la chicha
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Universidad Nacional de Colombia
Historia Sociocultural de Colombia
Tarli Tomaso 455422
Psicología - Pregrado
BOGOTÀ Y LA CHICHA
Con el acuerdo 121 de 2004, el concejo de Bogotá D.C. ha firmado el 4 Junio
un acuerdo se establece el Festival de la Chicha, la Vida y la Dicha de la
Perseverancia como evento de interés cultural de Bogotá D.C.
El festival se viene desarrollando desde hace 27 años, es decir desde el año
1987, cuando un grupo de jóvenes e historiadores, basados en el hecho de que
la Perseverancia era un barrio donde se mezclaba la tradición de la región
Cundiboyacense, en conjunto con la cultura de los inmigrantes que se
establecían allí (Moreno, 2004).
El barrio La Perseverancia es el sector que históricamente representa el barrio
obrero de Santa Fe de Bogotá. La expansión industrial que acaeció en Bogotá
en las últimas décadas del siglo XIX necesitaba trabajadores para impulsar el
trajinar de las máquinas y los hornos (Gutiérrez, Cruz, 2007, p. 45) y además la
ciudad se encontraba prácticamente hacinada “por esos días era normal que
vivieran hasta 15 personas en una sola casa” (Gutiérrez, Cruz, 2007, p. 46), por
lo cual se hizo necesaria la construcción de nuevos sectores para habitarla; el
primero de ellos fue el barrio La Perseverancia.
Pero, ¿porque el Festival de la Chicha, la Vida y la Dicha tiene lugar en La
Perseverancia? Porque es allí que históricamente se presentaron las
costumbres y las prácticas típicas de sus habitantes caracterizadas por la
chicha, el tejo, el trabajo asalariado y el ser gaitanista (Gutiérrez, Cruz, 2007, p.
55); estas en fin son las razones por las cuales la fiesta de la chicha se
encuentra en La Perseverancia.
Pero la historia de la chicha en Colombia es larga, y La perseverancia no es
lugar de inicio sino más bien el lugar de la fin de la chicha. La chicha existía en
Colombia antes de la colonización española y hacia parte de la gran cantidad
de preparaciones alcohólicas de la américa indígena: como el vino de maíz
llamado “azua” por los peruanos, la “camcha” de los ecuatorianos, el “abatiouy”
y al “cauin” de los indígenas de Brasil (Bejarano, 1950, p. 20-21); estos son
solo unos pequeños ejemplos para entender el fenómeno de la chicha en el
contexto americano.
Como el mismo Bejarano sugiere, se sabe muy poco de la chicha en los
tiempos precolombinos a parte unos testimonios de tradición oral, los cuales
nos aseguran que nunca, entre los muiscas, fue la chicha una bebida de
consumo y abuso masivo, sino más bien una bebida de carácter ritual; “algo así
como el soma de los arios, en nuestro tiempo, el sake de los japoneses”.
(Bejarano, 1950, p. 25).
¿Pero entonces cuales fueron los elementos que transformaron la chicha de la
bebida ritual indígena a licor popular? Bejarano conjetura que “fue el fisco de
las mencionadas colonias españolas, con su concupiscencia, el que logró darle
el carácter de vicio popular” (ibid, p.25). Así que siendo la chicha una bebida
económica, era una muy buena fuente de ingresos a nivel de impuestos para
los españoles. En una carta del rey Fernando VI, la cual contenía restricciones
sobre el uso de la chicha, este decía que “las lastimosas consecuencias que se
dejan considerar, fomentan con los ingredientes que se mezclan a esta bebida”
(ibid, p.34). Unos de los ingredientes fue precisamente la caña de azúcar, que
los españoles trajeron de Europa. En la preparación de la chicha, la
incorporación de la caña ayudaba a la fermentación, aumentando la gradación
alcohólica del producto final, transformando la chicha de la bebida ritual
indígena a la plaga que embrutecía el pueblo.
