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MES DE MEDITACIONES DE SANTA CATALINA DE SIENA
DIA 1: ALIMENTO DEL AMOR 1
Fijando entonces su misericordia sobre aquella alma, decía la divina Bondad:
«Me ruegas que te explique cómo pueden salir del río para llegar al puente.
Tú sabes que todo mal está fundado en el amor propio, que es una nube que
obscurece la luz de la razón y de la fe. Yo creé el alma a mi imagen y semejanza,
dándole la inteligencia, la memoria y la voluntad.
El alma no puede vivir sin amor. Siempre desea amar alguna cosa, puesto
que está hecha de amor y por amor fue creada.
La inteligencia es movida por el amor. El amor es el que llena la memoria de
todos los beneficios que ha recibido de mí, y este recuerdo es el que hace al alma
solícita y agradecida.
Si, por el contrario, la voluntad se pone a amar las cosas sensibles, la
inteligencia sólo se fijará en las cosas transitorias, y el amor propio no encontrará
más que disgusto en la virtud y placer en el vicio. La memoria entonces no se
llenará más que de lo que le ofrece la voluntad sensual. Todo ello suscita la
soberbia y la impaciencia. El amor ha cegado sus ojos de tal manera, que no ve
más que estas falsas claridades, por lo que en ella aprecia de bien y de placer.
Si la memoria recuerda mi bondad y los beneficios que de mí ha recibido, y
si la inteligencia considera el amor inefable que os he manifestado por medio de
mi unigénito Hijo, entonces, la voluntad se unirá a las otras dos, amándome y
deseándome a mí, pues soy su fin.
1 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 145
DIA 2: NODRIZA DE LA CARIDAD2
La discreción que está fundada, con verdadera humildad, en el conocimiento
de sí. Cierto que tiene muchos hijos, como el árbol tiene muchas ramas; pero lo
que da vida al árbol y a las ramas es la raíz, si se halla plantada en la tierra de la
humildad, que es el alma y nodriza de la caridad, en donde se halla injertado este
hijo y árbol de la discreción. Pues de otro modo, si no estuviese plantado en la
humildad, no sería virtud de discreción ni produciría frutos de vida, ya que la
humildad procede del conocimiento que tiene el alma de sí, y ya te dije que la
discreción es un verdadero conocimiento de sí y de mi bondad, por lo cual en
seguida se atribuye a cada cual lo que le es debido. Principalmente me lo atribuye
a mí, dando gloria y alabanza a mi nombre, y me devuelve las gracias y dones que
ve y reconoce haber recibido de mí. A sí misma da lo que ve que tiene merecido,
reconociendo que por sí misma no existe y que el ser que tiene lo ha recibido
gratuitamente de mí y no de sí misma. Le parece ser ingrata a tantos beneficios, y
negligente, por no haber usado el tiempo y las gracias recibidas. Le parece que
por ello es digna de las penas. Entonces se entrega al aborrecimiento y desprecio
de su culpas. Esto lo realiza la virtud de la discreción, fundada en el conocimiento
de sí a través de la verdadera humildad. Si ésta no
2 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 72
DIA 3: FLORES DE GLORIA Y PERFUMADAS3
Cuanto más abunden las tribulaciones en el Cuerpo místico de la santa
Iglesia, tanto más abundará ella misma en dulzura y consolación. La dulzura
consistirá en esto: en la reforma de los santos y buenos pastores, que son flores de
gloria, es decir, que dan gloria y alaban mi nombre ofreciéndome los perfumes de
la virtud fundada en la verdad. Esta es la reforma de las perfumadas flores de mis
ministros y pastores. No es que haya necesidad de reformar los frutos de esta
Esposa, ya que nunca disminuyen ni se echan a perder por los defectos de los
ministros. Por eso, dentro de la amargura, alegraos tú, el Padre de tu alma y los
demás servidores míos, pues yo, Verdad eterna, he prometido daros alivio;
después de las amarguras y de muchos sufrimientos, os daré consuelo en la
reforma de la Iglesia.
3 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 79
DIA 4: DIOS ENAMORADO4
«¿Cuál fue la razón de que colocases al hombre en tanta dignidad? El amor
inestimable con que contemplaste dentro de ti a tu criatura. Y te enamoraste de ella.
Luego la creaste y le diste el ser por amor, a fin de que paladease tu sumo y eterno
bien. Veo que por el pecado cometido perdió la dignidad en que la pusiste.
Tú, movido por el mismo ardor con que nos creaste, quisiste establecer el
remedio. Por ello nos diste el Verbo de tu Hijo unigénito, que fue intermediario
entre nosotros y Tú. El fue nuestra justicia, que castigó en sí mismo nuestras
injusticias, y cumplió con tu obediencia, Padre eterno, la que le impusiste al vestirle
de nuestra humanidad, cuando tomó nuestra imagen y naturaleza humana.
