a mami y papi por acompañarme en todo momento y hacer de
Post on 10-Jul-2022
0 Views
Preview:
TRANSCRIPT
A mami y papi por acompañarme en todo momento y hacer de mí una mejor persona. Gracias por
compartir mis sueños.
A mis dos abuelitas que tanto esperaron este día y hoy me cuidan desde el cielo.
A mi familia que de una forma u otra fue partícipe de mi carrera y esta tesis
A tía Ada por ser como mi madre y compartir tantos sufrimientos y alegrías
A tío Asterito por tantas madrugadas de lunes
A Karel, por su comprensión, asesoramiento técnico y sobre todo por traer amor y felicidad a mi vida
A mi hermano y Yamilé por estar para animarme
A Shávely, mi sobrinita querida
A Mailén, mi tutora, por no dejarme sola a pesar de estar lejos
A María Victoria por su ayuda incondicional y necesaria
A Ojito por ser mi guía y nunca decir que no
A mis amigos, por la preocupación constante
A Marleni por auxiliarme con la impresión de textos durante casi los cinco años de universidad
A Cordoví por la ayuda brindada
A los profesores del departamento de Periodismo por contribuir en mi formación profesional
Al colectivo del semanario Escambray por recibirme siempre con los brazos abiertos
A todos los que estuvieron a mi lado mil gracias
Resumen
El presente estudio constituye un acercamiento al género periodístico entrevista de personalidad. Como
principal objetivo este trabajo de diploma pretende caracterizar el tratamiento periodístico dado por el
suplemento cultural Vitrales a la entrevista de personalidad durante el período 2007-2012. Desde una
perspectiva cualitativa y de tipo descriptiva, la investigación científica emplea los métodos bibliográfico
documental y el análisis de contenido, y como técnicas la revisión bibliográfica y la entrevista
semiestructurada a periodistas del centro. Entre los resultados obtenidos se constata que los reporteros
de la publicación cumplen con la mayoría de las características estructurales del género contempladas
por la teoría, se observa la concepción de una estructura dividida en introducción, cuerpo, cierre y
titular, un adecuado empleo de la adjetivación, el orden emotivo y la comunicación no verbal, aunque
esta última no se aprovecha lo suficiente.
Índice
Introducción ................................................................................................................................................ 1
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas ........................................................................ 5
1.1- Tratamiento periodístico .................................................................................................................. 5
1.3-Entrevista: técnica y género .............................................................................................................. 6
1.4- Estructura de la entrevista periodística ............................................................................................ 7
1. 5- Entrevista de personalidad: hacia una definición.......................................................................... 10
1.6-Características estructurales de la entrevista de personalidad ........................................................ 12
1.7-Recursos estilísticos ........................................................................................................................ 16
1.8- Formas elocutivas .......................................................................................................................... 19
1.9- Fotografía de prensa en la entrevista ............................................................................................. 22
Capítulo II: Vitrales, referentes históricos ................................................................................................ 26
2.1-Segunda etapa de un suplemento .................................................................................................... 29
2.2- Vitrales: del ´98 a la actualidad ..................................................................................................... 30
2.3- Entrevista de personalidad en Vitrales ........................................................................................... 31
Capítulo III: Aspectos metodológicos ...................................................................................................... 34
Capítulo IV: Análisis de los resultados ..................................................................................................... 38
4.1-Características estructurales de la entrevista de personalidad ........................................................ 38
4.1.1-Entradas .................................................................................................................................... 38
4.1.2-En vistas al desarrollo o cuerpo de la entrevista de personalidad ............................................ 41
4.1.3-Una mirada al cierre o conclusión de la entrevista de personalidad ........................................ 43
4.1.4-Aproximación a los titulares .................................................................................................... 45
4.1.5-La comunicación no verbal, la adjetivación y el orden emotivo .............................................. 46
4.2-Formas elocutivas ........................................................................................................................... 50
4.3-Recursos estilísticos ........................................................................................................................ 55
4.4-Fotografía de prensa ........................................................................................................................ 59
Conclusiones ............................................................................................................................................. 62
Recomendaciones: .................................................................................................................................... 63
Bibliografía citada ..................................................................................................................................... 64
Bibliografía consultada ............................................................................................................................. 66
Anexos ...................................................................................................................................................... 68
Introducción
1
Introducción
Tras la Primera Guerra Mundial el periodismo informativo cobra auge en los medios de prensa debido a
la necesidad de conocer los acontecimientos de la contienda bélica. Este estilo periodístico se basa en la
narración de hechos. Surge primeramente en Inglaterra y después en los Estados Unidos de América con
las noticias de enviados especiales y de reporteros corresponsales de guerra.
Mientras la prensa europea continuaba bajo formas ideológicas con mayor ejercicio de la opinión, el
periodismo anglosajón se perfiló cada vez más, con el lema de “los hechos son sagrados, las opiniones
libres”. Sobresalen los nombres de Walter, Northcliffe, Beaverbrook, Bennet, Pulitzer, Hearst y
publicaciones como The Times, Daily Mail, Daily Express, New York Herald, New York Tribune, entre
otros. Según la profesora española Monserrat Quesada (2008) constituye este el contexto profesional que
permitió la distinción entre los dos tipos fundamentales de entrevistas: las informativas y las literarias o
de creación, también conocidas como de personalidad.
Las informativas presentan limitaciones para publicarse, ya que las declaraciones del entrevistado deben
cumplir con los criterios de actualidad. En cambio, la entrevista de personalidad es un género atemporal
porque su importancia radica en la persona y sus palabras no deben responder precisamente a hechos
presentes.
En la entrevista de personalidad el periodista ofrece una visión integral de la vida y obra del interlocutor,
además expone su imagen psicológica y física. Uno de los antecedentes históricos del género se sitúa el
16 de abril de 1836, cuando el periodista norteamericano, Gordon Bennett lo usó por primera vez en la
versión más cercana a la que se conoce en la actualidad, en forma de preguntas y respuestas. Bennet
interrogó a la administradora de un burdel neoyorquino donde se había cometido un crimen, tituló esta
conversación como "El asesinato más atroz" y apareció publicada en el periódico The New York Herald.
Como un antecedente más próximo se encuentra la entrevista de Horace Greely al líder mormón
Brigham Young, en el Tribune de Nueva York en el año 1859. Este suceso ocurre luego del caso
nombrado como la "Masacre de Mountain Meadows", en la cual resultaron asesinados ciento veinte
inmigrantes a mano de los mormones (Prado, 2007). Horace Greely tuvo éxito con el texto al lograr
cierta compenetración de los lectores con una figura famosa. Este ejemplo constituye una entrevista de
personalidad pues Brigham Young se convierte en el eje central y prima un clima de confianza por
encima del canon establecido de preguntas y respuestas.
Introducción
2
Dentro del gran número de autores que dedican parte de su obra a la realización de estas entrevistas el
caso más paradigmático lo constituye la periodista y escritora italiana Oriana Fallaci quien realizó
entrevistas a distinguidas figuras como Henry Kissinger, Indira Gandhi, Golda Meir, entre otras,
recopiladas en el libro Entrevista con la Historia La capacidad de la autora para describir hechos y
sentimientos, unida a su forma de hacerle preguntas incómodas a las grandes personalidades del mundo,
le permitió convertirse en ejemplo y guía para otros profesionales, según el periódico Los Ageles Times,
es "la periodista a quien virtualmente ninguna figura del mundo dice que no".
También se pueden citar los nombres de David Frost, quien logró confesiones importantes de sus
entrevistados, como lo hizo con el ex presidente norteamericano Richard Nixon, el cual admitió su
responsabilidad en el escándalo de Watergate y pidió disculpas al pueblo norteamericano. Otra
periodista a referenciar es Bárbara Walters, conocida por su periodismo de personalidad y sus
entrevistas profundas, tanto a artistas como Michael Jackson, o a líderes políticos como Boris Yeltsin de
Rusia, Muamar Gadafi de Libia, Fidel Castro de Cuba y Hugo Chávez de Venezuela.
A pesar de los estudios teóricos existentes sobre el género, a nivel mundial la entrevista se emplea en
muchas ocasiones para propagar las supuestas ventajas del sistema capitalista. Desde esta perspectiva se
abandona la ética para aliarse sumisamente a intereses económicos de los dueños de las diferentes
publicaciones. Por ello la entrevista de personalidad se emplea generalmente en la revelación de la
intimidad de personas y desencadena calumnias y escándalos.
Según el profesor español José Luis Martínez Albertos (2004), los periódicos impresos usan la
publicación de entrevistas para contrarrestar la competencia generada por medios más inmediatos, como
la televisión y la radio. Agrega que el éxito de las revistas gráficas, se debe a la cantidad de páginas
dedicadas a declaraciones de famosos. Puntualiza también que en América Latina se tiende a abusar de
este género en los periódicos diarios, quizás producto de la propia competencia.
En el caso particular de Cuba la entrevista de personalidad no se destina única y exclusivamente a los
artistas de cine y televisión, reconocidos científicos, cantantes o deportistas. Cada hombre es una
historia, con sus contradicciones y aspiraciones sin importar el rango social, por ello cualquier persona
puede ser protagonista del género.
La presente investigación escoge como unidad de análisis el suplemento cultural Vitrales, fundado el 19
de abril de 1987 con el objetivo de ofrecer un espacio de expresión a los artistas del territorio de Sancti
Spíritus. Al publicarse tres veces al año, el suplemento de formato tabloide, no responde a la premura
Introducción
3
semanal de los periódicos provinciales y se permite la realización de géneros más elaborados, los cuales
requieren de mayor investigación, entre ellos, la entrevista de personalidad, que se acerca como ningún
otro género a las interioridades del entrevistado y por tanto permite mayor compenetración con los
lectores.
Para la realización del estudio se tiene en cuenta que Vitrales ha sido objeto de análisis solo en dos
investigaciones científicas. Una efectuada por la periodista Mary Luz Borrego Díaz titulada,
Acercamiento a Vitrales como expresión del quehacer cultural espirituano, y la otra es la de la reportera
Lizandra Gómez Guerra, Vitrales: una mirada crítica a la vida sociocultural espirituana, la cual
representa un estudio sobre la crítica periodística. Por tanto, el presente trabajo de diploma tiene como
novedad científica, la realización por primera vez de un análisis de contenido de la entrevista de
personalidad en la publicación, además sería también la única investigación sobre el género en la
provincia.
El período 2007-2012 permite a través de esta modalidad de entrevista, observar el tratamiento de la
cultura en la provincia durante los últimos cinco años, lo que posibilita trabajar con resultados recientes.
Para guiar el estudio se trazó la siguiente pregunta de investigación: ¿Qué tratamiento periodístico le dio
el suplemento cultural Vitrales a la entrevista de personalidad durante el período 2007-2012?
A partir de la interrogante elaborada y para dar respuesta a ella se presenta el siguiente objetivo general:
-Caracterizar el tratamiento periodístico dado por el suplemento cultural Vitrales a la entrevista de
personalidad durante el período 2007-2012
Para lograr una mayor profundización en el tema se proponen los siguientes objetivos específicos:
-Identificar las características estructurales de la entrevista de personalidad presentes en las ediciones del
suplemento cultural Vitrales durante el período 2007-2012
-Describir el uso de los recursos estilísticos en las entrevistas de personalidad presentes en las ediciones
del suplemento cultural Vitrales durante el período 2007-2012
-Describir el uso de las formas elocutivas en las entrevistas de personalidad presentes en las ediciones
del suplemento cultural Vitrales durante el período 2007-2012
-Caracterizar la función de la fotografía de prensa en las entrevistas de personalidad presentes en las
ediciones del suplemento cultural Vitrales durante el período 2007-2012
Introducción
4
La investigación resulta viable pues están disponibles todos los periódicos de 2007 a 2012 en el archivo
de Escambray. Se cuenta además con el material bibliográfico requerido, los periodistas que redactan
este tipo de entrevistas aún trabajan en el centro y los gastos financieros son mínimos, lo que hace
factible la realización del estudio en un tiempo breve.
Para garantizar un orden adecuado, el trabajo se divide en cuatro capítulos. El primero, dedicado a
aspectos teóricos relacionados con el tratamiento periodístico y el género entrevista de personalidad. Se
sistematizan en este capítulo los recursos estilísticos, las formas elocutivas, las características
estructurales del género entrevista de personalidad, las funciones que desempeña la fotografía de prensa
y para la conceptualización se toma en consideración, fundamentalmente, los criterios de la profesora
Miriam Rodríguez Betancourt, Rafael Yanes Mesa, Carlos Prado, Gonzalo Martín Vivaldi y José Luis
Martínez Albertos, entre otros teóricos.
En el segundo capítulo se relata la historia del suplemento cultural Vitrales en sus tres etapas, las
características del diseño, el tránsito y evolución de la entrevista de personalidad en la publicación.
El tercer capítulo trata sobre las cuestiones metodológicas del estudio, exponen los métodos y técnicas,
se muestra el tipo de investigación, la conceptualización de la categoría y su operacionalización.
El cuarto y último capítulo de la investigación se dedica a interpretar y analizar los resultados del
estudio, referidos al uso de los recursos estilísticos y formas elocutivas empleadas en las entrevistas de
personalidad, a las características estructurales del género y a las funciones de la fotografía de prensa.
La importancia de la investigación radica en que los periodistas de Vitrales pueden utilizar los resultados
obtenidos para perfeccionar la redacción de uno de los géneros más empleados en la publicación.
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
5
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
1.1- Tratamiento periodístico
Distintos medios de prensa divulgan prácticamente las mismas noticias, sin embargo nunca las difunden
de igual manera. Lo que para unos pudiera representar el lead, termina de último párrafo en la pirámide
invertida de otros órganos periodísticos. El uso de los valores noticiosos, la política editorial del medio,
las formas de redacción y el empleo de diversos recursos del lenguaje les imprimen un sello distintivo a
los trabajos y estos llegan a los lectores de diferentes modos. Todo depende del tratamiento recibido por
los hechos.
Según Concha Fagoaga, (1982; citada en Batista y Ramírez, 2007), Doctora en Ciencias de la
Información de la Universidad Complutense de Madrid, el tratamiento periodístico implica la captación
y procesamiento de la información de forma escrita, oral, visual o gráfica en los medios de prensa;
relacionado con la selección y presentación de los materiales publicados, lo cual influye en el interés y
prominencia del tema dentro de la publicación; define a su vez la vía que toma un medio de
comunicación para la presentación del mensaje, y lo adecua siempre a un perfil editorial, o a los
imperativos a resolver que impone la sociedad y que se refleja en la rutina productiva, la selección de
fuentes, la confección de la agenda temática, así como en el uso de los diferentes estilos y recursos
estilísticos que resulten adecuados en un momento determinado, de acuerdo con intereses permanentes o
circunstanciales.
Desde la selección del tema para la posterior elaboración del producto comunicativo, se eligen las
fuentes a consultar y dentro del cúmulo de información obtenida predominan algunos datos en
detrimento de otros, subjetivamente prevalece un criterio hasta el momento de la publicación, el cual
decide además el acompañamiento fotográfico del texto y el propio estilo usado en la redacción.
Los profesores mexicanos Carlos Marín Martínez y Vicente Leñero Otero (1990) consideran que cada
texto periodístico contiene determinada carga subjetiva, originada en la formación de los periodistas, su
cultura e ideologías profesionales y en el interés del medio de prensa. La información y la interpretación
del acontecer social ofrecen al lector elementos para conformar su juicio valorativo.
El tratamiento periodístico se adecua a las intenciones del periodista y a las características del género
utilizado, por lo que constituye un proceso detallado y diferenciado para cada uno de los géneros
periodísticos. En el caso de la entrevista resulta un poco más complejo que en el resto porque en ella
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
6
además de procesar los datos y la escritura del periodista, se le presta singular atención a las frases y
estados de ánimo del personaje.
El presente estudio entenderá como tratamiento periodístico de la entrevista de personalidad, la forma en
que el medio de prensa redacta el género, a partir de las características estructurales, el uso de las formas
elocutivas, recursos estilísticos y las funciones desempeñadas por la fotografía.
1.3-Entrevista: técnica y género
La entrevista se encuentra presente en casi toda la actividad humana, desde el instante en que se inicia
un diálogo para alcanzar una información determinada. De ahí que la entrevista como método se emplee
no solo en el Periodismo, sino también en la Sociología y la Sicología.
De esta manera, según consideraciones de la profesora e investigadora de la Universidad de La Habana,
Miriam Rodríguez Betancourt (2002), la entrevista como método indagatorio surge prácticamente con el
lenguaje articulado, como necesidad social de relación humana en el proceso de producción de bienes
materiales, y se utiliza en casi todos los géneros periodísticos para la obtención de determinada
información.
El especialista checo, Karel Storkán (1983, citado en Rodríguez, 2002), agrega que las transformaciones
desde el punto de vista creativo experimentadas en los últimos años por la entrevista, la han convertido
en un significativo método de investigación, ha pasado a ser una indagación en el modo de ser y pensar
del hombre, y no una simple información de lo escuchado.
Sin embargo, como se precisa de la entrevista para la confección de casi todos los géneros periodísticos,
resulta necesario saber cuándo es género o técnica. Al respecto, el investigador Juan Gargurevich Regal
(1989) considera a la entrevista como parte de las técnicas en la medida en la que se necesite un
interrogatorio para obtener datos, y recabar datos no es entrevistar.
Autores expertos en el tema como la cubana Miriam Rodríguez Betancourt (2002), el español Rafael
Yanes Mesa (2003) y el peruano Carlos Prado Morales (2007), catalogan a la entrevista periodística
como un diálogo entre dos personas, donde el reportero publica en un medio de prensa las declaraciones
del entrevistado. Prado (2007) agrega a su vez que la entrevista periodística supera el concepto de ser
solo un vehículo de obtención del material de interés periodístico.
No obstante, aún la entrevista es confundida con el reportaje. Quizás esto se deba a la palabra reporter,
de origen anglosajón. Se designaba como reporter al periodista encargado de buscar datos, y por
consiguiente su forma de trabajo era el reportaje o la búsqueda de información con la entrevista como
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
7
técnica indagatoria. Martínez Albertos (2004), cataloga la entrevista como subgénero dentro de los
géneros periodísticos y la califica como modalidad del Quote Story porque como la entrevista, este tipo
de reportaje alterna palabras textuales del protagonista con descripciones y narraciones en tercera
persona.
Sin embargo, la entrevista constituye un género independiente si expone una conversación sobre
determinado tema o personaje, donde el diálogo en sí es lo verdaderamente importante. Con respecto a
lo expuesto por Martínez Albertos (2004) sobre su semejanza con el Quote Story, otros géneros como el
comentario también pueden utilizar esta misma técnica, y no por ello son subgéneros.
El periodista y escritor colombiano Gabriel García Márquez (2001) define a la entrevista como el
“género maestro”, porque es la fuente de la cual se nutren todos los géneros periodísticos.
Por su parte, el investigador español Fernando Martínez Vallvey (1995, citado en Yanes, 2003) supera a
Martínez Albertos al catalogar la entrevista como el más periodístico de los géneros y caracterizarla
como género autónomo dentro del periodismo informativo que refleja una conversación basada en
preguntas y respuestas para conocer las opiniones de un personaje. Puede reproducir las palabras del
periodista o las del entrevistado en primera persona o integrar las respuestas obtenidas entre comillas
dentro de un texto creativo, además busca obtener información de hechos u opiniones que interesan al
lector.
Ante la confusión sobre cuándo una entrevista es género o técnica, se debe aclarar que en la entrevista
periodística se publica íntegramente el diálogo establecido entre los protagonistas, mientras en su faceta
como técnica se emplea para obtener datos en géneros como el reportaje, comentario e informaciones,
en los que se sitúan solo extractos necesarios de las declaraciones obtenidas en la conversación.
La presente investigación asume la entrevista como un género periodístico independiente, en el cual se
publica el diálogo establecido entre el personaje y el reportero, con la finalidad de ofrecer a los lectores
informaciones, la opinión del entrevistado sobre determinado tema, hecho o sobre su propia vida y
profesión.
1.4- Estructura de la entrevista periodística
El investigador español Antonio López Hidalgo (citado en Yanes, 2003) considera que la entrevista
como género periodístico posee una estructura libre, no obstante la mayor parte de los estudiosos del
género concuerdan en una estructura dividida en entrada, cuerpo y cierre. Las profesoras mexicanas
Susana González Reyna y Guillermina Baena Paz (citadas en Yanes, 2003) unen sus criterios con
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
8
respecto a la estructura y a las funciones de cada parte de la entrevista. Para ellas la entrada presenta al
personaje y atrae al lector; el cuerpo contiene las preguntas y respuestas y la conclusión o cierre puede
ser una última respuesta, frase significativa o reflexión del periodista.
Una de las propuestas más completas la ofrece la profesora Miriam Rodríguez Betancourt (2002, p.57)
al exponer: “A simple vista podría parecer obvio decir que la estructura de la entrevista se divide en tres
partes: introducción, cuerpo y conclusión. Cualquier texto, por lo general, tiene ese mismo esquema, y
sólo razones de orden metodológico obligan a descomponerlo cuando, se sabe, constituye un todo
indivisible”. De acuerdo con González y Baena (citadas en Yanes, 2003), la entrada debe atraer al
receptor, aunque obvian que dicha cualidad no resulta privativa de la introducción, sino que se mantiene
a lo largo de todo el material.
Además, no se puede reducir la función de la introducción solo a presentar al entrevistado, ya que
existen disímiles formas de comenzar el texto, como la descripción del ambiente, la narración de una
anécdota, o el propio encuentro entre periodista y entrevistado. Similar ocurre con lo planteado por
González y Baena (Citadas en Yanes, 2003) sobre el cuerpo, el cual no obedece necesariamente a un
esquema rígido de preguntas y respuestas, sino que se puede alternar con narraciones, frases del
periodista o descripciones.
Según la profesora cubana Miriam Rodríguez Betancourt (2002) algo peculiar en la entrada es su
diversidad de funciones. Algunas hacen alusión al entrevistado mediante la descripción de
características físicas, psicológicas, modo de vestir, estatura o datos biográficos; otras recrean el
ambiente donde tiene lugar la acción, también se puede introducir al entrevistado mediante la narración
de eventos interesantes de su vida o con las consideraciones del periodista sobre la persona.
Numerosas resultan las variantes de entradas conocidas para la entrevista. La profesora Miriam
Rodríguez (2002) las clasifica en: de resumen o típica, de cita textual o declarativa, llamativa o
espectacular, biográfica, narrativa, anecdótica, evocativa o retrospectiva, referencial, de incidencia o
peripecia, noticiosa, literaria, dramática o de suspense, directa o de presentación, dialogística, original y
de retrato.
Conocidas las diversas formas de redactar una entrada, se debe destacar que el cuerpo de la entrevista
admite comentarios, descripciones y narraciones. Para redactar resulta necesario equilibrar los elementos
informativos. De acuerdo con Miriam Rodríguez Betancourt (2002), un buen desarrollo requiere un
ritmo adecuado, cierto suspenso en la presentación del material y se puede presentar de forma dialogada,
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
9
narrada o en forma mixta. Según el profesor mexicano Manuel Pérez Miranda (1989), en el cuerpo
existe la ausencia de estructuras típicas que diferencien una forma específica para la redacción del
mismo. Por tal motivo, esta estructura se deja a elección del periodista, con la condición de no abrumar
al lector con demasiada información.
Otra de las características estructurales de la entrevista es la conclusión, se halla en uno o varios
párrafos. Miriam Rodríguez Betancourt (2002) manifiesta que tiene las funciones de indicar el final de
la entrevista, resumir lo expresado en el desarrollo y completar el objetivo de la información.
El cierre de la entrevista se debe trabajar tanto como la introducción y el desarrollo, nunca irse por
encima o por debajo, como sucede en reiteradas ocasiones en la práctica periodística. Aunque es lo
último del texto, debe cumplir sus funciones sin vestigios de cansancio o desinterés, de lo contrario
nunca dejará satisfecho al lector.
