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CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SUPERIORES EN ANTROPOLOGIA
SOCIAL (CIESAS)
Las luchas indias por el poder local. Los casos de Huehuetla,
Sierra Norte de Puebla y Rancho Nuevo de la Democracia,
Guerrero
TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRO EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL
PRESENTA
JOSÉ JAIME TORRES RODRÍGUEZ
Directora de Tesis: Dra. Laura R. Valladares de la Cruz
México, 2000.
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Introducción
Las luchas indias por el poder local. Los casos de Huehuetla, Sierra Norte de Puebla y Rancho Nuevo de la Democracia, Guerrero
1. El municipio como espacio de la lucha india Esta investigación aborda un tema que en la actualidad tiene gran relevancia en el
entendimiento de los movimientos sociales y en particular en el estudio de los
movimientos indígenas contemporáneos pues se centra en el análisis de los procesos
de lucha indígena contemporánea que reivindican la instauración de municipios
autónomos en diferentes regiones del país. Esta expresión social ha abierto la discusión
en muchos ámbitos de la vida nacional debido a la multiplicación de experiencias que
cuestionan la estructura del Estado-nación mexicano.
Se trata del análisis de un proceso que considero de central importancia en la lucha
indígena contemporánea, y que en un contexto más amplio forma parte de la lucha por
el control de los ayuntamientos que encabezan distintas fuerzas políticas del país. Me
parece que se trata de una expresión novedosa y radical dentro de las distintas etapas
del movimiento indígena nacional que en las últimas tres décadas se ha manifestado a
lo largo y ancho de la república.
Los municipios forman parte de una realidad política en la que el Estado subordina a la
sociedad civil limitando sus formas autónomas de expresión. La dominación del Estado
se basa no sólo en una serie de prácticas coercitivas que van desde la presión
económica y burocrática hasta la represión policiaco-militar, sino también en el
consentimiento pasivo y la manipulación de los grupos sociales subordinados. Por su
parte, la sociedad civil organizada localmente impulsa cambios en la política del Estado.
En este contexto, el municipio se encuentra en la frontera entre la sociedad civil y el
Estado, y por lo mismo juega un papel ambivalente ya que mientras el Estado pretende
utilizarlo como instrumento de dominación, amplios sectores de la sociedad civil
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consideran que el control de estos espacios forzará la conformación de una sociedad
más democrática.1
El control de los ayuntamientos se ubica como parte de una lucha muy importante, por
ser un espacio estratégico de control político y manejo de recursos. Pero aún cuando la
lucha por el control municipal es relevante, los estudios que se han realizado sobre
estos procesos son escasos.2 Existen algunas excepciones como en el caso de Adriana
López Monjardín que en 1986 señalaba que “los municipios han sido los pequeños y
ubicuos olvidados de la vida nacional contemporánea, han sido relegados por un país
centralizado en la ciudad de México y en donde la toma de decisiones se condensa en
torno a la figura del presidente de la República”.3
Tradicionalmente se había ubicado a los municipios como un espacio o institución
marginal, sin embargo, hoy en día es una de las estructuras políticas donde se generan
un número importante de conflictos, por ejemplo amplios sectores indígenas lo
consideran como una reivindicación esencial, de igual forma, la lucha partidaria a
puesto especial énfasis en conquistarlos, es el caso del Partido de la Revolución
Democrática (PRD) y del Partido Acción Nacional (PAN).4
1 En México existen cerca de 2,500 municipios de los cuales el 80% tiene menos de 50,000 habitantes, hay 444 municipios mayoritariamente indígena y 803 que tienen más de 30% de población indígena, a pesar de que la mayoría de los habitantes de la República (66%) vive en áreas urbanas, la extrema pobreza continua siendo mayoritariamente un fenómeno rural, cuyo impacto es mayor en la población indígena del campo. En 1992, INEGI estimó que el 56% de la población en extrema pobreza vivía en áreas rurales y trabajaba en actividades agrícolas. Acosta Arevalo, José Octavio. El municipio en México (diagnóstico), Centro de Servicios Municipales "Heriberto Jara" A.C., México 1998. 2 Otros estudios sobre el tema son, Boehm de Lameiras Brigitte coord. El municipio en México, Colegio de Michoacán, México, 1987. Acosta Romero, Miguel. “Relaciones entre el municipio, la federación y las entidades federativas”, en: Moreno Collado, Los municipios de México, UNAM, México, 1978. Merino, Mauricio. coord. En busca de la democracia municipal, El Colegio de México, México, 1994. Martínez Assad, Carlos y Alicia Ziccardi. “El municipio entre la sociedad y el Estado”, en: Revista Mexicana de Sociología, año LI, núm. 2, México, abril-junio de 1989. Calderón Mólgora, Marco Antonio. Violencia política y elecciones municipales, Colegio de Michoacán e Instituto Mora, México, 1994. 3 López Monjardín, Adriana. La Lucha por los Ayuntamientos una utopía viable, Siglo XXI, México, 1986: 9. 4 El énfasis en la conquista del control municipal ha logrado una creciente pluralidad de la composición de los ayuntamientos (PRI 1500 aproximadamente, PRD 182, PAN 224, usos y costumbres 483) lo cual ha contribuido de manera importante a revalorizar el espacio local y ha generado innovadoras formas de gestión municipal. Acosta Arevalo, José Octavio. El municipio en México…1998.
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Estudiar los procesos de lucha en el ámbito municipal resulta relevante en el sentido de
que estos movimientos no son gremiales, ni sectoriales, sino que se trata de
movimientos territoriales y en ellos se conforman múltiples agrupaciones, más o menos
inestables, que van a sustentar la disputa por la conquista o la conservación del poder
local o la construcción de nuevos espacios de poder alternativos al tradicional control
del partido gubernamental. Algunos estudios han mostrado que las luchas municipales
tienen un carácter pluriclasista tanto cuando aglutinan a las clases subalternas, como
cuando incorporan fracciones de la burguesía. Por ejemplo, el caso del municipio de
San Luis Potosí donde el Frente Cívico Potosino encabezado por el doctor Nava estuvo
conformado por diversos sectores sociales que lograron mantener una lucha por el
control del municipio durante varios años.5
De esta forma, los municipios como espacios de organización territorial e instituciones
estatales constituyen instancias fundamentales de articulación entre los diferentes
niveles de población. En los municipios se enlaza directamente a la población con sus
gobernantes y conforme a la constitución son la célula básica e instancia primaria de
gobierno.6 Sin embargo, se ven marginados por el excesivo centralismo político del
estado mexicano y la concentración extrema de la administración pública que lo aparta
del ideal revolucionario del municipio libre. Pero no por eso deja de ser un último e
importante reducto de la hegemonía estatal.7
Los municipios tuvieron un largo proceso para conformarse de muy diversas formas y
referentes, en algunos el desarrollo demográfico fue importante, en otros fue la
estructura económica, su extensión territorial, su comportamiento político o las ventajas
políticas que representaba para el Estado. Es precisamente este último referente en
donde podemos notar la importancia que tuvieron para la resistencia indígena estas
instituciones y el por qué de su importancia en la lucha actual.
5 López Monjardín, Adriana. La lucha por … 1986. 6 Bartra señala que "el municipio es también el ámbito del sistema político donde mayor es la cercanía entre gobernantes y gobernados y por tanto el más propicio para la participación ciudadana en el diseño, supervisión y evaluación de las políticas públicas. Lo escuálido de esta instancia de gobierno denuncia, pues, la nula participación social en el ejercicio cotidiano de la administración pública. Bartra, Armando. Federalismo y democracia, Instituto Maya, A. C. México, 1996: 9.
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Por estas características nos parece que la lucha por el control municipal es hoy en día
uno de los espacios privilegiados en la conformación y desarrollo de las luchas
indígenas. Para estas comunidades el municipio fue una instancia que ayudó a
preservar una cierta autonomía ante la administración colonial.8 Fue en el espacio
municipal donde se originaron levantamientos contra los jefes políticos porfirianos, más
tarde contra los hacendados y contra los cacicazgos que se consolidaron en el periodo
posrevolucionario. En plena revolución una de las demandas centrales fue la del
municipio libre.9
Al terminar la revolución la Constitución en su artículo 115 le atribuye al municipio:
promover iniciativas de ley ante legislaturas estatales, manejar libremente la hacienda,
7 López Monjardín, Adriana. La lucha por… 1986. 8 Por ejemplo en la colonia: la administración virreinal se propuso para afianzar su dominio, dividir a los mixtecos y zapotecos en una multitud de pequeñas aldeas que tuvieran una mínima relación entre ellas y quedaran articuladas en cambio con las autoridades coloniales [...] Sin embargo, la desestructuración tuvo su contraparte en la reconstrucción de las naciones indias, pues sin entrar en contradicción con los organismos políticos formales - los alcaldes y regidores reconocidos legalmente por el régimen colonial - las comunidades lograron preservar o fundar una red de nexos que los unía a lo largo y ancho de las regiones mas extensas, a la vez que mantenían la cohesión interna y la organización de la vida social [...] haciendo aflorar la capacidad de resistencia contenida en un poder dual. En el norte del país los habitantes contaron durante un largo periodo, desde el siglo XVIII hasta los dos primeros tercios del siglo XIX, de una autonomía casi irrestricta, ya que se les concedía como colonos el derecho a elegir sus propias autoridades locales. La autonomía estaba más que garantizada debido al aislamiento y atomización en que se encontraban dichos asentamientos. Ver López Monjardín, La lucha por. . .1986. 9La dictadura de Porfirio Díaz provocó que los gobiernos locales quedaran cada vez más restringidos, subordinados tanto a la creciente centralización del poder político como a la expansión de las haciendas esto llevó al fortalecimiento de los grupos regionales que contaban con el respaldo del poder central. En las regiones de población indígena se operó de la misma forma como lo hizo la Corona española; dispersando a los grupos étnicos en pequeñas entidades administrativas, también se negaron a reconocer a sus autoridades. Con esta estrategia se restringieron las posibilidades de autogobierno, de tal suerte que los ayuntamientos quedaron sujetos a una mayor vigilancia por parte de los jefes políticos y a mayores imposiciones. Con el creciente fortalecimiento estatal se fueron restringiendo las posibilidades de autonomía, sobretodo en el norte del país, donde los prefectos políticos ampliaron sus atribuciones en detrimento de los ayuntamientos. El control político de los hacendados doblegó a los ayuntamientos y les impuso alcaldes que se encargaban de traficar con las tierras de las comunidades mientras los jefes políticos reprimían los levantamientos. La resistencia de los pueblos no se hizo esperar y tanto los yaquis en Chihuahua como los zoques y zapotecos en el istmo se revelaron contra los despojos y los abusos del gobierno. En varios lugares de la nación también hubo levantamientos que predecían las demandas básicas de la revolución: tierra y libertad. La ligazón entre la expansión territorial de las haciendas y el dominio político sobre los pueblos con la sujeción de los ayuntamientos llegó a ser tan estrecha como el vínculo que unió las demandas de tierra y de municipio libre durante la revolución. Ver, López Monjardín, La lucha por…1986 y Reina, Leticia. “Rebeliones campesinas de la Sierra Gorda (1847-1850)”, en: Friedrich Katz. Revuelta, rebelión y revolución, T I, ERA, México 1990: 243-267. También se puede consultar Cuauhtémoc Hernández, Insurgencia y autonomía, CIESAS, México, 1996.
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organizar la administración y los servicios municipales. Pero su función principal es la
de ser el primer nivel de gobierno. Debe ser el promotor del desarrollo de su comunidad
y debe encausar la participación ciudadana. Por lo que los principios rectores de estos
preceptos fueron la supresión de jefaturas políticas, el reconocimiento de la
personalidad jurídica de los municipios y de la autonomía política municipal, mediante la
elección popular y directa de los ayuntamientos y el otorgamiento de recursos para la
hacienda municipal.10 Sin embargo, la libertad de la institución quedó amenazada por la
propia ley. Algunas veces por lo que esta decía, otras por sus omisiones.11
Desde 1970 a la fecha las luchas populares (entre estas la lucha por los ayuntamientos
y la indígena) han tenido gran relevancia; su auge se debe probablemente a la profunda
crisis económica y política que se originó por el fin de la política económica del Estado
(desarrollo estabilizador). Esto, obligó al gobierno a plantear la revisión del modelo
económico y hacer más flexibles los canales de participación política, como parte de
este proceso se replanteó la importancia de los municipios. Las discusiones al respecto
concluyen con la puesta en marcha de una descentralización administrativa y una
reforma política. Simultáneamente, se busca capitalizar al campo actualizando los
instrumentos jurídicos y administrativos necesarios y se intentó reagrupar a
organizaciones independientes con el fin de encausarlas y convertirlas en elementos de
apoyo a la política del Estado.
En algunos sitios la lucha por los ayuntamientos y el movimiento indígena logran
converger como en Juchitán, Oaxaca y Alcozauca, Guerrero, que aunque no son los
únicos casos en este periodo, representan los movimientos más significativos en esta
10 Ver Miguel Acosta Romero, “Relaciones entre el municipio, la federación y las entidades federativas”, en: Moreno Collado, Los municipios de México, UNAM, 1978. Además se puede consultar, El municipio en México, Archivo General de la Nación (AGN)/CEDEMUN/SG, México, 1996. 11 Por ejemplo; son los habitantes de los municipios los que eligen a sus ayuntamientos, pero las legislaturas estatales son las que califican los procesos electorales y tanto éstas como los gobernadores pueden destituirlos. Además, una vez electo el alcalde se le delega el poder y no hay forma de reclamar o exigir, porque no está obligado a rendir informes de su gestión. Por otra parte aunque se supone la autonomía municipal, no existe una definición precisa de las formas de financiamiento para sustentarla dado que la mayor parte de los impuestos recabados por las localidades son concentrados por la federación, que luego los redistribuye a los estados y estos a los municipios.
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dirección.12 A principios de 1980 el municipio comenzó a emerger hacia los primeros
planos de la política nacional. El centralismo estatal había provocado graves
desequilibrios en ellos por lo que se emprendió una política de fortalecimiento del
federalismo, que como ya hemos señalado su objetivo era descentralizar y
desconcentrar paralelamente funciones y recursos bajo el criterio de homologar las
condiciones regionales de desarrollo. Esto significaba fortalecer a los gobiernos
estatales y a los municipios que son la base de su organización.13 Así, la organización
administrativa, la reforma política y la democracia transparente se convirtieron en
puntos obligados de referencia de la problemática municipal.
La reforma política permitió participar en el terreno electoral a nuevos partidos políticos
nacionales, lo cual abrió una nueva forma de lucha para muchos movimientos sociales
rompiendo con la idea generalizada entre la izquierda mexicana de no participar en
política a través de la vía electoral. En este contexto en 1983 se reformó el artículo 115
otorgándole al municipio mayor libertad y autonomía.14 La apertura política permitió a
partidos y grupos de oposición alcanzar importantes triunfos como los de San Luis
Potosí y Juchitán.15 De manera paralela, los conflictos por el reconocimiento de triunfos
electorales también crecieron y a lo largo de todo el país hubo protestas después de las
elecciones con diferentes matices.16
Los triunfos obtenidos a través de elecciones abrigaron la esperanza de alcanzar
gobiernos propios en muchas regiones. Sin embargo, a pesar de la apertura el gobierno
y el partido oficial conservaban el poder en muchos municipios mediante fraudes y
represión. El Estado, como parte de una campaña deliberada, creó un clima de
represión e intransigencia para detener las luchas populares. En las zonas rurales la
represión alcanzó niveles muy altos dando origen a nuevos episodios de violencia por
todo el país. En algunas zonas indígenas el movimiento indio se radicalizó al no
12 López Monjardín, La lucha por…1986. 13 El municipio en México, Archivo General de la Nación (AGN), 1996. 14 Sobre federalismo y municipio libre se puede consultar; Boehm de Lameiras, Brigite, coord. El municipio en México, Colegio de Michoacán, México, 1987. 15 Ver, López Monjardín, La lucha por. . . 1986.
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encontrar caminos viables, en otras alcanzó mayor fuerza y organización para exigir
como demanda principal la autonomía para sus comunidades, municipios y regiones.
Para dar una idea general de este proceso en el cuadro número 1 presentamos una
muestra de la gran diversidad de comunidades indígenas de varias regiones y estados
del país que mantienen demandas o luchas como las que hemos señalado arriba,
además de los ya conocidos casos de Chiapas, Oaxaca, y algunas experiencias de
autonomía en el norte del país, como es el caso de los pueblos yaquis de Sonora.
2. Las estrategias de disputa por el control municipal
En este contexto, en esta investigación me propuse estudiar el proceso de disputa
política que protagonizan diversas comunidades indígenas con el propósito de lograr
acceder al poder local. Aunque reconocemos la importancia de las comunidades en las
regiones indígenas y hemos constatado que la antropología le ha dedicado una buena
parte de los estudios etnográficos que ponen énfasis en su organización, su gobierno,
sus formas de elección de sus autoridades, el tipo de regulación y su cultura en general.
Nosotros queremos resaltar la lucha que protagonizan para alcanzar el poder no
solamente en su comunidad, sino de su municipio y de esta forma ser reconocidos por
el Estado como sujetos políticos y como ciudadanos. Muchas de las comunidades
indígenas reconocen en el municipio una base de poder con personalidad jurídica ante
el Estado que tiene el derecho de obtener recursos y puede ejercer recursos propios
para el desarrollo de planes programas y proyectos en sus comunidades.
Debemos de señalar que las vías de acción para lograr sus objetivos son diversas, para
el presente estudio las he clasificado en: la vía legal que se puede presentar de tres
formas, pedir a las autoridades estatales la remunicipalización, creación o
reconocimiento de un nuevo municipio cumpliendo con las leyes constitucionales o por
medio de la participación electoral a través de un partido político o por usos y
16 Tomas de palacios municipales, plantones, creación de autoridades paralelas, deciden no pagar impuestos apelando a la resistencia civil pacífica, etc.
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costumbres como es el caso del estado de Oaxaca. Otra vía es la lucha abierta de
confrontación con las autoridades (no legal). Aunque en algunas comunidades se
combinan algunas de estas estrategias.
Como parte de la primera estrategia, algunas comunidades o regiones intentan cumplir
con los requisitos que la constitución tanto federal como estatal contemplan para la
formación de un nuevo municipio, aquí regularmente se trata de comunidades que
están alejadas de la cabecera municipal y están situadas en municipios donde la
población indígena no es mayoritaria por lo que las autoridades municipales son
regularmente mestizos y no existe representación indígena en el ayuntamiento, además
sus demandas políticas y culturales no son atendidas por lo que la creación de un
nuevo municipio se convierte en un reclamo prioritario.17
17 El caso de San Nicolás Coatepec es un ejemplo de los esfuerzos de algunos pueblos indígenas por lograr el reconocimiento de un nuevo municipio por la vía legal dando cumplimiento a los requisitos que marca la constitución estatal y los obstáculos que opone el Estado para que los pueblos logren su objetivo (la solicitud del pueblo de San Nicolás tiene dos años sin obtener respuesta, sin embargo el municipio de Chalco Solidaridad fue reconocido aún sin cumplir con los requisitos que establece la ley estatal y sirvió como parte de la propaganda de los logros del Presidente Carlos Salinas durante su sexenio 1988-1994). El pueblo de San Nicolás Coatepec, Estado de México puede ser analizado a partir de un proceso social de lucha cuya estrategia es la tramitación del reconocimiento por la vía legal, Coatepec es una delegación municipal de Santiago Teanguistenco, con población mayoritariamente indígena de la etnia nahua que se declara como municipio autónomo e inicia el proceso legal para que sea reconocido como nuevo municipio. El 17 de abril de 1998, el profesor Diego Medina Ortiz, delegado municipal, en nombre de su comunidad declara a la delegación como municipio autónomo, manifiesta que es una decisión largamente anhelada debido a que la cabecera municipal los ha relegado a la total marginación y les ha robado sus recursos naturales. Esta subdelegación tiene una población de 20,000 habitantes, cuenta con enormes recursos de piedra, grava y bosques, sus bienes son comunales y abarcan la mitad del municipio de Santiago Tianguistenco. Habrá que señalar que anteriormente la población elegía a sus autoridades por medio de diferentes planillas vinculadas al PRI, pero en las últimas elecciones decidieron realizarlas por medio de partidos políticos, en las cuales, los indígenas participaron con el registro del PRD que resultó ganador de la delegación con el 90% de los votos, esto fue un duro golpe para el grupo político más poderoso del Estado de México (grupo Atlacomulco) dado que en este sitio la influencia de Carlos Hank es muy importante, las represalias fueron un nulo apoyo para las obras públicas, sin embargo, las autoridades municipales seguían negociando con la grava y arena de la comunidad. El 6 de mayo de 1998, el gobernador del estado Cesar Camacho señala que no permitiría la creación de municipios autónomos en el estado y que no había recibido solicitud formal de esa comunidad, al otro día mencionó que era factible la creación de un nuevo municipio, en respuesta ese mismo día la dirigencia estatal del PRD y una comisión de vecinos entregaron la solicitud formal para constituirse como el ayuntamiento 123 de la entidad. El martes 12 de mayo sin dar todavía una respuesta oficial a la solicitud del pueblo de San Nicolás Coatepec las autoridades manifestaron que no cumplían con los requisitos para desincorporar a la comunidad de su municipio. No obstante, el 20 de mayo les permiten tener su
10
También dentro de la vía legal, se encuentra la participación electoral que implica que la
comunidad participa en las elecciones para elegir presidente municipal con el registro
de algún partido político (principalmente el PRD) buscando que con el triunfo accedan a
gobernarse de manera autónoma, con proyectos de gobierno propios; en términos
generales estos procesos se están presentando en municipios donde la población es
mayoritariamente indígena, por tanto no necesariamente se requiere de
remunicipalización y el hecho de ganar las elecciones les permite manejar su gobierno
de acuerdo a sus proyectos. Finalmente dentro de la vía legal, la elección por usos y
costumbres se presenta en municipios indígenas, principalmente en el estado de
Oaxaca, donde para elegir a sus autoridades y decidir sobre aspectos importantes de
gobierno, la población se reúne en asamblea y discute hasta conseguir un consenso.18
La segunda estrategia de disputa política por el control municipal es la lucha abierta a
través de la cual las comunidades se declaran como municipio autónomo, ésta se
puede dar de dos formas: una apoyada por un movimiento armado que pretende como
resultado de la lucha política que el gobierno reconozca la autonomía como es el caso
de Chiapas y la otra por medio de la movilización social (marchas, plantones, mítines,
etc.) por medio de la cual se exige al gobierno estatal el reconocimiento de su
municipio, en ambos casos a partir de la declaración de autonomía se ponen en marcha
proyectos de gobierno propio y de desarrollo de sus comunidades.
Partiendo de esta clasificación, analizó dos casos que ejemplifican este fenómeno: Uno
de los procesos que ejemplifica la vía electoral de nuestra clasificación es el de
Huehuetla, Puebla en donde las comunidades totonacas logran mediante el registro del
PRD ganar las elecciones y desde ese momento sin declararse como municipio
autónomo ponen en marcha proyectos de autogobierno y autodesarrollo para sus
comunidades.
propio registro civil, dando la comunidad un paso más en su pelea por la municipalización. Al administrar algunos recursos que antes eran competencia exclusiva de la cabecera municipal. 18 En el estado de Oaxaca la constitución estatal reconoció recientemente que las comunidades o municipios indígenas se regulen de acuerdo a sus usos y costumbres. LVI Legislatura del Estado, “Derechos indígenas de la legislación oaxaqueña”, en: Cuadernos de la Comisión Permanente de Asuntos Indígenas, núm. 3, Oaxaca, marzo de 1998: 10.
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De los veinte municipios de la sierra de totonacapan, Huehuetla fue el único gobernado
por indígenas totonacos, al ganar el 22 de julio de 1989 las elecciones municipales por
medio de una coalición formada por la Organización Independiente Totonaca (OIT) y el
PRD. El pueblo indio se mantuvo en el poder desde esa fecha hasta 1999, es decir que
el triunfo se extendió a tres procesos electorales consecutivos. El gobierno comunitario,
puso en práctica un bando de policía y buen gobierno que retoma el convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) en lo relativo a los derechos indígenas, la
máxima autoridad fue el Consejo de Ancianos y el presidente municipal debía rendir
cuentas ante la asamblea de la comunidad.19
Con esta estructura de poder, respaldada por un cuerpo de asesores mestizos
procedentes de la Universidad Autónoma de Puebla encontraron salidas novedosas a
muchos de los problemas de la comunidad, el más importante fue la de comercializar
sus productos sin depender de los intermediarios mestizos de la cabecera municipal,
otros de sus logros importantes fue la creación del Centro de Estudios Superiores
Totonacas (kgoyom), que es una preparatoria alternativa a la oficial donde los jóvenes
de la región, además del programa oficial, cursan materias de desarrollo sustentable y
microempresas. No menos relevante fue la introducción de servicios públicos
(electricidad, teléfono, agua potable, clínicas comunitarias, escuelas preescolares y
telesecundarias) a todas las comunidades que pertenecen al municipio, lo que los ha
convertido en un ejemplo de autogobierno para las comunidades y municipios
cercanos.20
El otro estudio de caso que elegí para el entendimiento de las disputas por los espacios
municipales y que ejemplifica la vía de lucha abierta es el municipio en rebeldía
19 Las leyes de buen gobierno del municipio de Huehuetla, obligaban a las autoridades a reunir a su cabildo cada mes para discutir juntos todas las medidas que se tomaban, y todos los totonacos con cargo público debían ser reconocidos en la asamblea por los servicios prestados a la comunidad. Si surgía algún diferendo en relación a los candidatos a ocupar un cargo, la consulta se ampliaba al Consejo General del Pueblo que tenía la última palabra, este Consejo lo integraban el Consejo de Ancianos, los jueces, los síndicos y la directiva de la Organización Independiente Totonaca.
12
ampliamente conocido como Rancho Nuevo de la Democracia, localizado en el estado
de Guerrero, cuyos habitantes declararon a su territorio como “municipio autónomo en
rebeldía” y por medio de movilizaciones sociales intentan su reconocimiento. Este
movimiento lo protagonizan las comunidades mixtecas y amuzgas en la zona de la
montaña baja, de la Costa Chica de Guerrero. El nuevo municipio aglutinaría a más de
veinte comunidades de los municipios de Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca y
Metlatonoc. Se inicia en 1989, después de las elecciones municipales cuyos resultados
fueron ampliamente cuestionados. Los indígenas exigían el reconocimiento del triunfo
de su candidato y demandaban servicios básicos como: agua potable, luz eléctrica, y
caminos de acceso.21
En 1994 vuelve a resurgir el conflicto o la movilización en un principio demandaban
elecciones democráticas de los comisarios municipales, pero al no obtener respuesta
de las autoridades deciden crear un nuevo municipio con el objetivo de acabar con la
injusticia, la discriminación de sus comunidades por parte de las autoridades
municipales y satisfacer sus demandas de servicios.22 También exigían la destitución
del presidente municipal Armando Ramos Brito, a quien acusaban de desvío de
recursos públicos y de promover la violencia contra las etnias. Después de un año de
negociaciones con el gobierno estatal y sin respuesta a sus peticiones, instalan
formalmente el municipio autónomo en rebeldía que bautizaron con el nombre de
Rancho Nuevo de la Democracia en diciembre de 1995. En las comunidades que
pertenecen al nuevo municipio instalaron gobiernos paralelos o en rebeldía a los que ya
existían. Este proceso es interesante porque muestra como las comunidades indígenas
20 Petrich, Blanche. “El ejército desarmó a la policía totonaca de Huehuetla, Puebla”, en: La Jornada, 17 de agosto, México, 1998. 21 En 1989, en el municipio de Tlacoachistlahuaca el partido oficial (Partido Revolucionario Institucional (PRI)) maquina un fraude electoral que intenta evitar el triunfo del candidato amuzgo postulado por el PRD. Tanto amuzgos como mixtecos respondieron con un plantón que duró casi tres meses en la presidencia municipal y que finalmente logró la destitución del presidente municipal en marzo de 1990. Bartra, Guerrero Bronco, Sinfiltro, México, 1996. 22 La secretaria del ayuntamiento declaró con respecto al movimiento que "en Tlacoachistlahuaca hay 16 comisarios del PRI y tres del PRD, las elecciones de ediles son el 30 de junio cada tres años de acuerdo con el reglamento pero ellos no aceptan las normas, tienen sus costumbres quieren que cada año se forme una planilla nueva en cada comunidad y quieren decidir ellos quién va a quedar”. Maribel Gutiérrez, “Cumplió 16 días el plantón de indígenas en Tlacoachistlahuaca”, en: La Jornada, 7 de junio, México, 1995: 17.
13
se apropian de su espacio y ejercen el derecho de decidir su gobierno y sus proyectos
de desarrollo. A partir de la declaración de rebeldía se implementaron una serie de
proyectos de desarrollo para sus comunidades.23
El movimiento también responde al hecho de que tradicionalmente los caciques de la
región han controlado la alcaldía y el poder económico, así se han apropiado de las
mejores tierras, el ganado, el comercio, los recursos naturales, los puestos de elección
popular y la policía, siempre con el apoyo de los gobernadores en turno. De aquí que
las protestas sociales respondan a esta situación y a la discriminación de las
autoridades municipales y población mestiza. De acuerdo a Linda Tiburcio, asistente del
presidente municipal del municipio en rebeldía, "en el fondo la marginación de los
mixtecos de la montaña se origina por un problema de discriminación racial: los
sucesivos alcaldes de Tlacoachistlahuaca, mestizos todos, sólo nos buscan cuando
quieren el voto pero nunca ayudan cuando hay necesidades”.24
Este proceso de lucha ha sido largo y complicado, en el camino la respuesta
gubernamental ha sido la violencia, en la región han sido asesinados un total de 14
activistas de diferentes comunidades. Además las esporádicas apariciones del Ejército
Popular Revolucionario (EPR)25 ha provocado la militarización de la región, y la
detención de miembros de las comunidades a quienes acusan de pertenecer a esta
organización militar.26
23 En diciembre de 1995 decidieron instalar formalmente el municipio en rebeldía en la comunidad de Rancho Viejo que desde esa fecha bautizaron como Rancho Nuevo de la Democracia, así esa comunidad mixteca de 800 habitantes se convirtió en centro de las decisiones del movimiento por la autonomía municipal indígena que aglutina a más de 20 comunidades de los municipios de Metlatonoc, Tlacoachistlahuaca, y Xochistlahuaca. Maribel Gutiérrez, “Cumplió 16 días el plantón de indígenas en Tlacoachistlahuaca”, en: La Jornada, 7 de junio, México, 1995:17. 24 Manuel Nava, “Seguiremos en la lucha hasta la muerte: mixtecos, guerrerenses”, en: El Financiero, 17 de marzo, México, 1998. Linda Tiburcio se refiere a que los candidatos recorren la región pidiendo el voto a cambio de ayudarles a mejorar sus condiciones, pero una vez electos se olvidan de sus promesas. 25 El EPR hace su aparición en el primer aniversario de la matanza en el vado de Aguas Blancas, y se declaran en guerra con el estado mexicano buscando destruirlo y tomar el poder. 26Gutierrez, Maribel, “Presionan militares a campesino para declarar sobre el EPR”, en: La Jornada, 10 de marzo, México, 1998: 8.
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El movimiento de los mixtecos en Rancho Nuevo de la Democracia forma parte del
movimiento indígena nacional que a partir de la década de los 90 busca la autonomía
de sus municipios, pueblos o regiones, siendo los casos más relevantes y/o conocidos
los de Chiapas, Oaxaca y Guerrero.27 También estos procesos de disputa deben ser
entendidos en términos de lo que Alan Knigth ha llamado una fase de un ciclo de
protesta larga en la historia indígena, de tal suerte que el momento actual puede
entenderse como una etapa de innovación en la lucha de los pueblos indígenas frente
al Estado.
Si bien estos procesos se deben ubicar en el escenario de la lucha indígena nacional,
de manera paralela se deben contextualizar a partir de las muy particulares dinámicas
socio-políticas que históricamente presentan las regiones indias. El movimiento indio
por la autonomía se nutre y nutre a los movimientos locales como es el caso de los
señalados en este estudio, las formas y los contenidos de estas localidades son
diversos pero en conjunto conforman al movimiento nacional, con diferentes proyectos e
ideas de autonomía, con diversos apoyos y recursos, la novedad de estos movimientos
es que buscan el derecho a la autodeterminación. Evidentemente el análisis de las
relaciones de poder en estas regiones es fundamental para entender las decisiones de
estas comunidades al buscar nuevas formas de control de los ayuntamientos, el
autogobierno y la autodeterminación. Partimos igualmente de la idea de concebir que
no es un movimiento coyuntural sino que es una de las formas que adopta el
movimiento indígena contemporáneo en el largo proceso de resistencia india, que se
manifiesta por múltiples revueltas, rebeliones, motines y levantamientos.28
Debemos reconocer que esta lucha no es nueva ya que desde los años setenta el
municipio en su carácter político administrativo, ha sido centro de atención de diferentes
sectores o grupos sociales que se expresan tanto en el aparato del Estado como en la
27En Chiapas desde 1994 se han declarado 32 municipios autónomos, “Territorios zapatistas en Chiapas”, en: La Jornada, 12 de abril, México, 1998: 3. En Oaxaca 412 de los 570 se han acogido a la ley de autonomía del estado Córdova, Armaldo. “El ejemplo de Oaxaca”, en: La Jornada, 25 de marzo, México, 1998: 7. En Guerrero hay cerca de una veintena de municipios autónomos indígenas. “Las etnias seguirán constituyendo los municipios autónomos: CNI”, en: El Financiero, 18 de abril, México, 1998: 31.
15
sociedad civil. La proliferación de conflictos municipales ha provocado que los
gobiernos tanto estatal como federal se preocupen por adoptar algunas medidas que
contribuyan a reducir los conflictos en las localidades.29 El crecimiento de la lucha por
los municipios se ha visto favorecido por la incapacidad del sistema político al no
satisfacer las demandas sociales y políticas de unos nuevos y más activos actores
sociales, que han llegado a cuestionar la legitimidad del sistema poniendo en
entredicho su estabilidad.
Es decir me parece y así lo confirman nuestros datos o la proyección de conflictos que
la lucha por la conquista de los ayuntamientos se ha convertido en una buena
estrategia para el logro de reivindicaciones de tipo social, político y cultural, además de
una experiencia de gobierno. En este andar las agrupaciones políticas locales, después
de ensayar distintas formas de participación política, parecen arribar al acuerdo de que
la mejor manera de incidir en las decisiones fundamentales de su municipio es a través
de la conquista del ayuntamiento. En consecuencia, cada vez es mayor el número de
agrupaciones indígenas, gremiales, culturales, cívicas y políticas que participan o
reclaman participar en la elección de sus autoridades municipales. De igual forma, los
partidos de oposición se han llegado a vincular con estas organizaciones logrando
acceder al gobierno municipal en algunas regiones, aunque también hay zonas en que
los planteamientos programáticos del partido no se identifican con los grupos sociales y
no reúnen la fuerza suficiente para ganar las elecciones.
Una vez señaladas algunas de las variables explicativas de la lucha indígena en el
contexto nacional subrayando el énfasis en:
1. El municipio como arena de lucha socio-política y
2. La lucha indígena por el control de los gobiernos municipales.
28Lloyd, James-Dale y Laura Pérez Rosales. Paisajes rebeldes. Una larga noche de rebelión indígena, Universidad Iberoamericana. México, 1995.
16
Me propuse los siguientes objetivos generales:
1. Discutir la importancia del municipio como arena de lucha política en las últimas dos
décadas.
2. Discutir a la luz de los dos análisis de caso: los indígenas totonacos de Huehuetla en
el estado de Puebla y los indígenas mixtecos y amuzgos de Rancho Nuevo de la
Democracia en el estado de Guerrero, las particularidades de la disputa municipal en
las regiones indígenas.
3. Reconstruir y analizar el proceso socio-político de los indígenas totonacos de
Huehuetla, Puebla. Que al acceder al gobierno municipal por la vía electoral lograron
realizar sus propios proyectos de desarrollo y participar en la toma de decisiones.
4. Reconstruir y analizar el proceso de lucha abierta de los indígenas mixtecos y
amuzgos de los municipios de Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca y Metlatonoc del
estado de Guerrero, para lograr el reconocimiento de un nuevo municipio autónomo
llamado Rancho Nuevo de la Democracia que les permitió participar en la planeación
de los programas y proyectos de desarrollo en el municipio que ellos han delimitado.
5. Analizar los avances de los procesos en el contexto nacional en presencia de un
movimiento indígena y social importante y procesos de democratización que van
desde la reforma electoral hasta la reforma de Estado y Nuevo federalismo.
Para cuyo análisis nos planteamos las siguientes hipótesis:
1.El centralismo del sistema político mexicano, ha llevado a las poblaciones indígenas,
a luchar por el poder político municipal y buscar formas de gobierno alternativas para
solucionar los problemas de sus localidades.
2. En el caso de las regiones indígenas la disputa por el poder político municipal tiene
varias estrategias de lucha, entre otras crear nuevos municipios autónomos en
rebeldía, buscar cumplir con los requisitos que exige la constitución estatal para
reconocer un nuevo municipio o buscar acceder al poder municipal por medio de la
vía electoral con el apoyo del registro de algún partido político generalmente el PRD.
29 En 1993 y 1994 se registraron 2,438 y 2,535 casos de movilización social respectivamente. Enríquez Rosado, Carmelo, et. al. Los municipios en crisis, Centro de Servicios Municipales "Heriberto Jara", A. C. México, 1998.
17
3. La crisis política y de legitimidad del Estado mexicano ha llevado a amplios sectores
indígenas a luchar por espacios políticos democráticos que les permitan dar
continuidad a sus formas de vida, exigir reconocimiento a sus usos y costumbres,
ejercer su forma de gobierno y su derecho histórico a utilizar sus recursos.
4. Esta disputa por los ayuntamientos ha llevado a las comunidades indígenas a
enfrentar a las estructuras caciquiles interpelando a su poder político y económico a
partir de exigir o apelar a sus derechos legítimos como “pueblos indios”.
5. Además los pueblos indígenas se enfrentan al sistema político en especial a la
estructura del partido de gobierno (PRI) y al poder del Estado representado por los
gobiernos estatal y federal.
3. Resistencia y rebelión india
Los indígenas, como otros sectores populares, abrigan nociones políticas y morales
acerca del mundo y actúan conforme a ellas, por esto la insurgencia indígena no es
producto de la casualidad, sino que es el resultado de la búsqueda consciente de vías y
opciones propias de desarrollo, de formas de vida y de organización que quieren hacer
válidas, pero que no encuentran caminos para ello y por tanto se manifiesta en una
larga historia de resistencia. En palabras de Sergio Sarmiento "el movimiento indígena
es la expresión de un sector social que no sólo se ha negado a desaparecer a través de
los siglos, sino que ahora exige en virtud de su pertenencia a un grupo étnico, recuperar
sus tierras y recursos, recrear su cultura preservando lenguas y costumbres y participar
políticamente en la planeación de su futuro”.30
Dicha historia de resistencia se remonta al momento en que los pueblos indios se
enfrentan a los españoles y desde entonces en diferentes espacios y tiempos han
cuestionado y confrontado los procesos de dominación. El descontento durante la
colonia transitó por diversos caminos, desde la resistencia callada, a suicidios masivos,
pasando por sublevaciones hasta las grandes insurrecciones y rebeliones armadas.31
30 Sarmiento, Sergio. La lucha indígena: un reto a la ortodoxia, Siglo XXI, 2ª edición. México, 1991: 17. 31 Josefina Oliva de Coll. La resistencia indígena ante la conquista, Siglo XXI, México, 1976.
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Con la independencia de México los proyectos de nación tanto de liberales como de
conservadores, no contemplaron a los indios, ya que eran considerados como un
obstáculo para el desarrollo, así se dieron a la tarea de desaparecerlos mediante el
despojo sistemático de sus tierras y la destrucción de sus formas de vida y cultura.32
Con la aplicación de la Ley Juárez en 1855 y Ley Lerdo en 1856 se desató un proceso
de expropiación y despojo de las tierras comunales y la destrucción de sus
comunidades.33 La respuesta a esta política fueron una serie de movilizaciones y
revueltas indígenas,34 algunas de las cuales planteaban proyectos alternativos junto con
otros sectores de la sociedad como el "Manifiesto a todos los oprimidos y pobres de
México y el universo",35 otros desde su localismo circunscribían sus luchas a la defensa
de sus tierras o de la autonomía municipal.36
Nuevamente la resistencia indígena abierta apareció con el movimiento revolucionario
de 1910, la lucha por la tierra fue su principal objetivo. Muchos pueblos invadieron y
recuperaron las tierras. En Chihuahua, Durango, Jalisco, Hidalgo, Guerrero, los
campesinos armados tomaban la tierra y la cultivaban, en Morelos y Puebla grupos
armados de indios y peones tomaron las tierras de grandes haciendas, las araron y
sembraron bajo la protección de sus fusiles, el movimiento era incontenible y general.37
32 Katz Friedrich, (comp.), Revuelta, rebelión…1990. 33 Tutino señala que: "La Ley Lerdo decretaba que todas las propiedades rurales y urbanas que estuviesen en manos de corporaciones civiles y eclesiásticas se adjudicaban en propiedad a sus arrendatarios. La ley daba a los arrendatarios u otros ocupantes tres meses para reclamar las propiedades. A partir de ese plazo, estarían a disposición del público. [...] A partir de la proclamación de la ley numerosas decisiones judiciales dejaron bien claro que los liberales tenían toda la intención de acabar con la propiedad comunal de las tierras campesinas." Tutino, “Cambio social y agrario y rebelión campesina en el México decimonónico: el caso de Chalco”, en: Katz, Friedrich. Revuelta, rebelión. . . 1990: 116. 34 Hu-DeHart, Evelyn. “Rebelión campesina en el noroeste: los indios yaquis de Sonora, 1740-1976”, y Reina, Leticia, “Rebeliones campesinas de la Sierra Gorda (1847-1850)”, en: Friedrich Katz. Revuelta, rebelión y revolución, T 1, ERA, México 1990: 135-163 y 243-267. Respectivamente. 35 Julio López Chávez fue el líder de este movimiento, que se desarrollo en Chalco, estado de México en 1868, repartió tierras y ordenó a los terratenientes de la zona que no trabajaran en las tierras y montes usurpados a los pueblos. Gilly, Adolfo. La revolución interrumpida, El caballito, México 1985. 36 Tal es el caso del valle del mezquital y de los poblados al sur de Xochimilco donde los campesinos amenazaban o empleaban la violencia en las disputas por la tierra, el agua, los impuestos y el control de los puestos oficiales locales. También los campesinos del centro de México consideraban que esos años de posguerra eran el momento preciso para protestar por la serie de limitaciones impuestas a su autonomía local. Véase el trabajo de John Tutino, “Cambio social… 1990: 109. 37 Gilly, La revolución. . . 1985.
19
Al finalizar el conflicto, la libertad y el derecho a la tierra quedó plasmado en el papel
pero no en la realidad.
En el período posrevolucionario las movilizaciones indígenas conformaron nuevas
formas de expresión y resistencia, dado que el Estado impedía legalmente la existencia
de partidos a favor de una religión o raza determinada, por lo que los indígenas optaron
por manifestar sus demandas a través de organizaciones campesinas38, de tal suerte
que en el periodo comprendido entre 1917-1934 la lucha indígena se funde con la lucha
campesina. Es en el sexenio cardenista (1934-1940), donde se dan los primeros
intentos de coordinación y organización de los pueblos indígenas, pero promovidos
desde el Estado.39 Esto provocó incipientes formas de organización en la lucha
indígena que serán el origen de algunas movilizaciones posteriores.
El nuevo modelo económico del Estado, a lo largo de 1940 a 1970, fincó el desarrollo
industrial a expensas de la producción agrícola por lo que el gobierno favoreció las
zonas de cultivo altamente comerciales y en consecuencia dejó de lado las zonas de
consumo local marginando a las comunidades indígenas.40 No obstante, en estas
comunidades existía la posibilidad de contar con montos de producción de granos
básicos suficientes para la subsistencia, lo cual explica que la resistencia indígena se
manifestará principalmente como resistencia pasiva. Los pocos movimientos indígenas
en esa etapa se deben a los efectos del modelo económico implementado, las grandes
luchas se dieron en los lugares en donde se manifestó una escasez de granos para la
subsistencia, un empobrecimiento de las tierras o la pérdida de éstas por
acaparamiento, también por la irrupción de inversiones de capital que se apropiaban de
los recursos naturales y productos comerciales de las regiones indígenas.41
38 Sarmiento, Sergio, La lucha indígena. . . 1991. 39El planteamiento de una política amplia para el campo abarcó la problemática indígena y el proyecto de organización de masas como sustento fundamental del estado. Véase Sarmiento, La lucha indígena...1991: 38-39, Hansen, Roger. D. La política del desarrollo mexicano, Siglo XXI, México, 1971. También se puede consultar el trabajo de Ianni, Octavio, El Estado capitalista en la época de Cárdenas, ERA, México, 1977. 40 Perzabal, Carlos. Acumulación capitalista dependiente y subordinada: el caso de México (1940-1978), Siglo XXI, México, 1979.
20
En este contexto se arriba a una fase que va de 1970 a 1983, donde el movimiento
indio logra un avance tanto cualitativo como cuantitativo que se expresa en mejores
formas de organización, mayor fuerza, cohesión y dinamismo. Aunque escaso en sus
movilizaciones, el movimiento indígena en este último periodo fue rico en sus
concepciones y demandas; existía la intención de conferir a sus luchas un carácter más
político e insertarlas en niveles más amplios, la exigencia de participar en la planeación
y ejecución de la política indigenista y el derecho a la autodeterminación se convierte en
demandas prioritarias a fines de los años sesenta. Esta etapa corresponde al fin del
modelo estabilizador y al auge de los movimientos de masas. Una de las expresiones
sociales de estos movimientos es la lucha por los ayuntamientos.42
A fines de los años ochenta y durante los noventa el movimiento indígena logró mayor
fuerza y organización alrededor de la demanda central de autonomía. El levantamiento
zapatista en Chiapas (enero 1994), logró aglutinar, una serie de demandas del
movimiento indígena, de ellas la más importante era la que exigía la autonomía de sus
comunidades y el derecho a la autodeterminación.43 Entre otras cuestiones, colocó en
el centro del debate nacional el tema de la democracia, la situación de los pueblos
indígenas de México y como su consecuencia, el proyecto de autonomía.44 Este
programa encontró eco en amplios y diversos sectores de la sociedad nacional,
convirtiéndose en parte de las demandas del movimiento democrático a nivel nacional.
La rebelión zapatista es un ejemplo de la resistencia indígena ante los problemas de
tipo agrario, de tenencia de la tierra, la concentración de poder político y económico en
pocas manos, el caciquismo, la nula procuración de justicia en zonas de miseria
extrema y la percepción de que la política económica neoliberal amenaza la ya de por sí
precaria sobrevivencia en el campo.45
41 Sarmiento, La lucha indígena. . . 1991. 42 Valladares, Laura. “Los estudios antropológicos (1970-1985) sobre los movimientos indígenas en México: una revisión bibliográfica, en: Inventario Antropológico, anuario de la revista Alteridades, volumen 4, UAM-I, México, 1998: 37-74. 43 La libre determinación es el derecho inmanente de los pueblos indígenas por medio del cual acceden al ejercicio de una autoridad propia y la aplicación de normas internas dentro de un territorio determinado. 44 Díaz-Polanco, Héctor. La rebelión zapatista y autonomía. Siglo XXI, México, 1997. 45 García de León, Antonio, Resistencia y utopía. Memorial de agravios y crónica de revueltas y profecías acaecidas en la provincia de Chiapas durante los últimos quinientos años de su historia, T 2, ERA, México, 1987.
21
Después de enero de 1994, la lucha municipal se desarrolló como consecuencia del
acelerado nivel de politización y la conquista de diversos espacios por parte del
movimiento indígena como la ocupación de tierras, la construcción de autonomías y de
gobiernos de transición o paralelos a los establecidos.46 De esta manera, los indígenas
en diversas regiones del país crean nuevos municipios autónomos en rebeldía por
voluntad de sus habitantes, o buscan acceder al gobierno municipal por la vía legal.
Esto demuestra que la resistencia indígena en la actualidad se centra en la búsqueda
por lograr el control del poder local a partir del acceso al gobierno municipal y aumentar
su presencia en la vida política del país.
4. Reflexiones teórico-metodológicas
Decidí analizar el problema de investigación basándome en dos enfoques teóricos: la
cuestión del Estado nacional y el acercamiento a la teoría de los movimientos sociales.
Me parece que estos enfoques son complementarios, en tanto que las particularidades
de los procesos de reivindicación socio-étnicos deben ser estudiadas a través del
análisis de la construcción del Estado nacional mexicano, que desde su fundación dejó
fuera la composición pluriétnica del país y esta asignatura pendiente parece emerger
con gran fuerza en la última década de este siglo y encuentra una de sus explicaciones
en la disputa contra el modelo homogeneizador de la nación mexicana con tintes
decimonónicos.
Diversos los autores desde el modelo del Estado-nación han emprendido la búsqueda
de solución a la llamada cuestión étnico-nacional, que constituye en los tiempos
modernos uno de los mayores y más complejos desafíos socio-políticos. Esta
problemática se presenta históricamente como una relación conflictiva entre el Estado y
las agrupaciones humanas que mantienen una identidad propia y diferenciada del
modelo mestizo de nación homogénea. Distintos autores han demostrado que una de
46 Alejandro Luevano, Pérez. “La lucha por los municipios en Chiapas”, en: La Jornada del Campo, 30 de mayo, México, 1995: 1.
22
las causas de los procesos de revuelta, rebelión o sublevación tienen como sustento la
relación que los pueblos indígenas han guardado con el Estado-nación a lo largo de
casi dos siglos de vida independiente. En dicha relación, los indígenas han estado
subordinados al sistema político mexicano que les ha negado una participación real
como pueblo en las estructuras de gobierno, el reconocimiento de sus formas de
gobierno interno y la toma de decisiones sobre las cuestiones políticas y económicas
que les afectan.47 En este sentido el Estado-nación es una imposición sobre una
diversidad de culturas.
La nación se ha fundado sobre la base de un proyecto político etnocéntrico que
deviene en un sistema basado en la homogeneización y la exclusión, cerrando toda
posibilidad de participación libre en los asuntos locales, regionales o nacionales a
grupos de la población que mantienen identidades diferenciadas como es el caso de las
regiones indígenas.48 El Estado acaba forjando una unidad, su consolidación era una
condición del desarrollo capitalista al que aspiraba la clase dominante. Pero este
proceso se logró sólo por la destrucción de las sociedades reales y la imposición
violenta sobre de ellos de un esquema político y cultural unitario. El Estado bajo estas
premisas legítima sus políticas indígenas y los indígenas oponen su lucha de
resistencia por conservar su especificidad.
Durante las dos últimas décadas, los indígenas arriban a la escena pública nacional
como sujetos sociales y como fuerza política capaz de asumir el proyecto de
autonomía.49 En México se han puesto a discusión diversos modelos de autonomía, sin
embargo estos se pueden sintetizar en dos formas que son impulsadas por los
protagonistas de esta lucha, algunas organizaciones indígenas principalmente la
Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA) proponen una autonomía
de alcance regional (autonomía regional) y los representantes del estado con una
propuesta de autonomía con base en la comunidad (autonomía comunalista). En estas
47 Díaz-Polanco, Héctor, La autonomía regional. La autodeterminación de los pueblos indios, Siglo XXI, 2ª edición, México, 1996. 48 Díaz-Polanco, Héctor. Etnia, nación y política, Juan Pablos, México, 1987. 49 Bonfil Batalla, Guillermo. Utopia y revolución, Nueva Imagen, México, 1981.
23
dos posiciones se refleja el fondo de la lucha y lo que el Estado está dispuesto a ceder.
En realidad la disputa entre comunalistas y regionalistas tiene que ver con una cuestión
fundamental: la redistribución de poder que restablezca el derecho de los pueblos
indígenas al régimen de autonomía en tanto fundamento político de sus derechos
históricos, al mismo tiempo implica una nueva distribución territorial del poder y la
descentralización política administrativa.
La negativa del Estado mexicano a la autonomía de los pueblos indios radica en el
temor a una posible secesión del país cuando en realidad los regímenes de autonomía
se establecen en el marco de los Estados nacionales. El ente autónomo no cobra
existencia por si mismo, sino que su conformación en cuanto tal se realiza como parte
de la vida político-jurídica de un Estado. El régimen de autonomía responde a la
necesidad de buscar formas de integración política del Estado nacional que estén
basados en la coordinación y no en la subordinación de sus colectividades parciales.
Por consiguiente, como colectividad política una comunidad o región autónoma se
constituye como parte integrante del Estado-nación correspondiente.50
Los municipios autónomos serían una propuesta intermedia a las mencionadas. Tanto
los indígenas del municipio de Huehuetla como los amuzgos y mixtecos de Rancho
Nuevo aspiran, a través del control de su municipio, a acceder al autogobierno y con
ello ejercer la autonomía en la región. En Huehuetla, al acceder al gobierno municipal
pusieron en práctica sus formas de gobierno como cabildo abierto, asambleas
comunitarias y de representantes de las comunidades para decidir sobre la solución a
los problemas del municipio, mientras que para el presidente municipal en rebeldía de
Rancho Nuevo de la Democracia, Marcelino de los Santos, es de vital importancia tener
un municipio mixteco con gobierno mixteco.
Por otro lado, el modelo teórico de los movimientos sociales es adecuado para analizar
el tipo de fenómeno socio-político presentado en los casos de estudio. Entendemos por
movimiento social aquellos movimientos que impulsan la acción de individuos y grupos.
50 Díaz-Polanco, Autonomía regional. . .1996.
24
Los movimientos sociales son expresiones de grupos sociales excluidos que reclaman
el acceso a las formas de representación social, que demandan su inclusión al sistema
institucionalizado de beneficios. Los movimientos sociales pueden ser radicales,
implicar antagonismo hacia la lógica del sistema, cuestionar la racionalidad instrumental
que guía los aparatos que gobiernan y plantear la necesidad de transformarlos,
buscando la reapropiación de espacios donde construyan el significado de lo que son y
lo que hacen.51
En este sentido, el aporte de Alan Knight a la teoría de los movimientos sociales en
relación a “los ciclos de protesta” me parece que ayuda a entender la continuidad de
estos movimientos, Knight propone que estos movimientos son continuidades históricas
que se presentan en forma de ciclos bajo condiciones diferentes. Knight hace un
seguimiento de algunos movimientos en México, que se remontan a épocas de la
colonia, independencia y revolución, y que se presentan en forma cíclica hasta nuestros
días. Las razones de esta continuidad y ciclos de protesta son varias, complejas y con
frecuencia no son investigadas. Pero al menos existen dos factores recurrentes:
1. Las manifestaciones de protesta se mantienen a través del mito, la leyenda y el
símbolo, trasmitiéndose de generación en generación en forma de cuentos, corridos,
y recuerdos de familia.
2. La longevidad de las estructuras socio-políticas locales ayudan a mantener la
protesta durante varios años, también la relación entre gobernantes y subordinados
se ha caracterizado por una ya vieja dialéctica de negociación y violencia que ha
permanecido como una constante de la política rural. De tal suerte que los
movimientos campesinos y/o indígenas si bien han sido intransigentes y
comprometidos, no pueden evitar él diálogo con el Estado.52
Otro de los autores importantes en el campo del análisis de los movimientos sociales es
Alberto Melucci, él considera que los procesos de movilización, los tipos de
51 Melucci, Alberto, “¿Qué hay de nuevo en los nuevos movimientos sociales?”, en: Enrique Larama y Joseph Gusfield. Los nuevos movimientos sociales. De la ideología a la identidad. CIS, México, 1994: 119-149.
