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ERNESTO CHE GUEVARA
C A R T A S
D e s d e A r g e n t i n a
Carta al padre desde Villa María, Córdoba.
Fines de 1946
Mi querido viejo, veo que andás muy asustado por lo de la
camioneta. La compañía no me hace ninguna “gauchada”*, la
gauchada la hago yo a ella, porque la obligación que tiene es darme
un vehículo y peones que saquen la muestra, y al peón no lo veo ni
cuadrado.
Desde hoy mi situación incómoda es con la comida, porque la
compañía me la ha pagado, y eso es muy parecido a una “coima”**.
Lo único que me queda por hacer es consultar con el jefe (que es
un coimero de primera) y hacer lo que me diga él. Esta famosa
Vialidad resultó ser un antro de coimeros.
Me contaba el encargado que yo era el único laboratorista que él
había conocido en veinte años que no aceptaba la comida y uno de
los dos o tres que no coimeaba.
Vos tenéis miedo de que le tuviera demasiada consideración, pero
les he hecho arar y recompactar un buen “cacho” de camino, y
ahora estoy haciendo unos ensayos atrasados. Si fallan van a tener
que arar ochenta centímetros (de profundidad) de camino y
recompactarlo en tres capas, de modo que tienen un “chucho”***
bárbaro. (Me parece que hay gato encerrado.)
Bueno, viejo, abrazos,
Ernesto.
* gauchada: generosidad
** coima: exigencia de dinero por empleados o autoridades
nacionales para obtener algo.
***chucho: miedo.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Mi hijo el Che, Plaza Janes,
España, 2000.
Carta al padre desde Villa María, Córdoba.
21 de enero de 1947
(En el original no aparece el año, pero es del precisado.)
Mi querido viejo:
Recibí tu giro el otro día y por cierto que me vino muy bien. No te
contestaba porque mi situación estaba en el aire.
Ya me cortaron el gañote y me mandaron a Villa María. Lo que me
gusta es que tendré que actuar como sobrestante y voy a poder
aprovechar el tiempo para tratar de ascender. Por ahora voy a
tener un trabajo enorme porque el laboratorista que estaba antes
era un vago de primera y tengo que hacer ensayos atrasados
correspondientes a diez kilómetros de camino, pero después de
unos diez días de trabajo espero mejorar un poco y tener tiempo
para estudiar.
Estoy esperando noticias de Osvaldo Payer, que fue al Uruguay para
pedir los programas. Si se puede rendir libre me voy a quedar todo
el invierno, pues calculo que ahorraría entre ochenta y cien pesos
mensuales. Tengo doscientos de sueldo y casa, de modo que mis
gastos son en comer y comprar unos libros con que distraerme. Mi
dirección es Vélez Sarsfield… Villa María.
Estoy a unas diez cuadras del centro.
Chau y cariño de
Ernesto.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Mi hijo el Che, Plaza Janes,
España, 2000.
C a r t a s d e V i a j e s
Carta a su tía Beatriz desde Iquitos (1 de junio de 1952).
1 de junio de 1952
Los fragmentos de esta carta han sido tomadas del libro Mi hijo el
Che, de la autoría de su padre don Ernesto Guevara Lynch.
[…] de paso te voy a hacer una confesión. Lo que puse sobre los
cazadores de cabezas, etc, es mentira. Parece que
desgraciadamente el Amazonas es tan seguro como el Paraná y el
Putumayo como el Paraguay, de modo que no te voy a poder llevar
de regalo una cabecita como era mi deseo, en fin, supongo que
sabrás perdonar a tu amantísimo sobrino que víctima de la
impetuosidad de su corta edad hizo planes descabellados. También
pensaba lucir mis cualidades de mártir en medio de las fiebres
palúdica y amarilla y resulta que tampoco hay más, es
desesperante.
Yo salgo mañana en un barco que tarda tres días en llegar a San
Pablo, allí estaremos una semana en la leprosería y desde este
punto a Leticia es un día de viaje, de modo que si no consigo
trasporte inmediato para seguir viaje, me puedo juntar con alguna
carta escrita a ese punto.
En lo referente al ofrecimiento de dinero te diré que soy lo
bastante machito como para aguantármelas sin llorar la carta a
ningún familiar, máxime sabiendo que la m/n* no sobra. Los
dólares de Ercilia están intactos y en Lima nos ayudaron algo, de
modo que no tenemos apuros económicos sobre los talones,
aunque pudiera ser que nos viéramos obligados a trabajar en
Colombia más adelante si las cosas siguen como hasta ahora. No
creo porque vamos a salir del Perú con algunos pesos más de los
que teníamos cuando entramos. Lo que sí necesitaría es un favor de
ustedes: que me envíen a la dirección que pongo abajo (se ruega
hacerme caso) lo que sigue: un vaporizador de Yanal** y ampollas
del mismo. Hay que recordar esto: no tengo asma, pero no hay
este producto en el Perú y probablemente en Colombia y es mucho
mejor que los de aquí.
La navegación del Putumayo (lo pescaste en el mapa) tarda
alrededor de un mes que será el tiempo que pasen sin noticias
mías, siempre que nos colemos en algún avión que vaya a Bogotá o
por lo menos a puerto Leguisamo, con lo que nos ahorraríamos la
navegación de ese río que es algo tediosa.
Si la suerte nos ayuda yo me volveré a fines de julio o a principios
de agosto, sino, no puedo decirles cuándo admirarán la poderosa
barba que me ha salido en los seis meses de viaje. […]
* m/n: moneda nacional.
** vaporizador de Yanal: antiasmático.
Carta a la madre desde Bogotá (6 de julio de 1952)
6 de julio de 1952
Querida vieja:
Aquí estoy, unos cuantos kilómetros más lejos y algún peso más
pobre, preparándome a seguir viaje rumbo a Venezuela. Primero
que todo tengo que mandarte el que los cumplas muy feliz de rigor
que lo hayas pasado siempre dentro del tiempo medio de la familia
en cuestión felicitaciones, luego, seré ordenado te contaré
escuetamente mis grandes aventuras desde que salí de Iquitos: la
salida se produjo más o menos dentro del termino establecido por
mí, anduvimos dos noches con la cariñosa compañía de los
mosquitos y llegamos a la madrugada a la leprosería de San Pablo,
donde nos dieron alojamiento. El médico director, un gran tipo,
simpático enseguida con nosotros y en general simpatizábamos con
toda la colonia, salvo las monjas que preguntaban por qué no
íbamos a misa, resulta que las administradoras eran las tales
monjas y al que no iba a misa le cortan la ración todo lo posible
(nosotros quedamos sin..., pero los muchachos nos ayudaron y nos
conseguían algo todos los días). Fuera de esta pequeña guerra fría
la vida transcurría sumamente placentera. El 14 me organizaron
una fiesta con mucho pisco, una especie de ginebra que se trepa de
lo lindo. El médico director brindó por nosotros y yo, que me había
inspirado por el trago, contesté con un discurso muy panamericano
que mereció grandes aplausos del calificado y un poco picado
público asistente. Nos demoramos algo más del tiempo calculado
pero por fin arrancamos para Colombia. La noche previa un grupo
de enfermos se trasladó desde la parte enferma a la sana en una
canoa grande, y que es la vía practicable y en el muelle nos dieron
una serenata de despedida y dijeron algunos discursos muy
emocionantes. Alberto, que ya pinta como sucesor de Perón, se
mandó un discurso demagógico en forma tan eficaz, que
convulsionó a los homenajeantes. En realidad fue este uno de los
espectáculos más interesantes que vimos hasta ahora: un
acordeonista no tenía dedos en la mano derecha y los reemplazaba
por unos palitos que se ataba a la muñeca, el cantor era ciego y casi
todos con figuras monstruosas provocadas por la forma nerviosa de
la enfermedad, muy común en las zonas, a lo que se agregaba las
luces de los faroles y linternas sobre el río. Un espectáculo de
película truculenta. El lugar es precioso todo rodeado de selvas con
tribus aborígenes a apenas una legua de camino, las que por
supuesto visitamos, con abundante pesca y caza para morfar* en
cualquier punto y con una riqueza potencial incalculable, lo que
provocó en nosotros todo un lindísimo sueño de atravesar la
meseta del Matto Grosso par aguas partiendo del río Paraguay para
llegar al Amazonas haciendo Medicina y todo lo demás; sueño que
es como el de la casa propia... puede ser... el hecho es que nos
sentíamos un poco más exploradores y nos largamos río abajo en
una balsa que nos construyeron especialmente de lujo; el primer
día fue muy bueno pero a la noche, en vez de hacer guardia nos
pusimos a dormir los dos cómodamente amparados por un
mosquitero que nos habían regalado, y amanecimos varados en la
orilla.
Comimos como tiburones. Pasó felizmente todo el otro día y
decidimos hacer guardia de una hora cada uno para evitar
inconvenientes ya que al atardecer la corriente nos llevó contra la
orilla y unas ramas medio hundidas casi nos descuajan la balsa.
Durante una de mis guardias me anoté un punto en contra ya que
un pollo que llevábamos para el morfi cayó al agua y se lo llevó la
corriente y yo, que antes en San Pablo había atravesado el río, me
achiqué en gran forma para ir a buscarlo, mitad por los caimanes
que se dejaban ver de vez en cuando y mitad porque nunca he
podido vencer del todo el miedo que me da el agua de noche.
Seguro que si estabas vos le sacabas y Ana María creo que también
ya que no tienen esos complejos nochísticos que me dan a mí. En
uno de los anzuelos había un pez enorme que costó un triunfo
sacar. Seguimos haciendo guardia hasta la mañana en que
atracamos a la orilla para poder meternos los dos debajo del
mosquitero, ya que los carapanás abundan un poquitillo. Después
de dormir bien, Alberto, que prefiere la gallina al pescado, se
encontró con que los dos anzuelos habían desaparecido durante la
noche, lo que agravó su bronca y como había una casa cerca
decidimos ir a averiguar cuanto faltaba para Leticia. Cuando el
dueño de casa nos contestó en legítimo portugués que Leticia
estaba siete horas arriba y que eso era Brasil, nos trenzamos en una
agria discusión para demostrar uno al otro que el que se había
dormido en la guardia era el contendiente. No surgió la luz.
Regalamos el pescado y un ananá como de cuatro kilos que nos
habían regalado los enfermos y nos quedamos en la casa para
esperar el día siguiente en que nos llevarían río arriba. El viaje de
vuelta fue muy movido también, pero algo cansador porque
tuvimos que remar siete horas bien contadas y no estábamos
acostumbrados a tanto. En Leticia en principio nos trataron bien,
nos alojaron en la policía con casa y comida, etc., pero en cuanto a
cuestiones de pasaje no pudimos obtener nada más que un 50% de
rebaja por lo que hubo que desembolsar ciento treinta pesos
colombianos más quince por exceso de equipaje, en total mil
quinientos de los nuestros. Lo que salvó la situación fue que nos
contrataron como entrenadores de un equipo de fútbol mientras
esperábamos avión que es quincenal. Al principio pensábamos
entrenar para no hacer papelones, pero como eran muy malos nos
decidimos también a jugar, con el brillante resultado de que el
equipo considerado más débil llegó al campeonato relámpago
organizado, fue finalista y perdió el desempate con penales. Alberto
estaba inspirado con su figura parecida en cierto modo a Pedernera
y sus pases milimétricos, se ganó el apodo de Pedernerita,
precisamente, y yo me atajé un penal que va a quedar para la
historia de Leticia. Toda la fiesta hubiera sido muy grata si no se les
ocurre tocar el himno colombiano al final y me agacho para
limpiarme un poco de sangre de la rodilla mientras lo ejecutaban, lo
que provocó la reacción violentísima del comisario (coronel) que
me atacó de palabra y le mandaba mi rociada flor cuando me
acordé del viaje y otras yerbas y agache el copete. Después de un
lindo viaje en avión en que se movió como coctelera llegamos a
Bogotá. En el camino Alberto les hablaba a todos los pasajeros de lo
terrible que había sido el cruce del Atlántico para nosotros, cuando
fuimos a una reunión internacional de leprólogos en París y de que
estuvimos a punto de caer en el Atlántico cuando le fallaron tres de
los cuatro motores. Acabó con un: “digo que estos Douglas...” tan
convincente que temí seriamente por mi vida.
En general estamos por completar la segunda vuelta al mundo. El
primer día en Bogotá fue regularcito, conseguimos la comida en la
Ciudad Universitaria pero no alojamiento, porque esto esta lleno de
estudiantes becados para seguir una serie de cursos que organiza la
ONU. Por supuesto, ningún argentino. Recién a la una de la mañana
nos dieron alojamiento en un hospital, entendiéndose por tal una
silla donde pasamos la noche. No es que estemos tan tirados como
eso, pero un raidista de la talla nuestra antes muere que pagar la
burguesa comodidad de una casa de pensión. Después nos tomó
por su cuenta el servicio de lepra que el primer día nos había
olfateado cuidadosamente a causa de la carta de presentación que
traíamos del Perú, la que era muy encomiástica pero la firmaba el
doctor Pesce que juega en el mismo puesto que Lusteau. Alberto
puso varios plenos y apenas respiraban los tipos los agarré yo con
mi alergia y los dejé turulatos, resultado: ofrecimiento de contrato
para los dos. Yo no pensaba aceptar de ninguna manera pero
Alberto sí, por razones obvias, cuando por culpa del cuchillito de
Roberto que yo saqué en la calle para hacer un dibujo en el suelo
tuvimos tal lío con la policía que nos trató en una forma vejante,
que hemos decidido salir cuanto antes para Venezuela de modo
que cuando reciban esta carta estaré por salir ya. Si quieren tirarse
el lance escriban a Cúcuta, departamento de Santander del Norte,
Colombia o muy rápido a Bogotá. Mañana veré a Millonarios y Real
Madrid desde la más popular de las tribunas, ya que los
compatriotas son más difíciles de roer que ministros. Este país es el
que tiene más suprimidas las garantías individuales de todos los
que hemos recorrido, la policía patrulla las calles con fusil al
hombro y exigen a cada rata el pasaporte, que no falta quien lo lea
al revés, es un clima tenso que hace adivinar una revuelta dentro
de poco tiempo. Los llanos están en franca revuelta y el ejército es
impotente para reprimirla, los conservadores pelean entre ellos; no
se ponen de acuerdo y el recuerdo del 9 de abril de 1948 pesa
como plomo en todos los ánimos; resumiendo, un clima asfixiante,
si los colombianos quieren aguantarlo allá ellos, nosotros nos
rajamos cuanto antes. Parece que Alberto tiene bastantes
posibilidades de conseguir un puesto en Caracas. Es de esperar que
alguno escriba dos letras para contar cómo andan no tengan que
saber todo por intermedio de Beatriz (a ella no le contesto porque
estamos a régimen una carta por ciudad, por eso va la tarjetita para
Alfredito Gabela adentro). Un abrazo de tu hijo que te añora por los
codos, talones y fundillos. Que se anime el viejo y se raje a
Venezuela, la vida es más cara que acá pero de paga mucho más y
para un tipo ahorrador (!!) como el viejo, eso conviene. A
propósito, si después de vivir un tiempo por aquí sigues enamorado
del Tío Sam... pero no divaguemos. Papi es muy intelijudo (con
semisorna).
Chau
* Mofar: comer.
Carta a la madre desde Caracas (19 de julio de 1952).
19 de julio de 1952
Vieja del alma, vieja:
Aquí estoy en el fin de la primera etapa de nuestro viaje, molido,
desengañado del mundo impío y sin ningún centavo en el bolsillo y
como, para colmo, ni siquiera puedo contarte aventuras sabrosas
de la selva y otras hazañas que dejáramos desparramadas por
tierras americanas, porque esta última parte del viaje ha sido de
una aterradora esterilidad en cuanto ha hechos heroicos se refiere.
Como te había anunciado íbamos a salir de Bogotá en un plazo
perentorio debido a que no congeniábamos con las autoridades
policiales; sin embargo, hechas las paces con el eficaz cuerpo de
extranjería, surgió un nuevo enemigo en la persona del jefe de
campaña antileprosa que nos negó permiso para visitar las
leproserías y nos dio perentoria orden de desalojo del instituto
donde dormíamos, sin que hasta ahora sepamos por qué.
Afortunadamente en la ciudad universitaria donde comíamos –de
garrón* por supuesto- había, en gran Río de la Plata, un uruguayo
que organizó una colecta con la que cubrimos el precio del viaje
hasta la triste que nos ve venir y adonde hemos llegado sin pena ni
gloria.
No hemos podido ponernos al habla con el millonario amigo de
Marcelo ni con el de la tarjetita de Beto (Ahumada) pero sí con la
tía de Araña que resultó ser una gran persona y nos ha
recomendado para visitar a un ministro que probablemente le
consiga trabajo a Alberto.
Todavía no sabemos qué hacer en cuanto a la prosecución del viaje;
si seguir por Panamá, México, o ir directamente a la India […].
* Garrón: gratis.
Carta a la madre desde San Martín de los Andes (enero de
1952).
Querida vieja:
Ya sé que están sin noticias mías, pero a la recíproca, yo tampoco
tengo noticias de ustedes y estoy de intranquilo. Contarte todo lo
que nos ha pasado escapa a la intención de estas pocas líneas, sólo
te diré que a poco de salir de Bahía Blanca, dos días, me dio un
fiebrón de 40 grados que me tiró en la “catrera”* de campaña
durante todo el día; al siguiente pude tenerme en pie y fui a parar
al Hospital Regional de Choele Choel donde me curé en cuatro días
previa administración de una droga muy poco conocida: penicilina.
Después de eso en medio de mil dificultades que salvamos con
nuestra acostumbrada pericia, llegamos a San Martín de los Andes,
en un lugar precioso, en medio de bosques vírgenes con un lago
lindísimo; en fin hay que verlo porque vale la pena. Nuestras caras
están adquiriendo la consistencia del carburundun, ya pedimos
alojamiento, comida y lo que raye en cualquier casa con árboles
que vemos a la orilla del camino. De casualidad fuimos a parar a la
estancia de un Von Puthamer que eran amigos de Jorge, sobre todo
uno que es peronista, borracho y el mejor tipo de los tres. De paso
hice un diagnóstico de tumor de zona occipital de probable
etiología hidatídica. Veremos lo que resulta. Dentro de dos o tres
días partimos rumbo a Bariloche, con mucha calma si tu carta
puede llegar alrededor del 10-2 escríbeme a Poste Restante allí.
Bueno, vieja, la hoja que sigue está destinada a Chichina. Dale
grandes abrazos a todos y contáme si el viejo está en el sur o no. Un
cariñoso abrazo de tu hijo que te ama.
* catrera: de catre; en lunfardo, cama.
Carta al padre desde Iquitos (4 de junio de 1952).
Los fragmentos de esta carta han sido tomadas del libro Mi hijo el
Che, de la autoría de su padre don Ernesto Guevara Lynch.
[…] Las orillas de los grandes ríos están colonizadas en su totalidad,
para encontrar tribus salvajes es necesario internarse
profundamente en los afluentes –de los afluentes de estas zonas-,
viaje que por lo menos esta vez no pensamos hacer; las
enfermedades infecciosas han desaparecido completamente a
pesar de lo cual estamos vacunados contra la fiebre tifoidea y
amarilla y llevamos una buena cantidad de atebrina y quinina.
Abundan muchísimo las enfermedades por trastornos metabólicos
provocados por la deficiente capacidad nutritiva de la selva, algo
que a nosotros no nos preocupa porque en el peor de los casos
estas enfermedades no son producto de una semana de carencia
vitamínica que sería el tiempo máximo de nuestras privaciones
alimenticias, en el caso de ir por el río, lo que todavía no sabemos a
ciencia cierta, ya que nos tiramos el lance de que viajamos en avión
a Bogotá o por lo menos a Leguisamo, y aquí ya hay carreteras y
esto no por lo peligroso del viaje sino por ahorrarnos un mango que
a mí me puede ser precioso más adelante. A medida que nos
alejamos de los centros científicos donde nos podrían dar algunas
revolcadas, nuestro viaje adquiere caracteres de acontecimiento
para el personal de los dispensarios antileprosos de la zona y nos
tratan con un respeto digno de los dos investigadores que los
visitan, el viento de la leprología se me ha metido con alguna
intensidad y no sé por cuánto tiempo. Es que despedida como la
que nos hicieron los enfermos de la leprosería de Lima es de las que
invitan a seguir adelante: nos regalaron un calentador Primus,
juntaron entre ellos cien soles, que para ellos con sus condiciones
económicas, es una barbaridad, y varios se despidieron con
lágrimas en los ojos. Todo el cariño depende de que fuéramos sin
guardapolvo ni guantes, les diéramos la mano como a cualquier hijo
de vecino y nos sentáramos entre ellos a charlar de cualquier cosa o
jugáramos al fútbol con ellos. Tal vez te parecerá una compadrada
sin objeto, pero el beneficio psíquico que es para uno de estos
enfermos tratados como animal salvaje, el hecho de que la gente
los trate como seres normales es incalculable y el riesgo que se
corre es extraordinariamente remoto. Hasta ahora todo el personal
científico contagiado es un enfermero de la Indochina que convivía
con sus enfermos y un celoso fraile por el que no pongo las manos
en el fuego.
Desde que entramos a territorio extranjero no saqué el revólver ni
para limpiarlo, y si no nos atacan los guerrilleros colombianos, no
veo que haya necesidad de hacerlo. En vez de venirte para acá a
seguirnos, sería bueno que rajaras para Venezuela cuanto antes, no
sos el tipo ideal para ahorrar plata pero algún dólar que te quede
olvidado en el bolsillo son treinta pesos y siempre es algo.
Yo que vos quemaba las naves y le metía con todo, en general se
coincide en que Colombia y Venezuela son los dos países ideales
para hacer plata en las condiciones actuales del continente. Por
plata para nosotros no te preocupes, vamos a salir del Perú con
más de la que entramos, después de vivir dos meses y recorrerlo
íntegramente de punta a punta, y sobre todo, en general se
coincide en que podemos trabajar en cualquier lugar. Sin ir más
lejos, en Lima Alberto tuvo dos ofertas de laburo.
En este pueblo vamos a estar lo menos posible, de modo que
deben escribir rápido, recién estos días tuve por primera vez algo
de añoranza del hogar, pero fue una cosa efímera; verdaderamente
tengo espíritu de trotamundos y no sería nada raro que después de
este viaje me dé una vuelta por la India y otra por Europa. Con
Alberto tenemos mil proyectos en el mate pero recién después de
ver qué hay en Venezuela vamos a decidir. En general nuestro plan
es que él se quede en Venezuela a juntar dólares y yo vaya a
recibirme, pero hay muchas variantes posibles. El tiempo que le
daba a la vieja era así: si puedo me voy a principios de agosto para
recibirme este año o a principios de que viene, si por cualquier
razón no pudiera ir para esa fecha, seguiría vagando hasta marzo,
en que iría a seguir los estudios, naturalmente que perdiendo este
año, lo que dado el éxito del viaje sólo me importaría por el punto
de vista económico, ya que pudiendo ejercer en algún país de estos
es muy fácil vivir de la alergia, porque nadie sabe un comino.
