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e[ad] ESCUELA DE ARQUITECTURA Y DISEÑO ® Septiembre 2011 Biblioteca Con§tel Colección Amereida [ + ]]]] ARCHIVO HISTÓRICO JOSÉ VIAL Amereida Volumen II TIPO DE REFERENCIA: Libro TÍTULO: Amereida, Volumen Segundo AUTOR: Varios Autores. EDICIÓN: Taller de Investigaciones Gráficas ucv PÁGINAS: 156 CIUDAD: Viña del Mar AÑO: 1986 COLECCIÓN: Amereida NOTA CON§TEL: Hemos mantenido el corte de palabras con respecto al original; sin embargo este tema de legibilidad exigiría para una nueva edición cortes nuevos con respecto a la reunificación del párrafo. NOTA DE LA EDICIÓN: Se ha mantenido el corte silábico de palabras con respecto al original.

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Page 1: Amereida Volumen II - PUCV · 2018-11-28 · [ p. 2 ] § amereida, volumen ii dades en todo sentido trazando signos sobre las casas apropiándonos hasta el acabóse el papel de ángeles

e[ad]EscuEla dE arquitEctura y disEño

® Septiembre 2011

Biblioteca con§telColección Amereida

[ + ]]]]archivo histórico José vial

Amereida Volumen II

TIpo de RefeRenCIA: LibroTíTulo: Amereida, Volumen SegundoAuToR: Varios Autores.edICIón: Taller de Investigaciones Gráficas ucvpágInAS: 156CIudAd: Viña del MarAño: 1986ColeCCIón: AmereidanoTA Con§Tel: Hemos mantenido el corte de palabras con respecto al

original; sin embargo este tema de legibilidad exigiría para una nueva edición cortes nuevos con respecto a la reunificación del párrafo.

noTA de lA edICIón: Se ha mantenido el corte silábico de palabras con respecto al original.

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AmereidaVolumen Segundo

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Y entonces nos cruzó la barcazacon camiones de E.N.A.P.Ver de fríoEspumahumo de aguabajo aguavuelcosconvulsosvolcanesde aguabajo aguaAlbatrosseparado.Y a Kilómetrospor el asueloentrando al centro.Cielo arrojadorojezoasísmico

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cerrojo de caos¿Centro del tiempo? ¿Amereida? ¿Cruz sobre laAmereida? No tan sólo para una vista cartográ-fica y casi cosmonáutica; sino cruz reproducida entodo puesto, en todo lugar: llevada a todo lugarla estrella cardinal la estrella de los cua-tro ángulos del tiempo en la jornada rectangularpor nuestra trapa de nueve frentes nuestramuda espera políglota nuestra girante rosa delos vientos nuestra veleta que inviste las ciu-

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dades en todo sentido trazando signos sobre lascasas apropiándonos hasta el acabóse el papelde ángeles tomando a nuestro cargo “realizar” laspromesas figuradas desde siempre encajando so-bre el terreno el macrocosmos y el microcosmosayuntando aquí la piedra cruda con la prescrip-ción del allá atornillando las mitades desigua-les la una a la otra para que haya un signo; hom-bres habían muerto dejándonos sus nombres so-

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bre sus nombres andábamos como los chinos sobreel puente de sus ahogadoscada uno hablaba su len-gua y todos la comprendían

Dylan( ‘Libertad’ )( ‘Control de sí mismo’ ).otra cosa

nuestras posibilidadesguijarros en nieve,más gentiles que lana.

palabras de cielo son nievela voz del centro es llama

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Me acuerdo de una niña chicaLe besó el dedo gordoel dedo gordo del gigantenativo de Tierra del Fuego,Isla de Fuego.Y oh for a muse of fire,jugando en el yermo como una niña chica,loca por su salvaje, su gigante -( “ ¿ Y cómo llamaré a tu dedo gordo ? ” ) :

Magallanes quería llegar a un lugar;

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Magallanes descubrió cómoHay una estatua de Magallanes en la Plaza dePunta Arenas.Allí. Sobre las arenas amarillas.Su barba de plomo es maciza.Su cara de plomo manda.- a ninguna parte :

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Saber es una actividad humana.Crecer, una divina.Oh aguas de aguas, oh aguas al vino :

Sobre sus muslos,muslos de un natural de la Isla de Fuego.un arcoyace:

¿Qué pensamiento, qué sentimiento, qué puede dargracias o decir lo que es ver, ver a ojos vistas,de cuando en cuando, como un signo sobre el cami-no, la proximidad de la Musa que así señala queella no olvida, que no está lejos?¿Y qué decir cuando uno es filósofo y la Musa noes pensable y sin embargo no paran de hablar to-dos los signos AUN HOY?América no tiene pasado: no tiene historia. Lahistoria no es historia de voluntad - “ Cómo no

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creer en la voluntad? ” es una pregunta que pre-gunta “ ¿cómo hacer para no creer en la voluntad?Respuesta : Sabiendo lo que es la historia o cre-yendo en la Musa

Musa la báscula del cielo, el vien-to transbordador - a su guisa - de nuestras Vis-tas, esta aguada cuando entreabro con el gato misojos, aquella que lo acarició, la profusión quelas obras alinean en secuencia interminable de con-

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ciertos, en poemas reiterados, en fila india, ra-sa y clarificada, hacinada sobre telas, sobre pie-dras, sobre maderas, sobre papel de música, inoc-tavos de Linneo, vitrinas de Aristóteles, legajos

Musa el viaje moral donde los sue-ños son de día y el creciente coraje en la espal-da, la exactitud poética de la tierra que pasa porla cabeza, la noche de Pampa revelando la distan-

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cia, la mesa sin mujer donde cada uno sabe cuántole cuesta hablar, este descanso de calma a unacierta profundidad de la tormenta, la pacienciade los colores que asiste a nuestra elección, lanapa de humus repuesta cada mañana, el valle quees preciso descenderhoz de ceniza( la homoni-mia flemática en la lengua que es la jocundia co-mo la esfinge famosa, la hospitalaria paranomasiasemejante al puzzle abandonado por los niños, laaceptación en la que toda cosa reposa en la ambi-güedad del genitivo, la admirable erosión siempreoriginal que extrae del latín el español y el por-tuguésMusa el cerebro tierno donde todoescapa, la penuria otorgada al decidor, la audaciaa la que se presta la gramática, mi confianza en

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no querer pensar, las respuesta migratorias, puesque la misma picazón de las fosas nasales se ofre-cen al dicho.Que todo sea verdad - comprendidala tramposa ternura del adiós.

Apelola libertad espaciosa delespacio libre; toda terraza, toda escalinata “des-

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prende” para mostrar esta multiplicidad discretaque nos deja entrar y salir, dejar, alejarnos, a-cercarnos - ¿no le molesto? - Musa este vacíoy la historia de las musas, los tes-timonios crónicos, que el espíritu sea espíritude naciones y el espíritu de naciones Idea, todonacimiento enhada una almohada larga situado ba-jo nueve dones de madrinas provincianasirrefuta-bles; a cuanto sucede a los pueblos, y la in-

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tervención de libros - la historia, entretanto,este “collage” de novedades - y el plan ordinariode las invenciones, la llegada realmente sorpren-dente de Filoctetes o de Joyce, el gesto imprevis-to de Aquiles o de Tintorettotinta tiñe Orea Auraytienda foresta stentor Loro Tyndaro PandoraTintorettopero la cosa no cesa de cautivar lossignos y el nombre “significante” no es una presa,ningún hombre jamás lo ha creído, pero las cosascontadas lo aluden y “aquello” es tomado en la le-yenda muda de los sitios, en la malla del invisi-ble “simpático” que sostiene en secreto como unpadre fiel la fantasía de los contornos, el poderdel invisible menos concluido que todo trabajo,la excesiva promesa de los nombres, el innombradode las especies aún escondidas que esperan a suvez subir al claro de los hombres

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En Sombrerodijo Elvio Leiva“Springhillprimer pozo chilenoSpringhilllos Manantialesdiciembre 29

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año 45lo habrán visto a su izquierday a Sombrerolos construimosentre el 57 y el 61Comienzapor geologíalos geólogosdesde octubrecuando el tiempo se afirmahasta marzoa caballo

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o en scootero en jeepárea de exploraciónprotozoariosde orden inferiory por geofísicamovimiento sísmicoartificialexplosiónse producenondas mecánicasen toda direcciónrefracción de la ondaregistrada por geófonohaciendoveces de galvanómetrotransformando las ondas mecánicasen ondas eléctricasresulta sismograma

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para que pueda repetirseen el laboratoriodejando ruido nítidointerpreta la onda en distintos estratosde corteza terrestre

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ondasondeandoprofundidadlas aproximacionesmatemáticasY nosotros ubicamos el reboteel rebote de ondaen capas inferioresEl petróleo se origina en sedimentos marítimosplantasgrandes cardúmenespor cataclismoanticlinaleslechos de agua salada

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y el petróleo entrampadocapas impermeablespor sucesivos cataclismosemigray a pesar de la técnicano hay hoydetector infalibley la intuición perforaasí en Río Rubens4000 metrosUds. lo habrán vistoperforaciónequiposplataforma de torrela mesa rotatoriadesde arribale vamos dando pesoy el gas salede la última etapa de separación

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para licuarlohabría que comprimirlono resulta económico

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Un yacimiento esuna botella de sodahay que meterle gaspara sacarle líquidoY hay 2 tipos de trabajadores :Yo, por ejemplo, poblador,pobladores,los que viven aquí con familia :y hombres solos :al mes23 díasaquíy 7 en Punta Arenas

6 de Agosto Sombrero

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Woman is a mask of musebut loveis not an experienceJonathan JonathanY Elvio Leiva nos leyó el mapa de nombresY el mapa de los pozosvioletahacia el Este los pozosahora buscando otro horizonteprácticamenteexplorando el terciariodesde el río Maulehasta el SurSalen los geólogos en la primaveratrabajan todo el veranogeólogos nuestrosgeólogosde superficieel plano lo pasan a geofísica.

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Luegolos equipos sísmicos

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avanzadas nuestrasprofundidadesquitan techoareniscaTecho : la capa superior de la estructurala densidad de arena muy variablelos sismógrafos marcan anticlinalesnosotros perforamos anticlinalesgeneralmente lechos de agua salada

El punto de perforación : ubicaciónYo lo ubico en mi planoveo en que prediopido autorizaciónindemnizo.Por mandato de estadotodo petróleo es nacional

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nosotroslos delegados.Se hace camino de accesose construye plataformaubicamos equiposy mientras no llegamos al fondo no sabemossi el pozo es comercialmente explotable.Mecano gigante de acero45 metros3 motores Diesel de 250 caballos C/Uplanta de luz propiaequipos de bomba y barro.Los primeros metros se perforan con aguase inyecta a presiónhasta 90100120 m.Después con barrobarro de perforación

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lechada de arcillacon ingredientes químicosque le danmayor o menor pesomayor o menor viscosidad.Ingenierostécnicos de barrocada equipo tiene estanque de barroconectado sistema de bombeoentra por alto sale por trépanocada equipo trabaja 24 horashoras con viento o lluvia o nievehasta perforación totaly aquírecord mundial795 m.en 7 horasLuegotrépanos

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para pizarra y rocay a los 100 m.primera entubaciónque varíasegún programa de pozoy entoncesinyectamos cemento a presiónes importante que esta tubería quedesellada al terreno quedeformando parte del terrenocolumnabase de sustentación.Y la etapa siguientela máspeligrosa y difícilfluctúaentre 120 y 800 m.napas de agua artesiana entre300 400 metros

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de bastante presión50 60 hasta 100 libras.La columna hidrostática de barromantiene el agua en el nivel que está.Y el barro retorna a la superficiebañando las paredes del pozo.Entre 500 y 700 m.capas carbonosaspresión de grisúmantenidapor la presión del barro.A 900,tuberíasde 9 5/8 de pulgaday cemento a presiónhaciendo zapatos de sustentaciónpara que la columna no quede bailando.Trépano8 3/4 de pulgada

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Y continuamos la perforación hacia abajoahí síahí si que ya llegamosen esta etapahasta el fondo mismoroca ígneacambiando la estructuracada vez que cambiamos el trépanoy al llegar al manto de areniscacambiamos trépano por coronala corona que corta testigosla corona de diez huecosla corona de conos externos.

