josÉ luis leal jimÉnez-catequesis formacion para la vida-monografia
Post on 23-Jun-2015
333 Views
Preview:
DESCRIPTION
TRANSCRIPT
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS TEOLÓGICOS
"JUAN XXIII" -I.S.E.T.-
CATEQUESIS: FORMACIÓN PARA LA VIDA
MONOGRAFÍA
José Luis Leal Jiménez
Lima, diciembre, 2009
2
ÍNDICE
páginas
ÍNDICE...............................................................................................................................02
INTRODUCCIÓN...............................................................................................................03
CAPÍTULOS
I. SITUACIÓN DEL MUNDO ACTUAL Y LA CATEQUESIS............................................04
1. Mundo actual................................................................................................................04
2. Ambiente catequético actual........................................................................................06
II. LA ORIENTACIÓN DE LA CATEQUESIS SEGÚN LA IGLESIA. ...............................09
1. Catechesi tradendae....................................................................................................09
1.1. La catequesis en la actividad pastoral y misionera de la Iglesia............................10
1.2. Toda la Buena Nueva brota de la fuente................................................................11
2. Nuevo directorio general para la catequesis................................................................13
III. CATEQUESIS: FORMACIÓN PARA LA VIDA............................................................15
1. Elemento a tener en cuenta en la catequesis..............................................................15
1.1. ¿Cómo dar catequesis?.........................................................................................15
1.2. La alegría de la fe en un mundo difícil...................................................................16
2. Catequesis: formación para la vida..............................................................................17
CONCLUSIONES..............................................................................................................20
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................21
3
INTRODUCCIÓN
Al buscar el tema, para el tema monográfico de catequesis, nada más importante, me
pareció, que hablar, reflexionar, investigar sobre la catequesis que hoy se está dando en
la Iglesia del Perú. Este trabajo tiene como propósito no desvalorar el trabajo de tantos
catequistas o de los métodos que se emplean para dar los temas catequéticos, sino
incentivar para que la catequesis sea una 'formación para la vida'. Es decir, hacer que
tanto catequistas como catequizandos vivan de acuerdo con lo que creen.
Para realizar este trabajo de investigación he tomado como fuente dos documentos
esenciales: “Catechesis Tradendae” y el “Directorio General para la Catequesis”. A la luz
de éstos dos documentos se ha analizado la realidad de la catequesis actual, lo que
propone la Iglesia para el desarrollo de la catequesis y por último lo que la Iglesia espera
de la catequesis. Por otro lado, el esquema de este trabajo monográfico trata de
adaptarse al esquema ver, juzgar y actuar.
Finalmente, este trabajo está orientado a hacer que la catequesis sea una formación
para la vida, y que hoy la realidad demanda de ella ésta exigencia, porque la catequesis
que se imparte actualmente no es suficiente para formar cristianos comprometidos en la
caridad, la justicia, la solidaridad, la verdad y la paz.
4
CAPÍTULO I
SITUACIÓN DEL MUNDO ACTUAL Y LA CATEQUESIS
1. Mundo actual.
Es ya común decir que no estamos ante una época de cambios sino ante una cambio
de época. Pero este cambio de época se vive como un estado de crisis amplia y profunda
que podemos llamar “crisis de época”. Por una parte, se observa la amplitud del tiempo
en el que permanecemos en la crisis y, por otra, se percibe su hondura, ya que remece
las bases y los principios de existencia que nos rigen, obligando a buscar nuevos
principios en forma diversificada, aunque sin llegarse aún a definir. Allí estamos envueltos
todos debido a la fuerza que ha tomado la globalización. Este estado de crisis aún debe
decantarse hasta dar origen a un mundo estabilizado en ciertas bases. Su definición,
aunque tardará, marcará un cambio cualitativo en la vida humana y la marcha del mundo.
