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Poblamiento inicial[editar]
Cueva de las Manos, en el río Pinturas (provincia de Santa Cruz),7300 a. C. Se considera el arte
más antiguo de Sudamérica.
Los primeros seres humanos que arribaron al actual territorio argentino
parecen haber llegado por el extremo sur de la Patagonia provenientes de lo
que hoy es Chile. Los restos más antiguos de la presencia humana se
encuentran en Piedra Museo (Santa Cruz) y se remontan al 11000 a. C. . Junto
con los yacimientos de Monte Verde (Chile) y Pedra Furada (Brasil)
constituyen, hasta el momento, los sitios de poblamiento más antiguos hallados
en Sudamérica. Estos yacimientos sustentan la teoría del poblamiento
temprano de América (pre-Clovis).
Estos primeros habitantes del territorio argentino se dedicaban a la caza
de milodones,1 (mamífero parecido a un gran oso con cabeza de camello, ya
extinguido) e hippidions 2 (caballos sudamericanos que desaparecieron
hace 8000 años ), además de guanacos, y ñandúes.
Cerca de allí, también es posible ver las pinturas de manos y guanacos
estampadas 7300 a. C. en la Cueva de las Manos (río Pinturas, provincia de
Santa Cruz). Se trata de una de las expresiones artísticas más antiguas de los
pueblos sudamericanos y ha sido declarada Patrimonio Cultural de la
Humanidad por la Unesco.
Para el año 9000 a. C. ya había comenzado el poblamiento de la pampa, en
tanto que la zona del Noroeste del país comenzó a ser habitada hacia
el 7000 a. C. .
Época precolombina[editar]
Artículo principal: Historia precolombina de la Argentina
Distribución aproximada de lenguas en el extremo meridional de Sudamérica en tiempos de la
Conquista.
Restos del pucará de Tilcara, perteneciente al imperio incaico.
Planisferio de Cantino (1502), muestra la Línea de Tordesillas con la que se dividió el mundo en
1494. Sería aproximadamente elmeridiano 60 en medidas actuales. En su extremo inferior
izquierdo puede verse en blanco la zona (aún ignota por entonces) en la que se encuentra el actual
territorio argentino.
Tastil, en el norte, fue la ciudad precolombina más grande ubicada en el actual
territorio argentino, con una población de 3000 habitantes.
En la época precolombina, los pueblos nativos argentinos se dividieron en tres
grandes grupos culturales:
los cazadores y recolectores, que habitaban la Patagonia, la Pampa y
el Chaco;
los agricultores andinos, instalados en el Noroeste, Cuyo y las Sierras de
Córdoba, pertenecientes a la gran Civilización andina cuyo exponente más
alto fue el imperio incaico;
los agricultores de las llanuras en la Mesopotamia, pertenecientes a la
cultura tupí-guaraní.
En los siglos XIV y XV el Imperio incaico conquistó parte de la actuales
provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán (su extremo oeste), La Rioja,
San Juan, el noroeste de Mendoza y posiblemente el norte de Santiago del
Estero,3 incorporando sus territorios al Collasuyo que era la parte sur
del Tahuantinsuyo o regiones del Imperio incaico. Tradicionalmente se atribuye
la conquista al inca Túpac Yupanqui. Varios señoríos de la región, como
los omaguacas, los atacamas, los huarpes, los diaguitas y otros, intentaron
resistir pero los incas lograron dominarlos, trasladando a sus territorios a
losmitimaes o colonos deportados de las tribus de los chichas, que habitaban
en lo que es el suroeste del actual territorio boliviano. Otros, como
los sanavirones, los lule-toconoté y los comechingonesresistieron exitosamente
la invasión incaica y se mantuvieron como señoríos independientes.
Crearon centros agrícolas y textiles, asentamientos (collcas y tambos),
caminos (el "camino del inca"), fortalezas (pucarás) y santuarios de alta
montaña. Algunos de los principales son el pucará de Tilcara, la tambería del
Inca, el pucará de Aconquija, el santuario de Llullaillaco, el shincal de
Londres y las ruinas de Quilmes.
Conquista y época colonial (1516-1806)[editar]
Artículo principal: Conquista y colonización española de Argentina
La conquista española del actual territorio argentino se realizó mediante tres
esfuerzos independientes: expediciones desde España hacia el Río de la Plata
y el Paraguay, expediciones organizadas en el Perú para ocupar las tierras del
Tucumán, y expediciones de Chile hacia Cuyo. De allí surgen las tres grandes
subdivisiones: Nueva Andalucía (después dividida en Río de la Plata y Guayrá-
Paraguay),Córdoba del Tucumán, y el Corregimiento de Cuyo. Las primeras
dos pertenecieron al Virreinato del Perú, la última a la Capitanía General de
Chile. En 1779 las tres pasaron a formar parte del nuevoVirreinato del Río de la
Plata.
Expediciones iniciales al Río de la Plata[editar]
Los primeros europeos que llegaron a lo que actualmente es la Argentina, lo
hicieron buscando un paso hacia el continente asiático. Por entonces América
era sólo un obstáculo entre España y las riquezas de Catay y Cipango en Asia.
La zona, además, estaba ubicada aproximadamente sobre la Línea de
Tordesillas, la división del mundo que se estableció por tratado
entre España y Portugal y por lo tanto tenía, para ambos países la condición de
frontera aún no ocupada.
Aunque existen muchas discusiones sobre la autenticidad de los viajes
de Américo Vespucio, varios historiadores aceptan como un hecho que
participó de la primera expedición europea (portuguesa) en llegar al actual
territorio argentino, más específicamente al Río de la Plata en 1502.
En 1516 el navegante español Juan Díaz de Solís visitó lo que actualmente se
conoce como Argentina, navegando el actual Río de la Plata, al que
denominó Mar Dulce por su escasa salinidad. Llegó hasta la actual isla Martín
García 4 y murió tras navegar un breve trecho del Río Uruguay. Al regresar la
expedición a España una de las carabelas naufragó en Santa Catarina,
quedando abandonados allí 18 náufragos. Uno de ellos Alejo García fue el
primero en conocer la leyenda del Rey Blanco, sobre un país rico en plata,
realizando una excursión hasta la región de Potosí en donde se halla el Cerro
Rico, donde se hizo de un enorme tesoro de piezas de plata. Al volver murió en
un combate con los indios payaguás.
En 1519 y 1520 Hernando de Magallanes recorrió toda la costa de la actual
Argentina durante la Expedición de Magallanes-Elcano, hasta el estrecho que
lleva su nombre al que llegó el 21 de octubre de 1520.
En 1525 fray García Jofre de Loaísa dirigió una expedición que recorrió
la Patagonia e incluso se establecieron brevemente en el Puerto Santa
Cruz para reparar dos naves.
En 1526 Sebastián Gaboto (italiano) tomó contacto en Santa Catarina (Brasil)
con los guaraníes que habían pertenecido a la expedición de Alejo García y
decidió ir hacia elImperio de Plata, navegando aguas arriba el Río de la Plata
conocido entonces como Río de Solís. El 9 de junio de 1527 Gaboto ordenó
establecer dos fuertes: uno en el actual territorio uruguayo (San Salvador) y
otro, al que llamó Sancti Spíritu, primer asentamiento europeo en el actual
territorio argentino, en la actual provincia de Santa Fe. Un expedicionario de
Gaboto, Francisco César, llegó posiblemente a Córdoba. Gaboto remontó
también el Río Paraná, el Río Paraguay y el Río Bermejo.
Diego García de Moguer llegó a Sancti Spíritu poco después de Gaboto e
intentó imponer su autoridad. Sin embargo el hambre y las derrotas con
los timbúes y charrúas los obligaron a volver a España, donde difudieron las
noticias sobre el Rey Blanco y el Río de la Plata.
Portugueses y españoles aceleraron entonces los planes para tomar posesión
de esa región, que ambos consideraban estaba de su lado de la Línea de
Tordesillas.
En 1531 Portugal envió una gran expedición al mando de Martín Alfonso de
Souza para tomar posesión del Río de la Plata y expulsar a los españoles.
Llegó hasta la Isla Martín García, que rebautizó Santa Ana. Se internó por el
Río Uruguay y se enteró de que los españoles del fuerte San Salvador habían
sido derrotados. Decidió entonces retirarse al cabo de Santa María (donde
actualmente se encuentra La Paloma, Uruguay). Allí realizó mediciones
astronómicas y llegó a la conclusión de que estaba del lado español de la
Línea de Tordesillas, por lo que volvió a Portugal sin realizar fundación alguna.
