latouche_la impostura desarrollista_2007 (1)
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LATO UCH E, Serge (2007): "La impostura desarrollista" , Sobrevivir al desarrollo. De la descolonización del imaginarioeconómico a la construcción de una sociedad alternativa. Icaria, Barcelona, pp. 53-63.
IV: LAIMPOSTURA DESARROLLISTA
10deveJopan artasignificadestruir radicalmente cualquíervegerecíonde la zona en cuestión. recubrir el terreno así despejado de cemento,
o bien, en el mejorde los casos, de césped, para aparcar coches,si porcasualidad queda algún sitio,seconsolida con una pared de cemento,se regulan los riachueloscon embalses.o bien, si esposible,se canalizan, se infectan con pesticidasy sevenden luego lo méscaroposibleacualquier consumidor urbanizado y embrutecido.
KONRAD LoRENZll7
El desarrollo constituye a la vez una impostura conceptual, por
su pretensión universalisra, y una impostura práctica, poi sus
contradicciones profundas.
El etnocentrismo del concepto
En muchas civilizaciones (si no en todas), antes del contacto con
Occidente elconcepto de desarrollo se encontraba del todo ausente.
Su traducción a las lenguas africanas, en particular, ha llevado de
cabeza a los expertos. Según Gilbert Rist: «Los bubi de Guinea
ecuatorial usan el término que significa a la vez crecer y morir, y los
ruandeses construyen eldesarrollo a partir de un verbo que significa
caminar, desplazarse, sin que ninguna direccionalidad particular
esté incluida en la nocién.» «Esta laguna -añade- no tiene
nada de sorprendente, indica sencillamente que otras sociedades
no consideran que su reproducci6n dependa de una acumulación
continua de conocimientos y bienes que presupongan un futuro
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mejor qu e el pasado.s" Así, en wolo f se ha intentado encontrar
un equivalente a desarrollo en una palabra que significa lilavoz del
jefe». Loscameruneses de lengua eton son todavía más explícitos.
Hablan del esueño del blanco". lila figura del desarrollo no posee
equivalen te en moore y se traduce lo mejor posible con la frase:
tónd maoodame tenga taoor khui yfnga (luchamos para que en la
tierra [en el pueblo] las cosas vayan mejor [para mfj)." El colmo
se alcanza con el idioma quechua. Se ha intentado dar la idea de
desarrollo con la expresión «trabajar bonito para la próxima salida
del sol.;»
Esta ausencia de palabras para expresarlo es un indicio, aunque
no suficiente. para probar la ausencia de cualquier visión desarro
llista. Es sólo que los valores sobre los que se basa el desarrollo, y
particularmente, el progreso, no se corresponden en absoluto con
aspiraciones universales profundas. Esos valores van unidos a la
hisnIria de Occidente, pero segurameme no tienen ningún sent ido
1'.11 .• I.I Sot ras sociedades.
l'ol lo '111r St· n-fn-n-a África negra, los antropólogos han se
nal.rdo tJlll·l.l Ill"lH 'l't iún .h-lricmpo se caracteriza por una claraorientación haci a eI IMs;..II I. ~ I ~)S sara del C had estiman que lo que
se encuentra tras sus ojos y que no pueden ver, es el futuro, mien-
tras que el pasado se encuentra delante, ya que es lo conocido El
autor añade: «Sería inútil rebatir lalógica de esta representaci ón 90
Andraej Zajaczkowkski realiza una observación análoga sobre los
kikuyu." Parece que este hecho es bascanre general, y no sólo en
África: sin embargo, es pertinente señalar que esta representación1111 f:ldlila la percepción de una noción como progreso, concepto
e.\t·lIti. 11del ima f!,inario de desarrollo.
/\. (·SIO hay tllll" aúadir la ausencia general de la creencia en eldominio humano sohn- la naturaleza en el seno de las sociedades
animiscas. Si la serpiente pillín es mi ancestro , como lo creen los
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acharuis, a menos que seaelcocodrilo, cornopiensan los bankongo,
diRcil será fabricar cinturones y caneras con su piel. Si los bosques
son sagrados, ¿cómo se puede explotar racionalmente? En África
nos encontramos, aún hoy, con este tipo de obstáculos al desarrollo.
