estrategias de comunicación y acción...
Post on 09-Jul-2020
11 Views
Preview:
TRANSCRIPT
“Estrategias de Comunicación y Acción Política. Movimiento Social de la APPO – 2006”, en: Martínez V, Víctor Raúl (coordinador), La APPO: ¿rebelión o movimiento social?, Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez, Oaxaca, México, 2009: 161-198, ISBN: 978-968-6205-38-1.
Estrategias de Comunicación y Acción Política. Movimiento Social de la APPO – 2006
Margarita Zires1
“Nuestra lucha es por hacernos escuchar y el mal gobierno grita con soberbia y tapa con cañones sus sonidos…”, Grafito en la ciudad de Oaxaca, 2006.
En este trabajo se invita a reflexionar sobre las estrategias de comunicación que
desarrolló el Movimiento Social de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de
Oaxaca) al surgir y luchar por la destitución del Gobernador Ulises Ruiz en 2006 en
tanto acciones políticas.
Comunicar va más allá de informar o transmitir mensajes de un emisor a un
receptor. El término “comunicar” remite a comunidad y construcción de lazos de unión.
Se trata de ir más allá del paradigma de la información y del esquema vertical de
intercambio social que lleva consigo.
Se va a entender por “estrategias” a las formas más o menos organizadas o
espontáneas de comunicación que se fueron gestando en el proceso de lucha del
Movimiento de la APPO de parte de los diferentes sectores que lo componían. En ese
sentido, aquí se establece un deslinde con la noción de estrategia que remite al
lenguaje militar y a la concepción que podría derivar de ella, en tanto forma de
organización que provendría siempre de un centro o base de operaciones dentro de un
esquema jerarquizado de organización. Más bien, aquí consideramos que las estrategias
comunicativas de la APPO respondieron a un funcionamiento descentrado y rizomático.
Las iniciativas surgían desde diferentes puntos y no desde un centro, ni con una
1 Profesora investigadora del Posgrado de Comunicación y Política, Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco. Correo electrónico: zires@correo.xoc.uam.mx. Una versión más amplia de este trabajo, en donde se trata de subrayar los procesos de subjetivación política se puede encontrar en Zires 2008 ver bibliografía. Agradezco los comentarios de Carmen de la Peza que me permitieron repensar este artículo. Este trabajo incluye resultados parciales del Proyecto “Democracia, Comunicación y sujetos de la política en América Latina Contemporánea” financiado conjuntamente por la UAM-X y el Conacyt. Clave del proyecto 42715.
1
dirección fija de arriba hacia abajo, aunque eso no significa que no haya habido en
ciertos momentos ciertos centros o direcciones múltiples que hayan configurado modos
de funcionamiento más jerarquizados. A estos procesos se invita a reflexionar y dirigir
la mirada en un movimiento de compleja estructura como la APPO.
Muchas de las estrategias de comunicación del Movimiento surgieron sin duda como
reacción a las estrategias informativas de medios de comunicación comerciales y
oficiales que no les daban la voz, tergiversaban la información y trataban a sus
miembros como vándalos. Sin embargo, no se pueden reducir a ello. En el calor de los
acontecimientos se convirtieron en estrategias de autoorganización y algunas nacieron
precisamente como tales. Para ello, hay que considerar no sólo las impactantes tomas de
los medios masivos: las radios y el canal televisivo estatal, sino otras formas
comunicativas basadas en la telefonía personal, en la Internet y en las estrategias que
han acompañado siempre las movilizaciones populares en tiempos atrás como las tomas
de paredes y de las campanas de las iglesias.
A través de las estrategias de comunicación y autoorganización se fue generando
también una noción –aunque vaga- de un poder alternativo y de un autogobierno
germinal ó incipiente. Todo ello permitió la acción política, aunque en un sentido
diferente a como se considera usualmente.
Tomo distancia aquí de la visión tradicional de la política en la que está ligada
únicamente a los partidos, la administración gubernamental y a las formas establecidas
de luchar por el poder gubernamental. Retomo aquí la visión de Rancière (1995), según
la cual, la política está ligada al conflicto y a la manifestación de un litigio fundamental.
La acción política, en ese sentido, “interrumpe el orden de la dominación”, es un
proceso que pone en duda el régimen gubernamental, el estado de derecho, las formas
dominantes de regir una comunidad, que pone en duda también la distribución
jerárquica en la sociedad imperante.
Aspectos metodológicos de la presentación:
En este artículo se presentará el análisis de algunas de las estrategias comunicativas
desarrolladas por el movimiento en diferentes etapas:
1. El momento anterior al surgimiento de la APPO, cuando se trata de un
movimiento magisterial hasta el día de la represión gubernamental, el 14 de
junio, lapso de tiempo en el cual cobra fuerza la estación de los maestros, Radio
Plantón;
2
2. El período que empieza después de la represión del 14 de junio hasta finales de
julio que permite el surgimiento del Movimiento de la APPO y en el cual se
realiza la toma de Radio Universidad.
3. La toma de la radio y canal de televisión estatales y el surgimiento de la COMO
(Coordinadora de Mujeres Oaxaqueñas);
4. El papel de Radio La Ley del Pueblo en el período de multiplicación de las
barricadas en toda la ciudad de Oaxaca;
5. La defensa de la Radio Universidad por parte de la población después de la
entrada de la PFP el 2 de noviembre.
En este artículo se brindarán solamente algunas referencias puntuales al tratamiento
mediático de las noticias relacionadas sobre el Movimiento de la APPO primero a nivel
local en Oaxaca y después a nivel nacional, cuando éste se convierte en un conflicto de
repercusiones sociopolíticas a nivel nacional.
Oído amplificador de la denuncia y la resistencia: Radio Plantón
El movimiento oaxaqueño de 2006 que empieza como un movimiento sindical y
magisterial con reivindicaciones socioeconómicas poseía ya en mayo de 2006 una
estación de radio que había nacido en 2005: Radio Plantón.
El 22 de mayo, cuando inicia la huelga y se instala un plantón en el Centro Histórico
de la ciudad de Oaxaca, esta radio empieza a convertirse en una voz importante del
Movimiento, un espacio público mediático alternativo, aunque de poco alcance. La
radio acompaña al Movimiento, en los campamentos se le sintoniza permanentemente,
sobre todo en la noche. Forma parte del ambiente del plantón del zócalo. Ahí los líderes
del sindicato hablan, los maestros se expresan y, conforme pasan los días: la población
en general. Ahí, en esa radio que de repente abandonó su programación y ofreció su
oído amplificador, su teléfono abierto, tiene lugar la denuncia y la invitación a la
movilización más allá del plantón. Ahí, se da a conocer una nota de La Jornada del 3
de junio sobre la posible irrupción de la PFP en Oaxaca para desalojar al plantón. El
relato de Fernando Lobo es elocuente:
“El teléfono de la emisora se volvió loco. La gente (el público) quería saber si aquello era cierto, pero también querían expresar su indignación, quejarse, hacer denuncia ciudadana, pues. El transcurso de ese día y los que siguieron, la gente llamó a la cabina de Radio Plantón sin interrupciones, durante las veinticuatro horas. Había colas de gente en las escaleras del edificio magisterial para decir algo al aire.
3
Y siempre era una denuncia. Ministeriales, jueces, funcionarios, diputados, delegados de gobierno, alcaldes, caciques, todos mencionados en vivo, sin cortes. La miseria, el abuso, el autoritarismo, la represión, la corrupción, el abandono, la rabia. Y llamados a la resistencia. A la lucha. Todo por teléfono, en vivo, sin cortes. Fue una megaproducción del descontento social. Y la figura más golpeada, por mucho, la del señor gobernador” (Lobo, 2007).
Se produce un primer juicio político a nivel radial al sistema político y al
Gobernador. Se hace sentir el repudio generalizado de la población con un gobernante
que representa el ala más autoritaria, corrupta y represora del PRI.
La radio Plantón que nació con el espíritu de una radio comunitaria pone en duda -
en ese contexto- más claramente el esquema vertical de los medios de comunicación
tradicionales: rompe la noción de un receptor pasivo. Se trastoca el modelo adquiriendo
una modalidad más horizontal. La gente se empieza a apropiar del medio. Receptores
se convierten en emisores por momentos. Toman la iniciativa, acuden a la radio o
llaman a ésta permanentemente. “En vivo, sin cortes”. Se trastoca la programación
organizada por la radio. Se rompe el hábito, el reflejo de la normalidad y de la
estabilidad social que cada medio le transmite en su vida cotidiana al receptor. La gente
se planta en la radio y crece un nuevo sentido comunicativo, ellos hablan y se escuchan
ellos mismos y entre ellos, “en vivo, sin cortes”. Se empieza a construir un nuevo
“nosotros” pocas veces escuchado, un ser político oaxaqueño nuevo, insurgente. La
mega-denuncia2 y el llamado a la organización, la resistencia, la lucha, siguiendo los
términos de Lobo. Según Osorno, líderes del sindicato festejaban el rating de la radio
en el mes de mayo, -un año después de nacer la radio-, pero temían al mismo tiempo un
atentado en contra de ésta (Osorno, 2007: 68).
El 14 de junio no se olvida. La represión tan anunciada llega con violencia física
directa y a través de bombardeos de granadas de gases lacrimógenos lanzadas desde
helicópteros e inmuebles cercanos a los plantones durante varias horas que afectan no
sólo a los maestros congregados, sino a la población en general, pero no se logra el
desalojo. Sin embargo, las fuerzas policiales logran acallar la voz del magisterio, Radio
Plantón. Esa fue una de las tareas más importantes en el operativo del desalojo:
silenciar la radio del magisterio, silenciar la denuncia y esa voz colectiva. A través de
ella, el líder sindical, Rueda Pacheco alertaba a los plantonistas del desalojo -poco antes
de que la policía entrara al edificio sindical- y los invitaba a "resistir organizadamente 2 “Durante la noche del viernes y la madrugada del sábado, Radio plantón, operada por la sección 22, recibió cientos de llamadas de padres y madres de familia, alumnos, campesinos, trabajadores y hasta sacerdotes, en solidaridad con el movimiento ante una eventual represión”, La Jornada, 4 de junio, 2006
4
la represión que está operando el gobierno estatal en una actitud irracional.
