el clamor de la clepsidra. carlos-enrique ruiz
Post on 16-Mar-2016
230 Views
Preview:
DESCRIPTION
TRANSCRIPT
Carlos-Enrique Ruiz
El clamor de la clepsidra
Ediciones Revista Aleph (7)
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
2
ISBN 978-958-44-7116-1
© Carlos-Enrique Ruiz, 2010
Ediciones Revista ALEPH, ISSN 0120-0216
http://www.revistaaleph.com.co
Carrera 17 No.71-87, Manizales, Colombia, Sudamérica
Primera edición: agosto de 2010
Número 7 de la serie “Ediciones Revista Aleph”
Diagramación: Andrea Betancourt G.
Carátula: bordado en tela, de indígenas (México 2008)
Impresión: Editorial Andina – Manizales, Col.
Ruiz, Carlos-Enrique, 1943-
El clamor de la clepsidra / Carlos-Enrique Ruiz --
Manizales: Ediciones Revista Aleph, 2010.
166 pp.; 20 cm.
1. Poesía colombiana I. Tít.
Co861.6 cd 21 ed.
A1259587
CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
3
para: Livia
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
4
Comentario de primera lectura
He leído con gran atención y de un tirón El clamor de la clepsidra;
felicitaciones por esta proeza poética. Con cierta timidez de mi
parte, aventuro unos comentarios de primera lectura:
Es un poemario de una unidad de tono del principio hasta el final. Son
poemas cargados de experiencia, de nostalgia, y también de desencanto.
Hay un trasfondo de ausencia, de vacío, de lo que no está o no fue; de
remembranzas.
Se registra el paso inexorable del tiempo con cierto desapego, sin angustia.
Se percibe una esperanza retenida en el aparecer de otras dimensiones.
Es una dolorosa peregrinación impregnada de lirismo, con cierto dejo de
elegía que sugiere por momentos como una marcha fúnebre solemne y
acompasada, en su decurso épico; en clamor por el destino incomprensible
de la especie y de su relación ignorada con el cosmos. Hay un contrapunto
sostenido entre lo perteneciente a lo humano y la omnipresencia de una
naturaleza autónoma que es más que el escenario de los actos. El lenguaje
y el silencio se entrecruzan y oponen en diversos encuentros. Hay un
escepticismo sobre la posibilidad del verdadero diálogo; sobre el engaño
de la pasión y una sobria y medida valoración de algún tipo de amor.
El poeta, como un espectador, pasea su mirada inquisitiva por los
distintos escenarios de la condición humana; de su tragedia y de su
desesperanza. La salvación tiene sinembargo su punto de encuentro en la
belleza de mundos ajenos a lo humano.
Cecilia Balcázar de Bucher
(Miembro de Número de la Academia Colombiana
de la Lengua, profesora universitaria y de la directiva
mundial del PEN-Internacional)
Bogotá, 03 de julio de 2010
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
5
Este es el día....
en que es dulce la herida de estar vivos
Blanca Varela
Amo a los dioses oscuros
que viven solo un día
Washington Delgado
Apenas se viven dos tercios de vida
y hay que huir de las nubes,
escampar bajo alares y portones;
pero las nubes vienen y nos cubren,
no hay refugio que valga contra el tiempo,
los títeres accionan y sonríen,
la gente sobrevive sobre nada.
Nicolás Suescún
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
6
1
Incipiente luz en la mirada
desaloja fantasmas en la voz
y da vuelta a las manos
para deletrear los surcos
que delatan el sabor de los ocasos
Por precaria que sea la luz
los árboles atisban senderos
en vidas de los parias
y recuestan sombras tímidas
en las aureolas de un decir
sin mesura
Luz incipiente ahoga
gritos en el desierto
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
7
2
El desierto en la acometida
de los silencios
y los nómadas
con la caricia del Sol
en el cuerpo
Aureolas de viento recrudecen
el conocimiento sobre las cosas
que también van errantes
con advertencias del futuro
Los silencios prolongan ausencias
en la forma de ventiscas
con la garantía de ceños fruncidos
por la desesperanza
El aleteo de ideas
enarbola el paso del tiempo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
8
3
Transitorio aguarda el destino
resiste aún los envites de la historia
en consideración a la fortaleza
de algunas obras humanas
Yen esa espera se desenvuelven
pequeñas historias con la arrogancia
de lo que no quiere pasar
En cualquier día
por fin
la palabra aquieta sentimientos
hacia el conjuro
de las tiranías del Sol
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
9
4
Días en la contención de voz
con aullido de cerco a la Luna
Años de zozobra en nubes
de siempre titilar
Siglos en la elocuencia de partos
que la naturaleza asume
en duermevela
Tiempos en el plural abierto
a los titubeos
a las sombras
a los destinos de crueldad
Tiempos sin días ni horas
en el derrame continuo
del Universo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
10
5
Soledad en resquicios de horas
con el punto de encuentro
en la solapa de murallas
apenas franqueables
por la resolana
Pensamientos y palabras
de-viva-voz
vitrifican sus esencias
en cimientos de ambiciones
con la medida de rituales
en el éxtasis del lado oculto
de la Luna
y de los rostros en celo
Miro el telón entristecido
y del escenario brota
la ironía
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
11
6
Las ausencias son retornos
de voces cautivas
o callejones sin salida al mar
de las intenciones
y los desganos
En lo ausente va la conciencia
de lo perdido
o de la fuga en pareceres
cuando los ríos crecen
y las aguas llegan a los hombros
en los remansos
El silencio es cómplice
de la ausencia
de cara a restricciones
inobjetables
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
12
7
Olvidados recodos
en sueños y pensamientos
con ausencia de palabras
en labios y manos que delatan
el sortilegio del mundo
Pasa lo que ha de pasar
con la fuerza de los destinos
iconoclastas
y quedan atrás ilusiones
desfallecidas
cargos de conciencia
otros horizontes no alcanzados
y los días desgranados del mástil
que es la vida
Recodos y destajos
y desechos
y atajos
conducen por igual
a lo incierto del destino
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
13
8
Imaginación en los yesqueros
que hacen deslumbrar el mutismo
de muros desvencijados
por el tiempo
Imaginación en las simientes
desprendidas del árbol
de la civilización
y esparcidas con sutil perseverancia
Imaginación en los huecos
de la historia
con la somnolencia de leyendas
y rutinas
venidas a menos
En la imaginación se apuntala
el placer
de lo encubierto por el ocaso
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
14
9
Recorridos de la fantasía
en ensambles de logos
y de cansadas especies
de elucubración tardía
asumen el tiempo de las doncellas
y el de caballerizas
con retraso en el encuentro
de mosqueteros
El duelo se da sin falta
en medio de enternecida población
abandonada por la historia
y el resultado es el desalojo
de rastros y de memorias
enclavados ahora
en rocas de sedimentos
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
15
10
Eras el sigilo
la noche
la contienda
el sueño de los justos
la apoteosis
de nieves
de sindéresis perdida
Eras la ilusión
en las miradas
el deseo
en calicanto
el rincón de musas
al acecho
Eras la medida de todas las cosas
a lo largo del tiempo
en el espacio de las nimiedades
Eras el llanto
y el disimulo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
16
11
Noción perdida en arenales
de la discordia
vuelve con el pregón
de los últimos rayos del Sol
al presumir la vigencia
de palabras
en proximidad
a tibieza de piel
Lazos de sentimientos
atan el cordel de almas
en la inquietud de parábolas
circunscritas al mutismo
de labios
que solo imploran por deidades
ensombrecidas
Noción en el destrozo
de sílabas cautivas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
17
12
Rituales del sonido
en días de niebla
despegan la incertidumbre
del asedio de voces
y resumen el poder de conquista
de ruiseñores en las tardes
con melancolía en ojos
y labios
Las manos desprenden signos
desafiantes con el paisaje
para alcanzar el grito
que derrote la soberbia
de lo inclemente
Recuerdos lejanos
anidan en el árbol
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
18
Ese río silencioso
huyendo hacia nunca
Fernando Charry-Lara
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
19
13
El silencio de los cobardes
hace más tormentoso el ruido
en la encrucijada de manteles
tornasoles
El humo tapa el silencio a las puertas
de cualquier siglo
y siguen las catedrales del Gótico
enarbolando plegarias
con el suspenso de nubes
en la amenaza de los puertos
El silencio reconcentra
los esfuerzos
por descifrar el pregón en el espíritu
del combatiente
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
20
14
Benditos los sentimientos
del áulico camino
que conduce al siempre
o al nunca
Con la lluvia
aquellos se vuelven remembranza
y la distancia del camino
se acorta
la que va del corazón a los labios
Los pasos prolongan esperas
y alejan infortunios
a la saga de aires de gloria
en laberintos donde la sabiduría
le saca el cuerpo a las cigarras
Noches entretienen el silencio
y escudriñan la salida
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
21
... Nada permanece verde
en esa prodigiosa urgencia
hacia el crepúsculo.
