el problema etico de la ciencia 2014
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El capitalismo, problema tico de la ciencia y su desarrollo histrico-social. El caso de
Nikola Tesla y la guerra de las corrientes.
INTRODUCCION.
La guerra de las corrientes en los Estados Unidos a finales del siglo XVIII y principios del
siglo XIX, represento un punto de partida para el desarrollo de la ciencia actual, la cual ya
no tena que limitarse a especulaciones matemticas, que tendran que esperar el paso de los
aos para que se inventara un instrumento que los comprobara. Los diversos usos de las
corrientes abrieron el camino a una nueva poca, la poca tecnolgica, de la cual se ha
aprovechado el sistema capitalista para explotar sus intereses econmicos.
Esta poca analizada desde la filosofa de las ciencias no solo puede detenerse en sealar
los avances metodolgicos que la tecnologa trajo consigo. La reflexin cientfica no puede
hermetizarse de esta manera, por el contrario se merece un anlisis integro. Si se toma
consciencia de lo ambicioso de un proyecto tal, se entiende por qu esta entrega se limita a
hacer una reflexin filosfica de la ciencia desde una perspectiva tica, que parte desde la
exposicin histrica de lo que represento la guerra de las corrientes en el caso Tesla vrs
Edison, para luego exponer como esta circunstancia represento el paso de la ciencia
infinita, expuesta por Koyre, al capitalismo cerrado, y desde aqu estudiar el principal reto
que tiene la ciencia en cuanto a su desarrollo tico actual.
DESARROLLO.
1. El caso Tesla vrs Edison.
En la actualidad gozamos de muchos artefactos que hacen nuestra vida ms sencilla, sin
embargo, el uso indiscriminado de los mismos hacen que nos olvidemos de quienes nos los
hicieron posibles, a pesar de esto nos son familiares nombres como los de Galileo Galilei,
Tomas Edison, Pascal, Einstein, entre otros. Bajo la sombra de estos genios, han existido
otros muchos que son pretexto del uso pblico y comn de sus descubrimientos han
quedado olvidados y discriminados, tachados como locos, todo esto porque su ingenio
traspasa los lmites de lo imaginado por el ser humano, tal es el caso de Nikola Tesla, un
hombre que al igual que muchos otros naci en la poca equivocada a su intelecto.
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Teniendo el mismo final de tantos que como l, soaron con que todos gozaran de sus
descubrimientos, es decir, una muerte solitaria y en la pobreza total.
Definitivamente su inventiva era como un rayo en la oscuridad, sus inventos venan y se
iban como tal y eran capaces de iluminar la historia de la humanidad. La mente de este
brillante hombre era todo un laboratorio, en ella eran creados y depurados todos sus
inventos, sin embargo, tal ingenio no poda ser comprendido, tanto que sus trabajos solo los
poda realizar en la noche, ya que sus vecinos se asustaban con las luces que surgan de su
laboratorio.
Si debemos dar una caracterstica a Tesla esta sera humanista, al igual que muchos de los
filsofos estoicos, l crea firmemente que sus inventos eran propiedad de todos y no
deban ser patentados sino compartidos. Este debera ser un regalo para el mundo, en esto
se contrapona a su contemporneo Edison, ambos enfocados a una misma rea de estudio,
no obstante, sus descubrimientos se distanciaron mucho; uno, por un lado, dirigi sus
estudios bajo la corriente continua y por otro lado, Tesla estudiaba la corriente alterna; esta
era amigable con la naturaleza y capaz de alimentar mayor cantidad de objetos elctricos
que la corriente continua ofrecida por Edison, adems la corriente alterna puede viajar de
manera inalmbrica, descubrimiento que le llevo a conseguir el apelativo del Nuevo mago
del oeste. Gracias a esto es que hoy podemos contar con las frecuencias que hacen posible
la trasmisin de radio y televisin.
