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La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014. 1
AÑO 11 NÚM. 61 MÉXICO, D. F., MAYO 1º DE 2014. DIRECTOR GENERAL: RAMÓN COUOH CUTZ PRECIO: $10.00
¡Contra el Capital y el Imperialismo
y por el
Socialismo!
¡México hipotecado a la órbita
imperialista yanqui!
2 La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014.
EDITORIAL
1886 Por un 1° de mayo de Lucha Proletaria 2014
¡Contra el Capital y el Imperialismo
y por el Socialismo! Abril 26 de 2014
Este 1° de mayo, es muy importante para el proletariado
y los pueblos del mundo, así como para el proletariado, to-
dos los trabajadores y el pueblo mexicanos, porque ade-
más de conmemorar el 128 aniversario de las gestas he-
roicas del proletariado estadounidense de Milwaukee y
Chicago de 1886, obliga a hacer un recuento histórico de
las luchas protagonizadas por el proletariado internacio-
nal, desde su surgimiento con la revolución industrial a
partir de 1760 hasta ahora, pero sobre todo a preparar las
armas para la nueva aurora de la revolución socialista que
ya se anuncia, teniendo como objetivo principal desen-
mascarar todas las lacras del capitalismo y su infernal en-
gendro el imperialismo, que hoy ante su peor crisis en la
historia, impone como única alternativa para superarla su
reestructuración, haciendo caer todo el peso sobre las es-
paldas de todos los explotados y oprimidos del planeta,
cancelando todas las conquistas históricas arrancadas en
más de 250 años de luchas, en que el proletariado ha en-
tregado la sangre y la vida de cientos de millones de los
suyos, por mejorar sus condiciones de existencia, lo-
grando arrancar muchas conquistas, siendo lo más por-
tentoso los triunfos en la Comuna de París de 1871, la re-
volución socialista bolchevique rusa de 1917, la derrota
del fascismo por el proletariado durante la II Guerra Mun-
dial (1939-45), el triunfo de la revolución de nueva demo-
cracia China de 1949, el triunfo de las guerras de libera-
ción nacional en África, Asia y América Latina de 1945-75,
la soberana derrota asestada al imperialismo yanqui en
La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014. 3
Vietnam (1960-75), sin dejar de señalar la sangría impe-
rialista en sus invasiones a Irak, Afganistán; siendo un hito
imperecedero la gran lección para todos los proletarios y
pueblos del mundo, la posibilidad de arribar al comu-
nismo, como único modo de producción en que reine la
plena igualdad de toda la humanidad, camino sobrada-
mente conocido la revolución proletaria mundial, y que en
México, se vislumbra en la oscura noche reaccionaria, un
nuevo amanecer.
Ofensiva del capital y el imperialismo contra los tra-
bajadores y pueblos.
La ofensiva del gran capital en contra de los trabajadores,
que persigue nulificar conquistas históricas arrancadas
en más de 250 años de luchas permanentes, principal-
mente la jornada laboral de 8 horas con 6 días de trabajo
y 1 de descanso obligatorio; la seguridad social, que im-
plica condiciones sanitarias adecuadas en los centros de
trabajo, atención médica, pensiones por accidentes de
trabajo, jubilaciones determinadas por no más de 30 años
de servicio y trabajo, y la protección de la familia; la rela-
ción contractual directa trabajador—patrón; la contrata-
ción colectiva, libre asociación y sindicalización, y el dere-
cho de manifestación y lucha política, que incluye como
fundamental el derecho de huelga –arma máxima de lu-
cha democrática— y la solidaridad en todas sus formas;
así, como en contra de los pueblos, como los derechos
económicos, sociales, políticos y culturales, que preten-
den acabar con la salud y la educación pública, el respeto
a la libertad individual y la no discriminación por raza, co-
lor y sexo, la autodeterminación, y otras tantas conquistas
arrancadas con el sufrimiento y la sangre de millones de
nuestros antepasados; son parte de la única alternativa
del capitalismo y el imperialismo, de la restructuración,
ante sus cada vez más graves crisis, de las cuales no tie-
nen salidas, más que hacer recaer todo el peso sobre las
espaldas de los trabajadores y el saqueo de los pueblos,
que se manifiesta en la eliminación legal y en los hechos
de las conquistas, la intensificación de la explotación, el
desempleo, la reducción de los salarios –cada vez más mi-
serables—, la represión y el ascenso del fascismo, sin que-
rer aceptar las clases dominantes –en todo el mundo— la
burguesía y los terratenientes, que las causas de sus crisis
radican en su perversa esencia: la propiedad privada, la
explotación, la corrupción, la ambición desmedida, la re-
presión, el afán de lucro y la holgazanería; precipitando
con su política su inminente ruina, pues están atizando la
llama de la rebelión proletaria y popular, cuya única alter-
nativa es la intensificación de la lucha de clases, que con-
duce inevitablemente a la transformación revolucionaria
de la sociedad.
Las numerosas conquistas arrancadas con el sacrificio
y las luchas de nuestros antepasados, hoy nos han sido
arrancadas, imponiéndose las reformas estructurales, que
en el caso de México, incluyen la fiscal y hacendaria, cuyo
objetivo es captar más ingresos económicos al erario pú-
blico al mismo tiempo que se reduce el gasto público, en
beneficio de la delincuencia legalmente organizada que
gobierna al servicio del gran capital; a la seguridad social,
casos concretos del sector Salud, IMSS e ISSSTE, que li-
mita la atención médica y medicamentos, elimina la me-
dicina especializada y pone en peligro la salud pública; la
reforma laboral, que aumenta los años de servicio, can-
cela las conquistas históricas de los trabajadores: los de-
rechos de asociación, sindicalización y huelga, elimina la
relación contractual patrón-trabajador e impone la sub-
contratación e intensifica la explotación con salarios mi-
serables, dejando al proletariado en condiciones de inde-
fensión, sometidos a los intereses y caprichos patronales;
la reforma energética, que subasta la riqueza pública en
petróleo, gas y minerales, entregándose a empresas impe-
rialistas y del gran capital nacional, hipotecando la sobe-
ranía e independencia nacional; la reforma judicial, para
criminalizar la lucha y la protesta social, conocedores los
grandes burgueses que el descontento crece y no es le-
jano un estallido social; la reforma a comunicaciones, que
entrega la clase política y el Estado, en agradecimiento a
sus amos capitalistas, sobre todo a Televisa, TV-Azteca, en
aparente pugna con capitalistas similares, pero que en el
fondo buscan el control sobre la población; la reforma po-
lítica, que fortalece el poder del Estado y perfeccionado
los mecanismos de control para mantener a los haraga-
nes, saqueadores y explotadores del capital financiero, in-
conmovibles en el poder; culminando en sus desesperadas
ansias de mantenerse, de sacrificar la independencia y
soberanía nacional, entregando el país al imperialismo
yanqui –principalmente—, a través de pactos internaciona-
les, como el TLCAN, el Plan Mesoamérica-Caribe-Colom-
bia, la Alianza del Pacífico, el ASPAN y la Iniciativa Mérida,
en que legalizan la traición a la Patria, previendo inclusive
una posible invasión militar yanqui, en caso de una gene-
ralizada rebelión social.
La crisis mundial del capitalismo, detonada en octubre
de 2008 hasta hoy no ha tenido y no se vislumbra una
pronta solución. Al contrario, remece los cimientos de la
putrefacta vieja sociedad capitalista, como se demuestra
con la debacle de la mayoría de los países de Europa, por
las abultadas deudas estatales que rebasan en la mayoría
de los países más del 100% de su PIB, afectando igual-
mente al mayor imperio económico y militar del planeta
Estados Unidos, profundizando las contradicciones inte-
rimperialistas, poniendo poco a poco al mando la contra-
dicción capital y trabajo, elevando nuevamente la contra-
dicción capitalismo y socialismo. Los conflictos actuales
en Ucrania, Venezuela, Palestina, Siria, Irak, Afganistán,
reflejan las profundas contradicciones imperialistas, que
atizan la llama a una posible tercera guerra mundial, que
imponen reacomodos en el contexto mundial, obligando a
Estados Unidos a atrincherarse con Canadá y México, bus-
cando posesionarse descaradamente de las inmensa ri-
quezas latinoamericanas.
Las reformas estructurales que el imperialismo aplica
en todo el mundo, conlleva la privatización de todas las
empresas en manos del Estado, la modificación de todas
las legislaciones que permitan legalizar los atracos a los
trabajadores y a los pueblos, principalmente los derechos
laborales, la educación pública, la salud y la seguridad so-
cial.
En México, la situación es aún peor. En los últimos 30
años las empresas públicas han sido privatizadas; las es-
tratégicas como Pemex y electricidad están en proceso
acelerado de privatización; más de 52 millones de hectá-
reas de tierras han sido concesionadas a empresas mine-
ras afectando a millones de campesinos e indígenas, ade-
más de que la industria en más del 75% está en manos
4 La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014.
extranjeras; la industria nacional ha sido desmantelada;
el campo mexicano ha sido mayormente abandonado, pro-
duciéndose no más del 50% de la alimentación nacional,
lo que implica importarlas de Estados Unidos, principal-
mente; de 56 millones que conforman la PEA, hay más de
10 millones de desempleados abiertos y un alto porcen-
taje de subempleados, y los que tienen trabajo la mayoría
perciben salarios miserables. La deuda pública y privada
externa e interna asciende a más de 7 billones de pesos,
a la que se agrega la contingente, que es aún mayor.
Esta situación se ha agravado aún más en el actual se-
xenio. La “guerra” iniciada por Felipe Calderón Hinojosa y
continuada con otros matices por Enrique Peña Nieto con-
tra los narcos, ha atizado la peor violencia reaccionaria del
narco y el Estado, que hasta hoy suman más de 150 mil
muertos, principalmente jóvenes, exhibiendo la verdadera
careta de los gobiernos PRIistas y Panistas de los últimos
5 sexenios. La respuesta popular cada vez se incrementa,
de ahí el surgimiento de los policías comunitarios y los co-
mités de autodefensa que proliferan por el país.
