extrañologia 13 especial supersticiones
Post on 22-Mar-2016
272 Views
Preview:
DESCRIPTION
TRANSCRIPT
Año 3, nº 13
www.seamp.net
Diciembre 2011
2
Accede de forma rápida y con un solo clic a las secciones y enlaces de Extrañología.
Para regresar al sumario hazlo a través del logo de la revista que encontraras en el encabezado de to-
das las páginas
3
Diseño y maquetación
Mª José Pérez Jover
Colaboran en este número
José Luis Tajada, Daniel Rode-
llas, Francisco del Toro, Juanfra
Romero, David Outeiro, Manuel
Ramirez Doucet, Dany Álvarez,
Jesús Callejo, Mª José Pérez, Irene
Sanz, Antonio Botias, Juan Mi-
guel Marsella, David Sentinella,
Rodolfo Osorio, Miguel Aracil,
Susanna Setllunes, Antonio
Jesús López.
Foto Portada: Jacob Sinclair,
arreglos Mª José Pérez.
Los artículos aquí publicados
son propiedad de sus respectivos
firmantes.
Esta publicación pertenece a la
Sociedad Española de Amigos
del Misterio (SEAMP) Grupo 1
Sección 1 Número Nacional
587843
CIF G84893460
www.seamp.net
Cerramos un nuevo año lleno de misterios, enigmas, y tam-bién algo caótico. La crisis, el esperado fin del mundo, el sol que nos ataca con su fuego y la luna, que parece que se nos lle-va la inspiración.
Este número he querido hacer-lo algo distinto. Me dieron la idea, al ser el nº 13, de sacarlo precisamente el 13 de diciembre
y, por eso, lo he dedicado a las supersti-ciones.
No quiero ser supersticiosa porque di-cen que eso trae mala suerte, pero he trabajado a contrarreloj para que salga a la luz antes de que den las 12 de la no-che. Muchos problemas han querido im-pedirme que llegara a tiempo. Tuve que formatear mi p.c. perdiendo muchas pa-ginas que tenia guardadas para poner aquí y se que a muchos se lo prometí, pero cumpliré mi promesa para el año entrante. Quiero dar las gracias a todos los que me han apoyado y me han manda-do artículos para que este proyecto sa-liera a la luz.
MUCHISIMAS GRACIAS Y
FELIZ 2012
Mª José Pérez
Esta obra está bajo una licencia Attribu-
tion-NonCommercial-NoDerivs 3.0
Spain de Creative Commons. Para ver
una copia de esta licencia, visite http://
creativecommons.org/licenses/by-nc-
nd/3.0/es/ o envie una carta a Creative
Commons, 171 Second Street, Suite
300, San Francisco, California 94105,
USA.
4
5
6
A este experto en placas solares le picó el gusanillo de la parapsicología cuando, de pequeño, conoció a Fernando
Jiménez del Oso. Desde entonces, tuvo la necesidad de buscar explicación a las cuestiones más inverosímiles. En
cuatro capítulos, José Luis Tajada desgrana en 'Misterios de España' un buen puñado de historias o acontecimientos
relacionados con lo paranormal y lo oculto. Apariciones marianas, fantasmas y ovnis son sus especialidades.
Uno de los casos que más le fascinó fue el de la aparición de la cara de la virgen María en una botella de plástico en
Albacete. «Tras examinarla concienzudamente, no se podía certificar que fuera cosa del hombre o por qué había
aparecido». Igual que la silueta de una mujer en un nicho de un cementerio o los extraños objetos volantes no iden-
tificados que acostumbran a ver los vecinos de una pequeña localidad a medio camino entre Albacete y Murcia.
«Hay gente que incluso sabe predecir los avistamientos». Escéptico, José Luis se acercó a esta zona de pantanos y
efectivamente, «vimos un fenómeno luminoso que tenía más brillo que cualquier estrella y que hizo movimientos
bruscos hasta que se perdió en el infinito». «Hay cosas que se nos escapan».
7
Sección donde iré incluyendo pequeños montajes electrónicos de
circuitos básicos para el estudio de fenómenos extraños. No te
asustes, si lo intentas, conseguirás hacerlos.
José Luis Tajada
joseluistajada@gmail.com
8
CAPTURA DE PSICOFONÍAS...
CAPTURA DE PSICOFONÍAS POR ME-
DIOS ELECTRÓNICOS
Desde la apreciación personal que uno encuentra a lo
largo de varios años estudiando el fenómeno de las
psicofonías, es inevitable reconocer su existencia. Esas
extrañas voces que llevan registrándose desde los ini-
cios del empleo de técnicas de almacenamiento y
transmisión de sonidos, han desconcertado a curiosos,
investigadores, y técnicos.
El principio de obtención es sencillo, basta con grabar
una y otra vez pequeños fragmentos de audio, luego
pacientemente analizados; presentan determinadas
"anomalías" pertenecientes a sonidos que no deberían
estar ahí.
El fenómeno se tornará desconcertante cuando estos
registros se muestran como voces de personas que no
se encontraban presentes a la hora de efectuar el ex-
perimento, cosa que sucede contadas veces.
Mi caso en particular viene desde el más puro escepti-
cismo, ya que nunca vi posible a nivel técnico y científi-
co la posibilidad de que tales voces existieran y, sin
embargo, a raíz de la experiencia vivida en 1997 en la
denominada "Casa de la Marquesa" (ahora Delegación
de Industria) en la ciudad de Albacete, mi opinión tuvo
que dar un giro de 180 grados. Las voces existían, eran
reales, y se manifestaban con una claridad pasmosa y
diríase que inteligente.
Desde aquel año, he experimentado con diversos pro-
cedimientos, obteniendo diferentes resultados. Siempre
en la búsqueda del método que me permitiera investi-
gar de manera empírica. Intenté encontrar algún tipo de
información sobre la metodología y resultados de otros
investigadores de reputada fama a nivel nacional e in-
ternacional, pero no encontré demasiados datos que
pudieran ser fiables. De esta manera, y tras un par de
años intentando asimilar el funcionamiento tan amplia-
mente difundido de máquinas con nombres dignos de
películas de ciencia ficción, me propuse comenzar de
cero, ya que ninguna de las experiencias con esos
equipos dio resultado notable alguno.
Paso a exponer uno de los sistemas para la obtención
de registros "parafónicos", con los cuales he obtenido
los mejores resultados. No obstante, aviso que se trata
de un texto eminentemente técnico, no recomendado
para profanos en electrónica analógica.
El dispositivo, en la teoría y para todos aquellos familia-
rizados con la electrónica y el sonido, resultará muy
fácil de comprender en su funcionamiento. Está basado
en poder "extraer" de dos fuentes de sonido la diferen-
cia de ambas. Básicamente es la aplicación de un am-
plificador operacional para obtener la diferencia de dos
entradas simultáneas.
Las fuentes de señal que se aplican a ambas entradas
puede ser de cualquier tipo que el propio circuito opera-
cional sea capaz de procesar dentro de las característi-
cas que nos da el propio fabricante. Yo, a nivel de au-
dio, he encontrado muy buenos resultados empleando
circuitos fáciles de encontrar y de muy bajo costo (741,
TL081, 3140, etc...) decantándome siempre por los que
emplean tensiones más bajas de alimentación y con
factores de ruido más bajo.
Jose Luis Tajada (sentado, de negro), habla con Fernan-
do Rosillo, compañero de investigaciones, mientras un
jovencísimo Iker Jiménez y su compañero de redacción
por aquel entonces Lorenzo Fernández Bueno escuchan
atentamente (Abril/Mayo 1997, Delegación Provincial de
Industria de Albacete edificio construído sobre la antigua
"Casa de la Mano Cortada").
9
Como captadores podremos emplear cualquier tipo de
cápsula microfónica convenientemente polarizada o, en
su defecto, (y con muy buenos resultados) grandes
devanados de hilo de cobre, acoplados para frecuen-
cias de longitud de onda extremadamente alta.
Una modificación sencilla en el circuito empleado para
la captura de señales de audio, permite efectuar una
exploración" dentro de la banda de audio entrante, y
consiste en conectar en serie a una de las entradas
al operacional (o en ambas) un filtro pasabanda. De
esta manera, podremos desplazarnos por el audio ob-
tenido y escuchar la frecuencia sintonizada buscando
posibles zonas de inclusión.
Los resultados obtenidos son sorprendentes, y el em-
pleo de una buena portadora de audio, preferiblemente
el denominado "ruido marrón", permite "propiciar" esa
diferencia de captura entre un transductor y otro, que
puede degenerar en una presunta inclusión psicofóni-
ca. El generador de ruido se ubicará próximo y equidis-
tante a ambos captadores, y emplearemos el propio
medio que los separa (aire) como transmisor. Debere-
mos ajustar el nivel de salida del generador de ruido
para evitar saturaciones a la entrada del
operacional.
La causa posible es que dichas "inclusiones", si se pre-
sentaran, estarían producidas por la "deformación"
puntual de los campos electroacústicos
(o electromagnéticos) captados por los transductores y
restados en el operacional. La más pequeña diferencia
entre las dos señales capturadas por
cada uno de los micros o devanados, sería mostrada
en la salida del dispositivo .
Resaltaré por último, que como se puede desprender
de este documento, nos encontramos ante la posibili-
dad de escuchar registros "parafónicos" en
tiempo real, sin necesidad de grabaciones previas.
Dejo para posteriores textos, la experimentación con
señales moduladas en AF, comparadas con la señal
original por el mismo procedimiento, y que
propician un mayor porcentaje de éxito en la obten-
ción.
En los archivos de la Delegación de Industria y Energía
de la Delegación Provincial de Albacete, antaño, los
sótanos de la Casa de la Mano Cortada. Parte del equi-
po empleado para la grabación.
CAPTURA DE PSICOFONÍAS...
10
11
GUÍA SECRETA DE LA PROVINCIA DE ALBACETE
de José Luis Tajada, Fernando Rosillo y José Martínez
SOBRE EL LIBRO
El trabajo reflejado en este libro es un compendio de casos descubiertos, estudiados o recopilados por los autores, a lo largo y ancho de la provincia de Albacete, es una guía, un cuaderno de inves-tigación, una tarea propia de los detectives del Misterio.
Historia desconocida, enigmas ocultos, apariciones marianas, milagros, leyendas, antropología, tradiciones o misticismo son algunos de los temas tratados con el mayor rigor que ha sido posi-ble. Todos los casos, absolutamente todos, han sido estudiados, analizados y documentados (en la medida de lo posible) por sus autores.
Su estilo sencillo, claro, ameno y directo, hace que se trate de un libro apto para todo tipo de lec-tores, independientemente de sus creencias o gustos literarios.
8000 kilómetros recorridos durante dos años de trabajo, cientos de horas invertidas en bibliote-cas y archivos, consulta de más de 900 libros, y decenas de entrevistas con testigos directos, dan como resultado estas 265 páginas destinadas al entretenimiento y disfrute para que cualquier persona dispuesta a conocer y saber más acerca de esta maravillosa y desconocida (para la mayor-ía de españoles) tierra de Albacete puedan saciar su curiosidad.
Críticos literarios que han conocido y leído el libro dicen lo siguiente: "Tenemos el concepto erró-neo de que si algo lo escribe un autor con nombre británico o americano, es muy bueno. Los auto-res de este libro, demuestran con su maestría que eso no es cierto. Sin ningún género de dudas, estamos ante una de las mejores guías que se han escrito nunca en el país. Tajada, Rosillo y Martínez, han plasmado de forma rigurosa, amena, directa, seria y respetuosa, las historias que transcurren por sus páginas. Un libro de obligada lectura para todos los albaceteños, para los amantes del misterio, para los viajeros incansables y para cualquier lector que quiera aprender y pasar un buen rato con literatura de calidad. Sin duda ninguna, esta obra está llamada a conver-tirse en un clásico. No se la pierdan".
SOBRE LOS AUTORES
Jose Luis Tajada Herráiz: Nació en Enero de 1970 en Palma de Mallorca, Baleares. Pero es, y se siente, ante todo albaceteño. De una gran formación técnica es uno de los pioneros en España de las energías renovables. Teniendo siempre una innata curiosidad por entender el mundo que le rodea, ha dedi-cado parte de su tiempo y recursos a encontrar explicación a sucesos que pa-recÌan no tenerla. Productor de Radio y Televisión, ha elaborado, colaborado y dirigido varios espacios radiofónicos –Al Otro Lado de la Ciencia, El Bazar de lo imposible, El Cuentagotas, etc- y series documentales –La Ruta del Mis-terio, Misterios del Otro Lado-. AntaÒo colaborador de prensa, fue miembro del "Equipo Volante" que bajo la tutela de Fernando Jiménez del Oso desplazó por la geografÌa española un vasto dispositivo técnico para estudiar fenóme-nos inexplicados. Ha colaborado cono fotógrafo freelance para varias agencias de prensa. Actualmente forma parte del equipo de colaboradores asiduos del programa Espacio en Blanco que se emite en Rne las madrugadas de los
s·bados y domingos de 02:00 a 04:00. Autor del Libro "Misterios de Espa-
ña" (Detectives de lo Insólito) de Absalon Ediciones.
12
José Martínez Ródenas : Nacido en San Pedro -uno de los pueblos donde surge la leyenda de la "Luz del Pardal"-
en Enero de 1969. Desde pequeño siempre sintió curiosidad por el funcionamiento de cualquier equipo eléctrico o
electrónico. También desde joven interesado por las leyendas y tradiciones de la comarca. Estudió electrónica en Al-
bacete y más tarde se especializó en imagen y sonido. Durante varios años fue corresponsal para la provincia de Alba-
cete de la revista Enigmas del Hombre y del Universo y en 1998 -junto a José Luis Tajada y Fernando Rosillo- miem-
bro del "Equipo Volante" creado y dirigido por D. Fernando Jiménez del Oso. Organizador de las Jornadas de la Luz
del Pardal desde sus inicios en 1996 en su pueblo natal, a las que siempre han asistido los investigadores mas rele-
vantes de España. Trabaja desde 1999 en la emisora de radio comarcal Radio Almenara, con cobertura en la Sierra de
Alcaraz y Campos de Montiel, como director técnico, compaginando además funciones como técnico de telecomuni-
caciones, sonido y locutor. Experto en informática y en diversos programas de edición de imagen y sonido digital co-
labora con varias empresas de comunicación audiovisual grabando y editando campañas publicitarias para radio y
TV.
Fernando Martínez Rosillo: Aunque albaceteño de adopción, nace en Cuenca en 1971. Su pasión por los enigmas surgió a temprana edad y desde entonces no ha cejado en la búsqueda de explicación a todo tipo de misterios. Fue uno de los miembros del "Equipo Volante" de la revista Enigmas del Hombre y del Universo, cuando el doctor Fer-nando Jiménez del Oso, decidió crear un grupo de investigación a nivel nacional para el estudio casos que surgieran en cualquier parte del país. Conferenciante habitual en diversos foros y congresos del ámbito de la investigación de frontera (como se denomina a la investigación de fenómenos no estudiados por la ciencia ortodoxa) .Ha colaborado con distintos medios de comunicación como las revistas, Enigmas, Año/Cero, Más Allá, y otras publicaciones mas locales. En radio junto con José Luís Tajada en "Al otro lado" y "El bazar de lo imposible". Como especialista en dife-rentes programas de las cadenas: Ser, Rne, Cope, Onda Cero, Radio Chinchilla, Radio Almenara, etc. Sus apariciones en televisión se han distribuido en diferentes programas de Tve, La2, Antena3, Telecinco, Cuatro, CLM, Canal 9, y otras cadenas locales.
Características técnicas Formato 14 x 20 cms / Encuadernación: rústica / Álbum fotográfico / Páginas: 324 / PVP: 18 €
Para concertar una entrevista con el autor o ampliar la información de este libro sírvase poner-se en contacto con:
Xabier Gabilondo López
Departamento de Comunicación Ediciones Guadalturia y Abadir
comunicacion@guadalturia.es
comunicacion@abadirproducciones.com
Telf. Móvil: 656925851
13
14
DANIEL RODELLAS
15
C omenta el libro “Descripción de España, sus
reinos y provincias, ciudades, villas y pueblos,
islas adyacentes y presidios de África”, escri-
to por el pagador Don Juan Antonio de Estrada de
1768 y con relación a la antigua ciudad de Sagunto
(Reino de Valencia) o Murviedro que: “Sobre la funda-
ción hay varias opiniones: Silio Itálico refiere que la
fundó Hércules. Strabon y S. Isidoro la reducen á los
Griegos de la Isla de Zacynto (hoy Zante al ocaso del
Peloponeso, ó la Morea) da -que parece le vino el nom-
bre de Saguntus. Plinio atribuye á los mismos la funda-
ción 200 años antes de la destrucción de Troya: dice
que erigieron un Templo á Diana, al qual perdonó Anni-
bal; y que aun en sus días permanecían unas bigas de
enebro.”
Si damos crédito a estos historiadores antiguos y te-
niendo en cuenta la opinión de los actuales –a pesar de
ciertas desavenencias-, se propone el fin de Troya
hacia el 1200 a. de C. ¿Deberíamos entonces conside-
rar Sagunto con una antigüedad de más 1400 años a.
de C.?
Antonio Valcárcel, conocido como príncipe Pío, escribió
un libro a raíz de sus investigaciones en el País Valen-
ciano. En la página 55 de éste comenta: “Que en la
vertiente o falda del castillo, en el sitio llamado Secani-
to de Vaquero, se encontró la inscripción número 107,
de letras desconocidas, la cual se hallaba en el mismo
sitio y era de mármol negro con cuatro pies y siete pul-
gadas de alto y un pié, tres pulgadas y seis líneas de
ancho”. La escritura a la que se refiere es la Ibera. Co-
mo esta, encontró muchas otras en mármol negro,
unas más grandes que otras. También en el mismo
templo atribuido a Diana. Ani-Bel o Ani-Bal perdonó el
templo porque como dijo Antonio de Estrada estaba
dedicado a la “Diosa Diana” y es evidente que lo per-
donó porque para él era sagrada.
En ése mismo templo vio una inscripción que decía:
TEMPLUM·DIANAE y encima en una cornisa más alta:
ALVA·VACCA·ET·NIGRA·DIANAE.
Además, para acabar de embrollarlo todo, esas losas
en mármol negro encontradas en la ciudad de Murvie-
dro aparecen en otros muchos lugares, pero la mayoría
han desaparecido misteriosamente. Se encontraron
algunas en una especie de cementerio antiquísimo Ibe-
ro en las cercanías de Alcalá de Chisvert empotradas
en un muro circunvalatorio de dicho cementerio de
¡más de 2 metros de ancho! Evidentemente, las inscrip-
ciones iberas eran mucho más antiguas que las su-
puestas romanas.
Éste no fue el único cementerio que se encontró en la
zona, y en su mayoría, los cuerpos que se encontraron
fueron de luchadores, indicando el emplazamiento co-
mo posible lugar de una gran batalla antigua.
Sirva esta explicación como introducción al tema de la
importancia que tenía esa mujer-Diosa del pasado, cu-
yo culto apunta a una antigüedad inusual para la reli-
gión actual y considerada la madre de la humanidad en
una gran extensión geográfica. Tomemos, por ejemplo,
el gran templo de Artemisa de Éfeso en la que es la
actual Turquía. Artemisa, llamada igualmente Atena o
Diana en otras regiones del Mediterráneo en la misma
época y en otras diferentes (hasta en la actual, utilizada
como Estatua de la Libertad: Diana/Atena), es el centro
de las miradas de los antiguos creyentes. Sin embargo,
no hay que fijar la vista solamente en éste período
histórico. Es conocido que la historia atribuye a la Dio-
sa Artemisa un pasado aún más remoto pero descono-
cido. Lo llaman “figura arcaica”, de procedencia pre-
Helénica, y más interesante aún, estaba tallada en ma-
dera, seguramente de roble o de enebro, por la longevi-
dad inusual de estas maderas.
Es una extraña coincidencia que múltiples leyendas
europeas pre cristianas y cristianas señalen el hallazgo
milagroso de una talla de la Virgen en madera en los
lugares más emblemáticos de lo que se ha venido a
llamar “culto pagano” y en los que ahora señorean in-
mensos y espléndidos palacios, monasterios y catedra-
les. Claro que la explicación oficial es la de que fue una
señal divina para construir la nueva fe. Si bien, es una
teoría más, eso no se adapta a los auténticos hechos
históricos ni simbólicos de la antigüedad.
Artemisa fue la figura central del Templo de Artemisa
en Éfeso y del cual, desgraciadamente, queda bien
poco. La versión oficial de la construcción del templo
difiere en 200 o 300 años, según la fuente, hasta el año
800 antes de Cristo.
El enigma de la Virgen
Ex voto Galo
16
Jupiter Heliopolitanus. En realidad representación de
una mujer con el niño
P ero el templo al que llaman “arcaico” –un
término mal usado por contener actualmente
una connotación de primitivo y en formación-
, supera con creces los tres mil años. Y ya que men-
cioné Troya al principio de éste artículo, quisiera sub-
rayar que de entre los pocos restos que J.T. Wood
(1870) y D.G. Hogarth (principios del siglo XX) saca-
ron a la luz, hay unos que representaban la Batalla de
Troya.
Es conocido que muchas de sus piedras o bloques se
utilizaron para otras construcciones, una norma que
se ha dado con frecuencia en la historia, pero el lector
ha de conocer que si ha estado en Estambul, en la
primera iglesia construida con cúpula llamada Aya
Sophia, varias de sus columnas pertenecieron al se-
gundo templo construido de Artemisa en Éfeso. Una
representación que se tornó famosa en la época
muestra la antigua imagen de lo que ahora llamaría-
mos “El Ángel Gabriel”, ya que posee una espada y
alas. ¿Cómo se explica que el templo fuera acusado
de demoníaco y arrasado posteriormente por los cris-
tianos en su futura reforma y luego persistieran estos
símbolos hasta la actualidad? ¿Qué tipo de sincretis-
mo es ése?
El ángel alado como la Virgen, vino del cielo y por eso
se le representa con alas.
Una de las características principales de Artemisa es
que era virgen. Además, en las figuras representadas
en Éfeso, parece que estaba flanqueada por dos cor-
deros o carneros. Desgraciadamente, se les ha corta-
do la cabeza y patas en todas las figuras que he podi-
do observar. Quizás debido a la inscripción que colga-
ba hace siglos desde el principio de la cristianización
del territorio y en donde se leía: “Al destruir la engaño-
sa imagen del demonio Artemisa, Demeas ha erigido
éste símbolo de la Verdad, el Dios que aparta a los
ídolos y la Cruz de los sacerdotes, símbolo victorioso
e inmortal de Cristo”.
Lo más impresionante de Artemisa es que como indi-
can las escrituras en la Biblia, ella era también la gran
diosa Diana, aquella que cayó proveniente del Cielo,
de Zeus. Y efectivamente, los habitantes de la antigua
Éfeso conocían que “Ella había caído del Cielo”. Ella
es más fuerte que los leones (representación del dios
sol – la esfinge) y a sus flancos se hallan los dos
búhos de la sabiduría, los dos hijos, las dos encarna-
ciones.
Artemisa, la de las palmas de las manos levantadas
semejantes a las de la diosa Tanit, cuyas manos aún
se alzaron más, fue demonizada por la nueva religión.
En principio, en la representación atribuida a la diosa
Tanit figuraba la luna y un círculo –un orbe-, imagen
que con el tiempo se desarrolló en un triángulo, y lue-
go en una figura humana, supuestamente femenina.
Esta figura que menciono tiene las manos alzadas
casi siempre. Diana también posee la luna en su ca-
beza.
El enigma de la Virgen
Gabriel: representación del auténtico Dios antiguo
17
Tanit
“Maria Orante” (Tarragona)
No es casualidad que los primeros monarcas Francos incluyeran en sus tumbas imágenes de pentagramas y bolas de cristal o orbes. Los Francos Salios adoraban, antes de ser cristianizados, a la diosa Diana. Aunque esto último podría tener que ver también con su insis-tencia de que eran descendientes del Mesías y por esa causa, de su Derecho Divino al trono, ya que los Mero-vingios aseguraban que poseían la sangre –ahora lla-maríamos uniones genéticas- con los Desposini, es decir, los descendientes de Jesús que según datos históricos existentes, habrían establecido y conducido la Iglesia Cristiana en Jerusalén hasta que los soldados romanos ordenados por el Papa Silvestre I y el credo de Nicea los persiguiera y exterminara, al menos en su mayoría (desde entonces los pastores en el Este fue-ron de origen no-judío). La Contra Haereses o “Contra las herejías” de Epifanio de Salamina (o de Chipre) del siglo IV ayudó a ello.
La Virgen Orante. Fondo de copa: las 3 marías
El enigma de la Virgen
18
L uego desaparecieron hasta la llegada de los
Merovingios, al menos aparentemente. Sin
embargo, insisto en que la coincidente vene-
ración de la diosa por parte de otras tribus francas,
venidas del Este precisamente, así como mismas re-
presentaciones mucho más antiguas esparcidas por
todo el mediterráneo, norte de Europa y Este, sugie-
ren que la Virgen era mucho más antigua. La variación
en su imagen varía lógicamente con el transcurso de
las épocas y tiempos, pero existen 2 o 3 rasgos comu-
nes difíciles de asimilar como una simple coincidencia.
El conocimiento de que existía una diosa madre ante-
rior al cristianismo fue adoptado por la nueva religión.
De éste modo, se eliminaba la antigua para crear una
nueva, en una especie de transición, ocultamiento y
transformación conveniente. En la necrópolis paleo-
cristiana de Tarragona se encontró una losa con una
figura extraña, en la que se representaba una mujer
con un velo y las manos alzadas y se le dio el nombre
de “La orante”, como representación de los primeros
dibujos atribuidos a la Virgen María. Efectivamente, se
trata de la “Virgen Orante” representada o vista en
catacumbas italianas, por ejemplo.
Pero las manos alzadas son, uno de los elementos
ritualísticos de los Templarios. En éste sentido, hay
que mencionar que la única imagen de la Edad Media
que he encontrado y que ha perdurado hasta nuestros
días, es la de Ataulfo, rey de los visigodos, después
de Alarico I y se encuentra en el antiguo convento de
los Templarios en Barcelona. Parece que los templa-
rios conocieron este hecho y en su culto adoptaron
esta forma, la de las manos alzadas.
Existieron y aún existen muchos emplazamientos que
se señalan como “tumba de la Virgen”. Desde Jeru-
salén, por supuesto para la Iglesia Cristiana y orto-
doxa, hasta el Pakistán, de modo que su estima no es
exclusiva de una sola religión; para los musulmanes
también tiene gran importancia. En Pakistán existe en
la colina de Murree el lugar conocido como Mai Mari
da Asthan, de hecho Murree puede provenir de Ma-
rium o María. También se conoce que Maria pudo ser
enterrada precisamente ¡en Éfeso! Su fama hizo que
se designaran muchos lugares en los que pudo ser
enterrada. La evidencia de la veneración de la diosa
proviene del material encontrado en la Biblia hebrea,
de excavaciones en Ugarit y no digamos de los cien-
tos de estatuillas e imágenes encontradas en el territo-
rio.
Ara Pacis de Augusto
Hubo una diosa que se asimiló al Árbol de la Vida, y
ésa fue la que dio origen a las demás hace más de
5000 años. Expertos como Toorn (1998) o Binger
(1997) aseguran que existían tres diosas principales y
que sin duda, la veneración a estas de una forma u
otra, ha perdurado hasta nuestros días (llamadas las 3
Marías).
El enigma de la Virgen
Ataulfo
19
H ubo una diosa que se asimiló al Árbol de la Vida, y ésa fue la que dio origen a las demás hace más de 5000 años. Expertos como To-
orn (1998) o Binger (1997) aseguran que existían tres diosas principales y que sin duda, la veneración a estas de una forma u otra, ha perdurado hasta nuestros días (llamadas las 3 Marías). Cuando se desenterraron unos paneles de marfil en Ugarit observaron una figura a la que llamaron la “Virgen de Anat” y que portaba alas, hace 3500 años, según los arqueólogos. ¿Y qué hay de los dos niños que amamanta? Antiguamente la Vir-gen no portaba uno, sino dos. Encontramos la misma representación en Francia 1500 años después o, lo que es lo mismo, hace 2000 años aproximadamente, o bien en el bajo relieve del Ara Pacis de Augusto en la anti-gua Roma y en donde aparecen las tres diosas y los dos niños.
Se observa claramente que el cambio coin-cidió con el establecimiento del Cristianis-mo en occidente y en oriente, pero las tra-diciones antiguas conservaban estos extra-ños rasgos difíciles de explicar. Las figuras de la Virgen que en la imagen de la dere-cha muestran un solo niño son cristianas, las que muestran dos son de procedencia gala.
Si tanta variación de gentes en diferentes lugares compartía la veneración a la Virgen antes del Cristianismo es lógico pensar que no solamente compartieran este rasgo común, además debía ser la representa-ción de un personaje muy importante dada la magnitud de los santuarios erigidos en el pasado y la expansión de estos.
Al igual que otros personajes bíblicos, si observamos, por ejemplo el caso de José y María, éstos no se men-cionan en los registros históricos contemporáneos en la época que supuestamente existieron. Esta extraña di-cotomía nos recuerda que su primera mención se reali-za hacia el año 110 después de Cristo aproximada-mente. Eso no ocurre en otras religiones. Para el Corán, María es tan antigua –al menos- como Moisés, por lo que al igual que los Persas, tendría oficialmente 3300 años, es decir 1300 años más antigua que lo que se supone.
También es de indicar que Buda naciera del flanco de-recho de su madre Maia o Maya. Teniendo en cuenta que “mai”, “mayo”, “may”, “maiatz”, “mayatz”, “maiou”, “maj”, “Mayis” son los términos en francés, castellano, inglés, vasco, rumano, ruso, griego, polaco, turco, (y hay un largo etcétera) del mes que venera a la Virgen y que éste fuera el del renacimiento y el del árbol sagra-do, nos indica que en la tradición y a pesar de los mile-nios, sigue vigente la idea de la María Original, aquella que vino de los Cielos, descrita en las antiguas escritu-ras.
El enigma de la Virgen
20
21
22
23
E ran las 15:00 horas del 19 de junio de 1998,
otoño en Argentina, Manuel Vilar de 18 meses
de edad se encontraba pasando junto a sus
familiares un día en una casa de Campo en Nogoyá, pro-
vincia de Entre Riós, en un momento de distracción de la
madre que según su testimonio “se encontraba en la coci-
na preparando una torta (tarta)” el pequeño Manuel des-
aparece de la vista de todos. Cuando al fin es encontrado
este se encuentra flotando boca abajo en la piscina, el
agua se encontraba tranquila, lo que hacía suponer que el
niño llevaba al menos 25 minutos en el agua.
