muchos
dominicanos no saben a ciencia cierta quién las ganó.
Tras la toma de posesión, el 16 de agosto de 1986, de su cuarta presidencia
por mandato electoral, Balaguer exhibió un estilo diferente que causó estupor
general. Como marcando las distancias de sus ominosos doce años, el
paradigma americano de la senectud física y política encabezó un combate
contra la corrupción y los abusos de las instituciones públicas.
Ello se tradujo en destituciones y arrestos en las cúpulas militares y
policiales, que alcanzaron a dos secretarios de las Fuerzas Armadas, los
generales Manuel Cuervo (cesado en octubre de 1986) y Antonio Cosme Imbert
Barrera (quien fuera brevemente jefe del Estado a mediados de 1965, despedido
en junio de 1988), aunque estas defenestraciones se realizaron sobre un fondo
de rumores de complots contra el Gobierno civil. Su predecesor en el cargo,
Jorge Blanco, también fue reclamado por la justicia por presunta corrupción.
Mientras unos caían en desgracia, otros emergían del ostracismo. Fue el
caso de un viejo adversario de Balaguer, el ex coronel anticonstitucionalista Elías
Wessin, un "conspirador impenitente", tal como le acusó el presidente cuando lo
mandó a un exilio de siete años en 1971; superando viejos rencores, Balaguer
nombró a Wessin secretario de Interior y Policía, y luego secretario de las
Fuerzas Armadas en sustitución de Imbert. Ideológicamente, la absorción
orgánica de 1985 permitió al muy conservador PRSC extender su base política
hacia el centroderecha y crear vínculos con la Internacional Demócrata Cristiana.
En lo económico, Balaguer tampoco delegó en sus subordinados y se
encargó personalmente de impulsar el sector de la construcción, una prioridad
que la oposición tachó de mero populismo desarrollista y que contribuyó a reducir
sensiblemente el desempleo. Contando con el respaldo total de la Administración
de Ronald Reagan, Balaguer continuó siendo un celoso protector de los intereses
de la oligarquía azucarera nacional y del capital estadounidense.
El dinamismo de los mercados por la recuperación de las exportaciones
gracias a la depreciación del peso, la promoción de zonas francas industriales y
el desarrollo del turismo multiplicó varias veces el coste de la vida, provocando la
contestación en las calles. La ola de disturbios populares entre 1988 y 1989 dejó
varios muertos por la actuación brutal de las fuerzas de seguridad. Por lo demás,
bajo Balaguer no mejoraron un ápice, más bien se deterioraron, los índices de
pobreza, analfabetismo y delincuencia, mientras que los servicios públicos de la
sanidad y la electricidad siguieron mostrando déficits propios de los países
menos desarrollados, incluso en la capital.
Así las cosas, no parecía que el sempiterno presidente dominicano fuera
capaz de ganar las elecciones del 16 de mayo de 1990 a menos que pusiera a
pleno rendimiento las maquinarias propagandística del Gobierno y clientelista del
partido. De nuevo, una fuerte controversia caracterizó el escrutinio. Un mes
transcurrió entre el cierre de las urnas y la proclamación definitiva de la victoria
de Balaguer con el 35,2% de los votos, apenas 25.000 más que Bosch, su
inveterado y ya también octogenario rival, que aseguró haber sido víctima de un
"fraude colosal" blandiendo el dato de que en la última encuesta electoral
figuraba en cabeza con diez puntos de diferencia. En la Cámara de Diputados, el
partido del presidente vio reducida su representación hasta los 41 escaños y fue
superado en tres actas por el PLD.
Los comicios de 1990 fueron de los más polémicos de los últimos años.
Para muchos los ganó Juan Bosch y el PLD, pero el triunfo le fue adjudicado a
Joaquín Balaguer. En un ambiente caracterizado por fuertes insultos, denuncias
de fraude y una aguda crisis económica se desarrollaron los comicios de 1990,
que dieron una dudosa victoria al oficialista Partido Reformista Social Cristiano
(PRSC) frente a un Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que, habiéndose
proclamado ganador, denunció que en su contra se había cometido un “fraude
colosal”.
