cuando todos vamos por lo
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“Cuando todos vamos por loseguro, creamos un mundo
totalmente inseguro”.
Panorama general
El fuerte progreso en desarrollo humano alcanzado por muchos países en
desarrollo y su aparición en la escena mundial: el “ascenso del Sur”. Esta
creciente diversidad en opiniones y poder desafía los principios por los que se
han regido los responsables de formular políticas y las principales instituciones
surgidas tras la Segunda Guerra Mundial. Las voces cada vez más fuertes del
Sur exigen marcos de trabajo
Un mundo cambiante, un Sur más global:
Hay problemas más profundos, compartidos por el Norte y el Sur: una creciente
desigualdad en muchos países, tanto desarrollados como en desarrollo, que
amenaza la recuperación mundial y la sostenibilidad del progreso futuro, y
limita la reducción de la pobreza; además de graves cuestiones ambientales.
En los últimos años, se ha producido una notable reorientación de la
producción mundial, con mucho más destinado hacia el comercio
internacional, que en 2011 representaba cerca del 60% de la producción global.
Los países en desarrollo han desempeñado un papel clave: entre 1980 y 2010,
su participación en el comercio internacional de mercancías aumentó del 25%
al 47%, y su participación en la producción mundial pasó del 33% al 45%. Las
regiones en desarrollo también han estrechado vínculos entre sí: entre 1980
y 2011, el comercio entre países del Sur aumentó de menos del 8% del
comercio internacional de mercancías a más del 26%. Las medidas de
desarrollo implementadas por Brasil, China e India, junto con experiencias
exitosas, aunque menos conocidas, como las de Bangladés, Mauricio y
Turquía, están redefiniendo las ideas respecto de cómo alcanzar el desarrollo
humano.
Propiciar el avance de otros países:
En muchos países se han advertido beneficios indirectos en importantes
sectores del desarrollo humano, especialmente el de la salud. Empresas
indias, que proveen a países africanos de medicamentos asequibles,
equipamiento médico, y productos y servicios de tecnologías de la
información y la comunicación
Crecientes presiones competitivas:
El ingreso de exportaciones de países más grandes puede acarrear
desventajas. Los países más grandes generan una presión competitiva que
podría sofocar la diversificación económica y la industrialización de los países
más pequeños. Cada vez más, la principal fuente de crecimiento de los países
del Sur es su mercado interno. Las clases medias crecen en tamaño e ingresos
medios. Para el año 2025, se estima que el consumo anual en los mercados
emergentes aumentará a US$30 billones. Si bien existe una gran consciencia a
nivel global y regional de que el mundo se halla en transición, tanto a líderes
como a instituciones y académicos les resulta difícil proponer principios,
instituciones o recomendaciones políticas que puedan asegurar los próximos
pasos hacia la creación de un mundo más justo y sostenible
Políticas, asociaciones, principios:
Han surgido de experiencias de desarrollo transformacionales evidenciadas en
muchos países. Por un lado, anulan una serie de preceptos colectivistas y
centralizados, y por el otro, se oponen a la liberalización irrestricta postulada en
el Consenso de Washington. Es más probable alcanzar el éxito a través de una
integración gradual con la economía mundial acompañada por inversiones en
la ciudadanía, las instituciones y la infraestructura
Un Estado desarrollista proactivo
Aprovechamiento de los mercados mundiales
Innovación en políticas sociales
Mantener el impulso:
En los países con mayor progreso, el éxito futuro no está garantizado. Este
Informe resalta el elevado costo de la inacción en materia de políticas y
promueve la aplicación de políticas más ambiciosas. Pocos países han podido
sostener un rápido crecimiento sin realizar enormes inversiones públicas, no
solo en infraestructura, sino también en salud y educación.
Garantizar una mayor equidad
Permitir la libre expresión y la participación
Hacer frente a desafíos ambientales
Manejar el cambio demográfico
Gobernanza y asociaciones
Gobernanza y asociaciones en una nueva era:
Determinados elementos de los bienes públicos mundiales pueden
proporcionarse a nivel regional, aunque para su efectiva provisión suele ser
necesario contar con una importante coordinación y cooperación multilateral.