25
organización, los modelos de liderazgo, las ideologías y las formas de comunicación
son niveles significativos de análisis para reconstruir, desde el interior, el sistema de
acción que constituye el actor colectivo; también las relaciones con el exterior, con los
competidores, con los aliados o adversarios y, especialmente, la relación del sistema
político en el aparato de control social, determinan un campo de oportunidades y
limitaciones dentro del cual el actor colectivo adopta una forma, se perpetúa o cambia.53
Las formas de la acción colectiva son múltiples y diversas, son el resultado temporal de
un campo múltiple de fuerzas y de procesos analíticos diferentes que abarcan
problemas y conflictos cuyas raíces históricas son diferentes. En la realidad de una
acción colectiva están diferentes estratos históricos como componentes del descontento
y la marginalidad.54
En este sentido, las comunidades indígenas emergen como actores sociales con una
larga historia de resistencias, que buscan insertarse al sistema político nacional como
sujetos políticos con la capacidad de decidir sobre sus localidades, para ello eligen
diferentes formas de participación, pero a la vez forman parte de movimientos más
generales tanto a nivel estatal como a nivel nacional, estos movimientos enriquecen y
se ven enriquecidos por el movimiento indígena, a la vez que se apoyan mutuamente
para alcanzar sus objetivos y enfrentar en sus diferentes niveles a la estructura del
Estado.55
Cuando hablamos de movimiento indígena, hablamos de un movimiento que tiene una
identidad, de un grupo social con particularidades socio-culturales que los define frente
a otros sectores. El movimiento indígena ha construido un programa que integra las
reivindicaciones coyunturales o históricas que les permite proyectar su dinámica, es
52 Ver Alan Knight. “Continuidades históricas en los movimientos sociales” en: Lloyd James-Dale y Laura Pérez Rosales, Paisajes rebeldes. . .1995: 13-52 53 Melucci, Alberto, “Acción colectiva y transformación personal en la era de la información”, en: Ciudades, núm. 37, enero-marzo, Puebla, México, 1998: 3-11. 54 Melucci, Alberto. “Acción colectiva…1998. 55 La situación indígena nos remite a temas tales como: Etnia, clase y nación; política gubernamental hacia los indígenas; el movimiento indígena nacional; los indígenas como parte de los movimientos sociales contemporáneos; formas de gobierno y elección indígena y el derecho estatal frente a los usos y costumbres indígenas, entre otros.
26
decir sus aspiraciones y las tácticas y estrategias para el logro de ellas. Cuenta con una
estructura que artícula el cuerpo de ese movimiento, creando sus propias formas de
relacionarse lo que permite la permanencia y el desarrollo de formas más complejas de
organización. El movimiento indígena en América Latina, por ejemplo, tiene un largo
trayecto que se inicia prácticamente en el régimen colonial pero que en la década
pasada adquiere un gran auge con un enorme caudal de luchas y un gran número de
movilizaciones.
En México, desde la conquista hasta la actualidad el movimiento indígena se ha
manifestado tanto de manera violenta como pacífica. Una, como parte de movimientos
armados como la lucha revolucionaria de 1910, que aunque incluía sus demandas
como la exigencia de tierras, no distiguió su especificidad como indígenas; la otra a
través del planteamiento de reivindicaciones históricas (sociales, económicas y
culturales) haciendo uso de los cauces legales y del aparato indigenista gubernamental,
o bien mezclados en movimientos sectoriales.
En años recientes, el movimiento indígena se ha articulado con otros movimientos para
hacer escuchar sus demandas en los foros internacionales, en este sentido, fue
conquistando presencia y espacios políticos hasta lograr en la década de los ochenta
su reconocimiento como sector diferenciado del campesinado en general, en el ámbito
internacional ha logrado articularse no sólo con movimientos de otros sectores sino con
movimientos indígenas y no indígenas de otros países. Junto con los pueblos indios del
continente le han dado cuerpo y fundamento a la demanda de autonomía y libre
determinación apoyados en el derecho internacional.
Podemos decir que el movimiento indígena actual se caracteriza por una mayor
articulación, lo que representa un nivel de organización y un claro planteamiento de sus
demandas étnicas, ha roto con planteamientos ortodoxos sobre la etnia, clase y nación,
también ha cuestionado la constitución y sustento de los Estados nacionales a quienes
exigen, y en algunos casos los ha orillado, a reconocerse como Estados multiétnicos,
con espacios políticos y de control de los pueblos indígenas. De igual forma, los
27
movimientos populares de izquierda han reconocido la especificidad del movimiento
indígena y en muchos casos apoyan sus demandas como demandas históricas
específicas, que se articulan a las demandas de su movimiento en un espacio y
condiciones comunes de marginación y opresión.
El movimiento indígena desafía las reglas del Estado al exigir el derecho de
autodeterminación y de pertenencia, se apropia de elementos culturales y económicos y
luchan para acceder al poder político en sus diferentes niveles, buscan participar
políticamente en la toma de decisiones y luchan contra la discriminación y por el
derecho a la diferencia. Ser reconocidos como distintos es quizá uno de los derechos
fundamentales que emergen del movimiento que, en este sentido, proporciona una
mirada distinta de la realidad, una experiencia de vida diferente y un modo específico
de ponerse en relación con el otro y con el mundo. El movimiento indígena ha
encontrado sus propias formas de comunicación y de relación con el resto de la
sociedad y con el Estado. Al replantear la cuestión del Estado-nación se lo hacen saber
a la sociedad, al igual que su experiencia, su memoria cotidiana y su cultura, en sus
planteamientos muestra el antagonismo al sistema político y el desafio a la
estandarización de la sociedad.
Los indígenas por medio de su movimiento desarrollan un potencial cultural alto, al
ejercitar formas de comunicación nuevas en foros, encuentros, congresos o a través de
sus escritos, pintura y poesia, con lo cual revalora su lengua y su cultura. Su produción
cultural tiene un gran contenido simbólico que alude a mitos, sueños, leyendas, a su
contacto con la naturaleza y el cuidado a “la madre tierra”, invocan a la sabiduría
indígena, a la cultura milenaria con profundo contenido religioso y al reencuentro con el
pasado, acciones y discursos que se traducen en una fuerte subversión simbólica del
orden y el poder establecido. De esa forma, en el movimiento indígena confluyen los
legados del pasado, los efectos de la modernización y las resistencias a los cambios
que impulsa el Estado sin considerarlos, demanda una distinta distribución de los
28
recursos y la creación de nuevas reglas que les permitan una mayor participación en la
toma de decisiones.56
En algunos casos el movimiento indígena se manifiesta de manera violenta
acompañado de demandas que muestran la intolerable pobreza que sufren en sus
regiones de origen. Señalan que la desigualdad y pobreza en las comunidades
indígenas son resultado de la estructura del Estado-nación, en tanto han sido
históricamente excluidas de sus recursos materiales, pero aun más, de su capacidad de
ser sujetos políticos. Este despojo material se combina con una inclusión totalmente
subordinada y con la imposición de estilos de vida que destruye las raíces de sus
culturas. De esta forma, muestran a la sociedad en su conjunto que la pobreza está
vinculada a la violencia que desatan los gobiernos contra la amenaza que representan
los excluidos: los niños de la calle en Brasil o los indígenas en Chiapas.
En este sentido, el Estado mexicano ha incumplido en múltiples casos sus promesas de
realización de elecciones libres y el respeto al voto, no satisface las demandas de
justicia social para numerosos grupos campesinos y comunidades indígenas, tampoco
dota de educación y servicios de salud a la mayoría los mexicanos, existen abusos de
autoridad y negligencia en la aplicación de la justicia. Estas promesas no cumplidas por
el Estado y la nula correspondencia entre una sociedad que quiere participar y una
institucionalidad que no logra abrirse, genera violencia política y social. Además
generan una consciencia de agravio compartido que abonan condiciones para la acción
colectiva antiestataria o contra hegemónica y funciona como soporte unificador de
grupos cuya pretensión es el cambio a un nuevo orden en el cual puedan participar en
la toma de decisiones que afectan su vida.57
56 Valladares, Laura. “Profetas del México autonómico: simbolismo y ritualidad en las protestas indias en la ciudad”, en: Alteridades, Identidades, derechos indígenas y movimientos sociales, año 10, núm. 19, enero- julio, UAM-I, México, 2000: 41-44. 57 Barrington Moore señala que una determinada acción violenta se puede convertir en la base de una nueva legalidad, cuando dicha acción se acompaña de la idea de restituir o cambiar el orden y se convierte en justa, legitima y portadora de códigos de valores que cohesionan a los actores del drama. Así cuando las acciones violentas están dotadas de carácter político, sean estas motines, revueltas o rebeliones, se constituyen en formas o procesos de constitución de la legitimidad perdida que generan cohesión social. Rodríguez Guillén, Raúl, “Subjetividad y acción colectiva: motín, revuelta y rebelión”, en: Sociológica, UAM-A, enero-abril, México, 1995: 179-194.
29
Barrington Moore afirma que las mayores probabilidades de una rebelión surgen
cuando se manifiesta el súbito empeoramiento de la situación, cuando los perjudicados
juzgan que las causas de la miseria se deben a actos de superiores identificables, en
esos momentos los seres humanos despiertan de la anestesia y vencen el sentimiento
de inevitabilidad, lo cambian por el sentimiento de injusticia y se producen las mayores
probabilidades de una rebelión.58 Cuando el nivel de vida disminuye considerablemente
se genera un ambiente propicio para las rebeliones pero rara vez las provoca por sí
solo. En estas rebeliones también es importante el papel que juegan los “agitadores”
externos que aunque no pueden crear rebeliones, si pueden echar a andar
levantamientos fundados en agravios que ya se percibían hondamente o pueden ser los
divulgadores de las divisiones o debilidades de los detentadores del poder.
Las regiones indígenas son un ejemplo de localidades donde concurren esta serie de
injusticias, que provocan que la distancia entre la paz social y la violencia colectiva
penda de un hilo. La discriminación racial, económica y política, el incumplimiento
reiterado de las autoridades, la expectativa social no satisfecha, la violencia policiaca, el
asesinato no esclarecido, el robo con violencia, la omisión recurrente a atender
demandas de justicia. En síntesis, la alteración de prácticas y valores así como la
ruptura de las reglas del Estado de derecho conlleva a la ruptura del orden político y
social y ésta suele expresarse de múltiples maneras (motín, revuelta, rebelión, o
revolución), todas bajo el signo de la acción colectiva que pretende restituir o cambiar el
orden y resarcir la indignación moral.59
58 Barrington Moore. La injusticia: bases sociales de la obediencia y la rebelión, UNAM, México, 1996. Ver especialmente el Capitulo XIV. 59 Una manifestación de violencia política es la rebelión, en ella se da una mayor participación de elementos racionales que dotan de sentido las acciones y configuran un actor pasional-racional que se convierte en factor decisivo de la prolongación y posible extensión del conflicto, es decir, la rebelión constituye y se constituye en acción consciente, en donde los medios y fines suelen ser calculados. La rebelión la hacen los olvidados, los que no tienen rostro, es decir, la mayoría de la población anónima que manifiesta que existe la injusticia y que el Estado de Derecho es un mito, que los excluye del mundo perfecto, pero no logra extinguirlos, suprimirlos. Es por eso que toman por asalto el escenario de la vida pública. Rodríguez Guillen, Raúl, “Subjetividad y acción colectiva: motín…1995.
30
Por tanto la acción colectiva es provocada por prácticas incorrectas de los
representantes de las instituciones públicas y/o privadas, por autoridades que violan la
ética de sus funciones, o bien por la negligencia que provoca el agravio y reactiva la
memoria popular después de muchos años de aparente calma, poniendo en juego la
imaginación, en busca de un mejor futuro, con la participación de aquellos que han visto
violada, engañada, frustrada o reprimida su esperanza en el mañana. El agravio genera
encono, la injusticia provoca ira y cuando los principios de cohesión de la sociedad son
reiteradamente violados por uno o varios de sus miembros, o mas bien por alguna
autoridad estatuida, se rompe el principio de convivencia pacífica, alterando el
desarrollo de la vida cotidiana para dar paso al rechazo con el silencio, el comentario
incisivo, la organización social y la acción colectiva, muchas veces violenta.60
Algunas veces, esta violencia de carácter político suele ser un elemento de estabilidad
o de cambio dependiendo de las formas de incorporación y/o marginación de los
actores o sujetos que participan en ella y de la capacidad de los partidos políticos y del
gobierno para encauzar el descontento, vía la satisfacción parcial o total de las
demandas. Cuando se facilita la satisfacción parcial de las demandas se crean
condiciones de estabilidad, sobre todo si opera un alto grado de control, aunque el
conflicto se mantenga latente y con riesgo de violencia futura. La violencia política
adquiere sentido positivo en la medida en que se acompaña de reivindicaciones
sociales o políticas que articulan la realidad presente con el pasado inmediato y la
oferta de futuro.
Estas son las premisas teóricas con las que reconstruyó los procesos de lucha de las
comunidades de Huehuetla, Puebla y Rancho Nuevo de la Democracia, Guerrero,
además hago uso de las categorías teóricas con relación a la rebelión y las acciones
colectivas municipales frente a las situaciones de agravio provocada por los caciques
locales y el centralismo del sistema político en México. Partimos de un contexto
histórico que explica la situación de cada región, de la historia estatal a la local como
60 Rodríguez Guillen, Raúl, “Subjetividad y acción colectiva: motín…1995.
31
ocurre en el caso de Guerrero, o solamente la local cuando consideramos que la
historia del estado no tiene gran relevancia en el proceso, como en Huehuetla.
En esta investigación reconocemos las relaciones sociales, políticas y económicas, que
existen en las localidades que conforman la región, así como entre los diversos grupos
que son actores del conflicto, señalo cómo se conforman los grupos en conflicto, cuáles
son sus apoyos tanto internos como externos, cuáles son sus demandas, sus
aspiraciones y objetivos, cómo y por qué se fueron conformando, cómo es su
participación en los procesos de disputa y cuál es su relación con movimientos más
generales que luchan por demandas similares. Dando cuenta de las relaciones con el
Estado-nación.
El desarrollo de este trabajo lo hemos dividido en cuatro capítulos, los primeros dos son
de carácter teórico explicativo sobre el tema, los dos últimos están dedicados a los
estudios de caso de las comunidades de Huehuetla y Rancho Nuevo de la Democracia.
En un primer apartado explicamos la importancia que tiene el tema, señalamos el papel
del municipio dentro del sistema político mexicano y la relevancia que tiene para las
sociedades locales su control. Contextualizamos el movimiento indígena como uno de
los movimientos que intentan tener una mayor participación en el control de sus
ayuntamientos. También señalamos los conceptos teóricos utilizados para la realización
de la investigación.
En el capítulo uno hacemos una referencia de los diferentes estudios que se han
dedicado a los temas del poder local, damos cuenta de los enfoques metodológicos con
que ha sido estudiado el poder local por diferentes autores y los diversos temas que
convergen en el estudio de los movimientos sociales en temáticas tales como el estudio
del poder municipal, la participación política local, la participación electoral y la lucha
partidista local. Por último señalamos las obras referidas tanto al estudio del movimiento
indígena como a la historia del mismo, los derechos colectivos, la reflexión sobre las
demandas de autodeterminación y autonomía, y las discusiones emprendidas en
diferentes foros y congresos sobre el tema indígena.
32
El capitulo dos tiene como eje fundamental la descripción de la relación entre el sistema
político central y el poder municipal, las formas de control del Estado como son el
corporativismo y el clientelismo, la importancia del control municipal para las sociedades
locales, las formas locales de control caciquil, la historia de movimientos trascendentes
por el control municipal y las reformas al artículo 115 de la Constitución. Lo que nos
ayudó a entender la evolución de los movimientos por el control municipal y la sujeción
del municipio por parte del poder central.
El capítulo tres se dedica al proceso político de la comunidad totonaca de Huehuetla,
Sierra Norte de Puebla, que logró por medio de la lucha electoral a partir de una
coalición entre la OIT y el PRD acceder al poder de su municipio por tres periodos de
gobierno consecutivos, durante los cuales implementó el cabildo abierto como forma de
participación de la comunidad, alcanzando logros importantes en el desarrollo de la
infraestructura de las comunidades de su municipio. Terminamos este capítulo
reseñando como en la última elección de 1999, la coalición OIT-PRD perdió ante el
partido de gobierno (PRI) y el poder del Estado y con ello se abrió la posibilidad de la
alternancia política en el municipio.
Finalmente, en el capítulo cuatro damos seguimiento a la lucha política que por el
reconocimiento de un nuevo municipio realizan las comunidades mixtecas y amuzgas
de Rancho Nuevo de la Democracia, Guerrero. La estrategia de estas comunidades fue
declarar al municipio como autónomo en rebeldía y luchar por lograr el reconocimiento
del Estado a partir de la movilización social. En las comunidades que pertenecen a tres
diferentes municipios constitucionales del estado y como nueva delimitación político-
territorial se nombraron autoridades paralelas, así como un Concejo Municipal en
Rebeldía y un Comité de Desarrollo Regional cuya tarea fue elaborar un plan de
desarrollo para la región que han empezado a poner en práctica con recursos estatales
y de organizaciones no gubernamentales.
33
Capítulo I
Balance de fuentes. Los estudios sobre el poder local 1. Las disputas por el poder local y regional
Si bien es cierto que existen numerosos estudios que tratan sobre la vida política
mexicana también es cierto que estos lo tratan desde una perspectiva global. Muchos
de éstos se refieren al Estado, a sus estructuras y sus aparatos, otros tratan el sistema
como un todo, algunos más se centran en las clases sociales y las élites o estudian
conflictos cruciales a nivel nacional y provincial. Haciendo una comparación entre los
estudios sobre la política mexicana de tipo global, respecto de aquellos que tratan de
experiencias micro-locales o monográficas, se puede concluir que el poder local ha sido
escasamente estudiado.61
Sin embargo, el estudio de las formas locales del poder y la dominación ha sido una de
las preocupaciones de la antropología política, en este sentido, Manuel Villa 62 señala
que la preocupación por lo micro no es una preocupación privilegiada que tienda a
convertirse en una debilidad de la antropología política, sino más bien una sólida
vertiente que se acompaña de otras, a las que enriquece, más preocupadas por la
generalización y por fenómenos de mayor agregación. Respecto a los trabajos
realizados este autor manifiesta que hay un vacío en campos como las mediaciones, las
formas de interconexión y, el material conceptual para establecer los nexos entre lo
local, lo regional y lo nacional. Asimismo, la severidad de los problemas metodológicos
para llevar a cabo estudios que de manera específica aborden el problema. Sin
embargo, en la mayoría de los casos, los investigadores no pierden de vista lo general.
De igual forma, quienes trabajan en la perspectiva más general reconocen la
incapacidad para agotar la complejidad de los problemas y en muchos casos es
justamente, la atención de los datos específicos la que permite precisar la hipótesis y
61 Torres Gabriel,” Política cotidiana y gestión municipal”, en: Ciudades, núm. 28, octubre-diciembre, Puebla, México, 1995: 15-24. 62 Villa Aguilera, Manuel, “La antropología política y los niveles nacional, regional, y local del poder”, en: Manuel Villa (comp.), Poder y dominación, El Colegio de México, México, 1986: 9-22.
34
afinar los planteamientos, así como, y muy principalmente, ponderar las
generalizaciones.
Uno de los estudios sobre poder local y regional que ofrece una panorámica de lo
realizado hasta 1986, es el de Guillermo de la Peña quien hace una excelente síntesis y
menciona los avances analíticos de los estudios mexicanos, acerca del poder local.
Aborda los problemas que enfrentan estos estudios desde cuatro grandes rubros: 1)
Los orígenes y funciones del poder local y regional; 2) Las mediaciones entre la nación
y los niveles regionales y locales; 3) Las relaciones de poder, las relaciones interétnicas
y las relaciones de clase; 4) Las instituciones formales de gobierno y la fragmentación
política de la sociedad mexicana. Todos estos estudios, advierte, subyacen dos
cuestiones fundamentales: a) cuáles son los tipos posibles de relación entre el Estado
nacional y los poderes circunscritos a una localidad o región y b) en que condiciones se
da una relación de complementariedad, o bien una de contradicción, o una derivación, o
una simple yuxtaposición. 63
Sobre la génesis y funciones de los caudillos y caciques, señala De la Peña que se han
escrito muchas paginas, por lo que él hace un resumen y una comparación de los
diversos autores que han escrito sobre el tema como: Francois Chaevalier, Eric Wolf,
Edward Hasen, Moisés González Navarro, Paul Friedrich, Wayne Cornelius y Roger
Bartra.64 En sus estudios tanto para Wolf, Hansen y Chevalier, los caudillos se vuelven
obsoletos al advenir el capitalismo comercial e industrial y expandirse los aparatos de
Estado. Sin embargo el cacique persiste hasta la época contemporánea como un
ambiguo representante de las clases populares, cuyo papel le permite acumular poder y
63 De la Peña Guillermo,” Poder local, poder regional: perspectivas socioantropológicas,” en: Jorge Padua y Alain Vannehp (comp.), poder local, poder regional, El Colegio de México/CEMCA, México, 1993. 64 Chevalier, François, “Caudillos et caciques”, en: Amérique:Contribution á l’ étude des liens personnels, Mélanges offerts á Marcel Bataillon par les hispanistes Français (Bulletin Hispanique, vol. LXI bis), 1962; Wolf, Eric y Edward Hansen, ”Caudillos politics: a structural analysis”, Comparative studies in society and history, IX, 2. 1967; González Navarro, Moises, Anatomía del poder en México (1848-1853), El Colegio de México, México, 1977; Friedrich, Paul. ”The legitimacy of a cacique”, en: M:J: Swartz (comp.), local-lencl politics, Aldine, Chicago, 1968; Cornelius, Wayne. “El México contemporáneo: análisis estructural del caciquismo urbano”, en Unikel, Luis y Andrés Necochea (comps.), Desarrollo urbano y regional en América Latina, F C E, México, 1976; Bartra, Roger, ” Campesinado y poder político en México,” en; Roger Bartra et al. Caciquismo y poder político en México, Siglo XXI, México, 1975.
35
riquezas. Con él debe pactar el Estado para conservar la paz social. De hecho, se
cuenta con varias etnografías de caciquismo en el México contemporáneo en donde el
cacique, lejos de representar solamente los intereses populares tradicionales en
localidades o regiones poco integradas al Estado nacional y a la economía capitalista
moderna, constituye más bien un mecanismo importantísimo de articulación del sistema
político y económico global.
En cuanto al problema de la mediación uno de los primeros autores en abordarlo
analíticamente fue Eric Wolf 65 cuando propuso el concepto de Broker para examinar las
relaciones entre lo que él llamaba el nivel de la comunidad y el nivel de la nación. La
vinculación entre los distintos niveles implica el desarrollo de vastas redes de relaciones
sociales donde los intereses y orientaciones diversas deben reajustarse y compaginarse
y toca al broker - que puede ser un individuo, o un grupo, o incluso una institución -
efectuar tales reajustes. En este sentido resulta indispensable crear el nivel de
integración, cuya inexistencia volvería imposible la consolidación de un sistema político
comprensivo
Adams siguiendo el concepto de broker propone el nivel de articulación al establecer
que el poder es la capacidad de ejercer influencia sobre actores o unidades operativas,
con base en el control sobre los recursos estratégicos, señala que el término de nivel de
integración es descriptivo y se define a partir de construcciones culturales de los propios
actores.66 En cambio en el nivel de articulación se toma en cuenta el lugar que ocupan
los actores en el sistema de dominación. En este sentido se puede distinguir tanto el
nivel de integración como el de intermediario cultural con el nivel de articulación y el de
intermediario político, aunque generalmente un intermediario político es también un
mediador cultural ya que la necesidad política de mediación cultural auspicia la propia
intermediación política.
65 Wolf, Eric, “Aspects of group relations in a complex society: México”, en: American Antropologist, núm. 58, 1956. 66 Adams, Richard. Crucifixion by power. Essays on Guatemalan National Social Structure. 1944-1966, University of Texas Press, Austin, 1956.
36
Tanto el cacique como el intermediario operan en el contexto de redes sociales que
unen los diferentes niveles de integración y articulación. Tales redes pueden definirse
como un conjunto de relaciones diferenciadas (compadrazgo, parentesco, amistad,
complicidad, vecindad, etc.) que posibilitan y sancionan la intermediación. Por lo que es
necesario estudiar explícitamente estas redes ya que son ellas y no la organización
gubernamental formal, las que constituyen la clave para entender la jerarquía y la lógica
del sistema político mexicano. El Estado mexicano por un lado ha reducido el poder
independiente de las instituciones políticas, y por el otro ha alentado el que estas
instituciones desarrollen un papel de intermediación, lo que permite a los funcionarios y
autoridades tener un espacio importante de actuación en cuanto a dispensadores de
beneficios, su acción se localiza a través de redes que deben incluir funcionarios
situados en rangos superiores. Por lo que el sistema político funciona como un sistema
de redes jerárquicas de patronazgo, algunos autores lo llaman “Estado clientelista”.67
Existe un tercer tipo de mediación, la mediación económica que se realiza en el
contexto de las regiones agrarias donde aún no se han universalizado las relaciones de
producción capitalista pero donde la penetración del mercado nacional es un hecho, en
estos lugares renace o brota una clase dominante “neolatifundista”68 que no necesita
controlar directamente el recurso tierra pues suele ejercer su poder mediante el control
del dinero, la semilla, las obras de riego, los fertilizantes, el transporte, el mercado, y
hasta los canales de innovación agrícola. A veces llega a convertirse en arrendataria de
la tierra de los ejidatarios y propietarios parceleros; pero puede prescindir de
involucrarse en la producción.69
67 Carlos, Manuel y Bo Anderson, “Political brokerage and network politics in México: the case of a dominance system”, en: David Wiler y Bo Anderson (comp.), Network, Exchange and coerción, Elseviet, Nueva York y Oxford, 1981; Foster, George, Tzintzuntzan. Mexican peasants in a changing world, Little, Bracon and company, Boston, 1967; Powell, John, “Peasant society and clientelist politics”, en: American Political Science Review, LXIX, 2. 1970. 68 Díaz-Polanco, Héctor. Formación regional y burguesía agraria en México, ERA, México, 1982; Warman, Arturo, “El neolatifundio: expresión y crisis de una nueva forma de dominio”, en: Revista de Comercio Exterior, 25(12), México, 1975. 69 Cerrutti, Mario, “Burguesía regional, mercados y capitalismo, apuntes metodológicos y referencias sobre un caso latinoamericano: Monterrey”, en: Revista Mexicana de Sociología, XLV, 1, México, 1963.
37
En otras regiones aparecen agentes de la capitalización de la producción que
establecen organismos formales de acción colectiva como asociaciones de pequeños
propietarios y uniones agropecuarias que han llegado a conformar confederaciones
nacionales70 o alianza con compañías transnacionales,71 también pueden ser familias
poderosas o cámaras de comercio o industriales, o grupos económicos con poder
propio cuentan con intereses económicos fuertes dentro de la región y no obstante su
aversión a la intervención estatal en la economía, mantiene relaciones con altos
políticos e incluso sitúa a algunos de sus miembros jóvenes en puestos tecnocráticos,
operan a través de una red de influencia que puede contribuir al ordenamiento de un
espacio. 72 Todos estos factores remiten a la comprensión de una realidad regional, y
ésta se forja mediante las imposiciones de una clase local dominante, que busca
expandir su propia base material e influir en la administración local para promover sus
fines.
Otro de los temas de interés en el estudio del poder local se centra en los tipos de
relaciones que se desarrollan entre las instituciones públicas que existen en el país y
los poderes locales de acuerdo con los espacios de acción de las primeras: federal,
regional o local. El primer tipo de análisis se centra en las instituciones cuyo poder
deriva de instituciones superiores que a su vez forman parte del Poder Ejecutivo
Federal o bien operan desde el Distrito Federal. Un segundo grupo son las instituciones
de intermediación política: ya que reciben el poder desde la cúspide para negociar con
la base, y viceversa: como las centrales obreras y campesinas oficiales. El tercer tipo
esta formado por instituciones como los ayuntamientos y los gobiernos estatales, cuyo
poder es otorgado por la base en cuanto sus dirigentes dependen de una elección
70 Arriola, Carlos, “Las organizaciones empresariales contemporáneas”, en: Lecturas de política mexicana, El Colegio de México, México, 1977. 71 Burbach, Roger y Patricia Flynn, “Agribusiness in the Americas”, en: Monthly Review Press/NACLA, Nueva York, 1980. 72 Cordero, Salvador, Concentración industrial y poder económico en México, Colegio de México, México, 1979; Lomnitz, Larissa y Marisol Pérez, “The history of mexican urban family”, en: Journal of family history, 3, 1978; Alonso, Jorge. Lucha urbana y aumulación de capital, Ediciones de la Casa Chata, México, 1980.
38
popular, pero que en cuanto a instituciones tienen también poder independiente puesto
que controlan sus propios recursos.73
En el contexto de las discusiones sobre el papel de las instituciones, De la Peña ha
señalado que ninguna institución del sector público logra controlar en el ámbito de una
localidad o región más que una fracción de los recursos estratégicos, y en este sentido
el dominio unitario de poder local o regional no puede conseguirse sino desde fuera de
las instituciones formales ya que son estas instituciones las que al actuar de forma
dispersa acentúan la fragmentación del poder regional y esta fragmentación propicia el
surgimiento de alianzas y patronazgos: es por eso que las redes de patronazgo son la
clave del poder local y regional.74
Otra tendencia metodológica caracteriza los estudios realizados acerca del poder local
en tres grandes grupos de estudios, el primero se identifica como estudios
“procesuales” estos centran su investigación en estudiar los procesos electorales y
conflictos de orden político en contextos políticos, evitando explícitamente la
globalización. Estos estudios diferencian las etapas del accionar político de los grupos
en conflicto aplicando un enfoque diacrónico. También logran enfatizar la importancia
que tiene, para el análisis el seguimiento de las alternativas de desarrollo que los
actores involucrados escogen por sí mismos.75
Un segundo grupo de estudios sobre el poder local incluye tanto a los “estructuralistas”
como a los “sistémicos”, que conciben como su principal objetivo, estudiar la
73 Meyer, Lorenzo (comp.). “El Estado mexicano contemporáneo”, en: Lecturas de política mexicana, El Colegio de México, México, 1977; Reyna, José Luis. “Control político, estabilidad y desarrollo en México”, en: Cuadernos del CES, núm. 3, El Colegio de México, México, 1974; Rodríguez Lapuente, Manuel, ”Los procedimientos del centralismo” en Manuel Rodríguez y M. Aldana Rendón, Centralismo y federalismo en México, Universidad de Guadalajara/Instituto de Estudios Sociales, Guadalajara, México, 1984. 74 De la Peña, Guillermo. Poder local...1993. 75 Arias, Patricia y Lucia Bazan. Demandas y conflicto. El poder político en un pueblo de Morelos, CIS-INAH/Nueva Imagen, México, 1979; Warman, Arturo. ...Y venimos a contradecir. Los campesinos de Morelos y el Estado, La Casa Chata, México, 1976; Azaola, Elena. Los campesinos de la tierra de Zapata III: política y conflicto, CIS-INAH; SEP; México, 1976; Henschel, Ariza y Pérez Quijada, “Estructura en el cambio: estudio procesual de la vida política de Ocuitulco, Morelos”, en: Cuadernos Universitarios, núm. 33, UAM-I, México, 1986.
39
reproducción estructural del sistema nacional en el nivel local. Proponen un marco
teórico-estructural muy elaborado al cual tratan de ajustar las diferencias locales que
encuentran en el proceso de investigación. En este sentido hay que mencionar los
esfuerzos de Krotz y Del Castillo por encontrar los márgenes de la autonomía local,76 y
a Varela que se distingue por su búsqueda de la evolución de las estructuras del
poder.77
Finalmente un tercer grupo de estudios a nivel local son aquellos que ponen énfasis en
los movimientos sociales locales, estos estudios aportan monografías de luchas
populares o procesos electorales en que enfatizan la participación de obreros y
campesinos. Lo interesante es que destacan y aclaran la emergencia de grupos
políticos que modifican las pautas de las relaciones Estado-campesinos y Estado-
trabajadores, establecidas previamente.78
En este sentido, la teoría de los movimientos sociales ofrece la posibilidad de tomar en
cuenta la multidimencionalidad de los problemas, temas y circunstancias incluidos en un
mismo campo de acción en donde intervienen diversos grupos sociales. Esta teoría ha
puesto énfasis en los actores sociales, en el ámbito que nos interesa las temáticas que
se han abordado van desde 1) la participación ciudadana y la lucha por el poder
municipal, 2) la lucha electoral por los municipios, 3) la lucha por los ayuntamientos en
las regiones indígenas y 4) la lucha por la autonomía indígena.
2. La participación ciudadana y la lucha por el poder municipal
76 Krotz, Esteban, “El poder político en un pueblo de Morelos”, en: Los campesinos de la tierra de Zapata III, política y conflicto, 1976. Del Castillo, Gustavo, Crisis y transformación de una sociedad tradicional, CIS-INAH; México, 1979. 77 Varela, Roberto, “Expansión de sistemas y relaciones de poder”, en: Antropología política del Estado de Morelos, UAM, México, 1984. 78 Vargas González, Pablo, “Lucha electoral y cambio político en el Municipio de Venustiano Carranza, Michoacán”, en; Tamayo, Jaime (comp.), Perspectivas de los movimientos sociales en el occidente de México, Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM/Universidad de Guadalajara, México, 1986; Durand, Jorge, “Burocracia sindical y control municipal: el caso del Salto, Jalisco”, en: Tamayo, Jaime (comp.), Perspectivas... 1986; Torres, Gabriel, “El movimiento campesino en Jalisco”, en: Tamayo, Jaime (comp.), Perspectivas... 1986.
40
A partir de los años setenta y ochenta se presenta un cambio en la forma en que se
desarrollan los procesos de lucha en donde participa la ciudadanía dado que existe una
creciente movilización social que cuestiona las formas tradicionales de participación,
que demanda respeto y consideración a las formas autenticas y propias de
representación. De igual forma existe la presencia social y política de un creciente
número de agregados sociales, establecidos como unidades locales y regionales.
También se dan un sin número de movimientos sociales cuyas formas de organización,
basadas en una identidad y una fuerte conscientización se reconocen cada vez más en
sus propias experiencias y tradiciones, escapando a las imposiciones organizacionales
y formas tradicionales de control, en gran medida, persiguen el establecimiento de un
orden social y político más atento a sus intereses.
Dichos movimientos sociales crean en el curso mismo de esta práctica sus propias
formas de representación, e incluso, sus propios esquemas de participación
democrática. En este sentido algunos autores han puesto énfasis al estudio de la
participación ciudadana donde señalan que se trata de aquellas actividades legales
emprendidas por ciudadanos, que están directamente encaminadas a influir en la
selección de los gobernantes y/o acciones tomadas por ellos, consideran que la
participación ciudadana bien entendida, supone siempre la combinación entre el
ambiente político que lo rodea y la voluntad individual de participar y que deriva en
múltiples formas de participación.79
Esto nos lleva más que nada a poner por encima de las demandas inmediatas, la lucha
por el poder municipal en la arena electoral. En este sentido el análisis del poder local
tiene una reciente e intensa historia relacionada con las luchas municipales y los
reclamos sociales ocasionados por la crisis, la creciente urbanización y la
antidemocrática aplicación de políticas tendientes a privatizar y/o delegar la gestión de
obras y servicios públicos, el municipio pasa a ser el espacio de disputa de una serie de
demandas de los ciudadanos comunes; manifestaciones de vecinos, de grupos
ecologistas, de los medianos y pequeños empresarios, de los consumidores, la voz
79 Merino, Mauricio, (coord.). En busca de la democracia municipal, El Colegio de México, México, 1994.
41
beligerante de los comuneros indios y una sociedad civil poco definida, todos ellos
apuntan hacia nuevas formas de organización en las que tengan cabida las
particularidades autogestivas de las pequeñas comunidades humanas.80
Así el espacio municipal se ha convertido en tema de estudio debido a los movimientos
ciudadanos y a la lucha por alcanzar el poder. Algunos autores señalan que existe un
acercamiento progresivo al municipio libre real, en tanto que otros encuentran que el
postulado de autonomía jurídica es demagógico y que la voluntad ciudadana queda al
arbitrio del ejecutivo estatal, o del ejecutivo federal dependiendo de la importancia del
municipio. Estos estudios han examinado al municipio desde los ámbitos poblacionales,
por su tradición india, por las relaciones intermunicipales en las regiones y
conurbaciones, por los sesgos que otorga la especialización agropecuaria, comercial o
industrial de los pueblos y sus distintas formas de gobierno: las de las comunidades
indias, los cacicazgos y las oligarquías. Desde la base de la economía municipal - su
autonomía y dependencia - y de los problemas de planificación urbana y de manejo de
los entornos rurales. De los márgenes de autodeterminación, que tienen los ciudadanos
para organizar su vida social y cultural tanto de la vida privada como de la vida
pública.81
Otros ensayos analizan el municipio a partir de los cambios que se manifiestan en 1983
con la reforma del artículo 115 de la constitución, que tuvo la intención de fortalecer el
federalismo pues se establecía que el municipio es la comunidad social que posee un
territorio y capacidad política, jurídica y administrativa para cumplir con la gran tarea
nacional del cambio cualitativo en el desarrollo económico, político y social capaz de
permitir un desarrollo integral de la sociedad mexicana, revirtiendo la tendencia
centralizadora, para el fortalecimiento del sistema federal. En este sentido la demanda
de autonomía municipal que esta siendo planteada en nuestro país no solamente por
80 Boehm de Lameiras, Brigitte.” Teoría y práctica de la gestión ciudadana”, en; Ciudades, núm. 28, octubre –diciembre, Puebla, México, 1995: 3-7 81 Boehm de Lameiras, Brigitte (coord). El municipio en México, Colegio de Michoacán, Zamora, México, 1987. El municipio en México, (Coord.) Archivo General de la Nación, México, 1996; CEDEMUN, Gobierno y administración municipal, Secretaria de Gobernación, México, 1993; CONAPO, Indicadores socioeconómicos e índice de marginación municipal 1990, México, 1993.
42
los indígenas, sino también por otros sectores sociales que incluyen la demanda del
pleno cumplimiento de las estipulaciones que actualmente recoge el artículo 115 de la
constitución.82
La lucha por el poder municipal encontró un mayor impulso con la apertura política que
en 1977 permitió la participación de varios partidos de oposición que en esos momentos
no contaban con registro, y la reforma del artículo 115 de la constitución que en 1983
otorgó al municipio una mayor participación de recursos y de obligaciones. Este nuevo
contexto abrió otra vertiente en el estudio de los poderes locales, como la participación
electoral y procesos electorales en los diversos municipios de México.83
Los conflictos de gobierno en los municipios también forman parte de los estudios
sociales, la gobernabilidad implica dos elementos básicos interrelacionados: legitimidad
política originada en elecciones libres y democráticas, y la eficiencia de la gestión
pública en la satisfacción de las demandas sociales. Se considera que los recurrentes
conflictos municipales son síntomas de una forma de gobernabilidad precaria y
mediocre, que conduce a escenarios de ingobernabilidad, como lo demuestran los
alcaldes destituidos o desaforados, alcaldes y funcionarios encarcelados,
ayuntamientos suspendidos o desaparecidos, consejos municipales negociados, tomas
o incendios de palacios municipales y muertos o heridos en enfrentamientos.84
Otra veta de los estudios sobre la participación electoral, se centra en el análisis de la
participación de los partidos políticos dentro del ámbito local durante y después de las
elecciones. Los partidos opositores al triunfar ofrecen nuevas y variadas formas de
gobierno, por el contrario cuando una fuerza política pierde la contienda electoral
continúan sus estrategias de lucha para alcanzar el poder local. Así, el relativo
82 Torres Parés, Javier. “Municipios y autonomías de México (leyes, proclamas y propuestas)”, en; Quórum, núm. 60, mayo-junio, México, 1998. 83En México, la primer causa de los conflictos municipales se deben a las elecciones, la segunda al mal uso de los recursos y la tercera a las demandas por solicitud de los servicios públicos. Véase el registro de los conflictos municipales en los números del boletín Artículo 115, que publica el Centro de Servicios Municipales (CESEM), Heriberto Jara, A.C., México. 84 Alejandra Massolo. “La triste y cándida historia de la reforma municipal,” en; Ciudades, núm. 28, octubre-diciembre, Puebla, México, 1995: 25-30.
43
crecimiento de la pluralidad política ha introducido matices, rupturas y alternancia a la
hegemonía de los gobiernos locales priístas. Por lo que la heterogeneidad municipal se
ha modernizado y enriquecido con la presencia de opciones políticas, competencia
electoral y distintas experiencias de gobierno. Ahora son más variados los protagonistas
e interlocutores del poder municipal, y son más numerosos los contrapesos
institucionales frente al avasallamiento del gobierno federal y estatal, no obstante la
vulnerabilidad que comparten los ayuntamientos. 85
Para varios autores la alternancia del poder municipal entre los distintos partidos
políticos, es una de las salidas principales que abren paso, con dificultades y
contradicciones, hacia nuevos y promisorios horizontes de la vida municipal, consideran
que la alternancia es “un primer filtro que elimina las decisivas y tradicionales
conexiones informales entre gobiernos, las que con mayor eficacia que las formales,
determinan las relaciones de subordinación de los gobiernos municipales”.86
3. La lucha electoral por los municipios
Sobre las elecciones municipales se han escrito diversos trabajos en las últimas fechas,
pero un escrito que merece ser mencionado por su importancia para el tema es el de
Adriana López Monjardín, es ella la que nos pone al tanto de la importancia que para
los movimientos sociales se estaba gestando en las localidades municipales. En su
estudio hace un recuento de la importancia de las luchas que se estaban realizando en
ese momento (1976) en el ámbito municipal.87
En la actualidad varios autores consideran que las luchas locales adquieren cada vez
mayor importancia para el desarrollo de la democracia en México por lo que cada nueva
elección es un nuevo turno para los ciudadanos en la tarea de integrar los gobiernos a
85 Hasta mayo de 1995 el PAN presidía 156 ayuntamientos, 6.5% del total de municipios y el PRD 119 ayuntamientos, 4.9% del total. Ambos partidos han logrado acceder al 11.4% del total de los ayuntamientos. 86 Guillen López, Tonatiuh.” Gobiernos municipales, actores sociales y cambio político. Una perspectiva desde la frontera norte,” en; Mauricio Merino (coord), En busca de la democracia…1994. 87 Ver López Monjardín, Adriana. La lucha por los…1987.
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las necesidades reales de la sociedad.88 En esta idea, destaca la lucha por el control
del municipio y los ayuntamientos, como forma más directa de gobierno. En muchos
estados surge la movilización de los ciudadanos por sus gobiernos, demandan una
gestión abierta sin condiciones o chantajes.89 La democratización en México, ha
encontrado un desarrollo y una expresión sistemática en el terreno estatal. La
continuidad de las demandas político-electorales se conjuga con la dimensión territorial
y cultural de las regiones, produciendo situaciones políticas conflictivas. Es evidente
que en los últimos veinte años, el conflicto electoral es de dimensiones sociales
sumamente importantes.90
Algunos de estos autores marcan el periodo 1983-1989 como el nacimiento de comicios
estatales y locales competitivos en nuestro país, ya que las consecuencias políticas de
dichas elecciones impactan, por primera vez, en el sistema mayor en forma sistemática
a partir del proceso político conocido como “fenómeno Chihuahua” en 1983, donde el
PAN ganó la alcaldía; amplificándose hasta llegar a los casos de Baja California,
Guerrero, Michoacán, Tabasco, Oaxaca, y Veracruz en 1989, en que la oposición ganó
varios municipios. Este año significó, electoralmente, algo nuevo para el país: el inicio
de una movilización ciudadana continúa e ininterrumpida por el triunfo electoral;
significó también, el final de la etapa del partido hegemónico (en términos estadísticos-
electorales). En este último aspecto, debemos mencionar que la virtual desaparición del
sistema del partido hegemónico, a partir de 1994, no equivale ni significa el final del
sistema político bajo el cual nació y se desarrollo dicho sistema electoral. Es evidente,
que los rasgos del viejo sistema político mexicano están aun vigentes.91
La década de los años ochenta en México, se caracteriza a partir de dos eventos
centrales: una severa crisis económica y el inicio de una tensa, regulada y lenta
88 Alcocer, Jorge.(coord.). Elecciones, diálogo y reforma. México 1994, Nuevo Horizonte, México, 1995; Alonso, Jorge y Silvia Gómez Tagle (coord.). Insurgencia democrática; las elecciones locales, Universidad de Guadalajara (Jornadas Académicas), México,1991; Guillen López, Tonatiuh (coord.). Frontera norte, una década de política electoral, El Colegio de México;1992; Calderón, Enrique y Daniel Cazés. Las elecciones presidenciales 1994, CEIICH/UNAM/La Jornada, México, 1996. 89 Rascón Marco, “La lucha municipal en Jalisco”, en: La Jornada, 4 de febrero, México, 1992: 6. 90 Ver López Monjardín, Adriana. La lucha por los municipios…1987.
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apertura democrática del sistema político.92 En esta década se empieza hablar y discutir
sobre la reforma de Estado, Nuevo Federalismo, reforma política y económica en el
sentido amplio, y no sólo como una reforma electoral. Ejercicio que encuentra su
sentido heurístico en torno a la llamada transición democrática en México; proceso
político iniciado para muchos, en el año de 1988 y para otros, en marcha desde 1977.93
Sobre las elecciones federales de 1988, mucho se ha escrito y debatido, desde cierta
óptica se les considera punto de crisis del antiguo sistema de partido hegemónico.
Desde otra perspectiva se ubica como momento de arranque de un complejo proceso
de transición democrática. Sin embargo, desde ambas perspectivas se admite que ya
para 1988, las elecciones han cobrado una centralidad política que antes no tenían.
Ahora son piezas centrales del régimen político y foco de atención de la opinión
pública.94 La importancia de las elecciones locales de 1989, se manifestó de muchas
formas, entre otras, en la creación de diversas instancias y organismos ad hoc de
ciudadanos que vigilaron, testificaron, exigieron respeto, y aun calificaron los comicios.
Expresiones de la ciudadanía que, indudablemente, fueron elementos sustantivos en el
proceso de reforma electoral de 1990, con su posterior culminación en el proceso de
ciudadanización de los organismos electorales federales de 1994, y estatales de 1995.
De esta forma, el sistema electoral se ha transformado de manera constatable, mientras
que el sistema político nos da constantemente pruebas de que la lucha por el poder no
siempre pasa por los circuitos del sistema electoral, y nos sigue mostrando su poder
autoritario. El sistema de partidos ha adquirido un rostro verdadero, una dimensión real;
los efectos de las modificaciones a la legislación electoral federal, han encontrado suelo
fértil en al menos la mitad de las entidades del país, dando origen a procesos
comiciales mucho más legítimos. Al respecto, destacan los casos de las experiencias
91 Larrosa, Manuel, ”Elecciones 1995: ¿crisis sin transición?”, en: Ciudades, núm. 30, abril-junio, RNIU, Puebla, México, 1996: 3-8. 92 Peschard, Jacqueline, “Las elecciones locales después del 6 de julio: las resistencias al cambio,” en; Estudios políticos, abril-junio, UNAM, México, 1989. 93 Larrosa, Manuel, Elecciones 1995…1996. Alonso, Jorge,” Introducción: una incursión en las elecciones locales recientes”, en; Jorge Alonso y Silvia Gómez Tagle, (coord.). Insurgencia democrática; las elecciones …1991.
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de Chihuahua, Guanajuato, San Luis Potosí y Jalisco; los casos con proceso electoral
irregular, se presentaron en Tabasco, Puebla, Tlaxcala y Yucatán.95
4. La lucha por los ayuntamientos en las regiones indígenas
A lo largo de la presente década se ha gestado un movimiento indígena con
características que lo diferencian del que se desarrolló en las décadas anteriores. De
hecho, el movimiento indio nacional como sujeto político autónomo, con proyecto,
identidad y piso propio es una novedad en la historia de México. La emergencia de los
pueblos indios en la escena nacional ha desecandenado una gama de estudios que dan
diferentes enfoques del movimiento: algunos de estos estudios son monografías que se
centran en la lucha que los pueblos indígenas han desarrollado por lograr el poder y
control de sus municipios96, otros describen lo que acontece en los diversos foros,
congresos, asambleas de las organizaciones indígenas. En ellas dan cuenta de la
participación, acuerdos y demandas de estas organizaciones97. A partir de estas
descripciones existen estudios que analizan las propuestas y las enmarcan en el
desarrollo de la demanda eje del movimiento indígena que es la autodeterminación y la
autonomía.98
Algunas monografías describen los procesos de lucha en comunidades o municipios en
los cuales los pueblos indígenas muestran su inconformidad por decisiones tomadas
por el gobierno estatal o federal y en los cuales no tomaron en cuenta su opinión, estas
decisiones afectan tanto sus territorios como sus recursos y símbolos religiosos.99
94 Valdés Leonardo,” El lugar de las elecciones en el régimen político mexicano”, en: Leonardo Valdés (coord.) . Elecciones y partidos políticos en México 1993. UAM-I, México,1995. 95 Ver Alonso, Jorge y Jaime Tamayo. (coord.). Elecciones con alternativas. Algunas experiencias en la República Mexicana, ed. La Jornada/UNAM, México, 1994. 96 Aguirre Beltrán, Gonzalo. “El municipio y las formas de gobierno indígena en Zongolica, Veracruz”, en: Boehm de Lameiras, Brigitte, El municipio en México…1987. Vázquez León, Luis, “Gobierno indígena y estructura de poder municipal en dos jurisdicciones de Michoacán”, en: Boehm de Lameiras, Brigitte, El municipio en México…1987. 97 Anzaldo Meneses, Juan (comp.). ¡Nunca más un México sin nosotros!, Ce-Acatl, México 1998. 98 La autonomía de los pueblos indios, Grupo Parlamentario del PRD, LVI Legislatura, Cámara de Diputados, México, 1996. 99 Escalante Betancourt, Yuri, et. al. (coord.). Derechos religiosos y pueblos indígenas, INI, México, 1999.
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Como resultado de estas luchas en algunas comunidades se desarrolla una lucha
paralela para lograr el control del ayuntamiento. Esto genera un tipo de estudio que
describe el proceso y la forma de elección de las autoridades locales en ellas se resalta
la presencia o ausencia de los partidos políticos, cuando no existen los partidos
políticos, se describe la elección basada en los usos y costumbres. Describen como en
muchas comunidades las autoridades son elegidas en asambleas públicas, muestran la
existencia de muchos mecanismos de control sobre su gobierno y de democracia
directa en manos de los propios pueblos. La autoridad es concebida como un servicio y
como un mandato para dar lo mejor de sí en servicio de la colectividad, no como una
oportunidad de promoción de alguna persona y mucho menos como un negocio
particular. Se demuestra que el sistema de cargos es una realidad en gran cantidad de
pueblos indígenas pero, debido a la persecución de que han sido objeto ha
permanecido oculto, sobrepuesto o en el mejor de los casos, simulado en las elecciones
locales ante la necesidad de otorgarle cierta oficialidad ante la autoridades externas.100
Según algunos autores la presencia de partidos políticos, en las comunidades son
motivo de conflictos al interior de los pueblos porque provocan división. Hay
comunidades en donde las organizaciones locales forman alianzas con los partidos
dando fuerza a los movimientos y consiguen ganar las elecciones. Los procesos
electorales también han sido objeto de estudios con diferentes enfoques que relatan
desde el origen de los movimientos hasta sus consecuencias, desde la aparición de los
partidos en la región, la forma de participación de la comunidad, divisiones que provoca,
100 Aguirre Beltrán, Gonzalo. Formas de gobierno indígena, obra antropológica IV, Universidad Veracruzana, INI, Gobierno del Estado de Veracruz, FCE, México 1991. Stavenhagen, Rodolfo, “Los derechos de los indígenas: algunos problemas conceptuales”, en: Nueva. Antropología, vol. XIII, núm. 13, México 1992. Iturralde, Diego,” Los pueblos indios como nuevos sujetos sociales en los estados latinoamericanos”, en: Nueva. Antropología, vol. XI, núm. 39, México 1991. Tejera Gaona, Héctor, “Democracia y cultura en regiones étnicas”, en: Nueva. Antropología, vol. .XI, núm. 39, México 1991. Figueroa, Alejandro,” Derechos políticos y organización social. El caso de los yaquis y de los mayos”, en: Nueva. Antropología, núm. 40, México. Iturralde, Diego, Derecho, pueblos indígenas y reforma de Estado, Abya-Yala, Quito, Ecuador, 1993. Santibañez, Juan José. “Municipios y tradiciones. Los derechos jurídicos del pueblo mazateco”, en: Tradiciones y costumbres jurídicas en comunidades indígenas de México, CNDH, México, 1995. Barrera Hernández, Abel. “Ritualidad y poder entre los nahuas de la montaña de Guerrero”, en: Tradiciones y costumbres…1995. Medina, Andrés, “Autonomía y derecho de los pueblos indios”, en: Memoria, núm. 65, México 1994.
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tipos de alianzas, conformación de las fuerzas, hasta resultados y conflictos durante el
proceso electoral tanto con el gobierno estatal como federal. 101
En este contexto algunos autores han dado seguimiento y analizado las propuestas y
cambios en la constitución federal que buscan los mecanismos adecuados para que los
pueblos indígenas encuentren una auténtica representación en el Congreso de la Unión
y en las legislaturas locales, se piensa que se podría partir del fortalecimiento de las
asambleas comunales, municipales y regionales, que son hasta el momento la formula
que mejor ha respondido a las realidades y exigencias de todos.102 Esto iría emparejado
con una necesaria redistribución electoral en las zonas indígenas, de tal forma que los
distritos uninominales correspondan a uno o más pueblos indígenas compactados
geográficamente, sólo esto y la redistribución geográfica de las circunscripciones
plurinominales aseguraría la participación de los pueblos indígenas en la representación
política del ámbito nacional.103
Las propuestas legislativas que hacen referencia a los pueblos indios han provocado
otra vertiente de estudios que analizan el contenido jurídico de las propuestas y
demandas, en este sentido se ha puesto en debate el reconocimiento de los derechos
colectivos. Así, lo relevante del movimiento indígena de los años noventa es la
demanda de autodeterminación basada en el cumplimiento constitucional del acuerdo
169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que el gobierno mexicano
suscribió en 1989 y que por tanto es una ley vigente en la República Mexicana. Esta
interpretación de la ley a despertado el debate, la elaboración de varios estudios que
confluyen con algunas organizaciones indígenas en la necesidad de reformar algunos
101 Existen escasos escritos sobre participación electoral indígena algunos de estos son: Ruiz Mondragón, Laura, “Pueblos Indios y participación política”, en: Ce-Acatl, núm. 87, junio-julio, México, 1997. Ruiz Mondragón, Laura, “Los Pueblos Indios en los comicios federales de 1997”, en: Ce-Acatl, núm. 88, octubre, México, 1997. 102 Regino Montes, Adelfo, “El asunto indígena ante las elecciones,” en: Ce-Acatl, núm. 87, junio-julio, México, 1997. 103 López Barcenas, Francisco, “La diversidad negada. Los derechos indígenas en la propuesta gubernamental de reforma constitucional”, en: Autonomía y derecho de los pueblos indios, Instituto de Investigaciones Legislativas, de la H. Cámara de Diputados, México 1998. Aquino Joel, “La prueba de la comunidad” (entrevista), en: Ojarasca, núm. 35-36, agosto-septiembre, México 1994. Díaz, Filiberto, “Un camino propio” (entrevista), en: Ojarasca, núm. 35-36, agosto-septiembre, México 1994.
