consumidor racional
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CONSUMIDOR RACIONAL
Persona que tiene en cuenta los costes y beneficios que le aportan
la compra de cada unidad adicional de un bien.
Teoría del consumidor
La teoría del consumidor es una rama de la microeconomía, que
estudia el comportamiento de un agente económico en su carácter
de consumidor de bienes y de servicios encaminada a la obtención de
la curva de demanda del consumidor para los distintos bienes, llegando
al concepto de utilidad marginal. Esta teoría relaciona las preferencias,
las curvas de indiferencia y las restricciones presupuestarias a
las curvas de demanda del consumidor.
Teoría neoclásica del consumidor
Es la teoría más comúnmente recogida en los manuales de
microeconomía. Y entre los supuestos más fuertes están:
Las preferencias del consumidor pueden modernizarse como
una función de utilidad U convexa y al menos dos veces diferenciable.
Las funciones Las funciones de utilidad no varían en el proceso de
consumo, esto tiene el efecto de que el consumidor se comporta igual
que si antes de consumir nada decidiera como distribuir la renta
disponible (en lugar de ajustar adaptativamente el consumo a medida
que gasta la renta disponible).
De acuerdo con estas asunciones, fijado un nivel de precios un
consumidor perfectamente racional consumirá cantidades de
cada bien de tal manera que la utilidad total sea la máxima posible
compatible con la renta disponible. Es decir, un consumidor racional
consumiría cantidades de bienes de tal manera que se
cumpla:
Donde el conjunto se refiere al conjunto de valores a los que afecta la
restricción presupuestaria:
Dónde: Es el vector de precios (positivos) de los n bienes
de la economía.
Es la renta disponible del individuo para el consumo.
Consecuencias:
Los supuestos anteriores implican que existe una curva de
demanda continua para cada consumidor.
Los supuestos anteriores implican que no existen bienes insubstituibles, es
decir, que una disminución en el consumo de un bien, puede ser
compensada con un mayor consumo de otros bienes. Esta consecuencia ha
sido criticada, argumentando que ciertos bienes, como algunos alimentos,
son necesarios y no son intercambiables por una mayor cantidad de ocio
por ejemplo.
Teoría keynesiana del consumidor
La teoría del consumidor keynesiana difiere abruptamente de la
anterior al admitir que las preferencias tienen una estructura
lexicográfica incompatible con la existencia de una función de utilidad
escalar. Así el consumidor dividiría los bienes entre categorías y pre-
asignaría una parte de la renta a cada categoría distribuyendo entre
los bienes de cada categoría posteriormente el presupuesto. Existe
una cierta evidencia empírica de que los consumidores gastan su
dinero de esta manera. Las ideas básicas proceden de
Nicholas y Herbert Simón de la escuela behaviorista. Los principios
básicos son:
1. Racionalidad procedimental ( Herbert Simón ). El consumidor se
regiría por reglas o hábitos no compensadores.
2. Saciedad (Georgescu-Roegen). Más allá de un umbral finito la
necesidad queda satisfecha y consumir más unidades no aumenta
la satisfacción o "utilidad".
3. Separación ( Lancaster ). El consumidor divide los bienes y
necesidades en diversas categorías, débilmente relacionadas
(medidas a partir de las elasticidades-precio cruzadas).
4. Subordinación (Georgescu-Roegen). Las necesidades están
jerarquizadas y subordinadas unas a otras.
5. Crecimiento (Georgescu-Roegen, Pasinetti ). El tiempo y el
aumento de ingresos permiten pasar de una necesidad a otra de
forma escalonada.
6. Dependencia ( J. K. Galbraith ). Las necesidades están influidas por
la publicidad, las modas, la cultura y los amigos.
7. Herencia (Georgescu-Roegen). Las elecciones de hoy están
condicionadas por las elecciones de ayer. De acuerdo con esto a
medida que mejora o empeora la renta de un consumidor las
variaciones de las cantidades consumidas serán dependientes de
las del pasado más que decisiones optimizadoras.
Racionalidad procedimental
o Se ha comprobado empíricamente que la gran mayoría de
decisiones de los consumidores son espontáneas y se basan en
rutinas o procedimientos que no atiende a más de uno o dos
criterios. Los consumidores no examinan sistemáticamente todas
las opciones posibles, salvo para ciertos bienes. Los
procedimientos dependen mucho más de la costumbre previa que
del análisis racional de todas las posibilidades. Ese medio para
decidir, llamado racionalidad procedimental, proporciona un
medio rápido y sencillo de tomar decisiones, un procedimiento de
optimización riguroso entre todas las posibilidades podría ser
inadecuado. Por tanto, podemos decir, que un consumidor con
información limitada y conocimientos limitados está siendo
racional al escoger métodos procedimentales de elección, pero
este tipo de racionalidad no es la racionalidad optimizadora que
presupone la teoría neoclásica.