Enfrentemos organizadamente esta embestida con la cabeza fría y el corazón ardiente.
Preparen trapos o pañuelos, mójenlos con agua para resistir los gases lacrimógenos y
defender este espacio, como lo hemos hecho durante 26 años de lucha" (La Jornada,
15. 06.2006).
Uno de los locutores de la radio, Eduardo Castellanos invitaba a la resistencia civil
en el momento mismo en que entraban al edificio y lanzaban granadas de gas
lacrimógeno, poco antes de que destruyeran la radio y fuera detenido:
“Para todo el pueblo oaxaqueño, hacemos un llamado: señores, para que ustedes puedan (tosidos)… Ya están entrando, vamos a (tosidos) vamos a invitar al pueblo de Oaxaca a levantarse contra el tirano Ulises Ruiz…Organícense todas las colonias, organícense…estaremos llamándolos a la resistencia civil y a la ofensiva, los estaremos llamando…compañeros y compañeras” (Osorno, 2007: 21-22).
Nuevo territorio de visibilidad radial y virtual: Radio Universidad e Internet
Casi inmediatamente estudiantes deciden ocupar Radio Universidad, de la
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y con la solidaridad del sindicato de
empleados la ponen en funcionamiento, dando a conocer inmediatamente lo que estaba
sucediendo “en vivo”: testimonios orales de la represión y múltiples opiniones en
contra el desalojo –hasta críticas contra la lucha de los maestros-. Mientras la gran
mayoría de medios comerciales en la entidad continuaban con su programación como si
no pasara nada, radio Universidad tomada por los estudiantes emergía como noticia ella
misma, como parte del acontecimiento del 14 de junio y como la voz de un
Movimiento que claramente ya no era sólo magisterial.
Esta acción tan rápida muestra no sólo la existencia de una conciencia de que era
fundamental tener una voz, hacerse audibles, tener un medio de comunicación -en el
sentido pleno de la palabra “comunicación”- un medio que les permitiera construir un
sentido de comunidad diferente, sino muestra también que los estudiantes se sentían
parte de esa nueva comunidad emergente.
Al mismo tiempo cámaras de maestros, estudiantes y de aficionados al video
captaban imágenes de todo el desalojo, de la represión y la retirada de la policía. Todas
esas tomas empezaron a circular vía Internet. Más tarde formarían parte de los videos
que se vendían por unos cuantos pesos en el zócalo del plantón. Fernando Lobo es muy
elocuente también en esto:
5
“Las escenas de esa madrugada de junio fueron captadas por decenas de cámaras. Maestros, activistas, medios libres, algunos entusiastas del video. Muchas de esas tomas fueron a dar a un centro de edición y aparecieron en Internet en unas cuantas horas. Muy parecido a lo que pasó en Seattle a finales de los noventa, la cumbre de la Organización Mundial de Comercio y la represión al estilo gringo. La diferencia es que en Seattle no hay ambulantaje. En Oaxaca, en cambio, la Alameda de León se llenó de puestos que vendían a 20 pesos videos sobre el 14 de junio. Cada puesto mostraba el material con una televisión, o dos. Cada puesto congregaba a una decena de personas mirándolo todo: el ataque por sorpresa, el gas, las intoxicaciones, los heridos, las armas largas de los ministeriales, la reacción furiosa de los maestros, el apoyo de la gente, la desastrosa retirada de las fuerzas gubernamentales. Eso era todo el día” (Lobo 2007)
Quedó registrado un momento histórico de la lucha que se convierte en un episodio
mítico y fundador del Movimiento Popular Oaxaqueño del 2006. “El 14 de junio no se
olvida”.
Desalojo frustrado: los maestros reocupan el espacio público, se vuelven a plantar en
el zócalo y replantean sus objetivos. En el reocupar el espacio se crea otro escenario,
otro movimiento. Surge un ser con mayor poder que no existía antes.
El 17 de junio se constituye la APPO, la Asamblea Popular de los Pueblos de
Oaxaca, cuyo principal y único objetivo es obtener la destitución del gobernador Ulises
Ruiz3. La sección 22 de maestros pasa a ser una organización más entre las 350
organizaciones sociales que reúnen a la APPO, aunque la más importante -la que en
muchos momentos lo vertebra y en otros parece diluirse-. Las reivindicaciones socio-
económicas pasan a segundo lugar.
Desde el centro de la ciudad, la APPO se expande a otras zonas de Oaxaca. Toma
las oficinas gubernamentales más representativas de ejercicio del poder ejecutivo,
legislativo y judicial con la idea de que el senado de la República declare la
ingobernabilidad del estado, así como la desaparición de poderes debido a la
incapacidad política de regir de su gobernador, lo cual llevaría a destituirlo. Las
estrategias de lucha de la APPO van construyendo un territorio de visibilidad físico,
mediático y también virtual.
Cuando los estudiantes simpatizantes de la APPO toman Radio Universidad
construyen un nuevo territorio de audibilidad en el que se comunican los que nunca
habían penetrado las cabinas de una estación de radio.
3 Un antecedente histórico importante: Destituciones de gobernadores por movilizaciones populares se obtuvieron en este estado en 1947, 1952 y 1976 (Dalton 2004: 244-248).
6
“El fenómeno de Radio Universidad lo dice todo. Ocupada por estudiantes y organizaciones sociales el 14 de junio, se ha vuelto referente continuo para la población. Se escucha en todas partes. Uno camina por las calles, entra a los comercios, las oficinas, los domicilios, cruza carros con el radio encendido, y todos sintonizan "la voz de la verdad", que informa, propagandiza, moviliza. Por sus estudios desfilan desde entonces indígenas y trabajadores de todo Oaxaca con testimonios, protestas y denuncias” (Bellinghausen en La Jornada 5.08.06).
Esa voz colectiva radial se entremezcla con los llamados urgentes de otros medios
de comunicación tradicionales como las campanas, los cohetones y así se amplía su
difusión a través de los llamados o mensajes de la telefonía celular, un medio no sólo
de comunicación interpersonal, sino de movilización instantánea entre los miembros de
la APPO en el calor de los acontecimientos de la lucha popular. La movilización y la
invitación a la permanente llamada a la acción no surge solamente de los conductores
de la radio, sino de la población: Una señora llama a la radio: “No sé si hasta dónde
sería posible reforzar el bloqueo de la Cámara de Diputados y de la Procuraduría que es
muy importante”. Otra señora sugiere: “Mi idea sería que tomaran TV Azteca”
(Osorno 2007: 88-90).
El periódico Noticias de Oaxaca se convirtió también en un medio comunicativo –el
único- que difundió en el territorio de ese estado la visión del Movimiento de la APPO.
Este diario había recibido el apoyo del gobierno anterior de Diódoro Carrasco y brindó
apoyo a su vez a Gabino Cué cuando fue candidato opositor al gobernador Ulises Ruiz.
Debido a las críticas de este periódico hacia la forma de gobernar del gobernador, fue
puesto en jaque por Ulises Ruiz de múltiples maneras gangsteriles. A pesar de la
simulación de una huelga laboral y ocupación de sus oficinas, logró sacar su edición.
Este diario aumentó su tiraje de una manera fundamental a partir del Movimiento
Social en 2006 y gracias al apoyo de sus lectores, muchos de ellos simpatizantes de la
APPO. Se creó una identificación con el diario debido a los ataques que éste recibió de
parte del gobernador y debido a la información que el periódico daba a conocer del
Movimiento, el único diario junto con La Jornada, de la capital del país, en donde la
gente de la APPO no eran tratados como delincuentes. Una consigna que se oía de
repente en las marchas: "El diario Noticias, también sufre injusticias" (Noticias de
Oaxaca, 17.06.06).
Algunas radios comunitarias y regionales se adhieren también al Movimiento
permitiendo que la comunicación se extienda por el territorio oaxaqueño. Radio
Plantón resurge en julio, -aunque con menos potencia- y es retransmitida por radio
7
Universidad y vía Internet. De esa manera el territorio radial de la APPO se amplía a
otros estados y otros países que envían permanentemente sus mensajes de apoyo al
Movimiento.
Todo esto sucede en el período electoral de finales de junio y en julio. La APPO
apoya la celebración de las elecciones, pero promueve el voto de castigo para el PRI. El
candidato de este partido y el del PAN pierden rotundamente. López Obrador, el
candidato del PRD, del partido de centro izquierda gana con grandes ventajas a los
otros dos contrincantes en esa entidad. Los resultados son vividos en Oaxaca como un
referéndum contra el gobernador y como una medida del gran poder de la APPO de
influir en un proceso electoral.
En estas medidas de resistencia del Movimiento se va más allá de la creación de un
contrapoder al gobierno estatal y se actúa como si ya no existiera Ulises, como si no
hubiera autoridades, ni leyes, y desde ahí se establece un demos, un poder anárquico, ya
que toda política, en el sentido de Rancière, no tiene arkhé, es anárquica y cuestiona
profundamente el orden vigente. En ese sentido es radical. Al estar luchando contra un
poder estatal o gubernamental se va generando algo nuevo, una noción, aunque vaga,
de una capacidad organizativa de ellos mismos inédita, de un poder alternativo, de un
autogobierno que va más allá de la noción de tomar el poder gubernamental de parte de
un grupo que no lo tenía, sino de construir un gobierno otro. Esto queda también claro
cuando se boicotea la fiesta de la Guelaguetza oficial (de corte comercial y turístico) y
se produce la fiesta de la Guelaguetza alterna y popular, un momento muy importante
del Movimiento.