Por su parte, redactar el título de la entrevista constituye uno de los mayores problemas de los
reporteros. Al respecto el profesor español Alex Grijelmo García (2008) considera como modelo más
corriente aquel que presenta el nombre del entrevistado con una frase suya entrecomillada, y un
subtítulo con otras declaraciones. Sin embargo, el investigador español David Vidal Sans (citado en
Yanes, 2003) opina que la titulación depende del tipo de entrevista, y sitúa los ejemplos de las
entrevistas informativas y de personalidad. En las primeras lo idóneo es resumir en una frase lo más
trascendente de las declaraciones y en las segundas resulta más apropiado un titular apelativo en tercera
persona.
La relación de unidad entre el título y el contenido del mensaje revierte gran trascendencia para la
efectividad del enunciado. El periodista cubano Tomás Lapique (citado en Cedré, 2009), en su texto El
titulaje periodístico, define al titular como el encabezamiento que, en forma destacada, suelen tener los
materiales de lectura de los periódicos y revistas. Este debe ser claro, atrayente y resumir lo más
significativo del texto que precede. Además, expone tres divisiones principales de acuerdo con su
contenido: genéricos, noticiosos y llamativos, a lo que Miriam Rodríguez (2002) agrega los títulos de
cita textual y de referencia al tema o entrevistado.
De manera general se puede desglosar este género periodístico en cuatro partes estructurales: la
introducción con sus variantes, el cuerpo, la conclusión con sus tipologías y el titular con sus diversas
clasificaciones.
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
10
1. 5- Entrevista de personalidad: hacia una definición
Los estudiosos de los géneros periodísticos ofrecen numerosas tipologías de entrevistas, según los temas
tratados o por la cantidad de participantes. El investigador Sigfried Mendel (citado en Yanes, 2003, p.
267) asevera: “las entrevistas son tan variadas como las personas que las conceden, los reporteros que
las hacen y las noticias que las suscitan”, y Montserrat Quesada (citada en Yanes, 2003) asegura que hay
casi tantos tipos de entrevistas como periodistas entrevistadores.
Autores como Antonio López Hidalgo (citado en Yanes, 2003) y la española Monserrat Quesada (2008)
diferencian dos tipos de entrevistas, las de declaraciones, de carácter informativo; y las de creación,
estas últimas más cercanas a la literatura. Martínez Aguinagalde (citado en Yanes, 2003) también
expone dos clasificaciones: por la actualidad de los hechos de interés social, y por la personalidad del
entrevistado.
Sin embargo, Martínez Albertos (2004) propone tres tipologías, las de declaraciones donde se exponen
opiniones del personaje sobre un tema determinado; las de personalidad, motivadas por la trascendencia
de la persona; y la entrevista de fórmulas establecidas, conocida como “cuestionario Marcel Proust”, a
través del cual el protagonista responde un formulario de preguntas preparado como si fuese un test
sicológico.
Martínez Vallvey (citado en Yanes, 2003) respeta la distinción anterior, no obstante dentro de las de
declaraciones él delimita las informativas o noticiosas y las de opinión o declaraciones. En cambio José
Acosta Montoro (citado en Yanes, 2003) no reconoce como entrevista al “cuestionario Marcel Proust” y
agrega a la clasificación de Vallvey las encuestas y conferencias de prensa.
Una de las clasificaciones más acertadas y por la cual se rige la presente investigación, la brinda la
profesora Miriam Rodríguez Betancourt la cual expresa: “la clasificación tipológica más común de
entrevistas se resume en: informativa (o noticiosa), de opinión, de personalidad o biográfica y de retrato
en atención a sus objetivos, en tanto, por el número de participantes que en ellas intervienen, suelen
dividirse en dos grandes grupos: individuales y colectivas” (Rodríguez, 2002, p.27). No obstante el
periodista José Antonio Benítez (1983), en cuanto a los objetivos distingue la entrevista de personalidad
de la biográfica, y señala en esta última el modo cronológico de narración.
La entrevista informativa se caracteriza por el predominio en ella del dato noticioso. En cambio, la
entrevista de opinión tiene el objetivo de difundir criterios del entrevistado, el cual es un conocedor del
asunto tratado, y frecuentemente está ligada al acontecer de actualidad. Por su parte, la entrevista de
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
11
personalidad, “ofrece una visión integral del entrevistado, de su vida y obra, intentándose dar, al mismo
tiempo, su imagen sicofísica” (Rodríguez, 2002, p.28). Agrega la profesora cubana que algunos autores
denominan de retrato a esta entrevista, la cual representa un desafío para el periodista por la visión de
conjunto que está obligado a captar y trasmitir.
La entrevista de personalidad se basa fundamentalmente en el entrevistado y predomina la descripción,
aunque se puede mostrar con narración y datos biográficos. Para Gonzalo Martín Vivaldi (1969) y José
A. Benítez (1983), el género tiene la función de decir quién y cómo es la persona, lo que piensa por
autoridad o conocimiento acerca de un tema, o simplemente su manera de afrontar la vida.
El investigador y periodista español José Luis Martínez Albertos comprende la entrevista de
personalidad como “el género donde el interés radica en la personalidad del entrevistado. Las palabras
textuales son poco más que un pretexto para ir avanzando en el desenvolvimiento del modo de ser de esa
persona” (Martínez, 2004, p.310).
Los profesores Carlos Marín Martínez y Vicente Leñero Otero (1990) coinciden con Martínez Albertos
(2004) al expresar que el elemento fundamental en la entrevista de personalidad consiste en reflejar,
junto con opiniones sobre distintos temas, el mundo interior de los personajes sujetos de la entrevista:
cómo son, cómo viven, qué piensan de sí mismos, cuál es su formación religiosa o filosófica y cuáles
son sus hábitos. Sin embargo, Marín y Leñero (1990) agregan la posibilidad de los periodistas en este
género para interpretar, comparar y describir libremente al personaje y aclaran que no es necesariamente
noticiosa.
El teórico Manuel Pérez Miranda (1989), en su libro La entrevista de prensa, precisa que la entrevista de
personalidad se realiza a personas con marcadas raíces populares, individuos reconocidos por su
actividad, la cual tiene repercusión en el público: artistas en sus diferentes disciplinas, deportistas,
científicos, dirigentes políticos, entre otros.
Agrega el profesor (1989) que la entrevista de personalidad es la más completa dentro de las
modalidades del género, pues además de expresar una noticia y manifestar las opiniones del
entrevistado, requiere de gran preparación del periodista para conocer cada detalle de su interlocutor.
Las respuestas dependen de la cultura, la actitud y aptitud del entrevistador para estimular al interlocutor
con preguntas inteligentes. La clave fundamental para lograr una buena entrevista de personalidad radica
en el background poseído por el periodista, en el conocimiento de la vida del entrevistado, tanto
profesional, como personal y sentimental. Se trata de mostrar al personaje lo más humano posible.
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
12
De acuerdo con el criterio de la mayoría de los autores consultados, la presente investigación define la
entrevista de personalidad como el género donde el interés radica en reflejar el mundo interior del
personaje, el cual es descrito física y sicológicamente; se revelan además, datos sobre la vida, obra y se
plasman sus opiniones sobre determinado tema.
1.6-Características estructurales de la entrevista de personalidad
En la entrevista de personalidad los lectores percibirán los criterios, juicios, valoraciones y sensaciones
de los entrevistados. El público no se sentirá motivado solo por conocer la vida personal de los
protagonistas, como ocurre en la prensa sensacionalista, sino que buscará aprender de ellos.
Aunque las características propias del género lo acercan a la literatura y se permite cierto vuelo poético;
es un género periodístico y por tanto requiere llegar al lector con la mayor claridad y realidad posible.
Resulta inconveniente recargar la redacción con adjetivos que no proporcionen nada al texto sobre el
entrevistado o el ambiente. Cada palabra debe aportar elementos para descifrar la personalidad del
entrevistado por lo que se requiere de una exhaustiva observación. El reportero debe plasmar en la
entrevista los rasgos de la personalidad del sujeto entrevistado, los cuales se visualizan también a través
de la comunicación no verbal.
Este tipo de comunicación es conceptualizada por la profesora Ana María Cestero (1999; citada en
Pire, 2012), al expresar que hace referencia a los signos y sistemas de signos no lingüísticos usados para
comunicar determinada idea o mensaje. El periodista cubano Manuel Pérez Miranda (1989) manifiesta
la importancia de captar la forma de expresión del entrevistado, las inflexiones en la voz y el tono de
las palabras, gestos y ademanes realizados por la persona entrevistada. Al respecto Martín Vivaldi
(1969) comenta que en las manos se encuentra más de una vez el verdadero carácter del entrevistado,
mientras la boca miente y los ojos disimulan, las manos descubren mucho del modo de ser de la persona.
El lector conoce al entrevistado solo por la fotografía que acompaña al texto periodístico. Cuando el
reportero describe a la persona a partir de sus gestos y comportamiento le permite al receptor
interiorizar, hacer conjeturas y descifrar por sí mismo la personalidad del sujeto. Por ejemplo, dar
detalles de las manos del interlocutor puede mostrar sus años, la huella del trabajo y también el estado
de ánimo.
Otra característica distintiva de una entrevista de personalidad es el orden emotivo, el cual, según el
periodista e investigador, José Antonio Benítez Cabrera (1983), reemplaza al orden de importancia en el
arreglo jerárquico de sus valores. Carlos Prado Morales (2007), considera que los reporteros deben tener
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
13
amplia referencia de sus entrevistados, sus temas predilectos, la vida profesional y personal de los
mismos.
Para lograr la prevalencia del factor emotivo se requiere de una preparación previa por parte del
periodista, la cual incluye el contacto del periodista con diversas fuentes, ya sea conocidos del
entrevistado, amigos, familiares y además la consulta de toda la bibliografía posible.
Mediante la introducción del aspecto emotivo se perfilan temas y aspectos que permiten elevar la curva
dramática, al punto de lograr mayor compenetración con el personaje y descubrir sus facetas y
sentimientos íntimos. Todo ello permite humanizar el relato.
Debido a la libertad de estructura de este género, disímiles pueden ser las formas de introducir el texto,
siempre y cuando resulten atractivas y cumplan con el objetivo del trabajo. De esta manera, según
Miriam Rodríguez (2002), se puede recurrir a las entradas: narrativa, de retrato, literaria, de anécdota y
biográfica.
La entrada narrativa cuenta un suceso relacionado con el entrevistado o su forma de actuar. Puede
redactarse en varios párrafos y usar el diálogo en estilo directo o indirecto. En cambio, la entrada
anecdótica, rememora alguna vivencia o pasaje curioso vinculado con el entrevistado o hace alusión a
las peripecias realizadas por el periodista para conseguir la entrevista.
Una entrada literaria se distingue por el lenguaje elaborado, imaginativo y cuidadoso. Generalmente se
realiza en entrevistas con escritores o en temas de carácter literario y artístico, aunque pudiera aparecer
en otro tipo. La entrada de retrato emplea la descripción para ofrecer la imagen física, síquica o ambas
del entrevistado. Otra de las tipologías de entrada es la biográfica, la cual expone cronológicamente los
datos más relevantes de la vida personal y profesional del entrevistado.
Con respecto al cuerpo de la entrevista de personalidad, este se presenta mediante un lenguaje literario y
de mayor libertad formal. De acuerdo con Montserrat Quesada (Quesada, 2004; citada en Parrat, 2008),
la tendencia actual no precisa recurrir siempre a la fórmula de preguntas-respuestas, sino que se tratan de
reproducir las declaraciones del entrevistado entre comillas y alternadas con descripciones y
explicaciones sobre el personaje, su vida, sus creencias y su actitud durante el acto de la entrevista. Esta
variante es definida por Miriam Rodríguez (2002) como forma narrada.
Durante el desarrollo de la entrevista, se debe prestar gran atención al estado anímico del protagonista de
la conversación, de esta manera en un desarrollo dialogado (preguntas y respuestas) o en uno mixto
(aparecen las preguntas y respuestas intercaladas con parlamentos del periodista) las interrogantes
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
14
variarán si el sujeto se encuentra melancólico, entusiasmado, ansioso o calmado (González, 2006; citado
en Pire, 2012). Al respecto, Miriam Rodríguez (2002) clasifica las preguntas en: informativas, directas o
abiertas, polémicas, agresivas, dicotómicas, de control o recapitulación, alternativas y las de
exploración.
Pese a las disímiles tipologías de preguntas, la práctica cotidiana del ejercicio del periodismo demuestra
que en entrevistas de personalidad, los reporteros prefieren las interrogantes abiertas, polémicas y
agresivas, porque ofrecen mayores posibilidades al periodista de obtener respuestas reveladoras y
significativas sobre el entrevistado, sin violar la ética.
Sin embargo, no es suficiente el dominio de las técnicas y nociones periodísticas. José Francisco
Sánchez (1993; citado en Pire, 2012) plantea que el éxito depende del orden otorgado a las preguntas de
la entrevista. Basado en ello propone una secuencia de interrogantes para ofrecerle al entrevistado mayor
comodidad y confianza; y al periodista maestría en el ejercicio de su profesión y la posibilidad de lograr
un producto comunicativo acabado.
Según Sánchez, en un primer momento se proyectan interrogantes cómodas, con el objetivo de
conquistar la confianza y establecer cierta familiaridad con el entrevistado. Superada esta etapa, se
introducen las preguntas examen, mediante las cuales se verifica la franqueza del entrevistado y le
siguen las preguntas ordinarias en orden ascendente de complejidad. No obstante, en cualquier momento
de la entrevista pueden realizarse las preguntas de humo que conducen a una respuesta ya conocida. Se
recurre a ellas para ganar tiempo sin estropear el clímax alcanzado en el diálogo. (Sánchez, 1993 y
Yanes, 2003; citados en Pire, 2012).
La realización de la entrevista requiere de cierta confianza entre el protagonista y el reportero. Aunque
se precise cuanto antes de la mayor cantidad de información posible, nunca se debe iniciar el encuentro
con interrogantes agresivas, las cuales en lugar de facilitar el proceso lo que consiguen es alejar al
personaje. La fórmula adecuada varía de acuerdo al carácter de la persona, sin embargo los profesionales
de la prensa deben emplear al comienzo del diálogo preguntas sencillas y así avanzar hasta lograr el
grado de intimidad y complejidad deseado. No obstante, en el transcurso de la conversación resulta
necesario realizar preguntas de control, para verificar la honestidad del interlocutor y suavizar tensiones.
Según Rodríguez (2002) para finalizar la entrevista, los cierres más empleados son los de opinión o
comentario del entrevistado o del periodista; de relato curioso o significativo, donde se cuenta una
experiencia particular del entrevistado y sorpresivo o de impacto, el cual termina con una anécdota o
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
15
suceso inesperado. No obstante, se recurre con frecuencia a concluir con una de las ideas de la
introducción.
Con el objetivo de atraer la atención del lector también se muestran múltiples formas en la construcción
de un titular. Uno de los más convenientes en las entrevistas de personalidad, empleado también en las
informativas, lo constituye el de cita textual. En este caso, según precisa la profesora Miriam Rodríguez
“se elabora una declaración o frase significativa del entrevistado, entrecomillándose o señalando por
medio de guiones o de un bajante que se trata de una expresión textual. (Para indicar textualidad
también se coloca el nombre del entrevistado a modo de epígrafe o como tal)” (Rodríguez, 2002, p.72).
El titular de cita textual se emplea únicamente cuando contenga una información novedosa y atrayente.
El uso indiscriminado de esta forma puede aburrir al lector.
Otra manera de exponer el titular es a través del nombre del entrevistado. De acuerdo con Rodríguez
(2002) el nombre del protagonista se emplea casi siempre cuando este es una persona conocida.
Generalmente se presenta la identificación completa en un bajante o sumario. Se admite además, un
parlamento para describirlo según los rasgos personales, obra o aspecto específico de su situación actual.
El título genérico, según lo define Lapique (citado en Cedré, 2009) ofrece una idea general, panorámica
del tema tratado en el texto. Este tipo de titular no manifiesta ningún elemento específico de la
información, solo brinda una imagen amplia del mensaje. Se usa fundamentalmente en las entrevistas
con el objetivo de mostrar aspectos integrales de la vida y obra del entrevistado.
Los titulares llamativos deben atraer la atención del lector desde el primer instante que se acerque al
texto. Para su confección se acude al sentido del humor, la exclamación o interrogación, el sarcasmo, y
se juega con títulos de películas, series, novelas conocidas, o frases populares de la vida diaria. Este tipo
de titular se emplea fundamentalmente en entrevistas de personalidad o biográficas.
Una vez sistematizados los criterios de numerosos autores, es preciso subrayar que la entrevista de
personalidad se caracteriza por el predominio del orden emotivo, refleja además los rasgos del
entrevistado mediante el lenguaje no verbal y emplea determinados tipos de titulares, entradas y
conclusiones para conseguir plasmar sentimientos y emociones.
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
16
1.7-Recursos estilísticos
La redacción de la entrevista de personalidad precisa del empleo de los recursos estilísticos para
alcanzar belleza estética y lenguaje refinado. Sin embargo, no se trata de convertir a este género en
literatura al abusar de estos recursos, sino de lograr que ellos se utilicen correctamente.
Según contempla el colectivo de autores del Manual de redacción e investigación: “Las figuras retóricas
se clasifican, según la terminología contemporánea, en operaciones efectuadas sobre la morfología, la
sintaxis, la semántica y la lógica, grupos que reciben respectivamente los nombres de metaplasmos,
metataxas, metasememas y metalogismos” (Galindo, et. al, 1997, p.42).
En la morfología de las palabras actúan los metaplasmos. Las metataxas constituyen una de las figuras
retóricas más empleadas en la investigación y en el periodismo porque operan sobre la sintaxis,
entendida como la cadena lingüística y se conocen como figuras de la expresión. En cambio, los
metasememas ejercen influencia sobre la semántica y los metalogismos, sobre la lógica. Estas dos
últimas figuras se denominan de contenido o pensamiento (Galindo, et. Al, 1997).
Los elementos retóricos más utilizados, y prácticamente imprescindibles en la investigación y el
periodismo, son las metataxas. No obstante, los investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) Carmen Galindo, Magdalena Galindo y Armando Torres-Michúa (1997), destacan
como los recursos estilísticos más utilizados en la investigación y el periodismo la elipsis, el asíndeton,
el polisíndeton, la digresión, la enumeración, la repetición o anáfora, la silepsis, el quiasmo o retruécano
y el hipérbaton, dentro del campo de la sintaxis. Dentro de las figuras de pensamiento o contenido
destacan a la comparación o símil, la metáfora, la prosopopeya, la sinécdoque, la metonimia, el
oxímoron, la lítote, la hipérbole, la gradación, el pleonasmo, la antítesis, la alegoría, la ironía, la
paradoja y la dilogía.
Esta investigación tendrá en cuenta para su análisis solamente la metáfora, comparación o símil,
hipérbole, ironía, repetición, enumeración, digresión, paradoja, metonimia y elipsis, por no ser tan
complejas ni específicas de prosas literarias como las otras, emplearse en la cotidianidad del lenguaje
hablado, del escrito y por tanto, también del periodismo.
La elipsis consiste en la “eliminación de una o más palabras de la oración, que el lector sobreentiende
porque fueron dichas con anterioridad o porque el pensamiento lógico le permite completar la idea. El
redactor ha evitado, gracias a la elipsis, una repetición que además de innecesaria dañaría la armonía del
texto” (Galindo et. al., 1997, p.43).
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
17
Con frecuencia se utiliza la elipsis en los textos periodísticos por sus reclamos respecto a la brevedad y a
la economía de palabras. Paz Carrillo Navarro, catedrática de la Universidad de Murcia, manifiesta: “ya
no es solo factible suprimir las palabras que son superfluas para entender un texto, sino que también
pueden ser elididas aquellas que son necesarias para la comprensión del mensaje” (Carrillo, 2004; citado
en Leandro, 2010). Como otro de los rasgos, la elipsis puede suprimir cualquier elemento de la oración,
ya sea, sustantivo, adjetivo, artículo, pronombre, verbo, preposiciones, antecedentes o adverbio (Galindo
et. Al, 1997).
En cambio, la digresión tiene como esencia abandonar por un instante el tema principal, para realizar un
preámbulo y esbozar una idea accesoria de vital importancia para el buen entendimiento del tema de
atención central. Para su uso siempre debe retomarse el hilo del asunto principal, no puede distraerse el
periodista de forma que olvide la idea tratada. Por tanto, la digresión debe ser breve para que el lector
continúe la exposición sin perderse (Ídem).
Otro recurso estilístico empleado es la enumeración, la cual señala con rapidez un conjunto de
elementos del texto y especifica las cualidades de un objeto, una persona o un fenómeno (Galindo et. al,
1997, p.46). Para Ángel Romera (2010), doctor en Filología Hispánica de la Universidad de Castilla-La
Mancha, cuando se degrada una a una las partes del todo; se conoce como enumeración simple; si se
ofrece un juicio sobre cada una de ellas, entonces es una distribución, si no existe un criterio para
unificar la serie, se denomina enumeración caótica.
Las normas básicas de la redacción alertan sobre las repeticiones de palabras y formas sintácticas. Sin
embargo, resulta válido el uso de la repetición para otorgarle énfasis o un ritmo específico a la prosa
(Galindo et.al, 1997). Existen diversos tipos de repetición, tales como: reduplicación (se repite de
manera inmediata una palabra), conduplicación (la palabra inicial de una frase se repite para iniciar la
siguiente), concanetación (se repite la conduplicación varias veces), epanadiplosis (repite al final de una
frase la misma palabra con la que inició), simetría (repite una misma estructura sintáctica) y estribillo
(reitera una frase en distintos intervalos).
Las figuras de pensamiento operan sobre el contenido y actúan sobre la semántica, entre ellas, se
encuentra la comparación o símil, la cual pone de manifiesto las semejanzas entre los objetos a través de
los adverbios “como”, “tal”, “cual” o el verbo “parecer” para unir los dos conceptos asemejados. Puede
definirse como el primer grado de la metáfora (Ídem).
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
18
El profesor Martín Vivaldi (1969), agrega que la comparación debe ser clara, natural, justa y sugestiva,
porque la comparación que no aclare no cumple su fin fundamental. Natural, porque debe brotar
espontáneamente, sin esfuerzo aparente. Justa, para establecer adecuadamente la relación entre el
pensamiento y la imagen y la comparación no resulte incoherente. Y sugestiva, para llamar la atención
con elegancia y espontaneidad. En el periodismo este recurso se usa para establecer semejanzas con
elementos de la vida cotidiana o de fácil comprensión, nunca se recurre a comparaciones enrevesadas o
filosóficas.
La metáfora “significa traslación: el significado de una palabra se emplea en un sentido que no le
corresponde inicialmente” (Kayser, 1954; citado en Leandro, 2010, p.15). Romera (2010) manifiesta la
existencia de una metáfora cuando se relacionan e identifican verbalmente un término real con uno
evocado, y se utiliza cuando no existe un término propio para la situación descrita o el término no tiene
la connotación que se desea expresar.
Martín Vivaldi (1969) aclara que el problema planteado por la metáfora es el mismo de la comparación.
La metáfora es una comparación abreviada, interna; pero esta no se indica en el texto, se presenta en el
lenguaje figurado. De ahí que la comparación resulte más lenta, más racional, y la metáfora más rápida e
intuitiva. Las metáforas empleadas en el periodismo son sencillas y de poco vuelo poético, más bien se
adaptan a situaciones prácticas, a diferencia de la literatura.
Trasladar el significado de una palabra a otra porque entre ellas existe una relación de contigüidad es lo
conocido como metonimia. Por ejemplo cuando se dice «la combativa huelga», se atribuye a la huelga
un rasgo de los huelguistas (Galindo et.al, 1997).
Cuando existe una exageración, la cual se sale de los marcos de la realidad determinada se encuentra
presente la hipérbole. Consiste en la presentación desproporcionada de hechos o situaciones,
características o actitudes ya sea por exceso o por defecto (Romera, 2010). En el periodismo se entiende
el engrandecimiento como una cuestión estética, para hacer alusión a la nobleza de espíritu, de acción y
no como una mentira.
La paradoja, según Galindo (1997), proviene de los vocablos griegos para y doxa, los cuales significan
etimológicamente más allá de la opinión. De ahí que esta figura retórica aglutine ideas un tanto
contrapuestas y ajenas a la opinión común, sin embargo conforman un enunciado verdadero o
considerado de esta manera por el redactor. La paradoja comprende el significado íntegro de la frase y la
realidad misma.