¡Oh insondable caridad! ¿Qué corazón puede ser tan fuerte que no se quiebre
al ver lo Alto caído tan abajo como lo está nuestra humanidad? Nosotros somos tu
imagen, y tú la imagen nuestra por la unión que has hecho con el hombre, ocultando
la eterna divinidad con la nube miserable y la corrompida masa de Adán. Tu Dios,
te has hecho hombre, y el hombre ha sido hecho Dios. Por este amor inefable, te
apremio y te ruego que tengas misericordia de tus creaturas.
4 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 83
DIA 5: EMBRIAGUEZ 5
Dios, ebrio de amor por nuestra salvación, encontraba modo de encender
mayor amor y dolor en aquella alma de esta manera: mostrándole con cuánto amor
había creado al hombre. Le dijo:
«¿No ves cómo todos me maltratan, habiéndolos creado yo con ardoroso
amor, dotándolos de tanta gracia y de otros dones casi infinitos, y habiéndoselos
concedido por gracia y no por obligación?
Considera ahora, hija mía, con cuántos y diversos pecados me hieren, y
especialmente con el abominable amor propio, del que provienen todos los males.
Con el amor propio han envenenado al mundo entero. Porque así como el
amor a mí contiene en sí toda virtud nacida para ayudar al prójimo, así el amor
propio es la raíz y el origen de todos los males.
Mucho me puedo quejar del hombre, que de mí no recibe más que bien, y él
me devuelve odio, obrando todo el mal que puede.
Debes saber que ninguno puede salir de mis manos, porque yo soy el que soy,
y vosotros, por vosotros mismos, no sois, sino en cuanto habéis sido creados por
mí.
La criatura me ofende porque ama lo que no debe, al amar el pecado, y me
odia a mí, a quien está obligado a querer por ser yo sumamente bueno y haberle
dado el ser con tanto amor.
Por eso, a pesar de sus iniquidades, yo tendré con ellos misericordia por medio
de mis siervos y cumpliré la petición que con tanto amor y dolor me has
presentado.»
5 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 89-90
DIA 6: PODA6
¿Sabes lo que hago después que mis servidores se hallan unidos en el seguimiento
del dulce y amoroso Verbo? Los podo para que den mucho fruto y sea más
exquisito y las plantas no se vuelvan salvajes. Lo mismo ocurre con el sarmiento
unido a la vid, al que el labrador poda para que dé mejor y mayor cantidad de vino;
y al que no da fruto lo corta y lo echa al fuego. Así lo hago también yo, buen
Labrador. A los servidores míos los podo con muchas tribulaciones para que den
más y mejor fruto y quede en ellos purificada la virtud. Los que no dan fruto son
cortados y enviados al fuego. Son buenos trabajadores los que trabajan bien su
alma, apartando de ella todo amor propio, echando sobre mí la tierra de su afecto.
Alimentan y hacen crecer la semilla de la gracia que recibieron en el santo
bautismo. Al trabajar la suya, trabajan también la del prójimo.
6 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 97
DIA 7: YUNQUE FUE CRISTO 7
Viendo mi Bondad que los hombres no podrían ser atraídos de otro modo, le mande
que se elevase sobre el madero de la cruz, haciendo de El yunque en que tomase
forma el hijo del género humano para quitarle la muerte y restituir el hombre a la
vida. Así, todas las cosas las atrajo a sí, para manifestar el indecible amor que os
tenía, pues el corazón humano es siempre atraído por el amor, si es que, como
ignorante, no hace resistencia a dejarse atraer.
Dijo, pues, que, cuando fuera puesto en alto, todo lo atraería a sí, y es verdad. Esto
se entiende de dos maneras:
Una es que, habiendo atraído el corazón del hombre por el afecto del amor, como
te he dicho, es atraído con todas las potencias de su alma, por eso dijo con justeza
mi Verdad: «Cuando sea puesto en lo alto, atraeré a mí todas las cosas»; es decir,
que, arrastrando el corazón y las potencias del alma, lo serán también sus obras.
La segunda manera es porque todo ha sido creado para servicio del hombre. Las
cosas creadas están hechas para que sirvan y ayuden a las necesidades de las
criaturas racionales, para que estos a su vez, me sirvan con todo su corazón y todo
su afecto. Y así, ves que, siendo atraído el hombre a mí, lo son las cosas creadas
para él.
7 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p.101
DIA 8: JARDIN ES EL ALMA 8
El hortelano de este jardín, o sea, el libre albedrío, puede dejarle que se
vuelva salvaje o cultivarle, según le plazca. Si siembra el veneno del amor a sí
mismo, de donde nacen los siete pecados principales y los demás que de él se
derivan, entonces arroja los siete dones del Espíritu Santo y se priva de la virtud.
Se habrá hecho cruel consigo mismo, y por eso no podrá ser caritativo con el
prójimo; se hallará privado de todo lo bueno y habrá caído en el mal supremo
¿Cómo reanimará su vida? En el Verbo Encarnado, mi Hijo unigénito. ¿De
qué modo? Este hortelano debe arrancar los cardos con energía y debe correr con
amor a conformarse con la doctrina de mi Verdad, regándola con la sangre. Esta
se la derrama el ministro sobre la cabeza en la confesión acompañada de la
contricción de corazón, penitencia y propósito de no pecar más.