Saciedad o saturación
o Más allá de cierto umbral finito consumido, una necesidad queda
satisfecha y consumir más unidades asociadas a esa necesidad
no aporta ninguna satisfacción adicional. Eso implica
matemáticamente que a partir de cierto valor finito de la cantidad
consumida la derivada de la utilidad marginal se anula
idénticamente. Las consecuencias de este principio han sido
analizadas por Georgescu-Roegen.
Separación
o De acuerdo con este principio introducido por Lancaster, el
consumidor subdivide sus elecciones y necesidades en diversas
categorías, débilmente relacionadas unas con otras. Eso implica
que los cambios en los índices de precios de un tipo de productos
asociados a determinadas necesidades, no afecta prácticamente
a las cantidades consumidas de otras categorías, ya que las
categorías son básicamente independientes. Así difícilmente una
cantidad insuficiente de alimento puede ser compensada por una
mayor cantidad de oferta cultural, dado que probablemente el
alimento y el deseo de ocio pertenecen a categorías diferentes de
deseos y necesidades. Éste principio pos keynesiano contrasta
con las hipótesis típicas de la teoría neoclásica donde cualquier
disminución en la cantidad proveída para una necesidad puede
ser compensada por una cantidad superior de otro producto.
Subordinación
Las necesidades son a menudo jerarquizadas, subordinadas unas
a otras. Este principio se asocia a menudo a la pirámide de
necesidades de Abraham Maslow. Según el principio de
subordinación la distribución del presupuesto no consiste en
maximizar una utilidad entre bienes disponibles, sino que los
bienes situados en un nivel jerárquico no son consumidos a
menos que estén mínimamente satisfechas las necesidades de
bienes de los niveles jerárquicos inferiores. Esto puede implicar
en algunos casos que orden de preferencias de combinaciones
de bienes siga un orden lexicográfico. Si eso sucede entonces la
función de utilidad asociada a la utilidad marginal tiene que estar
representada por un vector cada una de cuyas componentes
estaría asociada a un determinado nivel jerárquico de
necesidades.
Crecimiento
o Este principio tratado por Georgescu-Roegen y Pasinetti establece, que
el tiempo y el crecimiento de la renta disponible para un consumidor
hacen que sus preferencias evolucionen escalonadamente y el acceder
a niveles de renta superiores hace que se consideren necesidades que
previamente no habían sido consideradas.
o Dependencia
o El principio de dependencia es el reconocimiento de que los gustos
dependen de la publicidad, las modas, el grupo social al que pertenece
el agente económico, y no simplemente de unos gustos autónomos
objetivos. Este principio fue señalado inicialmente por John Kenneth
Galbraith.
o Herencia
o El principio de herencia establece que las preferencias actuales
de un consumidor dependen de su historia pasada de consumo.
Es decir, las elecciones de hoy están condicionadas por las
elecciones de ayer. Esto hace que la dinámica de consumo a lo
largo del tiempo, no depende de maximizar una función de
utilidad objetiva e inmutable, sino que nuestra historia de
elecciones pasadas puede ser lo más determinante en la
configuración de nuestros gustos actuales. Esto hace que las
preferencias de los agentes económicos sean altamente
dependientes de su historia vital.
LAS PREFERENCIAS DEL CONSUMIDOR
Los consumidores tienen preferencias sobre los bienes y servicios, esto es,
dadas dos colecciones de bienes, también llamadas cestas de bienes (en las
que, de cada tipo de bien puede haber cero, uno u otra cantidad de bienes), un
consumidor preferirá a una sobre la otra (también puede ser indiferente entre
ellas), si le dieran a escoger entre ambas. Por ejemplo, si le dieran a escoger
entre una cesta de bienes y otra, que fuera igual a la anterior oferta, pero se le
hubiera añadido algún bien más que le gustara al consumidor, o si hubiera más
cantidad de alguno de los bienes que lleva la primera, generalmente preferiría,
la segunda cesta.
Propiedades:
Se supone entonces, que para la mayoría de los consumidores habrá unas
preferencias que podrían manifestar para cualquier conjunto de cestas que se
les presentara. Cada consumidor tendría sus preferencias y no tendrían por
qué coincidir con las de otro, aunque pueden. Sin embargo, se espera que para
la mayoría de los consumidores esas preferencias sí que tengan unas
propiedades comunes. Algunas de esas propiedades serían:
Completitud: el consumidor podría clasificar todo los tipos de cestas, es
decir todos los conjuntos de indiferencia no tienen fisuras.
Universalidad: Dado cualquier par de cestas imaginable en una economía,
un consumidor siempre podría decir si prefiere una cesta a otra. Nótese que
es posible también que no pueda considerar a una cesta realmente mejor
que la otra, pero se espera que pueda decir que una cesta es al menos tan
buena como la otra. Es decir, no se necesitará que la preferencia sea
siempre estricta, sino que dadas cualesquiera dos cestas, el consumidor
pueda siempre decir, o bien que lo mismo le da la una que la otra, o que
considera una de las dos mejor que la otra.