... El paraíso es la vida
repetida espectralmente,
una silla vacía que hace eco
al vacío.
Derek Walcott
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
22
15
Brota el fuego en el pulular de mares
con la imaginación en playas
expuesta a la somnolencia
Y brotan claveles en la voz del exilio
con espuma de coloridos
entre el azufre y las insidias
Y el fuego prende en más palabras
enclavadas en arrecifes
y acantilados
Pasado el tiempo
el respiro emprende la reconstrucción
de los silencios
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
23
16
Esperanza lejana en los días de tránsito
por cumbres de hielo
y simas de espanto
La ruina de las palabras
se acumula en la ceniza
de cuerpos rotulados
por la desventura
Con la distancia
el tiempo replica silencios
y velos en rostros de crisantemos
La esperanza es el hallazgo
de brisas de luz
en las miradas y en las voces
sin manos de aguarde
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
24
17
Rituales de aire y agua
en la composición de la luz
imploran por el sueño del Sol
y vuelven más noble la alborada
Figuras dispuestas al rito
emprenden la retirada
con las danzas
en variaciones plásticas
para recoger el hilo de lo leve
en el trasunto de los sueños
Ansiedad de voces disipa
el despliegue ondulado
y vacilante
de los cuerpos
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
25
18
La soberbia contingencia de las palabras
derriba el sonido de truenos en las planicies
de la desolación
y por los cauces que las atraviesan
circulan destinos
sin la contención de la armadura
Antiguos andantes de caballería
destilaron las historias de valles y montañas
hasta convertirlas en desierto
con el silencio enseñoreado
de cactus
al paso de caravanas
que al disipar el tiempo
huyen
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
26
19
Luces de oriente encandilan el paisaje
tan atareado de sombras
al cruce de accidentes geográficos
con la mirilla puesta en los umbrales
Cada tarde es el preludio de chispas
en la bóveda de cielos
agobiados por la ternura de dioses
Y desde el suelo
en tierra vaga
se expande el lamento
de seres sin pasado
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
27
20
El encanto de miradas y gestos
propiciatorios
eleva la vida al rango que en lo sublime
deletrean los sueños
Rutila en halo la convergencia
de ambiciones
que sin expresarse
engullen voquibles
y soleares
En la raíz de las cosas
se encuentra todo tipo de opciones
entre la luz
y la tiniebla
entre el recato
y la desmesura
entre la expresión de los sueños
y el delirio
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
28
21
La jornada extiende sus brazos
en la misma dicotomía
que resiste a los siglos
y los caminos se bifurcan
con la consistencia
de palabras recogidas
en el lecho de Anacreonte
o de Ulises
o de Helena
Extensiones las hay
en los corredores espaciales
con la misma búsqueda
de las causas perdidas
Se agota la jornada
en el mismo espejo
de estancadas aguas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
29
22
Noches castigadas
con el insumo que postra
a los dioses
y que hace ver destellos
en las piedras
Noches de circunloquios
a media luz
con rostro dibujado
en la memoria
y deslices de palabras
con el sonido clave
de las fuentes de agua
Noctámbulo arrastro la pluma
e indeciso aguardo estrellas
en el cenit
para acariciar la posibilidad remota
de una danza de libélulas
a esta hora
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
30
23
Este es el sueño que por equivocación
armaron
los muertos alejados del espacio
y del tiempo
y de la palabra
pero tendrán ausencia
para cantar con música
el desvelo
que atormenta a los terrícolas
Música de tránsfugas
de desterrados
de peregrinos sin voz
y sin mirada
Este es el sueño
en un lienzo desplegado
en planicie arrugada
por lo inútil
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
31
24
Convergen los deseos
en la cabeza de un alfiler
y en su reflejo espejea
el nano-mundo
de las conquistas sin retoño
de las cejas fruncidas
de los labios expuestos
a los besos
en las canteras de amaranto
La concentración de imágenes
recorta el tiempo a parábolas
de luz y sombra
mientras al amanecer
se corrompe el vino
a temperaturas de acoso
en la convergencia de alfileres
que apuntan al desfiladero
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
32
25
Hay un zumbido de sombras
en la Luna
y en la calle
la rocola inflama las voces
el ruido
y las carreras al desamparo
Hay un lugar de escondite
en la calzada circunvalar
para arropar la imaginación
con el claroscuro de árboles
caídos en temporada cruda
Hay siempre un sonido
de recuerdo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
33
26
Hay caminos que se prenden
de nube
y en sus recorridos acarician
el arcoíris
Otros hay que se prendan
de la suerte
con destinos encontrados
Se juntarán unos y otros
en la fuga de la perspectiva
que riñe con lo alabeado
de los supuestos
y del andar
Hay caminos en las sombras
dilatadas en las palabras
de ausencia
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
34
27
Hoy es el dos de los sueños
de las ansias atadas al fuego
de palabras sin decirse
Hoy es el ayer que cunde
por desiertos
y grandilocuencias
con la sota de bastos
atada a la memoria
de claveles
y sortilegios
Hoy es el agosto
de pasos presurosos
de llegadas tardías
de ganchos de Luna
en ascenso
Los pliegues descubren
el deslumbramiento
de rocas en traviesa
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
35
28
Cuál será la sensación del ocio
en las madrugadas
o en los ocultamientos del día
El paréntesis señala el acontecer
tejido de sueños
nostalgias
desfallecimientos
interrogantes del tiempo
Seres navegan en el vacío
con las sensación de ir a las espaldas
del río
de las leyendas
y los espantos
Otros seres arrastran su esencia
en el légamo del silencio
y la traviesa
El mar es el depósito
de todo y nada
de nada y todo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
36
29
Consumo de aire con nubes a bordo
para saciar las rocas sedientas
apostadas en la ribera del camino
Agujeros entonces rotulan el cielo
alejado de la mirada de peregrinos
y de macizos volcánicos
Aire de altura sedienta
irriga las bases columnares
en templos que acarician
himnos
plegarias
ruegos
como si el mundo estuviera
camino del fin
con la filigrana de palabras en ausencia
Así las cosas
el mundo se yergue
ante los cobardes
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
37
30
La esencia de las miradas
está en la saturación del vino
en las planicies prolongadas
por el viento
El rubor de las arcillas
golpea el recuerdo
por caminos donde las huellas
levaron anclas
Ríos en cambio
rememoran ausencias
en los destinos
de serpientes y camaleones
Rosado es el traje de los reflejos
en los espejos del agua
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
38
31
Ronco sonido en las alturas
desciende con el rocío
hasta las sienes de los mortales
y de ahí se prende el tiempo
para contar los pasos
con la fuerza del tic-tac
En adelante la historia es
película perdida
Transcurridas décadas y centurias
el recuerdo no aparece
ni en las rocas sedimentarias
apenas un trazo extraño
en nube dejada al azar
El badajo acaricia la frente
en la madrugada
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
39
32
Roto silencio en la geografía
de la Cultura
y roca conexión de anatemas
que transfieren señales
de amantes
desprendidos de sus propósitos
Roto caudal de súplica
frente a cartas arrojadas al vacío
de los desencantos
La naturaleza acoge el naufragio
de espíritus desencadenados
en busca de riberas
con el compromiso de soles
que renacen
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
40
Duermevela el reloj, su campanada
el aire rasga claro.
