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Redacción: Lydie Lethim.onnier Diseflo y dirección de arte: Nadia Maestri Gráfica al ordenador: Emilia Coari Búsqueda iconográfica: Laura Lagomarsino
© 2002 Cideb Editrice, Génova
Primera edición: enero 2002
Fotografías: página 4: Library of Congress, Prints and Photographs division, Washington, D.C.; Archivo Cideb.
El Editor queda a disposición de los propietarios de derechos que no ha sido posible encontrar y por eventuales omisiones o errores de atribución .
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/ o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daflos y perjuicios, para quienes reproduzcan, plagien , distribuyan o comuniquen públicamente, en todo o en parte, una obra litera ria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
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UNI EN ISO 9001
ISBN 978-88-7754-809-2 Libro+ CD
Impreso en Italia por Litoprint, Génova
Benito Pérez Galdós
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
DOSSIER
Perdido y hallado
Paisajes y figuras
Tonterías
La Virgen María se aparece a la N ela
La N ela se decide a partir
Principado de Asturias: Geografía
Principado de Asturias: Historia
Principado de Asturias: Arte
ACTIVIDADES
PROYECTOINTERNET
Texto integralmente grabado.
4
8
21
38
54
70
35
52
68
15, 31 , 47,64, 79
80
,...¡ Est e s ímbolo indica las actividades de audición y el número de la pista.
Benito Pérez Galdós (1843-1920)
II!s la figura cumbre del Realismo español del siglo XIX. Nace en las
Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias), pero estudia Leyes en
Madrid, y allí reside el resto de su vida.
Viaja por el extranjero y sobre todo por España.
Aunque dedicado a la literatura, durante los últimos años de su vida,
interviene en política y llega a ser diputado.
Ingresa en la Real Academia. Muere ciego nel 1920.
Escribe Los episodios nacionales, que en su conjunto, narran de forma
novelada la vida española del XIX, en su aspecto cultural, social y
político.
4
En varias de sus obras, afronta el problema del fanatismo religioso:
Doña Perfecta, Gloria, La familia de León Roch.
A la misma época pertenece Marianela (1878), la presente obra. Es un
dramático relato, en el que se nos cuenta el idilio trágico entre la
protagonista, una pobre huérfana solitaria, y un joven ciego, al que
sirve de lazarillo, y el golpe moral sufrido por ella, muchacha fea e
ignorante, pero espiritual y sensible, cuando el joven recobra la vista
y advierte su fealdad, enamorándose de otra hermosa y rica mujer.
En esta figura femenina, Galdós encarna sus sueños de pureza y
amor.
A continuación, abandona la defensa de una tesis, para dedicarse
únicamente a la descripción de la sociedad madrileña en la segunda
mitad del siglo XIX, con la técnica realista cercana a la naturalista.
La obra cumbre de esta serie es Fortunata y Jacinta (1886-87).
En su tercera etapa, entra en juego el espíritu, de acuerdo con la
oleada de espiritualidad que en estos años se difunde por Europa.
Defiende la justicia y el amor, por encima de mezquindades y
convencionalismos en: Nazarín, Misericordia, El abuelo.
En el teatro, Galdós posee un gran instinto dramático, pero le falta el
dominio de los recursos de la escena. Es un escritor
extraordinariamente fecundo, y apenas dedica tiempo al pulimento
del lenguaje, pero el interés en su producción literaria, reside en la
descripción certera y animada de la sociedad de su tiempo y en el
vigor dramático de las situaciones. En el fondo de sus obras, existe
un móvil de índole ética y un gran interés por la condición humana.
Exalta el amor y la bondad como supremos valores del espíritu.
Profundamente humano, con un hondo sentido de la dignidad del
hombre y un humor bondadoso, Galdós es una de las grandes
figuras de la literatura española.
5
CAPÍTULO 1
Perdido y hallado
e pone el sol. Tras el breve crepúsculo, viene tranquila y
oscura la noche. El viajero sigue adelant e en su camino,
apresurando su paso, a medida que avanza el de la noche. Sube
sin cansancio por un cerro 1, por el que se alzan pintore scos
grupos de guindos 2 , hayas 3 y robles.
Es un hombre de mediana edad, fuerte, ancho de espaldas, de
mirar osado y vivo, excelente persona. Viste el traje propio de los
señores acomodados que viajan en verano, con un grueso
bastón.
Se detien e mirando el horizonte, parece impaciente. Sin duda,
no tiene gran confianza en la exactitud del itinerario, y aguarda 4
el paso de alguien que le dé informes para llegar p r. onto a su
destino.
- Estoy perdido, no hay duda, perdido. Un gran
establecimiento minero ha de anunciarse con edificios,
l. cerro : e le v a ci ó n d e l terre no .
2 . guindo : á rb o l frutal. Ce r e z o . ,,.
3. haya : árbol d e m a dera dura', utilizado p a r a hac e r mu e bl es .
4. aguardar: es perar.
6
CAPÍTULO 1 PERDIDO Y HALLADO
chimeneas, ruidos de arrastre, resoplido 1 de hornos, relincho de
caballos, trepidación de máquinas; yo no veo, ni huelo, no oigo
nada ... Parece que estoy en un desierto. ¡Qué soledad! ...
¡Demonios! ... ¿pero no hay gente en estos lugares? ... Aún falta
media hora para la salida de la luna.
Al fin tiene que pararse.
- ¡Bonita situación! ¿En dónde estás, querido Golfín? Esto
parece un abismo. ¿Ves algo allá abajo? Nada, absolutamente
nada ... Sin duda estoy en las minas ... , pero ni un alma viviente.
¡Qué absurdo! O yo dejo de ser quien soy, o llego esta noche a las
minas de Socartes, y abrazo a mi querido hermano. Adelante,
siempre adelante. Esto parece el cráter de un volcán apagado.
¿Qué es esto? ¡Ah! una pi edra. ¡Magnífico asiento para echar un
cigarro esperando a la luna!
El discreto Golfín, se sienta tranquilamente y se dispone a
fumar, cuando siente una voz ... sí, es una voz humana. Suena
otra vez.
- ¡Qué voz tan bella! Aguardemos fumando.
Teodoro Golfín cree sentir pasos lejanos en el fondo de aquel
desconocido abismo. Presta atención, y no tarda en adquirir la
certeza de que alguien anda por allí.
Se levanta y grita:
- ¡Muchacha! ¿Se puede ir por aquí a las minas de Socartes?
En ese momento, oye el violento ladrar de un perro, y después,
una voz de hombre que dice:
- ¡Choto, Choto, ven aquí!
Ve Golfín que se le acerca un perro negro y grande, pero el
l. resoplido: ac ción d e expulsar el aire.
7
animal retrocede, llamado por su amo. En tal punto puede
distinguir la figura de un hombre, inmóvil y sin expresión ...
- ¡Hola amigo! ¿Puede usted decirme si estoy en Socartes?
- Sí señor, estas son las minas, aunque estamos un poco lejos
del establecimiento.
Es una voz juvenil y agradable, que indica una disposición a
prestar servicio con buena voluntad y cortesía.
- ¿Va usted al establecimiento? - pregunta el misterioso
joven, permaneciendo inmóvil y rígido.
- Sí señor, pero estoy perdido.
- Esta no es la entrada de las minas. La entrada es por la
pasadera de Rabagones, donde está el camino y el ferrocarril en
construcción. Por aquí se tarda más, porque hay bastante
distancia y está muy mal el camino. Estamos en la última zona de
explotación, y hemos de atravesar algunas galerías y túneles,
bajar escaleras, pasar trincheras, remontar taludes 1 , en fin,
recorrer todas las minas de Socartes, desde un extremo al otro.
Yo le guío a usted con mucho gusto, porque conozco estos sitios
perfectamente.
- Usted ...
- Soy ciego sí, pero sin vista sé recorrer las minas. El palo que
uso me impide tropezar y Choto, me acompaña, cu a. ndo no lo
hace la Nela, que es mi lazarillo 2
- ¿Ciego de nacimiento?
- Sí señor. No conozco el mundo más que por el pensamiento,
el tacto y el oído. El don de la vista me parece tan fantástico, que
ni siquiera comprendo la posibilidad de poseerlo.
l. talud: cuest a , d e snivel.
2. lazarillo : el qu e guía a un cie go .
8
- ¿Quién sabe? Pero, ¿qué es esto que veo amigo mío? ¿Qué
sorprendente espectáculo es éste?
- Esta zona de la mina se llama la Terrible - dice el ciego,
indiferente al estupor de su compañero de camino - dicen que
esto presenta un golpe de vista s ublime, sobre todo a la luz de la
luna. Yo nada de eso entiendo.
- Espectáculo asombroso son estas minas abandonadas.
- Caballero, mucho cuidado ahora, que vamos a entrar en
una galería abandonada.
El perro entra primero, olfateando la negra cavidad.
- Es pasmoso, usted entra y sale por aquí sin tropie zo. Usted,
jove n ¿se pasea mucho por aquí?
- A todas horas, y me agrada extraordinariamente.
Al salir de la galería, lo primero que oyen es el mi smo canto
melancólico de antes.
El ciego dice con placer:
- ¿ Lo oye us ted?
- ¿Quién es la que canta?
El ciego se detien e y grita:
- ¡Ne la!. .. ¡Nela!
Des pués, se vuelve al doctor y le dice:
- La Nela es una muchacha que me acompaña, es mi lazarillo.
Vamos a llegar a la he rrería. Allí nos vamos a separar porque mi
padre se enoja 1 cuando entro tarde en casa. Ne la le va a
acompañar hasta las oficinas.
- Muchas gracias, amigo mío.
En este momento, viene corriendo hacia ellos una muchacha
de ligeros pies y poca estatura.
l. enojarse : ag itarse , enfada r se .
10
- Nela, Nela - dice el ciego - ¿me traes el abrigo?
- Aquí está - dice la muchacha poniéndole el capote sobre
los hombros.
¿Esta es la que canta? ... ¿Sabes que tienes una preciosa
voz?
Canta admirablemente - exclama e l ciego . Ahora,
Mariquilla, vas a acompañar a este caballero hasta las oficinas.
Yo m e voy a casa.
- Muchas gracias por la compañía. Espe ro se r su amigo ... yo
soy hermano de Carlos Golfín, el ingeniero de estas minas.
- Ya, don Carlos es muy amigo mío y de mi padre, le espera a
usted desde ayer.
Golfín s igue ade lante guiado por la Nela.
- Espera hija, déjame encender un cigarro.
Enciende el cigarro, acerca la cerilla al rostro de la Nela, y dice
con bondad:
- A ver, enséñame tu cara.
La muchacha le mira asombrada con sus negros ojos.
Es como una niña, pues es de escasa estatura, de talle
delgadís imo y de busto mezquinamente constituido. Es como una
joven, ya que sus ojos no tienen el mirar propio de la infancia. Su
cara revela madurez. Su cabeza chica, remata con cierta gallardía
el miserable cuerpecillo. No conociéndola, no sabe s i es un
asombroso progreso o un deplorable atraso.
- ¿Qué edad tienes tú?
- Dicen que tengo dieciséis años - replica la Nela
examinando a su vez al doctor.
- ¡Dieciséis años! Atrasada estás hija, tu cuerpo es a lo sumo
de doce. Vamos, guíame.
11
Comienza a andar la Nela al lado del viajero, apreciando en
todo su valor la honra de tan noble compañía. Va descalza. Sus
pies ágiles y pequeños denotan familiaridad con el suelo y con las
piedras. Sus cabellos sueltos, cortos y rizados, denotan cierta
nativa elegancia, cierta independencia, más propia del salvaje
que del mendigo 1• Sus palabras sorprenden a Golfín por lo
recatadas y humildes, dando indicios de un carácter formal y
reflexivo. Su voz tiene un simpático acento de cortesía, que no
puede ser hijo de la educación.
- Dime ¿vives en las minas, eres hija de algún empleado?
