dibujos profeticos de benjamin solari parravicini (1)

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Dibujos Proféticos

de

Benjamín Solari Parravicini

Selección de imágenes 1934-1972

Benjamín Solari Parravicini nació en la ciudad de Buenos Aires el 8 de Agosto de 1898, artista plástico de renombre internacional fue un hombre sencillo y humilde, dotado de una gran sensibilidad psíquica y estética, llegando a ser director del Museo de Bellas Artes de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires.

En la tranquilidad de su estudio donde dibujaba comenzó a recibir de una extraña forma, ideas que él esbozaba sobre el papel y que atribuía a la espontaneidad de la creación artística. Pero cual sería su sorpresa al comprobar que las ideas que había bosquejado eran proféticas, ya que al paso del tiempo se cumplían inexorablemente...

Así fue que, ante la sorpresa de familiares y amigos, comenzó a acumular una serie de dibujos que contenían profecías sobre el futuro del mundo y de Argentina en particular.

Su familia residía en una inmensa casona colonial que había sido heredada por la madre de Solari Parravicini en 1918.

La mansión se encontraba en un terreno de siete hectáreas en la zona de Olivos (al norte de Buenos Aires), recostada sobre el río y separada de los terrenos lindantes por amplios claros rodeados por arboledas.

Casi al tiempo de mudarse empezaron a notar cosas muy extrañas. La casona tenía en la planta baja veinte grandes ventanales protegidos con rejas de estilo colonial, y por la noche se sentían ruidos como si alguien las golpeara con palos. Inmediatamente se estrellaban, una detrás de otra, decenas de piedras contra las paredes exteriores, entrando algunas por las ventanas. Al principio la familia espantada por la situación, especialmente porque no encontraban el origen de las pedradas y porque los numerosos perros de la casa estaban completamente indiferentes a estos hechos. Tomaron la decisión de denunciar la situación a la policía, que nada pudo hacer. Como esto continuó repitiéndose noche a noche sin que las piedras tocaran nunca a los moradores de la casona, terminaron por acostumbrarse. En los días siguientes se agregó a todo esto el sonido de una persona que intentaba forzar la puerta principal cerca de las dos de la

mañana, y los ronquidos que se sentían en una de las torres de la casa. Aunque parezca extraño, la familia tomó todo esto como algo gracioso que incluso motivaba reuniones con amigos que querían ser testigos de la situación, la que se extendió por 27 años entre 1918 y 1945.

Benjamín, o Pelón como le decía su familia, era protagonista de extrañas situaciones, como por ejemplo "adivinar" la ubicación de cosas o personas desaparecidas, pero fue en la década del '30 cuando comenzó a mostrar su extraordinaria capacidad. Una noche de 1938 despertó tembloroso, percibiendo un fuerte aroma a mar y algas en su habitación, al tiempo que oía una delicada voz femenina. Comenzó a escribir lo que esa voz le decía: que se estaba separando de la vida, que veía imágenes hermosas, y que "las algas le envolvían las manos como joyas muertas". Por fin, la mujer se identificó, y Pelón escribió un nombre, un lugar y una fecha: "Alfonsina Storni, Mar del Plata, Octubre de 1938". En ese mismo momento, la maravillosa poetisa se suicidaba a casi 450 Km de allí internándose en el mar.

Pero su más increíble faceta, ya se había manifestado desde 1932. Sus manos, sin ningún control de su parte, dibujaban y escribían cosas que con los años llegarían a tener un sentido desconocido para él: había empezado a recibir sus primeras psicografías.

El período de mayor actividad fue entre 1936 y 1940; esta facultad lo acompañó por toda la vida. En una oportunidad le preguntaron en qué forma recibía los mensajes, y contestó que escuchaba en su oído una voz que le hablaba, y le revelaba hechos que habrían de ocurrir muchos años después. Una noche de 1936, mientras se encontraba en su habitación escribiendo cuentos y poemas como era su costumbre, vio con sorpresa como una pesada lámpara de bronce se levantaba en el aire y se estrellaba contra una pared. Tomó la lámpara retorcida, y dirigiéndose a la habitación de su hermano Justino, se la mostró a este quien no le dio mayor importancia al hecho y le dijo que fuera a descansar. Pero Pelón volvió a su cuarto, y ya no pudo dormirse. Sintió una poderosa sensación en su mano, una necesidad de tomar un lápiz y comenzar a trazar extraños

mensajes en el papel. Al principio descartó estas premoniciones y tiró muchos de los dibujos que, lamentablemente, hoy están perdidos.