Fernando Charry-Lara
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
41
33
En los mensajes de los dioses
se encuentra la ambición
de coronar alturas
con los deseos que las palabras
esquivan
Solo el paso del viento distribuye
posibilidades
en tierra de migrantes
Cadenas de montañas embelesan
ríos
y esconden el paisaje de más allá
De conjunto
los dioses eluden la sombría
esperanza
en favor de valles en lejanía
símbolos de conquista por llegar
Las palabras encandilan
ambición de dioses
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
42
34
Causas sin ocasiones
para el deslumbramiento
persiguen destinos
en los desiertos
y extienden lazos entre peregrinos
que tratan de remontarse
a los orígenes
por las huellas de culturas
cuyos hilos no aparecen todavía
en los planos de geografías dispares
apenas vislumbradas
en la imaginación de aquellos errantes
del desierto
Los meandros suelen ser
escondites del tiempo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
43
35
Las sutilezas de los mares
arremolinan pensamientos
en esferas
que con el correr del tiempo
derraman semillas
incautadas en campos de quimeras
Y la germinación
no se hace esperar
en las superficies de la palabra
fértil
con beneficio de voces
que cunden entre épocas
de perfil grisáceo
Ciclos de altibajos domeñan la historia
para el fulgor de amaneceres
en la colina
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
44
36
Corren canciones por la aldea
de los colores en exaltación
y corren las ansias de gozo
en la cuadrícula del tun-tún
Al transcurrir de nubes
se apaciguan las voces
y el remedo de ímpetus
sobrecoge el terreno
de los girasoles
Las canciones reivindican
los deseos
de unidad en la conjetura
y el enigma
Gracias a la vida
recita la cantora
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
45
37
En las tardes las canciones
se recuestan en cuerpos
desplazados entre la multitud
sin el gozo de dioses
escapados del cautiverio
Ritmos de elocuencia en el desgarbo
al transitar por plazas atestadas
de estulticia
La soledad en el vocinglerío
cruza con propio silencio
la vida oculta no percibida
ni por las sombras
en el pavimento gastado
por el roer del tiempo
Ambición de canciones
sólo música
en tardes de pesadumbre
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
46
38
Los peregrinos recuerdan el penar
de las cigüeñas
en las torres altas de fortificaciones
y al mirar lejos desparraman
la sensación de huida
por caminos desolados
que llevarán al otro lado de los desiertos
La conjunción del delirio
y deseo
precipita la búsqueda de palabras
desaparecida antes
en el diluvio de pétalos
entre arroyos de figuración
y ternura
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
47
el amor se arrodilla a la espera
rayo que se curva,...
Blanca Varela
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
48
39
La estrategia de los sueños perdidos
desciende por el caracol
para acorazar mortales afectados
de vida insuficiente
y emprender luego la gracia
de disipar lluvias
en los jardines de colores
y aromas sensuales
propicios a la concupiscencia
de cuerpos espirituosos
desatados en el vacío
Estrategias de caracol persiguen
alturas y abismos
levitación de los deseos
y descenso al fondo
donde el ardor de conciencia
punza la vida
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
49
40
Palabras perdidas en globos de aire
y en fortines de fantasía
Palabras que han dejado de serlo
por el desprendimiento de sonidos
sílabas
letras...
Dispersos sentidos han quedado
en orfandad
al ser presa de abandono
Dolientes miradas acongojan el paisaje
y sumen en olvido
palabras de calicanto
En murallas choca el vendaval de risas
en la condición carnavalesca
de multitudes a la deriva
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
50
41
La sutil expresión de los sabuesos
limita el paso de colonos
por el portal que da al infinito
y la ambición de inmortalidad
frustra
las corrientes de agua
sin cansarse de ocultar
el piso que recorren
Formas de decirse la ilusión
desencadenan en los mares
la expresión no contenida
de cetáceos y tsunamis
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
51
42
En el verano
los dioses se acongojan
echan por la borda el saber
sin señas
que caracteriza las montañas
y no dejan de palpitar
en las conciencias
Los dioses toman vacaciones
y despiden las tareas de rutina
En juerga
los dioses acribillan pensamientos
de moderación
y desatan el jolgorio
ebrios de luz
El mundo queda en desamparo
por instantes
con la grotesca ilusión
de quienes al zambullirse
en la turbulencia
pretenden hacer brotar la vida
de los rizomas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
52
43
Rojo calendario con saturación
de magmas ardientes
aguza el sonido de los mimos
al hacer reverencia frente a estatuas
de ferroconcreto
o de piedra
o de bronce
El calendario está a prueba
otra vez
cuando las lunas se suceden
al tomar en cuenta el rojo
de salones teñidos con el terciopelo
que cubrió de asombro
las últimas batallas
En los tiempos que corren
la saturación de signos
pone al rojo la vida
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
53
44
Saturación de signos y de emblemas
recorta la mirada
en las cornisas del desencanto
En cambio el cielo juega
con el esparcimiento de nubes
y el oscilar de nubes
en los espectros del no-saber
sin límites
A su vez
la masa de acontecimientos
presiona el volumen de realidad
en el tiempo de manecillas
con el tablero iluminado
por el desconcierto
Circula la voz en el pasillo
de los diálogos perdidos
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
54
45
Cúpulas con el dorado en el insomnio
de calles y explanadas
se yerguen en la memoria
de historias sin conclusión alguna
La soledad en la mixtura
aviva pasiones
controladas por la fuerza
o el desvío del azar
Lo torrencial pasa
con larga resonancia
de timbales
en seguidilla de aves
en vuelo sosegado
La mirada dispersa alusiones
de conflictos
en corrillos de parlanchines
apenas con el gesto fruncido
por el reflejo de cúpulas doradas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
55
46
Erguida
como la noche
la lejanía
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
56
47
La voz enciende caminos
y anuncia fulgores
en los escarpados sentimientos
de la conquista
Voces las hay
que escudriñan signos en los rostros
y enuncian el batir
de glorias inconclusas
En las tardes
la penumbra da respiro a las voces
para seguir
por donde rondaron las ilusiones
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
57
48
Cartas en la mano de mansas palomas
alborotan la tierra del exilio
y desprenden madrugadas de cielos opacos
A lo largo del día se ocurren diálogos
de estrellas
en ausencia de glorias
o de sudores en cuerpos gastados
El tiempo se hace nostalgia
en las manos que descifran cartas
desprendidas de castillos en el aire
La romería acude a la cita
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
58
49
Ansias de luz y de lugar
en las entrañas del monstruo
desatan el recuento de la quimera
y vuelven el sabor a las cosas
con la casualidad de lo hallado
por perdido
Lo monstruoso está en la comparación
de los deseos con la realidad
y en el merodeo del tiempo
por el volumen de la memoria
A su vez las ansias son deseos
de lo perdido
con monstruosas palabras
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
59
50
Los besos declaman la canción
de corazones
de merodeos y súplicas
y reclaman por la ausencia de voz
en los vericuetos de la piel
Besos sustraídos de labios
liberan el terror de lo desconocido
En cerrojo
la canción revela el sostén de espíritus
ensimismados
recluidos en la relación íntima
que hace de la pasión orgullo
Besos compiten
con la ausencia de palabras
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
60
51
Los sueños bifurcan la canción de las ranas
en la charca del encantamiento
mientras el rictus delinea
los pasos en trayectoria
de las curiosas ausencias
La codorniz reclama espacios
con leve transitar entre la yerba
y las golondrinas se posan en el ocaso
El universo de imágenes
le apuesta al susurro de lunas
en el mar de las arcadias
Canciones en división
tejen sueños
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
61
52
La zozobra en el acantilado
expide vaguedades
en tiempos de jerarquía desconocida
y suprime el gozo
de alcatraces y gaviotas