Parece mentira que esa pequeña experiencia al lado de Pisani me
pusiera a tantos kilómetros de distancia por encima del término
medio alérgico […]
Desde Leticia escribiré anunciando cuál será el próximo punto a
tocar. Bueno, viejo, espero que las cosas mejoren para vos y te
puedas ir rápido a Caracas. Hasta que nos veamos allí un gran
abrazo para vos y la vieja y otro para los chicos.
Carta al padre desde La Paz (24 de julio de 1953).
Querido viejo:
No daba señales de vida porque estaba a la espera de un trabajo de
un mes en una mina de estaño como médico, siendo Calica mi
ayudante. Hemos desistido porque el tal médico (el que nos daba
laburo*), no daba señales de vida y no podemos estar aquí
indefinidamente consumiendo el vento.** Estoy un poco
desilusionado de no poder quedarme, porque esto es un país muy
interesante y vive un momento particularmente efervescente. El 2
de agosto se produce la reforma agraria y se anuncian batidas y
bochinches en todo el país. Hemos visto desfiles increíbles con
gente armada de máuseres y piripipí*** que tiraban porque sí.
Todos los días se escuchan tiros y hay heridos y muertos por armas
de fuego.
El gobierno muestra una casi total inoperancia para detener o aun
encauzar las masas campesinas y mineras, pero éstas responden de
cierta medida y no hay duda que en una revuelta armada de la
falange (el partido opositor), éstos estarán del lado del M.N.R.
[Movimiento Nacional Revolucionario].
La vida humana tiene poca importancia aquí y se da o se quita sin
mayores aspavientos; todo eso hace que para un observador
neutral la situación sea sumamente interesante, pese a lo cual, con
un pretexto u otro, todo el que puede se las toma olímpicamente,
nosotros entre ellos.
Aquí la gente nos recibió en forma magnífica, y no hubo persona
argentina o boliviana que en una forma u otra no se interesara por
nuestra gira. Estamos en trámite para conseguir la visa a Venezuela,
pero no es nada seguro todavía. Si te acordás de alguien más o
menos conocido en el Ecuador, mandáme al consulado argentino
en Lima las direcciones. Mi salud, formidablemente bien, a pesar de
que no hago el régimen como debiera. Escriban a ver si tengo
noticias frescas en Lima. Un abrazo para toda la familia. Hasta la
próxima. No sigo la lata porque me vinieron a buscar para una
milonga.****
* Laburo: trabajo (argentinismo).
** Vento: dinero (argentinismo).
*** Así llamaban los paraguayos y bolivianos a las ametralladoras.
**** En Argentina, fiesta popular donde se bailaban distintos
ritmos.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a la madre desde el Cuzco (22 de agosto de 1953).
Calá el epígrafe mami:
Me di el gran gustazo por segunda vez y ahora a lo semibacán, pero
el efecto es diferente. Alberto [Granado] se tiraba en el pasto a
casarse con princesas incas, a recuperar imperios. Calica putea
contra la mugre y cada vez que pisa uno de los innumerables
zoretes que jalonan las calles, en vez de mirar al cielo y alguna
catedral recortada en el espacio se mira los zapatos sucios. No
huele esa impalpable materia evocativa que forma Cuzco, sino el
olor a guiso y a bosta; cuestión de temperamentos.
Toda esa aparente incoherencia de me voy, me fui, yo no he ido,
etc., respondía a la necesidad que teníamos de que se nos supiera
fuera de Bolivia porque se esperaba una revuelta de un momento a
otro y teníamos la sana intención de quedarnos a verla de cerca.
Para nuestro desencanto no se produjo y sólo vimos
manifestaciones de fuerza del gobierno, que, contra todo lo que
digan, me parece sólido.
Estuve por ir a trabajar a alguna mina pero no estaba dispuesto a
quedarme más de un mes y me ofrecían tres como mínimo, de
modo que no agarré.
Posteriormente nos fuimos a la orilla del lago Titicaca o
Copacabana y pasamos un día en la Isla del Sol, famoso santuario
del tiempo de los incas donde se cumplió uno de mis más caros
anhelos de explorador: encontré en un cementerio indígena una
estatuita de mujer del tamaño de un dedo meñique, pero ídolo al
fin, hecho del famoso chompi, la aleación de los incas.
Ya al llegar a la frontera había que andar dos kilómetros sin que
hubiera transporte, y a mí me tocó como un kilómetro llevar la
valija mía llena de libros que era un explosivo. Llegamos los dos y
dos peoncitos con la lengua por los tobillos.
En Puno se armó la bronca con la aduana porque me requisaron un
libro boliviano diciendo que era rojo. No hubo forma de
convencerlos de que eran publicaciones científicas.
De mi vida futura no te hablo porque no sé nada, ni siquiera cómo
andarán las cosas en Venezuela; pero ya conseguimos la visa por
intermedio [...] del futuro más lejano te diré que sigo en mis trece
de los 10.000 $ que tal vez hagamos un nuevo viaje por
Latinoamérica, pero esta vez en dirección norte-sur con Alberto, y
que tal vez sea en helicóptero. Luego Europa y luego oscuro.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a su amiga Tita Infante desde Lima (3 de septiembre
de 1953).
Querida Tita:
Lamento tener que escribirle usando ésta mi bella letra, pero no
conseguí máquina alguna que remediara el mal. De todos modos
espero que tenga algún día libre para dedicarlo a leer esta carta.
Vamos al grano. Agradézcale a su amigo Ferreira la carta de
presentación para el colegio boliviano. El doctor Molina me trató
muy amablemente y se mostró encantado conmigo y también con
mi compañero de viaje, el que Ud. conoció en casa. Enseguida nos
ofreció un puesto a mí de médico y a Calica de enfermero en una
mina; aceptamos, pero restringiendo a uno los tres meses que
quería hacernos quedar. Todo listo y tan amigos teníamos que
presentarnos al otro día para ultimar detalles. Cuál sería nuestra
sorpresa cuando nos encontramos al siguiente día con que el Dr.
Molina había ido a inspecciones por la cadena de minas y volvería
recién a los 2 ó 3 días. Nos presentamos pasado este tiempo y ni
noticias de Molina, pero se creía que en dos días estaría de vuelta.
Sería muy largo enumerarle las veces que fuimos en su búsqueda,
el hecho es que pasaron veinte días antes de que estuviera de
vuelta, y ya no podíamos ir por un mes pues con la pérdida se
hacían dos, de modo que nos dio unas letras para el encargado de
una mina de Wolfrang y allí fuimos a pasar 2 ó 3 días. Es muy
interesante, sobre todo que la mina está situada en un paraje
maravilloso. Fue un viaje sin desperdicio.
Le diré que en La Paz me olvidé del régimen y de todas esas
macanas, a pesar de lo cual estuve magníficamente durante el mes
y medio que permanecí. Paseamos algo por los alrededores más o
menos lejanos de la capital, como las Yungas, que son unos valles
tropicales preciosos, pero una de las cosas interesantes a que nos
dedicábamos era a otear el panorama político que es sumamente
interesante. Bolivia es un país que ha dado un ejemplo realmente
importante a América. Vimos el escenario mismo de las luchas, los
impactos de bala y hasta restos de un hombre muerto en la pasada
revolución y encontrado recién en una cornisa donde había volado
su tronco, ya que explotaron los cartuchos de dinamita que llevaba
a la cintura. En fin, se ha luchado sin asco. Aquí las revoluciones no
se hacen como en Buenos Aires, y dos o tres mil muertos (nadie
sabe exactamente cuántos) quedaron en el campo.
Todavía ahora la lucha sigue y casi todas las noches hay heridos de
bala de uno u otro bando, pero el gobierno está apoyado por el
pueblo armado, de modo que no hay posibilidades de que lo liquide
un movimiento armado desde afuera y sólo puede sucumbir por
sus luchas internas.
El M.N.R. es un conglomerado en el que se notan tres tendencias
más o menos netas: la derecha, que está representada por Siles
Suazo, el vicepresidente y héroe de la revolución; el centro, por Paz
Estenssoro, más resbaladizo aunque probablemente tan derechista
como el primero, y la izquierda por Lechín, que es la cabeza visible
de un movimiento de reivindicación serio, pero que personalmente
es un advenedizo mujeriego y parrandero. Probablemente el poder
quede en definitiva en manos del grupo Lechín, que cuenta con la
poderosa ayuda de los mineros armados, pero la resistencia de sus
colegas de gobierno puede ser seria sobre todo ahora que el
ejército se reorganizará.
Bueno, le he contado algo del panorama boliviano, de Perú le
contaré luego, cuando haya vivido un poco más aquí, pero en
general me parece que el dominio yanqui ni siquiera ha significado
para Perú ese ficticio bienestar económico que se puede ver en
Venezuela, por ejemplo.
De mi vida futura sé poco en cuanto a rumbo y menos en cuanto a
tiempo. Pensábamos ir a Quito y de allí a Bogotá y luego Caracas,
pero los caminos intermedios los desconocemos. Aquí a Lima llegué
nuevamente por vía Cuzco. No me canso de recomendarle que en
cuanto pueda haga una visita allí, y sobre todo a Machu Picchu. Le
aseguro que no se va a arrepentir.
Me imagino que desde que me fui habrá dado por lo menos 5
materias, y me imagino también que seguirá pescando gusanos
entre la miércoles. De todas maneras en cuestión de vocaciones
hay poco o nada escrito, pero si algún día cambia la suya cloaquera
por la de conocer mundo
acordáte de este amigo
que por vos ha de jugarse el pellejo
pa’ayudarte en lo que pueda
cuando llegue la ocasión
Un abrazo y hasta cuando se le ocurra y yo llegue por donde se le
haya ocurrido.
ERNESTO.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta al padre desde Guayaquil (4 de octubre de 1953).
Querido Viejo:
Nuestro viaje, por supuesto, muy lerdo, pero cada vez más
interesante. En Bolivia conocimos a Ricardo Rojo, un dirigente
radical que se mandó un piante* famoso de una comisaría hace
cosa de cuatro meses. Posteriormente lo fuimos viendo en Perú y lo
encontramos en Guayaquil en compañía de tres muchachos
estudiantes de Derecho que van a la aventura en cuestión
monetaria rumbo a Guatemala. Entre los seis hemos formado una
rígida colonia de tipo estudiantil, vivimos en la misma pensión y nos
mandamos litros de mate por día. Esto nos demoró algunos días en
el puerto, pero creo que ya salimos pasado mañana rumbo a Quito
donde pensamos abordar a Tato Velazco o a su alcahuete.**(…)
Aquí hay un clima lindo de libertad personal que contrasta con el
asfixiante de Perú, donde un gobierno totalmente impopular se
mantiene gracias a las bayonetas que sus amigos le confieren por
concesión de todo tipo.
* Piante: escapada (argentinismo)
** Alcahuete: acusador, chismoso (argentinismo)
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000
Carta a la madre desde Guayaquil (21 de octubre de 1953).
Te escribo la carta que leerás vaya a saber cuándo desde mi nueva
posición de aventurero 100 %. Mucha agua corrió bajo los puentes
luego de mi última noticia epistolar.
El grano es así: Caminábamos un poco añorantes de la amada
patria, Calica, García (una de las adquisiciones) y yo. Hablábamos
de lo bien que estaban los dos componentes del grupo que habían
conseguido partir para Panamá y comentábamos la formidable
entrevista con X.X., este ángel de la guarda que me diste, lo que te
cuento luego. El hecho es que García, como al pasar, largó la
invitación de irnos con ellos a Guatemala, y yo estaba en una
especial disposición psíquica para aceptar. Calica prometió dar su
respuesta al día siguiente y la misma fue afirmativa, de modo que
había cuatro nuevos candidatos al oprobio yanqui. Pero en ese
momento se iniciaron nuestras desdichas en los consulados,
llorando todos los días para conseguir la visa a Panamá, que es el
requisito que falta, y después de variadas alternativas con sus
correspondientes altibajos psíquicos pareció decidirse por el no. Tu
traje, tu obra maestra, la perla de tus sueños, murió heroicamente
en una compraventa, y lo mismo sucedió con todas las cosas
innecesarias de mi equipaje, que ha disminuido mucho en beneficio
de la alcanzada (suspiro) estabilidad económica del terceto.
Lo concreto es lo siguiente: si un capitán semiamigo accede a hacer
la matufia* necesaria, podremos viajar a Panamá García y yo, y
luego el esfuerzo mancomunado de los que llegaron a Guatemala,
más los de aquel país, remolcarán al rezagado que queda en prenda
de las deudas existentes; si el capitán de marras se hace el burro,
los mismos dos compinches seguirán con rumbo a Colombia,
quedando siempre la prenda aquí, y de allí partirán con rumbo
guatemalteco en lo que dios todopoderoso ponga incauto al
alcance de sus garras.
Guayaquil 24, después de muchas idas y venidas y de llamar harto,
más meter un perro discreto, tenemos la visa a Panamá. Salimos
mañana domingo y estaremos el 29 a 30 por allí. Escribí rápido al
consulado.
Ernesto.
* Argentinismo: trampa
Fuente: Guevara de la Serna, Ernesto: Otra vez, Casa Editora Abril,
La Habana, 2000.
Carta a su tía Beatriz desde San José de Costa Rica (10 de
marzo de 1953).
Tía-Tía-mía:
Mi vida ha sido un mar de encontradas resoluciones hasta que
abandoné valientemente mi equipaje, y mochila al hombro
emprendí con el compañero García el sinuoso camino que acá nos
condujo. En El Paso tuve la oportunidad de pasar por los dominios
de la United Fruit convenciéndome una vez más de lo terrible que
son esos pulpos capitalistas. He jurado ante una estampa del viejo y
llorado camarada Stalin no descansar hasta ver aniquilados estos
pulpos capitalistas. En Guatemala me perfeccionaré y lograré lo que
me falta para ser un revolucionario auténtico.
Informo que además de médico, soy periodista y conferenciante,
cosas que me darán (aunque pocos) $us.
Junto con tus aditamentos, te abraza, te besa y te quiere tu
sobrino, el de la salud de hierro, el estómago vacío y la luciente fe
en el porvenir socialista.
Chau
Chancho
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a su tía Beatriz desde Guatemala (5 de enero de
1954).
[…]
De todas maneras el dinero para mí no significa nada, porque estoy
siguiendo el camino del burro (ando por las seis pajitas diaria) Este
es un país en donde uno puede dilatar los pulmones y henchirlos de
democracia. Hay cada diario que mantiene la United Fruit que si yo
fuera Arbenz lo cierro en cinco minutos, porque son una vergüenza
y sin embargo dicen lo que se les da la gana y contribuyen a formar
el ambiente que quiere Norteamérica, mostrando esto como una
cueva de ladrones, comunistas, traidores, etc. No te diré que es un
país que respire abundancia ni mucho menos, pero hay
posibilidades de trabajar honradamente en cosas interesantes. Y si
consigo salvar cierto burocratismo un poco incómodo, me voy a
quedar un tiempo por aquí.
[…]
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a su tía Beatriz desde Guatemala (12 de febrero de
1954).
Mi muy querida, siempre adorada y nunca bien ponderada tía:
Recibí con gusto tu última carta, culminación y complemento de las
dos capitalistas anteriores, de las cuales sólo llegó a mi poder una,
con lo que el democrático empleado de correos hizo una justa
distribución de las riquezas.
No me mandes más plata, a vos te cuesta un Perú y yo encuentro
aquí los dólares por el suelo, con decirte que al principio me dio
lumbago de tanto agacharme para recogerlos. Ahora sólo tomo uno
de cada diez, como para mantener la higiene pública, porque tanto
papel volando y por el suelo es un peligro.
Mi plan para los próximos años: por lo menos seis meses de
Guatemala, siempre que no consiga algo bien remunerativo
económicamente que me permita quedarme dos años. Si se da lo
primero luego iré a trabajar a otro país durante un año, ese país
podría ser, en orden decreciente de probabilidades, Venezuela,
México, Cuba, Estados Unidos.
Si se cumple el plan de los dos años, tras un período de visita por
los tres últimos países nombrados y Haití y Santo Domingo, me voy
a Europa Occidental, probablemente con la Vieja, donde estaré
hasta quemar el último cartucho monetario. Si queda tiempo y
dinero de por medio les haré una visita en algún medio baratieri
como el avión de arriba o barco, trabajando como médico, etc.
De todo este plan hay dos cosas sumamente cambiantes que
pueden enderezarlas para uno y otro lado. La primera es el dinero,
que para mí no tiene importancia fundamental, pero hace abreviar
estadías o modificar itinerarios, etc. La segunda y la más importante
es la situación política. MI POSICIÓN NO ES DE NINGUNA MANERA
LA DE UN DILETANTI HABLADOR y NADA MÁS; HE TOMADO
POSICION DECIDIDA JUNTO AL GOBIERNO GUATEMALTECO Y,
DENTRO DE ÉL, EN EL GRUPO DEL PGT, QUE ES COMUNISTA,
RELACIONÁNDOME ADEMÁS CON INTELECTUALES DE ESA
TENDENCIA QUE EDITAN AQUÍ UNA REVISTA Y TRABAJANDO COMO
MÉDICO EN LOS SINDICATOS, LO QUE ME HA COLOCADO EN
PUGNA CON EL COLEGIO MÉDICO QUE ES ABSOLUTAMENTE
REACCIONARIO. Me imagino todo lo que dirás y comentarás pero
no te podés quejar de que no hablé claro.
En el campo de la medicina social, y amparado en mi pequeña
experiencia personal, estoy preparando un libro muy pretencioso,
el que creo me llevará dos años de trabajo. Su título es: La función
del médico en América Latina y sólo tengo el plan general y los dos
primeros capítulos escritos. Creo que con paciencia y método
puede decir algo bueno.
Un abrazo de acero de tu proletario sobrino.
Una P.D. importante: Contáme qué pensás hacer con el
departamento y si se pueden mandar a tu dirección libros para que
los tengas, no te asustes que no son comprometedores.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a su amiga Tita Infante desde Guatemala (marzo de
1954).
Ciudad de Guatemala, ya por marzo del 54.
A pesar de todo, mi querida Tita, se volvemos viejo:
Casi a un año de la salida y no he avanzado mucho en nada; pero
supongo que a Ud. le gustarán las aventuras exóticas, de modo que
paso a contarle mis proyectos, andanzas y desventuras.
Lo primero la disculpa por no haberle contestado antes; sucedieron
varias cosas que lo impidieron pues quise mandarle una crónica de
Guatemala como la gente y no tuve tiempo, luego estuve a la caza
de un escritor autóctono que lo hiciera por mí, para publicar en
algún lado por allí, lo que también falló, debido a que aquí vino a
morir, hace muchos años, el que inventó el laburo; mas luego me
pidieron una crónica de Guatemala para una revista de allí, que no
sé como se llama, y pensé mandarle una copia, pero no lo he hecho
ni creo que la termine en poco tiempo, debido a que pienso hacerla
bien.
Todo esto le digo porque considero que Guatemala es un país digno
de ser bien conocido e interpretado. Me parece que los temores de
Ud. no son injustificados, dada la beligerante y hasta ahora
victoriosa situación de esa República. El primero de marzo, en su
mensaje anual al Congreso, el presidente Arbenz anunció en
términos inequívocos la cooperación del Partido Comunista con el
gobierno y la necesidad del propio gobierno de defender el derecho
de los enrolados en este grupo político contra cualquier tipo de
sanción. En general el comunismo toma posiciones con cautela, y si
no fuera por la alharaca que hace la prensa nacional contra «la
intromisión de doctrinas exóticas» no se lo notaría, pero es el único
grupo político de Guatemala que fue al gobierno a cumplir un
programa en el que los intereses personales no cuentan (tal vez
haya un demagogo en su elenco directivo) en franco contraste con
los otros tres grupos de partido que son verdaderas ollas de grillos,
hasta el punto de haberse fraccionado cada uno de ellos en por lo
menos dos alas antagónicas y llegar a la vergüenza de hacer pactos
con la oposición para obtener la presidencia en el Congreso (una
sola cámara no lo pasará). Para su información, si es que no conoce
mejor que yo el problema, le diré que la influencia del PGT (Partido
Guatemalteco del Trabajo) es grande en parte de los otros tres
partidos, por intermedio de elementos que han tirado hacia la
izquierda y están dispuestos a ayudar a la socialización total de
Guatemala, tarea sumamente difícil, entre otras cosas, porque no
hay mucha calidad humana en la revolución (me refiero al sentido
intelectual de la palabra, sobre todo).
Esto es un país de típica economía agrícola que recién sale de las
trabas del feudalismo casi «ortodoxas» que tienen como única
carta en la baraja un monocultivo que pesa en la balanza
internacional: el café. Sin ser muy pesimista se puede asegurar que
una baja grande en este producto hace caer al gobierno a menos
que se tomen medidas de emergencia, lo que sólo sería posible
frente a un boicot internacional por la consiguiente venia de los
gringos. Creo que el momento más difícil de Guatemala se
producirá dentro de 3 años, cuando haya que elegir un nuevo
presidente. Los nombres que se barajan no son de fiar para la
consecución de la revolución en la forma magnífica en que lo
vienen haciendo. Si Ud. tiene interés y no tiene miedo de que la
moleste allí puedo hacer mandar algunas publicaciones
interesantes, pero no lo haré hasta no tener su contestación.
Pensaba escribirle una hoja pues las condiciones económicas mías
son bastante precarias y la nueva recargará en 0,10 la carta, pero
tengo interés en saber algunas cosas:
Primero, qué es de su vida de estudiante en este mes de marzo (y
los que pasarán hasta que me conteste), cuáles son sus planes o
desplanes. Le pregunto esto porque su carta me indica que Ud.
anda por una situación de desesperanza muy romántica y muy
peligrosa. Como consejo le diré que hay que ser fatalista en sentido
positivo si se quiere ser fatalista y no preocuparse tanto por el
correr inútil de los días y algún fracaso de cualquier tipo, lo difícil es
detener los días y eso es lo que Ud. quiere hacer llorándolos uno a
uno. Si mira uno o dos años atrás verá entonces los adelantos que
ha hecho. Disculpe el tono doctoral.
Segundo, qué es de su grupo intelectual y de la revista -doble
contra sencillo a que se fundieron-, qué es de la vida de Paz y de su
salud.