49
artículos constitucionales que permitan una nueva distribución territorial; que fortalezca
al municipio indígena, que permita declarar regiones autónomas como un cuarto piso
constitucional, y que garantice la efectiva participación en los procesos electorales y la
representación política en los congresos federal y locales, así como la
remunicipalización de las regiones indias.104
Es importante destacar que gracias a la movilización y presión que han ejercido las
organizaciones indígenas la cuestión de la autonomía se ha colocado en el centro de
los debates de la política nacional y es el núcleo duro de la demanda indígena
alrededor de la cual se construyen otras demandas, en estos momentos hay una gran
cantidad de propuestas en lo referente a la autonomía indígena que provienen de una
variedad de organizaciones,105 dependencias de gobierno, funcionarios e
intelectuales.106
En cuanto a los estudios que se han realizado con respecto a la relación que guardan
las comunidades indígenas frente al Estado-nación, hay autores que en los años
setenta hablaban de un colonialismo interno, y trataban de caracterizarlo,107 otros dan
cuenta del desarrollo del movimiento y del crecimiento de las organizaciones locales
hasta conformar organizaciones nacionales e internacionales indígenas que a partir de
104 López Barcenas, Francisco, “Los derechos indígenas en México y el Convenio 169 de la OIT”, en: Ojarasca, núm. 33-34, junio-julio, México 1994. “La diversidad mutilada. Los derechos indígenas en la Constitución de Oaxaca”, en: Ce- Acatl, núm. 88, octubre, México, 1997. 105 Una de las organizaciones indígenas más activas en el planteamiento de la autonomía es la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA), se propone reformar y adicionar los artículos 3º, 4º, 14, 18, 41, 53, 73, 115, y 116 de la Constitución e integrarlos a los Acuerdos de San Andrés. Dentro de los Acuerdos de San Andrés se marca la idea de que el ejercicio de la libre determinación no debe restringirse a comunidades aisladas sino establecerse en el marco de uno o más pueblos indígenas, de acuerdo a las circunstancias particulares y específicas de cada entidad federativa. En esta perspectiva, las comunidades como entidades de derecho público, estarían en condiciones de concertar acciones y de asociarse libremente por objetivos o intereses culturales, políticos o de desarrollo. 106 Hernández Cruz, Antonio, “La autonomía indígena y el nuevo federalismo”, en: La autonomía de los pueblos indios...1996. Burguete Araceli y Ruiz Xib Margarito, “Los pueblos indios y la refundación del Estado”, en: La autonomía de los pueblos indios...1996. Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA), “Proyecto de iniciativa para la creación de las regiones autónomas”, en: La autonomía de los pueblos indios...1996. 107 González Casanova, Pablo, “Sociedad plural, colonialismo interno y desarrollo” en: América Latina, año VI, núm. 3, julio-septiembre, Río de Janeiro, 1963. Stavenhagen, Rodolfo, ”Classes, colonialism and acculturación”, en: I. L. Horowitz (ed), Masses in Latin America, Oxford University Press, Nueva York, 1970.
50
los años ochenta fueron forjando alianzas con diversos sectores de la sociedad.108 En
los años noventa los estudios se han centrado en la demanda de autodeterminación y
de autonomía.
Los estudios sobre el movimiento indígena en los años noventa afirman que las
comunidades indígenas reclaman una rearticulación de la unidad nacional desde lo
diverso, muy diferente a la que distingue el actual proceso de desconcentración o
descentralización promovida desde los actuales poderes gobernantes. La idea
autonómica derivada de los acuerdos de San Andrés no presupone en realidad
esquema alguno de descentralización sino una propuesta de recomposición del cuerpo
nacional desde sus comunidades, municipios y regiones.109 Por ello es que el esquema
de cambios se enmarca en el establecimiento de un nuevo pacto federal y en ideas o
propuestas de reconstrucción de lo regional.110 Por ello también cobra importancia la
idea de la articulación intercomunitaria, o la que define las posibilidades de
remunicipalización, como una forma más de fortalecer la unidad de nuestra Nación.111
Desde otras perspectivas hay autores que han tratado el problema étnico nacional
como una relación históricamente conflictiva entre el Estado-nación y las agrupaciones
étnicas que mantienen y reivindican su derecho a la diferencia y a su participación en
las decisiones que les atañen. Señalan como el Estado desde una posición de dominio
ha venido negando sistemáticamente las identidades particulares basado en un modelo
monoétnico que en estos momentos se cuestiona.112 Mencionan que dicha relación ha
sido determinada por el sistema político mexicano que les ha negado a los indígenas
una participación real como pueblo en las estructuras de gobierno, el reconocimiento de
108 Sarmiento Sergio y Consuelo Mejía. La lucha indígena: un reto a la ortodoxia, Siglo XXI/IIS-UNAM, 2ª ed, México, 1991. También se puede consultar, Bonfil Batalla, Guillermo. Utopía y revolución, Nueva Imagen, México, 1981. 109 “Propuestas del Gobierno Federal y El EZLN. Pronunciamientos del Gobierno Federal y El EZLN. El diálogo de San Andrés y los derechos y la cultura indígena”, en: Convergencia Socialista, Año 1, núm. 1, julio-agosto, México, 1997. 110 “Declaración sobre el proceso federal electoral de 1997”, en: Ce-Acatl, núm. 87, junio-julio, México, 1997. 111 Consultar, Anzaldo Meneses Juan (comp.), Nunca más un México sin nosotros: el camino del Congreso Nacional Indígena, Ce-Acatl, vol. 1, México 1998. 112 Díaz-Polanco, Héctor. Etnia, nación y política, Juan Pablos, México, 1987.
51
sus formas de gobierno internas y la toma de decisiones sobre cuestiones políticas y
económicas que les afectan.113
Así, estos estudios sobre el movimiento indígena convergen al señalar que la
autonomía y la lucha por el poder político es el elemento eje del movimiento.114 Que la
demanda fundamental en esta década es la libre determinación y como su expresión y
vía de cumplimiento: la autonomía. La libre autodeterminación es, según apuntan los
múltiples acuerdos internacionales, un derecho inmanente de los pueblos por medio del
cual acceden al ejercicio de una autoridad propia y la aplicación de normas internas
dentro de un territorio determinado. La autonomía es una demanda en construcción,
que está siendo discutida en su forma de aplicación: regional, municipal o comunal.115
Aunque sobre autonomía se han escrito una gran diversidad de obras considero que se
requiere realizar un estudio de las relaciones y las dinámicas entre los procesos
globales y los procesos locales nos parece que es muy importante relacionar estos
procesos estableciendo cruces entre los niveles de observación que nos permitan dar
cuenta de la complejidad que existe en la explicación del proceso de disputa a nivel
local y su relación o composición en el plano nacional. Estos cruces se enmarcan en las
relaciones que permiten la permanencia de caciques en la región ligados al partido del
gobierno (PRI). Los caciques locales se mantienen en el poder político por las
relaciones que mantienen tanto con las autoridades del partido como con los
funcionarios de los gobiernos estatal y federal, así como por las relaciones clientelares y
paternalistas con los indígenas, por su parte las autoridades del partido y de los
gobiernos estatal y federal controlan la región por medio de los caciques locales,
también pueden intervenir cuando consideren que los caciques o grupos locales que
113 Díaz-Polanco, Hectór. La autonomía regional. La autodeterminación de los pueblos indios, Siglo XXI, 2° ed., México, 1996. 114 Bermejillo, Eugenio, ”Los Pueblos Indígenas y sus demandas”, en: Alegatos, núm. 36, mayo-agosto, México, 1997. 115 Usando su derecho a la autodeterminación, los pueblos pueden decidirse libremente por una gran variedad de caminos, que van desde la construcción de un Estado nacional propio, hasta entes autónomos en el marco de un Estado determinado. Ver Díaz-Polanco, Héctor, La autodeterminación de los pueblos indios, Siglo XXI, México 1996.
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tienen el poder ya no son útiles o sus intereses son contrarios al sistema, en este caso
ellos asumen el papel del cacique a través de sus delegaciones y oficinas locales.
5. La lucha por la autonomía indígena
La rebelión de los indígenas zapatistas fue el impulso más enérgico a la demanda
autónoma, además de abrió el debate político y permitió que la discusión se llevara a la
mesa de negociaciones con el gobierno, primero en la catedral de San Cristóbal116 y
después en San Andrés Larraizar.117 Los acuerdos alcanzados en San Andrés118 y la
posterior negativa del gobierno federal de cumplirlos, produjó que varios autores
analizaran y dieran su opinión sobre el contenido y los alcances de los acuerdos y
sobre la actitud del ejecutivo federal.119
También se han realizado estudios que se centran en la importancia que representa el
reconocimiento de la autonomía para el Estado-nación y la democracia en México.
Estos estudios tratan de demostrar la relevancia que para los pueblos indios tiene el
ejercicio del poder local y regional, así como el mantener ciertos controles sobre sus
mecanismos de decisión. Han señalado que esto garantizaría la convivencia
116Díaz-Polanco, Héctor. “El salinato y los pueblos indios”, en: Memoria, núm. 74, enero-febrero, México 1995. Del mismo autor se puede consultar, “Perfiles de la autonomía en México”, en: Convergencia Socialista, año 1, núm. 1…1997. También, Burguete, Araceli, “Autonomía indígena: un camino hacia la paz.”, en: Memoria, núm. 75, marzo, México 1995. 117 Díaz-Polanco, Héctor, “Autonomía y democracia, sustancia de los Acuerdos de San Andrés”, en: Convergencia Socialista, año 1, núm. 1…1997. 118 De igual forma en el marco de los Acuerdos de San Andrés se exigía el reconocimiento de su derecho a la autodeterminación basados en el reconocimiento constitucional de un nuevo piso de gobierno que diera cabida a la autonomía. Más tarde el Estado mexicano se negó a ratificar lo firmado, por lo que la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA), para la salvar la negociación decidió presentar una propuesta final a ambos bandos. Aun y cuando la propuesta de la COCOPA omitía mucho de los acuerdos firmados en San Andrés, el EZLN en una muestra de voluntad aceptó firmar el documento, el gobierno por su parte se negó a firmar y en cambio decidió unilateralmente enviar por medio del ejecutivo una iniciativa de ley indígena para ser votada por el Congreso, naturalmente el EZLN se retiro de las negociaciones. 119 Alonso, Jorge, “Las contradicciones en torno a los Acuerdos de San Andrés”, en: Autonomía y derecho de los pueblos indios...1998. Gómez, Magdalena, “Iniciativa presidencial en materia indígena, los desacuerdos con los Acuerdos de San Andrés”, en: Autonomía y derechos de los pueblos indios…1998.
53
democrática y ampliaría la participación política de las comunidades en la toma de
decisiones nacionales.120
Como resultado de las luchas indias por el poder a nivel local y regional, se han logrado
establecer distintas formas de participación política que han impulsado y establecido
figuras inéditas en la vida republicana, que de igual forma son tema de estudio. Los
diversos procesos autonómicos son protagonizados por múltiples actores que con
diferentes enfoques muestran que uno de los principales problemas que se deben de
resolver es el reordenamiento territorial y político en las regiones donde se asienta la
población indígena. En Chiapas por ejemplo han hecho su aparición gobiernos
paralelos, concejos ciudadanos elegidos democráticamente en las colonias, los ejidos,
los barrios y las comunidades, la integración de consejos municipales, los consejos
parlamentarios, los parlamentos comunitarios y los parlamentos regionales. Tipos de
autonomías de facto121 que se fueron multiplicando tanto dentro como fuera de la
llamada zona de conflicto.122
Esta diversidad de experiencias de autonomía han empezado a tomar cuerpo y poco a
poco los pueblos indios construyen sus gobiernos.123 En este sentido más allá de su
conceptualización, el análisis de estas expresiones de inconformidad indican que la
principal reivindicación de las luchas de los pueblos indios en nuestro país es la
120 Díaz-Polanco, Héctor, “Autonomía y democracia. Sustancia de los Acuerdos de San Andrés”, en: Quórum, Instituto de Investigaciones Legislativas, año VIII, núm. 64, enero-febrero, México 1999. 121Por autonomía de facto nos referimos principalmente a aquellos pueblos que como resultado de sus propias luchas, logran apoderarse de ciertas estructuras de poder, ya sea a nivel comunitario, regional, municipal, distrital, e incluso toda una región indígena, en ellas las organizaciones o los pueblos logran ejercer un cierto control sobre los mecanismos de decisión, actuando por lo general al margen y en conflicto con el orden jurídico establecido. 122 Burguete, Araceli, “Chiapas: autonomías. La construcción de los sujetos sociales autonómicos”, en: Quórum, Instituto de Investigaciones Legislativas de la Cámara de Diputados, año VII, núm. 60, mayo-junio, México 1998. también se puede consultar de la misma autora, “Autonomía indígena un camino hacia la paz”, en: Memoria, núm. 75…1995. 123 “Decir autonomía es decir aquí estamos”, en: El Navegante, Órgano de la Convención Nacional Democrática, año 1, núm. 3, noviembre, México, 1994. Burguete, Araceli, “Entre la tradición y la costumbre. Los retos de la conciliación y la tolerancia indígena en los altos de Chiapas”, en: El Cotidiano, UAM-A, núm. 93, México, 1999. También, Hernández, Ricardo, “La remunicipalización en Chiapas: reflexiones desde Ocosingo”, en: El Cotidiano, núm. 93…1994. Burguete, Araceli, “Remunicipalización en Chiapas; los retos”, en: Memoria, núm.114, agosto, México 1998. Díaz-Polanco, Héctor, “La matanza de Acteal y la lucha por la autonomía”, en: Quórum, núm. 60…1998. Díaz-Polanco, Héctor,” perfiles de la autonomía en México”, en: Convergencia Socialista, año 1, núm. 1…1997.
54
democracia. En efecto, el seguimiento de noticias de diferentes diarios nacionales dan
cuenta que en los últimos años en varios estados los pueblos indios han exigido al
gobierno se les reconozca su derecho a la libre determinación, expresado en la práctica
de la autonomía,124 hoy en día existe una gran cantidad de pueblos y comunidades
indígenas que reclaman su autonomía. 125
Los estudios municipales se han realizado desde diversas perspectivas atendiendo a
las particularidades de las regiones estudiadas y con enfoque hacia los grupos de poder
locales, los grupos y organizaciones opositores a estos grupos de poder, los conflictos,
las demandas, los estudios de participación política, el clientelismo, la cultura política,
los estudios electorales, entre otros, es decir diferentes autores han encontrado en los
estudios municipales una veta importante para entender los movimientos en estos
espacios. Sin embargo, creó que es necesario realizar estudios de caso en las regiones
indígenas que nos muestren sus particularidades en la lucha por el acceso al poder,
también estudios que nos permitan ver el comportamiento de estas comunidades en los
procesos electorales y su particulares formas de participación política.
124 Querétaro, Hidalgo, Veracruz, Guerrero, Morelos, entre los más reiterativos. Información tomada del archivo del Centro de Servicios Municipales, CESEM, “Heriberto Jara” confróntese cuadro núm. 1. 125 En los foros de discusión indígena sobre el tema se habla de la Nación Purepecha, Nación Otomí, Nación Totonaca y Nación mixteca, entre otras. Información tomada del archivo del CESEM. “Heriberto Jara”.
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Capítulo II
El Municipio como un espacio de disputa por el poder local 1. El municipio como parte de la estructura central de poder
El municipio como institución politica-administrativa requiere una autonomía política y
económica que acompañada de una fuerte participación ciudadana lo dote no sólo
como un ente que integra la Nación desde el ámbito territorial y administrativo, sino con
mayores contenidos económicos y sociales.126 El municipio ha ocupado un papel
secundario y marginal en el quehacer y cumplimiento de las tareas y fines del Estado.
Considero que el municipio se puede fortalecer mayormente mediante una distribución
más justa de la riqueza, la homogeneización de las condiciones de vida de los
ciudadanos y propiciar espacios más amplios en el activismo ciudadano. Sin embargo,
el municipio tiene poca autonomía política, no es autosuficiente y la participación
ciudadana tiene pocos cauces legales para ser parte activa en la administración pública,
es sólo un ente administrativo que se encuentra supeditado a administraciones
superiores y no se les concibe como un ente económico.
El término municipio implica desde su origen, autonomía. La autonomía parte del marco
constitucional y se configura por medio de un núcleo básico que se compone por
elementos subjetivos, objetivos, financieros y de controles garantizados por la
constitución. La autonomía presenta dos caras, la política y la económica; dentro de la
cual el elemento de la participación ciudadana es factor imprescindible. Con estas
premisas el municipio se establece dentro del marco del Estado de Derecho por tanto
deben ser útiles para el logro de la justicia social y para disminuir la desigualdades
126 La constitución federal también reconoce territorio a los municipios, principalmente en su artículo 115, fracciones III y V. En el primer caso se establece que estos órganos de gobierno tendrán a su cargo los servicios que determinen las legislaturas locales, según sus condiciones territoriales, socioeconómicas y su capacidad administrativa y financiera; en el segundo caso se faculta para participar en la creación y administración de sus reservas territoriales.
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humanas. Es por esto que la lucha por la autonomía es una lucha que forma parte de
otra más amplia que es la democracia.127
La lucha por la autonomía es, ante todo, una lucha por la democratización de la administración local y no debe separarse de la lucha por la participación del pueblo en la formación de la voluntad estatal.128 La idea de la democracia, es la idea de la libertad en el sentido de autonomía y autodeterminación política, su expresión relativamente más pura se encuentra allí donde el orden jurídico estatal es creado directamente por los mismos que a él están sometidos, allí donde las normas de conducta de un pueblo son acordadas por el pueblo mismo reunido en asamblea.129
El Municipio como ente territorial básico del Estado, juega o puede jugar un papel
preponderante, siempre y cuando cuente con los recursos económico-financieros
suficientes, lo cual contribuiría a proporcionar a la ciudadanía satisfactores y servicios
que mejoren su nivel de vida. La autonomía de esta manera es política y
administración, conceptos inseparables del aspecto financiero porque conforman las
bases para desarrollar las actividades de la participación política, de la distribución del
poder y la riqueza para lograr mejores condiciones de vida, que en conjunto forman los
instrumentos básicos e indispensables de la democracia.130
El municipio desde el punto de vista administrativo es la forma básica de organizar la
convivencia de una sociedad amplia y compleja; en lo político es el cimiento o punto de
arranque de su estructura de poder. Desde esta doble perspectiva, se puede
considerar, o incluso definir, como un sistema político-administrativo subnacional con
127 Uno de los conceptos más acabados de la autonomía local lo constituye, indudablemente el que contiene la Carta Europea de la Autonomía Local (fechada el 15 de octubre de 1985, cobrando vigencia en España el 1 de marzo de 1989), la cual conceptualiza a la Autonomía como el derecho y la capacidad efectiva de las corporaciones locales para ordenar y gestionar una parte importante de los asuntos públicos dentro del marco de la ley, bajo su propia responsabilidad y en beneficio de sus habitantes (apartado primero). Este derecho se ejerce por medio de asambleas o consejos debiendo ser electos en cualquier forma de participación directa de los ciudadanos (preferentemente por sufragio libre, secreto, igual, directo y universal; referéndum o cualquier otra vía legal: es disposición abierta). Estas asambleas o consejos podrán disponer de órganos ejecutivos responsables ante ellos mismos (apartado segundo). Covarrubias Dueñas, José de Jesús. Autonomía municipal en México, Porrúa, México, 1998: 40. 128 Hans, Kelsen. Teoría General del Estado, F.C.E., México, 1983:.204. 129Hans, Kelsen. Esencia y Valor de la Democracia, Guadarrama, Madrid, 1977: 128-137. 130 La soberanía que le corresponde a la Nación, “reside esencial y originalmente en el pueblo, todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene, en todo el tiempo, el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno (artículo 39); el pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, o por los poderes de los entes federados (estados) respecto de sus regímenes interiores, conforme a la constitución y la de los mismos estados, que en ningún caso, podrán contravenir las estipulaciones del pacto federal. (artículo 41).
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base geográfica, cuyo entorno está formado por otros sistemas más amplios y que
obedecen a imperativos distintos y a veces antagónicos. Estos sistemas mayores son:
a) el regional o estatal, b) el nacional y, en ciertos casos, c) el internacional.131
La nación mexicana tras la proclamación de la independencia en 1821 reconoció a la
institución municipal en los mismos términos en que lo había hecho la constitución de
1812, mantuvo el principio que abolía las viejas diferencias institucionales entre
repúblicas de indios y de españoles, pues su meta era homogeneizar políticamente al
gran conjunto social, y hacer de todos los mexicanos ciudadanos de una sola y única
república, con iguales derechos y obligaciones. Los resultados reales de esta ficción
jurídica que de golpe hizo iguales a todos los que habían sido desiguales por tres
siglos, fueron particularmente desventajosas para la parte más numerosa y débil de la
sociedad: los indios, pues en la práctica quedaron en situación más vulnerable, ya que
la distinción original entre indígenas y no indígenas, conllevaba para los primeros la
protección de la Corona.132 La igualdad jurídica pero no económica y cultural de los
habitantes del México independiente, eliminó de hecho una buena parte de la
autonomía tradicional de las antiguas repúblicas de indios, privatizó muchas de sus
propiedades comunales, alentó aún más la concentración de la propiedad y, finalmente,
aumentó la polarización social.133
La vida pública de México en la primera mitad del siglo XIX quedó rápidamente envuelta
en una atmósfera de anarquía y de impotencia de la autoridad central. Los pueblos y
regiones que pudieron, vivieron fuera del entorno constitucional, en una libertad de facto
y con la debilidad crónica de los gobiernos nacionales. La situación de debilidad del
Estado independiente permitió que, en la práctica, muchos pueblos indios mantuvieran
sus antiguas formas de autoridad y propiedad y además, propició el surgimiento de
numerosos caciques regionales, civiles y militares, que por más de medio siglo fueron
131 Meyer, Lorenzo, “El municipio mexicano al final del siglo XX. Historia, obstáculos y posibilidades”, en: Mauricio Merino. En busca de la democracia municipal, El Colegio de México, México,1998. 132 Véase a Escalante, Fernando, Ciudadanos imaginarios, El Colegio de México, México, 1992. 133 Lira, Andrés, “Comunidades indígenas frente a la ciudad de México”, en: Tenochtitlán y Tlatelolco, sus pueblos y barrios, 1812-1919, El Colegio de México, México 1983: 23-88; Hernández, Alicia, La tradición republicana del buen gobierno, El Colegio de México, México 1993: 62-74.
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los verdaderos amos y señores del México político; fue la ley de los caciques la que
constituyó el verdadero entorno en el que se desarrolló la vida política de los municipios
y de México en su conjunto.134
Los municipios fueron sometidos a un proceso de subordinación. Las jefaturas políticas
y el juez de distrito fueron los instrumentos principales para lograr el control de la vida
municipal. Esto provocó que en el porfiriato, el municipio perdiera su independencia
política y también sus principales fuentes de ingreso.135 El jefe político alcanzó entonces
la cúspide de su poder y de su integración en la estructura oligárquica de dominación.
Los municipios, fueron efectivamente controlados por esas jefaturas políticas que
podían disponer de las fuerzas rurales y militares de su región.136 Los jefes políticos
resultaron ser un excelente instrumento del poder central para destruir las libertades de
facto que habían logrado preservar o incrementar los pueblos y para subordinar toda la
organización municipal a los intereses de los respectivos gobernadores.
Durante la Revolución Mexicana, Venustiano Carranza promulgó la ley del municipio
libre como base de la división territorial y de la organización política de la República. La
ley establecía que la elección de las autoridades municipales sería popular y directa, y
desaparecerían todas las instancias intermedias entre el ayuntamiento y el gobierno
estatal, es decir las jefaturas políticas. Más tarde, esta ley sirvió de base al artículo 115
de la Constitución que se elaboró y se promulgó en Querétaro en 1917. El artículo 115
constitucional reconocía la libertad municipal, pero no establecía las bases materiales:
los recursos económicos que deberían ponerse en manos de los ayuntamientos,
dejando a las legislaturas estatales la resolución del problema. Esto fue un fuerte
candado para la libertad municipal.
134 Pastor F., Rodolfo, “Desamortización, regionalización del poder y guerra de castas, 1822 a 1862: Un ensayo de interpretación”, en: Jorge Padua y Alain Vanneph (comps.), Poder local, poder regional, El Colegio de México/CEMCA, México, 1986: 89-105 y Rodríguez Lapuente, Manuel, “Comentario a las ponencias de Sergio Elías Gutiérrez y Thierry Linck”, en: Boehm Lameiras, El municipio en México, Colegio de Michoacán, México, 1987. 135 Lira, Andrés, “Idea y realidad en la formación constitucional del municipio”, en: Boehm de Lameiras…1987. 136 Rabasa, Emilio, La constitución y la dictadura, Porrúa, México, 1968: 226-229.
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Al terminar la revolución, la vida municipal se regía menos por las leyes y más por el
poder de los nuevos caciques, que en buena medida eran los jefes militares
revolucionarios en las regiones. Más tarde, el régimen fue implementando un proceso
de centralización política. Poco a poco el Partido Nacional Revolucionario (PNR)
implantó una férrea disciplina dentro de la élite en el poder, y su fuerza centralizadora y
autoritaria se impuso a todo lo largo y ancho del sistema político en general y de la
estructura municipal en particular. Desde entonces, y por mucho tiempo, quedó claro
que para obtener un puesto en los ayuntamientos era necesario hacerlo bajo la bandera
del partido de estado. La candidatura del partido oficial fue equivalente a la elección y
esta última se transformó en un mero formalismo. Podemos decir que el lugar de los
jefes políticos lo había tomado el partido de Estado.137 De esta forma, para mediados
del siglo, el municipio era tan poco libre como lo había sido bajo el antiguo régimen y la
transferencia de recursos de los gobiernos estatal y federal al municipio se convirtió en
un instrumento de control político muy efectivo.
2. El control municipal por el partido de Estado
El sistema político mexicano tiene su base en un régimen presidencialista, donde el
poder ejecutivo está por encima de los otros dos poderes (legislativo y judicial), el
ejecutivo federal ejerce poderes constitucionales y metaconstitucionales, estos últimos
los ejerce por medio del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El Presidente de la
República tiene el control de las designaciones de gobernadores, diputados federales,
senadores y presidentes municipales importantes, el centralismo del sistema se refleja
porque también los gobernadores tienen el control para designar a diputados locales y
presidencias municipales dentro de su estado. De esta forma, el Estado ejerce un fuerte
control sobre los espacios municipales en base a disposiciones legales y prácticas
extralegales tanto de los funcionarios del partido y estatales como de las delegaciones
del ejecutivo federal.
137 Meyer, Lorenzo, “El municipio mexicano…1998.
60
Una vez constituido el partido de Estado en 1929, el control sobre el municipio fue
rápido y total. Las elecciones sin competencia fueron la regla, y las pocas ocasiones en
que surgió una oposición, se le impidió el acceso al ayuntamiento. Fue hasta 1946
cuando por fin se dio el primer caso, en el México posrevolucionario, de un
ayuntamiento en manos de la oposición. En mayo de 1937 surgió en la ciudad de León,
la Unión Nacional Sinarquista, organización política de aspiración nacional y de claro
origen cristero, cuya presencia política fue fundamental en la ciudad de León,
Guanajuato. En 1945 la oposición municipal de esa ciudad guanajuatense logró dar
forma a la Unión Cívica Leonesa (UCL), un verdadero partido político municipal con
influencia sinarquista. La UCL hizo que en ese año la disputa por el gobierno local se
transformara en una elección competida.
No obstante que el PRM138 usó su maquinaria al estilo tradicional para sacar adelante a
su candidato, la votación resultó tan abrumadora a favor de Carlos A. Obregón
candidato de la UCL que el fraude fue imposible, sin embargo el gobernador estatal se
negó a recocer el triunfo del candidato de la oposición. La UCL, en respuesta, organizó
un paro cívico el 2 de enero de 1946 que resultó un éxito total en la ciudad, tras el paro
se organizaron manifestaciones pacíficas multitudinarias frente al palacio municipal que
fueron reprimidas por la autoridad militar. El saldo de la represión fue de 27 muertos y
60 heridos.139 Después de la represión el gobierno nombró una junta municipal, pero
nuevamente la ciudadanía, dentro y fuera del estado, tuvo una fuerte reacción que
obligó al presidente Ávila Camacho a tomar directamente en sus manos el conflicto
municipal. El ejecutivo federal aceptó en febrero de 1946, que Carlos A. Obregón
tomara posición de la presidencia municipal de León.140 Sin embargo, cuando el
ayuntamiento terminó su periodo, la acción gubernamental ya había logrado dividir a la
UCL y el partido de Estado recuperó el municipio perdido.
138 El Partido de la Revolución Mexicana (PRM) es descendiente directo del Partido Nacional Revolucionario (PNR) y antecedente del Partido Revolucionario Institucional (PRI). 139 Meyer Lorenzo, “El municipio mexicano…1998. 140 Trueba, Alfonso, La batalla de León por el municipio libre, Campeador, México, 1954.
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Otro caso importante ocurrió en la ciudad de San Luis Potosí en 1959, en reacción
contra el dominio caciquil de Gonzalo N. Santos surgió el Movimiento Cívico Potosino
(MCP) encabezado por el doctor Salvador Nava, este fue el segundo triunfo de la
oposición en el ámbito municipal a nivel nacional, cabe señalar que el doctor Nava
siguió siendo miembro del PRI y sólo se opuso al candidato impuesto por el partido.
Veintidós años después, el navismo volvió a emerger, y en 1983 se lanzó en pos de su
segunda victoria municipal en la capital potosina. De nuevo logró su objetivo, pero esta
vez como opositor declarado. Esta administración fue más difícil que la primera, pues
los gobiernos estatal y federal intentaron abiertamente ahogar económicamente al
ayuntamiento rebelde.
La crisis del modelo económico y político y el descontento generalizado hizo soplar con
más fuerza los vientos de oposición, a nivel estatal y nacional en 1971 el Partido Acción
Nacional (PAN) ya había logrado que se reconocieran tres triunfos municipales en
Chihuahua,141 y para el año de 1983, el mismo partido se había transformado en la
primera fuerza del estado al ganar 10 municipios incluidos la capital y Ciudad Juárez.
Mientras que el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) gobernaba Ensenada y
Baja California. En la actualidad más del 10 por ciento de las municipalidades se
encuentra en manos de la oposición, dentro de este porcentaje se encuentran muchos
de los municipios más importantes como las ciudades capitales de los estados.
Sin embargo, aun con estos triunfos de la oposición en diversos estados del país, la
vida política municipal del México contemporáneo está determinada por la existencia de
un viejo partido de estado, y es justamente por esto que generalmente los procesos
políticos significativos a nivel municipal son protagonizados por las diversas fuerzas
que conviven al interior del PRI. Un principio del partido alrededor del cual se organiza
la vida política del municipio es el clientelismo, debido a esto las movilizaciones son
más corporativas que ciudadanas. El partido, busca cooptar tanto a los líderes como a
los movimientos lo cual impide que la ciudadanía emerja y adquiera la capacidad de
control sobre las acciones de sus autoridades para exigirles cuentas de manera
141 Los municipios de Ojinaga, Julimes y Belisario Domínguez.
62
efectiva. En los últimos años, esta situación ha empezado a modificarse como
consecuencia del surgimiento de una competencia entre partidos y con ella de una
conciencia ciudadana que despierta la participación de la población en los asuntos
municipales.
Aunque, la victoria de los partidos opositores da un nuevo significado a la política local,
muchas veces, para la oposición como gobierno le es difícil generar la organización y
energía suficientes para movilizar a la sociedad civil local y romper con las inercias
generadas a lo largo de 70 años de monopolio de poder. Esto hace que toda oposición
sufra un cierto desgaste al transformarse en gobierno y poner en práctica sus
proyectos. Pero el desgaste es mayor cuando se tiene que enfrentar a un aparato
enorme y lleno de recursos legítimos e ilegítimos, como son los de un partido de Estado
dispuesto a recuperar los espacios municipales perdidos. Para la oposición cada
victoria requiere de un gasto desproporcionado de energía y de recursos para
neutralizar la desigualdad estructural en que se da la competencia.
En los municipios controlados por la oposición, los poderes estatal y federal se han
combinado con relativa efectividad para magnificar los errores administrativos y políticos
de la oposición, y de esta manera, hacer que los intereses ciudadanos y de los grupos
locales retornen al clientelismo tradicional. Esto ha propiciado que el municipio se
convierta en el escenario donde se ha empezado a dar la alternancia en el poder. Esta
competencia y alternancia va del plano municipal al estatal. No obstante, debemos
señalar que el municipio con auténtica competencia partidista es aún la excepción y no
la regla, debido a que la competencia partidista electoral se da en condiciones muy
desiguales. La desigualdad manifiesta en la mayoría de los municipios demuestra que
una vida local democrática pasa necesariamente por la creación de un sistema político
menos centralista y más democrático.
63
3. El municipio despierta a la competencia electoral
En México la reciente preocupación de los científicos sociales por los gobiernos
municipales, o por la participación de la sociedad en este nivel de gobierno,
posiblemente vaya de la mano con el aumento de la competencia electoral y con la
alternacia de partidos en dicho nivel gubernamental. Hasta hace dos décadas, la
complejidad de los ayuntamientos no pasaba por formas plurales de interacción social,
hoy existe un cambio, y el punto de partida para analizarlo es la relación de la
ciudadanía con su ayuntamiento. Es un fenómeno reciente y complejo porque la
diferencia social y económica de los municipios genera respuestas políticas y formas de
participación social particulares, pero al mismo tiempo, tiene características similares,
dado que los municipios están inmersos en un sistema político común, tienen una
legislación uniforme y necesitan cumplir con un conjunto de reglas generales para
todos.
Es a nivel municipal donde se empieza a tejer de forma generalizada una red de nuevas
experiencias de gobierno que están desarticulando las viejas formas caciquiles de
representación de intereses y de partido prácticamente único y se va construyendo
como un proceso irreversible, con ritmos y tiempos desiguales un país con una
exigencia democrática y una ciudadanía con creciente preocupación por la cuestión
pública.142 La dinámica de los acontecimientos locales a partir de la década de los
ochenta ha generado una serie de cambios en el sistema político mexicano que marcan
el ritmo de una posible transición democrática.
Estos movimientos para lograr mayor democracia municipal poco a poco a partir de los
ochenta van dejando de ser excepciones y se empiezan a convertir en una cadena, en
un nuevo modo de gobernar y participar. La dualidad entre las reglas constitucionales
que daban sustento legal y legitimidad al poder y las reglas no escritas con las que se
operaba en la práctica, ahora generan conflictos graves. De igual forma la relación entre
142 Aziz Nassif, Alberto. “Municipio y transición política: una pareja en formación”, en Mauricio Merino (cord.) En busca de la democracia municipal, El Colegio de México, 1994.
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los diferentes niveles de gobierno: municipal, estatal y federal, que respetaban las
particularidades de cada territorio, siempre y cuando siguieran vigentes las estructuras
de control, autoridad y las jerarquías con las que el gobierno y su partido mantenían la
paz parece que están en crisis.
Me parece que los municipios se encuentran en un proceso acelerado de cambio
político donde existen diversas experiencias que indican que el municipio se empieza a
volver un espacio de confrontación de intereses y problemas de una sociedad que se
vuelve más compleja. Aunque todavía la estabilidad del gobierno municipal depende de
factores externos al propio municipio, que contaminan su desempeño cotidiano, como
son el gobierno estatal, el congreso del estado y la federación por medio de sus
diferentes agencias de desarrollo o de los diferentes programas de gobierno, me parece
que es la red de relaciones que cruza los poderes reales, caciquiles o patrimoniales, los
que se oponen con mayor medida a un cambio.
Los cambios políticos en los municipios se deben a diferentes causas tales como
acontecimientos extraordinarios, terremotos, tragedias, excesos de las autoridades, la
existencia de nuevos cuadros políticos, el fortalecimientos de los grupos de oposición y
su vinculación con algún partido político de oposición o con el trabajo social de las
llamadas comunidades eclesiásticas de base o con las organizaciones campesinas
independientes o los gremios de empresarios, entre otros. Sin embargo, es la voluntad
de cambio la que rompe con el sentimiento de inevitabilidad para enfrentar a los
caciques regionales que dan y reparten, que son generosos y paternalistas, y que han
operado con las tradiciones culturales y políticas de la región. Este proceso de cambio
es generalmente pacífico, pero existen muchos casos conflictivos que han llegado a la
violencia. En varias regiones, aun se libran batallas a veces violentas, entre los nuevos
gobiernos y los viejos actores que no se resignan a perder el poder.
En este sentido, el municipio con gobierno opositor vive constantemente bajo la presión
de la federación, el gobierno estatal o los caciques locales. La ayuda que le brindan al
PRI les permite recuperar ayuntamientos que habían perdido, en esta recuperación
65
invierte una fuerte derrama de recursos mediante los cuales se trata de revertir la
opinión de la población hacia el partido y de obstaculizar la labor de los gobiernos
municipales de oposición, moviéndose entre el pragmatismo y la ética. Aunque, parece
ser que estos casos de obstaculación sistemática a los municipios surgidos de la
oposición han dejado de ser la regla, para dar paso a la alternancia que día a día se
fortalece y se generaliza en este nivel de gobierno.
Cada vez más municipios están sujetos a la alternancia. Sin negar que la vida política y
partidaria en el nivel local tiene perfiles singulares, es posible reconocer en el mapa del
país la existencia de varios formatos de sistema de partidos, que en los últimos diez
años muestran cambios sorprendentes que difícilmente se podrán revertir. Además,
debemos reconocer que lo que se está fracturando es el sistema de partido de Estado,
que sin embargo, conserva expresiones caciquiles regionales y locales, que siguen
vivas por estar conectadas a estructuras estatales de poder y al mismo partido oficial.
Estas expresiones pueden ser muy diferentes de una región a otra, o de un nivel estatal
a uno municipal, pero finalmente tienen vínculos que las hacen parte de una estructura
nacional de un mismo partido.
De esta manera, la disputa electoral por los municipios se ha convertido en el más
poderoso y complejo proceso de transición del modelo de partido único a un sistema de
partidos competitivo. Es en los comicios municipales donde el PRI se encuentra en
riesgo de perder la hegemonía del control político del poder. En los últimos años ha
crecido el número de municipios ganados en elecciones por la oposición lo que ha
ocasionado una paulatina caída para el PRI y una nueva geografía electoral. La
competencia electoral en los municipios del país se ha incrementado, en los principales
municipios urbanos del país ha habido un mayor número de partidos que compiten en
los procesos electorales y una mayor cobertura total de los mismos.
Durante el gobierno de Carlos Salinas (1988-1994), a la resistencia cívica se agregó la
violencia postelectoral. El avance del PAN en varias ciudades marcó una tendencia que
dominó durante toda la década pasada. Los actos de resistencia opositora frente a los
66
fraudes electorales en varios municipios del país se convirtieron en casos
emblemáticos. Ejemplos como los de Ciudad Juárez, Mérida, Guanajuato y Chihuahua
fueron el estandarte de la sociedad civil que reclamaba comicios limpios. En contraste
la violencia postelectoral cobró varios muertos especialmente en aquellos municipios en
donde el Partido de la Revolución Democrática (PRD) avanzó. En Michoacán, Chiapas,
Guerrero y el Estado de México. Lo que significa que el gobierno en ese sexenio puso
en marcha un plan de democracia selectiva donde los triunfos del PAN eran negociados
para reconocerse y los del PRD eran negados y muchas veces usurpados, para no
permitirle un avance.
La importancia estratégica que han adquirido los comicios municipales en este sexenio
(1994-2000) hablan de una transición desde la periferia al centro. A diferencia de los
comicios federales y de la mayoría de las elecciones estatales para renovar las
gobernaturas, en los procesos electorales municipales se han dado con mayor vigor la
competencia partidaria. Esto es significativo porque tan sólo hace seis años, el PRI era
el único aparato político con capacidad para registrar candidatos en todos los
municipios del país. Hoy, ese extraño privilegio que le da su carácter de partido oficial o
de gobierno ya no exclusivo del PRI.
Los triunfos del Partido Acción Nacional en muchas de las capitales de los estados del
país y el aumento de los triunfos del PRD en los diversos procesos electorales de los
últimos años, plantea el riesgo real de que el Partido Revolucionario Institucional pierda
las capitales de las entidades estatales e incluso la elección a la presidencia de la
República.
De esta manera, el fenómeno de la alternancia en el poder municipal ha venido
consolidándose en este nivel de gobierno. La alternancia del poder municipal entre los
distintos partidos políticos, puede ser una de las salidas principales hacia nuevos y
promisorios horizontes de la vida municipal, son las elecciones municipales competidas
las que estimulan el ejercicio de los derechos políticos y el interés por los asuntos
públicos de la administración local, le otorgan un sentido diferente al acto de votar y
67
alientan el compromiso cívico con el quehacer y el programa del ayuntamiento,
abandonando los rituales electorales del sistema y el trámite pragmático clientelar del
voto. En síntesis, la alternancia en los municipios es una realidad que se expande y que
tal vez sea la única forma de generar mejores condiciones de gobierno en ese nivel,
aunque tampoco hay que atribuir de forma automática que la alternancia sea
equivalente de buen gobierno en el sentido democrático que lo hemos expresado antes.
4. El municipio base del nuevo federalismo
Podemos señalar que la federación, fue un vector de modernización frente a los
caciques regionales y locales en la construcción de un proyecto nacional, pero en la
actualidad ha dejado de operar y se ha revertido. La federación muchas veces, es un
factor de imposición, de control y de manipulación política para conservar espacios de
poder a costa del desarrollo de las regiones y de los municipios. Es por esto que se
hace necesario establecer un nuevo pacto con los municipios, que no sólo pase por la
necesidad de desconcentrar recursos, sino que fortalezca la autonomía del municipio.
Porque se habla mucho de la autonomía municipal, pero todo el sistema político está
estructurado para impedirla.
En este sentido, es necesario evaluar la autonomía del municipio en el esquema
federal. En términos políticos, porque un municipio democráticamente electo y
responsable ante sus ciudadanos representa una alternativa para desarrollar un
contrapeso a las estructuras caciquiles que prevalecen en las entidades federativas que
quieran seguir controlando sus estados con prácticas antidemocráticas. En términos
económicos, porque la autonomía financiera de los municipios y el federalismo pueden
ser la base de una política más amplia para combatir la pobreza y revertir el proceso de
desigualdad. Finalmente, el federalismo en lo político y lo económico, deberá
sustentarse en la actualización del marco legal existente y, tal vez, en la introducción o
cambio de instituciones vigentes. El reto es encontrar los mecanismos que se pueden
utilizar en México para lograr que los municipios funcionen como una vía de
democratización de abajo hacia arriba y para convertir a los ayuntamientos en
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verdaderos actores autónomos, base de un nuevo pacto federal que cruce la política
social, la política económica, la relación del centro con las regiones y, por supuesto, la
correlación de fuerzas a partir de cambios más amplios en el sistema político.143
Los problemas políticos en el país obligaron que a partir de 1990, se hablará de una
Reforma de Estado y con ella de un Nuevo Federalismo que diera impulso a nuevas
relaciones entre los diferentes niveles de gobierno y mayor espacio de acción a los
municipios. Aunque considero que el nuevo federalismo debe surgir del reconocimiento
de los espacios de autonomía de las comunidades políticas y del respeto a los
universos de competencia de cada uno de los ordenes gubernamentales, a fin de
articular, armónica y eficazmente, la soberanía de los estados y la autonomía y libertad
de los municipios con la facultad constitucional de gobierno.
La distribución de los recursos obtenidos por la recaudación fiscal debe contemplar e
incluir criterios como grado de marginación, extensión territorial, nivel de gasto y rezago
industrial en la fórmula para calcular el monto de las asignaciones para cada estado y
municipio. Además, transferir a los estados y municipios el cobro de impuestos por el
consumo de gasolina y derivados del petróleo; la administración de puentes federales y
casetas de peaje; establecer impuestos por actividades turísticas; crear un fondo
adicional para aquellas entidades que destinan la mayor parte de sus recursos a rubros
como educación, salud y vivienda, con el fin de apoyar su desarrollo industrial y avanzar
en la descentralización del gasto público en rubros como la salud, comunicaciones y
transportes, agua y desarrollo social.144
La verdadera democratización del país atraviesa forzosamente por la consolidación del
nuevo federalismo, basado en la municipalización del sistema nacional de coordinación
fiscal, la descentralización total del gasto público de carácter social y productivo
(educación, salud, etc.), la transferencia de fuentes impositivas a estados y municipios,
y la descentralización fiscal. El Nuevo Federalismo debe significar más democracia,
143 “La autonomía municipal y la reforma política en México”, en: El Financiero, CIDAC, 28 de octubre, México, 1994: 38 A. 144 “Federalismo el país al revés”, en: Informe especial, El Financiero, 4 de febrero, México, 1996.
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unidad nacional, política social, desarrollo municipal y regional, control social y
fundamentalmente combate contra la desigualdad. También debe solucionar las
demandas de los pueblos indígenas reconocer la diferencia, los derechos colectivos y
su autonomía.
5. La Reforma al Artículo 115 Constitucional 1999
El artículo 115 constitucional, base jurídica del régimen municipal actual, ha sido
reformado varias veces buscando su fortalecimiento. En 1933 se reformó el artículo en
cuestión para incorporarle el principio de no reelección y en 1947 cambió para permitir
el voto de las mujeres. Las reformas más significativas al artículo 115 tuvieron lugar en
tiempos más recientes. La modificación de 1971, abrió la posibilidad de que el
Congreso de la Unión pudiera sustituir en los territorios federales a las autoridades
municipales electas.145 Otro cambio importante al artículo 115 tuvo lugar en febrero de
1983, pues consistió en una modificación mayor, por una parte, uniformó las causas y
los procedimientos mediante los cuales las legislaturas estatales podían intervenir
contra las autoridades municipales, y por la otra, sentó las bases para la
descentralización municipal, más formal que real, en la prestación de los servicios
básicos de la comunidad.
La reforma al artículo 115 permitió que sólo las legislaturas locales, y únicamente por
mayoría de dos tercios, tuvieran la autoridad para suspender o declarar desaparecidos
a los ayuntamientos por causas graves y nombrar a las nuevas autoridades o a los
consejos municipales.146 En realidad, como en ese momento, los congresos estatales
estaban controlados por sus respectivos gobernadores, la reforma simplemente dio un
barniz legislativo a la supeditación de facto del municipio a la voluntad de los ejecutivos
locales. Por otra parte, la reforma al artículo abrió la posibilidad a los ayuntamientos de
desempeñar un nuevo rol en la vida comunitaria al aumentar su responsabilidad como
145 En esas fechas, México contaba con dos territorios como parte de su división política, Quintana Roo y Baja California Sur.
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prestadores de servicios y la administración de las obras públicas, al especificar los
ocho servicios públicos que eran responsabilidad de todos los municipios.147
Dicha reforma les asignó a los municipios la tarea de llevar adelante la planificación
urbana y les facultó para celebrar convenios con sus respectivos estados o con la
federación para conseguir los recursos que les permitieran asumir sus nuevas
obligaciones.148 La reforma de 1983 abrió a los ayuntamientos nuevas fuentes de
ingresos: impuestos a la propiedad inmobiliaria, cobro por servicios y otras, no obstante
la debilidad de las finanzas municipales no desapareció y sigue hasta la fecha
dependiendo de las participaciones federales.
La reforma de 1983 intentó ser una reforma modernizadora pero en realidad siguen
operando las tradicionales conexiones informales de subordinación de los gobiernos
municipales y las reglas no escritas del sistema político.149 La reforma del artículo 115,
tuvo el mérito de proyectar una nueva visión del espacio municipal y del ayuntamiento
en el escenario nacional y en la esfera de las políticas públicas. Sin embargo, el peso
histórico del eje del sistema político, es decir el presidencialismo-centralismo, no se
removió de su lugar y siguió operando con su propia lógica de poder.150 En este
sentido, la lógica estructural de poder hizo imposible que el municipio pudiera resultar
una eficaz fórmula de descentralización ya que no le permitió perder su carácter de
último eslabón de mando en las estructuras, reglas y relaciones intragubernamentales.
La reforma municipal no alteró en nada el centralismo fiscal ni tampoco el poder de
injerencia de los gobernadores y legislaturas locales sobre la determinación de los
146 Aunque no se explica cuales son estas causas graves, generalmente estas se aplican contra autoridades municipales cuyos intereses no son los mismos que los de las autoridades estatales o federales o que ponen en riesgo los intereses del sistema central. 147 Agua y alcantarillado, alumbrado, limpieza, mercados, panteones, rastro, calles y parques, seguridad pública y tránsito, más otras tareas que determinen las legislaturas locales. 148 Véase Sergio Elías Gutiérrez Salazar, “El municipio y los gobiernos de los estados. Impacto de las Reformas al Artículo 115 Constitucional en las relaciones municipio-Estado”, en: Boehm de Lameiras, El Municipio…1987: 297-311. 149 Guillen, Tonatiuh, “Gobiernos municipales, actores sociales y cambio político. Una perspectiva…1994. 150 Massolo, Alejandra, “Descentralización y reforma municipal: ¡fracaso anunciado y sorpresas inesperadas!” en: Procesos rurales y urbanos en el México actual, Departamento de Sociología de la UAM-I, México, 1991.
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ingresos municipales.151 Para distribuir las participaciones federales a estados y
municipios, la federación en muchos casos, favorece a estados con mercados internos
más desarrollados y perjudica a otros con un sector primario predominante, también
existen subvenciones del gobierno federal a los gobiernos estatales y municipales, que
se otorgan con una mayor condicionalidad y discrecionalidad. No obstante que algunos
estados y municipios se ven favorecidos por asignaciones cuantiosas, éstos están
limitados en cuanto a su ejercicio ya que es desde el centro donde se compra, se
invierte, se contrata y se decide como se gasta la mayor parte de las asignaciones. De
esta forma, de nada sirve descentralizar la asignación de los recursos, si su ejercicio
depende del poder central.
La última reforma al artículo 115 fue el 17 de junio de 1999, esa fecha el pleno de la
Cámara de Diputados aprobó con 387 votos, el decreto de reforma y adición al artículo
115 constitucional para el fortalecimiento de los municipios, de su organización,
funcionamiento interno y administración pública.152 La reforma establece que los
municipios podrán expedir normas sobre su organización, funcionamiento y
administración interna, y podrán decidir sobre la prestación y destino de los servicios
públicos, además de que para asegurar la eficiencia en la prestación de estos servicios
podrán asociarse libremente con otros municipios, incluso de estados distintos, siempre
que cuenten con la autorización de los congresos locales. El dictamen dejó fuera la
pretensión panista de que las autoridades municipales pudieran ser reelectas para un
periodo inmediato, y ampliar su período de gestión de tres a cuatro años. Se omitió
151 La dependencia que padecen estados y municipios de los recursos federales es muy importante porque más de cuatro quintas partes (81.7%) de los recursos financieros estatales y más de la mitad (60.5%) de los recursos municipales provienen de las participaciones federales. 152 Los recursos que integran la hacienda municipal serán ejercidos en forma directa por los ayuntamientos o por quien ellos autoricen. Se confiere a los presidentes municipales el mando de las policías preventivas, excepto en casos de fuerza mayor o alteración grave del orden público, cuyas órdenes estarán a cargo de los gobernadores. Los municipios podrán coordinarse y asociarse para una mejor prestación de los servicios públicos o el ejercicio de sus funciones. Los ayuntamientos podrán expedir reglamentos, circulares y disposiciones administrativas de observancia general, dentro de sus respectivas jurisdicciones. Se sustituye el término administrar por el de gobernar, para dejar claro el cometido general del Ayuntamiento como órgano de gobierno del municipio. Se establece un catálogo de competencias exclusivas. Las legislaturas locales podrán, además de revisar, fiscalizar las cuentas públicas de los Ayuntamientos. Se faculta al municipio para controlar, vigilar y autorizar el uso del suelo; para intervenir en la elaboración y aplicación de programas de transporte urbano, así como para participar en lo relativo a materia ecológica y protección ambiental.
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también cualquier referencia a los mecanismos de participación ciudadana como una
alternativa en caso de revocación del mando de un ayuntamiento mediante un
plebiscito, tampoco se subsana la enorme injerencia de los congresos locales en la vida
municipal; se limita la libre asociación de los municipios al dejar en manos de los
congresos la aprobación de las alianzas; tampoco aparece el tema hacendario que
coordine no solamente ingresos sino patrimonio y deuda y por lo tanto reconozca
plenamente la potestad tributaria, ni se ha resuelto totalmente el mando de la policía
municipal.153
Aunque esta reforma contiene avances importantes, en la negociación de última hora
dejó fuera puntos fundamentales, como la obligación de los estados de reconocer los
usos y costumbres en municipios de mayoría indígena y la aprobación por parte del
ayuntamiento de las bases de las contribuciones inmobiliarias; además, como candado,
dejó a las legislaturas estatales la decisión de la reelección inmediata de los presidentes
municipales, tampoco alude a la creación de un sistema nacional de información fiscal
(oportuna, accesible y transparente), ni integra al municipio a foros de discusión sobre
sistemas de transferencias y no lo reconoce como autoridad fiscal. De igual forma no
obliga a la Federación y a los estados a transferir puntual y transparentemente los
recursos, a reconocer la heterogeneidad del mapa municipal, a mejorar los términos de
la representividad de la sociedad gobernada ni a dar mayor autonomía a la
administración local frente al cabildo.
El dictamen del artículo 115 es sin duda un avance importante, pues define con mayor
claridad el carácter de la autoridad municipal, sus competencias propias, sus alcances y
la frontera respecto al poder estatal. Contiene avances al otorgar al municipio el
carácter de órgano de gobierno (no sólo administrativo), dotado de competencias
exclusivas, que sólo el ayuntamiento podrá transferir a los estados si considera que
153 Pérez Silva, Ciro y David Aponte, “Aprueban reformas para fortalecer al municipio”, en: La Jornada, 18 de junio, México, 1999:10.
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requiere de su asistencia para cubrirlas. Esta situación fortalece al municipio frente a la
entidad y dificulta la formación de organismos paralelos al ayuntamiento.154
Sin embargo, es lamentable que a pesar de que existen aproximadamente 800
ayuntamientos mayoritariamente indígenas en el país, las reformas no contemplan
partidas especiales para ellos, reconociéndoles únicamente sus propias formas de
elección de gobierno, a través de sus usos y costumbres sólo si el congreso estatal lo
aprueba. En la reforma en cuestión no se hace referencia a los mecanismos de
participación ciudadana, como alternativa procedimental para la revocación de mandato
de un ayuntamiento; tampoco se subsana la enorme injerencia de las legislaturas
locales sobre la vida municipal; ni se resuelve totalmente el mando de la policía
municipal, pues seguirá acatando las órdenes que le trasmita el gobernador del estado,
en los casos que juzgue como fuerza mayor o alteración grave del orden público.155
De esta forma, la descentralización, concebida como una política de Estado
encaminada a la redistribución del poder político, recursos económicos y funciones de
gobierno, no encuentra terreno fértil, ya que las prácticas y los hechos de los poderes
públicos van en sentido contrario. Tampoco encuentra terreno fértil porque las
sociedades locales y los ayuntamientos no ejercen sus derechos y responsabilidades ni
representan contrapesos y frenos a estas prácticas.156 Estas experiencias de reforma
nos permiten concluir que, mientras se conciba al municipio como mero engranaje de la
maquinaria política del PRI, y mientras la institucionalidad de los ayuntamientos no se
cimiente sobre los valores de la legitimidad, legalidad, la eficiencia, la autonomía y la
responsabilidad, cualquier nueva política gubernamental de descentralización y
fortalecimiento del municipio, probablemente caerá en saco roto y terminará en letra
muerta.
154 Ballinas, Víctor, “Ignoró puntos clave el dictamen de reforma al 115, según el CIDE”, en: La Jornada, 17 de junio, México, 1999: 6. 155 “Fortalece la Cámara de Diputados a los municipios”, en: Quehacer parlamentario, El Financiero, 21 de junio, México, 1999: 32. 156 Massolo, Alejandra, ”La triste y cándida historia de la reforma municipal”, en: Ciudades, núm. 28, octubre-diciembre, RNIU, México 1995.
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De esta manera, un nuevo federalismo sólo se logrará cuando el municipio deje de ser
una simple unidad y se convierta en una instancia de decisión. Hacer de México un país
verdaderamente federalista, implicará hacer cambios profundos en la manera como el
gobierno federal y los gobiernos estatales y municipales se relacionan entre sí y en la
forma como lo hagan con los actores productivos, sociales y políticos. Implicará también
estructurar nuevos consensos que permitirán transitar al Estado moderno capaz de
ceder espacios reales de acción gubernamental a estados y municipios. Avanzar hacia
un federalismo fortalecido, implicará reconocer la diversidad municipal del país. Cada
vez con mayor insistencia e intensidad, los municipios del país exigen su parte del
poder y riqueza nacional para administrarla, para responder con ella a las necesidades
de su ciudadanía y para avanzar en al identificación de planteamientos innovadores de
gobierno.157
Para los pueblos indígenas, la autonomía significará además de la oportunidad de
poder decidir su forma de gobierno, sobre los planes y proyectos que les competen, del
rescate de su identidad étnica y sus valores culturales, ocupar después de varios siglos
de subordinación, su lugar en el país.