En uno de sus dibujos mostraba a Mussolini muerto, colgado de los pies, tal cual sería expuesto en las calles de Milán en 1945 junto a su amante Clara Petacci. Debemos tener en cuenta que el dibujo fue realizado en 1936, en pleno auge del dirigente italiano, y nueve años antes de su muerte. Anticipó con lujo de detalles aparición de la bomba atómica muchos años antes de su uso.

Profundo católico, al principio no le dio mayor importancia a estos mensajes e incluso quemó varios de ellos.

Luego de la visita de una entidad celestial poderosa, con quien mantuvo un profundo y místico contacto tuvo que tomar la decisión. A partir de ese momento ya no pudo detenerse.

Realizó más de 900 psicografías compuestas por un dibujo acompañado de un pequeño mensaje a modo de explicación, y la mayoría de ellas se destacan por su gran exactitud, profecías que abarcan absolutamente todos los ámbitos de la actividad humana: acontecimientos políticos, sociales, culturales, espirituales, metafísicos, científicos, tecnológicos, y que fueron anticipados por este notable vidente, injustamente olvidado en su propio país y poco o nada conocido en el resto del mundo.

Pero uno de los aspectos más enigmáticos en la vida de "Pelón" lo constituyen sus contactos con seres extraterrestres. Según testimonios dignos de crédito (hasta el querido y recordado Antonio Ribera, investigador español, se refirió al caso en uno de sus libros), habría sido abducido, llevado al interior de una nave espacial, en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, a pocos metros del obelisco porteño. El investigador Robert Anderson, en su libro "Apariciones y desapariciones misteriosas", menciona el reportaje que le efectuara el diario "La Razón" Alejandro Erú, profesor de Humanidades en la Universidad de La Plata y secretario del Instituto Argentino de Parapsicología. Si bien el nombre completo del protagonista no fue revelado por Erú, sus iniciales, BSP, corresponden a las de nuestro profeta.

"BSP aseguró haber sido contactado por un sujeto rubio - escribe Anderson - de aspecto nórdico, cuyos ojos eran tan claros que parecían ciegos. El rubio le habló con una voz gutural, y en un lenguaje incomprensible, si bien sus modales eran amistosos. El artista solamente captó un atisbo del interior del aparato antes de sufrir una especie de desvanecimiento.

Cuando volvió en sí, BSP vio que estaba volando con tres seres rubios como el primero. Uno de ellos, cortésmente, le interrogó en un lenguaje también incomprensible, pero BSP creyó entenderlo o, al menos, captó las ideas del otro, por comunicación telepática. A BSP le decían que no se asustase, que regresaría a la Tierra precisamente al mismo lugar de donde lo habían raptado. BSP juró que durante todo el viaje estuvo en una especie de desfallecimiento, pero percibiendo las tierras de Japón, Francia, y más tarde, Chile. Cuando despertó de su peculiar trance, se encontró en el mismo sitio en el que había encontrado al ser rubio..."

Quizás por este motivo muchas de las profecías de Parravicini se refieren al futuro contacto con seres extraterrestres.

Poco antes de su muerte, en 1974, legó a uno de sus colaboradores y amigos, Norberto Pakula, sus últimas psicografías, la mayoría correspondiente al año 1972 dirigido a las futuras generaciones, algunos de los cuales fueron expuestos en este trabajo. Los mismos fueron publicados en 1988 en el libro "El testamento profético de Benjamin Solari Parravicini" de donde extrajimos el texto siguiente perteneciente al autor que puede servir como corolario para este trabajo:

La palabra "psicografía" tenía en la boca de Solari el valor de una verdadera profesión de fe. Era el reconocimiento decidido, valiente, audaz a la par que sereno, de la existencia, más allá de las pequeñas personalidades y capacidades humanas, de inteligencias conscientes, vivas, organizadas y que prescinden de hecho, en su plano de existencia, del cuerpo somático que nos caracteriza en nuestra dimensión de relaciones humanas.