Tanto el Norte como el recientemente influyente Sur no pueden permanecer al
margen de los debates regionales ni mundiales necesarios para establecer
acuerdos en estos aspectos. Todos los procesos intergubernamentales se
verían fortalecidos a partir de una mayor participación del Sur, la cual aportaría
importantes recursos financieros, tecnológicos y humanos, como así también
valiosas soluciones para los acuciantes problemas del mundo.
Prioridades para una nueva era:Como siempre, el objetivo es mejorar las posibilidades y las capacidades de
todas las personas, sin importar dónde vivan.
El aumento de la fortaleza económica del Sur debe estar acompañado
por un pleno compromiso con el desarrollo humano
Los países menos desarrollados pueden aprender y beneficiarse del
éxito de las economías emergentes del Sur
Las nuevas instituciones pueden facilitar la integración regional y las
relaciones entre países del Sur
Una mayor representación del Sur y de la sociedad civil aceleraría el
progreso en lo que respecta a los principales desafíos mundiales
El ascenso del Sur presenta nuevas oportunidades para alcanzar un
mayor suministro de bienes públicos
INTRODUCCIÓN
El mundo tomó nota cuando las economías desarrolladas dejaron de crecer
durante la crisis de 2008-2009 pero los países en desarrollo siguieron
creciendo.1 Desde entonces, se ha hablado mucho sobre el ascenso del Sur,
visto por el mundo en desarrollo como un reequilibrio mundial adeudado. Este
debate se ha centrado generalmente en el crecimiento del PIB y el comercio en
unos pocos países de gran tamaño. Sin embargo, hay mucho más en juego, y
en muchos más países y tendencias mucho más profundas con implicaciones
con mayor efecto potencial sobre las vidas de las personas, la equidad social y
la gobernanza democrática tanto a nivel local como mundial. Como lo indica
este Informe, el ascenso del Sur es el resultado de inversiones y logros
continuos en desarrollo humano, y la oportunidad de lograr un progreso
humano aún mayor para el mundo en su totalidad. No obstante, hacer realidad
dicho progreso exigirá elaborar políticas nacionales y mundiales sensatas
e informadas, según se concluye a partir de las políticas analizadas en este
Informe.
Progreso a gran escala:
Entre 1990 y 2012, prácticamente todos los países mejoraron su estado de
desarrollo humano. De 132 países de los que se dispone series de datos
completos, solo 2 registraron en 2012 un IDH inferior al de 1990. El progreso
fue particularmente rápido en más de 40 países del Sur, cuyas mejoras del
IDH fueron notablemente superiores a las previstas para países que tenían un
IDH similar en 1990. Esto incluye una gran variedad de países, como Ghana,
Ruanda y Uganda en el África Subsahariana; Bangladés e India en Asia
Meridional; Túnez, en los Estados Árabes; China, la República Democrática
Popular Lao y Vietnam en Asia Oriental y el Pacífico, Brasil, Chile y México en
América Latina y el Caribe
Reequilibrio mundial:
Los principales desafíos del desarrollo no se han reducido. Se calcula que
alrededor de 1,57 mil millones de personas, o más del 30% de la población de
los 104 países analizados en este Informe, viven en condiciones de pobreza
multidimensional, un índice que incluye tanto la cantidad como la intensidad de
carencias simultáneas sufridas por las personas en salud, educación y nivel de
vida. En muchos de los países del Sur con crecimiento acelerado, la población
que vive en condiciones de pobreza multidimensional supera a la que sufre
pobreza de ingresos.
En la actualidad, al Sur en su totalidad le corresponde alrededor de la mitad de
la producción económica mundial, mientras que en 1990 producía solo un
tercio.
Desde el año 2000, en América Latina, a diferencia de las tendencias
mundiales generales, se ha reducido la desigualdad en el nivel de ingresos
Expansión masiva de la clase media:
El elevado número de habitantes del Sur, miles de millones de consumidores y
ciudadanos, multiplica las consecuencias sobre el desarrollo humano mundial
de las acciones implementadas por Gobiernos, empresas e instituciones
internacionales en el Sur. Actualmente, el Sur se presenta junto al Norte como
el terreno ideal para la innovación técnica y la creación en iniciativa
empresarial. El comercio Norte-Sur ha permitido a las economías con incipiente
industrialización desarrollar capacidades para la eficiente fabricación de
productos complejos para los mercados de los países desarrollados. A su vez,
las interacciones Sur- Sur han permitido a las empresas del Sur adaptarse e
innovar en productos y procesos que responden mejor a las necesidades
locales. Esto propicia nuevos modelos de negocios, ya que las empresas
desarrollan productos pensados para clientes con menos disponibilidad de
ingresos. Se considera de clase media a las personas que ganan o gastan
entre US$10 y US$100 al día por persona.