Para todos, especialmente para América Latina, ser cristiano en el actual cambio de
época esta resultando bastante complicado1. Se va saliendo de una época en que los
cristianos aprendieron a comprometerse en la liberación de los pueblos desde su fe,
asumiendo una actitud profética. En cambio, la época actual parece desalojar a la
1 Cf. J. ESPEJA, El evangelio en un Cambio de Época, p. 43.
5
profecía del lugar que, después de mucho esfuerzo, logrará ocupar. Hoy la experiencia
profética no parece decir mucho, incluso teniendo testigos y mártires. El mundo que nos
rodea parece convocar a una mayor profundización de la evangelización liberadora.
En este mundo que parece haber perdido los valores cristianos, aun llamándose
cristianos, necesita o demanda valores de vida que convenzan y animen a adquirirlos
para la marcha de una sociedad madura, y mejor aun, cristiana de verdad.
Recientemente el Perú ha sido testigo de numerables cambios a nivel político
especialmente. El Perú ha sido testigo de la clase de personas que nos gobiernan. Pero
no son ellos únicamente los que confunden los valores y la dignidad con el dinero.
Sabemos que no es así, porque al salir de casa te encuentras que en todo sitio existe “la
coima” (por poner un ejemplo). Sin duda el deseo de tener dinero, aunque a veces sea
para adquirir un plato de comida, ha marcado una manera de pensar, de vivir, de ver la
vida, implantado como único valor “que todo vale”.
Sin duda las estructuras que nos rigen en los diferentes niveles – político, social,
económico, religioso, etc - deben cambiar. Este cambio ha de tener en cuenta al ser
humano. La mentalidad humana ha evolucionado bastante y será capaz de invertir ésta
situación de crisis en la que encontramos a un hombre deteriorado, cansado, que cada
día necesita más de un sicólogo o de desarrollar su sentido espiritual. He aquí el papel
importante que debe desempeñar la Iglesia para formar a la humanidad en valores
cristianos, que vivan en sus relaciones cotidianas.
Para insertar una verdadera formación en valores cristianos qué mejor lugar que la
catequesis. Así pues, es en la catequesis donde los hombres deben adquirir no
solamente un conocimiento sistemático de la fe, sino un lugar donde se reciba una
verdadera formación de la persona y dignidad humana y de los valores cristianos. Sólo
entonces podrá exigir democracia, justicia, paz, solidaridad, cultura oración, fe, etc. Antes
no. Nadie da de lo que no tiene. Por mucho que se demande todas éstas cosas, no las
6
obtendremos porque nadie está formado en ellas. No existe una cultura donde esto
puede reinar. Ante esto:
"como madre de los hombres, lo primero que ve la Iglesia, con profundo dolor, es “una multitud ingente de hombres y mujeres: niños, adultos y ancianos, en una palabra, de personas humanas concretas e irrepetibles, que sufren el peso intolerable de la miseria”. Ella, por medio de una catequesis en la que la enseñanza social de la Iglesia ocupe su puesto, desea suscitar en el corazón de los cristianos el compromiso por la justicia y la opción o amor preferencial por los pobres, de forma que su presencia sea realmente luz que ilumine y sal que transforme".2
Además, en cuanto negación de Dios, el ateísmo es un de los fenómenos más graves
de nuestro tiempo. Adopta formas diversas, pero especialmente hoy aparece bajo la
forma del secularismo, que consiste en una visión autónoma del hombre y del mundo que
se explica por sí mismo sin que sea necesario recurrir a Dios.
2. Ambiente catequético actual.
Respecto a los temas, la catequesis que se viene desarrollando en las diferentes
diócesis son realmente acertados y, la metodología, en su mayor parte, es estimable. El
problema no son los temas ni el modo de darlos, sino la orientación que se les da. Los
catequistas en algunos casos no dominan los temas que se proponen realizar, por lo
tanto, los catequizados se quedan con “media formación” y una reducida visión de lo que
es ser cristiano y del compromiso de vida que implica. Esta situación es realmente grave.
Esto se debe a que muchos de los catequistas de las parroquias no cuentan con una
formación adecuada para ser realmente catequistas. No estamos diciendo que no haya
escuelas de formación, pero son muy pocos los que realmente llegan a formarse.
