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El marco de la Globalización
20
CAPÍTULO I EL MARCO DE LA GLOBALIZACIÓN
Nuestra primera aproximación al tema buscará señalar y resaltar los
cambios que ha sufrido el modo de producción capitalista, como condición para
que pudiesen ser configuradas las condiciones de existencia del fenómeno de la
“piratería”. Expresión característica que sólo pudo haber surgido como parte del
capitalismo neoliberal y producto de un devenir histórico específico, pero amplio.
El mundo contemporáneo tiene como una de sus más decisivas
aportaciones históricas la de haber creado una economía mundial, según plantea
WALLERSTEIN, (1999), y ARÓSTEGUI (2001: 39), Este “moderno sistema mundial”,
el cual, dividido en cuatro etapas, se identifica con el desarrollo del modo de
producción capitalista. La primera etapa tiene lugar en el siglo XV, entre 1450 y
1640; caracterizada por un sistema económico sólo europeo14. La segunda,
durante el siglo XVII y la primera mitad del XVIII, cuyo rasgo es la consolidación del
sistema de economía–mundo. La tercera se distingue por la implementación del
industrialismo hasta la Gran Guerra. Y por último, la que va desde 1917 hasta la
actualidad, donde el sistema mundial no ha hecho sino consolidarse.
Para las intenciones de este trabajo, muchas de las aportaciones de estos
autores son importantes, aunque nuestro esquema es más simple, hablaremos de
una primera etapa denominada del capitalismo liberal que incluye las etapas
precapitalistas, su principal desarrollo, hasta el primer tercio del siglo XX. El
segundo momento del estudio se refiere a los cambios que dieron pauta a una
etapa que podemos denominar de capitalismo regulado, por los cambios que
significó la incorporación de un estado regulador y el papel de la planeación, este
periodo es ubicado desde la década de los 30 hasta los primeros signos de crisis
de los 70, y un último periodo, el del llamado capitalismo neoliberal, el de la
flexibilización y la desregulación del convenio social.
14 Sin embargo, hay que señalar el eurocentrismo que se desprende del análisis histórico anterior, pero que sin embargo, consideramos importante para poner en contexto el desarrollo del capitalismo que nos interesa en este apartado.
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A través de estos cortes buscamos identificar elementos que den sustento a
los planteamientos que se hacen en torno al fenómeno de la llamada “piratería”, la
cual sostenemos, es uno de los productos sui generis del propio capitalismo.
1. Capitalismo liberal
El discurso liberal ha constituido una tradición que ha estado presente en el
discurso hegemónico de las clases dominantes, JULIO ARÓSTEGUI (2001), señala,
que, surgido de la construcción del concepto de modernidad de la razón, y en
función del cambio de mentalidad y de civilización que parte de la ilustración o
quizá, del pensamiento racionalista del siglo XVII y que para el siglo XIX
consagraría la primacía del conocimiento científico sobre cualquier otra forma de
conocer. (p: 33)
De ésta manera, el liberalismo forma un “…sistema coherente de ideales y
objetivos prácticos” 15, desarrollado durante los siglos XVII y XVIII, principalmente
en Inglaterra, según comenta SMITH (1975: vol. 6; 579b), sin embargo, dicho
régimen de ideales se puede descomponer en dos vertientes: el liberalismo
económico y el liberalismo social. Además, hay que señalar que estas posiciones
pragmático–filosóficas, también han sido objeto de crítica, y las cuales, han sido
fundamentales en la manera en la que se ha moldeado la historicidad del
capitalismo actual.
Así pues, en este apartado nos ocupamos de las ideas nacidas en la
primera etapa de nuestra taxonomía, así como de los rasgos característicos del
modo de producción capitalista durante el periodo que comprenden las mismas y
que son fundamentales para la construcción del contexto presente, y en el cual se
configuró el escenario propicio para el surgimiento de la capacidad de la
emulación de productos, que significó la diferencia entre las etapas precapitalistas
y la gran industria. Ya que en la primera, los productos son únicos e irrepetibles,
en tanto que la segunda crea una nueva forma de producto estándar, igual uno y
15 Con BORJA, (2002: vol. 2; 754–755) distinguimos la palabra «idea» de «ideal» en cuanto a que la primera es el principio del conocer y del ser, ya sean: vistas como producto de las cosas o como representaciones de las mismas, mientras que el segundo lo reviste un sentido moral o de la ética social, y que conduce en su apego a una realización individual o colectiva.
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otro, y por tanto, intercambiables, idea que va ha ser fundamental en nuestro
trabajo. Y es, en la práctica de la facultad de producir emulaciones, que
actualmente nos encontramos ante la materialización de una contradicción entre
“libertad en posesión”16 y “propiedad”. Ambos elementos esenciales del conjunto
de ideales y objetivos prácticos que nos presenta el liberalismo.
a) Liberalismo económico
El liberalismo económico como conjunto de ideales es parte del desarrollo
del capitalismo. El capitalismo, en su forma industrial o “plena” se consolidó en
Inglaterra a fines del siglo XVIII. Entendido como un modo de producción en el cual
existen trabajadores “libres”, es decir, aquellos que venden su fuerza de trabajo al
dueño de los medios de producción y materias primas, es decir, del capital.
Donde, durante el proceso de producción, el trabajo es objetivado en la mercancía
final, la que se materializa como capital al ser consumida en el mercado y de la
cual, existe una apropiación privada por parte del dueño de los medios de
producción.
La idea de la libre concurrencia, como base del desarrollo del capitalismo
deviene de la doctrina del liberalismo económico y entender sus rasgos
característicos es necesario para entender la base objetiva de la configuración de
este modo de producción, donde se fomentó, una relación dialéctica entre sus
protagonistas.
i. Doctrina
Como afirma ERICH ROLL (1984), en el siglo XVIII se desarrolló el
capitalismo industrial moderno en un periodo de cuarenta años que va de “Una
investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones” (1776)
de Adam Smith (1723–90) a los “Principios de economía política y tributación”
(1817) de David Ricardo (1772–1823); pero sus raíces se remontan a casi dos
16 Siguiendo la doctrina jurídica, es pertinente mencionar que distinguimos entre posesión y propiedad, la primera como la situación fáctica de tenencia de una cosa o disfrute de la misma, mientras que por la segunda, el poder directo o inmediato sobre una cosa, sin más limitaciones que las que imponga la ley. Como establecen los Colaboradores de Wikipedia (CW), 9 de marzo 2006: URL y CW, 4 de mayo 2006: URL.
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siglos antes. Hay tres corrientes ideológicas que acompañan a la transición del
capitalismo comercial al industrial. La primera es filosófica17, la segunda es el
progreso del pensamiento económico inglés a partir de los últimos mercantilistas18,
y la tercera es de origen Francés: del pensamiento fisiocrático19. (p: 89)
La expresión laissez–faire, laissez passer20 acuñada por Vincent de
Gournay (1712–59), en cuanto doctrina del funcionamiento armónico de toda
economía libre se asocia con el nombre de Adam Smith, considerado como el
primer economista académico. Y quien en su Riqueza de las Naciones revela su
“…fe en el orden natural” (ROLL, 1984: 145), pues postula su creencia en la
existencia de “leyes naturales” que regulan la actividad económica de la sociedad
y en donde no debe intervenir la autoridad pública. En la cual existe una “mano
invisible” que regula los precios del mercado producto de la dinámica social.21
Según A. SMITH (1952), la conducta humana es movida por el egoísmo, la
conmiseración, el deseo de ser libre, el sentido de la propiedad, el hábito del
trabajo y la tendencia a “…tocar e intercambiar una cosa por otra” (pág 6). Como
menciona ROLL: “Cada hombre es, por naturaleza, el mejor juez de su propio
interés y debe, por lo tanto, dejarse en libertad de satisfacerlo a su manera”.
(ROLL, 1984: 148). Ya que, si se deja al individuo en libertad, no sólo conseguirá
su propio provecho, sino también, el bien común. Dado que A. Smith aseguraba
que cada individuo, al buscar su propio provecho, era conducido por una mano
invisible para promover un fin que no entraba en su propósito.
En A. Smith, como podemos pensar con NORBERTO BOBBIO (2001), el
Estado tenía tres deberes de importancia: en primer lugar, la defensa de la
sociedad contra los enemigos externos, en segundo lugar, la protección del
individuo contra las ofensas de otros individuos y, en tercer lugar, ver por las obras
públicas que no podrían ser efectuadas si fuesen confiadas a la ganancia privada.
17 Comprendida principalmente por los llamados filósofos políticos entre quienes puede contarse desde Maquiavelo, Bodino, Bacon hasta Hobbes, por mencionar algunos. 18 Que comprende a su vez a William Petty, Locke, North , Law , Hume, Cantillon y Steuart 19 Cuyos representantes más sobresalientes fueron Quesnay y Turgot 20 Del francés “deje hacer, deje pasar”. 21 Producto de esta dinámica social, señala BORJA (2002: : vol. 1), son “la oferta y la demanda, la libre competencia, el apetito de lucro, la iniciativa privada, la libertad de emprender, la acumulación para ampliar la producción de bienes”, (p: 124b)
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Por lo que concluye BOBBIO que “…su doctrina de los límites de las funciones del
Estado se basa en la primacía de la libertad del individuo frente al poder soberano
y en consecuencia en la subordinación de los deberes del soberano a los
derechos o intereses del individuo”. (p: 25)
En la obra de liberales conservadores como Edmund Burke (1729–97) se
reduce al Estado a un administrador de justicia y defensor de la propiedad y el
orden. No obstante, hay que resaltar que las ideas del laissez–faire, se han
desarrollado frente al surgimiento del capitalismo, pues CALVIN B. HOOVER (1975:
vol. 2) nos señala que nunca ha existido “…la perfecta competencia en el
mercado, de factores y productos, completo laissez–faire, derechos absolutos de
propiedad, empresa individual y ausencia de desempleo involuntario…” (p: 163a)
Así, más bien, se construyó frente a la forma de proceder de los monopolios
quienes acaparaban el mercado y no competían de forma “leal”, pues no es de
olvidar que A. Smith pugnaba por la libre competencia en igualdad de condiciones,
así como por un comportamiento ético por parte de los dueños del capital.
Es en éste marco de referencia que BOBBIO (2001) señala que el mismo
Adam Smith “antes de ser economista fue moralista” (p: 28) pues, sus ideas
liberales nacieron con una fuerte carga ética. Por ello, los defensores del
liberalismo económico han apoyado una distribución más equitativa de la libertad
en el mercado, aunque también han reconocido la importancia del Estado para
garantizar igualdad de “oportunidades” de los individuos en el mercado.
El ideal del liberalismo económico era la no intervención estatal en la
economía, pero siempre y cuando los dueños de los capitales se comportasen de
una forma ética y en función de principios racionales, y por lo tanto, precavidos.
Allende el capitalismo es una forma de producir bienes, que se compone de
fuerzas productivas y un tipo específico de relaciones de producción, es decir, es
un modo de producción y no un sistema de ideales y objetivos prácticos como lo
es el liberalismo, aunque nacido de su mismo desarrollo histórico. Tal como señala
RODRIGO BORJA (2002: vol. 1) “…el capitalismo fue, en realidad, la teoría y la
práctica económicas del liberalismo…” (p: 125a)
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ii. Rasgos característicos del capitalismo liberal
Uno de los rasgos del desarrollo industrial del capitalismo, ha sido el
sustento técnico, adquirido durante la primera revolución industrial, que significó la
sustitución de la fuerza producto de la energía humana y animal por formas de
energía físicas y/o químicas, como lo fue la introducción de la máquina de vapor
en los procesos manufactureros, en los medios de transporte por mar y tierra a
través del mundo. Reconociendo que la velocidad de su difusión y penetración fue
distinta en cada uno de las distintas naciones en donde se fueron aplicando estos
conocimientos. Fue en el contexto de esta revolución industrial que se afianzó la
hegemonía de la fábrica como unidad productiva, dado que las nuevas máquinas
permitieron la implementación de nuevos métodos productivos que habilitaron la
posibilidad de fabricar rápido, sincronizado y estandarizado,
Siguiendo a KARL MARX (2004: 382) podemos afirmar que; la producción
capitalista, durante su forma industrial, revolucionó las condiciones técnicas y
sociales del proceso de trabajo y, por tanto, del modo de producción por medio del
cual se redujo el tiempo de trabajo socialmente requerido para la producción de la
mercancía.
Así, se incrementa la plusvalía, que se obtiene reduciendo el tiempo de
trabajo requerido para producir la subsistencia del trabajador, a la vez que se
alarga el tiempo que se incorpora al producto excedente, como nos comenta ROLL
(1984: 268). En otras palabras, se abrevia la magnitud de trabajo en donde el
obrero trabaja para sí mismo, y se prolonga la parte que el capitalista se apropia
en forma de plustrabajo. Aunque la jornada laboral total se haya mantenido
constante.
De ésta manera se alcanzó un desarrollo que logró abaratar los productos
sustentándose en los principios de la ley de la oferta y la demanda, pues el
mejoramiento productivo, logrado gracias a las innovaciones del maquinismo y la
descalificación de la fuerza de trabajo, incrementó el volumen de productos
finales. Hay que señalar, sin embargo, que a pesar de estos avances en el
sistema productivo, en esta etapa aún no se configuraba un mercado para el
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consumo masa, pues los productos industriales no se encuentran orientados al
uso y disfrute de un mercado extenso.