Transitividad: Generalmente, si un consumidor prefiere la cesta A de la
cesta B, y la cesta B a la C, también debería preferir la cesta A de la C.
Mono tonicidad: Si una cesta A tiene los mismos bienes que otra cesta B,
y alguno más, o bien mayor cantidad de alguno de ellos, entonces A se
prefiere o se considera al menos tan buena como B.
Convexidad: Se espera, aunque este supuesto es algo restrictivo, que
dadas dos cestas A y B de bienes, se prefiera a ambas una cesta C que
fuera una combinación convexa de ambas. Es decir, una cesta que se
compusiera en un porcentaje de las cantidades de cada uno de los bienes
presentes en A y en el resto del porcentaje (hasta completar el 100%) de
las cantidades de los bienes de B. Este supuesto está relacionado con
el principio de utilidad marginal decreciente.
LA FUNCIÓN DE UTILIDAD
Una forma de representar las preferencias, cuando éstas tienen las
propiedades adecuadas, es mediante lo que se llama una función de utilidad.
En este caso, las canastas de bienes se pueden representar también como
vectores numéricos, en que cada componente del vector nos dice qué cantidad
de cada bien hay en esa cesta. Introduciendo dos vectores de bienes en una
misma función de utilidad y viendo qué números nos devuelve esta, es posible
ver si una canasta es preferida a la otra o considerada como igual a la otra
desde el punto de vista del consumidor. Entonces, el problema del consumidor
podría considerarse como el problema matemático de maximizar una función
matemática (a menudo de varias variables), que sería la función de utilidad,
dentro del conjunto representado matemáticamente por todas las canastas de
bienes (vectores) que cumplieran la restricción presupuestaria, esto es, que su
valor (resultado de multiplicar el vector de bienes de la canasta por el vector de
los precios correspondientes) fuera igual o menor que el valor de la renta
disponible.
Nótese que la función de utilidad se considera una función monótona creciente
de los bienes, pero que su valor es puramente ordinal, esto es, sirve
para ordenar canastas , pero no para decir cuánto es mejor una canasta que
otra, esto es, no es una función cardinal. De hecho, pueden usarse distintas
funciones de utilidad para representar unas mismas preferencias, y al resolver
el problema de maximización todas darían el mismo resultado.
1.-FUNDAMENTO:
La utilidad que se obtiene del consumo de un determinado bien o servicio
varía en el tiempo para un consumidor, también varía por el estado de ánimo
del individuo y además varía de consumidor a consumidor.
Todo aquello que se consume y que genera utilidad al consumidor se conoce
como bien o servicio.
La utilidad es el beneficio o satisfacción que una persona obtiene del consumo
de un bien o servicio, o de la realización de una actividad.
La función de utilidad indica la relación que existe entre el nivel de utilidad
que una puede obtener y las cantidades de los diversos bienes que consume.
La función de utilidad puede representarse de la siguiente manera:
U = F (X), donde la utilidad está en función del consumo del bien x.
U = F(X, Y), donde la utilidad está en función de los diversos bines que
consume.
Leyes de preferencia:
1.º.Axioma de comparación:
Dos canastas de bienes A y B cualesquiera, pueden ser comprobadas
en cuanto a preferencia por el individuo. Cada comparación debe llevar
algunos de los tres resultados:
I. La canasta A es preferida que la canasta B.
II. La canasta B es preferida que la canasta A.
III. La canasta A y la canasta B son indiferentes.
2.º.Axioma de transitividad:
Considerando tres canastas cualesquiera: A, B y C.
Si: A es preferible a B y
B es preferible a C
Entonces: A debe ser preferible a C
De igual modo:
Si: A es indiferente a B y
B es indiferente a C
Entonces: A es indiferente a C
La Utilidad Total, es el nivel de beneficio o satisfacción que obtiene una
persona del consumo de uno o varios bienes. La utilidad total depende
del nivel cuantitativo del consumo, es decir de las cantidades
consumidas de los bienes por parte de la persona, por tanto cuanto más
bines consume la persona, mayor será el nivel de utilidad que obtendrá.
La Utilidad Marginal, es el cambio en la utilidad total que obtiene un
consumidor debido al aumento en una unidad adicional de la cantidad
consumida de un bien. Por lo tanto, la utilidad marginal del bien X (Umg
X) puede expresarse de la siguiente manera:
Umg X = Cambio en la utilidad total
Aumento en una unidad adicional de la cantidad consumida del bien x
ENFOQUES
1) ENFOQUE: UTILIDAD MARGINAL
¿Cómo se aplica la utilidad a la teoría del consumidor?
Supongamos que el consumo de la primera unidad de un bien nos reporta un
determinado nivel de satisfacción o utilidad. Luego, imaginemos que se
consume una segunda unidad. Nuestra utilidad total aumenta debido a que la
segunda unidad del bien nos reporta una unidad adicional. Pero, ¿qué
ocurriría con la tercera y con la cuarta unidad de ese mismo bien?