Colonización del Río de la Plata (1536-1580)[editar]
En 1536 Pedro de Mendoza fundó el Puerto de Santa María del Buen Ayre. Sin
embargo, el asentamiento fracasó debido a las hambrunas y los
enfrentamientos con las tribus indígenas. Algunos de los habitantes de la
población, privados de alimentos y sitiados por los indígenas locales, se vieron
llevados al canibalismo. La ciudad fue abandonada, y sus pobladores se
establecieron en Asunción, que se constituyó en centro de operaciones
español en la región.
Mapa del Paraguay o Provincia del Río de la Plata, alrededor de 1600
Para el año 1573, no existían poblaciones hechas por europeos a lo largo
del río Paraná, territorio al que cronistas como Martín del Barco Centenera,
llamaban el «Argentino Reyno». Es así que Juan de Garay, partiendo de la
ciudad de Asunción, acompañado por los mancebos de la tierra y los planos de
la ciudad, fundan Santa Fe en los márgenes de este gran río, como nudo de
comunicaciones entre la salida del Río de la Plata y el Paraguay, con el
Tucumán y Cuyo, el Alto Perú y Chile. Resulta así que esta ciudad histórica, se
transforma en la primera planificada en el territorio, en base a los ideales
arquitectónicos renacentistas. Mientras que en Europa, este modelo no se
pudo llevar a cabo, América en general y Santa Fe en particular, son
evidencias concretas de este nuevo proceso de urbanización planificado en
cuadrículas, con un orden preestablecido a diferencia de las anteriores
poblaciones. Elementos que hoy pueden verse claramente en el Parque
Arqueológico de Santa Fe la Vieja en Cayastá.5
En este Argentino Reyno, sólo Santa Fe existió por varios años y es allí en
donde viven los primeros pobladores a quienes se llamó argentinos. Martín del
Barco Centenera da cuenta de ello en su poema histórico "La Argentina",
publicado en 1602.6
En 1580, saliendo desde Santa Fe, Juan de Garay refundó la Ciudad de la
Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Ayres, que con el tiempo sería
conocida simplemente comoBuenos Aires. Esta ciudad formaba parte de
la Gobernación de la Nueva Andalucía, dentro del Virreinato del Perú, con sede
en Lima.
En el siglo XVII se establecieron las misiones jesuíticas guaraníes. Fueron
pueblos misionales fundados por la "Compañía de Jesús" entre los guaraníes y
pueblos afines, que tenían como fin evangelizar a los indios de las actuales
provincias de Misiones y Corrientes, en Argentina, y de importantes territorios
actualmente en el Paraguay. Cumplieron exitosamente su tarea hasta que en
el año 1768, el rey español Carlos III ordenó expulsar a los jesuitas.
Colonización del Tucumán (1549-1593)[editar]
En 1549, el capitán Juan Núñez de Prado fue premiado por el Virrey del Perú.
Pocos años antes los dominios españoles en los territorios incas habían sufrido
una grave crisis. Tras las denuncias de Fray Bartolomé de las Casas, el
EmperadorCarlos V dictó nuevas leyes que daban grandes derechos a los
indios: se prohibía el esclavizarlos, torturarlos, convertirlos forzosamente al
cristianismo, y enajenar sus tierras. También se prohibía la transmisión
de encomiendas por herencia. Esto generó la Gran Rebelión de
Encomenderos, en la que a duras penas el gobierno real pudo imponer los
nuevos derechos para los indios. Por su destacada labor, Juan Núñez de
Prado recibió la autorización para ocupar y gobernar las tierras del Tucumán.
Al año siguiente (1550) Juan Núñez de Prado y sus compañeros fundaron la
ciudad de El Barco. Esto generó una protesta por parte de Francisco de
Aguirre, que reclamaba todo el Tucumán como parte de la Capitanía de Chile:
en 1553 De Aguirre logró su cometido, y trasladó a los pobladores fundando la
ciudad de Santiago del Estero del Nuevo Maestrazgo. Según los estudios
de Narciso Binayán Carmona, tres siglos más tarde la totalidad de los criollos
en el Norte de la Argentina sería descendiente de alguno entre los 103
miembros de la expedición de Núñez de Prado.
Los españoles buscaron consolidar el dominio en la región fundando ciudades
en puntos clave:
En 1558 Juan Pérez de Zurita fundó Londres de la Nueva Inglaterra, en la
actual Provincia de Catamarca. Londres fue destruida en 1560 durante la
primera guerra Calchaquí, pero más tarde fue re-fundada. Ese alzamiento
indígena logró mantener a los españoles fuera de algunos territorios y
causó que el Tucumán pasara de la jurisdicción chilena a la peruana.
En 1561 Juan Pérez de Zurita fundó la ciudad de Nieva, luego re-fundada
como San Salvador de Jujuy.
El sobrino de Aguirre, Diego de Villarroel fundó en 1565 la ciudad de San
Miguel de Tucumán.
Jerónimo Luis de Cabrera fundó en 1573 la ciudad de Córdoba de la Nueva
Andalucía
En 1582, Hernando de Lerma fundó la Ciudad de Salta.
Juan Ramírez de Velasco, al frente de la Gobernación del Tucumán, fundó la
ciudad de Todos los Santos de la nueva Rioja en 1591, refundó la ciudad
de Londres en 1592, y fundó San Salvador de Jujuy en 1593.
Colonización de Cuyo (1560-1594)[editar]
La Crónica de Fray Reginaldo de Lizárraga contrapone la conquista de Chile
con la menos gloriosa (según él) colonización de Cuyo. La colonización no
resultó dificultosa y fue completamente pacífica, ya que una
embajada Huarpe cruzó los Andes para solicitar a los españoles les enviaran
sacerdotes y arquitectos que les enseñaran a construir ciudades. En 1561 los
españoles fundaron Mendoza del Nuevo Valle de La Rioja, seguida por San
Juan de la Frontera en 1562 y San Luis de la Punta de los Venados en 1594.
Consolidación española (1600-1720)[editar]
Mapa de las ciudades españolas fundadas en la Argentina y el Paraguay hasta el año 1600.
Al comienzos del siglo XVII las ciudades fundadas por los españoles no eran
más que pequeñas atalayas de civilización europea esparcidas en un territorio
muy vasto, y durante esos cien años fueron aumentando su influencia a través
de encomiendas de la formación de estancias y de la fundación de ciudades,
que iban alejándose progresivamente del Camino Real. Si bien eran comunes
las refriegas fronterizas, no hubo grandes conquistas como en el siglo anterior:
más bien se consolidó el dominio de los territorios ya conquistados.
En 1599 los Jesuitas se instalaron en Córdoba, y en 1613 fundaron
una universidad en esa ciudad. Al mismo tiempo fueron fundando
asentamientos entre los indios guaraníes y guaycurúes. Las Misiones
Jesuíticas estaban subordinadas a la Corona Española. Como cualquier otra
ciudad española tenían un cabildo, un corregidor, alcaldes de primero y
segundo voto, escribano, y todas las demás instituciones de la civilización
española: la diferencia era que el corregidor y el resto de las autoridades eran
casi siempre caciques.
Un ejemplo de consolidación administrativa y territorial fue el establecimiento
del Marquesado de Yavi en 1707: su capital estaba en la ciudad de Yavi, actual
provincia de Salta; y se extendía por todo el norte argentino y el sur de Bolivia
(Chuquisaca, Tarija, Orán, San Antonio de los Cobres, etc). Los marqueses
tenían una enorme extensión de tierras y gozaban del reconocimiento perpetuo
de sus encomiendas, que fueron declaradas inválidas por la Corte Suprema
Argentina en 1877.
En Cuyo, llegando al siglo XVIII la mayor parte de los huarpes se había
convertido al cristianismo, adoptando el idioma castellano. Esa fue la zona
donde más rápido se dio la criollización de los pueblos originarios. Un resto de
los huarpes al sur del río Diamante fue conquistado por los mapuches durante
la araucanización.
Buenos Aires constituyó desde su fundación una estructura social altamente civilizada, un verdadero estado de derecho donde sin mengua de una indudable libertad, reinaba un orden jurídico desconocido entonces en casi todo el resto del mundo, inclusive en varios de los países europeos. (...) la propiedad inmobiliaria se mensuraba y se transmitía puntualmente por escritura
pública, se escrituraban igualmente las dotes, sucesiones e informaciones varias, se registraba el nacimiento y el estado de las personas, tramitándose canónicamente los eventuales disensos, divorcios y nulidades, se pleiteaba con sujeción a procedimientos curiosamente similares a los actuales, (...) había hospitales y escuela públicos. (...) Esa sociedad era realmente autárquica: la Iglesia eran los vecinos, la Justicia y la administración general eran los vecinos, y el Ejército también eran los vecinos. Desde luego, venían algunos funcionarios de España, pero en la enorme mayoría de los casos no volvían más allá, se avecindaban, se nacionalizaban.