El capital es la riqueza menos la renta. La riqueza se compone por “…el
conjunto indiferenciado de bienes que posee una persona o corporación” (BORJA,
2002: vol. 1; 122b). La renta, a su vez, es la parte de la riqueza compuesta por el
flujo monetario, o su equivalente en bienes y servicios productivos. En su forma
más abstracta, MARX entiende que el “…capital, entre otras cosas, es también un
instrumento de producción, es también trabajo pasado objetivado” (MARX, 2005:
5). En la teoría marxista, la composición del capital se divide en “capital constante”
o fijo, y “capital variable”. El primero se compone por los de medios de trabajo, que
se consumen en periodos prolongados (maquinaria), así como de materias primas
y materiales auxiliares que se consumen en el mismo proceso productivo. El
segundo, el “capital variable”, es propiamente un índice que expresa, con un
salario y una jornada laboral dados, un número de obreros puestos en movimiento.
Es, en este devenir histórico de incremento en la eficiencia productiva, que
MARX (2004) ha identificado, la potencial creación de un ejercito de reserva,
producto de una sobre población obrera, es decir, fuerza de trabajo inactiva o
desocupada, que se ofrece en el mercado del trabajo, potenciando su
disponibilidad como fuerza de trabajo barata y accesible para los dueños del
capital.
En este sentido, es importante subrayar la importancia de la posibilidad de
la disponibilidad de fuerza de trabajo, cuya cantidad se aprecia como creciente y
necesaria para la regulación de la oferta de la mercancía “trabajo”. Sin embargo,
se trata de un ejército vivo, que necesita recursos para sobrevivir. La única forma
legítima que cuentan para acceder a dichos bienes es la venta de lo único de lo
que son propietarios, de su fuerza de trabajo. Y si no tienen esa oportunidad, no
es de sorprender la construcción de estrategias de supervivencia marginales.
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b) Liberalismo social
El liberalismo social, es considerado en torno a dos vertientes, en lo
filosófico y en lo político, ambas íntimamente relacionadas. Al abordar su vertiente
filosófica debemos tener presente el contexto en el cual se formaron estas ideas,
es decir, a principios del siglo XVIII, cuando el racionalismo y los avances
científicos consolidaron la fe en el pensamiento humano como medio valido para
la búsqueda de la verdad, dando origen a una revolución cultural expresada en las
ideas de la ilustración sustentadas por el espíritu científico, que postulaba la
insurgencia contra los dogmas, los mitos y las representaciones irracionales.
Es, en este marco de pensamiento, donde desde el racionalismo, como su
columna vertebral, se formula la tabla fundamental de valores a fines del siglo XVIII
y que se puede encontrar expresada en la “Bill of rights” inglesa del 13 de febrero
de 1689, en la declaración de independencia de las 13 colonias de América del
Norte el 4 de julio de 1776 y en la declaración de “droits des citoyens françaises”
proclamada el 26 de agosto de 1789. En éste ámbito del liberalismo podemos
hacer referencia, también, al “Second Treatise of Civil Government” (1690) de
John Locke (1632–1704), documento considerado como representativo y
emblemático de los ideales liberales.
Es pertinente resaltar que fue a partir de La Gloriosa Revolución Inglesa de
1688 y la “Reform Act” de 1867 que se establece la libre expresión de la
personalidad individual, de ahí que se califique al liberalismo, en relación de su
oposición con un poder monárquico absoluto, como defensor del progreso social.
Así, la libertad activa, el ideal de que el individuo tenga la oportunidad de
expresarse libremente, han sido de vital importancia, pues permitieron que se
conformaran derechos constitucionales22 y garantías individuales.
Entendiendo por derecho como lo hace BOBBIO (2001):
…la facultad de hacer o no hacer lo que le plazca al mismo tiempo el poder de resistir,
recurriendo en última instancia a la fuerza propia o de los demás, contra el transgresor
22 DAVID G. SMITH (1975: vol. 6) menciona que “el liberalismo se benefició del constitucionalismo medieval y de las tradiciones religiosas de la iglesia y la cristiandad de Occidente”. (p: 580a)
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eventual, quien, en consecuencia tiene el deber (o la obligación) de abstenerse de
cualquier acto que pueda interferir con la facultad de hacer o de no hacer. (p: 11)
El presupuesto filosófico reflejado de los derechos naturales, o
iusnaturalismo, reconoce en el Hombre, intrínseca e indistintamente, ciertos
derechos naturales como derecho a la vida, libertad, seguridad y felicidad. BOBBIO,
recordando el capítulo II del “Segundo Ensayo sobre el gobierno civil”, donde
LOCKE (1960) señala que la ley de naturaleza “enseña a cuantos seres humanos
quieren consultarla que, siendo iguales e independientes, nadie debe dañar a otro
en su vida, salud, libertad o posesiones.” (p: 231)
De ésta manera, y en lo político, se pretendían objetivos como: el derecho
de oposición, el imperio del derecho y la separación de poderes. Así como
libertades civiles (1688) y libertad de prensa (1695). JUAN SISINIO PÉREZ GARZÓN
(en Aróstegui, 2001: 240) nos comenta que Benjamin Constant (1767–1830) en
1819, contraponía la libertad antigua, “…esa democracia que sólo garantizaba la
participación popular, frente a la libertad moderna, que es individual y que debe
protegerse tanto de los gobiernos como de las tiranías democráticas”, lo que
significa constitucionalismo o contractualismo. Alentando la forma republicana de
gobierno y la forma democrática de Estado.
Sin embargo, hay que aclarar que democracia y liberalismo pueden diferir,
siendo la democracia la forma de gobierno de la masa, promoviendo la
participación de la mayoría en el poder político, y concretada, en el periodo de la
instauración del capitalismo industrial, en su forma representativa, frente y en
consecuencia a un liberalismo propugnador por el problema de limitar y distribuir el
mismo poder político. Siendo ambas concepciones individualistas, el individuo del–
liberalismo– no es lo mismo que el de la –democracia–. El primero según señala
BOBBIO (2001): “…reivindica la libertad individual tanto en la esfera espiritual como
en la económica contra el Estado; la otra reconcilia al individuo con la sociedad
haciendo de la sociedad el producto de un acuerdo entre individuos” (p: 51). Y a
pesar de ello, no podemos olvidar que los liberales abogaban por la limitación de
los derechos políticos únicamente para los propietarios (varones) y cuyo derecho a
poseer se equipara al derecho a la vida, salud y libertad.
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El liberalismo buscaba instaurar un andamiaje jurídico y político para frenar
la autoridad pública, frente a lo que en aquel entonces, representaba el poder
monárquico absoluto y en afirmación de los derechos naturales y por lo tanto
“inviolables” del individuo. Para conseguirlo, se apeló a la tolerancia y a la defensa
del pensamiento libre y que se veían como indispensables para el progreso social.
El Estado de derecho, que se construyó desde la doctrina liberal, promovió,
según BOBBIO (2001), “…la subordinación de las leyes al límite material del
reconocimiento de algunos derechos fundamentales considerados
constitucionalmente, y por tanto en principio «inviolables»” (p: 19) Y defendidos,
como él mismo señala, por mecanismos constitucionales como lo son: control del
poder ejecutivo por parte del poder legislativo, control eventual del parlamento en
el ejercicio del poder legislativo ordinario, relativa autonomía del gobierno local en
todas sus formas y grados frente al gobierno central y un poder judicial
independiente del poder político. (p: 19–20)
La acepción de la libertad preponderante en la acepción liberal, se refiere,
por lo tanto, a los mecanismos constitucionales propios del estado de derecho que
defienden al individuo de los abusos del Poder. Consecuentemente, “poder” y
“libertad” son dos términos antitéticos. Como señala BOBBIO (2001): “en las
relaciones entre dos personas, cuando se extiende el poder (se entiende el poder
de mandar o impedir) de una disminuye la libertad en sentido negativo del otro, y
viceversa, cuando la segunda amplía su esfera de libertad disminuye el poder de
la primera.” (p: 21) Sin embargo, en la tradición liberal, la libertad del individuo
debe garantizarse no sólo por medio de mecanismos constitucionales frente al
Estado, sino también, por la limitación de las funciones del Estado al ámbito
público interno e internacional de un territorio dado.
Es pertinente señalar, que la historia del Estado liberal coincide con la
formación de los Estado agnósticos, la finalización de los privilegios de los
vínculos feudales acompañada por la exigencia de la disposición libre de bienes y
libertad de intercambio, es decir, libre mercado.
Al liberalismo se le considera como “progresista” nos dice SMITH (1975: vol.
6), pues “…se ha preocupado por el progreso económico y social y ha sido
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favorable a la ciencia y la tecnología, y al experimentalismo pragmático” (p: 580a).
Los liberales han apoyado frente a la autoridad arbitraria otra que es considerada
como la de la verdad y la razón demostrada. A la vez que ha insistido en la
pertinencia de la existencia del Estado de derecho y el mercado en igualdad de
condiciones. Así pues, se postulaba que los ideales liberales defendían la libertad
de pensamiento, de convicciones, expresión de las ideas y de participación
política, así como la libre empresa.
En el marco de nuestra investigación, el liberalismo social se manifiesta
relevante ya que constituye la base jurídica y andamiaje del estado en sus
diferentes expresiones históricas, las que han garantizado un específico orden
social, cuyos principios son los que legitiman las relaciones sociales de producción
del modelo de acumulación capitalista.
c) Crítica del liberalismo económico
El individuo se constituye como el fundamento de la organización de las
relaciones entre los ciudadanos y de ellos mismos frente al mercado. Como señala
J. S. PÉREZ GARZÓN (en ARÓSTEGUI, 2001), la libertad es “…disponer de la
propiedad personal y ajustarse a unas leyes aprobadas con representación de
esos propietarios interesados, en el Estado garante de sus derechos” (p: 241)
Reformulándose así, la jurisdicción del Estado para situar en el centro de la
organización social al individuo.
Es desde el individuo frente a la sociedad que parte la crítica al liberalismo,
encabezada por MARX, donde pone en realce la característica del individuo no
como ajeno a la sociedad, sino socializado. En “La cuestión judía” (1843) hay una
crítica muy aguda de MARX (1967) a la declaración de los derechos de los
ciudadanos franceses y a los derechos del hombre, donde señala que:
Los droits de l´homme, los derechos humanos, se distinguen en cuanto tales de los droits
du citoyen, los derechos políticos. ¿Quién es ese homme distinto del citoyen? Ni más ni
menos que el miembro de la sociedad burguesa. (…).
Constatemos ante todo el hecho de que, a diferencia de los droits du citoyen, los llamados
derechos humanos, los droits de l´homme, no son otra cosa que los derechos del miembro
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de la sociedad burguesa, es decir, del hombre egoísta, separado del hombre y de la
comunidad… (p: 32)
Es entonces, a partir del derechos a la “igualdad” donde MARX (1967)
señala que en la Constitución francesa de 1795 se define el concepto de igualdad
así: “Artículo 3: «La igualdad consiste en que la ley es la misma para todos, sea
protegiendo, sea castigando»” (p: 33) de lo que se deriva de todos los hombres en
cuento tales. Donde se reduce la igualdad en la libertad, lo que significa que cada
quien puede gozar de libertad hasta que no dañe la libertad de los demás,
comprendida en una libertad frente a la ley así como a derechos. La primera se
traduce en igualdad de imparcialidad de un juez al aplicar la ley, mientras que la
segunda, significa el disfrute equitativo de los derechos fundamentales y
constitucionalmente garantizados, como lo establece BOBBIO. (2001: 41–3)
Asentando que la igualdad ante la ley, no se refiere en lo absoluto a la
igualdad de condiciones frente al mercado. Es MARX (2005: 17) quien señala que
es en este discurso ignorando de facto que existe una predistribución tanto de los
instrumentos de producción como de los miembros de la sociedad entre las
distintas ramas de la producción.
Por otro lado y en el mismo sentido, de la “seguridad” nos dice MARX
(1967):
Artículo 8 (Constitución de 1793): "La seguridad consiste en la protección acordada por la
sociedad a cada uno de sus miembros para que conserve su persona, sus derechos y sus
propiedades".
La seguridad es el supremo concepto social de la sociedad burguesa, el concepto de la
policía: la razón de existir de toda la sociedad es garantizar a cada uno de sus miembros la
conservación de su persona, de sus derechos y de su propiedad. En este sentido, llama
Hegel a la sociedad burguesa "el Estado de la necesidad y de entendimiento”. (p: 33)
Lo que hace patente que la seguridad, no se refiere a otra cosa que a la
seguridad de la conservación de la propiedad y la legitimación de su protección
por medio de la justicia. La propiedad como condicionante de la producción que ha
engendrado sus propias instituciones jurídicas, así como su propia forma de
gobierno.
Poniendo sobre la mesa que este discurso liberal deja la responsabilidad de
cada individuo a la libertad de contratación, el derecho de propiedad sin
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limitaciones, la libre empresa y la inhibición del Estado ante la actividad
económica, con el presupuesto de que cada individuo sería racional y precavido,
sin tener en cuenta las diferencias en la situación biográfica propias de cada
individuo, y que condicionan su disposición de propiedad y por tanto ubicación en
la jerarquía social.
Es ésta distribución social primigenia, la que ha determinado la distribución
de la producción, pues ha determinado la distribución de la propiedad de los
medios de producción. Es la protección de la propiedad y el poder que representa,
lo que limita la posible libertad del individuo.
