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Análisis de Causas de la Deforestación y Degradación Forestal en las Regiones
Autónomas de la Costa del Caribe Norte (RACCN) y Sur (RACCS), la Reserva de la
Biósfera Bosawas y la Reserva Biológica Indio Maíz
Equipo consultor del Banco Mundial Equipo Monitoreo ENDE REDD
Equipos técnicos de la RACCS y la RACCN
18 de abril de 2017
2
Índice
Acrónimos ................................................................................................................................................. 3
Resumen Ejecutivo ................................................................................................................................... 4
Introducción ............................................................................................................................................. 6
Contexto general del país ........................................................................................................................ 6
Área de contabilidad ................................................................................................................................ 7
Descripción ........................................................................................................................................... 7
Historia.................................................................................................................................................. 8
Uso actual de la tierra en la zona de contabilidad .................................................................................. 9
Deforestación y degradación forestal en la zona de contabilidad ....................................................... 11
Deforestación y conflictos de usos de la tierra ................................................................................. 16
Deforestación y planes de manejo forestal ....................................................................................... 16
Causas de la deforestación en la zona de contabilidad ........................................................................ 17
Causas fundamentales ....................................................................................................................... 18
Causas directas ................................................................................................................................... 20
Causas subyacentes o indirectas ....................................................................................................... 22
Degradación forestal .............................................................................................................................. 27
Conclusiones ........................................................................................................................................... 28
Bibliografía.............................................................................................................................................. 31
Anexo 1. El Sector Ganadero en Nicaragua ........................................................................................... 32
3
Acrónimos
AP Áreas protegidas
APFTI Territorios indígenas fuera de áreas protegidas
BNC Banco Nacional de Nicaragua
CENAGRO Censo Nacional Agropecuario
CANISLAC Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo
CONAGAN Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua
ENDE-REDD Estrategia Nacional para REDD+
ERPD Programa de Reducción de Emisiones
FTI Fuera de territorios indígenas
FCPF Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques
IICA Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
INTA Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria
MARENA Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales
MEFCCA Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa
MHCP Ministerio de Hacienda y Crédito Público
MIFIC Ministerio de Fomento Industria y Comercio
MINSA Ministerio Nacional de Salud
ONG Organización no Gubernamental
PNDH Plan Nacional de Desarrollo Humano
RACCN Región Autónoma de la Costa del Caribe Norte
RACCS Región Autónoma de la Costa del Caribe Sur
REDD Reducción de la Deforestación y Degradación Forestal
SPPN Secretaria Privada para Políticas Nacionales
TIAP Territorios indígenas en áreas protegidas.
TI Territorios indígenas
4
Resumen Ejecutivo
En el área comprendida por la Región Autónoma de la Costa del Caribe Norte (RACCN) y la Región
Autónoma de la Costa del Caribe Sur (RACCS) así como la Reserva de la Biosfera Bosawas y la Reserva
Biológica Indio Maíz, se concentra la mayor extensión de bosques de Nicaragua, 3.19 millones ha que
representan el 82% de los bosques nacionales. Estos bosques son mayormente compuestos por bosques
latifoliados (2,852,392 ha) y los bosques de pino (185,618 ha) otros ecosistemas boscosos como el mangle
y la palma, también están presentes pero con áreas menores.
Los pastos son el segundo uso de tierra más importante. Al 2015, cubrían un área de 2,100,375 ha (30%
de la zona de contabilidad) de los cuales 365,739 estaban en territorios indígenas y 1,734,636 ha fuera de
ellos, o sea que el 82% de los pastos en la zona de contabilidad se encuentran concentrados en áreas que
no están en propiedad de comunidades indígenas o afrodescendientes, lo que indica que la ganadería no
es una actividad predominante en estos territorios.
La deforestación y degradación de los bosques en Nicaragua, se han concentrado (aprox. 98%) en los
últimos años en la zona de contabilidad. En el periodo comprendido entre el 2005 y el 2015 el promedio
anual de deforestación fue de 72,5000 ha, lo que equivale a una tasa anual de deforestación de 1.8%, tasa
que ha disminuido con referencia al periodo 2000 – 2010 en donde la deforestación fue de 106,000 ha/año
con una tasa de deforestación anual de 2.33%. En las áreas protegidas y en los territorios indígenas las
tasas de deforestación son menores que áreas fuera de este tipo de tenencia de la tierra.
En la RACCS históricamente la pérdida de bosques ha sido mayor, sin embargo a partir del 2010, las tasas
de deforestación de la RACCS y la RACCN son muy similares y más bien se nota un leve aumento de las
tasas de deforestación en esta última.
Las causas de la degradación son los incendios forestales, la tala de bosques y la leña; los permisos
forestales domiciliares también fueron indicados como causa de la degradación. Sin embargo, la
degradación es relativamente baja y cuenta por aproximadamente 6% de las emisiones forestales totales.
La actividad ganadera es la causa directa más importante de pérdida de bosques en la zona de
contabilidad. En menor grado pero con una tendencia creciente en los últimos años, los cultivos anuales
y permanentes como el cacao, los frijoles y la palma aceitera han sido impulsores de la deforestación.
Las causas indirectas de la deforestación y degradación en la zona de contabilidad, son principalmente
económicas/productivas e institucionales. En lo económico/productivo, el modelo predominante en la
zona de contabilidad ha sido desarrollado alrededor de una ganadería y agricultura extensiva de baja
productividad, asociada al bajo valor de la tierra y de los bienes y servicios de los bosques y la ausencia de
incentivos para la conservación de los mismos. Tierras y mano de obra barata disponible y mercados no
exigentes en cuanto a calidad y origen, incentivan la producción ineficiente y por lo tanto la necesidad de
5
ampliar áreas para aumentar la producción, esta expansión ha sido sobre territorios boscosos, donde su
costo de oportunidad es más bajo que invertir en mejorar la productividad por hectárea de cultivos o
ganado.
A nivel de los productores, el poco capital y poco acceso a crédito y asistencia técnica, las pocas
capacidades tecnológicas, y los limitados nexos con mercados y mercados que no exigen calidad son las
causes subyacentes principales.
En lo institucional, los retos de armonización e integración de políticas y actividades entre sectores y
ámbitos del gobierno, combinado con la falta de recursos financieros y humanos, e información y
comunicación deficientes, ha impedido un adecuado monitoreo y control del uso de la tierra, la aplicación
oportuna de las leyes e instrumentos de gestión, y la institucionalidad efectiva en los territorios indígenas.
6
Introducción
La Constitución Política de Nicaragua en su artículo 60, establece que: “…debemos proteger y restaurar la
integridad de los ecosistemas, con especial preocupación por la diversidad biológica y por todos los
procesos naturales que sustentan la vida…”. Estos deberes están concretizados en la Declaración Universal
del Bien Común de la Tierra y de la Humanidad, donde Nicaragua asume los compromisos de establecer
patrones de producción y consumo que garanticen la vitalidad y la integralidad de la madre tierra,
desarrollar el uso sostenible de las energías limpias disponibles, e implementar iniciativas, proyectos de
adaptación al cambio climático y manejo sostenible de los bosques.
En este marco político y bajo el enfoque que el Plan Nacional de Desarrollo Humano ha definido para el
país en materia ambiental, Nicaragua ha asumido el compromiso de reducir las emisiones por
deforestación y degradación. Para ello está haciendo los preparativos para la Reducción de la
Deforestación y Degradación Forestal (REDD+), incluyendo la formulación de la Estrategia Nacional para
REDD+ (ENDE-REDD+), y ha iniciado la elaboración del documento del Programa de Reducción de
Emisiones (ERPD, por sus siglas en inglés). Ambas iniciativas reciben apoyo financiero del Banco Mundial
a través de la donación TF 099264/Proyecto No. P120657 del Fondo Cooperativo para el Carbono de los
Bosques (FCPF por sus siglas en inglés).
La Región Autónoma de la Costa del Caribe Norte (RACCN) y la Región Autónoma de la Costa del Caribe
Sur (RACCS) así como la Reserva de la Biósfera Bosawas y la Reserva Biológica Indio Maíz fueron
seleccionadas como los sitios en donde se ejecutará el ERPD. La decisión de intervenir en estas áreas se
sustenta en que son los sitios donde se concentra la mayor cantidad del bosque remanente de Nicaragua
y donde se presentan las tasas más altas de deforestación y degradación forestal del país.
Son varias las causas de la pérdida o degradación del bosque, la mayoría asociadas a factores
institucionales o económicos/productivos. Los aportes de información documental generada por el
equipo de ENDE-REDD+, de la Secretaria Privada para Políticas Nacionales, y de las reuniones y los talleres
con los equipos técnicos de la RACCN y RACCS permitieron hacer una identificación y caracterización de
las mismas, las cuales se presentan a continuación.
Contexto general del país
Nicaragua tiene un territorio de 130.370 km², el cual se divide en tres zonas geográficas: las tierras bajas
del pacífico, las tierras altas y bajas del centro-norte, y las tierras bajas del Caribe. El país cuenta con una
población de 6,205,907, de los cuales 3,069,203 son hombres y 3,136,7015 mujeres. Aunque la población
ha ido en aumento, la tasa de crecimiento ha decrecido de 2.73 % en el año 1983 hasta 1.14% en el año
2015.1
1 http://countrymeters.info/es/Nicaragua
7
En cuanto al crecimiento económico, el país ha mantenido niveles por encima de la media de América
Latina y el Caribe. En el 2014 Nicaragua exportó US$ 5,143 millones y reportó inversiones extranjeras
directas de US$ 1,4256 millones (SPPN 2016). En el 2016 el crecimiento del PIB superó el 4%,
posicionándose entre las tasas más altas de Centroamérica. El PIB per cápita en el 2014 fue de US$ 1,905.
El crecimiento económico ayudó de reducir los niveles altos de la pobreza y pobreza extrema. De acuerdo
con la encuesta sobre el estándar de vida de 2014 realizada por el Instituto Nicaragüense de Investigación
del Desarrollo, entre 2009 y 2014 la pobreza general en Nicaragua disminuyó de 42,5% a 29,6%, mientras
que en el mismo período la pobreza extrema cayó del 14,6% al 8,3%.2
El sector agropecuario contribuyó significativamente a este crecimiento económico. En el 2015, de los
cinco principales productos de exportación en términos del valor, cuatro eran del sector agropecuario:
carne (US$ 454.3 millones), café (US$ 392.3 millones), lácteos (US$ 218.2 millones) y azúcar (US$ 153.0
millones), los cuales representaron, en conjunto con el oro (US$ 317.9 millones), el 63% del valor total
exportado (BNC 2015).