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
19
A la explicación anterior, Martín Vivaldi (1969) añade que la paradoja constituye un absurdo aparente,
compuesto por ideas en apariencia contradictorias, y sin embargo no lo son. Agrega que este recurso
situado bajo la forma de un desatino, suele ocultar una verdad nueva o un modo nuevo de ver esa
verdad. La paradoja se traduce en un esfuerzo de comprensión del lector, por tal motivo se recomienda
no abusar de ella.
Según Martín Vivaldi (1969), la ironía es una figura retórica de pensamiento que sugeiere lo contrario
de lo expresado textualmente por las palabras. Su razón de ser radica en el fingimiento o simulación. La
verdad que no se puede o no se quiere decir de un modo directo, se disfraza de aceptación, pero de tal
manera que el lector, como “buen entendedor” comprenda la verdadera intención escondida entre líneas.
En el Manual de redacción e investigación periodística (Galindo et. Al, 1997), se aclara que la ironía
demanda dominio técnico, porque el redactor suministra tenuemente al lector una clave contenida en el
texto, no en elementos extratextuales como la entonación, para que perciba el sentido de las palabras.
A lo anterior Martín Vivaldi (1969) añade que la ironía no es cosa de cobardes, sino prueba de
inteligencia y la considera la única forma de atacar y defenderse, sin necesidad de exponerse inútilmente
ante el que tiene el poder. De ahí se deriva su uso en el periodismo, aunque en esta profesión también se
utiliza para burlarse de manera disimulada de algo en apariencia enaltecido.
El ejercicio del periodismo dispone para su diversidad del uso de estos recursos estilísticos pero con
discreción para no opacar la objetividad del trabajo. Poco se logra si el lector promedio no comprende el
mensaje transmitido.
1.8- Formas elocutivas
Los géneros periodísticos, y la entrevista de personalidad en particular, emplean formas elocutivas como
la descripción, la narración, la exposición y el diálogo. El profesor español Martín Alonso (1958; citado
en Leandro, 2010), las define como estéticas del estilo: estética narrativa, descriptiva, expositiva y
dialogada.
Mediante la descripción debe lograrse el predominio de las sensaciones visuales con expresión de los
rasgos significativos, y no por la pormenorización y el detalle excesivos. En ocasiones solo es necesario
registrar un gesto, esbozar cierto ambiente o atmósfera para que el lector comprenda el mensaje. Esta
forma elocutiva se usa para dibujar las imágenes mediante el texto periodístico. Su esencia radica en
señalar las características de algo, representar y explicar sus partes, con el empleo de calificativos.
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
20
Acercarse a la variante literaria según Martín Vivaldi (1969) supone detallar un objeto, animal o
persona, para lograrlo no basta con observarlo, se debe mostrar la finalidad al representar sus partes
esenciales. En el caso del animal tampoco se puede perder de vista el aspecto finalista el cual incluye lo
dinámico, las partes del cuerpo y los modos de vida. En la descripción de personas no resulta suficiente
un retrato físico, sino que deben incorporarse aspectos del carácter de determinado individuo.
Según Martín Vivalidi (1969), existen tres tipos fundamentales de descripción: pictóricas, topográficas y
cinematográficas. Este criterio lo comparte también el periodista cubano José Antonio Benítez Cabrera
(1983).
La pictórica (Martín, 1969) es aquella donde el objeto descrito y el sujeto que describe están ambos
inmóviles. Requiere un vocabulario abundante y preciso, son inadmisibles la vaguedad, las
descripciones subjetivas, líricas. La imagen debe convencer e ilustrar, informar al lector acerca de lo
observado. La descripción topográfica (objeto descrito inmóvil y sujeto en movimiento) no precisa decir
todo lo que se ve, sino los detalles particulares referidos a escenas determinadas. En la cinematográfica,
el objeto se aprecia cuando está en movimiento, en cambio el sujeto permanece inmóvil. Es importante
resaltar la variedad y trasladar al primer plano lo más trascendente, como sonidos, luces y colores.
En la entrevista además de describir al entrevistado, se detalla el ambiente, lugar, entorno en el que
trabaja y/o vive. Ello puede conformar la imagen del entrevistado o subrayar aspectos de lo que dice,
recuerda o sucede en el momento.
Al respecto Martín Vivaldi aconseja describir el ambiente por ser el marco donde se desenvuelve la
persona. “En gran parte somos como es nuestra casa. No porque ella nos modele, sino porque al
modelarla nosotros según nuestro gusto, la convertimos en espejo nuestro” (Martín, 1969, p.182).
La narración consiste en el relato de los acontecimientos englobados en el movimiento y el paso del
tiempo. El profesor e investigador Alonso Shokel (citado en Martín, 1969) determina que esa forma
elocutiva representa el principio de la acción. Quien narra debe estimular el interés, conservar la
atención, provocar la curiosidad.
Lo nuevo en la narración (Martín, 1969) no se circunscribe a contar historias. Estas reglas imprimen
progresión e ingredientes imprescindibles para retener la atención de los lectores pero lo verdaderamente
novedoso no es lo noticioso, sino lo humano. Es el enfoque personal- sincero y original- de un hecho o
una idea.
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
21
Según Alonso (1958; citado en Leandro, 2010), el rasgo que distingue a la descripción de la narración es
que la primera se limita a reflejar el aspecto externo de los hechos, mientras la narración tiene como
principio básico la acción, contenida a través del verbo y emplea el sustantivo concreto como medio de
expresión. Al resaltar lo interno de los hechos, se pretende mostrar al entrevistado en situación, para que
a través de su actuar, los lectores conozcan su carácter y opiniones. Esta técnica consiste en reflejar a la
persona tal y como es, un ser humano.
El periodista cubano José Antonio Benítez Cabrera (1983), en su libro Técnica Periodística, realiza una
comparación de la narración en la literatura y en el periodismo. Aclara que en ambas ramas la narración
requiere de personajes, acción y ambiente. Sin embargo, señala que en el periodismo los personajes son
reales, la acción un suceso de actualidad y el ambiente se traduce en factores auténticos que posibilitan
la explicación del acontecimiento y la identificación de los protagonistas.
De acuerdo con Gonzalo Martín Vivaldi (1969), la narración puede tener diversos puntos de interés o
ejes centrales según la ocasión o el propósito de esta forma elocutiva dentro de un texto determinado. La
narración puede referirse al personaje, la acción central, un objeto del mundo material o un problema
moral.
La exposición se utiliza para la comprensión de los antecedentes, causas y datos necesarios de la acción
y el desarrollo de la misma. Esta forma elocutiva se vale del verbo y de los sustantivos abstractos como
medio de expresión (Alonso, 1958; citado en Leandro, 2010). Evangelina Ortega, profesora de La
Universidad de La Habana, se refiere a la exposición como “la forma característica de la línea
progresiva consecutiva. Constituye la manera elocutiva directa de que se vale un escritor para plasmar
sus ideas” (Ortega, 2003, p. 66).
Mediante la exposición, la escritura periodística redacta su discurso, dotado de valoraciones y diferentes
puntos de vista, que pueden enriquecer las aristas de determinado texto. Además, esta forma elocutiva
denota conocimiento y profundidad por parte de los periodistas sobre un tema específico.
Otra de las formas elocutivas utilizadas en el periodismo es el diálogo. La entrevista de personalidad
puede reproducir conversaciones. De este modo, surgen activamente ideas de los personajes y el
redactor pasa a un segundo plano. Existen tres maneras para representar los diálogos en un texto: estilo
directo, el indirecto y el semidirecto o indirecto libre.
El estilo directo cita textualmente las frases de quien habla o escribe, por lo que brinda mayor veracidad.
El estilo indirecto se emplea para dar una idea sucinta y general de una opinión o de un diálogo, no se
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
22
reproducen textualmente las palabras expresadas por alguien. El estilo semidirecto o indirecto libre, se
distingue por la supresión del verbo declarativo, se insinúa que se citarán las palabras de alguien y no se
emplea la conjunción “que” (Martín, 1969).
José Antonio Benítez Cabrera, expone: “El secreto en la entrevista periodística consiste en lograr que
cada lector reciba la impresión de que el entrevistado ´conversa´ con él directa y personalmente”
(Benítez, 1983, p.143). Este profesor agrega que la entrevista ha evolucionado con respecto a la
estructura, pues cada vez se usa en menor medida el método de preguntas y respuestas. Este modelo ha
sido resuelto mediante la elaboración cuidadosa del diálogo, en la que las preguntas se encuentran
implícitas en las respuestas.
El investigador español Juan Cantavella Blasco, considera al diálogo como vital para la adecuada
ejecución de la entrevista. Al respecto expone:
“Ni siquiera es preciso que sean solo preguntas lo que lanza el entrevistador, porque caben las
afirmaciones propias, que a veces son más sugeridoras que aquellas. En su actitud debe verse estímulo e
incitación, cuando conviene, para poner en claro la verdad de las posiciones contrarias o la auténtica
personalidad del entrevistado” (Cantavella, 1996, p.66).
La peculiaridad de toda entrevista es la de esclarecer un hecho o dar a conocer un personaje. Esto solo se
logra mediante el diálogo periodístico, el cual para que resulte natural y verosímil debe respetar el modo
de expresarse el entrevistado.
Para lograr fluidez y cierto ritmo en los textos periodísticos se emplean las formas elocutivas. El
diálogo, por ejemplo, permite la reproducción de conversaciones, lo que evita la linealidad del material
en su conjunto. En cambio, la narración contiene el verbo, la acción, a través de ella se cuenta la
historia. Mediante la descripción se conocen las características físicas y sicológicas del entrevistado o
detalles del ambiente y la exposición de ideas permite al reportero ofrecer su juicio sobre determinado
acontecimiento o personalidad.
1.9- Fotografía de prensa en la entrevista
Hoy día resulta casi imprescindible la presencia de la fotografía en los textos periodísticos. A propósito,
el profesor Juan Gargurevich Regal (1989) y el fotógrafo mexicano Jorge Claro León (2008), catalogan
a la fotografía como un género más, un texto visual que deviene explicación gráfica de un contexto
socio-cultural determinado y se realiza con el propósito de difundir el contenido de una manera distinta
de un texto y ejercer influencia en la concepción del mundo exterior de los receptores.
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
23
Para transmitir su contenido, la foto de prensa ejerce varias funciones. Según el Doctor Tanius Karam
Cárdenas (2003), profesor de la Academia de Comunicación y Cultura de la Universidad de la Ciudad
de México, la primera función es la de acompañar la información de actualidad incluida en el diario; la
foto co-participa en los roles de informar, entretener, opinar y evidencia algún vestigio de credibilidad.
No obstante, el Doctor en Ciencias de la Información y profesor titular de la Universidad Central de
Venezuela Carlos Abreu Sojo (2004), expone tres tipos de funciones desempeñadas por la fotografía de
prensa: informativa, de opinión e interpretativa. La opinativa muestra un reflejo icónico de los sucesos,
e incita al comentario a través de determinados elementos retóricos (utilización de la luz sobre un objeto
para lograr significados premeditados, encuadres poco frecuentes, la técnica del desenfoque-enfoque).
Abreu (2000) en su artículo “La importancia del entorno periodístico” agrega que, en la fotografía de
opinión, se requiere de una imagen polisémica, rica en simbolismo, la cual brinde un material visual
capaz de ser desarrollado a través de una leyenda y/o un título. En varias oportunidades el fotógrafo usa
objetos, personas, y conforma situaciones, para emitir su criterio respecto a un tema de actualidad.
La función interpretativa se encuentra determinada por el influjo que sobre ella despliega el título, pie de
foto y texto anexados. El nivel interpretativo ocurre cuando “la atención y discusión sobre la imagen va
más allá de ofrecer mera información sobre la misma (…) interpretar sería decir a alguien qué entiende
uno sobre una fotografía y sobre qué trata ella”, comenta Terry Barrett (1990, citado en Abreu, 2004),
profesor emérito del departamento de educación artística de la Universidad Estatal de Ohio. Interpretar
es comunicar sobre la importancia, sentido y significado de la instantánea.
Según Abreu (2004), la imagen con función informativa, resulta casi siempre de carácter documental,
refleja de manera fiel lo acontecido en el hecho y manifiesta alguna dosis de comentario, este último
proporcionado esencialmente por el encuadre y la composición, no obstante, en este caso la opinión
deberá ser implícita.
Agrega Abreu (2004) que quizás el ejemplo más ilustrativo de fotografía como complemento del texto
periodístico informativo, lo constituyen las "instantáneas", en las cuales aunque se encuentran los
inevitables componentes subjetivos como el encuadre, iluminación y angulación, estos no se utilizan con
el fin deliberado de producir una connotación determinada, pues la premura característica de este tipo de
fotografía imposibilita el uso intencionalmente de estos recursos. Las fotos deben responder a todas o a
varias de las preguntas básicas de lead: quién, qué, cuándo, dónde, cómo y por qué.
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
24
De acuerdo con Jorge Claro León (2008), los criterios informativo y opinativo determinan los géneros
fotoperiodísticos a emplear. El propósito informativo (destaca el contenido) abarca la foto noticia y el
fotorreportaje corto. El propósito de opinión (acentúa la expresión) contiene el fotorreportaje profundo y
el ensayo fotoperiodístico. De estos géneros los más conocidos son los fotorreportajes, caracterizados
por la presencia de las formas narrativa y descriptiva, se distinguen por el grado de complejidad con que
desarrollan los temas, el número de fotos usadas, el grado de investigación y el tono crítico, reflexivo e
interpretativo empleado.
Como se expone anteriormente, la fotografía acompaña los diversos géneros periodísticos para
transmitir el mensaje deseado. El caso de la entrevista, no es la excepción. Miriam Rodríguez
Betancourt (2002) aconseja que la foto en este género debe mostrar al entrevistado en el ambiente y
lugar donde desarrolla su trabajo cotidiano. En una entrevista de retrato, el sujeto debe presentarse en la
función que desempeña en ella: conversar.
Rodríguez (2002) alerta al reportero sobre usar fotos de archivo del propio entrevistado porque el
público puede repudiar una foto muy antigua. De igual manera resulta denigrante mostrar un retrato
donde el entrevistado presente ángulos desfavorables del rostro, o que desfiguren su expresión o rasgos.
Uno de los elementos básicos para la comprensión de la imagen es el pie de foto. Martínez Albertos
(2004) considera que las fotografías deben llevar un pie de foto explicativo y la técnica para su
redacción es igual a la del lead de la información, el cual debe responder a las seis preguntas básicas o a
varias de ellas.
Miriam Rodríguez Betancourt (2002) expone que para la elaboración de los pies de fotos, estos no
pueden describir la fotografía, además cuando mediante cualquiera de las formas de titulación se
identifique al entrevistado, es innecesario un pie con su nombre. Manifiesta también un conjunto de
funciones desempeñadas por los pies de fotos; entre ellas la de identificar lugares y personas, destacar
frases significativas e importantes, completar informaciones dadas parcialmente en el texto, ofrecer
datos no contenidos en el trabajo y que son importantes o interesantes, aunque no de primer orden y
destacar algún elemento llamativo del tema y(o) entrevistado.
Capítulo I: Entrevista de personalidad: cuestiones teóricas
25
De manera general, como dijera el fotógrafo y profesor Pedro Rodríguez García (citado en Rodríguez,
2002:76): “Una entrevista sin fotos es como leer con los ojos cerrados”. La fotografía cumple las
funciones informativa, de opinión e interpretativa; y generalmente presenta un pie de foto, el cual agrega
una información nueva no contenida en el texto.
Capítulo II: Vitrales, referentes históricos
26
Capítulo II: Vitrales, referentes históricos
A partir de la década de los ´80 en Cuba crece el talento artístico e intelectual. Los escritores no podían
publicar sus obras debido a la ausencia de casas editoriales. El fenómeno alerta al Departamento de
Orientación Revolucionaria del Comité Central del Partido, el cual propone en 1987 que todos los
periódicos provinciales crearan un suplemento cultural.
La idea pretendía retomar el ejemplo del suplemento Lunes de Revolución, surgido el 23 de marzo de
1959. Este tabloide semanal pertenecía al periódico Revolución y estaba dirigido por Carlos Franqui y
Guillermo Cabrera Infante. La publicación difundía los principales acontecimientos de las diversas
manifestaciones del arte, y aunque era fundamentalmente literaria, abarcó temas de economía, artículos
sobre danza, cine, la plástica, historia y temáticas sociales. Desapareció en noviembre de 1961.
Según expone el periodista Pedro Larralde (Entrevista personal, 18 de febrero de 2013), el proyecto
iniciado en 1987, se extendió por el país simultáneamente. La provincia de Sancti Spíritus no fue la
excepción y aunque la propuesta se acogió con beneplácito, demoró varios meses en concertarse. No
obstante, el domingo 19 de abril de 1987, después de una presentación pública en los portales de la Casa
de la Cultura de la ciudad, sale por primera vez Vitrales, suplemento cultural de Escambray.
El periódico provincial en sus inicios no contaba con un espacio fijo destinado a los acontecimientos
culturales. Las noticias, reseñas y críticas de arte, escritas mayormente por Luis Rey Yero, se publicaban
donde existiera un lugar y en cualquier página. No fue hasta poco antes del surgimiento del suplemento
cultural que se conforma un grupo de colaboradores y aparece la mitad de una página dedicada
exclusivamente a cultura.
Para la creación de Vitrales, la dirección del periódico buscó apoyo entre los intelectuales espirituanos, a
través de la Dirección Provincial de Cultura y las filiales provinciales de la Unión Nacional de Escritores
y Artistas de Cuba (UNEAC) y la entonces Brigada Hermanos Saíz.
De esta manera, con el objetivo de satisfacer una necesidad existente en la provincia, Vitrales emerge
con una periodicidad mensual y diversidad temática que abarcaba todas las manifestaciones del arte. La
impresión se llevaba a cabo en el taller ubicado dentro del mismo periódico, cuando según Pedro
Larralde Machado (Entrevista personal, 18 de febrero de 2013), el diario constituía una sola unidad:
redacción y talleres y se imprimía en una rotativa antigua de principios del siglo XX, lo que mellaba la
calidad, sobre todo, de las imágenes.
Capítulo II: Vitrales, referentes históricos
27
El nombre del suplemento lo propuso, de acuerdo con Luis Rey Yero (Entrevista personal, 15 de febrero
de 2013), Antonio Díaz, conocido como el pintor de la ciudad, el cual escoge Vitrales no solo por el
colorido de los mismos, sino porque cada color contiene una forma distinta de expresión de las ideas,
además de representar el vitral un símbolo colonial urbanístico de la provincia espirituana que expresa
las diferentes tendencias y estilos de disímiles literatos, músicos, poetas y hasta críticos de arte. De
manera general se prefirió este nombre porque representaba un abanico de posibilidades.
En la primera edición del suplemento se publicó el editorial “Pórtico”, donde se contemplaban los
objetivos de Vitrales y se extendía una invitación a todos los artistas e intelectuales a colaborar con el
equipo de redactores, el cual estaba integrado por alrededor de 12 colaboradores especializados en
distintos temas.
En el segundo número se mostró una nota editorial titulada ¿Por qué Vitrales? donde se expuso el
significado de la palabra vitral, se mostró la evolución histórica del mismo en Cuba, las características
distintivas y ejemplos de los principales pintores cubanos que lo empleaban como motivo temático,
entre ellos Amelia Peláez, René Portocarrero y Wilfredo Lam.
El consejo editorial del suplemento siempre ha coincidido con la dirección de Escambray. En los inicios
el equipo lo integraban Aramís Arteaga como Director, Pedro Larralde como Subdirector y el resto de
los redactores, Manuel Echevarría, Tomás Álvarez de los Ríos, Luis Rey Yero, Juan E. Rodríguez,
Esbértido Rosendi y Carlos Sotolongo. Xiomara Alsina y Pedro Larralde se encargaron del diseño.
Según Pedro Larralde (Entrevista personal, 18 de febrero de 2013), el suplemento se distribuía junto con
Escambray. En sus inicios salía con una periodicidad mensual y con un costo de cinco centavos. La
periodista Mary Luz Borrego Díaz (1990), expone que solo se publicaban 3000 ejemplares debido a la
escasez de papel. Del total de números impresos se repartían en Sancti Spíritus 1200, Trinidad 600,
Yaguajay, Cabaiguán y Jatibonico recibían 300 cada uno, en cambio a Taguasco, Fomento y La Sierpe
llegaban 100 para cada municipio.
Desde el aspecto formal del diseño, Vitrales se caracterizaba por imprimirse en tamaño tabloide. De
acuerdo con Mary Luz Borrego (1990) contaba con ocho páginas divididas en cuatro columnas, cada
página medía 58, 5 picas de ancho por 14 pulgadas de alto; esto expresó el comienzo de un nueva idea
con columnas de 13,5 picas de ancho con las correspondientes calles separadoras de 1,5 picas cada una.
La dimensión total de la hoja era de 56 pulgadas- columna.
Capítulo II: Vitrales, referentes históricos
28
El suplemento constituía un reflejo cultural de la provincia desde la preocupación del propio
movimiento cultural espirituano. De ahí que los trabajos periodísticos no aparecieran con frecuencia. En
cambio, predominaban las colaboraciones de especialistas de las diversas manifestaciones del arte.
Escritores como Juan Eduardo Bernal Echemendía (Juanelo) con ensayos como “Nuestra América:
identidad y cultura”, Rigoberto Rodríguez (Coco), Juan Enrique Rodríguez Valle que escribía de música
y Manuel Echevarría, con trabajos sobre crítica de arte titulados “Descubrir la perla en el fango” o “La
fusión de culturas”, hicieron gala en sus páginas.
De acuerdo con Juan Eduardo Bernal (Entrevista personal, 15 de febrero de 2013), al surgir Vitrales
antes de la digitalización de la prensa cubana, su diseño se vio limitado, en la primera plana aparecían
viñetas con baja calidad de impresión y en menor medida la fotografía. La plana constituía un resumen
de los textos más importantes de las páginas interiores.
Por tales motivos Vitrales adoptó rasgos característicos del Órgano Oficial del Partido en la provincia,
tales como el color verde y negro y la tipografía; aunque la última tuvo variaciones al buscar formas y
trazos de acuerdo con los temas. Por ejemplo, para textos relacionados con la historia se preferían letras
antiguas con serif y arabescos.
En la primera edición el cabezal apareció centrado en la plana, en color negro, antecedido por las
palabras: “Suplemento cultural del periódico Escambray”, la fecha y el precio. Debajo del nombre se
encontraba el logo de color verde. Con el transcurso de los años el diseño del logo y el cabezal han
variado considerablemente.
El machón apareció al final de la página dos durante el primer año del suplemento, lo cual cambió en
1988 hacia el final de la última página. Las hojas interiores estaban dedicadas a la poesía y la narrativa
en mayor medida, aunque publicaron numerosos mini cuentos de los más destacados escritores de la
provincia.
Hacia el año ´88 también se reestructuró la dirección: Pedro Larralde (Director), Luis Rey Yero (Jefe de
Redacción) y Julio M. LLanes, Juan E. Bernal, Esbértido Rosendi, Carlos Sotolongo y Rigoberto
Rodríguez eran miembros del Consejo Editorial.
A partir de este cambio administrativo se incorporaron nuevas secciones fijas que enriquecieron los
contenidos de la publicación. Tal es el caso de la sección de poesía con su logo incluido, donde se
mostraban las obras de poetas espirituanos. En la etapa surgió además “Antología Universal”, dedicada a
reseñar datos sobre la vida personal y profesional de distinguidos poetas del mundo. Esta sección en sus
Capítulo II: Vitrales, referentes históricos
29
inicios estuvo a cargo de los escritores Alberto Sicilia y Reinaldo García Blanco, indistintamente,
después asumió la responsabilidad Manuel Díaz Martínez, el cual tributaba desde la ciudad de La
Habana.