A propósito de lo anterior, es que nos llama la atención PÉREZ GARZÓN (en
ARÓSTEGUI, 2001), en cuanto a que para el liberalismo “…la clave reside en el
derecho de propiedad, fruto del valor producido por el trabajo. La propiedad es la
razón de ser del Estado y el elemento que confiere autonomía real a cada
individuo”. (p: 239) Así pues, “…sin seguridad económica no puede haber libre
albedrío”23, como nos dice BORJA (2002: vol. 2; 870a) pues existen las
anteriormente mencionadas restricciones específicas de cada individuo a las
cuales bien se pueden añadir diferencias en educación y de aptitudes.
Es en esta contradicción que el liberalismo ayudó a delinear al capitalismo,
como un modo de producción cuya base filosófica era incoherente, y escondía en
la práctica, según comenta BORJA (2002: vol. 2), “…que se generan polos de poder
económico que avasalla a la mayoría desposeída de la sociedad.”; (p: 869b) Así
pues, se generan prácticas clandestinas que suelen contradecir el “deber ser” que
proclama el Estado de Derecho y que, sin embargo, han sido parte de la misma
distribución social de la producción que le han dado forma.
Es en este marco que se pueden generalizar las estructuras liberales en la
existencia de clases sociales diferenciadas que de acuerdo a su posición
económica, y que se ubican socialmente en escalafones, de donde deviene su
23 Para BORJA (2002: vol. 2) se le llama así: “… a la potestad humana de obrar por reflexión y elección…” (p: 872b)
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posibilidad de consumo, desde los productos de alta industria24 hasta las copias
más rupestres.
Por esta razón es que tenemos ciudadanos de primera, segunda, tercera25
etc. Productos de primera, segunda, tercera, etc. Y lo mismo para la distribución y
el consumo.
Resumiendo, la crítica al liberalismo económico, es la crítica a las
contradicciones que engendra en el marco de un antagonismo de clases
sustentado en el principio de la propiedad privada.
2. Capitalismo regulado
Entendemos esta fase del capitalismo como un periodo en el cual se
transformó el capitalismo liberal con su paradigma de la libre empresa y mercado
como fundamento de la economía en un sistema de economía mixta, es decir, en
donde el Estado interviene para regular las relaciones entre capital y trabajo, dicho
estado fue caracterizado como Estado benefactor (Welfare State).
Es de hacerse patente que cada nación que tuvo esta forma de Estado, la
desarrolló con rasgos y características diferenciadas, dependiendo de su
capacidad para recaudar impuestos, así como de la posición y momento
político/económico que atravesasen.
Esta fase del capitalismo no la podríamos entender sin considerar las
innovaciones organizativas y tecnológicas que se vinieron incorporando desde los
últimos años del siglo XIX y principios del XX, como parte de la segunda revolución
industrial y las nuevas condiciones económicas imperantes desde 1914, es decir,
desde el inicio de la primera guerra mundial, donde se experimentó un volumen e
intercambio de producción discreto que tocó fondo en 1929 con la gran depresión
económica mundial que significó la más profunda crisis del modelo del capitalismo
liberal. JORGE SABORIDO (en ARÓSTEGUI, 2001) nos dice, que paralelamente a
24 También conocida como industria de alta tecnología, las cuales emplean “generalmente un gran número de científicos e ingenieros, invierten mucho en investigación y desarrollo y tienen un gran potencial para un crecimiento extremadamente rápido a través de la creación de nuevos productos y procesos, es decir, en alta tecnología.” Como se señala en el Tesauro ( 2005: URL) 25 El caso de las «clases» en que se dividían los pasajeros de transportes navales transatlánticos y, actualmente, en las que se dividen en los medios de transporte por tierra y aire, por mencionar un ejemplo.
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estas transformaciones iniciadas en Norteamérica, la emergencia de la propuesta
de la economía planificada soviética, y a su “estatalización de los medios de
producción como punto de partida para la superación de las desigualdades” (p:
417), incorporó la nueva revolución industrial electrificando la industria y utilizando
los nuevos métodos tayloristas y su versión en la línea de producción. El avance
soviético puso en alerta a occidente, donde dejando de lado los prejuicios
“liberales” procedieron a incorporar la planeación a través del modelo del estado
keynesiano.
a) Taylorismo y fordismo
Dados los avances que experimentaba la gran industria, y la búsqueda de
un aprovechamiento integral de las condiciones de trabajo, se desarrolla a
principios del siglo la llamada organización científica del trabajo (Scientific
Management), el taylorismo, y casi simultáneamente, el fordismo. Condiciones
sine qua non del nuevo modelo de acumulación capitalista.
La sistematización del pensamiento de Frederick Winslow Taylor (1856–
1915), y otros especialistas que siguieron sus principios, terminaron por configurar
una innovación de tipo organizativo que revolucionó el valor de uso de la fuerza de
trabajo y como consecuencia su valor de cambio al depreciarlo. Taylor escribió en
“The Principles of Scientific Management” (1911) un acercamiento científico a las
tareas repetitivas durante la jornada laboral, donde plantea la eliminación de los
“tiempos muertos” que él observaba en las industrias de su tiempo. Lo anterior, en
busca de una economía de tiempo para incrementar la producción, reducir los
costos y precios finales de los productos.
Estos “tiempos muertos” son el tiempo ocioso durante la jornada productiva,
debido al desempeño expresado por los trabajadores que para este tiempo aún
conservaban parte del “saber hacer” el que les permitía controlar los ritmos del
proceso de trabajo. Es por ello que a través del estudio de los tiempos26 y
26 CASTELLS (2002: I) nos menciona que “…la modernidad puede concebirse, en términos materiales, como el dominio del tiempo de reloj sobre el espacio y la sociedad, un tema que ha sido desarrollado por Giddens, Lash y Urry, y Harvey (…) El maquinismo industrial llevó el cronómetro a las cadenas de montaje de las fábricas fordistas y leninistas casi en el mismo momento”. (p: 466–7)
El marco de la Globalización
35
movimientos involucrados durante el proceso productivo Taylor llegó a proponer la
separación de todo rasgo intelectual del trabajo ejecutado por el obrero; para
establecer la separación entre la concepción y la ejecución del trabajo para
finalmente estar en condiciones de asignar las tareas diseñadas para cada
trabajador.
Así, a partir del lema “el hombre correcto en el lugar correcto” (“the right
man in the right place”) propuso una sistematización y estandarización de tareas a
realizar durante la producción, dividiéndolas entre manuales y mecánicas, y en
donde, nada tiene que ver el trabajador con la administración o la planeación. Por
ello, en el modelo taylorista, cada agente tiene tareas limitadas, pues necesita que
cada individuo se especialice en pocas tareas para evitar los “tiempos muertos”. Y
de ésta manera, invertir en la ejecución sólo el trabajo necesario.
En este modelo racionalizador, se lleva acabo una administración
individualizada del trabajo de cada obrero involucrado dentro del proceso
productivo. Y su control se realiza a través de un sistema de recompensas y
supervisión, que por un lado, ofrece una remuneración en función de la producción
personal, y por el otro, designa encargados de la vigilancia, jerárquicamente
superiores, tanto del trabajo realizado como de los mismos trabajadores.
Por otra parte, el fordismo, implementado por Henry Ford, efectuó en 1913,
la incorporación, a la estructura esencial de la fábrica, de la cadena de montaje
sobre una cinta transportadora, y que para 1927 le permitió producir 15 millones
(de copias) de autos modelo “T”.
MARÍA BARBERO (en ARÓSTEGUI, 2001) menciona que las principales
características mecánicas y tecnológicas del fordismo son cuatro: en primer lugar,
la ya mencionada cinta transportadora que regula mecánicamente la cadencia que
tiene que guardar el trabajador, y quien tiene un lugar fijo en la línea de
producción. La segunda, es la coordinación que se debe guardar en la planta
industrial en cuanto a los movimientos de las piezas orientadas hacia el lugar
donde se lleva a acabo el ensamblaje. La tercera característica es la
implementación de máquinas herramienta, con el único propósito de fijar y sujetar
piezas. Y, por último, la utilización de piezas idénticas, es decir, copias que se
El marco de la Globalización
36
obtienen a partir de la introducción de plantillas de fundición, moldes y matrices.
(p: 98)
Henry Ford (1863–1947) enuncia sus teorías en sus libros “Mi vida y mi
obra” (1922) y “Mi filosofía industrial” (1929), y es a partir de ellas que, según
BORJA (2002: vol. 1), se “…empezó a esbozar una modalidad capitalista que no
estaba encaminada, como antes, hacia la satisfacción de un mercado de
consumidores selectos sino al consumo masivo” (p: 628b). En el fordismo se
empezó a ver a los trabajadores como potenciales consumidores. Es Ford, quien
en 1915, con su política de “cinco dólares al día” (“five dollars a day”) dobla el
promedio de los jornales, intentando asegurar un aprovisionamiento continuo de
fuerza de trabajo, dejando sin argumentos al radicalismo sindical y político, al
tiempo que abre el camino a la sociedad de consumo. Como concluye BARBERO
(en ARÓSTEGUI, 2001): “en un mercado de trabajo que requería de mano de obra
no especializada y poco calificada” (p: 98) y que cumple con nutrirse de un ejército
de reserva.
Sin embargo, no se puede pasar por alto la anotación que hace MARCO
REVELI (1996: URL [DOC: 4]), en cuanto a que la posición del fordismo como
modelo productivo, confrontó un mercado sin límites definidos, donde
encontramos una oferta inferior a la demanda lo que permitió a su vez, moldear su
ambiente, pues dominaba en su relación con la sociedad. En estas condiciones se
absorbía todo lo que se producía, y lo que existían eran consumidores sin
exigencias de variedad y calidad, allende la competencia se establecía en función
de los costos.
Es indudable que en la era “fordista” se moldeó tanto un método de
producción como una clase trabajadora y consumidora en masa, lo que le ha
valido haber contribuido con una teoría caracterizada según BORJA (2002: vol. 1)
“…por una transformación en «mercancía» de todos los elementos y valores de la
vida social.” (p: 628b). Sin embargo y aunque el ha enarbolado el crear un
mercado más horizontal y mejor remuneración a los trabajadores, no fue una
propuesta que alentara el pleno empleo y mucho menos que garantizase la
seguridad social de los trabajadores, pues aunque sus medidas fueron populares
El marco de la Globalización
37
entre los trabajadores, los empresarios contemporáneos de Ford vieron sus
métodos como subversivos, por lo que las medidas que propone en su filosofía
industrial, no fueron rápidamente implementadas y menos en su totalidad.
Es importante mencionar que estos métodos aplicados al proceso
productivo en la fabrica, producto tanto de la adopción de medidas tecnológicas
como organizacionales, no sólo se dio durante las primeras décadas del siglo XX
en los Estados Unidos, sino que fue adoptado por varios países alrededor del
mundo, incluyendo la U.R.S.S.
b) Keynesianismo tras la crisis de 1929 y el Estado Benefactor
En 1929 se generó una situación de superproducción relativa que produjo
una caída de los precios, lo cual se puede explicar debido a que hasta ese
momento el crecimiento del comercio internacional se encontraba detrás de la
expansión de la producción que afectó a los productos manufacturados. Existía
también una oferta global excesiva de productos primarios, ya sea por contracción
de la demanda o por avances técnicos que redujeron los costos. Algo que hay que
subrayar es lo que señala SABORIDO (en ARÓSTEGUI, 2001) sobre “…la declinación
relativa de las industrias tradicionales –carbón, hierro, productos textiles– respecto
de «nuevas» producciones –petróleo, aluminio, fibras sintéticas–…” (p: 435) como
consecuencia de una nueva ola de desarrollo técnico. Pues en muchos países lo
que se alentó fue, precisamente, estos productos tradicionales.
Sin embargo, en la configuración de la crisis, mucho tuvo que ver la política
del gobierno de los Estados Unidos hacia los tipos de interés y la creciente
especulación en la bolsa de Nueva York, nuevo centro mundial financiero después
de la gran guerra, así como la medida que tomó la Reserva Federal para frenar la
especulación, que fue elevar el tipo de descuento, lo que disminuyó la corriente de
crédito al exterior, y la cual, así mismo afectó a Europa y a América Latina. Una
vez que se comenzaron a sentir los efectos de la disminución del crédito la
acompañó una disminución de las importaciones norteamericanas lo que en su
relación con las materias primas activó un derrumbe en los precios, SABORIDO (en
ARÓSTEGUI, 2001) señala que “fue en el curso de este proceso que se produce el
El marco de la Globalización
38
crac de la Bolsa de Nueva York en octubre de 1929” (p: 439) por lo que, entre el
24 y 29, de ese mismo mes se produce una caída vertical de los precios,
expandiéndose posteriormente al resto del mundo.
En los años treinta sólo Estados Unidos entre los países industrializados
“…seguía sin un programa general de seguridad social”, según señala HARRY K.
GRIVETZ (1975: vol. 1; 770a) Dado a lo anterior, es sólo ante la gran depresión que
durante el gobierno de Franklin Delano Roosevelt (1882–1945) se aplica el “New
Deal” que significó la intervención y establecimiento del control del gobierno en
aspectos económicos no regulados anteriormente.