- Dicen que no tengo padre ni madre.
- ¡Pobrecita! ¿Trabajas en las minas?
- No señor, yo no sirvo para nada.
Teodoro se inclina para mirarle el rostro. Este es delgado, muy
pecoso z, tiene pequeña la frente, picudilla 3 , y no falta de gracia
la nariz, negros y vividores los ojos. Pero en ellos brilla una luz de
tristeza. Su cabello dorado y oscuro, no tiene el hermoso color
nativo, a causa de su continua exposición al aire, al sol y al polvo.
Sus labios apenas se ven, de puro chicos, y siempre están
sonriendo.
- ¡Pobrecita! ¿Con quién vives?
- Con el señor Centeno, jefe de ganado en las minas ,
- ¿De quién eres hija?
- Dicen que mi madre vendía pimientos en el mercado de
Villamojada. Era soltera. Me tuvo un día de Difuntos, y después
se fue a criar a Madrid.
12
l. mendigo : pobre, v aga bundo que pide dinero.
2. pecoso : que t ie n e pecas, puntos de color oscuro p a rti c ul a rm e nte e n la ca ra.
3 . picudilla: (d e picudo) que ti e n e e n s u forma algún pico muy d estacado .
CAPÍTULO 1 PERDIDO Y HALLADO
- ¡Vaya con la buena señora! Quizá nadie sabe quién fue tu
papá.
- Sí señor, mi padre fue el primero en encender las luces en
Villamojada. Al poner el Ayuntamiento los faroles en las calles,
mi padre era el encargado de encenderlos y limpiarlos.
- ¿Hace mucho tiempo que vives en las minas?
- Hace tres años. Muerto mi padre, vino mi madre a trabajar
en las minas. Un día la despidió el jefe por beber mucho
aguardiente 1 •••
- ¿Y entonces?
- Entonces mi madre se tiró a un agujero 2 •
- Desde esta catástrofe, estás trabajando aquí. Tienes el
color del mineral y estás mal alimentada.
- No señor, yo no trabajo, dicen que no sirvo para nada. En
cuanto cargo un peso pequeño me caigo al suelo.
- ¿De modo que eres una vagabunda?
- No, señor porque acompaño a Pablo.
- ¿Y quién es Pablo?
- El señorito ciego que usted ya conoce. Yo soy su lazarillo
desde hace año y medio. Le acompaño a todas partes.
- Parece buen muchacho ese Pablo.
- ¡Madre de Dios! Es lo mejor que hay en el mundo. ¡Pobre
amito 3 mío! Sin vista tiene más talento que todos los que ven.
- Me gusta tu amo. ¿Es de aquí?
- Sí señor. Es hijo único de don Francisco de Penáguilas, un
caballero muy bueno y muy rico, que vive en Aldeacorba.
l. aguardiente : licor, bebida e s pirituosa.
2. agujero : orificio, brecha.
3 . amito : diminutiv o d e "a mo "; p a trón.
13
- ¿Y tu amo, te quiere mucho?
- Sí señor. Es muy bueno. Dice que ve con mis ojos, porque le
llevo a todas partes y le digo cómo son todas las cosas ...
- Todas las cosas que no puede ver ...
- Sí señor. Yo le explico cómo son las nubes, el agua, los
relámpagos, las mariposas, el humo. Yo le digo lo que es feo y lo
que es bonito, y así se va enterando de todo.
- ¿Te ocupas de eso? ¿Sabes leer?
- No señor.
- A lo mejor tu amito puede recuperar la vista.
La muchacha no contesta nada. Después de una pausa dice:
- ¡Divino Dios! Eso es imposible.
- Imposible no, aunque difícil.
- El ingeniero director de las minas da esperanzas al padre de
mi amo.
- ¿Don Carlos Golfín?
- Sí señor. Don Carlos tiene un hermano médico que cura los
ojos.
- ¡Qué hombre más hábil!
- Sí señor, y dice que va a venir para ver si puede curar a mi
amo.
- Dime ¿estamos ya cerca?
- Sí señor, ya llegamos.
- ¡Ahí está el fumador sempiterno! - grita el doctor con
cariño - ¡Carlos, Carlos!
- ¡Teodoro! - contesta una voz desde el balcón.
Suenan pasos en la casa. El doctor da una moneda de plata a
su guía, y corre hacia la puerta.
14
A C T 1 V 1 DAD E
¡Silencio! ¡A escuchar!
', O Escucha con atención el capítulo 1, y señala con una cruz la respuesta
correcta.
1 En el momento en que transcurre la acción
A D sale el sol.
B D se pone el sol.
e D sale el arco iris .
2 El hombre parece
A D desanimado.
B D paciente.
e D impaciente.
3 Al fin oye e l violento ladrar
A D de un perro y después una voz masculina.
B D de un perro y después una voz femenina.
e D de un perro solo.
4 La persona a quien dirige la palabra es
A D tartamuda.
B D sorda.
e D ciega.
5 Marianela es
A D una vagabunda que casualmente pasa por allí.
B O el lazarillo del ciego.
e O una trabajadora de las minas.
6 Marianela es
A D alta y robusta.
B D hermosa y de abundante busto.
e D de escasa estatura y talle delgadísimo.
15
A C T 1 V 1 DAD ES
e Vuelve a escuchar el texto y contesta a las siguientes preguntas.
1 ¿Adónde se dirige el viajero?
2 ¿Qué busca?
3 ¿Qué astro está a punt o de aparecer en el cielo?
4 ¿Qué está esperando?
5 ¿Qué es lo que pregunta el viajero?
6 ¿Se encuentra en el camino correcto?
e Pon una cruz en el sitio correcto, a continuación completa las otras personas, y escribes el infinitivo de cada verbo en la casilla correspondiente.
estoy aguardamos vamos tienen
yo
tú
él/ella
nosotros/as
vosotros/as
e ll os/ ellas
infinitivo
traes gritáis sabe espero
yo
tú
él/ e ll a
nosotros/as
vosotros/as
e ll os/ ellas
infinitivo
16
A C T 1 V 1 DAD ES
e Lee las indicaciones y dibuja con una línea el itinerario.
Estamos en la última zona de la explotación.
Para ir a Socartes hay que dirigirse por el camino, entre los árboles. Después hacia la izquierda, hay que atravesar el río.
Al bajar la cuesta se pasa por delante de una iglesia, y detrás de ella, al
fondo, se encuentra e l establec imiento.
Aquí estamos • •
~~~ ~
17
A C T 1 V 1 DAD ES
Poesía
e Completa el texto con la ayuda de las definiciones.
A un olmo seco Antonio Machado (1875-1938)
Al olmo viejo ..................... 1 por el rayo
y en su mitad podrido,
con las .................... . 2 de Abril y el .............. ....... 3 de /11ayo
al9unas hojas .............. ....... 4 le han salido.
¡el olmo .... .. ........... .... s en la colina
que lame el Duero! Un mus90 amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al ......... ............ 6 carcomido y polvoriento.
No será cual los álamos cantores
que 9uardan el ... ..... .. .......... . 7 y la ribera
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormí9as en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas 9rises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero
con su hacha el ..... ................ ª ,yel ........... .... ...... 9
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yu90 de carreta,
antes que rojo en el ................... .. 10, mañana
ardas, de al9una mísera caseta
al borde de un camino;
18
A C T 1 V 1 DAD ES
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hacia la mar te empuje
por ................. ... . 11 y barrancas,
olmo, quiero anotar en mí cartera
la 9racia de tu rama verdecida.
fl1i corazón espera
también hacia la luz y hacía la vida,
otro mila9ro de la primavera.
1 Rajado, abierto.
2 En plural. Acción de llover. Agua que cae del cielo.
3 Estrella luminosa, centro de nuestro sistema planetario.
4 En plural. El color que tienen las hojas de los árboles en verano.
5 Que tiene cien años.
6 Tallo fuerte y macizo que forma la base de los árboles y arbustos.
7 Vía construida para transitar.
8 Persona que se emplea en cortar leña.
9 El que tiene por oficio trabajar la madera.
10 Sitio de la casa donde se enciende el fuego.
11 En plural. Llanura situada entre montañas.
19
A C T 1 V 1 DAD ES
Crucigrama
e Vuelve a leer el capítulo para encontrar las palabras.
Vertical. A Persona que no ve.
B Lugar donde no hay mucha luz.
C Profundidad grande y peligrosa.
D Astro de la noche.
E Cualquier parte de terreno.
Horizontal. Contrario de día.
2 Tiempo que hay desde mediodía hasta anochecer.
3 Cuando cae el sol.
4 Estrella luminosa, centro del sistema planetario.
5 Sabor que tienen las cosas.
6 Color oscuro, como el carbón.
7 Lugar de donde se extrae el carbón.
B
1 DDDDD e D 2 DDDDD D D E
AD D D
20
3 DDDDDDDDDD DO D º D D 4 000 D
sDDDDD D D 6 DDDDD
7 0000
CAPÍTULO 2
_ ,¿.:;_ ______ a casa del señor Centeno es de moderna .,
construcción, pero no es elegante ni cómoda.
Pequeña para albergar en sus tres piezas a los esposos, a
sus cuatro hijos, al perro y a la Nela. A menudo se oye:
- ¡Que no he de dar un paso sin tropezar con esta condenada
Nela!
También se oye esto:
- ¡Vete a tu rincón!. .. ¡Qué criatura! Ni hace ni deja hacer a los
demás.
La casa consta de tres piezas y un desván 1.
1. desván : p a rte d e la cas a qu e e stá s itu a d a d e baj o d e l techo .
21
En la primera h abitación de la planta baja, que sirve de
comedor y sala, duerme el matrimonio Centeno, en la segunda,
las dos señoritas, ll amadas la Mariuca y la Pepina. Tanasio, e l
primogénito, duerme en el desván, y Celipín, que es e l más
pequeño de la familia, tiene unos doce años, duerme en la cocina.
La Nela ocupa distintos rincones. En ocas iones, Tanasio, se
dedica a la construcción de cestas de avellano, y pone en la
cocina hasta med ia docena de aque llos ejemplares.
Entonces, Marianela ti ene la feliz ide a de meterse en una
cesta y así pasar la noche en f ácil y tranquilo s ueño. Cuando
tiene frío, se tap a con otra cesta . Por eso dicen en la casa:
«Duerme como una a lhaja 1».
Durante las comidas, se oye una voz que bruscamente dice:
-Toma.
Y la Nela recog e un a escudi ll a z de mano s de cualquier
Centeno.
Hay en nuestra sociedad enemigos muy espan t osos, pero
sobre todo, hay uno que destroza más que ninguno: la codicia del
aldeano. Para el aldeano codicioso, no hay ley moral, ni religión,
ni nociones cla ras del bien; todo esto se revue lve en su a lma con
supers ti c iones y cálculos grose r os, formando un todo
inexp licab le . Bajo el hipócrita candor, se esconde una ari~mética
parda, que s upera en agudeza y perspicacia a los matemáticos
más expertos .
El a ld eano que toma gusto por e l dinero, es la bestia más
innoble que puede im aginarse, ti ene todas las malicias y
l. alhaja : de l árabe, joya.
2. escudilla : p lato, r ec ipi ente .
22
CAPÍTULO 2 PAISAJES Y FIGURAS
suti lezas del hombre, y una sequedad de sen timi entos que
espanta. La ignorancia, la rudeza, la miseria en e l vivir,
comp letan esta abominab le pieza. Contando con los dedos, es
capaz de reducir a números todo e l orden moral, la conciencia y
e l a lma toda.
El matrimonio Cent eno, con e l t rab ajo de s us cuatro h ijo s,
reún e un sa lario que, comparado a l de los tiempos en que
andaban de feria e n fer ia vendiendo pucheros 1, parece fo rtuna
de príncipes .
Cada vez que en s u casa entra el cobro de un jornal , les
parece que entra e l mismo jesús Sacramentado, tal es e l gusto
que la v is ta de las monedas les produce.
