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1
BOLETÍN 149
Noviembre 2.014
.-
AAAYYYDDDOOO AAssoocciiaacciióónn ppaarraa eell ffoommeennttoo
ddeell eessppíírriittuu yy llaa eesseenncciiaa
ddee llaass AArrtteess MMaarrcciiaalleess
yy eell YYooggaa..
2
No me da vergüenza hablar de Dios, ni usar ese concepto por más que no sea seguidor de ninguna religión
organizada e institucionalizada.
Para mí, Dios es sinónimo de Fuente, de Ser Supremo, de Esencia de todas las esencias y, en definitiva, de
MMIISSTTEERRIIOO.
Pero no del misterio común, sino de aquello a lo que solo podemos aproximarnos con un corazón
silencioso y abierto.
Sé que todas las tradiciones de la humanidad han usado distintas palabras, incluso distintas concepciones,
pero de algún modo toda persona cuando se va haciendo consciente empieza a cuestionar todo, hasta que
cuestiona la vida y se cuestiona a sí mismo…
-¿Qué es esta realidad?
Esta pregunta se la hace Shakti -una Diosa- a Shiva -Dios mismo, y de ahí nace la tradición Tántrica del
Yoga Clásico.
-¿Cuántos dioses hay?
Miles de misterios en el GGRRAANN YY ÚÚNNIICCOO MMIISSTTEERRIIOO OORRIIGGIINNAALL.
Un MMIISSTTEERRIIOO OORRIIGGIINNAALL,, SSIINN OORRIIGGEENN.
Mientras practico mi Shadana diaria (Shadana es un conjunto de ejercicios y prácticas para facilitar el
despertar a la CCOONNCCIIEENNCCIIAA UUNNIITTAARRIIAA, que tradicionalmente un Maestro propone a su Discípulo), en este
caso, correr:
Observo el cuerpo, sus resistencias, dolores, limitaciones, tensiones y cambios.
Observo la mente, sus ideas, interpretaciones, observaciones y discursos. Me doy cuenta de lo que enfoca
la mente y lo que deja de lado.
Observo paisaje, clima, suelo, luz y objetos.
Observo desde dónde nace la “observación misma”, intención, deseo y necesidad.
Observo lo producido y lo espontáneo.
Una hora y diez kilómetros dan para mucho, paso a paso, esfuerzo a esfuerzo, relajación, soltarse, no
poder soltarse, seguir y seguir.
¿Por qué hago lo que hago? “Uno, dos, tres, cuatro…”, la mente cuenta para evitar aburrirse, para
hipnotizarse, porque hay que seguir, aunque nadie te obligue, aunque no haya respuestas ni
motivaciones, seguir y seguir.
Momentos de solo correr.
Estoy corriendo sobre Dios.
Todo lo que está pasando: el sudor, el corazón, la
tensión en la rodilla, un pájaro piando, el sonido
rítmico del mar, un corredor en sentido contrario…
Recordarme de algo que no se me puede olvidar
hoy… Imágenes de un recuerdo agradable,
11.. EEDDIITTOORRIIAALL:: CCOORRRROO SSOOBBRREE DDIIOOSS
3
cuestionarme, correr y correr… aquí, ahora, sobre Dios.
Todo lo que percibo, el yo que lo percibe, lo que la persona se da cuenta, ocurre sobre el Misterio
Supremo.
La persona se da cuenta de que hay mucho, infinito, que no percibe, que no capta, pero se abre a ello…
Todo el esfuerzo, el sudor, el empeño, ocurre en la superficie…
Algo… solo es amor, silencio, libertad.
El ego se pregunta… la vida a cada instante EESS LLAA RREESSPPUUEESSTTAA.
Me detengo… los diez kilómetros, no más, no menos. El cuerpo empapado, la mente vacía, la respiración
agitada, el corazón bombeando, una ola de calor y energía se expande. Me tiro al agua, al mar salado de la
quietud; no hago nada, solo floto.
Lo que no nació, lo que no morirá, lo que no tiene forma abre los poros, dilata, atronador silencio, roto por
un piar oportuno de gaviota rasante…
No hacer nada, hacerlo todo, hacer y no hacer, dentro del SSIILLEENNCCIIOO y su explosión de sabores.
Tomo el bambú, no hago nada, lo hago todo…
No hay nadie que haga.
“¡Buenos días!”, exclama un corredor al pasar, “¡buenos días!”, se contesta a sí mismo.
TTAAII
CCiinnttaa BBllaannccaa AANNTTOONNIIOO IIBBOORRRRAA
4
Lo que es bueno para el ego es algo relativo.
El concepto de confianza suena bien para el ego, pero lo que entiende el ego por confianza no es más que
un concepto.
La identificación constante con una persona ofrece un punto de vista individual, particular y desde una
parte, por eso es ineludiblemente parcial.
Lo que es bueno para una parte, puede ser malo para otro, lo que me conviene a mí, no tiene porque
convenirte a ti, lo que me gusta a mí, puede disgustarle a otro.
De este modo, la vida sucede instante a instante, en todo su misterio infinito y el ego reacciona. “Esto es
bueno, esto es malo”, “esto me conviene, esto no”, “esto me hace bien, esto me hace mal”, “amo esto, odio
lo otro”, “prefiero”, “estoy de acuerdo”, “me parece bien” y “elijo”, son todas apreciaciones parciales,
particulares y desvinculadas del todo.
“Naturales” podríamos decir si lo “natural” fuera el condicionamiento y el hábito de funcionar siempre del
mismo modo, como una persona.
El ego no puede confiar porque la parte no es el todo. De este modo, para el ego, la confianza, puede ser
un deseo, un temor, un intento, una propuesta, un anhelo, pero no una verdad.