Entre estos nuevos controles nos dice CALVIN B. HOOVER (1975: vol. 2) se
encuentra:
…el control de precios, producción y comercialización agrarios; la aprobación y apoyo a la
contratación colectiva, la legislación sobre la seguridad social, el aumento de la
progresividad de los impuestos sobre la renta, la regulación del mercado de valores, el
mayor control oficial de la moneda y la banca , la utilización deliberada de la financiación
del déficit, el gran aumento de la proporción de la renta nacional incorporada al
presupuesto nacional y el fuerte incremento de la proporción de población activa empleada
por el gobierno… (164a )
Así mismo y poco después de la Segunda Guerra Mundial se da la última
aceptación legislativa sobre la responsabilidad del gobierno a mantener el pleno
empleo. Todas estas medidas según HOOVER (1975: vol. 2) “…significaron un
cambio importante en el sistema capitalista, y sirven para distinguir una nueva
forma de capitalismo”. (pág 164a)
Este cambio, nos dice SABORIDO (en ARÓSTEGUI, 2001), ha sido
“…justificado luego teóricamente por el inglés John Maynard Keynes (1883–1947)
en su obra (“Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero” [1936]) que
cuestionaba de manera frontal las bases de la economía liberal” (p: 437) Pues se
considera que el Estado puede intervenir precisamente fomentando estos ámbitos
en el seno de los grupos más desfavorecidos, pues se considera como señala
BORJA (2002: vol. 2); “…necesaria la acción estatal reguladora de las relaciones
de producción, que contribuya a la equitativa distribución de la riqueza en el marco
de un sistema de economía mixta.” (p: 870a) Lo cual contravenía los postulados
El marco de la Globalización
39
del liberalismo económico, en dónde se considera al mercado como el regulador
natural de la economía.
Ante una expansión productiva que había conducido a una crisis de
superproducción, de especulación, de desigualdad social, es que surge el Estado
de Bienestar, como requisito regulador de la economía y sus relaciones, buscando
una mejor distribución de la riqueza producida por los factores capital–trabajo,
fincados sobre una economía de mercado. Que por otra parte respondía al empuje
de la economía planificada del bloque soviético y en el contexto de las
consecuencias directas de la Segunda Guerra Mundial.
c) El equilibrio en el mundo bipolar
La tensa paz que se vivió después la segunda posguerra entre las dos
superpotencias económico/militares, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
y los Estados Unidos de Norteamérica, desde 1945–1947 hasta 1989–1991, se
conoce como le denominó el asesor del Presidente Harry S. Truman, (1884 –
1972) Bernard M. Baruch (1870–1965), “guerra fría” . Aunque desde el punto de
vista soviético se utilizó el término “coexistencia pacífica” para hacer referencia a
la misma situación internacional.
La Guerra Fría fue una lucha por imponer un proyecto político, económico y
social cualitativamente distinto y antagónico, sustentado cada uno por argumentos
ideológicos, Ya que la U.R.S.S. en aras de su proyecto requirió, en primer lugar, la
supresión de la libertad para elegir a sus representantes, y en segundo, la
reducción y control de la libertad en el mercado, es decir, se negó la posibilidad
privada de las empresas. Los cuales eran principios ideológicos que defendían los
EE.UU, es decir, la libertad de elección en el mercado electoral y la libertad de
empresa.
En 1949, sólo cuatro años después del fin de La Segunda Guerra Mundial,
La U.R.S.S. consiguió romper el monopolio atómico de los EE.UU, lo que llevó a la
formación de bloques militares, el espionaje continuo, apoyo a golpes de Estado
militares en otros estados nacionales, invasiones militares, operaciones homicidas
encubiertas y a una carrera de desarrollo y producción armamentista sin
El marco de la Globalización
40
precedentes. Dado que el riesgo de una confrontación nuclear abierta deriva en el
absurdo, este tipo de desarrollo y producción bélica, sirvió como factor disuasivo
entre ambos bloques.
Adempero, durante este periodo existieron varios momentos de tensión que
pudieron haber llevado a una guerra total, es decir al uso de las armas de
destrucción masiva, como la Guerra de Corea (1950–1953), la Guerra de Vietnam
(1958–1975), la construcción del muro de Berlín (1961), la invasión a Bahía de
Cochinos (1961) y la crisis de los misiles en Cuba (1962), Por lo tanto, la paz de la
guerra fría o de la coexistencia pacífica entre las potencias no era de ninguna
forma tal paz.
Es pertinente mencionar que la guerra fría también se compuso por una
importante etapa de distensión a comienzos de los años 70, marcada por sucesos
como los acuerdos para la limitación de pruebas nucleares, armas estratégicas y
misiles. Aunque hubo factores eminentemente económicos a mediados de esa
misma década que volvieron a hacer tensas la relación entre las superpotencias,
tales como el incremento de los precios del petróleo, que orientó a Europa a limitar
su apoyo militar a los EE.UU. Así también, hubo una serie de revueltas sociales
alrededor del mundo subdesarrollado entre 1974 y 1979 como lo es el caso de
Angola o Nicaragua, y la invasión de Afganistán por parte de la U.R.S.S., que la
sacó del confinamiento geográfico en el que se había desenvuelto, pues la dotó de
nuevas bases estratégicas importantes, como nos señala ARÓSTEGUI. (2001: 533–
4)
Por otro lado, CRISTIAN BUCHRUCKER (en ARÓSTEGUI, 2001) nos señala que
en
Europa occidental y Estados Unidos, la generación de la segunda guerra. Fuertemente
impresionada por el recuerdo de la depresión económica, la hecatombe de 1939–1945 y el
genocidio nazi, así como mayoritariamente preocupada por el poderío de la U.R.S.S.,
convergió hacia una especie de consenso democrático mínimo, en el cual cabían
diferencias, pero mucho menos marcadas que las usuales en la época precedente. El
colonialismo y el militarismo se hicieron indefendibles en público, y el liberalismo
económico clásico se desprestigió casi tanto como las propuestas estáticas extremas. En
su reemplazo se convirtió en modelo dominante la economía mixta, bajo diversas
denominaciones (“Estado de bienestar”, “economía social de mercado”) (p: 613)
El marco de la Globalización
41
Paradójicamente, la U.R.S.S. sólo pudo proyectar en el mejor de los casos
un “Estado de seguridad mínima” que aparecía como poco seductor para la
población de los capitalismos desarrollados, y cuya partida contraria eran los
ideales de libertades individuales, en donde los ciudadanos soviéticos se
encontraban bastante limitados. Aunque dicho sea de paso, no todos los países
que se autoproclamaban como dentro del “mundo libre” alcanzaron a construir un
acercamiento aceptable a esos ideales.
Finalmente, fue durante la Guerra Fría y a causa del desarrollo bélico27, y
ante el temor constante de un desastre que cambiase para siempre la faz de la
tierra, que se hicieron importantes avances tecnológicos y científicos que
marcaron el porvenir de la siguiente etapa del capitalismo, tanto por la conquista
del espacio como por el desarrollo de la informática, los medios de comunicación,
el cifrado de mensajes y la biotecnología entre otras, los cuales cambiarían la
forma de experimentar el mundo para muchos de sus habitantes. Pues impulsaron
el desarrollo de la base tecnológica sobre la que se construyó, en palabras de
BORJA (2002: vol. 1) la sociedad informatizada, dónde “…ha cobrado gran
importancia el conocimiento tecnológico como sustancia de valor” (125a).
La Guerra Fría llegó a su fin como resultado de los sucesos de 1989–1991,
la caída del Muro de Berlín y el posterior desmantelamiento de la U.R.S.S.
Sucesos articulados a partir de la llegada de una nueva elite al poder en la Unión
Soviética. Mijaíl Gorbachov (nacido en 1931), quien según menciona BORJA (2002:
vol. 1), dio un vuelco a la organización política de su país con la “Perestroika” y la
“Glásnost” es decir, con el programa de reforma política, apertura económica y
transparencia comunicativa, anunciado en enero de 1987 (p: 710b), llevado hasta
sus últimas consecuencias.
Tenemos pues que, la guerra fría como expresión del confrontamiento
ideológico de las potencias, que resumía los avances de cada bloque, como logros
o éxitos que demostraban la superioridad de cada sistema, configuró para
nosotros dos consecuencias importantes, 1) haber alentado el desarrollo de
27 Cuyos arsenales respectivos comprendían, para finales de la Guerra Fría, armas nucleares de fisión y fusión, de neutrones, químicas y biológicas.
El marco de la Globalización
42
economías mixtas y 2) haber proporcionado las condiciones históricas que
permitieron la integración de la sociedad del conocimiento, al aplicar la inteligencia
del hombre a las tareas de la producción, la administración, e incluso al mismo
conocimiento. Ya que significó finalmente la propia desaparición del bloque
socialista y con ello el rompimiento de los candados que sostenían el mundo
bipolar.
3. Capitalismo neoliberal
Si bien, en un sentido general, podemos decir con SABORIDO (en
ARÓSTEGUI; 2001) que los últimos cinco siglos han sido “…un largo proceso de
formación y expansión de los mercados, de la industrialización, de la urbanización
y de la occidentalización, involucrando naciones, culturas y civilizaciones.” (p: 802)
Debido a ello, nos encontramos que, ésta perspectiva se confirma en los años 90
del siglo XX. Ésta última década se encontró fuertemente condicionada por la
situación econonómico–polítca que dejó la Guerra Fría, y significó el nacimiento de
una nueva época denominada globalización.
Este concepto implica la expansión mundial de un nuevo modelo económico
basado en la internacionalización del capital y una estructura mundial de
mercados. Así pues, el sistema capitalista se ha extendido y adaptado a través de
diferentes formas en gran parte del mundo, y que, como dice SABORIDO
recordando a IANNI (1998), “influye, recubre, recrea o revoluciona todas las otras
formas de organización social del trabajo, producción y vida” (en ARÓSTEGUI;
2001: 802). Y más aún, se están revolucionando todos nuestros modos de vivir.
Este poder político y militar, dirigido por los Estados Unidos, es altamente desigual
en sus consecuencias, ANTHONY GIDDENS (2000) menciona que “no es sólo un
proceso de domino sobre el resto; afecta a Estados Unidos igual que a otros
países” (p: 15–6)
Es importante recordar también, que es durante éste periodo que ante el
desmoronamiento de la U.R.S.S. se difundió, según ALAINE TOURAINE, una
imposición de
… una concepción de la vida social opuesta a la que imperó en el periodo de la posguerra.
Concepción dominada por el derrumbe de las mediaciones sociales y políticas que unían la
El marco de la Globalización
43
economía y la cultura y garantizaban, de conformidad con el modelo clásico, una fuerte
integración de todos los elementos de la vida social (TOURAINE, 2001:35)
significado amplio de la globalización. Allende en palabras de TOURAINE “la
confianza en un liberalismo omnipotente que terminó por morir con la gran crisis
de 1929” (TOURAINE, 2001:37) revive, ya que se exige la liberalización de la
economía que ya a fines del siglo XIX se consideraba salvaje.
Dado a que compartimos la idea de MANUEL CASTELLS (2002: vol. 1) en
cuanto a que
… los servicios públicos y las instituciones gubernamentales de todo el mundo, que
representan entre un tercio y más de la mitad de los puestos de trabajo de cada economía,
están, y seguirán en general estando, fuera de la competencia internacional. No obstante,
los segmentos y empresas dominantes, los núcleos estratégicos de todas las economías,
se encuentran profundamente conectados al mercado mundial y su destino está en función
de sus resultados en él. (p: 123)
Por ello y aunque sea difícil mantener una distancia para con los “radicales” y
“escépticos” de la globalización como lo advierte GIDDENS (2000: 20–2),
compartimos con él la idea de que la globalización es incuestionablemente global
en sus consecuencias28
Con GIDDENS (2001) podemos decir que al hablar de globalización es
necesario hablar de la economía global y de los mercados financieros, pero
también lo es hablar de la revolución de las comunicaciones29, pues se trata de un
fenómeno cuyas raíces se puede rastrear en el mundo en un periodo de treinta y
cinco años que, según él, “incluye las comunicaciones, el mercado, muchos
cambios tecnológicos, cambios en la soberanía, el fin de la Guerra Fría…” (URL
[PDF: 289]), es decir, la globalización tiene causas múltiples. A las cuales
buscamos acercarnos en éste último apartado.
Si reconocemos un señalamiento de los “escépticos” como señala GIDDENS
(2000), el proceso globalizador no se ha construido de la nada, pues como hemos
visto ha tenido antecedentes. Por lo que hemos partido de la reconstrucción
28 Como lo es el caso de las consecuencias del daño ecológico y el cambio climático 29 Si quisiéramos fijar tecnológicamente la nueva era global–la nueva era de interdependencia global–, podríamos considerar fines de 1960, ya que en este año el primer sistema satelital de carácter global fue instalado de manera efectiva, haciendo posible una comunicación instantánea de un lado a otro del mundo. GIDDENS, 2000: (URL [PDF: 288]).
El marco de la Globalización
44
histórica de dicho proceso y que, culmina con la revolución de las comunicaciones
y la potenciación del capital financiero, para crear condiciones de mercado que
forman parte integral de la cotidianeidad en la localidad a estudiar.
a) Revolución de las comunicaciones
Han existido varias revoluciones de la comunicación humana, como aquella
que marcó el fin de la prehistoria, escribiendo la historia. Podemos contar
entonces, a la escritura, la imprenta de tipos móviles, la radio y la televisión, como
momentos diferenciados de este proceso.
La conquista del espacio, alentada en el marco de la Guerra Fría, supuso la
puesta en orbita del primer sistema satelital de carácter global haciendo posible
una comunicación instantánea con el otro lado del mundo. Posibilitando la
diversificación de los medios pasivos –radio y tv– de comunicación y el desarrollo
de los medios interactivos –ordenadores e Internet–. Estos últimos, precisamente
diseñados para compartir información.