A diferencia del sector agropecuario, la contribución a la economía nacional (de acuerdo a las cuentas
nacionales) del sector ambiental y específicamente el forestal es baja, a pesar de que el área cubierta
de bosques en el país es de 3,8 millones ha, lo que representa un 30% del territorio nacional.3 La dinámica
que ha seguido estos bosques desde el año 1983 refleja una pérdida significativa en donde los bosques
latifoliados han sido los más afectados.
Al respecto, el Gobierno de Nicaragua ha definido como uno de sus ejes prioritarios la conservación de los
bosques del país y la recuperación de áreas degradadas. Para ello el país cuenta con un marco de políticas,
estrategias y planes dentro de las que se destacan: El Plan Nacional de Desarrollo Humano (PNDH), la
Política General de Ordenamiento Territorial, el Marco General de Política de Tierras, la Política Nacional
de Desarrollo Sostenible del Sector Forestal, la Estrategia Nacional de Cambio Climático, la Estrategia
Agroecológica, la Estrategia de Desarrollo de la Costa Caribe y el Alto Wangki y Bocay, el Plan de
Producción, Consumo y Comercio 2016-2017, el Programa Nacional Forestal, el Plan Nacional de
Reforestación, el Plan Nacional de Prevención y Control de Incendios Forestales, y el Programa de
Reconversión de la Ganadería Bovina.
Área de contabilidad
Descripción
El área de contabilidad está integrada por 2 Regiones Autónomas, una Zona de Régimen especial, la
Reserva de Bosawas y la de Indio Maíz, cubriendo un área de un 59% del territorio nacional
2 http://www.bancomundial.org/es/country/nicaragua/overview 3 Este dato no incorpora los tacotales y vegetación arbustiva y herbácea, que al ser sumados elevan la cifra a 6,075,243 millones de hectáreas y a un 47 % del territorio nacional
8
(aproximadamente 7 millones ha). Comprende 20 Municipios y 23 territorios de pueblos originarios y
Afrodescendientes, dentro del cual han demarcado y titulado la totalidad de los 23 territorios de los
pueblos originarios y afrodescendientes que abarcan 301 comunidades, 205,315 protagonistas en
37,252.91 km2 que comprenden el 31.4% del territorio nacional. El 53% del área de contabilidad está
titulado bajo el régimen de propiedad comunal y el 47% (25% en las Regiones de la Costal Caribe y 22%
en la Reserva Indio Maíz-Río San Juan), están bajo otros regímenes de tenencia (privada, asociativa,
cooperativa, familiar y mixta).
La Costa Caribe de Nicaragua representa el 13% de la población, con una superficie 130,274 km2 ocupando
el 46% del territorio nacional. En relación a la composición de la población, según los datos del Censo
Nacional de 2005, se estima que el 77.7% de la población es mestiza; el 17.8% son Miskitos, residiendo
principalmente en la RACCS; el 1.1% es Sumu-mayangna; el 3.0% es creole, la mayoría de los cuales viven
en la RACCS; y el 0.2% de la población es Rama e igualmente el 0.2% son garífunas. Representan juntos el
12.1% de la población total de Nicaragua.
Historia
Cronológicamente, el Caribe Nicaragüense ha tenido una serie de eventos que han sido determinantes
en su desarrollo, lo más importantes se citan a continuación.
El territorio caribeño fue integrado en febrero de 1894 como parte de la Republica de Nicaragua y
nombrado como departamento de Zelaya.
En la década del 1960s y 1970s, aumentó la presión sobre las tierras del Caribe debido a: conflictos
guerrilleros en el norte del país, y el auge algodonero que encareció las tierras y aumentó los conflictos
de tierra en la zona del Pacífico. En 1972 y post terremoto de Managua, el gobierno comenzó a desplazar
familias campesinas hacia el interior del país, particularmente a la Costa Caribe. En 1975, el Instituto
Agrario Nicaragüense (IAN) reportó el traslado de 1,631 familias al Caribe mediante el proyecto
denominado Rigoberto Cabezas.
En Septiembre de 1987 fue aprobada la Ley No. 28 “Ley de Autonomía” que le dio a ambas regiones un
estatus especial, creando un régimen político administrativo muy particular que dio origen a los Consejos
Regionales Autónomos.
En la década de los noventa, se inició un incremento importante de la población en la Costa Caribe,
particularmente en el Triángulo Minero en la Región Autónoma de la Costa del Caribe Norte (RACCN),
originado por el regreso de la población que había sido desplazada por la guerra civil. Al mismo tiempo
los pueblos originarios y afrodescendientes del Caribe incrementaron su rol protagónico en el ámbito
político, económico y social, participando en las contiendas electorales con sus propios líderes e
interactuando desde los gobiernos regionales, territoriales y comunales con los distintos poderes y el
aparato estatal de manera incipiente. La estrategia de gobierno de turno reactivó las políticas de “tierras
9
abiertas”, para resolver problemas políticos y sociales inmediatos, reasentar grupos de desmovilizados y
resolver los conflictos de violencia. La política económica del nombrado “despegue económico”, enfocado
a formación de “clúster” y “conglomerados” y la tenencia de la tierra, se volvió en un elemento
importante en la focalización de las inversiones. Con este cambio, en las zonas boscosas se aumentó la
extracción de madera y se fomentaron los polos de desarrollo, por ejemplo el Polo de Desarrollo Lechero
en la zona de Rio Blanco, Matiguas Mulukuku, y el Polo de Desarrollo Agrícola en la zona de Nueva Guinea,
los que deberían estar acompañados de infraestructura vial y programas de fomento a la ganadería,
industrialización de los derivados de la leche, y la agricultura intensiva.
El 13 de diciembre del 2002 fue aprobada la Ley 445, Ley del Régimen de Propiedad Comunal de los
pueblos originarios y comunidades étnicas de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe de Nicaragua y
de los ríos Bocay, Coco, Indio y Maíz. El objeto de la Ley fue regular el régimen de la propiedad comunal,
profundizando los derechos y estableciendo que la propiedad comunal debe de entenderse como la
propiedad colectiva constituida por las tierras, agua, bosques y otros recursos naturales contenidos en
ellas, que hayan pertenecido tradicionalmente a la comunidad, abarcando también los conocimientos
tradicionales, la propiedad intelectual y cultural, los recursos de la biodiversidad y otros bienes, derechos
y acciones de estos pueblos, fortaleciendo las formas de gobernanza regional.
Así mismo, en el 2003 se aprobó el decreto No. 3584 por la Asamblea Nacional, Reglamento a La ley 28,
Estatuto de Autonomía de las Regiones de la Costa Caribe de Nicaragua, que profundizó el proceso de
regionalización de la administración pública y los derechos de los caribeños.
En los años 2007-2016, el estado de Nicaragua garantizó la demarcación y titulación de la totalidad de los
territorios indígenas y afrodescendientes.
Uso actual de la tierra en la zona de contabilidad Con respecto al uso actual de la tierra en la zona de contabilidad, los bosques tienen la mayor extensión,
3.19 millones ha que representan el 82% de los bosques nacionales (Figura 1). Estos bosques son
mayormente compuestos por bosques latifoliados (2,852,392 ha) y los bosques de pino (185,618 ha),
mientras que otros ecosistemas boscosos, como el mangle y la palma, tienen una baja representación. En
la Región Autónoma de la Costa del Caribe Norte (RACCN) existe un total de 2,054,573 ha de bosques y
la Región Autónoma de la Costa del Caribe Sur (RACCS) 1,134,293 ha (Cuadro 1). En la Reserva de la
Biosfera de Bosawas, el bosque remanente en la zona núcleo es de 487,769.24 ha y en la zona de
amortiguamiento 292,570 ha. Indio Maíz aun conserva 280,689.46 ha y en la zona de amortiguamiento
49,368.56 ha4
4 Se debe aclarar que la Reserva de la Biosfera Bosawas y la Reserva Biológica, tienen áreas dentro de la RACCS y la RACCN, pero también en otras regiones del país.
10
Figura 1. Cobertura boscosa en la zona de contabilidad al 2015.
.
Los pastos son el segundo uso de tierra más importante. Al 2015, cubrían un área de 2,100,375 ha (30%
de la zona de contabilidad) de los cuales 365,739 ha estaban dentro de territorios indígenas y 1,734,636
ha fuera de ellos, o sea que el 82% de los pastos en la zona de contabilidad se encuentran concentrados
en áreas que no están en propiedad de comunidades indígenas o afrodescendientes.
Otro uso que debe ser citado son los cultivos, los cuales cubren un área 214,795 ha (3% del área de
contabilidad). De los cultivos, 69% son anuales y 31% son perenes. Existen 73,907 ha de cultivos (35% del
área total) en terrenos indígenas; de estos cultivos, 94% son anuales.
Con respecto a los tacotales su presencia es significativa con 613,478 ha. Se debe indicar que los tacotales
no se consideran como bosque por su rotación en etapas juveniles a cultivos, pastos u otros usos, sin
embargo debido a su gran área son ecosistemas que serán considerados en el capítulo de intervenciones.
En la Reserva de la Biósfera Bosawas, aproximadamente la mitad de la Reserva está cubierta por bosques,
de los cuales alrededor de dos tercios se encuentra dentro de la AP, mientras que un tercio se encuentra
en la zona de amortiguamiento.
11
Cuadro 1. Cobertura forestal por regiones y por tipo de propiedad en la zona de contabilidad.
Tipo de propiedad Bosques al 2015 ( ha )
Norte Sur Total
Area protegida 771,168 638,372 1,409,539
Territorio indigena 586,061 470,175 1,056,235
Fuera de territorio indìgena 185,107 168,197 353,304
Fuera de Area protegida 1,283,406 495,922 1,779,327
Territorio indigena 995,128 265,765 1,260,892
Fuera de territorio indìgena 288,278 230,157 518,435
Total general 2,054,573 1,134,293 3,188,867
Fuente: Equipo ENDE REDD y propia.
Deforestación y degradación forestal en la zona de contabilidad
La deforestación y degradación de los bosques en Nicaragua, se han concentrado (aprox. 98%) en los
últimos años en la zona de contabilidad. En el periodo comprendido entre el 2005 y el 2015, el promedio
anual de deforestación fue de 72,5000 ha, lo que equivale a una tasa anual de deforestación de 1.8%, tasa
que ha disminuido con referencia al periodo 2000 – 2010 en donde la deforestación fue de 106,000
ha/año con una tasa de deforestación anual de 2.33% (Figura 2).
Históricamente, el comportamiento de la pérdida de bosques en la zona de contabilidad se ha comportado
de la siguiente manera. En el periodo 1983 – 2005, se incrementó la deforestación en forma acelerada,
siendo el quinquenio 2000-2005, en donde la deforestación alcanzo el máximo histórico de los últimos 33
años. Después del año 2005 y hasta el año 2015, la deforestación ha tenido una tendencia decreciente,
tal y como se ilustra en la Figura 3.