La vida arrasa, explota tranquilamente, sucede, como un volcán, como el rocío de la mañana, como un
torrente furioso, o como un lago sin olas…
El suceso de la vida y el continuo acontecer son incomprensibles para una partícula, para una percepción
limitada y cerrada.
Sin embargo, cuando esta partícula llamada “yo” es percibida como una mota de polvo en el paisaje global
del momento, esa “entidad” deja de ser un obstáculo y se vuelve una flor de cerezo perfecta, la cual está
entre millones de flores perfectas.
Confianza es ver a un pequeño ego, tenso, asustado y desconcertado, como una brizna de hierba sacudida
por la brisa de la tarde, y observar su belleza, su temblor y su danza en sintonía con el sol de poniente.
No se trata de que confíes o de que intentes confiar o de que trates desesperadamente de hacerlo…Ese
que lo busca NNOO EERREESS TTÚÚ, pero ese “no tú” es digno de ser amado, como todos los trazos de la misma
acuarela, como todas las notas de la misma canción.
Confianza es la vida mirándose al espejo y sonriendo por estar despeinada.
TTAAII
22.. CCOONNFFIIAANNZZAA
5
Cuando ves el movimiento armónico, sutil, relajado y fluido de un maestro de Tai-Chi, hay que
preguntarse, ¿cuántas horas de esfuerzo y entrenamiento hay detrás?
Al contemplar la plasticidad de unos bailarines de ballet o de patinaje artístico, su deslizarse, sus
piruetas y su elasticidad, todo parece tan fácil y relajado, pero ¿cuántas horas de entrenamiento
duro y extenuante habrá detrás?, ¿serán solo horas, o quizá semanas, meses, años o toda una
vida?
Por eso cabe la cuestión, en el desarrollo de la conciencia, ¿sucede lo mismo? Sin duda. Pero hay
que comprender esto desde una perspectiva global.
Cuando alguien desea aprender algo, como dominar un arte o hasta manejar un vehículo,
escuchará de su instructor decir cosas como: “Hay que entrenar”, “necesitas practicar”, y al
mismo tiempo, “trabaja más relajado”, “no te pongas nervioso”, “esfuérzate, pero con más
suavidad”.
Parecen mensajes contradictorios pero no lo son porque, en cierto modo, son complementarios.
Diferentes habilidades motrices y psicológicas: “esfuérzate”, y “relájate”, es decir, “no te
esfuerces” pero sigue trabajando. Busca un ritmo, un término medio.
Hay una etapa ineludible para los principiantes que puede durar años y años, que es la fase
yóguica del esfuerzo, de la superación de los falsos límites, de salir de la zona de confort, de
abandonar los “no se puede”, de explorar, de arriesgarse y de alcanzar. En esta etapa, el ego se
pule, se fortalece, se estructura mejor y se convierte en un mejor vehículo para el SSEERR.
Miles y miles de años de exploración yóguica y de exploración en la conciencia dieron como
resultado el Tantra, un florecimiento. La esencia del Tantra es la entrega, el abandono del
esfuerzo y la profunda aceptación de la vida.
Por eso, cuando interrogas a un Maestro realizado, quizás te diga: “Oh, todo es muy fácil, no se
requiere de ningún esfuerzo, al contrario, el esfuerzo es el problema, debes dejarte ir, soltarte,
solo observar y relajarte”. Y esto es a la vez muy atractivo y desconcertante para el alumno
principiante. En realidad,
sería igual que preguntarle a
un bailarín profesional, sobre
una coreografía simple: te
dirá que es muy fácil, pero
naturalmente es muy fácil
para él.
El Maestro no miente cuando
te dice que no hay que
esforzarse, que solo debes
entregarte, soltarte y abrirte
a la aceptación total de la
vida. No miente porque es el
aroma de lo que vive, el
33.. EELL VVAALLOORR DDEELL EESSFFUUEERRZZOO JJUUSSTTOO
6
aroma de su realización.
Deberías poder ver el cuadro completo. Ese Maestro fue un día alguien inquieto, ansioso y
desesperado a veces. Probó de todo, se esforzó al máximo, luchó y luchó consigo mismo, trabajó
duramente y pasó pruebas intensas, ya que sin conocer el sufrimiento, ¿cómo podemos
trascenderlo?
Si lees sobre la vida de Buda, de Jesús, y de tantos otros, en biografías ficticias o no, verás que no
empezaron por la aceptación, por la entrega o por el dejar hacer. Comprende el cuadro
completo.
Mi Maestro era un Ser realizado. Podía escucharle decir sobre la aceptación, el simple estado de
SSEERR, el no luchar, el entregarse, el abandono consciente. Pero puede estar lo suficientemente
cerca de él suficientes años para observar cómo vivía, lo que se esforzaba, su férrea voluntad, su
indiscutible disciplina, su puntualidad, su higiene y su palabra. Lo vi enfermo y levantándose a
las cuatro de la mañana para compartir la disciplina, lo vi agotado y cabalgando con nosotros,
dándose en todo lo que hacía, aunque sin duda el cuerpo le debía pedir y suplicar la cama.
Por eso es muy necesario, hoy en día en que estamos rodeados por mediocres investidos de
“maestros”, distinguir el grano de la paja. En esta época cualquiera es “maestro” en Facebook, da
grandes consejos o escribe libros.
Picasso o Dalí y tantos otros artistas increíbles, podían hacer una obra abstracta que hasta un
niño podría imitar. De hecho, se han subastado cuadros a precios de escándalo, que en realidad
habían sido hechos por un chimpancé. Pero Picasso o Dalí eran capaces de realizar una
reproducción perfecta, de pintar un cuadro realista de una forma impecable: antes de adentrarse
en el surrealismo, y eso no lo puede hacer
un mono.
De igual modo, muchos “maestritos”
pueden repetir como loros las lecciones de
otro, pero un vistazo a sus vidas reales te
ubicará de golpe. Hay que distinguir.