Tercero, qué es de la vida de Montenegro. Le escribí una carta y no
me contestó y después le escribí a Dicstein y tampoco me contestó,
de modo que no sé nada de la vida del pequeñísimo grupo que
conociera por allí, por los antros médicos. Cuando se decida a
escribirme de nuevo lea las preguntas y contéstemelas.
Pasando a hablarle de mí, le diré que mis gestiones para trabajar
como médico fueron todo un fracaso debido al espíritu cerrado de
la ley, hecha para satisfacer a un grupo de oligarcas en todas sus
prerrogativas. Estos son los herederos de los que quisieron la
revolución -típicamente burguesa- del 44 y ahora no quieren largar
el botín ni por broma. Entre mis ocupaciones circunstanciales me
aproximé a su oficio con resultados pavorosos para la estadística:
98 % de niños infectados con áscaris o necator y, además, me
dediqué a romperles el trasero a las pobres vinchucas (triatomas
que le dicen) para buscar tripanosomas cruxi y rangelis, los que
también se encuentran en cantidad. Eso en la parte sanitaria,
porque afuera me he desempeñado en lo que permite no morirse
de hambre, para llegar al final a pegar el gran golpe: parece que me
voy al Petén, zona selvática de Guatemala, contratado como
enfermero con un sueldo malo, pero a meterme en pleno monte
con los extractores de chicle, goma y madereros; en zona de la
antigua cultura maya (ya que en Yucatán es una versión más
modernizada de esta perdida en la selva) y con oportunidad para
estudiar en forma las enfermedades tropicales de todo tipo. Falta -
porque aquí siempre falta algo- que el sindicato consienta en mi
nombramiento, ya que es un puesto importante en el juego
patrono-sindical. Espero convencerlos de que no soy tan mal tipo
como ellos suponen, desde que me recomienda el patrón, y, si eso
sucede así, dentro de 15 días los mosquitos se pararán en mi
cuerpo y comulgaré nuevamente con mamá natura. Lo único que
me tiene un poco triste es el pensar que en Venezuela hubiera
hecho lo mismo, pero en vez de ganar 125 ganaría 800 d. ¡Mal haya
la poca plata!
Tita, las fraternas vibraciones, espero noticias por el mismo
conducto consular y empuje para acabar la vía crucis. Hasta más
ver.
Ernesto.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a la madre desde Guatemala (abril de 1954).
Vieja:
Como ves no me fui al Petén. El hijo de puta del que debía
contratarme me hizo esperar un mes, para después hacerme decir
que no podía hacerlo [...].
Yo ya le había presentado una lista de medicamentos, instrumental
y todo lo demás y me había puesto tanque, en el diagnóstico de las
enfermedades tropicales más abundantes de la zona. Naturalmente
que esto me sirve igual, máxime ahora que tengo oportunidad de
trabajar en la compañía frutera en una zona bananera. Lo que no
quiero dejar de hacer es de visitar las ruinas del Petén. Allá hay una
ciudad, Tical, que es una maravilla, y otra, Piedras Negras, mucho
menos importante pero en donde el arte de los mayas alcanzó un
nivel extraordinario. En el museo de aquí hay un dintel que está
todo escoñado, pero es una verdadera obra de arte en cualquier
lugar del mundo.
A mis viejos amigos peruanos les faltaba la sensibilidad tropical, de
modo que no podían hacer nada parecido, además de no tener la
piedra calcárea tan fácil de trabajar que tienen los de esta zona.
[...] Yo cada vez más contento de haber salido. Mi cultura médica
no se agiganta, y mientras voy asimilando otra serie de
conocimientos que interesan mucho más que aquellos.
Tengo, eso sí, ganas de hacerles una visita, pero no tengo idea
cuándo ni cómo. Hablar de planes en mi situación es contarles un
sueño hilvanado; de todas maneras si -condición expresa- consigo
el puesto en la frutera, pienso dedicarme a levantar las deudas que
tengo aquí, las que dejé allí, comprarme la máquina fotográfica,
visitar el Petén y tomármelas olímpicamente para el norte, es decir
México.
Me alegro que tengas tan elevada opinión de mí. De todas maneras
es muy difícil que la antropología sea mi ocupación exclusiva de la
madurez. Me pare un poco paradójico de hacer como «norte» de
mi vida investigar lo que está muerto sin remedio. De dos cosas
estoy seguro: la primera es que si llego a la etapa auténticamente
creadora alrededor de los treinta y cinco años mi ocupación
excluyente, o principal por lo menos, será la física nuclear, la
genética o una materia así que reúna de lo más interesante de las
materias conocidas, la segunda es que América será el teatro de
mis aventuras con carácter mucho más importante que lo que
hubiera creído; realmente creo haber llegado a comprenderla y me
siento americano con un carácter distintivo de cualquier otro
pueblo de la tierra. Naturalmente que visitaré el resto del mundo
[...].
De mi vida diaria poco te puedo contar que te interese.
Por la mañana voy a sanidad y trabajo unas horas en el laboratorio,
por las tardes voy a una biblioteca o museo a estudiar algo de acá,
por las noches leo algo de medicina o de cualquier otra cosa,
escribo alguna carta, en fin, tareas domésticas.
Tomo mate cuando hay y desarrollo unas interminables discusiones
con la compañera Hilda Gadea, una muchacha aprista a quien yo
con mi característica suavidad trato de convencerla de que largue
ese partido de mierda. Tiene un corazón de platino lo menos. Su
ayuda se siente en todos los actos de mi vida diaria (empezando
por la pensión).
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a la madre desde Guatemala (abril de 1954).
Esta carta podría ser de fines de mes.
Vieja, la mi vieja:
No creas que el encabezamiento es para contentar al viejo, hay
indicios de que se mejora algo y las perspectivas no son
desesperadas en cuanto al panorama económico. La tragedia
pesística la cuento porque es la verdad y presumía que el viejo me
consideraba lo suficiente choma* como para aguantar lo que caiga,
ahora, si prefieren cuentos de hadas, hago algunos muy bonitos. En
los días de silencio mi vida se desarrolló así: fui con una mochila y
un portafolio, medio a pata, medio a dedo, medio (vergüenza)
pagando, amparado por 10 dólares que el propio gobierno me
había dado. Llegué al Salvador y la policía me secuestró algunos
libros que traía de Guatemala pero pasé, conseguí la visa para
entrar de nuevo a este país, y ahora correcta, y me largué a conocer
unas ruinas de los pipiles que son una raza de los tlascaltecas que
se largaron a conquistar el sur (el centro de ellos estaba en México)
y aquí se quedaron hasta la venida de los españoles. No tienen
nada que hacer con las construcciones mayas y menos con las
incaicas. Después me fui a pasar unos días de playa mientras
esperaba la resolución sobre mi visa que había pedido para ir a
visitar unas ruinas hondureñas, que sí son espléndidas. Dormí en la
bolsa que tengo, a orillas del mar, y aquí sí mi régimen no fue de lo
más estricto, pero esa vida tan sana me mantuvo perfecto, salvo las
ampollas del sol. Me hice amigo de algunos chochamu** que como
en toda Centroamérica caminan a alcohol, y aprovechando la
extroversión del alcohol me les mandé mi propagandita
guatemaltequeante y recité algunos versitos de profundo color
colorado. El resultado fue que aparecimos todos en la capacha***,
pero nos soltaron enseguida, previo consejo de un comandante con
apariencia de gente, para que cantara a las rosas de la tarde y otras
bellezas. Yo preferí hacerle un soneto al humo****. Los
hondureños me negaron la visa por el solo hecho de tener
residencia en Guatemala, aunque de más está decirte que tenía mi
sana intención de otear una huelga que se ha desatado allí y que
mantiene parada el 25 % de la población total trabajadora, cifra alta
en cualquier lado pero extraordinaria en un país donde no hay
derecho a huelgas y los sindicatos son clandestinos. La frutera está
que brama y, por supuesto, Dulles y Cía. quieren intervenir en
Guatemala por el terrible delito de comprar armas donde se las
vendieran, ya que Estados Unidos no vende ni un cartucho desde
hace mucho tiempo. […]
Por supuesto, ni consideré la posibilidad de quedarme allí. De
vuelta me largué por rutas medio abandonadas y con la cartera
tecleando, porque aquí un dólar es poco más de un mango y con 20
no se hacen maravillas. Algún día caminé cerca de 50 kilómetros
(serán mentiras pero es mucho) y después de muchos días caí al
hospital de la frutera donde hay unas ruinas chicas pero muy
bonitas. Aquí ya quedé totalmente convencido de lo que mi
americanismo no quería convencerse: nuestros papis son asiáticos
(contále al viejo que pronto van a exigir su patria potestad). Hay
unas figuras en bajorrelieve que son Buda en persona y, todas las
características lo demuestran, perfectamente iguales a las de
antiguas civilizaciones indostánicas. El lugar es precioso, tanto que
hice contra mi estómago el crimen de Silvestre Bonard y me gasté
un dólar y pico en comprar rollos y alquilarme una máquina.
Después mendigué una morfada en el hospital, pero no pude llenar
la joroba sino hasta la mitad de su contenido. Quedé sin plata para
poder llegar por ferrocarriles a Guatemala, de modo que me tiré al
Puerto Barrios y allí laburé en la descarga de toneles de alquitrán,
ganando 2,63 por doce horas de laburo pesado como la gran siete,
en un lugar donde hay mosquitos en picada en cantidades
fabulosas. Quedé con las manos a la miseria y el lomo peor, pero te
confieso que bastante contento. Trabajaba de seis de la tarde a seis
de la mañana y dormía en una casa abandonada a orillas del mar.
Después me tiré a Guatemala y aquí estoy con perspectivas
mejores. […]
… (la redacción no es estrafalarismo pensado, sino la consecuencia
de cuatro cubanos que discuten al lado mío). […]
La próxima, más tranquilo, te mando nuevas si las hay… Un abrazo
para todos.
* chamo: macho al revés
** chochamu: muchacho al revés
***capacha: comisaría, cárcel, puesto policial
**** soneto al humo: hacerse humo, desaparecer (argentinismo)
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a la madre desde Guatemala (10 de mayo de 1954).
Vieja:
[…]
Además de mirar el porvenir con gusto a asado, mi residencia va
para adelante aunque con toda la pachorra propia de estas tierras,
y supongo que dentro de un mes podré ir al cine sin estar acoplado
a ningún bondadoso vecino. Tengo prometido algo que ya creo le
conté al viejo, y también le conté mis proyectos muy a la ligera. El
15 he resuelto dejar esta pensión y tirarme a campo libre con una
bolsa de dormir que heredé de un compatriota que pasó por estos
lugares. De esta manera podré conocer todos los lugares que
quiera, salvo el Petén adonde no se puede ir así porque es la
estación de las lluvias, y podré escalarme algún volcán, ya que hace
mucho tiempo tengo ganas de verle las amígdalas a la madre tierra
(qué figura bonita). Esta es la tierra de los volcanes, y los hay para
todos los gustos, mis gustos son sencillos, ni muy elevados ni muy
activos. En Guatemala podría hacerme muy rico, pero con el
rastrero procedimiento de revalidar el título, poner una clínica y
dedicarme a la alergia (aquí está lleno de colegas del fuelle). Hacer
eso sería lo más horrible traición a los dos yo que se me pelean
dentro, el socialudo y el viajero. […]
Abrazos cálidos y mojados porque aquí llueve todo el día (mientras
quede mate, muy romántico).
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a la madre desde Guatemala (20 de junio de 1954).
Querida vieja:
Esta carta te llegará un poco después de tu cumpleaños, que tal vez
pases un poco intranquila con respecto a mí. Te diré que si por el
momento no hay nada que temer, no se puede decir lo mismo del
futuro, aunque personalmente yo tengo la sensación de ser
inviolable (inviolable no es la palabra pero tal vez el subconsciente
me jugó una mala pasada). La situación someramente pintada es
así: hace unos 5 ó 6 días voló por primera vez sobre Guatemala un
avión pirata proveniente de Honduras, pero sin hacer nada.
Al día siguiente y en los días sucesivos bombardearon diversas
instalaciones militares del territorio y hace dos días un avión
ametralló los barrios bajos de la ciudad matando una chica de dos
años. El incidente ha servido para aunar a todos los guatemaltecos
debajo de su gobierno y a todos los que, como yo, vinieron atraídos
por Guatemala.
Simultáneamente con esto, tropas mercenarias, acaudilladas por un
ex coronel del ejército, destituido por traición hace tiempo, salieron
de Tegucigalpa, la capital de Honduras, de donde fueron
transportadas hasta la frontera y ya se han internado bastante en
territorio guatemalteco. El gobierno, procediendo con gran cautela
para evitar que Estados Unidos declarara agresora a Guatemala, se
ha limitado a protestar ante Tegucigalpa y enviar el total de los
antecedentes al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
dejando entrar las fuerzas atacantes lo suficiente para que no
hubiera lugar a los pretendidos incidentes fronterizos. El coronel
Arbenz es un tipo de agallas, sin lugar a dudas, y está dispuesto a
morir en su puesto si es necesario. Su discurso último no hizo más
que reafirmar esto que todos sabíamos y traer tranquilidad. El
peligro no está en el total de tropas que han entrado actualmente
al territorio pues esto es ínfimo, ni en los aviones que no hacen más
que bombardear casas de civiles y ametrallar algunos; el peligro
está en cómo manejen los gringos (aquí los yanquis) a sus nenitos
de las Naciones Unidas, ya que una declaración, aunque no sea más
que vaga, ayudaría mucho a los atacantes. Los yanquis han dejado
definitivamente la careta de buenos que les había puesto Roosevelt
y están haciendo tropelías y media por estos lados. Si las cosas
llegan al extremo de tener que pelear contra aviones y tropas
modernas que mande la frutera o los EE.UU., se peleará. El espíritu
del pueblo es muy bueno y los ataques tan desvergonzados
sumados a las mentiras de la prensa internacional han aunado a
todos los indiferentes con el gobierno, y hay un verdadero clima de
pelea. Yo ya estoy apuntado para hacer servicio de socorro médico
de urgencia y me apunté en las brigadas juveniles para recibir
instrucción militar e ir a lo que sea. No creo que llegue el agua al
río, pero eso se verá después de la reunión del Consejo de
Seguridad que creo se hará mañana. De todos modos al llegar esta
carta ya sabrán a qué atenerse en este punto.
Por lo demás no hay mayores novedades. Como estos días la
Embajada Argentina no funcionó, no he tenido noticias frescas
después de una carta de Beatriz y otra tuya la semana pasada.
El puesto en Sanidad dicen que me lo van a dar de un momento a
otro, pero también estuvieron las oficinas muy ocupadas con todos
los líos de modo que me pareció un poco imprudente ir a jeringar
con el puestito cuando están con cosas mucho más importantes.
Bueno, vieja, que lo hayas cumplido lo más feliz posible después de
este accidentado año, en cuanto pueda mando noticias.
Chau
(No lleva firma).
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara
Carta a la madre desde Guatemala (4 de julio de 1954).
Vieja:
Todo ha pasado como un sueño lindo que uno no se empeña luego
en seguir despierto. La realidad está tocando muchas puertas y ya
comienzan a sonar las descargas que premian la adhesión más
encendida al antiguo régimen. La traición sigue siendo patrimonio
del ejército, y una vez más se prueba el aforismo que indica la
liquidación del ejército como el verdadero principio de la
democracia (si el aforismo no existe, lo creo yo). [...]
La verdad cruda es que Arbenz no supo estar a la altura de las
circunstancias.
Así se produjo todo:
Después de iniciar la agresión desde Honduras y sin previa
declaración de guerra ni nada por el estilo (todavía protestando por
supuestas violaciones de fronteras) los aviones vinieron a
bombardear la ciudad. Estábamos completamente indefensos, ya
que no había aviones, ni artillería antiaérea, ni refugios. Hubo
algunos muertos, pocos. El pánico, sin embargo, entró en el pueblo
y sobre todo en «el valiente y leal ejército de Guatemala». Una
misión militar norteamericana entrevistó al presidente y le
amenazó con bombardear en forma a Guatemala y reducirla a
ruinas, y la declaración de guerra de Honduras y Nicaragua que
Estados Unidos haría suya por existir pactos de ayuda mutua. Los
militares se cagaron hasta las patas y pusieron un ultimátum a
Arbenz.
Este no pensó en que la ciudad estaba llena de reaccionarios y que
las casas que se perdieran serían las de ellos y no del pueblo, que
no tiene nada y que era el que defendía al gobierno. No pensó que
un pueblo en armas es un poder invencible a pesar del ejemplo de
Corea e Indochina. Pudo haber dado armas al pueblo y no quiso, y
el resultado es este.
Yo ya tenía mi puestito pero lo perdí inmediatamente, de modo
que estoy como al principio, pero sin deudas, porque decidí
cancelarlas por razones de fuerza mayor. Vivo cómodamente en
razón de algún buen amigo que devolvió favores y no necesito
nada. De mi vida futura nada sé, salvo que es probable que vaya a
México. Con un poco de vergüenza te comunico que me divertí
como mono durante estos días. Esa sensación mágica de
invulnerabilidad que te decía en otra carta me hacía relamer de
gusto cuando veía la gente correr como loca apenas venían los
aviones o, en la noche, cuando en los apagones se llenaba la ciudad
de balazos. De paso te diré que los bombarderos livianos tienen su
imponencia. Vi a uno largarse sobre un blanco relativamente
cercano a donde yo estaba y se veía el aparato que se agrandaba
por momentos mientras de las alas le salían con intermitencias
lengüitas de fuego y sonaba el ruido de su metralla y de las
ametralladoras livianas con que le tiraban. De pronto quedaba un
momento suspendido en el aire, horizontal, y enseguida daba un
pique velocísimo y se sentía el retumbar de la tierra por la bomba.
Ahora pasó todo eso y sólo se oyen los cohetes de los reaccionarios
que salen de la tierra como hormigas a festejar el triunfo y tratar de
linchar comunistas como llaman ellos a todos los del gobierno
anterior. Las embajadas están llenas hasta el tope, y la nuestra
junto con la de México son las peores. Se hace mucho deporte con
todo esto pero es evidente que a los pocos gordos se la iban a dar
con queso.
Si querés tener una idea de la orientación de este gobierno, te daré
un par de datos: uno de los primeros pueblos que tomaron los
invasores fue una propiedad de la frutera donde los empleados
estaban en huelga. Al llegar declararon inmediatamente acabada la
huelga, llevaron a los lideres al cementerio y los mataron
arrojándoles granadas en el pecho. Una noche salió de la catedral
una luz de bengala cuando la ciudad estaba a oscuras y el avión
volando. La primera acción de gracias la dio el obispo; la segunda,
Foster Dulles, que es abogado de la frutera. Hoy, 4 de julio, hay una
solemne misa con todo el aparato escénico, y todos los diarios
felicitan al gobierno de Estados Unidos por su fecha en términos
estrambóticos.
Vieja, veré cómo te mando estas cartas, porque si las mando por
correo me cortan los nervios (el presidente dijo -creer es cuestión
tuya- que este era un país con los nervios bien puestos). Un gran
abrazo para todos.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a su tía Beatriz desde Guatemala (22 de julio de
1954).
Querida Beatriz:
[…]
Aquí todo estuvo muy divertido con tiros, bombardeos, discursos y
otros matices que cortaron la monotonía en que vivía […]
Yo partiré dentro de algunos días, no sé cuántos, para México,
donde pienso hacerme una fortuna vendiendo ballenitas para el
cuello […]
De todas maneras estaré atento para ir a la próxima que se arme,
ya que armarse se arma seguro, porque los yanquis no se pueden
pasar sin defender la democracia en algún lado […]
Fuertes abrazos del sobrino aventurero.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a la madre desde Guatemala (7 de agosto de 1954).
Querida vieja:
[…]
De mi vida en Guatemala ya nada hay que contar pues su ritmo es
el de cualquier colonia dictatorial de los yanquis. Aquí solucioné mis
asuntos y me rajo a México […].
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a los padres desde Guatemala (agosto de 1954).
Queridos viejos:*
[…]
Ya me asilé en la embajada Argentina, donde me trataron muy
bien, pero no figuraba en la lista oficial de asilados, ya toda la
tormenta pasó y pienso seguir viaje a México en pocos días, pero
hasta nuevo aviso, escriban aquí […]
Encuentro que me mandaste demasiada ropa y gastaron
demasiado en mí, será medio “cursi”, pero creo que no me lo
merezco (lo cierto es que tampoco hay indicios de que cambie en
poco tiempo); la ropa no toda me servirá pues mi último lema es
poco equipaje, piernas fuertes y estómago de faquir también. A la
cuadrilla de Guatemala me le dan un cordial abrazo, y les
recomiendo que traten lo mejor posible a la muchacha que les
caerá por allí.
Cuando todo esto se serene y las cosas tomen otro ritmo les
escribiré en forma más concisa. Para todos Uds., con abrazos del
primogénito, pedido de que disculpen los sustos y se olviden de mí,
que lo que viene siempre es caído del cielo, en América nadie se
muere de hambre y sospecho que en Europa tampoco.
Chau, Ernesto.
* Esta carta y la del día 7 de agosto aparecen en el original como
una sola.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a su amiga Tita Infante desde Guatemala (agosto de 1954).
Querida Tita:
No sé cuándo recibirá esta carta ni tampoco si la recibirá, ya que
está condicionado todo al rumbo definitivo del portador. Por eso no
le hago aquí ningún cuento de cómo sucedieron las cosas,
solamente era mi objeto presentarle al portador […], estudiante de
medicina que eligió la Argentina como patria mientras dure su
exilio en Guatemala. El portador perteneció a uno de los partidos
burgueses que colaboró lealmente con Arbenz hasta su caída y se
preocupó por la suerte de los argentinos semiexiliados que
andábamos por estas tierras. Por todo ello me gustaría que ayudara
con su consejo y en lo que fuera menester al amigo, que estará con
la lógica desorientación de quien va por primera vez a las pampas a
correr la liebre.
De mí no le cuento nada porque es fácil que le escriba antes de que
esta presentación llegue a sus manos. Por las dudas, le diré que
continúo mi voluntario exilio con rumbo a México, de donde trataré
de dar el gran salto a Europa y, si es posible, China.
Hasta que se materialice en algún lugar del mundo, reciba siempre
el cariñoso y epistolar abrazo de un amigo.
Ernesto.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a la madre desde México (noviembre de 1954).
Vieja, la mi vieja
(te confundí con la fecha)
[...]
Hasta Beatriz ha resuelto aplicar sus represalias y ya no llegan más
los telegramas esos que mandaba.