Fco. Del Toro
24
A l sacarlo el niño estaba pálido, frio, cianótico, rígido, con los ojos vidriosos y fuera de las órbitas y por supuesto sin
pulso ni respiración . Inmediatamente se le aplican maniobras básicas de reanimación siendo trasladado posteriormente al hos-pital de San Blás en Nogoyá llegando al centro sanita-rio helado y sin signos vitales. Mientras, la madre del pequeño, Alicia Silio, elevaba las oraciones por Manuel a la Beata Maravillas de Jesús, perteneciente a la orden Carmelita descalza, monja a la que Alicia tenía una gran devoción (fue beatificada el 10 de Mayo de 1998, poco más de un mes antes del “milagro” y canonizada el 4 de mayo de 2003 sirviendo este “milagro” como prueba para su santificación).
Madre Maravillas de Jesús, supuesta autora del Milagro
Pero trasladémonos a la sala de urgencia del mencionado
hospital ¿Qué ocurría mientras allí?. El doctor Edgardo La-
barba diagnostica ausencia de latido cardiaco y de respira-
ción, así como, midriasis bilateral (esto es, ambas pupilas
dilatadas). Tras media hora de maniobras de reanimación
cardiopulmonar (RCP) le vuelve el pulso al bebé, quince
minutos mas tarde recupera la respiración espontánea.
Según el médico que lo atendió, Edgardo Labarba, "una per-
sona muere por asfixia por inmersión a los 5 minutos. Según
investigaciones posteriores, el chico estuvo sumergido entre
15 y 30 minutos. A la familia le demandó otros 10 llegar al
hospital”.
Unas vez revertida la parada cardio-respiratoria (PCR) el
pequeño Manuel es trasladado al hospital materno infantil de
San Roque, en Paraná. Allí fue ingresado en coma en la UCI
donde pasó 24 horas.
El pequeño Manuel en brazos del Dr Labarba acompaña-
do de sus padres
Al cabo de estas 24 horas Manuel revirtió completamente
del coma, el cual se creía si no bien iba a ser irreversible al
menos el bebé quedara en estado vegetativo debido la pro-
longado tiempo que se mantuvo en anoxia (falta de oxige-
no).
Pasemos a analizar los hechos desde el punto de vista sanita-
rio.
Hay un detalle de vital importancia en todo este asunto, no
es otro que la administración en el lugar de los hechos de
una RCP básica, esto es respiración boca a boca (en este
caso boca-nariz debido a la corta edad del paciente) y masaje
cardiaco.
La rápida administración de estas medidas proporcionan al
paciente una oxigenación y un bombeo de sangre de urgen-
cia mientras se toman las medidas adecuadas, o sea, una
RCP avanzada, en la cual se utilizan drogas (adrenalina,
atropina) para favorecer la recuperación del pulso mientras
se le es administrado masaje cardiaco (no descargas de des-
fibrilador como nos ponen espectacularmente en las pelícu-
las, estas se utilizan para otras dolencias cardiacas) y la intu-
bación endotraqueal para administrar oxigeno directamente a
los pulmones.
Veamos ahora que dicen al respecto los manuales de RCP y
estos mismos nos darán la explicación a este hecho tan mila-
groso.
Normalmente una RCP no suele prolongarse más de 30 mi-
nutos excepto en cuatro casos:
- Hipotermia
- Ahogados
- Niños (de entre 1 y 8 años)
- Embarazadas
Manuel Vilar
25
¿ Qué nos encontramos en el caso de Manuel Vilar?,
efectivamente, se cumplen tres de estas cuatro
“leyes” de la medicina de emergencia.
Pasemos a explicar los protocolos de actuación en cada uno
de estos casos.
Hipotermia: Se define
como una temperatura
corporal central (TCC)
por debajo de los 35º, el
efecto clínico más im-
portante es la disminu-
ción gradual del meta-
bolismo y del consumo
de oxígeno. Además,
existe una marcada
resistencia de las célu-
las a la hipoxia (bajo nivel de oxígeno en la
sangre).
En la hipotermia ligera
(por debajo de los 30º)
se produce bradicardia (disminución del ritmo cardiaco por debajo de las 50 ppm) arritmias, hipotensión y disminución
del gasto cardiaco.
Por debajo de los 28º aumenta el riesgo de fibrilación ventri-
cular y de asistolia (ausencia de latido).
Se debe de iniciar la RCP convencional (a Manuel se la ini-
ciaron) y aplicar medidas de calentamiento externo (Los
testimonios no dicen nada al respecto, pero todo hace pensar
que el instinto materno y teniendo en cuenta la corta edad
del paciente la madre si bien quizás no lo llevaba abrigado
con una manta o toalla, si lo llevaría en brazos arropándolo
con su cuerpo).
Ahogamiento; Es la muerte provocada por la inmersión en
agua o en otros líquidos. Cuando se produce una recupera-ción tras un daño por inmersión se le llama pseudoahoga-
miento o casi-ahogamiento (entonces en el caso que nos
ocupa estamos ante un pseudoahogamiento).
El pseudoahogamiento puede asociarse a otras lesiones: me-
dulares (zambullidas), embolismo aéreo (buceo) o hipoter-
mia.
Llegados a este punto ya tenemos a nuestro pequeño Manuel
con hipotermia producida por su pseudoahogamiento.
Al igual que en el caso anterior se debe de iniciar la RCP
básica (volvemos a insistir, se le realizó).
La RCP avanzada (la que posteriormente se le realizó en el
hospital) se debe de prolongar si es necesario incluso una
hora, el motivo, cuando se produce una hipotermia (en un
ahogado o pseudoahogado se produce) se produce una baja-
da de consumo de oxígeno a nivel celular, por lo tanto el
cerebro no necesita de la cantidad de oxigeno que recibe en
circunstancias normales e incluso la muerte celular se retras-
a.
Recordemos una vez más las palabras del Dr Labarba:
" Una persona muere por asfixia por inmersión a los 5 minu-
tos. Según investigaciones posteriores, el chico estuvo su-
mergido entre 15 y 30 minutos. A la familia le demandó
otros 10 llegar al hospital."
De lo que se deduce que pasaron sobre 40 minutos hasta que
Manuel recibió RCP avanzada, pero se le administró 20 mi-nutos de RCP básica, y vuelvo a insistir, vitales para mante-
ner la oxigenación celular.
A la media hora de la RCP avanzada recuperó el pulso, esto
no es nada de extrañar puesto que se han comunicado casos
de supervivencia y sin daño neurológico por hipoter-mia sobre todo en niños incluso después de una hora reali-
zando maniobras de RCP.
A esto último añadir, aunque se trataba de un adulto, y por
circunstancias profesionales, he sido testigo como después
de una hora de RCP avanzada se le devolvía “la vida” a un
ahogado que no recibió ningún tipo de RCP básica mientras lo transportaba un barco pesquero tardando aproximadamen-
te unos 20 minutos al lugar donde estábamos esperando para
iniciar la asistencia, entre la medicación propia de estos ca-
sos, se le administraba suero caliente por vía intravenosa
para revertir la hipotermia.
En una entrevista concedida por el padre José Francisco Guijarro, sacerdote español perteneciente a la congregación
para las causas de los santos, a la periodista Carmen Porter
(Misterios de la iglesia, ed. EDAF) el sacerdote exagera “un
poco” el caso para hacerlo mas impresionante y digno de
milagro, contradiciendo el testimonio de la madre y del per-
sonal sanitario.
Cito textualmente: “ Es un proceso de milagro hasta ahora,
que yo sepa, no ha habido ninguno de este calibre. El peque-
ño se ahogó en una piscina y a juicio de los médicos estaba
cadáver cuando llegó al hospital. El sábado lo llevaron al
Instituto Anatómico Forense y cuando el lunes fueron los
médicos para hacerle la autopsia, se dan cuenta de que em-
pieza a latirle el corazón. La madre del niño se había enco-
mendado a la beta Maravillas de Jesús, todos la dijeron que
estaba loca, que el niño había fallecido. Lo tuvieron, creo,
incluso en un frigorífico de los del hospital. Yo, cuando
hablé con un médico de aquí, me dijo que no puede un cuer-po mantenerse en vida si se congela un tiempo determinado
de horas”.
Creo que después de leer los hechos narrados por los testigos
estas declaraciones no merecen comentario alguno.
Manuel Vilar
26
Aquí estoy de nuevo, he vuelto.
Las pilas las tengo totalmente cargadas y vuelvo con mucho ánimo. Los que habéis in-
tentado que me aburriera y/o me quemara, muchas gracias. Gracias porque me habéis
hecho un Ave Fénix, he renacido de mis propias cenizas.
A ti que dijiste que tenías que hacerte famoso y vivir del Misterio a toda costa.
A ti que sacas misterio de donde no hay porque hay que vender y mantenerte en el can-
delero.
A ti que te aprovechas de lo que hacen los demás y parece que eres el único que conoce
el caso y por supuesto le das tu "toque personal" exagerándolo a la enésima potencia.
A ti que me entrevistas en la radio y jamás emites el programa porque no te interesa que
se sepa la verdad.
A todos gracias por haber hecho que me anime y vuelva para contar la verdad, esa ver-
dad "que no vende" y habéis hecho que huela a podrido.
Fco. Del Toro
27
M arte, el cuarto planeta en proximidad al Sol, es sin ningún género de dudas, el que más se asemeja a la Tierra en todo el sistema
solar. La inclinación de su eje es de 24,935 grados, siendo el de la Tierra de 23,5. Su periodo de rotación sobre su eje es de 24 horas, 39 minutos y 36 segun-dos, mientras que la Tierra lo hace en 23 horas, 56 minutos y 5 segundos. Al igual que nuestro planeta, no es una esfera perfecta, sino que presenta un achata-miento en los polos y un ligero abultamiento en el ecuador. Tiene cuatro estaciones, casquetes polares, montañas, desiertos, volcanes y tormentas. La gran diferencia con la tierra es la falta de vida, pero, ¿la tuvo alguna vez? Desde siempre, el planeta rojo ha planteado gran número de enigmas ¿Existió vida en Marte? ¿Existe vida a nivel bacteriano en la actualidad? ¿Hubo ríos y mares de agua en su superficie? ¿Hay agua congelada en sus polos? Y así podríamos seguir planteando preguntas cuyas respuestas nos llevarían a nuevas preguntas, ya que de haber existido vida, o agua, nos plantea la duda de por que desaparecieron. Por su cercanía, será el próximo lugar del espacio donde pondrá el pie el ser humano. El largo trabajo de enviar una nave tripulada comenzó a principios de la década de los 70 con el envío de sondas de la NASA, la Mariner 9, Viking 1 y Viking 2, que orbitaron el planeta y enviaron miles de fotografías a la Tierra. Si bien las imágenes enviadas confirma-ron la inexistencia de ríos o mares, algu-nas de ellas presentaban diversas ano-malías, y sobre esas imágenes nos cen-traremos. Las primeras anomalías se de-tectaron en unas fotografías realizadas por la sonda Mariner en 1972, pero no sería hasta 1974, cuando en un artículo
escrito por Mack Gipson y Victor K. Ablordeppy, se señala que en un área de Marte denominada el Cuadrángulo de Elysim, se observan estructuras trian-gulares y piramidales en la parte oriental del mismo. En estas imágenes, “la B MTVS 4205-3 DAS 07794853” y “MTVS 4296-24 DAS 12985882”, también se puede observar que las estructuras proyectan som-bras triangulares y poligonales, calculándose así el diámetro medio de la base de las estructuras piramida-les en aproximadamente 3 kilómetros y de seis kilóme-tros para las estructuras poligonales. Otra imagen, captada por la Mariner en esta ocasión y con el número 4205-78, muestra con claridad cuatro pirámides de tres caras alineadas y pareciendo seguir un patrón de alineación definido, semejante al de las pirámides terrestres. Carl Sagan, astrónomo de la uni-versidad de Cornell, dijo de esta fotografía: “Las mayo-res tienen tres kilómetros de anchura en su base y un kilómetro de altura, mucho mayores que las pirámides de Sumer, de Egipto o de México en la Tierra. Parece que estén erosionadas y que sean muy antiguas y quizá se trate solo de pequeñas montañas erosiona-das por la arena durante siglos, pero creo que mere-cen un examen detallado”
Juanfra Romero
Imagen 4205-78 obtenida por la Mariner 9 del cuadrángulo de Elysium
28
E n principio, esta imagen que no es de muy buena calidad, no pasaría de ser una mera anécdota, y no serían muchos los científicos
interesados en hacer estudios sobre ella y sus “pirámides”, pero algún tiempo después, en 1976, otra imagen obtenida por la sonda Viking 1 de la zona conocida como Cydonia, a 40 grados de latitud norte, esto es, casi en el extremo del planeta opuesto a Ely-sium, revela la existencia de otras formaciones pirami-dales. La imagen, tomada a 1.500 kilómetros de alti-tud e identificada como 35A72, muestra una extensión de aproximadamente 50 x 55 kilómetros y en ella pueden observase una serie de accidentes geográfi-cos que podrían no ser naturales. En un primer vistazo la imagen presenta el paisaje de una meseta con coli-nas y cráteres. Sin embargo, al observar detenida-mente, la escena parece organizada y estructurada de una manera que denotaría cierta inteligencia, como para ser considerada como meros accidentes natura-les del terreno. De hecho, cuanto más se fue exami-nando la imagen, mayores eran los indicios de que podría tratarse de un conjunto de enormes ruinas mo-numentales sobre la superficie del planeta. El doctor en astronomía Tobias Owen fue quien se percató de que además de las formaciones piramidales, en la parte superior derecha de la imagen se observaba una “cara” que a tenor de la claridad con la que se mostraba, debía tener unas dimensiones gigantescas. La NASA, a quien en realidad se le había “escapado” esta fotografía, rechazó de manera oficial
en un comunicado de prensa la imagen de la cara, atribuyendo la misma a una ilusión óptica producida por la luz y las sombras y durante algunos años, no se volvió a habar de “la Cara de Marte” En 1980, la imagen de la Cydonia volvió a la actuali-dad, ya que Vincent DiPietro, informático del centro de vuelo espacial de Goddar de la NASA, cuya sede se encuentra en Maryland, descubrió otra imagen de la Cara en la fotografía enviada por la Vikgin 1 con el número 70A13, en la que también se observan tanto la cara como las pirámides. Dicha imagen, fue obteni-da 35 días marcianos después de la 35A72, con unas condiciones de luz distintas, lo cual hacía posible esta-blecer comparaciones visuales entre las dos imágenes y ponía en duda la explicación oficial de la NASA Tras el estudio comparativo de ambas imáge-nes, las primeras conclusiones son que la Cara tiene una longitud de 2.6 kilómetros desde la parte superior de la cabeza hasta la barbilla, 1.9 kilómetros de an-chura y algo menos de 800 metros de altura. Sin des-cartar aun que pudiera tratarse de una montaña ero-sionada por los fuertes vientos marcianos, los analis-tas afirman que la Cara presenta simetría bilateral, presentando un aspecto prácticamente humano y al realzarlas con un programa informático, se aprecian nuevos detalles, entre ellos los dientes de la boca, líneas bilaterales sobre los ojos e incluso un tocado en la parte superior de la cabeza, muy similar a los toca-dos de los antiguos faraones egipcios. Según declaró el doctor Mark Carlotto, experto en procesamiento de imágenes, “los rasgos faciales aparecen en las dos imágenes de la Viking, poseen formas coherentes y se hallan estructuralmente inte-gradas en el objeto, en consecuencia, no pueden de-berse al azar ni a un engaño producido por el proceso de restauración y realce de la imagen”
Imagen 35A72 de la sonda Viking 1 obtenida en 1976
Enigmas de Marte
29
Enigmas de Marte
A mbas imágenes de la Viking 1, además de la sorprendente Cara, muestran diversas ano-malías más. La pirámide llamada D&M, a 16
kilómetros de la Cara, que al igual que la gran pirámi-de de Egipto presenta una alineación norte – sur prácticamente perfecta con el eje de rotación del pla-neta, así como una serie de elementos que investiga-dor Richard Hoagland identificó, como el llamado “Fuerte”, que posee dos bordes rectos, la “Ciudad” que describe como “una disposición notablemente rectilínea de estructuras salpicadas por varias pirámi-des mas pequeñas, formando algunas ángulos rectos exactos con las estructuras mayores e incluso “edificios” más pequeños de forma cónica”. Más ade-lante, investigadores ingleses identificaron la conocida como “Pirámide NK”, situada a 40 kilómetros al oeste de la Cara, así como la “Plaza de la Ciudad”, un grupo de cuatro montes centrados en torno a un quinto mas pequeño, presentando una configuración que sugiere la disposición de dos ejes de coordenadas, ya que resulta estar situada en el centro exacto de uno de los lados de la “Ciudad”. Según todos los investigadores, las estructu-ras no son fractales, esto es, que sus contornos han sido explorados y evaluados como artificiales y no co-mo naturales por los mismos ordenadores que se utili-zan en la guerra para señalar con precisión la posición de tanques, artillería camufladas y objetivos a bombar-dear
Trazos geométricos realizados por los investigadores de Glasgow de la zona de Cydonia.
Imagen 70A13 obtenida 35 días después y desde un ángulo distinto
30
M ientras la comunidad científica solicitaba a la NASA que las sondas realizaran nuevas fotografías de Cydonia, el organismo espa-
cial americano hacía oídos sordos, y se remitía al co-municado ofrecido en 1976, con lo cual se cerraba cualquier posibilidad de realizar nuevas comparativas, ya que el resto de misiones enviadas a Marte corres-pondían a la antigua Unión Soviética y aún hoy en día, sus archivos no han podido ser revisados en su totali-dad. El hecho de que estas imágenes llegaran a la luz pública, se debió a un error de la NASA. A raíz de lo ocurrido, el Congreso de Estados Unidos promulgó una Ley en la cual, entre otras posibilidades de desin-formación, indicaba que la NASA dispondría de 6 me-ses de estudio de cualquier dato obtenido en la carre-ra espacial antes de hacerlo publico y además otorga-ba el derecho a no revelar “determinados tipos de in-formación clasificada que pueda comprometer la se-guridad nacional”. No hay que olvidar que la NASA nació al amparo de la guerra fría, y en principio, el único objetivo era ganar la carrera espacial a la URSS. Es un organismo que no responde a los ciudadanos norteamericanos, ni si quiera al Congreso o Senado, sino que depende direc-tamente de la cúpula militar. A pesar de todo ello, si tanto la Cara como las pirámi-des de Cydonia son simples efectos ópticos, ¿Por qué la NASA no volvió a realizar fotografías hasta casi 20 años después? Ocurrió el 5 de abril de 1998. La Mars Global Surve-yor, pasó a 444 kilómetros sobre la superficie de Mar-te, realizando una serie de fotografías en la zona de Cydonia, con una resolución de 4.3 metros por píxel, una resolución diez veces mayor que las obtenidas por la sonda Viking. El día 6, cuando la imagen en bruto se publicó en numerosas paginas de Internet, las palabras “no es una cara” aparecieron en casi to-das ellas. En esa imagen, los rasgos de la Cara apa-recían como una seria de dunas y crestas, como si los ojos de la Cara se hubieran reducido a cicatrices. La NASA, había dejado sin cara a Marte.
Viking 1
Mars Global Surveyor
Pero no ocurrió lo esperado por parte de la NASA. Lejos de que el tema de la Cara se olvidase, las extra-ñas circunstancias que rodeaban a las imágenes de la Mars Global Surveyor, no consiguieron otra cosa que crear un mártir. A pesar de no considerar Cydonia como un objetivo científico durante más de 20 años, la NASA decidió que el primer objetivo una vez situada en orbi-ta la Mars Global Surveyor fuera fotografiar dicha zo-na. De manera sorprendente, la cámara había acerta-do en su objetivo a la primera y había enfocado direc-tamente a la Cara con una exactitud pasmosa. No so-lo eso resulta extraño. A las pocas horas, la imagen se había hecho pública, obviando los seis meses de pla-zo para el estudio de datos del que disponen. En este intento desesperado por parte de la NASA de enterrar el fantasma de la Cara, alguien debió olvidar que la Cara no es sino una más de las muchas estructuras anómalas de Cydonia, a las que ni siquiera se llegó a fotografiar. Como veíamos al comienzo del artículo, Marte presenta demasiados interrogantes, y la actitud de la NASA con respecto a los enigmas no hace más que aportar nuevas preguntas. ¿Se trata de ocultar que existió vida en Marte? ¿O quizá que aún sigue exis-tiendo?
Enigmas de Marte
31
32
David Outeiro Fernández
http://www.facebook.com/profile.php?id=514685421&sk=info
gz_breogan@hotmail.com
33
Echtra Nerai, la aventura de Nera, el valiente guerre-ro.
U n antiguo escrito irlandés del Ciclo de Uls-ter cuenta una vieja historia en la época oscura de Samhain. La historia mítica nos
habla de la Nera Echtra. La aventura de Ne-ra. Esta historia es una vieja herencia que narra de las aventuras de un valiente guerrero cel-ta. Pero, aunque nos parecen viejos y lejanos, veremos que las azañas que se describen encajan con el viejo Sámanos galaico y el Magusto y ac-tual. Las puertas están abiertas, así que, vamos a ver lo que traemos ... "La noche de Samhain había llegado al reino de Con-nacht y Óenach en el pasado esta celebración trans-curría en Rat Cruachna. El rey Ailill y Mebd Reina estu-vieron presentes en este palacio. El rey estaba dispues-to a poner a prueba a la gente ofreciendo su valiosa espada con empuñadura de oro a cambio de una haza-ña. Su espada sería para aquellos que se atrevieran a poner una cinta a los prisioneros que fueron ejecutados el día anterior. Los prisioneros fueron juzgados y conde-
nados a morir ahorcados en la asamblea de Samhain. Estos no pudieron evitar su sorpresa ante tal oferta por-que era una noche muy peligrosa y aterradora. Ya sabe-mos que la barrera entre los vivos y los muertos se des-vanecía. Pero había un valiente guerrero presente en la celebración: Nera. Fue él quien aceptó la propuesta. Nera se pone una armadura y va al lugar donde se en-cuentra la horca. Cuando le coloca las cintas, uno de los ahorcados le dice al guerrero que tenía que llevarle de beber. Nera acepta y el ahorcado elogia su comporta-miento Debido a esto, tendrá que llevar al ahorcado a sus espaldas hasta que encuentre agua. Entonces el guerrero llevó al ahorcado hacia una casa , pero el fallecido se negó a entrar ya que estaba rodeada por un lago de fuego. Continuó hasta una segunda, pero la encontró rodeada por un lago de agua, por lo que fue obligado a continuar. Llegaron a una tercera casa, don-de, finalmente, el fallecido sació su sed. Después de tomar la tercera copa, el hombre ahorcado escupió en el rostro de los habitantes de la casa provocándoles la muerte. Teniendo en cuenta esto, Nera lo devolvió a la horca. Nera regresa y va en busca de Ailill, pero haya la forta-leza destruida por las tropas de los Sidh, el ejercito del más allá. Nera después de esto entra en la cueva de Chruachain, una entrada de los Sidh. Dentro, ya, da con las cabezas cortadas de los habitantes de Rat Cruach-na . El guerrero es descubierto por los habitantes de los Sidh, y para entrar, se ve obligado a proporcionar leña. Con el tiempo y antes de la siguiente Samhain, un com-pañero de Nera en los Sidh le dice que vio una imagen de la destrucción de Cruachna pero que no era real. Lo que Nera vio no era una visión, era una premonición de lo que sucedería el Samhain siguiente. Nera regresó con su gente llegando a recibir la espada del rey. Pero el tiempo que había pasado en Sidhe era mucho mas
dilatado que el tiempo del mundo de los hombres. Su gente fue advertida de que se preparan para atacar a los Sidh en el caso de que se produjera una nueva apertura durante este Samhain. Los guerreros de Con-nacht vencieron a los Sidh y consiguió importantes teso-ros aunque el valiente Nera quedó en el mundo del más allá hasta el fin de los tiempos. " ¿Cómo podemos comprobar que Nera es un guerrero que tiene la capacidad para moverse entre los vivos y los muertos? Vamos a analizar esta narración. La etimología de su nombre nos trae la "fuerza, grande-za", y también el "jefe". En el viejo galés nos trae la pa-labra "nar", que quiere decir, jefe. En gaélico "ner" sig-nifica jabalí, animal relacionado con la fuerza y los gue-rreros. En la antigua Kalláikia, al sur del Cabo de Fiste-rra, se produjo un Trebas llamado "Neros" (Nerii en latín) también se relaciona con este significado. Neros / Nero viene de la NERIOI celta que significa "viril, lleno de fuerza masculina" adjetivos de Neros "macho, varón" . Debemos señalar que en la historia de Echtra Nera, el ahorcado alaba a Nera llamandole "viril" por ayudarle. Neros / Nero es el nombre que se daba a si mismo esta tribu,pero en otras tribus eran conocidos por el nombre de Supertamaricos en época latina, o ante-riormente como ALLOTAMARIKOI o ALNOTAMARIKOI (tribus calaicas, Higino Martins. P 191). Estos pueblos, que recibieron su nombre porque vivían al otro lado del Tamara-Tambre, un río temido, peligroso y relacionado con la diosa y la oscuridad. Según Higino Martins en su obra, este es el origen del nombre del río, la definicion de la oscuridad ... similar al Hades, el Gjallr escandina-vos, o el río de las olas negras que tenemos que pasar para llegar al país más allá: Tuoni. Similares nomencla-turas alberga el famoso río Támesis en Londres.
Viaje a Eire y Kallaikia
Rio Tambre (Coruña)
34
O tro aspecto interesante de Nera es el hecho de tener que atar a los ahorcados. El hecho de atar-los, significaría que sus almas no salieran del
cuerpo que utilizan durante su vida. Pero a su vez pue-de tener un sentido psicopompo , es decir, el llevar las almas hacia el mas allá. Este vinculo entre los lazos de conducción de las almas al otro mundo está presente en el Dios Oghmios galo (Irlanda OGMA), que tiene una cadena que atraviesa su lengua y por la que lleva a los hombres atados por las orejas. Sin embargo, esta cade-na puede ser una representación simbólica de su carác-ter persuasivo y sabio. Oghmios tiene la capacidad, por lo tanto, persuadir a los hombres y llevarlos hasta los confines de la tierra.
El carácter de las ligaduras y su carácter negativo como anudador del alma se encuentran en las creencias ac-tuales de Galicia. Cuando se produce un ahorcamiento, la gente evita hablar de la víctima, ya que las almas de los ahorcados permanecen en el lugar de la horca. Esto se debe al hecho de que el acto de suicidarse por medio de una cuerda, se supone que su espíritu permanece en la zona y se manifiesta a veces por pequeñas luces que pueden verse en este lugar. La aparición de estas luces está relacionado con una muerte violenta, que aparece hasta que se bendiga el lugar o la resolución del caso. Con estas creencias se encontró Vicente Risco: "En el Castro de Caldelas se suicidó una persona y al poco se veían unas pequeñas luces en lugar de suicidio." Otro aspecto de la mitología gallega y del alma que se apare-ce para ser "redimidos de sus actos " y que las almas puedan ser liberadas. Pero tenga cuidado, actuando en contra de la recomendación de los fallecidos en cuanto a la forma de redimirlos, ya que nos pueden llevar con ellos. En el Segundo Concilio de Braga, del año 572 , se cita: "No es lícito para los obispos y sacerdotes, hacer hechizos y ligaduras".
Nera, Oghmios, Cuchulainn y sus paralelos en Kall-áikia Con respecto al aspecto de las ligaduras y de la guerra aparece en el "panteón" gallego la figura de Bândua. Uno de los hallazgos descubiertos en el campamento romano de Banhos de Bande (Aquis Querquernis) nos lleva a una representación de la deidad que dio nombre a la denominación de la comarca. Consiste en una figu-ra de un dios guerrero que tiene una cuerda en el pe-cho. Este lazo que envuelve su pecho se corresponde con el de Oghmios e incluso con el nombre de Bandua, los cuales estan relacionados: * Bhend, "atar" (A. Pena Granha). Esta anudadura supone un vínculo entre las fratrías a las que rinden culto. Su nombre aparece en relación a varios epítetos que denotan sus cualidades: Aposolego "fuertes en la victoria", Cadogus "luchador ", Aetobrigus "fortaleza de los fogosos" o "fogosamente fuerte", Roudeacus "rojo" (relacionado con el color de los guerreros), etc. El epíteto Aposolego es claro en relación con su fuerza en la batalla. Citando a Blanca García-Fernández Albalat (1990, pp 185-1909, "La victoria en este Dios no sería más que la derrota del enemigo después de la inmovilización de los miembros con sus lazos mágicos" . Otra cita de la mis-ma autora dice: "Estas son habilidades que se registra-ron en las deidades indoeuropeas: la de atar, unir, implí-cito en el nombre de su guerrera y derivan los epitetos y la "interpretatio" Por esta causa debemos deducir que existe cierta similitud entre este tipo de divinidades y Bandua. Ahora bien, si está claro que las comparaciones con los dioses del mundo Indo-Europeo dan explicación a la relación existente entre los lazos mágicos y la guerra, todavía quedan por resolver dos características que afectan a Bandua: la confusión actual entre Marte y Mercurio (39) y la relación con las comunidades. La primera, a nuestro entender, sólo se puede resolver dentro del panteón celta y su particular concepción de la guerra y la magia. La segunda incógnita se revela como nueva dentro de las religiones Indo-Europeas, con el fin de investigar si los dioses de los lazos dirigen a un gru-po particular de personas o si se ha formado después cofradías siguiendo o imitando los dioses de los lazos". Con respecto a su posición, hay que decir que en algu-nos dioses como el Odin germánico, es su primera fun-ción, pero también se le atribuye el aspecto oscuro de. Bândua es un dios guerrero, pero también puede estar relacionado con el agua, de hecho, hay aguas termales en el área de Aquis Querquernis . La misma relación que puede estar presente en Bormánico, del Proto-IndoEuropeo "bhreue" (punto de ebullición, efervescen-cia violenta). Pero hay que tener en cuenta que Bândua tiene relación con Coso y Marte, que se identificó erró-neamente con este último debido a la ignorancia de los arqueólogos o los historiadores. Los dioses aparecen "reclutados" por las tropas romanas, debido a su carác-ter, lo demuestra el título de "Martis socio Banduae". Coso y Bândua son dos versiones galaicas, en mi opi-nión, de la misma divinidad. En el caso de Coso, que aparece donde no lo hace Bandua y al revés, es un dios guerrero pero también es un dios vinculado a las aguas y la confluencia de estas.