Guerra mediática y guerra sucia
Todo ello convulsiona a las clases acomodadas, a los sectores económicos
beneficiados por el régimen de Ulises Ruiz, los representantes partidarios del PRI y sus
aliados del PAN. Los empresarios locales que están perjudicados por la pérdida de
dinero ante el boicot a la Guelaguetza oficial, así como la asociación de padres de
familia manifiestan su respaldo al gobierno y su reprobación por las estrategias
tomadas por la APPO. Se desata una campaña de mayor alcance en los medios de
comunicación a nivel estatal y nacional, en donde los maestros quedan dibujados como
maestros irresponsables y los miembros de la APPO como delincuentes, maleantes,
revoltosos, violentos. Según Víctor Martínez Vásquez la campaña decía a grandes
rasgos que:
8
“los maestros son flojos; la educación está en el último lugar nacional por sus 26 años de movilización; los maestros están más que bien pagados, reciben salarios por más de 500 días cuando sólo trabajan 200; los líderes son corruptos; los maestros son obligados a participar en la movilizaciones; los líderes de otras organizaciones atacan al gobierno porque ya no les siguen dando dinero, son una minoría; atrás de ellos está Gabino Cué, López Obrador, el PRD o Elba Esther Gordillo; los de la APPO son sapos, vándalos, sucios, anarquistas, violentos y delincuentes. Ante ellos, debe aplicarse “el estado de derecho”, la Ley. Éstos eran sus mensajes” (Martínez Vásquez 2007: 93).
Los actos de protesta contra los medios de comunicación por el tipo de cobertura
que da del Movimiento Magisterial empiezan desde mayo de 2006. La gente que apoya
la APPO solicita, demanda, exige a los periodistas que digan la verdad en todo tipo de
marcha y acto de movilización. Los locutores de la Radio Universidad, la estación
tomada por la APPO ejercen permanentemente crítica a la televisión y radio
comerciales. “Si estudiaron Ciencias de la Comunicación tienen la verdad dentro de
ustedes, aprendan a decirla, no sean como Televisa y TV Azteca, que siempre han
estado al servicio de los ricos” (Osorno 2007: 67) y los radioescuchas que apoyan a la
APPO no se quedan callados tampoco al respecto: “Yo sólo quiero decirle a los
reporteros que no vendan su conciencia, que no vendan su verdad. Los invito a que
tengan dignidad, que no vayan a cobrar su dinerito con el gobierno” (Osorno 2007: 67).
Conforme la campaña mediática contra el Movimiento crece, surgen también las
agresiones contra algunos periodistas al estar cubriendo la información en el calor de
los acontecimientos callejeros. En ese sentido, las consignas en las marchas que
interpelaban a los periodistas y medios son muy elocuentes del clima que reinaba:
“Prensa, prensa, si tienes dignidad; nosotros te pedimos que digas la verdad” (Noticias
de Oaxaca, 02.08.2006). “Nos mean... y la prensa dice que nos llueve". "Televisa y TV-
azteca, la misma chingadera" (Noticias de Oaxaca, 17.06.06). Hasta un corrido es
dedicado contra uno de los locutores más conocidos de Televisión Azteca, Edgar
Galicia, por su característica desinformación4.
En ese contexto de finales de julio y principios de agosto, cuando el Gobierno no ve
la posibilidad de establecer ningún diálogo posible con el Magisterio y lanza la
campaña mediática más fuerte, se instrumenta al mismo tiempo la política represiva
4 Este ejemplo muy elocuente de la tergiversación de la información es narrado por el periodista de Milenio, Diego Osorno: “Si marchaban 100 mil, este reportero decía que eran 10 mil. Si los maestros aprobaban seguir formando parte de la APPO, él decía que habían decidido salirse. Si policías ministeriales, plenamente identificados, atacaban los plantones, “el colega” de TV Azteca dudaba del origen de los disparos. Llegó a decir, ante la audiencia nacional, que los disparos habían salido de entre los opositores al gobierno…” (2007: 78).
9
pero debajo del agua, una guerra sucia de mayor alcance: atentados con bombas
molotov a las casas de miembros destacados del Movimiento, detenidos sin órdenes de
aprehensión, así como asesinatos (3 miembros de la del MULTI, Movimiento de
Unificación y Lucha Trique Independiente y el Profesor Colmenares en plena
manifestación el 10 de agosto). Una de esas acciones intentaba acallar las voces del
Movimiento y fue dirigida contra la radio Universidad el 22 de julio. Hubo disparos
contra la radiodifusora. La maestra y locutora Carmen López Vásquez alertó a los
radioescuchas: "Pueblo de Oaxaca, nos están disparando, nos están disparando; tírense
al suelo compañeros". Al poco tiempo llegaron maestros a apoyar al sitio, así como
vecinos y otros simpatizantes de la APPO a defender la radio (La Jornada, 23.07.06).
Según Milenio: “Hasta el cierre de la edición alrededor de 800 personas habían llegado
a las instalaciones de la Universidad Benito Juarez, sede de la radio, para protestar por
lo sucedido” (23.07.06). No se logra silenciar ese día la estación de la APPO, pero dos
semanas después, el 8 de agosto, infiltrados logran echar ácido a los equipos y esta vez
sí deja de funcionar hasta octubre del mismo año.
Nuevo régimen de visibilidad televisiva, radial y nacimiento de la COMO
El primero de agosto las mujeres que participaban en la APPO realizan un
“cacerolazo” o marcha al estilo de las formas de protesta social de otras mujeres
mexicanas y latinoamericanas (como un medio para denunciar una situación social
alarmante). Dicha marcha reúne a un gran contingente para pedir la renuncia de Ulises
Ruiz. Todas ellas llegan con cacerolas, sartenes, ollas, cazos, cucharas, tapas y palos
para producir gran alboroto; surgen sonidos y ritmos al ir gritando sus consignas e ir
“transformando así sus utensilios de cocina en símbolos de empoderamiento político”5.
La marcha llega hasta el zócalo y de ahí un grupo grande de mujeres se lanza a las
oficinas de la televisión y radio estatal para difundir un mensaje sobre su visión del
conflicto oaxaqueño y romper el cerco informativo. Estando ahí, solicitan un tiempo
acotado, una hora, y si no se puede, pues media hora, pero la petición es rechazada. Los
responsables de la organización interrumpen las transmisiones y fue en ese momento
que las mujeres deciden tomar el canal, retienen por un corto tiempo a algunos
empleados con el fin de que les expliquen cómo poner a funcionar las instalaciones y
lanzan pocas horas después el primer mensaje televisivo: Ahí tiene lugar el primer
5 Gibler, John, “El levantamiento de Oaxaca”, en: Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca. p. 97.
10
mitin del Movimiento mujeril de la APPO, que después se convierte en la COMO
(Coordinadora de Mujeres Oaxaqueña – Primero de Agosto). El estudio del canal se
convierte en otra plaza pública tomada. Imágenes nunca vistas en la televisión
oaxaqueña o nacional atravesaron las cámaras. Mujeres con sartenes y cacerolas,
mujeres con el puño en alto aparecieron en las pantallas televisivas oaxaqueñas
cantando el himno de lucha: Venceremos. Una manta que llevaban en la manifestación
formaba parte de la escenografía, la cual rezaba: “Cuando una mujer avanza, no hay
hombre que se detenga”. A su lado otra manta decía: “Fuera Ulises”. Rostros nunca
vistos sin ningún maquillaje, sin peinados especiales para la gran ocasión, cuerpos
nunca exhibidos sin ningún aliño, ni pretensión de seducir al espectador o vender
alguna mercancía, son captados por las cámaras de ese centro de comunicación:
cuerpos y rostros de amas de casa, trabajadoras, empleadas, maestras, indígenas,
estudiantes, señoras de las colonias, defensoras de los derechos humanos, mujeres de
todas las edades, niñas, jóvenes, mujeres adultas y viejas: “La parte femenina de "la
gente", las señoras. No ricas, ni arregladas, ni con secuelas de maniquiur. Las que
trabajan. Y que hoy salieron por televisión. En vivo, literalmente” –escribe
Bellinghausen-6.
En la radio estatal que después tomaría el nombre de Radio Cacerola se escuchaba:
“Estamos transmitiendo por primera vez en la historia de Oaxaca las mujeres oaxaqueñas, estamos demostrando hoy primero de agosto de 2006 que somos capaces de tomar decisiones y finalmente poder llegar a todas, a todos los hogares de esta ciudad de Oaxaca y de todas las regiones que nos puedan escuchar. Estamos aquí como lo dice nuestra compañera: amas de casa, trabajadoras, mujeres de todas las edades: niñas, señoritas universitarias, finalmente todas con un objetivo en común, lo único que pedimos y exigimos a través de este medio es el reconocimiento de nuestros derechos que tenemos como sociedad civil” (ver video de: Morena).
Poco después comienzan las denuncias, tal como Radio Plantón y Radio
Universidad lo realizaron. Las consignas de las marchas se repiten ahí en el estudio del
canal; todo indica que la lógica del mitin y de la protesta callejera empiezan a
configurar la manera de brindar información en este canal recién tomado.
Después de las denuncias verbales lanzadas por integrantes del Movimiento en el
primer momento siguieron las denuncias audiovisuales. El Canal empezó su nueva
programación: en primer lugar con la transmisión de material de video que contaba lo
acontecido el 14 de junio, el día del desalojo y mostraba la violencia de la policía, los
6 La Jornada, 02.08.2006.
11
gases, el coraje de la gente de Oaxaca. Asimismo se transmitió material sobre la
represión desatada contra el Movimiento social de Atenco el 4 de mayo de 2006 y otros
documentales sobre otras luchas sociales, -entre ellos- sobre el Movimiento zapatista en
Chiapas y otras represiones en el país.