En el sur de 'Iogo, elacondicionamiento de la laguna de Anecho,
residencia del cocodrilo tótem, sólo fueposible tras la deportaciónde
la mayor parte de lapoblación. El acondicionamiento de la laguna
Ebrié de Abiyán dio lugar a graves enfrentamientos con los ébrié.
Induso en laIndia brahrnénica, como lo analiza LouisDumont,
los valores que se parecen al desarrollo económico existen sin duda,
pero forman parte del Artha, es decir, de una esfera de actividad
inferior. Los comportamientos implicados por el desarrollo son
en gran medida contrarios a la esfera más valorada, elDhanna (el
deben." Según .Madeleine Bierdeau, en la visión brahmánica, latarea del ser humano es «únicamente mantener lo que existe a través
de una actividad principalmente ritual" . Cualquier otra actividad
pondría en peligro elorden cósmico."Aparte de los mitas en los que se basa la pretensión de dominar
la naturaleza y la creencia en el progreso, la idea del desarrollo se
encuentra to talmente desprovista de sent ido , y sus prácticas son
rigurosamente imposibles, por impensables y prohibidas.¿Lo que los franceses llaman desarrollo es lo que quiere lagente
del pueblo", pregunra Thierno Ba, responsable de una ONG sene
galesa sobre el río. No. Lo que quieren es lo que los pulaar llaman
bamtaare. ¿Qué es lo que significa? Quiere decir la búsqueda, por
parte de una comunidad sólidamente arraigada en su solidaridad,
de un bienestar social armónico, en elque cada uno de sus miem
bros , desde el más rico al más pobre, pueda encontr ar.su lugar y
su realización personal,"Es cierto que hoy, en África, eldesarrollo se ha convertido en
algo familiar, incluso la palabra ha sido sacralizada. Es un fetiche
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donde se entrampan todos los deseos.•Hacer eldesarrollo. es . ganar proyectos» o .ganar a un blanco» , es d remedio milagroso que
cura todos los males, incluso labrujería. «Los fetiches se obtienen
-sefiala P.J. Laurent-e- para proteger el capital: es una especie debrujn1a IU'ltmulativa..9S .El desarrollo -c-señala además- es un
conapto aparentemente extraño, mediante elcual todo es posible
entre mayoresy j óvenes,ayudantes yayudados,»Lasuerte del desarrollo ----es decir, su longevidad-e- resideen su pluralidad semántica,
Conduce, a base de no-decir o de no-dilucidar, a compromisos a
veces sorprendentes. Asf,en su nombre. musulmanes de Kulkinkacriarán cerdos. ¡N ada está prohibido si eso comporta d desarrollol'sPero no sin malentendidos ... Un senegalés al qu e se le señalaba ladudosa calidad del agua hizoesta admirable réplica: «La limpieza
del agua tendr ía qu e ser objeto de un proyecto Oxfam; con mi
dine ro pienso ir en peregr inaje a la Meca.»'" Como se puede ver,
la occidenralizacíén de las mentalidades no siempre se realiza sinproblemas.
Las contradicciones reales : la impostura práctica
La pretensi ón del desarrollo y del crecimien to econó m ico por
constituirse en el objetivo esencial de las sociedades hwnanas se
basa especialmente en el famo so trickk doum 4fia o «efecto de lasrecafdass, magnificado por laeuforia.de los mitos de lamodernidad.
Sin embargo, esta construcci ón seductora no resiste a un examen
se rio. Tantas paradojas jalonan el razonamiento qu~ el efecto
milagro se revela como un efecto espejismo. Anal icemos tres: la
p.lf.Llinj;l de la creación de necesidades, la de la acumulaci ón y de
la IUI"lllo j.1(·u ll('lhic'1.