La centralización del poder en México indica la existencia de una estructura diseñada
desde sus orígenes para controlar a las regiones no para gobernarlas
democráticamente. Dicha estructura de dominación se empezó a gestar desde los años
treinta, cuando el partido hegemónico empieza a ocupar todos los espacios
constitucionales del sistema republicano (la Presidencia, las dos cámaras del Congreso
y, sobre todo, las gobernaturas de los estados). Es por esto que se requiere una
reforma amplia, que pasa por el acotamiento constitucional del presidencialismo y por la
legitimidad y equidad de las elecciones. Esto quiere decir que ambas condiciones son el
requisito necesario para la alternancia y el acceso al poder de los partidos en los
distintos ámbitos del gobierno: federal, estatal y municipal.
157Cabrera Martínez, Jorge, “El municipio ante el nuevo federalismo”, en: El Financiero, 21 de agosto, México, 1996: 18 A.
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6. Los municipios indígenas y la autonomía
El movimiento indígena nacional tiene entre sus principales demandas el derecho que
tienen los pueblos indígenas a la autodeterminación y como expresión de está la
autonomía. La autonomía se a convertido en tema central de la reforma de estado y fue
una de las demandas principales en las negociaciones entre el Estado y el Ejército
Zapatista en San Andrés. El incumplimiento del Estado de los Acuerdos de San Andrés
originó por lo menos tres iniciativas de reforma a la Constitución que tienen como base
la relación de la federación con los pueblos indígenas.
Los pueblos indios demandan el reconocimiento a sus formas de elegir a sus
autoridades, hasta ahora en el país existe un pequeño avance. Nos referimos a la
modificación en 1995 de la Constitución del estado de Oaxaca en la que por primera
vez se reconocieron los usos y costumbres comunitarios para elegir a sus
representantes sin la intervención de partidos políticos.158 Lo que dió como resultado
que el 72 por ciento de los municipios de la entidad eligieran a sus autoridades por el
sistema de usos y costumbres, esto permite vislumbrar la posibilidad de que en otros
estados del país se reformen sus constituciones en esta dirección.159
Estas medidas responden parcialmente a la demanda indígena de reconocimiento a las
formas de elección de sus representantes, en este caso a nivel local, quedando
pendiente las formas e instancias a nivel regional, estatal y nacional. Por el momento el
cumplimiento por parte del gobierno federal de los Acuerdos de San Andrés sería el
158 El texto actual de la constitución del estado de Oaxaca, contiene varios preceptos en materia de derechos indígenas como el reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos de derecho y los derechos a ellos reconocidos como protección, preservación y promoción de sus culturas. 159 Un evento importante dentro de la lucha indígena fue la ratificación del Estado mexicano al Convenio 169 de la OIT que lo comprometió a adecuar su legislación nacional y a emprender acciones de gobierno de acuerdo con las disposiciones del convenio mismo; a informar periódicamente sobre su aplicación, y a responder a observaciones o sugerencias de la Comisión de Expertos en la Aplicación de Convenios y Recomendaciones de la OIT. El Convenio propone que se respete a estos pueblos en su cultura, religión, organización social y económica y en su identidad propia para que ningún Estado ni grupo se arrogue la facultad de negar la identidad con que ellos se afirman. El término “pueblos” en el convenio parte de la idea esencial de que no son “poblaciones ni sectores sociales”, sino pueblos con identidad y organización propia.
76
avance más significativo sin ser suficiente en el reconocimiento de la autonomía de los
pueblos indígenas.160
El alzamiento del EZLN ayudó a modificar profundamente las condiciones de este
compromiso. Las negociaciones de paz tuvieron que desembocar en los mismos temas
que México ya había aceptado formalmente en Ginebra desde 1990. Los llamados
acuerdos de San Andrés Larráinzar recogieron el articulado del Convenio 169 de la OIT
y también fueron formalmente firmados por el gobierno. Sin embargo, el 5 de febrero de
1998 técnicamente quedaron cancelados los compromisos del gobierno federal ante los
Acuerdos de San Andrés, ahora el futuro de estos acuerdos queda en manos del
Congreso de la Unión con el riesgo de que se desvanezca todo el avance.161
En enero de 1996, después de dos años de conflicto en el estado de Chiapas y de
intentos fracasados de negociar un acuerdo de paz, el gobierno federal y el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional se reunieron en San Andrés para discutir la cuestión
de los derechos y cultura indígena, el pronunciamiento conjunto enunciaba los
principios básicos y los ingredientes necesarios para un esfuerzo de unidad nacional
que fueran base de un nuevo pacto social entre el Estado, los pueblos indígenas y la
sociedad civil. Se planteaba la necesidad de forjar nuevas relaciones sociales,
económicas, políticas y culturales para eliminar la discriminación, la pobreza y la
exclusión que azotan a los pueblos indígenas de México. Los principios en que dicho
pacto debería fundarse eran el respeto de la diversidad de los pueblos indígenas, la
conservación de los recursos naturales de los territorios que ocupan, la integridad y la
transparencia por medio de una mayor participación de los pueblos indígenas en la
toma de decisiones y en el control del gasto público, la participación de estos pueblos
en su propio desarrollo mediante proyectos y planes administrados conjuntamente y la
autonomía de los pueblos indígenas y su libre determinación en el marco del Estado.
160Ruiz Mondragón, Laura, “Los pueblos indios en los comicios federales de 1997”, en: Ce Acatl, núm 88, octubre, México, 1997: 43-61. 161 Montemayor, Carlos, “¿Hacia la cancelación de los Acuerdos de San Andrés?” en: El Perfil de La Jornada, suplemento,16 de febrero, México, 1998.
77
Las reformas propuestas apuntaban al reconocimiento de las autoridades tradicionales
y sus procedimientos de elección, garantizaba a los pueblos indígenas el acceso a la
justicia y el reconocimiento de los procedimientos y del derecho consuetudinario por
medio de los cuales los miembros de las comunidades indígenas resolvieran los
conflictos que pudieran surgir entre ellos, también se proponía reforzar la base
económica de los pueblos indígenas, por medio de estrategias y planes diseñados y
ejecutados con su colaboración, que aprovecharan sus capacidades y conocimientos,
aumentando el valor agregado de sus recursos, mejorando la calidad y la cantidad de la
infraestructura y servicios sociales disponibles a nivel local. Se proponía revisar la ley
municipal para permitir la creación de municipios indígenas donde la población sea
mayoritariamente indígena, y asegurar una adecuada representación indígena en
aquellos municipios en los que los indígenas son minoritarios.162
La exigencia al gobierno de cumplir los acuerdos firmados se convirtió en la principal
resolución del Congreso Nacional Indígena, y alcanzó un amplio y activo respaldo de la
sociedad civil nacional e internacional. Por esta razón, la Comisión de Concordia y
Pacificación (Cocopa) tomó un papel más activo mediante un prolongado proceso de
consultas y búsqueda de consensos entre el EZLN y el gobierno federal, la Cocopa
elaboró una propuesta de reforma para incorporar a la Constitución General de la
República el reconocimiento de los derechos indígenas. Dicha propuesta tomó los
aspectos fundamentales de los Acuerdos de San Andrés, adecuando las formulaciones
a la técnica jurídica.
La propuesta de reforma constitucional redactada por la Cocopa parte del
reconocimiento y la definición de los pueblos indígenas como sujetos de los derechos
consignados en los artículos constitucionales que se propone reformar. Se propone el
reconocimiento de las comunidades indígenas como entidades de derecho público, del
mismo modo en que ya lo son actualmente los municipios. La propuesta reconoce la
autonomía de los pueblos indígenas en el marco del Estado mexicano y precisa los
162 “México: forjando un nuevo pacto social”, Organización Internacional del Trabajo, en: Perfil de la Jornada, suplemento, 16 de febrero, México, 1998.
78
ámbitos políticos, jurídicos y sociales en los que se hará valer dicha autonomía. De esta
forma, se reconoce el derecho de los pueblos indios a elegir a sus autoridades de
acuerdo con sus tradiciones, y a ejercer sus sistemas normativos propios en ámbitos
específicos. También, establece el derecho de los pueblos indígenas al disfrute y
aprovechamiento de los recursos naturales en las tierras y los territorios que
actualmente ocupan.
El 29 de noviembre de 1996 el EZLN acordó aceptar la propuesta presentada por la
Cocopa, sin embargo, el gobierno federal rechazó la propuesta de reforma elaborada
por la Cocopa. La contrapropuesta de reforma constitucional del gobierno federal en
materia de derechos indígenas se niega a redefinir a los pueblos indígenas como
sujetos de derecho; niega el reconocimiento a sus sistemas normativos propios y
pretende reducirlos al estatus de usos y costumbres, limita sus derechos a elegir sus
gobernantes de acuerdo a sus propias tradiciones, así como los derechos a la libre
asociación de las comunidades y los municipios indígenas. Omite también, todo
reconocimiento al derecho de los pueblos indígenas a sus tierras y territorios y a los
recursos naturales que en ellos se encuentren. Pretende subordinar el ejercicio de los
derechos constitucionales a una legislación secundaria, inexistente en unos casos y
restrictiva en otros.163
La negativa del gobierno federal para cumplir con los Acuerdos de San Andrés prueba
que el grupo gobernante no puede aceptar marcos jurídicos que reconozcan más
derechos que los de el ciudadano, bajo el subterfugio de la igualdad formal ante la ley.
Para el grupo gobernante los pueblos no son sujetos de derecho, ni es posible aceptar
formas autonómicas en la organización del Estado con base de identidades étnicas. El
gobierno federal teme a las autonomías porque rompen con las relaciones corporativas
y clientelares que los aparatos gubernamentales y el partido oficial impusieron por
décadas a los pueblos indios, la autonomía pone fin a la manipulación de las
comunidades en las elecciones, las autonomías se levantan como un obstaculo para el
163 López Monjardín, Adriana. “La crisis del diálogo entre el EZLN y el gobierno federal”, en: El Perfil de La Jornada, suplemento, 16 de febrero, México, 1998.
79
acceso libre del capital a los recursos naturales y estratégicos que se encuentran en las
tierras y territorios de los pueblos indios. De igual forma, el gobierno no quiere conceder
a un grupo armado la victoria política de lograr una profunda reforma constitucional,
tampoco desea alentar que el ejemplo de los pueblos indios sea seguido por otros
sujetos políticos de la sociedad mexicana. La autonomía de los pueblos indios
establece las condiciones para conformación de un sujeto que aspira al ejercicio pleno
de sus derechos políticos como ciudadanos, pero también al ejercicio pleno de los
derechos que les configure su condición de pueblos.164
Mientras que la derecha por medio del PAN a impulsado en el norte la idea de
autonomía con relación a la recaudación fiscal y las participaciones y aportaciones de la
federación. En las zonas más ricas del país, la autonomía comercial y económica es ya
un hecho que ha derivado en las facultades de estados y municipios, para contratar
deuda externa.165 con la globalización y la integración comercial algunos estados y
regiones del norte y occidente establecen ya sus propias alianzas exteriores de manera
directa, sin pasar por la intermediación del pacto federal. En cuanto a los pueblos
indígenas, el PAN en su iniciativa de reforma a la constitución propone la creación de la
figura jurídica de las cartas municipales, las cuales serían elaboradas por las
comunidades indígenas y espresarían su autonomía en el ámbito municipal. En estas
cartas se definirán las normas de organización social, económica política y cultural,
tendrán la facultad de aplicar sus usos y costumbres para la solución de sus conflictos
internos y en la elección de sus autoridades.166
Las cartas deberán respetar la unidad nacional, las garantías individuales, los derechos
humanos y las formas democráticas de acceso al poder, finalmente deberán
presentarse a los Congresos locales para su aprobación. La propuesta olvida que los
164 López y Rivas, Gilberto, “Los significados de San Andrés”, en: El Perfil de La Jornada, suplemento, 16 de febrero, México, 1998. 165 El federalismo político y representación equitativa de los estados en el pacto federal, independientemente de su territorio, población o participación económica, significaron la base ideológica de la integración de la República. El desarrollo más o menos homogéneo del país al integrar la política fiscal y los mecanismos de compensación tributaria y de distribución del producto nacional y al sistema educativo general.
80
usos y costumbres, el derecho jurídico y las formas culturales de estos pueblos no se
pueden esquematizar, que su codificación y redacción limitaría los márgenes de libertad
en que se mueven las comunidades, el consenso comunitario ya no definiría las
situaciones, sino un documento que se convertiría en un mecanismo de control del
Estado sobre los pueblos indígenas, en este sentido los pueblos indígenas no sólo
tienen el derecho de ser incorporados como sujetos políticos sino de participar en la
construcción del país.
Por otra parte, el tema de la autonomía indígena ha planteado una serie de discusiones
sobre el concepto. El régimen de autonomía indígena se plantea como parte del
régimen jurídico del Estado nacional, por lo que es necesario que el sistema jurídico
mexicano se modifique para dar cabida al régimen de autonomía. Este régimen se
define por cuatro aspectos:
1. Un régimen especial dentro de la organización del Estado Nacional (régimen
autonómico).
2. Reconocimiento de un territorio delimitado.
3. Un autogobierno donde se definan competencias y funciones, y
4. una juridicción especial como reconocimiento a un sistema jurídico autonómico
pluriétnico.167
La autonomía indígena en su implementación material u operativa podría optar por la
comunidad, el municipio o la región, aunque éstas no estén reconocidas jurídicamente.
Sin embargo, no es fácil, pues hay comunidades indígenas que desde el punto de vista
administrativo pertenecen a municipios mestizos o pluriétnicos y regiones con
municipios con una diversidad étnica. Es necesario crear la figura de municipio indio,
donde los municipios indios pueden agruparse para formar regiones autonómas étnicas
o pluriétnicas.168 Aunque, hay que reconocer que se trata de un problema que no sólo
es indígena, sino de la sociedad en su conjunto.
166 Iniciativas de las Reformas Constitucionales sobre los Acuerdos de San Andrés, Grupo Parlamentario del PAN, La Jornada, 16 de marzo, México, 1998: 18. 167 Cruz Rueda, Elisa, “La autonomía indígena y el municipio. Una visión del movimiento indígena”, en: Ce-Acatl, núm. 95, julio, México, 1998: 33-50. 168 Los municipios mexicanos, de acuerdo con las circunstancias geográficas y procesos históricos y económicos o industriales que se han dado en diversos estados, han adquirido características diversas,
81
Otro camino que sigue el movimiento indígena tiene que ver con la demanda de
distintas organizaciones indígenas por una mayor participación en los cargos de
representación en todos los niveles, desde los cargos municipales hasta los órganos
legislativos, tanto federales como locales, incluyendo el Senado de la República.
También han propuesto una redistritación, tanto anivel local como federal, en la que se
garantice la presencia de sus representantes. Se ha planteado la reestructuración de
las circunscripciones plurinominales con el fin de lograr la elección de representantes
indígenas. Una propuesta frecuente es que en los municipios con alto porcentaje de
población indígena, puedan postular candidatos a cargos de elección popular de
acuerdo a sus usos y costumbres, esta propuesta se ha puesto en práctica, como ya he
mencionado, en el estado de Oaxaca.
En las regiones indígenas el espacio comunitario es de vital importancia en ella
descansan muchos de los valores culturales de los pueblos indios como son la posesión
comunal de la tierra, validados por documentos de diferentes épocas; el trabajo
colectivo, expresado en diversas formas y ampliamente divulgado por los etnólogos; el
gobierno comunal que nos remite a unos de los aspectos más complejos y dinámicos
de los pueblos indios donde están expresadas sus particularidades y tradiciones,
estudiados también ampliamente, y la fiesta que expresa los rituales comunales en los
que se sintetizan los valores culturales y la continuidad de una tradición histórica, todos
ellos como aspectos que sintetizan los complejos componentes de la identidad étnica
que se viven cotidianamente en la comunidad.169
por lo que no pueden definirse tajantemente. Además del grave desequilibrio regional en relación al tipo y tamaño de municipios, la heterogeneidad municipal se expresa en la extensión territorial, en los índices de marginación, en las capacidades técnicas y políticas para autoadministrarse y en la riqueza de su hábitat. Es por esto, que toda propuesta de reforma municipal como políticas de descentralización deben concebirse a partir de esta diversidad. En cuanto al municipio en general debe cambiarse la estructura presidencialista que prevalece en los municipios respetando el derecho de los pueblos y comunidades indígenas a darse las formas de autogobierno que decidan, los concejos municipales deben ser respetados y reconocidos, con las formas de organización y distribución de las tareas que decidan en cada pueblo. Cruz Rueda, Elisa, “Hacia una reforma municipal incluyente”, en: Ce Acatl, núm. 93, abril, México, 1998: 47-53. 169 Medina, Andrés, “Autonomía y derechos de los pueblos indios”, en: Memoria, núm. 65, abril, México, 1994: 12-15.
82
Estas comunidades en su relación con las estructuras de poder del sistema político
nacional se ven constantemente agredidas es por esto que exigen su reconocimiento
como entes autónomos, que les permita la apertura de los espacios necesarios para la
reproducción de su tradición cultural y de su identidad étnica, para establecer
programas de desarrollo económico y social de educación, de salud, de difusión y
protección de sus lenguas y que impulse su propio proyecto y formas de vida. El
municipio representa para estas comunidades una fuente de despotismo de caciques
tanto mestizos como indígenas que lo utilizan como herramienta para ejercer control
económico, social y político. Las agencias municipales de las comunidades que son
ámbitos inmediatos donde los habitantes de la comunidad buscan resolver sus
problemas, cuentan con un mínimo reconocimiento oficial, no cuentan con atribuciones
de decisión y muchas veces sus autoridades son nombradas por la presidencia
municipal sin la participación de la comunidad ocasionando conflictos.
En otras regiones indias, como la región mixe de Oaxaca, la comunidad ejerce, por
medio de los usos y costumbres, el control del gobierno, la elección de sus autoridades
las realiza por medio de asambleas sin necesidad de partidos políticos en cierto sentido
ejercen una autonomía con respecto al municipio, sin embargo la ayuda y apoyo de
éste es casi nula, muchos de los conflictos se deben a estas causas. La autonomía
existe dentro de la comunidad, sin embargo, si no tuvieran la necesidad de relacionarse
con el Estado para fines financieros y políticos no necesitaría incluso su reconocimiento.
Algunas veces, las comunidades logran el control del municipio y utilizan los usos y
costumbres para gobernarse y elegir sus autoridades. Nosotros en este estudio
ponemos énfasis en la lucha por el control municipal, si bien es cierto que estas luchas
tienen regularmente su origen en las comunidades, el controlar el poder en ese espacio
comunitario no garantiza el control de sus recursos, ni la atención a sus demandas. En
este sentido, el acceder al poder municipal les permite satisfacer en lo posible sus
necesidades inmediatas.
En cuanto a la participación indígena en los procesos electorales podemos notar que
aunque el conjunto de la nación está representado pluralmente por distintos partidos, en
83
los municipios con alto porcentaje de población indígena los resultados electorales
favorecieron al PRI en una proporción mayor al 50 por ciento, mientras que tanto el
PRD y PAN sólo han venido aumentado poco a poco sus votos. Los resultados
electorales en los 37 distritos federales electorales que se caracterizan por tener el 30
por ciento o más de población indígena, en la elección federal de 1997, 36 distritos
fueron ganados por el PRI mientras que el PRD sólo se adjudico uno. De esta forma
casi la totalidad de los distritos indígenas será representado por el PRI (97.3%), aunque
habrá que decir que no obstante ser considerados distritos indígenas, no
necesariamente son representados por indígenas o intereses indígenas, sino que los
porcentajes presentados sólo se refieren al comportamiento de los partidos políticos en
zonas indígenas, que como vemos se manifiesta con un predominio unipartidista. 170
La autonomía debe ser vista como una forma de acceso a la democracia dentro de las
diversas regiones indígenas. Con la reivindicación de su diferencia los indígenas tienen
la esperanza de una nueva historia nacional en donde ellos estén incluidos como parte
de la nación.171 La constante violación de los derechos de los pueblos indios obligó a
los indígenas a buscar nuevas formas de resistencia. En muchas regiones la disputa
por acceder al poder municipal fue la respuesta a los siglos de agravios, en muchos
casos se impugnó al modelo centralista y al partido de Estado. Los pueblos indios
rompieron el sentimiento de inevitabilidad con diferentes estrategias desde la lucha
legal electoral hasta el levantamiento armado o la lucha política. Es importante
mencionar que en varias experiencias de gobiernos locales indígenas ha sido muy
importante la participación de las Comunidades Eclesiásticas de Base de la iglesia
católica progresista.
Los casos más interesantes en esta dirección, lo constituyen las movilizaciones del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional como la campaña “Paz con Justicia y Dignidad
para los Pueblos Indios”, donde la población indígena además de romper el cerco militar
170 Ruiz Mondragón, Laura, “Los pueblos indios en los comicios federales de 1997”, en: Ce Acatl, núm 88, octubre de 1997, p. 43-61, México. 171 Aguilar Rivera, José Antonio, “Democracia y autonomía étnica”, en: El Financiero, 27 de junio, México, 1994: 64
84
que les había tendido el gobierno, se reunió en asamblea y nombró nuevas autoridades
y declaró nuevos municipios y territorios en rebeldía. Por la vía de los hechos,
amparados en las leyes de la Constitución Política de México y el Convenio 169 de la
OIT. Aunque no fueron los primeros municipios que se declararon autónomos, este
hecho fue trascendente en la historia del movimiento indígena, fue relevante porque a
partir de estos hechos muchos municipios y regiones indígenas en el país reclamaron
su derecho a la autonomía.172
En otros estados, las comunidades indígenas exigieron el cumplimiento de los Acuerdos
de San Andrés por parte del gobierno federal y reclamaron la creación de nuevos
municipios, la remunicipalización de sus comunidades o declararon sus municipios
como autónomos. La lucha indígena por el poder local ha transitado por caminos con
muchos obstáculos, que impiden a estas comunidades el derecho de decidir sobre sus
formas de gobierno, es por esto que ellos han buscado la forma de lograr el control del
poder político dentro del espacio municipal.
Nuevas propuestas de interpretación cultural, ética y social, han ido poco a poco
ganando terreno a nivel planetario; para nuestro caso nos interesa especialmente la
forma de lucha de las regiones indígenas para acceder al poder local con el objetivo de
ser reconocidos como pueblos diferentes con derecho a ejercer su gobierno y su
cultura. Esta lucha se sustenta en el reconocimiento del otro, de lo diferente. Los
pueblos indios se han incorporado a propuestas que actualmente alcanzan al planeta
en su conjunto y de cuya relación dependen, en buena medida, las posibilidades de la
democracia y la construcción de una paz duradera. Así, en estas últimas décadas, y a lo
largo de toda América, replantean sus viejos problemas de una nueva manera. En un
proceso de revalorización de sus costumbres, conocimientos, derechos y pertenencia,
demandan espacios donde ellos, a un tiempo, pronuncien su palabra y ocupen un lugar
en cada nación a la que pertenecen.
172 Valladares, Laura. La lucha por un poder alternativo. Los casos de los municipios autónomos zapatistas y las RAP en Chiapas”, ponencia presentada en el IV Coloquio de Investigación Interno del Doctorado de la ENAH, enero 1999.
85
En México, el movimiento indígena se ha vinculado a un espectro cada vez más amplio
de grupos sociales organizados que se empeñan en la construcción de un mundo cuya
acción se nuclee en torno a la promoción y respeto a los derechos humanos, a la
preservación de los ecosistemas y a la defensa de la vida en nuestro planeta. La
construcción de una cultura basada en la defensa de la paz y del derecho, en la riqueza
de la diferencia, en un clima que haga cada vez más favorable el diálogo de la nación
con las etnias. Para ello se han apoyado en los acuerdos que México ha establecido
con las diferentes organizaciones internacionales como el Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre poblaciones indígenas y tribales en
países independientes.
El problema que plantean los pueblos indígenas está relacionado con la apertura
democrática a nivel nacional. La democracia constituye un acuerdo básico entre los
miembros de una comunidad política sobre cómo expresar sus desacuerdos culturales y
sus diferencias étnicas. Como nunca antes, la democracia política debe impulsarse
como vínculo entre los mexicanos de diversas regiones y orígenes étnicos y culturales
para que exista una pluralidad cultural que enriquezca a la nación. Antes debe haber un
consenso básico sobre las formas legítimas de expresar la autonomía y dejar atrás la
idea de los Estados autoritarios que pretenden desaparecer las diferencias de sus
pobladores e imponer una idea homogénea de lo que la nación es o debe ser. En este
contexto, la lucha indígena por la autonomía converge con el movimiento nacional por
la democracia y encuentra simpatía en varios sectores de la sociedad civil, que
consideran que nada es más legítimo que el derecho de una comunidad a regir sus
propios destinos.
86
Capítulo III
Cuando los totonacas fueron gobierno: nueve años de gobierno indígena en Huehuetla, Sierra Norte de Puebla
“buscamos nuestro lugar en el corazón de este país.”
OIT
Introducción:
1. Huehuetla. De la disputa por el municipio a la alternancia política
Huehuetla es un ejemplo de un municipio mayoritariamente indígena cuya disputa por el
poder local se realizó por la vía legal electoral. Es un caso exitoso en donde la
Organización Independiente Totonaca (OIT), organización indígena autónoma del
gobierno, logró mediante una alianza con el Partido de la Revolución Democrática
(PRD) acceder al poder municipal por tres periodos consecutivos de gobierno (1990-
1999). Durante los cuales la práctica del ejercicio del gobierno se estableció con base al
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en relación con el
derecho a la autodeterminación de los pueblos indígenas y también basándose en la
reforma del artículo cuarto de la constitución federal, en tanto región pluriétnica.
La expectativa de que un gobierno diferente al del Partido Revolucionario Institucional
(PRI) pudiera introducir cambios sustantivos en la forma de gobierno cobró gran fuerza
debido a que el actor principal de este proceso era una organización indígena,
precisamente en momentos en que la discusión sobre la disputa del poder local, la
autodeterminación y la autonomía son parte relevante del movimiento indio. En el
municipio de Huehuetla la práctica de cabildo abierto y asambleas públicas para decidir
sobre las obras prioritarias de gobierno marcaron una nueva forma de gobernar, en
donde la participación ciudadana fue tomada en cuenta.
Debido a que desde su origen como municipio, Huehuetla, fue gobernado por mestizos,
la primera administración indígena carecía de experiencia en el ejercicio de gobierno.
Además, se enfrentó con una presidencia municipal desmantelada, sin información y sin
87
recursos para trabajar. De igual forma, enfrento distintos obstáculos y resistencia de la
población mestiza, de la cabecera municipal, que se oponían a ser gobernados por
indígenas. No obstante, los múltiples agravios durante las administraciones mestizas,
sus primeras acciones se centraron en lograr la estructuración del gobierno de tal forma
que pudieran cumplir con las funciones mínimas de la gestión municipal como lo es la
prestación de servicios y la gestión de obras públicas. Esos nueve años de gobierno les
permitieron a las comunidades indígenas avanzar en la construcción de su organización
como fuerza política, se avanzó en la concientización sobre sus derechos políticos,
sociales y culturales.
Se puede decir que se rompió la actitud pasiva clientelista en la que el PRI se basaba
para ganar las elecciones en las comunidades indígenas aprovechando el centralismo
del sistema político mexicano. No podemos decir que toda la población indígena
pertenezca a la OIT, sin embargo, se logró colocar las aspiraciones colectivas por
encima del sentimiento de inevitabilidad. Estos nueve años de gobierno indígena
exitoso, también muestran como lo señala Jaqueline Peschard que las viejas
estructuras y arraigadas costumbres, difícilmente pueden borrarse o revertirse de una
vez y para siempre.173 En Huehuetla, el peso del conjunto del sistema político estatal y
nacional dio paso en 1999, a un nuevo cambio político, que nos permite suponer un
escenario electoral con posibilidades de alternancia política y competitividad electoral.
2. Descripción y situación geográfica
Huehuetla es un municipio que se encuentra ubicado en la Sierra Norte del Estado de
Puebla, colinda al norte con el Estado de Veracruz, al sur con los municipios poblanos
Caxhuacan e Ixtepec, al oriente con Zozocolco de Guerrero, Veracruz, al poniente con
Olintla, Puebla. El municipio se encuentra ubicado en la porción central del declive
septentrional de la Sierra Norte hacia la llanura costera del Golfo de México, se localiza
en la parte norte del estado de Puebla. Sus coordenadas geográficas son los paralelos;
173 Peschard, Jaqueline. “Las elecciones locales después del 6 de julio: las resistencias al cambio” en: Estudios Políticos, abril-junio, UNAM, México, 1989.
88
20° 01’ 48” y 20° 09’ 12” de latitud norte, y los meridianos; 97° 35’ 00” y 97° 40’ 24”
longitud occidental.174 Tiene una población de 13,872 habitantes, de los cuales 50.3 por
ciento son hombres y 49.7 por ciento de mujeres, la estructura de la población se
compone de esta manera: 38.9 por ciento son menores de 15 años, 55.2 por ciento
entre los 15 y 64 años, mientras que el 90.46 por ciento de habitantes mayores de 5
años hablan lengua indígena,175 están distribuidos en nueve comunidades o
localidades: Cinco de Mayo, Xonalhpu, Francisco I. Madero, Lipuntahuaca, Leakaman,
Chilocoyo del Carmen, Putlunichuchut, Putaxkat y Huehuetla como cabecera municipal;
dos inspectorías: Kuwik chuchut y Chilocoyo de Guadalupe y una junta auxiliar: San
Juan Ozelonacaxtla, sobre una superficie de 59.95 Kilómetros cuadrados.
El municipio presenta una topografía bastante accidentada determinada por una serie
de cerros distribuidos por todo el territorio. Los ríos que lo recorren provienen de la
Sierra Norte destacando el Tehuancate que sirve de límite con el municipio de
Caxhuacan. A su paso existen algunas corrientes intermitentes que se le unen hasta
desembocar en el río Cempoala, afluente del Tecolutla.176 Es un clima semicálido,
subhúmedo, con lluvias todo el año. La temperatura anual es mayor de 18 grados
centígrados, la vegetación existente es de selva media subperennifolia secundaria
(bosque tropical).177 La falta de tierra obliga a los campesinos a talar el bosque
formando en principio matorrales perennifolios que con el tiempo pasan a ser selva
secundaria. En gran parte del municipio la selva media es arrasada para sembrar
vainilla, maíz, pimienta, pastizales y el producto más importante en la región: el café.
También se talan los árboles para la obtención de madera, todo esto ha provocado que
gran parte de esta área esté desforestada. Esto nos indica que cada vez es más
necesaria la tierra de cultivo o el desarrollo de técnicas de cultivo de tipo intensivo para
satisfacer las necesidades de la población.
174 Reporte de viaje de estudio realizado a la comunidad de Huehuetla, Puebla, Universidad Autónoma de Chapingo, México 1997. 175Censo de población y vivienda. Resultados definitivos, indicadores de la población 1995, INEGI. Puebla, México 1996. 176 Proyecto Historia Local, Huehuetla, Puebla. Centro de Estudios Superiores Indígenas “kgoyom”, Totonacapan, Huehuetla, Puebla, México, 1998.
89
Otros productos como naranja, limón, zapote mamey, zapote negro, papaya y piña se
explotan en forma marginal debido a su bajo precio en el mercado. La vainilla y la
pimienta son otros productos importantes para la economía de los totonacos. La
ganadería es una actividad que se realiza en la región principalmente por los mestizos
que residen en la cabecera municipal que generalmente venden el producto en
Cuetzalan, Zacapoaxtla y Teziutlan en el estado de Puebla, y en Tlapacoya, Papantla y
Poza Rica en el estado de Veracruz. Muchos mestizos también se dedican al
intermediarismo, es decir compran las reses a los grandes ganaderos para luego
venderlas a los matanceros de los pueblos. El ganado porcino es de mucha importancia
para la población indígena, el objeto de su cría es engordarlo y venderlo en los
mercados como carne por kilo o para matarlo en alguna festividad. Las aves también
son importantes para la economía de la población tanto indígena como mestiza.
Finalmente la apicultura es otra actividad de importancia en la región, ya que tanto la
miel como la cera son consumidas por la misma población.
Huehuetla es uno de los centros comerciales de mayor importancia en la zona. Aquí se
concentra la producción de café y de maíz, para después ser transportado a otras
regiones; también a la cabecera llegan los productos que vienen de Puebla, Poza Rica,
Pachuca, Papantla y, por supuesto, de México. En Huehuetla converge la mayor parte
de los productos que se obtienen en los siguientes municipios: Coatepec, Hueytlalpan,
Olintla, Caxhuacan, Ixtepec, Ignacio Allende y Tuzamapan de Galeana.
El tianguis de Huehuetla, también es uno de los más importantes de la zona. A él llegan
todos los domingos, los comerciantes de diversos lugares como Zacapoaxtla,
Cuetzalan, Puebla, Coxquihui y Zozocolco. Los productos que se venden son diversos
desde alimenticios hasta ropa, telas, perfumes, joyería de fantasía, productos eléctricos
y varios tipos de herramientas.
La estructura socioeconómica de los totonacos de Huehuetla tiene su base fundamental
en la relación comunidad-territorio; su vinculación a la tierra como medio para producir
177 Reporte de viaje…1997.
90
su subsistencia determina que la comunidad tenga un claro sentido de la territorialidad.
El movimiento migratorio es muy escaso, aunque existe hacia las ciudades vecinas,
como Zacapoaxtla y Papantla, y en menor proporción hacia Puebla y la Ciudad de
México. La base de la sociedad es la familia nuclear, aunque también se dan casos de
familias extensas. Esta región basa su economía fundamentalmente en la agricultura. El
comercio y la ganadería son actividades practicadas sobre todo por la población
mestiza; mientras que la industria y la artesanía son casi nulas.
Los mestizos de la región están concentrados en la cabecera municipal. En cambio los
indígenas se encuentran casi en su totalidad en las rancherías y comunidades, aunque
algunos pocos habitan en la cabecera municipal. En ésta, las casas por lo general son
de paredes de adobe o block con techo de teja; están agrupadas en manzanas,
mientras que en las rancherías las casas están en el centro de los terrenos de cultivo, la
mayoría son chozas de bambú y techo de zacate o palma unidas a la calle principal por
medio de una brecha.
El municipio dispone de estructura educativa en los niveles preescolar, primaria,
secundaria y telesecundaria. En el nivel medio superior, existe el bachillerato de la
Secretaria de Educación Pública (SEP) y una preparatoria alternativa (Kgoyom) con
estudios reconocidos por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (Cesder) y la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Además cuenta con preescolar
bilingüe y escuelas albergues en las que se atiende a la población totonaca. Existen 13
escuelas con 19 aulas de nivel preescolar atendidas por 19 maestros, 14 escuelas con
98 aulas de nivel primaria donde trabajan 96 maestros, 4 escuelas secundarias con 14
aulas atendidas por 14 docentes, y dos escuelas de nivel medio superior con 5 aulas y
12 docentes. La religión que predomina tanto entre los indígenas como entre los
mestizos es la religión católica. Los indígenas se organizan para auxiliar a la iglesia en
algunas actividades. Muchos de ellos llegan a ser catequistas en sus comunidades y
auxilian al sacerdote dando consejos de tipo moral y espiritual a los miembros de la
comunidad. 178
178 Reporte de viaje…1997
91
Huehuetla es un centro económico y administrativo importante en la región. Es el punto
de convergencia de las vías de comunicación tanto hacia dentro como hacia el exterior
de la zona, aunque el acceso a la región sólo sea por caminos de terraceria en mal
estado. Existen tres carreteras que llegan a puntos relativamente cercanos a la región;
México-Cuetzalan, México-Hueytamalco y México-Poza Rica. De cada una de estas
carreteras parten caminos, con diferentes longitudes, de terracería transitables todo el
año.
Existe, en cada una de las cabeceras municipales de la región un campo de aterrizaje
para avionetas. Estas avionetas mantienen comunicación con la mayoría de las
comunidades de la región en forma rápida. También existe servicio hacia el exterior de
la zona, el único problema es que no es constante sobre todo en épocas de lluvia y
neblina. En la actualidad se cuenta con servicio telefónico tanto en la cabecera
municipal como en cada una de las comunidades del municipio, cuentan con una
agencia de servicio postal; muchos de los pobladores cuentan con aparato de televisión
y/o grabadora que los mantiene informados de los sucesos del país o el estado, existe
una estación de radio que trasmite desde Cuetzalan, donde alumnos y maestros del
Kgoyom han participado unos en programas de opinión y otros reportando
acontecimientos de la localidad para que los trasmita la estación.
En el municipio de Huehuetla, como muchos otros municipios indígenas del país, se
pueden reconocer dos tipos de cargos públicos: unos de tipo oficial y otros de tipo
tradicional. Los cargos oficiales se obtienen por medio del voto en elecciones
constitucionales o son nombrados por el ayuntamiento en funciones, estos cargos
generalmente eran ocupados por los mestizos y sólo algunos por indígenas. En
contraposición, los cargos tradicionales son ocupados solamente por los indígenas
electos mediante asamblea, donde no participan los mestizos.
92
3. Contexto Histórico. Origen del municipio
El virrey Don Luis de Velasco, en 1571, mediante cédula real reconoce parte de los
territorios totonacos a los “naturales” como legitima propiedad. Entre estos territorios se
encontraba el poblado de Huehuetla al que le dio el nombre de San Salvador
Huehuetla; pero más tarde, en 1880, sólo se conocería como Huehuetla.179 Algunos
municipios de la zona, como muchos en el país, fueron resultado de una división política
impuesta durante la colonia y creados a partir de la política de las congregaciones;
surgen como un centro nuclear donde residían los españoles y desempeñaban el papel
de centro administrativo, político y religioso; alrededor de estos se encontraba la
población indígena. Sin embargo, no todas las cabeceras municipales son de origen
colonial, ya que durante el siglo XIX se da una gran fragmentación en la que los núcleos
de población subordinados, llamados barrios, se conforman como cabeceras
municipales.180 Esta es una de las razones por las que la mayoría de los municipios
serranos de Puebla son de dimensión reducida. Al parecer este es el origen del
municipio de Huehuetla, que se erige como municipio libre al finiquitar los problemas de
límites con Papantla, Veracruz y al dejar de pertenecer al distrito de Zacatlán en 1895.
La resistencia totonaca se expresa en numerosas rebeliones contra las autoridades
nacionales y en apoyo local a movimientos guerrilleros durante la independencia y la
intervención, dirigidos por líderes indígenas que evitaban que grupos extraños se
establecieran en la sierra. Los indígenas empiezan a engrosar las filas insurgentes
porque, desde fines del siglo XVIII, muchos de ellos fueron despojados de sus tierras.
La figura más importante del movimiento de independencia en esta región lo fue Serafín
Olarte, indígena totonaco nacido en la parte de Zozocolco, Veracruz, que dominó no
sólo la sierra, sino también una amplía zona de la costa veracruzana.181
179 Proyecto Historia local… 1998. 180 Garma, Navarro Carlos. Protestantismo. En una comunidad totonaca del Estado de Puebla, México, INI, México, 1987. 181 Chenaut, Victoria. Aquellos que vuelan, los totonacos en el siglo XIX, CIESAS / INI, México, 1995.
93
Es importante mencionar que la ley de desamortización de 1857, dejó sin amparo en el
terreno legal a las comunidades indígenas que no podían justificar el derecho de
propiedad sobre sus tierras. Al amparo de esta ley, en el Totonacapan, la propiedad
comunal pasó a ser propiedad privada; provocando acaparamiento de tierras en pocas
manos y campesinos sin tierra. La ley señalaba que la tierra que en el curso de tres
meses no fuera transferida a un particular, se consideraba propiedad pública y podía
ser adquirida por cualquiera que pagara su legalización.182
Otro capítulo relevante en la historia de la región es la intervención francesa, ya que fue
de las zonas que más opuso resistencia, librando batallas hasta la derrota y expulsión
de los franceses. Uno de los líderes de estas batallas fue Juan Francisco Lucas que
gracias a la relación que estableció con Porfirio Díaz en el sitio de Puebla, fue
nombrado jefe militar de la Sierra Norte de Puebla, constituyéndose en la figura que
controló la sierra a lo largo de toda su vida en una especie de cacicazgo, que permitió
cierto respeto a la autonomía de las comunidades. En las postrimerías del siglo XIX,
como consecuencia de las leyes de colonización de 1875, se registran las primeras
migraciones de extranjeros que se establecen en la sierra y que posteriormente van a
conformar, por lo general, los grupos de familias más poderosas en lo económico y en
lo político, al lado de algunos indígenas ricos. Sin embargo, la resistencia indígena a la
penetración de los mestizos y a la toma de sus tierras fue un factor importante que
sirvió como freno a los intentos de expansión de estas familias.183
A lo largo del siglo XIX, la lucha por la propiedad de la tierra en la zona fue muy
importante. El despojo de tierras alcanzó extraordinarias proporciones. De igual forma,
en los primeros años del presente siglo se intensifican los intentos de conformar
latifundios por parte de las familias de mestizos en la zona. Para defender la posesión
de su tierra los indígenas totonacos se suman a las filas revolucionarias. Sin embargo,
el movimiento revolucionario no cambió la situación en favor de los campesinos y, en
182 Ruiz Lombardo, Andrés. Cafeticultura y economía en una comunidad totonaca, INI/CNCA, México, 1991. 183 Ruiz Lombardo. Cafeticultura…1991.
94
cambio, intensificó el arribo de campesinos mestizos que en poco tiempo van a lograr
detentar el control económico y político de la zona.
Después de la Revolución de 1910, el general Gabriel Barrios controló la zona,
colocando a personas de su confianza en cada pueblo para controlar con mayor
eficacia cualquier levantamiento. En este periodo muchas familias de campesinos
mestizos llegaron a la zona atraídos por la posibilidad de hacerse ricos gracias a la
fertilidad de la tierra. La ubicación de estos inmigrantes fue apoyada por el general
Barrios, ya que se trataba de personas que habían luchado a su lado, de esta manera
los retribuía y cimentaba su poder. Entre los hechos significativos al terminar la
revolución, se encuentra la defensa a las comunidades indígenas que el Estado
mexicano inicia apoyado en el artículo 27 de la Constitución Mexicana de 1917, donde
se prohibe el despojo de tierras de las comunidades indígenas; esto constituyó un
hecho importante para la lucha de estas comunidades por la devolución de sus tierras.
Otro hecho importante ocurre en el año de 1929, cuando Leónides Almazán ocupa la
gubernatura de Puebla y dirige una campaña agrarista en contra de los caciques. El
primero en caer fue el general Barrios, rompiendo el poder y dominio que en la zona
mantenía este cacique, aunque el poder y dominio de las familias mestizas empezaba a
consolidarse.184
Estos breves datos históricos nos permiten afirmar que las formas de propiedad de la
tierra en el área del Totonacapan fueron resultado directo de las Leyes de Reforma, las
Leyes de Colonización y las Leyes Agrarias de la Revolución. De tal manera que la
historia de estas poblaciones muestra el largo proceso de lucha que sus habitantes
mantuvieron para conservar el control sobre su pueblo, su forma de vida y sus tierras.
Su resistencia se expresa a través de varias rebeliones y movimientos armados, como
ya lo hemos mencionado. Las alianzas que las comunidades totonacas realizaron con
los diferentes grupos, se debieron a la necesidad de encontrar espacios políticos para
defender su propia autonomía frente a los extraños. Fue hasta el periodo revolucionario
184 Ruiz Lombardo, Cafiticultura…1991.
95
cuando los grupos mestizos, con la ayuda del general Barrios, lograron penetrar en la
región y empiezan a consolidarse como grupo dominante, manteniendo la posesión de
las mejores tierras y controlando el comercio más importante, mientras que los
indígenas se dedicaban a la agricultura de subsistencia en sus pequeños predios
heredados o arrendados.
4. Antecedentes de la disputa india por el ayuntamiento ¡En esta casa somos priístas! Hasta la primera mitad de los años ochenta, los conflictos políticos entre los grupos
locales de la Sierra Norte de Puebla se desarrollaron dentro del partido oficial; las
disputas municipales se presentaban en los momentos previos a la designación de los
candidatos del PRI, disputas de carácter familiar, intergremial, o bien, entre los diversos
sectores que integraban ese partido, permeaban el inicio de todos los procesos
electorales a nivel local. La disputa política interpartidaria era mínima. En la medida de
que no existían garantías de respeto a la asociación y las preferencias políticas de los
votantes. Los ciudadanos preferían, cuando era posible, abstenerse de emitir su voto.
En este sentido Huehuetla no era la excepción, había tenido solamente presidentes
municipales mestizos que se escogían entre ellos mismos cada tres años. En los meses
de agosto o septiembre en las oficinas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en
la ciudad de Puebla, registraban la planilla de candidatos a ocupar el ayuntamiento
constitucional del municipio para los siguientes tres años. Como sólo registraban una
planilla no había problemas graves en la elección para el cambio de los miembros del
ayuntamiento. De esta manera el poder político hasta antes de 1989, estuvo en manos
de la minoría mestiza, regularmente sólo dos puestos de regidor, eran ocupados por
indígenas.
Así el poder se distribuía entre los familiares del grupo en el poder, en el que se
encontraban los caciques del municipio ampliamente conocidos por haber ocupado
puestos públicos, entre otros: Luis González (expresidente y candidato nuevamente en
1984 a la presidencia municipal) Humberto Lobato, José Juan Martínez Valencia,
96
Prudencio Valeriano, Orense Torres González y Roberto Ronquillo. Por ejemplo en
1984, en la estructura de gobierno de Huehuetla el consejero era el director de la
escuela primaria, quien venía manejando y asesorando desde hacia varios trienios a los
presidentes municipales, contaba con buenas relaciones con los que detentaban el
poder político, tanto en la cabecera del distrito como en el estado, había sido además
extesorero y exsecretario del municipio, de tal suerte que las demás autoridades
cumplían con las funciones que les correspondían siguiendo sus consejos, sin embargo,
cuando se presentaban conflictos, recurrían al grupo de familias con poder económico-
político, de quienes buscaban recomendaciones de acuerdo a los intereses del grupo
que detentaba el poder. El pueblo, que en su mayoría es totonaco, no tomaba parte en
la estructura de poder, ni en las decisiones que les incumbían, ya que solamente en las
comunidades subalternas, se nombraban a colaboradores indígenas.
Debemos de señalar, que en la región existe desde hace largo tiempo una pugna entre
los mestizos y los indígenas, estos últimos designan a los mestizos como “gente de
razón”, en totonaco les dicen “Luwan” que significa víboras, por su parte los mestizos
nombran a los indígenas como “pioncitos” sinónimo de mozo o tonto en la región, otro
forma de nombrarlos es el de “compadrito”. Esta pugna también se manifiesta cuando
los habitantes se organizan, para buscar mejoras en el municipio. Los indígenas hasta
1989, tenían obligación de cumplir con la faena, si no participaban eran sancionados
con cárcel o con una multa que cubría el valor del trabajo de un hombre que hubiera
asistido en su lugar, los mestizos se aprovechaban de esto para que los indígenas
realizaran trabajos para su beneficio únicamente, por ejemplo cuando se realizaron los
trabajos para dotar de servicios a la cabecera municipal como luz eléctrica, agua
potable o mantenimiento de calles, se ocuparon a los indígenas para realizar los
trabajos aunque no vivieran en la cabecera, mientras que los mestizos no tenían
obligación de trabajar en esas faenas siendo que ellos vivían en el lugar, por otro lado
las comunidades pertenecientes al municipio donde viven los indígenas no contaban
con ninguno de estos servicios.
97
El poder político y económico de los mestizos en la región se fue forjando de forma
conjunta: el poder político les ayudaba a obtener poder económico y el poder
económico ayudaba a obtener poder político. En este sentido la propiedad de la tierra
fue importante porque era el principal factor económico en la región. Los mestizos,
desde su llegada, fueron despojando a los indígenas de sus tierras y consolidando el
control económico de la región apoyados en el poder político. Desde su llegada los
mestizos, se dedicaron al comercio en los distintos giros. Esto les sirvió para que poco a
poco y a través de los réditos excesivos, el encarecimiento de los productos,
procedimientos fraudulentos y la apropiación de tierras o los despojos de tierras
encubiertos por la autoridad que ellos mismos representaban fueran ampliando sus
bienes e intereses, formaron también una red de alianzas que los mantiene como un
grupo compacto ligado al PRI.
Entre las prácticas que permitieron el ascenso socio-político de este grupo mestizo
están: la usura que fue una práctica común de los mestizos, práctica que les permitió la
apropiación de grandes extensiones de tierras, porque prestaban pequeñas cantidades
de dinero a los indígenas a cambio de las escrituras de sus tierras; con réditos hasta de
veinte y treinta por ciento mensual, que generalmente muchos no podían pagar y
terminaban por perder sus terrenos. Otra actividad que les permitió obtener poder fue
su papel como intermediarios comerciales, hasta la fecha se dedican a acaparar los
productos de los campesinos fundamentalmente el café.
En cuanto a la propiedad de la tierra como sabemos, la ley agraria mexicana ha limitado
su tamaño. Los grandes propietarios utilizaron la complicidad de las autoridades locales
y las buenas relaciones de parentesco y paternalismo para reunir la tierra suficiente
para sus fines. Recurrieron a la fragmentación ficticia de terrenos entre los miembros de
su familia,185 y al arrendamiento de tierra de los propietarios indígenas, entre quienes, el
“patrón” contaba con compadres, ahijados y protegidos. Paternalismo que aún es un
185 Las relaciones socio-económicas entre los grupos empresariales para el caso de Zapotlán se puede consultar, Safa, Patricia. Empresarios agrícolas-ganaderos de Zapotlán el Grande, Tesis profesional, Universidad Iberoamericana, México, 1979.
98
componente importante en las relaciones mestizo-indígena. De esta forma los mestizos
y sobre todo cinco familias lograron ejercer su poder en el ámbito regional.
Los siguientes datos nos dan una idea de como se encuentra la situación de la
propiedad de la tierra en la actualidad. Huehuetla cuenta con 5,960 hectáreas, de los
cuales 2,451.25 hectáreas están en manos de pequeños propietarios y 3,451.75
hectáreas en manos de las familias Valeriano, Lobato, Martínez y González
principalmente. La población económicamente activa (PEA) está compuesta por 4,104
habitantes de los cuales 3,376 se dedican a actividades agropecuarias, de éstos 1,359
cuentan con predios y 2,017 carece de tierra.186 La parte de los campesinos que
carecen de tierra, generalmente la rentan, entre los pequeños propietarios o en menor
proporción trabajan como jornaleros. La situación anterior y la carencia de propiedad
ejidal y comunal tiene una causa: el despojo de tierras que sufrieron los totonacos por
parte de los mestizos desde los primeros años del siglo.
La tierra se puede vender, arrendar o empeñar. Por lo regular cuando un indígena tiene
problemas económicos la vende a los mestizos ricos. Su valor depende del tipo de tierra
y su ubicación. Hay pequeños propietarios que rentan sus tierras a los ganaderos para
que paste su ganado, otros empeñan parte de sus tierras por lo regular por dos años,
durante los cuales, la persona que prestó el dinero puede sembrar los terrenos como
cobro de los réditos que genera el dinero prestado.
El trabajo agrícola asalariado entre los indígenas es escaso. Si el agricultor requiere de
ayuda invita a sus vecinos. En este caso el dueño del terreno debe obsequiarlos con la
comida el día de la faena y adquiere la obligación de asistir cuando sus vecinos le
soliciten ayuda. Este tipo de prácticas son muy generalizados y se conoce como “mano
vuelta”. Por lo anterior, se puede decir que en Huehuetla el peonaje casi no existe
debido a que algunos indígenas tienen terrenos propios y otros los rentan. Sin embargo,
entre la población mestiza, al no existir el sistema de “mano vuelta”, si existe la
186 Dato obtenido del estudio de las regiones socioeconómicas de Puebla que edita el gobierno del estado en 1991 así como datos de la secretaria de la Reforma Agraria, otras fuentes como el INI e INEGI señalan otras cifras, negando la existencia de tierras dedicadas al ganado.
99
contratación de trabajadores agrícolas, principalmente nahuas de las regiones
cercanas.
En Huehuetla, destacan dos tipos de cultivo: el maíz que se siembra para autoconsumo
y es la base de la alimentación y el café que se ha convertido en el producto que
económicamente deja mayor beneficio en la región y, por tanto, ha desplazado a los
demás cultivos. Aunque se pueden conseguir dos cosechas anuales de maíz, muchas
personas prefieren tener cafetales y comprar el maíz en el mercado.
El café tiene gran importancia en la zona y está íntimamente ligado a la monetarización
de la economía campesina e indígena de la sierra. La finalidad del cultivo es el mercado
y no la autosubsistencia. En este sentido, el café ha jugado un papel importante por el
impacto socioeconómico que ha generado en la zona. Gracias a su producción se han
abierto caminos de penetración, y la introducción de la energía eléctrica en la zona, lo
que directamente ha beneficiado a la población. En segundo lugar, es la principal fuente
de ingresos líquidos en la misma. En términos generales la primera consecuencia del
cultivo del café es que aumenta la necesidad de mano de obra, por lo que los
campesinos ven un incremento en la demanda de trabajo familiar y los jornaleros
agrícolas también ven ampliada la demanda de su fuerza de trabajo, especialmente en
tiempo de cosecha.187
En este sentido se puede decir que la cafeticultura ha cambiado la orientación de las
comunidades indígenas de la sierra; ya que integra más al campesino a la economía
capitalista nacional e internacional, al aumentar su poder adquisitivo y crearle
necesidades que el mercado alivia; artículos como máquinas de coser, licuadoras,
radios, grabadoras, molinos de nixtamal, fertilizantes, insecticidas, zapatos, materiales
para construcción y una infinidad de productos más, que empiezan a formar parte de la
vida cotidiana del indígena. También ayudó a consolidar el poder económico-político de
los mestizos porque desde los años cincuenta han sido quienes más se han beneficiado
en forma directa de la producción del café, al actuar como intermediarios y
187 Ruiz Lombardo, Andrés. Cafeticultura…1991.
100
acaparadores del producto, puesto que son ellos los que cuentan con las plantas
beneficiadoras para la cereza del café, lo que implica casi triplicar su valor. De esta
forma, conformaron un poder independiente como grupo local fundamentado
precisamente en su capacidad de prescindir de los recursos que controla el Estado, y
satisfacer las demandas de la clientela mediante los recursos propios, haciéndolos
imprescindibles.188
Estas familias, no necesitaban controlar directamente el recurso tierra pues ejercían su
poder mediante el control del dinero, la semilla, los fertilizantes, el transporte y el
mercado. Muchas veces se convierten en “arrendatarios” de la tierra de los propietarios
parceleros; pero pueden prescindir de involucrarse en la producción. Dentro de su red
social están incluidos las familias indígenas por un lado, y por el otro “compadres”,
vendedores mayoristas de productos químicos y de los artículos que vende en su
negocio, transportistas, vendedores de maquinaria, empleados, autoridades y
funcionarios. No es raro que éstos últimos sean los propios familiares, personajes de la
clase dominante o sus favorecidos y aliados.189 Esta red de alianzas multidimensionales
no nulifica los conflictos entre los intereses individuales, ni las contradicciones de clase,
pero evita el rompimiento de la paz social: pueden formarse facciones, pero los
miembros de éstas suelen tener en sus vínculos diferenciados un contrapeso al
antagonismo.