Nos encontramos ante un concepto económico fundamental de utilidad
marginal. Cuando se consume una segunda unidad de un bien, obtenemos
alguna satisfacción o unidad adicional. Este incremento se denomina utilidad
marginal.
2) ENFOQUE: CURVAS DE INDIFERENCIA
Otra cuestión de importancia en el estudio de la teoría del consumidor son las
llamadas curvas de indiferencia. Una curva de indiferencia representaría a
todas las cestas que para una función de utilidad dada tienen el mismo valor.
Las curvas de indiferencia son el conjunto de puntos de combinaciones de
bienes para los que la satisfacción del consumidor es idéntica, es decir que
para todos los puntos pertenecientes a una misma curva, el consumidor no
tiene preferencia por la combinación representada por uno sobre la
combinación representada por otro. La satisfacción del consumidor se
caracteriza mediante la función de utilidad en la que las variables son las
cantidades de cada bien representadas por el valor sobre cada eje.
Cuanto más alejada se encuentre una curva de indiferencia del origen, mayor
será el nivel de utilidad que le corresponde.
Una serie de curvas de
indiferencia conforman un mapa
de curvas de indiferencia, todas
con pendiente negativa y sin
interceptarse entre ellas.
Las formas de las curvas de
indiferencia revelan el grado de
sustitución posible entre dos bienes: ordinarios, sustitutos perfectos,
complementos perfectos.
La principal utilización de las curvas de indiferencia es encontrar los puntos de
maximización de la utilidad al superponerlas con las restricciones
presupuestarias del consumidor, que define los puntos al alcance de cada
individuo dependiendo de su disponibilidad en unidades monetarias.
Por otro lado la relación marginal de sustitución nos informa de cuanto es
capaz de intercambiar un consumidor de un bien por otro de manera que su
utilidad se mantenga igual.
Las curvas de indiferencia:
Intentemos relacionar las preferencias con las curvas de indiferencia mediante
algunos ejemplos. Describiremos algunas preferencias y veremos cómo son las
curvas de indiferencia que las representan.
Existe un procedimiento general para construir curvas de indiferencia dada
una descripción "verbal" de las preferencias. Primero situamos el lápiz en una
cesta de consumo cualquiera del gráfico, por ejemplo, la (x1, x2). A
continuación imaginamos que le damos al consumidor un poco más del bien 1,
Δx1 desplazándolo a (x1 + Δx1, x2). Después nos preguntamos cómo tendría
que variar el consumo de x2 para que el consumidor fuera indiferente al punto
de consumo inicial, y llamamos a esta variación Δx2. A continuación nos
preguntamos cómo tendría que variar el bien 2, dada una variación del 1, para
que el consumidor fuera indiferente entre (x1 + Δx1, x2 + Δx2) y (x1, x2). Una
vez determinado el desplazamiento correspondiente a una cesta de consumo
ya tenemos una parte de la curva de indiferencia. Ahora intentamos hacer lo
mismo con otra cesta, y así sucesivamente hasta obtener claramente la forma
general de las curvas de indiferencia.
La curva de Indiferencia es la curva que muestra todas las posibles
combinaciones de dos bienes que proporcionan al consumidor igual nivel de
utilidad o satisfacción.
Una serie de curvas de indiferencia conforman un mapa de curvas de
indiferencia, todas con pendiente negativa y sin interceptarse entre ellas.
La curva de indiferencia es una línea que muestra combinaciones de bienes
que resultan indiferentes a un consumidor.
Cuanto más alejada se encuentre una curva de indiferencia del origen, mayor
será el nivel de utilidad que le corresponde.
Características:
❤ Su pendiente negativa.
❤la no intercesión de las curvas de indiferencia.
❤su densidad, una curva de indiferencia pasa por cada uno de los puntos
del espacio de los bienes.
❤Las curvas de indiferencia son convexas al origen.
La curva de indiferencia de los
bienes:
Sustitutivos perfectos
Dos bienes son sustitutivos perfectos si el consumo está dispuesto a sustituir
uno por otro a una tasa constante. El caso más sencillo es aquel en el que el
consumidor está dispuesto a sustituir un bien por otro a una tasa igual a 1.
Supongamos, por ejemplo, que los dos bienes son lápices rojos y azules y que
al consumidor le gustan los lápices, pero le da igual el color. Escoge una cesta
de consumo, por ejemplo, la (10, 10). Para este consumidor cualquier otra
cesta que contenga 20 lápices es tan buena como la (10, 10). En
términos matemáticos, cualquier cesta de consumo (x1, x2) tal que x1+ x2 = 20
se encontrará en la curva de indiferencia que pasa por el punto (10, 10). Por lo
tanto, las curvas de indiferencia de este consumidor son todas rectas paralelas
con una pendiente de -1, como muestra la figura 3.3. Las cestas que contienen
más lápices se prefieren a las que contienen menos, por lo que las sucesivas
curvas de indiferencia son paralelas en sentido ascendente y hacia la derecha,
como indica la figura 3.3.
