alégrate llena de gracia
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Mes de María DuocUC 2007
llena de gracia””ALÉGRATE…
(Lc 1, 28)
Meditaciones de SS. Benedicto XVI
Nos alegramos con María, la llena de gracia
Nos alegramos con María, la llena de gracia
Aparecida y los Obispos de América Latina nos han invitado a
ser discípulos y misioneros. A dar la vida con generosidad a los
demás, por la alegría de haber encontrado a Jesucristo, o mejor
aún, de haber sido encontrados por Él. Para eso es necesario
entrar en la ‘escuela de María’. Y el mes de María es un tiempo
privilegiado para descubrir cómo se puede estar colaborando
eficaz y humildemente como ella, con la misión de Jesús, en el
centro de la historia de la salvación.
+ Andrés Arteaga Manieu
Obispo Auxiliar de Santiago
Este pequeño libro nos acompañará durante estos días de
preparación del 8 de diciembre, repasando los hitos del peregrinar
en la fe de nuestra Madre. La Anunciación y el Nacimiento del
Salvador, la Visitación y el momento particular al pie de la cruz.
Queremos, como el discípulo amado, acoger a María en nuestra
casa. Que todos los alumnos, académicos, personal administrativo
y directivo puedan respirar, durante estas cuatro semanas, esa
atmósfera mariana de acogida y espera del Señor Jesús.
:: 4
Prólogo
María es grande precisamente porque quiere enaltecer a Dios en
lugar de a sí misma. Ella es humilde: no quiere ser sino la sierva del
Señor (cf. Lc 1, 38. 48). Sabe que contribuye a la salvación del
mundo, no con una obra suya, sino sólo poniéndose plenamente
a disposición de la iniciativa de Dios. Es una mujer de esperanza:
sólo porque cree en las promesas de Dios y espera la salvación
de Israel, el ángel puede presentarse a ella y llamarla al servicio
total de estas promesas. Es una mujer de fe: «¡Dichosa tú, que
has creído!», le dice Isabel (Lc 1, 45). El Magníficat —un retrato
de su alma, por decirlo así— está completamente tejido por los
hilos tomados de la Sagrada Escritura, de la Palabra de Dios. Así
se pone de relieve que la Palabra de Dios es verdaderamente su
propia casa, de la cual sale y entra con toda naturalidad. Habla
y piensa con la Palabra de Dios; la Palabra de Dios se convierte
en palabra suya, y su palabra nace de la Palabra de Dios. Así
se pone de manifiesto, además, que sus pensamientos están en
sintonía con el pensamiento de Dios, que su querer es un querer
con Dios. Al estar íntimamente penetrada por la Palabra de Dios,
puede convertirse en madre de la Palabra encarnada.
SS. Benedicto XVI. Deus Caritas Est, 41
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Introducción
Oración Inicial para el Mes de María
¡Oh María!, durante el bello mes que te está consagrado, todo
resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con
nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia
y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas
nuestras oraciones y votos.
Oraciones
Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado
tu frente con guirnaldas y coronas. Más ¡Oh María! no te das
por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y
lozanía jamás pasan, y coronas que no se marchitan. Estas son las
que esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una
madre es la piedad de sus hijos y la más bella corona que pueden
deponer a sus pies es la de sus virtudes.
Sí, los lirios que tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones;
nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes consagrado
a tu gloria, ¡oh Virgen Santa! en conservar nuestras almas puras
y sin mancha y en separar de nuestros pensamientos, deseos y
miradas aún la sombra misma del mal.
La rosa cuyo brillo agrada a tus ojos es la caridad, el amor a Dios
y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los otros
como hijos de una misma familia cuya madre eres, viviendo todos
en la dulzura de una concordia fraternal.
En este mes bendito procuraremos cultivar en nuestros corazones
la humildad, modesta flor que te es tan querida y con tu auxilio,
llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y
esperanzados.
¡Oh María! haz producir en el fondo de nuestros corazones todas
estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin
frutos de gracia, para poder ser, algún día, dignos hijos de la más
santa y la mejor de las madres. Amén.
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Oración Final para el Mes de María
¡Oh María Madre de Jesús nuestro Salvador, y nuestra buena
Madre!, nosotros venimos a ofrecerte con estos obsequios que
colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de agradarte
y a solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.
Dígnate presentarnos a tu Divino Hijo que, en vista de sus méritos y
a nombre de su santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero
de la virtud. Que haga lucir con nuevo esplendor, la luz de la fe
sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las
tinieblas del error; que vuelvan hacia El y cambien tantos corazones
rebeldes, cuya penitencia regocijará su corazón y el tuyo.