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La paradoja de la creaci ón de necesidades
FJ desarrollo y el crecimiento económico pretenden satisfacer lasnecesidades fundamentales de la humanidad. a través de la crea
ci6n de tensiones psicológicas y frustraciones. Galbrait:h.lo afirmaexplfdramente el.o que llamamos desarrollo econ ómico consiste
en gran medida en imaginar una. estrategia. que permita vencer latendencia de los seres hwnanos a imponer límites a sus objetivosde ingresos. es decir. a sus esfuerzos.•" Estáclaroque eldesarrollo
económico sólo puede llevarsea caboapoyándose necesariamenteen la pobreza. No sólo d imaginari o económico inventa literalmente la escasa. sino que también la po breza vivida constituyeuna condición del crecimie nto. La presión de la necesidad sirve
de mo tor para poner a trabajar a los seres humanos, mientras que
crear la ind ispensable demanda de masas pas~ por laexacerbaciónde nuevas necesidades. Los sistemas tradicionales de protecci ón
contra la po breza, en panicular, los designados como «solidaridad
comunitaria», son directa o indirectamente considerados obst á
culos, frenos . resistencias al desarrollo, y denunciados como talespor los expen os. Esta red istribuci ón, que permite a menudo a los
pobres del Sur no hundirse en la miseria, es la besti4 rugra de los
desarrolliscas. Por otro lado, la misma teoría económica hace delcrecimiento una condición para laeliminación de la pobreza,
Así, tras la devaluación del franco CFA en 1994, en África seofrecieron perspectivas para laexportaci ón de carne a cienos paisescomo Burkina Faso o MaJE. Como lacarne dd Sahel empezó a serconsiderada un producto tan competitivo como la de Argentina
o los excedentes del Mercado Común, elBanco Mundiallinanci6
en seguida proyectos destinados a laganadería en aquellos paises.Los expertos sin embargo se tiraban de los cabellos cuando se en
contraban con ganaderos que no veían la neces idad de aumentar
sus manadas más de lo necesario para ganat más dinero. ¿Qué
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haremos con todo ese dineroi, preguntaban. Estos ch ascos son
bastante frecuentes en el Tercer Mundo y podríamos a p licar
muchas anécdotas de ese estilo.
Así pues, no hay crecim iento sin necesidades, no hay remedio
a la pobreza sin hundir a la población en la m iseria, incluso en la
doblemiseria: por una parte.Iamiseria psicológica por la frustración
debida a la creación de nuevas necesidades (por ejemplo, la agresivapublicidad de marcas de cigarrillos en África),'" y por o tra, una
m iseria concreta, casi fisiológica. Es cierto que podemos considerar
estos ejemplos una ilustración de un proceso dialéctico , pero lo que
está bien fu~dado no está probado, y la paradoja provoca sospecha.En lo referente al problema de la pobreza, elcrecimiento parece no
poder escapara esta contradicción central. En efecto, su atenuación
durante los Treinta Gloriosos años en los países del Norte gracias
al trickle down effict ya la difusión generalizada de los frutos del
l nvi micnro, se ha llevado a cabo mediante su exportación a losp. I¡\("~ lll·1Sur.U ~l
La paradoja de lo. ;u:ulU ubción
EJ creci miento se presenta. ~raáls al trickle down qpet. com o el
remedio milagro contra las desigualdades . Permite evitar las di
flciles reformas estructurales. como la reforma agraria. y atenuarlos co nflictos soc iales. La idea principal es que vale ~ás ponerse
de acuerdo pa ra hacer crecer el pastel, para que todos tengan másy queden satisfechos. que pelearse por un tro zo de un pequeño
pastel. Dicha idea es muy sed uctora, pero al mismo tiem po , los
(·l <lIlHlll i.\I;IS opina n unánimemente que la acumulación só lo es
I'tl\i hlc por 1I1nl i;. de una gran desigualdad de ingresos. Volvem os
a cncomr.r r IlIU nueva dialéctica. Para remediar la desigualdad de
las condiciones, se.· 1~· IH l r{;¡ l l UC empezar por agravarla. Esto sería
necesario para que se produzca UlI ahor ro lo bastante importante
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como para que éste se pueda inverti r en la economía y asegurar
su despegue. Con bastant e cinismo, en la mayoría de modelos de
desarrollo, se plantea una cierta cond ición de desigualdad como
condición previa a la acumulaci ón. Así, Sir Anhur Lewis, premio
Nobd de economía. sostenía que la desigualdad era buena pan el
crecimiento económico yaque los ricos ahorran másque los pobres,
lo que da lugar a una inversión más grande, lo que. a su vez. crea
riqueza para todos. Los más pobres acaban por beneficiarse de las
famosas erecafdass.Otro premio Nobel,Simon Kuznets, afirmabaque en las primeras etapas del desarrollo aumentaba ladesigualdad.
pero que. después, la tendencia se invertía. La. mayoría de [os l '1."U
nomistas, en particular los del Banco Mundial, les siguen los ";l\( )S
porque están convencidos de la certeza de un razonamient o <¡Ue.'
d ispensa de llevar a cabo alguna reflexión en TOrno a la injllsl ió a
del sistema. lO! Así. la economía se compone de la preo cupación
sobre los conflictos sociales. que conlleva n las reformas agrarias
o las medidas de reparto equitativo. Sin embargo. la experiencia
de esros últimos cincuenta afias demuestra que la desigualdad no
es la mejor manera de resolver las desigualdades. Corea del Sur.
