fechas civicas del ecuador
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29 de enero de 1942: Protocolo de Río de Janeiro
El 29 de enero de 1942 se firmó un Protocolo, que por sarcasmo se llama de Paz y
Amistad, con cuya demarcación de límites, se desmembró al Ecuador de doscientos mil
kilómetros cuadrados. Un tratado infame, que cubre de vergüenza e ignominia impuesto
por la fuerza de las armas, con el cual se violaron las normas del Derecho Internacional,
en la fatídica Reunión de Consulta de Cancilleres de América, efectuada en la ciudad de
Río de Janeiro.
Argentina, Brasil y Estados Unidos, ofrecen sus amistosos servicios. De inmediato el
Ecuador los acepta, pero el Perú lo hace tardíamente y solapadamente porque el plan de
invasión ya lo tenía preparado. El Perú por sí y ante si declara terminada la mediación y
moviliza a sus tropas hacia la frontera con Ecuador. Todas las tropas que estaban en
Túmbez desocuparon la ciudad, marcharon hacia delante, con dirección al río Zarumilla
sobre las líneas avanzadas de la frontera; el mismo día ataca el Perú con sus enormes
fuerzas de guerra en Zarumilla-Cazadores.
Nuestras tropas inferiores en número, e incomparables en material bélico, resistieron
heroicamente la embestida del enemigo; mil soldados ecuatorianos, se batían
denodadamente contra 10 mil soldados peruanos. Pues la bravura de esos valores
encendió la chispa de rebeldía y coraje de nuestros corazones, hasta hoy está latente ese
vejamen del cual fuimos objeto injustamente por parte de los peruanos, y, con sobrada
razón rechazamos este írrito Protocolo de Río de Janeiro.
Desde la sucesión de la Gran Colombia, el Ecuador ha tenido que soportar el asedio de
las pretensiones que en materia de límites mantenía una activa campaña el Perú dando
actualidad a los resabios del viejo poderío del Imperio Incásico; así vemos como fue
derrotada su ambición cobarde en la batalla de Tarqui; no obstante esta prueba de
rechazo, fuimos víctimas de una nueva invasión, aprovechando una aguda crisis de la
política interna del país. Nuestra cancillería hizo desesperados esfuerzos por prevenir el
golpe, y logró el retiro del ejército peruano de las posesiones del Zamora. Muchas
fueron las medidas llevadas a cabo por el gobierno peruano para lograr su propósito;
pues, a principios del año 1941, el Congreso peruano dio autorización para crear una
nueva División del Ejército, la cual fue añadida a las tropas en talara y Túmbez, formó
la llamada Agrupación del Norte, luego el ejército peruano se dedicó a reparar caminos
existentes, abrir otros nuevos muy estratégicos en la frontera con nuestro país.
12 de febrero: Día del Oriente Ecuatoriano
El 12 de febrero de 1542, se recuerda el Descubrimiento del Río Amazonas, con
recursos humanos quiteños, bajo la dirección de Francisco de Orellana, hecho
trascendental por el que se proclamó este día 12 de febrero, Día del Oriente Ecuatoriano
y que poco a poco alcanza avances especiales en el concierto ecuatoriano por su trabajo,
historia y ocupación de sus habitantes y autoridades en los aspectos agropecuarios, de
vialidad, petroleros, minerales, socioeconómicos y de ciudades ambientales.
Los esfuerzos gubernamentales se intensifican en sus provincias de Napo, Pastaza,
Morona Santiago, Zamora Chinchipe, Sucumbíos y Francisco de Orellana, con sus
características culturales, recursos naturales, fauna y flora milenarias, agrícolas y
ganaderas, de petróleo, pesca, bosques y maderas que constituyen riqueza ponderable
pero también explotación cuidadosa y equilibrada para salvar la biodiversidad. Sus
microclimas permiten el desarrollo y la defensa de los parques nacionales (Cuyabeno y
Yasuní) y más espacios complementarios.
La deforestación ocasiona pérdidas, la explotación petrolera inutiliza a la producción
vegetal y plantas medicinales vasculares.
La explotación petrolera produce contaminación, no se tratan los residuos ni se
rehabilitan las áreas dañadas, tampoco se controlan los desechos. En algo se cuida la
biodiversidad y el Oriente posee el 65% de plantas medicinales de uso farmacéutico.
Celebrar este acontecimiento del Día del Oriente Ecuatoriano, significa confortar a las
regiones amazónicas como garantía de equilibrio natural y humano, propicio a la
armonía ecológica de prevención, conservación y cuidado efectivo para el adelanto
oriental ecuatoriano.
La responsabilidad es patriótica y científica porque demuestra unidad y apego a la
biodiversidad. Oportuno recordar que solo la cuenca del Napo tiene una longitud de
1.400 Km, riega 130 islas cubiertas de bosques.
22 de Marzo: Día Mundial del Agua
El Día Mundial del Agua se origina en la Conferencia de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro, Brasil del 3-14 Junio de 1992,
después de la cual, La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de
diciembre de 1992 la resolución por la que el 22 de marzo de cada año, fue declarado
Día Mundial del Agua.