Contarles de mi vida es repetirme, pues no hago nada nuevo. La
fotografía sigue dando para vivir y no hay esperanzas demasiado
sólidas de que deje eso en poco tiempo, a pesar de que trabajo
todas las mañanas en investigación en dos hospitales de aquí. Yo
creo que lo mejor que me podría pasar sería que consiguiera una
changuita de médico rural de contrabando muy cerca de la capital,
lo que me permitiría dedicar con más holgura mi tiempo a la
medicina durante algunos meses. Eso lo hago porque me di
perfecta cuenta de todo lo que aprendí de alergia con Pisani recién
ahora que me cotejo con gente que ha estudiado en Estados
Unidos y no se chupa el dedo en cuanto al saber ortodoxo, y creo
que el método de Pisani está muchas leguas por encima de todo
esto y quiero ponerme práctico en todas las tretas de sus sistemas
para caer parado en donde sea [...].
[...] estoy con un laburo de órdago pues tengo todas las mañanas
ocupadas en el hospital, y por las tardes y el domingo me dedico a
la fotografía, y por las noches a estudiar un poco. Creo que te conté
que estoy en un buen departamento y me hago la comida y todo
yo, además de bañarme todos los días gracias al agua caliente a
discreción que hay. Como ves, estoy transformado en ese aspecto,
en lo demás sigo igual porque la ropa la lavo poco y mal y no me
alcanza todavía para pagar lavandera.
La beca es un sueño que abandoné ya, y me parece que en este
país tan amplio no hay que pedir, se hace y listo el pollo. Vas sabés
que siempre he sido partidario de las decisiones drásticas y aquí
pagan macanudo, pues todo el mundo es fiaca pero no se opone a
que otros hagan, de modo que tengo el campo libre, aquí o en la
campiña donde tal vez vaya. Naturalmente que esto no me hace
perder de vista mi norte que es Europa, y adonde pienso ir sea
como sea. A EE.UU. no le he perdido ni medio gramo de bronca,
pero quiero conocer bien Nueva York por lo menos. No tengo el
menor miedo al resultado y sé que saldré exactamente tan
antiyanqui como entre (si es que entro).
Me alegra que se despierte algo la gente, aunque no sé siguiendo
qué directivas lo hacen, de todas maneras la verdad es que
Argentina está de lo más insulsa, a pesar de que en términos
generales el panorama que se ve desde aquí afuera parece indicar
que progresan a pasos notables y que se va a poder defender
perfectamente de la crisis que están por desatar los yanquis con el
dooping de sus excedentes alimenticios [...].
Los comunistas no tienen el sentido que vos tenés de la amistad,
pero entre ellos lo tienen igual o mejor que el que vos tenés. Lo vi
bien claro a eso, y en la hecatombe que fue Guatemala después de
la caída, donde cada uno atendía solo el sálvese quien pueda, los
comunistas mantuvieron intacta su fe y su compañerismo y es el
único grupo que siguió trabajando allí.
Creo que son dignos de respeto y que tarde o temprano entraré en
el Partido, lo que me impide hacerlo más que todo, por ahora, es
que tengo unas ganas bárbaras de viajar por Europa y no podría
hacer eso sometido a una disciplina rígida.
Vieja, hasta París.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara
Carta a la madre desde México (diciembre de 1954).
Vieja, la mi vieja:
Es cierto, estoy bastante haragán para escribir, pero el culpable fue,
como siempre, Don Dinero. Al parecer, el fin del desdichado año
económico 54, que me trató como tu cara, coincide con el fin de
mis hambres crónicas; tengo un puesto de redactor en la Agencia
Latina donde gano 700 pesos mexicanos, es decir, un equivalente a
700 de allí, lo que me da la base económica para subsistir,
teniendo, además, la ventaja de que sólo me ocupa tres horas tres
veces por semana. Esto me permite dedicar las mañanas íntegras al
hospital donde estoy haciendo roncha con el método de Pisani [...].
Sigo en la fotografía pero dedicándome a cosas más importantes
como «estudios», y algunas cositas raras que salen por estos lados.
El sobresueldo es poco, pero espero redondear los mil este dichoso
mes de diciembre, y si la suerte me ayuda pondremos una pequeña
fotografía al final del año que viene (principio quise decir). Contra lo
que pudieras creer, no soy más malo que la mayoría de los
fotógrafos y sí el mejor del grupo de compañeros, eso sí, en este
grupo no se necesita ser tuerto para la corona.
Mis planes inmediatos contemplan unos seis meses de
permanencia en México que me interesa y me gusta mucho, y en
ese tiempo pedir como de pasada la visa para conocer bien a los
«hijos de la gran potencia», como los llama Arévalo. Si se da, allí
estaré, y si no, veré qué se hace en firme.
Siempre sin despreciar la ida directa detrás de la cortisona para ver
qué pasa también. Como ves, nada nuevo sobre lo anterior.
En el terreno científico estoy con mucho entusiasmo y lo aprovecho
porque esto no dura. Estoy haciendo dos trabajos de investigación
y tal vez inicie un tercero, todos sobre alergia y, aunque muy
lentamente, sigo juntando material para un librito que verá la luz -si
la ve- dentro de varios años y que lleva el pretencioso título de La
función del medico en Latinoamérica. Con algo de autoridad puedo
hablar sobre el tema ya que, si no conozco mucho de medicina, a
Latinoamérica la tengo bien junada. Por supuesto, fuera del plan
general de trabajo y de unos tres o cuatro capítulos no hay nada
más, pero el tiempo me sobra.
Con respecto a las diferencias de pensar que según vos se acentúan
te aseguro que será por poco tiempo. A aquello que tanto le temes
se llega por dos caminos: el positivo, de un convencimiento directo,
o el negativo, a través de un desengaño de todo. Yo llegué por el
segundo camino, pero para convencerme inmediatamente de que
hay que seguir por el primero. La forma en que los gringos tratan a
América (acordate que gringos son yanquis) me iba provocando
una indignación creciente, pero al mismo tiempo estudiaba la
teoría del porqué de su acción y la encontraba científica.
Después vino Guatemala y todo eso difícil de contar, de ver cómo
todo el objeto del entusiasmo de uno se diluía por la voluntad de
esos señores y cómo se fraguaba ya el nuevo cuento de la
culpabilidad y criminalidad rojas, y cómo los mismos guatemaltecos
traidores se prestaban a propagar todo eso para mendigar algo en
el nuevo orden de cosas. En qué momento dejé el razonamiento
para tener algo así como la fe no te puedo decir, ni siquiera con
aproximación, porque el camino fue bastante larguito y con
muchos retrocesos. [...].
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta al padre desde México (27 de mayo de 1955).
Querido viejo:
El orden decreciente de las contestaciones -manyá* que tipo
importante soy- hace que ahora te toque a vos. De nuevo estoy con
el problema de qué decir, pues casi todo está contado a algún otro
de los familiares que tan amorosamente se preocupa por mi salud.
Yo, con mi puesto del hospital parezco un émulo tuyo, de tus
aspiraciones, pues me paso las 24 horas diarias hablando de
enfermedades y cómo curarlas (no curo nada, por supuesto).
Después de presentar mi trabajo y cuando a las cansadas me
aprobaron la residencia me largué a tratar de demostrar in vitro la
presencia de anticuerpos en los alérgicos (creo que fracasaré); a
tratar de fabricar los llamados propectanes, un poco de alimento
digerido en tal manera que si lo come el enfermo luego el alimento
completo no le hace mal (creo que fracasaré); un intento de
demostrar que la hialuronidasa -a ver si sabes tanto como decís- es
un factor importante en el mecanismo productor de la enfermedad
alérgica (es mi más cara esperanza), y dos trabajos en colaboración,
uno imponente, con el capo de la alergia de México, M. Salazar
Mallén, y otro trabajo con uno de los buenos químicos que hay en
México sobre un problema del cual solo tengo la intuición, pero
creo que va a salir algo muy importante.Eso es mi panorama
científico. Este mismo panorama me permite insinuar la posibilidad
de un cambio en mis aspiraciones vagabúndigas [...]
Espero alguna recomendación para marchar a los campos donde
madura la aurora, que le dicen**. De todas maneras, todo eso está
verde y aunque mis convicciones son cada día mas firmes, no
pierdo oportunidad de mandarme algún viajecito extra: La Habana
me llama particularmente la atención para llenarme el corazón de
paisaje, bien mixturado con pasajes de Lenin. Todo eso que te digo
no es para que rabies, sino la pura verdad. Tuve en algún momento
la idea de ir al Congreso de Alergia de Brasil y de allí darme una
vuelta por casa, pero lo deseché debido a que tendría que ponerme
en camino desde ahora para poder llegar a tiempo, pues las cosas
están difíciles para irse a pulmón tan lejos y eso no lo quiero hacer.
En general, pintan mucho mejor mis próximas aventuras, pues ya
podré presentar en cualquier lado adonde vaya a dar con mis
huesos no solo el título de colaborador de Pisani (con mucho el tipo
más capaz de todos los alergistas que conocí) sino mis propios
trabajos y un conocimiento del problema que es limitado, por lo
demasiado enfocado, pero bastante claro. Si el próximo país a
donde caigo es Cuba, no trabajaré allí, sino que daré una rápida
vuelta de circunvalación visitando a toda la gama de amistades que
hice en el exilio (de ellos) y rajaré a Europa o donde sea.
Creo que te conté que la Agencia Latina me había prometido el
viaje a Melbourne para el año que viene, cosa que ya está
definitivamente olvidada, pues ni me pagan, pero que me había
llenado de gusto y de ganas de ver canguros.
De mi vida diaria actual no te puedo contar nada, pues todo es una
sucesión de sala, laboratorio y biblioteca, amenizada por unas
traducciones de inglés.
Viejo, hasta que las velas no ardan, y un abrazo
* Manyá: argentinismo traducible como: ve, mira o ¿te das cuenta?
** “Que le dicen”: imitaba a una artista popular de la Argentina que
siempre tenía en su boca esa expresión que podría traducirse
“como se dice”.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a su amiga Tita Infante desde México (24 de
septiembre de 1955).
Querida Tita:
Le escribo nuevamente angustiado por lo que pasa en la Argentina,
esta vez doblemente angustiado, pues además de los muertos se ha
sumado toda esa serie de acontecimientos que no auguran nada
bueno para el país. Desde aquí no se puede decir nada en absoluto,
pero el unánime júbilo de Estados Unidos y los católicos, sumado a
las declaraciones de la nueva junta y el hecho de que todos eran
militares, está dando una idea de lo que será esta nueva liberación.
Con todo el respeto que me merece Arbenz (totalmente diferente a
Perón desde el punto de vista ideológico), la caída del gobierno
argentino sigue los pasos de Guatemala con una fidelidad extraña, y
verá Ud. cómo la entrega total del país y la ruptura política y
diplomática con las democracias populares será un corolario,
conocido pero triste. Está mal, sin embargo, que yo me ponga a
recitar opiniones políticas cuando lo que debe ser y lo que deseo es
que Ud. me dé su opinión sobre todos los últimos acontecimientos
y me relate bien las cosas. ¿Sería mucho pedir que me mandara un
paquete con los diarios de los últimos días y primeros del nuevo
régimen? Podría ser por barco, no me importa tanto el tiempo
como tener una imagen de lo que fue eso.
Con respecto al fallido viaje a Europa, le diré que mi frase sí era
gongoriana, y el señor de la carta era el Presidente del Consejo de
Ministros de Polonia; yo pensaba ir al festival de la juventud, pero
querían referencias mías de Argentina, sin embargo las cosas
estaban en un estado tal que no me animé a llamarlas por su
nombre, y creí que el amigo Isalí se avivaría. De todas maneras,
aquello no tiene importancia, pues la Agencia Latina me largó
pagando solo una parte de lo que debía y no me alcanzó para ir.
De otras cosas, mi situación económica ha mejorado lo suficiente
como para llenar mis necesidades más elementales, y mi situación
científica es en general buena y tengo tres trabajos marchando
lentamente hacia su fin que no creo sea antes de fin de año.
Espero recibir de Ud. buenas noticias en cuanto a su título y que
esté mejorada de sus conflictos personales, no le mando la revista
con el trabajito ya publicado porque no me dieron los números a
mí, de todas maneras no vale la pena.
Reciba un abrazo de su amigo Ernesto y conteste pronto.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a la madre desde México (24 de septiembre de
1955).
Querida vieja:
Esta vez mis temores se han cumplido, al parecer, y cayó tu odiado
enemigo de tantos años; por aquí la reacción no se hizo esperar:
todos los diarios del país y los despachos extranjeros anunciaban
llenos de jubilo la caída del tenebroso dictador; los
norteamericanos suspiraban aliviados por la suerte de 425 millones
de dólares que ahora podrían sacar de la Argentina; el obispo de
México se mostraba satisfecho de la caída de Perón, y toda la gente
católica y de derecha que yo conocí en este país se mostraba
también contenta; mis amigos y yo, no; todos seguimos con natural
angustia la suerte del gobierno peronista y las amenazas de la flota
de cañonear Buenos Aires. Perón cayó como cae la gente de su
estirpe, sin la dignidad póstuma de Vargas, ni la denuncia enérgica
de Arbenz que nombró con pelos y señales a los culpables de la
agresión.
Aquí, la gente progresista ha definido el proceso argentino como
“otro triunfo del dólar, la espada y la cruz”.
Yo sé que hoy estarás muy contenta, que respirarás aire de libertad
[...].
Hace poco te señalaba en otra carta que los militares no entregan
el poder a los civiles si estos no le garantizan el dominio de casta;
hoy por hoy, sólo lo entregarán a un gobierno que surja del partido
demócrata, o sea, de alguno de los recién fundados partidos
socialcristianos, donde me imagino que estarás militando..., futuro
diputado a la honorable cámara de Diputados donde tal vez se
siente, con el correr del tiempo..., líder del partido argentinista, a
fundarse. Vos podrás hablar en todos lados lo que te dé la gana con
la absoluta impunidad que te garantizará el ser miembro de la clase
en el poder, aunque espero por vos que seas la oveja negra del
rebaño. Te confieso con toda sinceridad que la caída de Perón me
amargó profundamente, no por él, por lo que significa para toda
América, pues mal que te pese y a pesar de la claudicación forzosa
de los últimos tiempos, Argentina era el paladín de todos los que
pensamos que el enemigo está en el norte. Para mí, que viví las
amargas horas de Guatemala, aquello fue un calco a distancia, y
cuando vi que junto a las noticias leales (es raro llamarlas así) se
escuchaba la voz de Córdoba, que teóricamente estaba ocupada,
empecé a ver mal la situación, después todo sucedió exactamente
igual: el presidente renunciaba, una junta empezaba a negociar
pero desde la posición de resistencia; luego eso se acababa, subía
un militar con su marinerito al lado, único dato agregado con
respecto a Guatemala, y entonces el cardenal Copello hablaba al
pueblo lleno de orgullo y calculando cómo iría su negocio bajo la
nueva junta; los diarios del mundo entero -de este lado del mundo-
lanzaron sus aullidos archiconocidos, la junta se negaba a darle
pasaporte a Perón, pero anunciaba libertad para todo el mundo.
Gente como vos creerá ver la aurora de un nuevo día; te aseguro
que Frondizi ya no la ve, porque en el supuesto caso de que suban
los radicales no será él quien lo haga, sino Yadarola, Santander o
algún otro que sirva a los intereses yanquis y del clero, amen de los
militares. Tal vez en el primer momento no veras la violencia
porque se ejercerá en un circulo alejado del tuyo [...].
El Partido Comunista, con el tiempo, será puesto fuera de
circulación, y tal vez llegue un día en que hasta papá sienta que se
equivocó. Quién sabe que será mientras tanto de tu hijo andariego.
Tal vez haya resuelto sentar sus reales en la tierra natal (única
posible) o iniciar una jornada de verdadera lucha [...].
Tal vez alguna bala de esas tan profusas en el Caribe acaben con mi
existencia (no es una baladronada, pero tampoco una posibilidad
concreta, es que las balas caminan mucho en estos lares), tal vez,
simplemente siga de vagabundo el tiempo necesario para acabar
una preparación sólida y darme los gustos que me adjudiqué
dentro del programa de mi vida, antes de dedicarla seriamente a
perseguir mi ideal. Las cosas caminan con una rapidez tremenda y
nadie puede predecir dónde ni por que causa estará al año
siguiente.
No sé si han recibido la noticia protocolar de mi casamiento y la
llegada del heredero, por carta de Beatriz parece que no. Si no es
así, te comunico la nueva oficialmente, para que la repartas entre la
gente; me case con Hilda Gadea y tendremos un hijo dentro de un
tiempo. Recibí los diarios de Beatriz, me interesan mucho, quisiera
una correspondencia de los de estos días y, sobre todo,
semanalmente Nuestra Palabra.
Chau.
Un beso a toda la familia, Hilda los saluda.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a su amiga Tita Infante desde México (1 de marzo de
1956).
Querida Tita:
Ahora me toca a mí desertar de nuestra amistad epistolar por algún
tiempo. Realmente, aunque sea la más trillada de las excusas,
tengo un trabajo loco (y, lo peor, infructífero en ambos terrenos: el
científico y el económico). Ya nació el heredero que resultó
heredera y lleva el nombre de Hilda Beatriz, tiene 15 días y es la
causa de una doble alegría para mí […] podría convertirme en un
aburrido padre de familia […]. Sé que no será así y que seguiré mi
vida bohemia hasta quién sabe cuándo, para ir a aterrizar con mis
huesos pecadores a la Argentina, donde tengo que cumplir el deber
de abandonar la capa de caballero andante y tomar algún artefacto
de combate […].
De mi trabajo científico me duele hablar. Después de casi un año de
perder tiempo tuve que declararme impotente para hacer un
trabajo sobre determinación química de la histamina. Otro, sobre la
producción de anapilaxia por vía bucal mediante la ingestión de
alimentos con hialuronidasa, que tenía el mérito de ser original, no
lo he podido hacer pues a los fracasos me retiraron el apoyo
económico; creo que algo podría salir de allí. Otros dos de menor
importancia fueron acabados con resultados negativos y resolví no
publicarlos. Uno de electroferesis nunca lo pude desarrollar bien
por la falta de medios. Otro sobre la determinación de alguna
identidad de acción entre la histaminasa y la progesterona, se está
llevando a cabo y puede resultar algo. (Me aseguran que si los
resultados son positivos, consigo una beca para trabajar donde se
me dé la gana; yo no creo tanto.) He empezado a estudiar la
histoquímica de la histaminasa que es bastante complicada, como
complemento a otras investigaciones. Se me ha ofrecido un trabajo
como fisiólogo en la universidad, pero aquí es muchísimo más fácil
ofrecer que dar, y otro en un hospital como investigador en el
campo de la alergia. Eso solucionaría mis más apremiantes
problemas económicos y me permitiría acabar en México algún
otro trabajo que me permitiera la ansiada beca a Francia (Ud.
maliciosamente, sospechará que no es para estudiar precisamente
que la pido [...] tiene razón).
De la situación política no puedo hablar yo, le toca a Ud. darme un
panorama aunque sea general como el de la otra carta, con el que
coincidí en todo. De Ud. habría que hablar largo y tendido, y
preguntarle cuándo se va a curar de su morriña perenne; no me
diga que es un producto de las circunstancias, porque no es cierto,
y tampoco que es constitucional en Ud. De todas maneras, hoy no
me siento con fuerzas para intentar una catequización a distancia
[...]. Reciba un estrecho abrazo de su siempre amigo, y coraje, no se
abandone [...].
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a los padres desde la Cárcel de Gobernación de
México (6 de julio de 1956).
Queridos viejos:
Recibí tu carta (papá) aquí en mi nueva y delicada mansión de
Miguel Schultz, junto con la visita de Petit que me informó de los
temores de ustedes. Para que tengas una idea historiaré el caso.
Hace un tiempo, bastante tiempo ya, un joven líder cubano me
invitó a ingresar a su movimiento, movimiento que era de
liberación armada de su tierra, y yo, por supuesto, acepté.
Dedicado a la ocupación de preparar físicamente a la muchachada
que algún día debe poner los pies en Cuba, pasé los últimos meses
manteniéndolos con la mentira de mi cargo de profesor. El 21 de
junio (cuando hacía un mes que faltaba a mi casa en México pues
estaba en un rancho de las afueras) cayó preso Fidel con un grupo
de compañeros y en la casa figuraba la dirección donde estábamos
nosotros, de manera que caímos todos en la redada. Yo tenía mis
documentos que me acreditaban como estudiante de ruso, lo que
fue suficiente para que se me considerara eslabón importante en la
organización, y las agencias de noticias amigas de papá empezaron
a bramar por todo el mundo.
Eso es una síntesis de los acontecimientos pasados; los futuros se
dividen en dos: los mediatos y los inmediatos. De los mediatos, les
diré, mi futuro está ligado a la revolución cubana. O triunfo con
ésta o muero allá. (Ésta es la explicación de una carta algo
enigmática y romántica que mandé a la Argentina hace algún
tiempo) Del futuro inmediato tengo poco que decir porque no sé
qué será de mí. Estoy a disposición del juez y será fácil que me
deporten a la Argentina a menos que consiga asilo en un país
intermedio, cosa que estimo sería conveniente para mi salud
política.
De todas maneras tengo que salir al nuevo destino, quede en esta
cárcel o salga libre. Hilda retornará al Perú, que ya tiene nuevo
gobierno y ha dado amnistía política.
Por motivos obvios disminuirá mi correspondencia, además, la
policía mexicana tiene la agradable costumbre de secuestrar las
cartas, de modo que no escriban sino cosas de la casa, banales. A
Beatriz les das un beso, le explicás por qué no escribo y le dicen que
no se preocupe en mandar diarios por ahora.
Estamos en vísperas de declarar una huelga de hambre indefinida
por las detenciones injustificadas y las torturas a que fueron
sometidos algunos de mis compañeros. La moral de todo el grupo
es alta.
Por ahora sigan escribiendo a casa.Si por cualquier causa que no
creo puedo escribir más y luego me toca las de perder consideren
estas líneas como de despedida, no muy grandilocuente, pero
sincera.
Por la vida he pasado buscando mi verdad a los tropezones y ya en
el camino y con una hija que me perpetúa he cerrado el ciclo.
Desde ahora no consideraría mi muerte una frustración, apenas
como Hikmet: “Sólo llevaré a la tumba la pesadumbre de un canto
inconcluso.”
Los besa a todos.
Ernesto
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a la madre desde México (15 de julio de 1956).
Vieja:
He recibido tu carta, pasabas por el tamiz de una morriña más o
menos grande por lo que se ve. Tiene muchos aciertos y muchas
cosas que no te conocía.