La vitalidad mestiza parece relacionarse con la persistencia de formas de producción
campesina, y con la forma en que el excedente se transfiere a los grupos dominantes lo
que Roger Bartra llama acumulación primitiva permanente.190 Donde el trabajo
188 Para conocer el desarrollo y prácticas de estos grupos en el México rural se puede consultar el estudio de Carlos, Manuel. Politics and development in rural mexico: a study of socieconomic modernization, Praeger, Nueva York, 1974. 189 La conformación de las élites o grupos caciquiles han sido estudiados en diferentes regiones, para el caso de Jalisco véase, Martínez Saldaña, Tomás. “Formación y transformación de una oligarquía: el caso de Arandas, Jalisco”, en: T. Martínez Saldaña y L. Gándara, Política y sociedad en México: el caso de los altos de Jalisco, CIS/INAH, México, 1976; En el caso de Morelos, Arias, Patricia y Lucía Bazan. Demandas y conflicto. El poder político en un pueblo de Morelos, CIS-INAH/Nueva Imagen, México,1979; para el estudio de un caso general véase, Díaz-Polanco, Héctor. Formación regional y burguesía agraria en México, ERA, México, 1982. 190 Bartra, Roger, “Campesinado y poder político en México”, en: Roger Bartra et. al., Caciquismo y poder político en México, Siglo XXI, México, 1975.
101
asalariado no constituye el mecanismo fundamental de explotación. Pero estas formas
implican coacciones extraeconómicas que a menudo se realizan al margen de la ley,
como es el caso de la usura. Tales coacciones incluyen la manipulación de mecanismos
culturales, la ideología, el parentesco, el compadrazgo, el ritual para mantener el
consentimiento de las comunidades indígenas.
Todo esto ha permitido que la población mestiza se mantenga como grupo separado y
relativamente hermético, que sigue autodefiniéndose como “la gente decente” y que
utiliza una ideología de superioridad innata para mantener una dominación
incuestionada sobre el indígena. Así la categoría indio es utilizada socialmente para
excluir a vastos sectores del acceso a recursos materiales culturales estratégicos. Esto
nos lleva a una integración económica sui generis, en donde el indio sufre condiciones
extremas de explotación en cuanto a trabajador, en cuanto a productor independiente y
en cuanto a consumidor.191
Como se puede ver, el intermediarismo opera en el contexto de redes sociales que
unen los distintos niveles, tales redes pueden definirse como un conjunto de relaciones
diferenciadas (compadrazgo, parentesco, amistad, complicidad, vecindad, etc.) que
posibilitan y sancionan la intermediación. La solidaridad se expresa en alianzas de
parentesco, en circuitos exclusivos de amistad, en ideologías racistas, y en la adopción
común de cierto estilo de vida.192 Además, la confianza entre los miembros de
diferentes familias, como señala Díaz Polanco, resulta un recurso político valioso en
esta situación de confusa legalidad, que va más allá de los intereses económicos
coyunturales que puedan separarlos.193 Su posibilidad de acción colectiva depende de
la continua fortificación de los vínculos horizontales (entre ellos mismos) de su red
social. También son importantes los vínculos verticales, sus relaciones hacia abajo con
trabajadores y las comunidades indígenas que se basan tanto en la posibilidad de la
191 Stavenhagen, Rodolfo, “Classes, colonialism and acculturation”, en: I.L. Horowitz (ed), Masses in Latin America, Oxford University Press, Nueva York: 235-288. Favre, Henri. Cambio y continuidad entre los mayas de México, Siglo XXI, México, 1973: 80-114. 192 De la Peña, Guillermo, “Poder local, poder regional: perspectivas socioantropológicas”, en: Jorge Padua y Alain Vanneph, Poder local poder regional, Colegio de México/CEMCA, México, 1993: 27-55. 193 Díaz-Polanco, Héctor. Formación…1982.
102
represión como en el reparto de premios. Sus relaciones hacia arriba con el gobierno
central eran de apoyo mutuo a menudo conflictivas, precisamente por sus pretensiones
de mayor independencia.194
Por varias décadas, los agentes protagónicos del espacio político local, fueron los
caciques ganaderos y cafeticultores que detentaron el poder político, ya sea a través de
mediaciones o directamente. Pero a partir de la llegada del Instituto Mexicano del Café
se evidenció un desgaste de las viejas estructuras de dominación y se empezaron a
gestar nuevos actores en el espacio político, que se propusieron poner fin a la
corrupción administrativa y la tutela caciquil que habían permeado el poder político
local.
Podemos decir que uno de los factores más importantes para el cambio en la
conformación del poder político en Huehuetla fue la llegada, en los años setenta, del
Instituto Mexicano del Café (INMECAFÉ). Bajo su dirección se organizaron uniones de
socios productores, donde el único requisito era ser propietario de una extensión de
terreno susceptible de ser transformado en cafetal. Estas uniones se incorporaron a una
serie de programas que iban desde la rehabilitación de cafetales hasta la
transformación de nuevas extensiones para cafetales. En el sexenio del presidente
Echeverria (1970-1976), se inició en Huehuetla un ambicioso programa para organizar,
proporcionar asistencia técnica y comprar el café a pequeños productores. De esta
forma, el Estado vinculaba al campesino con el mercado internacional, aunque también
limitaba su participación en el mercado interno, porque el Estado intervenía en varios de
los procesos de producción.
La política del Estado mexicano era alentar a sus instituciones a desarrollar un papel de
intermediarios, de esta forma los funcionarios y autoridades federales jugaron un papel
importante en la región al ser los dispensadores de los beneficios tanto frente a los
mestizos como ante los indígenas esta acción se canalizó a través de redes tanto hacia
194 Olveda, Jaime. La política de jalisco durante la primera época federal, Poderes de Jalisco, Guadalajara, México, 1976; González Navarro, Moisés. Anatomía del poder en México (1848-1853), El Colegio de México, México, 1977.
103
abajo con las comunidades indígenas, como hacia arriba con funcionarios situados en
rangos superiores como señala Lomnitz.195 Con esto el sistema político en la región
operó como una red jerárquica de patronazgo. En este sentido, se puede hablar del
Estado clientelista al que hacen referencia numerosos autores.196
Dado que el gasto público aportado por la federación no era mayoritariamente
administrado por actores locales sino por las agencias federales que organizaron a su
manera el territorio operando según criterios sectoriales, todo esto provocó descontento
entre los segmentos generalmente privilegiados y con esto una fragmentación del poder
en el ámbito local, que alentaron poderes alternativos y la organización social. Así el
Estado mismo se convirtió en el protagonista más importante del proceso de
acumulación capitalista en la zona.
El INMECAFÉ fue acabando con los intermediarios y especuladores del café. Además
fomentó su cultivo con tres objetivos fundamentales: aumentar la producción mediante
mejores técnicas y un mayor uso de tecnología, acabar con los acaparadores locales
que imponían un precio bajo de compra mediante la especulación y el control
monopolico en zonas bien delimitadas, lo que les daba un poder económico que se
traducía en el control del comercio en general y un fuerte poder político de tipo caciquil,
finalmente otro objetivo era retener a la población en el lugar y fortalecer la presencia
del Estado en la zona como una forma de control de los campesinos. En este sentido
podemos decir que el Estado mexicano asumió el papel de prestador, promotor,
organizador, comprador y patrón en la Sierra Norte de Puebla.
Las uniones y cooperativas formadas con el apoyo de INMECAFÉ se extendieron
rápidamente en toda la Sierra Norte de Puebla, como lo muestra el hecho de que para
1977 había 16 cooperativas en la sierra, en 1978 llegaron a 63, para 1979 aumentaron
a 71, y en 1980 ya eran 86, llegando en 1981a 150 cooperativas que agrupaban a miles
195 Lomnitz, Larissa, “Horizontal and vertical relations and the social structure of urban México”, en: Latin American Research Review, vol. XVII. 2.
104
de miembros, para este último año las cooperativas contaban con bodegas y
negociaban directamente con la agencia gubernamental de distribución CONASUPO.197
El cambio en la política gubernamental y la profunda crisis que se dejó sentir en las
regiones cafetaleras en 1987, trastocó la vida cotidiana de las comunidades
campesinas. En Huehuetla se restringieron los insumos básicos, tales como fertilizantes
y apoyos técnicos, las posibilidades de obtener algún crédito a través del Instituto
Mexicano del Café disminuyeron y al final de la década de los ochenta, con la caída
abrupta de los precios internacionales del café y el desmantelamiento del INMECAFÉ,
el panorama se volvió crítico.
5. De la organización independiente de productores de café a la disputa por el poder municipal
“Como ver el momento en el que se están abriendo los pétalos de una flor” OIT
La experiencia adquirida por las uniones de productores de café fue de vital importancia
al desaparecer INMECAFÉ en 1989 porque fueron la base de otras formas de
organización de los indígenas, quienes con la ayuda de otros actores como los párrocos
de la Diócesis de Puebla, la Orden de las Madres Carmelitas y la Comunidad
Eclesiástica de Base (CEB)198 fueron conformando una organización sólida e
independiente del Estado: La Organización Independiente Totonaca (OIT).
De esta forma las comunidades indígenas opositores a las familias tradicionales que
detentaban el poder municipal, se conformaron al amparo de la iglesia católica de
tendencia progresista, en la OIT. A lo largo del proceso la CEB jugó un papel central
196 Foster, George. Tzintzuntzan. Mexican peasants in a changing world, Litle, Brow and company, Boston, 1967; Powell, John Duncan, “Peasant society and clientelist politics”, en: American Political Science Review, LXIX, 2: 411-425. 197 Ruiz Lombardo, Cafeticultura…1991. 198 Las CEB surgen como una necesidad de la iglesia, para llegar a los sectores más populares de la sociedad, tienen como base los documentos de la Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín, Colombia en 1968, apegados a las ideas de la Teología de Liberación, la cual reflexiona sobre la violencia institucionalizada, las minorías privilegiadas, las masas oprimidas, la explotación, la injusticia, las clases dominantes y subalternas. Trabajan como grupo en atacar problemas como el hambre, la
105
como promotora en favor del respeto a los derechos humanos y la libertad individual.
Los religiosos e indígenas empezaron a poner en entredicho las formas del ejercicio del
poder político municipal y caciquil de las localidades, abriendo importantes espacios de
discusión y debate en las comunidades actuando no sólo a nivel del discurso, sino
impulsando algunos proyectos de organización y desarrollo rural. De esta forma, los
indígenas totonacos se fueron transformando en sujetos políticos.
El surgimiento de actores políticos en Huehuetla, también estuvo ligado, en gran
medida, con algunos profesionistas, tales como los profesores del Kgoyom199(asesores)
que jugaron un papel importante. Los maestros se convirtieron en los intermediarios
culturales dentro de las comunidades rurales. Asumieron el papel de consejeros
morales, asesores legales, gestores de las demandas de las comunidades e
instructores. Establecieron relaciones de padrinazgo, también fueron en algunos casos,
los portavoces de las noticias del ámbito nacional. En la actualidad, aparte de trabajar
en la escuela preparatoria alternativa “Kgoyom” ayudan en labores administrativas y
técnicas en la OIT y en la presidencia municipal también colaboraron en labores
administrativas.
La preparatoria fue fundada en 1994, surge cuando la SEP canceló el registro al
bachillerato que existía para toda la comunidad de Huehuetla. El problema se generó
por el apoyo que el bachillerato recibió de la presidencia municipal para material
didáctico, además de algunas becas que se repartieron entre los estudiantes con
menos recursos. Sin embargo, la población mestiza se opuso a que las becas fueran
repartidas entre los indígenas totonacos, decían “por qué becas para el huarachudo y
no para nuestros hijos” estas protestas ocasionaron que la SEP le cancelara el registro
al bachillerato dejando a los estudiantes con sus estudios inconclusos. Las diferentes
carestía, realizan cooperativas de consumo y de producción, luchan por el acceso a los servicios públicos y ayudan en la evangelización y organización popular. 199 El Kgoyom es un centro de estudios que empieza a laborar a las 8:30 hrs. de la mañana en las parcelas experimentales donde aprenden a mejorar el rendimiento de hortalizas y el cultivo de hierbas medicinales, a las 10:00 hrs, los cerca de 50 estudiantes ya se encuentran en las aulas donde son atendidos por cuatro maestros de tiempo completo y diez de asignatura, entre ellos el curandero Don Aurelio que imparte la materia de medicina tradicional, otras materias son ciencias naturales, prácticas
106
gestiones del gobierno indígena ante la SEP no tuvieron éxito y el bachillerato
permaneció cerrado por dos años.
La escuela preparatoria Kgoyom se fundó con el apoyo del Centro de Estudios para el
Desarrollo Rural (CESDER) de Zautla (con registro ante la SEP, para estudios de
licenciatura) que implementó estudios a nivel de bachillerato en dos regiones de Puebla
(Huehuetla y Zinacapan), la preparatoria de Huehuetla se registró como un centro
incorporado al Cesder. Como respuesta a la fundación de la preparatoria los mestizos
del centro implementaron un bachillerato abierto, que más tarde logró obtener su
registro como bachillerato normal.200
El trabajo de los asesores se ve reflejado principalmente en la escuela preparatoria,
donde bajo un programa educativo alternativo (en cuanto modelo educativo) los jóvenes
además del plan oficial, cursan materias de desarrollo sustentable y microempresas.
Esta escuela organiza sus programas formativos en defensa prioritaria del totonaco,
como base y fuente de la cultura y tradición locales, tiene la idea de restablecer los
valores culturales y de conocimiento científico a partir de la cultura totonaca, en este
sentido trabaja con aspectos cotidianos básicos, “se enseña a los alumnos a valorarse a
sí mismos, para que no sean sumisos, se trata de formar a la gente desde su raíz pero
con conciencia, de que a través de la valorización de su cultura puedan ir tomando el
papel que los asesores ahora tienen”.201
Los trabajos de apoyo social de la iglesia en Huehuetla iniciaron en 1965 gracias al
apoyo del padre Juan Ramírez, quien fundó un internado con primaria completa cuando
sólo existía una escuela unitaria, en el internado aprendieron a leer y escribir muchos
niños indígenas. Cuando ya no se pudo mantener el internado, se formó una escuela de
enseñanza básica para adultos, a la cual asistían, después de trabajar en el campo,
como 150 jóvenes y señores casados, algunos de ellos terminaron la secundaria y se
agrícolas, microempresas (panadería y fabricación de blocs de construcción, etnoagricultura, etnoagronomía y lengua totonaca. Hay talleres de computación, video reportaje y fabricación de ceras. 200 Entrevista al profesor Ocotlan Librado, Huehuetla, Puebla, diciembre de 1998.
107
formaron como catequistas. Éstos no sólo decían la palabra de Dios, sino que también
daban consejos a los indígenas sobre como mejorar su forma de vida con la finalidad de
que el hombre y la mujer indígena se capacitarán para defender sus derechos.202 Los
sacerdotes posteriores no se preocuparon por el proyecto, hasta que en los años
ochenta el padre Salvador Báez inició un trabajo de reflexión con los catequistas
indígenas de Huehuetla para animarlos a continuar su tarea de enseñanza y motivación
en las comunidades ahora apoyados en las ideas de la teología comprometida con los
pobres. 203
Se realizaron asambleas y reuniones en las que se cuestionó abiertamente a la
administración municipal y se fue conformando la idea de constituirse en un grupo
político opositor a los grupos que tradicionalmente ocupaban los cargos de elección
popular, expusieron sus concepciones de lo que debería ser “un buen gobierno al
servicio de la comunidad”.
El liderazgo político se fincó fundamentalmente en los clérigos y los profesores del
Kgoyom quienes utilizaron su influencia sobre la comunidad, no sólo por medio de las
asambleas sino también a través de una amplía red de alianzas con pequeños
propietarios indígenas y cafetaleros. Su papel como intermediarios culturales fue
decisivo en el fortalecimiento de la organización.
Era un proyecto grande en que participaron todos los sacerdotes y religiosas de la zona
de Teconato, Zapotitlan, Huitlapan, Olintla y Huehuetla, entre otros. Los catequistas del
padre Salvador Báez, iniciaron el trabajo en esta región basados en la religión católica.
201 Entrevista con la Lic. Teresa Griselda Tirado coordinadora académica del Centro de Estudios Superiores Totonaco, “Kgoyom”, Huehuetla, Puebla, diciembre de 1998. 202 Entrevista con la madre Inés de Jesús Ministro, Huehuetla, Puebla, Julio de 1999. 203 En esta región la teología india se practica en 32 parroquias pertenecientes al Plan Pastoral Indígena de la Diócesis de Puebla. El plan cuenta con una casa misión en Zapotitlán en la que se imparten talleres de derechos humanos, políticos y electorales, y espiritualidad indígena a diáconos y catequistas, cuentan con un seminario en Zaragoza para indígenas nahuas y totonacos que siguen la misma línea teológica. Además cuentan con el apoyo y trabajo de las misioneras de las congregaciones Carmelita y Guadalupana en Huehuetla, Olintla, Ixtepec y Aguactlán.
108
“Primero estábamos basados en la fe. Pensábamos en el plan de Dios, qué hacer y cómo hacerlo. Había encuentros e intercambio de experiencias. Luego vino el encuentro regional en Orizaba, en 1988. Se esperaban 3 mil y llegamos como 8 mil, ya todos bien entrados en la Teología de la Liberación. Y entre las muchas interrogantes nos hacíamos una más: ¿y en lo político cómo hacerle? La respuesta a esta pregunta señala la madre carmelita Inés de Jesús es que “el hombre no siempre se mueve en lo religioso, se mueve en diferentes niveles; económico, social cultural y político por eso no solamente se puede hablar de la palabra de Dios es necesario meterse en todos esos ambientes para que nuestra evangelización sea completa, así como lo piden ahora los documentos de la iglesia, desde la religión”.204
El proyecto ayudó a que los indígenas se organizaran no sólo para la producción
agrícola, sino también para comercializar el producto eliminando intermediarios.
Después del padre Báez, el sacerdote Mario Pérez, en 1989, logró ver cristalizados sus
esfuerzos en una organización, que no sólo se organizaba para controlar la producción
y venta de sus productos, sino que además se disponía a disputar a los mestizos el
poder político del municipio.
De esta forma nació la Organización Independiente Totonaca (OIT) como una
organización de solidaridad social, que se fundó el 21 de julio de 1989, a partir de la
Comunidad Eclesiástica de Base que existe en Huehuetla.205
“Ya veníamos platicando despacito desde tiempo atrás lo de formar la organización y de ahí surgió la coalición con el PRD. Eramos una triple S (Sociedad de Solidaridad Social), pero ni siquiera habíamos pensado en que nombre ponernos, no era OIT todavía. Era nuestra primera reunión grande desde que empezamos a organizarnos, porque en ese tiempo había mucho miedo, no se nos permitía. Porque los que son gobierno no dejaban que se les exigiera. Piensan que como andamos de calzón de manta somos nacos”.206
Los indígenas discutían dentro de la organización sobre las formas de revertir los
agravios que sufrían por parte de las autoridades caciquiles desde el origen del
municipio, además rompiendo con el sentimiento de inevitabilidad se organizaron para
exigir sus derechos como comunidad a partir del estudio de los derechos humanos. De
204 Entrevista con la madre Inés de Jesús Ministro, Huehuetla, Puebla, Julio de 1999. 205 Petrich, Blanche. “La carencia de una carretera cierra mercado a Huehuetla”, en: La Jornada, 18 de agosto, México, 1998: 35. 206 Petrich, Blanche. “La carencia… 1998.
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esta forma se transformaban como actores políticos y se preparaban para disputar el
poder municipal.
“Hace 10 años los indígenas no teníamos nada, se nos despreciaba decían que somos tontos, que no razonamos, pero nosotros decimos que los indígenas razonamos mejor, analizamos mejor porque conocemos las necesidades de las comunidades y que podíamos gobernar como indígenas no como mestizo que están más ligados a su raza”.207 “Empezamos a estudiar las garantías individuales y nuestros derechos como comunidad, tomamos cursos sobre los derechos que tenemos los indígenas, comprendimos que tenemos derecho a participar, nos organizamos para exigir los servicios como el agua, la electricidad, aulas para estudiar y, a organizarnos para solucionar los problemas”208.
La OIT tiene influencia en todas las comunidades del municipio, se rige por estatutos
que reglamentan los derechos y obligaciones de sus integrantes, tiene una directiva
compuesta; por un presidente, un secretario, un tesorero y comisionados en todas las
comunidades del municipio; quienes son electos duran en su cargo dos años, entre sus
objetivos principales está la conservación de la cultura a través de diferentes
actividades tanto sociales como religiosas, en este sentido, el Kgoyom juega un papel
importante a través de sus planes y programas de estudio, también la organización
cuenta con un programa de mejoramiento de la semilla de café. El grupo denominado
“Pastoral de la Tierra” contaba con aproximadamente mil socios en 1989, se
encargaban de otorgar ayuda técnica a productores de café, pimienta y maíz, con
prácticas como la conservación de suelos, uso de abono y fertilizante orgánico. La OIT
argumenta que:
“la tierra para los indígenas no es un medio de producción o un factor de la producción, como es para la ideología occidental, tampoco es una mercancía que puede venderse al mejor postor. El trato que recibe debe ser de tributo y veneración por su fertilidad. El no rendir tributo a la madre tierra, el no dejarla descansar y no respetar sus ritmos de producción así como el utilizar plaguicidas y mercantilizarla son acontecimientos que explican su deterioro, porque con la introducción de los cultivos comerciales y los
207 Entrevista con el Señor Mateo Sánchez, primer presidente municipal indígena en Huehuetla, julio 1999. 208 Entrevista con el Señor Pedro Rodríguez, expresidente municipal de Huehuetla, febrero de 1999.
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paquetes tecnológicos en las zonas indias se ha violentado el proceso armónico que los indígenas mantenían con la naturaleza”.209
Por esta razón, los trabajos de recuperación de los suelos es una parte medular de la
labor de la Organización Independiente Totonaca (OIT), buscando recuperar la relación
que se mantenía con la tierra. La OIT cuenta con una tienda de abarrotes, dos líneas
telefónicas, un fax, una tienda de medicina natural, una tortilleria, una tienda de
artesanías y una panadería para servicio de la comunidad indígena. El grupo Pastoral
de Base, tiene la tarea de conservar sus tradiciones y preparar a los jóvenes para
ocupar los cargos en la OIT, además de ayudar a las autoridades religiosas en algunas
labores.
El papel de “la teología india”210 en la conformación de la OIT fue muy importante.
Porque desde el inicio del proyecto participaban clérigos comprometidos con esta
corriente, que entre sus objetivos tiene el preservar los “usos y costumbres”, las
creencias religiosas tradicionales y apoyar la defensa de los derechos de los pueblos
indios. En el caso de Huehuetla el impulso del clero local no parece trascender los
límites de la salvaguarda de la tradición a través de los oficios religiosos, defendiendo el
papel del Consejo de Ancianos y de los cargos tradicionales y sin adentrase en los
escenarios de las decisiones políticas, esta situación sin connotaciones manifiestas de
lucha ideológica o resistencia étnica, evita su implicación en conflictos relacionados con
el poder local. El plan de acción de la OIT, como organización política, supone que la
forma más viable de alcanzar sus objetivos es la lucha democrática y pacífica, dejando
que la labor concientizadora penetre poco a poco en sus destinatarios y que sean ellos
libremente los que decidan sobre el tipo de gobierno que desean.
Por su posición en defensa de los derechos indígenas, los últimos tres párrocos de
Huehuetla no han sido del agrado de los habitantes del centro. Las fricciones son tantas
209 Proyecto de Historia local…1998. 210 La teología india intenta buscar en las raíces de la cultura indígena una respuesta a la vida desde la fe, se busca reivindicar los valores de esas culturas. Pretende aportar a la sociedad la idea de los valores indios, su ética y su cosmovisión.
111
que los domingos, muchos de los mestizos ya ni siquiera se acercan a la iglesia,
demasiado llena de indios para su gusto.
“No es de su agrado que aquí hablemos de valores y derechos indios. Aquí reconocemos sus luchas por ser gobernados por ellos mismos. Como teología india que somos, no nos vemos solamente como administradores de sacramentos. Eso no les gusta a la gente del centro. Para ellos el ayer era mejor”.211
Como podemos ver, la realidad política de Huehuetla, muestra dos grupos
completamente diferentes y plenamente definidos; OIT y PRI, el segundo de estos
grupos está constituido a su vez por miembros de la Confederación Nacional
Campesina, formada mayoritariamente por mestizos del centro, que no necesariamente
son campesinos. Existen además campesinos, esencialmente indígenas, que militan en
la organización Antorcha Campesina, aunque su presencia es mínima en dos
comunidades: Cinco de Mayo y Leakaman. Finalmente otro de los grupos perteneciente
al PRI, son los miembros de la Cooperativa, nombre genérico con que se identifican un
pequeño grupo de productores favorecidos por el Centro Coordinador Indigenista con
sede en este lugar. Estos grupos priístas controlan los servicios educativos, el Instituto
Nacional de Educación para Adultos (INEA), las escuelas primaria, telesecundaria y
bachillerato, ya que están a cargo de estos centros varios de los miembros de estos
grupos priístas y sus familiares: hermanos, primos, tíos, cuñados, esposos.212
Actualmente, el grupo de mestizos que conservan el poder económico pertenecen al
Partido Revolucionario Institucional (PRI). Aunque durante los nueve años de gobierno
indígena perdieron parte de su influencia fueron un grupo de presión para el cabildo
indígena, algunas veces el poder de los caciques solía rebasar en algunos asuntos al
poder del cabildo indígena, por ejemplo cuando el ayuntamiento quería realizar algunas
obras públicas de utilidad en la cabecera, los mestizos se oponían y estas no se
realizaban. Este fenómeno se explica gracias al centralismo del sistema político
mexicano porque tanto el gobierno del estado como el federal brindaban su apoyo
211 Petrich, Blanche. “Huehuetla, entre su raigambre totonaca y la modernización mestiza”, en: La Jornada, 10 de mayo, México, 1999.
112
directo, a través de dependencias gubernamentales federales como la SEP y
SEDESOL entre otras y estatales como la secretaria de Finanzas.
También los mestizos siempre han sido favorecidos por el partido de Estado con
apoyos directos para campañas electorales, como fue el caso de la elección de 1994,
cuando se regalaron láminas de asbesto y molinos de nixtamal a los indígenas como un
obsequio por parte de los priístas, sin embargo, el costo de estos regalos fueron
descontados del techo financiero que el gobierno estatal designa cada año al municipio.
Esto afectó directamente los recursos que recibió en ese año el gobierno indígena.
6. El triunfo de la Organización Independiente Totonaca (OIT) “Es un cedro con ramas, hojas y flor”.
OIT
Las elecciones federales de 1988 como escribió Jorge Alonso fueron un campanazo
ensordecedor: grandes capas populares demandaban nuevas vías de participación y
los antiguos líderes y partidos fueron rebasados; no obstante el estallido se encauzó
por lo electoral.213 Esto fue una gran experiencia para muchas organizaciones locales
que como la OIT buscaban participar en la disputa del poder en su municipio. Así en
1989, la OIT en alianza con el PRD decidieron presentarse a las elecciones y disputar el
ayuntamiento a los mestizos de la cabecera municipal.
En los años ochenta los movimientos populares sobre todo regionales y locales se
empiezan a aliar a los partidos políticos. En este sentido la candidatura a la presidencia
de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, alentó a los movimientos populares a enfocar su
actividad política hacia la arena electoral. El neocardenismo había logrado aglutinar a
su alrededor un gran número de movimientos sociales, campesinos, estudiantiles, etc. y
ayudó a potenciar otros. Por otra parte, los resultados electorales de ese año mostraron
la necesidad de relegar dentro del partido gobernante (PRI) a sus tradicionales
212 Tirado Evangelio, Teresa Griselda. Poder indígena y poder mestizo, una convivencia simultánea en el caso de Huehuetla, mimeo. Puebla, México, 1997. 213 Alonso, Jorge, “Introducción: una incursión en las elecciones locales recientes”, en: Jorge Alonso y Silvia Gómez Tagle (coords.), Insurgencia democrática; las elecciones locales, Universidad de Guadalajara (Jornadas Académicas), México, 1991.
113
“intermediarios de poder” regionales y reclutar nuevos cuadros, esto provocó pugnas en
las estructuras clientelares del partido minando su control político en las localidades.
Estos acontecimientos, empiezan a diversificar paulatinamente la competencia en el
terreno electoral local; se conforman los comités del Partido de la Revolución
Democrática en muchos municipios y participan por primera vez en las elecciones de
1989. El registro del PRD, sirvió a muchas organizaciones locales para participar en las
elecciones por las presidencias municipales. Además se crearon diversas instancias y
organismos de ciudadanos que vigilaban, testificaban, exigían respeto y aun calificaban
los comicios, todo esto ayudó a tener elecciones más transparentes y sirvió a diversas
organizaciones para participar en la lucha electoral. La arena electoral en los municipios
se tornó un terreno en disputa.
Algunos comités municipales de partidos de oposición, se conformaron a raíz de las
pugnas generadas en el seno del partido oficial, en la medida en que la designación de
los candidatos a presidentes municipales fue aun más competida. Las pugnas
faccionales a nivel de comité estatal de ese partido y en algunos comités municipales,
desgastaron políticamente al PRI.214 En Huehuetla por ejemplo el PRD como partido
político no existía, la alianza con la OIT le permitió tener presencia política en el
municipio, gracias a la OIT se nutrió de los grupos indígenas y de la iglesia progresista
de la localidad. En este contexto la OIT participó en alianza con el PRD, en las
elecciones municipales de 1989, presentando candidatos indígenas para romper con el
dominio político de los mestizos.
Para formar parte de la planilla y contender en las elecciones municipales se exigió que
aparte de ser miembro activo de la OIT, debía haber desempeñado la mayoría de los
cargos religiosos, lo cual le garantizaba a la población que sus candidatos tenían:
responsabilidad, honor y fortaleza, y además que contaban con el prestigio y el derecho
de representar a su pueblo. El método de elección de los candidatos se realizó en forma
214 Rivera Sánchez, Liliana, “Gobiernos locales y alternancia política en Veracruz”, en: Ciudades, núm. 30, abril-junio, México, 1996: 60-64.
114
directa en asamblea, primero los habitantes de las comunidades se reunieron y
discutieron las capacidades y trayectoria de los posibles candidatos, hasta lograr elegir
algún candidato por consenso. Una vez realizada las elecciones en las comunidades,
se efectuó una reunión en la bodega de la organización, pero ahora con todos los
diferentes comités de las comunidades del municipio (educación, obras, cargos
religiosos), la directiva de la OIT, y el Comité Directivo del Partido de la Revolución
Democrática, en donde por consenso se eligió la planilla que contendió en las
elecciones municipales.
La conexión ideológica, más de forma que de fondo entre el PRD y la OIT sólo se da en
ciertos puntos como la lucha por el reconocimiento de los derechos indígenas y la
democracia, en la actualidad, la alianza parece establecerse en esencia en términos
instrumentales, “juntos hasta que los intereses individuales nos separen”, en este
sentido el PRD proporciona su registro a la OIT, porque las leyes electorales establecen
que no se puede participar en las elecciones sin el registro de un partido político. Por
supuesto esto no resta el valor de los pactos políticos establecidos por el PRD, tanto
con los movimientos sociales como con el movimiento indígena, en este caso la
coalición para el PRD es como un medio para consolidar su fuerza en áreas
tradicionalmente dominadas por el PRI; y para la OIT el registro del partido le permite
acceder al poder municipal.
Además el pacto entre la OIT y el PRD se puede definir a partir de la independencia de
la primera. En esta línea, la OIT trata de evitar en todo momento intromisiones
“externas” a su gestión que puedan causar división interna, en este caso las que
procedan del PRD, del gobierno, de los asesores, de los maestros bilingües o de los
propios partidos políticos.
“nos desintegran también en nuestra vida de comunidad, nos enseñan una cultura de la elección que no es la nuestra, la de la credencial y la urna, en donde todo se confunde y algunos prefieren no participar en la elección, o lo que en ocasiones es más grave nos
115
induce a una cultura de la corrupción, a dar nuestro voto a cambio de regalos y migajas. Enseñan a dar el voto por la compra”.215
En las elecciones municipales de 1989, los indígenas de la OIT, después de una amplía
movilización lograron el reconocimiento oficial de su triunfo. Una vez que ocuparon la
presidencia municipal emprendieron un exitoso trabajo en la administración pública,
apoyándose ampliamente en el Programa Nacional de Solidaridad, que les permitió
establecer alianzas en las comunidades indígenas del municipio en donde habían
logrado incidir en la campaña. El PRONASOL constituyó el eje de las obras materiales
del municipio, pero también se convirtió en el mecanismo más efectivo de construcción
de un nuevo sistema de lealtades hacia la OIT con los beneficios en general del
programa. Pero también se originaron prácticas de centralización del poder, clientelismo
y protagonismo político, que permearon el ejercicio público de la administración, los
conflictos internos (OIT-PRD y PRD-asesores principalmente) debilitaron la
organización lograda en el transcurso de varios años de trabajo.
El día de las elecciones los indígenas de las comunidades llegaron a la cabecera a
votar en gran cantidad, se formaban grandes filas blancas ante las urnas, la votación
sorprendió tanto al PRI como a la propia OIT, aunque la OIT sabía que la población de
las comunidades sobrepasaba en número a la cabecera municipal, no pensaron que
llegarían a pie desde sus comunidades en grandes cantidades a votar. En ese
momento se daban cuenta de los frutos de su trabajo (reuniones, asambleas, las
platicas de los catequistas apoyando el proyecto de la OIT, el trabajo de
comercialización y acopio de café por parte de la OIT, etc.), los priístas en cambio se
dieron cuenta demasiado tarde que estaban perdiendo la elección, la OIT, sin dejar de
sorprenderse sabían que habían ganado la elección y que las maniobras del Comité
Estatal del PRI no funcionaron “estaban tan enojados que mandaron cerrar las casillas,
levantaron las actas y quisieron violar la votación, pero ya no pudieron”216 había
demasiada gente pendiente y la maniobra empezó tarde, finalmente el Instituto Estatal
Electoral tuvo que aceptar que la OIT había ganado la elección en coalición con el PRD.
215 Proyecto de Historia local…1998. 216 Petrich, Blanche, “ la carencia… 1998.
116
Desde el momento de recibir el poder municipal la OIT y el gobierno indígena sabían el
reto que les esperaba “el ayuntamiento saliente había dejado en las oficinas un billetito
de veinte pesos. Y nada más. Ni una silla siquiera”. Ese fue el punto de partida. No
obstante la OIT mostró una forma nueva de gobernar, aunque también empezaron a ser
bloqueados por los mestizos residentes en la cabecera municipal.
“cuando la Organización Independiente Totonaca fue gobierno el ayuntamiento era un hormiguero, bajo sus portales había bancas y ahí tomaban el fresco los que venían de lejos caminando a tratar sus asuntos. En la oficina del presidente municipal, rodeado de sus síndicos, regidores y asesores, se sesionaba en audiencias públicas y entraba quien quería. En el salón de cabildos funcionaba una asamblea permanente. Hombres y mujeres se congregaban, entraban y salían, pedían y gestionaban, los topiles solo cerraban las puertas del palacio municipal durante la noche”.217
Fueron nueve años en los que se gobernó más de cara a las comunidades y menos
para la cabecera municipal, donde se concentra el diez por ciento de la población: los
mestizos. Los habitantes de las comunidades del municipio pudieron reconocer “el
centro” como un espacio propio, no sólo como la casa de los patrones. Pero quizá la
obra más importante de la administración indígena tuvo que ver con lo que describe don
Polo uno de los transportistas de la región “ahora si los totonacos ya abrieron los
ojos.”218
De los veinte municipios totonacos de la Sierra Norte de Puebla solo Huehuetla era
gobernado por indígenas totonacos, esta experiencia de gobierno indígena se extendió
a lo largo de tres trienios de gobierno durante los cuales se aprobó un bando de policía
y buen gobierno que desde 1996 distingue al municipio como pluriétnico. A pesar de
que el estado de Puebla aún no implementaba en su legislación la reforma al artículo
cuarto constitucional federal, no obstante que cuenta con 40 por ciento de población
indígena, en este bando incorporaron las reformas al articulo cuarto constitucional
federal y el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como se
muestra en los siguientes artículos del Bando:
217 Blanche Petrich, “Huehuetla entre… 1999. 218 Blanche Petrich, “Huehuetla entre… 1999.
117
“ Artículo 9.- Este municipio es pluricultural y pluriétnico, y que todos los grupos humanos que en el participan tienen los mismos derechos y obligaciones ante la ley. Artículo 10.- Queda en vigor en este municipio las reformas al artículo cuarto constitucional y el respeto al convenio 169. Así como su aplicación relativo a los derechos de los pueblos indígenas y tribales. Por lo que no se permitirá en este municipio ninguna forma de racismo, intimidación o abuso de los derechos humanos en contra de cualquier persona o grupo. Artículo 11.- El ayuntamiento de Huehuetla resguardará la riqueza pluricultural y pluriétnica del municipio. velando por la identidad cultural y étnica de la población mayoritariamente totonaca. Artículo 12.- Las lenguas oficiales en el municipio de Huehuetla son el totonaco y el castellano. Y no habrá impedimento alguno en expresarse en cualquier idioma en actos y documentos públicos que existan en el municipio. Ni coartará el uso de otras lenguas. Artículo 13.- Es el Consejo de Ancianos la máxima autoridad social del municipio.”219
Este hecho es importante porque de esta forma se plasma la importancia que tiene la
identidad india para la OIT y el gobierno indígena del municipio de Huehuetla, también
la idea que tienen sobre la forma de gobernarse apoyados en su derecho que como
pueblo indígena les confiere la constitución y los convenios internacionales, además de
manejarlos políticamente como una forma de defensa. Durante los tres trienios que
gobernaron trataron de llevar a la practica este reglamento, por ejemplo el presidente
municipal podía tratar algunos asuntos con los indígenas totonacos en lengua totonaca,
mientras que el Consejo de Ancianos tuvo un papel importante como autoridad.
En lo relativo a los derechos indígenas, aunque no se hablaba de “usos y costumbres”
la máxima autoridad era el Consejo de Ancianos y el presidente municipal debía rendir
cuentas ante la asamblea de la comunidad. Todos los totonacos con cargo público
tenían que ser reconocidos por la asamblea por sus servicios prestados a la comunidad.
Las leyes de buen gobierno obligaban a las autoridades a reunir a su cabildo cada mes
para discutir juntos todas las medidas que se tomaban. Si surgía algún diferendo la
consulta se ampliaba al Consejo General del Pueblo, que tenía la última palabra. Este lo
integraban el Consejo de Ancianos, los jueces, los síndicos y la directiva de la OIT. Con
esta estructura de poder, respaldada por un cuerpo de asesores mestizos, los totonacos
encontraron salidas a muchos problemas comunes a los pueblos indígenas, la más
219 Bando de policía y buen gobierno del municipio de Huehuetla, Puebla. Periódico Oficial del Estado de Puebla, viernes 25 de octubre de 1996.
118
importante fue la forma de comercializar sus productos agrícolas sin depender
exclusivamente de los intermediarios mestizos, encontraron otras vías para el acopio de
café, con recursos del Fondo Nacional de Empresas en Solidaridad (Fonaes) de la
Secretaria de Desarrollo Social y todo esto les permitió discutir y decidir juntos si se
embodega la producción o se vendía, “sí no estuviéramos organizados lo
malbarataríamos todo”.
Con el arribo de la OIT al poder municipal se dotó de agua potable y luz eléctrica a las
comunidades y poblados del municipio, apoyados en el programa de solidaridad, lo que
fue benéfico para los indígenas, tanto en el ámbito económico como social. Cuando la
OIT ganó los primeros comicios en 1989, ninguna comunidad del municipio tenía
electricidad ni teléfono. “Los mestizos de la cabecera decían: ¿quieren luz para iluminar
a los tejones? el teléfono era para hablar en español, no totonaca”.220 Durante los tres
trienios la zona se ha electrificado en todas sus comunidades. “Lo de la introducción de
la electricidad parece nada - comenta uno de los expresidentes de la OIT- pero cambio
mucho a nuestra gente. Compraron radio, escucharon cosas, mandaron a sus hijos a
estudiar, se enteraron, se informaron, cambiaron su forma de pensar.”221 Ya hay
casetas telefónicas en todas las comunidades y en algunas de ellas, hay más de una.
En el último trienio se construyeron cinco clínicas comunitarias, tres escuelas
preescolares y cuatro telesecundarias, se introdujo agua potable en diez de las once
comunidades (ver cuadro 2. “Informe del Gobierno Indígena del Municipio de
Huehuetla”). Otro logro fue que las despensas que distribuye el DIF en la localidad se
entregaron directamente por el ayuntamiento y así evitaron su venta discrecional.
Haciendo un recuento de las obras realizadas durante los nueve años que gobernó la
OIT, se puede mencionar que se instaló luz eléctrica y teléfono en las once
comunidades del municipio. En todas las comunidades se abrieron casas de salud y
escuelas, y se construyeron bodegas para que los campesinos pudieran negociar
mejores precios para sus cosechas de café y pimienta. Se fundó y consolidó el Centro
220 Petrich Blanche, “El ejército desarmó a la policía totonaca de Huehuetla, Puebla”, en: La Jornada, 17 de agosto, México, 1998: 40. 221 Petrich, Blanche, “Huehuetla entre… 1998.
119
de Estudios Superiores Totonacos “KGOYOM” y el Consejo de Ancianos funcionó por
primera vez como autoridad reconocida. Entre los pendientes que quedaron en esta
gestión uno de los más importantes fue la pavimentación del camino de terracería que
uniría a Huehuetla con el sistemas de carreteras estatal, ya que si se realiza esta obra
ayudaría a impulsar la región como un centro comercial de importancia estatal.
En cuanto a la relación entre el municipio y la autoridad estatal o federal, ésta
transcurrió con roces y conflictos. En los primeros años de gobierno fueron apoyados
fuertemente por el programa de la Secretaria de Desarrollo Social (Solidaridad), pero al
terminar el sexenio el programa pasó a la Secretaria de Finanzas estatal lo que provocó
una disminución en los apoyos y mayores condiciones para ser entregados. Además,
generalmente el gobierno indígena sufría el acoso de la policía estatal y en algunas
ocasiones la incursión del ejército federal. También se tuvieron conflictos con el INI, por
ejemplo en 1996 el director del Centro Coordinador Indigenista, Víctor Granada,
incumplió con el convenio de otorgar recursos para el acopio de café, la comunidad en
respuesta lo mantuvo encerrado por dos días en las instalaciones de la dependencia,
hasta que se vio obligado a renunciar. Con el actual director del Centro Coordinador
Indigenista, Benjamín Díaz Cerón, la relación es igualmente conflictiva, éste interpuso
una denuncia de peculado contra el presidente municipal, Pedro Rodríguez Vega,
incluso antes de que asumiera la presidencia del ayuntamiento, por 50 mil pesos
entregados por el INI a la OIT para el acopio de pimienta. El argumento de la autoridad
local es que los recursos les llegaron tarde y la OIT no alcanzó a completar el acopio
del producto.
Otro ejemplo de la relación del poder municipal indígena con los otros poderes, es en
relación a la promesa que hizo el entonces gobernador del estado de Puebla, Manuel
Bartlett, de terminar la carretera a Huehuetla, sin embargo no la cumplió, esto pareciera
estar directamente relacionado con el hecho de que se trata de un municipio gobernado
por un partido de oposición, sin considerar que ésta es una zona de producción agrícola
significativa. Como señala un miembro de la comunidad “apunte bien. Ese es nuestro
principal problema, sin carretera no tenemos salida a los mercados, se dificulta que
120
llegue un buen médico, una buena clínica, Bartlett prometió cuando llegó al gobierno de
Puebla y no nos cumplió”.222
7. La derrota electoral de la OIT o la alternancia del poder
El ocho de noviembre de 1998 se celebraron, las más recientes elecciones municipales
en Huehuetla, comicios que se disputaron de manera intensa, la competencia electoral
fue reñida y los resultados arrojaron un triunfo del PRI por 485 votos de diferencia sobre
la coalición OIT-PRD. Con una participación copiosa superior a las elecciones
anteriores. Votaron 6,387 personas, donde el PRI obtuvo un total de 3,436 votos
mientras la coalición OIT-PRD obtuvo 2,951. Era evidente que en estas elecciones la
gente quería votar, unos por la permanencia de la coalición, otros por el cambio y la
alternancia.223
Días antes de las elecciones de Huehuetla se respiraba un clima social y político
altamente polarizado entre los indígenas aliados a la OIT-PRD y los mestizos del centro
vinculados al PRI, e incluso radicalizado, hubo quien vaticinó que “una victoria de los
caciques del PRI abriría la puerta a que en Puebla surgiera un levantamiento armado o
insurgente similar al del EZLN en Chiapas”,224 aunque esta opinión no se basa en un
riguroso análisis de la realidad política que vive el municipio. Por otro lado, cuando el
Consejo Electoral destituyó a dos consejeros electorales que estaban afiliados al PRI
uno de los representantes de ese partido advirtió ante la prensa que “la destitución
podía generar un conflicto incontrolable en Huehuetla”. Ambos bandos estaban
convencidos de su victoria, aunque se presagiaba algún tipo de conflicto, la elección se
desarrollo de forma pacifica.
Las campañas de los dos contendientes estuvieron matizadas por las acusaciones de
manipulación a los indígenas, en relación a cuestiones tales como el apoyo a los
222 Petrich, Blanche, “La carencia de… 1998. 223 Vallverdú, Jaume. Un voto vale más que mil palabras. Identidad étnica y cambio político en Huehuetla, Puebla. Mimeo. México, 1998. 224 Vallverdú, Jaume. Un voto vale…1998.
121
campesinos pobres y los trabajadores y con la lucha por la transformación social,
aspiraciones de justicia y dignidad para los más desfavorecidos. El argumento nuclear
de la coalición OIT-PRD era insistir en tener la representación de la identidad étnica
indígena, sus “candidatos del pueblo” se oponían en este sentido a los “fuereños”
mestizos del PRI. Por su parte el PRI apostaba por un cambio político en sus cuadros y
sus mentalidades, reconociendo anteriores vicios y enquistados comportamientos
corruptos, una cara nueva, sin reflejar discriminación o racismo, marcado en el eslogan,
“trabajemos unidos”.
El PRI acusó a la coalición OIT-PRD de actitudes excluyentes durante el periodo en que
gobernaron, señalando que ellos no utilizarían ni “revanchismos”, ni venganzas en caso
de obtener la victoria, ambos grupos utilizaron como argumento criticar la participación
de los “fuereños”, es decir de los asesores y las monjas vinculados con la coalición
OIT/PRD, y a los funcionarios tanto de dependencias del gobierno como del Partido
Revolucionario Institucional por el lado del PRI, también se puso énfasis en la
manipulación de ambos bandos sobre la población indígena, los priístas señalaban, que
el PRI no manipula porque “los indígenas ya deciden solos”, pero también aseguraban
que los clérigos y el PRD si los manipulan, “las monjas “foráneas”, junto a los agentes
pastorales locales han venido a engañar y a utilizar a la gente que tiene fe en la iglesia
católica”.225 Se consideraba al PRD y a los asesores “externos” en especial, como
manipuladores que buscan su beneficio propio.
La defensa de la OIT consistió en remarcar que el dinero recibido se invirtió
racionalmente en las obras “exigidas por el pueblo”. Los representantes de la coalición
aseguraron que las comunidades estaban satisfechas con su gestión y las obras
realizadas, “los que no están contentos es porque viven engañados por los mestizos del
PRI”. Su apuesta, fue la concientización de los habitantes de las comunidades
225En Huehuetla hay un grupo de religiosas de la orden de las carmelitas que tienen su centro conventual en la ciudad de Puebla; estas monjas ayudan al sacerdote a dar el catecismo , tanto en las cabeceras, como en las comunidades, también ofrecen pláticas de higiene, atienden un puesto de primeros auxilios y cuentan con un internado para niñas de varios lugares de la región, donde enseñan educación primaria.
122
indígenas, mostrar la importancia de conocer y valorar su cultura y el consejo de no
dejarse engañar por sus explotadores mestizos.
La identidad étnica fue instrumentalizada por el discurso político con la finalidad
electoral evidente de lograr una mayor cantidad de votos para su causa. Dado el peso y
poder de decisión del grupo indígena en los resultados finales, la adscripción étnico-
política de uno u otro grupo resultó de mucha importancia. La exaltación de la identidad
étnica indígena fue utilizada como bandera de lucha al señalar que el candidato
perredista era indio totonaco nacido en la comunidad de Francisco I Madero, mientras
que el candidato del PRI no nació en el municipio ni es totonaco, ni habla el totonaco.
El candidato del PRI señalaba que era necesario trabajar con mayor ahínco en las
comunidades y rancherías donde estaba la mayoría del electorado del partido y no en el
centro como habitualmente se había hecho. En este sentido, su proyecto preveía la
ayuda a las comunidades y la intención de abandonar los métodos antiguos, que
marginaban a la comunidades, de este modo prometía “gobernar para todos y entre
todos” estableciendo este compromiso para garantizar el progreso local. El trato
personal hacia muchos indios totonacos por reconocidos priístas daba muestra del
cambio, en lugar de los regaños y la indiferencia con que se les trataba, ahora se
cambiaba por la amabilidad y el buen trato, también fue efectiva la labor de
convencimiento hacia la población sin compromiso político firme para que votara por el
PRI. En este sentido algunos indígenas totonacos creen en la gente del PRI porque,
“les tiende la mano cuando lo necesitan, les apoya en sus demandas y en ocasiones les
dan trabajos eventuales remunerados”. Lógicamente, desde el lado de la coalición OIT-
PRD, esto es visto como una estratagema habitual de engaño para ganarse a los indios
con fines o intereses tanto personales como políticos.
Estas elecciones nos enseñaron que la polarización social y política local configurada a
partir de criterios étnicos es muy compleja. En teoría la mayoría mestiza se reparte del
lado del PRI y la mayoría indígena del lado de la coalición OIT-PRD, pero en la práctica
existe una población flotante, que aumenta los “volteos” (cambio en la preferencia
123
electoral) hacia el partido oficial, que responden en parte a la insatisfacción respecto al
gobierno indígena, quizá por un cambio de actitud o por considerar que no realizaron
cosas prácticas, visibles y materiales, para su beneficio (a las autoridades del
ayuntamiento se les acusó que sólo ayudaban a sus conocidos) y por otra parte nos
muestra la fuerza del sistema político. A nivel estatal, Bartlett buscó recuperar la
mayoría de los municipios poblanos en manos de la oposición sin importar los recursos
para lograrlo.
Los asesores de la OIT en su análisis de las elecciones señalan que efectivamente, el
PRI contó con el apoyo de un buen número de indígenas totonacos y que su estrategia
de contrarrestar la compra de votos del PRI no dio resultado.
“El PRI tuvo el apoyo de los indígenas, más del 50 por ciento de los 3,436 votos priístas fueron de indígenas, comprados o como sea, se pensó que era suficiente con lo que se había hecho, se les decía que aceptaran lo que les dieran pero que no votaran por ellos, se pensaba que esa consiga la iban a acatar, pero no, se pago entre 30 y 200 pesos por voto en esta región, donde se paga entre 15 y 25 pesos el salario por día, los promotores del voto trabajaban casa por casa por las noches, pedían la credencial de elector y les señalaban a los indígenas que ya estaban apuntados, y por tanto comprometidos. Ahora -señalaban los miembros de la OIT- nuestra actuación se va a comparar con el nuevo gobierno, eso es importante porque no se puede pensar que se va a gobernar para ellos ( para los indígenas), pienso que el proyecto de gobierno indígena se va a terminar, nosotros no participaremos si no hay una política indígena”.226
Después de la derrota de la coalición OIT-PRD su principal argumento fue que la
derrota se debió a que los priístas engañaron a los indígenas y les compraron el voto,
“se vendieron los que no apreciaban de corazón a la OIT” o bien “los que no
participaban hace tres años ahora votaban comprados”. De esta forma, para justificar el
resultado responsabilizaban de la derrota a aquellos indígenas que por su ingenuidad o
debido a sus precarias condiciones económicas cayeron en la trampa que les tendió el
PRI, además agregaban que muchos de los miembros de la OIT no cuentan con
credencial de elector y por tanto no votaron. En este sentido señala Vallverdú.
226 Entrevista con el profesor Edmundo Barrios, asesor de la preparatoria Kgoyom Huehuetla, Puebla, noviembre 1998.
124
“actuando así han empezado a desvalorizarse a sí mismos, sin reflexionar sobre el trabajo que la OIT ha hecho. Porque, la versión posterior de algunos indios totonacos votantes del PRI es diferente. Afirman no haber recibido dinero por su voto y desconocer que se haya ofrecido dinero. Por el contrario, algunos afirman que ellos mismos se organizaron en las comunidades viendo los problemas que tenían, con el objeto de escoger a su representante municipal”.227
Según el expresidente municipal indígena Pedro Rodríguez se perdió porque la gente
ya estaba aburrida de tanto trabajo, porque mucha de la gente ya no quería participar
en los diferentes comités que se formaron, muchos tenían cargo en los comités por lo
que poco a poco la gente se aburrió, se canso, trabajo mucho en la faena, acarreo
piedra, saco grava, cemento y todo era trabajo por servicio, los priístas decían que para
que trabajaban, que ese dinero se lo quedaban el presidente y los asesores, que ellos
pagarían las faenas.228
Por otra parte, en Huehuetla no todos los indígenas son perredistas o pertenecen a la
OIT. Por el contrario, muchos de ellos parecen moverse legítimamente por intereses
prácticos e inmediatos, aunque para ello tengan que “voltearse” según les convenga.229
En este sentido, parece ser que los sujetos centrales de esta contienda electoral fueron
precisamente esa población que en muchas comunidades permanece flotante, en este
caso los indios totonacos que con su mayor participación en el proceso electoral o con
sus supuestos “volteos” en las comunidades fueron los que inclinaron la balanza hacia
el lado de quienes suelen ser considerados en mayor o menor grado sus “opresores y
explotadores”. Además de la compra de votos se acusa al PRI, de otras actitudes no
legales durante la elección, “Existe una disposición gubernamental en todos los niveles,
desde la cabeza del ejecutivo del estado, para que el PRI reconquiste Huehuetla,
227 Vallverdú, Jaume. Un voto vale…1998. 228 Entrevista al señor Pedro Rodríguez expresidente municipal de Huehuetla, Huehuetla, Puebla, Noviembre 1998 229 Para conocer las causas de fondo de estos “volteos” se requiere de un análisis más exhaustivo. De igual forma se requiere conocer realmente el peso de la población flotante en las últimas elecciones.
125
disponiendo para ello de los recursos públicos, la compra directa del voto, la amenaza
de los grupos de choque de Antorcha Campesina y, obviamente, el fraude”.230
Un aspecto de suma importancia durante el proceso electoral fue la cobertura tanto
política como económica de ambos contendientes, existía un marcado contraste entre
los recursos utilizados por el PRI, y los pocos recursos que el PRD le proporcionó a la
OIT para realizar la campaña, esto ocasionó un distanciamiento entre la dirección del
partido en el municipio y algunos integrantes de la OIT que incluso han señalado que no
volverán a participar en las elecciones en alianza con el PRD. Los problemas
empezaron desde la elección del candidato de la coalición OIT-PRD, porque resultó
ganador el candidato propuesto por el partido y no el candidato de la OIT, se rompió la
disciplina que la organización había impuesto para la elección del candidato, por lo que
mucha de la gente que apoya a la OIT se sintió defraudada y no participó en la
campaña. Los asesores se quejaron de que fueron excluidos de la campaña por el
secretario del PRD en el municipio, que pretendió hacer la campaña sólo con el partido
y hubo momentos en que la alianza parecía que se rompía.
No obstante la derrota, los integrantes de la organización señalan que seguirán
empeñados en trabajar “organizadamente” para el futuro de sus hijos, para que no les
arrebaten los logros conseguidos durante los nueve años de gobierno indígena. En este
sentido señalan que “la OIT está legalmente registrada y sabe perfectamente cuáles
son sus derechos, por lo que ya nadie de ahora en adelante, en clara alusión al pasado,
va poder impedir que siga desarrollando sus actividades en solidaridad y compromiso
con los indígenas”.231
Por su parte el candidato ganador y actual presidente municipal Víctor Rojas señala que
Huehuetla es un municipio con gran atraso y alto grado de marginación, que los
avances del gobierno anterior fueron pocos, que su gobierno se va enfocar a trabajar en
donde hay más rezagos como son las comunidades indígenas, la atención a la
230 López y Rivas, Gilberto, “Huehuetla: el revanchismo de los caciques poblanos”, en: La Jornada, 4 de noviembre de 1998, México. 231 Vallverdú, Jaume, Un voto vale…1998.