Conectividad sin precedentes:
El intercambio comercial, en viajes y telecomunicaciones aumenta en todo el
mundo a una velocidad sin precedentes. Las personas se mueven de un país a
otro en cantidades nunca antes vistas, ya sea como profesionales del
comercio, como turistas, o como inmigrantes. En 2010, los inmigrantes de
primera generación representaban casi el 3% de la población mundial, o más
de 215 millones de personas, una cifra que se ha triplicado desde 1960.
Prácticamente la mitad de las remesas enviadas a su país de origen por
emigrantes del Sur corresponde a trabajadores que viven en otros países en
desarrollo. El rápido aumento de la población instruida en el Sur hace que sea
todavía más urgente generar empleo a gran escala considera solo a países con
un comercio bilateral que supere los US$1,5 millones en 1995–1996 y US$2
millones en 2010–2011. El tamaño del punto es proporcional al logaritmo del
valor total de las exportaciones en dólares estadounidenses
Políticas pragmáticas de desarrollo:
La mayoría de los países del Sur con un rápido desarrollo se abrieron al
comercio, las inversiones y las tecnologías internacionales. Sin embargo, esa
apertura en sí misma no fue suficiente para alcanzar el éxito. Dichos países
también invirtieron en sus propias capacidades de desarrollo humano,
consolidaron sus instituciones nacionales y crearon nuevas áreas de ventaja
comparativa. La combinación crítica de apertura exterior y disposición interna
les permitieron prosperar en el mercado mundial, obteniendo logros positivos
en cuanto a desarrollo humano para la población en general.
Nuevos socios para el desarrollo.
El ascenso del Sur incita a la innovación en lo que respecta a asociación
bilateral y cooperación regional, lo cual ofrece a los países del Sur más
opciones de financiación en condiciones favorables, inversión en infraestructura
y transferencia de tecnología. La creciente asistencia del Sur no suele estar
acompañada de condiciones explícitas de política económica ni enfoques sobre
el Gobierno. El Sur se encuentra ahora en una posición para influir sobre los
antiguos modelos de cooperación para el desarrollo basándose en su aumento
de los recursos y en lecciones aprendidas de manera interna; pero también
está generando nuevas presiones competitivas sobre otros aspectos de la
cooperación bilateral.
Las nuevas asociaciones para el desarrollo han generado nuevas
oportunidades de comercio bilateral e intercambio de inversiones, lo cual ha
sostenido el ascenso del sur
“Alrededor del mundo, laspersonas se están uniendo
en una lucha en común por
participar libremente enlos eventos y procesos que dan forma a sus
vidas”.
“El problema político dela humanidad consiste en
combinar tres cosas: eficienciaeconómica, justicia social
y libertad individual”.
EL ESTADO DEL DESARROLLO HUMANO
El progreso ha sido sustancial: muchos países en desarrollo siguen creciendo
rápidamente y elevando los estándares de desarrollo humano. El ascenso del
Sur es una de las características de este mundo en constante cambio.