Logran crear una programación al poco tiempo, así como sus propias cortinillas
(mensajes de entrada y salida de los programas) y un lema para el nuevo canal: “No
puedes quedarte con los ojos cerrados”. Patricia Jiménez, una de las que coordinaba la
sección televisiva, enumera el conjunto de los programas: En la mañana documentales;
en la tarde “el noticiero de la APPO”, programas de denuncia de los colonos, “de las
mujeres hablando sobre las necesidades de las colonias”; en la noche un programa “de
cultura”, después uno llamado de “espacio urbano”, en el que llegaban simpatizantes
del Movimiento a cantar y a las 9 un “foro de análisis y discusión política”. Dicha
programación se veía alterada por problemas técnicos, por falta de recursos y
experiencia, pero también por los conflictos inminentes que se iban presentando en la
ciudad en Oaxaca, “por el dramatismo del tiempo real”7 . En esas ocasiones se
interrumpía la programación y en pantalla se veían simpatizantes del Movimiento
denunciando, informando, líderes declarando. En otros casos se veían exhibidos los
“porros”, los sicarios de Ulises Ruiz, testimonios del trabajo sucio que estaría llevando
a cabo el sector que apoyaba a Ulises Ruiz para difamar a la organización. En esos
casos la televisión estatal jugaba el papel de tribuna de justicia popular8.
Hubo muchos momentos en donde las interrupciones a la inestable programación se
convirtieron en la lógica de la información del canal; situaciones en las que se repetían
algunos programas muy innovadores (como talk shows políticos de manifestantes) y
momentos en que se dejó de transmitir por falta de material, lo cual generó ciertas
críticas hasta en el propio Movimiento9.
Sin embargo, la programación impactó porque estaba protagonizada por “gente del
pueblo”: obreros, indígenas, colonos, amas de casa, pequeños comerciantes, -entre
otros-. Estaba claro que no sólo involucraba a maestros, ni sólo se trataba de una lucha
por reivindicaciones económicas. Las demandas eran políticas (se pedía la salida de
7 Bellinghausen, en La Jornada, 05.08.2006 8 (La Jornada, 11.08.2006; El Milenio, 11.08.2006) 9Consultar :Gibler, John, “El levantamiento de Oaxaca”, en Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca, pp. 91-100. Tambien Lobo señala la importancia de que el Movimiento tuviera bajo su control medios de comunicación. Sin embargo critica cómo “las radios del movimiento desataron en su momento rumores sin sentido, llamamientos irresponsables y adoctrinamiento”. Ver Lobo, Fernando, “La Rabia inexplicable”, en La Guillotina.
12
Ulises Ruiz, -entre otras peticiones-) y el Movimiento involucraba a un sector
amplísimo de la sociedad, a los grupos invisibles de la sociedad oaxaqueña. Ellos eran
personajes y actores principales de ese drama político que se representaba en las
pantallas del canal 9. Además, ellas, las mujeres -todavía más invisibles dentro de esos
grupos- surgían como las conductoras de esos programas. Estaban tras las cámaras,
eran las locutoras. Estaban ocupando un lugar al que nunca habían accedido. La toma
de un canal televisivo en donde se podían ver esos rostros y escuchar sus demandas le
devolvió al Movimiento una imagen de mayor legitimidad en los sectores populares y
el hecho de que las mujeres llevaran las riendas de dicho canal, transformaba
radicalmente su imagen de incapaces para la conducción social.
La reacción de reconocimiento dentro de la población fue inmediata. Primero en
términos de rating. El canal nunca había logrado una audiencia tan amplia. Las
llamadas al canal y la radiodifusora irrumpieron como avalancha. Las coordinadoras
señalan que miles de personas llamaban para felicitarlas por crear una verdadera
“Televisión del Pueblo”.
El nuevo régimen de lo visible se transforma; hiere a unos ojos y a otros
deslumbra.
Ahora bien, las reacciones a la toma del Canal, al cambio de programación y las
nuevas visibilidades que se venían produciendo en éste no generaron sólo entusiasmo
en el público, en la audiencia, sino también un profundo descontento y rechazo en los
sectores proclives al gobernador, en los sectores no adheridos al Movimiento, en las
clases “acomodadas” y otras “queriendo acomodarse”. Las críticas feroces a Ulises
Ruiz, a la manera de gobernar y difusión de la perspectiva de la APPO sobre el proceso
que estaba sucediendo en Oaxaca, llevó a que las conductoras del Canal fueran
amenazadas de vida, por claras razones políticas. Pero había otro tipo de crítica dirigida
ya no al contenido, a lo dicho, sino al decir, a la forma de decir, a la manera de hacer la
televisión, concretamente a los “buenos modales de hacer televisión”, a una estética
particular y a las reglas que la rigen. Patricia Jiménez menciona -sin tapujos –en
entrevista la manera como llamaban también a la estación para criticarlas por su
aspecto: por “mugrosas”, porque no se bañaban, por “cochinas”: por su manera de
aparecer en la gran pantalla:
“que éramos unas mugrosas, que ni siquiera nos bañábamos, que nos bañáramos cuando nos presentáramos ante la televisión; luego nosotros les respondíamos
13
que efectivamente…nos veíamos chimecas porque la lucha era de tiempo completo y que a veces ni siquiera nos daba tiempo de salir a comer, pero que finalmente nosotras estábamos en contra de los estereotipos porque las mujeres oaxaqueñas no éramos el modelito que presentaba la televisión, sino que éramos otra realidad cultural y eso lo decíamos en el aire. Y que bueno finalmente se les respetaba, pero que a lo mejor a ellos les avergonzaba darse cuenta precisamente, de toda la miseria, de toda la pobreza que había en este pueblo y que pues no nos podíamos ir a comprar ropa de marca… Entonces este, pero que esas éramos nosotras, entonces este; y que además aclarábamos que ahí en el movimiento había desde campesinas desde, eh, trabajadoras, desde amas de casa hasta profesionistas ¿no? Pero que finalmente, pues esas éramos las mujeres de Oaxaca, sin tanto maquillaje, sin tanta cosa ¿no?”10 (el subrayado es de MZ).
El aspecto de las conductoras, de los nuevos protagonistas de la televisión hería a la
audiencia que estaba acostumbrada a una estética, a que los conductores aparecieran
maquillados y vestidos a la moda y a que los entrevistados usaran sus mejores prendas
para salir en la pantalla, para convencer, vender, para apantallar. Seguramente el modo
de mostrarse del colectivo mujeril en la lógica del mitin en la televisión producía
indignación y humillación en ciertos espectadores oaxaqueños. La protesta de la calle
penetraba el escenario televisivo no como un show más de corte noticioso y
encapsulado en la “nota roja”. La protesta de la calle instalaba la plaza pública ahí
frente a las cámaras.
En la discusión sobre el bañarse, sobre el no ser mugrosa, sobre los buenos modales
de hacer televisión, sobre la manera correcta de aparecer en pantalla se vislumbra
claramente la demanda clasista o de una lógica étnica o racial. Por ello, Patricia
Jiménez utiliza el término de “chimeca” que alude a una forma despectiva de calificar
al indígena o al “naco”, al que no sabe comportarse, al que desconoce los buenos
modales de la “gente bien”: “nos vemos chimecas”; nos vemos como indios, cuando no
deberíamos parecerlo en la televisión. Alude al racismo y clasismo, desde el cual surge
la crítica del espectador.
Posiblemente la polémica que está en la base y de la que nos habla Patricia Jiménez
permite reconocer el desacuerdo, dos lógicas enfrentadas en la sociedad oaxaqueña y en
la manera de hacer televisión: por un lado, una lógica mercadotécnica, publicitaria, una
lógica del consumo y del espectáculo que está profundamente ligada al quehacer
televisivo, a todas las industrias culturales, y, por otro, una lógica de la movilización
política, de la denuncia, de la consigna, del quehacer colectivo.
10 Entrevista realizada por Margarita Zires con Patricia Jiménez en septiembre de 2006.
14
Cada una se rige por una noción distinta del “cuerpo ideal”. Cada lógica reclama un
cuerpo con distintas habilidades y diferentes disciplinas. Las críticas permiten
desentrañar la concepción de los cuerpos que eran visibles en la televisión: los cuerpos
a la moda, los cuerpos producidos a la altura y a la manera de las mercancías que en la
televisión se venden y promueven. Y ese cuerpo ideal va ligado a la lógica inherente a
la sociedad moderna, al individualismo, al sujeto individual, el ciudadano “libre” de
consumir. Otro es el cuerpo que reclama la movilización política: el sujeto colectivo en
un momento muy crítico, en el momento de poner en funcionamiento el desacuerdo, su
lógica, al asumir un lugar social que no está contemplado para él, al romper los
estereotipos. La lógica de la lucha social no respeta el glamour de la televisión, ni
respeta los códigos televisivos, al poner en funcionamiento una lógica de movilización,
de comunicación comunitaria en pleno escenario televisivo, en donde se produce el
des-dibujamiento clasista para entrar como colectivo.
Este nuevo cuerpo colectivo que irrumpía y mostraba un desacuerdo social, era
rechazado al mostrar que era parte de los sin parte, al mostrar la miseria, la pobreza sin
maquillaje, una realidad cultural, otra realidad cultural no maquillada. No en balde el
diario El Imparcial, ligado al sector de Ulises Ruiz y los empresarios oaxaqueños
señalaba que las mujeres que habían tomado el canal 9 “vociferaban” en contra del
Gobierno del estado. “Vociferaban” remite a la producción de ruidos como los
animales. Se parecían a los animales. No eran humanos, no eran –sin lugar a dudas- los
oaxaqueños bonitos, los “bien nacidos”, sino los sappos, términos que usaban para
denominar de una manera peyorativa a los integrantes del Movimiento social.
La experiencia transgresora del canal 9 y de los demás medios tomados por la APPO
obligaban a que el espectador reflexionara sobre lo que significaba exhibirse en la
televisión, lo que era “comunicar” en la radio, en la televisión y ver por lo común, por
el sentido de la comunidad oaxaqueña, independientemente de que esta experiencia les
pareciera o les gustara más la televisión tradicional con su lógica comercial y control
estatal de las noticias. Al estar poniendo en funcionamiento otro tipo de forma de hacer
televisión -con todos los problemas que enfrentaron-, permitió poner a discusión los
códigos televisivos y poner en duda lo que es hacer televisión, lo que es hablar en ese
espacio, quién debía decir qué, cómo, cuándo. Todo eso, según Patricia Jiménez “ lo
decíamos en el aire”, o sea “en vivo”.