Miles de trabajadores y luchadores populares, aprove-
chándose la “guerra” contra los narcos, han sido reprimi-
dos, perseguidos, encarcelados y asesinados. Los trabaja-
dores electricistas del SME, que sufrieron la ilegal e ilegí-
tima desaparición de la empresa LyFC y el despido de los
44 mil trabajadores, hasta hoy sólo han sido engañados.
Los mineros enfrentan la ofensiva fascista del Estado a su
sindicato. Todos los trabajadores mexicanos soportan la
mayor agresión a sus derechos y se hunden en la miseria.
Los maestros y trabajadores de la educación mexica-
nos enfrentan la ofensiva de la burguesía y su Estado, ha-
ciéndolos responsables de la crisis de la educación nacio-
nal, siendo la burguesía, su clase política y su Estado los
únicos culpables, porque son quienes imponen la filosofía
y política educativa, y el financiamiento, que atendién-
dose a más de 40 millones de estudiantes, maestros y tra-
bajadores, sólo se aplica a la educación pública el 3.7%
del PIB, que se suma a las condiciones de pobreza y mise-
ria en que sobrevive el pueblo y por lo tanto, en las escue-
las públicas se refleja es-
tas graves condiciones. La
mal llamada reforma edu-
cativa de Peña Nieto, es
anticientífica, antinacio-
nal, antidemocrática, que
sirve sólo los intereses del
gran capital y lleva a mayor
dependencia al país.
Los proletarios no tie-
nen nada que perder,
más que sus cadenas.
El Manifiesto del Partido
Comunista –Marx y En-
gels—, refiriéndose a la in-
negable fuerza y capaci-
dad del proletariado,
afirma “que las clases do-
minantes tiemblen ante
una Revolución Comu-
nista” y concluye “los proletarios no tienen nada que per-
der en ella más que sus cadenas. Tienen, en cambio, un
mundo que ganar”.
Efectivamente, en los últimos 8 mil años de la historia de
la humanidad, desde el surgimiento de la propiedad pri-
vada sobre los medios de producción, de las clases socia-
les y la consecuente lucha de clases, y su maquinaria de
guerra, el Estado, la mayoría de la población mundial, ha
sido sometida al esclavismo, el feudalismo y el capita-
lismo –modos clasistas de producción—, sentenciando
desde entonces a la más despiadada esclavitud, servidum-
bre y explotación, en beneficio de un reducido número de
canallas esclavistas, aristócratas feudales y burgueses,
quienes se han beneficiado de la terrible explotación y ex-
poliación de los miserables.
El 1° de mayo, es un día de combate que acerca la
fiesta universal de los proletarios, la revolución comu-
nista. El proletariado mundial posee una rica historia de
luchas, desde las incipientes batallas, como el maqui-
nismo, las mutualidades, las tradeuniones, el cartismo y el
socialismo utópico, que reflejaron la infancia del proleta-
riado, hasta el desarrollo del sindicalismo, auténtica alter-
nativa de clase; el surgimiento del marxismo, en sus tres
etapas: el marxismo-leninismo y el maoísmo, desarro-
llando grandes luchas como la Comuna de París, que aun-
que el proletariado francés sólo mantuvo el poder durante
60 días demostró la posibilidad de la clase obrera de ob-
tenerla; las grandes revoluciones de Rusia en octubre de
1917, en China en 1949 y el ascenso revolucionario, des-
pués de la II Guerra Mundial, abarcando la mitad de la po-
blación mundial, la conformación de las Internacionales
comunistas (1—1864-72, 2—1889-1914, y la 3—1919-39,
confirmó las inmensas posibilidades del triunfo del comu-
nismo en el mundo. Las derrotas sufridas por el proleta-
riado, son grandes enseñanzas, que inspiran a abrevar en
ellas para preparar los nuevos ascensos hasta el triunfo
definitivo, aprendiendo de los errores y aciertos.
Este 1° de mayo, no sólo rendimos homenaje a la he-
roicidad del proletariado de Estados Unidos, que protago-
nizaron la huelga
de 1886 por la
cual sufrieron re-
presión, sino es
la oportunidad
para hacer un re-
cuento de nues-
tras fuerzas para
enfrentar en me-
jores condicio-
nes de éxito al
capital. El mar-
xismo revolucio-
nario, hoy mar-
xismo-leninismo-
maoísmo, la
ciencia, el mé-
todo, la posición,
la ideología y
arma fundamen-
tal del proleta-
riado, a pesar de
las derrotas su-
La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014. 5
fridas, constituyen sólo un recodo en el largo andar por la
revolución comunista mundial y goza de muy buena salud,
puesto que enormes contingentes van sumándose en el
mundo. En México, las condiciones son inmejorables,
puesto que las masas trabajadoras van comprendiendo
que el único camino posible es la lucha, la rebelión social
y la construcción de una nueva sociedad.
En estas condiciones la lucha del magisterio nacional
democrático y clasista, organizados conscientemente en
la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educa-
ción, que ha demostrado en la práctica ser un auténtico
sindicato, alcanza en los hechos mayor relevancia. Las
grandes e intensas luchas recién libradas, que incorporó
a más de un millón de maestros y trabajadores, así como
millones de padres de familia, trabajadores y estudiantes,
ante la cerrazón del Estado, la única alternativa es la
huelga nacional, a la que apostaremos, en conjunción con
todas las luchas del pueblo mexicano. La fecha del esta-
llamiento no es voluntarista, pero aceleremos el proceso.
En estas luchas, venceremos porque la razón y la
fuerza nos asisten. Todos los explotados y oprimidos de la
sociedad, nada tenemos que perder, más que las cadenas,
en cambio tenemos un mundo que ganar.
¡Vivan las luchas del proletariado internacional
y nacional!
¡Vivan las huelgas del magisterio mexicano,
dirigidos y organizados orgullosamente por la CNTE!
Otra vez en el frente
de Córdoba Pedro Garfias (poesía de la guerra española)
Mar de Valencia, desde el campo mío
Te mando mi sonrisa
Libre de la sirena
Que aprisionó mis días
Y como barcas tristes
Los sujetó a tu orilla.
Otra vez mi horizonte
Con su curva tranquila
Y mis olivos claros, y mis hombres
De sangre roja y de mirada limpia.
Sobre el monte sentada
La sombra de mi vida
Pacientemente inmóvil
Y tan segura de que volvería
Y la simple verdad de mis pobres solda-
dos
Bajo la tierra lívida.
Ventaja me lleváis por el sendero
Pero yo espero caminar de prisa.
6 La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014.
NACIONAL
La pérdida de la soberanía e independencia nacional:
¡México hipotecado a la órbita
imperialista yanqui!
Para nuestro país, ha sido muy difícil, desde que lo logró
de España en 1821, mante-
ner su precaria independen-
cia y soberanía, puesto que
desde un principio sufrió el
acecho permanente de Es-
paña que intentó en varias
ocasiones la reconquista; de
Francia e Inglaterra, que en
su afán expansionista colo-
nial, no perdían la oportuni-
dad de intervenir en la vida
interna de nuestro país, en el
caso de Francia son inolvida-
bles las intervenciones de
1838, conocida como la
“Guerra de los Pasteles” y la
de 1861-65 que inclusive im-
pusieron a Maximiliano de
Habsburgo como “Empera-
dor” durante el “Juarismo”;
pero sobre todo no podemos
ni debemos perder de vista
las ambiciones imperialistas
de los estadounidenses (yan-
quis, gringos…), que desde
antes de nuestra indepen-
dencia ambicionaban el territorio, en 1835-36 fueron artí-
fices de la “Separación de Texas” (de lamentable historia
para nosotros), y lo peor la invasión yanqui de 1846-48,
por la cual nos arrebataron más de 2,400,000 km2, que
comprendía los territorios de Texas, California y Nuevo
México, hoy abarca casi 9 Estados de la Unión americana,
y desde entonces hemos tenido que soportar el peso de la
intromisión gringa en la vida interna del país, sufriendo
permanentemente sus agresiones, contando ellos en to-
das las épocas de la complicidad de grupos y partidos trai-
dores de la Patria, entre ellos –en el pasado— el alto clero,
los santannistas, los conservadores, en parte el porfi-
rismo, durante la revolución principalmente Carranza y co-
rifeos, padres del PRIismo.
En la actualidad, sin el interés de hacer historia, la
clase dominante mexicana: la burguesía, su clase política
–de todos los partidos políticos de Estado— y su Estado y
demás comparsas de la falsa izquierda, con las “reformas
estructurales” y los Tratados
Internacionales, particular-
mente el TLCAN, el Plan Me-
soamérica-Caribe-Colombia,
la Alianza del Pacífico con la
peor reacción latinoameri-
cana, y sobre todo el ASPAN
y la Iniciativa Mérida, han le-
galizado la entrega del país
al imperialismo yanqui, cul-
minando con la reforma ener-
gética y la autorización de la
invasión yanqui, ante la ines-
tabilidad social.
Las actuales generacio-
nes de patriotas, particular-
mente de la auténtica iz-
quierda –no electorera—, los
comunistas y todos los pro-
gresistas con coraje y digni-
dad de clase –que somos la
mayoría del país— tenemos la
gran responsabilidad de
aportar toda nuestra capaci-
dad y energía por el rescate y
defensa de nuestra sobera-
nía e independencia nacional, de ahí que nuestra estrate-
gia anticapitalista, antiimperialista esté al mando, con la
aspiración de imponer el triunfo del socialismo, como
única opción justa para nuestro pueblo.