126
población indígena es una de las mayores demandas. En su opinión respecto al
gobierno anterior, indica que éste sólo atendía a los que quería, mientras que en su
gestión no habrá diferencia en la forma de gobierno, porque todos los municipios tienen
sus reglamentos y es la misma ley la que se aplica para todos los municipios de la
República.
Por su parte, la OIT tiene claro que el objetivo no sólo es el gobierno, aunque es
importante, sabe que lo puede recuperar, sabe que cometió errores, se comentaba que
“no había perdido nada que la organización seguía adelante, el partido perdió pero
nosotros no somos partido somos una organización y como tal debemos de seguir
luchando para sobrevivir”, “tenemos muchas líneas de trabajo, muchos proyectos, la
gente nos sigue apoyando”.
En el último aniversario de la OIT hubo mucho optimismo, porque más de 2,000
indígenas participaron en la ceremonia.232 En el acto se denunciaron los ataques en
contra de la OIT por parte del nuevo presidente municipal como son: el tratar de cerrar
la escuela preparatoria alternativa Kgoyom y ocupar los terrenos para oficinas y un
hospital de zona. Esos terrenos, de acuerdo con el actual presidente municipal
pertenecen al municipio, pero el presidente municipal anterior, poco antes de dejar el
gobierno, formalizó ante notario la donación de los terrenos para uso del Centro de
Estudios Superiores Totonacos, Kgoyom. En las comunidades también existe
descontento porque el actual presidente municipal ha elegido a los jueces de paz sin
respetar la tradición, de que estos son escogidos en asamblea por los indígenas. Estos
son los primeros conflictos que se presentan entre las nuevas autoridades y la OIT.
El proceso de lucha indígena por el acceso al poder municipal en Huehuetla nos
muestra que existen avances significativos en el terreno electoral. Sin embargo, es
necesario hacer un balance de los resultados de la alternancia política a nivel local, en
la medida en que, si bien se ha logrado romper el monopolio del partido oficial sobre la
232 Poco tiempo antes del aniversario durante la consulta del EZLN por los derechos de los pueblos indios y contra la guerra de exterminio, Huehuetla fue el sexto municipio con mayor votación (3000 votos) de los 65 que participaron, incluso superando a la capital Puebla.
127
arena de la competencia política, han surgido nuevos actores que se han involucrado
en la dinámica sociopolítica local y se ha iniciado un proceso aún incipiente de
diversificación de los espacios de manifestación pública y gestión social, esto no ha
conducido necesariamente a la consolidación de una nueva cultura política ni la
generación de una nueva práctica de relación entre los gobernantes y la sociedad.233
Tampoco, podemos negar que la presencia de estos nuevos actores políticos agudizó
la disputa por el poder municipal, diversificó la competencia electoral y puso fin al
monopolio de los caciques sobre la política, aunque no significó la diversificación de la
práctica política: los mecanismos de influencia patrimonialistas y las relaciones
clientelares, siguieron presente en el espacio de las relaciones sociales.
En este sentido, el triunfo de un partido político en un proceso electoral no garantiza
necesariamente su consolidación como una organización partidista, en la medida en
que no existan ni se fortalezcan las identidades políticas. En este caso el PRD no se
preocupó por consolidarse como partido en la zona, le faltó un proyecto específico para
comunidades de este tipo que lo identifique con sus habitantes y dejar de actuar al
margen de los acontecimientos. Por otra parte, la alternancia en los gobiernos locales,
tampoco significa necesariamente un cambio de gobierno, de las formas de gobernar y
hacer política. Hemos señalado que el sistema político todavía es lo suficientemente
fuerte, para no permitir el desarrollo de nuevas formas del gobierno. En particular, de
los gobiernos indígenas.
Finalmente considero que se ha iniciado un proceso de diversificación de la
competencia política en el ámbito local, que ha permitido romper con los feudos
políticos caciquiles. Pero la construcción de una nueva cultura política es un largo
proceso, en la medida en que ésta implica no sólo el comportamiento del votante en los
procesos electorales, sino una práctica cotidiana que conlleva valores, tradiciones,
conocimiento e información, pero también emociones, sentimientos y utopías. Es por
233 Rivera Sánchez, Liliana, ”Gobiernos locales…1996.
128
ello que la desconstrucción y construcción de culturas políticas son procesos largos y
sinuosos.234
A mi juicio el cambio político en Huehuetla se debió a una fuerte voluntad de acción
política por parte de las comunidades indígenas que con esto rompían con el
sentimiento de inevitabilidad y la cadena de agravios sufrida durante muchos años,
también les permitió como ciudadanos ejercer la democracia y su transformación como
sujetos políticos con derecho a elegir tanto a sus gobernantes como su forma de
gobierno, cambiando a su vez la relación de fuerzas local. El trabajo de las
Comunidades Eclesiásticas de Base y el apoyo de los asesores fue muy importante
para la organización, la producción y comercialización del café. Fue un proceso
resultante de la práctica, no sólo de la reflexión de como enfrentar los problemas sino
también empezar a hacerlo, esto permitió un mayor control popular sobre el aparato
estatal para combatir el clientelismo y el apoliticismo, al identificar las necesidades
prioritarias de cada localidad y encontrar los medios para llevarlas a cabo se vigorizó la
idea de solucionar sus problemas por medio del control del poder municipal. Sin
embargo, la coyuntura política y la fuerza del sistema político central le permitió al PRI
recuperar el control del ayuntamiento.
Lo cual prueba que el sistema político mexicano y el poder caciquil local todavía tienen
la suficiente fuerza para ejercer su poder sobre los ayuntamientos, en especial en las
regiones indígenas, donde la autonomía podría ser la solución para arrebatar tanto a los
caciques locales como a los gobiernos estatal y federal parte de ese poder. La
autonomía y la autogestión se basan en el hecho de que la mundialización ha quitado
fuerza y consenso al aparato estatal, mientras al mismo tiempo, ha dejado como único
refugio de la democracia la base territorial.235 A partir de la recuperación cooperativa de
la producción y de la creación de una red solidaria de compradores y proveedores
construyendo con esto una alianza con los aparatos de distribución.236
234 Rivera Sánchez, Liliana, “Gobiernos locales…1996. 235 Almeyra, Guillermo, “La utopía posible”, en: La Jornada, septiembre, México, 1999. 236 La OIT mantiene relaciones con diferentes organizaciones como el PRD en el aspecto electoral, con PRODES (Producción y Desarrollo A.C.) para la asesoría en el proyecto educativo, SEDEPAC (Servicios
129
El caso de Huehuetla fue un proceso regional donde la autogestión en la OIT para la
producción y comercialización del café y la pimienta fue importante en la construcción
de la democracia local, la organización fue la base para alcanzar el poder municipal y
ejercer un gobierno apegado a su cultura, en todo el proceso fue importante la
participación de la iglesia católica progresista y de los asesores externos como apoyo
de la organización. Fueron los impulsores del proyecto pero no de las decisiones,
apoyaron en aspectos administrativos, técnicos y de organización pero las decisiones
estuvieron en poder de los indígenas, de igual forma el convenio con el PRD estuvo
supeditado a la independencia de la organización con respecto al partido. El proceso,
también fue un ejemplo para otras comunidades de la región.237
de Desarrollo y Paz A.C.) apoya actividades de desarrollo de la producción orgánica y ecológica, FONAES otorga prestamos para el acopio de café, INI otorga prestamos para el acopio de pimienta, CENOC para mantener relación con las organizaciones cafetícolas, Culturas Populares para la realización de proyectos culturales, y con organismos civiles y religiosos de la ciudad de Puebla. 237 Además de la OIT en Huehuetla, otras experiencias similares se desarrollan en otros municipios de la región. En lo electoral el costo para el PRI, como fuerza hegemónica en la Sierra Norte, también fue negativo, en Aguacatlán la OIIAA, organización local conformada por nahuas y totonacos ya es una fuerza local, en Cosquihui gobierna una organización local en alianza con el PRD, en Zozocolco, municipio veracruzano gobierna el PAN junto con la Central Independiente de Organizaciones Agrarias y Campesinas (CIOAC), en Chomatlán también veracruzano gobierna el PAN y en Ixtepec crece una organización no eclesial; La Esperanza de los Pobres.
130
Capítulo IV
Territorio, plurietnicidad y rebeldía. El caso de Rancho Nuevo de la Democracia, estado de Guerrero
“Buscando la luz de la oscuridad”.
Lauro García V.
Introducción: 1. El municipio en rebeldía, un espacio pluriétnico
Rancho Nuevo de la Democracia es una región pluriétnica que se localiza en la
montaña baja de la Costa Chica de Guerrero, rebasando los límites formales de los
municipios de Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca y Metaltonoc. Se Conforma por
poblaciones mixtecas, nahuas y amuzgas de no más de 500 habitantes en promedio.
Desde 1995, estas comunidades están luchando para que el Estado les reconozca su
municipio, al cual llaman Rancho Nuevo de la Democracia. Aunque ya funciona como
“municipio en rebeldía”, su reconocimiento oficial será posible cuando el Congreso del
Estado, considere que cumple con los requisitos que exige el estado para el
establecimiento de un nuevo municipio.238 Son treinta los poblados que apoyan la
creación del nuevo municipio donde conviven aproximadamente 12,000 habitantes, la
población está compuesta mayoritariamente por mixtecos y en menor medida por
amuzgos y nahuas, es decir, es una región pluriétnica. Los miembros de estas
comunidades señalan que cuentan con una identidad propia formada por la dinámica de
238 La Ley Orgánica Municipal del Estado de Guerrero establece en sus artículos 13 y 13ª los procedimientos para la creación de un nuevo municipio, entre otros: contar con una población que exceda 25,000 habitantes, disponer de recursos económicos suficientes y la infraestructura necesaria, a juicio del Congreso del Estado, para el cumplimiento de sus funciones administrativas, tener en funcionamiento los servicios públicos que demande la comunidad para la vida normal e higiénica de la población, contar con la opinión favorable de los municipios afectados, la cual deberá producirse a los tres meses siguientes a la solicitud respectiva y que no pongan en peligro, a juicio del Congreso del Estado, su estabilidad y autosuficiencia económica. En caso de no contar con la población mínima: si la solicitud escrita de los ciudadanos interesados se presentó dos años antes, si se trata de una zona con densidad socioeconómica, cultural, demográfica, geoeconómica y con infraestructura; y con tradiciones, usos y costumbres y trayectoria histórica que la dote de una identidad y potencial desarrollo que permita que se actúe como base para la división territorial y la organización política y administrativa del estado, promover la formación del municipio sin que se cometan ilícitos ni se ejecuten sistemáticamente actos de violencia física o moral contra las autoridades o la ciudadanía.
131
los procesos sociales, siempre en constante recreación y transformación a través de
años de lucha y resistencia.
La región de Rancho Nuevo de la Democracia es una construcción espacial delimitada
por los indígenas y es sustento de la reproducción socioeconómica y cultural tanto de
los pueblos indígenas, como de la población no india que la habita. Quienes la han
venido moldeando a lo largo de su existencia. Constituye hoy día la región más
marginal del país en lo que a recursos productivos, actividad económica y bienestar
social se refiere, es una región rica en expresiones culturales y políticas que le inyectan
una gran vitalidad. También es una región donde la acción gubernamental, la
corrupción, el manejo clientelar de los recursos y la discriminación, han hecho imposible
que los habitantes de muchas de las comunidades reciban los beneficios de servicios
tan elementales como salud, electricidad, caminos y agua potable, entre otros.
Esta situación ha ocasionado una endémica marginalidad entre la población. Por lo que
los habitantes de estas comunidades indígenas han tenido que recurrir a otras fuentes
de ingresos y múltiples estrategias de sobrevivencia, entre las cuales destaca la
constante emigración temporal hacia otras regiones del país en busca del sustento para
sus familias. Como señalamos se trata de una región pluriétnica y pluricultural,
resultado de procesos sociales locales de largo alcance en el tiempo que marcan una
continuidad histórica. La propuesta de autonomía del territorio es considerada por sus
habitantes como el espacio donde ellos podrán tomar decisiones propias y tener su
propio gobierno. Además, el reconocimiento del municipio les permitiría administrar sus
recursos y ejecutar los proyectos que ellos decidan, en este sentido, lograr el nuevo
municipio es de vital importancia para impulsar el desarrollo de la zona.
La erección del municipio en rebeldía tuvo su origen en la demanda de las
comunidades involucradas por lograr que tanto sus comisarios municipales como
ejidales fueran reconocidos por los presidentes municipales priistas de los municipios
de Xochistlahuaca y Tlacoachistlahuaca, y del perredista de Metlatonoc. La resistencia
a reconocer a sus comisarios sobre todo por parte de los presidentes municipales
132
priistas, los unificó al considerar que podían terminar con los agravios e injusticias
sufridos por largos años, si presionaban para ser escuchados por las autoridades
estatales, bajo estas circunstancias se organizaron para realizar un plantón en la
cabecera municipal de Tlacoachistlahuaca este plantón duro más de seis meses,
durante los cuales no fueron escuchados por ninguna autoridad municipal, estatal o
federal. Las demandas durante ese tiempo fueron aumentando hasta que acordaron en
asamblea, que podían evitar el reconocimiento de sus delegados por las autoridades
municipales si tuvieran su propio municipio de esta forma decidieron luchar por el
reconocimiento de un nuevo municipio: Rancho Nuevo de la Democracia.
Se trata de una lucha que tiene antecedentes en el estado de Guerrero en cuanto a la
separación de comunidades de su cabecera municipal, tal es el caso de la comunidad
de Acatepec que en 1993 logró segregarse del municipio de Zapotitlan Tablas, esto
después de casi 20 años de lucha por la vía legal para que fuera reconocido su
municipio por el poder legislativo del estado. Es conocido que la búsqueda de la
creación de nuevos municipios en la zona de la Montaña ha sido una constante durante
muchos años y que en el estado de Guerrero existe en la actualidad una gran cantidad
de movimientos en diversas comunidades y pueblos que buscan ser reconocidos como
nuevos municipios.239
En este proceso, las prácticas políticas del municipio indígena en rebeldía han
fortalecido la participación de la población al crearse nuevas instancias como los
Consejos de Desarrollo Regional (CDR) o el Concejo Municipal en Rebeldía, proceso
que ha permitido a las comunidades ir fortaleciendo el control sobre su territorio al
definir una serie de ejes problemáticos y formas de acción para sus posibles soluciones.
En este sentido, dieron sus primeros pasos al conseguir el apoyo por parte del gobierno
estatal para la construcción de tres puentes. También han logrado formar un grupo de
promotores de educación y salud, así como comités locales de desarrollo en cada una
de las comunidades y un centro de derechos humanos. Como un ejemplo del manejo
239 Tal es el caso de la población de Pueblo Hidalgo en el municipio de San Luis Acatlan y Marquelia en el municipio de Ayutla, entre otros.
133
de los recursos y del presupuesto por parte de los propios indígenas del municipio en
rebeldía, con el presupuesto de tres puentes lograron construir cinco, los cuales
lamentablemente el Huracán Paulina destruyó.
2. Descripción y situación geográfica del nuevo municipio
La región en que están ubicadas las comunidades que desean pertenecer a Rancho
Nuevo de la Democracia es una zona montañosa, en la transición de la costa chica y
las alturas de la Sierra Madre del Sur. Limita al sur con las cabeceras municipales de
Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca, al suroriente con la frontera de Oaxaca. Santa
Cruz Yucucani marca la frontera nororiental con el estado de Oaxaca, en el extremo
occidental se encuentran las comunidades de Río Cantador Chiquito y San Pedro Viejo.
Es una región entre lomerios y montañas que alcanzan alturas desde 500 msnm hasta
los 1,800 msnm. El clima es templado con temperatura anual promedio entre 22 grados
y 24 grados centígrados. La época de lluvias es en los meses de mayo a octubre con
precipitaciones de 1,500 a 2,000 mm cúbicos de agua al año. Existen una gran cantidad
de ríos y arroyos que recorren el territorio que en época de lluvia es imposible cruzarlos.
El río más grande de la región es el Río Verde que cruza entre otras, las comunidades
de Jicayán del Tovar y San Miguel Tejalpa. Otro río importante es el San Pedro que
comunica a varias comunidades y divide el territorio, de lo que pretende ser el nuevo
municipio, por la mitad.
La región involucra a 30 comunidades con una población aproximada de 12,000
habitantes: en una extensión territorial de 837.5 kilómetros cuadrados (cuadro 3.
Comunidades que conforman el Municipio Indígena Rancho Nuevo de la Democracia).
Uno de los conflictos más fuertes en la región es la tenencia de la tierra y la definición
de los límites de las comunidades: Rancho Nuevo y el Coyul, por ejemplo, tienen
conflictos por los terrenos colindantes, Huehuetonoc quiere recuperar los terrenos que
le prestó en 1923 a Guadalupe Mano de León, por su parte, seis comunidades ubicadas
dentro de los terrenos comunales de San Pedro Cuitlapa han formado ejidos en
rebeldía nombrando además sus autoridades agrarias. En la comunidad de las Minas,
134
en la parte sur del municipio en rebeldía, el régimen de propiedad es privado, pero
sufren de acaparamiento de tierras por parte de los ricos caciques mestizos de la
cabecera municipal de Tlacoachistalahuaca. En suma, hay detectados problemas
agrarios en la mitad de las comunidades que conforman lo que sería el municipio de
Rancho Nuevo, por lo que la solución al problema de la tenencia de la tierra es un
elemento fundamental para el desarrollo de la región.
Se puede establecer, en términos generales que la economía de la región está inscrita
dentro de lo que se ha denominado economía campesina, donde gran parte de la
producción esta orientada al autoconsumo. La economía campesina es un tipo
específico de producción que cuenta con unidades de producción y consumo basadas
en el trabajo familiar (unidad doméstica campesina). Una característica de las unidades
domésticas es su capacidad para producir una buena parte de lo que necesitan para su
mantenimiento y reproducción a través de la explotación directa. Lo anterior ayuda a
regular la división social del trabajo y ayuda a evitar la polarización de las comunidades.
En la región se produce el maíz, frijol, calabaza y chile que constituye la dieta básica de
las unidades familiares campesinas, como complemento de esta alimentación se
producen los frutales, las hiervas silvestres, las verduras.
También siembran o recolectan productos agrícolas que transforman en productos,
como la panela, el algodón, el café y el tabaco que venden en la cabecera municipal de
Tlacoachistlahuaca, Ometepec y poblaciones de Oaxaca. Una parte importante de su
economía lo constituye el ganado caprino que también venden en Tlacoachistlahuaca y
otras comunidades de Oaxaca. Otra actividad económica en la región, principalmente
practicada por los amuzgos, es la artesanía (elaboran telas, huipiles, colchas, etc.) que
venden en Acapulco y la Ciudad de México.
Un proceso que agudiza el problema de pobreza es que la zona boscosa poco a poco
ha sido degradada por la excesiva explotación forestal realizada desde los años setenta
por diversas compañías madereras. De la misma forma, el aumento del ganado caprino,
que es uno de los productos más comercializados, contribuye también a desforestar la
135
región. Por estas razones, grandes extensiones de terreno sufren las consecuencias de
la erosión, muchos tienen una reducción en la humedad de los suelos y con ello una
baja producción agrícola que impide la autosuficiencia. Ante esta problemática, las
familias de la región han implementado como otra estrategia de supervivencia trabajar
como jornaleros en diferentes lugares del país para obtener recursos. Los datos de este
hecho son contundentes, cerca de 1,200 personas emigran temporalmente a los
campos agrícolas de Sinaloa. Cada temporada agrícola en los meses de octubre a abril,
hay camiones que transportan a los indígenas que quieran ir a Sinaloa donde existe
suficiente trabajo. La migración de la familia completa se ha incrementado porque
también se contrata el trabajo de las mujeres y de los niños. Otras zonas a las que
emigran son Lázaro Cárdenas en Michoacán, Acapulco y Ometepec en Guerrero y
Putla en Oaxaca.
La marginación y pobreza en la región se corrobora porque de acuerdo con los
indicadores que utiliza el Estado para medir la marginación en los municipios. El
municipio de Metlatonoc ocupa, según datos del Consejo Nacional de Población
(CONAPO), el segundo lugar en los índices de mayor marginalidad o marginalidad
extrema, el tercer lugar lo ocupa el municipio de Tlacoachistlahuaca y el cuarto el
municipio de Xochistlahuaca lo que indica que la región es la más pobre del país.
Además de esta condición económica de pobreza extrema es evidentemente que el
análisis de las relaciones de poder son fundamentales para entender la decisión de
estas comunidades de declararse como municipio en rebeldía. Las condiciones
constantes de agravio e injusticia han orillado a mixtecos y amuzgos, que representan
la inmensa mayoría de la población en el municipio, a enfrentar el poder de los mestizos
que controlan el comercio, el transporte, y el poder político de la región. La mayoría de
los mestizos llegaron a la cabecera municipal a principios del siglo pasado,
provenientes de otros lugares de Guerrero y de los estados de Oaxaca y Puebla. Son
tres los elementos que diferenciaron a estas comunidades con la cabecera municipal de
Tlacoachistlahuaca uno es la lejanía geográfica, otro la diferenciación cultural y la última
la marginación económica. La cabecera municipal de Tlacoachistlahuaca es donde vive
136
la mayoría de la población mestiza de la zona, ellos ejercen el control político y
económico del municipio. Esta minoría mestiza ha mantenido un persistente racismo
sobre todo hacia los mixtecos. Por otro lado la distancia que separa a muchas
comunidades mixtecas con la cabecera municipal hace que las relaciones comerciales
se establezcan mayoritariamente con las poblaciones de Tlapa en Guerrero y Putla y
Coicoyan de Oaxaca.
Como hemos señalado, durante décadas las comunidades de esta región se han
organizado y participado en diferentes movimientos tanto locales como nacionales en
afán de modificar sus condiciones de pobreza. Es decir, han articulado sus necesidades
individuales y sociales convirtiéndolas en prácticas políticas que cuestionan y enfrentan
al sistema político a través de movimientos de resistencia, revuelta o rebeldía.
Hay que mencionar que también el movimiento de Rancho Nuevo ha provocado
divisiones al interior de las comunidades que están relacionas principalmente con los
partidos políticos nacionales PRI y PRD. El PRI aglutina a los pequeños y grandes
comerciantes, a los dueños del transporte y a los caciques regionales. Por su parte el
PRD se vincula con los indígenas, la gran mayoría de estos militan en el partido y son
parte importante del movimiento.
En lo que toca al municipio de Tlacoachistlahuaca existen dos grupos diferenciados,
una enorme mayoría de unidades domésticas indígenas campesinas (familias mixtecas
y amuzgas agrupadas en pequeñas comunidades) que en su mayoría se dedican a la
agricultura de autoconsumo complementado sus ingresos con productos comerciales y
una minoría de habitantes conocidos genéricamente como mestizos por la población
indígena, estos mestizos concentran una buena parte de las tierras, el comercio y los
puestos políticos de la zona, el control del comercio les permite acaparar la producción
de las comunidades indígenas y la comercialización de alimentos básicos a precios muy
elevados. Tanto mixtecos como amuzgos, que representan la mayoría de la población,
son sistemáticamente excluidos de las decisiones que les afectan, ya que los
presidentes municipales desde la formación del municipio de Tlacoachistlahuaca han
137
sido mestizos en su totalidad, se eligen entre ellos y se presentan a elecciones que
finalmente ganan. En las dos últimas décadas con la aparición de la oposición, las
elecciones han sido conflictivas debido a las prácticas ilegales que desarrolla el grupo
mestizo como robo de urnas, alteración de resultados, anulación de casillas, etc. Esta
situación de conflicto se agudiza ya que las autoridades como los comisarios de las
comunidades y los comisarios ejidales son nombrados directamente desde la cabecera
municipal sin importar la opinión de los habitantes de las comunidades.240
Por otra parte, los programas gubernamentales de apoyo a la población como son
despensas y desayunos escolares, además de los programas como Procampo y
Progresa son utilizados con fines políticos por las autoridades municipales y el PRI.
Estos apoyos regularmente son negados a los simpatizantes del movimiento indígena,
sobre todo en tiempos de elecciones donde son utilizados para coaccionar el voto en
favor del PRI. La infraestructura de los servicios en el municipio son escasos por
ejemplo los servicios médico, ya que en toda la región existen cuatro clínicas rurales (El
Coyul, Las Minas, Huehuetonoc y Rancho Nuevo) aunque estas clínicas no cuentan
con personal para brindar el servicio, o sólo asisten por temporadas cortas, además de
que tampoco cuentan con un abasto suficiente de medicinas.
En cuanto a la infraestructura educativa, existen instalaciones para el nivel primario en
la mayoría de las comunidades, pero sólo en una se proporciona los seis años
escolares, y en ninguna de las treinta comunidades de lo que pretende ser el nuevo
municipio existen instalaciones para la educación secundaria. En relación a las
viviendas de la región, están construidas en su mayoría por paredes hechas con
ladrillos de adobe y techos de tejas o láminas de cartón, otras familias hacen sus casas
de caña con techos de zacate, el piso de ambas construcciones es de tierra apisonada,
muy pocas viviendas son construidas con cemento y varillas. No cuentan con servicio
de electricidad, ni de agua entubada, tampoco cuentan con drenaje o letrinas. De igual
240 Rodríguez, Carlos. Los caminos del desarrollo y la rebeldía. La difícil lucha de los indígenas de Rancho Nuevo de la Democracia, Guerrero por una vida mejor, Tesis de Maestría en Desarrollo Rural, UAM-Xochimilco, México, 1998.
138
forma la región cuenta con una pobre infraestructura de caminos, que limita el
transporte y obliga a los pobladores a hacer grandes recorridos a pie.241
Los caminos y la infraestructura con que cuentan los municipios constitucionales en que
se encuentra la región han sido realizados por los propios indígenas a través del trabajo
de “fajina”, por ejemplo en el municipio de Xochistlahuaca, los indígenas amuzgos
fueron los que construyeron aproximadamente 36 km. de brecha para comunicarse con
la cabecera municipal de Ometepec, de igual forma trabajaron para lograr la
electrificación y la red de agua potable. También el servicio educativo fue obra de ellos,
ya que por medio de movilizaciones y organización lograron que se construyeran
escuelas primarias indígenas bilingües en algunas comunidades del municipio.
Finalmente lograron en 1979 que funcionara la escuela secundaria técnica núm. 71 y
más tarde el Colegio de Bachilleres. En Tlacoachistlahuaca esta forma de organización
ha sido más lenta porque el poder de los mestizos es todavía muy fuerte y los servicios
sólo se realizan en la cabecera municipal, única población que cuenta con camino
pavimentado, también funciona una escuela secundaria, única en todo el municipio,
además de un Colegio de Bachilleres y una escuela Preparatoria. Siendo el municipio
de Metlatonoc el más pobre del país, las comunidades que participan en el movimiento
también son las más pobres, sin infraestructura educativa y de comunicaciones.
3. Contexto histórico general. Del Guerrero bronco al Guerrero autonómico.
El proceso de lucha de las comunidades indígenas de Rancho Nuevo de la Democracia
debe entenderse a partir de las muy particulares dinámicas socio-políticas que
históricamente han dibujado la historia del Estado de Guerrero, en donde el conflicto y
la pobreza extrema han sido y siguen siendo una constante. Además también debe
tomarse en cuenta las relaciones socio-políticas de la región en conflicto, es por estas
características que el contexto histórico lo realizó a partir de la historia del Estado de
Guerrero en general y de la historia de la región en particular.
241Rodríguez, Carlos. Los caminos del desarrollo…1998.
139
Desde antes de su fundación como estado, Guerrero ha sido una zona trastocada por
múltiples conflictos socio-políticos, en 1849 el estado nació mediante la negociación de
los dos caudillos más importantes de la región Nicolás Bravo y Juan Alvarez quienes
aprovechando las rebeliones indígenas en las montañas del sur entre 1842 y 1848
presionaron al gobierno central para lograr la formación de la nueva entidad. Bajo su
influjo se delinearon las distintas regiones del estado, así como la conformación de la
mayoría de los municipios para lo cual se obedeció más a los intereses de los caciques
locales que al de los pueblos y comunidades indígenas y campesinas.
Durante el siglo XIX se desata en el estado una lucha entre estos dos caudillos por
lograr su hegemonía en Guerrero, pero también se genera una lucha social contra la
usurpación centralista y en defensa de las formas democráticas. A lo largo del siglo XIX
y durante el porfiriato, la tensión entre autoritarismo y democracia cruza toda la
estructura social empezando por el municipio. Esta lucha tiene como reivindicación
central la libertad municipal y contra los prefectos políticos que concluyó en la
revolución de 1910. Durante el movimiento armado, vastas regiones del estado apoyan
el movimiento zapatista, que logra en 1914, tras la toma de Chilpancingo, formalizar las
reformas que señalaban la suspención de pago de renta de la tierra y alquiler de la
yunta, la autorización a los campesinos sin parcela de sembrar en terrenos federales
baldíos y en latifundios ganaderos, defendiendo las tierras ocupadas a punta de
máuser.242
Durante la segunda mitad de la década de los treinta, en Guerrero como en todo el
país, se consolida el corporativismo impulsado desde el poder central por medio del
partido de Estado (PRI), pero en 1951 la Unión Regional de Productores de Copra
(URPC) rompe con este corporativismo y es desde fuera de las estructuras de la CNC y
del PRI que se inaugura en la costa guerrerense una forma de lucha campesina inédita
en el plano nacional: la huelga de productores de copra que después de 42 días logran
242 Bartra, Armando. Guerrero bronco, Ediciones Sinfiltro, México, 1996.
140
la mayor parte de sus demandas: reducción de impuestos, suspención de importaciones
y un crédito pignorativo por 5 millones de pesos.243
En 1960 se constituye el Comité Cívico Guerrerense (CCG) que se conforma con una
diversidad de actores sociales: los descontentos o marginados priístas, miembros del
Partido Popular Socialista (PPS) y del Partido Comunista Mexicano (PCM), también
participan sectores sociales organizados como copreros, cafetícultores y tejedores de
palma, pero el mayor contingente eran estudiantes de la recién constituida Universidad
de Guerrero. La principal demanda del movimiento era pedir la autonomía de la
universidad. También se unen diversos contingentes entre los cuales se encontraban
ayuntamientos de los municipios más importantes del estado, que hacen ver al
movimiento como una rebelión de municipios. Este movimiento termina con una
matanza en el centro de Chilpancingo, que da lugar a dos movimientos, uno electoral
con candidaturas independientes, y otro guerrillero al conformarse la Asociación Cívica
Nacional Revolucionaria (ACNR), que contaba con una dirección político-militar
preparada para la lucha armada. En ese mismo periodo se conforma una guerrilla con
base comunitaria: el Partido de los Pobres con una estructura política sólida y fuerza
militar para enfrentar al Estado utilizando como estrategia la guerra de guerrillas. Estas
dos organizaciones no alcanzaron sus objetivos ya que la guerrilla fue aislada y
desmantelada, mientras que el movimiento social fue brutalmente reprimido.244
Otro movimiento importante que surge en el estado también en los años setenta es el
llamado Universidad-Pueblo que a través de su política de vinculación con los sectores
populares y de solidaridad da apoyo y cobertura a algunas luchas campesinas locales
sobre todo en la región de la costa chica, entre ellas la lucha de los indígenas amuzgos
de los poblados de Zacoalpan, Cumbres de Barranca Honda y Barranca Honda quienes
impulsaban una lucha para combatir las arbitrariedades de las autoridades municipales,
243 Bartra, Armando. Guerrero Bronco…1996. 244 Bartra, Armando. Guerrero…1996. También se puede consultar a Angulo, Juan,” PRD y las elecciones de Guerrero”, en: Coyuntura, núm. 76-77, octubre-noviembre, México, 1996.
141
exigían créditos suficientes, oportunos y baratos, demandas que generalmente
encontraban como respuesta la negativa o la represión.245
Después de la represión a la guerrilla y luchas populares, el movimiento popular en
Guerrero se mantuvo en tensa calma, hasta que en 1989 como consecuencia de la
efervescencia electoral neocardenista gran cantidad de los municipios del estado se
integran al movimiento apoyando candidatos opositores, de los cuales una buena parte
ganan y otros inician movimientos en defensa del voto y contra el fraude electoral, por
lo que en diversos municipios se dan conflictos postelectorales. Entre ese año y 1990
grupos de ciudadanos agraviados forman ayuntamientos populares.246
Los conflictos postelectorales en el estado a partir de esa fecha hasta la actualidad han
sido una constante, aunado a esto, las condiciones de extrema pobreza que se vive en
las diferentes regiones del estado, así como el autoritarismo con que se manejan las
diferentes instancias de gobierno, han provocado que surjan diferentes grupos
guerrilleros como el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y Ejército Revolucionario del
Pueblo Insurgente ( ERPI) entre los más importantes que exigen cambios en los planos
político, económico y social del país. Por otra parte las comunidades indígenas han
tenido una presencia importante en los diferentes movimientos político-sociales que han
ocurrido en el estado, en la última década han venido conformando un movimiento que
lucha por el respeto a los derechos que como indígenas le asisten, a la libre
autodeterminación, respecto a sus usos y costumbres, formas de gobierno, uso de su
territorio y recursos naturales. El Estado ha respondido militarizando el estado, de tal
forma que Guerrero después de Chiapas es el estado con mayor presencia militar en el
país.
En la actualidad, existen inquietantes signos de descomposición institucional un
aumento en la violencia social y un deterioro político en el estado. Los principales
245 Movimiento de Lucha Revolucionaria. El MLR en la lucha campesina en Guerrero. Mimeógrafo. 246 Eso ocasionó en el corto lapso de una semana la ocupación de 24 palacios municipales por ciudadanos en rebeldía que constituyeron ayuntamientos populares. Bartra, Armando. Guerrero…1998:188.
142
rasgos de este escenario explosivo se han expresado con mayor crudeza en ocasión de
las contiendas electorales y de las catástrofes naturales. Desde hace algunos años la
población guerrerense ha sufrido la agresión continua contra sus derechos
fundamentales.
Podemos decir que desde 1988 y a lo largo de la década pasada se incrementa la
participación ciudadana en los comicios electorales y en la definición de las políticas
gubernamentales. Desde entonces también se constató la represión política contra el
Frente Democrático Nacional (FDN) que es el antecedente del Partido de la Revolución
Democrática (PRD) que se vio acrecentada cuando este partido ganó varios
ayuntamientos en 1989. En 1993, Rubén Figueroa asume el poder del estado cuya
gestión se caracterizó por la constante vigilancia, persecución política, una acuciosa
labor de dividir a los grupos opositores y la represión a campesinos e indígenas,
organizados o no, que buscaban la democratización de los procesos políticos y sociales
en beneficio de sus comunidades. Así, los líderes naturales de las comunidades, de las
organizaciones sociales y políticas de oposición, entre ellos militantes y simpatizantes
del PRD en esta entidad, han sido víctimas de la constante represión por parte de las
autoridades municipales, estatales y federales.
También se persigue políticamente a la población que no simpatiza con las prácticas
corporativas y de corrupción del partido oficial, ni participa en las actividades que éste
organiza. En este sentido, se advierte la clara tendencia a identificar al PRD con la
guerrilla. Se trata de que el arraigo popular de ese partido deje de ser un problema
político social y se convierta en un problema policiaco militar. Esto puede ser muy
peligroso porque podría provocar que muchos ciudadanos crean que el camino para
dirimir las controversias mediante la lucha legal se ha agotado, y que las ideologías que
promueven salidas violentas a la crisis política y económica encuentren un terreno fértil
para extenderse. En Guerrero la violencia parece no tener límite; basta recordar los
centenares de militantes del PRD muertos en los últimos diez años, la matanza de
Aguas Blancas en 1995, la masacre del Charco en 1998, las detenciones arbitrarias,
torturas y desapariciones de miembros de organizaciones sociales, campesinas y
143
magisteriales, así como los continuos atropellos que sufren las comunidades indígenas
por parte de miembros del Ejército Mexicano. En este contexto se habla de la existencia
de una lista negra y la detención de militantes del PRD.
Por otra parte, Guerrero se ha caracterizado por adolecer de una verdadera
imparcialidad e independencia entre los poderes Ejecutivo y Judicial. Esta manipulación
política de la ley y del derecho ha quedado de manifiesto tanto a nivel local como
federal, en algunos casos en que se han dictado diversas sentencias que, por un lado,
condenan a líderes sociales y campesinos indígenas de escasos recursos, y por otro
absuelven a autoridades señaladas como responsables de graves violaciones a los
derechos humanos. En el primero de los casos, el poder judicial no ha tomado en
consideración que muchos líderes sociales presos han sido interrogados bajo tortura. A
muchos de ellos se les ha condenado por delitos prefabricados para castigar sus
actividades en contra de las políticas oficiales. En el segundo de los casos, el Poder
Judicial ha pasado por alto recomendaciones de organismos nacionales e
internacionales de derechos humanos e inclusive de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, que han documentado la participación de altos funcionarios del gobierno estatal
en graves violaciones a los derechos humanos como fueron los casos de los asesinatos
de Aguas Blancas y El Charco. Según el Centro de Derechos Humanos de la Montaña,
en Guerrero existen al menos veinte quejas que se presentaron en la Comisión Estatal
de Derechos Humanos en contra de militares y que no han sido resueltas, ni mucho
menos castigado a los responsables. Similar suerte han corrido las investigaciones
sobre las matanzas arriba aludidas.
Al problema de impartición de justicia se le añade la ineficiencia y corrupción de los
órganos encargados de procurar justicia. Tanto la Procuraduría General de la
República, como la Procuraduría de Justicia del Estado, han permanecido indiferentes
ante las constantes denuncias que la población civil y los organismos nacionales e
internacionales de derechos humanos les han formulado por las violaciones de los
derechos humanos cometidas por miembros del Ejército Mexicano, en la mayoría de los
casos en prejuicio de las comunidades indígenas del estado. De este modo, tanto las
144
procuradurías como el poder Judicial estatal y federal contribuye al quebrantamiento del
Estado de derecho y al aumento de la impunidad y la corrupción. Estos hechos agravan
aún más la precaria situación de los derechos humanos en la entidad, pues a la
creciente represión producto de la presencia militar se agregan la violencia en aumento,
la dilación y negación en la impartición de justicia, la extensa miseria económica, la
precaria independencia del poder judicial, la reinante impunidad en la procuración de
justicia, el uso politizado de la ley, la discriminación racial, la segregación social, la
emigración masiva y la creciente presencia militar, entre otros factores que generan una
mayor inestabilidad.247 Por estos hechos, consideramos que se están dando signos de
una descomposición de las instituciones que pasan por alto el Estado de derecho en
nuestro país.
Abel Barrera, del Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, ha
informado varias veces que el ejército participa en labores de espionaje con el pretexto
de hacer “labor social” en el estado.
“En diversas regiones del estado, los guachos y otras gentes del gobierno, bajo la bandera de “labor social” van en busca de los grupos armados o de algún campesino acusado, por paisanos priistas, de ser eperrista o erpista, señala. Agrega que se acabaron aquellas movilizaciones aparatosas que hacía el ejército cuando surgió el EZLN. Hoy la estrategia es más fina, más velada y oculta. Ya está posesionado el ejército en el estado, entonces los ataques son más certeros. Los elementos del ejército recorren estas regiones como integrantes de brigadas de salud, de abastecimiento de alimentos y de ropa usada al mismo tiempo interrogan a campesinos para ubicar a los grupos armados. Como las comunidades indígenas de Tlapa, Olinalá y Tlacoachistlahuaca no cuentan con servicios públicos básicos, mucho menos con una infraestructura de caminos, en temporadas de lluvias quedan incomunicadas. Por eso, el ejército mexicano ha hecho base en dos lugares estratégicos: Ometepec en la Costa Chica y Tlapa en la Montaña. Desde ahí patrullan toda la zona Costa-Montaña”.
Abel Barrera, explica que a partir de 1994 con el surgimiento del EZLN, el entonces
gobernador Rubén Figueroa Alcocer militarizó el estado y se comenzó a monitorear a
las organizaciones sociales indígenas. La intención de Figueroa, según Barrera, era
asegurar que en Guerrero no hubiera grupos armados como en Chiapas. Cuenta que
247 Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, “Guerrero: El poder de la violencia”, en: La Jornada-El Sur, Guerrero, 9 de noviembre, México, 1999.
145
en aquel tiempo en la región existían organizaciones como La Unión de Obreros y
Campesinos Emiliano Zapata, La Unión de Comunidades Indígenas de la Montaña y la
Liga Agraria Revolucionaria Campesina del Sur Emiliano Zapata y que en todas ellas
metió mano. Eran movimientos fuertes, que habían surgido en respuesta al abandono
gubernamental, que por medio de manifestaciones y tomas de carreteras, demandaban
créditos, fertilizantes y caminos. Posteriormente el ejército se posesiona de Guerrero y
con el pretexto de “labor social” comienza a construir caminos, pero también comienza
a planear la creación de la comandancia en Tlapa, al mismo tiempo se da la creación de
bases de operaciones en lugares claves. Ahora, señala Abel, “llega uno a una
comunidad y no ve al ejército, pero eso no quiere decir que no se encuentre en el lugar,
sino que ya se ha instalado para comenzar el ataque sigiloso en contra de las
organizaciones campesinas inconformes y para ello el ejército cuenta con gente vestida
de civil que hace la labor de espionaje”.248
Los testimonios de las organizaciones de los derechos humanos advierten que los
soldados y los policías “patrullan” la región cometiendo abusos y detenciones en las
comunidades. “En temporadas de lluvias ni soldados ni motorizada suben. Cuando se
seca el monte los guachos suben una vez al mes y la motorizada cada 15 días. Sin más
quién es señalado, paga las consecuencias. Pero siempre hay un común de dominador:
el acusado es de oposición o de alguna organización campesina o indígena”.249
Otra de las justificaciones de la presencia del ejército en el estado es el combate al
narcotráfico, en realidad el estado es señalado por las autoridades judiciales como uno
de los mayores productores de enervantes, pero como señala Abel Barrera, “el narco
forma parte también de la estrategia de guerra de baja intensidad, porque se necesita
que exista, para justificar la presencia del ejército mexicano”. Además del ejército, el
248 Véase el quinto informe del Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, A.C. “Montaña de Guerrero” El imperio de la violencia y de la impunidad, (junio 1998-mayo 1999), Diócesis de Tlapa, México 1999. “guachos” es una expresión coloquial con la que se identifica a los soldados del ejército en las comunidades de la región. 249 Suverza, Alejandro. “Guerrero: La caza a las guerrillas”, en: El Financiero, 6 de noviembre, México, 1999.
146
Partido Revolucionario Institucional y las instituciones públicas también participan en
cuestiones de espionaje.
En estas regiones los grupos indígenas y campesinos al no ver respuesta a sus
demandas deciden, como organización, buscar atención por un canal político diferente
al PRI. En esa búsqueda comunidades como Huehuetonoc, Guadalupe Mano de León,
La Soledad han puesto a funcionar comisarías paralelas, una del PRI y otra del PRD.
Es en estas comunidades divididas, donde existe una nueva práctica en la que priistas
y ejército trabajan juntos en la ubicación de supuestos integrantes del EPR o ERPI.
Como asegura Andrés Feliciano, hijo de Antonio Feliciano líder de oposición de la
comunidad de Guadalupe Mano de León,” No mas porque no somos del partido (PRI),
dicen que somos del grupo armado. A mí me acusan de despedazar a un señor, por
eso estoy en la lista de los guachos y la motorizada (policía judicial del estado), lo que
pasa es que la gente tiene muina (coraje) porque somos de otro partido y ya no quieren
que haya PRD aquí arriba”, él al igual que otras 10 personas están en las listas de
personas señaladas como integrantes de grupos armados. El gran problema considera
Abel Barrera, “es que ahora hay un patrón de ajusticiamiento en donde nadie sabe por
dónde viene la muerte”.
En Guerrero el autoritarismo, el caciquismo y la corrupción son una constante que han
sido causa de una violencia en aumento agravada por la precaria situación de los
derechos humanos, donde la represión y la presencia militar se han utilizado como
estrategia de solución a las demandas de los grupos y organizaciones políticas y
sociales campesinas e indígenas generando más violencia. En particular, la región
costa montaña en el estado de Guerrero es una de las zonas más conflictivas donde las
injusticias y agravios por parte de los caciques locales, las autoridades estatales y las
delegaciones federales han obligado a las comunidades a buscar diversas formas o
estrategias de lucha que les permitan tener una mayor participación en la solución de
sus problemas y en las tomas de decisiones que les afectan, una de estas estrategias
es la creación de nuevos municipios.
147
4. La conformación de la región una historia de resistencia india
La historia del estado de Guerrero converge con la historia de la región y de alguna
manera explica el porqué del movimiento actual en la región de Rancho Nuevo de la
Democracia. En este sentido es importante dar algunos datos sobre el desarrollo de la
historia local y la conformación de la región para conocer los motivos del conflicto.
Antes de la llegada de los españoles la región estaba organizada en pequeñas
unidades formadas generalmente por un pueblo y un territorio que abarcaba varias
poblaciones menores, los pueblos unidos formaban reinos o provincias por ejemplo en
la Costa Chica se establecían; el reino amuzgo conformado por Xochistlahuaca,
Jicayan, Ayotzinapa y Amuzgos, y el reino mixteco conformado por Metlatonoc y
Cochoapa, ambos eran tributarios del reino mexica. Con relación a los mixtecos que
viven al norte de esta región, se sabe que proceden del estado de Oaxaca y que se
establecieron primero en Alcozauca el grande, Cahuatache, Huehuetepec, después
pasaron al municipio con la intención de buscar terrenos para trabajar, y los encontraron
en los terrenos de San Pedro Cuitlapa, donde hasta la fecha viven como arrendatarios,
con excepción de Cerro Verde, que tiene ejido propio. En cuanto a los nahuas, se sabe
que eran pastores nómadas y que llegaron de Huajuapan de León en busca de terrenos
de pastoreo, para la reproducción del ganado caprino, principal actividad que, hasta hoy
en día desempeñan.
Con la llegada de los españoles esta geografía política fue desarticulada debido a los
repartimientos y encomiendas. Los españoles al mando de Pedro de Alvarado lograron
someter a estos grupos en 1522, sin que opusieran resistencia. Los españoles
buscaron a través de la evangelización reordenar las comunidades con el fin de
controlarlas, de esta forma, Xochistlahuaca fue nombrada cabecera administrativa y
religiosa, dependiente de la Diócesis de Antequera, Oaxaca, abarcando su jurisdicción
todos los pueblos de la región incluso Ometepec que era uno de los pueblos más
importantes. Xochistlahuaca dependió política y religiosamente de la provincia de
Antequera hasta el siglo XVI, después, en el siglo XVII, pasa a depender política y
148
administrativamente de la Provincia de Puebla de los Ángeles y religiosamente de la
Diócesis de Chilapa que dependía del obispado de Puebla de los Ángeles. Al marcarse
con mayor exactitud los límites, no se consideraron los asentamientos indígenas que
existían entre las dos provincias mencionadas. El territorio fue dividido, quedando el
territorio de Xochistlahuaca dentro del Distrito de Tlapa. Este territorio fue encomendado
a Francisco de Herrera y Alonso del Castillo en 1548, más tarde estos encomenderos
fueron sustituidos por Gonzalo Hernández de Herrera y Bernardino del Castillo,
posteriormente en 1597 pasaron encomendados a Pedro Fajardo.250 La llegada de
esclavos negros de Africa y la expansión mixteca obligó a los pueblos mixtecos, nahuas
y amuzgos a convivir dentro de la región que lucha por convertirse en nuevo municipio.
Por otra parte, en forma paralela, hacia 1600 una ola de separaciones de pueblos
impulsada por señores indígenas, pretendía transformar pueblos sujetos en pueblos
cabecera. La corona española, por su parte, impulso un segundo programa de
congregaciones trató nuevamente de modificar la división administrativa, dar mayor
importancia a ciertas cabeceras y suprimir pueblos menores y estancias, como fue el
caso de las separaciones de muchos pueblos que se consideraban con la suficiente
capacidad para convertirse en cabecera. De esta forma, muchos de los pueblos que
habían sido sujetos se independizaron y adquirieron la categoría de cabecera. También
en esta etapa los pueblos indios adquirieron la mayoría de los atributos que los hacen
diferentes al resto de la población nacional entre otros, su normatividad que adquiere
status legal dentro de la sociedad colonial, aunque segregados al ámbito de las
Repúblicas de Indios, también adquieren personalidad jurídica y de sujetos agrarios.251
Los habitantes de esta región han participado en varios movimientos de la historia
estatal y nacional que de alguna manera forma parte de su identidad, por ejemplo las
comunidades y sus habitantes apoyaron la lucha de independencia al lado de Vicente
Guerrero, la zona fue escenario de varios combates del movimiento insurgente en
contra del régimen colonial, a tal grado de que el coronel Juan del Carmen,
250 Gerhard, Peter, Geografía histórica de la Nueva España, 1519-1821, UNAM, México, 1986. 251 Felix Flores, Joaquín. El tigre, San Marcos y el comisario, poder y reproducción social en la Montaña de Guerrero, Tesis de Maestría en Desarrollo Rural, UAM-Xochimilco, México, 1998.
149
lugarteniente de Vicente Guerrero, quien era originario de Rancho Cuanachinicha, fue
el responsable de varias operaciones militares como la toma de Ometepec y el sitio de
Tlapa. Además durante la vida independiente se dan una serie de revueltas de estas
comunidades indígenas que reivindicaban la defensa de su territorio. Tal es el caso de
los conflictos que en el año de 1843, se extendieron a muchas comunidades de la
Montaña y la Costa Chica hasta los límites de Oaxaca. Otra rebelión de importancia se
dio durante varios meses de 1849, las causas eran los altos impuestos que cobraban
las autoridades del distrito y la demanda de tierra. En esta acción se unieron a la lucha
las comunidades de Las Minas, San Cristóbal y Tlacoachistlahuaca. La rebelión
organizada se extendió por varios meses y llego a enfrentarse con tropas del ejército.252
Con la independencia de México tanto los poblados de Xochistlahuaca como
Tlacoachistlahuaca y otros pueblos de la región estaban bajo la jurisdicción de
Ometepec que para ese entonces alcanza cierta importancia como centro comercial,
obteniendo la categoría de Intendencia Menor. Como ya se mencionó, antes en 1947,
Nicolás Bravo y Juan N. Alvarez proponen ante el Congreso de la Unión crear un nuevo
estado con el nombre de Guerrero que se compondría con los Distritos de Acapulco,
Chilapa, Taxco y Tlapa, más la municipalidad de Coyuca, los tres primeros pertenecían
al Estado de México, el cuarto a Puebla y la municipalidad a Michoacán, el 27 de
octubre de 1849 se constituye formalmente el estado de Guerrero en honor a Vicente
Guerrero. Al conformarse los municipios que integrarían al naciente estado,
Xochstlahuaca es nombrada cabecera municipal con jurisdicción sobre las
comunidades de Cuananchinicha, San Cristóbal, Las Minas, San Martín, San Pedro,
Yoloxochitl, Rancho Viejo, Terreno de Venado, Jicayan del Tovar, Cozoyoapan y
Huehuetenoc. En 1872 al constituirse el municipio de Tlacoachistlahuaca,
Xochistlahuaca se queda sólo con las comunidades de Cozoyoapan y Huehuetonoc, ya
que las otras comunidades se integraron al nuevo municipio.
252 Illades, Carlos y Martha Ortega. Guerrero: una historia compartida, Gobierno del estado de Guerrero, México, 1989.
150
Cochoapa es la comunidad madre de muchas de las poblaciones mixtecas de la región.
La comunidad de Cochoapa está ubicada en la parte alta de la Sierra Madre del Sur, en
el municipio de Metlatonoc y por varios años le ha disputado la titularidad de la
cabecera municipal a la comunidad de Metlatonoc (en 1947 Cochoapa fue cabecera
municipal por unos meses).253 Antiguamente los terrenos de Cochoapa fueron extensos
llegaban a Igualapa al oeste, Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca en el sur y al este su
límite era la frontera con Oaxaca. Una parte importante de las comunidades fueron
fundadas con gentes provenientes de Cochoapa. San Pedro Cuitlapa es un ejemplo ya
que inicialmente era un pueblo amuzgo dentro de las tierras mixtecas, pero a mediados
del siglo pasado se estableció un grupo de mixtecos de Cochoapa, actualmente la
población mixteca desplazó casi en su totalidad a los descendientes de los amuzgos.
También la población de Rancho Viejo provino del pueblo de Cochoapa, en el siglo
pasado Rancho Viejo254 fue anexado al municipio de Tlacoachistlahuaca. En ese tiempo
Rancho Viejo se encontraba en la intersección de los limites de tres terrenos; la
hacienda de Jicayan del Tovar y los comunales de Cochoapa y San Pedro Cuitlapa,
esto obligaba a sus habitantes a pagar tres rentas al año por el uso de las tierras a cada
uno de los dueños de los terrenos de esas comunidades, por esta razón los habitantes
decidieron rentar únicamente las tierras de San Pedro Cuitlapa. En 1865 el antiguo
pueblo de Rancho Viejo cambio de lugar para asentarse únicamente en terrenos de
San Pedro Cuitlapa.255
Debido a falta de tierras en sus comunidades de origen, poco a poco se fueron
instalando nuevas comunidades como Cuanachinicha, Las Minas, San Cristóbal, Cruz
Alta, San Jerónimo, San Isidro y Yoloxochitl dentro de los terrenos de San Pedro
Cuitlapa,256 más tarde, fueron incluidas en las conformación del municipio de
253 Metlatonoc fue de los municipios constituyentes del estado de Guerrero en 1850, pero a finales de 1944 fue disuelto. El 7 de enero de 1947 se crea el municipio de Cochoapa en el territorio de Metlatonoc. El 2 de septiembre de ese año se cancela Cochoapa como municipio y se restituye nuevamente a Metlatonoc. Martínez Rocalvo, Mario y Jorge Obregón Téllez. La montaña de Guerrero. Economía, Historia y Sociedad, INI/UAG, México 1991. 254 Rancho Viejo es el nombre antiguo y oficial de la comunidad de Rancho Nuevo de la Democracia. 255 Rodríguez, Carlos. Los caminos del desarrollo…1998. 256 González, Amado. Monografía de Tlacoachistlahuaca, mimeo.
151
Tlacoachistlahuaca el 11 de mayo de 1872 sin tomar en cuenta muchas de la
diferencias culturales, geográficas y agrarias que existían entre las comunidades. La
propiedad de las tierras también representó muchos problemas; por ejemplo, al igual
que las tierras de Cochoapa, los terrenos de San Pedro Cuitlapa se extendían a otros
municipios, Jicayan y Huehuetonoc tenían los mismos problemas y las tierras donde se
encontraba la cabecera municipal Tlacoachistlahuaca pertenecían a una latifundista de
Ometepec que constantemente amenazaba con desalojar esos terrenos,257 hasta que
finalmente se los compraron por 3,300 pesos en 1899. También, varias poblaciones de
lo que pretende ser el municipio de Rancho Nuevo de la Democracia están asentadas
en las tierras comunales de San Pedro Cuitlapa, cuyas tierras surgen de una división de
los terrenos de Cochoapa durante la primera mitad del siglo pasado. Algunas de estas
poblaciones, que pretenden formar el nuevo municipio, rentan las tierras en las que
trabajan a la comunidad de San Pedro Cuitlapa, pero son considerados como socios de
los terrenos comunales, otras comunidades tienen terrenos ejidales y otras comunales.
La división territorial en un principio eran decisiones verticales de poder, ya que las
primeras separaciones de los pueblos estuvieron impulsadas por los señores indígenas
o las autoridades coloniales como forma de control, dándoles mayor importancia a
algunas poblaciones y suprimiendo otras. Después de la independencia y con la
creación del estado de Guerrero, se conformaron los municipios sin importar muchas de
las diferencias culturales, geográficas y agrarias que existían entre las comunidades,
tampoco se tomo en cuenta los problemas con la forma de la tenencia de la tierra y los
problemas de los límites entre las comunidades o entre los municipios.