Se invitó a las naciones a realizar actividades relacionadas con la conservación y el
desarrollo de los recursos hídricos, apelando a la puesta en práctica de las
recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo contenidas en el Capítulo 18 (Recursos de Agua Dulce) de la Agenda 21.
Cada año una Agencia de las ONU diferente ha producido una serie de comunicados de
prensa alrededor del Día Mundial del Agua, que han sido distribuidos a través de la red
de contactos de cada agencia.
Además de los países miembros de la ONU, varias ONG que promueven el agua limpia
y hábitats acuáticos sustentables han utilizado el Día Mundial del Agua para llamar la
atención del público hacia el crítico tema del agua en nuestra era. Por ejemplo, desde
1997 el Consejo Mundial del Agua convoca cada tres años al Foro Mundial del Agua
durante la semana del Día Mundial del Agua. Las agencias participantes y las ONGs
resaltan temas como los 100 millones de personas sin acceso a agua potable y el papel
del hombre y de la mujer en el acceso familiar al agua.
El Cuarto Foro Mundial del Agua se desarrolló en la Ciudad de México del 16 al 22 de
marzo de 2011.
22 de Marzo de 2011 - Día Mundial del Agua. Agua para las ciudades: respondiendo al
desafío urbano.
7 de abril: Día mundial de la Salud
La idea de establecer un Día Mundial de la Salud está llena de buenas intenciones.
Como casi todo en el mundo. Es un tanto paradójico, la verdad, que con tan buena
intención el mundo se esté yendo a pique tan rápidamente y no paren de aparecer
nuevas enfermedades que están, obviamente, relacionadas con el estilo de vida
moderno.
De buenas intenciones no se come, y menos aún de imágenes y buenas palabras. Un día
para reflexionar sobre los problemas de la salud mundial puede servir para mucho, o
para absolutamente nada. Puede ayudar a pararse a pensar o puede tener como objetivo
y único resultado la tranquilidad de las conciencias y el lavado de imagen de las
instituciones.
En la actualidad, aparte de las enfermedades que asolan al mal llamado Tercer Mundo,
nuevas enfermedades aparecen y se extienden en los países más desarrollados. La
depresión y otros problemas de salud mental, la obesidad, la diabetes, todo tipo de
cánceres y problemas cardiovasculares no se resuelven con un día “para pensar”, es
decir, para difundir lemas vacíos y hacerse glamurosas fotos solidarias.
A pesar de las buenas palabras y las “buenas intenciones”, se lleva a cabo la
privatización (también llamada “profesionalización”) de los servicios sanitarios y se
resuelve todo a base de psicofármacos y complementos vitamínicos.
24 de mayo de 1822: Batalla del Pichincha
La Batalla del 24 de Mayo. LA BATALLA DE PICHINCHA 24 de Mayo de 1822
Fue la batalla de la liberación del yugo español. Un momento histórico para la vida
republicana del Ecuador. La historia señala al mariscal Antonio José de Sucre como el
gran gestor de la batalla del Pichincha que dio paso a un proceso de independencia que
se concretaría luego el 10 de agosto Independencia del Ecuador.
Luego de la liberación de Guayaquil, el 9 de octubre de 1820, el país entra en una
profunda refundación de su identidad y tras dos intentos fallidos por liberarse de la
opresión, se produce la gran batalla en las faldas del volcán Pichincha, de ahí que la
historia recuerda ese episodio como la Batalla del Pichincha.
Fue en el año 1822, donde Sucre decide hacerle frente a las tropas españolas con 1.700
hombres que con el paso de los días se convirtieron en 3.000 gracias a San Martín.
El gran día estaba por llegar, fue la madrugada del 23 de mayo cuando las tropas se
dirigen silenciosamente al Pichincha para planificar lo que sería la batalla de la libertad
y el triunfo.
Después de percances y horas de espera, el 24 de mayo se produce la batalla bajo un sol
resplandeciente. Pese a las bajas, los soldados victoriosos fueron subiendo la cima del
volcán. Una vez en la cima exclamaron victoria y con ello se consagró una de los días
más recordados para la historia del Ecuador.
El 24 de mayo es considerada una fecha cívica de los héroes que ofrecieron sus vidas
por la libertad. Con la Batalla del Pichincha, se selló la independencia política del
Ecuador que marcó el comienzo de la vida republicana y autónoma del Ecuador.
El 25 de mayo, Sucre entró con su ejército a Quito donde anunció la rendición de las
tropas españolas establecida en el territorio que el gobierno de Colombia llamada
"Departamento de Quito", al considerarlo como parte integral de la República de
Colombia desde su creación, el 17 de diciembre de 1819.
1 de junio: Día Universal del Niño
En 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó que se instituyera en
todos los países un Día Universal del Niño y sugirió a los gobiernos estatales que
celebraran dicho Día, en la fecha que cada uno de ellos estimara conveniente. La ONU
celebra dicho día el 20 de noviembre, en conmemoración a la aprobación de la
Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y de la Convención sobre los Derechos
del Niño en 1989.
El Día Universal del Niño se celebra con el objetivo de que ese día sea consagrado a la
fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo y destinado a actividades para
la promoción del bienestar y de los derechos de los niños del mundo.