Areniscamaterial de acarreosedimentosmarinosse han ido acumulando

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en rocas madresplantasalgasmillonarios cardúmenespetróleode origen mestizoanimalvegetalrestos de hemoglobinano mineralla des-composición marinapetróleo entrampadonunca en lagosalmacenados en capas impermeablesque le impiden moversepero el petróleo emigrapor cataclismosfallas de corteza terrestre

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Y se puede perderen napas de aguao irseal maro aflora evaporándoseY una vez comprobada la productividadtuberíade 7 pulgadascimentada hasta el fondo mismoroca ígneay baja Schlumbergerhasta el fondoy dispara en el fondocon balas radiactivasperforando tuberíadejándolallena de hoyoscomo un coladorpara que fluya

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libreel petróleoY se baja una tapay sobre la tapala tubería de producciónY a todo esto tenemos la columna llena de barroobstruyendoy hay que inyectarle desde arriba petróleo crudoque hace de solventeY a todo esto hemos instalado el árbol de Pascuaen la parte de arribaárbol de Pascuaun sistemademanejo y control.Y entonces abrimos la válvulay queda conectado un estanquede petróleoy se recupera el petróleo crudose recupera el barro,

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y cuando fluye limpio se conecta la bateríay allí se lo somete a tratamientos de separaciónseparación del gaslo decantamosdel agualo lavamoscon aguadulcepara quitarle la salinidady sigue decantándoseY hay un proceso de precalentamientoY se bombea a las plantasY hay un proceso de estabilización- aquí en Sombreroestabilización,sólo en Manantiales 1 toppingde refinación:Kerosén gasolina -sacarle hidrocarburos livianos

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que tienen en soluciónsinoa medida que avanza hacia el norteen el barcoeste proceso se produce soloen el barcoy con peligro del barco;no resulta económicode cada pozopipe - línehasta bateríay de allíel petróleo se vavade Tierra de Fuegoa refinerías de Concóna San Vicente.De una torre a otra torre

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butanopropanogas naturaly ese gasde la plantaa una zonade recompresióny hay procesode recuperación secundariareinyectándolodevolviendo a la tierra.Tenemos gas para más de 100 años“ Una pregunta rara ”dice Godo“ ¿ Qué pasa con los muertos ? ”“ Aquí no hay cementerio.Somos gente de tránsito. ”

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¿estar de paso? ¿apostarse en los deseos si losbrazos nos desmienten? ¿o tras el visillo volup-tuoso de un desapego?¿Velar siempre a otro en unespejo para adquirir perfiles? ¿Rehusar el vino,el simple aquí de la efigie?¿O mejor el tingla-do de la misión?abandono mi balsa a las memorias a un sonido pro-tegido por mis músculosProvisorios - terminar sien-do gentes provisorias de entrecasa como el ba-rro y las aguas ¿Hay siempre que nacer y morirdistante? ni nómades ni tumbas las camasSoldados la vida insistecada ademán ad-hiere a su gesto - espléndidos el amago y exacti-

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tud de los trabajos - será entonces el nuevo gus-to todas las guaridas rotas demos lugar a o-tra alianza sin lugares donde se afinan los cuchi-llos de la adivinación y el disparo vuestrasbellas técnicasNo, este confort sin casta buscacoraje en su desdén como la estatua oficial, vana,conmemorativa.- sólo la realidad repara con su can-to de gallo - mi absoluta castidad de cualquierpasadomais alors ?el petróleo se dará en plumas la lanaen mariposas trigos desconocidos por las espe-cies hebras y aún ¿quién deshoja el viento?alguien divida las aguas de los cielos y la tie-rra otro tenderá su cuerpo en lecho para losinconmensurables matrimonios y el más nuevo susdiscordias - vírgenes en las balanzas . . .

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Acertare -mos como un jinete a su silencio esta justezade luna su artefacto precisoPiel

la muerte inaugura donde se ofrece

perdamos perdamos todas las lenguas las nue-vas vocales extraerán las piedras más simples delos viejos idiomas voces de caras veladas porla esperanza He aquí la nueva maniobra: sersólo hijos Tus iniciadasTodo a rever: el adulterio el robo la bon-dad con los flamencos antárticos

Sombrero, campamento del petróleo, se muestra am-biguo, sospechoso.No parece aceptar ser campamento ni estar en Tie-rra del Fuego. Quiere ser ciudad. Un pintores-

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co barrio de una ciudad-jardín.Por eso este campamento se ablanda y pierde todaforma y hiere el lugar.Y lo que así sucede en el aparecer de las cosas,acontece igualmente en el interior de la vida mis-ma.

Jamás un campamento podrá ser ciudad.Porque un campamento por definición encierra unasola “empresa” guiada por una sola intención.Implica ser traído entero desde afuera y plantadoaquí o allá en tanto se acomete la empresa.Es la guerra. Lo unívoco. Como un convento.Es la “economía” dirigida, no el libre comercio.Es el riesgo común, no el individual.

Por eso un campamento nunca podrá ser ciudad.Lo propio de ella es la multiplicidad, lo ordina-rio con lo extraordinario, la posibilidad, la in-

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estabilidad, el negocio y el ocio.

Ni en el más pequeño pueblo, ni en la ciudad másgrande existe una vida cotidiana tan segura - in-dividualmente.Todo está provisto por la “empresa”. La escuela,el hospital. La casa, la comida, la diversión,el trabajo, el salario, el ahorro.

Por eso mismo, porque todas estas cosas están ase-guradas, es que vienen finalmente a ser otras co-sas.Sombrero, empero, no lo reconoce.Y el dinero se torna bono; el trabajo, empleo; ladiversión, rutina; los bienes, ahorro; la casa

¿Por qué no aceptar y cuidar la realidad para quelas cosas cobren su propia e inaudita existencia?Así como la habitación se hizo celda para los mon-

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jes y los presos, y el trabajo se ha convertido aveces en “puesto” (como el centinela o el ).y el ahorro en botín.

En el supermercadoSe pueden comprar varias latas de varios génerosde comida, suspensas.Comemos para competir.La calle se atora en tráfico apiñado :

Un niño juega en el yermo,bajo la luna creciente.( Oh Nicolás, ay ...... ) :

¡Pero Nicolás, por fin, el barco se hundió, ycentauros borrachos escarbantessalpican a las damas con lágrimas !

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( ¿ Dónde está ahora Magallanes ? ) :

Porque apuntan sus flechas luna adentroY la luna cayó en un valle de pájarosCuyo llamar de pájaro dice de una montañaGigante con matasAire Deslumbrados

Estas palabras no eran las debidas palabras.Estas palabras sólo eran unas de las palabras.Pero mía es una niña de Colorado.( Mía, en el sentido de que está en derredor. )Y a ella le gusta ver que algo está sucediendo.aunque sea vulgar.Y de un modo u otro no le importaSe atiborra de galletas y esAdorable.Sí,mi niña de Colorado,

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Mi ruta - de - aire sur.Sus silencios son siempre augurios de cornucopias.

Instructura en lo Abundante :Norte América, Abundancia de Maravilla;América Latina, Milagro - Abundante

Comparto un dormitorio con un gentil Marcianoapologético.

Sueño que me encuentro con Jane por la calle.Sonríe, como turbada por su propia belleza.Una joven atemorizada por su destino.Esencialmente, la Musa, a despecho delas fruslerías de clase alta.Salvaje. Ardiente. Despiadada. Aunque tambiénla Corza.En su presencia, soyJane. Siempre soy devuelto a Jane.

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Jane Smile.

Los Centauros nacen de un dios por una yegua,de un Marciano por Juana.

Una manzana de ENAParticula lentamente sus secretos.

Cuando ella traicionó a la Musa,llevando hombres a su cama,ciega al dios o la bestia,oí todo el mal,mudamente

¿ qué bruma ?

el hombre dejó la vereda, entró entre las dos vi-trinas. Yo lo veía avanzar desde mi cama, detrásde la reja en acordeón. Alto, vestido de tercio-

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pelo negro, sombrero oscuro, ala caída. Detrásde los vidrios circulaba gente. La figura seducíahasta dar miedo. Además comencé a reconocerlo.Abrió con su llave la reja, la corrió un poco, en-tró y la volvió a cerrar sin llave. Me habló.Una voz suave pero firme. Y me dio alegría aun-que no entendí sus palabras. Entonces, sacó delbolsillo interior de la chaqueta, como quien sacauna cartera, su revólver y habló. Esta vez le en-tendí, decía - “ no te asustes niñito, te voy amatar ”. No le creí nada. Pero era cierto y lopeor es que yo lo sabía. Antes de tener miedo lecontesté. - “ No, por favor, ¿cómo va a hacer eso? ”Después de tener miedo, le dije. - “ Por piedaddéjeme vivir tengo tanto que hacer ” - y mientrasrogaba me deslicé, sábanas afuera sobre la cama -con las rodillas dobladas y el empeine de un piesobre mi almohada. El gatilló y ví bien que memataba. Entonces, apareció una figura rapidísima

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y desde detrás de la reja de entrada, circundó conun brazo al hijo del dueño y con la mano libre leclavó un puñal en medio del corazón. El hombre a-puesto, de terciopelo negro no se enteró, casi, ycayó seco. aaaaaaa grité con todos mis pulmo-nes libertados del terror. Por un segundo alcan-cé a ver la cara de quién me había salvado. Te-nía ojos de mujer. Se fue corriendo por la calleFlorida, en Buenos Aires, detrás, detrás de la vi-trina.El boulevard en París. Los árboles corren alinea-dos por la vereda. En este lugar - estoy sentadoen un café - la acera de enfrente se ensancha mu-cho y la hilera de árboles se interrumpe. Estoysentado con una mujer muy bien parecida que es miamante. Consumimos, pago y salimos tomados delbrazo. Cruzamos hacia el espacio ancho. Al lle-gar, distraídamente me vuelvo hacia ella y reco-nozco sus ojos - sé que es la misma mujer que ma-