La contraposicin entre los descubrimientos de Edison y Tesla fue vista por los grandes
capitalistas e inversionistas estadounidenses como una oportunidad para hacerse
millonarios sin importar el costo, al mismo tiempo la ambicin de ambos cientficos y su
amor propio de un genio egocntrico cimentaron las bases para lo que se conoce como la
guerra de las corrientes. Misma que tuvo inicio con la campaa propagandista de Menlo
Park, en la que Edison mal informaba sobre los supuestos peligros que representaba el uso
de la corriente alterna. Lastimosamente no fue capaz de reconocer que ambos sistemas se
complementaban mutuamente. Sin embargo, la crisis del paradigma corriente fue
abordada de manera distinta por ambos cientficos y contrario a la mayora de casos
similares, este se desarroll no solo al mismo tiempo sino que en el mismo lugar por lo que
se encrudeci ms la lucha.
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El fin de la guerra de las corrientes fue la victoria de Edison, alcanzada por todo una
maraa de movimientos financieros que llevaron a Tesla a escoger entre ver cumplirse sus
sueos de la electrificacin en manos de todos o el uso de sus invenciones en manos de
muy pocos convirtindole en una persona sumamente adinerada. Lo que si es cierto es que
los instrumentos cientficos que controlaban la corriente alterna, creados por Nikola, eran la
clave para ganar la guerra de las corrientes.
Aunque su deseo de ayudar a la humanidad quedo olvidado y reducido por la conciencia
capitalista occidental, es innegable que su nombre debera ser evocado a la par de otros
tantos que cambiaron la historia. Sus descubrimientos no deberan quedar olvidados sino
que deberan ser retomados e implementados puesto que nuestros das les piden a gritos,
sintindoles cada da ms necesarios.
El caso Tesla versus Edison es todava ms interesante si se constata que no fue una lucha
entre ambos inventores sino que fue una lucha entre capitalistas oportunistas que buscaban
asirse con el negocio del siglo. En tal caso la pregunta que se hacan tales inversionistas era
Cul de las dos corrientes poda ser controlada de mejor manera? El primero que
descubriera la respuesta a esta pregunta sera capaz de financiar con ella, ya que podra
excluir a los que no se encontraran en condiciones de pagar por el servicio que se ofreca.
La respuesta no se hizo esperar, la propuesta de Tesla utilizaba las frecuencias de radio para
transportarse de manera inalmbrica, por tal motivo era incontrolable y cualquiera que
quisiera acceder a ella poda lograrlo sin mucho esfuerzo. Esto ocasion que la apuesta
financiera se inclinara por una oferta segura, la oferta de Edison, misma que poda
controlarse de manera sencilla y excluir a muchos de igual manera.
Bajo esta perspectiva la respuesta no solo era clara, sino que evidenciaba la amenaza de la
propuesta de Tesla, la cual, si se poda poner en marcha derrocara el sistema ofrecido por
Edison y con l el negocio del siglo. Por lo tanto el final de la guerra de las corrientes, que
estuvo a punto de ganar Tesla, fue un movimiento financiera sin precedentes.
Los banqueros que financiaban las operaciones de Westinghouse Electric and
Manufacturing Company, fueron los encargados de poner el punto final. Segn ellos los
derechos de patente que le correspondan a Nikola Tesla, por el contrato firmado con dicha
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compaa, eran tantos que nadie poda calcularlos con exactitud, por lo que recomendaron
deshacerse de las obligaciones con Tesla o arriesgarse a perder el financiamiento obtenido.
Ya que Tesla era inventor y no economista, fue incapaz de dar solucin a la crisis
financiera por la que atravesaba Westinghouse y renuncio a los derechos de pago de
patentes que le pertenecan por el uso de sus inventos o descubrimientos en el campo de las
corrientes.
Desde la perspectiva koireana el caso Tesla vrs Edison pudo haber representado un paso de
un sistema cerrado a un universo infinito en el uso de las corrientes, incluso un paso del
sistema tico cerrado a un sistema tico infinito; en otras palabras, el paso de la tica de los
mnimos a la tica de los mximos.