Francisco Seeber, Solidez de la Estructura Social Argentina, revista Universitas No. 72/73, Septiembre-Diciembre de 1984
Conflictos con Portugal y Brasil (1680-1828)[editar]
Límites aproximados en 1811.
Entre 1680 y 1828, España y Portugal (seguidos de sus colonias
independientes) tuvieron una serie de conflictos a lo largo de su frontera.
En 1680 el militar portugués Manuel de Lobo funda la primera ciudad en el
actual territorio uruguayo: Colonia del Sacramento. El gobernador español del
Río de la Plata, José de Garro, pidió refuerzos a las ciudades de Tucumán,
Corrientes, Santa Fe, y las misiones jesuitas: con ese ejército ocupó la ciudad.
Al año siguiente el Rey firmó un tratado con Portugal para devolverla, a
condición de que no comerciaran con las ciudades españolas.
Cincuenta años más tarde, en 1723, el portugués Manuel de Freytas Fonseca
fundó el fuerte de Montevidéu. Los españoles de Buenos Aires tomaron el
fuerte y en 1726 Felipe Vordenó fortificarlo y poblarlo. La situación permaneció
estática hasta 1762: en el contexto de la Guerra de los Siete Años, los
españoles de Buenos Aires volvieron a ocupar la ciudad, sin embargo la guerra
terminó con la firma del Tratado de París (1763), en el que se fijó el retorno de
la disputada colonia a Portugal. En 1777, con el Tratado de San Ildefonso,
Colonia pasa otra vez al dominio Español.
Tras la Revolución de Mayo, las fuerzas portuguesas lanzaron una invasión de
la Banda Oriental en 1811. Una segunda invasión en 1816 fue definitiva:
la Provincia Oriental fue anexada por el Reino de Brasil y pasó a
llamarse Provincia Cisplatina. En 1825 comenzó la Guerra del Brasil,
el Congreso de la Florida declaró la independencia de la Provincia Oriental y su
reincorporación a las Provincias Unidas del Río de la Plata. En 1828 terminó la
guerra y con ella finalizaron los principales conflictos limítrofes.
Creación del Virreinato[editar]
En 1776, los españoles separaron el Virreinato del Perú, estableciendo entre
otras nuevas zonas administrativas al Virreinato del Río de la Plata. La enorme
superficie que abarcaba el virreinato del Perú dificultaba las tareas de gobierno,
lo cual fue un poderoso motivo para su división. Buenos Aires se estableció
como capital, por su creciente importancia como centro comercial y el valor del
estuario del Río de la Plata como entrada hacia el interior del continente. Este
virreinato abarcó lo que hoy es la Argentina, Uruguay y Paraguay, así como
también la mayor parte de la actual Bolivia. Según el censo ordenado por
Carlos III, en 1778 el virreinato tenía una población de 186.526 habitantes.
Córdoba tenía 44.506, La ciudad de Buenos Aires 37.679, mientras que
Mendoza tenía un cuarto 8.765. Era importante la población afroargentina, que
superaba el 50% en Santiago del Estero y Catamarca.7
En un principio, la ciudad de Buenos Aires había sufrido serios problemas de
aprovisionamiento de bienes básicos, ya que el comercio exterior era
monopolizado por España y dicho país priorizaba el puerto de Lima, dado que
en el Perú se extraían grandes cantidades de oro y plata para la metrópoli,
productos ausentes en los alrededores de Buenos Aires. Como consecuencia,
se produjo un fuerte desarrollo del contrabando. La principal producción de
Buenos Aires por aquel entonces era el cuero.
España impuso el cristianismo y el idioma castellano. En toda la
Hispanoamérica regían las costumbres y modas españolas, aunque las
diferentes etnias y culturas criollas que integraron la población colonial también
encontraron mecanismos para preservar algunos aspectos de sus patrimonios
culturales, lingüísticos y religiosos, que muchas veces se fusionaron entre sí
para generar nuevas manifestaciones culturales. La densidad de población en
el Virreinato del río de la Plata era baja, y hasta mediados del siglo XIX mas de
la mitad del territorio argentino actual estuvo habitado por las tribus indígenas.
España impuso en sus colonias americanas un sistema de castas con tres
grupos principales, blancos, indios y negros, así como también los grupos
derivados del mestizaje de los demás: mulato, mestizo, zambo. Los híbridos se
consideraban"manchados" o de "sangre impura", pero existían diferencias
entre ellos ya que, mientras la "sangre india" "manchaba" por tres
generaciones, la "sangre negra" "manchaba" para toda la eternidad. En la cima
del sistema de castas se encontraban los españoles peninsulares,
considerados de "sangre pura" a los que se reconocía la mayor cantidad de
privilegios, seguidos de los españoles americanos, conocidos como "criollos",
descendientes legítimos de padre y madre españoles. Si bien existía una
diferencia conceptual entre peninsulares y criollos, ellos no tenían ninguna
diferencia de derechos: hubo varios criollos que fueron virreyes, en el
Plata Vértiz. En el lugar más bajo de la escala social se encontraban
los "negros" ocupando el último lugar aquellos nacidos en África.8 9
Sin embargo, dicha separación no era tan estricta, y sus convenciones solían
ser postergadas si las necesidades prácticas así lo requerían.10 Así, durante
las Invasiones Inglesas se dieron armas y rangos militares a varios grupos que
en circunstancias normales no podrían acceder a tales puestos, y la escasez
de mujeres españolas promovió el mestizaje. Del mismo, y teniendo como una
de sus bases económicas la ganadería extensiva o el acarreo y faena de
grandes rebaños, surgieron los mancebos de la tierra ya en el siglo XVII y
luego los gauchos, los cuales tendrían un rol decisivo en la gesta
emancipatoria del siglo XIX.
Surgimiento del Estado nación (1806-1852)[editar]
Artículo principal: Surgimiento del Estado Argentino
Véanse también: Revolución de Mayo, Independencia de la Argentina, Declaración
de independencia de la Argentina, Guerras civiles argentinas y Período de las
Autonomías Provinciales (Argentina).
En 1806 y 1807, en el marco de las Guerras Napoleónicas que tenían lugar en
Europa, tuvieron lugar las Invasiones Inglesas al Río de la Plata. Sir Home
Riggs Popham y William Carr Beresford encabezaron la primera, que
desembarcó en la zona de Quilmes y tomó el control de la ciudad de Buenos
Aires durante 45 días hasta su expulsión por parte de un ejército proveniente
de Montevideo encabezado por Santiago de Liniers. En 1807 un segundo
ataque aún más grande (de aproximadamente 8000 soldados), encabezado
por John Whitelocke, logró ser resistido exitosamente.
El conflicto tuvo consecuencias políticas importantes: se creó un quiebre del
derecho institucional vigente en el virreinato; el virrey Rafael de
Sobremonte fue destituido por huir durante la invasión, y el victorioso Liniers
fue electo por aclamación popular, sin intervención directa del Rey de España.
Además, durante el segundo conflicto, los soldados disponibles eran
insuficientes y no se podía contar con el auxilio de la metrópoli, por lo que
varios sectores de la población habitualmente postergados recibieron
armamento y mando de tropas. Esto les permitió tener una mayor injerencia en
los asuntos de la vida pública. Entre ellos se destacaba el Regimiento de
Patricios, compuesto por criollos y comandado por Cornelio Saavedra.
El Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810.
La Independencia de los Estados Unidos (1776), la Revolución francesa (1789)
y las nuevas ideas de la Ilustración, se combinaron con las tradiciones de lucha
de criollos, indígenas y afroamericanos contra el Imperio español para impulsar
las ideas de libertad, igualdad e independencia en Latinoamérica.
La Revolución de Mayo de 1810 destituyó y expulsó al Virrey Baltasar Hidalgo
de Cisneros, y proclamó, tras un Cabildo Abierto, el primer gobierno formado
mayoritariamente por criollos en las Provincias Unidas del Río de la Plata,
denominado la Primera Junta.
Entre 1810 y 1820 se sucedierodos juntas de gobierno, dos triunviratos y el
Directorio, una forma unipersonal y centralista de gobierno. En este período, la
principal preocupación de los gobiernos era consolidarse internamente y
enfrentar la resistencia de los Ejércitos realistas en América (defensores
del statu quo y del mantenimiento de los lazos que unían estas regiones a
la corona española). En 1816 se declaró la independencia de las Provincias
Unidas de América del Sur en el Congreso de Tucumán.