Que convierta a los enemigos de su Iglesia y que, en fin, encienda
por todas partes el fuego de su ardiente caridad. Que nos colme de
alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y dé esperanza
para el porvenir. Amén.
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Día
s Introductorios
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
“Alégrate, llena de gracia”
“Al sexto mes del embarazo, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, un pueblo de
Galilea donde vivía una joven virgen llamada María, prometida de José, que era un
descendiente del rey David.”
Gabriel se le apareció y le dijo: ¡Alégrate, llena de gracia!
(Lc 1, 26-28)
TEXTO BÍBLICO
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REFLEXIÓNLa primera palabra que quisiera meditar con vosotros es el saludo del ángel a María. En la traducción italiana el ángel dice:
”Te saludo, María”. Pero la palabra griega original —”Kaire”— significa de por sí “alégrate”, “regocíjate”. Y aquí hay un
primer aspecto sorprendente: el saludo entre los judíos era “shalom”, “paz”, mientras que el saludo en el mundo griego era
“Kaire”, “alégrate”. Es sorprendente que el ángel, al entrar en la casa de María, saludara con el saludo de los griegos:
”Kaire”, “alégrate”, “regocíjate”. Podemos decir que la primera palabra del Nuevo Testamento es una invitación a la alegría:
”alégrate”, “regocíjate”. El Nuevo Testamento es realmente “Evangelio”, “buena noticia” que nos trae alegría. Dios no está
lejos de nosotros, no es desconocido, enigmático, tal vez peligroso. Dios está cerca de nosotros, tan cerca que se hace niño,
y podemos tratar de “tú” a este Dios.
Homilía, 18 de diciembre, 2005
PARA MEDITAR¿Cuál es la invitación que me está haciendo Cristo, para este mes?
¿Qué me gustaría ofrecerle a María?
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Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“María, discípula misionera”
TEXTO BÍBLICOLe dice Tomás: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?”
Le dice Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino por mí. Si me
conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.” Le dice
Felipe: “Señor, muéstranos al Padre y nos basta.” Le dice Jesús: “¿Tanto tiempo hace que estoy
con vosotros y no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.”
(Jn 14, 5-8)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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“María, discípula misionera” REFLEXIÓNLa Virgen María, por su fe y obediencia a la voluntad de Dios, así como por su constante meditación de la Palabra y de las acciones de
Jesús, es la discípula más perfecta del Señor. (...) Con ella, providencialmente unida a la plenitud de los tiempos, llega a cumplimiento
la esperanza de los pobres y el deseo de salvación. La virgen de Nazaret tuvo una misión única en la historia de salvación, concibien-
do, educando y acompañado a su hijo hasta su sacrificio definitivo. Desde la cruz, Jesucristo confió a sus discípulos, representados por
Juan, el don de la maternidad de María, que brota directamente de la hora pascual de Cristo: “Y desde aquel momento el discípulo
la recibió como suya”. Perseverando junto a los apóstoles a la espera del Espíritu, cooperó con el nacimiento de la Iglesia misionera,
imprimiéndole un sello mariano que la identifica hondamente. Como madre de tantos, fortalece los vínculos fraternos entre todos, alienta
a la reconciliación y el perdón, y ayuda a que los discípulos de Jesucristo se experimenten como una familia, la familia de Dios. En
María, nos encontramos con Cristo, con el Padre y el Espíritu Santo, como asimismo con los hermanos.
Documento Conclusivo. Aparecida, 2007PARA MEDITARDios nos invita a dirigir nuestra mirada a María, puesto que nos conducirá directamente a Cristo ¡Nuestro camino, nuestra
verdad y nuestra vida! ¿Qué me dice esta afirmación? ¿Estoy dispuesto a que María me lleve a Cristo?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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TEXTO BÍBLICODijo Dios: “Haya luz”, y hubo luz. Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó Dios la luz de la oscuridad; y llamó
Dios a la luz “día”, y a la oscuridad la llamó “noche”. Y atardeció y amaneció: día primero. Dijo Dios: “Haya
un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras.” E hizo Dios el firmamento; y apartó
las aguas de por debajo del firmamento de las aguas, de por encima del firmamento. Y así fue. Y llamó Dios
al firmamento “cielo”. Y atardeció y amaneció: día segundo. Dijo Dios: “Acumúlense las aguas de por debajo
del firmamento en un solo conjunto, y déjese ver lo seco”; y así fue. Y llamó Dios a lo seco “tierra”, y al conjunto
de las aguas lo llamó “mar”; y vio Dios que estaba bien.