En Ecuador el 1ro de junio de cada año, las instituciones educativas (escuelas y
colegios), las organizaciones estatales, las organizaciones no gubernamentales y las
organizaciones populares que trabajan en pro de la niñez y adolescencia, organizan
actos en sus respectivos establecimientos, en los que luego de recordar y reflexionar
acerca de los derechos de los niños, se los celebra con música, juegos, presentaciones
artísticas y compartiendo dulces, entre otras iniciativas.
Por ello, al celebrar el Día del Niño (a), es importante que los adultos nos
comprometamos a brindarles ambientes óptimos donde puedan desarrollar todas sus
potencialidades y aptitudes físicas, intelectuales y emotivas, ya que son seres únicos y
creativos que necesitan de las manos sabias y cariñosas de los padres y maestros para
encausar adecuadamente en la consecución de sus metas, ya que desde el medio
ambiente en que viven les llegan modelos y estímulos que influyen en el
comportamiento infantil, siendo éste el resultado de la historia vivida por el niño.
Debemos además protegerlos y cuidarlos de todos los peligros que existen en nuestra
sociedad (delincuencia, drogas, abandono, etc.) y cumplir a cabalidad con sus derechos,
especialmente al amor y cuidado de sus padres, a la salud y a la educación.
Enseñémosles la solidaridad humana, el respeto, el reconocimiento de la diversidad en
las personas, el amor al prójimo, la belleza de la naturaleza, a gustar de la buena música
y de la lectura de un buen libro.
Sembremos en su tierno y receptivo corazón la idea de que los bienes materiales no son
todo en la vida, que existen valores más grandes como tener un buen amigo, una familia
unida, ser ciudadanos ejemplares, tener una patria llena de valores culturales y
principalmente tener principios y valores morales que les harán hombres y mujeres de
bien, la importancia de vivir en un ambiente de respeto a las personas sin mirar su
condición racial, étnica, religiosa, de género, etc.
Los niños deben ser nuestro mayor empeño, nuestra fuente de inspiración, cuidemos su
alma y su mente, mostrémosles el camino del amor, la justicia y la paz, caminemos de
su mano hacia el futuro, que esperamos sea más justo y digno para todos.
Desde el Centro de la Diversidad Cultural del Municipio de Esmeraldas en este día
especial, abrace a su niño (a), dígale que lo ama y regálele miles de besos, a cambio
recibirá una mirada de amor y una sonrisa que alumbrará su vida.
25 de julio de 1537: Fundación de Guayaquil
Este 25 de julio se celebra la Fundación de Santiago de Guayaquil, hecho que sucedió
en 1535. Sin embargo existen versiones que aseguran otras fechas previas sobre esta
importante recordación.
José Antonio Gómez Iturralde en la página efemérides.ec, asegura que el "15 de agosto
de 1534, Diego de Almagro, ante la amenaza de Pedro de Alvarado, asistido por
Sebastián de Benalcázar se vio obligado a fundar en Liribamba la ciudad de Santiago de
Quito. Trece días más tarde, el 28, por las mismas razones y en el mismo lugar que
Santiago, fundó la villa de San Francisco de Quito.
La Real Cédula del 4 de mayo de 1534, establecía que, toda fundación debía reunir las
condiciones requeridas por la conquista. Caso contrario, recomendaba su traslado a otro
lugar que sí las cumpliese. Esto ocurrió en ambos caos: San Francisco fue trasladada al
lugar en que hoy se halla dentro del territorio de Quito, el 6 de diciembre de 1534 y
mantuvo así el topónimo.
Santiago, fue trasladada a la Costa para facilitar la logística requerida para la conquista
del norte quiteño, pues, Paita quedaba muy distante. Benalcázar, autorizado por Pizarro
remontó el Guayas, y la asentó en un lugar cercano a la boca del río Yaguachi sobre el
río Amay (Babahoyo), y se la conoció como Santiago de Amay (1535).
Asaltada e incendiada por los bravíos Chonos se mudó a la culata del río con el nombre
de Santiago de la Culata (1536). Nuevamente asolada, esta vez por la alianza de Chonos
y Punáes, escapó a otro lugar y fue reconocida como Santiago de la Nueva Castilla
(1537). En recurrencia trágica se refugió entre los huancavilcas "que eran gente de paz"
(1542), pero nuevamente debieron huir, esta vez a la vera de un pueblo indígena
llamado "Guayaquile" (1543).
Desde entonces es Santiago de Guayaquil y guayaquileños sus habitantes. Nótese que el
nombre de Santiago prevaleció en el tiempo. Lo cual claramente fundamenta la
hipótesis que Santiago de Quito y Santiago de Guayaquil son la misma.
A raíz de la muerte de Francisco Pizarro (1541), su hermano Gonzalo se rebeló contra la
Corona. Los vecinos leales al rey (por eso el título de "Muy Noble y Muy Leal Ciudad
de Santiago de Guayaquil), dirigidos por el capitán Francisco de Olmos, el 6 de abril de
1547, ajusticiaron al pizarrista y teniente de gobernador Manuel de Estacio. Temiendo
retaliaciones construyeron grandes balsas, y, encabezados por los capitanes Olmos,
Rodrigo Vargas de Guzmán y Toribio de Castro, 140 personas con su menaje cruzaron
el río Amay. Y, el 25 de julio de 1547, día del apóstol Santiago patrono de la ciudad,
atracaron en Las Peñas y asentaron la ciudad en la unión cimera de los cerros que hoy se
conocen como Santa Ana y del Carmen. A partir de entonces, luego de 13 años de
trashumancia que parecía no tener final, cesan las luchas que un puñado de hombres
sostuvo por aferrarse a su río como promesa de vida, movilidad y progreso.