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tó al hombre que quería asesinarme. Caigo en lacuenta que ella comprendió mi reconocimiento. Pe-ro nuestra conversación sigue su curso, normal,banal, de amantes. Sin embargo, los dos nos sabe-mos. Sé, además, que este reconocimiento me haperdido y que estoy condenado. Necesariamente, e-lla va a matarme. El tráfico, entretanto, circu-la. Pasa un ómnibus. No sé bien por qué, perodoy una excusa, me suelto de su brazo, trepo, hu-yo. No miro hacia atrás. Pago y voy a sentarme.Ella está sentada esperándome. Sin embargo, laconversación entre ambos continúa sin ser interrum-pida, como si realmente el episodio de mi recientefuga no hubiese existido. Es la naturalidad. To-do es relativamente amable, tierno y hay algunashermosas sonrisas. En la paradilla del Louvre elómnibus se detiene. Sin pensar en nada me parode un salto, corro hacia la puerta trasera - elómnibus comienza a partir - suelto la cadenilla

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que me cierra el paso, estoy en la calle, corro,entro al Louvre. Atravieso la avenida bordeadapor sarcófagos romanos, no subo la escalinata quesostiene su Victoria de Samotracia sino que en esemomento doblo hacia la izquierda y voy hacia lasantigüedades asirias. Sus vasos me consuelan, se-renos. Finalmente decido salir por la puerta delos esclavos de Miguel Angel. Una vez en la vere-da resuelvo dirigirme hacia los jardines para re-montar las Tullerías. Debajo el arco del carrous-sel está ella. Nos encontramos, nos tomamos delbrazo, seguimos hablando con naturalidad y ciertamutua dulzura. En verdad, parece, no ha ocurridonada. Llegamos frente a la Rue de Rivoli. Esfranco mediodía y ella, no sin gracia, me proponealmorzar. Hay un café enfrente, en la pequeña pla-zoleta, donde está - completamente dorada - la es-tatua de Jeanne d’Arc. Allí entramos. Está ates-tado con turistas de verano. Hacemos señas pero

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en verdad no nos atienden. Estamos al borde de mo-lestarnos. Ella me dice, entonces - “ Querido,yo vivo aquí, en los pisos superiores. Ven a micuarto, siempre es posible hacernos algo ” - Nopuedo negarme, la saliva se me amarga en la boca.Subimos las escalas hasta un sexto piso. Ya no re-sisto mi desdoblamiento y la natural fatiga de lasubida lo hace transparente e insoportable. Estaviva comedia real, porque es cierto que nos desea-mos y, sin embargo, es cierto que ambos sabemoscómo me matará. Entramos al cuarto. Ya mi resis-tencia es un lejano indicio en la memoria. En ver-dad, he muerto casi todo. No corre las corti-nas de la ventana y hay luz de un mediodía pasado,en la pieza. Sin vacilaciones pero sin audacias,ella comienza a desnudarse. - “¿No te desvistes?”me pregunta. Yo cierro los ojos y me quito la cha-queta. Hay una última pereza en el borde mismode la muerte que no es abandono, resignación, sui-

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cidio - otro mundo. Por la subida Miramar del Ce-rro Castillo en Viña del Mar, Chile, José Vial yArturo Baeza avanzan conversando. En el últimocodo, donde la subida gira, pues se corta cayendoa pico, uno de ellos se detiene de golpe, toma alotro fuertemente de un brazo y los dos dicen almismo tiempo. - “ Nos necesita, nos necesita ” -Yo he cerrado casi para siempre mis ojos. Toda mipiel se aleja de mis intenciones como una luna.Ella ya está excesivamente desnuda. En realidad,ahora, tengo necesidad de mi desaparición. Pron-ta. En ese momento la puerta del cuarto se abreviolentamente y entran los dos amigos, vivos, fir-mes, ciertos, libres. Ella da un grito terrible-mente ahogado, cae encuclillada y desaparece en suluz. Los amigos me toman de los brazos. Los tresgritamos, gritamos tomados de las manos aaaaaaacon una dulzura de lágrimas, ir a suertes, por Tie-

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rra del Fuego, como el rodado inmóvil, a punto, enla ladera - ¿somos sumergidos visitantes - turis-tas - inspectores? - nada de eso ¿qué?apenas pasantes sobre esta trama que quiere prote-gerse con la rutina, escudada en la producción, re-sumida en el afán para sostenerse y persistiraún sin estar en tierra. Pasantes a la suerte deuna voz que, dulcemente, sin quebrar los pudores,nos convierta súbitamente en ronda - los mismos,los mismos - con toda nuestra libertad rodeada almomento. Sin opción, impuesto y elegido.IndícanosAlberto

Porque “Sombrero”: un pequeño hospital, un clubdeportivo con gimnasio, piscina temperada, canchade palitroque y jardín en un invernadero. Apeten-cia en ellos de piedras preciosas, oro, perlas,frutas, flores, perfumes, sedas, brocatos - autén-

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ticos o falsos, directos o indirectos, eso no im-porta - que llevan consigo los interiores, los quehan de reunir lo que está disperso.La fortuna, enalguna medida, se deja leer aquí. Un libro abier-to para el Campamento y para la Isla quisieran serestas obras. Un libro acerca de lo diferente delmedio natural circundante. Un nuevo elemento hasido traído con tal objeto: la electricidad. Ellapermite que estos edificios funcionen. Y se pro-diga en incontables luces, las que en un campamen-to no tienen que apagarse. Y con esa cortesía delos lugares alejados y llenos de responsabilidadse nos explican los pormenores de las eficacias.A nosotros que hemos llegado conducidos por un a-contecimiento. Porque eso es nuestro viaje. Elnos ha llevado ya a otros lugares donde nos hemosencontrado con ese rodaje que hace marchar todaslas cosas, que hace cumplir las jornadas. Nuestro

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acontecimiento es veloz. Su ser veloz proporcio-na en cada lugar la ocasión de encontrarse con eserodaje.

Ahora estamos los nueve aquí; oyendo, mi-rando. Y este múltiple mirar nunca es el del unpadre, al que el álbum de sellos de su tercer hi-jo lo vuelve algo distante. Algunos pueden mirara través de lo que refleja la hoja de un cuchilloque mantienen delante de los ojos. Otros van sinesa hoja. Sin ninguna. Sin ojos.

Hemos llegadoaquí dejando atrás los árboles. Con su menuda ymúltiple vertical. Y el paisaje se vuelve inmen-so al exhibir un predominio inconstatado: la hori-zontal. Cada vertical pareciera que es el frutode una preferencia. Y el fuego de los productosque por no aprovecharse se queman, es la vertical

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de estas tierras. Tal como el árbol solitario enmedio de su potrero eleva un angelus al año agrí-cola, así el fuego es el angelus de este confín.Y mañana estaremos en otro país que ya noqueda como Chile frente al ancho Pacífico. El queestablece sus ocupaciones de terrenos mediante an-gostas ocupaciones. Argentina, quizás, ocupe an-chamente sus tierras. Y allí el angelus, tal vez,no se dé mediante el árbol o el fuego, sino quetal como la planicie lo hace presentir, la verti-cal sea la propia altura del ojo. Así, nuestro mi-rar y oír se vuelve hablar, un hablarles a ellos.Digo: sin opción. A ellos con sus ojos en la pla-za y no en las múltiples direcciones de la feria.Antes, crucemos a otro lugar. Las distan-cias en la isla hablan en ese lenguaje de los cam-pos en que la palabra “cerca” y “abundan” confor-man un equívoco. “Cerca” se refiere tanto a loque “abunda” (estar cerca de un determinado lugar)

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como a que ese lugar está “cerca” de aquí mismo.Nos ponemos en marcha. Porvenir no es un campamen-to, o sea, un triunfo anticipado. Pues si Sombre-ro sufre una fuerte baja se lo abandona. Así mis-mo, si sufre un alza demasiado fuerte se lo dejatambién por un nuevo campamento organizado segúnla nueva fortuna. En cambio, en Porvenir, habráun comercio que incite a regateo. Un ilimitadoregateo conformará el trajín de sus hombres omní-voros aunque se alimenten de pescado. Pero el e-quívoco de las palabras de los campos nos lleva aun pueblo de flamencos (un toro negro es su vol-cán) y el plumaje de un gallo ya no es allí el co-tidiano taxímetro del ojo

a mansalva - dímelo -¿aseguran mi impudicia esas llanurasdesprevenidas? apartémonos apartémonos si-quiera una vez de nuestros números ¿pero, hay

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cálculo sin riesgo? dicho de otro modo, ¿hay sobrevi-vientes?

- “ oigamos el campo para poder hablar de calles ” -dices

sí, mi señal es el cuerpo en cambio ellos despren-den valientemente las señas de sus manos

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“ Vamos “ - siempre hay una falta que aliviael orden “ Vamos “ - y duelo guardo ciñola espada gris - su gato en mi pecho unafascinación que devuelva esta tierra a los senti-dos

transgresores transgredir la luz de un so-lo hilo - su torneo - para que la voz, ya perdidade su propio alcance, ande entre palabras erran-tes irreconocibles sobre estos lomajes in-cestuosos

Salidos de un talento al aire - al error -desciende más cielo a los objetos, nuestra fae-na impía poetas nunca puntual nuestrascaras flotan distraídas a la deriva en su propiomar

la soledad se hiere en tu abandono

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mi cesura filtra las colinas el lago izquierdoel océano callado descenso impercepti-ble de unas hierbas de sol los dos perros cus-todios a ambos lados de la garganta terro-nes de nieve en sus aladasuna bestia junto al la-go aguarda la amenaza cuenta da lugar

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y un de-doel gran dedo de la orilla palpando esta hermo-sa orfandadY más tardepor la tardenosotros lo más al surentre Bahía Felipetierra auripardaY Porvenira 110 kilómetrosnosotros lo más al sur

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de Sombrerola tenue inundacióntierra“ como un incesto “sin árboles síauriparda“ como el primer incesto “dice Godode Geabañadadesorilladacomo un mapa de Chileen islaslo más al Sureste lago de azogueestainflamación de flamencoscisnesluminocencia

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sobre el agua

y el toro chico en la orillael toro negrocontra el pasto

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la tierra pastosa se había establecido bajo elfrío; el azul negro la había endurecido en la for-ja del frío inmensa sobre el yunque de la luna

y sobre la costra que crujía avanzábamos niños dediciembre que tientan el lago ¿Qué lógica ennuestras huellas? Visitantes de trabajos

el viento comenzaba a apaciguarse había pocascosas Guijarros enfriados formaban escollera pa-ra las gaviotas

Nosotros íbamos a esta fosa de las más baja-tie-

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rra, pero sin derramar sangre para las sombras:venían con preguntas sobre la balsa de nuestraslenguas de tallos cruzados, reunidos, por los la-zos latinos - nudos de esperanza que dejaban verel vacío -; y sin hurtar el bulto, pero a los“quién vive” de los residentes, nosotros respon-díamos “ ¿ Uds quiénes son, hombres de aquí ? ”,hasta las frías orillas del lago como en Cumas, ydejando un ramo de oro en la ciudad sombría de Tie-rra de fuego, bajando hacia el puente de un MonteAnálogo, sin utopía, en el ápice de la Cumbre ame-ricana donde el gran viento llevaba nuestra máqui-na de remontar el tiempo, y depositados en la pla-ya de líquenes, ahora en la percepción simple yhospitalaria se mostraban los hombres de más tar-de; no numerosos y repitiendo para nosotros losgestos de inminentes trabajos

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El Chevrolet tiene mal de tripasSuave, ahora, tú hijo de Capricornio.)