Pero vamos por partes, el “sistema” denominado televisión, difundido
después de la Segunda Guerra Mundial, y que reemplazó a la radio como medio
de comunicación central30, se caracterizó como un medio de comunicación de
“masas”. Dónde un mensaje era trasmitido desde unos cuantos puntos
centralizados a grandes audiencias, compuestas por millones de receptores. De
dónde Marshall McLuhan (1911–1980) afirmó en 1962 que “el medio es el
mensaje”, sin embargo, UMBERTO ECO ha hecho patente que el mensaje único es
interpretado en un contexto, y viceversa (Eco, 1996). En palabras de CASTELLS
(2002: vol. 1) la televisión
…es un sistema de retroalimentaciones entre espejos distorsionantes: los medios de
comunicación son la expresión de nuestra cultura y nuestra cultura penetra
primordialmente mediante los materiales proporcionados por los medios de comunicación.
En este sentido fundamental, el sistema de medios de comunicación de masas
corresponde a la mayoría de las sugerencias de los rasgos sugeridos por McLuhan a
comienzos de los años sesenta: se trataba de la Galaxia McLuhan. (p: 369)
30 Aunque Según CASTELLS, la radio “ganó en penetración y flexibilidad, adaptado sus modos y temas al ritmo de la vida diaria de las personas”(2002: I; 362)
El marco de la Globalización
45
A consecuencia de ello, CASTELLS (2002: vol. 1) hace especial énfasis en
que “…la audiencia no es un objeto pasivo sino un sujeto interactivo…” (p: 369),
que interpreta mensajes y que abre la posibilidad de su diferenciación31 y
consecuente transformación de los medios masivos hasta su segmentación.
Dicha segmentación la podemos distinguir durante la década de los 80 en la
diversificación de los canales de televisión y sobretodo de los canales ofrecidos
por la televisión de paga. Lo anterior fomentado, como señala CASTELLS, (2002:
vol. 1) “…en los años noventa por las fibras ópticas y la digitalización, y de la
emisión directa por satélite expandió de forma espectacular el espectro de
transmisión…” (p: 371) lo cual tuvo un efecto colateral, al obligar a las autoridades
estatales a la desregulación de las comunicaciones y en particular la televisión. De
ésta manera se ha llegado a una personalización e individualización de los medios
de comunicación que permite hablar, según CASTELLS (2002: vol. 1) de que “el
mensaje es el medio” (p: 372) es decir, que hay diferentes medios para diferentes
mensajes. Sin embargo, debido a la misma construcción unidireccional de la
televisión, no permite la retroalimentación directa de la audiencia, sino sólo a
través de la forma en que reacciona el mercado.
El desarrollo de los medios interactivos no habría sido posible si no fuera
por la personalización e individualización de la comunicación. Así como tampoco
podría haberse llevado a cabo sin el desarrollo de la tecnología apoyado a su vez
por instituciones estatales y empresas privadas.
Fue desde 1946 cuando bajo el patrocinio del ejército estadounidense, se
construyó, en la Universidad de Pensilvania, el ENIAC (Electronic Numerical
Integrator and Calculador), cuya versión comercial se lanzó en 1951 conocida
como UNIVAC–1, producida por Remington Rand. De igual modo IBM, también
con respaldo militar, entró en operaciones hacia 1953.
31 Es CASTELLS (2002: I) quien a razón de éstas reflexiones, lanza una crítica fundamental a un aspecto principal de la teoría social crítica, de Marcuse a Habermas, según él “es una de las ironías de la historia intelectual que sean precisamente aquellos pensadores que abogan por el cambio social quienes suelan considerar a la gente receptáculos pasivos de manipulación ideológica, descartando de hecho las nociones de movimientos sociales y cambio social, excepto cuando se trata de acontecimientos excepcionales y singulares generados fuera del sistema social.” (p: 367)
El marco de la Globalización
46
La microelectrónica cambió el volumen de las computadoras que podían
llegar a ocupar cuartos del tamaño de un gimnasio, a cajas que cabían
perfectamente sobre cualquier escritorio. Con el advenimiento del
microprocesador; fue en 1976, con tres socios y con un capital de $91 000.00 USD,
que empezó a funcionar Apple Computers, orientada hacia ese mercado de
computadoras de escritorio (desktops), y a quien IBM contestó en 1981 con su
propia versión, llamada “computadora personal” (PC),
Es en este punto crucial del desarrollo histórico de las computadoras de
escritorio, que se dio un fenómeno muy interesante, y de especial interés para
nosotros, pues según CASTELLS (2002: vol. 1) debido a que IBM en la producción
de su PC
…no se basó en tecnología propia, sino en la desarrollada para IBM por otras fuentes, se
volvió vulnerable al clonaje, de inmediato practicado a escala masiva, sobre todo en Asia.
No obstante, aunque este hecho acabó sentenciado su dominio del negocio en
ordenadores personales, también extendió por todo el mundo el uso de clónicos de IBM,
difundiendo un estándar común, pese a la superioridad de las máquinas de Apple. (p: 70)
Tenemos pues, que el dominio de la PC, se debe precisamente a lo que
aquí podríamos entender como producción de emulaciones, pues finalmente la
tecnología fue desarrollada por otros.
Aspectos importantes del desarrollo de las computadoras han sido; por un
lado, la aparición del software amigable, interfaz gráfica basada en el icono a
mediados de los años 80. Y por otro, la capacidad de interconectar estos equipos
de escritorio (clientes) a través de sistemas más potentes y especializadas
(servidores) que a comienzos de la década de los 90 se difundieron.
La primera red llamada ARPANET por la Agencia de Investigación
Avanzada (DARPA) del Departamento de Defensa estadounidense, se basaba
según CASTELLS (2002: vol. 1), al parecer en la estrategia “concebida por Paul
Baran32 (nacido en 1926) en Rand Corporation” (p: 384) que consistía en diseñar
un sistema de comunicaciones invulnerable a un ataque nuclear. ARPANET fue
abierta a los científicos investigadores en 1969 quienes no tardaron en mezclar la
investigación en comunicaciones militares con las charlas personales, lo que
32 No confundir con el economista marxista Paul A. Baran (1910–1964)
El marco de la Globalización
47
orientó a una posterior separación entre ARPANET con propósitos científicos y
MILNET con propósitos militares.
El desarrollo del sistema operativo UNIX y su posterior adaptación al
protocolo TCP/IP hizo posible la comunicación entre computadoras. Así como la
introducción del MODEM (modulate and demodulate), que permitió la expansión
de ARPANET por las líneas telefónicas, a la vez que posibilitó la propia exclusión
de la misma ARPANET. Ya que en 1979, se conectan la Universidad de Duke y la
Universidad de Carolina del Norte, como nodos no incluidos en ARPANET, y se
utilizó ese vínculo, para crear un foro de discusión informática, en el cual se dio a
conocer como un movimiento contracultural inspirado en el desarrollo militar,
donde la interconexión es horizontal. Según CASTELLS (2002: vol. 1) , este avance
técnico/estructural “…puso los medios tecnológicos a disposición de todo aquel
que poseyera los conocimientos técnicos y la herramienta informática, un
ordenador personal, que pronto iniciaría una espectacular progresión hacia su
aumento de potencia y la disminución del precio al mismo tiempo” (p: 386).
Pasando a ser el conocimiento pieza fundamental de esta revolución.
Los grupos de anuncios (Bulletin Board Systems [BBS]), se han
popularizado en todo el mundo, de lo que cuenta CASTELLS (2002: vol. 1) “en
1989, las protestas electrónicas contra los sucesos de Tiannamen en China, vía
las redes informáticas manejadas por los estudiantes chinos del extranjero, fueron
una de las manifestaciones más conocidas del potencial de los nuevos
mecanismos de comunicación” (p: 386)
Con la forma de World Wide Web (WWW), también desarrollado en 1989,
se logró conformar una red flexible de redes, denominada Internet, en donde
técnicamente es posible acceder desde cualquier punto a cualquier otro de la red,
en forma de “páginas de Internet”, compuestas por texto e imagen, y visualizable a
través de un “browser” desarrollado por primera vez en el software “Mosaic”. La
Internet había nacido como una red abierta a cualquiera que pudiese acceder a un
equipo electrónico conectado a algún nodo, sin restricciones de número de
computadoras conectadas y diseñada para compartir información de manera
El marco de la Globalización
48
horizontal, pues de estructura horizontal es la forma en que están enlazados los
nodos entre sí.
Además, los usuarios de Internet, encontraron en el servicio de correo
electrónico (conocido por sus siglas en inglés como e–mail), los cuartos de
charlas, los programas de mensajes instantáneos y la telefonía IP33 (Internet
protocol), una forma de comunicarse y compartir información34 sin importar
distancia o costo, dado que a todos estos servicios se puede tener acceso de
manera gratuita, si se tiene acceso a Internet. Ésta forma de comunicación ha
sustituido rápidamente el uso del servicio postal con el fin de transmitir mensajes,
pues y aunque el servicio postal sigue manejando cartas, sobre todo para la
población mundial que no tiene acceso a estas tecnologías, también se ha
incrementado el uso del servicio postal para la entrega de paquetería, producto del
telemercadeo a través de portales de Internet y números telefónicos clave 800 que
ofrecen sus productos por televisión, así como a transacciones comerciales que se
consuman dada la operación en red global de la banca, y posibles, en los bancos
locales.
Esta es la revolución de la comunicación, que ha cambiado al espectador
de la televisión por la posibilidad técnica de sujetos interactivos. Aunque en cuanto
a los usuarios de este medio, valga y cabe hacer diferenciaciones, entre los
usuarios con conocimientos técnicos y los usuarios expectantes y herederos de la
pasividad receptiva y actividad interpretativa.
Entre los resultantes de esta revolución tecnológica, tenemos el acceso a la
convergencia digital de lo que antes era analógico y por tanto; cualitativamente
distinto para los usuarios que tengan la posibilidad de adquirir una computadora, y
acceder al Internet. Pues en el mismo lenguaje digital se puede producir,
reproducir y transmitir: texto, imagen, voz/sonido y video, de punto a punto, de
punto a multipunto, y convertir lo analógico a lo digital y viceversa, dando paso a lo
conocido como convergencia digital multimedia.
33 Actualmente existen servicios que pueden cobrar alguna tarifa reducida para extender la red de telefonía IP a las redes telefónicas analógicas locales, lo cual reduce considerablemente costos de cuotas por concepto de larga distancia. 34 Entiéndase imágenes, texto, música e incluso video, dependiendo del volumen de capacidad de almacenamiento del correo electrónico o del equipo cliente conectado,
El marco de la Globalización
49
b) Potenciación del mercado financiero
Uno de los rasgos que adquiere el perfil del sistema capitalista neoliberal es
el manejo que se hace del capital acumulado, trasladándolo de acuerdo a
intereses de orden financiero y de manera especulativa. Si bien, la globalización
tiende a ser identificada con la expansión del mercado global, tanto por aquellos
que protestan contra ella como por quienes están a su favor. Y es que, según nos
dice GIDDENS (2001) “una de las razones por la cuales no se puede dudar de la
globalización es porque la historia reciente de los mercados financieros y
monetarios es apabullante” (URL [PDF: 288]). En palabras de BORJA (2002: vol. 1)
se denomina en la actualidad “…capital financiero al que está contenido en los
títulos negociables. Que representan los bienes y activos de una empresa. Por
extensión se llama así también a los grupos financieros que, por la vía de
posesión de esos títulos controlan las empresas” (p: 123a). Aquellos que lo
controlan son libres de moverlos internacionalmente y sin dar cuenta de sus
decisiones más que a sus socios (en propiedad, también favorecidos).
De ésta forma, la posibilidad de comunicar y procesar información sin
frontera alguna, ha cambiado muchas cosas, entre ellas: poder cambiar divisas
alrededor del mundo, así como el de trasladar capitales “en tiempo real”. GIDDENS
(2001) señala que hace un par de décadas sólo unos cuantos cientos de millones
de dólares entraban en los mercados mundiales diariamente, mientras que hacia
el año 2001 eran dos trillones de dólares los que entraban al mercado mundial, lo
que representa, como nos explica él, “…un avance masivo en términos de
velocidad y de intensidad en las transacciones financieras a nivel global, un hecho
sin precedentes en la historia previa del capitalismo.” (URL [PDF: 288])
Lo anterior debido también, en parte, a la convergencia de la desregulación
global de las finanzas y nuevas técnicas de gestión disponibles. Es por esto que
CASTELLS (2002: vol. 1) ha hecho patente que por primera vez en la historia “…ha
surgido un mercado de capital unificado y global, que funciona en tiempo real” (p:
468) y centra la explicación del vasto volumen de los flujos financieros
internacionales en la “velocidad” de las transacciones. En dónde el capitalismo
El marco de la Globalización
50
tanto comprime el tiempo–espacio, como vive de él, a través de la generación de
renta.
CASTELLS (2002: vol. 1) observa “la destrucción en la experiencia colectiva
de las sociedades del modelo de conducta de gratificación diferenciada, a favor de
la ideología común del «dinero fácil», resaltando el paralelo de la apuesta
individual en la vida y en la economía; y el daño fundamental a la percepción
social de la correspondencia entre producción y recompensa, trabajo y significado,
ética y riqueza ”(p: 470) Pues es ante la posibilidad de procesar información a
través de las computadoras que se ha permitido también el incremento del ánimo
de lucro “fácil” dentro del mercado35. Esto se debe a que es la preprogramación en
las computadoras que permite tomar decisiones con base en información obtenida
en tiempo real del presente, de manera casi instantánea y en función de un
comportamiento posible futuro.