La Señana da muy pocas comodidades a sus hijos a cambio de
la hacienda que, con las ma nos de sus hijos, va formando . Pero
co mo no se quejan de la degradant e y terr ibl e mi se ria e n que
viven, la Señana deja correr los días. Tampoco trata de a limentar
a sus hijos con las enseñanzas que se dan e n la escue la, con lo
cual, toda la fami li a nav ega por e l inmen so océano de la
estup id ez .
Mariuca y Pepina so n fuertes y robustas como amazonas, una
sabe lee r, otra no.
Tanasio es un hombre apático . Su fa lt a de carácter y de
ambición rayan e n e l idioti s mo.
Si un día, semejant e ser ti e ne una idea propia, se cambia e l
orden admirab le de todas las cosas, por e l cual ninguna piedra
puede pensar.
1. puchero : vasij a de b a rro y o tros materi ales con un a so la asa.
23
Las relaciones de estas criaturas con su madre son de una
obediencia absoluta por parte de los hijos, y de un dominio
soberano por parte de la madre. El único que muestra indicios de
rebelión es el chiquitín .
Si éste es el trato que reciben en casa de los Centeno los hijos,
hay que imaginar el que recibe Marianela, criatura abandonada,
sola, inútil , incapaz de ganar jornal, sin pasado, sin porvenir, sin
derecho a nada más que al sustento. Señana se lo da, creyendo
firmemente que su generosidad raya en el heroísmo. Repetidas
veces lo piensa al darle la comida.
Así piensa ganarse un puesto en el cielo.
No comprende, e n su cerrada cabe z a, que una palabra
cariñosa, un trato delicado y amante pueden hacer olvidar al
pequeño, su pequeñez, al miserable, su miseria.
La Nela sale de casa, está ligeramente teñida de rojo por el
polvo de las minas.
Lleva en la mano un mendrugo de pan para desayunar, y
camina aprisa sin detenerse con nada, formal y meditabunda.
Llega a casa de su amito.
Al verla llegar, una voz dice:
- Hijo mío , aquí tienes a la Nela.
Sale de casa un joven, suave, derecho con la cabeza inmóvil.
Su cara parece de marfil 1, de exquisita finura , siendo varonil en
gran manera. Sus ojos, aunque carecen de vista, son
hermosísimos, grandes y rasgados 2 • Falto del don que constituye
el núcleo de la expresión humana, aquel rostro posee la fría
24
l. marfil: mate ri a dura y blanca d e los dientes .
2 . rasgado: qu e tiene mu c ha lu z .
CAPÍTULO 2 PAISAJES Y FIGURAS
serenidad del mármol. Su edad no pasa de los veinte años; su
cuerpo sólido y airoso, tiene admirables proporciones, para
mayor desdicha, el joven goza de un entendimiento de primer
orden.
Don Francisco de Penáguilas, padre del joven, es un hombre
más que bueno, discreto, bondadoso, afable, honrado y
magnánimo, no falto de instrucción. Es respetado de todos.
Retirado a su pueblo natal, se dedica a la labranza 1 y ganadería.
Su esposa, muerta en edad muy temprana, le deja un solo hijo,
que al poco de nacer, muestra hallarse privado del más precioso
de los sentidos. Esta es la pena más aguda que amarga los días
del buen padre. ¿Qué le importa tener riquezas? ¿Para quién va a
ser esto? Para quien no puede ver las gordas vacas, ni las
praderas risueñas, ni la huerta 2 cargada de frutos. Para su hijo
son todos los cuidados y delicadezas, cuyo secreto pertenece a
las madres. Le divierte con cuentos y lecturas y le trata con
solícito esmero 3 , atendiendo a su instrucción y a su educación
cristiana, porque el señor de Penáguilas piensa: «No quiero a mi
hijo ciego dos veces.»
Viéndole salir y que la Nela le acompaña, dice cariñosamente:
- No hay que correr ni alejarse mucho. No corráis ... Adiós.
Después entra, porque tiene que hacer varias cosas.
Pablo y Marianela salen al campo precedidos de Choto, que va
y vuelve gozoso y saltón, moviendo la cola y repartiendo por
igual sus caricias entre su amo y el lazarillo de su amo.
- ¿Adónde vamos hoy? - pregunta el ciego.
l. labranza: agricultura.
2. huerta: v e rg el, plantación.
3. esmero : dedicaci ó n, escrupulosid a d.
25
- Si te parece vamos al bosque - responde la Nela - donde
están la fuente y unos troncos muy grandes. Allí donde se oyen
cantar tantísimos pájaros. Aquello es la gloria.
- Ya sé que hay cosas qu e no se pueden explicar - dice el
ciego - Antes era de día cuando ha blaba la ge nte , y de noch e
cua nd o la ge nte callaba y cant aba e l gallo, pero ahora es de día
cuando estamos junto s tú y yo, y d e no c h e cuando no s
separamos.
- ¡Ay! Madre de Dios - replica la Nela - a mí que tengo ojos,
me parece lo mismo.
- Voy a pedirl e a mi padre que te dej e vivir e n mi casa para
no sepa ra rte de mí ... ¿Qué haces Ne la?
- ¡Ah! Niño m ío es t oy bailando. Mi contento es t an grande,
que tengo ganas de bailar.
La Nel a a parta las ramas de los á rboles para que no pique n e l
rostro de s u amigo.
- Cógeme un ramo de fl ores, aunq ue no las veo , me gusta
tenerlas e n la man o. Me imagino que las oigo. ¡Ay! Nela, yo creo
que por dentro veo algo.
- ¡Oh! Sí, lo e nti endo; como qu e todo lo t enemos dentro. El
sol, las hierbas, la lun a, e l cie lo grande y azu l, ll e no siemp re de
est rel las ... todo , todo lo tenemos dentro. Aquí tienes una f lor. ¿A
que no sabes tú lo que son las fl o res?
- Pues las flore s son como unas sonrisas que echa la ti e rra.
- ¡Madre divin a ! ¡Qu é poca c ienc ia ! - exc la m a la Nela,
acariciando las m a nos de su amigo. Las flores son las estrellas de
la ti e rra .
- ¡Vaya disparate! Y las estre ll as ¿qué son?
- Las estrellas so n las miradas de lo s que están en e l cielo.
- Entonces las flore s ...
26
- Las flores son las miradas de los muertos que no están
todavía en el cielo - afirma la Nela con entera convicción.
- Tu religiosidad, Nelilla, está llena de supersticiones. Tus
disparates, son tan grandes que me cautivan, porque revelan el
candor de tu alma y la fuerza de tu fantasía. Tienes que aprender
a leer.
- ¡A leer! ¿Y quién me ha de enseñar?
- Mi padre. Ya sabes que él no me niega nada. ¡Qué lás tima
tan grande que vivas así! Tu alma está llena de preciosos tesoros.
Tienes bondad sin igual y fantasía seductora. Dime Nela, ¿y cómo
eres tú?
La Nela no dice nada. Es como recibir una puñalada.
Siguen adelante, hasta llegar a la entrada del bosque. En el
último término, dos lejanos y orgullosos cerros dejan ver el mar
azul.
- ¿Qué haces Nela? - dice el muchacho - ¿Dónde est ás?
- Aquí, - replica Nela - estoy mirando el mar.
- Todos dicen que ninguna hermosura iguala a la del mar por
causa de la sencillez que hay en él. Yo concibo 1 un tipo que tiene
todas las bellezas posibles, ese tipo eres tú, Nela.
La Nela se pone roja como una amapola z. Durante un breve
in stante de terror y ansiedad cree que el ciego la está mirc¡.ndo .
- Sí, tú eres la belleza perfecta - añade Pablo con calor - tu
bondad, tu inocencia, tu candor, tu gracia, tu imaginación, tu
alma celestial y cariñosa alegran mis triste s días. ¿No es verdad
que eres muy bonita?
28
l. concebir: hacer concepto de una cosa.
2. amapola: planta de flor es roj as y semillas neg ras que a bunda en los sembrados.
CAPÍTULO 2 PAISAJES Y FIGURAS
Nela en su extraordinaria confusión dice así:
- Ya sabes tú que las personas dicen muchas tonterías ... se
equivocan también.
- A veces el que tiene más ojos ve menos.
El alma del ciego se llena de entusiasmo y fervor.
- La Humanida d está sujeta a mil errores ¡Oh, miserable
condición de los hombres! El don de la vista puede causar
grandes extravíos 1 ... aparta a los hombres de la posesión de la
l. extravío: error , eq uivocación.
29
verdad absoluta ... , y la verdad absoluta dice que tú eres hermosa.
No, la forma no puede ser la máscara de Satanás puesta ante la
faz de Dios. ¡Ah! ¡Menguados 1! ¡A cuántos desvaríos os conducen
vuestros ojos! Nela, ven acá ... quiero tenerte junto a mí y abrazar
tu preciosa cabeza.
María se arroja 2 a los brazos de su amigo.
- Chiquilla bonita -exclama este, estrechándola de un modo
delirante contra su pecho - ¡te quiero con toda mi alma!
La Nela no dice nada, en su corazón lleno de casta ternura se
desbordan los sentimientos más hermosos.
Cuando llegan a casa, don Francisco de Penáguilas está en el
patio acompañado de dos caballeros. Marianela reconoce al
ingeniero de las minas y al individuo extraviado 3 la noche
anterior.
- Hace rato que te estamos esperando hijo mío . Nela
márchate, pasa por la cocina y Dorotea te dará alguna chuchería 4 .
1. menguado: míse ro, pusil á nim e , tonto.
2. arrojarse : lanzars e, pre c ipitars e.
3 . extraviado: p e rdido, e rrado.
4. chuchería : insignificancia.
30
A C T 1 V 1 DAD ES
¡Silencio! ¡A escuchar!
~ O Escucha con atención el capítulo 2, y señala con una cruz la respuesta correcta.
1 La casa de la familia Centeno consta
A O de tres piezas y un desván.
B D de cuatro piezas y un desván.
e D de dos piezas y un desván.
2 Dicen que Marianela duerme como una alhaja porque
A D es muy guapa.
B D duerme en un estuche .
C D duerme entre dos cestas.
3 Según el autor, el enemigo peor de la sociedad de su tiempo es
A D el lujo de los burgueses.
B D la ignorancia.
e D 'ªcodicia de1 aldeano.
4 El trato que recibe Marianela en casa de los Centeno es
A D amable.
B O generoso.
C D mezquino.
5 Pablo y Marianela salen a pasear al campo
A D solos.
B D precedidos de don Francisco.
e D precedidos de Choto.
6 Pablo piensa que el don de la vista
A O acerca a los hombres a la posesión de la verdad.
B O aleja a los hombres de la posesión de la verdad.
C O distorsiona la percepción de la verdad.
31
A C T 1 V 1 DAD ES
~ e Esta es la casa de la familia Centeno. Escucha el inicio del capítulo 2. Marca con las letras:
«MC» el lugar donde duerme el matrimonio Centeno;
«M» y «P» el lugar donde duermen Mariuca y Pepina;
«T» el lugar donde duerme Tanasio;
«C» el lugar donde duerme Celipín.
¿Lo sabías?
«Marianela» es la apócope de María Manuela.
Teodoro es de origen griego y significa «don de Dios».
Carlos es de origen germánico y significa «hombre».
Sofía significa «Sabiduría» y Francisco que proviene del bajo
latín significa «relativo a los francos», es decir «francés».
Y tú ¿sabes cuál es el ori3en de tu nombre?
32
A C T 1 V 1 DAD ES
e En tu habitación puede haber ... da un nombre a cada objeto.
A un armario una almohada
B una banqueta J un sillón
c una estantería con libros K una lámpara de mesa
D un escritorio L una cama
E un sofá LL un espejo
F una silla M una mesa
G una mesita de noche N una alfombra
H una cómoda o unas cortinas
33
A C T 1 V 1 DAD ES
e ¿Qué hay en tu habitación?