¿Cómo se aplica este razonamiento al procedimiento general para trazar
curvas de indiferencia? Si nos encontramos en (10, 10) y aumentamos la
cantidad del primer bien en una unidad, ¿cuánto tenemos que cambiar el
segundo para volver a la curva de indiferencia inicial? Es evidente que tenemos
que reducir el segundo bien en 1 unidad.
Por lo tanto, la curva de indiferencia que pasa por el punto (10, 10) tiene una
pendiente de -1. Este mismo procedimiento general puede utilizarse con
cualquier cesta de bienes con los mismos resultados; en este caso, todas las
curvas de indiferencia tienen una pendiente constante de -1.
Al consumidor sólo le interesa el número total de lápices y no su color. Por lo
tanto, las curvas de indiferencia son líneas rectas una pendiente de -1.
La característica más importante de los sustitutivos perfectos reside en que las
curvas de indiferencia tienen una pendiente constante. Supongamos, por
ejemplo, que representamos los lápices azules en el eje de ordenadas y
los pares de lápices rojos en el de abscisas. Las pendientes de las curvas de
indiferencia correspondientes a estos dos bienes serían iguales a -2, ya que el
consumidor estaría dispuesto a renunciar a dos lápices azules para obtener
un par más de lápices rojos.
Complementarios perfectos
Los complementarios perfectos son bienes que siempre se consumen juntos
en proporciones fijas. Los bienes se "complementan" en cierto sentido. Un
buen ejemplo son los zapatos del pie derecho y los del izquierdo. Al
consumidor le gustan los zapatos, pero siempre lleva juntos el derecho y el
izquierdo. No le sirve de nada tener uno solo.
Tracemos las curvas de indiferencia de los bienes complementarios perfectos.
Supongamos que elegimos la cesta de consumo (10,10). Ahora añadimos 1
zapato diferente entre esta nueva posición y la inicial, ya que el zapato
adicional no le sirve para nada. Lo mismo ocurre si añadimos 1 zapato más del
pie izquierdo: el consumidor también es diferente entre (10, 11) y (10, 10).
Por lo tanto, como muestra la figura 3.5, las curvas de indiferencia tienen forma
de L cuyo vértice se encuentra en el punto en el que el número de zapatos del
pie izquierdo es igual al de zapatos del derecho.
El individuo siempre desea consumir los bienes en proporciones fijas. Por lo
tanto, las curvas de indiferencia forman de L.
El incremento simultáneo del número de zapatos del pie izquierdo y del
derecho desplaza al consumidor a una posición mejor, por lo que también en
este caso las sucesivas curvas de indiferencia son paralelas en sentido
ascendente y hacia la derecha como muestra el gráfico.
Las características más importantes de los complementarios perfectos radican
en que el consumidor prefiere consumir los bienes en proporciones fijas y no
necesariamente en que la proporción sea de 1 a 1. Si un consumidor siempre
echa dos cucharadas de azúcar en el té y no utiliza azúcar para ninguna otra
cosa, las curvas de indiferencia tendrán forma de L. En este caso, las esquinas
de la L se encontrarán en (2cucharadas de azúcar, 1 taza de té), (4 cucharadas
de azúcar, 2 tazas de té), etc., y no en (1 zapato del pie derecho, 1 zapato del
pie izquierdo), (2 zapatos del pie derecho, 2 zapatos del pie izquierdo), etc.
Males
Un mal es una mercancía que no gusta al consumidor. Supongamos, por
ejemplo, que ahora las mercancías que consideramos son el salchichón y las
anchoas y que al consumidor le gusta el salchichón, pero no las anchoas. Pero
supongamos también que existe una posibilidad de intercambiar los dos
bienes. Es decir, en una pizza hay una cantidad de salchichón por la que al
consumidor le compensaría tener que consumir una cantidad dada de anchoas.
¿Cómo podemos representar estas preferencias mediante curvas de
indiferencia?
Escojamos una cesta (x1, x2) formada por algunas rodajas de salchichón y
algunas anchoas. Si le damos al consumidor más anchoas, ¿cómo tendremos
que variar el número de rodajas de salchichón que le damos para que
permanezca en la misma curva de indiferencia? Es evidente que tenemos que
tenemos que darle algunas más para compensarle por tener que soportar las
anchoas. Por lo tanto, este consumidor debe tener curvas de indiferencia de
pendiente positiva como las que muestra la figura 3.5.
Las sucesivas curvas de indiferencia son paralelas en sentido ascendente y
hacia la derecha, es decir, el consumidor prefiere consumir menos anchoas y,
más salchichón, como indican las flechas del gráfico.
Los males Neutrales
Para este consumidor las anchoas son un "mal" y el salchichón un "bien".
Por lo tanto, sus curvas de indiferencia tienen pendiente positiva.