Viaje a Eire y Kallaikia
35
Viaje a Eire y Kallaikia
E ste aspecto lo vemos en su "hermano" del
norte de Gran Breta-ña y Francia:. Conda-tis. Estos aspectos aparecen claramente en Aquis Querquer-nis . Un dios guerrero vinculado a las fratr-ías galaicas que per-tenecería a las tropas romanas, pero tam-bién a los ríos y ma-nantiales de agua caliente. Esto no es extraño, ya que mu-cho de lo que tene-mos por romano en Galicia realmente es una nueva for-ma de ver reflejada la cosmovisión galaica celto-atlántica: Nuevas formas de las viejas formas. La muerte del gran guerrero Cuchulainn en Muirthemne nos aporta un dato de gran interés: Cuando al guerrero irlandés le llegó su hora en el campo de batalla atado por la cintura a una columna de piedra. El guerrero muere dignamente marcado el trágico final por un cuer-vo que se posa sobre él. Este cuervo es Badd (la tríada de Morrigan y Macha), el mismo cuervo de mal aguero para los gallegos, la antigua diosa de la mitología galle-ga llamada "La Lavandeira" que a su vez está relaciona-da con un pájaro de este mismo nombre. Volvemos a encontrar la misma simbología ligada a la guerra y el último viaje guiado por Oghmios. Pero si nos fijamos en la historia de Cuchulainn podemos tomar datos de in-terés. El nombre original de este heróico personaje era Setanta. Este, en una ocasión, de niño, fue a visitar a su padre adoptivo a la casa del herrero Culann. En ese momento, tuvo que enfrentarse el perro del herrero, viéndose en la obligación de matarlo. Setanta se com-prometería a hacer de guarda a Culann por ocasionar la
muerte de su perro, y por eso adoptó el nombre de Cu-chulainn, el perro de Culann. El profesor An-d r ew P ena Granha dice r e s p e c t o : " S e t a n t a " "Caminante "y" Ogmios " son la misma cosa, representa al dios sol en su aspecto deca-dente y psico-pom po . La muerte acciden-tal del perro de Culann intensifi-ca el carácter psicopompo. La última fase de Dios, como Odin, en su muerte, defendiendo a sus compañeros. Ambos se unen al árbol para morir luchando, y sus lazos sirven después para arrastrar a sus colegas caídos en el com-bate, hacia el más allá " . Blanca García Fernández-Albalat dice al respecto: "Es muy posible que haya habi-do un fuerte vínculo entre Cúchulainn y Ogmios, al me-nos de tipo funcional. Cúchulainn es el hijo de Lug de la misma manera que Hércules es de Júpiter, y por otro lado, Ogmios en la Galia es calificado de Heracles ". Volviendo a Echtra Nerai, encontramos muchos aspec-tos de los que hablamos anteriormente. Esta noche, Nera, lleva a los muertos en busca de una petición al mundo de los vivos. Pero sólo puede llegar a la tercera casa, el último paso del sol, la decadencia del astro, pero también tiene que ver con los poderes mágicos de este número. El paralelismo de los muertos es el mismo que el de los disfraces, el de pintarse la cara con tizo-nes en Magusto (fiesta tradicional que se celebra para Todos los Santos) y pedir comida por las casas, o el hecho de dar una ofrenda a las Animas a cambio de la tranquilidad (la parte por el todo). Por desgracia, en la historia de Nera, el ahorcado no estaba contento porque consideraba que el agua que se le dio a beber no era potable. Luego Nera tiene una visión y accede al mundo de Sidh, donde supuestamente estaría su gente decapi-tada. Para entrar, accede a través de una cueva, una forma de acceso al mundo de los muertos como cuenta la leyenda de la "cueva del búho", el sidh gallego. En el interior, Nera ha aceptado la obligación de llevar leña. El guerrero, incluso llegar a casarse allí. Ya sabemos que los gallegos que se casan con una muerta entran con ella en el gran mundo de los muertos. De regreso a Cruachna Rath, con un tiempo que no se corresponde con el pasado en sidh, alteración que también se pro-duce en la muerte. Finalmente, su gente accede a este mundo, gana, y toma tres tesoros. La consecución de tesoros es constante en la mitología gallega, siempre alrededor de los montículos y las fuertes, y en contacto con los muertos.
36
C reo interesante hacer una nueva reflexión con res-pecto a la etimología de Magusto. Como se señaló anteriormente acerca de Sámanos y Magusto,
Mag es un término que se refiere al pensamiento o Chairá. La Chaira de los celtas es una alegoría del mar, lo que representa el Más Allá. Es por eso que las Óe-nach de Irlanda o las Oinakoi de la antigua Kalláikia se hacían en el suelo. Sin embargo, estas chairas estaban en un lugar elevado y fronterizo. Precisamente esa rela-ción existe en la mitología irlandesa como definición del Mag Rein como Más Allá como Además, la Chaira del mar. Si Magusto se lleva a cabo en las colinas, los puestos fronterizos y visible desde varios puntos de una o varias parroquias, esto nos lleva a este carácter sa-grado del Chairá y la altura como la comunicación con el más allá. Pues bien, si una característica de Magusto es su realización en estos enclaves, ¿podríamos hablar de la raíz Mag como Chaira con estas connotaciones?. También contamos con el elemento del fuego: Ustus, encendido por los druidas de la óenach de Tara. Pero no podemos excluir la posibilidad de que nos encontra-mos ante un término que proviene de una etimología cruzada con algunas características definitorias de la celebración: Mag (Celta) como Chairá, Mago (Latino) como un druida, y después el elemento del fuego.
La pervivencia de las deidades conductoras de Áni-mas en la religión y la mitología de Galicia Estamos hablando por tanto de que en la antigua Eire y la antigua Kalláikia existían no sólo las mismas celebra-ciones, sino también una misma base mítica con símbolos similares. Bandua es un guerrero, un dios rela-cionado con las fratrías Galaicas, pero también con el Dios Oghmios. Esta relación también existe en Nera, un guerrero valiente que es capaz de viajar entre el mundo de los vivos y el mundo de los espíritus, de los Sidh. Finalmente, dice la historia, Nera se quedará en Sidh hasta el fin de los tiempos. Hay evidencias que nos sugieren que San Trocado o Torquato, santo al que se rinde culto en un monte de una parroquia de Bande, puede ser una forma cristiani-zada de Bandua. Las reliquias de este santo, se en-cuentran, supuestamente, en Santa Comba de Bande. En esta misma iglesia, había un altar consagrado a este dios, ahora desaparecido. Debemos tener en cuenta que en irlandés antiguo, "torc" equivale a jabalí. En la Península Ibérica hayamos el epigrafe TVRCAVDI, sig-nifica "rico en jabalíes." Por lo tanto, la nomenclatura de este santo nos puede remitir a la relación entre el jabalí, el guerrero y la fuerza presente en Nera y Bandua. Pero Torquato, tiene que ver con "el portador de jabalíes "
Otro aspecto de los dioses, es la relación con el carác-ter militar de los pares, la búsqueda de la relación porta-dor- divinidad guerrera. Este vínculo se observa en al-gunos epigrafes, entre los cuales esta el de Forno de Algrodes (Beira Alta, Portugal) que dice "tatideaicus" (padre de los condecorados). Con respecto a Oghmios y la conducción de Animas al Más Allá no podemos finalizar este artículo sin hablar de ciertas apariciones nocturnas: La estântiga, compaña, estadeia, hoste, etc. En la mitología gallega del S XX-XXI aun tenemos pre-sente el carácter de este dios. La compaña aparece co-mo una comitiva de espíritus que nos puede llevar con ella en su deambular eterno. En algunas ocasiones, la comitiva aparece encabezada por un fantasma llamado "A Estadeia". Este fantasma es, probablemente, el here-dero de Oghmios Bandua, dios psicopompo.
Viaje a Eire y Kallaikia
37
Viaje a Eire y Kallaikia
O tras pruebas que se tienen en torno a la creencia de que la hoste puede ir dirigida por Bode. La hoste es un ejército de almas, una de las aparicio-
nes de Nuestra Tierra, al igual que los espíritus de las antiguas fratrías galaicas. En el caso de Bode creo que se pueda tratar de nuestro Bandua. Los autores del magnífico "Diccionario de los seres míticos gallegos" asocian a Bode con Odín, Wotan o Wode. La similitud entre Bandua y Odin es evidente y más teniendo en cuenta que los pueblos celtas y germánicos son pueblos próximos, pero creo que es necesario tomar en cuenta la hipótesis de que Bode sea en realidad Bandua. En algunas ocasiones ests comitivas aparecen en las cer-canias de las parroquias, en antiguos territorios sagra-dos celtas. En su recorrido se aparecen en las encruci-jadas, como los "lares viales". No hay duda con respec-to a estas apariciones similares a "Ankou" bretón o Sluagh escoces son la memoria de los guerreros dirigi-dos por Oghmios o Bandua que ahora salen en su eter-na marcha al caer la noche. Pero eso, queridos amigos, es otra historia.
38
39
1910. Gádor, Almería. Francisco Ortega el Moruno era un enfermo de tuberculosis que buscaba desesperadamente
una cura para su enfermedad. Para ello acudió a la curandera Agustina Rodríguez, quién a su vez le envió al barbe-
ro y curandero Francisco Leona. Al parecer, Leona ya tenía antecedentes criminales y, a cambio de 3000 de los anti-
guos reales, le reveló "la cura": beber la sangre que emanara del cuerpo de un niño y untarse en el pecho mantecas
calientes.
Leona y Julio Hernández el tonto, hijo de la curandera Agustina, se ofrecieron a encontrar al niño. Y así fue como, en
la tarde del 28 de julio de 1919, secuestraron a Bernardo González Parra, de 7 años y natural de Rioja. Metiendo al
niño en un saco, los criminales lo trasladaron hasta un cortijo aislado en Araoz que Agustina tenía preparado.
Un hermano de Julio Hernández el tonto, José, fue a avisar al cliente el Moruno, dejando a su mujer Elena haciendo
la cena.
El asesinato del pequeño Bernardo fue así: después de haberlo sacado aturdido del saco, a Bernardo se le hizo un
corte en la axila, de la cual emanó la sangre que bebió el Moruno mezclada con azúcar. El curandero Leona le había
extraído, vivo, las grasas corporales y las untó en el pecho de su cliente, el Moruno. Julio Hernández el tonto golpeó
al pequeño con una piedra en la cabeza, matándolo.
Acabado el ritual, ocultaron el cuerpo sin vida en una grieta, tapado con hierbas y piedras sin ser enterrado, situada
en un lugar conocido como "Las Pocicas".
A la hora de repartir los 3000 pesetas que había pagado el Moruno por los servicios, el curandero Leona intentó en-
gañar a su cómplice Julio el Tonto sin obtener buenos resultados. Dándose cuenta de las intenciones de Leona y
para vengarse de él, Julio le contó a la Guardia Civil que había visto el cuerpo de un niño cuando perseguía a unos
pollos de perdiz.
Cuando el cuerpo de seguridad llegó al lugar, todo el pueblo delató a Leona, pues antes o después había cometido
algún delito. Detenido, a la hora de prestar declaración inculpó a Julio y viceversa. Finalmente, tras mil y una excu-
sas, ambos confesaron el crimen. Cuando el cuerpo fue encontrado, éste estaba boca abajo con el cráneo completa-
mente destrozado.
El curandero Leona fue condenado al garrote vil, pero murió en la cárcel. El cliente, Ortega, y Agustina, la curandera,
fueron ejecutados. José, uno de los hijos de Agustina, fue condenado a 17 años de cárcel. La mujer de éste, Elena,
fue absuelta. Y Julio el tonto finalmente fue indultado por ser considerado demente.
Todavía viven personas en pueblos como Rioja o Gádor, que son capaces de recordar las
coplas que corrieron en esos tiempos, ensalzando la figura del Cabo Mañas, que capturó a
los despiadados autores.
http://es.wikipedia.org/wiki/El_hombre_del_saco
Manuel Ramirez Doucet
http://facebook.com/
manuel.ramirezdoucet
40
41
42
43
44
45
CONTINUARÁ EN EL Nº 14 DE EXTRAÑOLOGIA
46
47
Concha Robles
D icen las crónicas almerienses que las inun-
daciones del 11 de septiembre de 1891
(fecha repetitiva por cierto...) hicieron llorar
a España entera por la tragedia ocurrida...Pero también
dicen que esa tragedia tuvo una "culpable": Angelines,
La niña dormida.
En el día de la feria de agosto de 1891 Almería se en-
galana para la fiesta, y las corridas de toros levantan
una gran expectación.
La primera se celebra el 25 de agosto. Los astados per-
tenecían al hierro de Saltillo y fueron lidiados por los
matadores Enrique Vargas Minuto y Antonio Arana Car-
mona. Estas "bestias" son calificadas de: tuertos, cie-
gos, mogones y contrahechos. Al día siguiente de la
corrida, contaba un cronista de la época que una vieja
cochambrosa ,casi ciega y de raza gitana espetó a los
allí presentes y les dijo esto: "tendréis vuestro merecido
castigo a este hecho repugnante, cobarde y atroz, con-
trario a la moral de los almerienses, por haberos diverti-
do con bestias indefensas y totalmente ciegas. Estáis
sentenciados..."
A los veintitantos días aconteció la catástrofe. Once
personas pierden la vida y cientos de familias el hogar.
Es una ruina para la ciudad de Almería, que queda des-
trozada por esa riada..."El terrible vaticinio" al que hab-
ía dado a luz Angelines (la niña dormida) le hizo más
famosa, si cabe, en toda la comarca y alrededores.
"Eso fue casualidad"...decía ella…
Otoño de 1903.Conchi Pérez, su hermana Ana, Paquito
(hijo de Ana) y Concha Robles (hija de Conchi...) atra-
viesan la plaza del ayuntamiento, también llamada pla-
za vieja ,atravesando sus centenarios arcos y unas ti-
nieblas propias de la época. Conchi espera que la "niña
dormida" le vaticine el futuro de su hija de 10 años:
Conchita Robles. Esta cría es un portento de la natura-
leza, con sólo diez años es capaz de poner en pie a
toda una ciudad como Almería.
La niña dormida vive en la calle Almanzor ,en un ca-
llejón que debido a las horas que son, está oscuro co-
mo la boca del lobo...
Llegados a este punto los cuatro visitantes se adentran
en él y son asaltados por un perro que daba miedo, que
se les subía a las barbas y les hacia temblar...ese perro
era "Barrabas", el fiel defensor de Angelines...-"calla
perro, silencio o nos echarán del barrio"-
Una vieja enlutada y mugrienta se asoma
descorriendo la cortina...¿Quienes
sois...que queréis?-
La madre de Conchita Robles se detiene en
el umbral..."buenas noches, señora, veni-
mos a que usted nos vaticine algo de mi
Conchi... si usted puede ver su futuro?
La niña dormida se queda mirando a todos,
pero se detiene en Conchi y la observa du-
rante un minuto...¿Que quieres saber?...ya
lo veo-
El perro se pone a ladrar-¿también la ves
tu, verdad Barrabas?...es inconfundible.
Ahh...te conozco y se que eres tu.
Concha y Ana enmudecen y se miran una a
la otra..."Esta niña no puede entrar en mi
casa, que no ponga un solo pie en
ella...¡que se vaya, no la puedo ayudar, la
descarnada le ha encontrado y su suerte
esta echada!...ayy...mira como se ríe y dan-
za a su alrededor, pobre chiquilla, tan jo-
ven…
Esta vieja esta loca -pensaron las dos her-
manas. "que se cuide del verdugo... ¡ Que
tenga mucho cuidado del verdugo...la des-
carnada no miente...”
El 21 de Enero de 1922 Concha Robles Pérez es asesi-
nada en el teatro cervantes por su marido, Carlos Ver-
dugo .
48
T rece años después, del legendario crimen de
Gádor en Junio de 1.910 en la ciudad se pro-
dujo un doble crimen del que apenas quedan
testigos, solo niños de corta edad entonces que cono-
cieron el caso por boca de sus padres.
Fue el 21 de enero de 1.922. Esa es la fecha del estre-
no en Almería de la obra teatral de Alfonso Vidal Pla-
nas, "Santa Isabel de Ceres". Una obra, cuyo argumen-
to venía marcado por la polémica y el escándalo. Gira-
ba en torno a la vida de las piadosamente conocidas
como las vendedoras del amor" con toda la difícil pro-
blemática que el tema llevaba consigo en una época
marcada por el puritanismo de una sociedad encasilla-
da.
La primera actriz de la compañía era una joven de 27
años, Conchita Robles Pérez, recientemente desligada
del cuadro artístico de María Guerrero. La bella prota-
gonista, había nacido en Almería, aunque desde su
infancia por las calles de la Almedina, cuando sus pa-
dres marcharon a otra ciudad, no había venido hasta la
capital .
Concha Robles
49
Concha Robles
C arlos Verdugo, estaba viudo con dos hijas y le
llevaba catorce años de diferencia a la actriz
almeriense. Tras un noviazgo relativamente
corto la pareja se casó y fijaron la residencia en la capi-
tal de Los Cármenes donde el oficial está destinado. El
militar había retirado del teatro a Conchita Robles. El
matrimonio no tuvo descendencia y las relaciones entre
ambos se fueron enfriando paulatinamente. Conchita
echaba de menos el
mundo del teatro y
el militar, hombre
serio y adusto no le
dio ninguna facili-
dad para su regreso
por lo que la actriz
decidió separarse
planteando ante los
tribunales la sepa-
ración judicial.
Y llegó el día 22. El
ex marido de la ac-
triz, el comandante
Verdugo un día an-
tes se desplazó se-
cretamente desde
su lugar de destino,
el cuartel de la Re-
monta en Cuenca,
con la idea preconcebida de matar a su ex mujer. Se
dice que durante parte de la mañana y tarde se le vio
por el Café Colon tomando consumiciones y leyendo
los diarios hasta la hora de la función.
Verdugo se situó junto a un tramoyista y a poca distan-
cia se encontraba el chaval de 16 años, Manuel Aguilar
aprendiz de la imprenta Peláez donde se confeccionó la
cartelería y los programas de mano del anuncio de la
obra, quien con curiosidad seguía los primeros movi-
mientos escénicos. Al salir Concha del camerino y em-
pezar a bajar las escaleras, se quedó petrificada al ver
a su ex marido en actitud amenazante y con una pistola
en la mano. La joven actriz despavorida y conociendo
las intenciones de Verdugo, por instinto de conserva-
ción creyendo que podría aplacar las iras del furibundo
militar se colocó detrás del joven aprendiz pensando
que no se atrevería a disparar contra un inocente. El
oficial sin titubeos hizo varios disparos.
Los espectadores del patio de butacas se quedaron
atónitos ante el estruendo de las detonaciones. Concha
Robles herida de muerte llegó a salir al escenario don-
de se desplomó. El público comenzó a aplaudir ante
“una muerte tan natural” que formaba parte del drama
aunque la función apenas llevaba diez minutos.
Los aplausos cesaron de raíz, cuando el niño con la
camisa ensangrentada tras salir al escenario se des-
plomó moribundo sobre los espectadores de la segun-
da fila. Los asistentes al espectáculo desconcertados
no sabían nada de lo que estaba ocurriendo. El director
de la obra gritaba en medio del escenario intentando
explicar lo ocurrido.
50
E ntre los espectadores se encontraban Sixto Espino-
sa director del periódico “El Faro” y el medico
almeriense José Gómez Campana que fueron los
primeros en subir al escenario comprendiendo la gravedad de
los hechos saltando como resortes de sus butacas.
Sixto Espinosa que conocía al comandante Verdugo y que se
encontraba en uno de los laterales del escenario se dirigió
hacia el militar increpándole duramente. El oficial con los
ojos desencajados y los puños cerrados sin responderle sacó
de nuevo la pistola y se disparó un tiro en la sien cayendo al
suelo fulminado.
Poco después el moribundo adolescente Manuel Aguilar era
trasladado hasta el Hospital Provincial en extrema gravedad.
Horas más tarde, de madrugada falleció. El
comandante Verdugo fue trasladado hasta la
Casa de Socorro y después tras una primera
cura de urgencia se le trasladó al Hospital
Provincial.
Presentaba una herida muy grave en la cabe-
za pero sin embargo no murió. El obispo de
Almería, fray Bernardo Martínez Nova fue a
confesarle al centro sanitario. Verdugo quedó
tuerto y una vez restablecido de las heridas
fue juzgado y condenado a cadena perpetua
por los dos asesinatos.
Pero la historia de este crimen pasional quedó
de alguna manera marcado por la obra "Santa
Isabel de Ceres" con otras trágicas conse-
cuencias donde la muerte fue también prota-
gonista, que algunos se apresuraron a califi-
car como una justa decisión divina.
La sombra alargada de "Santa Isabel de Ceres" se cobró nue-
vas victimas mortales. El autor de la obra, Alfonso Vidal y
Planas mató meses después, en uno de los rellanos del Teatro
Eslava de Madrid, al diputado y escritor almeriense Luis
Antón de Olmet.
Más tarde, otra persona que intervino en la puesta en escena
de la obra en Almería, Tadeo Villalba que había decorado los
techos y paredes del recién construido Teatro Cervantes, mató
en una reyerta a un duque, que al parecer pretendía quitarle a
su novia.
La tragedia en tres actos, se cerró cuando ese mismo año,
Alfonso Tudela, un actor de elenco artístico de "Santa Isabel
de Ceres" moría trágicamente a manos de su suegra, que lo
degolló cortándole la tráquea con una navaja de afeitar.
Concha Robles
51
Concha Robles
LA NIÑA DORMIDA
D esconozco el censo de estas mujeres
(hombres pocos, y no me pregunten la
razón) en la provincia, pero el de la capital
estaba bien surtido; y más aún la clientela de crédulos
que reclamaban su atención. Con una variada presta-
ción de servicios: de ictericias (los niños amarillentos
eran legión) a fobias y mal de ojo. En especial, males
de ojo y amores no correspondidos. Envidias y celos.
Críos rollizos que se deterioraban a ojos vista sin saber
las causas. Mocicas a quien una lagartona de cuidado
(lagarta, o algo peor) le arrebata el novio cuando ya
tenía el ajuar. ¿A qué vienen las sibilas y echadoras de
cartas en un relato de Feria? Pues mire usted, porque
al finalizar el curso del Instituto (al año siguiente de fa-
llecer la señorita Celia Viñas) en una pelea con otro
menda me disloqué el codo y no me dejaron salir ni una
noche. El resto de articulaciones ya se encargó mi pa-
dre de dislocármelas. Resultado: visita a la calle Las
Judías, próximo al bar El 42, donde una mujer con gra-
cia me lo entangarilló con cuatro manipulaciones y tres
aves marías. La Tía Josefa, en el Barrio Alto; Anita, por
la calle Arráez, y la Asunta, en la Cuesta el Rastro, con
especialidades varias, gozaban de merecido cartel.
Pero por encima de todas, dominando el cotarro, la Ni-
ña Dormida, compendio de sabiduría; con más fama y
mayor cachet en la minuta. Cerquita de La Alcazaba -
en un callejón empinado que abortaba en los adarves -
abría su consulta. Cobraba la volunta,
pero ¡ay! de aquel que no se mostrara generoso: su
boca era una excomunión. Cuando la Niña Dormida
entraba en trance parecía un alma en pena. Sultán
mientras tanto, un perraco sin pedigrí y mala leche, pa-
recía como dormitar a los pies de la bruja.
La terrible maldición proferida hizo que su nombre
transcendiese a los papeles: las trágicas inundaciones
y muertes sufridas el 11 de septiembre de 1891. Así se
recoge en Torerías de la tierra: Una maga metida en
años fuente de sobrenaturales e infalibles revelaciones
para imbéciles y cacanúos y echadora de cartas para
mozuelas suspirantes de un querer (…) No hay para
qué repetir que esta gente analfabeta cree con fanatis-
mo moruno en los designios de esta Niña frescal". ¡Y
todo porque los toros de Feria en ese año fueron un
desastre por culpa de un empresario desaprensivo! ¡La
que armó la jodida Niña!
http://www.elalmeria.es/article/feriadealmeria2010/774887/la/
nina/dormida.html
Calle Silvela. Inundaciones de 11 de Septiembre de 1891
52
Los Misterios Nos Miran
Este blog nace con la idea de ayudar a acercar el misterio a aquellas personas cercanas y que tienen interés en saber y conocer los mismos que le rodean. Siempre intentaremos mantener el rigor, la credibili-dad y el estudio de las cosas con el propósito de que vosotros seáis participes de este proyecto. Este blog ni cree ni deja de creer, simplemente inten-ta informar de una manera más cercana y eficaz a las personas que quieran escu-charnos. Este blog no quiere entrar en política ni polémicas, solo quiere conseguir que la gente sea consciente del misterio que nos rodea a diario y hacerlo saber a las personas que nos quieran leer y escuchar
53
Foto: Jacob Sinclair en Rennes le Chateau
54
Si me pidieran que describiera la visión de nuestro mundo de manera metafórica, sin
duda alguna, una de las formas como lo describiría, sería como “el mundo de los es-
pejos”, un lugar donde todo acontecimiento presente es un vivo reflejo de hechos
pasados.
Así pues, si observamos la división de la historia por épocas, veremos que los acon-
tecimientos, no solo son los pilares básicos de nuestra actual civilización, sino que
además son los “espejos” en los que las posteriores civilizaciones se han ido reflejan-
do sistemáticamente y así parece que nuestra vida no es más que la reminiscencia
de un pasado, el cual estamos condenados a repetir inexorablemente en lo que se
me antoja un bucle interminable, una y otra vez, cambiando de disfraz, de imagen,
pero permaneciendo invariable en su esencia básica en esos acontecimientos que se
producen a lo largo de la vida.
Y que duda cabe, que gran parte de nuestra historia, transcurre por la senda de las
supersticiones; Creencias que en un principio estaban fundamentadas en la mera
observación de acontecimientos naturales en apariencia extraordinarios, a los cuales
había que dotar de una explicación, y que a posteriori, con el paso de los años, pasa-
ron a formar parte de la idiosincrasia cultural de los pueblos, debido a las diversas
prácticas que las perpetuaron en los tiempos.
Todo puede parecer demasiado mágico para tenerlo en cuenta de forma seria, sin
embargo no podemos olvidar que precisamente por ser parte de nuestras creencias,
hoy consideradas irracionales, forman parte intrínseca de la formación de nuestro
ser, de nuestro carácter social, de nuestra cultura, tradiciones y en definitiva, de
nuestra naturaleza como seres humanos, y creo sinceramente que es un valor al que
nunca deberíamos renunciar y mucho menos denostar.
Si bien es cierto que el hombre necesita doce horas racionales para dedicarlas a las
interacciones físicas que exige la supervivencia en un mundo materialista, no es me-
nos cierto que también necesitamos al menos otras doce para adentrarnos en el
mundo de lo fantástico, de lo mágico, de lo etéreo y en definitiva de los sueños, y
disfrutar de su esencia tanto o más que el tiempo que disfrutamos de lo material, por-
que al fin y al cabo todo tiene existencia en nuestra vida.
Eso sí, en el caso de las supersticiones no debemos dejarnos controlar por ellas,
pues a poco que les demos rienda suelta, tomarán todo lo que puedan de nuestra
vida y nos pueden reducir a diminutos seres acomplejados y atemorizados por el
devenir del tiempo.
55
56
H abía una madre que no conseguía que su hijo pequeño dejara de jugar y regre-sara a casa antes del anochecer. De
modo que, para asustarle, le dijo que el camino que llevaba a su casa era frecuentado por unos espíritus que salían tan pronto como se ponía el sol. Desde aquel momento ya no tuvo problemas para hacer que el niño regresara a casa temprano. Pero, cuando creció, el muchacho tenía tanto mie-do a la oscuridad y a los espíritus que no había modo de sacarle de casa por la noche. Entonces su madre le dio una medalla y le convenció de que, mientras la llevara consigo, los espíritus no podrían hacerle ningún mal en absoluto. Ahora el muchacho ya no tiene miedo alguno a adentrarse en la oscuridad fuertemente asido a su medalla.
Y Tony de Mello, que es quien recoge este cuento, concluye diciendo: “Ahora el muchacho tiene mie-do a tres cosas: a la oscuridad, a los malos espíri-tus y a perder la medalla”.
Hay muchas clases de supersticiones y no todas tienen el mismo origen ni la misma importancia. Para algunos representa una forma de vida muy relacionada con manías o trastornos obsesivo-compulsivos (un buen ejemplo de ello es el prota-gonista de la película “Mejor imposible” con Jack Nicholson) y para otros son creencias irracionales que se repiten porque la mayoría lo hace. Algunas de estas creencias tienen que ver con la tenencia de simples amuletos, como es la herradura, la pata de conejo, el trébol de cuatro hojas, una piedra de azabache con la forma de la higa o la medalla del cuento del principio.
Es conocido el binomio de superstición e ignoran-cia. El político irlandés Edmund Burke lo resumió en una frase lapidaria: "La superstición es la reli-gión de los espíritus débiles" y el racionalista Vol-taire se cuidaba muy mucho de ella. En su Diccio-
nario filosófico, expresó: "Siempre esperaré que sea más justo el que crea en Dios que el que no crea; pero también esperaré más disgustos y per-secuciones de los que sean supersticiosos".
Mucha paja y poco trigo
Dicen que el escultor aragonés Ponciano Ponzano Gascón sentía aprehensión por la escultura de animales. Creía que reproducirlos en el mármol o en bronce le traería alguna desgracia. No obstan-te, aceptó el encargo de esculpir los leones de la fachada del Congreso de los Diputados de Madrid con el bronce fundido de los cañones tomados a los árabes en la guerra de África del año 1860. La leyenda asegura que murió repentinamente sin haber acabado de esculpir los leones, algo que es falso pues Ponzano falleció el 15 de septiembre de 1877, cuando los leones ya llevaban cinco años situados a ambos lados de la entrada principal del Palacio del Congreso.
57
E so es una constante de las supersticiones, que a veces se exageran, se modernizan o se inventan algunos detalles para gene-
rar mayores efectos psicológicos en el asustadi-zo de turno. De hecho, en el campo de la etno-grafía se sustituye el término superstición por "creencia popular". Es tan normal que suelan estar vinculadas al terreno religioso que Jacob Grimm ya escribió en su Mitología Alemana: "Allí donde el cristianismo dejó un hueco, proli-feró la superstición o supercreencia".
Las más persistentes, que se niegan a desapa-recer con el paso del tiempo, son las relativas al número 13 y a tocar madera. Viejas supersticio-nes que van siendo sustituidas por otras más moderas, dentro del ámbito de Internet, como es la de no romper la cadena de emails que se reciben con amenazas de desgracias incluidas.