Así puede cultivar el jardín del alma mientras vive, pues terminada esta vida,
no hay remedio alguno.
8 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 349
DIA 9: PIEDRAS DE UN MURO9
Está construido este Puente con piedras. ¿Sabes cuáles son estas piedras? Son
las piedras de las virtudes verdaderas y operantes, las cuales, por mi poder, son
edificadas sobre Él mismo, ya que ninguna virtud existe que no sea probada en Él
y que no reciba de Él la vida. Nadie puede tener ninguna virtud que dé vida de
gracia sino por Él, es decir, siguiendo sus huellas y su doctrina. El ha edificado las
virtudes y las ha puesto como piedras vivas ajustadas con la cal de su propia sangre,
para que todo fiel pueda caminar sin tropiezo protegido por mi misericordia.
Así puedes ver que este Puente está cubierto por la misericordia. Sobre él está
también la tienda de la santa Iglesia, que posee y administra el pan de la vida y da
a beber la Sangre, para que mis criaturas, que son los caminantes y los peregrinos
cansados del camino, no sucumban. A este fin ordené que en ella fuese
administrada la Sangre, el cuerpo de mi unigénito Hijo, verdadero Dios y verdadero
hombre.
Pasado el puente, se llega a la puerta, parte del Puente mismo, por la que todos
tenéis que entrar. Por esto Él dijo: Yo soy Camino, Verdad y Vida. Quien camina
por mí, no anda en tinieblas, sino por la luz. Y en otra parte dice mi Verdad: Nadie
puede venir a mí si no es por Él. Y así es ciertamente.
9 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p.103
DIA 10: HARTURA QUE PRODUCE HAMBRE 10
De la misma manera, el alma justa que termina la vida en afecto de caridad y
unida al amor, tampoco puede crecer en virtud terminada su vida. Puede, sin
embargo, amar siempre con la misma dilección con que ha llegado hasta mí y será
premiada en proporción a ella. Siempre me desea y siempre me posee, por lo que
su deseo no es inútil, sino que, teniendo hambre, queda saciada. Esta hartura le
produce más hambre, y está lejos del tedio que produce la saciedad, y también del
sufrimiento que causa el hambre.
Estas almas gozan y participan de mi visión eterna, cada una en la medida del
amor con que ha llegado hasta mí. Se alegran además del bien de los otros, sobre
todo de la felicidad de los que en el mundo les eran más queridos; este amor que se
tenían les hacía crecer en gracia y virtud, manifestando la gloria y alabanza de mi
Nombre en sí mismas y en el prójimo. De modo que luego, en la vida eterna, no
pierden este amor, sino que lo conservan mutuamente con mayor intimidad e
intensidad.
10 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 122
DIA 11: FIGURA DE OJO11
Mis servidores encuentran la felicidad especialmente en verme y conocerme. Esta
visión y conocimiento satisface su voluntad de tener lo que desean, y así quedan
saciados. En esta vida experimenta las arras de la vida eterna cuando gusta lo que
te he dicho que la sacia.
¿Cómo posee esas primicias de la vida eterna? Viendo mi bondad en sí misma y
conociendo mi verdad. Este conocimiento lo tiene el entendimiento al estar
iluminado por la fe, que es el ojo del alma. Este ojo posee la pupila de la santísima
fe, y le permite distinguir, conocer y seguir el camino y la doctrina de mi Verdad,
del Verbo hecho carne. Sin esta pupila de la fe no verá sino como el hombre que
tiene la figura de un ojo, pero que lo tiene tapado con un paño, que impide que el
ojo vea. Lo mismo ocurre con el ojo del entendimiento. Su pupila es la fe, y no ve
cuando delante de si tiene colocado el paño de la infidelidad, que procede del amor
a sí mismo; tiene forma de ojo, pero no da luz, porque el paño se la ha quitado.
Comprendes, pues, que, viendo, conocen y amando, ahogan y pierden la voluntad
propia.
Una vez perdida su voluntad, se visten de la mía, que no quiere otra cosa que
vuestra santificación. Por esto es cierto que gustan la vida eterna, recibiendo las
primicias de ella en esta vida. Han buscado el bien allí donde se encuentra, es decir,
en el Verbo de mi Hijo unigénito.
11 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 133
DIA 12: PUNTA DE UNA AGUJA 12
Quitada la voluntad propia. Todo lo soportan con reverencia, teniendo como
una gracia el ser atribulados por mi causa, y no desean sino lo que yo deseo.
Si les doy aflicciones por medio de los demonios, permitiéndoles muchas
tentaciones, es para probarlos en la virtud. Ellos resisten con la voluntad, que es
fortalecida por mí; se humillan y juzgan indignos de la paz y quietud del espíritu,
y así quedan con alegría y conocimiento de sí mismos, sin pena que los aflija.
Si les vienen las tribulaciones de los hombres o de enfermedad, pobreza,
reveses de fortuna, privación de hijos o de otras criaturas muy amadas – que son
espinas que produce la tierra por el pecado -, las soportan con la luz de la razón y
de la santa fe, con la mirada puesta en mí, que soy suprema Bondad y no quiero
sino el bien. Para bien suyo se las concedo; por amor y no por odio.