Figura 2. Deforestación 2005- 2015, zona de contabilidad.
12
Fuente: ENDE-REDD+
Figura 3. Comportamiento histórico de la deforestación en la zona de contabilidad, 1983 – 2015.
Hasta el año 2005, la deforestación era mayor en la RACCS que en la RACCN. Sin embargo, entre el 2005
y 2010 hubo pocas diferencias en la pérdida de bosques de ambas regiones. En el periodo 2010 – 2015,
la deforestación en el RACCN empezó a ser levemente mayor que la de la RACCS (Figura 4).
Figura 4. Deforestación por Región Autónoma, 1983 al 2015.
En cuanto a la tasa relativa de deforestación anual en el periodo 2010-2015, las dos regiones presentan
comportamientos similares. Sin embargo, como se nota en la Figura 5, en el periodo 2000- 2005 la tasa
de pérdida de bosques en la RACCS fue muy alta y luego empezó a decrecer, mientras que la deforestación
1983/2000 2000/2005 2005/2010 2010/2015
Periodo 85963 127729 84530 60471
0
20000
40000
60000
80000
100000
120000
140000
ha/
año
1983-2000 2000-2005 2005-2010 2010-2015
Norte 803032 195605 211022 184163
Sur 658333 443000 211628 118195
Totales CC 1461365 638605 422650 302358
0
400000
800000
1200000
1600000
ha/
año
Periodos (años )
13
en la RACCN se ha mantenido con un leve aumento en los últimos años. En la RACCN es donde
actualmente se han identificado más frentes de deforestación.
Figura 5. Tasas relativas de deforestación histórica por región (%).
Los equipos técnicos regionales han identificado seis frentes de deforestación en la zona de contabilidad,
además se ha graficado las vías de ingreso de los agentes de deforestación, las cuales se señalan con
flechas amarillas en la Figura 6. Existen 6 frentes de deforestación, 4 en la RACCN y 2 en la RACCS. Tanto
en la RACCS como en la RAACN, los nuevos frentes de deforestación se ubican en zonas en donde se han
abierto nuevas carreteras de acceso, y en donde la tierra tiene un bajo valor. Estas condiciones son
atractivas para colonos que logran establecerse y adquirir derechos a la tierra bajo diferentes modalidades
que en algunos casos pertenecen a comunidades indígenas.
Figura 6. Frentes de deforestación en la RAACS y RAACN.
Fuente: Equipos técnicos regiones RAACS y RAACN.
En el caso de la RACCS, se nota un avance de la deforestación en el ANP Indio Maíz. Del análisis de las
imágenes 2005-2015 se reporta una deforestación en la zona núcleo de 4967 ha en diez años,lo que
equivale a 496 has por año; en la zona de amortiguamiento la deforestación fue de 7144 ha por año
(Figura 7).
1983-2000 2000-2005 2005-2010 2010-2015
Norte 1.36 1.47 1.72 1.64
Sur 1.5 4.65 2.8 1.89
0
2
4
6Ta
sas
rela
tiva
(%
)
Períodos
14
Otros focos de deforestación de la RACCS son el sector de Wawashan, que se considera altamente en
riesgo, y un frente de deforestación que se genera de la Cruz de Rio Grande hacia la desembocadura con
presión hacia el remanente de bosques de Karawala.
Figura 7. Cambio de uso en la Reserva Biológica Indio Maíz, 2005-2015.
Fuente: Equipo Monitoreo ENDE REDD
En la RACCN, la Reserva Bosawas y su zona de amortiguamiento son las más amenazadas, así como el
sector de Waspan y Prinzapolka. En el caso de Bosawas, en el periodo 2005 -2015 en la zona núcleo se
perdieron 46,716 ha ( 4, 671.6 ha/año ) de su coberturaa forestal original y en la zona de amortiguamiento
119,902.59 ha (11,990 ha/año ) (Figura 8).
Figura 8. Deforestación y frentes de deforestación en la Reserva de la Biósfera de Bosawas.
Fuente: Equipo Monitoreo ENDE REDD
15
Entre la zona de amortiguamiento y la zona núcleo de BOSAWAS, se concentra el 23% de la deforestación
anual de la zona de contabilidad; en el caso de la Indio Maíz es un 10%.
La mayoría de estos frentes de deforestación están presionando sobre territorios indígenas y áreas
naturales protegidas. La Figura 9 y Cuadro 2 indican que las áreas protegidas han servido como barrera a
la deforestación puesto que la pérdida de bosques y la tasa relativa de deforestación son muchas menores
en las APs comparado con tierras fuera de las APs. Sin embargo, hay poca diferencia en la pérdida de
bosques dentro vs. fuera de territorios indígena, aunque las tasas relativas de deforestación en las tierras
indígenas son la mitad de las tasas fuera de los territorios indígenas, debido a la mayor cantidad de
bosques en los territorios indígenas. La comparación de las cuatro curvas en Figura 9 indica que el gran
cambio de la cobertura forestal ocurrió en la tierra no indígena fuera de las áreas protegidas (FTI).
Figura 9. Cobertura forestal por tipo de propiedad años 1983 al 2015
Cuadro 2. Deforestación según tenencia de la tierra en el área de contabilidad, 2005-2015.
0
500000
1000000
1500000
2000000
2500000
1983 2000 2005 2010 2015
Hectareas
Años
TIAP APFTI TI FTI
Tipo de tenencia
Bosques
remanentes 2005
( has)
Bosques
remanentes 2015
( has)
Perdida de
bosque
( has )
Perdida
anual ( has )
Tasa
Deforestación
%
10, 345
12, 729
24, 300
25, 126
1.07
2.26
1.61
3.26769,694 518,435
103,449
127, 290
243,011
251,259
1,183,525 1,056,235
456,753 353,304
1,503,903 1,260,892
Dentro del
Area
protegida
En
Territorio
Indígena
Fuera de
Territorio
Indígena
Fuera del
Area
Protegida
En
Territorio
Indígena
Fuera de
Territorio
Indígena
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Deforestación y conflictos de usos de la tierra
Se han identificado cinco territorios indígenas con mayor tensión por conflictos de uso de la tierra, ellos
son: Awastigni, Sikilta, Tuahka, Mayanga Sauni y Tasba Pri (Nitlapan, 2014). Algunas características
comunes en estos territorios son:
Están ubicados en la RACCN.
Se encuentran en frontera agropecuaria.
Existe deforestación, pero todavía tienen bosque remanente.
Están cerca de caminos.
En el caso de Awastinghi, Tuahka y Tasba Pri, están cerca del denominado triángulo minero.
En las Figura 10 se ilustra cuatro de estos territorios que demuestran niveles diferentes de deforestación.
A la izquierda se encuentran Mayanga Sauni y Sikilta, donde la deforestación es relativamente baja,
comparado con los territorios de Awastinghi y Tuahka, a la derecha, donde la pérdida de bosques es
considerable, pero menor que en las tierras aledañas. Estas observaciones sugieren que el conflicto de
uso no está estrechamente asociado con de la deforestación.
Figura 10. Deforestación en territorios indígenas con mayor incidencia de conflictos de uso.
Deforestación y planes de manejo forestal
El equipo de Monitoreo ENDE REDD, realizó un análisis a planes de manejo forestal que se entregaron en
el periodo 2000 – 2015. Las categorías de planes estudiadas fueron: Plan General de Manejo Forestal, SAF
y Permisos de Saneamiento. En la Figura 11, se observa la ubicación de los permisos otorgados y el
resumen por región y su relación con la deforestación, degradación y bosque remanente. En el PGMF en
la RACCN, la deforestación acumulada al 2015 fue de un 17% con respecto al 2000, esto significa una tasa
de deforestación anual de 1.13%; en la RACCS en el mismo periodo fue de 12%, con una tasa de
deforestación anual de 0.70%. Si se compara estas cifras con las tasas de deforestación del Cuadro 2, se
17
puede observar que en los PGMF, las tasas de deforestación son similares o menores que en territorios
indígenas dentro de áreas protegidas.
Figura 11. Cambios de uso de la tierra en Planes Generales de Manejo Forestal, 2000-2015.
En cuanto a degradación asociada con este tipo de permiso, la tasa anual en el caso de la RACCS fue de
1.33% y en la RACCS de 0.33%. Otros tipos de permisos como los SAF o los de saneamiento se han otorgado
en áreas muy pequeñas, sin embargo en el caso de los de Saneamiento, la degradación y la deforestación
son muy bajas dentro de los sitios que fueron otorgados. Al respecto, se debe hacer un análisis a
profundidad del entorno de estos permisos, para determinar si los documentos que autorizaron la salida
de madera de estas áreas fueron utilizados para legalizar productos de otros bosques. No se tiene
información sobre los permisos domésticos, los cuales son otorgados por los Gobiernos Territoriales
Indígenas.
Causas de la deforestación en la zona de contabilidad
Se puede dividir las causas de la deforestación en causas directas, causas subyacentes intermedias, y
causas subyacente fundamentales, como se demuestra el árbol de problemas en la Figura 12.
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Figura 12. Árbol de problemas de la deforestación y degradación forestal en el área de contabilidad.
Causas fundamentales
Las causas fundamentales de la deforestación y degradación forestal son: la presión demográfica, la
pobreza, la migración humana desde la costa del Pacifico y Corredor Seco hacia el Caribe, y las condiciones
favorables de los mercados para productos agropecuarios, procesos que son difíciles controlar en el corto
o mediano plazos.
Las poblaciones humanas, mayormente pobres y rurales y concentradas principalmente en la costa
Pacífico, están creciendo a una tasa de 1.4% anualmente, lo cual resulta en una creciente demanda y altos
precios para tierra y la reducción de su disponibilidad. Esta situación incentiva que los agricultores en la
costa Pacífica venden sus tierras a productores de cultivos de exportación a precios relativamente altos y
que migran a la región Central y el Caribe donde la tierra es más barata (Polvorosa, 2015). Al efecto de
eestas migraciones espontáneas, hay que adicionar las migraciones relacionadas con la colonización
agraria de los años setenta, el reasentamiento de los desmovilizados de la guerra a inicios de los años
noventa, especialmente en la RACCS y RACCN, y a la orientación de las políticas y programas de desarrollo
hacia la promoción de actividades agropecuarias tradicionales y extensivas (cultivo de granos básicos y
ganadería extensiva). En las áreas de asentamientos, la zonificación y ordenamiento territorial fueron
insuficientes para evitar que los colonos cambian las tierras forestales a usos agropecuarios, un proceso
que a veces fue incentivado por programas de titulación de tierras y políticas crediticias que asignan un
valor más alto a tierras “mejoradas” (o sea, deforestadas).