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD), contendor por excelencia del
reformismo, acudió segmentado al proceso electoral dando paso así al
surgimiento de un PLD como segunda fuerza partidista, encabezada por el
profesor Juan Bosch Gaviño.
Los más de siete millones de habitantes que tenía en ese entonces el país
fueron testigos o sufrieron de alguna manera los efectos de una severa crisis
económica y social, originada por la inestabilidad cambiaria y una inflación que
en ese año superó el 100%.
En las elecciones de 1994 el líder reformista Joaquín Balaguer puso de
manifiesto nueva vez su astucia para lograr retorcer la voluntad del electorado y
mantenerse en el poder, aunque en esta oportunidad, que sería la última, su
mandato fue reducido a dos años.
La crisis postelectoral y las presiones internacionales obligaron a la
negociación de una salida política, con la activa participación de representantes
de las principales fuerzas políticas del país, la Iglesia Católica y otros sectores
representativos de la sociedad. La solución acordada quedó plasmada con la
firma del denominado Pacto por la Democracia. Denuncias de un fraude
consistente en la exclusión de las listas de votantes de más de 200 mil personas,
dislocamiento de mesas, suplantación de ciudadanos, entre otras irregularidades,
matizaron las semanas subsiguientes al proceso.
Agobiado por las presiones, Balaguer propuso la firma de un Pacto por la
Democracia en el que planteó la reducción de su mandato a dos años para luego
entregarlo a su más cercano contendor. Esa propuesta fue rechazada por el
candidato del PRD. Ante esta situación, Balaguer aceptó reducir su período a 18
meses y cedió a la celebración de elecciones presidenciales el 16 de noviembre
de 1995.
El acuerdo firmado finalmente en el Palacio Nacional, el 10 de agosto de
1994, establecía, entre otros aspectos, convocar a la Asamblea Nacional a fin de
reformar la Constitución para establecer una nueva fecha de elecciones
presidenciales, el 16 de mayo de 1996, y no en noviembre de 1995 como se
había acordado, con lo cual se separaban de las elecciones municipales y
congresuales, que serían en mayo de 1998; prohibir la reelección en dos
períodos consecutivos, y establecer la doble vuelta si ningún candidato obtenía
más del 50 por ciento de los votos, así como reformas al sistema judicial. Se
estableció también el sistema de votación de asambleas electorales en colegios
cerrados.
Con las elecciones de 1994 se cerró un ciclo en la historia política
dominicana. Sería el último proceso electoral en el cual se enfrentaran los tres
grandes caudillos que dominaron el quehacer político de los últimos 30 años.
2.3 Gobiernos del Dr. Leonel Fernández
2.3.1 Primer mandado presidencial (1996-2000)
Fue juramentado presidente el 16 de agosto de 1996, sucediendo a Joaquín
Balaguer, para convertirse en el primer Jefe De Estado. Durante su período de
gobierno, la agenda política de Fernández se centró en críticas y austeras
reformas económicas. La economía dominicana disfrutó de una tasa de
crecimiento promedio de siete por ciento, el más alto de América Latina en ese
período, junto con países como corea del sur.
Fernández no aspiró a un segundo mandato ya que constitucionalmente
estaba prohibido que un presidente gobernase en periodos consecutivos, y por lo
tanto, su partido eligió a su segundo hombre de confianza, Danilo Medina, como
su candidato para las elecciones de 2000. Sin embargo, Medina fue derrotado
por el líder carismático populista del PRD, Hipolito Mejia, quien capturó el
sentimiento popular de la época, aprovechando que muchos dominicanos
consideraron que las reformas y el alegado crecimiento económico de Fernández
no se reflejaba en su vida cotidiana.
Leonel Fernández se convirtió en el presidente más joven de la Republica
Dominicana y sustituyo a Balaguer. Su gobierno se inicio con reducido apoyo
congresional ya que el partido de la Liberación Dominicana, apenas tenía 13
diputados y 1 senador.
