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45Año 110/No. 13

COREA-USA

Por MARÍA VICTORIA VALDÉS RODDA

Conjuro necesario por la pazEl mundo aplaude el acuerdo entre Pyongyang y Washington,aunque todavía falte una línea clara en las negociaciones

LOS ecos mediáticos sobre uno de los acontecimientos más tra- tados en los últimos años debi-

do a su importancia para la paz mun-dial se mantenían al cierre de estaedición. La expectativa internacionalsobre este tema alcanzó similares ni-veles que cuando el Gobierno deBarack Obama selló un entendimien-to con Irán. Sin embargo, ahora, conDonald Trump la preocupación hasido superlativa, teniendo en cuentalos vaivenes del magnate, quien final-mente terminó por reunirse con ellíder norcoreano, Kim Jong-un.

Algo inédito en la política exteriorestadounidense, y que supone un �as�para la actual Casa Blanca, despres-tigiada por los desplantes trumpianos:en enero de 2017 firmó una orden eje-cutiva para retirar a EE.UU. delAcuerdo Transpacífico, y en mayo deeste año rompió también su pacto conIrán, en virtud del cual la nación per-sa renunciaba a su programa nuclear.

Otros ejemplos más podrían traersea colación. Por lo mismo debe asu-mirse con suma cautela lo negociadocon los Estados Unidos.

Colocados frente a frente, este 12de junio, en Singapur, ambos ratifica-ron sus compromisos: la RepúblicaPopular Democrática de Corea(RPDC) con el desmantelamiento desu armamento atómico, y su contra-parte evaluó garantías de seguridad,aunque sin establecerse plazos paraninguna de las dos cuestiones.

Aun así muchos expertos calificaneste suceso de histórico. Percepciónacertada, porque ha pavimentado elcamino para solucionar uno de losproblemas más acuciantes de nues-tra época. No obstante esta verdad,hay algo que llama poderosamentela atención: el énfasis de la prensa enla RPDC, como si esta fuera la malade la película y Kim Jong-un el villa-no, sin sopesar su disposición a tra-tar todos los asuntos espinosos.

En una reunión con el cancillerruso, Serguéi Lavrov, celebrada se-manas atrás, el líder norcoreano ha-bía reiterado su objetivo de des-nuclearización en un proceso queespera ocurra de forma �progresi-va�. Apuntó que las soluciones ven-drán únicamente de la mano de �undiálogo efectivo y negociacionesconstructivas�. Justo por pensar deesa manera propició en abril unacumbre con su homólogo surco-reano, Moon Jae In.

Antecedentes esenciales

Para que este acuerdo sea a la lar-ga sustentable es imprescindible elrespeto estadounidense, pero lahistoria pesa sobremanera, demodo que no es ocioso recordarla:el imperio pretende desconocer laascendencia de los acontecimien-tos emanados tras la Segunda Gue-rra Mundial, cuando la península deCorea fue dividida por el paralelo38. Con tal de �frenar el auge del co-munismo� en la región y en aras deevitar la emergencia de posiblesaliados para China, Washingtonpropició una guerra (1950-1953).

Esta contienda dividió a la nacióncoreana, a la vez que creó tal climade inestabilidad y confrontación queobligó a la RPDC a implementar suTeoría Judge (Zuche), de alta priori-dad estatal al desarrollo militar de-fensivo en detrimento de otrosrenglones. En un contexto contem-poráneo, en nada han contribuido nilos sistemáticos ejercicios militaressurcoreano-estadounidenses ni loslanzamientos de misiles nucleares dePyongyang.

De cualquier manera, el acuerdofirmado por Kim Jong-un y DonaldTrump supone un soplo de aire fres-co para el mundo. Ahora estamos enpresencia de una distensión que seavizora como un proceso largo ycomplejo.

Y aunque el presidente estado-unidense llamó a mirar más haciael futuro que al pasado, todavía a laRPDC no le han sido dadas garan-tías palpables y tangibles. De mo-mento existe la intención �y solo laintención� de eliminar los ejerciciosconjuntos. En ese sentido, la proba-ble suspensión de las maniobrasmilitares de la península permitiría,

El presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo norcoreano, Kim Jong-un,consensuaron intereses.