En el origen de todas las supersticiones hay varios factores: mitológicos, simbólicos o religio-sos y también de orden práctico. En las más conocidas encontramos alguno de esos ele-mentos y en todas ellas localizamos la inutilidad de seguir practicándolas. Cuando uno sabe cómo surgen no tiene razón de ser que lo siga-mos haciendo salvo por ese concepto irracional de pensar que si nuestros antepasados lo hac-ían, por algo será.
En el origen de todas las supersticiones hay varios factores: mitológicos, simbólicos o religio-sos y también de orden práctico. En las más conocidas encontramos alguno de esos ele-mentos y en todas ellas localizamos la inutilidad de seguir practicándolas. Cuando uno sabe cómo surgen no tiene razón de ser que lo siga-mos haciendo salvo por ese concepto irracional de pensar que si nuestros antepasados lo hac-ían, por algo será.
Muchas de ellas fueron fomentadas por motivos prácticos: romper un espejo o derramar sal era un derroche económico y había que amedrentar a esclavos y criados de alguna manera para que tuvieran más cuidado con lo que hacían. Y la mejor manera de asustar es fabricar una mal-dición en la que estuviera en juego tu vida o tu alma.
Por otro lado, pasar por debajo de una escalera o abrir un paraguas dentro de casa es la mejor manera de evitar un accidente tonto.
El sentido común es el que aconseja no hacer muchas tonterías si uno no quiere ser merece-dor de un Premio Darwin que se conceden de manera póstuma a aquellos que se autoelimi-nan por un accidente estúpido.
En otras ocasiones, la superstición se ha inven-
tado como consecuencia de algún suceso luc-tuoso, en concreto el color amarillo o el martes y 13, con independencia de que todo ello luego se le pueda buscar un trasfondo mitológico y simbólico que lo tiene.
Tocar madera
Se dice que cuando se pronuncia en alto algo que se desea hay que tocar madera para que efectivamente el deseo se realice y no ocurra nada que lo impida. Aunque Paulo Coelho ya decía que: “Cuando quieres realmente una co-sa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla”. Los mazdeístas tocaban madera hace tres mil años para ponerse bajo la protec-ción de Atar, ge-nio del fuego y la vitalidad. Se creía que dicho poder estaba entera-mente encerrado en las venas de la madera. Para los cristianos, la cruz de madera en la que fue cru-cificado Cristo posee un espe-cial poder mági-co. Tocar la ma-dera de la cruz era antaño un símbolo de pro-tección frente a todo tipo de ad-versidades.
A menudo se ha repetido, en tono sarcástico, que «si se juntasen todos los supuestos frag-mentos de la Cruz, tendríamos un bosque». La frase la inventó Calvino en el siglo XVI, siempre hostil a las reliquias católicas. Sin embargo, el arquitecto y arqueólogo Charles Rohault de
¿Supersticiones o creencias populares?
58
F leury escribió un libro en 1870 asegurando que había hecho un inventario de todos los lignum crucis y que, juntándolos todos, no
llegaban a un tercio del tamaño que debió tener la cruz de Cristo.
Romper un espejo
Tiene un origen doble. Por un lado, la catoptro-mancia o arte de adivinar el futuro a través de los espejos considerados éstos como puertas a los espíritus del Más Allá. Romper uno era dar salida a esa legión de demonios que habitaban en su interior. En la película Dentro del Laberinto (de Jim Henson), se ve claramente lo que quiero decir. Sarah se queda encargada de cuidar a su medio hermano Toby, que no deja de llorar. Sarah, en un arranque de enojo, le pide al rey Goblin, un perso-naje de su libro favorito, que se lleve a su hermano invocándolo delante de un espejo con las palabras exactas: “¡Ojalá vinieran los goblins y se te lleva-ran ahora mismo!” Su deseo se cumple y el rey Goblin se muestra ante ella diciéndole que para recuperar a su hermano tiene 13 horas en las que debe resolver su laberinto y llegar hasta su castillo y así evitar que Toby se convierta en un goblin más.
El otro origen de la superstición estaba en lo difícil que era conseguir un espejo en la antigüedad. Los primeros espejos de vidrio rudimentario se fabrican en Venecia durante el siglo XIV y estaban recu-biertos por una lámina de plata. Eran muy caros y las señoras, para evitar que se rompieran, advert-ían a los criados que un espejo roto equivalía a siete años de mala suerte. Y se lo creyeron.
El legendario y apócrifo Libro de Henoch ya hacía referencia a ellos, diciendo que fue Azaziel quien enseñó a los hombres a fabricar esta clase de es-pejos mágicos donde podían verse escenas y per-sonas muy alejadas en el tiempo. Durante mucho tiempo se ha conservado la tradición de tapar los espejos con un paño negro cuando una persona moría para que su alma no quedara atrapada en
uno de ellos.
En las Memorias del filósofo francés Benjamín Constand (1830) menciona una variante de esta superstición relacionada con Napoleón Bonaparte: "Durante una de sus campañas en Italia rompió el cristal del retrato de Josefina. No descansó hasta que volvió el correo que despachó, para asegurar-se de que estaría a salvo. Tan fuerte era la impre-sión de su muerte sobre su mente".
Estornudos peligrosos
Casi nadie está dispuesto a admitir públicamente que es un supersticioso, pero en la intimidad cae-mos en algunas de esas prácticas que a veces tanto criticamos. Incluso llegan a ser actos reflejos que realizamos como la cosa más natural del mun-do. Si se cae sal en la mesa, recogemos un poco de la misma arrojándola por encima del hombro izquierdo, si ve una escalera abierta que intercepta nuestro camino, la bordeamos, o si alguien estor-nuda de manera estentórea exclamaremos un ¡Jesús! o ¡Salud!
Porque, efectivamente, esta es otra de las mani-festaciones supersticiosas más arraigadas de nuestro subconsciente, hasta tal punto que desco-nocemos el origen de esta expresión ya recogida en la Historia Natural de Plinio el Viejo (Libro XXVIII): "¿Por qué decimos ¡salud! al que estornu-da? Esta es una costumbre que hasta Tiberio César, según se dice, el más insociable de todos los hombres, solía exigir aun cuando fuese monta-do en su carruaje y algunos creen que produce mayor efecto añadir al saludo el nombre del que estornuda".
La salutación pagana de decir "¡Salud!" fue susti-tuida -por los primeros cristianos- por el nombre de "¡Jesús!" o "Dios te bendiga". Parece ser que sur-gió en el año 740. Eran los tiempos del pontificado de San Gregorio III y el aire estaba tan contamina-do que quien estornudaba tenía serios riesgos de morir de manera inmediata. Por ello, el Papa esta-bleció esta forma de rezo ("¡Que Dios te ayude o te bendiga!") con el deseo de que fuera dicho a las personas que estornudaban violentamente para prevenirlas de sus efectos fatales.
¿Supersticiones o creencias populares?
59
E l médico y filósofo árabe Avicena (siglo XI), abunda en esta hipótesis y asegura que esto se debe a que el estornudo era el
principio de diversas enfermedades y por ello se pedía a Alá que apartase ese inminente peli-gro.
También se ha comentado que la expresión "¡Jesús!" se utilizaba como conjuro para impedir que, al estornudar, el diablo pudiese entrar en el cuerpo a través de la boca. No se trata tan sólo de un rito occidental. Cuando un hindú es-tornuda, los espectadores dicen: "¡Vive!" y quien ha estornudado responde: "¡Contigo!" Y cuando un zulú estornuda él mismo se dice: "Estoy bendecido; el idhlozi (espíritu de los an-tepasados) está conmigo, dado que es quien me hace estornudar".
Derramar sal
La sal es un elemento de la tierra, un compues-to de cloruro sódico que desde la antigüedad se ha considerado protectora frente a maleficio y portadora de buena suerte. Puede que esta superstición esté relacionada con la importancia de la sal como conservante de alimentos y co-mo amuleto, utilizaba en rituales dibujando un círculo de sal alrededor de aquel que deseaba protegerse contra el diablo. Un remedio para conjurar la mala suerte consiste en echar una pizca de sal por encima del hombro izquierdo, porque de este modo se ciega al diablo y a los malos espíritus. Se creía que poniendo un plato con sal debajo de la cama de un enfermo ésta absorbía el mal y protegía contra la enferme-dad.
La sal era para los romanos un producto comer-cial de suma importancia. La Via Salaria tenía unos 240 kilómetros de distancia e iba desde las grandes salinas o salitreras de Ostia (el anti-guo puerto comercial de la ciudad de Roma, en el mar Tirreno), pasando los Apeninos, hasta San Benedetto del Tronto, bañada por el mar Adriático. La sal era necesaria para en Roma como conservante y como antiséptico para des-infectar heridas. Tenía una importancia religiosa y social. La palabra proviene de Salus, diosa de la salud. Por la Via Salaria transportaban los mercaderes el preciado producto. Los soldados
que cuidaban de la seguridad de la ruta de la sal recibían parte de su paga en forma de bolsi-tas con sal, lo que se llamaba Salarium Argen-tum, (plata de sal) de ahí la palabra salario.
Creo que son buenos argumentos para com-prender el por qué la sal era tan valiosa y tan execrable el derramarla.
Cerillas y ailurofobia
Algunas tuvieron su razón de ser en el momen-to que surgieron, quedando esas prácticas co-mo un residuo anacrónico que, a fuerza de re-petición, se resisten a desaparecer, esgrimién-dose a modo de argumento el consabido "por si acaso". Pongamos como ejemplo la supersti-ción que impide que dos o tres fumadores en-ciendan sus cigarrillos con una misma cerilla. Su reciente origen hay que buscarlo en la Gue-rra del Transvall (1899-1902), donde los bóers eran tan buenos tiradores que los ingleses en acción sobre la línea de fuego no tenían tiempo para encender tres cigarrillos con la misma ceri-lla sin que el centinela enemigo apuntase y ma-tase al último a quien se daba lumbre.
El negarse a pasar por debajo de una escalera obedece, en cambio, a una vieja creencia de la humanidad: la del triángulo sagrado, símbolo matemático constituido en este caso por el sue-lo, la escalera y el muro contra el que se apoya, identificado con la Santísima Trinidad por el cristianismo. Y además por un sentido práctico: pasar por debajo de una escalera o un andamio conlleva un mayor riesgo de que algún objeto incida sobre nuestra crisma.
¿Supersticiones o creencias populares?
60
¿ Y qué decir de la fascinación que han sentido muchas culturas por el gato? Para bien y pa-ra mal. En algunas le han convertido en una
deidad (como en Egipto, representado por la diosa Bastet) o en uno de los animales a evitar durante la Edad Media al asociarse a las brujas, los aque-larres, los demonios y la peste bubónica. No sab-ían que era la rata negra quien transportaba esta enfermedad mortal, cuyo origen era una bacteria (Yersinia pestis) que se contagiaba por las pulgas con la ayuda de la rata negra. Ellos creyeron que eran los gatos quienes la transportaban así que exterminaron a todos los gatos que veían, lo que empeoró la situación.
Los antiguos egipcios pensaban que los gatos, después de siete reencarnaciones, encarnaban en un ser humano, de allí el dicho que el gato tenía “siete vidas”. No es seguro que este sea su origen, sino más bien por su habilidad para caer sobre sus patas. En cambio, las vidas de los gatos son nue-ve en los países anglosajones.
Napoleón padecía de ailurofobia, es decir, temía más a un gato que a una indigestión. Vivía preocu-pado por la presencia de las ratas entre sus ejérci-
tos y sus consejeros le sugirieron utilizar gatos para terminar con la plaga de roedores, algo a lo que se negaba debido a su fobia. Otros persona-jes famosos con este trastorno han sido Alejandro Magno, Julio César, Gengis Khan y Benito Musso-lini. En cambio, Winston Churchill acariciaba a los gatos negros para atraerse la buena suerte, creen-cia extendida en otros ámbitos.
En el Badminton Magazine (de marzo de 1903) se podía leer:
"El príncipe (Ranjistsinghi) tiene una gran supersti-ción acerca de los gatos negros y la aparición de uno en una cacería sirve para convencerse por adelantado de que tendrá una buena mañana, además de un buen saco y es bastante curioso que siempre resulte así. Dos veces seguidas, afir-ma, la oportuna aparición de un gato negro ha sido responsable de ganar un certamen comarcal en Sussex".
El gato ha generado muchas expresiones popula-res. Durante el Siglo de Oro se usaban bolsas hechas de piel de gato para guardar el dinero, que acabarían llamándose "gatos". De ahí vendría la expresión Aquí hay gato encerrado, con el signifi-cado que todos sabemos.
El martes y el trece
Esta creencia es de las más arraigadas. Algunos historiadores como Gerónimo Zurita (en los Anales de la corona de Aragón) y el padre Juan de Maria-na (en la Historia General de España) lanzan la hipótesis de que la causa de considerar los martes como día nefasto en España procede de la derrota de Jaime I el Conquistador, rey de Aragón, en la batalla de Játiva (Valencia) en el siglo XIII. El Pa-dre Feijoo, en sus Cartas eruditas y curiosas, men-ciona este hecho:
¿Supersticiones o creencias populares?
61
F ue esta una derrota, que padecieron los aragoneses y valencianos un día Martes, vencidos por los Moros en la batalla de
Lujen el año de 1276. Dos famosos Historiado-res Españoles son mis fiadores. El Padre Maria-na, y el gran Zurita. El Padre Mariana, cap. 20, dice así: “Al tiempo que el Rey (Don Jaime) es-taba el Játiva, los suyos fueron destrozados en Lujen. El estrago fue tal, y la matanza, que des-de entonces comenzó el Vulgo a llamar aquel día, que era Martes, de mal agüero, y aciago”.
Hay que advertir que esta superstición no es igual en todas partes. En países de habla an-glosajona el día fatídico es el viernes por ocurrir en él la crucifixión de Jesús.
Un error es considerar que el origen está en la captura de los templarios un viernes 13 de octu-bre de 1307 por orden del rey Felipe IV de Francia. La tradición europea tiene su origen más lejos, en la época romana. Ese día de la semana no había comercio ni oficios sacerdota-les. Poco podía hacerse, pues, durante un mar-tes dedicado al dios de la guerra, Marte. E n contra de lo que dicen las supersticiones, el análisis meticuloso de los acontecimientos históricos no revela una incidencia mayor de catástrofes y calamidades en martes (o viernes) y en trece respecto a otros días del mes.
Desde la antigüedad, este número ha sido con-siderado de mal augurio. Cuando Filipo II de Macedonia decidió añadir su estatua a las de los doce dioses mayores estaba firmando su propia sentencia de muerte. Le advirtieron de esa temeridad y poco tiempo después moriría asesinado en el teatro. El libro del Apocalipsis, por otra parte, dedica su capítulo trece ni más ni menos que al Anticristo y a la Bestia. Las cartas del Tarot, por citar un último ejemplo, encierra
la Muerte en el número trece.
Cada vez abundan más "clubes del trece", com-puestos por hombres y mujeres decididos a desafiar la superstición en sus diversiones so-ciales y, que sepamos, salen airosos de la prue-ba, incluso transcurrido todo un año. Nick Mat-soucas, magnate griego que llegó a ser uno de los dirigentes de la cadena de teatros de los Estados Unidos, se consideraba una prueba viviente de que las supersticiones son estupide-ces. Presumía de tener un curriculum envidia-ble: nació un 13 de junio y fue el decimotercer hijo de una familia numerosa. Su nombre con-tiene trece letras y puso el pie por primera vez en los Estados Unidos el 13 de febrero de 1917. Un martes 13 del año 1946 fundó en Nueva York el "Comité Nacional de los Trece" contra las supersticiones, los prejuicios y el miedo, que tenía su domicilio social en el despacho 1313 de un edificio de oficinas. Matsoucas y sus compañeros se reunían cada martes 13 para caminar bajo las escaleras y los andamios, en-cender tres cigarrillos con una cerilla, abrir para-guas en los locales cerrados, romper espejos, acariciar a los gatos negros y tirar las patas de conejo a los cubos de basura. Tenían como lema que "ser supersticioso acarrea mala suer-te".
El acto más sonado fue cuando Matsoukas formó el día 13 agosto de 1971, viernes para más señas, un grupo con "las 13 doncellas más hermosas de Atenas" y las llevó al templo de Zeus para que a las 13 horas y 13 minutos can-taran durante 13 segundos. Cada doncella lle-vaba una "pipa de la paz", que chuparon 13 veces. Luego, rompieron espejos mientras pa-saban por debajo de escaleras. No hubo con-secuencias nefastas, como era de esperar.
Augusto Conte Lerdo de Tejada, en sus Re-cuerdos de un diplomático, al hablar del Madrid de los años 1841 a 1844, refiere que el embaja-dor de Dinamarca en nuestra corte, llamado Dalborgo di Prinio, "tuvo la ocurrencia de man-dar hacer una muñeca de grandor casi natural y la sentaba a su mesa cuando alguna circuns-tancia imprevista reducía el número de sus con-vidados a trece, que es guarismo considerado de mal agüero, a pesar de la decantada ilustra-ción de nuestro siglo". Esta creencia generó, a su vez, que los avispados hicieran sus nego-cios .
En París hubo una entidad que ofrecía, para todas las circunstancias imaginables, damas y caballeros discretos que, mediante pago de una suma fija "hacían el número 14" en las ocasio-nes en que se congregaban 13 personas (banquetes, ceremonias, etc.). Pues bien, la susodicha empresa existió durante siete años.
¿Supersticiones o creencias populares?
62
El color amarillo
E s la superstición más extendida en el ámbito teatral y tiene su origen en una obra de Mo-lière, El enfermo imaginario. En 1673 se es-
cenificó esta comedia, haciendo el propio Molière el papel del hipocondríaco Argan, vestido con un camisón amarillo. Fue su última obra y su última representación. Durante la cuarta representación, el 17 de febrero, Molière tuvo un fuerte ataque de tos sobre el escenario con convulsiones y escu-piendo sangre. No pudo terminar la función. Hacía años que padecía tuberculosis. Fue trasladado a su casa donde falleció pocas horas después sin que su mujer hubiera podido localizar a un médico ni a un sacerdote. Sobre la camisola amarilla le colocaron una bata verde que desde entonces es el color de la mala suerte en Francia
Hoy por hoy, lo que son las cosas, el color amarillo y el mal fario resultan muy difíciles de separar en el teatro español. Claro que el gafe del amarillo no solo es exclusivo del teatro (los toros no le va a la zaga). A su mala fama ha contribuido el hecho de que una enfermedad infecciosa endémica de algu-nas zonas de Sudamérica se llame precisamente fiebre amarilla. Es el color del azufre y, por exten-sión, del infierno. Y en nada ayudó la Inquisición española que pusiese a sus reos un sambenito de este color. Para colmo, en el antiguo código naval, el amarillo significó "epidemia a bordo".
Espejos, escaleras, sal, días nefastos, es-tornudos, gatos, colo-res amarillos... son unos pocos ejemplos de creencias populares que muchos han califi-cado de estúpidas, pero a las que muy pocos se sustraen. El mencionado Voltaire, en su lecho de muerte, comentó: "Muero ado-rando a Dios, amando a mis amigos, sin odio a mis enemigos y de-testando la supersti-ción".
¡Ah! un pequeño consejo si me lo permiten: el secreto de atraer la buena suerte es creando circunstancias y teniendo una actitud positiva
ante la vida.
¿Supersticiones o creencias populares?
63
64
A l hablar de supersticiones no puedo dejar de lado el tema que a mi más me gusta y, creo que el que mas superstición tiene, el de la brujería.
Las propias brujas ya son, en si mismas, un producto de la superstición, muy acusada en aquellos años oscuros de la Edad Media. Una superstición inculcada, en gran manera, por la Iglesia, que le convenía manipular la frágil mentalidad del pueblo llano a favor de una religión impuesta como única y verdadera.
De esta manera idearon una forma de meter miedo a aquellas personas que, guiadas por costumbres ances-trales heredadas de sus antepasados, todavía usaba de ritos paganos en su vida cotidiana.
Por aquel entonces, el año acababa en toda Europa el 1 de Noviembre, día de Todos los Santos (día sagrado instituido el año 993 por el Abad de Cluny). Este día se ofrecían oraciones para aliviar el sufrimiento de las al-mas del Purgatorio. En Navidad se celebraba una gran
fiesta religiosa seguida de ceremonias de fuego con las que se animaba al Sol a regresar .En la fiesta de la Puri-ficación se celebraban las primeras nevadas, en Pascua se regalaban huevos (símbolo de la vida). En la víspera de San Juan (solsticio de verano) saltaban sobre las fogatas cogidos de la mano. El ciclo del año se comple-taba con los festivales de la fruta, a principios de sep-tiembre llegando nuevamente a la celebración de Todos los Santos. Todas estas celebraciones han llegado has-ta nuestros días sin apenas ningún cambio, algunas reli-giosas, otras paganas, pero todas forman parte de nues-tra vida cotidiana y ya ni siquiera nos preguntamos de donde vienen, simplemente las disfrutamos.
Pero por aquella época el disfrute se ve que estaba algo reñido con la religión, así que en el año 959 el rey Edgar proclamó:
“Cada sacerdote debe promocionar con gran celo el cristianismo, y buscar la extinción total de toda práctica pagana; de modo que han de prohibirse los actos cele-brados en las fuentes y pozos, la necromancia, la adivi-nación y los encantamientos".
Según esto se creía que había grupos que se manten-ían apartados y celebraban ritos secretos. Sus danzas no podían ser toleradas por la Iglesia y se les considera-ba herejes, brujos.
La vida de la gente común de la Edad Media dependía de sus cosechas y del cuidado de sus animales. El epi-centro de su vida estaba en la iglesia del pueblo, que generalmente se situaba sobre algún antiguo lugar sa-grado, cuyo dios se había transformado en el santo de la comunidad, y como tal, los protegería a todos en la tierra y también en el cielo.
65
A sí que los campesinos empezaron a encontrar toda la magia que necesitaban en la misma Igle-sia. No había más cultura entre aquella gente que
lo que les contaba el sacerdote desde el púlpito o los cuentos que corrían de generación en generación. Todo su afán era realizar los ritos adecuados para así obtener la mayor ayuda posible de los santos en su vida cotidia-na y después tener ganado el cielo.
Se veneraban reliquias sagradas, huesos y cabellos de santos y tantos fragmentos de la Vera Cruz que, de jun-tarse, harían un Monte Calvario entero. Pero la gente tenía fe en estas reliquias, necesitaba imperiosamente algo mágico en lo que creer y les estaban arrebatando todas sus creencias ancestrales. En sus cabezas se mezclaban la cristiandad y los cultos a la naturaleza, y a la Iglesia le resultaba imposible separarlos del todo. Sabían que se seguían haciendo rituales primitivos en las festividades a los santos, pero no hubo ninguna per-secución por herejía en estos primeros años del milenio, aunque había informes de extraños sucesos: ganado que se curaba milagrosamente o que por el contrario caía muerto, o cosechas que se malograban a causa de encantamientos.
En el s. XIII la herejía y la religión se habían convertido en algo obsesivo y el fanatismo hac-ía mella en la sociedad de esta época.
Una sociedad que veía el mundo dividido en dos grandes grupos bien definidos, santos y demonios, los cuales, aunque sea solo por si acaso, es necesario que estén, como mínimo tranquilos.
Por esto es lógico que cada pequeña comuni-dad, a fin de sentirse bien protegida, haya pro-curado disponer de dos interlocutores con lo sobrenatural, uno por cada bando: el sacerdote y la bruja.
Y aquí es donde entra la superstición popular, esa idea de que existen cosas o personas o incluso acciones que pueden traernos algún tipo de mal, pero que podemos evitar realizando algún rito especifico para ello.
Ceremonias como la del “salpas”, en la que el cura acompañado por un monaguillo salpica paredes, puer-tas y ventanas con sal mientras pronuncia unas pala-bras en latín, tienen por finalidad proteger las casas pa-ra que no entren en ellas las brujas.
Brujería y superstición
66
Comunidor de Vallfogona
E n algunos pueblos de montaña, cerca de la iglesia todavía podemos ver el “comunidor”, un simple tejado sostenido por cuatro columnas desde don-
de el párroco imprecaba a las brujas, mientras que trata-ba, con sus oraciones, de abrir un agujero en las nubes cuando había peligro de granizo. Debemos apuntar aquí, que por aquellas épocas en las que se vivía funda-mentalmente de lo que se cosechaba, el granizo era un mal que, sin encontrar motivo por el que Dios quisiera castigarles de esta manera, se achacaba a las brujas.
Otro tipo de superstición relacionada con las brujas es la que relaciona a estas con cierto tipo de animales. Un ejemplo de estas creencias entre los s. XVI y XVII nos lo da William Shakespeare en “Macbeth”, al principio del acto IV, cuando las bru-jas cuecen su brebaje en el caldero, citan a los siguientes animales: el gato tigrado, el erizo, la arpía y, como prime-ra autoridad, el sapo:
“Tu, sapo, que has estado
treinta y un días agazapado
debajo del pedernal
y de veneno te hinchaste”
Estos mismos animales invocados en la obra de Shakespeare es la misma que aparece en la indumentaria de los dia-blos de las fiestas populares de algunas poblaciones o reproducido en figuras de plástico en el demonio que intercepta a
la Virgen en su recorrido de retorno al santuario de la Balma.
Lucha entre el bien y el mal en Balma
Se cree también en algunas comarcas de Cataluña que las reses de color blanco son proclives a mantener rela-ciones carnales con las brujas. Por este motivo hay mu-chos payeses que se apresuran a vender o sacrificar sus terneras o cabras blancas.
Otro voto supersticioso se gana el gallo de color blanco que, se supone, esta conectado con los poderes ocul-tos, a parte de su papel premonitorio en los Evangelios, cantando cada vez que Pedro niega a su Maestro, en los bestiarios medievales se le da la facultad de intimi-dar al mismísimo león.
Brujería y superstición
67
Y no sólo es la bruja capaz de mantener pactos con animales, también los establece con representan-tes del reino de las plantas, ya que, como todos
sabemos, la bruja conoce a la perfección las propieda-des de las hierbas, ya sea para realizar remedios que curan como ungüentos que matan. Encantamientos y formas de dominar la voluntad ajena son conseguidos por la bruja mediante combinaciones de hierbas que sólo ella conoce; añadiendo a estas facultades naturales rituales secretos o, circunstancias especiales en las que estas plantas han sido recolectadas para conseguir y provocar el encantamiento.
La superstición popular nos explica también las mane-ras por las que una persona normal puede llegar a con-vertirse en bruja. Concretamente en Cataluña hay cinco circunstancias que pueden provocar estas dotes tan carismáticas.
Tengan cuidado los que reúnan alguno de estos requisi-tos, porque lo más seguro es que sea tachado/a de bru-ja/o:
Las personas nacidas en cualquiera de los dos solsticios serán poseedores de máximos poderes sobrenaturales.
Quien haya nacido en Nochebuena o la noche de San Juan se ganaría el certificado de saludador. Estas personas, además, llevarán una cruz en el paladar y pueden curar con oraciones o mediante imposición de manos.
Los nacidos en la noche de San Judas poseen una mancha rojiza en la garganta y se les conoce por el nombre de “xucladors” (chupadores). Pueden curar toda clase de heridas chupando la sangre en-ferma.
Los nacidos en Jueves Santo pueden curar con sólo decir una oración determinada para ese mal, que habrán de repetir siete o nueve veces. Estas oraciones sólo las conocen ellos y generalmente las habrán compuesto para su propio uso.
Los llamados “setens” (séptimos), es decir, el hijo séptimo de siete hermanos o la hija séptima de siete hermanas. Estas personas son “elegidos” y no se lastiman aunque caigan desde gran altura o pueden tocar hierro candente sin quemarse, por dar algunos ejemplos. También están muy capacitadas para cu-rar enfermedades, sobretodo las quemaduras o los mordiscos de perro rabioso.
En sociedades tan cerradas como lo fue la catalana hasta finales del primer tercio del s. XX, la producción de brujas estaba asegurada, sobre todo, porque si algu-na criatura venia al mundo en alguna de estas circuns-tancias era informada en cuanto podía tener uso de razón de las virtudes especiales de las que era portado-ra y observada desde el momento de su nacimiento.
Cualquier acto, por casual que fuera, en seguida se le buscaba alguna consecuencia por si fuera debido a esta condición y, ni que decir tiene, que se las sacaban.
Existen también diversos comportamientos que delatan a la bruja, como nos describe Salvador Vilarrasa en “La vida a pagès”:
“Si en las procesiones de letanías alguna vieja se queda atrás, es la bruja, y algunos la miran de reojo, cargándo-le la culpa si pasa granizo u ocurre otra calamidad, y es afortunada si no le hacen alguna mala partida, pues te-men que con sus malas artes aún se vengaría y les per-judicaría más”.
Descubrir si hay alguna bruja tras la desgracia que se abate sobre una familia es algo muy fácil. Un método consistiría, en las horas en que hay una persona agoni-zante, llenar un plato con agua y echarle un chorrito de aceite. Entonces la capa de aceite irá componiendo el rostro de la bruja, sin que esta pueda evitarlo. Este hecho ha dado una expresión popular que todos cono-cemos, sería lo que vulgarmente llamamos “quedar re-tratado”.
Para protegerse contra sus amenazas, a parte de las oraciones, también se puede recurrir a una serie de ges-tos bastante útiles para tal fin. Según nos cuenta Joan Guillament
“Si alguna vez se pasa cerca de una bruja y uno se quiere proteger de su acción, sea de la mirad o de cual-quier otro procedimiento, conviene hacer “la figa” (“el higo”). Esto consiste en cerrar el puño y hacer salir la punta del dedo pulgar entre el índice y el dedo corazón. Esto se ha de hacer a escondidas, con la mano en el bolsillo o bajo el delantal. Si en lugar de defenderse de una bruja se trata de un brujo, entonces se ha de hacer otro signo que consiste en contraer todos los dedos de la mano, menos el dedo corazón, que se mantiene ex-tendido”.
Brujería y superstición
68
La “figa” contra brujas
Y este que todos conocemos contra los brujos.
Creo que a todos nos suena este signo que hemos hecho alguna vez en nuestra vida, para hacer notar a alguien algún tipo de “molestia” hacia nuestra persona. Hoy en día utilizamos frases, dichos, símbolos… que hemos adaptado a nuestra vida cotidiana sin saber real-mente de donde vienen o cual fue su origen. Y actua-mos también de una forma supersticiosa y automática en muchas situaciones, y casi sin darnos cuenta de ello, como decir “Jesús” al estornudar o taparnos la boca al bostezar o santiguarnos al escuchar una tormenta.
Como he apuntado en un principio, la superstición popu-lar se debate entre el cielo y el infierno o los buenos y los malos. Hemos puesto a las brujas en el lado infernal, toca ahora sacar el lado celestial y hablar un poquito de los santos.
El amplio abanico de personas que se han ganado el cielo por uno u otro motivo ha dotado a nuestro santoral con diferentes especializaciones para cada cualquier mal que en nuestra vida podamos encontrarnos.