En estos trminos cabra abordar esta reflexin de la ciencia fsica desde una perspectiva
tica, planteando el problema desde sus dos vertientes, es decir, lo que hubiese representado
en el campo tico la aplicacin del sistema de Tesla y, por otro lado, lo que ha sucedido
histricamente con la aplicacin del sistema de Edison y la reflexin tica actual. Al mismo
tiempo, ser necesario abordar la reflexin tica de base, presente en la guerra de las
corrientes, tal cual fue expuesto en el apartado presente.
2. De la ciencia infinita al capitalismo cerrado; el problema tico de la ciencia.
La mayora de los filsofos de la ciencia se han planteado el desarrollo de la ciencia y sus
problemas desde una perspectiva netamente procesual o hasta histrica, es decir, como una
manera de estudiar un conocimiento especfico, por ejemplo la astronoma, desde un
mtodo primario y su paso a otro mtodo que explica el mismo objeto de estudio, por
ejemplo, el paso del geocentrismo al heliocentrismo. Sin embargo, considero desde mi
contexto actual, que el desarrollo del quehacer cientfico no puede ser aislado de su
contexto histrico integral, y en el mismo, un aspecto a evaluar es el aspecto tico.
Ciertamente ningn cientfico en sus cabales desarrolla su conocimiento en pro del vicio, ya
bien ha denominado la televisin y la literatura a los cientficos que en lugar de buscar la
virtud buscan su opuesto denominndoles cientficos locos
En este respecto al echar un rpido vistazo por la historia del siglo XIX, se pueden
distinguir aspectos interesantes, como lo es la difusin de la tecnologa moderna en
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creciente desarrollo y la expansin del comercio exterior como los polos en los que oscila
el pndulo del desarrollo de los pases, en especial, si tomamos en cuenta lo que la historia
ha llamado la revolucin industrial.
La revolucin industrial como fenmeno revolucionario no puede ser ms que una
conclusin inevitable de la apertura al infinito del desarrollo cientfico. Los nuevos
conocimientos otorgados por los nacientes modelos de anlisis, no pudieron encontrar
lmite en la observacin de la naturaleza, la sed de conocimiento no se sacio con sealar las
razones que explicaban lo que los rodeaba, ahora buscaba controlar su entorno como
dominador dspota de la creacin, no pudiendo hacerlo, el hombre no se poda concebir
como una creatura, deba reconocerse como creador, por lo que da paso a la industria, desde
la cual poda llamar a un objeto autnomo y controlable obra de sus manos. Mientras
creaba poda, como Dios durante la creacin, constatar que el desarrollo de sus respectivas
naciones, a nivel econmico, era muy bueno y tal bondad era fruto de s.
La expansin del proceso industrializador en todo el mundo y las respectivas exportaciones,
tanto de materia prima como de productos terminados, supusieron respuestas diferenciadas
a las oportunidades econmicas. As es como la ciencia infinita da paso a una economa
independiente de los estados y de sus polticas1, y como tal a una economa cerrada y
exclusivista, en otras palabras, la ciencia infinita vista en trminos econmicos represento
el nacimiento de la econmica internacional.
Tanto Tesla como Edison son herederos de esta historia y actan como su entorno lo peda,
mientras que formaron parte de lo que se podra llamar la segunda revolucin industrial.
Como ya se ha sealado con anterioridad, desde un punto de vista tico, la industrializacin
y la naciente economa internacional fueron considerados hechos virtuosos en s mismos,
capaces de dignificar, no solo a un individuo particular, tambin a una nacin completa.