El período de 1988 a 1990, según Luis Rey Yero (Entrevista personal, 15 de febrero de 2013), resultó
fructífero para el suplemento debido a que se logra la participación en él de colaboradores de otras
provincias como el escritor de literatura infanto-juvenil, Luis Cabrera Delgado, de Villa Clara y
personalidades de otros países como el escritor mexicano Arturo Molina García. Además, durante estos
años en cada número del suplemento las viñetas eran diseñadas por artistas de la plástica diferentes, tal
es el caso de Luisa María Serrano (Lichi).
Desde 1988 a 1990 se abandonó un tanto el localismo prevaleciente en la primera etapa y se abrieron los
contenidos a los sucesos culturales más importantes del mundo, así comenzaron a reproducirse trabajos
publicados en revistas y agencias internacionales.
En un encuentro nacional de escritores y redactores de todos los suplementos culturales del país
efectuado en la provincia de Guantánamo en 1989, al cual asistieron personalidades como Enrique
Núñez Rodríguez, se otorgó a Vitrales una mención por la entrevista de personalidad, “Teofilito entre
nosotros”, trabajo radial elaborado para la prensa plana y dedicado a la figura del compositor espirituano
Rafael Gómez.
2.1-Segunda etapa de un suplemento
Cuando todo parecía factible para Vitrales, en la década del ´90 producto del derrumbe del campo
socialista, Cuba atravesó una profunda crisis estructural de la economía, por lo que el papel y las formas
de impresión resultaron escasos. Tal es así que Escambray pasó de diario a semanario.
En febrero de 1991 Vitrales desapareció de los estanquillos y no resurgió hasta finales de ese mismo
año, luego de varias gestiones por parte del consejo editorial dirigido entonces por Zoila Betancourt.
Según Luis Rey Yero (Entrevista personal, 15 de febrero de 2013), este nuevo suplemento era de
sobrevivencia, realizado con desechos de Escambray. Las dimensiones del folleto eran de 21x16,5
centímetros, con un número máximo de hojas de 40.
Para la aparición nuevamente del suplemento se pidió una entrevista con el funcionario del partido que
atendía la prensa, encuentro presenciado por Juan Eduardo Bernal Echemendía, el ya fallecido Félix
Pestana, y Luis Rey Yero. En el intercambio se acordó que Vitrales debía reajustarse de acuerdo a las
nuevas condiciones.
Capítulo II: Vitrales, referentes históricos
30
Diversos resultaron los cambios, según Luis Rey Yero (Entrevista personal, 15 de febrero de 2013), en
primer lugar Vitrales modificó el formato tabloide a una pequeña revista o papel folleto, ya que salía con
el papel que sobraba de la impresión de Escambray. Como segundo acuerdo, debido a la escasez de
planchas de aluminio no se podía abusar de las viñetas, prácticamente no se utilizaban en el interior del
suplemento, solo se permitió emplear una plancha para imprimir la viñeta de la portada.
No obstante, el equipo editorial en aras de hacer más atractiva la publicación, imprimía alguna viñeta en
el interior usando planchas y logotipos viejos. Este folleto salía trimestral y en cada edición aparecía el
nombre con un color distinto. Según explica Luis Rey Yero (Entrevista personal, 15 de febrero de 2013),
el diseño se basó en la revista Orígenes. Consistía en el nombre en la parte superior de la portada, en el
centro una ilustración y debajo el título de suplemento cultural del periódico, la fecha, el número y el
precio de 50 centavos. Así permaneció Vitrales hasta el primer trimestre de 1994, fecha en la que debido
al recrudecimiento de la situación en el país, desapareció nuevamente.
2.2- Vitrales: del ´98 a la actualidad
Después de cuatro años ausente, en el primer bimestre de 1998 renació el suplemento en lo conocido
como su tercera etapa, la cual ha sido ininterrumpida hasta la fecha, de esta manera constituyó uno de
los pocos suplementos culturales que sobrevivieron al período especial. Para el resurgimiento se adoptó,
según Juan Antonio Borrego (Entrevista personal, 21 de febrero de 2013), una fórmula económica a
través de la cual el Sectorial de Cultura pagaba el componente en divisa y el periódico Escambray la
moneda nacional. La fórmula se mantuvo un tiempo hasta que el suplemento se financió completamente
por el periódico.
En este período el suplemento desplazó hacia el final de la última página los nombres de las personas
responsables de cada salida de Vitrales. El equipo estaba compuesto por Juan Antonio Borrego como
Director, Manuel Echevarría como Editor Jefe y el Consejo Editorial que contaba con figuras como Juan
E. Bernal, Elvia R. Castro, Orlando Fernández, Julio M. Llanes, Liudmila Quincoses y Luis Rey Yero.
El nuevo Vitrales apareció, como en los inicios, en formato tabloide, con ocho planas cada una de 69, 8
por 90, 6 picas, al igual que Escambray, esta vez en rojo y negro. El cabezal emergió más pequeño y
atrás se encontraba un vitral, el cual permaneció desde 1998 hasta el 2001.
De acuerdo con Juan Antonio Borrego (Entrevista personal, 21 de febrero de 2013), en la actualidad se
tiran seis mil ejemplares cada cuatro meses y el suplemento va dirigido a un público interesado en la
problemática cultural, el patrimonio y la creación artística.
Capítulo II: Vitrales, referentes históricos
31
Al cambiar la realidad en esta etapa con el nacimiento de la editorial Luminaria y con facilidades para
publicar en otras editoriales incluso nacionales, se mantiene el perfil cultural pero se trabaja más el
reportaje, la entrevista y el reflejo de la vida cultural escrita en su mayoría por periodistas.
Desde el año 2009, debido a un proyecto realizado por un estudiante del Instituto de Diseño Industrial
(ISDI), se efectuó en Vitrales una reformulación general. Dayamis Sotolongo (Entrevista personal, 20 de
febrero de 2013) expresa que se aligeró el cabezal a tono con los estilos más contemporáneos del diseño,
se ajustaron los llamados en la parte superior por debajo del machón, se cambiaron las referencias en las
páginas interiores. Se trató de incorporar más gráfica, ilustraciones y elementos del diseño. De esta
manera la fotografía adquiere en el suplemento mayor protagonismo, lo cual se evidencia en la primera
plana, donde aparece generalmente una foto apaisada ocupando la mayor cantidad de espacio de la
página, con un titular grande resaltado en rojo.
El diseñador Fermín Vega (Entrevista personal, 20 de febrero de 2013) manifiesta que la tipografía de
los titulares es Farnham Display la cual constituye una variación de la Times New Roman, esta última
usada por muchos periódicos internacionales no solo de índole cultural sino también informativo y de
corte político. La técnica consiste en retomar elementos del diseño antiguo. Para el texto se usa la ITC
Franklin Gothic Book similar a la Arial, con la ventaja de ser más condensada lo que posibilita ganar en
espacio y trabajar más con la gráfica en los trabajos culturales que tienen mucho texto.
Actualmente, el equipo de la publicación se encuentra conformado por Juan Antonio Borrego Díaz,
como Director, y el consejo editorial por: Manuel Echevarría Gómez, Juan Eduardo Bernal, Luis Rey
Reyo, Enrique Ojito Linares y Yoleisy Pérez Molinet. El diseño lo asumen Osvaldo Pestana Montpeller
y Fermín Vega Boyce y se imprime en el Poligráfico Enrique Núñez Rodríguez en la provincia de Villa
Clara.
2.3- Entrevista de personalidad en Vitrales
Vitrales, desde su surgimiento hasta la actualidad, se ha caracterizado por romper con una estructura fija,
típica de los periódicos provinciales. Salvo las páginas cuatro y cinco, dedicadas a trabajos de fondo, la
seis, en la que se colocan noticias cortas y en ocasiones la ocho donde se publican entrevistas especiales;
el contenido del resto de las planas varía en cada edición.
Si se tiene en consideración el perfil del suplemento en los inicios, cuando se publicaban en su mayoría
artículos, poesías y mini cuentos, resulta evidente la ausencia de géneros periodísticos. No será hasta
Capítulo II: Vitrales, referentes históricos
32
después de varios meses, a medida que las necesidades editoriales de los artistas fuesen satisfechas, que
comienzan a aparecer reportajes, comentarios, entrevistas de opinión y de personalidad.
La entrevista de personalidad, por su parte, emerge por primera vez ocho meses después de fundado
Vitrales, en el No.9 correspondiente al mes de diciembre de 1987. En esta edición se exponen dos
entrevistas de personalidad. La primera ubicada en la página cuatro, titulada “Olympya, ¿espirituana
ausente?” y escrita por la colaboradora Maritza Martínez Valdivia, dedicada a la artista de la plástica
Olympya Ortiz. La segunda, a cargo del periodista Pastor Guzmán y bajo el título de “La fértil musa de
un juglar campesino”, ocupaba su espacio en la plana número seis y se refería a José Novo Mendoza,
poeta aficionado.
Ambas entrevistas aunque pertenecen a la misma modalidad y en el lenguaje empleado predomine cierto
vuelo poético, las distingue su estructura y redacción. En “Olympya, ¿espirituana ausente?”, la autora
comienza respondiendo la interrogante del titular, luego reseña la vida y obra de la artista de la plástica,
y divide la entrevista con un epígrafe denominado: Preguntas a la pintora y respuestas de Olympya, a
partir del cual reproduce el diálogo de preguntas y respuestas establecidas con la entrevistada.
En el caso de “La fértil musa de un juglar campesino”, el periodista manifiesta a través de una entrada
biográfica la personalidad del poeta. El cuerpo, a diferencia de la anterior se encuentra redactado con
frases del entrevistado, preguntas y reflexiones del reportero. Al final del texto periodístico se exponen
algunas décimas del entrevistado.
A partir de esta edición de diciembre de 1987 hasta la fecha, se hace frecuente la publicación en cada
número de una o más entrevistas de personalidad. Según Juan Antonio Borrego (Entrevista personal, 21
de febrero de 2013), por lo general a una entrevista de personalidad se le concede de 120 a 150 líneas en
el suplemento. Además, el entrevistado debe tener cierta prominencia, reconocimiento social, historia
para contar y llevar tiempo sin salir en los medios de comunicación. A esta entrevista se le busca
también un complemento gráfico agradable en correspondencia con el protagonista del trabajo.
Aunque existe diversidad autoral en Vitrales, los periodistas que más publican esta modalidad de
entrevistas son Enrique Ojito Linares, Mary Luz Borrego Díaz y Gisselle Morales Rodríguez.
Juan Antonio Borrego (Entrevista personal, 21 de febrero de 2013) comenta que muchas de las
entrevistas de personalidad se estrenan en Vitrales y luego se replican en Escambray. Esto sucede
debido a que el suplemento cultural tiene una tirada pequeña y lo busca solo el público conocedor, en
Capítulo II: Vitrales, referentes históricos
33
cambio Escambray llega hasta las montañas y se imprimen 30 mil ejemplares. Agrega que la mayoría de
las entrevistas de personalidad de Vitrales han resultado premiadas por el consejo editorial.
La publicación ha recibido dos premios a mejor suplemento durante las ediciones VII y VIII del Festival
Nacional de la Prensa Escrita, correspondientes a los años 2005 y 2006 respectivamente y ha obtenido
igual cantidad de menciones en las ediciones IV (2002) y V (2003).
Capítulo III: Aspectos metodológicos
34
Capítulo III: Aspectos metodológicos
La investigación se presenta desde una perspectiva cualitativa y es de tipo descriptiva porque caracteriza
el tratamiento periodístico dado por el suplemento cultural Vitrales a la entrevista de personalidad
durante los años 2007-2012. Para la realización del estudio se utilizaron los métodos bibliográfico-
documental, con la técnica revisión bibliográfica y el método de análisis de contenido cualitativo.
Además, se empleó la entrevista semiestructurada como técnica.
Con el método Bibliográfico-Documental se accedió a diferentes fuentes de información, cuya
recopilación representó uno de los pasos más importantes para la realización del estudio, la técnica
implementada al efecto es la revisión bibliográfica, la cual posibilitó el estudio de todos los ejemplares
del suplemento Vitrales y de la teoría relacionada con el tema.
El análisis de contenido cualitativo posibilitó conseguir la información requerida y describir el
tratamiento periodístico de la entrevista de personalidad, al tener en consideración las características del
género, el uso de los recursos estilísticos, las formas elocutivas y la función de la fotografía.
Con el objetivo de conocer las opiniones sobre el género y la relación entre la teoría y lo realizado en la
práctica, la entrevista semiestructurada se realizó a periodistas de Vitrales que escriben entrevistas de
personalidad, como Enrique Ojito Linares, Mary Luz Borrego, Giselle Morales y Dayamis Sotolongo
Rojas.
La categoría tratamiento periodístico de la entrevista de personalidad se asume como la forma en que el
suplemento cultural Vitrales muestra la entrevista de personalidad, se entiende por el uso de los recursos
estilísticos (metáfora, comparación o símil, hipérbole, ironía, repetición, enumeración, digresión,
paradoja, metonimia y elipsis), el empleo de las formas elocutivas (descripción, narración, diálogo y
exposición), la función que tiene la fotografía de prensa (informativa, de opinión e interpretativa), el
empleo de los pie de fotos, y las características estructurales del género, las que determinan su estructura
en entrada, cuerpo, conclusión y título y las que establecen el contenido, tales como el orden emotivo, la
manera de reflejar los rasgos del entrevistado mediante el lenguaje no verbal y el empleo de la
adjetivación.
Capítulo III: Aspectos metodológicos
35
Operacionalización de la categoría:
1-Tratamiento periodístico de la entrevista de personalidad
1.1-Características estructurales de la entrevista de personalidad
1.1.1-Introducción
1.1.1.1- Narrativa
1.1.1.2- Anecdótica
1.1.1.3- Literaria
1.1.1.4- Retrato
1.1.1. 5- Biográfica
1.1.2-Desarrollo
1.1.2.1-Dialogado (en forma de preguntas y respuestas)
1.1.2.2- Narrado (respuestas intercaladas con parlamentos del periodista)
1.1.2.3- Mixto (preguntas, respuestas y parlamentos del periodista)
1.1.3-Conclusiones
1.1.3.1-Opinión o comentario del entrevistado
1.1.3.2- Opinión o comentario del entrevistador
1.1.3.3-Relato curioso o significativo
1.1.3.4-Sorpresiva o de impacto
1.1.3.5-Conclusión con ideas de la introducción
1.1.4-Titular
1.1.4.1-Genéricos
1.1.4.2-Llamativos
1.1.4.3- De cita textual
1.1.4.4-De referencia al tema o al nombre del entrevistado
1.1.5-Empleo de la adjetivación
Capítulo III: Aspectos metodológicos
36
1.1.6- Empleo de la comunicación no verbal
1.1.7-Empleo del orden emotivo
1.1.7.1- Preparación previa del periodista, demostrado a partir del conocimiento sobre la vida
profesional y personal de los entrevistados y los temas que les puedan interesar.
1.2- Recursos estilísticos
1.2.1- Metáfora
1.2.2- Comparación o símil
1.2.3- Hipérbole
1.2.4- Elipsis
1.2.5- Ironía
1.2.6- Repetición
1.2.7- Enumeración
1.2.8- Digresión
1.2.9- Paradoja
1.2.10- Metonimia
1.3- Formas elocutivas
1.3.1- Descripción
1.3.1.1-Pictórica
1.3.1.2-Topográfica
1.3.1.3-Cinematográfica
1.3.2- Narración
1.3.2.1- Personaje como centro
1.3.2.2-Objeto como centro
1.3.2.3-Acción como centro
1.3.2.4- Problema moral como centro
Capítulo III: Aspectos metodológicos
37
1.3.3- Diálogo
1.3.3.1-Estilo directo
1.3.3.2-Estilo indirecto
1.3.3.3-Estilo semidirecto
1.3.3.4- Frases afirmativas
1.3.4- Exposición de ideas
1.4- Fotografía de prensa
1.4.1- Función informativa
1.4.2- Función interpretativa
1.4.3- Función de opinión
1.4.4- Empleo del pie de foto
La presente investigación toma como unidad de observación, todas las ediciones del suplemento cultural
Vitrales publicadas durante el período 2007- 2012 y como unidad de análisis, las entrevistas de
personalidad publicadas por Vitrales durante el período 2007-2012, para alcanzar un total de 22
entrevistas, por lo que no se selecciona muestra, sino que se trabaja con el universo.
El estudio queda triangulado metodológicamente porque permite comprobar los resultados a partir de la
contrastación de los métodos y técnicas usados durante la investigación.
Capítulo IV: Análisis de los resultados
38
Capítulo IV: Análisis de los resultados
4.1-Características estructurales de la entrevista de personalidad
Vitrales, como suplemento cultural del periódico Escambray se caracteriza desde su fundación hasta la
fecha por difundir acontecimientos, temas y particularidades de las distintas personalidades relacionadas
con la cultura en la provincia de Sancti Spíritus. Por su salida cuatrimestral, aparecen en sus páginas
géneros más elaborados y extensos, entre los que se ubica la entrevista de personalidad, de la cual sale al
menos un ejemplar, en casi todas las ediciones.
El presente estudio realiza un análisis de contenido al género durante los últimos cinco años. En total, la
investigación trabajó con 18 tabloides para alcanzar una muestra de 22 entrevistas estudiadas. Para la
confección del capítulo resultan necesarias las entrevistas semiestructuradas realizadas a periodistas que
publican en el suplemento, como Mary Luz Borrego Díaz, Gisselle Morales Rodríguez, Dayamis
Sotolongo Rojas y Enrique Ojito Linares.
La investigación corroboró que en la redacción del género los periodistas respetan la mayoría de las
características estructurales requeridas por esta modalidad de entrevista, analizada a partir de su entrada,
desarrollo o cuerpo, conclusión, titular, empleo de la comunicación no verbal, el orden emotivo y la
adjetivación.
Al respecto el periodista Enrique Ojito Linares, miembro del consejo editorial de Vitrales, opina:
“Por los siglos de los siglos, la entrevista de personalidad dispondrá de introducción o apertura,
desarrollo y cierre (conclusiones); entre estas partes deberá manifestarse una coherencia lógica,
sólida, orgánica; de lo contrario, el lector se percatará de las costuras del periodista a la hora
de hilvanarlas. Cuando hablo de costuras, hablo de poco rigor, de pifia reporteril. Las fronteras
o límites entre apertura, desarrollo y cierre deben ser invisibles al lector” (Ojito. Entrevista
personal, 20 de marzo de 2013).
4.1.1-Entradas
En la entrada, los reporteros usan las cinco variantes definidas por Miriam Rodríguez Betancourt:
narrativa, anecdótica, literaria, retrato y biográfica. Ojito puntualiza:
“Para la redacción de la entrada se impone buscar un elemento que cautive, que atraiga, que no
obligue al lector a cambiar los ojos hacia otra página o a otro texto publicado al lado de la
entrevista. Con mayor frecuencia recurro a la entrada narrativa y a la anecdótica; busco situar
Capítulo IV: Análisis de los resultados
39
al entrevistado en un escenario, en un tiempo… y lo pongo a desandar en ese ambiente, sin
descripciones excesivas” (Ojito. Entrevista personal, 20 de marzo de 2013).
Un ejemplo que responde a la variante anecdótica, donde se vincula la anécdota con el diálogo, lo
constituye No soy extremista, escrita por Ojito y publicada en los meses de enero-abril de 2008. El texto
logra humanizar a la entrevistada, ofrece rasgos del carácter, aspectos de su vida.
En la escalera, de cedro viejo, crece el latido de las pisadas del campanero Cuco Pasamontes. Al
conjuro de sus huellas, María Antonieta Jiménez, o mejor, Ñeñeca, y yo rematamos la torre de la
Parroquial Mayor. Ante la llegada de los intrusos, una bandada de totíes sale en estampida.
Cruzo los dedos. Debajo, la villa alimenta su mañana.
El aire devuelve el aliento, regala confesiones. Hace dos años esta mujer fue nombrada
Historiadora de la ciudad. “Después de Catalina, solo está el patrimonio”. Habla de su hija,
licenciada en Derecho. Cuando ella nació, ante la incertidumbre de un diagnóstico inicial,
Ñeñeca acudió a un hospital capitalino. “Su niña padece de un enanismo acondroplásico”, le
esclareció el médico. “¿Y usted no se impresiona?”, añadió asombrado el doctor. “Yo pedí tener
un hijo, no lo pedí tenerlo de seis pies y tres pulgadas”, respondió la mamá (Ojito, 2008, p.2).
A pesar de lo novedosa y útil que es la entrada anecdótica, en el espacio temporal escogido para el
estudio, se emplea muy poco. Solo existen tres ejemplos incluido el anterior. Tales son: Me gusta vivir a
la chiquita, también de Enrique Ojito, sobre la trinitaria Alicia García Santana, considerada un referente
en los estudios y conservación del patrimonio arquitectónico cubano; y el otro caso lo constituye El
sortilegio de la danza, de Mary Luz Borrego Díaz, y trata sobre la personalidad de Pedro Simón
Martínez, director del Museo Nacional de la Danza, además de su vínculo con su ciudad natal Agabama,
se refiere a la relación con la destacada bailarina Alicia Alonso.
Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana, 2 de diciembre de 1971: Alicia Alonso abre la
puerta de la cabaña y sale a bailar en medio de los aplausos. Casi no se escucha la música, los
memorables acordes de la salida de Giselle …
… Se cierra el telón y Alicia sale. Una lluvia de pétalos sobre su cabeza. Desde una luneta
anónima, Pedro Simón Martínez no se ha perdido ni un detalle con su devoción como admirador
y el ojo en la crítica de arte (Borrego, 2008, p.3).
El suplemento expone también entrevistas de personalidad con entradas narrativas, en determinadas
ocasiones mejor logradas, de más de un párrafo y que ofrecen una imagen amplia de la persona o el
ambiente, como Alicia al desnudo, de Enrique Ojito, donde muestra en qué época del año Alicia Leal
Capítulo IV: Análisis de los resultados
40
Veloz, artista de la plástica, visitaba su natal Taguasco, qué encontraba allí y dónde permanecía en su
estancia:
Alicia Leal Veloz no conoce si Las Varas aún respira en las llanuras de Taguasco; apenas
recuerda que cuando regresaba allá durante las vacaciones escolares veía una buganvilia
florecida escoltando los fantasmas de su casa deshecha, donde cierta comadrona la trajo al
mundo en un parto difícil… (Ojito, 2011, p.8).
En otros casos las entradas narrativas aparecen más directas y cortas, en el párrafo de entrada se ofrece
la presentación rápida del entrevistado y de forma inmediata introduce el parlamento del sujeto, así lo
muestra Lalito una enciclopedia de la trova:
No se preocupe por su nombre. En Sancti Spíritus es simplemente Lalito Cardoso. El apodo le viene de
una tía que así lo bautizó allá por 1953 y lo de músico casi nació con él. “Ese fue un sueño desde
pequeño. Mi papá, José German Cardoso Jiménez, quien fuera un destacado trovador de la provincia,
me enseñó los acordes de la guitarra” (Pérez, 2007, p.3).
Las entradas de retrato se usan en el suplemento y superan la mera reproducción física pues no solo
describen físicamente al entrevistado, sino que muestran su aspecto psíquico, sus gestos o una
característica esencial que lo distinga a él o su obra. Un ejemplo evidente lo representa Voy a la página
como si empezara de nuevo, sobre la figura de Antón Arrufat.
“A pesar de la pose de intelectual consagrado que asume a deshora, incluso sin proponérselo,
sigue siendo un eterno irreverente. Más allá de su andar pausado, casi ceremonial, habitan los
ímpetus de aquel mismo Antón que allá por 1968 escandalizara a la isla con su obra de teatro
Los siete contra Tebas. Polémico entonces, mejor comprendido luego, continúa escribiendo el
poeta, narrador, ensayista y dramaturgo en esa especie de catarsis creativa que al parecer no lo
abandona” (Morales, 2008, p. 8).
En la publicación existen algunos casos donde se combinan las entradas de retrato con las biográficas, el
reportero redacta unas líneas y luego ofrece hasta dos párrafos de datos biográficos, ocurre así en Mis
libros son como un manantial (Ver anexo # 15). Sin embargo, en el período analizado no se constata la
presencia de ninguna entrada puramente biográfica. Esto se debe a que como expresa la Subdirectora de
Escambray, Gisselle Morales Rodríguez:
“La entrada de una entrevista de personalidad no debe decir inmediatamente quién es o que ha
hecho la persona, ni siquiera describirlo con adjetivos que no aportan nada, en la introducción
el periodista debe poner al entrevistado en situación o rememorar alguna experiencia vivida por
Capítulo IV: Análisis de los resultados
41
la persona, donde se infiera cómo es el entrevistado” (Morales. Entrevista personal, 22 de marzo
de 2013).