Las condiciones favorables del mercado para los productos agropecuarios y la expansión del sector
agropecuario también estimulan las migraciones y la deforestación resultante. El sector agropecuario ha
expandido debido a los acuerdos de libre comercio con los países centroamericanos y los EEUU. En el
2015, de los cinco principales productos de exportación en términos del valor, cuatro eran del sector
Causas Fundamentales Caminos Demanda de
mercados
Presión demográfica
Migración
Causas Subyacentes
Poco acceso a crédito y ATPocas capacidades tecnológicas
Institucional
Económicas/Productivas
Bajo valor y alta disponibilidad del tierras forestales
Tráfico de tierras
Deforestación Degradación
TalaIncendios Leña
Impactos
Causas Directas
Desastres naturales
Pobreza
Débil gobernanza indígena
Poco monitoreo y control de
tierra
Débil aplicación de
leyes e instrumentos
Producción extensiva y productividad baja
Necesidades de armonización
vertical Y horizontal
Poco capacidad y recursos
Información y comunicación
incompleta
Forestales Poco capital
Pocos nexos con mercados; mercados no exigentes de calidad
Alquiler de tierras
Actividades Agropecuarias
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agropecuario: carne (US$ 454.3 millones), café (US$ 392.3 millones), lácteos (US$ 218.2 millones) y azúcar
(US$ 153.0 millones), los cuales representaron en conjunto con el oro (US$ 317.9 millones) el 63% del
valor total exportado (BNC 2015).
Dentro del sector agropecuario, en años recientes el mercado doméstico para productos lácteos y la
exportación de carne y productos lácteos también han crecido. Entre 2000-2009, el sector ganadero
creció a una tasa anual de 5%, y entre 2006 y 2015 el valor de las exportaciones ganaderas aumentó 176%
(TechnoServe, 2017). En 2015, 3 de los 10 principales productos de exportación fueron asociados con la
ganadería (Figura 13) y tenían un valor combinado de aproximadamente US$700 millones, donde el sector
de lácteos tuvo un valor de US$ 203 millones en exportación y el sector cárnico contribuyo otro US$ 415
millones. Actualmente el sector ganadero representa casi 10% del PBI y contribuye por 25% del valor de
las exportaciones.
En este contexto es importante notar que Nicaragua es el productor de carne y leche más grande de
Centroamérica. El hato de aproximadamente 5.2 millones de cabezas se encuentra en 4.2 millones ha y
es manejado por alrededor de 140,000 productores para la producción de carne y leche, de los cuales 85%
son pequeños y medianos; el sector emplea 600,000 personas en total (BCN, 2015). Según el censo
nacional agropecuaria de 2011, la RACCN y la RACCS cuentan por 38% del hato bovino nacional. El 49%
del hato bovino nacional se encuentra en unidades de producción de pequeña a mediana escala de hasta
70 ha, mientras 51% del hato nacional pertenece a productores con 70 - 350 ha, donde 37% del hato se
encuentra en fincas entre 70 y 140 ha (CENAGRO 2011).
Figura 13. Valor de los productos principales de exportación de Nicaragua, 2015.
Fuente: http://www.ico.org/documents/cy2015-16/Presentations/national-coffee-policies-nicaragua-
march-2016.pdf
López (2012) indica que la demanda creciente de alimentos articulada a un mercado nacional y regional
incentiva el cambio de uso del suelo para la siembra de productos vinculados a un mercado de agro
exportación activo, impulsando el avance de frontera agrícola.
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Causas directas La causa directa principal de la deforestación en el área de contabilidad es el cambio de uso de bosques
hacia el uso agropecuario. Dentro de las actividades agropecuarias, la ganadería es la que más ha
impactado en la deforestación, aunque los cultivos anuales básicos como maíz y frijoles, y recientemente
los cultivos perenes de cacao y palma aceitera, también contribuyen, en secuencia con la ganadería o
solos, a la deforestación.
Entre 1983 y 2015, los pastos en el área de contabilidad aumentaron 1.58 millones ha, mientras que se
perdieron 2.2 millones ha de bosques (Figura 14). La RACCS tiene aproximadamente 1.1 millones de
cabezas, ubicadas mayormente en Paiwas con el 23% del hato de la Región, seguido del municipio de El
Rama el con 19%, Nueva Guinea con 18%, y Muelle de Los Bueyes con 13%. La RACCN tiene
aproximadamente 460,000 cabezas distribuidas en un 30% en el Municipio de Prinzapolka, 15% en cada
uno de los municipios de Puerto Cabezas, Waslala y Waspán, y Siuna con 13%. En la zona de Bosawas, el
municipio de San José de Bocay contiene un total de 94,763 cabezas, Wiwilí de Jinotega 63,536 cabezas,
y El Cuá tiene 22,436 cabezas. Finalmente, en la zona de la Reserva Indio-Maíz, hay 47,239 cabezas en el
municipio de El Castillo y 91,537 cabezas en el municipio de San Juan de Nicaragua (Figura 14).
El área de cultivos es comparativamente reducida, comparado con los pastos, pero desde 2000 hasta 2015
el área de cultivos casi se ha duplicado cada 5 años, desde 37,433 ha en 2000 hasta 216,234 ha en 2015
(Figura 14, Cuadro 3). La palma aceitera, el cacao, el café, el maíz, el coco y los frijoles han sido
identificados como los cultivos que se han establecido en la zona de contabilidad.
Cuadro 3. Cobertura (ha) de los cultivos anuales y permanentes desde el año 1983 al 2015.
Tipo de cultivo 1983 2000 2005 2010 2015
Cultivos anuales 26,954 29,537 55,695 87,625 148,866
Cultivos permanentes 6,899 7,896 10,526 16,039 67,368
Total 33,853 37,433 66,221 103,664 216,234
Fuente: Equipo ENDE-REDD+
Desde 2000 hasta 2015, los cultivos anuales han aumentado de 29,537 ha hasta 148,844 ha y los cultivos
perenes desde 7,896 ha hasta 67,368 ha. Solamente entre 2010 y 2015, los cultivos anuales aumentaron
en 61,000 ha mientras que los cultivos perenes aumentaron 51,000 ha. La pérdida de pastos que se nota
en el quinquenio 2010 - 2015, puede estar relacionada a la tendencia creciente de los cultivos en este
periodo.
21
Figura 14. El aumento del área de pastos y cultivos y la pérdida de bosques en el Caribe, 1983-2015.
La mayoría de los cultivos perenes se encuentra en la RACCS (Figura 15); algunos de ellos (coco, café y la
palma aceitera) están en procesos de expansión. En los talleres que se realizaron en la RACCS, se indicó
que se estima que las plantaciones de palma aceitera podrían expandirse en al menos 200 mil hectáreas
en los próximos años. En el cultivo de coco, empresas como la Coca Cola han firmado convenios con
comunidades nativas para proyectos de extensiones considerables. El café robusta también es un cultivo
que se está promocionando en la región y que evidencia un avance en los territorios del área de
contabilidad.
La expansión de cultivos es factible siempre y cuando se realice en áreas desprovistas de bosque. En la
zona de contabilidad en el 2015, habia 2,115,337 ha de pastos y 617,790 ha de tacotales que permitirían
su conversión a otras actividades, por lo que la expansión de otros cultivos tiene una buena posibilidad
de desarrollarse. Sin embargo se debe afianzar las capacidades institucionales regionales para evitar que
la expansión sea sobre el bosque remanente y que el modelo a seguir sea eficiente.
Figura 15. Mapa del hato bovino y los cultivos.
-200,000
0
200,000
400,000
600,000
800,000
1,000,000
1,200,000
1,400,000
1983-2000 2000-2005 2005-2010 2010-2015
Cab
mio
(h
a)
Periodo
Aumento de pastos
Pérdida de bosques
Aumento de cultivos
22
Tanto en el caso de la ganadería como en los cultivos, la producción y las áreas sembradas han crecido a
un ritmo mayor que los rendimientos, lo que confirma que los incrementos de la demanda de estos
productos se han suplido a expensas del bosque, mediante sistemas de producción extensivas. La
Secretaria Privada para Políticas Nacionales (SPPN) desarrolla ampliamente el tema indicando que la
ineficiencia del sector agropecuario ha sido una causa importante de la deforestación en el país.
Causas subyacentes o indirectas
Causas subyacentes económicas/productivas
Se puede agrupar las causas subyacentes en económicas/productivas, e institucionales. Entre las causas
subyacentes económicas/productivas existen, por un lado, las características de los bosques: la
disponibilidad de tierras forestales y el bajo valor de las tierras forestales y los bienes y servicios forestales.
El bajo valor de las tierras forestales es debido a la sub-valorización de los bienes y servicios producidos
por los bosques que no permite que la producción forestal compite con usos alternativas de la tierra. Los
bienes de los bosques tienen bajo valor ya que las cadenas de producción como el de la madera son
ineficientes de bajo rendimiento y sin mucho valor agregado, y los servicios ambientales no tienen
demanda en el mercado nacional y los mercados internacionales están muy contraídos.
Por el otro lado, hay una serie de causas económicas/productivas relacionadas con la producción
agropecuaria: la poca capitalización y acceso a crédito y la baja capacidades tecnológicas de los
productores resultan en la baja inversión productiva. Además, existen mercados locales e internacionales
pocos exigentes de calidad y método de producción. Estos factores se conjugan para causar la baja
productividad agropecuaria, la cual combina con las características económicas forestales para incentivar
sistemas extensivos de producción.
En un contexto donde las tierras forestales y mano de obra son disponibles y baratas y la capitalización
de los productores está baja, los productores optan sustituir el uso de las tierras forestales por los
insumos, conduciendo ello a la deforestación – una vez que la productividad de las parcelas se reduce,
son abandonadas y nuevas áreas de bosques son convertidas a cultivos y pastos. Esta relación entre los
procesos agropecuarios y la deforestación en la frontera agrícola se muestra en la Figura 16.
Figura 16. Proceso de deforestación en la frontera agrícola, Nicaragua.
Fuente: Polvosa y Bastiaensen, (2016)
23
Así, el cambio de bosques hacia pastos o cultivos forma parte de una estrategia de producción extensiva
caracterizada por la disponibilidad de tierras y mano de obra de bajo costo que se traducen en bajos
costos de producción. Por ejemplo, López (2012) menciona que “En Nicaragua el sistema de alimentación
es en pastoreo libre extensivo y en las zonas de amortiguamiento de frontera agrícola el pasto tiene un
precio bajo, en relación al resto del país. Mientras la renta de una res/mes de potrero en la zona Norte
cuesta entre 150 y 200 córdobas, en el atlántico formas extensivas de alquiler, permiten rentas de entre
10 y 20 córdobas res/mes”. Estos sistemas de bajo costo requieren poco capital y producen ingresos
relativamente estables, pero la rentabilidad para la mayoría de los agricultores es baja. En el caso de la
ganadería, esta tendencia está reforzada por la cultura ganadera y el estatus social que se confiere.