Las propuestas económicas del nuevo gobierno se baso en un paquete de
reformas estructurales en los impuestos. Las principales medidas fueron:
Aumento del ITBIS, del 8% al 12%
Aumento de los precios de los combustibles
Unificación cambiaria a 14 pesos a 1 dólar
Aumento del salario mínimo
Durante el primer mandato del Dr. Leonel Fernández las empresas públicas
fueron privatizadas y las obras públicas fueron de gran importancia en la gestión
peledeista.
2.3.2 Segundo Mandato presidencial (2004-2012)
Los ocho años consecutivos de Gobierno de Leonel Fernández marcan una
etapa de estabilidad y crecimiento económico, con un legado importante de
construcciones, aunque financiadas con enorme endeudamiento, dejando déficits
fiscal y de balanza comercial que cuestionan la sostenibilidad del modelo de
desarrollo.
Las graves deficiencias en educación, energía y competitividad, junto al
clientelismo, la corrupción, falta de transparencia y precariedades institucionales
arrojan un balance decepcionante de la gestión de un líder que enarboló el
discurso de la era de la información y la sociedad del conocimiento.
Las luces. La estabilidad macroeconómica con crecimiento promedio anual del 8
por ciento del producto bruto interno y un significativo legado de construcciones
han sido los mayores logros del Gobierno de ocho años que culmina la próxima
semana.
Es generalizado el criterio de que el doctor Leonel Fernández se inscribió en
la historia de los grandes constructores junto a Rafael Trujillo y Joaquín Balaguer,
aunque con la diferencia de que lo hizo en base a un financiamiento que triplicó la
deuda pública, de 7,900 a más de 24 mil millones de dólares y con déficits
fiscales que en los últimos cinco años, incluyendo el actual, superan los 300 mil
millones de pesos.
El sostenido crecimiento económico, con control de la inflación y la tasa
cambiaria durante estos ocho años nadie se lo podrá discutir al presidente
Fernández, como tampoco una extensa red de comunicación terrestre, que va
desde dos líneas de Metro hasta múltiples elevados, pasos a desnivel, carreteras
y puentes, así como edificaciones gubernamentales, de escuelas y hospitales.
También hay que acreditarle la aprobación de múltiples reformas
institucionales, muchas de las cuales se cumplen precariamente, y una nueva
Constitución con rasgos contradictorios de modernidad y retrocesos, pero que le
ha permitido, con la colaboración de opositores, acumular un enorme poder
político que mantendría tras salir del Gobierno, gracias a su capacidad para
atraerse adherentes en base al reparto de cargos y parcelas de poder en nuevos
y viejos organismos estatales.
Importantes avances en la implementación del Sistema de Seguridad Social
y la ampliación de las relaciones exteriores, con mayor presencia en los
organismos internacionales, figuran también entre méritos que se reconocen a la
gestión que finaliza, aunque con un costo excesivo y nada transparente en más
de 60 extensos viajes presidenciales por una treintena de naciones.
Las sombras. Tras ocho años de Gobierno, el presidente Leonel Fernández
deja al país como campeón mundial en malversación de los fondos públicos y
corrupción, así como en declive en su capacidad competitiva, con escándalos de
todos los calibres, entre los cuales resalta el contrato de 130 millones de dólares
con la Sun Land, considerado el mayor de la historia nacional.
La corrupción y la falta de transparencia la han certificado sistemáticamente
organismos como Transparencia Internacional, el Banco Mundial y el Foro
Económico Mundial, cuyo Índice de Competitividad 2011-12 coloca a la República
en la posición 110 entre 142 naciones evaluadas, con descenso de 17 escalones
desde el 93 que registró en 2007.
El reparto de los recursos públicos se hizo norma de Gobierno para
mantener los militantes propios y atraerse a decenas de partidos y grupos con la
entrega de parcelas estatales, lo que a la vez debilitaba la institucionalidad del
sistema de partidos y de muy diversas instituciones sociales.
Se desbordaron los altos salarios públicos, los barrilitos, cofrecitos,
nominillas y repartos de todo género y el Presidente otorgó cientos de pensiones
privilegiadas de 40 y 50 mil pesos a personas que no se las ganaron e incluso
que no las necesitaban.