No soy Cristo y filántropo, vieja, soy todo lo contrario de un Cristo,
y la filantropía me parece cosa de... (ilegible), por las cosas que
creo, lucho con toda las armas a mi alcance y trato de dejar tendido
al otro, en vez de dejarme clavar en una cruz o en cualquier otro
lugar. Con respecto a la huelga de hambre estás totalmente
equivocada: dos veces la comenzamos, a la primera soltaron a 21
de los 24 detenidos, a la segunda anunciaron que soltarían a Fidel
Castro, el jefe del Movimiento, eso sería mañana, de producirse
como lo anunciaron quedaríamos en la cárcel sólo dos personas. No
quiero que creas como insinúa Hilda que los dos que quedamos
somos los sacrificados, somos simplemente los que no tienen los
papeles en condiciones y por eso no podemos valernos de los
recursos que usaron nuestros compañeros. Mis proyectos son los
de salir al país más cercano que me dé asilo, cosa difícil dada la
fama interamericana que me han colgado, y allí estar listo para
cuando mis servicios sean necesarios. Vuelvo a decirles que es fácil
que no pueda escribir en un tiempo más o menos largo.
Lo que verdaderamente me aterra es tu falta de comprensión de
todo esto y tus consejos sobre la moderación, el egoísmo, etc., es
decir las cualidades más execrables que pueda tener un individuo.
No sólo no soy moderado sino que trataré de no serlo nunca, y
cuando reconozca en mí que la llama sagrada ha dejado lugar a una
tímida lucecita votiva, lo menos que pudiera hacer es ponerme a
vomitar sobre mi propia mierda. En cuanto a tu llamado al
moderado egoísmo, es decir, al individualismo ramplón y miedoso,
a las virtudes de X.X. debo decirte que hice mucho por liquidarlo,
no precisamente a ese tipo desconocido, menguado, sino al otro,
bohemio, despreocupado del vecino y con el sentimiento de
autosuficiencia por la conciencia equivocada o no de mi propia
fortaleza. En estos días de cárcel y en los anteriores de
entrenamiento me identifiqué totalmente con los compañeros de
causa. Me acuerdo de una frase que un día me pareció imbécil o
por lo menos extraña, referente a la identificación tan total entre
todos los miembros de un cuerpo combatiente, que el concepto yo
había desaparecido totalmente para dar lugar al concepto nosotros.
Era una moral comunista y naturalmente puede parecer una
exageración doctrinaria, pero realmente era (y es lindo poder sentir
esa remoción de nosotros.
(Las manchas no son lágrimas de sangre, sino jugo de tomate.)
Un profundo error tuyo es creer que de la moderación o el
«moderado egoísmo» es de donde salen inventos mayúsculos o
obras maestras de arte. Para toda obra grande se necesita pasión y
para la revolución se necesita pasión y audacia en grandes dosis,
cosas que tenemos como conjunto humano. Otra cosa rara que te
noto es la repetida cita de Tata Dios, espero que no vuelvas a tu
redil juvenil. También prevengo que la serie de S.O.S. que lanzaron
no sirve para nada: Petit se cagó, Lezica escurrió el bulto y le dio a
Hilda (que fue contra mis órdenes) un sermón sobre las
obligaciones del asilado político. Raúl Lynch se portó bien, desde
lejos, y Padilla Nervo dijo que eran ministerios distintos. Todos
podían ayudar pero a condición de que abjurara de mis ideales, no
creo de vos que prefieras un hijo vivo y Barrabás a un hijo muerto
en cualquier lugar cumpliendo con lo que él considere su deber. Las
tratativas de ayuda no hacen más que poner en aprietos a ellos y a
mí.
Pero tenés aciertos (por lo menos para mi manera de ver las cosas)
y el mayor de ellos es el asunto del cohete interplanetario; palabra
que me gustaría. Además es cierto que después de deshacer
entuertos en Cuba me iré a otro lado cualquiera y es cierto también
que encerrado en el cuadro de una oficina burocrática o en una
clínica de enfermedades alérgicas estaría jodido. Con todo, me
parece que ese dolor, dolor de madre que entra en la vejez y que
quiere a su hijo vivo, es lo respetable, lo que tengo obligación de
atender y lo que además tengo ganas de atender, y me gustaría
verte no sólo para consolarte, sino para consolarme de mis
esporádicas e inconfesables añoranzas.
Vieja, te besa y te promete su presencia si no hay novedad. Tu hijo,
el CHE
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a la madre desde México (agosto de 1956).
Esta carta también podría ser de los primeros días de septiembre.
Querida vieja:
Te escribo desde un punto cualquiera de la geografía de México,
donde estoy esperando que se solucionen las cosas. El aire de
libertad es, en realidad, el aire del clandestinaje, pero no importa,
da un matiz de película de misterio muy interesante.
Mi salud es muy buena y mi optimismo mejor. Con respecto a tus
apreciaciones sobre los libertadores veo que poco a poco, casi sin
querer, vas perdiendo confianza en ellos*.
El petróleo tampoco será argentino. Las bases que tanto temían
que Perón entregara, la entregaron éstos; o por lo menos harán
una concesión similar. La libertad de expresión ya es un mito, sólo
que cambió de mito, antes era el peronista, ahora es el libertador,
los diarios que jodan a la calle [parece decir así]. Antes de las
elecciones generales habrán ilegalizado al partido comunista y
tratarán por todos los medios de neutralizar a Frondizi, que es lo
mejor a que puede aspirar la Argentina. En fin, vieja, el panorama
que veo desde aquí es desolador para el pobre movimiento obrero
argentino, es decir para la mayoría de la población.
Bueno, tengo poco tiempo para escribir y no tengo ganas de
gastarlo en esos temas. Aunque, en realidad, de mi vida propia
tengo poco que contar ya que me la paso haciendo ejercicio y
leyendo. Creo que después de estas saldré hecho un tanque en
cuestiones económicas aunque me haya olvidado de tomar el pulso
y auscultar (esto nunca lo hice bien). Mi camino parece diferir
paulatina y firmemente de la medicina clínica, pero nunca se aleja
tanto como para no echarme mis nostalgias de hospital. Aquello
que les contaba del profesorado en Fisiología era mentira pero no
mucho. Era mentira porque yo nunca pensaba aceptarlo, pero
existía la proposición y muchas probabilidades de que me lo dieran,
pues estaba mi citación y todo. De todas maneras, ahora sí
pertenece al pasado. San Carlos** ha hecho una aplicada
adquisición.
Del futuro no puedo hablar nada. Escribí seguido y contáme cosas
de la familia que son muy refrescantes en estas latitudes.
Vieja, un gran beso de tu
hijo clandestino
* Se refiere a la denominada Revolución Libertadora, ocurrida en
Argentina.
** Se refiere a Carlos Marx.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000
Carta a su amiga Tita Infante desde México (octubre de
1956).
Aproximadamente
Querida Tita:
Hace tanto tiempo que no les escribo que ya he perdido esa
confianza de la comunicación habitual (estoy seguro que usted no
entenderá mucho de mi letra, le explicaré todo poco a poco).
Primero, mi indita tiene ya 9 meses, está bastante rica, tiene mucha
vida, etc.
Segundo y principal: Hace tiempo, unos muchachos cubanos,
revolucionarios, me invitaron a que ayudara al movimiento con mis
“conocimientos” médicos y yo acepté porque Ud. debe saber que
es el tipo de laburo que me place. Fui a un rancho en las montañas
a dirigir el entrenamiento físico, vacunar las huestes, etc., pero me
puse tan salado (cubanería) que la policía arreó con todos, y como
yo estaba chueco (mexicanada) en mis papeles me comí 2 meses de
cárcel, amén de que me robaron la máquina de escribir, entre otras
naderías, lo que provoca esta manuscrita misiva. Después cometió
Gobernación el grave error de creer en mi palabra de caballero y
me pusieron en libertad para que abandonara el país en 10 días. De
esto hace 3 meses y todavía estoy por aquí, aunque escondido y sin
horizonte en México. Sólo espero ver qué pasa con la Revolución; si
sale bien, voy para Cuba, si sale mal empezaré a buscar país adonde
sentar mis reales. Este puede dar un vuelco en mi vida, aunque ya
di tantos que no me asombra ni me conmueve mucho.
Por supuesto, todos los trabajos científicos se fueron al cuerno y
ahora soy sólo un asiduo lector de Carlitos y Federiquito*. Me
olvidé contarle que al detenerme me encontraron varios libritos de
ruso, amén de una tarjeta del Instituto de Intercambio Mexicano-
Ruso, donde estudiaba el idioma por problema de reflejos
condicionados.
Tal vez le interese saber que mi vida matrimonial está casi
totalmente rota y se rompe definitivamente el mes que viene, pues
mi mujer se va a Perú a ver a su familia, de la que está separada
desde hace 8 años. Hay cierto dejo amarguito en la ruptura, pues
fue una leal compañera y su conducta revolucionaria fue
irreprochable durante mis vacaciones forzadas, pero nuestra
discordia espiritual era muy grande y vivo con ese espíritu
anárquico que me hace soñar horizontes en cuanto tengo “la cruz
de tus brazos y la tierra de tu alma”**, como decía Pablito.
Me despido. No me escriba hasta la próxima que será con más
noticias, por lo menos con domicilio fijo.
Reciba el siempre cariñoso abrazo de su amigo
Ernesto.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
Carta a la madre desde México (noviembre de 1956).
México 15
Querida vieja:
Todavía en tierras mexicanas contesto tus cartas anteriores. Pocas
novedades puedo darte de mi vida, pues por ahora sólo hago un
poco de gimnasia, leo una barbaridad, particularmente de lo que ya
te imaginás, y veo a Hilda algunos fines de semana.
He renunciado a que mi caso se solucione por vías legales, de modo
que mi permanencia en México será transitoria, de todas maneras
Hilda se va con la chiquita a pasar el fin de año con la familia. Allá
estará un mes y después se verá lo que hace. Mi ambición a largo
plazo es conocer Europa y si es posible vivir allí, pero es cada vez
más difícil que suceda esto último. Cuando a uno lo toma la
enfermedad que yo tengo parece que se va exacerbando y no lo
suelta sino en la tumba.
Tenía preparado un proyecto de vida con diez años de vagabundeo,
años posteriores de estudio de medicina, y después, si quedaba
tiempo, internarme en la gran aventura de la física.
Todo aquello es pasado; lo único que está claro es que los diez años
de vagabundeo tienen visos de ser más (salvo que circunstancias
imprevistas supriman todo vagabundeo), pero ya será de un tipo
totalmente diferente al que soñé y cuando llegue a un nuevo país
no será para recorrer tierras, ver museos y ruinas, sino además
(porque aquello siempre me interesa) para unirme a la lucha del
pueblo.
He leído la última información que llega de la Argentina sobre la
negativa de dar personería jurídica a 3 nuevos partidos y al despojo
de la que tenía el P.C. No por esperada esta medida es menos
sintomática de todo lo que está ocurriendo en la Argentina de un
tiempo a esta parte. Todos sus actos tienen una tendencia tan clara
-favorecer a una casta y a una clase- que no puede haber
equivocación o confusión. Esa clase es la de de los terratenientes
criollos aliados con los inversores extranjeros, como siempre.
Si te digo estas cosas más o menos duras es por el “porque te
quiero te aporreo”. Ahora va un abrazo, uno de los últimos desde
tierras mexicanas, y en tren de hacer admoniciones, una final: la
madre de los Maceo se lamentaba de no tener más hijos para
ofrecer a Cuba. Yo no te pido tanto, simplemente que mi precio o el
precio de verme no sea algo que esté contra tus convicciones o que
te haga arrepentir algún día.
Chau.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Aquí va un soldado de América,
Plaza Janes, España, 2000.
D e l G u e r r i l l e r o
A los padres desde la Sierra Maestra (diciembre de 1956).
Diciembre de 1956
Queridos viejos:
Estoy perfectamente, gasté solo 2 y me quedan cinco.
Sigo trabajando en lo mismo, las noticias son esporádicas y lo
seguirán siendo, pero confíen en que Dios sea argentino.
Un gran abrazo a todos,
Teté.
Carta a Hilda Gadea desde la Sierra Maestra (28 de enero
de 1957).
28 de enero de 1957
Querida vieja:
Aquí, desde la manigua cubana, vivo y sediento de sangre escribo
estas encendidas líneas martianas. Como si realmente fuera un
soldado (sucio y harapiento estoy, por lo menos), escribo sobre un
plato de campaña con el fusil a mi lado y un nuevo aditamento
entre los labios: un tabaco. La cosa fue dura. Como sabrás, después
de siete días de estar hacinados como sardinas en el ya famoso
Granma, desembarcamos en un manglar infecto, por culpa de los
prácticos, y siguieron nuestras desventuras hasta ser sorprendidos
en la también célebre Alegría y desbandados como palomas. Me
hirieron en el cuello y quedé vivo nada más que por mi suerte
gatuna, pues una bala de ametralladora dio en una caja de balas
que llevaba en el pecho y el rebote me dio en el cuello. Caminé
unos días por el monte creyéndome mal herido, pues el golpe de la
bala me había dejado un buen dolor en el pecho. De los muchachos
que conociste allí, sólo fue muerto Jimmy Hirtzel, asesinado por
entregarse. Nosotros, en un grupo en que estaban Almeida y
Ramirito, de los que conocimos, pasamos siete días de hambre y
sed terribles hasta burlar el cerco, y con ayuda de los campesinos
volvimos a agruparnos con Fidel. (Uno de los que se da por muerto
sin confirmación es el pobre Ñico). Después de arduos problemas
nos reorganizamos, nos armamos y atacamos un cuartel matando
cinco soldados, hiriendo otros y haciendo algunos prisioneros. El
ejército, que nos daba por disgregados, se llevó la mayúscula
sorpresa, aumentó la suspensión de garantías a toda la república y
por cuarenta y cinco días más nos echó encima tropa escogida; se la
volvimos a disgregar y esta vez le costó tres muertos y dos heridos.
Los muertos quedaron en el monte. Al poco tiempo, capturamos
tres guardias quitándoles las armas. Si a todo esto se agrega que
nosotros no tuvimos ninguna baja y el monte es nuestro, te podrás
dar idea de la desmoralización del ejército, que nos ve escurrir
como jabón entre sus manos, cuando nos cree en el buche.
Naturalmente, la pelea no está totalmente ganada, falta mucha
batalla, pero ya se inclina a nuestro favor: cada vez lo será más.
Ahora, hablando de ustedes, quiero saber si estás todavía en la casa
a donde escribo y cómo están todos, particularmente el “pétalo
más profundo del amor”. A ella me le das el abrazo y beso más
fuerte que pueda competir con su armadura ósea. A los demás un
abrazo y recuerdos. Con la precipitada salida dejé las cosas en casa
de Pocho, entre ellas están las fotos tuyas y de la chiquita. Cuando
escribas, mandámelas. Podés escribir a la casa de mi tío, a nombre
del Patojo. Las cartas tardarán un poco, pero llegarán, creo.
Recibe un abrazo de
Chancho
Carta a los padres desde la Sierra Maestra (febrero de
1957).
Febrero de 1957
(Esta carta también podría ser de los primeros días de marzo.)
Queridos viejos:
Después de tanto tiempo aprovecho una coyuntura favorable para
darles noticias mías.
Lo que más siento es que no puedo recibir de ustedes ni una triste
nota contando cómo van las cosas.
Yo creía en el primer momento que el negocio fracasaba y la
solución fuera rápida, pero después el patrón estabilizó las cosas y
las empezó a enderezar, ahora parece que me dará vacaciones
dentro de algunos meses cuando cristalice el negocio y pueda pagar
toda la bodega.
Me estoy poniendo muy entendido en el negocio y creo que podré
hacer carrera con ayuda del patrón, que es muy buena gente. De mi
situación personal no puedo contar nada de interés, pues no
conocen mis nuevas amistades. Lo que sí les puedo contar es que
conservo el gusto por las excursiones y siempre que puedo salgo
con un grupo de amigos.
Estoy esperando que el negocio salga redondo para invitarles a
pasear a esta isla maravillosa. Además, les comunico que estoy de
novio con la señorita Norma Llopis Sánchez, a cuyo domicilio Mazó
Veintiséis Manzanillo Oriente, pueden escribirme con toda
confianza hasta que tenga casa propia.
Un fuerte abrazo para todos de
Teté.
Fuente: Guevara Lynch, Ernesto: Mi hijo el Che, Plaza Janes,
España, 2000.
Carta a Fidel desde la Sierra Maestra (9 de diciembre de
1957).
9 de diciembre de 1957
Comandante:
Tomamos cumplida venganza de la pérdida del Hombrito, matando
en el Alto de Conrado por lo menos a tres guardias. La victoria no
fue gratis, pues no pudimos tomar ningún arma y se perdió un fúsil.
Alejandro Oñate fue herido en un hombro y a mí me dieron una
bala de M-1 en la garganta del pie, que quedó allí y me impide
totalmente caminar por ahora. Ramiro se hizo cargo de la columna
y va con la mayor parte de la gente hacia el lugar que te indicará el
portador. Conviene un rápido auxilio en 30.06 y 45 automática. Yo
me quedo en seguridad con una emboscada amparada. Siento
mucho haber desoído tus consejos, pero la moral de la gente
estaba bastante caída como resultado del ajetreo infructuoso a que
fue sometida y consideré necesaria mi presencia en primera línea
de fuego. Con todo, me cuidé bastante y la herida fue casual.
El sube que le hemos dado ha sido notable, puede calcularse en
doce bajas definitivas entre muertos y prisioneros, sin contar los
heridos. El resultado ha sido pobre en cuanto a adquisición de
armamentos.
La situación está en calma y no hay noticias de otras tropas en los
alrededores, salvo una pequeña guarnición en Mar Verde, cuyo
ataque no me atrevo a ordenar por la escasez de parque. Te
adjunto las proclamas producto del “genio” de Capote, cuya
distribución he ordenado en grande dentro de nuestras
posibilidades.
Se despide fraternalmente,
CHE
Sierra Maestra, diciembre 9 de 1957.
Carta a Fidel desde la Sierra Maestra (6 de enero de 1958)
6 de enero de 1958
Fidel:
Recibí la carta a Prío y ya la están imprimiendo. De su contenido,
me parece que es un documento de la categoría, por lo menos, del
de Montecristi y con toda seguridad será un prototipo histórico.
Hoy quizás provoque algunas retracciones sobre todo en algunas
altas esferas industriales, pero, ya lo decía Lenin, la política de
principios es la mejor política. El resultado final será magnífico.
Es fantástico que ya podamos ir a Manzanillo. Yo de hecho tengo
una columnita al mando de Israel operando allí donde me dijiste.
No tengo noticias directas pero las que me llegan de trasmano
indican que tomó con siete soldados y los soltó luego. Según
algunos, tiene ya ochenta hombres. Pienso hacerlo capitán, ponerle
un maestro para que aprenda a leer y bajarlo a algún lugar.
Sobre la tropa mía ya te habrá hablado Ramiro. Camilo está hecho
un león en todo y es mi confianza actual. Para acabar, quiero
repetirte la felicitación por el documento. Te dije que siempre
tendrás el mérito de haber demostrado la posibilidad de lucha
armada apoyada por el pueblo, en América. Ahora vas por el
camino más grande de ser uno de los dos o tres de América que
llegarán al poder por una lucha armada multitudinaria.
Te saluda
CHE
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Camilo (2 de abril de 1958).
2 de abril de 1958
Camilo:
No vayas a gastar las balas en combates sin importancia. Aquí la
cosa estuvo buena, pues Vilo y la gente se fajaron como 5 horas. No
pasó nada, fuera de las cosas que quemaron; quizás le hiciéramos
un muerto.
Organiza toda la gente y averigua cuántas caballerías y cuántas
cabezas de ganado tiene La Candelaria; trata de mandarme a
Vitorino para que converse conmigo.
Manténme informado de todo. Comunícate con [ ].
Al Chivo le das las instrucciones para que opere por la zona
Bayamo-Veguitas. (Por ese lado y no por otro.) Y le dices que la
gente la mandaré en cuanto llegue.
CHE.
Te mando unas cartas. Al Chivo que el paquete es de él.
Carta a Camilo (3 de abril de 1958).
3 de abril de 1958
Camilo:
Te mando unas 800 balas. Con Mendoza irán más. Te las mando de
refuerzo pues llegó un camión cargado de armas (avión no camión).
Vino una gran cantidad de balas pero no me mandaron muchas a
mí. El avión fue incendiado para evitar su identificación pues no
pudo despegar. Llegaron 50 proyectiles de mortero.
Mándame decir todo lo que hagas y qué resultó de tu entrevista
con Hemcin, además, cómo va la cosa por allí, pues desde aquí no
se puede saber nada. Recuerda lo fundamental que es impedir el
tránsito por la carretera central.
CHE.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Camilo (5 de abril de 1958).
5 de abril de 1958
Camilo:
Es muy importante que me mandes noticias de todo lo que sepas y
hayas hecho, no sólo desde el punto de vista militar sino también
con respecto a la paralización del transporte y la huelga general,
pues estoy sin noticias de ninguna clase.
Te mando a Mendoza y los escopeteros de Oscar. Te dije también
que me consiguieras a Victorino Pérez que formó su guerrilla por
ahí para hablar con él. Infórmame de la actitud de Hernán y de la
cooperación que se pueden prestar mutuamente.
Suerte. No vayas a darle la mala a Cristino con su M-1. Ya solucioné
el asunto de Mendoza y lo puedes dejar allí.
Van 800 balas más. Si crees que pueda servir en el Dorado,
devuélvele el Garand a Alcibiades que yo se lo di.
CHE
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Camilo (12 de abril de 1958).
12 de abril de 1958
Pobre diablo:
Recibí tus noticias cuando me disponía a salir de tu región a meter
en un zapato al [ ] .Tengo autorización del gigante para ello. No
vayas a Camaguey todavía. Te diré que pensaba proponerle, si
fracasaba la huelga, organizar una columna invasora de 20 hombres
y dejarte varado en la zona, pero como te anticipaste por escrito, le
propondré que sean 2 columnitas con sus correspondientes
comandantes.
Por la zona puedes hacer lo que te venga en gana, pero no te
arriesgues mucho para ver el final de la fiesta que me parece está
próximo.
Además te mando este pequeño recuerdo de una noche en la
Otilia.
He aprendido en libros viejos
donde tratan del destino
que no se llega muy lejos
si yo voy detrás,
cretino.
M.I.O.
Te alcanzo pronto, prepara tabacos, besitos a todos.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Camilo (7 de septiembre de 1958).
7 de septiembre de 1958
Camilo:
Estoy en casa de tu tocayo Camilo López, cerca de allí, y salgo esta
tarde para la arrocera. Esta ya debe estar tomada a estas horas
porque pensaba tirarme el lance de coger camiones allí, aunque
ahora me dicen que no hay jeeps, ni nada en la arrocera y hay 400
guardias en Jobaba.
Probablemente bolas; pero hay que coordinar acciones. Mándame
decir tu rumbo o ten prevenida a la gente para no fajarnos en caso
de topar como dicen que haremos.
