94 el profeta de gargallo

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El Profetade

Gargallo

AUTOR:

Pablo Gargallo (1881-1934).

Pablo Gargallo (Maella, Zaragoza, 1881-Reus, Tarragona, 1934), se formó en el taller de Arnau y en la Escuela de Bellas Artes de la Lonja de Barcelona. Participó en las tertulias del café Els quatre gats, donde hizo amistad con Ramón Casas y Pablo Ruiz Picasso. En 1903 inició sus viajes a París donde vivió desde 1923. En París conoció la obra de Rodin, y permitió las influencias de Picasso, Archinpenko, Brancusi y Julio González. Durante los años veinte trabajó el cobre y en los años treinta el hierro.

CRONOLOGÍA:

1933 - 1936.

LOCALIZACIÓN: Hay siete versiones de la obra hechas en bronce a la

arena, ubicadas en distintos museos:- Centro Georges Pompidou (Musée National d'Art Moderne) de París.- Museo de Bellas Artes de Bilbao.

- Middelheim Park Museum de Amberes.- Museo de Arte de Baltimore.- Hirshhorn Museum de Washington DC.

- Museo Calouste Gulbenkian, Lisboa.- Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid.

También existen tres pruebas de artista:

- Museo Pablo Gargallo de Zaragoza (Cedida por la Diputación Provincial de Zaragoza).

- Museo de Arte Contemporáneo, Caracas.- Hakone Open Air Museum, Hakone.

Centro Georges Pompidou (Musée National d'Art Moderne)

ParísFrancia

Museo de Bellas ArtesBilbao

España

Plano de Bilbao

Museo de Bellas Artes de Bilbao y ampliación

Middelheim Park Museum AmberesBélgica

Amberes

Anvers

Antwerp

BÉLGICA

Museo de Arte Baltimore

Estado de MarylandE.E.U.U.

Hirshhorn MuseumWashington D.C.

E.E.U.U.

Diseñado por el arquitecto Gordon Bunshaft. Forma parte de la Institución Smithsonian.

Museo Calouste GulbenkianLisboa

Portugal

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

(Madrid)

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Edificio SabatiniAmpliación de Jean Nouvel

Museo Pablo GargalloZaragoza.

España

Museo de Arte ContemporáneoCaracas

Venezuela

Hakone Open Air Museum HakoneJapón

ESTILO:Cubismo.

Expresionismo. Pablo Gargallo, en El profeta, culmina el cambio radical que conoció la escultura española en el primer tercio del siglo XX, porque supo combinar las formas cubistas y el expresionismo. Las formas cubistas las consiguió introduciendo el vacío como volumen, lo que permite que la luz incida dentro de la escultura provocando claroscuros y brillos. El expresionismo lo alcanza al utilizar el hierro, que tiene una dureza estética de la que carecen el alabastro, al bronce y el mármol, retorciendo las láminas de hierro. Con el gesto agresivo y vehemente del profeta, Pablo Gargallo forja una escultura figurativa, pero que anuncia la abstracción por el empleo de formas estilizadas y la supresión de superficies continuas y masas planas.

DIMENSIONES:

2,35 metros de altura0,65 metros de anchura

0,50 metros de profundidad

MATERIALES Y TÉCNICAS:

Escultura metálica de hierro fundido.

El profeta fue concebido en yeso, pero forjado en hierro combinando láminas planas y tubos ondulados con espacios vacíos.

TEMA: El profeta representa a un varón

con una vara en la mano izquierda, el brazo derecho levantado con la mano abierta,  dirigiéndose a sus potenciales seguidores.

Algunos de los museos en la que la obra se encuentra expuesta la presentan como una representación de San Juan Bautista.

DESCRIPCIÓN: Pablo Gargallo fue escultor y pintor, uno de los más destacados del

primer tercio del siglo XX, siendo uno de los precursores en el empleo del hierro. Aunque estudió en Barcelona, fue trascendental para su carrera el haber viajado a París, lugar en el que conoció y estudió la obra de Rodin, aunque su influencia determinante va a ser el conocimiento de la obra cubista de Picasso. En sus trabajos con los materiales metálicos, Gargallo recoge la herencia de los herreros y rejeros de siglos pasados que tantas y extraordinarias manifestaciones artísticas dejaron en la historia de España. Su arte y el fuego crearon superficies dóciles y versátiles que plasman de forma perfecta el impacto del mundo interior sobre la forma exterior, que es lo que le interesa representar. La gran aportación de Gargallo fue la valoración del aire, ya que para él el hueco de la escultura, el vacío, va a tener más relevancia que el propio volumen, dando de los dos aspectos de la obra especial relevancia al espacio vacío. Sus esculturas son siempre figurativas, pero está anunciando la abstracción posterior, gracias a las formas que se van a ir estilizando cada vez más.