Por su importancia, se reproduce un documento de
Carlos Fazio, que fue publicado en siete capítulos en “La
Jornada”…
“Cronología abreviada de la imposición y la en-
trega” Carlos Fazio
I
El pasado 22 de noviembre, la 51 reunión interparlamen-
taria México-Estados Unidos concluyó con la difusión de
La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014. 7
un comunicado conjunto, en el que la delegación estadu-
nidense manifestó su interés por una mayor interdepen-
dencia y seguridad energética de Norteamérica. En la
reunión, Michael McCaul, presidente de la delegación vi-
sitante y del Comité de Seguridad Interior de la Cámara de
Representantes de Estados Unidos, elogió el paquete de
contrarreformas neoliberales impulsado por Enrique Peña
y el Pacto por México y, tras mencionar los acuerdos trans-
fronterizos de hidrocarburos de su país con México, abogó
por una profundización de la alianza energética entre am-
bos y Canadá.
En el marco de las privatizaciones en curso de Petró-
leos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electri-
cidad (CFE) en el Congreso mexicano, las aspiraciones de
McCaul y los parlamentarios estadunidenses no fueron
para nada inocentes. Abrevan en la histórica ambición
anexionista y de clase que desde los tiempos del secreta-
rio de Estado William H. Seward, en la segunda mitad del
siglo XIX, se expresó en un proyecto de control infraestruc-
tural y económico
de dimensiones
continentales que
incluía la absor-
ción de México y
Canadá; proyecto
revitalizado en do-
cumentos oficiales
del gobierno de
Franklyn Delano
Roosevelt en 1941,
cuando se diseñó
la Doctrina de
Áreas Ampliadas
(Grand Área Doc-
trine), plan geopolí-
tico de integración
vertical imperial
para la competen-
cia comercial entre
bloques, con eje en
la noción de seguri-
dad nacional esta-
dunidense.
En su última
fase, dicho proceso arranca a finales de los años 70 del
siglo pasado, cuando el lobby petrolero texano logró colo-
car en la Oficina Oval a Ronald Reagan y George Bush pa-
dre. Veamos: 1973. El embargo de la Organización de Países Expor-
tadores de Petróleo (OPEP) a Estados Unidos, a raíz de su
apoyo a Israel en la guerra de Yom Kippur, exhibió su vul-
nerabilidad energética y generó un trauma geoestraté-
gico. Desde entonces, de cara a cualquier interrupción fu-
tura del flujo de hidrocarburos (petróleo y gas natural) del
golfo Pérsico, Washington priorizó por razones de seguri-
dad nacional sus políticas hacia fuentes amigables, esta-
bles y seguras como Inglaterra, Canadá, México y Vene-
zuela.
1979. La vinculación entre la seguridad, la dependen-
cia estratégica y las iniciativas para la inclusión de Ca-
nadá y México en esquemas de integración de América del
Norte ingresa como tema central de la seguridad nacional
de Estados Unidos. Para dejar de ser rehenes de la OPEP
y de cara a la pugna interimperialista con los mega blo-
ques económicos de la Unión Europea y el Asia/Pacífico
(Japón y los tigres asiáticos) que desafían la hegemonía
de Estados Unidos, ese año, cuando el tema del petróleo y
el gas era casi un tabú en las relaciones bilateral y regio-
nal, Ronald Reagan promueve en su campaña por la Casa
Blanca la desvinculación del petróleo mexicano y el gas
natural canadiense del mercado mundial y la regionaliza-
ción de los recursos hidrocarburíficos de ambos países
bajo la idea de un mercado común energético de América
del Norte.
Años 80. En el caso de México, los mayores obstáculos
para la conformación de un mercomún energético en el
área espacial y territorial de Norteamérica eran el nacio-
nalismo revolucionario, con su artículo 27 constitucional,
y la noción misma de la soberanía nacional mexicana.
Para librar esos escollos, Washington optó por instrumen-
tos no militares (es decir, financieros y monetarios deriva-
dos de las líneas de condicionalidad del Banco Mundial, el
FMI y el BID atadas
a la deuda externa)
y de inteligencia
política (coopta-
ción-corrupción de
gobernantes, polí-
ticos y empresarios
y las presiones de-
rivadas de sus
eventuales víncu-
los con el tráfico de
drogas y otros ilíci-
tos).
Histórica-
mente, al aparato
militar y diplomá-
tico estadunidense
no le ha sido difícil
detectar esas vul-
nerabilidades, por-
que, como dijo el
ex secretario de
Estado de
Woodrow Wilson,
Robert Lansing, do-
minar a México es extremadamente fácil porque basta
con controlar a un solo hombre: el presidente. Labor que
han venido desarrollando los emisarios de Washington
desde el primer gobierno neoliberal de Miguel de la Ma-
drid hasta el presente, con Enrique Peña, pasando por Car-
los Salinas (líder de la facción santannista de lo que Ma-
nuel Buendía llamó neopolkos), Ernesto Zedillo, Vicente
Fox y Felipe Calderón. En abono de lo anterior, y como se-
ñaló hace más de dos lustros John Saxe-Fernández en La
compra-venta de México, desde 1982 se ha venido gene-
ralizando en México el quintacolumnismo, es decir, una
quinta columna integrada por un grupo de poder local co-
laboracionista, antinacional y entreguista, afín a un ane-
xionismo vertical, subordinado y dependiente de Estados
Unidos.
1991. Durante el gobierno salinista, en el marco de la
primera guerra del golfo Pérsico, Timothy O’Leary dio a co-
nocer que en una reunión celebrada en Toronto, el 12 de
junio de ese año, Los Pinos y la Casa Blanca pactaron
8 La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014.
que sin modificar la Constitución mexicana, el petróleo y
las operaciones nacionales e internacionales de Pemex
entraran en las negociaciones del Tratado de Libre Comer-
cio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, por sus siglas
en inglés).
1994. Con la entrada en vigor del TLCAN, definido por
el ex director de la CIA William Colby como un instrumento
importante para desvanecer la soberanía mexicana
y reorientar la función y la existencia misma de México
como Estado nación, se profundizó el proceso de constitu-
cionalización del neoliberalismo disciplinario. Esto es, el
ajuste del aparato normativo mexicano con el fin de ga-
rantizar seguridad jurídica a los inversionistas privados ex-
tranjeros, con especial fruición, la desde entonces furtiva,
larvada e ilegal contrarreforma a los artículos 27 y 28 de
la Constitución en materia energética: electricidad, agua,
petróleo, gas natural y otros minerales considerados críti-
cos y estratégicos por el Pentágono.
II
Con la entrada en vi-
gor del Tratado de
Libre Comercio de
América del Norte
(TLCAN) en 1994,
Estados Unidos y los
organismos finan-
cieros internaciona-
les (BM, FMI, BID,
verdaderos perros
guardianes al servi-
cio del Departa-
mento del Tesoro y
las compañías mul-
tinacionales), han
venido avanzando
sin límite de conti-
nuidad en el cogo-
bierno o manejo
conjunto del territorio nacional y sus recursos geoestraté-
gicos. Incluida la privatización multimodal de la infraes-
tructura (carreteras, puertos, aeropuertos, vías de ferroca-
rril, redes de fibra óptica, de electricidad e hidrocarburos),
propósito principal del Plan Puebla Panamá (PPP), dise-
ñado durante la administración de Ernesto Zedillo y pro-
fundizado con Vicente Fox.
2000-2001. Tras la elección de Fox en julio de 2000,
Washington arreció en sus propósitos de transformar el
espacio territorial mexicano, de adecuarlo con las nuevas
mercancías, a los nuevos negocios y tecnologías. De cua-
dricularlo, ordenarlo y hacerlo funcional y productivo.
Durante su campaña electoral, en un debate televi-
sado con Al Gore en octubre de 2000, el entonces gober-
nador de Texas, George W. Bush, recuperó la idea de
Reagan y su padre (George Walker Bush, ex director de la
CIA y vicepresidente de los dos mandatos de Reagan, a
quien sucedió en 1988) de formar un mercomún energé-
tico de América del Norte. Dijo: Le hablé (a Fox) de cómo
sería mejor apresurar la exploración de gas natural en Mé-
xico y transportarlo a Estados Unidos para que seamos
menos dependientes de fuentes externas de petróleo
crudo. En febrero de 2001, el experto George Baker, direc-
tivo de México Energy Intelligence, planteó que Bush po-
día ofrecer fondos para convertir a Pemex en la mejor em-
presa petrolera del mundo. Por supuesto, tendría que ser
una propuesta del presidente Fox, que no corresponde
plantear al presidente Bush, dijo Baker. En marzo, Bush no
tuvo empacho en afirmar que el gas encontrado en México
era hemisférico y debía beneficiar a Estados Unidos.
Afirmó entonces: Una buena política energética es aquella
que entiende que tenemos energía en nuestro hemisferio
y cómo explotarlo mejor y transportarlo a los mercados.
Poco antes, con Fox de anfitrión, el secretario de Energía
de EU, Spencer Abraham, había logrado introducir en la
Declaración de México −suscrita por los ministros de Ener-
gía del hemisferio− una frase que abogaba por la integra-
ción energética del continente. Allí quedó formado un
grupo de trabajo trilateral (integrado por Abraham y los mi-
nistros del ramo de Canadá y México).Encontramos que
hay dependencia mutua, sin socios minoritarios ni socios
mayoritarios, dijo entonces Abraham desafiando la ley que
rige la fábula del tiburón y las sardinas.
La idea de crear redes o corredores energéticos a tra-
vés de ductos trans-
fronterizos para el
intercambio de hi-
drocarburos, así
como la integración
eléctrica entre Esta-
dos Unidos, Canadá
y México, fue reto-
mada en la Cumbre
de Quebec (abril de
2001), donde parti-
ciparon 34 jefes de
Estado y de go-
bierno de América.
Uno de los compro-
misos de la cumbre
fue norteamericani-
zar los mercados de
energía −ante la de-
ficiencia de Estados Unidos en la materia esgrimida por
Bush−, para lo cual se requería cambiar el marco legisla-
tivo y regulatorio de los países involucrados.
En mayo de 2001, el presidente Bush −principal opera-
tivo del cártel petrolero-gasero texano conformado por las
trasnacionales Exxon Mobil, Halliburton, Enron y El Paso
Corporation− dio a conocer su plan energético nacional
(conocido como Plan Cheney), donde el combustible ex-
tranjero pasó a ser el eje del proyecto. En ese esquema,
México fue definido como una fuente primordial para ga-
rantizar la seguridad energética de Estados Unidos.