C hina,Taiwány Japón han incrementado notablemente sus índices
de ahorro reduciendo las desigualdades, más que agravándolas.
Sabemos ahora que no es tanto la fal ta de ahorro lo que impide la
acumulación en los países más pobres (incluso en África),"sino la
fal ta de estím ulo a la inversión.
La paradoja ecológica delcrecimiento
La obsesión po r el PNB hace que conside remos positivo cualq uier
producción y cualquier gastO - incluso cuando la. producción es
perjudicial, es deci r destructora, y que implica una producción
específica para neutralizar sus efectos. «Consideramos cualquier
actividad rem unerada. señala Jacques E1lul , como un valor añadido,
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generadora de bienestar, mientras que la inversión en la industria
anticontaminante no aumenta en nadael bienestar. como mucho
permite conservarlo. Puede suceder a veces. sin duda. que el cre
cimiento del valor a deducir sea superior al crecimien to delvalor
añadido.•I02 Esto es cada vez más probable.
Así. Jos Estados Unidos gastaron. en 1991. 115 mil millo nes
de dólares. es decir. un 2.1% del PNB. para proteger elmedio am
biente. y esto no acaba aquí. Se estima que la nueva ckan eir aaaumentará elcoste de 45 a 55mil millones de dólares por añO.103
C iertamente. lasevaluaciones dd precio de lacontaminación o dd
precio de coste de la descontaminación son eminentemente delica
das. problemáticas y controvertidas (ver los debates en la reunión
del G7 en Népoles sobre la factura de Chemóbil) . Seha calculado
que elefecto invernadero podría costar entre 600 y 1.000 millones
de dólares por afio en los afias futu ros, es decir entre un 3 y un
")'.l'l, del rNBmundial. El World Ressources Instirure, por su lado,
b.l illlerH;ldo evaluar la reducción de los índi ces de creci miento,I um itl<'I .llIdu ti ~llIgr l:l en el capital natural desde la óptica del
dn .lI l ' .ll•• ~H\lt· llih l(" . I'.lra Indo nesia, elíndice de: crecimiento entre
1971 y IIJH4 Sl'rla Ilc 7 ,1 J. 4% de media anual. y esto integrando
só lo tres eleme ntos: IJ. destrucció n de los bosques. la extracción
de petr óleo y de gas natu ral y la erosión del suelo. FJ economista
alemán. WSchultz calculó. a partir de un inventario no exhaus
tivo de las contaminaciones. que si se tuviera en cuenta los daños
causad os a la RFA. en 1985 éstos equivaldrían al 6% de su PIB.IO(
¿Es posible asegurar que. sin em bargo, se han compensado todas
las pérdidas del «capital naturab? H. Daly Y C. Cobb han reali
zado un índice sintético. el Genuine Progrm Indicator (Indicador
del Progreso Auténtico) que corrige ase el Gross National Produet(Producto Nacional Bruto) de pérdidas debidas a la contaminación
y degradacióndd medio ambiente. F1 resultado de sus cálculos es
60 .
"q ue a partir de los años setenta. para los Estados Unidos. el Indiode progreso auténtico seestanca e incluso retrocede. mientras que
el Producto Interior Bruto no para de crecer.105 ¡Es tanto como
decir que. en esas condiciones. el crecimiento es un mi to!
A ese tipo de condiciones eco nó micas hayque añadi rle el impacto político y cultural. En materia de desarrollo. el precio que
hay q ue pagar en elplano social y humano es a menud o enorme.