En cuanto han conocido el amor a mí y se miran a sí mismos, comprenden
sus defectos y ven con la luz de la fe que el bien debe ser remunerado y el pecado
castigado. Entienden que el pecado más pequeño merecería pena infinita, porque
se ha cometido contra el infinito bien, y se acogen a la gracia de que yo los castigue
en esta vida, en este tiempo finito. Así, y juntamente con la contricción de corazón,
borran el pecado y merecen con perfecta paciencia, y sus trabajos son premiados
con un bien infinito.
Conocen seguidamente que todo trabajo, por la brevedad de esta vida, es
pequeño: el tiempo no es mayor que la punta de una aguja, y, terminado y pasado
el sufrimiento, se ve lo pequeño que es. Sufren, pues, con paciencia y pasan por las
espinas presentes sin afectarles al espíritu, porque se hallan lejos en cuanto a amor
sensitivo y están en mí por afecto de amor.
12 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 134
DIA 13: MARTIRES DEL DEMONIO 13
Te dije que sólo la voluntad es causa del sufrimiento del hombre y que los
que me aman no sienten pena alguna que los aflija, por haberse desnudado de la
suya propia y por haberse revestido de la mía. Los que no me poseen, no pueden
sentirse saciados aunque posean el mundo entero. Las cosas creadas son menores
que el hombre y han sido hechas para él, y no él para las cosas. Por esto no le
pueden saciar. Solamente yo puedo hacerlo. Sin embargo, estos miserables, ciegos
como están, se afanan constantemente y nunca se sacian. Desean lo que no pueden
poseer, porque no me lo piden a mí, que soy el único que puede saciarlos.
Han tomado la cruz del demonio, gustando de antemano el infierno. Esta
vida para ellos está llena de sufrimientos, y, si no se corrigen, llegarán a la muerte
eterna. Estos son los atormentados por abundantes tribulaciones, torturándose a sí
mismos con su desordenada voluntad propia. Llevan la cruz en el corazón y en su
cuerpo, es decir, que el alma y el cuerpo sufren sin mérito alguno, por no llevar las
tribulaciones con paciencia, sino con impaciencia.
Privados de la vida de la gracia y del afecto de la caridad, se han hecho
árboles de muerte; por eso todas sus obras son muertas. Has visto cómo se engañan
y con cuantos sufrimientos van al infierno, haciéndose mártires del demonio.
Considera, pues, que en esta misma vida tienen los justos mejor partido que los
pecadores.
13 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 140-141
DIA 14: CHISPORROTEO 14
¿En dónde se enciende esta alma? En el fuego de mi divina caridad,
amándome y siguiendo la doctrina de mi Verdad. Cierto es que se enciende más o
menos, según el tamaño de la vela que acerque a este fuego. Porque, aunque todos
tengáis una misma materia —creados todos a imagen y semejanza mía—, y tengáis
la luz del santo bautismo los que sois cristianos, no obstante, cada uno puede crecer
en amor y en virtud según le plazca y según mi gracia mientras disponéis de tiempo.
Podéis, pues, crecer en el amor. Este amor es el que os hace acercaros a recibir
esta luz, que mis ministros deben administrar y que yo os he dado como alimento;
cuanto mayor sea el amor y más encendido el deseo que traigáis, mayor será la luz
que recibiréis. No dejaréis de recibirla toda entera, pues en cada uno esta luz será
completa, sea la que sea la imperfección de los que la reciben y de los que la
administran; pero participáis de esta luz según el amor con que os disponéis a
recibirla. Y quien se acerque a este dulce sacramento en pecado mortal, no recibe
de él la gracia aunque reciba realmente a todo Dios y a todo el hombre.
¿Sabes a qué se parece esta alma que le recibe indignamente? Se parece a la
vela sobre la que ha caído agua, que no hace más que chisporrotear cuando se la
acerca al fuego. En el momento que el fuego la penetra, se apaga en aquella vela y
no queda allí más que humo.
14 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 260-261
DIA 15: SOL ESPERANDO A QUE SE ABRA LA VENTANA 15
Para levantar el alma de la imperfección, la aparto de lo sensible, privándola
primeramente del consuelo. Cuando ella se hallaba en la culpa de pecado, se apartó
de mí, y yo le quité el sol de la gracia a causa de su pecado, por haber cerrado ella
la puerta del deseo. La gracia salió de allí no por defecto del sol, sino por defecto
de la criatura, que cerró la puerta del deseo.
Al conocerse a sí misma y ver que se halla en oscuridad, abre la ventana, vomita la
podredumbre por medio de la santa confesión. Entonces vuelvo al alma por la
gracia, y no me aparto de ella con la gracia, sino en lo sensible. Hago esto para
obligarla a humillarse y a que intente buscarme de veras y para probarla con la luz
de la fe, a fin de que adquiera la prudencia. Entonces, si ama sin tenerse en cuenta
a sí misma, goza con fe viva y tiene aborrecimiento de sí en el tiempo de los
trabajos, considerándose indigna de la paz y quietud del espíritu. Este es un modo
de conseguir la perfección y lo que hace cuando se llega a ella.