Somos Seres humanos, o el SSEERR, en versión
humana. El esfuerzo justo pertenece a lo
humano, es natural y necesario. Desde la
perspectiva del SSEERR, el humano puede
expresar un aroma de paz, entrega, amor y
libertad, y puede percibirse de un modo
genuino, no impostado, no imitado, el fruto
de una gran batalla y el resumen de una
gran rendición…
Todo en su sitio.
TTAAII
7
Las diferentes técnicas o prácticas requieren de un horario, de un empezar y un terminar; eso no
es malo, pero es necesario pasar a otro nivel. La cuestión es que dejes de practicar una cosa para
conseguir o alcanzar otra, lo que refuerza el nivel de percepción sujeto-objeto, es decir la
dualidad.
Es importante empezar a saltar a la percepción unitaria en cualquier lugar y en cualquier
momento. Por eso empieza a cuestionarte en cualquier momento y lugar, “¿qué está pasando por
dentro?”. Date cuenta de los pensamientos, emociones y actitudes. Solo presenciar sin emitir
juicios ni sacar conclusiones. El hábito de distanciarse de los mecanismos cotidianos harán que
te empieces a descubrir en tu esencia.
Normalmente hay tres métodos que los grandes Maestros han utilizado a través de los siglos y
milenios. El primero es el intensivo: es decir, una vivencia fuerte e impactante como puede ser
unos días de prácticas intensas junto a un Maestro. En estas ocasiones especiales se pueden
mover muchas cosas y a veces uno puede replantearse su curso vital. El segundo método
consiste en las prácticas regulares y rítmicas, por decirlo de algún modo. Puede ser una hora al
día o algunos días concretos en semana. Es como una estructura que nos va dando un centro
gradual en medio de la actividad cotidiana. El tercer método son las micro-prácticas, es decir,
ejercicios para tomar conciencia en cualquier momento y en cualquier lugar.
De hecho las tres posibilidades son útiles y hasta necesarias, pero esta tercera posibilidad se va
haciendo más importante y necesaria a medida que vamos profundizando en nuestro camino.
Al final, toda nuestra vida debe ser un ejercicio consciente para despertar a nuestro Ser.
44.. CCUUAALLQQUUIIEERR MMOOMMEENNTTOO
8
Responsabilidad es la “tarea” de El Emperador del Tarot, y es conocida en Qabalah como “Inteligencia
Constituyente”, es decir, es lo que crea una estructura como el mismo número cuatro, una base para
poder utilizar a nuestro ego como un medio para que el SSEERR se haga consciente de sí mismo a través de la
forma humana.
El ego, en cuanto a la identificación con una entidad personal que se vive a sí misma como diferente y
separada del resto, siempre está sometida al sentimiento carencial: le falta algo y se mueve por el deseo
de completarse, de alcanzar la plenitud del SSEERR. Siempre está temeroso ante la extinción, ante la
posibilidad de desparecer.
Cuando el SSEERR empieza a despertar en la forma humana, es cuando uno se da cuenta que el cuerpo, la
mente y el personaje es solo un medio, un vehículo, y que esta dimensión cambiante y temporal está
reaccionando constantemente a diversos programas, como el instinto de supervivencia, el psicológico
tratando de perpetuar al personaje y sus hábitos y costumbres, etc. Nuestra humanidad reacciona porque
se mueve por automatismos, por grabaciones…
Pero al hacernos conscientes lo podemos DDEETTEECCTTAARR: es posible darse cuenta y entonces alejarse de esa
reacción, no implicarse en ella, verla con perspectiva, sin reprimirla, ni alentarla, solo contemplarla.
En la actitud o frecuencia meditativa, experimentamos el silencio vibrante y vivo del presente: desde ahí
pueden emerger infinitas posibilidades nuevas, espontáneas y no habituales. Así, sin razonamiento
previo, sin elección, damos espacio a respuestas no condicionadas…
Aparece una intuición, una visión que no viene de la memoria, solo un aroma de libertad ante el soltar de
las cadenas del mecanismo inconsciente. Cuando la respuesta proviene del silencio, de una espaciosidad
sin un yo protagonista, podemos hablar de responsabilidad. Cuando la respuesta proviene de un “mí”, del
“yo mismo”, del ego como personaje solo podemos contemplar reacciones; el mecanismo de siempre y las
mismas cadenas: me apetece, no me apetece…
De este modo, el ego no es El Emperador, y todo razonamiento del personaje es solo el procesamiento de
la información del mental.
El Emperador, es el Self, el Sí, el SSEERR,, sin atributos, sin condiciones, sin adjetivos ni descripciones. La
sensación profunda de SSEERR.
Desde ahí podemos ver la danza de los personajes amigos y enemigos, los buenos y malos, los deseos,
aversiones, temores y afectos.
El Emperador del mundo está en su trono de realidad, sin tomar partido. Sus decretos abren una
posibilidad, un mundo en el mundo.
Eres el artífice de tu vida, la vida, tal como la ves y la percibes, la piensas y la sientes, es el resultado del
procesador de información de una mente condicionada.
La contemplación de la mente desde el SSIILLEENNCCIIOO, sin juicios ni reacciones
libera de los yugos de las creencias y te abre al misterio mismo, a tu auténtica
naturaleza.
Cuando eres un personaje al cumplir con su papel -como padre, hijo o lo que
sea- comprende que tus respuestas pueden cambiar tu mundo.
Cuando te sientas enfadado, obsérvalo como un científico mira una bacteria, no
te dejes arrastrar ni lo niegues, la bacteria no es el científico, ni tú eres nada
que pueda ser observado, incluido esa forma que reclamas como propia.
Eres El Emperador del mundo.
