día de muertos por juan carlos murillo torres

Y UN DÍA TAMBIÉN…

PARTIREMOS.

DÍA DE MUERTOS

PRIMER FESTIVAL CULTURAL 2014

"Hanal Pixán""DÍA DE MUERTOS, CELEBRACIÓN DE

VIDA"

¿QUÉ HAY DESPUÉS DE LA MUERTE?

Un inminente destino llamado Mictlán «lugar de muertos»

Justo ahí nos esperan

almas dispuestas a

regresar a la vida…

a ocupar por fugaces instantes nuestros lugares. Si, ¡tu vida!

Hoy como cada año las luces de esperanza despiertan en un viaje con retorno a un sitio que NO da segundas

oportunidades.

Pero solo hoy, día de muertos, por unos instantes catrinas, difuntos, lloronas…

dispuestos anhelan regresar de lo vivido.

«En el Mictlán»

Entonces…

Imploremos, solicitemos, evoquemos…

¡Invoquémoslos!

Jorge Reyes

qepd

Posiblemente una reflexión se desprenda de tu ser, o también una sonrisa disfrazada de miedo haga de momento olvidar, lo que

en efecto, ¡un día también nosotros partiremos!

Entonces…

Bailémosle a la misma muerte muy cerca del Mictlán

Historias de muerte, todos las sabemos de memoria, sin embargo, nadie

experimenta en cabeza ajena al sentir tan cerca la ausencia de dejar de respirar

para siempre.

Sentir vivir, gritar, oler, escuchar amar… son sentimientos que jamás volverán.

Anécdotas del mas allá

No te haz dado cuenta que estás hecho un cadaver, si, muerto en vida divagando sin

una brújula que guie tu vivir.

Hoy vienes a este altar de muertos sin saber que ha sido preparado para ti.

¿Acaso no sientes la muerte respirar tan de cerca?

«Rumbo al altar»

¿Cuál es el primer sonido que escuchamos cuando llegamos? y ¿Cuál es el último cuando partimos?

Las dulces melodías de la vida nadie queremos dejar de escucharlas; catrinas, difuntos y lloronas anhelan el sonido de la vida misma en:

«Las flautas de pico»

Aquí estás llorona clamando frente a este altar de los difuntos arrepentidos de una vida fugaz llena de lamentos; pero también, de felicidad y de un

amor pleno en este preciso azul celeste.

¡Aunque la vida me cueste, llorona, no dejaré de

quererte!

Nuevamente, catrinas, muertos y lloronas, derramen sus lagrimas sobre este altar. Vacíen sus ojos en este espejo, entonces graben su imagen de lo felices o infelices que fueron por estos mundos… Despídanse y abrácenos como si fueran los últimos instantes de sus vidas,

bien lo saben, ¡nunca es demasiado tarde!

«De regreso al Mictlán»

Si, es cierto… en efecto, lo más seguro de nuestras melodiosas vidas es que

¡Algún día también nosotros

Partiremos!