Muchos de los catequizandos reciben los sacramentos sin adquirir una verdadera
conciencia de lo que están recibiendo. Los conocimientos de temas doctrinales son
mínimos y ésto es motivo de la carente de valores cristianos en sus vidas.
2 Directorio General para catequesis, No. 17
7
Para ser más acertados con la situación de la realidad de la catequesis actual, qué
mejor que recurrir a la descripción que hace de ella el Directorio General para la
Catequesis:
Situación de la catequesis: vitalidad y problemas.
a. Aspectos positivos
- Existe una gran número de sacerdotes, religiosos y laicos que se han consagrado con
entusiasmo y constancia a la catequesis.
- También hay que destacar el carácter misionero de la catequesis actual y su
tendencia a asegurar la adhesión a las fe por parte de los catecúmenos y de los
catequizandos, en medio de un mundo donde el sentido religioso se oscurece.
- Se ha incrementado la catequesis de adultos en las diferentes Iglesias Particulares.
- Favorecido sin duda por las orientaciones recientes del magisterio, el pensamiento
catequético ha ganado, en nuestro tiempo , en densidad y profundidad. en éste
sentido, muchas iglesias particulares cuentan ya con adecuadas y oportunas
orientaciones pastorales.
b. Aspectos negativos
- La catequesis como escuela de fe, como aprendizaje y entrenamiento de toda la vida
cristiana, no ha penetrado plenamente en la conciencia de los catequistas. De hecho,
en muchas catequesis la referencia a la Sagrada Escritura es casi exclusiva, sin que
la reflexión y la vida de la dos veces milenaria de la Iglesia la acompañe de modo
suficiente. La naturaleza eclesial de la catequesis aparece, en este caso, menos clara.
La interrelación entre la Sagrada Escritura, la Sagrada Congregación y el Magisterio,
cada uno a su modo, no fecunda aún, de modo armonioso, la transmisión catequética
de la fe.
- Respecto a la finalidad de la catequesis que trata de propiciar la comunión con
Jesucristo, es necesaria una presentación más equilibrada de toda la verdad del
misterio de Cristo. A veces sólo se insiste en su humanidad, sin hacer explícita
8
referencia a su divinidad; en otras ocasiones, menos frecuentes en nuestro tiempo, se
acentúa tan explícitamente su divinidad que no se pone de relieve la realidad del
misterio de la encarnación del verbo.
- Acerca del contenido de la catequesis, subsisten varios problemas. Existen ciertas
lagunas doctrinales sobre la verdad de Dios y del hombre, sobre el pecado y la
Gracia, y sobre los novísimos. Existe la necesidad de una más sólida formación
moral; se advierte una inadecuada presentación de la historia de la Iglesia y una
escasa relevancia de su doctrina social. En algunas regiones proliferan catecismos y
textos de iniciativa particular, con tendencias selectivas y acentuaciones tan diversas
que llegan a dañar la necesaria convergencia en la unidad de la fe.
- La catequesis está unida a toda celebración litúrgica y sacramental. A menudo, sin
embargo, en la práctica catequética muestra una vinculación débil y fragmentaria con
la liturgia: una limitada atención a los signos y ritos, una escasa valoración de las
fuentes litúrgicas, itinerarios catequéticos poco o nada conectados con el año litúrgico
y una presencia marginal de celebraciones en los itinerarios de la catequesis.
- La pedagogía utilizada no se apega aún a la pedagogía propia de la fe. Se cae con
facilidad en el dualismo "contenido-método", con reduccionismos en uno u otro
sentido. Respecto a la dimensión pedagógica, no se ha ejercido siempre el necesario
discernimiento teológico.
- Existe un problema en transmitir el evangelio en el horizonte cultural de los pueblos a
los que se dirige.
- La formación al apostolado y a la misión es una de las tareas fundamentales de la
catequesis. Sin embargo, mientras crece en la actividad catequética una nueva
sensibilidad para formar a los fieles para el testimonio cristiano, el dialogo
interreligioso y el compromiso en el mundo, la educación en el sentido de la “Misión
ad Gentes” es débil y aún inadecuada. A menudo, la catequesis ordinaria concede a
la misiones una atención marginal y de carácter marginal.