en el rodadero de vestigios salobres
Desfachatez en los propósitos
vuelve ruido el legado de los próceres
Sinembargo
el cielo de nubes bajas
y azul entre ellas
proclama el paso libre de palabras
ajenas a la injuria
Persiste la zozobra en el paisaje
con el dejo de antiguas melodías
de marineros sin puerto
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
62
53
Continencia en acciones
demandadas por palabras
con el suplicio del clima
en humanidades de tránsito
Restricciones en el ruido de molinos
y de los ajetreos multitudinarios
en plazas expandidas por el sofoco
de oleadas de calor
Las ilusiones recortan lo posible
de palabras en medianía
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
63
54
En el néctar de las flores
las abejas juegan al amor
sin agotar el fuego que da luz
e incentiva la pasión
El amor es un estado de concordia
en el pensamiento y los deseos
sin colmar el venero
de las ilusiones
Las vidas corren como agua
en cauces de encuentro
y olvido
en busca presurosa de motivos
para la expansión
con la incógnita del fin
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
64
55
Deslizan suaves las manos en cuerpo deshojado
por la soledad
y chispean las ansias en ojos y labios
contrapuestos al diálogo infructuoso
Deslizan naves por ríos y mares
en busca de lumbre en horizontes
inciertos
Cuerpo de mujer superpuesto
a la voluntad del decir y del cantar
con la sola afugia de encuentro
distante de súplica y tormento
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
65
56
Cuántas cosas se sobreponen en la existencia
y sobrecogen el poco de luz
que deshilacha por los portillos
Cuántas palabras escasean
en la necesidad de decir
para actuar
Cuánto es el goce de los delfines rosados
en el Amazonas
y de las libélulas en la portezuela
de aguas a la espera
El tiempo estira la conjetura
y extiende voces de azafrán
en tierras de flirteo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
66
57
Intempestiva sombra se proyecta a los pies
y se alarga al caer de la tarde
Rezagos de luz en los candiles
encienden la noche
Estrellas mudas y estáticas
vigilan la cautela de huestes en congoja
En la dimensión desconocida
vagan destellos
luces apiñadas
que al caer desaparecen
en la forma de centellas
Ilusiones desvanecen
las sombras
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
67
58
Minorías cumplen el precepto
de salvaguardar la vida
a pesar de lo continuo
en las huestes del exterminio
Y el mundo sigue en la increíble aventura
de rodar en el espacio infinito
con lecho de estrellas
sin darse cuenta de la existencia
de aquellos imbéciles
que pululan en superficie
La vida se debate en la singularidad
de minúsculo fuego
en alejamiento
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
68
Lo que queda en la memoria
es el amor que baña la vida,
el amor que ha hecho las cosas
inolvidables.
Marguerite Duras
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
69
59
Las palabras se establecen en silencio
con los bordes expuestos a la retahíla
y al consumo de óxidos
Al salir las palabras
inauguran el mundo
y en su choque electrizan la sensibilidad
que da sentido a la rosa
pero en la confrontación van adelante
con los quiebres propios
de insensatez y olvido
En el escenario de los acontecimientos
las palabras se la juegan
por conquistar la risa
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
70
60
La ausencia es notable cuando se evaporan
las aguas del suplicio
y se echan a rodar esperanzas e ilusiones
Nada podrá satisfacer el escape de soledumbre
por los vericuetos insondables
de espíritus en agonía
La luz se reconcentra en los cristales
que miran al mundo con la desapacible actitud
de quien ve correr la vida
sin sosiego y sin salida
El velo se corre otra vez
y las escenas se suceden con la jerarquía
de apóstoles frustrados
Cae el telón y la risa
se torna en carcajada
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
71
61
Frontera en la deriva de continentes
acentúa la irritación en rocas
y de improviso esplende el cielo
con la amenaza de tiempos convertidos
en anatema
La expansión del sonido recrudece
el anuncio de dioses
por la casualidad de ocurrencias
sin horario
ni objetivo señalado
El mundo sigue en la rutina
de dar-que-decir
en las ventanas y en las miradas
de concupiscencia
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
72
62
Vibraciones en el sentimiento
por las cosas más superficiales
benefician el paso de trenes
hacia el mundo de lo desconocido
y dejan a lo lejos la sensación
de algo haber pasado
en los terraplenes traspapelados
de vidas en ausencia
Luces titilantes en las noches
recuerdan ese paso
con la fatiga de materiales
expuestos a la tonsura de clemencia
con razones de papel
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
73
63
Ámbito de silencio y de holocausto
acompaña las palabras desgranadas
de corazones heridos
de manos ajenas al consuelo
y de labios cansados de pronunciar
los mismos sonidos
El entorno de la voz no reproduce
las intenciones
del deseo por un mundo mejor
Las palabras en diálogo estremecen el aire
y generan balbuceos
en los rostros calcinados por el terror
El tiempo decide el destino
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
74
64
Simientes esparcen bondades
por tierras de la semántica
y provocan sustos en las ventanas
de lo desconocido
Yendo el tiempo
aquellas simientes encienden señales
que la voz oculta
con la mirada cautelosa de aves al pasar
con el rumbo puesto en las ventiscas
y en las tormentas
Sementeras de ilusión
en las cornisas del pensamiento trágico
recortan el viaje de palabras en oscuridad
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
75
65
Tendencia omnipresente de los dioses
en las horas en que ballenas y delfines
soportan el holocausto
Tendencias del infortunio en los mares
y en los ríos caudalosos
vuelven atrás la sapiencia
de culturas heredadas y en formación
La mirada tiende hacia fronteras lejanas
donde la luz no alcanza
ni la vocación de mártires consigue refugio
Sigilo de murmullos disipa la tensión
en espíritus calcinados
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
76
66
El verdugo es una voz que canta sobre sábanas
en desolación roja
y es el rastro de la huida
entre la maraña de ciudades sin contorno
con brumas que obnubilan ojos y pensamiento
Azotes sobre la piedra titubean las pisadas
por los caminos del rayo
en las cuencas sin fin de los suplicios
Constelaciones en despido
abruman la historia
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
77
67
Amor en la esperanza de sentir el asedio
de pálpito
y la caricia de la ambición
en la forma de resonancia de espíritus
con multiplicidad unitaria en el camino
Miradas de compasión y ternura
acompasan la huida hacia el refugio
de sobrevivencia en continuidad
Amor entre claveles y orquídeas
con la fascinación del deseo
sin conclusión definitiva
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
78
68
En la dimensión de lo desconocido
oscilan las palabras
y la incógnita se hace emblema
Extraño mundo de la trastienda
se empeña en permear la vida cotidiana
con insignias y consignas
que nublan los amaneceres
y tinturan caras y manos
en señal monstruosa
La fatalidad da cobijo al todo
desde las entrañas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
79
69
Cada cosa tiene la señal del olvido
que va de labios a manos
con la esperanza de alcanzar
el sueño o el delirio
Pasiones constriñen el vuelo
de aves insonoras
con la sensación desconocida de cantos
a próceres venidos a menos
La igualdad del silencio es mampara
de besos no alcanzados
en cuerpos errantes y volátiles
El futuro tiene roma la punta
del iceberg
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
80
El tiempo es un árbol
que no cesa de crecer
Blanca Varela
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
81
70
En el camino de la memoria
deja de sonreír la vida
con la cuesta en hombros
y los pies en transida ilusión
Son los pasos de errar en continuo
entre valles de espinos y montañas
donde el destino tiene refugio
De improviso
el cielo se tiñe de enzimas
fundamento del enigma
y el Sol oculta la canción
de la romería
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
82
71
Refugio de insidias y esperanzas
es el mundo
el mundo de sibilas
pelafustanes
toderos del azar