55.. RREESSPPOONNSSAABBIILLIIDDAADD PPEERRSSOONNAALL
TTAAII.
9
La persona humana vive siempre desde la sensación de que falta algo; hay un motor de miedo y deseo que
lo impulsa desde su inconsciente a buscar, a lograr, a perdurar y a ser recordado.
Esta es la naturaleza de lo humano.
Todos buscamos un “paraíso perdido”, una felicidad total y, sobre todo, permanente. Porque sabemos por
experiencia que todo pasa y los estados no son duraderos. Hasta los momentos de “felicidad humana” son
un poco infelices porque sabemos que no pueden durar…
De ahí nace la búsqueda espiritual que en su esencia es la búsqueda de uno mismo.
Los caminos espirituales apuntan a ese estado de felicidad permanente bajo diferentes nombres, y
muchas de estas propuestas se lo plantean para otra vida “solo si te portas bien”.
El mensaje de los Sabios, de los Grandes Maestros, de los Iniciados en el SSEERR, es claro y simple: “Todo está
en ti”.
Lo que estás buscando es tu naturaleza esencial, el SSEERR que eres. La dificultad es que estás identificado
con la persona humana que crees ser…
La persona humana y su estado carencial básico solo conoce el esfuerzo, la voluntad, el intento y el tratar
de…
El SSEERR se revela a sí mismo en la forma humana cuando te das cuenta de tanto esfuerzo inútil, cuando
“cazas” a tu mecanismo condicionado, de lograr, de alcanzar… Y en este darte cuenta aparece una gran
detención.
La comprensión mental de esto no sirve para nada o, al menos, no sirve para mucho, porque el
mecanismo te arrastra a volver a la dinámica del ego, centrado en sí mismo, “yo y mis circunstancias” y
vuelvo a la lucha, al intento, a la búsqueda de satisfacciones, reconocimientos, logros de cualquier tipo.
Solo al trabajar con un Maestro de carne y hueso puedes aprender a usar correctamente los medios
hábiles y las técnicas de forma correcta para “saltar” del modo de funcionamiento automático y habitual
en ti, a descubrir e instalarte en la perspectiva del SSEERR.
Repito, no se trata de una filosofía ni de un truco psicológico, ni de una forma de alteración de la
conciencia, sino de un DDEESSPPEERRTTAARR que se propicia en compañía de alguien más despierto que tú.
Sin la presencia y contacto con alguien instalado en el SSEERR, las técnicas pueden tener un efecto contario, y
al reforzar más tu estado de “dormido” o condicionado por la dualidad.
Hoy hay mucho yoga “para dormir” enseñado por gente dormida a gente dormida. Pero el YYOOGGAA es un
despertador, un mecanismo para abrir los ojos, y a veces despertar puede ser incómodo.
Lo mismo con los demás métodos: Tai-chi, Chi-Kung, Arte Marcial y Meditación, sin un Guía son solo
alivios temporales, estados inpermanentes que pueden producir un efecto contrario.
Los sabios también pueden vivir desgracias, todas las personas tienen que enfrentar las vicisitudes de la
vida; la diferencia es que cuando la persona es “vista” desde el SSEERR, deja de ser el centro de la experiencia
vital. Y desde ahí el comportamiento visible del sabio, su RREESSPPUUEESSTTAA es distinta al común de la gente
condicionada.
¿Cuánto tiempo dedicas cada día a indagar sobre lo que te mueve, sobre lo que eres?
En esencia, esta es la entrada al Sendero.
66.. TTOODDOO PPOORR HHAACCEERR
10
“Buscar el rastro de nuestro destino” son palabras emitidas por el Maestro que me han calado
hondo.
Cuando las fuerzas instintivas se apoderan del presente nos sumergen en el pavor y el miedo.
Pero siempre nos acompaña el perrito.
Me levanto esta mañana y siento el cuerpo encogido; el invierno reclama su parte de atención y
las ganas de interiorizarse para que pasemos esta etapa es el rastro que deja el frío.
Hay que seguir en la búsqueda del rastro de nuestro destino, pero con nuevas herramientas:
perdernos y sentirnos aportados del camino es caer de nuevo en la incertidumbre del “qué
pasará”, y ahí solo hay miedo y rige la ley del más fuerte.
Ya conocemos sus garras, por eso prefiero hacer lo que tengo que hacer para hacerme
merecedora de estar cerca del Maestro. En su compañía, las tinieblas no se apoderan de mis
pensamientos.
Siempre luce el sol. El nuevo día te invita a que constates tu compromiso y que pongas a punto
tus sentidos, no para defenderte de lo que no te gusta, sino para “buscar el rastro de nuestro
destino¨.
77.. BBUUSSCCAARR EELL RRAASSTTRROO DDEE NNUUEESSTTRROO DDEESSTTIINNOO
CCiinnttaa BBllaannccaa MMAARRÍÍAA AARRRRAABBAALL
11
CCLLAAVVEE DDEELL MMEESS:: IINNDDAAGGAA
FFRRAASSEE DDEELL MMEESS:: ““SSéé ccoonnsscciieennttee ddee lloo qquuee ttee mmoottiivvaa aa aaccttuuaarr.. ¿¿PPoorr qquuéé
hhaacceess lloo qquuee hhaacceess??””
PPAARRAA LLEEEERR:: OOsshhoo
IINNTTUUIICCIIÓÓNN:: EELL CCOONNOOCCIIMMIIEENNTTOO QQUUEE TTRRAASSCCIIEENNDDEE LLAA
LLÓÓGGIICCAA ((22..000055))
EEddiittaa GGRRIIJJAALLBBOO
PPAARRAA VVEERR:: LLAA BBUUEENNAA MMEENNTTIIRRAA.. ((TThhee GGoooodd LLiiee,, 22..001144))
DDiirriiggiiddaa ppoorr PPhhiilliippppee FFaallaarrddeeaauu
ccoonn gguuiióónn ddee MMaarrggaarreett NNaaggllee..