Campaña libertadora y guerra civil[editar]
Artículo principal: Guerra de la Independencia Argentina
Artículo principal: Guerras civiles argentinas
Retrato de José de San Martín. 1828
José de San Martín, Manuel Belgrano, y Martín Miguel de Güemes fueron
algunos de los principales comandantes patriotas en la guerra de
independencia. A Manuel Belgrano se le encargó la dirección del Ejército del
Norte y, aunque fue derrotado por las fuerzas realistas, sentó las bases para
que luego el Paraguay formase un gobierno propio, en 1811. En 1812 creó
la bandera de la Argentina y dirigió elÉxodo Jujeño, tras lo cual se impuso a los
españoles en las batallas de Tucumán y Salta.
En 1816 José de San Martín organizó el Ejército de los Andes conformado por
4000 hombres y, desde 1817 hasta 1822, encabezó las campañas libertadoras
que llevarían a la independencia de Chile yPerú. Contemporáneamente, Simón
Bolívar independizaba a la Gran Colombia, completaba la independencia
de Perú y liberaba a Bolivia (1824), el último bastión del dominio español en
Sudamérica.
El Estado argentino considera a San Martín como el mayor héroe militar de su
independencia y lo honra con el título de "Padre de la Patria".
Desde antes de 1820, unitarios y federales se disputaron el gobierno y la
economía del país a través de una serie de guerras civiles. Con la Batalla de
Cepeda, un triunfo federal, comenzó el Período de las Autonomías
Provinciales; la unión entre las provincias sólo se mantuvo gracias a los
llamados "tratados interprovinciales". Las luchas internas entre las provincias
—en general, las de el interior contra Buenos Aires— se mantuvieron por más
de 60 años. Los caudillos provinciales dominaron el mapa político a mediados
del Siglo XIX, dirigiendo grandes ejércitos propios, y en muchos casos
gobernando sus provincias.
Entre 1820 y 1824 gobernó Buenos Aires Martín Rodríguez, cuyo
ministro Bernardino Rivadavia realizó históricas reformas (como la primera ley
electoral en 1821, aplicada sólo a la Provincia de Buenos Aires). Lo
sucedió Juan Gregorio de Las Heras, que reunió el Congreso, por el cual se
pretendió unificar el país. En 1826, el Congreso nombró presidente a
Rivadavia, de tendencia centralista, que continuó con la política económica
librecambista que venían llevando adelante los gobiernos porteños, y que tiene
su base en las ganancias que genera el puerto de Buenos Aires.
Se desató la Guerra del Brasil —que finalizó con la Independencia del Uruguay
— y la Constitución unitaria de 1826, rechazada en el Interior del país,
acontecimientos que desencadenaron la caída de Rivadavia. En su lugar
asumió como gobernador de Buenos Aires Manuel Dorrego, partidario del
federalismo, quien finalizó la guerra con los brasileños y reconoció la
independencia del Uruguay. Pero los unitarios, sublevados por Juan Lavalle,
fusilaron a Dorrego. Esto reanudó la guerra civil entre unitarios y federales.
Gobierno de Juan Manuel de Rosas[editar]
Artículo principal: Época de Rosas
En 1829 Juan Manuel de Rosas, federal y porteño, asumió el gobierno de
la provincia de Buenos Aires, con "Facultades Extraordinarias", y conservando
la delegación de las relaciones exteriores por parte de las demás provincias.
Gobernó hasta 1832 con mano de hierro y fuertes rasgos personalistas. Rosas
realizó una campaña en la Patagonia, donde luchó contra algunas tribus
indígenas y negoció con otras, para ampliar la frontera hacia el sur del país.
Desde 1832 hasta 1835 se sucedieron tres gobernadores débiles: Juan Ramón
Balcarce, Juan José Viamonte, y Manuel Vicente Maza. Los tres renunciaron
por presión del rosismo, y el último de ellos a causa del asesinato del
caudillo Facundo Quiroga en Barranca Yaco, ideado por los hermanos
cordobeses Reynafé. En 1833, Gran Bretaña ocupó las Islas Malvinas.
Retrato del Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas 1845
En 1835, en medio de esta anarquía, Juan Manuel de Rosas fue elegido
gobernador de Buenos Aires, con el agregado de tener la "Suma del Poder
Público", es decir, los tres poderes del Estado resumidos en su persona. Un
posterior plebiscito popular legitimó en forma amplia su designación. Inició una
política económica proteccionista, aunque sin fomentar explícitamente nuevas
industrias, y realizó pactos interprovinciales (como el Pacto Federal). También
impuso medidas que favorecen a los sectores populares como la prohibición
total de la compra-venta y el tráfico de esclavos negros, que ya habían
adquirido la libertad de vientres luego de la revolución de mayo. Con sus
atribuciones también inició un régimen que se caracterizó por la persecución de
los opositores — bajo el lema "Mueran los salvajes unitarios" — que en
muchos casos fueron ejecutados, asesinados u optaron por exiliarse en países
limítrofes. Su política centralista desató sublevaciones en su contra en el
Interior del país y su autoritarismo generó la oposición de los romanticistas de
la "Generación del 37", grupo de jóvenes intelectuales influyentes, entre
ellos Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, y Domingo Faustino
Sarmiento, que desde el Salón Literario criticarán duramente al régimen.
Entre 1838 y 1840, Rosas enfrentó el Bloqueo Francés, establecido por el
rechazo a aceptar beneficios para ciudadanos franceses. La acción también
promovió revueltas y unificó a la oposición pero fue levantada, resultando
fortalecido Rosas, quien luego venció a la poderosa Coalición de las provincias
del Norte, y sitió Montevideo entre 1843 y 1851 para ayudar al ex presidente
uruguayo Manuel Oribe, derrocado en su país. Luego en 1845, resistió de
forma admirable el Bloqueo naval Anglo-Francés en la Batalla de la Vuelta de
Obligado, y logró aplastar una última sublevación de la provincia de Corrientes.
En sus últimos años de gobierno, las renuncias de Rosas se repitieron
simbólicamente; el caudillo entrerriano Justo José de Urquiza aceptó una de
ellas con su denominado "Pronunciamiento" y decidió asumir él mismo las
Relaciones Exteriores de su provincia. El caudillo porteño reaccionó con
furiosas invectivas, pero su reacción militar fue insuficiente: se enfrentaron en
la Batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852. En esta batalla, la más grande
de la historia sudamericana, el Ejército Grande de 30 000 hombres
comandados por Urquiza, (que incluía tropas de Brasil, Uruguay, Entre Ríos y
Corrientes, y exiliados políticos), derrotó al ejército federal de 22 000 hombres.
Tras este hecho, Juan Manuel de Rosas inició su exilio en Inglaterra. Quince
días después el general victorioso entró en Buenos Aires en un desfile, seguido
de fusilamientos de las figuras importantes del rosismo.
Justo José de Urquiza lideró el país, aunque no pudo evitar la separación del
"estado de Buenos Aires" del resto de las provincias del interior. En 1853, tras
la separación de la Provincia de Buenos Aires, laConfederación sancionó
la Constitución, con ideas federales, republicanas y liberales. El primer
antecedente de la constitución argentina actual.
La Organización Nacional (1853-1880)[editar]
Artículo principal: Organización Nacional (Argentina)
Véase también: Constitución Argentina de 1853
Con la oposición de Buenos Aires, que se regía como un poderoso estado
independiente, Urquiza organizó el Congreso Constituyente de Santa
Fe de 1853, que aprobó una Constitución de carácter republicano,
representativo y federal, elaborada según un modelo de Juan Bautista Alberdi.
Urquiza fue proclamado presidente de la Confederación.
Sin un puerto importante para comerciar, las economías de las provincias de la
Confederación se verían muy afectadas por la separación de Buenos Aires, por
lo que intentaron unirla por medios bélicos. Tras la Batalla de Cepeda (1859) y
laBatalla de Pavón, de 1861, se logró la unificación del país, y Urquiza se retiró
para siempre de la política.
En 1862 Bartolomé Mitre, quien fuera Gobernador de Buenos Aires, asumió
como primer Presidente constitucional de la Argentina unida. Inició una política
codificación, sancionó importantes leyes y promovió la inmigración y la
educación. Combatió brutalmente las resistencias de los caudillos provinciales,
especialmente la del célebre caudillo Peñaloza. Como el Paraguay
de Francisco Solano López había invadido y ocupado la provincia de
Corrientes, la Argentina se alió con Brasily Uruguay para derrocarlo mediante
la Guerra de la Triple Alianza.11 12 El que se pensaba sería un conflico de
rápido desenlace, concluyó en 1870 luego de 6 años, dejando al Paraguay
totalmente devastado y cobrándose la vida de 30 000 soldados argentinos.