El mundo rueda como pieza suelta
en el sinfín de estrellas
y de pensamientos atados a cratones
que resisten cualquier movimiento
El mundo es una calle larga
escribió Matilde Espinosa
calle de miseria y opulencia
sobre el lomo cobrizo de expectativas
sin solución
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
83
72
Las lunas se perfilan en el horizonte
como espejos sumergidos
en la placidez redentora de los remansos
En cambio
los soles deslumbran en la frontera
del infinito
y sedimentan la imagen del caudillo
entre poblaciones inmersas
en el desamparo
La unión hace la fuerza
se dice
pero lunas y soles dirimen la competencia
en la puesta al día de conflictos
de norte desconocido
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
84
73
Se avecina el plenilunio
y las noches se visten de estrellas
con miradas de convergencia
en el vacío de la luz
Nubes de escasa figura
pasan con lentitud
rindiendo pleitesía a la Luna
Y desde esta insignificante porción de la Tierra
observo el paso del tiempo
con espíritu
siempre alerta
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
85
74
Golondrinas escapadas en la noche
encienden ojos en las piedras
huyen del espanto del día
y acurrucan árboles en angustia
por las calles
Ventiscas claman por la serenidad
de horas de luz
El tranvía cruza en soledad
con los pocos pasajeros rezagados
en la trastienda
Las golondrinas deliran
con el despertar del mundo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
86
75
Suaves aleteos
vagas caricias del viento
melodías en la memoria
con sabor de nostalgia
Delicada sombra delinea los pasos
entre arboleda que se pierde
a lo largo del tiempo
En el entusiasmo del paisaje
hay algo de sentimiento
sobrecogido por la esperanza
desvanecida
Tejidos de palabras reproducen el eco
de montañas erguidas en la soledad
del infinito
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
87
76
A veces el signo se sobrepone al enunciado
con las carretas de la fantasía
y fija en el aire la impronta de entelequias
antes adheridas a sabios del pasado
En otras ocasiones
rebaños cadenciosos deambulan
por praderas
mero desliz del amanecer
Palmas irisan el paisaje
para días escapados del calendario
La ruleta enciende el humo
de ocurrencias en la frontera
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
88
77
Silencios en la contienda de las vidas
invaden las playas
de cielos corroídos por el alquitrán
de palabras en boga
Silencios en medio de los truenos
y de las cansadas voces
huyen por los flancos de historias patrias
relatadas con el gusto de azúcares
y azafranes
Silencios en cualquier estación de la vida
circundada por interrogantes al desgaire
o al despunte de albas marchitas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
89
78
Las formas del silencio recorren los pasos
de encinares y melodías
se empecinan en labrar rocas
donde hay agua con la postración de paisajes
a la espera
La sensatez recoge causas perdidas
y huestes dispersas
hasta agotar el delirio
con el que sucumbieron los pobladores
de riberas
en ríos de traviesa conformación
El silencio recobra la mirada de la arena
en rincones distantes
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
90
79
Juegos coincidentes de números
alebrestan imágenes y dan al traste
con la sensatez de palabras emitidas
en momentos del cansancio
de los cobardes
Tulipanes engalanan el tablado
dispuesto al rodaje de escenas
en la vida ligera
de aquellos derramados
por la fuerza del destino
a las calles con opulencia ausente
y entre faroles rojos
Números juegan a la incertidumbre
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
91
80
Vertiginosa epopeya de los siglos
sin contar con Ulises
refleja la velocidad en furor
con huellas de trazos marcados en las caras
y en toda la piel
de los cuerpos expuestos al paso del tiempo
La velocidad señala fatiga en los materiales
hechos de cuerpos y de espíritus
y de esperanzas
El confín reúne los procederes
de la vida
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
92
81
Esa era la contienda entre enigmáticos poderes
de cara oculta
con el sabor insípido de arenas alejadas
de playas y desiertos
Contienda del azufre y el lodo
para el estertor antiguo de aventuras
con fenecimiento anunciado
Montañas y llanuras
bosques y planicies
desolados
resultan ser albergue de la contienda
entre la vida y la muerte
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
93
82
La vida es efervescencia y fervor
de causas en desalojo
Vencida la tragedia
la vida recomienza con titubeos
en el aprendizaje de caminos
Flores tienden caricias
en el avance de los pasos
para amortiguar lo penoso del andar
No hay caminos fáciles
se dice
y la disposición de la vida
es acortarle distancia a la muerte
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
94
83
Sutiles encuentros de la nada
sacuden los vaticinios en la intimidad
de sentimientos
acorazados por el temor
y el remordimiento
Encontrarse es mirar en el espejo
vidas homologadas en la distancia virtual
que conduce al otro en la memoria
En el espejo repercute el eco desvanecido
de aquellos sutiles encantos
que delataron el grito
en miradas de sospecha
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
95
84
Agobiante ansiedad de los mortales
por descubrir el antídoto de salvación
entre cantares perdidos
y conquistas deshechas
por la ilusión
Se camina con palabras que exploran
en el amor y en la insidia
palabras de más aliento en el silencio
cuando discurre el viento
con signos de espera
y nostalgia de lo transitado sin asir
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
96
85
El astro de los consuelos desata ironías
en medio de las afugias de los gavilanes
y heridas las conciencias de los candidatos
a mártires
el mundo respira por las cicatrices ajenas
Astros los hay en cielos de infinito parecer
y en tierras de espanto
circunscritas por signos indescifrables
La dimensión de lo desconocido intimida
y paraliza
las huestes dispersas
Sutil es la mirada de los gavilanes
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
97
86
El mundo del peregrino es un sentir
y un palpitar
en cada paso
en la tierra oscura
Por donde el peregrino va
el viento acarrea artilugios
de contravía
Al final del camino
el peregrino encuentra la puerta de escape
a las palabras
sin sustancia
El camino recomienza en las madrugadas
con la aurora del llanto y el suplicio
Las campanas doblan con el redoble de sueños
y el suspiro de las piedras
en los muros de calicanto
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
98
87
Aguas sin saberse la fuente
merodean por lugares de asomo a la luz
y recorren miradas
en cuerpos evanescentes
En otros lugares
labios musitan canciones de olvido
despojados de besos húmedos
con el deseo de brasas
en el hogar de los destinos cruzados
Bandadas de palomas surcan el cielo
entre miradas despojadas de asombro
Los pedernales restañan cuitas
y el ojo pinta rayos de Luna
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
99
88
La naturaleza suele apiadarse
de seres caídos en desgracia
pero recoge de ellos la cláusula del declive
con los quejidos heredados de Zaratustra
El mundo rueda sin la idea
de principio y fin
bajo la inercia del azar
Se desprende de la naturaleza
un halo de golondrinas
con murmullo lejano
y de resquebrajamiento en pisos
de terracota
La nieve paraliza los labios
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
100
89
La infame ausencia de los dioses
ocasiona el resquemor en rebaños
de roto color
ante áulicos del incienso
Noches sin humo de chimeneas
acrecientan el pánico de avichuchos
de todo pelambre
Estelas rojas circunscriben las quejas
en la vecindad de amaneceres
agredidos desde ventanas rotas
y portones en gritos
Por el día navegan sombras de hilazas
y de caníbales
con palabras de ausencia
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
101
90
Cansadas figuras en las elucubraciones tardías
que siguen al sosiego
concretan el ritmo de corazones en tregua
y apaciguan el sabor extremo de los caminos
con extensión de cinta dilatada
en vericuetos de osadía
Pausas sobreviven en el delirio
de consagradas especies del cautiverio
para atravesar de pensamientos
los mares y cordilleras
con la disuasión propia de heroínas escapadas
de libros antiguos
El Sol rompe el sigilo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