88.. ……DDEELL MMEESS……
12
Cuando se abren las compuertas de
un dique, las aguas se precipitan con
inmensa fuerza y potencia,
arrastrando todo lo que encuentra a
su paso. Así también con tu poder
espiritual interno, una vez
reconocido y liberado, nada puede
impedir que fluya.
EILEEN CADDY
No pases el tiempo con
alguien que no este
dispuesto a pasarlo
contigo.
GABRIEL G. MÁRQUEZ
El enfado es un mecanismo de
defensa. Si estás a la defensiva es
porque tienes miedo.
LOUISE HAY
La mayoría de las personas gastan
más tiempo y energía en hablar de
sus problemas que en afrontarlos.
HENRY FORD A veces la vida nos detiene
los pies.... Sólo para que
descubramos y usemos
nuestras alas.
ANÓNIMO
Pocos ven lo que somos, pero todos
ven lo que aparentamos.
NICOLÁS MAQUIAVELO
Una amistad no crece por la
presencia de las personas, sino por
la magia de saber que aunque no
las ves las llevas en el corazón.
ANA LORENA
Nadie puede ver el cielo sin elevar la mirada.
Los valientes también temen pero siguen avanzando.
Dar con los ojos cerraros. Recibir con los ojos abiertos.
JOSÉ NAROSKY
99.. FFRRAASSEESS PPAARRAA NNUUTTRRIIRR EELL AALLMMAA
CCiinnttaa BBllaannccaa MMAARRÍÍAA AARRRRAABBAALL
13
El otoño es equilibrio por ser momento de la estación equinoccial; pero este equilibrio tiene la
característica del aire: el aire de la vida en la naturaleza y el aire de la mente en el ser humano.
Por eso, los vientos del otoño son emocionantes.
Además, el otoño lo relaciono con la cosecha que he sembrado, con mis experiencias en positivo
y en negativo.
El Yug Do en México tiene una nueva etapa de desarrollo y, como tal, el nuevo espacio de nuestro
DDOOJJOO está por concretarse: es un lugar amplio con grandes ventanales y ventilado, un apartado
para la escuela de cintos y el colegio de plateadas, además tiene una pequeña biblioteca y
vestidores. Todo ello ha sido logrado por el trabajo de equipo de nuestra coordinadora y la
directora del DDOOJJOO, Perla Palma e Ilihutsy Monroy, respectivamente. Actualmente nos estamos
organizando hacia el correcto establecimiento de las bases de nuestro DDOOJJOO.
Un nuevo proyecto de difusión está ya en puerta; este nuevo comienzo está muy bien planeado
desde lo profesional, donde el cinto negro Charles Venturini es el encargado de la preparación.
Estoy feliz pues me doy cuenta de que mi Maestro es como un río que fluye sin cesar, cuyas aguas
cristalinas y vivas me guían en el sendero del justo medio, en el presente con originalidad. Él
escucha en el SSIILLEENNCCIIOO sin juzgar y constantemente experimenta lo permanente.
Mi Maestro siempre, de manera adecuada, me muestra que la vida es el camino del desapego con
alegría y que uno a uno de mis seres queridos, mis deseos y pretensiones los tengo que ir
soltando hasta que pueda vivir en paz con lo que soy. Con la guía de mi Maestro me comienza “a
caer el veinte” de que la vida con disciplina y disponibilidad, me lleva al despertar, lo que
Bodhidharma menciona como la no mente, o dicho con otras palabras de parte de mi Sensei de
Yug Do, “solamente estás despierto si estás consciente sin que intervenga la mente”.
Realizar esto es un poco complicado para mí pues vivo continuamente en la mente ordinaria,
pero ya empiezo a darme cuenta.
Por eso: Si quieres empezar a descomplicarte, haz Yug Do. Si anhelas conocerte a ti mismo, haz
Yug Do. Si buscas transformarte, haz Yug Do. Yug Do es abundancia, transparencia, luz, valor,
fortaleza y mucho más.
Les envío un fuerte abrazo desde el Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional
Autónoma de México.
1100.. EELL OOTTOOÑÑOO EESS UUNNAA EEXXCCEELLEENNTTEE EESSTTAACCIIÓÓNN
CCiinnttaa RRoojjaa SSEERRAAFFÍÍNN MMEENNDDOOZZAA
14
Como parte del festejo y un presente de cumpleaños, Paola nos invitó a Charles y a mí a subir el famoso
Pico del Águila, el gran observador del valle de la ciudad de México.
Esa mañana mi garganta se encontraba irritada y ligeramente constipada; sabía que podía ascender pero
con un poco más de esfuerzo. Charles sugirió cancelar la actividad, y mencionó la frase: “el Pico ha estado
esperándonos por millones de años”. No quería dejar pasar un día más, y con la intuición de que la
montaña me sanaría, me dispuse.
Las condiciones climatológicas a simple vista eran favorables, así que los tres íbamos a un buen paso
aunque para ir ascendiendo se requería de agilidad y concentración. Contemplaba el paisaje, los colores,
la fauna, la flora, y después regresaba a vigilar mis pasos que se encontraban con rocas grandes y
pequeñas. Todo hacía que cada gota de sudor se esfumara con el regocijo del corazón.
Hicimos una pausa para tomar té caliente, un poco de chocolate y semillas. Cuando el clima comenzó a
cambiar, seguimos caminando a tan solo unos 100 metros de la cima y a millones de años de espera. Fue
ahí que una serpiente salió frente a Charles, lo cual nos indicó que venía el agua y era mejor bajar. A los
diez metros de descenso, los truenos de dragón, la lluvia más granizo, se hicieron presentes. El gran Tláloc
se anunció. La serpiente y el dragón ya se habían manifestado y di gracias de que ni tigres ni osos se
encontraran cerca, ¡ya teníamos con este par!