Actualmente, el Sur es responsable de prácticamente un tercio de la
producción y el consumo mundial. De no haber contado con el sólido
crecimiento de estas economías, liderado por China e India, la recesión
económica mundial habría sido incluso peor . No obstante, se observan signos
de contagio, con la preocupación real de que en un mundo interconectado, la
crisis del Norte pueda disminuir el progreso de los países en desarrollo. En los
países industrializados, con algunas notables excepciones, los Gobiernos están
implementando duras medidas de austeridad que reducen su papel en el
bienestar social y recortan el gasto y los servicios públicos, lo cual provoca
dificultades y exacerba las contracciones económicas. El nivel de vida de
muchos ciudadanos del mundo desarrollado está bajando. En muchos países
se han organizado importantes manifestaciones callejeras, y se evidencia una
decepción general
Equidad, macroeconomía y desarrollo humano.La creciente desigualdad de ingresos en Estados Unidos y ciertos países
europeos destaca la equidad en cómo se distribuye ingresos y de quiénes se
benefician del crecimiento. Estas preocupaciones están apareciendo en el
discurso político predominante de los países desarrollados, aunque hasta
ahora con un efecto limitado sobre las políticas. El desempleo en los países
desarrollados ha alcanzado su nivel máximo en años; además, una gran parte
de la fuerza de trabajo no ha tenido aumentos significativos del salario real en
las últimas décadas, mientras que los deciles más ricos han experimentado un
incremento notable de sus ingresos. A la creciente desigualdad se han sumado
los reclamos de muchas de las personas en mejor posición económica de que
haya menos restricciones gubernamentales y fiscales: los más acaudalados no
solo se han beneficiado desproporcionadamente del crecimiento anterior, sino
que además ahora buscan proteger sus ganancias. Resulta sorprendente que
en las democracias, a pesar de la gran presión por parte de la sociedad civil,
las agendas gubernamentales se rijan por programas de austeridad y no por
programas de protección social. La aplicación de medidas de austeridad no se
limita a los países de la zona del euro. El Reino Unido planea reducir la
inversión pública en alrededor de un 2% del PIB, de acuerdo con el programa
actual de austeridad. Esta inclinación por la austeridad se produce en un
momento de baja histórica de la inversión pública. Por ejemplo, la inversión
pública neta en el Reino Unido para el año fiscal 2011-2012 es inferior al 2%
del PIB. Un esfuerzo continúo por reducir los gastos sociales y de Gobierno
podría empeorar las perspectivas de recuperación y crecimiento. Las políticas
macroeconómicas pueden tener fuertes consecuencias sobre el desarrollo
humano. El recorte en gasto social para reducir la deuda pública puede tener
efectos a largo plazo. Si las economías siguen contrayéndose, las sucesivas
rondas de reducción de la deuda no ayudarán demasiado a favorecer la
sostenibilidad de dicha deuda. El recorte en el gasto reduce la demanda total,
lo cual, junto con una fuerte desigualdad en los ingresos, complica la
reactivación económica y la recuperación del empleo. Para lograr pleno
empleo, es necesario compensar la reducción en la demanda total. En Estados
Unidos (y otros países industrializados), se logró a través de bajas tasas de
interés que, sumadas a nuevos instrumentos financieros y una regulación
permisiva, provocaron una burbuja que eventualmente condujo a la actual crisis
financiera. Los países de la zona del euro, condicionados en el uso de
instrumentos de política, no pueden aplicar políticas monetarias para salir de la
crisis mediante una devaluación (o inflación).
Los recortes a corto plazo tienen consecuencias a largo plazo: tasas de fecundidad en ascenso en África.
Los recortes en educación no solo limitan las capacidades humanas, sino
que además afectan la estructura etaria de la población años más tarde debido
a su impacto sobre las tasas de natalidad. Los países con niveles inferiores de
educación, especialmente aquellos en que las niñas no acceden a la educación
secundaria, suelen presentar tasas de fecundidad más elevadas. De manera
casi universal, las mujeres con mayor grado de educación tienen menos hijos.
Este efecto es particularmente fuerte en los países que están comenzando
su transición demográfica y en general aún tienen altas tasas de fecundidad.
Con la educación disminuyen las tasas de fecundidad al tener acceso a más
información, cambiar los incentivos ante el comportamiento y capacitar a las
personas para defender su propias preferencias.
El progreso de las naciones.
La complejidad intrínseca del desarrollo humano debe reconocerse, en parte
porque no deberíamos desviarnos y alterar la pregunta; ese fue el aspecto
central que impulsó la atrevida iniciativa de Mahbub ul Haq de complementar, y
en cierto punto suplantar, el PIB. Aunque esto vino acompañado de un punto
aún más difícil, que también es un componente ineludible de lo que se ha
denominado “el enfoque de desarrollo humano”. Para nuestra conveniencia,
podemos usar muchos indicadores simples del desarrollo humano, como el IDH
basado solo en tres variables y utilizando una regla muy simple para
ponderarlas, pero la búsqueda no debe terminar allí. No debemos despreciar
aquellos atajos que resulten útiles y explotables —el IDH puede indicarnos
mucho más sobre la calidad de vida de las personas que el PIB—, pero
tampoco debemos darnos por satisfechos con los resultados inmediatos
arrojados por tales atajos en un mundo de prácticas cambiantes. Valorar la
calidad de vida es un ejercicio mucho más complejo de lo que puede
capturarse a través de un único número, independientemente de la prudencia
que apliquemos al seleccionar las variables y el procedimiento de ponderación
que utilicemos.