Partiendo de este particular se entiende porque la lucha de las corrientes representaba al
mismo tiempo una lucha tica sin precedente, y justifica su conclusin. Al analizar el caso
Tesla desde el juez tico de la poca, teniendo en cuenta que el mundo industrial se
cerna entre dos modelos econmicos antagnicos; por un lado los estados liberales daban
1 Como lo constatan las reflexiones que dan nacimiento a los estados liberales.
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lugar al capitalismo y por otro se expandan las ideas marxistas y el comunismo sovitico,
cada uno sealando al otro como sistema alienante e intolerante, es decir, antitico. Cuando
Tesla hizo pblica su intencin de dar, por medio de la corriente alterna, electricidad gratis
a quien la quisiera, la idea fue vista en perspectiva comunista y por lo tanto como todo una
amenaza al sistema capitalista tan arraigado en los Estados Unidos de Amrica, por lo que
el apoyo econmico capitalista vio un buen aliado en Edison y su modelo se present como
un modelo ticamente bueno, ya que por su medio se poda alcanzar el desarrollo de la
nacin frente a las dems naciones, y por lo tanto serian vistos como modelos de virtud y
desarrollo. Por otro lado, Tesla fue calificado como comunista y despreciado socialmente
como una abominacin de la virtud.
Con el paso del tiempo, se impuso el sistema capitalista. Merece a este respecto un anlisis
econmico de las guerras mundiales y los periodos postguerra, sin embargo, este no es el
lugar para tal anlisis. Pero el desarrollo del pensamiento durante el siglo XX y principios
del siglo XXI, en especial despus de la depresin de 1929, arrebato el ttulo de juez tico a
la economa y lo puso en manos de la ley civil, constatado por el nacimiento de
organizaciones internacionales encargadas de velar por el desarrollo y las correctas
relaciones entre los diversos pueblos.
Postulndose un nuevo modelo tico que desnudo los vicios que trae consigo el capitalismo
cerrado, en el cual el bien y la virtud no son los axiomas primordiales, sino que se
confunden con el desarrollo econmico y la produccin masiva, esto a costas de la muerte
y exclusin de clases sociales2 diversos.
Vista la reflexin tica en la actualidad, renace la figura de Tesla desde la oscuridad
histrica, desligndola de la vertiente econmica comunista, como un modelo de
humanismo y caridad, como un genius eticus que fue capaz de distinguir entre el
conocimiento como propiedad privada y el conocimiento como un patrimonio de la
humanidad. Tesla fue capaz de distinguir entre lo que corresponde al mbito de la
economa y su comercializacin y lo que es intrnsecamente universal, por lo que no puede
ser mercantilizado.
2 Uso el trmino no en su sentido marxista sino desde una constatacin de la existencia de distintos modus
vivendi, muchas veces relacionados con la estabilidad econmica.
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La praxis tica del modelo cientfico aplicado por Tesla, de haber sido utilizado y
aprovechado cuando fue propuesto, hubiese representado una apertura del sistema
econmico internacional, evitando la aplicacin del capitalismo cerrado o del comunismo
inflexible, ya que tal propuesta tica daba lugar a la economa social que no sera otra
cosa que una economa que reconoce que existen ciertas cosas que son necesarias para la
subsistencia de la sociedad y que como tales son propiedad de la humanidad, por tanto son
intransferibles por medio del simple mercadeo.
Cules hubiesen sido los alcances de este sistema econmico hipottico, y en cierta manera
utpico, no lo sabremos, ni interesa saberlo, ya que sera vivir en medio de fantasmas
histricos. Por ahora debemos aprender del pasado y lanzar propuestas hacia el futuro, con
la esperanza de no cometer nuevamente los errores sealados. Es por este motivo que desde
la filosofa de la ciencia cabria realizar una reflexin tica que podra marcar a posteriori el
desarrollo de la ciencia de forma ms integra, y por lo tanto ms humana.
3. La tica de la ciencia.
Hablar de tica desde la perspectiva de la filosofa de la ciencia parece inadecuado,
inclusive puede parecer necio o fuera de lugar, pero, luego del vertiginoso avance
cientfico-tecnolgico del que ha sido testigo el mundo durante el siglo XX y el siglo XXI,
es clara la necesidad de dicha reflexin, en especial si se toma en cuenta que con este
vertiginoso avance la ciencia busca ocupar el lugar supremo en la naturaleza, es decir,
busca instaurar su dominio sobre la naturaleza, hasta el punto de casi extinguirla,
ocasionando una crisis ecolgica sin par. Misma que se hubiera evitado de haberse tomado
en cuenta la reflexin tica en su desarrollo.