Calculamos horas de descenso porque el camino comenzó a tornarse un poco hostil: piedras resbalosas,
lodo y neblina. Nada era como lo había imaginado, por lo que pude sentir la tensión en mi cuerpo y, hasta
cierto punto, no quise seguir. Iba atrás de mis compañeros con un paso inseguro; con unos segundos de
relajación me di cuenta de mi actitud ante los hechos, así que comencé a entrar en una especie de
meditación y agradecimiento.
Disfruté del granizo que hizo sobre mi acupuntura; en mis manos, el frío tonificó mi cuerpo; las piedras
del camino hicieron reflexología podal; el aroma a tierra mojada, fue una sesión de aromaterapia.
Más de una hora de lluvia con granizo resultaron en una cascada en el barranco, por el cual decidimos
bajar: nos desviamos del camino original. De esto no me di cuenta hasta ver la cara de preocupación de
Paola, quien iba al frente. Al final, como el agua en la montaña vuelve a su cauce, el cielo se despejó y el sol
se hizo presente.
Nuestra facha era tan graciosa como la de unos sobrevivientes de reality show, las cámaras habrían
captado todo, las varias caídas y resbalones, las risas nerviosas o espontaneas, nuestra ropa llevaba litros
de agua encima (en mi caso, agua y lodo). Me sentía en un absurdo al llegar a la camioneta, realmente
todo me daba risa, pues al no llegar, una vez más la cima me esperará. Ahora no llevo prisa.
Gracias a mis compañeros de aventura extrema; gracias a la maravillosa montaña de agua por mostrarse
tal cual es, por refrescar mi espíritu y regocijar mi corazón, por darme una pequeña anécdota para
escribir y compartir.
1111.. EELL PPIICCOO DDEELL ÁÁGGUUIILLAA
CCiinnttaa PPllaatteeaaddaa PPEERRLLAA PPAALLMMAA AACCOOSSTTAA
15
Desperté y supe que debía contarles todo esto: Hace tres años murió mi padre, y yo no estaba
con él, ya que en esos días estudiaba en Andalucía. Antes y después de la partida de Eugenio –así
se llamó mi papá- viví mis dos divorcios. En otra ocasión por la noche, en una fiesta de una
querida amiga, me pusieron una pistola en la cabeza y cortaron cartucho.
Aunque a estos asuntos les he dedicado tiempo y muchas vueltas en mi cabeza, en mi corazón, en mi cuerpo, definitivamente no puedo calificar estos momentos como “agradables” o “terribles”, sino como necesarios. Solo como necesarios.
¿Necesarios? ¿Saber que tu madre estuvo sola al cuidado de tu progenitor enfermo en un hospital, o ver cómo los sueños e ilusiones con uno y otro hombre se deshacían después de ser una maravillosa relación, o extrañar a tu amiga por miedo de que su esposo volviera a la carga con un arma de fuego? Si, fueron necesarios.
Porque esos instantes de caída vertiginosa me abrieron el panorama para decidirme por una vida más disciplinada con cuidados, atención y felicidad. Fue así que llegó el feminismo de la diferencia, la acupuntura y la decisión de ser terapeuta, después se fortaleció el veganismo. Definitivo: se arraigó la disciplina y el “darme cuenta”.
Por supuesto, esto implica que entré de lleno al Yug Do. El compromiso, la disposición, la confianza y el trabajo en equipo son los ejes para seguir. Además, el estar en silencio y con un escucha atento me han ayudado a sentir la alegría de despertar y saber mi rumbo. Decidí por el maestro de la alegría y no el del dolor.
En todos esos momentos, el maestro Antonio me apoyó, me sanó, me despabiló; la maestra María me trajo a la conciencia mediante sus sonrisas y recomendaciones. Al cruzar por esas anécdotas, las palabras y orientaciones del cinto rojo Serafín me socorrieron. Pero también estuvieron allí belleza y sinceridad de los otros cintos, como Perla y Laura.
Desde el Tai, mi corazón.
1122.. EETTAAPPAASS NNEECCEESSAARRIIAASS DDEE EESSTTEE PPRROOCCEESSOO HHIISSTTÓÓRRIICCOO QQUUEE EESS IILLIIHHUUTTSSYY
CCiinnttaa PPllaatteeaaddaa IILLIIHHUUTTSSYY MMOONNRROOYY
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Wladimiro, padre mío:
He querido hacer esto desde hace tiempo: escribir y contarte cómo me siento. Estoy sentado y pienso que,
sinceramente, no sé cómo empezar, qué escribir o cómo. Este es un rasgo que, reconozco, quiero cambiar
en mí. Me estoy conociendo, así que respiro y, con mis velos e incertidumbres, comienzo. Ahora, todo
empieza a aclararse.
Los primeros recuerdos que tengo de ti, son en la casa de San Miguel. Nuestro pueblo perdido en el sur de
Tenerife. ¡Ah, qué pueblo! Allí nací y, más tarde, accedí al Cinturón Plateado, lo cual tiene gran significado
para mí.
Recuerdo cuando los sábados por la mañana, mis hermanos y yo -la muchedumbre casi al completo-
íbamos a vuestro cuarto y nos metíamos en la cama con ustedes a jugar sobre los edredones de cuadros
rojos y negros de Tembel; o cuando venías del trabajo, cansado y malhumorado, y te sentabas a mi lado
en el sofá de la sala a ver un rato la tele. Yo me ponía en aquella posición extraña, con las dos manos en mi
cuello, que a mí tanto me gustaba. Aunque no decíamos prácticamente nada, sentir tu presencia me hacía
bien. Era como si nos observáramos mutuamente, pero sin mirarnos. No era sólo que me hiciera sentir
seguro, sino que resonaba más serenidad y confianza en mí mismo.