Varios meses antes de los atentados contra las Torres
Gemelas, el Grupo para el Desarrollo de una Política Ener-
gética Nacional, que elaboró el Plan Cheney, había mos-
trado un mapa de la República Mexicana que identificaba
las cuencas de Burgos, Sabinas y Pedregosas, en el norte
de México, frente a Texas (dominios del clan Bush), como
las principales reservas de gas no explotado. En esa re-
gión, sugería el documento, podría darse una interrelación
energética natural. El grupo recomendó a Bush que instru-
yera a sus secretarios de Estado y de Energía para que, en
La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014. 9
consulta con la Comisión Reguladora de Energía, se revi-
saran los permisos presidenciales para la construcción de
infraestructura que permita el cruce de petróleo, gas na-
tural y electricidad, y se propongan las reformas a las re-
gulaciones que sean necesarias para hacerlas compati-
bles con el comercio intrafronterizo.
Cuando en septiembre de 2001 Fox visitó a Bush en
Washington, ambos recibieron la propuesta del Consejo
Binacional México-Estados Unidos de llevar a cabo,
cuanto antes, la integración energética de Norteamérica.
El principal destinatario de la solicitud fue Fox: a él le re-
comendaron aumentar la inversión privada en Pemex;
abrir el sector de refinación de crudo al capital extranjero;
dividir en varias compañías la red de oleoductos mexica-
nos y acceder a una pronta integración eléctrica con Esta-
dos Unidos. Para todo ello, señalaron, hay opciones: libe-
ralizando los marcos regulatorios y legales. Es decir, mo-
dificando la Constitución mexicana.
2002. El 20 de septiembre de ese año Bush presentó
su Estrategia de Seguridad Nacional en la Casa Blanca.
Entre las nociones básicas del documento, una de-
cía: Debe mejorar la seguridad energética (de Estados Uni-
dos). Fortaleceremos nuestra propia seguridad energética
y la prosperidad compartida de la economía mundial, co-
laborando con nues-
tros aliados, socios
comerciales y pro-
ductores de ener-
gía. En buen ro-
mance, fue el anun-
cio estratégico de
la Alianza para la
Seguridad y la Pros-
peridad de América
del Norte (Aspan),
suscrita en Waco,
Texas, el 23 de
marzo de 2005.
III
Año 2005. Según lo definió entonces la llamada Fuerza de
Tarea Independiente (sic) sobre el Futuro de Norteamérica
−cuyos copresidentes eran el ex viceprimer ministro de
Canadá, John Manley; el ex gobernador de Massachusetts,
William Weld y el ex secretario mexicano de Hacienda, Pe-
dro Aspe−, el nuevo paradigma en las relaciones de Mé-
xico con Estados Unidos y Canadá ha sido la Alianza para
la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (AS-
PAN).
El menú del pacto trilateral, definido entonces por la
Casa Blanca con el colaboracionismo de tecnoburócratas
gubernamentales, asociaciones empresariales y círculos
intelectuales conservadores y entreguistas de Canadá y
México, incluyó seis puntos básicos de seguridad: militar,
interna, energética, global, social y de acceso al agua
dulce. No fue casual que los puntos de la agenda definían
los intereses geoestratégicos de Washington; subordina-
ban el comercio a los asuntos de seguridad definidos en la
doctrina Bush de guerra preventiva y lucha contra el terro-
rismo, y perseguían una dirección única: la dominación im-
perial estadunidense en el siglo XXI.
Los objetivos claves del nuevo acuerdo −en cuya ela-
boración participó de manera activa Andrés Rozental Gut-
man, medio hermano del ex canciller del foxismo Jorge G.
Castañeda− fueron desarrollar mecanismos de seguridad
marítima, aérea y terrestre que permitieran hacer frente a
cualquier amenaza en América del Norte; una estrategia
energética basada en el incremento de la oferta para sa-
tisfacer las necesidades de la región (léase Estados Uni-
dos), y facilitar inversiones en infraestructura energética,
para las mejoras tecnológicas, la producción y el suminis-
tro confiable de energéticos, mejorando la cooperación en
la materia.
En forma complementaria, un objetivo estratégico de
la política petrolera del dúo Bush-Cheney fue persuadir u
obligar a México y países productores del golfo Pérsico a
que abrieran sus empresas estatales a la inversión multi-
nacional privada. En ese sentido, en Waco, Bush aprove-
chó la extrema debilidad del presidente Fox y definió la
nueva agenda, que los tecnoburócratas locales tratarían
de rellenar después con regulaciones, estándares y modi-
ficaciones graduales, pequeñas pero sustanciales, de
modo de ir armonizando la legislación mexicana con los
intereses de Washington y las trasnacionales del sector
energético.
A su vez, para
garantizar la pro-
ducción y el sumi-
nistro confiable de
energéticos en Nor-
teamérica −que co-
menzaba ya a tomar
forma como nuevo
espacio geopolítico
y geoeconómico−,
los estrategas cas-
trenses de Wa-
shington impulsa-
ron la idea de un pe-
rímetro exterior de
seguridad, lo que colocó a Canadá y México bajo el manto
militar nuclear del Comando Estadunidense de Defensa
Aeroespacial (conocido como NORAD, por sus siglas en in-
glés), y su extensión al Comando Norte (creado en 2002),
ambos bajo el mando del Pentágono, encargados de pro-
teger de facto los suelos, mares y cielos trinacionales. La
anuencia tácita de Fox al plan de seguridad de Bush, co-
locó desde entonces al territorio mexicano como blanco
de cualquier contingencia bélica interimperialista. Pero,
además, ese proyecto estadunidense que asumió a Mé-
xico como problema doméstico, incluyó el sellamiento mi-
litar del Golfo de México, desde los cabos de la Florida
hasta la península de Yucatán, y el corrimiento de la fron-
tera norte al istmo de Tehuantepec para controlar el trán-
sito de indocumentados mexicanos, centro y sudamerica-
nos, según el diseño original del Plan Puebla-Panamá.
La ASPAN (el TLCAN militarizado), que desde su con-
creción ha venido funcionando con un gobierno sombra de
las élites empresariales y militares de Estados Unidos y
sus socios menores en Canadá y México, incluyó una inte-
gración energética transfronteriza (petróleo, gas natural,
electricidad) subordinada a Washington y megaproyectos
del capital trasnacional que subsumieron los criterios eco-
nómicos a los de seguridad, justificando así acciones que
10 La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014.
de otro modo no podrían ser admitidas por ser violatorias
de la soberanía nacional, y una normativa supranacional
que hizo a un lado el control legislativo (según la Constitu-
ción, el Senado es el encargado de vigilar los acuerdos in-
ternacionales suscritos por el Poder Ejecutivo), mientras
se impusieron leyes contrainsurgentes que criminalizaron
la protesta y la pobreza y globalizaron el disciplinamiento
social.
Año 2007. Ya bajo el mandato espurio de Felipe Calde-
rón, la Iniciativa Mérida, anunciada por George W. Bush en
Washington el 22 de octubre de 2007, fue diseñada como
un paquete de asistencia militar en especie a México por
un monto de mil 400 millones de dólares para el trienio
2008-2010. El nuevo paradigma de cooperación entre Es-
tados Unidos y México en materia de seguridad estuvo di-
rigido a hacer frente a amenazas comunes asimétricas,
mismas que fueron identificadas como organizaciones
trasnacionales del crimen organizado, en particular las de-
dicadas al narcotráfico, el tráfico de armas, las activida-
des financieras ilícitas, el tráfico de divisas y la trata de
personas. Con un dato adicional: la virtual equiparación
desde la óptica punitiva estadunidense de tres términos y
sus manifestaciones con-
cretas: terroristas, narco-
traficantes y migrantes sin
documentación válida (in-
documentados).
Símil del Plan Colom-
bia, en su parte sustantiva,
el millonario paquete de
asistencia militar incluyó
aviones y helicópteros de
combate, barcos, lanchas;
armamento y equipo bé-
lico, radares y sofisticados
instrumentos paramonito-
reo aéreo e intervención
de comunicaciones; soft-
ware para análisis de da-
tos asociados a inteligen-
cia financiera, y recursos
para sufragar cursos de
entrenamiento y asesorías del Pentágono, la CIA, el FBI,
la DEA y otros organismos de seguridad estadunidenses a
sus contrapartes mexicanas. También incluyó recursos
para la instrumentación de reformas judiciales, penales y
de procuración de justicia, áreas que de manera paulatina
serían homologadas a las de Estados Unidos.
IV
Integrado de facto desde 2002 al perímetro de seguri-
dad de Estados Unidos, el territorio de México quedó in-
cluido en la zona bajo control del Comando Norte del Pen-
tágono. A su vez, en el marco de la ASPAN (el TLCAN mili-
tarizado, 2005), la Iniciativa Mérida (2007) llevaría a una
desnacionalización acelerada del sistema de seguridad in-
terna. Desde entonces, Estados Unidos sería codiseñador
de la estrategia de seguridad nacional mexicana, lo que,
más allá de juegos semánticos, significó una cesión de so-
beranía.
Definida por el entonces embajador de EU en México,
Antonio Garza, como el proyecto más agresivo jamás im-
pulsado por la Casa Blanca en el hemisferio occidental, la
Iniciativa Mérida fue diseñada en función de la agenda de
seguridad de Washington. Las prioridades de la adminis-
tración Bush fueron: guerra a las drogas (en el territorio
mexicano); guerra al terrorismo (ídem); seguridad fronte-
riza (en los confines norte y sur de México); control sobre
la seguridad pública y las distintas policías de México; pe-
netración de las fuerzas armadas locales (Ejército y Ma-
rina de Guerra); construcción de instituciones y reglas de
ley similares a las de Estados Unidos (homologación de le-
yes como parte de la integración silenciosa y subordinada
de México).