Cada santo cuenta con una especialización que, por lo general, arranca de algún detalle en su biografía, la cual no necesariamente ha de ser fidedigna puesto que la Iglesia Católica, en las ocasiones históricas en las que ha creído necesario hacer limpieza, ha desautorizado públicamente muchas de estas vidas y las ha reducido a lo que son, pura fantasía.
Pero, dejando de lado lo que es o no es real, el hecho es que nuestras supersticiones hacen que nos enco-mendemos a uno u otro santo o santa para solucionar nuestros males.
De esta manera Santa Cecilia, por ejemplo, es la patro-na de los músicos porque un biógrafo anónimo dice que, en su martirio, “elevaba cánticos al Señor en su co-razón”.
Brujería y superstición
69
A modo meramente informativo se puede hacer un lista-do de diferentes santos que sirven como remedio para algunas enfermedades. En la crisis actual en la que es-tamos sumergidos, con los recortes en el área de sani-dad, siempre es bueno tener recursos a mano. A falta de medicinas, buenos son Santos.
En la zona de Cataluña tenemos los siguientes:
PESTE: San Clemente (Parroquia de Fòrnols) San Jaime (Ermita de la Coma) Virgen de Lourdes (Capilla de Prats de Lluçanès) San Roque (imagen) (Parroquia de Santa Maria de Corcó)
LEPRA: Sant Marçal (Ermita del Montseny)
RABIA: San Pedro (Aransís)
TUBERCULOSIS y TIFUS: San Sebastián (imagen) (Parroquia de Oristà)
FIEBRE: San Alberto (Vic), San Marçal (Montseny) San Nazario (San Andreu de la Vola.
AMIGDALITIS: Sant Blai (Iglesia de SAnt Vicenç de Planoles)
SERVICIOS DE ASEPSIA: San Juan Bautista (Parroquia de Sant Joan d‟Oló) San Luciano y San Marciano (Vic)
QUEMADURAS Y EXTREMI-DADES: San Antonio Abad
(imagen)
PARALISIS: San Clemente (Parroquia de Fòrnols) Virgen del Coll, San Sebastián (Oristà)
FRACTURAS: Virgen del Far, San Sebastián (Oristà)
COJOS, TULLIDOS Y TARA-DOS: Virgen del Coll, San Isi-dro, Sant Marçal (Montseny) San Salvador de Horta (Iglesia de Santa Magdalena, Sant Feliu de Sasserra) San Sebastián (Oristà).
SORDERA: San Salvador d‟Horta (Sant Feliu de Sasse-rra)
HABLA: San Bartolomé (Iglesia parroquial de Igualada)
San Román (Parroquia de Aranyonet)
OFTALMOLOGÍA: San Bartolomé (Iglesia parro-quial de Igualada) Santa Lucia (imagen) (ermita de Sant Martí de Sobre-munt) San Salvador d‟Horta (Sant Feliu de Sasserra)
PICADURAS DE INSEC-TOS: San Bartolomé (Igualada) San Sebatián (Oristià)
MEDICINA GENERAL: Virgen de Cabrera, San Clemente (Fòrnols) Virgen del Coll, Virgen de La Gleva, Santa Maria Magdalena (Conangle de Salou) Virgen del Remedio (Santuario de Vic) Virgen de la Salud (Capilla de La Corba, valle de Ribes) San Salvador d‟Horta (Sant Feliu de Sasserra).
Ni mucho menos están en este listado todos los “facultativos” ni todos los lugares donde podemos en-contrarlos. Somos uno de los países con mas alto grado de santidad por kilometro cuadrado, sin embargo, todo este despliegue de tropa celestial no ha podido hacer retroceder a las huestes de la brujería. Se ve claramen-te que necesitamos de ambos lados y según nos con-venga hablaremos ahora con unos y después con otros.
Vale más estar a bien con todos, por lo que pueda suce-der.
Brujería y superstición
70
angelprcivil@yahoo.es
"Se trata de la búsqueda de cuatro Joyas por parte de cuatro
muchachas, pero también de un viaje iniciático, un camino
hacia la madurez y la verdad, siempre dentro de un marco
fantástico donde cualquier coincidencia con la realidad de
nuestro día a día es pura casualidad. Si la temática de un
libro como éste es dificultosa para ser explicada, tanto más
complicado es explicar la corriente literaria a la que pertene-
ce. Irremediablemente, los autores a quienes más podrá re-
cordar son sin duda Tolkien o Guy Gavriel Kay. Por tanto, se
puede decir que el género al que Una Leyenda de Alion Din-
dirmen pertenece es la fantasía épica. Este tipo de fantasía
ofrece una gran historia, compleja en sus planteamientos, en
la que ha de haber un mortal enfrentamiento entre el bien y el
mal, entre personajes de gran nobleza y también de enorme
crueldad, y en el marco de un mundo paralelo, antiguo y de
aire medieval. También puede decirse que se trata de fantas-
ía heroica. Este género se aplica a todas aquellas historias en
las que el hombre, el personaje principal, el héroe, ha de lu-
char contra el mundo, y contra las adversidades que en el día
a día le surgen. En este caso, esta novela igualmente posee
estos rasgos: cuatro muchachas, cuatro heroínas, se ven obli-
gadas a batallar contra los problemas que el mundo de Alion
Dindirmen les plantea para conseguir sus objetivos."
71
D esde que el mundo es mundo, a lo largo de la dila-
tada historia de la humanidad, el hombre ha sido
capaz de encontrar y establecer un simbolismo en
cada objeto, situación, criatura viva, y hasta en cada color y
cada momento atmosférico, quizá con la esperanza de dar con
una mayor fortuna durante su existencia. Este simbolismo, más
o menos arraigado en todas las sociedades del mundo, hasta
en la nuestra propia, tan inmersa ya en la ciencia y la razón,
procura buena o mala suerte en función de lo que cada ser
humano encuentre o haga en el transcurso de su vida en este
mundo.
Todos nosotros, en algún momento del pasado,
hemos tenido la tentación de no pasar bajo una escalera, de no
abrir un paraguas dentro de nuestras casas, o de calzarnos el
pie derecho antes que el izquierdo, a sabiendas de que, tradi-
cionalmente, llevar a cabo todas estas cosas, aparentemente
tan simples e inocentes, evitaban de un modo considerable
atraer la mala suerte.
Como no podía ser de otro modo, miles son los ani-
males que, desde hace milenios, también se han visto, y aún
se ven, valorados o menospreciados a través de supersticiones
de todo tipo, tanto beneficiosas como dañinas. ¿Quién no ha
escuchado nunca esa leyenda que dice que las serpientes pe-
netran en las casas de las madres para succionar la leche de
sus pechos? ¿Quién no ha oído jamás la superstición que
habla del carácter maléfico del gato negro?
Sin embargo, en este pequeño artículo hemos querido
establecer una serie de supersticiones malignas en torno a
algunos animales que, a pesar de haber tenido su peso a lo
largo de la historia y en la tradición popular, por unas causas u
otras han quedado condenadas, en cierta manera, al olvido, o
al menos no son tan famosas como otras mucho más conoci-
das.
72
P odemos empezar, así, con los asnos. Antigua-
mente, cuando se hacían viajes a lomos de un
asno, si éste de pronto se ponía al trote, anun-
ciaba que se tendría mala fortuna en el asunto al que
uno se dirigía.
Encontramos, por otro lado, curiosas supersti-
ciones en torno al búho. Como animal nocturno que es,
esta ave desde siempre se ha visto abocada a sufrir las
consecuencias de una buena cantidad de leyendas, casi
todas ellas realmente nefastas. Una antigua leyenda
asegura que el búho, hace siglos, presenció la muerte
de Jesús en la cruz, y tanta tristeza le provocó, que ya
nunca más quiso vol-
ver a aparecer durante
las horas diurnas. Ver
un búho cerca de una
casa, por ejemplo,
anuncia la muerte de
uno de sus habitantes.
Oír ulular a un búho
augura la proximidad
de acontecimientos
perniciosos para quien
escucha su triste cantinela, aunque esta mala fortuna
puede rechazarse arrojando un puñado de sal a la
hoguera.
El cerdo es otro de esos animales que, a pesar
de ser apreciado en cuanto a cuestiones de alimenta-
ción, también posee unas cuantas supersticiones nega-
tivas. De tal modo, si vemos un cerdo el día en el que
nos casamos, inevitablemente tendremos mala suerte, y
antaño los marineros creían que la carne de cerdo traía
la mala fortuna al barco, con lo que jamás la llevaban a
bordo
La comadreja, por otro lado, odiada y temida al
mismo tiempo, presagia desgracias cuando entra en
una casa, y provoca la mala suerte cuando la encontra-
mos durante nuestro camino. En algunas zonas de
León se creía que este animal provocaba el mal de ojo.
Para ahuyentarlo, nada mejor que encender un fuego y
quemar en él objetos de mal olor.
Al igual que el cerdo, el conejo también acarrea
mala suerte a los novios cuando éstos lo ven el día de la
boda. Comer conejo antes de embarcar en una travesía
podía provocar un naufragio, en el que, por añadidura,
moría quien había ingerido su carne.
Animales malditos
73
Un animal, por regla gene-ral, de muy mal agüero es el cuervo, un animal maldito que desde tiempos inmemo-riales se relaciona con la muerte. Ver a uno de ellos sobrevolar nuestro hogar es señal inequívoca de que habrá problemas para todos los miembros de nuestra familia.
¿Y qué decir del escaraba-jo? A pesar de su pequeñez, cuando antaño se encontraba uno de color negro era señal de que se tendría mala fortuna en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida.
Actualmente, una de las supersti-ciones más arraigadas es aquella que habla de la mala suerte que trae encontrar un gato negro de camino a algún lugar. Antaño, tirar un gato por la borda provo-caba todo tipo de calamidades para el propio barco y para la tripulación.
Una de las más bonitas leyendas respecto a las golondrinas habla
del momento en el que Jesucristo era crucificado en la cruz. Se decía que, mientras expiraba, algunas golondri-nas le quitaron las es-pinas de la corona que llevaba sobre la cabe-za. Así pues, matar a una golondrina era un auténtico sacrilegio, y la mala suerte perse-guía a todo el que co-metía tamaño pecado.
Respecto a las lechu-zas, en algunos países de Sudamérica se cree que, cuando se ve una lechuza blanca, se han de decir obs-cenidades y maldiciones para no atraer a la muerte.
Aunque no sea una superstición conocida, las maripo-sas negras se dice que atraen la mala suerte, anuncian-do una muerte en los hogares por los que aparezcan, ya que se asegura que simbolizan el alma de los muertos.
Respecto a la figura del perro, encontramos supersticio-nes maléficas en relación con su aullido: escuchar aullar a un perro augura la muerte de algún ser querido. Si durante la noche oímos aullar a varios perros a la vez, preludian la llegada de un gran desastre.
Una curiosa creencia respecto a las ranas dice que trae mala suerte que una de ellas pase por encima de nues-tro pie. Podemos rechazar esa mala fortuna escupiendo al suelo.
Antiguamente se decía que los sapos eran capaces de envenenar las aguas por las que pasaban, con lo que podrían predecir la muerte de las personas o los animales que bebiesen de ellas.
Una superstición antigua, y del todo desconocida para muchos, explica que, cuando un tiburón o un grupo de ellos seguían a un barco, preludiaba el fallecimiento en breve de uno de sus tripulantes, ya que se creía que los tiburones eran capaces de oler la muerte.
Por otra parte, durante el Medievo se decía que quien mataba a una tortuga provocaba su propia muerte en un corto espacio de tiempo.
Para terminar, encontrarnos con una urraca augura la mala suerte, que podemos contrarrestar desandando lo andado o haciendo, como todo el mundo podría imagi-nar, la señal de la cruz.
Evidentemente, ésta es únicamente una escueta selec-ción de supersticiones relacionadas con animales, por así decirlo, malditos, y, estén justificadas o no, se trata de tradiciones que, como poco, merece la pena tener en cuenta y valorar debidamente, aunque no por ello, bien entrado el siglo XXI, tengamos que regir nuestras vidas en base a ellas.
Para más información:
- ALONSO, J. FELIPE, Diccionario Espasa de las Ciencias Ocultas, Ed. Espasa Calpe S.A., 1999, Madrid
Animales malditos
74
VICENTE ROCAMORA M.
wicenterm@gmail.com
75
N ormalmente no nos damos cuenta, pero hasta
nuestros días han sobrevivido ecos de culturas
paganas anteriores al cristianismo, tradiciones
paganas que mutiladas, conservan el aspecto formal,
dentro de una suerte de sincretismo con el cristianismo
que las asimiló
También existen formas populares de llevar más allá de
lo necesario a una doctrina religiosa.
Existen supersticiones que tienen un a clara raíz animis-
ta, y están relacionadas con los elementos de la natura-
leza.
Otras que están relacionadas con las primeras, y tienen
que ver con los elementos relacionados con algunas
creencias de tipo mágico.
Otras son de raíz cristiana.
Una de las formas con las que podríamos definir a la
superstición, sería decir que se trata de una corrupción
o perversión de una doctrina religiosa cocida o también
de antiguas formas paganas de religiosidad basadas en
los cultos a la naturaleza, pero que el paso del tiempo y
el uso popular de ellas, las ha transformado en algo di-
ferente a su naturaleza original.
Religiosas
Por ejemplo el invertir el pan, todos ponemos el pan
sobre la mesa de forma que la parte que lisa queda aba-
jo, tal y como se hizo en el horno, sin embargo hay per-
sonas que consideran que ponerlo a la inversa da mala
suerte. ¿Porque?
76
E s un ejemplo de perversión de una doctrina religiosa, en
concreto del cristianismo, pues el pan simboliza el cuerpo
de Cristo, de modo que invertirlo sería simbólicamente
equivalente a invertir la Cruz. Algo relacionado con lo demonía-
co.
Este tipo de creencia supersticiosa surge espontáneamente,
porque nuestra mente estableces relaciones con entre ideas
arquetípicas.
Paganas
Otras supersticiones nos han llegado desde tiempos remotos.
Cosas por ejemplo como el arrojar arroz a los novios tras la
boda, simbolizando el deseo de fecundidad y prosperidad.
Aunque no le demos importan-
cia, tiene mucho que ver con
el pensamiento mágico del
pasado pagano. En la actuali-
dad le damos un sentido mera-
mente simbólico, pero esta
ligado al pensamiento mágico
ancestral, y desde antiguo el
tirar trigo o otro cereal a la
novia, esta documentado.
Las semillas de cereal siempre
han estado relacionadas con
la fecundidad, por la cantidad
de semilla que cada grano
genera y en la antigüedad, era
una bendición para las familias
el tener muchos hijos.
Los ritos ligados a la tierra, en
una sociedad en la que la su-
pervivencia dependía del culti-
vo, imagino que debían de
estar profundamente imbricados en la consciencia de las gen-
tes.
Los ritos de fertilidad relacionados con la tierra se trasladaban
a las personas, siendo la novia en las bodas la representación
de esa tierra, y la ceremonia un rito de fertilidad.
“Es evidente sin embargo, que el objeto primordial de arrojar el
trigo era asegurar la fecundidad, como creo que también es
claro, que el rito que lo novios comieran el pan de boda el mis-
mo fin.
No puede ser más significativo el hecho de que los vaqueiros
de Alzada, en Asturias, en el siglo XVIII, según revela Jovella-
nos, hacían un pan de estos con una porción de aspecto clara-
mente fálico, que se obligaba a comer a la novia” (El Estío fes-
tivo, de Julio Caro Baroja)
La cristiandad, disimularía las creencias paganas ligadas al
pensamiento mágico, y es cuando la antigua religión ligada al
culto a la Tierra, se transforma en pensamiento supersticioso.
A partir de la implantación de la religión monoteísta, se rezará
a los Santos para buscar novio, tener hijos...las deidades liga-
das a la tierra se sustituyen por figuras cristianas.
San Valentín sustituye al Dios romano Lupercus, de modo que
las antiguas creencias se han mantenido a lo largo del tiempo,
y muchas de las costumbres ancestrales relacionadas con
ellas, se recrean sin saber del todo el significado, o se les da
un significado que es la base de la creencia supersticiosa, y
relacionado remotamente con la creencia original.
Superstición y pensamiento mágico
77
Todo ordenado
Muchas de las supersticiones nos las creamos nosotros mis-
mos, cuando estamos habituados a hacer las cosas de una
determinada manera, en el momento en el que cambiamos de
forma de actuar, es posible que las cosas no salgan bien.
Entonces volvemos a la forma anterior y procuramos no cam-
biar nada.
Como si al cambiar provocáramos un efecto negativo de extra-
ña naturaleza
Hay personas a las que el orden; en todos los aspectos, les
proporciona seguridad, equilibrio, y la menor alteración de ese
orden le genera de ansiedad.
Entonces, el poner orden se convierte en un rito de armoniza-
ción emocional, algo que se podría decir, ligado a la idea reli-
giosa del Orden Cósmico creado por Dios.
De hecho muchas personas religiosas, convierten su fe en un
trastorno obsesivo compulsivo, y suelen ser la causa del fana-
tismo religioso.
Yo observo la conducta supersticiosa como una combinación
de tres factores:
El miedo. La necesidad de protegerse del infortunio o de atraer
a la buena suerte, y esto nos lleva directamente al pensamien-
to mágico.
La idea de que el hacer las cosas de una determinada manera
o de otra, se puede crear un efecto sobrenatural.
Desde la racionalidad, el pensamiento mágico es todo él su-
perstición, pero porque desdeña el origen remoto de su razón
de ser.
Sin embargo, ese pensamiento mágico resulta un obstáculo
para crear un orden social estable y reinos consolidados, moti-
vo quizá por el que el monoteísmo fue bien apreciado por el
Emperador Constantino y por todos los reyes y príncipes euro-
peos tras la caída del Imperio Romano.
La religión monoteísta es contraria al pensamiento mágico,
aunque lo haya filtrado y “domesticado”, transformando los ritos
para atraer la lluvia; por ejemplo, en procesiones del Santo
Local.
La lucha contra la superstición tiene que ver necesariamente,
con el deseo de quienes ostentan el poder, de conseguir un
dominio ideológico sobre la población, que no dude en respon-
der “a una voz” a los requerimientos del poder.
En el Libro. El arte de la guerra, del estratega chino del siglo VI
a.c. Sun Tsu, advierte de la necesidad de prohibir y combatir
las creencias supersticiosas, que minar el ánimo combativo de
las tropas.
La falta de criterio racional. La falta de racionalización nos
lleva ver la realidad de forma superficial.
Si alguna vez algún supersticioso compra un billete de lotería y
obtiene un premio, posiblemente intente repetir las condiciones
que se dieron en el momento de comprar el billete, para repetir-
lo después.
El pensamiento mágico está muy presente en la conducta del
supersticioso y tiene que mucho que ver con el temor que pro-
voca no conocer las causas naturales de las cosas.
Y el exceso por ignorancia. Es similar a desconocer el conte-
nido de una Ley y que llevados por el temor a infringirla, la
hagamos nosotros más estricta de lo necesario.
Por ejemplo:
Imaginemos que una norma impidiera aparcar el coche a me-
nos de dos metros de las esquinas.
Imaginemos pues, que nosotros sabemos que existe esa nor-
ma, pero no sabemos la distancia exacta que la norma determi-
na, y entonces exageramos la norma dejando el coche por
precaución, a una distancia no inferior a los cinco metros.
Aunque la psicología explique de otra forma la conducta su-
persticiosa, relacionada con los prejuicios, ésta conducta pare-
ce estar relacionada con creencias atávicas que aún se conser-
van, sostenidas por tradiciones, por el inconsciente colectivo,
que nos ponen en contacto con un tiempo perdido.
Superstición y pensamiento mágico
78
La obra presenta un retablo
de sorprendentes capítulos
que proponen al lector una
apasionada propuesta por
aquellos capítulos de la his-
toria murciana más secretos
y ocultos. La historia del es-
queleto „risueño‟ de la Cate-
dral, el robo en Murcia al …
escritor Hemingway, la des-
aparición de la Cruz de Ca-
ravaca, el enterramiento de
Salzillo, la última ejecución
en España con garrote vil, la
extraña Ventana del fin del
mundo o las apariciones, mi-
lagros y rituales que han ja-
lonado el devenir de la ciu-
dad son algunas de las pro-
puestas de este nuevo libro,
ya a la venta en las principa-
les librerías
79
Durante siglos fue el único método de predicción
del clima en la huerta y en los campos de Murcia
La esperanza económica de muchos huertanos, durante tantos siglos que ya nadie recuerda su origen, pendía de unas extrañas predicciones, a veces simples garaba-tos anotados en improvisadas libretas de papel de estra-za, de hojas enlazadas con alambres, similares a las empleadas en tiendas y colmados para apuntar las de-udas de los parroquianos, producto a producto, a los que llamaban motes.
En estos papeles se inscribían las predicciones meteo-rológicas para el año venidero, después de haber obser-vado los cambios o continuidad de los fenómenos natu-rales durante los doce primeros días de agosto, denomi-nados cabañuelas de ida, y en los doce segundos días, denominados cabañuelas de vuelta o recabañuelas.
De esta forma, el primer día de agosto predice el tiempo que hará al año siguiente durante la primera quincena del mismo mes. El segundo día hará referencia a sep-tiembre. Y así sucesivamente hasta el día 13, que co-rresponde de nuevo a agosto, aunque en esta ocasión referido a su segunda quincena. El último día, el 24, se dedica al mes de julio y cierra el proceso.
Respecto a la huerta de Murcia, Pedro Díaz Cassou nos advirtió de que los doce primeros días de agosto «corresponden a los doce meses del año, empezando a contar por el mismo agosto; y los doce segundos días de este mes corresponden también a los doce meses, empezando por julio: cada mañana o tarde de uno de estos días, indica por su temperie dominante la que pre-dominará en el cuarto de mes al que corresponde; de modo que cada dos días contienen el pronóstico de todo un mes».
Otra antigua descripción publicada en el Diario de Mur-cia describía el fenómeno como «el cálculo que vulgar-mente se hace sobre el tiempo del año venidero agríco-la». Este año comenzaba en Murcia en el mes de sep-tiembre cuando en los campos se iniciaba la siembra de cereales.
Aunque existen variaciones para la observación de las cabañuelas, en la ciudad siempre se determinaron en agosto. En otras latitudes las sitúan en el mes de enero o, incluso, las resumen en un solo día, el de la conver-sión de San Pablo. Para los árabes andaluces había que escudriñar los últimos días del mes de julio. Pero no bastaba con mirar al cielo y concluir que, si hacía un día soleado, ese sería el tiempo para el mes correspondien-te. Los expertos en este remoto menester, más próximo a la superstición que a la ciencia, valoraban las formas de las nubes, la luna y el viento, la conducta de las aves o los insectos, incluso la humedad del aire.
Aunque la demostración científica de la cabañuela aún está por determinar, quizá la imprecisión de las predic-ciones permitía acomodarlas al resultado final. Muchos aseguran que su fiabilidad es pasmosa. Sin ir muy lejos, las altas temperaturas de estos primeros quince días de octubre sí que fueron auguradas con su correspondiente cabañuela del día pasado 3 de agosto.
80
En aquella jornada Murcia sufrió una temperatura máxi-ma de casi 37º, con una media de 28,5º. No hubo tor-mentas ni niebla y el sol lució, atronador, durante todo el día. Según el mismo método, el frío del invierno se re-trasará hasta bien entrado el próximo mes.
Discusiones con Kola
La fiabilidad de las cabañuelas, pese a todo, es contes-tada por quienes las consideran una reminiscencia de tiempos más oscuros, ya superada por las modernas técnicas meteorológicas. Los detractores tienen este otoño una razón poderosa. Porque las cabañuelas erra-ron al predecir más agua que sol, en su conjunto, para los meses de septiembre y octubre.
Los defensores de este método, en cambio, señalan que las predicciones no garantizan aciertos absolutos. Eso, sin contar aquellos que advierten de que el su-puesto cambio climático trastoca la naturaleza, lo que dificulta proponer augurios. Atrás quedaron las tremen-das polémicas que cada mes de agosto se producían en tabernas, cafés y colmados de la ciudad, entre los que defendían un vaticinio y quienes lo negaban aportando otro. A tal extremo llegaban las discusiones que, en al-guna ocasión, incluso fueron reproducidas en los perió-dicos, como sucedió aquel día en que se enzarzaron varios individuos en el Café del Arenal, acaso animados por la Kola, el coñac o los ásperos chatos de vino jumi-llano. No es de extrañar.
Un redactor anónimo, recién entrado el siglo pasado, proponía un curioso método para determinar si las caba-ñuelas auguraban buen clima. En su opinión, si al andar por la huerta y los campos «se percibe un olor a aceite frito y se escucha el alegre rumor de las postizas y ruido de bailoteo, los agoreros meteorológicos habrán pintado un año mejor». Por el contrario, si impera el silencio y «la brisa campesina llega pura hasta nosotros», hay motivos para sospechar que las cabañuelas «van pin-tando mal».
Los doce meses del año, de esta forma, parecían de-pender de unos cuantos días de agosto. Así que las discusiones adornaban cualquier acto social. Aunque, cuando menos, siempre quedaba la Kola. Quizá por sus efectos confortadores, ya avanzada la controversia y la velada, los huertanos se olvidaban de predecir si las cosechas saldrían adelante, esperando que el cielo fue-ra misericorde en el año venidero.
Cabañuelas
81
82
Supersticiones Taurinas
E n el mundo de los toros, tan cercano a la muerte,
se es proclive a las supersticiones de todo cuño y
mucho más en el toreo de antaño. Se conocían
todos los amuletos, talismanes, fetiches, reliquias, con-
juros y rituales que fueran menester para combatir la
superstición taurina. Lo más común, salvo ex-
cepciones, era y es llevar capillas ambulantes
repletas de santos y vírgenes.
Bastantes de ellas se concentran a la hora de vestirse
el torero. La gran mayoría llevan su propia capillita o
pequeño retablo que despliegan en la habitación de su
hotel para rezar a las imágenes de las vírgenes y san-
tos "protectores". Las más frecuentes suelen ser Nues-
tra Señora de la Esperanza y la de los Remedios. Bom-
bita, por ejemplo, pensaba que era de mal agüero que
alguien bostezase mientras se vestía.
Mirarse al espejo en traje de luces está total-
mente prohibido. Este acto trae malas consecuencias,
evitándose siempre el color amarillo. Alrededor de la
montera existe todo un catálogo de lo que se debe o no
hacer para que la tarde de toros resulte inmejorable. Es
general en casi todos los "maestros" considerar como
augurio funesto dejar la montera sobre la cama al ves-
tirse para ir a la plaza. Y no digo nada si cuando el to-
rero brinda su toro lanza la montera hacia atrás y ésta
queda boca arriba... Lo curioso es que se trata de una
superstición que no tiene larga tradición en el mundo
de los toros y, sin embargo, es la más popular en los
tendidos hasta el punto que cuando la montera cae
boca abajo suele haber aplausos.
El gitano Manuel Díaz, El Lavi,
añadía a sus contratos la si-
guiente cláusula: "no torear toros
negros". Cúchares le tenía
horror a los toros salineros o de
color "azúcar y canela". A él se
debe esta frase de proverbial
humor: "De todas las suertes del
toreo, la suerte más importante
es que no le coja a uno el toro".
Cayetano Sanz, desde días an-
tes de la corrida, evitaba pisar
una losa redonda. Rafael Molina, el Lagartijo, creía
que era de buen agüero que algo se le escapase de
las manos, cayendo al suelo antes de salir al coso
taurino. A Rafael Gómez Ortega, El Gallo, famoso por
sus "espantás", un moscardón negro revoloteando
por su habitación le "mosqueaba" sobremanera. In-
cluso en su dedo anular llevaba un anillo de oro con
el número 13 grabado en él. Lo que trae mala suerte,
decía El Gallo, es "er tío permaso, ese que trae la
negra y no hay manera de librarse de él y hasta quie-
re sentarse en la cama". Y También, "el bicho ese
que le llaman escarabajo, pero no es por supersti-
ción, sino porque es feo y repugnante".
El torero Algabeño estaba intranquilo si veía un gato
blanco. Por su parte, Salvador Sánchez, Frascuelo,
creía que cortarse las uñas el día de la corrida daba
mala suerte. Y Luis Mazzantini no comía aceitunas el
día que tenía que torear...
83
R especto a creencias o manías más modernas, Ra-
fael de Paula utilizaba capotes de vuelta azul, vis-
tiendo por lo general de negro azabache. No todos
los toreros caen en estas prácticas. Joselito ha confe-
sado varias veces su descreimiento en esta clase de
supersticiones religiosas. Lo mismo que El Juli quien
reconoce no tener ninguna, considerándolo una tonter-
ía. Según sus palabras "delante del toro se acaban to-
das las supersticiones". Curro Romero no toreaba a
ningún toro que saliera hacia la iz-
quierda de toriles. Ni a ninguno que
tuviera la vista alta, ni tampoco si esta-
ba nublado y tronaba. Así era el
“maestro de Camas”.
El torero José Tomás cuando va vesti-
do de luces nunca usa el ascensor lo
que le obliga a darse unas buenas
caminatas escalera arriba, escalera
abajo. Por su parte, el diestro Antonio
Chenel, Antoñete, sí que estaba muy
influido por estas creencias, sobre to-
do con los colores de sus trajes. Tenía
fobia al amarillo y en los acontecimien-
tos importantes procuraba ir vestido de
lila y oro.
El girasol sueña en convertirse en figura del toreo.
Enhiesto como una vela, citando al morlaco desde
las tablas y desafiando con su amarillo intenso las
supersticiones más cerradas de la tauromaquia.
Supersticiones Taurinas
84
Jesús Callejo Cabo nos habló, sobre “el origen de las supersticiones”. Esta charla
nos aclaró muchas dudas de las que pudieran quedar para hacer caso a estas cre-
encias, y nos explicó de donde provenían.
Podeis ver las fotos de esta conferencia que amablemente nos ofreció Jesus Calle-
jo junto a Sol Blanco Soler, que nos habló de sus ·Experiencias con lo insólito” en
el siguiente enlace:
http://www.seamp.net/conferencias.htm#segundasconferencias
.Aquí tenéis la descarga, espero que sea de vuestro agrado.
http://www.ivoox.com/conferencia-jes-s-callejo-supersticiones-audios-mp3_rf_938764_1.html
85
Juan Miguel Marsella
Presidente SEAMP
www.seamp.net
www.madridoculto.com
info@seamp.net
86
Supersticiones en camerinos
¿Cuáles son los miedos de nuestros actores?