En el acta del cabildo celebrado el 24 de julio de 1781, el Ayuntamiento dispone que el
25, día de la fiesta del Apóstol Santiago, también debía solemnizarse con el paseo del
"Real Estandarte, en memoria de la conquista de la ciudad y su provincia".
Corrobora esta versión la página patriaecuador.com, al describir un artículo tomado del
historiador Efrén Avilés Pino.
"Pero este nuevo asentamiento tampoco cumplió con los requerimientos de seguridad
que eran necesarios, por lo que su duración fue muy efímera".
Ante esta situación, consultando las ventajas que ofrecía el sistema fluvial de la región
costanera, la fertilidad de su suelo y la abundante variedad de su producción agrícola; a
mediados de junio de 1535 Benalcázar decidió levantar nuevamente la ciudad de
Santiago en un lugar que sea puerto seguro para las embarcaciones que -en misiones de
conquista y colonización- surcaban los mares entre Panamá y el Perú.
El nuevo asentamiento se realizó entonces cerca de la desembocadura del río Babahoyo,
en el punto llamado estero de Dimas, y se lo hizo de una manera pacífica gracias a un
acuerdo celebrado entre los nativos Huancavilcas, los Chonos y los conquistadores
españoles, quienes prometieron respetar las vidas, propiedades e instituciones de los
pobladores indígenas.
Cumplido el solemne acto, Benalcázar dispuso que Diego de Daza se haga cargo de la
ciudad, y finalmente partió hacia Quito para continuar la conquista.
Ya para entonces, el 22 de enero de 1535, desde el poblado de Pachacámac, en el Perú,
Pizarro había aprobado las fundaciones de Santiago y San Francisco de Quito,
realizadas por Almagro un año antes en las cercanías de la laguna de Colta; es decir,
reconocía la existencia de dos poblaciones diferentes: la ciudad de Santiago y la villa de
San Francisco.
A pesar de los beneficios que les ofrecía la región, al poco tiempo los españoles
rompieron las promesas que habían hecho a los indígenas y se dedicaron a cometer toda
clase de atropellos, felonías y abusos en contra de ellos, y ante la falta de mujeres,
quitaban las que les placía, a sus maridos, que eran asesinados si oponían resistencia.
Reaccionando con indignación, en enero de 1536 los nativos se rebelaron, destruyeron
totalmente la ciudad y dieron muerte a casi todos sus habitantes. De setenta que eran
aproximadamente, sólo pudieron escapar con vida Diego de Daza y unos cinco vecinos
más, quienes luego de viajar penosamente a través de la selva, lograron llegar a Quito
para dar la noticia del desastre.
Al poco tiempo, Pizarro envió al Cap. Hernando de Zaéra para que intente levantar
nuevamente la ciudad, pero éste se vio complicado por la resolución de los Chonos y los
Huancavilcas de no permitir un nuevo asentamiento de los españoles, y sólo luego de
largas luchas y de ser derrotado varias veces, pudo por fin someter a los indios en base a
un acuerdo, por medio de la cual aceptó varias exigencias de los nativos como traer
mujeres españolas para poblar la ciudad y la fortificación de la misma.
Fue así que en abril de 1536 la ciudad de Santiago fue levantada nuevamente, esta vez
en el sitio de Chadai, a orillas del río Yaguachi.
Posteriormente el Cap. Zaera tuvo que abandonar la ciudad llevándose sus fuerzas para
auxiliar a Pizarro que tenía graves problemas con una rebelión de Manco Inca, situación
que fue aprovechada por Chonos y Huancavilcas para destruirla nuevamente, pues estas
indómitas tribus siempre se negaron a aceptar la sumisión y el dominio español.
Al conocer de este nuevo desastre, Francisco Pizarro le encomendó al Cap. Francisco de
Orellana la misión de llevar cabo un nuevo reasentamiento de la ciudad.
Orellana llegó acompañado de un gran número de españoles, y a mediados de 1538
levantó la nueva ciudad en Lominchao, en la falda sur de la colina del Cerrito Verde o
Santa Ana.
«Todos los historiadores, siguiendo a Cieza de León y a Herrera, afirman que la
fundación por Orellana se realizó en 1537. Lo afirma el padre Velasco, lo repite
González Suárez y lo corean todos los cronistas. Sin embargo, es improbable tal fecha.
Francisco de Orellana era Teniente de Gobernador de Puerto Viejo y acudió, como
Zaéra, a las batallas contra Manco Inga. El erudito don José Toribio Medina ha
demostrado que el título para la conquista y fundación lo dio el Marqués Pizarro a
Orellana después de la batalla de Salinas, que se realizó en 1538. Y que, por lo tanto, la
fundación de Guayaquil no pudo efectuarse antes de esa fecha» (L. Benítez Vinueza.-
Ecuador: Drama y Paradoja, p. 134).