Si. actualmente. la moda es la democracia. en los afias sesenta.
se consideraba como «normal. la dictadura, el partido único, elrégimen policial. los encarcelamientos arbitrarios. la tortura. lasdesapariciones. para llevar a cabo el control social necesariopara
la acumulación. llamada «primit iva» y para la ind ustrializació n
pesada o ligera. Todo ello independientemente de las opciones
políticas. La URSS con Stalin pagó ese precio. El Brasil de los ge
nerales. la Grecia de los coroneles. la España de Franco. el Chile
d e: Pinocher, la Argentina de Videla, el Pcrú durante la di ctadura
militar. Todos hicieron igual . Y la lista es mucho más larga. LosN uevos Países Industriales (NPI) sigue n mostrando el camin o:
Corea del Sur fue durante largo tiempo una dictadura militar y un
régimen policial. CroisuncetkJ~nnNasions; órgano de la prensa
cristiana que refleja. en general. elpuntO de vista de los cristianos
progresistas. apoyó a lo largo de la edi torial el partido único y lasupresió n de la libertad de prensa en los años sesenta. «Exigir el
respeto de ladeclaraci ón universal de derechoshumanos es imponer
un imperialismo cultural», podemos leer. •Es preferible, escribía
el humanista G. Myrdal . un régimen auto ritario. capaz.de llevar a
cabo las reformas necesarias. irreal izables en un régimen democré
t ico. ,IOó Un antiguo embajador de Francia en Gabón, ex procénsul
y servidor político imperial. hablando sobre los comienzos de la
independencia, exp-resa sin alterarse un a posici ón, que entonces
era un ánimemente compartida: «Era la época de lo q ue se Llamó
61
después el multipartidismo, generador de desorden y de luchas
estériles poco propicias a favorecer la unidad Yel desarrollo de la
joven naci én,» Con lavuelta a la moda de dicho multipartidismo,
esa frase tiene gracía.t"
Cabe destacaraqul que si d I?reOo a pagar a evidente, los di
vldendos, excepto tal vez. Corea del Sur. si aceptamos los criterios
estándar dd desarrollo y los análisis dd Banco Mundial, conside
rando como beneficios y pérdidas los costes sociales y humanos,
se hacen espt:rar, y nada demuestra, por otra pane, que no seanfruto de la represi ón. .
En todos los casos evocados, d precio a pagar es absolutamentedesproporcionado en relación con los dividendos reales o imaginarios del progreso; ambas cosas tienen distinta naturaleza. no sesitúan en elmismo plano; los beneficiarios y lasvíctimas a menudo
nn so n las mismas. En resumen, ese precio a pagar no se conoce
\i(·mprt· en seguida, a menudo es ins idioso a largo plazo, y puede'111(' rlt. '>C.•.! IId~ (lue una amenaza.
I .• ,.11',:11111 .1 ' 1II l ' .'il" plantea hoyes la siguiente: ¿será necesa
IIU n l'n.1I 1l1l1.1V(.1 vu.ucnta años para que comprendamos que
el dc.\.Hwllu l '\ e] dn.u rollu u .llmm u ndstmti? No existe otra
alternati.va' Y el desarrollo rt'Illmmtr existente significa la guernecon ómica (con sus vencedores, evide nte-mente, pero también
con sus vencidos), es el pillaje ilimitado de la na turaleza, es la
occidenralizaci én del mundo y la uniformizaci én planetaria, es,
en resumen . el genocidio, o como mínimo, el emocidio para
cualquier cultura diferente.
E.<¡ hora de acabar con la palabrería desarrollisra. No hay otro
dcs.nr ollo qu e eldesarrollo. Es inútil buscar.otro mejor porque enIl'lll í.l , ese mismo es elbien. Otro desarrollo es un sin sentido.
¡:irl,lllllelll (·. el desarrollo como la globalizaci6n son «m équlnas» de crear !l;lIl1brUII;1. Ant es de los años setenta, en África, las
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poblaciones eran «pobres» en relación con los criterios 01,( lt!c:IlI.llr\ ,
en elsentido que disponían de pocos bienes manufacturados. p t"1Il
nadie, en tiempos normales. se moría de hambre. Tras cincuenta
afias de desarrollo esto es lo que pasa. Y todavía más en Argenti
na, país en el cual era tradicional la ganadería bovina antes de la
ofensiva desarroIiista de los años ochenta, donde se derrochaba
sin consideraci ón la carne de vacuno, abandonando los trozosde baja calidad. Hoy en día, la gente saquea los supermercados
para sobrevivir, y los fondos marinos, que fueron explotados sinvergüenza por las Horas extranjeras entre 1985 y.1995 paraelevarlas expo rtaciones sin grandes provechos para la poblaci ón, ya no
pueden constituir un~.10ll
Como dice Vandana Shiva: cBajo la máscara dd crecimiento
se disimula, de hecho, la creación de la penuria.•1ot
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