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blic

a.co

m

46 22 de junio de 2018

según Trump, �un tremendo ahorropara nosotros�, muy a tono con sufilosofía mercantilista.

Frase que debe ser contextua-lizada de cara a unas elecciones demedio término, en noviembre de esteaño. Muchos (incluido el millonariomandatario) las perciben como unaespecie de referéndum sobre la actualpresidencia y sobre los republicanos,y su propuesta de �América primero�.Conocida es la tendencia yanqui demover piezas en el tablero planetariopara airear sus dificultades domésti-cas. El politólogo Vladímir Térejovconsidera que �el apaciguamiento dela situación en la península y la hi-potética salida de las fuerzas esta-dounidenses podrían beneficiar a lamayoría de los grupos de poder� dela nación norteña.

Además de desechar el arma-mento nuclear, es vital desmantelar

el andamiaje de las medidas puni-tivas contra la Corea socialista.Washington, por tanto, debería pun-tualizar sus garantías de seguridady reconocer diplomáticamente aCorea del Norte a cambio del cesedel programa nuclear de esta con fi-nes bélicos, pasos que deberían sersimultáneos y no sucesivos, a dife-rencia de lo que ha pretendidoTrump hasta el momento.

Repercusión internacional

Tal como se esperaba, uno de los pri-meros en manifestar su beneplácitofue Seúl. Moon Jae In consideróexitosa la cita bilateral. �Quiero ex-presar el mayor de los elogios antela determinación de los dos líderes,por no conformarse con una reali-dad ya caduca al dar un paso arries-gado hacia el cambio�, señaló en uncomunicado de la oficina de la pre-

sidencia. Para él este acontecimien-to será recordado por �ayudar a de-rrumbar el último legado de la Gue-rra Fría�.

Mientras que el ministro chino deRelaciones Exteriores, Wang Yi, espe-ra que contribuya a despejar lasinterferencias y dejar atrás las dificul-tades sobre la base del consenso. Abo-gó por traducir las conversaciones engestiones concretas que acometa elinterés primordial: desnuclearizar lapenínsula coreana.

China ha sido sostenidamenterespetuosa, abogando por un en-tendimiento sin precondicionesinasumibles para Pyongyang decara a alianzas pragmáticas, bene-ficiosas para todas las partesinvolucradas y que, por consiguien-te, puedan transformar la inestabi-lidad regional en un panoramaequilibrado y libre de tensiones.Beijing �atendiendo a los lazos his-tóricos de amistad y cooperacióncon la RPDC� propone una flexi-bilización del entorno.

En opinión de analistas, si se lo-gra que la ONU modifique las pena-lidades contra Corea Democrática,existen mayores probabilidades deque Pyongyang lleve hasta el final loprometido en Singapur. En noviem-bre de 2017, el Consejo de Seguridadadoptó de forma unánime sancionespromovidas por los Estados Unidosen respuesta a una prueba con misilbalístico intercontinental. Esa situa-ción condicionó el negativo criteriode la RPDC, cuyo Gobierno valoróla actitud de la ONU como un �actode guerra�.

De ahí que previamente a la citade Singapur algunos se atrevierona imaginar parcialidad del secreta-rio general de la ONU, AntónioGuterres; sin embargo, este se pro-nunció acorde a su habitual posturaconciliadora, considerando el hecho�como prometedor para la paz y laseguridad mundial. El mundo estáobservando�. Señaló asimismo demuy constructivo que ambos líderestraten de superar el peligroso cicloque tanta preocupación causó el añopasado. Necesario conjuro contra elfantasma de otra guerra en la penín-sula coreana.

Una frontera fuertemente militarizada, en el paralelo 38, signa la falta de acuerdode paz intercoreano desde 1953.

AS partes se comprometen a establecer nuevas relaciones deacuerdo con el deseo de paz y prosperidad de ambos pueblos.

�Los dos países unirán esfuerzos para construir un régimen de pazestable y duradera en la península coreana.

�Reafirmando la Declaración de Panmunjom, firmada en la cumbreentre las dos Coreas del 27 de abril, Corea del Norte se compromete atrabajar hacia la desnuclearización completa.

�Estados Unidos y la RPDC se comprometen a recuperar los restos delos prisioneros de guerra, de los ciudadanos desaparecidos en acción,incluida su repatriación.

Cuatro puntos de compromiso

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