102
91
Mapa de sonidos en recintos del ermitaño
y merodeos por la geografía
de las palmas de la mano
Insidia de labios a punto de proclamar besos
en la tiniebla
con el deseo de las fuentes que cubrieron
de fango
ciertos volcanes
Orografía en las manos circunscritas
a la piel de la ansiedad
Corrientes de agua compiten
con la luz de ojos
ceñidos al fulgor que se va
en el primer encanto
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
103
92
Los trovadores ejercitan la súplica
con el encanto de ruedas sueltas
en palabras desasidas
de cuerpos
de luz
y de tiempo
Cantares de juglaría por corredores
de pasiones
despojados de las vidas
Insularidad en las imágenes
cautivadas por el apego a lo soñado
cuando las ruedas en contención
expresaban el lugar de los merodeos
y las pamplinas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
104
93
El silencio recrudece los encuentros
y vuelve música de olas lo informe
de los dichos pasajeros
El silencio empina voces ocultas
y da curso al ruido en la memoria
El silencio desprende campanadas
en sitios de perdido alborozo
y dobla páginas en blanco
sin cesar
El silencio contabiliza el tiempo
en cifras de miradas
y en manos abiertas al estropicio
de aranceles y petroglifos
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
105
94
Conquista de palabras en espacios de acarreo
y sedición
con las alas de la imaginación puestas
en los ojos que miran el adentro
de los pormenores
Conquista de emprendimientos
en la clausura de melodías diáfanas
Y conquista de atajos
con destinos cruzados
en las vidas de batracios y homínidos
Se alcanza la minucia
con el esfuerzo del quebranto
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
106
95
Tregua de imágenes y pensamientos
en el amanecer de dioses furibundos
acompaña la cadena de instantes
en las aguas del río
con el tiempo oculto en las intimidades
de arenas y rocas
Tregua en caricias y miradas de provocación
da paso al ulular de playas de asombro
en las posibilidades
de un infinito consternado
por la zozobra de signos
sin la categoría de premisas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
107
96
La condición del ángel
desborda los silencios
y da campo a las consignas o pregones
de arcángeles y serafines
por la vida de ultratumba
Condición escueta de transeúntes
distanciados de cualquier espera
y despreocupados del calvario
que atraviesan con ojos cerrados
La condición de sobrevivencia
asalta el temor
de la huida sin retorno
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
108
97
Los pasos encienden caminos
y dan nube a los túneles de candela
Pasos los hay entre la niebla que vaga
sin afán
por las calles
con caricias de levedad
a los amantes disgustados en los andenes
ajenos al tiempo de los insultos
y los escupitajos
Parejas en silencio
discurren sus vidas en el soliloquio interior
de los abismos
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
109
98
Roto el mástil de los improperios
se enciende el crepúsculo
mientras al otro lado de las bambalinas
el mundo teje ínsulas baratarias
y da cimiento a los saltimbanquis
en su perseverante conquista de estrellas
Los espejos rompen silencio
y en sus lunas
la tristeza del amor tintura de escorpión
las caras
antes desprovistas
de cualquier ansiedad
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
110
99
Oscuro sueño de campechanos en romería
hacia lugares con vida
de pancoger
El sonido de las inquietudes
plasma el deseo en mandato de la tierra
Y las conjeturas ligan el silencio al barboteo
de parábolas inciertas
Sueños errabundos en el itinerario del consuelo
atenúan voz y radican la brújula
con anclas de piano-forte
En la oscuridad
la piel adquiere sensaciones de usura
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
111
100
Desmanes sacrifican la voz de proclamas
por libertad en el regodeo de vidas
y convierten los labios en témpanos
de asombro vil
Otras actuaciones recuperan reflejos
para el caminar con el apremio
de los bosques calcinados
El rosado pálido de manos en juventud
crea la expectativa de futuro
con la preocupación del continuo asedio
a los fortines
de goma e ilusión
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
112
101
Danza de contertulios en osadía
sin el encuentro de pasos
despliega desarmonía
en los cuatro costados
Por entonces la lluvia precipitaba
llamados de auxilio
y el enigma cosechó los frutos de Adán
Largos senderos en atajo
recortaron el tiempo de las proezas
a las proporciones de las deidades en fuga
Al final
se dio el encuentro de figuras ajenas
a la historia patria
Salud en los ensueños
de soledad y miseria
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
113
102
Camino de asombro en los entresijos del alma
revela el sonsonete turbio de pasos
sin otra consideración que los pliegues
de montañas presionadas
por placas tectónicas
El parecido recoge postrimerías del vagar
con hombros saturados
por el peso de los tiempos
Queda la espera de huestes vencidas
en los cúmulos
con grito atragantado
y los pies detenidos por el puro jadeo
Esperanza de espera
reconstituye los emblemas
otrora arrojados al vacío
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
114
103
Dolor en la súplica de la Tierra
e indiferencia en los ojos
amenazantes de la vida
El tiempo sin cortarse acumula escombros
y medita en el destino de la flecha
sin poderse desprender de ella
La nostalgia errabunda
deja huellas en las sombras
para demarcar el sentido del holocausto
El azar con nombre de juego
cobra a cada instante el alto precio
de burbujas
en el asedio de palomas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
115
104
El anacoreta despierta ensordecido
por el abismo del ser
en el meditar sin sosiego
y la noche de sufrimientos
y cavilaciones
se alarga en las encrucijadas
de la duda
El compromiso está en hacer claridad
sobre el hielo de costumbres hechas trizas
La esperanza es el depósito de comienzos
insatisfechos
A la hora del té
la somnolencia de milenios
despunta en arcoíris
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
116
105
Claridad en el sonido
despega en la distancia
sobre rocas de amenaza
en medio de la somnolencia
de las estrellas
A su vez
ojos claros acarician el paisaje
de sol y sombra
distantes de rutinas
que hacen del suspiro un anhelo
Y las paralelas continúan
encontrándose en el infinito
al sentir el padecimiento
de la falta de compañía
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
117
106
La naturaleza agria de las cosas
delinea abismos
en los entornos de los labios
y de manos atadas
al combate por la vida
Entretanto
se consumen noches
bajo constelaciones de mirar oculto
al paso declinante de algarabías
en el cosmos
Lo agrio del acontecer despierta opciones
con esperanza al futuro
y por ahora el horizonte se tiñe
con lo incierto
de actuaciones cualesquiera
en vano intento de apresurar el navío
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
118
107
Lánguidas palabras escrutan el aire
que rodea las vidas
inmersas en la continua conmoción
del mundo
mientras lo extraño demarca territorios
con largueza de sueños
no cumplidos
El aliento del bosque revive
la ambición de rutas
en la conquista de afectos
antes extenuados por el silencio
Ahora
la sindéresis sobrecoge la estilográfica
apostada en el rincón de los písamos
y jacarandás
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
119
108
Distorsión de imágenes en la lente
de trashumancia
enriquece figuras entre colores
con la azulina ausencia
de las especies
El corredor de la sobrevivencia
se encandila con noticias de extinción
prematura
y los visionarios se apresuran
a tomar lugar en las cavernas
El Sol dialoga con la Luna
y al concluir apagan las bombillas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
120
109
Largo es el sonido de palabras
que acompañan el pudor de amanecidas
de sauces
mariposas
golondrinas
y de calles destacadas en soledad
El Sol marca el despunte de horas
y no modula existencia
en la múltiple acogida de nubes
pedregales
zarzas
y sonrisas con despliegue de aventura
en los sobrevivientes
de la amanecida
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
121
110
Días con la configuración del suplicio
enemistan auroras y crepúsculos
hasta copar el recinto de las inquietudes
derramadas en banalidad
Luces acolitan la adormecida