Según los periodistas entrevistados este tipo de entrada no motiva ni atrae tanto la atención del lector,
pues las personas desean conocer a los entrevistados como seres humanos, capaces de sentir emociones
y reaccionar de determinada manera ante ellas. El público necesita más que una mera biografía u hoja de
presentación, en la que se recogen fríamente los méritos del protagonista como si fuese a pedir empleo.
Como otra de las tipologías de introducción aparece la literaria, dedicada en el suplemento
fundamentalmente a escritores y poetas, con el objetivo de jugar con los motivos temáticos de sus obras.
En esta situación se encuentra Escribo por deber, entrevista a Jorge Silverio Tejera, escritor de
Literatura de Ciencia Ficción.
“Nada de grandes bibliotecas ni despachos personales reservados a la creación. Nada de
museos recurrentes ni noches a solas con las palabras, nada de academias ni moldes teóricos
para “enderezar” las torceduras a la hora de escribir. Nada de duendes fantásticos con trajes
pomposos; quizás porque los suyos calcen zapatillas, jueguen atari o se preocupen por los
desvelos cotidianos, sus cuentos surjan así, a la usanza de los tiempos modernos, en un
mostrador de la carpeta del Hotel Rancho Hatuey donde intercala la pluma con los apremios del
día a día…” (Sotolongo, 2008, p.6).
La publicación expone diversidad de entradas, cada una de ellas hace gala de originalidad y gran
capacidad para atraer la atención del lector. La tipología anecdótica y la narrativa se utilizan
fundamentalmente para humanizar al entrevistado, consiste en rememorar una vivencia del mismo o en
contar la forma de actuar ante determinada situación. Por su parte, los reporteros prefieren la literaria, la
cual se realiza a un poeta, escritor o músico, con el objetivo de jugar con determinados elementos del
lenguaje literario para referirse a la obra o vida del artista.
En el caso de la entrada de retrato, los periodistas de Vitrales, no se limitan a realizar una reproducción
lineal de los rasgos físicos de la persona, sino que también se mezclan elementos sicológicos
relacionados con la conducta del interlocutor. En cambio, una menos favorecida lo constituye la
biográfica, a la cual se recurre para fusionarla con otra de las tipologías.
4.1.2-En vistas al desarrollo o cuerpo de la entrevista de personalidad
Una vez analizadas las diferentes formas de introducir el texto, se debe destacar el desarrollo o cuerpo de la
entrevista, donde se exponen las informaciones ampliadas del trabajo periodístico en cuestión. Según
Capítulo IV: Análisis de los resultados
42
contempla la teoría, esta parte integrante de la estructura puede presentarse en forma narrada, dialogada
o mixta.
Vitrales utiliza todas las variantes expuestas, sin embargo prefiere la forma tradicional dialogada, en la
que coexisten las preguntas y respuestas, se utiliza esta fórmula en casos donde los criterios de la
persona resulten trascendentes, sus respuestas abarcadoras, contundentes y se realicen confesiones
personales. Un ejemplo lo constituyen: Alicia al desnudo (2011) y No seré Carpentier, mi vida, soy
Pedro de Jesús (2012); en esta última el escritor fomentense confiesa su condición de homosexual,
manifiesta sus miedos y se refiere a los motivos que inspiran su obra.
Los reporteros de Vitrales utilizan el epígrafe para otorgarle originalidad al texto. Según la periodista
Gisselle Morales: “A veces la entrevista se divide en epígrafes porque permite ordenar un bloque de
preguntas sobre un tema específico, colocar en un párrafo introductorio un dato relevante y además le
ofrece ritmo a la lectura” (Morales. Entrevista personal, 22 de marzo de 2013).
Algunas de las entrevistas que tienen epígrafes son El sortilegio de la danza, la cual dedica una primera
parte a la relación de Pedro Simón con la bailarina Alicia Alonso y presenta el epígrafe Segundo Acto,
referido a su juventud y vida en Fomento. Otro de los textos con esta característica lo constituye Voy a
la página como si empezara de nuevo, cuenta con un epígrafe El placer del antagonismo, donde se
refleja la importancia conferida por el entrevistado a las críticas que hacen de su obra, cómo asume los
numerosos premios, qué poema de otro le hubiese gustado escribir…, y Confesiones ¿impersonales?,
en esta parte la reportera realiza interrogantes de carácter íntimo, trata de relacionar el contenido de los
poemas con la vida de Antón, sin embargo, el personaje evade todo tipo de confesión y responde que su
sentir puede ser el de cualquier poeta o persona (Ver anexo # 2 y # 3 respectivamente).
Similar ocurre en Jesús, entre cuerdas, entrevista a Jesús Ortega, uno de los pilares de la Escuela
Cubana de Guitarra, el reportero separa el texto en dos epígrafes. El primero titulado Obertura, donde
se juega con el significado de la palabra, pieza que da inicio a una composición musical, y precisamente
de lo que trata este subtema es de cómo Jesús comienza en la música. El segundo, aparece bajo el
nombre de En concierto, trata aspectos de la vida y obra del artista (Ver anexo # 13).
En Un tragaluz para el alma, la autora recurre a la forma narrada del desarrollo, al no emplear
preguntas, solo sitúa las respuestas del entrevistado, intercaladas con parlamentos suyos. El texto lo
fracciona mediante fragmentos de poemas, uno titulado “Foto breve”, del propio entrevistado; y el otro,
“Canto a la sabana” de Roberto Manzano. Este ejemplo constituye una muestra fehaciente de cómo la
Capítulo IV: Análisis de los resultados
43
entrevista de personalidad se caracteriza por tener un mayor vuelo poético y libertad formal, lo cual
expone desde la propia entrada (Ver anexo # 11).
La variante mixta se observa en textos como Perito de la luz y Del morbo al camuflaje. Esta modalidad
de desarrollo se utiliza en la publicación para narrar en parlamentos del periodista, entre preguntas y
respuestas, un pasaje interesante de la vida del entrevistado o exponer datos significativos del mismo
como premios, proyectos realizados, perspectivas futuras, importancia de su obra, entre otros.
A pesar de escoger la forma tradicional dialogada de preguntas y respuestas para la redacción del cuerpo
de la entrevista, Vitrales emplea además las variantes narrada (no aparecen preguntas, solo respuestas y
parlamentos del periodista) y mixta (combinación de la narrada y dialogada).
4.1.3-Una mirada al cierre o conclusión de la entrevista de personalidad
Luego de analizar el desarrollo, conviene referirse al cierre o conclusión de la entrevista. Respecto a esta
parte de la estructura, Vitrales opta por la variante de comentario u opinión del entrevistado porque: “El
entrevistado es el protagonista, y si el periodista no tiene nada impactante que decir, el mejor modo de
concluir es con una respuesta del personaje” (Morales. Entrevista personal, 22 de marzo de 2013).
En el caso de Hombre de palabra, la última pregunta de este trabajo plantea: ¿Es Ramón Luis un
maestro que escribe o un escritor que enseña?, a lo que él responde:
“Yo soy un profesor y al mismo tiempo un escritor, no veo contradicciones en eso y trato de
armonizar esas dos facetas de la mejor manera posible. La cultura, concebida también como la
forma en la que vivimos los seres humanos, no solo se conecta con mis preocupaciones como
escritor, sino también como maestro” (Sotolongo, 2012, p.7).
La manera de cerrar una entrevista con comentario del entrevistado también se muestra sin una pregunta
previa del periodista, solo con una frase entre comillas del personaje. Una muestra de ello puede
encontrarse en Ni conde, ni marqués, donde se finaliza de la siguiente manera: “Ese título nobiliario no
me gusta. El premio te lo dan y te quedas para siempre con él, como el de conde y el de marqués;
aunque no hagas nada más. Siempre me ha parecido, por lo menos, sospechoso” (Ojito, 2009, p.8).
Orta forma, menos usual, es la de comentario del entrevistador, se videncia en Perito de la luz,
entrevista realizada al reconocido director de fotografía Raúl Pérez Ureta.
“A veces cocina y con los años cree cada vez más en la amistad. Degusta la tranquilidad, lo
cotidiano, y mantiene unas ganas de vivir como un muchacho con 15 años. En las mañanas se
Capítulo IV: Análisis de los resultados
44
levanta temprano para caminar y disfrutar de las personas y las atmósferas de luz que posan
como retratos en las ventanas abiertas de La Habana…” (Borrego, 2009, p.3).
Aunque las palabras anteriores no se muestren en la voz del entrevistado, constituyen un cierre
significativo. La reportera narra cómo transcurre un día normal para Raúl Pérez y describe al mismo
tiempo rasgos de su persona.
De acuerdo con Enrique Ojito:
“El cierre no debe dejar un sabor amargo en el lector, quien no debe sentirse traicionado por un
final falso, débil… El cierre puede o no resumir la esencia de la vida y la obra de la personalidad
entrevistada en una frase, en una idea más o menos desplegada.
Aunque estemos agobiados por problemas terrenales -dentro o fuera de casa, dentro o fuera de
la Redacción-, sería imperdonable repetir los cierres una y otra vez. El lector, siempre sabio, nos
pondría en el banquillo de los acusados.
Suelo concluir con elementos empleados en la introducción para redondear la entrevista; he
apelado a frases de impacto del entrevistado, a un breve comentario por parte de este-
Lo más importante: el lector debe sentir que el reportero colocó con elegancia el punto final
donde iba” (Ojito. Entrevista personal, 20 de marzo de 2013).
En El laúd da hasta la ópera, el periodista concluye diferente. Usa una vía atractiva al retomar la
narración iniciada en la introducción, donde se relata la llegada al escenario para iniciar un concierto
(Ver anexo # 5). Este caso se puede clasificar como cierre que retoma idea de la entrada y también
como de relato curioso o significativo.
“En ese instante Marcelo despertó todas las nostalgias de su niñez en San Ambrosio. Soltó sus
manos que corrían presurosas sobre el cuerpo, sobre la garganta del laúd, en controversia
desafiante. Del otro lado, José Manuel Rodríguez, Bárbaro Torres… Las notas salían como
arroyo al atardecer. Al final, aplausos en cascada interminable” (Ojito, 2008, p.7).
La publicación no emplea la tipología de sorpresa o impacto. De cierto modo Vitrales carece de cierres
diversos. Aunque varíen los entrevistados y los temas, repite una y otra vez la frase de la persona para
concluir, lo cual no implica ningún error porque existen casos donde la respuesta en sí le otorga un
cierre adecuado al trabajo. Sin embargo, mantener un clímax apropiado durante todo el texto para
exponer al final interrogantes como: ¿Qué nuevos proyectos literarios lo ocupan hoy?, lo cual se
evidencia en Mis libros son como un manantial, destruye el ritmo logrado. Además, el lector se aburre
de la misma fórmula.
Capítulo IV: Análisis de los resultados
45
4.1.4-Aproximación a los titulares
Con respecto a los titulares, las entrevistas de personalidad logran un balance adecuado de las tipologías
porque usan titulares genéricos, llamativos, de referencia al tema o al entrevistado y de cita textual.
Mary Luz Borrego comenta:
“Me gusta tener el título antes del trabajo. A veces la persona te da una frase buena pero no
siempre ocurre así, en otras ocasiones el periodista tiene ya una idea antes de ir a la entrevista,
que sabe guarda relación con esa persona; también se da el caso de que alguien dice algo sobre
el entrevistado y uno completa la frase y la da como un todo” (Borrego. Entrevista personal, 28
de marzo de 2013).
Para la redacción de un buen titular se precisa de toda agudeza y creatividad por parte del reportero, no
siempre el entrevistado proporciona una frase contundente que encierre todo lo representado por la
entrevista, por tal motivo cualquier investigación sobre las características de la personalidad del
entrevistado, vínculos con familiares o amigos se torna imprescindible para la titulación.
Según declara Gisselle Morales,
“El titular de la entrevista de personalidad se construye como el de cualquier otro género. Uno
trata de que sea atractivo para que el lector se detenga a leer, a veces se usan frases relevantes,
declaraciones chocantes del entrevistado que deslumbren y sean únicas; de lo contrario, una
idea que refleje en sentido general lo que se va a encontrar uno en el texto después” (Morales.
Entrevista personal, 22 de marzo de 2013).
Dentro de los títulos genéricos y de referencia al entrevistado o al tema se pueden citar: Lalito una
enciclopedia de la trova, de esta manera se presenta al protagonista de la conversación y además se
ofrece la idea general de los conocimientos del entrevistado sobre la trova. Similar ocurre en Alicia al
desnudo, donde el adjetivo desnudo da la impresión de revelaciones, declaraciones testimoniales; o el
caso de El otro Virgilio, el cual sugiere que se mostrará al ser humano y no tanto al intelectual.
Por su parte, según se contempla en la teoría, los llamativos otorgan originalidad al texto y despiertan,
con la primera mirada, interés en los lectores. No obstante, esta tipología no se explota a cabalidad en
Vitrales, aunque se pueden referenciar ejemplos ilustrativos: Cuando la fe brota de la guitarra,
entrevista realizada a la trovadora Teresita Fernández; El sortilegio de la danza, donde expone qué
provoca en Pedro Simón Martínez, director del Museo Nacional de la Danza, la afición por el ballet; Del
morbo al camuflaje, el cual evidencia a simple vista el tránsito ocurrido en la carrera profesional de
Capítulo IV: Análisis de los resultados
46
Adonis Flores, artista de la plástica en la provincia, quien marchó de realizar obras eróticas, a la creación
de la serie Camuflajes, en la que el protagonista viste el uniforme militar de camuflaje e interpreta
personajes o acciones cotidianas.
Al emplear este titular se deben evitar frases forzadas o ambigüedades. Por ejemplo, Hombre de palabra
alude inmediatamente a los principios morales y honestidad de la persona, aunque en este caso también
se ajuste, a lo que la periodista se refiere es a su condición de escritor, al arte de dibujar con las palabras.
Sin dudas, un título privilegiado en la publicación es el de cita textual del entrevistado, el cual ofrece
fuerza testimonial al trabajo periodístico. Existen ejemplos en los que al colocar una frase del redactor,
por muy elaborada estilísticamente que esté, se pierde la oportunidad ofrecida por el interlocutor de usar
sus propias palabras. Tal es el caso de No seré Carpentier, mi vida, soy Pedro de Jesús, donde el escritor
se compara con Carpentier y además se otorga él mismo su valor, lo cual brinda características
intrínsecas de su personalidad y quizás el periodista no pueda mostrarlas a través de otro título.
En cambio, los excesos no son recomendables. Cuando el hábito provoca aplicar siempre el
encabezamiento de cita textual, se corre el riesgo de caer en lo común e intrascendente del entrevistado.
Así lo expone Escribo por deber, entrevista con una entrada literaria, como se analizó anteriormente,
donde se muestra la forma y el lugar donde escribe el entrevistado, además, transmite la idea de que
escribe por placer; de ahí la existencia de cierta contradicción entre el título y la entrada.
Aunque el suplemento emplea todas las tipologías de titulares contemplados en la teoría y en la mayoría
de los ejemplos logre títulos atractivos y sugerentes, mantiene singular preferencia por los de cita textual
del entrevistado, lo cual no significa una deficiencia, sino que se debe considerar la pertinencia en cada
caso de esta variante, porque como se expresó con anterioridad, no siempre el entrevistado aporta una
declaración abarcadora.
4.1.5-La comunicación no verbal, la adjetivación y el orden emotivo
Un elemento a través del cual el reportero puede lograr mayor efectividad a la hora de transmitir el
carácter, rasgos e incluso emociones de su interlocutor, es la comunicación no verbal. A veces describir
la reacción o el gesto realizado por alguien ante una interrogante, dice más que una simple y lineal
enumeración de cualidades morales o características físicas.
“Cuando el reportero se encuentra frente al entrevistado debe ser una esponja, debe estar atento
a todo: debe dar rienda suelta a cada sentido, incluso al de la intuición; pero con maestría, sin
que el entrevistado se percate de ello. Ese “duelo” se establece desde el primer contacto para
Capítulo IV: Análisis de los resultados
47
concertar la entrevista. El reportero no debe olvidar que las manos, el rostro, los ojos, el tono de
voz… del entrevistado dicen más que una idea que este exprese” (Ojito. Entrevista personal, 20
de marzo de 2013).
Vitrales prácticamente no emplea el lenguaje no verbal y en los casos utilizados el parlamento es breve.
En varias ocasiones limitan esa forma de comunicación a situar entre paréntesis una acción como la risa.
Ello se evidencia en No soy extremista, donde en el último párrafo del texto, en respuesta a la
interrogante de: ¿Cuándo llegará el día en que Ñeñeca deponga las armas, siempre a favor de la
conservación de la villa?, la entrevistada dice: “Cuando esté en el kilo-12, es decir, en el cementerio
(ríe)…” (Ojito, 2008, p.2).
Existen otros ejemplos donde la comunicación no verbal aparece mejor tratada, como en el caso Del
morbo al camuflaje, donde frente a la pregunta: ¿Crees que desde un pueblo de provincia como este
se puede llegar a los espacios consagrados de la plástica y el mercado del arte en otras latitudes?,
acto seguido el reportero manifiesta: “Mi interlocutor cancanea, el Diablo le guiña un ojo, mientras un
ángel hace cabriolas” (Echevarría, 2011, p.7).
Similar ocurre en Me gusta vivir a la chiquita, entrevista donde el periodista revela a la estudiosa del
patrimonio que fue él quien aseguró en el año 2008 en un trabajo periodístico que Trinidad se había
robado el show de la conservación con respecto a Sancti Spíritus. Ante tal afirmación, Enrique Ojito
escribe: “La revelación casi la levanta de la silla; mas, los años alivian la desavenencia” (Ojito, 2011,
p.8).
Jesús, entre cuerdas, constituye otro de los exponentes de la comunicación no verbal. Se evidencia en:
“Ortega se acomoda los espejuelos; aguarda por otra pregunta…” Además, en párrafos posteriores el
periodista expresa: “Sin pretenderlo, el maestro levanta su mano derecha que parece ahora rasgar las
cuerdas tensas de sus 74 años…” (Ojito, 2010, p. 7).
Como elemento positivo, la publicación evita el uso indiscriminado de adjetivos. Cuando se recurre a
algún calificativo debe ser necesario y preferiblemente poco común. Así lo evidencia Perito de la Luz,
donde Mary Luz Borrego expresa: “…Pero nada de bucólicos silencios: gatos y peces seductores,
cotorras excéntricas y perros estridentes casi ultiman esta entrevista” (Borrego, 2009, p.2). Sin
embargo, se muestra cierto apego en otras entrevistas por el adjetivo bucólico.
Una de las características distintivas de las entrevistas de personalidad consiste en el valor emotivo que
alcanza. Este género debe ser capaz de despertar la sensibilidad de los lectores, a través de las
Capítulo IV: Análisis de los resultados
48
confesiones personales que obtenga. Consiste en humanizar al entrevistado, mostrar sus miedos,
sufrimientos, afectos, retos.
La emotividad se consigue en Vitrales, sobre todo, con el conocimiento y la preparación previa que
tengan los periodistas con respecto a determinada persona. A partir de ello, se redactan preguntas bien
elaboradas para lograr proximidad con los entrevistados. De ahí que:
“El orden emotivo se logra primeramente a la hora de contactar la entrevista, pero también se
obtiene manipulando el cuestionario. Si te das cuenta que al hombre no le gusta hablar sobre
determinado aspecto, hay que cambiar de tema, hablar de otra cosa, y después volver sobre ello
para ver si se puede sacar algo” (Borrego. Entrevista personal, 28 de marzo de 2013).
La mayoría de las entrevistas de personalidad publicadas en Vitrales durante los años 2007-2012,
manejan de forma adecuada el aspecto emotivo. Se evidencia en Alicia al desnudo, entrevista en la cual
Enrique Ojito, a través del conocimiento previo, busca de manera casi constante reflejar la vida familiar,
personal y los temores a los que se enfrenta la artista de la plástica.
¿De modo autobiográfico usted lleva a la pintura el conflicto de la familia, la maternidad, la
relación de pareja, la casa… ¿Por qué no le teme a ese desnudo testimonial?
A lo que Alicia responde: “Yo sí le temo, le temo muchísimo; a veces los artistas necesitan decir cosas
porque es una especie de catarsis… De lo contrario no estaría ahora conversando contigo y sí en
Mazorra…”
No obstante, el periodista continúa incisivo, prosigue el diálogo con la interrogante: Por cierto, ¿para
qué pintor haría un desnudo Alicia Leal?, la entrevistada una vez más tiene que confesar y como si no
bastara, su interlocutor prosigue con elementos que lo hacen conocedor de su vida: Al unir su vida con
Juan Moreira, distinguido artista de la Plástica y profesor suyo en San Alejandro, ¿acaso su
hogar no se vino abajo por la marcada diferencia de edades entre ustedes?
Similar a las anteriores son la mayoría de las interrogantes del texto, las cuales van desde: ¿Cuánto hay
de Alicia en Ana, su hija, quien fue bailarina, como usted quiso ser?, hasta otras como: ¿Qué
objeción esgrimiría si alguien encabezara así su extenso currículo: Alicia Leal (Las Varas,
Taguasco, 1957)?, donde Alicia responde: “Ninguna. Por cierto, ¿no crees que la serpiente ya se
mordió la cola?, frase un tanto irónica de la fémina donde demuestra que el periodista le tocó un punto
débil.
Capítulo IV: Análisis de los resultados
49
Existen otras entrevistas en las cuales el protagonista no revela casi nada. Sin embargo, mediante el
cuestionario del reportero y por la propia forma de responder de la persona, el valor emotivo cobra una
importancia considerable. Voy a la página como si empezara de nuevo, entrevista periodística sobre
Antón Arrufat, corrobora tal afirmación.
En el epígrafe Confesiones ¿Impersonales?, Gisselle Morales manifiesta: Mi familia muerta está
sentada en la sala es un verso recurrente en el poemario Repaso final. ¿Cuánto hay de
autobiográfico en ese libro, y en toda su obra lírica?, Arrufat solo expresa: “Me gustaría decirte que
nada”, la periodista en busca del ser humano, lleno de emociones afirma: Pero no se lo creería, con lo
que consigue alguna declaración:… “no voy a negar que hay biografía en lo que he hecho, pero siempre
es en contra de mi voluntad…”.
Insatisfecha en una pregunta posterior, Morales parte de una frase del entrevistado en la que se refiere a
las “tardes en las cuales el personaje no tiene ningún destino, no sabe qué hacer”. La reportera
manifiesta: ¿Y no será que a veces el poeta, el Yo autoral, se siente así sin destino?, Arrufat
inmediatamente arremete: “Tú quieres de todas maneras que yo haga confesiones biográficas…La
tristeza es un sentimiento que todos experimentan…” En ese instante, casi sin admitirlo confiesa a veces
sentir tristeza y desolación como el personaje de su obra.
Sin embargo, la emotividad se obtiene también a través de parlamentos redactados por el periodista, en
los cuales revive aspectos de la vida del personaje a partir de la preparación y el conocimiento previo
sobre el mismo. Un ejemplo ilustrativo de tal afirmación lo constituye El sortilegio de la danza, donde
en el subtítulo titulado Segundo Acto manifiesta:
Con pinta de hombre sentimental abre todas sus puertas al conjuro de la palabra Agabama, ese
pueblito olvidado, donde vivió hasta la juventud con el arresto imprescindible de su madre, en
una estrechez recordable aún, sobre todo por aquellos viajes diarios a pie durante tres años para
alcanzar la escuela de Fomento, incluso cuando el agua y el fango calaban hasta el tuétano de su
niñez (Borrego, 2008, p.3).
Con la frase de Mary Luz Borrego, los lectores se acercan más a Pedro Simón al conocer las vicisitudes
y humildad que experimentó. Incluso, muchos quizás lleguen a identificarse con él, el hombre y no el
intelectual, cuya altura parece inalcanzable.