Descríbela en pocas líneas utilizando: a la derecha, a la izquierda, en el centro, en el fondo, y el vocabulario del ejercicio anterior.
Poesía
e Completa el texto con la ayuda de las definiciones abajo indicadas.
Cultivo una rosa blanca José Martí (La Habana 1853-1895)
Cultivo una rosa ..................... 1
en ..................... 2 como en ..................... 3
para el ............ ...... ... 4 sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el ..................... s con que vivo,
cardo ni oru9a cultivo,
cultivo la rosa blanca.
1 En femenino, color de la nieve.
2 Séptimo mes del año.
3 Primer mes del año.
4 En masculino, que me da su amistad.
5 Víscera cardiaca que impulsa la sangre por todo el cuerpo.
34
Principado de Asturias Geografía
!;ll principado de Asturias, cuya capital es Oviedo, está situado en el
noroeste de España.
Cuenta con 401 kms. de costa escarpada 1, con grandes desniveles
entre las cimas y el nivel del mar. Al sur se encuentra el dominio de
la alta montaña, con cumbres como las de Torre Cerredo (2.648 mts.)
Peña Santa y Picos de Europa. Los ríos son cortos y caudalosos
(Sella, Nalón y Navia) y se caracterizan por bruscos desniveles.
35
Oviedo, Plaza de Trascorrales.
1. escarpada : difícil, infranqueab le, abrupta.
El clima es oceánico, con
precipitaciones abundantes y
temperaturas templadas en la
costa, más bajas en el interior. La
zona de la cordillera tiene clima
de montaña con fuertes nevadas.
La vegetación y la fauna, (oso
pardo) están protegidas en los
Picos de Europa y en la reserva
nacional de Somiedo.
Co ta del norte.
36
Una pl aya en Gijón.
La población, tiene densidad superior a la media nacional, y se
concentra en valles y costas.
El puerto de Gijón permite el acceso por vía marítima .
La economía pasa por un período de crisis en los sectores
agropecuario e industrial.
Asturias proporciona el 70% de la hulla nacional y el 15% de
antracita.
La producción de carbón se ha visto aliviada por la construcción de
centrales térmicas que utilizan subderivados del carbón. Ocupa el
primer puesto en producción de aluminio y transformados de cinc.
Otras industrias de relieve son la alimentaria (conservas de pescado
y productos lácteos) y la química.
Asturias tiene una gran riqueza cultural, gastronómica y de
tradiciones. La bebida típica es la sidra.
37
CAPÍTULO 3
Tonterías
1 día siguiente, Pablo y su guía salen de casa a la
misma hora del anterior, mas como el cielo está encapotado 1 y
sopla un aire molesto que amenaza convertirse en vendaval,
deciden hacer un paseo corto.
- Nela, tengo que hablarte de una cosa que te va hacer saltar
de alegría - dice el ciego - ¡Nela, siento en mi corazón un
alborozo z¡ ¿Te acuerdas de los caballeros de ayer? El hermano
de Don Carlos, el que encontramos anoche, es un famoso sabio,
que hace maravillosas curaciones, y después de examinar.me, mi
padre me dice:
- Niño de mi alma, no puedo ocultarte la alegría que hay
dentro de mí, este hombre me da esperanza, muy poca, pero me
da esperanza de curar tu ceguera.
- ¿Qué haces Nela, estás llorando?
l. encapotado : nublado, c ubierto.
2. alborozo: d e l árab e , entusi as mo, júbilo, s ati s facción.
38
- No, estoy aquí a tu lado.
- Es maravilloso chiquilla mía, la idea de ver no se determina
en mi pensamiento, si antes no acaricio en él la idea de quererte
más. Pero se me figura que estás triste hoy.
- Sí que lo estoy ... y si he de decirte la verdad no sé por qué.
Estoy muy alegre y muy triste: las dos cosas a un tiempo. ¡Hoy
está tan feo el día!
- ¡Ay! Nela de mi corazón, chiquilla idolatrada, si Dios me da
ese don que me falta, con él voy a ser el más feliz de los hombres,
yo que casi lo soy sólo con tenerte por amiga y compañera de mi
vida. Para ser los dos uno, sólo me falta verte y recrearme en tu
belleza, con ese placer de la vista que no puedo comprender aún
pero, que concibo de una manera vaga. Tengo la curiosidad del
espíritu, la de los ojos me falta. La supongo como una nueva
manera de amor que te tengo. Yo estoy lleno de tu belleza, pero
hay algo en ella que no me pertenece todavía. Hemos de vivir
juntos toda la vida. Vas a ser mi esposa querida, el recreo y el
orgullo de mi alma. ¿No dices nada a esto?
La Nela oprime contra sí la hermosa cabeza del joven. Quiere
hablar pero su emoción no se lo permite .
- Y si Dios no quiere otorgarme 1 ese don, tampoco te vas a
separar de mí, vas a ser mi esposa, pero si te repugna la idea de
unirte a un ciego ... yo no quiero imponerte un yugo 2 tan penoso.
¿No me dices nada?
- Sí, que te quiero mucho, muchísimo - dice la Nela
acercando su rostro al de su amigo - pero no hay que tener prisa
l. otorgar: dar , conce der.
2. yugo: servidumbre , esclavitud.
39
por verme, quizá no soy tan bella como tú crees.
- Nela, cae una gota sobre mi frente ¿acaso llueve?
- Sí, niño mío, parece que llueve - dice la Nela sollozando 1.
- No, es que lloras . Pue s has de saber que me lo dice e l
co razón. Tú eres la misma bondad, tu alma y la mía están unidas
por un lazo misterioso y divino. No se pueden separar, ¿verdad?
Son dos partes de una misma cosa ¿verdad?
- Verdad.
l. sollozar : ll o ra r.
40
CAPÍTULO 3 TONTERÍAS
- Oye - dice e l ciego amorosamente - si me dan a escoger
entre no ver y perderte, prefiero ...
- Prefieres no ver ... ¡Oh! ¡M adre de Dios divino! ¡Qué a legría
te ngo dentro de mí!
- Tengo un presentimiento; mi corazón me dice que te voy a
ve r y que vamos a ser muy felices ... ¿No s ientes tú lo mismo?
- Yo ... el corazón me dice que me vas a ver, pero me lo dice
partiéndose.
- Voy a ver tu hermosura ¡qué felicidad! - exclama e l ciego
con una expres ión delirante propia de cie rtos momentos - Pero
ya la veo dentro de mí y me llena e l a lm a.
- Sí, s í - rep ite la Ne la con desvarío - Soy muy hermosa,
muy hermosa .. .
Teodoro Golfín no se aburre en Socartes . Los dos he rm anos se
profesan un vivo cariño . Nacidos en la clase más humilde, luchan
so los desde la edad temprana por sal ir de la ignorancia y de la
pobreza. Después de g randes esfue rz os, cons iguen dejar at rás
las turbi as o las e n que se agita, en cons t ante es t ado de
naufragio, e l grosero vu lgo 1•
Teodoro es médico y Carlos ingeniero. Teodoro ha estado en
América trabajando con o tros prestigiosos doctores, para
apropiars e lo s progresos de la cienc ia oftá lmi ca que cu lti va ,
adquiriendo bien pronto dinero y fama. Es un homb re moreno de
aspect o tan inteligente como sensual, de naturaleza incansable y
co nstitución fu ert e.
1. vulgo : populac ho, pl ebe .
41
No deja de manifestar a cada instante la estimación que se
tiene. Pero la vanidad de ese hombre insigne es disculpable, pues
consiste en sacar a relucir dos títulos de gloria, a saber: su pasión
por la cirugía y la humildad de su origen.
- Nosotros - indica Teodoro - aunque descendemos de las
hierbas del campo, somos árboles corpulentos. ¡Viva el trabajo y
la iniciativa del hombre!
Los hermanos pasean por el campo los días buenos, y los
malos, tocan el piano o cantan, pues Sofía, su cuñada, tiene
cierto chillido 1 que puede pasar por canto en Socartes.
Una tarde de finales de Septiembre, vuelven de excursión en
el orden siguiente: Lilí, Sofía, Teodoro y Carlos.
Lilí lleva su manta azul con las iniciales de su ama.
Sofía da un grito de terror al ver que su perro se escapa. Las
voces más tiernas no hacen efecto en el ánimo de Lílí. De pronto,
creen ver un animal que se oculta detrás de la peña.
Sofía lanza un nuevo grito, más de asombro que de terror:
- ¡Pero si es la Nela! ... ¡Nela! ¿Qué haces ahí?
La muchacha se muestra confusa.
El animal se mete por las zarzas 2 y al verse imposibilitado de
salir, empieza a ladrar pidiendo socorro.
42
- ¡Que se me pierde, que se me mata! ¡Nela sácalo de af\í!
Nela lo coge por el rabo y sube triunfante al camino.
La familia se pone e n marcha de nuevo, precedida por Nela.
Teodoro dice a su cuñada:
- Me pregunto, querida cuñada, si no te inquieta demasiado
1. chillido : v oz , g ri to .
2 . zarza : arbusto, m aleza .
CAPÍTULO 3 TONTERÍAS
ese animalito. ¿Por qué empleas el tiempo y el dinero en hacer un
abrigo a ese señorito canino, en vez de comprarle unos zapatos a
la Nela?
- ¡Zapatos a la Nela! ¿Y para qué los quiere?
- ¡Eh! ¡Nela, no te alejes mucho que quiero ver lo que haces!
- ¡Pobre criatura! ¿Quién ha de decir que tiene dieciséis
años? - dice Carlos - Ayer estaba en el mismo sitio que hoy. La
llamo y le pregunto qué hace en aquel sitio y me comenta con la
mayor sencillez del mundo, que está hablando con su madre ...
sabes, la madre de la Nela se lanzó por esa sima 1•
- Sí, pienso que se suicidó. Era una mujer de mala vida y
peores ideas. Creo que bebía - dice Sofía.
- La sociedad no debe abandonar a esa clase de gente, y
bueno es preguntarse qué causas las llevan a tomar esa horrible
determinación - responde Teodoro - Mira las estadísticas y
verás la lista de pobres.
- La sociedad no puede amparar a todos - dice Sofía - y
además, si la sociedad desampara a alguien ¿para qué sirve la
religión? - De todas las miserias, la miseria mayor es la ignorancia. El
ignorante envilecido 2 y supersticioso, sólo posee nociones vagas
de la Divinidad. Rara vez hace beneficios de la ignorancia. A él no
se acerca amigo inteligente, ni maestro, ni sacerdote. No se le
acerca sino el juez que ha de mandarle a presidio ... Es singular el
rigor con que condenáis vuestra propia obra.
Veis delante de vuestras casas a una multitud de seres
l. sima : abi s mo, f oso .
2 . envilecido : humill a do.
43
abandonados, faltos de todo lo que es necesario, desde los
padres hasta los juguetes, y nunca se os ocurre infundirles un
poco de dignidad.
- No sé para qué están los asilos de beneficencia - dice Sofía agriamente.
- El miserable huérfano, perdido en las calles, desamparado
de todo cariño persona l, y acogido sólo por las Corporaciones,
rara vez llena e l vacío que forma en su alma la carencia de
familia. Vacío donde debe estar y no están la nobleza, la
dignidad y la estimación de sí mismo. Pero ¿qué es esto? ... ¡Sangre!
Todo s miran al sue lo donde se ven
manchitas de sangre.
44
- ¡Jesús, si es la Nela! ¡Mira cómo tiene los pies!
- ¡A ver, qué es eso! - dice Teodoro cogiendo a la Nela en sus
brazos y sentándola en una piedra.
Mientras Sofía da algunos pasos para no poner su precioso
sistema nervioso alterado, Teodoro saca unas pinzas y en un
momento extrae la espina.
- ¡Bien por la mujer valiente! - dice observando la se renidad
de la Ne la - Ahora vamos a vendar el pie.