(Gn 1, 4-10)
“Chile, un país mariano” Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNChile se aproxima a su bicentenario como República con las esperanzas que nacen de un período particularmente significativo,
en el cual se han logrado metas de desarrollo notables, se han ido consolidando las Instituciones y parece prosperar el clima de
una convivencia pacífica. La trayectoria económica favorable ha propiciado también avances en campos como el de la educa-
ción o la salud, así como en iniciativas sociales encaminadas a conseguir que todos los ciudadanos puedan vivir plenamente
de acuerdo con su dignidad. Estos factores, son ciertamente motivo de satisfacción, y también un nuevo llamado al sentido de
responsabilidad, para mantener vigorosos los más altos ideales que dan vida a todo verdadero progreso y, a la larga, lo hacen
posible. A este respecto, la Iglesia cumple su misión anunciando el Evangelio de Cristo, proyectando su luz sobre las realidades
del mundo y del ser humano, proclamando por ello su más alta dignidad. Comparte los anhelos de una justicia que no se vea
mermada por el insuficiente respeto de la dignidad del hombre y los derechos inalienables que de ella se derivan.
8 de septiembre, 2006
PARA MEDITARMaría es patrona de nuestro país, de nuestra tierra creada por Dios. Encomendamos Chile a su cuidado maternal.
¿Qué me gustaría pedir para nuestro país? ¿Qué puedo hacer, personalmente, para hacer de Chile un país más cristiano?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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TEXTO BÍBLICOAl sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a
una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era
María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se conturbó por estas
palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has
hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás
por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió
al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo
“Has hallado gracia delante de Dios”Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque
ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel,
dejándola, se fue.
(Lc 1, 26-38)REFLEXIÓN
María recibió su vocación a través del anuncio del ángel.
El ángel no entra de modo visible en nuestra habitación, pero el Señor tiene un plan para cada uno de nosotros, nos llama
por nuestro nombre. Por tanto, a nosotros nos toca escuchar, percibir su llamada, ser valientes y fieles para seguirlo, de
modo que, al final, nos considere siervos fieles que han aprovechado bien los dones que se nos han concedido.
Homilía, 11 de septiembre, 2006
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“El nombre de la Virgen era María”Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
TEXTO BÍBLICOAl sexto mes envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era
María.
(Lc 1, 26-27)
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REFLEXIÓNNosotros no alabamos suficientemente a Dios si no alabamos a sus santos, sobre todo a la “Santa” que se convirtió en su
morada en la tierra, María. La luz sencilla y multiforme de Dios sólo se nos manifiesta en su variedad y riqueza en el rostro
de los santos, que son el verdadero espejo de su luz. Y precisamente viendo el rostro de María podemos ver mejor que de
otras maneras la belleza de Dios, su bondad, su misericordia. En este rostro podemos percibir realmente la luz divina.
Homilía, 15 de agosto, 2006
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“Alégrate, llena de gracia”
TEXTO BÍBLICOGabriel se le apareció y le dijo: ¡Alégrate, llena de gracia!
(Lc 1, 28)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓN“Llena de gracia (gratia plena)”, que en el original griego kecharitomene, “amada” por Dios (cf. Lc 1, 28). Es un título
expresado en voz pasiva, pero esta “pasividad” de María, que desde siempre y para siempre es la “amada” por el
Señor, implica su libre consentimiento, su respuesta personal y original: al ser amada, al recibir el don de Dios, María es
plenamente activa, porque acoge con disponibilidad personal la ola del amor de Dios que se derrama en ella. También en
esto, ella es discípula perfecta de su Hijo, el cual realiza totalmente su libertad en la obediencia al Padre y, precisamente
obedeciendo, ejercita su libertad.
Homilía, 25 de marzo, 2006
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“No temas, María”
TEXTO BÍBLICO“Confusa y turbada, María se esforzaba por entender el significado de las palabras con las que
había sido saludada por el ángel, el cual añadió:
No temas, María, porque Dios te ha escogido para llenarte de bendición. Pronto quedarás
encinta, y tendrás un hijo al que pondrás por nombre Jesús”
(Lc 1, 29-31)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓN“No temas, María”, le dice el ángel. En realidad, había motivo para temer, porque llevar ahora el peso del mundo sobre
sí, ser la madre del Rey universal, ser la madre del Hijo de Dios, constituía un gran peso, un peso muy superior a las fuerzas
de un ser humano. Pero el ángel le dice: ”No temas. Sí, tú llevas a Dios, pero Dios te lleva a ti. No temas”.