Esta obra, “El Profeta”, fue el colofón de su carrera. La realizó en 1933 y hoy se encuentran siete ejemplares numerados. Es considerada como una de las obras cumbres de la plástica contemporánea, a la que llegó tras varios años de ensayos y donde suprime la materia inerte, el metal superfluo y la limita a las líneas y planos esenciales para reflejar su expresividad. A pesar de lo recio de su aspecto, abundan en la figura las cavidades y los salientes, de modo que la luz desempeña un papel decisivo a la hora de sugerir el bulto completo y originar diferentes zonas claroscuristas. Las placas de hierro aparecen interrumpidas por los huecos, curvándose y volviéndose sobre sí mismas. Fue el momento culminante en la formación de ese volumen virtual que constituyó la gran ambición de Gargallo, en cuya búsqueda sacrificó los tradicionales conceptos de superficie continua y masa plana y sin cuya actuación es imposible concebir la escultura posterior de Henry Moore.

COMPOSICIÓN Y MOVIMIENTO: Esta escultura de hierro es una de las últimas obras de Gargallo. De gran simplicidad y compleja

estructura, en ella intenta esculpir el vacío, el hueco, al contrario de lo que sucedía en la escultura tradicional que se intentaba esculpir y dar forma al volumen.

El profeta presenta formas que nos recuerdan a los cubistas, pero se mueve dentro de los planteamientos espirituales del expresionismo por la dureza, la agresividad y el carácter de la figura. La figura resultante representa a un hombre de figura poderosa, que está gritando, amenazante, con una mano levantada en actitud de orador y otra que sujeta un bastón.

La fuerza expresiva de la figura se concentra en su mano derecha levantada y en su rostro. Las líneas y los planos conducen la mirada del espectador hacia la cabeza, particularmente hacia la boca, centro expresivo y elocuente de la figura desde cualquier punto de vista, tanto en su visión frontal como en las laterales. Si lo miramos desde distintos planos, el profeta es el mismo, tiene el mismo gesto y sentido, es la misma persona. La diversidad de puntos de vista conduce al espectador al movimiento, que ha sido creado a partir de la materia y el vacío. La imagen cobra cuerpo en el espacio.

  Los volúmenes ausentes están limitados por elementos curvos, caso de la mejilla izquierda, brazos, antebrazos, tórax y abdomen.

Pablo Gargallo nos sugiere volumen a través del vacío rodeado de aire y de luz, que da lugar a claroscuros, incrementando así el dramatismo de la obra.

La aportación de Gargallo a la escultura contemporánea es la introducción del nuevo concepto de espacio escultórico. Sugiere la materia en su ausencia, completa la obra en el espacio mediante la adecuación de los contrarios, el vacío y el lleno. La profundidad no es una continuidad frontal, se consigue con el juego de piezas y de vacíos.

LUZ Y SOMBRAS: Pablo Gargallo nos sugiere volumen a través del vacío

rodeado de aire y de luz, que da lugar a claroscuros, incrementando así el dramatismo de la obra.

La luz resbala por la superficie del bloque, se introduce por el interior y crea zonas de claroscuro.

Pablo Gargallo jugó con la luz haciendo uso de formas convexas, que dejan deslizarla, cóncavas, que la reflejan y vacíos, para crear claroscuros dentro de la escultura.

Las láminas que componen el profeta, no componen un bloque, sino que se curvan, y se tuercen entre sí. El aire entra a través de la chapa y la llena de luz, construyendo el volumen en negativo. La experiencia de unir el exterior con el interior llega a su máxima expresión.

SIMBOLISMO: Es una colosal figura de 2,35 metros de altura, lo que la hace aún

más imponente y voluminosa, pese a que el mensaje que nos quiere transmitir no sea temporal ni humano, sino profundamente espiritual. Destaca sobremanera la enorme oquedad de la boca abierta, que parece gritar, como correspondería a las voces de la Biblia que anuncian lo que está por venir, es decir, los profetas, que es lo que al artista le interesa representar. El profeta emite un profundo mensaje espiritual. La vara simboliza la condición de profeta y guía. Además, la expresión de la figura queda resaltada por la mano que se eleva por encima, como arengando a la gente y previniéndola de lo que está por venir. Debido a este interés por la expresión, pese a que la obra se inscribe dentro de la influencia cubista, podríamos clasificarla perfectamente como expresionista, concentrándose toda esta fuerza expresiva en el rostro y la mano derecha.

VALORACIÓN: Esta escultura es una de las últimas obras de Gargallo. En ella su autor,

que no llegó a ver la versión en bronce ya que la fundición data de 1936, materializó su proyecto más ambicioso y de mayores dimensiones. El gran profeta, su obra maestra, supuso la incorporación de las técnicas de modelado y fundición del metal a la plástica de vanguardia. Gargallo lleva a cabo avances en relación a la investigación del espacio y la materia, sin llegar a la abstracción. Intenta esculpir el vacío, el hueco, al contrario de lo que sucedía en la escultura tradicional que se intentaba dar forma al volumen.La aportación de Gargallo a la escultura contemporánea es la introducción del nuevo concepto de espacio escultórico. Sugiere la materia en su ausencia, completa la obra en el espacio mediante la adecuación de los contrarios, el vacío y el lleno. En palabras de Pierre Courthión, "entre los dos medios de creación, lo concreto y lo abstracto, Gargallo no se resigna a elegir, convencido de que había otra vía donde convergían los dos caminos: la recreación".

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