efectividad de intervenciones de programas …
Post on 28-Jun-2022
10 Views
Preview:
TRANSCRIPT
2
EFECTIVIDAD DE INTERVENCIONES DE PROGRAMAS PSICOSOCIALES EN
FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS EN CONTEXTOS VULNERABLES EN
CHILE.
Effectiveness of interventions of psychosocial programs multiproblem families in
vulnerable contexts in Chile.
Esteyse T. Villarroel Bernales
esteysi.villarroel@ongtrekan.cl
ONG TREKAN
3
INDICE
RESUMEN 4
INTRODUCCION 5
MARCO CONCEPTUAL 6
DISCUSIÓN 15
4
1. RESUMEN
El presente artículo hace una revisión y presenta algunas reflexiones en torno a la
implementación de programas de acompañamiento psicosocial a familias denominadas
multiproblemáticas en contextos vulnerables y en la forma en que se impacta sobre éstas,
pues tras una extensa revisión bibliográfica se establece que su intervención es positiva, se
observa la disminución de factores de riesgo que inciden en su desarrollo, pese a no estar
exento de necesitar mejoras a largo plazo, pues éstos son de temporalidad inmediata y no
hay estudios que comprueben su mantención en el tiempo.
Palabras clave: acompañamiento psicosocial, familias multiproblemáticas, contextos
vulnerables.
Abstract
The current paper makes a review and shows some reflections around the
implementation of psychosocial enhancement to families denominated multiproblem inside
vulnerable contexts and the way in which it affects them, after a large bibliographic
research it is established that the intervention is positive, it is noted the risk factors
decrease that affects their development, although it is not exempt of needed improvements
long-term, since they are immediately temporary and there is not researches that proves
their maintenances during the time.
Key words: psychosocial enhancement, multiproblem families, vulnerable contexts.
5
2. INTRODUCCION
Existen extensos estudios sobre programas de apoyos psicosociales a familias en
situación de vulnerabilidad y riesgo psicosocial, éstos han sido de especial interés para
Estados Unidos, Europa, Australia y Canadá (e.g., Asscher, Hermanns, Dekovi & Reitz,
2007; Bagdasaryan, 2005; Dagenais, Bégin, Bouchard & Fortin, 2004; Gracia, 1997; Hess,
McGowan & Botsko, 2000; citado en Gomez & Has, 2008.), los cuales han entregado una
extensa e importante información relacionada a los efectos de éstos y sus implicancias,
dando cuenta de resultados positivos aislados, pero que no se mantienen en el tiempo. En
el caso de Chile, estos son escasos y poco actualizados, evidenciando experiencias exitosas
basadas en análisis cualitativo mayoritariamente visualizado en distintos programas
sociales enfocados en familias multiproblemáticas que viven en contextos vulnerables. El
presente artículo busca aportar en esta línea, focalizando en las experiencias exitosas y
abriendo discusión en la mantención en el tiempo de dichas experiencias como un hecho
aislado o poco exitoso. Para ello, se realizó una revisión bibliográfica extensa de variadas
fuentes desde diversas bases de datos (SciELO, SCIENCEdirec, CONICYT, REDALYC)
seleccionando referencias que aportarán información relacionadas a “programas
psicosociales en Chile”, “familias multiproblemáticas” “eficacia” “efectividad” y
“contextos vulnerables”.
6
3. MARCO CONCEPTUAL
Vulnerabilidad social y grupos vulnerables
Los términos “vulnerabilidad” y “grupos vulnerables” se vienen utilizando con
mucha frecuencia en círculos intelectuales y gubernamentales de América Latina (Pizarro,
2001), lo anterior responde a los fuertes impactos sociales provocados por los programas
de ajuste, pues son ellos quienes han propagado la terminología. Sin embargo, no se
visualiza una gran precisión conceptual cuando se hace referencia a la vulnerabilidad
social y la mayoría de las veces se la confunde con pobreza (Pizarro, 2001, p.11).