9
CAPÍTULO II
LA ORIENTACIÓN DE LA CATEQUESIS SEGÚN LA IGLESIA
Para saber lo que dice la iglesia sobre la catequesis es necesario revisar lo que se
dice de ella en dos documentos importantes: Catechesi Tradendae y el Directorio General
para la Catequesis. Resumiremos a grandes pinceladas lo que nos interesa de estos
documentos para el desarrollo del presente trabajo.
1. Catechesi tradendae.
Esta exhortación apostólica comienza su primer capítulo señalando que tenemos Un
solo maestro: Jesucristo. Así pues, en toda catequesis debemos encontrar esencialmente
a la persona de Jesús "unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad". Jesús es el
"camino, la verdad, la vida" y la vida cristiana consiste en seguir a Cristo. Se trata por lo
tanto de descubrir en la persona de Cristo el designio eterno de Dios que se realiza en él.
La catequesis debe estar en comunión, en intimidad con Jesús, que nos conduce al
Padre en el Espíritu. Este es el principio base que la catequesis debe dar mayor
importancia en todo su desarrollo.
Cristo enseña con coherencia. La fuerza persuasiva unidos en su enseñanza, no se
explican sino porque sus palabras, sus parábolas y razonamientos no se separan nunca
10
de su vida. La vida de Cristo fue una constante enseñanza. Cristo enseña con su vida y
supera la ley en Israel que marginaba al ser humano. Jesús hizo y enseñó. Esto es el
ejemplo que debe imitar el catequista en su dura labor de catequizar.
A continuación veremos algunos elementos que debemos tener en cuenta en la
catequesis según "Catechesi Tradendae":
1.1. La catequesis en la actividad pastoral y misionera de la Iglesia
a. La catequesis, un lugar de evangelización. Ésto es, en cuanto que educa la fe
de los niños, jóvenes y adultos que comprende esencialmente una enseñanza de la
doctrina cristiana, dada de modo ordenado y sistemático con miras a iniciarlos en la
plenitud de la vida cristiana.
b. Catequesis y primer anuncio del evangelio: La catequesis no sólo debe
preocuparse de alimentar y enseñar la fe, sino de suscitarla continuamente por medio de
la gracia, de abrir el corazón y prepararnos a una adhesión global a Jesucristo en
aquellos que están aún en el umbral de la fe, con un lenguaje, tono y método apropiado.
c. Finalidad específica de la catequesis: Se trata de hacer crecer, a nivel de
conocimiento y de vida, el germen de la fe sembrado por el espíritu con el primer anuncio
y transmitido eficazmente a través del bautizo. La catequesis pues debe desarrollar la
inteligencia del misterio Cristo a la luz de la palabra y transformarlo en acto.
d. Necesidad de una catequesis sistemática: Es el eco que recoge de la VI
asamblea general de obispos, y nos exhorta:
- Debe ser una enseñanza sistemática, no improvisada, siguiendo un programa que
le permita llegar a un fin preciso.
- Una enseñanza elemental que no pretende abordar todas las cuestiones
disputadas ni transformarse en investigación teológica.
- Una enseñanza completa, que no se detenga en el primer anuncio del misterio
cristiano (Kerigma).
11
- Una iniciación integral abierta al mundo.
e. Catequesis y experiencia vital. La auténtica catequesis es siempre una
iniciación ordenada y sistemática a la revelación que Dios mismo ha hecho al hombre,
revelación que se encuentra en la iglesia y en las sagradas escrituras y comunicada
constantemente por medio de la tradición viva y activa de generación en generación.
f. Catequesis y sacramentos: La catequesis está unida a la acción litúrgica y
sacramental, sobre todo la eucaristía donde Jesucristo actúa como plenitud para la
transformación de los hombres. En el catecumenado se identifican el bautismo y la
eucaristía. La catequesis prepara para los sacramentos, esto significa que ella se
fomenta en la actividad sacramental.
g. Catequesis y comunidad eclesial. Ambas están unidad porque siguen un mismo
fin: son responsables de mantener la catequesis darla a los miembros para que ellos la
acojan en un ambiente donde puedan vivir, con la mayor plenitud posible, lo que han
aprendido.
h. Necesidad de la catequesis en el sentido amplio de la madurez y fuerza de la
fe. Gracias a la catequesis el kerigma se profundiza poco a poco, explica mediante razón
y la orienta mediante la práctica.