El caso Tesla se constituye en ejemplo de lo que puede suceder si se piensa que la ciencia
es un instrumento dominador de la naturaleza. Bajo esta vertiente se podra pensar que la
ciencia y la tecnologa se constituyen en un peligro, no solo para la naturaleza, tambin
para el mismo ser humano. Sin embargo, hay que reconocer que la ciencia, en su esencia,
no atenta a nada ms que a la ignorancia humana. Es el uso de la ciencia la que constituye
una amenaza constante, en su raz es el mismo hombre que se establece por medio de la
ciencia en un riesgo para la creacin y para s mismo.
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Lamentablemente el binomio ciencia y economa no se ha disuelto desde su fusin durante
el siglo XVIII. Y el capitalismo, en lugar de abrirse al infinito de sus potenciales, cada vez
cierra ms sus filas, de manera que ahora se distingue su carcter manipulador, el cual,
aprovechndose de la psique del ser humano crea da con da necesidades ficticias
subyugando al ser humano a su crecimiento monstruoso e imparable, al que se ha denomina
consumismo, por lo que no bastara con sealar una tica cientfica, al mismo tiempo
debera de hablarse de una tica econmica.
El problema tico, sealado en el apartado anterior, que intenta poner a la ciencia como el
instrumento dominante de la naturaleza al cual se accede por medio, no del saber, sino de la
comercializacin, hunde sus races, segn Cortina, en el positivismo de Comte y Mach y
recibe el ms amplio desarrollo en el neopositivismo lgico occidental. (2000, 52)
Weber reconstruye la historia como un progreso continuo de racionalizacin y
desencadenamiento (Entzauberung). Por racionalizacin entiende el
progreso de la puesta en vigor de la racionalidad medios-fines en todos los
sectores del sistema socio-cultural, especialmente en la esfera de la economa y la
administracin burocrtica, bajo la influencia del progreso constante en ciencia y
tecnologa; mientras que el trmino desencantamiento nos refiere a la
disolucin de un orden de valores o de una cosmovisin religiosa o filosfica
comnmente aceptada. La consecuencia prctica de tal concepcin del progreso
sera, segn Apel, el hecho de que el progreso humano, en el sentido de
racionalizacin, tiene su complemento en abandonar la idea de una fijacin
racional de valores o normas ltimos, por decisiones ltimas preracionales de
conciencia ante un pluralismo, como dice Weber, politesmo de normas o valores
ltimos. (Cortina, 2000, 53)
Afirmar que esta concepcin filosfica se extiende a la ciencia es alarmante. Una reflexin
filosfico-cientfica en la que el progreso corre antagnicamente a los valores ticos
desfigura al ser humano. Con razn el creador se ve luego como esclavo de una mano
invisible que dirige el mercado. El modelo capitalista indudablemente ha seguido esta
definicin de progreso y al patrocinar el progreso de la ciencia no puede distinguir a su
seor en aquellos que buscan en ellos la virtud y la felicidad. En este sentido es
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terrorfico constatar que los descubrimientos de la plvora, de los tomos y de los virus o
bacterias, fueron vistas por el capitalismo cerrado como una oportunidad de, literalmente,
aniquilar la competencia, y en lugar de usar de este nuevo conocimiento para la evolucin
del ser humano se invirti gran cantidad de capital, y se sigue invirtiendo aun hoy, para la
produccin de armas que aseguran la aniquilacin masiva de personas con un dao mnimo
a las infraestructuras. Siguiendo esta lnea se verifica la propuesta wittgensteiniana:
sentimos que, incluso si todas nuestras posibles preguntas cientficas hubieran sido
respondidas, nuestros problemas vitales ni siquiera habran sido rozados (Tractatus, 6.52.)