Hay que resaltar, como lo hace CASTELLS (2002: vol. 1; 120), que hoy en
día al ser las divisas interdependientes, lo son también las economías de todos los
países, dónde los flujos de capital se han globalizado y se vuelven autónomos
frente a la actuación real de las economías. Así, el Estado ha perdido también, la
capacidad para diseñar políticas económicas o monetarias independientes. Los
dueños de éste capital apátrida eligen en que país desean invertir y es movido a
lugares con mayores posibilidades de ganancia. Incluso tienen la capacidad de
“castigar” a países que no ofrezcan condiciones “atractivas” para la inversión
financiera, ya sea desquiciando su mercado financiero o simplemente
abandonando su territorio, como señala BORJA. (2002: vol. 1; 123b)
Es particularmente importante mencionar, como apunta CASTELLS (2002:
vol. 3; 239) que dentro de éstos capitales, existe gran parte de dinero producto de
actividades criminales, y que en su ir y venir por las economías del mundo llegan a
controlar gobiernos de países pequeños, e incluso llegan a ser factores
macroeconómicos de economías medianas (Colombia, Perú, Bolivia o Nigeria).
Así como también encuentran refugio en economías grandes (México) y las muy
35 Es RIFKIN (1998) quien nos recuerda que “el verdadero dinero en el mercado son los ahorros diferidos de millones de trabajadores a través de sus fondos de pensión. Los trabajadores son los dueños de estas empresas, a través de sus fondos de pensión, que colectivamente valen ocho trillones de dólares” (p: 11) estadounidenses.
El marco de la Globalización
51
grandes (Rusia), y cuyo poder corruptor e intimidatorio se ejerce en las
instituciones gubernamentales, instituciones bancarias, en los medios de
comunicación y en la democracia política. Se erosiona así, la propia legitimidad del
Estado, quien en defensa propia recurre a medidas que limitan cada vez más las
libertades democráticas.
CASTELLS (2002: vol. 3; 202) nos menciona que los beneficios generales de
toda clase de actividades criminales, y si tomamos los datos más conservadores
que aporta, se situaron en 750 000 millones de dólares estadounidense anuales,
de los cuales 500 000 millones eran producidos por el narcotráfico. Aunque él
mismo admite que las cifras no son totalmente confiables, nos enfrenta con la
posibilidad de que sólo el dinero movido por los narcotraficantes puede ser mayor
que el que mueve el comercio global de petróleo. Y como él mismo agrega (p:
212), lo decisivo es que: todo esto no tendría sentido si los beneficios no pudiesen
utilizarse en la economía legal, es aquí donde la globalización de los mercados
financieros y la disponibilidad en “tiempo real” juega su papel. Junto con las
operaciones en efectivo, inversiones en diferentes valores y su uso como garantía
de préstamo hacen que ante la diversidad y rapidez de las transacciones sean
extremadamente difíciles de detectar.
Así pues, CASTELLS (2002: vol. 3; 238) nos menciona tanto el capital
financiero “blanqueado” forma parte de los flujos financieros y de los mercados de
valores “legítimos”, al igual que forma parte de la economía criminal invisible. Cuya
principal característica es su globalidad y que distorsiona las políticas monetarias y
la política económica en general, y que por lo tanto, hacen aún más difícil controlar
las mismas actividades ilegales que el Estado debería ser capaz de regular.
Este ámbito nos deja ver que el desempeño del sistema capitalista ha
desarrollado acciones que rayan en la virtualidad, gracias al adelanto tecnológico,
a través del cual, la realidad se vuelve difusa y con ello la dificultad de diferenciar
un acto legal de uno ilegal.
El marco de la Globalización
52
c) Coordinación de la producción a nivel planetario
Es un hecho que los mercados de bienes y servicios se globalizan cada vez
más, debido en gran parte a los medios de transporte36 y a las nuevas tecnologías
de comunicación. Así, durante los 80, hubo una reestructuración económica que
alentó la reorganización de firmas comerciales en redes empresariales, donde se
incitó la transformación en la gestión de la producción y la distribución, y
concomitantemente, se transformó el proceso mismo de la producción. Es durante
este periodo, que CASTELLS (1998: URL) apunta que las tecnologías que permiten
el procesamiento de información habilitaron a quienes las implementaron en el
proceso productivo, trabajar menos y producir más.
El proceso de producción, organizado a escala mundial, se refiere,
principalmente a que incluye distintas partes producidas en distintas líneas de
producción ubicadas en locaciones diferentes, y ensamblados diferenciadamente
para mercados específicos. CASTELLS (2002: vol. 1) señala que se trata de una
“…nueva forma de producción y comercialización: una producción de elevado
volumen, flexible y personalizada” (p: 123) y que se condensa en lo que denomina
como “empresa red”.
Las redes de producción a nivel planetario son posibles gracias a una
combinación de alianzas estratégicas y los llamados “proyectos de cooperación”
entre grandes empresas, unidades descentralizadas de cada una de ellas y redes
de pequeñas y medianas empresas que conforman las redes empresariales,
según explica CASTELLS (2002: vol. 1), las redes de producción se pueden centrar
“en torno al productor” ó “cadenas de mercancías dirigidas al comprador”. (pág;
123)
Tenemos en ésta forma de producción una trama que se extiende a través
de todo el globo donde su geometría cambia constantemente en su conjunto, lo
que se requiere para que la red trabaje coordinadamente, es una estructura
36 Es el caso de los barcos que impulsados por motor Diesel son rápidos y tienen una gran capacidad de carga, la versatilidad y rapidez incomparable de los vuelos comerciales, las autopistas y en, en el caso europeo, las conexiones ferroviarias internacionales
El marco de la Globalización
53
flexible, y que no sería posible sin las tecnologías de comunicación, a través de las
cuales se regula la producción de los nodos que componen el proceso productivo.
En general, en cada nodo de las redes empresariales, se cuenta con
autonomía operativa que se identifican como departamentos, sucursales o
divisiones nacionales, pero comparte con el resto de los nodos una unidad
jurídica, de capital financiero, en donde la concentración no es, por lo tanto, física,
sino virtual. Dicha dispersión de los nodos empresariales en distintos países hace
que, gran parte, las economías mundiales se encuentren interpenetradas tanto por
estas empresas como por los capitales financieros que invierten en ellas.
Dentro de estas redes empresariales podemos distinguir junto con
CASTELLS (2002: vol. 1) tres tipos: el primer tipo es en donde un gigante
empresarial se ha divido, para especializarse en ciertos productos, o mejor dicho
en ciertas porciones del mercado, y cuyas subdivisiones, a la vez, conforman
oligopolios. El segundo tipo son las que se forman entorno a los “proyectos de
cooperación” y que forman las llamadas redes inestables. El último tipo es el que
tiene por separado puestos de diseño y puntos de venta, y que deja la etapa de
fabricación al trabajo informal, este tipo de red depende de la retroalimentación
directa del mercado para regular la cantidad de producción que exige a dicho tipo
de trabajo. Como señala él mismo sobre del sistema Benetton37.
El mismo modelo organizativo de la “empresa red” es compatible, también,
con la internacionalización de las actividades criminales, pues el mismo crimen
organizado establece alianzas estratégicas de colaboración, mediante acuerdos
de subcontratación y empresas conjuntas, cuya clave es la flexibilidad de
relaciones contingentes que les permite el aprovechamiento de la globalización
económica y de las nuevas tecnologías de comunicación y transporte, como
sostiene CASTELLS (2002: vol. 3; 201–2). Todo ello, en un entorno caótico y que
37CASTELLS (1998) señala: “La clave del sistema de Benetton es que, por un lado, tienen información on–line, directa al centro coordinador de Benetton, respecto al color y, por otro lado, economía informal a tope. La producción real de Benetton se hace en Turquía, en el sur de Italia, generalmente mujeres en su casa y en pequeños talleres, con lo cual pueden responder muy fácilmente porque tienen la oferta de trabajo siempre allí. En cuanto llega una nueva demanda: "¡Cambien el color!". Y cambian el color, con máquinas bastante avanzadas, pero con trabajo informal y descomunal. Por consiguiente, Benetton es una red de puesta de servicio del diseño central, los puntos de venta, la fabricación de economía informal. Eso es una red. (URL)
El marco de la Globalización
54
les es hasta cierto punto hostil y hasta cierto punto servil, dadas las distintas
formas de poder que pueden ejercer.
La configuración de estos cambios, como nuevas posibilidades logradas
gracias a la integración de redes, será el marco de acción organizativa de las
nuevas relaciones expresadas en el sistema capitalista, entre las que se cuentan
las que generan el fenómeno de la piratería.
d) Integración de las mujeres al trabajo remunerado
La participación de la mujer en el ámbito productivo, tradicionalmente se ha
caracterizado por su uso marginal y como factor de depreciación de la fuerza de
trabajo, al igual que la fuerza de trabajo infantil. Pero es desde los años 70, como
nos señala CASTELLS (2002: vol. 2; 182) que ha habido una explosión en la
integración de las mujeres al trabajo remunerado, y que en el conjunto mundial
para 1990 ya sumaban 854 millones de mujeres económicamente activas,
representado el 32.1% de la mano de obra global.
Podemos señalar con este autor, dos causas importantes en la definición de
este fenómeno: la primera como producto de la división por géneros del mercado
laboral, el cual “aprovecha las condiciones específicas de las mujeres para
incrementar la productividad” (CASTELLS, 2002: vol. 2; 182) y la segunda, se
refiere a la globalización de la economía.
En cuanto al papel que ha jugado la globalización, podemos encontrar que
se ha incluido a la mujer desde fines de los años setenta, como por ejemplo: en la
industria electrónica internacionalizada en Asia o las maquiladoras de México, en
ambos casos como mano de obra no cualificada, y muchas veces (de hecho, las
más de las veces) sin derechos laborales. Por otro lado, es sabido que una gran
cantidad de mujeres tienen nichos de trabajo en el sector informal de las ciudades
del tercer mundo, sobre todo en la elaboración de comida y servicios.
Pero, sería un error reducir la incorporación de la mujer al trabajo asalariado
a los puestos que requieren mano de obra no cualificada, pues se debe manifestar
que se le emplea también en todo el espectro laboral que requiere cualificación,
desde el nivel técnico, pasando por el profesional hasta el administrativo y
El marco de la Globalización
55
ejecutivo. Sin embargo, la discriminación existe en general debido a que realizan
trabajos similares a los hombres y “en general mal pagadas en casi todos los
niveles de la estructura ocupacional.” (CASTELLS, 2002: vol. 2; 191)
Dada la posibilidad de la integración de la mitad de la población adulta al
mercado laboral, se pone de manifiesto que; en los últimos treinta y cinco años los
empleos en el mundo han aumentado, pues anteriormente, la estructura social
patriarcal reservaba el trabajo remunerado a la mitad masculina, aunque hay que
subrayar se trata sólo de posibilidades, pues la afirmación de los derechos de las
mujeres tanto nominalmente como de hecho es terriblemente asimétrica alrededor
del mundo.
Se pueden encontrar varias razones que han coadyuvado a una nueva ola
de integración de las mujeres al trabajo remunerado durante los años 90, como ya
se señaló, se mantiene la tendencia a pagar menos38 a las mujeres por un trabajo
similar, esto se debe a que; por un lado, el acceso de la mujer a la educación
técnica, universitaria–profesional, sobre todo durante la segunda mitad del siglo
XX, creó una bolsa de trabajo cualificada aprovechada por el sistema. Por otro
lado, la expansión del sector servicios que subyace a la emergencia de nuevas
tecnologías requiere de la habilidad de la comunicación, adaptación y
reconfiguración de tareas contingentes, pues como dice CASTELLS (2002) “la
nueva economía requiere cada vez más las destrezas que estaban confinadas al
ámbito privado de las relaciones para llevarlas a la primera línea de la gestión y el
procesamiento de la información y la gente” (p: 195) Y es que, como nos señala
precisamente JEREMY RIFKIN (1998), son los trabajos marginalizados y que se
encontraban en el fondo de la sociedad del siglo XX, los realizados principalmente
por mujeres, son las tareas “demasiado complicadas y sofisticadas para la nueva
tecnología del siglo XXI. Porque requieren de que los seres humanos trabajen con
otros seres humanos para crear capital social” (p: 19). Cosa que las nuevas
tecnologías no pueden hacer, y que ha sido una habilidad desarrollada sobre todo
por mujeres, la habilidad de la comunicación. CASTELLS (2002: vol. 2) encuentra,
38 CASTELLS (2002: vol. 2; 195), menciona que en América Latina varía en una amplia escala entre el 44% y el 77% con respecto del salario masculino.
El marco de la Globalización
56
por último, que las mujeres representaron en aquella década, el “grueso del
empleo a tiempo parcial y temporal, y una proporción aún pequeña pero creciente
de trabajo autónomo” (p: 195), pues su disponibilidad para realizar trabajos con
horario flexible las hace ideales para este nuevo tipo de economía global.
Retomamos con GIDDENS (2000) que “es un error pensar que la
globalización sólo concierne a los grandes sistemas, como el orden financiero
mundial. La globalización no tiene que ver sólo con lo que hay «ahí fuera», remoto
y alejado del individuo. Es también un fenómeno de «aquí dentro», que influye en
los aspectos íntimos y personales de nuestras vidas” (p: 25), con la globalización
también a llegado la independencia económica de las mujeres39, alterando un
sistema familiar patriarcal dominante en occidente y con ellos un cambio en la
forma objetiva de la textura de nuestra realidad cotidiana.