El acaparamiento de grandes extensiones de tierras por un pequeño grupo de personas
fue consecuencia de las Leyes de Reforma y especialmente de las leyes sobre
colonización y deslinde de terrenos baldíos que con el fin de aumentar la producción
agrícola se ejecutaron durante el gobierno de Manuel González (1880-1884). Por
ejemplo durante la dictadura porfirista y con base a las leyes mencionadas los terrenos
de la región de Xochistlahuaca son vendidos al señor Guillermo Hacho.
257 González, Amado. Monografía de Tlacoachistlahuaca, mimeo.
152
Durante el movimiento revolucionario, el general Zapata mantiene sitiada la villa de
Tlapa a finales de 1911.258 Durante el sitio, la población apoyó y se incorporó a la lucha
zapatista. En 1912, los zapatistas atacan Putla y se repliegan a la región de Rancho
Viejo y a las comunidades mixtecas, desde donde atacan a los poblados cercanos de
Ometepec, Tlacoachistlahuaca, Tlapa y Coicoyan.259 La población se incorporaba al
movimiento con la esperanza de recuperar sus tierras. Más tarde, las tropas zapatistas
conociendo esa inquietud de la población, en Rancho Viejo expropian y reparten tierras
y propiedades de la gente rica entre la población indígena. En El Coyul se reparten los
terrenos de la hacienda que pertenecía a McCabe y Asociados, provocando el exilio de
las familias mestizas del lugar. Después de estos actos se polariza la lucha en la región
entre los que apoyan a las fuerzas zapatistas y los que apoyan al ejército federal del
gobierno de Venustiano Carranza. Al final, con el triunfo de la Revolución la situación en
la zona no varió, Aunque el señor Hacho por temor de que fueran expropiadas sus
tierras comenzó a venderlas, una parte a las poblaciones amuzgas y otra al
norteamericano Lewis Lamn. Este último como dueño de esos terrenos exigía un pago
anual por familia a los habitantes de las comunidades que los ocupaban, abusando
cada vez más, incluso llegando a destruir sus pertenencias y sembradíos de quienes no
pagaban la renta.
Es por esta situación que en 1920, los indígenas de Xochistlahuaca, se organizaron
para recuperar sus tierras. En 1929 solicitaron la restitución al Gobierno de la República
de los terrenos del señor Lamn mediante la expropiación, pero el gobierno ante la
oposición del dueño propuso que se le compraran, como ya habían hecho las
comunidades de Huehuetonoc, Minas, Tlacoachistlahuaca y Cozoyoapan. Una vez
comprados se les dotaría como terrenos comunales, ante esto la población en su
conjunto se opone a comprarlos y siguen firmes en su petición original. Hasta que por
fin en 1933, logran que el gobierno expropié e indemnice al norteamericano por los
terrenos, que más tarde se restituyen como ejido para la población. De esta forma por
258 Martínez, Rocalvo Mario. La montaña…1991. 259 González Dávila, Armando. Monografía del municipio de Tlacoachistlahuaca.
153
resolución presidencial se les dota de una superficie de 6,384 hectáreas (el 27 de
noviembre de 1970, Terrenos Comunales les restituye 6,137 hectáreas más). Todos los
terrenos expropiados de casi toda la región, formaban parte del enorme latifundio de
Lewis Lamn. Después de lograr tan importante triunfo, los amuzgos inician otra lucha
con la finalidad de que el gobierno del estado reconozca nuevamente como municipio a
Xochistlahuaca, lo que logran el 6 de septiembre de 1934, pero sin Huehuetonoc que es
anexado al municipio de Tlacoachistlahuaca. De esta manera los poblados del
municipio de Xochistlahuaca que no poseen terrenos propios son: El Carmen, San
Miguel Tejalpan, Rincón Pochota y La Soledad, ya que ellos pagan renta de las tierras
en que trabajan a las autoridades de los terrenos comunales de San Pedro Cuitlapa del
municipio de Tlacoachistlahuaca.
Una vez que la revolución llega a su fin, el general Salgado, jefe revolucionario
zapatista gobernó el estado, lo que le permitió desmantelar las estructuras políticas que
sustentaban al gobierno anterior, los ayuntamientos fueron reorganizados y se eliminó
para siempre el cargo de prefecto político que representaba la presencia de la dictadura
en las regiones. Se nombraron presidentes municipales de acuerdo a lo estipulado en
los documentos zapatistas con relación a la libertad municipal. Más tarde durante el
gobierno de Adrián Castrejón (1928-1933) se propició un proceso de recuperación de
las propiedades agrarias de algunas comunidades indígenas que habían perdido sus
tierras y que se encontraban en poder de propietarios privados, de 1929 a 1933 se
entregaron a los campesinos alrededor de 39,000 hectáreas, creándose numerosos
ejidos, en este periodo fue cuando se fragmentaron los latifundios de Romano y Cia.,
quien controlaba la mayoría de las tierras de riego en la cañada del río Tlapaneco, y
además las tierras que acaparaba Lewis Lamm entre Tlapa y Xochistlahuaca.260
A partir del triunfo de la revolución, en forma paulatina la población organizada empezó
a emerger como un movimiento indígena y campesino que reclamaba la oportunidad de
poder pertenecer al municipio que como comunidad eligieran, este proceso de
movimientos territoriales corre paralelo a la organización y emergencia del movimiento
260 Felix, Flores, El tigre,…1998.
154
indígena que además reclamaba el derecho a la restitución de sus tierras y con esto la
expropiación de los terrenos en manos de los grandes terratenientes.
5. La disputa por el control municipal, una demanda histórica
La disputa por el control municipal en Guerrero, debe ser entendida como una lucha
que por muchos años se ha presentado a lo largo de todo el estado desde su
formación, esta lucha permitió a los pueblos y sus comunidades emerger a la escena
buscando la oportunidad de reconstruir el mapa regional y tomar en sus manos el
control de sus comunidades y municipios. Son constantes los cambios de centros de
gobierno, las cabeceras municipales se trasladan de un lugar a otro o bien se crean de
manera expansiva un sinnúmero de nuevos centros de población. Se busca romper el
control político que se ejerce desde el centro y que no los deja acceder al poder local.
En este sentido, los pueblos indígenas han tratando de reconstituir la lógica comunal
desvirtuada por las constantes confrontaciones con el poder, pero también con estas
prácticas han ido atomizando su territorio, con la constante separación de sus
comunidades.
De esta forma, los habitantes de la región han moldeado su territorio como un espacio
de realización social y político, no sólo han transformado el paisaje, sino que han
creado fronteras y constituido la división política actual como una continuidad de sus
procesos históricos. Muchas de estas comunidades indias, a lo largo de su historia, no
se conformaron con la adscripción municipal y lucharon por lograr una relación más
justa dentro del municipio, lo cual se ha expresado en la búsqueda de la libertad
municipal.
Históricamente los municipios del estado de Guerrero han crecido numéricamente muy
lentamente pero en forma constante y en mayor proporción que otros estados en 1902
el estado estaba dividido en 14 distritos y 65 municipios, para 1944 se reconocen 15
distritos y 67 municipios, hasta 1970 la división política del estado comprendía 18
distritos y 75 municipios. En la actualidad el estado cuenta con 76 municipios. El
155
municipio más joven es Acatepec en la región de la Montaña, que surgió de una
escisión del territorio de Zapotitlan Tablas en 1993.
La experiencia exitosa del pueblo de Acatepec, ha sido un ejemplo para otros pueblos
del estado que tratan de redefinir el mapa estatal moviendo las fronteras municipales,
creando territorios más acordes con su realidad socio-cultural y económica. Como es el
caso de Chilistlahuaca y otras 18 comunidades mixtecas ubicadas al sur del municipio
de Metlatonoc que demandan desde septiembre de 1996 la creación del municipio de
Chilistlahuaca. También, los pueblos nahuas del Alto Balsas han manifestado su
aspiración por la constitución del Municipio Indígena del Alto Balsas. De igual forma, los
mixtecos y tlapanecos de la región Costa Montaña, han constituido un consenso para
lograr la erección de su municipio en El Rincón, municipio de Malinaltepec, en la
Montaña Alta. Los ejemplos de este proceso de remunicipalización se están
multiplicando en Guerrero. La lista de comunidades sujetas que pretenden formar su
propio municipio ya es amplia se pueden mencionar entre otras a Pueblo Hidalgo, en el
municipio de San Luis Acatlan, Marquelia en el municipio de Ayutla, Ocoapa y
Potoichan del municipio de Copanatoyac Chiepetlan y Tototepec en el municipio de
Tlapa, entre otros. 261 Lo anterior muestra la dinámica de la lucha indígena por acceder
de manera más directa al control de sus propios recursos y su territorio en la región
Costa-Montaña. (ver cuadro 4. Comunidades que cambiaron su cabecera municipal en
el Estado de Guerrero y cuadro 5. Comunidades que exigen un nuevo municipio en el
Estado de Guerrero.)
En este contexto se ubica el caso de Rancho Nuevo de la Democracia, que el 16 de
septiembre de 1999 festejó el cuarto aniversario de la instalación del municipio indígena
en rebeldía después de un largo y complicado conflicto que tiene en su haber
movilizaciones, plantones e inclusive asesinatos sin resolver, en la actualidad varios de
los líderes tienen cargos judiciales y el presidente municipal del municipio en rebeldía,
Marcelino Isidro de los Santos está en la cárcel. Por otra parte, aún sin el
reconocimiento de las autoridades estatales y nacionales, cuentan con un Concejo
261 Véase Felix Flores, El tigre…1998,.
156
Municipal que es el centro de la organización de los habitantes y sirve para demandar
una serie servicios como proyectos educativos, de capacitación y apoyo a la producción
y comercialización de artesanías.
6. El movimiento indígena en Guerrero. La larga caminata sin regreso
Hablar del movimiento indígena en el estado de Guerrero en la actualidad es hablar de
la trayectoria de la lucha del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena,
A. C. (CG500ARIAC) esto no quiere decir que ignoremos luchas importantes de
organizaciones dentro del estado, pero el impacto y magnitud alcanzado por
movimiento 500 años dentro de la sociedad nacional han marcado la pauta del
movimiento en el estado. Como organización social fue creada el 14 de septiembre de
1991 en la ciudad de Chilpancingo. En su carácter de asociación civil se constituyó el
12 de febrero de 1993 y de manera oficial el protocolo de su documentación fue el 2 de
marzo de ese mismo año; está concebida como un espacio de coordinación y
convergencia de organizaciones indígenas regionales. Se integró originalmente con El
Consejo de Pueblos Nahuas del Alto Balsas, Guerrero (CPNAB), la Organización
Campesina Independiente de Comunidades Indígenas de Chilapa (OCICI), el Consejo
Regional Mixteco-Tlapaneco 500 años de Resistencia Indígena, el Consejo Regional La
Montaña 500 Años de Resistencia Indígena y la Confederación de Pueblos Indígenas
de la Costa Chica. En 1994, se integran el Consejo Tlapaneco Sur, Montaña y Centro
de Guerrero y los Pueblos Negros del Municipio de Cuajinicuilapa.
Como objetivo social se propuso promover la defensa y reconocimiento total de los
derechos indígenas, haciendo valer el Convenio 169 de la OIT y ha pugnado porque en
la reforma al artículo 4° Constitucional se introduzcan los avances del citado Convenio;
la promoción de proyectos de desarrollo integral para los pueblos indígenas, que
permitan un uso no destructivo de sus recursos, proyectos productivos que generen
empleos en las zonas indígenas, el fortalecimiento de la organización y la promoción de
la unidad de los pueblos indios de Guerrero, de México y de América. Durante el
gobierno de Francisco Ruiz Massieu logró conformar un movimiento importante en el
157
estado sin sufrir ninguna represión violenta consiguió que el gobierno lo reconociera
como representante de los indígenas y algunos de sus líderes llegaron al Congreso
tanto estatal como al de la Unión. Con la llegada de Rubén Figueroa Alcocer (1993), las
cosas cambiaron, al principio se tuvieron entrevistas con él y sus funcionarios, pero
cuando se le pidió que cumpliera los acuerdos, la respuesta fue la represión violenta
hacia el movimiento.
7. El proceso de construcción de Rancho Nuevo de la Democracia
El proceso electoral de 1989, provocó en todo el país una serie de movimientos
ciudadanos en defensa del voto, en el estado de Guerrero este movimiento alcanzó
importantes niveles de violencia. Después de las elecciones municipales, en el
municipio de Tlacoachistlahuaca se genera un movimiento postelectoral importante, fue
encabezado por indígenas amuzgos y mixtecos junto con el Partido de la Revolución
Democrática (PRD) debido a que el partido oficial (PRI) realizó un fraude electoral para
evitar el triunfo del candidato amuzgo postulado por el PRD, exigían el respeto al voto y
que se reconociera el triunfo de su candidato Alberto de Jesús, se alega que para evitar
su triunfo se recurrió a la quema y desaparición de urnas, compra de votos,
manipulación de resultados y alteración del padrón electoral, el plantón de los indígenas
amuzgos y mixtecos dura cerca de tres meses en la presidencia municipal para evitar
que impusieran al candidato del PRI, después de esos tres meses, en marzo de 1990,
logran destituir al presidente municipal impuesto, pero no se permite el ascenso de su
candidato Alberto de Jesús.
La participación de los indígenas mixtecos y amuzgos de la región de
Tlacoachistlahuaca fue relevante en el Consejo Mexicano 500 años de Resistencia
participaron en diversas marchas hacia el Distrito Federal, Chilpancingo y Acapulco,
este movimiento en el estado se extiende hasta la actualidad y se ve potenciada por el
movimiento zapatista de Chiapas que pone al centro de la discusión nacional el
problema de los derechos indígenas, la autodeterminación y como una expresión de
ésta: la autonomía.
158
Durante el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer las comunidades mixtecas del
municipio de Tlacoachistlahuaca con apoyo de los pueblos amuzgos reinicían sus
peticiones por servicios básicos, como el gobierno no atendió sus demandas el 22 de
mayo de 1995, los representantes de una docena de comunidades del municipio
instalan un plantón a las puertas del palacio municipal pidiendo: la destitución del
presidente municipal, la elección democrática de los comisarios municipales, y un plan
de desarrollo para la región. De nueva cuenta, ante la falta de respuesta de las
autoridades gubernamentales, el 3 de agosto de 1995 toman las instalaciones y oficinas
del palacio municipal, nombran un Consejo Popular en Rebeldía que incluía
representantes de las comunidades que se encontraban en plantón y se creó por la vía
de los hechos un gobierno municipal paralelo al reconocido por las autoridades
estatales y federales.262
La asamblea de delegados de las diferentes comunidades que se encontraban en
plantón en el palacio municipal de Tlacoachistlahuaca piden el cambio de nombre del
pueblo de Rancho Viejo y exigen sea reconocido legalmente como Municipio Indígena
Rancho Nuevo de la Democracia, para dar cumplimiento a las demandas que las
comunidades indígenas decidieron en asamblea. Rancho Viejo fue escogido como
cabecera municipal del nuevo municipio debido a su ubicación, porque es el centro
geográfico de la región, se asienta en la cañada que forma el Río San Pedro, que divide
a la región en dos, sobre esta cañada pasaba el camino real que iba de Ometepec a
Tlapa, corredor comercial de importancia en la época de la Colonia, que unía a la región
de la Montaña con la Costa Chica.263 Además la identifican y la reconocen por su
capacidad de lucha ya que fue una de las primeras comunidades que dejo de pagar
renta por el uso de tierras, y ha luchado por el reconocimiento de los comisarios
municipales nombrados según sus usos y costumbres, y por la defensa de los
resultados electorales en cada una de las comunidades.264
262 Rodríguez, Carlos, Los caminos del…1998. 263 Daniele Dehouve. Entre el caimán y el jaguar. Los pueblos indios de Guerrero, CIESAS, México 1994. 264 Rodríguez, Carlos, Los caminos del…1998.
159
Al asumirse como municipio en rebeldía, nombraron a su presidente municipal, a su
cabildo popular y sus policías municipales, se realizaron cambios de comisarios por
usos y costumbres en varias comunidades, se formaron ejidos en rebeldía y se
fortaleció la administración de la justicia con base a leyes propias. Para entonces ya
eran 30 las comunidades que apoyaban al nuevo municipio. Otra de las acciones
principales del ayuntamiento en rebeldía fue trabajar en un plan de desarrollo para la
región que respondiera a la demanda de las comunidades. Lamentablemente durante el
tiempo en que duro el plantón fueron asesinados nueve mixtecos que participaban en el
movimiento, por lo que el esclarecimiento de estos asesinatos y el castigo a los
responsables se convirtió en otra de las demandas del movimiento.
A un mes de que las comunidades mixtecas y amuzgas se encontraban en plantón en
la cabecera municipal de Tlacoachistlahuaca. El 20 de junio de 1995 se realizó una
reunión entre el gobernador del estado de Guerrero Rubén Figueroa Alcocer y
miembros del Consejo Guerrerense 500 años de Resistencia Indígena. La reunión con
el gobernador fue calificada de tensa por los dirigentes perredistas y miembros del
Consejo. En esos momentos también era tenso el ambiente en el plantón en la
cabecera municipal de Tlacoachistlahuaca porque el domingo 18 de junio por la noche
fue asesinado el indígena perredista Miguel Flores Rosales, en la comunidad de La
Trinidad. Los priístas acusados de este crimen, el comisario del pueblo y su secretario,
fueron detenidos el miércoles 21 y entregados al juez de la localidad, más tarde fueron
liberados por el juez que se había negado a levantar el acta.
En la reunión con el gobernador, los representantes de las comunidades en plantón
expusieron su pliego petitorio, que incluía la elección democrática de los comisarios
municipales, el impulso de un plan de desarrollo integral para la región con un programa
de obras y apoyo a la producción, la investigación de los asesinatos y la violencia
contra los indígenas, y la dotación de fertilizantes. La reunión fue ríspida desde el inicio
y el gobernador rechazó cada una de las demandas, y echo abajo los acuerdos
firmados en enero de ese año. Cuando Antonio Feliciano López, representante de la
comunidad mixteca de Guadalupe Mano de León, trató de explicar cómo ven las cosas
160
los campesinos de esa región y cuales son las necesidades, al señalar “que desde el
Palacio de gobierno las cosas se ven diferentes”, el gobernador se molesto y gritó
“salgan inmediatamente, no acepto sus leperadas” en esos momentos terminó la
reunión y sus demandas no fueron consideradas.
Las demandas del movimiento en un primer momento: elecciones democráticas de
comisarios y la destitución del alcalde Ramos Brito, a quien acusan de promover la
violencia contra los indígenas y de desvío de recursos que el gobierno federal ha
destinado para obras públicas, “queremos un presidente municipal que trabaje, y que
no mande matar y golpear a los perredistas, queremos autoridades que hagan justicia a
los indígenas, porque ya no aguantamos las amenazas y las agresiones”. Durante el
periodo que duro el plantón el racismo de las autoridades quedaba de manifiesto en sus
declaraciones. La secretaria del ayuntamiento a nombre del alcalde Ramos Brito que
despachaba en el local de la Asociación Ganadera declaraba que “la posición del
gobierno municipal es que el gobernador del estado Rubén Figueroa tiene que
solucionar el conflicto”, porque “esta gente no se presta a dialogar, es pura gente
mixteca de la Montaña, con ellos es difícil llegar a un acuerdo. No se entienden ni ellos
mismos”.
En Tlacoachistlahuaca hay comisarios del PRI y del PRD, la posición del gobierno
municipal es que se lleven a cabo las elecciones de acuerdo con el reglamento, pero
como señalaba la secretaria del ayuntamiento “los indígenas mixtecos no aceptan las
normas, tienen sus costumbres, quieren que cada año se forme una planilla nueva en
cada comunidad, quieren decidir ellos quien va a quedar”. Por su parte los
representantes de cada comunidad coincidían que son mayoría en los poblados
indígenas, pero que “el presidente municipal insiste en imponer a las autoridades
locales, y por eso en la mitad de las comunidades se han establecido comisarías
paralelas”. En estas comisarías son frecuentes las agresiones de los grupos priístas
mestizos controlados por el alcalde contra los indígenas opositores. En los últimos tres
meses ha habido hechos de violencia en los que han resultado decenas de lesionados.
El 4 de abril de 1995 empezó la cadena de muertes al ser asesinado el campesino
161
perredista Miguel Vázquez, los vecinos denunciaron que el presidente municipal dio
instrucciones al comisario priísta, Bernadino Ramírez, en enero pasado, “que mate a los
perredistas, porque no valen nada, no tienen gobierno, ni presidente”. Desde entonces
todas las noches las casas de los perredistas son apedreadas. Lauro García, líder del
movimiento, indica que las causas de la violencia son la falta de atención
gubernamental y las graves carencias de obras y servicios, éstas son las principales
demandas de las comunidades como parte integral del plan de desarrollo de la región
en el plan solicitan caminos, agua entubada, luz eléctrica, escuelas, clínicas, puentes,
comisarías y apoyo a la producción del campo.265
En cuanto a la muerte del campesino mixteco Miguel Flores Rosales de 20 años de
edad, éste había sido amenazado de muerte por su participación activa en el
movimiento desde el 10 de junio de 1995, por el comisario priísta de esa comunidad,
Francisco Mendoza.266 Según versiones de familiares y vecinos, el 10 de junio hubo
una fiesta en el pueblo en la que Miguel fue mayordomo, de acuerdo a la costumbre, lo
primero que debe hacer un mayordomo el día de la fiesta es enviar al comisario un
garrafón de aguardiente o un cartón de cerveza. Como los perredistas no reconocen al
comisario priísta como autoridad, Miguel no le envió nada. Dos días después de la
fiesta, el comisario habló con el mayordomo amenazándolo “que si no cumplía con las
costumbres, que se retirará de la comunidad, o le iba a dar sus balazos”. En efecto, el
domingo 18 a las 10 de la noche dos hombres lo asesinaron a diez metros de su
casa.267
Ante la demanda de elecciones extraordinarias en 17 comisarías del municipio de
Tlacoachistlahuaca, el director general de gobernación, Rubén Robles Catalán prometió
que primero realizaría un estudio de fondo para conocer la problemática y de común
acuerdo con los pobladores proponer el cambio de comisarios municipales, reconoció
265 Gutiérrez, Maribel. “Seguía el plantón de amusgos y mixtecos ante el desprecio de autoridades municipales”, en: El Sur, 12 al 18 de junio, Guerrero, México, 1995. 266 Gutiérrez, Maribel. “Tlacoachis: ríspido encuentro con Figueroa, un muerto más y seguía el plantón”, en: El Sur, 26 de mayo al 2 de junio, Guerrero, México, 1995. 267 Gutiérrez, Maribel. “Esta muerto el mayordomo perredista que no le llevó su aguardiente al comisario priísta”, en: El Sur, 26 de mayo al 2 de junio, Guerrero, México, 1995.
162
que entre la población mestiza, existe una fuerte dosis de racismo que podría provocar
un conflicto más grave “hay un rechazo al plantón de los indígenas, la población
mestiza no entiende a veces estas cosas, no les dan un ápice de razón, dicen que son
gente que se la pasa flojeando, y que están ahí para que les den de comer sin trabajar,
esa es la idea de la población”. Además, para las autoridades estatales el problema se
debe a que la población de las comunidades está dividida en sus preferencias
partidistas “hay casos como el de Guadalupe Mano de León en que las elecciones se
han llevado a cabo hasta tres veces sin que la gente de Antonio Feliciano líder del
movimiento haya ganado”. En cuanto al desvío de recursos lo ven como una cuestión
política “la gente toma a los priístas como un elemento político, para ellos esos son los
enemigos, esos son los que desvían el presupuesto, los que roban, los que asesinan,
es un argumento político, ahora que si hay una denuncia se debe investigar”.268
Días después de la entrevista con el gobernador, ante la movilización indígena, la
Controlaría del estado le practicó una auditoria a la gestión del alcalde Ramos Brito y el
Ministerio Público del estado investigaba los asesinatos de los indígenas perredistas
para aclarar los delitos de acuerdo a la ley.269 Pero los hechos de Aguas Blancas,
donde 17 campesinos fueron emboscados y asesinados por la fuerza publica estatal,
cambió la estrategia de los campesinos mixtecos y amuzgos que se sumaron al plan de
acción de la Coordinadora Suriana por la Paz y la Democracia, que demandaba la
destitución inmediata del gobernador Figueroa.270 La destitución de Rubén Figueroa
como gobernador del estado no permitió conocer los resultados de la auditoria, ni de las
investigaciones sobre los asesinatos.
Los meses transcurrían y el conflicto seguía sin obtener respuesta de parte de las
autoridades, de esta manera, el sábado 5 de agosto de 1995, los indígenas mixtecos y
amuzgos, miembros del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena y del
268 Gutiérrez, Maribel. “Influencia ideológica del EZLN en Costa Chica-Montaña, reconoce Esteban Mendoza”, en: El Sur, 12 al 18 de junio, Guerrero, México, 1995. 269 García, Raúl. “Robles Catalán: Concertación, la vía de arreglo en Tlacoachistlahuaca”, en: El Sur, 26 de junio al 2 de julio, Guerrero, México, 1995. 270 El viernes 4, actos por la salida del gobernador en 20 municipios. El Sur , 7-13 de agosto, Guerrero, México, 1995.
163
Partido de la Revolución Democrática, formaron el Concejo Municipal en Rebeldía en
las instalaciones del palacio municipal de Tlacoachistlahuaca, con un representante de
cada una de las trece comunidades que participaban en el movimiento, antes habían
desconocido al presidente municipal y declararon la desaparición de poderes. Ese
sábado, bajaron unos 300 indígenas de la Montaña, se reunieron en el centro de
Tlacoachistlahuaca, ocuparon el palacio Municipal e instalaron el Concejo. Recordaron
que desde enero de ese año han participado en varias marchas de Tlacoachistlahuaca
a Chilpancingo, para reclamar que se cumpliera con los acuerdos de realizar elecciones
en las comisarías y la construcción de obras públicas y sin embargo, no les han resuelto
sus demandas. Una vez instalado el concejo, para dar formalidad a sus acciones, las
comunidades representadas demandaron que el alcalde Ramos Brito les entregara el
sello del gobierno municipal, “pedimos el sello por la buena, y si no lo entrega, el pueblo
irá a recogerlo por otra vía”.
Aunque el gobierno los ha acusado de ser un movimiento armado y de que sus
miembros pertenecen a grupos guerrilleros ellos han tenido cuidado en mostrar un
movimiento pacífico denunciando que son las autoridades las que han provocado la
violencia.
“Queremos aclarar que no hemos decidido tomar las armas. Pero sí queremos decir que el pueblo se puede rebelar si siguen las amenazas y las provocaciones de violencia por parte del gobierno, la violencia continua porque el alcalde Ramos Brito mandó armas a las comunidades de Las Mesas, Huehuetonoc, Santa Cruz Yucucani y La Trinidad, destinadas a grupos civiles que tienen órdenes de matar a los perredistas como es el caso de las muertes de los cinco compañeros que participaban en el movimiento. El concejo va a permanecer el tiempo que sea necesario en el Palacio Municipal y buscará formular un plan de gobierno para responder a las demandas de los pueblos de la Montaña y detener la violencia del gobierno”. 271
Por otra parte los intentos de desalojo han sido varios como ocurrió el 10 de agosto de
1995, cuando unos 200 priístas se reunieron en la casa agraria con el alcalde con la
271 Gutiérrez, Maribel. “En Tlacoachistlahuaca, un Concejo Municipal en rebeldía”, en: El Sur, 14 al 20 de agosto, Guerrero, México, 1995.
164
intención de desalojar el Palacio Municipal sin importar los costos, finalmente decidieron
dar tiempo a las autoridades estatales para resolver el problema.
Mientras en las comunidades, el asesinato del campesino mixteco Juan Tellez se
sumaba a los cinco asesinatos de indígenas que participaban en el movimiento. La
información llegó cinco días después al plantón en Tlacoachistlahuaca, por lo apartado
y la falta de caminos en las comunidades de la Montaña. Los campesinos que se
encontraban concentrados en ese lugar exigieron al gobierno que de inmediato se
iniciará una investigación de acuerdo con la ley, tanto de este homicidio, como de los
otros cinco. Así, como de las agresiones y amenazas de que son víctimas como parte
de la violencia provocada por las autoridades de esta región.
Los indígenas mixtecos y amuzgos que estaban en plantón culparon al presidente
municipal de Barrio Nuevo San José, porque tenían conocimiento que el alcalde Ramos
Brito “dio instrucciones” de “acabar” con los perredistas. Además en esa comunidad
habían sido asesinados los campesinos perredistas y miembros del Consejo
Guerrerense Perfecto González Rufino y Alejandro Tenorio Perfecto. Debido a los
asesinatos y hechos violentos en las comunidades, el Concejo Municipal en Rebeldía
decidió formar una comisión de derechos humanos, cuya tarea principal era exigir la
investigación inmediata de los seis asesinatos que hasta ese momento estaban en la
total impunidad.
La lista de los asesinatos denunciados por los dirigentes del plantón es la siguiente: el
4 de abril de 1995, antes de que los campesinos decidieran realizar el plantón, en el
contexto de los conflictos por las comisarías y las amenazas de los priístas contra los
perredistas, fue asesinado el campesino del partido de la Revolución Democrática,
Miguel Vázquez, de la comunidad de la Trinidad. En Barrio Nuevo San José, el 10 de
junio del mismo año fueron asesinados los jóvenes perredistas Perfecto González
Rufino y Alejandro Tenorio Perfecto, emboscados en el camino cuando regresaba de
hacer compras. El 18 de junio fue asesinado el joven mixteco Miguel Flores Hernández,
del PRD, en la comunidad de la Trinidad. Al igual que los dos anteriores asesinatos, los
165
campesinos perredistas señalan como responsables a los comisarios priístas de las
comunidades respectivas. El 28 de junio en la Soledad, municipio de Xochistlahuaca,
fue asesinado Alfredo Morales Vázquez, y su cadáver fue expuesto al público, por
órdenes del comisario priísta, como escarmiento a los perredistas. El 17 de agosto en
Barrio Nuevo San José, fue asesinado Juan Téllez García, de 50 años de edad.
El 24 de agosto de 1995, la Procuraduría General de Justicia del Estado inició las
investigaciones de los asesinatos, éste, fue el primer acuerdo entre los indígenas
miembros del Concejo Municipal en Rebeldía y el gobierno del estado. El acuerdo fue
adoptado en la cabecera municipal, por el controlador del gobierno del estado Raúl
Salgado Leyva, el secretario de gobierno Rey Hilario Serrano y el subsecretario para
Asuntos Políticos Juan José Arciniega, como representantes del gobierno del estado y
como representantes del Consejo Guerrerense, Martha de Jesús Caballero y Lauro
García Vázquez. Los indígenas, por su parte, se comprometieron a levantar el plantón
que instalaron el 22 de mayo, después de conocer los resultados de la auditoría que se
le estaba practicando al presidente municipal y que podría tardar un mes más. Los
representantes del movimiento de las comunidades indígenas de la montaña pidieron
que se investigara en el caso de los asesinatos, al grupo del presidente municipal.272
De esta forma, la violencia generada desde las autoridades municipales son la causa
de que está rebelión tenga un carácter político que se constituye como una forma de
construcción de la legalidad perdida generando cohesión social, es un principio de
cambio con la conservación de valores cuyo fin es la restitución del orden quebrantado.
Durante todo el conflicto, la injusticia y la indignación aparecen inseparables lo cual
explica la crisis de la impartición de justicia, el abuso de los cuerpos policiacos y
militares, de las autoridades civiles, pero también explica la acción colectiva de una
comunidad enardecida que intenta hacer justicia y restaurar el orden. Según Barrinton
Moore “una determinada acción violenta se puede convertir en la base de una nueva
legalidad y más cuando dicha acción se acompaña con la idea de restituir o cambiar el
272 Gutiérrez, Maribel. “Avanzan las pláticas en Tlacoachistlahuaca, luego de que hubo un asesinato más”, en: El Sur, 28 de agosto al 3 de septiembre, Guerrero, México, 1995.
166
orden se convierte en justa, legítima y portadora de un código de valores que
cohesionan a los actores del drama”273
Así, la rebelión busca restituir el orden con cambios de fondo y suele ser el paso natural
en la búsqueda del cambio de orden mientras que el agravio genera encono, la
impotencia provoca ira y cuando los principios de cohesión de la sociedad son
reiteradamente violados por uno o varios de sus miembros o bien de una autoridad
estatuida se rompe el principio de convivencia pacífica. De esta manera, la violencia
política adquiere sentido positivo en la medida que se acompaña de reivindicaciones
sociales o políticas que articulan la realidad presente con el pasado inmediato y la
oferta de futuro.
El olvido y los agravios que sufren las comunidades indígenas por parte del Estado
quedan al descubierto ante los fenómenos naturales, como es el caso del sismo del 14
de septiembre de 1995 que ocasionó varios derrumbes en la región. Sin embargo, a la
semana siguiente del sismo, las comunidades indígenas aun no recibían ninguna ayuda
del Estado, ni siquiera era conocida la situación de las comunidades. Hasta que la
diputada Leticia Burgos del PRD visitó la región y se le pidió que gestionará ayuda para
las comunidades de Huehuetonoc donde estaban dañadas 100 casas, para
Cuanachinilla donde se reportaron 180, mientras que en Guadalupe Mano de León se
encontraban destruidas 17 casas, en Rancho Viejo se cayeron 50 casas, en La Soledad
20 casas se derrumbaron, en Yoloxochitl 56 casas destruidas y de la cabecera
municipal 150 casas dañadas. No obstante la denuncia, nadie fue a inspeccionar los
daños causados por el sismo a las comunidades del municipio, que requerían atención
inmediata del gobierno estatal y federal. La situación de estos pueblos fue más difícil
por la incomunicación debido a que los caminos estaban destruidos por las lluvias. Sin
embargo, a pesar de las condiciones adversas y del sismo, unos 300 indígenas seguían
273 Barrington, Moore. Los orígenes sociales de la dictadura y la democracia, ediciones Península, Barcelona, 1976.
167
en plantón en el Palacio Municipal, donde mantenían tomado el edificio desde el 22 de
mayo de 1995.274
Después de seis meses de plantón, el 22 de noviembre de 1995, los Indígenas
mixtecos de la Montaña deciden agregar como demanda el reconocimiento por parte de
las autoridades del estado de un nuevo municipio, que estaría integrado con 34
comunidades de Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca y Metlatonoc. La propuesta de
crear el nuevo municipio fue enviada por escrito al Congreso del estado de Guerrero
firmada por 13 comisarios municipales. Los mixtecos proponen que, el nuevo municipio,
se llame Rancho Nuevo de la Democracia y que la cabecera municipal sea la
comunidad de Rancho Viejo, situada a unas 10 horas a pie de Tlacoachistlahuaca.
Además en el documento se indica que los 34 pueblos que integrarían el nuevo
municipio se encuentran muy lejos de sus actuales cabeceras municipales.
Las comunidades indígenas están en promedio a 10 horas de distancia de los actuales
ayuntamientos, que no hacen nada para solucionar sus problemas porque existe una
fuerte discriminación hacia la etnia mixteca. Estas injusticias y agravios sufridos por los
mixtecos y amuzgos explica por qué estas comunidades se han unido para formar su
propio ayuntamiento buscando una mejor administración de justicia. Pretenden acabar
con las injusticias por medio de un gobierno indígena propio que se interese por el
desarrollo económico y social de la región.
“Queremos un gobierno indígena, igual que la gente de los pueblos, porque los ayuntamientos que están no nos ayudan en nada, no nos apoyan en nuestras demandas que son las comisarías, centros de salud, médicos, escuelas, desayunos, carreteras, luz eléctrica, agua potable, mercados, hace muchos años tenemos esas demandas y nunca nos han atendido, la gente que habla español tiene gobierno, pero a nosotros no nos hacen caso, se burlan, el ayuntamiento mixteco va hablar con el gobierno, va a pedir dinero para las demandas de los pueblos, el gobierno mixteco va hacer que se respeten las costumbres indígenas, y nosotros también vamos a respetar al gobierno de Chilpancingo y de México”.275
274 Gutiérrez, Maribel, ”Damnificados de la Costa Chica clamaban por ayuda a una semana del sismo”, en: El Sur, 25 de septiembre al 1 de octubre, Guerrero, México, 1995. 275 Gutiérrez, Maribel, “Proponen un municipio indígena mixtecos de Metlatonoc, Xochis y Tlacoachis”, en: El Sur, 27 de noviembre al 3 de diciembre, Guerrero, México, 1995.
168
De esta forma la creación del nuevo municipio se convierte en la principal demanda de
los pueblos indígenas de la región, también se puede entender cuales son las
intenciones y las causas de la demanda de crear un nuevo municipio, donde el énfasis
en la autodeterminación y la autonomía se manifiesta cuando afirman que quieren un
gobierno mixteco. Es decir, quieren la oportunidad de poderse gobernar, de poder crear
sus propios planes de desarrollo, de definir sus problemas y darle soluciones de
acuerdo a su particular visión, quieren manejar por si mismos sus recursos y su
territorio, sin dejar de reconocer su pertenencia a un estado y a una nación y con la idea
de tener una relación con los otros poderes de manera más directa.
Sin ninguna respuesta a sus demandas, la violencia en la Montaña seguía aumentando,
hasta noviembre de 1995 había generado nueve mixtecos muertos, todos ellos
participaban en el movimiento indígena. El último de estos ocurrió el 4 de octubre en la
comunidad de Yoloxochitl. José Porfirio Bautista, de 90 años, fue asesinado cuando se
dirigía al plantón. En las comunidades, también existen otras formas de violencia por
ejemplo en el Coyul, los priístas portando armas de fuego, machetes y palos,
encabezados por el comisario Hermelindo Felipe Miguel y por el dirigente del PRI
Santiago de la Cruz Chávez, se posesionaron de la iglesia católica y no dejaron entrar a
los indígenas del PRD, ni el día de la fiesta de Todos los Santos.276 El no permitir la
entrada de los perredistas a la iglesia fue la forma de castigar y mostrar la fuerza y
poder de los priístas, además refleja la importancia que tiene la religión entre la
población indígena de las comunidades.
El conflicto generado a partir de la exigencia de las comunidades indígenas por lograr
un nuevo municipio, poco a poco fue alcanzando mayor notoriedad en el ámbito
nacional, al grado que el gobierno federal tuvo que intervenir. En efecto, el lunes 27 de
noviembre de 1995, dirigentes del PRD nacional y estatal se reunieron con el secretario
de gobernación, Emilio Chuayffet para plantear los problemas políticos de Guerrero. El
276 Gutiérrez, Maribel, “Nueve mixtecos muertos, saldo de un movimiento por la democracia”, en: El Sur, 27 de noviembre al 3 de diciembre, Guerrero, México, 1995.
169
encargado de la política interna del país mostró interés y atendió algunas de las
demandas. Aunque tres días después del encuentro, se demostró que los acuerdos no
se cumplirían. Los dirigentes perredistas le entregaron un documento firmado por el
coordinador regional de las comunidades amuzgas y mixtecas de la Montaña que están
en plantón: Lauro García, donde solicitan que se investiguen los hechos de violencia y
se castigue a los responsables. El documento demanda el reconocimiento de sus
autoridades municipales y de los comisarios elegidos democráticamente por el pueblo.
Además le informaron que tanto los miembros del PRD como del Consejo Guerrerense
500 Años, han tenido varias reuniones con las autoridades estatales e incluso se han
firmado acuerdos, sin que hasta la fecha se hayan cumplido. También, en el documento
se exige la destitución del presidente municipal, Armando Ramos Brito, a quien acusan,
junto con los grupos priístas de generar la violencia en la región.
“porque además de que el pueblo no voto por él, no ha cumplido con las obras públicas comprometidas, y se sabe que está dando armas a los comisarios priístas de Santa Cruz Yucacani, La Trinidad y Las Minas. Los priístas han puesto retenes móviles en los lugares por donde pasan los compañeros perredistas al plantón, entre otros en San Pedro Cuitlapa, del municipio de Tlacoachistlahuaca, La Soledad, municipio de Xochistlahuaca, el Coyul, municipio de Metlatonoc, en esta última comunidad, los priístas están armados con M-1, pistolas, rifles y escopetas calibres 22, 38, 16 y 20, y tomaron la iglesia católica del pueblo el 25 de septiembre, amenazando a la gente, sin que la autoridad haga algo al respecto”.277
Ante el senador perredista Félix Salgado, el 3 de diciembre de 1995, el dirigente
mixteco Antonio Feliciano denunció públicamente.
“la gente del PRI y los caciques tienen “cuernos de chivo” para matar a los perredistas, dicen que no valemos nada, que no tenemos gobierno, queremos que usted lo denuncie en el Senado. Aquí nos quieren matar porque luchamos por la democracia, porque demandamos que entreguen los sellos de las comisarías y la presidencia municipal a las autoridades democráticas, y que se haga un plan de desarrollo para la región, para que construyan las obras que demandan las comunidades”.278
277 Gutiérrez, Maribel, “Chuayffet habría aceptado la coadyuvancia del PRD, pero el fiscal dijo “no””, en: El Sur, 4 al 10 de diciembre, Guerrero, México, 1995. 278 Gutiérrez, Maribel, “En Tlacoachistlahuaca había riesgo de desalojo en esta semana de la feria”, en: El Sur, 4 al 10 de diciembre, Guerrero, México, 1995.
170
En esas fechas la fiesta del municipio se acercaba y las amenazas de desalojo por
parte de los priístas aumentaban. La feria anual de Tlacoachistlahuaca se celebra del 6
al 8 de diciembre y los pobladores mestizos y priístas no querían hacer su fiesta con los
indígenas en plantón en el palacio municipal. Por lo que se temía un enfrentamiento
entre los indígenas en plantón y los mestizos priístas de la cabecera municipal. Los
indígenas comentaban que el primero de diciembre desde las ocho de la mañana se
reunieron en el kiosco unos 200 priístas, con la intención de desalojar a los indígenas.
Pero que la intervención del agente del Ministerio Público de Ometepec, Gabino Palma,
evito el enfrentamiento al comprometerse con los priístas a desalojar a los indígenas
mixtecos del palacio municipal el día 5 de diciembre. Mediante este acuerdo se logró
que ese día la violencia no apareciera. Por su parte, los funcionarios del ayuntamiento
señalaron que el desalojo fue una decisión del pueblo cansado de la actitud de los
indígenas. Además acusaron a los indígenas de vender la madera que había sido
decomisada por el ayuntamiento al industrial Enrique Minutti Estefanoni, en cuya
empresa participa también su hermano el subsecretario de Gobierno para Asuntos
Agrarios del gobierno del estado, José Luis Minutti. El acuerdo con el Ministerio Público
establecía que si no se desocupa el inmueble el día cinco, la población los podría
desalojar sin ninguna responsabilidad del gobernador del estado, Rubén Figueroa
Alcocer. De esta forma, el Ministerio Público por medio de este acuerdo les daba una
carta de impunidad a los priístas para desatar una mayor violencia contra los indígenas
en plantón.279
8. El regreso a las comunidades con las manos vacías
Después de 208 días en plantón en el Palacio Municipal de Tlacoachistalhuaca, los más
de 300 indígenas mixtecos de la Montaña, sin ninguna respuesta a sus demandas
deciden regresar a sus comunidades. De acuerdo al presidente de la Asociación
Ganadera local, Saulo Estrada, el sábado 16 de diciembre, los indígenas antes de
levantar el plantón quemaron el Palacio Municipal y la oficina de la Asociación, tomaron
cinco vehículos del ayuntamiento, y se retiraron rumbo a sus comunidades. Cuando los
279 Gutiérrez, Maribel. “En Tlacoachistlahuaca había…1995.
171
indígenas estaban lejos, los vecinos del centro del poblado apagaron el fuego. Según
Saulo Estrada, el edificio del ayuntamiento quedó parcialmente quemado, sin daños en
la estructura.
“A las tres de la tarde el palacio se encontraba en llamas, al igual que un tractor agrícola estacionado detrás del edificio, y se habían consumido por el fuego los archivos y documentación almacenados en la Asociación ganadera donde despachaba el alcalde desde el 23 de mayo de 1995 cuando los indígenas tomaron el Palacio. Los indígenas recorrieron el pueblo gritando consignas contra el gobierno, y llegaron a la casa del alcalde, donde exigieron la entrega de los vehículos del ayuntamiento. Trataron de destruir con machetes la puerta de la casa del alcalde y golpearon a su hermano hasta conseguir les entregaran tres camiones de volteo y dos camionetas, en los que se alejaron hacia la Montaña”.280
En reunión celebrada el lunes 11 de diciembre, con la asistencia de 18 comisarios
municipales perredistas, se decidió levantar el plantón debido a la dificultad para
proseguirlo por la falta de recursos ya que los indígenas no atendieron sus labores del
campo por estar en el movimiento. “En este año en los pueblos de la Montaña no hay
maíz”. También se analizó la posibilidad de retirarse, y empezar una nueva etapa en la
lucha, la de centrar su movimiento a crear y fortalecer un municipio mixteco desde sus
comunidades. Ese mismo día ante el dirigente nacional del PRD, Cuauhtémoc
Cárdenas denunciaron nuevos hechos de violencia contra su movimiento y demandaron
su apoyo para la creación del nuevo municipio con el que puedan realizar su plan de
desarrollo. “ya vimos que el gobierno sólo está dispuesto a darnos maíz, despensas y
cobijas, y nosotros no estamos aquí por eso, estamos por las elecciones democráticas
para comisarios, y porque haya escuelas, carreteras de chapopote, luz eléctrica, agua
potable y centros de salud con médicos en los pueblos de la Montaña281
el retiró a sus comunidades no fue una derrota sino que fue parte de la estrategia del
movimiento debido a las escasas condiciones para continuar el plantón y la falta de
recursos.
“los campesinos que levantaron el plantón centraran su lucha en la creación de un municipio nuevo mixteco en esta región de La Montaña, a fin de que las comunidades 280 Gutiérrez, Maribel, “Terminan el plantón y queman el ayuntamiento de Tlacoachistlahuaca”, en: El Sur, 18 al 23 de diciembre, Guerrero, México, 1995. 281 Gutiérrez, Maribel, “Terminan el plantón y queman el ayuntamiento de Tlacoachistlahuaca”, en: El Sur, 18 al 23 de diciembre, Guerrero, México, 1995.
172
indígenas tengan un gobierno propio que responda a sus necesidades. (…) La gente que estuvo en plantón se está organizando en las comunidades para darle fuerza al Consejo Popular en Rebeldía. (…)las demandas del movimiento son las elecciones democráticas en las comisarias, destitución del presidente municipal, Armando Ramos Brito, un programa integral para el desarrollo de la región y un plan emergente de alimentación. Asimismo, la investigación de los nueve asesinatos por motivos políticos de indígenas perredistas que participaban en el movimiento, y de otros hechos violentos perpetrados por los priístas bajo las ordenes del alcalde”.282
Por medio de la dirección nacional del PRD fueron planteadas las demandas del
plantón al secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet sin que se resolviera el conflicto.
Ahora insistirán para que el gobierno estatal o federal atienda las demandas de esta
región indígena con la ayuda de los diputados del PRD. Los líderes del movimiento
reconocieron que los indígenas que tomaron el 23 de mayo el Palacio Municipal y
sostuvieron ahí un plantón hasta el 16 de diciembre, sin ninguna respuesta a sus
demandas, prendieron fuego a las instalaciones y se llevaron algún mobiliario y cuatro
camiones de volteo, los que ”pasaran a formar parte del equipo para formar el nuevo
gobierno” en La Montaña.283
El 16 de diciembre de 1995, los indígenas deciden levantar el plantón del palacio
municipal, pero requerían de mobiliario para el funcionamiento del nuevo municipio y el
sello del ayuntamiento por lo que una comisión fue a pedirle el sello al presidente
municipal. Los priístas comenzaban a reunirse para enfrentarse a los indígenas
mixtecos, pero ante la decisión de los indígenas prefirieron permanecer en sus casas.
Los indígenas pasaron a la oficina provisional del ayuntamiento en las instalaciones de
la Asociación Ganadera, quemaron materiales impresos y un equipo de sonido que
guardaba ahí el alcalde. Regresaron al Palacio Municipal, y en un camión de volteo se
llevaron lo que necesitaban, antes de marcharse prendieron fuego a archivos policiacos
y propaganda del PRI que se encontraban en el palacio municipal.
282 Gutiérrez, Maribel, “Tensión en la Montaña luego de la retirada de mixtecos de Tlacoachistlahuaca”, El Sur, 24 al 30 de diciembre, Guerrero, México, 1995. 283 Gutiérrez, Maribel, “Tensión en la Montaña luego de la retirada de mixtecos de Tlacoachistlahuaca”, en: El Sur, 24 al 30 diciembre, Guerrero, México, 1995.
173
Más tarde los 300 indígenas mixtecos llegaron a Rancho Nuevo, y elaboraron la primera
acta del Concejo Popular en Rebeldía en ese lugar, que se refiere al levantamiento del
plantón de Tlacoachistlahuaca el 16 de diciembre. En el escrito, firmado por los
integrantes del Concejo que preside el dirigente mixteco Marcelino Isidro de los Santos
y por diez comisarios municipales, se relatan los hechos que sucedieron en el
levantamiento del plantón. “ese día como a la 1:20 de la tarde, cientos de indígenas que
estaban en plantón fueron a la casa del alcalde, Armando Ramos Brito, para quitarle el
sello del ayuntamiento”. La entrega del sello fue una petición del movimiento desde que
se constituyó el Concejo Municipal en Rebeldía, el 6 de agosto. A partir de que
desconocieron al alcalde Ramos Brito como autoridad, y declararon la desaparición de
poderes en Tlacoachistlahuaca. Según el acta, “afuera estaba estacionando un camión
de volteo del ayuntamiento, que los indígenas tomaron para retirarse a La Montaña. En
el camino a La Montaña, el contingente se encontró en la comunidad de Las Minas, con
dos camiones de volteo, los que se llevaron también, y uno más que se encontraron
dos Kilómetros más adelante”. Cerca de la media noche el contingente llegó a Rancho
Viejo, al que acordaron llamar Rancho Nuevo de la Democracia.284 El día 17 del mismo
mes levantaron la segunda acta, que se refiere a la detención del priísta Alberto
Leobardo Hernández, que disparó un arma de fuego cuando llegó el contingente del
plantón. Por esa agresión, fue arrestado por unas horas en las instalaciones
provisionales del Concejo Popular en Rebeldía.
Las denuncias constantes sobre las amenazas contra campesinos mixtecos y amuzgos
que instalaron el Concejo Municipal en Rebeldía en Tlacoachistlahuaca, no lograron
frenar la violencia política por parte de los mestizos. La incertidumbre, aumentó cuando
la Policía Judicial del Estado, mediante un boletín de prensa, difundió que el agente del
Ministerio Publico inició una averiguación previa contra quien resulte responsable de la
quema del mobiliario y equipo que se encontraba en el Palacio Municipal y del “saqueo”
de ese inmueble, así como del “robo” de tres camiones de volteo propiedad del
ayuntamiento. La población de las comunidades empezó a notar la presencia policiaca
y del ejercito en lugares cercanos a Rancho Nuevo de la Democracia, lugar donde se
284 Gutiérrez, Maribel, “Tensión en…1995.
174
instaló el Concejo Municipal Popular en Rebeldía. También denunciaban que había
subido a la montaña un convoy de siete vehículos del ejército, con armas de guerra. La
gente del lugar señala que no es usual ver un número de efectivos como el que subió
esta semana, y con armas de combate. Entrevistado al respecto, el comandante de la
Novena Región Militar, general de división Enrique Tomas Salgado Cordero dijo que “no
debe extrañar el movimiento de tropas. Son los mismos agrupamientos en operaciones
contra el narcotráfico y el agrupamiento de Cruz Grande que sube por Ometepec
porque está haciendo la carretera a Rancho Viejo”. Al igual que en Chiapas, la
presencia del ejército federal se justifica porque la región es considerada como zona
con presencia del narcotráfico, también se asemeja a una de las estrategias utilizadas
contra la guerrilla zapatista, cuando se ocupa al ejército para abrir caminos o rutas de
entrada a la zona del conflicto y que según las autoridades estatales es para “dar
cumplimiento” a las demandas sociales de las comunidades y para generar el desarrollo
de la región.
De esta forma, el plantón que durante seis meses se había desarrollado pacíficamente
llegó a su fin de manera violenta. Las movilizaciones indígenas de las comunidades de
Rancho Nuevo comenzaron en enero de 1995 al marchar de Tlacoachistlahuaca hasta
Chilpancingo logrando que el gobierno del estado firmará acuerdos que nunca cumplió.
Más tarde, ya instalados en plantón, participaron en una marcha a la ciudad de México
e intentaron gestionar sus demandas por medio del diálogo sin obtener respuesta del
gobierno estatal ni federal. Durante ese tiempo, sufrieron los asesinatos de nueve
miembros de su movimiento a manos, según versiones de los líderes del movimiento,
del alcalde y los líderes priístas de las comunidades. Finalmente, cansados de no ser
escuchados conformaron un Concejo Municipal en Rebeldía, agregaron a sus
demandas que se investigaran los asesinatos y decidieron luchar, desde sus
comunidades, por lograr la creación de un nuevo municipio mixteco con cabecera en
Rancho Viejo que proponen se llame Rancho Nuevo de la Democracia. Además su
planteamiento fue enviado al Congreso del estado, sin que hasta la fecha obtengan
respuesta. El nuevo municipio busca tener un gobierno propio, que atienda las
demandas de los pueblos de la Montaña que siempre han estado abandonados.
175
9. Otra vez la represión, el regreso a la violencia
En febrero de 1997, la represión de nueva cuenta hace su aparición en la zona al ser
detenidos, en una redada, indígenas que participaban activamente en el movimiento.
Llama la atención que los dos desaparecidos y los tres detenidos son activistas de base
del movimiento indígena. El dirigente del PRD en la Costa Chica, Eloy Cisneros Guillén,
considera que la redada en las dos comunidades, con pretexto de la emboscada, es
parte de la represión gubernamental contra el movimiento indígena de esa región, al
igual que la aprehensión del dirigente mixteco, Lauro García Vázquez, el pasado 3 de
febrero. En la información oficial, sobre la redada no se aclara cómo los judiciales
dieron con los detenidos. El Comité de Defensa y Apoyo a Comunidades y Pueblos
Indios (CODACPI)285, asegura en base a testimonios, que en Guadalupe Mano de León
los campesinos que participan en el movimiento indígena opositor, identificado con el
PRD, fueron denunciados como responsables de una emboscada contra policías
estatales un día antes, por el comandante, de filiación priísta, de la policía municipal de
Tlacoachistlahuaca. Mientras que en la comunidad de la Soledad fue el comisario
municipal priísta quien señaló como responsables de la misma emboscada a varios
campesinos mixtecos de ese lugar, todos ellos activistas de base del movimiento por el
ayuntamiento indígena, del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia y del
PRD.286
Según relatos de los testigos más de 100 policías judiciales y motorizados entraron el
sábado 16 de febrero a Guadalupe Mano de León, comunidad mixteca del municipio de
285 CODACPI es una organización no gubernamental formada por estudiantes universitarios que participó en el movimiento a partir de un proyecto académico. Desde 1995 ha participado en la región en tres áreas principales; derechos humanos, desarrollo y educación. Ayudó en la formación de los diversos talleres que finalmente desembocaron en la definición de los ejes problemáticos y las líneas de acción. Además estuvo durante la génesis del movimiento apoyando en aspectos legales y de denuncia. Más tarde se tuvieron que retirar del proyecto debido a las diversas actividades de sus integrantes aunque nunca han abandonado totalmente el proyecto, es decir siguen visitando la región y apoyando en momentos clave mediante la denuncia en diversos foros de los acontecimientos que violan los derechos humanos y colectivos de las comunidades de Rancho Nuevo. En este sentido su participación fue importante en cuanto a apoyo técnico y de formación pero no en la dirección del movimiento. 286 Gutiérrez, Maribel, “Un abismo separa al PRD y al gobierno en la detención de los cinco mixtecos”, en: El Sur, 24 de febrero al 2 de marzo, Guerrero, México, 1997.