Con su pañuelo, venda el pie herido, y con rápido movimiento,
la pone sobre sus hombros.
Avanzando por lo alto del cerro, ll egan a Aldeacorba. El señor
de Penáguilas sale al encuentro de s us a migos. Cae la tarde.
Entran todos en el patio de la casa. El médico sienta a la Nela
en un banco de piedra, y e lla, paralizada por el respeto mira a su
bienhechor 1 con adm iración.
- ¿Dónde está Pablo? - pregunta e l méd ico.
- Acaba de bajar a la huerta - re s ponde el señor d e
Penáguilas - ¡Oye, Nela! ve y acompáñale.
- No, no quiero que an d e todavía - dice Teodoro
además, quiero que tome leche co n nosotros.
- ¿No quiere usted ver a mi hijo esta tarde?
- Con el exame n de ayer me basta - replica Teodoro
puede hace rse la operación.
- ¿Con éx ito?
- ¡Ah! Con éxito .. . eso no puede decirse. Si conseguimos
traerle del mundo de las ilu s iones a la realidad, entonces
sus ideas serán exactas.
l. bienhechor: prote ctor, ben e factor.
45
- Hace días que no sale de un tema tan gracioso como
original - dice el padre - Sostiene que la Nela es bonita, y si le
replico, entonces me dice que quizá el don de la vista altera en mí
la verdad de las cosas. Si Dios da la vista a mi hijo, usted va a ser
el más grande y benéfico de los hombres. La oscuridad de sus
ojos es la oscuridad de mi vida. Hace un mes que tengo noticias
de una gran herencia. Hace un m es de la muerte de mi primo
Faustino, el cual no tiene hijos, así que le heredamos mi hermano
Manuel y yo. Mi hermano, desde que tiene noticias de mi s
esperanzas, empieza a hacer cálculos y más cálculos, dice: «Voy a
casar a mi hija Florentina con tu Pablito, y aquí tienes colocada a
interés compuesto la herencia del primo Faustino.»
Les espero a é l y a su hija de un momento a otro. Vienen el 4
de octubre, a ver en qué para esta tentativa de dar luz a mi hijo.
Mi hijo Pablo, con vista, va a se r la realidad de todos nuestros
sueños.
- Yo ya le digo, la imposibilidad no está demostrada, voy a
hacer la operación.
46
A C T 1 V 1 DAD ES
¡Silencio! ¡A escuchar!
~ O Escucha con atención el capítulo 3, y señala con una cruz la respuesta
correcta.
1 Al día siguiente, Pablo y su guía deciden hacer más corto el
paseo porque
A O sopla un aire molesto.
B O sopla un vendaval.
e O no sopla el a ire.
2 Pab lo tiene
A D mucha esperanza en recobrar la vista.
B D poca esperanza en recobrar la vista.
e D no tiene esperanza en recobrar la vista.
3 Pablo entre no ver y perder a Marianela, prefiere
A D no ver y no perder a Marianela.
B D ver y perder a Marianela.
e D no ver y perder a Marianela.
4 Los hermanos Golfín se profesan
A D cariño.
B D un vivo cariño.
e D odio.
s Teodoro Golfín es un gran defensor
A D del trabajo.
B O de la iniciativa del hombre.
e D del trabajo y'ª iniciativa del hombre.
6 Para e l autor, la mayor de todas las miserias del hombre es
A D la ignorancia.
B D la supersti ción .
e D la falta de dignidad.
47
A C T 1 V 1 DAD ES
Giros idiomáticos
¿Verdad?
¿Verdad que ... ?
¿A que ... ?
Con estos giros idiomáticos, se pide con tonalidad interrogativa una información, o la aprobación del interlocutor.
Ejemplo: Fumas, ¿verdad? ¿Verdad que fumas? ¿A que fumas?
e ... Tu alma y la mía están unidas por un lazo misterioso y divino. No se pueden separar, ¿verdad? Son dos partes de una misma cosa, ¿verdad? Vuelve a formular esta frase de las otras dos formas posibles.
a. No se pueden separar, ¿verdad?
b. Son dos partes de una misma cosa, ¿verdad?
El Futuro
El futuro ti ene las mismas terminaciones en las t res conjugaciones.
En los verbos regulares se forma añadiendo a l infinitivo las terminaciones siguientes:
-é -ás -á -emos -éis -an
Ejemplo: cantar-é beber-é vivir-é
Se usa para hablar de acciones futuras.
48
A C T 1 V 1 DAD ES
e Marianela está enamorada, e imagina su vida futura con Pablo. Pon todos los verbos en futuro.
Yo (estar) ........... ..... .... .1 con él toda la vida, le (can tar) ..... ..... ...... .... . 2
canciones y le (co9er) ... .... ... ..... .... .. 3
flores, le (explicar) ...... ..... ...... ... . 4
cómo son.
Nosotros (dar) ... ........ .... .... .. 5 paseos
por el campo y por la playa, (comer) ...... ..... ......... . 6 juntos todos los días, (vivir) ..... ...... ..... ... ..7 en una hermosa casa y (ser) .... ... .. ...... .... .. 8 muy felices.
¡Silencio! ¡A escuchar!
- O ¿Tienes el oído fino? Escucha con atención. ¿Qué sonido oyes? [s] como semana o [T] como cielo.
[s]
[0]
11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20.
[s]
[0]
49
A C T 1 V 1 O AD ES
fA!M e Escucha y repite. ¡A ver si consigues repetirlo rápido y sin equivocarte!
Otra vez he pasado la jornada
en Zamora.
Teniendo la tentación de
dejar a ll í mi corazón,
al ve r de Brígida
la mujer de juan Mancebo,
zambull irse en la zozobra
llenos de enojo, sus ojos.
e Cambia la letra inicial y obtendrás palabras diferentes a partir de la
palabra «oro».
l. ... .... oro
2. ....... oro
3. ....... oro
4. ....... oro
s. ······· oro
6. ....... oro
Definiciones.
l. macho adu lto de l ganado vacuno.
2. plaza donde se trataban en Roma los negocios públi cos.
3. papagayo,ave.
4. natural de l África Septentrional fronter iza de España.
s. espacio que hay entre las molécu las de los cuerpos.
6. conjunto de personas reunidas para cantar.
50
A C T 1 V 1 O A O ES
- G Escucha la canción, y a continuación, cántala con toda la clase.
//sf:tifúujafrú ¡ariJtú Asturias, patria querida
Asturias de mis amores.
¡Quién estuviera en Asturias
en al9unas ocasiones!
Ten90 que subir al árbol
Ten90 que co9er la flor
Y dársela a mi morena
Que la pon9a en el balcón,
Que la pon9a en el balcón,
Que la deje de poner.
Ten90 que subir al árbol
Y la flor he de co9er.
Eres altaydel9ada
Como tu madre,
Morena, salada,
Como tu madre .
Bendita sea la rama
que al tronco sa le,
Morena, salada,
Que al tronco sale.
Toda la noche estoy
niña, pensando en ti.
Yo de amores me muero
Desde que te vi,
Morena, salada,
Desde que te vi.
51
Principado de Asturias Historia í#3u ocupación por los ejércitos romanos,
halla una dura resistencia en los
Cántabros y Astures (29-19 a.d. J.C). Asturias constituye el convento
jurídico de Asturum, con su capital
Asturica Augusta (actual Astorga), en
la provincia Tarraconense, y después
de la reorganización administrativa de
Diocleciano, se incorpora a la Gallaecia.
Pertenece al reino suevo, afirmado en
Galicia entre los siglos V y VIII.
Al producirse la invasión musulmana Portilla de Beza por la que la senda deja León y entra e n Asturias.
de la península (711), Asturias se
convierte en refugio de los visigodos y en fortificación de resistencia
al Islam. Tras vencer a los musulmanes en Covadonga (722), el noble
visigodo Pelayo, forma el reino de Asturias, el primer reino cristiano
independiente de la península ibérica . Esta victoria supone una ~ran
inyección moral para los cristianos, sentando las bases para la
Reconquista y para la futura monarquía española.
En el siglo X se extiende hacia el sur, la capital se traslada de Oviedo a
León, y Asturias pasa a ser una provincia del reino castellano-leonés.
En el curso de los siglos XVI-XVIII, Asturias se convierte en una
zona predominantemente agrícola y ganadera, con un gran
poblamiento del campo y unas condiciones de vida deficitarias.
52
Revolución de Asturias.
Durante la guerra de la Independencia, Oviedo tiene una actuación
destacada en la contienda contra los franceses; forma una junta
suprema que negocia con Londres el envío de ayuda, a través de los
puertos asturianos.
En el siglo XIX, se emprende la explotación intensiva de las riquezas
mineras, hecho que provoca una gran transformación económica y
social, que se materializa en una primera fase de la industrialización,
y en la aparición de una nueva clase social hasta entonces
inexistente: el proletariado, reclutado entre los campesinos, entre el
cual, no tardan en arraigar las corrientes de pensamiento político
socialistas y anarquistas.
En Octubre de 1934 (revolución de Octubre), los obreros asturianos
responden a la convocatoria de huelga general, con un alzamiento
revolucionario que es neutralizado por el ejército. La violencia de los
enfrentamientos se repite durante toda la guerra civil.
Terminada la guerra civil, partidos de la UGT y de la CNT, forman
grupos de guerrilleros (makis), que siguen actuando en las montañas
(1939) en unos años de feroz represión.
53
CAPÍTULO 4
ncerrada en sí misma, Marianela habla así: -
- Madre de Dios y mía, ¿por qué no soy hermosa? Mientras
más me miro más fea me encuentro. ¿Para qué estoy yo en este
mundo? ¿Para qué sirvo? ¿A quién puedo interesar? A uno sólo, a
uno sólo que me quiere porque no me ve. No me va a querer si
me ve, con este cuerpo tan chico, esta figurilla de pájaro, esta
cara pecosa, esta boca sin gracia, esta nariz picuda, este pelo
descolorido. ¿Quién es la Nela? Nadie. La Nela sólo es algo para el
ciego. Si sus ojos nacen ahora y me ve, me caigo muerta. Él es el
único para quien la Nela no es menos que los perros y los gatos.
Me quiere como quieren los novios a las novias ... Señora, Madre
mía, ya que vas a hacer el milagro de darle la vista, hazme
hermosa a mí o mátame, porque para nada estoy en el mundo.
54
CAPÍTULO 4 LA VIRGEN MARÍA SE APARECE A LA NELA
Antes de consentir que mi amo me vea, me mato o me entierro
viva.
Mi corazón es todo para él. Este cieguecito que tiene el antojo 1
de quererme mucho, es para mí lo primero del mundo, después
de la Virgen María ... ¡Oh! Madre y Reina mía.
Lo único que tengo ¿me lo vas a quitar? Esto no debe ser así.
Y llorando, poco a poco, se duerme.
Los pensamientos que huyen cuando somos vencidos por el
sueño, suelen quedarse en acecho z para volver a ocuparnos
bruscamente cuando despertamos. Así le ocurre a Marianela, que
habiéndose quedado dormida con los pensamientos más
extraños acerca de la Virgen María, del ciego y de su propia
fealdad, con ellos mismos despierta.
- No sé ... pero algo va a pasar, que es una cosa buena no
puedo dudarlo ... esa Señora celestial anda alrededor de mí.
No la veo, pero la siento. Está detrás, está delante.
Habiendo pasado junto a un bosque, dobla el ángulo del
camino, para llegar donde se extiende un gran zarzal 3 . También
se ven helechos y madreselvas. La Nela siente que las ramas se
agitan a su derecha, y mira ...
- ¡Cielos divinos! Allí está dentro de un marco de verdura, la
Virgen María Inmaculada, con su propia cara, sus propios ojos,
que al mirar, reflejan toda la hermosura del cielo.
La Nela se queda muda, petrificada, con una sensación en que
se confunden el fervor 4 y el espanto. No puede dar un paso, ni
l. antojo: c apri c h o , e xtra v aga n c ia . f a ntas ía .