Un bien es neutral si al consumidor le da igual. ¿Qué ocurre si un consumidor
es neutral respecto a las anchoas? En este caso, sus curvas de indiferencia
serán líneas verticales, como en la figura 3.6. Sólo le interesará la cantidad de
salchichón que tenga y no le importará la de anchoas. Cuanto más salchichón
tenga, mejor, pero el aumento de las anchoas no le afectará para nada.
Al consumidor le gusta el salchichón.
Pero es un bien neutral ante las anchoas, por lo que sus curvas de indiferencia
Son líneas verticales.
Saciedad
A veces interesa considerar una situación de saciedad, en la que hay una cesta
global mejor para el consumidor y cuanto "más cerca" se encuentre de esa
cesta, mejor; mayor será su bienestar, en función de sus propias preferencias.
Supongamos, por ejemplo, e que consumidor prefiere la cesta de bienes
(x1, x2) más que ninguna otra y que cuanto más lejos está de ella, menor es su
bienestar. En este caso, decimos que (x1, x2) es un punto de saciedad o un
punto de máxima felicidad. Las curvas de indiferencia del consumidor son
como las que muestra la figura 3.7. El mejor punto es (x1, x2) y los que se
alejan de él se encuentran en curvas de indiferencia más baja".
En este caso, las curvas de indiferencia tienen pendiente negativa cuando el
consumidor tiene una cantidad "demasiada pequeña" o "demasiada grande" de
ambos bienes, y una pendiente positiva cuando tiene "demasiado" de uno de
ellos. Cuando tiene una cantidad demasiado grande de uno de los bienes, éste
se convierte en un mal, por lo que la reducción del consumo del bien malo lo
aproxima a su "punto de máxima felicidad". Si tiene una cantidad demasiado
grande de los dos bienes, ambos son males, por lo que la reducción del
consumo de cada uno lo acerca al punto de máxima felicidad.
Supongamos, por ejemplo, que los dos bienes son las tartas y los helados de
chocolate. Es muy posible que queramos comer a la semana una cantidad
óptima de tarta y de helado de chocolate. Nuestro bienestar sería menor si
comiéramos una cantidad menor, pero también si comiéramos una mayor.
Preferencias saciadas. La cesta (x1, x2) es el punto de saciedad o punto de
máxima felicidad y las curvas de indiferencia rodean a este punto.
Si nos paramos a pensar un momento, la mayoría de los bienes son en ese
sentido como las tartas y los helados de chocolate: podemos desear una
cantidad demasiado grande de casi todo. Sin embargo, por lo general, los
individuos no eligen voluntariamente una cantidad demasiado grande de los
bienes que consumen. ¿Por qué iban a hacerlo? Por lo tanto, el área
interesante desde el punto de vista de la elección económica es aquella en la
que tenemos una cantidad de la mayoría de los bienes menor de la que
queremos. Este tipo de elecciones es el que interesa realmente a la gente, por
lo que será el que analicemos.
Bienes discretos
Normalmente cuando hablamos de medir las cantidades de bienes, pensamos
en unidades en las que tengan sentido los decimales; por ejemplo,
una persona puede consumir 12,43 litros de leche al mes aunque la compre por
litros. Sin embargo, a veces queremos examinar las preferencias por algunos
bienes que se encuentran de manera natural en unidades discretas.
Analicemos, por ejemplo, la demanda de automóviles de un consumidor.
Podríamos definirla en función del tiempo que se utiliza un automóvil, de tal
manera que tendríamos una variable continua. Sin embargo, en muchos casos
es el número real demandado de automóviles el que interesa.
No hay ningún problema en utilizar las preferencias para describir la elección
en el caso de este tipo de bien discreto. Supongamos que x2 es el dinero que
se gasta en otros bienes x1 es un bien discreto que sólo se encuentra en
cantidades enteras. En la figura 3.8 hemos representado la forma de las
"curvas" de indiferencia y un conjunto preferido débilmente de este tipo de bien.
En este caso, las cestas indiferentes a una cesta dada son un conjunto de
puntos discretos. El conjunto de cestas que es al menos tan bueno como una
determinada cesta es un conjunto de segmentos rectilíneos.
La decisión de poner o no énfasis en el carácter discreto de un bien dependerá
de cada caso. Si el consumidor sólo elige una o dos unidades del bien durante
el período analizado, puede ser importante el reconocimiento del carácter
discreto de la elección. Pero si el consumidor elige 30 ó 40 unidades,
probablemente resultará preferible concebirlo como un bien continuo.
El bien 1 sólo se encuentra en cantidades enteras.
En la parte A las líneas discontinuas conectan las cestas que son indiferentes y
En la parte B las líneas rectas verticales representan cestas que son, al menos,
Tan buenas como la indicada.
Tasa marginal de sustitución
Por otro lado la relación marginal de sustitución nos informa de cuanto es
capaz de intercambiar un consumidor de un bien por otro de manera que su
utilidad se mantenga igual. La Tasa Marginal de sustitución (TMS) es la tasa
a la cual un consumidor disminuye su consumo de un bien Y para incrementar
su consumo de otro bien X y seguir obteniendo el mismo nivel de utilidad.