A la vez, el uso extensivo de la tierra forma un elemento de otras estrategias de capitalización donde
agricultores sin la capacidad de invertir en ganados alquilen sus pastos, directamente o bajo arreglos de
producción compartida, a ganaderos más grandes y capitalizadas; o donde especulan en las tierras,
aprovechando las “mejoras” representadas por tierras deforestadas y sembradas con pastos para
venderlas a mejores precios a productores más capitalizadas de la regiones Central o Pacífico, lo cual
permite la continuación de este ciclo en nuevas áreas de la frontera agrícola (Lezama, 2007). Según
Bermúdez et al. (2015) los grandes ganaderos se convierten en líderes al establecer relaciones de
cooperación clientelista con productores más pequeños, a quienes han comprado tierra y luego compran
animales para el engorde. Estos ganaderos, a medida que crecen en más animales, ceden algunos para
producción a medias. Además prestan servicios de transporte, compran granos, venden bienes de
consumo y proveen pequeños créditos. Así, se puede considerar que los ganaderos grandes son
impulsadores de la deforestación en el sentido que incentivan la deforestación con fines de establecer
terrenos para el alquiler o venta.
Esta situación también desincentiva la intensificación productiva. Polvososa y Bastiaensen (2016) citando
a White et al. (2001) y a otros actores enfatizan que “siempre que los precios de la tierra sean bajos los
productores optarán por expandir la producción a través de la incorporación de más tierra, pero en la
medida en que la tierra se encarezca y los productores no puedan comprar fácilmente más de este factor,
elegirán incrementar la producción a través de tecnologías ligadas a la intensificación. Esto ha llevado a
concluir que la escasez de bosque tropical es una pre-condición necesaria para que los productores
adopten practicas intensivas de producción (Kaimowitz & Angelsen, 2008; White et al., 2001). Bajo este
contexto la pérdida de bosque tropical en Centroamérica puede ser explicada, principalmente, por la
dinámica creciente agro-exportadora que ha hecho de la ganadería (y algunos cultivos) una actividad más
rentable. A su vez, las barreras que excluyen a algunos productores de estas oportunidades (pequeños y/o
pobres principalmente) empujan a los mismos a valorar posibilidades de migración hacia la nueva frontera
agrícola, especialmente cuando existen altas diferencias en el precio de la tierra que hacen atractiva esta
opción. Dado que aún existen en Centroamérica áreas boscosas desprotegidas y de libre acceso, los
esfuerzos destinados a promover cambios productivos son obstaculizados y fracasan en detener el avance
de la frontera agrícola en la medida en que persiste el sistema productivo basado en la compra y adición
de más tierra a la producción (Tomich et al., 1998)."
24
En una manera similar, el SPPN (2016) indica que “la abundancia y el bajo precio de las tierras, aunados a
los bajos costos de mano de obra, nunca haya motivado a los finqueros a mejorar sus niveles productivos
por vía de las mejoras tecnológicas, la mecanización y el riego, por lo que la demanda de productos
agrícolas se suplieron a partir de la expansión de la frontera agrícola, mediante el acceso a tierras baratas
devastadas por miles de campesinos pobres sin tierra”.
Otros factores que contribuyen a la falta de inversión y baja productividad son los siguientes.
Limitado acceso al crédito. De acuerdo al SPPN (2016) “el porcentaje de la cartera de todos los bancos
nacionales privados dedicados a la agricultura es apenas del 9 %, un aproximado de US$ 316 millones.
Generalmente estos créditos van dirigidos a las grandes empresas agrícolas y aquellos agricultores que
pueden presentar las garantías correspondientes y tienen un buen nivel de organización en sus fincas. El
caso de la ganadería es más aflictivo, ya que el porcentaje de la cartera es de tan solo 2. %, equivalente a
US$ 72 millones aproximadamente, con las mismas características que el crédito agrícola”. En el caso del
sector forestal no ha existido crédito financiero. Adicionalmente, los pequeños y medianos productores
enfrentan restricciones para acceder a crédito y los mejores mercados, particularmente si se ubican a más
de dos horas de distancia de los principales caminos o carreteras.
Entre las limitantes percibidas por parte de la Banca Comercial y las Instituciones Microfinancieras para
aumentar el acceso al crédito se pueden mencionar las siguientes:
i. La complejidad de las cadenas de valor la cual debilita su integración y las alianzas entre las
instituciones financieras y las empresas representativas para hacer viable el crédito a los
productores.
ii. Limitados recursos de créditos de largo plazo o productos financieros que se ajuste a las
condiciones productivas.
iii. Limitada o ausencia de Asistencia Técnica, teniendo como resultado una pobre adopción
tecnológica y por ende baja productividad y alto riesgo.
iv. Falta de información gerencial y financiera por parte de los productores, la cual dificulta el análisis
de la viabilidad de sus operaciones.
v. Percepción de alto riesgo debido a un débil compromiso de cultura de pago.
vi. La tenencia de la tierra, donde existe la posesión y no el dominio.
vii. Débil seguridad jurídica para el cumplimiento de contratos.
viii. El poco entendimiento de los oficiales de crédito de la dinámica del sector.
ix. Problemas de fondeo por parte de Produzcamos o las Instituciones Financieras Intermediarias no
bancarias.
x. Altos costos de transacción de crédito para agricultores atomizados y dispersados.
Poco conocimiento y capacidades tecnológicas. La asistencia técnica, transferencia de tecnología, y
extensión agropecuaria son herramientas para orientar al productor y su familia y fortalecer sus
conocimientos, habilidades y destrezas en diversos temas productivos, administrativos y de relaciones
humanas, como medio para mejorar su calidad de vida. Sin embargo, estos han tenido poca cobertura y
25
han sido poco efectivos. Según el IV CENAGRO del total de fincas existentes sólo u 17.4% de los
productores recibieron algún servicio de asistencia técnica y/o capacitación; el 2.5% de ellos sólo
recibieron asistencia técnica y principalmente de carácter temático. De ese 17.4% de fincas que recibieron
algún servicio de asistencia técnica, hay que considerar que una buena proporción de ese tipo de servicio
fue suministrado por técnicos de las casas comerciales expendedoras de insumos agropecuarios (abonos,
semillas, pesticidas, etc.), plantas industriales, Universidades, proyectos de la cooperación, de las
organizaciones de ganaderos, ONG, etc.
Adicionalmente, la poco cultura asociativa, la aplicación de conocimientos empíricos en manejo de fincas
y estilos gerenciales que pasan de generación en generación, los cuales no les permiten ser innovadoras,
creyendo que la tradición los puede mantener vivos en un mercado cada vez es más exigente, se
contribuyen a e la baja productividad de las fincas.
Por estas y otras razones citadas arriba, en muchos casos los sistemas de producción no se han cambiado
en 60 años. En el sector ganadera, es notable que a pesar de un gran número de proyectos enfocados
hacia el mejoramiento del sector ganadero durante las últimas décadas, los indicadores del sector están
bajos, con pocas mejoras (IICA, 2014). Además, muchos programas de reconversión ganadera, enfocados
en aumentar la productividad y rentabilidad de la ganadería han tenido las consecuencias no deseadas de
incentivar la expansión de la ganadería a expensas de los bosques (Kaimowitz & Angelsen, 2008).
Mercados locales e internacionales, con poca exigencia en calidad y método de producción. La relativa
falta de capital y acceso a crédito impidan que los productores invierten en infraestructura necesaria para
cumplir con las normas de calidad de los mejores mercados y para invertir en pastos mejorados o cultivos
forrajeros para mejorar la productividad. En ausencia de crédito bancario, los grandes ganaderos,
compradores y suministradores de productos agrícolas, y madereros han asumido este vacío, con altos
costos de intermediación cargado al producto y sin exigencias en cuanto al sistema productivo. El mercado
local y regional de productos agropecuarios se ha regido por una búsqueda de bajos precios, sin importar
las fuentes del producto, su legalidad y calidad. Además, los mercados regionales, principalmente de El
Salvador y Honduras, tampoco son exigentes de la calidad de los productos agropecuarios que se
producen en la frontera agrícola (López, 2012).
Causas subyacentes institucionales
En años recientes, la institucionalidad de Nicaragua ha avanzado significativamente. Se ha formulado un
marco legal y de políticas robustas relacionado con los derechos a la tierra y los recursos naturales, la
protección del medio ambiente, y el desarrollo sostenible. Ha establecido la autonomía de las regiones
del Caribe y las ha integradas al resto del país, y ha logrado titular la gran mayoría de los territorios
indígenas. En lo económico, la formación de alianzas y la promoción de las inversiones del sector privado,
conjuntamente con el lograr la buena clasificación crediticia del sistema financiero nacional, han creada
el crecimiento sostenido que ha permitido reducir la pobreza y la extrema pobreza.
Para seguir esta evolución positiva, el país necesita integrar y armonizar más plenamente los aspectos
productivos y ambientales a nivel institucional. El buen crecimiento del sector agropecuario ha sido
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basado en el uso de sistemas productivos insostenibles que ha causado la deforestación y degradación
forestal, la invasión de las áreas protegidas, y la consecuente pérdida o degradación de los ecosistemas,
suelos, agua, y biodiversidad. Estos procesos aumentan la vulnerabilidad del país hacia el cambio
climático5 y está reduciendo el bienestar de generaciones actuales y futuras.
La habilidad de controlar la ocupación de tierras forestales
no utilizadas o afectadas por desastres naturales, y de
conservar las áreas protegidas, son afectadas por una serie
de factores asociados con las habilidades de las
instituciones de unificar y armonizar esfuerzos, monitorear,
controlar, y fiscalizar el uso de la tierra.
La débil aplicación consistente de criterios de éxito, que
integran consideraciones económicos, sociales, y
ambientales, como mencionadas en el PNDH, entre los
sectores y entre los ámbitos del gobierno resulta en el
desaprovechamiento de oportunidades para integrar estas
consideraciones en la aplicación de políticas y programas, y
resta efectiva de los esfuerzos de lograr el buen gobierno.