L os teatros como ya os he contado en varias oca-
siones cuentan con varias leyendas de aparicio-
nes, aparecidos, extraños ruidos, siniestros perso-
najes, pero en el mundo del teatro los actores también
tienen muchas supersticiones y supercherías. En esta
ocasión saliéndonos de los misterios de los edificios
nos adentramos en las supersticiones de los artistas y
sus directores.
Una de las supersticiones más conocidas dentro de
este mundo es la del color amarillo. Mucha gente no
sabrá por que los actores tienen esa pequeña manía al
color amarillo. Si se lo ponen en el estreno pueden
hacer que la obra no salga bien, o que haya desgracias
y hasta la muerte de quien lo lleve.
Toda esta superstición nada mas y nada menos pro-
viene de la ultima obra que realizó Jean Baptiste Po-
quelin mas conocido como Moliére, uno de los autores
de teatro mas interpretados…, en su vida en la cual
aparte de escribir muchas de las mejores obras conoci-
das como Tartufo, Don Juan, El avaro, y muchas otras,
también las interpretó, el día del estreno de su ultima
obra, “El enfermo imaginario”, Moliére representaba
este papel vestido con una especie de bata amarilla.
Dicen que esta obra era un espejo de su vida, estaba
representando
un enf erm o
hipocondríaco, y
el día del estre-
no cuando ya
estaban por el
cuarto acto, le
dio un fatídico
ataque de tos,
debido a la en-
fermedad que
padecía, la tisis
(tuberculosis). A
la murió entre
vómitos de san-
gre provocándo-
le estos la as-
fixia que hizo
que su vida se
esfumara.
Desde el día del estreno de su obra póstuma exacta-
mente el 17 de febrero de 1673, esta triste historia re-
al ,hizo que la leyenda y la superchería se extendieran
por los camerinos de todos los teatros del mundo, a los
pocos meses el color amarillo desapareció de los esce-
narios, actualmente la verdad que ya este tipo de su-
persticiones a muchos de los actores actuales no les
llama ni la atención, pero a muchos otros todo lo con-
trario, son muy supersticiosos, nunca consentirían el
realizar una obra con este color, pero mucho menos el
día del estreno. Esta obra El enfermo imaginario, ha
sido siempre una obra que a muchos directores les ha
dado miedo interpretar superstición, leyenda, ¿será
una obra maldita?, ¿Hay obras malditas?
Eso cuentan algunos directores y actores que hay
obras de teatro que no harían ni locos, que todo les
saldría mal que habría desgracias, que se arruinarían.
¿Pero yo me hago esta pregunta? De verdad,
¿pensaran que estas obras pueden traer la mala suer-
te, la desgracia?. Pues así parece muchos son los re-
presentantes, directores y actores que se niegan total-
mente a estrenar en sus teatros ciertas obras malditas.
Macbeth escrita por el gran William Shakespeare, es la
obra maldita por excelencia. Los actores, representan-
tes, directores hasta los utileros, se niegan a pronun-
ciar este nombre, sobre todo en el mundo anglosajón,
cuando hablan de ella se refieren a la “Tragedia esco-
cesa” así no pronuncian su nombre
La canciones de las hechiceras en Macbeth, se comen-
ta que son hechizos malvados, que van echando maldi-
ciones a diestro y siniestro a los que participan en esta
obra y hasta a sus espectadores. Se dice que hasta el
actor que hace de Macbeth, le caerá la ruina total y
nunca podrá triunfar, hasta he podido encontrar datos
de una magnífica interpretación convertida en el mayor
desastre, el conocidísimo actor Peter O´Toole inter-
pretó Macbeth y este fue el peor momento de su carre-
ra un auténtico fracaso.
87
En España también tenemos nuestras propias obras
malditas, en este caso se trata de una zarzuela La
Tempestad, su autor Ruperto Chapí con libreto de Mi-
guel Ramos Carrión. Esta obra fue todo un éxito en
1882, a pesar en las críticas que tubo en le época. A
raíz de entonces en los teatros y lugares donde se ha
expuesto esta obra la desgracia se ha cebado con
ellos, representantes arruinados, directores sin obras,
el infortunio es el protagonista cuando se habla de La
Tempestad.
Otra zarzuela, que ha llevado a la superstición es la
famosa Leyenda del Beso, esta obra de Reveriano
Soutullo y Juan Vert, tiene una parte maldita para mu-
chos entendidos, lo que se llama la Romanza de la
amapola.
En esta escena se ve como una gitana llamada Ama-
pola lee la mano a nuestro protagonista, un joven noble
llamado Mario, se dice que en esos momentos la mala
suerte se apodera del actor, puede llegar a causarle un
sin fin de desgracias y en ocasiones hasta la muerte.
Esta parte del Acto II en diversas ocasiones ha sido
omitido, por miedo a las desgracias, por miedo al fraca-
so.
Acto II
En el campamento de los gitanos Iván expresa sus pe-
nas de amor mientras afila su cuchillo.
Llega Gorón, amigo de Mario, y baila un fox-trot con
las gitanas. La fiesta gitana está a punto de empezar y
se acercan el resto de los nobles con Mario, a
quien Amapola lee el porvenir. La fiesta comienza y
Mario hace un brindis, ofreciendo su copa a Amapola.
Iván, celoso, se enfrenta a él y se la arrebata tirándola
violentamente al suelo. Los nobles y los
gitanos evitan la pelea entre Mario e Iván.
Seguro que hay muchas otras supersticiones que me
he saltado como el hombre de blanco, el hombre del
traje gris, o las apariciones de fantasmas con traje de
época trayendo alguna mala noticia, o claro por que no
hablar, del extraño aroma a perfume….
Muchos son los misterios que nos faltan y muchos son
los que conocemos, pero a veces es mejor conocernos
a nosotros mismos, para no criticar a los demás en sus
miedos, cuando nosotros tenemos los nuestros. Para
cada uno su miedo su superstición en su imaginación,
es auténtica. Para mi lo que realmente da mala suerte
es ser supersticioso.
Supersticiones en camerinos
88
Es periodista especializado en
temas heterodoxos, redactor
jefe de la revista ENIGMAS
del Hombre y del Universo. A
pesar de haber centrado su
trabajo en prensa escrita,
también ha trabajado en Radio
Euskadi, Radio País Vasco y Ra-
dio Voz. Ha ejercido como re-
portero en la Euskal Telebis-
ta-2, como redactor guionista
en Telecinco y colaborado
como contertulio en numero-
sos programas radiofónicos
y televisivos. Ejerció la direc-
ción editorial de la colección
« I n v e s t i g a c i ó n A b i e r -
ta» (Nowtilus) y es autor del
libro El Enigma de las Mo-
mias (2002) y coautor de Las
caras de la discordia (2004).
Columnista en “estrella digi-
tal”
http://www.estrelladigital.es/blogs/david_sentinella/
89
El gato es un animal reservado y extraño. A pesar
de su domesticación, es solitario e incluso arisco.
En algunas culturas es considerado un animal
benéfico, casi divino, capaz de proporcionar bue-
na suerte y de absorber la energía negativa del en-
torno; en otras, se le ve como un ser ruin y mez-
quino relacionado con el maligno, cuando no su
misma manifestación. Desde una reverencia reli-
giosa a un odio irracional, su aura de misterio a
pocos deja indiferente…
90
Posee un feroz instinto de independencia, una dignidad
serena y jerárquica, una elegancia y gracia naturales
que lo distinguen de otras especies que fueron domes-
ticadas desde los tiempos más remotos.
En la tradición popular de Japón el gato aparece como
un ente malvado que mata a las mujeres y luego adop-
ta la figura de éstas dedicándose a “engatusar” a los
hombres. En el mundo hindú, sin embargo, simbolizaba
la beatitud del asceta, y su aparente indiferencia al as-
pecto inmediato de las cosas no era más que el signo
de una sabiduría superior.
En la China medieval era considerado un animal bené-
fico cuya figura representaba una de las protagonistas
de las danzas agrarias estacionales. Era el ser que su-
plicaba a los dioses una espléndida cosecha. Aún aho-
ra, en Camboya o en Indonesia, el gato sirve a los agri-
cultores para invocar a la lluvia y para apremiar a los
dioses para que otorguen a los hombres el agua nece-
saria e imprescindible para las cosechas. El felino es
colocado en el interior de una jaula y es paseado pro-
cesionalmente por todo el pueblo. Cada campesino que
se cruza con la comitiva, rocía el gato con un chorro de
agua. De este modo aseguran que los maullidos del
animal, molesto por su cautividad, y, además, por los
repetidos baños, llegan a oídos de la diosa dispensado-
ra de las aguas celestes.
Las leyendas árabes reconocen cualidades mágicas en
el gato de pelaje negro. Se asegura que si uno toma de
su carne, escapará a todos los hechizos, y para trazar
los signos que producirán misteriosos efectos, es im-
prescindible emplear su sangre. Por su parte los egip-
cios, que lograron domesticar al gato salvaje, lo vene-
raban en su forma divina como Bastet, la diosa con
cabeza de gato, la representante del calor solar, cuyo
principal centro de devoción estaba en la ciudad de
Bubastis, en el Bajo Egipto. La veneración por el felino
llegaba hasta tal punto que, según consta en los escri-
tos de Herodoto, cuando un gato moría en una casa,
todos sus moradores se afeitaban las pestañas en se-
ñal de duelo. Los restos del gato eran embalsamados –
ver recuadro– y su momia guardada dignamente. A
quien osara matar a un gato se le consideraba peor
que un criminal.
El hecho de que este animal pueda ver en la oscuridad,
y su posición de descanso, enrollado sobre sí mismo,
como absorto y abstraído, aparecía como la imagen de
la meditación, ejemplo para los jóvenes neófitos antes
de la iniciación.
Por otra parte, no hay referencia gatuna en los escritos
de la Edad Media que no esté relacionada con la bru-
jería, las artes mágicas o su identificación con los po-
deres maléficos del alma o con la figura de Satanás.
¿Cuántos jueces condenaron antaño a la hoguera a
pobres mujeres cuyo único pecado era sólo el conven-
cimiento de sus convecinos de que, por la noche, se
transformaban en gatos negros? ¿Y cuántos gatos no
debieron ser sacrificados por mujeres supersticiosas
para elaborar alguna preparación mágica…?
El arisco animal de paso suave y silencioso, de ojos
fríos y relucientes, símbolo de lo oculto, ha pagado in-
numerables veces a lo largo de la historia del hombre,
culpas ajenas y alianzas diabólicas debidas solamente
a su aspecto, su actitud y a sus movimientos… ¿o real-
mente hay algo más?
Esos misteriosos gatos
La creación de Bastet
Un mito egipcio explica la transformación divina del gato. Decepcionado
por la villanía de los hombres, el antiguo dios del cielo, Horus-Ra, deci-
dió un día castigarlos y, encarnando su cólera en la forma de la leona
Sekhmet –que representaba la guerra, la enfermedad, el hambre–, la
utilizó para destruir a la raza humana. Sin embargo el dios sintió piedad
y finalmente decidió detener su furia vengadora, transformando a Sekh-
met, por la fuerza de su verbo, en Bastet, la gata. Después, desengaña-
do y cansado de todo, el dios padre se retiró al cielo, dejando a las divi-
nidades emanadas de él, más “jóvenes” y más comprensivas para con
las imperfecciones humanas, la tarea de seguir conduciendo el mundo
en lo sucesivo.
91
Esos misteriosos gatos
Sus orígenes domésticos
Se cree que los ancestros de los gatos modernos deja-
ron los bosques y se apartaron de sus primos salvajes
a cambio de las comodidades del hogar humano hace
aproximadamente 130.000 años, al parecer atraídos
por los roedores que infectaban los poblados. Según
un estudio científico publicado en la revista Science el
pasado año, los felinos podrían haber sido domestica-
dos por aquellas generaciones tempranas de agriculto-
res pertenecientes a las antiguas civilizaciones de la
media luna fértil del Medio Oriente –lo que hoy constitu-
ye Irak, Siria, Líbano e Israel–.
Aún así, las huellas arqueológicas más antiguas que de
momento se han hallado de su domesticación datan de
9.500 años atrás –fecha muy anterior a las antigua-
mente estimadas de 3.500 a 6.000 años–, época en la
que los felinos convivían con los pobladores primitivos
de Chipre.
Si bien los expertos consideran que fueron los gatos
quienes buscaron el calor humano y no al revés, no se
sabe exactamente cuál fue la primera cultura que los
domesticó, hecho que siempre se ha asociado a los
egipcios, y en menor grado, a los asirios. En cualquier
caso, desde el III milenio a. de C. aparecen en los fres-
cos y pinturas funerarias egipcias, y se le representa en
estatuas de bronce que datan de las primeras dinastías
faraónicas
Momias gatunas
Tras la muerte del animal, el dueño del felino
envolvía el cadáver en un paño de lino, lleván-
dolo sin demora a “La Casa de la Purificación”
para que fuese momificado. El proceso de mo-
mificación era tan meticuloso como si se tratara
de un ser humano, cuya duración era de 40
días. Una vez efectuado, las familias ricas colo-
caban sobre la cabeza de la momia una másca-
ra de bronce que representaba al animal falleci-
do, y lo introducían en un ataúd o sarcófago que
podía estar confeccionado con materiales que
iban desde la palma o el papiro hasta la piedra
caliza. Por último lo conducían al cementerio,
preferiblemente al de Bubastis, donde acudía
gente de todo el país para dar sepultura a sus
animales queridos. La momia era seguida por
un largo cortejo de parientes y amigos de la fa-
milia quienes, manifestando su profunda triste-
za, lloraban desconsoladamente al tiempo que
con gesto desesperado desgarraban sus vesti-
duras. Quienes gozaban de un nivel económico
suficientemente solvente llegaban a contratar
plañideras profesionales que, como muestra de
dolor, echaban tierra sobre sus cabellos y arre-
mangaban sus túnicas dejando el pecho al des-
cubierto.
La creación de Bastet
Un mito egipcio explica la transformación divina del gato. Decepcionado
por la villanía de los hombres, el antiguo dios del cielo, Horus-Ra, deci-
dió un día castigarlos y, encarnando su cólera en la forma de la leona
Sekhmet –que representaba la guerra, la enfermedad, el hambre–, la
utilizó para destruir a la raza humana. Sin embargo el dios sintió piedad
y finalmente decidió detener su furia vengadora, transformando a Sekh-
met, por la fuerza de su verbo, en Bastet, la gata. Después, desengaña-
do y cansado de todo, el dios padre se retiró al cielo, dejando a las divi-
nidades emanadas de él, más “jóvenes” y más comprensivas para con
las imperfecciones humanas, la tarea de seguir conduciendo el mundo
en lo sucesivo.
92
El hallazgo de miles de gatos momificados formando
inmensas necrópolis exclusivamente felinas, como la
de Beni-Hassan, descubierta en 1859, han permitido
deducir el cruce de las dos variedades de gatos que
habrían sido domesticadas por los habitantes del valle
del Nilo: por una parte el gato africano o de Libia (Felis
libyca), que servía de animal de compañía y como
guardián de las provisiones contra los pequeños roedo-
res, y otro, el conocido como chaus (Felis ocreata),
más parecido al lince, que habría sido empleado por
los antiguos egipcios para ayudar en la caza debido a
su habilidad para acorralar a las presas. Tal vez fue por
esta alabada capacidad por la que estaba prohibida,
bajo severas penas, la exportación de gatos fuera de
las fronteras egipcias, aunque obviamente no consi-
guieron sus propósitos.
Las diferentes razas que existen en la actualidad pro-
vienen de complejos cruces con los gatos salvajes indí-
genas de cada continente o región del planeta. Curio-
samente, mientras el gato ya se había extendido por
toda Asia en el primer milenio antes de Cristo, hubo
que esperar a que las legiones romanas contribuyeran
a su introducción en Occidente.
Su prestigio en Egipto fue rápidamente ascendiendo
hasta ocupar una posición envidiable, ya que no sólo
tenía un lugar entre los dioses, sino que era la repre-
sentación de uno de ellos, la diosa Bastet. Las variacio-
nes de su pupila otorgan al animal una mirada enigmá-
tica y expresiva: cuando el ojo se dilata y se redondea,
es capaz de captar toda la luz. Además, con ello el ga-
to consigue, al igual que la serpiente, ser capaz de sos-
tener con fascinante intensidad la mirada humana, lo
que impresionó de tal manera a los antiguos egipcios
que vieron en el animal una manifestación del supremo
principio divino, el ojo solar. Así, y de manera significa-
tiva, dieron al gato el nombre de Mau, palabra que en
su lengua también significa “ojo”.
Bastet se hizo muy popular al encarnar la benevolencia
divina –ver recuadro–, y sus devotos embalsamaban a
los gatos, que constituían su manifestación visible. Una
sola necrópolis, la de Beni-Hassan, reveló la presencia
de más de 300.000 momias felinas; buena parte de
ellas se perdieron, porque los ingleses, tras llevarse las
momias a Alejandría, las machacaron a conciencia,
vendiendo con posterioridad el polvo resultante como
abono a Inglaterra. De esta forma más de 20 toneladas
de momias de gatos perfectamente conservadas du-
rante siglos fueron adquiridas por campesinos ingleses
al precio de 4 libras la tonelada.
Las fiestas anuales de Bastet tenían lugar en mayo en
el gran templo de Bubastis, situado en el delta del Nilo.
Constituían una de las más importantes efemérides
religiosas de Egipto, y atraían a decenas de miles de
fieles, llegados en embarcaciones desde las regiones
más lejanas. La fiesta se trataba de un rito de renova-
ción periódica del mundo, la victoria de las fuerzas de
la vida sobre la muerte, de la primavera sobre el aletar-
gamiento del invierno, en una representación exclusiva-
mente agraria de tipo orgiástico, donde los fieles se
dejaban llevar por el son de la flauta en una danza
rítmica, emborrachándose de música y de vino y en-
tregándose a desenfrenos sexuales.
Esos misteriosos gatos
93
Esos misteriosos gatos
Las sombras del Medievo
Durante la Edad Media tuvo lugar en Occidente un vira-
je determinante en la consideración del gato que, lejos
de representar a la divinidad, fue concebido como una
encarnación del mal, cuando no del propio diablo.
La demonización del gato, particularmente del gato ne-
gro, fue un fenómeno de origen esencialmente cristiano
enmarcado en un área geográfica y en un período
histórico delimitado, el Occidente medieval entre los
siglos X y XIII. Si bien es cierto que la feroz persecu-
ción que se le dio al animal no fue obra del pueblo, sino
de las clases dirigentes, especialmente de las eclesiás-
ticas, que consideraron de manera oficial al gato como
compañero maldito de las brujas, concepto que preva-
leció hasta el Siglo de las Luces. Con ello pretendían
acabar con la tolerancia hacia los vestigios paganos –la
adoración de la Diana galorromana, las diosas de la
fecundidad, la Freyja germánica o los cultos gnósticos
a la Isis egipcia– que aún permanecían enraizados en
la cultura popular, y exterminar todas aquellas corrien-
tes marginales, sectas dualistas o heréticas, considera-
das en contra de la Iglesia.
El fanatismo de la ortodoxia religiosa imperante llevo a
cabo el proceso de manera progresiva y aplastante.
Uno de los prolegómenos de dicha demonización fue la
ceremonia del Kattestoet, que tuvo su origen en el año
961 de la mano de Balduino III, conde de Flandes, insti-
tuida para proclamar públicamente la renuncia de todo
un pueblo a sus antiguas prácticas paganas. El acto
tenía lugar cada 28 de febrero y consistía en un sacrifi-
cio de dos gatos que, al unísono repicar de las campa-
nas de la villa de Ypres (Bélgica), eran lanzados vivos
desde lo alto de las torres del castillo de Korte-Mers y
se estrellaban contra el suelo en medio del griterío po-
pular, encabezado por las autoridades civiles y religio-
sas. La fiesta se celebró sin interrupción hasta 1578,
fecha en la que los calvinistas, que durante un tiempo
se adueñaron de la ciudad, la abolieron, al ver en ella
una crueldad inútil y también, tras la máscara de una
adhesión a los dogmas cristianos, el sorprendente
mantenimiento de un rito de sacrificio de renovación
periódica; es decir, una herencia pagana en la que, por
una parte corría sangre por la tierra –los sacrificios son
una característica esencial de los cultos agrarios de la
fecundidad–, y por otra, que las víctimas –los dos des-
venturados gatos– eran inocentes y por lo tanto, reves-
tidas de sacralidad, hecho indispensable para revivir,
lavar la suciedad de los vivos y regenerar el mundo.
Hoy en día, el segundo domingo de mayo y desde
1938, el Kattestoet sigue teniendo lugar en la Grote
Markt de Ypres, aunque afortunadamente con unos
tintes más pintorescos: primero tiene lugar un gran des-
file donde las “comparsas” se disfrazan de gatos, bru-
jas, inquisidores, etc, y mientras las bandas musicales
imprimen ritmo a la fiesta, las más variopintas y vesti-
das carrozas hacen su aparición. Acto seguido tiene
lugar la representación con el lanzamiento de peque-
ños gatos de peluche desde lo alto del torreón para
conmemorar el sacrificio tradicional de dichos animales
y la protección contra el diablo; finalmente los fuegos
artificiales sirven de colofón a la fiesta.
Al principio de la caza de brujas europea el gato no era
más que una de las manifestaciones animales del
“espíritu del mal”, como lo eran el sapo, el macho cabr-
ío o el perro. Pero un siglo más tarde la imagen diabóli-
ca del felino ya estaba definitivamente fijada. El prelado
inglés Walter Map, máxima autoridad eclesiástica du-
rante el reinado de Enrique II de Inglaterra –el primer
rey de la dinastía Plantagenet–, presentó al gato como
la propia encarnación de Lucifer en las ceremonias de
la recién aparecida iglesia Valdense.
94
En su opinión, la aparición del diablo tenía lugar de la
siguiente manera: en una sala herméticamente cerrada
que él llamaba “sinagoga”, surgía de pronto un gato
negro de talla monstruosa, cuya mirada apagaba todas
las luces de la sala. Entonces hacía reconocer su ver-
dadera identidad a sus adeptos, exigiéndoles que le
rindiesen homenaje besándole bajo la cola; ello daba
paso a una orgía criminal en la que estaban permitidos
todos los excesos.
Por su parte, el francés Alain de Lille, unos de los teólo-
gos más importantes de esa época, sostenía una acti-
tud más amplia al considerar que el gato era la figura
central de todos los cultos disidentes, sin restricción
alguna. Incluso en sus tratados llegó a cambiar la eti-
mología tradicional y auténtica de la palabra “cátaro” –
del griego katharoi, “puro”–, afirmando que en realidad
deriva del latín vulgar cattus, es decir, “gato”. Conse-
cuentemente –concluía–, los cátaros no eran más que
unos adoradores del diablo.
A fuerza de ser repetidas, estas ideas acabaron por ser
admitidas y el papa Gregorio IX les dio, en 1233, su
completa aprobación en la bula Vox in Rama, en la que
Lucifer, príncipe de los demonios, se encarna ante los
ojos de sus fieles bajo la forma de un enorme gato ne-
gro, que surge a medianoche de una estatua colocada
en el centro del círculo mágico formado por sus adep-
tos.
Desde entonces, el acoso y persecución que se infligía
a los gatos, y en especial, a los de pelaje negro, fue
total. Incluso en ciudades como Metz, o en Aix-en-
Provence, se instituyó un auto de fe felino en el que,
cada mes de junio, trece gatos vivos eran lanzados a
una gigantesca hoguera que se encendía en la plaza
Mayor –el 13 ya estaba considerado entonces como el
número del diablo–. Los terribles suplicios, cacerías y
matanzas de gatos también llegaron a Inglaterra, don-
de las taighern, repugnantes fiestas en que los gatos
perecían asados, persistieron hasta mediados del siglo
XVII. Evidentemente todas estas aniquilaciones a
través del fuego provienen de la tradición judeocristiana
y el mito apocalíptico que ve en el fuego el castigo del
cielo a las fuerzas del mal.
Como resulta obvio, y a pesar de lo que se afirmara en
los esquemas teológicos de los siglos XII y XIII, no
existía ninguna brujería organizada. Las confesiones
de las brujas era forzadamente arrancadas por la Inqui-
sición mediante torturas, y la demonización del gato no
era sino una excusa más para intentar acabar con los
enemigos personales de la Iglesia, que no con los del
Dios cristiano. Con todo ello, la gran masacre a la que
se estaba sometiendo a los gatos estuvo a punto de
acabar en varias ocasiones con su total extinción en las
ciudades de la Europa medieval.
Esos misteriosos gatos
95
Esos misteriosos gatos
Durante este periodo y hasta los siglos XVI y XVII, las
narraciones sobre la relación entre brujas y gatos al-
canzaron el mayor grado de aberración. Se decía que
las brujas podían metamorfosearse en gatos –pero sólo
nueve veces, es decir, el número triple de la Trinidad–
y así ejercer sus maleficios impunemente, o huir de un
peligro sin levantar sospechas. La idea de que el gato
era una bruja e, inversamente, de que ésta era el ani-
mal, se extendió por toda Europa. El delirio irracional
de incongruencias llegó a tal extremo que la gente em-
pezó a conferir también cualidades positivas a los ani-
males felinos, tales como que al frotar los orzuelos con
la cola de un gato negro, éstos sanaban milagrosamen-
te; si se enterraba dicha cola frente a la puerta de la
casa, la enfermedad no penetraría en ella; o también
se aseguraba, entre otras muchas supersticiones que
surgieron, que la colocación del cadáver de un gato en
las paredes o en el armazón de un edificio, protegía
contra la mala suerte.
Finalmente, la utilidad práctica de los gatos co-
mo predadores de ratas y ratones frente a la
peste negra que durante siglos había diezmado
Europa –se estima que fallecieron más de 25
millones de personas por su causa–, unido a los
nuevos aires derivados de la Reforma protes-
tante y la Contrarreforma –Reforma católica–,
consiguieron que la actitud social frente a los
gatos fuese cambiando. Un punto determinante
pareció ser la actitud que el rey francés Luis XIII, el
Justo, tomó frente a la matanza masiva que estaba te-
niendo lugar. Amante de los animales y hastiado de
semejante barbarie y crueldad, el rey resolvió prohibir y
castigar la persecución de los gatos, actitud que, con el
tiempo se fue expandiendo por el resto de Europa.
Un último y curioso detalle. Frente a la irracionalidad
que circulaba por Europa, la marina consiguió escapar
a tal efecto. De hecho fueron aparentemente otras su-
persticiones la que obraron semejante milagro: los ma-
rineros estaban convencidos de que los gatos proteg-
ían al barco de las tempestades, que tenían el poder de
levantar el viento cuando el barco estaba averiado y
que, su mera presencia, obraba como talismán y amu-
leto. Por otra parte, resulta obvio que tales supersticio-
nes surgen del conocimiento y de la experiencia disfra-
zada: las tripulaciones sabían perfectamente que los
gatos eran los únicos que podían proteger la carga y
las provisiones de a bordo contra las rapiñas de los
roedores. Poco tiempo después, un decreto del Código
Marítimo francés promulgado por Colbert, ministro del
rey Luis XIV, obligó a los capitanes de los barcos de
guerra a mantener permanentemente dos gatos a bor-
do. Cualquier negligencia era considerada como una
falta grave y, hasta finales del siglo XIX, las compañías
de seguros seguían negándose a indemnizar a los ar-
madores por los daños causados por las ratas si no
podía probarse la presencia efectiva de, al menos, dos
gatos a bordo del barco.
La noticia de la baja mortandad entre los marinos, y lo
servicial y beneficioso que resultaban estos felinos a
bordo de un barco, se extendió rápidamente por toda
Europa, y es así como desde el mar del Norte hasta el
Adriático se implantó un comercio de gatos a precio de
oro, que permitió que Occidente escapase en parte de
la terrible mortandad causada por la peste que asolaba
el mundo mediterráneo.
96
Esos misteriosos gatos
Cómo ver a los demonios
Pocas tradiciones antiguas han convertido al gato, tan próximo y familiar
al ser humano, en un animal diabólico como el que narra la tradición
oral del Talmud, que recoge las discusiones rabínicas sobre leyes jud-
ías, tradiciones, costumbres, leyendas e historias. Según consta en el
libro judío, la placenta de gata negra poseía el poder de hacer ver a los
demonios a aquel
Los pueblos nórdicos y los gatos
Los celtas creían que las hadas observaban el mundo terrestre a
través de los ojos de los gatos, y que, por ende, los ojos del ani-
mal eran la puerta al reino de las hadas. De hecho, un antiguo
proverbio irlandés nos dice que los ojos del gato son las puertas
del más allá.
Dentro de las tradiciones de los antiguos pueblos nórdicos, está
el culto a la bellísima diosa Freyja, que reinaba sobre el amor, la
curación, la magia y los animales, en especial, los gatos. Ésta
guardaba en su jardín las manzanas y demás frutos con las que
se alimentaban los dioses del Walhalla y era la encargada de re-
partir el rocío cada mañana, surcando el cielo a gran velocidad
en un carruaje tirado por dos gatos: Bygul (abeja de oro) y Trje-
gul (árbol de ámbar dorado).
Entre los celtas galos se castigaba la muerte de un gato con el
equivalente de una oveja y su cordero. También hubo disposicio-
nes jurídicas que reconocían la importancia de los gatos en las
islas Británicas, donde, en el siglo X, el príncipe Howel publicó
unas normas que fijaban el valor de los gatos y establecían, entre
otras cosas, que quien matase a un gato debía indemnizar al pro-
pietario del animal con una cantidad de trigo necesaria para cu-
brir totalmente el cadáver del gato, suspendido por la cola con el
hocico tocando el suelo. De este modo, se pretendía compensar
al propietario del gato por las pérdidas de trigo que, faltando el
felino, le ocasionaban los topos.
97
Esos misteriosos gatos
Un lugar en el Paraíso… y caer de patas
Existe una leyenda que ilustra la gran estima y respeto que Mahoma, profesaba hacia los gatos.
El profeta amaba a esos animales, y siempre estaba con ellos, tanto en casa como en sus predi-
caciones. El más famoso de sus gatos fue una gata llamada Muezza. En una ocasión Muezza
estaba tan dormida sobre la manga de la túnica de Mahoma que, llegada la hora de la plegaria, el
profeta prefirió cortar la manga de su traje en lugar de interrumpir el sueño del animal. A su regre-
so, encontró al gato que se recuperaba de su adormilamiento. Muezza, al ver debajo de su cuer-
po la manga que Mahoma se había cortado, apreció la atención que su amo le había dedicado.
Se levantó para hacerle una reverencia, levantó la cola y dobló en arco la espalda para testimo-
niarle su respeto”.
Mahoma, que comprendió perfectamente lo que esto significaba, aseguró a este santo animal un
lugar en el Paraíso. A continuación, le pasó la mano tres veces por la espalda, y con ello le
otorgó la virtud de no caer nunca sobre esta parte: de ahí viene que los gatos siempre caigan so-
bre sus patas.