En este sentido el caso Tesla, como el de otros tantos cientficos descubre una variable del
mtodo cientfico que nunca se tom en cuenta, esta es la variable humana, detrs de toda
tesis cientfica, detrs de todo instrumento tecnolgico existe un ser humano que no debe
ser comercializado, y que tiene todo el derecho y la obligacin de evitar que se pisotee su
dignidad y sus ideas en pro de un progreso econmico capitalista que, ajeno a los valores
propios del ser humano, se pervierte irracionalmente.
Es interesante, a este respecto, la crtica de la escuela de Francfort, que seala la ciencia sin
una reflexin tica como una ideologa, porque cae el desconocimiento de s mismo toda
razn que se olvide de sus intereses originarios, en este autodesconocimiento la ciencia
pierde su recta intensin, y sin esta deja de ser ciencia. Cuando la ciencia sin recta intensin
se piensa desinteresada se coloca en una posicin ptima para presentarse como ideologa,
porque la posibilidad de conocer el objeto de estudio es, en esencia, un inters. En esta
direccin la ciencia como condicin primaria debe atender a un inters consiente, por lo
tanto sera inevitable caer en una contradiccin que reduce los argumentos expuestos a
meras opiniones y como tales a ideologas.
Desde esta reflexin se destaca que la existencia misma de la ciencia exige la aplicacin
tica. A pesar de que el racionalismo critico declare que la tica es irracional y que como tal
no puede participar del mtodo cientfico, ni aportar nada til.
Efectivamente, la posibilidad de una objetividad cientfica exenta de valoraciones,
no slo no excluye, sino que presupone la validez intersubjetiva de normas ticas:
no tiene sentido exigir la neutralidad axiolgica de la ciencia emprica, en nombre
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de la objetividad, sin presuponer que la objetividad debe alcanzarse. Pero, frente al
Racionalismo Crtico, este deber tiene que fundamentarse racionalmente. Si
pretendemos que los logros cientficos valgan intersubjetivamente, tiene que ser
posible que valgan intersubjetivamente las normas presupuestas en la comunidad
de cientficos, no que valgan subjetivamente, en virtud de una decisin
prerracional. (Cortina, 2000, 55)
La tica de la ciencia tal cual, solo tendr el lugar que la actualidad pide cuando, dejando de
lado los principios del siglo XVIII, deje de aislarse del contexto integro e histrico, la
filosofa necesita recordar que la ciencia y su progreso solo puede existir en cuanto y tanto
los tiempos se lo permitan. Por lo que la recta intensin cientfica camina de la mano del
instinto de sobrevivencia, haciendo que su fin ltimo se ubique en la promocin de la
dignidad del ser humano que busca su ser virtuoso y alcanzar la felicidad.
CONCLUSIN.
La guerra de las corrientes es todo un ejemplo de lo que representa el desarrollo holstico de
la ciencia, la cual recibe su impulso del contexto histrico concreto e impulsa, a su vez, el
desarrollo de la sociedad abriendo paso a pocas nuevas.
En la exposicin anterior se puede concluir que la filosofa de la ciencia no debera ignorar
su vertiente tica, la cual en el caso Tesla concretamente encontr un gran obstculo en el
sistema capitalista, mismo que no permiti la subsistencia de ambos mtodos en el uso de
las corrientes, lanzndolos a un darwinismo cientfico, al cual el mismo sistema capitalista
puso el punto final. Esta accin determino el final de la ciencia infinita, puesto que en el
capitalismo encontr un lmite. Si en otro tiempo la religin se propuso como un modelo de
pensamiento cerrado, ahora este lugar lo ocup el capitalismo, que se trajo abajo la
infinitud del racionalismo, estos lmites ya no son teolgicos ahora se disfrazan de
patrocinio, por medio de la aportacin de capitales que permiten el desarrollo de una
investigacin en lugar de otra.
Desde la reflexin actual el reto de la ciencia esta en descubrir que ella no puede dominar a
la naturaleza, sino que se encuentra para mantenerla, teniendo en cuenta esto no se puede
afirmar que la tica en la ciencia es una irracionalidad, sino que es una necesidad.
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