Pues, podemos darnos cuenta de que, de acuerdo con GIDDENS (2001)
…en la Unión Europea 25% de las mujeres jóvenes no planea tener hijos, ya que prefiere
realizarse profesionalmente. Los índices de natalidad han bajado dramáticamente en
Europa. El promedio en la Unión Europea es de 1.6. En España e Italia se reportan los
niveles más bajos de natalidad que han existido en la historia humana, 1.2. Las mujeres
han rene–gociado su postura dentro de los esquemas sociales. (URL [PDF: 290])
A lo anterior vale la pena agregar lo que señala ANTONELLA PINELLI (1995), al
afirmar que
…el divorcio, la unión libre y la fertilidad extramarital están más extendidos allí donde las
mujeres disfrutan de independencia económica y están en posición de afrontar la
posibilidad de ser una madre sola sin convertirse, por esta razón, en un sujeto social en
riesgo (p: 88).
La vida sexual en Occidente ha cambiado decisivamente ante la separación
de sexualidad y reproducción al tiempo que la familia ha dejado de ser una entidad
económica con base en un contrato matrimonial, cediendo el matrimonio a la idea
de correspondencia con el amor romántico, en un momento en el que existe una
precarización del salario y, por tanto, una creciente cooperación económica de
ambos integrantes del matrimonio.
39 No se puede subrayar suficientemente que no son todas las mujeres, sin embargo si hay mujeres independientes económicamente hablando y a su situación particular es a la que hacemos referencia.
El marco de la Globalización
57
Por todo lo anterior, en palabras de GIDDENS (2001) “la creciente igualdad
de la mujer es en sí misma una fuerza globalizadora” (URL [PDF: 290]) pues junto
con CASTELLS, considera que existen dos polos para quien vive el mundo
globalizado, por un lado las transformaciones de las grandes instituciones y, por el
otro, a la vez mediadas por las transformaciones a nivel personal de un modo
dialéctico.
La diversificación y potencialización de la fuerza de trabajo, lograda a través
de la plena integración de la mujer en el sistema capitalista, puede significar
también la ampliación del margen del valor de uso de la propia fuerza de trabajo,
con lo cual se puede decir que cualquier actividad expresada en este marco,
productiva o no, cuenta con respaldo para ser promovida.
e) Flexibilización de las condiciones laborales
El término flexibilidad en el contexto de la globalización, acompaña
íntimamente a la capacidad de transmitir, recibir y procesar información a través
de las redes de comunicación, cuya base física son las computadoras. Es esta red
de comunicación que comprime el tiempo y el espacio, la que permite adaptación
y coordinación de la producción a nivel planetario, es decir, flexibilidad productiva
a nivel.
Cuando se habla, en el contexto de la globalización de “flexibilización de las
condiciones laborales” se hace referencia a una serie de transformaciones en las
condiciones objetivas del trabajo, las que han aparecido junto a la globalización,
aunque no son siempre coincidentes. Por ello la reflexión sobre estos hechos ha
llevado a distinguir cuatro formas de flexibilización laboral al interior de la
globalización: a) flexibilización funcional, b) flexibilización numérica, c)
flexibilización por distanciamiento y d) flexibilización financiera, como establece en
GEMA GONZÁLEZ. (sin fecha: URL)
La flexibilización funcional se refiere al modelo japonés implementado por la
empresa automotriz Toyota, y conocido como “toyotismo” y resulta ser la más
compleja, pues según GONZÁLEZ (sin fecha) requiere “…el cambio del diseño
organizativo y la reprofesionalización de los trabajadores, a los que ahora se les
El marco de la Globalización
58
demanda/permite una mayor polivalencia y ampliación de competencias”. (URL
[DOC: 30]) En este modelo los trabajadores operan en lo que se ha definido como
métodos de calidad, círculos de calidad, grupos semiautónomos, cero defectos,
islas de trabajo, todo lo cual lleva a la casi desaparición de los puestos de trabajo
individuales y el reemplazo por grupos de hasta diez trabajadores, quienes
realizan “en su totalidad una parte significativa del producto, si bien, no el producto
en su totalidad; con autonomía para garantizar su trabajo, resolver problemas
puntuales, ocuparse de la adquisición de materias primas cuando lo necesitan,
etc.” (URL [DOC: 28]) Así, el Toyotismo presenta un rompimiento con el fordismo y
el taylorismo en donde ya no se busca la individualización extrema de la
asignación de tareas, sino del fomento de la versatilidad del trabajo y de su
habilidad para resolver eventuales contingencias.
Es a través de esta forma de flexibilización que se busca cumplir con ciertos
objetivos: en primer lugar, disminuir el efecto de la rotación y el abstencionismo
laboral al tiempo que se mejora la utilización de recursos humanos y técnicos. En
segundo lugar, disminuir las consecuencias negativas de la división del trabajo,
pues se introducen una mayor cantidad de tareas a través de las cuales; el
trabajador puede sentir “la satisfacción de visualizar el resultado de su trabajo”
(GONZÁLEZ, sin fecha: URL [DOC: 29]), lo cual podría llevar a un sentimiento de
“maestría en un oficio” así como de “orgullo” por un trabajo bien hecho. En tercer
lugar, se parte de la premisa de que es más probable que surjan ideas
innovadoras de una relación y dinámica de grupo, que individualmente, buscando
así, alentar la capacidad creativa de los trabajadores. En cuarto lugar, se busca
mejorar la calidad del producto final, cuando y debido a que el grupo responde por
la calidad del producto, es un equipo donde se deben lealtad mutua y en donde
negligencias individuales tienen consecuencias colectivas. En quinto lugar, se
busca incrementar la comunicación entre los trabajadores, lo que da lugar a un
organigrama más horizontal, lo que en íntima relación con el cuatro punto,
aumenta el sentimiento de ayuda mutua y solidaridad, como nos menciona
GONZÁLEZ. (sin fecha: URL [DOC: 29–31])
El marco de la Globalización
59
Ésta flexibilización funcional se da sobre todo en donde existe una
corporación horizontal y que forma una red empresarial, y que coordina su
producción en torno a “cadenas de mercancías dirigidas al comprador”, donde a
través de las nuevas tecnológicas computarizadas, y a diferencia del fordismo, se
permite personalizar pequeñas series de la producción en masa, añadiéndoles
pequeñas modificaciones cosméticas, para un mercado que exige variedad de
productos, y que se encuentra bombardeado por publicidad sofisticada de los
medios de comunicación, la cual a su vez, promete prestigio al cliente que
consuma tal o cual producto.
El segundo tipo de flexibilidad, la numérica, según GONZÁLEZ (sin fecha:
URL [DOC: 30]) es el caso de la aplicada paradigmáticamente por Volkswagen, y
donde se enarbola un compromiso y solidaridad de la empresa hacia los
trabajadores y viceversa, donde se alude a un sacrificio compartido de la clase
trabajadora en el contexto de una visión a largo plazo, pues adapta la cantidad de
fuerza de trabajo a las fluctuaciones de la demanda de la producción, es decir,
cuando las ventas en el mercado son malas, reduce la producción y
consecuentemente la fuerza de trabajo, con la promesa, por parte de la empresa,
de que se abrirán nuevas fuentes de trabajo cuando las condiciones del mercado
mejoren.
La flexibilización por distanciamiento supone la utilización por parte de la
empresa de un nuevo tipo de contrato laboral, que se caracteriza por ser a corto
plazo, por tiempo de trabajo y sin garantía de definitividad o estabilidad.
Generalmente la flexibilización por distanciamiento se encuentra
acompañada por la flexibilidad financiera40, que supone un sistema de retribución
diferencial de los empleados, que como señala GONZÁLEZ (sin fecha) “significa
demoler uno de los lemas más esenciales del sindicalismo: a igual trabajo, igual
salario.” (URL [DOC: 32]) Esta diferenciación se puede encontrar si bien, de
manera “racional” según obligaciones, desempeño o cualificación, también se
40 Es pertinente acotar que ninguna forma de flexibilidad es mutuamente excluyente o se presenta en su forma “perfecta” la más de las veces
El marco de la Globalización
60
puede presentar de acuerdo a la discrecionalidad de la dirección, quien puede
determinar las recompensas en torno, por ejemplo, a la “actitud” del empleado.
En general podemos decir que, en el marco de la globalización, han
cambiado las tendencias de las condiciones de empleo, caracterizándose por la
implementación de algún tipo de flexibilización ya sea laboral o productiva. En
cuanto a las tres últimas formas de flexibilización, numérica, por distanciamiento y
financiera podemos distinguir que han llegado hasta al punto, de si bien, no
desorganizar totalmente a la clase obrera, si empantana su posible movilización,
allí donde para CASTELLS (1998):
Esta flexibilidad extrema, que permite la tecnología, impone las condiciones
constantemente cambiantes de unos mercados globalizados por vínculos sucesivos. Por
tanto, lo que sí se está produciendo es el proceso que llamo de individualización de la
relación entre trabajador y empresa y de la individualización del trabajo. (URL).
La flexibilización va a constituir un viraje en la concepción clásica y la
subsiguiente del desarrollo del modo de producción capitalista, de forma tal que
necesariamente tendrá un efecto en las relaciones sociales, lo que nos obliga a
repensar cada una de estas expresiones como un nuevo referente de la propia
realidad, es decir, las mutaciones del modo de producción capitalista, convertido
en sistema capitalista41 llevan consigo la emergencia de nuevos fenómenos.
f) La desinstitucionalización del Estado y el neoliberalismo
Es en la segunda mitad de la década de los años 80, cuando asistimos
según la explicación de la ideología “neoliberal” del “pensamiento único”42, a una
crisis fiscal del Estado de Bienestar, donde ante una mayor precariedad de la
situación laboral del sistema, se hace progresivamente insostenible con los
41 Debemos hacer notar que no se utilizan de manera arbitraria los conceptos de modo de producción capitalista y sistema capitalista, la diferencia es muy amplia, pues si bien la primera categoría hace alusión al cómo se produce y bajo que relaciones se hace, la idea de sistema, refiriendo al original concepto, implica la consideración de todos los procesos que de alguna manera son impactados por las modificaciones, no sólo al interior del proceso productivo, sino en el conjunto de procesos que implica la idea de sistema. 42 El pensamiento único propuesto por Jean–François Kahn e inspirado por Francis Fukuyama parte, según explica BORJA (2002: vol. 2) de “la falsa premisa de que durante la Guerra Fría, sólo había dos sistemas económicos en contienda: el de libre mercado y el centralmente planificado, y de que, el uno zozobró bajo el peso de su incompetencia, quedó el otro como única alternativa sobreviviente”(p: 1071a) cuando al interior de las naciones opuestas al pacto de Varsovia, había una alianza táctica a favor de la democracia política, entre los que figuraban varios defensores e impulsores de economías mixtas.
El marco de la Globalización
61
parámetros de partida43, obligando por un lado; a un adelgazamiento de servicios
públicos y de la cobertura de los servicios sociales, y por otro lado; haciendo
necesario una desregulación de la economía, para disminuir las cargas fiscales,
implicando también, una reducción del Estado de Bienestar.
Las medidas adoptadas por el Estado Benefactor incluyen: el aumento de la
disciplina fiscal, mayor control del gasto en educación y salud, reforma tributaria,
determinación por el mercado de las tasas de interés, establecer tipos de cambio
competitivos en el mercado. Adoptando así, políticas comerciales liberales en dos
ámbitos; en el interno y en el externo. En el primero, se liberan los productos y
servicios de cualquier control sobre sus precios, exponiéndolos a la fluctuación
que dicte la “ley” de la oferta y la demanda. En el externo, favorece el intercambio
comercial internacional y la inversión extranjera.
Éste viraje en la política comercial, se conoce como “liberalización de la
economía”, –concepto introducido en 1949 por la Organización Europea de
Cooperación Económica (OECE)–, la práctica generalizada de éste tipo de
políticas económicas44 a llevado a poder distinguir procesos de integración
económica alrededor del mundo, como lo son la Unión Europea (UE), El
MERCOSUR, El tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el
Foro Económico Asia–Pacífico (APEC), así como la posible creación del Área de
Libre Comercio de las Américas (ALCA), todos ellos con particularidades y grados
de integración económica o incluso política, como es el caso de la UE, como
establece BORJA. (2002: vol. 2; 792–800)
En el contexto de la crisis del Estado de Bienestar encontramos la
precarización del empleo y la consecuente flexibilización de las condiciones
laborales, así como su crisis fiscal y la posterior reducción en servicios sociales, lo
que ha llevado como se señala GONZÁLEZ (sin fecha), a “…una relegitimación del
mercado y una reafirmación de la ideología empresarial” (URL[DOC: 20]), lo cual a
43 Según señala GONZÁLEZ (sin fecha), es en gran parte debido a la inclusión de más de la mitad de la población no activa hasta ese momento histórico. 44 A propósito Touraine (2001: 36) nos recuerda que las nuevas políticas económicas adoptadas por el Estado, han sido apoyadas tanto por los medios económicos dirigentes como por los medios masivos de comunicación más que por una activa participación popular.
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socavado la soberanía de los Estados Nacionales, diluida cada ves más en los
bloques económicos a los que pertenezcan. Donde los grandes ganadores
parecen ser las empresas transnacionales, quienes ganan acceso a las
economías periféricas, que se han caracterizado por contar con mano de obra
barata y poco protegida por sus sindicatos (cuando los hay), una laxa política
medioambiental, regímenes fiscales favorables a la inversión extranjera, y acceso
sin intermediarios a las materias primas requeridas en el proceso de producción.
Todo lo cual, abarata el precio final de los productos.