En Chile, el concepto de vulnerabilidad está asociado a la línea de la pobreza, la
cual se encuentra catalogada de acuerdo con la tendencia común en América Latina en
donde se usa el ingreso como el principal indicador. El año 1987 la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (Cepal) calculó una línea de pobreza extrema basada en el
costo de una canasta básica de alimentos que satisfacía los requerimientos nutricionales
o calóricos básicos. Para el cálculo de la pobreza, se utilizó el método de Orshansky2,
basado en la proporción que el gasto en alimentos representaba dentro del gasto total
para el grupo de referencia –aquel que satisfacía la canasta básica de alimentos al menor
costo (Informe Política Social, 2013), ahora bien, una de las principales confusiones ya
mencionadas es la de pobreza con vulnerabilidad; sin embargo, estas no son excluyentes,
pues estudios realizados por el Ministerio de Desarrollo Social (2013) han dejado en
7
evidencia que dentro del cuadro de la pobreza la vulnerabilidad está directamente ligada
a ella, mermando el acceso a servicios básicos como salud, educación, presentando
escazas opciones de empleo, bajos recursos económicos, mayor exposición a catástrofes
o desastres naturales, familias monoparentales, crisis familiares, y uno de los fenómenos
mayormente observados por programas de intervención psicosociales es que se
vislumbran un gran número de familias multiproblemáticas que se enfrentan a este
contexto de vulnerabilidad.
Factores de riesgo y familias multiproblemáticas.
Rutter (2007) describe los factores de riesgo como variables y con la capacidad de
aumentar la probabilidad de un resultado disfuncional o patológico en un individuo o
grupo humano. Por otro lado, el factor de vulnerabilidad se refiere a variables que
incrementan la susceptibilidad a los efectos negativos de los factores de riesgo, por
ejemplo, una historia de depresión o baja cohesión familiar (Kalil, 2003, citado en Gómez
& Kotliarenco, 2010, p.109). Por tanto, desde una definición clásica de daño, se puede
extraer que, en presencia de un contexto adverso, una familia o persona muestra
elevados índices de vulnerabilidad, el impacto dañino de los problemas y crisis aumentará
significativamente, pudiendo tornarse crónico de no mediar nuevos procesos de
recuperación y fortalecimiento (Gómez & Kotliarenco, 2010, p.109).
Si bien, los factores de riesgo y vulnerabilidad están presente a lo largo de todas
las historias familiares, existe un grupo en particular en el cual estos episodios cobran
especial énfasis, y éstas son denominadas familias multiproblemáticas (en adelante FMP),
8
las cuales son entendidas como como un sistema vulnerable de alto riesgo, tanto por la
acción de sus mecanismos internos, como de fuerzas sociales que potencian su
disfuncionalidad (Muñoz & Haz, 2007, p.43), que se caracterizan por su
polisintomatología y sus crisis recurrentes, por poseer más de un portador de síntomas,
patrones de comunicación ambivalentes, tendencia al abandono de funciones parentales,
negligencia y maltrato infantil así como aislamiento o exclusión social, en donde la
adversidad se ha transformado en crónica y transgeneracional (Gómez et al., 2007. Citado
en Gómez & Kotliarenco, 2010, p.110). Dadas las características de las FMP, es que surge
la necesidad de las intervenciones de programas sociales, pues se conjugan dos factores
determinantes que requieren atención de grupos de apoyos especializados que son el factor
de vulnerabilidad social y la polisintomatología familiar crónica, pues el primero responde
a políticas del Estado de Chile y la implementación de un sistema de protección social para
la superación de la pobreza Chile seguridades y oportunidades 1y el segundo surge como
una posible consecuencia del primero, pues una familia en contextos vulnerables presenta
mayor exposición cotidiana y crónica a condiciones sociales adversas como la pobreza,
crisis familiares traumáticas, exposición a situaciones de riesgos, violencia y negligencia
parental; por lo tanto, el acompañamiento psicosocial desde esta esfera funciona como un
dispositivo catalizador de los procesos de cambio, y para lograr esto en una primera
1 Chile Seguridades y Oportunidades es un subsistema que forma parte del Sistema de Protección Social del
Ministerio de Desarrollo Social. Su objetivo es promover que las familias y personas accedan a mejores
condiciones de vida, a través de la superación de condiciones de pobreza extrema y vulnerabilidades sociales
que les afecten, así como garantizar el ejercicio de sus derechos a lo largo de todo el ciclo vital. Se rige por la
Ley 20.595, brinda apoyo integral y continuo a las personas y hogares más vulnerables, a través de acciones
coordinadas de acompañamiento, acceso a servicios y el otorgamiento de prestaciones sociales (bonos y
transferencias monetarias).