CHE
A las 4 sale el primero para la arrocera.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Camilo (19 de octubre de 1958).
19 de octubre de 1958
Camilo:
De la nota anterior sólo hay que cambiar las acciones sobre Morón
que parece estar muy lejos para nuestras posibilidades.
Te adjunto la nota de Fidel, que leí, y 2,000 té, café 1,000.
No me adhiero al saludo porque me toca mi poquito.
Haz lo que puedas hasta que converse con esta gente y te mande
una impresión general de la situación y quédate.
Nuevo abrazo,
CHE.
Adicional
Hasta que establezca un mando único que decidiré en la zona ve
formando una comisión encargada del aprovisionamiento y
distribución equitativa de las vituallas. Manda de una vez la cámara.
Abrazos.
Ramiro.
CHE
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara
Carta a Faure Chomón (25 de octubre de 1958).
25 de octubre de 1958
Faure (o cualquier responsable):
Estoy esperando noticias. Espero que no les haya pasado nada con
el bombardeo de hoy. Aquí vinieron diciendo que Juanito estaba
rodeado; digan si es posible eso y si necesitan ayuda. Necesitaría
información de la situación en el punto que nos interesa y en caso
que ustedes no puedan hacer el trabajo, vean si me pueden facilitar
un par de prácticos.
Saludos.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Sierra (3 de noviembre de 1958)
3 de noviembre de 1958
Estimado Sierra:
Acabo de recibir tu carta con profunda sorpresa, pues me doy
cuenta que no es lo mismo lo que se discute aquí y aquí se aprueba,
y el tamiz del Llano. Me pones en la posdata que Diego está de
acuerdo contigo y aquí estaba de acuerdo conmigo. Será que Diego
no tiene palabra, o simplemente, no tiene opinión sobre problemas
fundamentales de la Revolución.
Dices que ni el mismo Fidel hizo eso cuando no tenía qué comer. Es
verdad; pero cuando no tenía qué comer tampoco tenía fuerzas
para hacer un acto de esa naturaleza.
Cuando pedimos ayuda a las clases que podrían sufrir en sus
intereses por el asalto, nos respondieron con evasivas para,
finalmente, traicionarnos; como ocurrió con los arroceros en la
reciente ofensiva.
Según quien me trae la carta, las direcciones de los pueblos
amenazan con renunciar. Estoy de acuerdo con que lo hagan. Más
aún, lo exijo ahora, pues no se puede permitir un boicot deliberado
a una medida tan beneficiosa para los intereses de la Revolución
como es esa.
Me veo en la triste necesidad de recordarte que he sido nombrado
Comandante en Jefe, precisamente para dar una unidad de mando
al Movimiento y hacer las cosas mejor.
Por los timoratos, no se pudo realizar el ataque a Fomento como lo
habíamos planeado. A la hora de los tiros, había un número ridículo
de cocteles; no había un miliciano para realizar las tareas a ellos
encomendadas y salieron con que no era la hora indicada. Renuncie
o no renuncie, yo barreré, con la autoridad de que estoy investido,
con toda la gente floja de los pueblos aledaños a la Sierra. No pensé
que vendría a ser boicoteado por mis propios compañeros. Ahora
me doy cuenta que el viejo antagonismo que creíamos superado,
resurge con la palabra "llano", y los jefes divorciados de la masa del
pueblo, opinan sobre las reacciones de este.
Te podría preguntar: ¿por qué ningún guajiro ha encontrado mal
nuestra tesis de que la tierra es para quien la trabaja, y sí los
terratenientes? Y si eso no tiene relación con que la masa
combatiente esté de acuerdo con el asalto a los bancos cuando
ninguno tiene un centavo en ellos. ¿No te pusiste nunca a pensar
en las raíces económicas de ese respeto a la más arbitraria de las
instituciones financieras?
Los que hacen su dinero prestando el dinero ajeno y especulando
con él, no tienen derecho a consideraciones especiales. La suma
miserable que ofrecen es lo que ganan en un día de explotación,
mientras este sufrido pueblo se desangra en la Sierra y el Llano, y
sufre diariamente la traición de sus falsos conductores.
Me adviertes con la responsabilidad total de la destrucción de la
organización. Acepto
esa responsabilidad revolucionariamente y estoy dispuesto a rendir
cuentas de mi conducta ante cualquier tribunal revolucionario, en
el momento que lo disponga la Dirección Nacional del Movimiento.
Daré cuenta del último centavo que se confiera a los combatientes
de la Sierra, que estos lograrán por cualquier medio. Pero pediré
cuenta de cada uno de los 50,000 pesos que anuncias, pues te
comunico que por resolución de Fidel, en carta que te mostraré
cuando subas, la tesorería del Frente del Escambray, debe estar
aquí.
Me pides un recibo con mi firma, cosa que no acostumbramos a
hacer entre compañeros. Soy absolutamente responsable de mis
actos y mi palabra vale más que todas las firmas del mundo. Si exijo
firmas a alguien, es porque no estoy convencido de su honestidad.
No se me hubiera ocurrido pedírtela a ti sobre nada, aunque le
exigiría cien a Gutiérrez Menoyo.
Acabo con un saludo revolucionario y te espero junto con Diego,
CHE.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara
Carta a Faure Chomón (7 de noviembre de 1958).
7 de noviembre de 1958
Sr. Secretario General del Directorio Revolucionario.
Compañero Faure Chaumón.
Estimado Compañero:
Me dirijo a Ud. con el objeto de informarle de los últimos
acontecimientos ocurridos en el seno de esta Sierra Escambray.
Las dificultades surgidas entre nosotros y la organización
denominada Segundo Frente del Escambray fueron haciendo crisis
luego del llamamiento de nuestro Jefe máximo Dr. Fidel Castro
hasta culminar en una franca agresión cometida contra uno de mis
capitanes situado en la zona de San Blas. Esa delicada situación
hace imposible el llegar a un acuerdo con la citada organización.
En nuestra pasada entrevista no pude hacer ofrecimientos
concretos debido a la negativa franca por parte de Uds. a conversar
siquiera con miembros del Segundo Frente, lo que estaba en
contradicción con las instrucciones unionistas que traía de la Sierra
Maestra. Considero que en el momento actual el Movimiento 26 de
Julio tampoco puede hablar en plano fraterno con esa institución lo
que abre la vía para que efectuemos nosotros conversaciones
concretas sobre todos los puntos de intereses de nuestras
respectivas organizaciones.
En conversaciones oficiales sostenidas con miembros del Partido
Socialista Popular estos se han mostrado en una postura
francamente unionista y puesto a disposición de esa unidad su
organización en el llano y sus guerrillas del frente de Yaguajay.
Puedo ir a conferenciar donde a Ud. le parezca más conveniente
pero, si por motivos de acciones militares, no se puede hacer
contacto directo conmigo, está autorizado para efectuar esta
conferencia el comandante Ramiro Valdés, segundo Jefe Militar de
esta zona por el Movimiento 26 de Julio.
Aprovecho la oportunidad para informarle que el compañero
Pompilio Viciedo ha reiterado su disposición de someterse a juicio
antes de abandonar nuestras filas, razón por la cual quedará
detenido en este campamento hasta el total esclarecimiento de los
hechos agradeciéndoles toda declaración que pudieran hacer
testigos presenciales o conocedores ocasionales del hecho y la
comparecencia de todos ellos al juicio que se celebrará cuando se
hayan reunido los dispersos elementos de prueba.
Reciba el saludo revolucionario.
CHE
Comandante en Jefe de la región de Las Villas por el Movimiento 26
de Julio.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Faure Chomón (diciembre de 1958).
Diciembre de 1958
1.00 p. m.
Faure:
Fuimos cercando el pueblo durante la noche. Ahora tenemos
dominada una posición en la que se rindieron 9 guardias. Hay dos
posiciones más que están cercadas y el cuartel también. El camino
de Nazareno está bien custodiado. Si Uds. los detienen en Báez se
tendrán que rendir.
Te saluda
CHE.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara
E n l a R e v o l u c i ó n
Carta a Luis Paredes López (5 de febrero de 1959).
5 de febrero de 1959
Luis Paredes López
José María Paz,
Pabellón N° 8, piso N° 9
Depto. 93, Villa Celina,
Buenos Aires.
Estimado amigo:
Me alegra mucho recibir cartas de personas que se interesan por la
actualidad americana.
De toda su exposición le diré que capta mi atención especialmente
el tema a que usted se refiere sobre los fusilamientos. Creo que
está en un error completo. Los fusilamientos son, no tan sólo una
necesidad del pueblo de Cuba, sino también una imposición de este
pueblo.
Quisiera que usted se informara por prensa que no fuera
tendenciosa para poder apreciar en toda su magnitud el problema
que entraña.
Reciba un afectuoso abrazo de su siempre amigo.
Dr. Ernesto (Che) Guevara,
Cmdte. En Jefe Depto, Mtar.
La Cabaña.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta al Sr. Juan Hehong Quintana (5 de febrero de 1959).
5 de febrero de 1959
Sr. Juan Hehong Quintana
Estimado amigo:
Agradezco su gesto. Siempre es bueno que la juventud esté
dispuesta a sacrificarse por causas tan nobles como darle la libertad
a Santo Domingo, pero estimo que en este momento nuestro
puesto de lucha está aquí, en Cuba, donde hay enormes
dificultades que vencer.
Dedíquese por ahora a trabajar entusiásticamente por nuestra
Revolución, que será la mejor ayuda que podamos ofrecer al
pueblo dominicano, es decir, el ejemplo de nuestro triunfo
completo.
Reciba un saludo de,
Dr. Ernesto (Che) Guevara
Cmdte. en Jefe Depto. Mtar.
La Cabaña.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Carlos Franqui, director del periódico Revolución
(10 de marzo de 1959).
10 de marzo de 1959
Comp. Carlos Franqui
Director del Periódico Revolución.
Compañero Franqui:
Vi en la revista Carteles, en la sección "Tras la noticia", que escribe
Antonio Llano Montes, una nota que me ha interesado, por insinuar
algo sobre mi postura revolucionaria, tras la siguiente frase,
aparentemente inofensiva: "El comandante Guevara fijó su
residencia en Tarará".
No analizaré aquí quién es el señor periodista ni daré noticias sobre
lo que él tiene en los archivos a mi custodia encomendados, no está
en mi intención hacer acusaciones o contraacusaciones, me debo a
la opinión pública y a quienes han confiado en mí como
revolucionario.
Le aclaro a los lectores de Revolución que estoy enfermo, que mi
enfermedad no la contraje en garitos ni trasnochando en cabarets,
sino trabajando más de lo que mi organismo podía resistir para la
Revolución.
Los médicos me recomendaron una casa en un lugar apartado de
las diarias visitas y Recuperación de Bienes me prestó esta que
habitaré en la referida playa hasta que los colegas que me atienden
me den de alta; debí ocupar una casa de personeros del antiguo
régimen porque mi sueldo de $125.00 como oficial del Ejército
Rebelde no me permite alquilar una con suficiente amplitud para
albergar a la gente que me acompaña.
El hecho de ser una casa de un antiguo batistiano hace que sea
lujosa; elegí la más sencilla, pero de todas maneras es un insulto a
la sensibilidad popular. Prometo al señor Llano Montes y sobre
todo al pueblo de Cuba que la abandonaré cuando esté repuesto.
Te agradeceré la publicación de estas líneas para mejor ilustración
de nuestro pueblo, sobre la actuación de quienes hemos contraído
una responsabilidad con él.
CHE.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara
Carta a Dr. Miguel Ángel Quevedo, director de la revista
Bohemia (23 de mayo de 1959).
La Habana, 23 de mayo de 1959.
Dr. Miguel Ángel Quevedo,
Director de la revista Bohemia
Ciudad
De mi consideración:
Esperando de su tradicional espíritu democrático, el respeto a las
normas de libertad de prensa, le remito estas líneas de
contestación al miserable gánster internacional que tiene el
pomposo título de redactor de la página latinoamericana de la
revista Bohemia.
No es mi intención defenderme de las falaces imputaciones y de la
insidiosa puntualización de mi nacionalidad argentina; soy
argentino y nunca renegaré de mi Patria de origen (si me perdona
el atrevimiento histórico por la comparación, tampoco Máximo
Gómez renunció a su Patria dominicana) pero me siento cubano,
independientemente de las leyes que lo certifiquen o no, porque
como cubano compartí los sacrificios de este pueblo en las horas de
la lucha armada y comparto hoy sus esperanzas en la hora de las
realizaciones. No soy comunista tampoco (si lo fuera, lo afirmaría a
los cuatro vientos, como afirmo mi condición de luchador por las
causas populares y reafirmo mi esperanza de que las armas del
propio pueblo de cada país oprimido limpien de dictadorzuelos el
panorama americano). Sucede que los amos de Jules Dubois, la
United Fruti y otras compañías, fruteras, mineras, ganaderas,
telefónicas o eléctricas, explotadoras del pueblo en una palabra,
han ordenado desatar la clásica cortina de las mentiras asalariadas.
Que no se engañen los esclavos ni los amos: la palabra de Fidel
Castro fue terminante, “si nos agraden le damos armas hasta al
gato”. Es obvio, Sr. Dubois, que para darles armas al gato hay que
enseñarlas a usar y no creo que encontrará usted o los otros
esclavos que puedan venir a estas tierras un hato de corderos
atemorizados; encontrará un pueblo vibrante y unido dispuesto a la
lucha hasta más allá del último cartucho, como lo dijera nuestro
Primer Ministro en su última comparecencia ante la prensa.
Los hombres de la Revolución, por encima de las divergencias
tácticas que puedan existir en determinados momentos, están
firmemente unidos y no valdrán insidias ni amenazas para
separarlos en su único camino hacia la consecución de las grandes
metas del pueblo de Cuba: Reforma Agraria, Reforma Arancelaria,
Reforma Fiscal, cuya traducción es industrialización del país y su
consecuencia última: mejoramiento del nivel de vida del pueblo,
liberación nacional, dignidad internacional.
Reciba, Sr. Quevedo, las muestras de mi consideración, aunque no
pueda felicitarle por el chacal disfrazado de cordero que dejó
introducir en las páginas de su revista.
Ernesto Che Guevara
Comandante-Jefe del R.M.A.
Carta a Valentina González Bravo (25 de mayo de 1959).
25 de mayo de 1959
Srta. Valentina González Bravo
Narciso López No. 35
Morón, Camagüey.
Estimada Srta.:
Leí su carta en la cual me pide le dé facilidades para un
adoctrinamiento reglamentario del «26 de Julio» oficial.
Admiro su interés por superarse; la felicito por el esfuerzo que hace
y por los propósitos que la animan.
No creo que se pueda escribir bajo un adoctrinamiento
reglamentario y además no existe el 26 de Julio oficial; creo que
escribir es una forma de encarar problemas concretos y una
posición que por sensibilidad se adopta frente a la vida.
Continúe trabajando que el triunfo coronará sus esfuerzos; vencer
adversidades es, en la profesión que Ud. eligió uno de los mejores
medios para perfeccionarse.
Le saluda cordialmente.
Dr. Ernesto Che Guevara
Comandante Jefe del Departamento
Militar La Cabaña
Carta a la Sra. María Teresa Díaz de Dicon (1 de junio de
1959).
1 de junio de 1959
Sra. María Teresa Díaz de Dicon
Hotel Bouchard
Bouchard 487
Buenos Aires. Rep. Argentina.
Señora:
Recibí con mucho gusto su carta a la que hoy contesto.
Realmente dado la forma en que tenemos que afrontar las
necesidades de Cuba, no podemos negarle la participación a nadie
que nos ofrezca sus servicios que pueden ser de gran utilidad al
logro de la Revolución.
Así que no veo ningún inconveniente para que se traslade a esta a
donde será bien recibida, pero quiero aclararle que todo puesto se
gana por estricta oposición y Ud. tendrá que someterse a esta
norma.
Reciba un cordial saludo de
Dr. Ernesto Che Guevara
Comandante Jefe del Departamento
Militar de La Cabaña.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta al escritor Ernesto Sábato (12 de abril de 1960).
Sr. Ernesto Sábato
Santos Lugares
Argentina.
Estimado compatriota:
Hace ya quizás unos quince años, cuando conocí a un hijo suyo, que
ya debe estar cerca de los veinte, y a su mujer, por aquel lugar creo
que llamado “Cabalando”, en Carlos Paz, y después, cuando leí su
libro Uno y el universo, que me fascinó, no pensaba que fuera Ud. -
poseedor de lo que para mí era lo más sagrado del mundo, el título
de escritor- quien me pidiera con el andar del tiempo una
definición, una tarea de reencuentro, como Ud. llama, en base de
una autoridad abonada por algunos hechos y muchos fenómenos
subjetivos.
Fijaba estos relatos preliminares solamente para recordarle que
pertenezco, a pesar de todo, a la tierra donde nací y que aún soy
capaz de sentir profundamente todas sus alegrías, todas sus
desesperanzas y también sus decepciones.
Sería difícil explicarle por qué “esto” no es Revolución Libertadora;
quizás tendría que decirle que le vi las comillas a las palabras que
Ud. denuncia en los mismos días de iniciarse, y yo identifiqué
aquella palabra con lo mismo que había acontecido en una
Guatemala que acaba de abandonar, vencido y casi decepcionado.
Y, como yo, éramos todos los que tuvimos participación primera en
esta aventura extraña y los que fuimos profundizando nuestro
sentido revolucionario en contacto con las masas campesinas, en
una honda interrelación, durante dos años de luchas crueles y de
trabajos realmente grandes.
No podíamos ser “libertadora” porque no éramos parte de un
ejército plutocrático sino éramos un nuevo ejército popular,
levantado en armas para destruir al viejo; y no podíamos ser
“libertadora” porque nuestra bandera de combate no era una vaca
sino, en todo caso, un alambre de cerca latifundiaria destrozado
por un tractor, como es hoy la insignia de nuestro INRA. No
podíamos ser “libertadora” porque nuestras sirvienticas lloraron de
alegría el día que Batista se fue y entramos en La Habana y hoy
continúan dando datos de todas las manifestaciones y todas las
ingenuas conspiraciones de la gente “Country Club” que es la
misma gente “Country Club” que Ud. conociera allá y que fueran a
veces sus compañeros de odio contra el peronismo.
Aquí la forma de sumisión de la intelectualidad tomó un aspecto
mucho menos sutil que en la Argentina. Aquí la intelectualidad era
esclava a secas, no disfrazada de indiferente, como allá, y mucho
menos disfrazada de inteligente; era una esclavitud sencilla puesta
al servicio de una causa de oprobio, sin complicaciones;
vociferaban, simplemente. Pero todo esto es nada más que
literatura. Remitirlo a Ud., como lo hiciera Ud. conmigo, a un libro
sobre la ideología cubana, es remitirlo a un plazo de un año
adelante; hoy puedo mostrar apenas, como un intento de
teorización de esta Revolución, primer intento serio, quizás, pero
sumamente práctico, como son todas nuestras cosas de empíricos
inveterados, este libro sobre la Guerra de Guerrillas. Es casi como
un exponente pueril de que sé colocar una palabra detrás de otra;
no tiene la pretensión de explicar las grandes cosas que a Ud.
inquietan y quizás tampoco pudiera explicarlas ese segundo libro
que pienso publicar, si las circunstancias nacionales e
internacionales no me obligan nuevamente a empuñar un fusil
(tarea que desdeño como gobernante pero que me entusiasma
como hombre gozoso de la aventura). Anticipándole aquello que
puede venir o no (el libro), puedo decirle, tratando de sintetizar,
que esta Revolución es la más genuina creación de la
improvisación.
En la Sierra Maestra, un dirigente comunista que nos visitara,
admirado de tanta improvisación y de cómo se ajustaban todos los
resortes que funcionaban por su cuenta a una organización central,
decía que era el caos más perfectamente organizado del universo. Y
esta Revolución es así porque caminó mucho más rápido que su
ideología anterior. Al fin y al cabo Fidel Castro era un aspirante a
diputado por un partido burgués, tan burgués y tan respetable
como podía ser el partido radical en la Argentina; que seguía las
huellas de un líder desaparecido, Eduardo Chivás, de unas
características que pudiéramos hallar parecidas a las del mismo
Irigoyen; y nosotros, que lo seguíamos, éramos un grupo de
hombres con poca preparación política, solamente una carga de
buena voluntad y una ingénita honradez. Así vinimos gritando: “en
el año 56 seremos héroes o mártires”. Un poco antes habíamos
gritado o, mejor dicho, había gritado Fidel: “vergüenza contra
dinero”. Sintetizábamos en frases simples nuestra actitud simple
también.
La guerra nos revolucionó. No hay experiencia más profunda para
un revolucionario que el acto de la guerra; no el hecho aislado de
matar, ni el de portar un fusil o el de establecer una lucha de tal o
cual tipo, es el total del hecho guerrero, el saber que hombre
armado vale como unidad combatiente, y vale igual que cualquier
hombre armado, y puede ya no temerle a otros hombres armados.
Ir explicando nosotros, los dirigentes, a los campesinos indefensos
cómo podían tomar un fusil y demostrarle a esos soldados que un
campesino armado valía tanto como el mejor de ellos, e ir
aprendiendo cómo la fuerza de uno no vale nada si no está rodeada
de la fuerza de todos; e ir aprendiendo, asimismo, cómo las
consignas revolucionarias tienen que responder a palpitantes
anhelos del pueblo; e ir aprendiendo a conocer del pueblo sus
anhelos más hondos y convertirlos en banderas de agitación
política. Eso lo fuimos haciendo todos nosotros y comprendimos
que el ansia del campesino por la tierra era el más fuerte estímulo
de la lucha que se podría encontrar en Cuba. Fidel entendió muchas
cosas más; se desarrolló como el extraordinario conductor de
hombres que es hoy y como el gigantesco poder aglutinante de
nuestro pueblo. Porque Fidel, por sobre todas las cosas, es el
aglutinante por excelencia, el conductor indiscutido que suprime
todas las divergencias y destruye con su desaprobación. Utilizado
muchas veces, desafiado otras, por dinero o ambición, es temido
siempre por sus adversarios. Así nació esta Revolución, así se
fueron creando sus consignas y así se fue, poco a poco, teorizando
sobre hechos para crear una ideología que venía a la zaga de los
acontecimientos. Cuando nosotros lanzamos nuestra Ley de
Reforma Agraria en la Sierra Maestra, ya hacia tiempo se habían
hecho repartos de tierra en el mismo lugar. Después de
comprender en la práctica una serie de factores, expusimos nuestra
primera tímida ley, que no se aventuraba con lo más fundamental
como era la supresión de los latifundistas.