Sería sucedido por Domingo Faustino Sarmiento en 1868, que realizó el primer
Censo Nacional de Población, promovió la educación popular, la cultura y los
telégrafos. Luchó contra los últimos caudillos federales derrotándolos, y se
firmaron importantes tratados internacionales, además de finalizar la Guerra de
la Triple Alianza. También incentivó la inmigración europea que siguió hasta
mitad del siglo XX. Entre 1871 y 1915, la Argentina recibió casi 5 000 000 de
inmigrantes, mayormente europeos, de pueblos y culturas diversas.
Tras una pequeña crisis económica, Sarmiento fue sucedido por Nicolás
Avellaneda (1874), quien se empeñó en controlar los territorios aún ocupados
por los indígenas. Además, continuó el fomentó de la inmigración y nuevas
industrias, aunque durante su período debió enfrentar una seria recesión
económica. En 1878 se efectuó la Expedición Py que aseguró la soberanía
argentina al sur del río Santa Cruz, en momentos en que amenazaba un
conflicto con Chile.
Fragmento del cuadro "Conquista del desierto" de Juan Manuel Blanes, de 1889
En 1879 se llevó a cabo la Conquista del Desierto la cual logró, por medios
bélicos, el objetivo de hacer ejercer el efectivo dominio del estado nacional
sobre millones de hectáreas de la llanura pampeanaoccidental y el norte de
la Patagonia, las que aún permanecían bajo el control de indígenas. Esta
campaña, liderada por el ministro Julio Argentino Roca eliminó la amenaza de
los malones sobre la antigua línea de la frontera con el indio, pero benefició
enormemente a unos pocos estancieros. Años después se aplicó una
metodología similar para hacer lo propio con los territorios chaqueños.
Mediante ambos procesos se logró ocupar y sumar a la producción a una
amplia superficie del país, que incluía territorios pretendidos por otros países,
consolidando de este modo las fronteras argentinas. Como contraparte,
provocó una drástica reducción de la población aborigen de dichas regiones.
En 1880 estalló una última revolución centralista, (aunque también en contra
del generalizado fraude electoral, habitual en la segunda mitad del Siglo XIX en
el país) en Buenos Aires, liderado por Carlos Tejedor y Bartolomé Mitre; su
derrota, que dio fin al período de las guerras civiles argentinas, permitió
sancionar la Ley de Federalizacion, que federalizaba la Ciudad de Buenos
Aires, transformándola en capital del País.
Poco después, Roca asume la presidencia de la Nación, gobierno que inicia un
importante plan de construcción de obras públicas a lo largo de todo el país.
Con él también se inicia un período de más de 3 décadas de gobiernos
conservadores y liberales, sostenidos por políticas fraudulentas y muy
especiales en la historia del País.
La República Conservadora (1880-1916)[editar]
Artículo principal: República conservadora (Argentina)
Durante este período predominó el Partido Autonomista Nacional (PAN) que
monopolizó el poder sobre la base de elecciones fraudulentas, propiciado por
el sistema del voto cantado y durante 25 años, la figura excluyente fue el
general Julio Argentino Roca.
Se sucedieron en la presidencia Julio A. Roca (1880-1886), Miguel Juárez
Celman, quien dimitió en 1890 como consecuencia de la revolución
encabezada por Leandro N. Alem — que fue sofocada — y le sustituyó el
vicepresidente Carlos Pellegrini (1890-1892). Le siguieron en el poder Luis
Sáenz Peña (1892-1895), José Evaristo Uriburu (1895-1898), Julio Argentino
Roca (1898-1904), Manuel Quintana (1904-1906), José Figueroa
Alcorta (1906-1910), Roque Sáenz Peña (1910-1914) y Victorino de la
Plaza (1914-1916).
La llamada República Conservadora organizó un exitoso y moderno modelo
agroexportador, que insertó al país en un esquema de división internacional del
trabajo que reservaba a los países del norte de Europa el papel de productores
debienes industriales y recurrió a las pampas argentinas como territorio
proveedor de alimentos (carne y cereales) para los trabajadores europeos,
principalmente británicos.
A tal fin, los gobiernos conservadores, también conocidos como la Generación
del 80, introdujeron técnicas modernas de agricultura y ganadería,
construyeron una extensa red ferroviaria con eje en Buenos Aires y sus
puertos, promovieron una gran ola de inmigración europea (1870-
1930) (mayoritariamente campesinos italianos y en segundo lugar españoles)
que llevó la población argentina del 3,5% al 11,1% en 1930.13
Las inversiones, principalmente provenientes del Reino Unido, fueron
destinadas a áreas como el desarrollo ferroviario, los puertos y los frigoríficos.
Gran parte de la inmigración y las actividades económicas modernas se
alejaron del interior del país, impulsando la concentración del desarrollo y de
las riquezas en la ciudad de Buenos Aires; que se convierte en una ciudad
próspera y cosmopolita.
Sin embargo, estos modelos económicos también fueron generando una fuerte
acumulación de la riqueza en las manos de la aristocracia ganadera; y la
exclusión, hacinamiento o segregación de la clase trabajadora. A su vez la
inmigración también trajo de Europa los ideales socialistas y anarquistas, que
los conservadores se encargaron de combatir y reprimir, incluso prohibiendo la
entada al país.
El PAN dominó la política argentina hasta 1916, cuando la ley Sáenz Peña de
sufragio secreto y universal (para varones) sancionada cuatro años antes,
permitió el triunfo electoral de la Unión Cívica Radical, liderada por Hipólito
Yrigoyen. Los radicales, que habían protagonizado diversos
intentos revolucionarios en contra de lo que denominaban el régimen alentaban
la expansión de una incipiente clase media argentina.
1910: el país del Centenario[editar]
Postal conmemorativa de la Revolución de Mayo, de 1910
1910 fue un año en el que los logros y los fracasos de la Generación del
80 quedaron en evidencia.
El 25 de mayo de 1910 se cumplían 100 años desde la Revolución de Mayo,
paso inicial de la independencia. El gobierno argentino, presidido por José
Figueroa Alcorta, decidió entonces organizar las festividades del Centenario,
como un acontecimiento internacional al que asistieran personalidades de todo
el mundo.
Llegaron a Buenos Aires la Infanta Isabel de España, el presidente de
Chile Pedro Montt y representantes de numerosos países. Los presidentes
de Bolivia y de Brasil estuvieron ausentes debido a las malas relaciones
diplomáticas que mantenían con la Argentina.
Buenos Aires fue el centro de los festejos, realizándose diversas ceremonias
organizadas por el gobierno y particulares con participación del mundo de la
cultura, militares, escolares y de colectividades extranjeras.
Se realizaron desfiles militares, manifestaciones cívicas, y una función de gala
en el Teatro Colón. Se crearon monumentos y se reanudó la construcción
del Congreso y de la Corte Suprema.
Se organizaron conferencias internacionales y una exposición de bellas artes.
Muchos diarios publicaron artículos especiales, entre ellos, el más importante
fue el editado por La Nación.
El día del 25 de mayo, a la madrugada, una marcha de estudiantes se dirigió
al Río de la Plata para ver el amanecer. A la mañana en la Plaza de Mayo se
colocó la piedra fundamental del monumento a la Revolución de Mayo y en
la Plaza del Congreso hubo una reunión de escolares. A las tres de la tarde se
realizó un desfile militar.
Sin embargo, de manera paralela a los festejos, los sindicatos expresaron su
descontento ante la situación de desigualdad social y económica. La CORA y
la FORA, dirigidas por las corrientes socialista, sindicalista
revolucionaria y anarquista, realizaron protestas y amenazaron con realizar
una huelga general. Pedían la derogación de la Ley de Residencia, que
habilitaba al gobierno a expulsar extranjeros sin el debido proceso. El gobierno
impuso el estado de sitio y la policía reprimió a los manifestantes. Los partidos
obreros se fragmentaron y la huelga no se concretó.
Para la clase alta, el acto del Centenario fue una demostración del poder y
grandeza a la europea, que perduraría a través de los años. Para las clases
bajas el acto del centenario fue un evento aristocrático y excluyente.
El radicalismo en el poder (1916-1930)[editar]
Hipólito Yrigoyen es el primer presidente argentino elegido por el voto secreto
Al llegar el radicalismo al poder, éste presentó, más que un programa de
gobierno, una declaración de principios: la causa contra el régimen, la
reparación histórica, la recuperación de la ética, el respeto alfederalismo.
Entre los puntos de la doctrina radical se encontraba el concepto de "la causa
contra el régimen". "La causa" era la causa radical, y sus ideales eran el honor
del país, la pureza del sufragio, la reorganización del país, la democracia y el
respeto a la constitución y las leyes. "El régimen" era el gobierno del PAN;
contra este régimen (un régimen corrupto, injusto, etc.) llega "la causa"
(la UCR) que viene a sanar los daños hechos por el gobierno del PAN. Otro
punto de la doctrina radical era "La reparación histórica". Esta predicaba que el
gobierno radical no venía a vengar los daños hechos por el gobierno
del PAN sino a sanarlos, a repararlos.