9
instancia es imprescindible entender el nivel de daño que se encuentra instaurado en la
familia, empatizar con ella, y desde ahí avanzar e identificar los puntos fuertes y procesos
protectores para comenzar el cambio.
Programas de intervención psicosocial, una mirada desde iniciativas chilenas.
El concepto Programas de Apoyo Familiar responde a una variedad de proyectos y
estrategias de intervención orientadas a la psicoeducación y apoyo a las familias
vulnerables, los cuales les otorgan herramientas que acompañan a los adultos en el
fortalecimiento de sus competencias parentales.
Para García (1997), los programas de apoyo familiar reconocen la influencia
perjudicial que diversas fuentes de estrés o factores de riesgo (como el desempleo,
analfabetismo, pobreza, aislamiento social, entre otras) tienen sobre la familia y su
desarrollo (Citado en Gómez & Haz, 2008 p. 53). Así, funcionan desde una perspectiva
que permite reconocer la importancia de la interacción e interinfluencia entre diversos
sistemas, como la familia sus sistemas de apoyo, en la génesis y perpetuación de los
problemas familiares (Gómez y haz, 2008 p.53).
En Chile, los estudios encontrados referentes a esta temática son escasos y carentes
de actualización; sin embargo, relatan experiencias investigativas favorecedoras de sus
procesos de intervención, entre los cuales resalta como un enlazador el concepto de
resiliencia como palabra clave en los procesos de intervención con las familias.
10
Las experiencias que se relatarán a continuación recopilan información de
iniciativas implementadas en programas sociales comenzando por los resultados de las
primeras intervenciones de Chile Solidario, así como estudios posteriores en espacios
como Los Centros de Desarrollo Infantil Temprano, el Programa Viviendo en Familia y la
implementación de un modelo de consejería familiar denominado Abordaje Familiar Breve
en donde cada dispositivo se encuentra configurado para ejecutar acompañamientos que
abarcan visitas domiciliarias, gestión de redes, talleres psicoeducativos, consejerías y
orientaciones laborales dependiendo del objetivo que cada uno persiga; sus resultados
albergan congruencias en torno a la eficacia de éstos evidenciando mejoras en las
dificultades familiares con las que se inician los procesos de intervención.
Chile Solidario fue evaluado durante cuatro períodos desde el 2006 hasta el año
2009, el primero realizado por Galasso (2006) del Banco Mundial, quien evaluó los
impactos de Chile Solidario en el período de 2003-2004 (Larrañaga & Contreras, 2010,
p.22) en donde la autora encontró que Chile Solidario tiende a mejorar los accesos de los
participantes a los programas de educación y salud, a los subsidios monetarios, y a los
programas de empleo y de mejoramiento de la vivienda; sin embargo, no se encuentra
evidencia de que haya mejorado los resultados de empleo e ingresos de los hogares. Los
datos tampoco permitieron conocer si hubo cambios en los logros en las dimensiones de
educación y salud, más allá de las mejoras en los accesos (Larrañaga & Contreras, 2010,
p.22), destacando el rol del acompañamiento psicosocial para la entrega de información en
torno a los servicios sociales y a la mejora de la disposición hacia el futuro de los
beneficiarios, aun cuando las mediciones sólo permiten tener una aproximación parcial y
subjetiva de los participantes. Finalmente, se establece que estos resultados son a corto
11
plazo y que se requiere un evaluar los efectos en un período más prolongado de tiempo. En
lo que respecta a la segunda tercera y cuarta evaluación éstas no difieren de manera tan
significativa de la primera, sin embargo, hay aspectos que son necesarios mencionar, en el
segundo estudio, realizado por Perticara (2007) no encuentra evidencia de que Chile
Solidario haya mejorado la inserción laboral, ni la capacidad de generación de ingresos de
las familias en las áreas urbanas, aun cuando ello así habría ocurrido en zonas rurales
(Larrañaga & Contreras, 2010, p.22), destacando además un importante acceso de las
familias a programas de mejoramiento de la vivienda y de inserción laboral, así como a
programas de salud y educación; por su parte, el tercer estudio realizado por Galasso y
Carneiro (2008), durante el período 2003-2006, señala que habrían mejoras significativas
en la economía y el ingreso al área laboral de las familias participantes en la zona rural;
sin embargo, ésta sólo representaría sólo un 13% de la totalidad nacional (encuesta
CASEN 2006), de modo que el impacto sobre la extrema pobreza a nivel país fue sólo de
un 0,1%, destacando nuevamente que la evaluación tiene una medición de mediano plazo.