La chicha, como testimonia la carta del rey Fernando VI del 1752, llegó a
constituir un problema ya desde la segunda mitad del siglo XVIII. En un oficio
del 20 de marzo de 1820, el cual es enviado por Simón Bolívar desde
Sogamoso al Vicepresidente Santander, se describe como en cuatro días
perdió más de cincuenta hombres por ser envenenados con la chicha (ibid, p.
9). A raíz de esto prohibieron la producción de chicha para la venta en
Sogamoso.
En el principio de siglo XX, no obstante el “chichismo” ya estaba relacionado
con altas tasas de criminalidad, porque las estadísticas de los estudios
conducidos en los años veinte y treinta, mostraban con espantosas realidad,
como crecía la criminalidad en Bogotá en el fin de semana (ibíd., p. 75), en el
cual la clase trabajadora disfrutaba el descanso. Esto era un problema social
del obrerismo colombiano, sin embargo los dos partidos políticos históricos no
se atrevieron ni siquiera a plantearse el problema; Bejarano sugiere que quizá
la chicha fue utilizada como medio de control social para mantener el pueblo
embrutecido y tener facilidad de consignación de votos (ibid., p. 16).
La chicha fue prohibida por el gobierno en 1949 después de una campaña de
casi una década contra esta bebida alcohólica dirigida por el mismo doctor
Jorge Bejarano, entonces ministro de Higiene. La evidencia necesaria para
prohibir la chicha se presentó durante el Bogotazo, el 9 de abril de 1948,
cuando, según el informe posterior de Bejarano, el levantamiento espontáneo
de los ciudadanos de Bogotá fue iniciado por consumidores de chicha. (Dinero,
1994).
En la película La chicha, bebida ancestral la autora Mady Samper cuenta a
través de testimonios, la versión alterna (subalterna adjuntaría yo) de la historia
del bogotazo y de la chicha. Los testimonios fueron recogidos en los primeros
años noventa, en el barrio La Perseverancia, donde la chicha significa
"identidad, ritual, ancestro, comunidad”. Los varios testigos que a la época
vivieron el bogotazo desde la perspectiva obrera y subalterna de La
Perseverancia, exaltan afirmaciones tipo: "estaba mejor alimentado cuando
bebía chicha", “la chicha se hace de maíz y contiene muchos elementos
nutritivos necesarios” "Ahora el pueblo toma gaseosa". (Dinero, 1994).
En la entrevista del famoso musicólogo e intelectual Guillermo Abadía, dice: "La
hija de Jorge Bejarano estaba casada con Bernardo Sáiz, el entonces gerente
comercial de una empresa cervecera. He ahí la clave" (Dinero, 1994). La
inquietante declaración del intelectual, si fuese verdadera, nos hace llegar a la
conclusión que la chicha se acabó por medio de una sucia maniobra de poder;
acabar la chicha para promover la cerveza.
Después de esto entendemos la importancia del Festival de la Chicha, la Vida y
la Dicha y porque fue fundado para rescatar el sentido de identidad, de
ritualidad y de ancestro que los habitantes de la Perseverancia.
Bibliografía
Bejarano, J. (1950) La derrota de un vicio. Origen e historia de la chicha.
Editorial Iquelma: Bogotá.
Cruz, E. Gutiérrez, L. (2007) La perseverancia barrio obrero de Bogotá. Instituto
Distrital de Patrimonio Cultural: Bogotá
Moreno, I. (2004) Proyecto de acuerdo 011 de 2004 "por el cual se establece el
festival de la chicha, la vida y la dicha de la perseverancia como patrimonio
cultural de Bogotá" Isaac Moreno de Caro, concejal de Bogotá. Bogotá D.C.,
enero 1 de 2004
Revista dinero (1994). Tomado el 17/03/2014 a 23:08 en
http://www.dinero.com/edicion-impresa/negocios/articulo/cuando-callejuelas-
olian-chicha/20305
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