Nosotros no fuimos demasiado malos para la prensa continental
por dos causas: la primera, porque Fidel Castro es un extraordinario
político que no mostró sus intenciones más allá de ciertos límites y
supo conquistarse la admiración de reporteros de grandes
empresas que simpatizaban con él y utilizan el camino fácil en la
crónica de tipo sensacional; la otra, simplemente porque los
norteamericanos que son los grandes constructores de tests y de
raseros para medirlo todo, aplicaron uno de sus raseros, sacaron su
puntuación y lo encasillaron. Según sus hojas de testificación donde
decía: “nacionalizaremos los servicios públicos”, debía leerse:
“evitaremos que eso suceda si recibimos un razonable apoyo”;
donde decía: “liquidaremos el latifundio” debía leerse:
“utilizaremos el latifundio como una buena base para sacar dinero
para nuestra campaña política, o para nuestro bolsillo personal”, y
así sucesivamente. Nunca les pasó por la cabeza que lo que Fidel
Castro y nuestro Movimiento dijeran tan ingenua y drásticamente
fuera la verdad de lo que pensábamos hacer; constituimos para
ellos la gran estafa de este medio siglo, dijimos la verdad
aparentando tergiversarla. Eisenhower dice que traicionamos
nuestros principios, es parte de la verdad; traicionamos la imagen
que ellos se hicieron de nosotros, como en el cuento del pastorcito
mentiroso, pero al revés, tampoco se nos creyó. Así estamos ahora
hablando un lenguaje que es también nuevo, porque seguimos
caminando mucho más rápido que lo que podemos pensar y
estructurar nuestro pensamiento, estamos en un movimiento
continúo y la teoría va caminando muy lentamente, tan
lentamente, que después de escribir en los poquísimos este manual
que aquí le envío, encontré que para Cuba no sirve casi; para
nuestro país, en cambio, puede servir; solamente que hay que
usarlo con inteligencia, sin apresuramiento ni embelecos. Por eso
tengo miedo de tratar de describir la ideología del movimiento;
cuando fuera a publicarla, todo el mundo pensaría que es una obra
escrita muchos años antes.
Mientras se van agudizando las situaciones externas y la tensión
internacional aumenta, nuestra Revolución, por necesidad de
subsistencia, debe agudizarse y, cada vez que se agudiza la
Revolución, aumenta la tensión y debe agudizarse una vez más
ésta, es un círculo vicioso que parece indicado a ir estrechándose y
estrechándose cada vez más hasta romperse; veremos entonces
cómo salimos del atolladero. Lo que sí puedo asegurarle es que
este pueblo es fuerte, porque ha luchado y ha vencido y sabe el
valor de la victoria; conoce el sabor de las balas y de las bombas y
también el sabor de la opresión. Sabrá luchar con una entereza
ejemplar. Al mismo tiempo le aseguro que en aquel momento, a
pesar de que ahora hago algún tímido intento en tal sentido,
habremos teorizado muy poco y los acontecimientos deberemos
resolverlos con la agilidad que la vida guerrillera nos ha dado. Sé
que ese día su arma de intelectual honrado disparará hacia donde
está el enemigo, nuestro enemigo, y que podemos tenerlo allá,
presente y luchando con nosotros. Esta carta ha sido un poco larga
y no está exenta de esa pequeña cantidad de pose que a la gente
tan sencilla como nosotros le impone, sin embargo, el tratar de
demostrar ante un pensador que somos también eso que no
somos: pensadores. De todas maneras, estoy a su disposición.
Cordialmente,
Ernesto Che Guevara.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta al Sr. José Tiquet (17 de mayo de 1960).
17 de mayo de 1960
Publicaciones Continente S. A.
Paseo de la Reforma N° 95
México, D.F.
Estimado amigo:
Te ruego me perdones por la demora en contestarte. Esta no fue
por negligencia de mi parte, sino por falta de tiempo.
Mucho me agradaría poder costearte tu viaje a Cuba, pero no
cuento con recursos para ello. Mis ingresos se limitan a mi sueldo
como Comandante del Ejército Rebelde, el que de acuerdo con la
política de austeridad de nuestro Gobierno Revolucionario, es
solamente el necesario para proporcionarnos un nivel de vida
decoroso.
No ha sido ninguna molestia tu carta sino al contrario me ha sido
muy agradable.
Tuyo afectísimo,
Cmdte. Ernesto Che Guevara.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta al Sr. Gustavo Jiménez (30 de diciembre de 1960).
30 de diciembre de 1960
Sr. Gustavo Jiménez
Nayarit 73
México 7, D. F.
Mi estimado Gustavo:
A mi regreso de un viaje al extranjero en misión oficial del
Gobierno, hube de encontrarme con tu afectuosa carta
recordándome tiempos viejos, la que me fue muy agradable.
Mi vida se desenvuelve bien diferente a aquellos tiempos. Todo se
puede describir en una sola palabra: trabajo, trabajo y más trabajo.
La Revolución necesita de todos nuestros minutos. Si tuvieras
oportunidad de visitarnos podrías darte cuenta de nuestra labor.
Me casé hace ya más de un año con una cubana y el mes pasado
tuvimos una niña.
Hazle llegar mis saludos a tus padres.
Tuyo afectísimo.
Cmdte, Ernesto Che Guevara.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara
Carta al Sr. Robert Starkie (12 de junio de 1961).
12 de junio de 1961
Sr. Robert Starkie
Rocanmora Bros. Ltd.
35 Wingold
Toronto 19, Ontario.
Señor:
Contesto su carta de mayo 19 del corriente año, recibida hace unos
días.
Consideramos que hay dos aspectos de su ofrecimiento de
diferente interés para nosotros.
Ofrecen Uds. instalar fábricas para insecticidas en general, para uso
veterinario, para usos en agricultura, especiales para frutos,
fungicidas, fumigadoras para tierras, para productos almacenados.
Se puede decir que nos interesa la instalación en Cuba de todas
esas fábricas, pero en nuestro país se ha condenado la explotación
del hombre por el hombre y se ha eliminado las posibilidades de
establecer nuevas fábricas privadas de tal forma que no podemos
aceptar el establecimiento de fábricas dependientes de una
compañía extranjera.
Si a Uds. les interesa la venta de maquinarias con un contrato de
suministro a largo plazo de las materias primas que nosotros no
podamos conseguir aquí, con una fórmula de pago aceptable para
el país, que carece en estos momentos de divisas convertibles,
estaríamos muy interesados en discusiones al respecto.
Lo saluda atentamente,
Comandante Ernesto Che Guevara.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Carlos Franqui, director del periódico Revolución
(29 de diciembre de 1962).
29 de diciembre de 1962
Comp. Carlos Franqui
Director Periódico Revolución
Ciudad.
Compañero Franqui:
No me gustó el rotograbado del otro día; permíteme que te lo diga
con toda franqueza y te diga el porqué, aspirando a que estas líneas
se publiquen como una "descarga mía".
Dejando de lado pequeñeces que no hablan bien de la seriedad del
periódico, como esas fotos con grupos de soldados apuntando a un
supuesto enemigo y el ojo virado a la cámara, hay errores
fundamentales:
1) Ese extracto de diario no es enteramente auténtico. La cosa fue
así: me preguntaron (aún durante la guerra) si había llevado un
diario de la invasión. Yo lo hice pero en forma de notas muy
escuetas, para mi uso personal, y no tenía tiempo en aquellos
momentos de desarrollarlo. De eso se encargó (no recuerdo ahora
en qué circunstancias) un señor de Santa Clara que resultó ser
bastante "picúo" y quiso agregar hazañas mediante adjetivos.
El poco valor que pudieran tener esas cuatro notas, acaba cuando
pierden autenticidad.
2) Es falso que la guerra constituyera para mí una cosa de segundo
orden por atender al campesinado. En aquel momento ganar la
guerra era lo importante y creo haberme dedicado a esa tarea con
todo el empeño de que era capaz. Después de entrar al Escambray,
di dos días de descanso a una tropa que llevaba cuarenta y cinco
días de marcha en condiciones extremadamente difíciles y reinicié
operaciones tomando Guinía de Miranda. Si se pecó de algo, fue al
contrario; poca atención a la difícil tarea de bregar con tanto "come
vaca" como estaba alzado en esas dichosas lomas y muchos buches
de bilis me costaron Gutiérrez Menoyo y su cuadrilla que tuve que
tragar para poder dedicarme a la tarea central: La Guerra.
3) Es falso que Ramiro Valdés fuera "cercano colaborador del ‘Che’
en asuntos organizativos" y no sé cómo pudo pasarte eso, como
director, conociéndolo tan bien.
Ramirito estuvo en el Moncada, preso en Isla de Pinos, vino en el
Granma como teniente, ascendió a capitán cuando yo fuera
nombrado comandante, dirigió una columna como comandante,
fue segundo jefe en la invasión y luego dirigió las operaciones del
sector Este, mientras yo marchaba hacia Santa Clara.
Considero que la verdad histórica debe respetarse: fabricarla a
capricho no conduce a ningún resultado bueno. Por eso -y ser actor
de esa parte del drama- me animo a hacerte estas líneas críticas
que quieren ser constructivas. Me parece que si hubieras revisado
el texto podrían haberse obviado los errores.
Felices pascuas y un próximo año sin muchos titulares de impacto
(por lo que ellos traen) te desea,
CHE
Carta a la Editorial Grijalbo (1 de abril de 1963).
1 de abril de 1963
Editorial Grijalbo
Apartado N° 28568
México 17, D. F.
De nuestra consideración:
Le agradezco el envío del volumen y de la obra “Historia de la
Filosofía” traducida al ruso (aunque no la recibí, no sé a cuál de las
dos burocracias estatales echarle la culpa).
Acepto la fina crítica que entraña su extrañeza. Créame que
tenemos la mejor disposición para corregir el estado actual de las
cosas, aunque no puedo prometer nada en firme, pues el cerco
imperialista se hace sentir en nuestras divisas libremente
convertibles.
Reciba un saludo revolucionario de
PATRIA O MUERTE
VENCEREMOS
Cmdte. Ernesto Che Guevara
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta al Sr. Peter Marucci (4 de mayo de 1963).
4 de mayo de 1963
Sr. Peter Marucci
Editor del Telegraph
The Daily Mercury
Guelph, Canada
Compañero:
Antes que nada permítame hacerle llegar la confesión que en
nuestro país la burocracia es sólida y bien asentada, en su inmenso
seno absorbe papeles, los incuba y a su tiempo los hace llegar al
destinatario.
Esa es la razón por la que en la fecha contesto su amable carta.
Cuba es un país socialista, tropical, bravío, ingenuo y alegre. Es
socialista sin perder ni una sola de sus características propias, pero
agregando madurez a su pueblo. Vale la pena conocerlo. Lo
esperamos cuando usted quiera.
Atentamente,
PATRIA O MUERTE
VENCEREMOS
Cmdte. Ernesto Che Guevara.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Lisandro Otero (23 de junio de 1963).
La Habana, 23 de junio de 1963
“Año de la Organización”
Co. Lisandro Otero, Secretario
De Act. Culturales de la UNEAC
Ciudad
Compañero:
Nadie puede saber de sí mismo hasta qué punto son merecidos los
elogios. En todo caso me cae mal y me parecen innecesarios.
Me referiré a ciertas inexactitudes de fondo y de forma:
De fondo: Los antepasados que “dieron muestras de un odio a los
opresores del pueblo” eran miembros de la gran oligarquía vacuno
argentina y las luchas contra Rosas nunca tuvo un carácter popular.
Desde el punto de vista marxista no se puede catalogar a los
opositores de Juan Manuel Rosas como progresistas.
Incidentalmente, tuve ninguna preocupación social en mi
adolescencia y no tuve ninguna participación en las luchas políticas
o estudiantiles en la Argentina.
De forma: Este no es un libro, es una recopilación de apuntes.
Con saludos revolucionarios de
PATRIA O MUERTE
VENCEREMOS
Comandante Ernesto Che Guevara
Carta al administrador Pablo Díaz González (28 de octubre
de 1963).
La Habana, 28 de octubre de 1963
“Año de la Organización.”
Co. Pablo Díaz González, Administrador
Campo de Perf. Extr. de la Cuenca Central
Aptdo 9. Majagua
Camagüey
Pablo:
Leí tu artículo. Debo agradecerte lo bien que me tratas; demasiado
bien creo. Me parece, además, que tú también te tratas bastante
bien.
La primera cosa que debe hacer un revolucionario que escribe
historia es ceñirse a la verdad como un dedo en un guante. Tú lo
hiciste, pero el guante era de boxeo y así no se vale.
Mi consejo; relee el artículo, quítale todo lo que tú sepas que no es
verdad y ten cuidado con todo lo que no te conste que sea verdad.
Saludos revolucionarios de,
Patria o Muerte.
Venceremos
Cmdte Ernesto Che Guevara
Carta a Juan Angel Cardi (11 de noviembre de 1963).
La Habana, 11 noviembre de 1963
“Año de la Organización”.
Co. Juan Angel Cardi,
Calle 17 No. 54 Apto. 22
Vedado, Habana
Compañero:
Acuso recibo de su comunicación de fecha 3 de octubre ppdo., en la
que me adjuntaba capítulos de nueve de sus novelas inéditas.
No tengo inconveniente en que utilice lo que le parezca del diario
de Las Villas. Recuerde, sin embargo, que al publicarlo fue
adornado con lenguaje florido por un comemierda.
Leí el capítulo de “Pléyade” como quien busca la fotografía de un
lugar conocido, sin embargo, no lo encontré. Da la impresión de
que Ud. nunca hubiera estado en la Sierra y ni siquiera hubiera
hablado con los actores de aquel momento. Si me permite,
fraternalmente, debo decirle que no me parece que Ud. haya
captado en toda su profundidad la grandeza de aquel momento.
Le apunto esto como una impresión, no como una crítica literaria;
simplemente, como alguien que al buscar su imagen en una foto
vieja, recuerdo de un grupo de amigos, por ejemplo, encuentre que
alguna falla técnica, o el tiempo, ha dejado irreconocibles a los
fotografiados.
Si le sirve de algo esta observación, me alegro, sino no tome a mal
mi franqueza. No sé cuál es su edad, ni su vocación de escritor; la
única pasión que me guía en el campo que Ud. transita es
transmitir la verdad (no me confunda con un defensor a ultranza
del realismo socialista). Desde ese punto de vista miro todo.
Lo saluda y le desea éxitos en su peregrinaje editorial,
Cmdte. Ernesto Che Guevara.
Carta a Charles Bettelheim (6 de febrero de 1964)
La Habana, 6 de febrero de 1964
“Año de la Economía”
Charles Bettelheim
Ecole Practique des Hautes
Etudes 54, rue de Verenne, París 7
Francia.
Estimado amigo:
Le envío el último número de nuestra revista. Los trabajos
presentados por ustedes debieron ser fraccionados en atención al
formato y en el próximo número aparecerá el suyo. Me parecen de
suma importancia para dilucidar algunos aspectos de las relaciones
con ambos mundos. (El contrato con los soviéticos es muy
interesante en ese aspecto).
Le agradecería que hiciera llegar un ejemplar al Compañero
Emmanuel y que leyeran ambos con atención mi artículo
haciéndoles las críticas pertinentes.
Reciba un saludo revolucionario de
Cmdte. Ernesto Che Guevara
Carta a la Sra. María Rosario Guevara (20 de febrero de
1964).
La Habana, 20 de febrero de 1964
“Año de la Economía.”
Sra. María Rosario Guevara
36, rue d'Annam
(Maarif) Casablanca
Maroc
Compañera:
De verdad que no sé bien de qué parte de España es mi familia.
Naturalmente, hace mucho que salieron de allí mis antepasados
con una mano atrás y otra delante; y si yo no las conservo así, es
por lo incómodo de la posición.
No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si Ud. es capaz
de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en
el mundo, somos compañeros, que es más importante.
Un saludo revolucionario de,
Patria o Muerte.
Venceremos
Cmdte Ernesto Che Guevara
Carta al Sr. Roberto Las Casas (21 de febrero de 1964).
21 de febrero de 1964
Sr. Roberto Las Casas
Rua 3 de Maio
1494 Belem-Pará
Brasil.
Estimado compañero:
Aprovecho esta nueva oportunidad de contacto entre nuestra
Revolución y Ud., para agradecerle sus gentilezas al igual que a su
señora.
Quería enviarle un pequeño recuerdo de Cuba, pero la falta de un
pasado propio y la extinción de nuestras tradiciones criollas me
obligan a recurrir a esta expresión, muy modesta por cierto, del
arte moderno.
Confío en que su señora lo apreciará en lo que quiere decir más que
en lo que dice.
Con un saludo revolucionario, se despide,
PATRIA O MUERTE
VENCEREMOS
Cmdte. Ernesto Che Guevara.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta al Sr. José Medero Mestre (26 de febrero de 1964).
26 de febrero de 1964
Sr. José Medero Mestre
Juan Bruno Zayas # 560
e/ Ave. de Acosta y O'Farrill
Víbora, Habana.
Compañero:
Le agradezco su interés y sus notas. Para convencerme puso el
dedo en la llaga; cita a quienes impugno. Lamentablemente no
puedo extender una polémica epistolar por las implicaciones que
tiene sobre mi tiempo.
En números sucesivos de Nuestra Industria Económica irán saliendo
artículos que demuestran la preocupación de una selecta cantidad
de técnicos soviéticos sobre problemas similares.
Sólo una afirmación para que piense: Anteponer la ineficiencia
capitalista con la eficiencia socialista en el manejo de las fábricas es
confundir deseo con realidad. Es en la distribución donde el
socialismo alcanza ventajas indudables y en la planificación
centralizada donde ha podido eliminar las desventajas de orden
tecnológico y organizativo con el capitalismo. Tras la ruptura de la
sociedad anterior se ha pretendido establecer la sociedad nueva
con un híbrido; al hombre lobo, la sociedad de lobos, se lo
reemplaza con otro género que no tiene su impulso desesperado
de robar a los semejantes, ya que la explotación del hombre por el
hombre ha desaparecido, pero sí impulsos de las mismas cualidades
(aunque cuantitativamente inferiores) , debido a que la palanca del
interés material se constituye en el árbitro del bienestar individual
y de la pequeña colectividad (fábricas por ejemplo), y en esta
relación veo la raíz del mal. Vencer al capitalismo con sus propios
fetiches a los que se les quitó su cualidad mágica más eficaz, el
lucro, me luce una empresa difícil.
Si esto es muy oscuro (ya pasa la media noche en mi reloj) , tal vez
le aclare mi idea este otro símil: La palanca del interés material en
el socialismo es como la lotería de Pastorita ; no alcanza a iluminar
a los ojos de los más ambiciosos ni a movilizar la indiferencia de los
más.
No pretendo haber terminado el tema ni mucho menos establecido
el "amén" papal sobre éstas y otras contradicciones.
Desgraciadamente, a los ojos de la mayoría de nuestro pueblo, y a
los míos propios, llega más la apologética de un sistema que el
análisis científico de él. Esto no nos ayuda en el trabajo de
esclarecimiento y todo nuestro esfuerzo está destinado a invitar a
pensar, a abordar el marxismo con la seriedad que esta gigantesca
doctrina merece.
Por ello, porque piensa, le agradezco su carta; lo de menos es que
no estemos de acuerdo.
Si alguna vez tiene que decirme alguna otra cosa, recuerde que no
soy maestro; uno más entre los hombres que hoy luchan por hacer
una Cuba nueva, pero que tuvo la suerte de vivir al lado de Fidel en
los momentos difíciles de la Revolución cubana y algunos de los
momentos más trágicos y gloriosos de la historia del mundo que
lucha por su libertad. De ahí que usted me conozca y yo no
recuerde su nombre; podría haber sido al revés, sólo que entonces
yo tendría que escribirle de alguna remota región del mundo donde
mis huesos andarines me llevaran, ya que no nací aquí.
Eso es todo.
Revolucionariamente,
"Patria o Muerte. Venceremos"
Cdte. Ernesto Che Guevara.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta al Dr. Eduardo B. Ordaz Ducungé (26 de mayo de
1964).
26 de mayo de 1964
“Año de la Economía.”
Dr. Eduardo B. Ordaz Ducungé
Director Hospital Psiquiátrico
La Habana
Estimado Ordaz:
Acuso recibo de la Revista. Aunque tengo muy poco tiempo, me
parecen muy interesantes los temas y trataré de darle una leída.
Tengo otra curiosidad: ¿Cómo pueden imprimirse 6.300 ejemplares
de una revista especializada, cuando ni siquiera hay esa cantidad de
médicos en Cuba?
Me salta una duda que lleva a mi ánimo a los umbrales de una
psicosis neuro-económica: ¿Estarán las ratas usando la revista para
profundizar sus conocimientos psiquiátricos o templar sus
estómagos; o tal vez cada enfermo tenga en su cabecera un tomo
de la publicación?
En todo caso hay 3.000 ejemplares de más en el número de la
tirada; te ruego que pienses sobre esto.
En serio, la revista está buena, la tirada es intolerable. Créemelo,
porque los locos dicen siempre la verdad,
Revolucionariamente,
Patria o Muerte.
Venceremos
Cmdte Ernesto Che Guevara
Carta a Haydée Santamaría (12 de junio de 1964).
12 de junio de 1964
“Año de la Economía.”
Ca. Haydée Santamaría, Directora
Casa de las Américas
Calle G y 3ª
Vedado, Habana
Querida Haydée:
Le di instrucciones a la Unión de Escritores que pusieran ese dinero
a disposición de ustedes, como una medida de transacción para no
entrar en una lucha de principios que tienen alcances más vastos,
por una bobería.
Lo único importante, es que no puedo aceptar un centavo de un
libro que no hace más que narrar las peripecias de la guerra. Dispón
del dinero como te parezca.
Un saludo revolucionario,
Patria o Muerte.
Venceremos
Cmdte Ernesto Che Guevara
Carta al escritor León Felipe (21 de agosto de 1964).
21 de agosto de 1964
Sr. León Felipe
Editorial Grijalbo S. A.
Avenida Granjas 82
México 16, D.F.
Maestro:
Hace ya varios años, al tomar el poder la Revolución, recibí su
último, libro dedicado por Ud.
Nunca se lo agradecí, pero siempre lo tuve muy presente. Tal vez le
interese saber que uno de los dos o tres libros que tengo en mi
cabecera es “El Ciervo”; pocas veces puedo leerlo porque todavía
en Cuba dormir, dejar el tiempo sin llenar con algo o descansar,
simplemente es un pecado de lesa dirigencia.
El otro día asistí a un acto de gran significación para mí. La sala
estaba atestada de obreros entusiastas y había un clima de hombre
nuevo en el ambiente. Me afloró una gota del poeta fracasado que
llevo de mí y recurrí a Ud., para polemizar a la distancia. Es mi
homenaje; le ruego que así lo interprete.