Finalmente, el cuarto estudio de Chile Solidario (Larrañaga, Contreras y Ruiz Tagle, 2009)
utiliza la base de datos de la ficha CAS en vez del Panel de Chile Solidario concluyendo
que La apertura de los resultados según sexo del jefe de hogar muestra que no hay
diferencias relevantes en el impacto del programa entre hogares con jefe hombre y jefe
mujer, mientras que la apertura según condición urbana-rural muestra que Chile Solidario
tiene un mayor impacto en las áreas rurales en las dimensiones de ingreso y ocupación. Por
su parte, los hogares con receptores de bono en edades intermedias tienen mejores
resultados que en los casos de receptores jóvenes o de edad más avanzada (Larrañaga &
Contreras, 2010, p.24).
12
Por otro lado, desde la dimensión subjetiva de la intervención del Chile solidario,
los estudios cualitativos dan cuenta de una respuesta positiva de las familias participantes
frente al apoyo familiar brindado. Las visitas domiciliarias, el fomento del vínculo con los
profesionales, son vistos como un nuevo tipo de acercamiento con un Estado que era
percibido como lejano o carente de interés hacia su realidad, generando efectos como
cambios en las dinámicas familiares, empoderamiento, mayor manejo de la información,
aumento en la autonomía y prácticas ciudadanas y finalmente, incremento en la
vinculación con las instituciones; lamentablemente, queda evidenciado que una de las
principales dificultades reportadas por parte de los Apoyos Familiares es la arraigada
disposición asistencialista de los beneficiarios (Sur Consultores, 2005; Asesorías para el
Desarrollo, 2005, citado en Larrañaga & Contreras, 2010, p.26).
El Centro de Estudios y Atención al Niño y la Mujer (CENAMIN), durante los años
2006 y 2008 lleva a cabo los proyectos Centros de Desarrollo Infantil Temprano para el
apoyo familiar desde el embarazo hasta el segundo año de vida del infante, éste fue
ejecutado en un total de 15 centros en donde participaron 829 familias. El proyecto se
concentró en fortalecer la díada madre-hijo desde el embarazo hasta el segundo año, en
mujeres de bajo nivel socioeconómico, viviendo en condiciones de precariedad, riesgo
psicosocial y exclusión de las redes locales de apoyo. La principal estrategia fue la visita
domiciliaria intensiva, complementada con consejerías, talleres psicoeducativos y cuidado
temporal del bebé (Gómez & Kotliarenco, 2010, p.120) en donde la evaluación de sus
resultados arrojó una mejoría estadísticamente significativa del desarrollo psicomotor de
los infantes, observándose un efecto preventivo para casos con normalidad inicial y
nivelador para casos en riesgo inicial (N=166, p<0.05). A su vez, se evidenció un aumento
13
en la clasificación del apego seguro y por su parte disminución del apego evitativo (N=49,
p<0.01>); dando origen a un nuevo piloto denominado Centro de Buenas Prácticas en
Infancia Temprana.