Ante el retroceso de las intervenciones del Estado, TOURAINE (2001: 35),
nos señala que hay cierto temor ante la descomposición del sistema de garantías,
que se supone el Estado de Derecho vigila. Garantías como lo son la perspectiva
de un desarrollo profesional, la jubilación, lo que refleja una erosión del pacto
social establecido por el Estado Benefactor y que se abre a la contingencia del
mercado, con sus posibilidades, oportunidades y riesgos.
Es aquí donde TOURAINE (2001) distingue una progresiva
“desmodernización” que él define como una “…disociación entre la economía y las
culturas, y por la degradación de una y otras en consecuencia directa.” (p: 44) y
donde se observa una ruptura entre el sistema y el actor.
En esta desmodernización, TOURAINE (2001) acota que existen dos
aspectos principales y complementarios, por un lado la desinstitucionalización y
por otro la desocialización. Por la primera entiende:
…el debilitamiento o la desaparición de las normas codificadas y protegidas por
mecanismos legales, y más simplemente la desaparición de los juicios de normalidad, que
se aplicaban a las conductas regidas por instituciones. Entramos en unas sociedades a las
que algunos se complacen en calificar de tolerantes, palabra agradable de escuchar, pero
cuyas normas se borran, con lo que se favorece la coexistencia de varios tipos de
organización social y conductas culturales en cada ámbito, lo que es a la vez liberador y
angustiante. (pp: 45–6)
Mientras que por la segunda nos dice que:
Llamo desocialización a la desaparición de los roles, normas y valores sociales mediante
los cuales se construía el mundo vivo (…). Es la consecuencia directa de la
desinstucionalización de la economía, la política y la religión. (pp: 47–8)
El marco de la Globalización
63
Vivimos pues, de acuerdo con TOURAINE (2001), en un proceso de
disociación de la norma, lo que era el estado de derecho, y que ahora son
impuestas por un sistema de producción, por el consumo y por un sistema político
dónde incluso se oponen las normas unas a otras. Allende en palabras de él, al
mundializarse la economía “ya no es un sistema social sino un flujo o un conjunto
de flujos que siguen de manera espasmódica direcciones en gran medida
imprevisibles y fuera de control.” (p: 48)
Y es que en el capitalismo neoliberal, fundado sobre los principios
económicos del liberalismo clásico, ante la implosión de las economías
comunistas del Pacto de Varsovia y la crisis del estado benefactor, se pasó del
extremo de la estatificación de los medios de producción a su completa e
indiscriminada privatización, suplantando de ésta manera al Estado por el
mercado. Sin embargo, no espera que la ideología ética de la libertad del individuo
que enarbolaba el liberalismo, resuelva los problemas económicos que plantea la
libertad en el mercado. Como defensores de esta ideología económica de la no
intervención positiva ha sido practicada, según señala CASTELLS (2002: vol. 1) por
los gobiernos de Ronald Reagan (1911–2004) y Margaret Hilda Thatcher (nacida
en 1925) quienes “en medio del tumulto mundial, hundieron la base industrial de
las economías estadounidense y británica en la década de 1980” (p: 133)
El mercado es en último término, como podemos retomar en BORJA (2002:
vol. 2), no más que “…el conjunto de consumidores –con sus apetencias,
ignorancias, temores, egoísmos, vanidades, complejos, flaquezas y esnobismos–,
no tiene la capacidad de asumir un criterio racional y justo sobre la conducción del
Estado ni de la economía.”(p: 991b) Pues no hay que olvidar que la libertad entre
desiguales conduce a la injusticia. Es por ello que él continúa y afirma que:
El neoliberalismo posee una falsa idea de la naturaleza de la sociedad como el marxismo
la tuvo respecto de la naturaleza del ser humano. El uno supone ingenuamente que el libre
despliegue individual conducirá automáticamente al bienestar colectivo y el otro confió
candorosa, y vanamente en que el hombre era capaz de anteponer espontáneamente los
intereses sociales a los suyos personales. (p: 992b)
Allende el capitalismo neoliberal promueve al igual que sus estadios
anteriores, las desigualdades y las diferencias, asumiendo que la pobreza no tiene
El marco de la Globalización
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aparente salida, aunque signifique un drama humano en la periferia de las
economías mundiales y de igual modo afecte a las expectativas mundiales de paz
y seguridad internacionales.
Es, en este marco, donde el empleo que se impulsa desde éstas políticas
económicas, cuando abundante es inestable y precario, y que a la vez, requiere
del desempleo estructural y permanente, a partir del cual se crea un ejército de
desempleados, a través del cual se controla el precio del trabajo a nivel
internacional. Hablamos de una reserva que es “hipotética” pues, aunque existe la
gente dispuesta a ofrecer su fuerza de trabajo en el mercado laboral, hoy en día
se requiere nuevamente mano de obra cualificada, sobre todo para desarrollarse
eficientemente en los círculos de trabajo generados por las últimas innovaciones
en gestiones laborales.
Es así como en el Tercer Mundo donde se han aplicado los principios del
neoliberalismo, se han acentuado las diferencias socioeconómicas, por ejemplo
según BORJA (2002: vol. 2) “esa verdad se ve en las calles en forma de
mendicidad, prostitución, alcoholismo, vagancia y crecimiento de la llamada
«economía informal»” (p: 993a).
g) Marginalidad e Informalidad
Para BORJA (2002: vol. 2), la palabra marginación tiene en las ciencias
sociales, fundamentalmente tres significados, el primero se refiere a la exclusión
de los países del tercer mundo del proceso económico y del progreso de los
estados centrales, el segundo corresponde al atraso de las zonas geográficas
deprimidas dentro de un mismo país con relación a las zonas avanzadas, y por
último a: “la exclusión de grandes masas pobres del proceso de la producción,
consumo, servicios públicos, trabajo, cultura, educación, propiedad, vivienda,
ingreso y participación política.”45 (p: 907b) Para BORJA (2002: vol. 2), la
marginalidad es un fenómeno que se presenta en el seno de “…sociedades
dualistas que se caracterizan por la existencia de un centro económico
desarrollado, compuesto de actividades productivas modernas e
45 Sin cursivas en el original.
El marco de la Globalización
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internacionalizadas, y una amplia periferia rezagada de quehaceres económicos
primitivos y desintegrados del sistema central”. 907b). Aunque como bien señala
él, no hay que olvidar que no únicamente la marginalidad se da por razones
económicas, sino también, las razones de la exclusión pueden obedecer a la
cultura, la religión, la etnia, la lengua y otros factores. Así, también podemos
considerar lo que nos señala la investigadora VANIA SALLES (en GIMTRAP, 1992),
cuando afirma que a pesar de que se pueda hablar de estilos de vida dominantes,
en una misma sociedad pueden existir paralelamente “diversos estilos de vida,
que mientras son producidos por grupos particulares, componen marcos de
aspiración y también diversificadas pautas de identidad. Sin que ello despoje la
importancia –ni el dominio– de los estilos de vida hegemónicos, organizados en
torno a necesidades socialmente evaluadas como relevantes.” (p: 50)
Por otro lado, el término de “economía informal” primeramente usado por
Keith Hart (nacido en 1943) , en 1973 al estudiar el empleo urbano en Ghana, y
poco después, usado por el Programa Regional del Empleo para América Latina y
el Caribe (PREALC) de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) que desplegó
investigaciones sobre el sector informal de la economía en América Latina, se ha
utilizado para denominar, desde el punto de vista del orden jurídico, –nos explica
BORJA (2002: vol. 1)–, a todas las pequeñas actividades económicas que se
desarrollan al margen de la ley. A pesar de que, también añade que hay otras
definiciones que parten desde un punto de vista estructuralista y que la conciben
como “un sistema de autoempleo que surge como estrategia de supervivencia en
las sociedades que tienen excedentes de fuerza laboral.” (p: 484a) Y por último
añade que hay otro conjunto de definiciones que plantean el enfoque cultural, que
ven en la economía informal “una expresión de las tradiciones, valores,
conocimientos comportamientos, habilidades y nivel tecnológico de las sociedades
atrasadas.” (p: 484a) Por lo que termina por concluir que ninguno de los tres
puntos de vista es completo, debido a que en él participan los tres elementos: el
jurídico, el estructural y el cultural.
Para BORJA (2002: vol. 1) el origen de la informalidad económica es de
orden estructural. Pues señala que:
El marco de la Globalización
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La economía urbana de los países pobres no tiene la capacidad para absorber la mano de
obra en explosivo crecimiento. Esto lanza a un altísimo porcentaje de la población
económicamente activa (PEA) a crear, fuera de los esquemas de la economía formal, una
serie de actividades de autoempleo, con bajísima productividad, para poder subsistir. Y,
naturalmente, a ellas se incorporan las personas que, por su falta de preparación, ofrecen
una mano de obra no calificada que es usualmente desechada por el sector moderno de la
economía. Las actividades informales se desenvuelven al margen de la ley, no sólo porque
al estado le resulta imposible controlarlas sino también porque a los actores de ellas les
saldrá muy oneroso cumplir los mandatos legales –registro de su actividad, pago de
impuestos, patentes, regulaciones laborales y seguridad social, etc,– puesto que los costos
de obedecer las leyes consumirían la mayor parte de los beneficios que obtienen de su
trabajo. En tales circunstancias, estos actores económicos prefieren mantenerse fuera de
la ley. (p: 484a–b)
A lo que añade:
El sector informal de la economía es fundamentalmente un fenómeno de los países del
mundo subdesarrollado, cuya estructura económica no logra ocupar a extensos segmentos
de la población en aptitud de trabajar. La fuerza de trabajo expulsada del campo y no
absorbida en las ciudades por el sector moderno de la economía se ve forzada a crear una
multitud de unidades productivas informales y a inventar actividades económicas en el área
de los servicios, de las artesanías, la construcción, el comercio ambulante y otras zonas de
actividad económica. Se apodera de las calles, plazas y rincones de las ciudades. Levanta
kioscos de ventas, instala pequeños talleres en las aceras, desarrolla su comercio
ambulatorio, en suma, impone allí su presencia abigarrada. Los menos pobres establecen
microempresas unipersonales o familiares de subsistencia, que impulsan las más
ingeniosas formas de trabajo, todas ellas de bajísima rentabilidad, reducida capacidad de
ahorro, escasa inversión, tecnologías simples, bajos salarios, inadecuadas condiciones de
trabajo y desprotección en el campo de la seguridad social. (p: 485a)
E incluso poco después señala:
En algunos países de América Latina, más de 50% de la población económicamente activa
se dedica a las tareas económicamente marginales. Ese porcentaje está en constante
crecimiento. Son los sectores que forman los cinturones de miseria y vivienda precaria en
torno a las grandes ciudades… (p: 485a)
Así, en este trabajo tomamos en cuenta sobre todo, a los marginados que
viven en áreas urbanas –centros económicos desarrollados– pero que sin
embargo no los consideramos estrictamente como desintegrados del sistema
central, ya que están y no están integrados. Por ello, es que a pesar de lo que
El marco de la Globalización
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marca SALLES, aquí se considera que los estilos de vida estimados como
dominantes son y se deben a que se encuentran constituidos por condiciones
surgidas de las relaciones presentes de la producción alentadas por la
configuración presente del sistema capitalista y cuya existencia es negada
formalmente en el marco jurídico.
Así, la vida social organizada en torno a necesidades evaluadas como
relevantes, es establecida por una diferenciación hecha por aquellos que se
encuentran dentro de los grupos hegemónicos, es decir, de un grupo con el que
coexisten, y que BORJA (2002: vol. 2) considera como “sectores minoritarios de la
población económicamente aventajados –dotados de gran capacidad endógena
de crecimiento y políticamente dominantes–…”(907b) a quienes los marginados se
encuentran sometidos en dependencia y exclusión formal46 de todo lo antes
mencionado – proceso de producción, consumo, servicios públicos, trabajo,
cultura, educación, propiedad, vivienda, ingreso y participación política–, y es que
siguiendo la tercera definición que nos da BORJA, podemos retomar lo que afirma
SALLES (en GIMTRAP, 1992) cuando menciona que a un nivel personal:
…la situación de nacer y vivir la infancia, y por lo menos parte de la juventud, en hogares
que se organizan en torno a pautas de carencia, ciertamente ejercen gran influencia en la
situación biográfica de la persona, que hereda rasgos (cuando no la totalidad, lo que es
más frecuente) del atributo de ser pobre. Este proceso de transmisión generacional de la
inequidad, originado en los ámbitos familiares, se refuerza en términos sociales, pues los
hijos pobres suelen estar al margen de la educación formal, o tener un acceso restringido a
él, en el contexto de un proceso de modernización en que el saber en general y el saber
vinculado a técnicas y capacitación para el trabajo son extremadamente valorados. (p: 57)
Lo que nos enfrenta con la reproducción estructural de la inequidad y la
conservación de estrategias de supervivencia, es en esta búsqueda de
supervivencia al margen del modo de vida “dominante” donde podemos encontrar
la diferencia entre marginados y no marginados, adempero, estos marginados
componen a la capa de la población definida por los colombianos como
“desechables”, pues son sólo un ejército de reserva hipotético para un sistema
moderno, para el cual no son prácticamente útiles, ya que son capas de la
46 Pues en realidad lo que hacen, es un subconsumo de estos aspectos.
El marco de la Globalización
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población que, según BORJA, por su “bajísima preparación y carencia de destrezas
tienen pocas posibilidades de trabajo y no son tomados en cuenta dentro de la
vida social”.
Sin embargo, esta configuración tiene mucho de virtualidad, ya que el
propio sistema reposiciona esta reserva en un ámbito ad hoc que desde la
marginalidad cumple funciones en los entretelones del nuevo escenario del
capitalismo neoliberal.
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