Toro negroToro negrobáñate en el lago:brilla, toro.

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Edipo cojeando ciénagahasta que Pegaso se lo lleva a galope.los Flamencos se arremolinan desde la ciénagallama del lago

Llamo el dolor que ellos me causan, la juglaría dela luna y de sol, el viaje al son de la tierra dondelos lagos helados se bordan con flamencos rosados,como las uñas hechas sobre el abanico del crepúscu-lo, la luna y su cortejo de mares cuando ella atra-viesa, nupcial, el puente de la tierra parecido a

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Chile de un extremo al otro, las grullas, el toronegro, una lechuza pasa, los cisnes, la ciudad másaustral, adonde fui, llamándose Porvenir, el pája-ro-pubis, el caballo de mar pudriéndose bajo lacruz dextrógira de las gaviotas, el viaje, la Tie-rra del Fuego como una nube en el fin de la calleen Punta Arenas, la mano real del mar, el avióncomo un ojo elegante, la paciencia de Noé requeri-da para saludar la reverencia tan larga como eldía en el mar magallánico la nube con que el cie-lo velaba su amor y el pórtico de colores por don-de pasa, al regreso, la ribera patagónica como ungallo

El lago de los flamencos rosas. Es un paisaje ca-si japonés. La claridad de pleno norte. Clari-dad de diamante, de cristal.

cuando volvemos a subir al auto

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Edi se precipitasobre mí con una pluma en la mano a la que siguepegado un poco de carne. Muy exaltado grita “ esuna pluma de cisne ” y quiere tocarmela cara con la pluma

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un cisne muerto al borde entrance de descomposición

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Volvemos de prisa. Por la noche conferencia pre-vista. ¿Qué decir?Godo me insinúa que hable de lo que dijela noche anterior a la partida, a saber:el cambio de tener-tiempo en tener-lugar

Pero no lo puedo desarrollar - es un relámpagoni siquiera sé si es pensable. Pero esta-mos en Sombrero lugar fundado por la técnicabúsqueda del petróleo instalaciones para hacerhabitable el sitio Transformación de un lu-gar inhabitable en lugar habitable, para el petró-leo (que es riqueza) y por el petróleotierra siempre nodriza

Y a las 8 p.m.en el cine de los ingenierosel actotuvo lugar

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señor, señorescálculo - ratio - razón - relación( la razón de algo )y cálculo - piedras - contar( contar una historiacontar objetoscontar con alguien )

pone ex-poner apoya ordenarcada palabra real traeconsigo su cálculo -piedra y pájaro -Nosotros somos “ productores ” - pro-decidoresjamás pre-decidoresLenguaje para sostener - suspensa - una lengua o

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suerte de pueblo mas ¿quién habla?¿quién trasmuta el agua de un cauce en Río? niluz y riego ni la historia sólo cuando

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el raro adjetivo lo nombra la equis vaga delalfabeto es el vuelo donde vuela la ecuación ...

Lugar por llegar al nombre- ah fiestas mi fiesta de bárbaro -Ahora quevuelveneste lujoso campamentopueblosin pueblerinoMartiniccon registropara nacimientosmatrimonios muertesy un retén de poder

¿ Lengua sin lenguaje ?Mas¿ quiénes son ustedesgente de aquí ?

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Nosotros hemos salido haciendo esta salidao esta entrada por América con ánimo de princi-piantesHay una cierta dedicación una pacienciay una pasión que consiste en buscarleun comienzo al comienzo. Y esto es loque hace a un principiante.Las más veces parece tontera o locurao simplemente pérdida de tiempo estaaplicación en tantear y calcular elcomienzo de algo que comenzóhace tiempo. Pero esto es lo que hace a un prin-cipiante.

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Nosotros somos los principiantesy hemos venido desde lejos aquí.Y ustedes aquí son los príncipes.Los príncipes aparentemente nadatienen que ver con los comienzos de los

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comienzos.

Los príncipes mandan en algoque ya está en marcha,en algo que marcha bien,en algo que aparentemente nonecesita que le anden recomenzandosus comienzos.

Pero ¿ por qué los he llamado aUds. príncipes ? ¿ Por qué son Uds.príncipes ?

Porque Uds. se ocupan, dándoleímpetu al cálculo, día y noche,Uds. se ocupan de algo principal.Principesco o principal es el petróleoes el gas, principesco todo loderivado y producto porque de

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ello depende el movimiento,la instalación, la ejecución, demás de mil y un trabajos conquese instaura, se afianza,y mantiene la armonía del mundohumano.Y este manejo de lo que es principal,principesco, es lo que a Uds. los hacepríncipes.

Uds. utilizan cálculos gigantescos,

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instrumentos perfectos, máquinas poderosísimas,Uds. ponen en movimientoa ejércitos de hombres, Uds. planteanel mundo y mantienen suplanta y su plano con o singuerras con o sinrevoluciones con o sin cataclismos

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Uds. entre todos los puntos de riquezaterrestre, han establecido un imperiosobrio.Todo esto es la técnica.La técnica es la apropiaciónel manejo y la explotación de loque vengo llamando lo principal.Y empuñando esta apropiacióny manejo y, explotación, Uds. sehan hecho príncipes.

Esto, digo, es la técnica Pero noel principio. El principio delegaSu mandato en los príncipes.El principio es lo quehace del gas y del petróleo algoprincipesco y principal.El principio davida a la técnica

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Pero el principio es anterior a lo principal.El principio no es uno sinomúltiple.

El principio reside en el lugar: eslo que da lugar, lo que hace queel petróleo esté aquí y no allí. Quesea explotable un yacimiento o no.Que rinda mucho o no.Los antiguos buscadores de oro que vinieron

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a América en los comienzos de Américanombraron sin quererlo al principioel secreto de la Tierra.

La oculta riqueza inagotablede la tierra.Antes oro, hoy, petróleomás tarde quién sabe qué otra cosa.Algo que instaura, afianza

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y mantiene la armonía del mundohumano.Y así Uds. son príncipes porqueno solamente se apropian manejan y ex-plotan sino porque cuidan el secretode la tierra.Uds. son los reales guardianes delfuego en esta Tierra del Fuego.Uds. con el ímpetu del cálculobuscan miden reparten el fuego terrestrede esta tierra de Fuego amainándoloy haciéndolo dócil y amigo de loshombres.Y este cuidado que Uds. tienenen buscar en medir y repartir el líquidofuego es el que hace posible queUds. dejen aquí un principado.

Aunque se agote el yacimiento

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puede quedar aquí un principado.Aunque Uds. se vayan a otros puntosde riqueza terrestrepuede quedar aquí un principado.

Aquí hay escuelaAquí hay hospitalAquí hay retén

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Aquí hay calles y casasAquí hay mujeres y niños

Y esta luz roja que se ve en elcielo de aquí es tal vez la luzde una forjaque aún nadie sabepero que está aquíY esta luz de forja en el cielode aquí, en la tierra en que Uds. son príncipesla que hemos venido

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a nombrar nosotros los principiantes

Porque aquí hay un comienzodel comienzo

La poesíano es quehacer de paisaje de “pintu-ra de motivo” para un cuadro que “semeje”no hemos venido aquípara hacer paisajes

Sin embargo el poeta cuida una cierta figura delpaís que sin él no aparece - de escalas, de medi-das y de “fronteras naturales” con otro sentidoque el del geógrafo o el hombre histórico

Respondiendo al llamado hemos venido para reducirlo desconocido - para que el otro, por ejemplo, elotro lado de la tierra salga de su ausencia y setorne lo invisible que llevaremos con nosotros co-mo rebrota un dios lar en nuestro hogar

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La cuestión importante - ¿qué podemos nosotros entanto que poetas? Debemos aprender, probándolo,el presente, tan difícil de obtener queremos queno se nos escape

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Preparamos frases que podrán volverA menudo hablamos de lo siguiente: ¿lo ordinariose dejaría - solamente - poseer por lo extraordi-nario? ¿Tal vez, pasandopor el viajepor el extrañamientodejando interponerse una enor-me distancia podemos encontrarnos sumergidosen situaciones de las que que - en nuestros lugares -estamos separados y a las que sólo alcanzamos porlibros?Resistencia de las cosas y de los pensa-mientosdificultad de la palabra justa - la amis-

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tad con los hombresY aún esto: que la situacióncreada por la voluntad común, la fusión de inten-ciones diferentes en la aleación del acto común,puede más - en todo caso otra cosa magnífica - queel “talento aislado”.

Cosa extraña, hay algo entonces ( ¿es el deseo? )que nos empuja a continuar prefiriendo, sobre to-do, la medida de nuestro hábito y habitación, apreservarla por una adhesión violenta de alrededo-res.y siempre, sin embargo, una voluntad de des-arraigo, un querer tenazmente orientado hacia loque no deseamos, que se vuelve contra este deseoy lo anonada - del que Ulises es el símbolo,pues, desea volver a su lugar . . . . . y a quiénDante imagina abandonando por segunda vez Itaca.

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¿Qué vi en el breve recorrido? Los elementos ensu desnudez sus proximidades, sus promiscui-dades,el agua la tierra el cielo el fuego es-

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tán allí, desnudos como jamás me lo parecieron,en su simple e invasora manifestación, inclemen-tes, en su intercambioy esta misma confusión quehace decir a uno de entre nosotros que las coli-nas eran incestuosas

El agua barrosa, terrosa y también celeste puesque el cielo en todo se mete La tierra gor-gorotada de agua se reúne esta tarde, recuperamuy próxima el gran pantano del cieloEl cielo apura la tierra, la clara del cielo seme-ja de súbito y empuja, delante de sí, las colinasEn cuanto al fuego, él se yergue: árbol defuego (antorcha de gas que arde) o charca de fue-

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go, setos de fuego sobre la tierraTodo es moviente: hay migración de petróleo y delagua en la tierra, debajo (de las que nos habla-ban por la mañana); y migración de las nubes jus-to encima, tal que la tierra es como una balsa ba-jo nuestros piesUna mezcla grande una suerte de osos como de-cían los griegos este juego de amor y odio delque nos hablara Empédocles.