“No temas”. María nos dice esta palabra también a nosotros. Ya he destacado que nuestro mundo actual es un mundo
de miedos: miedo a la miseria y a la pobreza, miedo a las enfermedades y a los sufrimientos, miedo a la soledad y a la
muerte. En nuestro mundo tenemos un sistema de seguros muy desarrollado: está bien que existan. Pero sabemos que en el
momento del sufrimiento profundo, en el momento de la última soledad, de la muerte, ningún seguro podrá protegernos. El
único seguro válido en esos momentos es el que nos viene del Señor, que nos dice también a nosotros: “No temas, yo estoy
siempre contigo”. Podemos caer, pero al final caemos en las manos de Dios, y las manos de Dios son buenas manos.
Homilía, 18 diciembre, 2005PARA MEDITAR
¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“He aquí, la esclava del Señor”
TEXTO BÍBLICORespondió el ángel: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder de Dios te cubrirá con su sombra. Por
eso, el santo ser que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. Desde hace seis meses, tu prima Isabel,
la que todos tenían por estéril, y a pesar de su vejez, está encinta, porque para Dios no hay nada
imposible.
Entonces dijo María: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”
(Lc 1, 35-38)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNMaría pertenecía a la parte del pueblo de Israel que en el tiempo de Jesús esperaba con todo su corazón la venida del
Salvador, y gracias a las palabras y a los gestos que nos narra el Evangelio podemos ver cómo ella vivía realmente según
las palabras de los profetas. Esperaba con gran ilusión la venida del Señor, pero no podía imaginar cómo se realizaría esa
venida. Quizá esperaba una venida en la gloria. Por eso, fue tan sorprendente para ella el momento en el que el arcángel
Gabriel entró en su casa y le dijo que el Señor, el Salvador, quería encarnarse en ella, de ella, quería realizar su venida
a través de ella. Podemos imaginar la conmoción de la Virgen. María, con un gran acto de fe y de obediencia, dijo “sí”:
”He aquí la esclava del Señor”. Así se convirtió en “morada” del Señor, en verdadero “templo” en el mundo y en “puerta”
por la que el Señor entró en la tierra.
Homilía, 26 de noviembre, 2005PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“Hágase en mí, según tu palabra”
TEXTO BÍBLICO“Pronto quedarás encinta, y tendrás un hijo al que pondrás por nombre Jesús. Él será grande, y
lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David, y reinará
perpetuamente en Israel. Su reino no tendrá fin. Pero ¿cómo podré tener un hijo, si no estoy casada ni
nunca he tenido marido? Respondió el ángel: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder de Dios te
cubrirá con su sombra. Por eso, el santo ser que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios.
Desde hace seis meses, tu prima Isabel, la que todos tenían por estéril, y a pesar de su vejez, está
encinta, porque para Dios no hay nada imposible. Entonces dijo María: He aquí la esclava del Señor,
hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 32-38)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNEn la hora decisiva de la historia humana, María se ofreció a sí misma a Dios, ofreció su cuerpo y su alma como morada.
En ella y de ella el Hijo de Dios asumió la carne. Por medio de ella la Palabra se hizo carne (cf. Jn 1, 14). Así María nos
dice lo que es el Adviento: ir al encuentro del Señor que viene a nuestro encuentro.
Esperarlo, escucharlo y contemplarlo. María nos explica para qué existen los edificios de las iglesias: Existen para que
acojamos en nuestro interior la palabra de Dios; para que dentro de nosotros y por medio de nosotros la Palabra pueda
encarnarse también hoy.
Homilía, 10 de diciembre, 2006
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“Se levantó María y se fue, con prontitud, a la región montañosa”
TEXTO BÍBLICOEn aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;
entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María,
saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz,
dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi
Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi
seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
(Lc 1, 40-45)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNMaría, llevando en su seno a Jesús recién concebido, va a casa de su anciana prima Isabel, a la que todos consideraban
estéril y que, en cambio, había llegado al sexto mes de una gestación donada por Dios (cf. Lc 1, 36). Es una muchacha
joven, pero no tiene miedo, porque Dios está con ella, dentro de ella. En cierto modo, podemos decir que su viaje fue la
primera “procesión eucarística” de la historia. María, sagrario vivo del Dios encarnado, es el Arca de la alianza, en la que
el Señor visitó y redimió a su pueblo. La presencia de Jesús la colma del Espíritu Santo. Cuando entra en la casa de Isabel,
su saludo rebosa de gracia: Juan salta de alegría en el seno de su madre, como percibiendo la llegada de Aquel a quien
un día deberá anunciar a Israel. Exultan los hijos, exultan las madres. Este encuentro, impregnado de la alegría del Espíritu,
encuentra su expresión en el cántico del Magníficat.