Este reto está complicado por el hecho que la Costa Caribe
es el único territorio del país donde coexiste un sistema de
gobierno6 compuesto por cinco niveles, bajo la
representación autónoma unos de otros (ENDE REDD,
2016):
1. El Consejo Regional (Nivel Regional)
2. Coordinación Regional (Nivel Nacional)
3. Gobiernos Territoriales (Nivel Territorial comunal)
4. Gobiernos Comunales (Nivel Comunal)
5. Autoridades Municipales (Nivel Local)
Este factor, combinado con los pocos recursos (humanos, equipos, de infraestructura, y financieros),
especialmente a nivel regional o local y la poca información confiable y actualizada sobre indicadores
sociales, económicos, y ambientales, causan una serie de problemas:
la poca prioridad institucional a los problemas ambientales (no se considera al ambiente como una
prioridad en el presupuesto nacional),
la poca presencia institucional en los sectores rurales lejanos, la aplicación deficiente de
instrumentos de gestión (que resultan en procedimientos viciados y con muchos vacíos que
inducen a interpretaciones personales, la tramitología, la falta de control de uso de tierras
5Según el Índice Global de Riesgo Climático de Germanwatch para el año 2016, Nicaragua es el cuarto país de mayor vulnerabilidad ante el cambio climático en los últimos 20 años. 6 Ley 28, artículo 15.
Los Huracanes Los huracanes son una causa directa de la pérdida de bosques. Son comunes en la zona de contabilidad; huracán Félix azotó la RACCN en setiembre del 2007 y causó daños considerables al bosque.
Aunque como causas no antropogénicas, los huracanes en sí no son objetos de REDD+, la efectividad de las actividades institucionales relacionadas con el asentamiento, control, y uso de las tierras afectadas por los huracanes es una causa subyacente institucional de la deforestación.
27
afectadas por huracanes, y la implementación efectiva de instrumentos como planes de manejo
forestales y los permisos domésticos forestales otorgados por los gobiernos territoriales
indígenas)
el débil monitoreo, control, y fiscalización de uso de la tierra que no permiten que los gobiernos
en sus diferentes ámbitos gestionar los recursos naturales ni responder efectivamente a la presión
migratoria.
Adicionalmente, la institucionalidad indígena es débil y sujeta a la visión de los líderes de turno.
También, exhibe una serie de limitantes que inciden en la dificultad para aplicar los derechos
otorgados por la ley y la poca habilidad de monitorear y control las tierras comunales, que
conduce a las invasiones de los territorios comunales y en algunos casos su venta ilegal.
Como resultado conjunto de estos factores, existen las invasiones y conflictos de uso de la tierra y la
deforestación y degradación forestal.
Degradación forestal
En general, la degradación forestal es poca cuantificada. Las
causas principales son la cosecha de leña, la tala legal e
ilegal, y los incendios.
Históricamente, la leña y el carbón producidos a partir de
biomasa han sido la principal fuente de energía utilizada en
Nicaragua, pero en los últimos años su importancia y tasa de
crecimiento han disminuido. En 2008, la leña representó el
47% del consumo total de energía (MARENA et al., 2011). La
mayor parte de la leña se consume en las zonas
residenciales y comerciales, el 5% en el sector industrial y el
6% en la producción de carbón vegetal. Se estima que el
consumo de leña es equivalente a unas 2,258 ha para la
región del Caribe (ver recuadro). A pesar de su importancia,
sin embargo, la política energética de Nicaragua no ha
considerado la leña como una fuente alternativa de energía
renovable.
Casi toda la leña y el carbón vegetal proceden de bosques
naturales. El sesenta por ciento de la leña se compone de
ramas, madera muerta, o viene de barbecho; el 9% proviene
de la tala o poda de árboles (MEM, 2007). La leña genera
empleo para unas 250.000 personas dedicadas
permanentemente a su extracción; 75% son pequeños y
medianos productores rurales. Sin embargo, muchos
Degradación Forestal en el Caribe
Este análisis incluye una serie de supuestos para cada agente de degradación: la cosecha de leña, la tala legal e ilegal de madera, y el efecto de los incendios.
Leña: consumo es 1.81 kg/persona/día (ENI, 2006-2007) y la población del Caribe es 670,000 habitantes = 442,635 t biomasa leña/año = 221,317 t C/año.
Tala legal e ilegal: la tala legal es 250,000 m3/año y la tala ilegal es de una magnitud similar. El total es 500,000 m3/año = 300,000 t/ biomasa año = 150,000 t C/año.
Incendios: el mediano del # de hectáreas afectados por incendios a nivel nacional durante los últimos 10-15 años es 20,000 ha/año (MARENA, 2016). Si se asume que 20% de los incendios ocurre en el Caribe (debido al clima húmedo) y se quema 50% de la biomasa, y que el C es la mitad de la biomasa, tenemos: 20,000 ha x 0.2 x 0.5 x 0.5 = 1000 ha afectadas x 95 t C/ha = 95,000 t C/año.
Sumando: 221,317 + 150,000 + 607 = 371,924 t C/ha y las emisiones asociadas con deforestación en el Caribe son 95 t/ha x 60,471 ha/año = 5,744,745 t C/ha.
371,924/(371,924 + 5,744,745) = 6% de las emisiones anuales provienen de la degradación forestal.
28
recolectores de leña no siguen las normas legales o técnicas y por lo tanto amenazan el uso sostenible de
este recurso
En el caso de la tala, se supone que la tala legal es de la misma magnitud de la tala ilegal, un total de
500,000 m3/año. En el caso de los incendios, se asumió que 20,000 ha/año son afectados por incendios,
que 20% de los incendios ocurren en el Caribe y que se pierde la mitad de la biomasa.
Con base de estos supuestos, se estimó la contribución de los incendios, tala, y cosecha de leña como
contribuyentes a la degradación forestal. Este análisis sugiere que aproximadamente 6% de las emisiones
totales de deforestación y degradación forestal en el Caribe provienen de la degradación forestal, un
valor que coincide con estimaciones recientemente publicado por Pearson el al. (2017).
Conclusiones
Históricamente, la zona del Caribe ha sufrido altas tasas de deforestación, pero recientemente las tasas
están disminuyendo. La deforestación ha ocurrido principalmente en áreas fuera de los territorios
indígenas y APs; hasta 2005, la deforestación en la RACCS fue mayor que en la RACCN, pero en años más
recientes esta tendencia está cambiando. En general, la deforestación es asociada con el acceso a los
caminos y los centros de población, incluso en el caso de los territorios indígenas. Este sugiere que existen
6 frentes de deforestación, 4 en el RACCN y 2 en el RACCS. Tres de ellos amenazan la Reserva de Biósfera
Bosawas y la Reserva Biológica Indio-Maíz. En todas las áreas, la deforestación está asociada
principalmente con la ganadería extensiva y en segundo lugar con los cultivos, cuya área ha aumentado
en los últimos años. Como fuente de emisiones, los datos sugieren que la degradación forestal es
responsable por alrededor de 6% de las emisiones forestales, pero este tema merece mayores estudios.
En general, las causas de la deforestación y degradación forestal son económicas/productivas e
institucionales (Figura 17).
Figura 17. Causas principales de la deforestación en el área de contabilidad.
Cadena Ganadera
Bosques
• Baja inversión y acceso a crédito• Poco conocimiento, capacidad,
innovación• Debil nexos con mercados y
mercados no exigentes de calidad• Poca capacidad productiva natural• Infraestructura productiva
• Baja valor de bienes y servicios• Poco manejo forestal sostenible• Baja protección de APs
Necesidades de armonización vertical y horizontal
Pocas capacidades
y recursosInformación y comunicación
Debil institucionalidad
indígena
Poco monitoreo y control
de tierra
Debil aplicación de leyes, instrumentos de gestión
Deforestación y Degradación
Producción
Protección
Institucional
29
• La zona del Caribe está experimentando actual e históricamente, el influjo de migrantes debido
al crecimiento demográfico, la pobreza, los señales de los mercados, el cambio climático, y la
creciente articulación del Caribe con el resto del país.
• Las instituciones regionales y locales experimentan dificultades de responder a las poblaciones
crecientes y la presión sobre las tierras debido a capacidades e información limitadas y retos de
armonizar vertical y horizontalmente las políticas y acciones. El proceso de construcción de un
plan de desarrollo compartido entre todos los actores, así como la construcción de una visión
común de éxito, requiere más esfuerzo para articular una gestión que lidere un crecimiento
ordenado del territorio, y que permita avanzar en la integración de la producción con la
conservación de la “Madre Tierra”. Se debe mejorar el monitoreo y control del uso de la tierra,
así como la capacidad pública en la conservación de las áreas protegidas y ejercer acciones de
comando y control (o regulación) sobre los territorios indígenas. Para lograr el buen gobierno y
la “coordinación armónica” entre el poder ejecutivo, los otros poderes del Estado, los niveles
de gobierno, el sector privado, y los productores se requiere fortalecer sus instrumentos de
gestión.
• Los principales impulsores de la expansión de la frontera agrícola (cambio de uso) han sido
pequeños productores pobres, con bajos niveles de capitalización, que actuaron como punta
de lanza de los eslabones más desarrolladas de cadenas productivas como la ganadería. En
muchos casos, sus estrategias de capitalización son incentivadas por productores grandes que
alquilen o compran terrenos para aumentar su producción.
• La tierra y mano de obra barata disponibles, y mercados no exigentes de calidad, incentivan el
uso extensivo de la tierra y baja productividad, especialmente en el sistema económico
predominante, la ganadería.
• A la vez, los bajos precios de los bienes y servicios forestales actúan como desincentivos para
la conservación forestal e incentivan la conversión de bosques a otros usos. Los valores de uso
de los servicios ecosistémicos que prestan los bosques (biodiversidad, secuestro de carbono,
regulación hídrica, belleza escénica) no se han convertido en valores de mercado, con
capacidad de generar una fuente de ingresos sostenible para sus titulares. Sin acceso a
mercados y a financiamiento (para productos maderables, no maderables) los dueños de los
bosques no tienen capacidad de generar, a partir de sus bosques, una fuente de ingresos
competitiva frente a actividades alternativas (aun las de bajísima productividad como la
ganadería extensiva).
• Adicionalmente, este proceso se ha dado en un contexto de bajo desarrollo de los mercados
financieros y fallas de este mercado (hay recursos, pero no hay interés en prestarlos o
invertirlos por asimetrías de información, altos costos de transacción, percepción de riesgos
muy altos), por lo que la alternativa de sustituir el capital natural (los bosques) por el capital
30
financiero no es disponible. El desconocimiento por parte del sector financiero de la dinámica
productiva de los principales actores de la Costa Caribe (información asimétrica,
interculturalidad); la dispersión de los pequeños productores y la percepción de las complicadas
negociaciones con los pueblos indígenas (costos de transacción); así como la percepción de
riesgos superiores a los que están dispuestos a asumir (colusión, riesgos sociales y políticos en
las comunidades) hacen que tanto los prestamistas (bancos), como los inversionistas (inversión
extranjera, mercado de capitales) sean renuentes a prestar y/o invertir.