15 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p.163
DIA 16: SECRETOS DEL CORAZÓN Y DEL COSTADO 16
Los que quieren la perfección, los cuales ponen los ojos de su entendimiento en mí,
sino que, como ebrios y ardiendo en amor, suben los tres escalones comunes que
puse como alegoría de las tres potencias del alma, y que prefiguran aquí los tres
peldaños del cuerpo de Cristo crucificado, mi Hijo unigénito. Subidos a los pies
por el afecto del alma, alcanzan el costado, en que encuentran los secretos del
corazón y conocen el bautismo del agua, que tiene valor del sangre. En ella
encontró el alma la gracia del santo bautismo una vez que ella tiene preparado su
receptáculo para recibir la gracia, empapada de la sangre.
¿Dónde conoció el alma la dignidad de verse unida y empapada en la sangre del
Cordero cuando recibe el santo bautismo en virtud de la sangre? En el costado
conoció el fuego de la caridad divina. Así te lo mostró mi Verdad, si te acuerdas
bien, cuando le pregustaste: “Dulce e inmaculado Cordero, tú estabas muerto
cuando te abrieron el costado; ¿Por qué quisiste que fuese herido y partido tu
corazón?
Te diré la principal: porque mi amor por el género humano era infinito, y el acto de
sufrir penas y tormentos era finito, y por lo finito podía manifestar todo el amor
con que amaba, que era infinito. Por eso quise que vieseis el secreto de mi corazón
mostrándotelo abierto, para que vieses que yo amaba más que lo que podrían
demostraros mis sufrimientos finitos. Derramando sangre y agua, os mostré el
santo bautismo del agua, el cual recibís en virtud de la sangre.
16 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 182
DIA 17: CARA DE LA ESPOSA 17
Tú, Verbo Eterno, has querido ser levantado en alto, demostrando en tu sangre
tu amor, tu misericordia y tu magnanimidad. En esta sangre nos has manifestado
también cuánto te pesa la culpa del hombre. En esta sangre has lavado la cara de tu
esposa, es decir, del alma, con la cual te has unido por la unión de la naturaleza
divina con nuestra naturaleza humana. Estando desnuda, la vestiste, y con tu muerte
le has dado vida.
¡Oh Pasión!, que quitas toda enfermedad, siempre que el enfermo quiera ser
curado, ya que tu don no nos ha quitado la libertad. Tú, Pasión, devuelves también
la vida al que ha muerto si el alma cae enferma por las tentaciones del demonio. Tú
la liberas si está perseguida por el mundo o combatida por su propia fragilidad. Tú
eres su refugio, porque el alma ha gustado en ti la altura de la caridad divina.
17 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 480
DIA 18: LAGRIMAS Y EL CORAZON18
Quiero que sepas que toda lágrima procede del corazón, pues no hay miembro en
el cuerpo que tanto quiera dar gusto al corazón como los ojos. Si tiene dolor, los
ojos lo manifiestan. Si el dolor tiene origen en los sentidos, derraman lágrimas que
engendran la muerte.
Las lágrimas que empiezan a dar vida, es decir, las de los que reconocen sus culpas
y comienzan a llorar por temor del castigo. No llegan aún al aborrecimiento
perfecto del pecado, pues les duele, no la ofensa que implica contra mí, sino el
castigo que le sigue.
Conforme se va ejercitando en la virtud, empieza el alma a perder el temor y a vivir
el amor, se va conociendo a sí misma y a mi bondad. Empieza a esperar en mi
misericordia, mas, no habiendo llegado todavía a una gran perfección, con
frecuencia sus lágrimas no están exentas de alguna sensualidad. A causa de su amor
propio, todavía apetece las consolaciones.
Habiendo pasado por medio de mi Verbo, es decir, por la doctrina de mi unigénito
Hijo, fijos los ojos en mí, el alma está unida a mí por el amor. Los ojos derraman
lágrimas de dulzura, gustando de la presencia del amor divino.
Mas este estado unitivo, que hace derramar lágrimas de dulzura, no le impide
ejercitar la caridad con el prójimo, llorando con los que lloran y gozándose con los
que gozan.
18 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p.210
DIA 19: OLLA HIRVIENDO19
El alma se une de verdad a mí y crece en gran manera el fuego de su santo
deseo. Este inflamado deseo ahuyenta al demonio y no pueden perjudicar al alma
ni las injurias que la hagan ni las consolaciones espirituales o temporales.