2. acecho: vigil a n c ia , es pera .
3. zarz~ : a rbu s to.
4. fervor : piedad, fe.
55
gritar, ni moverse, ni respirar, ni apartar sus ojos de aquella
aparición maravillosa.
Está entre el follaje, mostrando todo su busto y cara. El óvalo
de su cara ofrece una graciosa redondez. Sus ojos, de admirables
proporciones, son la misma serenidad, unida a la gracia y a la
armonía. Sus cejas son delicadas, y trazan un arco sutil. Sus
labios, un poco gruesos, dejan ver, al sonreír, unos preciosos
dientes.
Pasado el primer instante de estupor, lo que ante todo
observa Marianela, llena de confusión, es que la bella Virgen,
lleva una corbata azul en su garganta, ornamento jamás visto en
las Vírgenes soñadas, ni en las pintadas. Inmediatamente, nota
también que los hombros y el pecho de la divina mujer, se cubren
con un vestido, en el cual, todo es semejante a los que usan las
mujeres del día. Pero lo que más desconcierta a la muchacha, es
ver que la gentil imagen está cogiendo moras 1 de la zarza ... y
comiéndoselas.
Empieza a pensar a qué se debe esa extraña conducta de la
Virgen, cuando oye una voz varonil que dice:
- ¡Florentina! ¡Florentina!
- Aquí estoy papá, comiendo moras silvestres.
- ¿Y qué gusto encuentras a las moras silvestres? Eso es más
propio de los chicos del campo que de una señorita criada en la
buena sociedad.
La Nela ve acercarse con grave paso al que esto dice. Es un
hombre de edad madura.
1. mora : baya, fruto .
56
CAPÍTULO 4 LA VIRGEN MARÍA SE APARECE A LA NELA
Vamos mujer, las personas decentes no comen moras
silvestres, ni dan brincos 1.
Cuando la señorita se aparta del zarzal, don Manuel acierta a
ver a la Nela que cae de su burro 2, y dirigiéndose a ella grita:
- ¡Oh! ... ¿aquí estás tú? ... Mira Florentina, ésta es la Nela, es
la que acompaña a tu primito. ¿Y qué tal te va por estos barrios?
- Bien, señor don Manuel. ¿Y usted cómo está? - contesta
Marianela sin apartar los ojos de Florentina.
- Yo tan campante 3 , ya ves tú. Esta es mi hija. ¿Qué te
parece?
Florentina corre detrás de una mariposa.
- Hija mía ¿adónde vas? - dice el padre visiblemente
contrariado - ¿Te parece bien correr de ese modo detrás de un
insecto como los chiquillos vagabundos?
- No se enfade us t e d , papá , ya sabe usted que me gusta
mucho el campo y que me vuelvo loca cuando veo árboles, flores,
praderas. Esto es tan diferente de Santa Irene de Campó.
- A las personas educadas entre una sociedad escogida, se las
conoce por el modo de andar y por el modo de contemplar los
objetos ... van a creer que estás criada en algún desierto. Con que
anda a mi lado ... La Nela nos va a guiar, porque la verdad, yo no
sé dónde estamos.
- A la izquierda, por detrás de aquella casa - dice la Nela -
pero aquí llega el señor don Francisco.
1. brinco : salto , piru e t a .
2. caer del burro : expres ió n que s ignifica «salir d e l e rro r e n qu e uno se encuentra» .
3 . campante : a legr e , conte nto, optimis ta.
57
En efecto, aparece don Francisco gritando:
- ¡Que se enfría el chocolate, a casa, a casa! ven tú también
Nela, a tomar el chocolate - dice el señor de Penáguilas
poniendo su mano sobre la cabeza de la vagabunda.
- ¿Qué te parece mi sobrina? Guapa ¿verdad? Florentina,
después del chocolate, la Nela os lleva de paseo a Pablo y a ti.
Florentina dirige una mirada cariñosa a la infeliz criatura, que
a su lado, parece hecha expresamente por la Naturaleza, para
hacer resaltar más la magistral belleza de algunas de sus obras.
Está la señorita muy feliz en medio de las praderas, y empieza
a correr alegremente y a coger flores, con las que llena los
cabellos de la Nela y los ojales 1 de la chaqueta de su primo.
- Primo, tú y la Nela ¿paseáis mucho por aquí? Esto es
precioso ... ¡Bendito sea el hombre que te va a dar la facultad de
gozar de todas estas preciosidades!
- Florentina, yo no comprendo las bellezas, las siento en mí
de tal modo, que casi suplo 2 con mi pensamiento la falta de la
vista - dice Pablo.
- Eso sí que es admirable .. . por más que dices, te vas a llevar
buenos chascos 3 con el don de la vista.
- Puede ser - contesta el ciego, que hoy está muy lacónico 4 .
La Nela no está lacónica sino muda.
Florentina, tocando el traje de la Nela, exclama:
- ¿Por qué esta bendita Nela no tiene un traje mejor? Yo
tengo varios y le voy a dar uno.
l. ojal : abertura, corte .
2 . suplir: reemplazar, s u s tituir.
3 . chasco: decepción, d es ilu s ió n.
4. lacónico: bre v e . s u c into, c onc is o.
58
Marianela, avergonzada y confusa, no alza los ojos.
- Es cosa que no comprendo, por qué algunos tienen tanto y
otros tan poco ... Me enfado con papá cuando le oigo decir
palabrotas contra los que quieren repartir todo por igual.
¿Cómo se llaman esos tipos Pablo?
- Esos son los socialistas y los comunistas - replica Pablo
sonriendo.
- ¿Por qué esa pobre huérfana ha de estar descalza y yo no?
No tiene a nadie dispuesto a mirar por ella 1. ¿Cómo se consiente
tanta desgracia? A mí me quema la boca el pan, cuando pienso
que hay muchos que no lo prueban. ¡Pobre Marianela, tan buena
y tan abandonada!
Marianela está atónita 2 y petrificada de asombro, lo mismo
que en el primer instante de la aparición, ahora está escuchando
a la Virgen.
- Yo quiero socorrer a la Nela, como se socorre a una
hermana. ¿No dices tú que ella es tu mejor compañera, tu guía en
las tinieblas? ¿No dices que andas con sus pasos y ves con sus
ojos? Pues yo me encargo de vestirla, de darle todo lo que una
persona necesita para vivir decentemente. Mi padre dice que
quizá me voy a quedar a vivir aquí para siempre, así que le voy a
enseñar a leer, a guisar, a coser, a rezar. Voy a hacer de ella ,una
señorita. Además, mi padre me dice: «Florentina, quizá dentro de
poco no voy a mandar sobre ti, vas a obedecer a otro dueño 3» ,
así que tomo a la Nela por mi amiga.
l. mirar por alguien : cu idar a alguien, ampa rarle.
2 . atónita : confundida, so rprend ida.
3. dueño : propietario, patrón, jefe.
60
CAPÍTULO 4 LA VIRGEN MARÍA SE APARECE A LA NELA
¿Me vas a querer mucho Nela? ... ¡Te he de enseñar tantas
cosas!
Marianela, mientras escucha tan nobles palabras, está
resistiendo con mucho trabajo a los impulsos de llorar, no puede
al fin contenerlos, y después de hacer pucheros 1 durante un
minuto, rompe en lágrimas. El ciego, profundamente pensativo,
calla.
Poco después de esto, la señorita se levanta para coger una
flor , que desde lejos llama su atención.
- ¿No está? - pregunta Pablo.
- No - replica la Nela secando sus lágrimas.
- ¿Sabes una cosa Nela? me imagino que mi prima debe ser
algo bonita.
La Nela vuelve a llorar.
- ¡Es como los ángeles! - exclama en un mar de lágrimas.
- ¡Oh! no exageres ¿Crees que yo sin ojos no comprendo
dónde está la hermosura y dónde no? Nela, amiga de mi corazón
¿sabes lo que dice mi padre? Que si recobro la vista me voy a
casar con Florentina.
La Nela no responde nada, sus lágrimas silenciosas corren sin
cesar, resbalando por su rostro. Pero ni por su amargo llanto,
pueden conocerse las dimensiones de su dolor. Sólo ella sabe que
es infinito.
- Ya sé porque lloras - dice el ciego estrechando las manos
de su compañera - Mi padre no puede imponerme lo que es
contrario a mi voluntad. Para mí, no hay más mujer que tú en
este mundo.
l. hacer pucheros : hacer gestos que prece den al ll a nto.
61
En los días siguientes no pasa nada, mas llega uno en el que
ocurre un hecho asombroso: Don Teodoro Golfín emprende la
corrección de una delicada obra de la naturaleza.
Don Teodoro no da esperanza ni la quita, no expresa
desaliento ni triunfo. Se trata de un ejercicio de creación, como
otros muchos, que son gloria y orgu llo del siglo XIX. En presencia
de tanta audacia, la Naturaleza, que no permite que se desvelen
sus secretos, continúa muda y reservada.
El paciente es incomunicado con abso luto rigor. Sólo su padre
le asiste . Ninguno de la familia puede verle . La Nela va a
preguntar cada día, pero no pasa de la puerta.
Un día en que se encuentra a so las con Florentina, ésta le
dice:
- Pide a Dios el don de la vista para mi primo. Yo tengo con la
Virgen un a promesa sagrada, si da la vista a mi primo, he de
recoger al pobre más pobre, dándole todo lo necesario para
o lvidar completamente su pobreza, infundiéndole e l respeto y la
es timación de sí mismo, María, eres tú la escog id a, vas a se r
como mi hermana.
Marianela tiene la rectitud suficiente para adoptar la idea de
que no puede aborrece r a su improvisada hermana. La antipatía
y desconfianza se descomponen, y sirven de elementos ,para
a lim entar adm ira c ión y respeto hacia su protectora. Estas
palabras le traen un aplanamiento moral que le produce amarga
tristeza.
La Nela ya no come, permanece en silencio y sin movimiento,
como una estatua.
Una mañana, ocho días después de la operación , va a casa del
ingeniero jefe que le dice:
62
CAPÍTULO 4 LA VIRGEN MARÍA SE APARECE A LA NELA
- ¡Qué alegría Nela! ¿No sabes las noticias que corren? Dicen
que Pablo ya tiene vista.
Al oír esto, la Nela se queda más muerta que viva, y cruzando
las manos exclama:
- ¡Bendita sea la Virgen Santísima! ¡Ésta es su obra!
- ¿Te alegras? Mil enhorabuenas a la señora doña Nela,
cuando menos se piensa, se acuerda Dios de los pobres, esto es
como una lotería. Supongo que vas a ser agradecida, pero no lo
creo ... los pobres son soberbios 1, y mientras más se les da, más
quieren. Ya es cosa hecha que Pablo se va a casar con su prima.
Buena pareja, los dos son guapos, y ella no parece tonta .. . y tiene
una cara preciosa.
l. soberbio: arrogante , orgulloso.
63
A C T 1 V 1 DAD ES
O Lee de nuovo el capítulo 4, y di si las afirmaciones son verdaderas (V)
o falsas (F) .
V F
1 Nela quiere que Pablo recob re la vist a. D D 2. Nela pide a la Virge n ser hermosa para ser digna de D D
Pa blo.
3. A Nela se le a pa rece la Vi rgen Ma ría. D D 4 . Nela cae de un burro a l ver a Florent ina. D D s. Florentina corre detrás de una ma riposa. D D 6 . A Florentina no le gust a e l campo. D D 7. Florentina quie re socorrer a la Nela como se socorre a D D
una hermana.
8. El ingen iero piensa que los pobres son gentiles . D D
¡Silencio! ¡A escuchar!
.,. e Escucha al narrador, completa el texto, y pon el número de cada cosa
en el dibujo.