Discurso, 31 de mayo, 2005
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
“María saludó a Isabel”
TEXTO BÍBLICOEn aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de
Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
(Lc 1, 39-40)
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Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
REFLEXIÓNLa alegría se debe compartir siempre. Una alegría se debe comunicar. María corrió inmediatamente a comunicar su alegría a su
prima Isabel. Y desde que fue elevada al cielo distribuye alegrías en todo el mundo; se ha convertido en la gran Consoladora,
en nuestra Madre, que comunica alegría, confianza, bondad, y nos invita a distribuir también nosotros la alegría.
Este es el verdadero compromiso del Adviento: llevar la alegría a los demás. La alegría es el verdadero regalo de Navidad;
no los costosos regalos que requieren mucho tiempo y dinero. Esta alegría podemos comunicarla de un modo sencillo: con una
sonrisa, con un gesto bueno, con una pequeña ayuda, con un perdón. Llevemos esta alegría, y la alegría donada volverá a
nosotros. En especial, tratemos de llevar la alegría más profunda, la alegría de haber conocido a Dios en Cristo. Pidamos para
que en nuestra vida se transparente esta presencia de la alegría liberadora de Dios.
Homilía, 18 de diciembre, 2005
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
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Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
“Saltó de gozo el niño en su seno”
TEXTO BÍBLICOY sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel
quedó llena de Espíritu Santo.
(Lc 1,41)
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Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
REFLEXIÓN¡Cómo no notar que, en el encuentro entre la joven María y la ya anciana Isabel, el protagonista oculto es Jesús! María lo
lleva en su seno como en un sagrario y lo ofrece como el mayor don a Zacarías, a su esposa Isabel y también al niño que
está creciendo en el seno de ella. “Apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo -le dice la madre de Juan Bautista-, saltó de
gozo el niño en mi seno” (Lc 1, 44). Donde llega María, está presente Jesús. Quien abre su corazón a la Madre, encuentra y
acoge al Hijo y se llena de su alegría.
Discurso, 31 de mayo, 2006
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
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Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
“Bendita tú, por haber creído”Ju
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TEXTO BÍBLICO¡Bendita tú por haber creído lo que te fue dicho de parte del Señor, y porque lo que él te anunció,
se cumplirá!”
(Lc 1, 43-45)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
REFLEXIÓNLo primero que hizo María después de acoger el mensaje del ángel fue ir “con prontitud” a casa de su prima Isabel para
prestarle su servicio (cf. Lc 1, 39). La iniciativa de la Virgen brotó de una caridad auténtica, humilde y valiente, movida por la
fe en la palabra de Dios y por el impulso interior del Espíritu Santo. Quien ama se olvida de sí mismo y se pone al servicio del
prójimo. He aquí la imagen y el modelo de la Iglesia. Toda comunidad eclesial, como la Madre de Cristo, está llamada a
acoger con plena disponibilidad el misterio de Dios que viene a habitar en ella y la impulsa por las sendas del amor. Este es
el camino por el que he querido comenzar mi pontificado, invitando a todos, con mi primera encíclica, a edificar la Iglesia en
la caridad, como “comunidad de amor” .
25 de marzo, 2006
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
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Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
“Engrandece mi alma al Señor”
TEXTO BÍBLICOY dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto
los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaven-
turada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza
de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son
soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los ham-
brientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de su
misericordia como había anunciado a nuestros padres en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»
(Lc 1, 46-55)
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Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
REFLEXIÓNEntre los Santos, sobresale María, Madre del Señor y espejo de toda santidad. El Evangelio de Lucas la muestra atareada
en un servicio de caridad a su prima Isabel, con la cual permaneció «unos tres meses» para atenderla durante el embarazo.
«Magnificat anima mea Dominum», dice con ocasión de esta visita -«proclama mi alma la grandeza del Señor»-, y con ello
expresa todo el programa de su vida: no ponerse a sí misma en el centro, sino dejar espacio a Dios, a quien encuentra tanto
en la oración como en el servicio al prójimo; sólo entonces el mundo se hace bueno. María es grande precisamente porque
quiere enaltecer a Dios en lugar de a sí misma. Ella es humilde: no quiere ser sino la sierva del Señor. Sabe que contribuye a
la salvación del mundo, no con una obra suya, sino sólo poniéndose plenamente a disposición de la iniciativa de Dios.