¿Y los hombres entonces? No son únicamente obre-ros sino de nuevo como los primeros obreros enla medida que los ocupa la tarea primordial de se-parar los elementos de hacerlos pasar de la con-fusión a la armonía propiamente dicha (el amor),ellos, quienes aparten, según las palabras del Gé-nesis, “el agua que está debajo de la que estáarriba”por ejemplo, la Ruta:

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es una ruta de tierra esto quiere decir que setrata de arrancar la tierra a la avidez del agua

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distinguirla del agua trabajo de apartarbajo el signo del “estrecho” que es (en fin) el lu-gar donde el mar se separa de la tierra

En cuanto al fuego, se nos ha explicado que eltrabajo de los hombres del petróleo consistía enaislar, separar el fuego, distinguir las diferen-tes especies de fuego

Que esta tierra se llame tierra de fuego es, porcierto, conmovedor: se diría que los hombres dehoy día llegaron aquí a fin de que se cumpliesela arcaica profecía, la desconocida profecía delos nombres como si la geografía, la toponimia,la mitología reclamasen también esta verdad lite-ral que nosotros le damos hoy: como si la rela-ción del pasado al presente tuviese relación de

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prefiguraciónLos hombres, pues, purificadores,aquí, se diría que ellos repiten los primeros tra-bajos humanos aquellos de los que no hay memo-ria ( ¿Quién inventó el trigo, quién domesticólos animales? ) Ellos recomienzan ellos cu-yo trabajo es todo invención pues se trata - pa-ra ellos - de buscar y encontrar de descubrir,propiamente hablando, la napa del fuego subterrá-neo.Estos hombres remitidos tan cerca del caosde suerte que esta tierra extrema estefin del mundo tiene los colores gris-azul ver-de-liquen marrón del comienzo del mundo; y es-te vuelco del fin al comienzo del sur al norteme parece corresponder a la inversión constanteque no puede sino sorprender al europeo - inver-sión del verano en invierno; inversión general deeste hemisferio “al revés” donde el desierto es

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húmedo y donde la anochecida es la tierra en fue-go esclareciendo el cielo

En esto los hombres de aquí están a nuestras antí-podaspues ellos están remitidos, cerca del caosde elementos, a la tarea de conjugar su confusiónamenazadora

a diferencia de nosotros que vivimos en unaseparación demasiado acabada pues en nuestrasciudades casi no se puede andar sobre la tierramisma

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Aquí, habría que retomar la pregunta¿puede ser fundadora la técnica?¿Por qué Sombrero? Porque es el centro de una ex-plotación petrolífera En este desierto de Tie-rra del Fuego una ciudad nacida por la técnicapara la técnicapuede ser la técnica fundadora¿Todo depen-de de lo que quiere decir Fundar?

más tarde el 20de Agosto mientras estábamos en el verdadero de-sierto de la pampa, en el transcurso de un juegode preguntas, es Alberto quien recae a la pregun-ta “¿Qué es fundar?” y él responde - “Fundares confundirse con la tierra”en este sentido -¿es fundadora la técnica? A primera vista: ¿quiénconfunde qué? ¿el hombre? ¿Pero la técnica?

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La técnica se funda confundiéndose con la tie-rra.

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¿Qué es una tierra? ¿Qué es confundirse?¿Es tomar el tono fundamental de aquello con locual uno se confunde o por el contrario trans-formar la tierra en algo que se confunde con uno?¿La técnica debe transformar la Tierra en téc-nica? ¿O bien debe ella transformarse en Tierra?

Preguntas. Son preguntas. Para decidirhay que saber cuáles son los poderes. Saber loque es la Tierra y lo que es la técnica.

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Pero había una vez un pueblo de montañas que ha-bía adquirido por larga práctica una maestría ca-si entera sobre todo lo que tenía que ver con elfuego. Alimentaban en sus cavernas braseros in-mensos a los que sacrificaban hasta niños chicosLa altura de las llamas era tan grande que de-voraban todo

Los amos del fuego hasta vertían, por burla, gran-des cantidades de agua sobre las llamas y se reíanal ver cómo desaparecía, en un momento, todo envapor.Ahora bien, un día vinieron de la llanura unos men-sajeros para pedir socorro. Anunciaron que el Di-luvio había comenzado y que el mar invadía sustierras.Los amos del fuego respondieron: ¿Por qué tienenmiedo? ¿No saben que el Fuego es amo de todo?Les

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ordenaron a los extranjeros que construyeran unoscarros enormes para que en ellos se pusiera elfuego para bajarlo a la llanura. - “Allí - agre-garon - opondremos nuestro fuego al mar y el aguaserá reducida a vapor”.

Pronto estuvieron prestos los carros. Se pusieronen camino

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Mientras tanto Noé trabajaba en el Arca

¿ ¿Quiénes son Ustedes?

En otros tiempos los hombres emigraban para insta-larse en otro lugar. Hoy la emigración es perma-nente. En la humanidad que representan los inge-nieros altamente especializados hay que recono-cer el prototipo de la humanidad moderna.Es esta humanidad la que lleva a cabo la tarea de

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la sumisión total de la tierra a las empresas hu-manas.La pregunta que se plantea es la siguiente: ¿estanueva situación del hombre con relación a la tie-rra aniquila la noción de Lugar o más bien trans-forma a la Tierra entera en un solo Lugar?A esa pregunta se añade entonces ésta: ¿cuál esla condición para que la Tierra pueda encontrar-nos como tal Lugar? ¿Qué es lo que debe tener-lu-gar para que un tal encuentro sea posible?Antesde cualquier tentativa de respuesta a estas pre-guntas me parece conveniente hacer una observa-ción.Nuestra época moderna remata hoy en la per-fección de sus cálculos. La forma acabada de es-tos cálculos es la planificaciónPara la planifica-ción, el cálculo se extiende hasta lo que era has-

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ta aquí lo incalculable por excelencia: el futuro.La planificación (y su útil indispensable, el cálcu-lo de probabilidades) le quitan al futuro su ca-rácter de incógnita.¿Por qué asistimos al desarrollo tan notablede la planificación prospectiva? ¿Es por una ma-yor comodidad en las explotaciones? Pero entonces

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¿por qué la previsibilidad es así más cómoda?Si la previsibilidad es de este modo más có-moda, es porque el futuro se siente como amenaza.En efecto, mientras no es tomado en conside-ración por el cálculo, el futuro permanece comolo que es capaz de trastornar la planificación pre-sentePero la planificación no hace más que acentuar elcarácter amenazador del futuro. En efecto

1) Ella transforma en presente anticipa-do todo lo que puede en él, calcularse

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2) no dejando al futuro más que su partede imprevisto, imprevisibilidad, en po-cas palabras: la amenaza que él presen-ta contra toda previsión.

El Tiempo de nuestra época es así: por una parte,factor determinado o coordenada especial en uncálculo universal; por otra, amenaza para ese mis-mo cálculo.En este Tiempo, el hombre sólo puedevivir en tránsito, es decir, en la indiferen-cia del pasado, del presente y del porvenircon solamente la posibilidad amenazadora de laruptura de esa indiferencia

Romper esta doble mutilación del Tiempo tal esla condición previa a toda modificación de la vi-da

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(La emigración antigua: los pueblos anti-guos, Eneas mismo. El descubrimiento del lugarera siempre divino. Delfos y las dos águilas deZeus. En otros tiempos por lo tanto, la emigra-ción se hace de un sitio que ya no es lugar haciaun nuevo lugar Hoy no más emigración en esesentido.

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1) Uno emigra de un sitio que ya no ofrece condi-ciones de vida hacia otro que puede ofrecerlas(se puede, por otra parte, comprender las “con-diciones de vida” como “cosas divinas”)

2) Uno emigra técnicamente. Ya las brújulas y loscálculos, por ejemplo, esos Coreanos que vienena instalarse en Choele-Choel, no es una migra-ción encabezada por sus sacerdotes, sino uncálculo de economistas y de ministros

3) En este sentido la emigración se ha generaliza-

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do. Todo el mundo puede irse a trabajar a cual-quier parte, sea al interior de un país o portoda la superficie del globo

4) Esta generalización es en sí misma un procesotécnico. Son las necesidades económicas, al in-terior de un mercado de trabajo, las que condi-cionan los movimientos de población

5) La última migración no-técnica (o no enteramen-te técnica) tuvo lugar en Europa a finales dela última guerra

Uno puede tratar de comprender las dos situacionesextremas como mediata e inmediata - o viceversa -

Tras la conferencia fue Alberto quién vió bien laruptura: es decir las dos orientaciones divergen-tes

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a) el anuncio de la búsqueda de lo anteceden-te para el encuentro con la Tierrab) el enunciado de otro antecedente: el cam-bio del Tiempo.Allí no hay más que una apariencia de unidad

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De partida, la primera idea es la más difícil: ¿latécnica destruye o generaliza (universaliza) el Lu-gar? Pregunta totalmente indeterminada mientrasno se precise lo que es el Lugar. Ahora bien,es en busca del lugar que ha partido Amereida

El Lugar (arriesga la respuesta) Lugar de ENCUEN-TRO, dicho de otro modo el Lugar es allí dondehay-Encuentro. Cualquier encuentro. “Bon jourMonsieur Courbet” es un Lugar.Por lo tanto la esencia del lugar depende de laesencia del encuentro: y hay una historia del lu-gar. El fin de la historia del lugar es cuando

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el Lugar ya no es más que encuentro de sí mismo,dicho de otro modo cuando el Lugar ya no es másque encuentro . . . del lugar

Por eso se impone la primera pregunta: - ¿ es larelación técnica con la tierra el fin de todo en-cuentro (a saber, en la medida en que la técnicano encuentra nada más que un objeto-técnico = latierra en tanto que explotable), por lo tanto finde todo lugar; o bien, encontrando a la Tierra co-mo objeto de explotación no transforma la técnicatodo encuentro en un solo tipo de encuentro, porlo tanto, toda la variedad posible de lugares enun solo Lugar ?A esto sólo puede responder una pregunta que ata-ñe a la esencia de la técnica

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Aquí el paso a la continuación deltexto es un esquive. No sin haber, por lo menos,designado los dominios inquirir

CONDICION BE-DINGUNG - la esencia de lacosa (Ding)REENCUENTRO BE-GEGNUNG - la esencia del

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§ amereida, volumen ii

frente a frente(gegend)TENER LUGAR GESCHEHEN - la esencia de loporvenir

La continuación, por lo tanto, se restringe a lomás accesible: la temporalización del tiempo pre-sente

La doble mutilación del tiempo es:a) su comprehensión uniforme a partir del presen-te

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b) la caída corolaria del pasado y del porvenir aun nivel inauténtico

Se da un primer paso cuando el tiempo es aprehen-dido en su plenitud, entonces el presente ya no esel espectro analógico de una eternidad técnica, si-no un verdadero FRUTO

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Campamento. Con cuanto aquello que una ciudadausente pueda indicar como la presencia inequívo-ca, mejor, sobreabundante de una ciudad: restau-rants, hosterías, hoteles, juegos de palitroques entreotros, canchas deportivas, dispensarios, un hospital,salas cunas, más de un cine, boites, casino, pisci-nas temperadas, centrales de comunicaciones . . .Todo ello con un sentido de informar. De eseinformar que otorga la ciudad y que recibe elciudadano: cosa esta vista como la dimensión másimportante sino, acaso, como la única.Por eso, sobre la marcha hemos de recurrir alpórtico. Los pórticos. Pero con una sobre la mar-cha que nazca de aquella mirada que no escruta,pues bien puede decirse que su retina yace encierto grado invalidada por lo que se espera, oretenida por el último anoche.

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En cuanto a los pórticos; se dispondrán

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las alternativas de sus ritmos - por ejemplo, elde una vereda con el de la de enfrente - o de am-bos con respecto a la línea de tierra o de todoslos pórticos respecto a la manera de rectificarlos ángulos actuales del trazado para construircon la traza del campamento una figura reconoci-ble al recorrerla o visualmente desde ciertos pun-tos clave.