Si la curva de indiferencia tiene pendiente pronunciada, la TMS es alta. La
persona está dispuesta a renunciar a una gran cantidad del bien y para
obtener una pequeña cantidad del bien x, que lo haga permanecer indiferente.
Si la curva de indiferencia es plana, la TMS es baja. La persona está dispuesta
a renunciar a una pequeña cantidad del bien Y para obtener una pequeña
cantidad del bien X, que lo haga seguir indiferente.
TMSxy = Cambio en Y = Cantidad Final bien Y - Cantidad inicial bien Y
Cambio en X Cantidad Final bien X - Cantidad inicial bien X
La TMS decreciente es el supuesto clave de la teoría del consumidor. El
supuesto de la TMS decreciente es una tendencia general a que la TMS
disminuya a medida que el consumidor se mueve a lo largo de una curva de
7
5
A
DC
B
1 2 3 4
indiferencia , aumentando el consumo del bien medido sobre el eje x y
disminuyendo el consumo del bien medido sobre el eje y.
Tasa Marginal de sustitución (TMSxy): La cantidad del bien x a la que un
consumidor está dispuesto a renunciar para ganar una unidad adicional del
bien X, y continuar en la misma curva de indiferencia.
Y
LA RESTRICCIÓN PRESUPUESTARIA
Teniendo en cuenta que los bienes tienen precios, y considerando estos datos,
está claro que un consumidor no puede conseguir trivialmente la cesta que
prefiera de entre todas las posibles. Si tenemos en cuenta además de los
precios de los bienes la renta disponible del consumidor, tenemos lo que se
llama la restricción presupuestaria. Ésta es la que nos indica qué cestas de
bienes son las que el consumidor puede elegir y conseguir, teniendo en cuenta
el dinero de que dispone y los precios del mercado. La misión del consumidor
será entonces conseguir de entre todas esas cestas aquella que él prefiera a
todas las demás (o alguna de las cestas que él considere que son al menos tan
buenas como todas las demás). Encontrar esto es lo que se llama
maximización del consumidor. Generalmente, es habitual que la cesta elegida
del consumidor se encuentre en la frontera de la restricción presupuestaria, es
decir, que sea una cesta cuyo valor (multiplicando los precios de los bienes por
las cantidades de estos en la cesta) sea exactamente igual a la renta disponible
del consumidor. Por tanto, el consumidor siempre elegirá la cesta que le
proporcione la máxima utilidad, la que le produzca el mayor bienestar posible.
XCANTIDAD DE X POR UNIDAD DE TIEMPO
LA PENDIENTE EN CUALQUIER PUNTO SOBRE LA CURVA PUEDE SER MEDIDO TRAZANDO LA TANGENTE DE ESE PUNTO Y CALCULANDO EL CAMBIO EN” Y“ DIVIDIDO POR EL CAMBIO DE “X”.SIENDO “Y” LA VARIABLE MEDIDA EN EL EJE VERTICAL “X” LA VARIABLE MEDIDA EN ELEJE HORIZONTAL.
CANTIDAD DE Y POR UNIDAD DE TIEMPO
LÍNEA DE RESTRICCIÓN PRESUPUESTAL
La línea de restricción presupuestal muestra todas las diferentes
combinaciones de los dos bienes o artículos que un consumidor puede
comprar, dado un ingreso monetario y los precios de dichos artículos.
De acuerdo a la gráfica, el
ingreso I del consumidor le
permite adquirir K unidades
del bien Y o L unidades del
bien X.
EQUILIBRIO DEL CONSUMIDOR
Un consumidor se encuentra en equilibrio cuando, dado su ingreso y las
restricciones de los precios, maximiza la utilidad o la satisfacción total que
obtiene de sus gastos. Es decir, que un consumidor está en equilibrio cuando,
dada la línea de restricción de su presupuesto, alcanza la curva de indiferencia
Más alta.
.
En la figura se observan las curvas de indiferencia I, II y III y la línea de
restricción presupuestal para un bien dado. Lo ideal para el consumidor sería
alcanzar la curva III, pero al no poderlo hacer por las restricciones de su
presupuesto, lo ideal es que realice su consumo en el punto B, que
corresponde a la curva de indiferencia II. También puede efectuar su consumo
en los puntos A o C, pero no estaría maximizando su utilidad.
INTERCAMBIO
En un mercado de dos individuos A y B, y dos artículos X e Y, se puede lograr
un intercambio mutuamente provechoso siempre que la TMS XY del individuo
A difiera de la TMS XY para el individuo B. Al aumentar el intercambio, los
valores de la TMS XY se acercan hasta igualarse. Cuando ello ocurre, ya no
hay fundamento para el intercambio mutuamente provechoso y el comercio
terminará.