Si se siente tentado por el desafío, la invitación vale.
Con sincera admiración y aprecio.
Cmdte. Ernesto Che Guevara.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara
Carta al historiador Manuel Moreno Fraginals (6 de
octubre de 1964).
6 de octubre de 1964
Co. Manuel Moreno Fraginals
Avenida 9na. #6403 (altos)
e/ 64 y 66
Marianao.
Estimado compañero:
Acuso recibo ahora del libro que tuviera la gentileza de enviarme
dedicado.
Hace poco terminé su última página y quisiera dejarle constancia de
que no recuerdo haber leído un libro latinoamericano en el cual se
conjugara el riguroso método marxista de análisis, la
escrupulosidad histórica y el apasionamiento, que lo torna
apasionante.
Si los otros tomos mantienen la misma calidad, no tengo temor de
augurarle que El Ingenio será un clásico cubano.
Revolucionariamente,
“Patria o Muerte. Venceremos”.
Cmdte. Ernesto Che Guevara.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta al canciller Raúl Roa (30 de enero de 1965)
EMBAJADA DE CUBA
FRANCIA
Enero 30
Viejito:
Te escribo estas líneas para darte una idea del viaje y de tus
cuadros, vista a través del ojo crítico de este tu embajador viajero.
El de aquí luce el cuadro más sólido. Tiene personalidad y
organización pero Francia está muy descuidada; Prensa Latina no
tiene ni un teletipo y está al margen de la noticia en un lugar donde
ésta se produce a diario y cada vez tiene más importancia.
Papito sigue con su sífilis creadora, según acertada definición de
algún intelectual de izquierda. Se le puede ocurrir inundar el Sahara
con las aguas del Almendares, pero necesita luego una serie de
cuadros que hagan el trabajo de ingeniería. Por su importancia
política y por el apoyo que tiene Cuba en la población y el gobierno
se deben mandar más. Hay que buscar en el partido cuadros para el
Comité Cuba-Argelia que está desamparado y algún otro para la
embajada, amén de cuadros de Comercio Exterior que sean tiza y
aprendan a comerciar con pesetas hasta que llegue el momento de
las libras esterlinas.
El Excmo. Carrillo tiene aquello dominado. Compite con el poeta
oficial publicando versos en francés (parnasianos ellos.... y malitos).
Esto sale en L’Essor, el periódico de Bamaco, a cuyo lado la Gaceta
de Mayajigua parecería el New York Times. Tiene un amplio
conocimiento de los dirigentes y cuenta con muchas simpatías,
independientemente de algunas fallas de carácter. Él está dispuesto
a sacrificarse para que aprovechen su experiencia en sitios más
importantes, pero creo que está muy bien allí y se puede
desarrollar como poeta del Sahara.
Los cuadritos son dos perfectos canchanchanes, pero funcionan al
nivel requerido.
En Guinea a analista perfecto. Leí sus informes y reflejan
exactamente la situación. Es muy inteligente y parece que trabaja
en sus tareas concretas, pero le falta totalmente iniciativa para
vencer el frío que hay allí (que había, mejor dicho) y ligarse con la
masa del pueblo guineano. Tengo una proposición transitoria para
él, antes de devolverlo para que estudie en La Habana su carrera.
Te la diré a continuación. Además, es necesario nombrar un
embajador que sea un político y se ligue más a la gente (no
conviene que sea él por las razones apuntadas). Hablé largo y
francamente con Seku Turé. Me parece el más claro y el más
completo de los gobernantes que he conocido en esta parte de
África.
Congo es un Bayú con presidente pero los tipos están bien
intencionados y si se manda un cuadro político se puede ayudar
mucho a que marchen por un buen camino y se salven de un golpe
militar que está amenazando.
Ghana es el más desarrollado de los países, pero la penetración del
imperialismo es muy grande. El embajador es medio soquetico y le
gusta tanto la crítica como a ti Olivares, pero es serio, trabajador y
estudioso. Lleva la Embajada con seguridad pero estimo que dentro
de un año debería pasar por Cuba y trabajar en algo productivo, en
contacto con nuestro medio, para que se le quiten ciertas mañas de
embajador que liman las posibilidades revolucionarias de la gente.
El equipo está muy acoplado, al menos externamente. Hay un
agregado comercial que no hace nada en su ramo pero está
siempre dispuesto a ayudar y luce un prospecto; habla inglés con
suficiente soltura.
Dahomey es otro bollo de perra. El presidente y el vice están
fajados. Esto obedece a múltiples razones. El presidente es
progresista dentro del medio y el vice reaccionario; el presidente es
de Porto Novo, una de las capitales y el vice de Cotonú; el
presidente pertenece a una tribu y el vice a otra; nunca olvidar las
cabronas ambiciones. El presidente, que no es el jefe del ejecutivo
(lo es el vice), quiere ir a Cuba y creo que se le debe invitar. Si
dieran el agreement a Entralgo y se pudiera hacer un gasto,
recomendaría que Gonzalo Sala pasara como encargado de
negocios a representarnos directamente allí, previo envío de un
embajador bicho a Guinea.
Estas son mis observaciones superficiales. Las escribo
personalmente y odio este adminículo, de modo que te ampliaré
dentro de un mes cuando llegue allí. El itinerario, hasta ahora, es el
siguiente: China, Cairo, Kartum, Dar-es-Salam, Argelia, para asistir a
una conferencia económica de los afroasiáticos (como observador,
invitación personal de Ben Bella). Hay que observar a Siria; está
dando candela al jarro.
Saludos a la plebe burocrática y alicorta que te rodea y un abrazo
cósmico.
Che.
T a n E n t r a ñ a b l e s
Carta a su esposa Aleida March (22 de junio de 1959).
22 de junio de 1959
Querida Aleida:
Empecé a escribirte en Madrid, seguí en Roma y tuve que empezar
de nuevo. Estamos trabajando bastante y comprendemos que
nuestra posición no nos permite elegir el itinerario. Por eso hemos
visitado museos y otras cosas como las pirámides, etc. que no son
tan bonitas como esperábamos pero de todas maneras muy
interesantes. Tenemos un programa de trabajo que recién finaliza
el 26 de junio, aquí en la R.A.U. [República Árabe Unida] y luego
seguiremos la ruta que habíamos trazado aunque agregando un par
de países.
Hemos tenido un buen éxito de entrada en nuestra misión
comercial y el recibimiento ha sido muy caluroso por parte del
gobierno egipcio.
Aunque no lo quieras creer, me acuerdo de ti a cada momento.
Espero que le estés metiendo en serio a la máquina, la taquigrafía y
el inglés para poder acompañarme en cada viaje que haga, si es que
se consigue otro chance.
Me condecoraron con la Orden de la República. Un medallón muy
grande que me queda de lo más bonito, no es porque lo diga yo. Ya
salí al mercado de plata para comprar tu pulsera pero no encontré
nada de lo que esperaba para ti, aunque te llevo algunas cosillas. El
viaje hasta aquí fue muy rápido, sin poder ver nada de nada y en la
RAU estamos en las mismas condiciones. Estoy durmiendo muy
poco y ya se me pegan los ojos. Mañana salgo para Gaza, te cuento
los últimos acontecimientos.
Gaza era muy interesante pero por la miseria y el abandono en que
viven los refugiados de Palestina. Fui a visitar los oficiales brasileros
que están cuidando estos lugares. Establecí nuevas normas
diplomáticas de confraternidad entre los pueblos pues me dormí en
el hombro del general egipcio que me acompañaba.
Al día siguiente fui a Damasco, de donde pensaba llevarte una tela
de esas tan afamadas pero no me gustaron; y aquí dependes del
gusto mío. Después de un día completo de trajín, fuimos a
Alejandría, la ciudad de Cleopatra donde siguieron los agasajos y
hoy retorné a Cairo pero no te puedo seguir escribiendo porque
tengo que salir. Hasta luego.
Por la noche salimos a una recepción donde demostré una vez más
mis cualidades diplomáticas.
Otro día más y ahora visitamos unas fábricas de armas y explosivos
donde me regalaron un rifle y una ametralladora de fabricación
egipcia. Todos los días están llenos de trabajo y cada uno de ellos te
extraño más; [ilegible].
Estamos viviendo en un palacio bárbaro que perteneció a uno de
los mandamás de antes con una serie de criados que agachan la
cabeza y corren a hacer lo que uno les dice igual que en las
películas. Te hubiera venido muy bien para aprender modales.
Para acabar: Simón dejó dos artículos para Verde Olivo; dáselos a
Raúl para que haga con ellos lo que crea necesario; yo no los pude
leer.
Me despido para poder mandarte la carta, porque sino no lo haré
nunca. Te mando un beso del tamaño de un elefante para que te
consueles de mi ausencia, si Villegas no ha logrado hacerlo
Che
Junio 22/59
por la noche.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta de despedida a sus hijos (marzo de 1965)
Marzo de 1965
Queridos Hildita, Aleidita, Camilo, Celia y Ernesto:
Si alguna vez tienen que leer esta carta será porque ya yo no esté
entre ustedes.
Casi no se acordarán de mí y los más chiquitos no recordarán nada.
Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y seguro ha
sido leal a sus convicciones.
Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder
dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense
que la Revolución es lo más importante y que cada uno de
nosotros, solo, no vale nada.
Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo
cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte
del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.
Hasta siempre, hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y
un abrazo de
Papá.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta de despedida a sus padres (marzo de 1965).
Marzo de 1965
Queridos viejos:
Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al
camino con mi adarga al brazo.
Hace de esto casi diez años, les escribí otra carta de despedida.
Según recuerdo, me lamentaba de no ser mejor soldado y mejor
médico; lo segundo ya no me interesa, soldado no soy tan malo.
Nada ha cambiado en esencia, salvo que soy mucho más
consciente, mi marxismo está enraizado y depurado. Creo en la
lucha armada como única solución para los pueblos que luchan por
liberarse y soy consecuente con mis creencias. Muchos me dirán
aventurero, y lo soy, solo que de un tipo diferente y de los que
ponen el pellejo para demostrar sus verdades.
Puede ser que ésta sea la definitiva. No lo busco pero está dentro
del cálculo lógico de probabilidades. Si es así, va un último abrazo.
Los he querido mucho, sólo que no he sabido expresar mi cariño,
soy extremadamente rígido en mis acciones y creo que a veces no
me entendieron. No era fácil entenderme, por otra parte, créanme,
solamente, hoy.
Ahora, una voluntad que he pulido con delectación de artista,
sostendrá unas piernas flácidas y unos pulmones cansados. Lo haré.
Acuérdense de vez en cuando de este pequeño condotieri del siglo
XX. Un beso a Celia, a Roberto, Juan Martín y Patotín, a Beatriz, a
todos. Un gran abrazo de hijo pródigo y recalcitrante para ustedes.
Ernesto
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta de despedida a Fidel (abril de 1965).
Abril de 1965
Esta carta fue leída por Fidel en la constitución del Primer Comité
Central del Partido Comunista de Cuba.
"Año de la Agricultura”
Habana
Fidel:
Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en
casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la
tensión de los preparativos.
Un día pasaron preguntando a quien se debía avisar en caso de
muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después
supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se
muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo
del camino hacia la victoria.
Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más
maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte
de mi deber que me ataba a la Revolución cubana en su territorio y
me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío.
Hago formal renuncia de mis cargos en la Dirección del Partido, de
mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi
condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra
clase que no se pueden romper como los nombramientos.
Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con
suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo
revolucionario. Mi única falta de alguna gravedad es no haber
confiado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra
Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus
cualidades de conductor y de revolucionario. He vivido días
magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro
pueblo en los días luminosos y tristes de la Crisis del Caribe.
Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me
enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones,
identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los
peligros y los principios.
Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos
esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu
responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.
Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor; aquí dejó lo
más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre
mis seres queridos... y dejo un pueblo que me admitió como un
hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de
batalla llevare la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de
mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los
deberes: luchar contra el imperialismo dondequiera que esté; esto
reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.
Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad,
salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva
bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y
especialmente para ti. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y
tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias
de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política
exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en
dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser
revolucionario cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos
y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea.
Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente
para vivir y educarse.
Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero
siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que
yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.
Hasta la victoria siempre. ¡Patria o muerte!
Te abraza con todo fervor revolucionario,
Che
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Armando Hart (4 de diciembre de 1965).
4 de diciembre de 1965
Mi querido Secretario:
Te felicito por la oportunidad que te han dado de ser Dios; tienes 6
días para ello. Antes de que acabes y te sientes a descansar (si es
que no eliges el sabio método del Dios predecesor, que descansó
antes), quiero exponerte algunas ideíllas sobre la cultura de nuestra
vanguardia y de nuestro pueblo en general.
En este largo período de vacaciones le metí la nariz a la filosofía,
cosa que hace tiempo pensaba hacer. Me encontré con la primera
dificultad: en Cuba no hay nada publicado, si excluimos los ladrillos
soviéticos que tienen el inconveniente de no dejarte pensar; ya el
partido lo hizo por ti y tú debes digerir. Como método, es lo más
antimarxista, pero, además suelen ser muy malos. La segunda, y no
menos importante, fue mi desconocimiento del lenguaje filosófico
(he luchado duramente con el maestro Hegel y en el primer round
me dio dos caídas). Por ello hice un plan de estudio para mí que,
creo, puede ser estudiado y mejorado mucho para constituir la
base de una verdadera escuela de pensamiento; ya hemos hecho
mucho, pero algún día tendremos también que pensar. El plan mío
es de lecturas, naturalmente, pero puede adaptarse a publicaciones
serias de la editora política.
Si le das un vistazo a sus publicaciones podrás ver la profusión de
autores soviéticos y franceses que tiene. Esto se debe a comodidad
en la obtención de traducciones y a seguidismo ideológico. Así no
se da cultura marxista al pueblo, a lo más, divulgación marxista, lo
que es necesario, si la divulgación es buena (no es este el caso),
pero insuficiente.
Mi plan es este:
I. Clásicos filosóficos.
II. Grandes dialécticos y materialistas.
III. Filósofos modernos.
IV. Clásicos de la economía y precursores.
V. Marx y el pensamiento marxista.
VI. Construcción socialista.
VII. Heterodoxos y capitalistas.
VIII. Polémicas.
Cada serie tiene independencia con respecto a la otra y se podría
desarrollar así:
I. Se toman los clásicos conocidos ya traducidos al español,
agregándole un estudio preliminar serio de un filósofo, marxista si
es posible, y un amplio vocabulario explicativo. Simultáneamente,
se publica un diccionario de términos filosóficos y alguna historia de
la filosofía. Tal vez pudiera ser Dennyk y la de Hegel. La publicación
podría seguir cierto orden cronológico selectivo, vale decir,
comenzar por un libro o dos de los más grandes pensadores y
desarrollar la serie hasta acabarla en la época moderna, retornando
al pasado con otros filósofos menos importantes y aumentando
volúmenes de los más representativos, etc.
II. Aquí se puede seguir el mismo método general, haciendo
recopilaciones de algunos antiguos (hace tiempo leí un estudio que
estaban Demócrito, Heráclito y Leucipo, hecho en la Argentina).
III. Aquí se publicarían los más representativos filósofos
modernos, acompañados de estudios serios y minuciosos de gente
entendida (no tiene que ser cubana) con la correspondiente crítica
cuando representen los puntos de vista idealistas.
IV. Se está realizando ya, pero sin orden ninguno y faltan obras
fundamentales de Marx. Aquí sería necesario publicar las obras
completas de Marx y Engels, Lenin, Stalin y otros grandes marxistas.
Nadie ha leído nada de Rosa Luxemburgo, por ejemplo, quien tiene
errores en su crítica de Marx (III tomo) pero murió asesinada, y el
instinto del imperialismo es superior al nuestro en estos aspectos.
Faltan también pensadores marxistas que luego se salieron del
carril, como Kautzky e Hilfering (no se escribe así) [Hilferding] que
hicieron aportes y muchos marxistas contemporáneos, no
totalmente escolásticos.
V. Construcción socialista. Libros que traten problemas
concretos, no solo de los actuales gobernantes, sino del pasado,
haciendo averiguaciones serias sobre los aportes de filósofos y,
sobre todo, economistas o estadistas.
VI. Aquí vendrían los grandes revisionistas (si quieren puede
poner a Jrushov) bien analizados; más profundamente que
ninguno, y debía estar tu amigo Trotsky, que existió y escribió,
según parece. Además, grandes teóricos del capitalismo como
Marshal, Keynes, Schumpeter, etc. También analizados a fondo con
la explicación de los por qué.
VII. Como su nombre lo indica, este es el más polémico, pero el
pensamiento marxista avanzó así. Proudhon escribió Filosofía de la
miseria y se sabe que existe por la Miseria de la filosofía. Una
edición crítica puede ayudar a comprender la época y el propio
desarrollo de Marx, que no estaba completo aún. Están Robertus y
Durhing en esa época y luego los revisionistas y los grandes
polémicos del año 20 en la URSS, quizás las más importantes para
nosotros.
Ahora veo, que me faltó uno, por lo que cambio el orden (estoy
escribiendo a vuela pluma).
Sería el IV, clásicos de la economía y precursores, donde estarían
desde Adam Smith, los fisiócratas etc.
Es un trabajo gigantesco, pero Cuba lo merece y creo que lo
pudiera intentar. No te canso más con esta cháchara. Te escribí a ti
porque mi conocimiento de los actuales responsables de la
orientación ideológica es pobre y, tal vez, no fuera prudente
hacerlo por otras consideraciones (no sólo la del seguidismo, que
también cuenta).
Bueno, ilustre colega (por lo de filósofo), te deseo éxito. Espero que
nos veamos el séptimo día. Un abrazo a los abrazables,
incluyéndome de pasada, a tu cara y belicosa mitad.
R.
Carta a Hildita (15 de febrero de 1966).
15 de febrero de 1966
Hildita querida:
Hoy te escribo, aunque la carta te llegará bastante después; pero
quiero que sepas que me acuerdo de ti y espero que estés pasando
tu cumpleaños muy feliz. Ya eres casi una mujer, y no se te puede
escribir como a los niños, contándoles boberías o mentiritas.
Has de saber que sigo lejos y que estaré mucho tiempo alejado de
ti, haciendo lo que pueda para luchar contra nuestros enemigos. No
es que sea gran cosa pero algo hago, y creo que podrás estar
siempre orgullosa de tu padre, como yo lo estoy de ti.
Acuérdate que todavía faltan muchos años de lucha, y aún cuando
seas mujer tendrás que hacer tu parte en la lucha. Mientras, hay
que prepararse, ser muy revolucionaria, que a tu edad quiere decir
aprender mucho, lo más posible, y estar siempre lista a apoyar las
causas justas. Además, obedece a tu mamá y no creerte de todo
antes de tiempo. Ya llegará eso.
Debes luchar por ser de las mejores en la escuela. Mejor en todo
sentido, ya sabes lo que quiere decir: estudio y actitud
revolucionaria, vale decir: buena conducta, seriedad, amor a la
Revolución, compañerismo, etc. Yo no era así cuando tenía tu edad,
pero estaba en una sociedad distinta, donde el hombre era el
enemigo del hombre. Ahora tú tienes el privilegio de vivir otra
época y hay que ser digno de ella.
No te olvides de dar una vuelta por la casa para vigilar a los otros
críos y aconsejarles que estudien y se porten bien. Sobre todo
Aleidita, que te hace mucho caso como hermana mayor.
Bueno, vieja, otra vez, que lo pases muy feliz en tu cumpleaños.
Dale un abrazo a tu mamá y a Gina, y recibe tú uno grandote y
fortísimo que valga por todo el tiempo que no nos veremos, de tu
Papá
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a Haydée Santamaría desde Pinar del Río. (julio de
1966).
Julio de 1966
Esta carta fue escrita por el Che en San Andrés de Caiguanabo, en el
periodo de preparación previo a su partida hacia Bolivia entre los
meses de julio y octubre de 1966 mientras permanecía de incógnito
en Cuba.
Querida Yeyé:
Armando y Guillermo me contaron tus tribulaciones. Respeto tu
decisión y la comprendo, pero me hubiera gustado darte un abrazo
personalmente en vez de este epistolar. Las reglas de seguridad
durante mi estancia aquí han sido muy severas y eso me ha privado
de ver mucha gente a la que quiero (no soy tan seco como a veces
parezco). Ahora estoy viendo a Cuba casi como un extranjero que
llegara de visita; todo desde un ángulo distinto. Y la impresión, a
pesar de mi aislamiento, hace comprender la impresión que se
llevan los visitantes.
Te agradezco los envíos medicamentoso-literarios. Veo que te has
convertido en una literata con dominio de la síntesis, pero te
confieso que como más me gustas es en un día de año nuevo, con
todos los fusibles disparados y tirando cañonazos a la redonda. Esa
imagen, y la de la sierra (hasta nuestras peleas de aquellos días me
son gratas en el recuerdo) son las que llevaré de ti para uso propio.
El cariño y la decisión de todos ustedes nos ayudarán en los
momentos difíciles que se avecinan.
Te quiere,
tu colega
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
Carta a los hijos. (octubre de 1966).
Octubre de 1966
Mis queridos Aliusha, Camilo, Celita y Tatico:
Les escribo desde muy lejos y muy aprisa, de modo que no les voy a
poder contar nuevas aventuras. Es una lástima porque están
interesantes y Pepe el caimán me ha presentado muchos amigos.
Otra vez lo haré.
Ahora quería decirles que los quiero mucho y los recuerdo siempre,
junto con mamá, aunque, a los más chiquitos casi los conozco por
fotografías porque eran muy pequeñines cuando me fui. Pronto yo
me voy a sacar una foto para que me conozcan como estoy ahora,
un poco más viejo y feo.
Esta carta va a llegar cuando Aliusha cumpla seis años, así que
servirá para felicitarla y desearle que los cumpla muy feliz.
Aliusha, debes ser bastante estudiosa y ayudar a tu mama en todo
lo que puedas. Acuérdate que eres la mayor.
Tú, Camilo, debes decir menos malas palabras, en la escuela no se
puede decirlas y hay que acostumbrarse a usarlas donde se pueda.
Celita, ayuda siempre a tu abuelita en las tareas de la casa y sigue
siendo tan simpática como cuando nos despedimos ¿te acuerdas? A
que no.
Tatico, tú crece y hazte hombre que después veremos qué se hace.
Si hay imperialismo todavía, salimos a pelearlo, si eso se acaba, tú ,
Camilo y yo podemos irnos de vacaciones a la Luna.
Denle un beso de parte mía a los abuelos, a Myriam y su cría, a
Estela y Carmita y reciban un beso del tamaño de un elefante, de
Papá.
A Hildita, otro beso del tamaño de un elefante y díganle que le
escribiré pronto, ahora, no me queda tiempo.
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara.
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