Alguien con quien comparto una obra, mi maestro Antonio Iborra, a quien sabes que admiro y valoro
porque refleja para mí el más alto anhelo del Ser en lo Humano, dice: “La labor de una madre en este
plano es la de Amar incondicionalmente a sus hijos, pero la del padre, que puede amarlos profundamente
también, es distinta. Es la de inculcar o abrir a sus hijos a la Confianza en sí mismos. Enseñarlos a
reponerse y salir adelante ante la adversidad. A Avanzar por sí mismos en los buenos y malos momentos”.
A menudo nos quedamos también atrapados en los buenos momentos. Y esto es algo que, reconozco y
quiero que sepas, he sentido que nos has trasmitido a toda la familia pero especialmente a mí: a
superarse, y a dar lo mejor de cada uno. Siempre has creído en nosotros, en mí incluso cuando yo dudaba.
En definitiva, nos guiaste a confiar, a dar más y mejor.
Como el árbol que da sus frutos no se plantea dar lo mejor que tiene, simplemente lo hace de forma
natural, he de decir que vosotros, tú y mi madre, disteis siete grandes frutos que hoy se han convertido en
árboles, los cuales a su vez
dan y cuidan sus frutos.
Y aún ahora, continuáis
dando lo mejor de
vosotros: con tu tertulia
interesante, con el cuidado
de tu verbo, con tu saber
escuchar y saber estar. Con
tus escritos que son todo
un legado de creatividad,
análisis, estudio, humor y
pasión que cristaliza en tus
obras, porque haces lo que
siempre quisiste: escribir
1133.. PPAADDRREE,, AAPPRROOVVEECCHHOO LLAA OOCCAASSIIÓÓNN
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una de las formas de Arte Hondo -o Jondo, como se diría por estos lares-. Por su parte, la poesía prudente
de Lolín que nos conecta al fluir de la vida y el amor por la naturaleza.
Esto me recuerda las excursiones y acampadas que hacíamos de pequeños al Barranco del Infierno, Llano
de Ucanca o el Paisaje Lunar. Este último significa para mí la existencia de nuevos mundos por descubrir.
Por eso, seguramente, me gusta tanto viajar y mudarme de casa, o disfrutar del arte, la pintura, enseñar,
sanar y el arte marcial. Ustedes nos despertaron la pasión por el arte del saber estar y de saber ser: el
disfrutar y compartir cada momento para convertir tu vida en una obra de arte. Eso también me lo
transmite mi Maestro.
Creo que es un gran reto y una verdadera oportunidad en esta vida parar de soñar porque vives
despierto, y despertar viviendo tu sueño. Y en eso es en lo que estamos, viviendo y madurando.
Aprovecho para decirles, a mi padre y a mi madre, que han sido unos grandes progenitores: los mejores
que hubiera necesitado o querido. Me han regalado la existencia de haberlos vivido. Reconozco
especialmente en tí, Wladimiro, tu labor
desinteresada y profundo amor, el disfrute de tu
compartir y la entrega inmensa a tus hijos.
Agradezco a la vida, a vosotros y a mí, al
nosotros, habernos elegido para compartir esta
existencia. Doy gracias de que así haya sido y de
que así sea. ¡Gracias a la vida que me sigue
dando tanto!
Finalmente, gracias por haberme confiado la
crianza de mis dos amados hijos: mi pequeña luz
y gran fuego Candela, y de mi luminoso, sereno y
justo hijo, Wladimiro.
Te quiere, Eugenio
TAI
CCiinnttaa PPllaatteeaaddaa EEUUGGEENNIIOO PPAARREEJJAA
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Mi primer contacto con el Yug-Do fue hace pocos años. Antes de eso, practicaba Tai Chi, hasta que conseguí un bambú, me acerqué y consulté si podía hacerlo. Quien dirigía la práctica me dijo, “por supuesto”. Al iniciar vi y sentí la atracción inmediata. No entendía bien eso de los arcanos, pero seguí adelante. Lo importante es que me sentí bien. Allí conocí a Juanita, Martha, Santiago, Fanny y muchos otros que ya no están en esto…
A los dos meses de práctica continua, en octubre del 2009, anunciaron que el Maestro Antonio venía, y
entonces todo cambió. Me dijeron, “hay que preparase porque tenemos que dar el examen”, y yo
pregunté, ¿cómo es eso? Percibí nerviosismo entre los hermanos, y aunque creí que eso no tenía nada que
ver conmigo, poco después me di cuenta qué tan equivocado estaba. Me preparé y conocí los 22
movimientos básicos con su dinámica, y le preguntaba a Martha, “¿cuál sigue?”. Repetíamos una y otra vez
los veintidós así como… ¿katas? Allí, Galo me ayudó, siempre dispuesto a mi solicitud de ayuda con un
“por supuesto”.
El momento anunciado llegó: mi primer contacto con el Maestro. Yo me preguntaba, ¿qué no es el jefe que
viene a pedir cuentas? Y vi todo lo contrario: es ejemplo y modelo a seguir. Cuando nos vimos, él ya me
conocía, por lo que pensé que alguien le habría mencionado de mi. Todavía ahora trato de entender qué
le motiva a seguir y seguir, a tanto esfuerzo y sacrificio, a hacer todo para estar junto a sus hermanos y
¿discípulos? Por eso pregunto, ¿qué hay que hacer para merecerlo? Siento que aún me falta, y espero
hacer lo que el Maestro espera de nosotros.