98
El fenómeno de las supersticiones ha llegado a nuestros días con
mucha más fuerza de lo que algunos opinan o son capaces de ad-
mitir. Nuestra sociedad sigue todavía, aunque posiblemente en me-
nor medida que en tiempos remotos, atestada de creencias supers-
ticiosas. Y el mundo del teatro y arte escénico, no escapa a esta
realidad.
99
100
E spaña no ha sido un país excesivamente su-
persticioso, aunque debido a su pasado, han
convergido en él una gran mezcla de culturas. A
las supersticiones primitivas, romanas y godas, se su-
maron las judías y las mahometanas. Todas ellas lo-
graron filtrarse de un modo u otro en el alma popular y
acabaron por conformar un popurrí de creencias paga-
nas e idólatras.
Esta conjunción, junto a la ignorancia ante los fenóme-
nos de la naturaleza, ha provocado a lo largo de la his-
toria un especial interés por los temas macabros y el
mundo sobrenatural, sobre todo a partir de la Edad Me-
dia. Brujas que volaban sobre sus escobas, demonios
íncubos o súcubos, duendes familiares, almas del pur-
gatorio que se aparecían y turbaban la paz de los vi-
vos, muertos que dejaban sus tumbas,... zahoríes,
hechiceros, magos, curanderos, alquimistas, adivinos,
agoreros, nigrománticos, conjuradores y astrólogos,
invadían la vida social y cultural en nuestro pasado. Lo
cotidiano pasaba muchas veces por el tamiz de los
conjuros o hechizos, apariciones de espíritus y fantas-
mas, por la influencia de los astros, la adivinación del
futuro y sobre todo, una gran variedad de amuletos pa-
ra atraer a la diosa fortuna.
Todo ello constituía una sociedad que aunque era emi-
nentemente católica, poseía una enorme cantidad de
creencias paralelas cuyo denominador común más cla-
ro era la superstición. Nuestra literatura da fe de ese
suceso. Infinidad de obras literarias españolas hacen
referencia directa o indirectamente a la superstición,
tanto en la prosa, que plasmaba la realidad social de la
época, como en el mundo teatral, donde autores como
Cervantes, Tirso de Molina, Calderón de la Barca o
Lope de Vega mostraron de forma latente lo arraigada
que estaba la superstición y las creencias en lo sobre-
natural y fantástico.
El término superstición –de super, sobre, y statuens,
establecer– significa etimológicamente cualquier exce-
so en la medida de una cosa. De este modo, la supers-
tición trataría tanto del exceso por parte del objeto del
culto como del modo de ofrecérselo.
Una de las posibles explicaciones de por qué la supers-
tición subsiste hoy en día la hallamos en la costumbre.
A fuerza de oír hablar de ella, a través de narraciones
de amigos o de los miembros decanos de la familia, por
no hablar de los medios audiovisuales, acabamos por
asumir esas supersticiones también. De todo lo raro y
de causa desconocida tendemos a protegernos, no
vaya a ser que, “por casualidad”, nos suceda a noso-
tros. El “yo no creo en meigas, pero de haberlas, hai-
las” funciona realmente. Es curioso constatar que hay
poca gente perteneciente al hermoso mundo del teatro
que admita ser supersticiosa.
Algunos, como decía la fallecida actriz María Isbert, no
creen porque son muy religiosos. Sin embargo, una vez
roto el hielo inicial durante las conversaciones, dejan
entrever esas creencias y miedos interiores. No en va-
no, las frases más escuchadas en las entrevistas reali-
zadas para la elaboración de este reportaje han sido:
“Yo no soy supersticioso/a, pero... soy respetuoso/a
con las tradiciones”, y sobre todo la más socorrida “Yo
no, pero, bueno, por si acaso...”, respuestas que
hablan por sí solas. En una grata conversación con
María Luisa Merlo, me decía “...no soy supersticiosa, lo
era, pero he dejado de serlo porque me daba muy mala
suerte”.
También es cierto que hoy en día, parece que la gente
es menos supersticiosa, y que, o bien por mayor cultu-
ra e información, o porque se vive a otro ritmo, se ocu-
pa menos de ese tipo de preocupaciones. Como apun-
taba el actor Paco Valladares, “antes la gente tenía
más tiempo y menos cosas que hacer. Pero hoy en día,
con el ritmo trepidante de vida que llevamos, no hay
tiempo de pensar o ser supersticioso”. Aún así, no hay
que olvidar que las supersticiones nacen y se mantie-
nen gracias a la necesidad de creer en algo.
El actor David Muro argumentaba que “el ser humano
ha avanzado tecnológicamente, pero no moral ni espiri-
tualmente. A quien más o a quien menos, le hace falta
agarrarse a algo. Unos lo hacen a la religión y llenan el
camerino de estampitas, y otros a los amuletos, y se
cuelgan objetos profanos y realizan sus rituales perso-
nales para llamar a la diosa fortuna”.
A escena!!
101
A escena!!
U n detalle a tener en cuenta es que, dejando a
un lado las generaciones más veteranas del
mundo del teatro, en el ambiente escénico
apenas se habla de mala o buena suerte, sino que,
utilizando en apariencia una sustitución de términos, se
hace referencia a las malas o buenas energías. La ac-
triz Carmen Elías incluso me contaba que “había traba-
jado con algunas personas que habían llamado a una
bruja para que purificara el escenario”. Ya no se utilizan
tanto los fetiches y los amuletos como los cuarzos, las
velas y las barritas de incienso; hoy en día se habla de
“limpiar el espacio” y de “dar y recibir buenas vibracio-
nes”.
Como me contaba Ángeles Martín, el día del estreno
enciende muchas velas para rodearse de energía posi-
tiva, y cuelga en su camerino muchas fotos tanto de
grandes actores como de amigos de profesión que han
sido positivos en su vida. “Pasó la mano por todas esas
fotos y después lo hago por mi cara y el cuerpo entero.
Luego salto mucho y les canto una canción. Después
de esto, salgo al escenario”.
Sin embargo, una creencia tan arraigada como diversi-
ficada es que los difuntos, y aún más sí han sido acto-
res o actrices, pueden ayudar ante el reto que supone
montar una obra nueva y sobretodo en la noche del
estreno. Numerosos profesionales de la escena piden
ayuda a seres ya fallecidos con la absoluta certeza que
interferirán para el buen funcionamiento de la obra y en
definitiva, para su éxito. Un ejemplo lo tenemos con
Josep Mª Pou: “El día del estreno es especial. Procuro
desde que me levanto, estar acompañado por esas
personas que ya no existen, que sé que van a hacer
todo lo posible para que ese estreno sea un éxito. Les
pido ayuda, compañía y consejo. Estoy seguro que fun-
ciona”.
¿Existen los teatros gafes y malditos?
Algunos artistas de la escena aseguran que realmente
existen teatros donde la desgracia parece cebarse, co-
mo sucede con el Teatro de la Comedia en Madrid –
que se ha incendiado dos veces–, o el Gran Teatro de
ópera El Liceo –que ya ha sufrido tres incendios–. Se
trata de teatros y platós de cine y televisión malditos,
en los que suceden accidentes que superan con creces
las medias estadísticas. Otros, no creen en la existen-
cia de teatros malditos, pero aseguran que son lugares
donde se condensan energías y emociones –tanto ne-
gativas como positivas– que se aprecian rápidamente.
102
O tro aspecto tanto o más temido que el fuego,
es el de actuar con pocos espectadores. Un
teatro que antaño tenía fama de gafe por no
llenarse de público era el Teatro de la Zarzuela. Incluso
existe la anécdota de que durante la Guerra Civil, los
nacionales iban a entrar definitivamente en Madrid. Y
se decía: ¡A que no entran en la Zarzuela!”.
En otros casos no se atribuyen los problemas al inmue-
ble, sino que la gente del mundo teatral culpó del si-
guiente relato a una especie de mal de ojo o gafe que
padeció el estreno de la obra “Lorenzaccio” de Musset
en el Teatro Español de Madrid en 1988, dirigida por
Josep Mª Flotats. El teatro estaba lleno, y de repente
las luces se apagaron cinco minutos antes de levantar
telón. Después de una espera de cuarenta y cinco mi-
nutos hubo que suspender el estreno ya que no se con-
siguió recuperar el fluido eléctrico.
Inglaterra y Estados Unidos
Tanto Gran Bretaña como Estados Unidos son dos paí-
ses cuyas leyendas teatrales merecen especial men-
ción.
En Inglaterra se asegura que hay teatros habitados por
fantasmas y cuya presencia es muy respetada por los
actores. Esta mezcla de tradición y superstición está
muy arraigada en los círculos teatrales de Inglaterra, y
en menor medida, en Estados Unidos. Según cuentan,
el fantasma aparece sentado en el patio de butacas
durante el periodo de ensayos. Cuando eso ocurre,
significa inequívocamente que el actor o actriz que lo
haya visto tendrá un gran éxito en ese espectáculo. En
la ciudad de Londres existen varios teatros que tienen
sus propios “fantasmas”, con nombres y apellidos, y de
los que están muy orgullosos.
Algo parecido pasó en el teatro madrileño María Gue-
rrero donde se decía entre los actores más veteranos,
que de vez en cuando aparecía una “sombra espectral”
durante los ensayos generales, presencia que era atri-
buida al fantasma de un actor ya fallecido. Sí el espíritu
era visto por el patio de butacas y se sentaba, eso sig-
nificaría que la obra iba a ser un éxito.
En Inglaterra, por otra parte, está absolutamente prohi-
bido hacer referencia a la obra Macbeth por su nombre.
Incluso cuando se va representar, entre los propios
actores la denominan como “la Tragedia Escocesa”,
reconociéndola como la famosa obra de Shakespeare.
La tradición dice que todo aquel actor que interprete el
personaje de Macbeth, no cualquier otro en la obra,
será un enorme fracaso en su carrera. Curiosamente,
esto se ha visto respaldado en los últimos años por
muchos grandes actores, entre ellos Peter O‟Toole, y
cuyo resultado ha sido un importante fracaso tanto a
nivel de público como de crítica.
A escena!!
103
A escena!!
E n los teatros de Estados Unidos estas costum-
bres supersticiosas no están tan arraigadas. Sin
embargo, poseen otros fenómenos parecidos.
Especialmente, existen teatros que son considerados
en la profesión como gafados, en este caso no por ac-
tores del pasado, sino a consecuencia de asesinatos.
Uno de ellos es el Ford Theater de Washinton, donde
un actor llamado John Pinkel Booth mató desde el es-
cenario al Presidente Lincoln que se encontraba en un
palco viendo la función. Desde entonces, se dice que el
fantasma de ese actor se aparece y ronda por el teatro
produciendo éxitos o fracasos.
Mala suerte versus buena suerte
Hablar de la buena y mala suerte en el ámbito teatral
es, al igual que en el juego, un tópico real. Unos, no
creen ni en la buena ni en la mala suerte, sino que uno
mismo se labra su propio destino; o como apunta el
actor Carlos Hipólito, “tanto la superstición como la ma-
la suerte existen en la medida que nosotros creamos
en ello”. Hay todo tipo de opiniones, aunque en su ma-
yoría, son muchos los artistas que creen que la suerte
existe, pero que hay que perseguirla. Iñaki Miramón es
de la opinión que “la suerte nos la fabricamos nosotros
mismos, hay que ser positivo y tener buenas intencio-
nes en la vida. El miedo a que te pase algo, atrae a la
mala suerte”. Otros actores y actrices como Fernando
Delgado, Carmen Elias, o Manuel Tejada, sólo creen
en la buena suerte y que ésta, “pasa a lo largo de la
vida una, dos o tres veces, y lo que hay que estar es
preparado y despierto para agarrarla y que no pase de
largo. Creer en la mala suerte es un signo de comodi-
dad”. Aunque posiblemente, quien ponía efectivamente
el dedo en la llaga era el ya fallecido Juanito Navarro al
considerar que “sí entra dinero por taquilla, no hay pro-
blemas de mala suerte, pero si esto no ocurre, enton-
ces te agarras a cualquier explicación supersticio-
sa. Cuando no tienes éxito, le echas la culpa a
diferentes cosas”. Como curiosidad, decir que An-
tonio Ozores, tenía por costumbre el último día de
representación, dejar en su camerino todo el dine-
ro que llevara suelto en el bolsillo, apuntando que
eso le daba mucha suerte.
Una de las supersticiones exclusivas de la esfera escé-
nica y que apenas se ha mantenido a lo largo del tiem-
po es la caída del libreto al suelo durante el periodo de
ensayos. La creencia asegura que ello provocará ne-
fastas consecuencias, efectos que pueden ser anula-
dos sí inmediatamente después se golpea de nuevo el
libreto contra el suelo siete veces más.
104
El color amarillo
E l amarillo es el gran tópico en el mundo del tea-
tro. Curiosamente la superstición hacia este co-
lor no parte de la figura de Molière. Ya la tradi-
ción cristiana lo convirtió en negativo al relacionarlo con
el azufre de los infiernos, y por ende, símbolo también
de la falsedad y la traición. En la Edad Media, los pue-
blos con epidemias debían colocar una bandera amari-
lla como señalización informativa. De hecho, el color
amarillo es el único que está ausente de los rituales
litúrgicos católicos. Durante el periodo de la Inquisición
a muchos cómicos se les impuso el castigo de recorrer
las calles de la ciudad vestidos con una túnica amarilla
de penitente o sambenito, para que la gente le humilla-
ra, insultara y ultrajara. En la actualidad, las referencias
negativas hacia el amarillo todavía se ven latentes en
nuestra sociedad. A las publicaciones de dudosa serie-
dad y que deforman los hechos se las enclava dentro
de la “prensa amarilla”. Muchos toreros odian este co-
lor, y dentro del ámbito escénico, sigue representando
tópicamente la mala suerte, aunque haya muchos que
afirman lo contrario. Como me comentaba Amparo
Baró, incluso han intentado engañar a los compañeros
diciéndoles que se trataba de dorado, o color limón,...
Otros, como Juan Luís Galiardo, opinan que “el amari-
llo es un color que al pensar que da mala suerte, termi-
na dándola”.
Supuestamente, la superstición hacia el amarillo nace
en el mundo teatral con la muerte de Molière. Sin em-
bargo, como me explicaba el productor, director y actor
Josep Mª Flotats, gran conocedor del teatro francés
donde las costumbres supersticiosas están bastantes
arraigadas, “mientras en España la superstición es con
el amarillo, en Francia –país de Molière–, es el color
verde, y en Italia e Inglaterra es el color morado. Cabe
recordar que, según la tradición francesa, Molière esta-
ba representando „El enfermo imaginario‟ cuando se
sintió indispuesto y se fue a su casa, donde murió lle-
vando una bata verde, y no amarilla como se piensa”.
Aún así, existen varias anécdotas acerca de la negativi-
dad del color amarillo. Una de ellas me la explicaba el
actor cómico Juanito Navarro, quien odiaba al color
amarillo: “Tiempo atrás estaba trabajando en el teatro
madrileño La Latina con el actor Fernando Santos, y
éste se puso un jersey amarillo. Yo le dije que daba un
gafe tremendo, pero no hizo caso. Al cabo de un rato,
le llamaron avisándole que su madre se estaba murien-
do. A partir de entonces, también se hizo un supersti-
cioso del color amarillo”.
A escena!!
Se trata de otra de las supersticiones propias del teatro,
y que en la actualidad han perdido vigencia. Se decía
que sí un actor o actriz se equivocaba de puerta al llamar
a un camerino, era presagio de que en esa representa-
ción iba a recibir abucheo por parte del público.
105
A escena!!
O tro caso, ocurrió en el año 1974 con la obra
“Canta, gallo acorralado”, (“Cock-a-doodle
dandy”) del irlandés Sean O‟Casey, adaptada
por Antonio Gala y dirigida por Adolfo Marsillach en el
Teatro de la Comedia de Madrid. Todo parecía prever
que después de sus anteriores éxitos, Marsillach iba a
tener otro triunfo arrollador. El escenógrafo, de acuerdo
con la dirección, utilizó el amarillo como elemento cen-
tral del espectáculo. Decorado, parte del ciclorama,
vestuario, los carteles de la fachada del teatro, todo
presentaba una gran ostentación del color amarillo. Los
comentarios generales en el mundillo teatral –unos ate-
rrados, otros jocosos– eran que Adolfo Marsillach desa-
fiaba la suerte con el amarillo. El estreno fue interrum-
pido un par de veces por el público, hasta el extremo
de tener que bajar el telón. La función no gusto y hubo
discusiones entre el público. Desde los primeros pisos
empezaron a patear y a silbar mientras que desde el
patio de butacas pedían respeto. Las críticas fueron
más bien mediocres y malas, y no funcionó bien de
público. La obra sólo se pudo mantener cuatro meses
en cartel lo cual de por sí ya es un fracaso, pero duran-
te esos meses además, pasaron varias desgracias im-
portantes entre un cúmulo de sucesos extraños. Murió
la madre de Adolfo Marsillach, Tirso Escudero padre –
que era el empresario–, y también un maquinista del
teatro que falleció repentinamente en el escenario. En
las mentes de los propios miembros de la compañía
paseaba la duda del fantasma del color amarillo, y por
supuesto, el amarillo, también era el comentario gene-
ral de la gente de la profesión. Se aceptaba de la ma-
nera más natural que dicho color era el causante de
todas aquellas desgracias.
Música prohibida
Existen varios temas musicales que son considerados
de mal fario. “El vals de las olas”, “Stromly weather” o
“Tiempo tormentoso”, “La Petenera”... Al hablar con la
gente de la profesión, casi todos se niegan a decir de
qué temas musicales se trata, incluso, los que a priori
presumen de no ser supersticiosos.
Cuba es posiblemente el país centroamericano más
supersticioso. De él, existe una anécdota dentro del
mundo teatral que nos explica la existencia de algunos
temas musicales considerados de mala suerte e inclu-
so de tabú. Es el caso de “El Vals sobre las olas”, pieza
sobradamente conocida del compositor mejicano Ju-
ventino Rosas, que está considerada como poseedora
de “jettatura”, es decir, mala fortuna o que está malde-
cida cuando se interpreta dentro de un teatro. La anéc-
dota aconteció durante los ensayos de la obra “El Flau-
tista de Hamelin”, en que se interpretaba dicho vals por
orden del atrevido director. A los pocos días, la madre
del director enfermó levemente y fue llevada al hospital,
donde repentinamente, empeoro su estado al día si-
guiente.
Posiblemente se trata de la superstición más arraigada,
no sólo en España, sino también en todo Occidente.
Desde la antigüedad, todas las grandes culturas han
considerado a la madera como un elemento puro y posi-
tivo que además de darnos alimento, también nos pro-
porcionaba calor y cobijo. Pero dicha creencia se ve
reforzada con el poder sobrenatural otorgado por la
muerte de Cristo en la cruz. De este modo, tanto en la
vida social como en el teatro, “tocar madera” es inequí-
vocamente un símbolo de dicha y de protección contra
las malas influencias.
106
A l fin, y viendo que su madre fallecía, el director
llamó inmediatamente al teatro donde estaban
ensayando y ordenó a la directora musical que
cambiaran ese tema, y que quedaba terminantemente
prohibida cualquier referencia a esa melodía.
Silbar en un escenario
Los resultados negativos de silbar en un teatro, y aún
más en un escenario, son producto de una de las su-
persticiones más antiguas y enraizadas en el teatro.
Aunque hoy en día ha perdido mucha creencia, aún
existe la tradición y el respeto por ella. Simbólicamente,
silbar cualquier melodía atrae las malas influencias y a
los espíritus maléficos. Actores de la talla de Alberto
Closas, entre otros, no permitían que se silbara en el
teatro. Tema aparte y de especial mención, es el de
silbar en el escenario algunos temas musicales en con-
creto, que ya de por sí, son considerados de “mal fario”
en el mundillo teatral.
Los clavos
Dentro de las supersticiones populares, los clavos, al
igual que otros objetos punzantes, siempre han sido
considerados como acreedores de la fortuna. Esta cre-
encia se basa en que son capaces de contrarrestar las
fuerzas maléficas y los malos espíritus. Así que cuando
encontremos un clavo en la calle o en un camino debe-
remos recogerlo y conservarlo para que nos traiga bue-
na suerte. Esta superstición también actúa en el teatro,
aunque con alguna variación. En el mundo teatral se
trata de un clavo doblado el que va a proporcionar la
suerte, y se deberá conservar hasta que terminen las
representaciones de la obra en ese teatro.
El pie derecho
Es otro de los detalles que muestra la dualidad entre el
bien y el mal. Es de sobras conocido, y muchas perso-
nas lo han sufrido en su infancia, que en las escuelas
se consideraba que escribir o comer con la izquierda
era malo, negativo, o simplemente diabólico. Asimismo
el uso de la derecha era lo correcto y lo que la tradición
A escena!!
Hacer punto
Si una mujer hace punto en un teatro es motivo suficien-
te para ganarse una reprimenda por los propios compa-
ñeros, ya que eso producirá mala suerte para la compañ-
ía. Aunque, curiosamente, dicha superstición no es váli-
da para los hombres, que pueden practicarlo sin temor a
que ocurra nada negativo.
107
A escena!!
bíblica marcaba (no hay que olvidar que los elegidos
por Dios debían sentarse a su derecha, y que es el ca-
mino al paraíso). Con estos elementos a priori es nor-
mal que apareciera en el teatro la superstición de que
al escenario se debe entrar con el pie derecho, e inclu-
so calzarse primero dicho pie, porque de lo contrario se
provocará la mala suerte.
Una pata de conejo
L a pata de conejo se trata de uno de los amuletos
tópicos. Tradicionalmente proporcionaba buena
suerte, y ha sido uno de los amuletos preferidos
tanto por los jugadores como por los ladrones. Aunque
hoy en día esté bastante olvidado, en el ambiente tea-
tral era otro de los elementos que proporcionaban bue-
na suerte, e incluso era utilizado para dar el maquillaje.
Para algunos de los actores y actrices decanos de
nuestros escenarios era fundamental llevar la pata de
conejo en el maletín de maquillaje, y algunos, no salían
a escena sin llevarlo consigo.
¿Suerte? No, gracias
Es costumbre desear suerte ante una nueva represen-
tación o el día del estreno. Pero curiosamente tanto las
palabras suerte como éxito, son tabú en el teatro, ya
que su sola pronunciación conseguirían el efecto con-
trario. Ante estas circunstancias, fueron sustituidas por
otras expresiones que, a fin de cuentas, significan lo
mismo. De este modo, tanto en España como en Fran-
cia se recurre a la palabra “mierda” para desear suerte,
mientras en Inglaterra se utiliza la expresión “rómpete
una pierna”.
A través del tiempo, religión y superstición han funcio-
nado como las dos caras de la misma moneda –ambas
nacen de la necesidad de creencias, del miedo al tiem-
po y a lo desconocido, y de la propia insignificancia
humana–, unidad que muchas ocasiones se ha visto
separada dependiendo de los intereses del momento.
No cabe olvidar que se tratan de creencias personales,
que por una u otra razón se han ido sedimentando a
través del tiempo siendo aceptadas, unas dentro del
ámbito de las religiones, y otras desterradas a la esfera
de la superstición. Desde el principio del hombre hasta
la actualidad, infinidad de creencias han ido pasando y
desapareciendo ante los ojos del tiempo y de los hom-
bres. Lo que es innegable, es que la superstición, hija
de la ignorancia y madre de la religión, ha servido al
hombre y seguirá haciéndolo, como un potente tranqui-
lizante ante el devenir, lo desconocido y lo incontrola-
ble.
Se trata de otro de los elementos de la superstición general
acogido en el mundo escénico. Pocos artistas pasaran o se
situaran bajo una escalera ya que ello les reportaría mala suer-
te en la representación. Dicha superstición deriva del cristianis-
mo en la evocación del triángulo formado por la cruz y la esca-
lera apoyada en ella para descender el cuerpo de Cristo cruci-
ficado.
La superstición hacia las cuerdas y sogas proviene de
su relación con los ahorcados y como elemento de pri-
vación de libertad. Antiguamente se tenía la supersti-
ción de que ésta palabra no debía pronunciarse jamás
sobre el escenario de un teatro. Lógicamente, esta tra-
dición también se trasladó con el tiempo al ámbito de
los platós de televisión y cine.
Existe cierta tradición en pensar que si el día del estre-
no llueve provocará buena suerte.
Otras supersticiones antiguas cuyos elementos ya han
desaparecido, aseguran que sentarse en la concha del
apuntador o tocar la campana de los avisos en los en-
sayos, daba mala suerte.
108
RODOLFO OSORIO
109
Crecí con las supersticiones así como muchos de mi generación. No res-
petaban clases sociales ni niveles educativos aunque en los más altos
daba pudor comentarlo. Lo que era común a todos los estratos era el di-
cho “no creo en brujas, pero que las hay las hay”. Lamentablemente en
estas latitudes se desvaloriza al anciano desacreditando sus cuentos
porque “son cosas de viejos”. Pero todavía quedan algunas abuelas que
luego que el nieto vino con un sangrado nasal después de tomar sol,
apoyó una llave fría sobre su frente y ohhh! misteriosamente el sangrado
se detuvo. Actualmente todo es marketing, y es posible que si esa llave
viniera envasada en un frasco colorido, aprobado por el Ministerio de Sa-
lubridad y cuantos mas sellos (en lo posible de Estados Unidos) tenga
mejor, seguramente se agotaría.
110
Supersticiones en el Rio de la Plata
L as supersticiones criollas están fuertemente rela-
cionadas con las foráneas pero, a su vez, el crisol
de culturas provenientes de la inmigración le puso
su sello propio hasta crear supersticiones autóctonas.
Uruguay, mi país, recibió una inmigración europea
muy fuerte a causa de las guerras de las primeras
décadas del siglo XX así es que tampoco acá pasamos
por debajo de escaleras y evitamos los gatos negros
frente a nosotros. Personalmente hice un relevamiento
visual frente a un obrero que pintaba sobre una escale-
ra en la acera, y el 99 % de las personas la rodeaban.
Ni hablar de los espejos rotos!. Al mismo tiempo que
limpiamos los vidrios ya estamos pensando cómo va-
mos a pasar nuestros próximos 7 años de mala suerte.
Dónde se conservan las supersticiones autóctonas es
en el interior profundo. Por ejemplo: en Sudamérica y
mas específicamente en Argentina, Bolivia, parte de
Brasil y Uruguay existe un árbol que se llama Aruera y
que tiene la fama de producir reacciones alérgicas in-
tensas salvo que al pasar junto a ella se la salude en
voz alta inversamente a lo que correspondería; si es de
día “buenas noches señora Aruera”, y durante la noche
“buenos días señora Aruera”. Cuentan que algunos
accidentalmente se durmieron debajo de su sombra y
despertaron todos brotados. Otro árbol mágico, si los
hay, es la higuera. “Destinado” por los cristianos ya que
lo maldijo la virgen y fue donde se colgó Judas, fue
traído a América por inmigrantes armenios . Y fue aquí
que se “redimió” su mala fama porque según dicen
bastan unas gotas de leche de higuera para le vuelva
la leche a la madre mas “seca”.
Los fogones en las noches oscuras del campo, donde
apenas se ve mas allá de la mano son fuente inagota-
ble de supersticiones y creencias, y hay grandes narra-
dores que uno pasaría horas escuchándolos. En opor-
tunidad de algún acontecimiento importante como un
casamiento hay
que enterrar un
huevo cocido
para que no
llueva o formar
una cruz de sal
en la tierra. Y si
a pesar de todo
llueve , es con-
veniente ubicar
los cuchillos con
la punta para
abajo en el se-
cador.
111
Supersticiones en el Rio de la Plata
C uentan esos narradores que el “bautismo sin Cu-
ra”, tiene mas valor que el cristiano por su poder
curativo y liberador y es por eso que se adelan-
ta en caso de enfermedad del bebé. Nunca
se efectúa antes de la semana del naci-
miento en espera del “mal de los siete días”
tiempo en que se incubaría el tétanos en el
cordón umbilical.
Aracelia, de Paso de las Flores en el norte
de Uruguay cuenta: “el bautizo no debe de
hacerse antes que pasen siete días del nacimien-
to. Yo desde que el nenito no está bautizado no
apago la luz de noche. Tengo miedo que le pase
algo. Elijo los padrinos y convenimos el día para el
bautizo. Entonces se hace lo siguiente: la madrina
toma al niño en brazos y le pone una vela en la mano,
después con tres ramitas verdes de malva
(malva sylvestris), pitanga (eugenia uniflora) o cual-
quier otra planta que no sea “mala” se van mojando de
a una en agua del río que es como agua bendita. El
padrino se persigna con una de estas varitas y dice: En
nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo y tira
las varitas para atrás por encima de la cabeza. Así con
las tres varitas. Luego los padrinos se abrazan con los
padres y con la familia. Mire, cuenta Aracelia, yo por
aquí nunca he visto un bautismo con Cura”. Es que
aunque se mantiene la fe intacta, el sacerdote es visto
como no deseable porque se lo asocia cerca de los
muertos y los funerales.
EL LOBIZÓN
“Porque ustedes los de la ciudad no entienden de estas
cosas”, es lo primero que sale cuando se lo menciona
en los pueblos del interior. Pero para ellos no es tema
de discusión.
Para ser lobizón se necesita el “consentimiento” del
vecindario, porque no cualquiera puede serlo salvo que
reúna ciertas condiciones nada agradables. Debe ser el
séptimo hijo varón sin interrupción de mujer. Si algún
padre lo tiene puede salvarlo de ser lobizón si intervie-
ne la iglesia que lo bautizará y le pondrá como nombre
Benito y lo apadrinará el hermano mayor.
El lobizón se vuelve tal, un viernes y a media no-
che, porque se cree que en ese preciso momento hay
“una corta ausencia de Dios” que aprovecha el hombre
para transformarse en chancho, ternero o perro gigan-
te. Eso sí, siempre negro, no se lo imagina de otro mo-
do; entonces rondará por los cementerios, basurales o
las tranquilas calles del pueblo. Se dice que va
“retobado (furioso) en su cuero” tanto que no le entran
ni las balas. La única forma de pararlo es si se lo
derriba de un solo golpe sin derra- m ar
sangre, momento que se
v u e l v e
“cristiano” de
apuro y ruega por su vida.
Al día siguiente se lo reconoce por
la lesión que tiene. Esta es la versión criolla
del hombre-lobo.