El primer gobierno de Hipólito Yrigoyen (1916-1922)[editar]
Artículo principal: Primer gobierno de Yrigoyen
En 1916 Hipólito Yrigoyen asumió la presidencia de la nación, gracias a la Ley
Sáenz Peña, que establecía el sufragio secreto y universal para varones. Con
la primera presidencia de Yrigoyen se inicia un período de la historia argentina
conocido como "La etapa radical", que abarca de 1916 a 1930 (año del primer
golpe de Estado de la Argentina). Se lo conocía como “El peludo” porque era
muy introvertido.
Intenta cambiar los planes de estudio pero no lo logra. Todo lo que propuso le
fue vetado porque más de la mitad de las bancas del senado eran de la
oposición, formada por los partidos conservadores. Por esta razón hizo
numerosos decretos, y teniendo a muchos Gobernadores Provinciales de
anteriores Presidencias, decidió intervenir casi todas las Provincias del país.
Aunque el de Yrigoyen fue un gobierno con amplias libertades de prensa, de
expresión, de acción, y políticas; estos hechos junto con la represión y
fusilamientos de obreros de la Patagonia, (hecho denominado como Patagonia
Rebelde) y los incidentes ocurridos enBuenos Aires entre manifestantes
obreros y sectores nacionalistas conocidos como "La Semana Trágica",
mancharon su imagen.
Una de sus grandes medidas fue la Reforma Universitaria realizada en 1918
que llegó a otros países del mundo, democratizando las universidades del país.
La primera guerra mundial afecta económicamente a Argentina, por las
restricciones del mercado mundial. Sin embargo, se destaca la industria textil y
la petrolera con la creación de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales).
Durante este período se privilegió a algunos sectores marginados de la
población, ignorados durante los Gobiernos Conservadores.
El gobierno de Marcelo T. de Alvear (1922-1928)[editar]
Artículo principal: Gobierno de Marcelo T. de Alvear
Marcelo T. de Alvear
Las elecciones presidenciales se realizaron el 2 de abril de 1922. La Unión
Cívica Radical obtuvo 450.000 votos; la Concentración
Nacional (conservadores) obtuvo 200.000 votos; el Partido Socialista obtuvo
75.000 votos; y el Partido Demócrata Progresista obtuvo 75.000 votos.
Marcelo T. de Alvear, un hombre de la clase económica alta, desarrolló una
presidencia diferente, en estilos, a la del también radical Hipólito Yrigoyen.
Las políticas de transformación económica, políticas y social que había
delineado el gobierno de Yrigoyen, resultaron atenuadas, cuando no
directamente revertidas, como en el caso de la Reforma Universitaria o cuando
el presidente Alvear vetó el proyecto de ley que extendía la jubilación a amplios
sectores de trabajadores que lo enfrentó con el movimiento sindical. Ello no
impidió sin embargo que fuera el gobierno de Alvear el que enviara al
Congreso el proyecto de ley de nacionalización del petróleo, aunque el mismo
nunca sería aprobado.
Estas diferencias llevaron a un enfrentamiento entre Alvear e Yrigoyen, en el
marco de una profunda división interna de la UCR entre
personalistas yrigoyenistas y anti-personalistas según apoyaran o enfrentaran
a Hipólito Yrigoyen. Cada uno de los dos sectores radicales presentarían
candidatos distintos para presidente. Los radicales anti-personalistas,
organizados en la Unión Cívica Radical Antipersonalista presentaron como
candidato a presidente a Leopoldo Melo (acompañado por Vicente Gallo) y los
radicales yrigoyenistas presentaron a Hipólito Yrigoyen (acompañado
por Francisco Beiró).
El 1 de abril de 1928 se realizaron las elecciones. El resultado fue:14
Unión Cívica Radical (Yrigoyen): 838.583 votos
Unión Cívica Radical Antipersonalista (Melo): 410.026 votos
Partido Socialista (Justo): 64.985 votos
Partido Demócrata Progresista : 14.173 votos
Partido Comunista Argentino : 7.658 votos
Partido Comunista de la República Argentina (penelonistas): 5.475 votos
El triunfo fue tan amplio que los radicales yrigoyenistas lo denominaron «el
plebiscito».15
El segundo gobierno de Hipólito Yrigoyen (1928-1930)[editar]
Artículo principal: Segundo gobierno de Yrigoyen
La asunción del nuevo gobierno se produjo el 12 de octubre de 1928.
En 1929 se produce la Gran Depresión mundial. El radicalismo con Yrigoyen
no supo responder a la crisis. El historiador radical Félix Luna dice de ese
momento:
"La quiebra del ímpetu liberador del gobierno radical se debió
fundamentalmente a la quiebra del radicalismo mismo".
La división y el enfrentamiento entre sectores internos del radicalismo
generaría un nivel de violencia política muy grande.
Yrigoyen ordenó intervenir las provincias de Mendoza y San Juan,
gobernadas por movimientos radicales disidentes como el lencinismo en la
primera y el bloquismo en la segunda. En ese marco un "matón"
yrigoyenista asesinó al senador mendocino Carlos Washington Lencinas. El
crimen causó estupor en el país. Al mes, hubo un
atentado anarquista contra Yrigoyen al salir de su casa para ir a la Casa de
Gobierno. El año 1930 se inició con otro asesinato de un opositor en una
provincia intervenida por el gobierno, el del abogado bloquista Manuel
Ignacio Castellano. Comenzó a ser habitual en la oposición, de estudiantes,
políticos, militares, civiles, y amplios sectores del periodismo, criticar al
Presidente por su supuesta ineficacia y autoritarismo.
El 2 de marzo se realizaron elecciones parlamentarias, perdiendo el
radicalismo estrepitosamente en la Ciudad de Buenos Aires, donde
el Partido Socialista Independiente obtuvo 100.000 votos, seguidos
del Partido Socialista con 84.000, superando por mil votos a los radicales.
En todo el país, la oposición alcanzó 695.000 votos, superando al gobierno
que obtuvo 655.000 votos.16
Manifestantes saquean la casa de Yrigoyen
La Crisis Mundial de 1929 afectó fuertemente a la economía del país,
porque su modelo agro-exportador dependía de la venta de materias primas
a mercados que se cerraron. El radicalismo estaba completamente dividido
y no tenía diálogo con la oposición, muy crítica con el Gobierno.
El hecho más importante y duradero del segundo gobierno de Yrigoyen fue
la decisión tomada el 1 de agosto por parte de YPF, dirigida por el
General Enrique Mosconi, de intervenir en el mercado petrolero, para fijar el
precio y romper los trusts. El golpe de Estado sucederá apenas 37 días
después, lo que ha llevado a varios historiadores a vincular, al menos
parcialmente, el golpe militar con la decisión de YPF.
El 6 de septiembre de 1930 el general José Félix Uriburu derrocó al
gobierno constitucional, iniciando una serie de golpes de Estado en
Argentina y gobiernos militares que se extenderían hasta 1983,
interrumpiendo todas las experiencias de gobierno surgidas del voto
popular.
Bibliografía
del Mazo, Gabriel (1984). La segunda presidencia de Yrigoyen. Buenos
Aires: CEAL. ISBN 950-25-0051-2.
Luna, Félix (1964). Yrigoyen. Buenos Aires: Desarrollo. ISBN.
La Década Infame (1930-1943)[editar]
Los cuatro presidentes del período:Uriburu, Justo, Ortiz y Castillo.
Artículo principal: Década Infame
Véanse también: Golpes de estado en Argentina y José Félix Uriburu.
La Década Infame se inició con el golpe militar del 6 de septiembre de
1930 liderado por el general José Félix Uriburu que derrocó al
presidente Hipólito Yrigoyen de la Unión Cívica Radical, quien había sido
electo democráticamente para ejercer su segundo mandato en 1928. El
gobierno militar, de inspiración fascista, proscribió a la Unión Cívica
Radical y organizó una «salida electoral» fraudulenta y controlada por las
Fuerzas Armadas que dio origen a una serie de gobiernos conservadores
fraudulentos y corruptos que se extendieron hasta 1943. Este período se
caracterizó por el comienzo del nuevo modelo económico conocido
como industrialización por sustitución de importaciones.
La dictadura militar de Uriburu[editar]
El 10 de septiembre, Uriburu fue reconocido como presidente de facto de la
Nación por la Corte Suprema mediante la acordada que dio origen a la
doctrina de los gobiernos de facto y que sería utilizada para legitimar a
todos los demás golpes militares.17
Siguiendo una tendencia que habría de ser general en los futuros golpes de
Estado, Uriburu designó a un civil en el cargo de ministro de economía,
José S. Pérez, vinculado a los grandes terratenientes y a los sectores más
conservadores.18
Luego de que la Unión Cívica Radical ganara en 1931 las elecciones
convocadas en la Provincia de Buenos Aires, el gobierno militar anuló las
mismas y proscribió al radicalismo, con el fin de evitar que llegara al poder.