Por otro lado, el programa Viviendo en Familia, el cual fue implementado por la
protectora de la infancia en 11 centros con un total de 99 niños y sus familias para la
prevención del maltrato infantil y la negligencia parental, nos muestra en un primer estudio
una adecuada focalización de su población objetivo, acogiendo familias con elevados
niveles de estrés riesgo y vulnerabilidad (Gómez, Cifuentes & Ross, 2010, citado en
Gómez y Kotliarenco, 2010, p.121) El programa se encuentra enmarcado en la teoría
ecosistémica del maltrato infantil y en el marco de la resiliencia y lo que busca es subsanar
la historia de desgaste familiar, activando sus recursos, competencias y procesos de
recuperación; disminuyendo los niveles de tensión y estrés familiar y aumentando sus
niveles de buen trato, protección y autonomía (Gómez & Kotliarenco, 2010, p.121). El
plan de trabajo se llevó a cabo a través de los servicios de consejerías, visitas domiciliarias,
terapia breve, talleres y articulación de la red de apoyo. Lo anterior, se ejecutó basados en
un proceso de diagnóstico arrojado por la Escala de Evaluación Familiar (NCFAS) que
evalúa dificultades y fortalezas de cinco áreas: entorno, competencias parentales,
interacciones familiares, protección familiar, y bienestar del niño (Valencia & Gómez,
2010, citado en Gómez y Kotliarenco, 2010 p.121) culminando con la construcción del
plan de trabajo entre la familia y las redes significativas. Los resultados del proceso
entregan datos favorables, indicando que durante los primeros tres años de funcionamiento,
se egresó de manera exitosa al 73% de los casos, en el área de maltrato infantil y
negligencia parental, aumentó el funcionamiento adecuado/fortalecido de un 25% inicial a
14
un 75% final, dando cuenta además de una mejoría estadísticamente significativa en todas
las dimensiones que mide el NCFAS ( N=580; p<.0001), con magnitudes de la diferencia
pre post grandes sobre 0.8 según los criterios Cohen.
Finalmente, el Abordaje Familiar Breve nos muestra sus resultados en 128
pacientes con trastornos somatomorfos atendidos en siete Centros de salud Familiar, de la
red de atención primaria, región del Bío-Bío (Schade et al, 2010, citado en Gómez &
Kotliarenco, 2010, p.122). El modelo recoge las premisas del enfoque de salud familiar,
trabajando con el supuesto de que los pacientes tienen recursos y fuerzas suficientes para
resolver sus problemas. Se plantean tres etapas: pre-consejería familiar en salud o
interiorización acerca del caso; la consejería familiar, con cuatro fases: co-construcción de
la relación; reflexión y análisis para la toma de decisiones; abordaje orientativo,
informativo y estratégico, negociación, tarea y contrato; y post-consejería familiar, o
evaluación; y seguimiento de los cambios. Es interesante que, aunque el diagnostico de
ingreso era trastorno somatomorfo, la queja principal reportada por los pacientes decía
relación con la pareja y familia en un 58,5%. Las sesiones variaron entre 1 y 5, con un
promedio de 3, y se obtuvieron resultados positivos en el 75,8% de los casos (Gómez &
Kotliarenco, 2010, p.122).
15
4. DISCUSIÓN
Desde las iniciativas de Chile Solidario hasta los estudios posteriores se observa un
avance en las intervenciones psicosociales al interior de las familias multiproblemáticas
que están insertas en contextos vulnerables y de pobreza, pues como ya se planteó en los
párrafos anteriores, existe una confusión entre ambos conceptos, más no son excluyentes el
uno del otro. En relación a la eficacia de los programas de intervención hasta el año 2010,
se han podido visualizar experiencias con impactos positivas, observando disminución de
factores de riesgo en familias con dificultades en su dinámica de convivencia, en
competencias parentales, en acceso a redes como educación, salud, inserción laboral y en
algunos casos disminución de contextos o prácticas violentas al interior del hogar. Cabe
destacar que la propuesta metodológica de las experiencias relatadas posterior a Chile
Solidario, se encuentran enmarcadas dentro de la teoría ecológica y desde la resiliencia
familiar, focalizando el trabajo con la familia no desde el problema, sino desde las
potencialidades de cada una, y visualizando las problemáticas como una oportunidad de
aprendizaje.