Al ll egar a casa les espera la mesa con las t azas de ......... .. .. ...... 1 y la
....... ..... ....... 2 donde hierve esta de liciosa bebida; y a l lado, un
montonc1to de rebanadas de
acompañar el pa n; s in que fa lten ..... ... ......... .. 5 y golos inas . Los vasos de ..... .. .. .......... 6 fresca y t rasparent e , reproducen e n su cristal, est as bellezas gastronómicas.
64
A C T 1 V 1 O A O ES
e En este capítulo aparecen las siguientes expresiones. ¿Sabes ?
Colócala en el cuadro «significación», y escribe un ejemplo en el cuadro «situación/ ejemplo».
Expresión Caer del burro
Hacer pucheros
Llevarse un chasco
Mirar por a lguie n
Significación
Situación/ Ejemplo
Giros idiomáticos
«No conozco el mundo más que por el pensamiento» ... dice Pablo .
Ta m bién se puede fo rm ula r esta frase de las fo rmas s iguientes: «Solamente conozco el mundo por el pensamiento» «No conozco el m undo s ino por e l pensamiento»
O Transforma de la misma manera las frases siguientes.
1. No como más que tomat es.
2. No t engo más que qui nce años.
3. El autobús sola me nte pasa a las nueve.
65
A C T 1 V 1 DAD ES
4. No voy al cine más que los domingos.
- ............................................................................................. .
- .. ... .... .................................................................................... .
5. Solamente hablo español.
- .................................................................... ... .... ........... .. ... .. .
- .... ..... .. .. ... ... ..... .......... ... ...... ..... .. ... ... ......... ....... .. ..... ... ...... ..... .
e «Don Teodoro no da esperanza ni la quita, no expresa desaliento ni
triunfo. Se trata de un ejercicio de creación, como otros muchos que son gloria
y orgullo del siglo XIX».
El siglo XIX da grandes inventores e investigadores; aquí tienes los
nombres de algunos de ellos. ¿Sabes qué descubren? Pon una cruz en
la casilla adecuada
Establece la naturaleza de las neuronas y de sus conexiones
Fundador de la microbiología
Inventa el galvanómetro y el telégrafo eléctrico
Inventa la máquina de vapor
Inventa la pila eléctrica
Inventa el telégrafo sin hilo
Inventan el cinematógrafo
66
A C T 1 V 1 DAD ES
e Algunas palabras que usamos corrientemente, deben su origen a estos investigadores.
Une cada palabra a su significado, poniendo la letra adecuada en la casilla correspondiente.
Loui s Pasteur (1822-95)
1. O amperio
2. D voltaje
a. Cantidad de
voltios que
actúan en un
aparato o sistema
eléctrico.
André-M ari e Ampere (1775-1836)
3. D pasteurizar
4. D voltio
b. Unidad de potencial e léctrico.
d. Elevar la t emperatura de un alimento líquido a un nivel
inferior a l de su punto de
ebullición, enfriándolo después
rápidamente, para destruir los microorganismos.
Voltaire (1694-1778)
c. Unidad de
corriente
eléctrica.
67
Principado de Asturias Arte
r;Jon numerosos los vestigios que se conservan de la época
prehistórica; destacan los dólmenes de las cercanías de Cangas de
Onís, las pinturas rupestres de las cuevas de El Pindal y de la Peña
de Candamo. De la presencia romana se conservan algunos restos:
las termas de Gijón, el castro de Pravia, los mosaicos de Mieres y las
lápidas con inscripciones de Cangas de Onís.
Sin embargo, no es hasta el siglo VIII, cuando se desarrolla en
Asturias un arte con nombre propio: el Arte Asturiano, más
influenciado por los cánones de la arquitectura cristiana oriental que
por el arte árabe, que en esos momentos se desarrolla en el sur de la
península. Las construcciones más notables son: Santa María del
Naranco, San Miguel de Lillo y Santa Cristina de Lena (declaradas
El célebre pue nle de Cangas de
Onís.
Santa María del Naranco
por la Unesco patrimonio cultural de la Humanidad en 1985).
El Románico tiene en Asturias uno de sus pw1tos culminantes ya que
por la región pasa el camino de Santiago, y es tá jalonado por
construcciones de los siglos XI, XII y XIII. Destacan los monasterios
de San Pedro de Villanueva, de San Salvador de Cornellana, de San
Juan de Carias y de San Antolín, y las iglesias de Santa María de
Narzana, de San Juan de Amandi, de Abamia y de Ujo.
En las tierras asturianas son escasas las muestras de arte gótico,
aunque se conservan palacios y mansiones con decoraciones de este
estilo. Cabe destacar la catedral de Oviedo construida a partir del
siglo XIV.
Mayor trascendencia alcanza el arte renacentista, puesto de relieve
en los palacios de Toreno, Camposagrado, Valdecarzana ...
El barroco apenas penetra en la zona, pero a finales del XVIII y
durante el siglo XIX, penetra con fuerza el Neoclasicismo. Se erigen
edificios de nueva planta y se llevan a cabo numerosas
restauraciones.
69
CAPÍTULO 5
La Nela se decide •
a partir
o osa la Nela poner los pies en la casa de Aldeacorba . f..i' !ti
Secreta fuerza poderosa la aleja de ella.
En su ignorancia, puede observar que el conflicto en que está
su alma, proviene de no poder aborrecer a nadi e . Nela ve que sus
celos y su despecho 1 , se convierten graciosamente en
admiración y agradecimiento.
Tres días está la Nela fugitiva, vagando por los alrededores de
las minas, siguiendo el curso del r ío. Por las noches ronda la casa
de Aldeacorba, acercándose a ella todo lo que le es posible sin
peligro de ser descubierta. Una noche, cuando siente rumor de
pasos, se aleja prontamente como un ladrón.
l. despecho : a n t ipatía , en e mistad.
70
CAPÍTULO 5 LA NELA SE DECIDE A PARTIR
Al verse acariciada por Choto, la Nela siente escalofríos 1 .
A la misma hora, don Teodoro sale de la casa. Llega Choto y le
dice no sabemos qué.
Choto da cuarenta vueltas alrededor de él. Teodoro se detiene
entonces, prestando atención al cuadrúpedo, le sigue
murmurando:
- Vamos allá.
Como a cien metros cree sentir una voz humana que dice:
- ¿Qué quieres Choto?
Al punto sospecha que es la Nela quien habla, detiene el paso,
presta atención y no tarda en descubrir una figura que anda
l. escalofrío : t e mblor, a lte r a ción, c onmoc ió n.
71
despacio, la sigue a bastante distancia, andando sobre el césped
para no hacer ruido. Después de un rato de esta desigual marcha,
la chiquilla se sienta en una piedra, a sus pies se abre la entrada
de una sima, sombría y espantosa en la oscuridad de la noche.
Golfín espera, y con paso silencioso se acerca más. Choto está
frente a la Nela, echado sobre sus cuartos traseros, derechas las
patas delanteras , mirándola como una esfinge 1. La Nela mira
hacia abajo. De pronto, comienza a descender rápidamente, más
bien resbalando que corriendo. Como un león s e abalanza
Teodoro a la sima, gritando con voz de gigante:
- ¡Nela, Nela!
Una voz le contesta desde abajo:
- Señor ...
- Sube al momento.
No recibe contestación.
Al poco rato, se dibuja la figura de la vagabunda. Choto
después de husmear 2 , sube describiendo espirales. La Nela sube
también, pero muy despacio.
- Sube pronto, tengo que decirte una cosa.
- ¿Una cosa?
Marianela acaba de subir, y Teodoro no se cree triunfante
hasta que puede asir 3 fuertemente su mano para llevarla
consigo.
- ¿Qué estás haciendo ahí?
- Yo ... ¿dónde?
l. como una esfinge : co n ac titud e ni g máti ca .
2. husmear: indagar, in s p ecc ionar.
3. asir: sujeta r f u e rtem e nte una co sa .
72
CAPÍTULO 5 LA NELA SE DECIDE A PARTIR
- Allí, bien comprendes lo que quiero decirte. Responde
claramente como se responde a un padre.
- Yo no tengo padre - replica la Nela con ligero acento de
rebeldía.
- Es verdad pero figúrate que soy yo y responde.
- Allí, está mi madre - le responde de manera seca.
- Tu madre está muerta. ¿Tú no sabes que los muertos están
en el otro mundo?
- Está allí - dice volviendo tristemente lo s ojos al punto
indicado.
- Y tú piensas ir con ella. ¿No es eso? ¿A unos huesos sin vida
llamas tu madre? Las almas, una vez sueltan el cuerpo, jamás
vuelven a él.
- Quiero ir con mi madre, no quiero vivir más.
- Todos somos responsables del abandono, de la soledad y de
la ignorancia en que vives .
- Yo creo que después que uno se muere, tiene lo que aquí no
puede conseguir ... Si no ¿por qué está llamando la muerte a
todas horas? Yo tengo sueños, y soñando, veo felices y contentos
a todos los muertos.
- ¿Por qué no acepta s lo que Florentina te ofrece?
- Porque ... porque .. . la señorita Florentina no me ofrece sino
la muerte.
- Tienes un amor propio excesivo mujer. Aquí hay una
cuestión principal y es ...
La Nela lo adivina y se cubre el rostro con las manos.
- No tiene nada de extraño, al contrario, es muy natural lo
que te pasa. Con tu amo llevas la vida libre y poética de la
Naturaleza, siempre juntos, en inocente intimidad, él es discreto
73
y guapo como una estatua, además su bondad y la grandeza de
su corazón cautivan 1 y enamoran. ¿Le quieres mucho, le quieres
más que a todas las cosas de este mundo? ...
- Sí, sí seño r - responde la chicuela so llozando .
- Te atormentas con los celos y con e l sentimiento de ve rte
hum illada. ¡Ay! Ne la, tu so ledad es grande, vamos, vamos, aq uí
hace frío .
La levanta en sus brazos y la lleva a la casa de Aldeacorba.
La so rpresa no permite a la seño rita de Penáguilas usar de la
palabra, cuando don Teodoro deposita cuidadosamente su carga
sobre un sofá, y sobre e l sofá dos mantas, una sobre otra. En uno
de los extremos asoma una cabeza reclinada con abandono, una
cara anémica. Duerme de un modo inquieto, y a cada instante se
interrumpe con violentas convulsiones y terrores.
- ¡Pobre Nela ! - exclama e l médico - como e lla hay muchos
miles de se res en e l mundo. ¿Qu ié n los conoce? ¿Dónde est án?
Se pierden en lo s desiertos soc ia les, en lo más oscuro de las
poblaciones, en lo más solitario de los campos. A menudo,
pasamos junto a ellos y no les vemos. Viven ciegos del espíritu,
como Pablo ciego del cue rpo. La gran conquista evangélica, que
es una de las m ás glo riosas de nuestro espíritu, apenas ll ega a
sus oídos como un rumor.
La pobre enferma sonríe, y de repente se queda lívida z, y sus
ojos se desencajan. Oye pasos.
- ¡Vien e ! - exclama el doctor, participando del terror de la
enferm a .
- ¡Es é l! - dice Florentina corriendo haci a la puerta.
l. cautivar : atrae r , in t e resar.
2 . lívida : congestion a da, amora t a d a .
74
Pablo entra despacio en dirección recta.
- Primita - dice - vengo a buscarte. Todas las mujeres que
veo son horribles comparadas contigo, prima. ¿Por qué eres tan
bonita? Mi padre dice que yo amaba a un monstruo, ahora puedo
decir que idolatro a un ángel. El estúpido ciego al fin presta
homenaje a la verdadera hermosura.
Le besa el brazo con vehemencia.
Teodoro grita:
- ¡Pronto! ¡A su cuarto joven!
Confuso, vuelve Pablo su rostro hacia aquél lado, y ve un sofá
cubierto de mantas.
Observa las mantas, y entre ellas, un rostro cadavérico de
aspecto muy desagradable. Con los ojos cerrados, el aliento
fatigoso, entreabiertos los labios, se halla la infeliz en su
postrera agonía.