Para adquirir la emotividad adecuada, por si el personaje no es muy revelador, se requiere de agudeza
por parte del reportero, lo cual no siempre es posible. Por ejemplo, en Escribo por deber, se hace a un
Capítulo IV: Análisis de los resultados
50
lado al ser humano y la periodista se concentra más en su obra creativa, tal parece que por la premura, la
entrevistadora no se preparó en cuanto a los aspectos personales del escritor, en su familia, sus miedos.
Vitrales no explota al máximo el recurso de la comunicación no verbal, esta se muestra en escasas
entrevistas y de forma muy breve. Con respecto a la adjetivación, se evita el uso indiscriminado de
calificativos innecesarios y en los casos en los que aparece la descripción se colocan adjetivos poco
comunes. El orden emotivo se logra en casi todos los textos analizados, en unos en mayor medida que en
otros. Esto se debe al grado de preparación y conocimiento previo de los periodistas respecto al
personaje.
4.2-Formas elocutivas
Las formas elocutivas evitan que la entrevista de personalidad se asemeje a un informe o una biografía
exhaustiva de cualquier persona. Con el uso de la narración, descripción, diálogo y exposición de ideas
se presenta a los públicos más que un simple texto. Al reproducir la conversación y mostrar los detalles
del encuentro, prácticamente en lugar de leer, los lectores ven cómo es el entrevistado, y hasta viven las
experiencias y sucesos ocurridos a los mismos.
“Las formas elocutivas deben utilizarse con creatividad, equilibradamente; aunque en el caso de
la entrevista periodística siempre predominará el diálogo en cualquiera de sus variantes. El
periodista que no domine el empleo eficiente de las formas elocutivas no llegará a la esquina. Si
usted logra que el entrevistado relate su vida, con todos sus colores, olores… tendrá una materia
prima invaluable para construir una entrevista desde las formas elocutivas” (Ojito. Entrevista
personal, 20 de marzo de 2013).
A lo que la periodista Dayamis Sotolongo Rojas agrega:
“Más allá de ceñirse a una presentación rudimentaria del entrevistado o descripción
pormenorizada del entrevistado, se deben aprovechar recursos como la narración, el diálogo en
estilo directo, elementos que desnudan a la persona como ser humano y no como un intelectual
de renombre” (Sotolongo. Entrevista personal, 18 de marzo de 2013).
En el caso de la narración se reafirmó que la variante de personaje como centro prevalece en las
entrevistas, esta modalidad utiliza en determinadas ocasiones una breve descripción antes de narrar, es el
caso de Jesús, entre cuerdas:
“Con sus espejuelos ancestrales y el chivo aferrado durante años al mentón, Jesús Ortega
camina, sin prisa, en busca de su lugar exacto en el escenario del Teatro Principal. Enfundado
Capítulo IV: Análisis de los resultados
51
en traje, se inclina ante los aplausos; el público lo sabe una de las columnas de la Escuela
Cubana de Guitarra, junto a Leo Brouwer e Isaac Nicola.
…Jesús y estos jóvenes egresados del Instituto Superior de Arte han retornado a Sancti
Spíritus…
Jesús alza ya la batuta que hechizará y gobernará las manos de los ejecutantes hasta entrada la
noche” (Ojito, 2010, p.7).
La narración que tiene al personaje como centro, se muestra en Vitrales, generalmente de forma
biográfica, es decir, para enumerar o relatar las fases de la vida del entrevistado o para referirse a los
premios y homenajes recibidos por los mismos. Ejemplos que evidencian lo anterior son: Mis libros son
como un manantial y Perito de la luz. En esta última se observa la variante de narración de personaje
como centro en párrafos como:
“A inicios de la década del 80, cuando el Noticiero… se extinguía, comenzó a involucrarse con el
cine, como operador de cámara de largometrajes en una película de Tomás Gutiérrez Alea,
Hasta cierto punto. Después vinieron algunos cortos y el único filme de ficción del propio
Santiago Álvarez: Los refugiados de la cueva del muerto”.
… “Recientemente terminó de filmar una película histórica con Fernando Pérez sobre la niñez y
adolescencia de José Martí. En su vida profesional ha recibido múltiples reconocimientos, desde
Premios Lucas y Caracoles hasta dos nominaciones para el Premio Nacional de Cine…”
(Borrego, 2009, p.3).
Otra de las formas en las que se presenta la narración es con el objeto como centro, ya sea una
exposición o un proyecto, evidenciados en Del morbo al camuflaje. Esta variante de narración se destina
también a un instrumento musical, dado en Sin la guitarra sería un hombre por la mitad.
“La acomoda entre sus brazos como a la primera novia; reclina el pecho sobre ella, que cimbra
toda, que cede toda mientras los dedos le recorren cada espacio íntimo de su cuerpo, surtidor de
arpegios. Siempre ocurre así desde hace más de 50 años, cuando Roberto Jiménez Tormes
decidió quemar las naves por la guitarra” (Ojito, 2012, p.7).
La acción como centro se presenta en muy pocas narraciones de las entrevistas estudiadas. Se muestra
en los caso de Del morbo al camuflaje y No soy extremista. En la primera dice: “Adonis se dedicó a
entablar relaciones, a escribir sin cansancio al mejor postor, a mandar sus obras a convocatorias en
otras latitudes… (Echevarría, 2011, p.7). En la segunda el periodista expresa: “Ñeñeca pide un alto.
Capítulo IV: Análisis de los resultados
52
Alguien se aproxima escalera arriba. Faltan apenas 5 minutos para el mediodía. Apuro el diálogo”
(Ojito, 2008, p.2).
Por su parte, la narración con un problema moral como centro no se encuentra en ninguno de los
ejemplares publicados en el período 2007-2012. De manera general, Vitrales, puede explotar más esta
forma elocutiva, a través de la narración de anécdotas y no limitarla solo a relatar biográficamente la
vida del entrevistado.
A pesar de tratarse de una entrevista de personalidad, donde prima el propósito de describir física y
psicológicamente el protagonista de la conversación, en los trabajos analizados, y teniendo en cuenta las
declaraciones de los propios periodistas entrevistados, se evitan descripciones largas e innecesarias, al
punto que no aparecen usualmente en los textos.
De las variantes de descripción enunciadas por el profesor Gonzalo Martín Vivaldi (1969), se
encuentran ejemplos de la pictórica y cinematográfica, no ocurre así con la topográfica. En el sortilegio
de la danza, la reportera utiliza la descripción pictórica cuando manifiesta para referirse al sujeto: “Viste
con la sobriedad del gris y el azul oscuro, pantalón ya desgastado, chaqueta corriente y zapatos
cómodos, muy usados” (Borrego, 2008, p. 3). Otro ejemplo de esta variante lo constituye el primer
párrafo de Cuando la fe brota de la guitarra:
“En la sala, por un lado: un busto martiano y una bandera, por el otro una palangana, que a
juzgar por el óxido, lega su existir al verdor del coralillo hospedado en su interior. En el sitio de
los ángeles: los recuerdos de sus seres queridos, la caricatura del gato Vinagrito, la colección de
llaves antiguas…” (Valdés, 2007, p.4).
Para reflejar no solo la imagen de la ciudad, sino detallarla con sus gentes, tránsito en las calles, y de
esta manera mostrar a Sancti Spíritus en movimiento, o lo que pudiera ser una jornada normal, el
periodista Ojito utiliza una descripción cinematográfica en No soy extremista:
“Altanero el campanario parroquial seduce. Tejados y aleros quizás hoy gocen la lluvia de abril.
En la calle la gente animosa; un coche, con el rótulo de El Chacal, desafía las leyes del tránsito.
Con una palangana de pañales en el horcón de su cintura, una vecina se asoma al balcón de
rejas. La ciudad vive otro jueves de sus casi 494 años” (Ojito, 2008, p.2).
La exposición, por su parte, constituye una forma elocutiva casi extinta en Vitrales. En ocasiones
aparece en una o dos líneas, donde prácticamente apenas se puede notar el juicio o valoración del
redactor, por ejemplo en Tirilín Tirilón soy yo: “Solo por hacer más felices a los niños durante casi 35
años Hugo Hernández merece un monumento espirituano” (Borrego, 2007, p. 2), o en la entrevista
Capítulo IV: Análisis de los resultados
53
Perito de la luz, donde se expone: “Varios proyectos le esperan en el tintero por dineros o decisiones
ajenas” (Borrego, 2009, p. 3).
Los ejemplos más significativos de exposición de ideas los muestra la entrevista titulada Del morbo al
camuflaje, en la cual el periodista Manuel Echevarría demuestra conocimiento suficiente no solo de la
vida de Adonis Flores, sino del mercado del arte y las tendencias que se observan en la actualidad, al
punto de ofrecer una valoración casi como la de un especialista sobre lo imperativo para cambiar la
situación.
“Por mediación de Adonis y Marianela y de otros artistas lugareños, la plástica espirituana
experimenta un interés creciente por figurar en el horizonte de lo auténtico, que inevitablemente
se asume desde una estética forjada en los pliegues de la inmediatez y del imaginario social,
gracias a su poder de resistencia y asimilación de los nuevos códigos.
Se trata del culto en boga al voluntarismo, del interés por crear algo nuevo y atrayente que
complete el ideal irrealizable de la libertad postmoderna como consumación del ego creador del
artista, sin preceptivas de ninguna clase y de espalda a los valores universales impuestos por la
modernidad como inalterables” (Echevarría, 2011, p.7).
La última y no menos importante de las formas elocutivas es el diálogo, el cual se emplea,
fundamentalmente, en estilo directo, porque según comenta el reportero Enrique Ojito Linares:
“El diálogo estilo directo se impone en las entrevistas de personalidad. El estilo directo define,
caracteriza más al entrevistado; nos revela, sin intermediarios, el decir y, más aún, el pensar de
nuestro interlocutor, sin olvidar los dos rasgos que debe poseer el diálogo: natural y
significativo, como lo subrayara el maestro Vivaldi” (Ojito. Entrevista personal, 20 de marzo de
2013).
Sin dudas, el diálogo en estilo directo representa una copia fiel de la conversación, donde se reproduce
textualmente las palabras del entrevistado y mediante ellas incluso rasgos de su propio carácter. Así se
observa en Voy a la página como si empezara de nuevo, donde la periodista manifiesta:
¿Cómo asume Arrufat los cada vez más frecuentes homenajes?
A mí me gustaría seguir caminando, pero ya la gente me detiene por las calles y me dice: “Adiós,
maestro, aquí tengo un libro, ¿me lo puede dedicar? Y entonces tengo que salir con varios
bolígrafos para poder firmarlos… donde los lectores, los delincuentes, los revendedores de
libros…hasta esos me conocen y piden textos. Debo acostumbrarme a los elogios pero sin
Capítulo IV: Análisis de los resultados
54
tomarlos muy en serio…Yo no soy un escritor que se cree cosas, voy a la página como si
empezara de nuevo”
Otro ejemplo de estilo directo lo constituye El laúd da hasta la ópera de la cual se reproduce el
siguiente fragmento:
¿Cómo recuerda aquella primera presentación en el Festival Internacional de La Habana?
“Como decimos los guajiros, casi siento calambrina. Allí no se escuchaba ni el ruido de un llavero, ni
de un lapicero escribiendo”
El diálogo en estilo semidirecto no se encuentra presente en ninguna de las entrevistas, y el estilo
indirecto solo se muestra en una, titulada Me gusta vivir a la chiquita, en el momento en el que el
periodista comenta:
Con la curiosidad periodística en solfa fui al encuentro de esta mujer, de porte refinado, que te
llama una y otra vez “mi´jo”, quizás por el sentido maternal que le asiste, más por los años que
por su “proverbial sabiduría”. El calificativo lo tomo prestado de Eusebio Leal, historiador de
La Habana, quien prodigó elogios a Trinidad de Cuba: un don del cielo, el último libro de Alicia
(Ojito, 2011, p. 8).
Además de las variantes expuestas, la forma elocutiva en cuestión se presenta no solo con preguntas
seguidas de las respuestas del entrevistado, sino que en sustitución de las interrogantes se emplea a
menudo una afirmación del periodista. Lo anterior se evidencia en entrevistas como: Alicia al desnudo,
Sin la guitarra sería un hombre por la mitad, Jesús, entre cuerdas, Perito de la luz, Ni conde, ni
marqués, entre otros (Ver anexo # 1, # 10, # 13, # 7 y # 4 respectivamente).
Las formas elocutivas salvan el hilo conversacional y fluido en las entrevistas de personalidad
publicadas en Vitrales. Aunque se recurra a todas las variantes de narración, excepto a la de acción
moral como centro, existe preferencia por la de personaje como centro, ya que en esta modalidad del
género el eje central lo ocupa la persona.
Por su parte, el diálogo en estilo directo se convierte en el preferido porque de esa manera los lectores
conocen de las propias palabras de los entrevistados todo lo que desean saber. La publicación no abusa
de la descripción, generalmente se encuentra en las entradas o para comenzar algún epígrafe. Similar
sucede con la exposición de ideas.
Capítulo IV: Análisis de los resultados
55
4.3-Recursos estilísticos
La entrevista de personalidad tiene la característica de presentar un leguaje más elaborado y literario. Al
respecto Dayamis Sotolongo puntualiza: “Es un lenguaje estilizado, donde se recurre más a los
recursos formales que brinda el idioma, sin llegar a ser rebuscado, los recursos estilísticos se emplean
en función del lenguaje” (Sotolongo. Entrevista personal, 18 de marzo de 2013).
No obstante, la elegancia del lenguaje no significa que el orden sintáctico de las oraciones o los propios
recursos estilísticos usados, se traduzcan en frases enrevesadas, de difícil comprensión para los lectores,
a quienes va dirigido el mensaje periodístico.
Como plantea el periodista Enrique Ojito Linares:
“El lenguaje utilizado no debe darle la espalda a ciertas características del discurso
periodístico: la claridad, la concisión, la precisión y la elegancia. En la entrevista de
personalidad debe lograrse la elegancia; pero sin retoricismo, sin artificiosos. Todo tiene su
medida, y cuando esta se quiebra, el resultado es adverso” (Ojito. Entrevista personal, 20 de
marzo de 2013).
Aunque la teoría y los propios reporteros entrevistados, aleguen que este género requiere de mayor vuelo
poético y el uso de los recursos estilísticos, la práctica muestra que el suplemento emplea escasamente
estos elementos.
Uno de los recursos a los que los reporteros acuden es la elipsis, presente en numerosas entrevistas. La
publicación expone diversos tipos de elipsis, ya sea de sustantivo, verbal o de preposición.
La elipsis de sustantivo se encuentra en entrevistas como Lalito una enciclopedia de la trova. La entrada
manifiesta: No se preocupe por su nombre. En Sancti Spíritus (su nombre) es simplemente Lalito (Pérez,
2007, p. 3).
Existen otros casos en textos como Un tragaluz para el alma: Sembradíos de maíz, (sembradíos de)
calabaza, (sembradíos de) habichuelas, (sembradíos de) pepinos, (sembradíos de) plátanos… (Borrego,
2010, p. 8).
Un ejemplo de adjetivo elidido se muestra en Perito de la luz, al manifestar: “…bajo el influjo
imaginario que algunos conceden a ese color como inspirador de calma interior, (inspirador de)
imaginación, ( ) espiritualidad, y ( ) creación (Borrego, 2009, p. 3). En esta misma entrevista también
se elide el verbo. Por ejemplo, “(él)…invierte en libros, (invierte en) figuras de arte, ( ) alguna
película…”Además, en este caso se elide el pronombre personal él.
Capítulo IV: Análisis de los resultados
56
Cuando la fe brota de la guitarra, presenta igual una elipsis verbal, “En la sala, por un lado: (hay) un
busto martiano y una bandera; por el otro (lado, elipsis de sustantivo), (hay) una palangana vieja…
(Valdés, 2007, p. 6).
Existen otros textos en los que se eliden preposiciones y pronombres. “…este hombre de jeans usado,
(de) camisa común, y (de) un tabaco acompañante…” o “(él) Degusta la tranquilidad, lo cotidiano…”
(Borrego, 2009, p. 3).
La enumeración la usan los periodistas para enunciar objetos, cualidades, acciones o premios recibidos
por los entrevistados. En ocasiones puede aparecer después de dos puntos y seguidos, aunque no es una
norma fija. Por ejemplo, “En el sitio de los ángeles: los recuerdos de sus seres queridos, la caricatura
del gato Vinagrito, la colección de llaves antiguas…” (Valdés, 2007, p. 6). Se puede citar además,
“Botellas, jarrones, copas, más de 60 pieza todas de azul…” (Borrego, 2009, p. 3).
Otro caso de enumeración lo constituye: “Su espíritu se inquieta con el susurro de las mariposas, las
caricias aladas de los colibríes, la inaudita belleza de un murciélago, o el lujo despampanante de las
palmas…” (Borrego, 2007, p. 8).
También se enumeran cualidades, “Paciente, bromista, humano”, “Promotor. Trotamundos, actor,
improvisador”, rasgos pertenecientes a Tirilín Tirilón soy yo. Esta última enumeración evidencia además
el estilo cortado que caracteriza la redacción de la periodista Mary Luz Borrego, presente en otros textos
como Un tragaluz para el Alma.
La digresión se emplea sobre todo en frases aclarativas. De la entrevista Tirilín Tirilón soy yo es el
siguiente fragmento:
“De la iniciación no olvida la influencia de Luis González Dieppa, aquel vecino minusválido y
lector de tabaquería que lo embrujaba con su voz, las declamaciones en la escuela de la
adolescencia, la locución en la radio base de la Unidad Militar, donde hizo más teatro que
guardias, ni sus actuaciones como aficionado en Cabaiguán…” (Borrego, 2007, p. 2).
En reiteradas ocasiones los reporteros usan la repetición para otorgarle mayor énfasis a determinados
parlamentos. Tal es el caso de la repetición por reduplicación que aparece en Mis Libros son como un
manantial, donde la periodista expresa: “…aunque ya atesora los premios La Edad de Oro, La Rosa
Blanca y Pinos Nuevos él escribe, escribe, escribe…” (Borrego, 2007, p. 8).
Una de las formas de repetición preferida por el colectivo del suplemento es la de estribillo, presente en
Mis libros son como un manantial. Este trabajo comienza el segundo y tercer párrafo con la misma
Capítulo IV: Análisis de los resultados
57
frase: Vitrales acude a Abel Hernández Muñoz. Se encuentra además, en Tirilín Tirilón soy yo, donde
en el primer párrafo de la entrada dice:
“Cuentan que te cuentan que había un payaso diferente, de una nobleza
conmovedora…Cuentan que te cuentan que primero quiso ser veterinario, pero los animales
sabios lo empujaron hacia los niños…Cuentan que te cuentan que algunos observadores con
manca imaginación sugirieron que esa voz grave no encajaría en el infinito de lo menudo…”
(Borrego, 2007, p. 2).
Otro caso de esta misma repetición lo constituye el primer párrafo de Escribo por deber, el cual usa
como estribillo nada de, para referirse a la forma inusual en que escribe Jorge Silverio Tejera. Sin las
condiciones necesarias de reposo, silencio y tranquilidad en que suelen redactar la mayoría de los
literatos, desprovisto de un estudio o despacho porque crea sus textos en el mostrador de la carpeta de un
hotel.
La paradoja se emplea en la publicación para mostrar imágenes contradictorias, se muestra en el caso de:
“afuera quedan el bullicio citadino, no solo el que sale de las bocinas y armatostes, también el de
adentro, el de la gente, el que no se escucha por los oídos, pero a veces resulta más difícil de silenciar”
(Cuando la fe brota de la guitarra).
También los periodistas se valen de la ironía en determinados casos para hacer alusión a las
características de la personalidad del entrevistado, se aprecia en El otro Virgilio, donde en el sumario
Morales manifiesta:
“Invitado a la más reciente Jornada de la Poesía en predios espirituanos, el poeta, ensayista y
catedrático universitario Virgilio López Lemus, a quien algunos amigos en sorna llaman
´Virgilio, el bueno´, rememora los días de su niñez en Fomento y le confiesa a Vitrales esa
obsesión de sabiduría que ha padecido desde entonces” (Morales, 2011, p.3).
Similar al ejemplo anterior ocurre en Del morbo al camuflaje, donde para hacer alusión a la conformidad
y desinterés de la mayoría de los artistas de provincia, los cuales no se arriesgan para triunfar, Manuel
Echevarría manifiesta: “Una sala (…) repleta de cuadros firmados por los artistas del patio que se
disputan el más insignificante paño de pared. Muchos de ellos pudieran estar en giras promocionales,
pero debo entender que no son perseverantes” (Echevarría, 2011, p. 7).
La ironía se presenta además de forma implícita en algunas entrevistas, ocultada en las preguntas, las
cuales provocan no solo revelaciones del entrevistado, sino ironía en sus respuestas, rasgo que quizás
distinga el carácter del personaje. Así lo contempla No seré Carpentier, mi vida, soy Pedro de Jesús,
Capítulo IV: Análisis de los resultados
58
donde la reportera desde el sumario puntualiza que el escritor es de verbo cáustico, y al final lanza una
interrogante en la que parafrasea ideas de otro intelectual sobre él, para reafirmar lo conocido:
Antón Arrufat lo calificó una vez como un espíritu inquieto y deslenguado. ¿Le hace justicia esa
definición?
A lo que Pedro de Jesús alega: “Completamente…Hay quienes me dicen: ´! Ay, qué venenoso tú eres!´.
Pero, ¿qué le voy a hacer? (Morales, 2012, p. 7).
Uno de los recursos estilísticos utilizados en Vitrales, es la hipérbole, una aparente exageración formal
para magnificar los rasgos o acciones del entrevistado. Un ejemplo ilustrativo lo constituye: …viajes
diarios a pie durante tres años para alcanzar la escuela de Fomento, incluso cuando el agua y el fango
calaban hasta el tuétano de su niñez (El sortilegio de la danza) (Borrego, 2008, p. 3).
Otro caso lo constituye: este pensador rebelde…, que ha viajado mundo y medio no niega ni un
segundo de sus días en ese pueblo, de la entrevista Ni conde, ni marqués (Ojito, 2009, p. 8). También se
pueden citar hipérboles como: El laúd da hasta la ópera; Ramón Luis Herrera es un hombre a la mitad:
maestro-poeta (Hombre de palabra) (Sotolongo, 2012, p. 7); libro a libro, Fernando Martínez Heredia
levantó las paredes de su apartamento habanero (Ni conde, ni marqués) (Ojito, 2009, p. 8).
Sin dudas, los recursos preferidos por los reporteros del suplemento cultural son la comparación o símil
y las metáforas. Al respecto el periodista Enrique Ojito Linares agrega:
“Recurro con más frecuencia a la metáfora; una metáfora empleada con acierto –en su justo
momento y sin alarde de retoricismo- revela si el periodista es o no de pura raza. Uso la elipsis
para insuflarle ritmo, vivacidad al texto; en menor grado apelo a la enumeración, a la
reiteración” (Ojito. Entrevista personal, 20 de marzo, 2013).
La comparación se encuentra presente en frases como: Escribe como un poseído (Mis libros son como
un manantial), las notas salían como arroyo del atardecer (El laúd da hasta la ópera), las atmósferas
de luz que posan como retratos en las ventanas abiertas de La Habana (Perito de la luz), o …tan lejos
como al alcance de sus propias manos (Un tragaluz para el alma).
Además de presentarse este recurso con el nexo como, se encuentra con el verbo parecer. Por ejemplo,
“En un edificio de 20 plantas entre las calles Infanta y Manglar vive la matriarca de la música infantil,
en un apartamento que parece el pasadizo hacia otra dimensión” (Valdés, 2007, p. 6) (Cuando la fe
brota de la guitarra).
Capítulo IV: Análisis de los resultados
59
La metáfora, por su parte, se usa para presentar una comparación más directa. Así lo evidencia los casos
de: Lalito una enciclopedia de la trova, donde el propio titular es una metáfora, hasta frases como:
envuelto en el ambiente contagioso de bohemios y serenatas creció, bebió de la fuente de los más
genuinos representantes de la trova tradicional espirituana y de ellos aprendió, el universo de la música
desanda entre las venas de José Ezequiel Cardoso (Pérez, 2007, p. 3) (Lalito, una enciclopedia de la
trova).