En ese sentido, las contrarreformas calderonistas fue-
ron parte de la agenda policial-militar-judicial-penal de EU,
ya que se encaminaron no sólo a la adopción de facto de
medidas similares a las del Estado de excepción de la era
Bush (Ley Patriota, Comisiones Militares, Ley Marcial),
sino que también, vía la pretendida modificación o dero-
gación de la Ley para Conservar la Neutralidad del País,
buscaba permitir la proyección del poder militar del Pen-
tágono (aéreo, naval y te-
rrestre, incluyendo las
fuerzas especiales), en el
territorio nacional y los es-
pacios marítimo y aéreo (lo
que luego ocurrió de ma-
nera no tan encu-
bierta, drones incluidos), y
la creación de bases mili-
tares, a la postre denomi-
nadas Oficinas Bilaterales
de Inteligencia o centros
de fusión.
2008. La energía y la
política irían de la mano
desde comienzos de ese
año. En los círculos finan-
cieros se afirmó entonces
que la privatización de Pe-
tróleos Mexicanos (Pe-
mex) estaba próxima. Pero para ello se requerían reformas
constitucionales y el presidente Felipe Calderón necesi-
taba conseguir los votos en el Congreso del Partido Revo-
lucionario Institucional (PRI).
En ese contexto se reveló que Pemex, la mayor em-
presa paraestatal y principal contribuyente fiscal de Mé-
xico, había establecido convenios de cooperación con
cinco multinacionales: la anglo holandés Royal Dutch
Shell; Petrobras, de Brasil; Statoil de Holanda; la cana-
diense Nexen y el gigante petrolero estadunidense Che-
vron-Texaco. Según autoridades de Pemex, se trataban de
convenios sin carácter comercial en materia de investiga-
ción científica y tecnológica, apegados a los ordenamien-
tos constitucionales y legales vigentes entonces en el
país.
Sin embargo, en diciembre anterior La Jornada había
denunciado que existía un convenio de carácter confiden-
cial con la Shell, para realizar actividades de exploración
en el campo petrolero de Chicontepec, Veracruz, lo que es-
taba vedado por la Constitución. Entonces se especuló
que el llamado Proyecto Margarita permitiría posicionar a
La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014. 11
la empresa anglo holandesa en el país, ante una eventual
eliminación de las restricciones constitucionales a la in-
versión privada en el sector energético.
Pemex clasificó como información confidencial los re-
sultados derivados de los acuerdos suscritos con esas
cinco compañías, y asumió el compromiso de ocultar los
datos al Instituto Federal de Acceso a la Información y Pro-
tección de Datos (Ifai). Si Pemex rompía la reserva de los
convenios debería pagar una indemnización de 500 mil
dólares por evento. Y en caso de una controversia entre
ambas partes, ésta se tendría que dirimir en las cortes in-
ternacionales de conformidad con el reglamento de arbi-
traje de la Cámara Internacional de Comercio, con sede en
París, Francia.
Calderón dijo que Pemex no se privatizaría, lo que a to-
das luces fue una actitud demagógica, ya que en 2003,
siendo ministro de Energía en el gabinete de Vicente Fox,
había abogado por la apertura al capital privado de la
Compañía Federal de Electricidad (CFE), mediante ade-
cuaciones al texto de los artículos 27 y 28 constituciona-
les, con el fin de
otorgar certidumbre
jurídica a los inver-
sionistas extranje-
ros. Ahora sólo era
cuestión de cam-
biar sector eléc-
trico por energé-
tico.
No era secreto
que los distintos go-
biernos neolibera-
les habían venido
suscribiendo acuer-
dos inconfesables
con empresas inter-
nacionales como el
firmado con Shell.
Entre los trucos se-
mánticos que inten-
taban ocultar la pri-
vatización por par-
tes de Pemex al
margen de la Constitución, se había llegado a hablar
de acuerdos verbales, alianzas sin documento alguno,
convenios de colaboración y pactos sin carácter comer-
cial.
El 4 de marzo, en horario estelar, el gobierno de Calde-
rón puso en marcha una millonaria estrategia propagan-
dística televisiva dirigida a convencer a la población sobre
la necesidad de que Pemex se asociara con empresas pri-
vadas, nacionales y extranjeras, para explorar un tesoro
escondido a 3 mil metros de profundidad en el golfo de
México. En lo que fue descrito como un doble juego guber-
namental para abrir el sector de los energéticos al capital
privado, se reveló la existencia de dos versiones del spot
oficial: en el portal de YouTube, el promocional, que incluía
gráficas satelitales e imágenes en tercera dimensión, ha-
blaba de alianzas estratégicas con empresas privadas
para la exploración en aguas profundas; pero esa palabra
fue mutilada en la televisión abierta, lo que constituyó una
manipulación intencional para ocultar que la iniciativa era
en pro de una alianza estratégica o de cuates, de la admi-
nistración Calderón con los tiburones del sector energé-
tico trasnacional.
V
Año 2009. Durante la transición entre George W. Bush y
Barack Obama en la Casa Blanca (enero-febrero de ese
año), la fabricación mediática de México como Estado fa-
llido incluyó la previsión de un colapso rápido y sorpresivo,
lo que según el Comando Conjunto de las Fuerzas Arma-
das de Estados Unidos (USJFCOM, por sus siglas en inglés)
no dejaba más opción que la intervención militar directa
de Washington. En plena guerra a las drogas de Felipe Cal-
derón, la posibilidad de un colapso repentino fue atribuida
al accionar de grupos de la economía criminal y llevó a una
acelerada militarización del país, con la injerencia directa
en el territorio nacional de especialistas del Pentágono, la
Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Oficina Federal
de Investigación (FBI), la agencia antidrogas DEA, de la
Oficina de Alcohol,
Tabaco, Armas de
Fuego y Explosivos
(ATF, los del Opera-
tivo Rápido y Fu-
rioso), del Departa-
mento de Seguridad
Interior y de la Ofi-
cina sobre Terro-
rismo y Asuntos Fi-
nancieros (TFI, que
depende del Depar-
tamento del Te-
soro), todos bajo la
mampara de la Ini-
ciativa Mérida.
En realidad, la
falsa guerra a las
drogas y la cons-
trucción de México
como Estado fallido
fueron parte de la
coartada para la
ocupación integral del país. La dominación de espectro
completo (full espectrum) abarca una política combinada
donde lo militar, lo económico (incluidos los hidrocarbu-
ros), lo mediático y lo cultural (ergo, la educación) tienen
objetivos comunes. Dado que el espectro es geográfico,
espacial, social y cultural, para imponer la dominación se
necesita manufacturar el consentimiento; lo que implica
manipular a una opinión pública legitimadora del modelo. Desde esa óptica, los aparentes malos resultados de
la guerra calderonista, con su estela de muertos y desapa-
recidos y el aumento de una violencia caótica de aparien-
cia demencial, pudieron obedecer a una política de deses-
tabilización y exterminio dirigida a debilitar aún más al
país para propiciar una balcanización de México. En parti-
cular, el desmembramiento o la refuncionalización del te-
rritorio y sus recursos en los estados fronterizos del norte
del país y los colindantes con el Golfo de México.
2010. En mayo, México y Estados Unidos emitieron
la Declaración para la Administración de la Frontera en el
siglo XXI. La franja fronteriza fue definida entonces como
12 La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014.
área clave de la llamada seguridad energética colectiva,
lo que incluía la generación e interconexión de electrici-
dad y la exploración y explotación segura y eficiente de
hidrocarburos (petróleo, gas) y agua. A 16 años de la en-
trada en vigor del TLCAN, cinco de la ASPAN y tres del lan-
zamiento de la Iniciativa Mérida, no se entendía que
siendo la seguridad energética colectiva la prioridad nú-
mero uno de Washington, Tamaulipas reuniera las carac-
terísticas de un Estado fallido y fuera denominado “terri-
torio zeta”, en alusión al grupo criminal que habría ini-
ciado sus andanzas como brazo armado del cártel del
Golfo.
Rico en hidrocarburos, incluidos los yacimientos de
gas natural y shale en las cuencas de Burgos, Tamaulipas
limita además con Texas, estado petrolero por excelencia
de EU, y con el Golfo de México, asiento de los hoyos de
dona (el tesorito en aguas profundas de la propaganda pri-
vatizadora de Felipe Calderón) y considerado el mare nos-
trum de Estados Unidos. Un caso similar es Veracruz, es-
tado considerado tierra santa por los traficantes de dro-
gas, donde se incrementó la violencia durante las guber-
naturas de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte.
2012. Junto con el Caribe, el istmo de Tehuantepec y
el Canal de Panamá, el Golfo de México resulta vital en la
planeación militar atlántica de Estados Unidos. En ese
contexto, y dado que Tamaulipas, Veracruz y el Golfo son
puntos sensibles de la seguridad nacional y energética de
Washington, ¿entre 2009 y 2012 habremos asistido en
esos estados a una violencia militar y paramilitar provo-
cada, cuyo fin fue el desplazamiento forzado de población
y una refuncionalización de la tierra y los recursos geoes-
tratégicos a ser fagocitadas por empresas trasnacionales
una vez modificada la Constitución?
¿Habría obedecido, antes, a esa misma estrategia, la
escalada de violencia desestabilizadora y las políticas mi-
litares pacificadoras en Baja California y Chihuahua, y la
que seguiría en Nuevo León y Coahuila, estados todos fron-
terizos con Estados Unidos? ¿Es la misma lógica violenta
que se dibuja desde la llegada de Peña Nieto en dos esta-
dos ribereños del Pacífico: Michoacán y Guerrero, con la
agitación del agua de la pecera −según la terminología de
Mao− vía la confrontación entre policías comunitarias in-
dígenas, grupos de autodefensa civiles, organizaciones
criminales, policías y militares?
¿Tendrá que ver con la desestabilización encubierta y
la recién aprobada contrarreforma energética, la llegada
al país entre septiembre de 2011 y marzo de 2012 del em-
bajador Earl Anthony Wayne y el agregado militar Colin J.