El Movimiento de mujeres estuvo operando veinte días el canal estatal, veinte días
sin que interfiriera su señal el gobierno Federal, lo cual ocurrió después con algunas
15
radios tomadas por la APPO en los siguientes meses. Es el mes de agosto. No existe
todavía una alianza clara entre el gobierno estatal y el gobierno federal y entre el PRI y
el PAN. Ni se ayuda a un movimiento magisterial independiente de la maestra Gordillo,
ni a la APPO que da muy mal ejemplo, ni al Gobernador de un partido opositor. Las
alianzas llegan después.
Veinte días de operar una estación. Durante esos 20 días los medios televisivos
nacionales no hicieron ninguna mención de cómo era operada la televisión por mujeres
que desconocían totalmente su funcionamiento. Cuando fue tomada, dicho evento se
registró como noticia, pero como noticia de nota roja que ratificaba el carácter ilegal y
violento del Movimiento. La experiencia de un grupo de mujeres oaxaqueñas haciendo
televisión no era noticia ni para Televisa, ni para Televisión Azteca. Brindar su punto
de vista, era conferirle legitimidad seguramente. Ninguna experiencia de éxito del
Movimiento iba a ser narrada por el medio televisivo y menos si se trataba de una toma
de medios de comunicación. La noticia entraba en la nota roja o no era factible de ser
mencionada11 .
Guerra sucia versus barricadas en resistencia
Esta experiencia inédita televisiva llegó a su fin el 20 de agosto cuando las antenas y
el transmisor del canal 9 y de la estación radiofónica del Estado de Oaxaca fueron
destruidos a balazos por un grupo de paramilitares dejando a un maestro herido, el cual
formaba parte de la guardia nocturna. Esto provocó que en la mañana siguiente la
APPO tomara entonces 12 radios comerciales que operan en Oaxaca cubriendo el
cuadrante radial completamente. Esta acción conjunta de múltiples grupos de la APPO
mostró: la capacidad de convocatoria inmediata del Movimiento, la necesidad sentida
de controlar un medio comunicativo como medio de sobrevivencia ante el terrorismo
de estado.
Según Diego Osorno, el clima que se vivía ese día al ir circulando por la ciudad e ir
sintonizando las diferentes radios tomadas en Oaxaca era impactante: las radios no sólo
brindaban un resumen del conflicto en Oaxaca como todos los días, sino lo ofrecían “en
vivo y en directo” ya que eran parte misma del conflicto. Osorno narra cómo un
voceador de periódicos en la cabina de radio XCC reclamaba que no se adhirieran al
Movimiento algunos profesores universitarios si la Universidad es pública, del pueblo y
11 Zires, Margarita “Denunciar. La legitimación mediática de la represión social en México: Oaxaca 25.11.2006” en: Versión.
16
de ella reciben sus salarios. Una mujer invita en la 100.1 de FM a que todo el pueblo se
una y no se quede “con los brazos cruzados”. Dos jóvenes señalan en “Estéreo éxitos”
que mientras el proletariado está en pié de lucha “el burguesito” hace racismo en contra
de los hermanos indígenas (Osorno 2007: 88-90).
A unos pocos días se regresan algunas estaciones y se quedan con dos: Radio Oro y
con radio “La Ley” la estación que era más crítica al Movimiento y que llega al 80%
de las comunidades en todo el estado de Oaxaca. Esta estación cambia de nombre:
“Radio APPO. La Ley del Pueblo”. El 22 de agosto, un día después de la toma de las
radios la guerra sucia del estado cobra más fuerza y se dirige sobre todo contra los
medios tomados por la APPO. En la noche surge un gran contingente de miembros de
la policía municipal armados y vestidos de negro que adquiere el nombre de “escuadrón
de la muerte” de parte de la población. Este se desplaza en alrededor de 20 vehículos o
más disparando al aire y hacia donde se encuentran los plantones o campamentos de los
maestros en las zonas ocupadas. La Ley del Pueblo empezó inmediatamente a informar
de los desplazamientos del convoy, invitó a salir a la calle, a hacer barricadas, a unirse
por la defensa de la APPO. Desde diferentes puntos de la ciudad la gente hablaba a la
estación para informar en dónde se encontraba el convoy o para dar a conocer todo tipo
de movimiento sospechoso y de los enfrentamientos del escuadrón. En un momento
dado la radio señaló que el grupo de autos se desplazaba en dirección a la colonia
Reforma, donde se encontraba la Radio).
En la barricada que resguardaba Radio La Ley es asesinado a balazos ese día el
arquitecto Lorenzo Pablo Cervantes. Los reporteros del Canal 13 –entre ellos Edgar
Galicia- logran filmar los desplazamientos de los policías ese día, pero éstos les
decomisan material filmado y los amagan con armas de fuego, sin embargo la
información fue transmitida por el mismo canal al día siguiente al verse afectado
claramente el propio canal y sus periodistas. Debido a ello, la Procuradora de Justicia
tiene que aceptar que fue una acción oficial, pero afirma que se trataba de un “operativo
de limpieza”.
La guerra sucia vino acompañada de una guerra mediática de parte de la misma
procuradora de justicia que en esos días declaró que la APPO era una “guerrilla
urbana”, una manera de justificar sus “operativos de limpieza” y criminalizar al
Movimiento. A esa guerra mediática se sumó la batalla sucia vía Internet. Alrededor del
13 de agosto surgió un sitio en el que se incitaba a detener y/o linchar a miembros de la
APPO (www.oaxacaenpaz.org.mx). Se trataba de una página que estaba estructurada
17
como los carteles de la policía de búsqueda de delincuentes. En ella se hallaban las
fotografías de algunos miembros y líderes de la APPO como Flavio Sosa o Rogelio
Pensamiento con las direcciones de sus domicilios. En un recuadro en el que aparecía el
nombre del maestro asesinado (Jiménez Colmenares) por sicarios del gobernador en
plena marcha se encontraba la inscripción con un tache en rojo, así como la leyenda:
"Este ya cayó". Esto mismo estaba inscrito sobre el rostro de otros tres miembros de la
APPO detenidos (La Jornada 14.08.2006). En ese contexto y a partir del 22 de agosto
se multiplicaron las barricadas por todas partes de la ciudad. Se forman como una
medida de autodefensa del Movimiento. Eran trincheras para proteger los lugares
tomados por la APPO, así como para impedir más asesinatos, detenidos, secuestrados y
evitar la circulación de los sicarios de Ulises, de los escuadrones de la muerte en sus
diferentes versiones. Cada noche a las 10 empezaba un movimiento ciudadano entre
vecinos en todas las colonias para instalarlas, resguardarse toda la noche y a las 6 de la
mañana se iniciaba otro movimiento para quitarlas. Según diferentes versiones
periodísticas el número habría llegado a 500 barricadas al principio. En el mes de
septiembre las trincheras aumentan. El diario de La Jornada narra que el 30 de ese mes
la ciudad “era una inmensa barricada y la población se encontraba en vilo” y al
principio de octubre se calculaban 1500 barricadas.
La Ley del Pueblo: lazo de unión y centro de la batalla radial
Las estaciones tomadas por la APPO (Radio Oro y Radio La ley del Pueblo)
restituyeron cierta unidad en ese territorio dividido por barricadas y se convirtieron en
un instrumento de enlace entre ellas, así como entre la ciudadanía, la APPO y las
barricadas. Sobre todo Radio La Ley proyectaba la imagen de la guerra sucia y
resistencia popular en todo el estado, en oposición total con la que medios de
comunicación comerciales mostraban de Oaxaca: la del control gubernamental por
parte de su gobernador y la de que sólo había unos cuantos revoltosos de la APPO.
Desde el 21 de agosto, la radio siguió alentando la instalación de las barricadas,
recibiendo informes de ellas y brindando información sobre cualquier movimiento
sospechoso o solicitando el paso de algunos vehículos en algunas partes de la ciudad
cerrados (como a las ambulancias). Convocaba a salir a la población, a auxiliar a
alguna barricada, a tomar fotos y evidencias visuales del “escuadrón de la muerte”. En
La Ley del Pueblo existía un programa que se llamaba “La Hora de las Barricadas” que
se transmitía toda la noche y que todos los barricadistas recuerdan con cariño. Los
18
“Saludos” y “despedidas”, formas linguísticas típicas de todo intercambio verbal
subrayando “estamos aquí”, “seguimos aquí”, el lenguaje paradigmático que subraya el
lazo de unión entre las personas al hablar12. A estas formas típicas se les añade en este
contexto, formulas verbales que remiten al tipo de comunidad en resistencia de que se
trata: “En pié de lucha” y en lugar del “hasta luego” clásico, surge el “Hasta la victoria
siempre” del Ché Guevara dibujando el horizonte de sentido de la comunidad; y el
“Hasta la caída de Ulises Ruiz”, ratificando el horizonte de la demanda concreta de la
lucha social. A esos intercambios radiales se le añadían las peticiones de los que
hablaban a la radio para solicitar canciones de protesta o de denuncia de los setenta
chilenas, entre las que no podía faltar “Venceremos” (que se constituyó en un himno de
la APPO), así como las que versan sobre el Movimiento magisterial y las que hablan
más concretamente de la lucha oaxaqueña actual en todos los ritmos y sabores como
“Oaxaca tienes que levantarte” y no se puede olvidar la canción más famosa, el hit de la
temporada radial revolucionaria: el “Son de la barricada”, una canción a ritmo tropical
que narra la historia del desalojo del 14 de junio como una victoria del pueblo y de su
lucha por la justicia.