El Gobierno de Leonel Fernández acumuló la alarmante cantidad de 340
viceministros y subsecretarios, más de 300 generales militares y policiales y
hasta diciembre pasado tenía una nómina de 1,163 personas designadas en
cargos diplomáticos y consulares, muchas de las cuales no han sido acreditadas
por los gobiernos donde fueron destinadas.
2.4 Comparación entre Joaquín Balaguer y Leonel Fernández
Joaquín Balaguer y Leonel Fernández tienen estilos distintos con respecto a
la protección de los funcionarios ante los errores y las críticas de la opinión
pública. Balaguer, aunque sentía afectos y cariño por sus colaboradores, lo
quitaba de los cargos con facilidad. Mandar a un funcionario para su casa o
trasladarlo, era para Balaguer, algo normal. Con él nadie estaba seguro, y por
tanto, todos sin excepción hilaban fino con sus comportamientos.
Cuando el liderazgo afectivo sobreprotege a colaboradores que no lo
merecen, al mismo tiempo está descuidando el valor de los seguidores
ejemplares. Actuar incorrectamente, debe tener un costo, como también, actual
de manera ejemplar, debe tener un reconocimiento, una valoración.
Balaguer ante su avanzada edad y la carencia de vista, se dio a respetar,
porque no dudaba en destutanar a cualquier funcionario. No importaba su
jerarquía. Cuando la opinión pública se volcaba en contra de un funcionario, y el
gobernante comprobaba que había cometido faltas, lo sacaba, pero primero daba
a entrever que actuó movido por el clamor popular. Los Césares en el Imperio
Romano utilizaban mucho esa técnica. Balaguer comprendía la función del teatro
en la política, y las inauguraciones y encuentros con la prensa abría un espacio
para que los líderes cristianos y comunitarios se expresaran sin ningún tipo de
temor, denunciaran anomalías y disgustos con las gestiones de algunos
funcionarios. Balaguer montaba un teatro, ya que por lo regular, de antemano era
conocedor de cada situación, pero prefería dar la impresión de que se enteraba
por esas vías y en esos momentos.
El Presidente Fernández, por el contrario, era más cauto en quitar un
funcionario, a veces inclusive, ignoraba a la opinión pública. Con su estilo, en
ciertas medidas les llevaba confianza y estabilidad a sus colaboradores, pero se
Joaquín Balaguer dijo: “Yo solo soy un instrumento del destino.” El
presidente Fernández no se ha proclamado destinista, pero sin lugar a dudas es
un personaje con suerte. Para alcanzar la cima no basta con ser grande, es
necesario también tener el viento a su favor.
2.5 Elecciones Presidenciales de mayo del 2012
Las elecciones presidenciales de la República Dominicana de 2012 se
celebraron el domingo 20 de mayo de 20122 resultando ganador Danilo Medina
del Partido de la Liberación Dominicana. Fueron las quintas elecciones
presidenciales en las que los electores eligieron al presidente y vicepresidente de
la República Dominicana desde 1998 cuando se cambió la ley electoral
separando las elecciones presidenciales de las congresuales y municipales.
Fueron las primeras elecciones presidenciales que coincidieron con las
elecciones de los Diputados de Ultramar en las seccionales de dominicanos en el
exterior, tal como fue aprobado en la reforma constitucional de 2010.
2.5.1 Partidos políticos participantes
Los partidos políticos de la República Dominicana son más de 25, entre
partidos y organizaciones políticas que presentan candidatos en cada elección.
De estos, apenas 2 se reparten la mayoría de la simpatía del electorado y
alrededor de ellos gravita la vida política nacional. De los otros veinte y tantos,
buena parte de ellos acude en alianza o respaldando a los candidatos de alguno
de los 2 partidos grandes, en particular en las elecciones presidenciales, o son
iniciativas independientes, aisladas o recientes de individuos y personas que
pretenden crear un nuevo espacio para la expresión de la sociedad civil, pero sin
gran arrastre o respaldo del público.