Evitaré toda discusión filosófica o religiosa o toda especulación abstracta. Me inclinaré simplemente ante la calidad objetiva, documentada en

grafismos - algunos con más de medio siglo de antigüedad, que obran en mi poder - de la existencia de voluntades integradas que se proponen transmitirnos, mediante la sensibilidad de un artista excepcional, un mensaje extraordinario y único, dirigido en alguna medida a cada uno de nosotros.

Mensaje cuya continuidad e idea directriz, a través de decenios, muestran sin lugar a dudas, que nos encontramos ante una actividad planeada por manifestaciones de vida provistas de cualidades mentales, capacidades de síntesis y, sobre todo, de una voluntad decidida. Seres empeñados firmemente en ser escuchados en un mundo carente de visión, orientación y virtudes tanto en el plano individual como en el colectivo. Pues, a pesar de los presuntos progresos verificados esencialmente en el campo de las realizaciones técnicas, nos hallamos en un estado de orfandad espiritual. Los actos primitivos, los delitos, la violencia y el desprecio a la vida del semejante, en constante aumento, como así la agresión y la imposición por la fuerza en las relaciones colectivas en forma cada vez más incontenibles, muestran que la humanidad ha perdido el rumbo, urgiendo volver a encontrar las fuentes de la vida moral. Tal idea rectora se plasma con incansable pertinacia a través de todo el conjunto de dibujos.

Además, la palabra "psicografía" constituye toda una demostración de humildad por parte de Benjamín Solari Parravicini, situándolo moralmente a distancias siderales de tantos artistas y de otros que no lo son, inflados en su propia insignificancia. Reconoce como virtud máxima el ser dócil y dispuesto instrumento de instancias espirituales que solo buscan el bien de la humanidad, con clara conciencia de su propia posición.

Pero si la palabra "psicografía" ya tiene sentido excepcional por los motivos señalados, aún más notable es el significado de "premonitorias". No se trata ya solo de un mensaje bien intencionado, sino de vaticinios que son advertencia e instrucción a la par. Los autores ignotos que han guiado la mano del artista, demuestran tener una visión que excede desde todo punto de vista las posibilidades normales de la previsión humana. Gran número de vaticinios, plasmados muchos años antes de los aquí ofrecidos, se han cumplido desde entonces. Otros están en vías de

realización y otros se ubican en un futuro no muy lejano ya. Desde los desatinos humanos, documentados en numerosos aciertos y anticipos, tanto en lo individual como en lo referente al destino de las naciones, hasta las consecuencias finales signadas por la locura colectiva, los invisibles pero sapientes mentores que plasman de esta forma su grito de angustia ante la inconducta humana, nos quieren dar la voz de alerta ante un signo que ya aparece ineludible en el orden colectivo, pero donde el individuo aún puede hallar su salvación mediante una conducta más plena de amor y virtudes.

Así, el mensaje cuyo magnífico portador fué don Benjamín Solari Parravicini, se dirige a cada uno de nosotros, con obligación de contribuir a su mayor difusión. Aún existen responsabilidades individuales que hemos de asumir, so pena de sufrir las consecuencias de nuestra desidia. Es pues un llamado personal que no debemos desoír, en beneficio de nuestro propio bien.

Dícese de ciertos seres, que los hombres de ciencia modernos llaman dotados, tienen especial facilidad para ponerse en contacto con entidades superiores, Benjamín Solari Parravicini fue uno de ellos, manifestándolo sin temor.

He aquí pues una realidad verdaderamente excepcional: la de un hombre que plasmó con trazos que reflejan el don del artista, las indicaciones de seres que pertenecen a otro plano de vida y cuya presencia se había vuelto familiar a la intimidad del dotado, atestiguando que más allá de las mezquindades humanas existen voluntades residentes en niveles de existencia más sutiles. Impulsados por su mayor evolución estos tratan con ejemplar serenidad y equilibrio de orientarnos, ayudarnos, sostenernos y recordarnos una y otra vez que solo el camino de las más estrictas virtudes, de un corazón cálido, tan bien ejemplificado hasta el sacrificio por el Maestro de los Maestros, el humilde rabí de Galilea, puede llevarnos a buen puerto.

Miremos pues estos grafismos con detenimiento y reconocimiento, tratemos de absorber su esencia con toda nuestra sensibilidad. Leamos sus profecías con la mente amplia y el corazón abierto. Tal vez se abra

entonces ante nosotros un panorama nuevo y una vida nueva más plena de sentido.

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