Radio La Ley del Pueblo amplió esa primera labor de tejido entre la comunidad en
litigio que construyó Radio Plantón, después Radio Universidad y Radio Cacerola, -
todas en ese momento ya aniquiladas por las fuerzas policiales y parapoliciales-. La
estación le daba voz al “nosotros” que se identificaba con la APPO y lo proyectaba
contra “los otros” ajenos al Movimiento y simpatizantes de Ulises, una comunidad en
donde los de la APPO no tendrían ninguna razón de existir.
Desgaste del Movimiento, irrupción de Radio Ciudadana y entrada de la PFP
12 El lenguaje del cual habla Malinowski (1923) y que retoma Jakobson (1974) al definir la comunicación fática.
19
En ese contexto de terror y de represión enmascarada, otros procesos se dieron a
nivel nacional que fueron determinantes e inclinaron la balanza contra la APPO: a
principios de septiembre el candidato del PAN a presidente Calderón es ratificado por
el Tribunal Federal Electoral y las alianzas con el partido del PRI empiezan a
funcionar. Por otra parte, el PRI cierra filas con Ulises Ruiz y la Conferencia Nacional
de Gobernadores, con apoyo del PAN y el PRD brindan apoyo a Ulises Ruiz en
encuentro con Calderón (Milenio 12.09.2006). En el Senado, los senadores del PAN y
del PRD, señalan que existe ingobernabilidad en Oaxaca. Sin embargo, en el pleno de
la Comisión, el PRI y el PAN se alían y toman la decisión que no es posible declarar la
desaparición de poderes (La Jornada 18.10.2006).
El líder sindical Rueda Pacheco declara el regreso a clases después de una consulta a
las bases que un grupo de maestros considera manipulada. Rueda es declarado un
traidor13. Se rebelan esos maestros, pero a las pocas semanas, estos sectores rompen
también la huelga, regresan a clases y la APPO pierde la fuerza que la vertebraba,
aunque el magisterio siga apoyando las protestas, marchas, pero no con la misma
disponibilidad. El desgaste se deja sentir. El apoyo a las barricadas se reduce. La
escalada de violencia aumenta: más desapariciones, asesinatos aislados: guerra de
intensidad baja junto con guerra mediática alta: se trata de presentar en las noticias los
asesinatos de simpatizantes de la APPO por grupos paramilitares como enfrentamientos
ciudadanos ante los cuales no quedaría más que la intervención de la policía federal
(Hernández Navarro en La Jornada 17.10.2006; y Osorno 2007: 196).
Las estrategias de visibilidad y audibilidad de la APPO se complican también. Por
un lado, Radio Plantón resurge a principios de octubre (aunque con poco alcance) y
radio Universidad queda rehabilitada a mediados del mismo mes (con mayor alcance en
la ciudad de Oaxaca y en algunas zonas aledañas14). Sin embargo, por otro lado, Radio
La Ley del Pueblo, el bastión más importante de la APPO con gran cobertura en todo el
estado, deja de funcionar el 23 de octubre –al ser bloqueada su señal-. Además aparece
el 26 de octubre una radio clandestina –sin permiso legal- que apoya a Ulises Ruiz y
sataniza a los integrantes de la APPO, “Radio Ciudadana”, cuyo lugar de emisión se
desconoce y cuyos teléfonos nunca funcionan. Ese mismo día salen del aire
13 En la misma Radio La Ley del Pueblo se cuestionó la “postura de Rueda y calificó el ejercicio gremial de “una mañosa consulta que ya echaron a andar” En una manifestación en esos días unos gritaban: ''¡Magisterio y pueblo unido, jamás serán vencidos!'', y ''¡Maestro, tú empezaste y tienes que acabar! ¡Ulises no se ha ido, lo tienes que sacar!'' (La Jornada 19.10.2006). 14 Como las regiones de la Sierra Sur, parte de la zona mixteca.
20
repentinamente todas las radiodifusoras privadas y comerciales de Oaxaca. Quedan por
lo tanto solamente dos estaciones solas en la plaza pública mediática: Radio Ciudadana
y Radio Universidad: un escenario construido evidentemente desde altas esferas
gubernamentales locales y federales ligadas a la Secretaría de Comunicación y
Transportes. En sus primeras emisiones de Radio Ciudadana, ésta asegura que dará la
voz al “verdadero pueblo de Oaxaca” e invita a los radioescuchas a expresarse contra
los abusos del Movimiento. Las voces de los supuestos radioescuchas del “verdadero
pueblo” insultan a los maestros “de mierda”, exhortan al gobernador a “amarrarse los
pantalones” e incitan a la población a quitar las barricadas. Fue al día siguiente en que
se oye en la Radio Ciudadana una voz gritando: “¡Adelante pueblo! Recuperemos
Oaxaca” cuando se da el enfrentamiento entre vecinos de una colonia priísta y grupos
parapoliciacos que apoyan a Ulises Ruiz, por un lado, y, por otro, miembros de la
APPO defendiendo sus plantones y barricadas cuando muere asesinado un periodista
estadounidense de Indymedia –junto con otros simpatizantes del Movimiento15- y con
este pretexto entran dos días después –el 29 de octubre- las fuerzas federales
policiacas: la PFP. Otro operativo represivo y anunciado por el mismo Presidente,
irrumpe y toma el zócalo de la ciudad, pero no la ciudad completa. Un sector de la
APPO se desplaza al ámbito universitario y otro sector a la Plaza de Santo Domingo. El
operativo deja un muerto, heridos y múltiples detenidos.
Esta vez sí se lleva a cabo el desalojo del zócalo y de algunos inmuebles de las
oficinas gubernamentales que tenía ocupadas la APPO. El gobernador empieza a
proclamar de una manera más fuerte y arrogante que reina la calma en la entidad. La
alianza entre el PRI y el PAN ya se estaba saboreando para que Calderón pudiera tomar
posesión de su cargo, a pesar de las amenazas del PRD. Ello no impide que el 2 de
noviembre se vuelva a levantar el Movimiento y salga en defensa del espacio
universitario.
La “Victoria de la APPO”: a la defensa de su radio y su Universidad
El 2 de noviembre constituye una fecha emblemática y simbólica para el
Movimiento de la APPO, ya que muestra su capacidad de convocatoria a pesar de la
entrada de las fuerzas federales policíacas a la capital del Estado. Esa mañana la PFP se
15 Osorno narra este episodio como una operación clara parapoliciaca en donde un grupo bien armado asesinó al periodista Bradley Roland Will y dos miembros de la APPO. Asimismo denuncia la versión oficial: la de un enfrentamiento ciudadano (entre “vecinos” que querían recuperar su ciudad frente a los miembros de la APPO que la tendrían secuestrada) (Osorno 2007: 196).
21
dirige hacia la Universidad para quitar las barricadas que resguardaban la entrada de
dicha institución y hacia la estación de radio, el bastión informativo más importante del
Movimiento. Los locutores de Radio Universidad convocan inmediatamente a la
movilización y la población acude de una manera masiva al llamado. El centro de
comunicación del Movimiento y la autonomía universitaria están en peligro. La PFP
declara que sólo le interesa “liberar las vialidades”, sin embargo cuando quita la
“Barricada de 5 Señores” (la que resguardaba la entrada más importante a la
Universidad y al medio radial), grupos de sicarios – al mismo tiempo - disparan al aire -
sin herir a nadie- en algunos costados de la Universidad. Agentes de la misma PFP
llegan a entrar más tarde a algunos espacios como la Facultad de Educación y a las
canchas deportivas. Los helicópteros lanzan gases lacrimógenos en todo el campus y en
las colonias aledañas. Se arma una batalla campal, enfrentamientos entre los policías y
los que resguardaban las barricadas, los estudiantes y la población en general que sale a
defender la Universidad y sobre todo a la radio “De la Verdad”.
“Es increíble el apoyo generalizado contra las fuerzas invasoras. Señoras de todas las clases sociales sacando cubetas con agua y vinagre para mojar nuestros cubrebocas, desgarrando sábanas para proporcionarnos vendas y antifaces, arengándonos y cubriéndonos de bendiciones. Por todas partes los vecinos acarrean piedras y todo tipo de proyectiles (…) Algo notable es el papel de las mujeres. Un chingo de chavitas en la primera línea y en la retaguardia llenando carritos de súper con piedras, gritando, neutralizando las latas de lacrimógenos vertiéndoles coca cola encima y haciendo lo que se pueda para apabullar al enemigo (…) Pero lo más impresionante son los cientos de chavos banda bajados de las laderas armados con resorteras y bazucas de plástico, ataviados a lo oaxaqueño, con un estilo ciber-punk-indígena que (…) bajaron a luchar por una universidad a la que ninguno de ellos ha podido ingresar a pesar de varios intentos, pero que se ha convertido en el símbolo de sus aspiraciones” (Moreno, 2007: 255).
Después de 7 horas de batalla campal y radial, el Movimiento de la APPO logra
replegar a la PFP y a las pocas horas se vuelven a levantar barricadas no sólo en la
ciudad universitaria, sino por toda la ciudad (Osorno en Milenio 03.11.06) Los
enfrentamientos dejan heridos, detenidos y desaparecidos a la APPO, pero la PFP no
logra su objetivo, algunos de los policías están también heridos y 2 tanquetas
incendiadas. Estos sucesos se viven como un verdadero triunfo para el Movimiento,
una batalla histórica. El papel de la radio es crucial y así lo celebran todos los que
participaban en el embate en la calle: “Finalmente vino un minuto de aplauso para
Radio Universidad y sus conductores que desde los micrófonos dieron una batalla
ejemplar” (Pedro Matías en: Noticias de Oaxaca 03.11.06).