La catequesis quiere conducir a los cristianos en la unidad de la fe y en el
conocimiento del hijo de Dios y a formar al hombre perfecto, maduro, que realice la
plenitud de Cristo.
1.2. Toda la Buena Nueva brota de la fuente
a. El contenido del mensaje. Es la buena nueva de la salvación, y se transmite
mediante los tiempos, y diversos métodos. Pero de algo hay que estar seguros: que su
contenido no pasará.
b. La fuente. La catequesis extrae de la fuente viva de la palabra de Dios,
transmitida mediante la tradición y la Escritura, constituyendo de este modo el depósito
12
sagrado de la palabra Dios, confiado a la Iglesia. Hablar de la tradición y de la escritura
como sus fuentes es subrayar que esta totalmente impregnada por el pensamiento,
espíritu y actitudes bíblicas y evangélicas, así también como la enseñanza de la liturgia.
c. El credo, experiencia doctrinal privilegiada. Es la expresión más importante
que hemos heredado, porque recoge en síntesis la fe de la Iglesia, por eso debe ser
asumido como tal por el catequizado.
d. Elementos que la catequesis no debe olvidar. El contenido esencial que debe
tener toda la catequesis la encontramos señalada en Evangelii Nuntiandi: el misterio del
Verbo de Dios hecho hombre que vino a salarnos a través de su muerte y resurrección; el
misterio de la iglesia, asamblea de hombres pecadores pero santificados por el Espíritu
Santo; explicar la historia de los hombres en sus aspectos de gracia y pecado, grandeza
y miseria; las virtudes cristianas dentro de las exigencias morales y todo lo que ella
conlleva: solidaridad, lucha por la justicia y la paz.
e. Integridad del contenido. Esto es muy importante en nuestros días. Traicionar la
integridad del mensaje es vaciar peligrosamente la catequesis misma y comprometer los
frutos que de ella tienen derecho a esperar Cristo y la comunidad eclesial.
f. Con métodos pedagógicos adaptados. El método y el lenguaje utilizado deben
ser siendo los instrumentos para comunicar la totalidad al hombre y no una parte de las
palabras de la vida eterna o del camino de la vida.
g. Dimensión ecuménica de la catequesis. La catequesis no puede permanecer
ajena a la dimensión ecuménica, cuando todos los fieles, según su propia capacidad y
situación en la iglesia, son llamados a tomar parte del movimiento en la unidad. En esto
último debemos insistir porque la catequesis suscita y alimenta el deseo de unidad, con
miras a una unidad perfecta, cuando el Señor quiera y por vías que él quiera. Finalmente
la catequesis será ecuménica si se forma a los niños, jóvenes y adultos a vivir con
respeto con los no católicos.
13
h. Colaboración ecuménica en el ámbito de la catequesis. En situaciones de
pluralismo religioso se encuentran su fundamento teológico en los ámbitos comunes a
todo cristiano. Pero la comunión de fe entre los católicos y los demás cristianos no es
completa ni perfecta, es más existen profundas divergencias. Por lo que proponemos
vigilar la formación de los católicos asegurando la doctrina y vida cristiana.
i. Problemas de manuales comunes a diversas religiones. Los manuales no
deben considerarse como obras catequéticas, les falta para ellos el testimonio de
creyentes que exponen la fe a otros creyentes, y una comprensión de los misterios
cristianos y de los específicamente católico, para ello sacado de lo profundo de la fe.