en días con extensión de claroscuro
y el peregrino se acostumbra
en la dejadez de trochas
que confrontan luces
en días de desafuero
Las rocas en su altivez
fijan el límite
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
122
111
Funesta es la razón que merodea
en los pisos
de los palacios
y desencadena serpientes
con luces de espada
Pieles calcinadas conjugan la oratoria
de los proclives
con el ajuste de cuentas
de fantasmas errátiles
por los rincones donde azucenas marchitas
siembran el desconcierto
en las miradas de los peregrinos
La razón vuelve a
Funes-el-memorioso
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
123
112
Baile de sortilegios con rondalla
de nubes
de cantos
de lluvias
de nieblas
Baile de golosinas
de furtivos candores
y de brazos expuestos al aire
de pasos con dejo de vacío
en los contornos
Baile de estrellas en el surco de los sueños
con el anatema de fugitivos
o de exiliados
Largo es el silencio
en momentos de pasmo
de la memoria
frente al espejo de imágenes disipadas
por el desuso
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
124
113
Apaciguada ausencia de vendavales
en las puertas del templo
convoca la audiencia de feligreses
que pronto acuden en busca de remedio
imposible
de alcanzar
en medio de súplicas
de espaldas a la piedra
de candores y esmeraldas tardías
En los templos se encuentran
el refugio de racionalidad perdida
y la sensibilidad a flor de lámpara
con llama
en el titubear de ideas
y de fatiga en la súplica
del caminante
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
125
114
El murmullo acompaña el nacimiento
de silencios
cuando las palabras reposan
y los sentimientos fluyen
como sensaciones con ausencia
de imágenes
e ideas
El murmullo se va transformando
en lejanía
en espacio disipante de seres
donde la música se intuye
y la memoria remplaza
con pausas al silencio
La cantarina corriente de agua
declina su saber final
en el abandono
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
126
115
Candentes lugares inclinan la voz
de refugiados
hasta escurrir el clima de soledad
por peñascos de historia en claroscuro
El fuego respira el asedio
en bosques de palabras
y emprende la agonía por lugares
de escaso flirteo
Mamíferos de gran tamaño se regocijan
en praderas reanimadas por el
sol-de-los-venados
y al infinito
cortinas de esplendor hacen el llamado
a la existencia en el tormento
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
127
116
Congoja en los sueños del emperador
hace catarsis en los moradores de territorios
sin fronteras
y de los árboles surgen cantos de serenidad
conquistada
a fuerza de galopes
de corceles alados
El emperador no despierta
y en el confín estallan polvorines
en el aire
interrumpiendo el silencio
en el país de los sonámbulos
Desde el cielo se derraman
rosarios de luces multicolores
con el anhelo ahogado
en siglos de desmesura
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
128
117
La luminosidad de las esferas encandila
la libertad
de los mortales regados en espacios
de consolación
sin la ternura que prodigan las madres
a sus crías
Destellos de esperanza se confunden
con el chispeo entre fragmentos
de cuarzo-lechoso
y las miradas se concentran en el clamor
con gritos mudos que inundan los espíritus
por las calles largas
Prolongado es el silencio
de libertad bajo palabra
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
129
118
Ausencia de liras en el apogeo de la medialuna
con llegada tardía en los anuncios
desprendidos de la nostalgia
Símbolos erráticos las emprenden
contra el vacío
a falta de codornices
y de gusanos
de tenebrosa presencia
Gotean los instantes
sensaciones de opresión
en el pecho de estatuas
parapetadas por siempre en la memoria
Y al caminar se tienden serpentinas
en la montaña
para recoger el rastro de la nostalgia
y de las liras
con la seguridad
de aldabas
o de quimeras
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
130
El tiempo marca el ritmo de la vida humana.
La morada de los dioses, en cambio, está fuera
del tiempo. La experiencia del tiempo, por lo
tanto, es específica del hombre.
Ernst Jünger
... el reloj de arena simboliza el tiempo
y la fugacidad de la existencia terrenal.
Ernst Jünger
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
131
119
Se desvanece el tiempo en la arena
al fluir de percepciones que agolpan
en un instante la historia
Fenecen de continuo seres y cosas
con el sello de la fugacidad
Los dioses se cansan de implorar
por la certeza en lo acontecido
y el mundo se desliza en el universo
del incontenible azar
sin ni siquiera avizorar fronteras
de fin o de eternidad
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
132
120
Aventura en el gozo de manos trenzadas
para el desalojo de rayo de luz
en medio de romance sutil
de las sombras
sobre muro resquebrajado
por la incidencia de tormentas
Romance en el devaneo de siluetas
que se rozan
con la ligereza del suplicio
brotado de ancestros más fieles a la arcilla
o a la piedra
Delicada aventura de espectros
sin luz en las miradas
con manos dirigidas al poniente
de enigmas y laberintos
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
133
121
Casillas vueltas al vacío
modelan con perspectiva el contenido
de especies
en el trajín cotidiano de palabras
de hilos que corren con la envoltura
de augurios
nunca desatables
en la contingencia del tiempo
Con vueltas de azar regresan las cosas
al sitio de donde nunca debieron partir
Y en el transcurrir de las vidas
hilos siguen tejiéndose
con el rigor del destino ineluctable
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
134
122
Noche de somnolencia
en la agitada trenza de los días
martilla el reproche de lunas
y consagra el paso por grandes depresiones
en rocas
con rodeos de palabras que se asientan
al paso de aire
ansioso de recobrar
el sentido de la súplica
en los veranos de cielos herrumbrosos
y macizos
La costumbre en las noches
replica el humor
de pregoneros tirados al vacío de calles
tan largas como el silencio
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
135
123
Aventura de palabras en la antesala del sueño
con el apogeo de lunas y de lirios
Aventuras del decir en la corriente
del destino
con los apremios del sentido
que el tiempo arrastra
Aventura en el mirar y en el olfatear
con desalojo de palabras que huyen
en la insonora contienda de días
escapados de calendario alguno
La encrucijada es convergencia de aventuras
en instante desolado
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
136
124
Las noches cantan
deliran
cubren de nostalgia los caminos
desatan brisas
sobre pétalos ansiosos de vida
por compartir
dan espacio a los sueños
con la moderación de la Luna
en su derrame tenue de luz
En las noches se reconcilia el paisaje
con la finitud de lugares que nos retienen
y hacen del amor
sortijas de ambrosía
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
137
125
Jirones de luz estremecen los labios
en ambición de otros labios
que musiten fábulas
con caballitos de mar
y presagien el alborozo
en el estremecimiento de espíritus
en agonía
Labios de la espera y el suplicio
del consuelo
y la compasión
Luz filtrada por resquicios
de corazones ambulantes
con destino de arroyuelo
y de cantarinas plegarias
en campanas
tañedoras de soledad
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
138
126
Surtirán efecto multicolor
las preciosas ridículas
y las contenciones de alborada
Ciclones cruzarán las líneas de fuego
y los tornados harán trizas
los refugios del habitar sin sosiego
Después vendrán las pesadillas
y los desvelos
con la alegría de reencuentros
y de la reconstrucción de miradas
Aquellas ridículas se pavonearán
entre girasoles
y los campos reverdecerán
con el Sol a cuestas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
139
127
Regodeos en palabras reproducen
la insensatez
de besos al aire
y de espinas en muros de piedra
Las palabras se cruzan de brazos
con ojo a la intemperie
Curiosos devaneos destilan fuego
en las pupilas
y echan a correr las conjeturas
en el cruce de risas
y en las esperanzas furtivas
Regodeos en los caminos
afianzan las veladas de cortinas abiertas
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
140
... el deseo imperioso de llegar hasta
las fronteras y trascenderlas, de
llegar hasta los confines donde
comienza la soledad...