Si todos ellos - los pórticos - alcanzarían unaaltura creciente en una cierta dirección cual siconstruyeran una suerte de anfiteatro. O si elclaro-oscuro que ellos llevan consigo sería comola sombra de las arboledas en los comienzos de laprimavera en un clima templado.

O bien, de cómo los pórticos estarían junto a cui-dados árboles siempre verdes: (plantados en hondostajos para que las copas queden junto a los ojos)

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o si ellos contarían con la posibilidad de colocar-les esos afiches y letreros propios de toda calleurbana en las que las letras hacen de ellas las“antiguas acostumbradas” - con la posibilidad demontar exposiciones que muestran los últimos pla-nes de la explotación del petróleo, o la posibili-dad de conformar una suerte de museo que expongala vieja maquinaria de la época heroica o, en esospuestos de periódicos como los del centro de laciudad que abren revistas pornográficas acerca deleterno femenino y discretamente mantienen la pren-sa con sus últimas noticias

O cómo los pórticos serían una suerte de pérgolapara ancianos - piedras de un talud - que toman elprimer sol de invierno; o un fuerte zócalo para

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que se acoden los muchachos como se acodan otrosjóvenes en los centros de los potreros que elloscultivan a la hora del reposo de mediodía. Si los

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pórticos llevaran escrito un poema en su cielo ra-so o en su pavimento de suerte que nadie puedatransitar por ellos. O posibilidades tales comouna fuerte abundancia de relojes. O ciertos tra-mos manejables de suerte que se pudiera desplazar-los para señalar el sol.

Silencio sobre los métodos constructivos con susmateriales y la duración del proceso de ejecucióny si este se llevaría a cabo mediante una prefa-bricación capaz de montar en una noche la obra; obien que fuera un maestro que demorara tanto enlevantar los pórticos que terminara por identifi-carse con ellos. O que todo el mundo contribuye-se a la edificación construyendo así una fecha pa-ra el campamento.

¿Por qué se guarda este silencio? ¿Por qué lo ca-llado no es - por el contrario - incorporado como

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anticipaciones? Anticipaciones - ciertamente bienmodificables posteriormente - pero que desde elprimer instante se constituyen como coordenadas.Coordenadas que vendrían a configurar los desarro-llos venideros. ¿Por qué este silencio no se li-mita al campo ya señalado, sino que se extiende -por ejemplo - a no haber tomado los primeros da-tos para una medición de los efectos del clima enlos materiales constructivos, o haberse impuestode ese tan tenaz trasfondo de procedimientos ad-ministrativos que condicionan la realización deuna obra?

La respuesta a todo ello es la siguiente:

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se trata de un Signo

Y Signo es una concepción y una ejecución que esdiferente a una obra. En ésta, todo cuanto le per-

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tenece, homogéneamente comparece como pertene-ciéndole. En cambio en un signo no sucede así. En es-te sentido un signo es semejante a ciertas leyesA aquellas que señalan su materia y expli-can lo impositivo de su carácter, pero que al ex-poner su materia dejan - voluntaria o involuntaria-mente - ciertas lagunas. De suerte que en ellasse queda en libertad de acción. Así el signo tie-ne zonas o planos determinados y otros indetermi-nados. Por ello no todo comparece homogéneamente.Junto al decir se da el callar. Y el Signo obraasí porque él fía. Fiar es su misión. Fiar es supropia naturaleza no homogénea. Fiar en el acon-tecimiento que lo provoca. El signo es entoncesla concretización del acto de fiar en la materia.En el misterio de la materia. De esa misma mate-ria que para ser manejada, gobernada, parece quesiempre exigiera desde el primer momento la instau-ración de esas coordenadas que vienen desde la fi-

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gura a su forma. El signo así se intercala paraotorgarle a la obra transparencia. Transparenciapara que se manifieste en ella el acontecer. Trans-parencia para que el rodaje quede inscrito en suverdadera magnitud.

Entonces cabe preguntarse - ¿elmisterio de la materia no tiene fuerza para confi-gurar su propia transparencia? Y de ser así -¿por qué recurrir al signo? La respuesta es: elsigno existe por puro anhelo de abrirse. Anheloque la propia materia lleva en sí. Tal como uncroquis, que acepta ser rápido, traza la luz conlos trazos que la rapidez le impide dibujar.

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Uno piensa en un prócer del siglo pasado que aloír esto dijera; en todas las escuelas del país seenseñará a los niños el acto de fiar. Un hombre(del rodaje) me decía “esta comuna de esta ciudad

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es mayor que sus límites, va más allá de ellos” yle preguntábamos “ ¿hasta dónde? ” - “habría quehacer estudios muy serios al respecto” respondía.“De todos modos se encontraría muy luego con elmisterio de la materia”, le decíamos. Tendría él,acaso, que matricularse en algunas de estas escue-las del Signo.

( Godo:No sabes cuánto me cuesta escribir. Desdeque salimos en este viaje he perdido toda referen-cia. Estoy como en un enorme vacío interior y ex-terior. Percibo lo que va aconteciendo pero enausencia. Las sensaciones suceden pero no se de-cantan en parte alguna de la conciencia. No ad-quieren cuerpo en el espacio del pensamiento, nose dejan pensar, no se dejan atrapar. Me he con-vertido en una suerte de conducto, que es sólo pa-ra dejar paso

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Podría decir que estoy “fuera de mí” - como cuan-do se dice de alguien que está “fuera de sí” - pe-ro dentro de las cosas, los hechos, los momentos,los lugares, las circunstancias: una tras otra, se-paradas, desvinculadas, aisladas, puro presente.

No me impaciento por ello porque imagino que esteestado de existencia “irresponsable” que no darespuesta - debe ser un don propio de la Phalène.Es la desnudez. Como un baño no sólo de la piel,sino de todo uno, que lo vuelve transparente y talvez translúcido (y lúcido, diría Edi).

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No se trata ya de la mesa donde uno rumia y trans-forma lo que ya sabe, para digerirlo. Tiene algode primario este fundirse con las cosas, pertene-cerles. No sé cómo explicarme.

Quiero decir que cuando hay viento frío, lo reci-

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bo y me da frío y me traspasa. Y cuando nievalas plumas caen sobre mi cuerpo y me pongo blancocomo un pino. Y cuando Godo en medio de la plani-cie lee a San Francisco, sus palabras entran porun oído y salen por el otro, literalmente, tal co-mo dice el dicho. Me sucede en este estado queyo arquitecto, habituado a los planos, cuando to-mo una carta del lugar casi no la entiendo en cuan-to carta, y veo entonces un dibujo.

Decía que estaba tranquilo en esta situación quesobrellevo. Es verdad. Pero también es verdadque el “hombre viejo” reaparece a menudo y en suavaricia que le es propia me echa en cara que notenga buenas ideas, aprovechables, capitalizables,rentables.

Pero ¿cuándo he vivido la libertad que ahora ten-go? ¿Cuándo tan absoluta gratuidad? Comprendo

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algo, tal vez con otros matices, que al Regalo sele llame también Presente.Los hechos o situaciones que vivimos saltan comopulga sobre la sábana: está aquí, luego allá; cer-ca, lejos, donde mismo, en ninguna parte. No ve-mos el salto sino el punto.

La noche de Dorotea; la piscina temperada de laEnap; el camión que nos lleva a Natales; el casi-no de oficiales; el sol, la tempestad, la nocheestrellada; la barcaza en el canal, la tumba en lanieve, ect., etc.

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Un eslabón de la cadena que se corta nos lleva delconfort a la intemperie en un instante. Encenderun cigarrillo en mal momento puede significar pa-sar del día a la noche. La ausencia de MacLean ensu oficina a una hora precisa, no llegar a un lu-gar. )

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Palabras a los Enapolitanos:

“ Cataclismo :Erupción : Destrucción: Transformación.La gente de este lugar celebra una transformacióncataclísmica.Trabajan para el petróleo.

El petróleo es la fermentación de un desastre.Destilado de la muerte de plantas, caracoles, mo-luscos, peces y animales.

El petróleo es el vino del automóvil.A diferencia de las plantas, los autos no tienenraíces. Viajan. Exploran.A diferencia de los caracoles y moluscos, que evo-can para los Ingleses la frescura del mundo denuestros orígenes naturales,

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los autos son artefactos, creaturas del hombrecreador de artefactos.A diferencia de los peces, los autos no son con-trolados por el flujo y reflujo de las mareas.Un auto es el instrumento del hombre, del queescoge, una expresión de la voluntad humana.

A diferencia de un animal, el auto es exangüe,desapasionado.

Los sonidos de su motor expresan una obediencia.Un auto sirve a la necesidad humana de ir, encon-

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trar y comunicar, irrumpir a través de las divi-siones de sangre y pasión.

La existencia de los autos se hace posible por lamuerte de estas creaturas - animales, peces, cara-coles, y moluscos, y plantas - y de todo a lo queellas dan cuerpo.

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En transformación cataclísmica, la Naturaleza seentrega a la voluntad del hombre. Su sacrificioes el de una novia a su amante. Ella ha de sercortejada.

Los autos son los hijos de la Tecnología, de latransformación de la Naturaleza por la humanidad.En Europa y Norte América, la Tecnología es el me-dio hacia una estéril comodidad.Acaba en sí mismo.

Es una vía de olvidar la muerte y de evadir lasagonías de la creación.

Pero tal vez en América Latina, la Tecnología ser-virá a la intensificación de una relación creado-ra hasta ahora desconocida en la historia de lahumanidad.

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La América del Sur será un Continente de Niños yDioses.¿Y bajo qué signo ha de realizarse esta metamorfo-sis?

FuegoFuego se mueveFuego se transmuta

Fuego aspira.Fuego calienta.

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La llama juguetona de la Transfiguración.Y la Tierra del Fuego la corona de esta aureola.

Pero Uds. dirán:

“ América Latina, lo Desconocido, es un Océano;¿ Cómo puede jugar el Fuego sobre un Océano ? ”Hoy ví cómo.

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Hoy ví a una bandada de flamencos arremolinarsehacia arriba desde los lagos.Un toro negro estaba bebiendo al filo del agua.

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Una Manzana de Enapolis - Flamenco Sombrero :

A pesar del cielo fierro,VIENTO -se inclinaba allí donde ceceábamos.

Indios nos levantamosnaturales a hijos bajo suelotierratierra del fuego.

una llama se fue caracoleando,la más salvaje de las potrancas,la muchacha.

pero no a través del campamento ENAP,turista sombrero :las tonadas que tu piscina canturreanunca conocieron el viento.

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Tu clínicaSegura contra el grito de pájaro,

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susurra aislamiento :abejas sin reina ni aguijónahorran pseudo - miel

en tu supermercado,suspensión en vacío de conservas.

tu cien edificadosobre fermentaciones de desastre;los cuentos relampaguean como autos :¿ dónde están tus fábulas ?( llama mamá a Aquélla del Bra Mágico, peronadaes tuyo ).