Pese a lo anterior, existen dificultades metodológicas que hasta la fecha no han
tenido respuestas, una de ellas es la escasez de estudios frente a los actuales programas
sociales que se ejecutan y la realización de una medición más exhaustiva de su impacto a
mediano y largo plazo, pues si bien, las experiencias mencionadas anteriormente,
evidenciaban altos porcentajes de logros, también había porcentajes de fracasos, entonces
¿qué ocurre en esos casos? ¿Cuáles son los factores que inciden para que no se alcance el
éxito en dichas experiencias?, a su vez qué ocurre con familias reincidentes en programas
16
sociales, ¿se inicia el mismo proceso por el que ya atravesó la primera vez?, si es así,
entonces ¿realmente avanza la familia? Por otro lado, desde la lógica del asistencialismo,
cuando la familia conoce las redes ayudada por los profesionales de acompañamiento
psicosocial, una vez estando sin ellos ¿logra acceder de forma efectiva? Actualmente no se
registran estudios sobre los efectos a largo plazo de los programas psicosociales, por lo
tanto, no se puede responder a la mayoría de estas interrogantes, no obstante, se desprende
de las experiencias anteriores que estas son mayoritariamente exitosas pues responden a
una línea de entrada y de salida de los programas, y efectivamente, si cumple con el tiempo
de intervención y los objetivos propuestos durante los procesos diagnósticos, la familia
egresará del programa con una experiencia exitosa y efectiva.
Finalmente se propone actualizar estudios y base de datos sobre programas
psicosociales y su real impacto a largo plazo, resignificar el acompañamiento de los
profesionales para evitar entrar en el asistencialismo y preparar a las familias para la
autonomía que este concepto sea uno de los tópicos fijos en cada programa que sea
pertinente así como generar nuevas alternativas para familias reincidentes en programas de
acompañamiento, pues repetir la misma experiencia una y otra vez no genera una instancia
de aprendizaje, no apoya a las familias multiproblemáticas, sólo trata de sanear de manera
momentánea determinadas situaciones, y apoyar las crisis familiares, más no generar
estrategias de largo plazo.
17
Referencias Bibliográficas
Gómez, E., Cifuentes, B., Ortun, C. (2012) Padres Competentes, Hijos Protegidos:
Evaluación de Resultados del Programa “Viviendo en Familia” Competent Parents,
Protected Children: Outcomes Evaluation of the “Viviendo en Familia” Program. Science
Direct, 21(3), 259-271. Recuperado de
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1132055912700819
Gómez, E., Kotliarenco, M. (2010) Resiliencia Familiar: un enfoque de investigación e
intervención con familias multiproblemáticas. Revista de Psicología, 19(2), 103-131.
Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=26416966005
Gómez, E., Muñoz, M., Haz, A. (2007) Familias Multiproblemáticas y en Riesgo Social:
Características e Intervención Multiproblem Families at Social Risk: Characteristics and
Intervention. PSYKHE, 16(2), 43-54.
Gómez, E., Haz, A. (2008) Intervención Familiar Preventiva en Programas Colaboradores
del
SENAME: La Perspectiva del Profesional. PSIKHE, 16(2), 53-65.
Informe política social 2013 Ministerio de Desarrollo Social.
Recuperado de http://www.desarrollosocialyfamilia.gob.cl/storage/docs/IPOS_2013.pdf
Kotliarenco, M., Gómez, E., Muñoz, M., Aracena, M. (2010) Características, efectividad y
desafíos de la visita domiciliaria en programas de intervención temprana. Centro de
Estudios y Atención al Niño y la Mujer, Universidad de Western Sydney. Santiago, Chile.
Fundación Protectora de la Infancia, Escuela de Psicología, Universidad Bernardo
O´Higgins. Santiago, Chile.
Larrañaga, O., Contreras, D., Ruiz Tagle, J. (2009) Evaluación de impacto de Chile
Solidario para la primera cohorte de participantes. PNUD – CHILE. Recuperado de
rimisp.org
Larrañaga, O., Contreras, D. (2010) Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
– Chile Área de Reducción de la Pobreza y la Desigualdad Chile Solidario y Combate a la
Pobreza.
18
Pizarro, R., (2001) La vulnerabilidad social y sus desafíos: una mirada desde América
Latina. División de Estadística y Proyecciones Económicas Santiago de Chile
Santiago de Chile.
top related