De esta manera llegó al poder, por medio de elecciones ilegítimas y
fraudulentas, una alianza conservadora llamada La Concordancia,
integrada por el Partido Demócrata Nacional(conservador), la Unión Cívica
Radical Antipersonalista y el Partido Socialista Independiente.
Presidencia de Agustín P. Justo (1932-1938)[editar]
Los trece años siguientes estarían dominados por las consecuencias del
golpe del general José Félix Uriburu. Éste dura poco tiempo en el poder y
es remplazado por Agustín Pedro Justo, quien se mantiene en el poder
hasta 1937. En el plano económico, con la crisis de la bolsa, los mercados
internacionales tienden a cerrar sus economías adoptando modelos
de proteccionismo. Inglaterra anuncia en la "convención de Ottawa" que les
dará ventajas arancelarias a sus colonias. Debido a su gran dependencia,
el país firma el pacto Roca-Runciman con Inglaterra en 1933, cediendo así
el sector ferroviario a cambio de un trato privilegiado para las carnes
argentinas.
Ante esta crisis del modelo agro-exportador argentino, a mediados de la
década se inició un proceso de industrialización por sustitución de
importaciones, con su eje principal en Buenos Aires, acompañado de
una ola migratoria interna, del campo a las ciudades y del interior a la
capital.
En este período la Unión Cívica Radical, conducida por Marcelo T. de
Alvear, será sistemáticamente excluida del acceso al gobierno mediante el
uso abierto del fraude electoral y la represión. En el seno del radicalismo
aparecieron fuertes corrientes nacionalistas yrigoyenistas que se
expresaron en la fundación del influyente grupo F.O.R.J.A., y en los
primeros núcleos de la intransigencia radical, que conducirá en la UCR en
la década siguiente y que por entonces comenzaba a nuclearse alrededor
de Amadeo Sabattini, gobernador de Córdoba (1936-1940).
Por su parte el Partido Socialista y sobre todo su aliado el Partido
Demócrata Progresista, conducido por Lisandro de la Torre, denunciarán en
el Congreso los sucesivos actos de corrupción en beneficio de una élite
realizados por el régimen, que incluso causarán el asesinato del
senador Enzo Bordabehere en el recinto del Senado.
Finalmente, en ese período, el movimiento obrero argentino se organizó en
la Confederación General del Trabajo (CGT), sobre el sindicato de actividad
y nuevas ideas nacionalistas y de relaciones con los partidos políticos
populares.
Presidencia de Roberto Ortiz (1938-1942)[editar]
Hacia 1939 cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, Argentina estaba
gobernada por el presidente radical antipersonalista Roberto Ortiz, que
había sido ministro del presidente radical (UCR) Marcelo T. de Alvear.
Durante su gobierno Argentina influyó decisivamente en la paz alcanzada
entre Paraguay y Bolivia que se habían enfrentado en la Guerra del Chaco.
La tradicional política neutralista y de no beligerancia se mantendría
hasta 1944.
Presidencia de Ramón Castillo[editar]
En 1942, debido a la enfermedad del Presidente Ortiz, asumió el
vicepresidente Ramón Castillo, hasta 1943, en que sería derrocado. Su
presidencia estuvo marcada por las presiones de Estados Unidos para que
Argentina abandonara su tradicional posición neutralista y le declarara la
guerra a las potencias del Eje, cosa que efectivamente iba a suceder
durante la presidencia de Edelmiro Farrell (27 de marzo de 1945).
El peronismo (1945-1955)[editar]
Antecedentes: la Revolución del 4 de junio de 1943 (1943-1946)[editar]
Artículo principal: Revolución del 43
Arturo Rawson, Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell, los tres generales presidentes de
laRevolución del 43
El 4 de junio de 1943 se produjo un nuevo golpe de Estado encabezado por
los generales Arturo Rawson y Pedro Pablo Ramírez y apoyado por varios
sectores militares entre los que se destacaba una agrupación de militares
del Ejército denominado GOU (Grupo de Oficiales Unidos), integrado por
unos veinte oficiales mayoritariamente jóvenes de ideologías diversas que
compartían un enfoque nacionalista. El golpe derrocó al presidente Ramón
Castillo quien fue reemplazado por el general Arturo Rawson, quien tres
días después fue reemplazado a su vez por el general Pedro Pablo
Ramírez.
La Revolución del 43 contenía en su interior diversos sectores que lucharon
entre sí para controlar la dirección del proceso. Uno de esos sectores
estuvo liderado por el entonces coronel Juan Domingo Perón, quién ocupó
inicialmente un cargo de menor significación como secretario del Ministerio
de Guerra, en cabeza del General Edelmiro Farrell. A partir de la segunda
mitad de 1943comenzó una política de alianza con el movimiento
sindical que le permitiría ir ocupando posiciones cada vez más influyentes
en el gobierno militar. En ese camino resultó fundamental su designación a
cargo del irrelevante Departamento de Trabajo, elevado luego al nivel de
Secretaría de Estado.
A comienzos de 1944 el gobierno militar rompió relaciones diplómáticas con
los países del Eje, decisión que llevó a un enfrentamiento entre sus
sectores internos y a exigir la renuncia del presidente Ramírez, quien fue
reemplazado por el General Edelmiro Farrell, pasando Perón a ocupar
el Ministerio de Guerra que dejó aquel. Farrell se apoyó en Perón y su
exitosa política laboral-sindical y sufrió el embate del sector nacionalista de
derecha liderado por el Ministro del Interior, el general Luis César Perlinger.
En la segunda mitad del año el dúo Farrell-Perón consolidó su posición,
desplazando al sector de la derecha nacionalista católica-hispanista, y
profundizó las reformas laborales generalizando la negociación colectiva,
sancionando el Estatuto del Peón de Campo que laboralizó la situación de
los trabajadores rurales, creando los tribunales de trabajo y estableciendo la
jubilación para los empleados de comercio. También se tomaron
importantes medidas industrialistas como la creación del Banco Industrial
de Crédito.
En 1945, Argentina declaró la guerra a Alemania y Japón en tanto que la
situación política y social se polarizó rápidamente bajo la forma
de peronismo-antiperonismo. El nuevo embajador estadounidense Spruille
Braden llegado en mayo de 1945, desempeñó un papel central en la
organización de la oposición antiperonista acusando
a Perón de nazifascista, por su reconocido apoyo a la neutralidad en
la Segunda Guerra Mundial y su admiración por Mussolini, demostrando
apoyo a laUnión Democrática.
Perón representaba a una línea más flexible y de mayor apertura ante los
problemas sociales. La nueva Secretaría de Trabajo y Previsión –creada
por iniciativa del coronel Perón– produjo cambios fundamentales respecto
de los gobiernos anteriores, tendientes a establecer una relación más fluida
con el movimiento obrero. Para lograr tal objetivo se sancionaron una serie
de reformas en la legislación laboral. Las principales medidas fueron:
El Estatuto del Peón, que estableció un salario mínimo y procuró mejorar
las condiciones de alimentación, vivienda y trabajo de los trabajadores
rurales. El establecimiento del seguro social y la jubilación que benefició a 2
millones de personas. La creación de Tribunales de Trabajo, cuyas
sentencias, en líneas generales, resultaron favorables a las demandas
obreras. La fijación de mejoras salariales y el establecimiento del aguinaldo
para todos los trabajadores. El reconocimiento de la asociaciones
profesionales, con lo cual el sindicalismo obtuvo una mejora sustancial de
su posición en el plano jurídico.
Por lo cual en octubre de 1945 militares antiperonistas lograron su renuncia
y detención. Cuando la situación parecía definida, se produjo el 17 de
octubre de 1945, (día histórico para el peronismo), una gran movilización de
obreros y sindicalistas que se congregaron en la Plaza de Mayo, y que
obtuvo la liberación de Perón y su reinstalación en el gobierno.
A partir de entonces ambos bandos se prepararon para enfrentarse en
elecciones el 24 de febrero de 1946 triunfando Juan Perón y como
vicepresidente el radical Hortensio Quijano, contra la fórmula de la Unión
Democrática integrada por los radicales José P. Tamborini-Enrique Mosca.
El primer gobierno de Juan D. Perón (1946-1952)[editar]
Juan D. Perón.