Es cierto, no obstante, que el demonio, por su parte no duerme nunca. Con
ello os da una lección a vosotros, negligentes, que en los tiempos prósperos
permanecéis dormidos. Pero el demonio no puede dañar a éstos, porque no puede
sufrir el calor de su caridad ni la unión que tiene conmigo. Huye, como la mosca
de la olla que hierve. Si la olla fuera tibia, no tendría tanto miedo, sino que entraría
en ella, aunque algunas veces pereciera dentro hallando más calor del que se
imaginaba. Así sucede con el alma antes que llegue al estado perfecto; el demonio,
creyéndola tibia, entra en ella con diversas tentaciones. Mas, como esta alma ha
adquirido gran calor —conocimiento y desagrado del pecado—, resiste y no
consiente.
Por esto debe alegrarse toda alma que se sienta muy combatida, porque éste
es el camino para llegar a este dulce y glorioso estado.
19 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 216
DIA 20: CORAZON, VASIJA DE LAGRIMAS 20
Las lágrimas perfectas e imperfectas, cómo salen todas del corazón. De esta
vasija sale toda lágrima, de cualquier clase que sea, y por eso a todas se las puede
llamar “lágrimas de corazón”. Su única diferencia estriba en el amor de este
corazón, que puede ser ordenado o desordenado, perfecto o imperfecto.
Hay un llanto de fuego, es decir, de verdadero y santo deseo, que se consume
por amor. Querría deshacer su vida en llanto por odio de sí mismo y por la salvación
de las almas, y le parece que no puede. Estos tienen lágrimas de fuego y es el
Espíritu Santo el que llora en ellos por sí mismos y por su prójimo. Quiero decir
que mi caridad divina enciende con su llama el alma para que ofrezca sus ansiosos
deseos en mí presencia. Son lágrimas de fuego, y en este sentido digo que es el
Espíritu Santo quien llora. Esto quería decir el apóstol Pablo cuando dijo que el
Espíritu Santo ora en vosotros, con gemidos inenarrables.
Esta alma no debe desalentarse ni pensar que está privada de mí. Se debe
conformar plenamente con mi voluntad, y debe aceptar humildemente que le
conceda o no las lágrimas, según me plazca. Yo soy médico, y vosotros enfermos,
y doy a todos lo que es necesario para vuestra salud y para aumentar la perfección
de vuestra alma.
20 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 217
DIA 21: LA EUCARISTÍA ES SOL 21
Los dulces y gloriosos ministros ejercían virtuosamente la dignidad de ser
“otros Cristos” y así se hallaban vestidos de este dulce y glorioso Sol que yo les di
para que lo administrasen.
Quiero mostrarte la dignidad que he dado a mis Cristos.
La llave de la sangre de mi Hijo unigénito abrió la puerta de la vida eterna,
que había permanecido cerrada largo tiempo por el pecado de Adán. Cuando yo os
di mi Verdad, es decir, el Verbo de mi unigénito Hijo, sufriendo pasión y muerte,
destruyó vuestra muerte y os bañó en su propia sangre, y así su sangre y su muerte,
en virtud de mi naturaleza divina unida a la humana, abrió la puerta de la vida
eterna.
¿A quién dejó las llaves de esta sangre? Al glorioso apóstol Pedro y a todos
los que le sucedieron y le sucederán hasta el día del juicio; tienen y tendrán la
misma autoridad que tuvo Pedro. Ningún pecado en que puedan caer disminuye
esta autoridad ni quita nada a la perfección de la Sangre ni a ningún otro
sacramento.
Así, pues, el Cristo en la tierra tiene las llaves de la Sangre para darte a
entender cómo deben respetar a mis ministros, buenos o malos, y cómo me hiere
toda falta de reverencia contra ellos.
21 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p.267
DIA 22: BODEGA CON SANGRE DE CRISTO 22
El Cuerpo místico de la santa Iglesia es como una bodega en la que esta
guardada la sangre de mi unigénito Hijo, por la que tienen valor todos los
sacramentos y vida todas las virtudes. A la puerta de esta bodega está Cristo en la
tierra, al que le he confiado administrar la Sangre y al que toca poner ministros que
le ayuden a dispersarla a todos los cristianos. El que es aceptado y ungido por El,
éste es elegido por ministro mío, y no ningún otro. De él procede todo el orden
sacerdotal, y Él los coloca a todos en su puesto para que administren esta gloriosa
sangre. Y como Él los ha puesto como coadjutores suyos, así le pertenece
corregirlos de sus defectos, y así quiero que sea, pues por la excelencia y autoridad
que yo le he dado los he sacado de la servidumbre y de la sujeción de señores
temporales.
«¡Oh dulce Verbo, Hijo de Dios!, tú has dejado esta sangre en el cuerpo de la
santa Iglesia; quieres que nos sea administrada por las manos de tu vicario. La
bondad de Dios ha socorrido la necesidad del hombre.»
22 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p.268
DIA 23: MINISTROS DE LA IGLESIA COMO EL SOL 23
Verás los gloriosos ministros que, habiendo administrado el Sol, han
tomado la condición de sol.
Te dije de ellos que habían recibido las propiedades del sol, y así,
con el olor de su virtud, mitigan la pestilencia, y con su luz disipan las
tinieblas. A esa luz quisiera que vieras las tinieblas y defectos de mis
ministros.