Entre los partidos minoritarios, hay varios con más de una y dos décadas de
formados y que, a pesar de no representar un peso fuerte en el electorado, son
claves con frecuencia al formar alianzas con los partidos mayoritarios, inclinando
la balanza en las tradicionalmente reñidas elecciones dominicanas.
Las Principales Fuerzas Políticas del país de acuerdo a su participación en
los Poderes del Estado son: Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de
tendencia centro-izquierda y liberal y Partido Revolucionario Dominicano (PRD),
de orientación socialdemocrata y de centro-izquierda.
Los partidos políticos que participaron en las elecciones presidenciales de
mayo del 2012 fueron:
➢ Partido de la Liberación Dominicana PLD
➢ Partido Revolucionario Dominicano PRD
➢ Partido Movimiento Democrático Alternativo MODA
➢ Partido Reformista Social Cristiano PRSC
➢ Partido Revolucionario Social Demócrata PRSD
➢ Partido Humanista Dominicano PHD
➢ Partido Demócrata Institucional PDI
➢ Partido Alianza Social Dominicana ASD
➢ Bloque Institucional Social Demócrata BIS
➢ Partido Unión Demócrata Cristiana UDC
➢ Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano PQDC
➢ Fuerza Nacional Progresista FNP
➢ Partido de los Trabajadores Dominicanos PTD
➢ Partido Popular Cristiano PPC
➢ Partido Demócrata Popular PDP
➢ Partido Cívico Renovador PCR
➢ Partido de Unidad Nacional PUN
➢ Partido Liberal de la República Dominicana PLRD
➢ Partido Acción Liberal PAL
➢ Partido Socialista Verde PASOVE
➢ Alianza por la Democracia APD
➢ Frente Amplio FRENTE
➢ Partido Dominicanos por el Cambio DXC
➢ Partido Alianza País ALPAIS
En total son 24 partidos políticos.
2.5.2 Candidatos propuestos
Durante las elecciones presidenciales de Mayo 2012 se concretaron
algunas alianzas de los partidos minoritarios con los mayoritarios, por lo que no
se presentaron 24 candidatos, sino que los candidatos propuestos fueron los
siguientes:
➢ Danilo Medina por el Partido de la Liberación Dominicana y sus aliados
➢ Hipólito Mejía por el Partido Revolucionario Dominicano y sus aliados
➢ Max Puig por Alianza por la Democracia
➢ Julián Serulle por el Frente Amplio
➢ Eduardo Estrella por Partido Dominicano por el Cambio
➢ Guillermo Moreno por el Partido Alianza País
2.5.3 Resultados electorales
Los resultados electorales se presentan a continuación:
Votos Válidos %
PRD y Aliados 2,130,189 46.95%
PLD y Aliados 2,323,463 51.21%
APD 5,066 0.11%
FRENTE 6,553 0.14%
DXC 9,343 0.21%
ALPAIS 62,296 1.37%
CONCLUSIÓN
Al finalizar esta investigación sobre los partidos políticos en la República
Dominicana se concluye que éstos son una organización política que se adscribe
a una ideología determinada o representa algún grupo en particular. Constituyen
unidades organizativas a las que se les reconoce el derecho de participar en un
proceso de elección política por medio de la presentación de candidatos y
programas de acción o gobierno.
La República Dominicana cuenta actualmente con 25 partidos políticos,
siendo los principales el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido
Revolucionario Dominicano (PRD), quienes dominaron las elecciones
presidenciales del año 2012, en la que resultó ganador Danilo Medina candidato
presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Se concluye también que en las últimas décadas los partidos políticos han
utilizado el mercadeo político para vender la imagen de sus candidatos, esto ha
provocado una mayor competencia. A pesar de que el contacto personal con el
electorado sigue teniendo su importancia en la República Dominicana, en las
últimas elecciones presidenciales se utilizó el internet como instrumento de
comunicación masiva. El Internet ofrece un mundo amplísimo de posibilidades
para los candidatos y las organizaciones partidistas que van desde la transmisión
de mensajes a otros medios de comunicación hasta la comunicación por correo
directo desde el comité electoral, todo esto a un costo mínimo.
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