Deus Caritas Est, 41
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
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Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
“Permaneció con ella unos tres meses”
TEXTO BÍBLICOMaría permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.
(Lc 1, 56)
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Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
REFLEXIÓNEn la escuela de María, “Mujer eucarística”, como solía invocarla el amado Papa Juan Pablo II, acojamos en nosotros mismos
la presencia viva de Jesús, para llevarlo a todos con amor servicial. Aprendamos a vivir siempre en comunión con Cristo
crucificado y resucitado, dejándonos guiar por la Madre celestial suya y nuestra. Así, nuestra existencia, alimentada por la
Palabra y por el Pan de vida, llegará a ser totalmente eucarística, y se convertirá en acción de gracias al Padre, por Cristo,
en el Espíritu Santo.
Angelus, 29 de mayo, 2005
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
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Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
Natividad
“Y dio a luz a su hijo primogénito”Lu
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TEXTO BÍBLICOSubió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se
llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que
estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento
y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían
sitio en el alojamiento.
(Lc 2, 4-7)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNPara transformar el mundo Dios eligió a una humilde joven de una aldea de Galilea, María de Nazaret, y le dirigió este saludo:
“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. En esas palabras está el secreto de la auténtica Navidad. Dios las repite a
la Iglesia, a cada uno de nosotros: “Alegraos, el Señor está cerca”. Con la ayuda de María, entreguémonos nosotros mismos,
con humildad y valentía, para que el mundo, acoja a Cristo, que es el manantial de la verdadera alegría.
Angelus, 17 de diciembre, 2006
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
“Con María, su esposa, que estaba encinta”
TEXTO BÍBLICOSubió, también, José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David,
que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su
esposa, que estaba encinta.
(Lc 2, 4-6)
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Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
“Con María, su esposa, que estaba encinta”REFLEXIÓN
Madre es la mujer que da la vida, pero también ayuda y enseña a vivir. María es Madre, Madre de Jesús, al que dio su
sangre, su cuerpo. Y ella nos presenta al Verbo eterno del Padre, que vino a habitar en medio de nosotros. Pidamos a María
que interceda por nosotros, que nos acompañe con su protección maternal hoy y siempre, para que Cristo nos acoja un día
en su gloria, en la asamblea de los santos.
Homilía, 31 de diciembre, 2005
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
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Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
“Le envolvió y le acostó en un pesebre”
TEXTO BÍBLICOY sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a
luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían
sitio en el alojamiento.
(Lc 2, 6-7)
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Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
REFLEXIÓNEn este comentario de san Ambrosio sobre el Magníficat siempre me impresionan de modo especial las sorprendentes palabras:
“Aunque, según la carne, sólo hay una madre de Cristo, según la fe todas las almas engendran a Cristo, pues cada una acoge en
sí al Verbo de Dios”. Así el santo doctor, interpretando las palabras de la Virgen misma, nos invita a hacer que el Señor encuentre
una morada en nuestra alma y en nuestra vida. No sólo debemos llevarlo en nuestro corazón; también debemos llevarlo al mundo,
de forma que también nosotros podamos engendrar a Cristo para nuestros tiempos. Pidamos al Señor que nos ayude a alabarlo
con el espíritu y el alma de María, y a llevar de nuevo a Cristo a nuestro mundo.
Catequesis, 15 de febrero, 2006
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
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Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
“No temáis, pues os anuncio una gran alegría”
TEXTO BÍBLICOHabía en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante
la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su
luz; y se llenaron de temor. El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que
lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el
Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en
un pesebre.»
(Lc 2, 8-12)
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Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
REFLEXIÓN¿Quiénes son los hombres a los que Dios ama? ¿Es que ama sólo a determinadas personas y abandona a las demás? El
evangelio responde a estas preguntas presentando algunas personas concretas amadas por Dios. Algunas, individualmente:
María, José, Isabel... pero también hay un grupo de personas, los pastores. ¿Qué tipo de hombres son? En su ambiente,
los pastores eran despreciados; se les consideraba poco de fiar. Pero ¿quiénes eran en realidad? Eran almas sencillas,
personas vigilantes. Esto vale en su sentido exterior: por la noche velaban cercanos a sus ovejas. Pero también tiene un
sentido más profundo: estaban dispuestos a oír la palabra de Dios, el anuncio del ángel. Su vida no estaba cerrada en sí
misma; tenían un corazón abierto, estaban esperando algo. Su vigilancia era disponibilidad para escuchar, para ponerse
en camino. Esto es lo que a Dios le interesa. Él ama a todos. Dios busca a personas que sean portadoras de su paz y la
comuniquen. Pidámosle que no encuentre cerrado nuestro corazón. Esforcémonos por ser capaces de ser portadores activos
de su paz, concretamente en nuestro tiempo.