2. Nuevo directorio general para la catequesis.
Este documento tiene por objetivo señalar algunos elemento a tener en cuenta en el
desarrollo de la catequesis actual. De él hemos sustraído algunos puntos importantes que
son necesarios tenerlos presente para un mejor desarrollo de la catequesis.
a. La evangelización. La Iglesia existe para evangelizar, esto es, para llevar la
buena nueva a todos los ambientes de la humanidad, y con su influjo, transformar desde
dentro, renovar a la misma humanidad.
El mandato misionero de Jesús comporta varios aspectos, íntimamente unidos entre
sí: “anuncien” (Mc 16,15), “hagan discípulos y enseñen”, “sean mis testigos”, “bauticen”,
“hagan esto en memoria mía” (Lc 22,19),”ámense unos a otros” (Jn 15,,12). Anuncio,
testimonio, enseñanza, sacramentos, amor al prójimo, hacer discípulos: todos estos
aspectos son vías y medios para la transmisión del único evangelio y constituyen los
elementos de la evangelización.
b. La conversión y la fe. La evangelización, anunciar al mundo la buena nueva de
la revelación, invita a los hombres y mujeres a la conversión y a la fe. La fe cristiana es,
ante todo, conversión a Jesucristo, adhesión plena y sincera a su persona y decisión de
caminar en su seguimiento. La fe es un encuentro personal con Jesucristo, es hacerse
14
discípulo suyo. Esto exige el compromiso permanente de pensar como Él, juzgar como Él
y de vivir como Él lo hizo. Así el creyente se une a la comunidad de los discípulos y hace
suya la fe de la Iglesia.
c. La catequesis “momento” esencial del proceso de la evangelización. La
exhortación apostólica Catechesi Tradendae, cuando sitúa a la catequesis dentro de la
misión de la Iglesia, recuerda que la evangelización es una realidad rica, compleja y
dinámica, que comprende “momentos” esenciales y diferentes entre sí. Y añade: “la
catequesis es uno de esos momentos en el proceso total de la evangelización”. Esto
quiere decir que hay accione que preparan la catequesis y otras que emanan de ella.
"En verdad, el crecimiento interior de la Iglesia, su correspondencia con el designio divino, dependen esencialmente de la catequesis. En ese sentido la catequesis debe ser considerada momento prioritario de la evangelización".3
d. La catequesis al servicio de la iniciación cristiana. La catequesis es, así
elemento fundamental de la iniciación cristiana y está estrechamente vinculada a los
sacramentos de la iniciación, especialmente al bautismo, sacramento de fe, sacramento
de la fe. El eslabón que une la catequesis con el bautismo es la profesión de fe, que es,
a un tiempo, elemento interior de este sacramento y meta de la catequesis. La finalidad
de la acción catequética consiste precisamente en esto: propiciar una viva, explícita y
operante profesión de Fe.
3 Ibid., No 64
15
CAPÍTULO III
CATEQUESIS: FORMACIÓN PARA LA VIDA.
1. Elementos a tener en cuenta en la catequesis
1.1. ¿Cómo dar la catequesis?
a. Hay una diversidad de métodos. Aquí influye la edad y el desarrollo intelectual
de los cristianos, su grado de madurez eclesial, espiritual y muchas otras circunstancias
personales postula que la iglesia adopte métodos muy diversos que alcanza su finalidad
específica: la educación en la fe. Esto es requerido por el medio ambiente socio - cultural
en el que la iglesia lleva a cabo su obra catequética.
b. Al servicio de la revelación y la conversión. La primera cuestión que se
presenta concierne el riesgo y la tentación de mezclar indebidamente la enseñanza
catequética con perspectivas ideológicas sobre todo de índole político social o con
opciones políticas personales, quedando invertida la catequesis en sus raíces. El modo a
insistido con razón en la necesidad de que la catequesis se mantenga por encima de las
tendencias culturales divergentes, evitar las dicotomías. La pauta ha seguir es: la
revelación tal como la transmite el magisterio universal de la Iglesia. Un Dios creador y
redentor cuyo hijo se hizo hombre para entrar en la vida de cada hombre, convirtiéndose
en su centro.