En este último y definitivo asentamiento -el quinto si consideramos como primero el
realizado en Colta el 15 de agosto de 1534-, estuvieron presentes -junto a Orellana- los
conquistadores Juan de Jaén, Lope de Acebedo, Juan Fernández, Cristóbal de Villalta,
Manuel de Estacio, Francisco Valverde, Diego Marín y otros.
Esta es la verdadera historia de la fundación de Guayaquil, segunda ciudad fundada por
los españoles en la América del sur, tal lo señala el padre Jacinto Morán de Butrón en su
obra «Compendio Histórico de la Provincia, Partidos, Ciudades, Astilleros, Ríos y
Puerto de Guayaquil, en las Costas de la Mar del Sur», donde al autor afirma que en los
archivos del Ayuntamiento de Guayaquil "existía una Real Cédula de 6 de octubre de
1535, en que la Majestad del rey don Carlos V, dijo que era la segunda población de
aquel dominio"
Sin embargo de la claridad con que se han desarrollado los acontecimientos, hoy día se
celebra el 25 de julio de todos los años la fundación de Guayaquil, con una esperanza de
progreso.
Pueblo aguerrido y experimentado especialmente en la ciencia marina, es cuna las
culturas Valdivia, Machalilla, Guangala y Chorrera.
Como nos dice el escritor Oswaldo Rivera: "Guayaquil, ciudad preclara y cosmopolita,
ha ido ascendiendo hacia un admirable progreso gracias a la pujante laboriosidad de sus
hijos. Su símbolo de unidad consagra al puerto principal su categoría de gran metrópoli
en cuyo suelo el espíritu del habitante adquiere un cálido esfuerzo de trabajo y ensueño
para satisfacer sus agobiantes necesidades o ya para cantarla con coraje de alma Huanca
vilca a través de sus inteligentes escritores y poetas".
10 de Agosto de 1809: Primer Grito de Independencia
El 10 de agosto del 1809 se recuerda el Primer Grito de la Independencia. La gesta
acontecida en Quito permitió librar al país del yugo español.
El hecho revolucionario forma parte de la historia de América que en aquella época
desconoció al Gobierno ibérico tras un levantamiento ciudadano que permitió declarar
al Ecuador en un país libre y soberano.
Para algunos fue una conspiración, para otros un levantamiento popular, lo cierto es que
intelectuales y familias quiteñas conformaron una Junta Soberana que permitió el inicio
de un plan independista. La crisis que vivía la Corona española, provocada por la
invasión de Napoleón a España, movilizó a las clases quiteñas para confrontar a la
monarquía y conseguir la independencia anhelada para el país.
La caída del depuesto rey español Fernando VII, dio lugar a una reacción colectiva de la
aristocracia quiteña y los llamados criollos quiteños. Antonio Ante, prócer de la
revuelta, fue a la Casa de Gobierno para dar a conocer al presidente de la Audiencia de
Quito, Manuel Urriez (Conde Ruiz de Castilla), que la Junta Soberana lo había
destituido del cargo.
La noticia de que en Quito se estableció una Junta Soberana que relevó de cargos a la
autoridad real fue tomada por los virreinatos de Bogotá y Lima como un evento
insurreccional, esto debido a la precaria comunicación de la época y al agitado contexto
internacional. Por este motivo enviaron tropas a Quito, casi de forma incógnita, con el
propósito de acabar la insurrección a la Corona. en el Acta libertaria del 10 de Agosto
de 1809, acta en la cual están inscritos los nombres y apellidos de aquellos criollos
comunes que luego verterán su sangre en Ese 10 de agosto la junta libertaria había
firmado un acta donde el Ecuador dejaba de pertenecer a la corona española.
La Junta, muy unida en ese tiempo, sesionó el 11 de agosto y cinco días después, el 16,
proclamó con solemnidad lo actuado en favor de la independencia. Cuando la revuelta
empezó a crecer en ideología, en la práctica los líderes de la Junta empezaron a
quedarse solos y de a poco fueron apresados y asilados.
Un año después, exactamente el 2 de agosto de 1810, soldados y simpatizantes de la
mencionada Junta ingresaron al cuartel militar en búsqueda de los intelectuales. Esto
desembocó en la matanza de todos los “insurrectos” que estaban privados de su
libertad. La llamada "matanza del 10 de agosto" sirvió para que el colectivo ciudadano
empezara a reaccionar en contra de la opresión y a gestar procesos de liberación política
en otras ciudades del país.
26 de septiembre de 1860: Día de la Bandera Nacional
La bandera del Ecuador, que consiste en bandas horizontales de color amarillo (doble
ancho), azul y rojo, fue adoptado por primera vez el 26 de septiembre de 1860.
En esa fecha, el ex presidente Gabriel García Moreno adoptó el tricolor gran
colombiano como la bandera del Ecuador, descartando así el bicolor azul y blanco que
representaba al país.
El 7 de noviembre de 1900, Eloy Alfaro autentica y nacionaliza la bandera con los
colores amarillo, azul y rojo en franjas horizontales, con una latitud doble de estos
colores y su uso oficial con el escudo de armas en el centro del pabellón.
Antes de usar la tricolor amarillo, azul y rojo, en Ecuador se utilizaban banderas blancas
y azules que contenían estrellas por cada provincia.