Ernst Jünger
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
141
128
El amor se aprende en las rocas de acantilados
y en los desiertos
donde el grito no alcanza a sentirse
mientras la piel palpita con ansiedad
de tacto
en las papilas del alma
El corazón se cruza de silencio
en el estremecimiento de cuerpos
golpeados por historias sedimentadas
en paleosuelos
de la conciencia
El amor tiende celada
con manos atadas al mástil
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
142
129
Nace la voz de los caminos
y crece la audiencia en montañas
cargadas de bruma
Serpentean aves entre la lluvia
y en las alturas se divisa
la señal incomprensible de lo eterno
El silencio atraviesa las horas
y el rumor lejano disipa con encanto
la meditación
en los destinos más elementales
Personas de a pie
runrunean con plegarias ingenuas
al caer del día
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
143
130
Lámparas asedian las páginas de los libros
para desprender de ellas reflejo
en conocimientos
que al elevar la sintonía
desprecian la jugada
por encontrar salida en la maraña
de lo inútil
El asedio de la luz recupera
en la intimidad
parte de lo alcanzado
y la lluvia recoge corolas y pistilos
hasta producir destellos
donde antes reinaba la oscuridad
En los entornos de esta hoja
la luz apacigua
el desencanto
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
144
131
Simetría en cordeles atados a rayos de Sol
distrae la policromía de vidas
encajadas en el tránsito de palabras
sin provecho
Cordeles cruzan el sonido
en resonancias de estímulo
para oídos conectados
con sensaciones variopintas
del mundo
El tiempo alarga la percepción
para el pronto olvido
y los sueños dibujan notas
de figurativas ausencias
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
145
132
Corceles sin cadenas van a la disputa
entre nubes
atados a la ventura
como si fuesen ángeles en discordia
o cóndores en busca de aposento
en rocas de configuración hiriente
En lo remoto
aquellas nubes dibujan seres en mutación
con el atractivo de alas
en fuga
En las tardes
la contemplación estremece el arsenal
de formas
por fin perdidas en el tiempo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
146
133
Afugias en la encendida penumbra
contribuyen a descorrer esperanzas
y ensueños
con la transparencia de aires cálidos
A lo lejos
se vislumbra el atardecer
con la súplica de brumas de ambición
por destellos
en medio de la noche
Penumbra en el umbral
que delimita los campos
de piedras
con voz recia
y de historias desconocidas
en el discurrir de labios
presos
en el mutismo de la niebla
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
147
134
Días incontrolables en la creación de luces
y formas
en figuras rotas por el encanto de miradas
con el anhelo de pies despojados
de cualquier apoyo
Romance en cuadros
en espejos
en canciones
de circulación libre
por las calles
y en el imaginario de huestes derrotadas
ahora en el silencio
pero con la pesadumbre a cuestas
sin palabras que puedan expresar
el desgano del mundo
para comenzar de nuevo
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
148
135
Candiles al encuentro de pensamientos
soterrados
protegidos por el oscuro asombro
de días y noches en sucesión acompasada
amparan merodeos de Luna en juego
con las montañas
Atractivo de amantes
en iluso desprendimiento
de la gravitación
con vuelos de fantasía
y caer de hojas
en el zigzagueo cadencioso
de los suspiros
Encuentro de candiles entre amantes
que desprecian el ritmo de la vida
al conjuro de agonías
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
149
136
Apoyo de fuentes enigmáticas
en las restricciones de pueblos
y de canciones
que por momentos arrebatan hilos al Sol
o suspiros a las tardes
de niebla
En la ambición de duda
aquellas fuentes alimentan la sospecha
de los días por conquistar camino
hacia lugares donde anida la incertidumbre
tachonada
de palabras en vano
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
150
137
Murmurante contienda de amaneceres
y de lunas
con palabras calcinadas por la intensidad
de pensamientos en desparpajo
La jornada se extiende con la desmesura
de praderas
solo colindantes con el infinito
Y en las noches
el balance de estrellas
acobarda cualquier intención
por alcanzar el sueño que desvanece
atmósferas
cargadas con el olor plomizo
de intimidades en el desierto
[Libreta del 13.VII.2009 al 12.X.2009]
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
151
Foto y texto para las solapas
Carlos-Enrique Ruiz (Manizales, Col., 1943). Ingeniero de Caminos. Director-fundador de la
revista Aleph (1966 - ...), con 44 años de existencia y 154 ediciones al tercer trimestre de
2010. Profesor emérito, honorario y „especial ad-honorem‟ de la Universidad Nacional de
Colombia. Miembro correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua. Se ha
desempeñado como director de la Biblioteca Nacional, en la dirección universitaria y
profesor siempre. Doctor h.c. en Humanidades de la Universidad de Caldas. La biblioteca
central de la Universidad Nacional de Colombia (Manizales, Campus-la-Nubia) lleva su
nombre, asignado por resoluciones del Ministerio de Educación Nacional y del Consejo de
Sede. Director de la “Cátedra Aleph” en la UN.
Autor de: “Decires” (Manizales, Col., E. del A., 1981), “Imaginería de caminos”
(recopilación de escritos de los años ochenta: Decires de otra gesta, Memoria de la ciudad,
Imágenes del decir, Imaginería de caminos, Aquellas pequeñas cosas en el asombro de la
vida, Este agradable olor a manzana, Fulgor sin estrellas en el pecho, Fuga en el tinte del
recuerdo, Camino sobre huellas indescifrables. Manizales, E. del A., 1989); “Sesgo de
claveles” (Ediciones Sanlibrario, Bogotá 2004); “Nociones del vigía” (Ed. Sanlibrario,
Bogotá 2005); “Las lluvias del verano” (Ed. Revista Aleph, Manizales 2006); “Tregua al
amanecer” (Ed. Revista Aleph, Manizales 2007); “Cien años en el espejismo de la nostalgia”
(Ed. Revista Aleph, Manizales 2007); “Reportajes de Aleph – Selección” (Ed. Universidad
de Caldas, Manizales 2007); “Los signos de la espera” (Ed. Revista Aleph, Manizales 2008);
“Matilde Espinosa en la contienda de vida y poesía” (Ed. Revista Aleph, Manizales 2009);
“El velo de la ensoñación” (Ed. Revista Aleph, Manizales 2009); “Educación y humanismo
en la vida universitaria” (Ed. Página Maestra Editores, Bogotá 2010). Ensayos, artículos y
poemas suyos se han acogido en algunas revistas internacionales.
El clamor de la clepsidra Carlos-Enrique Ruiz 2010
152
Textos para contracarátula:
“Magnífica y sorpresivamente expresados el poder transitorio del hombre, el misterio
del tiempo, las huellas indescifrables de la paradoja humana que encarnamos, el
angustioso final marino de esperanza desesperanzada, frente a la insondable
inmensidad a que nos llevan los ríos cantados por Jorge Manrique.”
Carlos Martín (1986)
“Es el testimonio patético del destino de un hombre, en tiempo completo pensando la
brega cotidiana, la naturaleza pródiga, el medio humano, cálido y esquivo; en sus
claridades y oscuridades; sus revelaciones y ocultamientos que el milagro de la poesía
ha logrado conjurar con el embrujo de la palabra acrisolada en la emoción del
sentimiento, por ella acogida... / Sobra decir que mi lectura de los poemas no
termina; la afortunada experiencia de acercarnos a ellos nos abre las puertas de la
tierra prometida: el mundo simbólico de la poesía verdadera, supremo espacio de
confluencia del entendimiento y el sentimiento...”
Luciano Mora-Osejo (1989)
“… Y qué poemas los tuyos, como el rumor de un silencio sagrado.”
Gabriel Restrepo” (2010)
“…cómo me alegra ver esa profusión de metáforas serenas y profundas; me gustan
estos versos tuyos,…”
Nelson Vallejo-Gómez (2010)
top related