22
La estación de radio se convierte en el centro de la resistencia, en el núcleo de la
organización. Desde ahí se informa de los avances de la PFP, se conduce acciones
tácticas: crear una cadena humana alrededor de la ciudad universitaria; reforzar las
barricadas; video-grabar todo para documentar las agresiones de los policías; detener
las pipas de agua que suministran a las tanquetas antimotines; lanzar pintura, aceite
quemado o cualquier material sobre ellas para impedir su manejo; llenar las calles de
clavos al paso de dichas tanquetas: se organiza el suministro de material de defensa
(cohetones, gasolina, diesel), material para contrarrestar los gases (como coca,
vinagre); así como material de curación; se pone en contacto a los diferentes grupos
que están en la batalla, se conduce la movilización particular en cada parte de las
colonias aledañas. La radio se convierte en el centro de información y comunicación,
construyendo el lazo entre los diferentes sectores de la resistencia y de la sociedad que
brinda su apoyo al movimiento en su defensa. Ante la posible salida de aire de la radio,
se convoca a hacer uso de Internet y de los mensajes en cadena por teléfonos celulares,
se invita a las siguientes marchas y movilizaciones (la celebración del Congreso
Constitutivo de la APPO) con el fin de “defender nuestra Comuna de Oaxaca”,
“nuestro proceso”. Esas son las palabras de la locutora Alejandra que las repite varias
veces: defender la Comuna, defender el proceso, sacar a Ulises Ruiz, impulsar otro
gobierno, “otro estado de gobierno proletario y popular”. “Pueblo de Oaxaca que nos
enseñas a los universitarios cómo defendernos en la construcción de hombres libres,
hombres nuevos que arriben a la construcción de una vida diferente en nuestra
entidad”. El horizonte de lucha es destacado permanentemente por los locutores
(Miguel, Alejandra y la Dra. Bertha) cada uno con su propia modalidad de conducción.
Todos ellos apelan a la dignidad en la movilización, a la valentía. Miguel acentúa el
papel heroico en la batalla y en la defensa de la radio:
Miguel: (Con un tono elevado de voz de consigna) Esperanzado, postrado, esperando el momento de que llegue la gloria y no es aquí donde vamos a desistirnos de nuestras ideas, de nuestros ideales pueblo de Oaxaca. El pueblo sabrá reconocer un día todo lo que estamos siendo capaz de entregarles por ustedes, pero no vamos a abandonar nuestra causa, no vamos a morir en el primer intento que ellos traten de ingresar a nuestra ciudad universitaria, hemos de morir con nuestra estación, hemos de morir dignamente, porque este espacio no debe de caer en manos de fuerza ajena, no debe ni siquiera de ser manoseada por la gente que ni siquiera conoce dignidad y honestidad, pueblo de Oaxaca (…)16.
16 Extracto transcrito de la grabación de 12 horas de Radio Universidad el 2 de noviembre de 2006.
23
El discurso que invita al heroísmo coexiste con otro tipo de discurso de parte de los
locutores que apela a “la serenidad”, a la “resistencia pacífica”, a resistir “cal-ma-da-
mente”, “no provocar”, “no enfrentar directamente”, “no violencia”, “cabeza fría y
corazón caliente”.
Dra. Bertha: no nos vamos a confrontar cuerpo a cuerpo para nada, compañeros … o sea no queremos mártires ya en esta lucha, no los vamos a tener más, así es que hay que -de manera inteligente- venir a Radio Universidad a resguardar estas instalaciones pero de ninguna manera confrontarnos de manera directa (…). Recuerden, es muy importante, hemos sido un ejemplo para el mundo por nuestra resistencia pacífica17.
La radio se constituye en el centro de comunicación y de enlace. La Dirección
Provisional y Comisión de Seguridad de la APPO llama a la estación “para defender
absolutamente, no solamente la autonomía sino la dignidad, la resistencia y el honor
que representa Radio Universidad”, así como para dar a conocer sus estrategias con los
diversos sectores de resistencia callejera.
Una de las llamadas fundamentales es la del rector de la Universidad, el Lic.
Francisco Martínez Neri, quien se dirige a los universitarios, a la Policía Federal, al
Gobierno Federal, al Presidente y a “a las gentes que han soñado con la transformación
de nuestro pueblo”. Su voz salió a defender también la Universidad, la autonomía
universitaria y la misma radio:
“Pensamos que la universidad pública tiene que ser el espacio para la denuncia, la universidad pública tiene que ser el espacio en el que se exprese cualquier persona, piense como piense (…) -con todo y que a veces no nos gusta alguna forma de expresión-. Me parece que finalmente es una válvula de escape social, por todo eso es que no podemos de ninguna manera consentir que la radio sea objeto de una ocupación y el campus sea objeto también de un ocupamiento”18.
Esa intervención fue fundamental para otorgarle una legitimidad a la defensa del
bastión informativo de la APPO y quitársela a la intervención de la PFP. A ella se
añadieron las voces de apoyo de otros sectores académicos (la del exrector, -el doctor
Felipe Martínez Soriano-, las de múltiples profesores y estudiantes); así como las de
otros grupos sociales (campesinos, amas de casa y colonos); las del sector mediador de
la Iglesia Católica y otros representantes de otros grupos religiosos; las de redes de
migrantes y organizaciones de Derechos Humanos y las voces de solidaridad de otros
17 Idem. 18 Idem.
24
estados de la República, así como de otros países: Estados Unidos, Canadá, España,
Argentina, Italia, Brazil, -entre otros-.
Legitimación mediática de la represión brutal del 25 de noviembre
El 25 de noviembre la APPO realiza una megamarcha que debe culminar en el
centro de la ciudad, cuyo objetivo era instalar un cerco humano que duraría 48 horas
alrededor de los agentes federales, -una medida sin duda temeraria para muchos
miembros del mismo Movimiento que no estaban de acuerdo-, ya que el contexto era
complicado: faltaban pocos días para asumir la presidencia Calderón y ya estaba
anunciado el posible ministro de Gobernación, Ramírez Acuña, -quien se caracterizara
por su mano dura al ser gobernador de Guadalajara-. Si bien los voceros del
Movimiento anunciaron medidas y precauciones para evitar todo tipo de
provocaciones de parte de la PFP y de posibles infiltrados, dicha marcha terminó en el
peor enfrentamiento que hasta ahora habían tenido las fuerzas policíacas con
participantes del Movimiento: además de heridos, asesinatos, detenidos, desaparecidos,
diferentes oficinas gubernamentales fueron incendiadas. Según versiones de la policía,
los provocadores y culpables de los incendios serían miembros del Movimiento. Según
versiones del Movimiento, habrían sido infiltrados, provocadores de parte de Ulises
Ruiz. Llama la atención que las fuerzas de la PFP hayan dejado que se incendiaran
tantos edificios en la zona que ellas mismas controlaban y que el incendio de uno de los
edificios, beneficiaba a Murat y a Ulises Ruiz, ya que entorpecía la averiguación
judicial de tergiversación de recursos de ambos mandatarios estatales priístas.
Los medios de comunicación sobre todo televisivos contribuyeron a otorgarle
verosimilitud a la versión oficial y, de esa manera, legitimidad a la represión social
contra el Movimiento. Se erigieron como jueces supremos al calificar y condenar
rotundamente a los integrantes del Movimiento como vándalos incendiarios y al
construir supuestas evidencias visuales de delitos cometidos “in fraganti” que
justificaban detenciones sin averiguaciones previas (Zires 2007).
El resultado fue el desalojo total de los plantones de la APPO, la entrega a los pocos
días de las instalaciones de la radio Universidad, único bastión informativo del
Movimiento y una represión masiva, la cual ha quedado documentada por las
organizaciones de derechos humanos: detenciones arbitrarias que afectaron también a
gente que no tenía nada que ver con el Movimiento, abusos, violaciones, torturas,
desapariciones realizadas durante el 25 de noviembre y los días subsiguientes por las
25
distintas fuerzas del orden policíaco y otras fuerzas paramilitares. No se ha probado
hasta ahora que los detenidos hubieran sido los causantes de los incendios de
inmuebles.
Reflexiones Finales
Después de este análisis cronológico de las estrategias de comunicación de la APPO
y tomando en cuenta su naturaleza descentrada y rizomática, resulta conveniente
distinguir entre las estrategias que tienen que ver, por un lado, con las iniciativas para
tener acceso a instalaciones de medios de comunicación, y, por otro, las estrategias
ligadas a modos de hacer funcionar dichos medios una vez tomados.
Las tomas de los medios fueron producto de distintos “grupos de autogestión que se
creaban in situ”: en el caso de Radio Universidad, estudiantes; en el caso de la radio y
televisión estatal mujeres de múltiples sectores sociales, edades, la mayoría no
pertenecientes a ninguna organización; en el caso de las 12 radios tomadas después del
20 de agosto múltiples grupos de vecinos, maestros evidentemente y otros miembros de
la APPO. Sus acciones no respondieron a decisiones tomadas por el Consejo
Provisional de la APPO, supuesta cabeza del Movimiento. Ni Rueda Pacheco, el líder
sindical del magisterio, ni Flavio Sosa, miembro importante de dicho consejo,
convertido en el líder visible del Movimiento para la televisión, sabían de la toma del
canal 9 y se enteraron después de que ya estaba tomada (Osorno, 2007). Todavía menos
fueron ellos los gestores intelectuales de las tomas de las radios el 20 de agosto.
Todavía recuerdo en una entrevista con Flavio Sosa en septiembre en el Distrito
Federal que yo le comentara que el sitio de la Internet de la APPO me parecía
interesante y él me dijo que no lo conocía.
En cuanto a los modos para hacer funcionar los medios, una vez tomados, la
situación es más compleja de definir. Reinaba consenso de asegurar la continuidad de
las actividades comunicativas. Esto requirió que algunos miembros pertenecientes a
grupos con mayor capacidad organizativa se encargaran de ellos. Algunos de los
locutores que se dieron a conocer en el Movimiento pertenecían a grupos con militancia
en organizaciones de izquierda, como el Frente Popular Revolucionario y otras
organizaciones. Pero esto no siempre fue el caso, como sucedió con Canal 9. Otro
ejemplo es el caso de Radio Universidad y su diferente dirección en la primera y
segunda etapa de funcionamiento. Lo que se puede aseverar muy claramente es que
había multi-direcciones y no un centro comunicativo claramente lidereado. Esto quedó
26
muy claro cuando Rueda Pacheco trató de imponer cierta línea editorial en los medios
tomados por el movimiento, lo cual no le fue posible (La Jornada 11.09.06).