Esa primera experiencia fue en el Ashram de las “Piedras”, y fue un momento único. De pronto, soy parte
del grupo.En ese lugar fue donde todo empezó: hubo prácticas y sesiones con el Maestro, por lo que el
nerviosismo de algunos hermanos seguía tanto que no podían dormir. La noche previa al examen fue
muy larga y hubo tensión. Hasta que llegó el momento: cual juez que dicta sentencia, el Maestro dijo “se
examinaran Germania, Marcelo, Germán y Juanita para cintos de plata, Martha, José y Santiago, para
cinturón negro. Todos deben lograrlo, ya que si uno falla ninguno lo logrará”. Eso me gustó: ¡trabajo en
equipo! La experiencia fue única: uno a uno de los candidatos pasaron adelante, y luego, mi turno.
1144.. EENN EELL YYUUGG--DDOO HHAAYY CCOONNFFIIAANNZZAA YY CCOOMMPPRROOMMIISSOO
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Solo me decía, “confía que puedes hacerlo”. Sentía todas las miradas hacia mí, a este humano, por lo que
los nervios me afloraron. “El Dragón, otra vez, con mayor actitud”, pide el Maestro, y lo mismo sucedió
con Tigre y Grulla. Con una seña asiento, pero en un momento una de ellas falla. El grupo apoya, y con un
respiro, retomo. Cuando esto acabó, constaté que eso no era todo, ya que faltaba la prueba final, “el
Árbol”. La energía vital era exigida al máximo, y así sucedieron 5, 10, 15, 20 minutos. Parecía
interminable. Luego, miré a los compañeros que estaban al costado y todos estaban concentrados. “Debo
seguir, no desmayar”. El Maestro decía, “el guerrero no se doblega”. Yo recurría a la respiración de la
tortuga, lo cual me ayudó.
Un instante impactante fue cuando Marcelo, al frente del grupo, gritó: “Gustavooo…, no me hagas esto”.
Gustavo había desfallecido a causa de una convulsión gástrica, y no pudo más. Todos nos
preguntábamos, “y ahora, ¿qué pasa?”. Una vez terminado todo, luego de largos minutos, mientras
estábamos callados, el Maestro anunció que habíamos pasado la prueba. Sentí alegría, luego vinieron los
aplausos y abrazos, y lo más emotivo: la ceremonia de imposición y juramento de los cintos.
Yo me sentía de lo mejor, muy feliz por haber cumplido con los demás. Vislumbré un nuevo comienzo
pero también mayor compromiso y confianza. Mayor conciencia del ser interior por estar conectado con
el Maestro.
La experiencia ha sido un constante aprender, ceder y compartir. Un cambio personal porque he
abordado temas que desconocía, que no había tenido oportunidad de aprender. Pero sobre todo, ¡convivir
en este encuentro con el Maestro me dio la confianza del ser!
Cinco años después, veo que hay un cambio, una transformación personal y sigo en el proceso. En este
tiempo, han sido muchas las experiencias inolvidables: en Galápagos, el éxtasis de la naturaleza pura con
el ser humano, vi el inédito ejemplo de confianza de los seres vivientes del paraíso en un orden natural.
¡Único! En Yasuni, naturaleza exuberante como un laboratorio viviente, se realizó mi examen para cinto
plateado, lo cual ha significado mayor compromiso y confianza con la obra. En Los Alcázares, Murcia, tuve
una confianza total al compartir
lo mejor con todos los
hermanos del mundo. Fue un
digno ejemplo ver al Maestro
darse por los demás a pesar que
sabía que eran los últimos
momentos de vida de su madre.
Solo siento, confianza absoluta.
Por todo esto, tengo la plena
confianza de que estoy en el
camino correcto, en la
conciencia del “ser” y, al mismo
tiempo, ser parte de la familia
del Yug-Do.
Tai
CCiinnttaa PPllaatteeaaddaa JJOOSSÉÉ CCHHEERRRREEZZ
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TTEENNEERRIIFFEE
En marcha proyecto de dos Dojos, cada Cinto Rojo, responsable de uno.
Actividades de Formación, YYUUGG--DDOO, Medicina China, Terapia Manual, Escuela de Sabiduría... Del 4 al 9 de
noviembre.
BBAARRCCEELLOONNAA
Seminario el sábado 15 de noviembre, el viernes 14 terapias.
IITTAALLIIAA
Se sigue adelante con la Escuela de Cinturones y se prepara un Encuentro con los Cintos Blancos para fin de
año y año nuevo... Gran Fiesta de renovación.
SSEEVVIILLLLAA
Talleres y Actividades
21 y 22 de noviembre.
Siguen las clases en
Pruna y este mes se
prevee un Encuentro
con los Cintos Blancos.
MMÉÉXXIICCOO
Se sigue adelante con el Colegio y la Escuela y en la concretizacion de un nuevo Dojo. Ya están afinando el
encuentra para febrero.
EECCUUAADDOORR SSee iinnaauugguurróó ooffiicciiaallmmeennttee eell DDoojjoo SSiissaayy..
EEnnccuueennttrroo ddee FFoorrmmaacciióónn ppaarraa CCiinnttuurroonneess..
Excursión al noroccidente.
Se realizó el cambio de Coordinación de las manos del C. Plateado José Cherrez, a la C. Plateado Juanita
Navarrete. Felicitaciones al primero por la labor realizada y enhorabuena a la segunda por la nueva
oportunidad de crecimiento.
Se examinaron tres personas. Estrellita Ceballos pasó a C. Plateado y a formar parte del Colegio, y pasaron
a Cinto Negro, Ludo y Gabriela, a formar parte de la Escuela de Cinturones.
En general todo fue muy bien y ya se ponen a trabajar para el Encuentro de mayo.
¡¡SSeegguuiimmooss eell mmeess pprróóxxiimmoo!!
Para bajar las anteriores publicaciones: Hwwwwww..yyuugg--ddoo..ccoomm
1155.. IINNFFOORRMMEESS
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