la renovación espiritual es dolorosa jr 4:1-4 la renovación espiritual es dolorosa jr 4:1-4

Post on 02-Apr-2015

106 Views

Category:

Documents

0 Downloads

Preview:

Click to see full reader

TRANSCRIPT

La renovación espiritual es dolorosa

Jr 4:1-4

La renovación espiritual es dolorosa

Jr 4:1-4

“El exceso de dolor nos hace más obedientes que un niño”

Francois Mauriac (1885-1970)

Escritor francés

IntroducciónImagina un oso en una trampa y un cazador que por misericordia quiere liberarlo. El cazador intenta ganarse la confianza del oso, pero no puede, por lo que debe dispararle dardos tranquilizantes, dardos de anestesia. Sin embargo, el oso cree que lo están atacando y que el cazador intenta matarlo. No comprende que hace esto por compasión.

Luego, para sacar al oso de la trampa, el cazador debe empujarlo más adentro de la trampa para liberarlo de la tensión del cable. Si en este momento el oso estuviera semiinconsciente estaría más que convencido de que el cazador es su enemigo, por ocasionarle sufrimiento y dolor. Sin embargo, el oso está equivocado porque su entendimiento es muy limitado.

¿Cómo puede alguien estar seguro que ésta no es una analogía entre nosotros y Dios? Muchas veces Dios hace lo mismo que el cazador y no podemos comprender sus razones; así como el oso no puede entender las motivaciones del cazador. Así como el oso pudo haber confiado en el cazador, así podemos confiar en Dios. Hay dolor, enviado por Dios, que nos conduce a una renovación espiritual.

Sí, hay dolor que resulta en un beneficio. Hay dolor que nos hace recapacitar, reflexionar y cambiar. Hay dolor, que si somos sabios y dóciles, nos guiará a un momento de decisión y de allí a una renovación profunda, sincera, definitiva. La renovación espiritual muchas veces está precedida por una experiencia muy dolorosa; una experiencia que quisiéramos evitar, pero que es necesaria.

El pueblo de Israel en tiempos del profeta Jeremías se encontraba muy lejos de Dios. Adoraban falsos dioses, practicaban la injusticia social, cometían abusos comerciales, muchos vivían en inmoralidad sexual. En una palabra, el pueblo estaba en una depravación espiritual y moral. Sin embargo, Dios, lejos de querer la destrucción del pueblo, quiere su arrepentimiento, quiere que se vuelvan a él de todo corazón, que renueven sus votos de fidelidad, que cambien su manera de pensar y de actuar. Dios los llama a una renovación espiritual.

¿Qué elementos incluye una renovación

espiritual profunda? ¿Qué aspectos hay que

considerar para un verdadero arrepentimiento?

“La renovación espiritual demanda:” “La renovación espiritual demanda:”

I. Un retorno sincero a Dios, Jr 4:1a

“Si te volvieres, oh Israel, dice Jehová, vuélvete a mí”.

Debemos enfatizar tres elementos fundamentales en el tema del arrepentimiento.

Arrepentimiento no es remordimiento, Jr 2:26

“Como se avergüenza el ladrón cuando es descubierto, así se avergonzará la casa de Israel”.

Arrepentimiento no es ritualismo, Jr 2:28

“¿Y dónde están tus dioses que hiciste para ti? Levántense ellos, a ver si te podrán liberar en el tiempo de tu aflicción; porque según el número de tus ciudades, oh Judá, fueron tus dioses”.

Arrepentimiento es volverse a Dios, Jr 3:14

“Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion”.

“La renovación espiritual demanda:” “La renovación espiritual demanda:”

II. Una renuncia singular a lo falso, Jr 4:1b

“Y si quitares de delante de mí tus abominaciones, y no anduvieres de acá para allá”

“La renovación espiritual demanda:” “La renovación espiritual demanda:”

III. Una rectitud sistemática de vida, Jr 4:2

“y jurares: Vive Jehová, en verdad, en juicio y en justicia, entonces las naciones serán benditas en él, y en él se gloriarán”.

IV. Una reprimenda solemne y dolorosa, Jr 4:3-4

“Porque así dice Jehová: Arad campo para vosotros, y no sembréis entre espinos. Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras”.

“La renovación espiritual demanda:” “La renovación espiritual demanda:”

Conclusión

Andre Agassi es un ex jugador estadounidense de tenis que nació en Las Vegas. Agassi se retiró a los 36 años de edad (2006), ganó más de 30 millones de dólares en premios y fue clasificado número uno en el ranking mundial de tensitas profesionales. Agassi es considerado uno de los más grandes tenistas de todos los tiempos, ganador de todos los torneos de Grand Slam (un total de 8 títulos) y se convirtió en el único jugador en ganar el Gran Slam en 4 superficies distintas.

Agassi fue un rebelde en su juventud, un irreverente muchacho marcado por sus estridentes vestimentas y su larga melena rubia. Sin embargo, fue labrando el camino del éxito con un brazo derecho impresionante. Era una leyenda incluso antes de ganar su primer torneo del Gran Slam.

Pero todo aquel festival de éxitos acabó por empacharle y sus pasos se desviaron. Su vida se convirtió en un sinfín de asuntos que nada tenían que ver con el tenis. Tuvo idilios con varias estrellas de cine y acabó casándose con Brooke Shields, que le llevó de la mano por la vida disipada de Hollywood, de fiesta en fiesta, y acabó pagándolo muy caro. Por dos veces su clasificación mundial sufrió graves caídas. La más severa en 1997, cuando acabó el año en el puesto 140 del ranking mundial.

Allí tocó fondo. Había que empezar de nuevo, pero ¿por dónde empezar? La prensa especializada ha ocultado el secreto, pero la realidad es que el principio de la conversión de Agassi fue romper su matrimonio con Brooke Shields. Volvió su rostro a Dios y se acercó a él de manera inequívoca. Cambió su porte, arregló su apariencia, lavó su rostro y aceptó la fe en Jesucristo con todas sus consecuencias. La televisión no pudo evitar que las cámaras pasaran varias veces de la pista a un palco, donde un pastor negro oraba por Agassi.

Cuando ganó la increíble final del Torneo Roland Garros contra Andrei Medvedev, Agassi, arrasado en lágrimas, abrazó a su rival largo rato mientras lloraba. Luego se dirigió a su silla de pista y se arrodilló ante Dios y ante el mundo que puesto en pie le aplaudía. Permaneció varios minutos de rodillas en un acto que no tenía nada de teatral.

Así obra el Dios de la Biblia, recibe con brazos abiertos a aquel que quiere regresar a él: aún redime su Gracia.

top related