Homilía, 24 de diciembre, 2005
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Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
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“Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres”
TEXTO BÍBLICOY de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
«Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.» Y sucedió
que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros:
«Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.»
(Lc 2, 13-15)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓN“Salve, Madre santa —canta la liturgia—: tú has dado a luz al Rey que gobierna el cielo y la tierra por los siglos de los siglos”.
En el corazón maternal de María resonó, colmándolo de asombro, el anuncio de los ángeles en Belén: “Gloria a Dios en el
cielo y paz en la tierra a los hombres que él ama” (Lc 2, 14). Y el evangelio añade que María “conservaba todas estas cosas,
meditándolas en su corazón” (Lc 2, 19). Como ella, también la Iglesia conserva y medita la palabra de Dios, confrontándola
con las diversas y cambiantes situaciones que encuentra a lo largo de su camino.
Homilía, 1 de enero, 2005
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón”
TEXTO BÍBLICOY fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo,
dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todos los que lo oyeron se
maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas,
y las meditaba en su corazón.
(Lc 2, 16-19)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNEl evangelista san Lucas la describe como la Virgen silenciosa, en constante escucha de la Palabra eterna, que vive en la
palabra de Dios. María conserva en su corazón las palabras que vienen de Dios y, uniéndolas como en un mosaico, aprende
a comprenderlas. En su escuela queremos aprender también nosotros a ser discípulos atentos y dóciles del Señor. Con su ayuda
maternal deseamos comprometernos a trabajar solícitamente en la “obra” de la paz, tras las huellas de Cristo, Príncipe de la
paz. Siguiendo el ejemplo de la Virgen santísima, queremos dejarnos guiar siempre y sólo por Jesucristo, que es el mismo ayer,
hoy y siempre (cf. Hb 13, 8).
Homilía, 1 de enero, 2006
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
Junto a la Cruz
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“Jesús, viendo a su madre...”
TEXTO BÍBLICOJunto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás,
y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a
su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde
aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo
estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dice: «Tengo sed».
(Jn 19, 25-29)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNOs recomiendo el amor a la Madre del Señor. Haced como san Juan, que la acogió en lo más íntimo de su corazón. Dejaos
renovar constantemente por su amor materno. Aprended de ella a amar a Cristo. Que el Señor bendiga vuestro camino.
Amén.
Homilía, 15 de mayo, 2005
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
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“Junto a la cruz de Jesús, estaban su madre...”
TEXTO BÍBLICOJunto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y
María Magdalena.
(Jn 19, 25)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNMaría es, en fin, una mujer que ama. ¿Cómo podría ser de otro modo? Como creyente, que en la fe piensa con el pensamiento
de Dios y quiere con la voluntad de Dios, no puede ser más que una mujer que ama. Lo intuimos en sus gestos silenciosos que
nos narran los relatos evangélicos de la infancia. Lo vemos en la delicadeza con la que en Caná se percata de la necesidad
en la que se encuentran los esposos, y lo hace presente a Jesús. Lo vemos en la humildad con que acepta ser como olvidada
en el período de la vida pública de Jesús, sabiendo que el Hijo tiene que fundar ahora una nueva familia y que la hora de la
Madre llegará solamente en el momento de la cruz, que será la verdadera hora de Jesús (cf. Jn 2, 4; 13, 1). Entonces, cuando
los discípulos hayan huido, ella permanecerá al pie de la cruz (cf. Jn 19, 25-27); más tarde, en el momento de Pentecostés,
serán ellos los que se agrupen en torno a ella en espera del Espíritu Santo (cf. Hch 1, 14).
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Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
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“Mujer, ahí tienes a tu hijo”
TEXTO BÍBLICOJesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí
tienes a tu hijo.»