16
c. Encarnación del mensaje en las culturas. De la catequesis como de la
evangelización en general podemos decir que está llamado a llevar la fuerza del
evangelio al corazón de la cultura y de las culturas. Para ello la catequesis procura
conocer estas culturas y sus componentes esenciales, aprenderá sus expresiones más
significativas, respetará sus valores y riquezas propias. Sólo así se podrá ayudarles a
hacer surgir expresiones vivas de la propia tradición, celebraciones y del pensamiento
cristiano.
d. Memorización. Como bien se sabe a comienzos de la catequesis cristiana era
netamente oral, recurrieron ampliamente a la memorización, la cual, la catequesis ha
conocido a través de ella una larga tradición de principales verdades, una cierta
memorización de las palabras de Jesús, pasajes bíblicos importantes, de los 10
mandamientos. Etc. Todo esto lejos de ser contrarios a la dignidad de los jóvenes o de
construir obstáculos en el diálogo personal con el Señor; es una verdadera necesidad
como nos lo recuerdan los padres sinodales.
1.2. La alegría de la fe en un mundo difícil
a. Afirmar la identidad cristiana. En un mundo indiferente: los cristianos de hoy
debemos ser formados para vivir en un mundo que ampliamente ignora a Dios o que en
materia religiosa es un lugar de diálogo exigente y fraterno. Cae a menudo en una
indiferencia nivelador cuando no se queda en una actitud menospreciativa de suspicacia
en nombre de sus progresos científicos. Pero entra en este mundo para ofrecer un
diálogo de salvación, donde cada uno se siente respetado en su dignidad fundamental,
es necesario una catequesis que enseñe tanto a jóvenes como adultos a permanecer
lúcidos en la fe y afirmar su identidad cristiana.
b. Con la pedagogía original de la fe. La originalidad irreductible de la identidad
cristiana tiene como corolario y condición, una pedagogía no menos originaria a la fe,
pues bien, cuando se habla de la pedagogía de la fe no se trata de transmitir un saber
17
humano, aún el más elevado se trata de transmitir un saber en su integridad de la
revelación de Dios. Ahora bien, Dios mismo a lo largo de toda la historia sagrada y
principalmente en el evangelio se sirvió de la pedagogía y debe continuar así. En la
catequesis una técnica tiene valor en la medida en que se pone al servicio de la fe y se
transmite.
c. Un lenguaje adaptado al servicio del credo. La catequesis tiene el deber de
encontrar el lenguaje adaptado a los niños y jóvenes de nuestro tiempo y en general a
muchas categorías de personas. Un lenguaje de estudiantes, intelectuales, libres de
ciencia, analfabetos o personas de cultura primitiva; lenguaje de los minusválidos, etc.
Tanto en la catequesis como en la teología, el lenguaje es importante, pero no está
demás recordarlo que la catequesis no puede aceptar ningún otro lenguaje que tenga
como resultado desvirtuar el contenido del credo, sino al contrario, para que esta pueda
comunicar la doctrina sin deformación.
d. Búsqueda y certeza de la fe. Un desafío sutil viene algunas veces del modo
mismo de entender la fe. Ciertas escuelas filosóficas sostienen que esto es una
búsqueda sin fin una búsqueda que no alcanza su objetivo. La teología afirma que la fe
no es una certeza sino un interrogante.
e. Catequesis y teología. Los teólogos exegetas tiene el sumo cuidado de no hacer
pasar por verdades ciertas lo que por el contrario pertenecen a cuestiones opinables o
discutibles. Los catequistas por su parte tendrán el buen criterio de recoger en el campo
de la investigación teológica lo que puede iluminar su propia reflexión y enseñanza, para
formar cristianos firmes. Humildes y felices en su fe.
2. Catequesis: formación para la vida
El objetivo de la catequesis es muchos más que explicar de forma sistemática los
contenidos de la fe. La catequesis debe formar en la fe y la vida, es en la catequesis
donde fe y vida deben hacerse una: “vivir desacuerdo con lo que uno cree”. No vivir algo
18
diferente o incluso contrario a lo que uno cree. Ambas dimensiones no forman un
dualismo sino una unidad.