Como te dije respecto a Pedro, príncipe de los apóstoles; que recibió
en sus manos las llaves del reino del cielo, lo mismo te digo de los otros
que en este jardín de la santa Iglesia administran el cuerpo y la sangre de
mi unigénito Hijo, y todos los sacramentos de la santa Iglesia, que tienen
valor y dan vida en virtud de la Sangre.
Cada uno de ellos ha sido colocado en grado distinto para repartir la
gracia del Espíritu Santo.
El sol calienta y alumbra y con su calor hace germinar la tierra. Así,
estos mis dulces ministros, elegidos y ungidos, administran la luz en el
Cuerpo místico de la santa Iglesia. Luz de ciencia sobrenatural por el
color de su honesta y santa vida siguiendo la doctrina de mi Verdad, y
por el calor de su ardentísima caridad. Irradiando este calor e iluminando
las almas estériles con su ciencia, las hacen fructificar. Con su vida santa
y ordenada arrojan las tinieblas de los pecados mortales, de la
infidelidad, y ordenan la vida de los que desordenadamente viven en las
tinieblas del pecado y en la frialdad por la privación de la caridad. Ves,
pues, cómo son soles, porque han tomado la condición del sol de mí, Sol
verdadero, al hacerse una cosa conmigo por el amor.
23 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 274-275
DIA 24: ROSA ENTRE ESPINAS 24
El alma puede estar en pecado mortal o en gracia de Dios, y dentro de este último
estado es imperfecta o perfecta. En cualquiera de estos tres estados le concedo mi
providencia, pero de modo distinto según los designios de mi gran sabiduría y
según las necesidades que en ella veo.
Algunas veces —porque quiero sacar rosas de vuestras espinas—, habiendo
concebido el corazón del hombre amor al pecado mortal o a alguna criatura contra
mi voluntad, hago que le falten el lugar o el tiempo para realizar su propósito. De
esta manera, debido al cansancio y aflicción que experimenta en su corazón al no
poder satisfacer su deseo desordenado, vuelve sobre sí misma con pesadumbre y
remordimiento y arroja de sí su amor vano. Con razón se le puede llamar vano,
pues creyendo poner su afecto en cosa que lo merecía, cuando llega a
experimentarlo, ve que no era nada. Es cierto que algo es la criatura que amaba con
amor miserable, pero él nada sacaba de ella, porque el pecado es nada. Y de esta
nada de la culpa, espina que punza el alma, saco yo esta rosa, que sirve para su
salud.
¿Qué me obliga a hacerlo? El amor es el que me obliga, porque yo os amé sin
que vosotros me amarais a mí. Yo os amo inefablemente. También me obligan las
oraciones de mis siervos, que oran a impulsos del Espíritu Santo. Estas lágrimas
humildes y continuas oraciones me hacen fuerza, pues no quiero la muerte del
pecador, sino que se convierta y viva.
24 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 358
DIA 25 SERVIDORES DE DIOS SON ROCIO 25
¡Oh Verdad eterna, oh amor inestimable! Cómo produjiste en nosotros frutos de
fuego de amor, de luz y de pronta obediencia, así el alma, injertada en ti,
ciertamente que no se preocupa de otra cosa que de tu honor y de la salvación de
las almas. Por obediencia, como enamorado, corriste a la afrentosa muerte de cruz
y nos diste aquellos frutos en razón del injerto de tu divinidad en nuestra
humanidad; por el injerto que hiciste de tu cuerpo en el árbol de la cruz, la
obediencia se hace fiel, prudente y paciente.
Únenos, Verdad eterna, e injerta en ti a los que me has dado para que los ame con
amor singular, de modo que produzcan frutos de vida. Veo, Bondad infinita, que
así como envías el rocío de la luz sobrenatural al alma unida a ti, dándole paz y
quietud de conciencia, así con el rocío de tus servidores alejarás la guerra y las
tinieblas y darás la paz y la luz a tu esposa.
25 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 474
DIA 26 HARINA DE LA VIRGEN PARA LA ENCARNACIÓN 26
María es la tierra que ha germinado para nosotras al Salvador,
Bendita entre las mujeres por los siglos de los siglos, pues nos has dado de tu harina.
En la Encarnación la Divinidad se une y entremezcla tan estrechamente con nuestra
humanidad, que nunca se podrá separar ni por muerte ni por ingratitud. Siempre
ha estado unida a la Divinidad con el alma, y con el cuerpo en Cristo.
En María está escrito el Verbo del que recibimos la doctrina de la vida. Cuanto
está Verdad ha sido escrita en ella, no se halla sin la cruz del santo deseo. En cuanto
fue concebido en Ella, le fue infundido y dado el deseo de morir por la salvación
del hombre, razón por la que había tomado carne. Fue para El una gran cruz
soportar tanto tiempo el deseo, que hubiera querido realizar inmediatamente.
26 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p.479
DIA 27 NIÑO REPOSANDO EN LA MADRE27
El fruto de las últimas lágrimas, las unitivas, no están separado de los
anteriores, sino unidos entre sí, como el amor del prójimo está unido con el mío,
pues que uno fomenta el otro. Pero ha crecido tanto el alma llegada a este estado,
que no solamente soporta pacientemente, como te he dicho, sino que desea con
alegría el sufrimiento despreciando todo alivio, de cualquier parte que le provenga,
con tal de conformarse con mi verdad, Cristo crucificado.