176
Tlacoachistlahuaca. Entraron a las casas, robaron dinero, objetos de valor y hasta
animales, golpearon a mujeres y niños y se llevaron detenidos a los campesinos Rufino
Pablo Mendoza de 22 años, Antonio Hernández de los Santos de 20 años, Francisco
Feliciano de los Santos de 25, Rufino Ramírez Vázquez de 20 años y el niño Víctor
Feliciano de los Santos de 12 años. Los cinco detenidos fueron brutalmente golpeados
incluyendo al niño, en particular Rufino Pablo que debido a las lesiones peligra su vida,
mientras que los dos últimos fueron liberados en el mismo lugar. Con los otros tres
campesinos arrestados se trasladaron a la comunidad de la Soledad, a media hora de
camino, en el municipio de Xochistlahuaca. De esta comunidad se llevaron a los
indígenas Sergio Martínez Santiago y Alfredo Rojas Santiago que fueron los únicos
hombres que encontraron. También causaron destrozos, allanaron casas sin orden
legal, y robaron pertenencias de los pobladores. Los vecinos aseguran que los policías
fueron apoyados por un operativo militar. “A las cuatro de la madrugada del domingo 16
llegaron a La Soledad 15 militares en dos vehículos artillados que se apostaron en el
centro del pueblo durante todo el día”, la operación se realizó a raíz de la emboscada
contra una patrulla de la policía motorizada, entre las Minas y Huehuetonoc, en la parte
alta de Tlaccoachistlahuaca, el 14 de febrero, donde murió, en un enfrentamiento con
presuntos guerrilleros, el policía Roberto Hernández Flores.287
Para el gobierno estatal los hechos ocurridos en la Montaña estaban apegados a
derecho por lo que no tenía caso iniciar una investigación de violación de derechos
humanos. Así lo establece en entrevista el secretario general del gobierno del estado,
Humberto Salgado Gómez, porque para el gobierno estatal no hay desaparecidos, sino
que son prófugos de la justicia que “acostumbran,” después de cometer actos delictivos,
“tirarse a perder para evadir la justicia”. Los diputados estatales, por su parte, formaron
una brigada de observadores de la paz que subió a las comunidades de la Soledad y
Guadalupe Mano de León, en las comunidades hablaron con los familiares y vecinos,
comprobando que desde la fecha de la aprehensión cuatro campesinos están
desaparecidos o no han regresado a la comunidad. En el lugar de los hechos, los
287 Gutiérrez, Maribel, “Un abismo separa al PRD y al gobierno en la detención de los cinco mixtecos”, en: El Sur, 24 de febrero al 2 de marzo, Guerrero, México, 1997.
177
diputados recogieron decenas de testimonios y confirmaron que cerca de 100 policías
judiciales, apoyados por soldados del ejército a bordo de vehículos artillados, rodearon
la comunidad para que nadie pudiera salir mientras los judiciales cateaban las casas y
recorrían el monte. Por último, constataron que hay un patrón de conducta agresivo de
los grupos policíacos contra los indígenas donde la mayoría es monolingüe como es el
caso de las comunidades de La Soledad y Guadalupe Mano de León.288
El miércoles 26 de febrero de 1997 en la tribuna de la Cámara de Diputados del estado
de Guerrero, dentro del punto de asuntos generales, el diputado perredista René
Lobato Ramírez reiteró la acusación de que siete indígenas de Tlacoachistlahuaca y
Xochistlahuaca fueron detenidos el sábado 15 durante una operación de policías
judiciales y motorizados, dos de los cuales seguían desaparecidos, la justificación fue
su presunta participación en una emboscada llevada a cabo un día antes, en la que
murió un policía motorizado. En el operativo para detener a los indígenas se habían
violado los derechos humanos, también participaron elementos del ejército mexicano
violando la Constitución. El Congreso estatal acordó que no se integrará una comisión
que investigará el caso y que fuera la Procuraduría estatal la que informará sobre la
investigación de violación a los derechos humanos. Durante la sesión, los diputados
perredistas exigieron la presentación con vida de los desaparecidos.289
Las declaraciones del director de la policía Judicial del Estado nos muestran el trato de
las autoridades hacia los indígenas ante la violación de sus derechos humanos.
Además aseguró que no habrá más operativos en esas comunidades.
“tres de los cuatro indígenas mixtecos reportados como desaparecidos después de una operación conjunta de diversas corporaciones policiacas, se encuentran en su comunidad de origen (…) no sé si andaban de parranda o escondidos en el cerro. ¡No estaban ni han estado detenidos!. Dos de ellos son prófugos por un homicidio cometido en 1996, y los otros dos son investigados por el homicidio de un policía motorizado,
288Gutiérrez Maribel, “En Tlacoachistlahuaca ni desaparecidos ni política; sólo delincuentes prófugos”, en: El Sur, 3 al 9 de marzo, Guerrero, México, 1997. 289Solano, Rafael, “Desechan diputados formar comisión que investigue detenciones de mixtecos”, en: El Sur, 3 al 9 de marzo, Guerrero, México, 1997.
178
ocurrido el 14 de febrero de 1997. (…) no, ya no habrá más operativos en esas comunidades, ya no queremos queso sino salir de la ratonera”.290
Después de los acontecimientos de Aguas Blancas y debido a la presión que la opinión
pública y los partidos de oposición ejercieron pidiendo que se investigaran los hechos y
se castigará a los culpables, para lo cual pedían que las autoridades estatales
involucradas, incluido el gobernador, se retiraran de sus cargos. Mientras en varios
municipios se realizaban plantones en los palacios municipales exigiendo la destitución
del gobernador Rubén Figueroa Alcocer. El aumento de las protestas a nivel nacional e
internacional obligaron al gobernador a pedir licencia para ausentarse del cargo, para
que se investigaran los hechos.
Por su parte, el gobernador sustituto del estado de Guerrero, Angel Aguirre se
comprometió a agilizar las investigaciones y los procesos penales para que sean
liberados los indígenas perredistas involucrados en delitos y que no tienen culpa, como
es el caso del dirigente mixteco Lauro García. Tampoco se van a ejecutar las órdenes
de aprehensión giradas contra militantes y activistas que no tienen culpa como el caso
de Marcelino Isidro de los Santos, presidente del ayuntamiento popular en rebeldía de
Rancho Nuevo de la Democracia. También es el caso del dirigente de Guadalupe Mano
de León, Antonio Feliciano. Además se comprometió a reparar los daños materiales
cometidos durante la operación judicial del 15 de febrero cuando los judiciales allanaron
domicilios. No es necesario señalar que todas estas promesas jamás se cumplieron, en
cambio las autoridades afirmaron que los indígenas fueron detenidos porque había
sospechas de que pertenecían al Ejército Popular Revolucionario (EPR) y que además
en la operación no participó el ejército federal.291
Dado que los gobiernos tanto estatal como federal no atendían las demandas de los
indígenas de Rancho Nuevo. La violencia en la zona iba en aumento, mucha de ésta
auspiciada desde el poder municipal. El 17 de marzo de 1997, en la Soledad, municipio
de Xochistlahuaca fue muerto el indígena Leonardo Rojas Pineda. Con esta muerte
290 Gutiérrez, Maribel, “En Tlacoachistlahuaca ni desaparecidos…1997.
179
llegó a 14 el número de indígenas asesinados por su participación en el movimiento.
También el dirigente perredista en la región mixteca, Lauro García continuaba preso en
Ometepec. García Vázquez estaba acusado de robo y sedición, debido a las denuncias
de robo de vehículos hechas por la empresa estatal Maquinop y por el ayuntamiento de
Tlacoachistlahuaca.292
Ante los nuevos actos de represión por parte de las autoridades, los indígenas mixtecos
y amuzgos de los municipios de Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca y Metlatonoc, el 10
de abril de 1997 tomaron las instalaciones del Instituto Nacional Indigenista (INI) de
Ometepec por nueve días, además como protesta y defensa de sus bosques tomaron
12 camiones cargados de madera. Ese mismo día constituyeron el Movimiento Indígena
por la Autonomía (MIA), entre sus demandas hay algunas que vienen pidiendo desde
1995, como lo es, un programa de obras y servicios en las comunidades indígenas, el
cese de la irracional explotación de los bosques, el reconocimiento de los municipios
indígenas de Rancho Nuevo de la Democracia y Chilixtlahuaca, la libertad de Alfonso
Martínez López y Alfredo Rojas Santiago, presos injustificadamente desde el 15 de
febrero, y la presentación de los campesinos desaparecidos, Rufino Pablo Mendoza y
Antonio Hernández de los Santos, de la comunidad de Guadalupe Mano de León, por
último demandan que salga el ejército de la región. Al levantar el plantón, el viernes 18
de abril en la noche, habían entregado los camiones madereros a cambio del
compromiso por parte de los funcionarios gubernamentales de analizar sus demandas.
Después de esta fecha la destrucción de los recursos naturales de la Montaña
continuaba a pesar de que se acordó suspender la explotación. Por otro lado las tropas
del ejército seguían en la zona, y el 17 de abril de 1997 en Santa Cruz Yucucani
detuvieron a cuatro indígenas perredistas, que no fueron presentados a las autoridades;
con esto la lista de activistas de ese movimiento que estaban desaparecidos aumentó a
seis y seguían presos dos indígenas por motivos políticos. Cabe mencionar que de
291 Gutiérrez, Maribel, “La misma Judicial Federal dijo que sí participó en la detención de mixtecos”, en: El Sur, 10 al 16 de marzo, Guerrero, México, 1997. 292 Gutiérrez, Maribel, “Siguen desaparecidos dos indígenas mixtecos de Tlacoachistlahuaca”, en: El Sur, 31 de marzo al 6 de abril, Guerrero, México, 1997.
180
acuerdo con la Constitución la actuación del ejército es ilegal porque los delitos civiles
no son de su competencia. “Los indígenas fueron detenidos por tropas del ejército en la
comunidad de Santa Cruz Yucucani. Los indígenas se encontraban trabajando en la
construcción de las oficinas del PRD en la comunidad, cuando llegaron los soldados y
se dirigieron de inmediato al lugar golpeándolos y deteniendo a Sabino García López,
Santos García Galicia, Juan Olivero Vázquez y Manuel García”.293
El conflicto en las comunidades de Rancho Nuevo de la Democracia ha rebasado el
ámbito estatal y nacional y al no encontrar respuesta a sus demandas ha buscado el
apoyó en el derecho internacional a través del Comité de Defensa y Apoyo a
Comunidades y Pueblos Indios (CODACPI) quien informó que ante la falta de respuesta
de las autoridades, el caso de los dos indígenas desaparecidos se turnó a la Comisión
Especial contra la Tortura y las Desapariciones de la ONU, con sede en Ginebra, por
medio de Amnistía Internacional. Por su parte la Procuraduría de Justicia del estado no
admitía que los indígenas estuvieran desaparecidos para las autoridades se
encontraban en la región, escondidos y armados.294
Mientras tanto, la represión contra los principales líderes del movimiento continuaba, el
5 de diciembre de 1998, Marcelino Isidro de los Santos, presidente municipal electo del
municipio en rebeldía de Rancho Nuevo de la Democracia, fue detenido y encarcelado
en el municipio de Ometepec. Ahora está procesado, junto con otras cinco personas,
por el delito de robo de vehículo y sedición que está instruyendo el juzgado del distrito
de Abasolo. Los seis tienen en común ser responsables políticos del PRD a distintos
niveles y haber apoyado o estar comisionados para plantear las demandas de los
pueblos de la Montaña ante las autoridades.
En el momento de presentarse la denuncia, el día en que ocurrieron los hechos, no se
incluía la persona de Marcelino Isidro de los Santos entre los acusados, como tampoco
se le citaba en el testimonio de los choferes municipales, Silvino Domínguez Añorve y
293 Gutiérrez, Maribel, “Siguen desaparecidos dos…1997. 294 Gutiérrez, Maribel, “En Tlacoachis y Xochis, nuevas movilizaciones y más represión”, en: El Sur, 21 al 27 de abril, Guerrero, México, 1997.
181
Felipe López Cristóbal, que tuvieron que manejar los camiones para trasladar a la gente
de regreso a la Montaña. Sin embargo, con ayuda de los policías municipales el día 5
de octubre de 1996 el Ministerio Público lo añadió a la lista de aquellos contra quien
pidió se ejerciera acción penal y la reparación del daño al ayuntamiento de
Tlacoachistlahuaca. El síndico de Tlacoachistlahuaca declaró que “tenía conocimiento
que en dichos hechos participaron miembros del PRD, del estado de Chiapas y de la
población de Aguas Blancas, pero que todos los miembros eran dirigidos por los
individuos…” y ahí se enuncian los nombres de cuatro personas de entre los seis
procesados. Por el contrario la empresa Maquinop, que también denunció el robo de
vehículo durante los hechos, siguió sin citarle entre los responsables.
Antes en febrero de 1997, se detuvo y encarceló a Bertoldo Martínez y Lauro García, el
primero es el encargado de la Comisión de Derechos Humanos del PRD en Guerrero y
el segundo dirigente del movimiento indígena en Rancho Nuevo de la Democracia,
comisionado por las comunidades para tratar con la Secretaria de Gobernación la
solución a sus demandas. Bertoldo fue detenido el 3 de febrero en Acapulco y Lauro el
4 de febrero en Ometepec, ambos contaban con amparos contra el auto de formal
prisión, que fueron admitidos a trámite. A pesar de que Bertoldo demostró que se
encontraba en Chilpancingo en una reunión sobre derechos civiles el día de los hechos,
no se le tomó en cuenta. Por su parte Lauro, en sus careos con sus acusadores, tuvo la
oportunidad de demostrar la inconsistencia de las pruebas contra él, ya que ninguno le
reconoció como autor de los hechos que se denunciaban, e incluso protestaron porque
aseguraron que nunca lo habían señalado como responsable directo. El síndico de
Tlacoachistlahuaca manifestó que hizo la denuncia con la información que le
proporcionó un trabajador municipal, pero que no estaba presente en el lugar donde
ocurrieron los hechos. Ante esto, el juez encargado de la causa tuvo que reconocer el
“incidente de desvanecimiento de datos” a favor de Lauro García y lo dejó en libertad
sin cargos el 19 de marzo de 1997.
En el caso de Bertoldo el día 3 de septiembre de 1997 fue admitido y concedido el
amparo y protección de la Justicia Federal, en la causa que le seguían por el robo del
182
vehículo a Maquinop. Pero no quedó en libertad porque seguía vigente el auto de
formal prisión por la causa de robo de vehículo al ayuntamiento de Tlacoachistlahuaca.
Al igual que en el careo de Lauro García, el policía municipal no pudo identificar al
acusado, y más precisamente “no podía decir quien o quienes fueron los causantes de
tales hechos, que el nunca declaró ante Ministerio Público que hubiera visto que tales
personas se apoderaran de los vehículos mencionados”. El día 7 de mayo de 1997
Bertoldo fue puesto en libertad, sin embargo, el ministerio público interpuso recurso de
apelación que revocó la sentencia en primera instancia, y el 29 de septiembre Bertoldo
fue nuevamente detenido y encarcelado. También el ministerio público se decidió actuar
contra Juana Méndez Añorve que encarcelaron el día 11 de noviembre de 1998 y luego
contra Marcelino Isidro de los Santos, detenido el 5 de diciembre de 1998.
Con la toma de posesión del nuevo gobernador electo del estado de Guerrero, René
Juárez Cisneros, en febrero de 1999, cambió el ambiente político y el juez emitió
sentencia favorable a Bertoldo el día 7 de abril de 1999, dejando “insubsistente” la
resolución del 25 de agosto de 1998. El 13 de mayo de 1999, se procedió a la liberación
automática de Juana Méndez Añorve al desistir la Procuraduría General de Justicia del
Estado de la acción penal en su contra. Finalmente, a pesar de que los testigos nunca
lo identificaron como uno de los autores de los hechos de los que fue acusado,
Marcelino Isidro continua preso en Ometepec hasta la fecha. Mientras que el
expediente está en manos del ministerio público, quien prepara conclusiones.295
Marcelino Isidro de los Santos fue catequista de la iglesia católica en su comunidad de
Rancho Viejo durante más de veinte años. En ese tiempo contribuyó a formar un grupo
de jóvenes catequistas que, al cabo de los años, se han convertido en personas que
sirven al pueblo a través de los comités de clínica, de agua potable, de la escuela y se
comprometen con el desarrollo de toda la región. Cuando Marcelino comenzó a militar
activamente en el PRD dejó sus responsabilidades en la catequesis y la oración
comunitaria, pero no abandonó su participación en el servicio a la comunidad como
295 Datos proporcionados por el Centro de Derechos Humanos “Tlachinollan” de Tlapa, Guerrero, junio de 1999.
183
laico comprometido con la justicia. En la promoción de los derechos de los pobres y la
mejora de sus condiciones de vida. En muchos momentos ha declarado su fe para
defender a su pueblo “la paz, la paciencia y los derechos humanos son los principios
que van a guiar al pueblo entre los duros escollos de la corrupción política y la violencia
que se ofrece como trampa a los más pobres”. Sus principios religiosos y su
participación en la lucha por lograr una mejor justicia y el desarrollo de la región le ha
proporcionado el respeto de la comunidad
Tanto Marcelino como otros catequistas, cuando comenzó a trabajar la Misión Católica
de Ekumene en 1987, son los promotores de los progresos que se han dado en la
comunidad y de haber mantenido la paz y una vía de entendimiento entre los
simpatizantes y militantes de los principales partidos políticos en el municipio (PRI y
PRD) a pesar de que las diferencias entre los dos grupos a veces fueron muy grandes.
El grupo de promotores junto con otros miembros de la comunidad han insistido en
mantener las tradiciones y adaptarlas a las nuevas situaciones a través de un
movimiento de carácter indígena que lucha por el reconocimiento de sus derechos y su
cultura, la resolución comunitaria de los conflictos y los delitos a través de la reparación
y el perdón, además de la lucha por la democracia.
10. Planes y programas de trabajo del nuevo municipio
Como podemos ver desde finales de los ochenta, los indígenas se habían organizados
por exigir respeto a sus derechos democráticos y por la realización de obras en distintas
comunidades. Al principio lo exigieron de diversas formas, algunas veces unidos otras
veces por separado, pero poco a poco fueron coincidiendo en buena parte de sus
planteamientos que lograron conjuntar a los indígenas de varias comunidades. Para
inicios de 1995, conformaron un pliego de demandas básicas y comunes que,
fundamentalmente, eran el establecimiento de un plan de desarrollo para los municipios
de Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca, junto con la elección democrática de los
comisarios municipales. Estas demandas estaban influidas, en parte, por el intercambio
184
que tuvieron con otros movimientos y organizaciones indígenas con las que convivieron
en el marco de las jornadas de lucha 500 años de resistencia indígena.
Al asumirse como municipio, el Concejo Municipal en Rebeldía de Rancho Nuevo de la
Democracia tuvo como prioridad de sus funciones de gobierno la de propiciar la
solución de las necesidades de la población. En este sentido, junto con el Comité de
Defensa y Apoyo a Comunidades y Pueblos Indios (CODACPI) prepararon algunas de
las políticas que se debían seguir en la realización del plan de desarrollo cuya base de
la elaboración fue la planeación democrática y participativa que involucrara a los
distintos actores y sujetos de la región, es decir tanto amuzgos como mixtecos debían
ser los protagonistas de todo el proceso de desarrollo. Los programas y proyectos
debían surgir a partir de las necesidades de los propios indígenas y finalmente todo el
proceso debía fortalecer los elementos organizativos, de control territorial y de
autodeterminación de las comunidades. El proceso de desarrollo debía cubrir tres
aspectos fundamentales:
1. Que ataque las raíces de los problemas que afecten a las comunidades.
2. Deben tener efectos multiplicativos y
3. Deben tener la suficiente continuidad para que se puedan consolidar.296
Con la instalación del municipio indígena en rebeldía de Rancho Nuevo de la
Democracia el 16 de diciembre de 1995, se empezó a elaborar un plan para el
desarrollo de la región, que se convirtió en una de las responsabilidades del Concejo
Municipal en rebeldía, como representante de las comunidades indígenas. Así, con la
creación del municipio en rebeldía se marcan dos momentos en la forma de abordar la
problemática del desarrollo. En principio las comunidades indígenas asumen la
responsabilidad de la planeación del desarrollo, pero la planeación no entendida en
términos de administrar la pobreza o como forma de legitimar proyectos específicos
sino en la idea de construir colectivamente los proyectos a fin de modificar las causas
que permiten la pobreza.
296 Rodríguez, Carlos. Los caminos de la rebeldía…1998.
185
En base a las particularidades de los grupos indígenas como son el fuerte vínculo
comunitario y su identidad cultural se fue definiendo el plan de desarrollo, en este
sentido la comunidad indígena se entendió como un espacio de organización y lucha
con fuertes relaciones de solidaridad entre sus miembros, fuertes vínculos con la tierra y
con la idea de tener el derecho colectivo de poseer un territorio, además de la
importancia de su cultura que se refleja en todos los hechos de la vida cotidiana y en
muchas situaciones indica una diferenciación y confrontación con la cultura occidental.
Para la propuesta de desarrollo se tomó en cuenta que en las comunidades rurales la
autosuficiencia productiva es un elemento fundamental como generadora de una gran
cantidad de productos que satisfacen las principales necesidades de las comunidades,
se penso en la autosuficiencia en varias escalas desde la comunidad hasta la
interacción de varias comunidades que conforman una región, sin olvidar que debe ir
acompañada de la libre autodeterminación es decir de su plena autonomía política297.
La autosuficiencia productiva esta estrechamente relacionada con las parcelas
familiares ya que la forma en que se aprovechen estas parcelas constituyen una parte
de la estrategia de reproducción social que les ha permitido sobrevivir y resistir como
pueblos indios. Dentro del plan de desarrollo se pensó en la diversificación de productos
en estas parcelas de producción con la finalidad de que se pudieran obtener buena
parte de sus alimentos y productos que requieren para su autosuficiencia.
Una vez que se tomaron en cuenta estos elementos para la elaboración del plan de
desarrollo se tuvo que realizar un largo recorrido para conjuntar las distintas demandas
sociales y económicas de la población y de las comunidades. ya que los planes y
proyectos deberían surgir a partir de las necesidades de los propios indígenas
fortaleciendo los elementos organizativos de control del territorio y autodeterminación
de las comunidades. El Concejo en Rebeldía consideró que deberían ser los sujetos
sociales quienes definan hacia donde y como quieren orientar el desarrollo pero
tomando en cuenta los tres aspectos fundamentales mencionados.
297 Entrevista con Carlos Rodríguez integrante de CODACPI, julio de 1999. Rancho Nuevo, Guerrero.
186
La formación del Comité de Desarrollo Regional fue el primer paso, en él estarían
representadas todas las comunidades, con personas elegidas en asamblea por la
propia comunidad con estos representantes se realizaron talleres de formación para
que conocieran los requerimientos y procedimientos a seguir tanto para la elaboración
de proyectos y obras, como para la gestión y negociación con las instancias
gubernamentales.298
El proceso para elaborar la propuesta de desarrollo se realizó en varias etapas la
primera fue la organización de cuatro talleres de capacitación para conformar el Comité
de Desarrollo Regional. Posteriormente dicho comité hace un diagnóstico en varias
comunidades junto con talleres de autodiagnóstico regional. Finalmente se realiza la
primera reunión de desarrollo donde se define el plan de desarrollo integral y alternativo
de Rancho Nuevo de la Democracia.299
El plan de desarrollo es definido como los caminos que se tienen que recorrer para que
los indígenas tengan una vida mejor y más digna. Debe ser integral en el sentido de
que exista un desarrollo que intente solucionar todas las necesidades de todas las
comunidades, sin ningún rasgo de discriminación y alternativo en términos de que ya no
sea el gobierno de los mestizos el que diga lo que se va hacer, sino que deben ser los
propios mixtecos y amuzgos los que tienen que participar activamente en todo el
proceso de desarrollo tanto en las etapas de diseño y elaboración como de
ejecución.300
Como parte de la política de participación en las tareas de desarrollo, se trataba de
involucrar a la mayoría de las comunidades a través de los representantes en los
comités de desarrollo y que estos representantes tuvieran un constante contacto con
sus comunidades. Los cuatro talleres de formación sirvieron para fortalecer la
participación y consolidar el grupo de trabajo. La participación se realizó a partir del
Comité de Desarrollo Regional que era el organismo encargado de promover la
298 Entrevista con Héctor Castañon, miembro del CODACPI, agosto de 1999, Rancho Nuevo, Guerrero. 299 Rodríguez, Carlos, Los caminos del desarrollo…1998. 300 CODACPI. Talleres de capacitación.
187
elaboración e implantación del Plan de Desarrollo, la formación del Comité se realizó
con los representantes de todas las comunidades que habían participado en los talleres
de formación.301
La siguiente etapa del proceso fue la elaboración del autodiagnóstico regional en el que
se trató de reconocer el estado actual de la región, sus potencialidades y limitaciones,
cuáles son sus recursos naturales y humanos para llevar a cabo las acciones
contempladas en el plan de desarrollo. Con base al autodiagnóstico se fueron
definiendo cada uno de los ejes problemáticos y las líneas de acción para el plan de
desarrollo.
Los ejes problemáticos fueron definidos en los talleres de capacitación del Comité de
Desarrollo Regional con la idea de fortalecer los procesos de apropiación de las
decisiones sociales, del control de su territorio y de los recursos por parte de los
indígenas mixtecos y amuzgos. Estos ejes fueron definidos como territorio y población,
alimentación y nutrición, salud, educación y cultura, vivienda, infraestructura, proyectos
productivos, justicia y derechos humanos. Con estos ejes ya definidos se procedió a
establecer las líneas estratégicas de trabajo o acción, de manera que integraran
distintas actividades para solucionar las múltiples necesidades y que fortalezcan los
procesos de organización propios. Las líneas de trabajo propuestas fueron las
siguientes: capacitar promotores educativos, promotores de salud, fomentar las
agroindustrias familiares, crear comités locales de desarrollo y el centro de derechos
humanos. Dentro de los ejes problemáticos definidos se encuentran las necesidades de
obras y servicios básicos como caminos, agua potable, introducción de energía
eléctrica, construcción de escuelas y clínicas, también se establecieron los niveles de
acción correspondientes a la propia organización indígena, a la parte gubernamental e
institucional y a la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales.
Otro de los objetivos de los talleres era la de consolidar el grupo de trabajo, fortalecer la
identidad regional respetando su diversidad cultural y comunitaria. Promover la
301 CODACPI, Talleres de capacitación.
188
organización como movimiento indígena como organización de productores para
enfrentarse al mercado y la participación popular como interlocutores del gobierno,
partidos políticos y organizaciones civiles.
En cuanto a los proyectos productivos se implementaron dos programas: la escuela
agroecológica, que se encargaría de promover alternativas para aumentar la producción
de diversos productos, el otro programa es el de abasto y comercialización en donde se
pretende solucionar el problema de abastecimiento con la idea de lograr la
autosuficiencia regional y tener una relación más justa con el mercado para la venta y
adquisición de productos.
El programa de promotores educativos tenía como objetivo la apropiación de las
comunidades del proceso educativo por medio de dos proyectos específicos: educación
para adultos y capacitación pedagógica, el programa inicial era alfabetizar un número
de promotores que con el tiempo alfabetizaran a la comunidad, más tarde ellos se
harían cargo de la alfabetización para adultos en los niveles de primaria y secundaria
fomentando el conocimiento de su lengua y su cultura, la educación pedagógica sería
de manera continua con el objetivo de que los promotores educativos se pudieran hacer
cargo de las clases en las escuelas de sus comunidades, tomando el control del
proceso educativo en la región.
El objetivo del programa de promotores de salud era el de formar a representantes en
las comunidades para prevenir y curar enfermedades de la región, recuperando la
medicina tradicional y empírica de los pueblos amuzgos y mixtecos, combinar el uso de
plantas medicinales con el uso de los medicamentos y técnicas curativas de la medicina
occidental.
Se intentó establecer un programa de agroindustrias familiares definiendo una serie de
actividades de importancia en la región como la panela de la caña de azúcar,
tratamiento de la hoja de tabaco, la molienda de café, la fabricación de escobas,
molinos de maíz, hilados, entre otros, intentando crear una estructura de abasto que
189
permitiera almacenar y comercializar la producción. La organización de la producción se
basaba en la utilización del trabajo familiar con las modalidades de trabajo solidario o
trabajo reciproco y trabajo asalariado en menor proporción. Alrededor de las
agroindustrias se generan otros procesos como son: fortalecimiento de la unidad
doméstica campesina, la conservación de productos de valor cultural y el intercambio
más equitativo y solidario entre las familias.
Uno de los programas más importantes para la comunidad fue la consolidación del
Centro de Derechos Humanos como promotores de la cultura de los derechos humanos
para contribuir a la creación de condiciones de respeto a los derechos humanos y
libertades fundamentales, difusión y divulgación de las garantías individuales.
También, se señalaba que existían elementos que limitan esta propuesta de plan de
desarrollo como son los pocos recursos, la dispersión de esfuerzos, la escasa dotación
de recursos y la constante violación de los derechos humanos en la zona por parte de
los gobiernos tanto locales como estatales. De ahí que la importancia de la lucha por el
reconocimiento del municipio indígena es fundamental para llevar a cabo los planes
mencionados a partir de los recursos federales correspondientes como participación
municipal o ramo 33.
Después del movimiento en la cabecera de Tlacoachistlahuaca, los indígenas lograron
conseguir recursos y presupuesto del gobierno del estado, para realizar la construcción
de tres puentes en los caminos de algunas comunidades, además el Comité de
Defensa y Apoyo a Comunidades y Pueblos Indios (CODACPI) también contaba con
apoyo para realizar los proyectos de los talleres. Con estos recursos lograron construir
cinco puentes en los caminos para unir las comunidades, desgraciadamente el huracán
Paulina los derribo. De esta manera los puentes símbolo de manejo de recursos con
honradez por parte de las autoridades rebeldes de Rancho Nuevo quedaron en el
recuerdo de los habitantes como un ejemplo de lo que son capaces de hacer, teniendo
en sus manos la planeación y realización de sus proyectos. Un ejemplo de lo que se
puede hacer con pocos recursos.
190
A pesar de la falta de recursos, los dirigentes indígenas han logrado algunos avances:
se rastrilló la brecha que conduce de Tlacoachistlahuaca a Rancho Nuevo, de unos 50
kilómetros; el año pasado la energía eléctrica y la telefonía rural llegó a la comunidad, y
finalmente se instaló un servicio local de agua potable, así como una clínica que sólo
cuenta con una doctora, sin embargo, la encargada no habla mixteco y jamás cuenta
con medicinas. También ya tienen una escuela primaria que cuenta con un profesor
para enseñar a niños de primero, segundo, tercero y cuarto grado. La educación es
deficiente porque el maestro no tiene la preparación suficiente para traducir el mixteco o
escribir palabras en esa lengua. Por otra parte con los recursos que le proporcionaron a
CODACPI, los talleres se llevaron a cabo y se formaron algunos de los habitantes como
promotores de educación y de salud.
Todos estos planes y programas no pudieron cumplir sus objetivos debido a la falta de
recursos, sin embargo, considero que este es un ejemplo claro de como las
comunidades indígenas crean sus propios espacios, en este caso por la vía de los
hechos han construido su nuevo municipio logrando atraer recursos y con esto algunos
servicios públicos, también nos da cuenta que el Estado no reconoce al nuevo
municipio porque sería un ejemplo a seguir por diversas comunidades del estado de
Guerrero y de la nación misma. En estos momentos en el que el movimiento indígena
tiene como principal demanda y están luchando por lograr que les sea permitido
gobernarse y decidir por ellos mismos sus destinos.
En este sentido, mientras que Los Acuerdos de San Andrés no sean ratificados por el
ejecutivo federal las comunidades indígenas seguirán estando desprotegidas y sus
espacios naturales de reproducción seguirán siendo explotados sin ningún beneficio
para ellos. El establecimiento del nuevo municipio también permitiría que la violencia
política se dirimiera en las urnas o bajo la forma que ellos consideren más adecuada,
sin la intervención de los caciques mestizos de la cabecera municipal. también el caso
nos demuestra que el peso del poder del Estado sobre la decisión de las comunidades
indígenas es todavía muy fuerte, lo cual no garantiza el desarrollo de la democracia en
191
muchos de los municipios mayoritariamente indígenas, por eso los pueblos indígenas
de Chiapas y Guerrero que han declarado municipios autónomos no tienen otra
alternativa que seguir luchando por mantener sus gobiernos propios.
192
CONCLUSIONES:
El análisis del poder local tiene una reciente e intensa historia relacionada con las
disputas municipales por el acceso al poder político y los reclamos sociales en
demanda de gestión de obras y servicios públicos. Además de las luchas por hacer
efectiva la autonomía municipal y contra la tutela federal y estatal ejercida sobre los
municipios por la extrema centralización del Estado.
A lo largo del texto hemos mencionado la importancia de la lucha que por el control de
los ayuntamientos han desarrollado diversos sectores sociales, entre ellos los pueblos
indígenas del país. A partir de la década de los ochenta, la lucha por el control del
poder municipal ha impulsado la democracia a nivel local en varias regiones, donde
estos sectores sociales buscan participar directamente en la toma de decisiones que
afectan el desarrollo de su región y sus vidas propias. Muchos grupos sociales
consideran que la lucha por el poder local converge en la lucha por el poder municipal.
El municipio como base fundamental del pacto federal, ha venido liberándose del
control del Estado y por tanto del partido oficial. En México, fue hasta la década de los
cuarenta cuando llegó al poder municipal un partido diferente al PRI. El PRI ha
gobernado la mayoría de los municipios con una fuerte dosis de caciquismo,
clientelismo y corporativismo aunque en las dos últimas décadas estos controles han
generado en varios municipios una serie de conflictos.
Antes de los ochenta muy pocos municipios eran gobernados por partidos de oposición,
sin embargo, poco a poco la oposición ha ganado espacios en los cuales se han
implementado novedosas formas de gobierno como cabildo abierto para una mejor
atención ciudadana. No obstante los triunfos de la oposición, el Estado a través de sus
agencias gubernamentales, del partido de Estado y los gobiernos estatales mantiene el
control de muchos de estos espacios donde prevalecen formas corporativas y
clientelares, así como los grupos caciquiles.
193
De esta forma, a partir de la década de los ochenta, el municipio se ha transformado en
un espacio de lucha y participación para los grupos indígenas que buscan acceder al
poder político municipal para satisfacer muchas de las demandas negadas por los
gobiernos mestizos y realizar sus propios planes y programas de desarrollo para sus
comunidades. Además, colocan como núcleo principal de su movimiento la demanda de
autonomía buscando la oportunidad de construir sus propios gobiernos y tener una
mayor capacidad de decisión sobre sus territorios, su cultura y sus recursos naturales.
A largo de la década de los ochenta se gestó un movimiento indígena con
características que lo diferenciaban de las movilizaciones indígenas de décadas
anteriores. De hecho, el movimiento indio nacional como sujeto político autónomo, con
proyecto, identidad y piso propio es nuevo en la historia de los movimientos sociales de
México. Dado que los esfuerzos organizativos de los pueblos indígenas terminaban
como apéndice de los movimientos campesinos o sectores desdibujados dentro de las
organizaciones y partidos políticos donde no eran tomados en cuenta como grupo
diferenciado con demandas propias.
En los últimos años los pueblos indígenas aparecen en la escena nacional con un
proyecto propio de nación de esta forma las organizaciones específicas de los pueblos
indígenas han tenido un crecimiento acelerado, tal es el caso del Congreso Nacional
Indígena (CNI) y la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA), como
un foro de discusión sobre la autonomía. Las acciones de estas organizaciones son
diversas y sus demandas variadas, aunque persisten las luchas por demandas
tradicionales como reivindicaciones económicas, sin embargo, son cada día más
frecuentes las luchas con un nuevo carácter, traducido en la búsqueda de ser
reconocidos como sujetos políticos con derecho a acceder al poder político. En palabras
de Sergio Sarmiento Silva, fue al final de la década de los ochenta cuando “el
movimiento indio adquiere una nueva dinámica debido a la presencia de organizaciones
con un carácter más político que pone énfasis en la autonomía. Para estas
194
agrupaciones la solución de las demandas indias implica la transformación del Estado y
replanteamiento del pacto social”.302
Existe una gran cantidad de luchas indias en esta dirección, en distintas regiones y
comunidades del país los pueblos indios han buscado mediante diferentes estrategias
el acceso al poder municipal tal es el caso de las coaliciones con partidos políticos
nacionales para lograr el control de los ayuntamientos o la consolidación de estructuras
político-organizativa de carácter regional como la utilizada para la formación de las
Regiones Autónomas Pluriétnicas (RAP) o la lucha por la remunicipalización o la
creación de nuevos municipios, también la conformación de organizaciones productivas
agrarias con carácter pluriétnico, la lucha por el manejo de las reservas biológicas y la
lucha por la protección de los lugares sagrados, por el derecho de hacer valer sus
formas organizativas, su cultura, así como por la participación en el diseño y aplicación
de los programas destinados a su atención. Parte importante de los esfuerzos de las
organizaciones del movimiento indígena está destinada a lograr que sus derechos
colectivos queden debidamente protegidos en el marco constitucional y legal.
En la base de esta intensa actividad organizativa y en la definición de las demandas
que persigue el movimiento indígena nacional, está su identidad como pueblos
diferenciados del resto de la sociedad nacional que apelan a su derecho a definir la
orientación de su desarrollo. Esta identidad afirma su pasado común del cual heredan
cultura, normas y principios compartidos no sólo por los miembros de la comunidad
local sino que se reconoce en la vida de otras comunidades del mismo pueblo indígena.
Sobre la base del sentido de pertenencia, de identidad, se ha cristalizado la demanda
fundamental del movimiento indígena de la década de los noventa: la libre
determinación y como expresión y vía de cumplimiento, la autonomía.
En estos momentos, muchas de las regiones indígenas como las señaladas en los
estudios de caso ensayan diversas estrategias para lograr el control del poder político
302 Sarmiento, Sergio, “Movimiento indio, autonomía y agenda nacional”, en Humbert C. de Gramont (coord.), Neoliberalismo y organización social en el campo mexicano, Plaza y Valdés/UNAM, México, 1996. pp. 355-395.
195
municipal. Nosotros clasificamos estas estrategias como luchas por la vía legal y la
lucha abierta. Dentro de las luchas por vía legal se encuentra la petición para crear
nuevos municipios cumpliendo con los requisitos que marcan las leyes estatales locales
como es el caso de la comunidades nahuas de San Nicolás Coatepec en el estado de
México, u otras comunidades indígenas del país que demandan una remunicipalización
en distintas etnoregiones del país, pero con el acuerdo y la participación de las
comunidades como ocurre en Chiapas y Guerrero. También hay municipios indígenas
que buscan por la vía electoral acceder al poder municipal apoyados en una fuerte
organización local y realizando alianzas con alguno de los partidos políticos nacionales,
generalmente el PRD, quienes al arribo al poder municipal desarrollan formas
innovadoras de gobierno como la toma de decisiones y acuerdos en asamblea abierta o
cabildo abierto, como es el caso de Huehuetla en el estado de Puebla.303
De acuerdo a la ley la participación electoral sólo se puede realizar por medio de un
partido político nacional, esto impide que las comunidades indígenas puedan ejercer
plenamente sus derechos políticos como ciudadanos, porque dependen de las
condiciones que les impongan los partidos de oposición o aceptar las imposiciones del
PRI para participar en los comicios con candidatos propios. No obstante, cuando se
organizan y participan con opciones diferentes al PRI, generalmente lo hacen con el
apoyo del PRD. Otra opción de los pueblos indígenas se da en el estado de Oaxaca en
donde desde 1995 se aprobaron las iniciativas de reformas a la constitución del estado
donde se reconocía la autonomía de las comunidades indígenas y el derecho a elegir a
sus autoridades por usos y costumbres.304
303 Aunque como hemos mencionado de los 37 distritos electorales considerados mayoritariamente indígenas 36 fueron ganados por el PRI y únicamente uno fue ganado por el PRD. En cuanto a los municipios, en los comicios de 1997, de los 803 municipios considerados indígenas el PRI obtuvo el triunfo en 414, el PRD solo en 65 municipios y el PAN en 25. Ruiz Mondragón, Laura, Los pueblos indios…1997. 304Precisamente en las mismas elecciones de 1997 se eligieron 282 ayuntamientos por usos y costumbres de los 570 con que cuenta el estado. Ruiz Mondragón, Laura, Los pueblos indios…1997.
196
La otra estrategia de acceso al poder municipal en las regiones indígenas del país,
según nuestra clasificación, es por la vía de los hechos en donde los habitantes en
asamblea general declaran a sus municipios como autónomos o crean nuevos
municipios autónomos en espacios territoriales delimitados por ellos o conformando
regiones autónomas. De igual forma, eligen a sus autoridades en asamblea que en
forma paralela a las autoridades de los municipios constitucionales ejercen sus
funciones con prácticas novedosas y tradicionales, tal es el caso de Rancho Nuevo de
la Democracia en el estado de Guerrero y varios municipios del estado de Chiapas.
De esta forma, los casos presentados, son dos regiones donde las comunidades
indígenas han sido relegadas u olvidadas por las autoridades mestizas de las
cabeceras municipales cuyo poder político y económico se encuentra en manos de los
grupos caciquiles ligados al Partido Revolucionario Institucional que desde hace
muchos años han venido cometiendo una serie de atropellos en contra de las
comunidades indígenas, sin dotarlos de los recursos que les corresponden. Por lo que
las comunidades indígenas contestan intentando arrancar el poder político de las
manos de los grupos caciquiles por medio de diferentes acciones colectivas algunas de
ellas violentas, con esto intentan romper las estructuras caciquiles de poder local.
En los dos casos presentados las comunidades indígenas buscan acceder al poder
político municipal por medio de diferentes vías. En Huehuetla se logró llegar al poder
municipal por la vía electoral al conformar la coalición entre la Organización
Independiente Totonaca (OIT) y el PRD, en cambio en Rancho Nuevo se instaló por la
vía de los hechos un gobierno indígena en un territorio delimitado por ellos y mantienen
una lucha sin que hasta el momento hayan logrado el reconocimiento por parte del
Estado del nuevo municipio. En ambos casos se ha rebasado el ámbito municipal y las
autoridades estatales han intervenido de manera activa en el curso de los
acontecimientos e incluso en el caso de Rancho Nuevo ha intervenido el gobierno
federal.
197
La organización de los indígenas totonacos a partir de los comités eclesiásticos de base
en torno a la producción y comercialización del café permitió romper con la actitud
pasiva clientelista de la que el PRI se aprovechaba para ganar las elecciones
municipales por medio del clientelismo y paternalismo de los caciques locales ligados al
PRI y después por el clientelismo político de las agencias o delegaciones del gobierno
estatal y federal. La organización independiente totonaca logró acabar con el
sentitmiento de inevitabilidad que señala Moore y comprobar que ere posible acceder al
gobierno municipal y acabar de igual forma con las injusticias y agravios de la población
mestiza contra la población indígena en el municipio.
Para lograr estos avances en esta localidad fue muy importante la participación de los
agentes externos, representados por los asesores de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla (BUAP) y los párrocos y las madres carmelitas de la iglesia
católica progresista de la Diócesis de Puebla, con base a un trabajo sustentado en la
ideología de la teología india, la experiencia de los miembros de la iglesia, en la
organización de las Comunidades Eclesiásticas de Base y la formación de catequistas
que en las comunidades gozan de una gran respeto, que logró influir en la población
indígena para conformar una organización productiva y comercializadora de sus
productos como son el café y la pimienta, y más tarde, luchar por el poder municipal
mediante la participación electoral en alianza con el PRD.
Otro elemento importante en el proceso de la organización y lucha de las comunidades
fueron los maestros y asesores de la BUAP, los cuales apoyaron desde el aspecto
jurídico y administrativo tanto a la población como a la OIT. La importancia de estos
asesores se ve reflejada en la fundación y organización del “Kgoyom” escuela
preparatoria base de la organización para la formación de cuadros y como apoyo en el
reforzamiento de la identidad totonaca.
La OIT logró fortalecer sus cuadros mediante la información con respecto a la lucha
indígena nacional, estatal y local, los talleres de derechos humanos y colectivos, el
control de la producción y comercialización de su café y pimienta y el fortalecimiento de
198
su identidad como indígenas y totonacos. Con esta fuerza, la OIT logró acceder al
poder municipal por nueve años. Las Comunidades Eclesiásticas de Base y los
asesores fueron los sujetos de cohesión entre las comunidades del municipio que les
dio la fuerza suficiente para luchar por el poder y ganarlo.
Los indígenas totonacos del municipio de Huehuetla se fueron conformando primero
como sujetos sociales, económicos y políticos después, ya como ciudadanos lucharon
por el poder municipal, en este sentido el acceso al poder municipal les permitió ejercer
sus formas de gobierno a partir de las leyes generales que rigen al municipio en México.
La Organización Independiente Totonaca cuenta con la fuerza suficiente para volver a
ganar el poder del municipio por medio de la vía electoral. El fortalecimiento de la
organización tiene diversos factores como son la identidad totonaca, la ideología de la
teología india, la OIT como organización propia que presta diversos servicios a la
comunidad indígena relacionados con la producción y comercialización del café y la
pimienta. También lo fortalece el apoyo de los párrocos, las madres carmelitas y los
asesores.
El caso de Huehuetla resulta paradójico porque una vez que la OIT logró acceder al
poder municipal por tres períodos de gobierno seguidos y que alcanzó excelentes
resultados, en cuanto a realización de obras para las comunidades indígenas y
novedosas formas de participación en las decisiones del ayuntamiento, en las recientes
elecciones municipales perdieron el control del municipio dando paso a la posibilidad de
la alternancia en el poder municipal. La Organización Independiente Totonaca (OIT) ha
demostrado que es una organización fuerte que puede ganar las elecciones. Esos
nueve años de gobierno les permitieron avanzar en la construcción de su organización
como fuerza política, además sus miembros se preocuparon por difundir en las
comunidades sus derechos políticos, sociales y culturales como pueblo indígena que
los ayudan a defenderse de las injusticias.
Si bien es cierto, que una parte de la población indígena aún no pertenece a la OIT y
sigue votando por el PRI, en las pasadas elecciones, este partido tuvo que recurrir a la
199
fuerza del Estado y al acarreo de habitantes de otros municipios para ganar. Estas
condiciones en las relaciones de poder en el municipio nos permiten suponer un
escenario electoral con posibilidades de alternancia política y competencia electoral en
el futuro. También nos muestra un caso exitoso de gobierno indígena con posibilidades
reales de acceder al poder político municipal por medio de la vía electoral. Así como la
existencia de una organización política autónoma con capacidad de realizar sus propios
proyectos de desarrollo.
En el caso de Rancho Nuevo de la Democracia las comunidades amuzgas y mixtecas
de la región exigen como primer demanda la creación de un nuevo municipio (la
petición por la vía legal está en poder del Congreso estatal desde 1995, sin tener una
respuesta por parte del gobierno de Guerrero), la creación del municipio autónomo en
rebeldía con el nombramiento de las autoridades paralelas a las constitucionales les
permite ejercer sus formas de gobierno y obtener recursos por parte del estado para
desarrollar sus proyectos de acuerdo a sus propias decisiones.
En Rancho Nuevo las comunidades están poco vinculadas y dispersas, comparten
rasgos culturales, pero no mantienen una unidad sociopolítica por encima de lo
comunal, su identidad se fundamenta en la organización local con capacidad para
proyectos de autogestión y en la alteridad con el mestizo. Los indígenas se han
organizado en torno al territorio, al poder político y a la defensa de su cultura, se
organizan para defender su derecho a su territorio histórico, naturalmente, el alcance de
su proyecto no involucra a todos los habitantes de las comunidades muchas de ellas se
encuentran divididas entre priístas vinculados a las autoridades municipales
constitucionales y perredistas que apoyan a las autoridades paralelas del municipio en
rebeldía.
En este caso el desarrollo del conflicto va paralelo a los conflictos del estado con
características semejantes. Los diversos conflictos de las comunidades del estado han
servido para dar cohesión a la lucha indígena en Guerrero, por medio de la
conformación del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia India, Negra y
200
Popular. También, sirve como punto de cohesión la militancia y simpatía hacia el PRD,
partido con el cual se identifica la gran mayoría de los indígenas de la región. La fuerza
del caciquismo ejercido en el estado por la familia Figueroa aglutina en Guerrero un
movimiento amplio compuesto por sectores indígenas, campesinos y marginados del
Estado con demandas comunes y particulares. Son poblaciones que sufren de las
mismas injusticias y agravios de sus respectivas cabeceras municipales y del gobierno
estatal, por lo que se manifiestan en contra del gobierno y por la democracia.
En la región de Rancho Nuevo la misión católica Ekumene comenzó a trabajar 1987 en
la formación de catequistas que ayudó a la población en el aspecto social y religioso,
sin embargo, por alguna causa no alcanzó a desarrollar su proyecto pero logró la
formación de jóvenes catequistas con prestigio en varias comunidades que han tomado
el liderazgo del movimiento por el nuevo municipio. En este contexto el surgimiento del
Partido de la Revolución Democrática fue importante para recuperar los trabajos de la
misión católica y apoyar las demandas de las comunidades indias. En la actualidad la
mayoría de la población indígena de la zona se identifica abiertamente con el
perredismo y ven en los militantes y autoridades priístas a sus enemigos más directos.
La mayoría de los habitantes de Rancho Nuevo consideran que el reconocimiento de su
municipio sería la oportunidad para lograr un gobierno de mixtecos y no de mestizos
que no atienden sus necesidades, ni cumplen con su palabra y los discriminan.
El apoyo de las organizaciones no gubernamentales ONG como el CODACPI también
ha sido un elemento importante ya que con su ayuda han logrado realizar algunos
proyectos de desarrollo en sus comunidades, con esto demuestran que los recursos y
proyectos para esta región son más eficientes en manos de los propios actores.
Además las organizaciones no gubernamentales han servido de enlace con otras
organizaciones estatales, nacionales e internacionales. También sirve de enlace con el
PRD y con las autoridades constitucionales del estado.
En contraste con el caso de Huehuetla en esta región se desarrolla la violencia en
forma sistemática. Las incursiones del ejército federal en busca de guerrilleros del EPR
201
y/o ERPI y en busca de plantíos de enervantes ocasionan frecuentes conflictos. Las
incursiones ocasionan muchas veces agresiones y violación de los derechos de la
población indígena. Además existen formas de violencia generada por las propias
autoridades municipales y estatales bajo el amparo o negligencia de las mismas
autoridades estatales y federales. En este escenario los caciques locales apoyados por
el PRI han sido los generadores de conflictos y violencia traducida en el asesinato de
los indígenas opositores.
El caso de Rancho Nuevo ha rebasado el ámbito municipal y las autoridades estatales
han intervenido de manera activa en el curso de los acontecimientos e incluso ha
intervenido el gobierno federal. El movimiento por la autonomía en Rancho Nuevo no
escapa al ambiente de violencia que históricamente caracteriza al estado de Guerrero,
en la actualidad la militarización en el estado es comparable a la del estado de Chiapas.
La fuerza del Estado está presente a través de diferentes actores como los funcionarios
del partido, las autoridades municipales, estatales y federales. Existe un doble discurso
por parte del gobierno estatal y federal en esta zona de conflicto ya que si bien por un
lado utilizan toda su fuerza para acabar al movimiento por la autonomía y
reconocimiento de Rancho Nuevo, por otro, han intervenido negociando con los
indígenas y asumiendo compromisos de luchar contra la violencia desatada en esta
región y dar respuesta a sus demandas, hasta ahora sólo han sido promesas
incumplidas, mientras que la violencia y el tejido social de la región se descomponen.
A pesar de todos los obstáculos y el clima de violencia los habitantes de las
comunidades de Rancho Nuevo continúan con su proyecto de crear un nuevo
municipio, han logrado elaborar un plan de desarrollo para la región y conseguir
recursos para llevar a cabo algunos de sus proyectos. Aunque estos planes no se
consolidaron por falta de recursos, se demostró que la población puede realizar sus
planes y obras que requieren para su desarrollo.
Aunque su proyecto no es antagónico al del Estado, sin embargo, es difícil que se
consiga el reconocimiento del nuevo municipio. La solución del conflicto presenta varios
202
posibles escenarios como la disputa en el terreno legislativo por lograr las reformas
constitucionales en materia indígena que favorezcan al movimiento indígena nacional,
lograr una correlación de fuerzas favorable en el contexto de transición democrática en
el país, la alianza con grupos y partidos políticos que les permita lograr el triunfo por la
vía electoral en los municipios donde se asientan sus comunidades, la represión
generalizada al movimiento indígena por parte del Estado o una posible respuesta
favorable a su petición de crear el nuevo municipio.
En ambas regiones no toda la población indígena apoya el proyecto de la creación de
Rancho Nuevo o de la OIT, en ambas existen grupos minoritarios que apoyan a las
autoridades establecidas constitucionalmente y grupos de la población que no
participan en las actividades que desarrollan los simpatizantes de la creación del nuevo
municipio y de la OIT. Estos grupos muchas veces son utilizados por el gobierno estatal
y federal por medio de prácticas clientelares en contra de los grupos antagónicos.
De esta forma, se puede demostrar que el control del sistema político mexicano sobre el
municipio se realiza por medio del partido del gobierno (PRI), grupos caciquiles ligados
al PRI, grupos corporativos ligados a la Confederación Nacional Campesina (CNC), a la
Confederación de Trabajadores de México (CTM) o al sector popular del PRI y a las
autoridades estatales. También se utilizan las ayudas clientelares como PROGRESA y
PROCAMPO entre otras. Cuando estas formas clientelares no dan los resultados
electorales deseados y se pierden los municipios con los partidos de oposición, los
funcionarios estatales y federales acuden en apoyo al partido del gobierno, de esta
forma, las dependencias estatales y federales mediante programas de ayuda a la
población obstaculizan o empañan la labor de las autoridades municipales. Para
desarrollar estas actividades, ponen en juego una gran cantidad de recursos que
pertenecen al municipio.
En este contexto, a los grupos opositores locales les resulta difícil derrotar al PRI
mediante la vía electoral, porque generalmente, éste hace uso de recursos no válidos
como robo de urnas, acarreos de personas, compra de votos y fraude al contar los
203
votos, entre otros. Sin embargo, el triunfo es posible si existe una buena organización
de la oposición. El ejemplo de Huehuetla demuestra la utilización de estas prácticas por
parte del Estado para recuperar el control municipal, aunque la derrota de la coalición
fue por un margen muy estrecho que hace pensar en la posibilidad que en los próximos
comicios municipales puedan recuperar el gobierno dando paso a la alternacia política
en el municipio.
Finalmente, considero que es necesario que se modifiquen las estructuras de poder y
dominación regionales que impiden a los sujetos sociales apropiarse de sus procesos
de desarrollo, es por esto que las comunidades al enfrentar estas estructuras de poder
se enfrentran con muchas dificultades y conflictos tanto con el Estado como al interior
de las mismas comunidades. Al interior de las comunidades la conflictividad para
impulsar los proyectos de desarrollo se encuentran en los espacios de poder y de
gestión sobre todo al promover una distinta forma de control, más democrática y
participativa sobre los recursos, como es el caso de los ejemplos presentados.
Tradicionalmente el control de los recursos permitía fortalecer el clientelismo y las
posiciones de cargo y prestigio político para los miembros del partido. En la actualidad,
en estas regiones se disputan estos recursos para canalizarlos de acuerdo con la visión
y necesidades de cada grupo creando algunas veces duplicidad de funciones en la
promoción del desarrollo en las comunidades.
Sin duda alguna el camino para construir la organización indígena ha sido un largo
camino lleno de obstáculos, estamos frente a un escenario nacional que construye una
cultura política cuyo contenido es diverso. Para los pueblos indios significa ubicar su
situación de opresión y subordinación como resultado de causas estructurales
inherentes al modelo del Estado nación existente, supone una lucha por construir
espacios democráticos y de respeto a la pluralidad cultural y política. La disputa india
por el poder local, que se generaliza a lo largo del territorio nacional, se elabora a veces
con sangre, a veces con gestiones transparentes y otras con su terca demanda de
autonomía, convencidos de que les asiste la razón, enriquecen con sus expresiones la
lucha por la instauración de un régimen democrático en nuestro país.
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