Kilrain, ambos pesos pesados de la diplomacia de guerra
de Washington, el primero procedente de Kabul, Afganis-
tán, y experto en contrainsurgencia y en administrar a la
llamada comunidad de inteligencia, y el segundo ex direc-
tor del combate al terrorismo en el Consejo de Seguridad
Nacional (CNS) en Washington, hasta su nombramiento en
México? ¿Habrá respondido a esa variable el abrupto cambio de
discurso del presidente valiente (Calderón), quien poco an-
tes de culminar su gestión pasó del lenguaje triunfalista
de su propaganda de guerra sexenal (“vamos ganando al
narco por goleada”) a la aceptación de que grupos crimi-
nales han conformado un Estado paralelo en algunas par-
tes del territorio e imponen su ley y cobran cuotas? ¿La
tácita admisión de México como Estado fallido fue la coar-
tada perfecta para allanar el camino al entreguista Peña
Nieto, cuya misión sería profundizar la injerencia directa
de EU y abrir a las trasnacionales áreas vitales para la so-
beranía nacional?
VI
Cuando el 14 de abril de 2012, durante la sexta Cumbre
de las Américas en Cartagena de Indias, Colombia, el pre-
sidente Felipe Calderón le confesó a su homólogo pe-
ruano, Ollanta Humala, que en algunas partes del territo-
rio nacional el narcotráfico había comenzado a remplazar
funciones del Estado, como la recaudación de impuestos,
pareció avalar la matriz manufacturada en Washington
tres años antes, que definía a México como un Estado fa-
llido.
Y aunque era admitir el tácito fracaso de su guerra a
las drogas después de cinco años de terror y muerte, Cal-
derón volvió a redondear la idea en Puerto Vallarta, Ja-
lisco, tres días después, en el Foro Económico Mundial
para América Latina. Dijo allí: “Los cárteles de la droga
han conformado un Estado paralelo al suplir funciones de
gobierno. (…) Imponen su ley y cobran cuotas. (…) Estos
señores tienen un comportamiento monopólico y no quie-
ren que entre su competencia. En lugar de vencer con pre-
cio y calidad, se matan. Eso genera caos en algunas regio-
nes (donde) buscan controlar ciudades y territorios”.
De hecho, Calderón parecía asumir las matrices de opi-
nión del experto en contrainsurgencia y contraterrorismo
y asesor del Pentágono John P. Sullivan, sobre la existen-
cia de una suerte de estado criminal liberado o soberanías
paralelas y enclaves criminales en zonas de Tamaulipas,
Michoacán, Yucatán, Durango, Nuevo León y Coahuila.
2013. La orden de Enrique Peña, en mayo, de enviar
militares a Michoacán dio inicio a una nueva fase en ma-
teria de seguridad. Subordinado a la agenda militar/poli-
cial de Washington –como garantía para la imposición de
la contrarreforma energética–, el Presidente fue empu-
jado a adoptar algunos cambios de forma bajo el monito-
reo in situ del embajador Earl A. Wayne y de la entonces
secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Janet
Napolitano. Los encuentros de ambos funcionarios esta-
dunidenses con los secretarios Miguel Ángel Osorio, Emi-
lio Chuayffet y Luis Videgaray, de Gobernación, Educación
y Hacienda, respectivamente, y con el procurador general
de la República, Jesús Murillo, y el encargado de la Secre-
taría de Seguridad Pública federal, Manuel Mondragón, en
el marco de la Declaración sobre la Administración de la
Frontera en el Siglo XXI (el mecanismo ejecutivo bilateral
suscrito por los presidentes Calderón y Barack Obama en
mayo de 2010), junto con las filtraciones previas a la de-
signación del ex procurador Eduardo Medina Mora como
embajador en Washington, formaron parte de los amarres
para la continuidad de las agendas privatizadoras y de se-
guridad en su nueva etapa.
La visita de Barack Obama a México los días 2 y 3 de
mayo fue otra puesta en escena de la política como espec-
táculo. Publicitariamente, la Iniciativa Mérida, seguridad,
inteligencia y el tráfico de armas fueron sustituidos por la
colaboración económica y la integración transfronteriza
como sinónimo de anexionismo larvado. Con el fantasma
La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014. 13
a cuestas del estallido en la torre II de Pemex (una explo-
sión con sabor a C-4 típica de las acciones encubiertas
desestabilizadoras), en los primeros meses de gestión
Peña cumplió con sus patrocinadores, al imponer varias
contrarreformas estructurales diseñadas por el Banco
Mundial, el FMI, la OCDE y el Departamento del Tesoro es-
tadunidense: la laboral, la educativa, en telecomunicacio-
nes y la financiera, entonces en curso. Y Barack Obama
vino a premiarlo. La novedad fue que Obama asumió la
nueva épica del gobierno mexicano. Así, el México de los
150 mil muertos y los 25 mil desaparecidos de una guerra
fratricida encubierta, propiciada por Washington, se trans-
formó por arte de magia en un país próspero, de clase me-
dia urbana en expansión y con jóvenes nacidos para triun-
far.
El cambio de diseño y la nueva narrativa propagandís-
tica bilateral seguirían obedeciendo a las directrices geo-
políticas de Obama y del
complejo militar-industrial-
energético-mediático de Es-
tados Unidos; objetivos
plasmados en la Alianza
para la Seguridad y Prospe-
ridad de América del Norte
(Aspan), que opera con un
gobierno empresarial en las
sombras dispuesto, ahora, a
corregir partes del TLCAN a
través de un nuevo meca-
nismo de coordinación.
Para eso, la fracción
anexionista del capital tras-
nacional local colocó en Wa-
shington a Medina Mora
como embajador de México.
Coordinador del equipo jurí-
dico del TLCAN en los años
90, Medina fue uno de los
negociadores de la Inicia-
tiva Mérida (2007), herra-
mienta punitiva para esta-
blecer un perímetro de segu-
ridad en torno al territorio
continental del imperio.
Desde entonces, Norteamérica se ha venido consolidando
como un espacio geográfico de cara a la competencia in-
ter-capitalista con los otros dos mega-bloques subregiona-
les: Europa comunitaria y Asia-Pacífico. Al proyecto hege-
mónico se sumó la reciente incorporación de México al
Acuerdo Transpacífico (TTP), cuyo fin es construir un cerco
militar, económico, comercial y financiero en torno a
China, y que también intentará frenar el auge del yuan y
extender la vida útil del dólar como moneda de referencia,
en el marco de una guerra de divisas.
De allí, pues, el viraje discursivo cuasi esquizofrénico
de Obama, quien pasó de México como un Estado fallido a
punto de estallar a la matriz ilusionista de una democracia
próspera. Con un agregado: inscrita en la revolución del
gas shale (aceites de esquisto y arenas asfálticas no con-
vencionales, cuya producción y explotación, según sus pa-
negiristas, convertirán a Estados Unidos en primer produc-
tor mundial de crudo hacia 2017), la integración silen-
ciosa de México en materia de hidrocarburos y electrici-
dad –el viejo proyecto de un mercado común energético
de América del Norte impulsado por la administración
Reagan en los 80 y potenciado por George Bush Jr. a co-
mienzos del siglo XXI– estaba próxima a consumarse.
VII
El 12 de agosto de 2013, ante el gabinete legal en pleno
en el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos, el presi-
dente Enrique Peña apeló a la figura y los textos del gene-
ral Lázaro Cárdenas del Río para justificar su iniciativa de
reforma energética, mediante la cual propuso modificar
los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, y con ello abrir
la puerta a la iniciativa privada a la cadena de producción
de los hidrocarburos y la generación de energía eléctrica.
No obstante, aseguró que Petróleos Mexicanos y la Comi-
sión Federal de Electricidad no se
venden ni se privatizan.
El administrador-gerente de
Los Pinos mentía. Pese a tener
asegurados los votos del Pacto
por México para consumar el
atraco del siglo a la nación, Peña
había venido desplegando una
demagógica y millonaria cam-
paña de intoxicación mediática
(que se mantiene hasta el pre-
sente), con eje en la falsificación
histórica y una distorsión y mani-
pulación ideológica informativas.
En la jerga orwelliana (donde dice
paz leer guerra), había que enten-
der su mensaje en el sentido de
que los hidrocarburos de la na-
ción serían entregados a las tras-
nacionales ExxonMobil, Chevron,
Shell, BP (ex British Petroleum),
Amoco, Arco, Halliburton,
Schlumberger, Total y Repsol
YPF. Y que igual ocurriría en el
ramo de la electricidad, área ya
penetrada por las firmas españo-
las Iberdrola, Gas Natural Fe-
nosa, Endesa y otras empresas extranjeras.
Lo anterior sería ratificado por Enrique Peña en Lon-
dres, el 18 de junio siguiente, cuando en el marco de una
Cumbre del G-8, en una entrevista con Paul Rathbone, del
Financial Times, prometió cambios a la Constitución para
dar certeza jurídica a los inversionistas privados. Dos días
después, el ex embajador estadunidense en México, Car-
los Pascual (el del berrinche de Felipe Calderón), volvió a
insistir en la necesidad de conformar un bloque energético
de Norteamérica. Al participar en el Foro Regional de la
Iniciativa Global de Crecimiento Verde, en Bogotá, Colom-
bia, el actual coordinador internacional para Asuntos de
Energía del Departamento de Estado, declaró a Notimex
que su país trabajaba en esa perspectiva para reducir su
dependencia del suministro de hidrocarburos. Según Pas-
cual, Canadá, Estados Unidos y México poseen abundan-
tes recursos energéticos y podrían convertirse en un im-
portante centro de abastecimiento para el hemisferio, al
tiempo que se garantizaría la seguridad energética futura.