Nosotros profetizamos fuego.Oímos a los pájaros del mar llamarse unos

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a otrosSiempre - niños, a una joven cuyo pelo se rizanegligente,salvaje :esta mi oraciónhorizonte

Jane:Te mando una pluma de flamenco.Me encontré contigo de nuevo ante anoche.Tú dijiste : “ Pero todo ha caído de través ”hablabas de tu carrera como actriz.Hablábamos, casi dulcemente.Como podrás verlo por el matasellos, tambiényo he caído de través. Puedo decirtelo que yace en el fondo : un lago, másvirginal que la primavera -

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Alzándose del lago, una bandada de flamencos,Salvajes y tempranos, llama - fuego.

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Las ciénagas aguardan, verdes como unapromesa.

Cuando pienso en ti,pienso en una llama sobre un lago secreto,galopando sobre tierras grises, las tierrasverdes - salvaje, tímida.

Amoescribircartas lunáticas.En Chelsea, tal vez.

( Nosotros los que somos verdaderos amantes come-temos extrañas travesuras. )

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pero ellosbusconesciegos se diríantan naturalmente avanzanpor la luzla luz de una rosaanimal y milenariaen el mudo alfabeto de las superficies

- rosas de un océano perdidopalabras inferiores del fuego nuevo -

con la gran voz enterradagolpeanlos espejos oscuros de la arena,parten,- así ciertas nubes el sol en luces -los bailes que contestan sus invisiblesen ruido y figura

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Sólo quién escuchainstala lo lejos

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Apartadadel viento- como pelo -nacela cara del hondo

Cuando la voz confiada a la tierraencuentra su gestohace paz pasión o júbilointentaun sol entre las manoscon que el hombre persigue su destinocomo las noches los sueños que la colmen

Y en tierra se entra a tierratras la llama

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el sol negro de los viejos maresnos guarda la casay la estatura

o bienel barro seducidoenamora las aguas de su cuerpo( lascivas las dulces artesianas )y loatleta de su propio chasco

todo descenso es contención ni descenso sincuerpo.

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7 de Agosto SombreroEsporay la barcaza no llególa esperapor la rampa a las olas pálidasal caballo carroñano lavan no mueven

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olas pálidasel Estrecho un banco de nieblainvalidezel intervalo ¿ qué salva ?¿ Quién avala aquí en Espora ?

Avilantezen vilogavilán.esta leve salida que vuelve contrala rampa

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este alivioíntegro negrono denigroesta grutajunto a olas pálidasOigo lo que no siguelo que arraigaentre nosla intemperieen Esporay a las 5 la barcaza llegórompiendo nieblay por nieblano vuelveno lleva del otro ladoy hemos tenido que volver aquía SombreroDijo BoultingI am perplexed

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These moments in the car.We doing nothing “

El pulso de la pausaesporádico usode aire

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lo que oigose arraigaentre nos

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Cada doce horas cuando la marea baja, Tierra delFuego se acerca al continente.

Entonces, una parte del cuerpo mismo de la tierraqueda a la vista, enteramente desnudo. Con esadesnudez cruda de lo que siempre está cubierto.Es casi una herida.( sólo una mujer es capaz de soportar ese génerode desnudez )

Un camino puede soportarlo todo menos una cosa:perder su continuidad.Cuando la pierde se dice que se corta.Los caminos se cortan como un cordel, como un e-lástico o como una película.Cortarse es para él, simplemente, dejar de ser.Espora y Punta Delgada tiene eso de desolación:se está ante un camino que vive la amenaza cons-tante de dejar de ser.

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(es tan aguda esta amenaza que no hapermitido crecer sino esa pequeña ca-seta telefónica).

Estos caminos que desde el norte y desde el sur,sin transición ni aviso, se disuelven en el aguadel Estrecho, recuerdan dos veces al día el Pasodel Mar Rojo.

El fondo del Mar Rojo se parece, tal vez, al fon-do del Estrecho de Magallanes.

Estamos acostumbrados a ver correr los caminospor entre un paisaje que aunque no lo conozcamos

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de antemano, nos resulta de alguna manera fami-liar. Bosques o cultivos o ganado, silos, indus-trias, otros caminos, casas. Valles, montañas olomajes, algún río.Los caminos del petróleo en Tierra del Fuego nos

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desconciertan. Aparecen completamente simplesen su puro ser caminos. Despojados de todo otrocontexto. Sin tradición ni paisaje conocidos.Salvo los campamentos, sus puntos de destino nose nos muestran como tales. A veces son casi im-perceptibles; otras, insignificantes. Un nudo decañerías que apenas aflora, una cabina, una esta-ca numerada; una torre metálica transparente, unfuego reverberante.

Nos parece estar en medio de un enorme loteo enque aún no hay nada edificado. En sí mismo es i-nexplicable.

Sin embargo, este dibujo abstracto sobre la super-ficie es sólo una traducción sutil de lo que acon-tece bajo la superficie.

De tarde en tarde una camioneta de la Enap-siem-

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pre apurada - aparece y desaparece sin dejar ras-tro.Es que estos caminos son los caminos de la vigi-lia.

Ni en Punta Delgada ni en Espora, que son los pun-tos de llegada de la barcaza, hay absolutamentenada - salvo una caseta telefónica.

Justamente para eso son las barcazas de desembar-co.Para desembarcar donde no hay puerto.

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Ellas llevan su propio muelle consigo - como eltanque lleva su propio camino, o el gaucho su ca-sa.

En verdad las barcazas son más bien muelles quebarcos, y en este caso, más bien puente. Se sien-ten bien justamente en la orilla, son de la ori-lla.

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Las barcazas son Modernas. Parecen ajustarse alas mil maravillas a la Pampa.

La barcaza es casi un puro hueco.Aparentemente no tiene “la forma del agua” comolos barcos( ¡Qué anticuados somos para pensar! )No tiene popa ni proa ni quilla.Lo que sucede realmente es que anda sobre el aguaPor eso no “atraca” como los barcos sino que setiende sobre la orilla.

Su forma rectangular, abstracta, sus paredes pla-nas, están concebidas para estacionara el mayornúmero posible de vehículos. Eso es todo.

He ahí una cosa pensada “a la norteamericana”.Tan simple y aparentemente tan tonta como un slo-gan de propaganda.

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( “No se complique la vida: use barcazas...No necesitan muelle ni grúas; no necesitanprofundidad para navegar;Máximo espacio utilizable;la carga y descarga se hace sola....” )

He ahí una cosa pensada en la guerra. Entre lavida y la muerte

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8 de AgostoY entoncesen Espora a las 6y tres minutosun marinero dice :“ El capitán dice :‘ la barcazano saldrá hasta las 5esta tarde ’ ”la niebla circundándonosa tres metros de la orillaen Esporala barcazaabierta la barcaza y con larampa bajay en la rampaencendidos los farosalumbrando la nieblala niebla

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circundándonosy en la nieblahacia el EsteSobre el autoformando los faros un aroartificio de aurora

aro de lecheen lo deshechopor la nieblanupcialy bajamos del auto

Adelantándose al estrecho, el barquero se negabaa pasarnos, llamábamos al día; enterrados hastalos hombros como Moisés cuando usó mañas con lagloria de Yavé yo, me parece, la muda deMadre Coraje, la simple sobre el techo

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Aún no, enefecto. Era mi sonrisa sostenida que sosteníael aún no.La reserva del aún no. El signo, con la cabeza,del oráculo. ad mutum. Reduciendo los prepara-tivos, contra el eslabonamiento y la cronología,al más-acá de la partida. Lo que sé yo no lo sé.

Esta tierra es nuestra, decía el administrador delas Malvinas.

Los primeros hombres habían llegado sin mujeresy tenían que ir a buscarlas a los puertos.

En la ciudad magallánica, semejantes a los prime-ros que traen los madereros al alba del taller,por los suburbios que contornean las ciudades.

Chapas de los arrabales en el Chamboule-toutde las épocas

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Chapa en las laderas del pacíficoEllos habían podido colocarse al comienzo izadosen una larga estela de fuego que compartían losotros tres elementos

Un caballo a lo largo de Magallanes un toronegro junto al lago de Porvenir Discretosuna a unaYo hacía la ronda en torno al túmulo entre loscráneos

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la incidencia la incidencia cimbro igno-ro mis deberes el periplo continúa bajo in-dulgencias perfecciones imprevistas humilda-des demasiado impuestas fatigas astutas

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“ alto ahí ” - lo ajeno me quiebra me deba-to como un pájaro furioso altero este amane-cer demando todas las embarcaciones me des-anudo con la eficacia del falso ahorcadohe perdido la fe en un grito

pero de nuevoel fin es una danza simple pudiente y tímidacomo el café humeante siempre la noche y eldía sin desapariciones la locura desnudasencilla como la amistad un trazo sin marco -¿ es esto posible ? oh presente

¿ Quién es enton-ces sí mismo ? ¿ y los rehenes ? ¿ puede vivir-

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se así ? pero el estrecho se descubre padre -una sonrisa en la balanza de la cumbre

- que las significaciones no encubran la pala-bra -

Improvisemosesta tierra habla

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“ Aquí ” dijo Alberto“ bájame la pintura ”y Michel seescaló la pirámidede maderahasta el vérticeyo tras élcon la lámparay tras míJonathany Godo “ Dis un poeme ”dijoY entonces

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de arriba desde el vérticedijo “ Veilleur du jour ”

Llamo a los poemas que leemos en el dentista es-candeando con el pie el compás para cubrir la san-gre, a la exhibición del azar, a los poemas que

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reciten el hojear de los pulsosdigo Musa la co-mida que siempre está servida allá en ese cuentode la Bella y la Bestia en el que vivimospues “ él descendió al jardín y encontró prepara-da la comida ”.

Musa aquella que proveereclamoVenecia, los pórticos negros en cintas,Venecia de uñas gondoleadas donde el extranjerose vuelve como aquel que llega a Venecia con-ducida a lo visible por milagro y no hay la pla-za como un cuadrado de jugadores, las cosas quese miran pues lo visible es un asunto de hombres

a la igualocupación de todos los lugares, la igual bellezade todos los lugares, la imposibilidad de decep-

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cionar de todos los lugares este friso ricodel estrecho igual a nuestros ojos estrechosfriso de cosas en distancia reverentes sin em-bargo por el intervalo que hay, pues entrenosotros la separación hace que ellas nos dejenlibres a su afectuosa indiferencia que no se re-husa más se gira un poco - friso distinto detodo espejismo y el balcón las ventanasreservadas como un buen servidor “ a cierta dis-tancia ” están de su lado

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Mas ¿ quién está ?el frío deshace su láminaen mis lágrimassus perlas en tu nariz -

todo lo que cambia se reúne en mi gargantanada hay más simple que el comienzo

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Ponemos de pie - oh douceur - la nocheel alba el día

la niebla se va en el cargoque desfilay el estrecho desde esta mañanaes una risa entre dos labios

Me aparto estúpido felinosin cetroscago tenue en la arena mi lana

- ¿ quién comienza ?

“ maintenant ils sont morts le mercenaire et leconnétable ”y me llega me llegas micheldiscreto extraviado poéteo momentocon tu silencio quedo

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bajo el pudor de los quehaceresraptadopor el lenguaje invisibleque adoramos

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Michel ybajó

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y yo subíhasta la lámpara y gritéa la nieblacon Jonathan en voz bajala niebla circundándonosY “ Niebla ” oímos“ Niebla ”desnortéame ”gritó Godoy Jonathan en voz baja“ Our departuresare our origins ”

arítmico, un cadáver.la marea chica baja,la marea chica fluye.