CURVA PRECIO-CONSUMO
Si se cambia el precio de X, manteniendo constantes el precio de Y, el ingreso
económico y las preferencias del consumidor, se pueden trazar:
o Curva precio - consumo: Curva que muestra cómo el
nivel óptimo de consumo de dos bienes varía para una persona al
cambiar el precio de uno de ellos, suponiendo que el nivel de renta y el
precio del otro bien se mantengan constantes. Para un bien X, consiste
en la unión de los puntos de equilibrio obtenidos cuando solamente se
varía el precio de X.
Consideremos el equilibro del consumidor
para dos bienes en un sistema de
referencia cartesiano. Suponiendo la renta
monetaria fija, podemos variar el precio de
uno de los bienes, por ejemplo el primero,
y observar la secuencia de nuevos
equilibrios. Estos se obtendrán
resolviendo sucesivos problemas primales
y producirán distintos niveles de utilidad.
El lugar geométrico de tales equilibrios
constituye la curva precio consumo (CPC). La variación del precio del primer
bien se produce suponiendo que ni la renta monetaria ni el precio del otro bien
varían y, por supuesto, manteniendo invariable el mapa de preferencias de
consumidor (su función de utilidad).
Veamos la forma que adopta la CPC en el caso de las funciones de Cobb-
Douglas.
¿Qué muestra la Curva Precio-Consumo?
Manteniendo constantes el ingreso y el precio del bien y, la CPC del bien x es
el conjunto de combinaciones óptimas de un mapa de curvas de indiferencia
que se obtienen cuando varía el precio del bien x.
LA CURVA DE DEMANDA
Curva de demanda del consumidor: indica la cantidad de un bien o artículo X
que el consumidor compararía para diferentes precios de X, CETERIS
PARIBUS.
Supongamos ahora, igual que antes, que la renta monetaria es fija, y que
variamos el precio de uno de los bienes, por ejemplo el primero, y observamos,
además de la CPC, los sucesivos pares (X,Px) correspondientes. Tendremos la
curva de demanda del bien X.
En el caso de la función de utilidad de Cobb-Douglas la función de demanda
viene dada por la expresión X = (M / Px) (r / (r + s)). Tiene, por tanto, por gráfica
una hipérbola.
Vemos que al aumentar el precio del primer bien disminuye la cantidad
demandada del mismo, puesto que las sucesivas cestas se sitúan
progresivamente más a la izquierda sobre el mapa de preferencias. Como
consecuencia, la curva de demanda es decreciente (ley de la demanda) Sin
embargo, excepcionalmente, podrían no ser así, como aparece reflejado en el
gráfico siguiente. Es el caso de los bienes denominados Griffin, la excepción a
la 'ley de la demanda'
CURVA INGRESO-CONSUMO
Al variar el ingreso del consumidor I, manteniendo constantes sus gastos y los
precios de los bienes X e Y, se pueden trazar las siguientes curvas:
o Curva ingreso-consumo: Es la curva que resulta de unir los puntos de
equilibrio del consumidor que se obtienen cuando se varía solamente su
ingreso.
¿Qué muestra la Curva Ingreso-Consumo?
Manteniendo constantes los precios de los bienes x e y, la CRC del bien x es el
conjunto de combinaciones óptimas de un mapa de curvas indiferencia que se
obtienen cuando varía la renta.
LA CURVA DE ENGELS
o Curva de Engels: Indica la cantidad de un bien o artículo que un
consumidor compra en un determinado período de tiempo variando el
ingreso total.
La curva de Engels es una función que relaciona el monto del consumo de x
con el nivel de ingreso M, cuando se logra el equilibrio. En términos del gasto
se relaciona el gasto XPX con el de M y tiene la ventaja adicional de mostrar
directamente la diferencia entre un bien superior o normal.
Las curvas de Engels son cóncavas desde arriba, líneas rectas o cóncavas
desde abajo según la elasticidad ingreso de la demanda sea mayor, igual o
menor que la unidad.
Vemos que Y no depende de X, por lo que la CPC es, en este caso, una recta
horizontal de ecuación: Y= (M/Py) (s/(r+s))
El hecho de que la CPC sea constante nos hace ver que, para este tipo de
función de utilidad, los bienes X e Y no son ni complementarios ni sustitutivos,
son completamente independientes.
LOS EFECTOS INGRESO, PRECIO, TOTAL
El Efecto Ingreso puede ser positivo, negativo o neutro.
Se dice que es positivo cuando un aumento en el Ingreso Real provoca un
aumento en la Cantidad Demandada. Por el contrario, es negativo si
la Cantidad Demandada disminuye, y será neutro si la Cantidad
Demandada permanece constante cuando varía el Ingreso Real.
La dirección del cambio se mide empíricamente por medio de
la Elasticidad ingreso de la Demanda, la cual será positiva, negativa o cero,
según el efecto Ingreso sea positivo, negativo o neutro respectivamente.
Esto a su vez permite clasificar a los Bienes en superiores e inferiores, ya
sea que el Efecto Ingreso aumente o disminuya la Cantidad Demandada de
los Bienes en cuestión.
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