Tomando en cuenta la perspectiva de Jakobson y las múltiples funciones del
lenguaje (1974), la comunicación en el proceso de lucha no solo tuvo la función de
informar con veracidad y de acuerdo con los intereses y puntos de vista del
Movimiento. Las tomas de los medios y las estrategias de comunicación tuvieron otras
funciones igualmente relevantes. Por ejemplo, cuando la gente hablaba a la estación de
radio y mandaba saludos, saludos y más saludos a los locutores, a otros compañeros de
las barricadas y entre ellos, cumplía una función muy importante de mantener el canal
abierto, de asegurarse que la comunicación era posible y fue de suma utilidad esa red
de comunicación construida, en momentos en donde la vulnerabilidad del Movimiento
era muy grande y la guerra sucia estaba en su apogeo. Este tipo de mensajes permitió
mantener el lazo de unión, construyó un sentido importante de comunidad. Las
múltiples discusiones colectivas que se llevaron a cabo en pantalla y en vivo sobre la
propia comunicación, sobre los medios de comunicación, tuvo un papel central como
acto reflexivo y de aprendizaje práctico y político sobre las reglas del decir televisivo y
radiofónico establecidas y sobre las nuevas posibilidades del decir en una fase de
conmoción social en Oaxaca, tal como sucedió en el Canal 9 y también en otras
estaciones de radio. La utilización de los medios para la movilización fue también
expresión clara de las emociones, los sentimientos de los distintos sectores
involucrados que hablaban en la radio o en la televisión en distintos momentos del
proceso vivido por Movimiento, fueron expresión del entusiasmo, el miedo, la
indignación. La gente que normalmente sólo había sido receptor de los medios tuvo de
repente posibilidades de irrumpir en las estaciones, tomar las riendas de las
instalaciones y se convirtió en el emisor y se pudo escuchar su alegría, tanto como su
dolor, así como su particular experiencia de los hechos de violencia. La radio y la
televisión en manos de la APPO, también fueron un instrumento propagandístico,
persuasivo, fueron utilizados para invitar -en distintos tonos e ideologías políticas de
izquierda y formas de pensamiento religioso- a la participación demandando distintas
formas de colaboración. Asimismo sirvieron para incitar a la reflexión de la población.
La participación y la apropiación de los medios por el Movimiento favorecieron la
creación y recreación de distintos géneros discursivos acordes con nuevas necesidades
de comunicación distintas a las usadas convencionalmente por los medios en manos de
sectores económicos y políticos dominantes.
27
Las estrategias de comunicación del Movimiento variaban de acuerdo también con
su direccionalidad. Algunas se dirigían más hacia fuera. Intentaban romper el cerco
informativo para hacerse visibles y poder manifestar el desacuerdo. Otras estaban
dirigidas más hacia adentro, para permitir la organización entre ellos mismos y para
construir el lazo de unión frente al sector que apoyaba al Gobernador. Sin embargo,
dada la naturaleza de la comunicación masiva no se podía impedir la doble
direccionalidad de las estrategias.
Nadie podía evitar que lo que se dirigía desde el medio emisor más bien hacia
dentro, no fuera visto, escuchado por otros sectores fuera del Movimiento y viceversa.
Conforme el clima de guerra sucia se acentuó con las desapariciones y asesinatos
crecientes las estrategias de comunicación hacia dentro estaban encaminadas a una
movilización permanente que derivaba no pocas veces en un llamado permanente al
activismo – con poca reflexión posible- y que sin duda eran escuchadas por los sicarios
de Ulises Ruiz. En estos tiempos la vida de los integrantes estaba en peligro y el
pánico cundía fácilmente.
A través de las tomas de las radios: La “Radio de la Verdad”, la “Televisión del
Pueblo”, la radio “La Ley del Pueblo” se constituyó en un espacio de interlocución del
pueblo para el pueblo, en tanto locutor e interlocutor, un “entre nosotros”, un espacio
en donde se veían reflejados, retratados los múltiples agraviados por un tipo de
gobierno y seguramente por algo más general, por un tipo de sociedad. En este contexto
me parece importante la reflexión que realiza Rancière sobre la noción de pueblo que
va más allá de considerar a ciertos sectores no favorecidos: “a los pobres”. Desde su
perspectiva, la noción de pueblo remite no a una clase social, sino a la colectividad que
se constituye en la búsqueda de sanar un agravio o un daño social al manifestar un
desacuerdo fundamental (Rancière 1995).
Las estrategias de comunicación y autoorganización contribuyeron claramente a
generar una noción de poder alternativo y de autogobierno posible. Primero se rompió
el esquema vertical de la comunicación con el teléfono y el micrófono abiertos a quien
entrara a la cabina y pidiera la palabra. Después las estrategias comunicativas llegaron
más lejos a través de las tomas de los medios, en donde sectores como las mujeres que
nunca habían estado tras las cámaras mostraron su capacidad organizativa y liderazgo
naciendo como seres colectivos nuevos al actuar políticamente e interrumpir el orden
de la dominación, -aunque sólo sea temporalmente-.
28
Bibliografía citada: Beas Torres, Carlos (2007), Presentación del Libro, La Batalla por Oaxaca, Ediciones Yope Power: 15-18. Dalton, Margarita (2004), Breve Historia de Oaxaca, Fondo de Cultura Económica, Colegio de México y Fideicomiso Historia de las Américas, México, D. F. Ediciones Yope Power (2007), La Batalla por Oaxaca, Oaxaca. Esteva, Gustavo (2007), “Appología”, en La Guillotina, Estado de México, No. 56: 2-9. Esteva, Gustavo, Valencia, Rubén y Venegas, David (2008), Cuando hasta las piedras se levantan. Oaxaca, México, 2006, GEMSAL, Editorial Antropofagia, Buenos Aires. Gibler, John (2007), “El levantamiento de Oaxaca” en: Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca, Oaxaca: 91-100. Gijsbers, Wim (2007), “David Venegas: La barricada y la resistencia social” en: Ediciones Yope Power (2007), La Batalla por Oaxaca, Oaxaca: 243-248. Habermas, Jürgen (1981), Teoría de la acción comunicativa, Taurus, Madrid, versión en español 1992. Jakobson, Roman (1974), Ensayos de linguística general, Editorial Planeta, edición en
español 1985.
Lapierre, George (2007), “La Comuna de Oaxaca: mito o realidad” en: La Guillotina, Estado de México, No. 56: 18-25. Lobo, Fernando (2007) “La Rabia inexplicable” en La Guillotina, Estado de México, No. 56: 34-39. Malinowski, Bronislaw (1923), “The problem of meaning in primitive languages” en: Ogden, C. K. and Richards, I. A. The Meaning of Meaning: A Study of Influence of Language Upon Thought and of the Science of Symbolism, Harcourt, Brace and World, New York: 296-336. Martínez Vázquez, Víctor Raúl (2007) Autoritarismo, Movimiento Popular y Crisis Política: Oaxaca 2006, (IISUABJO), Universidad Autónoma Benito Juárez, México. Melucci, Alberto (1999), Acción colectiva, vida cotidiana y democracia, El Colegio de México, México, edición en español 2002. Monter, Lucia Antonio (2007), “Las noches en la ciudad de la resistencia. Entrevista con El Alebrije” en: Ediciones Yope Power (2007), La Batalla por Oaxaca, Oaxaca: 197-202.
29
30
Moreno Corzo, Alejandro (2007), “La batalla del dos de noviembre: de la Resistencia Civil como una de las Bellas Artes”, en: Ediciones Yope Power (2007), La Batalla por Oaxaca, Oaxaca: 249-256. Osorno, Diego (2007) Oaxaca. La primera Insurrección del Siglo XXI, Grijalbo, México. Rancière, Jacques (1995) El desacuerdo. Política y Filosofía, Ediciones Nueva Visión, edición en español 1996. Rancière, Jacques, (2004) “Política, identificación, subjetivación”, en: Metapolítica, México, No. 36, Volumen 8: 26-32. Tarrow, Sydney (1998) El poder en Movimiento, Alianza Editorial, Madrid, versión en español 2004. Zires, Margarita (2007) “Denunciar. La legitimación mediática de la represión social en México: Oaxaca 25.11.2006” en: Versión, Universidad Autónoma Metropolitana, México, No. 20: 15-52. Zires, Margarita (2008) “Nuevas subjetividades políticas y estrategias de visibilidad. El Movimiento Social de la APPO. Oaxaca 2006”, en: De la Peza, Carmen (coordinadora), Comunidad y Desacuerdo. Comunicación, poder y ¿Nuevos? Sujetos de la Política, Fundación Manuel Buendía: 151-206. Documentos: Foro Nacional “Construyendo la Democracia y la Gobernabilidad en Oaxaca”, Agenda para la Construcción del Estado, Oaxaca, México. Agosto 2006. Videodocumentales: Canal 9, producido por Indymedia y realizado por Jen Lawhorne y Arnaldo Peña, 2006-2007. Compromiso Cumplido, Colectivo Mal de Ojo TV, 2007. Guelaguetza Popular 2006, Producida por la Sección XXII y la APPO, Realizada por el Colectivo Ojo de Agua, 2006. La Toma de los medios de Comunicación. 21 de agosto, producido por Indymedia y realizado por Jen Lawhorne y Arnaldo Peña, 2006-2007. Morena, del Colectivo Mal de Ojo TV, 2007. Un poquito de tanta verdad, Irene Hill Friedberg, 2007. Victoria de Todos Santos, del Colectivo Mal de Ojo TV, 2006-2007.
top related