El diseño de la bandera es muy similar a las de Colombia y Venezuela, que también son
antiguos territorios constitutivos de la Gran Colombia.
Los tres pabellones se basan en la propuesta presentada por el general Francisco de
Miranda, que fue adoptada por Venezuela en 1811 y más tarde por la Gran Colombia
con algunas modificaciones.
Existe una variante de la bandera que no contiene el escudo de armas, la cual es
utilizada por la marina mercante. Esta bandera comparte con la de Colombia su aspecto
general, pero esta última utiliza un diseño diferente cuando las naves mercantes están en
altamar.
Desde 1955 se estableció el 26 de septiembre como Día de la Bandera Nacional./OM
ANDES.
31 de octubre de 1900: Día del Escudo del Ecuador
Fue el Presidente del Ecuador Eloy Alfaro Delgado quien dio carácter oficial, con los
elementos que le distinguen hasta hoy al Estado de la República del Ecuador,
representado en el Escudo de Armas.
La Asamblea Nacional Constituyente en su Decreto del 19 de septiembre de 1830
dispone que "Se usará en adelante las Armas de Colombia, en el campo azul celeste, con
el agregado de un sol en la línea equinoccial sobre las fases, y un lema que diga: "El
Ecuador en Colombia".
El temor que inspira la destrucción del grandioso ideal de la Gran Colombia pregonado
con tesón y realizado con firmeza por el inconmensurable genio de Bolívar, nos hace
herederos de armas y blasones que singularizan y distinguen al pueblo colombiano; por
Decreto expedido el 18 de junio de 1843, la Convención Nacional dispuso que: "Las
Armas de la República serán en la forma siguiente: el escudo tendrá una altura dupla a
su amplitud; en la parte superior será rectangular, y en la inferior elíptico. Su campo se
dividirá interiormente en tres cuarteles: en el superior se colocará sobre el azul el sol
sobre una sección del zodíaco; el cuartel central se subdividirá en dos; en el de la
derecha, sobre fondos de oro se colocará un libro abierto en forma de tablas, en cuyos
dos planos se inscribirán los números I, II, III y IV, indicantes de los cuatro primeros
artículos de la Constitución; en la izquierda sobre fondo simple o verde, se colocará en
fondo azul, un rio sobre cuyas aguas represente un barco y en la izquierda, sobre fondo
de plata se colocará un volcán.
En la parte superior del Escudo, en lugar de la cimera descansará un cóndor cuyas alas
abiertas se extenderán sobre los demás ángulos. En la orla exterior y ambas partes
laterales, se pondrán banderas y trofeos. "Luego de revolución del 6 de marzo de 1845,
dice: "Las Armas del Ecuador serán: Un Escudo ovalado de la elíptica en que se hallen
los signos correspondientes a los meses memorables de marzo, abril, mayo y junio. En
la parte inferior, a la derecha, se representará el monte histórico, el Chimborazo, del que
nacerá un rio, y donde aparezca más caudaloso estará un buque de vapor que tenga por
mástil un caduceo como símbolo de la navegación y el comercio, que son las fuentes de
la prosperidad del Ecuador”.
3 de noviembre de 1820: Independencia de Cuenca
El 3 de noviembre de cada año la ciudad de Cuenca celebra un aniversario más de su
gesta libertaria, acontecimiento acaecido el 3 de noviembre de 1820. Si bien es cierto
que en 1795 circularon en Cuenca unos manuscritos que invitaban: "A morir o vivir sin
el Rey, prevengámonos; libertad queremos y no tantos pechos y opresiones". Sólo fue
cuando estalló la revolución de Quito, el 10 de agosto de 1809, y a pesar de que Cuenca
seguía siendo un bastión realista, empezó ahí y además en Guayaquil y Pasto, donde se
prepararon tropas para someter a la Junta Soberana instaurada en la capital de la
Audiencia.
Sin embargo, la coyuntura favorable para la emancipación de la ciudad y su región de
influencia sobrevino una década más tarde, después del pronunciamiento libertario de
los criollos de Guayaquil del 9 de octubre de 1820. Para entonces, Cuenca era otra de
las regiones socioeconómicas clave en la estructura del país colonial y las escasas
familias criollas propietarias de tierras, así como la élite de comerciantes, manejaban
las riendas del poder local, manteniendo estrechos lazos económicos con Guayaquil y
Lima. Tras la emancipación de Guayaquil, esa capa dominante advirtió las ventajas que
reportaría la liberación de la región contra el colonialismo hispánico y, entonces, se
decidió por la definitiva independencia.
Aunque el malestar ya se expresaba desde hacía meses, el 3 de noviembre de 1820 se
produjo en Cuenca un audaz "golpe de Estado" que involucró a patriotas de la élite
criolla de la ciudad, oficiales de la milicia comprometidos con ellos y pobladores
entusiasmados con la revuelta. El alma del movimiento fue José María Vásquez de
Noboa, quien, como alcalde de Primer Voto, había convocado a una sesión de Cabildo
ampliado, en la que se complotó, decidiendo quitar las armas a la escolta militar, al
momento de dar lectura a las ordenanzas reales, acción que fue ejecutada el día señalado
por el teniente Tomás Ordóñez, seguido de Vicente Toledo, Ambrosio Prieto y otros
jóvenes patriotas.