- ¡Ah! - exclama Pablo - ya sé que Florentina tiene a una
pobre en casa. ¡Qué admirable bondad! ¡Puedes estar contenta
muchacha, estás en manos de un ángel!
Pablo alarga una mano hasta tocar aquella cabeza, en la cual
ve la expresión más triste de la miseria y de la desgracia
humanas.
Entonces la Nela mueve los ojos y los fija en su amo. Pa~lo se
cree mirado desde el fondo de un sepulcro, tanta es la tristeza y
el dolor que hay en aquella mirada.
Después, la Nela saca de entre las mantas una mano seca y
áspera, y toma la del señorito de Penáguilas.
Al sentir su contacto, se estremece 1 de pies a cabeza y lanza
l. estremecerse : agitarse.
76
CAPÍTULO 5 LA NELA SE DECIDE A PARTIR
un grito desde lo profundo de su alma.
Hay una pausa, una de esas pausas que preceden a las
catástrofes.
Con voz temblorosa la Nela dice:
- Sí señorito mío, soy yo, la Nela.
Lentamente lleva a sus secos labios la mano del señorito y le
da un beso, y después, sus labios resbalan inertes sobre la piel de
la mano.
- ¡Eres tú! ... Nela ... ¡Marianela! ¡Amiga querida!
¿Qué mal es éste, doctor?
- La muerte. ¡Singular patología! - replica don Teodoro - no
sabemos nada, sólo cosas triviales 1•
- ¿Qué le pasa?
- Parece una meningitis fulminante.
- ¿No es usted médico?
- De los ojos, no de las pasiones.
Florentina está asombrada, estupefacta, y exclama:
- ¿Puede el dolor del alma matar de esta manera? ¡Oh! ¡Qué
horroroso misterio!
- No, misterio no, es el horrible desplome 2 de las ilusiones.
La realidad es para Pablo la vida, y para ella la muerte.
- ¡Alma! ¿Qué pasa en ti? - exclama Florentina sollozando.
- El alma ya no está. Mujer, haces bien en dejar este mundo
- exclama don Teodoro.
l. trivial: frívo lo, s in imp o rtanci a .
2. desplomar: aniquilar, d estrui r .
77
Se busca en todos los libros parroquiales de Villamojada
porque es preciso encontrar el apellido de la muerta.
Hallado ese requisito, la magnífica piedra sepulcral muestra
orgullosa en medio de las rústicas cruces del cementerio:
78
~, :~~
f ( lf l 1 • r
MARIA MANUELA TÉLLEZ
A C T 1 V 1 DAD ES
O Lee de nuevo el capítulo 5, y di si las afirmaciones son verdaderas (V) o falsas (F).
V F
1 Nela está vagando por los alrededores de las minas. D D 2. Nela quiere reunirse con su madre. D D 3. Teodoro Golfín descubre que Nela está enamorada de D D
Pablo.
4. Teodoro Golfín lleva a Nela a casa de Florentina. D D 5. Pablo no entra en la habitación de Nela. D D 6. Nela está en su postrera agonía. D D 7. Nela muere de una enfermedad desconocida. D D
¡Silencio! ¡A escuchar!
rJn' e ¿Tienes el oído fino? Escucha con atención. ¿Qué sonido oyes? [I] como lento o [I] como llorar.
11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20.
[I]
[IJ
~, e Escucha y repite. ¡A ver si consigues repetirlo rápido y sin equivocarte!
«Es un placer pasear con Celia, y zambullirse entre el bullicio de la Feria de Abril de la maravillosa Sevilla, cuando llueve»
79
A C T 1 V 1 O A O ES
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Busca en los siguientes títulos y contesta a las preguntas.
ARTESANÍA
Di cual es la artesanía principal de Oviedo, y da más detalles
sobre su fabricación.
FLORA Y FAUNA
¿Qué tipo de animales son?
1 O caballito del diablo a ave
2 O ardilla 3 O abadejo carbonero
4 O culebra de escalera
5 O abejaruco
PARQUES NATURALES
Da el nombre de:
b insecto
c mamífero
d pez
e reptil
1 dos parques nacionales : .... .. ..... ...... .... .... ... ... ... ........ ...... .......... ... ...... . 2 un río : ....... ..... .... .. ... .. ............... ......... ... ....... ... ....... .......... .... ........ ...... .
3 un lago: .. ... .... .. ....... .. ... ........ .. .. ....... ....... .. ................... .. .... ... ..... ... .. ... . .
RUTAS
Busca la ruta del Cares y contesta.
1 ¿Desde dónde se sale? .......... ......... .... .... .. ... ......... ..... ..... ...... ....... ... .
2 ¿A dónde se va? .. .. .... ... .............. .. .. .. ... .... .... .... ........... ........... .... ... .. .
3 ¿Cuántos kilómetros son?
4 ¿Qué ciudades se atraviesan?
5 ¿Qué monumentos se pueden ver?
80
Página 17 – ejercicio 4
Página 18 – ejercicio 5
1. hendido 2. lluvias 3. sol
4. verdes 5. centenario 6. tronco
7. camino 8. leñador 9. carpintero
10. hogar 11. valles
Página 20 – ejercicio 6
CAPÍTULO 2
Página 31 – ejercicio 1
1. a 2. c 3. c 4. c 5. c 6. b
Página 32 – ejercicio 2
MC C MP T
Página 33 – ejercicio 3
Página 34 – ejercicio 5
1. blanca 2. julio 3. enero 4. amigo
5. corazón
CAPÍTULO 3
Página 47 – ejercicio 1
1. a 2. b 3. a 4. b 5. c 6. a
Página 48 – ejercicio 2
a. – ¿Verdad que no se pueden
separar?
– ¿A que no se pueden separar?
b. – ¿Verdad que son dos partes de
una misma cosa?
– ¿A que son dos partes de una
misma cosa?
Página 49 – ejercicio 3
1. estaré 2. cantaré 3. cogeré
4. explicaré 5. daremos
6. comeremos 7. viviremos 8. seremos
2
S O L U C I O N E S
S O L U C I O N E S
Nive
l Terc
ero
B1
LEER Y APRENDER
CAPÍTULO 1
Página 15 – ejercicio 1
1. b 2. c 3. a 4. c 5. b 6. c
Página 16 – ejercicio 2
1. A Socartes
2. Reunirse con su hermano.
3. La luna
4. Está esperando a que salga la
luna.
5. Si se puede ir por aquí a las minas
de Socartes.
6. Sí, pero está un poco lejos.
Página 16 – ejercicio 3
MarianelaBenito Pérez Galdós
yo
tú
él/ella
nosotros/as
vosotros/as
ellos/ellas
infinitivo
yo
tú
él/ella
nosotros/as
vosotros/as
ellos/ellas
infinitivo
estoy
✗
estar
traes
✗
traer
aguardamos
✗
aguardar
gritáis
✗
gritar
vamos
✗
ir
sabe
✗
saber
tienen
✗
tener
espero
✗
esperar
A
B
C
D
E
N
C
I
E
G U S T O
O
E P Ú S C U L O
N
A
Z
S
C
U
R
O
O C H E
T A
B
I
M
OS L
U
N E G R O
ANIM
R D E
1
2
3
4
5
6
7
AO
D
C
L
BE
F
G
I
K
J
M
N
H
LL
CIDEB
LA-MARIANELA soluciones 27-10-2006 11:51 Pagina II
4
S O L U C I O N E S
Página 49 – ejercicio 4
Página 65 – ejercicio 3
Página 65 – ejercicio 4
1. Solamente como tomates.
No como sino tomates.
2. Solamente tengo quince años.
No tengo sino quince años.
3. El autobús no pasa más que a las
nueve.
El autobús no pasa sino a las
nueve.
4. Solamente voy al cine los
domingos.
No voy al cine sino los domingos.
5. No hablo sino español.
No hablo más que español.
Página 66 – ejercicio 5
Página 67 – ejercicio 6
1. c 2. a 3. d 4. b
CAPÍTULO 5
Página 79 – ejercicio 1
1. F 2. V 3. V 4. F 5. V 6. V 7. V
Página 79 – ejercicio 2
l 1. lobo 2. luto 3. luna 4. lino
6. paloma 8. lomo 9. lima
10. lana 12. lama 15. polo
16. ola 18. velo
ll 5. llanto 7. lleno 11. llana
13. llamar 14. pollo 17. olla
19. bella 20. callarse
3
S O L U C I O N E S
[s][θ]
1.
segundo
2.
anzuelo
3.
luz
4.
pesado
5.
ocio
6.
mancebo
7.
suponer
8.
azúcar
9.
profesor
10.
corazón
[s][θ]
11.
tentación
12.
brazos
13.
Jesús
14.
cerrar
15.
tercero
16.
ojos
17.
vez
18.
víspera
19.
alianza
20.
zozobra
Caer Hacer Llevarse Mirar por
del burro pucheros un chasco alguienExpresión
Significación
Situación/Ejemplo
Salir del
error en el
que uno se
encuentra
Hacer
gestos que
preceden al
llanto
Tener una
decepción
Cuidar de
alguien,
ampararle
Nela se cae
del burro al
ver a la
Virgen
comiendo
moras
El bebé hace
pucheros
cuando su
madre le
riñe
Te vas a
llevar un
chasco si
conoces a
Juan
La pobre
Nela no
tiene a
nadie que
mire por ella
Página 50 – ejercicio 5
Otra vez he pasado la jornada
en Zamora.
Teniendo la tentación de
dejar allí mi corazón,
al ver de Brígida
la mujer de Juan Mancebo,
zambullirse en la zozobra
llenos de enojo, sus ojos.
Página 50 – ejercicio 6
1. toro 2. foro 3. loro 4. moro
5. poro 6. coro
CAPÍTULO 4
Página 64 – ejercicio 1
1. F 2. V 3. F 4. F 5. V 6. F 7. V
8. F
Página 64 – ejercicio 2
1. chocolate 2. chocolatera 3. pan
4. mantequilla 5. pastas 6. agua
Loui
s Pas
teur
Aug
uste
yLo
uis
Lum
ière
Gui
llerm
oM
arco
ni
Alejand
ro
Volta
Jam
es W
att
And
ré M
arie
Am
père
Sant
iago
Ram
ón y
Cajal
Establece lanaturaleza de lasneuronas y de susconexiones
Fundador de lamicrobiología
Inventa elgalvanómetro y eltelégrafo eléctrico
Inventa lamáquina de vapor
Inventa la pilaeléctrica
Inventa eltelégrafo sin hilo
Inventan elcinematógrafo
✗
✗
✗
✗
✗
✗
✗
LA-MARIANELA soluciones 27-10-2006 11:51 Pagina 2
Página 80 – PROYECTO INTERNET
ARTESANÍA
En Asturias son diferentes las labores
realizadas por los artesanos en
azabache, cerámica, cuero, madera,
metales. La madera es la principal
materia prima de la artesanía
asturiana, debido a la abundancia de
bosques, de castaños, de robles, de
hayas y de nogales y a la calidad de
las maderas que se obtienen de ellos.
La madera se emplea también para la
fabricación de objetos domésticos,
como las descas (fuentes alargadas),
las xarras, las fiambreras, las
escudillas, y las madreñas, calzado
típico asturiano. También se
frabrican madreñeros, cesteros,
mimbreros, cunqueiros, y algunos
instrumentos musicales
característicos de la región, como la
gaita, las castañuelas, el pandeiro o el
rabel.
FLORA Y FAUNA
1. b 2. c 3. d 4. e 5. a
PARQUES NATURALES
1. Parque Nacional de los Picos de
Europa, Parque Natual de
Somiedo
2. Río Cares
3. Lago de la Ercina (Lagos de
Covadonga)
RUTAS
1. Poncebos
2. Posada de Valdeón
3. 20 km
4. Localidad de Caín
5. Monumentos natuales porque es
un Parque Nacional
5
S O L U C I O N E S
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a
LA-MARIANELA soluciones 27-10-2006 11:51 Pagina 4
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