Ingresos y desarrollo humano
Pobreza
Indicadores subjetivos de bienestar: mayor aceptación en las reflexiones y las políticas.
En los últimos años se ha percibido un creciente interés por utilizar datos
subjetivos para medir el bienestar y el progreso humano, y moldear las políticas
públicas.1 En el Reino Unido, el Gobierno se comprometió a analizar el uso de
indicadores subjetivos de bienestar, según lo sugieren Stiglitz, Sen y Fitoussi
(2009). Bután ha integrado los subindicadores que constituyen el Índice
Nacional Bruto de Felicidad en todas sus decisiones de políticas públicas.
Tales datos pueden ser complementarios, pero no reemplazan a los datos
objetivos. Kahneman y Krueger (2006) fijan la base analítica para medir el
bienestar subjetivo en el hecho de que a menudo las personas se desvían de
los estándares del “agente económico racional”. Tomar decisiones
incoherentes, no actualizar las creencias ante la evidencia de nueva
información, rechazar intercambios beneficiosos: todos estos comportamientos
van en contra del supuesto de racionalidad que implica traducir la conducta
observada en una teoría económica de preferencia revelada. Si el vínculo
asumido entre los datos observados y las preferencias reales es tenue, se
debilita el argumento que defiende el uso de datos objetivos únicamente, lo
cual deja más espacio para considerar también datos subjetivos.
Equidad y desarrollo humano.
La equidad es un elemento fundamental para el desarrollo humano. Todas las
personas tienen derecho a vivir una vida gratificante, acorde a sus propios
valores y aspiraciones. Nadie debería estar condenado a vivir una vida breve o
miserable por ser de una clase social o país “equivocado”, pertenecer a una
raza o a un grupo étnico “equivocado”, o ser del sexo “equivocado”.
Igualdad y sostenibilidad intergeneracional.
Ciertamente, es necesario hallar el equilibrio. Resulta esencial mejorar las
capacidades actuales de las personas, en particular las de aquellas que son
pobres o experimentan múltiples carencias, porque se trata de una cuestión de
derechos fundamentales y del universalismo de las reivindicaciones vitales.43
Además, la pobreza y miseria actuales afectarán negativamente el futuro. Así,
el objetivo debería ser lograr la igualdad tanto intrageneracional como
intergeneracional. La inversión actual en las personas exige garantizar un
prudente equilibrio entre las deudas generadas hoy y las obligaciones que
estas supondrán para las generaciones futuras. “Todas las deudas postergadas
hipotecan la sostenibilidad, sean estas deudas económicas, deudas sociales o
deudas ecológicas”. La reciente crisis económica ha puesto en evidencia la
sostenibilidad de la deuda económica, tanto pública como privada, ante la falta
de crecimiento de las economías, pero desvía la atención de asuntos críticos,
como las deudas sociales y ecológicas. En el aspecto ambiental, existen
pruebas irrefutables de grandes daños a los ecosistemas debido a las
decisiones de las generaciones pasadas y actuales. Los países pobres no
pueden, y no deben, imitar los patrones de producción y consumo de los países
ricos. Y los países ricos deben reducir su huella ecológica porque, desde un
punto de vista mundial, su con su Los logros en desarrollo humano
conseguidos de manera sostenible superan a las ganancias obtenidas a costa
de las futuras generaciones
Integración social.
El desarrollo humano implica aumentar las capacidades individuales. No
obstante, los individuos están vinculados entre sí. Por este motivo, las
relaciones entre individuos son importantes para construir sociedades unidas y
duraderas. La integración de grupos diferentes puede ser igual de crucial para
el bienestar y la estabilidad social que el éxito económico. La desigualdad y la
exclusión son injusticias sociales que debilitan las libertades humanas
fundamentales. Una sociedad integrada se sustenta en instituciones sociales
eficaces que permiten a las personas tomar acciones colectivas y aumentar
la confianza y la solidaridad entre grupos. Tales instituciones incluyen
organizaciones no gubernamentales formales, asociaciones y cooperativas
informales, y normas y reglas de comportamiento.
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