(Jn 19, 26)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNLa vida de los Santos no comprende sólo su biografía terrena, sino también su vida y actuación en Dios después de la
muerte. En los Santos es evidente que, quien va hacia Dios, no se aleja de los hombres, sino que se hace realmente cercano
a ellos. En nadie lo vemos mejor que en María. La palabra del Crucificado al discípulo -a Juan y, por medio de él, a todos
los discípulos de Jesús: «Ahí tienes a tu madre» (Jn 19, 27)- se hace de nuevo verdadera en cada generación. María se ha
convertido efectivamente en Madre de todos los creyentes. A su bondad materna, así como a su pureza y belleza virginal, se
dirigen los hombres de todos los tiempos y de todas las partes del mundo en sus necesidades y esperanzas, en sus alegrías y
contratiempos, en su soledad y en su convivencia.
Des Caritas Est, 42
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“Ahí tienes a tu madre”
TEXTO BÍBLICOLuego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
(Jn 19, 27-28)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNLa tradicional imagen de la crucifixión, representa a la Virgen María al pie de la cruz. Pero ¿qué sentido tiene exaltar la
cruz? ¿Acaso no es escandaloso venerar un patíbulo infamante? Dice el apóstol san Pablo: “Nosotros predicamos a Cristo
crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles” (1 Co 1, 23). Pero los cristianos no exaltan una cruz
cualquiera, sino la cruz que Jesús santificó con su sacrificio, fruto y testimonio de inmenso amor. Cristo en la cruz derramó
toda su sangre para librar a la humanidad de la esclavitud del pecado y de la muerte. Por tanto, de signo de maldición, la
cruz se ha transformado en signo de bendición, de símbolo de muerte en símbolo, por excelencia, del Amor que vence el
odio y la violencia y engendra la vida inmortal. “¡Oh cruz, única esperanza!”. Así canta la liturgia. Narra el evangelista:
junto a la cruz estaba María (cf. Jn 19, 25-27). Su dolor forma un todo con el de su Hijo. Es un dolor lleno de fe y de amor.
La Virgen en el Calvario participa en la fuerza salvífica del dolor de Cristo, uniendo su “fiat”, su “sí”, al de su Hijo.
Angelus, 17 de diciembre, 2006PARA MEDITAR
¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“Estarás conmigo en el Paraíso”
TEXTO BÍBLICOHabía también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: “Este es el Rey de los
judíos”. Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo,
sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a
Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque
recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate
de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo
en el paraíso.
(Lc 23, 38-43)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNQueridos hermanos y hermanas, el cielo es nuestra morada definitiva. Desde allí María, con su ejemplo, nos anima a aceptar
la voluntad de Dios, a no dejarnos seducir por las sugestiones falaces de todo lo que es efímero y pasajero, a no ceder ante las
tentaciones del egoísmo y del mal que apagan en el corazón la alegría de la vida.
Angelus, 15 de agosto, 2005
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
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“Voy a prepararos una morada en la gran casa del Padre”
TEXTO BÍBLICOY desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es:
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
(Mt 27, 45-46)
Nos ponemos en presencia del Señor y damos inicio al momento de oración con el lema del día.
Luego, rezamos la oración inicial del mes de María.
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REFLEXIÓNNosotros podemos alabar a María, venerar a María, porque es “feliz”, feliz para siempre. Y este es el contenido de esta fiesta. Feliz
porque está unida a Dios, porque vive con Dios y en Dios. El Señor, en la víspera de su Pasión, al despedirse de los suyos, dijo: “Voy
a prepararos una morada en la gran casa del Padre. Porque en la casa de mi Padre hay muchas moradas” (cf. Jn 14, 2). María, al
decir: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”, preparó aquí en la tierra la morada para Dios; con cuerpo y
alma se transformó en su morada, y así abrió la tierra al cielo.
Homilía, 15 de agosto, 2006
Rezamos la oración final del mes y/o cantamos a María.
PARA MEDITAR¿Qué me llamó la atención del texto?
¿Qué me quiere decir María, hoy, a través de las palabras de SS. Benedicto XVI?
ORACIÓN FINALSanta María, Madre de Dios,tú has dado al mundo la verdadera luz,Jesús, tu Hijo, el Hijo de Dios.Te has entregado por completoa la llamada de Diosy te has convertido así en fuentede la bondad que mana de Él.Muéstranos a Jesús. Guíanos hacia Él.
Enséñanos a conocerlo y amarlo,para que también nosotrospodamos llegar a ser capacesde un verdadero amory ser fuentes de agua vivaen medio de un mundo sediento.Amén.
Deus Caritas Est
Edición: Dirección de Pastoral DuocUC
Diseño y diagramación:Magdalena Tagle
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