14 La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014.
El 30 de octubre de 2013, Alfredo Jalife informó en La
Jornada que el general retirado de cuatro estrellas y ex di-
rector de la Agencia Central de Inteligencia David Pe-
traeus dirigiría el nuevo proyecto Advenimiento de las Dé-
cadas de Norteamérica, en la Universidad Harvard, cuna
de agentes de la CIA. El proyecto sería complemento de la
fuerza especial sobre Norteamérica del muy influyente
Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en
inglés), con sede en Nueva York, y sería copresidido por
Petraeus y el ex presidente del Banco Mundial Robert Zoe-
llick. El comité consultivo estaría integrado también por la
directora de geopolítica del Proyecto de Energía en Har-
vard, Meghan O’Sullivan, ex consejera de seguridad para
Irak y Afganistán en el Consejo de Seguridad Nacional de
EU (NSC, por sus siglas en inglés).
Cuando el 6 de noviembre siguiente The Wall Street
Journal reveló que el gobierno de Peña y el Partido Acción
Nacional llevaban negociaciones avanzadas para promo-
ver una reforma legal que permitiría al Estado mexicano
compartir la producción petrolera, y conceder contratos
de licencia diseñados para acceder a depósitos de gas de
esquisto y crudo en aguas profundas, parecían próximos a
cumplirse los viejos designios de la Casa Blanca, el Pen-
tágono y las petroleras trasnacionales en torno a la priva-
tización de Pemex.
Un día después, en su exposición en el Foro México-
Summit 2013, organizado por The Economist, el director
de finanzas de Pemex, Mario Alberto Beauregard, insisti-
ría en la necesidad de otorgar certeza jurídica a los inver-
sionistas privados y abogaría por una independencia ener-
gética de Norteamérica. Ya entonces el PRI y el PAN pre-
paraban un albazo en el Congreso. La fast track en mate-
ria energética se dio el 11 de diciembre en la Cámara de
Diputados: Pemex y la CFE se abrirían al libre mercado. El
capital privado entraría a saco en todos los sectores de la
energía y las trasnacionales extranjeras tendrían acceso
a un botín de 3 billones de dólares.
El 20 de diciembre de 2013, al promulgar la contrarre-
forma en el patio de honor de Palacio Nacional, Peña Nieto
alardeó de que mitos y tabúes habían sido superados. En
tiempo récord el Diario Oficial publicó el decreto. Un día
antes, el Congreso estadunidense había aprobado el
acuerdo México-EU de yacimientos transfronterizos de hi-
drocarburos en el Golfo de México, que junto con la En-
mienda de Infraestructura Energética de Norteamérica
(construcción, conexión, operación o mantenimiento de
los oleo/gasoductos de hidrocarburos y la transmisión
eléctrica en los límites nacionales de EU) vino a confirmar
la victoria geoestratégica de George W. Bush y Barack
Obama, que revive los conceptos geopolíticos que en
1942 expuso Nicholas Spykman sobre un Mediterráneo
Americano en el Golfo de México y el mar Caribe.
Elevado a salvador de México por la revista Time (que
aparecerá el 24 de febrero de 2014), el ilusionista de Los
Pinos −nada de lo que parece es− se reunirá este miérco-
les 19 con Obama y el primer ministro de Canadá, Stephen
Harper, para otro show mediático en una Toluca sitiada
por los servicios secretos de EU. Allí, Peña, asalariado del
gobierno en la sombra de la Alianza para la Seguridad y
Prosperidad de América del Norte (ASPAN), ratificará su
vocación de cipayo de Washington y con su pandilla de en-
treguistas profundizará el destino de México como protec-
torado de Estados Unidos.
La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014. 15
MOVIMIENTO OBRERO-POPULAR
Es tiempo de luchar por lo que es nuestro:
¡Basta de legalidad burguesa!
Al pueblo de Jalisco
A los trabajadores
A todos los afectados por las reformas hacenda-
ria, laboral, educativa, energética, de la salud y
en comunicaciones
A los periodistas
En el marco del día del trabajo, este 1° de mayo te convo-
camos a protestar y repudiar las contrarreformas de Enri-
que Peña Nieto y su régimen, aprobadas por los diputados
y senadores de todos los partidos a su servicio y quienes
han traicionado y vendido a la patria como verdaderos ju-
das.
Contrariamente al apoyo que es-
tas reformas han recibido de los
grandes patrones (COPARMEX,
CANACINTRA, CONCAMIN, etc.),
de los representantes sindicales y
líderes charros (CTM, CROC,
SNTE, CNC, UNT y demás neo cha-
rros), los trabajadores dignos, li-
bres e independientes convoca-
mos a la Marcha que saldrá de la
Glorieta de la Normal a las 10:00
horas, en Guadalajara para con-
cluir con un acto político cultural
en la plaza de armas.
Hoy en México, como todos los
pueblos del mundo pagamos con
sangre, sudor y lágrimas el co-
lapso del capitalismo. Los lujos,
despilfarro, ineficiencias, corrup-
ción, nepotismo y otros vicios que
son inherentes al sistema son
parte del mal gobierno.
Estas contrarreformas dañan
nuestros derechos: la reforma la-
boral donde se pierden los dere-
chos ganados de los trabajadores;
la reforma educativa donde se ini-
cia la privatización de la educa-
ción pública, la reforma energé-
tica, donde se entrega el patrimo-
nio nacional a los grandes capitales nacionales y extran-
jeros; la reforma hacendaria que daña a los pequeños co-
merciantes, se burocratiza aún más el pago de impuestos
y se precariza a los profesionistas y pequeños empresa-
rios; la reforma en telecomunicaciones que viola la liber-
tad de expresión; la reforma político electoral que otorga
a los políticos beneficios económicos, de reelección y per-
sonales que facilitan la gestión de la democracia bur-
guesa.
Por ello sostenemos, que es tiempo de luchar decidida-
mente para defender las conquistas de los obreros de Río
Blanco, Cananea y muchos otros que dieron su vida por la
Jornada de trabajo de ocho horas, el derecho a huelga, a
formar sindicatos, estabilidad laboral, la pensión y jubila-
ción digna y a ejercer las libertades políticas y democráti-
cas.
EPN llegó al poder por las transnacionales, entre los que
destacan los 11 empresarios que
poseen la mitad del ingreso anual
de todos los mexicanos: Carlos
Slim, presidente de Grupo Carso;
Ricardo Salinas, presidente de
Grupo Salinas; Alberto Bailleres,
del Grupo Peñoles; Germán La-
rrea, del Grupo México; Emilio Az-
cárraga Jean, presidente de Grupo
Televisa, entre otros. Son ellos los
que impulsan, aprueban o recha-
zan reformas.
En tanto imponen un salario mí-
nimo de 67 pesos por jornada,
EPN saquea por su puro salario
200 mil pesos al mes; los minis-
tros de la Suprema Corte de Justi-
cia, 350 mil pesos, consejeros del
INE, 180 mil pesos; diputados 152
mil pesos, gobernadores alrede-
dor de 147 mil pesos y secretarios
de Estado 144 mil, esta es la buro-
cracia responsable de imponer las
contrarreformas. En Jalisco, por
ejemplo, Felipe de Jesús Álvarez
Cibrián el cuestionado presidente
de la CEDHJ, se embolsa 137 mil
pesos mensuales, quien además
se da vida de rey en francachelas
y fiestas gastando a manos llenas
los dineros del pueblo.
16 La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014.
Por lo anterior convocamos al
pueblo en general a luchar por:
La preservación de los
derechos conquistados
hace ya más de 100 años
y que costaron, tan solo
en nuestro país, la san-
gre de un millón de vidas.
El rechazo total a los
cambios retrógrados im-
puestos a nuestra Cons-
titución que entregan a
las corporaciones ex-
tranjeras, los banqueros
y los hombres más ricos
del mundo, el agua
dulce, el oro, la plata y
otros metales; el petró-
leo, los bosques, las pla-
yas y somete a condicio-
nes de esclavitud a la
clase trabajadora.
El Respeto a los Dere-
chos humanos laborales:
al trabajo, la salud, la se-
guridad, la vivienda, la educación, la recreación,
la cultura, a un ambiente sano y a la organización
democrática e independiente.
Alto a la política de hechos consumados, oídos
sordos y autoritarismo del Estado frente a las de-
mandas del pueblo trabajador. Tal es el caso de
los pueblos de Temacapulín, Tenacatita, Chala-
catepec, Mezcala, los pueblos de la Barranca, los
pueblos nahua y wixaritari que luchan por la de-
fensa integral de sus territorios.
Por la libertad de los presos políticos, la presenta-
ción con vida de los desaparecidos y el castigo a
los culpables.
Por la preservación de las derechos de los traba-
jadores de la educación, de la salud, del campo y
la ciudad.
El trabajo es un derecho, despedir es un delito.
Por la reinstalación de los trabajadores despedi-
dos de Honda de México en Jalisco: José Luis So-
lorio, Raúl Celestino Pallares, Juan Manuel Gar-
cía, Esteban Acero, Raúl Rojas, Juan Reyes y Ri-
cardo Chávez. Exigimos la reinstalación de Aldo
Omar Santana en el COBAEJ y por el cese al hosti-
gamiento y represión contra to-
dos los trabajadores que luchan
por mejores condiciones de vida
y de trabajo.
Porque los jóvenes con-
quisten un horizonte de dignidad
y esperanza y se alejen de los vi-
cios que engendra este sistema
de opresión: narcotráfico, delin-
cuencia, corrupción, alcoho-
lismo, drogadicción, prostitución
o a enlistarse en las cuerpos poli-
ciaco-militares para ir en contra
de su propio pueblo.
Hagamos valer el artículo 39 de
la Constitución que dice:
“La soberanía nacional reside
esencial y originariamente en el
pueblo. Todo poder público di-
mana del pueblo y se instituye
para beneficio de éste. El pueblo
tiene en todo tiempo el inaliena-
ble derecho de alterar o modifi-
car la forma de su gobierno”.
Es tiempo de luchar por lo que es nuestro. Basta de lega-
lidad burguesa. Mostremos nuestra indignación, luche-
mos por hacer valer el legítimo derecho de transformar la
forma de gobierno, sus leyes e instituciones, porque un
pueblo callado es un pueblo subyugado.