Esta alma recibe el fruto de un gran sosiego de espíritu, un sentimiento de
unión con mi dulce naturaleza divina, en la que gusta la leche como el niño que
descansa tranquilo sobre el pecho de su madre. Así, el alma, llegada a este último
estado, descansa en el pecho de la divina caridad, siguiendo a Cristo crucificado.
Vosotros no podéis seguir el camino de vuestra vida sin sufrimiento; sólo por
el mucho sufrir llegaréis a las virtudes verdaderas. Por esto el alma se alimenta de
Cristo crucificado, que es la Verdad, gustando mi naturaleza divina, que hace dulce
la virtud. Esta es la verdad: que las virtudes en sí mismas no eran dulces, mas ahora
lo son, porque fueron practicadas en estado de unión conmigo, amor divino, por mi
honor y la salud de las almas
Considera, mi dulce hija, cuán dulce y glorioso es este estado, en que el alma
ha llegado a unirse tan íntimamente en la caridad, que ya no se halla sin Cristo
crucificado ni sin mí, Padre Eterno.
27 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 228-229
DIA 28 SOLEDAD DEL QUE CONFIA EN SI28
Mis hijos amados me amaban inefablemente, y por el amor que me tenían confiaban
en mí sin límites y nada temían. No temió Silvestre cuando se hallaba ante el
emperador Constantino disputando con los doce judíos en presencia de toda la
muchedumbre. Creía con fe viva que, estando yo en favor de él, ninguno podría
contra él. Del mismo modo, los demás perdían el miedo, porque no se hallaban
solos, sino acompañados, pues estando en la dilección de la caridad, estaban en mí.
Este estaba acompañado y acompaña a quien quiere participar de él con la luz de
la fe, con la esperanza, fortaleza, verdadera paciencia y gran perseverancia hasta el
fin de la muerte. Por lo tanto, ves cómo no se hallaban solos, sino acompañados, y
por esta razón no tenían temor.
Únicamente se siente solo el que confía en sí mismo. Privado de la dilección de la
caridad, teme; cualquier pequeña cosa le da miedo, porque se encuentra solo, sin
mí, que soy seguridad suma para quien me posee por el afecto del amor. Bien
experimentaron esto aquellos gloriosos amados míos, pues nada podía hacer daño
a su alma. Así respondía yo a la fe y confianza que habían puesto en mí.
28 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 281
DIA 29: AMOR LOCO 29
Entonces aquella alma, como ebria, enamorada de la santa pobreza, se sentía
transformada al ver el abismo de aquella providencia suma, y decía al sumo y
eterno Padre.
«¡Oh Padre Eterno! ¡Fuego y abismo de caridad! Oh eterna Belleza! ¡Eterna
Sabiduría! ¡Oh eterna Bondad! ¡Oh Loco de amor! ¿Necesitas, acaso, de tu
criatura? Sin embargo, así lo parece, porque obras de tal manera como si sin ella
no pudieses vivir, siendo así que tú eres vida y que todo tiene vida por ti, y sin ti
nada vive. ¿Cómo has enloquecido de esta manera? Te enamoraste de tu obra, te
complaciste y te deleitaste con ella en ti mismo, y quedaste ebrio de su salvación.
Ella te huye, y tú la buscas. Ella se aleja, y tú te acercas a ella. Ya más cerca de ella
no podías estar, pues llegas hasta vestirte de su humanidad. Y yo, ¿que diré? Te
doy gracias, sumo y eterno Padre, por la bondad desmesurada que me has
manifestado a mí, miserable e indigna.»
29 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 389
DIA 30 LECHE PARA EL CUTIS30
Si el afecto sólo se pone y busca en los consuelos y visiones que algunas veces
otorgo a mis servidores, cuando se ven sin ellos caen en amargura y tedio espiritual,
por parecerles que se hallan privados de la gracia cuando algunas veces me aparto
del alma. Yo voy y vengo a ella, apartándome no en cuanto a la gracia, sino en
cuanto a la percepción, a fin de hacerla más perfecta.
No debe el alma ser ignorante, ni dejarse equivocar por el amor propio espiritual
de tal modo que no reconozca que realmente soy yo, el Sumo Bien, quien está con
ella y la conservo en la buena disposición durante el tiempo de la lucha a fin de que
no corra tras el gusto. Debe humillarse. Me aparto de ella para que no reciba
solamente la leche de la dulzura extendida por su cara, sino para que se una al pecho
de mi Verdad y reciba la leche juntamente con la carne; es decir, para llevar hacia
sí la leche de mi caridad por medio de la carne de Cristo crucificado, o sea, de su
doctrina, de la que he hecho puente que la una a mí.
30 Obras de Santa Catalina de Siena, El Diálogo, Oraciones y Soliloquios, BAC, Madrid, 2011 p. 177
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