AS FOTOS COMO HERRAMIENTAS
Las fotos fueron de los elementos más usados para
“el daño”. Se cortan, rompen queman según la imagi-
nación del “consumidor”, y con ella se hace “el entie-
rro”. Se entierra realmente la foto en una tumba fresca,
cosa fácil de conseguir en los cementerios abiertos del
campo y se cree que la persona receptora del daño
sufrirá cada vez más a medida que el cuerpo se des-
compone. Porque esta tie-
rra de cementerio tiene fa-
ma de dañina. Pero tierra
fresca recogida en cruz so-
bre la tumba, cuatro puña-
dos en las puntas y una en
el centro también se usa
para “echar gualicho”, terro-
nes sobre las foto y encima
yerba mate (Ilex paragua-
riensis), así durante meses
hasta que enloquezca el
perseguido.
112
Supersticiones en el Rio de la Plata
SUPERSTICIONES Y FÚTBOL
E l club brasilero Vasco da Gama andaba de mala
racha y cada vez peor, hasta que uno de los diri-
gentes asoció el comienzo de la mala fortuna al
despido del masajista Manuel Santana que siendo
“Pâe de Santo” y dueño de una casa de
“Macumba” (culto afro-brasileño) había hecho una
“praga”, un daño en perjuicio del club. Se trajo al ma-
sajista y se le dio nuevamente su puesto y permitió
que en los vestuarios hiciera sus ritos vestido con su
llamativa túnica amarilla. Llevaba a los jugadores a
“benzer” y a “descargarlos” antes y después de cada
partido. Los bañaba con “yerbas santas” y los velaba
desnudos la víspera del partido. La situación mejoró
mucho y permitió al club comprar un jugador de primer
nivel.
Las supersticiones existieron, existen y existirán cada
vez que los hombres se enfrenten a lo que no conocen,
y si faltan los hombres-lobo, perros gigantes, chanchos
o terneros sirven igual.
113
114
115
Durante muchísimo tiempo los científicos desearon saber cuándo fue el
momento preciso en que el ser humano tuvo la idea trascendente de su-
poner o creer que había otra existencia después de la muerte.
Dicho momento exacto será indudablemente imposible de conocer, e in-
cluso con toda seguridad dependió de la zona y de la raza humana, pero
sí que tenemos un dato que nos indica aproximadamente que el hombre,
y concretamente nuestro antepasado, en ocasiones maltratado intelec-
tualmente Neandertal, realizó por primera vez lo que algunos investiga-
dores llamaron durante años acto ritual de acompañamiento para despe-
dir a un semejante.
116
Las flores: símbolo funerario en el antiguo...
L as primeras ofrendas mortuorias que conocemos
pertenecen a este hombre de Neandertal y se
remontan a un periodo que abarca entre el
85.000 y el 50.000 antes de nuestra era, y en dichos
enterramientos se encuentran lo que el psicólogo y pe-
riodista doctor Pepe Rodríguez denomina objetos be-
llos procedentes de la Naturaleza.
Lógicamente todos eran de origen natural, destacando
las conchas marinas, cornamentas y dientes de animal,
trozos de coral, cuarzo brillante y lo que muy posible-
mente fueran restos de flores, bien procedentes de co-
llares, guirnaldas o coronas.
Es a partir de hace unos 55.000 años, y en algunas
tumbas del periodo musterienses (Paleolítico Medio),
como las encontradas en las cercanías de Shanidar ,
en el actual y convulso Irak, donde ya aparecen las
flores como elemento ritual primordial del enterramien-
to, incluso en forma de trabajados lechos mortuorios.
A raíz de estos hallazgos se preguntan algunos investi-
gadores si, el hecho de colocar flores junto al difunto,
era debido a ser consideradas como símbolo del rena-
cimiento de la Naturaleza ( doctor H. Barnner) o como
dice el prehistoriador y escritor Joan Sureda debido al
color simbólico de algunas de dichas flores, pues ya en
los más antiguos yacimientos prehistóricos se ha en-
contrado como elemento ritual importan-
tes cantidades de polvo color ocre rojo
(¿símbolo de la sangre?), que se deposi-
taban alrededor del cadáver, elemento
éste que más tarde y por razones que hoy
desconocemos sería sustituido por flores
de ese mismo o parecido color.
Tenemos constancia de flores en rituales
funerarios egipcios como mínimo desde la
segunda dinastía ( 2765-2640 a.d.C.), en
la que se han encontrado pinturas que lo
reflejan y que continúan su plasmación
iconográfica sin variar demasiado hasta la
dinastía XVIII.
Según muchos especialistas, entre ellos el
germano Manfred Lurker, los ramos, guir-
naldas y coronas de flores eran símbolo
de vida, o de renacimiento, pues en la
antigua lengua egipcia, la palabra equiva-
lente a “ramo”, tenía la misma estructura
consonántica que la palabra “vida”.
Durante más de dos milenios algunas co-
ronas de flores se colocaban sobre sopor-
tes que reproducían la forma de la cruz
ankh o llave de la vida eterna.
Curiosamente eran muy similares estos
grandes ramos de flores y su forma de cruz de la vida,
tanto si eran utilizados como glorioso símbolo de bien-
venida a la llegada victoriosa de un faraón tras una
campaña castrense, como para despedir a un ser que-
rido que emprendía el último viaje al Más Allá.
También se sabe que en muchas ocasiones los ramos
funerarios eran similares a los utilizados para homena-
jear a ciertos dioses fuera en sus grandes templos o
pequeñas capillas, algo que ha llegado hasta nosotros
sin apenas variar y que encontramos en distintas reli-
giones de casi todo el planeta.
117
Las flores: símbolo funerario en el antiguo...
S e cree que en un principio las flores (más bien
escasas) eran consideradas por los antiguos
pobladores del País del Nilo parte esencial y divi-
na de algunos dioses, y así el antiguo dios Harsomtus,
el cual era representado según la ocasión como un ni-
ño o una serpiente, tenía por costumbre vivir o apare-
cerse en las flores de loto, la que surgió de las aguas
primordiales, y otras divinidades como la diosa Uto era
conocida como la que vive en un papiro. Se encontró
una magnífica representación de esta deidad en Dan-
dara, en la que se la representa sentada sobre una
planta de papiro y en forma de serpiente, y se la conoc-
ía popularmente como “la verde”, y también “ la sobera-
na que habita en el papiro y cría a sus hijos en el Del-
ta”. En bastantes ocasiones se confunden ambas divi-
nidades, aunque separadas por el tiempo.
En un principio parece que las coronas y guirnaldas
que se utilizaban en los rituales mortuorios eran princi-
palmente las del papiro, símbolo desde los primeros
tiempos de la cultura egipcia de juventud, frescor y re-
nacimiento a una nueva vida, y también de nenúfares
de distintas especies, algunas posiblemente actual-
mente desaparecidas.
Es a partir del Imperio Nuevo (1555-1070 a.d.C.) que,
debido posiblemente a las imparables conquistas mili-
tares de algunos de sus belicosos faraones y el corres-
pondiente contacto con nuevas culturas, los egipcios
empiezan a utilizar en sus rituales mortuorios nuevas
plantas, principalmente frutos y flores, que habían co-
nocido e importado de tierras conquistadas.
La reina Hatseput se sabe que mandó una expedición
militar a tierras meridionales con el fin de que trajeran a
su país plantas que eran desconocidas para ellos, en-
tre las cuales varias decenas de árboles del incienso
para plantarlos en uno de sus palacios.
En bastantes tumbas egipcias se ha encontrado como acompañamien-to del difunto una verdadera farmacopea ritual de flores y plantas con-sideradas como sedantes y alucinógenas.
Unas dibujadas en paredes, otras formando parte de ramos, coronas y guirnaldas, e incluso en el interior de pequeños contenedores de un-güentos.
Esta se podrían dividir en
Autóctonas: Cannabis (variedad Sativus), Solánum , Calistegia Cepy-me, Lactuca , Nynphaea ( en sus variedades Caerulea y Alba)
Importadas: Mandrágora Officiarum, posiblemente traída de las lejanas montañas de Palestina o quizá de orillas del Mar Negro, donde por recientes descubrimientos arqueológicos en la actual Rumanía, parece ser que tuvieron algunas colonias, o el polémico Papaver Somníferum.
Hay cierta discrepancia sobre si estas plantas, que los sacerdotes sab-ían que tenían unas facultades “especiales” para quien las tomaba, tuvieron primero una función terrenal como me-dicinas e incluso cosméticos ( mezcladas con otras plantas) o por el contrario, su primera función fue funeraria como “ayuda” a los que emprendían su último viaje, sin descartar lógicamente su función “mágica” y religiosa debido a las “visiones místicas” y “viajes divinos” que en algunos casos podían provocar a quien las tomaba.
118
Las flores: símbolo funerario en el antiguo...
U no de los descubrimientos más importantes y
representativos relacionados con las nuevas
“modas funerarias” del País de las Pirámides
fue el hallazgo de la tumba de Djejuti, alto dignatario de
la todo poderosa reina Hatseput (1490-1468 a.d.C.)en
la que junto a un gran número de pequeños jarros ro-
tos, con toda seguridad parte del ritual egipcio de ente-
rramiento, aparecieron varios ramos y coronas elabora-
das entre otras plantas y flores por persea y olivo, este
último sin duda de importación, y que llevó a los egiptó-
logos a reconocer que como mínimo un siglo antes de
lo que se creía, esta planta típicamente mediterránea
ya era importada ( y posiblemente se empezaba a culti-
var) en dicho país.
En algunas tumbas de sacerdotes o de nobles se han
encontrado pinturas que nos hablan de verdaderos
criaderos de flores y plantas consideradas sagradas,
como es el caso de la tumba de Kenamum en la que se
encuentra una pintura que recrea varias columnas de
recia madera que tenían como función soportar una
gran pérgola destinada al cultivo de distintos plantas,
entre ellas algún viñedo o parra y distintas flores.
Sobre la momificación y todo lo relacionado con ella se
ha escrito mucho, pero poco se ha explicado sobre la
costumbre egipcia de adornar al difunto con collares y
guirnaldas de flores, colocadas principalmente en el
cuello (recordemos la guirnalda de flores de Tutan-
kamón y otras flores encontradas en su tumba, que
además permitieron a los investigadores saber que el
entierro se había realizado entre marzo y abril) y tam-
bién sobre su abdomen y, en menor número de casos,
sobre el pecho.
En algunas ocasiones se han encontrado momias (y no
necesariamente reales ni nobles) que tenían alrededor
de la cabeza lo que sin duda fueron coronas de flores,
varias de las cuales han llegado a nuestros días total-
mente secas pero reproduciendo exactamente el dise-
ño que tuvieron en su momento.
En algunos casos, las coronas mortuorias y las guirnal-
das combinaban las flores y las más preciosas joyas,
como es el caso de las encontradas el año 1895 en la
tumba de la princesa Khnumit, hija predilecta del faraón
Amenehatt II, en la que se encontró una corona com-
puesta por flores de cinco pétalos y capullos de flor de
papiro, todo ello engarzado en oro, lapislázuli y piedras
preciosas.
A partir como mínimo de la XVIII dinastía, muchas tum-
bas empiezan a tener entre sus elementos botánicos,
frutos y flores que actualmente llamaríamos alucinóge-
nas, las cuales podríamos dividir como autóctonas y de
importación (traídas sin duda de los nuevos territorios
conquistados) y con las que se realizaban ramos, guir-
naldas y demás símbolos mágico-religiosos.
119
Las flores: símbolo funerario en el antiguo...
El siempre controvertido uso de la mandrágora, tam-
bién llamada por algunos manzanitas de la muerte (o
del Mal) tuvo sus orígenes al parecer a partir del reina-
do del faraón Tutmosis III, también llamado El Napo-
león egipcio, en que aparece en diversas tumbas, prin-
cipalmente de altos dignatarios, generales, sacerdotes
y nobles, de lo cual aún nos han quedado diversas pin-
turas murales, en las que se observan junto a todo tipo
de flores y plantas autóctonas la polémica mandrágora
y en ocasiones de forma muy abundante y formando
racimos.
Un hecho que ha dado mucho que hablar y debatir en-
tre los estudiosos de la egiptología ha sido la gran can-
tidad de plantas alucinógenas que se encontraron, bien
secas, y más abundantemente pintadas en las paredes
de las tumbas. Mientras unos aseguraban que eran
solo símbolos artísticos ( algunos por sus curiosas for-
mas) una gran parte de los investigadores creen que
estaban allí para acompañar al difunto en su último via-
je y servirle como placer, estimulante o ayuda en la
Otra Vida.
De lo que no hay duda es que las plantas en general, y
las flores en particular, tuvieron una importancia primor-
dial en los rituales mágicos y funerarios, casi imposible
de separar lo uno de lo otro, en el País de los Farao-
nes, y que esta obsesión posiblemente fue exportada a
otros pueblos. Como los griegos y los romanos, que a
su vez lo trasmitieron a los pueblos que dominaron,
aunque sin duda las flores han sido un símbolo de res-
peto y culto religioso y funerario en la mayor parte de
culturas y religiones, tanto antiguas como actuales,
siendo el País de los Faraones donde mayor importan-
cia alcanzaron en la antigüedad.
Durante bastantes siglos se dio una curiosa circunstancia relacionada con la botánica funeraria en el antiguo Egipto, muy poco conocida y creemos que poco estudiada, consistente en poner en algunas tumbas, bien dibujada o bien en grandes trozos, Lactuca Virosa, más conocida por todos como lechuga, que en una de sus variedades, posiblemente la que conocían en el País del Nilo (¿Lactuca seriola?) en la antigüedad podía alcanzar el metro de altura.
Su función parece ser que era muy distinta a la que podían tener las flores y alu-cinógenos mencionados anteriormente, pues en este caso, la verde planta pare-ce ser que servía no como alimento ni como protector del difunto, sino para evi-tarle las apetencias sexuales postmortem.
Curiosamente hoy en día se sabe que la ingesta del látex de la raíz de algunas variedades de esta planta, y muy posiblemente de la que conocían los egipcios, si se toma como infusión aleja las apetencias sexuales.
En muchos casos parece ser que los asistentes al entie-rro llevaban durante la ceremonia de despedida en sus manos un ramo de flores que le ofrecían al difunto y además un pequeño jarro lleno de agua del Nilo (o de algún pozo) que en el momento del enterramiento, tras arrojar el agua al suelo, rompían estrellándole ruidosa-mente a sus pies.
El hallazgo de la tumba de Djehuti, con sus flores, aún reconocibles, y gran cantidad de jarros rotos en la puerta de la tumba del dignatario real, serían un ejemplo perfec-to de dicha costumbre funeraria.
120
121
Susanna SetLlunes
Astróloga, Tarotista, Master de Reiki, Vidente, Inter-
pretación de sueños.
Directora, coordinadora y presentadora del programa ra-
diofónico de misterios, experiencias paranormales, esoteris-
mo y mucho más: “Les Set Llunes Màgiques”.
Consultas con cita previa.
Cursos de Reiki y Tarot en persona o a distancia.
Web: www.setllunes.com
Correo electrónico: radiosetllunes@gmail.com
122
Astrología Navideña
¡OTRA VEZ NAVIDAD Y UN AÑO MÁS...!
P arece que fue ayer cuando las desmontaron
pero ya vuelven a brillar las luces en las calles.
Los aparadores de los establecimientos comer-
ciales lucen sus mejores galas aunque esta crisis
económica solo nos permita acercarnos a comprar un
cinturón con más agujeros que el que ya teníamos y
poderlo apretar más todavía, si cabe... ¿Mejor cambio
de tema? Más que nada para no malgastar las enérgi-
cas ilusiones que me ha contagiado esta tarde “el se-
ñor de rojo” haciendo sonreír a los más pequeños con
el son de su campanilla y su típico casi asustadizo: ¡Jo,
jo, jo! ¿O quizá fueron los caramelos que les regaló?
Ahora mismo estaba recordando esos inocentes rena-
cuajos que mueven sus esqueletos al ritmo de los pe-
ces que beben en el río, haciendo una fría y larga cola
para unos churros calentitos en su paseo de vacacio-
nes navideñas... o mientras escriben su carta para Sus
Majestades Los Tres Reyes Magos.
Lo que daríamos muchos por poder regresar a
aquellos tiempos ¿verdad? Pues con estas palabras,
que más bien parecen una queja o protesta en contra
de los días navideños y la dichosa crisis que nos ago-
bia a todos, quería realzar esos sentimientos mágicos
que todos hemos vivido, haga más o menos, tiempo
atrás. Esos son los pensamientos y energías que de-
beríamos recuperar olvidándonos de la economía, de-
jando a un lado los problemas rutinarios y contagiarnos
de nuestro niño interior y todos los que nos rodean, en
nuestro exterior, rebosantes de esa magia tan especial
que envuelve la Navidad.
Olvida que son los mismos villancicos de siem-
pre y busca la forma de renovarte a ti mismo, de recar-
garte de esa energía positiva tan contagiosa que rebo-
sa en los más pequeños. Sólo debes unirte a ellos o
empezar a recordar cuando en tu niñez intentabas que-
darte despierto para sorprender a los camellos mágicos
bebiendo agua, que ¿¡alucinantemente pasaban por la
puerta!? y entraban en las casas de todos tus conoci-
dos.
Y nada mejor que saber como recibir con alegría las
mejores energías que este 2012 nos trae a todos los
signos de la rueda zodiacal, que seguir los consejos
que los astros nos brindan para todo el Año Nuevo.
A cada signo zodiacal se le relaciona con un
tipo de incienso específico que va ligado a las carac-
terísticas del horóscopo que estimulan tu inconsciente
además de despertar tu intuición, limpiando tu entorno
de energías acumuladas y creando un clima propicio
para tu tranquilidad y buena suerte. Si has de recibir
visita en casa, también puedes elegir el incienso de su
zodíaco y prenderlo unos minutos antes de que llegue,
así se sentirá más cómodo contigo y podréis poneros
de acuerdo mucho más fácilmente o simplemente pa-
sar un buen rato juntos.
Las velas las utilizaremos para atraer esa
energía extra que necesitamos para equilibrar nuestra
vida y lo haremos con el color que corresponde a nues-
tro horóscopo y con el metal o mineral que se relaciona
también con él astrológicamente.
Y entre otros datos también te señalaré el país
que, si tienes oportunidad, deberías visitar en este
2012, pues te renovará con sus energías acordes a ti
por ser un lugar asociado a tu signo del zodíaco.
Recuerda que deberás llevarlo a cabo el 31 de
diciembre, a la media noche y antes de la una de la
madrugada, y puedes repetirlo cualquier día de la se-
mana del 2012 en que creas que necesitas un empu-
joncito mágico-astrológico-energético.
123
Astrología Navideña
P rimer signo de la
rueda zodiacal y
del elemento
fuego, has de quemar
una varita de incienso de
canela. Luego prende
con cerilla de madera
una vela roja al lado de
un objeto de hierro o de
un diamante. Pide que te
regalen un arbusto espinoso o un geranio y custódialo
como si de ti mismo se tratara, hablándole todos los
días, al cuidarlo o regarlo, de lo que esperas conseguir
este nuevo año. Por último hazte con una postal o foto-
grafía de Alemania y visualízate en ese lugar, o ve allí
de vacaciones porqué ese país va a recargarte de
energías muy propicias para ti. Y vístete de rojo cuando
te sientas alicaído.
P or ser signo del
elemento tierra
tienes que que-
mar una varita de incien-
so de jazmín y seguida-
mente prender con una
cerilla de madera nueva
para cada una de ellas,
dos velitas, una rosa
pastel y otra azul pálido
colocadas muy cerca de
un objeto de cobre, el
metal de Venus, o de un lapislázuli. Luego pide que te
regalen un rosal o unas violetas y cuando lo hagan
ponlos lo más cerca posible de la zona donde trabajas
o estudias. Para tu escapada de fin de semana o tus
largas vacaciones de verano elige Irlanda como el me-
jor lugar para ti. Viste de amarillo cuando te sientas sin
fuerzas o sin ganas de seguir luchando.
T u elemento es el
aire y por ello de-
bes prender una
varita de incienso de almiz-
cle. Después enciende tres
velas amarillas con tres
cerillas de madera colocán-
dolas al lado de algo que
contenga mercurio, como
un termómetro, o de cristal
limpio y transparente, o una
ágata. Ruega a tus seres
queridos que te regalen
lirios o lavanda y cuídalos como si de tu vida se tratara.
Cuando planees las vacaciones escoge Estados Uni-
dos o Gales para tu viaje. Y recuerda vestirte de colo-
res chillones cuando notes que te faltan energías o te
sientas bajo de moral.
124
Astrología Navideña
E res del elemento
agua. Enciende
una varita de
incienso de menta y lue-
go cuatro velas platea-
das, grises o blancas,
con cuatro cerillas distin-
tas de madera, poniéndo-
las muy cerca de algo de
plata o de una perla.
Después pide a alguien
que viva contigo o a un
familiar cercano que te obsequie con alguna planta sil-
vestre o un arbolito rico en savia y al ofrecerle tus cui-
dados diarios transmítele tus deseos y buenas energ-
ías. Para irte de fin de semana o de vacaciones el país
que los astros te recomiendan por ser de tu mismo sig-
no del horóscopo es Escocia. Y el color que deberás
vestir para sentirte mejor es el blanco.
T u elemento es el
fuego y por ello
deberás encen-
der una varita de incien-
so de mimosa o mandari-
na. Seguidamente una
vela de color naranja,
con una cerilla de made-
ra, que colocaras al lado
de algo de oro o junto a
un rubí. Cuando vayan a
hacerte un regalo pide
que sea un girasol o un arbusto de romero y asístelo a
diario con todo tu amor y mimos. Para tus vacaciones
de verano elige Italia como el mejor lugar para ti y dis-
fruta de los comentarios de los italianos, a cerca del
fuerte sol de julio y agosto al que llaman “Sol del león”.
Viste de color naranja para sentirte bien contigo mismo.
E l elemento que rige
tu horóscopo es la
tierra, y por ello de-
berás prender un incienso de
violetas. Después hazte con
dos velas de color marrón y
colócalas al lado de algún
objeto que contenga mercu-
rio (como un termómetro) o
un jaspe rosado. Enciende
cada vela con una cerilla de
madera distinta y pide tus
deseos. Un obsequio genial para ti seria una planta
pequeña de flores pequeñitas pero de colores llamati-
vos que te recargará tus energías con solo contemplar-
la al atenderla diariamente. Para tus vacaciones el me-
jor lugar que puedes elegir es Grecia y para vestirte, el
color morado.
T u elemento es el aire y
nada mejor para aso-
ciarte con él que encen-
der una varita de incienso de
durazno o azahar. Cuando ya
haya prendido y huelas su dulce
aroma, busca tres velas de color
verde pálido y con tres cerillas
de madera haz que ardan las
tres llamas que acercaran a ti la
buena suerte si pones cerca un
objeto de aluminio o un zafiro.
125
Astrología Navideña
El mejor regalo que pueden hacerte es alguna plantita
de flores azules o un rosal de grandes rosas. El lugar a
donde debes dirigirte para tu descanso y desconexión
totales es Austria. Y el color que debes vestir, el verde
pastel o muy clarito.
E res del elemento
agua y el incienso
que va a reequili-
brarte con su aroma es el
de Pachuli, aunque puede
irte genial también el de
eucalipto si lo prefieres.
Las velas que deberás
prender son cuatro y de
color rojo oscuro o grana-
te. Hazlo con cuatro ceri-
llas de madera diferentes,
una para cada vela que deben estar cerca de algo de
hierro o de un ópalo, siempre que necesites pedir algo
al universo. A las personas que más aprecias pídeles
que te obsequien con un rododendro o un arbolito fron-
doso que transmutará tus energías negativas en positi-
vas y recuerda vestirte de tonos rojizos que son los que
atraen la buena suerte hacia ti. Si vas a Noruega te
reencontrarás contigo mismo.
P or ser signo de fue-
go el incienso que
deberás prender
para limpiar las energías
acumuladas en casa o en tu
lugar de trabajo, es el de
orquídea. También con una
cerilla de madera, enciende
una vela de color púrpura
que colocarás cerca de un
objeto de estaño o un topa-
cio y ya podrás pedir tus
deseos. Cuando llegue una fecha especial ruega a tus
amigos que te regalen unos claveles o una encina
bonsái, que si cuidas con mucho esmero atraerán
hacia ti los buenos momentos. El lugar que debes ele-
gir para descansar y pasarlo bien es Australia, y el co-
lor que debes vestir el azul marino.
D el elemento tierra
el incienso que
más acorde está
contigo para equilibrarte es
el aroma de loto. Préndelo
junto a dos velas de verdes
de tonos muy oscuros, que
deberás colocar cerca de
alguna cosa confeccionada
con plomo o de una turque-
sa, y hazlo con tres cerillas
de madera, una para el
incienso y las otras dos para cada vela. A tus seres
queridos diles que te regalen hiedra o algún pino que
puedas cuidar en tu jardín o terraza, pues ellos trans-
mutaran la energía negativa del hogar en positiva. Re-
cuerda vestir de color gris verdoso para sentirte bien y
de visitar la India cuando te sea posible.
126
Astrología Navideña
C orrespondiente al
elemento aire y
relacionado a la
lavanda, es justo el aroma
que deberás elegir para tu
incienso que encenderás
antes que las tres velas de
color azul eléctrico que de-
berías colocar al lado de un
objeto que contuviera ura-
nio, el metal de tu signo,
pero lo harás al lado de una
amatista. Préndelas cada una con una cerilla distinta
de madera y pide tus deseos. Luego pide a alguien que
lleve más de tres años en tu vida que te obsequie con
una orquídea o un pequeño árbol frutal, que deberás
cuidar a diario. Cuando llegue la época de descanso
dirígete a Suecia y recuerda vestirte de tonos azules.
Ú ltimo signo de la rue-
da zodiacal relacio-
nado al elemento
agua, deberás prender una
varita de incienso de mag-
nolia con una cerilla de ma-
dera y seguidamente, con
otras cuatro cerillas, cuatro
velas del color del mar que
debes colocar junto a una
copa de agua y un objeto
de estaño o una crisolita.
Avisa a tus familiares que cuando quieran regalarte
algo, les agradecerías un nenúfar para tu estanque o
un joven sauce que puedas cuidar a diario y que trans-
mutará tus energías negativas en positivas. Para tus
vacaciones te sentirás como pez en el agua, en las Is-
las Canarias o cualquier lugar donde puedas tomar
contacto con el mar o los delfines. Vístete de verdes
azulados para alegrar tus días.
¡MÁS MAGIA PARA TI!
Si no tienes suficiente con lo que acabo de contarte
para acercar las buenas vibraciones hacia ti y a tu
hogar, toma nota de la siguiente receta mágica que
puedes efectuar en Nochebuena, Nochevieja y/o la No-
che de Reyes.
Hazlo a las doce, justo cuando comienza el
siguiente día, si no quieres que te falte nada los próxi-
mos trescientos sesenta y cinco días, y que se cumplan
tus deseos. En el caso de Nochevieja sé lo más pun-
tual posible pero en caso de que no puedas hacerlo
antes de las doce y doce minutos, mejor deja el ritual
para la Noche de Reyes.
Este año, de las siete de la tarde del día 24 de diciem-
bre del 2011 hasta el 1 de enero del 2012 a las siete de
la mañana, nos acompaña la luna nueva así que los
deseos que vayamos a pedir deben de ir enfocados a
conseguir nuevos retos.
127
Astrología Navideña
Y del día 1 al 9 de enero la fase lunar será cre-
ciente así que en esos días las peticiones pue-
den ir encaminadas en aumentar lo que ya
tenemos y atraer lo que necesitamos.
Pueden hacerlo todas las per-
sonas que vayan a cenar o reunirse
contigo, siempre que te sientas afín a
ellos y cuentes con su confianza. Cada
uno deberéis pensar detenidamente un
sólo deseo. Cuando lo decidáis, deber-
éis imaginarlo y visualizarlo en vuestra
mente, mientras que estando todos en
círculo, uno de vosotros (el que esté
más contento, relajado, feliz... ¡y NO
ebrio!) encenderá una vela dorada (o
en su defecto blanca) con una cerilla de
madera diciendo en voz alta:
“-Tal y como enciendo esta llama, que su luz ilumi-
ne nuestros deseos para que sepan encontrarnos.
Tal y como arde este fuego, que se volatilicen en él
las energías negativas de los que estamos aquí pre-
sentes. Tal y como se va a consumir esta vela se
consumirán nuestras penas y llegarán nuevas
alegrías a todos los que aquí estamos y a aquellos
a los que amamos.”
Seguidamente cada uno de vosotros escribirá
con bolígrafo de tinta negra en un papel blanco, el de-
seo que ha visualizado detallándolo todo lo posible y
confidencialmente. Al terminar y asegurándoos que no
olvidáis escribir nada, doblad el papel tres veces. Lue-
go quemad cada uno su papel en la vela y dejad que
termine de arder en un cuenco de barro o una hoguera.
Si el papel arde por completo puedes estar seguro que
tu petición se cumplirá.
Mientras sigue la fiesta deja que la vela siga consu-
miéndose durante mínimo una hora. Luego apágala
con un vaso bocabajo, con tus dedos o un apagavelas
(pero nunca soplando) y podrás volver a encenderla
durante siete minutos todas las veces que creas que
necesitas atraer buenas energías hacia ti o hacia quie-
nes te acompañaron esa noche.
SIGUE LA TRADICIÓN
Cuando el día 31 de diciembre terminen de
sonar las doce campanadas, descálzate y tira hacia
atrás tu zapato derecho por encima de tu hombro iz-
quierdo. Si el zapato cae (bien) de pie, trae buen augu-
rio para el año nuevo pero si cae de lado o bocabajo te
estará avisando de que va a ser un año con dificulta-
des.
Estos son
algunos de los rituales
que te pueden ayudar
a que estas Navida-
des y el Nuevo Año
2012 sean geniales, y
así te lo deseo de to-
do corazón. Si tienes
alguna pregunta no
dudes en transmitír-
mela en mi correo
electrónico radiosetllu-
nes@gmail.com
Te invito a escuchar el
programa radiofónico
esotérico “Les Set
Llunes” sobre magias,
misterios y experien-
cias paranormales
entre muchos otros temas donde calcularé encantada y
gratuitamente carta astral natal personal y tu ascenden-
te además del horóscopo mensual. Encontrarás los
horarios, programas anteriores para escucharlos o des-
cargar, y toda la información en la web
www.setllunes.com y la red social de Facebook.
Muchas gracias por leer hasta aquí y hasta la
próxima.
Mis mejores deseos para ti y los tuyos en estas
Fiestas Navideñas y ¡próspero Año Nuevo!
Astróloga, vidente, sensitiva, consultora y pro-
fesora de tarot (Cosmic Tarot, Marsella,...), Master de
Reiki Usui, profesora de magias positivas; directora,
redactora y locutora del programa radiofónico “Les Set
Llunes” que puedes escuchar por F.M., internet o en la
TDT.
128
129
130
131
132
www.seamp.net
top related