Otras muestras de este recurso estilístico son: aplausos en cascada interminable (El laúd da hasta la
ópera), Un tragaluz para el alma, Ha sido capaz de poner en solfa su capacidad de ensayista y
articulista (Ni conde, ni marqués). Aunque en este último ejemplo el redactor pudo evitar la repetición
del verbo capaz y su sustantivo capacidad.
La presente investigación muestra la ausencia de la metonimia en los diferentes textos periodísticos
analizados. Existe predilección por las metáforas y los símiles por la rapidez y sencillez con que pueden
transmitir una idea. Sin embargo, se encuentran en los textos hipérboles, no para glorificar a
determinada persona, sino para a través de uno de sus rasgos caracterizarlo, sin llegar a convertirlo en
una deidad. La elipsis constituye otro de los recursos, con el objetivo de agilizar cierta idea. Los
redactores no abusan de la repetición y en los casos en que es empleada, otorgan no solo belleza estética,
sino reafirmación del texto. La digresión se asume como oraciones aclaratorias, las cuales se tornan
breves. La ironía, paradoja y enumeración se emplean también con mesura.
4.4-Fotografía de prensa
Los periodistas entrevistados, no emplean la fotografía con función opinativa ni interpretativa, prefieren
las fotografías de carácter informativo, ya que les brindan la posibilidad de ofrecer un testimonio
documental, el cual muestra cómo es la persona o la labor que desempeña.
Dayamis Sotolongo comenta que la fotografía debe complementar la imagen del entrevistado ofrecida
en el texto y agrega:
“En la fotografía de la entrevista de personalidad deben prevalecer los primeros planos, eso no
quiere decir que sea una instantánea fría tipo carnet de identidad. Al contrario, resulta necesario
potenciar el valor humano y otros elementos en el plano. Por ejemplo, a un pintor no se hace
nada con tirarle una carita si no se retrata con la paleta, todo consiste en captar a la persona en
el medio donde se desarrolla” (Sotolongo. Entrevista personal, 18 de marzo de 2013).
A lo que la periodista Mary Luz Borrego añade:
Capítulo IV: Análisis de los resultados
60
“La fotografía constituye un elemento importantísimo al que nosotros los periodistas de prensa
plana casi nunca le damos el valor que tiene, para nosotros lo importante es el texto y dejamos la
imagen en un segundo plano, eso es un error lamentable porque cuando el lector se enfrenta a la
página, ve la entrevista y la foto que la acompaña. De ahí que las fotos deban resultar
interesantes, emplear varias fotos, que den gestos, expresiones, usar primeros planos de las
manos o lo ojos. Si el entrevistado es una persona físicamente hermosa aprovechar eso, si no lo
es buscar otras opciones de planos” (Borrego. Entrevista personal, 28 de marzo de 2013).
A pesar de ello, Vitrales no explota a cabalidad el despliegue fotográfico, ya que la mayoría de las
entrevistas estudiadas cuentan con una sola foto y a veces tipo carnet de identidad. Así lo corrobora el
caso de Escribo por deber (Ver anexo # 14), donde el entrevistado aparece en un primer plano, con
pared de fondo y mirando sonriente a la cámara.
Otro ejemplo lo constituye Cuando la fe brota de la guitarra (Ver anexo # 12), la cual muestra a la
trovadora Teresita Fernández, sentada supuestamente en una butaca de su sala mirando fijo al periodista,
donde no se capta ninguna expresión en el rostro de la entrevistada, gestos, ni siquiera el acto de hablar,
condición que según la profesora Miriam Rodríguez Betancourt (2002) se debe contener en este tipo de
trabajos ya que es la función principal que desarrollan los involucrados. Además, en este caso aparece
en escena la mano del periodista, típico de la premura en los géneros informativos y no en esta
modalidad de entrevistas, más profunda y que requieren de mayor tiempo.
Un adecuado balance fotográfico se aprecia en Tirilín Tirilón soy yo, donde se exponen tres imágenes
del protagonista, una en su ambiente natural, otra vestido de payaso y la última con los niños (Ver anexo
# 9). Similar ocurre en Laúd da hasta la ópera, trabajo que expone igualmente tres fotos, todas en
primer plano, pero en diferentes acciones, por ejemplo, muestra un acercamiento de las manos sobre el
laúd, después el músico tocando el instrumento y por último en conversación (Ver anexo # 5).
También Sin la guitarra sería un hombre por la mitad, expone primeros planos, uno del entrevistado
con la guitarra sostenida y el otro solo con las manos del músico (Ver anexo # 10). Existe tendencia
además a priorizar encuadres de la cara, principalmente de los ojos, como muestra de sensibilidad unas
veces y otras de carácter fuerte, tal resulta el caso de Me gusta vivir a la chiquita (Ver anexo # 8).
No obstante la publicación cuenta con fotos en planos alejados, donde aunque se muestra al personaje en
su ámbito profesional, por ejemplo, en un escenario mientras canta, el rostro casi no se distingue. Ocurre
así en Jesús, entre cuerdas (Ver anexo # 13).
Capítulo IV: Análisis de los resultados
61
Los reporteros de la publicación optan por prescindir en la mayoría de los casos de los pies de foto.
Gisselle Morales plantea: “Soy enemiga de los pies de foto en entrevistas de personalidad porque me
parece que no hay que decir nada en el pie que al final tú como lector no puedas darte cuenta de lo que
es. La entrevista entera puede ser un gran pie de foto de esa foto” (Morales. Entrevista personal, 22 de
marzo de 2013).
Sin embargo, Enrique Ojito Linares especifica:
“A la hora de redactar el pie de foto busco brindar un elemento adicional, informativo, que, por
las limitaciones de espacio, no estuvo contenido en el texto principal. En ocasiones, inserto una
opinión del entrevistado.
A veces no lo empleo por un problema de espacio, que es un tirano. Cuando no uso el pie de foto,
la instantánea sale escoltada por el sumario de la entrevista que aporta elementos de
contextualización” (Ojito. Entrevista personal, 20 de marzo de 2013).
En efecto, cuando utilizan los pies de fotos ofrecen información nueva, no contenida en el cuerpo de la
entrevista. Ello se evidencia en Ni conde, ni marqués, No soy extremista, El laúd da hasta la ópera,
entre otras (Ver anexo # 4, # 6, # 5 respectivamente). No obstante, existen salvedades como un Tragaluz
para el alma, donde el pie de foto repite innecesariamente un dato expresado en el texto: Desde mayo de
este este año, Sicilia deviene anfitrión de la singular peña, mientras en la entrevista se dice
explícitamente: “El proyecto cultural comunitario, que firmó una suerte de matrimonio entre el campo y
la cultura, reunió por primera vez, el 25 de mayo pasado, a más de una decena de adolescentes…”
(Borrego, 2010, p. 8).
Otro elemento observado, aunque no representa una tendencia, es la repetición del nombre del
entrevistado en los pies de foto, cuando desde el título o el sumario se aclara quién es la persona.
Muestra de ello son: El laúd da hasta la ópera (Ver anexo # 5), El sortilegio de la danza (Ver anexo #2)
y Me gusta vivir a la chiquita (Ver anexo #8).
Conclusiones
62
Conclusiones:
-Las entrevistas de personalidad analizadas cumplen con las características estructurales contempladas
por la teoría, se observan el empleo de la comunicación no verbal, el orden emotivo, un adecuado
empleo de la adjetivación y la concepción de una estructura dividida en introducción, cuerpo, cierre y
titular.
-Los periodistas recurren a las entradas narrativas y literarias, en detrimento de las biográficas.
-Aunque Vitrales explota las alternativas de desarrollo expuestas por la teoría, muestra preferencia por la
dialogada de preguntas y respuestas y emplea el epígrafe para ofrecerle originalidad al texto.
-La conclusión de la entrevista aparece generalmente con una frase del entrevistado y aunque existen
casos que rompen el esquematismo, la publicación no tiene diversidad en sus cierres.
-Los reporteros emplean todas las variantes del titular, no obstante, manifiestan predilección por el de
cita textual del protagonista de la conversación.
-Vitrales no aprovecha de forma suficiente el recurso de la comunicación no verbal, a pesar de que sus
periodistas reconocen la importancia de este aspecto, escasos ejemplos constatan su presencia.
-Los adjetivos no se emplean indiscriminadamente, sino solo cuando son necesarios y en esas ocasiones
buscan calificativos poco comunes.
-La emotividad se alcanza en la publicación a partir del conocimiento previo de los reporteros,
sustentado en la revisión bibliográfica que realizan y el contacto con diversas fuentes relacionadas con el
entrevistado.
-En el caso de las formas elocutivas, se emplean todas, la narración se limita a relatar datos biográficos,
se muestra predilección por la descripción pictórica, el diálogo en estilo directo y la exposición de ideas
se halla casi extinta.
- Los reporteros prefieren para los recursos estilísticos, las metáforas y el símil debido a la sencillez con
que expresan una idea, y no emplean otros como la metonimia.
-La fotografía de prensa cumple la función informativa de complementar los contenidos en el texto y los
pies de foto a pesar de su poca presencia exponen informaciones nuevas, no contenidas en el cuerpo del
trabajo.
Recomendaciones
63
Recomendaciones:
-Realizar un estudio de recepción sobre la entrevista de personalidad en Vitrales para conocer el grado
de aceptación del género entre los lectores espirituanos.
-Fomentar estudios similares en otros medios de prensa para comparar los resultados obtenidos.
-Utilizar el enfoque teórico-práctico del presente estudio como complemento de las asignaturas
Periodismo Impreso y Redacción, contenidas en la carrera de Licenciatura en Periodismo.
Bibliografía citada
64
Bibliografía citada
Abreu, C. (2004) “La importancia del entorno periodístico” [Internet]. Disponible en:
http://www.saladeprensa.org/art108.htm [Consultado el 14 de octubre de 2012]
Batista, S. y Y. Ramírez (2007) Diario de la Marina y Patria: Dos trincheras en una guerra de papel.
Tesis de Diploma. Villa Clara. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas.
Benítez, J. (1983) Técnica periodística. La Habana. Editorial Pueblo y Educación.
Borrego, M. (1990) Acercamiento a Vitrales como expresión del quehacer cultural espirituano. Tesis
de Diploma. Santiago de Cuba. Universidad de Oriente.
Cantavella, J. (1996) Manual de la entrevista periodística. Barcelona. Editorial Ariel S.A.
Cedré, E. (2009) El Mensaje ¿revolucionario? Tesis de Diploma. Villa Clara. Universidad Central
“Marta Abreu” de Las Villas.
Claro, J. (2008) “Los géneros fotoperiodísticos: aproximaciones teóricas” [Internet]. Disponible en:
www.enriquevillasenor.com/inicio/fotografiadocumental.pdf [Consultado el 20 de octubre de
2012].
Galindo, C., M. Galindo y A. Torres-Michúa (1997) Manual de redacción e investigación. Guía para el
estudiante y el profesionista. Segunda edición. La Habana., Editorial Pablo de la Torriente.
Tomado de la Editorial Grijalbo.
García, D. y M. Ibarra (2007) ¡Castellanos, qué bueno entrevista Ud! Acercamiento al estilo de Orlando
Castellanos en la entrevista de personalidad. Tesis de Diploma. Villa Clara. Universidad Central
“Marta Abreu” de Las Villas.
García, G. (2001) “Sofismas de distracción” en Sala de Prensa. Web para profesionales de la
comunicación iberoamericana [Internet]. Disponible en: http://www.saladeprensa.org/art201.htm
[Consultado el 6 de noviembre de 2012].
Gargurevich, J. (1989) Géneros periodísticos. La Habana, Pablo de la Torriente Brau.
Grijelmo, A. (2008) El estilo del periodista. Madrid, Ediciones Taurus.
Karam, T. (2003) “Fotografía Periodística, Discurso Visual y Derechos Humanos en la Prensa de la
Ciudad de México” [Internet]. Disponible en:
Bibliografía citada
65
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n36/tkaram.html [Consultado el 20 de octubre de
2012]
Leandro, L. (2010) Guillén desde Hoy y para siempre. Un estudio sobre el tratamiento periodístico de
la crónica de Nicolás Guillén en el periódico Noticias de Hoy. Tesis de Diploma. Villa Clara.
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas.
Marín, C. y V. Leñero (1990) Manual de Periodismo. La Habana. Pablo de la Torriente Brau.
Martín, G. (1969) Curso de Redacción. La Habana, Pueblo y Educación.
Martínez, J. (2004) Curso General de Redacción Periodística. España, Thomson, editores Spain
Ortega, E. (2003) Redacción y Composición. La Habana, Félix Varela.
Parrat, S. (2008) Géneros periodísticos en prensa. Ecuador, “Quipus”, CIESPAL.
Pérez, M. (1989) La entrevista de prensa. La Habana, Pablo de la Torriente Brau.
Pire, R. (2012) Al interior de la entrevista periodística de personalidad. Un acercamiento teórico-
metodológico para la prensa impresa en Cuba. Tesis de Diploma. Villa Clara. Universidad
Central “Marta Abreu” de Las Villas.
Prado, C. (2007) “La Entrevista Periodística” en Centros de documentos, presentaciones y artículos
Scribd.com [Internet] Disponible en: http://es.scribd.com/doc/509228/La-entrevista-
periodistica [Consultado el 14 de octubre de 2012].
Quesada, M. (2008) Una cita para entreverse: en torno a la entrevista en Boletín Hispánico Helvético.
Volumen 12. Universidad de Pompeu Fabra. Barcelona. [Internet] Disponible en:
www.sagw.ch/dms/sseh/publications/untitled/ [Consultado el 14 de octubre de 2012].
Rodríguez, M. (2002) Acerca de la entrevista periodística. La Habana, Pablo de la Torriente Brau.
Romera, A. (2010) Manual de retórica y recursos estilísticos. [Internet] Disponible en:
http://retorica.librodenotas.com/ [Consultado el 20 de octubre de 2012].
Yanes, R. (2003) “La noticia y la entrevista. Una aproximación a su concepto y estructura” en Revista
Ámbitos No. Especial 9-10. Universidad de La Laguna, [Internet]. Disponible en:
http://www.ull.es/publicaciones/latina/ambitos/9/art13.htm [Consultado el 6 de noviembre de
2012]
Bibliografía consultada
66
Bibliografía consultada
Cordero, M. (2010) “Detén el vuelo de la luz, captura la imagen” Análisis de la fotografía periodística
publicada en el semanario CINCO de Septiembre. Tesis de Diploma. Villa Clara. Universidad
Central “Marta Abreu “de Las Villas.
Corrales, L. (2010) No hay as de triunfo como un buen titular. Estudio de los titulares de prensa en el
semanario 5 de septiembre. Tesis de Diploma. Villa Clara. Universidad Central “Marta Abreu
“de Las Villas.
Galindo, F. (2008) “Aproximación periodística al estilo del entrevistado. El caso de Ramón María del
Valle-Inclán” [Internet]. Disponible en: www.ucm.es/info/emp/Numer_14/Sum/4-07.pdf
[Consultado el 10 de febrero de 2013]
García, J. (1987) Géneros de opinión. La Habana, Editorial Pablo de la Torriente Brau
García, Y. (2007) Periodismo literario, de lo diferencial a la hibridación. Un análisis estilístico de
“Crónicas en primera persona”, de Luis Sexto, compiladas en el libro inédito El día que me
mataron. Tesis de diploma. Villa Clara. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Gómez, L. (2008) Vitrales: una mirada crítica a la vida sociocultural espirituana. Tesis de Diploma.
Villa Clara. Universidad Central “Marta Abreu “de Las Villas.
Halperín, J. (1995) La entrevista periodística. Buenos Aires. Editorial Paidós. [Internet] Disponible en:
http://www.bdp.org.ar/facultad/catedras/comsoc/redaccion1/unidades/2008/03/la_entrevista
_periodistica.php [Consultado el 21 de octubre de 2012].
López, Y. y K. Pieri, (2008) Cuatro miradas a un hecho. Un análisis al tratamiento dado, por cuatro
diarios, a los sucesos del 5 de septiembre de 1957 en Cienfuegos. Tesis de Diploma. Villa Clara.
Universidad Central “Marta Abreu “de Las Villas.
Marinello, J. (2006) “La fotografía de Prensa: Testigo involucrada y espejo de identidad” [Internet].
Disponible en:
http://www.blogsuc.cl/2006/10/10/la_fotografia_de_prensa_testigo_involucrada_y_espejo_de
_identidad/ [Consultado el 6 de noviembre de 2012]
Moreno, P. (2001) “Los géneros periodísticos informativos en la actualidad internacional” en Revista
Latina de Comunicación Social. [Internet] Disponible en:
Bibliografía consultada
67
http://www.ull.es/publicaciones/latina/2001/latina43julio/35moreno.htm (Consultado el 23 de
noviembre de 2012)
Reyes, D. (2009) De Vallegrande a Santa Clara: vigente tributo de la juventud cubana. Tesis de
diploma. Villa Clara. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
Rodríguez, F. (1980) Lingüística estructural. Segunda edición. Volumen II. Madrid, Editorial Gredos
Rodríguez, G. (1996) Metodología de la investigación cualitativa. La Habana, Editorial Pablo de la
Torriente. (PDF.)
Rueda, A. (2008) “De la mirada al texto: la entrevista literaria de Elena Poniatowska” en University of
Texas, Arlington [Internet] Disponible en:
http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/10588/1/ASN_11-12_22.pdf [Consultado el 10 de
febrero de 2013]
S/A (2009) “La entrevista y la crónica” en Proyecto Mediascopio Prensa. La lectura de la prensa
escrita en el aula. Guías y talleres No. 3. Madrid, [Internet] Disponible en:
www.iespugaramon.com/.../entrevistas_y_cr_nicas_talleres_8 [Consultado el 10 de febrero de
2013]
Sotolongo, D (2007) Reportajes de las Páginas Especiales de Escambray: enfoque crítico a la calidad
periodística. Tesis de Diploma. Villa Clara. Universidad Central “Marta Abreu “de Las Villas.
Zepeda, J. (1993) “La entrevista” en Enciclopedia de autoformación radiofónica [Internet] Disponible
en: http://biblioteca.universia.net/html_bura/ficha/params/title/enciclopedia-autoformacion-
radiofonica-entrevista [Consultado el 6 de noviembre de 2012]
Anexos
Anexos
Anexo # 1
Alicia al desnudo
Nacida en una esquina de Taguasco, Alicia Leal, una de las notables de la Plástica actual en Cuba,
revela sus miedos, hallazgos y obsesiones
Enrique Ojito Linares
Foto: Roberto Chile
Pie de foto: Esta creadora cuenta con más de 20 exposiciones personales y más de un centenar
colectivas.
Alicia Leal Veloz no conoce si Las Varas aún respira en las llanuras de Taguasco; apenas recuerda que
cuando regresaba allá durante las vacaciones escolares veía una buganvilia florecida escoltando los
fantasmas de su casa deshecha, donde cierta comadrona la trajo al mundo en un parto difícil.
A la sitiería de los abuelos isleños volvió siempre hasta que la adolescente habanera dispuso el último
viaje; quién sabe si fue aquel cuando, en un intento de amazona, terminó con el caballo desbocado en
un arroyo cercano.
“Esos recuerdos sí han influido en mi gusto por la naturaleza, por el mundo bucólico”, admite, desde su
casona en el Vedado, una de las prominentes artistas de la Plástica contemporánea en la isla, incluida en
colecciones permanentes en Estados Unidos, Alemania, Jamaica…
Asida al verde olivo de sus padres, llegó a la capital sin amanecer aún sus tres años. Cuba acababa de
salir de los linderos de otra jungla, emparentada con los trazos de Lam.
Usted intentó primero ser militar…
Fue por mis padres; pero los Camilitos no tenían nada que ver conmigo. Nunca me adapté a estar
becada, desde quinto grado lo estuve. Me refugiaba mucho en el dibujo; también me gustaba escribir.
Llevaba como una telenovela, una historieta. Un buen día me enteré, por un muchacho vecino, que se
podía estudiar todo eso que me gustaba. En conocimientos yo era totalmente virgen cuando entré a San
Alejandro (1975); allí descubrí un mundo desconocido para mí, que me ha absorbido hasta los días de
hoy.
En la apertura de su muestra Alicia en el centro de las maravillas, el crítico Jorge Fuentes habla de
usted como “frágil personaje”. ¿Acepta ese calificativo?
Jorge no me conoce bien. A veces uno se impone falsos personajes; a lo mejor me vio en una pose de
fragilidad, a lo mejor lo soy.
De modo autobiográfico usted lleva a la pintura el conflicto de la familia, la maternidad, la
relación de pareja, la casa... ¿Por qué no le teme a ese “desnudo” testimonial?
Anexos
Yo sí le temo, le temo muchísimo; a veces los artistas necesitan decir cosas porque es una especie de
catarsis. Quizás esa sea la manera que he encontrado de sacar mis demonios; uno necesita sacar los
demonios fuera porque si no te comen. De lo contrario no estaría ahora conversando contigo y sí en
Mazorra. Aunque, cuando uno pinta nunca se queda totalmente al desnudo, siempre guarda sus resortes.
Por cierto, ¿para qué pintor haría un desnudo Alicia Leal?
Cuando Juan dibujaba, lo hizo muchas veces. Admiro a muchos artistas cubanos; lo hubiera hecho ante
Mariano Rodríguez. Me hubiera desnudado sin pensarlo ante Miguel Ángel, Bottichelli; ante Picasso no;
no por él, sino por su obra.
Al unir su vida con Juan Moreira, distinguido artista de la Plástica y profesor suyo en San
Alejandro, ¿acaso su hogar no se vino abajo por la marcada diferencia de edades entre ustedes?
Me fui de mi casa muy joven; pero no del país. No tengo hermanos y de alguna manera seguí siendo el
centro de la vida de mis padres. Haber encontrado a Juan, con sus amigos que también heredé, con su
vida, muy diferente a la mía, fue trascendental. Quemé etapas porque caí de pronto en una vida hecha;
era vivir de pronto otra vida.
Llevamos juntos ya 30 años, y tú no puedes definir fronteras entre cuándo Juan es parte y juez de mi
obra. Entre él y yo sí ha habido muchas contradicciones. Miro las cosas de un modo muy diferente al de
él. Tenemos confrontaciones sobre lo que pasa, por ejemplo, con el arte joven en el país, en el mundo.
Uno no se puede enquistar en cierta fórmula; las fórmulas en el arte no funcionan.
¿En oportunidades Juan quiere mandar en la obra de usted?
Es muy difícil gobernar a un artista. Las discusiones son en la teoría; pero en la vida, en general, él es
muy respetuoso. Y estamos rodeados de artistas jóvenes en la casa, están nuestra hija Ana, su novio; la
hija de él, Cirenaica, que es fotógrafa.
¿Cuándo se desatan las tempestades en el seno de su familia?
Lo que sucede en mi casa sucede en muchas otras. A veces somos más funcionales, otras menos. Eso sí,
todos estamos muy inmersos en nuestras propias ideas.
¿Cuánto hay de Alicia en Ana, su hija, quien fue bailarina, como usted quiso ser?
Esa fue una de las tempestades de las que tú hablas. Ana continuó porque me tenía detrás apoyándola; a
mí no me apoyaron mis padres para hacerlo. Que Ana lo haya podido hacer es para mí un orgullo; he
vivido de cerca lo difícil que es ser bailarín. Ella fue muy tenaz, muy disciplinada; quiso llegar al Ballet
Nacional de Cuba y lo logró. Después fue lo suficientemente madura para darse cuenta de que esa etapa
había llegado a su fin; ahora está en la fotografía. Esas son las contradicciones de la vida.
¿Y las suyas cuáles son?
Tengo muchas contradicciones y muchas dudas. Cuando estoy ante mi obra me parece que no existe
nada más perfecto, hasta que me la quitan del lado. Cuando la vuelvo a ver, a veces me es totalmente
indiferente. No tengo ningún apego por la obra que ya hice; pienso mucho en la obra que voy a hacer.
Anexos
¿Qué miedos le rondan?
¿Quién no tiene miedos? La obra es un gran temor, es un gran desafío.