Desencadenada la rebelión, los líderes y sus seguidores consideraron indispensable la
derrota y sometimiento del cuartel principal, en el que se concentraron las tropas
realistas al mando del coronel Antonio García Trelles. Pero la resistencia fue mayor que
la que esperaban los revolucionarios concentrados en San Sebastián y el Chorro que,
con el pasar de las horas, veían frustrarse gravemente sus esperanzas. En tales
circunstancias, fueron enviadas comisiones a los pueblos vecinos, a fin de obtener
refuerzos para la desigual lucha que afrontaban. La tarde del día 4 de noviembre, llegó
el cura de Chuquipata, Javier Loyola, encabezando un nutrido contingente. Gracias a
este auxilio, se pudo derrotar la resistencia del realista cuartel de la ciudad. Allí mismo
se proclamó la "Provincia Libre de Cuenca". José María Vásquez de Noboa fue
nombrado jefe Civil y Militar.
Con la independencia, los patriotas proclamaron la República de Cuenca. El 8 de
noviembre fue convocado el Consejo de la Sanción, para elaborar el Plan de Gobierno o
Ley Fundamental de la República de Cuenca, aprobada por los diputados el 15 de
noviembre de 1820.
La Junta Suprema de Gobierno quedó presidida por José María Vázquez de Noboa, "en
señal de gratitud de haber sido el autor principal para plantear el sistema adoptado",
quien duraría cinco años como jefe del Gobierno Político y a perpetuidad en lo militar.
Las futuras nominaciones, por dos años, serían fruto de elección popular.
Sin embargo, el entusiasmo de la libertad y de la independencia duró poco. Vázquez de
Noboa, nativo de Chile, que añadió a sus nombres y apellidos los de López de Artiga y
las dignidades de Presidente de la Junta Suprema de Gobierno, Senado de Justicia,
Excelentísimo Cabildo y demás Corporaciones del Distrito, General del Ejército
Libertador de las Cadenas, Jefe Político y Militar de la Provincia Libre de Cuenca,
estuvo en el mando hasta el 20 de diciembre de 1820.
Ese día, las huestes patrióticas fueron derrotadas en Verde loma, cerca de Biblián, por
los ejércitos reales que dejaron más de 200 cadáveres en el campo de batalla e
irrumpieron en Cuenca para acabar con la naciente República.
Vinieron largos meses de dictadura brutal durante los cuales fueron perseguidos y
expropiados de sus bienes los patriotas, hasta cuando el 21 de febrero de 1822 el
mariscal Sucre entró en forma triunfal para sellar la libertad definitiva, pregonera de la
Batalla del Pichincha el 24 de mayo siguiente. Desde entonces, Cuenca es libre.
Y así se forjó la Libertad e Independencia de Cuenca, los precursores de ella, también
pensaron en amasar la grandeza de su pueblo bajo la égida de la libertad. Cuenca, ha
contribuido eficientemente al enriquecimiento de la cultura ecuatoriana, ha puesto su
aporte positivo en el adelanto espiritual y material de nuestra Patria, llamada con justo
honor la Atenas del Ecuador, en conjunción de ideales, por sus hijos emigrados y
residentes en esa cuna de hombres ilustres, ha sido transformada en una floreciente
ciudad, gracias a la constancia y esfuerzo de sus hijos, Cuenca hoy está llena de un
futuro promisorio con sus cantones que tienen un panorama de inefable belleza; pues el
hermoso paisaje azuayo se presta para el turismo, la bella chola cuencana, cincelada
cual diamante, nace del folclor ecuatoriano en un capítulo de singular importancia.
Las riveras del Tomebamba son encantos de poesía, con las piedras que hablan y el río
que canta, en fin, la urbe con sus bellos edificios como la magnífica Catedral y otros de
arte colonial, hablan de Cuenca del Ecuador por su pujanza entrelazada con soberbios
edificios de audaces formas.
Con una población de más de 450.000 habitantes, Cuenca es la tercera ciudad más
importante de la nación, considerada como la ciudad más atractiva del Ecuador, por
propios y extraños, por mantener la tranquilidad y hermosura de una ciudad pacífica,
puerta a la Amazonía.
6 de diciembre de 1534: Fundación de Quito
Cuando llegaron los españoles al Tahuantinsuyo, el imperio inca estaba sumergido en
una guerra civil provocada por la pugna de poder entre Atahualpa y su hermano
Huáscar. El primero defendía su hegemonía desde Quito, el segundo desde Cuzco.
Atahualpa y su ejército vencieron a Huáscar en las cercanías del río Apurímac y este le
dio a elegir a Huáscar, vivir y que se quede con el imperio de Cuzco o morir. Huáscar
indignado por la derrota acepto la muerte. Pero en el año de 1533, luego de pacificar el
imperio, Atahualpa aceptó una reunión con Francisco Pizarro, en la cual fue capturado y
días después asesinado por órdenes del español.