31
Bibliografía A. Martinez, D. Barquero y V. Rojas (2013). Análisis de costos –beneficios de la deforestación evitada en la Reserva de Biosfera de Bosawas GIZ. Managua. BNC (2015). Anuario de Estadísticas Macroeconómicas de 2015 CENAGRO (2011). Informe Final IV. Managua IICA (2014). Estudio de Factibilidad, Programa de Reconversión Competitiva de la Ganadería Bovina (PRCGB). Managua. D. Kaimowitz y Angelsen (2008).... no lo hacen hasta que ya no hay más bosques para talar CIFOR. Bogor. Indonesia. M. Bermúdez, S. Flores, M. Romero, J. Bastiaensen, P. Merlet, F. Huybrechs, G. Van Hecken, y J. Ramirez (2015). POLICY BRIEF: ¿Es posible financiar la ganadería en la frontera agrícola de Nicaragua de manera sostenible? Nitlapan, UCA, Managua. M. Lopez (2012). Análisis de las causas de la deforestación y avance de la Frontera Agrícola en las zonas de Amortiguamiento y Zona Núcleo de la Reserva de Biósfera de BOSAWAS-RAAN. GIZ- OSFAM Managua Polvosa y Bastiaensen, (2016). Ganadería lechera y deforestación en Nicaragua. UCA, Managua.
SPPN (2016). Mejorando la Resiliencia y la Adaptación al Cambio Climático en Nicaragua Mediante el Desarrollo Masivo de Sistemas Agroforestales y plantaciones forestales. Managua
32
Anexo 1. El Sector Ganadero en Nicaragua
Abajo se incluye mayor información sobre el sector ganadero debido a su importancia como fuente
principal de la deforestación. La mayoría de la información presentada proviene de IICA (2014) y
TechnoServe (2016).
Cadenas de valor
La mayoría de la producción ganadera ocurre mediante sistemas de doble propósito, donde los pequeños
productores le dan una mayor orientación a la producción de leche. En este sistema, se estima que
alrededor del 55% de los ingresos proviene de la producción de leche. Por otro lado, en la medida que
incrementa el tamaño de la explotación, se aumenta la participación de la carne en la generación de los
ingresos de la explotación hasta alcanzar un 58%.
La cría de ganado da origen a tres cadenas, una de carne y dos de leche (Figura 1). Los eslabones de la
cadena bovina incluyen actividades de tipo transversal que son las de provisión de insumos y otros
servicios como asistencia técnica, sanidad, crédito, información, provisión de conocimientos y equipos.
Los eslabones son: producción primaria; transformación y procesamiento; comercialización y consumo.
Estos eslabones están conectados por el comercio, el transporte de materia prima y toda una compleja
red de intermediarios. Estas actividades y procesos requieren bienes y servicios conexos al sistema
productivo (alemán, Centro Humbolt 2008).
Figura 1. Las cadenas de valor de productos ganaderos en Nicaragua.
El sector de lácteos está compuesto por una cadena informal y una cadena formal. En el sector participan
los siguientes actores: (i) Sector público: MAGFOR, MIFIC, MINSA, MARENA, MEFCCA, DGPSA, INTA, MHCP
y BFP; (ii) Sector privado y organizaciones: CANISLAC, CONAGAN, FAGANIC, UNAG, UPANIC; procesadoras
de la leche: PARMALAT, NESTLÉ, ESKIMO y CENTROLAC; y plantas procesadores de salvadoreños (10
33
plantas). Las cooperativas son otro actor importante pues se dedican a acopiar la leche de los productores
rurales, sin embargo, no han generado estructuras de inversión en tecnología para procesarla. Existe
potencial para desarrollar un modelo de organización asociativa en Nicaragua que podría ayudar mucho
a desarrollar el sector y a disminuir los costos para el acceso a mercados de los pequeños productores.
En general, el desempeño del sector lácteo en Nicaragua es heterogéneo y el producto es de baja calidad
con relación a la de productos similares en otros países de la región. También se encuentran muchos
actores que son intermediarios, lo que aumenta los costos totales en la cadena de producción y
distribución. De hecho, existen muchas cooperativas, federaciones y asociaciones pero poca articulación
entre los productores, poco aprovechamiento de economías de escala y del mercado potencial con
problemas de caminos de penetración. Existen grandes empresas procesadoras de leches como
PARMALAT, NESTLÉ, ESKIMO y CENTROLAC, que mantienen una alta cuota (20% de la producción de
leche) y poder de mercado para llegar al consumidor final; el 40% de la producción de leche es destinada
a la producción artesanal de queso, con problemas de inocuidad y 20% transformación industrial en
plantas pasteurizadoras.
La cadena informal de lácteos
Esta cadena cuenta por aproximadamente 75% de la producción láctea nacional, con la mitad exportada
a los mercados Centroamericanos que no son exigentes de calidad ni de condiciones sanitarias,
principalmente a El Salvador y Honduras. El otro 25% es consumido localmente.
Estos mercados son altamente competitivos, y están caracterizados por bajas márgenes de ganancias y
bajos estándares de calidad. En esta cadena, los productores procesan la lecha en sus fincas o la venden
a procesadores locales de pequeña escala para la producción de queso no añejado. Existen más de 1000
plantas artesanales. Esta cadena surge de una estrategia de reducción de riesgo en vez de una basada en
la agregación de valor porque la producción de queso conserva la leche no refrigerada.
En lo que corresponde a la producción primaria existe una cantidad considerable de factores que afectan
su competitividad con repercusiones en toda la cadena; dos son críticos: (i) los coeficientes de producción;
y (ii) la calidad de la leche. La atomización de la producción, la pobreza de las familias productoras, y una
tradición de producir como cultura pero no como “negocio”, y estos factores actúan como barreras al
mejoramiento de la producción. Por el otro lado, la leche está manipulado bajo condiciones lamentables,
y conjunto con el tiempo que pasa mientras es recogida y llevada a centros de acopio y los distintos tipos
de plantas, reduce su calidad.
La cadena formal de lácteos
Algunos productores venden leche a centros de acopio de cooperativas o empresas donde entra en la
cadena de frio formal. Existen 54 plantas procesadoras de lácteos, incluyendo cinco empresas industriales
grandes; 34 están bajo la supervisión del MAGFOR y solamente 2 tienen certificado del HACCP. Las
mayores plantas procesadoras denominadas como mediana y pequeñas empresas están ubicadas en la
34
Zona Central y la RAAS; de las empresas industriales, 4 están ubicadas en Managua y una en Matagalpa.
Las queseras artesanales están distribuidas mayormente en la Zona Central, en la RAAN y en la zona norte
de la RAAS. En total, hay 6 plantas procesadores en la RAACS y una en la RACCN.
La industria formal solo acopia el 25% de la producción nacional, estimada en unos cuatro millones de
litros diarios. Estos centros pagan precios más altos, pero demandan estándares más altos de calidad.
Algunos centros adicionan valor mediante la producción de queso o yogurt, mientras otros venden la
lecha fría directamente a procesadores industriales grandes. La leche, queso, e yogurt en la cadena de frio
formal se venden a consumidores nacionales o regionales mediante canales formales de mercadeo.
La cadena de valor de carne
La producción primaria ganadera tiene cuatro actividades: (i) finca con cría y ordeño; (ii) finca con cría,
ordeño y desarrollo; (iii) finca con cría, ordeño, desarrollo y engorde; y (iv) el engorde como tal. Estas
actividades tienen diferentes comportamientos y depende de las necesidades y características de cada
productor. La comercialización tiene un comportamiento muy variado y activo y se realiza de manera
espontánea en algunos casos y en otros casos los productores se esfuerzan por programar la salida de
cada producto. Los productos mencionados anteriormente pueden ser comercializados directamente por
el productor o a través de los intermediarios y éstos estilan dos categorías: los comerciantes y los
productores que se dedican al desarrollo o engorde de bovinos de manera más organizada y especializada.
La comercialización de ganado en pie se realiza de productor a productor, de productor a intermediario,
o de productor a planta procesadora. Los productos fundamentales son animales de desechos. Otro
producto es los animales de destete.
El destino de los animales de desecho son los rastros rurales o los rastros municipales, y la posterior
comercialización de la carne y sus derivados en los mercados rurales informales y los mercados nacionales,
ubicados generalmente en las cabeceras departamentales. Hay unos 467 mataderos rurales y rastros
municipales que procesan artesanalmente la producción de carne. Sin embargo, los mataderos
municipales y rurales no llenan las exigencias de inocuidad, trazabilidad y calidad requeridos. Para la
comercialización interna de carne, el punto de partida son los rastros rurales que sacrifican y venden sus
productos al detalle. El producto llega al consumidor final a través de dos vías: (i) se obtiene directamente
en el matadero rural como carne caliente; (ii) como carne caliente y refrigerada en los puestos de detalle
(mercados y supermercados) en las principales ciudades del país. El producto que se comercializa en las
principales ciudades del país, proviene de los matarifes que compran el servicio de sacrificio del ganado a
los mataderos municipales, para luego vender los productos a los comerciantes mayoristas en Managua.
Los agentes mayoristas distribuyen la carne a los detallistas y estos al consumidor final (NITLAPLAN, 2009).
En 2015, Nicaragua sacrificó más que 677,000 cabezas de ganados bovinos, de los cuales 83% fueron
procesados por 5 mataderos con el objetivo principal de exportación. Con los mataderos activos o
proyectados, habría 5 Managua, 1 en Boaco y otro en El Rama - RAAS. Los mataderos industriales venden
su producción fundamentalmente a los importadores mayoristas ubicados en los mercados destino.
También realizan esfuerzos para colocar carne en el mercado local aunque en proporciones pequeñas. La
35
exportación de ganado en pie es una actividad que se realiza de productor a intermediario, de productor
a exportador, o de intermediario a exportador. Los exportadores en su mayoría son extranjeros,
provenientes de México, Guatemala y El Salvador. La venta a extranjeros se está aumentando debido a
los precios más altos y los pagos en efectivo.
En cuanto a la institucionalidad, el sector carne se caracteriza por una institucionalidad poco articulada,
con diversidad de programas y proyectos descoordinados que dificultan una acción más efectiva en favor
del desarrollo competitivo, sostenible e incluyente de la ganadería bovina. El sector carne bovina
participan los siguientes actores: (i) Sector público: MAGFOR, MIFIC, MINSA, MARENA, MEFCCA, DGPSA,
INTA, MHCP y BFP; (ii) Sector privado y organizaciones: CANICARNE, CONAGAN, FAGANIC, UNAG,
UPANIC; mataderos industriales: NUEVO CARNIC, SAN MARTIN, NOVATERRA, CONDEGA y MACESA;
rastros municipales, rurales y matarifes. Entre las principales organizaciones de ganaderos, existen
controversias bien acentuadas; asimismo, con los mataderos industriales.