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semejante pequeñez respira inmensa.

ya no galopa más

sus cascos inermes, conejos muertos.

podre y hueso, bajo.fuera del cuero.clavícula, cea.sus cascos doloridos.

arenas vácuas.guijarros azules;melancolía de algas.

agua, sal y agua,mar.

¿ tan macizamente apagada,su llama ?

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¿ Quién mi dama ?¿ Quién mi amo ?

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¿ era sólo una jaca, tal vez ?

tal vez no. en oquedad, hierbas.las palabras¿ o bien ? van así.

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“ E improvisarondijo Claudiounos veinte minutos ”la nieblacircundándonoshasta que el aroo artificio de aurorase deshizocomo en lecheen la lentaluz realY entoncesJorge pintó un tabiquede la caseta telefónicay AlbertootroY entonces Jorgey Alberto y Fédierpintaron la caseta del teléfono

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sobre un tabiquecada unodesde el zincel colorClaudioferruginosamenteen la pocaluzla armazónconrojos viejos cables de aceroy Fabio los plateó

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y apoyó contra un trípodeun tubocomo unafuriosa hormigay de largoel albatros

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alabastrosoalbatrosorillaguijarros crepitannombresnombresy detrásde la nieblael albapor silbosy al oestearco iris

Hemos trazado signos. El acontecimiento se vuel-ve verbos, acción, por múltiples vías. Somos másde uno, más de dos. No hay soliloquio ni diálo-go. Entonces el acontecimiento se vuelve chan-tier. Y todos y por ello cada cual nos volvemoschantier. Y hay algunos signos que ahora son eje-

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cuciones. Por eso en un momento dado la miradallega hasta las manos para ignorar la mente y elcorazón. Y las manos, en la premura del tiempoque concede el acontecimiento para encontrarsecon la homogeneidad, se enceguecen. Las manos,así, dentro de su ceguera se fían. Por ello an-ticipan. Por ello, ahora, llegan hasta el len-guaje cerrado de una superficie mensurable de unsolo golpe vista. La pared de una destartaladacaseta del desembarcadero. Lejana parienta de lalógica cerrada de una hoja blanca de papel que es-

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pera un trazo. Allí, las manos que no han repara-do en otra pared de esta caseta, aquella que tie-ne puerta - situación cara al arquitecto - manio-bran lo único que saben hacer las manos de éste:trazar el horizonte. A su lado manos de escul-tor trazan esa profundidad no confiada a la leja-nía que ellos saben revelar. Ellas han dejadola antigua piedra por esbeltos materiales que pi-

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den más de cuarenta afanes al eregirse. Manosconstructoras de ocasiones: de las ciudades, en-tonces. Manos del amor a la obra que traspasanlos trabajos serviles y guardan la relación en-tre signo y obra.

Cuanto allí se realiza es bien perecible. Sinembargo, los signos no se inscriben en un pueblocuyas épocas han de terminar por una catástrofe.Por el contrario, el signo presiente un puebloque busca construir una heredad. ¿Qué busca cons-truir esa simetría de recibir, embellecer la he-redad, legar? ¿Un pueblo en el que cabe el ofi-cio de reparar? Por ello - ¿limpiarán las plan-chas, repintarán algunas superficies, traerán lossignos que las altas mareas pudieran haberse lle-vado y quizás cuántas cosas más? Nosotros somosde ese pueblo y esos que ahora se detienen, quese constituyen en los primeros lectores y el pri-

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mer copista de los poemas son de este pueblo. Esconocido que los primeros conquistadores sabíanque recibirían del Rey un tratamiento digno y tie-rras y encomiendas y que conforme a tal dignidaddebían realizar la obra de conquista. Había es-te trato. Y cada cual era, entonces, una parte.Desde el comienzo hubo este saberse parte. Par-te en la construcción de un continente, y un con-quistador podía ser de primer rango o de uno me-

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nor, y podía querer depender de la corona de Cas-tilla o de otras coronas. Había libertad en es-te su ser parte. Esta es, entonces, la heredadde este pueblo. Heredad que seguramente no setransmite por las costumbres, pero sí, por el al-ma. Y esos primeros lectores y ese primer copis-ta se insertan en esta heredad del alma.

Delante de ellos el signo pone de manifiesto laextensión de la isla. Sin embargo, en ese instan-

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te, acontecimiento y extensión son percibidos porun único sentido nuestro. Por detrás de ellos asus espaldas ningún respaldo para estos hombresde heredad.

El signo así no es una estela que aguarda siglosfuturos para ser redescubierta. Ni permanece co-mo una ruina enigmática cuya significación ha deser reconstruida. No. El Signo es presente.Presente para las manos que después de ejecutarese signo siguen temblando en algo que las manosvivas de hoy tiemblan: la homogeneidad. Aludira ese temblor. No para hablar de su naturalezasino para señalar como un signo hace temblar to-da homogeneidad - por ejemplo, la de un campo vi-sual al introducir con violencia la existenciadel destello. Es que el Signo no es asunto detierras alejadas. Sino que de hoy, de aquí, denosotros. Pues cuanto él toca no se vuelve re-

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cuerdo. Recuerdo del primer acto generativo co-mo el acto pleno, después del cual viene una ine-vitable degeneración. No estamos asistiendo auna tal degeneración del propio signo. No. Elabre.

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Y ahora sin nieblaaparecen las puntas de la playay el agua bajay el olor subióel agua se quitó de la quillaverde varadaCon Jonathan y Fabioforzamos el lecho del estrechoel espléndido objetola luna lo recubrirá de martarde ajenolos tres reinosy Godoentró en la casetay pasadacasi la horasalióy me dijoEscribe tú

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y Alberto en aluminiotodo el díala inscripción ( de entrada )y en aluminio, Fabiola inscripción ( de salida )Y encontramos dos ruedas de maderay las pusimosuna frente a otramirandoal albaal ponienteal borde del caminoy en ellaslas hojas de aluminioy Jorge pintóunos 15 metrostres panelesen tambor de depósito

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y la gente iba llegandolos camiones de E.N.A.P.y un hombrenos invitóteníadijopiedras de indioy cabezasde flechaallíen su estanciay dio las graciaspor el dony otros vinierony copiaronlas palabrasy el marinero depull-over verdepreguntó

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¿ Qué es Amereida ?y a caballoun niño de allíme prestó un caballopor la playa y el pastoLetter for Mr. BoultingThe name of the place where wewaited for the boatis ESPORAWhat is sporadical ?Pores like blackness betweenstars.Dijo Boulting :“ I am perplexed : these moments inthe car, doing nothing.Shakespeare Said : “ Nor I nor any man that butman iswith nothing shall be pleasedtill he be eased

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with being nothing ”.And Hamlet, Act V : the INTERIM is mine.

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donde llamas se ahogan,carroña maúlla,preguntas se alzan

el primer tambor nunca antes redoblado :un corazón lunático,loco por honduras en el horizonte.

el segundo tambor tamborilado,destrozado, reviente enaguas que se arremolinan.

asíel tercer tambor tocó

venir dentro de ti.entrada intangible luz.respirar con el mar.

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moluscos celan tales secreto comobodas de aguas y greda;los sueños de piedrasmoluscos revelan a la niebla

Oh islaoh coronalago que acuna.Tus flamencos en llamas -

adiós

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en tierra de fuegoLas Ovejas no se venEl Petróleo no se ve.

Drenaje del cielo y la tierra.Plano de proyección.Membrana. Tímpano.

Punto de unión. Mejor: superficie de unión.Mejor aún: Superficie de CON-TACTO.

Lo que “acaba de ser” ( en su doble sentido ).

La Lana se hace en la superficie en que deberíanencontrarse el calor y el frío. La lana se haceentre el calor y el frío(para que subsistan ambos)(la lana cuida)

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Tierra del Fuego, en su extensión, lleva encerra-da una forma propia del Tiempo.Espera y Premura. Espera y Espora; Premura y Por-venir.

En la barcaza nosotros cruzamos el Estrecho detierra a tierra. Magallanes cruzó de mar a mar.

Pero esta es una forma de decir, porque lo quehicimos nosotros fue también cruzar de mar a mar- interior de América.

Ahora todo el Estrecho es un cruce de Mares.

( Magallanes cruzó a velas desplegadas llevadopor el aire. Ahora se cruza apoyado en pequeñashélices movidas por el fuego ).

Fuimos pueblo de ese pueblo - y ahora que nos po-

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nemos en marcha ¿ somos viajeros ?¿Cómo esos antiguos viajeros que al llevar el e-quipaje a la espalda se transformaban en unas ex-trañas siluetas? No, el acontecimiento va destru-yendo los opuestos habituales tal como ese de quequién permanece ignora el oficio del que viaja,y éste a su vez desconoce el de aquél. Por esoel tiempo de la realización ejecutoria del Signose fía en el acontecimiento. La construcción dela materia en sí misma no posee término. Ningu-na superficie nunca señala cuándo ha de dejar depulírsela; ninguna coordenada de por sí busca ex-cluirse. Por eso, éstas, para garantizarse seconstituyen en rodaje. Nuevamente entonces latransparencia del acontecimiento. Y el misteriode la materia es el fiar en el fiar. Por eso lasmanos terminan justo cuando la barcaza va a des-pegar. Y ya en ella sobreviene el silencio.

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Y a las 5partimos de Esporay en la orillaenfrentehabía fuegosuno grandeen Punta Estey otro más lejoschicoy cruzamoscon la inscripción de entradaaquí la tierra como un vinosube a su inclemencialos cielos mueven el caminola luz desnuda sus brazosel viento apaga la nostalgiay la paz se esconde entre los cuerposQuién Entrede al ojo el tiempo del pájaro

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al alma el pulso de su pasoy a sus palabrasla tregua confidente de su olvidoLa amistad de la pampa es el encuentrola gracia : el saludodondeel horizonte guarda tu muertecomo tumbay la inscripción de salidaAsísalir del Surcruzadospor su fuegoAsísalir del fuegoenmascaradospor su nieblaAsísalir de la niebla

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blancospara que crezca el crucealba mestizapara que crezca el crucefuego con tierrapara que crezca el crucehay que cruzar

Natur istein eversteinerte (r)stabZauberstandt

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Indice de Autores

AAngel, Miguel 21Aristóteles 4

BBaeza, Arturo 22Boulting, Jonathan 8, 56, 62, 65, 70, 71

CCourbet, Gustave 43Cruz, Alberto 22, 38, 42, 62, 66, 70Cruz P., Fabio 66, 70

dDante Alighieri 35Deguy, Michel 62, 64Dylan, Bob 2

fFédier, François 66Filoctetes 5

gGirola I., Claudio 66

IIommi M., Godofredo 14, 26, 29, 48, 49, 62, 65, 70

JJoyce, James 5

lLeiva, Elvio 5, 8Linneo, Carl von 4

MMagallanes, Fernando de 2, 3, 18, 73Martinic, Mateo 30

nNoé 28, 40

pPérez-Roman, Jorge 66

SShakespeare, William 71

Hamlet 72Simons, Edison (Edi) 28, 48

TTintoretto, Jacopo Comin 5Tyndaro 5

VVial, José 22