Entre fe y vida no debe haber una división, sino una unidad, ¿a caso Jesús vivió algo
diferente de la que predicó?. Si nos llamamos sus seguidores debemos asumir su estilo
de vida desde la condición en que nos encontramos. Actualmente, el mundo que nos
rodea condiciona nuestro comportamiento y nos invita a actuar de acuerdo a la
circunstancia que tenemos que hacer frente. A todo esto, añadimos el desánimo y el poco
deseo por tener una vida coherente. El relativismo y la indiferencia es cada vez más
fuerte en el actuar y en el comportamiento de la persona. A estas circunstancias el
hombre trata de sobre ponerse, pero, a veces no de la mejor manera.
El hombre actual sabe que éste mundo lo hiere, lo desgasta, lo estresa, y que a veces,
le orienta al sin sentido. Hoy más que nunca, muchas personas recurren al psicólogo, a
las religiones pentecostalistas, a la droga, a las ONG, etc. Es para este hombre
deteriorado, desganado, sin rumbo, que se debe buscar nuevas formas de dar la
catequesis, para que ésta sea convencible y anime a vivir lo que se aprende en ella.
Para lograr tal propósito, la Iglesia actual (a ejemplo de la Iglesia primitiva que se
enfrenta al mundo helénico-romano en crisis), debe insertarse y comprender esta crisis
desde su interior. Para poder crear un forma de catequesis que responda a tal situación,
teniendo en cuenta los elementos que debe tener toda catequesis.
En este sentido, el testimonio de vida tanto de catequistas, como de todos los
católicos, como en todas las épocas, ha de ser la principal forma de evangelizar y
catequizar. No debemos limitarnos a dar testimonio, sino a 'enseñar' a dar testimonio.
Sólo entonces los que no creen creerán e intentaran seguir a aquel que de sentido a
nuestras vidas: Jesucristo.
"Catequesis, formación para la vida" será una realidad si cada catequista, y en último
término, todos los católicos, nos esforzamos por enseñar que se debe ir más allá del
simple aprendizaje de algunas doctrinas (que es muy necesario, hoy más que nunca, por
19
cierto, porque de lo contrario no sabríamos en qué consiste nuestra fe). Sin embargo, el
ser cristiano, a partir de lo que se aprende en la catequesis, responde ante todo a una
forma de ver, de vivir y de orientar la vida. Por tanto, hacia esto, debe ser orientado la
catequesis.
20
CONCLUSIONES
1. La catequesis actual demanda un mayor interés por porte de los catequizandos y una
mejor formación de los catequistas para formar hombres con conciencia cristiana.
Para lograr esto se necesita un verdadero esfuerzo de todos por profundizar nuestra
fe en las Sagradas Escrituras.
2. La catequesis es tarea de todos, por ende todos no debemos preocupar para darle
realce e importancia en un mundo tan secularizado como en le que vivimos. El
testimonio de vida , en este sentido, juega un papel importante en la evangelización y
catequesis actual. Es fundamental que la catequesis estén bien trabajadas en el
proyecto catequético de la comunidad cristiana, para que la Iglesia particular crezca
armónicamente, y su actividad evangelizadora mane de autenticas fuentes.
3. La educación permanente de la Fe se dirige a la comunidad cristiana para que vaya
madurando tanto en su vida interna de amor a Dios y de amor fraterno, como en su
apertura al mundo como comunidad misionera. El deseo y la oración de Jesús ante el
Padre son una llamada incesante: "que todos sean uno para que el mundo crea que
tú me has enviado". Acercarse a este ideal requiere una fidelidad grande a la acción
del Espíritu Santo, un constante alimentarse del cuerpo y de la sangre de Cristo y de
una permanente educación de la Fe, en le escucha de la Palabra.
21
BIBLIOGRAFÍA
JUAN PABLO II, Catechesi Tradendae, Roma, 1979 CONGREGACIÓN PARA EL CLERO, Directorio General para la Catequesis, Roma,
1997 ESPEJA, J. El evangelio en un Cambio de Época, Estella, 1996
top related