Según la propuesta del Programa de Reconversión (IICA, 2014), desde el año 2007 el MAGFOR y otras
instituciones del sector público y privado han venido proponiendo diversos mecanismos para impulsar
medidas y solucionar los problemas que enfrenta la ganadería bovina. Según IICA (2014), existían 82
programas y proyectos en ejecución, algunos de ellos recientemente finalizados (aproximadamente un
20%) y otros por iniciar, cuyos componentes y actividades están relacionados con la ganadería bovina con
recursos estimados que superan los US$50 millones (33 iniciativas bajo responsabilidad pública: MAGFOR,
MEFCCA, INTA y MIFIC; 3 de bancos; 20 de organizaciones gremiales privadas; 26 de organismos de
cooperación y ayuda al desarrollo). Existe debilidad en la organización gremial y organización de la cadena
que limita su desarrollo y las mejoras en su competitividad y equidad. Por lo que antecede, existe una
necesidad urgente de un mecanismo potente que ordene, oriente, promueva alianzas y articule
iniciativas, programas, proyectos y sus recursos para hacer más efectivo el apoyo a la ganadería bovina
en el marco del presente Programa de Reconversión.
Tipología y caracterización de los productores
El 49% del hato bovino nacional se encuentra en unidades de producción de pequeña a mediana escala
de hasta 70 ha, mientras 51% del hato nacional pertenece a productores con 70 - 350 ha, donde 37% del
hato se encuentra en fincas entre 70 y 140 ha (CENAGRO 2011). Se pueden caracterizar los estratos de
productores7 en la siguiente manera:
7IV CENAGRO 2011.
36
Cuadro 1. Tipologías de los productores ganaderos en Nicaragua.
Tipo de
Productor
Area (ha) #
productores
# Cabezas Comentario
Muy pequeños 0.35 - 3.5 32,263
(24%)
150,532
(3.6%)
Autoconsumo
Pequeños 3.5 - 14 38,060
(28%)
352,415
(8.5%)
Está compuesto mayormente por
mujeres productoras
Medianos 14 - 350 64,958
(47.5%)
3,132,631
(76%)
Grandes 350+ 1,406
(1.0%)
500,844
(12.1%)
Más capitalizados u equipados. No
obstante, son ganaderos extensivos,
constantemente se capitalizan con
tierras para expandir su hato.
El modelo productivo ganadero es de pastoreo extensivo (la carga animal es alrededor de 0.89 cabeza/ha,
la más baja en la región) de bajo costo que resulta en baja productividad y calidad, y donde se logran
aumentos de producción mediante el aumento del área bajo pastoreo. Este modelo es típico de
condiciones donde los productores son pobres, con poca capacidad de inversión, y/o donde existen tierras
disponibles y el costo de la tierra es más bajo que el costo de insumos. Debido a su bajo nivel de
capitalización y/o el costo bajo de tierras, los productores son adversos a invertir en insumos (como
forraje y sales minerales) e infraestructura (como cercos y sistemas de agua) para intensificar la
producción debido a la falta de conocimiento de estos tecnologías y su habilidad de mantener una
producción aceptable mediante el uso de tierras extensivas. En todas las categorías de productores, los
ganados sirven como fuente de ahorros y tradicionalmente han aumentado el estatus social de sus
dueños.
Adicionalmente, los pequeños y medianos productores enfrentan restricciones para acceder a crédito y
los mejores mercados, particularmente si se ubican a más de dos horas de distancia de los principales
caminos o carreteras. La relativa falta de capital y acceso a crédito les impide hacer las inversiones en
infraestructura necesaria para cumplir con las normas de calidad de los mejores mercados y para invertir
en pastos mejorados o cultivos forrajeros para mejorar la productividad.
En el caso de los grandes ganaderos, son más propensos de invertir en la ampliación de fincas que en la
productividad. También se ha demostrado que grandes productores orientados más a la lechería
enfrentan el problema de disponer de mano de obra permanente para el ordeño, limitando su capacidad
de manejar vacas paridas en fincas.
Como resultado de la falta de inversión, a pesar de un gran número de proyectos enfocados hacia el
mejoramiento del sector ganadero durante las últimas décadas, se nota que los indicadores del sector
37
están bajos, con pocas mejoras (Cuadro 2). Muchos programas de reconversión ganadera, enfocados en
aumentar la productividad y rentabilidad de la ganadería han tenido las consecuencias no deseadas de
incentivar la expansión de la ganadería a expensas de los bosques (Kaimowitz & Angelsen, 2008;
Polvorosa y Bastiaensen, 2017).
Cuadro 2. Indicadores productivos y reproductivos de la ganaderia bovina en Nicaragua.
CONCEPTO CENAGRO III
2001
CENAGRO IV
2011 Natalidad (%) 51 57
Mortalidad terneros (%) 10 4
Destete efectivo (%) 46 55
Mortalidad de adultos (%) 4 1.5
Edad primer servicio (meses) 36 30
Intervalo entre partos (meses) 24 21
Producción leche (Lt/vaca) 3.8 4.1
Vacas por toro (No.) 25 30
Edad a matanza (años) 4 3.5
Peso a matanza en pie (kg.) 370 360
Tamaño del hato (millones de cabezas) 2.6 4.1
Superficie de pastos (millones de manzanas) 4.3 4.6
Carga animal (cabezas por manzana de pasto) 0.62 0.89 Fuente:Elaboración propia en base aI Cenagro.y estimaciones por proyección del hato, IV Cenagro y
Estadísticas MAGFOR
Crédito. El crédito es poco usado usado en el sector ganadero Nicaragüense (el índice de valor del crédito/
Valor de Producción ganadera fluctúa alrededor de 10%, lo que es bajo). Los datos del IV Censo Nacional
Agropecuario muestran que solamente un 17% del total de los ganaderos encuestados trabajan con
crédito, el 54% ha declarado haber solicitado crédito, y el restante no quiere endeudarse o prefiere otras
fuentes informales que no exigen muchos requisitos (Cuadro 3). El número de productores que podrían
ser potenciales sujetos de crédito es estimó en 47,203 en 2011; y el valor de la demanda de crédito está
estimada en US$242 millones. El número de productores que declaran haber recibido crédito de las
instituciones bancarias y microfinancieras en el año asciende a 21,347, pero no incluye créditos del sector
cooperativo por falta de información.
38
Cuadro 3. Fincas ganaderas con demanda potencial para crédito.
Estratos por Superficie
(Ha)
N° de
Fincas
Ganaderas
Fincas que
solicitaron
crédito
N° de Fincas
con Crédito
Fincas con
Demanda
Potencial
Modelo Desde Hasta N° % N° % N° %
1 1.01 20 69,917 44,605 64% 12,882 60% 31,723 45%
2 20.01 50 30,795 14,261 46% 4,715 22% 9,546 31%
3 50.01 100 14,579 5,583 38% 2,107 10% 3,476 24%
4 100.01 200 6,938 2,574 37% 1,015 5% 1,559 22%
5 200.01 500 3,384 1,220 36% 516 2% 704 21%
6 500.01 a
más
706 307 43% 112 1% 195 28%
Total 126,319 68,550 54% 21,347 100% 47,203 37%
Fuente: IV CENAGRO 2011
Manejo animal y de pastos. La actividad ganadera, tanto para obtener leche como para producir carne,
requiere de la aplicación de buenas prácticas de alimentación, de programas de prevención y control de
enfermedades y del uso de animales de buen potencial genético para producir.
Es ampliamente reconocido que la principal limitante para la producción ganadera en Nicaragua es el
aspecto alimentario, lo que está íntimamente ligada al desarrollo, disponibilidad, calidad y sostenibilidad
de los pastos y forrajes, naturales o mejoradas, que determinan el número y tipo de animales que se
pueden mantener en una finca. Cerca de 71% de la base forrajera está constituido por pasturas naturales
y naturalizadas con alta incidencia de malezas. Llas consecuencias de este tipo de limitaciones son los
bajos índices productivos y reproductivos, que resaltan como estos factores limitan la capacidad de
competencia de la ganadería nicaragüense, a pesar de sus ventajas comparativas para producir carne y
leche a bajo costo y lograr niveles óptimos de rentabilidad. También, se ha observado un marcado
deterioro de la calidad genética de hembras reproductoras y sementales producto de la falta de
programas de selección y cruzamiento.
Conocimiento y capacidades. Se necesita generar, adoptar, sistematizar y transferir tecnologías con
enfoque agroecológico relacionadas con producción y utilización de pastos, genética, manejo, nutrición,
alimentación de verano, etc. que estimulen la producción y transformación de la ganadería bovina
sostenible. Los ajustes al sistema productivo deben apoyarse en tecnologías simples, económicas,
efectivas y sostenibles, que garanticen disponibilidad de alimentos a lo largo del año y buen
aprovechamiento por parte de los animales.
La asistencia técnica, transferencia de tecnología, y extensión agropecuaria son herramientas para
orientar al productor y su familia y fortalecer sus conocimientos, habilidades y destrezas en diversos
temas productivos, administrativos y de relaciones humanas, como medio para mejorar su calidad de
vida. La asistencia técnica a sistemas de producción en ganadería bovina normalmente se realiza a través
de eventos de capacitación y visitas, que incluyen un diagnóstico y caracterización de la información básica
39
del sistema productivo de la finca y la identificación de oportunidades para implementar acciones con
enfoque técnico integral que mejoren la productividad y estén articuladas al sistema de producción de
alimentos cárnicos y lácteos.
Usualmente, en este sector este tipo de servicios ha tenido poca cobertura y han sido poco efectivos.
Según el IV CENAGRO del total de fincas existentes sólo u 17.4% de los productores recibieron algún
servicio de asistencia técnica y/o capacitación; el 2.5% de ellos sólo recibieron asistencia técnica y
principalmente de carácter temático. De ese 17.4% de fincas que recibieron algún servicio de asistencia
técnica, hay que considerar que una buena proporción de ese tipo de servicio fue suministrado por
técnicos de las casas comerciales expendedoras de insumos agropecuarios (abonos, semillas, pesticidas,
etc.), plantas industriales, universidades, proyectos de la cooperación, de las organizaciones de
ganaderos, ONG, etc.
Adicionalmente, la poco cultura asociativa, la aplicación de conocimientos empíricos en manejo de fincas
y estilos gerenciales que pasan de generación en generación, se contribuyen a la baja productividad a la
vez que sirven como barreras a la innovación, creyendo los finqueros que la tradición los puede mantener
vivos en un mercado cada vez más exigente.
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