La conquista de los Andes septentrionales fue motivada principalmente por el rumor de
que en Quito se encontraba el tesoro de Atahualpa. Se formaron dos expediciones, la de
Pedro de Alvarado, desde Guatemala, y la de Sebastián de Benalcázar procedente del
sur. Fue éste último el que consiguió llegar primero y quien, el 6 de diciembre de 1534,
fundó la ciudad de San Francisco de Quito junto a las faldas orientales del volcán
Pichincha. La ciudad se encontraba sobre cenizas, ya que días antes fue incendiada por
el General Inca Rumiñahui con el objeto de que los españoles no encuentren nada a su
llegada. En agosto, la villa había sido fundada por Diego de Almagro cerca de la ciudad
de Riobamba con el nombre de Santiago de Quito.
La urbe fue establecida con aproximadamente doscientos habitantes. Inmediatamente se
señalaron los límites, se estableció el cabildo, se repartieron solares y se delimitaron
áreas comunales. La fundación de la ciudad en este sitio parece haber respondido más
que nada a razones estratégicas. A pesar de su topografía accidentada, su ubicación en
una meseta presentaba ventajas sobre los valles aledaños, más propicios para el
desarrollo urbano. Este último factor fue también el que primó en la determinación del
lugar por parte de los pueblos originarios. En el ámbito arquitectónico, empezaron a
construirse los primeros monumentos de la villa, destacándose el inicio de la
construcción de la iglesia de San Francisco, en 1536. Sebastián de Benalcázar,
fundador de la urbe el 6 de diciembre de 1534.
Aproximadamente, siete años después de la fundación de Quito, Francisco de Orellana
partiendo desde esta ciudad junto a numerosos indígenas, en busca del país de la canela,
descubrió el río Amazonas el 12 de febrero de 1542.26 Debido a este suceso histórico,
se creó la célebre frase: "Es Gloria de Quito el Descubrimiento del Río Amazonas". El 8
de enero de 1545, el Papa Alessandro Farnese (Pablo III) fundó la Diócesis de San
Francisco de Quito con la finalidad de mejorar el proceso de evangelización a los
indígenas, el cual era difícil por la extensión del territorio.
Debido a los problemas de comunicación y transporte, así como también por la
explosión demográfica, el cabildo de la ciudad solicitó al rey Felipe II la creación de la
Audiencia y Presidencia de Quito. El 29 de agosto de 1563, él firmó la cédula real que
dio nacimiento a esta. La jurisdicción estableció sus límites geográficos, los cuales
abarcaban una superficie cinco veces mayor que la de la actual República del Ecuador.
En la Ciudad de San Francisco del Quito, en el Perú, resida otra nuestra Audiencia y
Chancilleria Real, con un Presidente: quatro Oidores, que también sean Alcaldes de el
Crimen: vn Fiscal: vn Alguacil mayor: vn Teniente de Gran Chanciller, y los demás
Ministros y Oficiales necesarios: y tenga por distrito la Provincia de Quito, y por la
Costa hacia la parte de la Ciudad de los Reyes, hasta el Puerto de Payta, exclusive: y por
la tierra adentro, hasta Piura, Caxamarca, Chachapoyas, Moyobamba y Motilones,
exclusive, incluyendo hacia la parte susodicha los Pueblos de Jaen, Valladolid, Loja,
Zamora, Cuenca, la Zarça y Guayaquil, con todos los demás Pueblos, que estuvieren en
sus comarcas, y se poblaren: y hacia la parte de los Pueblos de la Canela y Quijos, tenga
los dichos Pueblos, con los demás, que se descubrieren: y por la Costa, hacia Panamá,
hasta el Puerto de la Buenaventura, inclusive: y la tierra adentro á Pasto, Popayan, Cali,
Buga, Chapanchica y Guarchicona: porque los demás lugares de la Gobernación de
Popayan, son de la Audiencia del Nuevo Reino de Granada, con la cual, y con la
Tierrafirme parte términos por el Septentrión: y con la de los Reyes por el Mediodía,
teniendo al Poniente la Mar del Sur, y al Levante Provincias aun no pacificas, ni
descubiertas.
El Virrey Pedro Mesías de la Cerda otorgó el título de Presidente interino de Quito con
fecha de 17 de mayo de 1766 a Juan Antonio Zelaya y Vergara, que durante este
período ejerció sus responsabilidades en calidad de Duque de Quito como comandante
general militar y político de dicha provincia
Enriquecida por la explotación minera y la producción textil, pudo construir templos
barrocos y mudéjares adaptados con originalidad al ambiente local y los ornamentó con
gran profusión de pinturas y tallas, de innegable valor didáctico religioso. Fue la época
de la afamada Escuela Quiteña, obra del mestizaje indio y español.
Los geodésicos franceses del sistema decimal introdujeron en Quito el espíritu
racionalista moderno y usaron la magnífica biblioteca de la Universidad Jesuita de San
Gregorio. Quito alimentó la extraordinaria empresa de las misiones de Jaén y Mainas.
En Quito nació y vivió Mariana de Jesús, santa y patriota. De esta ciudad salió el más
ilustre de los precursores de la independencia americana, el mestizo Xavier Chusig
quien cambió su nombre a Eugenio de Santa Cruz y Espejo para evitar la
discriminación. Espejo fue el fundador del primer periódico de Quito. También hay
otras historias como la de Manuela Sáenz, la primera mujer enrolada al ejército
bolivariano quien se convirtió en la fiel compañera y novia del libertador Simón
Bolívar.
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