¡Viva la lucha de los trabajadores democráticos e in-
dependientes de Jalisco!
¡Por un sindicalismo clasista, democrático e inde-
pendiente!
¡POR UN PRIMERO DE MAYO DE LUCHA COMBATIVA!
Guadalajara, Jalisco mayo de 2014
Movimiento de Trabajadores Democráticos
Independientes (MTDI)
(CETIEN, STUHM, MORESISS, TRADOC, MBM/CNTE,
TRADOC, JÓVENES LIBERTARIOS, MITE)
La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014. 17
No sé por qué piensas tú
Nicolás Guillén (Nuevos Motivos y Sones Nuevos)
No sé por qué piensas tú
Soldado, que te odio yo,
Si somos la misma cosa
Yo,
Tú.
Tú eres pobre, lo soy yo;
Soy de abajo, lo eres tú;
¿De dónde has sacado tú,
Soldado que te odio yo?
Me duele que a veces tú
Te olvides de quién soy yo;
Caramba, si yo soy tú,
Lo mismo que tú eres yo.
Pero no por eso yo
He de malquererte, tú;
Si somos la misma cosa,
Yo,
Tú,
No sé por qué piensas tú,
Soldado, que te odio yo.
Ya nos veremos yo y tú,
Juntos en la misma calle,
Hombro con hombro, tú y yo,
Sin odios ni yo ni tú,
Pero sabiendo tú y yo,
A dónde vamos yo y tú…
18 La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014.
MOVIMIENTO iNTERNACIONAL
Día Internacional del trabajo
El Día internacional
de los Trabajadores, el
Primero de Mayo, es la
fiesta del Movimiento
Obrero Mundial.
Desde su establecimiento en todos los países
por acuerdo del Congreso Obrero Socialista celebrado
en París en 1889 es una jornada de lucha reivindica-
tiva y de homenaje a los Mártires de Chicago que fue-
ron ajusticiados por su participación en las jornadas
de lucha por consecución de la jornada laboral de
ocho horas que culminaron en la huelga del 1º de
mayo de 1886 en los Estados Unidos (EE.UU.), hecho
que fue el origen de que dicha celebración se lleve a
cabo es esa fecha.
Curiosamente en EE.UU. no se celebra esta con-
memoración. Allí celebran la Fiesta de los que traba-
jan el primer lunes de septiembre que se viene cele-
brando desde 1882 a propuesta del dirigente Peter J.
Mac Guire de la Central Labor Union. Esta celebración
ha sido apoyada e impulsada por los patrones y go-
bierno para eclipsar sentido real del 1º de mayo.
Los hechos que dieron lugar esta celebración
están contextualizados en los albores de la revolución
industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX
Chicago era la segunda ciudad de EE.UU. Del oeste y
del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de
ganaderos desocupados, creando las primeras villas
humildes que albergarían a cientos de miles de traba-
jadores. Además, estos centros urbanos acogieron a
emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del si-
glo XIX.
La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas
Una de las reivindicaciones básicas de los tra-
bajadores era la jornada de 8 horas. El hacer valer la
máxima ocho hora para el trabajo, ocho horas para el
sueño y ocho horas para la casa. En este contexto se
produjeron varios movimientos, en 1829 se formó un
movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva
York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía
una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, salvo
caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cual-
quier funcionario de una compañía de ferrocarril que
hubiese obligado a un maquinista o fogonero a traba-
jar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa
de 25 dólares.
La mayoría de los obreros estaban afiliados a la
Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía
más preponderancia la American Federation of Labor
(Federación Estadounidense del Trabajo), de origen
anarquista. En su cuarto congreso, realizado el 17 de
octubre de 1884, había resuelto que desde el 1 de
mayo de 1886 la duración legal de la jornada de tra-
bajo debería ser de ocho horas. En caso de no obtener
respuesta a este reclamo, se iría a una huelga. Reco-
mendaba a todas las uniones sindicales a tratar de ha-
cer promulgar leyes con ese contenido en todas sus ju-
risdicciones. Esta resolución despertó el interés de to-
das las organizaciones, que veían que la jornada de
ocho horas posibilitaría obtener mayor cantidad de
puestos de trabajo (menos desocupación). Esos dos
años acentuaron el sentimiento de solidaridad y acre-
centó la combatividad de los trabajadores en general.
En 1886, el presidente de Estados Unidos An-
drew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, esta-
bleciendo las 8 horas de trabajo diarias. Al poco
tiempo, 19 estados sancionaron leyes que permitían
trabajar jornadas máximas de 8 y 10 horas (aunque
siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a
los obreros entre 14 y 18 horas). Las condiciones de
trabajo eran similares, y las condiciones en que se vi-
vía seguían siendo insoportables.
Como la Ley Ingersoll no se cumplió las organi-
zaciones laborales y sindicales de EE.UU. se moviliza-
ron. La prensa calificaba el movimiento en demanda
de las ocho horas de trabajo como "indignante e irres-
La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014. 19
petuoso", "delirio de lunáticos poco patriotas", y mani-
festando que era "lo mismo que pedir que se pague un
salario sin cumplir ninguna hora de trabajo".
La convocatoria de huelga
La Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (la
principal organización de trabajadores en EE.UU.) re-
mitió una circular a todas las organizaciones adheri-
das donde manifestaba: "Ningún trabajador adherido a
esta central debe hacer huelga el 1° de mayo ya que
no hemos dado ninguna orden al respecto". Este co-
municado fue rechazado de plano por todos los traba-
jadores de EE.UU. y Canadá, quienes repudiaron a los
dirigentes de la Noble Orden por traidores al movi-
miento obrero.
En la prensa del día anterior a la huelga, el 29
de abril de 1886, se podía leer: "Además de las ocho
horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan
sugerir los más locos anarco-socialistas". El New York
Times decía: "Las huelgas para obligar al cumpli-
miento de las ocho horas pueden hacer mucho para
paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y fre-
nar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero
no lograrán su objetivo". El Filadelfia Telegram decía:
"El elemento laboral ha sido picado por una especie de
tarántula universal y se ha vuelto loco de remate:
piensa precisamente en estos momentos en iniciar
una huelga por el logro del sistema de ocho horas". El
Indianápolis Journal decía: "Los desfiles callejeros, las
banderas rojas, las fogosas arengas de truhanes y de-
magogos que viven de los impuestos de hombres ho-
nestos pero engañados, las huelgas y amenazas de
violencia, señalan la iniciación del movimiento".
El día 1 de mayo, la huelga
El 1° de mayo de 1886, 200.000 trabajadores
iniciaron la huelga, mientras que otros 200.000 obte-
nían esa conquista con la simple amenaza de paro.
En Chicago donde las condiciones de los traba-
jadores eran mucho peor que en otras ciudades del
país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de
mayo. La única fábrica que trabajaba era la fábrica de
maquinaria agrícola McCormik que estaba en huelga
desde el 16 de febrero porque querían descontar a los
obreros una cantidad para la construcción de una igle-
sia. La producción se mantenía a base de esquiroles.
El día 2 la policía había disuelto violentamente una
manifestación de más de 50.000 personas y el día 3
se celebraba una concentración en frente sus puertas,
cuando estaba en la tribuna el anarquista August
Spies sonó la sirena de salida de un turno de rom-
pehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los
scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una
compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a dis-
parar a quemarropa sobre la gente produciendo 6
muertos y varias decenas de heridos
Se consiguió un permiso del alcalde Harrison
para hacer un acto a las 19.30 en el parque Haymar-
ket. A las 21.30 el alcalde, quien estuvo presente en el
acto para garantizar la seguridad de los obreros, dio
por terminado el acto. Pero el mismo siguió con gran
parte de la concurrencia (más de 20.000 personas). El
inspector de la policía John Bonfield consideró que ha-
biendo terminado el acto no debía permitir que los
obreros siguieran en ese lugar, y junto a 180 policías
uniformados avanzó hacia el parque y empezó a repri-
mirlos. De repente estalló entre los policías un arte-
facto explosivo que mató a un oficial de nombre De-
gan y produjo heridas en otros. La policía abrió fuego
sobre la multitud, matando e hiriendo a un número
desconocido de obreros. Se declaró el estado de sitio y
el toque de queda, y en los días siguientes se detuvo a
centenares de obreros, los cuales fueron golpeados y
torturados, acusados del asesinato del policía. Se rea-
lizaron cantidad de allanamientos y se fabricaron des-
cubrimientos de arsenales de armas, municiones, es-
condites secretos y hasta "un molde para fabricar
torpedos navales".
El juicio
La Prensa reclamaba un juicio sumario por
parte de la Corte Suprema, y responsabilizando a ocho
anarquistas y a todas las figuras prominentes del mo-
vimiento obrero. Se continuó con la detención de cien-
tos de trabajadores en calidad de sospechosos.
El 21 de junio de 1886, se inició la causa contra
31 responsables, siendo luego reducido el número a 8.
El juicio fue una farsa del principio al fin, violándose
todas las normas procesales de forma y de fondo,
mientras la prensa la apoyaba publicando sensaciona-
lísticamente que todos los acusados había que ahor-
car a los extranjeros. A pesar de no haberse probado
nada en su contra, los ocho de Chicago fueron decla-
rados culpables, acusados de ser enemigos de la so-
ciedad y el orden establecido. Tres de ellos fueron con-
denados a prisión y cinco a la horca.
Consecución de la jornada laboral de ocho horas
A finales de mayo de 1886 varios sectores pa-
tronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a
varios centenares de miles de obreros. El éxito fue tal,
que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas
expresó su júbilo con estas palabras: "Jamás en la his-
toria de este país ha habido un levantamiento tan ge-
neral entre las masas industriales. El deseo de una
disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a
millones de trabajadores a afiliarse a las organizacio-
nes existentes, cuando hasta ahora habían permane-
cido indiferentes a la agitación sindical".
20 La Verdad del Pueblo. Núm. 61, México D.F., mayo de 2014.
Los proletarios nada tienen que
perder, más que sus cadenas.
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