Las mujeres se posan, vuelan y retornan a las creaciones suyas; tal recurrencia puede convertirse
en una trampa, en un bumerán. ¿Por qué sigue aferrada al tema femenino?
Porque es un tema que no tiene fin, es la vida misma. Estoy viviendo, voy cumpliendo años. Mi hija
tiene su propio conflicto de existencia, y yo estoy viviendo su vida también.
Usted ha confesado que es una artista que intenta comprender el mundo desde su posición de
mujer, madre, esposa, pez, agua, piedra y simple ser humano. ¿Lo ha logrado?
Ni lo he logrado ni lo quiero lograr. Eso es muy difícil; de aceptarlo estamos poniéndonos un pie
forzado.
Usted aseguró: “Muchas veces me preguntan ¿qué quisiste decir? y me niego a responder”.
¿Presunción de su parte?
En ocasiones uno revela intimidades, y uno no va por la vida enseñándose desnudo. Uno tiene pudor.
Por ello lo dije, no por presunción de artista.
Dicen que impuesta a la fuerza de una disciplina casi espartana, usted todos los días pinta por las
mañanas.
Pintar es una obsesión para mí; toda mi vida está en función de ello.
Su obra está insertada en los circuitos internacionales, dígase mercado atractivo y voraz, ¿cómo
andar ese camino sin hacer concesiones estéticas?
El mercado es un arma de doble filo. Por supuesto, es importante; incluso te condiciona hasta el
pensamiento. No obstante, a la hora de estar trabajando en tu estudio, no puedes estar con el mercado en
la cabeza, porque la obra te sale falsa. Me condiciona, claro; pero trato de que sea lo menos posible. Con
los años se crea una ética; una puede cambiarse de vestido, pero si posee reflexiones sólidas, esas nadie
las cambia.
¿Hasta dónde le inquieta que el cubano común no pueda adquirir una de sus obras y disfrutarla
en casa?
Sí me inquieta. Yo quisiera que toda mi obra y la de mis amigos se quedaran en el país y formaran parte
del patrimonio cultural cubano. Existen otras maneras de que se quede -no a través de los originales-: se
hacen muchas reproducciones, serigrafías, grabados múltiples… Estoy segura que se buscarán nuevas
fórmulas; el cubano es muy sensible al arte.
La ilustración de textos también emerge en su creación. Pienso en Cuentos cubanos, de Philippe
Calon; en Las muchachas de La Habana…, de Luisa Campuzano. Asomarse a esa otra ventana,
¿cuán difícil resulta?
Me gusta mucho hacer ilustraciones; es salir de mí y entrar en la sensibilidad de otra persona, en otro
mundo. Me siento relativamente cómoda en hacerlo. Hay escritores más fáciles de ilustrar que otros; por
Anexos
ejemplo, ilustrar a José Martí es difícil y, a la vez, más fácil, porque da una gran cantidad de símbolos;
están ahí y solo hay que tocarlos.
Hablando de Martí, en la obra El arroyo de la Sierra, usted logra bajar al Apóstol del altar; lo
sienta, descalzo, en el monte.
Mientras más se conocen el pensamiento y la personalidad de Martí, más uno se queda asombrado.
Ponte a pensar en el niño que nos presentó Fernando Pérez en su película José Martí: El ojo del canario.
Imagínate a ese niño que creció, fue adolescente, joven, adulto, con todo ese mundo interior, con toda
esa fuerza telúrica que lo desbordó. José Martí nos abrió un mundo al pensamiento, al
comprometimiento con las causas nobles. Por tanto, yo no podía pintarlo de otra forma.
¿Cómo se comunican, en su obra toda, la pintura, la fotografía, la cerámica, la ilustración…?
Son etapas en las que al final todas constituyen una misma obra. Esas técnicas te oxigenan. No he hecho
todas las exposiciones que he querido; las hago cuando tengo algo diferente que mostrar.
¿Qué objeción esgrimiría si alguien encabezara así su extenso currículo: Alicia Leal (Las Varas,
Taguasco, 1957)?
Ninguna. Por cierto, ¿no crees que ya la serpiente se mordió la cola?
Anexos
Anexo # 2
El sortilegio de la danza
El prestigioso intelectual Pedro Simón Martínez, director del Museo Nacional de la Danza, revive su
juventud en Agabama y revela vivencias como pareja de Alicia Alonso por más de 30 años
Mary Luz Borrego
Fotos: Emilio Herrera y cortesía del entrevistado
Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana, dos de diciembre de 1971: Alicia Alonso abre la
puerta de la cabaña y sale a bailar en medio de los aplausos. Casi no se escucha la música, los
memorables acordes de la salida de Giselle. Cyril Atanassoff, bailarín estrella de la Ópera de París,
como pareja. Alicia lo ocupa todo, la falda azul estremecida con la brisa. Gracia y sutileza.
Después, la cúspide con la escena de la locura de Giselle: pasión, sencillez, dolor. Hasta el final,
cuando las Wilis se apartan y la doncella resucita por amor. Retazos de brumas. Y de nuevo la
salvación de bailar, sólo bailar. Infinitos aplausos. Se cierra el telón y Alicia sale. Una lluvia de pétalos
sobre su cabeza. Desde una luneta anónima, Pedro Simón Martínez no se ha perdido ni un detalle con
su devoción como admirador y el ojo en la crítica de arte.
Me encuentro con Alicia primero como artista, yo era un aliciómano absoluto, quería ser como un
experto en su arte, estudiaba su biografía, su estética y con los años vino otro tipo de relación, nos
casamos en 1975. Unimos nuestras vidas desde el punto de vista personal y profesional, he tratado de
ayudarla en lo que yo puedo, ella a mí me ha ayudado muchísimo, mi formación se completó con tenerla
como testimonio vivo permanente.
¿Cómo se acerca al ballet y a Alicia un guajiro de Agabama, con un perfil profesional tan
distante?
Mi relación con el ballet es como de cuentos. Cuando me mudé para La Habana me interesaba, iba al
teatro. Una vez, en un trabajo productivo, había unos periodistas de Juventud Rebelde, se forma una
discusión sobre el ballet y empiezo a defenderlo. Al final, el eje de la página cultural del periódico me
propuso escribir de ballet.
Hice mi primera crítica y como a los dos días me llamaron del Ballet Nacional, pensé que para protestar
por la barbaridad que había escrito. A Alicia y Fernando Alonso les gustó mucho el trabajo y querían
conocerme, les interesaba promover la crítica con calidad. Me dijeron que me daban todas las
facilidades. Continué escribiendo en varias publicaciones, incluida la radio. Después quisieron hacer la
revista, Cuba en el Ballet, que salió en 1970 y hoy la sigo dirigiendo.
¿Le resultó difícil enamorar a la gran bailarina?, ¿cómo se adapta un hombre común a vivir al
lado de Alicia Alonso?
¡Qué difícil pregunta!. Sucedió tan natural como sucedieron las otras cosas, fue una afinidad, un diálogo,
nada preconcebido, no estuve pensando una semana cómo iba a decirle, ni cómo hacerlo porque aquello
fue sucediendo. Yo hablaba de cosas importantes que me han pasado y creo que esa es la más
Anexos
importante, mi experiencia humana; en este caso se me unieron la felicidad personal y el amor de pareja,
con mi gran devoción artística.
Yo diría que me adapté a vivir a su lado con un poco de azoro, pero son muchos años y nos vamos
acostumbrando. Nos hemos hecho más compañeros de trabajo, Alicia no descansa, nunca ha tenido
vacaciones, a veces se lo reprocho; pero veo que su forma de existir es así. Y a ese trabajo me incorporé,
somos temperamentos muy distintos, yo soy muy apacible, lento, más parsimonioso, a veces un poco
pesimista, y ella es el optimismo personalizado, ella tiene un signo de más, siempre es positiva. Creo
que eso me ha ayudado un poco a despertar, a mantenerme vivo, es un equilibrio importante.
¿Nunca se ha sentido menor a su lado?
Yo nunca me he sentido disminuido porque ella se ha encargado de que eso no ocurra, indudablemente
Alicia es una personalidad extraordinaria, yo estoy consciente de mi espacio y mi tiempo y estoy
consciente de su estatura como artista, como ser humano. Alicia en Cuba no es sólo una de las grandes
personalidades de la cultura de todos los tiempos; sino que en Cuba Alicia es un fenómeno sociológico,
ella es como parte de la identidad nacional.
Vivir al lado de una persona así es interesante, no hay mucha privacidad, recuerdo que una vez recién
casados se nos ocurrió ir a Varadero, salimos caminando por la playa y de pronto empezó la gente a
caminar detrás y yo le decía: Alicia, nos parecemos al flautista de Hamelín porque vamos con una
procesión detrás, tuvimos que dar la vuelta e irnos. Me he acostumbrado a eso y comprendo a la gente.
La prensa extranjera ha hecho algún comentario desagradable: que ustedes no dejan sobresalir a
otras individualidades del ballet.
Calumnias absolutas. Alicia es una personalidad ineludible y está ahí, pero Alicia es una personalidad
que lo que ha hecho es contribuir a que haya otras personalidades, ha dedicado su vida a formar a otros
dentro del ballet. Casi todos los artistas creen que tienen más posibilidades que las que realmente
poseen, les cuesta mucho trabajo ver su propia medida y alguien tiene que hacerles ver hasta dónde
pueden llegar. Alicia lo que quiere es que sean mejores, que triunfen, pero puede haber gente resentida y
cuando también son desafectos políticos, entonces escriben esas cosas, son los roedores de la gloria que
decía Ortega y Gasset, quieren ver de dónde sacan una falla, eso es un sentimiento innoble que
desgraciadamente existe.
SEGUNDO ACTO
Museo de la Danza en Línea y G, Vedado, 28 de noviembre del 2008: Pedro Simón Martínez invita a
pasar a los reporteros y desde el primer saludo hace añicos los vaticinios. Viste con la sobriedad del
gris y el azul oscuro, pantalón ya desgastado, chaqueta corriente y zapatos cómodos, muy usados.
Con pinta de hombre sentimental abre todas sus puertas al conjuro de la palabra Agabama, ese
pueblito olvidado, donde vivió hasta la juventud con el arresto imprescindible de su madre, en una
estrechez recordable aún, sobre todo por aquellos viajes diarios a pie durante tres años para alcanzar
la escuela de Fomento, incluso cuando el agua y el fango calaban hasta el tuétano de su niñez.
Anexos
Mi madre daba clases, era maestra no graduada, pero tenía cierta preparación y para vivir puso una
escuelita, mi padre murió cuando yo era muy pequeño. Fue una mujer bastante audaz y se empeñó en
que mi hermana y yo estudiáramos. Allí llegaron como unas planillas para optar por becas de oposición
en Ceiba del Agua. Estudié solo. Para conseguir el pasaje hasta La Habana, mi madre vendió un
puerquito, hizo una rifa con no sé qué y me montó en el tren con 5 pesos. Finalmente, gané aquella beca
y me gradué de Laboratorio de Química Industrial. Nunca encontré trabajo.
¿Cómo un joven tan desprotegido sobrevivió en la capital y logró enrumbar al mundo del arte y el
ballet?
Mi madre vino para acá y se puso a trabajar como doméstica. Empecé a trabajar en la oficina de una
creche, llevaba las cuentas. Me gustaba mucho la música, ya trabajando me matriculé en un
conservatorio a estudiar Guitarra Clásica, Canto, luego eso me sirvió de mucho, aunque nunca llegué a
graduarme.
Cuando triunfa la Revolución cambian mis perspectivas. En cuanto abrió la Universidad matriculé, hice
una carrera administrativa y después Licenciatura en Derecho Diplomático y Consular. Luego, el
doctorado en Ciencias Sociales. Me seleccionaron con un pequeño grupo para prepararnos en Filosofía
marxista, fui profesor en algunos Ministerios y varios años en la propia Universidad.
Después me vinculé al campo de la cultura, que siempre me interesó mucho. La Casa de las Américas
iba a fundar un centro de investigaciones literarias dirigido por Mario Benedetti y andaban buscando
personal. Me entrevisté con él, le dije que en Literatura era autodidacta. Me respondió que con que
hubiera leído a fulano, mengano y me hizo una nómina de autores, ya era suficiente. Me quedé aterrado
porque no me había leído a casi ninguno, salí corriendo a leerlos. Pasé al Centro de Investigaciones
Literarias de Casa, donde permanecí más de 30 años como investigador literario. ¿Cuál considera su
aporte más valioso en la investigación literaria: el acercamiento a la obra de Dulce María Loynaz?
En Casa de las Américas preparé una Valoración Múltiple sobre José Lezama Lima, tuve la experiencia
de conocerlo, visitarlo; luego trabajé con Gabriel García Márquez, con Juan Marinello y la valoración
que es mi orgullo porque disfruté mucho haciéndola fue la de Dulce María Loynaz. Ella me abrió sus
puertas, sus archivos. En eso ayudó el vínculo con Alicia porque Dulce María era una mujer muy
desconfiada, pero admiraba a Alicia e incluso la primera vez que permitió que se le grabara la voz se la
grabé yo. Después llegó la idea del Museo de la Danza que se iba a fundar en 1998, entonces empiezo la
formación de este Museo, el primero que existe en Cuba en esta especialidad y uno de los pocos en el
mundo.
Usted ha contribuido a conformar el perfil teórico del Ballet, ¿jamás le interesó bailar?, ¿qué
significa la danza para Pedro Simón?
Digo bromeando que la danza ha estado siempre en mi corazón pero nunca en mis pies; me acerqué al
ballet como espectador, nunca lo sentí en mi cuerpo, sino en mi sensibilidad artística como receptor. La
danza es una de las artes más determinantes en mi placer estético. Ha sido una fuerza arrolladora,
curiosamente sin que yo bailara porque a través de los estudios y de la experiencia conocí su estética, su
historia, me he hecho un especialista.
Anexos
En el 2002 lo declararon Hijo Ilustre de Fomento, ¿cómo recibió ese reconocimiento un hombre
que ha viajado tanto y merecido hasta la Distinción por la Cultura Nacional?
Que no se me ofendan todas las otras distinciones, pero para mí ha sido la más importante, una de las
grandes experiencias de mi vida fue regresar a Agabama, el recibimiento que me hicieron, reunirme con
los amigos, me hicieron llorar varias veces. Todavía me siento de allá.
Alicia bailó en Sancti Spíritus en 1956, ¿en qué quedó aquella idea de que el Ballet regresara a
Fomento y a Sancti Spíritus?
Yo digo que el Ballet tiene que bailar allá. Incluso cuando estuve en Fomento miré las posibilidades, con
un tabloncillo podría actuar, pero sé que para eso la provincia y el municipio tendrían que hacer un
esfuerzo económico importante porque hay que mover la compañía, alojar los bailarines. Para mí sería
una satisfacción muy grande, ojalá en el futuro pudiera ser, también hay que ir a Sancti Spíritus, eso
sigue siendo un sueño.
Anexos
Anexo # 3
Voy a la página como si empezara de nuevo
En uno de sus periplos espirituanos, Antón Arrufat se descubre ante sus lectores. Reservas y
confidencias de quien recibiera en el 2000 el Premio Nacional de Literatura
Fotos: Vicente Brito
Gisselle Morales Rodríguez
Detrás de mis palabras, en parte sarcasmos,/ hallarás a un hombre
luchando por responderte/ y alcanzar un tanto de claridad…
Antón Arrufat
A pesar de la pose de intelectual consagrado que asume a deshora, incluso sin proponérselo, sigue
siendo un eterno irreverente. Más allá de su andar pausado, casi ceremonial, habitan los ímpetus de
aquel mismo Antón que allá por 1968 escandalizara a la isla con su obra de teatro Los siete contra
Tebas. Polémico entonces, mejor comprendido luego, continúa escribiendo el poeta, narrador, ensayista
y dramaturgo en esa especie de catarsis creativa que al parecer no lo abandona.
A propósito de sus textos poéticos, accedió desenfadado, espontáneo, a despejar las dudas de esta
periodista en ciernes.
Julio Cortázar le expresó una vez: “Yo, Antón, no te digo nada, pero cada tanto me vuelven a la
memoria imágenes y sonidos, y tu tío loco Roberto se pasea por las habitaciones desocupadas. Es
eso la poesía, ¿no?”. Y le pregunto entonces, ¿qué es la poesía para Arrufat?
No lo sé con certeza. La poesía es una musa que me visita y yo la atiendo a veces, cuando tengo tiempo.
En ocasiones la dejo pasar porque no llevo papel y lápiz a mano. Pero lo que es en sí misma la poesía
resulta difícil de definir.
En una época yo la practicaba como confesión personal; era la etapa en que uno escribe poemas
adolescentes, que busca poner en la página una experiencia autobiográfica, poemas que escribí y que
nunca publiqué. Muchos de esos versos se transformaron después en algo que a mí me interesa hacer
que es la poesía impersonal, la poesía donde no se escucha al autor sino en la que el poeta habla de
personajes, de protagonistas líricos que ha imaginado, ha visto, o de los que ha participado.
Aun cuando se manejen indistintamente varias definiciones de poesía, a mí me interesa como
contraposición a la prosa. Creo que la prosa y la poesía no se llevan del todo bien y parten de actitudes
previas a la creación completamente diferentes.
Para quien ha cultivado de manera prolífera todos los géneros literarios, ¿cómo discernir el plano
formal que más se aviene a las distintas inspiraciones? ¿Cómo es ese proceso previo en Antón?
Ya viene un poco hecho. Yo he tratado de eliminar las fronteras entre los géneros, sobre todo en estos
últimos tiempos: una obra de teatro cercana a la poesía y la narrativa, o una narración que colinda con el
ensayo… Casi todas llegan con su forma. Al escribir un poema uno sabe que lo hace de una manera
Anexos
diferente a como redacta un artículo. Yo he escrito artículos y cuentos, y sé perfectamente que son cosas
diferentes aunque la vida postmoderna se haya propuesto quebrar las fronteras. En el momento de la
creación uno sabe que existen esos límites y por tanto después los va difuminando. Pero en el instante, o
como yo lo llamo, el acto previo a la escritura es cuando la prosa o la poesía se definen.
EL PLACER DEL ANTAGONISMO
Si tenemos en cuenta que la escritura es un espacio de realización personal, íntima, ¿cuánto le
interesa la valoración que el otro haga de su obra?
No me interesa nada. Casi nunca leo a los críticos que han opinado sobre mí. Yo no atiendo mucho a lo
que los demás dicen porque ellos están hablando siempre de un pasado, de una obra que ya yo finalicé.
A mí me importa la obra que estoy haciendo, y esa nadie la conoce. Además, sigo el consejo de Rilke:
“No ando leyendo lo que se escribe de mí, porque la crítica puede llegar a confundirlo a uno”.
También puede aclararle el camino porque muchas veces una opinión equivocada, suponiendo que uno
la escuche, te dice realmente qué hacer. Es el valor que tiene el antagonismo, que torna al poeta
consciente de lo que quiere hacer. Aunque resulta un poco enfermizo, porque la escritura no debe ser
demasiado racional, sino que debe darle entrada a sensaciones, a experiencias inconscientes.
Sin embargo, debo ser justo: existe la opinión secreta del escritor-amigo, del amigo-escritor. Esa, a
veces, en el curso de mi larga vida he querido escucharla. La crítica que hace aquella persona que uno
admira, a la cual uno considera no sólo un escritor sino un buen lector; ese criterio yo sí lo escucho. La
opinión de los críticos profesionales que para ganarse la vida dan valoraciones sobre los libros que
escribo, esa no me interesa.
¿Cómo asume entonces los numerosos premios?
Si los tomo en consideración envejeceré inmediatamente, y como no me interesa envejecer, asumo el
Premio Nacional, las medallas y las condecoraciones con cierta displicencia que me caracteriza. Las
personas más allegadas a mí saben que es verdadera.
En el poema 2 de Repaso final usted expresa: “Todo lo que uno quiere, ya es de otro”. ¿Qué poema
de otro le hubiera gustado escribir?
¡Ah!, muchísimos. Yo no creo en la angustia de las influencias ni en las teorías de Harold Bloom hechas
para escandalizar al mundo literario. He asimilado completamente las influencias sin ninguna angustia.
Cojo lo que me interesa y no tengo ninguna zozobra con eso. Creo que el escritor está dentro de la
cultura y toda ella, la buena, la mala, la regular, puede servir en algún momento. Cuando el artista sabe
lo que quiere, echa mano a cualquier cosa, sólo que lo transforma en algo que nadie puede reconocer de
dónde salió.
Por ejemplo, me habría gustado escribir un poema como Fidelia, de Juan Clemente Zenea, o Los
placeres de la melancolía, de José María Heredia. Ahora, resultaría curioso saber si a Juan Clemente
Zenea le hubiera interesado algún poema mío, ¿verdad?
CONFESIONES ¿IMPERSONALES?
Anexos
Mi familia muerta está sentada en la sala es un verso recurrente en el poemario Repaso final.
¿Cuánto hay de autobiográfico en ese libro, y en toda su obra lírica?
Me gustaría decirte que nada.
Pero no se lo creería…
Trato, por lo menos como principio, como poética, de no hacer literatura con mi vida. Ella está en un
lugar y lo que escribo, en otro. Yo quiero hacer una literatura que sea una creación, como el Sputnik,
como las naves que van a los astros, como las cosas que el hombre construye. ¿Qué tiene que ver un
objeto tecnológico con la existencia de quien lo inventó? Pues eso es lo que a mí me interesa.
Creo también que es un propósito bastante imposible, no voy a negar que hay biografía en lo que he
hecho, pero siempre es en contra de mi voluntad. Trato de evitar que salga, pero entonces mis
experiencias entran en el poema y lo hacen de una manera que ni siquiera las reconozco.
El desencanto, la indiferencia, el desarraigo a veces convergen en sus versos. Tomando prestados
algunos de ellos, le pregunto: “¿Por qué, tan desolado se siente uno que se levanta y escribe este
poema?”.
Indudablemente yo tengo una gran admiración por los boleros. Creo que si fuera un buen poeta debería
escribir boleros, pero ya lo han hecho los boleristas. Veinte años, por ejemplo, es una de las grandes
composiciones que se han escrito en este país. Vete de mí, esa canción de Bola de Nieve que el otro día
oí con mucho detenimiento y fue cuando la vine a entender, porque es mucho más profunda de lo que la
gente supone; es el amante que le dice a otro: “No me quieras porque yo no valgo la pena, yo soy una
rama seca”. Esa canción se canta así, cuando uno se está afeitando, sin darse cuenta de cuán formidable
es.
Y entonces hay tardes, a las cuales aluden esos versos que tomaste como referencia, en las que ese ser
inventado por mí está acostado, oye un bolero, se levanta y escribe ese poema a modo de competencia
con la canción. A la misma vez se trata de esas tardes en las cuales el personaje no tiene ningún destino,
no sabe qué hacer.
¿Y no será que a veces el poeta, el Yo Autoral, se siente así, sin destino?
Tú quieres de todas maneras que yo haga confesiones biográficas… La tristeza es un sentimiento que
todos experimentan, no hay que ser poeta para sentirse triste. Lo que hay es que ser poeta para dejar de
estar triste y escribir un poema.
¿Cómo asume Arrufat los cada vez más frecuentes homenajes?
A mí me gustaría seguir caminando, pero ya la gente me detiene por las calles y me dice: “Adiós,
maestro, aquí tengo un libro, ¿me lo puede dedicar?”. Y entonces tengo que salir con varios bolígrafos
para poder firmarlos, sobre todo en el barrio de Centro Habana donde vivo, donde los lectores, los
delincuentes, los revendedores de libros, los que nunca se ocupan de nada, hasta esos me conocen y me
piden textos. Debo acostumbrarme a los elogios, pero sin tomarlos muy en serio. Yo no soy un escritor
que se “cree cosas”, voy a la página como si empezara de nuevo. Es la única manera de fingir ser joven.
Anexos
Anexo # 4
Anexos
Anexo # 5
Anexos
Anexo # 6
Anexos
Anexo # 7
Anexos
Anexo # 8
Anexos
Anexo # 9
Anexos
Anexo # 10
Anexos
Anexo # 11
Anexos
Anexo # 12
Anexos
Anexo # 13
Anexos
Anexo # 14
Anexos
Anexo # 15
top related