Artículo principal: Primer gobierno de Perón
En las elecciones de 1946 Perón se presentó como candidato de tres
partidos aliados: el Partido Laborista, organizado por los sindicatos,
la Unión Cívica Radical Junta Renovadora y el Partido Independiente, de
tendencia conservadora. Su vicepresidente fue Hortensio Quijano,
un radical de la disidente Unión Cívica Radical Junta Renovadora. Las
elecciones polarizaron al país: por un lado el peronismo, los sindicalistas de
la CGT y grupos yrigoyenistas del radicalismo, U. C. R. Junta Renovadora
o FORJA (Donde se encontraban reconocidas personalidades como Arturo
Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz, etc.), y de los conservadores de las
provincias del interior y por el otro la Unión Democrática que contaba con la
participación de la UCR y los partidos Socialista y Demócrata Progresista y
el apoyo del Partido Comunista, los conservadores de la Provincia de
Buenos Aires y el embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden. En las
elecciones triunfó Perón, con el 52% de los votos.
Tras asumir la presidencia, Perón comienza rápidamente a consolidar su
poder. En lo interno fusionó los partidos que lo apoyaron para formar el
Partido Peronista o Justicialista (llamado brevemente Partido Único de la
Revolución). Luego de obtenido el sufragio femenino, en 1949 Eva
Perón organizó el Partido Peronista Femenino. Se estableció un criterio de
cupos por el cual los cargos políticos se repartían en partes iguales entre
los sindicatos, el sector político del Partido Peronista y las mujeres.
Por otra parte se procedió a la remoción vía juicio político de los miembros
de la Corte Suprema de Justicia y en 1949 se convocó elecciones para
la Asamblea Constituyente que dictó una nueva Constitución acorde con los
principios del peronismo, estableciendo, entre otras cosas la igualdad
jurídica de hombres y mujeres, los derechos de los trabajadores,
la autonomía universitaria y las facultades de intervención del Estado en la
economía, y en especial, la reelección presidencial, que Perón utilizó.
El gobierno peronista fue duro con la oposición política, algunos de cuyos
dirigentes fueron arrestados (a pesar de los fueros parlamentarios, como
fue el caso de Ricardo Balbín). En las universidades nacionales se removió
a los profesores disidentes y se impulsó a la CGU (Confederación General
Universitaria) como representante de los estudiantes en oposición a la
mayoritaria FUA (Federación Universitaria Argentina). Con un criterio
similar, se creó la UES (Unión de Estudiantes Secundarios).
El segundo gobierno de Juan D. Perón (1952-1955)[editar]
En 1949, Perón reformó la Constitución de 1853, de manera que pudo ser
reelegido en las elecciones de 1951. Por primera vez en la historia del país
las mujeres ejercieron su derecho al voto. En noviembre, Perón volvió a
triunfar en las elecciones por un amplio margen (62,49%). En ese año, Eva
Perón intentó acceder a la nominación a la vicepresidencia de lo que sería
el segundo mandato presidencial de Perón. Si bien contaba con el respaldo
de la CGT, la oposición militar y su estado de salud la condujeron a su
célebre renunciamiento en un acto multitudinario en la avenida 9 de
julio. Evita murió de un cáncer uterino a la edad de 33 años en 1952. Su
cuerpo fue embalsamado y mantenido en exposición hasta que elgolpe
militar expulsó a su marido del poder en 1955. Clandestinamente fue
enviado el cadáver a Italia y enterrada en Milán con nombre falso.
En 1972 fue devuelto a su esposo. Reposa actualmente en el cementerio
de La Recoleta en Buenos Aires.
El Estado de Bienestar, la Economía peronista, y la oposición política[editar]
Véanse también: Estado de Bienestar, Juan Domingo
Perón, Peronismo y Antiperonismo.
Presentación de candidatura Perón-Eva Perón, agosto 1951
La llegada del peronismo al poder en democracia se produce en plena
posguerra mundial, lo cual significaba la debilidad económica de una
Europa en ruinas y el fuerte liderazgo de Estados Unidos en elHemisferio
Occidental. En este escenario, Argentina se encontraba por primera vez en
su historia en la posición de acreedor de los países centrales, gracias a las
exportaciones de carnes y granos a las potencias beligerantes. El principal
deudor era el Reino Unido que ante la emergencia declaró su iliquidez,
bloqueando la libre disponibilidad de esos montos. El gobierno peronista
optó por utilizar esos créditos para adquirir empresas de servicios públicos
de capital británico. En 1946 se lanzó el primer plan quinquenal, y
en 1951 el segundo; su fin era regular e incentivar la producción industrial y
lo relativo a ella.
La bonanza económica de la Argentina continuaba, impulsada por el
creciente mercado interno que se había formado por la baja de las
importaciones provenientes de los países en guerra. Esto ayudo al gobierno
de Perón a aplicar una vasta política de bienestar que incluía la
efectivización de nuevos derechos sociales, como períodos de vacaciones y
descanso, y sobre todo salarios más dignos. Se inician importantes planes
de vivienda, y enormes inversiones en salud, educación y energía. Todos
estos beneficios fueron ampliamente publicitados y capitalizados por las
figuras de Perón y su mujer, que creó una fundación de asistencia social
financiada básicamente con fondos estatales y aportes empresarios
(muchos de carácter forzoso); también las nacionalizaciones y
estatizaciones de los servicios públicos, como los ferrocarriles británicos,
eran proclamados como conquistas de soberanía e independencia
económica. Los trabajadores llegaban a compartir más del 50 por ciento de
la renta nacional para 1946. El aumento de los ingresos de la población
antes marginada, ahora ocasionaba un gran crecimiento del consumo y la
modernización de gran parte de la sociedad argentina. Los espacios
públicos que antes eran frecuentados por una exclusiva franja de la
sociedad, ahora los frecuentaban gente de todas las clases sociales.
En 1951 Perón buscaba su reelección, y la CGT propuso para su
compañera de fórmula a la misma Evita en un acto el 22 de agosto de
1951. El acto es conocido como el "Cabildo Abierto del Justicialismo" en
donde dos millones de trabajadores se concentraron para apoyar la fórmula
Perón-Eva Perón. Nueve días después Evita renuncia en cadena nacional a
su candidatura ya que para ese entonces su enfermedad era terminal. Se
sanciona una reforma electoral que prohíbe las coaliciones o alianzas de
partidos y en las elecciones Perón fue elegido para un nuevo período
presidencial con el 62,5 % de los votos en las primeras elecciones en que
se ejerce el voto femenino en Argentina. Durante el gobierno de Perón se
creó la Flota Mercante, que llegó a ser la cuarta del mundo, se
formó Aerolíneas Argentinas, dándole al país transportes aéreos propios, se
generó un fuerte proceso de industrialización facilitando la instalación de
industrias pesadas, y se comenzó a fabricar gran cantidad de maquinarias y
automotores, logrando una importante independencia económica. Su
política perjudicó ostensiblemente a los intereses británicos que a la postre
se unirían con los opositores al régimen.19 Elperonismo contó con una
amplia adhesión de los sectores populares a partir de entonces, pero a su
vez produjo una profunda polarización entre los peronistas y
los antiperonistas. Evita finalmente muere el 26 de julio de 1952, con tán
sólo 33 años de edad, luego de que Perón inicie su segundo mandato. Su
funeral marcó un hito en la historia argentina: recibió los honores de un
presidente en ejercicio, su cortejo fúnebre fue presenciado en las calles
de Buenos Aires por casi tres millones de personas, y su funeral duró
dieciséis días. Es la única ciudadana argentina que porta el título de Jefa
Espiritual de la Nación Argentina, otorgado por el Congreso de la Nación
Argentina. Fue elegida como el símbolo de los 200 años de la Historia
Argentina, declarándola la Mujer del Bicentenario.20
El modelo económico se caracterizó por una profundización del proceso
de sustitución de importaciones, promoviendo el desarrollo de la industria
nacional y llevándola a niveles de autosuficiencia no vistos hasta entonces;
sobre todo la industria aeronáutica tiene un impulso singular (Se crea el
IAME). A comienzos de la década del cincuenta el contexto mundial deja de
ser favorable ya que Estados Unidos mediante el Plan Marshall colocaba
sus excedentes agrícolas en Europa limitando el acceso al mercado de los
alimentos argentinos, y se suma a un boicot comercial estadounidense para
los productos industriales argentinos. Con una visión exterior elabora un
plan de integración latinoamericana al que denomina ABCprecisamente
para eludir la hegemonía de EUA.
La situación económica comienza a deteriorarse y un nuevo ministro de
Asuntos Económicos, Alfredo Gómez Morales, aplicó medidas de corte
ortodoxo, como el ajuste de ciertos gastos públicos; Perón planteó la firma
de contratos de explotación petrolífera con compañías norteamericanas,
debido a la escasez de petróleo que limitó el crecimiento económico.
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